El gran hallazgo de ‘Debí tirar más fotos‘, el álbum de Bad Bunny de este año que va por su 4º disco de platino en España, es haber incorporado la música popular de distintas épocas de Puerto Rico a su discurso. Las más curiosas son la plena o la música jíbara, pero la facción más exitosa la ha dado la salsa a través de ‘Nuevayol’ o ‘Baile inolvidable’.
Pocos meses después, J Balvin ha incluido una salsa en su nueva ‘Mixteip‘. Para que nadie diga que ahora va a rebufo de su compañero en la mixtape ‘Oasis’, historia del reggaeton, el colombiano ha llamado a la voz de la experiencia.
Gilberto Santa Rosa, conocido como el «Caballero de la Salsa», es el artista invitado en el corte llamado ‘Misterio’, que escogemos como Canción del Día para este domingo. Es una manera de recordar a los más despistados que no, Bad Bunny no inventó la salsa.
El «misterio» del que habla la canción es que Jose no entiende que su relación se haya acabado. Gilberto Santa Rosa acude para explicarle que «el amor no es siempre lo que parece: a veces hay que vivirlo, y a veces hay que sufrirlo».
De manera jocosa, al final del tema advierte también: «Balvin, ojo con el amor, te habla la voz de la experiencia. Palabra de caballero», en referencia a su propio nick. Y Jimmy Fallon se ha anotado el tanto de invitarlos a los dos a interpretar este buen tema a su programa, mientras uno de los comentarios más populares de Youtube se pregunta: «¿sabe Jimmy Fallon el tamaño de la leyenda que acaba de pasar por su show?». Leyenda que, por cierto, se mueve por el escenario, con la naturalidad de quien está en el salón de su casa. De quien ha entregado su vida a los escenarios.
Más bandas dejan Spotify por la deriva política de sus propietarios. Siguiendo los pasos de Deerhoof y Xiu Xiu, King Gizzard & the Lizard Wizard están entre los artistas que protestan contra la compañía por las inversiones de su co-fundador Daniel Ek. Indica la banda en un comunicado:
«Para aquellos que no lo sepan, Daniel Ek, CEO de Spotify, invierte millones en tecnología de drones militares con inteligencia artificial. Acabamos de retirar nuestra música de la plataforma. ¿Podemos presionar a estos demonios para que lo hagan mejor? Únete a nosotros en otra plataforma». Además, están promoviendo un lema muy sencillo: «fuck Spotify».
La noticia está llena de simbología porque King Gizzard & the Lizard Wizard son el grupo más prolífico de la actualidad: en menos de 15 años han publicado 27 álbumes. Lo nuevo que promocionan es un conjunto de demos en Bandcamp.
En España aún puede escucharse la música de King Gizzard & the Lizard Wizard en la plataforma de streaming, probablemente por sus distribuidoras digitales internacionales. Pitchfork reporta que en Estados Unidos lo único que queda es un split colaborativo que sacaron con Tropical Fuck Storm.
El elemento que diferencia a Low Festival de otros festivales nacionales y/o internacionales es su espacio VIP Pool, que permite el acceso a la piscina municipal del recinto Ciudad Deportiva Guillermo Amor de Benidorm. De acuerdo que el acceso a este espacio está limitado por el precio de la entrada, pero poder darte un chapuzón en pleno festival -durante el día, pero también durante la noche- sin duda añade un elemento extra a la experiencia. Además, las sesiones electrónicas son muy divertidas cuando devanean del disco al electro, de un remix de Gwen Stefani a otro de Whitney Houston.
Low Festival ofrece otras actividades divertidas que explorar entre concierto y concierto, como una partida de bolos o el típico photocall para posar con amigos con la peor de tus pintas pero el mejor de los recuerdos.
El sábado en Low Festival el escenario Radio3 planta cara seriamente a los principales reclamos nacionales e internacionales. El escenario Radio3 incentiva la rivalidad sana entre grupos, ya que se mira cara a cara con Benidorm, uno de los escenarios principales. Por ejemplo, desde Radio3, la banda bilbaína EZEZEZ verá empezar el concierto de Ralphie Choo, y su vocalista, Unai Madariaga, dedicará al productor madrileño un sonoro «¡Ralphie Choo, hijo de puta!» que arrancará risas entre el público.
Diego Jurado
EZEZEZ se meterán al público en el bolsillo a primera hora de la tarde gracias al frenesí garajero de sus canciones, que se torna en absoluta locura en ‘Puntofinal’ y ‘Ezezez’; a la manera en que destripan sus guitarras eléctricas y al carisma de su vocalista, que actúa descamisado y descalzo, como una especie de Mick Jagger posmilenial. Entre carrera y carrera de un extremo a otro del escenario, a EZEZEZ le cabrá una inesperada versión de ‘Believe‘ de Cher que acaba demasiado rápido.
Rafa Galán
Cuando llego al pase de Ralphie Choo, ya empezado, el artista se encuentra marcándose un solo de talkbox que parece de Stevie Wonder. Después, un breve intermedio de easy-listening a lo Henry Mancini, y otro de teclados espaciales como de Vangelis, se cuelan entre los ritmos de hip-hop, trap o flamenco rumba que caben en esta batidora sónica. El directo de Ralphie Choo es peculiar llegues a él antes o después: ¿cuántos conciertos de pop pasan de evocar a Travis Scott a incluir una flauta travesera tocada en vivo? La «sorpresa» final llega con la aparición estelar de rusowsky, que toca hoy. Los ritmos salseros de ‘Dolores’ y trap de ‘Valentino’ concluyen un setlist que parece una playlist de «me gusta» de Spotify. Me gusta todo, en este caso.
Rafa Galán
El de The Kooks debería haber sido uno de los conciertos más celebrados de la jornada, pues su nombre aparece en línea grande en el cartel, pero el público no parece demasiado receptivo de su propuesta de afable indie-pop, quizá porque la asistencia nacional que viene a ver a Viva Suecia es mayor que la anglosajona. A pesar de que el cantante Luke Pritchard pone todos sus esfuerzos en animar el ambiente, el público no despierta hasta que suenan los éxitos ‘She Moves in Her Own Way‘ -al principio del set- y, sobre todo, la final ‘Naïve’. En medio cabe su reciente single, ‘Never Know’, un descubrimiento que no tiene nada que envidiar a sus grandes clásicos; el segmento slow disco de ‘Westside’ y el singalong acústico de ‘Seaside’, que Pritchard dedica a su padre, Bob, fallecido en 1988, cuando el cantante contaba apenas tres años.
Diego Jurado
Al contrario, el set de los mexicanos Midnight Generation es un éxito rotundo de público y de exaltación colectiva. El grupo, que ha explorado su sonido disco-funk a través de tres discos, actúa en Radio3, pero durante el concierto queda claro que este escenario se le queda pequeño y que la escala a tarimas más grandes es inevitable. Sobre todo cuando, al término del show, el público se deshace en ovaciones y pide que el grupo vuelva al escenario. Radio3 está abarrotado como no lo he visto durante todo el festival.
La propuesta de Midnight Generation es tan bienvenida porque, llegada la noche, su surtido de grooves disco y funk progresivos es divertidísimo y no puede apetecer más en este momento. Además, el sonido de todos los instrumentos -incluidos varios teclados- es absolutamente impecable. Diría que incluso mejor que la de algunos conciertos ubicados en escenarios principales. Por ejemplo, el de Carolina Durante, que sonó demasiado ahogado, al menos desde mi posición.
El quinteto, vestido con simpáticos shorts a conjunto, básicamente personifica esa realidad paralela en la que Daft Punk y Parcels han colaborado en más de una canción. La influencia de Daft Punk se hace evidente en los vocoders robóticos a lo ‘Da Funk’ del final del set, que llevan al éxtasis, y en las líneas de guitarra tan ‘Get Lucky’ que, en algún momento, parece que esa canción va a ser versionada. Y la influencia de Parcels se demuestra en la exquisitez y pegajosidad de melodías como la de ‘Don’t Wait Up’ o ‘Calling You’. Todo está tan bien engrasado que no entiendes cómo no habías descubierto a este grupo antes.
