23 años de carrera discográfica, toda una vida siendo una referencia en el mundo del post-rock, y la banda escocesa Mogwai nunca había sido número 1 en su propio país. Hasta ahora. El nuevo disco de la banda, ‘As The Love Continues’, ha sido el disco más vendido de la semana en Reino Unido, llegando a las 10.456 unidades en 7 días.
Es, por tanto, la mejor marca de un grupo que ha ido mejorando sus cifras poco a poco al haber ido asentando a sus seguidores, y al haber ido perdiendo fuerza la venta de CD’s: ahora es más fácil para un grupo con su base de fans ser número 1 en álbumes que en el año 2001.
Mogwai fueron top 75 en Reino Unido con su debut ‘Mogwai Young Team’, uno de los mejores discos de 1997. Sus dos obras seminales ‘Come On Die Young’ y ‘Rock Action’ llegaban al top 30, y después de unos cuantos años de bajona, ‘Rave Tapes’ fue top 10 en 2014 y ‘Every Country’ Sun’ fue top 6 en 2017. Además de ser número 3 en la siempre rockera Alemania, ‘As The Love Continues’ ha sido número 1 en Reino Unido gracias a la venta física de 7.305 unidades. A ello han contribuido las múltiples ediciones que la banda vende a través de su web: la deluxe, una en vinilo de color, otra en vinilo doble negro, etcétera. Además, han alentado a sus seguidores en las redes sociales para comprar el disco porque sabían que iban número 1 en las «midweeks». Se ha usado el hashtag #Mogwai4number1 en Twitter y sus retuits se cuentan por decenas.
La Official Chart Company nos da también un dato curioso: el disco más vendido de Mogwai es ‘Come On Die Young’ con 51.306 unidades despachadas siempre dentro de Reino Unido. Está a menos de 9.000 unidades del disco de plata. Nadie hablará del bajón que vivirá el nuevo disco la semana que viene: se ha visto a varios recientes números 1 en Reino Unido caer más de 50 puestos en 7 días, una vez pasado el hype de los fans y contando tanto el streaming. Por ejemplo hace unas semanas Bring Me the Horizon pasaban del número 1 al número 52. You Me At Six pasaban del número 1 a salir de todo el top 100 en tan sólo una semana con ‘SUCKAPUNCH’. En tiempos de bajas ventas y poca competencia por los lanzamientos aplazados por la pandemia, más que nunca los artistas están poniendo toda la carne en el asador en la semana de salida, dejándose caer después.
En cualquier caso, hay que celebrar el hito de una banda tan longeva e influyente. ‘As the Love Continues’, bajo la producción de Dave Fridmann, no es un punto de inflexión en la carrera de Mogwai, con algunos temas un tanto «piloto automático», pero sí hay otros que cortan el hipo como el grupo acostumbra. Frente a singles como ‘Dry Fantasy’ o la cantadita ‘Ritchie Sacramento’, impresionan pistas como ‘Midnight Flit’. Reseñaremos este álbum la semana que viene.
Hoy es 26 de febrero, es decir, día de El Madrileño, pero también es el día en que sale -por sorpresa- el nuevo disco de Nick Cave con Warren Ellis, el anunciado ‘CARNAGE’; y también ven la luz los nuevos trabajos discográficos de Roosevelt, Danny L. Harle, Shinova y Julien Baker. Hoy viernes llegan al mercado también los nuevos largos de Neil Young (un directo), Alice Cooper, Robin Schulz, Miquel Abras, Madison Beer, Dom la nena o Colectivo da Silva.
Entre los singles que puedes escuchar a partir de ya en nuestra playlist de novedades actualizada, a destacar el dueto de Miss Caffeina con Ana Torroja en ‘Punto muerto’, el regreso de Noname con ‘Rainforest’ y el de Nick Jonas con ‘Spaceman’. También presentan single Becky G con Burna Boy, Leon Bridges con Keite Young, la banda revelación No sé a quién matar, Bearoid, Maika Makovski, babi, Zara Larsson, La Habitación Roja o Post Malone en modo cantautor. En los últimos días también hemos comentado en portada los nuevos temas de The Horrors, Wolf Alice y Espanto.
Entre las curiosidades que encontrarás en la playlist de hoy, una versión de ‘I’m Every Woman’ de Whitney Houston por Tinashe en clave Kaytranada (pero producida por TOKiMONSTA), otra de ‘Fire’ de Waxahatchee por The Vaccines, a los que costará encontrar fácilmente en Google estos días; el dueto de Drakeo the Ruler y Drake; o el vivo de ‘PURO VENENO’ de Nathy Peluso para COLORS. Finalmente, J Balvin ha lanzado durante el fin de semana el primer single de su próximo álbum.
Justin Bieber confirma esta tarde que su nuevo disco se llama ‘Justice’ y sale el próximo 19 de marzo, es decir, dentro de 3 semanas escasas. Contendrá los singles lanzados en meses pasados ‘Holy (ft. Chance The Rapper)’, ‘Lonely (ft. Benny Blanco)’ y ‘Anyone’ y viene para dejar atrás la mala recepción que tuvo su álbum ‘Changes’, que salió tan sólo el año pasado aunque parezca que haga una eternidad.
‘Holy (ft. Chance The Rapper)’, ‘Lonely (ft. Benny Blanco)’ y ‘Anyone’ han funcionado bien. Las 3 permanecen en el top 100 de las canciones más escuchadas en Spotify a nivel global, con entre 150 y 350 millones de streamings, dependiendo del momento en que fueran lanzadas. Sin embargo, hay algo que no han terminado de devolver al artista: la excitación que supusieron los singles de ‘Purpose’, un disco realmente fundamental en el pop del siglo XXI que fue largamente imitado, en especial, ‘Sorry’. Aunque tienen sus defensores, ni la grandilocuencia de ‘Anyone’, ni la balada con Benny Blanco, ni el beatliano ‘Holy’ marcarán la tendencia como ha de hacer un artista de pop que no ha cumplido la treintena.
Hay una coincidencia alfabética entre las palabras «Justin» y «Justice» como la había entre «Bieber» y «Believer». Pero lo relevante, ahora que sabemos que el disco se llama ‘Justice’, es de qué modo Bieber ha perdido al público más inquieto y crítico del mundo del pop, al público de Popjustice (o de nuestra web). Curioseando en el foro de Popjustice a ver qué opinaban sobre que el disco se llamara ‘Justice’, la excitación está tan baja que nadie siquiera se molestó en hacer la obligada broma: están demasiado ocupados comentando lo fea que les parece la portada.
Uno mantiene la esperanza de que su carrera se encarrile por el camino de la inquietud y no por lo que dicte el algoritmo de Spotify o su encuentro con Dios, pero las posibilidades se ven mermadas cuando el anuncio del disco apela a la «justicia para la humanidad», a la «cura que anhelamos» y a este «planeta roto». Todo ello en sintonía con aquel vídeo en el que Bieber se disfrazaba de obrero cuqui para salvar el mundo. La misma película que ‘Intentions’ en el disco anterior. Justin espera que esta música «nos dé confort» ignorando que el confort nos lo han dado discos como el de Dua Lipa en su escapismo o el de Lady Gaga llevándonos a un planeta imaginario. ¿Dónde quedó el pop en la carrera de Justin Bieber?
‘Remember Where You Are’ de Jessie Ware es número 1 en JNSP tras el revuelo vivido por el tema al ser interpretado en la televisión británica. Además, ahora estrena vídeo. La entrada más fuerte es la de ‘Lovers’ de Roosevelt, mientras en la parte baja también encontramos a Django Django, Glass Animals y Adiós amores. Entre aquellos que alcanzan nuevo máximo, Alexanderplatz, Arlo Parks y Perfume Genius. Recordad que podéis escuchar la playlist con las 40 canciones del top y las 10 candidatas a entrar de cada semana, así como por supuesto votar por vuestras canciones favoritas, aquí. Los votos son sometidos a una fórmula matemática que beneficia a las novedades y perjudica a las canciones a medida que pasan las semanas.
El mayor éxito de C. Tangana parecía que iba a ser ‘Mala mujer‘… pero no. Se llamaba ‘Booty‘. La colaboración con Becky G ponía a Puchito a otro nivel en el plano internacional latino, pero el alcance de los siguientes singles le decepcionaron sobremanera. ‘No te debí besar’ con Paloma Mami sí fue un hit, pero en general, en la decena de singles que sacó en 2019, se le veía un poco perdido. Un poco como en los últimos meses esa Rosalía que va de remix en «colabo» sin convencer al 200% como ella sabe.
Cuenta C. Tangana, a partir de ahora «El Madrileño», que esperaba mucho más de su colaboración con Natti Natasha, y yo voy a romper una lanza a favor de ‘Picaflor‘ con Lao Ra, pero en general, estaba repitiéndose a sí mismo. Lo sabíamos nosotros y lo sabía él, que empezó a sentirse incómodo en la posición que se había marcado, probablemente ser la versión española de Bad Bunny, J Balvin o, como mínimo, Maluma, que acaba de pegar el petardazo de su vida con ‘Hawái’, un top 2 a nivel global. Puchito no podía llegar tan arriba, o quizá pueda lograrlo eventualmente, pero de momento ha decidido pulsar el botón de reinicio, olvidarse de la esclavitud de las leyes del mercado, y probar otra cosa.
Ahora es fácil decirlo, después de que hayan sido número 1, pero ninguno de los primeros singles de ‘El madrileño’ se caracterizaron por seguir los parámetros estéticos de «Today’s Top Hits», esa playlist que tiene la creatividad artística secuestrada y el mercado absolutamente alelado. ‘Nunca estoy‘ es una canción en la que se escuchan de fondo grabaciones en un contestador. ‘Demasiadas mujeres‘ samplea a Joselito. ‘Un veneno‘ ni siquiera se consideró un sencillo fundamental en la carrera del artista cuando se editó en 2018. Cuesta imaginar a los fans de Khalid o Post Malone hypeados por la colaboración de Puchito con Toquinho… el que sepa escribir el nombre de este, claro. Y la única que parece una jugada medio calculada es la de ‘Tú me dejaste de querer’, la que se anunciaba como «la canción más importante de su vida».
Como muchas veces pasa con C. Tangana, al principio costaba entender lo que quería decirnos exactamente con ella. Menos experimental que ‘Demasiadas mujeres’, su producción como siempre de mano de su «hermano» Alizzz se anticipaba mucho más tradicional. Nuestra compañera Mireia Pería al reseñarla anticipaba las razones de su éxito, vinculándola con el sonido de extrarradio, polígonos, cassettes, una fiesta con música de nuestros padres (o abuelos) cuando éramos pequeños. Las voces de La Húngara y Niño de Elche llamaban a transcender estilos y generaciones, de Vallecas a Las Tres Mil Viviendas y colándose en el Barrio Salamanca, como en los 90 la música de Ketama. Cada vez que Niño de Elche entra para repetir en solitario el título de la canción, hasta los pelos de los brazos te indican que esta es la canción más transversal de Antón Álvarez Alfaro.
Es también la canción más importante de la carrera de El Madrileño, o al menos de este disco, porque es la que mejor lo representa. Este álbum no suena tan vanguardista como sugería ‘Demasiadas mujeres’, en la que no se sabe si es más rupturista la suma de trance y pasodoble o el modo abrupto en que acaba la canción, lanzándote a devorarla en bucle; ni tan desconcertante como lo era en primera escucha ‘Nunca estoy’. En general, el álbum se compone de canciones arraigadas en la tradición española y latina -pues su concepto es un avión partiendo de viaje de Madrid hacia Latinoamérica-, que han sido manipuladas tímidamente por C. Tangana, Alizzz y un tercer productor, Víctor Martínez.
