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Hit de ayer: ‘Johnny, Are You Queer?’ (1981) de Josie Cotton

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josie-cotton-johnny-are-you-queerAh, los one-hit wonders, flores de un día de las listas de éxito. A veces su efímero impacto se debe a la incapacidad para continuarlos con canciones de similar calidad. Otras, simplemente a un momento que se esfuma, ese raro estar en el sitio adecuado en el momento justo. El caso de Josie Cotton es más peculiar, y seguramente tuvo mucho que ver la enorme polémica que rodeó a su ‘Johnny, Are You Queer?’, un revuelo que hizo que el resto de su discografía no pudiese escapar a su propia sombra.

Cotton era una más de esas artistas en ciernes que a finales de los 70 había dejado su ciudad (Dallas) para probar fortuna en Los Angeles. Tras algunas aventuras infructuosas llegó su oportunidad: los hermanos Bobby y Larson Paine (descubridores de las Go-Go’s) la escogieron para grabar una canción que inicialmente habían pensado para sus protegidas: ‘Johnny Are You Queer?’ estaba vacante desde que habían roto su relación profesional con ellas y Josie fue la elegida.

La canción era obviamente un tema novelty con un sentido del humor si no homófobo, al menos insensible en su temática, y que incluía además el complicado término “queer”. Paralelamente, en lo musical era un hit en potencia, una espléndida canción de pop nuevaolero: no cuesta imaginarla en las voces e instrumentos de las Go-go’s (quienes la han interpretado a menudo en directo), con esa melodía ultrapegadiza, guitarras de punk pop, piano 60s, y concisión en menos de tres minutos.

La letra no deja lugar a dudas [Nde: tampoco su chanante vídeo oficial] : Josie pregunta con frustración a Johnny por qué no responde a sus insinuaciones, por qué parece pasárselo tan bien bailando con sus “gay friends”, y por qué es tan raro.

Cuando la canción se convirtió en un éxito (primero en el pequeño sello Bomp! y después reeditada por Elektra Records ya en el 82) produjo muchas reacciones en contra por parte de la comunidad gay -la revista Advocate la llamó homófoba- y el Village Voice la cuestionó con el contundente titular “Josie Are You Bitch?”. Pero lo más extraño ocurrió cuando la derecha religiosa norteamericana se unió a la ofensiva atacándola con todavía más furia y tildándola de “satánica”. Tele-evangelistas reproducían su disco en sus programas a la mitad de velocidad en busca de mensajes mefistofélicos y sostenían que Josie era en realidad un transexual que pretendía arrastrar a la juventud a la sodomía.

En este punto de la historia cuesta desentrañar verdad y mito, pero si hacemos caso del relato de la propia Josie en sucesivas entrevistas, ese ataque fundamentalista propició un viraje en parte de sus críticos, que se pusieron inesperadamente de su lado. Parte del colectivo gay empezó a valorar el aspecto provocativo de la canción, celebrando incluso el uso de la palabra “queer” en un contexto de reapropiación terminológica, visto cuánto ofendía a los ultracristianos. Josie empezó a actuar en clubes gays, la canción fue muy pinchada en las discotecas de la Costa Oeste, y su intérprete sigue afirmando hasta la fecha que recibió docenas de cartas de chicos explicándole agradecidos que decidieron salir del armario tras oír su canción.

Sea como fuere, casi cuarenta años después esta especie de precursora del problemático ‘Ur So Gay’ de Katy Perry es ya parte del imaginario popular, y percibida por la mayor parte del público como algo bastante inofensivo y casi cercano al kitsch (¡esa portada!). En 2013, el dúo de hip hop gay Elephant regrabó la canción junto a Josie incluyendo unos rapeados de contenido (homo)sexual que dejó a todo el mundo muy contento… salvo a los hermanos Paine, autores de la canción, que protestaron enérgicamente. Un irónico giro final para una canción que parece no poder dejar de ser polémica a lo largo de las décadas.

‘Johnny, Are You Queer?’ suena en el último Popcasting de Jaime Cristóbal, ya disponible en este enlace.

Lorde maravilla en Barcelona: la venganza de un animal (escénico) herido

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lorde-bcnSi la vida de Lorde fuera una película, el cierre de su concierto de anoche en Barcelona con el numerosísimo público –rozando el lleno– entregado a la euforia de ‘Green Light’ –confirmándose como una de las canciones del año, si no LA– sería su final feliz (siendo su posterior interpretación de ‘Loveless’ –esta vez ella sola, creando un loop en directo– el regalo tras los títulos de crédito para los que no habíamos abandonado aún el Sant Jordi Club). Porque su show, como ella verbalizó en un emocionado discurso muy gagiano antes de arrancarse con la preciosa ‘Liability’, es la expresión final de su obra, de unas canciones que ella ha creado sola, en su dormitorio, en taxis, en el baño de su casa, plasmando en ellas el dolor de una ruptura (pidió, emocionada, que nadie soportara una relación abusiva) y de la soledad que conlleva a la fama y que de repente, al entrar en contacto con el público, toman todo su sentido. Porque su fans, el público que canta y conecta con estas canciones, son –somos– su verdadero amor y aquella fue su figurada venganza contra el/la/los que le hicieron daño.

Es lo que nos contó esta jovencísima neozelandesa que se convirtió en una estrella del pop siendo apenas una adolescente y con tan solo un disco. Si era un discurso preparado que repite en cada ciudad, tiene además grandes dotes de actriz, porque sonaba honesto y su emoción era palpable y contagiosa. Su espectáculo es bien sencillo desde el punto de vista escénico: bajo un rótulo luminoso que decía en mayúsculas “MELODRAMA” y con tres figuras de falso neón –un astronauta, unas flores silvestres y una estrella fugaz plasmada de manera infantil– que marcaban las tres fases del concierto, se acompañaba de tres músicos en la sombra –tan discretos que costaba discernir qué era pregrabado y qué no– y dos bailarinas que aportaban teatralidad al show. Pero este, en realidad, se basa única y exclusivamente en Lorde, en su rotunda presencia escénica y su notable y expresiva voz (aunque el peso de los coros, todos pregrabados, era considerable). Se mueve por el escenario con fuerza y cierto encanto desgarbado, con apariencia frágil pero siempre magnética, atrayendo la atención para sí constantemente, incluso aunque dos esbeltas mujeres dancen coordinadamente a su alrededor. Tiene tablas, pero hace que todo parezca muy natural, como si estuviera en una pequeña sala ante 300 personas. Y tiene, sobre todo, un repertorio infalible que, pese a basarse en solo dos discos, apenas da respiro.

Recurriendo a lo mejor de su debut (‘Tennis Court’, ’Ribs’, ‘Buzzcut Season’ y ‘A World Alone’, calientan el ambiente; ‘Royals’ y ‘Team’ –bajando a tocar a las primeras filas–, derriten ya en la fase final) y al sobresaliente ‘Melodrama’ de forma íntegra (salvo ‘Sober II’, ‘Writer In The Dark’), arma un repertorio mucho más que sólido, con varios momentos álgidos, aparte de los ya mencionados: resulta palpable que ‘Homemade Dynamite’, ‘Supercut’, ‘Sober’, ‘Perfect Places’ y ‘The Louvre’ están destinados a ocupar un lugar fundamental en su cancionero y en nuestras memorias. Fuera de ahí, su colaboración con Disclosure (‘Magnets’) funciona bien al inicio del concierto, pero su versión de ‘Somebody Else’ de The 1975 resulta prescindible (junto con el reprise de ‘Liability’, son los dos únicos downers en la hora y media de concierto). Por reprochar algo, vaya. Porque hacía tiempo que no salía de un concierto y veía a tanta gente sudando –un público, por cierto, harto heterogéneo– e incluso llorando. Y no hablo de adolescentes con las hormonas a flor de piel, sino de hombres y mujeres. Al fin y al cabo, no todos los días nos dicen de una manera tan sincera que somos el amor de la vida de alguien, ¿verdad? 8,5.

