Ya está aquí. La batalla definitiva. El partido del siglo. O, por lo menos, la primera parte. Dieciocho películas después, el universo expandido de Marvel se contrae en un par de horas. Ni presentación de personajes, ni asideros dramáticos, ni nada más allá de la premisa principal que pone en marcha la acción: la mitad de la población del universo está en peligro. ¡Qué empiece la guerra!
Lo mejor de ‘Vengadores: Infinity War’
1. Thanos, el gran protagonista de la película. A pesar de esa “barbilla de escroto” –como la llama Peter Quill–, de que el nombre “Guantelete del Infinito” de un poco de risa (sobre todo si lo dices así, con voz chanante, “voy a ponerme los guanteletes”), y de que al ser un personaje animado pierde algo de presencia y verosimilitud frente a los humanos (por mucho que esté detrás Josh Brolin), Thanos es el punto fuerte de ‘Vengadores: Infinity War’, un carismático villano que está a la altura de sus amenazas: inteligente, oscuro, imponente y temible. Tras una década con mucho malo de chichinabo, por fin llega uno que se podría sentar en la misma mesa de Darth Vader.
2. Son muchos pero no sobra ninguno. Meter a una treintena de superhéroes en una trama (más los supervillanos), y que no te sobre la mitad, tiene bastante mérito. Obviamente, unos tienen más relevancia que otros dentro la narración. Sin embargo, todos tienen su minuto de gloria. Aunque lo mejor de esta superquedada (¿cómo habrán hecho para cuadrar la agenda de todos?) es comprobar que Los vengadores ya no son Tony Stark y los demás. Robert Downey Jr sigue robando más planos que Chus Lampreave en una película de Almodóvar. Pero ya tiene quien le haga sombra: el refinado Doctor Extraño (Benedict Cumberbatch), el zumbón Peter Quill (Chris Pratt), el vehemente Thor (Chris Hemsworth)…
3. El equilibrio entre épica y comedia. Desde el mismo título, ‘Vengadores: Infinity War’ amenazaba con ponerse mas seria que Javier Marías en su columna. Poca broma, parecían anunciar los hermanos Russo. Aquí puede haber muertos. Sin embargo, no ha sido así. El desenlace, glorioso, es capaz de sacarte del cine encorvado como si llevaras el peso de todas las desgracias del mundo sobre tu espalda. Pero luego, recuerdas lo que te has reído (mucho) con la lucha de egos entre los personajes –casi una “infinity war” alternativa en clave de comedia-, y lo que has vibrado (menos) con las numerosas set pieces de acción, y no puedes dejar de contar los días que faltan para que estrenen ‘Vengadores 4’.
Lo peor de ‘Vengadores: Infinity War’
1. Falta media película. O sobra la mitad de esta. ¿Está justificado narrativamente que se estrene esta historia en dos partes? No, como tampoco lo estaba ‘Harry Potter y las reliquias de la Muerte’ o ‘Los juegos del hambre: Sinsajo’. La justificación es meramente económica. Hacernos pagar dos veces para ver una misma película. Si a ‘Vengadores: Infinity War’ le quitamos escenas superfluas, secuencias repetitivas y batallas alargadas hasta el “infinity”, el final podría ser perfectamente (de hecho, lo es) la conclusión del segundo acto. Pero…
2. La carencia de ideas e imaginación en algunos tramos. ‘Vengadores: Infinity War’ funciona más por acumulación, tipo mascletá, que a través de una narración armónica trenzada con secuencias sorprendentes y llenas de inventiva. Da la impresión de que los directores confían tanto en la complicidad del espectador con los personajes y en la potencia dramática del desenlace, que no les importa repetirse más de lo deseable, sobre todo en la parte ambientada en Wakanda. En la película hay mucho de todo. Y se disfruta como si te zampas tres cubos de palomitas. Pero no es, ni mucho menos, la gran “gema” del cine de superhéroes. ¿O quizá es que le falta la mitad? 7’5.
Increíble pero cierto: el clip oficial para el nuevo single de Jennifer Lopez, ‘El anillo’, no corona la lista de tendencias de Youtube España por culpa de… ‘El anillo’. En una pirueta que da muestras de lo enrevesados que podemos llegar a ser en este país nuestro, el bastante espectacular vídeo oficial en el que el actor internacional y sex-symbol Miguel Ángel Silvestre ejerce de papichulito para JLo se queda en el puesto número 2 de esa (capciosa, por otra parte) lista por culpa de una ¿parodia? del mismo.
Resulta que Joaquín Sánchez, el futbolista del Real Betis Balompié de Sevilla casi más popular por sus habituales bromas que por su juego, ha subido a su Instagram Stories un vídeo en el que, ataviado únicamente con sendas toallas en cabeza y torso, baila precisamente ‘El anillo’. En el momento más llamativo, el del estribillo, mueve cómicamente el paquete al ritmo pseudo-africano de la canción.
El vídeo, subido por un canal de Youtube a la plataforma de vídeos, está viralizándose como la espuma hasta el punto de superar en ese ránking de lo más candente del momento al original. En todo caso, JLo puede estar tranquila, porque la diferencia de visualizaciones de su vídeo (más de 5 millones y medio) y el de Joaquín en ese canal (160.000 aunque hay otros) es abismal.
El Viña Rock, uno de los festivales más veteranos del panorama nacional, se está celebrando este largo fin de semana en la localidad albaceteña de Villarobledo, con nombres como Soziedad Alkoholika, Boikot, Reincidentes, Muchachito, Tomasito, Poncho K, La Pegatina… y un largo etcétera. Pero nada de lo que nosotros podamos contar podrá superar la crónica que un periodista de la redacción de RTVE en Castilla-La Mancha, Juan Ballesteros, ofreció anoche en el Telediario de la noche de La 1.
Ballesteros, con evidentes dificultades de sonido mientras se desarrollaba el concierto de Tomasito de fondo, realizó una intervención entre lo pretendidamente enrollado y lo delirante, con memorable de cabo a rabo. Con frases como “muy buenas y rockeras noches desde Villarrobledo, la capital en estos cuatro días de Castilla-La Marcha, con «r» de rock”, “un festival con unas cifras para poner de punta cualquier melena”, “el factor común, el buen roll, el buen rollo” o “como dicen aquí: para los viejos rockerosnunca llueve”.
El vídeo de su entradilla se está haciendo viral y Ballesteros se lo está tomando con mucho humor, agradeciendo la comprensión y dejando claro que el discurso es su seña de identidad: “lo pude decir más claro, pero no más alto.. Hablaríamos ya de sordera rockera. Ruido, ruido.. Salud y larga vida al buen periodismo digital.. y cual!” Bravo todo.
.@RTVEclm Segundo día de la 23ª edición del #ViñaRock en la localidad albaceteña de Villarrobledo. Un festival para los amantes de la música en el que no falta el rock, electrónica, funky, reggae, heavy y punk pic.twitter.com/s0xom5ZfZ5
Gracias al @ElHuffPost por sus palabras sobre mi crónica desde el @VinaRock_2018 para @telediario_tve. Lo pude decir más claro, pero no más alto.. Hablaríamos ya de sordera rockera. Ruido, ruido.. Salud y larga vida al buen periodismo digital.. y cual!https://t.co/eUlUBosn05
Resulta no ya curioso sino mágico cómo, alejándose de lo que entendíamos como su esencia artística –un rock ecléctico, afilado y enraizado en palos clásicos como el blues, enganchado a sus muy personales gorgoritos vocales–, Soledad Vélez ha alcanzado un nuevo estadio artístico, sonando más cercana y reconocible que nunca. Es como si hubiera estado cavando una gruta en la dirección equivocada y, en uno de sus giros, haya encontrado imprevisiblemente una veta de diamantes. Es lo que extraemos de este ‘Nuevas épocas’ que ya parecía atisbar en ‘Dance and Hunt’, sin contar, quizá, con la valentía para dejar atrás lo construido hasta ese momento.
Para este despegue a lo Ave Fénix parece aupada por dos pilares fundamentales: la electrónica vintage y unas letras en español más íntimas. En el primer aspecto, parece haber sido fundamental su complicidad con Joe Crepúsculo, que ya produjo algunos temas de su anterior disco, y Gerard Alegre Dória, de El Último Vecino, cómplice en la preciosísima ‘Cromo y platino’. Tanto como su entendimiento con un geek de los teclados vintage y la técnica como Guille Mostaza, que ha ejercido de co-productor durante la grabación en sus Álamo Estudios. Así, el tecno de los 80, el synth pop a lo Yazoo/Ultravox o el disco en clave italo de Giorgio Moroder ocupan el lugar donde antes citábamos a PJ Harvey, Maika Makovski o Lower Dens.
