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Nebulossa y Angy arrasan en la primera semifinal del Benidorm Fest 2024

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Partían como uno de los grandes favoritos de la semifinal por tener la canción con mejor streaming de la edición, pero el gran arrase de Nebulossa no ha dejado indiferente a nadie. Sobre todo, al jurado del Benidorm Fest 2024, que los han considerado la mejor actuación de la noche. ‘ZORRA’ se ha convertido en la propuesta ganadora de la primera semifinal con 149 puntos: primeros para el jurado (84), segundos para el voto demoscópico (35) y terceros para el televoto (30).

Los ha seguido de cerca Angy Fernández, que ha logrado consagrarse como una de las protagonistas tras su sorprendente interpretación de ‘Sé Quién Soy’. Recordando a artistas como Avril Lavigne, Angy ha sabido trasladar su energía al público, que la han coronado en el voto demoscópico con 40 puntos. Para el jurado ha sido tercera (62), mientras que el televoto la ha llevado a la segunda posición (35). En total ha acumulado 137 puntos.

Sofía Coll y Miss Caffeina cierran la lista de clasificados para la final del sábado. La primera, que se ha presentado con ‘HERE TO STAY’, ha sido cuarta para jurado (58) y televoto (28), y tercera para el demoscópico (30), consiguiendo 116 puntos. Miss Caffeina, en cambio, ha sufrido más altibajos de la mano de ‘Bla, bla, bla’: mientras que el jurado les ha dado la medalla de plata (74), el televoto con su quinta posición (25) y el demoscópico con su última posición (16) los ha desinflado.

La anécdota de la semifinal llega con la eliminación de Mantra, que fueron los favoritos del televoto (40) gracias a su tema ‘Me Vas A Ver’. Noan, Lérica y Quique Niza completan los cuatro eliminados que se quedan a las puertas de la clasificación.

Estos son los resultados finales de la primera semifinal del Benidorm Fest 2024:

Voto del jurado:
1. Nebulossa (84 puntos)
2. Miss Caffeina (74 puntos)
3. Angy Fernández (62 puntos)
4. Sofía Coll (58 puntos)
5. Noan (46 puntos)
6. Quique Niza (45 puntos)
7. Lérica (40 puntos)
8. Mantra (33 puntos)

Voto demoscópico:
1. Angy Fernández (40 puntos)
2. Nebulossa (35 puntos)
3. Sofía Coll (30 puntos)
4. Noan (28 puntos)
5. Mantra (25 puntos)
6. Lérica (22 puntos)
7. Quique Niza (20 puntos)
8. Miss Caffeina (16 puntos)

Televoto:
1. Mantra (40 puntos)
2. Angy Fernández (35 puntos)
3. Nebulossa (30 puntos)
4. Sofía Coll (28 puntos)
5. Miss Caffeina (25 puntos)
6. Noan (22 puntos)
7. Lérica (20 puntos)
8. Quique Niza (16 puntos)

Clasificación:
1. Nebulossa (149 puntos)
2. Angy Fernández (137 puntos)
3. Sofía Coll (116 puntos)
4. Miss Caffeina (105 puntos)
5. Mantra (98 puntos)
6. Noan (96 puntos)
7. Lérica (82 puntos)
8. Quique Niza (81 puntos)







OT Gala 9: Y cuanto más acelero

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El director de cine Joel Coen asegura que todas las películas americanas son un remake encubierto de ‘El mago de Oz’. Lo cierto es que si esa película lleva casi 100 años capturando la imaginación de generaciones enteras es porque, en realidad, la propia existencia humana en el siglo XX es una reformulación de la historia de Dorothy: una dicotomía entre la realidad (Kansas) y la fantasía (Oz), lo privado y lo público, lo visceral y lo teatral, la vida (auténtica) y los medios de comunicación (simulacro de autenticidad). Hasta hace unos 10 años solo los famosos experimentaban una versión exaltada de esa dualidad, pero desde la llegada de las redes sociales cualquiera puede distorsionarse en su propia performance pública. Con la llegada de las redes sociales, el mundo eligió vivir en Oz, en la fantasía, en lo público, en lo teatral, en el simulacro de la vida. Hoy todas las realidades pueden ser hiperrealidades. Y el ejemplo más claro es que mucha gente elige exponer sus emociones, tradicionalmente experimentadas a puerta cerrada, de cara a los demás. Los sentimientos íntimos pueden ser contenido masivo.

Durante su visita a la academia, Àngel Llàcer ofreció una reflexión demoledora: “Los motivos por los que os quieren aquí son distintos a los de fuera”. Esta advertencia casi filosófica contiene tres palabras clave: quieren, aquí y fuera. Efectivamente los fans de OT sienten un simulacro de amor por sus cantantes favoritos. En esa percepción se sustenta la viabilidad del formato. No pueden concebir la idea de que dentro de unos años no se acordarán de sus ídolos efímeros y que incluso sentirán un cierto bochorno tierno cuando piensen en el fervor con el que los adoraban. Los concursantes, por su parte, tampoco pueden pensar que ese amor aparentemente incondicional es en realidad temporal, que hay una alta probabilidad de que dure tanto como dure la adolescencia de sus fans. Es decir, que OT es un programa sobre la fe (algo que entendieron muy bien los Javis en la edición de 2017, porque ellos de fe controlan bastante): no solo la fe del público en el formato, sino la fe de lo concursantes en que sus fans no van a abandonarlos.

Dicho de otro modo, todos y cada uno de los concursantes tienen que creer ciegamente que ellos van a ser Bisbal, Manuel Carrasco o Aitana. Que a ellos no les va a pasar como a la inmensa mayoría de concursantes de OT, por mucho que la estadística indique que van a acabar igual que ellos: dedicando el resto de su vida a hablar de OT, interactuando con desconocidos que les niegan la posibilidad de ser otra cosa que un recuerdo e intentando, a golpe de canción espantosa, recuperar aquel amor que media España les brindó durante tres meses. Porque Operación Triunfo es un programa sobre la ilusión. Si no creyeran que les va a tocar a ellos, su presencia en el concurso perdería todo sentido.

Lo que Llàcer hizo fue separar de un hachazo esas dos dimensiones: la fantasía y la realidad. La academia y el después de la academia. Puede que sea un consejo cínico por su parte, pero la realidad es cínica. Y en cada nueva edición (y van doce) es más difícil mantener el espejismo, porque los chavales ya crecen con redes sociales y entienden a un nivel instintivo que existen esas dos dimensiones. De hecho, la mayoría desoyó el consejo de no mirar redes sociales durante su visita a casa por Navidad y regresaron con toda la información: los shippeos, los favoritos, lo que le gustaba al público y lo que no.

La primera edición de OT fue única porque lo siguiente, el ahí fuera, el después… no existía. No había ningún precedente. De manera que los concursantes descubrieron a la vez que el resto de España qué hay después de OT. Lo que Llàcer pretendía con su advertencia era anticiparse a la desilusión: “Dentro de un tiempo no sabrán quiénes sois”. Y sí, tiene toda la razón. La estadística así lo garantiza. ¿Pero cómo pueden asimilar esas palabras nueve chavales de 20 años que han salido unas horas a esa supuesta realidad solo para recibir el amor apasionado de miles de desconocidos durante las firmas? ¿Cómo no van a creer que la realidad que les espera es exactamente igual de entusiasta que la del plató?

La gala 9 formó dos grupos. En uno, los concursantes que (incluso de manera subconsciente) seguían rumiando las palabras de Àngel Llàcer, es decir, los que ya están sintiendo nostalgia del presente, los que en el fondo saben que dentro de un tiempo recordarán el día de las firmas con una amargura melancólica y saben que es muy probable que hayan vivido su peak de popularidad dentro del concurso. En el otro grupo, los que eligieron la pastilla azul, quedarse en Oz, no despertarse nunca de la siesta de Alicia, etc. Ese grupo decidió que no. Que no les va a pasar a ellos. Que ellos son Bisbal, Carrasco y Aitana. Que ellos son estrellas. Que lo mejor está por venir. Ese grupo son los finalistas de OT 2023.

Para la que sería su última actuación, Álvaro Mayo decidió servir pronombres. Llevaba un vestuario que solo puede quedarle bien a alguien que tiene 20 años, pesa 40 kilos y mide un metro ochenta. Para cuando terminó la actuación Álvaro se había hecho demasiado viejo para ese look. Cantó ‘I Want Love’. Que cómo de mariquita hay que ser para elegir como tema de nominado la 18ª canción más escuchada de Jessie J en Spotify. Sin duda alguna, Álvaro la descubrió por el lipsync de Jaida Essence Hall y Trinity The Tuck en Rupaul’s Drag Race, porque nadie llega a Jessie J por voluntad propia. Jessie J es una cantante que lleva 13 años de alguna manera imponiéndose en nuestras vidas.

Cantar esa canción es, desde luego, una decisión. ‘I Want Love’ es el tipo de canción que solo suena en los bares de ambiente que tienen fotos de Marilyn y Audrey colgadas en las paredes. Toda esa misma parafernalia (y ese cuerpo de baile, todo hay que decirlo, impresionante) habría lucido más con un ‘Release Me’ de Agnes, un ‘Free’ de Ultra Naté o un ‘Everybody’s Free’ de Rozalla. Pero Álvaro eligió ‘I Want Love’. Álvaro eligió garrafón. Y, en cierto modo, ese es su triunfo en el concurso: llegó cantando ‘…Baby One More Time’ y se fue cantando una canción que seguro que les pone en el coche a sus amigos sin importarle que a nadie más le guste. En la gala 0 Álvaro dio alas a todos los niños mariquitas que han tenido que esconder su pluma a puerta cerrada en su habitación y en la gala 9 se despidió disfrazado del boli bic rojo más fabuloso del mundo con un corsé rojo, un colorete rosa y un mariconeo que le garantizará un escenario en los próximos 20 Orgullos. Hay muchas realidades peores que esa. Y, por cierto, ya nos habría gustado a muchos crecer con un Álvaro Mayo en la tele en vez de ver cómo toda España se reía de David Bustamante cada vez que lloraba.

Paul insistió mucho en que lo llamasen Paul Thin en esta gala. Si se iba, que al menos se llevase de OT un nombre artístico. Cantó BZRP Music Sessions, vol 57 (de verdad, esta línea temporal es agotadora) y se podría decir que pareció un artista invitado, pero eso sería demasiado generoso con los artistas invitados. Paul Thin pareció una estrella mundial. Que puede que nunca llegue a serlo, pero él está en el grupo que eligió vivir en la fantasía y durante esos tres minutos fue un ídolo de verdad. Daba igual que la letra fuese apabullante y que fuese más rápido de lo que el espectador podía asimilar, él transmitía todo lo que había que entender: por citar de nuevo a Trinity The Tuck, «I don’t know what the fuck she’s saying but girl, I’m living». Parecía que estaba echando un pulso con la canción y utilizó la sencillísima puesta en escena (un sol ardiente) a su favor: a ratos era un marco, a ratos un dios al que rezarle, a ratos un agujero sobre el que derrumbarse.