Previo al concierto de Lorde, y debido al lento discurrir de la cola de acceso al Sant Jordi Club, apenas pudimos ver la segunda mitad del show de Khalid, que presentaba las canciones de su debut ‘American Teen’. Al frente de una banda solvente, el artista tejano –que como su teclista lucía camiseta del FC Barcelona– dio muestras de una buena capacidad vocal y escénica, agitando a unas primeras filas muy predispuestas –llegué a escuchar a varias personas que ¡fueron anoche sobre todo para verle a él!– pese a un sonido algo embarullado. Lo cierto es que se maneja bien –diría que mejor– en medios tiempos a lo Frank Ocean –‘Saved’, ‘Cold Blooded’–, pero ‘Location’ y ‘Yung, Dumb & Broke’ supusieron un agradable aperitivo previo a Lorde.

Fotografía de Lorde por Mircius Aecrim, cedida por Doctor Music.

El tiempo se mueve muy deprisa, también para comprar leche, en el nuevo vídeo de Django Django

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Django Django han compartido los detalles de su tercer disco, que llevará por título ‘Marble Skies’ y saldrá el 28 de enero. NME recoge declaraciones del cuarteto inglés en las que este asegura que el álbum explora “territorios inexplorados”, incluyendo una variedad de estilos musicales como el “krautrock, el pop de verano, el dancehall, el jazz fusión y más”. Se dice que es un disco “más conciso y enfocado que el anterior”.

No son territorios inexplorados precisamente los que encontramos en el primer single de ‘Marble Skies’, un ‘Tic Tac Toe’ abiertamente pop, de melodía más soleada que el sol, y ritmo rockabilly que no llamaría demasiado la atención en ‘Born Under Saturn‘. El tema puede recordar a otras canciones antiguas de Django Django como ‘WOR’ (incluida en su debut) y comparte con esta cierto fondo psicodélico vinculable a Animal Collective.

‘Tic Tac Toe’ se presenta con un videoclip frenético, dirigido por John Maclean, director de la aclamada ‘Slow West’ (2015), que el grupo describe así: “podría ir sobre el fin de la era de los juegos recreativos en la playa, sobre el tiempo que se mueve muy deprisa, el amor y los juegos, el horror y la felicidad… pero en realidad va sobre un tío que va a comprar una botella de leche para hacerse té”.

‘Marble Skies’:

01 Marble Skies
02 Surface To Air
03 Champagne
04 Tic Tac Toe
05 Further
06 Sundials
07 Beam Me Up
08 In Your Beat
09 Real Gone
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Liam Gallagher llama a George Michael “Elvis moderno” en el tráiler de ‘Freedom’

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En los tiempos inmediatamente anteriores a su muerte en la Navidad de 2016, George Michael trabajaba en un documental sobre su vida y carrera, ‘Freedom’, que se emite este próximo lunes 16 de octubre en el canal 4 la televisión británica. En la película, Michael habló de su música y también sobre los momentos más duros de su vida, como la depresión que sufrió tras la muerte de su pareja Anselmo a causa del sida en 1993.

Tal y como recoge METRO, el documental incluye una entrevista de MTV a Michael (no presentada en el avance) en el que este asegura que le gustaría ser recordado tras su muerte como alguien “íntegro”, pero que no cree que eso vaya a suceder. A continuación describe que su vida ha sido en realidad “una pérdida de tiempo”, aunque no queda claro -tampoco por la descripción de METRO- si bromeaba o lo decía en serio.

El documental incluye la participación de artistas como Liam Gallagher, Mark Ronson, Elton John y Mary J. Blige, que comparten sus impresiones sobre el autor de ‘Older’. El primero llama a Michael “Elvis moderno”, mientras Elton John lo define como “auténtico” y Blige destaca la expresividad de su voz, en la que podías oír “la alegría y la pena, todo”.

Bob Esponja explica los discos de Radiohead y Jonny Greenwood aprueba

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El pasado 12 de agosto llegaba a Youtube un divertido vídeo en el que Bob Esponja “explica” los discos de Radiohead a través de escenas seleccionadas para cada disco del grupo. El vídeo está ahora de actualidad pues el propio Jonny Greenwood, integrante del grupo, lo ha compartido en su cuenta de Twitter, escribiendo que es “perfecto en muchos sentidos”. Así que el vídeo ya tiene la aprobación de un integrante de Radiohead.

El vídeo recopila escenas de la serie y las vincula a cada disco de Radiohead, de manera que representen una descripción gráfica de lo que el grupo de Thom Yorke creó en cada momento. Así, ‘Pablo Honey’ es el disco “vamos a sentarnos alrededor de una hoguera a cantar canciones de hoguera” de Radiohead, ‘OK Computer’ es el disco sobre las miserias del avance tecnológico y ‘The King of Limbs’ es el disco “no entiendo nada”.

Aunque la gracia del vídeo es esperar a que salga tu disco de Radiohead favorito a ver con qué escena de Bob Esponja lo ha relacionado su creador, lo cierto es que la descripción de ‘Amnesiac’ “el free jazz es un gusto adquirido” bien puede ser la cumbre de este divertido vídeo. ¿Y a nadie se le ha ocurrido replicarlo con otras discografías?

“Eleven” y “Will” de Stranger Things no desvelan secretos de la serie en El Hormiguero

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captura_de_pantalla_2017-10-10_a_las_9_46_00El fenómeno de ‘Stranger Things’ ya era mundial y había llegado a España, pero no ha sido hasta esta noche cuando dos de sus protagonistas, Millie Bobby Brown y Noah Schnapp, han acudido a El Hormiguero para presentar la segunda temporada de la serie, que se estrena el 27 de octubre en Netflix.

Bobby Brown y Schnapp, que interpretan a Eleven y a Will Byers en ‘Stranger Things’, respectivamente, hablaron de su fama, su vida inmediatamente antes y después de la explosión de la serie (a la madre de Eleven le disgustaba la idea de que su hija se rapara; Byers se encontraba en un campamento cuando se emitió y salió de él “convertido en una estrella”) o del cariño que tienen a Winona Ryder (Eleven llevó un anillo que le regaló esta cuando cumplió 12 años).

Sobre la segunda temporada de ‘Stranger Things’ no se desvelaron secretos. Naturalmente habrá que esperar a que se estrene para descubrirlos, aunque Bobby Brown sí “reveló” (ya se sabía) que su personaje tendría un papel más crucial si cabe y que sobre todo hablará más (Motos contó sus frases en la primera temporada y son 43). Tampoco se hizo mención alguna a la cancelación de su visita a Sitges por el “tema Cataluña”.

Liam Gallagher / As You Were

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liamLo más parecido a una tragedia bíblica que tenemos en el mundo del pop actual es, sin duda, la convulsa relación entre Liam Gallagher y su hermano Noel. La rivalidad entre estos Caín y Abel de nuestros días parece cada vez más furibunda e irreconciliable. Lo cierto es que aunque Liam es claramente el más ocurrente y magnético, desde un punto de vista artístico y comercial era Noel el que llevaba ventaja con su proyecto personal frente a Beady Eye, el grupo que formó Liam con los últimos miembros de Oasis. Al menos hasta ahora, porque el vocalista intenta darle la vuelta a la situación con este ‘As You Were’, su primer disco firmado en solitario –aunque detrás de él hay un buen montón de colaboraciones más o menos en la sombra–.

