Confeti de Odio es el proyecto de Lucas de Laiglesia, que antes ha estado en Verano o Saint Clementine y es guitarrista de Axolotes Mexicanos. Como Confeti de Odio, en el que también le han echado un cable Juan y René de Axolotes, publica un EP de 5 canciones el 1 de diciembre de mano de Snap! Clap! y lo presentará esa misma fecha en el Café La Palma de Madrid junto a Cariño. Las entradas se han agotado, pero hay segunda fecha un día después, el 2 de diciembre.
De ese EP se han presentado tres canciones, como la punk pop ‘Tu puta barba’ o la balada ‘Para mí’; pero la que realmente nos ha conquistado es la cuarta que ha salido esta semana, ‘Hoy será un día horrible’. Tan dramática que se presenta con un vídeo envuelto en un mar de lágrimas, construye un gran crescendo cuando al final Lucas se desnuda para concluir: «soy una pose y solo tú conoces a mi verdadero yo». Un tema tan emotivo como medio divertido que podemos vincular con los drama-queenismos de los Smiths, pues no puede sonar más a Morrissey ese «sonreír me cuesta y hablar no me interesa, y tampoco que me vean como un chico raro y misterioso».
Otra de sus canciones es ‘Pocos Likes’ y la verdad es que la nota de prensa que le muestra afín a músicos de su generación como Cariño, Putochinomaricón o Tronco no puede ir mejor encaminada.
Estamos ante uno de los últimos viernes de alta actividad discográfica del año, a punto de entrar en una época navideña que destaca sobre todo por la publicación de reediciones (hoy ya encontramos el enésimo capítulo de David Bowie en esa parcela) y canciones de corte invernal-festivo (a falta del nuevo villancico de Katy Perry, exclusivo de Amazon Music, hoy Norah Jones y Lissie se adentran en ese terreno), cuando no EPs (Tyler, The Creator dedica todo un disco corto a la figura del Grinch, protagonista de un film de animación de próximo estreno, uno de los probables taquillazos de la Navidad). Se viene.
Pero relax (es un decir), que aún hay lanzamientos importantes: Mariah Carey, The Smashing Pumpkins, The Good The Bad & The Queen y Anderson .Paak presentan hoy sus esperados nuevos trabajos, que se suman al notable ‘Astronauta‘ de Zahara como algunos de los álbumes más relevantes de esta recta final de 2018. Como ellos, también los murcianos Second, Jean-Michel Jarre, Mumford and Sons y Little Mix publican sendos largos. Además, debuta en gran formato Corine, uno de los nombres más interesantes del nuevos pop francés, y Chvrches publican EP de versiones acústicas de sus últimos singles, grabadas en los famosos estudios Hansa de Berlín. Mientras que el dúo femenino Nimmo y la promesa Lennon Stella lanzan igualmente discos de formato corto.
No vamos mal tampoco de singles en esta jornada, después de haber descubierto en los últimos días temas de Dido, Love of Lesbian, Mala Rodríguez (en un remix de un tema popular en Brasil), The Japanese House, ZAYN & Nicki Minaj o Monterrosa. The Vaccines, Rita Ora, Alessia Cara, Superchunk, Recycled J & Selecta (en una nueva colaboración), The Chainsmokers, Normani, Yung Beef & Goa, Broods, Chlöe Howl, Helado Negro, Ten fé, The Regrettes, City Girls & Cardi B, The Presets & DMA’s, Foxwareen (grupo paralelo de Andy Shauf), Rosie Carney, la ex-concursante de OT Nerea Rodríguez y más. También descatamos que por fin llega a plataformas de streaming ‘Virtual U’, el primer adelanto del nuevo disco de Oso Leone presentado meses atrás.
Otras novedades destacadas son el nuevo álbum de Benjamin Biolay en colaboración con Melvil Poupaud interpretando canciones de los grandes de la chanson (y eso incluye algún tema propio), la aportación (co-escrita por Sia, ojo) de Jennifer Lopez a la BSO de ‘Second Act’, película que protagoniza ella misma, una nueva versión de un tema del último disco de Tom Odell, acompañado por Rae Morris, y versiones curiosas que artistas como Shawn Mendes (haciendo un tema de Kings of Leon) o Paloma Faith (ídem, pero de Ariana Grande) grabaron en exclusiva para Spotify.
Había tanta expectación ante la 19ª edición de los premios Grammy Latinos de la pasada noche que incluso ha sido emitida en directo por Movistar+, locutando la gala el compañero Arturo Paniagua, presentador de ‘Sesiones Movistar+’. Y la causa era en gran medida la presencia en Las Vegas de Rosalía, fenómeno musical en España que, con su canción ‘Malamente’ y el disco ‘El mal querer’, ha generado un huracán sin precedentes. La catalana optaba a 5 galardones, todos ellos por el citado primer single de su 2º álbum: Canción del año, Grabación del Año, Mejor Video Musical Versión Corta, Mejor Canción Alternativa y Mejor fusión interpretación urbana.
Finalmente se ha tenido que «conformar» con los dos últimos, los menos importantes de los citados, pero que en todo caso suponen un grandísimo logro para una artista casi debutante y, no lo olvidemos, independiente (ha licenciado su disco con Sony, pero ella ha autiogestionado la producción y grabación con sus propios medios). Rosalía Vila ha ido desgranando varios momentos de la noche en sus redes sociales, dejando ver sus nervios y su felicidad por el reconocimiento.
Además, Rosalía actuaba en el MGM Grand Garden Arena con una impresionante escenografía para ‘Malamente’, acompañada de Los Mellis, Las Negris y El Guincho, como ya es habitual, y encabezando un cuerpo de baile con el que ha hecho un pequeño «dance break» inédito. El auditorio ha aplaudido una actuación tras la que Arturo Paniagua utilizaba una broma recurrente en nuestro foro dedicado la cantante barcelonesa: «Las pelucas, en marte». Nuestros foreros te mandan recuerdos, Arturo.
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En cuanto al resto de la gala, sin duda el gran ganador de la noche ha sido, de manera quizá insospechada, Jorge Drexler, que sin ser favorito obtenía 3 premios, entre ellos los cruciales Canción y Grabación del Año por su canción ‘Telefonía’, contenido en el disco ‘Salvavidas de hielo’ que se llevaba el galardón al Mejor Álbum de Cantautor. Drexler interpretó en vivo junto con Natalia Lafourcade (premio al Mejor Álbum folclórico) y Mon Laferte, colaboradoras en su disco, el tema ganador, precisamente. Incluso él habló mencionó después su admiración por Rosalía: «me he dedicado a admirar los versos de Rosalía y C. Tangana, que han recuperado el romancero español. Hagamos que una canción como Di mi nombre de Rosalía entre en todas las emisoras del continente», declaró según El País.
Enrique Bunbury obtuvo el premio al Mejor Álbum de rock por el notable ‘Expectativas’, Maná fueron honrados con el premio a Persona del Año (por toda su carrera, obviamente), Karol G fue destacada como Mejor Revelación y Maluma se llevó el premio al Mejor Álbum de Pop por ‘Fame’, mientras que el premio al Álbum del Año era para Luis Miguel por un disco de versiones, ‘México por siempre’. Ni él mismo esperaba ganarlo, así que ni se presentó por allí, y la decisión generó insólitos abucheos de los presentes, que tuvo que acallar Thalía, que entregaba el premio. El gran derrotado fue J Balvin, que tras destacar con sus 8 nominaciones, se ha llevado un buen batacazo al hacerse sólo con uno de los gramófonos dorados, y no uno de los más destacados (Mejor Álbum de música urbana).
La primera sorpresa de la noche. El álbum de la noche para un Luis Miguel ausente. Y se escuchan abucheos en toda la sala. "Yo me voy a encargar de entregárselo personalmente", lo disculpa Thalía https://t.co/znyszM5Q5i#LatinGRAMMYpic.twitter.com/tNOBq66157
Es evidente que ‘Santa’ cambió muchas cosas para Zahara –más allá de su autogestión “empresarial”– y que había muchas cosas acertadas en su planteamiento, además de sus canciones: envolver el álbum en una temática recurrente (la imaginería religiosa, en aquel caso), una edición física atractiva con contenidos extra, una mayor liberación en la manera de describir su universo, animándonos a entrar en él y haciéndonos partícipes de él con guiños a la cultura popular… Así que, ¿por qué renunciar a repetirlo? Así y todo, ‘Astronauta’ –de nuevo, una única palabra que da entidad al conjunto– no es un intento de repetir ‘Santa’ sino, quizá consecuencia directa de su faceta como escritora, un segundo capítulo. De hecho, en una entrevista de inminente publicación nos revela que ambos son parte de una trilogía.
En la coartada de la astronomía, la ufología y la ciencia espacial que en este caso envuelve el cuarto álbum oficial de estudio de la artista de Úbeda, Zahara encuentra una metáfora para hablar de su maternidad, haciendo un símil entre la soledad devastadora que la asaltó tras el nacimiento del “Bichín” –así le llama ella– y la del astronauta Michael Collins cuando, mientras Aldrin y Armstrong paseaban felices en la superficie lunar, él aguardaba incomunicado en el Columbia, orbitando sin remisión alrededor del satélite. Hasta esa ingravidez en el vacío del espacio exterior nos traslada ‘El astronauta’, la canción que, entre pianolas propias de una banda sonora de Tim Burton y cierto solemne giro españoleto en la melodía, cierra el álbum como una bonita declaración de amor incondicional a su hijo, pero también de los miedos y las dudas que la crianza implica, certeramente expresada en frases como “sólo quiero ayudarle a ser un buen hombre” o “cuando dejé de sentirme sólo yo / con un solo corazón / siempre va a latir por los dos”.
Pero no hay que dejarse llevar por la falsa idea de que es un disco sobre la maternidad. Aunque la gestación y la infancia sí aparecen aquí y allá, es más un recurso lírico que en sentido literal. Descartando que ‘Astronauta’ sea un “disco sobre la maternidad” –el potente single ‘Hoy la bestia cena en casa’ sí trata el tema, pero como un combativo posicionamiento en contra de la gestación subrogada–, temas como la celebratoria ‘David Duchovny’ y la dura ‘El fango’, que se cuentan entre las más inmediatas del conjunto, o la amarga ‘Guerra y paz’ siguen mostrándonos a Zahara como una fantástica retratista de las relaciones humanas, sentimentales y sexuales. ’El diluvio universal’, que arranca como una ranchera que podría cantar Christina Rosenvinge, es un rotundo y agridulce compendio de todo ello, con unos versos magníficos de poderosa crudeza desde su primer verso: “A ti te gustaba follar los días de lluvia / A veces cuando llueve / recuerdo el amor que se hacía / Quisiste proteger lo que no era de Dios ni de nadie / Se alzó ante nosotros un muro de mierda gigante / sobre cimientos de sangre / Se abrieron las grietas, salté hacia el vacío / ¿Has probado a oír tu voz gritando en el espacio?”.
De hecho, no es suya, excepcionalmente, la letra de ‘Big Bang’, la otra canción del disco que aborda el nacimiento y la crianza de un hijo: está inspirada en un poema de Miguel Rivera de Maga, con emocionantes y evocadoras imágenes como “tú has creado un sistema solar en mitad del salón” –idea que inspira un dibujo contenido en la caja del disco, donde identifica los estadios del embarazo con cuerpos celestes– en ese delicado dueto que, de nuevo, tiene coartada astrofísica. La presencia de Rivera no es baladí, ya que, como nos explicará en la misma entrevista, no ha temido mostrar lo inspiradores que resultan para Zahara el particular aire melódico, los sonidos sintéticos y las chispeantes cajas de ritmo típicas del grupo sevillano, que impregna buena parte del disco: subyace tanto en cortes uptempo como ‘Bandera blanca’ –que parece dedicar a su reencuentro consigo misma tras la debacle física y mental post-parto– como en el precioso medio tiempo ‘Guerra y paz’, curiosamente otro dueto, en ese caso con Santi Balmes de Love of Lesbian.