Paul participó activamente en la producción de la canción y se lució más que nadie en toda la edición. La canción era, literalmente, suya. En manos de otro habría sido un esperpento, pero nadie se la ha jugado más que Paul en esta edición. Cada palabra y cada movimiento estaban marcados y expresados con muchísima chulería y muchísimas capas emocionales: rabia, soberbia, miedo, amargura. Si el mundo se acabase, él seguiría rapeando. La actuación fue un concepto total, algo que solo podía haber hecho él, algo que se ha visto poco en OT (por no decir nada), lo cual engrandece a Paul pero también al formato, que 22 años después sigue logrando cosas inesperadas. Al final, Paul ha explotado cuando ha dejado de fingir ser un pobre inseguro para encajar en el reality (recordemos que llegó a decir que no sabía bailar, el muy sinvergüenza) y cuando ha abrazado exactamente quién es: un empollón con un talento desbordante que se siente una estrella y que piensa que si los demás no lo aprecian, el problema lo tienen ellos. Esta edición ha brillado más gracias a Paul Thin, un concursante que nunca ha tenido miedo a ser demasiado (tal y como demuestra ese horripilante tinte capital, que por supuesto ya es icónico).

“Yo pensaba que si entraba a OT”, dijo Martin, “esto es lo que quería hacer”. A Martin le dieron el número musical que quería y él ha sabido aprovecharlo: ese es un buen resumen de su paso por el concurso, sin duda uno de los más placenteros de la historia de OT. Pocos concursantes han estado más a gustito en esa academia que él. Y su versión de ‘Footloose’ fue una celebración de ello. Cabe suponer que Martin adoptó la actitud de Zac Efron en ‘High School Musical’ pero Efron copió esa actitud del Tom Cruise de los 80: un gallito al que todo le sale bien porque el director de la escuela siempre le perdona sus fechorías, que debería caerte mal pero te cae fenomenal y que cuando baila no puedes mirar a nadie más. ¿Por qué? Porque no hay un ápice de maldad en su mirada. Puede haber socarronería, pero es una impostura infantil.

Martin bailó hasta con el bigote. No cerró la boca en ningún momento (sonreía entre frase y frase) y no intentó jugar con la cámara porque sabía que la cámara era suya. Hizo todo lo que tenía que hacer (entonar, bailar, meterse en el papel) y lo hizo con muchísimo encanto. Le salió genial porque en el fondo le daba igual si le salía mal. Él ya ha ganado en la vida. ‘Footloose’ es una canción sobre esa euforia que solo sientes cuando eres joven y crees que toda tu vida va a ser así de divertida y Martin brilló porque es exactamente un chaval joven y eufórico que cree que toda su vida va a ser así de divertida. ¿Por qué iba a creer lo contrario? Martin es el tipo de persona que para ponerse nombre artístico cambia de sitio la sílaba tónica y se queda tan pancho. Y encima le funciona. En ese sentido, es la antítesis de Paul. Ambos son muy flipados, pero Paul lo intenta todo muy fuerte y quiere demostrar cuánto lo intenta y que se lo reconozcas. Martin es a Paul lo que Homer Simpson a Frank Grimes.

Al terminar, Chenoa le preguntó si le gustaba más cantar, bailar o interpretar. Y Martin, con una desfachatez adorable que nadie le perdonaría si tuviese más de 20 años, dijo que interpretar.

En un concurso de cantantes.

¿Por qué? Pues por qué no. A Martin le ha ido fenomenal siendo así hasta ahora: para él no hay diferencia entre la fantasía y la realidad, para él OT es una extensión de su vida real. Y cuando salga lo único que le espera es una oferta de trabajo para protagonizar ‘High School Musical’ en la Gran Vía. OT solo ha sido un casting a gran escala para el resto de su vida.

Naiara y Juanjo sabían perfectamente lo que estaban haciendo con ‘La cigarra’: una competición. La diferencia es que él apretó el diafragma para intentar eclipsarla y ella sabía que había ganado desde antes de empezar la canción. En sus duetos, Juanjo ha sido el concursante más individualista de la edición y Naiara le dio a probar su propia medicina. Vocalmente fue un espectáculo como pocas veces se ha visto en OT y, en una casualidad extraordinaria, hubo un momento en el que la cámara literalmente tembló mientras ellos gritaban (minuto 0.18).

Ella llevaba un top de brillantes, un chocker de brillantes, una gargantilla de brillantes, unos pendientes de brillantes y brillantes en el pelo. Pero lo más espectacular que tenía encima era una coleta postiza de un metro de largo que pesaba más que Álvaro Mayo y que construía una imagen tremendista: cuando ella ponía su postura por defecto para cantar (las piernas abiertas flexionadas con el coño mirando a las estrellas) la coleta le asomaba por entre las piernas y la hacía parecer una yegua salvaje. Naiara estuvo rotunda, sonriente, arrolladora, bruta y barroca: todo lo que trataron de domesticar en ‘La gata bajo la lluvia‘. Naiara no necesita que nadie la refine. ¿Que a qué grupo pertenece Naiara? ¿Al de los que se resignan a la realidad o al que abrazan la fantasía? Naiara es una chica que se compró un Audi y cambió los cuatro círculos por cuatro corazones. Naiara lleva construyendo su propia realidad desde que aprendió a andar. Y no ha dejado de correr desde entonces. En los vídeos de las firmas se ve cómo le daba un único consejo a sus fans: “Acelera, tía”. Ella sabe de lo que habla. Esta es su oportunidad y no va a mirar atrás. Durante el resto de la gala, en los planos de Chenoa aparecía Naiara de fondo acariciándose la coleta y asegurándose de que le caía por delante del hombro pero no por delante de las tetas. Probablemente a esas alturas ya le había puesto nombre al postizo. Porque ella incorpora el artificio a su identidad. Por eso es una estrella.

Ruslana se ha convertido en una de las mejores concursantes de la edición porque siempre arriesga. Anoche apostó y no le salió bien: le dio a ‘Beggin» una actitud de rockera pasada de rosca a la que todo se la suda y, a través de la cámara, transmitió… que todo se la sudaba. Esa es una actitud cojonuda si eres una rockstar de los 70, pero no funciona en OT. En OT hay que transmitir ganas hasta cuando finges que no tienes ganas. Su narrativa se le ha vuelto definitivamente en contra por un pequeño detalle: ella misma se la ha creído y la ha hecho realidad. Y las narrativas son eso, narrativas. Ficciones. Percepciones colectivas. Una cosa es que Ruslana desempeñe el papel de “chica rebelde a la que quieren meter en un molde contra el que se amotina” y otra es realmente ser esa chica. Si algo hemos aprendido del sistema es que los disidentes deben solo parecerlo, pero secretamente funcionar dentro de las reglas de ese sistema.

La actuación de Ruslana tuvo grandes momentos: cuando empezó mirando a cámara, cuando se tiró al suelo de rodillas o cuando dio un golpe de cabeza como dando permiso a la batería para explotar. Pero no hubo progresión, no interpretó la letra y cuando se sentó encima del altavoz se recolocó porque no estaba cómoda. Como si en vez de una rockstar subida a un bafle fuese la cuchufleta de ‘La que se avecina’ sentándose en el autobús al lado de una persona que está tosiendo. Esos segundos de duda se multiplican por mil en un escenario de televisión. Y pueden costarte una nominación. Faltó progresión, faltó clímax y sobraron miradas encorvadas al público como si fuera Lucas en la gala 2. En OT, ser de los primeros en destacar puede darte ventaja o puede agobiarte por si no estás a la altura de las expectativas que tú misma has generado. Y da la sensación de que Ruslana volvió de las firmas y no le gustó lo que vio, de que las palabras de Ángel Llàcer la desilusionaron. ¿Qué hago yo aquí, si la estadística apunta a que se van a olvidar de mí haga lo que haga? Ruslana está en el grupo de los que se rindieron ante el realismo y asumieron que ahí fuera, sobre todo, hace mucho frío.

Lucas Lucas Lucas Lucas cantó ‘Nada cambiará mi amor por ti’, una canción a su medida: está hecha para hombres que guardan a su novia en el móvil como “Mi niña”. La puesta en escena era tan hortera como la canción requería: un set de foto que disparaba flashes mientras él cantaba, no se fuera a olvidar que lo que le ha llevado hasta ahí es esa cara milagrosa. Cada semana lleva el pelo más corto (es decir, que cada semana está más guapo) y se parece más al resto de cantantes del planeta. Pero hay una razón por la que la normatividad lleva siglos triunfando, del mismo modo que el romanticismo cursilón de ‘Nada cambiará mi amor por ti’ nunca pasa de moda: la mayoría de nosotros, en el fondo, queremos que alguien nos guarde en el móvil como “Mi niña”.

‘Nada cambiará mi amor por ti’ ya fue cantada en la gala 7 de OT1 por David Bisbal y Naím Thomas y acabó con Naím nominado, porque es una canción muy traicionera que solo sirve para lucirse a nivel vocal (y ya sabemos que vocalmente ha habido pocas cosas más extraodinarias que el Bisbal de 2001, aunque en esa gala salió favorito así que nunca sabremos si la canción habría podido con él también). No hay actitud o interpretación posibles, porque la letra apela al mínimo común denominador del amor romántico. Se trata de cantar sobre la nada. Es la adaptación musical de ir a un espectáculo del Mago Pop: todo el mundo lo hace, nadie se plantea si le gusta o no. Es curioso, por cierto, que cuando se lanzó esta canción en 1985 sonase exótica porque las baladas de amor genérico eran una cosa muy del mercado latinoamericano y aquí lo que gustaba era el surrealismo con influencias poéticas de Mecano, Alaska o Radio Futura. Luego llegó Alejandro Sanz y cambió para siempre la trayectoria del pop español, que pasó 20 años atrapado en las baladas de amor abstracto con las que literalmente cualquier ser humano podía identificarse a cargo de Pablo Alborán, Vanesa Martin, Pablo López, etc, etc, etc, etc.

Lucas está destinado a continuar esta tradición. Durante su clase de composición creó una canción muy bonita en la que cantaba que su novia “es vitamina”. Va a arrasar ahí fuera. Cuando Noemí escucha la canción y exclama “soy yo, está hablando de mí” lo dice en broma pero está dando con la clave exacta de por qué esa canción va a funcionar en todas las playlists de Spotify.

La puesta en escena de la actuación de ropa blanca sobre fondo blanco hacía que solo se vieran tres cosas: la cara de Lucas (y menuda cara, esa cara es lo que ve Ricardo Gómez en el espejo cuando se levanta de buen humor), sus sobacos y los ojos de su novia asomando por el escote en plan “es mío, zorras”. Es increíble cómo están tatuados esos ojos. Te siguen allá donde vayas, como una versión yasssificada de la Mona Lisa. Pero Lucas desafinó. Y si desafinas en ‘Nada cambiará mi amor por ti’ la canción no te ofrecerá otra cosa a la que agarrarse. El resultado fue la nominación más evidente de la noche.

Al final de la actuación de Lucas, por cierto, la cámara se alejó dejándole solo en su refugio blanco pero rodeado de una oscuridad total. Fue un plano decididamente cinematográfico en una gala en la que la realización elevó las actuaciones (sobre todo la de Ruslana) y en la que el vestuario, por fin, sacó lo mejor de los concursantes. Sobre todo el de Bea.

