Perdón es un trío de Murcia formado por Leyre Ortiz, Irene Riquelme y Arturo Casabuena que lleva en activo desde 2019. Con un minidisco publicado, ‘Te invito a mi fiesta’, de 2021, Perdón ha llamado la atención de Sonido Muchacho, sello que editará el álbum debut de Perdón en algún momento de 2024.
«Mi novia es una bruja súper guay» es el estribillo estrella de Perdón hasta ahora. Pertenece a su single ‘Bruja pop’ y define el estilo de este grupo cuyo nombre no puede ser más naíf. El twee-pop pero hecho con sintetizadores y cajas de ritmo marca el sonido de singles como ‘Nota de voz’, ‘Valle perdido’ o ‘Eres una mierda’.
En ‘Valle perdido’, Perdón canta que «Hoy me he levantado por mi propia voluntad». Las canciones de Perdón hablan de esos momentos en que la vida se te hace bola, y por esos tiros va su lanzamiento con Sonido Muchacho, el single ‘Desaparecer’, la Canción Del Día para este lunes.
Con un sonido uptempo y ochentero, ‘Desaparecer’ retrata el miedo de sus autores ante un futuro incierto. “Todo el mundo está resolviendo su vida / Y yo me siento ahora un poco perdida” es el lema de la canción. Y hay algo tremendamente identificable en frases como «Todos mis amigos conocen su futuro / Y yo aún no estoy segura ni de qué quiero almorzar» o «Todos estáis preparados, parecéis muy confiados / y yo estoy tan estancada que me quiero morir». Un mensaje que vale para la etapa universitaria tanto como para la que viene después, y después, y después.
«No quiero decidir, no sé nunca lo que hacer, me asusta tanto elegir que me quedo siempre aquí… Y no sé si me quiero ir» clama Perdón en ‘Desaparecer’. Por un lado, la letra de ‘Desaparecer’ parece una adaptación musical de ese meme viral «¿y si no voy?» que busca retratar el sentimiento de hastío laboral, o vital, o ambas cosas. Por otro, ‘Desaparecer’ es en realidad una de las composiciones más inmediatas y, sí, decididas de Perdón.
En ‘¡Olvídate de mí!’ (2004), perezosa traducción del poético ‘Eternal Sunshine of the Spotless Mind’, se alinearon todos los astros del universo cinematográfico: un guion increíble escrito por Charlie Kaufman (Oscar incluido), una dirección llena de imaginación visual a cargo de Michel Gondry, una inspiradísima música de Jon Brion, una Kate Winslet convertida en la mejor actriz de su generación y un Jim Carrey que tras ‘El show de Truman’ (1998) había demostrado que era algo más que un taquillero fabricante de muecas.
Esta resplandeciente reunión de talentos alumbró una de las mejores comedias románticas de la historia. El realizador Christian Breslauer, como ya hiciera el año pasado con otra película icónica de principios de siglo, el ‘Kill Bill’ de SZA, rinde explícito homenaje a la película de Gondry (maestro para muchos directores de videoclips, por cierto; repasar su videografía da vértigo).
‘We Can’t Be Friends (Wait for Your Love)’, segundo single del disco llamado precisamente ‘eternal sunshine‘, recrea varias escenas de la película: la clínica de borrado de memoria Lacuna, Inc., la secuencia de la nieve, la de debajo de las sábanas… También recurre a varios guiños formales: la cámara subjetiva en la escena de la camilla de la clínica, el borrado de los escenarios según van desapareciendo los recuerdos, los encadenados como el que conecta, a modo de rima, la nieve con las sábanas…
El clip funciona como una síntesis bastante efectiva y en clave femenina de la película, con Ariana Grande haciendo de Jim Carrey y Evan Peters de Kate Winslet (quienes curiosamente coincidieron en ‘Mare of Easttown’), a la que se ha añadido una referencia para muy fans del género: la escena de las velas de ‘Dieciséis velas’ (1984), el debut como director de John Hughes que convirtió en estrella a otro icono de la comedia romántica: la “chica de rosa” Molly Ringwald.
Leo la entrevista a Paloma Faith en The Independent y pienso que ojalá me gustara más ‘The Glorification of Sadness’. Parece una tía bastante maja, y además empatizas con lo que cuenta, con lo que representa este disco y con lo complicado que ha sido el camino sus últimos dos años: “hasta ahora nunca en mi carrera había llorado en una entrevista”, asegura mientras se seca las lágrimas con un pañuelo, y después de recibir un mensaje de su psicóloga preguntándole “¿vas a estar bien hoy?”.
Tras la ruptura con su pareja de varios años, y padre de sus hijos, está claro que la cantante no pasa por el mejor momento de su vida, y hacer este disco imaginamos que ha sido terapéutico en cierto modo, así que, como decía, quieres que te guste, incluso piensas cómo puedes ser tan frío para no conectar con él.
Y la clave está en otro momento de esa entrevista, cuando Annabel Nugent, la periodista, cuenta que su vulnerabilidad en persona contrasta con el personaje que se ha cultivado, y la propia Faith dice que la mayor idea equivocada que hay sobre ella es que es una persona fuerte. El principal problema de ‘The Glorification of Sadness’ es ese: quiere ser un disco catártico pero hay algo en él que no se siente auténtico. La persona que canta temas en teoría cargados de emoción y de vivencias propias no parece la misma de la entrevista en la que cuenta esas vivencias. Y no hay que irse muy lejos: el álbum empieza con ‘Sweatpants’ (ojalá remix con Chenoa), que ganaría mil de tener cierta estabilidad. Las estrofas son muy buenas, los arreglos de violín le sientan fenomenal, empiezas a conectar… y llega el estribillo y esas florituras con la voz que tan poca falta hacen en una canción como ésta.
Paloma tiene una voz privilegiada, de eso no cabe duda, pero da la sensación de que quiere demostrarlo todo el rato, y demostrar lo empoderada que está. Y desluce lo que se beneficiaría de más delicadeza, como ocurre en ‘Say My Name’ (también es que hacer una canción con ese título pone ya el hype alto). ‘God in a Dress’ o ‘Bad Woman’ son quizás los mayores ejemplos de esto; la artista cuenta que, para ‘God in a Dress’ quería “una energía de Janis Joplin o Joan Jett”, pero se queda más en una Jessie J o Demi Lovato: voces desde luego potentes, pero lejos de referentes con tantísima personalidad y tanta capacidad para transmitir.
‘Divorce’, cuya melodía recuerda a la de ‘Hero’ de Enrique Iglesias, es algo mejor en este aspecto, pero sigue un escalón debajo de lo buenísima que podría ser. Recuerdo que Tove Lo me contó en una ocasión cómo muchas veces las canciones empoderadoras le hacían “sentirse un fracaso absoluto”; quizás eso es un factor aquí, y quizás por eso funciona ‘I Am Enough’: aquí sí juega con lo que “tienes” que sentir (en el estribillo) y lo que realmente sientes (en las estrofas).
También están en la parte de arriba ‘Enjoy Yourself’, con esos primeros resquicios de luz en las semanas posteriores a una ruptura (“tired of the same old thing / and everything is strange, strange, strange / had enough of strange, strange, strange”), ‘Let it Ride’ (el guitarreo del puente le sienta genial, y la canción es uno de los momentos donde Faith se acerca más a Anastacia y menos a Jessie J) y la adelesca ‘Already Broken’, que la artista describe como “una canción de amor para boda, pero para una segunda o tercera boda”, y en la que se ve a sí misma volviendo a tener citas, apostando por la esperanza y a la vez admitiendo que le cuesta.