Así, ‘El Madrileño’ no incorpora un «squad» a su paleta sonora. Y #SorryNotSorry por la referencia a ‘De aquí no sales’, pues el cantante sí ha pasado página en su vida personal. Quizá soy de los que ven a Rosalía hasta en el gotelé, pero lo cierto es que Puchito tiene unos cuantiosos créditos por determinar en ‘El mal querer‘, y aquí perviven algunas referencias a la cantante. ‘Párteme la cara’ tiene unos coros femeninos que recuerdan en estilo a ‘Barefoot in the Park‘ de James Blake y para colmo en un momento dado de ‘Comerte entera’ aparecen de manera subrepticia unos coros de Puchito susurrando «tra-tra-tra» que, si no quería comparaciones, se podía haber ahorrado porque nadie los habría reclamado.
En todo caso, las comparaciones no son odiosas, sino sanas cuando sirven para encumbrar a dos de los artistas más importantes de la historia de nuestro país, ambos pasándose por el arco de triunfo las fronteras entre indie y mainstream, entre vanguardia y tradición; ambos a un nivel de frotarse los ojos. ‘El mal querer’ era un disco más Sónar Festival, y ‘El madrileño’ es un disco más Primavera Sound, pero también más pop: no hay que dar por sentada la enorme cantidad de hits que se suman a los 5 (¡CINCO!) singles que ya conocíamos con antelación. ‘Ingobernable‘ es una rumba turbia pero irresistible, para la que se ha contado con los Gipsy Kings, en la que El Madrileño adopta un papel más posesivo, frente a una mujer que no se deja dominar. ‘Los tontos’ es la otra cara de la moneda, un tema festivo, divertidísimo, en el que Kiko Veneno y Puchito se proponen huir de su condición de «losers». Sabe Dios el algoritmo qué sucederá con ‘Párteme la cara’, el focus track en España de hoy, y con ‘Te olvidaste’, el tema mitad corrido mitad R&B junto a Omar Apollo que ha sido seleccionado por el mayor «New Music Friday» internacional. Pero mi debilidad es ‘Cuándo olvidaré’, una canción acústica preciosa, de sabor cubano, el de Buena Vista Social Club, en la que emergen voces robóticas… y después Pepe Blanco para decirnos que Frank Sinatra jamás podrá cantar como él, pero al revés, sí. Cuenta con créditos de 20 personas, Jay Z y H.E.R. incluidos (!), siempre sin abandonar su intimismo.
Pueden parecer más modestas ‘CAMBIA!’ y ‘Muriendo de envidia’, pero esta última va a dar a conocer a millones de personas a Eliades Ochoa, y ambas nos dejan algunas de las sentencias más importantes del disco, las que nos recuerdan quién es el artista que estamos escuchando. Porque perviven la chulería y la obsesión del éxito de C. Tangana en ‘El Madrileño’, aunque él crea que no. Y ahí quedan frases como «me hicieron pensar que si cada noche, no salía vestido en Gucci, yo no era más que un don nadie y ahora sobran ceros en el banco». Si bien «si un día, Dios no lo quiera, pierdo los cuartos de mi talento / le juro a todos los presentes que voy a morirme igual de contento» nos muestra definitivamente a una persona más asentada y romántica, celebrando el amor que ha encontrado.
La repetitiva ‘Nominao’ con Jorge Drexler está en el lado más blando de este álbum, sobre todo porque Drexler sabe hacer cosas más arriesgadas -como Kiko Veneno, que viene de editar ‘Sombrero roto’, nada menos- pero sí rompo una lanza en favor de ese cierre con Calamaro, en horas bajísimas de popularidad, que tan comentado está siendo para bien y para mal. Parece que El Madrileño ha decidido terminar de esta manera el disco de su vida porque es más adicto a generar controversia que Madonna, y eso es lo que ha provocado este vídeo en el que vemos a Andrés cogerse los huevos, a ambos apelar al perico, celebrar que tienen «una geisha en Japón» en 2021. Pero también es verdad que es un gran cierre, épico, guitarrero, para un álbum que se estaba quedando a las puertas de pecar de llorica. Un suma y sigue en una secuencia enorme en la que hay que recordar que encontramos a Alejandro Sanz y Rosario acreditados por haber consentido que se utilicen a las dos niñas de sus ojos: ‘Corazón partío’ y ‘Cómo quieres que te quiera’. Hay quien se preguntó en qué estaba pensando «C. Tangana» cuando referenciaba dos temas en las antípodas de lo «cool». Ahora entendemos perfectamente dónde apuntaba su visión.
Miss Caffeina estrenan hoy un nuevo single junto a su productor habitual, Max Dingel. La noticia es que su acompañante es Ana Torroja, lo cual seguramente sea un sueño hecho realidad para la banda de Alberto Jiménez. Después de que este interpretara un tema de Mecano en el concierto de Nacho Cano en Sonorama, en concreto ‘El 7 de septiembre’, podemos decir que ya solo le queda José María para marcar la pantalla de «misión cumplida».
Y una misión es lo que parecen buscar cumplir ambas partes en el vídeo de ‘Punto muerto’, el tema recién estrenado. Logra aparecer el grupo al completo (Miss Caffeina, no Mecano), pero el protagonismo cae en una Ana Torroja que decide acoger en su seno a Alberto (muy significativo el plano en el que este se recuesta en su regazo), mientras la letra apela repetidamente a «torres más altas» que «cayeron», «barcos más grandes» que «se hundieron» y «guerras más largas y crueles» que «llegaron a algún punto muerto». Ambos aparecen en varios momentos en posición militar, cual soldados del amor que se apoyan mutuamente. Un nuevo tema de superación sobre encontrar tu propia «voz», que también se refiere a una relación personal que olvidar: «he estado a punto de llamarte, pero he colgado justo a tiempo», indica Torroja.
Juega, eso sí, algo en contra el punto futurista por el que apuesta el lanzamiento, desde lo lírico (“Manos alto, esto es el futuro”), a lo visual, con el siempre ultrapop José Luis Algar; pues la producción es más bien tipo «revival». Y ojo porque Ana Torroja ha trabajado ya con El Guincho, Pional y Henry Saiz. En todo caso, cumple su cometido el beat deliberadamente 90’s de ‘Punto muerto’, en sintonía con la versión de Gala que Miss Caffeina han incorporado a sus directos, y su melodía marca de la casa es tan pegadiza como pretende.
Recientemente, en un reportaje sobre Músicos en la Pandemia, Alberto nos hablaba de los planes de futuro de Miss Caffeina: «Nosotros hemos decidido trabajar de la forma inversa esta vez. Antes sacábamos un disco y de él se iban desprendiendo singles, pero esta vez lo vamos a hacer al contrario. Iremos lanzando singles que luego conformarán un disco a final de año o a principios del siguiente. Es una manera de trabajar que nunca nos ha llamado la atención en el pasado, pero creemos que es el momento ideal, y al ser ya el 5º disco nos apetece hacerlo de una manera diferente».
Hoy sale a la venta ‘El Madrileño’ del artista anterior o actualmente conocido como C. Tangana, con el que acabamos de tener una animada charla. El disco es promocionado hoy con una serie de «lyric videos», o mejor dicho, videoclips con subtítulos, entre los que están destacando dos: ‘Párteme la cara’ es el «focus track» que se ha sugerido a las playlists de novedades semanales, pero es ‘Ingobernable’ el que está llamando la atención por cuenta propia y ya es top 4 entre las tendencias de Youtube España. Es nuestra «Canción del Día» porque se pega como una lapa, quieras o no.
En el vídeo dirigido por dos mujeres, Cris Trenas y María Rubio, El Madrileño aparece en un lujoso salón señorial rodeado de mujeres. Son, como nos indican los créditos, Patri, Chave, Ana, Belín, Mariví, Elena, Merche, Cristina, Alicia, Carmen, Yoli y Pilar, mujeres «de su familia» como ha explicado a La Razón; aportando en su conjunto un tono inequívocamente almodovariano al vídeo, a medio camino entre ‘La flor de mi secreto’ y ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’. De Chus Lampreave a Julieta Serrano. El disco introducido por ‘Demasiadas mujeres’ parecía hablarnos de un «fucker» exhausto, pero aquí hay cambio de tornas y Antón es el «gobernado».
La frase «una pistola para poder gobernarte» está dando que hablar, como observamos en nuestro foro de C. Tangana, pero en verdad la frase está en negativo: «ni una pistola para poder gobernarte». El uso de la palabra «pistola» puede suponer el mismo mal gusto en un mundo azotado por la violencia de género (atención al gesto de indignación de una de las mujeres que ilustra este artículo en ese preciso instante), pero la canción habla de una mujer “ingobernable” a la que no le vale que le dediquen buenas canciones, a la que no se puede llegar “ni con una escalera” y que no se puede gobernar “ni con una pistola”.
Cuando él dice que está «muerto de miedo por las amenazas» de que ella se va a ir, parecemos estar viendo el reverso de ‘Pienso en tu mirá’, la canción de Rosalía que se ponía en el lugar de un maltratador. Puchito, que en ‘Nunca estoy’ se ponía en boca de un personaje femenino, podría estar interpretando diferentes roles a lo largo del camino de este disco, en general en una línea a medio camino entre el amor romántico y el tóxico.
Musicalmente, ‘Ingobernable’ es una rumbita en colaboración con los Gipsy Kings, Nicolás Reyes y Tonino Baliardo, bastante purista, de las menos experimentales del disco, que evidencia qué pintaban Los Chunguitos en la lista de influencias del álbum.
Corría el año 2016 cuando Bruno Mars publicaba su último disco de estudio, ’24K Magic’. Puede que se te haya hecho corto -debido a las colaboraciones que el cantante ha realizado, por ejemplo ‘Please Me’ con Cardi B– o puede que se te haya hecho largo -porque todo aquello anterior a 2020 sabe a prehistoria-, pero lo cierto es que llevamos casi 5 años sin disco de Bruno.
En principio titubeante, pues el single principal y homónimo de ’24K Magic’ no logró más que ser top 5 en Estados Unidos y Reino Unido, el disco sí terminó siendo un gran éxito comercial. Especialmente ‘That’s What I Like‘ ha terminado siendo el mayor éxito de Mars en las plataformas de streaming, superando los 1.000 millones de reproducciones… con permiso de ‘Uptown Funk’ de Mark Ronson, en la que por alguna razón no está etiquetado pese a tener un protagonismo absoluto.
Y ahora Bruno Mars vuelve con otro nombre, lo cual puede decepcionar a algunos: ¿os imagináis que, también tras 5 años, Adele volviera con otro nombre? En cualquier caso, esta parece una aventura excitante, pues su nuevo proyecto promete. El invento se llama Silk Sonic, una elección un tanto extraña si recordamos que su colega Mark Ronson tiene un proyecto llamado Silk City en compañía de Diplo y con varios singles de éxito, pero bueno. Se trata de un dúo junto a Anderson .Paak, juntos han hecho un álbum y, como se puede apreciar en la misma portada, tendrá un protagonismo especial el bajista de Parliament-Funkadelic Bootsy Collins. Un invitado que seguramente ha hecho virar el proyecto todavía más hacia el funk setentero, un sonido que ha sentado siempre fenomenal a Bruno.
