El ambiente de la peculiar noche madrileña, en permanente equilibrio entre la vanguardia y el rancio abolengo, parecía el nido perfecto para alumbrar un proyecto como De la Puríssima, dúo formado por la actriz y cantante Julia de Castro y el músico Miguel Rodrigáñez que se debatía entre el jazz, el cuplé, el teatro de variedades y la tragicomedia de la copla. En 2015 publicaron ‘Virgen’, su álbum de debut, logrando hacerse gracias a temas tan potentes como ‘José Alfredo‘ y ‘El bebé‘ un nombre más allá de esa intra-escena nocturna de la capital, proyectándose hacia el mercado latinoamericano que abrazó su propuesta de forma entusiasta.
Desde entonces, De la Puríssima ha adquirido una nueva dimensión y su nuevo álbum ‘Sonora’ ha sido grabado precisamente en el estado norteamericano vecino del mexicano, Arizona, en la ciudad de Tucson junto al grupo Orkesta Mendoza –colaboradores habituales de Calexico a los que recientemente hemos tenido de gira por aquí–. Su primer single, ‘Santa Frívola’, fue presentado el pasado mes de junio pero no ha sido hasta ahora, tras una gira internacional que les ha llevado a París, Los Ángeles, México D.F. y Guadalajara, que ha llegado a plataformas de streaming de manera oficial.
‘Santa Frívola’ marca un nuevo rumbo en la carrera de De la Puríssima desde el punto de vista sonoro. Sobre una sencilla batería y el sinuoso bajo de Migueláñez, irrumpiendo luego arreglos de metales y acordeón que nos ubican en el folclore de la región norteamericana, Julia de Castro se lanza a lo que podríamos llamar rapear con un estilo castizo-castellano y un filtro vocal similar al Autotune. La imperdible letra que desgrana su particular lyric-vídeo, sin duda, es lo más llamativo del tema, plantando cara de manera agresiva y directa como un puñetazo a una enemiga, esa “Santa Frívola” que da nombre a la paradójicamente sensual canción, que incluye una coda en clave de charanga.
Por el momento no se ha dado a conocer la fecha de edición de ‘Sonora’, un disco del que comenzaron a hablar meses atrás y que posiblemente ha debido ser pospuesto habida cuenta de que Julia forma parte de uno de los acontecimientos teatrales de la temporada en nuestro país, ‘Esta no es La Casa de Bernarda Alba’, en la que ella es la única mujer del reparto.
Hace varias semanas presentábamos a Carolina Durante, un joven grupo madrileño cuyo primer tema oficial, ‘La noche de los muertos vivientes’, hacía recobrar la fe en el pop punk más primigenio y sencillo como foco de excitación. Ahora vuelven a presentarnos un tema que renueva la fe en sus posibilidades.
Se trata de ‘Necromántico’, un tema urgente y enérgico –con Los Nikis como inevitable referencia–que condensa en menos de dos minutos y pocas frases toda la rabia y angustia de un comeback con una ex (“tú estabas muerta”, de ahí el título del tema) a pesar de que los indicios apuntan a que todo iría mal: “A la mierda eso de ser feliz, yo lo que quiero es estar contigo, seré feliz otro día, ser feliz es aburrido”. Y eso que ya había rehecho su vida con “varias noches dando amor a las chicas en el Nasti [conocido club madrileño]”.
Este tema forma parte del primer EP de Carolina Durante que publicará Sonido Muchacho el día 29 de diciembre, grabado a las órdenes de Bernardo Calvo en Studio B, masterizado por Carlos Hernández Nombela (Triángulo de Amor Bizarro, Los Planetas, Disco Las Palmeras!). Podéis escuchar la canción en este vídeo de Pedro Muñoz-Calero, compuesto por imágenes de cine gore, con especial protagonismo de ‘Posesión infernal’ de Sam Raimi.
“Cuando me canse del rap, haré discos de blues. Y, cuando me canse del blues, escribiré un libro. Y, cuando lo acabe, daré clases a los chavales”. Esta frase, que da ya una idea de cómo era Ana Sforza, fue una respuesta en una de sus últimas entrevistas. Implicada en el activismo feminista dentro y fuera de sus canciones, en esta misma entrevista comentaba también que, aunque para una mujer es muchísimo más difícil arrancar en el mundo del rap, esto le había favorecido en parte, puesto que la poca presencia femenina hacía que ella brillase más que los hombres. Debido a esto, hay quienes se preguntan si los halagos al trabajo de Gata Cattana son realmente consecuencia de sus canciones, y el hecho de que, por desgracia, estemos ante un disco póstumo aumentará esas dudas en más de uno. La respuesta en ambos casos es no: claro que brilla más que otros, pero cuando te acercas a su figura y a su trabajo ves que ese brillo es por mérito propio.
Como ya comentaba mi compañero Raúl Guillén en un artículo al hilo de su fallecimiento, la de Adamuz se había ido haciendo un nombre entre temas sueltos, colaboraciones y EPs, y en el momento de su muerte estaba ultimando su primer largo, que es del que ahora nos ocupamos, y que entre su familia y amigos han conseguido publicar. Licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad de Granada, y con un Máster en Política Internacional por la Complutense de Madrid, la cordobesa se definía como “rapera de noche, poetisa de día (NdR: ‘La Escala de Mohs’ fue su primer poemario), politóloga a ratos”, y como una apasionada de la Historia. Y lo cierto es que, formación universitaria aparte, su envidiable cultura en estos asuntos se pasaba a sus canciones, siendo una de sus señas de identidad: concretamente, en este disco encontramos menciones a Apolo, Anubis, Rómulo y Remo, Akenatón, Antares, Cicerón, Ícaro (éste por partida doble, tanto nombrándolo en una canción como usándolo, sin mención explícita, como el hilo conductor de ‘Hermano Inventor’), Persia, La Reina de Saba, Orión, El Malecón, Medina Azahara… y hasta Darwin y Spike Lee.
Mis compañeros apuntaban la rabia a lo Mala Rodríguez en el estribillo de ‘Mi Burra’; esta garra se ve en todo el disco, especialmente en ‘El Plan’ (“para mis gatas, para mis putas / para mis mulatas en las esquinas paseando la minuta / todo el rato para vosotras / nunca me sentí sola porque estábamos juntas”), y en la que quizás sea el mayor tesoro del disco, ‘Banzai‘. Es complicado elegir frases que citar de esta canción, porque aquí la cosa va de principio -y vaya principio- a fin, en una sucesión de one-liners, de chulería (“no me la busques, no me tires de la lengua pare / que nos vamo a pique porque / ¿quies que nos matemos aquí o qué?”) y de ganchos con mayúsculas (cómo se pega el “pero me sale mu caro”, madre mía). Y, por supuesto, con un título que aparece en el momento cumbre del tema, funcionando además como un grito generacional: “tos lo pensáis pero nadie lo hacéis / yo soy un misterio / el nuevo milenio ma pillao en medio / ¡gritando Banzai!”.
Hay espacio también para un tono más dulce, dentro de esta onmipresente garra, como en ‘Nada Funcionando’ (“que yo te lo soluciono, mi pana / fieles como los primeros cristianos / yo con la katana, tú con las manos”). Y hay también instantes en que lo dulce y la garra se unen: “me gusta pensar que me escuchas cuando acaricias tu pistola” (‘Fuego’) es un ejemplo de su enorme talento para crear momentos que te confunden al no saber si debes catalogarlos de fieros y reivindicativos, o si tienen un tono suave-burlón, o si es todo a la vez. Probablemente sea complicado etiquetar a Gata Cattana una sola categoría, y probablemente esta ambivalencia venga de su propia mezcla entre poetisa y rapera, artista en cualquier caso. Y es que, por más que intento evitar en esta reseña ese lugar común de “el rap es poesía”, en su caso es demasiado innegable.
La fusión no se queda ahí: tenemos influencias de jazz en ‘El Plan’, tenemos un punto más melódico en ‘Limonero’, tenemos un estribillo que puede llegar a bailarse en ‘Mi Negra’, tenemos querencias flamencas en ‘Fuego’ (“me vuelvo esquizo, me vuelvo mala / prohíbeme algo pa que lo haga / (por las calles de la capital, de la capital)”) y en ‘Hasta el Final’, donde colabora Scarface Johansson, entre otros momentos de producción bastante inspirados. Esto también hay que agradecérselo a D. Unison, productor de confianza y pieza fundamental de este disco, junto a Nico Miseria, o a la dirección artística de Silvia Bianchi.
Ana Isabel García Llorente -su nombre real- habría tenido un carrerón de seguir viva, y con esto no me refiero a que, como he leído por ahí, “podría haberle quitado el trono a La Mala Rodríguez”. La Mala es una grande, pero, ¿en serio el discurso del trono también aquí? Qué pereza. El arte que creaba la autora de ‘Anclas’ iba mucho más allá de chorradas de competición, y sí, como decíamos, podría haber tenido un carrerón, pero lo bueno es que su muerte no significa que su contribución al mundo artístico (y sin “artístico”) se haya quedado a medias. Estoy convencidísimo de que pasarán los años y la gente seguirá poniéndose sus canciones, como todas esas prometedoras carreras que se vieron truncadas a los 27 años (en su caso, 26). “Ana tiene muchas debilidades, pero Gata Cattana es invencible”, comentó en una ocasión, y sigue siendo una verdad como un templo: Ana ya no está, pero Gata Cattana es invencible, lo será cada vez que algo haga “clic” en la cabeza de una adolescente mientras escucha versos como el “soy más de libros de la Silvia Federici / será mejor que trates mejor a esas bitches / no sea que de repente me escuchen y se compinchen” (‘Lisístrata’). Será invencible también cada vez que, en lo puramente musical, alguien a quien a priori no le interesa el rap se acerque a otros raperos tras escucharla a ella; y es que, como ha pasado con Rosalía y el flamenco, el intento de Gata de no ofrecer lo mismo de siempre en su propuesta, de mezclar “lo de siempre” con mil cosas nuevas, ha conseguido que, al igual que en el caso de la catalana, más de uno haya vencido sus prejuicios con el rap. De esta forma, sin saberlo, ha abierto puertas a nuevos tipos de público para muchos de sus compañeros, y para el género en sí.
En todos estos puntos que hemos ido comentando consiste su legado. No es poco para alguien que no tenía ni un disco en el mercado cuando se despidió de nosotros. Y, qué duda cabe, es poco comparado con todo lo que podría haber llegado a dar.
Calificación: 8/10 Lo mejor: ‘Banzai’, ‘Fuego’, ‘El Plan’, ‘Papeles’, ‘Nada funcionando’ Te gustará si: ya vas al arroyo, ya lees a Salinas y a Las Sinsombrero, ya escuchas a Yung Beef y a Princess Nokia, ya reflexionas sobre la Historia y tu papel en el mundo. Escúchalo:Spotify, Youtube
Ibeyi han publicado uno de los discos destacados de 2017, un ‘Ash‘ en el que las hermanas cubanas Lisa-Kaindé y Naomi Diaz han seguido explorando las interesantes conexiones entre músicas como el R&B, la electrónica y el soul con la cultura yoruba, esta vez a través de canciones abiertamente políticas en su aproximación al feminismo, el racismo o la igualdad. Un disco, por otro lado, muy esperado después de la colaboración de Ibeyi con Beyoncé en la película ‘Lemonade’. Especialmente memorable fue su presentación de ‘No Man is Big Enough for My Arms’ en X Factor Italia, donde las hermanas actuaron frente al vídeo del impresionante discurso de Michelle Obama en New Hampshire, que se samplea en la canción. Hace unas semanas tuvimos la oportunidad de sentarnos con Ibeyi en un hotel de Barcelona para hablar sobre ‘Ash’ y sus múltiples referencias, desde Frida Kahlo a Claudia Rankine pasando por la misma Michelle Obama o Mala Rodríguez, o sobre los temas que preocupan a las hermanas en el disco, además de por supuesto su trabajo con Beyoncé, a quien tildan de “extraordinaria”.
