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Alexanderplatz: «Hay cosas del presente que me gustan, pero creo que en ningún presente me sentiría a gusto»

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Cinco años después del final de Klaus & Kinski, y casi exactamente 10 después de su debut ‘Tu hoguera está ardiendo’, Alejandro Martínez Moya ha publicado ‘Muera usted mañana‘, primer largo de su nuevo proyecto, esta vez unipersonal, Alexanderplatz. Un disco en el que, aunque se reconoce al autor de canciones como ‘Crucifixión, la solución’ o ‘Mengele y el amor’, hay palpables diferencias formales con su anterior proyecto, en el que predominan los sonidos sintetizados e influencias de los 70 y 80. Coincidiendo con sus primeras presentaciones en directo junto a algunos músicos que ya habían participado en su aventura previa, charlamos con él por teléfono sobre la dificultad de levantar en solitario este proyecto, sus influencias y el trasfondo lírico de estas canciones. [Fotografía de José Carlos Nievas]

Alexanderplatz actúa el próximo sábado, 24 de noviembre, en Maravillas Club de Madrid, junto a Shadow Girls, y acaba de confirmar una nueva fecha: el sábado 15 de diciembre en Espai Zowiede Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

‘Muera usted mañana’ es un disco que, quizá por la abundancia de interludios instrumentales, deja la sensación de que en él dominan los sonidos sintetizados, por encima de los acústicos o los clásicos de pop rock. ¿Es un reflejo de la música que más te ha cautivado en los últimos tiempos o es una cuestión de economía de medios humanos?
No, economía de medios, no. Es en parte reflejo de cosas que me gustan, eso es obvio, y en parte lo que me apetecía hacer en este momento, tal vez un poco como reacción a lo que venía haciendo durante años con Klaus & Kinksi, donde todo era muy heterogéneo. No es que ahora no lo sea, imagino, porque supongo que no podré evitar cierta tendencia, pero por lo menos en cuanto a la idea global del disco quería centrarme en este tipo de sonido. Es cierto que hay muchos sintes, casi todos analógicos. Por ejemplo, las cuerdas: con Klaus hubiera optado por hacerlo con cuerdas reales, y aquí quería hacerlas sintéticas y que se reconocieran como tales, no emulándolas, buscando un poco esa sonoridad de los 70.

Ya has comenzado a ofrecer tus primeros conciertos con una banda en la que cuentas con antiguos miembros de Klaus & Kinski, pero ¿el disco ha sido sobre todo en solitario o ha sido un disco grupal?
Lo he hecho yo todo menos la batería, que es el instrumento que no me fiaría de tocar yo (risas). La ha grabado Juan Antonio, el técnico con el que llevo trabajando durante años. Tengo un estudio en casa desde hace tiempo, no para grabar a nadie sino para hacer mis cosas, igual que lo hacía con Klaus.

Puede parecer una referencia facilona, pero el tono retro de los sintes, especialmente al inicio del disco, no solo remite al rollo de la BSO de SURVIVE para ‘Stranger Things’, sino que ‘Homenaje’, como ironizando con su título, parece inspirada directamente por la sintonía de la serie. ¿Es así?
No. A ver, he visto la serie y me gusta, pero me gusta porque las referencias que toma esta gente para hacer esto tan retro son similares a las que yo he usado, estos 70 más instrumentales, las bandas sonoras de John Carpenter o la gente de Italians Do It Better, pero también el kraut alemán, el synthpop británico de los 80… Pero no precisamente por la serie. De hecho, ese tipo de arpegio es un recurso muy manido, no lo han inventado ellos. Lo que pasa es que como la serie ha sido tan popular es como lo primero que asocia la gente, pero no es que sea muy original, es una celebración retro. Que a mí me gusta, ojo, y me moló la música de la serie porque tocaban cosas que ya conocía.

Antes has dicho que buscabas una reacción a lo que venías haciendo con tu anterior grupo. Sin embargo, en sus canciones sigue habiendo como mucha diversidad de palos, que era exactamente lo que distinguía aquellos discos, ¿no?
Bueno, la diferencia está sobre todo en el sonido. Soy consciente de que hay una canción que ha quedado más como una balada sesentera, otra más canción melódica, otra más synthpop… Pero a la hora de vestirlas, a lo mejor con Klaus habría buscado cosas más extremas en la manera de producir. Aquí intenté repetir constantes sonoras, aunque el tema viniera de una cosa muy loca.

Y entonces ¿dirías que es esa uniformidad de arreglos lo que te aleja de aquel estilo y hace reconocible el sonido de Alexanderplatz?
Sí, pero no alejarme porque (aquello) me parezca mal, sino simplemente porque en tu vida vas probando cosas distintas quizá por reacción. Haces lo que te resulta divertido, lo que te apetece en cada momento y eso obedece más a impulsos. No sé lo que haré el resto de mi vida, pero espero que siempre sea algo que me parezca divertido, porque si no te entusiasmas mínimamente… no se puede hacer esto. Son muchas horas, muchos quebraderos de cabeza y si no estás un poco in the mood… (risas)

«Puedes huir de una coordenada temporal o espacial, pero no puedes huir nunca de ti mismo»

¿Dirías que, de haber un hilo conductor en el disco, podría ser la nostalgia del pasado, pero no en un plano individual sino colectivo, social?
En realidad la nostalgia del pasado es algo un poco impostado. Es un recurso literario como cualquier otro, más como forma de evasión. Evidentemente, hay cosas del presente que me gustan, pero también creo que en ningún presente me sentiría a gusto. Mirar hacia el pasado es como huir de un sitio, y puedes huir de una coordenada temporal o espacial, pero no puedes huir nunca de ti mismo. Y ahí es donde está el sarcasmo o la ironía de todo ello. Y también una parte real, pero eso ya sería psicoanalizarme… (risas)

Bueno, es lo que apunta ‘Odio el siglo XXI’, la canción, que en realidad parece libre de ironía.
Es lo que decía: «¿te gusta el tiempo en el que has vivido?» Pues si lo piensas racionalmente, no te vas a encontrar nunca totalmente a gusto, pero tampoco creo que en cualquier tiempo pasado estaría mejor, estaría igual. Y no es que me sienta infeliz, todo lo contrario. Es una reacción evasiva, un poco misántropa, de negar la realidad. Es como… Tú puedes amar a la Humanidad, pero en realidad no soportarla. (risas)

«A mí me interesa la música, el mundo de la música me interesa menos»

Y, en esa línea, ¿ha dejado de interesarte el pop contemporáneo, ya que parece que te interesan más sonidos retro? ¿Disfrutas más con obras del pasado?
Es que yo no sé lo que es el pop contemporáneo y de hecho nunca he estado atento a nada de eso. No sé si nunca he llegado a sonar actual. A mí me interesa la música y me da igual que ocurra ahora o que ocurriera hace 20 años, le doy el mismo valor. Lo único es que, si hay algo que me interesa de ahora, puedo verlo en directo. Como decía, nunca he estado muy atento y, de hecho, puede que haya cosas que estén surgiendo ahora que seguro que me gustan y no me daré cuenta hasta dentro de unos años. Es como leer: ¿por qué tengo que estar pendiente de las novedades literarias? Si merecen la pena las voy a leer igual dentro de 10 o 15 años. A mí me interesa la música, el mundo de la música me interesa menos. Lo he conocido por dentro y en parte es mi mundo, porque me dedico a esto, pero no es la parte que me entusiasma.

En las letras, un poco como en los estilos que tocas musicalmente, hay un poco de todo, si bien se puede intuir que has evolucionado hacia un tono menos explícito, más simbólico. ¿Dirías que te ha llevado más trabajo el aspecto lírico que el musical?
Bueno, siempre es así. Hacer la música me cuesta poco… Obviamente, me refiero al aspecto mental, no al del tiempo, que sí cuesta más porque es muy laborioso técnicamente si lo haces tú todo y quieres que tenga cierta solvencia. Pero la parte de las letras… De alguna manera es una pequeña forma de literatura, en la que te desnudas, así que sientes vértigo por que esté a la altura que crees que debe estar o, al menos, no avergonzarte de lo que escribes. (risas) Ahí sí tardo más tiempo, el proceso de calidad es más complejo, piensas cómo afectan las cosas, las lees y las relees, a la semana cambias algo que te parece una mierda… No es que me cueste más, es que es menos inmediato.

¿Pero dirías que hay un cambio en el enfoque, ese giro hacia algo más simbólico que yo decía, en contraste con las letras de Klaus & Kinski que siempre se han identificado por cierto costumbrismo?
Se ha dicho mucho lo del costumbrismo, pero yo nunca he estado muy de acuerdo. Yo por costumbrismo entiendo como un escenario en el que se imbrica el relato. Lo que sí es cierto es que en ese estilo había préstamos de un habla popular, utilizar mucho el refranero, el argot, juegos de palabras en base a frases hechas… pero eso sigue estando. Sobre el carácter simbólico, no lo sé. A lo mejor es una destilación un poco del estilo, porque va evolucionando con los años, pero tampoco lo veo muy distinto. Son metáforas, que es un recurso literario que conocerás bien porque es un poco tu trabajo del día a día.

Sí, claro. Cuando digo esto me refiero a letras como ‘Sultana’, que podría estar dirigida a una persona pero le habla como si fuese un ente no terrenal, cosas así…
Sí, quizá es un tono lírico un poco más convencional, una metáfora menos explícita, más clásica. Por el tono del tema, que era más tierno y más convencional, quizá ahí sí hay lo que dices. Pero también empleo el sarcasmo, el humor negro, que te pone el pie en tierra, por decirlo así.

«[Sobre explicar sus canciones] No creo que deba hacerlo ni creo que debas saberlo, es como romper un poco la magia del hechizo, aunque quede estúpido decirlo»

Tú mismo hablabas del uso de refranes y frases hechas, y eso precisamente lo empleas a saco en ‘Maldición gitana’. Es como que lanza ideas pero lo deja todo como en el aire, ¿no? ¿Qué buscabas?
Sí que hay un poco ejercicio de estilo, porque todo está basado en emplear el refranero, pero es la parte formal, porque el contenido es, como indica el título, insultar y desear el mal. (risas) Pero no va dirigida a nadie en particular y de hecho hay un verso al final donde digo que todo eso puede volverse hacia ti. Lo que pasa es que, claro, explicar el sentido unívoco de las canciones… No creo que deba hacerlo yo ni creo que debas saberlo, es como romper un poco la magia del hechizo, aunque quede estúpido decirlo. No funciona así ni creo que dentro del proceso creativo deba funcionar así.

En ‘El puño en el corazón’, que es una especie de bolero, la letra también tiene que ver con la nostalgia… pero en el sentido político. ¿Cómo se te ocurrió la historia algo enrevesada de ese cantante perdedor, ex-militante de Fuerza Nueva que ahora planea acciones terroristas de extrema izquierda?
Bueno, es más canción melódica tradicional, canción romántica, latina. Es una de mis pocas canciones en tercera persona, la historia de un perdedor cutre, el giovanni de turno cantando para abuelos en un escenario al lado de una piscina en el Lopagán. (risas) A mí siempre me han interesado mucho los perdedores desde el punto de vista lírico, pero me resultó divertido inventarle una doble vida, en este caso de alguien que lleva una doble vida militando en un comando terrorista marxista, dejándose la piel en el escenario entre niños en bicicleta, la barra del bar… Ahí sí hay costumbrismo. (risas) Y también hay referencias a los 70, con la extrema derecha. (risas)

El disco es muy largo, como solían ser los de Klaus & Kinski, por otro lado. Es algo que tú siempre has defendido, diciendo que 10 canciones te parecía algo rácano y que no ibas a guardar temas para una edición japonesa. ¿Sigues siendo fan de los discos así de extensos?
No es que no me gusten los discos cortos, es que no me molestan los largos. Es que nunca lo he entendido muy bien, porque al final hablamos de la longitud de un disco como una convención, que además viene heredada por un condicionante técnico que marca el formato analógico, el vinilo, que tiene una capacidad limitada. A mí los discos largos no me molestan, si el disco me gusta me da igual que dure una hora o que dure tres. Entiendo que si algo no te interesa, no te interesa, pero no que no te guste porque sea largo. Respecto a ‘Muera usted mañana’, sí está concebido de una forma global y era consciente de que iba a ser largo, y no sólo es que como forma artística me parezca bien, es que lo necesitaba, se me hubiera quedado corta sólo media hora.

¿Cuál es el último disco largo que te ha flipado o que te ha inspirado?
Pues el otro día escuché en el coche el primero de Beak>, de 2009, que dura 1 hora y 1 minuto, por ejemplo.

«Me interesa la voz como cualquier otro aspecto de la música, pero no tengo vocación de cantante»

¿Te costó tomar la decisión de cantar tú mismo tus canciones, después del fin de Klaus & Kinski? ¿Qué ha sido lo más difícil de levantar algo como Alexanderplatz?
Sí me costó al principio. A mí me interesa la voz como cualquier otro aspecto de la música, pero no tengo vocación de cantante, y nunca me lo había tomado tan en serio. Pero hay que entrenarlo, hay que reflexionar, buscar una manera (de cantar) en la que te puedas encontrar más o menos cómodo a lo largo de los años, evolucionar, porque es un instrumento muy complejo que va cambiando con los años. Sí me ha costado ponerlo en marcha, porque antes ya tenía una manera de trabajar a la que me había adaptado y, al margen de cambios personales y otras evoluciones internas de qué vas a hacer con tu vida, ha llevado tiempo. Hasta que he definido el proyecto, sus señas de identidad, cómo iba a trabajar… Tienes que tomar mil decisiones y te tiene que convencer, porque si la ilusión te va a durar una semana, luego no lo vas a poder defender y te va a hacer profundamente infeliz. Cuando ya está en marcha es distinto.