O ‘Pressure’, un featuring con Kojey Radical y ritmos trap en el que canta cosas como “I’m a fixer and I’m mixed up, I’m smiling but I’m broken inside”, y se aleja del tono disonante con el que entrega otros versos tristes del disco. Hay otros temas uptempo menos conseguidos, como el lead single ‘How You Leave a Man’ o ese ‘Cry on the Dancefloor’ que cuando empieza parece que es Sia, y que define como “el mayor himno gay que he hecho”. Lo es, efectivamente, pero suena a mil cosas. ‘Hate When You’re Happy’ y ‘Eat Shit and Die’ quizás sean las más infantiles, aunque desde luego la primera es bastante mejor.
A lo tonto, Paloma Faith acaba entregando 17 temas (realmente 14, porque 3 son interludios), y el disco no es que se haga pesado, pero sí se hace bastante genérico, y no se notan los “compositores estrella” como Låpsley, Charlie Puth o MJ Cole. La producción agradece las aportaciones de Chase and Status (la mencionada ‘Pressure’) o Jack & Coke (que de bops de Tove Lo o ‘Euphoria’ pasan al estupendo cierre algo más íntimo de ‘Already Broken’), pero poco más. Junto a ellos, la londinense repite con TommyD y suma a Andrew Wells (Halsey, Meghan Trainor), Martin Wave (Vince Staples), Fred Cox (Little Mix) o Tommy Baxter (Olly Murs). En definitiva, si en ‘Infinite Things‘, su anterior disco, Paloma Faith contaba que había “entristecido” las canciones y cambiado el material que tenía hecho a causa de la pandemia, aquí es como si hubiera ocurrido lo contrario. ‘The Glorification of Sadness’ no se siente un trabajo orgánico, y sería mucho mejor de haber integrado mejor la producción, de haber cuidado más las letras y, sí, de haber conseguido que la protagonista fuese la voz de Paloma Faith, y no su potencia vocal.
“Yo no soy Jesucristo García. A mí no vienen a verme los enfermos. A mí viene a verme la gente sana y los pongo a todos ciegos”, enunció una profunda voz, referenciando a Extremoduro, en los primeros instantes del show. Uno no es consciente de la influencia que tiene Depresión Sonora en su público hasta que lo ve en directo, con 2.000 personas de todas las edades, grandes y pequeños, gritando apasionadamente todas y cada una de las líneas de ‘Ya No Hay Verano’. Lo mismo se podría decir del resto de canciones que sonaron este viernes en La Riviera como parte de la programación del ciclo BeeWeek. Para algunos, Marcos Crespo sí es el Mesías.
El sold out coincidió con su cumpleaños y con uno de los conciertos más importantes de su carrera. Se trataba de la primera vez que tocaba con una banda al completo, incorporando teclados y batería. “Le he tenido los dos últimos meses encerrado tocando la batería para el día de hoy”, contó el de Vallecas antes de decir adiós al verano. Se notaba, porque no cualquiera es capaz de tocar la caótica percusión electrónica de los primeros segundos de la canción.
El proyecto de Depresión Sonora ha crecido más de lo que él mismo se podía esperar y los días de chándal y backing track ya quedaron atrás. “Nunca lo planteé para que hubiera más gente, siempre íbamos a ser tres personas, pero llegó el momento y está siendo muy bonito”, aseguró visiblemente emocionado. Esta novedad se juntó con el nuevo aspecto técnico y visual del show, renovado con luces de vivos y variados colores y un set adornado con unos nostálgicos televisores de cajón. También se trataba de la presentación de ‘MAKINAVAJA’. Había mucho en juego y lo único que quería Markusiano era un show perfecto. El traspiés en los primeros segundos de ‘Bienvenido al Caos’ (algún problema con la guitarra) fue interrumpido por un contundente “NO” de Marcos por esto mismo. “Vamos a darle otra”. Desde ahí, todo salió a pedir de boca.
La acogida del EP fue un éxito rotundo. ‘mala’ abrió el concierto y se recibió como si llevase años en el set, y no dos meses. Lo mismo con ‘estupefacientes’, que dio lugar a un pogo masivo en el centro de la pista, ‘nada importa’ y ‘vivo del aire’, el momento más luminoso de la noche. La nueva banda, otro exitazo. Todas las canciones se beneficiaron de un sonido más cañero y envolvente, sobre todo en la recta final del concierto. Esta estaba dedicada a los temas más míticos y queridos de Depresión Sonora: ‘Gasolina y Mechero’, ‘Apocalipsis Virtual’, ‘Como Todo el Mundo’ y ‘Hasta Que Llegue La Muerte’. Entre medias, una sorpresa bien descrita por Marcos como “la autofelación más grande que he hecho nunca”. Mientras se coreaba eso de “todos mis amigos me llaman Markusiano”, yo solo podía pensar en lo gracioso que eran los cayetanos que salían proyectados con la cara de Crespo. La autofelación fue a tanto que este se tiró al público y lo rescataron como pudieron. “Joder, ha sido intenso, ha muerto una persona, pero estamos bien”, soltó al reincorporarse en el escenario.
Markusiano vive su música al máximo y es muy bonito de ver. Ya lo dijo él: “Me gustan los conciertos y me gusta mucho veros. Veo gente que lleva viniendo tres años”. Como para no emocionarse. El de Vallecas se mete tanto en las canciones que da la sensación de que da igual si hay público o no, que él lo va a sentir igual. No es que esté pegado al micrófono en todo momento, más bien todo lo contrario. Sus movimientos de baile recuerdan a algo entre Ian Curtis y lo que haría cualquier chaval de barrio en una rave. En algunos momentos, de la euforia, pone hasta cara de desesperación. En ‘Veo tan Dentro’, una de sus favoritas, abre los brazos como preparándose para ser crucificado, pero solo está absorbiendo el momento. Para terminar, hizo su papel de profeta: “Esto es el principio de muchas cosas que vienen. Os quiero mucho, hasta la próxima”.
Anitta y Bad Gyal colaboraban en el disco oficial de debut de la segunda, ‘La Joia’. Un álbum que por cierto sigue en el top 10 de la lista española dos meses después de su edición. ’Bota niña’ se salía un poco de las sonoridades comunes de la música habitual de las artistas para optar por la electrónica de los 90 de Björk. Ahora ambas vuelven a la música latina para perrear y hacer twerking en ‘Double Team’.
El estribillo de la canción no puede ser más explícito (“Soy bien puta y todos lo saben”, “Una bad bitch y todos lo saben”), con coqueteos propios de Leticia Sabater: “Deja tu paquete y túmbame ese bulto / no brego con policías pero si fallas te multo”. Bad Gyal se aproxima directamente a los territorios de Carmen de Mairena, autora de “soy puta y mi coño lo disfruta»: “Le sale caro que me ponga puta, me mira y se lo disfruta / Sé el tamaño y sé que ocupa. Me pide que le escupa / Yo chupo, él chupa, me mira como si tiene luca”. Alguien se ha molestado en transcribir todo esto para el canal oficial de Youtube.