Mala Rodríguez ha colaborado en vuestro disco en ‘Me voy’. Curiosamente el padre de los hijos de La Mala es el rapero cubano Reynor Hernández, y vosotras sois cubanas…
Naomi: Sí, no sabíamos eso, nos enteramos el otro día. Nosotras escuchamos a La Mala desde hace tiempo, como escuchamos a Residente, Calle 13…
Lisa: La gente de Andalucía tiene algo, no sé si es el acento, y La Mala escribe unas letras tremendas, su arte es muy sensual y femenino, es muy profundo. Es una artista increíble.
No hay raperas en España tan famosas como La Mala, aunque ahora que se lleva más el dancehall, se está haciendo muy conocida Bad Gyal, no sé si habéis oído hablar de ella.
N: Ahhh Bad Gyyyal, it’s like Jamaican!
L: “Bad Gyal”.
N. ¿B-A-D G-Y-A-L?
Sí.
L: ¿Es española? [NdE: busca “Bad Gyal” en el móvil]
Sí, es de Barcelona.
L: Ha hecho una canción sobre el Mercadona.
Ella se hizo famosa con una versión de ‘Work’ de Rihanna.
[Ambas cantan]: “Work, work, work, work, work, work…”
L: ¿Cómo hizo? ¿“Trabajar, trabajar, trabajar, trabajar”? [ambas ríen]
No, se inventó una palabra que es “pai”.
L: [canta]: “pai, pai, pai, pai, pai, pai…”
¿Cómo surgió la colaboración con La Mala?
L: Sabíamos que ella conocía a Ibeyi porque durante la segunda parte de nuestra gira nosotras cantábamos un pedazo de ‘Por la noche’, y un día alguien nos filmó y lo puso en Youtube, más tarde Naomí lo subió a Instagram y La Mala le puso corazones. Entonces, cuando hicimos ‘Me voy’ tuvimos claro que necesitábamos a La Mala. Y el mismo día que se lo propusimos dijo que sí. Fue muy lindo.
“Naomi: Hubiéramos hecho el mismo disco de haberlo producido durante las elecciones francesas [en lugar de las americanas]. Trump y Le Pen son lo mismo.”
Habéis dicho que vuestro nuevo disco es más vital. El anterior hablaba sobre la muerte, el pasado, fantasmas, y en este habláis sobre que el tiempo se escapa y que hay que aprovecharlo.
L: Y también habla sobre el mundo. Todos, nosotras incluidas, tenemos que movernos, somos ceniza, el mundo se está destruyendo y todos nosotros nos estamos destruyendo juntos y tenemos que levantarnos y decir “away, away”! Ya basta, aquí me quedo y vamos a hacer algo ahora, y transformar eso, de las cenizas hacer algo.
¿Os referís a Donald Trump, la guerra…?
L: Sí, esos temas pusieron una electricidad en el ambiente que nos ayudó mucho para el álbum. El disco lo producimos en la semana de elecciones en Estados Unidos, cuando ganó Donald Trump.
N: Hubiéramos hecho el mismo disco de haberlo producido durante las elecciones francesas. Trump y Le-Pen son lo mismo.
L: Estos son temas que practicamos juntas desde hace años, que son importantes para nosotras desde hace años. Pero en el primer álbum teníamos que presentarnos y hablar sobre el duro pasado que teníamos sobre la espalda. Es ahora cuando podemos abrirnos al mundo y hablar de esos temas.
‘No Man is Big Enough for My Arms’ contiene un sample del discurso de Michelle Obama en New Hampshire, que fue muy emotivo.
L: ¡Fue increíble!
¿Recordáis la primera vez que escuchasteis el discurso?
N: Yo lo escuché justo cuando lo hizo, que después se fue por Facebook… Everywhere it was.
L: La primera vez que lo escuché fue con Richard Russell, nuestro productor. Y conecté mucho con lo que dice, tan verdadero y profundo, pero también es casi poético. Es muy importante hablar a las mujeres a y los jóvenes y el discurso nos conmovió mucho.
“Lisa-Kaindé: Frida Kahlo pasó su vida transformando el dolor en algo bello, era una mujer avanzada a su tiempo, una mujer libre cuando era mucho mas difícil ser libre”
Hay muchas conexiones en el disco. Obama habla sobre feminismo, pero a su vez colaboráis con Meshell Gdegeocello, que aparte de ser una destacada cantante de neo-soul, es bisexual y salió con la feminista y activista Rebecca Walker. Luego sampleáis a Frida Kahlo, otro icono feminista… ¿Son deliberadas estas conexiones?
L: ¿Tú sabías que Meshell había estado con Rebecca Walker?
N: Sí, yo había oído.
L: Pero estas cosas no son conscientes…
N: A Meshell la conocemos desde que nacimos porque mi mamá es una fanática de ella y nosotras también. La respeta muchísimo y a ella ya la conocíamos, porque tocó una vez con mi papá (NdE: el padre de las hermanas fue el músico Miguel “Angá” Díaz, integrante de Buena Visa Social Club e Irakere].
L: Es muy lindo que Meshell toque en ‘Transmission’ cuando ella nos ha transmitido tanto con sus discos. Lo mismo intentamos en el disco con Frida Kahlo, que no es solo una estrella, es casi la imagen de México hoy, ¡está en las monedas! Ella pasó su vida transformando el dolor en algo bello, era una mujer libre, una mujer avanzada a su tiempo, un icono y una mujer libre cuando era mucho mas difícil ser libre. También podemos hablar de Claudia Rankine, la escritora de ‘American Citizen’, que es un libro increíble sbre racismo, pero nada más escrito en poesía… Todas ellas son mujeres impactantes, fuertes, increíbles y talentosas que nos transmitieron cosas increíbles. Pero también hay hombres en el álbum, están Kamashi Washington o Chilly Gonzales, que son genios.
N: Nos encantan los hombres, nos hay ningún problema con ellos, los amamos [ríe] Pero por ejemplo queríamos hacer una canción para las mujeres, ‘No Man is Big Enough for My Arms’…
No es una canción anti-hombres.
N: No, es una canción donde queríamos celebrar a las mujeres.
L: Esa frase, “no hay hombre que sea más grande que mis brazos”, es una frase que he leído yo en un libro, ‘Widow Basquiat’ de Jennifer Clement. Ella escribió que cuando tenía 7 años, un soldado le vino y le dijo: “one day I’ll come back and I’ll marry you”. Y ella le contestó: “no man is big enough for my arms”. Cuando leí eso me conmovió tanto… El día después, fui a ver a Richard Russell, se lo enseñé y me dijo: “esto es una canción”.
Contadme más sobre ‘American Citizen’. ¿Cómo recordáis la lectura del libro?
L: Fue muy fuerte, yo nunca había leído un libro sobre racismo en poesía, era una manera diferente de entrar en ese tema, y muy personal, porque el libro es sobre las situaciones racistas que ELLA vivió, y hubo veces que me quedé pensando “eso no puede ser”.
¿Alguna en particular?
L: Cuando fue a una psicóloga, y la mujer se puso a gritar “LEAVE MY PROPERTY!! ¡¡Vete! ¡¡Vete!!” como si ella fuese un perro y, en un momento dado, se da cuenta que tenía cita con ella y fue como “¡ay, disculpe!” También sale Serena Williams y Rankine cuenta su experiencia cuando miraba a Serena en el televisor y lo que cuenta es tan difícil…
“Lisa-Kaindé: A las mujeres no se las educa para que piensen que son las mejores o que la ambición es algo bueno, sino para ser educadita y calladita”
¿Visteis las declaraciones del ex tenista John McEnroe sobre Serena Williams? Dijo que si Williams hubiera competido con hombres toda su vida, sería la 700 mejor del mundo.
L: Me asombra que haya hombres que se permitan decir cosas así.
N: Esos son celos, porque se sienten tan chiquiticos…
L: Ese sentimiento de soy el rey, porque soy un hombre, es muy malo, porque la mayoría que dice eso, discúlpame, pero son viejos hombres blancos.
Están ejerciendo su privilegio.
L: Se creen la pepita del queso. Y me asombra porque yo no crecí pensando eso. Las mujeres no crecen pensando eso. No te educan para que seas fuerte o para que creas que eres la mejor o para que pienses que la ambición es algo bueno. Te educan para que seas “polite”, “well-behaved”, educadita y calladita. A los hombres sí, pero no todos. Por eso hicimos ‘No Man is Big Enough for My Arms’. Luego también me da rabia que haya grupos de personas que no quieran hablar con otras porque son diferentes. ¡Ve a hablar! ¡Conoce! ¡Sé abierto!
Nos olvidamos que al fin y al cabo el mundo no es tan grande…
L: Nosotras mismas a veces creamos unos muros ridículos con ese mecanismo para defenderse que es estúpido. Hay un astronauta francés que acaba de volver del espacio [NdE: posiblemente se refiera a Thomas Pesquet] y dijo que, viendo la Tierra tan chiquita, se dio cuenta que somos unos estúpidos, que somos nada, que para que tenemos que matarnos, maltratarnos… Y él dijo que todo el mundo tenía que darse cuenta de eso, porque después de volver del espacio se sentía desconectado con el mundo.
“Naomí: Beyoncé es una persona extraordinaria que trabaja mucho, mucho”
Esta conversación me lleva a preguntaros sobre vuestro trabajo con Beyoncé en su película ‘Lemonade’, en la que salís. Todo el proyecto de ‘Lemonade’ es feminista. ¿Cómo surgió la colaboración? ¿Cómo fue trabajar con Beyoncé en un espacio de cine, no musical?
N: Unos meses atrás, Beyoncé puso un vídeo en Instagram con nuestra canción ‘River’, así supimos que nos escuchaba, y más tarde su equipo le escribió un mail a nuestro manager: “quisiéramos saber si las chicas quieren trabajar con Beyoncé, sería en Nueva Orleans, pero no podemos decir para qué”. Dijimos que sí y llegando allí supimos que era para ‘Lemonade’. Entonces la conocimos, la vimos y hablamos con ella. Beyoncé es una persona extraordinaria que trabaja mucho, mucho. Pero no podemos hablar mucho de eso porque firmamos un contrato.
L: Es verdad que estar filmando con ella y no creando música es muy diferente. Seria increíble un día encontrarnos de nuevo con Beyoncé y compartir tiempo con ella en el estudio.
En ‘Ash’ utilizáis mucho el autotune. ¿Fue divertido experimental con este instrumento?
L: ¡Sí! Es muy interesante. Cuando lees una frase de una canción, tú ves si quieres que una palabra en concreta salga más, y utilizas esos medios para hacerla surgir. Es una manera de trabajar el texto muy interesante. Es como la guitarra cuando utiliza una distorsión, es para dar una emoción, un efecto. Mucha gente conoce a T-Pain, en el hip-hop se usa mucho. También nos gusta el hecho que lo que hay detrás del autotune es una voz, pero a veces no sabes muy bien si es real o no. A las percusiones de Naomi a veces les ponemos un efecto y no sabes si es electrónico o madera.
Hace unos meses Chenta Tsai, un joven artista madrileño, nos escribió para presentarnos su primera canción, ‘Gente de mierda’. La verdad es que lo que vimos y escuchamos nos dejó tan descolocados que no supimos bien cómo tratarlo. Los meses y nuevas canciones han terminado por convencernos de que Putochinomaricón, nombre que no hay que correr mucho para deducir que es el insulto que debían aplicarle los bullies durante su infancia-adolescencia –lo cual denota ya en sí un coraje supino–, merece toda la atención.
Primero porque ofrece un punto de vista musical poco común en el panorama independiente autogestionado: un pop iconoclasta que bebe del J-pop tanto como La Casa Azul circa ‘La revolución sexual’, así como de la ética y la estética PC Music –A.G. Cook es uno de sus referentes confesos–. También porque sus letras, aunque no lo parezcan, albergan no ya una denuncia social generalizada pero sí una lenguaraz y despiadada furia millenial contra lo que Tsai considera ofensivo e injusto.
Puede ser algo tan prosaico como la conexión libre a Internet –aunque hagan gracia esos “no tengo wifi, ni una señal, no puedo entrar en Pornotube ni trabajar” de ‘No tengo wifi’, se nota que para él es algo muy serio– o el postureo en redes sociales (‘Tu puta vida nos da un poco igual’), pero también la homofobia que ha padecido y padece (la reggaetonera ‘Marikapikapika’), el activismo desde la poltrona de Facebook (‘Tú no eres activista’) y, sobre todo, su himno anti-bullying con el que se planta ante sus agresores y les dice a la cara que son ‘Gente de mierda’. Puede echársele en cara el amateurismo que desprende su propuesta, pero lo que no se le puede negar es la osadía y el ingenio para decir cosas que nadie más se atreve a decir, ni a decirlas de esta manera. Desde luego, Putochinomaricón se ha ganado toda nuestra atención.
