Second ha dado una inesperada noticia a sus seguidores estos días anunciando su disolución, apenas semanas después de que viera la luz su último disco, ‘Flores imposibles’. El grupo murciano presentará el álbum en varios puntos de la geografía española a partir del 21 de octubre, y el 11 de febrero dará su último concierto en Barcelona. Previamente, el 28 de enero, Second dará un penúltimo concierto en Madrid, el cual será grabado y posteriormente lanzado en forma de álbum.
‘Flores imposibles’, el noveno álbum de Second, es también uno de los más oscuros, como ha mostrado el sonido de sencillos como ‘Estado de alegre tristeza’, por otro lado, tan melódico como de costumbre (el tema te sonará pues no ha parado de sonar en un reciente anuncio de Youtube), o ‘Muévete y siente’, que hoy seleccionamos como Canción Del Día.
‘Muévete y siente’ está construida sobre una elegante base de sintetizador que trae a la mente a los mejores Future Islands. La galopante batería y los arreglos de guitarra y bajo continúan por la senda del post-punk, pero Second siempre suena a Second gracias a la voz de Sean Frutos. ‘Muévete y siente’ es como escuchar a Joy Division liderados por Nino Bravo. O, como mínimo, a unos Future Islands españoles, puesto que Hemlock Ernst también es un crooner como la copa de un pino… solo que estos rara vez han sonado tan distorsionados y turbulentos como lo hace el tramo final de esta composición.
En este buen equilibrio entre oscuridad y melodía, entre romanticismo y distorsión, no emerge otra cosa que un himno cuando Sean canta eso de «todos quieren ser como tú». El mensaje de ‘Muévete y siente’ está reflejado en su título, y la canción es totalmente una oda al amor: «Yerra cuando ames, pero no declares una rendición, de tu pasión». Una oda, también, a la vida.
Fechas:
21 OCT – Granada
22 OCT – Albacete
5 NOV – Almería
11 NOV – Sevilla
12 NOV – Badajoz
18 NOV – A Coruña
19 NOV – Burgos
25 NOV – Córdoba
26 NOV – Toledo
2 DIC – Valencia
28 ENE – Madrid
11 FEB – Barcelona
‘CUFF IT’ de Beyoncé se mantiene como lo más votado en JENESAISPOP mientras continúa su avance en las listas internacionales. Björk conserva el 2º puesto y sube al número 5 con ‘Fossora’. Las entradas más fuertes son las de Rigoberta Bandini, Yeah Yeah Yeahs, Alvvays, Shygirl y Viva Suecia, todos ellos en el top 10.
Fever Ray y Los Punsetes llegan al top 20, mientras no lo consigue por los pelos ‘Father Time’ de Kendrick con Sampha. Entre los candidatos de la semana pasada que no han logrado llegar al top 40, el dúo de Omar Montes con C. Tangana, que el lunes veremos entrar en la lista oficial española en torno al puesto 15.
‘El colapso’, ‘Years and Years’, ‘The Walking Dead’, ¡una pandemia!… Quizás ‘El apagón’ llegue algo tarde. De hecho, el capítulo dos, situado en un hospital, se ve algo perjudicado por la cruda realidad que hemos visto estos dos últimos años. No funciona como distopía. Sin embargo, aunque su impacto emocional es bastante limitado –en comparación con lo que supuso ‘El colapso’- la serie (basada en el podcast ‘El gran apagón’) funciona muy bien como thriller y como retrato social sobre las distintas maneras de afrontar una crisis de dimensiones apocalípticas. De ahí los títulos de cada episodio: ‘Negación’, ‘Emergencia’, ‘Confrontación’, ‘Supervivencia’ y ‘Equilibrio’.
Gran parte del mérito de que nos enganchemos a esta serie la tiene Rodrigo Sorogoyen. El primer capítulo, dirigido por él (cada uno está realizado por un director diferente), es fabuloso. Un tenso thriller de despachos (la trama se sitúa en el Centro Nacional de Emergencias), magníficamente interpretado por Luis Callejo, donde resuenan los ecos de la gestión de la pandemia de la Covid. Sorogoyen, que ya demostró en la anterior ‘Antidisturbios’ ser un superdotado en el manejo de la tensión narrativa, relata la llegada de una tormenta solar que amenaza con provocar un apagón generalizado a través de un uso muy virtuoso del crescendo dramático.
Tras esta muestra de dominio de la narración y la puesta en escena, llega el verdadero apagón de la serie. Ni Raúl Arévalo ni Isa Campo (guionista de las películas de Isaki Lacuesta y de ‘Maixabel’) logran estar a la altura del primer episodio. El segundo, ‘Emergencia’, es un convencional drama sobre las consecuencias del apagón en un hospital. Plantea interesantes conflictos morales, pero su dramaturgia no funciona muy bien. Demasiada sobreactuación y sobreexplicación. ‘Confrontación’, por su parte, describe, de forma atropellada y muy poco creíble, el enfrentamiento entre una comunidad de vecinos organizados para sobrevivir a la crisis y un grupo de jóvenes desamparados que amenazan ese orden.
Después de estos dos episodios, la tentación de “apagar” la serie es tanta como las ganas que tengo de ver ‘As bestas’, la nueva película de Sorogoyen. Menos mal que Alberto Rodríguez la vuelve a iluminar con su extraordinaria ‘Supervivencia’, otro de los puntos álgidos de ‘Apagón’. El director de ‘Modelo 77’ narra, en forma de western, la historia de un pastor de cabras (extraordinario Jesús Carroza) acosado por un grupo de padres de familia provenientes de la ciudad. Una angustiosa persecución por la sierra de Madrid, con toques intimistas y un final digno de Sam Peckinpah.
El último episodio, dirigido por Isaki Lacuesta, funciona como contrapunto del anterior. Si ‘Supervivencia’ describe unas relaciones basadas en la desconfianza y el interés personal (“homo homini lupus”), ‘Equilibrio’ expone la otra cara: la conveniencia de encontrar soluciones colectivas para sobrevivir a crisis globales. Con la mirada realista, casi documental, que caracteriza al cine de Lacuesta, el final de la serie muestra, con notable pulso dramático, el acercamiento entre una mujer (estupenda María Vázquez) que ha huido del colapso refugiándose en su finca familiar y los temporeros que han quedado atrapados allí mientras trabajaban. Un oasis de calma y solidaridad después de la tormenta.
Robbie Coltrane, conocido principalmente por su entrañable papel como Hagrid en la saga de películas de ‘Harry Potter’, ha fallecido a los 72 años en un hospital cerca de su casa en Escocia. El laureado actor había estado sufriendo de salud frágil durante los últimos dos años. La noticia ha sido revelada por su agente, Belinda Wright, con un comunicado en el que se leía: «Mi cliente y amigo Robbie Coltrane EOIB (Excelentísima Orden del Imperio Británico) ha fallecido este viernes 14 de octubre».
Nacido como Robert McMillan, en la década de los 70 decidió adoptar Robbie Coltrane como su nombre artístico, en honor al legendario saxofonista John Coltrane. Su primera aparición en el cine fue en 1979 en ‘Waterloo Sunset’. Durante su carrera, Coltrane ganó cinco premios Bafta, tres de ellos de manera consecutiva, por su participación en la serie ‘Cracker’. Además, también apareció en las películas de James Bond ‘GoldenEye’ (1995) y ‘The World Is Not Enough’ (1999). En 2006, fue nombrado Oficial de la Orden del Imperio Británico por la reina Isabel II.
El papel de Hagrid, el guardabosques de Hogwarts en la saga de ‘Harry Potter’, le catapultó a la fama mundial. Coltrane desempeñó el papel durante una década, desde 2001 hasta 2011. «Probablemente será recordado durante décadas como Hagrid en las películas de ‘Harry Potter’, un papel que trajo alegría a niños y adultos por igual alrededor del mundo, provocando una marea de cartas de fans cada semana durante prácticamente 20 años», contaba la agente del actor en el comunicado.
Los fans de Louis Tomlinson están hoy de enhorabuena y es que el exmiembro de One Direction ha lanzado el segundo single de su próximo disco y ha anunciado que llevará a cabo una gira mundial para presentar su segundo LP y sí, pasará por España. El nuevo single de ‘Faith In The Future’ -que verá la luz el 11 de noviembre- se titula ‘Out of My System’ y presenta al artista británico intentando sacudirse los demonios del pasado con ayuda de una base construida en torno a unos riffs de guitarra punk pop.
Además, Tomlinson ha anunciado una gira mundial para presentar el proyecto que comenzará en agosto de 2023 en Alemania y que terminará en noviembre de ese mismo año. El británico visitará tres ciudades de nuestro país: Bilbao, Madrid y Barcelona. Louis Tomlinson actuará el 1 de octubre de 2023 en Bilbao Arena Maribilla, el 5 de octubre en el Wizink Center de Madrid y el 6 de octubre en el Palau Sant Jordi. Las entradas saldrán a la venta la semana que viene, el viernes 21 de octubre, pero la pre-venta se abrirá el 19 de octubre.
«No os podéis imaginar cuánto ha hecho por mí la gira de este año, así que quería volver a la carretera cuanto antes. he tenido este tour en mi mente con cada canción que escribíamos para el disco. Deseando tocar en directo todo lo nuevo. Gracias como siempre por vuestro increíble apoyo. ¡Nada de esto sería posible sin todos vosotros!», ha escrito Tomlinson en el post de Instagram en el que anunciaba el ‘Faith In The Future World Tour’.
Rolling Stone ha vuelto a lanzar otra de sus polémicas, pero entretenidas, listas. Esta vez se trata de «Los 50 mejores discos conceptuales de todos los tiempos». Hay bastantes aspectos interesantes de los que hablar en este ranking, pero el que se va a llevar todos los titulares es el hecho de que Rolling Stone ha colocado ‘El mal querer’ de Rosalía (puesto 10) por encima del ‘Sgt. Pepper’ de los Beatles (puesto 11), literalmente un puesto más arriba.
Por un lado, tenemos uno de los discos de producción nacional más importantes de la historia, sin ahondar en su condición conceptual. Por otro lado, tenemos el que sea, probablemente, el disco conceptual más influyente de la historia. ¿Cuál es mejor que cuál? Habría que saber si Rolling Stone ha colocado los discos en función de ser mejores discos conceptuales o mejores discos a secas, dentro de ser conceptuales.