La semana pasada el tema más comentado en Twitter fue el de Bea contándole a Abril que se puso el traje azul porque alguien llegó y le dijo “solo hay esto, póntelo”. Ante la polémica, Noemí Galera enumeró en Twitter una lista con los 15 looks opcionales que le habían dado a Bea, porque Noemí sabe que el público de OT necesita sentir que mantiene un diálogo con el programa. Ese es su propio mundo de Oz. Para esta gala le pusieron un mono de chica Bond que resaltaba sus curvas y que ella aprovechó meneándose de un lado al otro del escenario. Al acortar ‘River Deep Mountain High’, se perdieron las trepidantes subidas y bajadas de la canción, que son lo que hacen que ‘River Deep Mountain High’ sea lo que es, así que se quedó en una constante subida algo histérica. Pero Bea le echó morro y tiró de sus mejores trucos, porque ella ha decidido que el piloto automático es su mejor escenario posible a estas alturas.

A Chiara la vistieron de la Kardashian para cantar ‘Kill Bill’ en un escenario claramente inspirado por ‘Saltburn’ (ya que Prime Video les puso ‘Culpa mía’, ¿por qué no grabarles viendo ‘Saltburn’?) y rodeada de figurantes que no se inmutaban ante su presencia. Ahora Chiara sabe lo que se siente cuando vas al Marta cariño e intentas hacer contacto visual con los hombres. La idea molaba, pero jugó en contra de Chiara. Era como si el desdén de los figurantes se correspondiese con lo que debían sentir los espectadores en casa. Esa canción tan lánguida le habría sentado genial a Violeta y en la voz de una cantante como Chiara (incapaz de no decorar todas las sílabas) chirriaba. La letra trata sobre matar a tu exnovio y Chiara le dio un rollo cuqui que podría haber resultado extraperturbador, pero que se quedó en desganado. Aun así, tanto la escenografía como ella intentaron cosas y eso será siempre mejor que no intentar nada, del mismo modo que siempre será mejor que exista OT a que no.

Antes de la actuación de Abraham Mateo (que, por cierto, estaba tan moreno que parecía que estaba haciendo blackface), Chenoa le preguntó: “Si fueras concursante de OT, ¿cómo estarías?”. Nominado, Chenoa. Estaría nominado. Y mira que Abraham tiene talento (durante años fue el único cantante masculino en España que bailaba), pero su dueto con Omar Montes fue la peor actuación de la gala, algo inconcebible tratándose de dos estrellas invitadas. Ambos empezaron detrás de una barra limpiándola con un trapo, lo cual solo puede ser un guiño a que eso es exactamente lo que están haciendo en una realidad paralela, y a continuación se pasearon por el escenario como si se acabaran de levantar de la siesta. Y luego se acabó.

Netflix se puede ver en 192 países, una cifra de la que presumen mucho, pero lo cierto es que Prime Video es la plataforma presente en más territorios del planeta: más de 200. Prime Video se ve hasta en Jamaica. Esto quiere decir que existe la posibilidad de que anoche Usain Bolt sintonizase Prime Video y, al ver a Masi, exclamase “Joder qué rápido va esta tía”. En defensa de Masi, y por pura empatía, hay que reconocer dos cosas: que anoche sí hizo alguna que otra pausa y que tiene el curro más desagradecido de cada gala. Ella, a diferencia de los demás protagonistas del programa, no puede improvisar ni saltarse trozos de guion. Ella está obligada a decir un contenido muy concreto que incluya las palabras “ING”, “Cuenta no-cuenta”, “nómada” y “formación” en un breve espacio de tiempo.

Anoche Masi le tendió una trampa a Chenoa: mientras estaban de cháchara le soltó a la cara “HoyelnómadafavoritonocruzarálapasarelaperosiguedisfrutandodelosbeneficiosdeINGqueporsupuestosigueapoyandolaformacióndelosniños”. Y claro, Masi habla tan rápido que, para cuando Chenoa quiso reaccionar, Masi ya iba por “apoyandolaformación”, así que Chenoa le dijo “PUES NADA AQUÍ TE DEJO CON ELLOS” y huyó del plano porque esas 26 palabras con ambas mujeres en el mismo plano valen muchísimo más dinero del que paga ING (que espero que sea mucho porque vaya turra). El nómada favorito, por cierto, fue Naiara, así que ya acumula 6000 euros para su formación (y con “formación” quiero decir un alerón con forma de alas rosas para el Audi).

Buika abrió la gala llamando a Chenoa “oso galáctico” y dijo que se sentía “euforicosmia en mis entrepechos que no puedo with my life”, porque a estas alturas Buika ha sido reemplazada por una IA de Buika. Cris Regatero llevaba tantos lazos rosas que parecía su propio meme de Cris Regaterette. Y la cachonda de Chenoa le preguntó a Pablo Rouss si en algún momento de la edición se había quedado bloqueado por no saber a quién nominar. ¿Os imagináis a Pablo Rouss bloqueado? Él, por supuesto, respondió que “está muy complicado porque hay mucho nivel”.

Pero oye, tiene toda la razón. La gala de anoche fue la mejor de la edición y una de las más redondas de todo OT. Los nueve concursantes lo hicieron muy bien y los cuatro nominados habrían estado salvados en cualquier otra gala, así que no es que estuvieran mal, es que había cuatro que eran imposibles de nominar: Juanjo, Naiara, Martin y Paul. Por alguna razón, nominaron a Paul. Buika tuvo que inventarse una sarta de milongas (que si “la potencia sin control”, que si “el ansia boicotea la voz”) para nominarle. Todo lo que le dijo era, sencillamente, mentira. Si algo tuvo Paul es control y si algo supo usar es la voz. Claro que interpretó con ansia. ¿Ha escuchado Buika lo que dice la letra? Es literalmente una canción sobre el ansia. La única explicación posible es que a Buika ni le gusta Paul ni entiende la canción que cantó, por eso es chocante que subrayase que la decisión de nominarle había sido unánime, algo que nunca se desvela en OT. Cris Regaterette y Pablo Rouss sí están más familiarizados con ese estilo musical, ¿realmente piensan que Paul podría haberlo hecho mejor? ¿Qué tiene que hacer entonces para que no le nominen?

Los profesores le salvaron a él y los compañeros a Ruslana. Se quedaron nominados Lucas y Chiara, dos concursantes muy diferentes, y resulta difícil adivinar el resultado: Chiara es la que mejor cae como persona (aunque eso no ha salvado a Álvaro Mayo) y Lucas el que más ha evolucionado en la academia. O eso, o le queda genial el pelo corto. Lo siento, es imposible averiguar la diferencia. Es que le queda demasiado bien el pelo corto. Lucas es un concursante que habría funcionado en cualquiera de las doce ediciones. Es curioso que en la edición más diversa y con perfiles más rupturistas de toda la historia de OT, el público haya abrazado a un emblema de la normalidad más absoluta como Lucas. Resulta que sí, a todo el mundo le gusta que le guarden en el móvil como “Mi niña”. Y nadie quiere reconocerlo, pero votar a Lucas esta semana es una manera de admitírtelo a ti misma. Porque al votar en OT estamos eligiendo en qué realidad queremos vivir.

Galas Anteriores:
Crónica de la Gala 8 de Operación Triunfo: La revolución soviética
Crónica de la Gala 7 de Operación Triunfo: Poligoneo de lujo
Crónica de la Gala 6 de Operación Triunfo: La zona de confort
Crónica de la Gala 5 de Operación Triunfo: Apriétame más fuerte
Crónica de la Gala 4 de Operación Triunfo: La Canción de los Enamorados
Crónica de la Gala 3 de Operación Triunfo: Mariquita el último
Crónica de la Gala 2 de Operación Triunfo: El Efecto Cepeda
Crónica de la Gala 1 de Opetación Triunfo: Los Amigos de Mis Amigas son Mis Amigos

The Smile / Wall of Eyes

De todos los grupos que podían registrar el nombre The Smile, se lo quedó la banda paralela de dos miembros de Radiohead, Thom Yorke y Jonny Greenwood, junto al percusionista de Sons of Kemet, Tom Skinner. La alegría de la huerta. El verso que les inspiró, claro, no era el más carpetero de Bécquer, sino de Ted Hughes y hablaba del poder disuasorio de una sonrisa enigmática, una capaz de manipular multitudes. Thom Yorke no estaba pensando en sonrisas Profidén, sino más bien en la sonrisa del «tipo que te miente a diario».

Los autores de ‘Paranoid Android’ continúan mirando al mundo con recelo, quizá con más razón que nunca. En una de las canciones del segundo disco de esta formación, llamada ‘Friend of a Friend’, Yorke vuelve a cuestionar el sistema actual, partiendo de una idea surgida en pandemia (de ahí la mención a los «balcones»). “¿Todo ese dinero dónde fue? Al bolsillo de alguien. Un amigo de un amigo”.

Ni sonrisas falsas ni amigos que son todo lo contrario. Las inquietudes de The Smile son las mismas que las de Radiohead, hasta el punto de que ambos proyectos confluyen en algunos puntos. Como es habitual en la carrera de Yorke, ha retomado ideas abandonadas en el pasado y el corte llamado ‘Wall of Eyes’ contiene referencias al periódico que acompañó la edición de ‘The King of Limbs’ (2011). La buena noticia es que la formación se asienta y este nuevo álbum suena mejor amalgamado que su debut, aquel disco que nos hizo pensar por un momento que The Smile iban a ser un divertimento punk.

Nada más lejos. ‘Wall of Eyes’ es más bien el tipo de disco que se graba en Abbey Road, con la Orquesta Contemporánea de Londres haciendo arreglos, un contrabajo que ha tomado buena nota de maestros del jazz (Alice Coltrane y Miles Davis siempre aparecieron entre las influencias de Radiohead) y un sentido de la producción que consiente efectos, truenos y susurros, con otro ojo puesto en la factoría WARP.

Mientras el principio de ‘I Quit’ conecta con sus primeros experimentos en ‘The Bends’ (1995), ‘Wall of Eyes’ es un disco que se caracteriza por presentar varias composiciones que se dividen en varias partes, aunque parezca que no, lo que inevitablemente le conecta con ‘In Rainbows’ (2007). Si en ‘Read the Room’ ya contrastaban su parte más infantil con la más espinosa, su outro intentará volar por libre, antes de ofrecer un final totalmente abrupto. En ‘Teleharmonic’ las flautas llevan el tema a otro lugar. En ‘Bending Hectic’ el momento en el que estallan las cuerdas da buena cuenta de la experiencia adquirida por Jonny Greenwood como compositor de bandas sonoras. Justo después, el desgarro guitarrero.

Bien estructurado junto al productor Sam Petts-Davies (ojo, no por Nigel Godrich), el disco presenta seguidas al cierre de la cara A, las dos canciones de guitarras más punzantes y disonantes. ‘Read the Room’ y ‘Under the Pillows’ parecen ahijadas de aquellas bandas de rock de los 70 con que se criaron, y contentarán a los seguidores de sus inicios. Y al cierre de la cara B llegarán sus dos mejores composiciones. Los 8 minutos de ‘Bending Hectic’ son el gran caballo ganador aquí y ‘You Know Me!’, su gran joya oculta. En esta se acercan por fin a la atemporalidad de sus grandes clásicos. No te puede salir un ‘Karma Police’ o un «Street Spirit» a diario, ¿pero qué hay del nuevo ‘Nude’? ¡Al menos un ‘True Love Waits‘!