Putochinomaricón abrirá para El Último Vecino en el concierto que el grupo barcelonés ofrecerá el día 16 de marzo en el club Ochoymedio de Madrid. Entradas ya disponibles en Ticketea.
Después de publicar hace algo más de dos años ‘Odisea’, el segundo y poliédrico álbum de La Familia del Árbol, Nacho Casado –la mitad masculina del dúo– decidió cambiar levemente de registro. Tras incrementar su pericia y gusto por la faceta acústica que desarrolló en parte de la gira de presentación de aquel disco, Nacho fue escribiendo sus nuevas canciones de manera natural en ese lenguaje.
Unas canciones que fueron conformando ‘Verão’, el que será su primer disco en solitario y que editará el sello Hidden Track en las primeras semanas de 2018. En él, Nacho aparca en parte el lado más folkie de su música y se centra en su parte más cálida, con texturas de jazz y bossa nova que emergen de su guitarra acústica, un contrabajo y su voz. El primer adelanto, presentado días atrás por Rockdelux, es ‘Chet Baker’, que emplea la figura del genial trompetista y vocalista de jazz para hablar de “perdedores que enamoran”.
“‘Verão’ es la recreación de ese verano que todos vivimos como lugar idílico, con días soleados y noches largas. El mediterráneo como paisaje mezclado con lo bucólico. Un disco con referentes de la talla de Joao Gilberto, Chet Baker y los Beatles”, dice su sello. Nosotros, una vez escuchado este Chet Baker, nos permitimos añadir a Kings of Convenience y José González en esa ecuación que, desde luego, resulta de lo más encantadora.
Hace casi cuatro años, Katy Perry presentaba a Allie X a sus más de 50 millones de seguidores en Twitter, dándole una plataforma parecida a la que Taylor Swift le proporcionaría a Troye Sivan un año después. El australiano es ahora toda una estrella, pero la popularidad de Allie no ha llegado ni retomamente a esos niveles, algo que no imaginábamos cuando Idolator nombraba a’Catch’ la mejor canción de 2014 o DIY decía que todo el mundo en la escena musical quería “un trozo de ella”. En este tiempo, lanzó el EP ‘CollXtion I’, compuso canciones para el álbum debut de -precisamente- Troye Sivan, grabó un videoclip con la ganadora de RuPaul’s Drag Race Violet Chachki y, más recientemente, protagonizó entrevistas en sitios como EW y Out, hasta finalmente editar su primer LP, ‘CollXtion II’, a mediados de este año.
Si decíamos que la edad de Billie Eilish sorprendía por ser menor de lo que creíamos, con la canadiense ocurre al revés: con sus letras e imagen podría pasar por una coetánea de Lorde y Sivan, pero tiene 32 años, algo de lo que ella misma ha hablado: “muchas de mis canciones tratan mi parte impulsiva y autodestructiva, y de los tíos con los que solía salir… ahora que soy mayor he madurado en muchas cosas, pero en otras no tanto”. ¿Quizás la edad, con la que ya sabemos que el mundo del pop tiene un problema, tenga algo que ver en que Allie -tiene 32, sí, pero el asunto es disparatado– no termine de despegar? ¿O es sencillamente que su material es muy justito? Vamos a verlo.
El piropo de Katy no serviría para catapultarla a la fama, pero curiosamente uno de los productores principales de ‘Prism’, Cirkut, ha trabajado con Allie X en este ‘CollXtion II’, concretamente en ‘Simon says’ y en ‘Downtown’ (¿fue Cirkut quien le dijo a Katy “hey, tienes que oír esto”? ¿al revés?). Y no solo él: aunque no veamos aquí alguno de esos nombres que están por todas partes tipo Max Martin o el más sutil Jack Antonoff, tenemos a gente como Billboard (que ha trabajado con Madonna, Shakira, Ellie Goulding, Kesha o Robyn), Chris Braiden (Selena Gómez, Lana del Rey –entre ella y él salió esa joya perdida que es ‘Queen of Disaster’, por ejemplo– o Sia), Realmind (¡Becky G!) en ‘That’s So Us’, o J Gramm Beats (Wiz Khalifa, Travis Scott), junto al mencionado Cirkut en ‘Simon says’. La canadiense, que cita entre sus influencias a Björk, ABBA, Gaga, Tom Petty o Haruki Murakami(!), no ha elegido una mala mezcla y el resultado, si bien podría haber tenido más tirón comercialmente, es bastante destacable.
El disco se abre con el silbido de ‘Paper Love‘, que incluye un drop cerca del estribillo, y que habla de una relación en la que ella está mucho más entregada que él, no es tratada como se merece y, aún así, sigue… como ‘Downtown’ (“I thought if you had a piece of me / I could keep the other 2 or 3 / but no, that’s not how it works”). De un tema parecido versa ‘Old habits die hard‘, uno de los grandes aciertos del disco, aunque esta vez no con tristeza: la propia Allie dice que quería reproducir aquí el momento exacto en que, después de tanto resistirse a tropezar otra vez con la misma piedra, acaba dándose por vencida… y casi podemos verla sonriendo en la puerta de ese chico mientras, resignada, dice “old habits die hard”, con la música transmitiendo algo así como una celebración de ese momento.
Otros de los puntazos de ‘CollXtion II’ son ‘Casanova‘ (que, en una nueva versión junto a VERITÉ, se lanzó hace poco como tercer single), un caramelo synth-pop que acaba a lo grande en su último minuto, ‘Lifted‘, una pegajosa composición sobre el escapismo y las drogas, la co-escrita con Troye Sivan ‘Vintage’ (donde el título y el sonido ochentero parecen relacionarse con la temática de ese amor perfecto que, cual Lana del Rey, se equipara a un tiempo que ya no existe) o ‘That’s so us’, sin duda el corte más bubblegum pop, que podría ser un momento emo de Hannah Diamond o Carly Rae Jepsen (lo de emo parece, de hecho, intencionado: “wearing black at the beach / looking pale, feeling chic (…) we’ve seen each other naked, seen each other cry / you make me not want to die”.
‘Simon Says‘ y ‘Need you’ son quizás los temas menores del álbum; en ésta última la canadiense habla, junto a Valley Girl, de una ruptura, y salvo alguna línea reseñable (“I miss the calm and your nirvana / I miss the fire and all your drama”), funciona mucho mejor en este sentido ‘True love is violent’, con la que se cierra el disco. Esta balada a piano con mínimos toques electrónicos, y que Allie define como la más personal, es distinta a todo lo que hemos venido escuchando en las demás pistas, y llega a emocionar con frases como “Heaven could fall and angels swarm, but Hell is ours to face”.
En definitiva, a Allie X no le va mal en streamings (casi 7 millones de reproducciones acumula ‘Paper Love’ en Spotify, y entre varios cortes de ‘CollXtion II’ y el magnífico ‘Bitch’ de ‘CollXtion I’ sumando unos cuantos millones más), pero podría irle mucho mejor, y nos preguntábamos si era por la calidad de este LP. La respuesta es un rotundo no, pero ella no parece estar preocupada por esto; asegura que no busca convertirse en una estrella ni sonar en la radio, aunque su intención es continuar haciendo pop ya que, gustándole muchos estilos, considera que el pop es “un lenguaje universal que pone a gente de todo el mundo a cantar y trasciende raza, orientación sexual, lengua, gobiernos y religión”. No en vano, sigue a su bola desarrollando un proyecto personal a largo plazo: su idea es sacar en total 5 “CollXtion”, y en cada uno entregar a sus fans, además de las canciones, videoclips, cómics, stems de los propios temas y hasta GIFs. Cuando le preguntan por la razón de incluir a Murakami entre sus influencias, ella dice que le atraen sus personajes “vulnerables y aún así distantes”, y que la X de su nombre representa esa identidad vulnerable-y-a-la-vez-distante mientras se embarca en un viaje de auto-descubrimiento: “cuando resuelva la ecuación, ya no seré Allie X”. Hasta entonces, parece que nos quedan unas cuantas incógnitas en forma de “collXtions” y, si el resto tienen un contenido tan disfrutable como ésta, esperamos -egoístamente- que tarde mucho en resolver esa ecuación.
Calificación: 7,6/10 Lo mejor: ‘Lifted’, ‘Old habits die hard’, ‘Casanova’, ‘True love is violent’, ‘Vintage’ Te gustará si te gusta: Charli XCX, CHVRCHES, Hannah Diamond, Sky Ferreira, Crystal Castles/Alice Glass, Susanne Sundfor, Poppy Escúchalo:Spotify
Hundred Waters tienen, gracias a Skrillex, una canción con más de 30 millones de reproducciones en Spotify: su remix de ‘Show Me Love’ junto a Chance the Rapper y un Moses Sumney que en 2015 prácticamente ni nos sonaba triunfa por encima de las canciones que el trío de Florida ha publicado este año a través de su tercer disco, ‘Communicating’.
Entre ellas se encuentra la deslumbrante ‘Wave to Anchor’. Una canción que dentro del propio disco de Hundred Waters también es rara, pues aunque el grupo practica sobre todo un dream-pop atmosférico y dramático, ‘Wave to Anchor’ se desmarca por completo de ese estilo para entregarse a los ritmos del disco clásico en una composición tan elegante como épica. Pero ‘Wave to Anchor’ no es una canción disco más, sino que su peculiaridad reside en un estribillo instrumental compuesto por un “glissando” delirado, que se desliza de un lado a otro, produciendo una “fantasía” que el grupo logra elevar a la apoteosis en el post-estribillo, esta vez cantado.
Esta semana, el trío compuesto por Nicole Miglis, Trayer Tryon y Zach Tetreault nos ha recordado que ‘Wave to Anchor’ es su mejor canción publicando un vídeo para este tema rodado en la Bulgaria rural. Allie Avital ha dirigido estas escenas bucólicas donde ‘Wave to Anchor’ suena tan rara como en el mismo dsico que la acoge, pero también extrañamente “en casa”. Esta y no el remix de ‘Show Me Love’ es la canción de Hundred Waters que la gente debería estar escuchando… ¿apuntamos al grupo en la lista de desastres de Spotify?
La unión entre David Fincher, que ha dirigido los dos primeros y dos últimos episodios de la serie, y el guionista Joe Penhall, famoso por sus adaptaciones de novelas como ‘Amor perdurable’ (titulada ‘El intruso’ en España) o ‘La carretera’, prometía dar como resultado una de las ficciones televisivas más interesantes de la temporada. Y así ha sido. Estas son las razones:
1. El episodio piloto. Ni prólogo impactante, ni “ritmazo”, ni plano-secuencia exhibicionista, ni final lleno de cliffhangers. El primer episodio de ‘Mindhunter’ es el equivalente al “que se joda el espectador medio” de David Simon. Un comienzo moroso, casi anodino, que no intenta engancharte como si fuera una bolsa de patatas fritas, sino que “simplemente” introduce el tema (los comienzos del estudio de la psicología criminal en los años setenta) y presenta a los personajes (dos agentes del FBI que desarrollarán esas investigaciones). La serie es de Netflix, están los diez capítulos disponibles, ¿de verdad es necesario que nos “enganche” como si hubiera que esperar una semana para ver el próximo episodio?
2. Su capacidad para romper con las convenciones del género. ‘Mindhunter’ es una historia de policías y asesinos donde apenas hay acción ni suspense. Es un thriller de oficina y cafés de máquina, no de callejón y pistola. A los criminales se les persigue con palabras y los tiroteos tienen forma de diálogo. Se habla mucho sobre asesinatos atroces, pero no se muestran. Si hacemos un paralelismo con la filmografía de Fincher, estaría más cerca de ‘Zodiac’ que de ‘Seven’, por mucho que la pareja de policías, un principiante y un veterano, pueda recordar a esta última.
