Melody ha ganado el IV Benidorm Fest tras obtener la máxima puntuación del público y la 3ª del jurado, que se ha decantado de manera completamente inexplicable por J Kbello pese a su cuestionable actuación vocal, puesta en escena y, sobre todo, «canción».
‘Esa diva’ de Melody ha triunfado bebiendo de las divas mexicanas (Thalía, Gloria Trevi, Paulina Rubio, Alaska), si bien su sobreactuada puesta en escena tiene mucho que pulir, en especial esos momentos en que temes por la integridad física de la artista, de manera innecesaria. Puede decirse que ha ganado por eliminación: estaba ganando todas las votaciones online por ausencia de rival claro, en una edición absolutamente floja, sobre todo en cuanto a canciones.
En segundo lugar ha quedado Daniela Blasco, lo cual no ha sido una sorpresa puesto que ‘Uh Nana’ ha sido la única canción junto a ‘Esa diva’ que se ha asomado estos días por el top 200 de Spotify España. Melody ha llegado a ser top 154 tras salir en las semifinales, y Daniela Blasco, top 189. Blanco y en botella.
La gracia de mandar alguien parecido a Chanel es que fuera con una canción mejor que ‘Slomo’, y ‘Uh Nana’ para nada lo cumplía. Si te pareces a Chanel, pero vas con una canción peor que Chanel y bailas peor que Chanel, pues que vuelva Chanel.
Mel ÖMana bordaba su actuación vocal, pero sin tema; y también quedaban en digno lugar el dance fangoriano de Kuve, y el flamenco histérico de Lachispa. Ninguna nos daba verdaderas razones para engancharnos a lo suyo tras la dramática eliminación de DeTeresa. A veces es mejor sorprender y tener actitud que voz.
Entre quienes no han quedado en buen lugar, la canción italiana de Mawot, que es un milagro que haya llegado hasta aquí, y la balada sobre la muerte de Lucas Bun, un intento de nuevo Camilo Sesto.
Mac Miller llegó a publicar hasta cinco álbumes antes de morir en 2018 a causa de una sobredosis, a los 26 años. Era un artista prolífico, tanto que ya van dos los discos póstumos de Mac Miller que han llegado al mercado, ‘Circles‘ (2020) y este ‘Balloonerism’ cuya grabación se remonta a 2014: Miller lo registró alrededor del lanzamiento de su mixtape de ese año, ‘Faces’. En los últimos años, sus fans han podido escucharlo filtrado.
Miller guardó ‘Balloonerism’ en un cajón probablemente para dar prioridad a otros lanzamientos, como el victorioso ‘GO:OD AM’ (2015), para no saturar, y porque su estilo y temática se solapaban con la propuesta de ‘Faces’. Sin embargo, se sabe que Miller se sentía orgulloso del proyecto y que tenía intención de publicarlo, pues llegó a encargar su portada, diseñada por Alim Smith.
‘Balloonerism’ ahonda en los experimentos de Miller con el hip-hop experimental y el jazz psicodélico que había explorado en ‘Faces’ e introducido en su álbum de 2013, ‘Watching Movies with the Sound Off’. No es casualidad que Thundercat sea uno de los productores involucrados en el proyecto y que toque el bajo en hasta ocho cortes: su sonido empapa todas las canciones.
Las atmósferas neo-soul, psicodélicas y trip-hop de ‘Balloonerism’ sirven a Mac Miller para refugiarse del mundo exterior y de su propia depresión, en unas canciones en las que alude reiteradamente a su adicción a las drogas y a la muerte. Quizá, por ello, también, Miller prefirió dejarlas en reposo, a pesar de que su perspectiva no renuncia al humor en cortes concretos.
En ‘Funny Papers’, por ejemplo, Miller entrega una de las melodías más «sing along» del álbum a pesar de que la letra se pregunta, en tono pesimista, por qué una mujer querría traer a un bebé a este mundo. A solas (‘Friendly Hallucinations’) o en pareja (‘Stoned’), Miller explora una y otra vez en ‘Balloonerism’ su necesidad de consumir estupefacientes para escapar de la realidad.
Las letras, registradas en un estilo freestyle, filosofan continuamente sobre el sufrimiento, mostrándose más o menos sinceras, más o menos explícitas, en su sentimiento. En ‘Mrs. Debborah Downer’, Miller logra cierto consuelo cuando descubre que ese mismo sufrimiento nos «une a todos». Eso sí, en una canción llamada como el personaje pesimista que popularizó Saturday Night Live.
‘Balloonerism’ permite adentrarse en las preocupaciones hondas de la psicología de Mac Miller, pero profundos son también los experimentos musicales en los que se recrea a lo largo de esta hora de música. En ‘DJ’s Chord Organ’ se deja llevar por el sonido de un órgano que había pertenecido a Daniel Johnston, el cual Miller se agenció cuando invirtió en la producción de un documental sobre el artista outsider. Después, es el propio Miller el que aporta una toma vocal apitufada -y graciosa- en ‘Transformation’, encarnando a su alias Delusional Thomas. La producción la firma con otro mote, Larry Fisherman.
Sumergido en el envolvente sonido de neo-soul ejecutado junto a músicos como Ronald Bruner Jr., Miller se anota una joya de la música «soulquariana» en la ya millonaria ‘5 Dollar Pony Rides’, que exhibe su gusto por el sonido de D’Angelo o Erykah Badu. SZA, que, en 2014, era una artista emergente, aparece aquí cantando en ‘DJ’s Chord Organ’ y haciendo coros en ‘Friendly Hallucinations’. En ‘Do You Have a Destination?’, la conexión de Miller con la música alcanza la categoría de religiosa. La música divaga, se recrea en su afán experimental. Miller aspira a encontrar, con ella, el cielo.
Hace unos días Selena Gomez subió un vídeo llorando a las redes sociales al ver cómo se deportaba a inmigrantes ilegales como primera medida del gobierno de Trump. Después, decidía borrarlo, debido a las críticas recibidas. La Casa Blanca ha decidido responder a la cantante y actriz con todo su poder, elaborando un vídeo con entrevistas a madres de personas asesinadas por extranjeros ilegales.
En el vídeo aparecen Tammy Nobles, Alexis Nungaray y Patty Morin, madres de Kayla Hamilton, Jocelyn Nungaray y Rachel Morin, jóvenes asesinadas. En el vídeo le dicen a Selena Gomez cosas como “No sabes por quién estás llorando” y “¿Qué sucede entonces con nuestras hijas, que fueron brutalmente asesinadas, violadas, golpeadas hasta la muerte y dejadas en el suelo por estos inmigrantes ilegales?”. Incluso llegan a asegurar que Selena Gomez es actriz y que está fingiendo.
El vídeo de la Casa Blanca, acompañado de música de piano y cuerdas, que debería ejercer una labor de comunicación institucional y neutra, dirigida a todos los estadounidenses; utiliza el dolor de estas madres, que tienen la compasión y la empatía de todo el mundo, para algo muy peligroso: expandir un bulo. En concreto, el que asocia inmigración ilegal y delincuencia, como ha hecho toda la campaña de Trump, adoptando un discurso clásico de la ultraderecha, y que no tiene ninguna base empírica. The New York Times publicaba en 2024 un extenso reportaje que desmantelaba esta teoría, indicando justo lo contrario.
La investigación de The New York Times, acompañada de gráficos con datos oficiales en Estados Unidos, concluía: «Después de que la inmigración ilegal se desplomara en 2020, la tasa de homicidios aumentó. Y después de que la inmigración ilegal se disparara en 2021 y 2022, los asesinatos se estabilizaron y luego disminuyeron».
La misma cuestión ha sido analizada en castellano en el diario El País sobre datos de Estados Unidos, en un artículo titulado «Crimen e inmigración, un mito sin fundamento que perdura».
En España los datos van también en la misma línea: la inmigración ha subido y la delincuencia ha bajado. La asociación entre inmigración y delincuencia es uno de los muchos bulos que la ultraderecha hace circular por redes sociales, pero tal nivel de delincuencia simplemente no existe en la calle, y España es uno de los países más seguros, con 48 infracciones penales por cada 1.000 habitantes. A una pregunta de VOX en el Congreso de los Diputados, se respondió con enlaces al Instituto Nacional de Estadística que concluían que «No existe una correlación entre inmigración y delincuencia». Más recientemente, en 2024, El País también ha intentado derribar este mito con un reportaje llamado «La inmigración crece, los delitos no».
Kayla Hamilton, Jocelyn Nungaray, and Rachel Morin were murdered by illegal aliens.
Juanjo Bona vuelve al top 1 de lo más votado en JENESAISPOP con ‘Moncayo’, aupado por el 40% de los sufragios en nuestras Stories de Instagram en la encuesta final. Las entradas más fuertes vienen de mano de FKA twigs, Bad Gyal y Rose Gray, en torno al top 10. En el top 40 justo aparecen Alpaca Sports.
Antònia Font se separaron en 2013, para pena de todos los fans del buen pop del país. Afortunadamente, volvieron en 2021 anunciando un concierto de regreso en el Primavera Sound, luego con disco nuevo, ‘Un minut estroboscòpica’ (2022) y un par de giras, la primera en festivales y grandes recintos, la segunda en teatros y salas. Antònia Font llega ya a la traca final de esta segunda gira, que pasará por Madrid en la sala La Riviera este domingo 2 de febrero (últimas entradas, aquí), por la Maroquinerie de París el 16 de febrero, por el Liceu de Barcelona el 24 de febrero y un último concierto en el Mallorca Live Festival el 12 de junio. Para hablar de este estupendo regreso de Antònia Font, su fin de ciclo y posibles futuros de la banda, hablamos por teléfono con Pau Debon, cantante carismático y esencia del grupo.
Ya hace más de dos años que sacasteis ‘Un minut estroboscòpica’. ¿Hay plan de sacar nuevo disco?
Tenemos planes de parar, ahora mismo. Lo que pasará de aquí a medio año, un año, no lo sabemos. No nos queremos marcar un plazo, porque a pesar de que las giras que hemos hecho han ido muy bien y estamos súper contentos, preferimos no plantearnos nada hasta que no veamos qué idea tenemos de volver, de construir otro disco, de montar otra gira. Estamos en la perspectiva de descansar. Y cuando nos encontremos en medio año, un año, ya veremos cómo hacemos, si es que hacemos algo. Todos estamos un poco agotados y también somos conscientes de que el disco tiene un recorrido. Y está finiquitado. O sea que de momento invernar, ¿no?
Sí…
¿Qué os hizo despediros en 2013? ¿Y qué os hizo regresar en 2021?
Siempre hemos pensado que el trabajo de músico y artista encima de un escenario tiene que ser lo máximo de honesto posible con el público, tienes que subir al escenario al 100%. Tenemos un oficio en que no vale subir al 50%, sin ganas o por inercia. Por lo tanto, a pesar de que en aquel momento estábamos en un buen momento, con muchos conciertos, vimos que para afrontar otro disco, otra gira y todo lo que suponía, nos empezaban a faltar un poquito la motivación y las ganas de decir algo. Antes de que pasara esto, decidimos que lo dejábamos ahí, descansábamos y ya veríamos. Y si no se produce nunca un retorno, pues mira, hasta aquí habrá llegado Antònia Font. Y las canciones y discos que hemos hecho aquí quedan.
Pasan nueve años. Nos volvemos a reunir, casi accidentalmente. Y yo propuse si les parecía hacer algo más encima de un escenario, volver a hacer un disco y, de alguna manera, encontrar una fórmula donde todos estuviéramos de acuerdo y cómodos, después de serias negociaciones, porque evidentemente tenemos una vida montada y es complicado volver a poner el engranaje de Antònia Font en marcha después de tener familia, de tener trabajos y otras movidas. Pero llegamos a la fórmula, que fue 10 conciertos de gran formato durante año y medio o dos. E hicimos la primera gira que fue muy bien y estuvimos muy contentos. Entre nosotros había muy buena sintonía. Lo pudimos compaginar bien y las familias también lo vivieron bien. Por lo tanto, acabamos la gira y tuvimos ganas de continuar, igual que ahora te he dicho que necesitábamos descansar. Dijimos: mira, hay ganas de hacer una gira de teatros y auditorios con un formato más íntimo. Nosotros entendemos que dentro de un auditorio o en un teatro hay matices que salen mejor, por eso hicimos esta otra gira desde el año pasado. Esta ha sido mucho más intensa, muchos más conciertos. Y todo esto ha hecho que acabemos esta gira un poco agotados, necesitamos parar y ver qué tal.