«Para llegar a lo alto de la lista un álbum tiene que ceñirse al concepto y ser musicalmente asombroso, esto es por lo que algunos discos clásicos con una temática relativamente floja no han acabado en puestos más altos», se lee en la introducción de la lista. Un álbum conceptual no tiene una definición cerrada. El concepto puede rondar entorno a un hilo temático, un sonido o incluso un sentimiento. Precisamente, uno de los primeros discos conceptuales -‘In the Wee Small Hours’ de Sinatra- está construido en torno a sentimientos de tristeza, soledad y depresión.
Lo de Rosalía por encima de los Beatles no ha sentado muy bien a los puretas, pero si la revista norteamericana ha tenido en cuenta qué discos plasman de mejor manera el concepto en cuestión no es una locura decir que ‘El mal querer’ lo trabaja mejor que ‘Sgt. Pepper’. El mítico disco de los británicos surge a partir de que los Beatles son tan famosos en el mundo entero que deciden crear alter egos con nombres estúpidos, como «Sargento Pimienta», para alejarse de su propia fama, pero más allá de la introducción y su «reprise» el disco no tiene ningún otro hilo conductor. Sin embargo, ‘El mal querer’ te hace una reinterpretación moderna de una novela del siglo 13 -‘Flamenca’- escrita en occitano que trata sobre una joven que se casa con un hombre tremendamente celoso que la acaba encerrando en una celda. Ahora, ¿qué disco es mejor? Ahí ya no me meto.
Viendo el Top 5, lo que nos cuenta Rolling Stone en la introducción parece tener sentido, pero con estas listas nunca se sabe. En el puesto 5 tenemos a ‘Tommy’ de The Who, en el 4 encontramos a Raekwon y Ghostface Killah con ‘Only Built For Cuban Linx’, en el puesto 3 está Pink Floyd con ‘The Wall’, en segunda posición se coloca ‘American Idiot’ de Green Day y en primera posición, como el mejor disco conceptual de la historia para Rolling Stone, tenemos a ‘Good Kid, M.A.A.D. City’ de Kendrick Lamar.
Top 10 de «Los 50 mejores discos conceptuales de todos los tiempos»:
1. Kendrick Lamar – ‘Good Kid, M.A.A.D. City’
2. Green Day – ‘American Idiot’
3. Pink Floyd – ‘The Wall’
4. Raekwon & Ghostface Killah – ‘Only Built For Cuban Linx’
5. The Who – ‘Tommy’
6. Liz Phair – ‘Exile In Guyville’
7. Rush – ‘2112’
8. My Chemical Romance – ‘The Black Parade’
9. Frank Sinatra – ‘In The Wee Small Hours’
10. Rosalía – ‘El mal querer’
En medio de todas esas declaraciones sobre lo cachondo que está, sobre el día en que se masturbó con ‘This Love’ de Maroon 5 de fondo (¿se puede tener peor gusto?), en medio de todas esas fotos en las que enseña el culo, a veces es fácil olvidar que Charlie Puth es uno de los mejores compositores de pop de su generación. Un auténtico genio creando melodías que, sin embargo, aún no ha publicado ese álbum definitivo que le catapulte a otra liga. Quizá venga en el futuro porque ‘CHARLIE’ tampoco lo es, aunque su título sea homónimo porque -sorpresa- es el más personal de su carrera.
El tercer disco de Charlie Puth se ha hecho esperar. El cantante preparaba otro álbum allá por 2019 pero, entonces, vino el señor Elton John y le dijo que la música que estaba sacando en ese momento era «una mierda». Charlie le hizo caso y, con todo el tiempo que le proporcionó el confinamiento, se puso a escribir otro disco que reflejara mejor quién es como persona.
‘CHARLIE’ es ese disco. Un trabajo que nace del desamor, dedicado a, en concreto, dos rupturas, pero lleno de esas melodías pop empalagosas que Charlie tan bien sabe hacer. No es tan vanguardista como el disco de Charli XCX titulado igual, pero para eso ya tenemos a Charli XCX, y no necesitamos otra.
Era estupendo el single ‘Light Switch’, donde Charlie nos venía a contar que se enciende tan fácil como un interruptor. Un tema alegre y simpático que pone de relieve el talento de Charlie para escribir canciones de pop coloridas e inteligentes. Después llegaba ‘That’s Hilarious’, que se arriesga abriendo el álbum en clave de balada “despechá” (“me has robado un año de mi puta vida”, dice el estribillo) y funciona. La sorpresa la ha dado el éxito de ‘Left and Right’, un temita a lo Police que se ha ganado el aprecio de los fans de BTS gracias a la colaboración de Jung Kook. Van más de 300 millones de streamings: ahí es nada.
El talento de Puth para la composición significa que todas las canciones de ‘CHARLIE’ están, como mínimo, bien construidas. ‘Smells Like Me’ es otro single a lo Police que está bien y el alivio post-ruptura, a Puth le sienta fenomenal en el cierre de ‘No More Drama’. Sin embargo, en ‘CHARLIE’ se echan en falta singles tan potentes como ‘Attention’ y, sobre todo, más originalidad en las melodías y las producciones. Es verdad que Puth produce él solo todos sus discos, pero en ‘CHARLIE’ entrega un producto bastante blandito y aséptico, y si no, escuchad las guitarras de ‘Charlie Be Quiet!’, tan poco excitantes como las de la peor Katy Perry. Y eso que Katy y Charlie han hecho magia juntos.
Hay ecos de varias cosas en ‘CHARLIE’. Ahora que han vuelto blink-182, estos podrían haber escrito ‘There’s Time for Everything’ aunque los arreglos sean más ochenteros que punk. ‘Tears On My Piano’ es la típica cancioncilla pop que has escuchado mil veces, lo mismo se puede decir de la balada a piano ‘When You’re Sad I’m Sad’ y, llegados ‘Marks On My Neck’ y ‘I Don’t Think that I Like Her’, el empalague se hace difícil de digerir por culpa de unas melodías que solo transitan lugares comunes. Son derivaciones de mil cosas antes escuchadas, como ver el mismo musical de Broadway una y otra vez.
Es digno de mención, por otro lado, que Charlie parece no evolucionar demasiado a nivel sentimental. Como en los tiempos de ‘Attention’, él sigue viendo a las mujeres como si fueran brujas que buscan hacerle sufrir a propósito y, por ejemplo, en ‘I Don’t Think that I Like Her’ canta que “todas las chicas son lo mismo, solo quieren romper mi corazón”. A nivel musical y también personal, se echa en falta en ‘CHARLIE’ una evolución más clara hacia alguna dirección. O, como mínimo, el sentido del humor que despliega en ‘Loser’, otra de las pistas destacadas por su componente melancólico. Podría haber titulado el disco con humor y su nombre, Charlie se lo podría haber reservado para un disco mejor.
Javiera Mena presenta este sábado 15 de octubre su nuevo disco ‘Nocturna’ en el OchoyMedio de Madrid (entradas, aquí). Después vendrán unas cuantas fechas en Latinoamérica antes de volver a nuestro país para actuar en Alicante (18 de noviembre), Sevilla (19 de noviembre), Granada (24 de noviembre) o Málaga (25 de noviembre).
Me reúno con la cantante en un bar de Lavapiés para hablar del proceso artístico de este nuevo álbum (sigue sacando cada 4 añazos), sobre cómo ha cambiado su visión del activismo LGTB+ o el tan traído y llevado Benidorm Fest. Javiera, que se mueve en bici por Madrid camuflada debajo de una sudadera, parece más tranquila y segura de lo que se trae bajo el brazo, que en toda su carrera.
¿Qué significa este disco en tu carrera?
La libertad. Habla de ser libre, de habitar el cuerpo. Han pasado cosas fuertes como la pandemia, el estallido social… No es que hable de eso exactamente el disco, pero sí hay relación. Me carga la palabra «empoderamiento» (risas), está demasiado manoseada, pero sí que habla del poder, de cómo agarrar las riendas.
‘Culpa’ habla del rechazo de la gente LGTB+, de la presión de la religión… y primero pensé que no me podía creer que esto siga siendo un topic, pero con el auge de la ultraderecha… ¿En realidad sigue habiendo mogollón de «culpa», ¿no?
Son muchos años de cargar con estas convenciones sociales, no se van a ir de un día para otro. La derecha mala habla del lobby LGTB+, pero al final no está tan arraigado, no hay una aceptación más allá del mes del Pride, donde obviamente hay un interés económico también. Pero creo que todavía hay mucha homofobia, y lo peor es que es una homofobia invisible, porque está muy mal visto decir que eres homofóbico, pero está muy presente.
¿Tú crees que más que antes? Tú decías que estabas harta de que en todas las entrevistas te hablaran de ser lesbiana.
He cambiado, igual. Han cambiado las cosas y también ha pasado más tiempo desde que ya se puede decir. Yo también tengo más tiempo habitando mi lugar, que ya he asumido que es un lugar activista. La gente sí necesita un referente, y sí me tocó ser uno de ellos.
«He asumido que mi lugar es el de activista. La gente sí necesita un referente»
¿Cómo te has dado cuenta?
Fue algo gradual. Se me ha acercado gente mayor en Chile para darme las gracias. Gente de 50 o 60 años que me ha dicho que ha tenido que vivir encerrada. «Y ahora te veo a ti, tan abierta con esto…». Gente más transversal, de pueblo… Y todavía hay crímenes de odio. Hace dos meses mataron a una chica en Chile. Si puedo decirlo, y que la gente vea que hay una persona que haces cosas constructivas y que es lesbiana, me parece provechoso para la sociedad también.
También supongo que eres un referente para gente joven, ¿no?
Tengo un hermano de 15 años y él no es gay, pero se junta con chicos gays, lleva una pulserita gay. Es como otra generación. Pero son como un poco outsiders también. Porque todavía existe esta imagen de un chico hetero perfecto, y eso es como el bien. Lo otro es una cosa freaky.
Se dice mucho que las nuevas generaciones vienen avanzadas y abiertas, pero también ves que la ultraderecha tiene mucho voto de gente joven. Se ha visto en el Colegio Mayor en el que han gritado «putas». Hay de las dos cosas.
Es lo que te digo, el movimiento LGTB+ es muy outsider. Mi hermano porque me tiene a mí. Mis primos, también. Pero en otros colegios es de otra manera. En otro contexto hay esta cosa todavía reaccionaria. Son como dos fuerzas que yo creo que siempre van a estar ahí.