No deja de ser paradójico, o directamente contradictorio, que Liam diga en alguna entrevista que él no mira al pasado cuando en buena medida este disco lo hace y además con descaro. Y no es solo que todo él parezca un intento –por momentos bastante potable– de sintonizar con la vibración de Oasis (no diré de los primeros, porque sencillamente aquella efervescencia no está) y sus fans. Sino que todo ‘As You Were’ (¡joder, es que hasta el título mira al pasado!) es una especie de colección de clichés adheridos a la manera de componer de Noel y de cantar de Liam: los últimos Beatles, Kinks, Rolling Stones, T-Rex, Small Faces, Slade o The Who resuenan una y otra vez por los rincones. Casi diríamos que estamos ante una especie de sopa de letras pop, en la que hay que adivinar de qué grupo y canción (se valen herederos de aquellos como Ian Brown, The Verve, Ocean Colour Scene, Primal Scream y, claro, Oasis) ha tomado qué. Es que incluso sus discretas letras –nunca fueron lo más importante de Oasis, ¿verdad?– contienen incontables referencias que ya hay quien se ha detenido en listar.

Así y todo, no quiero decir que ‘As You Were’ sea un disco horrible, porque de hecho está bien, especialmente en su primera parte. En líneas generales resulta bastante entretenido aunque termine funcionando solo con chispazos. Con ‘Wall of Glass’ (que pasará a la historia por unir a Greg Kurstin y Andrew Wyatt –Miike Snow– tratando de imitar el estilo compositivo de Noel Gallagher) y las resultonas ‘Come Back To Me’ y ‘Greedy Soul‘ como excepciones, resulta inesperado que donde mejor funcione este disco tan pulido (la producción de Dan Grech-Marguerat –The Vaccines, Hurts, Keane– es bastante académica) sea en los medios tiempos: junto con los adelantos ‘For What Is Worth’ y ‘Chinatown’ (co-escrita nada menos que con Michael Tigue, el que fuera colaborador de Jeff Buckley), la popera ‘Bold’, la late-beatles ‘Paper Crown’ y ese ¿involuntario? remake de ‘Shaker Maker’ titulado ‘Universal Gleam’ están bastante bien.

El resto del álbum, decía, transcurre entre temas con melodías discretitas (‘When I’m In Need’ –aunque sus arreglos son chulos–, ‘You Better Run’) que no consiguen superar la etiqueta de pastiche (para terminarse la edición Deluxe, que contiene 3 temas más, hay que tener muchas, pero que muchas ganas). Pese a su nula originalidad y su irregularidad, es evidente que este ‘As You Were’ será toda una alegría para aquellos fans de Oasis que siguen adorándoles y no tienen suficiente con la madurez de Noel. Al resto, mucho me temo que nos quedaremos bastante igual o, como mucho, nos dará ganas de escuchar ‘Time Flies’, el best-of de los mancunianos.

Calificación: 6,4/10
Lo mejor: ‘For What It’s Worth’, ‘Wall of Glass’, ‘Paper Crown’, ‘Come Back To Me’
Te gustará si te gustan: Oasis y Noel Gallagher sobre todas las cosas.
Escúchalo: Spotify

La canción del día: Moses Sumney es un Ícaro con “alas de plástico”

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moses_sumneyMoses Sumney dedica su debut al “a-romanticismo”, a la incapacidad de reciprocar amor, pero también al anhelo por recibirlo a pesar de esta condición. Es un extraño punto intermedio en el que vivir, una especie de limbo de angustia en el que Sumney se encuentra sumido permanentemente.

De esa misma incapacidad de amar nos habla ‘Plastic’, uno de los sencillos principales de ‘Aromanticism’. El tema se incluyó originalmente en el EP de Sumney de 2014, ‘Mid-City Island’ y es la canción más escuchada del artista en Spotify con diferencia, pues está a punto de alcanzar las cinco millones de reproducciones. Es un tema compuesto mayoritariamente de una guitarra eléctrica y unos violines que entran hacia el final, fantasiosos, para proyectar algo de luz a una canción oscura sobre la angustia del no amor.

En ‘Plastic’, Sumney se pone las alas de Ícaro, el hijo de Dédalo que, en la mitología griega, tratando de escapar de Creta voló demasiado cerca del sol, arruinando sus alas -cosidas por su padre con cera- y cayendo al mar. Es una preciosa metáfora sobre el deseo de amar de Sumney y su incapacidad para hacerlo que toca cumbre en la frase “me has pillado volando hacia el cielo como una estrella, pero nadie nunca me advirtió, que no fuera demasiado lejos”. Sumney ha descubierto por sí mismo que nunca será completamente feliz.

Como un “estómago que parece satisfecho, pero en realidad está “hinchado” (por el dolor), Sumney reconoce haber recurrido a la mentira (“te dije que mi plata era oro”) para aproximarse a un amor que jamás conseguirá retener por su incapacidad para amar. De hecho, Sumney reconoce abiertamente en la canción que sus alas son “de plástico”, artificiales, falsas, y que la única manera de amar, para él, es fingir amor. Con estas alas él vuela y cae, como Ícaro, pero sin morir, regresando siempre al estado de la angustia permanente. Y a sus amantes dirá: “ves mi silueta, y me tienes miedo”.

Loreen aparca el europop y se lanza al precipicio del R&B en ’71 Charger’

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loreen-71-charger_Semanas después de que lanzara el EP ‘Nude’, en el que incluía una colaboración con la noruega Elliphant y el número trance-pop ‘Body’, la sueca Loreen ha anunciado la próxima publicación de su segundo disco en solitario tras su debut ‘Heal’ (2012). Llevará por título ‘Ride’ y se lanzará a lo largo del mes de noviembre. Su primer single es ’71 Charger’, presentada días atrás y cuyo clip oficial podemos ver desde hoy.

Este nuevo tema sorprendía al encontrarnos a Loreen en territorios alejados del pop electrónico al que acostumbraba en su debut o en el citado EP. ’71 Charger’ –que hace referencia a un modelo de coche de la marca Dodge del año 1971– presenta a Talhaoui en un tema de corte R&B y soul, más próximo a Lana del Rey que a Kelela, por ubicarnos. Su vídeo es una sucesión de planos muy estéticos pero que no cuentan ninguna historia muy clara, y en él vemos a Loreen vagar por campos de cereales y conducir el coche del título (muy tuneadito, eso sí) por carreteras secundarias, hasta encontrarse al borde de un abismo. Lo que viene después, te sorprenderá. Que no, que era broma.

Loreen se dio a conocer en el certamen de Eurovisión del año 2012, cuando venció con el hit –por esta vez, lo fue de verdad– ’Euphoria’. Este año ha vuelto a presentar su candidatura al festival de la canción, pero no accedió siquiera a la final del Melodifestivalen.

Adiós a Jean Rochefort, el hombre que soñó con casarse con una peluquera

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rochefortHa muerto en París el actor francés Jean Rochefort a los 87 años, ha comunicado su hija Clémence hoy lunes a los medios, informa Cinemanía. Francia pierde así a uno de sus actores más queridos y emblemáticos, solo unos días después del fallecimiento de la también actriz y novelista francesa Anne Wiazemsky, quien además fuera mujer de Jean-Luc Godard.

Rochefort será siempre recordado por su papel protagonista en ‘El marido de la peluquera’ de 1990, una de las varias películas en las que el actor trabajó con el director Patrice Leconte, a quien Rochefort prestó sus servicios hasta en siete ocasiones. En la película, Rochefort interpretó a Antonine, un hombre cuyo sueño en la vida es casarse con una peluquera.

Rochefort trabajó en más de un centenar de películas en Francia, entre ellas ‘Las tribulaciones de un chino en China’ (1965), ‘Inocentes con las manos sucias’ (1975), ‘La maté porque era mía’ (1993), ‘Tándem’ (1987) o ‘Cómicos en apuros’ (1996). También se puso a los mandos de dos españoles en ‘El fantasma de la libertad’ (1974) de Luis Buñuel y ‘El artista y la modelo‘ de Fernando Trueba (2012). También trabajó en la televisión y como actor de doblaje.

El actor francés, que ganó tres premios César, uno de ellos honorífico, colaboró además con el músico Vincent Delerm, apareciendo en uno de sus videoclips y narrando su libro infantil de 2011.