¿Os imaginabais un retorno tan exitoso? Porque lo ha sido.
Totalmente. Teníamos muchos mensajes de gente que no se había olvidado de Antònia Font y estaba encantada de que volviéramos. Ahora: tan masivamente no nos lo esperábamos. Además, se han sumado unas generaciones con las que tampoco contábamos, de gente más joven que no había vivido la época de Antònia Font porque eran pequeños, y se han sumado de una manera muy, muy heavy. Esto no nos lo esperábamos, esta intensidad con esta gente. Pero bien, bienvenido sea. Al final todo nos ha ido muy bien. Hemos tenido la suerte de topar con gente que ya desde el principio ha movido el grupo y ha movido los hilos adecuados para que el grupo esté otra vez en boca de todo el mundo. Cuando la gente venía acababa contenta de los conciertos. Todo esto y el boca a boca hace que se vaya sumando gente. Y sí, hemos hecho una gira muy, muy guapa.
Te iba a preguntar si tú considerabas si el éxito de la gira ha sido por el factor nostalgia, que a veces cuando desapareces durante el suficiente tiempo, la gente te echa de menos. O más bien es este factor generacional que me comentas, que con los años Antònia Font ha ido incorporando nuevo público.
Supongo que hay de todo, evidentemente. Ahora, no queríamos volver por nostalgia. Lo hubiéramos podido hacer. Hubiéramos hecho giras que más o menos hubieran ido bien. Pero lo que nos ha gustado, lo que nos ha venido de nuevo y lo que le da un valor es que se ha sumado una generación entera de gente que no tiene nostalgia porque no lo vivió. Eso ha hecho que, en general, la nostalgia pase a un segundo lugar. Y esto es de lo que realmente nos sentimos orgullosos de volver después de diez años: que pase esto, sin nostalgia, que quede en segundo lugar, que es lo complicado y creo que lo hemos conseguido. Por eso estamos tan contentos de esta gira.
«La nostalgia ha pasado a segundo lugar. Y esto es de lo que realmente nos sentimos orgullosos después de diez años»
Incluso vais a tocar en París. ¿Habíais tocado antes en París? ¿Cómo surge este concierto?
No habíamos tocado nunca. Dijimos que queríamos hacer una gira de despedida, un final de gira un poquito especial. Teníamos claro que queríamos ir a Madrid, porque en Madrid siempre que hemos ido, ha funcionado muy bien. Y París fue un poco una anécdota: Joan Miquel [Oliver] no ha estado nunca en París y tiene muchísimas canciones que hablan de París, tanto de él en solitario como con Antònia Font. Y qué mejor excusa para hacerlo que un concierto de despedida de la gira tan guapa que estamos viviendo. Y dijimos: pues vamos a París. Y salió bien.
En las dos giras os habéis movido básicamente por las comunidades catalanoparlantes. ¿Os han reclamado en otros rincones de la Península o de fuera de España? ¿O no ha salido la oportunidad?
¿Si ha habido cosas que no han cuajado por lo que sea? Sí. De todas maneras, nosotros esta segunda etapa de Antònia Font la vivimos muy diferente. Hemos vuelto con la intención de pasárnoslo bien. De presentar un disco que nos convencía y que dure lo que dure. Es decir, no teníamos la presión que teníamos antes de ser un grupo activo, que cuando acaba una gira ya tienes que tener pensado el próximo disco y tienes que ir avanzando, porque es un mundo donde no te puedes parar, que no te permite estar mucho tiempo parado para disfrutar de ti, esta presión de hacer un disco diferente y de decir algo diferente. Aun así, volvimos con un disco, con una gira de 10 conciertos y si se hubiera acabado en aquel momento, pues se habría acabado allá y superbien. Pasó que nos gustó, estábamos en un momento muy dulce y seguimos un año más, sin ninguna pretensión. Si salen conciertos en Santiago, bien, y si no salen, no pasa nada. No teníamos esta inquietud de expansión y de conquistar territorio. Esto ha desaparecido completamente.
«En este mundo no te puedes parar, no puedes estar mucho tiempo parado para disfrutar de ti, está esta presión de hacer un disco diferente y de decir algo diferente»
¿Tú qué hiciste durante este lapso sin Antònia Font? Porque a Joan Miquel Oliver y Jaume Manresa sí que los teníamos más o menos controlados, porque han sacado discos y han hecho muchas giras juntos. Pero el resto no os tenía nada situados.
Mi hermano [Pere Debon, batería] y yo desaparecimos del mundo de la música. Nos dedicamos a otras cosas. Yo empecé a trabajar en la Fundació Deixalles. Es una fundación sin ánimo de lucro de inserción sociolaboral de personas en riesgo de exclusión social. Y todavía estoy trabajando. Es un trabajo que no quiero dejar. Una de las condiciones que pusimos al principio fue esta: yo no quería dejar el trabajo. Yo quería combinarlo. Y Jaume [Manresa] el bajista, estaba vinculado a la música de Mallorca, a los clubs pequeños de jazz: es contrabajo de jazz y eso es otro mundo completamente diferente, otro circuito.
O sea que para ti la vertiente social, trabajar para la comunidad, es tan importante como la música, por lo que estás comentando.
Sí. Yo siempre he dicho que no soy músico: yo soy cantante. Yo interpreto las canciones que hace Joan Miquel, pero no me veo capaz de hacer, de componer un disco. Es un trabajo completamente diferente a la que yo hago. A hacer música no me podría dedicar, no me podría sacar las castañas del fuego como músico. Sí que es cierto que tuve la suerte de juntarme con un compositor extraordinario como Joan Miquel y un grupo de gente que nos hemos llevado bien y nos ha ido bien la carrera como grupo. Yo en aquel momento cantaba con mi grupito de instituto, les gustó mi manera de cantar y entré. Pero mi carrera musical es básicamente ser intérprete de las canciones de Joan Miquel. ¿Por qué no estuve dentro de la música cuando dejé Antònia Font? Porque hay otras cosas que me tiran mucho. Y mi mundo musical en aquel momento estaba quemadito y quería explorar otros mundos que hasta aquel momento no había podido, porque Antònia Font ocupaba todo el espacio. Y el mundo social y ambiental… más ambiental que social porque yo estudié Geografía, soy geógrafo y siempre había tenido la espinita clavada de hacer algo ambiental… y Deixalles me lo permitía. Es inserción sociolaboral de personas en riesgo de exclusión social mediante actividades relacionadas con los residuos y el medio ambiente. Aquí es donde entré yo. Y una vez entrado a Deixalles, he conocido el mundo social. Me está gustando muchísimo. Es un mundo brutal que tiene unas oportunidades de crecer, sobre todo como persona, brutal. Me ha gustado muchísimo.
«Trabajo en una fundación sin ánimo de lucro de inserción sociolaboral de personas en riesgo de exclusión social (…) Yo no soy músico, soy cantante»
Me choca mucho porque eres una parte básica del grupo. Están, claro, las composiciones de Joan Miquel Oliver. Pero siempre digo, y ahora con perdón te haré un poco la pelota, que Pau Debon es el mejor cantante del mundo. Choca esta percepción que tenemos desde fuera y la percepción que tú tienes desde dentro, como artista.
Ya sé que desde fuera se puede ver de otro modo, pero nuestros roles dentro del grupo están muy claros. Joan Miquel siempre ha compuesto, es su repertorio. Después, claro, todo el mundo pone sus arreglos y mi manera de cantar. Pero al final la composición y las letras son de Joan Miquel, esto yo siempre lo he tenido muy claro. Nunca me he querido mezclar… porque realmente no me quiero mezclar (risas). Al final yo soy una persona que canto, bien o mal, esto ya aquí no entraré (risas), pero sí que soy una persona que ha crecido con este grupo. Mi carrera como cantante ha crecido con Antònia Font y he aprendido a cantar de la manera que canto con Antònia Font en mi rol. Mi rol es cantante. El cantante no solo canta, sino que tiene una relación con el público, y esta es la parte que a mí también me gusta mucho. Y aquí es donde creo que a la gente le viene de nuevo. Cuando yo les digo: “no, yo solo canto”. Me dicen: “No: Tú no solo cantas, tú tienes una presencia muy grande encima del escenario”. Los otros cuatro prácticamente no se mueven. Y si ves un directo, yo llevo prácticamente todo el peso de los conciertos. Pero también es un rol que ha venido sin buscarlo. A ellos les gusta estar un poquito en segunda fila y a mí me sale mucho relacionarme. Me gusta ver a la gente. Me gusta mirarles a los ojos. Me gusta ver qué cara hacen. Me gusta que, sea con una mirada, sea con un gesto, se me devuelva algo. Me gusta ver la información que la gente me da, y esto me da la energía para estar encima de un escenario y transmitir lo que quiero transmitir.
«Me gusta ver al público. Me gusta mirarles a los ojos. Me gusta ver qué cara hacen. Me gusta que, sea con una mirada, sea con un gesto, se me devuelva algo»
¿Y tú no crees que a veces no le gusta a Joan Miquel Oliver ponerte un poco a prueba? Hay canciones como ‘Astronauta rimador’, que en directo es una barbaridad. O temas como ‘Per jo i tots es ciclistes’, que son muy difíciles de cantar.
No… Mira, Joan Miquel, lo bueno que tiene, es que llevamos tantos años y es una persona tan metódica, tan detallista y tan perfeccionista en todo lo que hace… Él, desde el minuto cero, estudió mi voz y lo primero que hizo fue: ¿Pau cómo canta? ¿Cuál es la nota más alta a la que llega? ¿Cuál la nota más baja? ¿Qué notas le van mejor? ¿Qué sonoridad le va mejor? ¿Qué vocales finales de frase afina más? Todo esto él lo ha estudiado, sabe exactamente mi manera de cantar, qué tiene que hacer para que suene bien y qué tiene que hacer para que yo me sienta a gusto. Esto hace que a la hora de coger una canción y empezar a cantar haya partes de un nivel brutal. Siempre todo son facilidades. Llega un momento, al final de la primera etapa de Antònia Font, que quisimos experimentar un poquito, que fue el disco ‘Vostè és aquí’. Es un experimento no solo mío, sino un poco de toda la banda. Y sí que Joan Miquel cuando lo compuso dijo: “A mí me gustaría experimentar, hacer algo diferente, hacer cosas que dentro de nuestro momento cómodo no haríamos. Tenemos que salir de este, de este…
De la zona de confort, que dicen.
Zona de confort. Exactamente, no me salía. Salir de la zona de confort y ver qué podemos hacer que sea guapo. Y a nivel vocal me cogía y me decía:” Mira, aquí he pensado que creo que puedes probar, a ver qué tal”. Y dentro de un poco de miedo y respeto, también me gustó grabar aquel disco y presentarlo en directo porque al final ves que puedes hacer cosas diferentes y que es como un reto. Y cuando ves que te sale y que tienes un resultado bueno… Es agradable que te salgan estas cosas.
Precisamente, ‘Un minut estroboscòpica’ fue un retorno a los Antònia Font clásicos, digamos. ¿A ti qué te gusta más? ¿La vertiente más clásica? ¿La vertiente más experimental?
No te lo puedo decir esto, porque cada etapa tiene lo suyo. Me pillas ahora y te digo que todos necesitábamos volver un poco a la esencia del grupo, recordar por qué subimos a los escenarios. Y salió un disco que recuerda toda la esencia de la carrera de Antònia Font. Cuando grabamos ‘Vostè és aquí’ estábamos en otro momento completamente diferente. Necesitábamos investigar y probar cosas nuevas y ver qué pasaba si salíamos de la zona de confort, como dices. Yo siempre digo: “¿cuál te gusta más? ¿El primer disco o el último?”. Claro, musicalmente el último está muy bien hecho, muy bien grabado. Pero el primero tiene un valor brutal. No te puedo decir que sea peor, porque se tienen que valorar las cosas en su momento. Y las condiciones de aquel disco fueron peores. Éramos cuatro pipiolos que nos juntamos y, para lo que éramos, nos salió un disco brutal. Y está claro que no es un disco musicalmente perfecto, ni está muy grabado ni nada. Pero en aquel momento era el mejor que podíamos hacer nosotros. Por lo tanto es muy complicado comparar discos y temporadas.