El aspecto lírico es, para mí, el gran avance de ‘Astronauta’, destacando no sólo el aspecto emocional sino también por el divertido carrusel de autorreferencias y referencias a la cultura popular que se nos ofrece a lo largo del disco, desde esa ‘David Duchovny’ que evidencia que el guiño a la sintonía de Mark Snow para ‘Expediente X’ no era casual, hasta las menciones a Coyote Dax y ‘Adiós con el corazón’, pasando por citas más o menos ocultas de películas como ‘Algo para recordar’ y series como ‘Cómo conocí a vuestra madre’. A menudo, como ocurre en la parte final del álbum, diría que incluso las letras salvan y realzan canciones que, en las primeras aproximaciones, parecen menores, como las citadas ‘El astronauta’ y ‘El diluvio universal’ o ‘Multiverso’, un posible argumento para una aventura de los agentes Mulder y Scully sobre viajes a realidades paralelas que, en realidad, conecta con la pérdida de identidad que deviene a la demencia o el Alzheimer, como la propia autora ha indicado.
El lado musical no es tan sorprendente como apuntaba el primer adelanto ‘Hoy la bestia…’ –ciertamente no es representativa del resto del álbum y, de hecho, la música fue compuesta por su amigo Martí Perarnau, de Mucho–, lo cual no quiere decir que no alcance a ser también excitante. ‘Astronauta’ contiene en buena medida el pop rock con gran poso electrónico/sintético que la caracteriza –el productor Matthew Twaites y los músicos que congregó en su estudio de País de Galés han recreado el ambiente “sideral” perfectamente, pero sin alejarse tanto del estilo de ‘Santa’–, en una equilibrada alternancia de temas rápidos que pronto se postulan como favoritos (‘El fango’, ‘Bandera blanca’) con medios tiempos y baladas de no menos magnetismo (‘Guerra y paz’, ‘El diluvio universal’ –con ese espectacular subidón final–).
Cierto es que la acumulación de cortes rítmicamente reposados hacia el final provoca una pérdida de tensión que no sienta bien al disco en las primeras escuchas. Pero es algo que el tiempo y la atención cuidadosa –algo de lo que también se beneficiaba mucho ‘Santa’– reparan, sobre todo gracias al gran esmero lírico, insisto. Aquella no es la única flaqueza aparente de este disco, y podríamos reprochar también la extraña manera de mezclar las voces que hace algunas palabras ininteligibles, el algo irritante teclado que evita disfrutar del todo ‘David Duchovny’, o una secuencia que intercala la insólita y ajena estéticamente ‘Adjunto foto del Café Verbena’ poco antes del final: suerte de relato minucioso de un episodio personal, resulta divertidísima, pero parece evidente que sus aires acústicos a lo Sufjan Stevens encajarían mejor agazapados como una pista oculta tras ‘El astronauta’, y no al revés. Pero así y todo no hay duda de que ‘Astronauta’ y su colección de pequeños detalles que lo realzan (destacando sus interpretaciones vocales, donde la manera de repetir obsesivamente “me pregunto si aún sigues ahí” o prolongar un “será” en “decir adiós será tan fácil” expresan tanto o más que las propias palabras) ya dejan ver que esta es una obra que, como un chiquillo, acaba de nacer y seguirá creciendo.
Tras algunos showcases acústicos en tiendas durante lo que queda de año, Zahara estará presentando ‘Astronauta’ en directo a partir del próximo mes de enero, habiendo vendido ya todo para su primera fecha en La Riviera de Madrid y añadido una segunda. Toda la gira, en su web.
Calificación: 8/10 Lo mejor: ‘Hoy la bestia viene a cenar a casa’, ‘Guerra y paz’, ‘El fango’, ‘El diluvio universal’, ‘Bandera blanca’, ‘El astronauta’ Te gustará si te gustan: Maga, Mucho, Love of Lesbian, Christina Rosenvinge. Escúchalo: Spotify
Roosevelt se ha convertido en uno de los proyectos más queridos del electropop internacional durante los últimos años. Este otoño se consolida con ‘Young Romance‘, un segundo álbum que presenta este viernes 16 de noviembre en Madrid y el sábado 17 en Razzmatazz, Barcelona. Hablamos con el artista sobre tendencias en el mundo de la electrónica, los entresijos de su nuevo álbum, en el que recuerda su adolescencia, o lo que puede deparar su futuro. Amable y cercano, el artista visitaba la capital de promoción hace un par de meses para introducirnos en esta nueva era de su carrera.
Mucha gente cree ahora mismo que la gente joven solo oye música urbana, trap… pero cada poco sale como de la nada un proyecto de synth-pop como el tuyo que goza de éxito, ¿cómo lo ves tú?
Solo puedo hablar por mí porque llevo haciendo esto unos años, pero no puedo hablar por la gente más joven. El trap es algo enorme ahora mismo, pero creo que el synth-pop siempre ha estado en la cultura pop. Dua Lipa y Calvin Harris acaban de tener mucho éxito con una canción que es como electro de los 90 (NdE: ‘One Kiss’). Siempre ha habido espacio para los sintetizadores y el electropop. Daft Punk tuvieron un éxito enorme con su disco hace pocos años. Para mí no es una tendencia, es algo que siempre ha estado yendo y viniendo.
¿Tú te consideras un artista de música pop?
No pienso en esos términos. Si un artista de pop significa que haces playback en la tele, no quiero serlo. Pero si significa ser popular y llegar a mucha gente, sí. Pop es una palabra que no está realmente definida. Depende de lo que se entienda por ella.
Me ha sorprendido que referencies esa canción de Dua Lipa.
No es que sea fan de esta canción, pero está presente en el mainstream y es muy sintética.
Yo no esperaba que fuera tan grande.
También me ha sorprendido. Como lo de ‘Midnight City’ de M83 hace unos 7 años. No creo que sea una tendencia, es algo que la gente descubre por sí misma todo el tiempo.
«Para mí el electropop no es una tendencia, es algo que siempre ha estado yendo y viniendo»
¿Cómo ha cambiado tu vida en los últimos años, desde el primer disco?
Nada ha cambiado excepto lo de tocar, tocamos un montón. Eso cambió mucho, hemos estado en muchos sitios, festivales, aviones, aeropuertos. Es un gran cambio, pero ahora justo vengo de casa y del estudio. Este año no hemos tocado tanto y he pasado mucho tiempo en casa. En mi vida personal, nada ha cambiado.
¿Sigues viviendo en Colonia o en los suburbios?
Nací a unos 15 minutos. Es una ciudad diferente, en Alemania no dirías «suburbios», pero si lo miras en un mapa, se podría interpretar así. Llevo 10 años viviendo en Colonia, y también estuve 1 año en Berlín.
¿Por qué dejaste de vivir en Berlín?
Tenía un estudio en Colonia que cerró, me salió una oportunidad de ir a Berlín porque alguien dejaba su casa con estudio, una habitación con un buen equipo en el que podías poner la música alta. Pero el edificio cerró y no encontré nada, porque es difícil encontrar en Berlín un estudio así; y alguien de Colonia me llamó para compartir un estudio, así que aprovechando que un amigo se mudaba de Colonia a París, volví.
¿En qué parte de Berlín vivías?
En Neuköln.
La zona moderna…
No tanto entonces, en 2012. Era más crudo, al sur de Neuköln, no en la parte «hip».
«Las expectativas son buenas. No hay nada negativo en saber que la gente quiere escuchar lo que estás haciendo»
¿Has tenido cierta presión por las expectativas generadas por este nuevo disco?
Las expectativas son buenas, las veo como una motivación para ir al estudio cada mañana, así que no hubo esa presión. No hay nada negativo en saber que la gente quiere escuchar lo que estás haciendo. Si el primer disco no hubiera tenido éxito, habría sido más vago y quizá habría ido menos veces al estudio. Tenía presión pero solo por mí mismo, porque quería ser rápido.
¿Y las canciones han salido así, rápido?
Algunas en una semana en total, como ‘Under the Sun’, que fue la primera. Bueno, tenía una demo muy cruda con acordes y melodía, pero no tenía voz; y esa fue la primera que hice en agosto del año pasado. Le puse voz y la terminé en 10 días. Y otras como ‘Shadows’ tuvieron muchas versiones completamente distintas. Es de las que ha evolucionado. Igual llevó como 8 meses terminarla.
‘Shadows’ es muy Chic en su versión final, ¿cómo era la primera?
La guitarra de Nile Rodgers es de lo que ha permanecido, pero la primera versión era más electro y moderna. No sonaba tanto a Chic porque la producción era más moderna. Ahora es más orgánica, con instrumentos reales. La iba tocando en las pruebas de sonido, no en los conciertos, con banda, y quizá por eso al final tiene más bajo y batería, por la banda con la que la he ido ensayando. Influye tener una banda, como también se ve en ‘Losing Touch’.
¿Cómo llegaste a la música de Nile Rodgers? ¿De pequeño o más recientemente?
Después de ‘Get Lucky’, la verdad. Sabía que había trabajado con David Bowie, Madonna, Sister Sledge, Diana Ross… no solo en los 70 sino en los 80, llevando la guitarra de Chic a los 80, pero no era tan consciente de su persona hasta el disco de Daft Punk de hace cinco o seis años. Pero siempre me ha influido cómo suena la música disco de los 70, las baterías, la energía, lo divertido que es el sonido. Es música dance pero muy divertida. Me gusta la parte dinámica de la música disco de aquella época.
¿Te interesa escuchar discos completos de aquella época, como los dos primeros de Chic, que son muy buenos?
Escucho más canciones sueltas. ‘Diana’ de Diana Ross me encanta, pero en general tengo mis playlists en Spotify. Es una pena, porque puede ser muy divertido oír los discos enteros y las canciones brillan más en su contexto completo. Intento hacerlo, pero soy más de singles.
Además tú eres de sacar discos enteros…
Sí…
«Incluso en la pista de baile, las canciones que se te quedan son las que tienen una melodía o letra que no es súper, súper feliz»
En ‘Losing Touch’ estás pidiendo a alguien que vuelva, pero la canción es ultra eufórica… Queda una sensación agridulce, de contrastes…
Siempre juego con eso. Mis canciones favoritas no son demasiado obvias en una sola dirección, no me gusta mezclar una producción triste, con una melodía triste y letras tristes. Me gusta buscar un equilibrio: lo melancólico, embriagador y triste mezclado con algo uptempo y rápido. No lo hago conscientemente, sino que es lo que me gusta. Por eso me encanta ‘Teardrops’ de Womack & Womack. Es perfecta porque es eufórica y quieres bailar, aunque la letra parta el corazón. Incluso en la pista de baile, las canciones que se te quedan tienen una melodía o letra que no es súper, súper feliz, sino las que tienen una carga profunda, un significado, un doble significado o lo que sea.
¿Hay un tema concreto en este nuevo disco?
Se llama ‘Young Romance’ porque recuerdo mi vida entre los 18 y 20 años. Es una edad en la que te pasan cosas nuevas, amplificas todo y todo es muy intenso. Es un disco sobre crecer en un sitio pequeño. Canciones como ‘Losing Touch’ y ‘Getaway’ hablan de la distancia. Son canciones que hablan sobre mí en esos años.