En la programación del sábado en Low Festival, el show de pop electrónico de Zahara precede al concierto de pop veraniego de Empire of the Sun. Esta secuencia genera un ligero desajuste mental, pues probablemente si se hubieran invertido los turnos, ambos espectáculos habrían funcionado mejor. Desconozco la razón por la que Empire of the Sun, gran cabeza de cartel de la jornada, es programado a las 2 de la madrugada, cuando en otros festivales es normal que un headliner actúe a las 22.00 o, como tarde, a las 00.00. Quizá es porque el grupo australiano ha querido cubrirse las espaldas al viajar desde tan lejos: 45 horas de viaje, según el cantante Luke Steel. O quizá es porque un show tan rematadamente visual merece la mayor asistencia posible. El Low a esta ahora está tan lleno que impresiona: la organización ha contado 23.000 personas.
El mismo razonamiento se aplica al pase de Zahara, que ofrece un concierto escenográficamente muy cuidado y original, en el que no dejan de pasar cosas. Zahara reproduce la coreografía de señas de las azafatas de vuelo, recrea un partido de boxeo aferrada a unas toallas de color fucsia, desfila en una cinta de correr en ‘Tus michis’ y, en el mejor momento del show, saca al escenario el policlín que protagoniza la portada de ‘Lento Ternura’, el disco que presenta. Desde ahí dentro, Zahara interpreta a la guitarra su versión de ‘Zahara’ de Judeline fusionada con ‘Con las ganas’. La apropiación de Zahara del policlín, símbolo festivalero, es arte con todas las letras.
Sin embargo, domina en el show de Zahara el tecnazo, y los elegantes crescendos que se proyectan desde el escenario recuerdan a los de Moderat o puntualmente a los de la Björk de ‘Vulnicura‘. Entre el pulso sintético de ‘¿La vida era esto?’ y los samples gatunos de ‘Tus michis’ destaca particularmente el comentario sobre la industria de ‘Demasiadas canciones’, que incluye menciones en pantalla a artistas como Rebe, Marta Movidas o Villano Antillano, y que es apoteósico. Sin embargo, es evidente que ‘Hoy la bestia cena en casa’ sigue siendo su mejor canción.
No decepciona la puesta en escena de Empire of the Sun. Si querías un montaje épico y over the top, el grupo australiano da dos tazas. El escenario, dominado por dos grandes esculturas de un rostro y una roca que parecen símbolos erosionados de tiempos remotos, poco a poco se sumerge en una estética mística y extravagante que incluye bailarinas con tocados de sol y luna, visuales que cabalgan entre el vaporwave y la ciencia ficción y portales proyectados desde la pantalla que parecen llevar a otra dimensión. En medio del escenario, dos huevos que representan el nuevo disco de Empire of the Sun, ‘Ask that God‘, se iluminan en diferentes colores.
Es también un espectáculo en sí mismo el vocalista Luke Steele, que se somete a varios cambios de vestuario durante el show, aunque su estética predilecta evoca la de un sacerdote del sintoísmo japonés o incluso la de un actor de kabuki. Sus túnicas -rojas o blancas- imponen, su maquillaje es ceremonial.
La música es menos excéntrica, pero sus éxitos ‘Walking on a Dream’ y ‘We Are the People’ siguen sonando históricos y atemporales. El repertorio mantiene el ritmo gracias a otros hits asentados como ‘High and Low’, ‘Changes’ o la pletórica ‘Alive’, y no desentonan en el setlist pistas tan apañadas como ‘Television’ o el respiro baladesco de ‘Swordfish Hotkiss Night’. Otras como ‘Half Mast’ o ‘Way to Go’, aferradas a la fórmula clásica de Empire of the Sun, inclinan la balanza hacia el tedio, pero los ojos están tan entretenidos observando lo que pasa en el escenario (incluida la aparición de un personaje disfrazado de medusa humana, o algo así) que ese tedio pasa a un segundo plano.
Desde Justin Bieber a Sampha, el pop ha conocido recientemente varios discos postpaternidad (con p). El de Alex G se suma a la lista, con la peculiaridad de que es el décimo de su carrera pero el primero en una multinacional. Desde la independencia, Alex Giannascoli se ha convertido en una figura improbablemente influyente dentro del ámbito del indie-rock norteamericano. Sus bonitas y pegadizas melodías, unidas a sus interesantes capas de guitarras, su huida de todo encasillamiento musical y sus personales letras, le han hecho diferenciarse de sus contemporáneos y conectar con una generación.
¿Qué puede ofrecer un artista de 32 años en su 10º proyecto? ‘Headlights’ es un trabajo continuamente preocupado por el cambio, principalmente el de una vida que afronta, por primera vez, la crianza de otra. De eso parecen hablar -vagamente- cortes como ‘Real Thing’, que reflexiona sobre esas «cosas auténticas» que dan valor a la existencia, envuelto en una rica instrumentación de guitarras, percusiones y una melodía de flauta sintetizada; o la final ‘Logan Hotel’, que, grabada en directo, efectivamente en un hotel, parece debatirse entre la vocación musical y las nuevas responsabilidades de la paternidad.
Alex G alude a su estreno multinacional en la parsimoniosa ‘Beam Me Up’ («algunas cosas las hago por amor, otras por dinero, no es que no lo quiera, no es que me crea por encima de ello»), pero ‘Headlights’ no ofrece ningún giro radical que deba preocupar a sus fans. El componente lo-fi ya no es crucial, pero las composiciones de Giannascoli siguen siendo igual de identificativas; simplemente suenan mejor gracias a que su valor de producción y mezcla es mayor.
‘June Guitar’, que introduce un acordeón, es otra de esas canciones de Alex G que cautivan al instante, y ‘Afterlife‘, que incorpora el punteo de una mandolina, demuestra que la sensibilidad aniñada de sus melodías no se ha ido a ningún lado. Ambas pistas son clave en un álbum que vuelve a arraigarse en la tradición del indie-rock y el folk-rock norteamericanos. Mientras los tapices de guitarra y los efluvios country y folk del disco remiten al trabajo de Lucinda Williams, una de sus influencias reconocidas, la lugubridad de ‘Spinning’ y sus crepitantes guitarras traen a la mente la obra de Elliott Smith.
La experimentación toma distintas formas en este disco coproducido por Jacob Portrait de Unknown Mortal Orchestra. Es perceptible, por ejemplo, en el misterio fantasmagórico de la producción de ‘Beam Me Up’, en la incursión noise y shoegaze de ‘Louisiana’ o en el juego electrónico de ‘Bounce Boy’. Pero la gran sorpresa del álbum la da el impulso orquestal de ‘Far and Wide’, que, arropada en un precioso arreglo de cuerdas, trata de encontrar la calma después de la tormenta. Todo ‘Headlights’ da la sensación de que Alex G se ha asentado, y de que está tranquilo.
La edición de Puro Latino que se celebra este fin de semana en el Puerto de Santa María -hay desdobles en otros lugares- está siendo noticia por unas lamentables imágenes que han salido hasta en el telediario. En ellas se ve al artista Luar La L pegándose con unas personas en el foso. Esas personas han resultado pertenecer al personal de seguridad.
Según la organización, Luar La L se presentó tarde, en concreto a «la hora en que terminaba su show», y como última opción, se le ofreció cambiar de hora. El artista habría rechazado esta opción, se mezcló entre el público y entonces provocó los altercados que pueden verse en los vídeos. Luar La L tiene otra versión de los hechos.
El artista dice en sus Stories de Instagram que llegó tarde al festival porque «la policía española» tenía cortado el tráfico y no pudo pasar con su furgoneta. Por lo que sea, el resto de artistas sí pudo cumplir con sus horarios, respetando a los demás artistas, la labor de cientos de trabajadores, y también al público.
Según su versión, llegó «12 o 13 minutos tarde» y se encontró al equipo de seguridad «alterado» desde antes de su llegada. «La cogieron conmigo cuando llegué», asegura. Luar La L dice que negoció con el artista que le sucedía en su escenario que le donara «15 minutos de su show», pero la organización se habría negado.
Fue entonces cuando decidió mezclarse con sus fans, como agradecimiento por haberle estado esperando. El personal de seguridad trató de sacarle del foso para evitar altercados, y fue entonces cuando se liaron a golpes. «No estoy contento con lo que pasó, no lo apruebo, pero el ambiente estaba cargado desde el principio». Luar La L pide que se trate a los artista «con calma» y finalmente pide disculpas al personal de seguridad y al público. «Mis disculpas, pero no tenían que ponerme la mano encima».