«En un concierto tiene que haber un hilo conductor. La última nota de una canción y la primera de la otra tienen que sonar bien. Tiene que ser armónicamente correcto. Y esto nos lleva mucho trabajo»
[Mientras hablamos, se escuchan unos ladridos de fondo] Ahora que estoy escuchando perros, me he acordado de ‘Coser i Cantar’. Tocaréis en el Liceu, que es un lugar mítico para el universo de Antònia Font. ¿Qué tenemos que esperar de este concierto? ¿Tenéis alguna sorpresa guardada?
No, no. Supongo que será lo mismo. Mira, en esta gira nos es muy difícil hacer cambios, porque todo es un montaje de luces y de vídeo. Todo está estudiado y preparado. Hacer cambios así como así lleva mucho trabajo, rehacer todo este conjunto que tanto nos ha costado. Siempre me decís: «es el tercer concierto que vengo, a ver si cambiáis algo» (risas). Pero nosotros nos pasamos tres días seguidos pensando un repertorio. O sea, no cogemos y decimos «Bah, ya veremos cómo lo hacemos». No. Esto es un inicio y a partir de aquí entramos dentro de un debate filosófico entre los cinco que dura dos o tres días. No solo mirando las canciones que tienen que salir, sino que hay canciones apropiadas y otras que no entran por la singularidad de esta gira. Después, el orden de las canciones es muy importante. Primero, porque te tienen que explicar una historia, tiene que haber un hilo conductor entre una canción y la otra, a nivel armónico también. La última nota de una canción y la primera de la otra tienen que sonar bien. Tiene que ser armónicamente correcto. Y esto nos lleva mucho trabajo. Y vemos si tenemos que hacer algún retoque. Ya nos ha pasado aquello que una idea nos pensábamos que iría bien y hemos visto que la teníamos que cambiar. Y cuando encontramos algo que nos parece perfecto nos cuesta mucho cambiarlo. Porque eso es lo que queremos transmitir. Y es una de las razones por las cuales la gente sale de los conciertos y dice: «joder, qué concierto más redondo, desde el principio hasta el final». Pues es por esto, lo que hace que tengas la sensación de que es como un viaje, que subes y bajas: sensaciones de alegría, sensaciones de tristeza. Todo esto está pensado para que sea así. Está claro que cambiar esto y que funcione igual es muy complicado.
MØ, cantante danesa famosa por la canción que dominó el mundo en 2015, ‘Lean On’, y Biig Piig, promesa del pop irlandés, han unido fuerzas en el single ‘Sweet’, el tercero que presenta el próximo álbum de MØ, ‘Plæygirl’, que se pone a la venta el próximo 16 de mayo.
‘Plæygirl’, cuarto álbum de MØ, sucede a ‘Motordrome‘ (2022) y se ha dado a conocer previamente con los singles ‘Who Said’ y ‘Wake Me Up’. El último es una versión muy original del éxito de Avicii, llevada totalmente al terreno oscuro de esta nueva etapa de Karen Ørsted.
En ‘Plæygirl’, MØ dará synth-pop y electropop darks, dara caos, dará mayhem, dará Lady Gaga y también dará Allie X. Esa es la propuesta que define el sonido de ‘Sweet’, Canción Del Día para hoy sábado.
A caballo entre el synth-pop y el electroclash, ‘Sweet’ resulta tan oscura y, a la vez, tan «dulce y viscosa» como el «licor» que beben en la canción. MØ eleva ‘Sweet’ con su peculiar voz, y también recitando la curiosa línea «no voy a discotecas, pero sí a ferias de Comic-Cons y a conciertos de thrash metal». Por su lado, Biig Piig tampoco renuncia a imprimir su toque personal a frases como «Me gusta moverme, es como el M cuando el bajo rompe, es tan dulce, es mi criptonita».
‘Sweet’ es uno de los singles más inmediatos y efectivos firmados por MØ en los últimos tiempos. ¿Se avecina una de las sorpresas de 2025?
Amaia te saluda antes de que te toque entrevistarla, y después dice adiós a otra persona en mitad de tu entrevista. Agradecida con todo el mundo, pendiente de hasta el último periodista que pasaba por el hotel en el que se hace la promo, la autora de ‘Cuando no sé quién soy’ está obviamente entusiasmada con su tercer disco. Con un plantel de productores y colaboradores que incluye sobre todo a Ralphie Choo y a Drummie, pero también a Irenegarry, a Alizzz o a La Bien Querida, ‘Si abro los ojos no es real’ llega hoy al mercado. Es un álbum que se mueve entre el mundo terrenal y lo onírico, versando en parte sobre la muerte o sobre su relación de pareja o con su madre.
La artista se muestra contenta, casi extrañada, de que ya nadie le esté preguntando por Operación Triunfo. «Aunque no me importa, yo encantada», matiza enseguida. Pero es evidente que a estas alturas ya hay otras cosas que preguntar. Como por la deriva artística de un álbum que se mueve entre la banda sonora, el dream pop, la influencia de La Oreja de Van Gogh y de Mecano y lo inclasificable. ¿Puede que mi canción favorita sea una intro? Amaia presentará este álbum, a lo grande, el 23 de febrero en el Movistar Arena de Madrid y JENESAISPOP es medio oficial de ese evento. Quedan las ultimísimas entradas en grada. El 21 y 22 de febrero podréis verla en el Sant Jordi Club de Barcelona. Seguid su web.
¿Qué has querido hacer con este disco?
Cuando empiezo a hacer un disco, nunca tengo claro qué va a salir. Nunca sé ni qué quiero decir ni nada. Voy haciendo canciones y una vez están hechas, intento encontrar un concepto o algo que las conecte a todas. Este disco tiene bastante de parte onírica, fantasiosa, un poco ensoñadora. Y luego hay una parte más terrenal, que habla de temas más explícitos. ‘Tengo un pensamiento’, por ejemplo, es muy explícita, va de amor. También ‘M.A.P.S.’ y ‘Auxiliar’ soy yo hablando de temas más personales, igual no tan ensoñadores. Pero siento que entre todas engloban lo terrenal y lo fantasioso, que pueden ir de la mano perfectamente. Soy una persona bastante fantasiosa y bastante teatrera y siento que el disco refleja un poco eso. Este disco refleja mucho mi personalidad, la verdad.
‘M.A.P.S.’ y ‘Auxiliar’ son dos canciones seguidas que mencionan a tu madre…
‘M.A.P.S.’ [«Mejores Amigas Para Siempre»] soy yo pidiéndole a mi madre que me entienda y ‘Auxiliar’ es mi madre pidiéndome a mí que la entienda. El tema de mi madre me emociona muchísimo. Las relaciones con las madres y los padres y, en general, con las familias, es un mundo, porque son dinámicas, van cambiando porque uno va creciendo, se va dando cuenta de cosas. Yo a mi madre la quiero muchísimo y es una de las personas más importantes de mi vida. Y claro, nuestra relación a veces es un poco complicada… entonces me emociona mucho hacer estas canciones. Me las imagino en los conciertos, estando mi madre ahí viéndolas, y casi me pongo a llorar. Me da mucha emoción.
Me encanta que uses la palabra «onírico» porque es la primera que me vino a la mente escuchando el principio y el final del disco. Luego, en medio, como que hay varias cosas. Pero el principio y el final del disco, definitivamente es onírico, ¿no?
Cuando empecé a hacer el disco, las primeras referencias que tuve de lo que quería hacer a nivel musical eran las bandas sonoras clásicas de Disney, ‘Sonrisas y lágrimas’, ‘Chitty Chitty Bang Bang’… estas películas que a mí me encantan. Quería llevar este tipo de armonías al pop, hacer producciones más pop. La canción que refleja al 100% esto es ‘Visión’, que a nivel sonoro y a nivel armonía, tiene un poco de Disney. De ‘Mary Poppins’. En ‘Fantasma’, a nivel temático, la referencia era la canción de ‘Historia de un sueño’ de La Oreja de Van Gogh, que habla de una persona que está muerta, viaja al sueño de otra y le dice que no se preocupe, que está bien. Me inspiré bastante en ese tema porque me encanta y justo el año pasado también se murió mi abuela y por eso la muerte la he tenido bastante presente. Por eso ‘Ya está’ es justamente una reflexión casi existencial. A mí me agobia mucho el hecho de que todo se vaya a acabar y todos nos vamos a morir y también quería hablarlo.
«Me agobia mucho el hecho de que todo se vaya a acabar y todos nos vamos a morir y también quería hablarlo»
Es como un tema supertabú.
A mí me da una ansiedad… Pero la buena noticia es que creo que, escuchando a nuestros abuelos, parece como que cada vez te da más igual. Como que al final te cansas, estás agotado. Morirse joven es una tragedia. Pero hay gente de 90 años que incluso dice «Yo ya me quiero ir»… Hay gente que no, pero es como que biológicamente vamos poco a poco hacia ahí.
Sí, por ejemplo, mi abuela, que tenía ya 84 o 86 años, estaba súper contenta. Murió de una forma que yo pensé: «Ojalá yo…» Como la mejor forma de morir.
Curiosamente, has hecho una canción sobre la muerte que no va del miedo ni del drama. Es bastante abstracta. Y medio de broma.
Sí, ‘Despedida’ también tiene esa parte festiva, hasta de celebrar la muerte. No quería hablar de la muerte de una forma dramática, oscura, porque al final no tiene por qué serlo. Si nos ponemos a pensar, de todas las cosas que se saben, el hecho más seguro es que nos vamos a morir. La muerte siempre está ahí. Y justo eso: como vi que mi abuela se había muerto de la manera mejor posible, quería, en vez de que fuera una canción triste, que fuera una canción casi festiva, celebrando la muerte, sí…
Hay una canción en el disco de Alondra Bentley que va sobre la muerte de su madre y dice que su madre se fue también en paz y que le decía a Alondra que el miedo a la muerte es muy occidental. Como que en otras culturas es como aceptación total.
Sí, es verdad. En México siempre se celebra la muerte, el Día de los Muertos. Siempre es como un día alegre.
En el disco hay arpas mezcladas con electrónica de vanguardia. ¿Querías hacer esto a propósito?
Siento que este disco no es nada a propósito. Todo ha salido de una forma orgánica y se ha ido formando él solo… Arpas hay en ‘Ya está’ y en ‘Auxiliar’, que fui trabajando con Ralphie. ‘Ya está’ se grabó en una toma entera con el arpa y yo cantando en directo. Luego el arpa está como editada y tal, pero se puede escuchar muy bajito, como un eco de mi propia voz. Esa es la toma del arpa, que también entró por el micrófono. Luego ya se fue mezclando. También hay cuerdas.
En ‘Auxiliar’ hay como 10 segundos de bachata.
Sí, sí, es una bachatita esa (risas)
¿No está en tus inquietudes como artista decir «Voy a mezclar esto con esto para hacer algo novedoso»?
Me cuesta siempre mucho tener claro lo que voy a hacer, pensar «Vale, quiero hacer esto». Mi forma de trabajar es ir probando y obviamente siempre quiero experimentar y probar cosas nuevas, sonidos nuevos y estilos nuevos, pero siempre todo va surgiendo un poco sobre la marcha…
Pero tu dirección artística es súper determinada. Es que no te juntas con cierto tipo de gente. Siempre vas como a un Ralphie Choo, a un Drummie, o a un Alizzz.
Pero por ejemplo fui dos semanas o así a Miami, y de las canciones de Miami no ha salido ninguna, ¿sabes? Bueno, hay una solo, pero luego la producción se ha cambiado por completo. Quiero decir que también ha pasado juntarme con una persona y luego igual no ha funcionado.
¿Quién ha pagado el viaje a Miami?
Universal, que bueno… igual un poco un disgustillo por ahí, pero bueno. (risas)
Hay un montón de detalles de producción, como el momento bachata de ‘Auxiliar’, y también canciones más sintéticas. ‘M.A.P.S.’ me ha recordado un poco a Stella Maris. No sé si me ha traicionado el subconsciente…
Oye, pues puede ser que porque justo estaba grabando el disco cuando estaba rodando lo de Stella Maris.
