Inicio Blog Página 353

Weyes Blood / And In The Darkness, Hearts Aglow

La carta de Natalie Mering (aka Weyes Blood) que acompaña el material promocional de ‘And In The Darkness, Hearts Aglow’ explica la idea de esta trilogía de discos iniciada con ‘Titanic Rising’ (que representaba “la anticipación de algo oscuro por llegar”) y que continúa con esta segunda entrega, en la que el mundo “camina a tientas por la oscuridad, tratando de encontrar sentido a todo, en una época de grandes cambios”.

Con este planteamiento conceptual, las caras del álbum forman dos perfectas mitades muy coherentes, en las que las canciones funcionan como microcapítulos en un relato de post-apocalipsis global y emocional. Son temas meditativos, que se toman su tiempo, en su mayoría cinco o seis minutos: requieren esa pausa lejos de los “loops repetitivos de la vida digital actual” para ser degustados en su totalidad sensorial. Y efectivamente -como si se tratara un ejercicio de conciencia plena- cuando finalmente te sumerges en ellos te esperan bellos tesoros. Quiere decir esto que sin haber sido Natalie nunca una artista de melodías inmediatas, en ‘Titanic Rising’ el gancho inicial de ciertas canciones era más instantáneo, mientras que en ‘…Hearts Aglow’ hay que dedicar un poco más de tiempo para que empiecen a prender. Pero cuando ocurre -a las pocas escuchas- la experiencia es incluso más intensa que en el disco anterior.

‘It’s Not Just Me, It’s Everybody’ abre esa exquisita cara A de cuatro canciones, un (Natalie dixit) “himno budista” que canta a ese hilo invisible, cósmico, que nos une a todos los seres vivos, aunque en la actualidad sea un hilo de insatisfacción y esclavitud de los algoritmos: ese “no hay mucho a lo que aferrarme / con este agujero en mi mano” alude al abismo que ofrecen nuestros smartphones, mientras que “todos sangramos de igual modo” expresa un nexo común en el sufrimiento. Como envoltorio de estas reflexiones, un precioso medio tiempo al piano muy 70s, con arreglos muy clásicos, que se mantienen en el también fabuloso segundo corte (‘Children of the Empire’), incluso más marcadamente retro: el disco se grabó en los United Western Recorders, míticos estudios de donde salió ‘Pet Sounds’, y en esta canción recrean ese sonido con especial fidelidad a base de órganos, cuerdas, armonías vocales a lo Pet Sounds, pianos, tuba y palmadas pasadas por cámara de eco. Más cercano al crepuscular ‘Ocean Pacific Blue’ de Dennis Wilson que a los soleados Beach Boys, pero referenciando claramente esa estética.

Con todo lo que nos gusta oír a Weyes Blood sonando tan pop-clásico-californiano-de-los-60, en esos primeros momentos nos asalta la preocupación por no estar percibiendo aún su fórmula ganadora, esa que combina una voz a lo Karen Carpenter con la oscuridad existencialista del piano de Judee Sill, pero aderezado con arreglos de pop más cósmicos y contemporáneos, pads de sintetizador y toques de weird folk. Por suerte ahí llega esa épica ‘Grapevine’ (primera gran melodía del disco) para recolocar las cosas: de entrada, una secuencia de acordes deliciosa, sorprendente, que demuestra que si bien quizá Lana del Rey sea más fan de Joni Mitchell, Natalie es la que mejor recoge la tradición de las inventivas estructuras compositivas de la diosa de Laurel Canyon.

Pero aquí ya conviven, por fin, los dos mundos: cuerdas reales junto a cuerdas sintetizadas, coros celestiales pero también efectos sonoros, y un motivo de sintetizador que transforma los estribillos en una golosina de casi prog-rock. Mering se ha definido como una “futurista nostálgica”, y canciones como esta recogen esa esencia perfectamente, un equilibrio entre referencias al pasado del pop pero con un pie en el futuro. La letra es una “road song” con alusiones a la carretera en la que murió James Dean (apodada “the grapevine”, y por la que Natalie conduce a menudo) como metáfora del desamor.

‘God Turn Me Into a Flower’ cierra la cara A muy hermosamente: una pieza sin percusiones ni baterías, que flota sobre algodonosos colchones de sintetizadores, como una canción folk hecha por una Enya futurista (interviene Daniel Lopatin de Oneohtrix Point Never), y que retoma el mito de Narciso para hacer un crudo apunte sobre nuestra obsesión con nosotros mismos: “miras a tu reflejo y lo quieres más que la realidad / anhelas ser ese sueño que nunca alcanzaste / porque la persona al otro lado siempre eras tú / Oh Dios, conviérteme en una flor”. Su sección final, con calientes olas de síntesis analógica y trinos de pájaro electrónicos, recuerda por momentos a la experimentación pop de Julia Holter.

La cara B consta también de cuatro formidables canciones (sin contar dos breves intervalos instrumentales): inicia ‘Hearts Aglow’, otra de las piezas centrales, por redondez melódica y por la ambición de poner todos los recursos del estudio al servicio de la canción para hacerla lo más emocionante posible: los arreglos se acumulan en capas que combinan “nostalgia” (pianos eléctricos, clavicordios, chasquidos de dedos, redobles estilo Ringo, armonías vocales…) y “futurismo” (sintetizadores orquestales filtrados, campanas ligeramente desafinadas…), todo ello combinado en una nebulosa de texturas y sonidos que conviven en gloriosa densidad, como en las mejores partes de aquella aventura cósmico-acuática titulada ‘Titanic Rising’. Le sigue ‘Twin Flame’, que adquiere un tono más contemporáneo gracias a su caja de ritmos retro, y por momentos suena a unos Beach House de querencias setenteras, además de aportar un delicioso matiz nuevo por ese precioso estribillo cantado en falsete, refrescante en un disco de tesitura bastante grave (ya que la voz de Natalie es de contralto).

Después del interludio instrumental/experimental de ‘In Holy Flux’ y sus paisajes de new age analógica, llega la canción que a priori parece más descaradamente pop, por su ritmo 4/4 de batería, su instrumentación más estándar y sus voces deliciosamente dobladas. Pero Weyes ofrece pop con sus propias condiciones: por un lado supera los seis minutos, y por otro la letra no es precisamente alegre. ‘The Worst Is Done’ resulta ser un mini-poema post-pandémico con espacio para la reflexión colectiva (“ha sido un largo y extraño año / todos dicen que perdieron todo lo que tenían / Perdimos nuestras voces / No podemos seguir el ritmo de los cambios / El mundo es diferente y yo soy diferente”), la reflexión personal (“debí haberme quedado con mi familia / no debería haberme quedado en mi pequeña casa, en la ciudad más solitaria del mundo”) y un agrio pesimismo envuelto en dulce pop: “dicen que lo peor ha pasado / Pero yo creo que lo peor está por llegar”.

El final del álbum nos devuelve a la Weyes Blood más melancólica, y a la vez la más optimista. ‘A Given Thing’ es una balada al piano tipo Judy Collins con tonos cósmicos, y una letra sobre la esperanza que reside en el amor: “fluye de ti, fluye de mí también / y no sé dónde acabas tú / y empiezo yo”.

‘And In The Darkness, Hearts Aglow’ es una ambiciosa obra que sube un peldaño lo conseguido en ‘Titanic Rising’. Tan sólo en algunos pequeños momentos la solemnidad que le otorga a un disco el tener un título largo con coma incluida puede chirriar un poco, como en algunas partes muy serias y literales de la letra de ‘Children of the Empire’. En esos momentos se echa un poco de menos el sentido del humor que era más aparente en el disco anterior. Pero en su mayor parte Mering sale airosa en el complicado reto de combinar concienciación y pop, y consigue emocionar con unas letras cantadas con lo que es, en realidad, una voz muy blanca (es decir, muy poco “soulful”). Quedamos a la espera de ese tercer disco “sobre la esperanza”, para el que tendrán que pasar unos años… lo que no es un problema porque esta es una colección de canciones para disfrutar sin cansarse durante muchísimo tiempo.

Paulo Londra anuncia LP con Timbaland, Travis Barker…

8

Paulo Londra ha anunciado que este mismo miércoles 23 de noviembre saldrá a la luz su segundo álbum de estudio, ‘Back To The Game’. El disco, de 16 temas, incluirá los nueve singles que ya conocemos, con las colaboraciones de Duki, Ed Sheeran, Feid y Joaqo, con la adición de Travis Barker a ‘Nublado’. Además, la tracklist revela dos colaboraciones extra, de la mano de Lit Killah y el mismísimo Timbaland.

La portada muestra al cantante argentino al lado de un león que porta una cadena en la que se lee el título del LP, «Back to the game». Las letras blancas en Times New Roman y la paleta de colores blanca y negra no dejan en muy buen lugar al diseño artístico del proyecto, pero es claramente un disco con el que Londra pretende volver a ese lugar privilegiado en el que se encontraba en 2019.

«Este es de Paulo para los que estuvieron siempre, desde que iba a la plaza con Joaco hasta cruzarme por segunda vez con Ed Sheeran, mientras uno siga su pasión nada lo frenará, así que bienvenido al club», ha escrito el argentino en su Instagram para anunciar el disco. Recientemente, Londra ha conseguido dos números 1 en las listas españolas, con ‘Plan A’ y su sesión con Bizarrap, que además fue el segundo número 1 en España del productor.

Charlie Puth, Stevie Wonder, P!nk… y el abucheo general a Chris Brown en los AMAs 2022

34

Los GRAMMYs van perdiendo significado a cada año que pasa, pero aun así siempre prometen traer consigo una buena tanda de polémicas y debate. Sin embargo, los AMAs (American Music Awards) suelen pasar más desapercibidos y en nuestro país apenas se habla de ellos, si no es de pasada. La ganadora indiscutible de la noche fue Taylor Swift, que ganó las seis categorías en las que había sido nominada, incluyendo Artista del Año. Bad Bunny comenzó la gala siendo el artista con más nominaciones, ocho, pero acabó llevándose solo dos premios: Mejor artista latino y Mejor disco latino. Además, Elton John ganó su primer AMA desde 1988 gracias a su colaboración con Dua Lipa, ‘Cold Heart’.