Luar La L, que en estos momentos aparece en las listas españolas con un remix colaborativo con Hanzel La H, Hades66 y Ovi que se llama justamente ‘Los rockstars no van al cielo’, tiene 9 millones de oyentes mensuales en Spotify. Alguno de ellos proviene de su colaboración con su paisano Bad Bunny, ‘TELÉFONO NUEVO’, incluida en el disco anterior de Benito.
Os dejamos con el comunicado completo de Puro Latino:
«El artista Luar la L llegó al recinto en el momento en que debía finalizar su actuación, según el horario previamente establecido con su equipo, y los horarios comunicados al público.
Con el fin de no perjudicar a los artistas que actuaban después y de preservar el desarrollo normal del festival, la Organización ofreció a Luar la L la posibilidad de realizar su actuación tras la de Chimbala, reubicando su show sin afectar así el resto del cartel.
Lamentablemente, el artista declinó esta alternativa negándose a actuar en otra hora, pese a que la responsabilidad del retraso de su show era en todo momento solo y exclusivamente del propio artista. Tras esta negativa, y en un acto impulsivo, decidió además abandonar la zona de backstage y mezclarse con el público, generando una serie de altercados que afectaron el inicio del siguiente espectáculo en la hora prevista.
Ante esta situación, el equipo de seguridad del festival se vio obligado a intervenir para restablecer el orden, sucediéndose algunos momentos de tensión y el breve pero inoportuno retraso en la actuación de Chencho Corleone.
Puro Latino El Puerto de Santa María Fest lamenta la situación provocada por el comportamiento de Luar la L, pero reafirma también su compromiso en todo momento con la seguridad del evento, el respeto al público y la puntualidad en la programación. Agradecemos asimismo la comprensión de todos los asistentes y seguimos trabajando para ofrecer una experiencia musical a la altura de las expectativas».
Este fin de semana se ha publicado el cuarto trabajo de la cantante Indigo de Souza. La artista nacida en North Carolina conquistó a la crítica indie con su segundo disco, ‘Any Shape You Take‘. Como diría Jessie Ware, en este álbum parece que quiere dejar de ser una «Pitchfork girl» para ser una artista en general. Al menos en lo que a música pop se refiere.
‘Precipice’, de media hora de duración, es un álbum que se enfrenta a las cosas malas de la vida con optimismo. Sus composiciones a menudo presentan toda la vitalidad posible. Era el caso del primer single ‘Heartthrob’, que escogemos como canción del día hoy.
Explica ella misma en la nota de su sello: «Escribí ‘Heartthrob’ para procesar algo de lo que a menudo es difícil hablar: las formas dañinas en que se han aprovechado de mí. Es sobre recuperar mi cuerpo y mi experiencia. Es un gran «jódete» para los abusadores del mundo».
Musicalmente todo un puñetazo sobre la mesa gracias a sus altos bpm’s y a esas guitarras eléctricas crepusculares que salen de algún garaje de los años 90, ‘Heartthrob’ es una de las composiciones más inmediatas de Indigo de Souza. Como asegura el estribillo, se ha «dejado la espalda» para que así sea.
El pepino de canción se transforma en su videoclip en una fiesta de cumpleaños en un castillo hinchable en el que brilla especialmente el post-estribillo instrumental. Traumas de la infancia que se resuelven con la fuerza del indie-rock más accesible.
Tras decretarse la alerta amarilla por lluvias el jueves en Benidorm y Valencia en general, el Low Festival ha inaugurado su 15ª edición esquivando el mal clima y recibiendo una de las mejores temperaturas que se recuerdan en el festival. La experiencia en el Ciudad Deportiva Guillermo Amor de Benidorm ha sido inmejorable en esta primera jornada, principalmente gracias a una programación que ha alternado grupos populares y alternativos, en la que Xoel López ha sido tan cabeza de cartel como Pet Shop Boys.
Rafa Galán
Cuando Carolina Durante llamaron a su disco ‘Elige tu propia aventura‘ (2024) no sabíamos que una de las aventuras incluidas en este juego implicaba a Diego Ibáñez actuando exaltado con muleta delante de una escenografía que recrea la oficina de paredes amarillas de Camera Café (él después hace como que se prepara un café). Por si no fuera suficiente surrealismo, un ‘Monstruo’ recubierto de pósits (fobia desbloqueada, gracias) aparece en el escenario para hacer monerías. No es el único invitado al concierto: Las Petunias, que actuarán después, se ponen en el papel de Rosalía para cantar ‘Normal‘ con los madrileños.
Pero lo mejor del show de Carolina Durante -aparte de la visible mejora física de Diego Ibáñez, que actúa con una muleta en lugar de dos- es el discreto lugar que ocupa ‘Cayetano’ en su repertorio. De hecho, esta canción suena en el ecuador del concierto. Ahora son los estribillazos de ‘Probablemente tengas razón’, ‘Yo pensaba que me había tocado Dios‘, la mencionada ‘Normal’ o ‘Hamburguesas‘ las que provocan furor… y pogos. Pogos amables, eso sí: con una muleta sobre el escenario es suficiente.
Xoel López actúa frente a un paisaje de grupos de amigos ataviados con camisas tropicales y estampados llamativos, una tradición festivalera muy presente en el Low, donde es especialmente común ver a grupos que asisten vestidos a juego. Curiosamente, López y su grupo también aparecen conjuntados sobre el escenario, pero ellos llevan traje. Una decisión estilística que da personalidad a su directo, ya que no es tan habitual ver grupos vestidos de esta manera.
Fer Morales
El espíritu tropical de ‘Caldo Espirito‘ (2023) se hace patente en canciones como ‘Fort Da’, pero también son coreados los estribillos de ‘El amor valiente’ o la triunfal ‘Elevarte caer’. López, que lleva una armónica colocada en el cuello, se marca grandes solos con este instrumento, aunque son las contundentes percusiones de ‘A Serea e o Mariñeiro’ las que llevan el concierto a su pico. Su escenario está a rebosar porque el público conecta tanto con sus efusivas melodías, como con la elegancia de toda la propuesta.
Rafa Galán
La protesta política ha tenido también lugar en el Low: una bandera palestina coronaba el escenario de Carolina Durante, y una ucraniana es proyectada al inicio del show de Pet Shop Boys. Sin embargo, el espectáculo de Pet Shop Boys es político solo de manera implícita a través de la reivindicación de la libertad sexual y/o afectiva de muchas de sus canciones. Quizá también el futurismo de sus producciones musicales y de su montaje escenográfico apunten a una especie de utopía, un paraíso al que acudir cuando la realidad pesa demasiado.
Ese ese paraíso al que nos llevan Neil Tennant y Chris Lowe, que, estilizados con sus habituales gabardinas plateadas y máscaras metálicas con forma de diapasón, parecen caballeros del futuro llegados para salvar a la humanidad del abismo. Dos faros iluminados en la noche coronan el escenario y, mientras las pantallas proyectan modernos visuales y juegos lumínicos, el repertorio de Pet Shop Boys fulmina un éxito después de otro, mientras su renovada banda interpreta las canciones con suma profesionalidad.
Da igual que hayas visto este concierto varias veces porque los clásicos de Pet Shop Boys siguen funcionando gracias a su atemporal synth-pop y a sus fáciles estribillos. Cualquiera que escuche ‘Domino Dancing’ o ‘Paninaro’ por primera vez se quedará de inmediato con sus melodías. Y el que esté familiarizado con todos sus éxitos, aún flipará con la suprema elegancia de ‘West End Girls’ o ‘It’s a Sin’. El piano house de ‘The Pop Kids‘ y, sobre todo, el subidón EDM de ‘Alright’, insertan el directo de Pet Shop Boys en una actualidad a la que también pertenecen. Ellos cantan que la «música es para siempre» y la suya, sin duda, lo es.
