Son buenos tiempos para Alejandro Sanz. Excelentes. ‘#ELDISCO‘ fue un enorme éxito comercial pese a sus escasos méritos creativos y ahora le han dado una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, la número 2.703, situada en el 1750 de Vine Street. Desde mañana 8 de octubre lo celebra con una gira de 12 conciertos por Estados Unidos.
En este contexto, se estrena la piedra angular de su próximo disco, lo que se ha llamado su «kilómetro cero». Como single, ‘Bio’ representa un riesgo para él como «spoken word», al margen de su nombre de yogur o frutería de última hornada. Eso sí, alguien con sus ventas actuales debería ser un «líder» más que un «follower», y el parecido con ‘René’ de Residente, un tema tan sólo del año pasado, es demasiado.
Residente nos entregaba una composición desgarrada y confesional, de las que dejan el alma al aire, en la que recorría algunos de los recuerdos más duros de su vida. Aunque no hubieras oído jamás hablar de Calle 13, era muy difícil contener las lágrimas durante su relato sobre gente que ya no está, sobre la persona que ya ni es ni podrá ser. Fue una de las 10 mejores canciones de 2020, y desde luego la más bonita.
Por el contrario, el tema de Alejandro Sanz, aún aderezado con piano, cuerdas y guitarras, muy sutiles, eso sí, resulta mucho más frío. Uno atiende con interés a su sensibilidad artística de niño: lo poco que le gustaba el fútbol, lo poco que encajaba con los «malos de extrarradio» (sic), y cosas así. Pero no hay cumbre para este relato: uno se pasa unos minutos esperando a que pase algo, pero lo único que emerge es la duda: ¿Será que la vida de Sanz no tiene realmente nada más interesante que contar, o simplemente no se ha atrevido a desnudarse de verdad frente a su audiencia? ¿De verdad averiguaremos más cosas sobre quién es Alejandro Sanz siguiendo su incómodo Twitter que en esta canción que tenía que representar su gran momento?
No vuelve, pero sí. O sí, pero no. A Dani Martín no le apetece volver al grupo que hoy solo podemos asociar con la España que podía elegir disfrazarse de pijo o de macarra, como explica Juan Sanguino en su sublime análisis de El Canto del Loco.
Pero sí le apetece volver a explotar el fenómeno, recuperar el repertorio 20 años después, repasar las canciones, hablar de ello. Por eso ha regrabado 10 temas de su repertorio en el grupo que le hizo famoso junto a una inédita, conformando todo esto lo que se considera su 5º disco de estudio. Una fantasía navideña próximamente en sus tiendas físicas que justifica así: «Durante 10 años tuve una banda que ahora es vuestra. Desde que ECDL terminó, muchas veces, me han preguntado cuándo íbamos a volver. La vida pasa; las personas elegimos, crecemos, somos felices también en otros lugares, pero no significa que no queramos mantener vivo un recuerdo que ha hecho nuestro camino y que nos ha traído hasta el presente. Por eso es precioso ordenar las fotos, elegir las mejores, hacer el collage que te hace sonreír y quedarte con lo bonito de lo vivido. El tiempo lo cura todo. Este es mi homenaje a aquellos años. A Chema, David, Iván, Jandro, Nigel y a todos aquellos que formasteis parte de mi ilusión, de aquella que nació en el salón de mis padres, EL CANTO DEL LOCO».
La canción inédita se llama de manera imaginativa -y no es ironía- ‘No, no vuelve’. Es tremendo baladón que hace temer que esas regrabaciones de 10 cortes escogidos de El Canto del Loco suenen demasiado invernales y retraídas. Dani Martín habla de manera muy emocionada de las «zapatillas» que solía usar. Justifica por qué «no vuelve, no» («Me cansé de oír mi nombre / Me aburrí del falso amor»). Reconoce una vez más su enfermizo complejo sobre el estatus social de su banda («Me arruiné con tanta pose»). Sitúa la acción en el salón de sus padres donde empezó su grupo cuando eran solo unos chavales. Termina recordándonos que lo importante es la canción, ¿pero cuán buena es la suya?
Hemos mejorado desde ’16 añitos, fiera’. Tampoco es que fuera muy difícil. ‘No, no vuelve’ es más adulta y eficaz: su clímax «no vuelve, ¡no!» es aplicable a cualquier cosa que anhelas que vuelva y no termina de hacerlo, como por ejemplo, digamos, El Canto del Loco o la vida sin mascarillas. Sin embargo, la gracia de este tipo de canciones biográficas de autoafirmación, de ‘My Way’ a ‘It’s My Life’ o últimamente la sublime ‘René’, es su independencia, y esta es más bien un pastiche de diferentes cosas. Comienza con una sucesión de acordes clavada a la de ‘Zombie’ de Cranberries (versión acústica), para después acercarse a los territorios emocionales de un Alejandro Sanz y terminar entregándose a una épica próxima a Queen, Coldplay o incluso la balada jevi. Es una canción muy meditada con visos de hit. Bien resuelta está, pero revolver, no revuelve.
Pitchfork celebra sus 25 años. Parece mentira, ¿verdad? Quizá sea porque su influencia comenzó a ser mucho mayor hacia mediados de los 2000, y al menos en Europa rara es la persona que descubrió en su seno valores como The Avalanches o Magnetic Fields, procedentes de finales de los 90. Por aquí éramos más de Rockdelux, Mondosonoro y Radio 3. Fue alrededor de 2005, cuando empezaban a despuntar Arcade Fire, Sufjan Stevens, The National o The Knife, que la influencia de lo que entonces se llamaba Pitchforkmedia empezó a sentirse de verdad en el plano internacional. Pero existir, existían desde 1996.
25 años después, podemos abrir el enésimo debate sobre la relevancia de los medios de comunicación en la era de las redes sociales, cuestionar el atino de sus últimos hypes o su aproximación paulatina a la música comercial, pero nadie puede citar un medio de comunicación musical que resulte más influyente en el globo terráqueo. Lo que no sabemos es si Pitchfork celebra este aniversario con la mejor idea: un listado de los 200 artistas más importantes para ellos durante estos 25 años, en el que no está Adele, la autora del disco más vendido del siglo y ganadora de varios Grammys; y un artículo en el que se pretende corregir la calificación de 19 discos mal puntuados cuya valoración «cambiarían si pudieran». Ni 21 ni 25. 19 como el debut de la misma Adele.
La idea es divertida, hasta que hace aguas por todos lados. Un disco de Liz Phair que recibió un 0 pasa a recibir un 6. Se hace un poco de justicia -tampoco mucha- a ‘Born to Die’ de Lana del Rey; a ‘Stories from the City, Stories from the Sea’, el clásico de PJ Harvey que fue inexplicablemente castigado por el portal; o al EP de Charli XCX que tan importante fue para el desarrollo del hyperpop. Una de las cosas que comentábamos en nuestro podcast «Criticar por criticar» era la necesidad de informar a la audiencia sobre aquellas reseñas de las que nos arrepentíamos. Justin Timberlake, el segundo de Beyoncé, Joanna Newsom son algunos ejemplos recurrentes de nuestros archivos. Pero en este caso, Pitchfork no la ha ejecutado de la mejor manera. No a la altura de sus interesantes reseñas dominicales, por las que hace poco pasó nada menos y al fin, el debut de The Cranberries puntuado con un 8,5 sobre 10.
En este caso, Pitchfork no ha explicado bien por qué ha escogido 19 discos en lugar de otra cifra. Se limitan a decir que son álbumes de los que hablan a menudo en la redacción. Parte de la selección parece totalmente irrelevante: nadie había dejado de dormir por 1 punto de más para el último disco de Grimes, ni por 1 punto de menos para el último disco de Chairlift. Una selección de disco por año, es decir, 25, habría sido una decisión no sé si muy relevante pero desde luego sí más estética y narrativa: nos habría dicho algo de la misma evolución de Pitchfork. Rolling Stone y Rockdelux hacen ese tipo de artículos muy bien.
Otra opción habría sido preguntar a varios redactores o excolaboradores de qué crítica se arrepienten más. Sin embargo, los nuevos textos no están escritos por los críticos musicales originales, por lo cual en ocasiones la selección se convierte en una manera totalmente aleatoria de desacreditar a compañeros de profesión y de medio. O directamente son un crimen. Todavía no me he recuperado de esto: alguien ha decidido que era buena idea bajar la nota del disco final de Daft Punk, ‘Random Access Memories’, porque no ha sido tan «crucial» o «influyente» para la música pop como lo fue ‘Discovery’. El propio autor de este nuevo texto reconoce que las escuchas de ‘Random Access Memories’ siguen siendo multimillonarias, así que sólo puedo añadir que ojalá hubiera sido más «influyente», pero probablemente en los tiempos del bedroom pop no todos los músicos tenían millones de dólares para afrontar una superproducción tan prodigiosa y pornográficamente cara.
Pero el verdadero peligro de esta selección de 19 discos mal puntuados, en la que también se ha subido 1,2 puntos al segundo de los Strokes (de un 8 a 9,2), es que parece revalidar que el resto de miles de críticas publicadas por el portal son correctas. Y eso incluye las rácanas valoraciones realizadas en su momento de ‘Back to Black’ de Amy Winehouse, quien misteriosamente sí aparece en el listado de artistas esenciales (puntuado con un 6,4); ‘Vespertine’ de Björk (puntuado con un 7,2); ‘Parachutes’ de Coldplay (puntuado con un 5,3); o ‘NYC Ghosts & Flowers’ de Sonic Youth, que recibió un orondo 0. Hablo de críticas no borradas por el site, como sucedió con ‘The Boy with the Arab Strap’ de Belle & Sebastian, que se puntuó con un 0,8 en su momento, pero luego fue revisitado con un 8,5. Pero también habría que hablar de todos aquellos «best new music» ensalzados que no es que hayan sido demasiado influyentes. Grimes e Interpol han sido las víctimas fáciles de un troleo por su popularidad, pero lo bueno habría sido abrir el melón de dónde quedó el hype de gente como Girls, EMA o Hercules & Love Affair, pese al cariño que siento por los tres.
Y es que, si realmente Pitchfork se arrepiente tanto de sólo 19 críticas, ¿no habría sido lo suyo revisitarlas durante los próximos meses o años, una a una? Una jugada rara, de la que lo único bueno que se puede decir es que nos ha hecho pasar un rato, debatir… y también recordar, paradójicamente, los inicios más amateur de Pitchfork, que no sé si era la intención.
Revisitar un álbum, cambiarle la nota, genera un debate lícito y necesario: es un ejercicio incluso habitual cuando, por ejemplo, nos enfrentamos a un aniversario o una reedición, porque el tiempo y el devenir de las modas pone a cada cosa en su lugar. Pero con estas formas el movimiento genera cierto recelo. No se puede pasar por alto que el creador original de Pitchfork, Ryan Schreiber, vendió el site en 2015 al gigante editorial Condé Nast, dueño de Vogue, The New Yorker, GQ, Glamour o Vanity Fair. Entre 2018 y 2019, Schreiber se desvinculó definitivamente del portal. El giro de Pitchfork hacia el mainstream, lejos de los inicios de indie radical, había empezado algo antes, si bien consolidándose a lo grande estos últimos tiempos. No seré yo quien diga que Pitchfork ya no es lo que era, porque ignorar el mainstream siempre me pareció un error, pero antes al menos estaba claro de qué pie cojeaba el sitio y cuál era su alma, equivocaciones incluidas. Este último revuelo simplemente parece un clickbait torpe, holgazán y sin demasiado sentido. Que ‘Born to Die’ es un clásico ya lo sabemos, pero respecto a lo que hoy en día piensa Ryan Schreiber de tal álbum, lo cierto es que nos hemos quedado igual.
