Hace semanas flipábamos bastantito al encontrar a Jessie J actuando en un talent-show de la televisión china. Dicho así no resulta nada sorprendente, no, pero la cuestión es que cantaba allí… ¡como concursante! Una deriva sorprendente en la carrera de una cantante que, sin ser una consolidada estrella del pop, sí ha tenido sus éxitos, como ‘Price Tag’, ‘Domino’ y –sobre todo– ‘Bang Bang’, junto a Ariana Grande y Nicki Minaj.
El caso es que, ante la invitación de un canal chino para participar en ‘Singer 2018’, un talent-reality-show de cantante profesionales en el que ella era la única occidental. Jessica Cornish aceptó y aparcó la publicación de su cuarto álbum de estudio (en principio, llamado ‘R.O.S.E.’), del que llegó a avanzar hasta 4 temas a lo largo del pasado año.
Lo cierto es que su decisión, por estrambótica que parezca, la ha convertido en una estrella en un mercado tan suculento como el chino. Por ejemplo, en el emocionado texto que ha subido a Instagram para agradecer su paso por el programa y el cariño recibido, asegura que “un billón” (1.000 millones, en nuestra escala numérica) de espectadores vieron su interpretación final, la que le dio la victoria.
Como ya había hecho anteriormente en el concurso, en esta ocasión volvió a escoger un tema popularizado por Whitney Houston, en este caso el megaéxito de la BSO de ‘El guardaespaldas’, ‘I Will Always Love You’. Y, de nuevo, demostró que posee una voz portentosa, capaz de emular el fantástico registro vocal de la norteamericana. Como dice la propia Jessie, ella ha abierto el camino a otros artistas occidentales. Que pase el siguiente…
Muchos pensamos que ‘DAMN.’, el último álbum de Kendrick Lamar es un disco histórico. Sin embargo, ahora ha dejado de ser un hecho subjetivo para convertirse en una certeza: el disco publicado el pasado año por el rapero de Compton ha sido galardonado con el Premio Pulitzer en la categoría de música. Se convierte así en el primer álbum en la historia del premio que gana y no pertenece a los géneros clásico o jazz.
El jurado del Pulitzer ha estimado que ‘DAMN.’ es una “virtuosa colección de canciones unificadas por su autenticidad vernácula y su dinamismo rítmico, que ofrecen conmovedoras viñetas capturando la complejidad de la vida moderna afro-americana”. Según ha revelado a Billboard una de las responsables de estos premios, Dana Canedy, el jurado se planteó considerar alguna obra en la que se percibieran influencias de hip hop. “Y si consideramos una pieza musical con influencias de hip hop, ¿por qué no considerar el hip hop?”, cita Canedy, momento en el cual surgió el nombre de Kendrick Lamar de inmediato.
‘DAMN.’ fue uno de los álbumes más aclamados el pasado año, de cualquier estilo, por parte de la prensa especializada. Rolling Stone o Pitchfork lo eligieron como disco del año –en nuestro caso, fue Top 3 tras Lorde y Slowdive–, si bien resultó decepcionante para muchos su “derrota” ante Bruno Mars como Álbum del Año en los últimos Premios Grammy, donde sí obtuvo el premio a Álbum de Rap del Año. Según Pitchfork, tras haber publicado un fantástico acompañamiento musical para la película ‘Black Panther’, Lamar está preparando su «biografía cultural».
Era una obvia cuestión de tiempo que alguien relevara del número 1 de Billboard Hot 100 a Drake y su single ‘God’s Plan‘. Lo menos obvio, al menos hace 2 semanas, es que fuera él mismo el que se autodescabalgara de ese puesto. Pero así ha sido: tras la fuerte entrada de la pasada semana, el arrollador ‘Nice For What‘ ha terminado por derribar el reinado de su single previo, que se ha prolongado durante 11 semanas.
Lo que no estaba tan claro es cuál era el propósito de las tres canciones (a aquellas hay que sumar ‘Diplomatic Immunity’, la «cara B» del single bautizado ‘Scary Hours‘) lanzadas en estos primeros meses del año… hasta hace un ratito. Porque el rapero canadiense ha subido una pista bastante explícita a sus perfiles de redes sociales hace poco más de una hora: ha publicado una foto de espaldas en la que luce una bomber de color negro en la que puede leerse «SCORPION» y, debajo, la fecha del 28 de junio, firmado «por Drake».
Podríamos especular con que se trate de un documental, una línea de moda, una cadena de restaurantes… pero el icono de un compact disc –¿hace falta ya un enlace de Wikipedia?– no deja lugar a muchas dudas. Parece evidente que se trata de un álbum, mixtape o como lo queramos llamar, sea físico o digital, máxime si tenemos en cuenta que es un jueves (el cambio horario hace que el viernes austral, día de lanzamientos, sea jueves en Europa y América). Imaginamos que muy pronto iremos conociendo más sobre esta obra que, de confirmarse, sucedería a ‘More Life‘, siguiendo su dinámica de un lanzamiento anual.
Actualización:Rolling Stone ha podido confirmar que, efectivamente, ‘Scorpion’ es el título del próximo álbum de Drake.
Detrás de un nombre como Hatchie (algo así como “ventanita”) que bien podría dar nombre a una mascota o a un muñeco infantil está una joven australiana llamada Harriette Pilbeam. Pilbeam comenzó años atrás como integrante de un grupo llamado Babaganouj, con los que ha venido publicando singles y EPs hasta el mismo año pasado. Pero ya entonces dio un paso adelante, al lanzar su proyecto en solitario, que va mucho más allá que el mero eco de indie pop de ascendente shoegaze, a lo Alvvays, de aquel cuarteto.
Su primer adelanto ya suponía una demostración de la ambición y personalidad de Hatchie: ‘Try’, con una mayor presencia de sintetizadores, dibuja un mundo de ensoñación que remite al de bandas como Lush, tan encantador como anómalo. Una canción fantástica y autoeditada, que era solo cuestión de tiempo que llamara la atención de algún sello independiente pero importante como Heavenly Recordings, que publicaba a principios de este año otra nueva muestra de ese universo en el que, sí, el shoegaze, el dream y el indiepop tienen un peso incuestionable, pero que se proyecta más allá, del mismo modo que lo hacen, por ejemplo, Pale Waves o Snail Mail.
Una ambición que confirma ‘Sugar & Spice’, una nueva canción con la que se anuncia la publicación de un EP con ese mismo título el próximo 25 de mayo, y que, de manera extraña y mágica, trae a The Sundays a la palestra cuando se cumplían, recientemente, 20 años de su último disco. Y es que, más que alimentar la (¿vana?) esperanza de que algún día escucharemos sunueva música, quizá sea más provechoso y razonable atender a estos pupilos suyos.
Con Aitana y Ana Guerra triunfando a lo grande gracias a ‘Lo malo’, con Amaia y Alfred a poco más de un mes de participar en Eurovisión con ‘Tu canción’, muchos –y no es un decir, como luego veremos– quieren saber en qué anda la otra finalista de Operación Triunfo 2017, Miriam Rodríguez. ¿Qué dirección artística tomará? La respuesta puede estar en el tema que, como anunció, prestaría a la nueva sintonía de ‘Vis a vis’. El thriller carcelario protagonizado por mujeres, cuyas 2 primeras temporadas emitió Antena 3, es repescado por Fox, que estrena esta nueva temporada el próximo lunes, 23 de abril.
La canción de Miriam, como ocurriera con la que interpretó Ana Guerra para la serie de RTVE ‘Fugitiva’, es uno de los principales reclamos publicitarios que ha encontrado la multinacional para promocionar la 3ª temporada ‘Vis a vis’, y por eso hoy han ofrecido en redes sociales un teaser de su vídeo oficial, que parece que será menos casposillo que el de la artista canaria para la serie de Paz Vega: sus escasos 20 segundos muestran a la gallega mimetizada con el trasfondo lésbico del argumento y comandando un cuerpo de baile femenino, con prendas amarillo pollito, al estilo del uniforme carcelario de Najwa Nimri, Maggie Civantos, Berta Vázquez y compañía.
También da, ese escaso tiempo, para intuir que los derroteros que puede tomar la carrera de Miriam en la canción pueden ser bastante poco interesantes: se puede intuir el estilo Malú-Cadena Dial desde Alcatraz. Lo que no se le puede negar es el tirón, puesto que el clip se aproxima al medio millón de reproducciones en unas 10 horas desde que fue subido.