El próximo viernes 5 de marzo tenemos que reservar nuestras agendas para escuchar el primer tema de este proyecto, mientras el álbum llegará en una fecha aún por determinar. Será un macrolanzamiento para Warner en una industria desierta de grandes lanzamientos internacionales a causa de la pandemia, y también seguramente un punto de inflexión para la popularidad de Anderson .Paak, que ya había realizado una gira con Mars en 2017, y cuyo gusto por lo clásico le sienta como un guante al autor de ‘Locked Out of Heaven’. El público especializado ha amado discos suyos como ‘Venice’ o ‘Malibu‘, pero el pobre no tiene (o tenía) una sola entrada en el Billboard Hot 100, ni siquiera por sus múltiples colaboraciones con Kendrick Lamar, Justin Timberlake o Rick Ross.
Poco que decir de Bootsy Collins, quien saltara a la fama de mano de James Brown a principios de los años 70. A Parliament, se debe gran parte del sonido de los 70 y Collins fue co-autor por ejemplo del éxito ‘Give Up the Funk’, que imaginamos a Bruno Mars escuchando en su casa hasta la saciedad. Bootsy está, por méritos propios, en el Rock and Roll Hall of Fame.
A las 14.30 Sony me cita en un hotel de Plaza de España para entrevistar a C. Tangana y con una organización propia de superestrella internacional, a las 14.30, como un reloj, estoy haciendo mi primera pregunta al artista en la 20ª planta. Está a punto de salir ‘El madrileño’, el disco del artista que contiene algunas de las mejores canciones de 2020, que le han dado al fin sus primeros números 1 en la lista de singles en España. Es un álbum entregado al estilo de sus múltiples colaboradores, que no son Bad Bunny ni J Balvin, sino Eliades Ochoa para combinar son cubano y un pelín de flamenco en ‘Muriendo de envidia’, Omar Apollo en un tema que mezcla corrido y R&B como es ‘Te olvidaste’ o la divertidísima rumba ‘Los tontos’ con Kiko Veneno en plan «hasta los tontos tenemos tope».
Una canción preciosa, aunque no un hit potencial, es la balada ‘Cuándo olvidaré’, que se ve irrumpida por un discurso del difunto Pepe Blanco en el que explica que él puede hacer de Frank Sinatra pero no al revés. Todas ellas se ven modernizadas por la producción de El Madrileño y Alizzz, aunque los cambios son más sutiles de lo que me esperaba. Escuchando este disco, me he acordado más que nada de la música que pegaba en los 90 en España, la cual podía ser ‘Mi tierra’ de Gloria Estefan, uno de los álbumes más vendidos de la historia de nuestro país, pese a proceder de Cuba y Miami; o hits como ‘Sin documentos’ de Los Rodríguez.
Puchito, que aparenta de cerca algo menos de su edad, 30 años, es una persona educada, pero algo dura de roer. El macarra que imaginabas o hemos visto salir alguna vez por aquí o por allá, ha empezado a desaparecer como la marca C. Tangana, en este momento un fantasma durante esta promoción. Pero se mantiene esa cierta distancia que siempre mantuvo con la prensa, pues nunca la necesitó de verdad para lograr el éxito, y para muestra sus dificultades para entrar en radio, lo cual desde luego no le quitó el sueño a la hora de firmar cosas como ‘Nunca estoy’ o ‘Demasiadas mujeres’ con un sample de Joselito.
Cuando toda esta conversación bajo estas líneas que vais a leer termina, Antón sí se muestra en una posición mucho más relajada, se ríe cuando le digo que si ahora no le importa el éxito es porque sabe que el número 1 en este país esta semana (y posiblemente muchas más) lo tiene asegurado, y se anima a hojear un libro que he editado sobre la música fundamental del siglo XXI y le mandé hace un par de semanas a su mánager, pues ‘Ídolo‘ sale en él. Se detiene concretamente en las páginas de ‘My Beautiful Dark Twisted Fantasy’ de Kanye West y, sorprendentemente, en discos como ‘Bloom’ de Beach House o ‘Kill for Love’ de Chromatics porque le recuerdan a viajes y experiencias vividas con sus amigos. Asegura que no va a echar de menos en dicho libro a Travis Scott en contra de lo que me temía. Si le preguntas si le puedes hacer una foto pasando las páginas, su respuesta es «por supuesto», lo cual no está mal teniendo en cuenta lo que debe de cobrar esta persona por posar con cualquier fruslería. Eso sí, no intentes llevar la conversación exactamente por donde tú querías.
Promocionas este disco como el mejor de tu carrera. A mí me parece el gran disco de pop-rock que no esperábamos de tu carrera, el mejor ya se verá… Pero a lo que a mí me ha recordado es al pop-rock que vendía 500.000 copias en España en los 90.
No sé si sería pop-rock, hay mucho de canción popular de España, que es fácil asociar ahí, pero no sé si hay tanto pop ni tanto rock. Hay mucha música de raíz, y desde luego la guitarra tiene un papel fundamental.
En cuanto al rock, el disco se cierra con las guitarras del tema de Calamaro, bien arriba.
Eso sí que es rock, es el único tema de rock del disco y el único que he hecho en mi vida. Nunca me hubiese creído que iba a hacer ese tema yo tampoco.
Ahora que tienes 30 años, ¿te ves asentado de esta manera en este sonido?
La gracia del disco es que aborda muchos géneros: tienes son cubano, tienes rumba, tienes bachata, tienes R&B, folk, puede que country en algún momento, tienes corrido mexicano… La esencia del disco es el viaje. Y es una esencia que permite muchos viajes distintos. A mí me gusta pero no sé qué voy a hacer en el futuro. No tengo ni idea, la verdad.
Estaba esto que decías de que con 33 años no te veías rapeando… Nadie sabe con los 30 qué va a hacer a los 40, pero parece que hay cosas que ya no te imaginas haciendo.
Sí, aunque el otro día volvió a mi cabeza la idea de que quiero hacerme un disco de rap.
Bueno, has dicho que ya está hecho.
Sí, está hecho.
Eso seguro que lo sacas de sorpresa, tipo mixtape.
No sé… (sonríe) (‘El Madrileño’) ha sido un camino muy largo, ha sido un embarazo de dos años, ha costado mucho traerlo hasta aquí. Nunca había llegado a ningún disco con tanta sensación de que era el final de algo. Porque encima no hay gira. Para mí es el redoble final… que es el principio del recorrido para el público, para que todo el mundo entienda toda la música. Esta visión la tenía ya desde el primer single, y ahora quiero que todo el mundo entienda todo como un cuerpo completo. Para mí es un lugar de llegada y no estoy pensando nada en el futuro.
¿El primer single lo consideras ‘Un veneno’?
El primer single para mí es ‘Nunca estoy’, con ‘Nunca estoy’ yo ya tenía el disco entero en la cabeza.
Pero ahora parece muy claro que ‘Un veneno’ es el punto de partida. Aunque en aquel momento solo lo entendiéramos como un single suelto. No sé cuánto podías saber que iba a ser el principio de algo de manera subrepticia.
‘Un veneno’ es el punto de partida. Lo que sabía es que pretendía ahondar por ahí. ‘Un veneno’ no fue tan exitoso, pero se mantuvo «steady», la gente a la que de verdad le gusta C. Tangana lo siguió escuchando. No sé si decir a los «verdaderos fans» por no faltar a los otros, pero es una canción que no necesitó estar en la radio ni estar súper pegada. Se mantuvo ahí porque la gente que me escucha habitualmente es de las que más consume. Las que van teniendo éxito suben, pero esta, los que se quedan… siempre la oyen. Era muy distinta y no sabía qué quería hacer, pero sí sabía que quería hacer una búsqueda. Siempre he hecho una búsqueda hacia lo más autóctono: Dellafuente, Niño de Elche, Rosalía… Luego tenía la apertura de viajar por el mundo, de entender la música latina, y ahí sí que investigué en la música latina, buscando la conexión con España, con Cuba… Todo este batiburrillo no sabía hacia dónde iba. Pero ya estaba en ‘Un veneno’, que fue la primera vez que ejecuté algo y me di cuenta de que tenía un sentido y de que tenía una gran canción. A partir de ahí abrí la vía para el disco.
«Este no es un disco que se pueda hacer sin haber vivido toda mi vida. Esa es la gran diferencia con ‘Booty'»
Pero después estaba ‘Booty’, e incluso aquella canción de branded content para un ron cubano que te salió chula, y resulta que esa sí es del rollo de este disco.
Correcto: ‘Para repartir‘ (risas). Era una dirección. Este no es un disco que se pueda hacer sin haber vivido toda mi vida. Esa es la gran diferencia: ‘Booty’ es una gran canción, y aunque haya sido todo un éxito, es experimental. En el segundo verso cambia al patrón rítmico: ¿cuántas canciones que suenan en la radio cambian de patrón rítmico? Tiene mi voz editada, yo me he hecho un rap al uso. Es dura, es difícil y aun así es un hit, pero ese hit podía haberse hecho con 6 meses de preparación. Y este es un disco que necesita toda mi vida. Si no hubiese escuchado a Kiko Veneno de pequeño, si no entendiese a El Pescaílla, si no tuviese una idea de lo que significa la canción española respecto de lo folclórico… Si no hubiese hecho una indagación por Jorge Drexler, Chavela Vargas, Omara Portuondo… no hubiese podido llegar hasta este disco. Y luego lo que te decía del embarazo: el proceso de construirlo, que no sea un disco de una cosa ni de otra sino que sea todo…
He visto tu playlist de influencias, pero de la gente que hay en esa playlist o de aquella con la que has trabajado, ¿hay discos enteros que tengas como de cabecera? Porque la gente de tu generación ha tenido sus más y sus menos con el formato disco…
De Eliades Ochoa, que es un tío al que admiro muchísimo, hago una recopilación de sus canciones normalmente. Pero hay artistas que sí son de disco, como Calamaro, que sería ‘Honestidad brutal’. De Kiko Veneno no soy tanto de discos. ‘Échate un cantecito’ me parece la leche y ‘La familia pollo’ lo ponía mucho mi viejo en casa, pero él no es tanto de discos como de haber ido haciendo una reconstrucción. De Jorge Drexler, ‘Frontera’…
Quizá cuando te inspiras en el bolero, en lo tradicional, son más singles sueltos que salieron en 7″ en los 60 y cosas así.
Es que una cosa es la composición, hay discos muy de autor a los que salen esas obras que son completas y las agarras como juntas. Y luego otra es toda la gente que bebe de la música popular, que es de otro tipo: como en el flamenco, coges las letras, vas haciendo palos y es una conjunción. Pero cuando eres compositor, Jorge o Calamaro, ellos van al estudio, componen, cantan ellos, y salen discos más redondos. Pero respeto las dos cosas. ‘Honestidad brutal’ es el mayor ejemplo de un disco que me parece entero, de obra.
Jorge Drexler es también como gran productor, ¿no? Hace cosas muy chulas.
Y «Campy», con el que lleva trabajando muchos años también.
«Me hubiera gustado tener una gran voz o dominar un instrumento. Pero no. Yo soy pura intuición. Tengo otras cosas»
Cuando fuiste a OT, la gente se quedó con lo de «Hasta luego, Mari Carmen», y poca gente con lo bien que habías cantado. Perteneces a una generación en la que hay muchísimo playback, voces dobladas, etcétera, y creo que te pusiste en serio «voy a cantar bien» en Operación Triunfo.
(risas)
Y además sales en tu nuevo vídeo diciendo que te da envidia lo bien que toca Jorge Drexler, además de tocando tú mismo unas cositas. ¿Te pica cada vez más la técnica?
Siempre me ha picado porque nunca he tenido. Me hubiera gustado tener una gran voz o dominar bien un instrumento. Eso siempre lo he dicho. O haber tenido lenguaje de solfeo. Pero no lo tengo. Yo soy pura intuición. Tengo otras cosas. Siempre he tenido envidia a la técnica.