«El movimiento LGTB+ todavía es muy outsider»
Hace 12 años que salió ‘Espada’, un himno lésbico instantáneo. ¿Hemos vuelto a dar un paso atrás? Creía que tú y yo en 2022 no tendríamos que hablar de todo esto. O de ‘La isla de Lesbos’. Yo pensé que esto no sería necesario. Desde luego, creo que vivo en un mundo paralelo…
Porque supongo que te juntas con gente gay. A mí me gusta conocer a gente en un pueblo y ver cómo más o menos ven esas realidades y disociarme un poco de mí. Yo quería hacer una canción que fuera sobre la Isla de Lesbos, que fuera como ‘La Isla Bonita’, pero que fuera ‘La Isla de Lesbos’. Era una fantasía. Era obvio y lo hice obvio. Las lesbianas, más que los gays, necesitamos lugares expositivos y de buen rollo, también.
Busqué si había canciones sobre la Isla de Lesbos, y me sorprendió que esto no se había hecho todavía.
¡Yo también lo busqué, no existe! (risas) Es un italo disco, un medio tiempo. ¡Como anillo al dedo!
«Las lesbianas, más que los gays, necesitamos lugares expositivos y de buen rollo, también»
En el disco hay funky, el house con Chico Blanco… ¿Cómo has trabajado el sonido? ¿Cómo has pensado la línea artística? No sé si te ha influido haber hecho alguna cosa latina que no ha calado mucho.
Pensé también en lo que te decía de la libertad. Pensé en qué es lo que me gusta a mí. A mí me gusta la música de los 80. Es mi zona de confort, ¿y qué tiene de malo ir a tu zona de confort y evolucionar dentro de lo posible en eso? Es el disco que a mí me gusta escuchar. Yo escucho mucho midtempo, mucho funky, con bajos editados… Es donde me siento cómoda y donde quise ir. Es full 80’s, con algo de house también, que también es de los 80.
Háblame de este conflicto que tenéis los artistas entre evolucionar y renovarte, pero ser fiel a ti misma. ¿Alguna vez lo has pasado mal?
Sí, todo el tiempo. Componer y hacer música es súper neurótico. Por eso me gusta trabajar con productores, porque con ellos vas conversando, es como ir al psicólogo. Con Pablo (Chico Blanco) fue súper bueno, porque él también era admirador de mi trabajo, del ‘Mena’, de los primeros discos… Era muy fan y me ayudó a encontrar mi lugar de libertad, también sonora, que es con lo que voy a continuar ahora. Cuando llegó toda la movida de la industria más despiadada, de los grandes números, que es cuando estuve también con Sony… hubo un momento en que muchas voces te hablan y pierdes lo esencial, que es la música. También te puede pasar que tengas tantas ganas de evolucionar que te pierdes un poco de lo que realmente te gusta. Y eso se nota, yo creo. La gente lo empieza a notar. Esa ansiedad la tuve, pero en este disco la perdí. Me he dado cuenta del tipo de artista que soy y hacia dónde voy, lo que quiero hacer, lo que me da placer. Eso es lo que tú tienes que hacer como artista, la música que te da placer, y en base a ese placer, llegarás a casa de los demás.
«Me he dado cuenta de que tienes que hacer la música que te da placer, y en base a ese placer, llegarás a casa de los demás»
¿De qué te arrepientes? ¿Qué has hecho que no te representa?
El disco de ‘Espejos’, por tener la presión de Sony, lo hice muy rápido. Y tenía una narrativa potente, pero a nivel sonoro, se hizo muy rápido. Es como raro, lo encontré rarísimo al volver a escucharlo. Me presionaron a la rapidez y yo no funciono bien así. A nivel lírico me siento bastante orgullosa porque quería hablar de la espiritualidad, pero a nivel sonoro no lo veo tanto.
Es fascinante oírte hablar de lo que te parece raro. En este disco, ‘Sombras’ termina con rugidos como de un león.
La imagen de la pantera es muy ochentera también. Es como una pelea entre una guitarrista y una pantera.
¿Es el momento más loco del disco?
Me gusta ‘Eclipse total’. Es muy sexy, parece tradicional pero la siento muy loca. Hubo un eclipse en Chile y la completamos ahí. Veías la sombra de un árbol como con pequeñas lunitas, fue bien místico, porque imagínate, la canción ya existía, pero ahí la empezamos a completar. Pero a nivel producción, el disco me parece más tradicional que loco.
«‘Older’ de George Michael me parece maravilloso»
La nota habla de un disco adulto, ¿eso es bueno?
Tengo unos años ya y por ejemplo el disco ‘Older’ de George Michael me parece maravilloso. Él, con dignidad, dice «soy más viejo». A las mujeres nos cuesta más llevar la vejez con dignidad.
Ese disco me gusta más ahora que con 15 años, cuando solo me gustaban los singles. Ahora me ha gustado mucho más.
Yo también, pensaba que era como para mi papá (risas) Es el mejor y él estaba pasándolo súper mal porque se había muerto su pareja.
¿Te ves haciendo algo más jazz?
Sí, puede ser. No sé si jazz, pero como dice una amiga, con acordes caros (risas)
No instrumentos caros, sino acordes caros.
Tiene que ver más con la armonía. En la música de adolescentes o de pop, son 3 acordes que se repiten. Y la música electrónica también es así porque viene de las cajas de ritmos, que son repeticiones. Me gusta ir a propósito hacia donde no se tiene que ir. Hoy en día hacer una canción con muchos acordes es ir en contra de eso. Este disco es un punto medio y sí me gustaría hacer cosas más jazz.
¿Sabes que George Michael solo tenía 32 años cuando decidió hacer una cosa llamada ‘Older’?
No era tan viejo, era muy joven, pero estaba hecho mierda ya, con ese nivel de giras.
¿Sientes la presión de decir «este disco es adulto»? Eres joven, pero no sé si sientes un conflicto. Hay cosas que están desapareciendo, nadie llamó «vieja» a Jennifer Lopez en la Super Bowl.
Al contrario, era un meme: «Jennifer Lopez, con 50». «Yo, con 23» (risas). Me gusta jugar con esto de «adulto», porque es más elegante y para mí es nuevo. Pero soy una persona jovial, tengo energía siempre, eso me hace sentirme joven.
Es que parece obligatorio para los artistas hablar de sonar «adulto» cuando llevan 4 o 5 discos.
Energéticamente me siento más joven ahora que a los 20. Uno aprende a alimentarse mejor. Yo estaba hecha mierda a los 20, no tenía ganas de nada. Uno se va liberando y sacando peso, y eso es lo más.
En el disco están Chico Blanco y Myriam Hernández, hay un contraste en ellos. ¿Qué representa cada uno? ¿Tradición y modernidad?
Nos juntamos con Pablo porque le encanta la rave. Yo alcancé a vivir eso, con 13 años estaba metida en una rave, era muy precoz. La canción habla de la noche que nos conocimos en la casa de María, una amiga, y conectamos un montón. Nos gustan los mismos referentes. Me encanta lo que hace, lo voy a ver en directo, en primera fila… Y Myriam Hernández es lo opuesto, la balada romántica clásica chilena de Latinoamérica. Y él es como un pasota. Representan quién soy yo y el conflicto que tengo a la hora de invitar a gente a mi disco.
«Siento que estoy aprendiendo a cantar en vivo ahora»
¿Qué podemos esperar de tu directo ahora? ¿Qué ha mejorado?
Es difícil hacer un directo cuando tus discos están tan editados. Asumo que son dos cosas distintas. He pasado el verano en España y no he tenido un día de vacaciones. Pasé todo el verano programando el show. Es partir de cero y pensar que va a ser escuchado por altavoces a todo volumen. Hay que resumir los elementos. Todo es a merced del show en vivo. Y por fin estoy disfrutando de cantar. Una cosa es cantar en el estudio y editarte, y otra cosa es cantar en vivo. Ahora con mi maestra, que es Paloma, la misma que la de Amaral, siento que estoy aprendiendo a cantar en vivo y siento placer al cantar.
Fangoria han tenido muchos altibajos en directo, es fascinante que ahora sea cuando mejor están. ¿Qué vamos a ver en tu show?
Es volver al origen, a la banda. Mi objetivo principal es que la batería no suene rock. Estoy a punto de sacarle los platos (risas) La caja es electrónica. Hay tecladista, guitarra y una chica con saxo, travesera y coros. Es más musical. El show es ochentero, como el disco. No quiero parafernalia, no quiero visuales… y sí meter toda mi obra dentro del contexto ‘Nocturna’, que es fácil, porque hay canciones de ‘Mena’ que son también funky.
¿Consideras el disco conceptual?
Sí, de la noche, tiene esa onda de un Martini, la playa en la noche, las estrellas…
La flauta está en ‘Me gustas tú’, el tema que has hecho con Cupido.
Con Luigi y Toni. Quería darle más calidez. Decidimos meterle esa cosa nocturna. Un poco brasilera. El saxo es puro 80’s. Igual la canción es un poco 70’s, me encanta que sea cortita, también porque la hice con ellos. Yo soy DJ Ansiedad, porque pincho estrofa, coro y la cambio. Para mí la canción perfecta era de 3 minutos y medio y ahora es de 2 minutos y medio. Como ya todo es industria, también se piensa en los visuales y cada segundo audiovisual es dinero. Me gusta que sea cortita como las canciones de Supremes. Por ahí va la canción, más que por el trap.
¿Por qué dejaste ‘Culpa’ para el final del disco, a lo ‘Espada’?
Me lo preguntó mucha gente, también lo leí en JENESAISPOP (risas) Es narrativo. Me demoro mucho en elegir el orden, luego me arrepiento, quería haber metido 12 canciones, pero me parecía demasiado largo. ‘Culpa’ narrativamente me parecía como un mensaje potente para cerrar el disco. Es como los créditos de la película. Era para cerrar en grande, como lo hice con ‘Espada’. Para que no parezca que las últimas son las que quedaron para el final. Darle el lugar que merece, cerrar arriba.
¿Qué pasa a «la hora 5»?
Es el momento de «o me voy para mi casa o sigo forever». Es la hora del demonio.
A las 6 cierran.
Dice «agarra mi mano» porque también es la hora de llevarte a una persona para tu casa (risas)
Lorca tenía un poema que hablaba de las 5, pero eran de la tarde y habla de la muerte en una plaza de toros.
No sabía, amo a Federico García Lorca. Lo amo.
Has hecho una canción para unas ‘Dunas’ que a mí me parece un tema súper marica, y hay cada frase ahí…
¿Qué pasa en el mundo marica con las Dunas?
En Canarias son muy famosas, por ser un sitio de cruising.
En Chile igual. Esta canción es de sexo, con gemidos y todo. Es de deseo, pero el imaginario es muy de cruising, en Chile se producen como unos cerritos que te tapan.
¿Pero las lesbianas también hacéis cruising?
Sí, no es que haya lugares de cruising pero una lo puede hacer si está ahí con una amiga o lo que sea. En las dunas se da un ambiente muy erótico, con el calor. Siempre había querido hacer una canción sobre dunas. También habla de un espejismo, de sequía de sexo (risas).