La tercera puta es el artista portorriqueño Brray, invitado en la parte central del tema, además bromeando estar “en triple retirada como Cardi”. Bryan Garcia Quiñones es conocido sobre todo por aparecer en ‘LOKERA’ junto a Lyanno para el disco ‘SATURNO’ de Rauw Alejandro, y por éxitos propios y compartidos como ‘Corazón roto’ y el dembow ‘Sigue bailándome’
Rouss, conocido sobre todo por sus producciones para Belén Aguilera (entre muchos otros) y últimamente por su labor de jurado de Operación Triunfo 2023, ha publicado un disco en solitario inspirado por la muerte de su madre. Se llama ‘Asintomático‘ y ha venido presentado por singles como ‘Duele’ y ‘Despedidas’.
Cuando hablábamos con Pablo Rouss nos decía que una de sus favoritas era ‘No me presiones’ porque habla «sobre esa incomodidad de la gente intentando consolarte» por tu pérdida. Continuaba «Y tú solo quieres estar mal, desaparecer, y que cuando vuelvas, la gente siga ahí». Esa parece también la temática de ‘Pensando en los dos’, nuestra Canción del Día hoy. Su estribillo es tan explícito como sigue: «Hoy ha sido un día de mierda, dejadme tranquilo / No necesito hablar, solo quiero estar conmigo, pensando en lo que pudo ser y no ha sido / Pensando en los dos».
La producción del tema no arrastra ninguna pesadumbre. En contraste, presenta ese tono optimista que caracteriza al artista y empapa (casi) todo su disco. Una manera de ver la vida que precisamente le viene de su madre: «Mi madre vivió 10 años de cáncer, de manera frenética. Fue una montaña rusa de altibajos. Siempre ha sido muy positiva, con esa necesidad de ayudar a los demás. Siempre intentaba esconder su malestar, lo que supone a nivel físico el cáncer, que te deja molido. Era la que ayudaba a los demás».
Ese optimismo se traduce en una canción de cadencia funk, arreglos synth-pop y bajo muy electropop que convierte ‘Pensando en los dos’ en uno de los temas más contundentes de este álbum, sin haber sido siquiera uno de sus singles principales.
El mindfulness, el auge de los gurús que prometen modos de vida alternativos, las dietas alimenticias radicales, la estupidez de los ricos… Jessica Hausner, cineasta austríaca obsesionada con los reversos oscuros de la fe, arremete contra todo eso en su nueva película ‘Club Zero’, una satírica comedia negra empeñada en generar en el espectador un constante estado de incomodidad.
Mia Wasikowska protagoniza este segundo largometraje en inglés de la directora tras aquella primera incursión con la interesante ‘Little Joe’ en 2019, con la que comparte una estilización visual notoria con respecto a sus anteriores trabajos. Los colores vivos y las simetrías vuelven a ser protagonistas en una puesta en escena que combina los singulares estilos de Wes Anderson y Ulrich Seidl. No sorprende pues, que la productora de este último haya colaborado en la película.
‘Club Zero’ nos traslada a un instituto de élite justo en el momento en el que llega una nueva profesora para impartir un curso sobre “alimentación consciente”. Un pequeño grupo de alumnos se une por distintos motivos: algunos están preocupados por el medioambiente, otros quieren tener autocontrol y otros, simplemente, están allí porque necesitan créditos para conseguir una futura beca. En este pequeño universo es donde la docente recién llegada, Miss Novak, conseguirá ser venerada por todos ellos con sus ideas radicales sobre la alimentación, haciendo que poco a poco los jóvenes vayan negándose a comer.
Al comienzo de la proyección ya se nos informa que estamos ante una cinta donde se reflejarán conductas alimenticias peligrosas y que pueden ser perjudiciales para quienes padezcan o sean vulnerables a trastornos relacionados con la comida. Esto sirve de primera alarma para anticipar que seguramente vayamos a presenciar una película provocativa. No es ninguna novedad, especialmente en el cine de autor europeo, cierta tendencia a la crueldad en las narraciones contemporáneas. El caso de Hausner es curioso, pues parece haberse ido paulatinamente acercándose a ella en los últimos tiempos, pero es aquí donde la abraza por completo.
El film propone un humor negro, a menudo físico, que puede recordar al de Yorgos Lanthimos. Durante los primeros minutos, el tono inquietante y la crítica social a las ideas woke de la Generación Z funciona de manera eficaz, pese a que su forma de hacer llegar el mensaje no sea particularmente inteligente. Miss Novak es un personaje a priori atractivo porque no sabemos nada de ella y su ideología, tan absolutamente alarmante y marciana, despierta interés. Pero esta opacidad pronto se vuelve en contra de Hausner, ya que tiene demasiado peso en la trama para la mínima información que conocemos. Tampoco ayuda que la visión de la cineasta, por mero intento de no caer constantemente en lugares comunes, acabe siendo saboteada por ella misma en un ejercicio de confusión y torpeza narrativa que va evidenciándose según avanza.
Lo que parecía un claro alegato en contra de la manipulación hasta la anulación del individuo de las sectas, acaba virando en una sucesión de viñetas grotescas que emborronan el presunto discurso de la película. Representando lo peor de ese tipo de cine cruel, Hausner apuesta por el impacto fácil y tira por la borda todo lo anteriormente construido con una de las escenas más asquerosas, gratuitas y despreciables imaginables. Cuando por fin termina y uno puede mirar plenamente a la pantalla de nuevo, es inevitable no pensar que a la cineasta lo único que le importaba era llevar al espectador ahí.
‘Club Zero’ termina siendo una provocación vacía y ensimismada. Si la “alimentación consciente” de Jessica Hausner consistía en dejarnos hambrientos y con ganas de vomitar: objetivo conseguido.
‘Training Season’ de Dua Lipa mantiene el número 1 de JENESAISPOP una semana más, tras la encuesta en X. Vuelve a quedar en el puesto 2 ‘we can’t be friends’ de Ariana Grande, justo la posición a la que ahora mismo sube en UK. Entre las entradas destacadas de la semana, encontramos tanto a Belén Aguilera (con Julieta) como a Kacey Musgraves.
La música de Julia Holter, siempre difícil de encasillar o clasificar en etiquetas establecidas, existe en un universo propio, ajena a cualquier tipo de tendencias del mundo exterior. Si con ‘Have You In My Wilderness’ (2015) la compositora californiana se abría -en sus propios parámetros- a un sonido más pop, el exigente y fascinante, ‘Aviary’ (2018) se encargó de señalar que sus intenciones artísticas estaban lejos de satisfacer a las masas.
Algo que vuelve a confirmarse con su sexto álbum de estudio, ‘Something in the Room She Moves’, un trabajo abstracto y misterioso donde su vocación experimental y exploratoria permanece intacta, proponiendo un viaje sensorial al interior del cuerpo, a aquello que se esconde bajo la piel.
Marcada por el dolor de la pérdida de su sobrino pequeño y por la experiencia de la maternidad, la artista transita por las cavidades sonoras del cuerpo hasta llegar a las mismísimas entrañas y reflexionando sobre las complejidades del amor. “El amor puede ser desgarrador” concluye en la maravillosa ‘Talking to the Whisper’, un corte que hacia la mitad se deja llevar por la improvisación, acercándose al jazz.
En ‘Materia’, una canción compuesta únicamente de teclado y voz, y que contrasta de forma directa con el resto, Holter se cuestiona “¿qué del amor es una cuestión de amor?”. Es una pregunta sin respuesta, un asunto filosófico, como nuestra propia existencia. La artista no está tan interesada en responder a esas cuestiones como lo está en traducir sentimientos concretos en términos musicales. Es por ello por lo que existe un hueco para algo tan extraño y enigmático como ‘Meyou’, una siniestra pieza que parece querer arrastrarnos con ella a la oscuridad, situada justo en el centro de la secuencia.