¿Y te costó más o menos convencer a Antonio y José Carlos de volver a unirse a ti en esta aventura? ¿Está en vuestros planes recuperar alguna de las viejas canciones?
A Antonio no me ha costado nada (convencerle) porque, aparte de que he trabajado con él muchos años, llevaba tiempo sin tocar y a él le encanta tocar. (risas) Así es fácil. José Carlos se encarga del bajo eléctrico y sintetizado, y luego está Miguel Porras a la batería. En realidad lo más difícil ha sido montarlo técnicamente, programaciones, parches, etcétera, porque como pasaba con Klaus yo hago un disco y luego a partir de ahí se monta el directo. Son cosas poco interesantes para la gente pero que a mí me suponen meses de calentarme la cabeza. También ha intervenido Paco, pero en el arte del disco, es muy bueno en lo suyo y enseguida pensé en él. Hace lo que le pidas y lo que le pedí es bastante simple, opuesto al preciosismo que él suele hacer. Lo que hizo es bastante más conceptual, más simbólico, abstracto. Me ha gustado mucho lo que hizo.

«[Sobre recuperar canciones de Klaus & Kinski] Tengo claro que no. (…) Me sentiría como Paul McCartney»

¿Y pensáis tocar alguna canción de Klaus & Kinski?
No, qué va. Eso sí que tengo claro que no. Es otro grupo y sobre todo no está Marina, que aparte de la voz aportaba su personalidad. No sé, me sentiría como Paul McCartney. (risas)

Pues no le va mal al chaval.
Ya, pero… Ojo, que yo le admiro, me gustan los Beatles y cosas de Paul en solitario, tiene mucho talento. Pero me parece una broma.

¿Sabes si Marina ha escuchado el disco? ¿Qué te ha dicho de él?
Mmmmmm… No. No lo sé, sinceramente. Supongo que habrá sentido curiosidad, pero… Y cuando la vea, tampoco hablamos de esto. Igual surge, pero yo no le voy a preguntar si ha escuchado el disco. Ni a Marina ni a nadie. Me da vergüenza, ir mendigando escuchas. (risas)

«[Sobre conmemorar 10 años de ‘Tu hoguera está ardiendo’] No quiero pensar en el tiempo, porque me deprimo»

Se acaban de cumplir, por cierto, 10 años de la publicación de ‘Tu hoguera está ardiendo’. ¿Os planteáis o habéis planteado conmemorarlo de alguna manera?
No. ¿Haciendo qué? Los grupos que hacen eso es porque están tocando y se inventan un concierto. Y creo que Tanis (Abellán, del sello Jabalina) ya hizo una reedición, no sé si tendría sentido volver a hacerlo. Ni lo había pensado. ¿En qué año estamos? (risas) No quiero pensar en el tiempo, porque me deprimo.

Muchos siguen, o seguimos, encandilados con vuestra obra. Hace unos meses, hablando con Lolo de Hazte Lapón, me decía que para él vuestros tres discos son una de las obras cruciales de esta generación del pop español, que le inspiraron a la hora de cerrar su propio grupo tras el tercer álbum y que están destinados a trascender. ¿Qué sientes cuando te llega algo asÍ?
Es bonito. Si tú lo has hecho es esperando que alguien pueda sentir algo remotamente similar a lo que tú has sentido escuchando música de otros. Es lo que le da sentido a esto porque si no, ¿para qué? Sí, lo haces como una forma de expresión, una necesidad interna, no para epatar a nadie. Pero es muy duro, muy pesado, no siempre mantienes el mismo nivel de energía. Y que se te acerque alguien y te diga «las cosas que hicisteis me gustaban» o «son importantes para mí» te hacen pensar que merece la pena haberlo hecho. Porque a veces… Bufff… Cuesta trabajo. Supongo que es por mi carácter, me cuesta entusiasmarme con las cosas, dudas y piensas «no me gusta nada, todo es una mierda, me aburro»… Pero por otro lado la música, no sólo el pop, le da sentido a mi vida, la amo profundamente.

¿Y ahora estás totalmente entusiasmado con Alexanderplatz?
Sí, depende del día. (risas) Pero con Klaus me pasaba igual, supongo que porque tiendo a ser muy crítico. Hay una parte sentimental/emocional, que necesita llenar un poco el alma, echándole galleticas. Y otra más intelectual, más crítica, que hace que todo te parezca una basura. (risas) Te sientes mal, a veces. Pero eso me va a pasar toda la vida y supongo que si no hiciera cosas sería más infeliz.

Ready for the Weekend: Art Brut, Rita Ora, Miss Caffeina, The Streets, La Zowi, Kikí D’Akí, Earl Sweatshirt…

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Aunque aún quedan algunos lanzamientos importantes de 2018, la lista de nuevo álbumes publicados mengua ya drásticamente en estos últimos viernes de 2018. Hoy destaca el muy demorado nuevo álbum de Rita Ora, además del regreso de los punk-rockers británicos Art Brut y el nuevo disco de la siempre interesante My Brightest Diamond, además de trabajos de Jacco Gardner, Frakkur (Jónsi de Sigur Rós) u Oneohtrix Point Never (un EP con colabos de Ryuichi Sakamoto o (Sandy) Alex G). Donde más agitada está la semana es en el plano nacional: los nuevos trabajos de La Zowi, Kikí D’Akí, Pavvla, Rozalén (en un disco plagado de estrellas mainstream como Ana Balén, Amaia Romero o Estopa e indies como Shinova, ToteKing, Kase.O…), Charlie Mysterio (sin Los Caramelos, y etiquetado sólo con su «apellido»), Holy Bouncer, el rapero Hard GZ, Chicharrón, la triunfita Miriam Rodríguez y EPs de Confeti de Odio, Caliente Caliente (nueva aventura de Raúl Querido) y BeatLove están ya disponibles. Además, Sidonie publican un álbum con regrabaciones de canciones de toda su carrera –incluido el «featuring del año»– para celebrar sus 20 años de carrera. Y Rosendo publica una caja retrospectiva con grabaciones inéditas en directo y estudio.

Además de los nuevos temas de J Balvin, C. Tangana feat. Niño de Elche, Billie Eilish, Miss Caffeina, Carolina Durante & Amaia, Andy Burrows y Tommy Genesis, también hay cierto movimiento en cuanto a singles de obras que verán la luz en las próximas semanas (como el de Earl Sweatshirt) o ya en 2019. The Streets, Grandaddy, Mucho, Weezer, Vic Mensa, Booka Shade, Cuco, Alien Tango, Mike Posner, El Faro o Amistades Peligrosas presentan canciones.

Pero si por algo destacan estas fechas es por las sucesivas reediciones, conmemoraciones o regrabaciones que se acumulan y suceden de cara al suculento mercado navideño. Entre toda esa paja, encontramos un álbum de versiones orquestales de Justice, Uffie, Cassius o Mr. Oizo para conmemorar el 15º aniversario del sello francés Ed Banger, un nuevo EP de Luke Haines que complementa al álbum que publicaba este año, una reedición de ‘The Lioness’ de Songs:Ohia, con sesiones inéditas del añorado Jason Molina, la loquísima adaptación de la BSO de ‘Sonrisas y lágrimas’ que perpetran Laibach o un disco que reúne las caras B y descartes del último disco de Cults. También llaman la atención un villancico original de los veteranos Alphaville, una versión de ‘How Deep Is Your Love’ a cargo de Take That contando con el mismísimo Barry Gibb (Bee Gees) y un tema de Quincy Jones junto a Chaka Khan y Mark Ronson que promociona el documental que Netflix ha producido sobre el afamado productor.

Sidonie arman el “featuring” del año juntando en ‘Fascinados’ a media industria del pop en castellano

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Sidonie publican hoy ‘Lo más maravilloso’, su nuevo recopilatorio, que celebra sus 20 años en activo. El disco incluye dos canciones nuevas, el single a lo Georgie Dann ‘Maravilloso’ y una versión nueva de ‘Fascinado’, su éxito de 2005, re-titulada ‘Fascinados’. Y el plural es significativo en este caso, pues Sidonie han buscado re-grabarla con la ayuda de 29 colegas del pop, dando lugar a un “featuring” ambicioso como mínimo que pide a gritos un videoclip lleno de cameos estelares.

Joan Manuel Serrat, Jeanette, Vetusta Morla, Zahara, Dani Martín, Loquillo, Albert Pla o Mikel de Izal son algunos de los artistas que aparecen en la canción repartiéndose líneas y versos, y no necesariamente en este orden. Hay muchos más y Noni de Lori Meyers, Santi Balmes de Love of Lesbian, La Bien Querida, Xoel López, Anni B Sweet, Carlos Sadness, Javiera Mena, Carlangas de Novedades Carminha, Nina e Morgan y Rafa Val de Viva Suecia tampoco se pierden la fiesta de Sidonie.

Completan el “line-up” (porque esto, más que una canción, parece un festival) Alondra Bentley, Abraham Boba de León Benavente, Martí Perarnau IV de Mucho, Miri Ros, Juan Alberto de Niños Mutantes, Marc Dorian, Nita de Fuel Fandango y Shuarma de Elefantes. Y ojo porque, lejos de abrumar, queda una versión divertida, un verdadero pasatiempo para los amantes del pop en castellano, por otro lado, sin demasiados precedentes.

Rita Ora inaugura el lanzamiento de su disco con un playback a destiempo en un desfile de Acción de Gracias

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Rita Ora y John Legend han actuado este jueves en un desfile de Acción de Gracias en Nueva York, por el que también se han pasado Diana Ross, Bad Bunny, Leona Lewis o Bazzi. Subidos a unas carrozas, Ora y Legend han optado por hacer playback en lugar de cantar en vivo, con la mala suerte que Ora, que hoy publica su nuevo disco, ‘Phoenix’, ha sido incapaz de sincronizar su voz con el pregrabado, dando lugar a una actuación totalmente marcada por las dificultades técnicas que, como puede verse en el vídeo, se produce totalmente a destiempo (Ora parece, desde el principio, tener problemas para encontrarse en el playback). Sin embargo, eso no ha impedido a los tuiteros criticarla por su “vergonzosa” actuación, y también a Legend.

Tras las críticas, ambos artistas se han visto forzados a explicar en Twitter que, en estos casos, el playback es habitual, ya que actuar a la intemperie, en una ciudad con temperaturas tan frías como las de Nueva York, y encima de carrozas suele conllevar dificultades técnicas que obligan al pregrabado. “Todos hacemos playback en este desfile porque las caravanas no cuentan con la capacidad para soportar los requerimientos de sonido de una actuación en directo”, ha escrito John Legend en defensa de Ora. “Espero que la disfrutarais de todas formas, y sabed que si venís a mis conciertos, las voces son 100% en vivo”.

La propia Ora ha contestado: “Gracias por aclarar lo que estaba a punto de tuitear. Es molesto para nosotros pero bueno, mis conciertos son 100% en directo y siempre lo han sido. Cuando vienes a un concierto de ORA, ¡prepárate!”

La canción del día: Carolina Durante y Amaia Romero se la juegan a Marcelo Criminal en el vídeo de «Perdona»

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Hoy viernes se estrena una canción muy «de viernes», la versión que Carolina Durante han grabado junto a Amaia Romero del artista underground Marcelo Criminal. La edición de este tema no es del todo una sorpresa, pues el grupo madrileño ya la había presentado en Razzmatazz, Barcelona, acompañado de la propia Amaia; pero en cualquier caso es todo un desafío para haters.

En los últimos días el tema se había filtrado acompañado del rumor de que Marcelo Criminal, autor original de este ‘Perdona, ahora sí que sí’, no estaba nada contento con el uso de la canción por parte de Carolina Durante y Amaia. Pues bien, el propio Marcelo es el protagonista de un vídeo lleno de humor en el que se ve cómo Carolina Durante le roban el tema y cómo el grupo se aprovecha de él. El pequeño «cameo» de Amaia Romero es totalmente delirante.

Un vídeo lleno de guiños, como decíamos, a los haters de Carolina Durante, desde los rótulos de «canción del año» y «ya es número 1» hasta los WhatsApps de «me cago en vuestros muertos» y «plagiadores», pasando por mi favorito: «pijos de mierda». Una acusación constante en la vida de los autores de ‘Cayetano’. ¿No es maravilloso que el estribillo de todo esto sea «Pido perdón por no ser mejor que nadie»? Otro tanto para Carolina Durante que, como sabéis, han agotado entradas con un par de meses de antelación para su concierto pre-navideño en OchoyMedio. Y fans de Amaia, respirad tranquilos: ella sigue grabando con Refree.

«¡Dios salve el parque municipal!»: 50 años de la obra maestra de The Kinks, a la sombra de “El Álbum Blanco”

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A buen seguro todos, seáis grandes fans o no, sabéis bien que este mes de noviembre –concretamente hoy, 22 de noviembre– se cumplen 50 años de la edición de la publicación del llamado “Álbum Blanco” de The Beatles. Una –sino LA– obra cumbre de la música popular del siglo XX que, si ya en su versión original era apabullante y fascinante con sus diversos y ricos 30 cortes, estos días ha sido reeditada en una mastodóntica caja con nuevas mezclas, sesiones inéditas y blablabla… Ese fantástico disco –imprescindible en esencia, más allá de estas fatigosas y raramente necesarias ampliaciones– parece dejar siempre a la sombra a otra obra maestra del pop rock no ya británico sino universal. Hablo de ‘The Kinks Are The Village Green Preservation Society’ que, publicado precisamente en el mismo día del año 1968, parece haber sido aplastado por una suerte de maldición que le persiguió desde incluso antes de su publicación, en una de las historias más fascinantes del rock.