¿Qué te dijo Myriam Hernández de participar en esta canción?
Me encantó porque ella está casada, fue con el marido. Hizo una pista de gemidos y nos hicimos amigas. Ella está feliz de salir de su zona de canciones tradicionales. Le encanta la música electrónica. Mónica Naranjo le escribió una canción hermosa, llamada ‘Deseo’. Es una cantante muy grande en Colombia, Venezuela, en el eje andino, pero en Chile no le hemos dado el lugar que se merece por esta cosa de no engrandecer a los artistas de Chile. Creo que fue medio político. Quiero enaltecerla como chilena, la amo, lo hago desde la admiración.
He visto que casi te presentas de nuevo al Benidorm Fest, pero que al final no.
Tengo a mi alrededor el fandom eurovisivo. Uno de mis asesores más cercanos, Marcos Dosantos, es muy fan de Eurovisión y me hizo ver lo grande que es ese mundo. Me decían mucho que me presentara, pero es mucho tiempo, mucha dedicación. Me gusta el Benidorm Fest más que Eurovisión. Tiene que ser más potente, creo que los artistas de aquí tienen que ir más y aprovechar ese espacio que es mainstream para que la escena crezca, para que la gente vaya más a los conciertos. Hay que aprovecharlo más.
«Los artistas de aquí tienen que ir más a Benidorm Fest y aprovechar ese espacio que es mainstream para que la escena crezca»
¿Tú crees que lo aprovechaste bien?
Sí, pero lo hubiera aprovechado más aún. Yo no tengo mucho contacto con la televisión. Me hubiera gustado invertir quizá más. La realización es lo más importante. Cuando en Rigoberta una cámara se va hacia arriba, un equipo de Rigoberta está encima de las cámaras de TVE. Tenés que estar ahí. Hablamos con ellos y estaban con mil cosas. Ahora estaría más encima con mi equipo de la realización.
La canción me sugería «Drácula» por los teclados tipo peli de terror, y también acid, colores de neón. Me sugería a la vez luz y oscuridad. Lo que hiciste estuvo guay, pero la canción me pedía más.
Aprendí un montón, siento que hay cosas que podía haber mejorado. La gente no tiene por qué entender esto, pero fue todo muy rápido. Yo estaba en Chile, en gira, llegué aquí, tuve 3 semanas y fue una locura. Las mejores cosas salen cuando se reposa, le preguntas a más gente, por eso me dan ganas de presentarme de nuevo porque aprendí, lo haría de otra manera y me quedé con una deuda: hacer algo realmente a la altura. Fue más ensalada, tirando de por aquí y por allá. Y la dificultad de bajar una escalera cantando. La canción es muy difícil de cantar también. Es grave y tiene intervalos raros. Ahora con mi profesora de canto nos estamos dando cuenta de que escribo canciones difíciles de cantar. Y no sé por qué. No todas, pero algunas me salen difíciles.
¿Y eso ha condicionado este disco? ¿O ya para el siguiente, en 2026?
Todavía no me ha dado tiempo. Para el próximo, para el otro Mundial.
Tove Lo publica hoy ‘Dirt Femme‘, su primer disco como artista independiente, y en total el quinto de su carrera. El álbum incluye el épico primer single ‘No One Dies from Love’, ese ‘2 Die 4’ que samplea ‘Palomitas de maíz’ y que ha sido número 1 en el top 40 de JENESAISPOP, el ambiental ‘True Romance’, y también el enésimo single ‘Grapefruit’. Cierra el elepé ‘How Long’, su aportación a la banda sonora de la segunda temporada de ‘Euphoria‘.
‘Grapefruit’, la Canción Del Día de hoy, es uno de los singles más claros del disco, gracias a su beat uptempo de synth-pop, sus arpeggios tan Robyn (todo el tema captura la energía de ‘Dancing on My Own’, clásico hit del pop que Tove acaba de versionar), y su excelente estribillo, probablemente uno de los mejores que ha escrito. Y ya es decir.
También es ‘Grapefruit’ un tema importante en la carrera de Tove Lo, pues versa sobre el desorden alimenticio que sufrió en la adolescencia, en concreto bulimia, durante cinco años. Cuenta Ebba que lleva 10 años intentando escribir ‘Grapefruit’ pero que nunca ha encontrado el momento ni las palabras adecuadas para hacerlo, y que el parón de la pandemia le permitió reflexionar, revivir viejos recuerdos y, finalmente, escribir la canción que hoy nos ocupa.
Explica la artista: «Sé que no he hablado mucho sobre este tema en las entrevistas, ni en mi música, que es el lugar donde soy más honesta. Hace tiempo que ya no convivo con un desorden alimenticio pero durante muchos años mi adolescencia estuvo marcada por ella. Puede que dos años de parón trajeran viejos recuerdos, y que necesitara todo este tiempo libre para mirar al pasado sin sentir dolor. Uno de los sentimientos que recuerdo es la necesidad de salir de mi propia piel, porque me sentía atrapada en un cuerpo que odiaba».
En ‘Grapefruit’, Tove recuerda la época en que buscaba obsesivamente perder peso contando calorías y comiendo pomelo, se miraba al espejo y no se gustaba, y comparaba su cuerpo con el de las bailarinas de ballet. Hay una referencia más o menos explícita a su bulimia cuando canta sobre «dejar abierto el grifo», y también al movimiento «body positive», al que pide ayuda. Finalmente, Tove aprende que, en este mundo, es a sí misma a quien más necesita cuidar porque «eres todo lo que tengo». Acorde al mensaje de ‘Grapefruit’, la canción suena especialmente triunfal.
Como cada viernes comentamos los lanzamientos del día y/o la semana. Hoy 14 de octubre salen los esperados nuevos álbumes de The 1975, M.I.A., Tove Lo y Red Hot Chili Peppers, a los que se suman trabajos de Lucrecia Dalt, Bill Callahan, Mykki Blanco, JEDET o The Big Moon. Además, hay disco en directo de Florence + the Machine.
También salen singles nuevos que vale la pena comentar, como el que marca el regreso de blink-182 en su formación original, que visitará España en 2023; o el nuevo sencillo de Westerman, el artista que nos conquistó hace unos años con su álbum debut publicado durante la pandemia.
SAULT han sacado nuevo EP que en realidad es un single de 10 minutos, y entre los artistas que siguen avanzando sus próximos lanzamientos se encuentran Bruce Springsteen (que prepara disco de versiones), Weyes Blood, María Rodés, Christine and the Queens, Stormzy (aquel tema de 8 minutos que sacó hace unas semanas no estará incluido en su álbum), Louis Tomlinson o Depresión Sonora.
La revelación Hope Tala publica nueva música y, entre los descubrimientos del día, podemos mencionar los nuevos temas de Lolo Zouaï, Yarea, Doechii, Charlotte Dos Santos o Mikhala Jené.
Durante años, la nueva música de Rihanna se ha hecho esperar más que Madonna en todos su conciertos. Más que el segundo single de Chanel. Las informaciones acerca de su nuevo disco han ido llegando a cuentagotas y han cambiado a la primera de turno sin nunca materializarse en nada concreto. Si tal disco existe, desde luego habrá que verlo -escucharlo- para creerlo.
2023 será el año en que Rihanna vuelva a los escenarios, por lo que es de esperar que aproveche la situación para publicar, al fin, nuevo material musical. De momento, en febrero ofrecerá la actuación musical más esperada y mediática del año, la de la Super Bowl, que tendrá lugar el próximo 12 de febrero. Rihanna baraja una veintena de nombres que puedan aparecer con ella sobre el escenario, si bien en ningún momento se ha descartado la posibildad de que salga sola, a lo Lady Gaga.
Pero, ahora, el portal norteamericano HITS Daily Double, que cuenta con fuentes fiables dentro de la industria y ha solido dar bastantes exclusivas, como la fecha de lanzamiento de ’25’ de Adele (aunque otras veces ha fallado), confirma que la barbadense seguirá los pasos de otras grandes estrellas como Ed Sheeran, Beyoncé o Taylor Swift y, el año que viene, emprenderá una gira de estadios.
El portal no da más información acerca de la gira de Rihanna, pero confirma que se está tramando y conjetura que la cantante probablemente no se subirá al escenario de la Super Bowl sin plan de salir de gira posteriormente, ya que el escenario de la Super Bowl es demasiado grande como para después desaparecer de la vida pública, o para que Rihanna proceda a encerrarse de nuevo en su tienda de cosméticos.
En las últimas semanas se ha visto a Rihanna entrando y saliendo de un estudio de grabación, por lo que parece que se encuentra preparando nueva música. Su proyecto sigue sin anunciarse oficialmente, pero parece que su lanzamiento no seguirá la tónica habitual. Eso sí, parece seguro que el sonido de Jamaica tendrá cierto peso en el contenido musical. Seguiremos esperando…
Chanel ha anunciado su esperado segundo single. ‘TOKE’ será el tema que suceda a ‘SloMo’, será además el debut de la cantante en la discográfica Sony Music tras su marcha de BMG y, además, su estreno se producirá a lo grande, pues ‘TOKE’ será el tema principal de RTVE y la Selección Española de Fútbol para el Mundial de Qatar 2022, confirma la cadena.
Ha sido en el programa ‘Dúos Increíbles’ de La 1 donde Chanel ha anunciado la llegada de ‘TOKE’ que, en sus palabras, será «una canción para que todo el mundo cante y baile» y, en concreto, «una canción de masas que es perfecta para esto». Chanel añade que es «muy divertida». ‘TOKE’ saldrá «en las próximas semanas».
Este viernes, 14 de octubre, a partir de las 12.00, se celebrará una rueda de prensa en Torrespaña donde Chanel compartirá más detalles acerca de ‘TOKE’.
La asociación de Chanel con el Mundial concuerda con los planes de su equipo de convertirla en una estrella internacional, lo que incluye que la artista solo actúe en escenarios de alcance global.
Estos días se ha confirmado el fichaje de Chanel por Sony, donde la representante de España en Eurovisión trabajará en la composición de su álbum debut, que se espera para 2023.
Róisín Murphy va a realizar su debut como actriz a lo grande, interpretando a una poderosa bruja en una nueva serie de Netflix titulada ‘El hijo bastardo y el mismísimo diablo’. La nueva serie de fantasía y drama se estrenará en la plataforma de streaming el próximo 28 de octubre.