¿Lo ves como un rasgo de madurez, o crees que se puede perder cierta espontaneidad?
Creo que tú te has fijado ahora porque has atado cabos, pero siempre ha estado ahí. Yo siempre he dicho que ojalá mis conciertos tuvieran más de interpretación y menos de performance. Toda la vida lo he dicho. Desde el rap. Desde Crema. No es de este disco ni de la madurez. Siempre me ha dado envidia. Y siempre me ha sorprendido y he admirado a la gente que lo domina bien. Aunque creo que lo mío es otra cosa, no es el dominio de la técnica.
«Creo que es Rosalía la que te tiene que contar mis créditos en su disco. Pero ya te digo: ella, la hostia. Y El Guincho, un sueño»
¿Qué hiciste exactamente en ‘El mal querer’? Estás en 8 canciones acreditado, y nunca he sabido muy bien si estás más en las melodías, en los beats, en alguna letra. ¿En qué canción crees que hicisteis más cosas juntos y podemos oírte más?
Para mí es un honor haber estado en la composición de ‘El mal querer’, pero creo que es Rosalía la que te tiene que contar de qué va su disco. A mí no me gustaría que alguien dentro de 2 años dijese cómo él piensa que se hizo mi disco. Yo del mío te cuento cómo y si te lo intenta contar otro le diré que se calle la boca. Y el de ella, que te lo cuente ella.
Cuando la entrevistamos a ella, fíjate que le preguntamos si ella había tenido algo que ver con ‘Mala mujer’, porque tenía un piano salsero y un punto más tradicional, que en ese momento asociábamos con ella. Y nos dijo algo como: «Antón y yo cambiamos ideas…», pero que no. Y no sé por qué muy bien este tema nunca ha salido.
Yo creo que sobre su disco le corresponde a ella decirlo. Y más si no ha contestado ella nunca.
Pero porque nadie se lo pregunta…
Yo no sé por qué es. Pero ya te digo: es la hostia. Y El Guincho, igual: un sueño.
En uno de los temas nuevos, ‘Te olvidaste’, pareces apelar al «hate» («que se mueran todos los hijos de puta / están hablando a mis espaldas para que caiga»). ¿Cuán lejos tienes que llegar en esta vida para que no te afecte el qué dirán y no sea un tema que tratar?
Para mí es una canción que puede ser la típica canción romántica «yo soy así y tú nunca me vas a cambiar». Pero también es una canción que siendo cabrón y maleducado, es una reivindicación de que cada uno es como es y al que no le guste que le den por el culo. Que se joda. No va tanto por el «hate» musical, va más «al que no le guste cómo soy, hay otra gente en el mundo que conocer, curiosa». Llevado a las relaciones de amor, es como cuando una persona intenta que el otro pueda ser de otra forma. Muy típico: enamorarte de una persona, y luego cuando estás con ella, eso que te enamoró ya no es. «Si a ti lo que te gustó es que yo fuera nosequé, ¿por qué ahora quieres que yo sea de otra forma?». Va de eso, más que del «hate», que siempre lo hay y siempre lo va a haber, convivimos con eso.
«Me preocupa más el punto de la lubina que el lugar del ránking. Comer es mi pasión principal, por encima del sexo y de la música»
El disco tiene un punto muy romántico, con frases como «me he cansado del primer puesto (…) las cosas que me importan se fueron contigo» en ‘Párteme la cara’ o lo de «si pierdo el talento me da igual» de ‘Muriendo de envidia’. Que además va muy bien con el estilo musical, tipo bolero.
Total, va con el lenguaje. Y eran cosas que me apetecía decir en un disco mío: «ya no quiero el primer puesto». Me parecía un mensaje guay y nuevo que dar. Es algo que me pasa habitualmente. Soy muy ambicioso, pero ya hay cosas que no me importan. Me preocupa más el punto de la lubina que en qué lugar del ránking me estás poniendo tú.
Eso es por el confinamiento…
¡Me he puesto cocinitas! Me gusta mucho comer, es mi pasión principal, por encima del sexo y de la música, y estoy un poco chef.
Pues a ver si vas al Celebrity.
(risas) ¿Masterchef, no?
«Después de ‘Booty’ todo lo que no era un superéxito parecía un fracaso. Hasta que me he dicho que yo era otro tipo de artista»
En la entrevista de Rockdelux decías que has tenido temas que no han triunfado, ¿a cuáles te referías?
No es que no hayan funcionado. Tengo un colega de siempre, Jerva, que tiene un grupo, Antifan. Son colegas, con Isidro juego al baloncesto todos los domingos. Son hermanos que llevamos toda la vida rapeando juntos, y cuando digo que no ha funcionado…
Sí, que para ellos siempre tienes buenos números. Ya lo has contado. Pero dime un tema tuyo del que esperaras mucho más éxito y te haya decepcionado.
Desde que salió ‘Booty’… piensa que cuando entras en la línea esa de eres un artista urbano que estás pegando temas a nivel mundial… Hay una parte artística, pero eres un artista urbano que estás pegando temas a nivel mundial. Y cuando estás ahí, todo lo que no sea un palo dentro de la industria y de ese mundillo -si no eres capaz de formarte como artista-, todo lo que no sea un superéxito, ya es un fracaso. Una vez que ya has tenido uno, todo lo que no sea un superéxito es un fracaso. Con esa lectura, desde ese punto de vista, muchísimos temas míos no han funcionado. Sobre todo si yo me quería interpretar desde ese prisma. Si yo era esa persona, no lo estaba haciendo bien. Pero entonces me he dicho: «espérate un momento, a ver si tú no eres esa persona y te estás haciendo un lío y tú lo que eres es un artista que está haciendo mazo de cosas, y además fíjate la vida que te estás dando». Y ahí es cuando vuelves a recolocarte y se te ocurre hacer otras cosas y valoras otras cosas.
Si me dices que esperabas 100 millones de views para ‘Ontás’, me matas.
No (risas) Ese está perfecto para haberlo hecho una tarde con Fabi. Pero por ejemplo, la colaboración con Natti Natasha… eso podía haber sido un hit de escala mundial. Pues… Se escucha un poco en Dominicana, un poco en México, un poco en Chile, un poco en Argentina… pero no es ‘Booty’.
«Sí que creo que ha salido un disco vanguardista con un punto de nueva canción española»
Me ha gustado mucho el disco, pero creo que empezando con ‘Demasiadas mujeres’, que ya has explicado que es como el inicio de un viaje, de coger un avión desde Madrid y hacia el mundo, la gente puede esperar otra cosa. Puede dar la idea de que el disco va a ser más underground, de que van a salir más esas bases, más electrónico… en lugar de remitir tanto al pop en español. No sé si esto ha sido un debate entre Alizzz y tú, el hacerlo más españolete, más orgánico o más underground.
Sigue teniendo cosas modernas a nivel producción todo el disco, pero hay que estar metido en el género, porque sí que luego se vuelve más orgánico. Por ejemplo, si escuchas el corrido mexicano tiene un toque experimental que lo aleja de las playlists de corridos. El tema de Calamaro, el arreglo es complicado, hay una mitad sin toda la batería, que es raro para un tema de rock. Está el tratamiento de las voces, trabajar sobre un pad en vez de trabajar sobre la guitarra para los estribillos… Creo que podía haber más producción o más agarrotamiento, pero la produccion ha estado al servicio de las canciones. Sí que creo que ha salido un disco vanguardista, no son puras reminiscencias de estilos. Sí que tiene un punto de canción española, de una nueva canción española.
Hay detallitos en todas las canciones, pero no me parecía que buscaras un disco vanguardista.
Para mí sí. Si tú escuchas Jose Feliciano, ‘Un veneno’ no suena a Jose Feliciano. Mi idea era reivindicar cosas pero desde un punto de vista actual. Que fuese un disco que sonase a hoy en día. A lo mejor no lo he conseguido. Al haber metido tanta raíz, tanta cosa orgánica, a ti te falla para que fuera vanguardista. Te hubiera pedido más. A lo mejor. Cuando lo miremos con un poco de tiempo… Pero creo que todos los temas están mirando al futuro.
«En el disco no pone C. Tangana, ni en ningún lado de la promo. Cada vez que pone C. Tangana pido que lo borren. Solo pone El Madrileño»
En ‘Cambia’ hablas de sacarte el vestido de Puchi (Puchito). No sé si te estás quitando un personaje de encima, o eres el C. Tangana que conocimos… El Madrileño iba a ser tu nombre, pero al final no.
Sí, sí, El Madrileño es el nombre del proyecto.
No es tu firma.
¿No es mi firma…? En el disco no pone C. Tangana, ni en ningún lado de la promo. Cada vez que pone C. Tangana pido que lo borren. Solo pone El Madrileño.
Pero no lo borras de Spotify y todo eso, porque ahí tendrías que empezar de cero. Ahí el disco es de C. Tangana.
No me importaría por los números. Si es un reto, me propongo quitar C. Tangana y dejar El Madrileño. Se le va a caer el pelo a esta gente de aquí (NdE: risas de la gente de Sony presente). Si me estás poniendo como que si no me atrevo… (risas)
Por mí no lo hagas que me haces un destrozo en mi Tidal.
Está bien reivindicar El Madrileño y que C. Tangana también esté ahí, porque C. Tangana también ha sido… Pero ahora mismo para mí El Madrileño es el nombre del artista y del álbum y es lo único que me representa.
¿Por qué? ¿Tiene algo de malo C. Tangana? También tiene canciones que muestran cierta debilidad…
Porque sí. Porque lo que se queda quieto se muere, y no me gusta pensar que me he muerto. Siempre estoy intentando ir a por el siguiente movimiento.
«Estoy deseando que la gente joven me sorprenda y haga algo diferente, pero de momento…»
¿Qué crees que va a pasar en los próximos años con la música antes llamada urbana, trap…? Creo que tiene que pasar algo ya pronto que nos toque las narices a la gente. Que nos descoloque como pasó con aquello. Tú estás haciendo un disco que no tiene nada que ver con eso. Me parece muy significativo para lo que es un movimiento cultural…
Eres el primero que lo dice. Todavía la gente me mete en el mismo catálogo. Habiendo escuchado el disco.
Huele a que la gente con inquietudes va a pasar pronto a otra cosa. Y que van a salir más cosas, que nos descoloquen tanto como PXXR GVNG.
Ojalá que suceda. Estoy deseando que la gente joven me sorprenda y haga algo diferente, pero de momento…
Drake, antes era una referencia para ti. Me pregunto si tienes muchas ganas de oír su disco. Porque yo no.
(risas) Pues viendo los adelantos, creo que no mucho. No, creo que no… Pero me gustará el disco de Drake, porque escribe de puta madre, lo habrá compuesto con «PARTY» (PARTYNEXTDOOR), y está toda la gente buena ahí… y él es muy bueno, pero sí que me falta algo. Y es lo que he intentado hacer yo con el disco, proponer algo distinto.
Atresmedia está decidida a exprimir al máximo la nostalgia: hace poco se estrenó ‘Física o Química: El Reencuentro’, en breve llegarán los regresos de ‘Los hombres de Paco’ y ‘Los Protegidos’, y ahora tenemos el reboot de ‘El Internado‘, de momento en Amazon Prime y con visos a desembarcar luego en la plataforma de pago Atresplayer. Mientras Paz Padilla se pone de acuerdo con Vasile para que le deje rodar el reboot de ‘Mis adorables vecinos’, nos tenemos que conformar con la presencia de su hijo Alberto Amarilla en este ‘El Internado: Las Cumbres’ que es a la vez secuela y reboot: como regalo a los fans de la original, en el piloto hay un cameo de medio minuto de Yon González y Blanca Suárez, pero la secuela empieza y acaba ahí.
