Era evidente que después del festín acústico de ‘folklore’ y ‘evermore’ tocaba giro estilístico en la discografía de Taylor Swift, y ‘Midnights’ es la confirmación de que los tiros iban a ir por el lado electrónico. Lo que quizá muchxs no esperaban era que estas nuevas trece canciones fueran a ser medios tiempos, más cercanos en “mood” a su faceta acústica que a los bangers de synth-pop que representaban lo más interesante de ‘Lover’ o ‘1989’.
En ese sentido la premisa es a priori interesante, porque abre una vía bastante inexplorada por la artista. Por eso resulta tan frustrante tener que admitir, después de innumerables escuchas, que el disco falla -y mucho- en uno de sus aspectos cruciales: la inspiración compositiva. ¿Dónde están esas melodías arrebatadoras que Taylor es tan capaz de crear? No importa si están escritas con tinta de gel y purpurina o con péndola y tintero, su talento compositivo está fuera de toda duda a estas alturas (el ejemplo más reciente es la magnífica ‘Carolina’).
El comienzo de ‘Midnights’ no puede ser más desmotivante: ‘Lavender Haze’ trota sobre un atractivo ritmo downtempo, y tiene una estructura de sobrios y elegantes arreglos electrónicos, pero melódicamente es paupérrima. Podría justificarse como una especie de intro, pero la cosa no mejora conforme avanzamos: ‘Anti-Hero’ suena a canción de banda sonora de los 80 y tiene un estribillo que quiere ser coreable en conciertos, pero su melodía resulta totalmente estéril. ‘Maroon’ mejora un poco las cosas con uno de los legendarios recursos estilísticos de Taylor, la melodía-de-una-nota, pero el resultado es muy discreto.
La primera canción realmente buena no llega hasta ‘Snow On The Beach’, como acertadamente se ha percatado buena parte del público, polémicas aparte: no veo problema en que la voz de Lana del Rey se limite a los estribillos cuando su aura está por toda la canción, incluyendo -crucialmente- un crédito de composición. En poco más de 4 minutos Lana le saca a la canción chispas creativas que están muy ausentes en el resto del disco, algo que parece la confirmación de que Taylor es la artista con la que Jack Antonoff logra menos química creativa de todas con las que colabora. Incluso la letra suena más real, poética, interesante, que la mayor parte de ‘Midnights’.
Swift en modo pop es capaz de giros letrísticos muy ingeniosos y memeables (como el mítico “haters gonna hate”) pero hay momentos de este álbum en los que suenan más como eslóganes comerciales algo forzados (“Talk your talk and go viral”, “Did you hear my covert narcissism lightly disguised as altruism?”). O quizá simplemente sin una melodía de calidad que las eleve suenan más mediocres.
También es cierto que las cosas mejoran ligeramente conforme avanza el tracklist: las melodías de ‘Question…?’ o especialmente ‘You’re On Your Own, Kid’ (con sus coros finales a lo ‘Luka’ de Suzanne Vega) tienen algo más de gancho, si bien esta última se queda a medias cuando lo que parece el pre-estribillo acaba siendo el estribillo y deja un sabor de inconclusión. Tampoco ayuda que al ir musicalmente en consonancia con la estética años dos mil de la portada incorporen esos beats de sonido anticuado y reverbs digitales feas. Además se alternan con piezas tan poco interesantes como ‘Bejeweled’ (a pesar del acierto del verso “What’s a girl to do? A diamond’s gotta shine”), o tan desconcertantes como ‘Vigilante Shit’, un intento de acercarse al goth-electro de Billie Eilish que triunfa sólo a medias (en la parte buena, esas armonías vocoderizadas o el acierto de letras como “se estaba metiendo rayas, y cruzando todas las mías” [= saltándose mis límites]).
El tramo final redime a ‘Midnights’ de una mediocridad catastrófica. ‘Labyrinth’ brilla tras tanta opacidad y, en su refulgente construcción melódica, podría casi ser una canción folk. ‘Karma’ suena a prima lejana de ‘Solar Power’ (cosas de Jack Antonoff, quizá), pero se agradece una melodía bonita, interesante, de las pocas que ganan con las escuchas, con su ciclo de acordes circulares. Además su letra es inspirada (“dulce como la justicia, el karma es una reina / el karma conduce a todas mis amigas a la cima / el karma es el tío en la pantalla que viene directo a mi casa”).
‘Sweet Nothing’ también salva los muebles con su arreglo envuelto en un precioso piano Wurlitzer y suave sección de viento, texturas muy refrescantes casi en el epílogo del disco. De manera similar, el cierre con ‘Mastermind’ parece recolocar las cosas a nivel melódico; esta vez el estribillo-de-una-nota da en la diana.
En última instancia es, pues, la poca propulsión melódica lo que sabotea los bastantes hallazgos sonoros de ‘Midnights’, que son muchos cuando no caen en el dosmilerío: voces procesadas (como la intro con el pitch cambiado y vibrato de ‘Midnight Rain’), pero sobre todo esos subgraves entre ambient e inquietantes, un tipo de bajo sintetizado denominado “Reese bass”, que es típico del drum and bass. Nunca había sido usado con tanta profusión en un disco de pop mainstream y eso lo aleja muy originalmente de los más trillados bajos pulsantes de una nota a los que estamos tan acostumbrados en el synth-pop. Detalles como ese le dan a ‘Midnights’ un carácter conceptual y unitario muy interesante (y más coherente que la supuesta temática nocturna de las letras), pero su disfrute se frustra al fallar la columna vertebral, que serían unas melodías de rompe y rasga.
Lo más trágico de todo es que quien se dé un paseo por la ‘3 am Edition’ se encontrará canciones como ‘The Great War’, ‘High Infidelity’, ‘Glitch’ o ‘Bigger Than The Whole Sky’, que son abrumadoramente mucho más interesantes, redondas y atractivas que la desconcertante selección final que conforma la versión “oficial” del álbum. ¿Cómo habría sido ese ‘Midnights’ sin esta desastrosa selección de temas? Supongo que siempre nos quedarán las listas de Spotify para -en parte- arreglarlo.
Todos los aliados de Kanye West están dando la espalda al rapero a causa de sus comentarios antisemitas. Adidas acaba de anunciar que cesa su colaboración con el artista, una de las más exitosas de su historia, por lo que dejará de producir sus famosas zapatillas «Yeezy». A la marca deportiva, su divorcio de Kanye le costará cerca de 250 millones de dólares en pérdidas.
En los últimos días, otras dos marcas que colaboraban conjuntamente con Ye en una línea de ropa de lujo, GAP y Balenciaga, han cortado relaciones con el músico. Por otro lado, como ya hemos informado, tanto Twitter como Instagram le han expulsado de sendas plataformas.
A Kanye, sus comentarios antisemitas le han costado también la alianza de algunos de sus socios más cercanos. La agencia Creative Arts Agency ha dejado de representarle, y también el abogado de West, Camille Vasquez, ha partido peras con él porque el artista «no ha retirado sus comentarios».
Kanye se está quedando solo. La agencia creativa que le representaba en el pasado, United Talent Agency, ha pedido boicotearle, y la cadena MRC Entertainment ha descartado estrenar un documental sobre el artista que ya está completado. Además, el programa ‘The Shop: Uninterrupted’ ya no emitirá una aparición de Kanye que estaba grabada, y su ex-mujer Kim Kardashian ha condenado sus declaraciones.
Pero, lo que es quizás más relevante, también el público de a pie está dejando de apoyar a Ye, pues las escuchas de su música han caído en picado y las emisoras de radio cada le pinchan menos, según datos recogidos por Variety.
SanSan, conocido por ser uno de los primerísimos macrofestivales que tienen lugar en España, si no el primero, pues suele celebrarse durante el mes de abril, ha anunciado el cartel completo de su próxima edición, la de 2023. JENESAISPOP es medio oficial.
SanSan volverá a Benicàssim los días 6, 7 y 8 de abril, y lo hará con una programación encabezada por Phoenix, que presentarán su nuevo disco. El segundo y último nombre internacional presente en la letra grande del cartel es Milky Chance, y después el festival apuesta plenamente por el talento nacional y confirma a Leiva, Love of Lesbian, Viva Suecia, Zahara con su «rave» y Guitarricadelafuente.
Por la octava edición de SanSan pasarán algunos de los nombres más populares del pop e indie de nuestro tiempo, como Deluxe y Xoel López por separado, Sidonie, Sen Senra, Alizzz, Carolina Durante, Miss Caffeina, Cupido, La Pegatina, Dorian (protagonistas de nuestro podcast de hoy), Chef’s Special, Delaporte, Cariño, Tu Otra Bonita, Varry Brava, Morgan, Carlos Sadness o Cala Vento.
El cartel se completa con nombres tan conocidos como los La Habitación Roja, Sexy Zebras, Rocío Saiz o Luis Brea, el grupo revelación Blanco Palamera, nuevos talentos como Baldosa, Besmaya o 30s40s50s, y las sesiones DJ de Plan B y Ninhodelosrecaos. Las entradas están a la venta en la web oficial.
Os dejamos con unas palabras de SanSan: «La dirección del festival afirma estar ante su edición más ambiciosa, la cual afrontan con el objetivo de seguir consolidándose como una de las grandes citas festivaleras del país y creciendo en el mercado internacional».
Meghan Trainor es otra de las artistas que han sacado disco en estos últimos días de octubre. ‘Takin’ It Back’, como su nombre indica, representa un regreso al sonido primigenio de Meghan, el cual, a su vez, es el sonido primigenio del pop de Estados Unidos: doo-wop, blue-eyed soul, pop de los sesenta, etc. Y la jugada le está saliendo mejor de lo que nadie podía imaginar.
Meghan no había conseguido repetir el éxito de sus primeros singles (entre ellos el mítico ‘All About that Bass‘) con sus últimos lanzamientos, pero este no está siendo el caso de ‘Made You Look’. El segundo sencillo extraído de ‘Takin’ it Back’ se ha viralizado en TikTok, lo cual ha provocado que debute en torno al top 200 de Spotify Global con cerca de 1 millón de reproducciones. Parece que habemus hit.
‘Made You Look’ es una graciosa producción de doo-wop adornada con sonidos de saxo y de coros típicos de los 50 y 60. Tan retro es la canción que dura exactamente 2 minutos y 14 segundos. Sin embargo, nunca suena inacabada sino, al contrario, plenamente realizada, como las canciones de la época. Además, la producción tecnicolor y «hi-fi» -firmada por Federico Vindver- la acerca a nuestro tiempo, entre arreglos vocales tipo vocoder y efectos más «modernos».