Sin duda, el nombre de Javiera Mena también resulta ineludible. Quizá no le guste especialmente la comparación a Soledad, pero es demasiado evidente la conexión con la primera etapa de Javi, la de ‘Esquemas juveniles’ y ‘Mena’, por su empleo del synth-pop y por su dicción (aunque seguro que ellas, esta de Concepción, la otra de Santiago, distinguen sus respectivos acentos perfectamente). Pero también, y de manera más sutil e interesante, se perciben una conexión en ciertos quiebros melódicos que aluden al folclor andino (muy evidente en la final ‘Compañera’ y más sutil en ‘Pa’ Siempre’, por ejemplo).
En todo caso, la mayor virtud de ‘Nuevas épocas’ es su notable colección de canciones con hechuras de hit: el pepinazo euro-disco –con asistencia de Crepus– que es ‘Ven para acá’, la seducción, muy Kavinsky, de ‘Flecha’ y ‘Esta noche’, las bonitas, casi arrebatadas, ‘Pa’ siempre’ y ‘El poder’… Sin embargo, el álbum tiene muchos más rincones atractivos, más allá de la pista de baile, como demuestra el hecho de que la citada ‘Cromo y platino’, un medio tiempo, esté entre los mejores cortes del álbum. Sin ir más lejos, las intimistas ‘Cuando me dices que no’ y ‘Vamos a tu casa’ se revelan como dos de los grandes hallazgos compositivos de la artista –y hablo de su carrera, no sólo del disco–.
Y es que la pasión sexual y vital que late en estas dos canciones se convierte en una de las grandes bazas de esta nueva Soledad Vélez, con sus devaneos entre amistad, sexo y amor que se filtran en letras directas y poderosas, con líneas turbadoras como “se llama fuego eso que enciendes cuando me dices que no” o “deja ya de mentirme, que tú sólo quieres follar / deja ya de engañarme, a mí me gustas de verdad”, en una narración, la de ‘Vamos a tu casa’, para enmarcar. Curiosamente, asentándose en el registro vocal más frío y controlado que le conocíamos hasta el momento, Soledad transmite más emoción que nunca. A pesar de una secuencia como poco discutible (que nos recibe con una ‘Jóvenes’ que bien podría haber cerrado el disco, o que reserva los highlights para su parte central), ’Nuevas épocas’ es un disco a la vez cálido –por momentos sudoroso– y tenebroso –aunque con momentos deslumbrantes– por el que dejarse caer de cuando en cuando, dentro y fuera de casa, en solitario o en una fiesta con amigos.
Calificación: 7,9/10 Lo mejor: ‘Ven para acá’, ‘Cromo y platino’, ‘Flecha’, ‘Vamos a tu casa’ Te gustará si te gusta: la primera Javiera Mena, El Último Vecino, Kavinsky. Escúchalo: Spotify.
Todo el encanto adolescente que desprendían las primeras canciones de la jovencísima y talentosa Clairo, especialmente la maravillosa ‘Pretty Girl’, está logrando enamorar a referentes tan aparentemente alejados como Pitchfork o Dua Lipa –la ha elegido como telonera de su gira por Norteamérica del próximo verano–. Y sigue floreciendo en sus nuevas canciones. Este viernes presentaba un nuevo tema, ‘4EVER’, y la sentencia es clara: cuanto más se anima a dejar brotar su imaginación y talento que alberga en ese dormitorio que sus seguidores de Youtube bien conocen, más nos convence de que vale la pena escucharla.
‘4EVER’ se sitúa (como poco) un peldaño por encima de la delicada ‘Flaming Hot Cheetos’, con una producción más rica –junto a ella, la firman unos desconocidos Burns Twins, Deaton Anthony y Ashwin Torke–, afirmada sobre un precioso bajo funky, cierta querencia hip hop y un gancho tarareado en su estribillo que tras un par de escuchas resulta imposible sacarse de la cabeza. Además, ha sido presentado con un clip bastante simpático, que imita el grafismo y la textura de imagen de una cabecera de una sitcom o una serie televisiva adolescente de los primeros 80 en la que los protagonistas serían la propia Claire Cotrill y sus amigos. ¿No dan ganas de que les den un reality a estos chicos para ver cómo son sus vidas?
Con el lanzamiento de ‘4EVER’, Clairo ha anunciado también la próxima publicación de su primer EP. Se titula ‘diary 001’, reafirmando ese bonito carácter teen de su propuesta, y se publicará el próximo 25 de mayo. Habrá tiempo suficiente, pues, para tenerlo bien aprendido de cara a su visita al próximo DCODE 2018 en Madrid, donde compartirá escenario con gigantes como Imagine Dragons, Bastille, Izal…
Según hemos podido ver anunciado en el propio canal de Atresmedia, mañana domingo, 29 de abril, Neox comenzará a emitir la nueva temporada de una de las sitcoms norteamericanas más exitosas de los últimos 80 y gran parte de los 90, ‘Roseanne’. Protagonizada por la cómica Roseanne Barr y John Goodman, la serie estuvo en antena hasta el año 1997, cuando ABC decidió cancelarla tras 9ª temporada. Sin embargo, el pasado año se anunció su vuelta y a finales de marzo se estrenó su 10ª temporada, que ha sido un éxito muy sonado en Estados Unidos.
La premiere de esta temporada se convirtió en el mejor debut de una serie en toda la temporada, consiguendo que ya haya renovado por una temporada más tras la emisión de stos nuevos 9 episodios. Incluso obtuvo la felicitación de Donald Trump por su éxito, aunque como todo en lo que el actual ocupante de la Casa Blanca, tiene su por qué: en su arranque, esta temporada muestra cómo Roseanne y su hermana Jackie llevan sin hablarse desde las elecciones de 2016, divididas porque la primera apoya enfervorecidamente al Presidente y la segunda, no.
‘Roseanne’, creada por Matt Williams, narra la vida de los Conner, una familia de clase trabajadora de un pueblo de Illinois formada por Roseanne, una ama de casa con un sentido del humor ácido, y Dan, un currante bonachón, tienen tres hijos, Becky, la buena chica, Darlene, la rebelde y callada, y D.J., el brutote y simplón hijo pequeño. Uno de los grandes logros de esta 10ª temporada es haber contado con absolutamente todo el elenco de su anterior etapa, incluidas las dos actrices que interpretaron a Becky. Neox emitirá mañana seguidos los 3 primeros episodios de este regreso, con lo que estará prácticamente a la par de su emisión en EEUU.
Cuando aún no se habían cumplido dos años desde que comenzaran sus emisiones, de las que nos hicimos eco por aquí, a última hora de la tarde de ayer, el propio director y conductor del programa Arturo Paniagua anunciaba que el de esa noche sería el último programa de Los40 Trending, una rareza de la emisora musical eminentemente mainstream Los40. El locutor, al que entrevistábamos hace unos meses, seleccionaba un pop alternativo en el que tenían cabida tanto grupos indies nacionales como artistas internacionales como Lorde o Zara Larsson, además de nuevas tendencias de urban, R&B, hip hop, trap…
Incluso se han llegado a organizar una serie de eventos gratuitos, Los40 Trending On Stage, que llevaban a localidades de toda España una selección de artistas que sonaban en el programa, como Fangoria, Dorian, Polock, L.A., Niños Mutantes… Una línea editorial muy afín a la manera de entender la música popular de esta redacción, por lo que nos apena especialmente la retirada del programa.
Paniagua se despedía con un emotivo y agradecido mensaje en Twitter, a la vez que recibía mensajes de apoyo de numerosos oyentes y, también, de diversos grupos que han sonado en estos casi 2 años de programa, como Polock, Maryland, Rayden…
El de esta noche será el último programa de @Los40Trending. Tengo que dar las gracias por el enorme privilegio que he tenido durante casi dos temporadas: Hacer reales mi idea, mi intuición y mi amor por la música en la radio más escuchada del país.
“Comenzó un 29 de agosto de 2016 con “Friends” de Francis & The Lights y terminó el 27 de abril de 2018 con “Solos” de @HolaNunatak. Con él aprendimos, reímos, y nos emocionamos. Revolucionó la radio con la mano en el corazón”
Que no, que no estaba muerto. Ed Sheeran continúa exprimiendo al máximo su último álbum ,’Divide’, que vapuleó en ventas a cualquier otro álbum publicado en 2017. Ahora le llega el turno a un nuevo single, ‘Happier’, y en su vídeo oficial nos reencontramos con su alter-ego de trapo y gomaespuma, aquel que invitaba a chicas a bordo de su limusina y perdía los papeles con la priva en un karaoke en el vídeo de ‘Sing’, el single principal del anterior disco del británico, ‘x’.
Pero esta ocasión, el Sheeran de trapo no está tan eufórico como entonces: muy al contrario, sufre muchísimo por el amor de otro muñeco. Concretamente una muñeca hinchable… pero no, no es lo que pensáis: se trata de una chica hecha con globos, que ahora está con otro ser de peluche y el pequeño Ed lo pasa muy mal recordando lo bien que estaban juntos. El clip, que –al contrario que el título de la canción– adelantamos que no tiene un final feliz, es bastante ingenioso en el aspecto creativo, especialmente el pub recreado con globos.