Las actuaciones siempre son lo más interesante de estos eventos y anoche hubo unas cuantas. Chris Brown iba a realizar un tributo a Michael Jackson por el 40 aniversario de ‘Thriller’, pero fue cancelado en el último minuto y Brown no se presentó a recoger su premio al Mejor artista masculino R&B. Cuando Kelly Rowland, encargada de presentar el premio, reveló que el ganador era Chris Brown, el público empezó a abuchear inmediatamente, pero Rowland no lo permitió: «Disculpen, cálmense».

Otro tributo, que sí que se realizó, fue el de Lionel Richie, que anoche recibió el premio Icono. Charlie Puth y Stevie Wonder se encargaron de mezclar todos los hits de Richie en una sola actuación que culminó con ‘We Are The World’, escrita por Richie y Michael Jackson. P!nk hizo una versión de ‘Hopelessly Devoted To You’, en honor a la recientemente fallecida Olivia Newton-John, y hubo actuaciones colaborativas de la mano de Imagine Dragons y JID, GloRilla y Cardi B, y Anitta y Missy Elliott.

«Weekender» puede ser el mejor Primavera Sound: Amaia de cerca, Slowdive, descubrimientos…

3
Christian Bertrand

Benidorm continúa siendo escenario de un sinfín de actividades relacionadas con el mundo del pop, algunas tan imprevisibles como su despliegue de rascacielos random. Al Low Festival y a esa maravilla llamada Benidorm Fest, hay que sumar el Primavera Weekender, creado poco antes de la pandemia. Primavera Sound, que no ha dejado de expandirse por el mundo a través de sus ediciones en Oporto, Los Ángeles, Santiago, Buenos Aires, Sao Paulo y próximamente Madrid, siempre ha anhelado tener un hermano pequeño. Weekender parece a todas luces el sucesor de Primavera Club, un concepto abandonado, desconozco si porque murió de éxito, o por todo lo contrario.

Aquel evento medio olvidado se celebraba a la vez en Madrid y Barcelona, en varios recintos de estas ciudades de manera simultánea, suponiendo una locura logística entre ciudades y dentro de las mismas también, con todas las dificultades que conllevaba para el mismo público, entre otras la frustración de encontrarse en las APPs el cartel de «aforo completo» para los artistas más populares. Primavera Weekender se celebra ahora alejado de las grandes ciudades, en una fantasía de resort al modo ATP, este de reminiscencias medievales, con alojamiento en unas muy confortables cabañas con cuartos de baño y nevera para emergencias tipo vinos y embutido; restaurante con bufet libre y otros servicios, todo ello 100% Benidorm.

Se puede ir pagando entrada de día (unos 60 euros) o abono (algo más de 100), pero lo más aconsejable es alquilar una de estas cabañas (300 euros, abono incluido) y vivir la experiencia completa, aunque solo sea porque el recinto viene a estar, respecto a Benidorm en sí, un poco donde Cristo perdió el mechero.

Una vez allí, como estás aislado, las vivencias no pueden ser más inmersivas. El ambiente es amigable y muy divertido, por muy esnob que suene decirlo -que lo es-, en parte gracias a lo caros que son los abonos con alojamiento respecto a lo que podría ser, por decir algo, el Arenal Sound o el nuevo FIB. La gente que acude a Primavera Weekender lo hace porque le interesa mucho la música, tanto la pasada como aquella de la que se va a hablar en el futuro, por lo que todo el mundo permanece muy atento a todo lo que puede pasar. En otras palabras: me mandaron callar en el concierto de Arab Strap. Repito: esta vez fui yo al que mandaron guardar silencio y no al revés.

A su vez, el aforo total, en torno a las 1.000 o 2.000 personas, impide las masificaciones propias de un macrofestival. En gran medida, esto no deja de ser un Primavera Club, más o menos con la misma gente de Madrid y Barcelona, con algo de público valencià. Un festival íntimo y recogido, en el que es muy fácil conocer gente, entre «¿nos prestáis un sacacorchos?» y «por favor, hacednos una foto con esta estupenda cabeza de ciervo que alguien ha puesto justo aquí», y en el que, por decir algo malo, apenas se duerme. Seguro que me pasé el concierto de Arab Strap hablando, en venganza porque me habían despertado el sábado por la mañana con una prueba de sonido tan larga que sentía que ya había visto todo su show. El año que viene, tapones para dormir.

Amaia ofreció el primero de los grandes conciertos durante la jornada del viernes, a eso de las 20.10. Fue un acierto programarla a hora tan temprana, pues es una propuesta tan dispar al resto del cartel que en otro momento quizá no habría encajado. No quiero ni pensar lo que habría supuesto verla, por ejemplo, después de la apisonadora de sonido de HEALTH, que actuaron de madrugada. Pero a primera hora de la noche fue estupendo verla y por supuesto oírla: su interpretación vocal fue la más perfecta que se escuchó en todo el festival. Además, dado que este no era especialmente su público objetivo, era fácil disfrutarla en primera fila. A ella y a sus personales bailes durante temas como ‘Dilo sin hablar’, ‘Así bailaba’ de Rigoberta Bandini -recién incorporado a su repertorio-, o ‘El encuentro’. Mejoran en vivo las baladas ‘Yamaguchi’ y la versión de Los Planetas, destacando también lo que ha crecido con el tiempo ‘El relámpago’ del disco anterior. Amaia agradeció a la gente que hubiera ido a verla, y recordó su experiencia el año anterior en el mismo recinto, al que acudió como público, subrayando que este era «el mejor Primavera» y un lugar al que «la gente va a beber». La cantante lamentó que «un sinte muy bonito» de ‘La vida imposible’ no llegara a sonar, y ahí se acaba todo lo malo que aconteció durante ese set.

También cumplieron después Slowdive, si bien empiezan a acusar continuar dependiendo de un disco que presentaron hace 5 años, el mismo concierto que ya vimos en BIME, Tomavistas, etcétera. Con todo, su muro de sonido sin acoples ni imperfección técnica alguna continúa hipnotizando, y a la solemnidad de todo su directo hay que añadir un par de notas de humor. Por alguna razón un cisne rosa, acaso un posavasos, coronaba el atril de Rachel Goswell, a quien dio tremendo ataque de risa durante el hit ‘Sugar for the Pill’ por causas desconocidas.

Sharon Lopez

Salieron igualmente por la puerta grande Triángulo de Amor Bizarro, en estos momentos en modo «greatest hits» hasta la llegada de su nuevo álbum el año que viene, que ya han terminado de maquetar. No sonó nada de él, sino que se dedicaron a provocar pogos en el público al ritmo de ‘De la monarquía a la criptocracia’, ‘Robo tu tiempo’, ‘Ruptura’, ‘Estellas místicas’, ‘Barca quemada’ o ‘Vigilantes del espejo’. Isa bromeó sobre haberse cargado un ampli con una canción y media, como siempre, haciendo alarde de su actitud.

Terminamos la sección leyendas con el concierto de Arab Strap, marcado por la interpretación de melodías deliberadamente monótonas, aletargadas y algo mortuorias: el final de todo siempre estuvo entre sus temas favoritos. La solemnidad y la elegancia permanecen tan intactas como el carisma de Aidan Moffat. Como en el caso de Slowdive o de Triángulo, son capaces de convencerte de que sus últimos pasos son los mejores y la relevancia de las canciones encabezadas por ‘The Turning of Our Bones‘ son prueba de ello.

Christian Bertrand

Todo esto ya nos lo sabíamos. Pero la gracia de Primavera Weekender es mostrar a los talentos de los que más se ha hablado durante los últimos meses y avanzar quiénes pueden ser aquellos de los que más se hable en el futuro. En el primer grupo, no decepcionaron el sábado ni Luna Li ni Nilüfer Yanya. La primera, encantadora y sonriente, agradeciendo la recepción de esa preciosidad llamada ‘Afterglow’ que tanto nos ha llevado al sonido de los primeros Cardigans. Y la segunda con una aspereza a la guitarra eléctrica tan PJ Harvey que hasta sonó una versión de ‘Rid of Me’ en la que un instrumento de viento recreaba el estribillo principal.

Sharon Lopez

En cuanto a nuevas promesas, conquistó al público Grace Ives, pese a coincidir con la atractiva propuesta de Charlotte Adigéry y Boris Pupul, a quienes ya habíamos visto interpretar su ataque de risa ‘Haha’ hace unos meses en Paraíso Festival. Grace salió sola. La fórmula consistía en darle al «play» y ponerse a dar saltos, a excepción de una canción en la que sí tocó un teclado o similar. Pero ella es más de «performance», desplegando un carisma muy poco común entre los artistas que se han curtido durante la pandemia, por razones evidentes. Hay beats electro, drum&bass y hasta reggaetón en partes de las canciones, y en general pareció tan emocionada desde el inicio de ‘Isn’t It Lovely’ (nada más salir lanzó su chaqueta y aquello se convirtió en una fiesta) a la interpretación de ‘Shelly’ dedicada al personaje de ‘Twin Peaks’, pasando por su pequeño hit ‘Lullaby’, que decidió improvisar un bis que no suele realizar. En la primera fila un fan altísimo parecía saberse todas las canciones, aunque lo importante es que Grace evitó por casualidad una cerveza que una chica había derramado sin querer sobre el escenario, y que pudo haber producido su desnuque.

Otro que se sirvió de la interacción con el público fue el misterioso Lynks, quien cubierto hasta las cejas literalmente con un disfraz de piel de leopardo, se sorprendió de que la gente incluso cantara los temas que estaba estrenando esa misma noche (??!!). Adaptando el mítico lema «girls to the front» de las riot grrrls, pidió que la gente queer pasara a la primera fila al grito de «queers to the front!». Entre lo que tocó por primera vez destacó un tema sobre Grindr y la promiscuidad sexual, bromeando sobre otro tema que iba a ser «muy personal», pero se convirtió en una lección sobre «cómo hacer una salsa bechamel en 10 pasos». Ecos de electroclash y los primeros Scissor Sisters, o de Miss Kittin y Peaches, más bien.

