Kylie ha presentado una colaboración durante una actuación en el Orgullo de West Hollywood. Se llama ‘Midnight Ride’, y es un single con sus nuevos «mejores amigos», Diplo y Orville Peck. A este le conoces por su personaje enmascarado, que ha llevado el sonido del country a los territorios LGTB+, tanto en letras como en videoclips. Especialmente recomendable es su álbum ‘Bronco’, más que el último ‘Stampede Vol 1‘.
‘Midnight Ride’ viene presentada por tremendo silbido y aire Western, solo para después incorporar más elementos country y un ritmo disco. Ellos mismos lo catalogan como «disco-country».
En el dueto, Orville invita a Kylie al «viaje» de su vida, y Kylie se deja llevar: «soy libre, no me ato a nada», canta. Clásica en melodía e instrumentación, ‘Midnight Ride’ es la gran canción pop de Orville Peck.
El tema se ha podido ir reservando en una e-card de Orville Peck, donde figura su nombre primero, por lo que entendemos que podría formar parte de ‘Stampede Vol 2’.
El set de Kylie Minogue incluyó 13 canciones, destacando ‘Padam Padam’ y ‘Tension’ de su última obra, pero también hasta 4 canciones de su clásico ‘Fever’. Curiosamente, ‘Midnight Ride’ sonó después de su gran himno country ‘Dancing’.
The Lemon Twigs llevan desde 2016 lanzando discos, como ‘Do Hollywood’, ‘Go to School’ o ‘Songs for the General Public’, que tuvieron buena acogida entre un pequeño sector melómano. Pero fue realmente el año pasado con el aclamado ‘Everything Harmony’, su delicado quinto trabajo inspirado en el soft rock de los 60 y 70, con el que el dúo formado por los hermanos Brian y Michael D’Addario se dio a conocer a un público más amplio. Ahora llega ‘A Dream Is All We Know’, una obra que también retrotrae a aquella época pero que resulta mucho más jovial y ligera.
En JENESAISPOP tuvimos la oportunidad de hablar con ellos en una conversación donde se plasmaba bien la desbordante energía inquieta de la banda: fue difícil conseguir hablar con ambos a la vez, ya que cuando uno entraba a la habitación, el otro salía. Pero igualmente, la gran conexión y compenetración entre ambos hizo que tampoco importara demasiado. Fue un placer poder hablar con ellos sobre su nuevo álbum, los años 60, la música actual, Tarkovsky y hasta Mark Ruffalo.
Hace menos de un año desde vuestro último disco, ¿cómo de largo ha sido el proceso de ‘A Dream Is All We Know’?
Brian: Técnicamente empezó hace bastante porque hay algunas canciones que son como del 2019, que iban a ser para otros álbumes. Fueron una o dos, pero la mayoría del disco lo hicimos en los meses justo después de ‘Everything Harmony’. Y creo que el proceso fue como de seis o siete meses. Estábamos de gira en ese momento, así que fue algo entrecortado. Lo grabamos entre conciertos.
Con ‘Everything Harmony’ os disteis a conocer a mucha más gente, ¿Sentisteis algún tipo de presión nueva por cumplir expectativas con el nuevo disco?
Brian: Bueno, la mayoría del disco probablemente lo hicimos justo antes de que el álbum [‘Everything Harmony’] saliera, aunque puliéramos y termináramos muchas cosas cuando ya había salido. Pero sobre todo estábamos reaccionando a la música de aquel disco cuando trabajábamos en este nuevo, porque había muchas baladas y pensamos que sería divertido hacer un disco más alegre y animado, en contraste con aquellas canciones melancólicas y acústicas.
[Entra Michael] Vuestra música siempre mira al pasado, ¿por qué es algo tan fascinante para vosotros?
Michael: Es interesante porque en nuestros círculos y entre la gente que conocemos, aunque su música no sea estéticamente similar a los 60 y 70, todos ellos recomiendan música de los 60 o 70, y escuchan música de esa época o anterior. Son las referencias de todos. Por algún motivo no las siguen [en su música] como nosotros
Brian: O a lo mejor no de manera tan obvia.
[Brian sale de la habitación]
Michael: Sí, pero se pierden muchas cosas esforzándose en ser modernos. Brian y yo no intentamos ser modernos a propósito. ‘Everything Harmony’ yo creo que sí que tenía cierto aire moderno, al menos para mí. Mucha gente dice “soft rock años 60 y 70” pero yo creo que había también influencia de Teenage Fanclub y Suzanne Vega, o The Three O’Clock, que es una banda de los 80 que imitaba el sonido de los 60. Esto para mí es moderno aunque supongo que no lo es exactamente. Pero no pienso demasiado en grandes bandas de rock actuales, no me gustan nada. Y con muchísima gente con la que hablo, la gente que conozco, no les gustan tampoco. Yo toco para mi público, para mí mismo y para la gente que conozco, y esto es lo que nos gusta a todos.
¿Hay algún artista contemporáneo que sí te guste?
Michael: Tengo muchos amigos que son músicos y me gusta la música de la mayoría de ellos. El grupo de mi novia, Tchotchke, creo que es genial. [Jonathan] Rado y Foxygen, Weyes Blood… Me gusta lo que hace Drugdealer, que hemos trabajado con él. Hay mucha gente cuya música me gusta pero no cojo influencia de ellos porque sería redundante. Siento que tiene sentido hacer algo que nadie está haciendo ahora, aunque en cierta manera ya haya sido hecho. No tiene sentido hacer lo que todo el mundo está haciendo porque entonces ¿por qué alguien elegiría verte a ti en vez de a otro tío?
Es cierto que hay una tendencia a volver a sonidos antiguos pero no al soft rock de los 60. Aparte de vuestras referencias más evidentes como The Beach Boys, en qué otros grupos pensasteis haciendo el disco?
Michael: Muchísimos grupos que nos encantan. Podrías sacar los nombres al azar de un sombrero con artistas del top 40 de los 60. Grupos como The Hollies y The Zombies, la lista no acaba. Resulta un poco absurdo enumerarlos porque son literalmente todos los grupos que eran top 5 en esa época como The Lovin’ Spoonful. Aunque, por supuesto, también otros menos conocidos como Tages, Montage, Daughters of Albion… Roy Wood también fue una gran influencia en este disco.
¿Y referencias no musicales?
Michael: A Brian le encanta Tarkovsky, creo que es una influencia a nivel lírico en cierta forma. No soy un gran lector de poesía pero veo muchas películas. Veo mucho noir, que tienen muchas frases buenas y las escribo. A veces suenan como un chiste. De ahí saco buenos títulos para canciones.
Las películas de Tarkovsky tienen una lentitud muy deliberada que a Brian le encanta. Hay algo sabio en ellas, y Brian intenta escribir desde ese lugar espiritual. Yo no hago eso tanto.
Obviamente, nos guste o no, también estamos influidos por Nueva York porque vivimos ahí. Esto es lo que suele pasar cuando escribes sobre algo visual: termina siendo el edificio o el bloque de enfrente en vez de unas palmeras, por ejemplo.
¿Qué vienen primero, las letras o la música?
Michael: Normalmente la música, y a veces vienen juntas. Me gusta cuando vienen juntas porque cuando escribes algo y no estás pensando en ello, fonéticamente las palabras funcionan. Si funcionan te apegas a ellas solo porque suenan bien. Lo mejor es cuando funcionan fonéticamente pero también tienen sentido y ya de ahí modificas lo que sea. Pero también hay veces que tengo un título. Tengo una canción que no tiene letra, solo la melodía, y tengo una lista con títulos y voy a ella y pienso cuál puede estar bien, y desde ahí intento llevar a cabo esa idea junto a la idea melódica e intentar casarlas para que todo funcione.
Estos títulos que dices, ¿son cosas que te suenan bien, conceptos o qué exactamente?
Sí, conceptos que me gustan o simplemente una o dos frases. Como he dicho antes, cojo cosas de películas noir, donde a veces hay diálogos como “Pensé que me esperarías hasta que el infierno se congelara” y alguien responde “lo hice, pero…”. Este tipo de frases… quizá no sea este el mejor ejemplo, pero me refiero a esas respuestas tan preparadas en el guion.
«Las grandes bandas de rock actuales no nos gustan nada»
Ya que hablamos de este tipo de letras, me gusta eso de “Goodbye peppermint roses, hello pretty white hat”, en ‘Peppermint Roses’. ¿A qué te refieres?
Michael: Esta es extraña… Con esta canción me inspiré un poco en algunos grandes grupos cuya lengua nativa no es el inglés pero que cantan en inglés porque quieren ser como The Beatles, o estar en el mundo del pop donde la mayoría de música es en inglés. Escriben cosas que suenan guays y que deberían ser oscuras, pero hay algo divertido en ellas porque son muy directas y no necesariamente correctas [gramaticalmente]. Esta una canción sobre morirse o sobre alguien cercano a ti muriéndose. “Goodbye peppermint roses” es una forma psicodélica de decirle adiós a este bonito mundo y hola al más allá. Eso es lo que significa para mí. Pensé que era una idea sesentera un poco tonta que me hacía gracia, y además podía usar la palabra “peppermint”, que aparece en muchas canciones de los 60 como ‘Incense and Peppermints’ [de Strawberry Alarm Clock (1967)], o en el nombre del grupo Peppermint Troley. Hay algo en la palabra “peppermint” que es muy 1967 [risas].
Una cosa que me llama la atención del disco son las armonías vocales, como en ‘If You And I Are Not Wise’, que tienen mucho protagonismo. ¿Cómo las trabajáis en general y en esa canción en particular?
Michael: Brian escribió esa canción y arregló las dos partes de las armonías vocales para que sonaran como Simon & Garfunkel o The Everly Brothers, donde se cruzaban. Así que cantamos solamente dos partes, al contrario que la mayoría de canciones del álbum que son como cinco partes, y se entrecruzaban: a veces llegábamos a la misma nota, y a veces Brian hacía la parte grave o la aguda. Y cantamos al mismo tiempo, lo cual hace que se sienta de otra manera. Si conoces nuestras voces, a veces puedes escuchar a Brian y otras a Michael. Es una manera de explotar la idea de que somos hermanos y que nuestros timbres de voz son parecidos.
Para mí vuestras voces suenan quizá mejor que nunca en este álbum… algunas canciones parecen bastante difíciles de cantar en directo. ¿Ha cambiado en algo vuestra manera de trabajar con la voz?