Aprovechando el exitazo de su tercer largo de estudio y ya recuperado de sus lesiones tras ser atropellado cuando iba en bicicleta, Sheeran pasará todo este año girando por Reino Unido, Europa continental (lo cual no incluye esta vez España) y Estados Unidos. Imaginamos que, tras las vacaciones navideñas, comenzará a pensar en ese nuevo disco lo-fi y que se venderá tan poco.
Estamos convencidos de que el numeroso público que pudo ver a Parcels actuando en el Vida Festival 2017 no habrá podido olvidar al grupo: con su fresca y curiosa propuesta de funk blanco (“entre Beach Boys y Daft Punk”, define su nota de prensa), generaron una espontánea fiesta que resultó perfecta como calentamiento para nada menos que Phoenix, con los que también comparten cierta sintonía en cuanto a estilo. Por eso es una buena noticia el lanzamiento de ‘Tieduprightnow’, su primer single tras aquella sorpresa co-escrita y producida por Daft Punk, ‘Overnight’.
Por eso y porque supone todo un banderazo de salida para la temporada musical primavera/verano: se trata de una canción que reincide en esa frescura y candor que ya irradiaban en temas como ‘Older’, ‘Gamesofluck’ –si, lo de no separar las palabras en sus títulos es una marca personal– o ‘Hideout’. Pero lo hace con una perspectiva más cercana a Kings of Convenience que a los grupos franceses antes citados, más luminosa, diurna, evocando el sol, las playas, el campo, los cuerpos semidesnudos… mientras cantan sobre anhelar el amor (o solo el cuerpo) de esa persona que está “comprometidaahoramismo”.
Todo eso que recoge su apropiado videoclip, en el que el grupo, a bordo de un bonito descapotable, pasea por su país Australia (aunque residen desde hace tiempo en Berlín), mientras culos de distintos sexos se menean al ritmo de su pegajoso riff de teclado y guitarras. ‘Tieduprightnow’ forma parte del álbum de debut de Parcels, que anuncian ya para el último tercio de este año 2018.
Es excitante ver hacia dónde viran las modas en cuanto a la música de baile, comprobar por ejemplo con qué subgénero o con qué revival Calvin Harris consigue otro número 1, de qué fecha data el último hit con drop dubstep o el primero de la década inspirado en el dancehall. Pero también es un descanso para nuestros oídos de vez en cuando escuchar a aquellos artistas que, ajenos a la estridencia de subidones y bajones, permanecen fieles a sí mismos con el paso de los años. Es el caso de los islandeses GusGus, que llevan desde mediados de los 90 sin darnos nada de dentera y sí muchas alegrías.
Eso no quiere decir que ‘Lies Are More Flexible’, el nuevo disco editado este año por Biggi Veira y Daníel Ágúst, el décimo, no presente novedades. Al contrario, estamos ante un álbum bastante particular desde su mismo título de ínfulas cuasi filosóficas, claramente dividido en dos partes por mucho que su vinilo no se decida a existir. La primera cuenta con los 4 temas más pop, y la segunda con 4 temas instrumentales o casi.
El álbum se abre con el single ‘Featherlight’, con coros de John Grant, una composición que emparenta en solemnidad lo mismo con Depeche Mode que con Michael Nyman, todo ello sobre un fondo sintético que podría haber sido aportado por Junior Boys. La pieza más bailable es la uptempo ‘Lifetime’, todo un grower que reflexiona sobre aquello en lo que gastamos nuestra vida, al tiempo que ‘Don’t Know How To Love’, con su base tecno y sus cuerdas sintéticas, juega con humor escandinavo con los vaivenes del amor. Es difícil dilucidar dónde empieza el amor y dónde termina su parodia en una canción que se llama «No sé amar» y dice: «entrégame tu corazón / a mí en particular / proclama que me amas / en exclusiva / y déjame ser yo mismo / sin condiciones / así puedo averiguar / de qué va esto del amor».
Mientras también es bailable ‘Fireworks’, las canciones de la segunda mitad se entregan algo al acid o al electro, pero ya sin dejar cumbres claras, no por la ausencia de voces sino de sorpresas como la incursión del momento Burial/Blake de ‘Lifetime’. Hay pasajes más y menos opresores en la downtempo ‘No Manual’, pero la noventera ‘Lies Are More Flexible’ no nos deja nada claro el porqué del nombre del disco, ‘Fuel’ tiene poco del mismo y ‘Towards a Storm’ reduce peligrosamente la valoración de las composiciones del disco de 8 a 7.
‘Ara i Res’, uno de los discos más redondos de Mishima, está a punto de cumplir un año. La banda está de gira y este sábado toca en el Teatro Barceló de Madrid con Joan Miquel Oliver, otro grande de la música en catalán. Sobre el disco, la libertad de expresión y la situación en Catalunya hablamos por teléfono con David Carabén, líder y alma del grupo.
‘Ara i res’ es un disco que, comparado con los anteriores, es muy vital, optimista, aunque también contenga cierto poso melancólico. ¿Es mi sensación o es realmente lo que querías transmitir?
Tengo una tendencia a ponerme nostálgico; eso es lo que más me sale, seguramente. Con los años, a medida que he aprendido a escribir y componer canciones, a medida que me he profesionalizado, voy intentando escribir canciones a diferentes horas del día, no sólo por la tarde, que es lo que hacía cuando trabajaba en otras cosas que no eran la música, porque era el único rato que tenía para componer. Tenía entonces más tendencia a escribir cosas más nostálgicas, porque a última hora de la tarde estás más cansado. Cuando comienzas a componer por las mañanas, la cosa es diferente. Empiezas a escribir canciones más optimistas y animadas.
Cuando me planteo hacer un disco, siempre trato de equilibrar las cosas, mostrar las facetas de lo que podemos ofrecer en ese momento, tanto la banda como yo como compositor. No me gusta quedarme sólo en un estado de ánimo, en una temática o en un capítulo. Intento emprender la tarea de hacer discos como un novelista emprende la de hacer una novela. Una novela te tiene que enseñar todo el mundo, no sólo la visión del personaje; todo un universo de referentes y situaciones en que un personaje prospera o progresa para bien o para mal, te ha de enseñar un trozo de la vida. Yo intento que [los discos] sean lo máximo de completos. Por eso intento mostrar la parte más negativa, pero también la más positiva y luminosa.
«[Sobre ‘Ara i res’] No sólo hay desencanto sino también una constatación de que estás aquí. Es tu turno de decir cosas y seguir viviendo»
El título del disco, ‘Ara i res’, está sacado del poema ‘Tot són preguntas’ de Joan Vinyoli, adaptado en la canción del mismo título. Un poema sobre el desencanto…
Un poco sí, pero tampoco es un desencanto definitivo, porque hay una reivindicación del ahora, de estar vivo. Eso es lo que me interesaba en realidad de este poema; no sólo hay desencanto sino también una constatación de que estás aquí. Es tu turno de decir cosas y seguir viviendo. Por mucho que aceptes que algunas cosas han acabado, aún estás aquí y, entonces, ¿qué haces con el tiempo? Hay, pues, esta ambivalencia que yo encontraba muy interesante para una banda que ya llevaba siete discos (este es el octavo). “Ahora que ya hemos hecho de todo, ¿qué toca?”.
La canción que sí que creo que resume esto que comentas a pesar de que, melódicamente suena triste, es ‘S’haurà de fer de nit’. Al final el mensaje es positivo, de carpe diem; hay un verso que dice “No hi ha res que encengui la vida/millor que entendre que ens hem de morir” (“no hay nada que encienda la vida/mejor que entender que nos tenemos que morir”).
Es una de las lecciones de hacerte mayor, saber que no hay premio sin algo de sacrificio antes, que no le exprimes todo el jugo a la vida sin aceptar que tiene un lado oscuro. Y, por eso, ‘S’haurà de fer de nit’ puede un canto a la vida, aunque digas que aún es de noche, que tenemos que apretarnos el cinturón, hacernos fuertes y aceptar esta parte de sacrificio, de asumir que no todo son flores y alegría.
Una de las letras que más me gustan es la de ‘Menteix la primavera’, que es muy sarcástica pero, a la vez muy tierna. ¿Qué parte hay de recurso literario y qué parte hay de realidad en la canción?
Este es el juego que me gusta. Todos los artistas que me han gustado jugaban. Es esta cosa de convertirte en personaje de tu propia vida para, de esta manera, aceptarla mejor, afrontarla con una nueva mirada, quizás más existencial. Si hay una cosa que no puedes acabar de entender o de aceptar pues bueno, ¡cántala! Y, posiblemente, acabarás bailando. Creo que toda esta sensación de fracaso, de final, que nos puede sobrevenir a la gente que hemos llegado a medio camino de nuestra vidas, en vez de convertirlo en una razón para cortarte las venas, pues lo usas al revés, porque estamos vivos y estamos jugando. Y si lo ves todo como un juego, al final te lo acabas pasando bien.