Todo esto, reírnos, movilizarnos, agitarnos… es lo que esperábamos el sábado a primera hora del show de Mykki Blanco. Desgraciadamente, no tuvo el día. Todo parecía ir bien cuando salió, se lanzó al público y pidió que le hicieran un círculo, como es habitual. Por desgracia tras 1 canción -quizá 2 cortas-, algo se le cruzó y abandonó el concierto, dejando con dos palmos de narices al público y también a sus 2 músicos, uno de los cuales improvisó un solo de guitarra, pero después abandonó el escenario también. Una voz en off nos informó de que «por indisposición del artista» el concierto no iba a tener lugar, y poco después Mykki Blanco inundó su Instagram de Stories sobre las penurias que se pasan de gira. Estoy seguro de ello, aunque no sé si esta es la mejor forma de comunicarlas o de obtener la empatía del respetable. Mucha gente allí también pasó penurias económicas y logísticas para estar a tiempo en el festival.

Entre las curiosidades que nos dejó Primavera Weekender hay que hablar del muy vistoso concierto de Crack Cloud, de sonido entre glam y punk, muy 70’s y marcado por la sección de vientos (lo del arpa se oye menos), y de dos actos que nos vamos a hartar de ver en festivales. Lo de Confidence Man es un terremoto gracias a la viveza de la batería y sobre todo al carisma de Janet Planet y Sugar Bones, que no paran de dar botes en ningún momento, reservando el hitazo ‘Holiday’ para los últimos instantes del set. Y antes de eso el colectivo catalán Mainline Magic Orchestra hasta consiguió hacerme olvidar que yeule actuaba, no solo por su ritmazo, sino porque inundaron todo el festival de sus disfraces. Los portaron y los regalaron, de manera que medio recinto se convirtió durante al menos algunos minutos e incluso horas, en un miembro de Mainline Magic Orchestra. Tremenda jugada de márketing: oirás hablar de ellos, si no lo has hecho ya.

La mención especial va para los pintorescos dj’s, entre los que gracias a Dios al booking del festival, no había nadie ni medio normal. Yung Prado compitió dignamente con Yung Lean y la túnica de este, batiendo huevos y preparando una tortilla en vivo. Boris Pupul invitó a la invasión del escenario para terror del personal de seguridad. Marcelo Pantani se trajo decenas de bicis estáticas para una sesión de spinning colectiva en la que no faltó el remix de ‘What It Feels Like for a Girl’ de Madonna. Y cerraron los colegas de Indiespot y Xtrarradio, pinchando ‘Puedes contar conmigo’ de La Oreja de Van Gogh. Es verdad que fue en la versión hyperpop de Maria Escarmiento, pero cuánto han cambiado los códigos desde que empezó aquello del Primavera Sound.

Christian Bertrand

Chanel no irá a Qatar porque no se respetan los derechos humanos

95

Chanel ha confirmado que no acudirá a Qatar durante la celebración del Mundial de Fútbol porque es un país en el que no se respetan los derechos humanos. Terrero, que interpreta la canción oficial de Selección Española, ‘TOKE’, suscribe las declaraciones de Dua Lipa, y se suma a la negativa de Shakira y Rod Stewart.

En declaraciones que recoge 20 Minutos, Chanel aclara que «no voy a ir a Qatar» ya que ‘TOKE’ «no es la canción del Mundial» sino «mi segundo single, que ha sido seleccionado para apoyar a La Roja», y que ha tomado la decisión «propia y personal» de no acudir a Qatar porque es un país en el que no se respetan los derechos humanos.

En cuanto a las críticas que ha recibido por su participación en el Mundial, Chanel ha declarado que «siempre me quedo con lo positivo, con lo bueno, que es el trabajo duro, el arte y lo que pueda aportar yo como artista encima de un escenario».

Chanel ya declaró, hace unas semanas, que si tenía que ir a Qatar, lo haría «con mi mensaje, con mi equipo LGBTQ+ y vestida como yo quiera». Y ahora ha aclarado: «Soy muy nueva en esto de hablar en público y hay veces que no sé… Entonces, cuando dije por primera vez que tengo claros mis principios, me refería a esto».

El Mundial de Fútbol ha arrancado este domingo 20 de noviembre envuelto en la enorme polémica que ha suscitado su sede en Qatar, país conocido por sus políticas que atentan contra los derechos de las mujeres y de la población LQBTQ+, y donde cerca de 7.000 trabajadores migrantes han fallecido durante la construcción de las infraestructuras a lo largo de más de 10 años, desde que se anunció la sede en 2010, según The Guardian.

En el día inaugural del Mundial, Maluma ha abandonado una entrevista tras ser preguntado por Qatar y sus políticas retrógradas. «Es algo que no puedo resolver» han sido sus palabras. Maluma interpreta ‘Tukoh Taka’, la canción oficial del Mundial, junto a Nicki Minaj y Miriam Fares.

Weyes Blood rinde homenaje a ‘Levando anclas’… con un móvil caníbal

10

‘Levando anclas’ (1945), ganadora del Oscar a la mejor banda sonora y protagonizada por dos estrellas como Gene Kelly y Frank Sinatra, marcó un antes y un después en el cine de Hollywood. No por su calidad (hay musicales de esa época muchísimo mejores, por ejemplo ‘Un día en Nueva York’, del mismo dúo), sino por un brillante número musical: el baile entre Kelly y Jerry, el ratón de la serie ‘Tom y Jerry’. Era la primera vez que un personaje animado interactuaba con un actor real en la pantalla con esta perfección técnica.

Weyes Blood rinde homenaje a esta secuencia en el clip de su preciosa canción ‘It’s Not Just Me, It’s Everybody’. Vestida de marinera como los protagonistas de ‘Levando anclas’ y filmada en un esplendoroso scope como en un musical de la Metro, Natalia Mering se marca un baile con un dibujo animado a la manera de Kelly y Jerry en un teatro de inspiración neogótica que remite al castillo de la película. La diferencia estriba en que su pareja de baile no es un simpático personaje animado, sino un teléfono móvil caníbal.

Tanto el baile como la canción, llenos de dulzura y elegancia, como los movimientos de cámara, suaves y delicados, contrastan con la macabra realidad que rodea a la cantante: un teatro lleno de cadáveres destripados. Un espectáculo dantesco, que diría un presentador de telediario. Un escenario postapocalíptico (la cantante se ha referido al filme ‘El último hombre… vivo’, 1971), que funciona como metáfora de nuestro presente hiperconectado a través de las pantallas pero con poco contacto humano. Como dice la propia Weyes Blood, un mundo “instalado en la interconectividad y el desgaste del tejido social”.

‘And In the Darkness, Hearts Aglow’ será estos días nuestro Disco de la Semana.

Maria Rodés: «El arte no ha de reflejar lo que la gente quiere ver o escuchar»

5
Erika Prüfert

Maria Rodés ha publicado otro disco maravilloso, ‘Fuimos los dos’. Lo ha presentado con singles como ‘Recordarte’ y ‘Prefiero no decir nada’ y hay otras canciones que también merecen el reconocimiento. Por ejemplo ‘Ay soledad’ o ‘Soltar las armas’, que es nuestra “Canción del Día” para hoy.

Si todo el álbum fue escrito durante la pandemia, esta canción es una de las que mejor lo representan. Nos habla del «fin del mundo» cortando la respiración por lo que todos recordamos. Y también gracias a una detallada producción que resulta casi narrativa en sus cambios, y por supuesto a la preciosa voz de Maria Rodés. Pero dejemos que sea ella misma quien nos lo explique.

¿Qué nos puedes contar sobre la creación de ‘Soltar las armas’? ¿Cómo surgió, cómo se te ocurrió el título? Cualquier curiosidad al respecto.
La canción nació durante el confinamiento. Me propuse componer una canción al día y de ese reto surgieron los 13 temas del disco. Además de componer la canción en cuestión, también grababa un pequeño vídeo casero para acompañarla y colgarla en las redes. En el caso de ‘Soltar las Armas’ aparezco tocando la canción frente a la proyección de la película ‘In the Mood for Love’. El vídeo se puede encontrar en mi muro de Instagram (si bajas hasta el 15 de marzo de 2020).

Dudé bastante con el título. Al principio se llamaba ‘Estado de Alarma’ (demasiado pandémico…), luego pasó a llamarse ‘El fin del mundo’ (demasiado típico), y finalmente me decidí por ‘Soltar las Armas’, que creo que refleja bien la intención del mensaje: “Este silencio lo tendremos que hablar”. Y además no encontré otra canción que se llamara igual.

Explícitamente el tema habla de «estado de alarma», «fin del mundo», de «estar en casa»… Una de las cosas más impresionantes es que recuerda a una época que nadie quiere recordar ya. ¿Crees que puede ser un tema más universal y atemporal de lo que parece a pesar de lo concreto que es?
Pues es difícil contestar a eso. Supongo que el tiempo lo dirá. De momento es de las canciones de las que más se está hablando del disco. Yo creo que aunque el contexto sea concreto, el mensaje es universal y puede acabar trascendiendo el escenario “pandémico”. De todos modos, me gusta la idea de tener una canción sobre ese momento. No me importa mucho que la gente no lo quiera recordar, sucedió y creo que los que nos movemos en el campo de “lo artístico” no tenemos por qué reflejar solamente lo que la gente quiere ver o escuchar.

La canción pasa de ser acústica total a generar un pequeña tormenta en el centro de la canción, ¿cómo trabajaste la parte instrumental del medio? ¿Qué has querido expresar con la producción, en ese sentido? ¿Quizá «miedo» al fin del mundo en sí mismo?
Sí, hay un cambio en el plano sonoro. Empieza la canción con un sonido más “low fi” y con la llegada del estribillo empieza a abrirse el sonido y la voz recupera el primer plano y la presencia del resto del disco. Además se acompaña esta transición sonora con la entrada del piano y del resto de instrumentación. La idea es apoyar el mensaje de “tarde o temprano nos vamos a encontrar”. Como si al cambiar de sonido cambiásemos también de una “Maria” más instrospectiva y solitaria a la “Maria” que tiene ganas de reencontrarse con la otra persona y con ella misma: de soltar las armas. La idea y confección de esta metamorfosis sonora fue obra de Joel Condal, el productor del disco. Al final de la canción, si te fijas, la canción vuelve al sonido realista del inicio. Esta sensación más realista la logramos grabando con la cabeza binaural de Neumann.

En cuanto a tu toma vocal es de lo más bonito, en un agudo que me ha recordado al conocido hit de Minnie Rapperton, no sé si es una referencia para ti.
Pues la verdad que no y me sorprende para bien la comparación. En serio, te lo agradezco mucho y es un honor. ¡Ya me gustaría tener esos agudos tan preciosos de Minnie Rapperton!