Michael: Nos hemos acostumbrado a cantar juntos y crear capas vocales. Es un proceso de aprendizaje en cada álbum. Brian y yo grabamos las voces en el mismo micrófono cuando hacemos las armonías. Luego añadimos otra capa en ese mismo micrófono, y luego otra más. Hay muchas capas e intentamos encontrar un equilibrio. En ‘Everything Harmony’ había muy buenas interpretaciones vocales, pero en algunos momentos parecía que me había despojado de toda la personalidad y el carácter de mi voz. La voz de Brian suena increíble en ese disco. En ‘When Winter Comes Around’ hay una forma de cantar muy expresiva pero a la vez muy en nota, no es excesiva. Y creo que yo perdí bastante de mi carácter y me quedé solo con la melodía y ahora he mejorado en eso. Creo que Brian lleva siendo bueno mucho tiempo.
[Aparece Brian de nuevo]
Brian: Perdona, estaba hablando con mi padre.
Brian, estábamos hablando sobre las interpretaciones vocales.
Brian: Probablemente Michael ya te lo ha contado todo.
Michael: Nos preguntaba si había habido algún cambio porque dice que le suenan mejor que nunca. Tú llevas haciendo lo mismo bastante tiempo, yo estoy mejorando.
Brian: La voz de Michael es genial. Yo normalmente hago los arreglos vocales pero Michael me ayuda mucho, es un trabajo en equipo realmente.
Sean Onno Lenon os ayudó a co-producir una de las canciones. ¿Cómo surgió esta colaboración?
Brian: Le pedimos hacer una toma vocal en una de las canciones de mi padre, que es parte de un álbum que estamos produciendo con su material, y él aceptó, así que lo grabamos y aprovechamos para preguntarle si le apetecía venir a nuestro estudio y grabar con nosotros. Estuvimos grabando como cinco días e hicimos tres canciones. Una de ellas es una cara B de este disco y otra no la hemos acabado, pero la tercera fue ‘In the Eyes of the Girl’.
La última canción del disco, ‘Rock On (Over and Over)’ suena distinta al resto, suena a rock and roll clásico. ¿Es una pista de la dirección que tomaréis en futuros proyectos?
Brian: No realmente, es simplemente una canción suelta de rock and roll que podría haberse hecho de muchas maneras distintas y al final acabó siendo más tipo rock. Pero no hay una dirección, no creo que podamos hacer un álbum entero con canciones así.
Michael: sería demasiado repetitivo.
Cuando sacasteis ‘My Golden Years’ de single, lo hicisteis con una nota divertida que decía que es una canción que le gustaría a gente como Mark Ruffalo. Explicadme esto por favor.
[risas]
Michael: Porque es como muy decidido.
Brian: Porque es como un activista.
Michael: A lo mejor es activista, lo cual está genial, pero está muy preocupado por todo. [risas]. Imagina que hay un edificio en el Upper West Side que va a ser derribado, un edificio muy guay. Te apuesto que Mark Ruffalo va a salvar ese edificio. Está muy comprometido con todo. No me sorprendería que fuera una tapadera. Quizá ha sido él quien ha hecho “fracking”. Él y RuPaul. Al parecer RuPaul tiene vínculos con el fracking…
Brian: Wow, qué fuerte. Quizá él es el responsable de que vayan a derribar el edificio.
Michael: ¿Mark Ruffalo?
Brian: Ha comprado el terreno y lo va a convertir en algo.
Michael: No, pero me refería [con la nota de ‘My Golden Years’] a que la canción es motivadora y él parece motivar a todo el mundo. [risas]
Vais a girar por España. Además del Primavera Sound, tenéis otras tres fechas: Madrid, Zaragoza y Bilbao ¿cómo surgieron?
Brian: Siempre hemos querido tocar en España porque varios grupos nos han dicho que hay una gran escena rock y que a la gente le encantan los shows del tipo de música que nosotros hacemos. Solo hemos tocado allí en un festival antes, no nos había cuadrado más. Esta vez preguntamos si podíamos tocar allí y nos lo pudieron organizar.
Madrid ya está agotado así que parece que fue buena idea.
Brian: Sí, qué guay. Tenemos muchísimas ganas.
Entre los movimientos de hoy en las listas globales de Spotify destacan la entrada de ‘Please Please Please‘ de Sabrina Carpenter en el número 9 -el mejor debut de su carrera- o la de Jung Kook con ‘Never Let Go’ en el 14: puede que BTS esté retirado cumpliendo con su servicio militar, pero sus integrantes siguen apuntándose éxitos en listas sin despeinarse.
También está de celebración Tinashe, pues el viral de ‘Nasty‘ se está transformando en su mayor éxito en una década. En el Spotify de Estados Unidos acaba de irrumpir dentro del top 100 -es puesto 94- pero es que, además, el tema acaba de debutar dentro de la lista global, concretamente en el puesto 179 marcando casi 1,42 millones de reproducciones.
El éxito de ‘Nasty’ a escala global es incipiente, pero su inclusión en Today’s Top Hits -la playlist más escuchada del mundo- ya es una realidad y asegura que su escalada en listas está lejos de acabar. En Estados Unidos se puede hablar de pequeño fenómeno gracias al baile viral y al uso del gancho «It’s somebody gonna match my freak» en diversos memes.
A Tinashe le ha costado 10 años lograr algo parecido a un hit. Y con ‘Nasty’ se apunta el tanto de salir fuera de Estados Unidos: aunque ‘2 On’ sigue siendo su canción más popular, ‘Nasty’ representa la primera vez que coloca un single en el chart global de Spotify. En cuanto a listas «reales», como mínimo, su irrupción en el Billboard Hot 100 debería estar cerca.
En los últimos días, celebridades como Camila Cabello u Orville Peck se han sumado al viral de ‘Nasty’. Entre las curiosidades, un mash-up de ‘Nasty’ con… ‘Space Song’ de Beach House también ha circulado por TikTok.
El jazz mantiene un largo e histórico noviazgo con la noche. En el directo, por supuesto, pero también en la música grabada. ‘In the Wee Small Hours’ (1955) de Frank Sinatra se considera el primer álbum conceptual de la historia. Incluso el primer “álbum” de la historia tal y como los entendemos hoy. Contemporánea a Sinatra, Julie London -una de las cantantes favoritas de Billie Eilish- dedicó varios discos a la noche. La hallábamos en “Londres de noche”; o dedicaba un disco “a la gente de la noche”.
A esta tradición se une Arooj Aftab. La cantante y músico pakistaní se ha dado a conocer mezclando jazz y música sufí y su disco de 2021, ‘Vulture Prince’, es un nuevo clásico del género, y no solo porque haya sido premiado por los Grammy anglosajones.
En ‘Night Reign’ la dedicación de Arooj a la noche es explícita, pero diferente a la del álbum anterior. ‘Vulture Prince’ se inspiraba en la muerte del hermano de Aftab y era un trabajo marcado por el duelo. Tres años después, Arooj está saliendo del hoyo. Dice que empieza a sentirse contenta e incluso sensual, y la noche que retrata ‘Night Reign’ no es emocional, no es depresiva ni de tristeza; es ociosa y calurosa, excitante como el principio de algo nuevo.
El concepto nocturno a Arooj le sirve para seguir estableciendo diálogos entre pasado, presente y futuro, y también entre diferentes culturas. ‘Na Gul’, que pasa de la solemnidad del piano al baile cuando entra el sonido de un arpa, es uno de los dos temas del disco que adaptan a música poemas de la poeta urdu del siglo XVIII Mah Laqa Chanda. En el mismo disco, de hecho, tan pronto como en la pista 3, Arooj interpreta una versión de ‘Autumn Leaves’, uno de los estándares de jazz más populares, llevándosela a su fantasmal terreno: si Eva Cassidy la escuchara, le entraría un escalofrío. En el buen sentido.
Aunque en ‘Night Reign’ Arooj Aftab se acompaña de sus músicos habituales, entre los cuales se encuentran el pianista Vijay Iyer y el multi-instrumentalista Shahzad Ismaily, con los que Aftab publicó un disco conjunto en 2023, ‘Love in Exile’; el disco no se corta en experimentar. El tema que mejor representa la unión entre tradición y modernidad es el single ‘Raat Ri Kani’. “Reina de la noche” en pakistaní, combina autotune con un bailongo ritmo inspirado (según The Quietus) en el maracatu brasileño. Arooj ha declarado que la música de T-Pain (chúpate esa, Kanye) le ha inspirado a usar autotune por primera vez en su carrera: hasta este punto van las diferentes referencias de Arooj Aftab.
Pero ni el baile de ‘Raat Ri Kani’ ni su uso del filtro vocal marcan realmente el camino de ‘Night Reign’, un álbum cuyas cadencias y atmósferas apuntan más bien a la “calma de la noche”. En ‘Aey Nehin’, la pista de apertura, guitarra acústica y arpa se acarician la una a la otra. La instrumentación es exquisita dese el primer segundo al último, y la voz de Arooj Aftab sigue poniendo los pelos de punta en ‘Last Night Reprise’, una nueva versión de una canción del disco anterior que, con Elvis Costello presente tocando el Wurlitzer, representa la catarsis emocional del disco. Nos quedamos con más ganas de autotune, eso sí.
La elegante sensualidad de ‘Whiskey’, que suena tan ebria como promete su título (aunque no es Arooj la que bebe, sino su pareja), no tanto el «spoken word» excesivo de Moor Mother en ‘Bolo Na’, impera en un disco nocturno, caluroso y húmedo que -por supuesto- cobra vida en la noche. Arooj aporta a este clásico concepto una serie de ideas que solo podían haber salido de su cabeza y, sobre todo, una voz sobrecogedora que sigue siendo difícil de creer. De los pocos conciertos en los que he llorado en directo, y repetiría.
Paste Magazine ha publicado su lista de los 300 mejores discos de la historia. Stevie Wonder encabeza la lista con ‘Songs in the Key of Life’ y le siguen The Cure con ‘Disintegration’ en el 2 y Kate Bush con ‘Hounds of Love’ en el 3. Completan el top 5 Prince con ‘Sign o’ the Times’ y The Beatles con ‘Abbey Road’.
