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The National vuelven loco otra vez a su roadie en el Primavera

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Clara Orozco

Guillem Gisbert aparece tras un fanfarria, solo tras un pianito. Si Aidan Moffat cultiva el look jubilado de vacaciones, Guillem el de oficinista en verano… Y si en el Escenario Cupra se cuela el sonido del Pull & Bear, en Pull & Bear se cuela el del Cupra. Tras el primer tema sale la banda, pequeña y joven. Hay bastante público y se saben todas las canciones. El punto álgido del concierto llega enseguida, una muy intensa, hermosa y divertida ‘Balla la masurca!’. Guillem abandona el estatismo y baila, escuela Jarvis pero en tímido. ¡Y se pone a ejecutar una mazurca al final! Bastante bien, por cierto. Pena que su micro suene a lata y que el mejor momento del show haya llegado tan pronto. ‘Balla la masurca!” es un disco bonito y es genial ver a Guillem en un escenario grande, tan arropado. Pero el concierto se hace un poco plano.

Christian Bertrand

Yo la Tengo van camino de ser el grupo internacional que más veces he visto. Pero siempre vale la pena la visita, ya sea cuando les posee el ruido o la tranquilidad. Normalmente ambos, como ayer en el Escenario Amazon. Esta vez el concierto va de temas propios, claro. Ira Kaplan tarda nada en comenzara golpear la guitarra, rompen el ensimismamiento para atacar ‘Sinatra Drive Breakdown’. Pero mi felicidad es absoluta cuando se pone a los teclados e interpreta una preciosa ‘Autumn Sweater’. De hecho, va a ser algo parecido a un concierto de hits: caen ‘Aselestine’ por Georgia Hubbley, ‘Stockholm Syndorme’ y ‘Tom Courtenay’. El sonido y la ejecución rayan la perfección. No se oye a nadie hablar y, por todo lo que alcanza la vista, solo hay gente absorta en ellos, mientras Yo la Tengo se entregan a otro tsunami sónico para cerrar.

Eric Pamies

Faye Webster prolonga la calma en el Pull & Bear, un poco Angel Olsen. Y la única que lleva escenografía: una especie de busto femenino gigante hinchable. Esta extraña humorada contrasta un poco con la ejecución exquisita (hay hasta saxo y steel guitar) y la interpretación de Faye, sin alharacas. Sufre de algún problema técnico inicial, pero luego todo fluye. El concierto se mueve en la frontera entre la gustera estival y el sopor, pero suena tan bien…

Por problemas varios llego a la mitad de la actuación de Jessica Pratt en el Auditori. Otra absoluta exquisitez: hay cadencias de folk y bossa nova, su voz reina, trémula e infantil, fuera del tiempo, recuerda a una cantautora hippie de los 70. Aunque Pratt vaya con banda, casi todo el concierto es ella sola con la guitarra. Es un concierto preciosista, pero también emocionante. Cuando Jessica entona ‘Back, Baby’ hacia el final se deben romper varios corazones.

Si Lana ha ido tarde, pues The National también, aunque ellos menos de 10 minutos. El ‘Slippery People’ de Talking Heads les da la bienvenida. Segunda vez que les veo en tres días. ¿Diferencias con el concierto del miércoles en Razzmatazz? Los gemelos Dessner van más arreglados, Matt Berninger parece de entrada más afónico, no se quita la chaqueta en todo el concierto, el setlist es más equilibrado, sin momentos tediosos y el sonido es muchísimo mejor. Un aparte: es increíble que un escenario tan grande suene tan bien.

Como siempre, el espectáculo es Matt: su encanto histriónico, el toque de clown que contrasta con las tremebundas historias que canta: en numerosas veces se tira al suelo, se va de una punta a otra del escenario corriendo, se le traba el cable, lleva al roadie loco. Y sus baños de masas: ya de buenas a primeras se las arregla para acercarse al público. Público ya entregadísimo, porque abren con ‘Sea of Love’.

Hay gozosas recuperaciones que no hubo en el Razz, como ‘Squalor Victoria’, que suena como un tiro. De hecho, el primer cuarto de concierto es algo muy serio, porque están sacando ya gran parte de la artillería pesada: ‘Bloodbuzz Ohio’, ‘I Need My Girl’, magnífica, que la gente canta con fervor, y a Matt en ese momento la ligera afonía le queda muy bien. Un momento maravilloso, que remata la lluvia. Sólo cuatro gotas, por suerte.

Pero The National son sobre todo una máquina de épica introspectiva. Y sin baches. La velocidad de crucero es inmejorable. Y ahí que Matt vuelve al foso para ‘Apartament Story’, mientras la grita y la gritamos. La afonía parece haberse evaporado. Todo siguen siendo temazos: ‘The Day I Die’, un ‘England’ cuyo verso “You must be loving your life in the rain” coincide mágicamente con el reinicio breve de la Lluvia.

Matt se pasea por la valla en precario equilibrio en ‘Light Years’, mientras que los redobles que nos envía el resto de la banda nos estallan en los tímpanos. En ‘Mr. November’ Matt se va más allá de la valla y pierde las gafas por un momento. Tras el marasmo de ‘Terrible Love’, Matt se hace un Lana y se acerca al público para dejarse querer sin cantar. Ya se van despidiendo con ‘About today’. Muy bonito: palmas, entrega, una trompeta que suena a gloria, la pausa que viene antes del último “about today”… Han sido dos horas de intensidad feliz que han pasado como suspiro. Qué pena que en el Fòrum no cerraran con ‘Vanderlyle Crybaby Geeks’, como sí hicieron el el Razz.

Mount Kimbie han dejado de ser un dúo y han pasado a cuarteto, con las incorporaciones ya fijas de Andrea Balency-Béarn a los teclados y la voz y Marc Pell a la batería. A las dos de la mañana su mixtura entre indietrónica, Stereolab y cierta vena shoegazer, ni demasiado cañera, ni demasiado contemplativa, entra como el agua. Un concierto encantador y atmosférico, ideal para dejarse llevar antes de emprender el regreso a casa.

Sergio Albert

Lana Del Rey sigue a su bola en Primavera y por eso la amamos

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Sharon López

Hacer un juego de palabra con “Lana del Rey” y “reina” es muy facilón, pero es que no es ninguna mentira. Puede ser por las colas de antes de que abriesen las puertas del recinto (en su mayoría, fans); puede ser porque esos fans no solo llevasen ropa y accesorios para la ocasión, sino incluso aquella mascarilla absurda por la que se la criticó en pandemia; puede ser por dejar fuera del setlist el reciente hit ‘Say Yes to Heaven‘ o incluso ‘Blue Jeans’… pero decidir que sí se va a recrear en ‘Bartender’ porque a ella le encanta; puede ser por aparecer casi media hora tarde y tener el coño de decir “disculpad estos diez minutos de retraso”… y puede ser porque a eso respondamos “tú lo que necesites, reina”.

Coñas aparte, puede ser por un espectáculo que consigue que durante hora y media no estemos en el Primavera Sound, ni en Barcelona, ni en 2024: estamos en el espaciotiempo particular de Lana, que es a la vez vintage y actual, oscuro y luminoso, íntimo y épico.

Entre el público, distintas horquillas de edad. Me resultó curioso cómo un chico que conocimos ayer mis amigos y yo decía que su disco favorito era ‘Honeymoon‘ porque le recordaba “a su infancia”: aparte de sentirme en ese momento el meme de ‘El castillo ambulante’, entendí hasta qué punto Lana del Rey ya no es solo una cantante, y le di más razón a una amiga que la considera “la Madonna del indie” (tengo mis dudas no ya sobre si es ella, sino sobre el propio concepto en sí).

Porque es cierto que Lana se ha convertido en una institución, el setlist casi que pasa a un segundo plano porque, aunque haya decisiones raras, tiene tantísimos temas buenos y tan distintos, y los defiende tan bien, que siempre acertará. No todo fue bueno: el sonido podría haber sido mejor, y Lana quizás llevaba más pregrabados de la cuenta (tampoco ayudaban los berridos de quienes creían estar en ‘Tu cara me suena’), pero daba igual teniendo momentazos como la magia en la actuación de ‘Pretty when you cry’, el protagonismo repartido con las coristas en el tramo ‘The Grants’ + “Tunnel”, o cuando le dio por poner el monólogo de ‘Ride’ junto a imágenes de sus distintas “eras”(jé), antes de interpretar esta canción en su tradicional columpio.

La elegida para cerrar fue ‘Young and beautiful’, ya a la altura de esos grandes temas de BSO que acaban comiéndose a su película cuando pasa el tiempo, y se convierten en un clásico. Ahí está ‘I will always love you’: estoy seguro de que, sobre todo en la franja 20/30, la mayoría no ha visto ‘El guardaespaldas’, pero conoce de sobra la canción interpretada por Whitney Houston. No es algo común, y suele estar reservado a las grandes. Es el caso, desde luego, de quien es ya por méritos propios una de las grandes artistas de nuestro tiempo.