3. La química entre la pareja protagonista. En ‘Mindhunter’ por no haber no hay ni estrellas. Pero ni falta que hace. Lo bien escritos que están los personajes y la solvencia interpretativa de Jonathan Groff (‘Looking’, ‘The Normal Heart’) y Holt McCallany (secundario de larga trayectoria que ya había trabajado con Fincher en ‘Alien 3’ y ‘El club de la lucha’), sin olvidar el personaje de la psicóloga Wendy Carr (Anna Torv), consiguen que no echemos en falta una cara conocida, un Kevin Spacey o una Robin Wright como en ‘House of Cards’, la anterior serie de Fincher.
4. El guión. A la espera de devorar el libro de John Douglas y Mark Olshaker (lo publica Crítica el 9 de enero), y conocer cómo ha sido la adaptación, lo cierto es que el guión de Joe Penhall es fabuloso. El escritor combina con enorme habilidad dos líneas narrativas: las entrevistas a los asesinos en serie (todos basados en personajes reales) y la aplicación práctica de esas enseñanzas en varios casos de asesinato. A estas dos tramas se le une una tercera: la aparición de un enigmático personaje (aunque no tanto si buscas información), aparentemente desligado del relato principal, que se va colando poco a poco en la narración como un asesino en la casa de sus víctimas.
5. “El asesino de colegialas”. Después de serial killers tan elocuentes y parlanchines como Hannibal Lecter, John Doe (‘Seven’), Patrick Bateman (‘American Psycho’) o el gran Harry Powell de ‘La noche del cazador’, parecía difícil crear un nuevo asesino con el verbo tan afilado como su cuchillo. Penhall y el desconocido actor Cameron Britton lo han conseguido. Su creación del necrófilo Ed Kemper, que asesinó a varias colegialas, a sus abuelos y a su madre (a quien violó tras decapitarla) durante los años sesenta, es uno de los grandes alicientes de la serie. Britton promete arrasar en la próxima temporada de premios. 8’9.
Lana del Rey ha dejado al mundo en el asiento subiendo a Instagram una foto en la que aparece conduciendo un coche acompañada de Amy Winehouse. ¿Cómo puede ser? La influencia de Amy Winehouse en Lana del Rey está acreditada al haber sido reconocida por la propia Lana: a ambas unía su pasión por los años 50 y los 60, los arreglos orgánicos, el gusto por lo atemporal, lo cinético, las letras trágicas, la obsesión por el desamor, la muerte… Además Del Rey elogiaba que siempre hiciera lo que quisiera hacer.
El problema es que no coincidieron como famosas en el tiempo. Amy Winehouse murió en julio de 2011 y solo pudo conocer a Lana del Rey si se le hubiera ocurrido bajar de iTunes el disco de Lizzy Grant/Lana del Ray que estuvo como 2 segundos a la venta. Es verdad que hablamos de Lana por primera vez en 2010, pero la primera edición de su primer hit ‘Video Games’ es de finales de junio de 2011, y no se popularizó hasta octubre. Amy Winehouse, que aquellos días cancelaba una gira, BBK Live incluido, pocos días antes de morir, parece poco probable que la conociera (aunque de lo último que hizo fue amadrinar a una artista emergente, ojo). El caso es que si ambas hubieran coincidido en un coche conducido por Lana del Rey lo habríamos sabido ya y lo que Lana ha tenido la ocurrencia de subir a Instagram es un «fake» que data de 2013.
Así lo explica el diario británico Metro, que ha hablado con el autor del montaje. Se trata del instagrammer @tselekoglu. Indica: «posteé el original el 5 de septiembre de 2013 junto a otras imágenes el mismo día», añadiendo que la imagen original tiene su nombre como marca de agua en un lateral. También ha comentado en el perfil de Lana: «no es real, Amy murió antes de que Lana se hiciera famosa». Más imágenes de ambas «juntas» aparecen en el apuntado enlace del diario Metro.
Los andaluces Ballena, que hace poco pasaban por nuestra Sesión de Control y por nuestra playlist Las Mejores Canciones del Momento, han publicado un disco de debut que puede encandilar a seguidores de Los Brincos, Lori Meyers y Viva Suecia. Como nos contaban en una entrevista que publicaremos próximamente, el hecho de que el grupo se componga de ex bajistas de otras formaciones (el cantante lo era en los lejanos Cecilia Ann) ha sido determinante para el desarrollo de armonías vocales que tanto remiten a los grupos de los sesenta nacionales e internacionales.
Son sus voces las que crean los verdaderos ganchos del álbum, como se puede oír en pistas tan pegajosas como ‘Sagres mini’ o ‘Trío de Pedernal’, pero también hay riffs atractivos o historias interesantes escondidas en sus letras. Una de sus canciones estrella es ‘El policía del estilo’, en la que relucen frases de contenido irónico y autocrítico como «desaparecí de la escena en los 90, tengo que volver ahora que soy un gran poeta», «dime la verdad: ¿a que son buenas mis canciones?», «se me fue de las manos mi odio al ser humano» o «déjate llevar por estos cuatro acordes menores».
Así nos lo contaban ellos mismos: «Esta canción habla de todos los músicos que hemos intentado triunfar y no hemos podido. Lo intentas, lo intentas y lo intentas, y nada. Y sale un grupo nuevo que no sabe ni tocar y están ahí poniéndolos todo el día en Radio 3. Es reírnos de los músicos frustrados que no conseguimos llegar donde queríamos».
El vídeo estrenado recientemente sigue esa línea: «Es la historia de un tipo que trabaja en un club y canta, pero no tiene éxito, por lo que envenena a los grupos que tocan en el club con el Jägermeister, el licor de hierbas de los modernitos. La policía le ha pillado, le tienen arrestado, pero el tío sigue: «dime la verdad, ¿a qué son buenas mis canciones?». Es un círculo de locura. Nosotros nos hemos liberado hace tiempo de eso y nos gusta reírnos de nosotros mismos».
En el vídeo han prescindido de la marca, por si su aparición impedía que el vídeo saliera en alguna cadena. Quienes sí salen son Airbag: «son el primer grupo en ser envenenado, y los siguientes íbamos a ser nosotros. Tiene una factura muy cinematográfica». La canción, pegadiza y un gran grower, se completa con unos arreglos fronterizos propios de bandas tipo Calexico. Ballena actúan el 22 de diciembre en Málaga. Detalles, aquí.
Craig David, con su dilatada experiencia, lo explicaba muy bien en la entrevista que nos ofrecía hace unas horas: en estos momentos, la clave del éxito es inundar las plataformas de streaming y vídeos con colaboraciones y remixes, por estrafalarios que puedan resultar. Ed Sheeran, el triunfador de 2017en cuanto a streaming y álbumes vendidos por su disco ‘÷’, y su equipo manejan la situación a la perfección y está dispuesto a terminar el año igual de bien o incluso mejor de lo que lo terminó.
Así, semanas después de que presentara la nueva versión de su balada ‘Perfect’ en forma de dueto junto a Beyoncé –claro guiño al mercado yanqui–, hoy vuelve a hacer lo mismo buscando otro guiño, esta vez al mercado italiano, latino y mediterráneo. Se trata de la misma canción, ‘Perfect’, solo que esta vez interpretada a medias con el célebre tenor invidente italiano Andrea Bocelli. Rebautizada como ‘Perfect Symphony’ por unos arreglos orquestales aún más ampulosos que los del original, esta versión –además de estar cantada en otro tono– se caracteriza por los versos interpretados en la lengua transalpina de Bocelli –Sheeran se lanza a cantar alguna frase también–. Evidentemente, esta también computará en los charts de manera individual, por lo que es más que posible que en Reino Unido se de el hecho insólito de que tres versiones distintas de la misma canción cope el top de singles. Incluso cuenta con un vídeo oficial que da cuenta de cómo se desarrolló el trabajo entre ambos.
Pero el británico no se detiene ahí: hoy también se lanza el nuevo álbum de Eminem, ‘Revival’, y en él, como sabíamos, se incluye otra colaboración de Sheeran. Se trata de ‘River’, un tema construido sobre la base acústica que ofrece un tema del pelirrojo –colaría totalmente si dijeran que es un single de Ed con featuring de Eminem– al que luego se suma el rapero. Lo cierto es que se trata de una buena canción y tiene mucha pinta de que pueda convertirse en el enésimo hit de Slim Shady.
Pero es que hoy también se pone a la venta ‘No One Ever Really Dies’, el nuevo disco de N.E.R.D –proyecto paralelo de Pharrell Williams, para los despistados– y en él volvemos a encontrar a ¿quién? ¡Bingo! Ed Sheeran participa en ‘Lifting You’, el tema que cierra este disco repleto de colaboraciones con, por ejemplo, Rihanna, Kendrick Lamar o M.I.A. A diferencia del tema con Eminem, en este caso la marca de Sheeran no es tan evidente y aporta el fraseo melódico del estribillo en una canción con clara ascendencia jamaicana y aspiración experimental.
Así las cosas, y teniendo en cuenta que también estuvo presente en ‘End Game‘, uno de los temas más atractivos del último disco de Taylor Swift, se puede afirmar sin titubeos que Ed Sheeran es el rey absoluto de las colaboraciones en el pop de hoy. Si esto conseguirá hacerle también el rey de las navidades, está por ver, porque puede que muchos acabemos atufados por su omnipresencia.
Papaya ha hecho una llamada en sus redes sociales para ser votada en nuestra lista semanal y esta ha surtido efecto: ‘¡Ay, mujer!’ es el nuevo top 1 de nuestro top 40, lo cual nos parece muy bien: se agradece algo de variedad tras el imperio Lana/Lorde/Arcade Fire/Dua Lipa y su nuevo 7″ es estupendo. Las entradas de la semana son los últimos sencillos de Paloma Faith, Vega, Templeton, Modelo de Respuesta Polar y Noel Gallagher. Entre las subidas destacadas, Camila Cabello y El Último Vecino. Vota por tus 20 canciones favoritas aquí.
Eminem no había publicado todavía su primer disco cuando ‘Zombie’ de Cranberries arrasaba en plena explosión del grunge, allá por 1995 (aunque salió en 1994). Más de 20 años después, el rapero de Detroit abre un túnel del tiempo con el grupo irlandés y emplea una porción de ‘Zombie’ en una de las últimas pistas de su nuevo disco, ‘Revival’.
Cranberries han tenido a bien de comunicar a sus fans la existencia de esta canción en sus redes sociales, escribiendo: “hola, fans de ‘Zombie’, no os perdáis ‘In Your Head’, la pista 17 en el nuevo disco de Eminem, ‘Revival’. ¡Esperamos que os guste!” Efectivamente Dolores o’Riordan de ‘Zombie’ aparece acreditada en esta canción, que si se titula ‘In Your Head’ no es en vano, pues se basa principalmente en el gancho “in your head, in your head, zombie, zombie” de la canción original, por suerte con más acierto que en el destrozo de Mohombi.
‘Revival’ es el noveno álbum de estudio de Eminem y el primero desde 2013, cuando se lanzó ‘Marshall Matters LP’, y contiene además colaboraciones con Beyoncé, P!nk o Ed Sheeran. Por su parte, Cranberries han publicado este año un álbum de versiones acústicas de sus hits con 3 canciones nuevas.
Hey all “Zombie” fans check out track 17 “In your head” on @Eminem’s new album just released today. Hope you like it! pic.twitter.com/eMRNTLJ8at
Cada viernes es una sorpresa, y este no viene caracterizado ni por grandes lanzamientos discográficos –que los hay, nada menos que un nuevo disco de Eminem– ni por demasiados villancicos –el pescado está vendido y parece que se lo come todo Ed Sheeran–, sino por la cantidad de remixes interesantes e inesperados que encontramos esta semana. Básicamente los de Bomba Estéreo para Arcade Fire, Calvin Harris para SZA, la versión latina de ‘rockstar’ de Post Malone junto a Nicky Jam y Ozuna y los reworks de Ruban Nielson (Unknown Mortal Orchestra) e Hidrogenesse para Núria Graham y Joe Crepúsculo, respectivamente.