Como ‘All About that Bass’, ‘Made You Look’ también presenta una temática body positive, pues está inspirada en las inseguridades que sintió Meghan con su imagen (en concreto con su cuerpo desnudo) después de su embarazo. En ‘Made You Look’, Meghan canta que puede llevar «un vestido de Gucci o mi bolso Louis Vuitton, pero que, aún desnuda, haría que me mirases». Al destinatario de la letra advierte que llame a su «quiropráctico, por si acaso te rompes la nuca».
El «pack» de ‘Made You Look’ se completa con un videoclip que es una absoluta chuchería de colores, una fantasía a lo Barbie tal que, justo cuando piensas que perfectamente podría asomar Jojo Siwa a hacer un cameo, va y aparece. Muy mona también la actuación en directo.
Pese a no haber entusiasmado mucho en nuestra redacción, ‘Unholy’ lleva desde su lanzamiento siendo un hit mundial. Ahora ha dado el salto al número 1 de Estados Unidos también, lo que significa que es la primera vez que una persona no binaria y una solista abiertamente trans llegan a la cima del Billboard Hot 100.
Kim Petras, que ha ido haciéndose un nombre sobre todo desde su notable disco ‘CLARITY’, ha dejado unas declaraciones para Billboard, dada la importancia social de estos hechos: «Simplemente no querría ser la última (trans en conseguirlo). Siempre ha habido artistas trans con talento e increíbles. Estoy muy contenta de que Sam me diera la oportunidad de brillar aquí. Parece como si la gente estuviera finalmente preparada para vernos tener éxito y eso me llena de una enorme felicidad».
Además, ha tenido unas palabras de humor para ‘Bad Habit‘, el antiguo número 1: «Te quiero, Steve Lacy, creo que ‘Bad Habit’ es una gran canción, pero aparta de nuestro camino!».
‘Unholy’ llega al número 1 liderando tanto la tabla de streaming como la de ventas digitales en Estados Unidos. Kim Petras había rondado los 70 millones de streamings en Spotify con canciones como su gran himno ‘Heart to break’, ‘Broken Glass’ o ‘Unlock It’ junto a Charli XCX. Había tenido sus actuaciones televisivas y su visibilidad en MTV, pero digamos que esta colabo la pasa a otro nivel. Hasta ahora su único top 100 en UK o USA era la version de ‘Running Up that Hill’ de Kate Bush. Y encima se había quedado en el 100.
También es un alivio para Sam Smith, que tenía 7 números 1 en las islas británicas antes de esto, pero había vivido con frustración como ‘Stay With Me’ se quedaba en el número 2 en Estados Unidos.
Si alguien se lo está preguntando, en España, tras haber sido número 35, ‘Unholy’ sube esta semana del puesto 51 al puesto 50. No es un macrohit pero su aceptación es estable y es posible que arañe un disco de oro o de platino.
Taylor Swift ha estado esta noche en el programa de Jimmy Fallon, donde ha vuelto a dejar caer que en 2023 aguarda una gira mundial, y esta madrugada ha estrenado también el vídeo de ‘Bejeweled’. En él, Taylor interpreta a Cenicienta, mientras Haim aparecen haciendo de hermanastras (y cantan su cancioncilla de resaca). También salen en el vídeo Laura Dern, Jack Antonoff y Dita Von Teese.
Como el vídeo del primer single ’Anti-Hero’, ‘Bejeweled’ ha sido dirigido por la propia Taylor Swift, muy aficionada a la dirección desde hace varios álbumes, y pasa de ser un concurso por ganar un castillo y una propuesta de matrimonio del príncipe, al propio escenario de riqueza y ostento. Digamos que hace honor al nombre de la canción de manera literal.
Taylor pasa de ser humillada porque el príncipe la descartaría (hay un «chiste que nunca se hace viejo» sobre el significado de “swiftly”, «rápidamente») a ponerse encima todas las joyas en un escenario moderno. Taylor Swift ha explicado en iHeartRadio que la canción habla sobre «encontrar la confianza cuando sientes que te la han quitado, por la razón que sea».
Continúa: «Una de las cosas que nos encanta hacer por la noche, porque nos encanta salir a bailar, es ponernos un look que nos haga sentir bien, y nos encanta sentirnos como si estuviéramos enjoyados. Creo que soy yo animándome a volver a hacer música pop después de estos gloriosos años escribiendo canciones folk en este bosque metafórico que he creado, que me encanta, pero me entusiasmaba decirme: «todavía puedes hacer pop, estás enjoyada. ¿Todavía estoy enjoyada? Veremos, pero de eso va la canción».
Curiosamente, no parecía ‘Bejeweled’ la canción más pop del disco, ni era de las más escuchadas, si bien entendemos que eso cambiará después de este vídeo de alto presupuesto.
Marc de Dorian es el nuevo invitado de Revelación o Timo, el podcast de JENESAISPOP. Este año Dorian han sacado un disco llamado ‘Ritual’, y también acaban de reeditar ‘La ciudad subterránea’. Aquel disco de 2009 sirve para dar lugar a una conversación rica con el artista en la que hablamos del desarrollo de la escena independiente, la profesionalización de festivales y medios de comunicación, la crisis económica, el consumo de drogas, la llegada a la vida adulta, etcétera. Dorian actúan en Vitoria el 4 de noviembre, el 5 de noviembre en Donosti, el 25 de noviembre en Madrid y el 26 de noviembre en Barcelona. Detalles, en su web oficial.
2008 fue el año no solo de la crisis económica, sino también la época en que nombres como Vetusta Morla, Love of Lesbian, Sidonie o Dorian dieron un paso al frente. ‘Un día en el mundo’ de Vetusta sale en 2008 pero es un sleeper durante los años siguientes y 2009 es el año de edición de «1999» de Love of Lesbian. Tras el éxito de ‘Cualquier otra parte’ de su segundo álbum, Dorian decidieron dar un paso al frente y arriesgar en la producción de ‘La ciudad subterránea’. El productor fue Álex Ferrer, que ha terminado trabajando con C. Tangana, Vitalic y John Talabot… y el propio John Talabot fue quien dirigió los 3 videoclips que contaban una historia sobre aquel ‘La ciudad subterránea’. Marc le llama «El Ori» (su nombre real es Oriol Riverola).
Marc recuerda que el indie en los 90 era más amatetur: «2009 fue un año importante para el pop español porque se cosecha lo trabajado durante años no solo por las bandas, sino en cuanto a festivales, prensa musical… Se deja atrás lo amateur. Las bandas cogen callo y tienen una competencia sana entre ellas. Esto da lugar a discos bien hechos» y a una escena que él compara con el fervor de la Movida Madrileña. «Sería interesante que alguien lo analizará más».
¿No es extraño que haya gente que considere el «indie» la escena de Lori Meyers, cuando son tan posteriores a Le Mans, El Regalo de Silvia o Los Planetas? Responde Marc: «La independencia es una cuestión de actitud, cuando un artista es soberano de su carrera. Ahí es cuando podemos hablar de independencia, en contraposición con quien se deja llevar por el dinerito que le ponen detrás». Sobre la crítica de que en todos los festivales hayan terminado tocando los mismos grupos, puntualiza: “En la clase media es donde se define el criterio de un festival”, poniendo de ejemplo Vida Festival, donde por cierto no suelen tocar.
En esa escena, apenas El Columpio Asesino y Dorian presentan una integrante femenina. Marc nos cuenta algún micromachismo que ha sufrido la teclista Belly Hernández comprando sintetizadores, por ejemplo, y reivindica su figura aunque en esta entrevista no ha podido estar: «Al estar camuflada dentro de una banda, Belly no está reconocida como la mujer interesante que es».
En ‘La ciudad subterránea’ había un componente social a través de canciones como ‘La Mañana Herida’ o ‘Estudios de Mercado’ que nos da pie a hablar de la gran crisis económica, cómo se va fraguando el movimiento 15-M y qué ha quedado de todo aquello actualmente, en el gobierno de coalición. «Los años felices de la era Aznar se van a tomar por culo», recuerda Marc, lo que relaciona con el hecho de que en aquel álbum de 2009 no hubiera medios tiempos, sí hubiera «desasosiego» y «urgencia juvenil». El artista trabajó durante aquella época en EMI, lo cual implicaba lo mismo trabajar con LCD Soundsystem que con Azúcar Moreno, y lamenta la de discos y grupos que solían quedar guardados en cajones. «La industria puede llegar a ser muy cruel», concluye al tiempo que comenta la saturación total del mercado actual «turbocapitalista».
También se hablaba bastante en ‘La ciudad subterránea’ sobre el consumo de drogas: el líder de Dorian cuenta que «la droga es lo más transversal que hay», pero que «no moralizan sobre las cosas». «Fue la época en que más experimentamos con la noche, con sustancias, pero también es una época de ir con cuidado», dice en referencia a los amigos que quedaron por el camino. «De llegar a una cierta madurez, de apertura mental».
Sobre los cambios de tendencias que ha habido, sobre todo después de la pandemia, y la supuesta muerte del indie, Marc insiste en su idea de que «el pop del siglo XXI tiene que ser bastardo, tiene que mezclar beats de diferentes partes del mundo, no solo del pop anglosajón» y referencia el K-pop y lo latino en la época «de mezcla y de crossover». Habla de Morad o Bizarrap referenciando un «mundo poliédrico» donde conviven «diferentes estadios». «Es súper bueno que se reciclen las escenas».
Sobre su último disco y la recepción de los featurings de Youthstar, Ana Mena, Pimp Flaco, defiende: «Estamos acostumbrados al discurso del éxito. No siempre tiene que ser así. A nosotros nos encantan estas canciones. Las hicimos a conciencia». Y es que entre «la senda de la continuidad o la senda de la inquietud y del riesgo», Marc ha escogido lo segundo. En los últimos minutos del podcast, tras 65 minutos hablando de ‘La ciudad subterránea’, hablamos sobre cuál es realmente el mejor disco de Dorian para nosotros.
Chanel ha estrenado finalmente ‘TOKE’, como estaba previsto. El avance parecía apostar por una producción más dura y contundente que la de ‘SloMo‘ que recibía comparaciones con ‘TKN’ de Rosalía y con el trabajo de Lola Indigo.