«En el primer disco me escondía en luces de neón en la portada, en los conciertos y también en la música. Y ahora he querido ser más personal»
¿Por qué hablas ahora de este tema, cuando ya no tienes 20 años, en lugar de en el primer álbum?
Ya no tengo 20 años, no… Es un tema que estuvo en el primer disco, pero ahora está más en detalle. No ha sido consciente, de nuevo, ha salido de manera natural. En el primer disco me escondía en luces de neón en la portada, en los conciertos y también en la música. Y ahora he querido ser más personal. No revelo muchísimo de mí, pero estas canciones han sido más personales, con temas que me emocionaban de joven y ahora también. Tengo 28 años y no es que me haya hecho mucho más viejo o haya cambiado tanto.
También es una manera de no revelar tu vida privada presente, hablar del pasado…
Nunca he querido escribir con demasiado detalle, no quiero distraer la atención de la música. Por eso las voces en la mezcla están arriba, pero no en lo más alto de la mezcla.
¿Cómo encajas un tema como el de Washed Out en un disco que dices que es más personal?
Le di total libertad y ha sido una gran experiencia, yo no soy tanto un cantante, y esta canción fue como trabajar en un remix con otras voces. Ha estado bien encajarlo en el disco. Cuando escuchas todo el rato la misma voz en el estudio es una sensación muy íntima, pero a veces te cansas de oírte todo el rato. A veces es un poco demasiado. Así que fue muy refrescante poner su voz y concentrarme en la producción de esa pista. La hizo en una semana, me mandó todas las voces y es la primera vez que hago algo así en mi propia música, pero seguro que repito.
Háblame de la producción de tu voz en ‘Yr Love’, ‘Losing Touch’… hay como un filtro que lleva a finales de los 70, a cosas tipo Talking Heads.
Es el Roland Space Echo de los 70. Se hace en Japón y crea un eco de milésimas de segundo. Tiene una cinta dentro, y el delay está ahí dentro. Cuando lo abres ves la cinta y es muy guay. Crea un efecto nostálgico que sí, se asocia a los 70.
¿Lo usaste ya en el disco en anterior?
Creo que no en las voces, pero sí en los sintetizadores.
Háblame de ‘Better Days’, la balada.
Esa es la otra colaboración del disco, no en cuanto a voces, sino a que mi bajista Matthias Biermann estaba ensayando en el estudio, y decidí meter su guitarra.
Entonces tú no eres el guitarrista de ese tema…
En el resto del disco, sí. El resto son todo guitarras mías.
¿Pero no compones con guitarra, no?
A veces sí, depende de la canción. ‘Losing Touch’ la escribí con guitarra, aunque la mayoría las escribí con piano clásico, aunque fuera los acordes básicos. A veces con la caja de ritmos también. Normalmente grabo con el móvil una idea muy simple al piano.
«Quiero experimentar con la producción, pero creo que tengo mi propio estilo y no quiero cambiarlo demasiado»
¿Crees que has alcanzado cómo quieres sonar o habrá una gran evolución en el futuro Roosevelt?
He querido establecer el sonido Roosevelt con este disco, pero también quiero explorar nuevas sensaciones. Estoy orgulloso de cómo suena porque es algo que a la gente le gusta de mí, pero también quiero experimentar. No creo que lo que haga sea completamente diferente, pero sí puedo quizá usar más guitarras incluso, o guitarras más rock en vez de guitarras disco. Quiero experimentar con la producción, pero creo que tengo mi propio estilo y no quiero cambiarlo demasiado.
¿Estás más cómodo en un festival de electrónica o en uno de música indie?
Más en el indie, la verdad. Me llaman de los dos y me encanta, pero a veces en los festivales de electrónica la gente va a bailar, no tanto a ver una banda tocar, como me ha pasado en Holanda, y la gente no sabía qué hacer con nosotros. Y somos bastante enérgicos en directo, pero es más como una banda de rock que un DJ. La gente se queda confundida. Pero a veces está bien ir a los festivales de electrónica, de hecho, porque la gente baila con nosotros. Con este álbum, quizá quede mejor en uno indie o alternativo.
«A veces en los festivales de electrónica la gente va a bailar, no tanto a ver una banda tocar, y la gente no sabe qué hacer con nosotros»
Desde que Roosevelt es un fenómeno internacional, ¿qué es lo mejor y lo peor que te ha pasado?
Lo peor es esperar en los aeropuertos. Me encanta estar en Madrid y verlo, tratar de imaginar cómo sería vivir aquí, ser mejor persona a través de observar la vida aquí, pero esperar en los aeropuertos es desesperante. Cuando estás tocando, de hecho te pasas 23 horas al día esperando algo. Pero bueno, hay peores cosas en la vida. De hecho, lo mejor es tocar en directo, disfrutarlo, cuando tocas es más personal que cuando pinchas: te entregas por completo. Cantar y tocar tus canciones y que la gente te dé su feedback… Estoy deseando, la verdad.
Monkey Week se precia de ser, además de un festival de música en el que disfrutar de propuestas ya consagradas –papel que en esta su 10ª edición corresponde a nombres como Toundra, Novedades Carminha, Maria Arnal i Marcel Bagés, Pony Bravo, Anari o Mujeres–, presentar un enorme abanico de nombres menos conocidos que, quizá en el futuro, puedan ocupar el espacio de los anteriores, que en casi cada caso pasaron antes por este certamen como noveles.
Así que hoy dedicamos un especial de nuestra sección Revelación o Timo a desgranar algunos de esos proyectos que también se podrán disfrutar en el festival celebrado en distintos enclaves de Sevilla, el cual podría servirles de plataforma de lanzamiento hacia un futuro más brillante en lo comercial. [Foto de portada: Bifannah, por Sharon López]
Bifannah
Despuntando desde que en 2016 publicaran su EP debut homónimo, este cuarteto de origen gallego y establecido a caballo entre Madrid y Londres tiene una base de fans creciente entre los amantes de los sonidos garajeros, psicodélicos y beat. Si bien en su debut del pasado año, ‘Maresia’, abrían la ventana a sonidos propios del tropicalismo de Os Mutantes que, junto con sus letras en galego, les dan un cariz de singularidad inédito que incluso les podría impulsar más allá de nuestras fronteras (de hecho, han ejercido de teloneros de héroes del sonido retro como Allah-Las). Estarán el viernes 23, a las 2.30 h., en la Sala Even.
Boyanka Kostova
Escisión del grupo de rap Estupefacebras, tras este nombre de aparente inspiración soviética se escoden nadie más y nadie menos que Esteban & Manuel junto con el MC Saibran Yiyi. No exactamente alejados de ese proyecto de “cumbiatune” –la voz anegada de AutoTune es también su seña de identidad–, Boyanka Kostova se dedican a una suerte de trap-pop festivo abierto a sonidos folclóricos, rock, electro y, bueno, prácticamente de todo, como muestra su primer EP –‘Vella Canción Galega’– editado la pasada primavera. Actúan el viernes 23, a las 18.00 h., en Escenario Mangaroca (Espacio Santa Clara) y el mismo día, a las 23.30 h., en Sala La Calle.
Los Manises
Tenemos mucha suerte de vivir en una época en la que Internet nos ofrece tal cantidad de información y referencias que es posible que un dúo de Elche, este formado por Víctor y Rubén (ex-Sarabix), sea capaz de asimilar los sonidos africanos y tropicales y deglutirlos en una seductora masa de rock (con ecos de after-punk ochentero, ojo) y baile libre de etiquetas. Su EP ‘Greatest Hits’ y el posterior single ‘Chsss!’ son suficientes para saber que están destinados a sobresalir. Estarán el jueves 22, a las 23.00 h., en la Sala X.
Pet Fennec
Este grupo donostiarra erigido en torno a la voz y las canciones de Urko Eizmendi puede recordar, en ciertas canciones (‘Route’), a la sofisticación retropop de Phoenix. Sin embargo, los tiros de su debut publicado a finales de 2017, ‘Mount Pleasant’, van por otros lares: más bien se sitúan en el clasicismo rock a lo Big Star que también han practicado en las últimas décadas grupos como Teenage Fanclub o The Posies. Ahí, con canciones brillantes como ‘Sayin´’ o ‘Under The Sun’, son infalibles. Y singles posteriores, como los inéditos ‘Others‘ y ‘Saturn Maybe‘ les muestran en plena expansión. Estarán el sábado 24, a las 20.45 h., en Escenario AIE (Sala Fun Club).
Las Yumbeñas
Aunque Colombia se caracterice por exportar artistas pop como Shakira o J Balvin, parece que en Bogotá late una escena underground mucho más rica y diversa. Ahí encontramos a Las Yumbeñas, dúo femenino de Bogotá –en directo las acompaña un batería– que demuestra una capacidad asombrosa para crear melodías candorosas –de tinte 60s– y vestirlas de rock con vocación amateur (un poco anti-folk) en su álbum debut ‘Me cansé de llorar voy a vomitar’. En él sobresale el vigor punk de ‘Melancólica’ y el humor de ‘Mis sentimientos por ti son más feos que tu novia’, pero su nuevo single ‘Corazón’, adelanto de su segundo disco, ya anticipa que aquello no es ningún accidente. Actúan el jueves 22, a las 17.00 h., en Escenario Ditto, Torre Don Fadrique (Espacio Santa Clara) y el viernes 23, a las 19.15 h., en Escenario Mangaroca (Espacio Santa Clara).
El dúo de culto The KLF se ha superado con su nueva propuesta artística. Los icónicos y esquivos autores de ‘Chill Out’ en 1990 han ideado una pirámide de ladrillo que se construiría con las cenizas de 34.592 personas muertas. Si no sabías qué hacer con tus restos a tu muerte -si es que estabas pensando en ello de alguna manera- existe una web en la que te puedes registrar y guardar tu espacio en dicha pirámide por 99 libras. Cada ladrillo serían las cenizas de una persona. Al realizar tu compra recibirás un ladrillo y cuando te mueras alguien deberá enviar 23 gramos de tus cenizas junto al ladrillo para la construcción de la pirámide, según las instrucciones.
«Cómpralo ahora y ya te morirás» es el eslogan y lo peor es que puede que no se te ocurran muchas mejores cosas que hacer con tus restos en el futuro, que formar parte de este proyecto, «imaginativo» como mínimo. La web se llama Mumufication y contiene un par de vídeos promocionales procedentes de Vimeo. «What time is death?» es uno de los lemas.
La construcción de la pirámide empezaría el próximo 23 de noviembre (“Toxteth Day of the Dead”) en una ceremonia a la que asistirán los dos miembros de The KLF, Jimmy Cauty y Bill Drummond, para la que se ha anunciado té gratis y tartaleta de frutas. Cada 23 de noviembre se añadirían nuevos ladrillos al monumento de los fallecidos cada año. Es el último invento del grupo que pasó a la historia por quemar un millón de libras o por escribir un libro bajo pseudónimo en el que explicaban lo que había que hacer para conseguir un número 1 en Reino Unido a finales de los 80. Caliza lo analizaba en este imprescindible texto en el que traspasaba aquellas valiosas e irónicas premisas a hits de hoy como ‘Malamente’, ‘Teléfono’ o ‘Shallow’.
Habrá serie con forma de biopic sobre la vida de Joaquín Sabina y habrá serie con forma de biopic en torno a la vida de Isabel Pantoja. El anuncio se produce hoy de mano de Sony Music España, su presidente José María Barbat y su Director de Contenidos Sergi Reitg; y por parte de BTF Media y sus productores ejecutivos. También habrá otros «biopics y otros formatos de entretenimiento, basados principalmente en los artistas del roster de la compañía discográfica en España».