‘Posa’m més gin, David!’ sí que está basado en hechos reales, ¿no? Aunque, en este caso, sean hechos reales en que cualquiera se puede sentir reflejado, porque es un homenaje a tus padres usando el tópico literario del ubi sunt?.
Hay tres o cuatro cosas ahí dentro. Cuando te tomas un poco en serio esto de componer canciones y te das cuenta de que estás en un género o disciplina que está muy asociado a la juventud, a la primera explosión de la vida, a los primeros enamoramientos, las primeras sensaciones, las primeras sensualidades… y ya cumples tus cuarenta años, enseguida tienes la necesidad de constatarlo, de cantarlo, como aquella canción de Serrat, ‘Fa vint anys que tinc vint anys’. En mi caso, mi canción de los cuarenta años sería esta. ¿Y por qué la hice sobre el gin? Pues porque dos de las canciones que, en el repertorio de Mishima, han tenido más repercusión, han sido ‘Qui n’ha begut’ (de ‘Set tota la vida’) y ‘L’última ressaca’. Estas dos canciones usaban el alcohol como una metáfora del entusiasmo por la vida. Entonces quise jugar con la misma metáfora pero trasladándola, en una especie de flashback total, al momento en que se despertó en mí el misterio y el interés por los brebajes. Allí dentro de esa cosa había muchos misterios de la vida. Este es el origen de la metáfora, que inserté en una circunstancia real de mi vida, esas cenas y encuentros de mis padres con amigos, en que yo hacía de camarero. Recuerdo en especial eso, servir gin tonics, porque mi padre los hacía muy bien. Hablo de la época previa a las ginebras premium, cuando el gin tonic era una bebida más popular. La época de finales de los setenta, principios de los ochenta, que es la de la Transición, en que todo el país se hacía muchas preguntas, en que también se tenían muchas añoranzas y muchos mitos. Los mitos eran de una generación que no es la mía y cuando eres un niño y escuchas a tus padres hablar de Josep Pallach, Josep Pla o Neeskens me preguntaba: “¿quién demonios son esta gente tan interesante?”. Igual que te preguntabas sobre el gin, “¿por qué me piden más?”. Cuando ya tienes más de cuarenta años y has respondido más o menos a estas preguntas, lo que echas de menos es a ese niño, a esa curiosidad por los misterios de la vida. Canto a esa época en que todos esos misterios se presentaban y despertaban mi curiosidad.
«Cuando éramos niños pensábamos que seríamos más felices, más ricos y mejores que nuestros padres. Y muchos de nosotros nos hemos encontrado con que incluso hemos bajado de clase social»
Y ya que has hablado de la Transición… El optimismo y la alegría vital que destilan el disco contrastan con la actual situación política y social. ¿Te encuentras igual de optimista ahora que cuando lo sacaste?
Es que es muy complicada la situación. Pero creo que ya venimos de unos años en que lo está siendo, ¿eh? Yo diría que, del 15M hacia aquí, es muy evidente la sensación de que el régimen en que vivíamos durante la primera mitad de nuestras vidas está en decadencia. Unos lo denuncian a través de la situación social, otros a través de la situación nacional, otros desde la cultural, la económica… El 15M fue un resultado de la situación económica. Muy probablemente, la tensión territorial y soberanista en Catalunya también tiene que ver con la fase final de este régimen de la Transición. Y la crisis económica, o la de los refugiados. Porque es una crisis del estado de bienestar que se estaba intentando construir en la Transición, el que nuestros padres nos intentaban legar. La crisis es una crisis con muchos frentes abiertos. El optimismo del disco es relativo, en otras canciones hay un gran desencanto; ‘Posa’m més gin, David!’ podría ser un tema que canto a esa época que nos prometía tanto. Cuando éramos niños pensábamos que seríamos más felices, más ricos y mejores que nuestros padres. Y muchos de nosotros nos hemos encontrado con que incluso hemos bajado de clase social. O ‘Menteix la primavera’, que es una canción que, si quieres, la puedes leer en clave de que nos prometimos que esto sería la hostia y ahora hemos aprendido que no lo es. Pero fíjate que en el anterior disco, ‘L’ànsia que cura’, ya había canciones que denunciaban este final de época. ‘Mentre floreixen les flors’ sobre la crisis de los refugiados en Lampedusa. O ‘El paradís’, que la hemos incluido en los directos de esta gira, también va sobre el final de una época.
La canción, o el universo-canción, que es lo que intento hacer, raramente se queda –o, por lo menos, las canciones que me gustan– en la expresión de un solo sentimiento. Me gusta cuando se mantiene una cierta ambivalencia. A la vez que te despides de un paraíso, puedes descubrir otros. Puedes descubrir otras maneras de convivir con el presente. Ha habido unas tensiones bestiales, pero por fin se han despertado según qué facetas. En todo lo que está pasando con la Cifuentes, los másters y todo eso, también estás viendo la auténtica cara del régimen y sus mentiras. Y en Catalunya pasa igual, también hay casos de corrupción. Es el final de una época, en que muchas de las caretas que había puestas se desvelan. Es un buen momento para sentirte despierto.
«[Sobre Cristina Cifuentes] Aquí está la cosa más bestia: cuando te comportas de una manera tan incívica, no dimites, pero cuando descubren que tú, en tu vida íntima, no te comportas de manera ética, entonces sí»
Y también hay una crisis de valores democráticos. Porque al final Cifuentes ha dimitido por un simple acto de cleptomanía que todos habríamos podido cometer, pero no por el hecho de falsificar un título oficial, que es algo mucho más grave…
La diferencia entre ambas cosas, la gota que colma el vaso, es una vergüenza íntima e individual. Y yo diría que un acto de violación de su intimidad seguramente, porque este vídeo no debería haber salido nunca a la luz. Pero bueno, eso fue para ella el acicate para dimitir. Mientras que, cuando has hecho daño a todos los estudiantes que están matriculados en esa universidad, has devaluado, hasta la degradación total, la categoría de tener un máster en esa universidad… Vamos, que has hecho daño a mucha gente, quizás de manera simbólica, pero has degradado el título que mucha gente ha pagado quizás con sus ahorros, eso no te hace dimitir. Aquí está la cosa más bestia: cuando te comportas de una manera tan incívica, no dimites, pero cuando descubren que tú, en tu vida íntima, no te comportas de manera ética, entonces sí.
En el concierto del Razz el pasado 13 de abril, dedicasteis una canción a los presos políticos que fue, si no recuerdo mal, ‘S’haurà de fer de nit’…
Sí, fue esa.
«Que te metan en la cárcel por un acto de libertad de expresión (…) es una cosa que cualquier músico se siente llamado a denunciar»
La pregunta quizás es muy general pero… ¿qué opinas sobre todo este tema? Porque desde el 1 de octubre en Catalunya vivimos en un marasmo. La sensación que hay es que vamos sobreviviendo como podemos.
Piensa que ‘S’haurà de fer de nit’ es una canción pensada con una intencionalidad mucho más abstracta, más global y menos concreta. Hicimos una gira de conciertos por escuelas en el período previo al 1 de octubre, porque vimos que mucha gente entró en las escuelas para protegerlas de la posible clausura, para intentar defender su derecho a votar, a expresarse libremente. Nosotros hicimos esta pequeña gira y, al cantar esta canción, cobró un nuevo significado, en el sentido que… Bueno, se tenía que hacer de noche y la gente tenía miedo, porque se anunciaba de todos lados que vendría la Guardia Civil, que sería muy agresivo. Y eran padres, madres, niños, abuelas de todo tipo. ¡No era la Kale Borroka! No eran adolescentes armados, ¡eran familias! Esta canción cobró entonces este nuevo significado.
Con todo lo que ha pasado después, que los líderes pacifistas están en prisión como si fueran revolucionarios violentos que se han levantado en armas, pues claro… Lo mínimo que podemos hacer nosotros es recordar a esa gente que está en prisión por haber defendido la libertad de expresión de los catalanes que querían votar. El Tribunal Constitucional ya había anulado la validez del referéndum del 1 de octubre, por tanto este referéndum ya se sabía que no era vinculante y, por eso, el hecho de ir a votar era un simple acto de libertad de expresión. Que te metan en la cárcel por un acto de libertad de expresión –que es lo que le está ocurriendo a Valtonyc, que es lo que le está ocurriendo a Pablo Hasel y a otra gente- es una cosa que cualquier músico, cualquier artista, se siente llamado a denunciar.
«¡¿Reproduces lo que dice un noticiario de máxima audiencia y te meten en la cárcel?! ¡Es de locos!»