‘BIRDS OF A FEATHER’ es el nuevo macrohit de Billie Eilish

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Se acaba de producir un movimiento muy significativo en el Top Global de Spotify. Este viernes, ‘BIRDS OF A FEATHER’ de Billie Eilish tuvo más streams que ‘LUNCH’ por primera vez. La una sube al puesto 4 y la otra baja al puesto 5, ambas por detrás de ‘Espresso’, ‘MILLION DOLLAR BABY’ y ‘Houdini’ (la de Eminem).

Es decir, el que parecía el single principal de Billie Eilish está dejando paso a ‘BIRDS OF A FEATHER’. La que siempre fue mi canción favorita de ‘HIT ME HARD AND SOFT’ es, por tanto, nuestra Canción del Día hoy.

‘BIRDS OF A FEATHER’ es la máxima expresión de la felicidad en una relación de amor. Representa ese género tan complicado como es el de las canciones felices. El transmitir alegría a través de una canción positiva. El tema tiene su momento de llorar, pero son lágrimas de felicidad. Eso es lo que transmite una melodía absolutamente positiva y luminosa, que se viene aún más arriba con los agudos de Billie Eilish hacia el final.

En cuanto a la letra, habla hasta la saciedad de un amor que siente que durará hasta la muerte, mención a la tumba incluida, y si no lo logra, tampoco pasa nada. «Nunca pensé que no estaría mejor sola / No puedo cambiar el tiempo, puede que no sea para siempre / Pero si es para siempre, mejor aún».

‘BIRDS OF A FEATHER’ se ha incluido en la promoción de la tercera temporada de ‘Heartstopper’ pero parece muy difícil que se vaya a contener como single oficial del disco hasta que se estrene la nueva tanda de episodios. Esto no sucederá hasta octubre y el tema ya es un huracán en las listas de éxitos, encabezando de hecho ya la playlist TODAY’S TOP HITS.

Rihanna, la artista femenina con más Discos de Diamante

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Hay nuevas certificaciones de la RIAA estadounidense de los logros de Rihanna, y casi como en honor de su tema ‘Diamonds’, la artista resulta ser quien tiene más certificaciones de Diamante, que equivale a 10 discos de platino.

Las nuevas certificaciones de Diamante son los 11 platinos de ‘Stay’, los 10 platinos de ‘Work’, los 10 platinos de ‘Needed Me’ y los 10 platinos de ‘Umbrella’. Por otro lado, el disco ‘Loud’ pasa a tener 5 discos de platino.

Otros temas certificados ahora son estos:
Love On The Brain – 7x Platinum
S&M – 6x Platinum
FourFiveSeconds – 5x Platinum
Bitch Better Have My Money – 4x Platinum
Sex With Me – 3x Platinum
Shut Up And Drive – 3x Platinum
Hate That I Love You – 3x Platinum
Cockiness (Love It) – Platinum

Rihanna, que lleva la friolera de 8 años sin sacar música demasiado en serio -salvo alguna banda sonora o featuring anecdóticos-, ha celebrado este reconocimiento en sus redes sociales, lo cual nos da esperanza de que algo le siga interesando la música.

Pedro Sánchez vuelve a hacer campaña con bien de Taylor Swift

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Pedro Sánchez se está viniendo arriba en la semana final de campaña para las Elecciones Europeas. Tras el éxito del PSC en las catalanas, y la aprobación de la amnistía en el Congreso, las encuestas van reduciendo el margen entre el PP y el PSOE. La estrategia de Feijóo es centrarse en la supuesta corrupción de la esposa del presidente, y en el caso Koldo, y algunos lo están cuestionando, por resultar similar a la estrategia de VOX (incluso aproximándose a Meloni), solo que Abascal está resultando más mediático por sus polémicas fotos con Milei y Netanyahu.

En un mitin este viernes en Murcia, Sánchez se ha centrado en la economía y ha dejado un titular que ha copado titulares en la prensa generalista, tanto en ABC como en El Periódico de España: «¿España se hunde? Pero si estamos creciendo más que la media, estamos creando más empleo que nunca en nuestro país. España es la Taylor Swift de las economías europeas».

En otro mitin ya había dicho: «Llevan 6 años diciendo «España se rompe». Pero si Salvador Illa ha ganado las elecciones en Cataluña. «¿España se hunde?». Pero si España crece como la carrera de esta artista que tenemos estos días por España, Taylor Swift, que es imparable. Pues igual la economía española. En un contexto geopolítico complejo como el que estamos viviendo».

El presidente alude así al buen funcionamiento de la economía y el empleo que ha llevado al país a ser el 4º que más crece en Europa, tras Portugal, Lituania y Letonia, y por tanto el que más crece entre las economías grandes. Además, España ha sumado por primera vez 21 millones de empleados.

Hablando de Taylor Swift, y de fans, Pedro Sánchez ha aludido en el mismo mitin de Murcia a una veintena de personas que le persiguen para abuchearle allá donde va. «Gracias a mis fans, ¿qué harían sin mí?», ha bromeado.

Por otro lado, el secretario general del PSOE, ha vuelto a compartir un tema de Taylor Swift en su muro de Instagram, en concreto ‘The Lucky One’. No es la primera vez que usa su música en su Instagram. Además, en la entrevista con La Pija y La Kinki, en la que habló casi exclusivamente de música, afirmó haber visto el documental ‘Miss Americana’. Probablemente por la influencia de sus hijas, la cual valió para que el propio Sánchez calificara a Carlos Peguer como «una swiftie», así en femenino.

Hay que recordar, por si lees esto dentro de unos años, que las declaraciones de Sánchez llegan un día después de que Taylor Swift haya arrasado en Madrid, convocando a 130.000 personas en dos conciertos consecutivos. Veremos si esta vez le sirve la estrategia como en el 23-J, pues el paro juvenil, que afecta precisamente a la generación swiftie, es una de las cuestiones a resolver por su gobierno, como suelen recordarle sus socios de Sumar.

Jennifer Lopez cancela su gira ‘This Is Me’

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Jennifer Lopez ha cancelado la gira veraniega con la que iba a recorrer Norteamérica. Empezaba el 26 de junio en Orlando y terminaba el día 17 de agosto en Nueva York. Se llamaba ‘This Is Me… Live’ y presentaba el disco ‘This Is Me… Now‘, que ha tenido un recorrido muy discreto por las listas, pese a venir acompañado de una película.

Representantes de Live Nation han dicho que la gira se suspende «para que Jennifer se tome un tiempo para estar con su familia». La artista ha dicho: «Me siento completamente devastada por decepcionaros. Por favor, sabed que no haría esto si no sintiera que era absolutamente necesario. Prometo que os compensaré y pronto estaremos juntos. Os quiero mucho. Hasta la próxima».

Variety ya reportó hace unos meses que la gira no iba bien en cuanto a venta de localidades, y ya se suspendieron 7 conciertos.

El disco ‘This Is Me’ no pasó del puesto 38 en Estados Unidos, ni del puesto 55 en Reino Unido, siendo número 20 en España. En todos los mercados el álbum duró una sola semana en listas, siendo uno de los fracasos más sonados de 2024. Algo muy llamativo si recordamos que la artista hizo la Super Bowl más vista de la historia en Youtube hace tan sólo 4 años, en 2020.

Pulp ofrecen uno de los conciertos de su carrera en Primavera Sound

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Eric Pàmies

La jornada, como reza el tópico, fue de menos a más, con Beth Gibbons y Pulp como vencedores de la noche.

Voxtrot en el Plenitude sufren el calorazo y solazo de las seis de la tarde. Llevaban ya 16 años sin venir al festival, nos informan. Su pop a la británica es agradable, menos Belle & Sebastian en directo que en sus discos. Suenan muy bien, pero les falta algo de sangre.

Aidan Moffat tiene la pinta de un jubilado escocés de vacaciones, pero con más carisma. A plena luz de día las historias chungas de Arab Strap lo son algo menos, el sol les castiga en el escenario Cupra. Llevan una banda ampliada: batería, teclados. Los graves retumban de más. También hay sitio para sumergirse en el ruido, cuando acaban convirtiendo ‘The Shy Retirer’ en una rave perversa. Siempre es un enfermizo placer verles, pero su propuesta hubiera sido aún mejor de madrugada en un escenario pequeño.