Según la nota de prensa, los biopics de Isabel Pantoja se prevé que lleguen a las pantallas en el 2020, en las mismas fechas para las que se anuncia «la serie sobre la vida del aclamado cantautor, poeta y pintor», a la que «se sumará como coproductor la compañía de contenidos Endemol Shine Boomdog, con la vocación de seguir manteniendo el compromiso de producir proyectos de calidad con distribución internacional».
Variety, en exclusiva, da algún detalle más que Sony sobre esta producción, asegurando que la serie de Isabel Pantoja se está concibiendo como de una única temporada de 13 capítulos, mientras que la de Sabina serían dos temporadas. Entre las influencias citadas para esta decisión, inevitablemente el precedente de ‘Luis Miguel: la serie’.
Al fin la suerte ha sonreído a Charli XCX y Troye Sivan. Especialmente a él, que pese a las buenas críticas de su segundo disco, no había conseguido el éxito en las listas este año ni con ‘My My My’ ni siquiera con ‘Dance With Me’ junto a la mismísima Ariana Grande. La primera quedaba en el puesto 38 de las listas británicas (y el top 80 en Estados Unidos) y la segunda en un humillante puesto 64 (ni siquiera top 100 al otro lado del Atlántico).
Por su parte, Charli XCX suele alternar canciones que llegan a ser top 40 en Reino Unido (‘Boys’), con otras que ni top 100 (‘5 in the Morning’) y algún featuring de medio éxito (‘Girls’, ‘Dirty Sexy Money’). Ahora la suerte ha sonreído a ambos y ‘1999’, el tema que lanzaban hace unas semanas, ha empezado al fin a escalar las listas de Reino Unido y esta semana va a ser top 20 en las listas que salen mañana.
‘1999’ entró al puesto 76, de ahí pasó al puesto 51, bajó al 67, subió al 59, luego al 41 y esta semana va a dar el gran estirón, pues según las midweeks de este jueves será aproximadamente número 19 en las islas británicas. Radio One está pinchando a saco la canción (está “A-listed”), las playlists de hits de Spotify le han dado su bendición, y así finalmente ha ido escalando posiciones en esta plataforma, propiciando el primer top 20 para Charli XCX desde 2015 (‘Doing It’ con Rita Ora) y el primero de toda su historia para Troye. Ahora solo queda por ver hasta dónde pueden llegar y si el éxito se exporta a las radios y playlists de otros países.
Hace algo más de un año destacábamos en nuestra sección de artistas noveles a Tommy Genesis, una cantante y MC canadiense que se alineaba con el rap oscuro de coetáneas como Prince Nokia, cupcakKe o Mykki Blanco en ‘Tommy’, el single que publicaba tras irrumpir en 2015 con la mixtape ‘World Vision’. En él, Genesis Yasmine Mohanraj (así se llama la chica) contaba con la producción de Charlie Heat que, pese a no ser muy mediático, además de en temas de Travis Scott o Lil Uzi Vert también ha estado implicado en los últimos trabajos de Christina Aguilera o Madonna. Lo ha hecho de la mano, en realidad, de Kanye West, con el que trabajó profusamente en ‘The Life of Pablo’.
Y Heat, de nuevo, pone la base musical para el tema estelar del álbum debut que Tommy Genesis publicaba el pasado viernes, 9 de noviembre. Me refiero a ‘100 Bad’, un single tan demoledor como aquel ‘Tommy’ en el que la joven de Vancouver emplea su especial flow más bien dulce y sensual, un poco “old school”, para cuestionar a su amante por qué la ha elegido entre las “100 malas putas de la ciudad”, porque “todas las chicas aquí son muy guapas”. El primer verso parece dejar claro que su secreto son las artes amatorias, empleándose en procurar placer con una felación después de correrse ella misma. Aunque en el segundo verso deja claro que el sexo oral es bidireccional, con alusión explícita a los labios mayores y la eyaculación femenina. Todo ello coronado con un estupendo vídeo lleno de planos tan icónicos como Tommy rodeada de cachorritos que mordisquean su pelo, Tommy tumbada sobre un lecho de tampones o Tommy cubriendo sus genitales con una montaña de dólares.
Por si no fuera lo bastante potente de por sí, ‘100 Bad’ ha sido reforzada con un remix en el que Charli XCX aporta un verso nuevo que también coquetea con las drogas y el sexo, aunque ella deja claro que nada le pone más que el rugido de un motor, en alusión directa a su EP ‘Vroom Vroom’. La de Charli no es la única colaboración estelar en ‘Tommy Genesis’, puesto que Empress Of canta en ‘Naughty’. Ni ‘100 Bad’ es la única colaboración entre Atkins y Tommy, puesto que la británica ha llegado a mostrar parte de una canción –aún inédita– llamada ‘Bricks’ en la que ambas cantan sobre una producción de AG Cook, de PC Music y colaborador reciente de Charli. La canción se incluye en BSO de la prometedora ‘Assasination Nation’, nuevo filme de acción que co-protagoniza ABRA, que a su vez participó en aquella primera mixtape de Genesis. ¿No es maravillosa toda esta endogamia?
Esta mañana Love of Lesbian presentaban ufanos una nueva canción, la primera del grupo (‘Reina Leia‘ no cuenta, porque era al alimón con Iván Ferreiro y Ricky Falkner) desde que publicaran en 2016 ‘El poeta Halley‘, con el que volvieron a alcanzar el número 1 de ventas en España. Se titula ‘El astronauta que vio a Elvis’ y es una canción que el grupo barcelonés prestará a la banda sonora de ‘Memorias de un hombre en pijama‘, film animado basado en la novela gráfica de mismo título del gran Paco Roca.
La canción ha sido presentada en exclusiva por RTVE –mañana llegará a plataformas de streaming y tiendas digitales–, que co-produce la película dirigida por Carlos Fernández de Vigo, y se trata del clásico número de pop rock electroacústico con arreglos de cuerdas épicas que el grupo de Santi Balmes tan bien domina. Pese a su cadencia de medio tiempo, tiene una melodía bastante luminosa y el vídeo cuenta con un «cameo» del grupo (si es que se puede llamar así a su versión animada).
Todo guay, salvo que, para disgustillo de Santi Balmes, esta noticia se ha visto eclipsada por la casualidad de que, justo esta mañana, Noemí Galera anunciaba las canciones que los chicos de Operación Triunfo 2018 cantarán en la gala de la próxima semana que viene. «¿Qué tendrán que ver los cojones pa’ comer trigo?», diréis. Pues la cosa es que una de esas canciones es ‘Allí donde solíamos gritar‘, single del disco ‘1999‘ (2011), que supuso el gran espaldarazo comercial de los propios Love of Lesbian. Estará interpretada en solitario por Alba Reche, una de las grandes favoritas del concurso. Ante la casualidad temporal del anuncio, Balmes acudía a Twitter para «lamentarse»: «A ver, que está bien, pero a efectos de marketing somos unos losers 😂». Curiosamente, el grupo actuó en directo con Amaia y Alfred, de la anterior edición de OT, fans de LoL.
Love of Lesbian están inmersos en estos momentos en la gira por teatros ‘Espejos & Espejismos’, a lo largo de todo el país. Puedes encontrar entradas en Ticketea.
Amiguis, aquí tenéis “El astronauta que vio a Elvis” creada para la película “Memorias de un hombre en pijama” Mañana en todas las plataformas. https://t.co/fPrP88yedr
Segundos después de anunciar por redes la nueva canción aparece la noticia que en OT van a cantar “Allí donde solíamos gritar” A ver, que está bien, pero a efectos de marketing somos unos losers 😂
Christina Rosenvinge, reciente ganadora del prestigioso Premio Nacional de las Músicas Actuales que concede el Ministerio de Cultura y Deporte, ha publicado este año el excelente ‘Un hombre rubio‘, del que sobresalen canciones como ‘Romance de la plata‘, ‘El pretendiente‘ o ‘Ana y los pájaros’. Sobre esta última, Rosenvinge dejaba a JENESAISPOP, a finales del año pasado, unas declaraciones imborrables: “En el amor el ego resulta muy destructivo y nos impide disfrutar del regalo que es que una persona bonita te haga caso una temporada sin llegar a más. Los amores ligeros, sin ataduras, hay que vivirlos intensamente y dejarlos pasar sin amargura ni resentimiento. Resulta difícil aceptar que eres solo uno más para el otro, no el definitivo, si es que hay tal cosa. Todos queremos ver nuestro nombre grabado a fuego en el corazón de los demás, ser lo más importante, pero a veces no es así y no pasa nada”.
Casi un año después de publicar esta misteriosa -aunque también alegre- canción, Rosenvinge presenta para ella un vídeo en directo dirigido por Héctor Herce y producido por CANADA, que nos complace estrenar en JENESAISPOP. En él, la artista aparece tocando la canción junto a su banda en el Teatro Real Carlos III de Madrid, aunque sin dejar de regalar a la productora planos de ella tocando la guitarra en una butaca, bailando en el pasillo o abrazando un busto del antiguo rey de España que da nombre al salón.
Esta no es, ni de lejos, la primera vez que Rosenvinge trabaja con CANADA o asociados. Luis Cerveró dirigió los vídeos de ‘La distancia adecuada’ y ‘Nadie como tú’, de 2008 y 2009, respectivamente; mientras Darío Peña, director también asociado a la productora, es responsable de los videoclips de ‘Mi vida bajo el agua’, de 2010, y ‘La tejedora’, de 2015. Os dejamos con las próximas fechas en concierto de Christina Rosenvinge.
23 de noviembre | Ferrol
24 de noviembre | Coruña
13 de dic | Nota79 (Barcelona) Como parte del Club Circuit, con entradas agotadas
14 diciembre | Depósito Legal (L’Hospitalet de Llobregat)
15 de diciembre | Palau de la Música (Valencia)
16 de diciembre | Els Pagesos (Sant Feliu de Llobregat) Club Circuit
4 de enero | Festival Santas Pascuas + El Niño de Elche (Pamplona)
Apenas un año después de publicar su notable debut en solitario ‘Mind of Mine‘, Zayn Malik ya aseguraba que publicaría el segundo en el verano de 2017. Ha pasado el de 2018 y seguimos esperando (es un decir) a pesar de que él aseguraba que el disco estaba al caer. Quizá la ruptura con su antiguo mánager haya tenido que ver, pero eso no ha impedido que el ex-One Direction haya lanzado y promocionado hasta 7 singles, con colaboraciones sonadas como las de Partynextdoor, Sia, José Padhilha (‘Narcos’) o Timbaland. Y no hay, ejem, 7 sin 8, así que sin novedades sobre ese largo, aquí tenemos ‘No Candle No Light’, nuevo single y nueva colaboración llamativa.
Se trata de una canción en la que comparte protagonismo con Nicki Minaj, otra artista que raramente se retira del primer plano esté promocionando su nuevo álbum (el notable ‘Queen‘) o no. Si la echabas de menos después de un par semanas sin una canción suya, aquí está de vuelta. Producida por Tushar Apte (ha trabajado con Chris Brown, Demi Lovato o Matoma) y Sawyr (implicado en ‘Delicate‘ de Taylor Swift), se trata de un tema de pop modernillo (en 2015, quizá) con paraditas post-dubstep en el que la noticia es que Nicki canta, en lugar de rapear. Una canción bastante random, la verdad, que en realidad no parece que vaya a reavivar mucho el interés por ese disco de Malik.