No obstante, la experiencia comienza con algo radicalmente diferente: con los rayos luminosos de ‘Sun Girl’, una juguetona pieza psicodélica que funciona como introducción al barroquismo que define el proyecto. Pero sean como sean, en sus canciones siempre hay cientos de detalles en los que perderse, sonidos no siempre identificables que se entremezclan entre sí y cobran vida propia, creando momentos de belleza estremecedora. Como en la naturaleza rebelde de la sugerente y preciosa ‘Evening Mood’, una canción que intenta capturar la producción de oxitocina, la hormona del amor; en la melodía celestial del exuberante corte titular; en las percusiones acuáticas de ‘Spinning’, el corazón pop del proyecto; o en las vibraciones inquietantes de la instrumental ‘Ocean’.
La noche es una de las grandes protagonistas en la música de Julia Holter, y aquí vuelve a ella inspirada por un ensayo sobre cómo la pérdida de visibilidad dispara y estimula la imaginación. En las elusivas letras, la compositora crea imágenes poderosas, como la luz del día chocándose contra su piel como símbolo esperanzador de que nunca estamos completamente solos, una noche que respira por sí misma o el equinoccio mostrándose ante nuestros ojos.
En plena era del streaming, donde el formato de álbum se está diluyendo en favor de la comercialidad y los fines corporativos, es un placer acercarse a un trabajo como ‘Something in the Room She Moves’, donde cada canción no tendría sentido sin la otra. Julia Holter ha creado una aventura cohesiva y vibrante con la que seguir destapando capas en cada escucha. Un disco absolutamente hipnótico, rebosante de esa creatividad e imaginación tan necesarias en el arte contemporáneo, y que fluye con la fuerza con la que lo hace la sangre saliendo de un corazón palpitante.
Belize, el grupo de Pamplona que conquistó al público hace casi una década con sus luminosas canciones inspiradas en el folk y los sonidos tropicales, como ‘Stab My Heart’, ‘Little Secrets’ o ‘Ego’, vuelve siete años después de publicar un único álbum homónimo que, bajo el paraguas de Warner, llegó a colocarse en el puesto 45 de la lista de álbumes española.
Lo cierto es que, a día de hoy, muchos de los singles publicados por Belize acumulan streamings millonarios. Sin embargo, aunque, en los últimos tiempos, ellos han colaborado por ejemplo con Amaia, los autores de ‘L’Hiver’ todavía no han editado segundo disco.
Belize, compuesto por los hermanos Ángel y Ana Fuertes junto a María Fernández, Pablo García, Juan Rubio y Vicente Hidalgo, regresa tanto tiempo después prometiendo un «nuevo comienzo». No hay noticias de nuevo álbum, pero desde hoy es posible escuchar un nuevo single del quinteto navarro, el primero en casi una década.
‘Asedio’ es otra alegre composición de Belize que hace uso de las típicas guitarras acústicas de ecos a la bossa que tanto gusta a la banda, y las empareja con alegres percusiones, pianos y cuerdas. El resultado es una de esas canciones llenas de luz y ánimo positivo de Belize, veraniega como un día de playa en la costa mediterránea.
Aunque el sonido de ‘Asedio’ lleva a engaño, pues la letra habla de un amor que asfixia a la intérprete. «Es un asedio, a tu lado cuesta respirar», canta ella. Él está convencido de que ella ya no «le quiere». Con ‘Asedio’, ella parece imaginar un pequeño y necesario respiro.
Más de 100 personas han muerto durante un ataque en una sala de conciertos de Moscú llamada Crocus City Hall. Con capacidad para 6.000 personas, la sala está situada al noroeste de la ciudad rusa. Este viernes tenía que actuar la legendaria banda rusa Picnic, en activo desde los años 70. Al grupo se le atribuyen géneros como el post-punk o el progressive. Han publicado decenas de discos.
Según las primeras informaciones, el concierto no había empezado cuando unos atacantes han entrado en la sala abriendo fuego contra los asistentes. Hay centenares de heridos.
El Estado Islámico se ha atribuido los atentados, después de que Zelenski y Ucrania se hayan desentendido de los mismos, como informa El País. Estados Unidos y el Reino Unido habían publicado una semana antes una alerta de posibles ataques terroristas en Rusia, pero Putin los había desatendido.
La noticia recuerda los trágicos atentados en Bataclan durante un concierto de Eagles of Death Metal, y en Manchester tras un concierto de Ariana Grande.
La variedad de talentos reunidos por A24 en ‘The Curse’ prometía mucho: los creadores Nathan Fielder (autor de la fabulosa ‘Los ensayos’) y Ben Safdie (director junto a su hermano Joshua de algunas de las mejores películas estadounidense de los últimos años, ‘Diamantes en bruto’, ‘Good Time’, ‘Heaven Knows What’), Emma Stone como protagonista, quizás la actriz de Hollywood más en forma del momento (ganadora del Oscar por ‘Pobres criaturas’); y, en la dirección, los hermanos Zellner, conocidos en el circuito indie por ‘Kumiko, the Treasure Hunter’ (2014) y ‘Damsel’ (2018).
El resultado ha estado a la altura de las expectativas. ‘The Curse’ (disponible en SkyShowtime) es una de esas series que, como las recientes ‘Cowboy de Copenhague’ o ‘Poker Face’, escapa a los corsés del gusto modelado a golpe de big data, desborda (de ideas) sus límites. No la ves venir. Es cierto que si conoces la carrera de Nathan Fielder (productor también de otra maravilla, ‘How to with John Wilson’), te esperas una ficción como mínimo singular. Pero no algo tan sumamente peculiar, desconcertante y fascinante como esta serie.
Un ejemplo: ¿cómo es posible filmar una comedia de diez capítulos a base de teleobjetivos y zooms… y que funcione dramáticamente? Hay una secuencia muy ilustrativa al respecto, una conversación entre los protagonistas vista a través de la ventana del interior de una casa, donde hay una señora en primer término viendo la tele mientras le da el aire del ventilador en la cara. Es una toma rarísima, un punto de vista desconcertante. Pero funciona. Provoca inquietud, desasosiego, como si la pareja estuviera siendo espiada, filmada a escondidas. Como un meta-reality loco. Es una estrategia parecida a la que intentó Jaime Rosales en ‘Tiro en la cabeza’ (2008). Un recurso que era conceptualmente brillante, pero narrativamente un desastre.
Esta arriesgadísima decisión de puesta en escena adquiere todo su significado conforme avanza la trama. Estamos, como en ‘Los ensayos’, en el territorio ficcional y reflexivo de la telerrealidad. La serie sigue a un matrimonio de pijos woke (Stone y Fielder) que rebozan sus intenciones de explotar inmobiliariamente una zona deprimida de Nuevo México en kilos de retórica ecológica, condescendencia racista y (pseudo)conciencia social. Para ello, qué mejor que rodar un reality de reformas: ‘Fliplanthropy’. El problema surge cuando al director del programa (Ben Safdie) le empieza a interesar más filmar la relación de esta pareja que las casas sostenibles que pretenden promocionar.