El resto es una historia totalmente nueva con la “difícil” tarea de estar a la altura de la original. Y me da la impresión de que la nostalgia ha convertido ‘El Internado’ en una serie mucho mejor de lo que fue: la mezcla de Harry Potter, ‘Lost’ y despelote en las duchas nos dio una serie muy adictiva, desde luego, pero también un poco cuadro. Hay que ver ‘Las Cumbres’ teniendo en cuenta eso.
La serie nos habla de un internado distinto, una época distinta y (a priori) una mitología distinta, presentándonos también muchos guiños y aspectos que permanecen: en el piloto tenemos una réplica del bromance de Marcos e Iván con eso de “te quiero tío, tómate muchas birras por mí” (en 2007 nos parecía tierno, en 2021 ese bromance suena más a no homo bro). Pero hay dos aspectos esenciales para que funcionase la original y que aquí fallan (y no, ninguno es aquel señor de Mail Boxes que entregaba sus paquetitos aunque estuviesen en cuarentena). Por un lado tenemos ese componente de misterio loco que en ‘Las Cumbres’ pasa bastante desapercibido a pesar de tener elementos tan buenos como el de las logias, y que podemos disculpar al ser la primera temporada.
Pero el principal está en sus personajes, con un guión que les carga de decisiones incongruentes y que abusa del “suelto información importante/traumática rápido y en un momento absurdo porque hay que decírselo al espectador”. De los dos protagonistas, Amaia (Asia Ortega) está relativamente bien perfilada pero Pol es intercambiable, y el problema no parece ser de Albert Salazar sino del material con el que tiene que jugar (la misma impresión da con Daniel Arias y Paula del Río). Todo tiene ese aroma impersonal que también deja el tema oficial de la serie (‘Corre’ de Natalia Lacunza).
Podemos pensar que, por mucha cantera que fuese ‘El Internado’, al principio los que levantaban aquello no eran los jóvenes, sino los personajes de Amparo Baró, Luis Merlo o Natalia Millán. Pero es que eso también falla aquí: con la excepción de Alberto Amarilla, nadie del reparto adulto destaca, porque tampoco sus personajes lo hacen, sabiendo de qué palo van desde el primer episodio (sí, incluyendo cierta “revelación” que es obvio que tiene truco).
Es especialmente paradójico que los personajes adultos sean tan planos teniendo en cuenta que ‘Las Cumbres’ quiere dar un giro adulto. Este intento se percibe por ejemplo en su huida de las tramas infantiles: en vez de niñas diciendo “Javier Holgado, eres un niño muy malo”, aquí hay niñas ahorcadas y mutiladas, en una especie de metáfora hardcore. También lo vemos en esa evolución del internado hacia una cárcel que no termina de resultar creíble, tanto por los perfiles de los alumnos como por la ambientación (otro fallo: hacen bien en presumir de sus preciosos exteriores, pero la diferencia con los interiores es brutal).
La mezcla de thriller adulto con líos entre adolescentes queda un poco coja por ambos lados: los personajes no están tan cuidados como para que nos interese obviar el misterio y centrarnos en subtramas (no ayuda un montaje un tanto abrupto cuando quieren introducir una trama, como con Adele y Rita), y lo que debería ser el turning point (coño, el asesinato de una niña pequeña de manera tan truculenta) se queda un poco en agua de borrajas, no siendo hasta los últimos episodios (donde a los fans de ‘House of Cards’ les resultará familiar cierto momento) cuando verdaderamente empieza a funcionar.
¿Podemos poner las esperanzas en la ya confirmada segunda temporada? Sí, porque desde luego hay potencial, y el giro al terror, si apuestan más por él, puede ser un acierto, como lo es el que se atrevan a cosas que la original tardó bastante o directamente no hizo. De momento, en esta primera temporada, ‘Las Cumbres’ se conforma con ser una serie, eso sí, muy adictiva. Pero quizás no por las razones adecuadas. Porque la adicción está más en ver qué pasa y no por qué, más en el impacto que en el misterio, y más en el concepto y la nostalgia que en sus personajes y su propia historia.
El regreso de Los Hermanos Cubero no se ha limitado a ‘Errantes telúricos‘. Este ‘Proyecto Toribio’ es un disco completamente instrumental que recupera el espíritu más tradicional de Enrique y Roberto. En una entrevista a eldiario.es, explicaban la razón del proyecto: “En ‘Proyecto Toribio’ tenemos algunos de los mejores violinistas del circuito de folk. Toribio del Olmo fue un violinista de Algora, Guadalajara”. Los Cubero quieren reivindicar el violín en la sonoridad folclórica de Guadalajara en particular y castellana en general.
El resultado es sorprendente, porque para oídos ya pervertidos por lo americano (como los míos), no se puede evitar asociar este instrumento a sonoridades propias de EEUU, especialmente al bluegrass al que tanto aman los Cubero. Pero no, porque en ‘Proyecto Toribio’ todo son canciones tradicionales y populares de la zona de Algora. El violín, efectivamente, es omnipresente. Incluso los Cubero dan un paso atrás, para poner en primer plano a todos esos violines y violinistas a quienes rinden homenaje.
Las tonadas tradicionales emanan una gran alegría y luminosidad, son pura alegría de vivir, desde la apertura con el vals ‘La caseta’. En ‘La gaviota’, el juego que hace Roberto con la mandolina es espectacular, dotando a la canción de unos aires muy melancólicos y mediterráneos. O cómo se van los pies en la deliciosa ‘Jota de Algora #2’, con el violín de María San Miguel al borde del desafino, pero sin caer en él, otorgando el punto justo de picante. El estupendo foxtrot del (claro) ‘Fox trot de Algora’ con el violín de Jaime del Blanco, jugueteando con la mandolina y la guitarra, incita a agarrarte a tu pareja y bailar. El jolgorio el ‘Pasodoble años 40’, transcurre entre silbidos y júbilo. Los Cubero nos abren la puerta, una vez más, a algo que estaba muy próximo pero que desconocíamos. ‘Proyecto Toribio’, además de un sentido tributo a Toribio del Olmo y a los violinistas de Algora, certifica la vigencia actual de una música tradicional y genuina.
El próximo 2 de marzo se celebrará una nueva entrega de los Premios Feroz, la alternativa desde hace unos años a los Goya. Parten como favoritos entre los nominados los responsables de ‘Patria’, ‘Antidisturbios‘ y ’30 monedas’, pues uno de los fuertes de estos galardones es que también se premian series; y entre las películas, ‘La boda de Rosa’ (9 candidaturas) y ‘Las niñas‘ (6 nominaciones). Foto: Tortade.
Pero antes de todo eso, ha tenido lugar esta mañana un acto para celebrar que se entregará el Premio Feroz de Honor a Victoria Abril, y esta ha acudido para dar la gran sorpresa, incomodando a los presentes como informa La Vanguardia. Ha dicho, sin mascarilla: «Esto no es el covid, es un coronacirco. Basta de esta farsa. La vida no puede ser el miedo. Hay algo peor que perder la vida y es perder la razón de vivir. Así que basta ya, ¿no? (…) Primero vino la variante inglesa, luego la brasileña, ahora la sudafricana…» y ha criticado a Macron por «arremeter contra nuestras libertades fundamentales».
Victoria Abril, que se mudó a Francia en los 90 rodando allí cintas como ‘Felpudo maldito’ después de haber destacado en España en cintas como ‘Amantes’ de Vicente Aranda -que le valió el Oso de Plata de la Berlinale- o ‘Átame’ de Pedro Almodóvar, ha dicho que en Francia «no vamos a un restaurante, a una exposición, a bailar… No podemos reunirnos desde hace un año. Tengo ganas de hablar; en Francia, no aquí que sí se pueden hacer cosas y rodar películas (…) Este año la Covid ni siquiera habrá provocado el 5% de las muertes naturales. Nos han convertido en cobayas. Si no puedes curar, no hagas daño…». Ha calificado la «pandemia» de «plandemia» y ha asegurado que «muere más gente con vacuna que sin vacuna», invitando a los presentes que no se crean lo que dice «la tele» y a «investigar en internet».
La protagonista de ‘Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto’ se suma así a una serie de artistas que han pasado de estar entre los más queridos del público a ser cuestionados por sus teorías negacionistas o conspiranoides, destacando los casos, en mayor o menor medida en cuanto a discurso errático, de Miguel Bosé o Bunbury.
La gala de los Premios Feroz ha informado de la asistencia el próximo 2 de marzo de muchos de los nominados y también de Paco León, Jorge Sanz, Loles León, Esty Quesada «Soy una Pringada» y Samantha Hudson, todo ello con guión de las creadoras del podcast ‘Deforme Semanal’. La presidenta de la AICE, María Guerra, decía ayer en nota de prensa antes de todo esto: «La pandemia nos tiene deprimidos y exhaustos. Evidentemente no vamos a negar el batacazo moral y económico que ha supuesto la covid19, sin embargo, nos proponemos hacer una ceremonia que huya de lo lacrimógeno. Vamos a celebrar las agallas de la industria audiovisual española. La cosecha del 2020 ha sido excelente en ficción y documentales». Añadía curiosamente, sin saber lo que se avecinaba: «Artistas y equipos técnicos se han puesto la mascarilla y se han dejado la nariz a golpe de PCR: han seguido rodando contra virus y distancia de seguridad», prometiendo además que «reinará la diversidad en una gala rupturista con los estereotipos tradicionales”. La ceremonia en cualquier caso podrá verse online, a través de Youtube.
Victoria Abril se hace un 'Miguel Bosé' y se apunta a la teoría de la conspiración del #COVID19:
Da igual el tiempo que pase o lo mucho que se haya imitado, exprimido o reinterpretado: ‘1984’ sigue alimentando la imaginación de los creadores. El director Mariano Schoendorff tira del hilo argumental y conceptual de la gran fábula orwelliana para ilustrar la nueva canción de Alizzz, conocido sobre todo por su trabajo junto a C. Tangana y co-productor de ‘El madrileño’, que se publica esta noche. Su tema ‘Ya no siento nada’ narra una historia de alienación y opresión en un entorno fabril y proletario.
Aparte de su discurso, hay dos claves visuales que permiten conectar el videoclip con la novela de Orwell: un calendario escrito en ruso y una cazadora con el nombre de Memminger Zeitung, un periódico de Baviera que tuvo relación con el partido nazi. ¿Una referencia a los totalitarismos soviético y nazi que criticó en su novela el escritor británico?
Como el reciente ‘Anima’ (Paul Thomas Anderson), ‘Ya no siento nada’ está protagonizado por un hombre, el propio Alizz, obligado a ser un engranaje más en el mecanismo de una sociedad alienada, adormecida, drogada como en ‘Un mundo feliz’. Y, al igual que el vídeo de la canción de Thom Yorke, será una mirada, un contacto visual cargado de deseo, de sentimiento, entre un hombre y una mujer, el que amenace con romper esa cadena. A partir de ahí se pone en marcha un intento de fuga romántica que, como en toda distopía, y en sintonía con la letra de la canción, está abocada al fracaso.
Wolf Alice vuelven tras haberse hecho con el Mercury Prize con su último álbum ‘Visions of Life‘, pese a que otros hubieran apostado más bien por todo lo contrario. Su tercer disco recibe el nombre de ‘Blue Weekend’ y sale el 11 de junio. El primer avance ha llegado a las plataformas de streaming esta tarde y tiene el apocalíptico nombre de ‘The Last Man On Earth’.