Gisela Jane

Las multitudes se desplazan para llegar al Plenitude a Mannequin Pussy. Merecen un escenario mayor. Pero también ocurre lo de siempre: tapón en los accesos, espacio delante. Las Pussy arrancan algo seriotas con su emo/hardcore/shoegaze, ya que tienen problemillas técnicos. Missy Dabice está a ratos al borde de la afonía, pero se pone fuerte cuando toca. A medida que avanza el concierto, despliega toda su artillería interpretativa. Lanza diatribas contra la religión y Estados Unidos, se arreglan los problemas técnicos y la banda se va animando: se pasan al ruido acelerado y al pogo punkoso y acabamos todos engorilados con elles.

Blonde Redhead en el Cupra hacen una actuación parecida a la del Weekender, solo que el pañuelo palestino ahora luce en el cuello de Kaze Makino. El atardecer les sienta bien. Pero en ese mismo escenario, quien va a gobernar es Beth Gibbons en uno de los mejores conciertos de la jornada. Y probablemente del festival. Le acompaña una banda de impresión para recrear el magnífico ‘Lives Outgrown’: viola, violín, un multiinstrumentista que toca marimbas, percusiones y ¡hasta un fagot! No hay electrónica aparentemente. Todo es orgánico.

Clara Orozco

Hay hambre de Beth. El público que nos congregamos en primeras filas la escuchamos con fervor… aunque se cuele el chunda-chunda de los escenarios adyacentes. Ella se lo toma con humor, y se pone a bailar de espaldas entre canción y canción. Es un placer reencontrarse con su voz en directo, con su estilo retraído, su clásica sudadera, con verla aferrarse al micro. El despliegue de ‘Floating on a Moment’ es para desencajar la mandíbula. También hay repescas de su primer disco, ‘Out of the Season’: ‘Mysteries’ (piel de gallina) y una espectacular ‘Tom the Model’, con toda su fanfarria cinematográfica, cantada como un clásico absoluto por el público. ‘Beyond the Sun’ es apocalíptica, demencial.

Crees que ya no puede haber nada mejor. Pero no estamos preparados para la que se nos viene encima. Personalmente no esperaba que tocara nada de Portishead. Pues toca ‘Roads’. Ovación cerradísma, hay gente a mi alrededor abrazada llorando. Incluso ella al final se le rompe la voz. Es imposible emocionarse más. Beth también está emocionada: nada más acabar el concierto, se lanza al foso a darnos la mano y agradecernos estar ahí. Más agradecidos estamos nosotros de habernos reencontrado con Beth Gibbons.

Clara Orozco

Pulp es el segundo reencuentro felicísimo de la jornada. Acabar de ver a Beth me impide presenciar el arranque de Jarvis y los suyos en el escenario Santander. Pero llego cuando están con ‘Disco 2000’. Un despropósito tocarla la segunda, si me preguntan. Va a ser mi único pero del concierto, porque es una fiesta monumental. Esto no es nostalgia: esto es reivindicar por todo lo alto uno de los mejores cancioneros de los 90. Jarvis está pletórico, de voz, de poses, de carisma. Como con Gibbons, es una felicidad inmensa reencontrarse con él y, como con la Gibbons, más placer aún ver que está en un estado de forma magnífico. La música no va a la zaga. Se han traído un cuarteto de cuerda y aquello suena espectacular.

La sucesión de hits es tremebunda: ‘Miss Shapes’, un ‘Something Changed’ que dedican a Steve Mackey a Steve Albini… ¡Si hasta la oscura ‘Weeds’ de ‘We Love Life’ suena estratosférica! Pero es que aún hay más: chirigota de pitos para ‘Sorted for E’s & Wizz’, el arranque con chelo y la barbaridad de versión que hacen de ‘This Is Hardcore’, un ‘Babies’ emocionantísimo… Me las canto todas de pe a pa. Claro, cuando llega ‘Common People’ se viene todo el Primavera abajo. Pero es que encima cierran con ‘Razzmatazz’, una favoritísima mía que no estaba prevista en el setlist. Es imposible sentirme más feliz. Ha sido un concierto brillante, quizás el mejor que les he visto nunca, y les he visto muchas veces, gira de ‘This Is Hardcore’ incluida.

Tras tantísima felicidad, también acabo necesitando mi dosis de locura. Y esa me la dan The Armed en el Plenitude. No va ni la segunda canción y uno de sus cantantes ya se ha tirado entre el publico. El suyo es un show fragmentado y demencial, como su música. Es súper punk-pop acelerado: tralla, ruidaco, voces desgañitándose, bailes loquísimos de sus tres cantantes y toneladas de diversión.

Vampire Weekend y Justice en Primavera: el indie sleaze resucita

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Sergio Albert

En la primera jornada de Primavera Sound -la del jueves- se disputaron el título de Cabeza de Cartel Primero de Primavera dos titanes del indie sleaze que han derribado toda necesidad de apoyarse en la nostalgia publicando sendos discazos en 2024. En Vampire Weekend ya confiábamos y ‘Only God Was Above Us’ es claramente uno de los mejores discos del año, si no el mejor. Con Justice teníamos más dudas pero ‘Hyperdrama’ es un blockbuster electro de los buenos.

El concierto de Vampire Weekend es todo lo que esperas de la presentación en vivo de ‘Only God Was Above Us’. El grupo de Nueva York trae un sonido inmejorable, las distorsiones de ‘Capricorn’ te peinan a dos kilómetros de distancia, los pianos tintinean como si el grupo tocara directamente en tu oído, el bebé de ‘Ya Hey’ suena a gloria. Como es imposible que fallen las canciones, Vampire Weekend básicamente ofrece un directo de 10 sobre 10.

Sobre el escenario, Vampire Weekend, es decir, la formación de Ezra Koenig, Chris Baio y Chris Tomson, invita a la fiesta a un músico amigo que toca el saxofón. El concierto navega el jazz, la tropicalia, la electrónica o por supuesto el “a-punk” y, a todas estas facetas, Vampire le da su exquisita vuelta personal. Es fascinante ver en acción a Koenig, un frontman atípico con su porte de F. Scott Fitzgerald del siglo XXI, y cuando dice que está encantado de volver al Primavera y que el público español es “simplemente lo mejor” -en perfecto español-, te das cuenta de cuánto les hemos echado de menos.

Sergio Albert

No tenemos a Daft Punk, pero nos queda Justice
Este es el pensamiento inevitable que viene a la cabeza presenciando el show que Gaspard Augé y Xavier de Rosnay ofrece en Primavera pasada la medianoche. Las comparaciones son odiosas y tocapelotas, pero solo Justice puede hacerle honor en este caso. Su sonido es arrollador y las canciones de ‘Hyperdrama’ plantan cara a los clásicos.

La escenografía de Justice explota la faceta oscurantista / metalera presente en la estética del dúo francés, y tanto Gaspard como Xavier le da bola tocando con semblante serio y gafas de sol (el verdadero hombre de negro, Keanu Reeves, toca el viernes a la tarde) debajo de una lluvia de luces. Toda la acción la propone la música, y tanto los momentos macarras (‘Generator’) como los funky (‘Neverender’) terminan configurando un show electro de primer nivel.

A Justice le gusta jugar y durante su show va intercalando fragmentos de ‘D.A.N.C.E.’ y ‘We Are Your Friends’, sus dos grandes himnos. A cada “do the dance, do the dance”, la gente se vuelve loca. Pero la noticia es lo bien que funcionan, en este contexto, sus nuevos temas. En su objetivo de llevarnos en una montaña rusa de adrenalina y tensión, es evidente que Justice sigue jugando en primera liga.

Sergio Albert

Al margen de los headliners, Primavera ofrece la oportunidad de presenciar los directos de artistas que no se prodigan tanto por nuestro país. Es el caso de Amaarae, autora del aclamado ‘Fountain Baby’ (2022). Su show es una fiesta y ella se come el escenario desde el segundo cero. El público canta extasiado los estribillos de ‘Fountain Baby’ aunque la faceta pop-punk convence menos. Unas pocas horas antes, Freddie Gibbs había caldeado el ambiente rapeando sobre las viscosas bases de Madlib, y él no es el único entre los presentes que sujeta un porrito entre los dedos.

Otra de las sorpresas de la noche la da Sofia Kourtesis. Mis prejuicios me llevaron a pensar que Kourtesis traía un show más o menos tranquilo y espiritual, como su disco. Que pasaría desapercibida detrás de los teclados. Nada más lejos de la realidad. Lo primero que hace es sacar a unos amigos al escenario a bailar disfrazados unos segundos de ‘Vogue’ de Madonna. Después, Kourtesis aparece en el escenario y desde el segundo cero baila completamente desatada, grita frases inspiradoras al público e incluso se arroja el contenido de una botella de agua encima. ‘Si te portas bonito‘ no funciona con baterías, pero la energía de Kourtesis la vende.