Aunque la presencia de obras anglófonas en la lista de Paste Magazine es mayoritaria, incluyendo a lo largo de sus 300 puestos numerosas entradas de Joni Mitchell, los Beatles o David Bowie, la revista sorprende reivindicando dentro de su top 10 una obra de rock japonés, ‘Long Season’ de Fishmans, en el número 7, y una de música brasileña, ‘Clube da Esquina’ de Milton Nascimento & Lô Borges, en el 9.
La lista de Paste subsana muchos de los errores cometidos por Apple Music en su revisión, incluyendo no uno sino varios discos de Fiona Apple, Sufjan Stevens PJ Harvey, y no dando la espalda a la electrónica acordándose de obras maestras de SOPHIE, Four Tet o Aphex Twin.
Sobre todo, Paste se diferencia exhibiendo un gusto exquisito y muy variado que mira allá de sus fronteras y también más allá del pop y el rock. Camarón de la Isla está incluido con ‘La leyenda del tiempo’, en el 291, y la revista se acuerda del minimalismo apostando por una obra de Terri Riley (297); del rock surcoreano reivindicando a Deulgukhwa (294), de la música etíope exponiendo a Mahmoud Ahmed (206) o de la música outsider, pues Captain Beefheart asoma en el puesto 205.
Poniendo en especial valor obras de post-punk de Wire o The Fall o incluso de ambient de gente como Stars of the Lid, Brian Eno o hasta Hiroshi Yoshimura, la lista de Paste Magazine no ignora el pop comercial y, además de apostar por discos de Madonna (147 con ‘Erotica’ y 71 con ‘Like a Prayer’), Britney Spears (289 con ‘…Baby One More Time), Mariah Carey (112 con ‘Music Box’) o Lady Gaga (240 con ‘The Fame Monster’), se acuerda de ‘Melodrama‘ de Lorde (252), ‘Red‘ de Taylor Swift, la versión original (171) y ‘Emotion’ de Carly Rae Jepsen (230).
Entre las curiosidades que deja la lista de Paste Magazine, ‘In Rainbows’ (82) de Radiohead aparece por encima de ‘OK Computer’ (150), el disco de Lauryn Hill asoma desde el 28 y no desde el número 1 como en la revisión de Apple Music, y encumbra a Alvvays como la mejor banda de rock de la actualidad: su disco ‘Blue Rev‘, de 2022, es el más reciente de toda la lista: aparece en el puesto 263.
Aunque la lista de Paste Magazine no será tan mediática como las de Rolling Stone o Billboard, puede ser la mejor de todas. Así queda el top 20:
1. Stevie Wonder / Songs in the Key of Life
2. The Cure / Disintegration
3. Kate Bush / Hounds of Love
4. Prince: Sign o’ the Times
5. The Beatles / Abbey Road
6. OutKast / Stankonia
7. Fishmans / Long Season
8. Nina Simone / Wild is the Wind
9. Milton Nascimento & Lô Borges / Clube da Esquina
10. The Beach Boys / Pet Sounds
11. Public Enemy / It Takes a Nation of Millions to Hold Us Back
12. Miles Davis / Bitches Brew
13. Marvin Gaye / What’s Going On
14. Joni Mitchell / Blue
15. Bruce Springsteen / Born to Run
16. Janet Jackson / The Velvet Rope
17. Funkadelic / Maggot Brain
18. Fleetwood Mac / Rumours
19. Prince / Purple Rain
20. Wilco / Yankee Hotel Foxtrot
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No solo Pedro Sánchez apoya la música desde el Gobierno. Esta semana, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda, ha sorprendido publicando un carrete de imágenes de su visita a la tienda Festival Discos de Granada, en sus palabras, «la tienda de vinilos más antigua de España».
Díaz, que ha posado mirando un vinilo de Los Planetas, ha aprovechado su visita a Festival Discos, tienda que ha calificado de «historia viva de la música y de la cultura de nuestro país», para transmitir un mensaje de apoyo al pequeño comercio. «Es fundamental que sigamos apoyando el pequeño comercio que son quienes mantienen vivos nuestros barrios», ha declarado.
Díaz tiene razón, es esencial apoyar el pequeño comercio y, en este caso, comprar discos en tiendas pequeñas especializadas. Sin embargo, ¿es realmente Festival Discos la «tienda de vinilos más antigua» de este país nuestro? ¿Importa?
Festival Discos abrió en 1975, lo cual la convierte en una de las tiendas de discos más antiguas de España aún en pie. Sin embargo, existen otras dos tiendas más longevas que continúan su actividad en España: Surco de Barcelona abrió sus puertas un año antes, en 1974, como se indica en su página web; y, como nos señala un lector, Discos Linacero, en Zaragoza, es anterior incluso, pues su apertura data de 1968 según varias fuentes. Esta sería, por tanto, la tienda de vinilos más antigua de España.
En los últimos años, medios como El Mundo o ABC han escrito sobre el traspaso de la tienda Oldies de Valencia afirmando que se trata de la tienda de discos «más antigua de España». Sin embargo, Oldies abrió en 1978, cuatro años después que Surco y tres años después que Festival Discos. Eso sí, como estas dos tiendas, sigue en funcionamiento.
Otras longevas tiendas de discos españolas se mantienen en pie tantas décadas después. La tienda Paradiso, de Gijón, abrió en 1976 y continúa abierta; es el caso también de Escridiscos de Madrid, que abrió en 1977, o Disco 100 de Barcelona, que abrió en 1978. Tanto La Metralleta, en Madrid, como Discos Tráfico, en Murcia, fueron inauguradas en 1984. Otros locales abiertos en los años 90, como Bloody Mary, en Irún (1990); Discos Revólver, en Barcelona (1991); o Honky Tonk, en Vigo (1994), continúan en activo.
Mientras, en los últimos tiempos, han seguido emergiendo tiendas de discos nuevas en las ciudades de nuestro país, como Discos Bora Bora de Granada, que abrió en 2012; o Naiman Discos de Barcelona, que abrió también hace pocos años, muchas otras han tenido que cerrar sus puertas. Discos Ritmo, de Valencia, liquidó todo su stock en 2021… e histórica fue la despedida de Discos Castellón, de Barcelona, en 2016, tras casi 90 años en activo: abrió en 1928 y aguantó lo que no está escrito.
También en los últimos años, medios como Público han enumerado algunos de los locales de discos más antiguos de España. La imprecisión de Yolanda Díaz -voluntaria o no; al fin y al cabo, las afirmaciones hiperbólicas suelen quedan mejor en política- es lo de menos cuando se trata de poner sobre la mesa la importancia de seguir apoyando las pequeñas tiendas de discos que continúan abiertas en nuestro país haciendo frente a los cambios en el consumo de música de la sociedad.
The Cure lleva tiempo preparando un nuevo disco llamado ‘Songs of the Lost World‘. Se ha confirmado título, este ha dado nombre a una gira, se han estrenado canciones… pero el disco sigue sin anunciarse oficialmente y por supuesto sin salir. Se suponía que el disco salía en 2022, pero evidentemente esto no ha sucedido. En 2023, tampoco.
Pero hay esperanza: Robert Smith acaba de poner a la venta una serie de pinturas en eBay cuya recaudación se destinará a apoyar a la organización sin ánimo de lucro británica Heart Research UK. Esta organización ha verificado que ‘Songs of the Lost World’ se pondrá a la venta «en 2024».
También The Cure ha ratificado que su nuevo disco está en camino. Las pinturas de Smith se titulan con los nombres de tres canciones confirmadas de ‘Songs of the Lost World’, estas son, ‘Alone’, ‘And Nothing is Forever’ y ‘Endsong’. En redes, The Cure ha confirmado que estas canciones estarán incluidas en el «próximo álbum» de la banda. Menos es nada.
The Cure fue noticia el año pasado por enfrentarse a Ticketmaster, denunciando el elevado precio de los gastos de gestión de las entradas. Smith logró que se cancelaran 7.000 entradas fraudulentas y que Ticketmaster devolviera el coste de los gastos de gestión a sus seguidores.
Este mes de junio -a finales de mes- se cumplen veinte años desde el lanzamiento del penúltimo álbum de The Cure, homónimo. El último, ‘4:13 Dream’, se editó en 2008. Parece que 2024 verá su continuación, por fin.
‘Love Bites’, la colaboración de Nelly Furtado con Tove Lo y SG Lewis, es lo más votado de la semana en nuestra encuesta de X. Se trata del segundo número 1 en nuestra lista para Nelly Furtado, y el primero desde verano de 2006. Han pasado 18 años desde que ‘Maneater’ fuera lo más votado en JNSP.
En cambio, es el 6º número 1 para Tove Lo en nuestra lista, pues prácticamente desde sus inicios ha sido favorita de nuestra audiencia. Antes de ‘Love Bites’ no votasteis tanto por «Habits» como por ‘Thousand Miles’, ’Timebomb’, ‘Close’ con Nick Jonas, ‘No One Dies from Love’ y ‘2 Die 4’.
‘Birds of a Feather’ de Billie Eilish tiene que conformarse con el número 2, mientras que Romy también llega al top 10 con su nuevo tema.Otros que logran entrar en el top 40 con Rachel Chinouriri, Arooj Aftab, Sila Lua y Carolina Durante.
En realidad, teniendo en cuenta los datos de taquilla, habría que añadir una razón más. ‘Furiosa: De la saga Mad Max’ ha arrancado con resultados bastante decepcionantes. A no ser que el boca-oreja funcione y acabe remontando, la película puede convertirse en un fracaso económico. Esto no solo haría peligrar la continuación de la saga, sino que podría afectar a la financiación de futuras superproducciones de este calibre, con estas ambiciones artísticas. Es por ello que la principal razón para ir a ver ‘Furiosa’ sería esta: si las predicciones se confirman, ver en una sala de cine espectáculos como este será cada vez más difícil.
Estas son las otras razones:
1. No se repite, no es ‘Mad Max: Furia en la carretera’ (2015). El reboot de ‘Mad Max’ posiblemente sea la mejor película de acción del siglo XXI (y una de las mejores de todos los tiempos). Su impacto desde que se estrenó en Cannes fue brutal, un huracán cinematográfico que incluso consiguió 10 nominaciones a los Oscar, algo impensable para una saga que nació como pura exploitation. En ‘Furiosa’, el veterano George Miller (casi 80 años) vuelve a terreno conocido, pero lo hace tomando varios desvíos. No se limita a repetir fórmula, sino que le da un par de vueltas (de campana). Como las comparaciones iban a ser inevitables, mejor dar un volantazo, tanto estético como narrativo. Visto el resultado, ha sido todo un acierto.