La canción empieza como una balada a piano. En ese momento parece que seguirá la línea de ‘Stay’ de Rihanna o, más adelante, conecta de algún modo melódicamente con ‘Angels’ de Robbie Williams. Palabras mayores en ambos casos. Sin embargo, después ofrece un vuelco psicodélico que remite a los 60, quizá a los Beatles, quizá más bien a las bandas que influyeron en Tame Impala, siendo también apta para seguidores de David Bowie (y de Harry Styles). La letra es una burla de los egocéntricos con frases como «cada libro que tomas, quitando polvo de una estantería, contiene líneas y más líneas y más líneas sobre ti». En el segundo estribillo, las «líneas» se transforman en «mentiras». La producción está plagada de detalles ligeramente ambient, resultando 100% Markus Dravs (Coldplay, Björk, Brian Eno, Florence).
La cantante y guitarrista de Wolf Alice Ellie Rowsell explica sobre este tema: “Trata sobre la arrogancia de los humanos. Acababa de leer ‘Cuna de gato’ de Kurt Vonnegut y había escrito la línea «Peculiar travel suggestions are dancing lessons from god» en mis notas. Pero luego pensé: «Tu peculiar sugerencia de viaje no es una lección de baile de Dios, ¡es solo una sugerencia de viaje! ¿Por qué todo tiene que significar algo más?».
La nota de prensa especifica que «los viajes intercontinentales, hoteles y largos viajes en autobús afectaron a la banda» tras el éxito del álbum anterior. Entonces, Wolf Alice «se mudaron a un Airbnb en Somerset, para reconfigurar quiénes eran juntos, lejos de los escenarios de festivales, autobuses de gira, entregas de premios y fans. Cimentaron su amistad y se pusieron a trabajar en algunas demostraciones incipientes en una iglesia convertida». Markus Dravs ha «ayudado a la banda a refinar su sonido a un punto aún más nítido», en un álbum que habla de las vivencias personales de Rowsell, situándose oficialmente entre «una nueva audacia y la vulnerabilidad».
1. The Beach
2. Delicious Things
3. Lipstick On The Glass
4. Smile
5. Safe From Heartbreak (if you never fall in love)
6. How Can I Make It OK
7. Play The Greatest Hits
8. Feeling Myself
9. The Last Man On Earth
10. No Hard Feelings
11. The Beach II
‘Quique dibuja la tristeza‘ fue un punto de inflexión para Los Hermanos Cubero, un disco en que dejaron de lado su labor de recopiladores/reivindicadores del folclore para ofrecernos una obra dolorosa y personal. El álbum catapultó su ya bien merecida fama previa entre conocedores y amigos músicos. Ahora, como para apartarse de la sombra enorme de «Quique», los Cubero han retomado un poco su senda tradicional. En ‘Errantes telúricos’ Enrique y Roberto dan una vuelta de tuerca a su sonido alcarreño-bluegrass y sueltan su vena más pop. Para ello, aparte de su mandolina y guitarra, cuentan con la colaboración de una multitud de artistas estelares: Christina Rosenvinge, Amaia, Rocío Márquez, Josele Santiago, Rodrigo Cuevas, Nacho Vegas…
Los discos con múltiples colaboradores en general hacen arquear las cejas (ya saben: suelen ser deslavazados y repletos de autocomplacencia). Pero aquí no hay nada por lo que fruncir el ceño. Los temas son principalmente composiciones de Roberto, quien logra una estupenda (con)fusión con las coplas tradicionales y, además, los Cubero impregnan a sus cómplices de su personalidad. A su vez, ellos se empapan del buen hacer de sus invitados, hasta fusionarse en feliz amalgama.
Así, entre unos y otros, consiguen un ramillete de canciones espléndidas: Christina Rosenvinge amplía fenomenalmente su registro en ‘La rama’ (tradicional), con simpáticas salidas de tono (el grito tribal con la que cierran). Aunque, para pasmo, escuchar en un disco de los Cubero ¡una batería! ¡Una guitarra eléctrica! Todo por culpa de (o gracias a) Grupo de expertos Solynieve, que conquistan con el country de ‘Así llegué a Granada’ (versión del ‘That’s How I Got to Memphis’ de Tom T. Hall). La vena más Gram Parsons vibra en la preciosa ‘Efímera’ junto a Amaia, con la guitarra de Enrique especialmente hermosa.
Pero, para campeonas, ‘Canción para un principio, canción para un final’, un tema original de Roberto que alcanza aliento de saeta eterna. A eso ayuda, claro está, Rocío Márquez, brillante y magnética, quien se lleva a los Cubero a su terreno de manera gozosa a la par que triste. O el tono fúnebre que desprende Nacho Vegas en la tradicional ‘La boda y el entierro’, una pieza que es tan telúrica y sombría como su propio título. La voz de Enrique siempre contiene luz, hasta en sus momentos más sombríos, y es sorprendente percibir cómo cambia el clima según cante él o Nacho. Aunque hay algún momento algo menos lucido, el cierre del álbum refulge con otro maestro como Josele Santiago en ‘Problemas a los problemas’; todo un himno al intentarlo una y otra vez, que eleva el ánimo gracias a su ritmo trotón y la bonita guitarra de Enrique que dibuja la melodía. Una vez más, la sencillez y austeridad de los Cubero esconden en ‘Errrantes telúricos’ un prodigio de hondura y sensibilidad.
Renovamos nuestra playlist de pop nacional o en castellano «Sesión de Control» con algunas de las novedades de las últimas semanas. Por ejemplo, esas canciones que alternan la tradición y la electrónica de Queralt Lahoz, Salazar, un poquito Chlöe’s Clue y Maximiliano Calvo, y la rumbita de Paco Moreno. A lo suyo, Parquesvr dicen haberse enamorado de la cantante de Fuel Fandango en su nuevo tema con El Rumbero de Vallecas. Y más a lo suyo aún, los franceses La Femme estrenan un tema en castellano que es una canción de dream pop absolutamente imposible, con la colaboración de Adiós Amores y una letra con frases como «No esperes nada de la vida porque la vida es una puta que pagas con tu cuerpo» o «No temas la vida o la locura porque todos estamos locos bajo los ojos de la Macarena».
El indie pop en sus diversas acepciones está presente en el tema de Los Nastys con Antía Van Weill, en el garajero de Mona desnuda, en el shoegaze de Escuelas Pías y en el corte un tanto sintético de Grasias, que es una de las componentes de Ginebras. Apela un poco más al rock ‘Cobi’ de Diamante negro. En representación del sonido bedroom pop e indie pop tan de moda en los últimos años, encontramos al cuarteto MENTIRA, o ahora a los mallorquines Da Souza, que nos hablan de «sobredosis de wasabi» en ‘Pep’, un tema para una serie de televisión de la TV3. Luz Futuro es el proyecto del canario Daniel Benavides, que va a gustar mucho a los seguidores de Décima Víctima y El Último Vecino (le veis en la imagen principal del artículo). Más electrónico pero también un poco after punk es el tema ‘no llegar’ de 9ckles con Roddei.
Babi, que tanto nos ha conquistado con singles como ‘NASA’ y ‘Amén’, estrena canción con Luna Ki. En este caso quieren llevarnos a Disney. Por su parte, SIMONA se fuma el porro sola en ‘Rosa pastel’, y el tema de Judeline, ODDLIQUOR y Tuiste puede gustar a la última Rosalía. Ama Befana nos ofrece una mezcla entre reggaetón y el sonido hip hop de un ‘Fancy’, y en otra vertiente de la mal llamada música urbana está el ‘Orgullo marroquí’ de Aiman Jr.
No falta el folk, con el tema de Blue Boredom y Astronaut Husband, y pasado por el filtro electrónico lo nuevo de Tórtel. Lia Pamina y Os Peregrinos se preguntan «por qué» en un disco de tributo a Rosalía de Castro. Ni tampoco falta la electrónica de mano de Ed Is Dead, cuyo disco está a punto de salir. Nada que ver, eso sí, con el punto PC Music de Stephen Please y Daniel Daniel.
España no iba a ser uno de los países mejor valorados en las apuestas de Eurovisión 2021 por la mala racha que arrastra en los últimos años, pero una vez escuchada ‘Voy a quedarme’ de Blas Cantó no parece que las apuestas vayan a cambiar demasiado. Es verdad que queda por escuchar la mayoría de canciones, pero también que ‘Voy a quedarme‘ ya aparece muy abajo en las quinielas. En la de EurovisionWorld, por ejemplo, saluda entre las seis últimas posiciones; y en Betfair queda entre los 29 y 33 de un total de 41 países, como informa 20Minutos. Y lo peor es que la canción tampoco es demasiado reivindicable más allá de los votos, por lo que tiene pinta de que nos vamos a olvidar de ella en menos que canta un gallo. Puedes comentar todas las apuestas en nuestro foro de Eurovisión. Aquí van 5 apuestas seguras:
Islandia con lo que sea
Comenzamos haciendo trampa porque la canción de Daði Freyr podrá escucharse a partir de marzo (como las de Bulgaria o Italia), pero a nadie se le escapa que el cantante islandés ha sido el ganador moral de Eurovisión 2020, la edición que nunca se celebró, debido a que el tema que presentaba ha sido un hitazo de la cuarentena. Islandia va por tanto primera en todas las apuestas con un tema aún desconocido que incorporará «coros» enviados por los fans del artista.
Lituania: ‘Discoteque’ de The Roop
Empatada con Islandia en la quiniela de Betfair va Lituania. El grupo de The Roop se quitará la espinilla de no haber podido presentar ‘On Fire’ en la edición de 2020 volviendo con este tema «discotequero» que suena como si a Glass Animals les hubieran hecho un remix de electro-house rompepistas de alguno de sus hits.
Francia: ‘Voilà’ de Barbara Pravi
Otro de los países que aparecen en el top 5 de todas las apuestas es Francia, que acude a Rotterdam con una balada dramática de chamber-pop y melodía tradicional tipo chanson marca de la casa. Se titula ‘Voilà’ y su intérprete, Barbara Pravi, se da un aire a Édith Piaf en lo vocal (ese vibrato, esas erres), salvando las distancias.
Noruega: ‘Fallen Angel’ de TIX
Personalmente mi favorita de las 4 canciones mejor valoradas hasta el momento en las quinielas: ‘Fallen Angel’ es un estupendo medio tiempo de «radio pop» contemporáneo que recuerda a unos Hoobastank más sintetizados. La puesta en escena está desesperada por llamar la atención, pero lo mejor es que no es necesaria. Por cierto, ¿desde cuándo Sondre Lerche tiene una banda?
Finlandia: ‘Dark Side’ de Blind Channel
Sorprendiendo exactamente a nadie, Finlandia presentará en Eurovisión 2021 un tema de heavy metal que también va divinamente en las apuestas. El épico ‘Dark Side’ de Blind Channel buscará la victoria obtenida por el país en el año 2006 con el mítico ‘Hard Rock Hallelujah’ de Lordi.
Espanto, el dúo de pop costumbrista de Teresa y Luis, ha lanzado un nuevo single sorpresa llamado ‘Fiesta sorpresa’. Es oficialmente el primer adelanto de su próximo disco, muy esperado por los seguidores del pop en castellano pues el anterior, ‘Fruta y verdura‘, editado en 2016, fue uno de los mejores de su año (el 17º en nuestro repaso). Un trabajo maravilloso con el que el dúo se superó a lo grande en su reflexión sobre la muerte desde el humor, en su reivindicación nostálgica y a la vez irónica de la vida pretecnológica y en su exploración de unas melodías y sonidos que lo mismo recordaban a Lorena Álvarez que a Carlos Berlanga. Puedes comentar ‘Fiesta sorpresa’ en el hilo de nuestros foros dedicado al pop en castellano o en el hilo de novedades.