Pese a petarlo comercialmente en 2017 y de manera considerable con ‘I Don’t Wanna Live Forever‘, el tema que interpretaba con Taylor Swift para la BSO de ’50 sombras más oscuras’, la estrella de ZAYN parece ir languideciendo pese a que parecía el solista de la boy-band británica con más opciones de éxito (también crítico) tras su salida de 1D.
Katy Perry ha sorprendido este jueves publicando un nuevo single navideño en exclusiva para Amazon Music. ‘Cozy Little Christmas’ es una simpática composición de sonido spectoriano, mucho más Darlene Love que aquel villancico que Perry publicó en 2015 como parte de su campaña para una conocida marca de ropa, la bailable ‘Every Day is a Holiday’.
Como toda canción navideña desde antes y después de ‘All I Want for Christmas is You’, ‘Cozy Little Christmas’ presenta a una Katy anhelante por continuar esta Navidad en compañía de su persona amada (aunque sin renunciar a su “bolso de Chanel” favorito). “Tómate unas vacaciones, date un masaje, tenemos esto bajo control”, canta la artista a Santa Claus antes de servir a su amante “un poco de whisky” y “retozar” con él al ritmo de Nat King Cole.
La autora de ‘Witness‘ ha lanzado este mismo mes de noviembre ‘Waving through a Window’, su balada para la película ‘Dear Evan Hansen’. Pese a estas dos novedades, os recordamos que el siguiente álbum de Perry, según sus propias declaraciones, tardará en llegar: “Me lo voy a tomar con calma. No voy a ir directa a hacer otro disco. Siento que ya he hecho mucho. Siento que he tocado la campana de ser estrella del pop muy fuerte, y estoy muy agradecida por ello”.
Kitai, el grupo de rock madrileño autor de canciones como ‘Fuego en la radio’, ‘Cadáver exquisito’ o ‘Rivera maya’, y que no es precisamente desconocido, pues publica en una multinacional (Sony), ha ofrecido un concierto de 24 horas y 6 minutos en la Sala El Sol de Madrid. Englobado dentro del ciclo de conciertos Vibra Mahou, la intención de Kitai ha sido lograr el Record Guinness al concierto ininterrumpido más largo y demostrar que el rock no es solo “sexo y drogas”, sino también un estilo de artistas disciplinados y comprometidos con su arte. Kitai ha superado de hecho las 24 horas de concierto ininterrumpido, tocando desde las 20.00 del miércoles a pasadas las 20.00 del jueves, sin repetir canción cada cuatro horas y sin superar los 30 segundos entre corte y corte, los cuales debían durar al menos 2 minutos; condiciones a las que parece que Kitai se ha atenido al cien por cien. La proeza ha llegado a medios generalistas como El País, El Mundo o Público, que ha contado entre los asistentes del concierto a colegas del grupo como Taburete, Fran Perea o Def Con Dos. Más abajo puedes ver un vídeo con el tramo final del concierto, recogiendo el momento en el que se superan las 24 horas de show.
El de Kitai no ha sido el único concierto que ha transcurrido al menos un día y sin parar, aunque sí probablemente el único de rock. El percusionista indio Kuzhalmannam Ramakrishna llegó a tocar más de 84 horas seguidas en una de sus famosas maratones en 2005 (superando la marca de otro músico aficionado a los récords, el tamil-canadiense Suresh Joachim Arulanantham). En 2009, Ramakrishna ofreció una maratón-concierto de 501 horas, adjudicándose el récord de concierto solista más largo de la historia. Otro indio, Prasanna Madhav Gudi, cantó durante más de 29 horas en 2017, rompiendo su propio récord de 2008, cuando actuó durante 26 horas. Récord que llegó a superar en su momento el pianista canadiense Chilly Gonzales, que en 2009 actuó durante 27 horas, 3 minutos y 44 segundos en París.
Ninguno de estos artistas, sin embargo, seguirá vivo cuando concluya uno de los “conciertos” más largos que va a ver la humanidad, el que tiene lugar desde 2001 en una pequeña iglesia alemana con una partitura de John Cage, ‘As Slow As Possible’, escrita en 1985 y cuya duración original era de entre 20 y 70 minutos (para que luego digan de las 6 horas de Morton Feldman). Cage llevaba más de 10 años muerto cuando alguien decidió que esta iglesia acogería la performance más larga de ‘A Slow as Possible’ hasta el momento, que durará (o esa es la intención) 639 años y terminará (o esa es la intención) en 2640. Claro que hay truco: la pieza no la toca nadie sino un órgano automático.
Mala Rodríguez ha vuelto este año con el impactante single ‘Gitanas’, aunque especialmente sonadas han sido sus recientes colaboraciones con Juan Magán (‘Usted’), Beatriz Luengo (‘Caprichosa’) o Ibeyi (‘Me voy’), la primera de las cuales se ha convertido en el mayor éxito comercial de su carrera.
Ha habido más “featurings” de La Mala este año, por ejemplo el single propio, ‘Contigo’, compartido con el rapero inglés-jamaicano Stylo G, y su aparición, el pasado mes de octubre, en un “remix internacional” de ‘Quero que tu vá’ de la cantante brasileña Ananda con el productor Joker Beats, al que se sumaba también la cantante de Miami DaniLeigh, autora de singles como ‘Lil Bebe’ y ‘All I Know’ y a quien posiblemente recordarás por su aparición en el videoclip de ‘Breakfast Can Wait’ de Prince.
‘Quero que tu vá’ mezclaba un piano doo-wop con percusiones brasileiras y la voz de Ananda, llena de soul, parecía perfecta para el mensaje “quiero que te pires” de la canción, pero La Mala elevaba su impacto con una aportación llena de frases memorables como “te estás burlando de mi tolerancia, a ti no te queda ni un poquito de confianza” o “vete a tomar por culo”. El videoclip para ‘Quero que tu vá’ acaba de estrenarse y, aunque no es nada del otro mundo, sirve para recordarnos que esta canción -especialmente el remix en cuestión- no estaba nada mal.
Tras años y discos esperando algún tipo de esfuerzo de Muse por alejarse de ser una parodia de sí mismos cada vez más cansina, al fin parece que ha llegado la reinvención de los británicos que muchos deseaban. Aunque quizá, a tenor de los resultados de ‘Simulation Theory’, ahora aquellos quizá se arrepienten. No tanto por comprobar que los tiempos de gloria rock post-metal de ‘Absolution’ o ‘Black Hole and Revelations’ difícilmente volverán (a pesar de haber contado de nuevo con Rich Costey para su producción), sino por enfrentarles a los peores fantasmas que rodeaban al grupo. Como si dijeran “¿os incomodaba el rollo Queen? Pues aquello no era nada”.
En ‘Simulation Theory’ –una vez más, un álbum conceptual sobre la idea planteada por el filósofo sueco Nick Bostrom de que nuestra realidad podría ser una simulación informática; como si el mundo real fueran Los Simms, vaya–, Matt Bellamy, Chris Wolstenholme y Dominic Howard llevan hasta el paroxismo esa teatralidad que se había convertido casi en su seña y se aproximan no ya al rock sinfónico de Yes o King Crimson (que también). Sino que, directamente, parecen mirarse sin el más mínimo rubor en los Andrew Lloyd Webber y Tim Rice de ‘Jesucristo Superstar’ o ‘El fantasma de la ópera’. De hecho, la secuencia del disco parece establecida con una especie de guión, así que… ¿quién sabe si en esa gira que llega a Madrid el año que viene no veremos ‘Simulation Theory’ representado en una ópera rock retrofuturista? Capaces son.
El inicio del álbum, con ‘Algorithm’ y ‘The Dark Side’, son quizá los momentos que más claramente remiten al teatro musical, con una exagerada grandilocuencia que tiene mucho más que ver con Europe (o ‘Europa’ de Mónica Naranjo) o con los pasajes más rockeros de ‘Born This Way’ de Lady Gaga, que con Radiohead, y que regresa hacia el desenlace de la historia –en la que que el protagonista encuentra como única salida rebelarse contra el ente superior que domina la realidad para recuperar las riendas de su destino “et al”– con la “hardrockera” ‘Blockades’, el electro-gospel-rock de ‘Dig Down’ (con un giro melódico que remite a George Michael) y ‘The Void’, repletas de coros ampulosos y sintetizadores retro a lo John Carpenter/‘Stranger Things’/Italians Do It Better.
Por medio de todo ello, Muse muestran esa experimentación con el “hip hop” que también habían prometido como novedad de este álbum: a la cabeza, ‘Propaganda’ –a vueltas con las “fake news”–, una curiosa y seductora amalgama a medio camino entre Prince y el doom metal; y ‘Break It To Me’, con unos bajos que traen a la palestra a Flea y Red Hot Chili Peppers. Esos ritmos funk también se cuelan en una faceta abiertamente pop que ocupa parte del álbum, como el groove del single ‘Thought Contagion’ –más Imagine Dragons que los propios Imagine Dragons– o el pegajosísimo riff de ‘Pressure’, quizá el single más evidente del disco.
Aunque para pop-pop, lo del single ‘Something Human’, que pese al (quizá involuntario) guiño melódico a ‘Every Breath You Take’, está más cerca de ser un tema de Ed Sheeran que de los propios Muse, salvo por esos simpáticos coros vocoderizados del estribillo; o lo de ‘Get Up And Fight’ que, producida por Shellback (Taylor Swift, Adele, Britney Spears, Maroon 5), parece cercana a A-Ha (de no ser por el arrebato guitarra-doble bombo del gancho principal).
Como podéis deducir a estas alturas por la retahíla de nombres ligados al pop mainstream, ‘Simulation Theory’ parece constatar que Muse se alejan del todo del rock alternativo para alcanzar un estatus que, sí, les sitúa como los Queen del siglo XXI. Evidentemente, esto será un golpe bajo para muchos de sus fans más veteranos. Pero para los que les observamos desde una distancia prudencial, y aún flaqueando en su segunda mitad de manera ostensible, ‘Simulation Theory’ es un disco tan delirante en su rocambolesca mezcla de estilos que, asumiendo que está llena de sentido del humor (o así queremos entender su tendencia a la autoparodia), sólo cabe reconocer que es bastante divertido. Sólo por ver cómo sus seguidores más seriotes se rasgan las vestiduras, ya vale la pena el «viaje».
Muse presentan ‘Simulation Theory’ el próximo 26 de julio en el Estadio Metropolitano de Madrid. Las entradas salen a la venta este viernes para el público general con una preventa desde hoy jueves.
Calificación: 6,2/10 Lo mejor: ‘Pressure’, ‘Thought Contagion’, ‘The Dark Side’, ‘Propaganda’ Te gustará si te gustan: ‘El fantasma de la Ópera’, Europe, Imagine Dragons y ‘Born This Way’, todo a la vez. Escúchalo: Spotify
Los navarros Kokoshca publican esta semana en Sonido Muchacho su nuevo disco ‘El mal‘ tras habernos conquistado con álbumes anteriores como ‘Hay una luz’ o ‘Algo real’. ‘El mal’ no viene presentado por un single tan decidido como ‘La fuerza’ o ‘No volveré’, pero a cambio ofrece un discurso rico en cuanto a letras y estructuras, al tiempo que se mantiene la variedad estilística que les caracteriza, del bolero al rock. Hablamos con los co-líderes Amaia e Iñaki y con el batería, Álex, a su paso por Madrid durante una visita promocional. Hay tiempo para hablar sobre el fondo político de algunas letras, la moral de la izquierda y lo que es el underground. El 25 de enero el álbum se presenta en la Joy Eslava de Madrid en compañía de Hidrogenesse.