El incombustible Julio Bustamante publica disco con Nacho Vegas, Maria Rodés, Renaldo & Clara…

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julio-bustamante_Entre los más de 30 álbumes dignos de mención o interés que se han publicado este fin de semana está ‘La misión del copiloto’, el nuevo disco del incombustible Julio Bustamante. El cantautor valenciano no vive de rentas pasadas y publica discos fieles a sí mismo con una frecuencia casi inédita, sin que se resienta su calidad. Tras ‘Viento desatado’ (2012) y ‘En el nombre del gato’ (2015), este nuevo álbum grabado junto a su banda de acompañamiento habitual –Lavanda– es el primero que edita en El Volcán Música y por tanto ahora es compañero de sello de Los Planetas, Joe Crepúsculo y Tomasito, entre otros.

Además, es un disco marcado por varias colaboraciones interesantes: Nacho Vegas hace un dueto en ‘Iratxi’, mientras que comparte con Maria Rodés ‘El cel de les cançons’ y ‘Viure sense esperar’ es un nuevo dueto con Clara Viñals –mitad de Renaldo & Clara, que este año publicaban el recomendable ‘Els afores’–. No es la primera vez que Bustamante canta con Viñals, decíamos: en 2013, Discos de Kirlian publicaba un split-single en el que Julio compartía canciones con Renaldo & Clara, además de con Doble Pletina y Fred i Son.

Su inquietud por trabajar con artistas jóvenes es frecuente: también ha compartido canciones con La Gran Alianza y Soledad Vélez. Y uno de sus proyectos más memorables es Maderita, grupo compartido por él con Jorge Pérez (Tórtel), Cayo Bellveser y Xema Fuertes, que publicó en 2009 el memorable ‘Vivir para creer’ y, de momento, no ha tenido continuidad.

Fotografía de Montse Azorín.

Somos La Herencia nos cuentan el inquietante cuento de una reina destronada en ‘Signos de alguien’

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signosdealguiencaud2_Desde que a finales de 2015 publicaran su primer EP, ‘Parálisis del sueño’, el cuarteto madrileño Somos La Herencia no ha dejado de sonar en el ámbito underground como una de de las propuestas más sugerentes y personales del rock más oscuro, alineados con propuestas de after punk y electrónica asfixiante como los extintos Antiguo Régimen o Fasenuova. A principios de este año lanzaron ‘Zigurat’, un nuevo EP en cuya gestación colaboró, entre otros, Leo Mateos de nudozurdo y que desde entonces han estado presentando, compartiendo escenario con proyectos del renombre de Zola Jesus o The KVB.

Hoy en JENESAISPOP tenemos el privilegio de estrenar el primero de una trilogía de videoclips que dan soporte visual a las canciones de ‘Zigurat’. En concreto, presentamos el correspondiente a la enigmática ‘Signos de alguien’. No es el tema más pop del disco, pero sí resulta fascinante en combinación con las poéticas y metafóricas imágenes que el colectivo Espíritu Escalera ha creado para ella, con cierta carga teatral y de gran potencia visual –especialmente en su tramo final–. Esto es lo que ambos nos cuentan sobre canción y vídeo:

“Una antigua reina, despojada de su poder en un pasado centenario, habita en las profundidades de un bosque recóndito, ilusión de reino sin súbditos ni habitantes. una tarde, una máquina avanza por una carretera abandonada; quienes la conducen traen noticias sobre lo inminente, que está por llegar.

‘Signos de alguien’ quiere ser un acercamiento al poder y el desarraigo; al choque entre un mundo viejo y un mundo nuevo, colisión inevitable de la que siempre emerge un futuro que, aunque desconocido y desconcertante, nos resulta familiar”.

Somos La Herencia se encuentran ya trabajando en las canciones del que será su primer disco largo.

Fotografía de Patrick Knot.

Hasta luego, flamenquito: Malú se lanza a por el nicho del pop contemporáneo con ‘Invisible’

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malu-invisible_Días atrás la que es, hoy por hoy, la mujer más exitosa del pop español, Malú, publicaba el primer adelanto de su disco de regreso tras ‘Caos’ (2015), un disco que obtuvo un éxito mucho más moderado que ‘Sí’, su disco de 2013 que estableció nuevas cotas de popularidad para ella. Se trata de ‘Invisible’, una canción en la que Malú se presta a una renovación de su sonido similar a la que también se han sometido compañeros como David Bisbal o, más recientemente, Pablo Alborán.

Este medio tiempo de pátina contemporánea pseudo-tropical –su producción corre a cargo de Julio Reyes, cuatro veces nominado en los Grammy por sus trabajos para Laura Pausini o Diego Torres– bebe directamente de los trabajos de Kygo o Robin Schulz que tanto marcan la radiofórmula actualmente. Así, este medio tiempo renuncia a volver a tocar los predecibles guiños rockeros y flamenquitos que tan buenos réditos le dieron en el pasado, pero tampoco es una ruptura total con su estilo melódico. Vamos, que no se va a caer del slot de Cadena Dial con este single, precisamente.

Su vídeo, rodado en Buenos Aires bajo la dirección de Rubén Pérez, se ha estrenado en las últimas horas y nos muestra a la sobrina de Paco de Lucía deambulando fantasmagóricamente por calles vacías de la capital argentina y una nave industrial llena de agua que le pone el vestido perdido. Dada la estupenda plataforma de promoción que supone su papel como coach en ‘La Voz’, ‘Invisible’ será previsiblemente un nuevo éxito.

Noel Gallagher ensombrece el debut de Liam lanzando la surfera y sucia ‘Holy Mountain’

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noel-gallagher-2017_Como ya sabíamos, Noel Gallagher parece querer aplicar un correctivo al estilo de Taylor Swift VS Katy Perry a su hermano Liam. Un par de días después de que este último haya lanzado su primer disco en solitario, ‘As You Were’, Noel lanza ‘Holy Mountain’, primer single de su ya anunciado nuevo disco ‘Who Built The Moon?’, que verá la luz el día 24 de noviembre.

Escuchando ‘Holy Mountain’ entendemos lo que quería decir el compositor principal de Oasis cuando decía que su nuevo disco con los High Flying Birds sería más electrónico y sorprendente. Ambos adjetivos encajan en esta canción que comienza sonando a los Primal Scream más atronadores, con unos saxos bien saturados como protagonistas, y luego adquiere tintes surf on unos coros muy Beach Boys. La produce, como el resto del álbum, David Holmes, muy reconocido por su carrera en solitario, y contiene la participación de Paul Weller tocando un órgano, según NME.

Noel ensombrece así el debut de Liam que, por ejemplo, eludía hablar de su hermano en una entrevista con El País publicada este pasado fin de semana. En cambio Noel no lo hace: en las últimas horas han tenido relevancia unas declaraciones suyas en las que decía en una entrevista a The Sunday Times y “totalmente en serio” que su hermano necesita ser tratado por un psiquiatra. Su guerra, con ambos girando y pugnando por actuar en los festivales del año que viene, está lejos de calmarse.

Khalid / American Teen

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khalidKhalid es tan joven que cuando salieron Backstreet Boys él todavía no había nacido, así que es un icono “millennial” en potencia. De hecho puede que ya lo sea atendiendo a los buenos resultados que su disco ha producido en Billboard, donde ha sido top 4, y en streaming (sus escuchas en Spotify son espectaculares). Además, el chico ha colaborado con Calvin Harris y Lorde (a quien telonea este lunes en Barcelona) y se ha hecho con el premio a Artista revelación en los últimos VMA. Ya lo dice su propio nombre: Khalid Legend Robinson.

El muchacho de El Paso, Texas (al que probablemente has escuchado en ‘Silence’ de Marshmallo) ha creado un debut a medida para representar al “adolescente americano” medio de 2017, el que se ha criado con la nube y un teléfono inteligente bajo el brazo, y su mayor éxito hasta la fecha no podría ser más representativo de su estilo, un ‘Location’ de producción exquisita, rica pero sin excesos, en que Khalid ruega a su amante que le envíe su “ubicación” para poder reunirse con él o ella. Aunque lo más llamativo de la canción sin duda es que su arreglo principal parece replicar (quizá involuntariamente) el efecto de sonido de las notificaciones nuevas de Grindr (y la gente ya se ha dado cuenta). Debido a que el disco incluye un mensaje teléfonico de lo que parece una ex de Khalid, se podría asumir que el chico es heterosexual y esto es una coincidencia, o también que es bisexual, pero da lo mismo.