La discografía de El Canto del Loco abarca una década: su debut, ‘El Canto del Loco’, es de 2000 y su quinto y último álbum, ‘Personas’, de 2008. Esa casualidad los convierte en un símbolo de una época cultural muy concreta, con internet pero sin redes sociales, con discos superventas pero con piratería y, sobre todo, con un público que tenía mucho dinero. La España de El Canto del Loco es la España del chalet con piscina. La España en la que el ascensor social no solo existía sino que iba a toda velocidad y en una sola dirección: hacia arriba. Esta movilidad de clase estaba personificada en el líder de la banda, Dani Martín, ejemplo vivo de cómo en los 2000 la clase media tenía el lujo de travestirse de macarra por diversión.
El verano antes de su debut musical, Dani Martín apareció en ‘Al salir de clase’ interpretando a un miembro de “La banda del bate”. Desde luego tenía el aspecto, la postura y la voz de un macarra. Cuando salió el grupo se decía que en realidad era pijo, que era un intruso que se hacía pasar por malote, que su pose como líder de El Canto del Loco no era más que una interpretación como la que había hecho en ‘Al salir de clase’. No era verdad. Dani Martín no era ningún pijo, sino algo con muchas más posibilidades: era un chaval de clase media bienestante.
Martín creció en Alalpardo, un municipio madrileño a 50 kilómetros del centro de la ciudad compuesto mayoritariamente por chalets. Sus padres vivían en uno, en una urbanización de protección oficial. Alalpardo tenía 2000 habitantes y era el 20º municipio con mayor renta per capita de los 179 que conforman la Comunidad de Madrid. Es una especie de extensión residencial de Valdeolmos, lo cual la convierte en una localidad que no tiene tradición de pueblo pero tampoco ha desarrollado una cultura poligonera de extrarradio como otros municipios madrileños con una población cien veces mayor (Móstoles, Alcorcón, Leganés). Es decir, es una localidad sin identidad definida. Eso quiere decir que los que se crían allí pueden elegir presentarse ante el mundo como pijos o presentarse como macarras.
Dani Martín eligió la segunda opción. Y si lo tachaban de pijo encubierto era porque su pose se notaba impostada. A diferencia de los Estopa, Martín no venía del barrio. Tampoco tenía influencias musicales alternativas. Su primera exhibición artística fue a los 9 años, haciendo un playback de Hombres G en el colegio con una guitarra de madera. A los 10 se pasaba las tardes dibujando las portadas de sus futuros discos. Su aparición en varios programas y series de televisión sugería que había sido un “niño artista” de esos que van a castings infantiles. Pero también había sido repartidor de pizzas durante su adolescencia. “Mira, El Canto del Loco te puede gustar o no, pero no somos un producto. Hemos sido de mucho currar. Nadie nos ha regalado nada” insistía Martín en El País en 2008.
La gente criada en Valdeolmos podía elegir presentarse ante el mundo como pija o presentarse como macarra. Dani Martín escogió lo segundo
Martín se travestía de macarra con artefactos como una ceja partida (no en una pelea, sino con una maquinilla de afeitar), una cresta (David Beckham también la llevaba) o un tatuaje en el brazo que decía “Niñato”. Su dicción al cantar, completamente forzada, también invocaba un barrio en el que él no había crecido. Su postura habitual era con la barbilla elevada con gesto desafiante. Y por supuesto nunca sonreía. Aunque se echaba gomina, fruncía el ceño y se levantaba los cuellos de la chupa (vaquera, claro), se mostraba incómodo con su, por otro lado indiscutible, condición de sex symbol generacional: según la masculinidad imperante en la época, querer gustar se consideraba una debilidad. Por eso él se empeñaba en parecer desganado.
En su canción ‘Besos’ evidenciaba esta tensión: en las estrofas se reía de un metrosexual (“¿Por qué te echas mil cremas por el cuerpo si no se te ven?”) mientras que en el estribillo exultaba un sentimentalismo tradicional (“Eso es lo que quiero, besos, todas las mañanas me despierten besos”). En el videoclip de ‘Eres un canalla’ resolvía sus diferencias con otro chaval echando un partido de fútbol sala. La cancha estaba rodeada de chalets. Dani Martín, por tanto, nunca tuvo ninguna credibilidad como macarra. Pero eso al público nunca le importó: se notaba cuánto se esforzaba en parecerlo, como tantos chicos de su época. Para la clase media de los 2000 disfrazarse de pijo o disfrazarse de macarra eran fetiches de quita y pon. Y eso convertía a Dani Martín en un chaval representativo de su generación con el que el público podía identificarse.
Para la clase media de los 2000 disfrazarse de pijo o disfrazarse de macarra eran fetiches de quita y pon. Y eso convertía a Dani Martín en un chaval representativo de su generación
En España hay cierto complejo cultural con la teatralidad. Las estrellas del pop españolas, a diferencia de las anglosajonas, siempre parecen personas normales. El Canto del Loco pertenecía a una corriente musical dominada por la clase media: chavales con nociones musicales gracias a sus clases de solfeo en el conservatorio que vestían con la misma ropa que sus fans. La imagen de marca de artistas como La Oreja de Van Gogh, Álex Ubago o Rosana era la sencillez. Cuando uno nace pijo o pobre tiene dos opciones: continuar su estirpe o rebelarse contra ella. Pero cuando uno nace en plena clase media como Dani Martín no tiene nada contra lo que rebelarse y, de hecho, puede elegir su tribu cultural e incluso oscilar entre una y otra. Por eso El Canto del Loco conectó con la España más apacible que ha habido: a los adolescentes de los 2000 les gustaba escuchar canciones con letras genéricas porque su vida era genérica. El rock, para entonces, ya no era una cuestión ideológica sino cosmética. De ahí el éxito de Avril Lavigne, Simple Plan o Evanescence. Y lo más transgresor que un adolescente podía hacer en aquella época era ponerse un nick de Messenger alternando mayúsculas y minúsculas.
Al nacer entre los 70 y los 80, tanto los integrantes de El Canto del Loco como sus oyentes solo habían conocido la España de la prosperidad. Las hipotecas a cincuenta años, la segunda residencia en la playa, los fines de semana en Londres, los dos coches por familia. Si en los 80 La Movida ejerció un rol similar a la contracultura estadounidense de los 60 (había que romper con un pasado opresivo, cursi y autoritario), los 2000 españoles serían el equivalente a la apoteosis económica de los 80 de Reagan: una etapa de crecimiento económico sin precedentes. Todo el mundo tenía dinero. Nadie tenía motivos para quejarse. No había nada contra lo que enfrentarse.
Los 2000 españoles serían el equivalente a la apoteosis económica de los 80 de Reagan: una etapa de crecimiento económico sin precedentes
Las canciones de El Canto el Loco encajaban en este estado de ánimo. Sus letras, al igual que las de La Oreja de Van Gogh o Ubago, no tenían dobles sentidos, ni ironías, ni metáforas. Hacían música literal para una sociedad literal. Si los artistas de los 80 tenían influencias más poéticas que sus oyentes (Baudelaire, Poe, Bécquer), en parte porque la mayoría venían de buenas familias, los de los 2000 habían crecido escuchando a esos grupos (el nombre de El Canto del Loco venía de una canción de Radio Futura) y habían absorbido su sonido pop-rock pero no su riqueza lírica. Los chicos de El Canto del Loco solo tenían el mismo aspecto que sus fans, también tenían las mismas inquietudes.
Su música venía de las salas de ensayo. El guitarrista y Dani Martín eran primos. Y podían ser tus primos. Su marca era la de “una banda de instituto que ha llegado lejos” y se vestían como tal: vaqueros desteñidos, gorros de lana y camisetas de manga larga con camisetas de manga corta encima. En vez de botas de motero llevaban botas Timberland. Si un videoclip se rodaba en invierno salían con abrigos de ante y jerséis de punto. Si era verano, collares de surfero (otra estética que en los 2000 se podía fetichizar sin haber pisado nunca una tabla de surf). No parecían estrellas del rock en absoluto. Hasta el nombre de su líder, Daniel Martín García, estaba en las antípodas de una rockstar. Pero precisamente esa normalidad fue una de las claves de su éxito. Los 2000 fue la última década en la que, tras la subversión cultural de los 80 y el grunge antisistema de los 90, ser normal era lo mainstream.
La crítica los despreció como un grupo de rock para niñas o, más concretamente, un grupo de rock para niñas pijas. Y es cierto que El Canto del Loco manufacturaba, empaquetaba y despachaba un rock destilado para que sonase aceptable para el público mainstream. Ese que berreaba “Lega-legalización” de Ska-P o ‘La fiesta pagana’ de Mago de Oz para luego coger el búho a su chalet de extrarradio. El público generalista de clase media y clase alta adoptaba códigos del barrio: empezaron a tatuarse, jugaban a robar coches en el Grand Theft Auto y escuchaban hip hop. Y El Canto del Loco ofrecía una versión inofensiva y sin consecuencias del macarrismo.
El Canto del Loco ofreció una versión inofensiva y sin consecuencias del macarrismo
Cuando se declaraban ‘A contracorriente’, no estaba claro en contra de qué corriente estaban. De hecho pocos grupos nadaban más a favor de la corriente que ellos. Se trataba de una rebeldía genérica, abstracta e intercambiable. Sus letras no eran concretas, de manera que cualquiera podía identificarse con ellas: “Solo necesito que alguien crea en mí” (un sentimiento adolescente de manual), “Eres un cobarde que me ha robado lo mío” (evoca ‘Devuélveme a mi chica’, pero sin entrar en detalles de qué es “lo mío”), “Sentir que nadie me escucha / Escondo mis palabras y vuelvo a la ducha”. Cuando no resultaban directamente inconexas aunque sonasen fenomenal: “Son sueños que son de verdad / Me gustaría que fuera real”.
No es que tuvieran influencias, es que cada canción sonaba a alguna que ya existía. ‘Llueve en mí’ o ‘Son sueños’ parecían de Los Secretos, ‘Eres un canalla’ sonaba a ratos a Seguridad Social y a ratos a Gabinete Caligari y el solo de guitarra parecía el de ‘Sin documentos’ de Los Rodríguez. Tenían varias canciones sobre estar harto de la gente y cantarle las cuarenta a un examigo o una exnovia (“Eres un examen de retrasado mental”, cantaba en ‘No quiero nada’) y todas parecían versiones inconfesas de ‘Corazón de tiza’ de Radio Futura, pero ninguna concretaba qué había hecho el/la canalla en cuestión. En la intro hablada de ‘La madre de José’, Dani Martín directamente suena igual que David Muñoz de Estopa. Los coros también suenan como si los cantase su hermano José. En el videoclip, Dani caía en la seducción de la susodicha madre (interpretada por un cruce entre la señora Robinson y Olvido Hormigos), que lo embaucaba para subir a la segunda planta del chalet. Pero él no era un chaval de barrio que se tiraba a una pija. Él venía de un chalet igual al final de la calle. Y todas esas canciones sonaban un poco a Green Day.