‘Fiesta sorpresa’ llega meses después de ‘Mapa de la ciudad de Logroño’, disponible en la página de Bandcamp de Espanto, pero donde el segundo se servía de una base electrónica rudimentaria propia del kraut para presentar una melodía en realidad 100% folclórica, ‘Fiesta sorpresa’ opta por una amable fusión de rumba y bossa nova con la que Espanto siguen investigando la cotidianeidad que suele caracterizar sus letras. En este caso, la historia de ‘Fiesta sorpresa’ nos sitúa en una celebración nada bienvenida por el protagonista. “Ahora que todos queremos un fiestón, estar con amigos y bailar, aparece por sorpresa Fiesta sorpresa, una canción preCOVID, de cuando en el ambiente planeaba la pesadilla (factible) de una celebración sorpresa, con la casa llena de gente que te homenajea pero en realidad no te conoce», explica el dúo. El tema habla a su vez del «miedo añejo a que te saquen a bailar, a que te fuercen a disfrutar, cuando tu corazón siempre estuvo con los que salen fuera a fumar y a criticar a los que están dentro».
El tema plantea un escenario totalmente kafkiano aunque no haya sido voluntario: un grupo de personas invita a Luis -interpretado vocalmente por Teresa- a una fiesta para celebrar su figura, pero él no reconoce a nadie en el lugar. Más surrealista que esto es que se desconoce por completo el motivo de dicha celebración: la letra no menciona ningún cumpleaños ni tampoco ningún ascenso, por lo que no se sabe si quien ha organizado la fiesta son amigos o compañeros de trabajo. Lo único certero es que Luis no conoce a estas personas de nada y que el único motivo de la celebración parece ser la mera existencia del músico. Más adelante es revelado que la dichosa «fiesta sorpresa» está teniendo lugar en la propia casa de Luis, lo cual confirma la pesadilla. El músico queda definitivamente atrapado entre conversaciones banales, personas que le animan a bailar por inercia y otras que, cuando no fuman en su cocina, salen de su armario, tras haber colonizado su domicilio. El contraste entre la despreocupada y alegre música de ‘Fiesta sorpresa’ y la claustrofobia de le letra da lugar a otra estupenda canción suis generis de Espanto.
Travis Scott ha empezado a dar algunos detalles sobre lo que está tramando de cara a su nuevo disco, que se titula ‘Utopia’ según ya dio a entender el verano pasado en sus redes sociales. El rapero se enfrenta a expectativas enormes desde que arrasara en 2018 con un ‘ASTROWORLD‘ que también recibió muy buenas críticas por su sonido innovador en el que cabían elementos del trap, el hip-hop y y la psicodelia desde una perspectiva artificialmente lo-fi, e incluso la participación de Kevin Parker de Tame Impala en un par de temas. El single principal de ‘ASTROWORLD’, ‘SICKOMODE’ con Drake, es uno de los más reproducidos de la historia de Spotify y ha sido muy influyente por su sonido distorsionado y cambiante estructura.
En declaraciones a i-D Magazine, Travis ha dicho que está trabajando con gente nueva y buscando un nuevo sonido que parta del de su anterior trabajo para «expandirlo». Ha explicado: «Estoy evolucionando, colaborando con gente nueva, entregando un sonido totalmente nuevo, una paleta totalmente nueva». «Hay mucho material que quiero cubrir y me encanta el desafío que ello supone. Quiero crear un sonido que sea novedoso de la hostia. Puedo pasarme días golpeando mi cabeza contra la pared para intentar descubrirlo, pero cuando lo consiga, entraré en el éxtasis definitivo». El autor de ‘HIGHEST IN THE ROOM‘ ha señalado que está volviendo a hacer sus propios beats y que su intención con ‘Utopia’ es mantener a sus fans «vivos» y sobre todo no repetirse a sí mismo porque ve cada disco nuevo como el capítulo siguiente de una «saga».
Las palabras de Travis Scott recuerdan a los delirios de grandeza de Kanye West, pero también a las ambiciones de una Björk, y si hay un artista de hip-hop que puede definir el sonido de este género en la década que empieza, es él. Y el artista ha dado margen de sobra para sorprender a la audiencia con su próximo proyecto, ya que sus lanzamientos recientes o se han quedado en los márgenes del sonido de ‘ASTROWORLD’, como su EP con JACKBOYS, ‘THE SCOTTS’ con Kid Cudi o ‘FRANCHISE’ con M.I.A., o han buscado nuevos públicos fuera de Estados Unidos sin realmente demasiado mucho sobre él mismo, como ese ‘TKN’ con Rosalía que ha logrado un inaudito éxito en Europa. ¿Estará El Guincho en su radar de colaboradores? ¿Sonará ‘UTOPIA’ más bien como ‘The Plan’, su intrigante tema para ‘TENET’ de Christopher Nolan en el que manda el sonido de unos sintetizadores tipo ‘Drive’? Como apunte final, se habla incluso de un segundo álbum llamado ‘DYSTOPIA’ que saldría a la vez que el primero. Habrá que esperar para averiguar adónde le ha llevado Travis su ambición esta vez.
2020 no ha tenido piedad con absolutamente ningún sector de la cultura, pero uno de los más afectados ha sido el cine: festivales cancelados, estrenos de películas aplazados, cierres de salas en todo el mundo… La situación ha llegado a una gravedad que parece casi insostenible. Evidentemente, los Oscar no han sido una excepción, y se han visto obligados a cambiar su habitual fecha de finales de febrero a abril. De esta manera, algunas películas con año de producción en 2021, entrarán junto con las de 2020. Estamos ante el año más atípico de cualquiera de la historia de los premios, y quizá por ello, era el año perfecto para reconocer cierto tipo de películas más independientes y aclamadas por la crítica que siempre caen en favor de propuestas más académicas de los grandes estudios. No parece que vaya a ser así viendo el rumbo que han tomado los Globos de Oro, SAG, Critics Choice o las asociaciones de críticos, las cuales parecen esforzarse cada vez más en predecir los Oscar en lugar de reivindicar cintas que no cuentan con un gran marketing detrás para conseguir una nominación de la Academia.
Lo que sí que parece es que este año tendremos más diversidad que normalmente. Tres películas dirigidas por mujeres tienen altas posibilidades de conseguir una nominación tanto en mejor película como en mejor dirección: ‘Nomadland’ de Chloé Zhao; ‘Una joven prometedora’ de Emerald Fennell y ‘Una noche en Miami’ de Regina King; esta última sobre la segregación de la población negra en los 60 en Estados Unidos. Así como también están en puestos muy favorables para conseguir entrar la nueva película del siempre reivindicativo Spike Lee (‘Da 5 Bloods: Hermanos de armas’) y ‘La madre del blues’, protagonizada por Chadwick Boseman y Viola Davis. La representación asiática, además de Chloé Zhao, vendría por parte de ‘Minari’, la película de Lee Isaac Chung sobre una familia de inmigrantes coreanos en Estados Unidos que ha conquistado a la crítica americana desde Sundance 2020. Las opciones más académicas y con más posibilidades de conseguir un hueco son el drama judicial de Aron Sorkin ‘El juicio de los 7 de Chicago’, ‘Mank’ de David Fincher y ‘Noticias del gran mundo’ de Paul Greengrass. Y tampoco hay que subestimar a la británica ‘El padre’, la opera prima de Florian Zeller que le ha valido una nominación a mejor película dramática en los Globos de Oro. Sería sorprendente si acabase entrando alguna que no fuesen estas, pero como opciones no demasiado probables estarían ‘Sound of Metal’, ‘Soul’ o ‘Judas and the Black Messiah’. Damos así pues por perdidas las nominaciones de las sensaciones indie y de autor de la temporada: ‘Nunca, casi nunca, a veces siempre’ y ‘First Cow’.
Las dos favoritas ahora mismo son ‘Nomadland’ y ‘El juicio de los 7 de Chicago’, con nominaciones aseguradas en película y dirección salvo sorpresa mayúscula. ‘Mank’ parecía muy bien posicionada en un principio pero ha ido perdiendo algo de fuelle. Aun así, sería de esperar que Fincher se encontrara entre los directores nominados. Los otros dos puestos parece que se los disputarán entre King, Fennell, Lee, Chung y Zeller.
En cuanto a las categorías interpretativas, mejor actor se presenta como una categoría con varios candidatos fuertes. Boseman (‘La madre del blues’), Hopkins (‘El padre’), Riz Ahmed (‘Sound of Metal’) parecen seguros. Steven Yeun (‘Minari’), aunque en menor medida, también tiene bastantes posibilidades. El quinto puesto parece que estará entre Oldman (‘Mank’) y Delroy Lindo (‘Da 5 Bloods’). Aunque también podrían hacer como los Globos de oro y reivindicar a Tahar Rahim (‘The Mauritanian’). O ponerse internacionales y aprovechar el tirón del Oscar asegurado en película de habla no inglesa de ‘Otra ronda’ y nominar a Mads Mikkelsen.
Mejor actriz cuenta con un cuarteto de actrices bastante sólido y la ausencia de cualquiera de ellas supondría una gran sorpresa. Frances McDormand (‘Nomadland’), Carey Mulligan (‘Una joven prometedora’), Vanessa Kirby (‘Fragmentos de una mujer’) y Viola Davis (‘La madre del blues’) son fijas. La quinta plaza podría disputarse entre Andra Day en el biopic de Billie Holiday (‘Los Estados Unidos contra Billie Holiday’), la eterna nominada Amy Adams (‘Hillbilly Elegy’), una leyenda en su regreso al cine después de muchos años como es Sofia Loren (‘La vida por delante’) o una de las estrellas del momento, Zendaya (‘Malcolm & Marie’). A Adams le perjudica las malas críticas que ha tenido su película, pese a que ella ha acabado nominada al Sindicato de Actores. La cinta de Loren ha pasado demasiado inadvertida y no ha contado con el apoyo esperado de otros premios importantes. Desde aquí apostamos por Day o Zendaya, aunque lo que realmente sería fantástico es ver a Sidney Flannigan nominada por su conmovedora interpretación en ‘Nunca, casi nunca, a veces, siempre’. O a Jessie Buckley por ‘Estoy pensando en dejarlo’, pero la película de Kaufman es demasiado radical para la Academia, y ha sido ninguneada incluso por los premios de la crítica.
Las categorías de reparto parecen mucho más abiertas. En actor secundario Sacha Baron Coen (‘El juicio de los 7 de Chicago’), Leslie Odom Jr. (‘Una noche en Miami’) y Daniel Kaluuya (‘Judas and the Black Messiah’) son las opciones más seguras, aunque tampoco sería raro que alguno de ellos se pudiese caer. Por otro lado, Boseman puede conseguir doble nominación póstuma con ‘Da 5 Bloods’; Bill Murray lograr otra nominación gracias a Sofia Coppola con ‘On the Rocks’; o Jared Leto su segunda con ‘Pequeños detalles’, ya que dio la sorpresa tanto en los Globos de oro como en el SAG. La ausencia en estos dos premios ha menguado mucho las opciones de Paul Raci por ‘Sound of Metal’, el favorito de las asociaciones de críticos. Aunque no sería nada raro que los Oscar decidieran rescatarle, especialmente si la película recibe más nominaciones además de la de actor principal.