‘El hijo bastardo y el mismísimo diablo’ está basada en la trilogía de novelas de 2014 escrita por Sally Green, ‘Half Bad’. La acción ocurre en un mundo en el que distintas facciones de brujas están en conflicto y sigue la historia de Nathan Byrne, el hijo de un peligroso brujo llamada Marcus Edge. La propia artista ha explicado a NME que la serie trata sobre «un joven que trata de encontrarse a sí mismo». «Mi personaje acumula sangre poderosa, la sangre es una especie de moneda en este mundo y la necesitas para trascender a ser cualquier tipo de bruja que seas a los 18, es como una parábola sobre hacerse mayor», adelanta la cantante sobre su personaje en la nueva serie de Netflix.
Murphy reveló en la misma entrevista que no había considerado la actuación hasta que le ofrecieron el papel: «Creo que el director era fan». La mitad del dúo Moloko también contó porqué aceptó el trabajo: «La verdad es que estaba un poco sorprendida y no pensaba que pudiese hacerlo, pero hice una prueba en el teléfono, simplemente leyendo el guion, y a todo el mundo le encantó. Así que por curiosidad acepté el papel». También reveló que «es probable que haga más incursiones» en el mundo del cine. Por el momento, Róisín Murphy está preparándose para sacar su sexto disco en solitario.
Todos los discos de The 1975 han solido ser prácticamente inabarcables a nivel de influencias y duración. El último, ‘Notes on a Conditional Form’, publicado en plena pandemia, traía 22 pistas y pegaba más volteretas de un género a otro que Simone Biles en los Juegos Olímpicos. El anterior, ‘A Brief Inquiry into Online Relationships’, era simple y llanamente el mejor. En ambos, Matt Healy y los suyos llevaron la filosofía «todo vale» de su propuesta a algo muy parecido a un límite que, desde luego, no han querido seguir explorando en su nuevo disco; un disco que, con 11 pistas, es el más conciso de su carrera.
Cuenta Healy que, con ‘Being Funny in a Foreign Language’, ha buscado hacer lo contrario a su disco anterior. En lugar de una “obra magna” que repasara una etapa determinada de su vida, como hacen todos sus discos, ha optado por presentar una “polaroid”, la fotografía de un momento efímero. O, en otras palabras, un documento más humilde y, quizá, más prescindible. La explicación tiene sentido ya que ‘Being Funny in a Foreign Language’ puede considerarse un álbum menor de The 1975, para bien y para mal.
Para bien porque, donde los otros discos de The 1975 eran más ambiciosos y, por lo tanto, más arriesgados y capaces tanto de lo mejor como de lo peor, “Being Funny” es más coherente y compacto y propone, por tanto, una experiencia más digerible y condensada de lo que suelen ser los álbumes de la banda. Tan clásico quería Healy que fuese el disco que, esta vez, el grupo ha dado prioridad a utilizar instrumentos reales en lugar de ordenadores, ha desarrollado canciones compuestas a partir de “jam sessions” y, con la ayuda de Jack Antonoff a la producción, ha creado su álbum más maduro y también conservador, exactamente como dice sentirse él en este momento de su vida, a los 33 años, cuando la mentalidad “posmodernista” empieza a resultarle ajena, y prefiere cantar simplemente sobre el amor.
Todas las particularidades de The 1975 -y, sobre todo, de Matty- siguen presentes en “Being Funny”, pero la mano de Antonoff se nota aunque el inglés diga que él ha mantenido la dirección creativa del álbum en todo momento. ‘Part of the Band’, la bonita balada que ha inaugurado la era, tiene tanto de Antonoff en su querencia folk como de Matt en su absurdo texto, en el que el británico (al que se presume «queer» aunque sobre todo se le han conocido relaciones con mujeres cis como, por ejemplo, FKA twigs, aparente destinataria de varias pistas del largo) canta cosas como que “prefiero a los hombres como prefiero mi café, llenos de leche de soja y tan dulces que no ofendan a nadie”. En un estilo similar, ‘Wintering’ es más costumbrista en su introducción de diversos personajes, como una niña de 10 años vegana o la propia madre de Matty y sus problemas de espalda; pero su alegre sonido a lo Joni Mitchell está demasiado visto, como saben Antonoff y los artistas con los que ha trabajado y que han terminado sonando igual; y The 1975 tampoco hace con él nada especialmente original o inspirado.
La sensación que The 1975 se han quedado a medias en todo esta vez prevalece en “Being Funny”. Las canciones pueden ser estupendas, como el eufórico single ‘I’m in Love with You’, que lleva su sonido de pop-rock “cheesy” y ochentoso por bandera y es mejor por ello. La nueva intro llamada ‘The 1975’ es espectacular: se supone que es un homenaje a ‘All My Friends’ de LCD Soundsystem pero a mí me suena a que han cogido una composición de Steve Reich o Philip Glass y le han plantado una letra sobre la adolescencia del siglo XXI, y frases como “me siento apático después de haberme pasado horas haciendo scrolling en el infierno, creo que tengo una erección pero no estoy seguro” son igual de carismáticas que siempre. En la faceta 70s del disco, la mejor canción es ‘Oh Caroline’, un homenaje al pop de California tan efectivo como predecible en el uso de ese “ente” llamado “Carolina” que ejerce básicamente de novia de todos los cantautores que ha habido. Y más clásica aún es la balada ‘All I Need to Hear’, tanto que Matty buscaba que sonara a “versión”. No puede ser más tierna.
Pero el nivel compositivo se queda, a veces, lejos de la gloria de The 1975. ‘Happiness’ debería funcionar pues es uno de los adelantos y su ritmillo disco recuerda a cosas como ‘Sensation’ de Bryan Ferry; sin embargo, no termina de dejar demasiada huella escuchada unas cuantas veces. ‘Looking for Somebody to Love’ es un pastiche a lo Pretenders muy claro y podría ser otro hit de The 1975 pero, aunque está OK, no llega a la altura. Y el tramo final de “Being Funny” es más agridulce: ‘About You’, con su estructura expansiva que supera los 5 minutos de duración, es claramente el clímax del disco a nivel emocional, pero como canción se pasa de etérea. ‘Human Too’ es otra tierna balada a piano, pero ‘All I Need to Hear’ es mejor y, finalmente, ‘Whenever I’m with You’ sí convence con una forma más directa y pop, mientras Matty habla sobre lo mucho que le gusta estar con una persona, sin más pretensiones que la de hacer una cancioncilla mona, que esta lo es.
Quizá la mayor noticia que deja ‘Being Funny in a Foreign Language’ es, en gran parte, simplemente un disco de amor. Las reflexiones de The 1975 sobre la comunicación moderna y, en concreto, sobre la presencia de internet en nuestras vidas, siguen ahí, pero ya no le preocupan tanto. Tampoco le ha preocupado hacer otro trabajo épico de The 1975. Nadie le puede culpar: ya ha sacado varios. Y Matty siempre ha sido consciente de sí mismo: él dice saber no ser tan listo como pretende ser y, por las palabras que ha usado para hablar de este trabajo, parece ser consciente de que no es fundamental en su carrera. Es efectivamente una «polaroid» que contemplar de vez en cuando con nostalgia pero que guardar después, quizá para recuperarla en el futuro, cuando te venga a la memoria de repente.
Tras firmar con Sonido Muchacho, Menta lanzaron su primer EP en junio de 2020 y, para haber sido lanzado durante la pandemia, ellos mismos dicen que se sorprendieron de lo bien que funcionó. Con la espectral y singular voz de Meji («Cristina no, soy Meji»), las abrasivas guitarras de Nico Rubio y Rodrigo Godoy, el siempre presente bajo de Lucas Sierra y la punzante batería de Pedro del Pozo, Menta han ido construyendo poco a poco una base de seguidores hasta conseguir la dura tarea de lanzar su primer álbum, ‘Un Momento Extraño’, el pasado 7 de octubre. Prácticamente, un año después de haber sido grabado.
El día después de celebrar la salida de ‘Un Momento Extraño’, JENESAISPOP entrevistó a Meji y a Nico para hablar sobre cómo una cantante de flamenco pasa a cantar rock, el panorama musical madrileño y las dificultades de sacar el primer disco.
¿Cuáles son vuestras inquietudes como grupo?
Meji: «Pues pasárnoslo bien, básicamente. Hacer canciones divertidas, que le gusten a la gente, que nos guste a nosotros, principalmente, y tocar y pasárnoslo muy bien».
¿Tenéis algunos temas específicos de los que prefiráis hablar?
M: «Lo que vaya saliendo. Improvisamos bastante en el momento de componer. Lo que nos vaya saliendo en ese momento. Si uno está de resaca pues se hace un tema de resaca. Si está triste pues hacemos uno triste. Como vaya surgiendo la vida».
¿El de ‘Ibuprofeno Normon 600mg’ surgió así?
M: «Como hoy más o menos».
¿En un día como hoy?
M: «Sí (risas)».
Nico: «Nosotros lo enfocamos un poco como que es la segunda parte de ‘El apartamento’. Es un poco así. ‘El apartamento’ es como la fiesta e ‘Ibuprofeno’ es el día siguiente, el domingo. Estás ahí reventado y es un poco así. Al final yo creo que una resaca mala la hemos pasado todos, ¿no?»
M: «Hoy es un viernes muy domingo (se ríen).»
Igual que con la resaca, ¿soléis escribir cosas con las que sabéis que la gente se va a sentir identificada?
M: «No lo planeamos, pero claro, realmente todo el mundo ha sentido estos sentimientos. Creo.»
N: «Yo creo que solemos referirnos a sentimientos o situaciones tan comunes que al final es inevitable que a mucha gente le parezca familiar».
Porque sois gente normal ¿no?
N: «Claro, al final somos gente que tiene su curro, que tiene una banda aparte y nos pasan las mismas cosas que a cualquier persona de nuestra edad. Y entonces la ansiedad, la depresión y todas esas cosas que son del día a día pues nos pasan a nosotros también».
M: «La ansiedad es mi diario, ¿eh?».
¿Es cierto que comenzasteis la banda durante la pandemia?
N: «Un poquito antes, la banda empezó en junio de 2019. Justo ese verano grabamos unas maquetas así muy de garaje y muy punki y a partir de diciembre ya empezamos a hablar con Luis de Sonido Muchacho y nos comentó que estaba interesado en el proyecto y en trabajar con nosotros. En febrero grabamos, antes de firmar, y en marzo ya… todos para adentro. Así que nuestra andadura comienza en la pandemia claramente».
M: «Firmamos el contrato por correo electrónico (se ríe)».
N: «Sí, eso lo resume bastante bien».
¿No dudasteis ni un momento?
M: «Ni lo leí».
¿Alguien lo leyó?