También me ha llevado a Mecano…
‘M.A.P.S.’ es una canción que se empezó a hacer en un camp con diferentes artistas. Nos fuimos a una casa rural y estuvimos allí una semana, que es algo que nunca había hecho y me encantó. Siento decir lo mismo todo el rato, pero fue ir probando. Y justo Mecano es un grupo que también me ha influenciado desde siempre y siento que igual en las melodías, en las letras y hasta en la forma de cantar, se puede ver bastante influencia de Mecano. Pero también me lo paso bastante bien grabando. Cuando me toca grabar la voz, la melodía… ir jugando. Estas cosas me encantan. Y luego, cortar algunas cosas. He aprendido bastante de los productores con los que he trabajado, sobre todo de Drummie y de Ralphie, que tienen unas dinámicas y una forma de trabajar en el estudio que yo nunca había visto y me ha fascinado. Me ha sorprendido muchísimo. Por ejemplo, el piano de ‘Nanai’ está grabado con el móvil. Es una grabación del piano del estudio que había ahí, con el móvil, luego se pasó. Y suena increíble. Nunca me había planteado hacer este tipo de cosas.
«Con ‘La Mesías’ y Stella Maris, he descubierto cosas que no sabía que podía hacer»
¿Qué ha significado para ti ‘La Mesías’? Tuviste una escena ahí brutal, de llorar, muy emocionante. Historia de la televisión… Y luego esa manera de implicarte en los conciertos del Primavera Sound…
¿Viste el concierto?
Creo que es el Reels más visto de la historia de nuestro Instagram. Tiene casi un millón de visitas. El momento en el que sale Carmen Machi. Te lo tomaste súper en serio.
Me lo pasé tan bien en ese concierto… Estaba tan conectada… Me encantó porque fue de repente hacer algo completamente diferente, como volverme un poco loca. Y también con esta serie y con Stella Maris, he descubierto cosas que no sabía que podía hacer. He experimentado mucho conmigo misma. grabando los videoclips, sobre todo… los bailes que nos hacían hacer. A mí me ha encantado. Acabó el concierto y ya no podía casi ni respirar. Como «¿Pero qué acaba de pasar?» Fue increíble.
¿Te ha picado el gusanillo de la actuación para hacer otras cosas? ¿O era cosa de que estabas a gusto con Los Javis porque ellos dirigen actores súper bien?
Ellos son increíbles, pero la verdad que sí que me pica un poco el gusanillo… Pero no haría cualquier cosa. Mi carrera principal es lo musical, pero de repente hacer algo que me llame mucho… Un Almodóvar, obviamente (risas) Yo que sé, un Sorogoyen, que también me encanta… Algo que me encaje mucho… A ver Almodóvar qué dice (risas)
Eres un animal de escenario, se vio claramente en ‘La Revuelta’. Vuestra referencia era Stromae y nosotros la identificamos inmediatamente, aquel vídeo impresionante en plan «Voy a hablar del suicidio».
Sí, que era como en el Telediario.., Sí, sí. Estaba muy guay.
¿Presentasteis una propuesta a ‘La Revuelta’ u os llamaron ellos?
Presentamos una propuesta. Desde hace un par de años la dirección creativa me la hace Daniel2000, que a su vez también es mi pareja. Nos complementamos muchísimo. Estamos en casa todo el día hablando y siento que esto se ha notado bastante a nivel creativo. Y él tuvo esta idea, que al principio era una idea muchísimo más loca. No la voy a contar por si de repente algún día se hace… Y en la última visita que yo hice a La Revuelta antes de esta, les dijimos: «Oye, tenemos una idea». Y les encantó. Se la contamos a Broncano y dijo: «Buah, me flipa, lo vamos a hablar con el equipo». Y era justo cuando no eran de Televisión Española, pero ya se sabía que lo iban a ser. Lo dejamos aparcado hasta cuando yo ya tenía que hacer promo por el disco y por los singles, y se volvió a recuperar. Ya fue ir hablándolo y fue una preparación de meses… Luego el ensayo fueron tres días, que yo estaba también… «A ver ahora cómo se lleva esto a Tierra, ¿sabes?» Es que podría haber sido un drama en realidad (risas) Hubo muy pocos días de ensayo físico. Pero salió increíble.
Sí, bueno, un viral brutal…. La Bien Querida tiene un crédito en esta canción. ¿La habéis hecho juntas?
De ‘Tengo un pensamiento’ yo tenía las estrofas hechas y también fue una de las primeras canciones que empecé. Pero me iban surgiendo estribillos y no me gustaba ninguno. Le quería encontrar un estribillo, no la quería dejar solo con las estrofas, porque sabía que le faltaba algo. Y yo, que había tenido una sesión con La Bien Querida hace años, igual hace 4 o 5 años, empecé a mirar notas de voz muy antiguas, porque ahí tengo muchísimas cosas, y de repente encontré esta melodía y justo era una melodía que el estribillo es de La Bien Querida. Pero claro, la letra no encajaba con lo que quería decir yo, entonces la adapté un poco. Y es verdad que yo creo que ahí se ve el sello de La Bien Querida en el estribillo.
Sí, pero realmente tenéis referentes muy parecidos, porque a las dos os gustan cosas de los 70, de los 60…
Para mí ella también es un referente, me encanta, me gusta mucho su forma de expresarse.
«Cada vez siento que tengo menos paciencia para películas o para una canción que dura más de 3 minutos. Y es algo que odio en realidad: ¿cómo no puedo estar concentrada 3 minutos?»
El disco es cortito, duran las canciones dos minutos. Ahora salen muchos discos de 20 minutos. Es muy habitual por el Tik Tok, yo creo.
Total. Al final todo va cambiando. Escucho un poco de todo en realidad. Nunca sé decir. Es lo que dices tú de Tik Tok… Cada vez siento que tengo menos paciencia para películas o para una canción que dura más de 3 minutos, a mí ya se me hace larga. Aunque depende de qué canción. Y es algo que odio en realidad. Joder, ¿cómo no puedo estar concentrada 3 minutos? Yo creo que al final es lo rápido que va todo ahora.
De todas formas, no te veo muy encima de las redes, me extraña que tengas un tema hablando de eso… Salvo que tengas un perfil oculto…
¡Lo tengo, lo tengo! Que no… (risas) No me afectan mucho las redes, pero sí que estoy bastante presente en realidad. Sí que miro. Cuando salió lo de ‘La Revuelta’, por ejemplo, estuve dos días buscando mi nombre en Twitter.
Porque sabías que iba a ser muy bueno…
Claro, es verdad, sí (risas) Estaba leyendo comentarios y claro que suben la moral… Pero si veo alguno malo, tampoco es algo que me afecte mucho, porque al final, no pongo cara a esa persona, no sé quién es. Inconscientemente no me afecta. Si fuera una persona que conozco, igual sí que me afectaría más. Pero al final, es que no sé quién lo está escribiendo.
El disco se llama ‘Si abro los ojos no es real’, ¿qué te gustaría que no fuera real?
Muchas cosas en realidad… Justo ahora que el mundo da como miedo y hasta afecta a veces psicológicamente. Esto de Trump, a mí me da bastante miedo, la verdad.
«No entiendo cómo la gente confía en las personas más millonarias del mundo, y el enemigo le parece una mujer trans»
La verdad es que todas las personas que somos LGTBIQ+ o mujeres, que estamos viendo que todo el poder va a estar en manos de cuatro hombres de 50 y 80 años millonarios…
Es que no entiendo cómo la gente confía en las personas más millonarias del mundo, y el enemigo le parece, pues eso, una mujer trans. Es como que no lo entiendo. No sé, me parece muy fuerte.
Pero cuando hablas de internet en el disco es más sobre cómo nos devora, ¿no? Más que sobre el mundo global.
Al final, está relacionado. He dicho eso porque me has preguntado, pero el disco no tiene nada que ver con eso en realidad. Depende de la temporada también, pero la relación con las redes sociales es muy difícil. Hay que estar bastante sano mentalmente, para afrontarlas.
«Hay que estar bastante sano mentalmente para afrontar las redes sociales»
JENESAISPOP es medio colaborador de tu concierto en el Wizink Center. Al final abres todo el aforo, no es para 8.000 ni para 10.000. ¿Qué vas a hacer?
Muy fuerte, estoy nerviosísima. Estamos en el proceso de preparación de todo y es el concierto más ambicioso que voy a hacer. Y hasta ahora siempre ha sido formato de banda, y ha sido muy guay, pero ahora se está dando otro paso. A nivel formato, a nivel todo. Claro, no quiero decir mucho porque quiero que sea sorpresa. Pero para mí es un reto este concierto. Es algo que estoy preparando bastante grande.
Finalmente, te quería preguntar por la ausencia de «featurings» en tu carrera y qué poquitos has hecho. Y en el disco no hay.
No, no hay ninguna colabo. A mí es que las colaboraciones así como un poco forzadas… no sé. Aunque también, cuando iba a sacar el disco sin colaboraciones, estaba un poco rayada. Te abre muchas puertas una colaboración, a diferente público. No sé, como que siempre va bien. Bueno, siempre no, pero ya me entiendes… Pero es a la vez pensaba «si no ha surgido, no ha surgido». No hay necesidad, no tiene por qué ser una obligación que haya colaboraciones. Y ahora la verdad es que hasta me gusta que no las haya. Porque creo que es algo como muy mío. En realidad, sí que hay colaboraciones a nivel de producción, de composición. Pero no sé, no ha surgido de manera natural, entonces no he metido ninguna.
¿Dices que no a mucha gente?
Sí, algunas sí, pero antes más, ya me tienen un poco olvidada (risas) No sé, alguna me han propuesto, pero tampoco te creas que es el pan de cada día…
El Oscar de Karla Sofía Gascón no parece garantizado después de que haya salido a la luz una serie de mensajes abiertamente racistas e islamófobos que la protagonista de ‘Emilia Pérez‘ publicó en su cuenta de X entre los años 2016 y 2021, en los que atacaba al islam y utilizaba términos racistas y despectivos para describir a la población musulmana asentada en España, como «putos moros», según recoge El País. También cuestionaba el movimiento Black Lives Matter, llamaba a George Floyd «drogata estafador», se burlaba de la «vacuna china» de la covid e incluso ponía en tela de juicio la deriva inclusiva de los Oscar, premios a los que ahora ella está nominada.
La escritora Sarah Hagi ha sacado a la luz estos mensajes en su cuenta de X, atónita por que siguieran publicados tras la nominación de Sofía Gascón a los Oscar (los mensajes han sido borrados después de que medios nacionales e internacionales se hayan hecho eco de ellos).
Karla Sofía Gascón ha pedido disculpas por sus palabras a través de Netflix, que distribuye ‘Emilia Pérez’ en Estados Unidos: «Quiero reconocer la conversación en torno a mis publicaciones anteriores en las redes sociales que han causado dolor” “Como miembro de una comunidad marginada, conozco muy bien este sufrimiento y lamento profundamente haber causado dolor. Toda mi vida he luchado por un mundo mejor. Creo que la luz siempre triunfará sobre la oscuridad”.
Los mensajes de Karla Sofía Gascón atacaban particularmente al islam. Uno de ellos decía: “Cuántas veces más la historia tendrá que expulsar a los moros de España… todavía no nos hemos dado cuenta de lo que significa esta amenaza de civilizaciones que constantemente ataca a la libertad y coherencia del individuo. No se trata de racismo, se trata del islam”. “El mayor atraso de derechos está en el islamismo”, señalaba otro mensaje. Y en otro se podía leer: “Cada vez que voy a recoger a mi hija al colegio hay más hembras con el pelo tapado y el faldón hasta los talones. Lo mismo el año que viene en vez de inglés tenemos que dar árabe… y un cordero”.
Sobre la covid, Sofía Gascón escribía: “La vacuna china, aparte del chip obligatorio, viene con dos rollitos de primavera, un gato que mueve la mano, 2 flores de plástico, un farolillo desplegable, 3 líneas de teléfono y un euro para tu primera compra controlada”.
En otro mensaje, Sofía Gascón puntualizaba sobre el movimiento Black Lives Matter: «Realmente creo que a muy pocos les importó nunca George Floyd, un drogata estafador, pero su muerte ha servido para volver a poner de manifiesto que hay quienes todavía consideran a los negros monos sin derechos y quiénes consideran que la policía es asesina. Todos errados».
Y, sobre la inclusión de los Oscar, la actriz apuntaba: “Cada vez más los Oscar se parecen a una entrega de cine independiente y reivindicativo, no sabía si estaba viendo un festival afrokoreano, una manifestación Blacklivesmatter o el 8M. Aparte una gala fea fea. Les faltó darle un premio al corto de mi primo, que es cojo”.