Finalmente, la producción definitiva no es tan radical, de hecho posee muchos elementos en común con ‘SloMo’ (ese puente instrumental en la onda del «dancebreak edit»), pero también vienen a la mente melodías e ideas del ‘Taki Taki’, de Karol G circa ‘Bichota’ en las estrofas, o efectivamente Lola Indigo.
Cabe preguntarse si el tema está a la altura de las expectativas, pero hay que recordar que va a ser masivamente apoyado en las promos del Mundial durante semanas. La letra incluye la palabra «gol» pese a haber sido escrita antes de su vinculación futbolera. Si no funciona de entrada -que puede que sí-, puede convertirse en sleeper a fuerza de «botes» y «rebotes».
El videoclip viene cargado de imaginería periférica (ella es del Baix Llobregat, como recuerda Alizzz), de coreografías aptas para TikTok y de imágenes impactantes, como esa en la que una multitud de personas empuja el coche dentro del cual se encuentra Chanel, mientras ella se repasa los labios de manera presumida. El clip se debate entre un desguace de coches e imágenes más glamourosas.
Rosalía ha concedido una entrevista a Vogue España y Vogue Italia de manera conjunta, que desde este martes 25 de octubre podéis encontrar en los kioscos. Es la primera portada conjunta de Vogue Italia desde diciembre de 2021, cuando compartieron la portada de Lady Gaga con Vogue UK.
La autora de ‘MOTOMAMI‘ cuenta que durante su gira ha tenido tiempo de ir a su primera ball de voguing en Nueva York, concluyendo: «Si trabajase en otra cosa, estaría siempre, siempre saliendo porque me gusta mucho estar rodeada de gente. Pero por mi profesión, tengo que aislarme para rendir bien».
Rosalía habla de su 30º cumpleaños y gran parte del texto está dedicado a su relación con Rauw Alejandro. Aunque ella habla de ello de un modo más abstracto: “La música es como que te exige mucho amor. Hace años, pensaba: «¿Encontraré la manera de tener las dos cosas? ¿De dedicarme a la profesión que más me quiero y a la vez compartir mi vida con alguien que entienda lo mucho que amo la música?». Creo que a estas alturas, para mí no hay nada más bello que el compromiso, en todo en mi vida. La persona que intento ser, desde donde hago las cosas… todo es desde el compromiso. Y eso también se traslada al amor, al amor romántico o al amor en pareja, como tú quieras llamar a tener un compañero en la vida. Ese es el amor que creo que merece la pena, ¿sabes? Poner todo, todo tu corazón en compartir de verdad tu vida con alguien, en pensar a largo plazo y estar ahí para esa persona. No solo en plan ‘jiji, jaja’ y para divertirse. Si amo, voy con todo, y creo que ese compromiso es lo mejor que hay».
En otro punto de la entrevista habla sobre cómo ha cambiado su proceso de creación desde ‘Los Ángeles’. “Después del primer álbum, creo que me estaba presionando demasiado. Solo me centraba en seguir, seguir, seguir… Me di cuenta de ello hace un par de años y creo que por eso Motomami suena más lúdico, porque hay más sitio para el juego y la alegría en mi vida que antes. Creo que hay dos maneras de estar en el
mundo. Una es creando y dando, y otra absorbiendo y recibiendo. Y yo siempre intento dar, dar y dar; crear; compartir. Pero he aprendido que no puedo estar así siempre, no es sostenible. Tienes que nutrirte; recibir para poder seguir dando. Así que busco un equilibrio y tener tiempo para todo, para poder alimentarme bien de experiencias antes de seguir compartiendo. Tienes que hacer las cosas que te hacen feliz y conocerte lo suciente como para saber cuáles son. Pueden ser pequeños rituales o simplemente cómo te despiertas por las mañanas. A mí me gusta cuidar de mis plantas, hacerle el desayuno a la persona que amo. Escuchar música me alimenta mucho. Sentarme en una silla en la calle o mirar al cielo sin más. Esas cosas me hacen muy feliz, me llenan por dentro».
Aunque quizá la parte más curiosa de la entrevista se produce cuando le preguntan si volverá al cine después del experimento de ‘Dolor y Gloria‘ y ella dice que no tiene tiempo. Pero luego corrige, entre risas: «pero si Sofia Coppola me llama… todo esto que te he dicho lo retiro». Lo cual tampoco es un descubrimiento si recordamos que el vídeo de ‘Candy’ estaba abiertamente inspirado en ‘Lost In Traslation’.
Arctic Monkeys han sido número 1 con todos sus discos en Reino Unido. Hasta ahora. A menos que la banda se curre una promo o una estrategia en semanas venideras o unos descuentos a principios de 2023, ’The Car’ pasará a la historia como su primer top 2.
Con 7 platinos para su debut, 4 platinos para su 2º disco ‘Favourite Worst Nightmare’ y 5 platinos para ‘AM’ en su país, Arctic Monkeys tenían razones para pensar que ‘The Car’ podría repetir el número 1 que habían conseguido en las islas todos sus discos anteriores, en la semana de salida. Pero no sucederá debido a la buena salud de la popularidad de Taylor Swift.
Taylor, que ha sido número 1 en Reino Unido con todos sus discos desde ‘Red’ (2012) y llegó a ser 5 veces platino con ‘1989’, repetirá con ‘Midnights’, entre otras cosas gracias a la multitud de formatos. Ya habíamos comprobado en sus streamings monstruosos, que Swift estaba ganando la batalla del streaming, pero lo cierto es que Taylor está ganando en todos los frentes, como se recoge en los foros de Buzzjack:
1 Taylor Swift – Midnights (140,590) [114,429 physicals, 5,857 downloads, 20,304 streaming]
2 Arctic Monkeys – The Car (104,874) [97,888 physicals, 2,155 downloads, 4,831 streaming]
Aun así, es de rigor reconocer que la batalla está siendo entre titanes. Estas cifras significan que Arctic Monkeys han vendido casi 100.000 unidades físicas durante un solo fin de semana (contando los voluminosos pre-pedidos). Un milagro en 2022. Pero es que ‘Midnights’ ha vendido 114.000, lo que sumado a las descargas y al streaming produce 140.000 puntos para Taylor, demasiado lejos ya de Arctic Monkeys (105.000) suceda lo que suceda durante la semana.
Taylor, además, ocupa el top 3 de singles al completo en las midweeks con ‘Anti-Hero’, ‘Lavender Haze’ y ‘Snow on the Beach’ con Lana del Rey, en ese orden. Arctic Monkeys pelean por colocar ‘I Ain’t Quite Where I Think I Am’, ‘Sculptures of Anything Goes’ y ‘There’d Better Be a Mirrorball’ en los tops 16, 17 y 20, aunque lo más probable es que bajen a lo largo de la semana.
¿Podrá en España Taylor Swift con Bad Bunny, número 1 durante 23 semanas con ‘Un verano sin ti’?
‘Un verano sin ti’ de Bad Bunny continúa siendo el número 1 en España por 23ª semana. Ya es cuádruple platino. Otro álbum que el portorriqueño deja en el número 2 en nuestro país tras los últimos de Amaia, Mónica Naranjo, Madonna y Feid, entre otros, es ‘Sempiterno’ de Cepeda. El joven cantante, en plena polémica contra Telecinco, sí fue número 1 con sus anteriores entregas, ‘Principios’ (2018) y ‘Con los pies en el suelo’ (2020). Cepeda al menos lidera lo más vendido en vinilos un puesto por encima de Red Hot Chili Peppers (!).
Efectivamente, la segunda entrada más fuerte se produce en el puesto 7 con Red Hot Chili Peppers, ‘Return of the Dream Canteen’, un disco que ha quedado en posiciones más modestas que su predecesor este mismo año, ‘Unlimited Love’. La tercera entrada es Hugo Cobo, que queda a las puertas del top 10, al ser número 11 con ‘Un tú constante’.
Es muy llamativa la entrada al puesto 21 de ‘El ejército de un hombre solo’ del rapero Israel B con Lowlight, editada por el mismo sello Lowlight Music. Una autoedición desde la vanguardia de nuestro país que ha llegado hasta ahí gracias al streaming.
Queda un puesto por encima de ‘A Very Backstreet Christmas’, el disco navideño de Backstreet Boys editado un poco antes de tiempo. En España es número 22. De momento ha obtenido datos nefastos a nivel internacional, pero suponemos que subirá en semanas venideras.
Si The 1975 son número 1 en Reino Unido, como siempre, con su disco ‘Being Funny In a Foreign Land’, en España siguen teniendo que conformarse con una posición modesta: el número 30. Por otro lado, la separación de Second no ha aupado mucho el interés en ellos y ‘Flores imposibles’ queda solo en el puesto 39. Al menos en vinilos sí alcanzan al puesto 12.
Hablando de vinilos, Airbag llegan al puesto 67 con ‘Siempre tropical’ gracias al buen curso de la venta de LP’s, que les sitúa hasta en el top 10 en esa otra tabla (la de vinilos).
El rapero Lil Baby, número 1 en Estados Unidos con ‘It’s Only Me’, llega al puesto 56 en España; y también es una sorpresa encontrar a Tove Lo en el puesto 59 en España con ‘Dirt Femme’ (nuestro último “Disco de la Semana”), pese a la ausencia de sello o promoción en nuestro país.
La lista de entradas se completa con ‘The Gang’s All Here’ del jevi de Skid Row en el puesto 57, ‘Imaginaciones’ de los rockeros Whisky Caravan en el 61 y más guitarras eléctricas: ‘Pawns & Kings’ de Alter Bridge en el 76.
En un concierto reciente, Carly Rae Jepsen recordaba al público la fecha de lanzamiento de su nuevo disco, ‘The Loneliest Time‘: «Sale el 21 de octubre, debería ser fácil de recordar ya que Taylor Swift saca disco el mismo día». Con una sonrisa de complicidad en la cara, Carly evidenciaba que no vive en la luna y que no se considera a sí misma una competidora real de Taylor en las listas de éxitos. Nadie lo es, excepto la propia Taylor. Sin embargo, se da una ironía: tanto ‘Midnights’ como ‘The Loneliest Time’ pueden considerarse discos menores en las carreras de sus respectivas autoras.