Los británicos Snow Patrol están a punto de publicar su primer álbum de estudio en más de 7 años. ‘Wildness’ marca el regreso del grupo comandado por Gary Lightbody tras ‘Fallen Empires’, álbum que publicaron en 2009 y que marcaba una apertura a texturas electrónicas y casi bailables (el single ‘Called Out In The Dark’ era el mayor ejemplo), distante del indie-emo-rock de su etapa de mayor gloria, la del hit ‘Chasing Cars’ (de su disco de 2006 ‘Eyes Open’).
No se puede decir que este ‘Wildness’, que ve la luz el próximo 25 de mayo, esté a un lado u otro. Al menos si nos atenemos a ‘Don’t Give In’, un medio tiempo de pátina electro-acústica bastante resultón, aunque alejado de todo tipo de tendencia musical actual. Y, estrenado días atrás, su nuevo avance ‘Life On Earth’ tampoco nos saca de dudas sobre su próxima dirección… pero eso queda al margen porque, sencillamente, es una buena canción. Un tema de engañosa intro acústica, que conduce a un sonido más expansivo y rockero, con cierta reminiscencia de The Verve, pero también de The Beatles (en los arreglos de cuerdas y vientos) y cuyo vídeo revela el trasfondo lírico de este nuevo álbum, un disco que expone una crisis personal (y creativa: en 2012 desecharon un disco completo) de Lightbody, momentos de “infelicidad, sentirse fuera de lugar y miedo”, cuyo detonante fue la demencia que padece su padre.
Un duro momento anímico que despierta preguntas y dudas ante la existencia humana. Por eso, quizá, el vídeo de la canción sitúa a Lightbody en una estación espacial, observando la crudeza de lo que se apaga y se enciende en esa “vida en la Tierra”. Una suerte de Mayor Tom en una “odisea espacial” conectada emocionalmente con nuestro planeta y lo que allí acontece, por más que él busque aislarse. Una gran combinación de música e imágenes que invita a aguardar por este ‘Wildness’ con atención. Un disco que, además, presentarán en Mad Cool 2018.
Tracklist de ‘Wildness’:
01 Life On Earth
02 Don’t Give In
03 Heal Me
04 Empress
05 A Dark Switch
06 What If This Is All The Love You Ever Get?
07 A Youth Written In Fire
08 Soon
09 Wild Horses
10 Life And Death
Indudablemente, la ascensión de Bad Gyal debe estar inspirando a más chicas a atreverse a mostrar sus canciones de estilo urbano, generando una cantera de pop alternado con dancehall, hip hop, R&B y soul. Si hace unas semanas hablábamos de Shainny como una aspirante a ostentar el hipotético trono de trap queen nacional, las posibilidades de D’Valentina se antojan aún mayores. Nacida y criada en Santander –aunque posee orígenes jamaicanos y británicos– hace 18 años, Deva Joseph ha irrumpido con fuerza en la escena del urban alternativo, con apenas 4 canciones lanzadas desde septiembre hasta ahora que, en la mayor parte de los casos, son compuestas y producidas por ella misma.
Todo comenzó el pasado verano con un remix –una traducción muy personal y atinada, ese “se me eriza la piel”– de ‘Goosebumps’ de Travis Scott. Luego llegó su primer single –hasta el momento su tema más escuchado tanto en Youtube como Spotify–, ’Nothing’s Forever’, con una base dancehall sobre la que no sorprendería escuchar a la citada Alba Farelo. Pero ‘Checks’, en cambio, tiene un toque más hip hop –onda Drake–, mientras que la bailable ‘Bounce’ evoca a Rihanna, pese a su carácter algo amateur. Su lanzamiento más reciente, ‘Vibes’, está producido por Louis Amoeba y ya tiene una entidad notable, con cierta reminiscencia de Aaliyah o de la británica Jorja Smith. Una línea que ella denomina «trap soul» y que debería concretar en ese EP que prepara y que podría ver la luz en breve. Aunque, como ella misma ha revelado en su Instagram, quizá escuchemos antes su colaboración con LOWLIGHT y Kaydy Cain.
La de D’Valentina es una progresión espectacular, en tan solo un año, y no cabe duda de su enorme potencial. Por eso no sorprende encontrar que ella sea una de las artistas escogidas por Jägermusic dentro de su roster para el año 2018. Una selección que se ha presentado este fin de semana con un vídeo y que incluye nombres muy interesantes, muchos de los cuales ya habíamos albergado en nuestra web (Melenas, Yawners, Esteban & Manuel, Aloha Bennets y North State) y otros que posiblemente tendrán cabida en el futuro, como MC Buseta, Runa, Akkan, Bea Pele o Derbi Motoreta’s Burrito Kachimba.
“Soy seda y satín, y conozco la pena del niño y el amante”, cantaba Minnie Riperton, la voz de silbido original, en su canción de 1979, ‘I’m a Woman’. “Pero que la ternura de mi corazón no te engañe, yo soy más fuerte que un huracán”.
Casi cuatro décadas después, otra voz delicada y llena de carácter presenta un single feminista con ritmos disco, funk y soul, en la línea de lo que más tarde haría, por ejemplo, Erykah Badu en su debut. No vimos venir a Natalie Prass entregándose a estos estilos tras los excelentes resultados de su barroco primer disco, pero el primer single ‘Short Court Style‘ ha demostrado que le sientan como un guante, y ‘Sisters’ también.
Asertivo, el estribillo de ‘Sisters’ despliega su poder después de que el mantra de la canción establezca su presencia: “tened a vuestras hermanas cerca”. Todas ellas, juntas, cantan: “lo quiero decir alto y claro, para todas aquellas que no pueden, debemos cambiar el plan, venga, mujeres malvadas, y todas las chicas malas, vamos a dejar las cosas claras, y lo diremos rápido, estamos en todo el mundo, somos una clase mundial”. El revestimiento neo-soul es dulce y exquisito, pero el mensaje se clava en la conciencia y en el cerebro como dardo en una diana. Sororidad hecha funk.
Nicki Minaj está de enhorabuena, ya que sus dos singles nuevos, ‘Chun-Li’, y ‘Barbie Tingz’, están funcionando muy bien en las plataformas de streaming. De hecho, parece que Minaj ha vuelto a poner en marcha su maquinaria de sacar singles y singles y singles en poco tiempo y de hecho aparece ya como artista invitada en un tema nuevo de Young Thug, ‘Anybody’, también disponible.
De momento, la rapera ha tenido tiempo de celebrar su éxito en Coachella y parece que se ha juntado con Dios y la madre, por lo que puede verse en una imagen publicada en Instagram por su colega Abel Tesfaye, o lo que es lo mismo, The Weeknd. La foto en cuestión es un verdadero “quién es quién” y resulta todo un verdadero descubrir que en la misma foto aparecen, aparte de Nicki, Shania Twain, The Weeknd, French Montana, Quavo, DJ Khaled y… ¿¿¿Thimotée Chalamet??? Sí, lo habéis visto bien, el chico de ‘Call Me By Your Name‘ ha conseguido colarse, por detrás, en la instantánea.
Volviendo a Nicki, ya sabéis que habrá vídeo para uno de sus dos singles recientes, ‘Barbie Tingz’. Sin embargo, la autora de ‘Anaconda’ ha realizado un “vertical video” para el otro tema, ‘Chun-Li’, que ya puede verse en Youtube
y en el que aparece contoneándose en el estudio con un sexy atuendo de cuero. ¿Cuál de los singles te gusta más? Coméntalos en nuestros foros.
Justin Bieber sigue sin arreglarse las greñas, pero está en el festival Coachella y de momento tiene varias anécdotas que contar. En primer lugar, ha conocido a “Yodeling Kid”, la sensación del momento en internet, y en segundo, le ha dado un puñetazo a una persona, tal y como relata TMZ.
En este caso, Bieber no se ha defendido de un fan emocionado de más. El sábado, durante la fiesta de Patrick Schwarzenneger en el interior del festival, Bieber intervino en la pelea entre un hombre y una mujer, después de observar que este discutía con ella violentamente y procedía a agarrarle el cuello con las manos, negándose a soltarla. TMZ cuenta que Bieber y un amigo intentaron parar al hombre, que al parecer iba drogado, gritándole que dejara ir a la mujer, y que al negarse, Bieber decidió propinar al hombre un puñetazo y empujarlo contra una pared, liberando a la mujer. El hombre fue entonces expulsado de la fiesta y más tarde fue detenido al ser descubierto persiguiendo un coche que pensaba era el de Bieber.