En un punto del show, Kourtesis afirma estar tan «emocionada” que le da “un poco de miedo”. Desde el público parece poseída por el espíritu de Raffaella Carrà en el mejor de los sentidos. O, en otras palabras: a star is born.

Madonna es denunciada por un fan por «pornografía sin aviso»

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Un fan de Madonna ha presentado una denuncia contra la cantante alegando que tanto él como otros fueron «forzados» a presenciar «pornografía sin aviso» en su concierto de la gira ‘Celebration’.

La denuncia especifica que ni él ni ninguno de los asistentes fueron avisados de antemano sobre el contenido explícito del concierto en Los Ángeles. Después continúa diciendo que la actuación empezó una hora y media tarde, que Madonna hizo playback en algunas partes y que los fans fueron sometidos a condiciones insoportables, tanto por el calor como por la naturaleza del contenido.

Según el documento legal, el excesivo calor del recinto fue causado porque la cantante pidió que quitasen el aire acondicionado, diciéndole a los asistentes que se desnudaran si tenían demasiado calor. En cuanto al contenido del show, la denuncia habla de ser forzados a ver «mujeres en topless simulando actos sexuales». De esta forma, Madonna ha sido denunciada por publicidad engañosa, competición desleal e imposición intencional de angustia emocional, entre otros cargos.

Lenny Kravitz, célibe desde hace 20 años por razones espirituales

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En una nueva entrevista con The Guardian, Lenny Kravitz ha hablado del voto de celibato que tomó hace 20 años, en 2005. El cantante de ‘Fly Away’ aseguró que seguirá cumpliendo su promesa hasta que encuentre a su alma gemela.

El origen de la promesa es más profundo de lo que cualquiera se esperaría. Este se remonta a las infidelidades del padre de Kravitz, quien le dijo al artista que él seguiría su mismo camino en las relaciones. «Tenía razón», cuenta Kravitz, que estuvo casado con la actriz Lisa Bonet desde 1987 hasta 1993. «No quería convertirme en ese tipo, así que me enfrenté a ello y tardé años», continuó Kravitz.

Cuando tomó los votos por primera vez, declaró que se trataba de «una promesa hasta que me case». Casi 20 años después, sigue cumpliendo su pacto. La última relación seria de Kravitz fue hace 9 años, por lo que llevaría célibe desde entonces. Una de las reacciones más sonadas a la confesión del cantante y actor ha sido la del rapero Ice-T, que no entiende la decisión de Kravitz: «Esta mierda es muy rara… A mí me gusta follar. Mucho».

‘Mi Culpa’ es la desgarradora balada pop del prometedor pablopablo

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Si existen tantas baladas de este estilo, es porque funcionan. Que te sorprendan ya es otra cosa. pablopablo ha conseguido justamente esto último con su desgarrador nuevo single, ‘Mi Culpa’.

Compuesta, producida e interpretada por Pablo Drexler, ‘Mi Culpa’ está construida sobre unos románticos punteos que, gracias a una cuidadísima producción, desembocan en una potente distorsión que también sirve como climax emocional del tema.

Drexler se culpa a sí mismo por el final indeseado de una relación, e intenta buscar la razón de todo usando su dulce falsetto. «No sé si es el aire, si es el karaoke, o el after», enumera el cantante, nombrando también «el verano de Madrid» o «la ropa que dejaste en mí sofá». La letra no se pasa de devastadora ni cursi en ningún momento, y nos deja frases como estas: «Cuanto más bien me haces, más me sabe a nada», canta Pablo dejándose la voz.

Este es el tercer adelanto de un posible nuevo proyecto de pablopablo y llega después de la salida de las fantásticas ‘Sidekick’, con Guitarricadelafuente, y ‘Otra Vida’. Es otra muestra del gran futuro musical que tiene delante suyo.

Sen Senra y Aitana no suman en ‘Hermosa casualidad’

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Sen Senra puede tener en sus manos uno de sus mayores hits. Se trata de una colaboración con Aitana, la quinta artista de España más escuchada en Spotify.

Juntos cantan ‘Hermosa casualidad’, nuevo adelanto de la segunda parte de ‘PO2054AZ‘, el disco en varios volúmenes de Sen Senra. ‘Hermosa casualidad’ no es el hallazgo creativo que fue ‘No quiero ser cantante’, sino un tema apegado a la radiofórmula, tanto que sus retumbantes tambores pueden recordar a los de ‘Halo’ de Beyoncé o ‘Bleeding Love’ de Leona Lewis. ¿Sen Senra sonando a OneRepublic? Está pasando.

El paso comercial de Sen Senra con Aitana significa que ‘Hermosa casualidad’ no es una composición enrevesada ni misteriosa en absoluto. A su favor hay que decir que Sen Senra y Aitana hacen migas cantando una melodía bonita que se presta al coreo colectivo.

Aitana publicó este fin de semana un críptico tweet en el que se podía leer el título del último proyecto del gallego, posiblemente adelantando una colaboración entre los dos.

Poco después se revelaba que el single conjunto, ‘hermosa casualidad’, estaría disponibles en plataformas este mismo viernes 31 de mayo. En la portada de la canción aparecen los dos artistas preparados para tener una sesión de levantamiento de pesas.

La catalana optó por mantener la pista simple, escribiendo tan solo «PO2054AZ». El ambicioso proyecto de Sen Senra estará formado por tres volúmenes, de los cuales solo podemos escuchar el primero, de momento. Todavía no se conocen las fechas de salida de las dos entregas restantes.

RFTW: Bat for Lashes, Vetusta Morla, The Marías…

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Hoy 31 de mayo sale el nuevo disco de Vetusta Morla, el último antes de su descanso. Además, se editan nuevos álbumes de The Marías, Bat for Lashes, Arooj Aftab o Maya Hawke, y Confeti de Odio lanza EP.

Entre los singles destacados de la jornada hay que destacar el regreso de Eminem y el dueto de Sen Senra y Aitana. La curiosidad la protagoniza Charli XCX presentando remix de ‘360’ junto a Robyn (!!) y Yung Lean.

No es la única colaboración que subrayar hoy. Love of Lesbian y Amaral unen fuerzas en ‘¿Qué vas a saber?’ pero, para inesperada, la alianza de DELLAFUENTE y AMORE.

Otros lanzamientos significativos son los nuevos de Normani, Tokischa y Villano Antillano: las tres presentan nuevo disco. Estos días, Romy ha sorprendido adaptando el clásico de Donna Lewis y James Blake ha iniciado nueva etapa independiente con un tema muy recomendable.

La cosecha internacional deja, además, novedades interesantes de Nick Cave and the Bad Seeds, AURORA, Magdalena Bay o Disclosure. En la nacional hay nuevas entregas de Ganges, Julieta, Kora o un curioso remix de Mujeres y SVPER.

Eminem hace funcionar el sample de ‘Abracadabra’ en ‘Houdini’

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Eminem publicará nuevo disco este año, llamado ‘The Death Of Slim Shady (Coup De Grâce)’. El título del disco está directamente relacionado con el del primer single, ‘Houdini’.

Sí, como Dua Lipa, Eminem publica single llamado con el apellido del famoso mago húngaro conocido por arriesgar la vida con sus trucos. Eminem tiene más cosas en común con Harry Houdini que Dua Lipa: Houdini murió en Detroit a los 52 años, y Eminem es de Detroit y acaba de cumplir esa edad. Ahora, en su nuevo disco, promete su propia muerte.

Irónicamente, en ‘Houdini’ se da el «regreso» del Eminem que recuerdas de éxitos como ‘The Real Slim Shady’ o ‘Without Me’. ‘Houdini’ es prácticamente una recreación de ‘Without Me’ pero llevada al Eminem actual: en la letra, Eminem declara que seguirá soltando «mierdas» para «enfadarte» y sugiere que jamás será cancelado, porque sigue siendo el ídolo de toda una generación.

En su nueva «provocación», en realidad completamente autoparódica, a Eminem le caben referencias a Megan Thee Stallion, RuPaul, R.Kelly o a diversos colectivos, de los transformistas a las personas «transraciales» («mi gato siamés transgénero se cree negro pero actúa como si fuera chino»). En un punto de la letra usa la palabra «censura»… por si este dato te sugiere algo.

Pero la nostalgia de ‘Houdini’ también va por otro lado: la canción basa casi toda su composición en ‘Abracadabra’ de Steve Miller Band, una canción de 1983. Steve Miller se ha deshecho en elogios hacia Eminem por el uso adecuado que ha hecho de los permisos editoriales.

El videoclip de ‘Houdini’ también se inspira en el de ‘Without Me’ e incluye cameros de Dr. Dre, Snoop Dogg o Pete Davidson convertido en un loco al volante.