En sus conciertos versionaban a Antonio Vega, Guns ‘n’ Roses u Hombres G. El Canto del Loco reivindicaba a estos últimos, con quienes llegaron a hacer una gira conjunta en 2006, años antes de que una parte de la comunidad indie los elevase a la categoría de iconos de la modernidad. Precisamente la imagen pública de El Canto del Loco era similar a la de los Hombres G: una pandilla de niños bien que se hacían los canallas para triunfar como fenómeno fan entre las niñas.
Pero El Canto del Loco tenían mucho público más allá de las adolescentes pijas. El Canto del Loco le gustaba a muchísima gente distinta. “Éramos un grupo de albañiles, de pijos y pijas, de señoras de la limpieza, de todo. Cuando haces tres noches es Las Ventas tiene que ser algo muy para todo el mundo”, defendía Martín en 20 Minutos. Y que todas sus canciones se pareciesen a otras canciones de los 80 no las hacía peores. Todas eran buenos y efectivos temas de pop guitarrero. Pero el cantante despertaba antipatía por haber triunfado con ese rollo de malote vestido de El Corte Inglés, especialmente entre los círculos indies masculinos: no hace tanto tiempo, David Broncano y Queué insistían en el cliché de que El Canto del Loco eran unos pijos, Ignatius Farray le deseaba la muerte a Martín o Nacho Canut vaticinaba que “en tres años nadie se acordará de El Canto del Loco”. La banda jamás recibió el beneplácito de la élite musical y Dani Martín no tenía claro si lo deseaba o no.
Él mismo era consciente de este prejuicio. Cuando fue a un programa de Radio 3 para pinchar las canciones de su vida (Soundgarden, Piratas, Los Ronaldos) confesó que miraba al técnico y le imaginaba pensando “Joder, este tío escucha esto y luego vaya mierda de música que hace”. En 2008, mientras presentaba ‘Personas’, lamentaba que mucha gente no fuera a escucharlo porque existía una barrera de prejuicios contra el grupo. Y añadía: “Yo, seguramente, también la tendría”. En aquella época la autenticidad y la calidad todavía parecían incompatibles con la comercialidad.
El Canto del Loco despertaba inquina entre los melómanos porque no escondían sus aspiraciones comerciales. No intentaban ganarse el beneplácito de la élite. Desde que empezaron a ensayar en la oficina del negocio del padre de Martín a finales de los 90, convocaban a sus compañeros de clase para que votasen con sus canciones favoritas y al acabar recogían los papelitos y seleccionaban las más populares para los conciertos. El Canto del Loco siempre quiso gustar. Los críticos veían en la vocación mainstream de El Canto del Loco una falta de autenticidad y una estrategia de márketing, pero con los años se ha revelado la verdadera naturaleza de esa identidad: los Millennials son la primera generación que se siente perfectamente cómoda adoptando signos de clases sociales a las que no pertenecen. De ahí que hoy Bad Gyal, hija de un artista e intelectual burgués, pueda travestirse de barrio sin que nadie lo cuestione.
Los Millennials son la primera generación que se siente perfectamente cómoda adoptando signos de clases sociales a las que no pertenecen
La identidad de Dani Martín era líquida. No era un pijo, pero sí era un niño bien que se disfrazaba de macarra: “El chaval es buena gente” escribía Fernando Neira en El País en 2009: “Charla con los tenderos, cede el asiento en el autobús y participa en las campañas contra la violencia de género. Dani debe de ser un aliado potable para compartir birritas y una de patatas con alioli”.
El mayor éxito de El Canto del Loco llegó en 2005 con ‘Zapatillas’. No es casualidad. Es, junto con ‘La madre de José’, una de sus letras más originales y narrativas (aunque tenían relatos escondidos en sus discos tan interesantes como ‘El agricultor’, una sátira sobre los nuevos ricos) y sobre todo es una declaración de intenciones. Es un trallazo pop con guitarras punk que critica el esnobismo de las discotecas de pijos donde solo te dejan entrar con zapatos. Una costumbre habitual en los 90 que en realidad, para 2005, ya no ocurría en casi ninguna discoteca. Por eso ‘Zapatillas’ funciona. Porque propone un mensaje de rebelión costumbrista con el que se puede identificar todo el mundo. Hasta los pijos, que en 2005 ya se habían apropiado de las Converse. Por supuesto, a Dani Martín hacía años que ningún portero le impedía la entrada a ninguna discoteca pero él supo conectar con un orgullo de clase obrera, con una reivindicación del barrio que él no conocía, pero que ya tenía dominada de tanto adoptarla para su personaje artístico.
Zapatillas vendió 400.000 copias cuando la piratería ya estaba causando estragos. En el quinto y último disco de la banda, ‘Personas’, Martín había cubierto su tatuaje de “Niñato” con una flecha que recorría su antebrazo. Acababa de sufrir una crisis de identidad al cumplir los 30 años y necesitaba avanzar en alguna dirección. En 2008 presumía en El Mundo de que su gira llevaba “el sonido más grande que se ha utilizado nunca en España, una pantalla de leds trasera de 20 metros y una pasarela que llega hasta el medio del estadio”, pero sentía la necesidad de subrayar que seguía siendo una persona normal: “No es lo mismo ser famoso que querer serlo. Yo me llevo mi maleta, yo conduzco mi coche, yo me hago la compra”. A los 33 años, Martín entrenó varios meses para ponerse en forma y corrió la maratón de Nueva York.
El Canto del Loco desapareció justo cuando llegaba la crisis económica, una casualidad que cierra un círculo perfecto en su trayectoria: esa música para todos los gustos, esa mentira de la movilidad social y ese apoliticismo no iban a tener cabida en la sociedad post-crisis. Martín insistía en que su banda no tenía ideología, que solo eran “loquistas” y del Partido del Amor. Y lo cierto es que, a día de hoy, sigue costando adivinar en qué dirección vota (en alguna ocasión ha contado que su familia es de izquierdas). Pero esa postura al margen de la política, sencillamente, no habría sido sostenible después de 2008.
El grupo ha tenido un devenir paralelo al de sus oyentes. Primero descubrieron que el capitalismo es una mierda (su manager pasó cuatro años en la cárcel por robarles 220.000 euros y al salir publicó un libro en el que señalaba a Patricia Conde, con quien Martín mantuvo una relación, como “la Yoko Ono de El Canto del Loco”) y luego han acudido a terapia para gestionar su ansiedad. Tanto Martín como su primo, David Otero, han hablado con naturalidad sobre salud mental. En su carrera en solitario, Martín ha cantado canciones sobre la dificultad de gustarse a sí mismo y sobre la personalidad pública que adoptó en sus inicios por miedo a ser ridiculizado. “Me disfracé de uno que no era yo”, cantaba en ’16 añitos’.
“Mi amigo Nacho me decía el otro día: ¿Pero por qué sufres tanto? ¿Cuál es el motivo? Explícamelo». Y no lo sé, tío. Soy muy autoexigente, me pongo mucho encima y debería relajarme. Yo no me gusto mucho a mí mismo. Me doy bastante caña”, explicaba en Jot Down. En ‘Los valientes de la pandilla’ narraba su infancia por primera vez: “Ser el pequeño era difícil de aceptar / No tener fuerza, no saberla utilizar”. En 2010 confesaba en El País que en el colegio “No jugaba al fútbol tan bien como el resto”. “Y a la hora de pegarme tampoco he sabido hacerlo”, continuaba: “Por eso me llamaban el pequeño, coño. Porque era el pequeño”. Su primer single, ‘Pequeño’, entablaba un diálogo con el que había sido primer single de El Canto del Loco, ‘Pequeñita’, y sugería que cuando un tío trata con esa condescendencia a una chica suele ser porque está atestado de complejos. Como no le gustaba el fútbol, los fines de semana prefería ir al teatro con su madre. “Sí, era sensible y mantengo el orgullo de serlo», defendía. Los verdaderos valientes son los que no ocultan lo que son”.
Dani Martín ha regrabado diez canciones de El Canto del Loco, se supone que para darles un sonido más adulto con el que incorporarlas al repertorio de sus conciertos. Lleva varios años diciendo que le da cierto pudor cantar las más gamberras como ‘Zapatillas’ o ‘La madre de José’, pero a la vez sabe que el público quiere seguir escuchándolas. También lanzará una canción inédita de la banda y otra que homenajea aquellos años, curiosamente titulada ‘No, no vuelve’. Así que esto es lo más cerca que estaremos de ver de nuevo a El Canto del Loco. Este pseudoregreso, por tanto, no solo ejercerá un masaje nostálgico sino que estará en sincronía con la madurez de su público. Que Dani Martín se haya hecho mayor significa que tú y que yo nos hemos hecho mayores. Y sorprende por igual. Su amigo Carlos Tarque, cantante de M-Clan, se lo resumió a Martín un día mientras tomaban una cerveza: “¿En qué momento íbamos a pensar que Dani Martín iba a tener 40 años?”.
Cálida pero inquietante, íntima pero profundamente extraña, reconfortante pero capaz de desorientar, la música de Tirzah se mueve en dicotomías que parecen imposibles pero no lo son en su mundo. ‘Devotion‘, su primer disco, huía de los beats medio bailables de sus primeros epés para asentarse en un extraño cruce de R&B lo-fi, pop y electrónica casera que evocaba la serenidad de la vida doméstica. La voz de Tirzah sonaba desganada, como recién levantada de una siesta, pero las producciones de Mica Levi no podían resultar más mimadas y exquisitas. El disco fue un éxito de crítica.
Tres años después, el segundo disco de Tirzah ha llegado al mercado bajo el título de ‘Colourgrade’, que en español se traduce como «etalonaje». La palabra describe una técnica parecida a la corrección de color que se utiliza en el mundo del cine para «crear un ambiente ideal para cierto tipo de situación mediante la modificación de los colores y su temperatura en un video o escena». En ‘Colourgrade’, el ambiente es incómodo e impuro: Tirzah y su grupo de músicos formado por Coby Sey y la mencionada Mica Levi apuestan por la crudeza de las maquetas en lugar de por pulir las canciones lo máximo posible, y lo que resalta es la atmósfera extraña de la música, pero también el realismo de la voz de Tirzah -siempre tan cercana- y la corporeidad de los instrumentos.
En ‘Colourgrade’, las canciones viran más hacia lo experimental que en el álbum anterior. En la intro de la canción titular, que luego forma la base de dicha composición, la voz de Tirzah suena ralentizada y robotizada, como proveniente de una cloaca. ‘Hive Mind’ y ‘Recipe’ hacen uso de bajos graves y profundos y de otros efectos que enrarecen la producción, como ecos, atmósferas asfixiantes o tempos descompasados. ‘Crepuscular Rays’, que Tirzah considera la pieza clave de ‘Colourgrade’, no es más que un balbuceo de seis minutos que la artista y sus músicos acompañan con un drone de guitarra eléctrica y otros efectos. Si ‘Sleeping’ es una nana solo sonaría en el mundo de ‘Salad Fingers‘: el ambiente es gris, frío y grotesco más que tierno, pero la voz de Tirzah y sus letras se encargan de poner las cosas en su lugar.
Principalmente, ‘Colourgrade’ es un disco sobre la maternidad. Tirzah ha sido madre de dos criaturas entre los años 2018 y 2020 y su vida se ha tornado «cómica y mundana» porque «te pasas el día lavando botellas y poniendo lavadoras». En el downtempo de ‘Beating’, en el que los sintetizadores suenan como olas que rompen en las rocas, Tirzah celebra haber «creado vida», en el denso ‘Recipe’ promete a sus criaturas que les entregará «cada recuerdo, cada sueño, cada receta y seguridad» y ‘Sleeping’ es efectivamente una nana creada durante el sueño de uno de sus hijos que describe dicha actividad. El modo en que ‘Colourgrade’ investiga la maternidad es de todo menos azucarado y sentimental. Más bien apuesta por una intimidad casi secreta, en la que manda la ambigüedad más que la narración de historias.