La campaña de ‘Emilia Pérez’ encadena una polémica con otra. Solo esta semana, Karla Sofía Gascón ha sido noticia por sugerir que el equipo de Fernanda Torres, actriz brasileña y compañera de reparto de Sofía Gascón en ‘Emilia Pérez’, estaba haciendo campaña en contra de Sofía Gascón en redes sociales para desprestigiar su trabajo en la película. «Creo que es una mujer maravillosa, aparte de una actriz increíble. Lo que no me gusta es que haya un equipo de redes sociales que trabaja alrededor de estas personas intentando demeritar el trabajo de otras, como es el mío, o el de la película, porque eso no lleva a ningún sitio. Para resaltar el trabajo de una persona no necesitas hundir el de los demás», argumentaba Sofía Gascón.
Karla Sofía Gascón ha hecho historia al convertirse en la primera actriz abiertamente trans en recibir una nominación al Oscar. Es historia española, además, pues ella es de Madrid. ¿Pero corre peligro su nominación? Como recoge El País, la Academia pide a los intérpretes nominados que cuiden sus comunicaciones públicas, evitando compartir “información falsa o errónea de una película, actuación o logro”. Según los expertos, las palabras de Sofía Gascón no suponen una violación del código de Hollywood, pero sí le «complican» su carrera hacia el Oscar, ya de por sí muy competitiva. Sarah Hagi, sobre sus hallazgos, ha bromeado: «Mi trabajo aquí está hecho. De nada, Demi Moore».
Frank Ocean habría empezado a trabajar en su debut como director cinematográfico, según informa Variety. No sé conoce el título, aunque se rumorea que podría llamarse ‘Philly’, ni la trama de la película. Sin embargo, sí se sabe el nombre del actor protagonista, David Jonsson.
El elusivo cantante habría empezado a rodar su película en Ciudad de México de forma independiente con el actor, conocido por su aparición en la reciente ‘Alien: Romulus’. El año pasado comenzaron los rumores sobre una película de A24 dirigida por Ocean. Sin embargo, esto no estaría confirmado todavía.
Esta es la última actividad del autor de ‘Blonde’ fuera de la música. En los últimos años, Ocean ha lanzado Homer, su propia línea de joyas, ha aparecido en la MET con un muñeco, ha actuado en Coachella (solo una noche), ha publicado un libro fotográfico y ha mostrado algunos trozos de nueva música. Esto último, con cuentagotas.
Lola Young sigue haciendo ruido con ‘Messy’, tema que recomendamos el pasado año, y que se mantiene una segunda semana en el número 1 de las listas de singles británicas. El pasado 24 de enero, la canción alcanzó la cima de la tabla, impulsada por su primera aparición en el programa de Jimmy Fallon, en el que regaló una espectacular actuación.
Sacada del disco ‘This Wasn’t Meant For You Anyway’, ‘Messy’ fue originalmente lanzada como single el 30 de mayo de 2024. No fue hasta el pasado 13 de diciembre cuando Young se ganó su primera entrada en la lista de singles de Reino Unido, en el número 11. Una semana después, en la víspera de Navidad, llegó al séptimo lugar.
Un mes después, Lola Young se hizo con el número 1 tras una escalada de 11 semanas. Hoy, en Spotify, ‘Messy’ supera en reproducciones a ‘Like Him’, su colaboración con Tyler, the Creator, que siempre está avispado a la hora de descubrir artistas prometedores.
En la portada del nuevo disco de Alba Reche, y en el videoclip de la canción titular, una pareja discute. La cantante desechó una serie de composiciones y empezó de cero al final de una nueva relación, comenzando con ‘Digna de ti’. «Si lo he dado todo, ¿por qué no soy digna de ti? Si lo he dado todo, ¿por qué te alejas de aquí?», se pregunta en esta canción de inspiración acústica, con algún efecto a las voces y algún estallido «Y entenderás que ella nunca será yo, ¡nunca será yo!».
Pese a este exabrupto y al mal momento retratado en cubierta y vídeo, ‘No soy tu hombre’ es un álbum tranquilo. Su cadencia es tan reposada como el de un álbum feliz o como mínimo agridulce de Kings of Convenience. No en vano se ha compuesto en una casa rural de Valencia, «entre cabrillas». Los primeros discos de Zahara y Tulsa podrían ser una referencia también. La artista da con un sonido más folky, acaso más americano, perceptible por ejemplo en la bonita ‘Creí en ti’ y en su sutil crescendo con guitarras eléctricas. Se produce justo cuando la letra pasa de decir «siempre creí en ti» a «me obligaste a creer en mí».
El disco confesional de Alba Reche, pues la artista asegura que ahora es más fiel a la realidad en sus textos, incluye reflexiones sobre la necesidad de tener «menos miedo» (‘Mi casa’), sobre la relación con nuestro cuerpo (‘La mitad’) y relatos de puro costumbrismo (‘Tan guapa’). No incluye tanto hit, en cambio, en un desarrollo que confunde indistintamente singles (‘Todo lo que conozco’) con los que no lo han sido y lo parecen (‘Tal para cual’). Y esto sucede para bien y para mal.
Para mal, porque los álbumes del género agradecen canciones emblemáticas a las que agarrarse. Ya se sabe que cuesta a las baladas triunfar, pero cuando lo hacen es para siempre (Adele, Benson Boone, Bruno Mars). ¿Hay aquí alguna de esas? Para bien, porque ninguna canción te echa del álbum. Productores como Mayo y Tuiste, vatocholo y sobre todo Khotton han ayudado a Alba Reche en este disco intimista y elegante, con bastantes detalles electrónicos, que se aleja del sonido de gente del perfil de Manu Carrasco. Ni rastro de desesperación comercial, ni rastro de featurings, ella sigue su viaje sola como en aquel vídeo de la barca de Caronte.
En un álbum que tendía a lo monotonía, se agradece por tanto el correcto nivel compositivo que dan los puentes y las outros, a menudo dejando lo mejor de cada composición. Los coros al final de ‘Enemigo’, las guitarras eléctricas al término de ‘Tal para cual’, el cambio de acordes -tan clasicote- de ‘Tan guapa’… El álbum habría agradecido más beats como los del final de ‘Todo lo que conozco’. Tras una ruptura que parece convulsa, casi todo suena paradójicamente en su lugar en ‘No soy tu hombre’.
‘Hurry Up Tomorrow‘, el nuevo álbum de The Weeknd, ha llegado dejando varias sorpresas. En primer lugar, la total ausencia del single ‘Dancing In the Flames‘, que Abel Tesfaye ha preferio dejar fuera del repertorio posiblemente a causa de su pobre desempeño comercial. Ha sido un minifracaso para esa fábrica de éxitos llamada Max Martin. En segundo, la duración del álbum -22 cortes, 1 hora y 20 minutos- prácticamente constituye la de un álbum doble.
Que la duración de ‘Hurry Up Tomorrow’ esté justificada terminaremos de averiguarlo con las escuchas. En principio, en el disco conviven temas muy sólidos con otros que lo son menos. Por cada grower tipo ‘Open Hearts’ asoma un tema blandengue como ‘Red Terror’.
A The Weeknd se le escucha muy cómodo asentado en el estilo de synth-pop tenebroso de sus dos trabajos anteriores, ‘Dawn FM‘ (2023) y ‘After Hours‘ (2020), pues no hay que olvidar que ‘Hurry Up Tomorrow’ sirve de cierre para la trilogía. El italo disco está muy presente en estas nuevas producciones, por ejemplo en ‘Without a Warning’, pero Tesfaye no termina de llevar ese sonido y su fórmula más allá de lo conocido, salvo en algún tema contado como ‘Opening Night’. Es hasta gracioso que haya tardado tanto en sacar un tema llamado ‘Drive’.
Algunos cortes serán especialmente comentados por sus colaboraciones. ‘Wake Me Up’ abre el disco sonando a Justice porque está producida por Justice, Lana Del Rey contribuye unos tarareos en ‘The Abyss’ y suma una cuarta colaboración con el canadiense, y los coros de Florence + the Machine son fácilmente audibles en ‘Reflections Laughing’, que, además, cuenta con la participación de Travis Scott. El mismísimo Giorgio Moroder está invitado en ‘Big Sleep’ quizá porque el disco suena mucho al futuro disco que él popularizó.
‘Reflections Laughing’ es uno de los pocos temas más o menos experimentales de ‘Hurry Up Tomorrow’. En contraposición, ‘Open Hearts’ es uno de los bangers, y por tanto nuestra Canción del Día. Por ello, Tesfaye no ha dudado en presentarlo en directo esta noche en el programa de Jimmy Kimmel.
Está por ver si ‘Open Hearts’ logra amasar la barbaridad de streamings logrados por otro de los singles incluidos en este álbum, ‘Timeless‘. Lo que sí consigue ‘Open Hearts’ es tomar la fórmula de ‘Dancing in the Flames’ y mejorarla. Puede que su letra torturada («nunca es fácil enamorarse otra vez, pero tú cubres mis heridas») no sea lo más original que puede firmar Tesfaye en 2025. ¿Pero alguien se atreve a dudar de esta buena producción synthwave y de esta maravillosa melodía?
Un tuit de Madonna sobre Trump ha terminado en portada de medios de todo tipo, de El Diario a El Español, pasando por El País. Quizá porque no hay tantos artistas pronunciándose sobre la gravedad de sus primeras medidas de 2025: la deportación de inmigrantes; la eliminación de la lucha contra el sida en países vulnerables, lo que puede poner en riesgo la salud mundial; la supresión de tratamientos de transición hasta los 19 años. Selena Gomez subía un post llorando a lágrima viva porque no sabía cómo ayudar a los inmigrantes, y después tenía que borrarlo por la presión social.
“Es muy triste ver a nuestro gobierno desmantelando todas las libertades por las que hemos estado luchando y ganando a lo largo de los años”, comentaba Madonna, copando titulares, de Reino Unido a Estados Unidos.
Un par de días después de aparecer en agencias con este tuit, Madonna ha vuelto a la carga, ahora en Instagram. Posteando una foto de su adolescencia, de los días en que llegó a Nueva York, ha concluido: «No tenía ni idea de que un día viviría en un mundo en el que el Fascismo pudiera ser banalizado y la norma». La cantante se refiere, con frustración, al auge de la ultraderecha en todo el mundo.
No tantos medios han recordado que la aversión de Madonna hacia Trump viene de atrás. En su primer mandato participó en un acto feminista en el que llegó a declarar que soñaba con «hacer volar la Casa Blanca» desde que el magnate había llegado al poder. Donald Trump llegó a llamar por ello a la Ciccone «asquerosa«.
Suele pasar desapercibido porque el disco se presentó con un post-reggaeton junto a Maluma, pero en verdad el último disco de Madonna hasta la fecha, ‘Madame X‘, que salió durante el primer mandato de Trump, contenía varios temas que hablaban sobre el auge de la ultraderecha. Una frase del tema feminista ‘Batuka’ parece abiertamente inspirada en Trump («coge a ese viejo y mételo en la cárcel»). ‘Future’ hablaba de cambio climático. ‘God Control’, sobre la posesión de armas. ‘Dark Ballet’, sobre el estigma del VIH y el poder de las redes sociales. ‘Killers Who Are Partying’, sobre la necesidad de apoyar a los más desfavorecidos. El álbum y la gira acababan con ‘I Rise’, puño en alto, sobre la resistencia. Madonna explicaba mientras lo escribía que su disco no iba específicamente sobre Trump porque no sabía «quién gobernaría cuando saliera». Poco imaginaba entonces que volvería al poder, con peores medidas para la comunidad LGTBIQ+ que entonces.
En aquella época, tres periodistas españoles pudimos entrevistar a Madonna en Londres. Mi compañero Pablo Gil de El Mundo le preguntaba si consideraba que «la libertad estaba en peligro» y recuerdo que la cuestión le entusiasmó, pues se extendió especialmente con ella: «Está la libertad personal y la colectiva, y las dos están en peligro. Como comunidad, como grupo, como gente, como sociedad, nuestras libertades están en peligro en todos los sentidos. No debemos dar nada por sentado por lo que hemos conseguido (…) Creo que las libertades nos están siendo arrebatadas de manera sutil, poco a poco y delante de nuestras narices. Da mucho miedo». Puedes recordar su respuesta completa aquí.