Teo Planell es el equilibrio perfecto entre lo pop y lo experimental

8

Teo Planell subió su primera canción a Spotify a principios de 2021. Sin embargo, el aspecto experimental y la variedad de texturas de su corta obra hace que sea difícil adivinar cuánto tiempo lleva haciendo música. En sus 10 singles y único EP encontramos los sonidos de una persona con años y años de experiencia, el tipo de tiempo que haría que cualquier artista acabase harto de la monotonía, llevándole a experimentar sin ningún tipo de pudor ni límite. La cosa es que Teo Planell tiene solo 18 años.

Cambiando entre el inglés y el español, este artista madrileño construye canciones que se transforman en el lapso de unos segundos y que son difícilmente etiquetables. Sus temas tienen un objetivo claro, y es encontrar el punto perfecto entre lo pop y lo experimental, porque pese a lo futurista que son sus bases y mezclas de géneros, esto no quita que sus canciones no sean pegadizas.

Desde el indie folk de ‘(The Place)’ hasta el R&B experimental de ‘offline hours’, la velocidad y precisión de la música de Planell no podía encajar mejor en la era Tik Tok, red en la cual ya acumula más de 150K seguidores. Todo esto sin actuar en directo y sin promoción, aparte de sus propias redes sociales, por supuesto. Roy Borland es el productor de confianza de Planell, pero este también se encarga de ese apartado ocasionalmente y, por ejemplo, también ha colaborado con ODDLIQUOR en la grandiosa ‘sirocco’.

En ‘BB’, la Canción del Día, el joven artista avanza junto a TRISTÁN! y Roy Borland sobre la fórmula de pop futurista que mostró en ‘TALISMÁN’. ‘BB’ es una amalgama de guitarras, palmas, beats chopeados y voces pitcheadas que muta cada 15 segundos, haciendo que sea un tema tanto emocionante como cautivador, precisamente manteniéndose en ese dulce punto entre lo pop y lo experimental. Hemos escuchado algo parecido en la música de Frank Ocean y Dijon, y en artistas nacionales contemporáneos como rusowsky o Ralphie Choo.

Maluma abandona una entrevista tras ser preguntado por Qatar

89

Maluma es uno de los pocos artistas que ha dicho sí al Mundial de Qatar 2022, participando en la canción oficial del evento junto a Nicki Minaj y Myriam Fares, la reggaetonera ‘Tukoh Taka’. Sin embargo, su presencia en la canción y el tema en sí no han causado mucho revuelo en la prensa, a diferencia de una de las últimas entrevistas de Maluma, la cual este ha abandonado al ser preguntado por la construcción de los estadios de Qatar y su apoyo a la competición futbolística.

«Tengo que preguntarte esto, Shakira y Dua Lipa se han negado a formar parte de este Mundial debido al mal historial de Qatar en materia de derechos humanos y obviamente la gente piensa, Maluma, ¿no tienes problemas con la violación de derechos humanos en este país?», preguntó el periodista Moav Vardi.

El artista colombiano se mostró molesto enseguida: «Es algo que no puedo resolver. Solo vine aquí para disfrutar de la vida, el fútbol y la fiesta del fútbol. No es algo en lo que realmente tenga que involucrarme. Estoy aquí disfrutando de mi música y de la hermosa vida, jugando fútbol también», sentenció Maluma. Fue entonces cuando el periodista le preguntó al cantante si entendía por qué la gente tendría problemas con su respuesta y si su presencia estaba contribuyendo al encubrimiento de la situación catarí.

Entonces, el joven de 28 años miró a su equipo mientras se preguntaba «¿Tengo que responder a esa pregunta?», a lo cual le contestaron que no hacía falta. Poco después, se levantó y se marchó. Al preguntar Vardi por qué se iba, Maluma simplemente le respondió que «eso no se hace» y que era «grosero», ante la sorpresa del periodista. En los últimos días se ha ido agrandando la lista de artistas que no participará en el evento, entre ellos, Dua Lipa, Shakira, y Alicia Keys.

‘Tostonazo’: pelmas y fachas son los nuevos “asquerosos” de Santiago Lorenzo

19

‘Mamá es boba’ (1997) marcó un hito subterráneo en el cine español: plantó la semilla de lo que una década después germinaría en esa corriente de la comedia que Jordi Costa -no por casualidad uno de los más firmes defensores de la película- bautizó como “posthumor”. Con sus imperfecciones (sobre todo técnicas), el singularísimo debut en el largometraje de Santiago Lorenzo (venía de rodar el corto ‘Manualidades’, nominado a un Goya) prometía ser el primer peldaño de una carrera que se adivinaba brillante.

No fue así. La mala distribución de la película, financiada por él mismo, empujó a un endeudado Lorenzo a rodar su nuevo trabajo en un contexto más industrial, sin la libertad artística que había disfrutado hasta entonces. El resultado, tras un rodaje lleno de contratiempos, interferencias y disputas creativas, fue ‘Un buen día lo tiene cualquiera’ (2007), un gran batacazo en taquilla y un título casi maldito, muy difícil de ver actualmente.

Santiago podría haber buscado un refugio para su creatividad en ventanas alternativas que se estaban abriendo durante esa época, como las plataformas de vídeo en internet o los canales de la televisión digital. Pero decidió tomar otro camino: hizo las maletas y se marchó a un pueblo de Segovia a escribir. El resto es historia de la literatura española: ‘Los millones’, ‘Los huerfanitos’, ‘Las ganas’ y, su gran hit (o pepinazo, en lenguaje lorenziano), ‘Los asquerosos’.

Esta pequeña introducción sobre la carrera de Lorenzo nos sirve para contextualizar el argumento de su nueva novela. ‘Tostonazo’ es tanto un ajuste de cuentas con el cine, como una declaración de amor al mismo. En concreto, a los rodajes. El protagonista de la historia, un joven sin oficio ni beneficio (el típico don nadie de toda su obra), encontrará trabajo como “chico para todo” en la filmación de una película en Madrid. Un rodaje -seguramente inspirado en el de ‘Un buen día lo tiene cualquiera’- que podría haberse convertido en un paraíso de creatividad y camaradería a no ser por las continuas injerencias del hermano del productor. Un inepto, un incompetente con ínfulas, que lo echa todo a perder.

Este es el primer “tostonazo” de persona de las dos que salen en el libro. La segunda es un viejo facha redomado, tío abuelo del protagonista, con quien éste se verá obligado a vivir. Un conflicto dramático que recuerda también al que aparece en ‘Un buen día lo tiene cualquiera’. Esta parte de la novela transcurre en Ávila, lo que la emparenta con ‘Mamá es boba’, que transcurría en otra pequeña capital de provincia, en Palencia. Ciudades olvidadas, a trasmano, que a Lorenzo le encanta retratar y reivindicar.

Con estos reconocibles elementos y echando mano de su brillante manejo del vocabulario anacrónico, sus ocurrentes neologismos y su habilidad para reflejar las complejidades –contradicciones, debilidades, trampas psicológicas- del comportamiento humano, el autor ha armado una novela no tan redonda como algunas de sus anteriores, pero sí estupenda. Divertida, tierna, punzante y muy entretenida. Todo menos un tostonazo. Una sátira ambientada en un rincón de la España de la crisis (está situada en 2011), que le sirve a Lorenzo para retratar y ridiculizar a estos nuevos “asquerosos”. 7,5.

Hatchie / Giving the World Away

“Si tuviera todo lo que quería, ¿querría más? / ¿Seguiría luchando si no queda nada por lo que luchar? / A veces siento que me estoy hundiendo en arenas movedizas”, reflexiona Hatchie en ‘Quicksand’, uno de los cortes más deslumbrantes de su segundo disco ‘Giving the World Away’. Estas cavilaciones agridulces muestran un lado más maduro en sus letras que lo que habíamos escuchado hasta ahora. Crecer supone también cuestionarse el porqué de todo esto, si realmente sirve para algo perseguir un sueño cuando nada parece tener demasiado sentido.

La producción que acompaña a la canción, y en general a la mayoría de este trabajo, apuesta por la música dance de los 90, el baggy y la neo-psicodelia de una manera a la que Hatchie no se había acercado antes. En ‘Giving the World Away’ encontramos algunas de las canciones más eufóricas a nivel sonoro de Hatchie y, también, sus letras más oscuras.

No es que la base shoegaze en la que se sustentaba su música haya desaparecido, sino que ha evolucionado. No hay tanto del dream pop azucarado –aunque algo sí- de ‘Sugar & Spice’, su prometedor EP debut, como sí lo hay de las texturas jangle pop o de dance alternativo que se intuían en el más guitarrero ‘Keepsake’, su irregular primer largo. Aquí, continúa explorando aquellos caminos, pero embarcándose, además, en una búsqueda de nuevos sonidos y nuevas texturas.

En ella, hay ocasiones en las que se pierde, dando lugar a momentos que, aunque agradables de escuchar, no aportan nada particularmente memorable a la secuencia. De hecho, la mayoría del disco se mantiene en una línea algo monótona, donde la producción parece estar a punto de alcanzar puntos realmente excitantes que, finalmente, no consigue llegar a ellos. Canciones como ‘Twin’, ‘The Key’ o el tema titular, nunca terminan de despegar pese a sus bonitas melodías e ideas interesantes.

Sin embargo, cuando sí despega, vuela muy alto. El disco comienza de manera sobresaliente con el contagioso dream pop de ‘Lights On’, una sofisticada producción que demuestra lo lejos que puede llegar la australiana cuando le salen bien las cosas. Le sigue la embriagadora ‘This Enchanted’, el primer single del álbum y una de las mejores canciones del año pasado. La mencionada ‘Quicksand’ ofrece uno de los mejores estribillos que ha firmado nunca, y cuenta con un electrónico e irresistible puente instrumental. ‘The Rythm’, en la que se puede apreciar una clara influencia de Saint Etienne y New Order, es algo menos redonda, pero igualmente admirable en su voluntad creativa, mezclando la dulzura melódica marca de la casa con una producción agresiva.