N: «Sí hombre, claro. Yo me lo leí y se lo pasé a amigos abogados y tal, pero al final es lo que te das cuenta, ¿sabes? No estás firmando nada loco. Esto es muy de andar por casa».
M: «Y tampoco nos íbamos a ver en otra igual en la vida».
N: «Además, lo que mola de esto es que es una escena bastante sana y saludable. Entonces, no hay promesas de por medio que te puedan nublar la visión. No hay nada».
¿Entonces cuál es la propuesta de Menta para aportar al panorama, o qué os diferencia?
N: «Yo creo que tampoco somos más ni menos que nadie. Simplemente yo creo que lo que nos puede diferenciar es que somos un grupo de colegas, que lo seguimos siendo y que no vivimos de la música. Eso tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Las malas es que le tienes que dedicar tiempo, recursos y dinero a algo y no estás viviendo totalmente de ello».
M: «Las cosas buenas es que puedes hacer lo que te salga de los cojones».
N: «Eso es, no deja de ser un proyecto con tus colegas y no hay nada más allá. Estar en un sello como Sonido Muchacho para un grupo de nuestra talla… Es muy fácil simplemente tocar, sacar un disco de vez en cuando y poco más. Yo creo que tampoco aportamos mucho más ni menos que el resto. Simplemente nos llevamos bien e intentamos dar caña».
Entonces valoráis más la amistad que el dinero.
N: «Sí, totalmente. Igual si viéramos algo más de dinero te diríamos lo contrario, pero de momento no. Igual el año que viene si nos vuelves a entrevistar te decimos otra cosa».
¿Por qué decidisteis tener este sonido? ¿De dónde viene?
M: «No lo decidimos. Salió y ya. En ningún momento dijimos: vamos a hacer el sonido que tenemos. Que yo no sé ni que sonido es realmente. Probando y probando salió. En la vida en general tiramos mucho de la improvisación nosotros, como ahora».
N: «Sí que es verdad que en ese momento nos inspiraban las bandas de nuestro entorno. Además, nos llevamos muy bien con la mayoría de las bandas de Madrid. Te influencian y dices: quiero tener una banda como esa. No sonar igual, pero un poco del mismo rollo. Siempre nos ha molado la escena de garaje de Madrid: Los Nastys, Parrots, Hinds, cuando salió Carolina…»
«No sé quiénes son Pavement, Pixies, Smashing Pumpkins… A mí me suda la polla. A mí me gusta Canelita»
Es imposible no empaparse de ello, ¿no?
N: «Es imposible, pero tampoco me parece que sea malo. Evidentemente nos gustan grupos míticos como Pavement, Pixies, Smashing Pumpkins… Todo eso también lo escuchamos».
M: «Yo no sé quiénes son, eh. A mí me suda la polla. A mí me gusta Canelita».
N: «Igual a Smashing Pumpkins no llego, pero a algo parecido a Los Nastys podemos probar».
Compartís sello con algunos de los grupos que habéis mencionado.
N: «Sí, Hinds, Carolina Durante, El Buen Hijo…»
M: «Está guay porque luego somos todos colegas. Es bastante divertido».
Eso pasa en general con el panorama en Madrid, ¿no?. Todo el mundo se conoce.
M: «Con la endogamia nos van a salir todos los niños mongolos. Esto no lo pongas (se ríe)».
N: «Además, no quiero desvirtuar a otras ciudades, pero vas por ahí y no pasa lo mismo. Es como que la escena es mucho más cerrada…»
M: «Aquí la gente se apoya un montón y se ayuda muchísimo».
N: «Desde el primer momento que arrancamos las bandas que conocíamos se han volcado siempre con nosotros, ayudando con lo que sea. Desde prestarnos amplis, reposteo… ¿sabes? Y luego cuando estás medio establecido pues tienes el peso de decir: tengo que hacer lo mismo. Y no tiene nada que ver con ser un lameculos. Ganamos todos, porque el público es muy compartido. El público que escucha a Menta escucha Carolina y El Buen Hijo».
Meji, tu decías antes que a ti te gustaba Canelita, porque tú no siempre has cantado rock, ¿no?
M: «Yo esto no lo había cantado absolutamente nunca. De hecho, yo no había cantado nunca. O sea, yo canto flamenco de toda la vida de Dios, pero en el autobús con mis amigas volviendo de fiesta borracha, en la ducha y en las bodas, bautizos y comuniones familiares (se ríe)».
¿Y cómo pasas del flamenco a esto?
M: «Porque me dijo un colega si quería cantar y me pareció una idea perfecta. Tampoco lo pensé. De hecho, quedé con estos en plan, tenemos una banda, y no me habían escuchado cantar (se ríe). Sí que es verdad que yo siempre había querido tener una banda. Siempre no, desde que conocí a Hinds. No personalmente, sino cuando las escuché por primera vez».
¿Y congeniasteis bien al instante?
N: «Sí, por eso tiramos adelante».
M: «El día que nos conocimos compusimos ‘Ojalá te mueras’«.
N: «Yo creo que lo peor que puede haber en este mundo es compartir una banda con una persona que te cae mal. Eso sí que es un drama de la hostia. Lo guapo es ser todos colegas».
M: «Si no, luego te comes un montón de horas de furgo con alguien que te cae mal y que encima le huelen los pies».
Hoy habéis sacado vuestro primer disco, ¿estáis contentos?
N: «Muy contentos. Un poco expectantes a ver qué dice la peña. A nosotros nos flipa y nos parece que hemos dado un gran paso respecto a lo último que teníamos. Este disco es mejor que ‘não não’ y peor que lo siguiente».
¿Qué dificultades conlleva crear tu primer disco?
N: «Cada banda o artista tiene su situación. A unos le costará más, a otros menos, pero a nosotros sí que nos costó porque nos pilló en un momento chungo para todos y le tuvimos que poner mucho cariño, voluntad y mucho curro».
M: «Fuimos al estudio con el disco sin terminar de componer».
N: «Literalmente, yo creo que si no lo hubiéramos grabado en La Mina, el disco no estaría en la calle. Fue clave porque necesitas un entorno que te inspire y que te inhiba de tu día a día. Esto es arte, cultura, no es matemáticas. Es un proceso creativo en el que tienes que estar inspirado».
¿Es difícil mantener la motivación?
N: «Sí, sobre todo cuando curras 9 horas y luego tienes que ir a casa y componer un disco. Luego habrá artistas más y menos fructíferos, pero bueno. Nuestra experiencia fue dura, pero satisfactoria».
¿A qué os referís con ese “momento extraño” que mencionáis en ‘Algo incómodo’?
M: El momento por el que estábamos pasando nosotros.
«Cuando estábamos grabando el disco yo estaba pasando literalmente por la peor época de mi vida»
El momento de sacar tu primer disco…
N: «Sí, pero ya no eso. Es el momento personal. Estás sacando y componiendo un disco, pero ostia… La vida te pega dos «guayas» y estás ahí un poco tal… Y encima tienes que grabar un disco».
M: «Cuando estábamos grabando el disco yo estaba pasando literalmente por la peor época de mi vida. La peor de todas, y justo coincidió con irnos a La Mina a grabar y es como, voy a hacer lo que más me gusta del mundo estando cuando peor he estado nunca».
Tal y como decís en ‘Segunda Parte’, ¿tenéis a la suerte de vuestro lado?
M: «Tenemos una puta flor en el culo».
N: «Literalmente».
M: «Siempre estamos salvados por los pelos».
N: «Siempre en el límite, ojalá nunca se acabe. Yo creo que somos un grupo con suerte porque hemos tenido oportunidades que les gustaría a muchas bandas tener. Eso intentamos valorarlo para tomárnoslo en serio y no hacer una puta mierda. En plan, aprovechémoslo».
Ahora, a Menta les espera presentar su disco en directo. Según ellos, el aspecto que más disfrutan de tener una banda. Actuarán el 15 de octubre en Salamanca, el 21 en Madrid, el 4 de noviembre en Barcelona, el 5 en Zaragoza junto a El Buen Hijo, el 26 en Valencia y terminarán el 3 de diciembre con otro show en Madrid. Las entradas ya están a la venta.
‘Blonde’ es una de las películas de las que más se ha hablado en las últimas semanas y, debido a la dureza de sus imágenes, también ha dividido en gran medida las opiniones de la crítica y el público. Mientras que algunos la ponen como una de las mejores cintas del año, otros la consideran un desastre. Lo que está claro es que el estreno de la película de Andrew Dominik en Netflix ha sido un verdadero fracaso, con tan solo 37 millones de horas reproducidas en su primera semana, según los datos proporcionados por la propia compañía.
Para comparar con otro estreno de alto calibre de la plataforma, ‘No mires arriba’ obtuvo 111 millones de horas vistas en su primera semana. Si lo comparamos con los estrenos más fuertes de Netflix, los datos de ‘Blonde’ entonces se convierten en ridículos. Es cierto que es habitual que la segunda semana de una serie o película en Netflix sea más exitosa que la primera. Sin embargo, ‘Blonde’ ha pasado de los 37 millones a tan solo 17 en su segunda semana. En total, la película protagonizada por Ana de Armas ha sumado 54 millones de horas en sus primeros 12 días. Echando más leña al fuego, ‘Blonde’ ha ocupado el número 1 en el Top 10 de Netflix durante nada más que tres días y este pasado lunes, la cinta desaparecía completamente de lo más visto de la plataforma.
Pese a su pobre recepción en streaming, no hay duda de que ‘Blonde’ ya ha pasado a la historia como una de las películas más divisivas de la década y nadie puede quitarle a Ana de Armas el mérito de su impresionante actuación, lo cual parece ser el único punto de unión entre todas las críticas. Para terminar en una nota positiva, Nick Cave ha nombrado a ‘Blonde’ como su película favorita de todos los tiempos… quizá porque es, nada más y nada menos y junto a su inestimable colaborador Warren Ellis, autor de su banda sonora.
Silk Sonic, el dúo formado por Bruno Mars y Anderson .Paak, ha decidido no presentar su álbum ‘An Evening with Silk Sonic‘ a la próxima edición de los premios GRAMMY, que se celebra el 5 de febrero en Los Ángeles. El 15 de noviembre se revelarán las nominaciones.
El pasado mes de abril, Silk Sonic se llevó a casa hasta cuatro premios GRAMMY solo por su single ‘Leave the Door Open’, que ganó dos de los premios más importantes, los de Canción del año y Mejor grabación del año, y también los de Mejor canción de R&B y Mejor actuación de R&B. En un comunicado, Silk Sonic hacen un ejercicio de humildad y explican que ya son suficientes y que sería «una locura pedir más».
