Lamont Dozier, uno de los mayores hitmakers de Motown Records, ha fallecido a la edad de 81 años, tal y como ha anunciado su hijo en redes. No se han dado detalles sobre la causa de la muerte. El trio Holland-Dozier-Holland compuso y produjo cientos de canciones y hits, para artistas como The Supremes o The Isley Brothers, que ayudaron a definir el sonido característico de Motown durante la década de los 60.
Nacido en Detroit en 1941, a los 16 años Dozier ya había sido fichado por Motown como creador de hits. Formó un equipo de producción con Brian y Eddie Holland, con los que trabajaba escribiendo música desde las 9 de la mañana hasta altas horas de la noche, lo cual describió a The Guardian en 2015 como un trabajo de «sangre, sudor y lágrimas».
El trio rápidamente ganó notoriedad con hits para Martha and the Vandellas, The Miracles y Marvin Gaye, hasta que coronaron la lista estadounidense de éxitos en 1964 con ‘Where Did Our Love Go’ de The Supremes. Dozier y los hermanos Holland acabaron produciendo y escribiendo otros nueve números 1 para The Supremes, aparte de los absolutos clásicos de los Four Tops, ‘Reach Out I’ll Be There’ y ‘I Can’t Help Myself (Sugar Pie Honey Bunch)’, que también llegaron al puesto más alto en las listas.
Dozier llegó a escribir y producir más de 200 canciones para Motown y sus temas han sido versionados por artistas de la talla de los Jackson 5, Gloria Gaynor o Rod Stewart y han sido sampleados infinitas veces por artistas como Kanye West, J Dilla o Solange. Fue introducido junto con sus dos compañeros en el Salón de la Fama de Compositores en 1988 y en el del Rock and Roll en 1990.
Taylor Swift ha respondido en detalle a una demanda por copyright de 2017 en la que se alegaba que Swift había robado la letra de su hit de 2014, ‘Shake It Off’, de la canción de 2001 ‘Playas Gon’ Play’ del grupo 3LW. «La letra de ‘Shake It Off’ fue escrita totalmente por mí», escribía Swift hoy en una moción que ha presentado en la corte.
Swift ha declarado que para escribir la letra se basó en «experiencias de mi vida y, en particular, en el constante escrutinio público de mi vida personal». «Reportajes clickbait, manipulación y otras formas negativas de crítica hacia mi persona, que aprendí que necesitaba quitarme de encima», continuaba la cantante de Pensilvania.
También destacó que escuchar frases sobre «players» y «haters» era común en la escuela y en el instituto, al igual que otros dichos de uso popular. Recordemos que la demanda radica justamente en la parte de ‘Shake It Off’ en la que Swift repite las frases «players gonna play» y «haters gonna hate». Swift también recalcó que había escuchado esas mismas frases «en muchas canciones, películas y otras obras» y que, mismamente en una actuación de 2013, ella llevaba una camiseta de Urban Outfitters con la frase «haters gonna hate».
En 2018 un juez desestimó la demanda, pero el caso resucitó en diciembre del año pasado y se estimó que se solucionaría mediante un juicio mediante jurado, el cual no tiene fecha todavía. El equipo legal de Swift está pidiendo actualmente al juez que se desestime el caso y que se renuncie al juicio.
Lars von Trier, director de películas como ‘Anticristo’ o ‘Melancolía’, ha sido diagnosticado de Parkinson a los 66 años. De momento, lo único que se sabe es que está recibiendo tratamiento y que seguirá adelante con su proyecto actual, la tercera temporada de ‘The Kingdom’, con la que acabará la historia que empezó en 1994.
Los representantes del director danés han hecho pública la noticia, quienes también han aclarado que este reducirá en buena medida sus intervenciones en público en el futuro: «Lars está de buen humor y en tratamiento por sus síntomas, por lo que podrá completar ‘The Kingdom Exodus’. Esta enfermedad significa que solo participará en entrevistas de manera limitada hasta que llegue la premiere más adelante en el año».
Lars von Trier ha sido durante las últimas décadas uno de los referentes del cine europeo. Es conocido por su estilo oscuro e inquietante y por películas como ‘Anticristo’ (2009), ‘Melancolía’ (2011), ‘Nymphomaniac’ (2013) o ‘La casa de Jack’ (2018), su último largometraje. La tercera temporada de ‘The Kingdom’, titulada ‘The Kingdom Exodus’, llegará más de 20 años después, siguiendo la misma estrategia que siguió la última temporada de ‘Twin Peaks’. De momento, no hay fecha de estreno.
Rosalía protagoniza el nuevo número 1 de singles en España con ‘DESPECHÁ‘, canción que ha obtenido streamings salvajes desde su día de lanzamiento, hasta el punto de haber alcanzado el top 6 de singles más escuchados en Spotify Global, posición que ostenta actualmente. El vídeo de ‘DESPECHÁ’ sale esta misma semana.
Con ‘DESPECHÁ’, Rosalía sigue sumando más números 1 a su carrera. Este supone el 10º después de los obtenidos con ‘CANDY’, ‘LA FAMA’ con The Weeknd, ‘LA NOCHE DE ANOCHE’ con Bad Bunny, ‘TKN’ con Travis Scott, ‘Yo x ti, tú x mí’ con Ozuna, ‘Aute Cuture’, ‘Milionària’, ‘Con altura’ con J Balvin y El Guincho y ‘Di mi nombre’. Es el cuarto logrado completamente en solitario.
La siguiente noticia que deja la lista de singles española esta semana es la entrada de ‘BREAK MY SOUL‘ de Beyoncé. El tema, que no conseguía entrar en lista en su semana de estreno, apenas araña el puesto 94 en nuestro país tras el lanzamiento de ‘RENAISSANCE‘, y después de haber alcanzado el número 1 de Estados Unidos y de otros territorios como Israel o Irlanda, el número 2 de Reino Unido, el top 10 en Canadá y Australia, y de haberse asomado por el top 20 o el top 30 de otros lugares como Francia o Portugal.
En realidad, la entrada más fuerte de la semana la firman Rauw Alejandro, Lyanno y Brray Lokera con su single conjunto ‘LOKERA’, que aparece en el 34. Después, hay que bajar hasta los últimos puestos de la tabla para descubrir de quién se acompaña Beyoncé entre las nuevas entradas.
Les ha costado más de un mes, pero finalmente Black Eyed Peas colocan su nuevo single dance ‘DON’T YOU WORRY’ en la lista de singles española, en concreto, en el número 92. Supone una nueva entrada para los artistas invitados Shakira y David Guetta. Finalmente, Pablo Alborán debuta en el 97 con su nuevo temita disco-funky ‘Carretera y manta’.
En su entrevista sobre Rosalía y otros asuntos, Lauv me comentaba que su canción favorita de este nuevo disco era ‘Bad Trip’, de la que está muy orgulloso y que encuentra muy distinta a lo que suele hacer. Desde luego es, además de uno de los mejores temas de ‘All 4 Nothing’, uno de los más distintos, y es quizás una señal de lo que debería seguir haciendo porque, aunque encuentro el álbum superior a su predecesor, sigue adoleciendo de ese barniz formulaico. Mi compañero Jordi hablaba, en su reseña de ‘how i’m feeling‘, de que las canciones de Lauv eran fáciles de escuchar y que parecían hechas para encajar en cualquier playlist, y aquí vuelve a cumplirse: la música de Lauv es agradable, el problema es que ese carácter accesible pero inofensivo lastra este disco, que, ojo, esconde grandes momentos bajo su apariencia de disco perfecto para estar de chill (no ese tipo de chill) en la playa.
Una pista de que el disco tiene una clara aspiración comercial (lo cual no es malo) la tenemos en la producción: además del propio Lauv, figuran Ryan OG (artífice de hits de Maroon 5, Doja Cat o Kim Petras), John Cunningham (que fue prácticamente mano derecha de XXXTENTACION), Digi (Ariana Grande, Khalid), SLY (Dua Lipa, Måneskin, Shawn Mendes) o Simon Says (Selena Gomez, Martin Garrix), además de varios de la escuela Dr. Luke como DallasK (es el productor de ‘Work From Home’ de las Fifth Harmony entre otros) o Cirkut (Britney, The Weeknd, Rihanna). También participan en la composición Denzel Baptiste de Take-A-Daytrip (productores ejecutivos de ‘MONTERO‘), o Ammo (artífice junto a Sia del ‘Pretty Hurts’ de Beyoncé), junto al detalle curioso/mono de que Sophia Cates, la novia de Lauv, escribe con él el tema titular, inspirado en su relación. Quitando esto último, resulta paradójica esta cantidad de nombres para un álbum que a priori es mucho más personal y con gran carga de intimidad, pero ya estamos acostumbrados a esto (y en ocasiones sale bien).