Pero hoy también destaca sobremanera el single que une a dos de las figuras del bullicioso panorama del pop urbano de nuestro país, C. Tangana y Dellafuente. Junto a su ‘Guerrera’, incluimos también los nuevos singles de Grises –anticipo de su nuevo álbum–, Rels B, Billie Eilish –con featuring de Vince Staples–, Ms Nina & La Favi, el debut oficial de la rapera británica Maxine Peake –con acompañamiento musical nada menos que de Johnny Marr–, una cosa de Jack White que interpretamos como un medley-anticipo de su próximo disco, Club 8, Timbaland, Buffalo Tom, BØRNS, Car Seat Headrest –single de 13 minutazos–, Joan, The Regrettes, Jeezy –con J. Cole y Kendrick Lamar–, The Neighbourhood, Machine Gun Kelly,Lucy Dacus, Khaled, Cycle, The Yearning, Anne-Marie y la bacanal con pinta de hit global entre J Balvin, Future, Stefflon Don, Juan Magán y el brasileño MC Fioti. Estos se unen en nuestra playlist a otras novedades que hemos ido dando a conocer a lo largo de los últimos 7 días: Lily Allen, MGMT, Terry vs. Tori, Tove Styrke, Creep Show –nuevo proyecto de John Grant–, Moby, Austra e Iggy Pop & Jarvis Cocker.
Al margen del álbum plagado de estrellas invitados de Eminem, hoy se lanzan también otros discos con no pocos colaboradores de renombre, como los de G-Eazy, N.E.R.D y la nueva mixtape de Charli XCX. También tenemos el probable éxito de ventas de Pablo López, un nuevo álbum sorpresa de Ornamento y delito –del que hablábamos estos días– así como EPs de Pale Waves y los barceloneses Ran Ran Ran.
No faltan las novedades curiosas, como la versión de ‘What’s Going On’ de Marvin Gaye que se marcan U2 para Spotify, una regrabación de un tema de Dinero con la participación estelar de El Drogas, o el primer avance de un disco en directo de Coque Malla y amigos –como Iván Ferreiro, por ejemplo–. Pero sobre todo destacamos la BSO de ‘Bright’, película de Netflix protagonizada por Will Smith que cuenta con artistas como alt-j o Portugal. The Man y propicia encuentros tan inesperados como el del rapero DRAM con Neil Young.
Desde hace unas semanas puede verse en televisión y en internet el nuevo anuncio de Ciudadanos para las próximas elecciones autonómicas de Cataluña, que se celebran el 21 de diciembre. Se titula “ara sí, votarem” y presenta a varias personas -entre ellas a Albert Rivera e Inés Arrimadas- clamando frases encima de una base dramática de hip-hop. Por momentos, sus voces se sincronizan con la música de manera que parece están rapeando.
A mucha gente, la música del anuncio de “ara sí, votarem” ha recordado a la de Delafé (antes Facto Delafé y Las Flores Azules), el proyecto de Oscar D’Aniello y Dani Acedo autor de ‘La fuerza interminable’, hasta el punto que hay quien ha llegado tan lejos de creer que Delafé ha compuesto la canción. El grupo se ha visto obligado a desmentirlo primero en la radio y más tarde en Twitter, donde ha escrito: “Hola a tod@s. Nos gustaría desde aquí deciros que NO somos los autores de la canción de la campaña política de Ciutadans. Queremos comunicarlo porque estamos empezando a sentirnos incómodos con según qué comentarios y con la confusión que esto ha generado en las redes y en los medios. Un saludo y felices fiestas”.
Si bien en este caso la música del spot de Ciudadanos puede parecer “inspirada” en Delafé -¿puede hablarse de plagio?-, es muy común que los artistas se opongan a que los partidos políticos usen su música en campañas electorales, siendo bastante habitual que se haga sin permiso. En 2015, Love of Lesbian criticaban duramente al PP por usar una de sus canciones durante una campaña, y ese mismo año Michael Stipe de R.E.M. no se mordía la lengua y mandaba “a tomar por culo” a Donald Trump después de que se apropiara de una canción suya en otro mítin.
Hola a tod@s Nos gustaría desde aquí deciros que NO somos los autores de la canción de la campaña política de Ciutadans… seguir leyendo pic.twitter.com/ePowITYfJu
Prophets of Rage son el contraataque de la canción protesta. Así se definen en ‘The Counteroffensive’, el breve intermezzo en su álbum de debut homónimo, y también en ‘Fired A Shot’ (“I fight back (Fight back)”). En los tiempos oscuros que vivimos no deberíamos preguntarnos si es necesario el retorno de la canción protesta, más vital ahora que nunca, pero sí forma parte de nuestro cometido evaluar su calidad musical caso por caso. El que nos ocupa ahora tiene un pequeño hándicap de salida: la sombra de la herencia de aquel discurso imborrable, clarividente y extraordinariamente infeccioso de Rage Against the Machine, que logró concienciar a toda la generación de los 90 mediante apenas cuatro álbumes.
Como ya sucedió con Audioslave (donde el desaparecido Chris Cornell completó el cuarteto), este nuevo supergrupo está formado por todos los integrantes de RATM menos Zack de la Rocha, esta vez junto a DJ Lord y Chuck D de Public Enemy y a B-Real de Cypress Hill. La idea, desde luego, parecía brillante y muy lógica, tirando de grandes figuras del political hip-hop; pero el resultado decepciona por lo poco que aporta a una estética que no se ha desligado del metal rap de los 90. De hecho, nos vemos forzados a añorar la agilidad y el ardor vocal de De la Rocha, ya que ninguna de las tres voces (tal vez un poco la de B-Real) logra conectar del todo con la contundencia y la exigencia de intensidad y brío de la base instrumental.
En general funciona mejor el discurso que la forma en la que lo expresan. Un mensaje claro y casi internacionalista dirigido a la masa proletaria, al obrero, al de abajo frente al de arriba: “uníos, que ni el poder y ni el capital os dividan”. El mejor ejemplo lo encontramos en ‘Unfuck The World’, una de las piezas más vibrantes y más acertadamente vertebradas del álbum, con versos como “One Nation / Unification” o “Hatred lies divided people”. Pero también en una muy sólida ‘Hail To The Chief’ (“Devising words to divide us / Fear in the heart of the millions / One percent with their billions”), en ‘Strength In Numbers’ (“Stand together / Because there’s strength in numbers”) y en ‘Hands Up’ (“See I come from nothin’, and my hands are calloused / While the one percent, stay tippin’ the balance”), donde se pone en valor que los desfavorecidos somos mayoría.
Es un llamamiento al despertar de la conciencia, porque de lo contrario, si no reaccionamos y no nos posicionamos, seremos parte del problema. Así lo expresan en ‘Radical Eyes’ (“Now you’re part of the tricks, you’ve been distracted again / You fell asleep when you woke up for the fight for the win”) o en ‘Who Owns Who’. El control gubernamental (con drones y redes sociales), la carta blanca del capitalismo, los privilegios de los pocos y, sobre todo, la pobreza de los muchos, siguen en el punto de mira crítico de Tom Morello y compañía, cuya materialización más atractiva bien podría ser ‘Living On The 110’, un ejemplo perfecto de la grotesca desigualdad económica de nuestros días. En lo musical, salvo por una ‘Take Me Higher’ que recuerda a los primeros Red Hot Chili Peppers, la sombra de Rage Against the Machine resulta demasiado alargada. Lo cierto es que siguen siendo el 75% de aquella misma formación, pero es que nunca un 25% influyó tanto. ¡Vuelve, Zack!
Prophets of Rage están hoy entre los confirmados de Resurrection Fest, que se celebra en julio de 2018 en Galicia.
Calificación: 6,2/10 Lo mejor: ‘Living On The 110’, ‘Unfuck The World’, ‘Strength In Numbers’ y ‘Hail To The Chief’. Te gustará si te gustan: Rage Against the Machine, Audioslave, la versión más rockera de Public Enemy, Cypress Hill o Beastie Boys y los fundamentos del rap rock. Escúchalo: Spotify
Belako, que triunfaran el año pasado con ‘Hamen’ -no solo en festivales y salas, también estuvieron varias semanas en la lista de ventas española- tienen ya su nuevo disco preparado. Será el 23 de febrero cuando verá la luz ‘Render Me Numb, Trivial Violence’, de nuevo editado por Belako Records pero ahora con la colaboración de su nueva casa, El Segell del Primavera. Al día siguiente, se subirán al escenario del recién remodelado Palacio Euskalduna de Bilbao para presentarlo por primera vez ante 2500 personas con un ambicioso nuevo espectáculo escénico. Será el concierto de arranque para una gira de presentación de casi 20 fechas y para la que se pueden adquirir las entradas a través de Ticketea.
Aunque no hay que esperar a 2018 para ver a Belako en vivo o disfrutar de su música. Este sábado 16 de diciembre el grupo vasco despedirá 2017 en la sala Razzmatazz de Barcelona. Seguro que no falta algo de su material nuevo aunque solo se trate de los dos temas que han avanzado este año en vivo, el urgente ‘Over the Edge’ (atención a esa batería) y el más arisco, noise y experimental ‘Render Me Numb’. Desde El Segell nos confirman que ambos temas estarán en el álbum que sale en febrero. Debajo podéis comprobar las fechas de su gira con los meses en números romanos (?).
II / 24 BILBAO Palacio Euskalduna Hall 21:00
III / 08 MURCIA Rem 22:30
III / 09 ALICANTE Sala Stereo 22:30
III / 10 VALENCIA Wah Wah 22:30
III / 17/18 VIVE LATINO (MEXICO) CDMX
IV / 06 SANTIAGO Capitol 21:30
IV / 07 A CORUÑA Inn Club 22:30
IV / 12 VALLADOLID Porta Caeli 21:30
IV / 13 ZAMORA La Cueva del Jazz 22:30
IV / 14 LEON Espacio Vias 21:00
IV / 21 IRUÑA Zentral 21:30
V / 12 GRANADA En Orbita
V / 17 LLEIDA Café del Teatre 21:30
V / 18 MONZON Escuela de Calor 22:30
V / 19 GASTEIZ Jimmy Jazz 21:30
V / 25 MADRID Tomavistas Festival
V / 26 SANTANDER Escenario Santander 21:00
Todo el planeta musical anglosajón está loco por lo latino de repente, y eso incluye desde hoy a artistas que provienen de la independencia como Arcade Fire –aunque su último disco, ‘Everything Now’, es su primera referencia en la multinacional Atlantic–. Los canadienses nos presentan hoy un remix muy especial del que fuera single principal de su álbum, el que le da título. Se trata de un rework completo del tema a cargo del dúo colombiano Bomba Estéreo –de hecho, el reconocible logo del single se presenta en los colores de la bandera del país sudamericano en su portada–. Lili Saumet y Simón Mejía están actuando como teloneros de los de Montreal en la rama sudamericana del tour mundial de estos.
Tras un segundo del reconocible riff de piano, pronto se irrumpe la rítmica de electrocumbia y champeta que tanto dominan los autores de ‘Fiesta’. Pero, aunque la voz de Win Butler parece comandar el tema, pronto toma la alternativa la cantante Lili Saumet, que introduce algunos versos en español para, más tarde, transformar el lema que da nombre a canción y disco en “Es todo ya” –de hecho, así se subtitula la versión–. Recordemos que la edición española del álbum de Arcade Fire ya lucía en su portada el título “Todo ahora”, que se antoja más difícil de encajar musicalmente.
Bomba Estéreo han publicado este año ‘Ayo’, su cuarto álbum de estudio, que ha propiciado una mayor popularidad del grupo aunque artísticamente quedaba algo por debajo de su predecesor, ‘Amanecer’. Esta misma semana han sido anunciados en el cartel del festival Cruïlla Barcelona 2018, y antes, en Bilbao BBK Live 2018. Por su parte, Arcade Fire planean una gira por grandes recintos en 2018 que tendrá dos paradas en nuestro país: estarán el 21 de abril en el Palau Sant Jordi de Barcelona y el 24 de abril en el WiZink Center de Madrid. Entradas a la venta aquí.
Estamos a 15 de diciembre y seguimos sin nuevo disco de Post Malone, pese a que se lleva anunciando la continuación del trap pop ’stoney’ lo que viene siendo todo 2017. Pero tenemos otra cosa al menos. Se trata de una nueva versión de su polémico macrohit ‘rockstar’, cómo no, en Spanglish.