Actriz secundaria este año es de las categorías más difíciles de predecir. Glenn Close podría desde no estar nominada a ganar por ‘Hillbily Elegy’: las pésimas críticas a la película pueden jugar en su contra pero la sensación general de que la actriz se merece el Oscar de una vez podrían hacer que esto se pasara por alto. Precisamente Olivia Colman, quien le quitó el premio más recientemente, compite este año en la misma categoría que ella por ‘El padre’. Quien más premios de la crítica ha ganado ha sido Maria Bakalova por ‘Borat: película film secuela’, un tipo de nominación que no suele ser habitual en los Oscar pero que debido a la poca competencia y a su fuerte presencia a lo largo de la carrera parece factible. Youn Yhu-Jung (‘Minari’), Jodie Foster (‘The Mauritanian’), Amanda Seyfried (‘Mank’), la niña Helena Zengel (‘Noticias del gran mundo’) y la veterana Ellen Burstyn (‘Fragmentos de una mujer’) –que con 88 sería la intérprete más mayor en ser nominada- son las otras opciones. Por aquí apostamos por Close, Colman, Bakalova, Burstyn y Zengel; pero es realmente complicado.
En guion siempre se puede colar alguna opción menos obvia como pueden ser en adaptado ‘Estoy pensando en dejarlo’ o ‘First Cow’ o en original ‘Nunca, casi nunca, a veces, siempre’. Pero este año no se ve tan factible. En guion original ‘El juicio de los 7 de Chicago’, ‘Minari’, ‘Mank’ y ‘Una joven prometedora’ son las opciones más viables. ‘Palm Springs’ o ‘Sound of Metal’ podrían ocupar el quinto puesto.
En guion adaptado, ‘Nomadland’, ‘La madre del blues’, ‘El padre’, ‘Una noche en Miami’ y ‘Noticias del gran mundo’ son las mejor posicionadas, pero ‘Borat: película film secuela’ podría dar la sorpresa.
Las nominaciones se anuncian el 15 de marzo, aún hay tiempo para que surja alguna tendencia nueva que cambie ligeramente las opciones de algunas películas o actores, pero de momento estas son las candidatas que han estado en la conversación durante los últimos meses. Veremos qué pasa en las próximas semanas y qué sorpresas y disgustos nos deparan los Oscar. Siempre hay un poco de todo.
Llega el momento de la verdad para el niño bueno Samuel George Lewis que, desde Reading al sureste de Inglaterra y en torno a los 25 años, se ha hecho con su hueco en la electrónica internacional como os hemos venido contando en los últimos meses. Ha colaborado con AlunaGeorge y Clairo, se ha colado en créditos de la mismísima Dua Lipa (la estupenda ‘Hallucinate’) y ha venido presentando pequeñas maravillas como ‘Experience’ para Victoria Monét, en la que colaboraba uno de los totems del mainstream actual, Khalid.
Su puesta de largo es ‘times’, un álbum centrado en los sonidos que más le inspiran para la pista de baile: la música disco (atención a las cuerdas de ‘Feed the Fire’ con Lucky Daye), los ritmos funky, el house y los beats de los años 90… Todo ello en sintonía con Disclosure (de hecho SG Lewis llegó a remezclar su single con Lorde) y Totally Enormous Extinct Dinosaurs, quien de hecho aparece como co-productor ocasional, como sucede en el primer tema del álbum, ‘Time’, el entonado por Rhye.
‘times’ se sostiene en buenos pilares, como por ejemplo el oscuro ritmo tecno del viejo sencillo ‘Impact’, en el que SG Lewis logró reunir a Robyn, una de las voces más queridas del electropop gélido, no tan habitual como quisiéramos en la actualidad musical; y al expresivo y reivindicable -más después de haberle visto en vivo– Channel Tres. El nuevo single está a la altura y es aún mejor, lo cual es un elogio para Samuel, pues lo canta él y a nadie molesta. ‘One More‘, con la inconfundible guitarra de Nile Rodgers, merece en 2021 la atención que recibió ‘Lady’ de Modjo hace un par de décadas.
También sostienen el álbum el romanticismo de ‘All We Have’, que suena hasta poética como una canción de Caribou en su preciosa melodía o esa ‘Chemicals’, en cuyos créditos encontramos a Chad Hugo y que hoy por hoy solo puede sonarnos muy fuerte a Daft Punk. Después, el disco sucumbe a las minúsculas de su propio nombre, confundiendo la falta de pretensión con la generalidad, como en esa ‘Fall’ que cierra el disco sonando a M83 y Bon Iver sin ninguna necesidad. En un interludio habíamos oído al ingeniero de sonido Alex Rosner, una de las figuras esenciales del Nueva York de finales de los 70 y principios de los 80, decir algo así como que «si no hay armonía, no se baila». Aquí, armonía hay, ¿pero personalidad?
Como anticipamos la semana pasada que iba a suceder, el remix de ‘Ella no es tuya’ del dominicano Rochy RD, ahora con Myke Towers y Nicki Nicole, es el nuevo número 1 del país, tras ascender del puesto 16 a la cima en su segunda semana. Los primeros rayos de sol están ya por ahí y esto pinta a que va a ser una de las canciones del verano. También puede haber suerte para otro éxito que también hemos comentado ya en el site: ‘Location’ de Karol G, J Balvin y Anuel AA, con sus referencias a Madonna, Gaga y Kylie (Jenner, parece ser). La canción es la entrada más fuerte en el número 17 y su tendencia en los últimos días en Spotify España es al alza (ahora mismo top 13).
Es noticia en este caso quien no está en la lista: la aceptación de ‘Lo vas a olvidar’, el dúo de Billie Eilish y Rosalía que llevamos unos 3 años esperando, no ha podido ser más fugaz. De entrar al número 15 pasó al puesto 47, de ahí cayó al número 83 y desde ahí ha desaparecido ya del top 100, sin llegar al mes de longevidad. El tema llegó al top 40 en Reino Unido y al top 75 en Estados Unidos, pero durando tan sólo una semana. Nada que ver con la estabilidad de ‘La noche de anoche’ de Rosalía con Bad Bunny, que sigue top 5 en nuestro país y sumando streamings muy especialmente en México, Argentina y Estados Unidos, ahora mismo al alza tras su paso por Saturday Night Live (top 54 en Spotify USA, subiendo 22 puestos).
Entre las entradas en el top 100 español, a la de ‘We’re Good’ de Dua Lipa en el 54, ya comentada en la lista de álbumes, puesto que ‘Future Nostalgia’ ha logrado llegar al fin al número 1 de discos, hay que sumar las siguientes:
39 Nicky Jam, Romeo Santos / Fan de tus fotos
96 Nil Moliner / Mi religión
99 Myke Towers / Tú
‘Future Nostalgia’ de Dua Lipa sube por primera vez al número 1 oficial en España después de 47 semanas, las que hace que salió el disco. Durante estos 11 meses, el álbum de la cantante se convirtió en el 17º álbum más popular de todo 2020 en nuestro país, siendo disco de oro, pero nunca había pasado del número 2 en ventas/streaming.
Con motivo de su reedición, y pese a la irregularidad de esta, el disco sube ahora del número 9 al número 1. En la lista de singles de nuestro país, aún encontramos en torno al top 90 ’Don’t Start Now’ como triple platino y ‘Physical’ como doble platino. El nuevo sencillo ‘We’re Good’ produce una entrada modesta en el puesto 54, en la línea modesta de lo visto en Reino Unido (top 25) y Estados Unidos (top 49). El disco ha vendido más de 2,4 millones de copias, por lo que enseguida llegará al tercer millón.
En la lista general de álbumes en España encontramos una serie de entradas gracias a su buen funcionamiento en formato vinilo: el “greatest hits” de White Stripes llega al puesto 27 en el top 100 general gracias a que es número 2 en vinilos (solo por detrás del último de Foo Fighters, ‘Medicine at Midnight’); Fleet Foxes llegan al puesto 42 con ‘Shore’ gracias a que es número 3 en vinilos; The Pretty Reckless llegan al puesto 49 gracias a que ‘Death by Rock and Roll’ es top 16 en vinilos; y Valira llegan al puesto 59 en la general porque son top 19 en vinilos.
Discreta es la entrada de ‘Music’ de Sia, que no pasa del número 45, pero al menos es mejor que el número 90 logrado en Reino Unido por este disco, o el ninguneo de Estados Unidos. Ni siquiera se ha asomado por el Billboard 200, siendo top 66 en ventas, pero obteniendo muy bajo streaming.
Las entradas en España se completan con ‘Imperial’ de Soen en el 82 y el directo ‘A mi gente’ de Juan Peña en el número 93. Hablando de los metaleros Soen, hay que mencionar que Angelus Apatrida caen del puesto 1 al puesto 47 en su 2ª semana en la lista. Una pena que Promusicae no ofrezca una lista de récords al respecto al modo del Billboard y la OCC de Reino Unido.
The Horrors, una de las bandas de rock alternativo británicas más interesantes de los últimos años por discos tan bien considerados como ‘Skying‘ o ‘V‘, vuelven con un nuevo EP de apenas tres canciones y grabado a distancia que verá la luz el próximo 12 de marzo. Los de Faris Badwan, que publicaran su último álbum de estudio hasta la fecha en el año 2017, han querido volver a sus «orígenes industriales» en este lanzamiento según la nota de prensa oficial, el cual ofrecerá la «música más sucia (la palabra usada es «nastiest») que hemos hecho desde ‘Strange House'», según el bajista Rhys Webb, quien la describe como una «intensa estampida de industrial noise» y como un «regreso al espíritu y a la actitud que definieron nuestro primer disco, pero dirigidos como un cohete hacia el futuro».
El primer adelanto de este nuevo epé es ‘Lout’, que puedes comentar en nuestros foros y en el que The Horrors no pueden dejar más clara su intención de alejarse de la accesibilidad pop de ‘Something to Remember Me By’, una de las mejores canciones de su año; o de las aproximaciones al sonido de Joy Division que salen prácticamente a cada pestañeo, como la que ellos mismos entregaron hace más de una década en ‘Sea within A Sea’. Lo que ofrece ‘Lout’, por contra, es todo un estudio de las embestidas industriales de los mejores Nine Inch Nails, los de ‘Pretty Hate Machine’, y por tanto también de los mejores Marilyn Manson, los de ‘Antichrist Superstar‘. Ahora que los segundos gozan de peor imagen que nunca debido a las acusaciones de abusos sexuales y psicológicos vertidas recientemente hacia su líder, Brian Warner, quizá The Horrors están llamados a ocupar su lugar aunque sea desde un punto de vista nostálgico, quedándose solo con lo bueno. Sobre todo teniendo en cuenta que Nine Inch Nails no se han ido a ninguna parte y en los últimos tiempos han publicado algunos temas que no están nada mal.
No es ‘Lout’ la canción más inmediata de The Horrors de primeras a pesar de su sonido tempestuoso y agresivo y de su interesante composición en la que caben guitarrazos implacables, algo parecido a unos cantos gregorianos que cometen la función de interludio, y también sonoridades propias del heavy metal hacia el final de su minutaje. Tampoco es su apropiación del sonido NIN el más original: suena sobado a estas alturas, nada impactante. Pero con ella, The Horrors vuelven a confirmar lo que ya sabíamos de ellos, que no podemos dar por sentado ninguno de sus próximos pasos artísticos. Explica Faris que “’Lout’ trata sobre la relación entre la elección y el azar, la toma compulsiva de riesgos y forzar la suerte. Como banda, sobre todo en directo, siempre hemos tenido un lado agresivo y cuando comenzamos a escribir nuevas canciones, quedó claro que íbamos en esa dirección”. Añade el teclista Tom Furse: “Hay algo en el tema que se siente como un regreso a un sonido más pesado, pero en realidad está muy lejos de cualquier cosa que hayamos hecho anteriormente». En definitiva, The Horrors vuelven a darnos lo que queremos de ellos: algo arriesgado e inesperado.