“Cuanto más mayor me hago, menos sobrio quiero estar” dice nada más empezar en ’26’, una canción que trata sobre su incapacidad para disfrutar de todas las cosas que ha conseguido, y especialmente el éxito y la fama que ha alcanzado. Y la verdad es que el disco podría llamarse ‘Amor y otras drogas‘, como la película, porque básicamente son los temas que se repiten: cómo ambos cubren un malestar permanente en Lauv, la mayoría de forma perjudicial para él, y a veces con más luz y de forma sana. Sobre todo tenemos ejemplos del primer caso: el “gracias a Dios que no seguimos juntos” pero sin echarle la culpa a la otra persona de ‘Stay together’ (como le diría Kim Wexler a Saul/Jimmy, “we’re not good for each other”), la sorpresa (luce baladita pero no) a partir de un beat hecho junto a Guy Lawrence de Disclosure en ‘Summer Nights’, la llamada de atención a sí mismo de ‘Hey Ari’ o la cercana al funk ‘Better Than This’, que empieza diciendo “quiero ser apedreado”. Para que nos vayamos haciendo una idea. Así es también ‘Time After Time’: su significado no puede estar más alejado del precioso tema de Cyndi Lauper, ya que aquí hablamos de una relación tóxica que realmente sirve de metáfora de su adicción a sustancias.
Estos temas se quedan siempre a medio gas, como la más optimista ‘Kids Are Born Stars’ (sobre practicar la meditación para conectar con tu niño interior) o el tema titular, pero el disco se guarda varias sorpresas entre los no-singles. ‘Stranger’ recuerda a Troye y nos creemos a Lauv cuando canta “I’m no good at loving you / but I’ll try time and time again / kiss me now, tell me why you’re still here”; y se abre sobre su miedo a acercarse demasiado a alguien y apartarle sin darse cuenta. ‘Molly In Mexico’ es el bop que su título sugiere con unos sintes que son una delicia y una sensación “de playa” pero esta vez para bien. Y la parte final del disco eleva bastante el nivel: ‘Bad Trip’, por ejemplo, contiene uno de sus mejores estribillos mientras habla -efectivamente- de un mal viaje y, aunque la comparación que el propio Lauv ha hecho con ‘We Found Love’ no le beneficia, si la escuchas sin leerlo es un temazo.
Dos temas más downtempo cierran ‘All 4 Nothing’, y ambos funcionan muy bien: tanto el puntito épico de ‘I (don’t) Have A Problem’, sobre su adicción al Adderall, como la delicadeza en ‘First Grade’, con sutil sección de cuerdas y una posible interpretación LGBT. En definitiva, aunque Lauv no termine de entregar un disco notable, en sus buenos momentos es capaz de entregar canciones bastante decentes, y, en los malos, pueden escucharse igualmente.
Calvin Harris acaba de publicar ‘Funk Wav Bounces Vol. 2’, el segundo volumen de su proyecto dedicado a la música post-disco, boogie y funky de los 80. El primero fue uno de los mejores álbumes de 2017 y produjo éxitos como ‘Feels’ con Katy Perry, Pharrell Williams y Big Sean, ‘Rollin’ con Future y Khalid o la obra maestra que es ‘Slide’ con Frank Ocean.
Pharrell vuelve a asomarse por la fiesta funky de Calvin en el que será el Disco de la Semana en estas páginas. Aparece en ‘Day One’ y también en el estupendo single ‘Stay with Me’. Lo hace junto a un elenco de órdago que incluye a Halsey y a Justin Timberlake, para quien Pharrell es un viejo amigo después de haber colaborado con él… durante toda su carrera. El tema está co-escrito por James Fauntleroy, producido exclusivamente por Calvin, y es la Canción Del Día de hoy.
‘Stay with Me’ es un tema peculiar, tanto que en ciertos foros ha causado rechazo. Halsey entona el estribillo, que es recitado, no cantado, y la mera presencia de Justin Timberlake parece escocer a algunas personas. No, no se encuentra en su mejor momento de popularidad, al menos a nivel de imagen. Sin embargo, su timbre de voz sigue casando de maravilla con los ritmos disco y funky que ofrece ‘Stay with Me’, mucho más ligeritos y desenfadados de lo que ha solido ofrecer en solitario. Pharrell está OK: nada interesante que decir.
¿Qué ofrecen estos cuatro artistas en ‘Stay with Me’? Nada menos que un tema fresco, divertido, una fiesta de maracas y guitarras funky de la que ninguno de los artistas invitados se quiere ir (de eso va la canción) y que, además, tiene la generosidad de no acabarse a los 2 minutos, sino que incorpora una agradecida coda en la que Justin vuelve a hacerse notar. La percusión de maracas goza de especial protagonismo, tanto que sirve de puente entre las dos partes de la canción, en un momento en que descubrirás que ‘Stay with Me’ es, de hecho, mucha más sofisticada de lo que parecía.
De momento, con ‘Stay with Me’ ha pasado poco en listas: ha entrado en el top 22 de Reino Unido y se mantiene en el top 24, pero está pasando desapercibida en el resto del mundo y, en Spotify, apenas suma 24 millones de reproducciones pese a la potencia de los artistas invitados. Claro que tampoco ‘Potion‘ con la mismísma Dua Lipa ha terminado de calar del todo. Quizá el público esté menos predispuesto a este tipo de sonidos de lo que parecía, pero Calvin puede estar orgulloso de haber creado otro disco estupendo, que reseñaremos en los próximos días.
Sheffield, 1980: los músicos Martin Ware e Ian Craig Marshall abandonan The Human League por desavenencias creativas y montan un nuevo proyecto, Heaven 17. Durante los meses siguientes, ambas bandas pergeñan su respectivos nuevos discos con ayuda de sintetizadores y la nueva caja de ritmos Linndrum LM-1. Finalmente ‘Dare’ de The Human League gana en los charts esta silenciosa competición: el single ‘Don’t You Want Me’ se volvería un monstruoso éxito mundial y marcaría el resto de la carrera del grupo.
A la par, el ‘Penthouse and Pavement’ de Heaven 17 ofrecía un planteamiento más arty (es legendario el artwork e imagen del grupo, irónicamente caracterizados como yuppies que presentaban el grupo como una empresa) y en general unas pretensiones comerciales menos intensas, aspecto que precisamente había sido la principal razón de la escisión. Sin embargo su primer sencillo, ‘(We Don’t Need This) Fascist Groove Thang’, tendría cierto impacto. Nada que ver con el macro hit de sus ex-compañeros, pero sería Top 50 en las listas de UK a pesar de que la BBC la censuró por sus referencias políticas. Y el álbum fue Top 15 en el ‘annus mirabilis’ del tecno-pop británico.
«No necesitamos esta movida de rollo fascista» es una canción demasiado olvidada, cuando el mensaje que encierra es por desgracia más y más relevante. Nunca es un mal momento para cagarse en el fascismo, pero con el panorama actual parece un acto absolutamente necesario. La razón por la cual la canción se ha perdido en las nieblas del tiempo quizá se encuentre en que realmente no se ajusta al canon heredado de éxito ochentero: se trata, de hecho, de una fascinante pieza de pop experimental. Comenzó como un instrumental cuando Heaven 17 todavía se llamaban (durante un período muy corto) B.E.F. Durante la preparación de ‘Penthouse and Pavement’ sin embargo, decidieron recuperar la canción y escribir una letra que expresase su descontento con las llegadas al poder, respectivamente, de Margaret Thatcher y Ronald Reagan, que marcarían política y económicamente toda la década de los 80 con resultados nefastos. Y decidieron hacerlo inspirados por la música negra, en concreto el estilo p-funk (Sly Stone, Funkadelic..), pero llevándolo al extremo, a unos delirantes 160 Beats Por Minuto.