‘Bending Hectic’, además, apunta alto con su referencia a Shakespeare, lo cual hará cierta gracia a quien recuerde que el grupo escribió ‘Exit Music’ para una adaptación de ‘Romeo y Julieta’. Decía una de las citas más conocidas de ‘Hamlet’: «Ser o no ser, esa es la cuestión: si es más noble para el alma soportar las flechas y pedradas de la áspera fortuna o armarse contra un mar de adversidades y darles fin en el encuentro». En este tema mutante, Thom Yorke no sabe si usar las «flechas» y las «pedradas» para liberarse o hundirse. Es su tradicional disyuntiva. Su voz, su música, sus textos, a cada estrofa transmiten algo totalmente diferente.

Camera Obscura regresan después de 10 años

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Camera Obscura vuelven a la escena musical después de 10 años de sequía. Lo hacen con ‘Look to the East, Look to the West’, álbum que supondrá la continuación de ‘Desire Lines’. Su lanzamiento está programado para el próximo 3 de mayo.

El grupo, además, ha compartido un adelanto del disco con la publicación de ‘Big Love’, el que es el single principal. El tema oscila entre el country rock y el progresivo, convirtiendo una ruptura en el eje de su narrativa. «Fue un gran amor, dijo / Por eso tardó diez años en sacarla de su cabeza», dice la canción.

«‘Big Love’ es nuestro tributo a Waylon Jennings, con un guiño a Sandy Denny y la banda de rock progresivo Scope», ha comentado la guitarrista y vocalista Tracyanne Campbell. «Es una canción sobre no mirar atrás, tener fe en el presente y el futuro», continúa.

‘Look to the East, Look to the West’ nace bajo la premisa de ser el álbum más complicado de la carrera de Camera Obscura. Tras el fallecimiento en 2015 de la teclista fundadora Carey Lander, la banda entró en una pausa prolongada. Pese a que permanecieron en contacto, su estado era incierto. Hoy, esa pausa termina para dar el pistoletazo de salida a una nueva etapa.

Eladio Carrión inunda el top de Singles España

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El número 1 de Eladio Carrión en la lista de Álbumes España era ya una muestra de su gran éxito con el lanzamiento de ‘Sol María’; sin embargo, su dominio absoluto en la lista de singles lleva su triunfo a una escala superior. El cantante ha posicionado hasta 16 canciones entre las 100 más escuchadas de la semana en nuestro país. El disco tiene 17.

El único tema que no ha entrado en la lista se trata de ‘That Mother***** Eladio’, un skit de 40 segundos. Por lo demás, absolutamente todos hacen su entrada: ‘Bendecido’ (#17), ‘La Canción Feliz del Disco’ con Milo J (#35), ‘TQMQA’ (#29), ‘Sonrisa’ (#52), ‘Sigo Enamorau’ (#40), ‘Tu Ritmo’ (#47), ‘Hey Lil Mama’ con Rauw Alejandro (#9), ‘Tranquila Baby’ (#71), ‘Tanta Droga’ con Arcángel y De La Ghetto (#54), ‘El Malo’ con Sech (#10), ‘Fé, Cojones y Paciencia’ (#86), ‘Todo Lit’ con Duki (#58), ‘Mencionar’ (#90), ‘RKO’ (#41), ‘Luchas Mentales’ (#88) y ‘Mama’s Boy’ con Nach (#64).

En la posición más alta se mantienen Bizarrap y Young Miko con su colaboración, que supuso el séptimo número 1 para el argentino. Por otro lado, otro de sus más recientes colaboradores, Milo J, parece haber encontrado un hit en su tema ‘M.A.I.’, que escala del puesto 47 al 16. Asimismo, Mesita, Nicki Nicole, Tiago PZK y Emilia ascienden en su tercera semana al top 10 con ‘Una Foto Remix’ (#7).

Las dos últimas entradas (y las únicas que no pertenecen a Eladio Carrión) se las adjudican Álvaro de Luna de la mano de su ‘suerte’ (#89) y Gonzy con ‘XClusivo’ (#95).





Vicco habla de sus próximos pasos musicales

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En el día en que se celebra la primera semifinal de Benidorm Fest, hoy 30 de enero, Shangay publica una entrevista con Vicco, una de las grandes beneficiadas de su paso por el certamen, pues ‘Nochentera’ ha sido uno de los mayores éxitos de todo 2023 y quién sabe si también lo será de 2024: el tema continúa a día de hoy entre los 40 más escuchados del país.

En la entrevista, Vicco da poquísimos detalles acerca de sus próximos pasos musicales. En concreto, comparte dos noticias. En primer lugar, Vicco adelanta que su próximo single, uno en el que tiene «mucha fe», sale «en breve». En segundo, pone fecha provisional a su disco: «En primavera espero que vea la luz el álbum en el que llevo meses trabajando”.

Vicco ha publicado varios singles a lo largo de 2023, como ‘Pop’, ‘Todo me da igual’ o ‘tequiero’ con Abraham Mateo. Ninguno de ellos ha alcanzado la repercusión de ‘Nochentera’, pero todos han ido construyendo la marca de Vicco con buenas melodías y producciones mejores que los de ese multitudinario tema.

Vicco habla de otros momentos de su carrera en Shangay. La catalana recuerda sus inicios y explica que estuvo a punto de tirar la toalla cuando percibió que su carrera no despegaba, antes de ‘Nochentera’. Vicco recuerda que, cuando era más joven, su sueño era triunfar rápidamente, y pone a Ariana Grande como ejemplo de artista cuyo éxito quería emular.

Shangay no deja de preguntar a Vicco por la polémica de aquellas dos entrevistas en las que parecía mostrar simpatía por Ayuso y Abascal y ninguna por Sánchez. Vicco reitera que no pilota de política, que de hecho la política es su «talón de Aquiles», y apunta que «la suelo cagar fácilmente hablando». Además, señala que «el periodista que me hizo esas entrevistas es conflictivo».

En la entrevista, Vicco recuerda su sufrimiento durante esos días de polémica en redes: «Empecé a recibir comentarios horrorosos, incluso de gente del colectivo», relata. Vicco asegura que «me di cuenta de que la había cagado, y que quizá estaba quedando como una farsante». No obstante, Vicco insiste en que ella exige «respeto para todo el mundo» y que rechaza «a todo quien vulnere los derechos humanos», y recuerda que ella «forma parte del colectivo». Vicco apunta que ha estado lidiando con las secuelas de la polémica con ayuda de terapia.

Jane Penny de TOPS se busca a sí misma en ‘Messages’

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Desde hace tiempo, TOPS ha sido una de las bandas favoritas de los fans del soft-rock contemporáneo. Si te gustaban Tennis o Real Estate era bastante difícil, bastante improbable, que no te gustara al menos una canción de TOPS. Y ellos tienen un buen puñado de buenas canciones.

Uno de los mayores fans de TOPS es Chris Cantalini, editor detrás del blog Gorilla vs Bear. Él cuenta que Grimes le habló de la música de TOPS por primera vez y que, desde entonces, TOPS es su banda favorita. Gorilla vs Bear tiene sello propio, Luminelle, y, a través de este sello, saldrá la primera referencia de Jane Penny, cantante de TOPS, en solitario.

‘Surfacing’, el primer EP de Jane Penny, sale el 5 de abril, y el primer single es un pequeño tesoro de ese soft-pop con teclados que TOPS saben hacer muy bien. En la Canción Del Día se funden en perfecta armonía dos elementos, la bruma de la producción, tan envolvente, y la voz de Penny, puro pegamento sonoro que mejora cualquier melodía que caiga sobre ella.

‘Messages’ es una canción sobre «recibir notificaciones de todo el mundo menos de la persona que quieres». Penny cuenta que el sample que abre ‘Messages’ está sacado de los «extraños» mensajes de voz que dejan los lectores de tarjeta de crédito en los taxis de Montreal.

En el vídeo de ‘Messages’, Penny se busca a sí misma en Montreal, inspirándose en la película noir de 1943 ‘Meshes Of The Afternoon’, de Maya Deren, y también por supuesto en su propia carrera, en su paso de tocar en una banda a hacerlo sola.

Sad Bangers: Llorando en la pista

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A petición de Gut Derby, oyente del podcast, dedicamos el nuevo episodio de REVELACIÓN O TIMO a los denominados «sad bangers». Se trata de llenapistas que se han convertido en clásicos en los clubs donde se pincha música pop, pero que curiosamente tienen melodías o letras muy tristes. Por significado, son composiciones más para abrirse las venas que para dar saltos de alegría, aunque a veces hayan producido el efecto contrario.

Nuestro colaborador Jaime Cristóbal nos explica técnicamente en qué consisten este tipo de canciones. En general, suelen ser temas de acordes menores -en contraste con los acordes mayores que suelen tener las canciones bailables-, pero con un beat que las empuja de algún modo hacia la pista de baile.

Dedicamos la primera mitad del podcast a tratar de dilucidar en qué consiste este fenómeno y de cuándo procede; y una segunda mitad a comentar algunos de los ejemplos más ilustrativos. Robyn inspiró específicamente su clásico ‘Dancing On My Own’ en el hit de Ultravox ‘Dancing With Tears in My Eyes’.

Hablamos también de algunos temas de dance noventero como ‘Please Don’t Go’, ‘What Is Love’ o ‘Children’; también de temas de Saint Etienne, los Cardigans, Mónica Naranjo y OBK. Y finalmente nos preguntamos si aquellos clásicos de la música disco de los 70 (‘I Will Survive’, ‘Dancing Queen’) serían «sad bangers» o todo lo contrario.

The Libertines recuerdan en ‘Shiver’ a Isabel II de Inglaterra

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Con un nuevo álbum a la vista, The Libertines siguen publicando música que nos haga saber qué esperar de cara al lanzamiento de ‘All Quiet on the Eastern Esplanade’, que sale el próximo 8 de marzo. Su última propuesta, ‘Shiver’, supone el tercer adelanto del grupo británico.

Es fácil enmarcar ‘Shiver’ dentro de los temas que conocemos hasta el momento. Si bien comienza con unos primeros acordes a piano, rápidamente la canción coge el ritmo característico pero más pausado de ‘Run Run Run’, sirviendo como punto intermedio entre dicho tema y la tranquila ‘Night Of The Hunter’.

La canción, con una narrativa que nos lleva a una situación de guerra donde un soldado es el protagonista, rinde tributo a la reina Isabel II de Inglaterra tras su fallecimiento. «Todos hacían cola para mirar / La anciana se ha ido / Mientras el andrajoso estandarte toca el suelo / Otro día de coronación», cantan The Libertines.

«Peter tenía una canción en su cabeza y yo tenía otra, así que las mezclamos y lo convertimos en una colaboración», ha comentado Carl Barât. «Me costaría decir quién hizo qué, porque los dos estuvimos ahí todo el tiempo durante su creación. En realidad debería llamarse ‘The Last Dream Of Every Dying Soldier’, pero a todo el mundo le gustó el título ‘Shiver'», ha confesado Peter Doherty.