Mientras, Bieber sigue con su vida y se ha dejado fotografiar junto a su amigo Post Malone, que está programado en Coachella. Con el autor de ‘rockstar’ parece que está cocinando algo el canadiense, después de los buenos resultados conseguidos por su colaboración original, ‘Deja vu’, incluida en el debut de Malone. ¿Estará Bieber en ese ‘Beerbongs & Bentleys’ que al parecer sale el 27 de abril?
Conchita Wurst, ganadora de Eurovisión 2014, ha revelado en Instagram, en un post escrito en alemán, que tiene VIH desde hace “varios años”, pero que la razón que le ha llevado a publicar esta información ahora es evitar que una ex pareja suya lo haga por su cuenta. “Un ex novio me amenaza con hacer pública esta información privada y no le daré a nadie el derecho de amedrentarme e influir en mi vida en el futuro”, ha escrito la cantante austríaca, que apunta su VIH es actualmente “indetectable”, por lo que no puede transmitirlo.
Wurst explica dos motivos por los que hasta ahora no había compartido esta información con sus fans. “La más importante ha sido mi familia, que me conoce y me ha apoyado incondicionalmente desde el primer día. Con mucho gusto le habría ahorrado la atención mediática que va a recibir el estado del VIH de su hijo, nieto y hermano”, ha escrito. En cuanto a sus amigos, Wurst asegura “han estado al tanto de esto durante bastante tiempo y están tratando el tema de la misma manera imparcial que desearía asumieran todos los interesados”. La segunda razón que cita Wurst es que la información de su estado de VIH es “relevante solo para aquellas personas con las que existe opción de tener contacto sexual”.
La cantante concluye: “Salir es mejor que ser descubierto por terceros. Espero dar un paso más en contra de la estigmatización de las personas que se han infectado por el VIH, ya sea debido a su propio comportamiento o sin haber tenido culpa. Y a mis fans, la información sobre mi estado del VIH puede ser nueva para vosotros, ¡pero mi estado no lo es! Estoy bien y estoy más fuerte, motivado y liberado que nunca”.
Hija de padres de origen jamaicano, Zara McFarlane es una artista londinense que plasma en su música sus estudios de teatro musical y su Máster en Jazz en el London College of Music. Escucharlo es tener la certeza de que el suyo no se lo han regalado. ‘Arise’ es su tercer álbum tras haberse popularizado años atrás con su versión de ‘Police and Thieves‘, recibiendo críticas espectaculares a su publicación a finales de 2017. No es un álbum de jazz lleno de improvisaciones, sino un viaje en el que McFarlane trata de explorar la identidad británico-jamaicana, contando con músicos de la capital británica, pero solo para ahondar en la música de sus ancestros.
Los ritmos jamaicanos son perceptibles en el interludio ‘Riddim’ y en verdad explorados desde el primer minuto, cuando el disco se abre con una intro llamada ‘Ode to Kumina’, una rendición espiritual a esta religión africano-jamaicana que incluye música y baile ceremoniales. La palestra sonora de Zara McFarlane, asistida por la producción de su baterista Moses Boyd, contiene también guiños al reggae (se adapta la escalofriante ‘Fisherman’ del grupo jamaicano The Congos), o a lo tribal (el cierre coral de ‘Ode to Cyril’), pero miran también al underground actual.
Hay canciones clásicas en ‘Arise’, como ‘Freedom Chain’, que interesarán a los seguidores del jazz clásico. El final de ‘Pride’ es uno de sus momentos más desbocados para bien, antes de que en ‘Fussin’ and Fightin’ deslumbren el ritmo creado por instrumentos y palmas, la melancolía que transmite la voz de McFarlane y su deliciosa manera de prolongar las sílabas. El álbum incluye una adaptación de la ya desaparecida cantante jamaicana Nora Dean, ‘Peace Begins Within’, y brillan lo justo las colaboraciones de lo que ha considerado los músicos clave de la escena londinense: Binker Golding en el saxo tenor, Peter Edwards al piano, Shirley Tetteh en la guitarra, Nathaniel Cross en el trombón y, de manera estelar, la aparición del clarinete de Shabaka Hutchings, tan importante en la maravillosa ‘Silhouette’ que se ha considerado el único «featuring» de los créditos del disco. No puede arrancar la canción de manera más funesta y desolada ni cortar más el hipo antes, durante y después de la tardía aparición de la voz de McFarlane.
Son profundamente evocadoras y envolventes las melodías de canciones como la romántica y bailable ‘In Between Worlds’, pero hay que destacar también la pertenencia de ‘Arise’ incluso a la música actual, en conjunción con su propia atemporalidad. ‘Arise’ es un álbum que podría haber sido escrito décadas atrás, pero no es difícil imaginar a un seguidor del R&B de los 90 disfrutando de la estupenda ‘Allies & Enemies’, o a un seguidor de los modernizados Dirty Projectors y tune-Yards gozando de los juegos vocales de ‘Stoke the Fire’. Zara McFarlane actúa hoy 16 de abril en formato quinteto en la Sala Clamores de Madrid como parte de la programación del ciclo Escenarios Mahou.
Seguimos sacando punta a las imágenes de los vídeos musicales más destacados de las últimas semanas en nuestra sección Estética de videoclip: Zayn enamorado de la chica del gángster, la pesada cruz de Triángulo de Amor Bizarro, el “pobre chico” indiscreto que espía a Belle & Sebastian, Jack White trasformado en un Sísifo rockero y el nuevo festín cromático que se da Janelle Monáe.
‘Let Me’, Zayn
Ya se sabe: enamoriscarse de la novia del gangster es más peligroso que cruzarse con Ortega Cano en una carretera. José Padilha (‘Narcos’, ‘RoboCop’) utiliza este recurrente conflicto dramático del género negro para darle un par de vueltas irónicas. Inspirado en ‘El precio del poder’, el vídeo comienza con Zayn Malik en plan traficante de drogas, entrando en el club de su jefe (Steven Bauer, el mítico Manny Rivera del filme de De Palma) como si fuera Ray Liotta en ‘Uno de los nuestros’. La steadicam le sigue por los pasillos a la vez que él persigue con la mirada los contoneos de la chica (una modelo de sospechoso parecido a su ex, Gigi Hadid). Zayn llama desde una cabina de teléfono (la última que debe quedar en Estados Unidos) en un plano que recuerda a la de Mel Gibson en ‘Conexión Tequila’. A partir de aquí, los tópicos empiezan a derretirse y gotear comedia inesperada: el puntero láser, la pelea de artes marciales con los subrayados sonoros típicos del wuxia y esa voltereta narrativa final declinada en clave feminista.
‘Les llevaré mi cruz’, Triángulo de Amor Bizarro
Un, dos, tres, al escondite inglés. Así comienza -¿un guiño al musical de Iván Zulueta?- el nuevo vídeo de Luis Cerveró para Triángulo de Amor Bizarro tras ‘De la Monarquía a la Criptocracia’ y ‘Estrellas Místicas’. Filmado en un riguroso blanco y negro con algún destello de color, ‘Les llevaré mi cruz’ es, visualmente, como si las niñas de Garabandal se hubieran colado en ‘El séptimo sello’ (o en ‘El cant dels ocells’, de Albert Serra) y las persiguieran los antidisturbios por jugar tan alegremente con la cinefilia y las leyes del espacio-tiempo. Narrativamente, parece más una alegoría política. El proceso de destrucción de una comunidad utópica -que juega, pesca y recoge agua en perfecta armonía- por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad demoníacos: la monarquía (el estado) y la iglesia (la religión). De la persecución pasamos al sometimiento. Y de la sumisión a la revolución. La artillería sonora del grupo acompaña, como la porra de un antidisturbios, una batería de imágenes que repasan la historia de España desde el golpe de Tejero hasta el último desfile de las Fuerzas Armadas. Al final, movidos por la furia jacobina, los niños ganan la batalla al mal cortando por lo sano.