En ‘Giving the World Away’ conviven unos pocos destellos excelentes con varios pasajes en los que se echa de menos más inspiración. Hatchie es capaz de crear canciones atractivas y envolventes, pero aún no controla al completo el formato largo. Pese a que su estilo es característico y personal, parece que todavía no ha terminado de encontrarse como artista. Y aunque esto no sea siempre satisfactorio, hay algo bonito en ver a un cantante buscándose, probando cosas nuevas, a veces acertando y otras fallando. En este segundo álbum hay grandes ideas, vocación artística, y, sobre todo, mucho por lo que confiar en que el próximo sea mejor.

Taylor Swift, por primera vez top 1 en JENESAISPOP

15

200 hits y un millón de Grammys después, Taylor Swift al fin consigue ser número 1 en JENESAISPOP con ‘Anti-Hero’. Es la primera vez en 16 años de historia de la web. Hasta ahora, o bien la redacción no incluía sus singles en las candidaturas (‘Shake It Off’, ‘ME!’), o bien la gente no las votaba. ‘We Are Never Ever Getting Back Together’, en su momento rechazada por nuestro público, fue solo top 33 en el top, en una semana en que curiosamente coronaba su ex Calvin Harris en compañía de Florence + The Machine. ‘cardigan’ tuvo que conformarse con el número 2 por detrás de ‘Say Something’ de Kylie Minogue, mientras ‘willow’ no pasó del top 9. Os recordamos que hemos dedicado a Taylor Swift el podcast de esta semana. Como curiosidad, es su amiga Lana del Rey quien acumula más números 1 históricos en JENESAISPOP, con un total de 14.

Por lo demás, pocas novedades aceptadas en la lista: tan solo Fever Ray llega al top 10, Nathy Peluso lo roza y Phoenix con Ezra Koenig llega al número 22.

Recordad que podéis escuchar la playlist con las 40 canciones del top y las 10 candidatas a entrar de cada semana, así como por supuesto votar por vuestras canciones favoritas, aquí. Los votos son sometidos a una fórmula matemática que beneficia a las novedades y perjudica a las canciones a medida que pasan las semanas.

Top Ant. Peak Sem. Canción Artista
1 3 1 3 Anti-Hero Taylor Swift Vota
2 3 3 3 Grapefruit Tove Lo Vota
3 4 1 6 Wolf Yeah Yeah Yeahs Vota
4 11 3 4 Body Paint Arctic Monkeys Vota
5 5 1 8 CUFF IT Beyoncé Vota
6 10 6 2 God Is a Circle Yves Tumor Vota
7 9 7 3 Selfish Soul Sudan Archives Vota
8 12 8 3 Made You Look Meghan Trainor Vota
9 7 7 3 Lift Me Up Rihanna Vota
10 10 1 Carbon Dioxide Fever Ray Vota
11 8 7 5 rien dire Christine and the Queens Vota
12 17 6 5 I’m In Love With You The 1975 Vota
13 1 1 4 Sunset Caroline Polachek Vota
14 14 1 Estás buenísimo Nathy Peluso Vota
15 18 6 4 Vamos a olvidar Soleá Morente, La Casa Azul Vota
16 20 16 2 Genesis Benjamin Clementine Vota
17 15 1 10 Atopos Björk Vota
18 25 1 37 Candy Rosalía Vota
19 26 1 21 Break My Soul BEYONCÉ Vota
20 38 2 16 Despechá Rosalía Vota
21 39 16 3 Alex Turner Ginebras Vota
22 22 1 Tonight Phoenix, Ezra Koenig Vota
23 6 2 6 Canciones de amor a ti Rigoberta Bandini Vota
24 13 9 6 What They Call Us Fever Ray Vota
25 23 5 7 Fossora Björk Vota
26 31 1 19 Así bailaba Rigoberta Bandini, Amaia Vota
27 16 16 2 Recordarte Maria Rodés Vota
28 29 6 9 It’s Not Just Me, It’s Everybody Weyes Blood Vota
29 32 1 11 There’d Better Be a Mirrorball Arctic Monkeys Vota
30 33 1 35 My Love Florence + the Machine Vota
31 19 1 17 Free Yourself Jessie Ware Vota
32 21 21 3 Don’t Press Me Dry Cleaning Vota
33 30 30 3 S.O.L. Bibio, Olivier St Louis Vota
34 36 3 16 Hypnotized Sophie Ellis-Bextor Vota
35 14 4 6 Easy On Your Own? Alvvays Vota
36 24 11 4 Happy Ending Kelela Vota
37 34 8 6 Ocultismo Los Punsetes Vota
38 37 5 9 Que pasa nen Alizzz Vota
39 27 3 33 As It Was Harry Styles Vota
40 28 1 15 2 Die 4 Tove Lo Vota
Candidatos Canción Artista
Strong Romy, Fred again.. Vota
Me&Youphoria Röyksopp Vota
Horse Girl Nana Lourdes Vota
1000 Years Alien Tango Vota
Como todo el mundo Depresión sonora Vota
Becky’s So Hot FLETCHER Vota
Sexo, mar y sol Sr Chinarro Vota
Lullaby Grace Ives Vota
Contenida Lucrecia Dalt Vota
I’m a Mess Avril Lavigne, YUNGBLUD Vota

Vota por todas las canciones que te gusten

Ver resultados

Cargando ... Cargando ...

Fletcher «stalkea» el Instagram de su ex novia en el himno bollo ‘Becky’s So Hot’

8

Cari Elise Fletcher es conocida artísticamente como Fletcher, y se está convirtiendo cada vez más en otro “Fletcher” a tener en cuenta (hasta ahora en el mundo musical lo asociábamos al mítico Andy Fletcher de Depeche Mode). Estados Unidos la conoció como participante de ‘X Factor’, pero desapareció poco después y no volvió a la popularidad hasta bien entrado el 2019, cuando ‘Undrunk’ (de su EP ‘you ruined New York City for me’) llegó al #1 viral de Spotify y entró al Billboard Hot 100. Eso la llevaría a aparecer en la banda sonora de la estupenda ‘Promising Young Woman’ con ‘Last Laugh’, a sacar el EP ‘THE S(EX) TAPES’ y, finalmente, a lanzar este año su debut largo, ‘Girl Of My Dreams’.

Nada más salir, ‘Girl Of My Dreams’, que cuenta entre sus productores con gente como Ali Payami (uno de los artífices de ‘Can’t Feel My Face’ de The Weeknd) o Jennifer Decilveo (la productora de ‘The Prettiest Curse’ de las Hinds), llegó al #15 en el Billboard 200. Y no es de extrañar: hay temazos como ‘Guess We Lied’, ‘Serial Heartbreaker’ o ‘Becky’s So Hot’, que es la que hemos elegido como Canción del Día.

Y es que, aunque en términos estrictamente musicales ‘Serial Heartbreaker’ sea más redonda, ‘Becky’s So Hot’ es la que está haciendo más ruido por toda la historia que tiene detrás. La canción parece estar dirigida a su ex novia Shannon Beveridge… o, más concretamente, a la actual novia de ésta: Becky Missal. Ya el EP ‘THE S(EX) TAPES’ estaba inspirado en la ruptura entre Fetcher y Beveridge, con Beveridge dirigiendo y protagonizando los videoclips (!). Terapia de (ex)pareja.

Ahora Fletcher da un paso más allá y habla de cómo, en la mierda sin poder superar a su ex (“Listerine ain’t fixing this bad taste in my mouth”), decide stalkear su instagram, descubre a su nueva novia… y descubre que está buenísima. “Makes me wanna hit her when I see her / cause Becky’s so hot in your vintage t-shirt”, canta sobre una historia que ocurrió de verdad: la artista le contó a Zane Lowe que le dio like sin querer a una foto, y que en vez de borrarlo pensó que qué coño, que se iba a “adueñar del hecho de que, efectivamente, estaba siendo bastante creepy”.

Esa honestidad (“she’s the one I should hate / but I wanna know how she tastes”) puede que al principio fuese demasiado honesta para la nueva pareja, que quiso distanciarse del tema. Pero al final han acabado entregándose al circo, lanzando camisetas inspiradas por la letra. Win-win para todas, sobre todo para Fletcher: el videoclip que lanzó, protagonizado por Bella Thorne, lleva casi dos millones de visualizaciones, los Panic! At The Disco la han cogido de telonera para su última gira y -sin duda lo mejor de todo- ha creado un pequeño hit bollo. Ni cotiza que muchas Beckys, Shannons y Fletchers están enviándose indirectas ahora mismo subiendo esta canción a sus stories.

Ticketmaster se disculpa con Taylor Swift y todos sus fans

36

Después del infierno que pasaron los fans de Taylor Swift para conseguir entradas de ‘The Eras Tour’, ayer se dio la noticia que de que la venta de entradas para la esperadísima gira internacional de Taylor había sido cancelada. Las razones que ha dado Ticketmaster son la «extraordinariamente alta demanda» y el «insuficiente inventario restante de tickets». Ahora, Taylor Swift ha comunicado sus pensamientos al respecto en un Stories de Instagram y no deja muy bien a Ticketmaster.

La preventa de entradas ya había superado los 2 millones de tickets vendidos y la posibilidad de que el público general se quedase sin entradas era real. El escándalo ha sido de tal magnitud que la fiscalía de Tennessee ha anunciado que va a llevar a cabo una investigación sobre Ticketmaster en la que «utilizarán todas las herramientas disponibles para asegurar que no se violen las leyes de protección al consumidor», según un tweet del físcal general de Tennesse, Jonathan Skrmetti.

«No hace falta decir que soy extremadamente protectora con mis fans», comienza el comunicado que ha compartido Taylor esta misma tarde en redes. Refiriéndose a la cancelación de la venta general de entradas, Taylor ha dicho que lo ha hecho «específicamente para mejorar la calidad de la experiencia de mis fans haciéndolo yo misma y mi equipo, quienes se preocupan tanto por mis fans como yo». «Me resulta complicado confiar en una entidad exterior con esas relaciones y lealtades y me es insoportable ver errores ocurrir sin remedio», continuaba la artista estadounidense.

Taylor ha sentenciado, en relación a Ticketmaster, que «no voy a hacer excusas para nadie porque les preguntamos, múltiples veces, si podían manejar esta clase de demanda y nos aseguraron que podían». En la siguiente línea, la cantante aborda la situación de frente: «Es increíble que 2,4 millones de personas tengan entradas, pero realmente me toca las narices que muchas de ellas se sientan como si hubiesen pasado por varios ataques de oso para conseguirlas».