Eladio Carrión, top 1 en Discos España; entran Viva Belgrado

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La brutal promo que ha tenido C. Tangana en los últimos días ha dado sus frutos en la lista de álbumes más vendidos de la semana en España. El artista, que tiene uno de los discos más vendidos de la década en nuestro país, ha vuelto a llevar ‘El Madrileño’ al top 3. Lo ha hecho tras su entrevista en ‘Lo de Évole’, donde habló de su evolución personal y artística.

Pese a la gran subida de C. Tangana, nadie ha sido capaz de arrebatarle el número 1 a Eladio Carrión. El cantante ha logrado debutar en lo más alto de la lista con ‘Sol María’, el nuevo trabajo del cantante en el que colabora con Milo J, Yandel, Rauw Alejandro, Arcángel o Duki. Es ya el tercer álbum de Carrión en la lista, por encima de ‘Sauce Boyz 2’ (#26) y ‘3Men2 Kbrn’ (#55). Además, en la lista de singles mete hasta 16 temas.

Dentro del top 10 también entra Green Day, que goza de una buena acogida con su ‘Saviors’ (#8). Es, de hecho, el disco en inglés mejor posicionado de la semana en España. Asimismo, otro álbum en inglés que también entra es ‘Hell, Fire And Damnation’ de Saxon (#28).

En cuanto al resto de entradas, se meten en la lista el disco de la gala 7 de Operación Triunfo 2023 (#23), ‘Pacto con el Diablo’ de Ángeles del Infierno (#44), ‘Cancionero de los Cielos’ de Viva Belgrado (#71) y ‘NANA’ de Delgao.





Varry Brava viaja a Italia en ‘ROMAMOR’

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Varry Brava sigue dando pasos camino a su sexto trabajo discográfico. El grupo, que publicó ‘Tierra para bailar’ a finales del pasado año, ha compartido un nuevo adelanto de su próximo disco. El nuevo tema se titula ‘ROMAMOR’ y se siente como el fin de todo un ciclo.

En plena semana de la tercera edición del Benidorm Fest, se cumplen dos años desde que Varry Brava luchara por representar a España en Eurovisión con su éxito ‘Raffaella’. La canción, pese a que no les llevó a hacerse con la victoria, sí que los puso en el foco principal de los amantes de la música.

Desde el lanzamiento de ‘Raffaella’, el homenaje del grupo a Raffaella Carrà, Varry Brava ha consolidado una base de fans importante. Muchos de ellos, procedentes de Italia. El tema incluso se convirtió en la sintonía del programa ‘Mi casa es tu casa’ de Rai2. Hoy, el grupo cierra un ciclo con su single ‘ROMAMOR’, en el que celebra la magia de la ciudad italiana.

«Salgo a buscarte y me pierdo / Solito por el centro», canta Varry Brava en el estribillo de un tema claramente electropop, muy en la línea del solido que caracteriza la discografía del grupo. Sin embargo, en esta canción juegan con más fuerza con los ganchos instrumentales, haciendo que la producción tenga su momento e incluso llegue a ser, en ocasiones, más potente que la letra.

Aun así, la letra también deja versos memorables. Entre ellos, el que hace referencia a ‘Bailar pegados’ de Sergio Dalma: «Porque bailar de lejos sí es bailar». Pero donde se les ve bastante juntos es en el videoclip de Calamar Dojo, donde Óscar Ferrer, Aaron Sáez y Vicente Illescas recorren Roma para homenajearla.

La banda murciana prepara el lanzamiento de su nuevo álbum para este mismo 2024, en el que además estarán de gira por los principales festivales y salas de España. Lo harán «con un directo renovado, diseñado para levantar al público desde principio a fin».

Bad Gyal / La Joia

Bad Gyal publica su debut convertida en una de las mayores superestrellas del pop español. Ajena a quienes opinan que en el camino a ‘La Joia’ ha perdido su “esencia”, esa cosa misteriosa, Bad Gyal presenta su faceta “más elevada y reafirmada” en un disco que suena mucho mejor producido que los otros reuniendo otro surtido de hits que solo Alba Farelo podría haber firmado.

En este balance entre comercialidad y riesgo gana lo primero, pero Bad Gyal siempre ha dicho que llegar al mainstream ha sido su objetivo principal, que su intención siempre ha sido que “le guste hasta al que no lo entienda», y si el mainstream en España suena a El Guincho, uno de los productores involucrados, y no a Pablo López o al peor reggaeton posible, yo compro.

Algunas canciones disputan seriamente la idea de que la primera Bad Gyal fuera mejor. El nuevo single, ‘Perdió ese culo’, es un nuevo pepinazo marca de la casa que hace honor a su gancho “cada vez que entro en el club ponen algo mío y suena tan duro”. ‘Mi Lova’ con Myke Towers es otra composición de estructura completamente libre y chula producción donde manda la melodía de una guitarra eléctrica. El afrobeat de ‘Give Me’ suena tan enjoyado como el de Amaarae; el estribillo “él se arrebata viéndolo botar” vuelve a dar en el clavo.

El momento más contundente de ‘La Joia’ lo pone ‘La que no se mueva’, una bomba electro-dancehall que invita a bailar en la discoteca hasta que caiga el último. La intervención de Tommy Lee Sparta, sin embargo, representa la primera de pocas decepciones del disco: ¿por qué suena tan pésimamente producida, como grabada con una patata, la voz de este icono de Jamaica? Nadie lo entiende.

Los desatinos de ‘La Joia’ no tienen que ver ni con la calidad de las composiciones de Bad Gyal ni con el valor de la mayor parte de la producción, sino con un repertorio que se atreve a incluir un tema que tiene ya dos veranos, el house de ‘Sexy’. En realidad, 8 de los 15 cortes de ‘La Joia’ han salido antes del disco. Es verdad que el último par, ‘Bota Niña’ y ‘Give Me’, ha salido en las últimas semanas, pero ‘Sin carné’ es de 2022 y por aquí no pinta mucho: la canción, medio rapeada, es divertida, pero suena improvisadilla en comparación con el resto de pistas.

‘Bota Niña’ con Anitta es otro buen tema de Bad Gyal perfectamente diseñado para el perreo, y el gancho “me pones maluca” es infalible. De los temas antes inéditos de ‘La Joia’ se queda a medio gas ‘Bad Boy’ con Ñengo Flow, una oportunidad perdida de hacer una canción 100% reggae, aquí solo sugerida. ‘Así soy’ es la gema escondida del disco. Junto a Morad, Bad Gyal entrega su canción más melancólica y, por temática y letra, su ‘A quién le importa’ particular.

Entre los hits comercialmente consolidados de ‘La Joia’ destaca el remix de ‘Chulo’ con Tokischa y Young Miko. Mejor que la versión original, el remix encadena una barra genial tras otra que no hace falta citar: sus 250 millones de reproducciones en Spotify hablan por sí solos. El éxito de ‘Chulo’ demuestra que Bad Gyal se encuentra en su mejor momento aunque muchos crean lo contrario: cuando parece que ha vuelto a hacer “la misma canción”, lo peta. La realidad es que, manteniéndose absolutamente fiel a sí misma, Bad Gyal va poco a poco apretando tuercas, dando un paso por delante sin que nadie se dé cuenta. Hasta que le cogen el ritmo, claro.

La La Love You pone a cantar a Feijóo y Ayuso

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La La Love You ha protagonizado el acto dedicado a Madrid en FITUR 2024. El grupo fue el encargado de cerrar el evento cantando hasta tres temas. El más sonado de ellos, ‘El Fin del Mundo’ en colaboración con Olaya de Axolotes Mexicanos, puso a cantar a Alberto Núñez Feijoó e Isabel Díaz Ayuso.

El vídeo rápidamente se viralizó en redes sociales, con críticas al grupo por participar en el acto. «Un día más: el indi siendo el indie…», escribió La Jeteé en Twitter. «No sé si sabían cuando los contrataron para “una cosa” de la comunidad de Madrid, que estaría la plana mayor del PP en primera fila aplaudiendo de esa forma tan arrítmica. Espero que digan algo», comentó otro usuario.

«No era un acto politico, nos llamaron para una presentación en Fitur. En el público resultó haber miembros de distintos partidos políticos, desde Rita Maestre a Reyes Maroto o Isabel Ayuso», escribió La La Love You en un tuit que no se hizo esperar.

Aun así, hubo quien no se quedó satisfecho: «Nano, si no entiendes lo que tiene de político tocar para toda esa peña en Fitur es que estás perdidísimo de la vida…». «Tú serás muy digno y todo lo que tú quieras, pero señalar a unos músicos que están haciendo su trabajo porque los ha contratado el ayuntamiento de Madrid o la CAM es de ser una persona miserable», respondía otro usuario.

Joni Mitchell actuará en los Grammy por primera vez

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Joni Mitchell es una de las artistas que actuarán en la ceremonia de los Grammy 2024 que se celebra el próximo 4 de febrero. La confirmación de Mitchell es histórica, pues la autora de ‘Blue’ nunca ha actuado en la ceremonia de los Grammy: esta será su primera vez. Mitchell ha recibido 10 gramófonos dorados durante su carrera, entre ellos uno honorífico en 2002.

Mitchell, que acaba de cumplir 80 años, está confirmada en los Grammy porque está nominada en la categoría de Mejor álbum de folk, con ‘Joni Mitchell at Newport (Live)’. Mitchell ganó su último Grammy en 2022 por ‘Joni Mitchell Archives – Vol. 1: The Early Years (1963–1967)’, en la categoría de Mejor álbum histórico. Mitchell aceptó el Grammy de cuerpo presente.

En los últimos años, Mitchell ha estado dando sus primeros pasos en la vida pública después de sufrir un aneurisma cerebral en 2015. En 2022, meses después de recoger su último Grammy, Mitchell ofreció su primer concierto desde el año 2000, en el Newport Music Festival. Después, en 2023, Mitchell dio su primer concierto como cabeza de cartel en 23 años, en el Anfiteatro Gorge de Washington.

Mitchell, que no publica ningún álbum de estudio desde que ‘Shine’ llegara al mercado en 2007, está tirando de archivo en sus últimos lanzamientos. ‘Joni Mitchell Archives – Vol. 2: The Reprise Years (1968–1971)’ y ‘Joni Mitchell Archives – Vol. 3: The Asylum Years (1972–1975)’ han llegado a tiendas en los últimos tiempos, entre otros lanzamientos similares.

Además de Mitchell, actuarán en la gala de los Grammy Billie Eilish, Olivia Rodrigo, U2, Dua Lipa, Burna Boy, Luke Combs, Travis Scott y Billy Joel.

Las mil vidas de ‘Unwritten’ de Natasha Bedingfield

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Natasha Bedingfield está viviendo un revival similar al de Sophie Ellis-Bextor con ‘Unwritten’, su famoso hit de 2006. ‘Unwritten’ es ahora mismo una de las 30 canciones con mayor número de reproducciones a nivel global en Spotify y su éxito se está haciendo notar especialmente en tres países anglosajones en los que ‘Unwritten’ ya es un éxito oficial en listas.

Hablamos, en primer lugar, de Reino Unido, donde ‘Unwritten’ ha subido al número 13 en la lista de singles oficial y donde probablemente entre en el top 10 este próximo viernes; y también de Australia e Irlanda. En el primer país, el pico de ‘Unwritten’ fue el 26º puesto, y ahora ha llegado al 15º. En Irlanda, su pico fue un 9º puesto, y ahora ha subido al 7º.