El asunto ha funcionado y ‘Houdini’ es ya un éxito internacional. El pasado viernes entró al puesto 3 del Global de Spotify, el sábado se mantuvo en el 3… y el domingo se mantuvo en el 3. Algo no tan fácil de conseguir para un estreno, ¿verdad, Dua Lipa?

Taylor Swift hace historia en Madrid con un Eras Tour que la afianza entre las grandes

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Una marea de purpurina y lentejuelas recorría el Paseo de la Castellana horas previas a que comenzara la segunda fecha -la única que se anunció al principio- de Taylor Swift en el estadio Santiago Bernabéu en Madrid. Hacía trece años desde la última vez que la cantante pisaba España para dar un concierto, un dato que quizá sorprenda a juzgar por la demografía de un gran número de los asistentes que peregrinaron a la sede del Real Madrid para ver a su ídolo: muchos de ellos eran entonces demasiado pequeños incluso para tener recuerdos.

Swift lleva casi 20 años en la industria musical, pero sus seguidores no están ahí por el factor nostalgia, sino porque su música es intergeneracional y no cesa de ganar nuevos adeptos a cada paso que da. Sus canciones tienen algo especial que cala muy hondo en el público adolescente de cualquier generación, pero además, aquellos que crecieron escuchando el CD de ‘Fearless’ en bucle tampoco se han desenganchado. En 2024, el techo para la artista es el mismísimo cielo, ya que lleva años batiendo récords que solo son superados por ella misma. Uno de ellos relacionado con el tema que nos ocupa, la gira con mayor recaudación de la historia: The Eras Tour.

Como no podría ser de otra manera, los “teloneros” de este mastodóntico espectáculo, no son ningunos novatos, ni tampoco un grupo que necesite una gira para obtener reconocimiento, sino una banda ya muy consolidada. Paramore llevan haciendo música desde que eran adolescentes en Nashville y no tardaron en saltar al estrellato. Swift también comenzó su carrera en la ciudad de Tennessee, su edad es similar a la de Hayley Williams y, al igual que ella, conoció la fama muy pronto. Los paralelismos acaban ahí, pero la amistad entre ambas ha llevado a los autores de ‘Riot’ a tener el privilegio de mostrar su música a un tipo de público distinto al que acostumbran.

El aperitivo antes del plato principal venía así en forma de un set de 9 canciones donde los de Hayley Williams repasaron algunas canciones que han marcado toda su trayectoria, especialmente del cuarto disco en adelante, incluyendo también un homenaje a Talking Heads versionando ‘Burning Down the House’. Con su energía característica, Paramore demostró que todas ellas están hechas para ser coreadas en los escenarios más grandes del mundo. Si abrir para Taylor Swift funciona como una puerta a nuevas audiencias, bienvenido sea.

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Tan solo media hora después de que la banda cerrara con ‘This Is Why’, llegó la hora de la verdad. A las 20:00, un gigante cronómetro indicaba los minutos que quedaban para que The Eras Tour diera comienzo. Los músicos se alineaban a los bordes de las pantallas dejando así todo el inmenso escenario libre para Taylor Swift y sus bailarines. El nerviosismo general es palpable, las expectativas son máximas. Al entrar, a cada asistente se le dio una pulsera con un pequeño dispositivo luminoso y se le indicó que tirara de la pequeña etiqueta que traía consigo cuando empezara el show, y así se hizo. Con las primeras notas de ‘Miss Americana and the Heartbreak Prince’ la gente enloqueció y aparecieron esas pequeñas luces de colores bañando la pista y la grada, esta vez de color rosa indicando que estábamos ante la era ‘Lover’, de la que la artista cantó ‘Cruel Summer’, ‘You Need To Calm Down’ y ‘Lover’.

Tras esa inauguración, Swift no tardó en dirigirse al público, muy agradecida del calor y cariño con el que le había recibido Madrid, y presentó su show: “vamos a iniciar una aventura, one era at a time”. Y si algo es The Eras Tour, es precisamente eso, una aventura fascinante que recorre una de las carreras más exitosas de la historia de la música. Es una forma preciosa de ver todas las versiones de la cantante a lo largo de los años, cómo ha ido evolucionando hasta llegar a convertirse en la artista que es hoy. Si todos los conciertos pueden considerarse regalos para los fans, lo que hace Taylor Swift aquí es directamente una carta de amor a todos ellos, con 3 horas y 20 minutos en las que repasa más de cuarenta canciones. A estas alturas, no se trata de intentar convencer a nadie, sino más bien de darle a su público todo lo que quiera y un poco más.

La preparación física y mental para exponerse delante de decenas de miles de personas cada día durante un año entero es absolutamente admirable. En The Eras Tour, Taylor es una presencia poderosísima en el escenario, por mucho que a lo largo de su carrera haya sido criticada por “no bailar bien”, “no tener una voz potente” o cualquier otra cosa. Este tour muestra con creces su valor como artista y debería servir para acabar de una vez por todas con esos discursos, ya que sin dejar de moverse ni un instante de las más de tres horas de espectáculo -prácticamente cada canción tiene una coreografía propia- su control de la voz es total.

La puesta en escena es, sin duda, otro de los puntos fuertes. Siendo una superproducción llena de efectos que te dejan sin palabras (como cuando Taylor se lanza a “la piscina” y aparece en el lugar opuesto del escenario), la escenografía no está recargada, sino que se compone de ideas y conceptos simples reforzados por las proyecciones en pantalla. En cada era, el escenario cambia en función al estilo de esta: en ‘folklore’ y ‘evermore’ aparecen unos pinos y una cabaña de madera, en ‘Red’ una gran caja de música roja, en ‘reputation’ se proyecta una enorme serpiente, etc.

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1989’, uno de sus discos más celebrados, sirvió de contrapunto perfecto tras el meditativo paseo por el bosque de sus álbumes pandémicos. Taylor iniciaba esta era vestida con un crop top rosa y una falda morada cantando la enérgica ‘Style’ rodeada de bailarines. Tras ella, ‘Blank Space’ ofreció un gran espectáculo con la irrupción en el escenario unas bicicletas con luces fluorescentes que después usaría para ‘Shake It Off’.

También hay mucha influencia del teatro musical durante todo el concierto, especialmente en las dos últimas partes con ‘Midnights’ (el baile de los paraguas de ‘Midnight Rain’, las nubes de ‘Lavender Haze’) y ‘The Tortured Poets Department’ (el principio de ‘I Can Do It With a Broken Heart’, cuando dos de sus bailarines la llevan a un sofá rojo y le cambian de ropa; la cama giratoria de ‘Fortnight’). A estas dos últimas eras es a las que más tiempo dedica, lo cual no deja de tener sentido ya que serán las que más representan quién es hoy.

En medio de todo esto, hay varios momentos donde Taylor se dirige al público con gran calidez y cariño. Su profesionalidad es máxima en todo momento, y su emoción genuina cuando tras cantar a piano ‘champagne problems’ el sobrecogedor estallido de aplausos invade el estadio. En las canciones sorpresa -una pequeña sección dentro del concierto que va variando en cada fecha-, nos dice que va a empezar por el principio, ya que en España siempre la hemos apoyado, antes de cantar ‘Our Song’ de su primer disco, un momento de increíble euforia colectiva, sobre todo cuando de ella pasa a ‘Jump Then Fall’, combinando ambas con la guitarra. La otra sorpresa vino con la versión a piano del “deep-cut” de ‘reputation’, ‘King Of My Heart’.

Viendo la grada y la pista iluminadas con puntos de color (la idea de las pulseras con luces es brillante) y a todo el mundo cantando todas las letras de todas las canciones creó una atmósfera acogedora y una sensación de unidad con una fuerza que rara vez se ve en un concierto. Sus canciones significan tanto para tanta gente que ese vínculo ya no solo entre artista y público, sino entre los propios fans es algo muy especial de presenciar. La sensación final que deja The Eras Tour es la de haber asistido a algo realmente grande e inolvidable, a una gira que pasará a la historia del pop. Todos los que allí estuvimos, cuando nos hagamos mayores, podremos decir con orgullo y una sonrisa en la cara: “I was there, I remember it all too well”.

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No he visto a The Beatles, pero sí a The Lemon Twigs

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Ainhoa Laucirica

Se encienden las luces. El concierto de The Lemon Twigs termina y los asistentes salimos ordenadamente de la Sala Copérnico de Madrid. Estamos comentando lo bien que sonaban las armonías, lo anacrónicos que eran los outfits y cómo los cuatro integrantes «tenían totalmente claro lo que hacían», cuando suena de la nada la mágica intro de ‘How Can I Love Her More?’. Rápidamente, todo el mundo de nuevo para dentro, que los hermanos D’Addario se han olvidado de tocar el single. Este caramelito final fue, como todo lo que vino antes, un delicioso espejismo de una época irrepetible.