2. Furiosa es un personaje a la altura de los grandes del género. En ‘Mad Max: Furia en la carretera’ ya le robaba el protagonismo al propio Max. Y en esta precuela/spin-off se confirma lo que intuíamos: Imperator Furiosa es un personaje con un potencial enorme para convertirse en una leyenda del cine de acción y ciencia ficción. Solo le faltaba tener su propia mitología. Miller narra su origen de la mejor manera: reformulando el argumento universal de la forja de un héroe/heroína y adaptándolo tanto al universo ‘Mad Max’ como a las nuevas sensibilidades contemporáneas.
3. Las escenas de acción siguen siendo furiosamente buenas. Es cierto que no resisten la comparación con las de ‘Mad Max: Furia en la carretera’ -pero, ¿qué secuencia de acción lo hace?- y que el exceso de digital las desluce un poco, el CGI no está tan bien integrado. Sin embargo, cualquier director de blockbuster mataría por rodar algo mínimamente parecido al extraordinario prólogo de ‘Furiosa’. Del espectacular ataque al camión cisterna ni hablamos. Todo un derroche de talento coreográfico y dominio de la puesta en escena al alcance de muy pocos.
4. La iconografía es tan imaginativa como siempre. Una cuadriga motorizada, camiones con doble motor, un hombre con la historia del mundo tatuada en el cuerpo, criadores de gusanos de cadáveres, un pulpo… La imaginería punk apocalíptica siempre ha sido uno de los puntos fuertes de la saga ‘Mad Max’. Y en ‘Furiosa’ no lo es menos. Escenarios, personajes (el diseño de vestuario es nuevamente de la multi-oscarizada Jenny Beavan) y todo tipo de vehículos tuneados siguen siendo un derroche de creatividad visual y locura estética.
5. Dos horas y media que se pasan “como un pepino”. “¿Ya se ha acabado?”, fue lo primero que pensé cuando salieron los créditos. Acostumbrados a ver blockbuster más inflados que los bíceps de Chris Hemsworth (por cierto, la Pataky hace dos pequeños papeles), ‘Furiosa’ es todo lo contrario: no le sobra un segundo. La película está narrada de maravilla, sabiendo siempre cuándo hay que pisar el acelerador y cuándo el freno. Un relato épico dividido en cinco capítulos donde hay de todo: drama shakespeariano, acción hiperbólica, epopeya pos-apocalíptica, toques de humor (el villano de comic Dementus) y un discurso satírico sobre los liderazgos populistas y estúpidos. El final puede ser un poco anticlimático y con un exceso de cháchara explicativa, pero… ¿qué más da?
Ariana Grande por fin ha lanzado el videoclip de ‘the boy is mine’ e incluye un divertido cameo de Brandy y Monica. Tal y como se adelantó en el teaser, Ariana se convierte en una catwoman en busca del amor del alcalde de la ciudad, interpretado por Penn Badgley.
El vídeo trata de como Ariana está creando una poción de amor dirigida a Max Starling, el alcalde. Brandy y Monica, que actúan como presentadoras de las noticias, informan de que Starling planea acabar con el problema de ratas de la ciudad soltando a todos los gatos callejeros. «That’s fucking brilliant, so hot», exclama Ariana. Sin duda, lo mejor del videoclip es la revelación de la cantante como catwoman, estilizada con un traje de cuero negro y con un látigo incluido.
Grande subió hace unas semanas a redes un adelanto del videoclip del tema, que sería el tercer single de ‘eternal sunshine‘. Desde la caption del post -un simple «meow»- hasta el último plano del clip, todo apuntaba a que Ariana se convertiría en una peligrosa mujer gato.
‘the boy is mine’ ha sido una de las favoritas del público desde su estreno. Inspirada en el clásico de Brandy y Monica, el tema cifra sus streamings actuales en torno a los 160 millones. A este le precedieron las exitosas ‘yes, and?’ y ‘we can’t be friends (wait for your love)’.
Pharrell Williams siempre ha sido de intentar cosas diferentes. Esta vez, ha desechado las típicas películas biográficas de artistas para hacer una con animación LEGO en la que todo vale. ‘PIECE BY PIECE’ se estrenará en los cines de Estados Unidos el próximo 11 de octubre.
Dirigida por Morgan Neville, la película contará la historia de Pharrell como músico e innovador, además de incluir algunas canciones inéditas. Williams dio pistas sobre la película a principios de año: «Quién hubiera pensado que jugar con LEGO cuando era pequeño acabaría siendo una película sobre mi vida. Es la prueba de que tú también puedes hacerlo», escribió el cantante, compositor y productor en redes.
En la película también participan importantes personalidades del círculo de Pharrell, como Gwen Stefani, Kendrick Lamar, Timbaland, Justin Timberlake, Busta Rhymes, Jay-Z y Snoop Dogg. Todos prestarán su voz al personaje, además de tener su propio avatar de LEGO.
First look at Kendrick Lamar, Jay-Z, and Snoop Dogg in Pharrell Williams’ LEGO biopic, ‘Piece By Piece.’ pic.twitter.com/zJ735Qo4ES
Los Estanques siguen con su carrera después de su breve pero fructífera etapa acompañados de Anni B. Sweet. Su disco conjunto, ‘Burbuja cómoda y elefante inesperado’, fue uno de los mejores de 2022 y el combo de Los Estanques y Anni B. Sweet arrasó en los Premios MIN llevándose el premio a Álbum del año, entre otros.
En ‘Uve’, titulado así porque es su quinto disco (sin contar el que les unió a Anni), Los Estanques vuelven a su formación original, pero demuestran que en los últimos años han ganado una mayor curiosidad y riqueza musical. Así, construyen en ‘Uve’ un viaje divertido y lleno de volantazos que deja varios caramelos por el camino.
No renuncian Iñigo, Germán, Daniel y Andrea a su humor de siempre ni a su sonido vintage y rematadamente anti-moderno. Sigue habiendo un punto de desquicie total en los desarrollos progresivos y letras de cortes como ‘Dong Ding-Dong’ -de psicótico final- o ‘Damos gracias a Dios’, donde, a ritmo de stoner rock, celebran que un individuo insoportable se haya ido de su vida.
Pero Los Estanques también han sabido crear un viaje lleno de valles. Se dan un paseíto jazz en ‘Ven a buscar conmigo’ y lo decoran con una fantasía de teclados. El siguiente corte, ‘Si esto se acaba aquí’, es como su segunda parte, pero adquiere, esta vez, una forma de R&B psicodélico que, envolviendo a Los Estanques en un bálsamo de melodía, viaja al espacio exterior. En ‘Il coro piano’ hasta les invade un ritmillo disco que les sienta de fábula.
Aunque puede que la mayor sorpresa de ‘Uve’ la dé ‘¡Ay que no me pique el tábano!, una rumbita con trabalenguas que tiene a Lola Flores meneándose desde la tumba. Y, entre la balada de ‘Suelo ver a una niña’ y el headbanging de ‘Una risa buena, una risa sincera’ , sobresale un aparente dardo hacia la industria musical llamado ‘Bienvenido al circo’, que habla de un circo sin animales pero lleno de “payasos”. El fantasma de Jimi Hendrix atraviesa todo el disco pero, en este tema, se planta delante de tus narices.
Mongolia, la revista satírica, ha presentado la portada de su número de junio, protagonizada por una representación de Taylor Swift situada en medio de la masacre de Gaza por parte de Israel. La cantante, rebautizada con el nombre de «Gazataylor Swift», posa en la portada portando un pañuelo palestino, delante de una escena de guerra, y cubierta de heridas y ceniza.
Con esta portada, Mongolia establece una relación directa entre el éxito de Swift ‘Cruel Summer’, y el «cruel verano» que se avecina en suelo palestino. “Si Taylor Alison Swift se llamara Tahira Al-Ison Sufí y hubiera nacido en la Franja de Gaza también podría haber escrito ‘Cruel Summer’, eso sí, con algunos matices”, ha escrito la revista.
Con esta impactante portada, Mongolia parece reflexionar sobre la presencia mediática de Taylor Swift en medio de lo que el Tribunal Internacional de Justicia está considerando un posible genocidio por parte de Israel contra Palestina.
Hoy 7 de junio estamos ocupades escuchando el discazo de Charli XCX, pero también se editan nuevos trabajos de Peggy Gou, Meghan Trainor, Perdón, Bon Jovi, Dagny (en la foto), Eels, Aurora, KAYTRANADA, Alfie Templeman, Palmeras Negras o Tems.
El single del día no es otro que ‘Please Please Please‘ de Sabrina Carpenter. Le sigue de cerca la nueva gran obra de RAYE. Glass Animals protagoniza otro de los lanzamientos del día, y ya se puede escuchar también el prometido single conjunto de Kylie Minogue, Orville Peck y Diplo. En España, Biznaga, Samuraï o Jimena Amarillo editan nuevos temas.
A lo largo de la semana hemos conocido el regreso de Halsey, de lo más emocionante que se ha escuchado últimamente dadas las circunstancias. También han lanzado música Cigarettes After Sex, Soccer Mommy, Caribou, Pixies, Confidence Man, Floating Points… y Jamie xx ha dado por fin el paso de anunciar su segundo disco, estrenando nuevo single.
La playlist de «Ready for the Weekend» de hoy incluye también novedades de Omar Apollo, GAZZI, L’impératrice con Maggie Rogers, beabadoobee, TAURO, Porter Robinson, Yoly Saa, Moses Sumney, Alavedra, Ela Minus, Feid, Elsa y Elmar, Christine and the Queens, Mercury Rev o J Balvin. Además, David Lynch vuelve a publicar música, junto a su aliada Chrystabell.
Billboard ha publicado su lista de los «mayores himnos LGBTQ+ de la historia» aprovechando que junio es el mes del Orgullo. Lady Gaga firma la canción número 1 con ‘Born this Way’ (2011), una de las primeras canciones de pop mainstream que incluyeron la palabra «trans» en su letra. Curiosamente, la canción que inspiró ‘Born this Way’, ‘I Was Born this Way‘ de Carl Bean (1977), no aparece en ningún lugar de los 70 puestos que componen la lista.