También hay algo atemporal en el acercamiento de Sexy Zebras a los sonidos de rock ‘n roll y el garage rock del pasado. Ellos lo recrean no solo con gracia, sino que su vocalista Gabriel Montes hace un papel de frontman espectacular. Hablar de carisma ya es un cliché, así que mencionaré el visible dominio del escenario de un grupo ya muy experimentado que habita la energía del rock n’ roll primigenio como si la llevara bajo la piel, y que, con los apoteósicos coros de «vamos nena, jaleo, jaleo» o ese «me la suda lo que digas» de ‘Días de mierda’, sobre todo sabe llevar la chulería por bandera.
Fer Morales
Bomba Estéreo aterrizan al Low con el cometido de despertar a una audiencia que resiste llegada la madrugada. Lo consiguen con un espectáculo esotérico, decorado son setas gigantes y velas encendidas, y basado en su habitual fusión de ritmos latinos y caribeños con synth-pop y electrónica, y más enfocado en elaborar desarrollos progresivos de lo que recuerdo de otros conciertos de la banda colombiana.
La idea funciona gracias a la riqueza instrumental presente en el escenario, que incluye tambores, flautas y maracas tocadas en directo, y una variedad de influencias que va de la cumbia al merengue house de ‘Tiburón’, una divertida e inesperada -o quizá no tanto- versión de Proyecto Uno. La música es tan tangible y visual que es fácil olvidar la oscuridad del escenario: a Li Saumet no se la ve, sino que se la percibe. Su voz, eso sí, se siente.
Li Saumet emerge en el escenario soplando un manojo de salvia y, en ‘Pájaro’, una de esas canciones que Simón Mejía y compañía extienden durante largos e hipnóticos minutos, baila como poseída debajo de una torre de luces láser que parece querer abducirla. Saumet se encarga de mantener la fiesta bien arriba, pero también de impregnar el show de espiritualidad, invitando al público a pensar en el amor que tenga en su vida, aunque sea el propio, y a ignorar a aquellos que critican sin fundamento. En ‘Así soy yo’, Saumet reivindica haber elegido su propio camino: «En esta vida hice lo que me dio la gana, y ahora estoy aquí», expresa. Noelia Núñez ha salido de la conversación.
El show inicia con tecnazo, aunque hay que ponerle un pero, que las transiciones entre canciones no fluyan tan bien como deberían. Bomba Estéreo suplen este inconveniente gracias a lo bien engrasados que suenan sus jams instrumentales. El show pronto se sumerge en los evocadores ritmos de synth-pop latinos de ‘To My Love’ o en el éxtasis de ‘Fiesta’. Después, la locura de percusiones de ‘Fuego’ llevan el show al clímax antes de que llegue la comunión de ‘Ojitos lindos’. El mayor triunfo de Bomba Estéreo es que su propuesta de futurismo tropical no tiene rival en cuanto a aceptación popular, y, sobre todo, es actual a más no poder.
‘malibU’ está siendo una de las canciones del verano y da a rusowsky su primer top 1 en JENESAISPOP. Ha obtenido el 47% de los votos en la final de las Stories de Instagram, uno de los mayores porcentajes vistos recientemente. Anteriormente quedó en el puesto 3 ‘BBY ROMEO’ con Ralphie Choo o en el número 11 con una colaboración con Bb trickz. Si hablamos de la lista española oficial, el tema sube esta semana al puesto 36 y estos últimos días ha seguido subiendo en Spotify España hasta llegar al número 30. Claramente va a ser un antes y un después en su carrera.
Volviendo a nuestro top construido con los votos del público, la entrada más fuerte es la de Turnstile y también Sigrid y Kesha con JADE, llegan al top 10. Isabella Lovestory y Little Simz se cuelan en el top 20, mientras en el top 40 lo logran El Gavira con ‘Las nazis rubias’ y Fermi con Maria Rodés.
La deriva comercial de la nueva era de Justin Bieber está resultando interesante de seguir. ‘SWAG‘ es un álbum de guitarra, lo-fi, relativamente alternativo, y de hecho se ha anunciado que su verdadero proyecto pop llegará a finales de este año o principios del que viene.
El single ‘Daisies’ debutó en el número 1 del Global de Spotify, después cayó, luego empezó a reflotar, y ahora definitivamente podemos considerarla un gran éxito en toda su rareza.
La canción asciende al top 1 de la lista británica al haber sumado lo equivalente a casi 41.000 ventas en una semana. En el puesto 2 queda ‘Dior’ de MK ft Chrystal con casi 37.000 y en el puesto 3 ‘Eternity’ de Alex Warren, quien por otro lado es número 1 de álbumes, dejando en el puesto 2 lo nuevo de Tyler the Creator, ‘DON’T TAP THE GLASS‘, nuestro Disco de la Semana.
Los anteriores números 1 de Justin Bieber en Reino Unido fueron ‘What Do You Mean?’, ‘Sorry’, ‘Love Yourself’, ‘I Don’t Care’ junto a Ed Sheeran, ‘Cold Water’ con Major Lazer y Mø, ‘Despacito’ junto a Luis Fonsi y Daddy Yankee y ‘I’m the One’ junto a DJ Khaled, Quavo, Chance the Rapper y Lil Wayne. Frente a esta indigesta ensalada de «featurings», la OCC recalca que este es el primer número 1 de Justin Bieber sin invitados desde 2015, hace 10 años, cuando se editó ‘Purpose‘.
Si nos dirigimos a otros países y a falta de conocer nuevos datos de la segunda semana, pues las listas británicas son las primeras en salir, ‘Daisies’ ha sido top 1 en Australia y Nueva Zelanda, y número 2 en Estados Unidos y Canadá. Como siempre, en países europeos, los resultados son más tibios: top 22 en Alemania, top 65 en Italia y top 76 en España. ¿Terminará nuestro país cayendo al encanto de esa guitarra eléctrica, grabada de aquella manera?
El concepto de lo que conocíamos como canción del verano continúa evolucionando, quizá hasta su extinción definitiva. Ya hace muchos años que se lleva hablando del fin de esa canción inescapable que sonaba hasta como tono de llamada y que te sabías enterita sin haberla escuchado por tu cuenta. A falta de un hit global indiscutible, estamos en una época en la que parece que cada uno ha de elegir su propia canción del verano.
En 2010, el ‘Waka Waka’. Un año después, ‘Danza Kuduro’. Después, en este orden, llegaron ‘Call Me Maybe’, ‘Get Lucky’, ‘Bailando’… o la inolvidable ‘Despacito’ en 2017. Nadie dudaría de que estas fueron la canción del verano en su momento. Sin embargo, a partir de la pandemia todo cambia. En 2021, podríamos decir que fue ‘Todo De Ti’, mientras que en 2022 el título se lo llevó claramente «Quédate» de Quevedo y Bizarrap… ¿O fue ‘DESPECHÁ’? Depende de a quién preguntes.
Después de ‘Flowers’, o ‘Columbia’, y ‘Si Antes Te Hubiera Conocido’, o ‘Potra Salvaje’, este año ‘La Plena (W Sound 05)’ de Beéle ha pasado más de 3 meses en el número 1 de la lista oficial de singles española y nadie diría que es la canción del verano, aunque los datos indiquen lo contrario. Todas las canciones mencionadas previamente tenían los números de su parte, pero además se colaban en la vida de las personas. Tenían un cierto impacto cultural. ‘La Plena’, no está tan claro.
La concepción de canción del verano ha ido cambiando al mismo tiempo que la manera de consumir música. Los gustos se han fragmentado tanto por el dominio de las plataformas de streaming que es muy difícil que una sola canción ponga de acuerdo a todo el mundo. Lo mismo con la aparición de TikTok. Puedes tener un tema increíblemente viral y que no llegue a todas las capas de la sociedad por igual: ‘drivers license’, ‘Beggin»…
Por esto, ahora tiene mucho más sentido referirnos a NUESTRA canción del verano, más que a LA canción del verano. Si lo que te cautiva es que suene a algo veraniego, unas propuestas más claras podrían ser ‘malibU’ de rusowsky, que también sirve como nostalgia del electrolatino, y ‘DAISIES’ de Justin Bieber, que no para de ascender en las listas.
Para un verano pop girlie, las opciones podrían ser ‘Manchild’ de Sabrina Carpenter, ‘What Was That’ de Lorde o ‘Diet Pepsi’ de Addison Rae. Si te va más el KPOP, BLACKPINK, KPop Demon Hunters y KATSEYE han empezado el verano con tres bangers absolutos: ‘JUMP’, ‘Golden’ y ‘Gnarly’, respectivamente.