Para la letra escribieron consignas antifascistas pero también frases más comunes, y las mezclaron con la técnica de recortes de William Burroughs que también había usado anteriormente David Bowie. El texto resultante lleva una fuerte carga de denuncia, pero con un punto de absurdo extrañamente divertido, que va a la par totalmente con el tono excéntrico de la canción. Martin Ware lo describió como “un bizarro híbrido de política, baile, comedia e influencia del soul negro norteamericano”.
La guinda la pondría el bajo (solo incluido) de un colaborador totalmente amateur encontrado casi por casualidad. El cantante de Heaven 17 (Glenn Gregory) trabajaba por aquel entonces en el mítico teatro The Crucible de Sheffield, y literalmente entró en una sala de actores aspirantes y preguntó “¿alguien toca el bajo?”. Increíblemente, un chico negro de 17 años levantó la mano y se lo llevó al estudio, donde le hicieron grabar el solo de bajo previsto y quedaron alucinados. Entonces le pidieron que grabara también una línea de bajo rítmica. Cuando acabó y le dijeron que había quedado genial él se extrañó y dijo que “no estaba seguro, porque el bajo no es mi instrumento principal”. Cuando le preguntaron cuál era, dijo “la guitarra”. Lo mandaron a casa a por una (recordad, Heaven 17 sólo usaba sintetizadores) y en cuestión de horas estaba grabada esa pista rítmica que suena a Nile Rodgers puesto de esteroides. Una aportación esencia la de este músico llamado John Wilson, que dotaría a las mecánicas estructuras rítmicas de la canción (repartidas en muy interesantes capas) el necesario toque sincopado del funk.
“¿Habéis oído las noticias… sobre esta movida de rollo fascista? / Hombres malvados con opiniones racistas se extienden por todo el país. / No os quedéis ahí sentados sobre vuestros culos, desatad el baile funk en cadena. / Hermanos, hermanas, disparad lo mejor que podáis / no necesitamos esta movida de rollo fascista. / La historia se volverá a repetir… punto crítico, la hora está cerca / una fuerza para contrarrestar no servirá de nada / Calienta tu culo, siento tu poder. / Hitler es la prueba de que esta movida funky no es para ti o para mi, chica. / Europa es una tierra infeliz, han tenido su rollo fascista. / Los demócratas están fuera del poder al otro lado de ese ancho océano, / Reagan es presidente electo, un dios fascista en movimiento. / Hermanos, hermanas, echad una mano / Incrementad nuestra población. / Agarrad esa movida fascista del cuello y tiradla al océano”.
Si alguna vez existió el baile protesta, esta es LA canción. Ese mismo año el NME la elegiría en el nº 4 de las mejores canciones del año 1981, pero como explicábamos con el paso de los años ha ido cayendo en una injusta oscuridad. Recientemente LCD Soundsystem pusieron su granito de arena para reivindicarla interpretándola en directo. Su cover quedó recogido en el disco ‘Electric Lady Sessions’ de 2019.
‘(We Don’t Need This) Fascist Groove Thang’ suena en la entrega nº 404 de Popcasting, el podcast de Jaime Cristóbal, disponible en este enlace.
Beyoncé ha subido al número 1 de singles en Estados Unidos con ‘BREAK MY SOUL’ tras el lanzamiento de ‘RENAISSANCE‘, su nuevo álbum, que también ha entrado en el número 1 de la lista de álbumes estadounidense. Hoy veremos qué posición obtiene en la lista española.
Beyoncé ha solido ser una gran vendedora de álbumes pero hacía tiempo que no lograba un single número 1 en Estados Unidos completamente en solitario. Hay que viajar 13 años atrás, a 2009, para encontrar el último, que fue ‘Single Ladies (Put a Ring On It)’. Sus últimos números 1 en el Billboard, ‘Perfect‘ con Ed Sheeran (2017) y ‘Savage‘ con Megan Thee Stallion (2020), se produjeron con canciones ajenas, a modo de colaboraciones.
‘BREAK MY SOUL’ supone el octavo número 1 de Beyoncé en Estados Unidos, a los que habría que sumar otros cuatro obtenidos en Destiny’s Child, los de ‘Bills, Bills, Bills’ (1999), ‘Say My Name’ (2000), ‘Independent Women (Part 1)’ (2000-2001) y ‘Bootylicious’ (2001). Suma 12 en total, aunque dos de esos números 1 no corresponden a canciones propias.
Curiosamente, Beyoncé desbanca del número 1 de Billboard a Lizzo con ‘About Damn Time’. La autora de ‘Special‘ es una de las artistas nombradas por Beyoncé en el nuevo remix de ‘BREAK MY SOUL’ que incorpora la base de ‘Vogue’ de Madonna.
Números 1 de Beyoncé en el Billboard:
1.- Crazy in Love, con Jay-Z (2003)
2.- Baby Boy, con Sean Paul (2003)
3.- Check on It, con Slim Thug (2006)
4.- Irreplaceable (2006)
5.- Single Ladies (Put a Ring on It) (2009)
6.- Perfect (Ed Sheeran con Beyoncé) (2017)
7.- Savage (Megan Thee Stallion con Beyoncé) (2020)
8.- BREAK MY SOUL (2022)
Dos de las películas españolas más interesantes del año pasado, ‘Destello bravío’ y ‘Espíritu sagrado’, tenían un sugestivo punto en común: la utilización de los ambientes costumbristas, los lugares suspendidos en el tiempo –ya sea una casa de pueblo en Extremadura o un bar de Elche- a la vez como guiño irónico bizarro y como recordatorio de la permanencia de una España casposa, decadente y, en cierta medida, amenazadora.
Celia Giraldo, una de las directoras de ‘La hija de alguien’ (2019), parece recoger en el videoclip ‘Así bailaba’ parte de ese espíritu, destellos de esas dos películas. ¿No recuerdan esas señoras echando la partida y tomándose un veraniego café blanco y negro a las de la película de Ainhoa Rodríguez? ¿No remite la estética de ese hotel, con sus arquerías grecolatinas, su hiperglucémico buffet libre y sus recepcionistas vestidas de José Luis y sus chaquetillas a la del filme de Chema García Ibarra?
En sintonía con las imágenes que evoca la legañosa canción de Los payasos de la tele y la relectura feminista elaborada por Rigoberta Bandini y Amaia, el clip de ‘Así bailaba’ propone un choque visual entre unos ambientes decrépitos y somnolientos y la actitud festiva y transgresora de las cantantes animadas por el recuerdo de su vivacidad infantil. Un fiestón con ecos visuales de las míticas juergas de ‘El lobo de Wall Street’ y ‘La gran belleza’.
Olivia Newton-John ha muerto a los 73 años al no super el cáncer de mama metastásico que padecía. Su marido, John Easterling, ha comunicado la noticia a través de la cuenta de Instagram de la cantante y actriz británica. «Olivia Newton-John falleció pacíficamente en su rancho en el sur de California esta mañana, rodeada de familiares y amigos. Les pedimos a todos que respeten la privacidad de la familia durante este momento tan difícil».
El comunicado recuerda que Olivia ha sido un «símbolo de triunfos y esperanza durante más de 30 años compartiendo su viaje con el cáncer de mama», y que «su inspiración curativa y su experiencia pionera con la medicina vegetal continúan con el Fondo de la Fundación Olivia Newton-John, dedicado a la investigación de la medicina vegetal y el cáncer». La familia pide que, en lugar de flores, se hagan donaciones en su memoria a dicha Fundación.
Newton-John fue uno de los mayores iconos pop de finales de los 70 y principios de los 80 tras protagonizar ‘Grease’ junto a John Travolta y cantar canciones recordadas por múltiples generaciones como ‘You’re the One that I Want’, ‘Summer Nights’ o ‘Hopelessly Devoted to You’. La banda sonora de ‘Grease’ es una de las más vendidas de todos los tiempos. En el cine, Newton-John también triunfó con ‘Xanadu’, de 1980 y de la que se extrajeron canciones igualmente icónicas como ‘Magic’ o la propia ‘Xanadu’.