Estos días nos encontrábamos con la insólita noticia de que ‘TKATVGPS’ –en adelante lo denominaremos así– había por fin logrado ser disco de oro en Reino Unido, alcanzando la cifra de 100.000 copias… ¡50 años después de su publicación! Con esa cifra ridícula para un grupo legendario, como es el caso, lo que podría ser una buena noticia se convierte en un capítulo más en la secuencia de calamidades que rodeó aquel disco de The Kinks, entonces en su formación más mítica con Ray Davies, Dave Davies (su hermano pequeño), Pete Quaife (su amigo de infancia convertido a enemigo íntimo durante aquellos 1967 y 1968 en los que se gestó precisamente esta obra, que dejó el grupo al año siguiente y nunca llegó a reconciliarse del todo con Ray antes de su muerte, en 2010) y el batería Mick Avory, y que, aun siendo uno de lo que hoy llamamos flops más sonados de la historia del rock, es una obra estratosférica, sin duda a la altura de cualquiera de las obras más célebres de sus coetáneos de Liverpool.

The Beatles abrieron indudablemente brecha para la explosión mundial de The Kinks, y estos siempre fueron, al menos en apariencia, los “chicos malos” de la llamada british invasion que anegó Estados Unidos de pop inspirado en el rock and roll y el rhythm and blues. Su tercer single, ‘You Really Got Me’, fue un éxito global que, a diferencia de otros coetáneos, mostraba garras afiladas en su riff de guitarra que, sin duda, es un precedente del heavy metal. Pero las constantes peleas entre los hermanos Davies, dentro y fuera de los escenarios (los hermanos Gallagher deben mucho a los Kinks, en todos los sentidos) les daban ese halo de peligrosidad e imprevisibilidad que provocaron que, por ejemplo, les fuera denegada la entrada a EEUU para hacer giras. Lo cual no hizo sino amplificar su popularidad en todo el mundo, especialmente en Reino Unido, donde eran estrellas de primer nivel: por ejemplo, en 1966 ‘Sunny Afternoon’ desbancaba a ‘Paperback Writer’ del número 1 de la lista británica de singles, en lo que Ray considera “una de las mayores alegrías de su vida”.

Sin embargo, esas tensiones harían que la distancia entre Ray –el indiscutible gran talento del grupo– y sus colegas creciera y que hacia finales de aquel 1966 se especulara con una separación de la banda y el más que probable inicio de una carrera en solitario de su líder. De hecho, siempre se especuló con que las canciones de ‘TKATVGPS’ tenían como destino un primer álbum de Ray Davies, pero las desastrosas decisiones de sus mánagers, embarcándoles en giras vergonzantes (como una que dieron en parques de atracciones de Suecia o por pubs únicamente poblados por mineros de la Inglaterra rural, por ejemplo), y la incesante presión de su discográfica, Pye Records (que desapareció pocos años después), que llevó al delirio de lanzar tres discos del grupo en el espacio de 4 meses, no hicieron propicio que aquello ocurriera.

En ese periodo de popularidad menguante, y pese a sus episodios depresivos, Ray decidió que aquellas canciones que llevaba preparando meses en su casa del extrarradio londinense, próximo al barrio humilde en el que él, Dave y Pete se criaron, debían ver la luz ya y debían hacerlo bajo el nombre de The Kinks. Así, abrió su habitual hermetismo en la composición e implicó a sus tres compañeros en la creación de armonías y arreglos, que preparaban en torno al piano de Davies en el salón de su casa estilo Tudor, evocando reuniones familiares similares en el hogar de los Davies. Esa nostalgia doméstica y local es, en realidad, lo que alimenta las canciones de este disco y, también, el concepto del álbum: la melancolía por los recuerdos del pasado más íntimo en una Inglaterra y un mundo inmersos en un convulso proceso de cambios sociales, luchas de clases y revoluciones.

Todo aquello que de alguna manera sí plasmaron álbumes como el citado ‘The Beatles’ o ‘Electric Ladyland’ de Jimi Hendrix, obras que miraban al futuro, no estaba en ‘TKATVGPS’ y, muy probablemente, fue una de las razones de su fracaso: fue ignorado por prensa y público de su país, aunque, curiosa e inesperadamente, Estados Unidos acogió muchísimo mejor su esmero retro cuando se publicó allí meses después. La nostalgia por el pasado no estaba en absoluto de moda, no era lo que demandaba el público, pero Ray, sin duda, plasmó eso a conciencia. No ya evocando al rhythm and blues que alumbró su generación y que ya había quedado opacado por la psicodelia y la tecnología (y eso que, fascinado por el Mellotron MKII, Ray ejecutó muchos de los arreglos del disco con ese antepasado del sintetizador, que funcionaba con cintas grabadas), sino yendo incluso más allá, al music hall, al vodevil, al vals y a la música de entreguerras. Aquello se percibió como un movimiento reaccionario que hizo que se le diera la espalda, que incluso algunos llegaran a tildar a Davies de fascista (en contra de la impresión que pudiera dejar esta obra, Davies se ha manifestado contrario al Brexit, por ejemplo). Sin duda fueron los que no se esforzaron en contemplar la ironía y el sentido del humor que impregnaba todo el álbum: los cada vez más frecuentes comentarios sobre que eran demasiado retro y pasados de moda, inspiraron al grupo a poner al disco ese título, “Los Kinks son la sociedad de conservación del parque municipal”, autoproclamándose adalides de lo cockney. Aun así, con esa reivindicación del parque municipal como eje en torno al cual se introducían todos sus personajes, Ray sí quería reivindicar la proximidad, la cercanía humana, como una reacción a un mundo cada vez más alienante y estresante. De hecho, es sorprendente (y triste) lo vigente que resulta hoy ‘TKATVGPS’ en cuanto a concepto.

Pero lo que hace grande este disco son sus 15 canciones originales, que también han sido ampliadas en una casi inabarcable caja de 11 (!) discos y 60 canciones, que incluyen un inédito (la preciosa ‘Time Song’) junto a demos y tomas en directo de la época, mezcladas con otras canciones de una etapa especialmente prolífica e inspirada de Ray Davies (aunque en la misma etapa también escribió canciones tan cutrecillas como ‘Wonderboy’ o ‘Plastic Man’) que ya habían sido editadas anteriormente (con ‘Rosemary Rose’, ‘Do You See His Name?’ o ‘Misty Water’ entre las más notables). Recomiendo, en cambio, revisar el núcleo original del disco, aunque esa idea es algo difusa en este caso: en un contraproducente derroche de improvisación, Ray pidió a Pye parar el lanzamiento de la edición de 12 canciones previsto para septiembre de 1968 –tarde: llegó a ponerse a la venta en algunos países de Europa, siendo hoy una cotizada rareza– y convertirlo en un disco doble de 20 canciones. ¿Parece una tontería pensar que se debió a que supo que The Beatles lanzarían un disco doble en aquellos meses? Quizá, y podríamos decir que en realidad tenía demasiadas buenas canciones que no quería dejar fuera, pero el hecho de que algunos de los temas incluidos en la versión final y sencilla de 15 canciones fueran terminados y grabados apenas el mes antes de publicarse lo ponen en duda. En todo caso, la versión final del disco que conocemos es maravillosamente perfecta de cabo a rabo, con 15 canciones prodigiosas en todos sus aspectos, con cierto aire campestre y despreocupado hilvanando de manera invisible su diversidad de estilos.

Con la solemne y tristona ‘Village Green’ –la primera canción que compuso Ray para este proyecto y a partir de la cual fructificó el concepto del disco– y la maravillosa obertura ‘We Are The Village Green Preservation Society’ –ese “himno nacional” en el que proclaman con evidente sarcasmo “Dios salve al Pato Donald, al vodevil y las variedades / (…) Dios salve las tiendas de barrio, la porcelana china y la virginidad”– como núcleo, The Kinks construyen un pequeño universo. Un universo en el que no falta la nostalgia más sincera (ejemplificada en la entrañable ‘Days’ y la alegre ‘Picture Book’ es un amargo recuerdo hacia las dos únicas fotos de familia de los Davies, sirviéndole para recordar a su hermana Rene, que murió bailando en una discoteca un día después de regalar a Ray su primera guitarra) pero tampoco la más ácida, como la de ‘Do You Remember Walter?’ (una de las canciones más sobresalientes de su carrera, en la que describe un reencuentro con su mejor amigo de la infancia en el que descubrieron que ya no tenían nada en común), con fantasmas de rockers caducos (‘Johnny Thunder’), prostitutas de confianza (en la exótica ‘Monica’) o brujas locales (en la perversa canción infantil con aires psicodélicos ‘Wicked Annabella’, estilo que también replica ‘Phenomenal Cat’) que deambulan por el parque municipal, semiocultos por el humo del “último tren de vapor”.

Pese a sus paupérrimas ventas, ‘TKATVGPS’ está, sin lugar a dudas, entre las mejores obras de pop rock que dio el siglo XX, si bien su valor está en la poderosa influencia que ha ejercido sobre varias generaciones de artistas británicos. Las obras completas de Madness, XTC, Ian Dury, Blur y The Libertines –pasando por grupos más minoritarios como The Boo Radleys o The Auteurs– tienen una deuda evidente con The Kinks en general y con este álbum maldito en particular, que ha contribuido como pocos a crear una identidad palpable para el pop de Reino Unido. De hecho, si hay algo que pueda llamarse brit pop, eso es ‘TKATVGPS’. Hoy, mientras Davies publica el segundo de los volúmenes de su serie ‘Americana’, se dice que la eternamente postergada reunión de los hermanos Davies está más cerca que nunca e incluso se dice que se prepara un musical basado en ese álbum, vemos a Ray recoger ese disco de oro que certifica la sombra que persigue esta obra con sólo media de su amplia sonrisa, sentenciando con la mordacidad que siempre le ha caracterizado: “esto parece el premio que se da a alguien que se retira”.

[Nota del autor: gran parte de la documentación de este texto proviene de la fantástica y recomendable biografía del disco escrita en 2003 por Andy Miller, publicada en España por Libros Crudos dentro de su colección «33 1/3». La fotografía exterior forma parte de la sesión promocional del disco, obra de Barry Wentzell para Melody Maker.]

Alaska y Mario, Dani Mateo y Lorena Castell, criticados por sus declaraciones sobre el VIH

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Alaska y Mario han visitado esta semana el programa #yu de Dani Mateo para hablar de varios temas, entre ellos la educación sexual. Ha salido a debate el VIH y las declaraciones de la pareja al respecto, así como las del presentador Mateo y su colaboradora Lorena Castell (Lorena C), han generado críticas en sites como Hazte Queer por contener multitud de inexactitudes. Durante la entrevista, Mateo asegura que “ya no existe el estigma” en torno al VIH, a lo que Castell replica: “ya no hay ese estigma pero dentro de las cepas, tú por mucho que estés medicado de una, de repente te puedes contagiar de otra y es todo muchísimo peor. La gente se piensa, “ya lo tengo, ahora tomo los anticuerpos, estoy medicado y puedo volver a hacer locuras”, pero no solamente es una cepa, dentro de esa enfermedad hay muchísimas cepas y te pueden volver a contagiar, tienes que tomar otra medicación”.

Entre las declaraciones sobre el tema, Mario Vaquerizo sentencia que “antes, cuando no tenías información, podías tener una excusa, pero teniendo toda la información que tenemos, no te lo perdono porque no me interesa, eres gilipollas”. Alaska concuerda y responde que contraer el VIH hoy en día “no tiene justificación”. Sobre el tema, Alaska asegura que no encuentra que “entre sus amigos homosexuales se preocupen demasiado por prevenir algún tipo de enfermedad”, fomentando la idea de que el VIH solo se transmite entre homosexuales.

Desde la cuenta Retos VIH han elaborado un vídeo en el que corrigen frase por frase las declaraciones de Lorena Castell, Mario Vaquerizo y Alaska, apuntando que “el VIH le puede pasar a cualquiera y no implica hacer locuras o ser promiscuo”, que “estando medicado, que te transmitan otra cepa del VIH es una posibilidad muy remota”, que “en esa mesa todos siguen sin información” y planteando, tras algunas sentencias, “¿seguros de que no hay estigma?”.


Tommy Cash lidera un culto en el vídeo de ‘X RAY’, su maquinote PC Music co-escrito por Caroline Polachek

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Tommy Cash es conocido por singles como ‘Winaloto’ o ‘Pussy Money Weed’ pero sobre todo por sus locos videoclips, que por su contenido entre surrealista, absurdo y grotesco (no siempre en este orden) suelen ser más noticia incluso que las propias canciones. Imperdibles eran, por ejemplo, los vídeos para ‘Surf’ o la propia ‘Pussy Money Weed’.

El rapero estonio ha vuelto hoy con un nuevo single, ‘X RAY’, que ha sorprendido por varias razones. En primer lugar, sus colaboradores: vuelve a la producción A.G. Cook, que ya produjo ‘Pussy Money Weed’, pero esta vez de la mano de su compañero en PC Music, Danny L. Harle. Además, entre las personas acreditadas en la composición del tema se encuentra Caroline Polachek, ex integrante Chairlift. Como todo fan de PC Music sabrá, Caroline cantó un single de Danny L. Harle, y a su vez Tommy Cash apareció en el disco de Charli XCX producido por PC Music, en el que además aparecía Caroline y cuyo título, por cierto, sugirió el estonio. Todo queda entre amigos.