El segundo puesto es para ‘Chanel’ de Frank Ocean. Una de las pocas canciones que Ocean ha lanzado después de ‘Blonde‘ (2016), es una oda a la pansexualidad. ‘The Joke’ de Brandi Carlile ocupa el tercer lugar de una lista no exenta de sorpresas.
Billboard no se olvida de clásicos como ‘I’m Coming Out’ de Diana Ross (4) o ‘I Will Survive’ de Gloria Gaynor (5) y los intercala con temas que están tan calientes que de hecho actualmente están en listas, como ‘Good Luck, Babe!‘ de Chappell Roan, octavo puesto, o ‘Lunch‘ de Billie Eilish, décimo. Dentro de los 20 primeras posiciones clásicos como ‘Constant Craving’ de k.d. lang (12), se suceden con hits recientes como ‘Unholy’ de Sam Smith y Kim Petras (13).
Abriendo con ‘Grace Kelly’ de Mika en el puesto 70, la lista de Billboard coloca ‘All the Lovers’ de Kylie en el 51, ‘Rebel Girl’ de Bikini Kill en el 48, ‘American Teenager’ de Ethel Cain en el 46 o ‘Beautiful’ de Christina Aguilera en el 42, Entre las sorpresas cabe ver ‘Boys Don’t Cry‘ de Anitta (22) por encima de ‘Smalltown Boy‘ de Bronski Beat (41).
1. Lady Gaga, “Born This Way” (2011)
2. Frank Ocean, «Chanel» (2017)
3. Brandi Carlile, «The Joke» (2018)
4. Diana Ross, “I’m Coming Out” (1980)
5. Gloria Gaynor, “I Will Survive” (1978)
6. Madonna, “Vogue” (1990)
7. Cyndi Lauper, “True Colors” (1986)
8. Chappell Roan, «Good Luck, Babe!» (2024)
9. Clario, «Sofia» (2019)
10. Billie Eilish, «Lunch» (2024)
11. Sylvester, “You Make Me Feel (Mighty Real)” (1978)
12. k.d. lang, “Constant Craving” (1992)
13. Sam Smith & Kim Petras, “Unholy” (2022)
14. Chaka Khan, «I’m Every Woman» (1978)
15. Thelma Houston, “Don’t Leave Me This Way” (1976)
16. Robyn, “Dancing on My Own” (2010)
17. Scissor Sisters, “Let’s Have a Kiki” (2012)
18. Lil Nas X, «Montero (Call Me By Your Name)» (2021)
19. Against Me!, “True Trans Soul Rebel” (2014)
20. MUNA, «I Know a Place” (2016)
RAYE, quien últimamente ha hecho historia ganando seis premios BRIT por su disco ‘My 21st Century Blues‘ (2023), ha publicado nuevo single. ‘Genesis’ lleva el sonido de ‘Escapism‘ un paso más allá extendiéndose hasta los siete minutos de duración.
La ambición desmedida de RAYE se evidencia en las diferentes partes o secciones de ‘Genesis’, las cuales en plataformas se pueden escuchar por separado. Originalmente titulada ‘Let There Be Light’, ‘Genesis’ mezcla hip-hop, góspel y, en la parte final, cambia de tercio pasando al jazz tipo big band. A Rachel Keen, que canta como Billie Holiday, el jazz le sienta de miedo.
En esta pieza orquestada con unas impresionantes cuerdas asoma el nombre de Rodney «Darkchild» Jerkins en la producción aunque no lo parezca y, sobre todo, sobresale una letra que habla de inseguridades y falta de autoestima, como otras canciones de RAYE, pero también de alcoholismo, de ideaciones suicidas y de gobiernos que «mienten» y «asesinan al otro lado del Atlántico».
El mensaje político de ‘Genesis’ es tan intencionado que RAYE cita a Nina Simone en la nota de prensa: «Es el deber del artista reflejar su época».
Se desconoce el destino de ‘Genesis’, aunque su parecido a ‘Escapism’ y a otros cortes de ‘My 21st Century Blues’, como ‘Worth It’, sugiere que podría estar avanzando una posible reedición del disco, a más de un año de su lanzamiento. Como mínimo, ‘Genesis’ es la composición más ambiciosa de la carrera de RAYE. ¿Histórica? Probablemente, también.
Sabrina Carpenter no pierde el vuelo y, a la zaga del éxito de ‘Espresso‘, ha anunciado su disco y publicado un segundo adelanto. En ‘Please Please Please’ se acompaña de Jack Antonoff en la producción y de Barry Keoghan -su pareja- en el videoclip oficial.
‘Please Please Please’ se sirve de teclados y baterías típicos de Antonoff, mientras la letra -«I heard you’re an actor»- es reveladora y personal como las de Taylor Swift. Carpenter acaba de telonear a Swift en el Eras Tour, por lo que su alianza con Antonoff podría venir por ahí.
Más cerca del trabajo de Antonoff con Clairo, que con Swift o Lorde, ‘Please Please Please’ incorpora guitarras acústicas a la mezcla y apuesta por un sonido retro más orgánico -y folk- que el del single anterior. Grupos como Tennis o TOPS, o solistas como Natalie Prass, parecen una referencia esta vez, en la Canción Del Día de hoy.
Cargada con el sentido del humor habitual de Carpenter («no me hagas llorar cuando acabo de maquillarme»), ‘Please Please Please’ se supera con un videoclip carcelario dirigido por Bardia Zeinali en el que Carpenter comparte protagonismo junto al actor de ‘Saltburn‘ Barry Keoghan, su pareja en la vida real. Se rumorea Keoghan interpretará a Ringo Starr en uno de los cuatro biopics de los Beatles que prepara el director Sam Mendes.
El disco de Carpenter, ‘Short N’ Sweet’, sale el 23 de agosto y su portada está dando que hablar por inspirarse claramente en una imagen editorial de 2015.
Lorde es noticia por dos motivos. En primer lugar, ha dado pistas de su regreso en Instagram actualizando su foto de perfil y subiendo un carrete nuevo de fotos. En la primera de estas fotos, Lorde aparece mirando en un balcón, vestida de negro. En la siguiente, se la puede ver escupiendo hacia abajo. En la tercera imagen, Lorde muestra en su mano una pequeña pastilla blanca con la palabra «Spit» grabada.
En el post, Lorde comparte la siguiente frase acompañada de una serie de misteriosos emojis y jeroglíficos: «Utiliza las herramientas existentes todo lo que te sea posible. Si las herramientas no existen estás espiritualmente obligada a crearlas». ¿Está el sucesor de ‘Solar Power‘ más cerca de lo que parece?
En segundo lugar, el nombre de Lorde está circulando en redes a raíz del lanzamiento del nuevo disco de Charli XCX, ‘Brat‘. Charli no ha confirmado ni desmentido que uno de los cortes, ‘Girl, so confusing’, esté inspirado en Lorde, pero sus fans creen que es así, pues en la letra habla de una chica a la que envidia, que se parece a ella y que incluso tiene el mismo tipo de pelo. A Charli y Lorde las han comparado desde sus inicios por su físico, y Charli siempre se ha reído del asunto en entrevistas.
Lorde no ha hecho caso omiso a los rumores y ha subido un story de Instagram elogiando a Charli XCX y su nuevo disco, dando carpetazo a la idea de que existe un beef entre ellas. «El único álbum que he preguardado en mi vida sale hoy», ha escrito Lorde. «Charli ha cocinado este disco de manera diferente. Es un disco con tanta garra, con tanta gracia… Hablo en nombre de todos cuando digo que es un honor que el trabajo de Charli te conmueva, te cambie, te deje asombrada. No hay NADIE como esta zorra».
Curiosamente, Charli ha sido noticia recientemente por afirmar que no ha escuchado ‘Melodrama‘ porque ella no escucha discos enteros. Ha dicho que la «música no es el motivo principal por el que disfruto de hacer música» (sic). Sus fans no han tardado en descubrir que, en 2017, Charli publicó un tuit en el que aseguraba estar escuchando ‘Melodrama’. Parece que, a día de hoy, no lo ha terminado de oír…
Billie Eilish ha estrenado videoclip para otro de los temas incluidos en su nuevo disco, el excelente ‘Hit Me Hard and Soft‘. El tema elegido no ha sido ‘Birds of a Feather‘, el mayor éxito del álbum actualmente, sino otro de los cortes más escuchados.
‘Chihiro’ se mantiene en el puesto 17 de los éxitos más populares de Spotify Global, y desde hoy se puede ver su videoclip oficial. En el clip -dirigido por la artista- vemos a Billie Eilish correteando por un pasillo y peleándose de manera agresiva con una pareja. Después, ambos se reconcilian.
En la segunda parte del vídeo, Billie Eilish interpreta ‘Chihiro’ en el exterior, en lo que parece una zona residencial de Estados Unidos perdida de la mano de Dios. Su pareja aparece poco después y ambos continúan su idilio tirados en el césped.
Amor y odio es exactamente lo que provoca el videoclip de ‘Chihiro’. Austero, sabe traducir a imágenes los picos y valles de la canción. Sin embargo, seguro que un disco tan bueno como ‘Hit Me Hard and Soft’, merece vídeos igual de buenos. Ni este ni el de ‘Lunch’ lo son.
En otro orden de cosas, Billie Eilish no ha confirmado ni desmentido que ‘Hit Me Hard and Soft’ sea un álbum doble del que falta por escuchar la segunda parte. En un encuentro con fans en París, ha dicho que «rebajemos las expectativas».
Seguir a Charli XCX puede ser agotador. En la época en la que no publica singles o mixtapes como churros, se dedica a cuestionar los singles o mixtapes que ha publicado como churros. Ha llegado a criticar discos que tuvieron reseñas excelentes y sus fans adoramos, desconcertando en la mayoría de los casos. Amamos ‘Sucker‘… pero ella terminó poniendo a parir ‘Sucker’. Amamos ‘Crash‘… pero ella terminó poniendo a parir ‘Crash’.
Es como si los artistas que deberían ser más autocríticos y exigentes no lo fueran, y ella viviera martirizándose sin ninguna razón. Pero así es Charlotte Emma Aitchison, que en este disco vuelve a tratar sus dilemas entre el underground y el mainstream.