Bad Bunny es el único artista que puede sacar un disco en enero y seguir teniendo la canción del verano. Aunque se aleja de la fórmula clásica del reggaeton, que siempre ha sido un imprescindible en las listas de canciones del verano, ‘DtMF’ puede ser recuperada perfectamente. De lo contrario, también está el regreso de C. Tangana a las listas de la mano de Mora, con ‘DROGA’, o el último single de Quevedo, ‘TUCHAT’, ya número 1 en España.
Los más alternativos, por otro lado, encontrarán su refugio en el nuevo disco de Tyler, the Creator, del cual destacamos la clásica ‘Ring Ring Ring’; en las reflexiones postpaternidad de Alex G, concretamente ‘Afterlife’; o en el hardcore popificado de Turnstile con ‘I CARE’. Por no hablar de lo que se viene con los nuevos lanzamientos de Tame Impala o Blood Orange. Canción del verano o no, está claro que entretenidos estaremos.
En un set en Primavera Sound o con esa portada «white label», se adivinaba que el regreso de Tame Impala iba a ser diferente. Aun así, ‘End of Summer’, que paradójicamente sale en pleno verano, es una de las grandes sorpresas del año, y por supuesto nuestra Canción del Día para este viernes.
Sobre un bombo a negras, Kevin Parker empieza a hablarnos sobre alguien a quien ya no tiene tanto sentido abrazar; sobre «esperar hasta el final del verano» hasta que es demasiado tarde.
En su voz y en la melodía queda algo de la psicodelia que siempre identificamos en Tame Impala, pero el entorno es diferente, y evoluciona a algo más diferente todavía a medida que avanzan los 7 minutos del tema. Y los 9 minutos de vídeo, que cuentan con una pausa para besar.
En una producción que habríamos asociado más a Caribou o a los Chemical Brothers más melódicos -los que recurrían una y otra vez a los servicios de Noel Gallagher-, es curioso que la referencia termine siendo la misma. Una melodía preciosa que podría haber escrito Paul McCartney en la era ‘Revolver’.
A falta de saber si el nuevo disco de Tame Impala seguirá los mismos derroteros, de momento Kevin ha dejado un mensaje misterioso en redes. En él no usa la palabra «single» y describe ‘End of Summer’ como «lo primero que quería que escucháramos de esta nueva era». Sin embargo, ojalá todo el proyecto se parezca a esto.
Sea Apple Music o Paste, cada vez que un medio selecciona ‘Like a Prayer’ como el mejor disco de Madonna en una de esas listas con lo mejor de todos los tiempos, se pone en evidencia cuán superficial es la aproximación de la crítica musical a su discografía. Su mejor álbum, por mucho, es ‘Ray of Light’. Lo sabe ella, porque así lo dice cada vez que le preguntan, y lo sabe cualquier persona que haya oído con un mínimo de dedicación algo que no sea ‘Immaculate Collection’ o «This Is Madonna».
Poquísimos artistas de música pop han sabido cerrar una obra tan sublime, madura y delicada. Antes, sólo su admirado David Bowie, o Björk, una influencia evidente en dicho álbum. Y después, solo Beyoncé (varias veces) y su mejor discípula, Rosalía. Por poner un ejemplo, The Weeknd ha probado varias veces no tener ni idea de cómo conceptualizar siquiera una idea sencilla.
Hoy no hablamos de ‘Ray of Light’ porque Madonna y Warner siguen sin materializar ni una sola de las reediciones que anunciaron a bombo y platillo hace ya 4 años. Lo que tenemos entre manos es su disco de remezclas, que se canceló en 1999 debido al longevo éxito del álbum original, que triplicó las ventas de ‘Erotica’ y ‘Bedtime Stories’, sus predecesores.
Warner, que con tanto tino solía aconsejar a la artista, salvo excepciones, animó a Madonna a no sacar este álbum de remezclas, a no salir de gira y a grabar rápidamente otro disco de estudio porque la percibía especialmente inspirada. El resultado fue ‘Music’, otro álbum infravalorado por la crítica y por el público de hoy, que lo que quiere es «Confessions 2», nada de experimentos.
Pero a Madonna siempre le ha gustado una remezcla más que a un tonto un lápiz, y por eso encargó a varios productores de la época que dieran una vuelta a las canciones de ‘Ray of Light’. Incluso a un par que no habían sido single. Por eso y porque los CD singles le regalaban números 1 de manera totalmente random en países como España. ‘Nothing Really Matters’ fue número 1 por aquí, algo impensable en los días de ‘La plena’.
Como antes el más pertinente ‘Finally Enough Love‘, ‘Veronica Electronica’ celebra los tiempos en que los remixes no consistían en «featurings» absurdos, sino que eran simplemente una cosa que sudar en la discoteca. Su título recuerda que la Madonna de los 90 también podía ser kitsch: recordemos su colaboración coetánea con Ricky Martin, su verdadero desastre latino, jamás ‘Medellín‘. Pese a su nombre medio hispano, estas remezclas se adentran en el techno de la época de mano de gente como Sasha, Peter Rauhofer, el propio productor del disco original William Orbit o Victor Calderone.
Si el objetivo de ‘Ray of Light’ alguna vez fue acercarte al cielo mediante la música «electrónica de Verónica», la remezcla que mejor acomete la misión es el edit de Calderone de ‘Sky Fits Heaven’, valga la redundancia. Su ligero cambio de acordes tras minutos de loop es, pues eso, celestial. Al fin y al cabo este disco también barajó llamarse «Mantra». Por lo demás, las revisiones son víctimas de su tiempo, y de cierta monotonía. Las 5 primeras buscan oficialmente el club, y las 3 últimas representan el chill, lo que deja poco disfrute en las adaptaciones de las baladas, ‘Frozen’ y ‘The Power of Goodbye’.
En verdad, lo mejor vuelve a ser reencontrarse con algo parecido al tracklist original, letras y «vocals»: es un milagro que Madonna hiciera sonar uno de sus estribillos de cama, como «bésame, me estoy muriendo, pon tu mano sobre mi piel», tan espiritual como lo eran ‘Drowned World’ y ‘Ray of Light’. El disco se cierra con la maqueta de un tema llamado ‘Gone Gone Gone’ -algo extraño porque muy poco después la artista firmaría otro tema llamado ‘Gone’-, una canción de ruptura que al menos tuvo tiempo de construir un buen «middle 8». Su sonido redunda en aquella Madonna que se empapó de trip hop y drum&bass, y lo hizo sonar sexy y purificador, a la vez.
Como Deerhof recientemente y por razones similares, Xiu Xiu van a abandonar Spotify. Justo cuando les recordábamos por su influencia en el disco de Model/Actriz. El grupo se disculpa porque por razones burocráticas, su decisión va a tardar en ser efectiva, pero la cuestión es que está tomada.
La razón por la que Xiu Xiu dejan el gigante de streaming, cuyas cifras públicas tienen al mundo obsesionado, no es la esclavitud de playlists y algoritmos absurdos, sino la deriva política de sus propietarios. Según el grupo, «Spotify usa el dinero obtenido a través de la música para invertir en drones de combate equipados con inteligencia artificial».
Pitchfork informa de que se refieren a las inversiones de Prima Materia, del co-fundador de Spotify y director ejecutivo, Daniel Ek. Este ha realizado una inversión en una compañía de defensa alemana llamada Helsing, que vende software que utiliza inteligencia artificial en decisiones militares.
Jamie Stewart ha declarado: «retiramos nuestra música de Spotify especialmente para animar a la gente a cancelar sus suscripciones debido a la inversión en drones de combate equipados con IA. Aunque las prácticas financieras de todos los servicios de streaming van contra los músicos, que Spotify esté usando beneficios conseguidos esencialmente a partir de robar música, para matar a gente y hacer más beneficios, está más allá de cualquier comprensión».
Xiu Xiu fueron pioneros del underground queer en la década de los 2000 con álbumes como ‘A Promise’ y ‘Fabulous Muscles’. Antes de su borrado, su clásico ‘I Luv the Valley OH!’ suma 7 millones de streams, y ‘Sad Pony Guerrilla Girl’ es su tema más popular ahora mismo, con 4 millones. Su último disco, ’13» Frank Beltrame Italian Stiletto with Bison Horn Grips’, data de 2024.