Pero lo más sorprendente de ‘X RAY’ es su sonido. Estamos ante un maquinote bastante claro, en el que conviven ritmos tribales a lo Safri Duo, un subidón 100% Pont Aeri y los habituales ritmos trap de “Kanye East”. De hecho, impacta más el sonido del tema que su videoclip, en el que Tommy Cash lidera un culto, pero en el que también vemos imágenes tan random como un sendero de bosque hecho con verduras. No es de sus vídeos más memorables, pero eso también es decir mucho de Tommy Cash, porque si algo tienen sus vídeos es que al menos no dejan indiferente.

Anderson .Paak / Oxnard

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Hace dos años nadie pudo discutir que Anderson .Paak firmó uno de los trabajos más interesantes y disfrutables de aquella temporada con ‘Malibu’, un largo en el que rendía un tributo retro al funk y al soul desde un prisma hip hop. En aquel largo el estadounidense demostró con creces que es uno de esos artistas versátiles que se atreven con casi todo, pero lo de ahora, sin duda, es un paso atrás. ‘Oxnard’ toma su título de la ciudad californiana en la que nació y le sirve de excusa básicamente para hablar obsesivamente y de forma muy poco elegante sobre la fama, como un rapero-nuevo rico cualquiera, así como sobre las mujeres y sus amantes pasajeras de una forma cuanto menos discutible. Pero vayamos por partes.

El arranque de ‘The Chase’ promete a pesar de esa flauta de pan como una intro que mama del cine blaxploitation de los setenta. No obstante, con ‘Headlow’ uno ya se da cuenta de que este álbum carece de muchas de las cosas que ‘Malibu’ contenía. Sin ir más lejos, la clase. La canción en cuestión narra la historia de cómo recoge a una prostituta en su coche y mientras ésta le hace una felación sufren un accidente de tráfico. Por si hubiera alguna duda de lo que habla no se escatima en efectos sonoros de arcadas en sus segundos finales. Vulgar y gratuito, nada más que decir al respecto.

No sabemos si por voluntad propia o aconsejado por Dr. Dre, quien le catapultara a la fama en su ‘Compton’ y aquí ejerce de productor ejecutivo y productor de cuatro de los temas, el largo está plagado de featurings desiguales de compañeros como Kendrick Lamar (que no acaba de brillar como es costumbre en él en ‘Tints’), Pusha T (él sí que destaca en la trapera ‘Brother’s Keeper’) o Q-Tip de A Tribe Called Quest (en ‘Cheers’, donde hay incluso una mención al recientemente desaparecido Mac Miller). Las mejores colaboraciones del lote corresponden a las de Snoop Dogg en ese homenaje al G-Funk que responde a ‘Anywhere’ y a J. Cole, quien pone el punto romanticón a ‘Trippy’.

Todas las cansinas menciones a la fama, como esa ‘Mansa Musa’ que toma como referencia al emperador africano del siglo XIV que los libros de historia consideran uno de los más ricos de la humanidad, acaban sonando de lo más reiterativas y faltas de imaginación. Y, por momentos, como en este último tema mencionado, parece que la personalidad de Anderson se ha visto comida por la de Dr. Dre., quien desde la sombra mueve buena parte de los hilos de este disco que, por tener, tiene hasta una pieza como ‘6 Summers’ en la que pretende atacar a Trump sin mojarse del todo por si la mitad de Estados Unidos se pone en su contra en estos tiempos actuales de polaridad social.

‘Oxnard’ se queda bastante lejos de ser memorable en muchísimos momentos, dando la impresión de que, pese a las buenas intenciones iniciales, la inspiración ha brillado por su ausencia y ha preferido tirar por terrenos comunes que no le hacen ningún favor. Siendo conscientes de lo que sí es capaz de hacer habrá que tomar este disco como una pequeña tara de su discografía. Ojalá para lo próximo vuelva a retomar el buen gusto que caracterizaba a ‘Malibu’.

Calificación: 6,4/10
Lo mejor: ‘The Chase’, ‘Anywhere’, ‘Trippy’
Te gustará si requerías: algo más vulgar que ‘Malibu’

Cariño: «Malasaña no necesita ni tantos tipos de helado, ni tanta quinoa»

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Cariño son una de las sensaciones de la temporada gracias al mini álbum que acaban de publicar en Elefant, ‘Movidas’, en el que han incluido pequeños grandes hits del underground como ‘Bisexual’, ‘Canción de pop de amor’ o ‘Mierda seca’; y también a la viralización de su versión de ‘Llorando en la limo’ de C. Tangana. Han agotado las entradas para sus conciertos en el Café La Palma (Madrid) de la semana que viene… ¡durante dos días seguidos! y ya están confirmadas en el FIB.

El trío de Madrid ha aceptado nuestra petición para hablar sobre bares y clubs de la ciudad recomendables y son por tanto las nuevas invitadas de la sección «Meister of the Week» auspiciado por Jägermusic. Así podemos descubrir finalmente que el «Casa Cati» de su adaptación de C. Tangana es solo la casa de una amiga, o cómo se imaginan ellas un bar así llamado, además de acercarnos a rincones perdidos de la ciudad. Paola Rivero (guitarra), Alicia Ros (bajo y voces) y María Talaverano (teclados y voces) responden en conjunto excepto cuando se indica.

«A todos nos han echado alguna vez de la cabina del Tempo II. Además, todo modernito de Madrid tiene una foto en su baño»

Cuando os hemos preguntado por vuestros bares favoritos, habéis sugerido en primer lugar el Tempo II, curiosamente. Contadnos de qué va este sitio para quien no sea de la ciudad y por qué lo habéis escogido.
Es un sitio mágico y maravilloso donde nos reunimos cada fin de semana que estamos en Madrid a beber barato y escuchar música que suele ser bastante regular. Aunque normalmente alguien se cuela en la cabina de DJ cuando Pepe, uno de los camareros o quizá propietario, no mira y cambia la lista -que por cierto suele ser aleatoria de Youtube- y la música mola hasta que le echan. A todos nos han echado alguna vez de la cabina. Además, todo modernito de Madrid tiene una foto en su baño: las baldosas de la pared son inconfundibles. Entre semana es un bar normal que no sabemos ni qué vende, pero los fines de semana es el mejor sitio para iniciar noches de fin glorioso.

¿Qué vincula La Marquesita a la historia de Cariño y qué podéis contar sobre él? ¿Alguna anécdota que contar al respecto?
Bueno, bueno, bueno… La Marquesita es un bar para madrugadores que se encuentra en la sede de la secta del pop: en Alburquerque. Allí se reunen poperos curiosos a descubrir música y emprender aventuras. Esto ocurre un fin de semana de julio, el del Contempopránea. Porque sí, hay gente que va de after cuando el Contempopránea cierra sus laderas para comer sandía que la camarera, Lourdes, ofrece a cada rato cortada en trocitos. Tiene una terraza amplia con un DJ fijo para la fecha: Contractura, quien nos hace gozar y rezar pop a ritmo de baile.
María: «Yo allí descubrí las virtudes de Alicia, que meses más tarde la llevaron a ser parte de Cariño».
Alicia: «Sí, allí empezó una ligera simpatía. Que luego se convirtió en Cariño».

También habéis hablado de La Palma, ¿os referís más al café en sí, a los conciertos…? Si es esto último, ¿qué conciertos de este lugar recordáis mejor y peor?
Alicia: «A los conciertos, bueno y a los post-conciertos. Una noche tocaba allí con El Buen Hijo y llegaron estas para enseñarme una canción que habían grabado en casa. Bueno y para ofrecerme que participase en el proyecto. Era un temazo en potencia así que tuve que decir que sí. También nuestro amigo Juanan trabaja allí a veces y vamos a visitarle».
Paola: «No sabemos si fue por el sitio donde surgió el Cariño como trío musical al reclutar a Alicia o por los Valle Eléctrico que hemos pasado (genial) ahí, pero en un par de días será donde presentemos nuestro disco ‘Movidas’, que sacamos hace nada. Es gracioso pensar que hace un poco más de cinco meses, viendo un concierto ahí, fantaseaba con tocar con Cariño y con el escenario lleno de pikachus. Veamos qué se puede hacer».

«Siempre me he muerto de ganas de tener el carnet de El Sótano en la cartera». Paola.

¿Qué recordáis de El Sótano? ¿Erais socias? Cada vez que veía el carnet en la cartera, yo no sabía muy bien qué hacer con él… No recuerdo ahora mismo si lo he tirado o no.
María: «El Sótano es el lugar donde nació todo. Conocimos lo que ahora es una familia. Sitio de reunión al que acudir cuando no tenías con quien salir porque siempre había un amigo entre sus paredes. Es un lugar sagrado que esperamos que vuelva o que, si no lo hace, será leyenda tanto en Madrid como en nuestros corazones. Y sí, era socia casi desde el día 1. Saraut Gaskon!».
Alicia: «Juanan también trabajaba allí. En el ropero. Estaba muy ilusionado y justo cerró».
Paola: «Nunca he ido y no soy socia, porque justo su apogeo coincidió con un año que yo no estuve aquí en Madrid, sino de retiro espiritual en algún sitio del universo. Además, siempre he pensado que Gaskón me odia porque íbamos a tocar con Santa Teresa ahí -justo cuando abrieron- y lo tuvimos que cancelar. Aun así, no miento al decir que siempre me he muerto de ganas de tener ese carnet en la cartera. Quizá se me podría hacer un carnet honorífico o algo del palo, rollo postmortem…»
María: «O que reabran y te lo hagan oficial, mejor».

Le Petit es otro de los sitios que habéis recomendado y curiosamente está muy mal valorado en Yelp, como algún otro de los que nos habéis dicho… ¿por qué creéis que es, es parte del encanto?
Alicia: «Cuando no hacía este frío después de ensayar nos tomábamos algo en las terrazas de Argumosa. Le Petit es el más auténtico. Sí es verdad que la señora que lo lleva no es la más maja, ni el baño el más limpio, ni el aperitivo el mejor. Pero es el pasotismo lo que le confiere ese encanto. En Le Petit solo puedes beber. No hay nada para comer. Solo cebada. Cuando entras siempre hay un señor que te da la chapa. Tan pesado como encantador. Te habla del Mercamadrid, de Barcelona, de una vez que fue a Holanda… curiosidades varias. No se sabe si es amigo, dueño o cliente habitual. Antes había una máquina de tabaco con una cucaracha dentro del botón de Camel, pero la cambiaron hace poco. Por eso igual han subido un poco los precios».
Paola: «Creo que es el peor bar en el que he estado. Una vez, como no me atendían en la terraza, decidí entrar a pedir amablemente en la barra; lo que conseguí fue un par de malas contestaciones y que me sentara en mi mesa. La cerveza que quería pedir nunca llegó. Pero le robé las aceitunas».
María: «Toda terraza en Argumosa, si no es pura, no es hermosa. Poesía pá Le Petit de la manga».

«Malasaña no necesita ni tantos tipos de helado, ni tanta quinoa»

¿Qué opináis de la situación de Malasaña y el Tribal? La gente critica que los sitios no son muy personales y los negocios no son de gente local, por la gentrificación. ¿Os movéis mucho por ahí o vais variando? ¿Qué barrio consideráis que está «de moda»?
Alicia: «Yo vivía allí hace unos años. La idea de barrio no estaba muy presente y diría que ahora menos. Vi cerrar algunos sitios para que llegasen nuevos, muy parecidos entre sí, muy bonitos, unas sillas preciosas… pero al final vas a cualquier barrio “modernillo” de Europa y es todo lo mismo. Un aburrimiento. Malasaña no necesita ni tantos tipos de helado, ni tanta quinoa».
Paola: «A quien le guste, le gusta. Particularmente, no tengo ningún tipo de acritud hacia los nuevos negocios que se gestan en el barrio. No obstante, tú como consumidor tienes la libre elección de entrar y consumir o no. Nos movemos según donde estén nuestros colegas, y puede ser en cualquier sitio de Madrid, realmente. Sí que es cierto que antes frecuentábamos más el barrio “indie” que ahora, quizá porque tenemos más responsabilidades con esto de Cariño o porque ya nos da todo el asco. No sé si está de moda o no, pero yo me voy a vivir con El Adri a Usera. Me parece lo más estar cerca de todos esos supermercados con bebidas asiáticas y ramen».
María: «La gentrificación es un coñazo pero supongo que, aun sin quererlo, todos formamos parte de ella y ya no sólo en Malasaña, sino en Lavapiés. Ahora siento que el barrio me pertenece cuando en realidad soy una pieza más de esta gentrificación, que yo soy de Pozoblanco. Y sí que voy mucho por allí porque mis amigos viven allí, aunque tengo medio pie en Malasaña y medio en Lavapiés, en mi calle vivimos varios colegas y me parece mucho más cómodo, aunque Casa Cati está en Malasaña».

Tenéis un hit llamado ‘Bisexual’. Teniendo en cuenta que ser bisexual a veces no es que esté muy comprendido socialmente o directamente ni se valora la opción, ¿cuál de todos los sitios mencionados creéis que es más adecuado para ser bisexual?
María: «Se puede bisexual en cualquier lado. Hay sitios donde habrá gente a la que no le guste, como seguramente en el Valle de los Caídos, pero va más implícito en las personas que en los lugares. De todos modos no nos dejamos mucho ver por ahí, somos más de baretos cutres donde todo el mundo es respetado y besado».
Paola: «Los bisexuales solo ofenden a los gilipollas, así que el sitio más adecuado para ser bisexual coincide con el menos adecuado, a ver si así de este modo se normaliza esta gilipollez».