Hay diferencias, claro: ‘Midnights’ es un disco conceptual que sigue un sonido particular a lo largo de sus 13 (o 20) pistas. ‘The Loneliest Time’ no posee esa visión, es un cajón de sastre de diversos estilos e influencias. La canadiense prueba cosas nuevas, pero también mira al pasado, y da con una obra que se conforma con ocupar un espacio medio, que no hará demasiado ruido, que no le hará ganar demasiados fans nuevos, pero que funciona por lo que es.
Es indicativo del contenido de ‘The Loneliest Time’ que ‘Western Wind‘, el primer single del disco, no puede tener menos que ver con el resto del largo. Si su sonido chill-pop hacía presagiar un disco de canciones en el estilo de ‘Solar Power‘ de Lorde, nada más lejos de la realidad: apenas la tierna ‘Far Away’, otra de las pistas destacadas, se le parece.
Son dos canciones dignas. Especialmente ‘Western Wind’ es un «grower» (sí, me desdigo de mi observación inicial) en su dedicación a un nuevo amor que refresca tanto como la llegada de la primavera. Pero también es verdad que suena mucho mejor en el contexto de un disco que parece empezar directamente por la pista 6 o 7: ‘Surrender My Heart’, con sus graciosas menciones a la terapia, recupera a la Carly ochentera, pero la canadiense ha solido abrir sus discos con composiciones mucho más potentes. La funky ‘Joshua Tree’ es mona pero, junto a la synth-popera ‘Talking to Yourself’, suenan a fotocopias de Carly, a algo que ella ya ha hecho otras veces y mejor.
Curiosamente, es cuando Carly abre nuevos caminos que convence más. No lo hace en absoluto en el single ‘Beach House‘, una canción cómica que oposita a la peor de su carrera. Pero la Carly «chill» deja tan buenos momentos como ‘Bends’ que, dedicada a un familiar fallecido, cautiva con su sonido glitch-pop. En el tramo final de ‘The Loneliest Time’ también destaca ‘Bad Thing Twice’: toca volver a mencionar a Fleetwood Mac como influencia. Vamos a tener que empezar a tomar chupitos. Pero ese sonido soft-rock nostálgico, a Carly le sienta bien.
La falta de dirección de ‘The Loneliest Time’ refleja que Carly no ha querido profundizar en sus nuevas ideas y ha preferido ir sobre seguro. Así, por supuesto, la pista titular es una de las mejores, porque su sonido disco es efectivo y la participación de Rufus Wainwright, un pequeño regalo. La voz de la canadiense, tan similar a la de Kylie, sigue sonando ideal en producciones finitas como ‘So Nice’, pero cuando los bonus tracks de tu disco destacan por encima de cortes que han pasado la criba, la confusión prevalece. Ahí está ‘Anxious’: ¿por qué ha quedado fuera?
Izaro es una de las artistas con las que no ha podido la pandemia. Al ser tan accidentada la promoción de su tercer disco, la joven ha aprovechado para revisitar temas pasados en una edición deluxe de ‘Limones en invierno’ que ha llamado ‘Limones de oro’. Hay aparecen artistas de España (Zahara, Rozalén, Amaral), Cuba (Daymé Arocena), Brasil (Duda in the sky), México (Alex Ferreira, Bratty, Silver Rose)… Conviven temas recientes como ‘Invierno a la vista’ con Xoel López, con otros de sus inicios, como ‘Argia’ con Amaral. Hablamos con Izaro en una terraza de Madrid -en los días en que aún no llovía- y resulta ser una conversadora inquieta que no habla sólo sobre sí misma y sus más y sus menos con la fama -sobre todo los menos, que inspirarán su próximo disco-, el cambio climático, el futuro del mundo, nuestra capacidad de mejora como sociedad, etcétera.
Pero además, la artista está enfrascada en una gira con decenas de fechas como parte de su selección en Girando por Salas y como parte del ciclo San Miguel On Air. Estos son algunos de los conciertos que aún aguardan, tras haber visitado en semanas recientes varias provincias españolas:
10 de noviembre: OVIEDO (San Miguel), Sala Gong
11 de noviembre: PONFERRADA (Girando por Salas), Sala La Vaca
12 de noviembre: ZAMORA (Girando por Salas), Selvatika
17 de noviembre: CÓRDOBA (Girando por Salas), Long Rock
18 de noviembre: JAÉN (Girando por Salas), Sala La Mecánica
19 de noviembre: GRANADA (Girando por Salas), Industrial Copera
25 de noviembre: BADAJOZ (Girando por Salas), Teatro Cultura Off
26 de noviembre: CÁCERES (Girando por Salas), Boogaloo Café
8 de diciembre: VALENCIA (San Miguel), 16 Toneladas
9 de diciembre: BARCELONA (San Miguel), Sala Bóveda
7 de enero: GASTEIZ, Principal Antzokia
27 de enero: MADRID, Teatro Circo Price
Tengo unos calcetines tuyos, que me mandasteis de promoción. Me los he puesto y me dieron a conocer tu música. He leído lo que has ido contando sobre lo que significan los limones para ti, cuánto te sorprendió que no sea una fruta veraniega… ¿Pero por qué esa forma de promoción?
Te llegarían unos calcetines y un limón. En el primer disco, ‘Om’, el primer single era ‘KoiLarak’, que significa «cucharas», y hablaba sobre cómo sería mi vida si yo fuera una casa. Y ahí digo que antes de construir la casa, planté un limonero. Ahí planté una semilla. El segundo disco no hablaba de los limones, pero el tercero es ‘Limones en invierno’. Me di cuenta de que yo me parecía mucho a un limón, es una fruta muy llamativa, y al probarla es como «¡¡aaargh!!», pero quieres volver a probarla. Se parece a mí. No sé por qué me siento identificada. El primer single de ese tercer disco era ‘Invierno a la vista’ con Xoel López y para mí era pasar de estar con el corazón roto y tener miedo al invierno a estar curada del corazón. Me apetecía el invierno, la reconciliación con el hogar. Mantita, calor, casa, hogar. Bienvenido al universo de los limones.
El limón está mucho en nuestro folclore, pero también en ‘Lemonade’ de Beyoncé, que no sé si es tu mundo.
Es mi mundo. También Julieta Venegas sacó ‘Limón y Sal’ cuando era adolescente, tenía 13 o 14 años. Hasta esa época, mi cerebro estaba más en cosas para aprender a escribir. Mis padres ponían mucho ‘Ofrenda’ de Pedro Guerra. Fue inspirador proyectar imágenes con letras. El de Julieta fue de los primeros discos que me influyó más bien en pensar cómo cantar.
Es difícil dilucidar influencias escuchando tu música. Me han venido a la cabeza Ella Baila Sola en ‘Eider’ con Silver Rose. No sé si están entre tus reivindicaciones.
Sí, cuando era como adolescente escuché 3 canciones suyas en bucle: ‘Lo echamos a suertes’, ‘Amores de barra’… Tenemos una intelectualidad frágil, que es como cuando se dice «masculinidad frágil». Parece que si tienes un guilty pleasure, si escuchas algo que no está intelectualmente aprobado, eso te baja de tu estatus. Nunca me he sentido cómoda con eso. Si me gusta una canción, me gusta. Esa culpa de escuchar algo que pueda ofender tu intelectualidad… me parece contraproductivo.
Tu último disco es un viaje a través de varias cosas. A veces no es nada Ella Baila Sola realmente… ¿Qué te representa más ahora mismo?
‘Delirios’ con Zahara. Rozando la psicodelia pero no del todo. Ha sido muy importante hacerla con Zahara porque ella ha compartido mucho sobre que te hagan sentir una histérica y una loca. Quería reivindicar ser una mujer fuerte. Cantar con ella es catárquico y empoderador.
Zahara ha denunciado en ‘PUTA’ y ‘REPUTA’ el acoso, el abuso sexual, el machismo, el patriarcado… pero tú la descubriste con ‘El Deshielo’. ¿Cómo has visto su evolución desde que la entendíamos como una cantautora? ¿Te ves realizando una evolución hacia la electrónica, por ejemplo?
Para mí es un referente muy importante. Sobre todo desde que la teloneé en el DabaDaba. Yo tocaba sola, no había grabado ni el primer disco. La vi y vi una mujer libre. Y es muy dífícil ser libre siendo una mujer. Yo pensé: «quiero ser eso, quiero ser libre». Desde entonces he querido trabajar para subirme a un escenario y ser una mujer libre. Hacer del escenario un espacio libre. Zahara además hace un márketing increíble, un packaging increíble, sus letras las puedo ver. Me gustan las canciones que puedo ver. Siempre ha enseñado cosas íntimas, pero ha ido puliendo el diamante, de fuera para adentro, en lugar de al revés. Y así ha llegado a ‘PUTA’, ha llegado al corazón del diamante. Es interesante verla cavar, sin miedo a lo que pueda explotar.
«Es interesante ver a Zahara cavar, sin miedo a lo que pueda explotar»
¿Qué tipo de cantautora te ves? ¿Tipo Calamaro, Christina Rosenvinge, Adele, Ed Sheeran, de desangrarse? ¿O de los pudorosos que no quieren contar demasiado?
Yo me veo en el lado no pudoroso. Autor autobiográfico. Si escucho el CD de Zahara, siento que la conozco un poco más. Es lo que me gusta de Adele. Cada disco es un trocito de mí. Autobiografía total. Las canciones son reflejos de un momento exacto, como escupitajitos. Y el disco es un vómito entero (risas) Me mola reflejarlo así.
¿Cómo va a ser tu próxima música, entonces?
Llevo un tiempo escribiendo canciones. Este año ha sido complicado. He ido puliendo el diamante. Ya no hablo de limones. Son canciones diferentes. No estoy componiendo con guitarra sino con piano. Vamos a parar de tocar tras el fin de gira en el Circo Price de Madrid.
«Ponemos flores a Amy Winehouse en una calle, pero la hemos matado nosotros»
¿Por qué dices que ha sido un año complicado? ¿Por lo profesional, para los músicos, o en lo personal?
Me he dado cuenta de las cosas que he ido pasando. En relación a la fama, a la exposición. Empecé a estar expuesta en 2016, era algo muy lejano a mí. He ido dejando todas esas cosas a un lado siendo una chica joven, he pasado de las cosas que dicen. Ahora que estoy más pausada, estoy haciendo un lavado de todo esto. Cura, cura y cura… me apetece mogollón grabar lo que tengo.