Precisamente, te iba a preguntar sobre los raperos. Está habiendo una banalización terrible de lo que es delito de terrorismo y por eso te quería hacer una pregunta quizás algo tendenciosa, pero… ¿no crees que todos estos procesos están pensados para meterle el miedo en el cuerpo a la gente?
Es en este punto es cuando uno deja de ser un político preso y pasa a ser un preso político. Cuando te meten en prisión provisional, sin juicio, por haber hecho cosas que, realmente, no coinciden con el tipo penal de lo que te acusan. ¿De qué sirve que metan a esta gente en prisión si no los han juzgado y ellos mismos se presentaron voluntariamente en la comisaría? Esta gente ya dijo que no huirían. ¿De qué sirve que una persona entre en prisión por haber cantado o compuesto una canción en que, más allá de las cuatro gamberradas que haya podido decir, expresa cuatro verdades que están contrastadas, que han aparecido publicadas en prensa, encabezando noticiarios de máxima audiencia? ¡¿Reproduces lo que dice un noticiario de máxima audiencia y te meten en la cárcel?! ¡Es de locos! ¡Es que se trata de una canción! Cualquier persona con dos dedos de frente sabe que una canción es una cosa que existe y no existe tampoco. ¡No se trata de una amenaza! ¡Es una obra de arte! ¡Es un ‘como si’! ¡Es un juego! Es como si alguien se tomara en serio un Barça-Madrid, como si fuera una guerra real. ¡No chico, no! ¡Es un partido de fútbol! Y aunque haya ganado el Madrid, no gana la Monarquía, por ejemplo. Gana el Real Madrid y ya está. Y si gana el Barça, gana el Barça. No gana Catalunya. ¡Es un juego! ¡Es broma! Y esta incapacidad de separar lo que es real de tus reproducciones artísticas es de niños de párvulos. Y ni de niños de párvulos, porque ellos ya entienden que, cuando ven un dibujo animado, no es la vida real. Es preocupante, preocupante.
Cambiando algo de tercio; un ritual que presencio en vuestros conciertos y que creo que te agobia por la cara que sueles poner, son las exclamaciones de “Carabén, president!” por parte del público.
No es que me agobie. Pero es que me da la sensación que, al contrario de otros gritos que también suelen haber, en ese momento debería decir algo. Como es algo tan personal… Pero esto es una parida mía, porque ya entiendo que es un grito que lo sueltan porque te quieren, o porque se lo están pasando bien… o, simplemente, para hacer el chiste, porque mi apellido rima con “president”. Es mucho mejor que griten “¡Carabén, president!” que no otras cosas (risas).
También puede ser porque se te considera un representante de una generación, de catalanes de entre treinta y cinco y cuarenta y pico años, urbanitas, supuestamente de clase media pero… ¿tú te sientes realmente portavoz de esta generación? ¿O es un título que te hemos otorgado los demás?
Yo no me siento ni me he sentido nunca. Al revés, lo he intentado evitar, que no fuera esa mi responsabilidad. ¡Si me hice músico fue probablemente para huir del resto de responsabilidades de la vida! (risas). Y cuando se acaba alguna noche así, aunque sea con sentido del humor y de broma, enseguida me viene grande y me siento un poco ahogado. Pero como sé que tras esto lo que hay realmente es una muestra de afecto, me siento privilegiado, honrado y querido por mucha gente y, por tanto, lo único que tengo es agradecimiento.
«Admiro a muchos políticos, ¿eh? Y también detesto a otros muchos, pero no me parece una actividad despreciable»
Estudiaste Ciencias Políticas pero, por lo que te he ido leyendo durante estos años, la política te gusta como fenómeno pero no te dedicarías a ella, ¿no?
¡No! ¡Lejos, lejos! (Risas) Bueno, nunca digas de esta agua no beberé… pero sí, de alguna agua no he de beber, es de la política. Quizás porque la estudié como fenómeno, pero tampoco me quería dedicar. Me interesaba más la teoría política, cómo funciona el poder, la sociedad, cómo se organiza… Me interesaba más incluso como fenómeno literario, para entender cómo funciona el mundo, antes que para intervenir yo. La manera que escogí para intervenir en el mundo fue a través de canciones, de hacer algún programa de televisión, pero no a través de la acción política. Admiro a muchos políticos, ¿eh? Y también detesto a otros muchos, pero no me parece una actividad despreciable. Al revés, me parece fantástico que haya gente que se sienta convocada para intentar mejorar las cosas y cuidar el bien común.
También eres un gran retratista de Barcelona. ¿Qué piensas de la masificación e hiperturistificación de la ciudad? ¿Crees que los barceloneses estamos perdiendo nuestras referencias?
Quizás sí. Pero creo que esto ya era así cuando yo empecé a sentirme personaje de Barcelona, cuando empecé a usar la ciudad para mi placer, mis amores, mis desamores… Como un escenario de mi vida inmediatamente después de la adolescencia. Y, en mi caso, esa época eran los años 90, cuando Barcelona, quieras que no, entra en el mercado global. Y después de las Olimpiadas nos tiramos diez, quince años recibiendo turistas. Y esto no se ha parado. La Barcelona a la que yo cantaba ya estaba herida por esta saeta y, simplemente, la herida se ha ido haciendo más grande. Todos nos sentimos casi expulsados de nuestra ciudad. Creo que es una crisis de crecimiento, de éxito y, muy probablemente, no tiene una solución política clara. Lo que pueden ofrecer los políticos es una cierta resistencia a lo que es una tendencia global. Barcelona es un destino no sólo turístico, sino que es un muy buen lugar para vivir, trabajar y pasar buenos momentos. El hecho de que entremos en el mundo occidental, que tengamos unas buenas cartas a jugar, hace que mucha gente quiera venir. Ya puedes hacer el programa más antiturista y restrictivo, que será difícil que lo pares. Pero sí, yo estoy por que se pongan frenos y límites. Pero sin ir en contra del hecho que somos una ciudad cojonuda.
En el concierto del sábado de Madrid… ¿desplegaréis la vena reivindicativa? Admito que esta es una pregunta capciosa…
(Risas) Nosotros nunca hemos sido un grupo especialmente militante, ni de un lado ni del otro. Pero sí que es verdad que muchas veces nos sentimos obligados, y orgullosos, de posicionarnos en según qué situaciones. En Madrid hemos tocado muchísimas veces, nos encanta ir a Madrid, lo haremos siempre que podamos. Muchos años antes de que fuéramos conocidos en Catalunya, ya tocábamos en Madrid. Radio 3 fue nuestra principal aliada en nuestros inicios. Tenemos muchos amigos, muchas bandas amigas de aquí se han ido a vivir allí. Como Barcelona, Madrid no te lo acabas. Hay mil Madrids como hay mil Barcelonas. Y nosotros tratamos de tocar en todos los Madrids y todas las Barcelonas.
«¡Hicimos todo un trabajazo para robar la manera de los madrileños de tirar cañas! Imagínate si le tenemos amor a la manera de entender la vida que se respira en Madrid»
Ahora hemos abierto un bar con mi mujer y un amigo, que se llama La Javanesa. Pues con el pretexto de que lo abríamos y que yo quería que fuera una cervecería (mi mujer que fuera una vermutería… y al final es una coctelería), una de mis obsesiones era que tirásemos la cerveza tan bien como se hace en Madrid. Y con mi amigo Zico hicimos un fin de semana antropológico de ir a averiguar cómo se tiraban las cañas en Madrid. Grabamos vídeos, hicimos entrevistas… ¡Hicimos todo un trabajazo para robar la manera de los madrileños de tirar cañas! Imagínate si le tenemos amor a la manera de entender la vida que se respira en Madrid.
¿El concierto con Joan Miquel Oliver cómo será? ¿Cada uno hará el suyo por su lado o habrá colaboraciones y sorpresas?
Eso lo improvisaremos. Con Joan Miquel hemos coincidido muchas veces por el hecho de compartir manáger durante muchos años. Somos muy buenos amigos, quedamos a menudo, así que cada vez improvisamos más. Tampoco te sé decir si haremos algo o no, pero posiblemente.
Pese a que no sabíamos si la cháchara político-social-musical de Kanye Weste en Twitter de los últimos días (que en un momento delirante culminó con Paquita Salas ofreciéndose como su mánager) tendría algún viso de seriedad, parece que lo de lanzar canciones este viernes iba en serio. Si bien “lanzar” no es un término apropiado para la manera poco ortodoxa en que lo ha hecho –no las encontraréis en plataformas digitales de manera oficial–, sí ha presentado dos nuevas canciones.