En una de sus nuevas canciones dice «soy famosa, pero no lo bastante». Sí, otra vez. Todo un «eye rolling». Pero le salva la gracia de llamar esa canción en particular ‘I might say something stupid’; y el disco en su totalidad nada menos que ‘brat’ («niñata», «niña mimada», «mocosa», algo así). Es imposible no volver a divertirse con Charli XCX.
‘brat’ es un disco que vuelve a ser muy divertido. Como ya mostró en ‘1999’ junto a Troye Sivan, lo meta le funciona muy bien y en este largo lleno de bangers como ‘Talk Talk’ o ‘Apple’, la artista nos está contando qué música le gusta bailar. Todo el álbum se ha concebido como un homenaje a Ministry of Sound y a la música de mediados de los 2000, como vemos en ‘Von Dutch‘, con cierto apego al electroclash y a los Republica del segundo disco.
También se ve en otros singles como ‘360‘ o en la voguera ‘Club Classics’, en la que menciona a alguno de sus amigos y colaboradores, como AG Cook, Hudson Mohawke o SOPHIE. Lo que nos lleva a la parte más sensible del álbum. Todo el disco también está dedicado a SOPHIE, y es especialmente evidente en la balada ‘So I’, que recuerda el que fue su hit de breakthrough, ‘It’s Okay to Cry‘. El tema recuerda una llamada de SOPHIE por Navidad que Charli XCX no devolvió, y es importante en la secuencia de ‘brat’ por dos razones: lo que tiene de sentimental, y lo que tiene de hyper pop.
En cuanto a lo primero, ‘B2B’, por muy bop que sea, no deja de versar sobre un martirio: el de no poder evitar volver y volver a caer en el mismo error una y otra vez. Por otra parte, ‘I think about it all the time’ es un paseo costumbrista por Estocolmo en el que se plantea ser madre. Y la violenta ‘Sympathy Is a Knife’ no es más que la desesperada respuesta a tamañas inseguridades.
En cuanto a producción, Charli XCX se sitúa en el punto medio perfecto: ni copia demasiado, ni se reinventa por completo. Quizá se agradecería alguna novedad más radical en su discurso, pero esta vez los intentos R&B han desaparecido, dejando espacio para esas idas de olla que continúa manejando como nadie. ‘Rewind’ tiene una base a lo ‘California Gurls’, solo que pasada por el filtro contemporáneo de AG Cook y Cirkut. ‘Mean Girls’, el mérito de emparentarse con la Rihanna de ‘SOS’ y ‘S&M’, a la vez. EDM, PC Music… todas son correctas.
Aunque las producciones de hyper pop más atrevidas son ‘Everything Is Romantic’ (con participación de El Guincho), que comienza orquestada hasta que incorpora una percusión durísima, sonando al final tan profunda como tronchante en su sentido de la repetición; y la final ‘365’. Esta, de sonar como un «reprise» de ‘360’ se lanza a la «rave» súper pedo, ofrece una raya, se convierte en algo impredecible y será favorita de los fans como ya lo fue ‘Track 10’. De nuevo convencidxs, ¿qué hacemos, Charli, cuando tengamos que escribir tu historia? ¿Escribir ‘brat’ en mayúscula o en minúscula?
Muchos años después del pelotazo global de ‘Pumped Up Kicks’, del interesante disco ‘Supermodel‘, del inesperado éxito de ‘Sit Next to Me‘… Foster the People -ahora el dúo compuesto por Mark Foster y Isom Innis- vuelve con nuevo álbum.
Desde 2017 no ve el mercado nuevo trabajo largo de Foster the People. El nuevo, ‘Paradise State of Mind’, se pondrá a la venta el 16 de agosto. Por ahora su tracklist oficial no se ha dado a conocer.
En todo este tiempo, Foster the People ha lanzado singles sueltos y un EP, ‘In the Darkest of Nights, Let the Birds Sing’ (2020). Temas como ‘Cadillac’ han allanado el camino para lo que ofrece Foster the People en ‘Lost in Space’, una apuesta por el nu-disco actual de gente tipo Purple Disco Macine o The Knocks, con los que han colaborado. Pasado por el filtro pop de Foster the People, por supuesto.
‘Lost in Space’ no renuncia ni a las cuerdas ni a los vocoders, aunque la personalidad de la producción no la busques en su bombo tan deudor de New Order o de DFA Records: es la voz de Mark Foster, su falsete de oro, el que puede marcar la diferencia en las playlists de turno.
El videoclip de ‘Lost in Space’, tan estético, es de los que entran por los ojos desde el segundo cero. Dirige Rupert Höller.
Desde hace unos meses se sabe que Sony prepara biopics individuales de cada uno de los cuatro miembros de los Beatles. Sam Mendes dirigirá las películas y Sony Pictures se ocupará de la distribución. ¿Pero qué actores interpretarán a Paul McCartney, John Lennon, George Harrison y Ringo Starr?
Según un rumor difundido por The Insneider y reproducido por Screenrant y por otros medios como Stereogum, los cuatro actores que encarnarán a los Beatles en sus respectivos biopics ya han sido elegidos y sus nombres han empezado a circular por redes y medios.
Paul Mescal, conocido por su actuación nominada al Oscar en ‘Aftersun‘, habría sido seleccionado para interpretar a su tocayo, Paul McCartney. De John Lennon, por su parte, se ocuparía Harris Dickinson, conocido por su reciente papel en ‘El triángulo de la tristeza‘. A George Harrison le daría vida un actor menos conocido, Charlie Rowe.
Y la sorpresa la daría Barry Keoghan encarnando a Ringo Starr: el actor de ‘Saltburn‘, conocido por interpretar personajes que dan mal rollito, asumiría por otro lado otro papel musical tras devolver ‘Murder on the Dancefloor‘ de Sophie Ellis-Bextor a lo más alto de las listas.
Aunque Sony Pictures no ha confirmado ni desmentido los rumores, la información del supuesto reparto de los Beatles ha empezado a correr como la pólvora por medios nacionales e internacionales. Como mínimo, los mediáticos nombres de Paul Mescal y Barry Keoghan aseguran un interesante reparto.
ALBXROTO es el alias de Alba Torroella, artista de Barcelona que lleva un par de epés publicados explorando sonidos contemporáneos que van del hip-hop al post-punk pasando por la electrónica experimental. En ‘Unos cuerpos como flores’ (2023) y ‘Otros como puñales’ (2024) se intuye a une artista inquieta que también cuida la parte visual de su proyecto.
En el imaginario de ALBXROTO caben los cambios de ritmo de ‘Terapia del desastre’, que va del hip-hop al bombo discoquetero, y también el pop, pues ‘Isla griega’ -su tema más escuchado- no renuncia a cierta querencia bedroom-pop, casi propia de Jimena Amarillo.
El torrente digital de ‘Interludio: Sangre Circular’ conforma una de las producciones más electrónicas de ALBXROTO, pero en su repertorio sobresale el trap melódico de ‘Tormenta de agosto’ y el potencial pop de ‘Piedra de la locura’.
Al margen de su proyecto musical, Torroella es co-fundadore del colectivo queer independiente PIXELPOP, que ya se ha dado a conocer en Barcelona, Madrid, Valencia y Praga.
ALBXROTO presenta su live show este viernes 7 de junio en Razzmatazz compartiendo cartel con Gitano del futuro y BONBONRIBBON69. Las entradas siguen disponibles.
Anohni Hegarty ha sido una de las voces indispensables del pop sobre todo desde la edición en 2005 de su segundo disco, ‘I Am a Bird Now‘. Ganador del Mercury Prize, contenía la devastadora balada ‘Hope There’s Someone’ y, sobre todo, una serie de preciosas canciones como ‘For Today I Am a Boy’ o ‘You Are My Sister’ que acercaban a un nuevo público a la realidad de la diversidad sexual y de género. También a la realidad de la transexualidad. En su portada, una Candy Darling en su lecho de muerte observaba al oyente de manera fija y penetrante: esquivar nuestra mirada de la suya era imposible.
En el tiempo que ha pasado desde entonces -casi veinte años- Anohni ha publicado otros discos, como ‘Swanlights‘ (2010), ha colaborado con Björk o Lou Reed, ha enarbolado uno de los discursos ecologistas más visibles del pop actual, ha sido nominada al Óscar y ha denunciado el colapso medioambiental en un combativo álbum electrónico co-producido junto a Oneohtrix Point Never, ‘Hopelessness’, firmado en solitario y que, publicado en 2016, hablaba de drones bomba, de temperaturas insoportables y de crisis, y señalaba a ‘Obama’ por su rol en las guerras contra Oriente Medio.
Ocho años después, cuando el regreso de Anohni and the Johnsons parecía improbable, Anohni ha recuperado a su banda mítica -cuyo nombre se inspira en Marsha P. Johnson- y ha publicado uno de los mejores discos de su carrera. En ‘My Back Was a Bridge for You to Cross‘ los temas sobre transexualidad y ecología siguen presentes, pero el envoltorio es más accesible que nunca. En el momento que redacto este párrafo, se anuncia un single sorpresa, ‘Breaking‘, que sale el 11 de junio. Anohni presentará ‘My Back was a Bridge for You to Cross’ en España en unos días: el 18 de junio estará en el Noches del Botánico de Madrid y el 20 de junio en el Kursaal de San Sebastián.
Anohni nos atiende vía Zoom para hablar sobre estos temas y más. Una primera llamada se corta a la media hora, pero no anticipo que la segunda se va a alargar lo mismo: el resultado es una hora de conversación con Anohni transcrita prácticamente de manera íntegra: tan interesante es todo lo que tiene que decir, que no merece la pena borrar una sola coma.
¿Qué tal se está hoy en Nueva York?
Hace un día bonito, llueve un poco.
Tu disco está en el Anuario 2023 de JENESAISPOP.
¡Maravilloso!
Te planteaste no volver a hacer música. ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
Ha sido una evolución lenta, que viene de una suma de cosas. Acabo de emerger de un periodo de introspección. La oportunidad que se me da de cantar, no quería darla por sentada. Siento una inmensa gratitud por poder dedicarme a lo que me dedico. Volver a hacer música también me lo he tomado como un reto personal. Y he tenido la suerte de trabajar con un productor (Jimmy Hogarth) que realmente me inspira. De ahí ha salido un nuevo disco y la oportunidad de salir de gira casi ha venido sola. Llevo siete años sin girar, que es el tiempo que ha pasado desde la gira de ‘Hopelessness’, y estoy muy emocionada de volver a hacerlo; la banda es increíble, ha sido una alegría enorme volver a trabajar con músicos de directo. Tengo mucha curiosidad por averiguar lo que voy a sentir al interactuar de nuevo con el público. Soy una persona tímida y la idea de volverme a subir a un escenario después de tantos años, me llena de emoción.