‘Poor Boy’, Belle & Sebastian
No hace falta utilizar unos prismáticos para ver cuáles son tres de las referencias principales que han manejado el dúo Oscar Samson y Ciaran Lyons en el vídeo que han realizado para Belle & Sebastián (¿por qué no lo habrá dirigido Stuart Murdoch después de lo bien que le salió ‘God Help the Girl’?). ‘Poor Boy’ se puede ver como un cruce entre ‘La ventana indiscreta’ de Alfred Hitchcock, la estética colorista y las composiciones cartesianas de Wes Anderson (los planos del chico con los prismáticos remite ineludiblemente a los del faro de ‘Moonrise Kingdom’), y el formalismo caricaturesco de Jean-Pierre Jeunet. Un ‘13, Rue del Percebe’ (si el vídeo fuera español incluiríamos a Javier Fesser como cuarta referencia) dividido visualmente en dos partes: la primera, en la que se presenta a los personajes desde el punto de vista del voyeur; y la segunda, donde, tras un plano general del edificio, se rompe el punto de vista y “entramos” en la intimidad de los hogares con los primeros planos de los protagonistas. Al final, como en la película de Hitchcock, el que mira acaba siendo mirado, pillado.
‘Over and Over and Over’, Jack White
Una y otra y otra vez. Como el título de la canción, el escenario y los movimientos de cámara del último vídeo de Jack White se repiten “over and over and over”. Planteado como un falso plano secuencia (que casi se podría leer como el scroll de izquierda a derecha de una pantalla táctil), el vídeo se compone de una sucesión de set pieces rodadas cada vez a mayor velocidad. Una concatenación de diecinueve escenas situadas en un sótano donde White toca la guitarra acompañado por personajes de todo tipo, muchos de ellos portando máscaras. Los directores, el dúo Us, juegan con los cambios de vestuario, los colores y las situaciones (siniestras, surrealistas, alegóricas) para ofrecer una reinterpretación del mito de Sísifo. Un bucle infinito que, como muchos aspectos de la vida, resulta repetitivo y frustrante. A destacar el uso poético del color azul, que parece surgir de la guitarra de White impregnando, como un pegamento onírico, los distintos escenarios.
‘PYNK’, Janelle Monáe
Janelle Monáe sigue jugando con la simbología cromática en sus videoclips. Si en el anterior ‘Make Me Feel’, la cantante aparecía iluminada por los colores de la bandera bisexual, ahora reivindica (o se apropia) de la “feminidad” del rosa. Como ya hizo en el vídeo ‘Dominique’ de la holandesa Anouk, la realizadora Emma Westenberg “pinta” la realidad con colores que reflejan una idea, un sentimiento o un estado de ánimo. En este caso, un entorno desértico y montañoso con reminiscencias del western. No parece casualidad. Los pantalones-vagina admiten una lectura literal, una oda al cuerpo de la mujer subrayado por la explícita letra de la canción, pero también una metafórica, como si esas perneras semicirculares evocaran los andares “despatarrados” de un icono de la masculinidad rancia como John Wayne. ‘PYNK’ es un festivo monólogo de la vagina que combina formatos (de cuadrado a panorámico), texturas cromáticas, planos generales y primerísimos contrapicados, golpes de zoom (de acercamiento y alejamiento), y guiños de todo tipo: sexuales (la mayoría), a Donald Trump (“I grab back”), a la Uma Thurman de ‘Kill Bill’ (el traje amarillo que lleva una de las bailarinas), o a la posible pareja sentimental de Monáe: la actriz Tessa Thompson con la cabeza entre las piernas de la cantante. Pussy Power!
Podría haberlo hecho cualquier persona, pero Charles Goose lo ha hecho primero. El rapero de Los Ángeles se ha dado cuenta del tirón de “Yodeling Kid” y ha compuesto una canción basada en la interpretación del clásico de Hank Williams que el niño de 11 años de Illinois realizaba hace unas semanas en un Walmart local, dando lugar a uno de los memes más mediáticos de 2018.
‘Yodeling Walmart Kid’ -Goose no se ha comido el coco con el título de la canción- utiliza la melodía del “niño del canto tirolés”, extraída directamente de internet, para contarnos una letra típica de motivación personal: “vivo cada día como si fuera el último”. Aunque lo más sorprendente de todo es el gancho irrefutable que aporta el melódico “yodeling” de Ramsey al oscuro beat de Goose, casi que ya imaginamos este tema haciendo un debut estelar en Billboard la próxima semana.
El tema se viraliza a tiempo que Ramsey ha actuado en Coachella, motivado por el éxito de su actuación. Como veis, su aparición este fin de semana en el festival californiano ha sido concurridísima. Además, el chaval ha conocido a Justin Bieber, que ha conversado con él un rato durante el festival, con la fortuna que el momento ha quedado registrado en vídeo.
Mercedes Milá fue anoche la protagonista de Salvados en laSexta, hablando sin tapujos sobre lo que estaba sufriendo por amor durante el primer Gran Hermano, sobre la depresión que ha sufrido en los últimos años de programa o sobre su pasión por la literatura, mencionando por ejemplo a Stefan Zweig.
Salvados ha recuperado imágenes de entrevistas de Milá a personajes históricos como Adolfo Suárez o los Aznar, y Mercedes ha dejado como titular que los asesores políticos han acabado con las entrevistas a políticos interesantes. Sin embargo, curiosamente, ha dicho que si se tuviera quedar con un momento televisivo de su carrera profesional, esa sería la entrevista a Miguel Bosé que hizo en 1992, cuando en la calle se estaba diciendo que Bosé iba a morir de sida o incluso había muerto ya. Mercedes desmontó ese bulo en su mítico programa ‘Queremos saber’.
Milá aparece en las imágenes entrevistando al director en aquel momento del Hospital Ramón y Cajal, quien asegura que hasta 60 y 80 periodistas se colaron en el hospital para tratar de fotografiar a Bosé hasta «en el tanatorio», entorpeciendo la labor vital de los médicos. Después, Mercedes entrevista a Miguel Bosé, recordando que ya había aparecido en prensa en 1986 la noticia de que él tenía sida. «Hay una obsesión por llamarme drogadicto y llamarme maricón. Y si fuese drogadicto, ¿Qué? ¿A quién le importa? Y si fuese maricón, ¿qué? ¿A quién le importa? Estamos en 1992. ¿Qué más da?», dice Bosé, orgulloso pero visiblemente cabreado. Almodóvar, que había rodado un par de años antes ‘Tacones lejanos’ con Miguel, muestra su estupor porque era «verificable» que Bosé estaba «vivo y trabajando». Añade: «Si eres seropositivo, ¿por qué coño tienes que decirlo? Magic Johnson lo ha hecho. Muy bien, pero es una lección que tenemos que tomar de todo esto, cómo España vive el problema del sida y el problema de los seropositivos, y eso me pone la piel tan de gallina, como que me digan que ha muerto un amigo como Miguel». En otros momentos de aquel programa se habló sobre la desinformación que había en España sobre el sida y sobre el derecho a la intimidad.
Milá observa hoy la escena todavía muy sorprendida, cree que aquello fue «brutal» y que aquel episodio de ‘Queremos saber’ lo tiene «todo», recordando que Miguel se puso a llorar al entrar en el plató y recibir el aplauso de la gente, revelando que tuvo que empezar a presentar el programa con Bosé fuera de plano por ese motivo.
Beyoncé ha actuado este fin de semana en Coachella, interpretando algunos de los hits más significativos de su carrera, como ‘Crazy In Love’, ‘Formation’, ‘Sorry’, ‘Drunk In Love’, ‘Countdown’, ‘Déjà Vu’ junto a su esposo Jay-Z, ‘Run the World’ o ‘Love on Top’. Entre las grandes noticias de su repertorio, la inclusión de ‘Mi gente’, ‘Single Ladies’ a pesar de que esta no formaba parte del setlist de su última gira, o la aparición de Destiny’s Child en la última parte del concierto.
Con sus ex compañeras han sonado canciones como ‘Lose My Breath’, ‘Say My Name’ y ‘Soldier’. Kelly Rowland y Michelle Williams vuelven, pues, a ser utilizadas como reclamo noticiable en un show de Beyoncé, como ya sucedía en la Super Bowl. También hay que destacar la aparición de Solange para marcarse unos bailes durante el tema ‘Get Me Bodied’, el vídeo de Rihanna viendo el concierto en primera fila o los de Adele disfrutando del show desde su casa.