It’s so sad to watch our new Government slowly dismantling all the Freedoms we have been fighting for and WON over the years. 🏳️🌈💔 Don’t give up the Fight! pic.twitter.com/6FiziYa2zM
Lola Indigo ofrecerá una de las actuaciones musicales en la 39ª edición de los Goya, que se celebra el sábado 8 de febrero en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Granada. Mimi Doblas es de Granada y ha llegado a publicar un trabajo dedicado a su ciudad en el que colaboraba con otros artistas granadinos. ‘GRX‘ puede ser, de hecho, el mejor disco de su carrera, a pesar de ser un EP.
De aquel EP sobresalía el single ‘Yo tengo un novio‘, a todas luces una de las Mejores Canciones de 2024, aunque se publicó originalmente a finales de 2023. Seguro que «yo tengo un novio que me come el coño, me come el coño, me come el coño, me come le coño, me come el coño» no será lo que escuchemos cantar a Lola Indigo en los Goya. Siempre no quedará soñar.
La nota de prensa de Universal añade que «este anuncio ha generado gran expectación entre el público, dado el historial escénico de la artista, que siempre sorprende en sus directos por su detallista y cuidada puesta en escena».
Lola Indigo se encuentra preparando ‘La Bruja, La Niña y El Dragón’, el show que presentará en tres grandes recintos en España este 2025: en el Bernabéu de Madrid el 14 junio (con todo agotado), en La Cartuja de Sevilla el 21 de junio, y en el RCDE de Barcelona el 12 de julio.
El Goya a Mejor canción, este año, se disputa entre Maria Arnal por ‘La virgen roja’, para la serie del mismo nombre; Alondra Bentley & Isaki Lacuesta por ‘Love is the worst’, para ‘Segundo premio’; Valeria Castro por ‘El borde del mundo’, para ‘El 47’, Antón Álvarez y Yerai Cortés por ‘Los Almendros’, para ‘La guitarra flamenca de Yerai Cortés’ y Fernando Velázquez por ‘Show Me’, para ‘Buffalo Kids’.
Hoy 31 de enero se pone a la venta el nuevo álbum de The Weeknd, cuya lanzamiento se aplazó a causa de los incendios en Los Ángeles. Incluye colabo con Lana Del Rey en ‘The Abyss’. También llega al mercado el tercer disco de Amaia. Bonnie ‘Prince’ Billy publica su disco de country y, asimismo, se ponen en circulación nuevos trabajos de Desire, Circa Waves, Vicente Calderón, María Terremoto, Maribou State o Geologist (de Animal Collective) junto a D.S. (siglas de Doug Shaw).
Entre las reediciones que se lanzan hoy destaca la de ‘In Waves‘ de Jamie xx, que incluye colaboración con Erykah Badu.
Al focus track de The Weeknd de hoy, ‘Cry for Me’, que no es el tema más experimental de su disco, se unen, entre los singles destacados de la jornada, los que siguen presentando próximos trabajos de Rigoberta Bandini, JENNIE con Dominic Fike, Miya Folick (en la foto), SAMAMI (con Clairo), Julien Baker y TORRES, Tunde Adebimpe, MØ o Pau Vegas.
Además, esta semana ha conocido varios estrenos, primeros singles que avanzan próximos álbumes de Ghouljaboy, rusowsky, Black Country New Road, El Faro, Sparks, The Kooks, Deafheaven o Alison Krauss & Union Station, que se han reunido después de 14 años. Otro nombre que vuelve es Don Patricio.
Los más de 6.700 suscritos a la playlist «Ready for the Weekend» podéis escuchar, por otro lado, interesantes novedades de Bomba Estéreo, Sunflower Bean, Ouineta, DYLYN, Phoac, Gazella, Fermi con Maria Rodés, Sleigh Bells, Killin’ Cactuz, Gazella, Lucrecia Dalt con David Sylvian, Cat Burns, DEVA, Cheat Codes, Gordi, Pikeras con KICKBOMBO, Stereophonics, Shinova con En Tol Sarmiento, joan, Kaitlin Aurelia Smith o Yawners.
Patti Smith ha sufrido un pequeño percance esta semana actuando en San Paulo, Brasil. El pasado miércoles, mientras Smith recitaba un texto acompañada de la música del grupo berlinés Soundwalk Collective, se mareó y se vio obligada a abandonar el escenario.
Smith ha aclarado en Instagram que sufrió un mareo a causa de sus migrañas pero que no se desmayó, como se ha publicado en varios medios: «Se está contando una historia exagerada en los medios. Simplemente sufrí un mareo después de pasar días con migraña. Tuve un pequeño incidente, me retiré del escenario y volví 10 minutos después, hablé con la gente, aclaré que me encontraba bien y canté ‘Wings’ y ‘Because the Night’. Me atendieron los mejores médicos y me puse bien».
Smith concluye: «Por favor, no deis otra historia por válida. Con todo lo que está pasando en el mundo, este incidente es comprensible y no amerita tanta atención. Gracias a todos por vuestra preocupación pero os aseguro que estoy bien».
Según ha contado esta semana la prensa brasileña, Smith «colapsó» media hora después de salir al escenario, mientras recitaba un texto sobre la crisis climática. Smith fue «trasladada en silla de ruedas a los camerinos» y, después, salió al escenario para disculparse: «Desafortunadamente, me he puesto mala y los médicos me han dicho que no puedo acabar la actuación».
En un comunicado, Soundwalk Collective indicó que Patti Smith «está siendo atendida por los mejores médicos» y que está «tremendamente agradecida por vuestra paciencia y por vuestra misericordia, y manda cariño a todos los que asistieron al recital».
La primera semifinal de Benidorm Fest se saldó sin claro favorito: la mayoría de actuaciones parecía recién salida de una función escolar. Solo el liderazgo en audiencia y los chistes desvergonzados de Inés Hernand, «siempre al borde del despido, siempre cerca del INEM», salvaron la noche. Era imposible que el nivel musical y escenográfico fuera peor, y la segunda semifinal ha salido ganando en comparación, en ese sentido.
El show resultó mucho más entretenido desde que Chenoa abriera con un popurrí de sus éxitos, tan crecida después de su gran actuación en el Brava resurrección en Operación Triunfo. Y hubo un par de actuaciones que, sin abrir una puerta de la victoria para España en Eurovisión, esa que tanto anhelamos desde hace más de 55 años, al menos divirtieron. Fue el caso de DeTeresa, con una especie de chotis o pasodoble muy loco, digno de la deriva de las redes sociales aquí y en el mundo.
DeTeresa, de Madrid, aunó imaginería española hasta el punto de parecer una película de Bigas Luna, solo que con directora mujer o LGTBIQ+. Inclusive: ella misma usó una palabra parecida al pedir el voto. Cantó sobre cuánto prefería la fidelidad de la pena respecto a la de los hombres, sus bailarines resultaron portar un tanga con el nombre de DeTeresa, el mismo que le calzaron a una pelota de fútbol, y al final, se subió a un toro y montó un griterío que la realización debería haber alternado con la cara del jurado internacional, que no en vano enseguida procedió a eliminarla. ‘La pena’ no pintaría mucho en Eurovisión, pero solo Samantha Hudson haciendo ‘Por España’ en prime-time habría servido más coño. Gracias, DeTeresa, por darnos tanto a cambio de tan poco.
Otras fumadas menos estimulantes fueron el «potajito» (sic) de Mel Ömana, con sus partes Nathy Peluso, sus partes Beyoncé y sus partes «se me ha ido ya la mano con los cambios», que en cambio sí convenció a público y jurado. También se llevó el gato al agua por alguna razón J Kbello, a medio camino entre Mónica Naranjo y Chayanne, con más cuerpo de baile que voz y gracia. Quien no logró clasificarse aunque sí lo intentó muy fuerte Carla Frigo, con una puesta en escena ultra sexual en busca de un nuevo chanelazo.
La gran favorita para representar a España en Eurovisión parece hoy por hoy Melody, muy inspirada por Thalía, Gloria Trevi o Alaska. «Se nos ha ido la olla con la puesta en escena», anunció. Y era cierto. Una pena porque la letra de ‘Esa diva’ tenía un mensaje que merecía menos efectos 2005 y menos fallos de sonido. Su presentación es una insistencia en el pasado, pero no parece tener mucha más competencia. ¿Puede ganarle J Kbello? ¿Lachispa? ¿Lucas Bun? ¿Daniela Blasco? Who?
Entre los eliminados, Celine Van Heel llevaba una salsa de corte feminista que se podría haber beneficiado del regreso de este ritmo a las listas, de mano de Bad Bunny. No fue el caso de su puesta en escena, que se quedó en la Gloria Estefan de entre siglos. «¡Votadme, coño, votadme!», se atrevió a exclamar al final, y ese fue el riesgo que se echó de menos en su canción y en su puesta en escena, que por alguna razón llenó de MichaelJacksons y referencias a Marilyn.
Entre las sorpresas de la noche, la balada de Henry Semler, en plano secuencia: una canción bonita post-ruptura llamada simplemente ‘¿No lo ves?’, que ni público ni jurado comprendieron. Y luego está lo del verso suelto de Mawot, una improbable mezcla de Tino Casal, Guille Milkyway, Billy Corgan y Daniela Romo, que parecía estar allí solo para que su hijo le viera por la tele. Al jurado le debió de gustar el uso del italiano en el tema, porque a Italia siempre le va bien en Eurovisión y nos merecemos algo de lo suyo. Aunque es inevitable la pregunta «de dónde sacan a esta gente». Y si esta gente vio la actuación ganadora de Eurovisión 2024. ¿O se quedaron en ‘Dime’ y ‘Europe Is Living a Celebration’?
Marianne Faithfull, intérprete de canciones como ‘As Tears Go By’ o ‘It’s All Over Now Baby Blue’ e icono de la British Invasion durante los años 60, ha fallecido a los 78 años en su casa de Londres. Así lo ha comunicado su portavoz a la prensa británica: “Ha fallecido hoy en paz en Londres, en compañía de su querida familia. La echaremos mucho de menos”.
Faithfull empezó su camino musical tocando en bares, pero su carrera despegó cuando fue descubierta en una fiesta de los Rolling Stones. Su primer single, ‘As Tears Go By’, escrito por Mick Jagger, Keith Richards y su productor, Andrew Loog Oldham, fue una sensación que alcanzó el top 10 en las listas británicas en 1964. También fue conocido su paso por el cine en películas como ‘The Girl On A Motorcycle’ (1968).
La década de los 60 fue próspera para Faithfull, que publicó discos como ‘North Country Maid’ (1966), dándose a conocer también en Estados Unidos; participó en la grabación de ‘Yellow Submarine’ de los Beatles, en la que se la escucha, e inspiró varias canciones de los Rolling Stones a raíz de su mediática relación sentimental con Mick Jagger. Previamente, Faithfull había estado casada con el artista John Dunbar, con el que tuvo su único hijo, Nicholas Dunbar.
La vida de Faithfull tomó un giro brusco durante los años 70. Su ruptura de Jagger y la pérdida de la custodia de su hijo le llevó a intentar suicidarse. Durante dos años, adicta a la heroína y aquejada de anorexia, vivió en las calles de Soho. Su carrera musical no remontó hasta 1979, año en que publicó el disco mejor valorado de su carrera, ‘Broken English‘, inspirado en la moda new wave. Su voz rasposa encandiló a la crítica -a pesar de que era consecuencia de sus adicciones- y el álbum recibió una nominación a los Grammy.
La carrera musical de Faithfull continuó durante las siguientes décadas tomando caminos diversos. Experimentó con el jazz y el blues en su álbum de 1985 ‘Strange Weather’, que dedicó a un novio que se había suicidado, al que conoció durante su estancia en una clínica de desintoxicación. Durante los 90, Faithfull trabajó con Angelo Badalamenti en el álbum ‘A Secret Life’. Y, después, su cartera de colaboraciones es un «quién es quién» de primer nivel.
En 1997, Faithfull publicó su colaboración con Metallica, ‘The Memory Rains’. Después, Faithfull trabajó con Blur, Beck, Billy Corgan y Jarvis Cocker en su álbum de 2002, ‘Kissin Time’, y con PJ Harvey y Nick Cave en su disco de 2005, ‘Before the Poison’, que también contaba con colaboraciones de Damon Albarn o Jon Brion. En 2007, cantó con Patrick Wolf en la maravillosa ‘Magpie’.