La música de ‘Colourgrade’ suena íntima también en el sentido de que no puede desprender menos intención de ser apreciada por todo el mundo, lo cual no es malo de por sí, pues el disco suena desprovisto de todo estrés por el qué dirán. Y los singles son una muestra de ello: ‘Send Me‘, que apela a la calidez y a la curación, es completamente cautivador en su extremo minimalismo R&B; apenas ‘Sink In’ parece una balada clásica convencional -en su caso post-punk- y ‘Hive Mind’ es espeluznante hasta lo indecible. En otro de los cortes destacados, ‘Tectonic’, la base se compone de pequeños movimientos sísmicos sobre los cuales Tirzah canta que «cuando me tocas salgo de mi cuerpo» y «sabes que eres mío y yo soy tuya». ‘Hips’, el tema final, busca el calor… pero la música suena espacial, líquida y alienígena. Todo ‘Colourgrade’ es extrañamente acogedor, un paseo por el Londres lluvioso en el que el gris de la ciudad lo empapa todo, incluido el amor, pero por el que siempre terminan asomando destellos de «color».
Renovamos nuestra playlist de pop nacional o en castellano «Sesión de Control» comenzando con lo nuevo de Javiera Mena, que ha sido la primera chilena en pasar por COLORS y ha aprovechado para presentar un tema llamado ‘Debilidad’ que sigue sonando ochentero, pero ahora por la vía del funk y el saxo. Ruiz Bartolomé es el nuevo proyecto de Nine Stories (Mont Ventoux), en el que alternará el folclore castellano con ritmos kraut y otros sonidos marcianos. En ‘Jota de la Sierra’ le hacen coros Elle Belga y Alondra Bentley. También entre las revelaciones están Rebote, una joven banda formada por jóvenes entre 13 y 16 años que cita entre sus influencias a The Go Go’s, Melenas, Elastica, Deviot y Hinds; los murcianos Mala Cotton (a medio camino entre Devendra Banhart y Cupido); o la argentino-madrileña Jordana B, que ha publicado varios poemarios y ha fichado por Subterfuge. El nuevo rock está representado por el segundo single de Semana Santa para Intromúsica y RomeroMartin acerca una milonga popularizada por Pepe Marchena a Bristol.
Igualmente hay nuevos singles de habituales del site como María José Llergo, Coque Malla, Tachenko, Santiago Motorizado, Viva Belgrado, Confeti de Odio, Bearoid -en este caso con KICKBOMBO- y La Habitación Roja. Juárez han avanzado el disco que saldrá ya a principios de 2022, como Compro Oro, a medio camino entre Los Chichos y Remedios Amaya. Continúan presentando su disco Algora y Vetusta Morla (Guille Galván estrena tema con Marlango para una banda sonora), mientras ya encontramos en la calle los álbumes de Flores, el segundo de Reyko y Diamante Negro.
Desde Foehn Records, Myōboku tienen EP. El cuarteto madrileño La Paloma estrena su segunda canción, ‘Siempre así’, de melodía Strokes y sonido un poco más garage. SIMONA, a quien acabamos de ver en vivo en Festival Brillante, ha estrenado el tema ‘Te veo’. el momento incómodo, el proyecto de Malena Fernández que ya os presentamos en una edición anterior, tiene nuevo tema; y el grupo Omago cuenta en su balada desgarrada ‘Ningún ser’ con la colaboración de Nacho Vegas.
Entre las sorpresas, la versión de Arde Bogotá de ‘Mi carro’ de Manolo Escobar; y Chica Sobresalto, que se ha arriesgado a versionar uno de los hits picantes de Susana Estrada en la era del destape, ‘¡Gózame ya!’, para un documental al respecto.
PSOE y Unidas Podemos ultimaron ayer unos Presupuestos que ahora tienen que aprobar el resto de formaciones en el Parlamento. Ayer era noticia la ayuda de 250 euros mensuales para el alquiler de los jóvenes entre 18 y 35 años con una renta anual inferior a 23.750 euros, y hoy Pedro Sánchez ha anunciado un bono cultural joven de 400 euros con el que se pretende incentivar la cultura, coincidiendo con la mayoría de edad. El anuncio coincide con el Día Nacional del Cine Español.
Sus palabras han sido: “Quiero anunciarles que en los Presupuestos Generales del Estado que vamos a llevar a las Cortes la próxima semana, llevamos también un bono joven, un bono cultural joven, como hacen Francia e Italia, una ayuda directa a todos aquellos jóvenes que pasen de 17 a 18 años y cuando tengan 18 años, les daremos si se aprueban los Presupuestos”. Es decir, en caso de aprobarse, lo recibirían en 2022 los jóvenes que dicho año cumplan 18 años, y se podrían gastar en literatura, teatro, cine, danza o música.
Ha dicho: “Son 400 euros para la compra de libros o para el consumo de cualquier tipo de actividad artística escénica, como pueda ser el teatro, el cine, como pueda ser la danza, la música (…) Lo que queremos es seguir protegiendo a los jóvenes, darles más ayudas precisamente para la emancipación y para que entre todos ayudemos, echemos una mano a una industria tan importante como es la cultural en nuestro país, y además acercar a los jóvenes aún más a la cultura en nuestro país”. El bono cultural, que se podrá gastar en conciertos, también ha sido anunciado por Yolanda Díaz al asistir junto al ministro de cultura Miquel Iceta a un evento en el Cine Doré, como informa El País.
Los #PGE2022 también van a contemplar un bono cultural joven. Será una ayuda directa de 400 euros que facilitará el acceso de las y los jóvenes de 18 años a la cultura. Seguimos ayudando así a la juventud y a una industria fundamental en nuestro país. pic.twitter.com/WRxhpumzOS
Alfred García ha anunciado al fin el disco que contendrá las canciones que ha venido estrenando últimamente: ‘Los espabilados’ de una banda sonora, aquel ‘Toro de cristal’ que contó con vídeo de estética norcoreana dirigido por Eduardo Casanova, y ‘Praia dos moinhos’, un tema que apuesta por sonoridades próximas a Coldplay y Vetusta Morla. El álbum se llama ‘1997’, pues este fue el año de nacimiento de Alfred, al modo de Taylor Swift y su disco premiado con un Grammy ‘1989’.
La sorpresa viene dada por las colaboraciones. Alfred venía tiempo diciendo que era amigo de Niño de Elche y que le encantaría colaborar con él. «Me voy a sentir underground toda mi vida porque es de donde vengo, nos contaba en aquella ocasión en que dejaba caer que tramaba algo con Paco. Pues bien, Niño de Elche es precisamente el invitado del tema titular, que cerrará el álbum.
Otros colaboradores serán La La Love You, triunfales desde la reivindicación que les hizo Amaia Romero, Denise Rosenthal y Kurt. Aunque quizá la mayor sorpresa por la polémica que suele suscitar todo lo que toca y por su carácter político es Albert Pla, junto a Judit Farrés en una composición que se llama ‘Si algún día’.
Alfred define ‘1997’ como «un homenaje a la vida, al camino que he construido hasta ahora y a los que me han acompañado en él. Una confirmación de que estamos vivos, celebrando cada día como si fuera 14 de marzo de 1997». La continuación de ‘1016‘ está prevista para el 29 de octubre.
1.-Jesus gave me water
2.-Just a light
3.-Praia dos moinhos
4.-Mi canción (con La La Love you)
5.-Toro de cristal
6.-Contigo (con Denise Rosenthal)
7.-Los espabilados (canción original de la serie Los Espabilados)
8.-Si algún día (con Albert Pla y Judit Farrés)
9.-Otra liza (con Kurt)
10.-Someday
11.-For so long
12.-1997 (con el Niño de Elche)
Kylie Minogue ha estrenado el primer single de la reedición de ‘Disco’ que anunciaba hace unas horas. Se trata de la colaboración con Years & Years, ‘A Second to Midnight’, un engendro ochentoso para el que ya han presentado un sencillo videoclip. Lo mejor del mismo, esos breves planos en que Kylie se convierte en Olly Alexander y viceversa. Ambos ya habían colaborado en ‘Starstruck‘.
Minogue había anunciado que se encontraba preparando una edición especial de ‘DISCO‘, su último álbum de estudio. Finalmente, el «disco» llevará por título ‘DISCO: Guest List Edition’ y saldrá a la venta el 12 de noviembre en diversos formatos, entre ellos DVD y Blurray pues el concierto ‘Infinite Disco’ será uno de los contenidos incluidos en la reedición.
El álbum estándar incluirá dos CDs: el primero traerá el disco original con los bonus tracks y el segundo una serie de temas inéditos y remixes, entre los cuales se encuentra ‘Real Groove‘ con Dua Lipa, que ya conocíamos, y la de Years & Years que ahora se suma. Finalmente, la colaboración con Jessie Ware será una realidad en un tema llamado ‘Kiss of Life’, y la sorpresa que deja el tracklist es que la reina de la música disco, Gloria Gaynor, aparecerá en un tema nuevo llamado ‘Can’t Stop Writing Songs About You’.
Por supuesto, Kylie, que acaba de celebrar los 20 años de ‘Fever‘ con otra reedición en vinilo, no se ha andado con chiquitas a la hora de reeditar ‘DISCO’ en diversos formatos, lo cual le facilitará el camino hacia el número 1 de Reino Unido, que, en cualquier caso, se le complicará debido al relanzamiento de Taylor Swift. Podéis verlos todos en la web de la artista.
Disc 1
Magic
Miss a Thing
Real Groove
Monday Blues
Supernova
Say Something
Last Chance
I Love It
Where Does the DJ Go?
Dance Floor Darling
Unstoppable
Celebrate You
Till You Love Somebody
Fine Wine
Hey Lonely
Spotlight
Disc 2
A Second to Midnight (With Years & Years)
Kiss of Life (With Jessie Ware)
Can’t Stop Writing Songs About You (With Gloria Gaynor)
Real Groove (With Dua Lipa) (Studio 2054 Remix)
Say Something (Basement Jaxx Remix)
Say Something (F9 Club Mix)
Say Something (Syn Cole Extended Mix)
Magic (Purple Disco Machine Extended Mix)
Real Groove (With Dua Lipa) (Studio 2054 Initial Talk Remix)
Dance Floor Darling (Linslee’s Electric Slide Remix)
En celebración de una nueva gira mundial, Mitski, autora de ‘Be the Cowboy‘, estrena un nuevo tema llamado ‘Working for the Knife’ que dura 2 minutos y medio pero que en su versión videoclip, tan teatral, filmado en Nueva York, se extiende más allá de los 5. Dice en la nota de prensa, que el tema es sobre «pasar de ser una niña con un sueño a una adulta con trabajo, y sentir que algo ha quedado por el camino». El camino es bastante turbio atendiendo a las distorsiones que pueden escucharse en la producción.