‘American Teen’, que por sonido refleja la influencia en el desarrollo del soul y el R&B que han ejercido en los últimos tiempos gente como The xx, James Blake, Frank Ocean, la misma Lorde o, notablemente, Anderson .Paak (el gusto de Khalid por los sonidos funk y disco es evidente a lo largo del álbum), es un trabajo salpicado por episodios de fiestas desbocadas, amistades que parecen eternas y los primeros pasos en el amor y está lleno de nostalgia e idealismo adolescente, como demuestran ‘American Teen’, que clama “la juventud es mi esencia” (no es casualidad que titule el disco); ‘Young Dumb & Broke’, en la que el joven reconoce estar “sin blanca, pero me queda el amor”, o ‘Let’s Go’, que nos habla sobre “tirar las preocupaciones por la ventana”.

Pero ‘American Teen’ es sobre todo un disco sobre amores fracasados, ya sea a causa de la inmadurez de Khalid, como nos cuenta ‘8TEEN’, en la que a través de un número de pop agridulce el artista recuerda “yo tenía 18 años y todavía vivía con mis padres” (¿cómo se llamaría esta canción si Khalid viviera en España? ¿“25”?) o a causa de personas que le han tratado mal (el baladón ‘Coaster’). Una de las composiciones más acertadas del álbum, ‘Another Sad Love Song’, es una oda a esas canciones de desamor que la historia del pop jamás dejará de producir, pero además contiene un estribillo de armonías manipuladas con autotune resuelto con exquisito gusto.

En algunos casos, sin embargo, Khalid busca en sus letras una vulnerabilidad que se convierte en victimismo, como refleja la semi acústica ‘Saved’, en la que Khalid clama “espero algún día encontrar el orgullo para llamarte”, para después lanzar su dardo: “espero que te des cuenta de que yo fui la única persona que se preocupó por ti / no encontrarás un amor como el mío en ninguna parte”. ¡Menos mal que el chico no era orgulloso! (en ‘Coaster’ directamente anuncia “tú no me mereces”). Le perdonaríamos el desliz si por lo menos el disco tuviera unas cuatro canciones menos (al final se hace largo), pero hasta en su objetivo de arañar streamings ‘American Teen’ es puramente 2017.

Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Location’, ‘Another Sad Love Song’, ‘Young Dumb & Broke’, ‘8TEEN’, ‘American Teen’
Te gustará si te gusta: Anderson .Paak, Lorde, Glass Animals, James Blake, The xx
Escúchalo: Spotify

La canción del día: ‘Liability’. La fama es el «lastre» de Lorde, ¿cuál es el tuyo?

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lorde-liabilityConfieso que no entendí ‘Melodrama’ hasta que no leí las letras. Desde el punto de vista melódico y de la producción, no me parecía un segundo álbum para Lorde tan destacado como a algunos de mis compañeros y a la crítica en general. Sin embargo, el disco está lleno de ráfagas de honestidad brutal que no solo hablan de desamor post-adolescente como cabía prever sino también de uno mismo. Entre los textos imperdibles, «somos el rey y la reina del fin de semana / no hay droga que pueda parecerse a nuestra urgencia / ¿pero qué vamos a hacer cuando estemos sobrios?» o «por la mañana bailarás solo con tu corazón roto» de ‘Sober’; como apuntaba mi compañero Pablo N. Tocino en la crítica del disco «sobreanalizo tus signos de puntuación» de ‘The Louvre’ y ese polémico «te voy a querer hasta que me mandes a la policía» de ‘Writer in the Dark’; o, en resumen, el definitivo «We’re L.O.V.E.L.E.S.S. Generation», entre muchas otras.

Entre las canciones que hablan de uno mismo, una de las joyas perdidas del álbum, el segundo adelanto que conocimos pero finalmente no un single oficial, es ‘Liability’. Se trata de una balada a piano en la línea de ‘Let It Be’ de los Beatles, que abiertamente inspiró también ‘Never Went to Church’ de los Streets, en la que Lorde habla de un tema poco tratado en el mundo del pop: la dificultad de encontrar pareja si eres famoso. «La verdad es que soy un juguete que la gente disfruta / hasta que (…) se cansan de mí», canta en la segunda estrofa de esta canción, cuyo estribillo no puede ser más tristón: todo el mundo asume en una relación con ella que la fama es «un poco demasiado», una «carga», un «lastre», algo «tóxico», demasiada «responsabilidad» que su pareja no puede soportar… luego dan un paso atrás y «hacen otros planes» con los que seguir con su vida. Sin ella.

El inicio del tema es una frase muy visual, Lorde «llorando en un taxi», fruto nada menos que de un buen día en que la cantante se encontró «sola en un taxi escuchando ‘Higher’ de Rihanna». El segundo tema más corto del formidable ‘ANTI’ fue suficiente para noquear a Lorde, pero también sirvió para que esta canción le sirviera de «talismán». En su mezcla de desamor y alcohol, temas recurrentes en la discografía de la artista, como muestra la misma ‘Sober’, no es de extrañar que ‘Higher’ le sirviera de inspiración. Pero es que a su vez, ‘Liability’ es todo un talismán e inspiración para terceras personas, gracias a su universalidad. Porque habla de la fama, sí («Odio oír mi nombre en los labios de la multitud», dice ‘Writer in the Dark’), pero de un modo en que cualquiera se puede identificar. La fama es el «lastre» que arrastra Lorde para poder ser feliz junto a alguien, ¿pero quién no arrastra uno que no tiene nada que ver pero pesa igual?

‘Liability’ es un videoclip por la imagen del taxi, pero también por esa en la que Lorde habla de «irse a casa a refugiarse en los brazos de la chica que quiere, la única a la que no ha jodido la vida» y que no, no es una novia ni su madre, sino ella misma. Lorde habla de bailar con ella en el salón, pero como Robyn, como Marta y Marilia, está bailando sola: «bailamos algo lento en el salón, pero todo lo que un extraño vería sería una chica balanceándose sola, acariciando sus propias mejillas».

La sobriedad de la producción de la canción, que cuenta con un piano y poco más, acentúa el drama, pero Lorde se lo ha quitado de encima durante las entrevistas promocionales. Desde luego, hay un humor a lo «drama de primer mundo» en haber titulado el disco ‘Melodrama’, como se extrae de sus declaraciones: «Todo el mundo que me habla sobre ‘Liability’ me mira como si me estuviera muriendo de una enfermedad terminal, pero creo que es la naturaleza de haber escrito un disco llamado ‘Melodrama'». «All the glamour and the trauma and the fuckin’ Melodrama» es una frase de ‘Sober II’, el «reprise» de ‘Liability’ habla sobre no ser uno mismo tan malo como se creía («no eres lo que creías que eras, un lastre») y el disco acaba un segundo después con la aceptación, la paz, la calma (el optimismo) total que aporta ‘Perfect Places’. Lo mismito de ‘Let It Be’.

Y ese final de disco, ese desenlace, inclina la balanza hacia el lado de lo positivo en el final de ‘Liability’, que si nos ceñimos a la canción en sí, era bastante abierto. «Me veréis todos desaparecer en el sol» puede implicar un desvanecimiento similar a un suicidio, pero también la comunión más absoluta con una energía superior… aunque también perecedera. Un final ambiguo que tiene el mérito de reforzar a la canción per se y a su vez al álbum como conjunto.

Lorde actúa este lunes 9 de octubre en Barcelona. Las entradas están a la venta aquí.