Una de las frases de vuestro disco es «odias el pop, eres un cutre que te hagas», ¿cuál sería el mejor sitio para disfrutar el pop según vuestras premisas estéticas?
María: «Para mí era El Sótano, con esto hago una petición especial y pública para que vuelva de una vez, joder. Aunque sé que ahora van a abrir uno que pinta muy bien por calle Pez… El Fotomatón mola mucho también, es pop puro».
Alicia: «Era El Sótano, sí».
Paola: «Desconozco El Sótano, pero bucólicamente -y apoyando la decisión de mis colegas de grupo- acudiré a él también».

«Lo de manta y peli… entre semana, si eso». María.

Mucha gente cuando llega a los 30, los 35, los 40, o incluso a los 25, dice que está mayor para salir… pero mucha de esa gente cuando tenía 20 años, tampoco es que saliera todos los días, sino 1 o 2 días a la semana. ¿Cuál es vuestro caso, salís mucho o salís poco?
María: «Cada fin de semana digo que no salgo y al final me voy la última. Yo pensaba que a los veintipocos no querría volver a salir pero al menos de momento, parece que las ganas van en aumento. Espero que un día de repente un Jesucristo se me presente y me diga que ya está. A veces me da envidia la gente que es feliz quedándose en casa siempre. Lo de manta y peli… entre semana, si eso. Salgo mucho pero muy concentrado, en 1 o 2 días».
Alicia: «Yo no tengo ningún conflicto con salir. Me gusta, lo hago. Una vez a la semana, dos a veces. No me parece excesivo. Pero últimamente me pregunto: «¿Hasta cuándo durará esto? ¿Dentro de 10 años estaré en las mismas?»».
Paola: «Justo la pregunta de Alicia me palpitaba en la cabeza hace poco. Veía que perdía cada vez más el tiempo entre borrachera y resaca, todos los días. Es por ello que el dinero que gastaba antes en salir ahora lo gasto en videojuegos y libros y he dejado de beber. Bastante tengo con estar todos los findes “de fiesta” por ahí con Cariño, ¿no?».

«Casa Cati sería el mejor jodido bar de Madrid. Simplemente»

Ardo en deseos de que abráis en Madrid una tasca que se llame Casa Cati, como la frase de vuestra versión de ‘Llorando en la limo’. ¿Cómo os la imagináis?
María: «Creo que sería algo como un lugar de politoxicómanos y depravados sexuales culturetas pero me gustaría que fuera un sitio cool, de debate, donde sólo se sirviera vermú del Lidl de dos pavos y la música estuviera siempre elegida por un algoritmo de inteligencia artificial que vetara lo malo».
Alicia: «Sería un museo de emociones. Con una colección de llantos, de risas incluso de insultos. Entrada gratuita para quienes lleven vermú».
Paola: «Sería el mejor jodido bar de Madrid. Simplemente».

¿Qué local creéis para vuestro gusto que falta en Madrid y dónde lo situaríais?
María: «A día de hoy un sitio donde pusieran sólo música buena, actual o no, pero pop de calité pasando de los hits que tenemos ya tralladísimos en la cabeza. Lo pondría en Lavapiés, que me quede bien para ir andando desde casa. Aunque creo que sería peligroso».
Paola: «En Madrid sobran locales, lo que pasa es que hay un par de paluegos que no quieren que se actualice e intentan revivir escenas donde el indie de Lori Meyers era lo más. No-va-a-pasar, dejad de pinchar mierda, que al final prefiero pillarme las birras en el chino e irme a Casa Cati a pinchar con el iPad».

Comparado con otras ciudades, Madrid es una ciudad de la que casi no se sale del centro por la noche, ¿os gusta, preferiríais que fuera de otra manera o vosotras sí salís por sitios que no son el centro?
Todas salimos por el centro, sí. Tanto porque vivimos cerca porque todo lo que nos gusta está ahí, al final hay mucha oferta de nuestro rollo pero concentrada en un par de barrios. Eso sí, siempre donde estén los colegas y a buena jarana.

También tenéis la frase «Las terrazas están llenas, Madrid huele a orinal». ¿Os referís al centro? ¿Realmente es mejor que haya una zona de marcha y que la gente viva en otro sitio?
María: «Nos referimos a Madrid en general. En todos los barrios es chungo encontrar terrazas vacías, hasta donde viven mis padres que es en Alameda de Osuna, aunque es cierto que el centro huele peor. También depende de la hora. Mucho tráfico, contaminación y potas de borracho en ciertos sitios».
Alicia: «Madrid huele mal. Sobre todo en verano. Ni el camión que echa ambientador de pino puede tapar el olor. Sería lo más justo. Yo he llegado a tirar cubos de agua por el balcón. El ruido es un problema. Pero bueno, también me los han tirado a mí».
Paola: «No, tío. Está guay tener el bar debajo de casa, y esto pasa en todas las ciudades. Lo que creo es que en cierto modo la liamos mazo por la calle cuando llevamos un par de birras de más -y yo la primera, eh-. Vivo en Salitre, con balcón exterior. Créeme que todos los findes me dan conciertos con las nuevas canciones de OT la gente que pasa borracha por la calle. Alguna vez he pensado salir y unirme a cantar, ya que total, ya me han desvelado».

Michael Bublé, inminente top 1 en Reino Unido, visitará Madrid y Barcelona

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Ni Mumford & Sons ni Little Mix ni mucho menos Mariah Carey: el flamante ganador entre las novedades discográficas de la semana en Reino Unido es Michael Bublé. Así se ha ido revelando a lo largo de la semana en las midweeks británicas, donde ya se da por seguro que su nuevo álbum ‘Love’, presentado por el single ‘When I Fall In Love’ (el corazón de la portada es tal cual), será número 1 en las islas tras la venta de más de 50.000 unidades en una semana.

Estamos, por tanto, ante un nuevo éxito seguro para el cantante en la temporada navideña, en la que el artista ha vendido en todo el mundo cantidades industriales de sus discos. De hecho su álbum ‘Christmas’ es uno de los discos más vendidos de esta década, en torno a los 11 millones de unidades vendidas, 4 de las cuales se despacharon en Estados Unidos y 2 en Reino Unido.

No será Navidad, en cambio, cuando el artista visite nuestro país. Michael Bublé, tras haberse retirado un tiempo de los escenarios debido a la enfermedad de su hijo, actuará el 27 de septiembre en el Palau Sant Jordi de Barcelona y el 28 de septiembre en el Wizink Center de Madrid. Las entradas para los shows del otoño de 2019 se ponen a la venta mañana a través de Ticketmaster.

Música de Viva Suecia y ElyElla y textos de La M.O.D.A., en el último vídeo motivacional del Real Madrid

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La M.O.D.A. y Viva Suecia, dos de los grupos con más festivales a sus espaldas de nuestro país, son noticia hoy por algo que difícilmente podían barruntar ellos mismos. Pablo Laso, el entrenador de baloncesto del Real Madrid, los ha utilizado en un vídeo para motivar al equipo de cara a su participación en la Euroliga. Aunque el vídeo de la charla motivacional se ha subido a la web oficial del Real Madrid, la prensa deportiva lo señala como un «hecho insólito», como es el caso de As, que considera que «el entrenador del Real Madrid se ha ganado un sitio en la historia del conjunto blanco por méritos propios», pues «pocos pensarían en una última charla antes de una gran final así».

En el vídeo que se pone a los jugadores, se recita un texto extraído de ‘Himno nacional’, una de las canciones más populares de La M.O.D.A., y a continuación suena un tema de Viva Suecia, en concreto su tema colaborativo con ElyElla, ‘Todo lo que importa’, más electrónico de lo que acostumbra el grupo murciano. La letra de la canción y el texto de La M.O.D.A. aparecen incluso subtitulados al inglés en el vídeo del Real Madrid para que nadie se los pierda.

Mientras Viva Suecia han comentado en redes el hecho, indicando que «esto sí que no lo [esperaban]», y que «bonito gesto, gracias», La M.O.D.A. aún han de hacer lo propio. ElyElla han comentado también: «flipando muy fuerte con esto».



El físico importa en algunos discos… y luego está lo de Zahara

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Zahara desvelaba para JENESAISPOP que prepara una trilogía de discos iniciada con ‘Santa’ y sucedida con ‘Astronauta‘, el álbum que publicaba el pasado viernes, y que está nominado al Premio Ruido a Mejor Álbum del Año. Y eso que ha llegado por los pelos, pues el plazo de presentación/edición terminaba el domingo 18 de noviembre. La prensa especializada tenía lógicamente acceso al disco con anterioridad y en algunos casos también a la fascinante copia física del álbum, lo que ha jugado claramente a su favor en los últimos días de votación.

La cantante asentada en Madrid ya había mimado la caja de ‘Santa’, similar a la nueva, pero ahora da un paso más allá. Si el disco hace un paralelismo entre la soledad de un astronauta y la soledad que sintió al enfrentarse a la aventura de ser madre (aunque el álbum no habla tanto sobre la maternidad), la caja incluye varias cosas relacionadas: un mapa de un sistema alternativo con diversos estadios como planetas, de la melancolía a la soledad; un libreto con las letras y 5 relatos de corte espacial (de las cuales el más significativo es ‘Michael Collins’); un pase para usar en la web de Zahara; una carta que solo se puede abrir «en caso de emergencia»; y mi cosa favorita, una foto del Café Verbena en el que se inspira la bonita canción ‘Adjunto foto del Café Verbena’ y que obviamente da todo el sentido a su título. Otras veces el significado de cada frase u objeto no está tan claro en su relación al álbum, pero ahí queda para que cada fan se ralle con ello durante los próximos meses (o años).

El disco 1 incluye una intro instrumental que no aparece en Spotify. Se trata de ‘Astronauta 2049’, que Zahara ha querido meter como pista 1 en el CD para que el álbum no empezara tan de sopetón como con ‘David Duchovny’, si bien en el caso de Spotify no le parecía procedente arrancar con una intro. Pero la noticia musical es claramente la inclusión de un CD 2 con rarezas que tampoco están en Spotify, como ha de ser, pues son rarezas para fans.

Entre una versión primigenia de ‘El deshielo’ y una grabación de 2005 de su hit ‘Con las ganas’ como demasiado emocionada (Zahara sale medio llorando, cosa que terminaba haciendo cada dos por tres interpretando esta canción); destacan grabaciones de este mismo año como ‘Cardboard Spaceship’, un dúo con James Wyatt a lo Moldy Peaches o ‘Gato de Troya’ junto a The New Raemon. Pero también el final extasiado de ‘Frágiles’ (2013) o una ‘Imposibles’ de 2007 que parece una de las canciones folkies de The Sundays. La edición limitada y firmada de ‘Astronauta’ está disponible en Amazon por 19,99 euros.

Nicki Minaj viaja a China y se niega a actuar en un festival al descubrir que puede no ser autorizado

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Nicki Minaj ha sido noticia este año por publicar ‘Queen‘, su nuevo álbum, pero también por muchas otras cosas, como enfadarse con Travis Scott, al que ha acusado de robarle el número uno en Estados Unidos; colaborar con Tekashi 6ix9ine para decepción de sus fans, insultar a una periodista en Twitter, pelearse (casi mano a mano) con Cardi B y ser demandada por Tracy Chapman por el uso no autorizado de una de sus canciones. La rapera tiene tantos frentes abiertos que un día aceptará actuar en un festival y descubrirá que es de “mentira”. De hecho, es más o menos lo que le acaba de pasar.

Minaj actuaba este domingo en Shanghai, concretamente en un festival llamado Djakarta Warehouse Project (DWP) que suele celebrarse anualmente en Bali, Indonesia. Parecía que, este año, el evento se desdoblaba en China y de hecho por internet había circulado el cartel con la supuesta programación oficial, que incluía a artistas como Minaj o Luis Fonsi. Sin embargo, poco antes de la celebración del evento, aparecía en la web de DWP China un comunicado según el cual el evento chino no alberga vínculo legal alguno con la “marca DWP” y el cartel que había circulado por internet “no era autorizado”. El problema es que Minaj ya había llegado a China (desde Estados Unidos) cuando se revelaba esta información. Y no era la única: Luis Fonsi de hecho sí ofreció su concierto. En otras palabras, el festival sí tuvo lugar, pero parece que no de forma muy legal.

Llegado el día de la anunciada actuación de Minaj en China, la rapera decidía negarse a actuar al descubrir que el evento parecía un fraude, dejando a sus fans -que también cayeron en la trampa- con ganas de verla. De hecho, según Shangaiist, estos fans han llegado a pagar hasta 400 euros por ver a su ídolo que no se sabe si recuperarán. Minaj actuaba por 3 millones de dólares. Al menos, Minaj dejó un mensaje a sus seguidores antes de volver a casa: “a mis verdaderos fans, os amo, volveré a Shanghai para veros, con un socio mejor”. Fonsi no ha hecho declaraciones sobre la naturaleza sospechosa del evento por ahora.

Izal te cuentan “la increíble historia del hombre que podía volar pero no sabía cómo” en un vídeo animado

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Izal han triunfado este año con ‘Autoterapia‘, que lleva desde su lanzamiento en la lista de ventas española, concretamente 36 semanas durante las que se ha mantenido en posiciones muy dignas (actualmente es número 50) y será sin duda uno de los discos más vendidos de 2018 en España, como lo fueron sus álbumes anteriores en sus respectivos años. El grupo está a punto de presentar ‘Autoterapia’ en una nueva gira llamada “Gira Autoterapia” para la que ya hay fechas, que podéis consultar en la web del grupo.

Con motivo de esta inminente gira, Izal han compartido el videoclip para el tercer single de ‘Autoterapia’, ‘La increíble historia del hombre que podía volar pero no sabía cómo’. Es un corto animado protagonizado por los miembros de Izal, que luchan contra un ente malvado en una aventura espacial llena de obstáculos pero con final aparentemente feliz (NdE: no sale “Bowie flotando” en ningún punto del vídeo).