Esta brillante mezcla de sátira (hace unos años lo llamaríamos posthumor), drama psicológico y melodrama matrimonial parte de un elemento perturbador: la “maldición” que da título a la serie. Un incidente aparentemente inocente pero de inesperado poder desestabilizador para una pareja llena de contradicciones que ha hecho de su vida un continuo simulacro. Un elemento siniestro, casi lynchiano, que atraviesa toda la serie y culmina en un capítulo final absolutamente antológico. Sin duda, una de las ficciones más estimulantes y gozosamente inclasificables del año.
Elástico, el club en el que se pinchó pop e indie entre los años 2007 y 2010 en la céntrica Plaza del Carmen de Madrid, volverá por un día en forma de tardeo. Será el próximo sábado 13 de abril entre 18 y 23 horas en la SALA BUT (actual OchoyMedio). Las entradas están ya a la venta desde 12 euros con consumición.
Se da la circunstancia de que JENESAISPOP nació en 2006 y pinchamos alguna que otra vez en la Sala 2. Por eso hemos sido invitados a formar parte del cartel de dj’s de esta sesión exclusiva, junto a los residentes Scream y Smart.
Fueron los años en que Bloc Party, The Pipettes, MGMT, Yeah Yeah Yeahs, Franz Ferdinand y Scissor Sisters llenaban y hacían botar a la Sala 1, pero algunos también recordamos pinchar Hercules & Love Affair o Hot Chip en la Sala 2. Un popurrí de todo ello formará parte de nuestra sesión. Podéis haceros una idea de lo que sonará revisitando nuestras listas con lo mejor del año de aquellos tiempos. Por allí ya aparecían Shakira y Lady Gaga como preludio de lo que vino después. ¡’Pull Shapes’ fue nuestra primera Canción del Año…! Ahí quedan los links:
–Mejores Canciones 2006
–Mejores Canciones 2007
–Mejores Canciones 2008
–Mejores Canciones 2009
–Mejores Canciones 2010
Madonna ha confirmado la fecha final de Celebration Tour, la gira con la que está actuando por todo el mundo desde el pasado mes de octubre. Esta fecha última y definitiva de Celebration Tour tendrá lugar el sábado 4 de mayo en Río de Janeiro, Brasil.
La noticia va más allá de que Madonna vaya a actuar en Brasil por primera vez en doce años. El concierto será completamente gratuito, pues contará con el patrocinio de un banco, con el que Madonna ha firmado una campaña publicitaria, y tendrá lugar al aire libre, en la playa Copacabana.
Se espera por tanto que Madonna congregue entre dos y tres millones de personas en este show de Celebration Tour en Brasil anunciado por sorpresa. Una cifra histórica que, como recuerda El País, superará la de su récord de Río de Janeiro de 1993. Ese año, Madonna actuó frente a 120.000 personas en el estadio de Maracaná, evidentemente un recinto cerrado.
Brasil es solo el segundo país de América Latina incluido en la ruta de ‘Celebration Tour’. No obstante, México, que hasta ahora era el único país latino confirmado dentro del continente americano, cuenta con hasta cinco fechas enfiladas en Ciudad de México que van del 20 al 26 de abril.
La última vez que Madonna actuó en Brasil fue en el año 2012, dentro de la gira de ‘MDNA‘. El directo de ‘Rebel Heart‘ no pasó por el país brasileño y evidentemente la gira de ‘Madame X‘, de 2019, se realizó en formato residencia visitando pocos países, incluyendo Portugal.
En 2022, Neil Young anunció la retirada de su discografía de Spotify en protesta del podcast de Joe Rogan -el más escuchado del mundo- y su continua difusión de desinformaciones y falsedades sobre la covid. Poco después, Joni Mitchell siguió sus pasos.
El podcast de Joe Rogan ha dejado de ser exclusivo de Spotify, de modo que tanto Neil Young como Joni Mitchell han decidido volver a subir su música a la plataforma sueca. Neil Young anunció su regreso a Spotify hace unos días, mientras la discografía de Mitchell se ha subido sin previo aviso.
Así, desde hoy, discos clásicos de los 70 como ‘Harvest’ de Neil Young o ‘Blue’ de Mitchell vuelven a estar disponibles en Spotify dos años después de haber sido retirados del servicio. Inicialmente, la discografía de Mitchell estaba disponible incompleta, y solo sus discos publicados a partir de 1980 se podían escuchar, pero ya está accesible al completo.
Neil Young no ha dejado de expresar su frustración por su regreso a Spotify, la «plataforma número 1 en streaming de baja calidad». Young ha dicho que no puede retirar su música del resto de servicios de streaming «porque mi catálogo tendría muy poca salida en streaming para los amantes de la música». No le ha quedado otra que apechugar.
Mitchell, por su parte, no se ha pronunciado acerca del regreso de su discografía a Spotify. Ella ha sido noticia recientemente por actuar por primera vez en los Grammy, a sus 80 años.
Shakira publica hoy nuevo álbum, ‘Las mujeres ya no lloran’, el primero en siete años. Es un extraño disco compuesto, en este orden, por ocho temas completamente nuevos, siete singles agolpados a continuación y dos bonus tracks, un remix de Tiësto de la sesión con Bizarrap, y la «versión del vinilo» de ‘Puntería’.
Precisamente, ‘Puntería’ es el tema que abre el disco oficialmente, y el nuevo single que se promociona hoy en plataformas. Se trata de un corte de pop disco que une a Shakira con Cardi B, en otra de las muchas colaboraciones contenidas en ‘Las mujeres ya no lloran’.
Tan sugerente es el título de ‘Puntería’ que la letra no se anda por las ramas. «Tú tienes buena puntería, sabes por dónde darme pa’ que quede rendía» es el estribillo de la canción. A Shakira los «bíceps» de su hombre le «ponen a cien», y digamos que su «punto G» está en buenas manos. Cardi B, por su parte, pide que su chico le «apriete las nalgas».
En el vídeo, Shakira «caza» a su hombre con un arco como una Artemis del siglo XXI. Es dueña de su reino junto a Cardi B, en un videoclip paradisiaco y coloreado en tonos de rosa pastel que se parece al de ‘Kiss Me More’ de Doja Cat y SZA. En el caso de ‘Puntería’, dirige Hannah Lux Davis.
¿Qué ofrece el resto de ‘Las mujeres ya no lloran? Sintes ochenteros en ‘La fuerte’, un nuevo ‘Te felicito‘ en ‘Cohete’ (también con Rauw Alejandro), una nueva cita a la tradición mexicana con ‘(Entre paréntesis)’ o el baladón de rigor en ‘Última’. La sorpresa la da ‘Cómo dónde y cuándo’, que recupera las guitarras de la «primera Shakira» y las de la época de ‘Fijación oral’.
Las letras de ‘Las mujeres ya no lloran’ naturalmente siguen preocupadas por la ruptura de Shakira y Gerard Piqué. La de ‘Tiempo sin verte’ parece especialmente reveladora… o no tanto, a estas alturas. No obstante, Shakira sigue su vida y nuevos amores le ilusionan en ‘Puntería’ o en el afrobeat de ‘Nassau’, que no va sobre lo que imaginabas.
Mucho antes de la famosa reivindicación de Sofia Coppola en ‘Lost in Translation’, hubo un momento en los 90 en que todo el mundo copiaba a The Jesus & Mary Chain. Sr Chinarro bromeaba con que ya podía haber imitado él un poquito más al grupo, para tener tanto éxito como Los Planetas. Jota negaba cual hardcore fan, que los discos de The Jesus & Mary Chain fueran cada vez peores. La gente copiaba tanto a The Jesus & Mary Chain que en algún momento me he creído yo mismo que ‘That Great Love Sound‘ era una canción suya. David Hasselhoff versionó ‘Head On’. El delirio llegó hasta el punto de que hay quien pensó en un momento muy primigenio que ‘MERICHANE’ era un homenaje de Zahara a la banda.