En los últimos años de su vida, habían sido noticia tanto sus diversos problemas de salud (un cáncer de mama, una rotura de cadera, su estancia hospitalaria de 22 días a causa de la covid) como su buen gusto a la hora de abordar grabaciones como la de su fantástico álbum de 2014, ‘Give My Love to London‘. Sus dos últimos álbumes, ‘Negative Capability’ -donde volvió a aliarse con Nick Cave en la gran ‘The Gypsy Faerie Queen‘, y ‘She Walks in Beauty’, se publicaron en 2018 y 2021, respectivamente.
Bring Me The Horizon es la última banda en pasar por la serie ‘Spotify Singles’, en la que cada artista entrega una cover y una versión en directo de uno de sus temas. La canción elegida por la banda británica ha sido ‘Wonderwall’ de Oasis, fácilmente una de las más conocidas de la historia. Sorprendentemente, a Liam le ha gustado.
El tono pacífico de la canción original desaparece completamente. La guitarra acústica de Noel Gallagher es sustituida por un riff de heavy metal, insignia de la banda, mientras que la despreocupada voz de Liam se convierte en un festival de gritos, cortesía de Oli Sykes.
La versión tiene todos los ingredientes para que Liam diga barbaridades sobre ella. Menos ha necesitado en otras ocasiones. Sin embargo, para sorpresa de todos, le ha encantado. «I fucking LOVE it», ha escrito en X.
Después, ha respondido a un usuario que había predicho que el vocalista se iba a «enfadar». Liam ha aclarado su postura: «No estoy enfadado, es absolutamente increíble, me ha hecho el día, me voy a ir fuera con mi monopatín, que os den».
Bring Me The Horizon have released an unexpected cover version of Oasis’ classic ‘Wonderwall’
The band surprise dropped the track today (January 29) as part of the Spotify singles series with the artwork seeing them recreate a shot from the original’s music video. pic.twitter.com/SZqlqtURM2
Tres años después de que el vocalista Isaac Wood dejase la banda, Black Country, New Road vuelven con el anuncio de su tercer álbum. ‘Forever Howlong’ saldrá el próximo 4 de abril y el primer single, la tierna ‘Besties’, ya está disponible. Es la primera canción de la banda en la que Georgia Ellery canta en solitario.
‘Besties’ se trata de la canción inicial del disco y, tal y como indica su título, habla de los mejores amigos: «Quiero ver a mi mejor amigo saludándome». En el disco completo, Tyler Hyde y May Kershaw también se ocuparán de las voces principales: «Es muy diferente de ‘Ants From Up There’, por la perspectiva femenina, y la música que hemos hecho lo complementa», cuenta Ellery.
«Después de dos años escribiendo nueva música, lo pasamos muy bien grabando el disco el pasado otoño con el productor James Ford«, cuenta la banda en redes. Ford, que ha colaborado con grupos como Arctic Monkeys, Fontaines D.C. o Depeche Mode, anunció a mediados de mes que había sido diagnosticado con leucemia linfoide aguda y que se encontraba en tratamiento después de «sentirme bastante mal en la víspera de Navidad».
El nuevo álbum llevará a la banda a una gira por el Reino Unido, Irlanda, Estados Unidos y Europa, aunque no pasarán por España.
Tracklist:
1. Besties
2. The Big Spin
3. Socks
4. Salem Sisters
5. Two Horses
6. Mary
7. Happy Birthday
8. For the Cold Country
9. Nancy Tries to Take the Night
10. Forever Howlong
11. Goodbye (Don’t Tell Me)
La música de la película ‘Better Man’, que cuenta los años más tumultuosos de la carrera de Robbie Williams, ha conseguido llegar al número 1 de la lista de discos británica. En Reino Unido, Robbie Williams es Dios y este disco representa su 15º número 1 en esa tabla, la de álbumes. Empata a los Beatles. Si contamos los discos de Take That, podrían sumar 18, 19 o 20, como cuenta la OCC, dependiendo de qué recopilatorios cuentes (en unos sale más, en otros sale menos).
‘Better Man’ ha vendido 43.000 copias en una semana, solo dentro de Reino Unido, la mayoría en CD, 21.000, y en cassette, otras 21.000, esto último a través de dos ediciones. Eso sí, se espera que el disco a duras penas resista en el top 75 en su segunda semana, pues aparece ya en el puesto 69 en las midweeks.
Este otro mal dato está en sintonía con lo que han resultado ser los datos de taquilla de ‘Better Man’. La película costó 110 millones de dólares y va a tener graves problemas para resultar rentable.
En su principal mercado, Reino Unido, únicamente llegó a ser top 5 a su estreno en Navidad, pero luego no se ha mantenido muy bien, y tan solo ha recaudado 6 millones de libras a lo largo de 6 semanas de exhibición. Alguien esperaba que la película fuera un «sleeper» al modo de ‘The Greatest Showman’ del mismo director, Michael Gracey, pero no ha terminado de pasar.
En España, la peli llegaba al top 11 semanal de las más taquilleras según el Ministerio de Cultura, pero abandonaba el top 25 de películas más populares tras tan sólo 3 semanas. Había recaudado en esas 3 semanas un total de 350.000 euros a través de 51.000 espectadores.
Una pena porque el proyecto, con Robbie Williams convertido en mono, era más arriesgado e interesante que este tipo de biopics al uso. ¿Logrará el streaming convertirlo en película de culto, o simplemente caerá en el olvido?
Dani Fernández ha recorrido un largo camino desde su etapa como miembro de Auryn, de la cual habla sin reservas. El cantante y compositor de Ciudad Real es uno de los artistas con más éxito comercial de nuestro país. ‘La Jauría’, su último disco, entró fuerte en las listas, apostando por una mezcla de pop y rock clásico, y llegó al número 1 de la tabla. Después de Charli xcx, Coldplay y Dua Lipa, es el artista de Warner que más triunfa en España, según el último informe de Promusicae.
Con motivo de la celebración de SanSan Festival los próximos 17, 18 y 19 de abril, del cual JENESAISPOP es medio oficial, hablamos con el artista de 33 años sobre su relación con el odio en redes sociales, la gestión del éxito, lo difícil de reinventarse y su contrato con Warner. Además, en Instagram nos cuenta cuáles son sus artistas favoritos del cartel, desde Alcalá Norte a Zahara.
La conversación empieza desde que entra en la habitación de las oficinas de Warner, en The Music Station, con una actitud más que cercana. «A Auryn nos queríais muchísimo en JENESAISPOP. Os sigo desde hace muchos años y me mola mucho lo que transmitís, la verdad», comenta.
Han pasado algunos meses desde el lanzamiento de ‘La Jauría’, y ya se puede ver con algo de perspectiva. ¿Qué significa para ti este disco?
Pues un crecimiento musical bastante grande. A nivel conceptual, representa cómo se siente un artista cuando se expone a nivel musical. Al hacer este disco era: qué es lo que tengo que hacer, qué es lo que voy a hacer, hacia qué público voy, cómo voy a gestionar mi futuro a partir de este tercer disco… Y me di cuenta de que yo mismo tenía más prejuicios e inseguridades que la gente de fuera al escuchar una canción. Muchas veces estaba rayado por cosas externas que no venían a cuento. Llegó un momento en el que me empecé a sentir más a gusto con las canciones que estaba creando y me olvidé de esas inseguridades. En este disco toco los dos palos que más sé hacer: el rock y el pop. Unas tiran más al rock y otras al pop, intentando olvidarme del qué dirán. Como artista, uno no olvida que esto también es un trabajo y ese equilibrio entre profesión y persona es el que tienes que nivelar en tu cabeza, que es lo más difícil.
«En este disco he intentado olvidarme del qué dirán»
Puede que estemos en el momento en el que más difícil es hacer eso, porque con las redes sociales…
Pues sí, tío. Las redes sociales siempre han sido muy negativas para mi salud mental. Creo que me han dado muchas cosas positivas, porque he llegado a mucha gente a través de ellas, pero me afectaba mucho cuando alguien opinaba sin saber. Yo sé que hay otros artistas que cuanto más hate reciben, más ego tienen y más arriba se vienen. Yo, sin embargo, me venía más abajo y me sentía más pequeño. Ahora estoy intentando equilibrar esa parte de sentirme músico, porque al final he estudiado música muchos años, y no sentirme peor artista por la música que hago, o por si sueno o no en la radio.
¿Tienes algún truco o regla que sigas para que no te afecte tanto? No sé si sigues leyendo ese tipo de comentarios o si intentas evitarlos.
A mí me gusta que me digan la verdad. Me gusta que me digan con objetividad lo que piensan, pero con respeto. Sí me gusta leer críticas constructivas y con respeto sobre mi disco, la portada o una canción. Lo hago con mis amigos. Un día, le enseñé una canción a mi amigo Guille y me dijo: “Tío, esta canción es una mierda”. Eso a mí me hace crecer como artista. También me gusta leer si a mis seguidores no les ha llegado tanto un tema. Estamos para mejorar. Lo que no sé llevar y no creo que sepa llevar nunca es la gente que viene a hacer daño gratuitamente. Es como que además les gusta el hecho de que tú te sientas mal. Se nos llena la boca con hablar de salud mental y de que tenemos que ir al psicólogo y somos los primeros que intentamos joder al que tenemos al lado.
«Hay artistas que se vienen arriba con el hate; yo me venía más abajo»
Imagínate que haces un tema y crees que es la mejor canción que has hecho, pero no le gusta ni a tus fans ni a tus amigos. ¿Cómo gestionas eso? ¿Te has visto en esa situación?
Me ha pasado y me siento orgulloso de ello. En el disco hay una canción que se llama ‘La trama principal’, que tira al blues. Cuando se la enseñé al equipo, todos me dijeron que se iba un poco. A mí me parecía buena canción y que tenía un mensaje muy bueno. Hablé con la compañía y dije que la quería sacar, que me gustaba y que habría mucha gente que dirá que le gusta todo menos esta canción. Si me gusta a mí, tengo que seguir adelante con ello. El problema es cuando no me gusta a mí, que también me ha pasado.
Cuando no te gusta, pero al resto del mundo sí.
Exactamente, ese es el problema. Ahora me pasa que hay canciones con las que no conecto y no las quiero hacer en conciertos, pero yo sé que a mi público sí le gustan, entonces tengo ese debate interno de decir: ¿Qué hago? Siento que no voy a ser fiel conmigo mismo, pero también sé que mi público está esperando esta canción.
Tu equipo en Warner, ¿suele tirar por lo que puede ser más comercial?
Al principio, es verdad que Warner me intentaba tirar más a lo comercial. Por ejemplo, me decían que no saliese fumando en los videoclips, que no saliera alcohol, intentando que sea todo lo más blanco posible. Luego ya entendí que yo quiero ser natural y que si me tengo que beber una cerveza en algún momento, pues me la voy a beber. No soy ejemplo de nada. Soy una persona absolutamente normal y sigo viviendo exactamente igual que antes. Lo han ido entendido y cada vez me dejan más hacer mis discos.
Me alegro, porque además ‘La Jauría’ ha sido un éxito gordísimo. No sé si lo esperabas o no.
Nunca te esperas nada. Nos pasó con la gira. Mucha gente no está echando la bronca porque se nos han quedado pequeños los recintos. “Tú podías haber llenado el Palau”. Claro, pero no lo sabía. Tampoco me gusta adelantarme y creerme más de lo que soy. Tomamos nota para lo siguiente. Con las canciones me pasa lo mismo. Me gusta ser lo que soy y no creerme más músico que nadie. Que haya vendido los discos que he vendido, pues yo que sé. Me hizo mucha gracia una publicación que hizo Carolina Durante porque fui número 1 en ventas y ellos fueron segundos: “Vamos a por ti, Dani”. No soy mejor artista por ser el número 1. Debes tener eso en la cabeza y no decirlo con falsa modestia.
¿Pensar eso te ayuda a mantener los pies en el suelo? Es fácil creérselo estando en tu situación.
Me ayuda la gente que tengo a mi alrededor. Me he dado muchas hostias y cuando estaba en mi banda, podía creerme más de lo que soy ahora. Haber estado a punto de arruinarme cuando lo dejé con ellos y volver a empezar haciendo salas de 60 y 100 personas me ha hecho ver que mañana se puede acabar todo esto. En vez de ser número 1, mañana puedo estar en el top 500. Esto puede pasar. Hay muchos artistas y mucha gente, no solo ya en la música, que te dice esto de boquilla, pero yo soy consciente porque me pasó. Dejé de importarle a muchas personas. Gente conocida que me dejaba de seguir en redes porque ya no estaba en lo alto. Estoy intentando disfrutar de esto de una forma natural. A ver qué me depara la vida, ¿sabes?