Al final, Taylor se refiere directamente a las personas que no pudieron ser tan afortunadas como para tener tickets, diciendo que espera «aportar más oportunidades para que nos reunamos y cantemos estas canciones».

Hoy, Ticketmaster ha publicado un comunicado en su página web en el que la compañía se disculpa con los fans afectados por la demora en la venta de tickets y por todos los problemas causados: «Nos esforzamos para hacer la compra de entradas lo más fácil posible a los fans, pero ese no ha sido el caso para mucha gente intentando comprar entradas para ‘The Eras Tour’ de Taylor Swift».

«Primero, queremos disculparnos con Taylor y con todos sus fans, especialmente los que tuvieron una experiencia terrible intentando comprar tickets. Después, sentimos que le debemos a todo el mundo el compartir algo de información para ayudar a explicar que ha pasado», continuaba el comunicado.

El comunicado seguía con la compañía explicando que el tráfico, tanto de bots como de fans sin código, no tenía precedentes, resultando en «3,5 mil millones de solicitudes del sistema en total, cuatro veces más que nuestro anterior punto más alto». Tras compartir algunas razones técnicas para explicar la mala experiencia al comprar entradas, Ticketmaster afirmó que poseen «la tecnología líder en el mundo para la venta de entradas, lo cual no significa que sea perfecta, y claramente para ‘The Eras Tour’ no lo fue».

El comunicado concluye con Ticketmaster admitiendo que incluso si todo el apartado técnico de una venta de entradas de gran demanda funcionase sin problemas, «muchos fans se quedarían con las manos vacías». «Por ejemplo: basándonos en el volumen de tráfico en nuestra web, Taylor necesitaría actuar en 900 estadios (casi 20 veces más que el número de shows que está haciendo), eso es un actuación de estadio cada noche durante los próximos 2 años y medio», concluye de forma reveladora la declaración.

Lucrecia Dalt / No era sólida

«¿Puede la parálisis transformar a una persona en cosa»?, se pregunta Lucrecia Dalt en la primera frase de ‘No era sólida’, la pista que titula y cierra su disco de 2020. El predecesor de ‘¡Ay!‘ investiga esta cuestión a lo largo de 40 hipnóticos -y a menudo angustiosos- minutos en los que la música suena parecido a lo que se siente en un estado de parálisis de sueño. Aunque emular ese estado en concreto no haya sido exactamente la intención.

La artista colombiana, tan dedicada a la experimentación con el diseño de sonido que en el año 2018 publica un disco, ‘Anticlines’, inspirado en sus estudios de geología, llega a ‘No era sólida’ a un espacio liminal, de duermevuela, casi inconsciente. Es un disco oscuro y claustrofóbico en el que Lucrecia «se disuelve en el sonido» y explora un mundo que se sitúa a medio camino «entre el fenómeno y el noúmeno», entre lo físico y lo intangible.

Es en ese no-sitio, que dirían Biznaga, donde se desarrolla ‘No era sólida’, y quien nos lleva de viaje a través de este submundo no es Lucrecia sino un personaje llamado Lia que canta en un lenguaje ininteligible (excepto en el corte final). Es un viaje sonámbulo por los sonidos oscilantes de ‘Disuelta’, que hipnotiza con su efecto tipo péndulo y con sus pitidos y voces espectrales; por las vocalizaciones neuróticas de ‘Seca’ o por las inquietantes percusiones de ‘Ser boca’, y es una aventura que se va oscureciendo y enturbiando cada vez más hasta llegar a las psicofonías terroríficas de ‘Revuelta’, donde Lia suena directamente «sumergida en plasma negro», como recita Lucrecia, después, en los últimos minutos del disco.

Si ‘No era sólida’ es una «ilusión auditiva suspendida» en el tiempo, lo es gracias a su experimentación con diferentes texturas, timbres y frecuencias, lo cual incluye la propia voz de Lucrecia pero, sobre todo, el diseño sonoro. En el disco, Lucrecia (aparentemente) da la espalda a la armonía y explora los efectos del bucle, la repetición y el drone, y encuentra belleza en sonidos espeluznantes e incómodos como las percusiones reptantes de ‘Espesa’ o los zumbidos metálicos de ‘Coatlicue S’, que parecen los de una nevera que emite ruido a las tres de la mañana. El disco llega a otro punto de ebullición en ‘Di’, una mezcla imposible de coros celestiales y sonidos que marean.

El álbum llega a su cumbre en ‘No era sólida’, un expansivo corte de 9 minutos en el que Lucrecia (o Lia) finalmente toma forma y es capaz de comunicar un mensaje recitado en castellano. Es en el momento en que se pregunta si la parálisis la ha transformado en cosa, y ese el estado en que parece llegar en ‘No era sólida’. Sin embargo, el disco suena tan sumamente cerebral que solo puede ser humano. Es un trabajo que se atreve a llegar donde otros no llegan, a un mundo espectral e incómodo que está ahí, acechando como una sombra, aunque no quieras verlo. Lucrecia es lo suficientemente valiente como para explorarlo.

Mykki Blanco / Stay Close to Music

‘Mykki’, el debut largo de Mykki Blanco, fue uno de los discos más infravalorados de 2016, conteniendo canciones tan redondas (y tan duras) como ‘Loner’ o mi favorita, ‘Highschool Never Ends’. Desde entonces, la artista ha conseguido mantenerse en el candelero (con puntos álgidos como el imperdible vídeo de ‘Dark Ballet’ de Madonna o los shows de apertura para Björk y Kanye), pero es verdad que no ha vuelto a conseguir tantos aplausos de la crítica.

También es verdad que ‘Broken Hearts & Beauty Sleep’, su segunda incursión en el largo (un poco en la frontera entre el largo y el EP, realmente), tardó cinco años en lanzarse, y quizás es uno de los factores que provocó que apenas hiciera ruido, pese a tener colaboraciones de renombre como Blood Orange o Big Freedia. Pero, frente a esos 5 años de hiato, el tercer disco ha tardado solo un año, y casi que guiña el ojo con su título: ‘Stay Close to Music’.

“My career has never stalled, bitch, it’s only peakin’” canta en ‘Lucky’, uno de los temas de este trabajo por el que, casi como muestra de que “it’s only peakin’”, se pasea gente como Michael Stipe, ANOHNI, Diana Gordon, Kelsey Lu, MNEK, Devendra Banhart, jónsi de Sigur Rós, Ah Mer Ah Su o Saul Williams. Precisamente el tema con Kelsey Lu y ANOHNI, ‘French Lessons‘, es uno de los singles más claros del disco. Porque, aunque la gravedad de canciones como ‘Highschool Never Ends’ nos lleve a Mykki Blanco siempre fiel al dramatismo, la artista se ve muy suelta en una canción tan accesible y sexy como ésta, en la que a veces nos llega a recordar a Lou Reed (y parece mirarnos de reojo a quienes lo estamos pensando cuando, para colmo, se pone a tararear como en ‘Walk On The Wild Side’). Hay una “single version” también curiosa, aunque se echa de menos a ANOHNI.

“No me puedes etiquetar como una travesti rapera, yo no he hecho vogue en mi vida, mi ambiente es el del punk y el de las Riot Grrrl”, se quejaba hace tiempo Blanco sobre el empeño de calificarla como “rap queer” como algunos medios. ‘Stay Close to Music’ la aleja más aún de esa etiqueta, con temas más melódicos y a la vez más rarunos. ‘Family Ties’ es otro de los grandes ejemplos, y no solo porque siempre sea un placer escuchar la voz del cantante de R.E.M., sino por su capacidad para acercar al pop algo tan complicado como la relación de un hombre marica (el ex de Blanco) con su padre. Hay una intrincada combinación de belleza y tristeza también en ‘Your Love Was A Gift‘, que la propia Blanco describe como “una de las canciones más bonitas que he escrito (…) un coming of age y a la vez una forma de entrar en la adultez aunque no te sientas querido, añores ser querido y añores ser comprendido”.

Pero, ojo, también hay espacio aquí para el humor. Blanco, que vuelve a contar con FaltyDL en la producción, suelta en ‘Lucky’ frases como “I Princess Peach his Nintendo / he eat my ass, he like lindo / he got a fat innuendo / I scream out loud, “Jesus Christo””. También es cierto que, aunque el disco tiene momentos estupendos, no llega a ser un disco estupendo (aunque no esté nada mal). Hay cortes que bajan bastante el pulso, como la bienintencionada pero simplona ‘Your Feminism is not My Feminism’ junto a Ah Mer Ah Su, la también basiquilla ‘Trust A Little Bit’, o ‘You Will Find It’. El experimento con Devendra Banhart también funciona a medias porque, quizás concentrada en meter gracietas y guarradas en algo aparentemente tan ajeno como es la meditación, se le olvida hacer algo no solo original (que lo es), sino también de buena calidad.

En ese sentido es bastante menos forzado, bastante más auténtico y, en definitiva, bastante mejor ‘Carry On‘, la colaboración con jónsi de Sigur Rós, otro de los grandes momentos del álbum, donde encaja a la perfección la mezcla de denuncias con ingenio (“seein them on CNN, they spoutin’ hate / this country blood was never really that fucking great”) con momentos que tocan la fibra (“for every little queer, every kid alone with fear / every kid that’s dressin’ up and dressin’ out, just bein’ them”) y el desnudo emocional con el que se abre la canción. “Will they wait ‘til I’m dead to give me credit?”, se pregunta Mykki en este tema. Esperemos que no: desde luego el nivel de invitados en este disco significa que muchos ven el talento que tiene. Quizás con más apoyo, puede llegarnos la obra maestra que, casi con toda seguridad, la artista es capaz de dar.

Mykki Blanco presenta este disco este sábado 19 de noviembre en Primavera Weekender a las 20.10 horas

GloRilla y Ice Spice son las nuevas sensaciones virales del rap

7

GloRilla, natural de Memphis, comenzó su carrera musical en 2018 y lanzó su primera mixtape en 2019, pero fue en mayo de este año cuando la rapera se convirtió en una sensación instantánea al lanzar el lead single de su nuevo EP, ‘F.N.F (Let’s Go)’. El tema alcanzó el puesto 42 en el Billbaord Hot 100 y significó la primera vez que GloRilla aparecía en listas. Producida por Hitkidd y pensada para Megan Thee Stallion, quien hizo caso omiso a la propuesta, la canción se hizo viral en Tik Tok e Instagram y de esta forma GloRilla consiguió su primer contrato con una discográfica.