El tema de la exposición me interesa mucho desde antes de las redes sociales. Cómo se han llevado a Kurt Cobain, a Cranberries, ¿cuál es tu visión?
A Amy Winehouse… Si no fuera en las redes, sería otra cosa. Las redes lo facilitan pero la generación de los 27, que la gente se iba suicidando, ya estaba ahí. Yo en terapia también lo he trabajado. Como sociedad tenemos que hacer una autocrítica sobre cómo tratamos a la gente expuesta. Cuando Billie Eilish sale y dice que no conoce a nadie que sea famoso y sea feliz, cuando Justin Bieber está todo jodido… Hillary Duff es la única que ha sobrevivido de las niñas Disney… Ponemos flores a Amy Winehouse en una calle, pero la hemos matado nosotros. Necesitamos una autocrítica. Nos convertimos en algo malo, en algo hostil. Nosotros hemos hecho que esa gente se sienta así.
No tenemos mucha pinta de ir en la dirección correcta. Y es un tema complicado, porque también está la cultura de la cancelación. Nadie sabe muy bien qué hacer con Arcade Fire… Hay un debate.
El debate es importante. Ahora está muy polarizado todo. Sí o no. Blanco o negro. La masa gris es la que tenemos que amasar. Es normal tener dudas, es importante llegar a un punto. Hay que seguir pensando. Me martirizo mucho con eso. Aprendo a hacerlo lo mejor que puedo. Es verdad que es difícil. Hay artistas que sí que he dejado de escuchar por cosas que han pasado, no lo puedo evitar. Me pesa más el dolor.
Pero entonces estamos condenando a una persona expuesta, que a lo mejor tampoco es la peor que hay.
Estamos haciendo un documental desde que llenamos el Velódromo de Anoeta en Donosti, he sido la primera mujer en llenarlo siendo vasca. Pero empecé a ir a terapia y quise sacar esa ira en el docu, que empezó a ser otra cosa. Luego me di cuenta de que había cruzado lo público y lo privado, me confundí totalmente y pensé que si no le contaba algo al público estaba manteniendo algo como secreto. Podía hablar con amigos o con mi terapeuta, pero si no se lo contaba al público, sentía que tenía un tabú. Mi terapeuta me dijo que no, que yo tenía sentido fuera del foco, que si quería contar algo al público «OC». Es verdad que yo empecé sacando todo fuera, recibes cosas, te hieres mucho… Ahora estoy en modo «me quiero cuidar». Al final el docu acabó siendo otra cosa. Va de reivindicar la ternura, de quererse, de ser líder desde la ternura, desde la feminidad… Sale a fin de año.
«Nos extinguiremos en 200 años. En 200 años no nos da tiempo a ser decentes»
Tengo aquí una cita tuya brutal de una entrevista: «la humanidad se extinguirá antes de que consiga ser una especie realmente decente».
A mí me ha aliviado este pensamiento. Lo he hablado mucho con mi padre. Me he sentido muy culpable de ser parte de una sociedad tan mala. Romper el mundo como tierra. Mi padre me dijo «relaja, nosotros nos extinguiremos, pero el mundo seguirá girando, habrá otro tipo de animales, otro tipo de vida, no vamos a romper el mundo, vamos a romper el mundo para nosotros, será inhabitable sólo para nosotros». Y eso me alivió, por lo menos no vamos a mandarlo todo al garete. No creo que se acabe todo, pero nosotros nos extinguiremos en unos 200 años.
Tenía entendido que quedaban miles de millones de años.
200 años. En 200 años no nos da tiempo a ser decentes. A algunos sí, pero al conjunto no.
Espero que la ciencia avance lo suficiente, con cosas que no nos imaginamos. Hace 50 años internet era impensable, ha sido una revolución importante, y creo que habrá más. Si no, me voy a ir de aquí con un disgusto.
Hay varios ecologistas, zoólogos y biólogos que dicen que el daño es tan irreparable, que ya no nos da tiempo.
Bueno, también es verdad que hay gobiernos que niegan el cambio climático.
Exactamente.
Volviendo al disco, me ha sorprendido ver que ‘Argia’ no es de las canciones mejor valoradas.
Es una canción súper infravalorada. Es de mis favoritas. Le dije a Amaral que para mí era súper importante. Se llama además «Luz» en euskera. Que Amaral sí le vea ese brillo es como «¡menos mal!».
Tuve la suerte de veros cantarla juntas en los Premios MIN. Pero en directo no sueles llevar todas esas colaboraciones, ¿no?
El 27 de enero, en el fin de gira, a ver si podemos traer a toda la gente posible de aquí.
Te veo muy inquieta en lo sociopolítico. ¿Hay alguna canción vieja que ya no te represente?
Creo que no. Sí que es verdad que estoy haciendo un tratado de paz conmigo misma. Intento no juzgar mi pasado porque esas cosas me han traído aquí. Es verdad que ‘Errefuxiatuena’, que va de la gente que huye de las guerras, sobre refugiados… me hubiera gustado escribirla desde otro lado. Todos hemos sido refugiados en un momento u otro, y nuestra política de acoger refugiados es asesina. En la canción digo: «déjales que cuenten», porque yo ahora no soy una refugiada. Desde el privilegio asumes que tienes que dar una voz, y ahora no lo haría así. Sería cómo «cállate». Me callaría. Igual tiene que hablar otra persona. Igual que hay muchas canciones de hombres, sobre mujeres, en las que hablan de dejar a la mujer por ejemplo bailar. En vez de eso, habla tú de deconstruirte como hombre. En esa canción digo «déjales que vengan». Igual lo que yo tenía que hacer es deconstruirme como blanca, que es lo que he hecho en el siguiente disco. Pero bueno. Realmente es importante decir que estamos en contra de la guerra. Tenemos que aceptar el pasado, soy muy dura conmigo misma.
¿Por qué dices que nuestra política de refugiados es asesina?
Por Andalucía, por nuestras fronteras con otros continentes, los dejamos morir en el mar.
Pero en España hay refugiados. Tengo amigos profesores y hay muchos niños sirios en las aulas, por ejemplo.
Menos de los que debería haber. Todo lo que tenemos con el continente africano….
Mucha gente pensará que por cantar en euskera tu música es de una manera. Pero en ‘Limones de oro’ hay canciones latinas, que llevan a Brasil, de rock, no rock vasco, sino rock de estadio… Háblame del momento latino de ‘La felicidad’. ¿Qué has aprendido de lo que es la felicidad, desde que la hiciste?
La felicidad, ¿eh? Qué cosa. Lo más cercano que siento es que es un estilo de vida, y que en ese estilo de vida puedes estar alegre o triste por momentos. Puedes tener temporadas de bajona pero que en tu ser haya ganas de apegarte a la vida. El conocimiento de uno mismo, una estabilidad… es estar bastante cerca de la felicidad.
No me gusta preguntar por la pandemia, porque está muy sobado, pero veo a la gente muy tocada, creo que estamos peor de lo que pensamos.
Sí, hay mucha gente que nunca se había parado a pensar, hasta que se paró. Ves que tienes 60 años y no sabes si te gusta tu casa o con quién vives. Mucha gente se ha visto obligada a pensar y depurar muchos años. Va a traer mucha cola. Hay gente que le vendrá el año que viene.
Aun así, ‘La felicidad’ es una canción alegre. ¿Este sonido latino te representará para el futuro o lo ves como algo aislado?
Más para algún tema suelto. Soy muy bailonga. Con Daymé Arocena he aprendido un montón de la rumba habanera. Es maravillosa ella, al Velódromo pudimos traer 4 músicos cubanos, porque nosotros no podemos tocar eso. Hacer otro tipo de sonidos, ese sabor que dicen ellos, ha sido una gozada. Me gustaría no romperlo.
«Yo no lloro y he llorado mucho con ‘Motomami'»
¿Entonces harás un disco de nuevo variado?
Lo veo más aparte. Igual luego me sorprendo. Pero el disco que viene es otra cosa. El primero ‘Om’ era una terapia de amor de Izaro persona. Luego escribí un disco de amor a la ciudad de Donosti. «Limones» lo hice en años felices. Luego hice el Deluxe porque la pandemia se lo comió. Ahora vuelvo un poco al primero pero como Izaro artista. Mi propio «Motomami». ‘Motomami’ me ha tocado mucha fibra, a nivel producción, lo que cuenta, la hostilidad que ha vivido, de dónde lo cuenta. Cuando dice «Mi ambición, delirio de grandeza». El «hate». Intentar bajarla. Somos una sociedad que anima a la gente a que consiga cosas y cuando lo consigue, ya no nos gusta. Me compré el vinilo, lo abres y está con ramas, la cabeza de cierva, con zuecos, pintada… Yo también me identificaba con un animal en la terapia. La foto de portada la entendí cuando escuché el disco. Yo no lloro y lloré mucho con ‘Motomami’. Yo no puedo escucharlo como música de fondo.
O sea que un animal va a ser la imaginería de tu próximo disco.
Una parte.
¿Por qué lo has pasado tan mal respecto a la fama? ¿Es como cuando Amaia dice que no soporta ver artículos sobre si se depila las axilas o no?
Es más un «hate» político concreto. Algo que no me siento muy cómoda compartiendo. Creo que Rosalía ha tenido el suyo propio que no es como si eres fea o no, si tienes pelos o no. Es algo más sistemático. Estoy curando muchos traumitas de uno en uno, como la Rosi.
Violinista desde pequeña como ya era visible en la mencionada actuación, Sudan Archives se ha consolidado con un segundo álbum llamado ‘Natural Brown Prom Queen’ que será estos días nuestro “Disco de la Semana”.
Mi debilidad en este álbum son temas que remiten a la era trip hop como ‘Freakalizer’ o ‘Milk Me’ (con ese irresistible “I want you to fuck me, I want you to love me”), hacia el final de la secuencia, pero no cabe duda de que hay canciones más históricas aquí. Como ‘Home Maker’, cuyo vídeo ha sido rodado en una tienda de muebles, o el que está siendo el gran himno del álbum, ‘Selfish Soul’. Es nuestra “Canción del Día” para este lunes.
Sudan Archives comienza esta canción preguntándose qué hacer con su pelo, si cortarlo o dejarlo crecer, y ya sabéis -al menos desde ‘Don’t Touch My Hair’ de Solange– de las connotaciones racistas que esto puede tener. También feministas, cuando la artista se compara con “las chicas de las revistas” en la misma estrofa de partida. El vídeo, con Sudan Archives rodeada de chicas en el barro, sigue esa línea mientras la letra insiste en que “no quiere peleas ni miedos”, ni decepciones de un “tío que conoció la otra noche, llamado Jimmy Mac”.