A falta de que Beyoncé repita su set la semana que viene tras haber cancelado su concierto en Coachella del año pasado, la cantante no ha estrenado tema alguno coincidiendo con el festival, como sí hacía en 2017 su sustituta Lady Gaga. Os recordamos que Beyoncé emprenderá una gira mundial junto a Jay-Z este año. El tour incluye una parada en Barcelona.
“Cómo cambia la vida”, cantaba Sergio Rivero hace 13 años, cuando, en 2005, publicaba su debut, ‘Ahora’, tras ganar la cuarta edición de Operación Triunfo. Rivero sacó un disco más, ‘Contigo’, en 2006, pero desapareció completamente del mapa poco después, como si aquello de ganar el talent show más importante de España hubiera sido una mera ilusión.
A punto de empezar una nueva edición de OT tras el enorme éxito de 2017, muchos nos preguntábamos dónde se había metido aquel chico canario que una vez pareció querer ser el nuevo Fonseca, el nuevo Jon Secada, el nuevo cantante melódico de España, pero del que no se volvió a saber nada. La respuesta se encuentra en su nuevo disco, ‘QUANTUM’, publicado el pasado 16 de marzo.
Rivero ha urdido una de las transformaciones más radicales vistas en un concursante de OT o cualquier talent similar y de cualquier edición. Junto a Paco Salazar, músico asociado a Operación Triunfo desde la primera edición (trabajó, por ejemplo, en ‘India’ de Vega) hasta la última (ha producido ‘Arde’ de Aitana Ocaña), aunque también a gente como Raphael, Diana Navarro o Amaia Montero, Rivero ha creado un disco absolutamente antagónico al trabajo de estos artistas, oscuro, experimental y situado en las coordenadas sonoras de James Blake, BANKS, Frank Ocean o Shlohmo que además llega en un buen momento para el desarrollo de estos sonidos en España, gracias al alcance que han logrado artistas como Alizzz, One Path, John Grvy o La Zowi en sus respectivos estilos. Ah, y en inglés.
James Blake parece una referencia clave en ‘QUANTUM’. Si ya BANKS ha bebido siempre de Blake en su trabajo, es imposible no pensar en ella cuando suenan los singles ‘Get Out’ o ‘Close Your Eyes’ debido a su carácter dramático, lúgubre y explosivo -a pesar de que la autora de ‘The Altar’ no ha sido una influencia directa, como nos reconocía Rivero en una entrevista-. Y aunque otros temas del disco son más abiertamente R&B, como ‘Drama & I’ y ‘This Much is True’, que aúnan ritmos oscuros y ultra digitales de aparente inspiración UK bass con pianos a la manera de lo que hacía Jamie Woon en su primer disco, en otros la inspiración de Blake es inequívoca. El tratamiento de las voces y ritmos en ‘Kingdom’ remite a ‘The Colour of Anything’, el templado minimalismo de ‘Caught In’ parece aunar ideas de Blake y Frank Ocean e incluso el interludio ‘U Never Know’ tiene un punto al trabajo más soul del británico.
¿Pero qué se esconde en el fondo de estas sorprendentes ideas estéticas? El mayor problema de ‘QUANTUM’ son claramente las melodías y la composición. ‘Get Out’ es una buena canción que captura con acierto la claustrofobia expresada en su letra sobre un amor roto (“ojalá pudiera hace que desaparecieran las sombras, pensar demasiado me ha llevado hasta aquí, dime cómo puedo salir de aquí”), el noir soul de ‘Drama & I’ está bien resuelto incluso en su inesperado final industrial, el exquisito “groove” de ‘Kindgom’ funciona al servicio de una melodía intrigante y una producción magnética y rica y ‘Caught In’ emociona con una bonita melodía, creando a su alrededor un paisaje introspectivo y crepuscular que se desarrolla hacia un “clímax” cinemático pero sin excesos.
Sin embargo, son demasiados los momentos en ‘QUANTUM’ en que las canciones necesitan melodías mejores o en los que estas incluso parecen inacabadas, como es el caso de ‘Barely Speak’ o ‘Words’. Nadie sabe qué gran canción se esconde tras el precioso arreglo de piano de ‘This Much is True’, pero desde luego la presente en el disco no es, y aunque ‘Circles’ funciona en el álbum como contrapunto dinámico al ofrecer un sonido más bailable, no es exactamente otra gran canción centrada en el concepto de dar vueltas como tantas se han escrito en la historia del pop (‘Round and Round’ de Sugababes, por ejemplo). ‘Custom Portico’ es una canción experimental en el sentido literal del término, pero no por ello debería ser menos interesante, y sin embargo hay poco jugo en ella más allá de su parecido al trabajo de Floating Points o Thom Yorke.
Con sus aciertos y desaciertos, ‘QUANTUM’ representa una verdadera rara avis en la historia de Operación Triunfo y del pop en España, y ahora que OT mola, gracias, en parte, a un cásting joven, espontáneo y con muy buen gusto musical que ha logrado reavivar el interés en el formato -ni en un millón de años habría adivinado que asociaríamos a una ganadora de OT con Florence + the Machine, Arcade Fire o Neutral Milk Hotel-, cabe hablar de ‘QUANTUM’ como uno de los productos más interesantes salidos de la Academia en años, aunque el Rivero de ahora ni se acerque, en estilo, al que fue antes. Mejorable en muchos aspectos, ‘QUANTUM’ podría ser un punto de partida para un triunfito futuro con inquietudes más allá de la radiofórmula, y es de agradecer que los sonidos alternativos de UK y Estados Unidos hayan encontrado aquí, un disco asociado al concurso, un hogar digno más allá de algún coqueteo puntual visto en el pasado. Roi tiene cosas que aprender.
Calificación: 5,9/10 Lo mejor: ‘Get Out’, ‘Drama & I’, ‘Kingdom’, ‘Caught In’ Te gustará si te gusta: James Blake, BANKS, Jamie Woon, que los concursantes de OT busquen sonidos alternativos Escúchalo:Spotify
Soleá Morente ha hecho uno de los mejores discos nacionales de lo que llevamos de año, sin duda. ‘Ole Lorelei‘ ha supuesto una reinvención de sí misma, distante –aunque consecuente con él– de su álbum debut ‘Tendrá que haber un camino’. Introduce palos clásicos pero renovándolos a la vez, provocando, divirtiendo, emocionando y hechizando con letras fantásticas y un sonido que trasluce, con un prisma muy particular, su bagaje vital como mujer educada en el flamenco pero abierta al pop. Charlamos con ella en las oficinas de su compañía discográfica en Barcelona, en la típica sala de reuniones acristalada. Aunque se percibe cierto nerviosismo en ella –o más bien cierto cansancio: la nuestra es la última entrevista de la jornada–, Soleá no rehuye ninguna pregunta, ni siquiera las que puedan ser algo más embarazosas, siempre con una gran sonrisa y mirando directamente, con sus descomunales ojos oscuros.
Soleá Morente estará presentando ‘Ole Lorelei’, acompañada por Napoléon Solo, en varias citas próximas: antes de su recién anunciada presencia en Monkey Weekend –15 y 16 de junio en El Puerto de Santa María, Cádiz–, estará el 18 de abril en el Teatro Lara de Madrid y el 10 de mayo en la Sala Apolo de Barcelona.
¿Cómo surge la colaboración con Alonso Díaz y cómo se materializa en un disco?
Mi admiración por Alonso comenzó desde que escuché el primer disco de Napoleón Solo. Desde entonces soy fan. Y en ‘Tendrá que haber un camino’ tuvieron cabida un montón de artistas: Jota [de Los Planetas], La Bien Querida, David Beef, Antonio Arias [de Lagartija Nick], mi hermana [Estrella Morente], Pájaro Jack… y quería que estuviese Alonso pero, no recuerdo bien qué ocurrió, creo que él estaba de gira… El caso es que no nos dio tiempo a concretar nada para aquel disco. Cuando pasaron unos meses, un año, le llamé y le dije “Alonso, estoy esperando a hacer algo juntos, como dijimos”, y él ya me avanzó que tenía algo pensado. Al poco tiempo vino a mi casa, a Granada, y ya trajo la maqueta de ‘Ya no sólo te veo a ti’. Estaba cantada por él, ya con unos arreglos aproximados aunque era una demo, e inmediatamente dije “¿qué es esto?”. [Risas]
Me encantó. Era muy diferente a lo que venía haciendo y me apetecía mucho adentrarme en otros lugares. Así que ese mismo día grabamos una demo con mi voz en el estudio de mi casa, de mi padre, y nos sentimos muy atraídos por ese sonido, por la energía que vivimos ese día. Recuerdo que estaban mi madre, mi hermana, mi sobrina… y ellas mismas hicieron esos coros del final en la maqueta. Luego Alonso volvió a su pueblo, pero yo le dije “Alonso, ¡esto me encanta! Vamos a hacer algo más…”, así que empezamos a intercambiar ideas por SMS, yo le mandaba textos, trozos de letras, a ver si se le ocurría algo. Luego ya surgió ‘Por qué será’, y se nos unió nuestra queridísima y admirada Lorena Álvarez, que ha aportado cosas fundamentales también.