Como en respuesta a Ed Sheeran, que se ha sumado a Beyoncé para echar ‘rockstar’ del número 1 del estadounidense Billboard Hot 100 (y lo ha conseguido), Post Malone se rodea de dos grandes de la música latina como son los exitosísimos Ozuna (‘Criminal’, ‘Ahora dice’) y Nicky Jam (‘El amante’, ‘El perdón’, ‘Hasta el amanecer’) para añadir puntos y tratar de recuperar el top 1. Aunque con Sheeran contraatacando añadiendo hoy a Andrea Bocelli a ‘Perfect’ va a estar complicado.
La apuesta por Ozuna y Nicky Jam no es una anécdota. Su protagonismo en la nueva versión hablando en castellano es máximo. “Hago lo que quiera, compro lo que quiera”, comienza diciendo Nicky Jam en su parte, todo ostentación, entre Ferraris, Guccis, referencias a Suiza y un F12. Ozuna en cambio se inclina más hacia el sexo: “Ta’ bien, ustedes son los que más tienen / Vamos pa’ los números y verán que son mis nenes / Lo que yo me compro no es pa’ frontearle a ustedes / Es pa’ yo llevarme a su mujer en la Mercedes”. ¿Calará en las listas o quedará en curiosidad? Hagan sus apuestas.
Uno de los fenómenos virales de este final de año, aparte de la milagrosa defensa de las hipotecas de tipo fijo de Simón Pérez y Silvia Charro, es un tema pseudo-trap. Sí, sí, puede que tu madre, tu prima o tu cuñado lo estén gosando con un tema de música urban, hasta ahí ha llegado la cosa. Bueno, en realidad tiene truco: se trata de una canción-broma-lección de historia con trasfondo social que Christian Flores creó para Fire, la sección de humor de la web Playground.
El vídeo ‘Velaske, yo soi guapa? (Las Meninas Trap Remix)’ cuenta en clave de trap (también de interpelación diálogo entre los protagonistas y un narrador) una de las historias tras el célebre cuadro ‘Las Meninas’ de Velázquez. Concretamente la de la Infanta Margarita, que centra la “acción” de la obra. Margarita, en un código lingüístico contemporáneo, da muestra a Velázquez de su inseguridad por sentirse guapa y deseable ¡con apenas 5 años! Esta es una historia real, como el propio Flores ha explicado en esta entrevista. Para que digan que hoy las niñas están sexualizadas antes de tiempo.
El caso es que el vídeo en cuestión, lanzado a finales de noviembre, va camino de alcanzar los dos millones de reproducciones en Youtube pero, sobre todo, ha logrado convertir en memes del momento esos descacharrantes “Mami, ¿yo soy guapa?” y “Dime que soy guapa”. Ante el éxito del vídeo, la web ha decidido hacer llegar el tema también a plataformas de streaming como Spotify. No tenemos ninguna duda de que en ese soporte también se convertirá en un éxito, probablemente en la canción no-oficial de las Navidades 2017.
C. Tangana y Dellafuente, dos de lostotems de la música urbana actual, presentaban una canción conjunta este miércoles en un evento organizado por Red Bull en los semi ostentosos salones del Palacio de Fernán Nuñez (1753), usado por la alta burguesía madrileña para su disfrute sobre todo durante el siglo XIX. ‘Guerrera’, de ritmo house, llega hoy a las plataformas de streaming. El miércoles tuvimos ocasión de hablar con ambos sobre este lanzamiento, la mención de ‘Mala mujer’, las diferencias y similitudes entre los dos, la industria musical o el exceso de lata en los directos de la música urban. Dellafuente, más tímido y callado pero a su vez bastante divertido, me agradece que para la grabación ponga el «modo avión», porque «en todas las entrevistas suena el teléfono». «No sabría qué hacer si me suena el teléfono mientras estoy grabando y se corta la grabación», le respondo (una vez borré una entrevista íntegra). «Pues inventártelo, como hacen los otros», asegura.
He visto una entrevista conjunta vuestra en This Is Underground, pero contad brevemente cómo os conocisteis y cómo ha evolucionado vuestra relación hasta llegar a esta colaboración.
C. Tangana: «Yo le conozco por la música, le escuché, me gustaba lo que hacía».
Dellafuente: «Me mencionaste en un tema, y yo se lo agradecí».
Obviamente, en ‘Mala mujer’. ¿Descubriste que estabas mencionado en Spotify o te lo pasó antes?
Dellafuente: «No sé si vi la versión final».
C. Tangana: «La versión final donde te mencionaba yo creo que no».
Dellafuente: «Lo que escuché fue el previo donde iba yo, porque era una colaboración ese tema. ¡Exclusiva para JENESAISPOP!».
¿Y qué pasó para que al final no salieras?
Dellafuente: «No le gustó lo que le pasé. Hizo bien porque se me fue la olla un poco. Bueno, no se me fue la olla, pero me lo llevé demasiado a lo personal. Me podía haber metido en el remix, eso sí (risas)».
(A C. Tangana) Fuiste bastante claro con que no te gustaba…
C. Tangana: «Llevamos mucho tiempo planeando qué es lo que vamos a hacer».
Dellafuente: «Pasándonos temas».
C. Tangana: «Y ‘Mala mujer’ fue una de las cosas que él tenía, pero ha tenido más. Y yo he tenido suyos. No es como «en ‘Mala mujer’ le dije que no». Yo le he mandado versos que no ha terminado, y este nuevo de ‘Me muera’ era suyo entero y yo me he metido».
Dellafuente: «‘Mala mujer’ triunfó porque me mencionó, es una cosa que nadie le quiere decir».
¿Qué es ‘Me muera’?
C. Tangana: «El tema nuevo que se llama al final ‘Guerrera’.
Dellafuente: «Mi primera versión era ‘Me muera’. ‘Mala mujer’ triunfó porque me mencionó, es una cosa que nadie le quiere decir (risas).
¿Qué canción de Dellafuente se referencia en ‘Mala mujer’?
C. Tangana: «Estaba pensando en una cosa que me pasó en el club Marabú. Vi una chica bailando que me gusta mucho».
En presente.
C. Tangana: «En presente, en pasado y en futuro. Físicamente muy espectacular. Y yo quería retratar esta historia, la primera vez, ese «¡guau!»».
Dellafuente: «¿Pero que qué canción era?».
C. Tangana: «‘Los millones que no tengo'».
Dellafuente: «Me vale, no lo sabía».
C. Tangana: «O ‘Bailaora’. Me gusta pinchar uno de sus reggaetones».
Dellafuente: «Bueno, pinchar… (risas)».
C. Tangana: «Pincha otro y yo me pongo (risas)».
Una de las cosas que más me gusta y diferencia a ‘Mala mujer’ es la querencia por lo latino, que es una de las cosas que os ha podido unir ahora, ¿no?
Dellafuente: «A mí me flipaba la versión mía, estaría guay sacarla algún día».
¿De dónde salió ese piano tan de bolero o salsero? Porque Alizzz (co-productor) tampoco hace precisamente esa música…
C. Tangana: «Le estábamos dando mil vueltas al beat, al principio era un dancehall. Eran como unos acordes y el caminar era dancehall. Hubo un momento en que Alizzz se iluminó. También nos estábamos pasando mucha música latina, no solo reggaetón o salsa sino funk carioca. Tiene una cuica, que es una especie de zambomba brasileña que hace un sonido (lo imita) que no da ni notas. Es un arreglo de producción que no está en la música urbana. Hay muchas ideas detrás que al final han ido saliendo. En un momento determinado le dio por el pianito ese salsero.
Pero luego no hay más música latina en el disco.
C. Tangana: «No, el disco es un disco mío. La gente dice que soy comercial y tengo dos temas (así). Que si soy latino… Y tengo un tema y medio, porque ‘De pie’ no es un reggaetón al uso. Le he enseñado ‘Mala mujer’ a gente que hace reggaetón en Colombia, que es la puta capital, y me dicen que está guapísimo, que suena latino, pero… (que no es reggaetón). En Estados Unidos se lo he puesto a A.Chal y de lo que hago es su tema favorito, y él es un rapper. Aquí es muy fácil decir algo, pero la gente no tiene ni puta idea. Mi proyecto es un proyecto de música urbana y meto de todo. Y voy a meter más cosas: reggaetón, ahora estamos metiendo house, voy a meter de todo».
C. Tangana: «Una progresión de salsa de Fania es algo muchísimo más rico que cualquier tema de indie (…) Si Beyoncé se sube a ‘Mi gente’, ¿qué vas a decir tú, Señor Indie?»
(A Dellafuente) Dijiste hace tiempo que la música latina era la música de la calle, ¿lo sigues pensando?
Dellafuente: «Mucho más ahora que nunca».
C. Tangana: «Cada vez más».
Entre nuestro público más talifán del indie la música latina produce bastante rechazo, casi más que la música urbana, ¿crees que puede haber un componente racista? Cada vez que hablamos bien de ‘Mi gente’ o ‘Despacito’, nos ponen de vuelta y media.
Dellafuente: «Más que por la raza es por el tipo de música, da igual que la haga un portorriqueño que un finlandés».
C. Tangana: «Hay mucho prejuicio. Es un complejo europeo, que eso es como música mala».
Dellafuente: «Que es simple, que eso no es música».
C. Tangana: «Una progresión de salsa jodida de Fania… eso es la polla».
Dellafuente: «Eso es increíble».
C. Tangana: «Y ese tipo de gente escucha algo latino y ya le parece música mala. Musicalmente eso es muchísimo más rico que cualquier tema de indie».
Dellafuente: «Pero eso en la salsa no creo que pase. Pasará en el reggaetón. Y Marc Anthony viene y hace concierto de estadio».
C. Tangana: «Y Maluma lo peta también. Es que es de boquilla todo. Luego por la noche lo bailan todo, si es que eso es así».
En España siempre ha habido una tradición latina y claro que esas cosas tienen éxito. Me refiero más a la percepción de un público alternativo, indie…
C. Tangana: «Es una cuestión de tiempo».
Dellafuente: «Y ya mucho menos, está un poco extinto».
C. Tangana: «Si Beyoncé se sube a ‘Mi gente’, ¿qué vas a decir tú, Señor Indie?».
¿Qué opináis de ‘Despacito’?
Dellafuente: «Desde el punto de vista de donde está enfocado está de puta madre. Porque no está hecha para otra cosa».
C. Tangana: «A nivel de producción es muy buen tema. Tiene un arreglo un poquito hortera, que si hubiera sido más elegante hubiera sido un hitazo. Tiene una letra muy sencilla, pero la entrada del beat, el partir el tempo en un tema híper mainstream y de baile es un truquito que flipas. Y a nivel de cómo están construidas las melodías es hook + hook + hook… Es brutal y yo creo que podemos decir que Daddy Yankee es el tío más en forma de la historia de la música. Es increíble, ¿has escuchado el remix de ‘Havana’?
Dellafuente: «No»
C. Tangana: «Vuelve a estar guapísimo. Este señor no se cansará, luego sacará otra que menos, pero…»
Dellafuente: «Y lleva haciendo siempre lo mismo».
C. Tangana: «Claro, sigue siendo Daddy, es su movida, está guapa y se puede meter en una movida nueva».
C. Tangana: «A nivel de cómo están construidas las melodías ‘Despacito’ es hook + hook + hook… Es brutal y yo creo que podemos decir que Daddy Yankee es el tío más en forma de la historia de la música»
Llaman la atención, cara a vuestra colaboración, vuestras diferencias. Una de las cosas que más os diferencia es el poso social de canciones de Dellafuente como ‘En metálico’, ‘A lo mejor’… que en C. Tangana no encontramos.
Dellafuente: «No hay nada más que ver los abrigos que llevamos (risas)».
¿Os sentís afines o las diferencias han sido una motivación para colaborar?
Dellafuente: «Tengo más de 100 canciones, lo de la temática social no deja de ser una parte».
C. Tangana: «A mí me gusta su temática social, me gusta cómo trata el tema, me parece que está guapo lo que dice. Hay mucha gente hablando de las cosas que habla él, pero con otras perspectivas que me parecen peores. Y la suya me gusta, me siento más afín. Sus letras me parece que están guapas».
¿Vais a presentar una mixtape conjunta?
Dellafuente: «Es un tema».