¿A Jimmy Hogarth te ha unido su amor por el soul?
Howarth es el productor de un disco que me encanta, de Duffy (se refiere a ‘Rockferry’). Me encanta la voz de Duffy. Empezamos a hablar y congeniamos. Él proviene de Escocia y yo de Reino Unido, los dos venimos de regiones remotas de esos lugares, y eso nos ha unido. Howarth tiene una carrera de colaboraciones muy interesante, y su manera de trabajar en el estudio es maravillosa. Trabajando con él me he sentido muy apoyada, y sin él probablemente no habría escrito algunas de las canciones del disco.
En el nuevo disco conservas la frescura de las primeras grabaciones y te apoyas en la improvisación. ¿Cómo llegas ahí?
Es una combinación de improvisación y de un trabajo por otro lado muy minucioso y considerado. Cuando trabajas en el estudio sientes que estás intentando atrapar una mariposa o un animal salvaje: si controlas demasiado la grabación, robas su espíritu. Tiene que conservar cierta sensación de frescura, de novedad, que la canción te asalte desde la primera escucha. De ese lado la composición ha sido improvisada. En ciertos casos hemos estructurado las canciones de manera rápida y las hemos grabado en el momento. Eso me ha permitido grabar vocales que después en la edición he configurado en estructuras que me han dejado más satisfecha.
¿Ha sido importante para ti que el mensaje de las canciones fuera especialmente accesible esta vez?
Mi último disco (‘Hopelessness’) era electrónico y era muy intenso, muy combativo y político. En este disco pongo los mismos temas sobre la mesa, pero desde un sentimiento de ternura.
Cuando leí el título de ‘My Back Was a Bridge for You to Cross’ lo entendí desde un sentido negativo, acusatorio, de denuncia a quienes han “pisado” a otros para llegar al éxito, pero, acorde con tu explicación, es positivo, tú lo concibes como un homenaje a quienes allanaron el camino.
El título habla de la manera en que el cambio social y la información cultural viajan a través de las generaciones. Muchos artistas cargamos con historias del pasado y como mensajeros las transmitimos a nuestra familia -elegida o no-, a nuestra comunidad o a la sociedad en general. Es la historia de mi vida, la de traer a la palestra temas que antes no habían formado parte de la conciencia social, y protegerlos, custodiarlos, hasta que finalmente la sociedad esté preparada para aceptarlos. Estoy pensando sobre todo en la historia de Marsha P. Johnson, y también en el tema del ecocidio, un problema que está sucediendo en este mismo instante. Son dos temas que me preocupan desde que tengo veinte años y que han formado parte de mi trabajo desde siempre, pero que no han estado presentes en la conciencia popular hasta hace poco. Siento que, en parte, mi función en esta vida ha sido rescatar estos temas de la oscuridad y traerlos a la luz.
Pero no soy la única: mucha gente antes que yo ha hecho lo mismo. Algunos de mis profesores, cuando estudiaba en Nueva York a finales de los años 80, me contaban historias que, a la postre, cambiaron el rumbo de mi vida. De Marsha P. Johnson supe inicialmente gracias a que otras drag queens de la ciudad me hablaron de ella. A Marsha se la veneraba en vida, para muchos era una santa. Las reinas hablaban de ella con muchísimo respeto y, gracias a que me hablaron de ella, yo misma la busqué para conocerla. En mi comunidad ese respeto a Marsha se había fomentado de tal manera que en mi imaginación ya era una figura importante. Ahora, la historia de Marsha P. Johnson se conoce en el mundo entero; Marsha se ha convertido en una especie de Rosa Parks para la comunidad queer, a pesar de que en vida fue una persona sin hogar y sin recursos económicos, además de una activista bastante ignorada en general. Con esto quiero decir que a veces una serie de pequeños gestos que realizas en tu vida, sin que lo esperes, tienen un efecto en el futuro, décadas después. Es imposible anticipar hasta qué punto esto puede suceder.
Lo mismo puedo decir de canciones que escribí con 20 años y que 25 años después he cantado acompañada de orquestas sinfónicas. Es fuerte para mí pensar en el origen de estas canciones -tan humilde- y comprobar después dónde han llegado. Para mí no tiene sentido, es casi una cosa mística.
¿A qué canciones te refieres?
Por ejemplo, ‘Cripple and the Starfish’, ‘Rapture’, ’River of Sorrow’… canciones que escribí cuando tenía 20 o 21 años y trabajaba en antros nocturnos de Nueva York. De hecho, ‘River of Sorrow’ está inspirada en Marsha P. Johnson, la escribí meses después de que muriera. Es una canción que tengo ganas de cantar en esta nueva gira de conciertos, porque ahora la gente tiene una noción de quién era ella. Llevo años contando la historia de Marsha, pero ahora es diferente porque el público conoce su historia o, al menos, una parte de ella. Por eso también Marsha aparece en la portada del disco: quería cerrar un círculo y mostrar mi gratitud hacia ella y hacia el camino que hemos caminado juntas: el nombre de mi banda es por ella.
La conociste brevemente, ¿verdad? ¿Qué recuerdas de ese encuentro?
La conocí cuando era estudiante, como fan. Solía ver a Marsha en la calle pero solo me atreví una vez a hablar con ella. Era una persona muy cariñosa. Yo digo que era como Jesucristo en mujer. Era efusiva, cálida, extrovertida. La conocí unos días antes de que muriera, en el Orgullo; murió la semana siguiente.
¿Has visto los documentales que se han hecho sobre Marsha?
Yo misma participé en el primer documental que se hizo sobre ella, ‘The Life and Times of Marsha P. Johnson’ (2012). Está en Youtube y, en mi opinión, es el mejor, porque se compone de entrevistas a Marsha y a sus amigos. Seguramente es el documental sobre ella más fiel a su historia. El hombre que rodó el documental, Michael Kasino, lo hizo sin ánimo de lucro, por ofrecer un servicio público. Y siento que esta manera de abordar su historia hace justicia a Marsha y a cómo ella vivía su vida. Participé en el documental componiendo la banda sonora y también ayudé a Kasino a transferir algunas cintas que había grabado. Es mucho mejor que el documental de Netflix y mucho mejor que Wikipedia, donde hay mucha desinformación sobre ella que la gente sigue dando por válida.
«Lo que sucede es la continuación de un genocidio contra las personas trans femeninas que se lleva dando sin prisa pero sin pausa desde hace siglos»
Hace poco publicaste dos versiones, de ‘It’s All Over, Baby Blue’ de Bob Dylan, y ‘Be My Husband’ de Nina Simone. Rosalía compartió la primera en sus stories. ¿Qué significan estas dos canciones para ti y por qué has decidido grabarlas?
Mi atracción hacia ‘It’s All Over, Baby Blue’ es intuitiva. Es una canción que nunca he cantado en directo pero que hace años me apeteció grabar. Por contra, ‘Be My Husband’ es una canción muy importante para mí que he cantado mucho en mis conciertos, sobre todo antes de la salida de ‘I Am a Bird Now’. Para mí cantar ‘Be My Husband’ significa recordar al público que Nina Simone es una de las artistas que me han formado, su voz y su sabiduría me han enseñado mucho.
Por otro lado, que yo como persona trans femme cante esta canción, le da una dimensión diferente. En los últimos años se ha dado en la esfera pública una presión política muy importante para dividir y conquistar algunas voces feministas usando los cuerpos de las personas trans femme como chivo expiatorio. Es una presión que procede de un sector minoritario pero muy agresivo, que se ha propuesto confundir a la gente, en especial a las mujeres feministas, para convencerlas de que voten contra sus propios intereses. Cuando a la gente se le ocurre pensar que la presencia de personas trans o gay en la familia, en la iglesia, o en su comunidad, es un problema, se abre a tener una debate que les distrae de lo que realmente está ocurriendo. Si la gente puede descargar su ira en el lugar equivocado, lo hará y seguirá con su vida sabiendo que vive dentro de un sistema intolerante. Sucedía lo mismo en los coliseos romanos: hace siglos que a las personas trans se nos usa de esta manera, sobre todo por parte de las teologías Abrahámicas y de la Iglesia Católica; este problema tiene 2.000 años, no es nuevo. Cuando los ingleses y los españoles llegaron a las Américas en el siglo XV lo primero que hicieron fue desmembrar a los indígenas dos espíritu y dar sus restos a comer a los perros. Esto se sabe porque existen testimonios tallados en madera de estos primeros encuentros con los nativos. La razón por la que hacían esto es porque en Europa ya lo habían hecho primero, ya habían quemado a las brujas y ejecutado a las personas trans, y estoy segura de que lo hicieron antes muchas otras veces a lo largo de los siglos.
Cuando los europeos llegaron a las Américas trajeron consigo un profundo odio a la expresión trans y a la expresión femenina, y un odio también a la noción de que los cuerpos femeninos les conectarán más profundamente con la tierra. Esta ha sido la campaña de la Iglesia Católica desde hace dos milenios; despersonalizarnos, robarnos los cuerpos e intentar convencernos de que no pertenecemos a este lugar, que no venimos de la tierra, que nuestro destino no está aquí sino en otra parte, en un mundo imaginario, una especie de éter blanco que nos devolverá a Dios y nos aliviará de la carga de ser parte del voluptuoso cuerpo de la creación femenina. Es una guerra patriarcal que se lleva dando milenios, no solo desde el cristianismo sino también desde la hermandad entre las religiones Abrahámicas. Las personas trans femme siempre terminamos atrapadas en esta encrucijada, porque somos el tipo de cuerpo visiblemente más desechable, dentro de una sociedad patriarcal y brutal que tolera unos cuerpos, pero no otros.
En redes personas tan influyentes como J.K. Rowling se dedican a propagar mentiras sobre las personas trans. ¿Les hacemos demasiado caso a estas celebridades? ¿Debemos dirigir nuestro activismo a influir en el voto, por ejemplo?