La primera de ellas suena en un audio que aparece en la portada de su página web oficial y se titula ‘Lift Yourself’. Construida sobre un sampler de ‘Liberty’, una canción soul con trasfondo político del grupo de los 70 Amnesty, parece una suerte de improvisación cuyo último verso deja en shock: una suerte de scat cacofónico en torno a la palabra “caca” (“Poop”) que Kanye, imaginamos que con ironía, ha definido en Twitter con una ristra de “”. La citada ironía vendría a que, dice, ha lanzado la canción como una especie de “regalo” para el cierre del programa de un locutor de radio llamado Ebro Darden, muy crítico respecto a sus palabras de “amor” hacia Donald Trump. West incluso llamó al programa en directo para comentar el asunto con Ebro, aunque dejó claro que a él también le amaba.
Más tarde, Kanye apostillaba en Twitter que la mejor manera de responder a Ebro era con su nueva canción que, esta vez sí, parece que será el primer avance de uno de los dos álbumes que ha anunciado para el mes de junio. Se titula ‘Ye VS. The People’, aludiendo a la suerte de juicio de la opinión pública por sus crítica a Obama y su afinidad con Trump manifestada en los últimos tiempos. El asfixiante tema, con sampler de ‘7 Rooms of Gloom’ de The Four Tops, cuenta con versos del rapero T.I. en una especie de debate rapeado entre ambos en el que Ye arranca diciendo “Ya sé que Obama fue un enviado del cielo, pero desde que Trump ganó sé que puedo ser Presidente”, aludiendo a su manifiesta intención de presentarse a las elecciones presidenciales de 2020 (estaría por ver con qué partido, claro). La canción ha sido estrenada en exclusiva por un programa de radio y puede escucharse aquí.
Más tarde, West ha subido fotos y vídeos de un encuentro con John Legend, con un pie de foto que dice “hemos tenido amor. De acuerdo en disentir”. No cabe duda de que esta etapa Kanye va a seguir dando mucho que hablar y, por suerte, escuchar.
Actualización: Ambas canciones han aparecido en plataformas digitales de manera oficial. Además, durante el día West ha proseguido con su incontrolable hilo de tuits, esta vez intercambiando unos mensajes con un tal «Wes» al que le dice que la portada de su disco será una foto del Dr. Jan Adams, el cirujano estético que operó a su madre, Donda West, horas antes de que falleciera debido a complicaciones en su intervención.
I haven't done enough research on conservatives to call myself or be called one. I'm just refusing to be enslaved by monolithic thought.
La presentación de ‘Ídolo‘, uno de los discos fundamentales de 2017, ha llegado a La Riviera 6 meses después de su edición, en una doble fecha -jueves 26 y viernes 27 de abril- tras haberse agotado las entradas para el viernes con meses de antelación. Por qué se ha producido una presentación tan tardía en la propia ciudad de C. Tangana -hubo concierto en Barcelona hace unas semanas, pero sin el mismo montaje- es algo que queda explicado cuando ves el show, que no es precisamente el improvisado por un rapero soltando rimas por encima de unas voces pregrabadas -que las hubo y en exceso, por supuesto- y un DJ tirando bases. Esta fue la presentación de ‘Ídolo’ en 5 claves.
La producción y el montaje
Muy, muy rara vez se ve una producción en una sala con capacidad para algo menos de 2.000 personas, como la que se vio anoche en La Riviera. C. Tangana estaba acompañado por Alizzz, puntualmente por miembros de Agorazein y otros artistas cercanos, pero también por una corte de bailarines que iban apareciendo en algunas canciones. Las más llamativas eran las «pole dancers» que encontrábamos a ambos lados del escenario, pero también habíamos visto salir a Puchito de una doble altura, hubo chorrazos de pirotecnia desde ‘Pa que brille’, doble pantalla y se repartieron caretas con el careto de C. Tangana. En el improbable caso de que no conocieras la veintena de éxitos del artista -y allí fueron muchos los que, cual en concierto de Justin Bieber o Lana del Rey, gritaron cada letra de pe a pa-, era difícil que te aburrieras. Desconozco el libro de cuentas del show, y no creo que nadie perdiera dinero, pero sí estoy seguro de que la gente habría salido casi igual de contenta si el presupuesto del show se hubiera reducido a la mitad.
El momento queer y su opuesto
¿C. Tangana actuando bastante vestido mientras unas «pole dancers» bailan medio desnudas? Todos sabemos la mala pinta que tiene esto. Y sin embargo, C. Tangana tenía reservado un as en la manga: la reivindicación de ‘Pop Ur Pussy‘, su himno queer, con bailarines masculinos con tacones, también ejerciendo de strippers en sendas varas. Y hubo chavales -el público en general debía de rondar los 25 o 27 años- que cantaron este tema a voz en grito como si fuera su mayor hit. Eso sí, quien pensara que Puchito estaba abrazando las mieles de lo políticamente correcto, que espere al punto siguiente, en el que la palabra «maricones» apareció no menos de 5 veces.
La destrucción del ‘Ídolo’
El artista ha elaborado este espectáculo en torno a la idea de «ídolo» y así lo explicaba ayer: «Hace un año me propuse construir un ídolo, pero el único ídolo que se respeta es el ídolo muerto». Por eso, quizá, la edición de la mixtape ‘Avida Dollars‘ estuvo siempre en el plan de este concierto, pues ahora lo que C. Tangana plantea es «destruir a ese ídolo». Tras abortar dos veces deliberadamente ‘Mala mujer’, entre vítores de «cabrón» e «hijo de puta», alguien aparece en escena, dispara y mata a C. Tangana. La crew del artista acude a reanimarle mientras uno de los chicos repite: «¡han matado a Dios, maricones!». Después, Puchito revive, sí que termina cantando ‘Mala mujer’, acabando luego el show con ‘Llorando en la limo‘, un tema con Agorazein y ‘C.H.I.T.O.’ aún con cita a Carlotta Cosials, pese a que ya no le hace tanta gracia a la co-líder de Hinds.
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La solidez del repertorio y de la crew
Todo este show no sería posible sin dos cosas. En primer lugar, los artistas a los que Puchito no para de agradecer: «Alizzz, el mejor productor de España», «Sticky M.A., el mejor rapero del país», que había ejercido de telonero interpretando hits también tan coreados como ‘Guadalupe’, ‘Humo y fuego’ y la final ‘YanoaY’, etcétera. Y en segundo, la enorme cantidad de éxitos de C. Tangana. Además de los ya mencionados, no faltaron ‘Intoxicao’, ‘De pie’, ‘Espabilao’, ‘Persiguiéndonos’, ‘Inditex’, ‘No te pegas’, una versión de ‘100k pasos’ a modo de post-punk destartalado con Agorazein, ‘Lo hace conmigo’, ‘Guerrera’ y ya varias canciones de ‘Avida Dollars’ recibidas como El Mesías, como es el caso de ‘Still Rapping’, muy especialmente ‘Cuando me miras’ y ‘Baile de la lluvia’, cuyo «no sabes escribir eso, no pasa na» parece llevar años ahí… cuando lleva una semana. ‘Llorando en la limo’ se permite el lujo de sonar 2 veces seguidas, una en directo y otra en lata, dejando esa sensación, tan Rihanna, de que su último single es siempre el mejor. Entre las ausencias, ‘Antes de morirme’, ‘Na de na’ y canciones que ya son prehistoria como ‘Los chikos de Madriz’ o ‘Bolsas’. Por cierto, es muy llamativo cómo algunas canciones son principalmente cantadas por las chicas (‘De pie’, ‘Mala mujer’) y otras por los chicos (‘No te pegas’, ‘Still Rapping’).
C. Tangana sí es un ídolo
El show es excesivo y ostentoso como toda la campaña, en el momento del tiro jugando con dudoso gusto con el destino fatal de los raperos internacionales, entre la misma muerte del artista (Tupac, The Notorious Big) y las idas de olla más gratuitas (Kanye West). Pero lo seguro es que el concierto de C. Tangana no está al alcance de cualquiera. En primer lugar, se atreve a hacerlo. En medio de una espiral de odio que salpica regular o cíclicamente Instagram, Youtube o los comments de nuestra web, muy españoleta toda ella, el artista no agacha la cabeza o emigra sino que se crece o juega a que se crece. Y juraría que es más bien lo primero. Por mucho que ‘Ídolo’ encierre la lectura de hablar sobre sus inseguridades, C. Tangana es un artista mucho más inteligente, duradero y seguro de lo que aparenta. Su colección de hits es un dato estadístico contrastable, pero además, es consciente de que no ha de jugar a corto plazo.
Anoche se tiraron billetes al público, en lo que parecía otro momento gratuito, altivo, disfrutable y olvidable, pero el que seguro que no se desperdició fue el dinero del montaje del show «que se tiró» sin tanta necesidad. Puede que el margen del concierto no fuera muy alto por los elevados costes de producción, pero el cantante sabe que puede seguir ganando público si su show en directo es «crema», fijándose más en los grandes internacionales que en lo nacional. De alguna manera no está haciendo este show tanto para lucrarse como para mantenerse.