Este 25 de julio, festivo en varias comunidades de España, deja pocas novedades en el panorama nacional. En lo internacional, el día es también vago en discos totalmente nuevos, aunque sí hay nuevos lanzamientos de Indigo De Souza, Fever Ray (su no-recopilatorio), Paul Weller, Alice Cooper (justo a la muerte de Ozzy Osbourne) y un álbum de remezclas de Madonna.
En el plano internacional, hay temas de nuevas estrellas como Lola Young, CMAT, Amaarae, sombr, Kim Petras, Mabel, Isabel LaRosa y también de algunas de siempre, como Mariah Carey, Sophie Ellis-Bextor o Jennifer Lopez, que ha sacado un tema llamado ‘BIRTHDAY’ por su cumpleaños. Quizá el tema más sorprendente es el technazo de Tame Impala. Hablando de lo cual hay una remezcla de Delaporte para el nido con Rodrigo Cuevas, y también nuevo single de Jamie xx.
Pese a que no hay nuevos grandes discos nacionales, sí hay un EP de 3 canciones del supergrupo Locoplaya, así como muchísimas canciones sueltas interesantes de Barry B, nusar3000, Idoipe con Maria Rodés, Irenegarry, Julieta, Ona Mafalda o Good Franco. Entre las curiosidades, el nuevo dúo de Troye Sivan con Guitarricadelafuente, o la versión de Repion de Triángulo de Amor Bizarro.
¿Echas en falta alguna novedad interesante en la playlist? ¿Tienes alguna candidata para «Canción del Día»? ¡Indícanoslo en la sección de comentarios!
La muerte de Ozzy Osbourne ha sido lamentada por numerosas personalidades de la industria musical. Elton John, Jack White, Metallica, The Smashing Pumpkins, lo que queda de Nirvana, John Maus o en España Alaska han sido algunos de los músicos que han enviado mensajes de condolencia.
El público también ha respondido y hasta 12 de sus temas han aparecido en el top 200 Global de Spotify: 6 de Black Sabbath y 6 de Ozzy Osbourne en solitario. El favorito del respetable ha sido ‘Paranoid’, que ha ascendido hasta el top 10, en concreto hasta el top 9 de las listas actuales, sumando 4 millones de streams en un solo día. Otros temas que se han recuperado del disco también llamado ‘Paranoid’ de 1970 han sido ‘Iron Man’ y ‘War Pigs’.
Pero también hay que destacar varias canciones de Ozzy Osbourne: ‘Crazy Train’, que aparece en el puesto 14; ‘Mama, ‘I’m Coming Home’, en el número 17; y ‘No More Tears, en el top 20. Las dos últimas están extraídas de su disco de 1991 ‘No More Tears’.
Así queda el listado completo del último asalto de Ozzy al chart global:
9.-Black Sabbath / Paranoid
14.-Ozzy Osbourne / Crazy Train
17.-Ozzy Osbourne / Mama, I’m Coming Home
20.-Ozzy Osbourne / No More Tears
33.-Black Sabbath / Iron Man
41.-Black Sabbath / War Pigs
67.-Ozzy Osbourne / Mr Crowley
106.-Black Sabbath / Changes
108.-Ozzy Osbourne / Bark at the Moon
145.-Black Sabbath / N.I.B.
151.-Ozzy Osbourne / Dreamer
195.-Black Sabbath / Children of the Grave
KNEECAP tendrán prohibida la entrada a Hungría durante los próximos tres años. Así lo ha anunciado el gobierno húngaro, que acusa al grupo irlandés de incurrir «repetidamente en discursos de odio antisemita que apoyan el terrorismo y a grupos terroristas». La noticia llega en la víspera de su actuación en el festival Sziget, planeada para este mes de agosto.
El portavoz del Gobierno húngaro ha asegurado tener una «tolerancia cero» con cualquier forma de «antisemitismo» y ha declarado que el concierto de KNEECAP representaba «una amenaza para la seguridad nacional». Este ha añadido que si el grupo entra en el país, «seran expulsados conforme a las normas internacionales».
En un comunicado en Instagram, y después de pedir perdón a «las decenas de miles de fans» que esperaban su presencia en el festival, KNEECAP han calificado como «indignante» la situación, teniendo en cuenta que hace unas semanas Viktor Orban recibió a Benjamin Netanyahu «como si fuera un héroe».
«Ningún miembro de Kneecap ha sido nunca condenado por ningún crimen en ningún país. Nos posicionamos en contra de todos los crímenes de odio y defendemos el amor y la solidaridad, así como denunciamos injusticias donde las vemos», aseguran en el comunicado.
El grupo termina describiendo lo ocurrido como «una distracción política y un intento de silenciar a aquellos que denuncian el genocidio contra el pueblo palestino»: «Al igual que la buena gente de Budapest, que desafió la prohibición de su propio presidente del Orgullo en junio, lucharemos por lo que es correcto», concluyen.
Hulk Hogan, leyenda de la WWE y personaje de la cultura pop, ha fallecido a los 71 años tras sufrir un paro cardíaco. Según explica TMZ Sports, el equipo médico de emergencias acudió a la casa de Hogan en la madrugada de este jueves, pero no pudieron hacer nada por salvar su vida.
Los rumores sobre un posible coma del luchador fueron desmentidos por Sky, la esposa de Hogan, hace unas semanas. Al mismo tiempo, aseguró que su corazón estaba «fuerte» y que se estaba recuperando de varias operaciones.
Después de su exitosa etapa como luchador profesional en la WWE, Hogan se convirtió en un icono de la cultura pop y el mundo del entretenimiento. Su primer papel en Hollywood fue en ‘Rocky III’, lanzada en 1982, con el papel de Thunderlips. Después de algunos papeles pequeños en películas como ‘Gremlins 2’, Hogan protagonizó las películas ‘Mr. Nanny’, ‘Suburban Commando’ y ‘No Holds Barred’.
Gracias a su icónica apariencia, de bigote rubio y bandana roja, también era común que llevase a cabo cameos haciendo de sí mismo. Así, apareció en la película de ‘Los teleñecos en el espacio’ y en la serie de televisión ‘Los Goldberg’. De igual forma, ha sido parte de numerosos vídeos musicales. Especialmente, en el de la canción ‘Headlock on My Heart’ de Dolly Parton. En la década de los 2000, consiguió un gran éxito con su propio reality show, ‘Hogan Knows Best’.
Hogan ha sido una persona de muchas caras, siendo parte de la industria musical durante un breve periodo de tiempo. El luchador lanzó un disco en 1995 titulado ‘Hulk Rules’ bajo el nombre artístico de Hulk Hogan and the Wrestling Boot Band. Durante los últimos años, ha difundido abiertamente sus inclinaciones políticas, apoyando la candidatura de Donald Trump durante la última Convención Nacional Republicana.
Sam Smith ha lanzado su segunda balada del año. ‘Love Is A Stillness’ estaba construida en torno a un piano, y en ‘To Be Free’ la protagonista es la guitarra. Aparte de eso, y si no fuera por el subidón final, sería igual de aburrida.
Si ‘Love Is a Stillness’ parecía un villancico, en ‘To Be Free’ un coro de góspel que entra a mitad de canción tiene todo el peso, en una pieza que habla principalmente de la libertad, aunque de forma muy general. «Rezo porque tu corazón sea ligero / Valiente y libre como el mío / Flotando como una pluma / La esperanza espera más adelante», canta el artista británico.
Smith detalla que la canción fue escrita hace 5 años y que está coescrita junto a su amigo Simon Aldred, pero todavía no ha aclarado nada sobre un próximo disco. Sí que ha adelantado que ‘To Be Free’ forma parte de un proyecto y que «el increíble coro» que aparece en este tema estará presente en más canciones.
Sonorama Ribera vuelve un año más con más de 100 nombres en el cartel. En este entra un poco de todo, desde el indie nacional de Viva Suecia, pasando por el punk de Muguruza y terminando con el hip hop de Fernandocosta. El festival de Aranda de Duero tampoco se olvida de las propuestas internacionales, siendo este año los platos fuertes Franz Ferdinand y Supergrass.