Me parece una tragedia que J.K Rowling, y otras mujeres, hagan campaña en contra de las personas trans porque es un comportamiento profundamente anti-femenino y que actúa en contra de las mujeres en general. Las chavalas trans que durante años han soportado odio solo por defender su expresión, no son otra cosa que aliadas de las mujeres. Esto solo demuestra que las fuerzas patriarcales están consiguiendo de manera muy efectiva conquistar las voces femeninas y de las mujeres. Me da mucha pena que todas estas mujeres hayan olvidado que las trans femme somos las mismas personas que jugaban con ellas en el colegio y a las que confiaban todos sus secretos. Éramos sus aliadas y sus mejores amigas, además de sus mayores defensoras. Esta situación me rompe el corazón, pero tampoco me sorprende porque es a lo que ha estado llevando toda la propaganda y desinformación que se está dando (en redes y medios). Otra vez se nos usa a las trans para manipular a la gente y hacer que vote en contra de sus propios intereses. Es la misma historia de siempre. Como he dicho, existen pruebas de que esto mismo sucedía en los 1.400; quiero decir, las mismas personas que asesinaban a las personas trans, lo contaban en sus libros. Esta idea de que lo que está sucediendo responde a una “provocación” nueva, porque supuestamente las personas trans antes no existían, es una mentira. Lo que está sucediendo es la continuación de un genocidio contra las personas trans femeninas que se lleva dando sin prisa pero sin pausa desde hace siglos. Un genocidio que siempre ha venido de la mano, por cierto, de una intención de esclavizar a las mujeres. Allá donde a las personas trans se les arrebata la vida o se les usa de chivo expiatorio, puedes estar seguro de que las mujeres están sufriendo y están siendo oprimidas. Y J.K. Rowling puede ser una mujer poderosa, pero también lo era Margaret Thatcher. Ellas también viven o han vivido dentro de sociedades donde las mujeres han sufrido o han asumido que la igualdad es imposible. O en sociedades que han sucumbido a la idea de que siempre una mayoría de hombres gobernará y tomará decisiones en nuestro nombre, representando a nuestra especie; aunque esto signifique tirarse por un barranco.
En su último vídeo, la YouTuber ContraPoints compara la historia de J.K. Rowling con la de Anita Bryant, una mujer homófoba que hizo campaña contra los gays en los 80.
Mi enemiga no es J.K. Rowling. A nadie se le ocurriría afirmar que la mayor amenaza de nuestras sociedades es la feminidad. En todo caso es la hipermasculinidad. En las películas de ‘Harry Potter’ Voldemort es un personaje afeminado. Por alguna razón, Rowling se ha convencido a sí misma de que la androginia es una amenaza mayor para nuestra sociedad que la masculinidad, y eso me parece trágico, sobre todo teniendo en cuenta las maneras en que ella como mujer ha sufrido.
«El éxodo de la biodiversidad que está sucediendo ahora mismo es tremendo, es como el 11-S de la naturaleza»
Me da la impresión de que últimamente se ha puesto de moda entre algunos artistas apropiarse de un vocabulario vinculado al activismo, afirmando cosas como que la “alegría es una forma de resistencia” o apelando a un “optimismo radical”. Evidentemente dentro del activismo el autocuidado es importante, necesario incluso, pero me da la sensación de que se disfraza de activismo algo que no lo es. ¿Tú qué opinas?
Yo me enfocaría en la resiliencia y no tanto en la alegría. Debemos tratar de mantenernos enteros sobre todo cuando reconocemos nuestra propia complicidad en el sistema y en las crisis a las que nos enfrentamos como consumidores del primer mundo; somos nosotros quienes salimos más beneficiados de un sistema que incurre en un daño horrible a otros. Como estadounidense que paga sus impuestos, soy cómplice; como músico que viaja por el mundo, soy cómplice; como persona que se ha criado en la burbuja puritana de los 70 y 80, soy cómplice porque he crecido sin conocer la histórica relación que Estados Unidos tiene con muchos sufrimientos que se dan en el mundo. Soy cómplice de los legados de colonialismo, esclavitud y de extracción de riquezas que se llevan dando siglos. Creo que hay que ser fuerte para entender todo esto y que no te derrumbe por completo. Por supuesto uno tiene que se compasivo consigo mismo, mantener cierto sentido del humor, rodearse de amigos; pero decir que la alegría es una forma de activismo, solo te permite descargarte del duro trabajo que conlleva el verdadero activismo. Cuando estás contento quizá no estás viendo el mundo como es en realidad, y es una realidad muy dura. Estamos ante una situación sin precedentes en la historia de nuestra especie. Nunca ha sido tan evidente como ahora la enorme capacidad que tenemos los seres humanos de destruirnos a nosotros mismos. Y la manera en que estamos ignorando nuestra responsabilidad de cuidar la biosfera, se recordará en el futuro durante milenios. Nuestro asalto a la biología es una tragedia. No sé si somos ya capaces de arreglar la situación visto lo visto. Entonces, no sé mucho sobre gente que vive en burbujas de felicidad. Creo que la gente en su vida personal debe aspirar a ser feliz, a tener cariño en su vida, a estar cómodo, y atesorar el mínimo contacto con la biodiversidad que pueda tener, porque estos son cada vez más raros de encontrar. Aunque sea en el jardín de tu casa, porque puedes estar siendo testigo de algo que está desapareciendo. El éxodo de biodiversidad que está sucediendo ahora mismo es tremendo, es como el 11-S de la naturaleza, va cuesta abajo y sin frenos. Y está ocurriendo a una velocidad sin precedentes.
Lo que cuentas se relaciona con uno de los discos que más te han inspirado, ‘What’s Going On?’ de Marvin Gaye. ‘Mercy Mercy Me (The Ecology)’ hablaba del la destrucción de medioambiente.
‘What’s Going On?’ es uno de los mejores discos del siglo XX y un punto de referencia por la manera en que logró plasmar los debates sociales cruciales del momento en una obra musical accesible que invitaba a la gente a participar en la conversación. Marvin consiguió que la gente escuchara canciones sobre temas que en realidad son insoportables. ‘Mercy Mercy Me (The Ecology)’ no deja de ser una lista de estadísticas, o, mejor dicho, describe un paisaje que está cambiando. Ya a inicios en los 70 los ambientalistas hablaban del colapso del medioambiente y, antes incluso, en la era victoriana, naturalistas como John Muir hablaban de las mismas cosas. En mi disco por supuesto se da un diálogo con Marvin Gaye, acudo a él para llorarle por lo que está pasando hoy, porque muchas cosas contra las que él alertaba, están ocurriendo ahora.
Aunque hay una diferencia entre Marvin Gaye y yo en la manera en que abordamos el tema del medioambiente: yo no soy cristiana, él sí lo era. Yo no busco salvación en un paraíso cristiano. Es una diferencia fundamental entre nosotros, por el lenguaje que usamos. Por supuesto, yo nunca compararía la calidad de mi trabajo con la de Marvin Gaye. En el disco simplemente intento establecer un diálogo con esa gran obra que compuso.
Es cierto que tus letras no están en absoluto tan salpicadas de religión.
Soy enfáticamente no cristiana. Hace años fundé un colectivo llamado Future Feminism que se dedicaba a desentrañar paradigmas de posibles gobiernos femeninos. Se nos acusó de ser demasiado esencialistas por sugerir que existen diferencias fundamentales entre hombres y mujeres, pero esa era nuestra intención. Tratábamos de exponer que a las mujeres no se les estaba permitiendo participar en la toma de decisiones de los gobiernos, de las empresas y de la vida religiosa, por una serie de razones. Por contra, se las estaba forzando a vivir una vida de servidumbre a los hombres. Estas sociedades que hoy en día decimos que son seculares, en realidad se siguen rigiendo por paradigmas patriarcales.
Cuéntame de tu colaboración con Hunter Schafer en el videoclip de ‘Why Am I Alive Now?’.
Nos conocimos en internet y nos hicimos amigas. Y, poco tiempo después, tramamos un plan. Ha sido un placer trabajar con ella. Es una persona hermosa.
Es fan de tu música. ¿Habéis hablado de las canciones que más le gustan?
No sé si conoce tanto la música de su abuela, pero es una persona maravillosa y una pionera, la adoro.
No sé si sabes que en Barcelona hay un bar queer muy popular llamado Candy Darling. Como ella aparece en la portada de ‘I Am a Bird Now’, te lo quería comentar.
¡Qué guay!
¿Vas a ver la peli que se está rodando sobre ella?
No sabía que se estaba haciendo una peli sobre Candy Darling. Va a ser interesante.
¿Qué recuerdas de Lou Reed y de trabajar con él? ‘Sliver of Ice’ está inspirada en él.
Lou básicamente es la razón por la que tengo una carrera. Él obligó al mundo a escuchar mi voz en un momento en que a las voces trans no se nos permitía realmente participar plenamente en la conversación cultural. A principios de los 80, algunos pop stars jugaban con los géneros y con la identidad, y gente como Boy George representaba -desde su ternura y juventud- cierta expresividad trans femenina en los medios. Sin embargo, a mediados de los ochenta, cuando llegó el sida y desde la esfera política se instrumentalizó el sida para instaurar miedo dentro de la población, con la consecuencia de que se instaló cierto fundamentalismo dentro de la sociedad, la cultura dejó de aceptar esa transgresión de género. Hubieron de pasar 10 o 15 años hasta que esa expresividad trans volvió a ser aceptada, y yo fui una de las primeras personas que representaron ese cambio y a las que se permitió cantar al público general a esa escala.
Como ves, no todo es progreso; las cosas retroceden todo el tiempo. Nuestra posición en la sociedad, nuestro bienestar y acceso a los derechos humanos básicos crecen y menguan dependiendo de las condiciones y de la temperatura de una sociedad en un momento determinado. En mi vida, he visto el péndulo ir y volver varias veces ya. Simplemente quiero recordar a la gente que estas cosas son muy frágiles y que el lobo siempre está al acecho.
Tocas en España en junio.
Estoy muy, muy emocionada. La última vez que actué en España fue en el Teatro Real de Madrid, he estado en España muchas veces, he actuado en el Primavera, en jardines… en todas partes, pero no he estado en España en muchos años. Tengo recuerdos muy bonitos de España y de los momentos que pasé allí, de mis interacciones con los chavales que venían a mi concierto. ¡Espero vengan a verme!