En ella, la voz de Mitski se funde en una dramática atmósfera construida a base de un sintetizador, una guitarra eléctrica y unas sutiles notas de piano. La cantante se entrega, con su habitual registro vocal, tan cálido como desesperado, a una realidad desagradable: incluso habiendo alcanzado el éxito, habiendo logrado sus sueños, nunca es suficiente para estar completamente satisfecha. Ese “cuchillo” al que la canción alude no es más que una metáfora para referirse a estar atrapada en un sistema que nos obliga siempre a mostrar una cara de nosotros que a menudo no tiene que ver con la verdadera para gustar a otros, lo cual crea unas expectativas irreales de nosotros mismos que nunca seremos capaces de cumplir. Mitski comienza hablando de una crisis creativa y la frustración que esta trae consigo con “Lloro al principio de cada película / supongo que porque desearía estar haciendo cosas también / pero trabajo para el cuchillo” y termina rindiéndose y aceptando que, por mucho que lo intente “muere por el cuchillo”.
Tras ‘Be the Cowboy’, Mitski se quitó las redes sociales y anunció que dejaría de hacer conciertos por un tiempo. Sin embargo, sus streamings y su popularidad han ido en aumento gracias a Tik Tok y Twitter que la han convertido en una suerte de icono indie para la generación Z. En ‘Working for the Knife’, la artista interpreta este éxito más bien como una derrota que como una victoria, como si no se lo mereciera, como si fuese una impostora. Pero nada más lejos de la realidad: su melodía pegadiza, su letra desesperanzada y su asombroso talento para describir los sentimientos más feos de la manera más directa, brusca y poética imaginable es todo lo que sus fans han estado esperando y, como siempre, un bienvenido soplo de aire fresco en el panorama indie internacional.
Estas son las fechas de la gira:
Thu. Feb. 17, 2022 – Asheville, NC @ The Orange Peel
Fri. Feb. 18, 2022 – Raleigh, NC @ The Ritz
Sat. Feb. 19, 2022 – Atlanta, GA @ The Eastern
Mon. Feb. 21, 2022 – Birmingham, AL @ Iron City
Tue. Feb. 22, 2022 – New Orleans, LA @ Civic Theatre
Thu. Feb. 24, 2022 – Houston, TX @ The Lawn at White Oak Music Hall
Fri. Feb. 25, 2022 – Dallas, TX @ The Factory in Deep Ellum
Sat. Feb. 26, 2022 – Austin, TX @ ACL Live at Moody Theater
Mon. Feb. 28, 2022 – Phoenix, AZ @ The Van Buren
Thu. Mar. 3, 2022 – Los Angeles, CA @ Shrine Exposition Hall
Fri. Mar. 4, 2022 – Oakland, CA @ Fox Theater
Mon. Mar. 7, 2022 – Portland, OR @ Arlene Schnitzer Concert Hall
Wed. Mar. 9, 2022 – Seattle, WA @ Moore Theatre
Sat. Mar. 12, 2022 – Denver, CO @ Ogden Theatre
Mon. Mar. 14, 2022 – St. Paul, MN @ Palace Theatre
Tue. Mar. 15, 2022 – Milwaukee, WI @ The Riverside Theater
Thu. Mar. 17, 2022 – Detroit, MI @ Royal Oak Music Theatre
Fri. Mar. 18, 2022 – Toronto, ON @ Massey Hall
Sat. Mar. 19, 2022 – Montreal, QC @ St-Jean-Baptiste Church
Mon. Mar. 21, 2022 – Boston, MA @ TBD
Thu. Mar. 24, 2022 – New York, NY @ Radio City Music Hall
Fri. Mar. 25, 2022 – Philadelphia, PA @ Franklin Music Hall
Sat. Mar. 26, 2022 – Washington, DC @ The Anthem
Tue. Mar. 29, 2022 – Pittsburgh, PA @ Stage AE
Wed. Mar. 30, 2022 – Louisville, KY @ Old Forester’s Paristown Hall
Thu. Mar. 31, 2022 – Nashville, TN @ Ryman Auditorium
Thu. April 21, 2022 – Bristol, UK @ Marble Factory
Fri. April 22, 2022 – Leeds, UK @ University Stylus
Sat. April 23, 2022 – Glasgow, UK @ Queen Margaret Union
Mon. April 25, 2022 – Dublin, IE @ Vicar Street
Tue. April 26, 2022 – Manchester, UK @ O2 Ritz
Thu. April 28, 2022 – London, UK @ The Roundhouse
Sat. April 30, 2022 – Brussels, BE @ Botanique
Mon. May 2, 2022 – Tourcoing, FR @ Le Grand Mix
Tue. May 3, 2022 – Paris, FR @ Le Cabaret Sauvage
Wed. May 4, 2022 – Amsterdam, NL @ Paradiso
Fri. May 6, 2022 – Zurich, CH @ Les Docks
Sat. May 7, 2022 – Lausanne, CH @ Les Docks
Mon. May 9, 2022 – Berlin, DE @ Metropol
Tue. May 10, 2022 – Copenhagen, DK @ Vega
Wed. May 11, 2022 – Stockholm, SE @ Nalen
Thu. May 12, 2022 – Oslo, NO @ Rockefeller Music Hall
Sat. May 14, 2022 – Hamburg, DE @ Fabrik
Sun. May 15, 2022 – Cologne, DE @ Stollwerck
Tue. May 17, 2022 – Vienna, AU @ WUK
Wed. May 18, 2022 – Prague, CZ @ Rock Cafe
Thu. May 19, 2022 – Munich, DE @ Strom
Tainy, uno de los productores más punteros del mejor reggaetón gracias a su trabajo con gente como Bad Bunny y J Balvin, va a publicar un álbum de debut en solitario. Se llamará ‘Data’.
El primer single sorprende por sus colaboraciones. No la de Bad Bunny, que es su principal valedor, sino la de Julieta Venegas. Tainy ha tenido el detalle de declarar que, aunque la gente le vea como un productor de reggaetón, al crecer escuchó todo tipo de música y Julieta fue una parte enorme de lo que escuchaba. «Su música influyó cómo veía las melodías, los acordes y los ambientes en mi música”, ha dicho.
‘Lo siento BB:/‘ no presenta a Julieta Venegas y Bad Bunny en absoluto unidos ni compenetrados. Cada uno va completamente a su aire. Más que haber roto, parecen no haberse siquiera conocido. Ella abre la canción a piano en su universo particular, y después se incorpora Bad Bunny con su típico reggaetón triste, en la onda de la colaboración que ya realizó por ejemplo con Dua Lipa y el mismo Tainy, ‘One Day‘. La canción de desamor nos habla en su videoclip de muerte más bien, con una historia que definitivamente apunta a lo tristón.
La producción tiene armas para constituir uno de los mayores éxitos en streaming para Tainy y Julieta Venegas, pero ella no parece más que un fantasma que se desvanece tras la intro. Una vez que Bad Bunny emerge con lo de «no trates de enamorarme o no te hago coro», ella rechaza volver a aparecer. Quizá con motivo.
Los 40 Principales celebrará una nueva edición de sus premios anuales el próximo día 12 de noviembre en el Velódromo de Palma de Mallorca, reuniendo a artistas internacionales que serán confirmados en unas semanas.
De momento, se ha celebrado en Ibiza una gala para anunciar los nominados y entre los invitados han estado Pablo Alborán, Aitana, Malú, Leiva, Lola Indigo, Melendi, Ana Mena, Vanesa Martín, Alfred García y Dani Martín, que acaba de anunciar que va a regrabar en un disco canciones de El Canto del Loco junto a un tema llamado ‘No, no vuelve’.
C. Tangana con 4 nominaciones, Ana Mena y Pablo Alborán con 3, y Aitana, Álvaro de Luna, Dani Martín, Lola Índigo y Sidecars con 2 son los más nominados del apartado nacional. Los más nominados en el plano internacional son Ed Sheeran, que aspira a 4 candidaturas, seguido por Olivia Rodrigo y The Kid Laroi con 3 y BTS, Dua Lipa, Imagine Dragons, Justin Bieber y Lil Nas X con 2. En el apartado latino, Rauw Alejandro y Sebastián Yatra parten con 3 nominaciones y Bad Bunny, Camilo, J. Balvin y Karol G tienen 2.
*CATEGORÍA ESPAÑA*
MEJOR ARTISTA O GRUPO
Ana Mena
Pablo Alborán
Vanesa Martín
C. Tangana
Lola Índigo
MEJOR ARTISTA O GRUPO REVELACIÓN
Marc Seguí
Marlena
Álvaro de Luna
Pole
Belén Aguilera
MEJOR ÁLBUM
Vértigo – Pablo Alborán
Ruido de fondo – Sidecars
Lo que me dé la gana – Dani Martín
11 razones – Aitana
El madrileño – C. Tangana
MEJOR CANCIÓN
Tú me dejaste de querer – C. Tangana, La Húngara y El Niño de Elche
Juramento eterno de sal – Álvaro de Luna
Si hubieras querido – Pablo Alborán
A un paso de la luna – Ana Mena y Rocco Hunt
Portales – Dani Martín
MEJOR VIDEOCLIP
No pegamos – Pol Granch
La niña de la escuela – Lola Índigo
Whisper – Sweet California
Magia – Álvaro Soler
Ingobernable – C.Tangana, Gipsy Kings, Nicolás Reyes, Tonino Baliardo
MEJOR ARTISTA O GRUPO EN DIRECTO
Marlon
Bombai
Aitana
Dani Fernández
Sidecars
MEJOR ARTISTA O GRUPO DEL 40 AL 1 (VOTACIÓN POPULAR)
Ana Mena
Beret
Dvicio
Nil Moliner
Omar Montes
*CATEGORÍA INTERNACIONAL*
MEJOR ARTISTA O GRUPO
Imagine Dragons
BTS
Ed Sheeran
The Weeknd
Doja Cat
MEJOR ARTISTAS O GRUPO REVELACIÓN
The Kid Laroi
Olivia Rodrigo
Griff
24KGoldn
Måneskin
MEJOR ÁLBUM
Justice – Justin Bieber
Love Goes – Sam Smith
Sour – Olivia Rodrigo
F*ck Love3+: Over You – The Kid Laroi
Positions – Ariana Grande
MEJOR CANCIÓN
Dynamite – BTS
Drivers License – Olivia Rodrigo
Bad Habits – Ed Sheeran
Without You – The Kid Laroi
Montero (Call Me By Your Name) – Lil Nas X
MEJOR VIDEOCLIP
Bad Habits – Ed Sheeran
Montero (Call Me By Your Name) – Lil Nas X
We’re Good – Dua Lipa
Higher Power – Coldplay
Don’t Go Yet – Camila Cabello
MEJOR ARTISTA O GRUPO EN DIRECTO
Ed Sheeran
Shawn Mendes
Imagine Dragons
Justin Bieber
Dua Lipa
MEJOR ARTISTA O PRODUCTOR DANCE
Majestic
Topic
Riton X Nightcrawlers
Purple Disco Machine
David Guetta
*CATEGORÍA INTERNACIONAL LATINA*
MEJOR ARTISTA O GRUPO LATINO
Camilo
Tini
Danna Paola
Becky G
Sebastián Yatra
MEJOR ARTISTA O GRUPO REVELACIÓN
Nathy Peluso
Mariah AngeliQ
María Becerra
Nicky Nicoles
Nio García
MEJOR ARTISTA O GRUPO URBANO
J. Balvin
Justin Quiles
Rauw Alejandro
Jhay Cortez
Karol G
MEJOR CANCIÓN
Dákiti – Bad Bunny y Jhay Cortez
Pareja del año – Sebastián Yatra y Myke Towers
Vida de Rico – Camilo
Pepas – Farruko
Todo de ti – Rawn Alejandro
MEJOR VIDEOCLIP
Location – Karol G, Anuel AA y J. Balvin
La noche de anoche – Rosalía y Bad Bunny
Todo de ti – Rauw Alejandro
Pareja del año – Sebastián Yatra y Myke Towers
In da Getto – J. Balvin y Skrillex
‘mal mal‘ ha sido una de las canciones del verano para nuestra redacción. El tema del cuarteto murciano trashi estaba contenido en un EP llamado ‘LO QUE PASÓ ESE VERANO’ donde también podías encontrar otros hits como ‘dime que sí’ y ‘mañaneo’, esta última junto a Innercut y Pedro LaDroga. Aprovechando que trashi están realizando una gira por todo el país en estos tiempos tan complicados, son los nuevos invitados de nuestra sección «MEISTER OF THE WEEK» comisariada por Jägermusic y han elegido hablar de una de nuestras debilidades: las películas de miedo.
trashi actúan este 8 de octubre en Donosti, el día 9 en Zaragoza, el día 21 de octubre en Valencia, mientras en noviembre les aguarda Valladolid (4 de noviembre), Madrid (5 de noviembre), Barcelona (6 de noviembre) y Granada (25 de noviembre).