C. Tangana puede jugar con el uso de la palabra «ídolo» y su destrucción, pero no cabe duda de que es uno de ellos. No hay más que ver su forma de moverse por el escenario, sus tablas, o la confianza con la que pidió que «cortemos la polla» a «los de ayer», si nos los cruzamos por la calle, en referencia a los violadores de La Manada. Dirigiéndose a su público, incluso en esos cansinos «¿queréis que me vaya a mi puta casa?» que se alargaron durante la última media hora, cantando cuando le da por ahí por encima de un pregrabado, encendiendo los neones de «ÍDOLO» antes de su salida solo para darse el gustazo de provocar el delirio colectivo o quitándose una sudadera, es lo que se conoce como un ídolo de masas. 9.
Cuando se cumple la primera semana de la inesperada muerte de Avicii, un suicidio según se desprende de las palabras de su familia («no pudo seguir adelante, quiso encontrar la paz»), son varias las canciones del artista que vuelven a las listas oficiales de éxitos.
En la británica, donde desde hace unos meses solo 3 canciones por artista pueden aparecer por el top 100, ‘Wake Me Up’, número 1 en su momento, re-aparece en el puesto 26. ‘Levels’ lo hace en el número 36 y ‘Hey Brother’ en el número 43. ‘The Nights’, ‘Waiting for Love’, ‘Without You’ y ‘Lonely Together’ también aparecen ahora mismo aún en el top 100 de Spotify, pero probablemente debido a la mencionada norma, no aparecen en la lista oficial. Además, sus discos ‘True’ y ‘Stories’ vuelven a los puestos 14 y 17 respectivamente. La OCC recuerda que Avicii ha vendido 10 millones de singles y 500.000 discos en total solo en este país.
En otros países la tendencia es similar, destacando la entrega por Avicii en su país Suecia, donde ‘Wake Me Up’ ha sido top 1 en Spotify prácticamente toda la semana; Finlandia, Noruega, Holanda y Dinamarca, es decir, los países del norte de Europa. En España, ‘Wake Me Up’, que escribió el productor junto al vocalista Aloe Blacc y Mike Einziger, también ha sido el himno adoptado a su muerte y es top 50 en Spotify, quizá no solo por su popularidad sino por una letra que ahora parece adquirir un nuevo sentido.
Su texto comienza hablando de sentirse uno mismo a través de la oscuridad y de encontrar una salida gracias a un corazón que ejerce de guía: “No puedo decir dónde terminará este viaje / pero sé por dónde empezar”. Entre otras frases como “dicen que soy demasiado joven para entenderlo”, “he intentado llevar el peso del mundo, pero solo tengo dos manos” , “espero tener la oportunidad de viajar por el mundo, pero no tengo ningún plan” u “ojalá pudiera ser así de joven para siempre”, duele su estribillo “despiértame cuando todo haya acabado, cuando sea más viejo y más sabio / todo este tiempo he estado encontrándome a mí mismo / sin saber que me había perdido”. El vídeo hablaba sobre ser un inadaptado, pero encontrar tu lugar a través de la música. Recordamos la vida de Avicii en este artículo.
Días atrás se estrenaba ‘Nuevas épocas’, un nuevo trabajo de Soledad Vélez que marca, como su propio título indica, una etapa diferente en la carrera artística de la chilena afincada en España. Para empezar, se ha decidido a abrazar de una vez por todas el español como lengua primordial en sus canciones, cuando en sus tres álbumes anteriores recurría al inglés. Y para seguir, apuesta todo a un synth pop de carácter retro –el papel de Guille Mostaza y el arsenal de teclados vintage del que dispone en su estudio parece haber sido decisivo– que borra de un plumazo los retazos de rock, blues y punk que salpicaban su obra anterior. ‘Flecha’, su primer avance –que estrenamos en nuestra web–, era la mejor muestra de ello.
Además, en esta ocasión se rodea de un par de nombres que han marcado la escena alternativa nacional más afín a su nueva dirección: por un lado, Joe Crepúsculo participa en ‘Ven para acá’; mientras que Gerard Alegre de El Último Vecino participa en ‘Cromo y platino’, un precioso medio tiempo sobre el que hoy centramos nuestra atención. Un dueto envuelto en misterio y magia desde su mismo origen: cuenta su nota de prensa que, durante una gira, Vélez soñó que colaboraba con Alegre; de manera increíble, Gerard le aseguró que había visto exactamente lo mismo. Un caso para Cuarto milenio.
Lo cierto es que, soñada o no, se trata de una composición maravillosa gobernada por un riff de sintetizador que guía toda la canción y al que pronto se suma una reposada pero bailable caja de ritmos. Una base perfecta en constante ascensión de intensidad, jugando con las voces alternas o dobladas de ambos cantantes, y que evoca a la primera Javiera Mena –que precisamente hoy presenta un disco en general más alejado de este estilo y que, en una extraña pirueta, también colaboró con El Último Vecino– en su querencia por la new wave electrónica más clásica. Pero ‘Cromo y platino’ también destaca por una letra luminosa y encorajinada, que empuja a vivir y a creer en uno mismo con fuerza. Un mensaje que nunca sobra, si se entona con tanto cariño y honestidad.
Soledad Vélez presentará ‘Nuevas épocas’ en varias fechas esta primavera, y la primera de ella será en Afores Fest’18, en El Prat de Llobregat (Barcelona); por su parte, El Último Vecino actúa mañana sábado, 28 de abril, en Razzclub de Razzmatazz, presentando el reciente ‘Parte Primera‘.
El problema de las canciones de Taburete no era otro que lo pobre de sus melodías -holgazanas, inexistentes- y sus letras, obsesionadas con el consumo de alcohol. Los himnos etílicos tienen su razón de ser, pero a la octava canción de su segundo álbum la cosa tenía más o menos la misma gracia que la octava copa pedida a las 10 de la mañana del día siguiente.
El grupo de Guillermo Bárcenas se ha puesto las pilas y entrega tan pronto como hoy, unos días después de haber despedido al ‘Dr Charas‘, el primer single de su tercer álbum, ‘Madame Ayahuasca’. La canción es mucho más agradecida para nuestros oídos, pues se inspira en un sinfín de cosas que nos resultan muy familiares: esa cadencia a los Fleetwood Mac de ‘Rumours’ en la manera de rasguear guitarras y tocar la batería, esos coros a lo Morat o fin de concierto de Coldplay, el espíritu de aquel día en que Sergio Dalma jugó a ser el Boss (‘Galilea’), esa guitarra de pop-rock latino que nos lleva a Maná o a Los Rodríguez, y sobre todo esa estrofa por la que en cualquier momento parece que va a pasarse Juan Luis Guerra cantando «quisiera ser un pez» o «ay, ay, ay, ay, ay…».
El grupo viene de dos álbumes muy exitosos, pues claramente para su producto había una demanda en esta sociedad que vota a Rajoy masivamente pese a la corrupción reiterada de su partido, y por tanto ‘Belerofón’ va a ser un hit seguro sí o sí, aupado además por ese estribillo en el que el grupo espera que «te abras de piernas» y les «dejes pasar» ASAP. Por si alguien se lo preguntaba, y según la nota de prensa, «Belerofón habla de un planeta cercano al sol al que acude Taburete cuando se sienten abstraídos de nuestro planeta tierra». Todo ello en minúsculas excepto Taburete y Belorofón. Qué grande…
Nacho Vegas ha estrenado ‘Ser árbol’, el sencillo que presenta su nuevo disco, ‘Violética‘. El tema se publica el 4 de mayo en las plataformas de streaming, pero puede escucharse en Facebook a través de un extraño vídeo animado que se desarrolla horizontalmente y que presenta a un hombre y a una mujer en un escenario desértico.
Sin embargo, ‘Ser árbol’ no es exactamente una canción sobre la “sequía” de un corazón roto, si no más bien lo contrario. Estamos ante una conmovedora canción de amor, acústica, sin grandes florituras y de melodía muy clásica, con coros de Maria Rodés, en la que Vegas y su amante relatan, desde la aparente perspectiva de dos árboles, cómo su amor ha echado raíces de manera férrea, hasta el punto que Vegas canta: “nuestros bosques son implacables”.
“Procuramos sombra a los de abajo, jamás nos ausentamos, sabemos bien lo que es el amparo”, reza otra parte de la letra, que emociona sobre todo en el estribillo, en pasajes tan bonitos como “nos recorrimos por dentro, y así fuimos inventando nuevas formas de respirar, y una nueva manera de imaginar, que para ver el cielo hay que hundirse en la tierra, y no hay más suelo que el que ahora nos aferra, al fin, somos árbol”.
Cardi B acaba de cancelar varios conciertos para descansar, ya que se encuentra en avanzado estado de gestación. Volverá a los escenarios en septiembre, cuando empiece su gira con Bruno Mars, y mientras se dedicará a otros asuntos como cuidar de su bebé, grabar u ocuparse de una demanda multimillonaria que le dirige su antiguo mánager, Klenord “Shaft” Raphael, de 10 millones de dólares.