El propio Travolta ha despedido a Newton-John en redes: «Queridísima Olivia, hiciste que nuestras vidas fueran mucho mejores. Tu impacto fue increíble. Te quiero tanto. Nos volveremos a ver. Soy tuyo desde el primer momento en que te vi. Tu Danny. Tu John».
Por supuesto, Newton-John también fue conocida por su carrera musical, siendo ‘Physical’ su canción insignia. Estrenada en 1981, es una de las canciones más emblemáticas de toda la década de los años 80 y su influencia se ha hecho notar recientemente en el single de Dua Lipa de igual título. ‘Physical’, el álbum que contenía dicho single, se convirtió en el más exitoso de su carrera, y puso de moda el atuendo de fitness en el que después se inspirarían Madonna o Kylie. No tan recordado es el dato que ‘Physical’ fue un álbum visual: todas las pistas obtuvieron su propio videoclip.
La carrera musical de Olivia empezó mucho antes, a finales de los 60, hasta el punto que cuesta creer que ‘Physical’ fue su álbum número 11. Sin embargo, no fue hasta 1971 cuando obtuvo su primer éxito internacional gracias a ‘If Not for You’, una canción escrita por Bob Dylan y grabada previamente por George Harrison de los Beatles. En 1974 se superó con ‘I Honestly Love You’, que fue número 1 global y le valió varios Grammys, entre ellos el de Grabación del año.
Otro dato fascinante sobre Olivia: la artista representó a Reino Unido en Eurovisión en el año 1974, el mismo en que ABBA ganaron con ‘Waterloo’. La artista presentó ‘Long Live Love’, una canción que no le gustaba, pero que le hizo quedar cuarta en el certamen.
La redacción de JENESAISPOP ofrece una opinión a favor y otra en contra de ‘MATERIAL GWORRLLLLLLLL!’, el single conjunto de Madonna y Saucy Santana presentado en el Pride de Nueva York, y cuyo vídeo acaba de estrenarse.
«‘Stranger Things’ y TikTok han convertido ‘Material Girl’ en la canción más popular de Madonna, por encima de ‘Like a Prayer’ o ‘Hung Up’. Madonna ha explicado que ha querido hacer aproximaciones divertidas a su catálogo con motivo de su 40º aniversario en la industria, hasta el punto de que este «Material Gworl» no es una remezcla de su propio ‘Material Girl’ sino del realizado por Saucy Santana en respuesta, a su vez otro reto en TikTok. De la composición de Peter Brown y Robert Rans de 1984 solo queda el espíritu: es un milagro que estén acreditados.
Los protagonistas en verdad son Johnny Goldstein y Mike Dean, que han convertido la monótona producción de Saucy Santana en un número reluciente de hyperpop. Madonna, que llegó a odiar el nickname de “Material Girl”, se empapa de él en una producción tan boba como lo eran las originales, ahora inmersa en trucos de la PC Music, lo cual es una pequeña genialidad por varias razones.
La PC Music nació como una parodia del capitalismo con himnos como ‘QT’ (2014), Madonna ya había trabajado el género con SOPHIE en ‘Bitch I’m Madonna’ (2014), la misma SOPHIE hizo su gran obra maestra ‘Immaterial’ (2018) en respuesta a ‘Material Girl’ (“immaterial boys, immaterial girls” era su estribillo) y eventualmente el hyperpop ha terminado siendo el género queer por excelencia en el underground, de SOPHIE a Charli XCX, o en España Rakky Ripper, LVL1 y PUTOCHINOMARICÓN. Una tontería efectivamente divertidísima, y además con su trasfondo». Sebas E. Alonso.
«Si no “todo”, Madonna lo ha hecho casi todo. Y tiene todo el derecho a divertirse ahora mismo con lo que le salga del toto sin que eso tenga que afectar negativamente a todo su recorrido anterior. Peeeeero ojalá se divirtiese sacando música nueva y de calidad, en lugar de lo que lleva haciendo lo que llevamos de 2022, que es dedicarse a sacar remixes random de ‘Frozen’ porque cuatrocientos meses antes hubo un viral en TikTok, o sacar… esto. Como comenta Odi O’Malley, lo mejor que se puede decir de esta canción es que no es otro remix de ‘Frozen’ (por favor, para ayer ese ‘La Isla Boniato’).
Pero desde luego es absolutamente fallida. No sabemos si al menos sirvió para que Madonna se divirtiese; muy satisfecha no parece estar, cuando sube diez stories sobre el remix de ‘Break My Soul’ que ha hecho Beyoncé con su ‘Vogue’ por cada story del ‘MATERIAL GWORLLLLLLLL!’ de Saucy Santana. Y ya no es ni por la visión comercial: en lo musical, ‘MATERIAL GWORLLLLLLLL!!’ es un pastiche que mezcla el hyperpop chusco con el EDM de los tutoriales de Youtube, y los versos de Madonna son como pegar un cuadro a la pared con fiso. Nunca fui muy fan de ‘Bitch, I’m Madonna’ pero, al lado de esto, es ‘Vogue'». Pablo N. Tocino.
BLACKPINK acaban de anunciar las fechas y lugares de su próxima gira mundial, la cual comenzará en octubre de 2022 y acabará en junio del año que viene. Además, el grupo surcoreano ha anunciado en las últimas horas la fecha de salida de su nuevo single, titulado ‘Pink Venom’, el cual estará disponible a partir de la madrugada del próximo 19 de agosto, y la fecha de salida de su segundo LP, ‘BORN PINK’, para el 16 de septiembre.
La girl band había anunciado hace unos días su gira mundial y el lanzamiento de un nuevo álbum en septiembre, pero sin fecha fija. Las buenas noticias para los fans españoles de BLACKPINK han llegado hoy, tras la revelación de que el grupo formado por Jisoo, Jennie, Rosé y Lisa visitarán España en una cita única durante la gira del disco. A falta de la confirmación de más fechas y lugares, las surcoreanas actuarán en Barcelona el próximo 5 de diciembre.
Otro de los detalles que se han conocido es la participación de Ryan Tedder en ‘BORN PINK’, vocalista y líder de la banda OneRepublic. Tedder y BLACKPINK ya habían colaborado previamente hace dos años en ‘Bet You Wanna’, en la cual también aparecía Cardi B.
The Big Pink han anunciado la salida de su primer álbum en una década, después del lanzamiento de su segundo álbum, ‘Future This’, en 2012. El tercer álbum de la banda británica se llama ‘The Love That’s Ours’ y llegará el 30 de septiembre. Además, han compartido un nuevo single con vídeo musical incluido, ‘Rage’. Este sencillo es el tercero en una lista precedida por ‘Love Spins On Its Axis’ y ‘No Angels’.
Tras su segundo álbum, The Big Pink se disolvió. Ha sido ahora cuando el cantante y guitarrista Robbie Furze ha reconectado con la baterista Akiko Matsuura y reclutado un nuevo bajista, Charlie Barker. ‘The Love That’s Ours’ está producido por Tony Hoffer, quien ha trabajado con artistas como Beck o Air, e incluye colaboraciones de la mano de Jamie T, Jamie Hince (The Kills), Nick Zinner (Yeah Yeah Yeahs), Ryn Weaver y Ed Harcourt.
Furze ha dicho sobre el nuevo álbum que «llegar a este punto ha sido uno de los viajes más locos de mi vida», y ha descrito lo que este disco simboliza para él: «Es mi bandera en lo alto de la cima y muestra que finalmente entiendo lo que es importante de verdad». Sobre ‘Rage’, el nuevo single coescrito con Ryn Weaver, Furze también ha compartido unas palabras: «Trabajamos durante largas sesiones, a veces 12 o 18 horas, y ella (Weaver) no nos dejaba parar hasta que la canción estuviese acabada. ‘Rage’ vino de una de esas sesiones.»