The Weeknd será un superhéroe de Marvel: 5 artistas (reales o no) que fueron estrellas del cómic

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the-weeknd-starboy-comic_Este fin de semana se celebra la Comic-Con de Nueva York y Marvel ha anunciado una sorprendente novedad para el año que viene: publicarán un volumen o una serie (aún no está claro) llamada ‘Starboy’ en la que The Weeknd será un superhéroe. Evidentemente, se inspira en la historia que contenían las canciones del notable disco de mismo título que Abel Tesfaye publicaba el pasado año. Él mismo se ha mostrado encantado de revelar sus primeras imágenes en sus redes sociales.

Sin embargo, The Weeknd no es el primer artista de pop o rock en protagonizar un cómic. Obviando la serie ‘Rock ’N’ Roll Comics‘ que entre los años 1989 y 1993 dedicaba volúmenes a grupos como Guns ’N Roses, Bon Jovi o New Kids On The Block (?) y los geniales retratos de ButcherB (con Morrissey como Superman, Siouxsie como la Bruja Escarlata o Mark Mothersbaugh de Devo como Flash) que pululan por la red, estos son los 5 artistas que saltaron de la realidad al cómic… o al revés.

The Archies

Los grupos ficticios, que ponían imagen a las canciones que otros escribían (e interpretaban), fueron una constante en el bubblegum-pop de los 60. Tras The Monkees, The Archies fueron la gran revolución y, pese a ser unos personajes de historieta, canciones como ‘Sugar Sugar’ o ‘Bang-Shang-a-Lang’ son Historia del Pop con mayúsculas.

The Beatles

No es el único, pero posiblemente el mejor cómic dedicado a los Fab-Four que se haya hecho no está directamente dedicado a ellos, aunque sí son protagonistas. ‘El Quinto Beatle’ de Vivek J. Tiwary, Alex Robinson y Kyle Baker (publicado en 2013 por Dark Horse –en España, Panini–) habla de Brian Epstein, aquel primer mánager del grupo que les llevó al estrellato pero falleció trágicamente con solo 32 años.

Kiss

Stephen Tyler de Aerosmith dijo una vez despectivamente que Kiss no era un grupo de rock sino personajes de cómic. Pero, en términos estrictos, es una verdad como una montaña: el grupo de Gene Simmons, Paul Stanley, Ace Frehley y Peter Criss eran personajes de cómic andantes en su legendaria primera encarnación, la del maquillaje glam extremo de finales de los 70. Pero es que también lo fue literal: desde 1977, tienen su propia serie de cómics que ha sido editada por Marvel, Dark Horse, Image y otras editoriales en distintas épocas. Incluso hubo una maravillosa leyenda urbana que decía que se había empleado la sangre real de los músicos en la impresión de sus páginas. Hemos encontrado unas viñetas en las que Paul Stanley vence al Doctor Muerte, tal cual.

Red Rocket 7

Mike Allred es hoy uno de los guionistas y creadores de cómics más respetados y seguidos. Tras su icónico y oscuro ‘Madman’, uno de sus trabajos primigenios más singulares fue ‘Red Rocket 7’, una miniserie publicada entre los años 1997 y 1998 que contaba la historia del séptimo clon de un robot, que fue dotado con sensibilidad artística. Esto sirvió a Allred para narrar una especie de historia del rock desde la perspectiva de una fantasía científica, algo muy loco. Pero lo cierto es que, aunque no podemos escuchar las canciones que tocaba Red Rocket 7 en sus shows, sí hay una banda sonora perfecta para el cómic: se trata de las canciones de The Gear, el grupo del propio Allred. Tienen dos discos en Spotify, ‘Son of Red Rock 7’ (1998) y ‘Left of Center of The Universe’ (2009), ambos con portadas dibujadas por él mismo.

Sex Bob-Omb

Hablamos del grupo en el que el famoso antihéroe Scott Pilgrim, de la serie ‘Scott Pilgrim contra el mundo’ de Bryan Lee O’Malley, ejerce de bajista. La banda y sus canciones no se quedaron en las páginas de celulosa: cuando Edgar Wright realizó la versión cinematográfica del cómic, en la que Michael Cera daba vida a Scott, el grupo se hizo carne y nada menos que Beck escribió varias canciones grunge y punk para su banda sonora.

Liam Gallagher, muy crecidito en El País: “Bono será mi telonero, tío”

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liam-gallagherHoy el diario El País ofrece una entretenida entrevista realizada por el periodista musical Fernando Navarro con Liam Gallagher, momentos antes de que este saliera a actuar semanas atrás en el festival DCode 2017, en Madrid. En ella, por supuesto hace gala de su divertida fama de bocachancla y entrega algunos titulares sonoros, como el que se refiere a su animadversión por U2, con los que recientemente actuó su hermano Noel como telonero: “¿Yo de telonero de U2? Nooooo… ¡Ni de coña! U2 serán mis teloneros. Bono será mi telonero, tío”.

Y es que otra de las poses que muestra Liam en esta entrevista es la de andar sobradísimo, como la que ocupa el titular que ha elegido el grupo Prisa: “Soy el músico más importante de Inglaterra”. Casi . Claro que tampoco es mucho decir, a tenor de lo que él mismo dice antes: “La música inglesa hoy en día es jodidamente aburrida. A todas esas bandas les falta pasión. Sex Pistols. Ellos tenían pasión”, sentencia.

Sin embargo, Navarro también desmonta algún mito sobre el que fuera vocalista de Oasis: le presenta como un tipo cercano y natural, educado y atento. Incluso se ofrece a prepararle un café al periodista. Tampoco logra sacarle ninguna declaración altisonante –quizá está escarmentado por conseguir un efecto contrario al que busca– sobre su hermano Noel. “No pienso en mi hermano. No voy a hablar de él ni de sus discos. Nada. Esta entrevista la estoy haciendo yo”.

Esta entrevista coincide con la publicación, el pasado viernes 6 de octubre, de ‘As You Were’, el primer disco firmado en solitario por Liam Gallagher como tal. Ya se han publicado las primeras críticas y el primer palo, que quizá era de esperar, le llega de Pitchfork, que ha puntuado el disco con un 4,9 y dice de él que “nunca te convence de su razón para existir”. En las próximas horas, publicaremos nuestra crítica del álbum.

Thirty Seconds To Mars agotan nuestras reservas de vergüenza ajena con esta actuación

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thirty-seconds-to-mars-ellenThirty Seconds To Mars son uno de los grupos de rock más exitosos de esta década, pero es innegable que en gran medida lo son por Jared Leto –supongo que de esto no el cabe duda a nadie–. Y eso sucede para bien pero también para mal. Por si este fin de semana no tuviéramos suficientes razones para coger más tirria al actor y cantante con el estreno de ‘Blade Runner 2049’, en la que es el único punto negro destacable, nos encontramos con este vídeo de una actuación de su grupo en televisión.

Ocurrió un par de días atrás en el popular programa de Ellen Degeneres. La famosa actriz y presentadora invitó a Leto y su grupo a interpretar en el plató su nuevo single, ‘Walk On Water’. Si pensabais que nada podía ser peor que aquella actuación en los MTV VMAs con cámaras termográficas o este bochornoso medley dedicado al alimón a Bowie, Bennington y Cornell que se marcaban hace poco, os equivocabais.

Con una puesta en escena digna del más casposo matinal de la televisión autonómica más modesta, el trío comenzaba interpretando el tema con semblante serio y sentado entre el público del programa –numerosas mujeres de todas las edades que no sabían ni qué cara poner–. La pinta de Jared con ese poncho poniendo caras de intenso al cantar esos lemas supuestamente concienciados ya es como para echarle de comer aparte. Pero lo “mejor” viene después, cuando aparece un coro de gospel –ante el cual también se sentaba gente de forma totalmente random– que no podemos jurar que no esté haciendo lypsinc, y el grupo intenta una coreografía “improvisada” con la interacción del respetable, que es un auténtico desastre que ni siquiera da risa. La cara de Ellen de “tierra, trágame” al final de la actuación lo dice todo. Hemos visto shows de Los Supersingles de María Teresa Campos con más punch y audacia que esto.