«Hemos entregado todo de nosotros en este álbum», empieza el texto de Silk Sonic recogido por Rolling Stone, «pero con toda la amabilidad, humildad y, sobre todo, sexualidad del mundo, nos retiramos de la carrera de los GRAMMYs este año». Bruno Mars y Anderson .Paak añaden que «esperamos poder celebrar con todo el mundo otro gran año para la música» y «participar en la fiesta».
En el comunicado, los integrantes de Silk Sonic observan que el éxito internacional de ‘Leave the Door Open’ es más importante para ellos que cualquier premio. Apuntan: «Andy y yo, y todas las personas que trabajaron en este proyecto, ganamos en el momento en que todo acogió tan bien ‘Leave the Door Open’. Todo lo demás fue la guinda del pastel».
Las votaciones de los GRAMY arrancan hoy y tendrán en cuenta trabajos que salieran entre el 1 de octubre de 2021 y el 30 de septiembre de 2022, por lo que el disco de Silk Sonic entraba dentro de plazo, pues salió el 12 de noviembre del año pasado.
Queen están más en boca de todos que nunca gracias a la relevancia perenne de su música y, recientemente, al éxito de ‘Bohemian Rhapsody‘, el biopic sobre Freddie Mercury que es uno de los mayores taquillazos de las últimas décadas.
Además, Queen publican nueva música, más o menos. Los de Brian May y compañía reeditarán ‘The Miracle’, su álbum de 1989, el próximo mes de noviembre. Entre los alicientes que contendrá el álbum se encuentra una pista inédita, cantada lógicamente por Freddie, que nunca nadie antes ha escuchado.
‘Face it Alone’ es la balada que Queen han publicado en las últimas horas. Grabada durante las sesiones de ‘The Miracle’ y cantada por Mercury con todo el sentimiento que le caracterizaba, en ella, Freddie canta sobre ser dueño de su propia vida, porque cada uno es «jefe de su casa» y «tienes que enfrentarte a (ella) tú solo».
En una entrevista con BBC, Brian May y Roger Taylor han contado que ‘Face it Alone’ es una canción que habían olvidado completamente y que, cuando la «re-descubrieron», pensaron que no podrían editarla, por su carácter de maqueta. Sin embargo, su «equipo de ingenieros» ha conseguido adecentarla y hacerla sonar como nueva.
No es la primera vez que Queen publican música inédita con voz de Freddie Mercury. En 2014 lanzaron ‘Queen Forever‘, un recopilatorio de canciones «olvidadas» que Freddie había grabado pero que el grupo, de nuevo, había «olvidado».
Además de ‘Face it Alone’, la reedición de ‘The Miracle’ -que fue el penúltimo álbum que publicó Queen con Freddie vivo, el siguiente y último fue póstumo- vendrá con más contenido extra, como maquetas, caras b, entrevistas, versiones extendidas y vídeos, todo ello reunido en 5 CDs y un DVD.
blink-182 acaba de anunciar una macrogira mundial que pasará por España (entradas aquí), pero la verdadera noticia que ha dejado el anuncio de dicha gira es la reunión de la formación original. Tom DeLonge, Mark Hoppus y Travis Barker no tocaban juntos desde 2015 y, de un tiempo a esta parte, Hoppus y Barker trabajaban con un guitarrista diferente mientras DeLonge se centraba en tocar con su banda Angels & Airwaves (y en estudiar la hipotética existencia de los ovnis). Como todo el mundo sabe, Barker ha conseguido mantenerse en el candelero gracias a su mediática relación con Kourtney Kardashian, pero ese es otro tema que no vamos a tocar en este artículo (aparte de esta frase). Sin embargo, el grupo que saldrá de gira y publicará nuevo disco es el original, el que llegó a vender millones y millones de copias de sus discos y cambió la vida a millones de adolescentes, pero que después fue variando de formación por diferentes razones.
Y no es poca cosa que los integrantes de blink-182 vuelvan a ser los originales porque blink-182 es, sin duda, una de las bandas de rock más influyentes de las últimas dos décadas, tanto como para hoy ser cabezas de cartel en festivales como Lollapalooza Brasil al lado de nombres como Drake, Billie Eilish o Tame Impala; tanto como para que alguien les haya denominado alguna vez los «Beatles del punk»; pero, sobre todo, tanto como para estar en boca de muchos de tus artistas favoritos, incluso los que menos esperas.
Entre esos artistas se encuentra PinkPantheress, estrella de TikTok y renovadora del garage y el drum ‘n’ bass. La autora de ‘Break it Off‘ ha reconocido que muchas de sus «decisiones melódicas» están directamente influenciadas por las canciones de blink-182. Para Grimes, la música de la banda californiana sirvió de portal hacia el mundo de la música alternativa. De hecho, la canadiense empezó tocando en un grupo de versiones de blink-182 y, recientemente, ha grabado una canción con el grupo que aparecerá, presumiblemente, en el siguiente disco de ellos. Por otro lado, ‘Closer’ de The Chainsmokers y Halsey contiene una referencia a «una canción de blink-182 que escuchamos en Tucson sin parar».
Por supuesto, la influencia de blink-182 es más evidente en grupos de su mismo estilo. Hoy el pop-punk está de moda y muchos de los iconos que influyen a artistas de nuestro tiempo como Machine Gun Kelly, WILLOW o, en España, Yawners fueron primero estudiantes del catálogo de blink-182. Sin ir más lejos, antes que Grimes, tanto Panic! at the Disco como All Time Low dieron sus primeros pasos en la música dentro de bandas donde se versionaban canciones del trío. Y si hasta una canción como ‘Mona Lisa, Mona Lisa’ de FINNEAS suena 100% al trío californiano, es difícil no pensar que Paramore o Fall Out Boy no hubieran gozado del mismo éxito si no hubiera sido porque blink-182 allanaron el terreno unos años antes.
blink-182 no es la primera banda de pop-punk masiva que vende millones de discos. Green Day llegó antes. Sin embargo, la propuesta de DeLonge, Hoppus y Barker era especial porque aunaba dos cosas: canciones simplonas y un sentido del humor basto similar a cosas como ‘American Pie’, película en la que, por cierto, hicieron un cameo. Cualquiera que fuera al instituto allá por 2005, 2006 o 2007 conoce a gente que montó grupos en esa época y ensayaba canciones de blink-182 porque los acordes eran fáciles de aprender y de tocarlos con la guitarra. Composiciones tan directas como ‘All the Small Things’, ‘What’s My Age Again?’, ‘I Miss You’ o ‘First Date’ representaban una versión amable y accesible del punk, mientras sus letras versaban sobre la adolescencia desde un punto de vista deliberadamente poco serio y desenfadado, atrayendo a toda una generación de adolescentes que se identificaban con sus autores, que veían a sus integrantes como parte de su propia pandilla.
El humor ha formado parte de la propuesta de blink-182 desde siempre. El título de ‘Take Off Your Pants and Jacket’, su tercer disco, es un juego de palabras que alude a hacerse una paja, y otras letras de blink-182 hablan sobre correr desnudo, amar a la Princesa Laia o emborracharte con tus amigos. Algunos de sus textos son completamente absurdos, si bien no necesariamente los más inteligentes que puedan venir a la mente. Y todos recordamos el videoclip de ‘All the Small Things’, donde el grupo parodiaba a Backstreet Boys y otros artistas «cheesy» de la época. Ni siquiera las duras vivencias posteriores de sus miembros (Barker sobrevivió a un accidente de avión, Hoppus superó un cáncer) ha diluido el efecto «goofy» de sus canciones.
blink-182 nunca fueron niños mimados de la crítica precisamente porque su sentido del humor deliberadamente «cringe» les hicieron parecer, ellos mismos, una parodia. NME en especial les tenía bastante tirria pero ellos siempre han hecho bien en tomarse a sí mismos demasiado en serio. Y, como a Avril Lavigne, el tiempo les ha dado la razón: hoy tienen los mismos millones de oyentes en Spotify que, por ejemplo, The 1975 y los streamings de sus canciones son estratosféricos. La gente sigue escuchando a blink-182 y, sobre todo, los artistas siguen reconociéndoles entre sus influencias. Eso es el éxito.
Angela Lansbury, una de las últimas supervivientes de la era dorada de Hollywood, ha fallecido este 11 de octubre a los 96 años en su casa de Los Ángeles, mientras dormía. En pocos días, en concreto el día 16 de octubre, la actriz americano-irlandesa habría cumplido 97 años.
Reconocida con multitud de premios, entre ellos 6 Globos de Oro, 6 Tonys y un Oscar honorífico, Lansbury desarrolló una carrera brillante en varias disciplinas, principalmente el teatro, el cine y la televisión. Será especialmente recordada por su trabajo en Broadway y por sus papeles en la película de Disney ‘La bruja novata’ (1971), y en la serie ‘Se ha escrito un crimen’, en la que Lansbury interpretó a la detective Jessica Fletcher a lo largo de doce temporadas, de 1984 a 1996.
Nacida en Irlanda en 1925, Lansbury y su familia se mudaron a Nueva York en los años 40 escapando de la Segunda Guerra Mundial. En esta época, la actriz obtuvo papeles en películas como ‘Gaslight’ (1944), ‘National Velvet’ (1944) o ‘El retrato de Dorian Gray’ (1945). En los 70 volvió a Irlanda y apareció en musicales como ‘Gypsy’ o ‘Sweeney Todd’, interpretó a Miss Eglantine Price en ‘La bruja novata’ y, desde 1984 hasta 1996, apareció en los televisores de medio mundo como Jessica Fletcher en ‘Se ha escrito un crimen’, que en España emitía TVE los domingos al mediodía.
En sus últimos años, Lansbury no dejó de trabajar y, por ejemplo, en 2005 apareció en ‘Nanny McPhee’, en 2017 en ‘Little Women’ y en 2018 en ‘El regreso de Mary Poppins’. El último papel de Lansbury será póstumo, ya que ‘Glass Onion: A Knives Out Mystery’ se estrenará en Netflix estas navidades.
Este viernes se estrena en Amazon la serie inspirada en la vida de Tegan & Sara ‘High School’: podéis ver el tráiler bajo estas líneas. Como recordaréis, se basa en el libro escrito por las propias hermanas.
Una semana después, el viernes 21 de octubre, llegará al mercado el nuevo álbum del dúo, ‘Crybaby’. Conocemos 4 singles que podéis escuchar aglutinados en las plataformas de streaming: ‘I Can’t Grow Up’, ‘Faded Like a Feeling’, ‘Yellow’ y ‘Fucking Up What Matters’. La primera es nuestra “Canción del Día” para este jueves.