Tracklist:
1. ‘How Far We’ve Come’
2. ‘No Angels’
3. ‘Love Spins On Its Axis’
4. ‘Rage’
5. ‘Outside In’
6. ‘I’m Not Away To Stay Away’
7. ‘Safe And Sound’
8. ‘Murder’
9. ‘Back To My Arms’
10. ‘Even If I Wanted To’
11. ‘Lucky One’
Los suecos Viagra Boys sufrieron el confinamiento (como todos). También la muerte de uno de sus fundadores, Benjamin Vallé el pasado mes de octubre. Pero lejos de cualquier atisbo de aflicción, se muestran más abrasivos y burlones que nunca. La crisis de la covid-19 y toda la patulea de negacionistas y conspiranoicos que han surgido a su sombra han sido el motor ideológico del disco, según explica Sebastian Murphy, su cantante, a Apple Music: locura colectiva, la suspensión de la razón y el mismo concepto de de-evolución sobre la que los Devo construyeron su carrera. De ahí el título, “mundo caverna”: ese que, según los iluminados, habitamos los demás, ignorantes y atontados por las vacunas y el 5G.
¿Parece espeso? Pues no lo es. ‘Cave World’ es un festival de referencias, líricas y sónicas: postpunk de lo más verbenero, en el que no se esconden plagios ni homenajes, desde su mismo arranque, que no puede ser más excitante: ‘Baby Criminal’ son los Grinderman de Fiesta Mayor; un tema arrollador y hooliganesco, que empuja a mover el cucu a ritmo de postpunk sabrosón y acelerado. Sebastian Murphy berrea como el Nick Cave de los ochenta, capaz de llevarse tus caderas por delante a base de cabezazos. Pero para pegadiza ‘Troglodyte’, donde fusilan sin piedad ni vergüenza a Devo con velocidad huracanada.
En ‘Punk Rock Loser’ se disfrazan de Iggy Pop, con una base rítmica de esas que revientan el cerebro (¡ese bajo!) y un final un tanto progresivo que parece dotar de cierta melancolía el conjunto de la canción. La insania estalla en ‘Creepy Crawlers’, un blues sincopado sobre base industrial y algún saxo loco, en el que Murphy declama, cual predicador enajenado, perogrulladas sobre el control mental y las mutaciones que acarrean las vacunas (y lo peor de todo es que la letra está basada en hechos reales), para acabar rompiendo en un esclarecedor: “Cuando era joven nada de esto existía / Todo era perfecto / Pero ahora se arruinó / porque votasteis al hijo de puta equivocado”).
Quizás para respirar un poco de tanto marasmo negacionista, se calman un poco con ‘The Cognitive Trade-Off Hypothesis’, cantada en un falsete un tanto zafio, pero igualmente una pieza de pop post punk rotunda. ¿Que recuerdan a Sleaford Mods en ‘Ain’t No Thief’? Ningún problema: en la siguiente canción, ‘Big Boy’, aparece el auténtico Jason Williamson para certificar su influencia en este rock-blues troglodítico cantado por Murphy con megáfono acompañado por coros femeninos autoparódicos. Aunque más paródica es su letra sobre ese “hombretón” que es muy macho y mucho macho, pero con una autoestima fragilísma, tal como rubrica el discurso final de Williamson.
El cierre llega con ‘Return to Monke’, la pieza más enfermiza, pero igualmente irresistible: saxos, desenfreno, rabia postpunk y coros amenazantes que van in crescendo, en que Murphy desatado proclama que hay que volver a ser monos y abandonar los peligros de la evolución, el 5G, las vacunas, los vecinos sospechosos y demás bazofia de la vida moderna. ‘Cave World’ es una espiral de jolgorio cafre, pero también es una reflexión sobre la locura que nos rodea desde hace un par de años. Un pepinazo que es, sin duda, el mejor álbum de los Viagra Boys.
Hace poco informábamos que Panda Bear va a publicar nuevo disco junto al productor Sonic Boom, probablemente resultado de que ambos residen en Lisboa. Noah Lennox y Peter Kember ya habían trabajado juntos en varias ocasiones pero nunca habían publicado un álbum colaborativo como este ‘Reset’ que está fechado para la semana que viene, el viernes 12 de agosto.
‘Reset’ es un disco inspirado en los vinilos viejos de los años 50, 60 y 70 de Sonic Boom, lo cual quedó claro en el primer single, ‘Go On’, que samplea un tema de 1967 de los Troggs. El segundo single también se construye en base a un sample y es la Canción Del Día de hoy.
‘Edge of the Edge’ es una de las novedades que has podido escuchar estos días en la playlist actualizada de «Ready for the Weekend». Se basa en un extracto de ‘Denise’, tema de doo-wop de 1963 interpretado por Randy & the Rainbows y escrito por Neil Levenson, que alcanzó el top 10 en Estados Unidos. Es el único hit jamás logrado por este grupo que, por cierto, con diferentes integrantes, sigue en activo.
Panda Bear y Sonic Boom crean magia a partir de ‘Denise’ en ‘Edge of the Edge’. Los músicos envuelven el sample en texturas psicodélicas, agregan más melodías doo-wop (esos «bom bom bom bom»), también efectos de ruido parecidos a los de los viejos módems de internet, y obtienen una fresca producción de neo-psicodelia que remite a la época de ‘Person Pitch‘ de Panda Bear, pese a que este no es uno de los trabajos de Lennox en los que trabajó Kember.
La voz de Noah Lennox, tan reconocible, guía la canción hacia lo que parece un comentario sobre la adicción a la tecnología, algo en lo que incide claramente su videoclip, un desfile infinito de pantallas de móvil y emojis que sobrevuelan paisajes virtuales.
A la lucha por ser “Amaia de España” entre Amaia Romero y Amaia Montero se ha sumado estos días una nueva contrincante: Amaya (con y griega, como Letizia con zeta). Amaya es una mujer residente en Móstoles que, junto a sus vecinos de la Avenida de Portugal, lleva mucho tiempo aguantando el ruido de unos locales nocturnos. Según cuentan, llevan más de ocho años sin poder dormir en condiciones, y soportando “ruido, basura, delincuencia y peleas” a cuenta de unas licencias dudosas (o, como dice Amaya, “pornográficas”). Hasta aquí, todo «normal».
La cosa viene cuando, después de quejarse de esta situación a un reportero de El Programa del Verano (Telecinco), Amaya empieza a cantar en directo una versión de ‘Titanium’ (sí, la de Guetta y Sia) con la letra adaptada para la situación: “ayúdanos, difúndelo / basta ya, basta ya / esto no se puede aguantar / basta ya, basta ya / su ruido no se puede tolerar / y no nos callarán / su ruido no se puede tolerar / y no nos callarán”. Curiosamente existe una versión en español oficial de ‘Titanium’. Con otra letra, eso sí.
La presentadora de El Programa del Verano, Patricia Pardo (AKA una de las 200 AnaRosas entrenadas, que diría Victoria Martín), quiso saber si Amaya pensaba en una posible carrera artística para ese vozarrón, pero parece que es solo producto de las circunstancias: “nunca le he sacado partido de manera profesional, pero me vi en esta situación y decidí aprovechar este recurso”, explicaba. «Canto canciones protesta / con letra adaptada y un altavoz, fruto de la desesperación”.
Horas después de su emisión, Amaya había empezado a viralizarse, llegando a distintos medios de prensa digital por su original aparición en antena y recibiendo incluso la oferta de una conocida empresa para recibir gratis un curso de canto. Por supuesto, la arqueología cibernética ha encontrado su debut, una aparición en Telemadrid que pasó más desapercibida, donde cantó con mascarilla, claramente inspirada en aquella actuación de Gaga y Ariana.
Pero ojo, porque Amaya pronto tendrá material para sacar una mixtape: al día siguiente fue entrevistada en el programa Cuatro Al Día, y deleitó al personal con su segundo single, esta vez una cover del ‘Think’ de Aretha Franklin, donde el estribillo pasa de “freeeedooom, freeeedooom” a “hacen ruiiiidooo, ruiiiidoooo”. Porque Amaya es más abierta de miras que muchos indies, y lo mismo te canta por Aretha que por Guetta. Ojalá un tercer single de reggaetón con el que termine de poner el problema de su barrio en el mapa.
Lo mejor que he visto en la televisión nacional desde el desmayo de Sandrina. La cover de Titanium que emocionó a David Guetta y Sia pic.twitter.com/G1flfcEHgL
La hemos conocido ahora, pero Amaia debutó en televisión con el gran Masegosa en Telemadrid, un 1 de marzo de 2022. Ni la mascarilla le frenaba. pic.twitter.com/8IlIO1cboM
The Killers ha sido una de las bandas que ha decidido estrenar nueva música en estos primeros días de agosto. ‘boy’ en realidad no es una canción nueva, sino que pertenece a las sesiones originales de ‘Pressure Machine‘, su notable último disco. Sin embargo, es ahora cuando ha llegado a las plataformas de streaming, después de sonar por primera vez en directo en el Mad Cool de Madrid.