¿Por qué habéis elegido hablar de pelis de miedo?
Queríamos hablar de un tema que nos uniese a todos a parte de la música. Y sí es verdad que uno de nuestros planes favoritos es juntarnos y pasarnos una hora eligiendo una peli de miedo para cagarnos todos juntos.
Una de las críticas generalizadas al cine de terror es lo de «pues a mí no me ha dado miedo». ¿Cuál es esa peli que sí que os ha hecho pasar miedo de verdad, de verdad, bien haya sido en casa o en el cine?
Hay varias pero recordamos un par que nos marcaron mucho. Por ejemplo, ‘No apagues la luz’ de David F. Sandberg, una de las pelis más terroríficas que hemos visto en mucho tiempo. Además, viene de un corto de dos minutos que ganó un montón de reconocimiento al ser literalmente una pesadilla. Vimos primero la peli y nos cagamos, luego vimos el corto y no pudimos hacer pis en el baño solas en un mes.
También una peli que vimos juntos y nos gustó mucho fue ‘Ju-On: la maldición’. Una película japonesa que trata de una maldición que se va “contagiando” de unas personas a otras. «Ju-On» es la maldición del que muere lleno de rabia. Ésta se concentra y actúa en los lugares donde vivió la persona. Los que la encuentran mueren y nace una nueva maldición. Tiene varias partes, pero la primera nos gustó bastante.
¿Sois más de slasher tipo ‘Scream’ o más de terror psicológico tipo ‘Martyrs’, ‘Wolf Creek’, etcétera?
La verdad que el slasher no nos llama mucho la atención. Somos muy fans de ‘American Horror Story’ y la novena temporada. ‘1984’ es un slasher muy clásico rollo campamento en el bosque, años 80, asesino suelto, y no nos convence mucho la verdad. Es entretenida, pero no nuestra favorita. Tampoco nos gusta el terror sin historia, mola que haya un argumento sólido y una historia para que no sea miedo x miedo. Es mucho más guay cuando los hechos que acontecen tienen su historia y su justificación.
Dentro de las pelis de terror, ¿tenéis algún subgénero favorito como pueda ser, por decir algo, el giallo italiano?
La verdad es que no somos muy entendidos en subgéneros cinematográficos. Sin embargo, siempre que vamos a ver una peli juntos las clasificamos en dos subgéneros de que nos hemos inventado: las películas de espíritus y las pelis de locos. Cada persona tendrá más miedo a unas o a otras dependiendo de su forma de ser, te puede dar más miedo ‘La visita’ (gente loca) o ‘Sinister’ (espíritus cabrones).
Entre los grandes clásicos de los 70 y los 80 (‘El Exorcista’, ‘Poltergeist’, ‘Al final de la escalera’, ‘El Resplandor’…), ¿hay alguna que hayáis visto decenas de veces y os sepáis de memoria?
Saberlas de memoria igual no, pero algunos clásicos como ‘El Resplandor’ son, aparte de películas increíbles, referencias estéticas que incorporamos en varias ocasiones.
¿Dónde podemos ver la influencia del terror en la música de trashi? Por ejemplo la música de ‘mañaneo’ sí que es un poco de terror.
Nunca habíamos pensado en tomar inspiración de bandas sonoras de terror pero sería una idea increíble, ¡nos la apuntamos! (risas).
«Si quieres no dormir ‘Sinister’ es la peli»
¿Qué opináis del cine de terror de los 90? ¿Creéis que fenómenos como ‘El Proyecto de la Bruja de Blair’ han envejecido bien? ¿Habéis tragado mucho «found footage»?
Hemos mencionado antes la peli de ‘Sinister’ que contiene partes de found footage y ha sido clasificada la película más terrorífica hasta el momento. Todas las de ‘Paranormal Activity’ están bien pero si quieres no dormir ‘Sinister’ es la peli.
¿Cuáles os han marcado más recientemente, en los últimos años? Se habla de ‘Déjame salir’, ‘Déjame entrar’, ‘Midsommar’, ‘Crudo’, ‘La Cabaña en el Bosque’… como los últimos grandes clásicos.
Pues ‘Midsommar’ nos llama mucho la atención, Ari Aster hace unas películas de miedo que se salen bastante de los esquemas de las demás pelis de miedo. ‘Hereditary’ es fuerte también. ‘Babadook’ es otra que nos asusta mucho aunque el final sea un poco flojillo.
¿Y en cuanto a cine de terror en español?
No vemos mucho, deberíamos intentar investigar más. Hace poco vimos ‘Verónica’ del director Paco Plaza y nos encantó. Es muy guay y creemos que hay que darle más oportunidades al terror español. ‘Malasaña 32’ también nos gustó bastante.
¿Habéis ido alguna vez a Sitges o algún otro festival de cine de terror o fantástico? ¿Cómo fue la experiencia? Sitges es una locura, eso de ver 20 pelis de terror en 4 días… ¡Me flipa!
¡Nunca hemos ido! Pero suena a plan increíble. Sí hemos oído hablar del festival de Sitges y sabemos que es muy reconocido y muy guay, pero nunca hemos podido ir :(
¿Por qué creéis que en IMDB, Filmin, este tipo de sitios en que la gente vota, las pelis de miedo tienden a tener una valoración tan baja? ¿Está denostado como género?
Es cierto que suelen tener una valoración baja. Creemos que hay muchas veces que, buscando que la película asuste mucho, se pierde un poco el argumento y la historia. Sencillamente, si una peli tiene un argumento mediocre, da igual el miedo que dé, porque no te va a llamar la atención ni te va a marcar de ninguna forma.
Que las historias sean interesantes, estén bien hiladas y bien contadas, es muy importante para que una peli no sea solo sustos.
¿Qué opináis de parodias tipo ‘Scary Movie’?
Hacen gracia y son muy entretenidas, hemos visto casi todas, jajaja. Además, si te ha dado mucho miedo una peli, son una manera de quitarle hierro.
¿Algún compositor de bandas sonoras de terror que os resulte favorito? Los hay muy míticos tipo John Carpenter.
Una canción muy guay que nos pone los pelos de punta es la nana que Mia Farrow canta en los créditos iniciales de ‘La semilla del diablo’ compuesta por Krzysztof Komeda. También queremos mencionar a Kyle Dixon y Michael Stein, autores de la BSO de ‘Stranger Things’ para un toque más moderno. Y cómo no, como buenos fans que somos, queremos nombrar a la intro de todas las temporadas de ‘American Horror Story’ compuesta por César Dávila-Irizarry.
La globalización y el éxito de plataformas como TikTok está permitiendo que una serie de artistas que no proceden de los países de siempre lleguen a las listas de éxitos. Es el caso del nigeriano Ckay, cuyo adictivo single de afrobeat ‘Love Nwantiti’ aterriza hoy a la lista de singles española en su último remix, al número 67, tras viralizarse estos días.
La entrada más fuerte de la lista, que sigue liderada por zzoilo y Aitana con ‘Mon Amour’, es ‘Experimento’ de Myke Towers, que entra en el 37, seguido por ‘SEJODIOTO’ de Karol G, que lo hace en el 42. ¿Será otro «grower» de la colombiana en las listas como fueron… todos sus éxitos anteriores?
En el 63, Coldplay y BTS colocan su single conjunto, el popero ‘My Universe’, que es número 1 en Estados Unidos y número 6 en Reino Unido. Parece que, en España, la fanbase de BTS no tiene tantísima fuerza como en estos dos territorios anglosajones.
Un puesto por debajo, en el 64, saludan Recycled J y Selecta con ’40 Noches’, una de las pistas destacadas de su último EP, que acaba de entrar en la lista de álbumes. Más decepcionante es la entrada,, en el 74, de ‘Romeo y Julieta‘ de Lola Indigo y RVFV, que se ha viralizado en Youtube (que no cuenta en la lista) pero ya está fuera del top 50 de Spotify Spain. ‘La niña de la escuela’, el hitazo de ‘La Niña‘, se mantiene en el 34.
En cuanto al resto de títulos que se estrenan en la lista de singles española, ‘Soñar’ de Morad entra en el 78, ‘Inmortales’ de Funzo y Baby Loud en el 82 y ‘Emojis de corazones’ de Wisin, Jhay Cortez y Ozuna con Los Legendarios en el 91.
Antes de retirarse para siempre, Tony Bennett, que padece Alzheimer, ha querido grabar un último álbum con Lady Gaga, con quien ya publicó el disco de versiones de jazz ‘Cheek to Cheek‘ en 2014. Reconozco que, de entre todas las personalidades artísticas de Gaga, la de vocalista jazz me interesa menos porque siempre me ha parecido demasiado rígida en sus interpretaciones, un problema que persiste en este disco. Sin embargo, ‘Love for Sale’ es un buen homenaje a la obra de Cole Porter con el que Bennett, que acaba de cumplir 95 años, se despide de los escenarios.
En lugar de seleccionar canciones de diversos autores, ‘Love for Sale’ efectivamente se centra en el repertorio de Cole Porter, uno de los compositores y letristas más populares de los años 30. Las canciones de Porter se caracterizaban por sus ingeniosas letras, en ocasiones arriesgadas y plagadas de dobles significados, y por sus inusuales estructuras. ‘Night and Day’, su canción insignia, presentaba una composición melódica totalmente fresca para la época; ‘I Get a Kick Out of You‘ declaraba que «beber alcohol» y «esnifar cocaína» no puede ser mejor que pasar tiempo con la persona amada, ‘Love for Sale’ estaba protagonizada por una prostituta y ‘Let’s Do It’ se considera una de las primeras canciones que versaron sobre lo divertido que es follar, aunque su letra contenga más eufemismos que el guion de un telediario.
Algunas de las canciones incluidas en ‘Love for Sale’ han sido mil veces versionadas por gente como Ella Fitzgerald (que publicó un disco dedicado al cancionero de Porter en 1957), Frank Sinatra, Billie Holiday, Judy Garland o el mismo Tony Bennett. En 2021, casi un siglo después de que fueran escritas, no han perdido un ápice de su encanto, ahora adaptadas por un Tony Bennett que sigue cantando de maravilla, y por una Stefani Germanotta que no puede sonar más cómoda en su papel de diva del jazz. Tony suena totalmente entregado a las canciones, y Gaga también.