‘Anyways, Life’s Great…’ es el nuevo EP debut de esta artista emergente, que parece que tiene una prometedora carrera por delante. Haciendo honor a su lugar de origen, el EP está compuesto por durísimos beats de «crunk», el estilo típico del rap sureño estadounidense que se caracteriza por el uso predominante de bajo y teclas. ‘F.N.F’ (Let’s Go)’, pese a ser la canción que ha cambiado la vida de GloRilla, no es ni siquiera su mayor hit. El mismo proyecto incluye ‘Tomorrow 2’, un remix con Cardi B de otro tema de GloRilla llamado, obviamente, ‘Tomorrow’.

‘Tomorrow 2’ fue lanzada a finales de septiembre y llegó a alcanzar el número 9 del Billboard Hot 100. La empoderadora letra de GloRilla, junto a la pegadiza melodía de piano que conduce el beat y la acertadísima colaboración de Cardi B, hacen que ‘Tomorrow 2’ sea una de las canciones más comentadas en el panorama hiphopero de los últimos meses. En este mismo tema, Cardi referencia otra de las grandes sensaciones virales del año: el ‘Munch (Feelin’ U)’ de Ice Spice.

El comienzo de la carrera de Spice es mucho más reciente, teniendo su origen en 2021. En agosto lanzó ‘Munch’ y de la noche a la mañana el track ya era viral en la red, en mayor parte debido a su pegadizo estribillo : «You thought I was feelin you?/ That nigga a munch/ Nigga a eater, he ate it for lunch». Numerosas celebridades del mundo del rap, como Joe Budden o Lil Baby, reaccionaron en redes a la canción. Fue tal el hit que hasta llamó la atención de Drake, que invitó a la rapera a ir a Toronto en un jet privado para bendecir el tema y, de paso, montarse una fiesta.

P!nk dice que ‘Trustfall’, su nuevo disco, es el mejor que ha hecho

53

P!nk ha anunciado que su noveno álbum de estudio, ‘Trustfall’, saldrá a la luz el 17 de febrero. Este será el sucesor de ‘Hurst 2B Human’ de 2019 y contendrá los dos últimos singles de la artista: la infantiloide ‘Never Gonna Not Dance Again’ y la desafiante ‘Irrelevant’.

Hablando sobre la creación del disco, P!nk ha declarado que ‘Trustfall’ es «el mejor disco que he hecho», debido a las circunstancias que tuvo que superar durante su composición: «Tuve tiempo, y me ocurrieron muchas cosas realmente devastadoras. Hace falta que tus hijos se pongan enfermo para que digas: vale, nada de esto importa. Quiero ver a mis hijos crecer. Y luego mi padre murió». La cantante estadounidense entonces decidió comenzar a escribir ‘Trustfall’: «Me queda algo de tiempo todavía, ¿no? ¿Cómo quiero gastar este tiempo?».

«Es muy auténtico respecto a lo que creo, a donde estoy, a lo que estoy sintiendo y a lo que creo que mucha gente está sintiendo», contó la autora de ‘So What’ sobre el nuevo disco durante su visita a Good Morning America. Por el momento,
el tracklist completo de ‘Trustfall’ no está disponible.

‘La Maternal’ emociona con su retrato del embarazo adolescente

7

2022 puede que sea el mejor año de cine español en cuanto a calidad en muchísimo tiempo. Sean las que sean las nominadas a Mejor Película, nos va a parecer injusto para más de una que se quede fuera. Y, desde luego, será complicado elegir cuál es la mejor de entre una larga lista de películas estupendas, muchas de ellas participantes e incluso ganadoras en festivales internacionales como los de Berlín, Cannes, Toronto o Tokio. Así de corrido, hemos tenido ‘Cinco lobitos‘, ‘Alcarràs‘, ‘El Agua‘, ‘Un año, una noche‘, ‘As Bestas‘, ‘La Consagración de la Primavera’, ‘Mi Vacío y Yo’, todas excelentes, además de otras también muy interesantes como ‘Modelo 77’, ‘No mires a los ojos’, ‘Unicorn Wars’, ‘Competencia Oficial’, ‘Cerdita‘, ‘Nosotros no nos mataremos con pistolas’, ‘Libélulas’, ‘Lugares a los que nunca hemos ido’, ‘Suro’, ‘Venus’, y a puntito de caramelo para su estreno están ‘Mantícora’ de Carlos Vermut y ‘Pacifiction’ de Albert Serra (de las cuales he visto la primera y puede unirse de sobra a la primera lista). Una cosecha envidiable para muchos otros países a la que ahora se une ‘La Maternal’, por si no era suficientemente difícil la competición.

Aunque ‘La Maternal’ fuese regulera, ya tendría expectación de por sí al ser la segunda de una directora, Pilar Palomero, que se llevó con su debut no ya el Goya a Mejor Dirección Novel, sino el Goya a Mejor Película (además de Guión Original y Fotografía). Pero es que encima es muy buena. Personalmente, no compartí el fervor generalizado con ‘Las Niñas‘, en la que veía buenas ideas pero muy lejos de convertirla en una película redonda… un lugar al que ‘La Maternal’, si no llega, desde luego se queda muy cerca. Aunque en el tramo final flojee un poco con varios cierres consecutivos, es sin duda una de las cintas recomendadas de este otoño. Rodada entre Barcelona, Hospitalet de Llobregat y Badalona, la película aborda los embarazos adolescentes y, desde su primera secuencia, nos cuestiona sutilmente como sociedad (y a nuestra pésima educación sexual) frente al absurdo de que una niña tenga que sacar adelante a un bebé solo unos años más pequeño que ella.

‘La Maternal’, que pone a Carla, su protagonista, en un centro de acogida para madres adolescentes en riesgo de exclusión social, ha recibido críticas por ser una película anti-aborto (siempre he visto manipulador eso de “pro-vida”) ya que no se centra en él sino que se decanta por una lectura más sutil, y a la vez auténtica, sobre cómo estas chicas lidian con sus embarazos y sus bebés. Las declaraciones de Palomero al respecto despejan cualquier duda: “¿algún padre o madre, cuando ve la película, saca la lectura de que ojalá su hija tenga al bebé si se queda embarazada? (…) La adolescencia no es momento para ser madre sino para ser hija, es momento para descubrir quién eres y rebelarte contra el mundo, no para cuidar y entregarte a alguien que acaba de nacer”.

De hecho, para preparar la película, Palomero se reunió con trabajadores de estos centros, y con chavalas que vivían en ellos, tomando finalmente la decisión de integrar en la historia a muchas de ellas: Carol, la educadora, se interpreta a sí misma en la película, así como varias de las chicas. Esta decisión de incluir a actrices sin experiencia o incluso que no se plantean dedicarse a la interpretación más allá de esta experiencia puntual acercan, junto a algunas decisiones de estilo, ‘La Maternal’ a un documental en algunos momentos, y se combina muy bien con el hecho de tener como coprotagonista a una actriz con tantas tablas y a la vez tanto talento para la naturalidad como Ángela Cervantes. La catalana, que ya fue lo mejor de ‘Chavalas’, vuelve a brillar aquí dando vida a la madre de Carla, ofreciendo también una lectura sobre la transmisión de patrones de generación en generación, y sobre el determinismo social y la importancia de las circunstancias económicas en un tema como el que trata la película.

Pero desde luego la estrella es la propia Carla Quílez, la única que podría hacerle algo de sombra a Luna Pamiés por el Goya a Mejor Actriz Revelación, pero que, por las normas de la Academia respecto a la edad, no entrará en la competición. En el Festival de San Sebastián sí entraba, y se alzó con un premio que no era “de revelación”: era la Concha de Plata a Mejor Interpretación del Festival, ex aequo con otra revelación que nos dejó mudos en el Festival: Paul Kircher de la magnífica ‘Winter Boy (Le Lycéen)’, de la que os hablaremos cuando se acerque su estreno. Quílez (que le dedicó el premio a su madre real en un conmovedor discurso) refleja, según el momento, inocencia, rabia y compasión y, cuando se junta a su madre ficticia Cervantes, ambas reflejan un profundo cariño que intenta abrirse paso dentro de la incapacidad para comunicarse. Quizás por esto emociona tanto el uso que se hace de ‘Tu Calorro’ de Estopa, una canción que nunca hubiésemos asociado con soltar una lagrimita sino con todo lo contrario: con fiesta, alegría y hasta deseo. “Tú eras flor desarropada / y yo el calorro que te arropa” adquiere en ‘La Maternal’ un nuevo significado gracias al talento de Pilar Palomero en la que es -sin que el nivelazo de 2022 le quite fuerza a la frase- una de las mejores películas españolas del año.

Apashe, soldado del dubstep, presentará su propio ‘Renaissance’ en Barcelona

8

Antes de ‘Renaissance‘ de Beyoncé llegó otro trabajo llamado ‘Renaissance’ firmado por el productor belga afincado en Canadá Apashe, que lleva en activo desde 2011 y ha publicado varios álbumes de estudio, el último, en 2020, bajo el mencionado título.

Apashe, cuyo nombre real es John de Buck, presentará su gira ‘Renaissance II’ el próximo 26 de noviembre en la sala Razzmatazz de Barcelona (aquí entradas) y su música es de esa que se crece exponencialmente en directo. Apashe le da a las bases duras de bass, dubstep y EDM, pero las cruza con elementos de música clásica como cuerdas épicas y coros celestiales que le dan una estética, sí, renacentista, medieval, monárquica incluso.

El mayor éxito de Apashe, que lleva el apto título de ‘Majesty’ y suma 56 millones de streamings, es el que mejor define su estilo, pero ‘Uebok Gotta Run’ es una de sus producciones más sofisticadas en su conjugación de cuerdas tremebundas, ritmos de hip-hop, coros (y raps) infantiles y sintetizadores tipo «brostep». Piensa en una mezcla entre Woodkid, Skrillex y Die Antwoord y darás con algo muy parecido a la música de Apashe, quien, además, aparece en las imágenes promocionales con armadura y espada, cual guerrero de la electrónica.