Curiosamente, ‘Unwritten’ es uno de los pocos singles de Natasha Bedingfield que han logrado mejor posición en Estados Unidos (número 5 en 2006) que en Reino Unido (originalmente no pasó del número 6).

La razón por la que ‘Unwritten’ está volviendo a sonar es su aparición en la película ‘Anyone but You’. Estrenada a finales de 2023, ‘Anyone but You’ está protagonizada por dos actores de moda como son Sydney Sweeney y Glen Powell. El uso de ‘Unwritten’ en ‘Anyone but You’ ha provocado que la canción se haya hecho viral en TikTok, y el resto es historia.

No es la primera vez que ‘Unwritten’ resurge en listas. Aunque ‘Unwritten’ fue un éxito mundial en 2006, especialmente en Estados Unidos, donde fue el tema más radiado de ese año, ‘Unwritten’ se publicó dos años antes, en 2004, en el álbum debut de Bedingfield, igualmente titulado ‘Unwritten’. De hecho, no fue ni el primer ni el segundo single de ese disco, sino el tercero. En 2006, el uso de ‘Unwritten’ como sintonía de la serie de MTV ‘The Hills’ hizo estallar su popularidad.

En España, ‘Unwritten’ todavía no ha revivido en listas. En nuestro país, ‘Unwritten’ alcanzó la 18ª posición y se popularizó después de aparecer en un anuncio de champús. ‘Unwritten’ sí llegó a ser número 1 de Los 40 Principales en el año 2007. Curiosamente, Bedingfield actuó en 2023 en la primera edición de BRAVA Madrid, y Sophie Ellis-Bextor lo hará este año.

A Natasha y a Sophie aún les une un dato más: ‘Unwritten’ es una canción co-escrita por Danielle Brisebois, quien fuera miembro de los New Radicals junto a Gregg Alexander, co-autor de ‘Murder On the Dancefloor’.

Haz caso a Lorde y Robyn y escucha a Fabiana Palladino

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Fabiana Palladino es una cantante y compositora de Londres que parece haber hecho su misión revivir el pop elegante de los 70 y 80. ‘Waiting’, una de sus mejores canciones, se inspira abiertamente en ‘When You Were Mine’ de Prince, y la influencia de Kate Bush y Peter Gabriel en su sonido, reconocida por ella misma, es evidente en otra de sus grandes composiciones, ‘Mystery’.

Palladino es una artista asociada al productor Jai Paul -autor de aquel mítico disco filtrado de 2013- desde el inicio de su carrera. Juntos, Palladino y Jai Paul han construido un sonido de pop nostálgico que remite a la obra de los artistas mencionados. Aquel tema que Palladino lanzó con Sampha incluso antes de colaborar con Jai Paul, parece ya completamente olvidado.

Fabiana Palladino creció inmersa en música. Su madre era corista, su padre músico de sesión que ha tocado con The Who, Nine Inch Nails o D’Angelo. Palladino también dio sus primeros pasos tocando en las bandas de artistas como Jessie Ware o Ghostpoet. Kindness llamó a Palladino para colaborar en ‘Cry Everything’ y seguramente así la descubrió Robyn, quien la ha recomendado varias veces.

Elegantes también son los sencillos que han presentado el debut homónimo de Fabiana Palladino, que sale el 5 de abril. ‘I Care’, directamente un dueto con Jai Paul, te gustará si echas de menos a la primera Jessie Ware, aquella que sonaba al pop más sofisticado posible. Y el segundo, ‘Stay With Me Through The Night’, es otra dosis de pop clásico situado en el paso de los 70 a 80.

Nombres como Minnie Ripperton (la de ‘Here We Go’) o Natalie Prass vienen a la mente escuchando ‘Stay With Me Through The Night’, que, sin renunciar a la base de piano y teclado, vira definitivamente hacia el funky y el R&B de principios de los 80. El videoclip muestra a Palladino sentada al piano y es puro pastiche 70s, sin ningún disimulo.

‘Stay With Me Through The Night’, la Canción Del Día de hoy lunes, es una súplica de Palladino a que la persona amada le conceda una nueva oportunidad. Palladino reconoce que «se ha equivocado» y sueña con que «el recuerdo de nuestro amor» vuelva a su vida. El estreno de ‘Stay With Me Through The Night’ ha llevado a Lorde ha recomendar a Palladino en redes. Parece que sus fans tienen el mismo gusto que ella escribiendo.

Nicki Minaj tira de bulos para deshonrar a Megan en ‘Big Foot’

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Nicki Minaj y Megan Thee Stallion ya no viven su ‘Hot Girl Summer’ juntas y se encuentran enfrascadas en una agria contienda pública que solo acaba de empezar, con ambas repartiéndose zascas tanto en redes sociales como en su propia música.

El origen de la pelea entre Nicki y Megan se halla en una frase contenida en la letra de ‘Hiss’, el nuevo single de Thee Stallion. En dicha frase, Thee Stallion alude a la «ley Megan» estadounidense, una aparente indirecta a los problemas del marido de Minaj, Kenneth Perry, con la ley, pues él es delincuente sexual registrado. Nicki se ha dado por aludida y ha contestado con una canción.

En ‘Big Foot’, Nicki compara a Megan con el mítico monstruo de pies grandes por supuestamente tener pies grandes (Megan mide casi 1,80 metros, su apellido artístico alude al caballo «semental»). Sobre todo, Nicki va directa a hacer daño mencionando reiteradamente a la «madre muerta» de Megan, tanto para acusar a Megan de «mentir jurando sobre su madre muerta», como para acusarle de acostarse con la pareja de su madre después de que esta falleciera («How you fuck your mother man when she die?»).

Nicki por supuesto se mete con el flow de Megan («tu flow es un aburrimiento») en otro punto de ‘Big Foot’, y desacredita a los Grammy (Megan ha ganado tres gramófonos dorados, Nicki todavía ninguno) por haberla premiado a pesar de que «su flow es un no».

En otros puntos de ‘Big Foot’, Nicki se entretiene disparando conspiraciones contra Megan y acusa a la autora de ‘Savage’ tanto de usar «compositores a la sombra» como de inventarse el disparo en el pie que sufrió en 2020 por parte de su pareja de entonces, el rapero Tory Lanez («¿te dispararon y no tienes herida?»), a pesar de que Megan demostró que efectivamente había sido víctima de un disparo publicando una gráfica imagen de su pie herido. También recrimina a Megan haberse «acostado con el hombre de su mejor amiga».

Nicki aprovecha los segundos finales de ‘Big Foot’ para dirigirse a Megan y, en un tono conversacional pero amenazante, declara que «ya que te parece divertido hablar de las familias de otros, todos nos apuntamos», y da a entender que habrá segunda parte de ‘Big Foot’. Megan no ha respondido a ‘Big Foot’ por el momento.

Britney Spears se disculpa a quienes ha «ofendido» con su libro

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Britney Spears se ha disculpado por «algunas» historias que aparecen relatadas en su libro de memorias, ‘The Woman in Me‘, aunque no ha nombrado cuáles.

En un extraño mensaje de Instagram, Spears pide «perdón por algunas cosas que he escrito en mi libro» y también por «haber ofendido a esas personas a las que realmente quiero». Spears acompaña su mensaje con un vídeo en el que Jimmy Fallon y Justin Timberlake aparecen tocando ‘SexyBack’ con The Roots en el programa del primero.

A continuación, Spears dice que está «enamorada» del nuevo single de Timberlake, ‘Selfish’, y también del segundo tema que Timberlake ha estrenado en Saturday Night Live, ‘Sanctified’. Y reflexiona: «¿Y cómo es que siempre que veo a Justin y a Jimmy juntos me río tanto?»

Con su mensaje, Spears puede estar mostrando su desacuerdo con el «troleo» de sus fans a Justin Timberlake, después de que estos hayan comprado en masa ‘Selfish’, el tema de Spears de 2011, un bonus track de ‘Femme Fatale’, para boicotear el lanzamiento del ‘Selfish’ de Justin. ‘Selfish’, el tema de Britney, ha alcanzado el número 1 global en iTunes gracias a la compra masiva de los fans de la cantante. Sin embargo, iTunes ya no es tan relevante como antes, y solo ‘Selfish’ de Timberlake ha logrado colarse entre los 200 temas más reproducidos en Spotify en los últimos días.

En ‘La mujer que soy’, Spears revela diversas informaciones acerca de la relación sentimental que mantuvo con Timberlake, algunas de las cuales han traído ríos de tinta. En la mayor bomba informativa de todo el libro, Spears revela que estuvo embarazada de Timberlake y que abortó el bebé por deseo del cantante.

Podcast: ‘La mujer que soy’ de Britney Spears

‘Pobres criaturas’: Emma Stone corre hacia el Oscar vestida de novia de Frankenstein

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Cuando Yorgos Lanthimos encontró al guionista Tony McNamara (‘Cruella’) las puertas de Hollywood se le abrieron de par en par a través de un inesperado anfitrión: Disney. De repente ese griego chiflado, cabeza visible del “nuevo cine raro griego” (Greek Weird Wave), que coleccionaba premios en Cannes con sus sátiras siniestras llenas de humor esquinado, comenzó a acumular nominaciones a los Oscar (10 con ‘La favorita’ y 11 con ‘Pobres criaturas’) y dinero en taquilla (de los 6 millones de ‘El sacrificio de un ciervo sagrado’ a los casi 100 de ‘La favorita’).

¿Se ha perdido algo de su personalísimo sello autoral por el camino? La sensación es que algo sí, por lo menos en cuanto a la profundidad psicológica, riqueza simbólica y capacidad subversiva de sus historias. Pero, a cambio, ha crecido un cineasta. El dominio y la creatividad en la puesta en escena que muestra Lanthimos en ‘Pobres criaturas’ son apabullantes, sobre todo por el contraste con la geométrica y bressoniana gramática de sus inicios.

La película es un prodigio de inventiva visual. El director refleja la transformación de la protagonista (una sensacional Emma Stone), su proceso de emancipación, su viaje hacia la liberación (sexual) de las cadenas del patriarcado victoriano, por medio de un formidable despliegue de recursos estilísticos: el uso de lentes deformantes, los juegos con el blanco y negro y el color, la utilización de decorados barrocos y fantasiosos (muy fellinianos), las trasformaciones de la vestimenta (el diseño artístico es una maravilla)… Sin olvidar la música deliciosamente extravagante del primerizo Jerskin Fendrix, que conecta muy bien con el espíritu rebelde y vibrante del personaje de Bella.

Todo este armazón audiovisual, con mucha estética steampunk, le sirve a Lanthimos para ilustrar la novela más célebre de Alasdair Gray. Un cuento neogótico, parábola feminista (el deseo sexual como fuerza revolucionaria) y fábula socialista (este aspecto ha sido reducido en la adaptación a apenas una mención de pasada), que acaba de ser reeditado por Libros Walden.