(A C. Tangana) Si seguís colaborando, entonces te ves haciendo un tema social con él…
C. Tangana: «Sí, perfectamente. Yo tengo desde luego un discurso político, otra cosa es que hable específicamente. Juntarme con Dellafuente evidentemente significa algo. Si fuera contradictorio… Ese parecer contradictorio igual no lo es tanto. Mola que se produzca eso. Mola que el Dellafuente se junte con el Tangana».
Me gustó mucho tu entrevista con Mondosonoro, en la que hablabas del ensalzamiento de tu personaje versus otras personas que hacen música. Venías a decir más bien como que te habías creado un personaje para lidiar con la inseguridad, palabra que se repetía una y otra vez en la entrevista.
C. Tangana: «Porque al entrevistador le gustó mucho y andó sobre el tema de la inseguridad. Una canción no es solo lo que el narrador de esa canción quiere decir. Las canciones dicen más cosas. Siempre se dice que un escritor quiere que los otros lean una cosa de él, pero al final, si escribe mucho, todo el mundo acaba viendo lo que hay. No puedes ocultar ciertas cosas. Yo lo veo así. Yo veo esos temas, y cuando estoy escribiéndolos, estoy en ese «mood». Pero luego lo veo de fuera y veo perfectamente la inseguridad o la obsesión. El disco es reunir toda esa movida. Es un disco súper obsesivo, todo el rato hablando de lo mismo, desde bastantes puntos de vista que facilitan que yo pueda darte este discurso sobre el ‘Ídolo’, y decirte más cosas desde fuera. Si ves todos los puntos de vista, todos tienen el mismo matiz de que hay algo malo. Te estoy vendiendo todo el éxito pero aquí hay algo oscurillo. Hay una forma de interpretarlo literal y hay más lecturas, sobre todo si te doy 10 temas. En 10 temas te da tiempo a decir: «vamos a ver…»»
C. Tangana: «Este es el discurso de un ídolo moderno, os guste o no»
Entonces es un disco muy visceral, reflejo de un momento concreto.
Tiene dos partes: una parte visceral que son las letras, y otra parte más pensada que es cuando decido poner todo eso junto y presentarlo como un disco y llamarlo ‘Ídolo’ y decir a la gente: «este es el discurso de un ídolo moderno, os guste o no».
Buscando cosas que os unieran, me he encontrado una frase en ‘Otro hombre’ que me ha recordado a Lorca, y por ahí podía haber una vinculación con Dellafuente. Es la de «la hoja de un cuchillo puede abrir su carne», me recuerda a la referencia al «cuchillito» de ‘Bodas de sangre’. ¿Puede haber más referencias literarias o filosóficas en vuestras letras de las que imaginamos?
Dellafuente: «En mis letras puede haber referencias literarias, pero sobre todo del flamenco, que ha tomado cosas de Lorca».
C. Tangana: «A mí me gusta el imaginario del flamenco también. Es una de las cosas que me gustan de sus letras. Creo que también lo uso. Mis mejores imágenes son sencillas y muy españolas».
(A Dellafuente) Tú estás acostumbrado a moverte en un ambiente más flamenco, donde los directos son otra cosa que en la música urbana: hay menos lata, menos pregrabado, la gente canta en directo todo. ¿Qué te parecen los directos de música urbana?
Dellafuente: «El otro día vi en directo a Lin Cortés, y cada vez que veo un flamenco en directo me dan ganas de dejar la música. Hablaba con él y él me decía al revés: «tengo que hacer lo que tú, llevar un DJ». Porque es un coñazo llevar una banda. Siento mucha admiración por eso y mucha envidia. Nosotros hacemos lo que podemos. Pero está bien los directos que he visto, el de este hombre (C. Tangana) me mola, el de Rels B me mola, el que me flipó muchísimo fue Bejo, hay una energía increíble. No he visto el 100% pero lo que he visto me parece bueno».
Mi impresión es que cada cosa tiene su rollo, pero que se está abusando mucho últimamente de pregrabados en directos internacionales tamaño Beyoncé.
Dellafuente: «Sus razones tendrán, pero mi razón es económica, yo no puedo llevar a 20 tocando».
Dellafuente: «Cada vez que veo un flamenco en directo me dan ganas de dejar la música. Hablaba con Lin Cortés y él me decía al revés: «tengo que hacer lo que tú, llevar un DJ»».
Has sacado muchos temas este año, ¿no vas a sacar un disco? ¿No das con un concepto como el de ‘Ansia viva’, de sacar 13 temas en un día 13, etc?
Dellafuente: «Estuve pensando algo de eso pero al final no voy a sacar disco porque no se consumen discos. Ya me ha pasado dos veces, aunque yo veo lo que he sacado como maquetas. Sacarlo sin querer sacarlo cuando la gente no consume discos…»
(A C. Tangana) De hecho, yo pensé que tú no sacarías disco, pero al final fue como un disco sorpresa. ¿Has cambiado de opinión? Ha llegado a tiempo de la lista nueva de streaming, de ser número 1, pero me han dicho que insististe en no sacarlo en físico.
C. Tangana: «Ni yo ni Sony queríamos, pensamos que tenía que ser todo digital, un modelo de lanzamiento completamente distinto. Yo creo en los discos y les tengo cariño, pero tiene que ser una obra completa. Para juntar singles sueltos no. No sé si voy a sacar otro disco, no sé si voy a tener una idea completa que me dé para hacer varios temas. Depende más de eso, en ‘Idolo’ hay una idea clara que me permite decir: «todo esto va junto»».
Se ha hablado mucho del machismo en la música trap o en música urbana, en el caso de Dellafuente no tanto, porque he leído que te has criado rodeado de mujeres. Pero es un tema que está ahí siempre, como el de la homofobia. ¿Creéis que tanta polémica os ha ayudado a ser mejores personas o solo a ser más políticamente correctos?
C. Tangana: «Yo soy igual de políticamente incorrecto, sigo diciendo las mismas cosas que digo. Tengo una forma de vivir la sexualidad muy apasionada y digo cosas que son así porque yo vivo así mi sexualidad y aparte porque soy un hombre y tendré mis cosas de hombre blanco occidental. Lo pensaba antes y lo pienso durante todo el tiempo. Levanto polémicas y también me junto con El Palomar para hacer un vídeo, toco en el Orgullo, le pongo a mazo de chavales en el Orgullo una estética queer… No sé, generamos un debate sobre qué es ser transexual, qué es ser homosexual, qué es lo queer en internet, en Youtube, para chavales de 14 años. Pero no me ha servido para convertirme. Yo sigo hablando y diciendo las cosas como las siento».
Dellafuente: «Yo nunca he sentido una presión contra mi persona, porque tampoco creo que yo tenga letras machistas. Yo me ciño más a la España tradicional, nunca he sentido presión».
C. Tangana: «Ni Sony ni yo queríamos sacar disco físico. No sé si voy a sacar otro disco, no sé si voy a tener una idea completa que me dé para hacer varios temas».
En nuestra entrevista anterior decías que no querías pertenecer a ninguna discográfica, pensabas que no te compensaba, ¿sigue siendo así?
Dellafuente: «Sí y no. A día de hoy no he encontrado un contrato que diga: «guay». Ofertas hay pero también tienes ese miedo. Es un paso gordo».
C. Tangana: «Hay que tomar la decisión correcta. Es el puto contrato. Yo estoy muy contento. He conseguido lo que yo quería de ese mundo».
Aunque ‘De pie’ no la han pinchado en 40 Principales.
C. Tangana: «‘De pie’ no, no la hemos «pitcheado» para que la pongan (NdE: el sello no la habría presentado). En la Ke Buena la pusieron sin decirles na, porque me quieren un montón. Es una radio que a mí me encanta».
Sin duda este 2017 será un año inolvidable para Portugal. The Man. El grupo originario de Alaska en el que John Gourdey y Zach Carothes son los únicos miembros que permanecen desde su fundación en el primer lustro de este siglo ha publicado ‘Woodstock’, el que es ya el disco más exitoso a nivel comercial de toda su carrera. Todo un ejemplo de que la persistencia, la confianza en sus propias cualidades y la capacidad para adaptarse a cada momento pueden ser una fórmula de éxito fiable.
Aunque, sin duda, el éxito del octavo largo de su carrera no sería tal de no ser por ‘Feel It Still’. Se trata de una de esas canciones que hacen click sin más, de manera aparentemente mágica, y se ha convertido en el gran éxito rock –aunque es cierto que sobre todo suena a soul y a rhythm and blues pasados por el tamiz contemporáneo de Danger Mouse, productor de parte del disco aunque no de ese tema en concreto– de este 2017.
Sin embargo hoy, cuando se ponen a la venta las entradas (en Live Nation y Ticketmaster, desde las 10:00h) para su próxima visita a nuestro país para presentar con aura estelar ese último álbum, se impone recordar que Portugal. The Man son bastante más que esta canción. Aunque quizá en Europa y otros territorios aún no se les ha entendido tanto como en su país, su carrera posee varios momentos culminantes tanto en sus inicios independientes, con discos de rock alternativo –ora stoner, ora folkie, ora psicodélico– tan interesantes como ‘Church Mouth’ o ‘The Satanic Stanist’, como en el giro hacia sonidos más negros –funk, soul, R&B– que obraron con su salto multinacional, en discos como ‘In the Mountain In The Cloud’ o ‘Evil Friends’ que les han traído hasta donde hoy están. Por eso destacamos 5 canciones cruciales de su discografía que definen bastante su sonido y su historia:
‘Shade’
Esta canción es el perfecto resumen de los inicios del grupo, pero también trasluce ecos de lo que son hoy. Incluida en su segundo disco, ‘Church Mouth’ (2007), con producción a cargo de Casey Bates –con el que han seguido trabajando hasta hace poco, casi como un miembro más del grupo–, ‘Shade’ es un estupendo medio tiempo enmarcado en un psicorock que bien podría encajar en las discografías de The Shins, Modest Mouse o Dr. Dog, si bien en sus coros y algunas partes melódicas ya despuntan ciertos brillos souleros y blues.
‘People Say’
Esta canción incluida en ‘The Satanic Satanist’ (2009) se ha consolidado como uno de los momentos culminantes en los directos del grupo. Aunque el resto del disco, como bien señala su portada, es bastante psicodélico, en este tema de inmediatez irrefutable sobresalen ciertos dejes jamaicanos en la voz de Gourdey, amén de una querencia country-rock en las guitarras. La luminosidad de su melodía esconde, paradójicamente, una dura crítica contra la gestión del gobierno de Estados Unidos de la Guerra de Irak (el “hijo del Presidente” del primer verso no puede ser otro que George W. Bush Jr).
‘So American’
¿’Yoshimi Battles The Pink Robots Pt. 1’ o ‘Space Oddity’? Quizá sean ambas las homenajeadas en este tema de su primer disco para la multinacional Atlantic, ‘In the Mountain In The Cloud’ (2011). Aunque diría que más la segunda, con el toque glam funk de su bajo, tan “Ziggy”, y esos arreglos de cuerda, esas palmas. En cualquier caso, es otra canción estupenda que, de nuevo, guarda una crítica contra el sueño americano, un sueño heteronormativo, clasista y blanco, primordialmente. A su manera, es un bonito alegato pacifista y de hermanamiento entre razas y civilizaciones porque, al fin y al cabo, “hay locura en todos nosotros”.
‘Modern Jesus’
‘Evil Friends’ (2013) fue un pequeño anticipo de cuán pop podían sonar Portugal. The Man en manos de Danger Mouse, sin olvidar sus raíces. Y ‘Modern Jesus’, con ese tecladillo tan minimalista que abre la canción y la acompaña hasta el final, es otro medio tiempo difícil de sacarse de la cabeza, máxime cuando además alberga un mensaje abiertamente ateo, poco habitual en un grupo de su estatus y de su país. Gourdey no se anda por las ramas: “No reces por nosotros, no necesitamos un Jesús moderno que nos acompañe, la única regla que necesitamos es no rendirnos nunca / La única fe que tenemos es en nosotros mismos”.