‘boy’ es otra composición de pop-rock explosiva de The Killers que hace uso contundente de sintetizadores. La canción arranca suspendida en una nube de teclado atmosférica, y se va creciendo poco a poco hasta liberarse en un final apoteósico.
En la suma de capas de ‘boy’ que va construyendo la épica de la canción emerge, en el segundo verso, una melodía de sintetizador extremadamente parecida a la de un conocido hit de los años 80. Se trata de ‘A Little Respect’ de Erasure. La melodía es tan parecida que ya hay quien se pregunta por qué Erasure no aparecen acreditados en la canción.
‘boy’, que habla sobre la adolescencia de Brandon Flowers en Utah, es decir, traza el que después será el concepto general de ‘Pressure Machine’ (se dice que por este motivo es descartada del disco), puede ser otro ejemplo de canción que navega la fina línea entre la «interpolación», el homenaje y el (supuesto) plagio, como antes ‘Bad Habits’ de Ed Sheeran con ‘Smalltown Boy‘, o ‘Malibu’ de Kim Petras con ‘Wanna Be Startin’ Something’ de Michael Jackson.
En estos días en que es requerido acreditar a personas que no han tenido absolutamente nada que ver con la composición de una canción para evitar demandas por plagio que, a veces, salen de debajo de las piedras, como le ha pasado a Dua Lipa, The Killers no escogen el camino de Beyoncé, quien ha acreditado a los autores de ‘Show Me Love’ de Robin S. en ‘BREAK MY SOUL’ pese a no samplear directamente aquel éxito de los 90. Más bien, los de Brandon Flowers optan por la libertad creativa y el homenaje.
SIMONA es una cantante argentina afincada en Barcelona que, en muy poco tiempo, está logrando hacerse un hueco en la industria musical. Os hablamos de ella con motivo de ‘MENTIRAS‘, la primera Canción Del Día de 2022 en el site, pero otras como ‘BALI’, ‘SHUT UP’ o ‘AMARILLO EN MI CORAZÓN’ valen también la pena.
Últimamente, la cantante mendocina ha presentado su proyecto en festivales como el Sónar de Barcelona, y ha publicado un nuevo EP llamado ‘MIMO’ con el que ha seguido esculpiendo su propuesta. Sus próximos conciertos serán el próximo 3 de septiembre en el festival Cala Mijas de Málaga y el 1 de octubre en el Festival B. Hace poco nos pudimos reunir con ella en una cafetería de Barcelona para hablar sobre sus diferentes proyectos.
¿Cómo ha sido la experiencia de tocar en Sónar?
Súper bien. Es un festival increíble, estoy muy feliz de haber estado ahí. Me encantó el cartel y es un festival muy bien curado y muy bien organizado. Alcancé a ver a Sega Bodega, un poquito de Pongo, pero me tuve que ir pronto al estar de gira.
¿No tocas con banda?
Toco un live set. Mi compañero Aleix hace las produs del live, está en la parte de pistas, sintetizadores y guitarras, y Nano, en sintes y bajos. Y voy con dos bailarinas.
Ponéis bases pregrabadas.
Sí, pero es más live set. Están preparadas para el directo, pero tocamos otras cosas en vivo, las vamos disparando con los controladores. La voz sí es toda en directo.
Tu música suele sonar reconfortante, envolvente. ¿Es por esto que el EP se llama MIMO? ¿Qué significa para ti el título?
La selección de canciones es una caricia. Son las primeras que hice, nacieron como un mimo. Además, el EP se titula así porque mi sobrino, que nació en Barcelona, cuando estaba en la panza, yo empecé a hacer música y él cuando nació me llamaba «Mimo» en lugar de «Simo». Y ahora todo el mundo me llama así.
Sin embargo, tus temas traen producciones bastante interesantes. Por ejemplo, la de VINO Y BLUNT. ¿Qué buscas a la hora de crear un beat?
Yo no soy de montarme en un beat, generalmente hago producciones en base a las canciones. Yo vengo de componer con guitarra y piano. Y va con lo que estoy escuchando en el momento, lo que me inspire la canción… ‘VINO Y BLUNT’ me la imaginé como una bossa, quería que tuviera esa rítmica del funky brasileiro, más rota y violenta, más salvaje…
En varios artículos sobre ti se menciona la influencia de la bossa en tu música.
La música de Brasil me gusta mucho. La música rioplatense en general, la música uruguaya… Yo vengo del Río de la Plata, no es tan tropical, y eso me ha influido. Argentina es el país no tropical de Sudamérica. Y Mendoza es todo montañas, nieve…
«El mundo es recapitalista y decir «no» es muy importante y muy sano»
Tus padres no tenían televisión y de que pequeña escuchabais música a todas horas. ¿Qué recuerdas escuchar de pequeña?
En mi casa nunca hubo tele, pero sí había un «soundsystem» enorme. Mis papás son refans de la música los dos. Mi mamá escuchaba música folclórica sudamericana, era fan de la música brasileira, la bossa, el jazz, las cantautoras latinas, Violeta Parra, Mercedes Sosa… Mi papá era más rockero y popero. Le gustaba el funk, Spinetta, Charli García…
Has dicho que los tiempos de la industria te resultan complicados, que tu eres de escribir sin prisa. ¿Te has acostumbrado a los tiempos? ¿Estás descubriendo que de la improvisación nacen buenas ideas?
Todo los procesos son de valor. Ahora estoy metiéndome en la industria y me tengo que adaptar a un ritmo que no es el mío, aprender a componer rápido, colaborar… En algún momento me gustaría poder trabajar a mi propio ritmo, como Rihanna o Rosalía, por ejemplo. Este año he empezado a juntarme con productores para componer, que antes me daba miedo, hacía todo sola…
¿Qué tal han ido esas sesiones?
He producido poco, pero han salido unas canciones súper lindas y especiales. Con Sr. Chen estoy planeando mi álbum. El estudio es un desafío.
En tus canciones percibo una temática compartida de desear vivir una vida tranquila, de deshacerte de aquello que ya no te sirve, de no querer preocupaciones innecesarias. ¿Esta es la gran lección que has aprendido últimamente, aprender a decir que no y priorizarte a ti misma?
Estoy aprendiendo a decir que no, lo cual cuesta, porque soy mucho de decir «sí»… El mundo es recapitalista y decir que no es muy importante y muy sano. Siempre estoy en una búsqueda de priorizarme a mí misma emocionalmente, incluso por delante de la búsqueda artística.
El pasado mes de mayo conocíamos la inesperada muerte de Andy Fletcher, miembro fundador de Depeche Mode. La noticia ha dejado devastados a sus seguidores, que se preguntan qué futuro aguarda al vocalista Dave Gahan y al compositor principal Martin L. Gore sin quien parecía el pegamento que los unía. Dedicamos uno de los capítulos de verano de «Revelación o Timo, el podcast de JENESAISPOP», a debatir su función dentro de la banda y a barajar qué futuro aguarda a Depeche Mode, que ya sufrieron antes momentos traumáticos como la partida de Vince Clarke, la de Alan Wilder en los 90 o aquellos 2 minutos en que Dave Gahan estuvo clínicamente muerto.
Pero sobre todo este podcast de casi 2 horas de duración es excusa para repasar toda la discografía de Depeche Mode, para la cual nos hacemos acompañar de nuestro amigo Eduardo Noeda, puntual colaborador de nuestra web sobre todo en sus inicios, y a quien muchos también leeríais en blogs como Electronauta o Discotraxx.
Recordamos el simpático debut de Depeche Mode, lleno de temas de synth-pop; el cambio drástico que supuso la partida de Vince Clarke; la remontada que se vio vislumbrando entre el tercer y el cuarto discos, camino a la que sería su primera obra maestra, ‘Black Celebration’. No pasamos por alto obviamente su «etapa imperial», en la que incluimos ‘Music for the Masses’ y ‘Violator’ pero también un poco el mismo ‘Black Celebration’, y comentamos si los años 90 de ‘Songs of Faith and Devotion’ y ‘Ultra’ fueron un pequeño bajón… o no. Terminamos con aquello que rescatamos del siglo XXI, recordando la polémica que suscitó entre nuestros comentaristas la crítica de ‘Spirit’, hasta ahora su último álbum.