Esta es nuestra selección de los 10 conciertos que no te puedes perder en el festival arandino, que se celebra del 6 al 10 de agosto y que siempre acaba siendo una de las citas musicales obligatorias de nuestro país. JENESAISPOP vuelve a ser medio oficial.
Fermín Muguruza
El icónico frontman repasará su extenso repertorio en Aranda de Duero, tanto en Kortatu como en solitario, y celebrará 40 años de carrera en un concierto lleno de ska, reggae y punk. El de Muguruza promete ser uno de los conciertos más reivindicativos de esta edición de Sonorama Ribera.
Supergrass
El britpop ha vuelto y con ello Supergrass, que celebran 30 años de su debut discográfico, ‘I Should Coco’. La banda de Oxford está tocando el álbum en su totalidad, además de una selección de éxitos adicionales para deleite de los fans. De esta forma, canciones como ‘Alright’ y ‘Caught By The Fuzz’ inundarán Aranda de la energía de los 90.
Carolina Durante
Con un Diego Ibáñez cada vez más recuperado de su lesión, el grupo madrileño continúa disfrutando del éxito de su tercer disco de estudio, ‘Elige Tu Propia Aventura‘. Podemos esperar uno de los conciertos más divertidos del festival gracias a temazos como ‘Joderse La Vida’ o ‘Tempo 2’, o a clásicos modernos como ‘Cayetano’ o ‘En Verano’.
Ginebras
Los conciertos de Ginebras son la explosión de color, bangers y humor de cualquier festival gracias a la naturalidad de sus integrantes y a la calidad de sus canciones, llenas de preocupaciones generacionales y estribillos memorables. En ‘¿Quién es Billie Max?‘, su último LP, el grupo formado en Madrid canta sobre ‘Alex Turner’ o ser un ‘Desastre de persona’.
Amaia
La autora de ‘Si abro los ojos no es real‘ es una de las artistas más queridas del país. En Bilbao BBK Live se vio que a sus fans no les importa esperar incondicionalmente en medio de una tormenta eléctrica, pero no es para menos. Los conciertos de Amaia están llenos de virtuosismo, risas y muchísima emoción. Una imprecindible de cualquier festival.
Barry B
Nacido en Aranda de Duero, Barry B es la última sensación en el plano de la música alternativa de nuestro país. Después del lanzamiento de su debut, ‘CHATO’, y del éxito de ‘Yo pensaba que me había tocado Dios’ junto a Carolina Durante, una de las mejores canciones del año pasado, Barriuso está preparado para dar uno de los shows mas eléctricos del festival.
Franz Ferdinand
La banda escocesa se encuentra en mitad de la gira de su último disco, ‘The Human Fear’, y sus conciertos siguen siendo un punto de encuentro para los amantes del rock y la adrenalina. Su repertorio de éxitos va desde ‘Take Me Out’ y ‘Do You Want To’ hasta ‘No You Girls’ y abarca más de 20 años de carrera.
Natalia Lacunza
La anticipación por el próximo disco de Natalia Lacunza es real. Los grandísimos adelantos de este, ‘Un Castigo’ y ‘Apego Feroz’, no faltarán en un setlist en el que se también se servirán los mayores éxitos de una carrera que está en su mejor momento. ‘nana triste’, ‘Cuestión de Suerte’ o ‘Muchas Cosas’ son solo algunos de ellos.
Javiera Mena
La cantante y productora chilena es un icono del pop electrónico y regresará a Sonorama para presentar su último disco, ‘Inmersión’. Su directo es tan bailable como emocionante y, gracias a temas como ‘Cámara Lenta’ o la más reciente ‘Mar de Coral’, promete ser una de las actuaciones más memorables del festival.
Arde Bogotá
El grupo murciano no falla en ser el concierto más multitudinario de todos los festivales a los que van. No va a ser distinto en Aranda de Duero. ‘Los Perros’, ‘La Salvación’ y la extensa ‘La Torre Picasso’ formarán parte de un concierto lleno de himnos y euforia.
‘Don’t Tap the Glass’, es decir, «No golpee el cristal», es la señalización que se ha tenido que poner en zoológicos y acuarios para que gente que considera su propia visita a estos lugares muy especial, deje de molestar a los animales. En su 9º álbum, Tyler the Creator utiliza esta expresión como desafío a sus «haters»: si golpeas el cristal, saldrá el monstruo, advierte en un tema que también presume de «23 centímetros de larga, si me gustas».
La parte rapera de ‘DON’T TAP THE GLASS’ es tan ostentosa como la grotesca cadena que vemos en la portada del disco. El primer tema, con sample de un tema de 2002 de Busta Rhymes y Pharrell, nos presenta a uno de sus habituales personajes, «Big Poe», que es quien nos da unas normas para disfrutar del álbum, como dejar las mochilas en casa o abandonar los móviles. No será necesario por mucho tiempo de todas formas, pues el proyecto dura media hora escasa, resultando uno de los más livianos de este verano.
Sobre todo por la ligereza con que hilvana unas pistas y otras, casi sin que ni te des cuenta. Como es habitual, Tyler the Creator pulula entre el rap, el funk o el soul, con la naturalidad con que antes lo hicieron Janelle Monáe, Outkast o el Stevie Wonder más pionero. El paso de ‘Sugar on my Tongue’ a ‘Sucka Free’ es puro divertimento, como en septiembre de 1976 lo fue la parte más disfrutona de ‘Songs in the Key of Life‘, mucho antes de que Daft Punk convirtieran el vocoder en su seña de identidad.
Esa parte más colorida es muy Outkast, aunque en ‘Sucka Free’ Tyler se presenta como «chico para todo» y el resto de la secuencia tiene el encargo de demostrarlo. ‘Mommanem’ es una producción más experimental en la que un punteo sintetizado martillea, y termina llevando a la ametralladora ‘Stop Playing With Me’. «Deja de jugar conmigo, no estoy para coñas», planea en el momento más «Yeezus» de este álbum.
La segunda parte del álbum, pese a contener el tema titular, una de las típicas canciones de Tyler the Creator que se divide en dos partes, en este caso del hip hop al synth-pop, es claramente la más espiritual o sentida. ‘Ring Ring Ring‘ parece el single claro, a falta de lo que digan los mandamases de Today’s Top Hits, y revisita el sonido Motown en un tema que no deja de telefonear a alguien que ya no quiere cogernos el teléfono.
El artista busca el amor y el apoyo, bien sea el marital o el familiar, en temas con tanto «vibe» soul como ‘Don’t You Worry Baby’ con la cantante de Brooklyn Madison McFerrin. E inmediatamente después, en ‘I’ll Take Care of You’, que parece la mera continuación de la anterior, para bien. Tras ella, el álbum se despide con un tema que no es un trip hop ni un góspel pero parece ambas cosas, y que viene a resumir que ni el dinero ni los centímetros de grosor de cadenas de oro y otras cosas dan la felicidad: «mamá, soy millonario, pero me siento un vagabundo / puedo comprarme una galaxia, pero no puedo permitirme buscar el amor. ¿Dónde está el mapa? No lo sé. ¿Hay camino hacia mi alma? Necesito respuestas». ¿Un cliché? Es posible. Por suerte, la música de Tyler the Creator todavía no lo es tanto.
Recordarás a Jamie Woon por ser uno de los «hypes» del pop de 2011 en el mundo anglosajón. Su debut, ‘Mirrorwriting‘, contenía tres co-producciones de nada menos que Burial, además del single ‘Lady Luck’, pero su lanzamiento fue eclipsado por el éxito del entonces emergente James Blake. Aún así, Woon logró quedar cuarto en el BBC Sound of 2011, que no ganó Blake, por cierto, sino Jessie J. El segundo álbum de Woon, ‘Making Time‘, más orgánico, se lanzó cuatro años después.
Desde entonces, Jamie Woon no ha publicado material nuevo y, salvo alguna colaboración puntual, se ha mantenido al margen de la industria. Sus fans llevan diez años esperando, como agua de mayo, su retorno al estudio de grabación. Y esta semana, por fin, este retorno se ha materializado con el lanzamiento del primer single de Woon en una década. Por fortuna, es un single doble.