“Producido e ideado” por AfterliVe Films, la nota de prensa indica que el vídeo, animado por Hiru Animation con la dirección de Manuel Rubio, “ha sido formado por más de 3.600 fotografías simulando animación con la técnica de stop motion, a partir de muñecos de silicona y escenarios artesanales, que ha recreado durante 5 meses de trabajo constante”. La “aventura especial” recreada en el vídeo sentará las bases para la “historia” y “estética” de la próxima gira de Izal.

Filtrado un ¿ensayo? de ‘Perdona (ahora sí que sí)’ de Carolina Durante con Amaia

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Carolina Durante sorprendían el pasado mes de octubre invitando a su concierto de Barcelona a Amaia Romero, ganadora de Operación Triunfo 2017. El grupo madrileño y la cantante navarra cantaron juntos ‘Perdona (ahora sí que sí)’ de Marcelo Criminal, poniendo en el mapa de muchos al cantautor murciano de forma bastante inesperada. Aunque la colaboración de Carolina Durante y Romero no era del todo sorprendente para quien recordara que Romero ya había versionado al grupo en su stories de Instagram, en concreto su canción ‘El himno titular’. La versión provocaba rumores en la prensa del corazón sobre una posible relación entre el cantante de Carolina Durante, Diego, y Amaia, que el primero se veía obligado a desmentir.

Lejos de quedarse en simpática anécdota, la versión de ‘Perdona (ahora sí que sí)’ de Carolina Durante y Amaia puede seguir trayendo cola por las razones inesperadas. En las últimas horas ha surgido en Twitter una cuenta llamada “Carolina Durante Roba” en la que una persona anónima parece acusar al grupo madrileño de haber robado a Marcelo Criminal su canción, y de haberle prometido una colaboración que no se ha producido, optando el grupo por Amaia. Marcelo Criminal ha negado ser el responsable de dicha cuenta.

Toda esta “trama” viene acompañada de la “filtración” de un audio en el que puede escucharse a Carolina Durante y Amaia “ensayando” la canción. “¿Sabéis que esta canción es de Marcelo Criminal? Que es un chaval de Murcia, además de más cosas”, escribe la cuenta de Twitter. No está claro si el ensayo es anterior o posterior al concierto de Barcelona ni quién es esta persona anónima que llama “ratas” a Carolina Durante exactamente, pero todo esto huele raro… como si la historia no terminara aquí.

Os dejamos con el supuesto ensayo:

‘Teléfono’ volverá a ser un éxito para Aitana con su nuevo remix junto a Lele Pons

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Como ya sabíamos, Aitana preparaba una nueva versión de su hit ‘Teléfono‘ junto a una de las artistas jóvenes norteamericanas con mayor proyección, la popular cómica youtuber Lele Pons, que recientemente petaba también en España con ‘Celoso’. Hace unas horas llegaba al fin ese ‘Teléfono (Remix)’, que es básicamente la misma canción con algunos arreglos distintos de sus productores Mauricio Rengifo y Andrés Torres (‘Despacito’) y unos nuevos versos de Pons. ¿Parece poca cosa? Quizá, pero eso no impide que su vídeo oficial sea ya el más visto en nuestro país en las últimas 24 horas, alcanzando ya el Top 1 de la lista de Tendencias de Youtube, de camino ya a los 3 millones de reproducciones. Parece evidente que, con su nueva forma, volverá a ser un éxito.

El vídeo, eso sí, tiene más miga que aquel soserío con el que se lanzó la primera versión del tema. Dirigido por Anwar Jibawi, otro cómico afianzado en Youtube con el que Lele colabora frecuentemente, el clip escenifica la decepción amorosa que la ex-concursante de Operación Triunfo desgrana en la letra de la canción, si bien esta vez cuenta con una aliada, Lele, que acude en su rescate. De hecho, se diría que la escena en la que Pons acude en un coche amarillo a buscar a su amiga es todo un homenaje a la celebérrima aparición de Beyoncé en el clip de ‘Telephone‘ (precisamente) de Lady Gaga.

Aitana, como reveló semanas atrás, publicará el próximo 30 de noviembre ‘Tráiler’, la primera parte de su debut discográfico que se completará el año que viene con otro volumen. En los últimos días se ha revelado la portada del disco e incluso se la ha visto presentando alguna de sus nuevas canciones (‘Vas a quedarte‘) en actos promocionales.

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30 de Noviembre, Tráiler.

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La canción del día: C. Tangana se reinventa en ‘Un veneno’, restando argumentos a sus haters

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Esta mañana se dividen las opiniones entre los que afean la conducta de C. Tangana al terminar su primera aparición actuando en la televisión nacional en la gala 9 de Operación Triunfo (sin saber nadie exactamente qué pasó, puesto que el plano recogía la despedida de Roberto Leal al cantante, que le despachó al final con un «hasta luego, Maricarmen») y los que la aplauden porque, al fin y al cabo, la labor de un artista es conmover, y eso puede suceder mostrando fragilidad y emoción, como hizo en el mismo escenario Manuel Carrasco (a mí su presentación de ‘Me dijeron de pequeño’ me gustó, sí), o transgresión y provocación. Esto fue lo que hizo Antón Álvarez a última hora de la noche, después de una actuación que no tapó bocas (aquí no se calla ni Dios, estaría bueno) pero sí redujo el repertorio de argumentos en contra de sus haters. Ya no pueden decir que no sepa cantar y que no sea nada sin AutoTune.

El gran pero de su evidentemente premeditada performance (no hay más que escuchar lo que dice en su letra: «Yo he nacido bohemio, pero tu amor me ha cambiado / Y ahora quiero triunfar y ganar / y salir en la tele y la radio») es que, detrás de toda la polvareda, la canción que presentaba anoche, ‘Un veneno’ es una fantástica reinvención artística en toda regla. Primero porque, tenga una voz más o menos bonita, le presenta como cantante, sin filtros ni trucos. Segundo porque, quizá intuyendo que el actual auge del rap/trap tendrá una vida limitada, se abre a otros terrenos musicales. Y tercero, porque es una canción audaz y magnética, bastante más experimental de lo que parece. Pero esa experimentación no se basa esta vez en la tecnología ni el futurismo, sino al contrario, en el folclore. Y para ello cuenta con dos de los artistas españoles que mejor se han manejado en ese perfil en los últimos tiempos: Niño de Elche y Refree. El primero coescribe el tema, y se unió a Puchito en su aparición televisiva haciendo coros (como en la versión de estudio) y tocando la guitarra, mientras que Raúl Fernández Miró coproduce con ellos.

La canción es mucho más sutil que la rumba pachanguera de un post-Luis Aguilé trasnochado y de barrio que sugiere la estética cassetera de su portada (muy simpático lo de sus «grandes éxitos» «¡Qué buena mujer!», «Bien blandito» y «Llorando con su primo») y, de manera chocante, impacta desde la sencillez, sin pirotecnia: con una destacable delicadeza (en realidad, el tema nunca llega a «explotar»), el trío parece ir trazando la línea del pasodoble a la rumba cubana para rematar con el giro hacia la rumba catalana, suertes folclóricas que los en esta ocasión colaboradores de El Madrileño estudian cuidadosamente y retuercen, entre jaleos a modo de ad-libs de la recta final.

También es destacable su letra, en la que se dirige a una mujer a la que dice que toda su ambición bajo el personaje de C. Tangana es «un veneno» que ella le inoculó y que le ha llevado a ansiar ser una estrella mediática y que va a «hacer que se mate, mientras todos seguimos aquí mirando», apuntando al morbo que despierta todo lo que su figura, quizá más entre los que le odian que en los que le aman. En realidad, casi parece un ejercicio de psicoanálisis de Antón Álvarez, la persona, observando desde fuera en lo que se está convirtiendo a sí mismo gracias a (o por culpa de) su personaje, casi como un Dr. Jekyll pidiendo auxilio para combatir a su Hyde.

¿Qué te ha parecido 'Un veneno' de C. Tangana con Niño de Elche?

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Bad Gyal avanza el clip de ‘Yo sigo iual’ en La Resistencia y Broncano le cambia el nombre a «Lil Papaya»

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Alba Farelo, Bad Gyal, ha sido la última invitada musical de David Broncano en el programa La Resistencia. Muchos invitados, conscientes del sinsentido que suelen ser las entrevistas con el cómico, llegan al programa relajados y dispuestos a seguirle el juego, y otros a la defensiva. Bad Gyal parecía más de los segundos, si bien supo resolver las «zancadillas» de Broncano con soltura. De hecho, en torno al minuto 18 le da un zasca glorioso.

Lo más hilarante de toda la entrevista fue el empeño del presentador por cambiarle el nombre artístico, sosteniendo que Alba Farelo ya mola de por sí. Sorprendentemente, la autora de ‘Fiebre‘ confesó que sí estaba un poco arrepentida del nombre que había escogido (confesó sin problema que le gusta mucho Rihanna, aunque sin embargo no tiene ni idea de quiénes son Tam Tam Go) y que no descartaba cambiarlo. Broncano se permitió una sugerencia, «Little Papaya», aunque luego lo matizó hasta dejarlo en «Lil Papaya», «más gansta». Y así se dirigió a ella a lo largo de su charla que, a propuesta del conductor, mutó al catalán ocasionalmente. Farelo también habló sobre su gusto por conducir coches «aunque no tiene carnet» y los trabajos con los que compatibilizó la música en sus inicios, destacando la fabricación y venta de pan «a las yayas» en una pastelería.

En el aspecto musical, habló sobre su reciente gira asiática, donde dice que «se vuelven to locos», aunque aclaró que no congregó tanta gente como en Madrid o Barcelona y que actuó en clubs nocturnos. Le llamó la atención lo «puteaos» que están los chinos, y que estuvo por ello tres días sin dormir. También anunció que hoy, 22 de noviembre, estrenará el vídeo oficial de ‘Yo sigo iual’, de su fantástica mixtape ‘Worldwide Angel‘, a modo de cierre artístico de un estupendo 2018 para ella, en el que ha hecho giras por todo el mundo y ha protagonizado artículos en medios norteamericanos como Pitchfork. El programa mostró un fragmento del clip, hacia el minuto 8:55 de la entrevista.

Bad Gyal publicaba recientemente un single en inglés (y un poco en español), ‘Open the Door‘, una colaboración con el jamaicano Govana que supone su primer lanzamiento auspiciado por la división internacional de Universal.

Actualización (19:50h PM): tal y como anunciaba y avanzaba en su entrevista de La Resistencia, Bad Gyal estrenaba por la tarde el vídeo oficial de ‘Yo sigo iual’, el tema interpretado en catalán de ‘Worldwide Angel’ que producían Fake Guido y El Guincho. El clip está dirigido por Cyprien Clément-Delmas y producido por CANADA y, tomando literalmente el sentido de la canción, se sitúa en Vilassar de Mar, el pueblo barcelonés en el que Alba Farelo se ha criado, y en él aparecen su familia y amigos, con los que aparece bailando, montando en coches tuneados, bebiendo y fumando. De hecho, sus bailes al frente de un cartel de Mercadona nos han hecho pensar en uno de sus primeros clips, titulado así.

The Good, The Bad and The Queen / Merrie Land

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Hoy me confieso arrepentido de esta crítica que hice más de 11 años atrás, sobre todo en la forma –¿serían los prejuicios, la juventud, la ignorancia –que es atrevida–…? Quizá todo a la vez– pero también en el fondo. Escuchas ulteriores y un concierto en el siguiente Primavera Sound, que recuerdo memorable, me hicieron cambiar de perspectiva hacia el debut homónimo de The Good, The Bad and The Queen, supergrupo instigado por Damon Albarn que reunía al venerable batería Tony Allen (famoso por su trabajo en la banda de Fela Kuti), al mítico bajista de The Clash, Paul Simonon, y a Simon Tong, entonces exguitarrista de The Verve, y posterior colaborador frecuente de Albarn en Gorillaz. Aquel oscuro retrato y por momentos ásperos del Londres contemporáneo, dibujado a través de su clásica niebla apenas iluminada por una luz de gas victoriana, tenía mucha más enjundia de la que parecía en su evidente falta de interés por lo inmediato.

Más de una década después, tal y como reconoce el propio grupo, el Brexit ha propiciado el momento adecuado para desempolvar la singular perspectiva musical de El Bueno, El Malo y La Reina y extenderla no ya a la capital inglesa sino a todos los rincones de “la Unión”. Así, viajando en trena a distintos lugares del país (en ‘Nineteen Seventeen’ se plasma a sí mismo en esa situación) y escribiendo líneas sin la esclavitud de la estructura convencional de una canción –una técnica que, cuenta él mismo, le enseñó Lou Reed–, es como el vocalista y compositor de Blur ha escrito las letras de este ‘Merrie Land’ que es un agridulce retrato de la sociedad que ha llevado al Reino Unido y la Unión Europea a la profunda crisis política y social que estos días se escenifica tras el referéndum en el que los ciudadanos británicos decidieron su salida de la UE.

En consecuencia, y en total coherencia con su debut, ‘Merrie Land’ tampoco presume de grandes estribillos (aunque sí dispersos pero certeros ganchos melódicos, ojo), con cierta apariencia de spoken word sobre la rica base de un pop retro que recoge influencias de vodevil, folclore centroeuropeo, chanson y efluvios jamaicanos. Casi diría que no parece casual que este disco vea la luz justo cuando se cumplen 50 años de ‘The Kinks Are The Village Green Preservation Society’, la verdad, porque la conexión es evidente. Este es, en todo caso, un disco mejor que aquel primero. Para empezar, resulta tremendamente acertado el relevo de Danger Mouse, productor del debut, por Tony Visconti. La manera de este de entender el clasicismo, de una manera sutil y mágica, y su demostradísima mano para los arreglos de cuerda y coros parecen lo más apropiado para un disco que, de nuevo, desdibuja las ideas de pasado y presente.