El Santander Music ayer se despedía hasta el próximo año de la mejor manera, coronando con su día más multitudinario y con algunos de los conciertos más espectaculares de esta edición. Antes de llegar al festival se podía adivinar que iba a ser el día más lleno solo intentando aparcar el coche y dándose cuenta de los pocos sitios que había, alrededor del recinto, y más allá.
A las 21, el público ya estaba totalmente entregado durante el show conjunto de Los Estanques y Anni B Sweet. Me hubiese encantado disfrutar más de la impecable voz de Anni y la energía cruda de Los Estanques, pero el tener que aparcar no me lo permitió. Por suerte para mí, llegué a tiempo para disfrutar de ‘Buen Viaje’ y solo por esa repetiría. El resto de shows de la noche se fueron intercalando con las sesiones de DJ y los sets de la banda de Glassio, el compositor y productor irlandés-iraní que se encargó de amenizar los tiempos muertos con synthpop suave de los 80 y los 90. La música perfecta para disfrutar de las vistas al mar de la Magdalena. Tocaron tanto originales como versiones y, de estas, destacaría la que hicieron de New Order y su ‘Temptation’.
Las elegantes luces rectangulares del concierto de León Benavente se iluminaron por primera vez con ‘Líbrame del mal’ y ya desde el primer momento se podía intuir que este no iba a ser un show cualquiera. El control caótico que manejó la banda en todo momento fue admirable y consiguieron que solo pudieses estar en dos estados: bailando hasta caer redondo o totalmente perdido en las letras. ‘Ayer Salí’ y ‘Ser Brigada’ fueron de las mayores fiestas que se han vivido este año en el Santander Music, pero lo que no me esperaba para nada fue la increíble experiencia de ‘Mítico’ en directo, la cual en comparación deja a la corta versión de estudio por los suelos.
Abraham, con una voz que si no cantase estaría en la radio, fue el frontman perfecto. Algunos de los mejores momentos fueron cuando este se metió en el público en ‘Ayer Salí’, sin temblarle nada la voz entre el tumulto de gente, o cuando le estaba gritando a un hombre en primera fila las líneas de «¿Para qué?» en ‘Ser Brigada’, las cuales además fueron respondidas por el asistente. En resumen, un concierto difícil de olvidar y que repetiría una y mil veces más, aunque no me supiese ni una letra.
Lo malo de un concierto tan bueno es que el resto de la noche solo puede ir a peor. Al menos, eso pensaba yo ayer. Ningún otro set superó al de León Benavente, pero la cosa tampoco fue a peor. La primera evidencia de esto fue el siguiente concierto de la programación, los granadinos Lori Meyers, con su quinta aparición en el festival santanderino. Ayer el nivel de luces y gadgets estaba bastante alto y Lori Meyers lo mantuvieron ahí. ‘El Tiempo Pasará’ y ‘Emborracharme’ fueron de las más cantadas y celebradas por los asistentes y, naturalmente, dejaron ‘Mi Realidad’ y ‘Alta Fidelidad’ para el final del set. Fue un show bastante disfrutable y más relajado que el anterior, por lo que todo pudimos coger un poco de aliento.
Delaporte comenzó y acabó su actuación con la parte de «toda la noche» de ‘Toro’, de El Columpio Asesino, y entre medias hubo lo que definiría como una sesión de tecno melódico que se la recomendaría a cualquiera. La voz de Sandra brillaba cada vez que la usaba, pese a estar moviéndose a lo largo del escenario durante toda la actuación. ‘El Volcán’ y el mashup entre ‘Cariñito’ y la ‘Gasolina’ de Daddy Yankee fueron de los momentos más energéticos del set, que es lo que uno busca en un concierto de Delaporte.
La noche se fue terminando con el sobrio concierto de El Columpio Asesino, que actuaron sin absolutamente nada de fondo y con las pantallas aumentadas en blanco y negro. Si hubiese que definir el set en dos palabras, serían «bajo infinito». ‘Preparada’, ‘Babel’ y ‘Ballenas Muertas en San Sebastián’ fueron los temas que mejor sonaron y que consiguieron levantar los ánimos a un público que llevaba alrededor de ocho horas bailando. Hacia las 4:10 sonaron los inconfundibles acordes de ‘Toro’, que fue elegida para despedir esta edición del Santander Music por todo lo alto.
Por supuesto, la llegada de ‘RENAISSANCE’ al mercado se está haciendo notar en las listas de éxitos de todo el mundo, y el disco ha entrado en el número 1 de álbumes de países tan importantes como Francia o Reino Unido. En las islas, ‘BREAK MY SOUL‘ ha subido al número 2 de singles, dando a Beyoncé su mayor éxito desde 2008 en el mencionado territorio, y otros dos temas de ‘RENAISSANCE’ han entrado también en lista: ‘CUFF IT’ lo ha hecho en el 14, y ‘ALIEN SUPERSTAR‘ en el 16.
El público parece estar queriendo decir que estos son los siguientes singles claros de ‘RENAISSANCE’, y estamos de acuerdo. ‘ALIEN SUPERSTAR’ es el bombazo rupturista de Beyoncé que pocos esperaban y, en un lado opuesto, ‘CUFF IT’ es uno de sus momentos más clásicos, y también divertidos. Es la Canción Del Día de hoy domingo.
‘CUFF IT’ es una composición de disco clásico. Al menos, en apariencia. Tanto es así que, en esta producción de Beyoncé, The-Dream y Rapahel Saadiq, entre otros, los 80 todavía no han llegado. Están a punto de hacerlo porque Nile Rodgers aparece por aquí para tocar la guitarra y porque la melodía incorpora una revisión del «ooh la la la» de Teena Marie, publicado en 1988, y revisitada por los Fugees en 1996. Sin embargo, el sonido de baterías, cuerdas y vientos metales (por mucho que estén sintetizados, como es el caso de las cuerdas) de ‘CUFF IT’ nos llevan más bien a los años 70 de ‘I Will Survive’ de Gloria Gaynor o ‘Mr. Melody’ de Natalie Cole. La canción prácticamente nos da la «bienvenida a la música disco» como hizo un hit de la época.
Sencilla como es en su sonido de disco clásico, ‘CUFF IT’ logra ser una de las composiciones más finas (o «putifinas«) de Beyoncé. Es imposible no imaginar a Bey (o a cualquiera que la escuche) bailando la canción con un vestido de lentejuelas bajo una bola de espejos. No obstante, esa sofisticación también se refleja en la composición de la canción, en la que la melodía más potente («I wanna go where nobody’s been») emerge desde la misma estrofa previa al estribillo, pareciendo de hecho el estribillo. El supuesto estribillo («we gon fuck’ up the night») llega después pero parece el post-estribillo. Es decir, ‘CUFF IT’ parece no contener coro como tal, sin embargo, la canción melódicamente es un caramelo detrás de otro.
La finura de ‘CUFF IT’ sirve a Beyoncé para desmelenarse en la discoteca. La cantante pide a su amante que la «espose» (del verbo «cuff»), pero el título de la canción puede entenderse, también, como una inversión de la frase «fuck it», al menos, a tenor de la cantidad de veces que la palabra «fuck» aparece en la letra. Beyoncé quiere volar más alto que un cohete, «ir donde nadie ha ido», enamorarse y, a la vez, literalmente, «mandar todo a la mierda». En ‘CUFF IT’ se desinhibe y logra que el mundo lo haga con ella.
Con 15 álbumes publicados a sus espaldas, Sean Nicholas Savage es uno de esos artistas de culto que se caracterizan por su generosidad. A lo largo de su carrera, que arranca formalmente en el año 2008, el canadiense ha explorado una mina creativa de la que ha extraído canciones de todos los estilos, de la bossa nova al pop ochentero pasando por el folk-pop o la música disco.
Parte de la gracia de escuchar la música de Sean Nicholas Savage ha sido siempre afrontar grabaciones con un marcado carácter lo-fi, pues él es uno de esos artistas que reivindican el formato casete desde incluso antes de que se pusiera de moda. Hay que recordar que de Savage es la primera referencia oficial que publica el sello Arbutus, que después descubre a Grimes. Era una cinta.