¿Cómo convenceríais a alguien que no os conoce de escuchar vuestro nuevo disco?
Amaia (A): «De buenas a primeras cuesta escucharlo entero. No es un disco inmediato, ahora que ya no se dedica una hora a escuchar cada disco. Yo les diría que lo hagan porque van a descubrir cosas».
Iñaki (I): «Gana con las escuchas, si te hacía gracia Kokoshca, es una versión más destilada, más densa a nivel concepto, sonido… Está todo lo de Kokoshca de siempre, pero con más ambición».
Álex: «En otros discos cada 3 o 4 canciones sale una con los ganchos clásicos de Kokoshca y en este no existe ese asidero, como eran ‘RBU’ o ‘No queda nada’. Es un poco más denso, más árido».
¿Por qué decís que cuesta escuchar entero?
A: «La gente está acostumbrada a letras sencillas, estructuras estudiadas para que algo se te meta en la cabeza. Y lo que hemos querido hacer es probar evoluciones distintas. A las letras tienes que darle vueltas hasta hacerlas tuyas. Es un esfuerzo para el oyente, pero se puede disfrutar más que ‘Suavecito'».
Bueno, justo ‘Despacito’ tenía una estructura compleja…
A: «Estudiada para que se te meta en la cabeza».
I: «Son canciones menos redondas, pero es un disco asequible».
¡Para mí que una canción sea redonda es bueno!
Álex: «Se refiere a la estructura».
I: «Me refiero a que son menos cortas, menos single. No es ni mejor ni peor. Requiere de más atención».
Decidme una canción nueva que sea representativa de esas estructuras más complejas.
A: «‘El rey’ son unos acordes raros, hay arreglos de viento que parecen de los Beatles, que no es lo que más se escucha ahora mismo. La letra tampoco es «te echo de menos, me acuerdo de ti»».
I: «También ‘Calle lloviendo'».
¿Quiénes son los niños que cantan en ‘El rey’?
A: «Son mis sobrinos (risas). Era representativo contar con niños para hablar de que estamos alienados desde que vamos al colegio, tus padres te dicen lo que tienes que pensar, el rey que te gobierna para no dejarte pensar… Tenía sentido que los niños cantaran que habían matado al rey».
‘Seguiremos en pie’ también tiene una lectura política.
I: «Es una canción de resistencia ante lo que sea, ante los fracasos vitales, el amor. Es como ‘Resistiré’ de Dúo Dinámico, pero nos parece peor nuestra canción (risas). Hay una referencia al chino de Tiananmén, pero la intención no era política».
A: «Es más como el junco que «siempre sigue en pie» del Dúo Dinámico».
¿Con el vídeo habéis intentado quitarle ese poso político, con esas túnicas sectarias?
I: «Los vídeos son espacios de surrealismo. A quien representa la canción es a ti o al público. Lo de las túnicas… es el primer vídeo en el que no hemos tenido control creativo. (La productora) lo ha entendido como algo sobre revivir, sobre esoterismo».
Álex: «Diego (Jiménez, director) nos dijo que venía con Kokoshca empollado, con aquello de «Únete a Kokoshca«. Quería algo de buscar la comunión o la secta, eran guiños a la historia de Kokoshca».
A tenor de la secta Kokoshca, ¿para vosotros es fundamental seguir siendo vosotros, no ceder a la industria? Por ejemplo, no habéis pensado en hacer una canción para las playlists de Spotify, ni siquiera tras haber colocado ‘Mi consentido’ en una con el disco anterior.
I: «La verdad es que no es premeditado, somos incapaces de hacerlo de manera premeditada».
A: «A mí me encantan las sectas y soy carne de secta, me captarían rápido (risas)».
¿Qué quieres decir?
A: «Me fascinan bastante. Si un día llega la secta adecuada me capta seguro».
I: «Pero no hay una militancia underground, si es lo que quieres decir».
A: «Hablamos de pertenencia, que seamos Kokoshca tocando y que haya gente a la que le mole. Que conecte con la música».
«No hay militancia underground (en Kokoshca), pero sí hay cierta incomprensión por lo que es el «overground»
Bueno, también hay sectas grandes.
A: «¡Hagamos una nueva secta que mole!».
Álex: «No hay militancia underground, pero sí hay cierta incomprensión (en Kokoshca) por lo que es el «overground». De nosotros hacia arriba: nos cuesta entender qué es ese arriba o los códigos que maneja la industria, los símbolos».
¿Te refieres al mainstream de Los 40, de Youtube…? Porque ahora hay varios mundos… Está el caso de Rosalía, que aún no está en la lista de Los 40…
Álex: «Hablamos mucho de lo que está pasando a nivel musical, del momento este tan apasionante. Todo se ha diluido, es verdad. Está el ejemplo de C. Tangana, que tocaba en salas en 2014. Está todo muy cerca. Me refería a las capas altas del espectro artístico en que nos encontramos, que sería el mundo indie. No somos Rosalía, algo que rompa transversalmente. Dentro de nuestra liga, nos cuesta entender qué es lo que hace que Izal o estas cosas sean lo que son o suenen aquí o allá».
Vosotros estáis siempre como a punto de dar ese salto, ¿no?
I: «Lo decís mucho (la prensa), ¿pero por qué? Permíteme entrevistarte».
«La militancia underground a veces es un refugio de no querer asumir ciertas cosas, y no me parece positivo. No somos así»
Porque voy a un festival y veo gente viéndoos, que se sabe las canciones.
I: «¿Entonces por qué no trascendemos…? No sé responderte».
A: «No tenemos la intención de no querer dar ese paso».
I: «La militancia underground a veces es un refugio de no querer asumir ciertas cosas, y no me parece positivo. No somos así».
Siempre me ha parecido que sí, por actitud y sonido…
I: «Lo sé… y por una parte sí, pero por otra no. Siempre lo decimos desde Birra y Perdiz, que no nos importaba tocar con los Jonas Brothers en aquel momento (risas). Lo que no nos gustaría sería sacrificar lo artístico».
A: «Si te dejan hacer lo que te da la gana…»
Álex: «A veces consigo separarme de Kokoshca, porque no empecé con ellos en el grupo desde el principio, y yo sí me pregunto por qué no termina de trascender».
«Aunque el autoboicot del underground existe, por nuestra parte no lo hay»
Mi impresión es que os conformáis con buenas críticas, con ir a los festivales, pero que tampoco os sentáis a organizar qué podríais hacer, como yo qué sé, Carolina Durante, que por ejemplo han tocado con Amaia Romero, pero ni siquiera sé si habéis visto OT.
I: «Nada de eso, es todo lo contrario a lo que acabas de decir».
Álex y A: «De hecho, teníamos idea de que Amaia cantara en el disco, su hermano Javi ha estado en conciertos».
I: «He visto clases de Guille Milkyway y me parece fenomenal. Pero no sé si por ignorancia o desidia…»
A: «Estaríamos encantados de ser Carolina Durante, tocar muchísimo y que nos conociera más gente».
I: «De hecho Carolina Durante dicen que les hemos influenciado».
A: «También, somos más viejos. La gente joven quiere gente joven».
I: «Quizá tenemos letras menos asequibles, tampoco tocamos o cantamos tan bien… hay ciertas cuestiones formales. Pero por nuestra parte no hay ningún boicot».
Álex: «Aunque el autoboicot del underground existe».
Ahora que decís lo de la edad, en ‘Calle lloviendo’ habláis de topar con unos millennials, aunque vosotros técnicamente lo sois también, si sois como del 83…
A: «Somos millennials, sí» (risas).
I: «Es una licencia sin más… Está girando la acepción, pero nos referimos a chavalitos de 20 años. Es una persona paseando por la calle que se encuentra a unos chavales escuchando unas canciones».
Esta canción, por cierto, empieza como ‘Venezia’ de Hombres G…
I: «Me lo ha dicho alguien, Pablo de Tremenda Trementina (risas)».
Habladme de la variedad estilística del disco: el single tiene un poso latino que no está en el álbum, volvéis un poco al bolero, sin renunciar al rock… ¿Cómo habéis trabajado el álbum como conjunto?
A: «Seleccionamos el single porque era la más diferente del disco, para descolocar, para que la gente se preguntara: «¿el disco va a ser así?». Para componerla, se me ocurrió la primera frase por la calle, empecé a tocarla, parecía una rumbita de Melendi horrible (risas), la cambié con un teclado y dije: «así, sí». La evolucionamos y quedó una canción para bailar».
Estética o técnicamente, ¿cuál es para ti la diferencia entre una rumba horrible de Melendi y algo que se parezca y a ti te suene bien?
A: «No sé, los arreglos hacen mucho, los teclados un poco cumbia… el ritmo es latino pero está hecho con un sintetizador. La frase «solo el sabor de la sangre me hace sentir mejor» es chunga. Y si solo fuera guitarra y voz, no tendría la misma fuerza. Así es más como tiene que ser (risas)».
I: «Antes tendíamos a meter muchas capas y aquí es mejor tener más espacio sonoro, lo que dice Amaia: tiene una base de teclado, una guitarra de vez en cuando y hay muchas percusiones. Eso es una novedad a nivel estético para nosotros».
A: «No llenarlo todo».
Álex: «Es la segunda vez que camuflamos una rumba de otra manera, como ‘Mi consentido'».
A: «Me encantan las buenas rumbas y me encanta el gitaneo totalmente».
Habéis vuelto a meter un par de pistas muy latinoamericanas también, ¿las sentís ya parte de vuestro estilo?
A: «Hay un bolero desgarrador de desamor, los boleros hablan de desamor más que de amor. Siempre he escuchado mucho a artistas latinoamericanos».
I: «Versionamos a Los Panchos como en 2010, era la conexión España-América que el rock anglosajón arrasó. Pero a nivel acordes, La menor, esa manera latina apasionada… siempre nos ha seducido».
¿Quién es Txomin Molina, el protagonista de ‘Txomin’?
I: «Es un personaje. Íñigo (el bajista), que es de Tafalla, nos habló de él, es un ejercicio de estilo. Es un arquetipo del rock loser. Salió muy inmediata».
A: «La persona se echa a perder y nos pareció guay dedicarle una canción».
Os interesa mucho esta temática de salir, la decadencia… como se vio en ‘La fuerza’ o ‘No queda nada’.
A: «Gran parte de la vida cuando eres joven se va en noches: llama la atención. ‘La fuerza’ habla de unas ganas locas de salir no sabes por qué, en ‘No queda nada’ estás de vuelta y te sientes solo en esos ambientes. Ahora vemos ya la parte del yonqui que acaba muriendo» (risas).
Álex: «Hay familiaridad en Pamplona con la resaca, hay un punto incluso kamikaze, nos ha dicho alguien».
I: «Me lo dijo un guipuzcoano, que nos diferencia a los navarros. Unos chavales me enseñaron un rap el otro día y era también «Vuelvo a casa»… Hay una cultura alcohólica, no jodida, del vino, de San Fermín».
A: «Y de salir».
I: «En Madrid también, ¿no? Yo qué sé…»
«La sociedad tiene miedo a los atentados y eso es un arma que tiene el poder para controlarnos»
En cambio ‘Alarma’ habla como del 11-M.
I: «Tiene un audio del 11-M. Es una crítica de la mediatización de los atentados terroristas. A veces son falsas alarmas, y a veces tenemos una visión voyeur de mirar información en Twitter todo el rato, también periodística, no solo morbosa. Y subyace un poco la doctrina del shock de Naomi Klein, la politóloga. La Escuela de Economía de Chicago de los años 50 y 60, tras el New Deal de Estados Unidos, con Milton Friedman, tenían miedo de las economías socialistas de Chile, Salvador o Argentina y fomentaron la doctrina del shock, crear ciertas acciones como una huelga, para hacer que esas economías derrocaran y luego se instaurara Pinochet. La doctrina del shock viene de cómo una persona puede ser más manipulable tras un electroshock. Trasladamos a ‘Alarma’ esa idea de que con los atentados se traslada el miedo a la población».