A todo esto, ‘Walk On Water’ es el primer avance de un nuevo álbum del grupo –el primero desde que publicaran ‘Love Lust Faith + Dreams’ en 2013. En promoción del mismo, Thirty Seconds To Mars realizarán una gira mundial que, según se anunció ayer, tendrá tres paradas en nuestro país: el 12 de abril estarán en el WiZink Center de Madrid; el 13, en el Sant Jordi Club de Barcelona; y el día 14, en CUBEC! de Bilbao. Las entradas se ponen a la venta el próximo viernes, 13 de octubre, con una preventa especial el día 11 en Live Nation.

4 razones para amar ‘Blade Runner 2049’ y una para odiar a Jared Leto

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blade-runner-2046_Ocurre pocas veces. Las “películas más esperadas del año” suelen decepcionar. Sobre todo si son secuelas, reboots o remakes de títulos clásicos. No hace falta irse muy atrás en el tiempo para encontrar grandes decepciones, chascos míticos como ‘Star Wars: La amenaza fantasma’, ‘El planeta de los simios’, ‘Matrix Reloaded’ o ‘TRON: Legacy’, por poner cuatro ejemplos afines al género de ciencia ficción. El año pasado los hubo de todos los colores: ‘Escuadrón suicida‘, ‘Independence Day: Contraataque’, ‘Zoolander 2‘, ‘Cazafantasmas‘, ‘El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares’… Por eso, cuando “la película más esperada del año” no solo está a la altura de la expectativas sino que las supera –como ocurrió hace dos años con ‘Mad Max: Furia en la carretera’–, es como para aplaudir, hacer reverencias y gritar “gracias, gracias, gracias” todo a la vez.

Te damos cuatro razones para amar ‘Blade Runner 2049’ y una para odiar a su villano:

1. Denis Villeneuve. Desde que se dio a conocer en el festival de Berlín con ‘Maelström’ (2000) la carrera del director quebequés no ha parado de crecer. ‘Incendies’ (2010) le abrió las puertas de Hollywood, ‘La llegada’ las de los Oscar, y ‘Blade Runner 2049’ presumiblemente todas: premios, taquilla y despachos de altos ejecutivos. Como Nolan o Iñárritu, los dos autores foráneos más personales y poderosos del Hollywood actual, Villeneuve va a poder hacer lo que quiera. De momento ha superado un reto mayúsculo: dirigir una secuela casi perfecta de un filme perfecto. ‘Blade Runner 2049’ es a la vez un sentido homenaje sin excesivos codazos cómplices a la obra maestra de Ridley Scott (aquí en funciones de productor), una personalísima relectura del original llena de inventiva visual y fuerza narrativa, y una fascinante continuación de una historia que parecía no tener mucho más recorrido. 160 minutos que se pasan en un elegante, sobrecogedor y lloroso parpadeo.

2. El diseño visual y sonoro. Quien tenga la tentación de dejar ‘Blade Runner 2049’ para más adelante, para verla cómodamente-en-el-salón-de-su-casa, que no lo haga, que se levante y vaya corriendo como si le persiguiera Deckard a la mejor sala de cine que encuentre. La experiencia sensorial que ofrece la película es extraordinaria, difícilmente replicable en casa. La variedad de escenarios (a cual más expresivo y sugerente), imaginería ciberpunk, efectos visuales y texturas sonoras (incluyendo una muy eficaz banda sonora vangelisiana de Hans Zimmer) consiguen crear un ambiente único, irrepetible. Quizá no sea tan poético como el logrado por Ridley Scott en su ‘Blade Runner’, pero sí igual de hipnótico, melancólico y desasosegante. El impresionante trabajo fotográfico del veterano Roger Deakins, trece veces nominado al Oscar (la mayoría por las películas de los Coen), es como para darle el premio ya, sin esperar a las nominaciones.

3. Los personajes. Salvo una única excepción (ver punto 5), todos los personajes de ‘Blade Runner 2049’ son magníficos. Desde el protagonista, un nuevo y muy atractivo blade runner, hasta los nuevos replicantes, la carismática teniente Joshi y la fascinante Joi. Una de las mejores ideas de la película es que el blade runner no tenga nombre. K (perfecto Ryan Gosling) se convierte así en un antihéroe kafkiano, un solitario y taciturno “asesino a sueldo” que se cuestiona su lugar en el mundo y busca la manera de dotar de sentido a su existencia. El segundo gran hallazgo es Joi (cautivadora Ana de Armas), una ingeniosa relectura de la inolvidable Rachael que le sirve al director para reflexionar sobre la inteligencia artificial, inyectar emotividad a la historia y experimentar visualmente hasta dejarnos con la boca abierta.

4. El guión. Hampton Fancher, guionista de la primera, y Michael Green, creador de la serie ‘American Gods’ y autor de los libretos de las recientes ‘Logan’ y ‘Alien: Covenant’, han conseguido que ‘Blade Runner 2049’ no acabe transformada en un nostálgico remake encubierto (como ocurrió con el ‘Star Wars’ de J. J. Abrams). Existen rimas, ecos y alguna servidumbre argumental con la primera, pero esta continuación se defiende por si misma. Sobre una estimulante base de cine negro, ‘Blade Runner 2049’ se abre hacia otros territorios: políticos, económicos, ecológicos, filosóficos… No voy a contar mucho más (es mejor saber lo menos posible). Solo dejar constancia del inmenso placer que supone para el espectador que jueguen con sus expectativas sin que se de cuenta.

5. Jared Leto entró con mal pie en ‘Blade Runner 2049’. Su papel de Niander Wallace lo iba a interpretar David Bowie, pero la muerte del cantante le abrió el camino a un personaje que le queda más grande que su “método” de interpretación (por lo visto, para a encarnar al ciego Wallace actuó con unas lentillas para estar “ciego” de verdad). Su interpretación no llega a ser chanante, como la del Joker en ‘Escuadrón suicida’, pero no está a la altura de los demás actores de la película. Es un error de casting, pero también de escritura. Ni su pintoresca apariencia –a medio camino entre un hipster de Wall Street y un caballero Jedi– ni su engolado discurso –esa falsa transcendencia mesiánica que recuerda a la de Anthony Hopkins es ‘Westworld’– ni su presencia en la película –mucho menos significativa de lo que cabría esperar–, consiguen su objetivo: ser un villano tan magnético y genial como el doctor Eldon Tyrell que interpretaba Joe Turkel en el primer ‘Blade Runner’. 9.

Moses Sumney / Aromanticism

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mosesEl californiano Moses Sumney se define como “a-romántico” porque asegura ser “absolutamente incapaz de devolver amor” a pesar de “sentir desesperadamente la necesidad de recibir afecto”. Aunque su debut, ‘Aromanticism’, que llega tras varios EPs y el beneplácito de Sufjan Stevens, James Blake o Solange, ha inspirado varios hilos en foros de la comunidad asexual, ‘Aromanticism’ no es –en principio– un disco sobre asexualidad, pues del mismo modo que la palabra “amor” no aparece en la página sobre asexualidad de Wikipedia (y todavía hay mucho debate sobre si la asexualidad anula de las relaciones también el amor romántico, no solo el sexo), en ‘Aromanticism’ las referencias al sexo son escasas ya desde el mismo sonido de sus canciones, que miran al cosmos en lugar de buscar el tacto a través de composiciones plácidas, minimalistas y taciturnas, nada explosivas o sensuales. Solo ‘Make Out in My Car’, una composición escalofriante en su juego de coros, cuerdas y clarinetes, nos habla de sexo para contarnos: “no quiero acostarme contigo, solo quiero liarme contigo en el coche”.