‘I Can’t Grow Up’ es una de las canciones más Joy Division (teclados) y New Order (bajo) que jamás hayan grabado Tegan & Sara. Basada en la idea “dame tu amor” (el tema podría llamarse perfectamente “Gimme All Your Love”), la canción incluye un arreglo de Autotune en los coros cuando se dice su título.
El vídeo es sencillo pero muy efectivo, sobre todo por su montaje. Tegan & Sara juegan con el ritmo del tema, produciendo una de sus entregas más divertidas. No es casualidad que justo este haya sido el tema elegido para abrir ‘Crybaby’.
RTVE ha anunciado tres nuevos programas de carácter cultural, ‘Encuentros’, presentado y dirigido por Elena Sánchez, grabado antes de que fuera presidenta interina de la cadena; el magacín diario ‘Culturas 2’, con Paula Sainz-Pardo; y el espacio viajero y literario ‘Un país para leerlo’, con Mario Obrero.
La música tendrá cierto protagonismo en ‘Culturas 2’, que comenzará a emitirse desde la semana que viene. En concreto el primer programa será el 17 de octubre, pasando a emitirse desde entonces de lunes a jueves a las 20:15 horas.
Indica la nota de prensa publicada en la web de la cadena: «‘Culturas 2’ será la gran casa de la cultura, la clásica y la urbana, la que fue y la que será, la cultura como forma de conocer, entender y emocionarse con el mundo. Cine, música, cómic, danza, arquitectura, artes escénicas, literatura (novelas y cuentos, poesía, ensayos y literatura infantil), series o podcasts. Englobará todo el arte de crear y de conocer; por eso mirará hacia la ciencia, las tendencias, lo local y lo universal, las ciudades y los pueblos».
Colaborarán en el programa Virginia Díaz, Martín Llade o Daniel Galindo. Pero también muchas personas de la música, del cine y también de la cultura urbana y los videojuegos. ‘Culturas 2’ incluirá entrevistas, debates, crónicas, recomendaciones, clubes de lectura y cultura digital. «Será una mirada abierta, rigurosa y divertida, porque la cultura también es juego».
Cuando Rigoberta Bandini saltó al escenario de Benidorm Fest vestida de novia y con gafas de sol para interpretar el inimaginado himno ‘Ay mamá’, acompañada de marido, primos y amigas, el comentario más divertido fue que aquello parecía ‘Midsommar‘. La artista ya había realizado un guiño al nuevo clásico del cine de terror de Ari Aster en el vídeo de ‘Perra’. En la tele, directamente la secta eran ella y su corte de familiares, todos de blanco.
Esta imagen, en principio tan desconcertante, ha terminado siendo 1) icónica y 2) muy representativa de lo que es a finales de 2022 el fenómeno Rigoberta Bandini en varios sentidos. Por un lado, sus conciertos, que ya eran una ceremonia religiosa con miles de personas pegando botes y gritos como si sobre el escenario estuviera el Papa Harry Styles o los BTS, se multiplicaron. Rigoberta se convirtió en uno de los mayores reclamos de festivales bastante grandes, como Tomavistas o Mallorca Live. Es decir, logró meter al público en su propio mundo de frases habladas, ideas improvisadas y outros explosivas, las dos más populares de corte feminista. De «quiero ser una perra» a «no sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas».
Por otro, en su espíritu DIY y desde su propio sello independiente, llamado aún hoy Rigoberta Bandini -así de inesperado y desbocado ha sido el fenómeno-, la cantante ha propulsado como pocos valores como la familia, la maternidad y la religión. ‘Que Cristo baje’ estuvo ya entre sus primeras canciones, y en este disco de debut aparece en una nueva mezcla, así que si ahora estamos sorprendidos de que un «aleluya» pasado por el Autotune sea el estribillo del corte titular y final de ‘La emperatriz’, o de que Dios sea un «topic», el problema está en nuestro tejado.
Y es que ‘La emperatriz’ es un álbum sobre la maternidad y la fe, dos temas casi tabúes en el underground. La única banda alternativa con la que recuerdo haber hablado de ellos fueron los argentinos Entre Ríos. Hace 14 años. La aproximación de Rigoberta, que acude a conciertos de ‘MOTOMAMI’ con Ada Colau, es un poco más compleja que «Dios es amor», y entre sus preocupaciones por ejemplo está educar a su hijo en la neutralidad de género, o al menos, lejos de la masculinidad tóxica. Así se escucha en la trepidante ‘Canciones de amor a ti’.
De la misma manera, sus letras son un poco más complejas de lo que parece, pues ‘Perra’ no consiste solamente en ser una mujer liberada sexualmente, sino que en realidad parte de la idea de ser un animal sin dilemas morales. Y ‘Así bailaba‘, que puede parecer un divertimento pasajero en su adaptación de una canción de Los Payasos de la Tele, ha sido negociada con la familia Aragón para ofrecer un mensaje más moderno y progresista. Las niñas de hoy no tienen que coser ni fregar, porque «tienen que bailar». Mientras unos se ríen del carácter naíf de todo lo que toca Amaia, lo cierto es que aquí hay más mensaje que en el 90% de Todo Indie, playlist en su momento tomada por canciones que nadie sabía ni sabe lo que querían decir.
Entre el costumbrismo cómico de ‘In Spain We Called It Soledad’ y la resaca de fiesta que supuso su hit primigenio ‘Too Many Drugs’ -ninguna de las cuales podía faltar en este LP para coleccionistas-, es difícil hablar de cuáles han sido los referentes musicales para arropar todos estos mensajes. Cuando le preguntas a Rigoberta Bandini por sus influencias, no suelta prenda. Sí suele hablar de Aute, de Mocedades, de Massiel… la canción melódica de los 70, cuyo legado va en este disco mucho más lejos del título de ‘Julio Iglesias’, su guiño a ‘Hey’, ‘Soy un truhán’ y otras. Su estribillo «Tanto trampolín, tanta percusión», melódicamente, es digno del mejor Juan Carlos Calderón.
Pero todo ello aparece más bien rodeado de un synth-pop ahijado de los albores de Austrohúngaro, de bandas de pop sintético como Hidrogenesse. Stefano Macarrone ejerce de productor junto a Esteban Navarro (Venga Monjas), haciendo un trabajo funcional y sencillo (Mendetz conocieron caminos más intrincados), si bien algo mejorable en alguna parte de la mezcla: los teclados italo del final de ‘Ay mamá’ merecían más luz que los «lo-lo-los». Santos&Fluren están detrás de ‘A todos mis amantes’, una balada medio portuguesa medio electrónica; o de ‘La emperatriz’, ligeramente arrimada al Kanye West más sacro; y Javier Fernández Riverola firma la bonita ‘Tú y yo’, sobre el amor marital.
Nombres que nunca oscurecen que aquí el gran talento es el de Paula Ribó, pues todo arreglo parece sometido a su servicio. Es, además, una gran cantante como dejó oír a gritos en los minutos finales de Benidorm Fest, quizá porque aprendió de los clásicos y no de la tradición indie, donde salvo excepciones nadie luchó demasiado por convertirse en un gran vocalista.
Entre su voz, sintes, menciones a Despentes, Sorrentino, Moustaki y Puccini; demasiadas drogas y también finalmente demasiados espíritus, está claro que este disco es un producto único, que ni los mayores fans vimos venir como número 1 en España en los tiempos del reggaetón, el post-trap, la bachata y el featuring obligado. Los más escépticos se preguntarán si será flor de un día. Pero qué más da, más que el líder político que llamó a ‘Ay mamá’ «soflama feminista» ya ha durado.
En un futuro cercano, los androides conviven con los humanos. Forman parte de la vida cotidiana, ayudan a cuidar a los niños y a hacer las tareas de la casa. Las inteligencias artificiales y los clones se camuflan con la humanidad, incluso tienen sentimientos avanzados que hacen que a primera vista sea imposible diferenciarlos. Estos technosapiens son una parte fundamental en el universo que plantea ‘Despidiendo a Yang’, la poética segunda película de Kogonada.
En ella disecciona el drama de una familia cuando su robot Yang se estropea sin remedio. Jake (un excelente Colin Farrell) y Kyra (Jodie Turner-Smith) lo compraron para que Mika, su hija adoptiva, no perdiese el contacto con su ascendencia china. La inminente pérdida de Yang, no solo dejará un vacío doloroso, sino que a raíz de ella la película propone una búsqueda sobre la identidad y lo que significa estar vivo.
Mientras a Yang están intentando repararlo, su ausencia desajusta por completo la cotidianidad. No solo era el hermano mayor de Mika y quien más cosas le enseñaba, Jake y Kyra también se apoyaban en él para educar a su hija, quizá demasiado. Esta alteración hace que la pareja se dé cuenta de sus responsabilidades como padres, y también de que reemplazarlo no tendría sentido, porque Yang, aun siendo un robot, era un miembro más de la familia.
Basada en un relato de Alexander Weinstein, Kogonada otorga a ‘Despidiendo a Yang’ un tono apesadumbrado y profundamente melancólico. Este no es el único aspecto que comparte con ‘Columbus’, su ópera prima, aquí también hay una voluntad notoria de representar los espacios físicos como pilares fundamentales para entender el mundo que rodea a sus personajes. La decoración ultramoderna, ordenada y cuadriculada crea una sensación tan acogedora como sumamente artificial. Es un mundo en el que la tecnología y el medioambiente parecen haber llegado a un punto de co-existencia pacífica, de igual forma que los humanos con los robots.
Kogonada explora con enorme sensibilidad la pérdida de un ser querido y la formación de la identidad cultural a través de un viaje por los recovecos de la memoria. Los recuerdos se almacenan en un enorme banco de datos al que privilegiadamente se nos da acceso. ¿Qué nos hace humanos? ¿Qué significa ser humano? Yang siente emociones que se asemejan a lo que podemos sentir, pero también es incapaz de comprender otras. “Ojalá el té chino no fueran solamente datos curiosos para mí” le reconoce a Jake, quien regenta una tienda de té artesanal, tras una conversación sobre la fascinación que le provoca dicha bebida. Yang nunca llegará a compartir o entender ese entusiasmo, pero sí es capaz de amar, de observar, de cuestionarse cosas.
Hay algo profundamente conmovedor en ‘Despidiendo a Yang’, y es la forma en la que nos acerca a estas cuestiones sin respuesta, cómo deja que el espectador reflexione por su cuenta sin necesidad de subrayar nada. La puesta en escena, sobria en ocasiones y a la vez repleta de hallazgos luminosos, nos guía –junto a la bellísima música de Aska Matsumiya- hacia un precioso y emocionante final. Una joya humanista.