‘Glasgow Eyes’ es tan sólo el segundo disco de la banda escocesa desde su reunión en 2007. El primero desde ‘Damage & Joy‘ (2017). Pero este es su verdadero «Dolor y gloria»: los hermanos Jim y William Reid lo han fraguado al mismo tiempo que una ‘Autobiografía’ que se publicará a lo largo de este año, motivo por el cual esta entrega tiene también tintes autobiográficos.
El single ‘jamcod’, acrónimo de Jesus And Mary Chain OverDose, recuerda el momentazo de 1998 en que la banda se separó sobre el escenario del House of Blues. También es un recuerdo de su pasada adicción a las drogas, tema que inunda otro de los sencillos con que se presenta ‘Glasgow Eyes’, ‘Chemical Animal’. El afán autobiográfico les lleva a mencionar el propio nombre de la banda en ‘Second of June’, o a apelarse de hermano a hermano como durante mucho tiempo no quisieron hacerlo («Brother, can you hear me calling you?»).
Grabado en el estudio Castle Of Doom de Mogwai y producido por ellos mismos, este nuevo álbum de los hermanos Reid es mejor cuanto más se agarra a cajas de ritmos para rockear. Es en grabaciones como ‘Venal Joy’ -con Fay Fife de Rezillos-, la muy R.E.M. ‘Second of June’ o el poético medio tiempo ‘Silver Strings’ donde consiguen texturas más frescas, mejores ritmos y temas que complementen su nutrida colección de éxitos. Sin ser un cénit para el disco, ‘Mediterranean X Film’ hace bien en recordar esos temas progresivos que Daft Punk solían hacer pensando en Julian Casablancas.
La parte abiertamente decadente no se reboza en el fango lo suficiente, o lo hace de manera torpe. ‘Pure Poor’ no es ese cierre de cara A que esperamos de un álbum de The Jesus & Mary Chain, ni ‘Hey Lou Reid’ el cierre de cara B, con sus incomprensibles falsos finales, idas y venidas.
Lo mejor de esta última es su título, porque es evidente que hay mucho humor en estas composiciones del grupo. Ahora hasta tienen un tema llamado ‘Discotheque’, como U2, aunque el suyo sea más siniestrillo. De manera deliberadamente boba, ‘The Eagles and The Beatles’ replica el beat de ‘I Love Rock And Roll’ de Joan Jett, quizá para recordar que ellos también tuvieron un single titulado así. Menciona también a los Rolling, a Sex Pistols y a Dylan, entre otros. Lo surfero de ‘Girl 71’ -tan pop que es un poco Dandy Warhols- constata qué parte esta vez les ha quedado mejor. Quien quiera un grupo que toque de manera retraída y avergonzada, mirándose los pies, esta vez tendrá que buscar en otro lado.
Hoy 22 de marzo salen nuevos discos de Shakira, Gossip, FLETCHER, Adrianne Lenker, Julia Holter, The Jesus and Mary Chain, Empress Of, PNAU, Rojuu, Tyla, The Veronicas, Waxahatchee, Jlin, Za! con Perrate, Future X Metro Boomin, Roger Padrós e Elbow. Además, sale la versión extendida de ‘GUTS‘ de Olivia Rodrigo.
Vetusta Morla ha vuelto esta semana con el lanzamiento de dos singles nuevos que sirven de adelanto de su próximo álbum de estudio. ionnalee ha anunciado directamente nuevo disco, secuela de su álbum de 2014 ‘blue‘. Y ya hay single de presentación.
Otros que han anunciado disco son John Grant y Remi Wolf, aunque el regreso inesperado de la semana lo ha protagonizado Belize, que no publicaba música desde 2015. Su ‘Asedio’ abre la playlist «Ready for the Weekend» de esta semana. Además, Broadcast han anunciado disco de maquetas, y The Decemberists han publicado el segundo avance de su disco, un single de 19 minutos.
Traen novedades también Anitta con Bad Gyal, rusowsky con DELLAFUENTE, Wallows, girl in red con Sabrina Carpenter, Baiuca, Samantha Hudson, Efterklang con Beirut (no solo colaboran pop stars), PNAU, Morreo, Peter Robinson, Maya Hawke, caracazador, AURORA, Martin Urrutia, Hozier, Bat for Lashes, Nourished by Time, Santa Salut, Alec Benjamin, Warpaint, Xavi, Justice con Miguel…
Desde hoy, además, la discografía completa de Joni Mitchell vuelve a Spotify, así como la de Neil Young.
Uno de los eventos musicales más importantes de las islas Baleares, el Mallorca Live Festival, ya ha cerrado el cartel de su séptima edición, que se celebrará los días 13, 14 y 15 de junio. JENESAISPOP es medio oficial del evento, que acaba de confirmar el concierto del dúo francés The Blaze como broche de oro a la propuesta electrónica de este año.
Pero ojo porque The Blaze, autores de ‘JUNGLE’, no serán los únicos que actuarán en esta próxima edición. A ellos les seguirán otros artistas como Underworld, 2manydjs, Eris Drew b2b Octo Octa, Jayda G, John Talabot o Acid Arab. Además, se retomará la fiesta Flexas con la actuación de Milli Vanilli, de quien actuará Fab Morvan, el único que queda vivo. Asimismo, también lo harán Chico Blanco, Los Manolos, The Illustrious Blacks o Papá Topo, entre otros.
La organización ha presentado hoy su programación completa en una rueda de prensa celebrada en el Hotel ME Reina Victoria de Madrid en la que han participado Pedro Vidal, Secretario Autonómico de Cultura y Deportes del Govern de les Illes Balears; Juan Antonio Amengual, Alcalde de Calvià; Álvaro Martínez, Director de Mallorca Live; y Sebastián Vera, Director Artístico del festival.
Además, Mallorca Live Festival anunciará próximamente una serie de actividades paralelas que tendrán lugar durante esa misma semana. De momentos ya están a la venta los últimos 2.000 abonos de tres días (119€+ gastos de gestión), abonos de dos días (99€+gg) y entradas de día (jueves y viernes 63€+gg, sábado 69€+gg) en la web www.mallorcalivefestival.com y la ticketera oficial del festival, See Tickets.
Las redes sociales se han convertido en un componente esencial para las eras de los artistas. Publicar mensajes crípticos, cambiar la imagen de perfil o modificar el nombre de usuario son cosas que se repiten constantemente para promocionar un nuevo disco. Y Danna Paola ha optado por la última para dar a conocer ‘Childstar’, su próximo álbum de estudio.
Danna Paola ha querido cambiar su nombre de usuario en redes sociales a simplemente Danna (@danna) para meterse de lleno en la temática de ‘Childstar’. Pero hay un problema que la artista no esperaba: @danna es un nombre tan típico que ya estaba en uso en Twitter (ahora X). Y la mujer que lo ostenta no está dispuesta a cedérselo a la cantante sin recibir a cambio 400 mil dólares.