Entre personas con patillas y camisetas rayadas, fui transportado a los años 60. Los únicos elementos que me sacaron de mi ilusión fueron, obviamente, los constantes teléfonos móviles, y Taylor Swift. «Yo creo que la clave es la conexión con los fans, tío», comentaban a mi lado sobre la inescapable cantante.

Ainhoa Laucirica

Brian y Michael D’Addario, al igual que el resto de la banda, están totalmente chapados a la antigua, hasta el punto de que les da igual pasearse por el escenario minutos antes del show para comprobar que tienen todo en orden. Su atuendo -ya le gustaría a Humana- y presencia los enmarcaban como viajeros del tiempo. Era casi surrealista.

Brian, tocayo de uno de sus grandes referentes, dispara los potentes acordes de ‘Golden Years’ y lo que sigue podría servir como compendio definitivo de los sonidos y corrientes del pop de toda una década, o dos, si me apuras; canalizadas en unos hermanos de 27 y 25 años. Los Beatles psicodélicos, los Beatles moñas, los Beach Boys de ‘Smile’ y ‘Pet Sounds’, la frescura de ‘Odissey & Oracle’, la creatividad de Todd Rundgren… No acabo. Estamos hablando de que, si todas estas canciones tuviesen 50 años, serían clasicazos indiscutibles. Así es el material, pero además en vivo lo defienden como si de ellos dependiera el futuro del rock. Y quién sabe, igual es el caso.

El repertorio abarcó los cuatro discos del dúo, pero las canciones de los dos últimos (‘Everything Harmony’, ‘A Dream Is All We Know’) brillaron de forma especialmente deslumbrante. Las armonías vocales de ‘In My Head’ o ‘Any Time Of Day’ hicieron imposible que el público no se rindiese ante ellos en una explosión de aplausos y vitoreos. Lo mismo ocurrió con una renovada ‘I Wanna Prove To You’, el tema que mejor funciona de su primer disco y que marcó un antes y un después en el concierto. A partir de aquí, la conexión público-artista fue total. Los chascarrillos entre hermanos -«Voy a intentar tocar esto, que parece un violín» soltó Michael señalando un bajo-, la perfecta naturalidad de la banda y la acertadísima versión del ‘I Don’t Wanna Cry’ de The Keys -«¡Wow!¡The Keys deberían tocar aquí!»- enamoraron a todo aquel que se hubiese resistido previamente.

Ainhoa Laucirica

The Lemon Twigs consiguieron que el bis fuese uno de los highlights absolutos. Se va toda la banda, solo vuelve Brian. Coge su guitarra eléctrica. Habían elegido los cortes más divertidos de su discografía para la sección principal del show, pero faltaban los que te tocan el corazón. Si alguien hubiese gritado alguna tontería mientras Brian cantaba ‘Corner Of My Eye’ y ‘When Winter Comes Around’, ese alguien se habría comido una silla. Qué bonito, y cuánto hacía que no veía algo así en un concierto. ¿De verdad eran así antes?

Lo único que les puedo echar en cara a las ‘ramitas’ es que no terminaron con ‘Good Vibrations’, y en Lisboa sí. Sería lo más cercano a ver a The Beach Boys en su peak. Conciertos como estos te quitan un poco el gusanillo de ver a una gran leyenda de la música en directo. No pasa nada. No he visto a The Beatles, pero sí a The Lemon Twigs.

Nathy Peluso / GRASA

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“If you play with my ass, you will quemarte”. La frontera entre el cringe y la personalidad es muy difusa y, sobre todo, muy subjetiva. Lo analizamos estos meses con la respuesta visceral (para bien y para mal) que provocaba Paul Thin, y sobre todo su actitud en el escenario, pero es algo que ha acompañado a Nathy Peluso desde que empezó a conocerla más gente. Recuerdo un tuit viral que decía algo así como “que alguien cierre el portal del que salió Rosalía, los españoles han enviado ahora a Nathy Peluso” acompañado de su performance de ‘SANA SANA’ en el Colors y, no mucho después, mucha gente flipaba con el *coge aire* “toitomijuguitocalentitotetragastemuchopesosobremishombromuchodramamíramealosojochúpamecomounafuckindama” de ‘BUSINESS WOMAN’. Peluso ha ido cimentando un estatus a base de hits que ya quisieran muchos, pero, al contrario que a mis compañeros, a mí no me convenció ‘Calambre‘ en su conjunto y, para mí, el formato álbum se le resistía. Hasta ahora.

Cuando se anunció que ‘Salvaje’, ‘Tonta’, ‘Mafiosa’, ‘Ella tiene’ o ‘Emergencia’ no iban a estar en ‘GRASA’ y se iban a quedar como singles sueltos, me llevé las manos a la cabeza. No ya por cuestiones de streaming, sino de calidad: ¿tan segura estaba Nathy de que tenía un disco en el que podía permitirse dejar fuera algunas de sus mejores canciones (quizás la mejor en el caso de ‘Emergencia’)? Pues parece que sí, que hizo bien en fiarse de su intuición, y que esa seguridad no estaba en el álbum que descartó. Tan segura está ahora, que el único adelanto fue algo más parecido a un interludio -con permiso de Antón-, y que ha sacado clips para todos los cortes (rodados en 3 días y con acting improvisado según cuenta. ‘GRASA’ es también un álbum visual, muy cuidado en casos como el de ‘Legendario’, con esa presencia de los espejos y el uso de los flashes: cómo la fama y su propio reflejo tienen ese doble efecto de ir ahogándola y, a la vez, darle alegría.

‘Legendario’ es el temazo del disco… aunque esa frase es un poco mentira, porque el disco está lleno de temazos. Pero barras como “el nombre que me dio mamá lo convertí en empresa”, “me doy un shot y le doy un beso a mi rosario” o el talento que tiene para mezclar sacada de coño con vulnerabilidad (“cuando llegue a lo que todos suelen llaman poder, voy a desaparecer”, o ese “tengo poco que perder, y si lo pierdo será haciéndolo legendario”, que recuerda al “que aunque no consiga nada, mami tuve mucha ambición” de Fernandito); son, desde luego, grandes aciertos.

‘GRASA’ es un disco muy bien atado, que empieza diciendo “esta ambición me está matando” en el bolero ‘Corleone’ (cuya preciosismo musical se materializa en eso de “me pregunto si es Dios el rayo de Sol que entra por la ventana”) y se cierra con la belleza costumbrista de ‘Mamá’: “el pelo te huele a pasto cortado, luciérnaga de la oscuridad (…) comenzaste a coleccionar fotos que me cuentan tantas historias”, canta en una canción que pone los pelos de punta cuando la oímos decir “gracias a que sé que estarás a mi lado, no le temo a la soledad”.

La producción es casi por completo entre Nathy y Manuel Lara; el venezolano, que ha trabajado con Kali Uchis o Bad Bunny, se estrena en la discografía de la argentina por todo lo alto, apareciendo en todo el tracklist, y siendo los otros nombres los que se añaden. Otros nombres con los que ella ya había trabajado son Zecca, Didi Gutman o Rafael Arcaute. Entre las novedades se encuentran pablopablo, Servando Primera y Yasmil Marrufo para la salsa de ‘La Presa’ (igual los conoces por trabajos similares para Jennifer López y Christina Aguilera, respectivamente), Casta (Maluma, Becky G) o Félix Lara (Duki).

Peluso se rodea no solo de este equipo, sino también de numerosas colaboraciones. De Blood Orange (‘El día que perdí mi juventud’, con Devonté Hynes como acompañante instrumental cediéndole el protagonismo a Nathy, recuerda al adelanto de ‘ANTI’ que fue la Rihanna de ‘Love Without Tragedy / Mother Mary’) a la Banda de Cornetas y Tambores Vera Cruz de Los Palacios en ‘Aprender a amar’ (curiosamente jamás se dice eso, sino “aprender a amarte”… quizás porque es muy complicado una cosa sin la otra), pasando por Lua de Santana en ‘Menina’ (que evidentemente menciona a Velázquez). Y, dentro de sus compatriotas, del interesante dúo Paco Amoroso & Ca7riel (‘Todo roto’) hasta la estrella Duki (“ustedes son muñecos de colección / porque pierden el valor si los sacan de su caja / con corashe como Nathy, somos de los que encajan”, suelta en otro de los cortes destacados, ‘MANHATTAN’).