En conjunto, el repertorio de ‘Love for Sale’ se debate entre los grandes vientos de la «big band» de jazz clásica y los fastuosos arreglos de cuerda tipo «Disney» que hacen a las mariposas volar. Especialmente las cuerdas suenan de maravilla en baladas como ‘Do I Love You?’ o ‘So in Love’ y no me extrañaría que este disco ganara un Grammy por Mejor Ingeniería de Sonido. Las composiciones más animadas, como ‘It’s De-Lovely’, ‘Love for Sale’ o ‘I Get a Kick Out of You’, son simplemente encantadoras; ‘Night and Day’ es una fantasía de violines y marimbas que te hace querer que Natalie Prass vuelva a grabar otro disco en su estilo; ‘I Concentrate on You’ añade una gustosa capa bossa al conjunto (Sinatra la llegó a versionar junto a Tom Jobim), y ‘Do I Love You?’ es una de esas baladas apasionadas por las que cualquiera querría ver a Gaga en directo.
La gran pega que deja ‘Love for Sale’ es que un disco de jazz demasiado correcto. Para un género musical tan dado a la improvisación, tan divertido en general, sobre todo en directo, el trabajo de Tony Bennett y Lady Gaga no se sale de los límites en ningún momento. Las interpretaciones de Gaga son técnicamente sobresalientes pero rara vez elevan el mensaje de las letras o la llevan a su propio terreno; y solo Tony les agrega de vez en cuando una chispa especial. En ‘Love for Sale’, Gaga se centra tanto en el estilo que olvida contarte la historia. Quizá no era momento de arriesgar en el que será el último álbum de Tony Bennett, pero las grandes obras de jazz han solido arriesgar de vez en cuando porque de la improvisación nace también la magia. ‘Love for Sale’ es otro disco de jazz-pop que parece hecho para sonar en cafeterías, para ser escuchado de fondo. Merece mayor atención que esa, pero también podría haber sido mucho más.
Fito y Fitipaldis es el nuevo número 1 de la lista de álbumes española con ‘Cada vez cádaver’, su séptimo álbum de estudio. ‘Cada vez cadáver’ llega siete años después de ‘Huyendo conmigo sin mí’, lanzado en 2014 y que fue triple platino en España. El número 1 de la semana pasada, ‘JOSÉ’ de J Balvin, baja al puesto 2, y completa el podio ‘VICE VERSA’ de Rauw Alejandro, que acaba de visitar El Hormiguero.
En el número 4 entra Ana Guerra con ‘La luz del martes’, su segundo disco. Son dos posiciones por debajo de lo que consiguió su debut ‘Reflexión‘, que entró en el número 2 de la lista de álbumes debido a que Alba Reche le adelantó en el puesto de honor. Parece que la reinvención de Ana Guerra ha convencido a sus seguidores, aunque hay que decir que single pro-LGBT ‘Qué sabrán’ ha pasado desapercibido.
Unos puestos por debajo, Recycled J coloca su EP ‘Sad Summer‘ en el número 15. Es otro recomendable trabajo de uno de los reyes del hip-hop español actual, en el que la estética «chicle» de Jorge Escorial Moreno se sumerge en grabaciones que «buscan el underground de la electrónica de los 90».
‘Nattividad’, el nuevo disco de Natti Natasha, protagoniza otra de las entradas de la semana en la lista de álbumes española, en el puesto 36. La repercusión de ‘Ram Pam Pam’ con Becky G en streaming no ha sido suficiente para mejorar el dato de ‘IllumiNatti‘, el anterior trabajo discográfico de Natti, que debutó en el número 20.
Unos puestos antes que Natti, Lérica coloca ‘Cocoterapia’ en el 21. La última entrada en lista, en el 55, la firma Sharon Corr con ‘The Fool & the Scorpion’. Es el tercer disco en solitario de la integrante de The Corrs y el primero en 8 años.
Tras unos días de espera en los que el Tribunal Superior de Justicia en Cataluña debía avalar la decisión del Govern de reabrir el ocio nocturno, finalmente será este viernes cuando las discotecas de Cataluña podrán abrir sus puertas en su horario habitual.
A partir de este viernes 8 de octubre y como se había comunicado en un principio, las discotecas catalanas regresarán a su horario habitual de los locales de ocio nocturno (hasta las seis de la mañana), pero permitirán el 70% del aforo y los clientes deberán presentar pasaporte covid, pauta completa de vacunación o prueba negativa antes de entrar. Una vez en el interior deberán portar mascarilla. Eso sí, se podrá bailar, no será necesario estar sentado.
La portavoz del Govern, Patricia Plaja, ha declarado hoy en rueda de prensa que «este fin de semana, tras más de un año y medio de durísimas restricciones, discotecas y bares nocturnos podrán volver a abrir», mientras el secretario general de la Federació Catalana de Locals d’Oci Nocturn (Fecalon), Fernando Martínez, ha valorado «muy positivamente» la noticia porque «somos la solución a los altercados de orden público».
En Cataluña, el 73% de la población está vacunada y los casos de contagios siguen a la baja. La reapertura de las discotecas aliviará la densidad de gente en los botellones y además los locales de ocio nocturno contarán con un «aplicativo» que detectará si una prueba negativa es falsa o no.
Mon Laferte ha anunciado su segundo disco de 2021. ‘1940 Carmen’ saldrá el 29 de octubre, solo «seis» meses después de que viera luz el que, de momento, sigue siendo su último álbum de estudio, ‘SEIS‘, que destaca por ser el más folclórico de su carrera.
La cantante chilena escribió y grabó ‘1940 Carmen’ en cuatro meses, de marzo a julio de 2021, inspirada por su embarazo. «En Marzo llegué a Los Angeles con la ilusión de quedar embarazada (llevábamos un año intentándolo con mi compañero) rentamos un airbnb y empezamos el tratamiento», ha explicado en sus redes. «Las hormonas me tenían muy sensible y los dolores de cabeza me estaban volviendo loca, entonces empecé a escribir canciones y me propuse hacer un disco para concentrarme en otra cosa y no sentir tanta ansiedad».
El primer adelanto de ‘1940 Carmen’ ha sido ‘Algo es mejor’. “Escribí esta canción mientras iba en auto por Malibú, con toda la ilusión de quedar embarazada», ha indicado. «Me sentí muy feliz por ser valiente y buscar la maternidad. El Océano Pacífico siempre me inspira. Los paisajes californianos se parecen mucho a mi ciudad natal. ¡Mientras miraba por la ventana me sentí muy libre! ¡Tan plena y feliz! La vida es hermosa, creo que muchas veces es sólo cosa de actitud».
‘Algo es mejor’ es un tema de indie-pop con guitarras y tintes country que suena tan libre, relajado y libre de ansiedad como probablemente buscaba su autora al escribirlo. La voz de Mon se relaja en este corte hecho para escuchar en un viaje en carretera con las ventanas bajadas, probablemente durante el atardecer. Un tema melancólico que recuerda, por sonido y espíritu, a ‘Lento’ de Julieta Venegas, pero que desprende ecos más orgánicos que urbanos.
Dirigido por Alfredo Altamirano, el videoclip de ‘Algo es mejor’ ha sido filmado en Ciudad de México. En él, Mon Laferte conduce a través de la ciudad mientras las animaciones de Brisa Vega dotan de color y surrealismo a la pieza.
‘Former Things’ de LoneLady será el Disco de la Semana. Publicado el pasado mes de julio, ‘Former Things’ es el tercer álbum de estudio de la cantante, compositora y productora de post-punk y synth-pop que se diera a conocer allá por 2010 -año en que apareció en nuestra sección Revelación o timo– tras ser fichada por Warp, el sello de Aphex Twin, Boards of Canada o Broadcast.
Como todos los artistas y/o grupos mencionados, LoneLady es británica, en concreto de Manchester, lo cual se nota en su música. A Julie Campbell le inspiran la psicogeografía y la arquitectura brutalista y, en su música, busca reproducir la estética de los paisajes industriales de la ciudad. A su vez, las canciones de LoneLady son divertidas y nerviosas: las de su debut ‘Nerve Up’ (2010) acusaban una mayor presencia de guitarras, las de ‘Hinterland’ (2015) ya se sumergían tímidaente en la electrónica y ‘Former Things’ puede ser el álbum más pop de todos.
Influencias de la Human League o incluso Prince asoman en unas canciones que se nutren tanto del post-punk como del funk de los 80. En ‘(There is) No Logic’, hoy la Canción Del Día, ambas influencias convergen en un todo homogéneo. El beat mecanizado de la canción incluso suena inspirado en el primer hip-hop, pero los sintetizadores nos llevan al desierto urbano de Manchester, a su paisaje industrializado y desangelado. Con estos ingredientes, LoneLady crea un temazo pop en toda regla.
¿Qué esconde el vibrante sonido de ‘(There is) No Logic’? Dentro de esta golosina de pop-funk industrial, LoneLady nos cuela una reflexión sobre el dolor de la existencia. La artista apela a escuchar a las «pinturas antiguas» y a los «susurros de las décadas» porque «todo lo que somos es memoria» y «cada latido está contado». Desafiante, canta: «¿Por qué tienes tanta confianza? No eres consciente de que estamos todos en un laberinto, sin motivo ni salida, veo que tienes miedo pero no lo sabes». LoneLady concluye que «lo único certero en esta vida es que no hay lógica».
Hace unos días Arca nos sorprendía con un tema que parecía abrir una nueva etapa, ‘Incendio‘. Pero en realidad parece que ‘Incendio’ va a ser en verdad un tema suelto, pues su sello XL Recordings informa claramente de que el primer single de su nuevo proyecto, ‘KICK ii’, es en verdad un tema nuevo llamado ‘Born Yesterday’, en el que se hace acompañar de Sia. Foto: Unax Lafuente.
Puedes oírlo bajo estas líneas y si no imaginabas cómo sonaría un tema con el sello de Sia y a la vez la producción ruidosa e incómoda de Arca, lo cierto es que aquí está. Una producción con la marca inconfundible de las dos, si bien liderado por Sia, en la que esta asegura no haber «nacido ayer» para liberarse de las garras de su opresor, asegurando: «I ain’t your baby anymore / Don’t call me baby».
La continuación de ‘KICK i‘ saldrá a la venta el 3 de diciembre y contendrá 12 nuevas producciones de Arca, en colaboración con otros artistas como Cardopusher, Boys Noize, Mica Levi, Jenius Level, Wondagurl y Cubeatz. También se ha dado a conocer el tracklist de ‘KICK ii’, que es el siguiente:
1. Doña
2. Prada
3. Rakata
4. Tiro
5. Luna Llena
6. Lethargy
7. Araña
8. Femme
9. Muñecas
10. Confianza
11. Born Yesterday ft. Sia
12. Andro
El paso de Rauw Alejandro por España está siendo sonado, lo cual era de esperar teniendo en cuenta que ‘Todo de ti‘ es una de las canciones más exitosas de este año (es 7 veces platino y sigue en el top 5 oficial de nuestro país), y que su álbum ‘VICE VERSA’ es disco de oro tras haber sido también top 1.
Por otro lado, lleva tiempo rumoreándose que su pareja es Rosalía, de hecho ambos colaboraron en un par de temas de ‘Afrodisíaco’, el álbum de él de 2020, y esto parece haberse confirmado con unas imágenes de ambos compartidas en TikTok por el propio Rauw Alejandro. Algo que no ha sido negado por el propio cantante durante su visita a El Hormiguero. Como podéis ver en un vídeo bajo estas líneas, muestra una sonrisa de oreja a oreja cuando Pablo Motos le pregunta por Rosalía, y sin especificar más, asegura que la relación de ambos es «muy guay», que se ven «mucho» y que la última vez que habían hablado había sido tan sólo hacía «5 minutos».