«Entonces, tenemos que hacer un plan. Algo tenemos que lograr. Y me tienen que ayudar, porque la señora no quiere y no le voy a pagar 400 mil dólares», dice Danna Paola a sus seguidores en su grupo de difusión de WhatsApp. La actriz ha pedido ayuda a sus fans para «hacer un complot» y conseguir que el nombre de usuario de la mujer «nos lo regale». «Es que es mi nombre. ¿Cómo lo hacemos? Les toca que armemos un plan porque no lo estamos logrando».
Pese a que Danna Paola habla en tono irónico en todo momento y no parece estar enfadada, sus seguidores sí que se han tomado al pie de la letra su propuesta. Tanto es así que han acudido en masa al perfil de Twitter de @danna para insultarla y amenazarla en comentarios, obligándola a tener que poner la cuenta en modo privado.
Desde entonces, las críticas también han empezado a llegarle a la artista, que ha sido acusada de fomentar el ciberbullying contra una persona desconocida. A ella no le ha quedado más remedio que pedir disculpas: «Oigan, no incitemos al odio por más difícil que sea la situación. Sabemos que esa plataforma en específico tira mucha toxicidad y odio, y que a veces lleva mucho veneno que uno quiere sacar de su ser, pero podríamos evitarlo, sobre todo en esta situación. Imagínense el bombardeo a la pobre Danna».
No todo puede ser como soñamos, y la promoción de ‘Childstar’ tendrá que pasar por otras tácticas bien distintas a la de cambiar el nombre de usuario de la artista a simplemente @danna. De hecho, ahora Danna Paola ha optado por @dannajustdanna en Twitter. «Pero bueno, ya, se le disculpó, se le mandó un besito», concluye.
Vaya por delante que el titular de este artículo es sensacionalista a propósito: ¿pero cómo va a vivir de las rentas una persona que hace tan poco como en 2021 publicó un álbum y, con él, uno de los mayores éxitos de su carrera? Que se diga que Sophie Ellis-Bextor, Natasha Bedingfield o Tom Odell viven de las rentas, vale, ¿pero Bruno Mars?
‘Leave the Door Open‘ es una de esas canciones que superan los mil millones de reproducciones en Spotify. Arrasó en los Grammy, donde se llevó hasta cuatro premios, incluidos los de Canción del año y Grabación del año. ‘An Evening with Silk Sonic‘, el disco de Silk Sonic -el dúo de Bruno Mars y Anderson .Paak- que incluía esa canción, está certificado con un Disco de Platino en Estados Unidos. Sus cifras rondan el millón de «copias» sumando ventas y streaming.
Pero un disco de Silk Sonic no es un disco de Bruno Mars, sino uno de Silk Sonic. En realidad, Bruno Mars no publica álbum solo desde el año 2016. Hace 8 años ya de ‘24k Magic‘. Ni Frank Ocean ni Rihanna, cuyos últimos discos también se editaron ese año, parecen estar demasiado preocupados por adelantarle en algún momento. Al contrario, los tres parecen estar compitiendo por ver quién tarda más en sacar disco.
Ahí evidentemente perdería Bruno Mars porque ‘An Evening with Silk Sonic’ existe, pero, aunque este era un (muy) buen disco, del que otros cortes como ‘Smoking Out the Window’ fueron igualmente exitosos, aunque la mitad de exitosos que ‘Leave the Door Open’, la sensación de «proyecto paralelo», de anécdota en la carrera de Bruno Mars, prevalece. Apenas nueve cortes, y no todos igual de buenos que los singles, construían un disco que estaba bastante bien, pero no más.
Pero Bruno Mars no tiene por qué preocuparse: su música en solitario sigue triunfando aunque él no quiera. Solo esta semana, tres de sus mayores éxitos aparecen entre los 200 puestos de las canciones más escuchadas en el mundo. Y, al menos una de ellas está sonando como si siguiéramos en 2013 o 2014: ‘Locked Out of Heaven‘ de hecho no deja de asomar la cabeza estos días por el top 50 global de Spotify, y hoy saluda desde el puesto 57. ‘That’s What I Like‘, por su parte, aparece en el puesto 122, subiendo 11 posiciones respecto al día anterior. Y ‘When I Was Your Man‘ ocupa el puesto 166. Al menos ‘Locked Out of Heaven’ y ‘When I Was Your Man’ cuentan ya más de una década de vida, pues pertenecen al segundo álbum de Bruno Mars, ‘Unorthodox Jukebox‘, publicado en 2013. ‘That’s What I Like’ la recordarás de ’24k Magic’, pues fue el mayor éxito de esa era, de manera sorprendente, pues fue el segundo single y no el primero.
Aún más improbable es el resurgimiento que han experimentado en los últimos meses y/o años varios cortes extraídos de ‘Doo-Wops & Hooligans‘, el debut de Bruno Mars de 2010 que tan poco gustó en esta casa (lo puntuamos con un 4,5 sobre 10). Es notable el caso de ‘Talking to the Moon’, un tema que se considera el cuarto single del disco, pero que inicialmente solo se editó en Brasil, donde fue un gran éxito. En el resto del planeta ‘Talking to the Moon’ apenas nos sonaba hasta que se volvió viral en TikTok en 2021. Hoy, ‘Talking to the Moon’ es la quinta canción más escuchada de Bruno Mars por delante de… muchas, incluida la espectacular ’24k Magic’, que ni siquiera aparece entre las 10 más populares de Mars a día de hoy.
De manera increíble, ‘Doo-Wops & Hooligans’ es el disco con mayor proporción de éxitos de Bruno Mars en su top 10 de Spotify: 4 de 10. No solo ‘Just the Way You Are’, que bordea los dos mil millones de escuchas, y ‘Grenade’ han pasado a la historia. Resulta que, aparte del viral de ‘Talking to the Moon’, otro single de ese disco que no recordabas, ‘Marry You’, también triunfa hoy, pues es el octavo tema más escuchado de Mars en la plataforma sueca por delante de ‘The Lazy Song’. Después de tremenda evolución artística de Bruno Mars, sobre todo la exhibida en ’24k Magic’, resulta que el público prefiere sus primeros lanzamientos. La única conclusión a la que llegar es que la gente se casa demasiado.
Pueden que las cifras actuales de Bruno Mars no debieran asombrar tanto. Al fin al y cabo, Bruno sigue siendo uno de los 10 artistas más escuchados en Spotify en todo el mundo, y en algún momento de este artículo hay que recordar que Mars firmó el disco más vendido de todo 2013, ‘Unorthodox Jukebox’, y que, junto a Mark Ronson, lanzó la canción más exitosa de todo 2015, ‘Uptown Funk‘. A Bruno no le debe molestar que en Spotify ‘Uptown Funk’ no aparezca en ningún lugar de su repertorio, solo en el de Ronson. Con la ristra de macrohits que lleva, no le debe quitar el sueño en absoluto.
Pero que otro viejo single de Bruno Mars, ‘It Will Rain’, de la banda sonora de ‘Crepúsculo’ (2011), aparezca también entre los diez más escuchados del artista en Spotify, demuestra que no trascienden las canciones que esperas. A pesar de que ’24k Magic’ -canción- también supera holgadamente los mil millones de reproducciones, a pesar de que ‘Finesse’ con Cardi B fue tamaño macrohit, a pesar de que ‘Versace On the Floor’ acumula también escuchas apoteósicas, el público sigue machacando sus primeros singles como si fueran recientes. Y es una noticia… preocupante, porque eran temas bastante blanditos y poco interesantes en el aspecto artístico. Mientras, Bruno Mars sigue sin publicar un cuarto álbum propiamente dicho, el verdadero sucesor de ’24k Magic’. Desmentido que deba 50 millones al casino, ¿lo tendrá preparado?