En ‘Merrie Land’ Albarn habla con cariño de la Gran Bretaña rural, de su vida tranquila y confortable, pero también atiza con sutileza el conservadurismo rancio y sinsentido que ha puesto su país en una situación de profunda incertidumbre, apuntando a un previsible aislamiento económico y social. Pero no culpa tanto de ello a las clases trabajadoras que apoyaron el “sí” masivamente, aunque en líneas como “el sol es suave / como los narcóticos que venden en Boots” (‘Gun To The Head’), sino que atiza directamente a las oligarquías que promovieron esas posturas en presumible provecho propio (por ahí podría interpretarse la metáfora del ventrílocuo que adorna toda la parafernalia visual del álbum) y que, de manera contradictoria, han empobrecido las infraestructuras del país y la sanidad (“Así que reconstruid las vías del tren / Repavimentad las carreteras / Porque nadie saldrá de aquí / Ahora este es tu hogar”, canta en ‘Merrie Land’).

Así, ante un futuro que se antoja crudo, Damon se dirige sin perder el sentido del humor (algo que subyace en todas las letras y, también, en la interpretación aparentemente despreocupada y familiar de las canciones– y con cariño hacia sus conciudadanos (“Cuestionado sobre esta canción / Es un contenedor de amor / Cuando todo lo demás que nos mantiene unidos conspira para rompernos”, dice en ‘Gun To The Head’), a los que anima con llamadas a la unión emocional (no patriótica) de sus distintos pueblos, como cuando emplea un coro galés en ‘Lady Boston’ o en las citas explícitas a los distintos países del Reino Unido en la preciosa ‘Ribbons’.

Como decía, el segundo disco de The Good, The Bad & The Queen es un disco mejor, porque sencillamente está más enfocado y, sencillamente, tiene mejores canciones, pero no es un disco de aterrizaje cómodo. De hecho, su tono monocorde hace que algunas de sus canciones (especialmente en su núcleo central, donde la austeridad melódica hace que ‘Lady Boston’ y ‘Drifters and Trawlers’ resulten un poco “hueso” –aunque sus letras y sobre todo sus arreglos sean dignos de apreciar–). Pero tanto la primera mitad del disco –especialmente, con el claro single que da nombre al disco y las ya citadas ‘Gun to the Head’ (con ese encantador arreglo de flauta dulce) más ‘Nineteen Seventeen’– como la recta final –con momentos tan vibrantes como la cálida ambientación dub de ‘The Truce of Twilight’, la emocionante (incluso para un no-británico) ‘Ribbons’ y el siniestro vals de ‘The Last Man To Leave’– deslumbran, conformando un estupendo segundo capítulo de esta insólita unión de talentos que, como el misterioso protagonista de ‘V de Vendetta’ escondido tras la máscara de Guy Fawkes, resurge inesperadamente cuando es necesario pasar factura y mover a la reflexión a la sociedad británica.

Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Merrie Land’, ‘Gun to the Head’, ‘Nineteen Seventeen’, ‘The Truce of Twilight’, ‘Ribbons’
Te gustará si te gustan: Damon Albarn, The Kinks, Gruff Rhys
Escúchalo: Spotify

‘ELPASO: A Punk Story’ retrata con escrupuloso detalle el fracaso, ese unicornio del rock

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A finales de los 70 dos adolescentes de ascendencia mexicana, Daniel Álvarez y Ricardo Salazar, se conocen en la ciudad fronteriza de El Paso, Texas, y se hacen más que amigos, casi hermanos, en su pasión por la efervescente escena punk rock underground norteamericana. Ese es el germen de ELPASO, una banda que pretendía emular a héroes locales como Teenage Popeye o forasteros como Black Flag pero con su propia enseña, emplear el español como lengua expresiva. A mediados de los 80 el grupo se consolida y se convierte en una de las grandes promesas de la escena pre-grunge texana y, pese a numerosas vicisitudes, se embarca en la grabación de su primer álbum hasta que la tragedia cercena del todo sus sueños. Sueños que acabaron en una maleta repleta de flyers, fotos, cartas y grabaciones que accidentalmente entró en la vida de Benjamín Villegas y que este decidió perseguir hasta su ciudad de origen y exponérsela al mundo. Este es el punto de partida de ‘ELPASO: A Punk Story’, una biografía rock apasionante sobre la que hay que destacar algo: en esencia, todo lo descrito anteriormente es MENTIRA.

En las presentaciones –la próxima de ellas es el 24 de noviembre en la librería Traficantes de Sueños de Madrid– que Benja Villegas –al que quizá algunos aún recuerden por su banda Anicet, con aquella performance sobre una “Generación Perdida” que tanto dio que hablar y que en 2016 debutó en la narrativa con ‘Huele como a espíritu postadolescente’– está realizando estos días de este libro publicado por BandaÁparte Editores ha decidido revelar el gran secreto de esta biografía que, automáticamente, lo convierte en novela. ELPASO no existieron y él y un equipo de colaboradores idearon esta historia de una banda que quería comerse el mundo y fracasó. Pero no se trata de una simple engañifa o una estratagema publicitaria: Villegas y su equipo realizaron varios viajes a California y Texas, documentando escrupulosamente locales y fechas de conciertos, restaurantes y grupos, entrevistándose con los protagonistas reales de aquella escena alternativa del sur de EEUU en la década de los 80, haciéndoles partícipes del juego a cambio de testimonios fantásticos.

La obsesión por dar veracidad a la historia llevó incluso a crear un perfil falso de Daniel Álvarez en Facebook mostrando sus trabajos de collage, un tráiler sobre el libro y el documental (un proyecto que, aunque se haya revelado la verdad, parece que seguirá adelante) locutado por el propio Daniel y hasta una entrevista ficticia publicada en un medio nacional. Y, yendo aún más lejos, hasta el punto de componer y grabar las canciones de ELPASO, cuyos EP de versiones de The Judy’s y Hüsker Dü y su disco nunca publicado, ‘Rock & Lovets’, pueden escucharse en Spotify o Bandcamp como perfecto acompañamiento a esta lectura. Hasta ese nivel llega el “entusiasmo” que Fernando Alfaro destaca como la mayor cualidad del autor en el prólogo del libro.

La gran pregunta de todo esto es: ¿resta eso valor a ‘ELPASO: A Punk Story’? Yo tengo claro que en absoluto. De hecho diría que incluso lo potencia. Porque, dejando a un lado el impostado lenguaje coloquial que emplea Villegas –a veces parece que estamos leyendo un guión perdido de Tarantino– o el exceso de llegar a describir las ropas y el color de los dientes del técnico de una sala –y, sin embargo, pasar por alto el poner apellidos a dos productores, en realidad esta novela de agilísima lectura no sólo ejerce como fantástico e hiperrealista retrato de una época de efervescencia musical muy precisa; ni únicamente certifica cómo el underground es el sustento básico de las grandes revoluciones musicales en la historia del pop; ni tampoco es nada más que el reflejo de hasta qué punto la pasión por el arte puede obsesionar y enloquecer a un creador.

En realidad ‘ELPASO’ sí es una biografía: la del fracaso en el rock, la de cómo todas las esperanzas y el trabajo de unos músicos entusiastas y talentosos pueden quedar en nada si el azar no interfiere en su favor. Ese accidente tan frecuente y a la vez tan silenciado que cualquiera diría que no existe, cual unicornio. Y, debajo de todo ello, diría que en realidad este libro es, además, otra biografía: la del propio Benja, que con constantes referencias a su propia experiencia como escritor, primero, y como músico, después, establece paralelismos entre la falsa historia de ELPASO y las de Claim, Nameless y Anicet, sus propios grupos que gozaron de una suerte similar a la de aquellos chicanos. En cierto modo, parece evidente que con este relato Villegas ha expiado su propio dolor por los sueños no cumplidos. Cuando uno termina este libro –incluida la espectacular colección de documentos glosados al final– tiene la certeza de que Daniel y Ricardo no son otra cosa que dos facetas desdobladas de la personalidad del propio autor y que esta es, también, su historia. 7,5. Disponible en Amazon.

Excitante, divertido y al final accidentado paso de C. Tangana y Niño de Elche por Operación Triunfo

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Se había anunciado que C. Tangana estaría esta noche en Operación Triunfo, ¿pero para estrenar qué? Era un poco raro que Becky G, que ya pasó por el programa con ‘Mayores’ censurada, estuviera a mano para interpretar ‘Booty‘; y ‘Llorando en la limo‘ quedaba un poco atrás en el tiempo, por lo que la opción más probable era esperar que Puchito cantara su reciente hit en solitario ‘Bien duro‘.

Finalmente, minutos antes de comenzar el programa, Puchito anunciaba en redes que lo que iba a estrenar iba a ser un tema nuevo, en concreto «un bolero». A las 0.00 se ha estrenado el tema en las plataformas de streaming y el vídeo en Youtube y a eso de las 0.40 finalmente C. Tangana ha aparecido en el programa.

El «bolero» era una colaboración con Niño de Elche llamada ‘Un veneno’, ciertamente de corte más clásico -y medio rumbero- de lo que nos tiene acostumbrados C. Tangana. De hecho, en los créditos de co-producción encontramos nada menos que a Refree (Sílvia Pérez Cruz, Rosalía, Niño de Elche), en la que es su primera colaboración con C. Tangana. La interpretación de la canción en el programa ha sido tan emocionada como finalmente accidentada.

C. Tangana, acostumbrado a abusar de pre-grabados en su directo, ha estado aquí muy cómodo con su interpretación en directo, bromeando incluso con las críticas al respecto de la prensa durante la letra de la canción («sin cantar ni afinar»); y finalmente entregándose a unas improvisaciones que no han quedado nada mal. Como colofón, su firma, «eso es», que aparece en ‘Mala mujer’ o en ‘Malamente’ de Rosalía. Niño de Elche… sonreía.

Lo que parecía un éxito ha terminado dejando un sabor raruno de boca cuando Roberto Leal ha despedido a C. Tangana aludiendo a que este se iba «emocionado». A los segundos se dirigía a él como «hasta luego, Mari Carmen» sin que el público comprendiera por qué. ¿Quizá porque Puchito se había ido sin despedirse?

Los concursantes se sorprendían de algo que había pasado en plató, y Roberto excusaba que «estas cosas pasan» añadiendo: «Tengo una sonrisa por lo que acaba de pasar, estas cosas pasan (…) «Un veneno» es el que me ha entrado a mí ahora». Se desconoce en qué ha consistido el incidente, pues ha sucedido fuera de plano. C. Tangana, como respuesta, ha subido un Stories riéndose a Twitter. El vídeo de la actuación ya puede verse en RTVE.es



The 1975 se apuntan otro tanto con el vídeo de ‘Sincerity Is Scary’

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No sabemos aún si The 1975 han hecho el ‘OK Computer’ de los millenialls, pero lo seguro es que no pueden parar de dar la nota sobre su nuevo álbum, ‘A Brief Inquiry Into Online Relationships’, que sucede al anterior, número 1 a ambos lados del Atlántico.

La nueva idea ha sido un imaginativo vídeo para su single ‘Sincerity Is Scary’ que parte de un despertar un poco de aquella manera para luego realizar guiños a los musicales clásicos tipo ‘Cantando bajo la lluvia’, jugando con la idea del plano secuencia en medio de coreografías, arreglos, coros, golpes de suerte y guiños a la propia carrera del grupo, punto este último en el que ha reparado NME.

Detrás de todo esto está el experimentado director de vídeos Warren Fu, quien ha de sonarte de grandes vídeos realizados para Daft Punk (‘Instant Crush’, entre otros muchos), The Weeknd feat. Daft Punk (‘I Feel It Coming’), The Strokes o Chvrches, entre otros.

Este es solo uno de los 5 singles que ya conocemos del disco que sale el 30 de noviembre, entre los que han destacado ‘Give Yourself a Try‘, ‘TOOTIMETOOTIMETOOTIME‘ o ‘It’s Not Living (If It’s Not with You)’. Además, The 1975 sacarán otro álbum en 2019 llamado ‘Notes on a Conditional Form’. La banda ya ha sido confirmada en el FIB y en Mad Cool.

10 años de Monkey Week: desde el músico que se rompió y tragó el diente hasta el que gestó allí su obra maestra

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Esta semana se celebra la X edición de Monkey Week, de nuevo en Sevilla tras haberse celebrado en principio en el Puerto de Santa María. Por allí han pasado muchos nombres internacionales, pero sin duda el festival-feria ha sido una cuna para la música nacional en todos sus géneros, del indie a últimamente el urban, siendo a menudo comparado con el SXSW americano.

Que los grupos no actúen una sola vez, que toquen por toda la ciudad y que sirva para que muchos músicos se conozcan ha contribuido a ello. Allí por ejemplo se gestó el disco de Exquirla de Niño de Elche y Toundra o Exnovios lograron su contrato discográfico. Por eso hemos querido preguntar a una decena de bandas que repiten este año por su experiencia pasada en la Monkey Week, al tiempo que invitamos también a las noveles Uniforms a imaginar su primera actuación en el festival.