En ‘Aromanticism’ los ritmos ceden su protagonismo, además de al falsete de Sumney –probablemente el mejor que ha dado la música desde D’Angelo– a las guitarras, los pianos, los coros celestiales (espectacular ‘Don’t Bother Calling’ en ese sentido), los arreglos orquestales y las atmósferas electrónicas, como demuestran por ejemplo las preciosas ‘Plastic’, que incluye cuerdas un poco Disney hacia el final, y la jazzy ‘Quarrel‘, que despega hacia la galaxia a través de una emocionante coda. El álbum se desarrolla a través de varios interludios y se hace corto -dura 36 minutos- pero a pesar del minimalismo con el que se ha abordado la composición, ‘Aromanticism’ está cargado de intensidad.

‘Aromanticism’ es un disco sobre la belleza de la soledad y sobre la posibilidad de amarla, de amar el no-amor, y aunque los títulos de algunas canciones como ‘Doomed‘ o ‘Lonely World‘ denotan cierto pesimismo -y ambas son canciones dramáticas-, su sonido inspira una paz interior absoluta, especialmente esa ‘Indulge Me‘ en la que Sumney se muestra “complacido” con que sus anteriores amantes hayan encontrado el amor y él no. Y esa paz interior, no exenta de tristeza, sin embargo, es el espíritu que mueve todo el disco, un disco de una belleza enorme, compuesto para escuchar en soledad y con el que disfrutar de tu propia compañía.

Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Quarrel’, ‘Indulge Me’, ‘Doomed’, ‘Make Out in My Car’
Te gustará si te gusta: Solange, D’Angelo, Corinne Bailey Rae,
Escúchalo: Spotify

Charlie Puth lleva camino de comerle la merienda a Justin Timberlake: atención a ‘How Long’

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charlie-puthAunque Justin Timberlake es posiblemente la voz blanca del soul y el R&B por antonomasia en nuestros días, y aunque su tema para la BSO de ‘Trolls’ fuera la más escuchada en todo el mundo en 2016, no debería bajar la guardia. Ahora que parece centrado en su su faceta como actor (próximamente le veremos en lo nuevo de Woody Allen) y productor cinematográfico, y que su último disco, ‘The 20/20 Experience’, tiene ya más de 4 años, podría venir otro jovenzuelo blanco y, sin que él se dé cuenta, le coma la merienda.

Hablamos de Charlie Puth, un youtuber de 25 años que dio el salto a primera fila del mainstream con su debut del año pasado, ‘Nine Track Mind’, cuya irregularidad no ha evitado que dos de sus canciones estuvieran entre las más escuchadas del año pasado (su dueto con Selena Gomez ‘We Don’t Talk Anymore’ y su balada ‘One Call Away’). Por no hablar de que su vídeo junto a Wiz Khalifa para el tema ‘See You Again’ –de la BSO de ‘Fast & Furious 7’– es el más visto en la historia de Youtube en estos momentos. Y no es flor de un día: su irrupción tuvo lugar en 2015, con aquella ‘Marvin Gaye’ junto a Meghan Trainor que sonó hasta en la sopa.

Además, Puth tiene ya listo su segundo disco de estudio. Se titula ‘Voicenotes’ –dice que cada canción del disco se gestó usando esa aplicación del móvil– y se publicará en los albores de 2018, el día 19 de enero. Lo cierto es que, si atendemos a sus dos primeros singles, no tiene ninguna pinta de que su ascensión vaya a truncarse, más bien lo contrario. Tras presentar en primavera ‘Attention’ –en tan solo unos meses ya se ha convertido en su segunda canción más escuchada en Spotify y su vídeo acumula más de medio millón de visitas–, este viernes ha estrenado ‘How Long’.

De nuevo, estamos ante una canción magnética desde la primera escucha, siguiendo los preceptos del pop-soul más elegante y cuya base sin duda remite a las producciones de Timbaland para Timberlake. En su estribillo, en cambio, remite a los mejores Maroon 5, por lo que parece casi una obviedad asegurar que, salvo catástrofe, estamos ante un hit global que no pararemos de oír los próximos meses.

La canción del día: en ‘La llamada’, Leiva se sitúa a nivel Calamaro

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leiva la llamadaComo explicaba muy bien mi compañero Pablo N. Tocino en su crítica de ‘La llamada’, adaptación a la gran pantalla del musical del mismo título creado por los propios Javier Ambrossi y Javier Calvo, la canción del mismo nombre que Leiva ha prestado para la película tiene un papel muy singular en la película. Cierto es que, desde un punto de vista cinematográfico, es un momento como facilón, propio de un capítulo de ‘Anatomía de Grey’.

Sin embargo, cumple a la perfección el efecto que probablemente buscan Los Javis: ofrecer un punto de inflexión en la película, poner sintonía al nudo (tanto hipotético como «real» –me refiero al que tienen en el estómago–) que viven las protagonistas, previo al desenlace. Quizá por eso, desde que vi la película no dejo de pensar en ese momento y revivirlo escuchando de nuevo ‘La llamada’.

Y es que Leiva es un artista que, tras el fin del fenómeno Pereza, no ha parado de crecer comercialmente –discos como ‘Pólvora’ y ‘Monstruos’ han sido número 1 en nuestro país– pero también artísticamente. Si el hecho de que la mejor canción del último disco de Sabina –que, por cierto, también producía– fuera su dueto ‘Por delicadeza’ no era ya suficiente pista de su crecimiento, esta canción es un innegable y emocionado golpe en la mesa: sutil en sus preciosos arreglos de piano y esas cuerdas y flautas que remiten a ‘She’s Leaving Home’ y ’Strawberry Fields Forever’, la melodía de sus estrofas es un milagroso hallazgo digno del mejor Andrés Calamaro.

Su estribillo, aún contenido en las percusiones, resulta tan explosivo como fugaz, como si nos atravesara a nosotros ese rayo de pasión–llámalo lujuria, llámalo fe– que evoca la transformación de María, la protagonista del film. Como único pero, diríamos que su final instrumental extendido de más, repercute en el efecto emocional del tema, pues su letra, poética y cercana, es una de sus grandes bazas.

El ganador de un Goya Julio de la Rosa se lanza al spoken-word en ‘El desvarío de un superviviente’

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julio-de-la-rosaSi una actriz/actor y una directora/director presumen en sus presentaciones de la coletilla “ganador de un Oscar” o “Goya”, según el caso, ¿por qué no iban a hacerlo los músicos. El gaditano Julio de la Rosa, de hecho, se ha prodigado más últimamente en su faceta de compositor de bandas sonoras para cine y televisión que como escritor de canciones pop o rock.

Y es que, desde que publicara en 2013 el notable ‘Pequeños trastornos sin importancia’ –en el que contó con colaboracions de Bunbury, Anni B Sweet, Tulsa y Xoel López–, le hemos escuchado sobre todo en películas como ‘La isla mínima’ (la que le llevó a ganar su cabezón), ‘Cien años de perdón’ o ‘El hombre de las mil caras’, y series como ‘La embajada’, ‘Mar de plástico’, ‘El incidente’ o ‘La peste’ (pendiente de estreno). Pero nunca ha dejado esa faceta rockera que iniciara años atrás desde el grupo El hombre burbuja.

Al fin esta semana ha anunciado la continuación de ‘Pequeños trastornos…’ y es un lanzamiento muy especial. Porque ‘Hoy se celebra todo’ será algo así como el complemento musical para su nueva novela, ‘Wendy y la bañera de los agujeros negros’. De hecho, el primer avance de ese álbum, que se publica a través de Ernie Records el día 17 de noviembre, ejerce de prólogo del libro. Hablamos de ‘El desvarío de un superviviente’, en la que de la Rosa muestra cuánto ha influido la composición de scores en su manera de enfocar el rock: sobre la sinuosa canción, Julio recita a modo de spoken-word líneas inquietantes como “Llevaba puesta esa camisa mía, blanca y gigante con la que se paseaba por casa (…), pero la cuestión es que había muerto hacía más de 10 años. Ella insistía en que no era un fantasma, yo le decía que explicara eso”.