Pero es que después de esto, Rauw Alejandro ha continuado dando que hablar en su gira. El cantante ha acudido a Twitter para protestar por las medidas anti-covid19 vistas en su show en el Palacio Vistalegre de Madrid. Ha escrito concretamente en esta red social: «No entiendo al gobierno en Madrid, permiten los conciertos a toda capacidad, + venden alcohol, ¿y pretenden que la gente se quede sentada? Y si se levantaban y no obedecían iban a cortar la musica! Whatt 🙄🤦🏻♂️ Dato: Mi concierto no es de musica clásica! Es de PERREAR HASTA ABAJO». Añadía: «GRACIAS A TODOS LOS QUE FUERON A MI PRIMER CONCIERTO Y PERRIARON y BAILARON SIN MIEDO 😂😂🤘🏼🤘🏼🔥🔥». Sus palabras han sido recibidas con animadversión en las redes sociales, con algunos fans apoyándole dado lo avanzado de la vacunación, y otros recordando que la pandemia no ha terminado.
No entiendo al gobierno en Madrid, permiten los conciertos a toda capacidad, + venden alcohol, y pretenden que la gente se quede sentada? Y si se levantaban y no obedecían iban a cortar la musica! Whatt 🙄🤦🏻♂️
Dato: Mi concierto no es de musica clásica! Es de PERREAR HASTA ABAJO
— R A U W A L E J A N D R O (@rauwalejandro) October 1, 2021
El atraco más largo de la historia, bueno, el segundo atraco más largo de la historia se encamina a su inminente final. El próximo 3 de diciembre volverán a abrirse las puertas del Banco de España, o lo que quede de él, y finalmente concluirá uno de los mayores éxitos de Netflix, ‘La casa de papel’, que ha quedado en segundo lugar en el ránking de sus series más vistas a nivel mundial. Atención, se vienenSPOILERS, así que si por algún motivo no has visto estos primeros cinco episodios de la temporada final, te recomiendo que no sigas leyendo.
El inicio de esta temporada no podía comenzar de otra forma que no fuera con la continuación del mítico jaque mate de Alicia Sierra (Najwa Nimri) a El Profesor (Álvaro Morte) en su guarida, el «estanque de tormentas», como él lo llama. Un remake de la primera vez que El Profesor fue descubierto por Raquel (Itziar Ituño) en el anterior atraco, solo que esta vez había mucho más en juego en lo que al guion se refiere. Los personajes de Alicia y Raquel son radicalmente diferentes y la escena debía construir una mezcla de angustia, emoción, miedo y mucha tensión. Por un lado porque se sabía que El Profesor tramaría algo para intentar librarse de Sierra; por otro, porque la inspectora, al contrario que Raquel, no se anda con chiquitas y además es de gatillo fácil, como ya demostró. Solo puedo decir que la escena estuvo a la altura para todos los que sabíamos que Alicia no sucumbiría a los encantos del «gafotas».
Pero todo eso se vio eclipsado demasiado pronto por otro momento que también llevaba mucho tiempo esperándose: el parto de la inspectora. En palabras de Nimri, «el parto más punki de la historia». Una mutación de Alicia a Gollum con gritos, dolores y palos selfies para observar la salida de la criatura. Muy acertado, pues el parto se construye en torno a una nube de humor negro, una de las características más definitorias de la inspectora Sierra. Sin embargo, aquí llega el primer «fail» de la división de la temporada. Durante el verano se filtraron algunos detalles de dicho parto, se sabía que iba a pasar, tenía que pasar, pero la trama de Alicia era uno de los elementos que más juego le daba a la serie, y todo quedaba en simple nada después de los dos primeros episodios.
Algo parecido sucedió con la típica subtrama de Berlín (Pedro Alonso) en los años previos al atraco de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Una subtrama que más allá de ser una manera de contentar a la marea de fans de Berlín, no dejaba de ser bastante aburrida, y algo insignificante al no aportar nada a la trama principal, a menos que se demuestre lo contrario en la siguiente tanda de episodios, lo cual por otro lado es probable. La parte buena es que el personaje de Tatiana (Diana Gómez), que siempre aparece en estas subtramas, ha continuado generando misterio y eso ha servido para que Najwa Nimri desmienta la teoría de que ambos personajes son el mismo. Sorprendentemente no ha spoileado nada más, solo que lo descubriremos todo al final (pero ¿qué necesidad? Me sigo preguntando yo).
También toca mencionar ese inconfundible olor a muerte que desprendía el trailer de la temporada y que ha llegado precisamente a la que siempre informaba de todo como narradora. Otro «fail» de esta división de temporadas es la velocidad a la que avanza la trama, lo que inevitablemente hace que la muerte de este personaje aparezca muy forzada. No digo que su muerte sea injusta, eso lo dejamos para Nairobi (Alba Flores): nada le pega más a Tokio (Úrsula Corberó) que morir matando. Pero parece muy poco acertado acabar de forma tan anticipada con el personaje que actúa como narrador de una historia que, se supone, sabe cómo acabará. Por lo menos sirvió para acabar con la cucaracha de Gandía (José Manuel Poga).
En resumen, dejando a un lado aciertos como los niveles de acción que compensaron la falta de esta en la anterior temporada o la química que han demostrado Álvaro Morte y Najwa Nimri en su trama (algo que ambos llevaban esperando mucho tiempo), este primer final de ‘La Casa De Papel’ ha sido como comer tu comida favorita cuando estás enfermo. Está buena y lo sabes, pero no consigues sacarle el sabor por mucho que te esfuerces.
Con su millón de oyentes mensuales en Spoti, algo por encima de Vetusta Morla, Zahara y Love of Lesbian, Recycled J es uno de los cantantes de pop más exitosos del país. Así sin apellidos demodé tipo «trap». Haya sido gracias a discos como ‘City Pop‘ o a sus exitosos splits junto a Natos & Waor (la serie ‘Hijos de la ruina’), el proyecto de Jorge Escorial ha ido asentándose en la imaginería popular, ofreciendo ahora este breve EP que ha lanzado coincidiendo con el final del verano. Cinco canciones inmediatas y agridulces que captan «la historia de un amor de verano a través de diferentes vivencias, momentos y situaciones».
El acercamiento al pop no conoce ningún tipo de frontera en un disco que no teme incluir una composición de R&B llamada ‘Sabe a chicle’ y dice «cuando tú me besas, mami, sabe a chicle / tú sabes que a mí me encanta y lo repites». ‘TRISTE’ es un festín de referencias a la cultura popular, a saber, «en Texas soy el Ranger», «yo estoy jaque mate, tú Leticia Sabeter», «yo era de los Misfits y tú eras de Limp Bizkit», «ring, ring, quieren mi culo como el de Britney / Y yo aquí llorando negro sin ser de Green Day» y mi favorita: «te como como Krispies». Si crees que todo es demasiado teenager, hasta Justin Bieber se cuela en el texto de «CHICLE», aunque es a ‘BANKSY’, el misterioso artista de culto, a quien se dedica el bailable último tema, que cuenta con un buen contrapunto en francés con la voz de Poupie.
En ese sentido, y a pesar de ese color amable que inunda estas grabaciones, las producciones de Selecta y Kiddo Manteca buscan el underground de la electrónica de los 90. Seguro que ’40 NOCHES’ está siendo el gran éxito de esta era por su melodía, por su conexión indirecta con hits como ‘Pa’ llamar tu atención’ y ‘Con altura‘ (esas rimas tan españolas, de «Ave María» con «frutería» y «vera mía») , pero es su aproximación al UK Garage y al dubstep a lo Burial lo que termina de elevarla. Hasta la Björk de los 90 podría haber firmado algunos de sus trucos. Y lo mismo sucede con ‘A TU LAO’, un tema que recurre al drum&bass como algunos tracks del hasta ahora último disco de The Weeknd, ‘After Hours’. Incluso a Abel (y a Puchito) recuerda esa letra torturada: «No me sirve haber llena’o ni dedicarte el sold out / Si por más que te escribí un disco, no lo has escucha’o».
Recycled J no solo ha hecho las letras sino que ha realizado la fotografía de la portada de este ‘SAD SUMMER’ que no es tan triste después de todo; y también ha codirigido unos vídeos de los que se ha encargado Joaquín Luna, con el protagonismo de dos bailarines, Safu e Iván Villa. En el vídeo de ‘A tu lao’ simplemente le vemos a él entonar la composición subido en la parte trasera de una camioneta mientras se fuma en cigarro. “Pensé en llamar a la radio, y pedir nuestra canción de amor / pero al final la hice yo”, asegura. Es una canción que, sí, te va a recordar a otras cosas, pero que cuenta con cierto carisma propio.
CMAT es una cantante irlandesa que recibe su nombre de las iniciales de su verdadero nombre, Ciara Mary-Alice Thompson. ‘Diet Baby’ es el nombre del EP con el que ha debutado, disponible en 7″ con dos temas por cada cara, destacando de momento los dos que aparecen en la cara B, ‘I Wanna Be A Cowboy, Baby!’ y ‘I Don’t Really Care for You’. Este último ha sido el primer ganador de la 3ª Edición del JNSP Song Contest de nuestros foros y es hoy nuestra «Canción del Día».
Aunque su lugar de residencia pasó de ser Dublín a ser Manchester porque no podía permitirse su manutención en su ciudad soñada para escribir, Londres, la música de CMAT nos lleva más bien a la América de Dolly Parton o más recientemente Kacey Musgraves. La razón es que a menudo utiliza los códigos estéticos del folk, el blues, el country tan solo para cuestionar lo establecido. O como mínimo para resolver los problemas de salud mental de los que ha hablado en profundidad con Irish Times, recurriendo al viejo truco de servirse de la autoría de canciones a modo de terapia.
Eso es algo muy palpable en ‘I Don’t Really Care for You’, y también en su videoclip. Una canción que pasa del amor al odio en un santiamén, cuyo estribillo repite «te habría salvado pero dijiste que no me preocupo realmente por ti», y cuya estrofa más llamativa viene a decir así:
«he pasado 7 horas viendo viejas fotos mías
tratando de detallar cuándo empecé a ser una zorra
fue en algún punto después de ‘La pasión de Cristo’
y antes de tener Instagram».
En el vídeo, sencillo y teatral, se retrata una cita desastrosa en la que CMAT se siente ignorada por su acompañante, terminando realizando una coreografía. Es interesante cómo la cantante ha hablado en la citada entrevista de la feminidad, de cómo para ser una cantante alternativa de éxito en Irlanda sentía que se tenía que parecer a Dolores O’Riordan y Sinéad O’Connor, ambas de estética andrógina, y de cómo en la comunidad gay se percibe la hiperfeminidad.
Dice la cantante: «de pequeña, y todavía a día de hoy, hablaba mucho y muy alto. De niña, solía meterme en problemas porque hablaba mucho y a la gente no le gustaba. Está bien porque puede ser molesto, pero la primera vez que me sentí aceptada por ser como soy, donde sentía que no tenía que autocensurarme, fue en los clubs gays. Empecé a ir a los 15 y es la primera vez en mi vida que sentía que decir algo alto y claro era bueno, que se supone que puedes tener tu personalidad (…) La hiperfeminidad en el contexto de la comunidad gay es algo que se puede ver como algo radical o contra la norma. Especialmente en Irlanda ahora mismo, es ridículo que se critique la hiperfeminidad, pero la escena gay me hizo sentir envalentonada».