A: «La sociedad tiene miedo a los atentados y eso es un arma que tiene el poder para controlarnos».
I: «Los Planetas también lo dicen».
A: «En ‘Islamabad’. El miedo es el arma que tienen todos los poderes superiores para hacer lo que quieran. «Que invadan este país, que me da igual, que yo lo que quiero es estar sano y salvo»».
En ‘El mal’ llama también la atención la frase «he visto a la moral de la izquierda sostener el sistema». ¿Qué quiere decir?
I: (suspira o coge aire) «A veces la izquierda tiene un rollo políticamente correcto. Creo que la izquierda sostiene el sistema siendo cómplice con la propia moral que ellos se crean, con lo políticamente correcto. Por ejemplo usar la palabra «homosexual» en lugar de «marica», sin que se valore el trato igualitario o respetuoso que pueda tener».
«El ayuntamiento de Carmena se ha dejado marcar el paso por las guerrillas culturales de la derecha»
No sé si te estoy entendiendo. Ciudadanos, que tiene un cameo en esta canción, son también políticamente correctos, no es algo exclusivo de la izquierda… Está todo poseído por ello.
Álex: «Hay algo bueno en lo políticamente correcto, hay algo de voluntad y la voluntad cambia realidades, el uso del lenguaje. Esos cambios deliberados del lenguaje, como se ve en OT y esas polémicas livianas, más o menos todo el mundo está de acuerdo en que pueden ser livianos, pero es importante defenderlos».
I: «Estoy de acuerdo con lo que dices, y todo este cinismo ha creado un debate muy importante que te hace reflexionar, pero hablo de la izquierda porque ellos mismos se limitan, se ponen puertas».
Álex: «A nivel político, veo que más allá de hablar de lo políticamente correcto, en Madrid, el ayuntamiento de Carmena se ha dejado marcar el paso por las guerrillas culturales de la derecha, como con el caso de Guillermo Zapata y esos chistes hace nosecuánto. Cuando realmente lo interesante como ciudadano habría sido (tener) un representante que entendiera la confrontación de intereses políticos y vitales que hay».
I: «Es un gran ejemplo. O «Maxim Huerta dimite» ya no recuerdo ni por qué. Está bien que tengan que dar un mensaje, pero no lo ha hecho la derecha. ¿Quién filtró el vídeo de Cifuentes? Alguien del PP, estoy seguro…».
Esta canción de ‘El mal’ también habla del blanqueamiento anal. Por lo que veo estáis en contra.
(risas) I: «Empezó Paris Hilton y después se puso de moda. Me parece un gasto de dinero estúpido. Yo qué sé, ¡blanquéate los dientes!».
Sobre ‘Las chicas’, ¿está inspirada en la novela? Por unas frases me parecía y por otras no.
A: «¡Sí!».
I: “El inicio de la canción es el sample de ellas yendo a juicio”.
A: “Luis de Espanto la ha compuesto para nosotros. Nos ha ayudado con muchos de los arreglos. Un día cuando estábamos componiendo quedamos para comer todos en Pamplona, me llevó el libro, me lo leí, le dije que “muy guay, me ha molado” y a raíz del libro y de trabajar juntos, ha hecho esta canción para nosotros”.
I: «Cambiamos ciertas cosas pero la letra un 98% es suya».
¿A nivel sonido, cómo habéis hilvanado y trabajado la secuencia del disco?
I: «Quiero pensar que tenemos una línea sonora aunque suene a bolero o a rock. La secuencia la hicimos a posteriori».
Álex: «Tiene que ver con Luis. Se ha grabado en un estudio de la hostia, pero la forma de grabarlo ha sido espartana, no ha sido de experimentar. Él que es experto en guitarras ha hecho las guitarras, luego hay mucho sinte…».
A: «Fuimos al estudio con el orden casi hecho, y eso te permite hacer una unidad, qué sonido o qué nota va después. Por eso hay una unidad aunque una sea un bolero y otra un merengue».
Toundra han llegado a su quinto disco cuando se han cumplido 10 años del primero y justo después de haber entregado el álbum conjunto con Niño de Elche que firmaron como Exquirla. El cuerpo les pedía romper con lo anterior y han prescindido por tanto por primera vez de los títulos en orden cronológico y números romanos, cambiado de tipo de artwork y planteado otros enfoques a la hora de componer, en este caso volviendo a dar más protagonismo a los guitarrazos y dejando algo de lado las melodías prestas para dar shows con orquesta en el Palacio de los Deportes de su ciudad.
‘Vortex’, que debe su nombre a una sala de una pequeña ciudad alemana en la que les llevan tratando de lujo desde 2012, no se orquesta sobre ningún concepto en particular, incorporando temas que reciben su título de manera algo aleatoria. Si bien el particular y breve interludio de 2 minutos llamado ‘Cartavio’ se debe a la aldea de Asturias «con más vacas que personas» en la que uno de sus miembros se crió y pasó hasta los 18 años; ‘Cobra’ se llama así por «el malo de los G.I. Joes», ‘Kingston Falls’ por el pueblo de los Gremlins y ‘Roy Neary’ es el protagonista de ‘Encuentros en la tercera fase’.
En ese sentido y atendiendo al discurso tan politizado de sus incendiarias entrevistas («el indie huele a derechas» et al), se habría agradecido que el grupo contara algo tan interesante con su música como lo que cuentan cuando la están promocionando. Sobre todo porque no podía ser tan fácil encontrar un hilo conductor para canciones tan potentes como la que se iba a dejar caer por el programa de Buenafuente (‘Kingston Falls’), o la que iba a presentar un vídeo sobre los refugiados en el que se iban a implicar dos ilustres fans: el premio Pulitzer Manuel Brabo en cuanto a fotografía y Gonzo de El Intermedio. Fue el caso de ‘Cobra’.
Por lo demás, Toundra vuelven por supuesto a apabullar con sus guitarrazos provenientes del mundo del metal, siempre cercanos a los altibajos de intensidad encontrados en la carrera de leyendas del post-rock como Mogwai, e incorporando alguna novedad, como es el caso de la caja de ritmos de ‘Mojave’. Una anécdota entre remansos desérticos que vuelven a topar con todo el nervio y la agitación posibles. Porque sí, ‘Roy Neary’ es «nerviosa», pero no tanto como el final de ‘Mojave’, el desboque de ‘Cobra’ hacia la mitad, o esa misma batería loca que ataca ‘Tuareg’ en torno al minuto 2.
«Para los indies somos unos heavies, para los heavies somos unos indies, para los rockers somos unos punkis y para los punkis unos rockers», han dicho este año. Y suena a queja, pero la verdad es que todos han podido quedar más o menos contentos con muchos de los momentos de este disco, otra vez. Al menos los que después de Exquirla y de las mencionadas intenciones rupturistas, no esperaran un paso un poco más imaginativo o un concepto al que agarrarse.
Toundra actúan este jueves 15 de noviembre en La Riviera de Madrid, la semana que viene en Monkey Week y después les esperan Valencia, Granada o Huesca.
Calificación: 7/10 Lo mejor: ‘Kingstone Falls’, ‘Tuareg’, ‘Cartavio’, ‘Mojave’ Te gustará si te gustan: el metal y el post-rock y un poco las melodías a lo Slowdive Escúchalo: Spotify
Estados Unidos se enfrenta actualmente a los peores incendios de su historia en California, que ha producido cientos de muertos y la evacuación de miles de personas, entre ellas varias celebridades; y solo en el mes de noviembre ha sufrido dos masacres en forma de tiroteo en Tallahassee y Thousand Oaks, respectivamente, sumando 307 tiroteos en total de 365 días que tiene el año. Casi un tiroteo por día.
Con este panorama, es normal que algunas personas busquen evadirse lo máximo posible de tanta miseria a través del humor, y entre ellas está la actriz y cantante Juliette Lewis, que parece haber encontrado su vía de escape en la música de Britney Spears. En un divertido vídeo que se ha hecho viral, Lewis se ha grabado a sí misma abogando por “tiempos más sencillos” mientras suena ‘Work Bitch’ de Spears, que Lewis baila desenfrenadamente en el interior de su coche. Desesperada ante tantos males, Lewis pide entonces clemencia al mundo y se pregunta si no será Britney la última salvación que nos queda: “¿Puedes salvarnos, Britney Spears? ¿Podemos ser salvados? Dios, ¿es que está Satanás controlando el universo?”, se pregunta, antes de abandonarse al ritmo de la canción. Entre los amigos de Lewis que han aprobado el vídeo con comentarios y risas, Garbage, Natalie Imbruglia, Joan as Police Woman y Amber Coffman.
Para desmentir que sufra algún tipo de problema mental como algunas personas han dejado caer en las redes sociales, Lewis ha aclarado que su intención con el vídeo era “hacer reír a la gente mientras todos intentamos enfrentarnos a los horripilantes fuegos de California, entre otras calamidades”. “Siempre intento usar el humor en la medida de lo posible”, ha concluido. El vídeo, imperdible, bajo estas líneas.
Poco a poco, yaeji, una de las revelaciones internacionales de 2018, se está convirtiendo en una de las personas más “cool” del momento, como demuestra la estupenda recepción crítica de sus singles, entre ellos el infalible ‘raingurl’; las estilosas portadas que protagoniza para revistas como The FADER o Dazed o el hecho que la mismísima Charli XCX solicitara de ella un remix de su single ‘Focus’, que llegaba a las plataformas el pasado mes de septiembre.
La productora americano-coreana, cuyo nombre real es Kathy Lee, editaba recientemente un single llamado ‘One More’, confirmándose como uno de los talentos más exportables del denominado lo-fi house americano, mundillo en el que encontramos también a DJ Seinfield y el camaleónico Ross from Friends. El comedido manejo de la atmósfera de yaeji daba lugar en ‘One More’ a una nueva delicatessen deep-house, que además presentaba un punto pegadizo en su melodía perfecto para ser pinchado en cualquier fiesta.
Confirmando su creciente popularidad, yaeji presenta hoy para ‘One More’ su videoclip más currado y con mejor factura hasta la fecha. La artista se desdobla en varias versiones de sí misma en este sugerente vídeo dirigido por Alex Gvojic, en el que también destacan los psicodélicos efectos de post-producción, y que culmina naturalmente con una fiesta.
Con ‘Pidiendo a las puertas del infierno‘, Mucho daban un paso de gigante, endosando texturas de tecnopop, funky y hip hop al indie rock de sus inicios. Era el mejor disco de su carrera y contenía sus mejores canciones y, sin embargo, tras los conciertos de presentación de aquel disco de 2016, Martí Perarnau IV, ilustre como ex-miembro de The Sunday Drivers o Underwater Tea Party, se quedaba solo al frente del proyecto. Pero eso no ha acabado con sus ganas de hacer nuevas canciones, no. Más bien al contrario, el músico de origen catalán ya tiene listo su nuevo álbum, que se publicará el próximo enero y que se avanza con una canción que desarma ya desde su título, ‘Ahí te quedas, Perarnau’.