Pero ha pasado mucho tiempo de aquello, y Savage no ha renunciado a madurar como artista ni a experimentar con diferentes formatos y valores de producción. ‘Shine’, su nuevo disco, es el más nítido y «profesional» de su carrera en ese sentido, un salto hacia la producción «glossy» que encontramos habitualmente en el pop comercial, solo que por parte de un artista con alma DIY. De hecho, de la producción de ‘Shine’ se ha encargado su amigo Mac DeMarco.
‘Shine’ es un trabajo que nace, como tantos otros, de la pandemia, una época de depresión y estancamiento creativo para Savage, que el canadiense transforma en una colección de canciones efectivamente llenas de luz y también de emotividad. En ‘Shine’, un disco eminentemente acústico, a guitarra y piano, se cruzan influencias como son el city pop de Tatsuro Yamashita, la canción autoral de Elliott Smith y el pop de Max Martin (‘Comet’ es una «copia» de Britney, en palabras de Savage) y el resultado es uno de los trabajos de Savage más íntimos, y también más deliberadamente sentimentales.
Tanto es así que ‘Feel Like a Child’, el bonito tema inaugural, no lleva tanto a los artistas mencionados como, de manera inaudita, a Antonio Flores y a su ‘Siete vidas’. El sonido del pop intimista más «cheesy» y sensiblero de los 90 inunda ‘Shine’ al completo, tanto que, a veces, a Savage se le desborda la emoción hasta lo paródico, como sucede en la lacrimógena ‘Poetry is My Only Chance’ -ya por el título- o en el falsete de ‘Between My Eyes’, próximo al llanto.
‘Shine’ es mejor cuando más logra equilibrar sensibilidad con buenas composiciones, a la manera de una Eva Cassidy. El tema titular conmueve con su descripción de una persona que encuentra la esperanza en el «brillo de los ojos de una gaviota», ‘Streets of Rage’ es una de las canciones más tiernas jamás escritas por Savage gracias a su estribillo «na, na, na, yo creo en ti», y ‘Comet’ estremece como lo haría el hallazgo de un nuevo amor, cuando menos lo esperas.
El viernes del Santander Music poco tuvo que ver con lo visto en su primer día. Había muchas más personas, de mayor edad y sí se le dio uso al escenario pequeño, que fue testigo de algunos de los mejores momentos de la noche. Lo de la mayor cantidad de asistentes se notó al instante, ya que en todos los sitios había cola, de lo cual no hubo ni rastro el jueves. Los artistas, siguiendo la dinámica de todo lo demás, tampoco tuvieron nada que ver con los del día anterior.
Grande Amore, el alias musical de Nuno Pico, fue la dosis perfecta de energía para afrontar todo lo que aguardaba. Desde el minuto 1 ya había gente poseída por los sintetizadores y las guitarras distorsionadas y bailando a tope al ritmo de himnos como ‘Perdón por Ser Tan Sexy’ o ‘Esta Pena Que A veces Teño’, la joya de la corona. En la programación, a este le seguía el DJ Don Gonzalo, quien en sus dos apariciones en el mini escenario pinchó desde el ‘Last Nite’ de los Strokes hasta el ‘Transmission’ de Joy Division, pasando por canciones como ‘Spanish Bombs’ de The Clash. Temas de siempre, como nunca los habías escuchado.
Le tocaba el turno a Guitarricadelafuente, uno de los más esperados. Se movió entre lo íntimo, como en ‘Ya mi mama me decía’, y lo grandioso, como en ‘A carta cabal’ y su piano, que de lo lleno que sonaba parecía que estaba producido por Mike Dean. Hasta la pantalla vibraba cuando Álvaro tocaba las teclas. Este ya tenía ganado al público desde el minuto 0, pero aun así, acertadamente cantó ‘Santander la Marinera’ y ya todos nos acabamos de enamorar de él. Naturalmente, terminó con ‘Guantanamera’, pero para mí el highlight fue la canción anterior, cuando los cuatro músicos que le acompañaban se acercaron al borde del escenario para tocarle las palmas en ‘A Mi Manera’, su particular versión del inmortal tema de Sinatra.
The Gulps, los protegidos de Alan McGee, fueron rock sin filtro y non stop con el frontman, Harry All, metiéndose en la piel de Joe Strummer. Incluso físicamente había un parecido. ‘King of the Disco’ fue bailada en todo el recinto. Xoel López, de quien ya se ha hablado una barbaridad, tomó el escenario principal y realizó el concierto más largo de la noche. Xoel demostró una maestría tremenda que solo se gana con los años, en uno de los shows que más disfrutó la gente. Sobre todo, la gente que conocía sus canciones. Quien no le conociese, bien podría haber pensado que era alguien haciendo versiones en español del ‘Graceland’ de Paul Simon.
‘Autocensura’ y ‘La Juventud’ fueron los dos primeros temas del set de Rocío Saiz y de su punzante batería, que casi no dejaba escuchar la voz de la cantante. Esta se vio obligada a ir acelerada, ya que solo disponía de media hora para su show. Si me preguntan a mí, la aprovechó al máximo. Le dio tiempo a hablar sobre el amor libre, el amor tóxico, la libertad sexual y todo lo que quiso. Al son de ‘Como yo te amo’, Rocío se subió a los hombros de su primo (sí, su primo) y llevó a cabo una tradición que lleva efectuando desde hace tres años, que es enseñar las tetas en su set del Santander Music. El ambiente de su show fue magnífico. En resumen, todo el mundo bailó sin preocupaciones. Poco más se puede pedir.
En Jenesaispop hemos hablado todo lo que había que hablar de Alizzz. Es un show que se puede disfrutar perfectamente sin conocer las canciones y que no falla nunca. Además de todo su ‘Tiene que haber algo más’ y ‘Antes de Morirme’, también cantó ‘Un Buen Día’, de los Planetas, como viene haciendo últimamente en todos sus conciertos. Qué decir, Alizzz es un acierto seguro.
A eso de las 3 y pico de la mañana, todavía quedaba muchísima gente en pie para la última actuación de los desenfadados Varry Brava. El público no paró de mover el cuerpo en ningún momento, con temas como ‘No Gires’ o ‘Playa’, y hasta hubo momentos verdaderamente inspiradores. El mayor de estos fue cuando Óscar, el vocalista, contó cómo hace 10 años se les ocurrió la melodía de ‘Calor’, cómo hicieron «mil conciertos en salas donde no nos veía nadie» y cómo 10 años después siguen con la misma melodía, pero en el Santander Music. Esta vez, sí que les estaban viendo.
Cuco, la superestrella del bedroom-pop, acaba de lanzar su segundo disco. ‘Fantasy Getaway‘ es, como su título indica, un álbum escapista, conceptualizado a modo de viaje espacial, en el que el cantante estadounidense entrega algunas de sus composiciones más logradas, como la que hoy nos ocupa.
‘Time Machine’ es, efectivamente, una canción sobre viajar en el tiempo, en concreto, al pasado (¿dónde si no?), con la intención de gestionar mejor una relación romántica que ha llegado a su fin. Cuco anhela poder «congelar» el tiempo con la persona amada y nunca más hacerla llorar. Quiere, simplemente, «abrazarla y ocuparse de todos sus miedos».
Musicalmente, ‘Time Machine’ también propone un viaje. Se nota que Cuco es fan de Tame Impala no solo por las texturas psicodélicas que suele emplear en su música y, en concreto, en esta canción, sino también por el modo en que construye sus composiciones. Desde que empieza, ‘Time Machine’ avanza hacia adelante sin mirar atrás y, como si fuera un avión, al final despega hacia el cielo con una melodía de «la la las» que logra ser igualmente envolvente y escalofriante.
Cuco cuenta que, cuando escribió la canción, se encontraba en uno de los momentos más vulnerables de su vida. «Estaba sentado en la cama, grabando un mensaje de audio, en un momento muy bajo de mi vida», explica. El artista plasmó sus sentimientos en ‘Time Machine’ y los trasladó a «un mundo de hiperrealismo y de viaje a través del espacio y el tiempo».