A nadie sorprenderá que ‘Lacrimosa’ samplee el ‘Réquiem’ de Mozart (como ya hicieron en su momento Evanescence en un tema llamado igual), y no pueden ser más épicas y majestuosas las cuerdas de ‘Distance’, otra de esas producciones que harían vibrar los pilares de cualquier recinto. Menos clasicsita, ‘Lord & Servant’ es una favorita personal por su elegante oscuridad.

Además de la buena recepción de su música (tiene 2 millones de oyentes en Spotify), los directos de Apashe también han recibido críticas entusiastas, pues, en ellos, el productor «recrea sus tracks junto con un arsenal completo de ediciones inéditas, así como sus remixes oficiales y originales», en palabras de Razzmatazz. Tampoco hay que perderse sus videoclips, tan cinematográficos.





Pharrell y Travis Scott viajan de noche a la «ciudad mágica»

7

Desde la tragedia de Astroworld, Travis Scott ha mantenido un perfil más o menos bajo. Ha colaborado con algún artista como DJ Khaled o Southside, ha dado algún que otro concierto, pero no ha estado precisamente sobreexpuesto y su disco ‘UTOPIA‘ sigue sin salir.

Hoy es uno de esos días en que Travis publica nueva música y lo hace de mano de Pharrell Williams. Juntos entregan un tema «bailable en un tempo de 6/8», en palabras de Pharrell, que no renuncia a su punto electrónico y oscuro y que evoca un viaje en carretera por la gran ciudad, de noche.

En concreto, Pharrell y Travis se dejan «caer por Atlanta», la «ciudad mágica», capital del estado de Georgia, e igual de mágica es la producción de Pharrell, que incorpora la voz autotuneada de Travis dentro de un registro no tan habitual en él. En la letra mezclan bebidas y intentan «no quedarse sin amor, ni sin marihuana».

‘Down in Atlanta’ no es la primera vez que Pharrell y Travis colaboran. Ambos ya aparecieron juntos en ‘Flying High’ de Travis, que incluía la colaboración de Toro y Moi, y también lo hicieron en ‘Skeletons’, una de las pistas de ‘Astroworld‘ que contaban con la participación de Tame Impala.

‘Down in Atlanta’ podría ser anticipo del nuevo álbum de Pharrell, del que ya se conocen algunos detalles. Se titula ‘Phriends’, será el primero de varios volúmenes y contará con la colaboración confirmada de BTS. Pharrell no saca disco propio desde 2014. Por su parte, Scott publicó dos singles previamente a la tragedia de Astroworld, ‘Escape Plan’ y ‘Mafia’, que, de momento, se han quedado colgados y se desconoce si formarán parte de su próximo largo.

RFTW: Weyes Blood, Cigarettes After Sex, Fangoria…

8

Hoy sale el nuevo disco de Röyksopp, el tercero del año y que reseñamos ya en portada; y el de La Bien Querida, sobre el que hablamos con su autora. Otro lanzamiento destacado es el nuevo álbum de Weyes Blood y hoy publican discos largos también BROCKHAMPTON, Honey Dijon, Richard Dawson o Taburete. Sale también la reedición de ‘Thriller’ por su 40 aniversario, que se promociona con la demo de ‘Thriller’, llamada ‘Starlight’.

Fangoria publican su EP, ‘Ex Profeso’, y el single ‘Lo imposible’ abre la playlist, seguido por la reciente Canción Del Día ‘Strong‘ de Romy. Estos días hemos comentado también los sencillos que avanzan los nuevos discos de Tennis y Kelela, y también el single de Karol G inspirado El Cairo, y la sesión de Bizarrap con Duki.

Entre los lanzamientos destacados hay que comentar el regreso de Rosalía al flamenco de la mano de Niño de Elche, y también la colaboración de CARLANGAS (ex Novedades Carminha) con nada menos que Manu Chao, que no se suele prodigar con demasiados artistas. Además, Cigarettes After Sex vuelven con ‘Pistol’ y Najwa saca un tema bailable llamado ‘Aperol’.

Niña Polaca es otro grupo que publica nuevo single hoy, así como la querida PinkPantheress, que renueva su sonido de la mano de KAYTRANADA, y dani, que presenta su ‘Drum & Bossa’. Además de la canción del Mundial de Nicki Minaj, Maluma y Miriam Fares la playlist incluye también novedades de Andy Shauf, Tokischa, Phoebe Bridgers, Nia Archives, Raphael y más.

Rosalía vuelve al flamenco de ‘Los ángeles’ en ‘Seguiriya madre’

21

En la noche de los Grammy Latinos, que ha sido la noche de Rosalía, pues la artista se ha llevado el premio a Álbum del año por ‘Motomami’, ha visto la luz también el nuevo disco de Niño de Elche, ‘FLAMENCO. Mausoleo de celebración, amor y muerte’.

El nuevo trabajo de Paco Contreras está producido por Refree e incluye una esperada colaboración con Rosalía, lo que significa que ‘Seguiriya madre’ reúne a Rosalía y a Raúl Fernández muchos años después de que ambos firmaran juntos ese pedazo de «sleeper» que fue ‘Los ángeles‘, debut de la catalana.

‘Seguiriya madre’ se inspira en un cante popular, y se divide en dos partes, la de Niño de Elche y la de Rosalía. El primero es el encargado de incorporar esos «doblaron las campanas» en el contexto de su disco, y después irrumpe cual huracán Rosalía acompañada de palmas y del aporreo de la guitarra. Canta que tiene todo lo que quiere, pero no lo que necesita, que es estar en su tierra arropada por el amor de su madre.

Parecidas a las guitarras de ‘Los ángeles’ suenan las de ‘Seguiriya madre’, que recuerdan a la fiereza y al carácter hipnótico de aquel disco, tanto como la apasionada interpretación vocal de Rosalía, a la que hacía tiempo no escuchábamos en un registro tan folclórico.

Compuesto por 14 cortes, ‘FLAMENCO. Mausoleo de celebración, amor y muerte’ se ha presentado con los sencillos ‘Bamberas del enamorado’ y ‘Canto por no llorar’ e incluye también colaboraciones de Angélica Lidell, Yerai Cortés y Rocío Molina.

Röyksopp / Profound Mysteries III

Röyksopp han vuelto este año tras casi una década de ausencia para hablar sobre los misterios de la vida. «Suena bastante pomposo. Incluso hemos añadido la palabra «profundo» para subrayar la tontería de todo esto», bromeaban este verano. Luego su música suena tan mística como siempre, sin renunciar a la pista de baile, además. A esos misterios hay que añadir la forma de desvelar toda la campaña, pues cuando empezamos a adentrarnos en ‘Profound Mysteries‘ no sabíamos que era la parte I de una trilogía que terminaría este mismo año. Aquella primera parte salía en mayo, en junio se anunciaba la segunda, que salía en agosto, y sólo entonces se confirmaba la tercera, que ahora tenemos entre manos.

El dúo formado por Svein Berge y Torbjørn Brundtland había dicho en 2014 que le cansaba el formato álbum tradicional. Primero creímos que ‘Profound Mysteries’ era un proyecto transversal enriquecido por una serie de visuales. Nos quedamos cortos. El proyecto coge cuerpo en forma de trilogía, como sucedió con ‘Body Talk’ de su compañera Robyn. No es que este tercer álbum consecutivo sea el mejor, es que da gusto ver lo que conforma. ¿Que estaríamos ante un álbum realmente sublime reuniendo las 10 mejores de estas 30 canciones en total? Obvio. Pero también hay que alabar que alguien nos ofrezca algo diferente en esta tormenta de abrumadoras novedades en que se ha convertido el mundo musical cada viernes.

«Profound Mysteries» está pensado como un proyecto en el que Röyksopp agradecen a sus influencias y colaboradores de siempre y recuerdan los tiempos en que grababan MIDIs. Corría el final de los años 90. Entre las nuevas canciones de esta tercera parte que destacan por lo buenas que son, en su sonido continuista, hay que hablar de ‘Me&Youphoria’, un electro por la resiliencia, melódico, precioso, en el que una voz nos propone «volar».

El anhelo sexual ha marcado algunas de las mejores grabaciones históricas de Röyksopp, como fue el caso de ‘Sordid Affair’, y ese es el caso de ‘The Next Day’. Escuchamos a un Jamie Irrepressible dolido porque su chica se fue en la mañana sin decirle adiós: «A la mañana siguiente se tuvo que ir, no se pudo quedar / Nunca supe por qué / Me dio un beso y dijo adiós». Parecida es la temática de ‘Stay Awhile’, donde dos seres tratan de encontrarse y darse calor, poniendo algo de sí mismos. «He esperado demasiado / Me mata estar sola / Es mejor que baje las defensas / O el momento se perderá». Uno de esos seres es Susanne Sundfør y el otro el mismísimo Svein Berge de Röyksopp.

Sundfør se ha convertido en una artista fetiche para el dúo, pues ha interpretado a lo largo de los años muchas de sus mejores canciones, como ‘Running to the Sea’ o más recientemente ‘Oh, Lover’. Y desde 2022 también nos ha convencido la incorporación deluxe de Alison Goldfrapp, en esta tanda en una canción repetitiva de vocación hipnótica, ‘The Night’. Antes de conquistarnos con Goldfrapp, hay que recordar que Alison había empezado cantando con Tricky, por lo que siempre perteneció realmente a este mundo de enigma.

Es una de las novedades de este 2022 en un proyecto que también se jacta de querer mirar al futuro. Esa labor es más tímida, pues la influencia de Jarre, Daft Punk… sigue pesando mucho en pistas como ‘Speed King’, de 10 minutos. Lo que sí es cierto es que el disco incorpora algo de otros ritmos que parecen similares y no lo son tanto, como el dream pop de ‘Lights Out’ con Pixx; el R&B de ‘Just Wanted to Know’, con Astrid S, quien parece que puede llevar a Röyksopp a nuevos territorios comerciales los próximos años; y sobre todo ‘Feel It’. Mientras la paleta de sintetizadores del dúo sigue siendo inequívoca, la voz de Maurissa Rose les lleva más al house o la rave británica, o incluso al góspel. Así que aparece también por aquí un pequeño puntito ‘Screamadelica’. Eso sí, el álbum se cierra por algo apelando decenas de veces a un «perro viejo», y es que cuanto más se rebozan Röyksopp en su particular sonido, más como en casa nos sentimos. Que todos los misterios sean como estos…