¿Pero fue porque querías huir del tipo de disco colaborativo de tu debut o fue surgiendo así?
Fue creciendo de manera natural, a partir de lo que me mostró en ‘Ya no sólo te veo a ti’. No tenía necesidad de romper con lo anterior, todo lo contrario: todo el bagaje de aquel disco está en ‘Ole Lorelei’, y quién sabe si en el futuro volveré a aquel concepto. A mí me cuesta mucho trabajar con una clasificación, etiqueta o dogma. Me voy dejando llevar, me voy encontrando con compañeros, dialogando, intercambiamos conocimientos y así voy llevando a cabo mi vida y mi carrera.
¿Entonces partiste de algún tipo de premisa para la composición del disco, alguna pauta?
No, como te digo fuimos tirando del hilo de ‘Ya no sólo…’. Me acuerdo que yo le dije inmediatamente “¡esto suena a Las Grecas!”, esos “lelereles”. Y ahí vimos un poco, aunque no lo teníamos claro, qué podía suceder y determinó gran parte del disco. Luego introdujimos los micro-cantes, y ya el disco ha ido desembocando en algo más diverso, pero sí que ‘Ya no sólo…’ nos dio el pie.
Personalmente percibo en varias canciones cierta reminiscencia de aquellos que se llamaron “Nuevos Flamencos”, de finales de los 80: Ray Heredia, Ketama… No sé si alguien os lo habrá dicho ya…
Claro, claro, toda esa influencia está en mi aprendizaje, en mi cultura. Yo crecí escuchando a Las Grecas –incluso tenemos cierta relación, mi madre, que es superfan de ellas, es familia suya lejana–, Ray Heredia, los Chichos, Camela, Ketama… Son primos míos, tíos míos… Está en mi cultura. No me pongo a componer, ni Alonso, pensando “esto lo vamos a hacer como las Grecas o como Ray Heredia”, no. Sobre la marcha va surgiendo. En ‘Anoche me preguntabas’, por ejemplo, hay unos dejes muy claros que nos recordaron a Ray. Y, cuando nos dimos cuenta, dijimos “esto lo vamos a marcar, a reivindicar aún más”.
«Para mí un fandango tiene la misma importancia que una canción pop»
Y esos micro-cantes que decías, ¿cuándo se te ocurre que podrían encajar los palos tradicionales en esta amalgama?
El cante jondo forma parte de mi educación, y soy muy, muy aficionada. Pensé “¿por qué no?”. Para mí un fandango tiene la misma importancia que una canción pop. Busqué letras que tuvieran relación con el resto del disco. Por ejemplo, ‘Por tu querer como un niño’, el fandango de Vallejo, precede a ‘Anoche me preguntabas’ y tienen mensajes muy similares. Me llama mucho la atención poder decir lo mismo con diferentes lenguajes, porque no pasa nada. Es una manera de romper con la uniformidad, y yo lo hago con la misma naturalidad, cantar una soleá que ‘Yo sólo te veo a ti’ que una alegría’. Introducir el flamenco con esa naturalidad me parecía atractivo y me apetecía hacerlo.
Pero cómo se te ocurre hacer una soleá con Autotune, que supone casi hacerle una peineta a las convenciones del flamenco. No faltará quién se esté rasgando las vestiduras…
[Risas] Yo lo veo natural, divertido, interesante… Entiendo que haya gente a la que le parezca una locura, pero ¡no pasa nada! ¡No hay que asustarse! No hay que tener miedo al cambio, a actualizarse y a aceptar lo que está ocurriendo. Acercar una soleá de Bernarda Utrera al Autotune, o al trap, para mí es necesario. Es dar un paso más para actualizar el flamenco, que es lo que están haciendo todos estos compañeros con sus trabajos, Rocío Márquez, Rosalía, Niño de Elche…
Ah, pues qué bien que lo saques tú misma a colación, porque te iba a preguntar. ¿Te interesan y te gustan estas nuevas transgresiones del flamenco más tradicional? Que además está despertando el interés de nuevos públicos…
Sí, me parecen muy interesantes y soy muy admiradora de todos los compañeros que he mencionado. También Sílvia [Nde: Pérez Cruz, entiendo yo], mi hermano Kiki Morente, que ha sacado un disco genial… Mucha gente haciendo cosas muy interesantes, las admiro y, como flamenca, les estoy muy agradecida porque están ayudando al flamenco a evolucionar a lugares en los que no había estado. Además, muchos son reivindicadores de la escuela Morente, y no me puedo sentir más orgullosa y más agradecida. Entre esta escena que está emergiendo, y el trap…
«La literatura del flamenco canta y reivindica las fatigas del pueblo, y las letras del trap son letras de fatigas, también»
¿Te interesa el trap?
Me parece muy, muy interesante. De hecho creo que, aunque el trap no viene directamente del flamenco sí tiene mucho que ver. Algo pasa ahí, están muy cercanos. La literatura del flamenco canta y reivindica las fatigas del pueblo, y las letras del trap son letras de fatigas, también. Hay una letra que dice “el cante no es alegría, es decir las penas que se llevan escondías”. Y al final [el trap] reivindica las penas de ese sector de la población, que está pasando fatigas. Ahí tiene mucho que ver. Vamos a ver por dónde sale todo esto, pero tiene buena pinta.
Me parece muy curioso que digas esto, porque yo mismo escribí una columna hace tiempo sobre cómo PXXR GVNG, que también son de Granada, curiosamente, eran un poco los Chichos de nuestros días. Veía un mismo espíritu, un paralelismo…
Exacto. Porque nace de la humildad, de las fatigas que uno pasa. Yo veo mucha similitud con el flamenco, hay una inquietud ahí provocada por los momentos tan convulsos y tan delicados que vivimos.
Antes has citado a Rosalía, y ella se ha visto envuelta en cierta polémica porque se le ha acusado de apropiacionismo del cante flamenco y gitano. Hace poco hablábamos con Niño de Elche, y se mostraba muy enervado sobre este tema…
Normal.
«Soy fan de Rosalía, me encanta lo que hace, la apoyo y la animo a que siga “formándola”»
No sé si tú tienes una postura al respecto…
Estoy totalmente a favor de Rosalía. La admiro muchísimo, estoy muy agradecida por su trabajo, está haciendo algo muy valiente e interesante, junto con Raül Refree, que es otro compañero al que admiro profundamente. Soy fan de Rosalía, me encanta lo que hace, la apoyo y la animo a que siga “formándola”. [Risas]
Volvamos a ‘Ole Lorelei’. Una de las cosas que más me han llamado la atención son las letras. Parecen letras muy personales, en las que, como me decía el otro día Fernando Alfaro, de repente te encuentras “minas”, que te explotan de repente…
Que dices “¿qué le habrá pasado a esta?” [Risas]
Pero más allá de que sean muy personales, frases como ”los besos que aún no he dado me mantienen viva»; «deseo que pase algo, algo gordo de verdad…”… O toda la letra de ‘Anoche me preguntabas’, me parece que tienen una fuerza enorme. ¿Qué te inspiró para escribir este disco?
Tengo que decir que esos versos que citabas,“los besos que aún no he dado me mantienen viva”, están inspirados en unos versos de Elias Canetti, un genio al que admiro. Pero bueno, estas letras nacen de mis sentimientos, de mi alma. Yo creo que el artista tiene que abrir su alma al oyente para que sea de verdad, tiene que ser sincero. Y yo más sincera no he podido ser. Se canta a la decepción sentimental, pero también al empoderamiento de la mujer, a la ilusión, a la esperanza y a ver una luz más allá. No pasa nada por equivocarse, por tener un bache en la vida.