Un tema rítmico, de producción abrasiva, que podríamos conectar con gente como Beyoncé, M.I.A., Santigold o, el año pasado, el espléndido trabajo de Genesis Owusu, y que ella misma presentaba así: «Creo que hay una estandarización en América de lo que es un pelo bonito. Y quería mostrar en este vídeo que esa no es toda la belleza que hay, quería mostrar diferentes tipos de pelo, de mujeres y de estilos. Me inspiré en ‘I Am Not My Hair’ de India.Arie, una de las primeras canciones que escuché sobre este tema. Habla sobre extensiones y ondas y pelo natural y sobre que ella no es su pelo, sobre que no se conformará con las comparaciones que saldrán si tienes extensiones o Afro. Eso no la representa».
Durante las próximas semanas podréis ver en directo gracias a las giras de Artistas en Ruta del AIE a Chaqueta de Chandal, Ana Curra, el interesantísimo dúo de electrónica B1NO o la gran revelación Verde Prato, girar por todo el país. Las fechas repartidas por toda la geografía del país, están disponibles en la web oficial. Además, hay muchos artistas más.
Pero además, se acaba de desvelar la lista de nuevos elegidos para el próximo tour de AIE. Y hay nombres tan queridos por todos como Biznaga, Jimena Amarillo, Rocío Saiz, Suu, Vermú o Honnine, entre muchos otros. Del trap catalán de 31 FAM al folk electrónico euskera de Neomak.
Esta primera gira del AIE ya en 2023 (os recordamos que en 2022 aún quedan decenas de conciertos) será la XXVIII edición de este programa de la Sociedad de Artistas, Intérpretes y Ejecutantes (AIE). El programa fue creado en 1995, con los principales objetivos de ayudar a grupos emergentes y/o independientes a dar a conocer su propuesta allende su ámbito territorial, por un lado, y por otro, facilitar a las salas de pequeño y mediano aforo el mantenimiento de una programación estable y de calidad.
Cada edición se divide en dos ciclos, el primero: va de enero a junio y el segundo, de septiembre a diciembre. Los grupos son seleccionados por un Comité formado por periodistas, programadores de salas y gestores culturales de todo el país. En total, son 16 los grupos y solistas que cuentan con cada edición con cuatro conciertos apoyados económicamente por AIE. Bajo estas líneas, los nuevos afortunados.
31 FAM, trap /urbana – Cataluña
Airu, indie pop – Euskadi
Biznaga, rock – Madrid
Carmen Xía, rapera coplera – Madrid
Hoonine, electrónica/ R&B – Murcia
Jimena Amarillo, urbana – Com. Valenciana
Kulto kultibo, rap/ reggae – Euskadi
La Sra Tomasa, Latin /electro-fusión – Cataluña
Lady Banana, rock – Aragón
Maria Jaume, pop mediterráneo – Baleares
Neomak, folk electronico – Euskadi
Rocio Saiz, pop – Madrid
Said Muti, rock de autor – Canarias
Suu, pop indie – Cataluña
Valentín Caamaño, jazz/ hard bop – Galicia
Vermú, neoFolk – Castilla-La Mancha
Louis Tomlinson saca su disco ‘Faith in the Future’ el 11 de noviembre, en 2023 lo presentará en España, acaba de lanzar el single ‘Out of My System’ y a alguien de su equipo de management se le ha ocurrido que sería buena idea llevarlo a La Resistencia. ¿Mejor que El Hormiguero?
Entre repetidos «perfect», «cool» y «alright», durante 20 minutos Louis Tomlinson finge tener una mínima idea de lo que está sucediendo a su alrededor, pero es evidente que no está en absoluto sintonizado con el humor de Broncano y del programa, como es natural, aunque va riendo alguna gracia que otra.
El artista explica su afición al fútbol, muestra su sorpresa por que Broncano haya estado en Doncaster, de donde es el músico, y reconoce que no habría hecho cola para ver el ferétro de la Reina. Pero, sobre todo, se mete al público en el bolsillo cuando asegura que, de ser Primer Ministro de Reino Unido, su primera decisión sería legalizar la marihuana.
El momento más surrealista de la entrevista sucede cuando Broncano cuenta a Tomlinson que una espectadora le trajo una botella con leche de su propia teta, y que él se la bebió, tras lo cual nos imaginamos a Tomlinson directamente flipando y preguntándose dónde demonios se ha metido. Casi debió sentir alivio cuando salió del programa y fue recibido por una avalancha de fans histéricas: por fin un amago de normalidad.
Un cuartucho atestado, sin ventanas, iluminado con flexos parpadeantes, con mobiliario viejo, aparatos electrónicos ruidosos, olor a comida recalentada… Si durante la revolución industrial la fábrica era el símbolo de la explotación proletaria, de la alienación de los trabajadores, el infierno en la Tierra, en el mundo contemporáneo es la oficina.
La idea de pasar la mayor parte de tu vida encadenado a un escritorio en un edificio deprimente, aplastado por el peso de la carga de trabajo y la responsabilidad, roto de estrés, ansiedad y desesperación (algo de lo que sabe mucho la propia Fever Ray), es un generador de pesadillas más potente que cualquier miedo atávico.
Este temor ha sido explotado en multitud de ficciones: de clásicos como ‘El empleo’ (1961) o ‘El apartamento’ (1960), a las más recientes ‘El club de la lucha’ (1999), ‘Separación’ (2022) o la novela ‘La hermosa burócrata’ (2018). ‘What They Call Us‘ juega también con esta idea. Filmado en formato cuadrado para acentuar la sensación de agobio y claustrofobia, el videoclip presenta una oficina de pesadilla donde trabaja una desmejorada Fever Ray.
Como si fuera un cuento de terror o un delirio kafkiano, la empleada –no por casualidad caracterizada como una muerta viviente de traje y corbata- lleva sus papeles por un pasillo convertido en pasadizo, en mazmorra iluminada por antorchas. A partir de ese momento las metáforas visuales se suceden: los folios cayendo como las hojas de los árboles, la luz de la fotocopiadora destellando como las luces de una discoteca, la desangelada fiesta de despedida convertida en un fiestón épico… Fugas de conciencia, visiones de una realidad anhelada, sueños de libertad de alguien que se siente atrapado en un lugar donde no quiere estar.
Bono de U2 está a punto de publicar sus memorias, ‘Surrender: 40 Songs, One Story’. Estos días, The Guardian ha compartido un avance del texto en el que el músico irlandés vuelve a hablar sobre la debacle de ‘Songs of Innocence‘, el decimotercer álbum de U2.
Gracias a un acuerdo entre U2 y Apple, el día 9 de septiembre de 2014, durante una conferencia de Apple, el disco de U2 se publicó de manera gratuita en las librerías de todos los usuarios de iTunes. Sin embargo, lejos de acogerlo con los brazos abiertos, el público rechazó la idea al considerarla una invasión a su biblioteca musical. U2 aprendieron, en ese día, que no todo el mundo es fan de U2 y, sobre todo, que la biblioteca musical de cada persona es intocable.
En el libro, Bono asume «responsabilidad plena» por la decisión y explica sus motivos. Él quería «asegurarse de que a los músicos les pagan» y creía que iTunes podría funcionar a la manera de una plataforma como Netflix, que «compra la película y la distribuye gratis a sus suscriptores». Además, Bono creía que sería «hermoso regalar música a la gente». A Tim Cook le pareció una idea cuestionable pero la llevó adelante gracias a la persuasión de Bono.
El «backlash» fue inmediato y, a la semana siguiente, Apple dio la opción a los usuarios de eliminar el disco de sus bibliotecas. Bono creía estar ante otra obra maestra de U2 y consideró que la gente estaría encantada de escucharla. «Pensé que si poníamos la música al alcance de la gente, la gente se animaría a escucharla», cuenta en el libro.
Ya en su momento, Bono se disculpó por lo ocurrido, y confesó que le pudieron el ego, el espíritu competitivo y el miedo de que las nuevas canciones de U2 pasaran desapercibidas.
Este mes de octubre, en concreto el día 21, se han cumplido 30 años desde el lanzamiento de ‘SEX’, el controvertido libro erótico que Madonna lanzó conjuntamente a su quinto álbum de estudio, ‘Erotica‘, en 1992. Madonna no ha dejado pasar la oportunidad de comentar la efeméride en sus redes sociales y ha querido subrayar la influencia que el libro ha ejercido en la liberación sexual de la mujer en el mundo del pop. Para ello ha nombrado explícitamente a tres personas.
«Hace 30 años publiqué un libro llamado ‘SEX’ con fotos de mí desnuda y otras de hombres besando a hombres, de mujeres besando a mujeres y de mí besando a todo el mundo», empieza el texto publicado por Madonna en sus stories. «También escribí sobre mis fantasías sexuales y compartí mi punto de vista sobre la sexualidad de manera irónica. Me pasé los siguientes años hablando con periodistas cerrados de mente que intentaban avergonzarme por empoderarme a mí misma como mujer. Me dijeron que era una puta, una bruja, una hereje y el diablo. Ahora, Cardi B puede cantar sobre su «WAP», Kim Kardashian puede aparecer en cualquier portada enseñando el culo, y Miley Cyrus puede (balancearse desnuda) en su bola de demolición».
Madonna apostilla su texto con la frase «de nada, perras» y el emoji de un payaso, y este ha sido el detalle que no ha gustado a Cardi B, quien ha entendido que Madonna le hacía de menos, y no al contrario. «He homenajeado a esta mujer tantas veces porque crecí escuchándola», ha escrito. «Ella puede hacer una observación sin usar emojis de payaso ni hablar de mala manera». La autora de ‘Invasion of Privacy‘ ha ido más allá al observar que «estos iconos del pop se convierten en decepciones una vez triunfas en la industria».
A propósito de este (supuesto) malentendido, Madonna y Cardi B han terminado hablando en privado y reconciliándose. Cardi ha dicho que «ha sido hermoso» hablar con ella, y Madonna ha expresado que «amo a Cardi B y siempre lo haré».