No hay nada mejor que celebrar los aniversarios junto a los demás. Esto mismo piensan _juno y Ángel Stanich, que han decidido unir fuerzas para homenajear cada una de sus carreras musicales en forma de dos canciones. ‘BCN 747/CHEVY 57’ es el resultado final.
Desde que se publicase en febrero de pasado año ‘_BCN747’, el nuevo disco del proyecto formado por Zahara y Martí Perarnau IV, a la propia Zahara le llevaba rondando por la cabeza la idea de colaborar con Ángel Stanich. Ella se imaginaba al cantautor haciendo suya ‘_BCN 747’, tema que abre el álbum.
Sin embargo, cuando Stanich escuchó la canción, sintió que algo «entre melódico y espiritual, tan claro como confuso» le llevaba a un tema perdido de sus inicios: ‘CHEVY 57’. Este tema inédito le hizo recordar su trabajo en ‘Camino Acido’, su disco debut publicado en 2014.
Esto ha llevado al dúo que conforma _juno y a Ángel Stanich a dar vida a ‘BCN 747/CHEVY 57’. El single está compuesto por dos canciones en las que unen fuerzas para celebrar la música de cada uno de los artistas. Mientras que ‘BCN 747’ es una nueva versión de la canción que ya conocemos con la aportación de Ángel Stanich, ‘CHEVY 57’ es la canción que el cantautor nunca sacó y que recupera ahora con _juno.
Algunos de estos temas quizás podamos escucharlos este viernes 22 de marzo en el Festival BeWeek, donde Zahara y Martí Perarnau IV vuelven a llevar a _juno a los escenarios. El concierto será a las 21 horas en el Teatro Barceló de Madrid. Aquí pueden conseguirse las entradas.
Kacey Musgraves empieza su disco observando un mensaje en el cielo, como venido “del otro lado”, en ‘Cardinal’, después de haber perdido a “un buen amigo”, y lo termina, en ‘Nothing to Be Scared Of’, asumiendo que efectivamente “no hay nada que temer”, que el “tren” que viene a recogerla, nunca “se irá de la estación” sin ella. En ambas canciones, Musgraves plasma una visión determinista de la vida: su destino está sellado. El amor de su vida -si es que tal cosa existe- está ahí afuera. Solo tiene que llegar. Y llegará.
De un lado al otro del disco, en ‘Deeper Well’ transcurre un camino lleno de reflexiones, de certezas pero también dudas, que Musgraves expresa musicalmente con toda la serenidad y contenta felicidad que le caracteriza. Incluso su disco de divorcio, ‘star-crossed’ (2021), no renunciaba a ver el vaso medio lleno. Para Musgraves, la felicidad siempre está teñida de melancolía. Quizá es imposible que sea de otra manera. En ese equilibrio, la autora de ‘Happy & Sad’ encuentra su hueco.
Así, las canciones de ‘Deeper Well’ se suceden sujetas a diversas dicotomías, entre el “amanecer” y el “atardecer” en ‘Giver / Taker’, o entre la necesidad de que un amor dure para siempre (‘Jade Green’) y la realidad de que, a veces, hay que dejar ir y partir. En ‘Moving Out’, la metáfora de una “mudanza” sirve a Musgraves para componer una de sus canciones más serenas y bellas. La Dido de ‘Life for Rent’ parece definitivamente una inspiración. Y nunca se referencia a Dido suficiente.
Porque si algo sabe hacer Musgraves es escribir canciones que reconfortan como un abrazo o un té caliente. Pueden ser tan bonitas como ‘Too Good to Be True’, otra pieza teñida de incertidumbre. En ella, Kacey pide que “por favor, no hagas que tenga miedo de abrirme otra vez”. Aunque, en ocasiones, es verdad que ese té caliente, a Kacey le sienta más bien como una infusión. Suenan adormiladas composiciones como ‘Giver / Taker’ o ‘Sway’ que demandan algo más de ambición en las melodías. La profundidad de ‘Deeper Well’ canción se transforma en modestia en ‘Jade Green’.
Desde otro punto de vista, Musgraves entrega una agradable colección de canciones folk que melódicamente ofrecen un bálsamo, mientras, en el plano lírico, se abren a hacerse preguntas o afirmaciones que pueden resultar incómodas. La preciosa ‘The Architect’ cuestiona la existencia de un Dios, y también es agnóstica ‘Heaven Is’, que prefiere ver el cielo no en el más allá, sino en la tierra que pisamos. En ‘Dinner with Friends’, Musgraves celebra las pequeñas cosas de la vida y rinde homenaje a su estado, Texas, pero “no a sus leyes”.
Musgraves encuentra particular inspiración en la astrología, no solo en la pista titular, que habla del “retorno de Saturno”, sino también en sus constantes referencias al sol o a la luna, cuya luz y calidez tanto la reconfortan. El “cielo de Miyazaki” inspira la cuca ‘Anime Eyes’ y, efectivamente, la primera imagen del disco, es la de Kacey mirando al cielo, en la popera ‘Cardinal’, cuya melodía se parece a la de ‘Say it Right’ de Nelly Furtado. “No puedo decir que no ame la luz y la oscuridad”, decía esa canción. ¿No es esta canción un poco ‘All Good Things’, en el fondo?
En ‘Deeper Well’ canción, Kacey Musgraves se “deshace de viejos hábitos” y recurre a una de las metáforas más hermosas de su carrera, la de un “pozo” lleno de sabiduría al que ha llegado gracias a la madurez. Kacey se ve en el reflejo del agua y sabe que todo va a estar bien. Lo hace en un bonito disco que, sin reunir una colección histórica de clásicos como hizo ‘Golden Hour’ (2018), sabe emocionar en pequeño.
«Banda pop piruleta de cinco jóvenes molones y encantadores de España». Así se define a sí misma la banda Mala Cotton. Procedente de Murcia, Mala Cotton lleva desde 2019 publicando singles de pop amable y soft sonando -en palabras nuestras- «a medio camino entre Devendra Banhart y Cupido».
Suenan contentas las canciones de Mala Cotton tanto si se inspiran en la bossa nova, como en la preciosa ‘Los Martínez del Puerto’, como cuando incorporan guitarras a lo Real Estate, como en ‘Acho!’. Al grupo no se le han resistido ni los ritmos disco de ‘Dream Team’, ni las trompetillas a lo Beirut de ‘Las Vegas’.
Dulce como el «melocotón» -y como la «canela»- sabe también el último single de Mala Cotton, publicado hace unos días. ‘La Salsa’ es la Canción Del Día de hoy.
En ‘La Salsa’, la autoproclamada «boy band» de siete integrantes -algunos de ellos componentes de Poolshake y Oso Peligro- entrega un caramelito de son cubano totalmente evocador del sonido de Buena Vista Social Club. Los arreglos de viento vuelven a hacerse querer, dando «calor en este frío invierno», mientras la cantante Paula Zaire colabora aportando su visión imaginando un viaje «en tu velero».
Este viernes 22 de marzo, Mala Cotton y el gran Alien Tango, autor de ‘Kinda Happy Kinda Sad‘ y de ‘BFF‘, una de las Mejores Canciones de 2023, comparten cartel en el Maravillas Club de Madrid como parte de la programación de Vibra Mahou 2024. Las entradas siguen disponibles.