Respecto a ‘Anoche me preguntabas’, ya que me preguntas, surgió un día que fui a ver un concierto, no me acuerdo de quién, a la sala Planta Baja de Granada. Se me ocurrió eso de los nudos (“tenía un nudo en el pecho, otro en el estómago y otro en la garganta”) y… ¡algo me estaría pasando, para que me saliera eso! [Risas] Pero las canciones surgen de sentimientos sinceros pero se convierten en ficción y en literatura, no significa que todo lo que cuentas te pase a pies juntillas.
«Yo soy muy aficionada a la literatura y la poesía, estudié filología hispánica y cuido muchísimo la palabra»
Sí, hay un trabajo poético muy importante, que yo percibo como una herencia de tu padre, más allás de las versiones que se incluyen (‘Amores’). Ese decir cosas muy poderosas con frases muy sencillas…
Claro. Es una manera de trasladar el lenguaje popular a un ámbito poético, a la música. Es una forma de desacralizar la poesía, hacerla común para que todo el mundo pueda entenderte. Yo soy muy aficionada a la literatura y la poesía, estudié filología hispánica y cuido muchísimo la palabra. Pero considero que con la palabra también hay que ir a compás: los flamencos te dicen mucho ese “tienes que ir a compás”, estar puesta en el ritmo. Y yo entiendo que eso se aplica igual en el arte y en la vida. Hay que adaptarse a los tiempos, para no desintegrarse. Me llama mucho la atención cuando escucho a alguien que dice una frase coloquial, como si estuviera hablando conmigo, y a la vez resulta muy emocionante. Esto lo hacen muy bien Jota, La Bien Querida, Lorena Álvarez, Alonso… Lo estoy aprendiendo de ellos, he tenido la suerte de rodearme de gente con mucho talento que hacen eso muy bien.
Decías que algunas letras hablan de empoderamiento, y pienso directamente en ‘Baila conmigo’, que es muy festiva, pero también tiene ese punto reivindicativo. ¿Cómo surge?
La letra es de Lorena. Surge de una conversación que tuvimos ella y yo, pero así, en plan amigas, contándonos nuestras cosas… Y al final la convertimos en arte, lo que te decía antes. La pasamos la letra a Alonso y le dio por introducir esos arreglos, llevársela por ahí, por ese lugar más cameliano, por así decirlo… [Risas] Bueno, aporta un poco de sentido del humor a una situación desagradable, es un poco como “vamos a salir a tomar una cerveza, vamos a bailar. Hay que ser consciente de lo que sucede pero vamos a vivir también, que se te pasa la vida preocupada y triste”.
La verdad es que nos ha dado fuerte con ella en la redacción, y también nos consta que muchos usuarios de la web están a tope con ella.
¡Muchas gracias! ¡Qué alegría que guste tanto! Es muy divertida, desde el primer momento que nos pusimos con ella lo vimos, nos lo pasamos muy bien haciéndola, haciendo el videoclip y nos sigue dando muchas alegrías. Y en los directos tiene pinta de que va a serlo también… [Risas]
Cuando tuvieron lugar las manifestaciones del 8 de marzo contactamos contigo para que participaras en el especial que preparó mi compañera Mireia, pero por problemas de agenda no pudiste. Al hilo de esta canción, que toca un poco este tema, ¿cómo estás viviendo tú, como mujer con sangre y familia gitana además, esta reivindicación feminista tan grande?
Superorgullosa, orgullosa de ser mujer, de mi género, de que nos empoderemos y de reivindicar la igualdad. Yo estoy a favor de la bondad humana, de los buenos principios de hombres y mujeres, creo en el buen ser humano. Y, por supuesto, [a favor] de la igualdad. Yo he tenido, afortunadamente, un padre muy volcado en los Derechos Humanos y, desde muy pequeñita nos ha inculcado que chicos y chicas somos iguales, y yo tengo los mismos derechos que mi hermano, por ejemplo, o cualquier hombre de mi familia.
Ya que citas a tu padre tú misma… En la crítica del disco aludía yo una foto que subiste a Facebook, en la que apareces con una muñequera de pinchos que contabas que te regaló él, y escribías un texto muy bonito sobre luchar por la transgresión en el arte, que podría definirte como artista de su escuela, ¿no?
¡Ay! ¡Ni me acuerdo por qué subí yo esa foto! [Risas] Hablaba del anquilosamiento corrosivo… Yo entiendo el purismo y entiendo a la gente conservadora, pero no entiendo las críticas destructivas o las faltas de respeto porque yo cante un fandango. Todos tenemos derecho a cantar un fandango, hay que animar a la gente a que canten fandangos, que no tengan miedo, que no hace falta ser un virtuoso increíble para cantar, ni pedir bula al Papa para cantar una soleá. Mi padre animaba a la gente joven a aprender flamenco y a cantar. Él siempre decía “cuanto más se cante flamenco, menos nos vamos a pelear”. Él me enseñó eso, a respetar mi propio trabajo, a hacerlo de la manera más honesta posible, pero sin miedo.
«Cuando te dedicas a la misma profesión que tu padre, y tu padre es un genio en esto… Fácil, no es»
En ese sentido, siendo hija de un maestro de la envergadura de tu padre, ¿tu apellido es en cierto modo para ti un peso, que también tienes que vencer?
A ver, para mí es natural llamarme Morente porque nací así [risas]. Pero claro que impone, y que le tengo muchísimo respeto. Cuando te dedicas a la misma profesión que tu padre, y tu padre es un genio en esto… Fácil, no es. Pero, al mismo tiempo, quizá si no fuera hija de Enrique Morente no estaríamos aquí hablando tú y yo. Yo tengo que agradecerle a él todo lo que me ha dado, y por eso no me pesa. Sin él no sería Soleá.
Te quería hacer una pregunta sobre ‘La alondra’, la canción que hable el disco, porque una lectora nos escribió…
Sí, lo de Sinéad O’Connor, ¿verdad? Estoy al tanto, me lo han dicho. Tenía ganas de que me lo preguntaras, y estaba esperando esta entrevista para aclararlo: por supuesto, la primera estrofa de ‘La alondra’ es una adaptación que hice, y ha habido un error en la edición con los créditos. Pero en la SGAE está registrado correctamente, y en la próxima edición de los discos saldrá ya corregido. Cuando estén corregidos los créditos lo mostraré, porque no tengo nada que ocultar, ni mucho menos, al revés. Siempre que me han preguntado por una canción favorita mía, he dicho que es ‘In This Heart’, de Sinéad O’Connor, es una pedazo de artista, a la que admiro. Y esa canción me ha ayudado en muchos momentos, y me acompaña desde hace muchísimo tiempo. Es que es superevidente, “en este corazón hay una alondra, que canta sólo para ti”. Con Alonso lo hemos hecho evolucionar, le añado una letra mía que hice con mi padre, el último verso, y una letra popular también.
Por último, tus directos se anuncian como Soleá Morente & Napoléon Solo. ¿Cómo enfocaréis los conciertos?
Bueno, pues eso, ellos serán mi banda de acompañamiento, aunque no vienen todos: estarán Alonso, su batería y su bajista. También viene Eduardo Espín Pacheco, hijo de Carmen Linares, que es mi guitarrista flamenco. Y a los coros estarán Lorena Álvarez y Rocío Morales, otra artista genial, de Granada. Intentaremos ser lo más fieles posible a la grabación de ‘Ole Lorelei’, pero en el directo las canciones se escapan, van cogiendo matices nuevos. Y también cantaremos canciones de ‘Tendrá que haber un camino’, por supuesto.
Seguimos sin saber exactamente cuándo se publicará ‘Cabernet Sauvignon’ ‘Avida Dollars’, la nueva mixtape de C. Tangana con la que dará continuidad al exitoso ‘Ídolo’. Un nuevo lanzamiento del rapero que vendrá auspiciado por Sony, en medio de un creciente criticismo al rapero madrileño tanto por parte de los que le consideran un tipo sin talento como por parte de los que le admiraban y aseguran que ya no mola como cuando lanzó ‘LO▼E’S’ y consideran que se ha vendido a la industria. Ese “backlash” al que alude constantemente en ‘Llorando en la limo’, que ejerce de primer adelanto de su próxima obra.