La relectura posmoderna que realiza Gray alrededor del mito de Frankenstein, llena de sorprendentes piruetas narrativas, está fantásticamente trasladada por el director griego. Una mezcla enormemente sugestiva de los códigos del cine de terror (la decisión de convertir al científico interpretado por Dafoe en doctor Moreau, Frankenstein y monstruo a la vez es fabulosa), la imaginería felliniana (estéticamente le debe mucho a ‘Y la nave va’) y de Terry Gilliam, el feminismo libertario (atención al personaje de Hanna Schygulla, la musa de Fassbinder), la comedia sexual y hasta el ‘Cándido’, de Voltaire.

La próxima película de Lanthimos, ‘Kind of Kindness’, de nuevo producida por Disney y otra vez con Emma Stone y Willem Dafoe como protagonistas, promete despejar las dudas planteadas en el segundo párrafo: el director recupera a Efthymis Filippou, su guionista habitual. ¿Funcionará la mezcla o será una unión “frankensteniana”, llena de costurones, entre Hollywood y el cine “raro” griego?

Sen Senra se hace grande en su misa particular

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Ainhoa Laucirica

Unos pocos asientos libres en grada han impedido a Sen Senra alcanzar el sold out en su primer Wizink sin restricciones, pero para el gallego esto no es lo más importante. Él busca algo más: “Qué te voy a contar mi neno, no te equivoques, no compares, porque una cifra no mide tu talento ni tu valía”, exclamó frente a su entregado público, consciente de que es uno de los mejores artistas de su generación y que, aun así, en un momento en el que parece que cualquiera puede hacerlo, no es capaz de agotar el recinto. Cuesta saber qué habría sido de la carrera del gallego si no hubiese coincidido con la pandemia, pero el sold out estaría asegurado. En cuanto a lo que se merece un concierto así, más de una fecha sería obligatorio.

Sen Senra actuó como sacerdote de una misa de 2 horas en la que primó tanto la elegancia como el minimalismo. Gabardina de cuero marrón, gafas negras y unos brillantes dedales de lujo adornaban su imagen. Este salió a la tarima con una actitud altiva y orgullosa, la cabeza bien alta, y se bañó en el vitoreo del público mientras calentaba el cuello lentamente. “Enanito”, se escuchó, y sí, pero con muchas agallas, porque todo el espectáculo era él. Con la excepción de un cruceiro y un piano, no había nada más en el escenario. Los tres músicos presentes, intencionadamente apartados en una esquina. En las pantallas, o salía él o no salía nada. Se nota que ha trabajado para que esto no resulte un coñazo.

Ainhoa Laucirica

‘Perfecto’, ‘Tumbado en el jardín viendo atardecer’ y ‘Taba Sucio’ se sucedieron sin parón, ganándose al público gracias a un envolvente sonido y una magnífica presencia. Irónicamente, cuando se paseaba por la pequeña pasarela que sobresalía, este se hacía más grande. Su disfrute, contagioso, y su imagen, magnética. Esto dio momentos como el de ‘Blue Jeans y Un Crop Top’, en la que el público se encargó de jalear, juzgando por las caras que ponía, un orgasmo de Sen Senra. Bailecitos, miradas, sorpresas y un repertorio inigualable, que abarcó toda su carrera e incluyó su último disco de forma íntegra, fueron clave para mantener el ritmo y la atención del público durante todo el show.

Todas las canciones suenan mejor en directo, pero existe una tendencia a tranquilizarlo todo que puede resultar excesiva para algunos. ‘Por Ti’ fue un íntimo dúo entre el público y una tenue guitarra, ningún rastro de un beat, al igual que ‘Ya No Te Hago Falta’, que hasta tuvo momento a cappella. Algo parecido ocurrió con ‘Nos Dará Alas’, con una guitarra que sonaba ahogada y compacta de más. Consciente de esto, el gallego se escondió algunos ases bajo la manga: una preciosa canción “que no va a salir nunca”, un inesperado y sorprendente invitado y un emocionante final. Además, una sopesada sucesión de canciones que inyectaba energía cuando era necesario, valiéndose de sus cortes más ‘reggaetonish’, y calmaba las aguas cuando tocaba.

Ainhoa Laucirica

‘Cielo Azul’, inédita y presentada de forma acústica al piano, es tan bonita que inspiró este comentario: “No he llorado porque se me caen las pestañas”. Sin embargo, el momento más inesperado llegó con ‘Familia’. “Hoy tengo mucha suerte, porque está con nosotros Juan Habichuela”. Instantáneamente, alguien se lamentó: “Queríamos a C. Tangana y viene este”, pero se comería sus palabras. Nieto del mítico guitarrista Juan Carmona ‘Habichuela’, fue el único invitado de la noche. En cuanto empezó a tocar la guitarra flamenca, nadie echó de menos a Pucho, y solo existía un sentimiento de agradecimiento a Senra por haber sacado al verdadero talento. La ovación fue estruendosa.

“Hay momentos que solo suceden una vez en la vida, es la cruda y hermosa realidad. No va a haber bis y os pido que viváis este momento como la última vez que nos vamos a ver aquí”, sentenció. En el momento justo, alguien lanzó la bandera de Galicia. A esta, le siguió la arcoíris. Un emocionado Sen Senra recogió ambas con orgullo, vistió el micro y terminó con una versión cañera de ‘No Se Preocupe’ y con miles de personas siguiendo, literalmente, el mantra de la canción: “El que no salte, se va pa’l hoyo”.

‘Mágica’ es el nuevo hechizo synth-pop de Amor Butano

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Amor Butano, el trío de synth-pop de Valencia, vuelve con un EP de cuatro cortes llamado ‘Te noto cambiada’ que saldrá en las próximas semanas. Elefant ha publicado un nuevo adelanto que se posiciona inmediatamente entre los mejores temas del grupo.

Afilando las tuercas de su sonido, tan deudor del pop de los años ochenta, ‘Mágica’ es un hit redondo de Amor Butano que mejora lo ofrecido en ‘Ultravioleta‘ entregándose a la pista de baile. Canción y producción suenan especialmente inspiradas en la Canción Del Día de hoy.

En ‘Mágica’, Amor Butano -el trío compuesto por Diego, Raquel y Sara- ofrece su mejor surtido de sintetizadores hi-NRG y synth-pop y, proyectando una de esas melodías «bubblegum» que también se les da, entrega una oda a la magia que habita en el interior de todos nosotros.

‘Mágica’ es oficialmente el primer adelanto del próximo EP de Amor Butano. Es de esperar por tanto que ninguno de sus singles publicados en 2023, ‘Géminis y Sagitario’ y ‘Planeta Venus‘, aparezca en el disco.

El videoclip de ‘Mágica’ está dirigido por Javier Artigas y Óscar Javier. «En el videoclip acompañamos a un chico mágico en su día a día», cuenta el grupo. «Bailes por casa, encuentros con amigas y una cita muy especial en el parque, todo eso y más en este viaje que vivimos a través de su mirada».

Rigoberta se arrepiente de ciertas entrevistas y avanza su 2º álbum

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Con motivo de su nominación a los Goya y sus últimos singles junto a Julieta Venegas y Pipiolas, Rigoberta Bandini ha concedido una entrevista a El País. De manera simbólica, la charla con Álex Vicente ha tenido lugar en el Ocaña, el bar en honor al performer LGTB+ donde la artista comenzó a actuar hace 4 años.

Rigoberta bromea sobre lo «intensa» que fue cuando anunció su retirada («necesitaba imponer una cronología, marcar el final de una etapa. En eso soy muy cuadriculada») y avanza cómo sonará el segundo álbum que prepara. Dice que tendrá «colores un poco diferentes»: «Me he liado, creo que va a ser un álbum largo, tengo como 45 temas, aunque pocos producidos. Mi manera de componer no ha cambiado, pero quiero jugar con mi voz y no cantar siempre de la misma manera».

De manera sorprendente, la artista no parece muy cómoda hablando con la prensa y afirma: «Los periodistas no sois muy amigos míos. No os tengo mucho cariño. Los que más me habéis dado por culo sois vosotros». En particular afirma que le dolió la polémica sobre si ‘Ay, mamá’ era una canción transfóbica por la referencia a las «mujeres que sangran» y se arrepiente de ciertas entrevistas: “Tal vez tuve que decir que no a más cosas. Soy ingenua en esto, y bastante natural, y me lancé con cada titular sin pensármelo mucho. Es lo que más me ha hecho sufrir. Si pudiera volver atrás, hay entrevistas que no hubiera aceptado. Por eso paré. Fue una manera de decir: “Me retiro, no me toquéis más los huevos. Ahora voy a decir que no a todo”.

También responde a las polémicas sobre si era una pija de Barcelona: “Mis padres han vivido toda la vida de alquiler. Por cuatro detalles se me quiso encasillar. Pero lo entiendo, yo también hago eso con los demás”. Y a sus creencias religiosas: «Me metí en ese jardín yo solita, pero creo que está bien que exista esta voz. La figura de Dios o de lo espiritual se la ha apoderado la derecha. Qué huevos… Lo que tú entiendas por Dios debería ser de izquierdas, porque está más conectado con otra forma de ver la vida. Al venir de contextos conservadores con alta religiosidad, quise poner bombas en esos sitios. Los escombros me explotan en la cara y me duelen, pero no me arrepiento. Es algo que me va a costar cambiar, porque creo mucho en ello».

Respecto a la referencia a Britney Spears de sus últimas letras, rehuye la comparación por edad, aunque no por fondo. «Ser el juguete roto de la industria musical lo vería complicado porque ya me siento muy señora. Pero si hubiera empezado un poco más joven, igual sí. Cuando voy a cualquier showroom no me entra ni una puta talla de las grandes marcas. He parido, tengo 33 años y estoy un poco de vuelta de todo, pero si tuviera 23 acabaría con un TCA como una catedral. No nos lo ponen fácil para estar sanas mentalmente”.

Podcast con Rigoberta Bandini (finales de 2022):

Reneé Rapp / Snow Angel

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Además de por la afición a la lectura de su actriz, el personaje de Rachel Berry (‘Glee’) era conocido por ser el máximo exponente de lo que se conoce como theatre kid -en España tenemos el equivalente de Thalía Garrido-. Reneé Rapp podría tener toda la energía de una theatre kid (llegó a ganar el Premio Jimmy por su papel en la representación de su instituto de ‘Big Fish’), pero el no tomarse demasiado en serio ha hecho que eso no termine de devorarla y, lejos de despertar recelo y antipatía en el gran público, parece que se lo está ganando cada vez más.

Estos días está de actualidad por el estreno del remake musical (las promos se empeñan en disimularlo, pero es un musical) de ‘Chicas Malas’, donde Rapp asumía el reto de reinterpretar a Regina George, a la postre el personaje más icónico de esa película, y al que ya llevaba años dando vida en Broadway. Y es que tanto música como interpretación van de la mano para ella: puede sonarte por su papel en la recomendable ‘La vida sexual de las universitarias’, pero inició su carrera musical (“es lo que siempre quise hacer”, dijo) hace un par de años con el EP ‘Everything to Everyone’, lanzando en 2023 este primer largo, ‘Snow Angel’ -que amplió a finales de año con una versión deluxe, por la que lo recuperamos ahora-. De hecho, a su paso por SNL hace unos días aprovechó para promocionar la película, pero también para promocionar su último single, ‘Not my fault’, una colaboración con Megan Thee Stallion no incluida en el disco y donde la invitada asegura ser “la Regina George negra”.