Cuando Toundra conocieron a Niño de Elche

«Personalmente conozco a Tali Carreto (NdE: co-director) desde antes de que organizase Monkey Week. Le quiero con locura. Es la tercera vez que tocamos en el festival y siempre han ocurrido cosas mágicas. La primera vez, presentando ‘(III)’ paralizamos toda una calle de El Puerto de Santa María para bajar todo el equipo de la furgoneta. Era 2012 y el pueblo no estaba tan involucrado aún como luego lo estuvo. Tuvimos que tocar en el suelo porque no cabíamos en el escenario. La sala se llenó y hasta mi jefe de aquella época se quedó sin vernos por sobreaforo. La segunda vez tocamos en aquel teatro enorme del Puerto aún. Siempre nos han tratado con un cariño muy especial. Me pidieron participar en una mesa redonda y ahí conocí a Niño de Elche. Y de ahí salió Exquirla. Hemos hecho grandes amistades en el Monkey Week y siempre hemos sacado cosas más que provechosas de ir a este festival hecho con amor, devoción por gente que ama la música con profundidad. Viva el Monkey. Viva mi amigo Tali». Esteban de Toundra.

Los Nastys: sexo, matrimonio y un diente menos

«Una vez estábamos tocando en el Puerto de Santa María y Alex de los Parrots nos estaba tocando la pandereta y había 2 barras en el bar, pero una estaba inhabilitada. Entonces me subí en ella, cogí una botella, me di un golpe con la cabeza de Omar (bajista) y me tragué el diente. Hasta el día de hoy sigo sin diente. La gente me decía que me daba más personalidad: pues ya está. Luego ya en Sevilla tocamos con Cecilio G y fue salvaje. Junto con un grupo de Mallorca, The Wheels, hicimos un barrido por Sevilla, destrozamos todo… Tiraron unas macetas en nuestro hotel y nos echaron la culpa a nosotros. En nuestra habitación había una maceta rota y había muchas monedas de 1 euro». ¿Pero fueron ellos o no?, les pregunto. «No sé, nos encontramos ahí todo. Íbamos volaos. El Cecilio se quería liar con una en nuestro baño. Escuchamos de todo ahí». ¿Y siempre son así sus giras o solo en Monkey? «No se rompen cosas», indica, «pero ya que vas por ahí a tocar te pegas la juerga con la gente. Es lo bonito del Monkey: te encuentras con la gente, es un gran backstage. Y la última anécdota, la más guay es que allí conocí a la bajista de Bifannah, le entré, le hice una canción y nos vamos a casar. Se llama ‘Los autos locos’ porque ella tocaba en los coches de choque». Luis de Los Nastys.

Lorena Álvarez: «como una excursión con amigos»

“No sé explicarlo, cada uno de los años que he tocado en el Monkey, he sentido lo mismo que cuando eran las fiestas de mi pueblo. Sí, para mí tocar en el Monkey es revivir de mayor la ilusión que sientes cuando eres pequeña en algunos días especiales y encima pudiendo atiborrarte de pescao frito y cervezas. Es como una excursión con tus amigos, te encuentras con muchos compañeros y compañeras que vas viendo durante el año, pero todos a la vez y todos están muy contentos. También me encanta compartir el escenario y la diversión con muchas bandas que desgraciadamente no se suelen ver en otros festivales, y quizás esa energía de las bandas que están empezando y que no están resabiadas, contribuye también a que el ambiente sea especial. Por no hablar de la magia que tiene el Puerto de Santa María, o Sevilla, en fin, que se alinean los astros. Yo les doy las gracias desde aquí a los chicos del Monkey por seguir invitándome ¡Gracias chicos! y ¡Feliz Cumpleaños!”. Lorena Álvarez.

La conexión entre Novedades Carminha y Motörhead

«Valoramos mucho que Monkey Week confiase en nosotros en 2011 para su escenario principal en un claustro del Puerto de Santa María. Fue justo en ese camerino en el que cerramos el trato con nuestro actual sello discográfico, además de que por su propia idiosincrasia el festival genera la oportunidad de coincidir y generar sinergias con otras bandas y activos de la industria musical. Recuerdo que compartimos cartel con Hawkwind (la primera banda de Lemmy de Motörhead), que nos prestaron los pedales de afinación, que por entonces no teníamos, y la mítica Neneh Cherry». Carlangas de Novedades Carminha.

Pony Bravo y la furia del averno

«El año que presentamos ‘Un gramo de fe’ en el Monkey, cayó una tromba de agua y, en nuestro escenario tuvieron que cambiar equipo, mesa de PA… porque todo se había mojado. Estuvimos a punto de suspender. Al final, todo cuadró pudimos subir y tocar sin problemas. Pero, cuando acabamos, tal y como bajábamos por la rampa del escenario, la furia del averno se desató de nuevo y hubo que suspender el resto… Una pena, creo que fuimos los únicos que tocamos esa noche». Pony Bravo.

Mujeres recuerdan la tapa perfecta

«Anteriormente, como banda, solo hemos estado una vez en el Monkey Week. Fue durante la edición de 2010, justo cuando sacamos nuestro primer disco. Estábamos realmente excitados de participar ya que ese fue el primer año de nuestras vidas en el que habíamos empezado a salir a tocar y girar por España y otros países. Toda esta experiencia de salir a tocar fuera, participar en festivales y tocar en salas era algo nuevo y maravilloso para los cuatro. Fue llegar al Puerto de Santamaría, en Cádiz, y empezar a acercarnos a plazas y salas a ver conciertos, recordamos que estaba petado de gente y toda la ciudad parecía un enorme festival. Nos acordaremos siempre de los bares en los que nos paramos a tomar cervezas y sobre todo de uno, cerca de una plaza en la que había un escenario en el que tocaron Fiera, en el que pedimos un mero empanado (o eso recordamos) que nos pareció delicioso. A lo largo de estos 10 años hemos estado buscando una tapa igual de fenomenal, fracasando en el intento constantemente.

Ese año tocamos por la tarde y luego de nuevo por la noche, muy tarde. Entre medio vimos a Me And The Bees (¡en un barco!), The Strange Boys, Guadalupe Plata, Chain & The Gang, Triángulo de Amor Bizarro, Quintron and Miss Pussycat y luego, después del concierto de la noche, fuimos a una especie de castillo (o eso parecía) donde vimos a Sonic Boom. Hacía un frío infernal por la noche, y nos habíamos traído unas chaquetas de mierda pensando que “en el sur no hace frío”.

También fue durante el Monkey Week de 2010 cuando conocimos al gran Quique Medina, promotor y agitador cultural de la ciudad de Valencia. Ahí nos dijo que le encantaba lo que hacíamos y que nos llevaría a tocar a su ciudad. Así lo hizo y fue todo un éxito. Desde entonces, siempre que tocamos en Valencia, es por culpa de Quique (la última vez fue este 2018, por lo que ya llevamos trabajando juntos 8 años). Pero lo mejor de todo es que, desde hace tiempo, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que Quique se ha convertido en un muy buen amigo nuestro». Mujeres.

The Parrots y los porros confiscados

«Para nosotros durante unos años el Monkey Week fue pescaíto frito, música por todas partes y las personas con más buen rollo del mundo, las del Puerto de Santa María. Creo que tocamos allí dos años (en la edición del Puerto) y cada vez que íbamos tocábamos tres o cuatro veces. Era como el SXSW de España. Hubo un año que fue el primero en el que el Monkey trajo de fuera un montón de personas de la industria de la música: mucha gente de centro y sur de América, algunos europeos y un par de norteamericanos. Uno de esos norteamericanos era Sean, el creador y dueño de Burger Records, a quien ya habíamos conocido en Austin el año anterior. Estábamos andando por la calle cerca de las bodegas e íbamos fumando unos porros. De repente, un coche 4×4 se paró delante nuestro y nos empezó a gritar que qué estábamos haciendo, yo que iba un poco más retrasado me acerque a él y le pregunté qué pasaba y, de repente, me enseñó una pistola que llevaba en el pantalón cogida a lo gangster y me dijo que me fuera, que era Guardia Civil (cosa que aún dudamos hoy en día). Le quitó los porros a nuestro antiguo batería, Larry, y a Sean no porque los llevaba bien escondidos. Cuando se marchó, recuerdo la cara de Sean de felicidad y, a la vez, no se podía creer lo que había pasado. ¡Eso sí! Nunca se olvidará del Monkey Week 💘🍔» The Parrots.

El fin de gira de María Arnal i Marcel Báges tras… ¡157 conciertos!

«Para nosotros el concierto de Monkey Week va a ser un concierto muy especial, es el concierto número 158 de la gira ’45 cerebros y un corazón’ y es el último que vamos a dar de esta gira. Por lo tanto será el día en que nos vamos a despedir de las canciones tal y como están montadas en el show que ahora mismo llevamos. Creemos que va a ser muy emocionante. Hacerlo en Sevilla es además especial porque es una tierra donde siempre nos han tratado muy bien, siempre habíamos tenido ganas de ir y cuando hemos ido la reacción del público siempre ha sido maravillosa. Y además es en un festival que nos parece muy atrayente porque la programación nos gusta mucho, nos vamos a encontrar con amigos y todo en conjunto va a ser muy emocionante». Marcel Bagés.

La Plata, la máquina de condones y una jam session horrible

«Cuando visitamos el año pasado el Monkey Week ya era en Sevilla. Siempre nos hablaron muy bien del encanto y la maravilla de lugar del Puerto de Santa María donde pudimos descubrirlo por nosotros mismos este verano en el Monkey Weekend, aunque eso sería otra historia. Respecto a Sevilla nos gustó la idea de ir un jueves bien pronto para poder ver a Fantastic Explosion cuando realmente tocábamos el sábado. Era una idea fantástica cuando tienes muchos amigos que ver y un par de noches libres antes de que Radio3 te convoque a las 9 de la mañana el sábado para la batalla de bandas. Especial. Anécdotas hubo varias, por no decir muchas. El mundo del rock estaba muerto y casi todos se quedaron sin trabajo. Despedidos. A Andoni (Vulk) le mantearon como a un torero para poder ir a un concierto al que él no quería ir, tras 20 minutos de vapuleo el concierto no era allí. Mike (Fantastic Explosion) ligó en algún momento disponiéndose a conseguir un método anticonceptivo en la máquina del hostal, tras la disputa contra la expendedora y sin victoria alguna, le dio la vuelta a la máquina para ocultar los hechos. En una pista de coches de choque conocimos a Esteban y Manuel. Maravilla. Después de ver la arrogancia de Destiny Frasqueri nos fuimos todos a mitad concierto a una jam session horrible donde nosotros mismos éramos los participantes. Compañeros como Cala Vento, Escorpio, Vera Fauna, Medalla, Mueveloreina, Balcanes, Bala, Fasenuova, Favx, El Último Vecino, etc, etc… no sé que iba a decir. Swans nos dejaron vibrando y sordos. Puede ser que el orden de los acontecimientos no sea cronológico. Vete tú a saber». La Plata.

Exnovios y el mánager que no, no se había perdido

«Después de un viaje que parecía eterno, llegamos a Sevilla muy ilusionados y con el tiempo justo para subirnos al escenario del primero de los dos conciertos que íbamos a dar ese día… Ya a la noche, más relajados y mojados por dentro, lo dimos todo en un concierto que recordamos muy intenso. Nos sorprendió ver entre la gente a Joan Vich, sobre todo porque ya había estado en el anterior concierto… Pensamos que igual se había perdido, jajaja… Pero no, parece ser que le gustamos tanto que quiso repetir… Posteriormente entramos a formar parte de Ground Control, así que además de poder comprobar que, efectivamente, Sevilla tiene un color especial y disfrutar del ambientazo del festival, nos fuimos de allí adoptados por una gran familia musical». Exnovios.

Baywaves y el Monkey como campamento de verano

«De pequeño nunca fui a campamentos de verano, pero en mi cabeza el Monkey Week debe ser bastante parecido. Desde que empezamos a tocar en directo en 2015 hemos ido construyendo amistades en la carretera con muchos grupos que más-o-menos dan los mismos pasos que nosotros, y el Monkey Week siempre ha sido un momento guay para encontrarte con todos esos amigos a la que quieres pero que sólo ves un par de veces al año. El Monkey Week nos unió con Cala Vento, Sorry Kate, The Zephyr Bones, Terry vs Tori, Vera Fauna, Alien Tango, Jägermusic, Foehn Records y Ground Control, y no podemos estar más contentos por ello». Carlos, guitarrista de Baywaves.

Terry vs Tori y el Monkey como campamento de verano (2)

«Para Terry vs. Tori, tocar en Monkey Week ha sido siempre una experiencia súper enriquecedora. Fuimos seleccionados para formar parte del cartel el primer año que se hacía en Sevilla, siendo solo nuestro segundo concierto y en nuestra casa, y pudimos compartir escenario con muchas bandas que por entonces nos gustaban y conocerlas en persona. Desde entonces, hemos tocado consecutivamente en las tres ediciones en que se ha hecho en la capital andaluza y nos encanta el ambiente. Todo lleno de músicos, amigos, industria y mucha gente con ganas de disfrutar de lo muchísimo que tiene que ofrecerle el circuito musical no comercial de España y de muchos otros países. ¡Es como un campamento de verano para nosotros!». Terry vs Tori.

Uniforms ansían la mítica batalla de bandas

“Estamos felices y muy agradecidas de poder participar en el décimo aniversario del Monkey Week. Es la primera vez que asistimos y además vamos a tocar. Nos hace una ilusión tremenda ser uno de los grupos ganadores del concurso UNIA Música abierta y compartir cartel con tal despliegue de artistas, sobre todo con artistas a los que admiramos como Melenas, Tigres Leones, Los Mejillones Tigre o Dreyma, con las que tocamos la semana que viene en Málaga. Además estaremos en la batalla de bandas del sábado en la Alameda. Va a ser divertidísimo, ¡larga vida al monkey week!” Uniforms.