Hay varias menciones a ‘Corashe’ en este disco (la “profecía” de ‘El día que perdí mi juventud’ también puede ser guiño a ‘Emergencia’), y tiene mucho sentido más allá de lo nostálgico. Pese a que parte de la letra de ‘Envidia’ recuerda un poco a su criticado mensaje de “la plata va a venir sola”, también deja claro que corashe no le falta y que, si te duele, curita: la garra de ‘Todo roto’ es impresionante y, cuando te acuerdas de Mala Rodríguez, Peluso te lee la mente y dice “tengo mala educación y de mala, mucha”. Lo mismo hace esto que te planta demostraciones vocales como en ‘Ideas radicales’ (magnífico puente), ‘Escaleras de metal’ o las mencionadas ‘Envidia’, ‘Mamá’ o ‘Corleone’, o se marca un “Mafiosa 2.0” con la salsa de ‘La presa’, o rima “Madonna” con ser “la bala que maneja tu pistola” en uno de los temas más sensuales que ha hecho, la estupenda ‘Real’, que incluye otra barra para quitarse el sombrero: “aunque me den un disparo, diles que llegaron tarde, ya tengo tu amor en el pecho clavado”.

La garra, la emoción, la experimentación, la versatilidad, el exceso y el punto de folclórica de Nathy Peluso van y vienen en el tracklist de ‘GRASA’, y prueba de ello es que, justo antes de cerrar tocándonos el corazoncito con ‘Mamá’, Peluso ha servido otro temazo flow 2000 como es ‘Remedio’. Se trata de un r&b con vocoders y delicioso instrumental que hace guiños en la letra a ‘I Want Your Love’ y ‘Criminal’, y en el que suelta “no es que quisiera abandonar, pero qué bien se me da esto de pirarme”. ‘GRASA’ deja claro que, desde luego, unas cuantas cosas se le dan bien a Natalia.

GPS cierra temporada con Chica Sobresalto y Lady Banana

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La edición 14 de Girando Por Salas concluirá el miércoles 5 de junio con un concierto en la sala El Sol de Madrid en el que participarán dos de las bandas seleccionadas de esta edición, Lady Banana y Chica Sobresalto. Las puertas abrirán a partir de las 20.30 horas.

El público interesado en asistir al concierto de Lady Banana y Chica Sobresalto en Sala El Sol puede descargar su invitación gratuita los días previos al concierto desde la web de Girando por Salas. La invitación será válida para la entrada hasta completar aforo de la sala.

En el concierto, Chica Sobresalto seguirá presentando su disco de 2023, ‘Oráculo‘. Últimamente, Maialen Gurbindo ha publicado el single ‘Tu Nirvana’ -producido por Zahara- o colaborado con Fran Perea en el single ‘Dame una alegría’. Por su parte, Lady Banana ha lanzado recientemente el single ‘Bora Bora’. Su último álbum, ‘Bipolar’, data de 2022.

La última edición de Girando por Salas ha contado con conciertos de otros artistas que hemos recomendado en JENESAISPOP, como from, Lisasinson, Meritxell Neddermann, Melenas o Marilia Monzón.

Nick Cave «sonríe» con la orquesta de ‘Frogs’

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Ian Allen

Nick Cave & the Bad Seeds publica nuevo disco el 30 de agosto. El primer adelanto de ‘Wild God‘, el corte titular, se conoce desde hace unos meses. Esta noche ha llegado el segundo, que recibe el título de ‘Frogs’.

Sobresale en ‘Frogs’ su orquestal instrumentación, dominada por unas «exuberantes cuerdas», en palabras de Nick Cave. Este sonido, a Cave le hace «sonreír».

En ‘Frogs’, Nick Cave empareja su preciosista envoltorio con una letra llena de referencias bíblicas. Evoca a Caín y a Abel, una «mañana de domingo» o un agua rejuvenecedora. Le caben imágenes de pistolas y violencia, y otras de «niños en el cielo» y de «amor». Hasta el cantante de country Kris Kristofferson asoma en su imaginario, por alguna razón.

Os recordamos que Nick Cave & the Bad Seeds presentará ‘Wild God’ en España en 2024. La gira llegará a España el 24 de octubre al Palau Sant Jordi de Barcelona y seguirá el 25 de octubre en el WiZink Center de Madrid, y dejará la península solo después de presentarse el 27 de octubre en el MEO Arena de Lisboa. The Murder Capital será el grupo invitado en las tres fechas.

Romy adapta a Donna Lewis y le sale bien

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Romy ha decidido llevar un paso adelante su amor por el dance de los noventa adaptando a Donna Lewis en su nuevo single, ‘Always Forever’. La interpolación proviene, por supuesto, de ‘I Love You Always Forever’, uno de los mayores éxitos de 1996 en el mundo.

Romy no se come la cabeza y respeta el icónico estribillo de ‘I Love You Always Forever’ en su adaptación. Su personal voz aporta la marca personal a la grabación, mientras los productores Fred again y Joy Anonymous -junto a la propia Romy- suben los bpm de ‘I Love You Always Forever’ llevando la canción al imaginario de ‘Mid Air‘ (2023).

La propuesta de Romy convence en su deliberado homenaje. La base dance de ‘Always Forever’ es igual de basicota y efectiva que la de ‘Mid Air’. Al fin y al cabo, los productores involucrados son los mismos que los de aquel disco. Y, aunque alguien no entrega aquí su mejor producción vocal, el estribillo de ‘Always Forever’ es tan eufórico como demanda la grabación original.

‘I Love You Always Forever’ fue uno de los mayores éxitos pop en el año del fenómeno Spice Girls. En concreto, fue el 9º mayor éxito de ese año a nivel global según la estimación anual de Mediatraffic. Tanto en Reino Unido como en Estados Unidos, ‘I Love You Always Forever’ fue uno de los singles más vendidos de ese año. Además, llegó al top 10 de una quincena de países.

En una entrevista con JENESAISPOP, Romy hablaba de su amor por el dance de los 90 y de los 2000. «No estoy intentando ser “cool” con este disco, realmente amo estas canciones, me encanta cómo están escritas y el nivel de emoción que son capaces de transmitir», decía en la entrevista, publicada de nuevo de manera íntegra en el Anuario 2023.

¿Qué te parece Always Forever de Romy?

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Britney Spears entrevista a Tate McRae

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Tate McRae es portada de la nueva edición de Gen V, el suplemento de V Magazine, y la sorpresa es que V Magazine ha conseguido que Britney Spears entreviste a la superestrella canadiense. Britney sigue retirada de la industria musical, pero ha querido asomar la cabeza para charlar con Tate, para muchos, su sucesora natural dado que en su propuesta mezcla música pop y coreografías. McRae ha citado varias veces a Spears entre sus mayores influencias.

Aunque Gen V promete que, en la entrevista, McRae y Spears conversan sobre sus propias experiencias dentro de la industria musical, las preguntas de Spears son tan poco específicas que cualquiera podría haberlas planteado. Además, la entrevista es unidireccional, no una conversación entre las dos superestrellas, de modo que termina siendo no demasiado reveladora. Más bien, parece un trámite.

Spears pregunta a McRae «¿Qué te inspira?», «¿Qué te hizo escribir ‘you broke me first’?», «¿Cómo te enamoraste de la música y el baile?» y «¿Cuál es la parte más dura de ser una artista tan popular?». Y Tate contesta lo que probablemente ya ha respondido en otras decenas de entrevistas, a lo largo del último año.

Por ejemplo, en una entrevista con JENESAISPOP, McRae ya habló de sus inicios en el mundo del baile. «Cuando era niña pasaba mucho tiempo en el estudio de baile de mi madre, observando a los bailarines», explicaba. «No pensaba tanto en la música sino en el baile. Bailaba todo el rato. Recuerdo obsesionarme con ciertas canciones, las escuchaba una y otra vez y las bailaba para mi madre. Con dos o tres años recuerdo tener ese anhelo de cantar y bailar».

Tate McRae acaba de traer su gira ‘Think Later‘ a España. En Madrid ha desatado la locura en Vistalegre demostrando ser un auténtico «toro» encima del escenario. ‘greedy’, por su parte, sigue en el top 50 global de Spotify, convertido en uno de los mayores éxitos de los últimos años.

Phoenix resisten el envite de Stella Maris en Primavera Sound

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Christian Bertrand

En las conferencias del Primavera Pro de este año se está hablando mucho de IA y metadatos. También de derechos de autor y salud mental. Javier Calvo, Javier Ambrossi e Hidrogenesse acudieron en cambio para hablar de Stella Maris. No de ‘La Mesías‘. De la banda ficticia de ‘La Mesías’. Ambrossi anunció que su actuación gratuita en el festival sería el fin del proyecto, y Calvo terminó bromeando sobre su lugar en un evento como Primavera Sound. «Me pregunto qué pensarán los fans de Phoenix de Stella Maris. Pero hay quien me ha dicho qué pensarán los fans de Stella Maris de Phoenix».