Pero ‘Not my fault’ no representa el tono general de ‘Snow Angel’. Lo más cercano serían algunos tramos de ‘Pretty Girls’ (¿a vosotros también os suena a ‘Love You Like That’, por cierto?) o ‘Talk Too Much’, pero en general el disco es mucho menos uptempo. Es, más bien, una colección de medios tiempos y de baladas, recordando en muchos momentos a Olivia Rodrigo. No en vano, el productor principal de ‘Snow Angel’ es Alexander 23, uno de los productores de ‘SOUR‘. Aquí, Alexander se reúne con Pop Wansel (que ha trabajado para Ariana Grande o Nicki Minaj), Jon Bellion (Christina Aguilera, Justin Bieber), Some Randoms (Kehlani, Lil Wayne) o Tenroc (Jonas Brothers, Tory Lanez), y le encontramos también en la composición junto a nombres como el de Justin Trenter, que ha escrito para Britney o Gwen Stefani.

El R&B, que a Rapp siempre le ha encantado, está también muy presente a lo largo del tracklist, siendo los ejemplos más claros ‘Willow’ de la versión deluxe (donde dice haberse inspirado por Frank Ocean) y ‘Tummy hurts’, con un estupendo estribillo entre la rabia y el patetismo: “they’d make beautiful babies / and raise ‘em up to be a couple of / fucking monsters, like their mother and their father / eventually, 2043 / someone’s gonna hurt their little girl like their daddy hurt me”. El remix de la versión deluxe con Coco Jones (otra que es un poco theatre kid) le da otro significado a la canción, haciéndola más típica como “tema empoderador de mujeres apoyándose”, y le quita la energía de perdedora de la original. Los coros de Jones le sientan muy bien, eso sí.

Salvo excepciones (como la pose de bad-bitch-pero-no-mucho de ‘Poison Poison’ y de la deluxe ‘Messy’, o la simplona ’23’, pese a tener una buena frase en “I hope that I can care less, but I’m afraid to care less”), la letra es uno de los puntos fuertes de Rapp. A veces recuerda incluso a Lily Allen, tanto por su timbre (‘Willow’, por ejemplo) como por ese punto irónico-resentido pero también sencillo: ya sea hablando de líos con chicas heteros (“You think that I’d be flattered / it’s pathetic cause you’re right” canta en ‘Pretty Girls’), de adicciones (‘Snow Angel’), del momento en que fue consciente de que sus padres iban a morir (‘I Wish’) o del fracaso de una relación en la que tenía puestas muchas esperanzas, con toda la intensidad de una theatre kid.

Hablamos de ‘The Wedding Song’, una de las destacadas del disco y un poco meta: va sobre otra canción, un tema que dedicó a su pareja pero que nunca llegó a sacar por la manera en que acabó todo, y lamenta que esa canción habría sido “perfecta para una boda” o para “que la pusieran en la radio hasta quemarla”, proyectando en ella su propia relación. ‘The Wedding Song’ la aleja de Rodrigo, la lleva un poco hacia Allen y, en definitiva, la acerca a un punto más particular y menos “parecido a”. Ése es uno de los defectos del disco, juntos a algunas demostraciones vocales más lovatonescas (‘Gemini Moon’, o ‘I Hate Boston’) y cortes como ‘Swim’ que recuerdan a la Tove Styrke más genérica. En cualquier caso, son defectos comprensibles en un debut, que pueden irse corrigiendo a medida que Rapp encuentre más su lugar como artista, y en ‘Snow Angel’ hay pruebas de que puede ser interesante seguir su camino.

‘La Mesías’ arrasa en los Feroz; los premios de cine se reparten

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La Mesías’ ha sido la gran ganadora de los Premios Feroz celebrados este viernes. No podemos decir que la serie se llevara todos los galardones a los que optaba, porque varios actores y actrices competían entre sí en las mismas categorías, pero sí es verdad que no hay categoría que se le escapara a la serie.

La serie de Javier Calvo y Javier Ambrossi ganó el premio a Mejor Serie Dramática, Mejor Guión, Mejor Actor, Mejor Actriz, Mejor Actor de Reparto y Mejor Actriz de Reparto. Los galardonados fueron Roger Casamajor, Lola Dueñas, Albert Pla e Irene Balmes, lo que dejó a Amaia, Carmen Machi, Ana Rujas, Macarena García o Biel Rossell Perfort sin estatuilla. La excelente ‘Poquita fe’ pudo arañar Mejor Serie de Comedia.

En cine, los premios estuvieron mucho más repartidos. ’20.000 especies de abejas’ fue la Mejor Película Dramática y ‘Robot Dreams’ la Mejor Comedia, pero el Mejor Director fue Bayona por ‘La sociedad de la nieve’ y el Mejor Guión fue para la notable ‘Upon Entry’, que recomendábamos recientemente precisamente hablando de sus posibilidades en los Feroz. ‘Cerrar los ojos’ de Víctor Erice es la gran damnificada del reparto, al irse sin nada cuando era favorita con 9 nominaciones.

En cuanto a actores, Malena Alterio, David Verdaguer, Patricia López Arnaiz y La Dani fueron los premiados en las categorías de cine. Esta, mejor actor de reparto por ‘Te estoy amando locamente‘, hizo un discurso visiblemente emocionada.

Como informa El País, varias personalidades han mostrado su apoyo a las 3 mujeres de la industria que han denunciado abusos sexuales y de poder del director Carlos Vermut desde la alfombra roja. Entre ellas, el ministro de cultura Ernest Urtasun, la vicepresidenta del gobierno Yolanda Díaz, así como Aitana Sánchez Gijón, Jedet, Carolina Yuste, José Coronado, Berto Romero, Brays Efe, Juan Antonio Bayona, Isabel Coixet, Javier Calvo y un largo etcétera.

Mejor película dramática
Cerrar los ojos, de Víctor Erice
Un amor, de Isabel Coixet
20.000 especies de abejas, de Estíbaliz Urresola
La sociedad de la nieve, de Juan Antonio Bayona
Upon Entry (La llegada), de Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vasquez

Mejor película comedia
Bajo terapia, de Gerardo Herrero
Las chicas están bien, de Itsaso Arana
Mamacruz, de Patricia Ortega
Robot Dreams, de Pablo Berger
Te estoy amando locamente, de Alejandro Marin

Mejor guion
Estíbaliz Urresola, por 20.000 especies de abejas
Isabel Coixet y Laura Ferrero, por Un amor
Víctor Erice y Michel Gaztambide, por Cerrar los ojos
Elena Martín Gimeno, por Creatura
Juan Sebastián Vásquez y Alejandro Rojas, por Upon Entry (La llegada)

Mejor dirección
Víctor Erice, por Cerrar los ojos
Juan Antonio Bayona, por La sociedad de la nieve
Isabel Coixet, por Un amor
Elena Martín Gimeno, por Creatura
Estíbaliz Urresola, por 20.000 especies de abejas

Mejor actriz protagonista
Laia Costa, por Un amor
Malena Alterio, por Que nadie duerma
Kiti Mánver, por Mamacruz
María Vázquez, por Matria
Carolina Yuste, por Saben aquell

Mejor actor protagonista
Alberto Ammann, por Upon Entry (La llegada)
Enric Auquer, por El maestro que prometió el mar
Hovik Keuchkerian, por Un amor
Manolo Solo, por Cerrar los ojos
David Verdaguer, por Saben aquell

Mejor actriz de reparto
Ane Gabarain, por 20.000 especies de abejas
Luisa Gavasa, por El maestro que prometió el mar
Patricia López Arnaiz, por 20.000 especies de abejas
Aitana Sánchez Gijón, por Que nadie duerma
Ana Torrent, por Cerrar los ojos

Mejor actor de reparto
La Dani, por Te estoy amando locamente
Luis Bermejo, por Un amor
José Coronado, por Cerrar los ojos
Oriol Pla, por Creatura
Hugo Silva, por Un amor

Mejor música original
Federico Jusid, por Cerrar los ojos
Zeltia Montes, por Que nadie duerma
Alfonso de Vilallonga, por Robot Dreams
Michael Giacchino, por La sociedad de la nieve
Nico Casal, de Te estoy amando locamente

Mejor cartel
Cristina Hernández Bernardo, por 20.000 especies de abejas
Sergio Pozas y Manolo Pavón, por Cerrar los ojos
Alejandro Llamas Sánchez por O Corno
Iñaki Villuendas y José Haro por Herman Muerte
José Luis Ágreda, por Robot Dreams

Mejor tráiler
Liviu Neagoe, por 20.000 especies de abejas
Elena Gutiérrez, por Cerrar los ojos
Miguel Ángel Anantonio, por Saben aquell
Harry Eaton, por La sociedad de la nieve
Mikel Garmilla, por Te estoy amando locamente

Mejor serie dramática
El cuerpo en llamas – Producida por Andrea Martínez, Ibón Cormenzana e Ignasi Estapé
El hijo zurdo – Producida por Domingo Corral, Fran Araújo, Alberto Félez, Cristina Sutherland y José Antonio Félez
La Mesías – Producida por Domingo Corral, Fran Araújo, Susana Herreras, Javier Calvo y Javier Ambrossi
Rapa – Producida por Domingo Corral, Susana Herreras y Alfonso Blanco
Selftape – Producida por Mireia Vilapuig, Joana Vilapuig, Iván Mercadé y Jaume Ripoll

Mejor serie de comedia
Citas Barcelona – Producida por Pau Freixas, Eric Navarro, Laura Fernández y Oriol Sala-Patau
Esto no es Suecia – Producida por Marta Baldó, Aina Clotet, Sergi Cameron y Marc Clotet
El otro lado – Producida por Fran Araújo, Susana Herreras, Xen Subirats, Laura Fernández Espeso, Toni Carrizosa, Javier Pons y Javier Méndez
Poquita fe – Producida por Fran Araújo, Ignacio Corrales y Pepe Ripoll

Mejor guion de una serie
Laura Sarmiento, Eduard Solá, Carlos López y José Luis Martín por El cuerpo en llamas
Rafael Cobos por El hijo zurdo
Javier Calvo, Javier Ambrossi, Nacho Vigalondo y Carmen Jiménez por La Mesías
Berto Romero, Rafel Barceló y Enric Pardo por El otro lado
Pepón Montero y Juan Maidagán por Poquita fe

Mejor actor protagonista de una serie
Javier Cámara por Rapa
Roger Casamajor por La Mesías
Raúl Cimas por Poquita fe
Patrick Criado por Las noches de Tefía
Quim Gutiérrez por El cuerpo en llamas

Mejor actriz protagonista de una serie
Úrsula Corberó por El cuerpo en llamas
Lola Dueñas por La Mesías
Ana Rujas por La Mesías
Macarena García por La Mesías
Esperanza Pedreño por Poquita fe

Mejor actor de reparto de una serie
Andreu Buenafuente por El otro lado
Chani Martín por Poquita fe como
Albert Pla por La Mesías
Biel Rossell Pelfort por La Mesías
José Manuel Poga por El cuerpo en llamas

Mejor actriz de reparto de una serie
Amaia por La Mesías
Irene Balmes por La Mesías
Carmen Machi por La Mesías
Tamara Casellas por El hijo zurdo
Julia de Castro por Poquita fe