Como parece evidente, el que liderara una de las varias formaciones que acompañaron a Zahara presentando ‘Santa’ (y que por eso fue engañado convencido para encarnar a «la Bestia» en el último clip de la jienense) alude al hecho de que sus ex-compañeros de banda le hayan dejado solo (uno de ellos, Víctor Cabezuelo, felizmente embarcado en los cada vez más pujantes Rufus T. Firefly). Pero también traza un paralelismo con la soledad que nos autoinfligimos diariamente, extasiados ante la pantalla de un dispositivo electrónico y nuestra incapacidad para revertirlo.
«La canción trata de la desidia y de la desgana en la que vivo tan cómodamente mientras miro la pantalla del móvil, habla de indignarse con toda la injusticia que nos rodea pero no hacer nunca nada, habla de la soledad del compositor de música y de la soledad de nuestros tiempos, tanta exaltación del individuo nos hace estar más solos que nunca», según el propio Martí. Por ahí va su letra, que incluye una cita nada velada a Mariano Rajoy y es desgranada por él con una cadencia próxima a la del hip hop, pero con un elegante y atractivo fondo de pop rock encaramado al sonido de sintetizadores, que sólo aminoran en un minuto final en el que los coros toman protagonismo, con tono elegiaco: al fin y al cabo, en su estribillo Martí se pone cara a cara con la muerte. En todo caso, como apunta su sencillo vídeo oficial filmado en los Alpes, todo está enfocado con, sobre todo, sentido del humor.
El nuevo álbum de Mucho fue grabado la pasada primavera en La Casa Murada junto a Ricky Falkner (Standstill, Egon Soda) y Santos & Fluren (Love of Lesbian, Izal, nudozurdo), con guitarras de Emilio Saiz (Nothing Places, Oso Leone), y ya planea una gira de presentación a partir del mes de marzo de 2019.
Nueva edición de nuestra sección Sesión de Control, dedicada a las novedades más interesantes del panorama alternativo y/o independiente nacional y latinoamericano. Al final del artículo encontrarás la playlist de Spotify dedicada a esta sección que se renueva quincenalmente, conservando las canciones incluidas en la anterior entrega. Hoy añadimos en ella nuevas canciones y lanzamientos de Bad Gyal, Jose Domingo, Mow, El Coleta, Mateo Kingman, Ganges, Kaixo, Perlita, Dreyma, Santi Araújo y GLAS. [Foto exterior: MOW, facilitada por Subterfuge]
Bad Gyal
Quizá haya pasado algo desapercibido, pero ‘Open The Door’ no es un single cualquiera de la barcelonesa Bad Gyal, sino que supone su fichaje por la división internacional de Universal Music. Se trata además de una colaboración con una de las nuevas estrellas de la escena dancehall jamaicana, Govana, y está interpretado casi al completo en inglés (salvo ese verso de “cuando yo bajo y don / se nos rompió el condón”), posiblemente buscando explotar la dimensión global alcanzada con su mixtape ‘Worldwide Angel‘ ( sin ir más lejos, estos días Alba Farelo está de gira por Asia). Y ojo a la sutil metáfora de su portada, a ver si la pilláis, LOL.
El Coleta
Además de publicar varios EPs temáticos a lo largo de este año (‘La Ruta’los Xes’, dedicado a la Ruta del Bakalao; ‘Rumbapop’, inspirado justo en eso…), Ramsés Gallego sigue desarrollando su faceta interpretativa tras haber aparecido como secundario de lujo en el clip de ‘Bien duro’ de C. Tangana (aunque luego se marcara una diss track contra Antón): ahora co-protagoniza junto con Bea Pelea, Daniel Guzmán y Mery Cuesta ‘Quinqui Stars’, una película de Juan Vicente Córdoba a caballo del documental y la ficción, con el objeto de indagar en la mitificación de la delincuencia juvenil en los suburbios de las grandes ciudades, a finales de los 70 y principios de los 80. Presentada en la SEMINCI de Valladolid, la película cuenta con una canción del propio El Coleta titulada como el film, y con un clip filmado en La Modelo de Barcelona. Es todo lo que cabe esperar de ella y más.
Jose Domingo
Vuelve el gerundense Jose Domingo tras ‘Vertical’, álbum con el que el autor del fantástico ‘Almería’ consolidaba su singular propuesta, a medio camino del rock psicodélico y el folclore español, con colaboraciones llamativas como la de Niño de Elche. Ahora avanza el que será su nuevo álbum, ‘Mientras dios no mira’, con ‘Un segundo más así’, una canción con cierto aroma de glam en ese bajo repleto de fuzz y una melodía directa e incisiva.
Dreyma
El dúo malagueño compuesto por Cris y Mel, seleccionado por los oyentes de Disco Grande como el mejor grupo maquetero de 2017, ha publicado al fin ‘Moonlight’, que más que un EP es un proyecto audiovisual dedicado a “la mujer y las emociones”. Así, el oscuro ‘Come Home’ presentado este verano suponía un capítulo oscuro de ese universo, contrapuesto a la euforia que desprende una canción tan certera como ‘Air’, próxima a las mejores Warpaint. El próximo 23 de Noviembre Dreyma presentan estas canciones en el Monkey Week de Sevilla.
Perlita
Pedro y Esteban Perles, además de formar parte de los extintos Ledatres, formaron parte de las bandas de apoyo de artistas como Bigott, Josh Rouse o Paco Loco. Desde 2016, junto con el también integrante de su anterior grupo Calde Ramírez, formaron Perlita, un singularísimo proyecto en el que se dan la mano la electrónica retro a lo Kraftwerk y la psicodelia andaluza de unos Pony Bravo. Después de su debut ‘Cangrejo Yeti’, vuelven a la carga con ‘Caballo rojo’, un nuevo trabajo que debe impulsar su insólita propuesta.
Mateo Kingman
El artista ecuatoriano, consolidado gracias a su debut ‘Respira’ como uno de los renovadores fundamentales del folclor latinoamericano acercándolo al hip hop y la electrónica, al que hemos visto en festivales como Río Babel o Paraíso. Kingman ultima ya el lanzamiento de su segundo trabajo de estudio y el tenebroso pero vibrante adelanto, ‘Religar’, es una buena muestra de lo interesante que se avecinan sus próximos pasos discográficos.
MOW
Gabriela Casero se ha convertido en una de las realidades del pop español más prometedoras pues, pese a militar en el sello independiente Subterfuge, muestra una gran proyección comercial incluso a nivel internacional, plano en el que canciones como ‘Grasiah’ y ‘Dr. Mike Alon’ han tenido gran repercusión. Por eso el debut de la madrileña, ‘Woman’, es un lanzamiento importante en esta recta final de año. En él no ha dejado fuera ninguno de aquellos avances y, a tenor de canciones como ’17’ (destacado como single), el disco persiste en el trip hop ambiental y seductor que la hace reconocible. MOW estará en concierto el 8 de diciembre en el Mercado de Diseño de Madrid, y el 14 de febrero presenta este álbum en la Sala Siroco de Madrid.
Kaixo
Tras la potente mixtape lanzada en 2017, ’Mallory’, este MC gallego afiliado al colectivo Bahia Banana Music ha seguido progresando en su camino sin prisas, lanzando este año algunos remixes, una explosiva colaboración con Mueveloreina y, ya a finales, avanzar con un par de singles una nueva obra aún más ambiciosa y radical. A este próximo movimiento parecen pertenecer tanto el reciente ‘Speedball’ (producida por su colega Royce Rolo –Agorazein–) como el tan seductor como potente ‘From Darkness With Love’.
GLAS
Tras haber lanzado, meses atrás, un miniálbum debut con temas tan destacables como ‘Hoy todo puede suceder‘, el grupo formado por ex-integrantes de Lovelife (Paco Ganga) y Varry Brava (Fede Gas) ya prepara un nuevo disco, que verá la luz en los próximos meses. Acaban de presentar su primer adelanto, un ‘Aquello en lo que creo’ que, autoproducido y con la colaboración de Jorge Guirao de Second en las guitarras, proyecta su tecnopop a un estadio superior que insinúa que estamos ante el próximo grupo procedente del Levante en copar carteles de festivales.
Santi Araújo
Este músico pontevedrés formó parte de La Familia, un grupo surgido a finales de la pasada década y que en 2011 publicó su canto de cisne, ‘Esto es normal’, en Ernie Records. El sello y agencia de Havalina o Julio de la Rosa acoge ahora el debut en solitario de Santi Araújo, un ‘Catedral’ que muestra en canciones como ‘Estallido’ una propuesta sólida con trasfondo de rock norteamericano pero bastante personal. El próximo 25 de noviembre presentará este trabajo en el auditorio municipal de su Ponteareas natal.
Ganges
Y si antes hablábamos del debut de Mow, también destacamos su flamante nueva colaboración con otra joven artista que está llamada a redefinir el panorama pop de nuestro país. Teresa Gutiérrez, al frente de Ganges, regresa con ‘Ashes’ tras el miniálbum homónimo que publicaban a principios de año. Una nueva muestra de su singular sensibilidad para el pop electrónico más emotivo, que les ha servido comparaciones con proyectos como London Grammar o The xx. En las próxima semanas Ganges actúan en A Coruña (Le Club, 22 de noviembre); con Marem Ladson en Santander (Sala Niágara, 30 de noviembre) y Oviedo (La Salvaje, 1 de diciembre); y con Cor Blanc en Zaragoza (La Lata de Bombillas, 22 de diciembre).
Rosalía ha cambiado Universal por Sony en la edición de su nuevo disco, y curiosamente un disco de Universal ha impedido que ‘El mal querer’ sea número 1 en ventas en su semana de salida. Se ha tratado de ‘Lo mejor 1ª parte’ de Operación Triunfo 2018, reabriendo de alguna manera el viejo debate de que el público prefiere el karaoke televisivo a la música original. Un tema sobre el que se escribieron ríos de tinta a principios de siglo cuando los artistas superventas nacionales se quejaban del excesivo protagonismo que tenían las grabaciones amateur que hacían en el programa Bisbal, Bustamante o Rosa.
Los concursantes de OT2018 firmaron discos en varias ciudades del país durante los días 2 y 3 de noviembre, lo que ha supuesto esta victoria para el programa. En cualquier caso, ambos discos aparecen certificados como disco de oro por la distribución de 20.000 unidades en sus primeros 7 días, y lógicamente ‘El mal querer’ arrasa en “streaming álbumes”, siendo número 1 directo. De hecho, ha batido el récord histórico de streamings para un disco al sumar 12 millones de reproducciones en España en su primera semana e introducir sus 11 pistas en el top 50 oficial de singles. Por otro lado, ‘Los Ángeles’, el primer disco de Rosalía, el editado por Universal, sube al top 9 en ventas, alcanzando su máximo histórico.
Destacan las entradas en ventas de The Prodigy, top 31 con ‘No Tourists’ (también top 75 en streaming álbumes); ‘Dead Can Dance’, top 33 con ‘Dionysus’; Charles Aznavour con ‘Mes meilleurs chansons’, top 67; y Marianne Faithful con ‘Negative Capability’, top 85.
El resto de entradas en ventas son Mago de Oz con ’30 años, 30 canciones’, top 3; Calamaro con ‘Cargar la suerte’, top 4 (y además número 50 en streaming); Bob Dylan con ‘More Blood, More Tracks’, top 8; Metallica con ‘And Justice for All’, top 15; Barbra Streisand con ‘Walls’, top 16; Javier Ruibal con ‘Paraísos mejores’, top 73; y Opeth con ‘Garden of the Titans’, top 86.
En cuanto a streaming aparecen en la lista, aparte de los mencionados, Metro Boomin con ‘Not All Heroes Wear Caps’, top 16; la gala 7 de OT2018, top 57; y Exo con ‘Don’t Mess Up My Tempo’, top 92.