‘Heavy Going’, la principal apuesta de Woon en esta nueva era, parte de una notable influencia del neo-soul y, por su estilo orgánico, reflejado en la presencia de guitarras -acústicas y eléctricas-, baterías y armonías, parece una evolución natural del álbum anterior. En ‘Heavy Going’, las diferentes capas instrumentales brindan el fondo musical a una meditación sobre la dificultad de «cambiar» en el mundo moderno que invita a refugiarse en la «tristeza».
Si bien D’Angelo siempre ha sido una influencia evidente en la música de Jamie Woon, esta vuelve a percibirse en ‘Heavy Going’ y también en el sonido del segundo sencillo, ‘A Velvet Rope’, que incorpora elementos que remiten a ‘Voodoo’ (2000) y evoluciona hacia un estilo de R&B electrónico.
«A Velvet Rope», que de primeras no esconde un homenaje a Janet Jackson, retrata a un Woon desorientado, que pone el foco en todo pero no se fija en nada, y que cree haber «perdido su sitio», sin saber a dónde se dirigía en primer lugar. Ahora que está de vuelta, le damos la bienvenida.
A tan solo un año de su aclamado debut ‘Prelude to Ecstasy‘ (2024), la banda británica The Last Dinner Party ha anunciado su continuación, ‘From the Pyre’, que se pone a la venta el 17 de octubre.
The Last Dinner Party explica que ‘From the Pyre’ es una «colección de historias unidas por el concepto de álbum como mito». Y añade: “‘The Pyre’ (La Pira) es en sí un lugar alegórico del que surgen estos relatos, un sitio de violencia y destrucción, pero también de regeneración, pasión y luz».
Según narra el grupo, las letras de ‘From the Pyre’ «invocan rifles, hoces, marineros, santos, vaqueros, inundaciones, la Madre Tierra, Juana de Arco e incendios abrasadores». Es decir, ‘From the Pyre’ será The Last Dinner Party al 200%.
Lo es, como mínimo, el primer adelanto, ‘This is the Killer Speaking’. Una canción muy reconocible de The Last Dinner Party por su estilo glam y su letra llena de metáforas medievales teñidas de sangre y violencia. Esta es la historia de una mujer despechada que busca venganza. Y las imágenes son tan gráficas como la de un «asesino» que ha «desollado» a su presa. La humillación es extrema en una de las mejores frases de la canción: «Pareces un santo sollozando, con tu ojo infecto».
Abigail Morris, vocalista de The Last Dinner Party, imprime a ‘This is the Killer Speaking’ toda su personalidad y teatralidad. Aunque la canción es continuista -quizá no podía ser de otra manera-, rebosa carisma gracias a su interpretación. Y su concepto violento está perfectamente plasmado en frases como «Si hubieras sido honesto, te hubieras ahorrado esta sangría». Pero, entonces, tampoco tendríamos esta canción.
Aitana Ocaña y Aitana Bonmatí no tienen, en principio, nada en común salvo el nombre, la nacionalidad (ambas son catalanas), su año de nacimiento -finales de los 90- y la cualidad de ser excelentes en lo suyo. Pero el azar ha querido que ambas se conviertan en referentes de una generación -Bonmatí en el fútbol, Ocaña en la música- llevando el mismo nombre en el DNI. Un nombre que, sin apellidos, basta por sí solo para identificarlas. “Aitana” es, hoy, mucho más que un nombre propio, es casi una marca de éxito generacional.
Aunque Bonmatí dio sus primeros pasos en el fútbol antes de que Ocaña debutara en la música, sus trayectorias hacia el estrellato comenzaron a converger en un año clave: 2017. Ese fue el año en que Bonmatí se estrenó en la Selección Española, y también el año en que Ocaña se dio a conocer en Operación Triunfo. Hoy, Bonmatí es campeona del mundo y acaba de marcar un gol decisivo que ha llevado a España a la final de la Eurocopa Femenina, que se disputa este domingo. Por su parte, Ocaña vive su mejor momento profesional: acaba de ofrecer su primer concierto de estadios en Barcelona y le quedan otros dos en Madrid.
Tanto el fútbol femenino como Operación Triunfo han cambiado profundamente en los últimos cinco a diez años. El fútbol femenino ha pasado de ser un fenómeno minoritario a gozar de una enorme popularidad. Ya era hora. De repente es posible reconocer en los medios a figuras como las de Aitana Bonmatí o Alexia Putellas, que incluso protagonizan portadas, editoriales y/o anuncios publicitarios, de la misma manera que identificamos desde hace décadas a sus homólogos masculinos, algo impensable no hace tanto tiempo.
Y desde exactamente 2017 Operación Triunfo ha cambiado radicalmente, influido por nuevas sensibilidades estéticas, sexuales y emocionales. El programa se ha transformado en un espejo de los debates actuales en torno a la identidad, la ruptura de géneros y, particularmente en el caso de Aitana, la salud mental. Aunque Aitana representa el caso excepcional de artista salido de la Academia que logra un éxito masivo e internacional, Ocaña es también símbolo de una sociedad a la que ya no le interesan los límites entre lo comercial y alternativo. Curiosamente, ni siquiera ganó su edición, sino que lo hizo otra pionera: Amaia.
Comparar a cualquier persona por razones absurdas es un hábito que, en mayor o menor medida, hemos dejado atrás (aunque, personalmente, creo que comparar no es lo mismo que equiparar; todo se puede comparar, pero no igualar). Sin embargo, es difícil pasar por alto la coincidencia de que estas dos Aitanas estén brillando tanto, al mismo tiempo, en ámbitos tan distintos. No creo ser el único al que le confunde, por un momento, leer un titular con ese nombre sin saber si se refiere a la del balón o a la del micrófono.
Con motivo de la celebración de Jazzaldia, lo que incluye las actividades de JazzEñe entre los días 23 y 26 de julio, dedicamos el nuevo capítulo del podcast «ALGO CAMBIÓ…» a la influencia del jazz en la música pop. Marta Mansilla, líder de Eme Eme Project, que actuará este viernes 25 de julio por la mañana, nos visita para hablarnos de ‘Mutatis Mutandis’, un nuevo álbum que incluye pequeñas maravillas de neo-soul, alguna vez también empapadas de hip hop.
Mansilla, que es flautista, nos habla sobre la influencia de gente clásica como Jorge Pardo (que tocó con Camarón) o la más reciente Elena Pinderhughes, pero también de nombres conocidos por todos como Stevie Wonder, su descarado discípulo James Blake, o su productor Quincy Jones. También salen a colación raperos que se han acercado tanto al jazz como Kendrick Lamar, André 3000, y a su vez clásicos como Nina Simone.
En la segunda parte del podcast, acude como invitado Teo Planell, que es un gran seguidor de la Generación Beat y por tanto del bebop. Ajeno a las modas y las esclavitudes de las playlists, nos avanza cómo sonará el disco que publica después del verano, y en el que ha vuelto a hacer canción más clásica, citando influencias como Bob Dylan y los Beatles.
Es especialmente interesante su visión de la música pop y la deriva de la misma. «Me interesa mucho esa espontaneidad a la hora de crear. El pop es un género muy amplio, sobre todo a día de hoy. No sé si es un sonido o que algo vaya muy bien. Ya no sé qué es, me estoy volviendo un poco loco». Preguntado sobre qué está representando la música de la década actual, responde: «estamos viviendo tiempos muy extraños, no solo a nivel cultural, sino político. Hay una sensación extraña de apocalipsis en el aire. En España podemos aferrarnos a la escena Rusia IDK». En otro momento concluye: «el buen pop es un milagro».
Volviendo al jazz propiamente dicho, en la última parte del podcast, Javier Estrella, que además de ser director de JazzEñe, fue fundador del Festival de Jazz de Madrid en 1980, nos cuenta anécdotas sobre la realización de tamaño evento, algunas de las cuales implican al mismísimo Miles Davis. También nos dice por qué artistas tenemos que empezar a descubrir el jazz, y de soslayo opina sobre cantantes que se han aproximado al género, como Amy Winehouse o Lady Gaga.
Sobre el futuro del género, menciona que hay quien opina que «el jazz ha muerto, como la música del barroco», aunque en su visión «es un paraguas cada vez mayor», en el que se engloban cosas tan dispares como Paco de Lucía o Youssou N’Dour.