Shaft demanda a Cardi por incumplimiento de contrato y otras transgresiones, alegando que le ha dejado tirado tras hacerse famosa. En su demanda, obtenida por Variety, defiende que “desde que descubrió a Cardi B en 2015, Shaft ha jugado un papel integral en desarrollar su carrera musical y su imagen pública. Aunque está orgulloso de sus exitosas colaboraciones, en tanto ha evolucionado de influencer de Instagram a megaestrella de la música, Shaft está decepcionado por que Cardi le haya apartado de su carrera”.
Sin embargo, TMZ cuenta otra historia, y le da la razón a la autora de ‘Invasion of Privacy‘. La rapera habría despedido a Shaft tras descubrir que le ha robado una buena pasta de sus actuaciones en directo, al quedarse con la mitad del caché de Cardi sin decírselo. Esta sería la razón por la que Cardi trabaja ahora con Solid Foundation, la planta de gestión de artistas de Quality Control, el sello de Migos. Por su parte, Shaft defiende que parte de ese dinero lo invertía en pagar a compositores y productores, pero Offset, el marido de Cardi B, que habría convencido a Cardi de despedirle, no lo cree así.
Azealia Banks continúa en el número 1 de nuestra lista semanal, aunque seguida muy de cerca por lo nuevo de Ariana Grande, ‘No Tears Left to Cry’. Otras entradas son los últimos sencillos de Kylie con Gente de Zona, Lykke Li, The Weeknd, Cardi B, Tinashe, Sofi Tukker y C. Tangana. Nos despedimos de ‘O Isa’ de Triángulo de Amor Bizarro al cumplir 10 semanas en lista y estar en la mitad baja de la tabla, para dar paso a otras novedades. Ya podéis escuchar nuestra nueva lista de novedades y votar por todas vuestras canciones favoritas aquí.
Cerramos el mes de abril con un nuevo aluvión de novedades. Destaca, sobre todo, el apartado de álbumes, donde nos encontramos con nuevas y esperadas obras de Javiera Mena, Janelle Monáe, Post Malone, Toundra, Okkervil River, Speedy Ortiz, Anne-Marie, Los Hermanos Cubero, Twin Shadow, Blossoms, la rapera británica favorita de Nicki Minaj, Ms. Banks, DMA’s, Delorentos, Grouper o Poo Bear, con una pléyade de colaboradores de lujo: Justin Bieber, Jennifer Lopez, Zara Larsson, Anitta, J Balvin… También tenemos EPs de ZHU, GTA –confirmando que el house noventero ha vuelto a tope–, la muy prometedora reggeatonera Bea Pelea –pronto os hablaremos de ella– y el murciano afincado en Londres PBSR.
En el apartado de nuevos singles, tampoco vamos nada mal: Jennifer Lopez presenta la explosiva ‘El anillo’, junto con atractivos temas de Simian Mobile Disco, Parcels, Clairo, Jon Hopkins, Sen Senra, Neleonard, Albin Lee Meldau, Invisible Harvey, Meg Myers, The Internet, Thundercat, David Otero, Seinabo Sey, Cullen Omori (ex-líder de Smith Westerns), Stephen Malkmus & The Jicks, Girl Talk (¡ha vuelto!), Hatchie, Mike Shinoda, Shainny, Morcheeba ft Roots Manuva (!), One Path, Remy Ma, Gabriella Cohen, Kaydi Cain, Ambre, Disciples, Snail Mail, Sage, Taburete o Aloe Blacc, además de temas que hemos presentado en los últimos días de Manel Navarro, Oneohtrix Point Never o Beatriz Luengo ft Mala Rodríguez.
Rematamos con las curiosidades de la jornada, entre las que encontramos un disco de Jay-Jay Johanson regrabando viejas canciones, el tema de 9 minutos compuesto e interpretado por Stromae para su nueva colección de moda, un inédito de Mogwai para una BSO, otro de She & Him que han grabado en dos versiones con distinto género para el proyecto por-LGTBIQ+ Universal Love, un remix de Beck para U2 y una versión de un tema de The Modern Lovers a cargo de Jack White, en exclusiva para Spotify.
35 años después de su separación, era una idea improbable que ABBA volvieran al estudio y grabasen material nuevo. Pero hoy la realidad es otra: en un comunicado publicado en su página web, ABBA confirman que eso es exactamente lo que han hecho. ¿La razón? El tour en realidad virtual que preparan junto a Simon Fuller y Universal.
Este es el comunicado: “la decisión de seguir adelante con el emocionante proyecto de gira de ABBA en realidad virtual tuvo una consecuencia inesperada. Los cuatro sentimos que, después de 35 años, sería divertido unir fuerzas de nuevo e ir al estudio de grabación. Así que lo hicimos. Y fue como si el tiempo se hubiera parado y solo hubiésemos estado separados por unas breves vacaciones. ¡Una experiencia realmente maravillosa! Resultó en dos nuevas canciones y nuestros avatares interpretarán una de ellas, ‘I Still Have Faith in You’, en un especial de televisión producido por NBC y BBC que se emitirá en diciembre. Puede que nos hayamos hecho mayores, pero la canción es nueva. Y eso nos hace sentir bien”.
Muy buenas noticias, por tanto, las trae una de las más grandes bandas de la historia del pop. Ya que el cuarteto sueco descarta completamente reunirse para dar conciertos, por lo menos sus fans tendrán dos canciones nuevas que llevarse a la boca. Y teniendo en cuenta que nadie esperaba nada nuevo de ABBA a estas alturas, es un gran motivo de celebración.
Jennifer Lopez tenía que publicar un disco cantado enteramente en español en algún momento de los últimos meses, producido, por cierto, por Marc Anthony. Sin embargo, el disco no llega y Lopez se ha dedicado sobre todo a publicar singles sin ton ni son como ‘Ni tú ni yo’, ‘Us’ o ‘Amor amor amor’, que no han alcanzado el éxito esperado en listas.
Y un año después de estrenar la balada ‘Mírate’, Lopez ha vuelto a la misma gala donde la presentó, los Billboard latinos, para estrenar ‘El anillo’, un tema rítmico y bailable mucho más contundente que cualquiera de los anteriores, interpretado, sí, en español, en el que Lopez ruega a su amante que se apresure a pedirle matrimonio, porque “las mujeres sabemos lo que nos toca, si quieren todo eso, que nos pongan la roca”. Aunque el tema deja otras frases memorables como “a mí me gusta cómo muerde la fruta”, “dale atrás, que así somos las del Bronx” o “no te pido na, yo no soy mujer regalá, ponte en eso ya, sino papi, echa payá”.
El videoclip de ‘El anillo’ se acaba de estrenar y es un exceso de escenarios opulentos y “looks” a cada cual más asombroso. Miguel Ángel Silvestre protagoniza al amante de J Lo, aunque sale poco y nunca -aparentemente- compartiendo set con la cantante. Mientras, J Lo, que no tiene un pelo de tonta, prepara otro single junto a Cardi B y DJ Khaled titulado ‘Dinero’, para el que ya ha rodado un vídeo.
Los Ganglios son noticia por dos motivos: por un lado este domingo 29 de abril actúan en una nueva fiesta especial Churros con Chocolate, como parte del 75º aniversario de la Sala Apolo. En ella estará también actuando nada menos que La Terremoto de Alcorcón. Por otro, recientemente han participado en un split junto a Las Ruinas.
En primer lugar, la fiesta Churros con Chocolate, que ha tenido lugar 6 de sus 7 años en Apolo, se dedica a «la esencia de Paral·lel». En esta edición se dedicarán las 3 salas a la «música, la diversión y al espíritu churrero». La Terremoto cantará pero también actuarán la referencia de El Molino y vedette Merche Mar, y la actriz y cantante Sharonne, reciente subcampeona de ‘Tu cara no me suena todavía’. En la Sala 2, en la Antichurros, será donde podamos encontrar a Los Ganglios. En horario nocturno (la fiesta es de 19.00 a 5.00) habrá concierto reggaetonero/urban de La Favi, quien ha trabajado con Ms Nina o King Jedet. También estarán por allí pinchando Cascales, DJ Coco y Ferdiyei, entre otros.
Centrándonos en lo segundo, recientemente han confluido dos de los proyectos más singulares de la actual escena independiente barcelonesa, Los Ganglios y Las Ruinas. La verdad, parecían destinados a cruzarse. El Genio Equivocado acaba de editar un split-single –un 7” de color rojo– en el que ambas bandas se versionan mutuamente, llevando cada cual a su terreno canciones como ‘El bosque’ o ‘El héroe de la Transición’. Sólo hay 500 copias que pueden encontrarse en la tienda barcelonesa Ultralocal Records. Tras este concierto espera a Los Ganglios Bilbao el 1 de junio, Santander el 2 de junio y Vida Festival el 29 de junio.