‘Number One’
Mi compañero Sergio del Amo lamentaba el giro pop que Gourdey, Carothes y compañía había tomado en el reciente ‘Woodstock’, a su juicio con el único objetivo de irrumpir en las listas de Billboard (en ese sentido, la jugada no podía haberles salido mejor, sin duda). Pero también destacaba canciones que resultaban más interesantes que los singles ‘Feel It Still’ y ‘So Young’, como es el caso de esta ‘Number One’ que abre el disco. Sampleando el célebre ‘Freedom’ de Richie Havens tal y como lo interpretó en –wait for it…– Woodstock, esta producción firmada por Gourdey con Danger Mouse y Mike D (Beastie Boys) es un fantástico número de arranque electro-soul-rock –un sitar también se deja caer por la mezcla– que, en realidad, da una visión más amplia de cuál es la propuesta de Portugal. The Man en 2017.
Craig David visitó ayer Madrid para ofrecer una actuación mitad DJ mitad live en un evento organizado por Sound of Ballantine’s. Aprovechamos la ocasión para hablar con el artista sobre la evolución del R&B desde sus inicios a finales de los 90 y principios de los 2000 hasta su espectacular «comeback» en Reino Unido con ‘Following My Intuition’ (2016), que le dio su primer número 1 y disco de oro en una década gracias a singles como el primero ‘When the Bassline Drops’ o el cuarto, llamado precisamente ‘Ain’t Giving Up’.
Ahora Craig David publica un álbum más, un ‘The Time Is Now’ que llegará en enero y del que ya conocemos un par de singles, ‘Heartline’ y ‘I Know You’, este último junto a Bastille. El artista, totalmente relajado, muy cercano y sobre todo ultra agradecido por el buen momento de popularidad que ha vivido en los 2 últimos años, insiste en que no ha precipitado la salida de este álbum para aprovechar el tirón del anterior. Simplemente se siente especialmente creativo, probablemente confiado tras haber renovado público y conquistado a una generación nueva.
«Para mí es importante que el nuevo disco tuviera el sonido del R&B de ahora, pero con la sensibilidad del primer disco»
Estás a punto de sacar un disco, ¿qué significa este nuevo álbum para ti?
Mi último disco, ‘Following My Intuition’, del año pasado, fue número 1 en Reino Unido. Eso asentó el camino para que este nuevo álbum fuera un disco de R&B como el primero, ‘Born to Do It’. Quería trabajar con artistas que la gente no sepa necesariamente quiénes son, pero quizá en 12 o 18 meses sean conocidos, que la gente diga entonces: «¡pero si trabajaste con GoldLink!». También están Kaytranada, AJ Tracey, JP Cooper y Bastille que están por supuesto asentados, pero también quería a una nueva ola, gente como Ella Mai. Para mí es importante que tuviera el sonido del R&B de ahora, pero con la sensibilidad del primer disco.
Escribiste y produjiste el primer álbum con una persona sola, ¿no echas de menos los tiempos en que las cosas se hacían así, en lugar de con docenas de personas por disco?
Sí, al 100%. Pero la belleza de este álbum es que Fraser T Smith, que viene de trabajar con Dave, Kano o incluso Adele, es un guitarrista con el que llevo colaborando años. Ha hecho 5 canciones en este disco e hizo la más nueva, que es ‘I Know You’. El otro productor principal, que es Tre Jean-Marie, también tiene 5 canciones y lo bueno es que su padre fue corista durante mi primera gira. Conocí a Tre cuando él tenía 6 o 7 años, y me decía «encantado de conocerte» (NdE: pone voz de niño). Y después resulta que co-escribe y co-produce canciones conmigo. Es una de las mayores locuras que me han pasado. Luego están Blonde, Kaytranada, Diztortion… pero para mí hay 2 productores principales y luego están los demás en canciones adicionales, pero integradas en el disco como un todo.
«Conocí a uno de mis productores actuales cuando él tenía 6 o 7 años (…) Su padre fue corista durante mi primera gira. Es una de las mayores locuras que me han pasado»
¿Cómo has vivido la evolución del R&B a lo largo de estos 15 años?
Es como una carrera de coches, ¿no? El R&B tuvo su momento, de repente (la moda) se fue más a las guitarras, luego el rock quiso ser como Norah Jones, luego salieron muchos cantautores, luego el underground… y ahora parece que estamos en un plano bastante R&B. Se hacen muchos samples de los viejos tiempos. Cosas que suenan muy nuevas, pero inspirándose en antiguas tipo Robin S y ‘Show Me Love’. A mí ahora me va muy bien que vuelva el R&B. Estoy muy agradecido de que el R&B en 2018 vuelva a ser relevante. No me refiero necesariamente al R&B tipo trap como Bryson Tiller y todos esos chicos, sino más bien al sonido de ‘No Scrubs’ de TLC, ‘You Make Me Wanna…’ de Usher, ‘Pony’ de Ginuwine. Eso suena a 2018, fresco otra vez.
¿Mientras grababas el disco anterior, esperabas que supusiera tu gran regreso?
No, definitivamente no.
Estabas «siguiendo tu intuición»…
Pues bastante. Viví un periodo de transición. Estuve 3 o 4 años en Miami, de donde decidí volver porque me sentía lejos de mi familia y mis amigos. Había hecho las fiestas TS5 en mi casa, que luego he terminado llevando más a lo grande a Ibiza, y a Glastonbury para miles de personas. Llegué a ese disco como una evolución, pero la clave fue que empecé a trabajar con autores y productores muy jóvenes, artistas emergentes. No quiero sonar desagradecido, pero lo tenía claro: había vendido 13 millones de discos, pero para un chico de 15 o 16 años no era nadie. Estos productores jóvenes venían al estudio y me decían «lo que hacías está muy bien, ‘Re-Rewind’ y demás», pero hablaban de mí en pasado, y yo me quedaba en plan «pues vale». Les ponía a esos artistas de 17 años lo que había grabado porque quería saber lo que pensaban y me decían: «¡todavía molas! ¡todavía tienes ese algo!». Y me di cuenta de que algo estaba pasando: con el disco anterior volví a ser relevante otra vez. Chavales de 14 o 15 años se pensaban que era un artista nuevo, se lo decían a sus padres y estos contestaban: «¿que ha vuelto Craig David? ¡Te voy a hablar a ti de Craig David!», y entonces sacaban sus viejos CD’s con ‘7 Days’. Ver unirse a dos generaciones fue muy bonito. Estoy muy agradecido por ese momento.
«No quiero sonar desagradecido, pero lo tenía claro: había vendido 13 millones de discos, pero para un chico de 15 o 16 años no era nadie. Los jóvenes productores hablaban de mí en pasado»
Obviamente eres bastante joven aún, pero por lo que veo, el «ageism» es algo para lo que te estás preparando.
A decir verdad no, pienso que la edad no es nada más que un número, y no siento haber crecido mucho desde probablemente los 20. Por supuesto he madurado y no soy el mismo, pero lo que he aprendido es que es fundamental conservar al niño que tienes dentro. Cuando eres mayor y sigues teniendo la necesidad de escribir canciones es porque estás perdido, intentando ser responsable y hacer lo que la sociedad espera que haga un adulto, una persona de tu edad. No hay diferencia entre la manera de amar unos acordes cuando eres joven o mayor. Hay que hacer que la vida sea simple y no caer en las trampas. Empecé muy joven en esto y a veces siento como un déja-vu. Me siento como un chico de 17 años por dentro, aunque haya madurado y tenga el beneficio de la experiencia.
Te preocupas de hacer canciones modernas, ¿pero cómo te ves a los 50 o los 60 años? ¿Tirando más a lo clásico o aún buscando sonidos nuevos?
Me lo tendrás que preguntar cuando tenga esa edad. Si me hubieran preguntado a los 17 y me hubieran dicho: «triunfarás con tu primer disco, la gente te abandonará y pasará a otras cosas, pero seguirás escribiendo, volverás a tener tu momento, y conquistarás a una nueva generación»… no me habría creído ese sinsentido cuando estaba en casa con mi madre escribiendo ‘Walking Away’. Hay que lidiar con el momento presente, de hecho hay una canción en este álbum nuevo que se llama ‘Live In The Moment’. Además, el disco se llama ‘The Time Is Now’ por este motivo, porque he dejado de hacer proyecciones sobre el futuro. Es muy liberador dejar de pensar en lo que vas a hacer. Estar en Madrid, volver aquí con un disco nuevo, hacer una entrevista y tener un público para mí es toda una aventura.
«No me habría creído el sinsentido de lo que me iba a pasar cuando estaba en casa con mi madre escribiendo ‘Walking Away'»
Te lo preguntaba también porque sacas tus últimos singles en versión bailable, con producciones trabajadas como las de las voces tratadas de ‘I Know You’, pero en ambos casos has sacado también una versión acústica. Es como si quisieras decir «toda esta modernidad de la producción está muy bien, pero lo importante es la melodía clásica».
Es más sencillo que todo eso. La música ha cambiado tanto… O el modo de consumirla. Siempre he hecho muchos acústicos, desde el principio iba a la tele y hacía uno con ‘Fill Me In’, no es muy diferente de lo que hago ahora. Pero es que además ahora, para salir en una playlist de Spotify y llegar a más gente, tienes que hacer un acústico o un remix. Es más una cosa como de compañía discográfica, pero para mí está claro que si tengo una canción, con unas voces increíbles, podemos hacerla en acústico, y además entrar con ella en más playlists para maximizar posibilidades. Mira a Ed Sheeran, ha añadido a Beyoncé en una canción, ahora va a meter a Andrea Bocelli. Es una jugada muy inteligente y va a ser el número 1 en Navidad en todo el mundo. Si no te adaptas a los nuevos tiempos, te quedas perdido en algún lugar.
«Hemos grabado una canción en esa línea (latina), pero después de ‘Despacito’, y un par de hits más de reggaeton, parece que ya ha tenido su momento y la hemos dejado fuera. Tienes que ser el primero en hacerlo»
Has trabajado con los ritmos latinos muchas veces, hasta tuviste un single llamado ‘Spanish’. ¿Podemos esperar algo de eso en tu disco ahora que está tan de moda?
¿Sabes qué? Hemos grabado una canción en esa línea, pero después de ‘Despacito’, y un par de hits más de reggaeton, parece que ya ha tenido su momento y la hemos dejado fuera. Tienes que ser el primero en hacerlo. Hasta Little Mix han hecho una canción así. Obviamente si eres J Balvin, puedes seguir haciéndolo porque es lo que has hecho toda la vida, pero para mí ahora mismo parecería que voy detrás. Es divertido, porque hablé con J Balvin no hace mucho, con el éxito de ‘Mi gente’, que marcó una línea. Para mí ha tenido su momento para los artistas que no somos hispanos o estamos vinculados a lo hispano, de nuevo a menos que seas J Balvin y siempre lo hayas hecho. Para mí, un regreso al R&B es lo que necesita este disco. Como una especie de R&B del futuro, la gente sampleando canciones de los viejos tiempos, que esto parezca los 90 o los 2000 con la recuperación de cosas como ‘This Is How We Do It’… Yo he estado en eso desde el principio y es de lo que va este álbum.
He leído que te gustan los discos de Mura Masa y Calvin Harris. ¿Son los discos del año para ti?
Creo que Calvin Harris ha dado en el clavo, es increíble, también GoldLink, el último de Kaytranada. Pero para Calvin volver con ‘Slide’ fue muy inteligente. Eres el DJ más importante del mundo, puedes seguir haciendo lo mismo y en cambio das ese paso con Frank Ocean. Me encanta. Está a la última.
¿Cómo ves tu relación con Estados Unidos? Después de tu regreso al número 1 en Reino Unido, ¿te planteaste intentar conquistarlo a lo grande?
¿Sabes qué? A decir verdad, estoy agradecido con todo lo que me ha pasado. He cambiado de opinión al respecto. Al principio era más en plan «estoy tan influido por el R&B americano que quiero ir a América como sea». Pero ahora paro y pienso que también tengo España, Francia, Alemania, Europa… Estados Unidos no es la única conexión. A la división americana de Sony le interesa este disco porque están Bastille y le ven una posibilidad. Estoy emocionado, claro, pero no pienso «¡¡Oh, América!!». Recuerdo cosas como cuando llegas a la gente, vas a ese país y te enteras de que alguien se ha casado con una de tus canciones, y para mí de eso va la música. Estoy muy agradecido simplemente por esa persona.