Si esto fuera el difunto Primavera Sound Madrid, diría que Stella Maris habrían robado la noche a Phoenix. La ciudad que encumbró enseguida a Rigoberta Bandini, Chico y Chica, Ojete Calor y Las Bistecs -cada una en su estilo- sabe mucho de mamarrachismo. Pero en Barcelona hay muchísimos guiris -no tiene límite, cada vez más y más y más y más y más-, muchos franceses, y fueron Phoenix quienes gozaron de más público. Muchísimo más que en Tomavistas.

El concierto de Stella Maris empieza con unas locuciones que anuncian la llegada de la salvadora del mundo… a «Primavera Sound». El humor es palpable pero también lo tétrico. Las proyecciones son naíf y siniestras. Como han explicado Hidrogenesse sobre la propia música que han escrito para este proyecto, es importante que el espectador se olvide de si está viendo algo en broma o en serio. Hay un componente divertido, y hay un componente «cringe».

El tema propiamente llamado ‘Stella Maris’ sirve para introducir a las chicas. La realización intenta no proyectar demasiados planos de Amaia, que sea una más de las hermanas. Funciona a medias. Cada una tiene más o menos su protagonismo, pero la gracia aquí es ver a Romero en este contexto, siguiendo las coreografías con una mezcla de devoción y sufrimiento. Por algo se quedó una de las escenas más emotivas que jamás hayan rodado Los Javis.

Pero la gran protagonista es la música, y el desarrollo escénico que se hace de las canciones de su disco ‘La casa huele a gloria‘. En todas pasa algo. En ‘La Alcantarilla’ entran dos grupos de castellers. En ‘¿Dónde estás?’ sí suben a escena Hidrogenesse, medio de incógnito, con Sparks como probable referencia. ‘Por ti existo’ se convierte en una fiesta ravera con mimo y proyecciones de aquel viral de monjas on fire. Cuando crees que nada podía ir a mejor, aparece Albert Plá, sin pestañear, impresionante en su mirada a cámara interpretando ‘Las flores de mi jardín’ mientras las chicas bailan alrededor. La versión de ‘Experiencia religiosa’ realizada ahora por las hermanas sirve para dar cuerpo al show hasta los 40 minutos.

Christian Bertrand

Y sobre todo lo de Montserrat Baró. Joan Pons de Primavera Sound nos había adelantado en un podcast que Carmen Machi podía salir volando. No salió volando, fue mejor. Cual Cristo en Semana Santa, su cuerpo emergió inerte, aupado y llevado al escenario por los castellers, desde el centro del público. Y a las puertas del escenario resucitó de entre los muertos. Carmen Machi agarró el micro que le había pasado Ambrossi cual discreto «roadie», bailó en camisón y robó el show, bromeando sobre las siglas EDM. El público, en éxtasis. El equipo de la serie saltó al escenario como fin de fiesta en lo que podemos considerar el verdadero show único en España de este 29-M. Taylor vuelve a actuar esta noche (y os lo contaremos mañana).

Christian Bertrand

El show de Phoenix no ha cambiado muchísimo desde la última vez que les vi, hace exactamente 5 días. Sí es verdad que funcionó mucho mejor en Barcelona, y el «vibe» de la gente acompañó especialmente. El grupo no teme abrir el set con una de sus canciones más potentes, ‘Lisztomania’, ni siquiera pensando que el show era gratuito, porque tienen más bazas con que entretener a la audiencia.

También están singles acumulados a lo largo de estos 25 años como ‘Entertainment’, ‘Lasso’, ‘Alpha Zulu’ o ’Ti amo’, cada uno de su padre y de su madre y todos 100% Phoenix; así como el recurso de recurrir a ‘If I Ever Feel Better’, la canción con la que empezó todo.

El grupo la une a ‘Funky Squaredance’ en un número más tétrico aún que lo de Stella Maris, en el que se llega a cortar una cabeza. El marido de la directora de ‘María Antonietta’ también tiene su guillotina particular.

En la parte final de su show, el mimo que se quita la careta no es otro que Ezra Koenig, en la ciudad para actuar hoy con Vampire Weekend, y eso les permite presentar ’Tonight’ como está mandado. ‘1901’ es una fiesta y en el reprise final, Thomas Mars vuelve a entregarse al crowdsurfing. Al final de la noche, no recuerdo bien si es a él a quien he visto sostener un mini de cerveza medio lleno mientras miles de personas le arrastran a hombros. O fue a Montserrat Baró. Pero ambos cumplieron entreteniendo a las masas.

Christian Bertrand

DIIV / Frog in Boiling Water

El primer disco de DIIV en tres años parte de una interesante metáfora. “Cuando arrojas una rana a una olla con agua hirviendo, tratará de trepar para salir de manera desesperada”, cuenta el grupo. “Pero si la metes despacio en una olla con agua tibia, y vas subiendo la temperatura, la rana alcanzará un estado de letargo total y, antes de que te des cuenta, con una sonrisa en la cara, dejará que la hiervas hasta la muerte”.

El título de ‘Frog in Boiling Water’ sirve de retrato de una sociedad consumida por el capitalismo salvaje, aletargada como una rana cociéndose viva. “El agua hirviendo es el capitalismo”, añade la banda compuesta por Zachary Cole Smith, Andrew Bailey, Colin Caulfield y Ben Newman. “Y nosotros somos las ranas”.

Esta premisa sirve a DIIV, en su nuevo disco, para dos cosas: en primer lugar, para agregar una nueva dimensión a su atormentado sonido, curtido en el shoegaze; en segundo, para cambiar el foco de sus letras. Las adicciones de Zachary Cole Smith ya no son el centro de los textos de DIIV. En su lugar en ‘Frogs in Boiling Water’ se hallan referencias a la clase política, conformada por “villanos que se aprovechan del sufrimiento ajeno” (‘In Amber’); al imperialismo americano (‘Raning On Your Pillow’) o incluso a ese “futuro que llegó” y que nadie vio. Alguien ha estado leyendo a Mark Fisher.

Esto no significa que las letras de DIIV sean su mejor faceta. Desde luego, no están a la altura de su capacidad para crear atmósferas shoegaze realmente arrebatadoras. Y tampoco significa esto que, en ‘Frogs in Boiling Water’, Cole Smith renuncie a su propia subjetividad. El nuevo disco de DIIV no es político, es un disco en el que las letras mezclan lo personal y lo social, de la manera que probablemente ocurre dentro de la cabeza de su autor, y en la de cualquiera.

Este tira y afloja se evidencia en las canciones. El torrente de guitarras de ‘Brown Paper Bag’ construye un baladón shoegaze como la copa de un pino. Sin embargo, la metáfora de la tristeza que propone su letra, representada por la imagen de una “bolsa de papel gastada”, es propia de la Katy Perry de ‘Firework’. Zach toca la fibra cuando compara su tristeza con una cárcel, como hace en ‘Soul-Net’, otra de las mejores baladas del disco.

Es en las capas instrumentales -no tanto en rimas como «the good guys won, everybody had fun»- donde DIIV brilla. En el modo en que trabaja la tensión y relajación del corte inicial, ‘In Amber’, de ecos grunge también, llevando al oyente a un viaje emocional apabullante. Es en la manera en que ‘Frog in Boiling Water’ equilibra shoegaze y melodía como pocas canciones en la carrera de la banda. O en el modo en que la emoción desborda el corte final, ‘Fender on the Freeway’. Un tema que se debate “entre el cielo y el infierno”, como la música de este disco.

Sila Lua te olvida «desde Brasil» entre reggaetón, pop y funk carioca

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Poco a poco, Sila Lua se está haciendo un hueco en el apretado panorama del pop nacional lanzando canciones de sabor internacional. El último paso en este camino es ‘BRASIL’, una canción que, como el resto de la discografía de la gallega, es más de lo que parece en una primera escucha.

«Me he ido tan lejos, tan lejos, tan lejos, y sigo pensando en ti» canta Sila Lua en el corte, que empieza siendo una pegadiza pieza de pop electrónico que podría funcionar en sí misma y termina convirtiéndose en un temazo experimental. Lua sentencia a su ex: «Te olvido desde Brasil», y nos transportamos directamente al país que da nombre a la canción, entre ritmos de funk carioca y reggaetón.

Estos detalles eclécticos llegan de la mano de los productores brasileños Marcio Arantes y DJ Gabriel Do Borel, que trabajó con Rosalía en ‘LA KILIÉ’, y del catalán Pau Aymí. En cuanto al origen del tema, Sila Lua cuenta que fue grabado durante la elaboración de ‘ROMPE’, su primer álbum, pero que no ha sido hasta que «había sentido que la canción estaba lista para salir a la luz».