El mensaje de Madonna es especialmente polémico porque ella, Cardi B y Kim Kardashian han coincidido en el pasado, aparte de en una grabación de Quavo, ‘Champagne Rosé‘. De hecho, existe una icónica foto de las tres juntas. Entonces, Cardi ya mencionaba la influencia que Madonna había tenido en su vida. Por suerte, parece que el «drama» no irá a más.
Las posibilidades de la electrónica aplicadas a estilos tan diversos como el flamenco o el trap tienen en Bronquio uno de los mayores exponentes de nuestro país. El artista ya tiene un lugar guardado entre lo mejor de 2022 gracias a su disco conjunto con Rocío Márquez, ‘Tercer cielo‘. Pero no hay que perder de vista ‘Sea lo que sea’, el álbum que ha entregado con 41VIL: ‘Fui a comprar a la cárcel‘ debería formar parte de la historia de nuestro país. Bronquio es el nuevo invitado de nuestra sección comisariada por Jägermusic, Meister of the Week, en la que cada artista habla de un tema favorito más o menos ajeno a su obra. El suyo es Lars Von Trier.
Bronquio y Rocío Márquez continúan presentando ‘Tercer cielo’ por toda la geografía española: el 13 de noviembre están en Cádiz, el 17 de noviembre en Valencia, el 19 de noviembre en Gijón y el 24 de noviembre en la Monkey Week de Sevilla.
¿Por qué te gusta tanto Lars Von Trier?
Pienso que cuenta relatos sobre los extremos a los que llega el ser humano desde una verdad que estremece.
Para mucha gente que en torno al año 2000 tenía 20 años, ‘Rompiendo las olas’, ‘Los idiotas’, ‘Bailar en la oscuridad’… fueron una revolución. El descubrimiento de lo que era Dogma. ¿Qué recuerdo guardas?
En aquella época yo era un niño y el único contacto que tuve con estas películas fue el lomo de los VHS en la estantería de mi hermano mayor. En mis primeros arranques de curiosidad por el cine recurrí al recuerdo de estos VHS y decidí verlas. Obviamente me impactaron y hasta me produjeron cierto rechazo.
A su vez, sus estrenos han ido siempre acompañados de la coletilla de que era un director sobrevalorado o directamente un timo. ¿Qué película dirías que ha fomentado esa visión o ha sido la más polémica?
Diría que sucedió durante la etapa del Dogma, ya que este movimiento descontextualizado se puede interpretar como una burla al espectador. Algo parecido ocurrió con el minimalismo escénico de ‘Dogville’. Puedo entender que la primera impronta sea esta pero si te nace el interés y se profundiza, la lectura cambia.
‘Dogville’ planteaba un debate ético sobre si tomarte la justicia por tu mano que en su momento se vivió con fervor en los foros de internet o con los grupos de amigos. ¡Había que tomar partido! Todo el mundo hablaba de lo mismo. ¿Tú estuviste ahí también opinando o eras más bien un espectador solitario de Lars Von Trier?
Con ‘Dogville’ tenía 12 años y me acabo de enterar con esta pregunta de que existió tal fervor. Si saliese ahora sería el espectador solitario sin duda. Algo que me gusta de estas películas es que las conclusiones sobre los debates éticos que depositan en nosotros no se pueden deducir de manera tan rotunda.
«En su momento me indignó la indiferencia del amigo con el que había ido a ver ‘Anticristo'»
Recuerdo ver ‘Anticristo’ en el cine con muchísimas ganas de levantarme y mirar qué cara estaba poniendo la gente en ciertas escenas. ¿Te ha pasado algo así? ¿Qué peli o pelis de Lars Von Trier realmente te han removido en la butaca?
Recuerdo perfectamente salir tan consternado de la sala con ‘Anticristo’ que me indignó la indiferencia del amigo con el que había ido a verla. Con ‘La casa de Jack‘ también recuerdo sentir cierta culpabilidad por haber convencido a una amiga de que me acompañara al cine. Bastante gente se salió de la sala. Al final el impacto visual se queda en anécdota y lo que tiene que permanecer en la memoria es el relato.
A la postre creo que ‘Melancolía’ es mi peli favorita. Es muy simbólica y tiene imágenes muy impactantes que espero que no sean premonitorias pero que igual sí lo serán en el fin de los tiempos. ¿Qué opinión te mereció a ti esta película?
También es de mis favoritas. La soledad que transmite Kirsten Dunst durante la escena de la boda y el convite, rodeada de una mediocridad tan bien representada (no creo que la elección del protagonista de una serie como ’24’ para el papel de padre fuese casual) y su descenso a la depresión nos caló a mucha gente. Para mí, Lars Von Trier es el relevo de Ingmar Bergman. Un equivalente en este presente de posverdad y absurdo.
El comienzo con el preludio de Tristán e Isolda conmueve desde el primer segundo y la metáfora onírica del choque de planetas es algo bellísimo, sí.
Björk ha contado cosas horribles de trabajar con Von Trier y de hecho abandonó el cine décadas en parte porque lo vivió como un infierno de experiencia. ¿Qué opinas al respecto? ¿Eres de los que separa artista y obra? ¿A ti Von Trier como persona te cae bien?
Ir dejando cadáveres en una carrera artística es algo injustificable. Trabajo con y para artistas y es algo que hay que tener claro para no hacer de esto un infierno. Por otra parte, esto no quita que seamos conscientes de que el grupo de artífices de la cultura que nos ha hecho ser como somos a nivel individual y como sociedad, para lo bueno y para lo malo, esté lleno de casos así de complejos. Creo que cualquier posicionamiento está lleno de aristas que se contradicen. Es un debate abierto. Lars Von Trier como persona me da igual. Si es cierto que ha hecho daño deliberadamente, la vida se lo estará devolviendo.
«La autoparodia más completa de Von Trier es ‘La Casa de Jack'»
Una de las cosas que sí ha hecho en su cine ha sido autoparodiarse como personaje misógino. Se ve claramente en ‘Nymphomaniac’, no sé qué te pareció aquella jugada.
Me encanta ‘Nymphomaniac’, pero yo diría que la autoparodia más completa la hace en ‘La Casa de Jack’. Cada capítulo de la película es una metáfora a través de la psicopatía sobre la crueldad con la familia, las mujeres, la tercera edad… no se salva nadie. Y ese final con “Hit de road Jack” me parece una jugada brillante que equilibra bien la balanza de su egocentrismo dentro de la película.
¿Has estado también atento a sus últimos pasos, como el regreso de su miniserie? ¿O más bien eres un fan de sus primeros trabajos?
De lo que más he aprendido ha sido de las películas a partir de ‘Dogville’ incluida, pero la filmografía entera es una experiencia que pienso que merece la pena. La panorámica de su trayectoria también es interesante contemplarla. La miniserie no la he visto. ¡Voy a ponérmela!
Si una canción tuya fuera una película de Von Trier, ¿qué canción y película serían?
Vincularía ‘Meri Fly’ con Melancolía. Sé que es venirse muy arriba hacer esta comparación (risas) Por la tragedia y la épica. Y además Meri Fly se llama una de mis mejores amigas con la que comparto la admiración por Lars Von Trier.
En este océano perpetuo de decenas y cientos de novedades musicales, realmente necesitas una canción que destaque por encima de la media para debutar. Mira Paula ha conseguido llamar la atención no con una, ni con dos, sino con tres canciones incluidas en este EP de debut. En este caso, además, no estamos solos: las 3 se aproximan ya a los 100.000 streamings en Spotify.
Paula Ruiz es una joven artista multidisciplinar nacida en Alicante y afincada en Madrid, que además de haber dado sus primeros pasos en la danza y el teatro, toca en la banda de Natalia Lacunza, en Ganges y en un proyecto llamado Violeta. En Mira Paula mandan por encima de todas las influencias francesas. Y lo digo en plural porque a un universo sonoro en el que podríamos hablar del Benjamin Biolay más versátil, hay que sumar todo un universo cinematográfico muy variado. Su gran primer tema se llamó ‘Godard’; la actriz Marion Cotillard es la gran referencia por que apuesta su nota de prensa.
El «name-dropping» puede ser muy pedante, insoportable ya tantas décadas después de ‘Bande à part’ o ‘Vivre sa Vie’, que tantos blogs, música, otras películas han inspirado. En el caso de Mira Paula es más un vehículo para canalizar sus emociones que para dárselas de lista. ‘Godard’ es una canción post-ruptura que se avergüenza de su patetismo («Es todo tan absurdo que me da vergüenza mi estado mental»), conectando con el universo a flor de piel que nos suele presentar La Casa Azul.
Algo que confirma el costumbrismo de ‘Buena gente’, donde parece que va a salir Guille Milkyway en cualquier momento para hacer coros, en concreto en la parte de «me gustaría ser siempre buena gente». Es, en cambio, Ganges, quien se acerca a hacer un dúo en ‘Alice et Moi’: «he pensado un plan para las dos / Palomitas en el Cine Ideal / Y pinchar discos en cualquier bar / Tú y yo Alice et moi». En otra ciudad (da igual cuál), en otro género (más aún), esto podría ser una letra de ‘El sonido efervescente de La Casa Azul‘.
La producción, a cargo de Bearoid, es más francesa, insisto, y también más italo. Esa base musical es la perfecta para que las letras de Mira Paula sean más habladas que cantadas, lo que funciona especialmente en ‘Buena gente’ dada su cotidianidad. «Me siento a veces tonta» es su irresistible estribillo, uno de esos capaces de llevarte a las lágrimas, pero atención también a la segunda estrofa: «Bebo zumo a la mañana, hago cada día en la cama / Me dedico al deporte, me acuesto antes de las 12 / Voy al parque los domingos, cada tarde leo un libro / Hago yoga, nunca fumo, no me drogo, como mucho / He cerrado Tinder, ya no ligo entre semana». Mientras la producción de la canción pelea por levantarse, Paula lucha por autoconvencerse, por recomponerse a su vez.
Hay pocos casos en que el tema más bailable de un disco no resulte inmediatamente el mejor, y eso sucede en este EP con ‘Alice et Moi’, que no obstante viene muy bien situado en el centro de las 5 canciones, antes de que ‘Oh La La’ se cierre con una versión electropop de Édith Piaf y una balada acústica más en la onda de Carla Bruni. Ana Curra ya había castellanizado ‘Rien de rien’, y si aquella fue una rarísima reflexión sobre el fin de la Movida, esta llama la atención por su carácter violento. «Llevo capa y mortero y cuchillos de hierro, ahora en mis ratos libres puedo empezar de cero», proclama Mira Paula haciéndonos pensar en Maria Rodés en su teatralidad. Un EP riquísimo, nunca derrumbado por sus múltiples referencias, que debería augurar un 2023 fantástico para esta artista novel.