Curiosamente, este nuevo tema se aleja del autoendiosamiento generalizado de ‘Ídolo’ y nos devuelve a ese Puchito romántico y emocional de sus inicios, con esos “que le jodan al dinero, quiero estar contigo / estoy enamorao del queso [Nde: los euros, en argot], pero prefiero los besos, tus besos”. ¿Será una referencia a Andrés Calamaro? De paso Antón, mientras “llora a 180 en un Ferrari (parece un tsunami)” –qué gran línea–, se mofa de las críticas, presumiendo de su nuevo estatus estelar, ostentando. Luego pasa al ataque: en la segunda parte del clip oficial suena la sorprendente y pseudo-Kendrick Lamar ‘Cabernet Sauvignon’ (según el tracklist, en la playlist también se ubican así, consecutivamente), con la que se despacha a gusto contra sus enemigos y, de paso, hace un recuento de viejos (Alizzz, Royce Rolo y Danni Ble) y nuevos aliados (Steve Lean, Enry-K de Damed Squad…).
Por supuesto, también recuerda a Agorazein, la crew en la que se inició y con la que lanzó un disco magnífico en 2016, ‘Siempre’. Pero donde mejor escenifica Tangana que no olvida sus orígenes en la escena del rap urbano y underground es citando a Chirie Vegas, un magnífico pero poco reconocido MC de Madrid, cuyo sonido conecta perfectamente con el de los inicios de AGZ. Le nombra en ‘Cabernet Sauvigon’ pero es que, además, cuando en ‘Llorando en la limo’ canta eso de “Dios bendiga al reggaetón, Dios bendiga a Daddy [Yankee]”, la imagen que se ve en el vídeo es la de un CD de Vegas del año 2004: ‘Vintage’, un disco líricamente enraizado en los barrios periféricos de Madrid pero con trasfondo jazz-rap. Un detallazo.
Y con todo ese “backlash”, ¿está acabado C. Tangana y ya no le importa a nadie? Ni muchísimo menos: el clip de ‘Llorando en la limo’ se acerca a los 4,5 millones de reproducciones, mientras que en Spotify se aproxima a los 3, superando a todos los cortes de ‘Ídolo’ salvo ‘De pie’, ‘No te pegas’ y, obviamente, ‘Mala mujer’ –la mejor canción de 2017 para nuestra redacción–, que con casi 58 millones ya está a otro nivel. Tampoco es de extrañar: la producción de Alizzz, elegante y audaz a la vez, es otro personal paradigma del pop urbano contemporáneo, mientras que los versos y el estribillo de Puchito son de lo más pegadizo que haya escrito nunca.
Por más que le pese a muchos, ‘Cabernet Sauvignon’ ‘Avida Dollars’ pinta muy, pero que muy bien, y si las señales son ciertas, el viernes 20 de abril conoceremos algo más de él.
Actualización [16/4/2018]: Horas después de la publicación de este artículo, C. Tangana confirmaba en redes sociales que su nueva mixtape se publica el próximo viernes, 20 de abril, y que no se llama ‘Cabernet Sauvignon’ sino ‘Avida Dollars’.
El director checo Miloš Forman, conocido sobre todo por su trabajo como director en la excelente adaptación de ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’ y ‘Amadeus’, por las que consiguió sendos Oscars en 1976 y 1985, ha fallecido a los 86 años. El comunicado oficial indica que ha muerto este viernes rodeado de familia y amigos cercanos tras una breve enfermedad.
Forman, que abandonó la antigua Checoslovaquia tras la invasión soviética, también fue nominado por ‘El escándalo de Larry Flynt’, en la que destacaba una de las mejores actuaciones de Courtney Love, y obtenía el Oso de Oro en la Berlinale.
Otras cintas de su filmografía fueron ‘Hair’, ‘Valmont’, ‘Man on the Moon’ y ‘Los fantasmas de Goya’, siendo esta cinta de 2006 una de las pocas películas de su carrera en la que además de la dirección, se encargaba también del guión.
Algunas cosas han cambiado en Pitchfork desde que fue adquirido por Conde Nast. Ahora, por ejemplo, reseñan discos de Katy Perry, Adele o Taylor Swift. Sin embargo, hay cosas que no han cambiado. En concreto el site continúa con su aversión hacia uno de los grupos más emblemáticos del indie americano de los 90, los Eels de Mark Everett. Ha sido uno de los desencuentros más populares de la historia de la prensa musical y tras saltarse un par de álbumes que dejaron sin reseñar, P4K contraataca.
El grupo ha editado su nuevo álbum este mes, bajo el nombre de ‘The Deconstruction’, y el gigante de Chicago lo ha evaluado con un 3,0 sobre 10, asegurando que “no produce excentricidad alguna, inteligencia pop, creatividad orquestal o revelación emocional”. Ni que decir tiene que esta es la peor valoración del álbum en todo el mundo, como vemos en Metacritic, donde el disco tiene un 72/100, lo que incluye un 9 sobre 10 de American Songwriter. ¿De verdad no hay en Pitchfork ni un colaborador que sea mínimamente fan de Eels?
Pitchfork además referencia críticas pasadas en su texto. Para el site su discografía de estudio queda así (sí aprobaron el recopilatorio ‘Met the Eeels’ con un 6,9 y el directo ‘Live at Town Hall’ con un 6,7). Los discos de los 90 de Eels, sus clásicos, no aparecen en su base de datos.
2002 Souljacker 4,9
2003 Shootenanny! 2,8
2005 Blinking Lights and Other Revelations 6,5
2009 Hombre Lobo 4,6
2010 End Times 3,9
2010 Tomorrow Morning 3,6
2013 Wonderful, Glorious S/C
2014 The Cautionary Tales of Mark Oliver Everett S/C
2018 The Deconstruction 3,0
El éxito viral del momento se llama ‘Cómeme el Donut’. Su presentación en vivo compite en la lista trending de Youtube con ‘Ambiente’ de J. Balvin o el lyric video de ‘Arde’ de Aitana Ocaña, todo ello a pesar de que el vídeo no ha sido por supuesto subido por Telecinco al visor de Google de manera oficial.
Sus autores se hacen llamar Glitch Gyals, se trata de un dúo formado por Lapili y Jirafa Rey, y estos primos han sido capaces de dejar con la boca abierta al jurado de Factor X, a destacar las caras de Laura Pausini, tan prestas para los memes oportunos. Jesús Vázquez, por su parte, hace twerking encantado.
Es fácil adivinar cuáles han sido las influencias de esta performance de Glitch Gyals que, de hecho, incluye donuts: el electro-disgusting de Las Bistecs (hay cita a un «entrecot»), el rollo urban de Bad Gyal aunque sea por el nombre (ellos no son dancehall después de todo), el descaro de MueveloReina, el humor de Ojete Calor incluso estéticamente… ¿No era cuestión de tiempo que la música de la calle llegara a su pantalla amiga?
Además de dejaros el vídeo completo en la web de Telecinco, os invitamos a consultar su canal de Youtube, donde ‘Cómeme el Donut’ fue subida en junio de 2017, y también encontramos temas como ‘Champurihanna’ o ‘Natural Queen’.
Hoy 14 de abril es el día en que Josef Leimberg llega a nuestro país para actuar en la Sala Apolo. El artista, que ha trabajado con Kendrick Lamar o Kamasi Washington, está en Barcelona para presentar las canciones del disco que editaba a finales de 2016, ‘Astral Progressions’. En él se incluían temas como ‘Interstellar Universe’ o ‘Celestial Visions’.
Una de las maravillas contenidas en el álbum era ‘Between Us 2’, que ejerció de segundo adelanto y que, con la colaboración del cantante de R&B Bilal y el multiinstrumentista Miguel Atwood-Ferguson (Ray Charles, Flying Lotus, Dr. Dre, Mary J. Blige), nos llevaba de la mano al Prince más jazzy (hay momentos vocales que no pueden ser más Rogers Nelson).
Si para elaborar su disco Josef Leimberg contaba que se ha inspirado en ‘To Pimp A Butterfly’, Miles Davis y Alice Coltrane, aquí despunta sobre todo una deliciosa sección orquestal que va emergiendo poco a poco entre la bailable base de medio tiempo R&B. A medida que la letra se va revelando como una celebración de cómo, por ejemplo, un rayo de sol cae sobre la cara de un ser querido, va metiéndosenos dentro de la piel la mencionada sección de cuerda, que empieza a calarnos especialmente después del primer minuto de canción, para ya no abandonarnos nunca más. Una composición que gozarán con total seguridad los seguidores de Lamar o por ejemplo Thundercat, con quien Miguel Atwood-Ferguson ha trabajado.