Airbag han publicado estos días un nuevo álbum llamado ‘Siempre tropical’, encabezado por una colaboración con Jota, ciertamente muy planetera, llamada ‘Finales alternativos’. Entre títulos tan marca de la casa como ‘Viva John Hughes’ o ‘Secretos chinos’, me ha llamado la atención el tema ‘Una pena lo de Mario’. Es nuestra “Canción del Día”.
Sátira de ese nuevo personaje que se cree todo lo que lee “en cualquier diario”, ‘Una pena lo de Mario’ me ha sonado personalmente a ese amigo, vecino o tendero que de repente se pasó a votar a VOX (o a su presidenta afín Isabel Díaz Ayuso). Hablamos con los propios Airbag (responde Adolfo Díaz, el cantante) sobre esta canción. Sin dar nombres ni siglas, sí confirman su sentido político.
Indica Díaz: «Va sobre esa gente a la que de repente se le agria el carácter, gente que antes no era así y de repente empieza a dar la brasa con ciertos temas. No habla estrictamente de política, aunque la política es uno de los temas donde más dan la brasa este tipo de personas. Las chapas más impresionantes que da la gente por redes sociales suelen ser de carácter político o social. Es preocupante cuando la gente da la chapa encima sin saber de lo que está hablando. «De nada entiende y de todo habla», como dice la canción. Y todo lo arreglan excusándose con un «yo soy así». Uno piensa: «¿así cómo, gilipollas?». Nunca hemos entendido esa frase de «yo soy así» para un carácter de ese tipo».
¿Existe Mario realmente, es un nombre simbólico? ¿Cómo surgió la canción? Responde Adolfo de Airbag: «Lo primero que surgió fue el título. Queríamos hacer un guiño a ‘It’s a Shame About Ray’ de Lemonheads, disco y canción. Queríamos un título en esa onda, y nos salió ‘Una pena lo de Mario’. A raíz de eso, decidimos hacer una canción sobre este tipo de gente. Gente que empieza a hablar de todo, que no admite un no por respuesta, que no escucha, que cree llevar razón en todo y con la que no se puede hablar ni discutir. Primero salió el título y luego lo encajamos en ese perfil que desgraciadamente nos inunda no solo en las vidas personales, sino también en las redes sociales. No es una persona en concreto, sino un concepto de ese perfil».
Respecto a la música en sí, este tema es menos Ramones, y parece más inspirado por Yo La Tengo y Smashing Pumpkins. Airbag nos dan la razón, más o menos: «El riff de guitarra es muy indie rock de los 90, que siempre ha sido una influencia aunque no ha aflorado tan claramente. En los últimos discos sí está, en canciones como ‘El puente de los alemanes’ o ‘Disco Azul’ del EP (‘Discotecas’). Es muy Dinosaur Jr, también Smashing Pumpkins, cuya influencia siempre ha estado ahí. Con Airbag te viene a la cabeza el cliché de grupo ramoniano pero tenemos muchas más influencias de lo que parece. Yo La Tengo es el grupo favorito de Pepe, el bajista, y por algún lado tiene que salir. Está ahí y este disco tiene ese aura, creo yo».
Muy mal se le tiene que dar a Netflix para que la 5ª temporada de ‘The Crown’ no sea un apoteósico éxito. Es la primera que se emite tras la muerte de Isabel II en la vida real, y es la que tratará los años finales de Lady Di.
Se podrá ver a partir del 9 de noviembre, y estos días se ha dado a conocer el tráiler, que recoge, entre otras cosas, una entrevista concedida por Lady Di en 1995, por la que la BBC ha pedido disculpas recientemente en cuanto a sus métodos.
En esta temporada Imelda Staunton, Dominic West de ‘The Affair‘ y Elizabeth Debicki serán los actores encargados de dar vida a Reina, príncipe Carlos y Diana de Gales, respectivamente; si bien hay otra cosa que llama la atención de los melómanos. La música que suena en el tráiler es ‘Bittersweet Symphony’ de The Verve.
La elección no es casual. La que fuera la Mejor Canción de 1997 estaba siendo un éxito justo cuando Diana murió. Lady Di falleció en un accidente de tráfico el 31 de agosto, mientras que la canción había sido editada en junio de 1997, alcanzando el número 2 en Reino Unido y sobreviviendo en las listas durante varios meses. Para el tráiler se ha ideado una versión con predominio de lo «agrio» sobre lo «dulce», suponemos que en sintonía con los hechos que aguardan en estos capítulos.
Os recordamos que finalmente en 2019 Mick Jagger y Keith Richards donaron los derechos del tema a The Verve. Así, Richard Ashcroft sería el único autor de la canción, tras décadas de conflicto, si bien los créditos de Spotify continúan diciendo lo contrario.
‘Dirt Femme’ de Tove Lo es nuestro Disco de la Semana. Editado ya fuera de una multinacional, espera al álbum una distribución y una difusión en general mediocre. Sin embargo, ha entusiasmado a parte de la redacción, donde se ha llegado a escuchar que estamos ante el mejor disco de la artista.
Animados por este debate, 4 redactores de JENESAISPOP seleccionan su disco favorito de Tove Lo. De manera orgánica, los 4 participantes han escogido 4 discos diferentes, y solo nos ha faltado una 5ª persona para seleccionar el notable ‘Sunshine Kitty’, que también os recomendamos. Pasen, disfruten… y voten.
‘Queen of the Clouds’, por Sebas E. Alonso
Cuando escribí el libro sobre los mejores discos de la primera parte del siglo XXI (entre 2000 y 2019), tenía claro que Tove Lo tenía que estar. ¿Pero con qué álbum? Después de reescuchar los 4 que había por aquel entonces y comerme muchísimo la cabeza con unas cosas rarísimas, decidí volver al principio. Al más popular, para que aquel que todavía no conociera a Tove Lo comenzara por el principio también.
El debut ‘Queen of the Clouds‘ (2014), además de incluir la histórica ‘Habits’ y ‘Talking Body’, esto es, los 2 mayores éxitos de toda su carrera, con los que ni ‘Euphoria’ pudo, ya era un álbum conceptual. Se dividía en 4 partes: sexo, amor, tristeza y bonus tracks, por lo que realmente no ha habido gran revolución después, mucho menos en el deslavazado e inconexo ‘Dirt Femme’… ¿podemos decir ya que sobrevalorado entre sus fans? La atrevida ‘Like Em Young’, la canción de autoaceptación ‘Moments’, la loquísima ‘Timebomb’, la preciosa ‘Thousand Miles’… ya contienen la esencia de Tove Lo. De hecho, tengo la teoría de que urge a la sueca algún tipo de reinvención.
‘Lady Wood’, por Jordi Bardají
Tove Lo ha publicado varios hits a lo largo de su carrera. Sin embargo, ‘Lady Wood‘ (2016) es su obra mejor cerrada. Se trata de un disco conceptual dividido en dos partes que narra los «momentos altos y bajos de una relación y su inevitable final». El disco está hilado con interludios, y las buenas canciones se suceden una tras otra apoyadas en una producción electrónica elegante y refinada, tan fría, por cierto, como esa ‘Cool Girl’ que representa toda la carrera de Tove Lo en una canción.
Es uno de sus mayores éxitos y está aquí incluido, pero no se pueden pasar por alto tampoco el sensual house-pop de ‘Influence’, el synth-pop colosal de ‘True Disaster’, el tecno de ‘Keep it Simple’… Si el debut de Tove Lo prometía, ‘Lady Wood’ representaba lo grande que puede llegar a ser, aún a día de hoy.
‘Blue Lips’, por Pablo Tocino
Cinco años después de su edición, ‘blue lips‘ (2017) no ha perdido ni un ápice de la magia que le encontré a finales de 2017; de hecho, hoy le pondría una nota más alta que en aquella reseña, y si no me parece el mejor disco de 2017 es porque ese año se editó ‘Melodrama‘. Desde entonces, aunque Tove haya perfeccionado la producción, ningún disco le ha salido tan redondo: entre dos maravillas como ‘disco tits’ y ‘hey you got drugs?’ vemos que no sobran ni los interludios (a diferencia de otros forzados que confunden “álbum conceptual” con “pedante”, hoy sigo escuchando ‘LIGHT BEAMS’ y ‘PITCH BLACK’ incluso fuera de la secuencia).
Éstos separan un capítulo guarrísimo que grita “bop” en cada canción con otro en el que, en lugar de subir las pulsaciones de su corazón, nos lo muestra abierto en canal. Incluso los cortes más discretos (‘romantics’) exudan vísceras, porque en ‘blue lips’ Tove Lo sencillamente coge sus entrañas, las pasa por su maestría en la creación de melodías, estructuras (ese puente-outro de ‘stranger’, y la canción en sí, es sencillamente de lo mejor que ha hecho), atmósferas y ganchos, y lo convierte en un disco. Eso es ‘blue lips’.
‘Dirt Femme’, por Fernando García
Con cinco álbumes a sus espaldas, Tove Lo puede presumir de tener un buen número de canciones que, si suenan en una discoteca y estás cansado y a punto de irte, son capaces de que te quedes a darlo todo un rato más. Desde su debut, ha ido paulatinamente puliendo su fórmula: un electropop con estribillos explosivos y letras vulnerables y sexys. Su trabajo más logrado, para mí, es su último.
‘Dirt Femme’ es un álbum que si bien no ofrece nada particularmente novedoso, sí que es una colección de grandes canciones pop realizadas y producidas con buen gusto. Además, cuenta con algunos de los mejores cortes de su carrera como ‘Grapefruit’, en el que destaca su espectacular estribillo; el adictivo synthpop de ‘No One Dies from Love’, que crece a cada escucha; o la juguetona y divertidísima ‘2 Die 4’, que samplea ‘Popcorn’ de manera ejemplar.
Puede que la cantante aún no haya logrado un álbum incontestable (aquí ‘Kick in the Head’ está un poco fuera de lugar y ‘How Long’, aunque sea estupenda, es un cierre un tanto extraño), pero la impresión que deja ‘Dirt Femme’ es que está más cerca que nunca de hacerlo.