«En vez de ser número 1, mañana puedo estar en el top 500. Soy consciente porque ya me pasó»
¿Qué es lo que más te costó al reinventarte?
Superar los prejuicios que tenía. No creía que tuviera una propuesta musical interesante. Pensaba que era un estafador. Eso fue lo que más me costó, poder olvidarme de mi etapa en Auryn y poder decir que tengo una propuesta, una banda, un productor, un equipo que me va a ayudar… Muchas veces me olvido de que soy afortunado por dedicarme a lo que me gusta porque esos prejuicios e inseguridades hacen que no disfrutes del momento en el que estás. Hace poco estaba con una chica que está empezando y le dije que tenía envidia sana por poder volver otra vez a crear mi primer disco, porque lo haría de una forma tan diferente… Con los conocimientos que tengo ahora. Hice lo que pude con lo que tenía y eso que yo viví, que también fueron muchas cosas negativas, hay veces que lo echo de menos.
Has conseguido un gran éxito comercial sin buscar el hit. ¿Tú crees que la gente nota eso?
¿Sabes qué pasa? Que para mucha gente parecerá que sí busco el hit. Como sueno en la radio, parece que estoy buscando esa comercialidad. Por ejemplo. Vetusta Morla eran los reyes del indie y llenaban estadios de 40.000 personas. Lo más complicado es gustarse a sí mismo y eso es lo que busco, sobre todo con las rayadas que puedes tener en la cabeza. Cuando vengo a Warner me llaman el antiartista, porque les digo que no quiero ser número 1. Y esto te lo digo con total sinceridad: no quiero ser número 1, no quiero ser una estrella. Yo quiero ser una persona absolutamente normal que hace su trabajo, lo que más le gusta, y que llega a casa y tiene una vida normal con su hija. Con la vida que tuve en su día con mi banda, cuando empecé en solitario me di cuenta de que la felicidad está en otro sitio. Está en poder dedicarte a lo que quieres y luego tener una vida normal.
«Cuando firmé con Warner, yo quería saber cuánto perdían y cuánto ganaban. Me dijeron «no puede ser, eso no se hace». No sé si otros artistas lo harán pero yo, cuando pido un adelanto, yo sé lo que genero»
Si te llaman el antiartista por no querer ser número 1. ¿Qué es para ellos ser artista?
Aquí en Warner se topan con, no sé cuántos artistas tendrán firmados, pero todos vienen a decirles que quieren estar en la radio, que quieren llenar el Wizink (Movistar Arena)… Cuando hicimos la primera vez el Wizink me vinieron y me dijeron: “Tío, que se ha liberado una fecha, que si quieres hacer el Wizink el 29 de diciembre”. Y yo les dije que no, porque no sabía si estaba preparado. No sabía si mi música estaba todavía para ir al Wizink. Le deje a mi representante la responsabilidad, porque confío en él muchísimo. Al final, metimos 12.000 personas y me demostraron que hay veces que yo no sueño alto. Nosotros ya estamos planificando para 2026 y ya tenemos cosas hasta en 2027. A mí, hay veces que me da vértigo. Entonces, es lo que te digo, me llaman cariñosamente el antiartista. Hay una cosa muy interesante y es que, cuando firmé con Warner, les pedí transparencia. Quería saber cuánto se gastaban en mí, porque soy consciente de que esto es un negocio y que están poniendo dinero para que vuelva después. Claro, ellos me dicen que no puede ser, que eso no se hace… Yo quería saber cuánto perdían y cuánto ganaban. No sé si otros artistas lo harán pero yo, cuando pido un adelanto, yo sé lo que genero. Entonces, necesito saber lo que te genero a ti, cuánto estás ganando y cuánto estás apostando, porque a lo mejor estoy haciendo el tonto. O al revés.
Es una petición que no haría un artista novel. Creo que está claro que todo lo malo que te ha pasado también te ha dado mucha experiencia y tablas.
Muchísima. De hecho, muchas veces le he dado alguna chapa a algún compañero más jovencito. En el mundo de la música se mueve mucho dinero y el foco va para los artistas. He visto chavales, sobre todo ahora en lo urbano, que se gana mucho dinero con el streaming, siendo engañados. Ellos sueñan con dedicarse a esto y no se dan cuenta de que a lo mejor la están cagando. No quiero ir de Robin Hood, pero no me gusta ver cómo un chaval que está soñando con eso se pega una hostia, porque yo ya me la di en su día. Así que imagínate, soy un chapas que flipas.
Sabemos que eres muy fan de Supersubmarina. Te vimos sacar a Jaime en el Sonorama del año pasado. No me puedo imaginar lo que significó eso para ti. Cuéntanos cómo se dio y cómo lo recuerdas.
Pues mira, solo pude verles una vez en Cartagena. De esto que vas a ver qué tal el directo, porque hay veces que se te baja un poco, pero me flipó. Cuando tuvieron el accidente, como fan absoluto de Supersubmarina, me llevé un palo. No les conocía de nada, pero yo creo que a su público, lo que le daba Supersubmarina era humanidad. Eran unos chavales normales de Baeza que se subían al escenario y luego se quedaban con la gente de birras. Cuando decidí hacer la versión de Supersubmarina me vinieron a la mente todos los talibanes del indie: “Qué hace este haciendo una versión”. Me armé de valor y justamente el día que saqué el disco murió mi abuelo. Chino y Juanca me mandaron un mensaje diciendo que habían escuchado la versión y que gracias por el cariño y la honestidad y, tío, me levantaron de un momento muy duro. El día del Sonorama, sabía que Jaime había vuelto a tocar la guitarra y se lo pedí, pero nunca pensé que se iba a montar la que se montó. Y surgió ese mismo día. Cuando vi a Jaime pisar las tablas del Sonorama y cómo la gente le aplaudía… No puedo explicar con palabras lo que yo sentí en ese momento.
Estuve ahí y creo que fue uno de los momentos más emocionantes que he vivido en un concierto. La energía era contagiosa.
La música es eso, tío. Vosotros también en JENESAISPOP, que apoyáis todo tipo de artistas, porque es muy fácil apoyar lo que ya está arriba. Y lo que tiene la música es que, cuando hay un momento mágico, da igual si eres fan o si no lo eres. Yo eso lo siento y estoy adicto a ello. Esos momentos previos de salir a tocar, el murmullo de la gente… A veces, voy a ver artistas que no me gustan y digo: «Hostia, qué guapo». Yo no soy fan de C. Tangana, pero la primera vez que fui a verle dije: «¡Guau!». Eso lo tiene solo la música. No hay nada que sea parecido.
Sparks, el original dúo de los hermanos Ron y Russell Mael, ha anunciado su 26º álbum, ‘MAD!’, que se pondrá a la venta en mayo a través de Transgressive Records, solo dos años después del lanzamiento de su último trabajo, ‘The Girl is Crying in Her Latte‘ (2023). Un par de temporadas atrás, Sparks firmaron la banda sonora de la fascinante película ‘Annette‘ (2021).
Sparks presentarán ‘MAD!’ en una gira que pasará por Japón, Reino Unido y Europa en junio y julio. No se ha anunciado cita en España, pero su equipo de prensa aclara que quedan «más fechas por anunciar». ¿Quizá depare alguna sorpresa? En cualquier caso, las entradas para los conciertos confirmados estarán disponibles en preventa a partir el 7 de febrero.
Como si no supiéramos que ellos siempre van a su bola, el primer adelanto de ‘MAD!’ presenta el título de ‘Do Things My Own Way’. La instrumentación se compone de un misterioso cóctel de guitarrazos y descargas eléctricas que traen a la mente el sonido de Suicide. En contraste, una melodía angelical cantada por un coro se hace notar en la última parte de la canción.
En ‘Do Things My Own Way’, Sparks afirman su independencia de diversas maneras: no «siguen consejos», le dicen «no» al Papa e invocan la figura del empresario y magnate estadounidense Howard Hugues, eso sí, llevando zapatillas de baloncesto. Hughes era conocido por su riqueza, su afición a la aviación y su excéntrica personalidad, sobre todo en los últimos años de su vida.
Oficialmente, según la nota de prensa, ‘Do Things My Own Way’ «se muestra como una especie de manifiesto personal y una celebración del libre albedrío». «La canción», continúa el texto, «parece abrazar la idea de tomar decisiones basadas en el propio deseo, sin seguir el camino fácil o convencional que otros podrían dictar». Sigue: «Es una canción que habla sobre la importancia de elegir, sin preocuparse por las presiones externas o las críticas. La banda nunca ha sido conformista, y esta canción parece ser un reflejo de esa filosofía: hacer las cosas a su manera y sin pedir disculpas».
‘The Bad Fire’, el 11º disco de Mogwai, no será uno más en su discografía. El grupo mantiene intacto su estilo, siempre pululando entre la explosión post-rock, la introspección shoegaze, algún gag electrónico… La diferencia aquí la ha marcado la enfermedad de la hija de uno de los autores principales, Barry Burns. Un día la pequeña se cayó, su almohada amaneció ensangrentada y en el hospital le diagnosticaron anemia aplásica. Barry quedó aterrorizado: alguien en su vecindario había fallecido a causa de la misma enfermedad durante su infancia. A partir de ahí, la familia vivió una pesadilla que se extendió durante dos años: quimioterapia, transfusiones y finalmente un trasplante que ha salido bien. Por fortuna, se está recuperando.
Los compañeros de Barry Burns fueron totalmente comprensivos con el multiinstrumentista. Decidieron trabajar en música sin él, desarrollando la continuación de ‘As the Love Continues‘, que recordemos fue el primer número 1 de Mogwai en UK, sin prisa y sin presiones. Cuando pudo incorporarse, Barry hizo su parte en 2 meses en lugar de en 12, como había sucedido con el disco anterior. El resultado es mucho más inspirado por diversos motivos.
Los títulos de Mogwai siempre han sido aleatorios y han contenido mucho humor, pero no podemos esquivar el infierno -el lugar para los malvados- al que apela el título del álbum, ‘The Bad Fire’. Ni tampoco que el tema que lo abre se llame ‘God Gets You Back’, dominado por un arpegio de teclado, tipo banda sonora de thriller. Barry Burns niega toda implicación religiosa en este tema, lo que no podrá negar es que su hija de 7 años escribió su letra sobre Dallas y no respirar «aire extraño» y que, como tal, aparece acreditada: Rosa Burns. De alguna manera, sí es un homenaje a su perseverancia.
Barry Burns también ha escrito el desgarrado tema ‘Hi Chaos’, cuyas guitarras y teclados recuerdan a obras maestras pasadas como ‘Friend of the Night’, así como otros cortes más discretos en intenciones como ‘What Kind of Mix Is This?’ o el final ‘Fact Boy’. Lo que significa que su compañero Stuart Braithwaite ha escrito dos de las mejores composiciones del álbum, en principio ajenas a la enfermedad, o al menos no tan vinculadas a ella.
‘Fanzine Made of Flesh’, escrita por cierto en la casa de Alex Kapranos en Brooklyn, puede guardar relación en unas frases («mi corazón se rompe con cada latido que te pierdes», «hay manera de volver a la vida»), no tanto en su título. Además, Agnes Haus le ha hecho un videoclip que, de manera abstracta y autobiográfica, habla sobre «crecer como no binarix sin saberlo». Lo que más caracteriza el tema es esa guitarra tan David Bowie circa ‘Heroes’ que torna en producción de Daft Punk, rebozada en vocoder. Y ‘Lion Rumpus’ suena absolutamente «heroica» también, superviviente, si queréis, resultando una de las grabaciones más identificables, tarareables, edificantes de Mogwai en sus fantásticos teclados y solos de guitarra.
Al final esto va de sensaciones y son obviamente desoladas las que nos va a dejar un tema llamado «Si te parece que este mundo es malo, deberías ver algunos de los otros». Cuesta imaginar un mundo peor que este, cuando otros grandes del post-rock, Godspeed! You Black Emperor, acaban de titular un álbum con el número de muertos que había en Gaza hace un año. Eran 28.000 entonces, son 45.000 ahora, ojalá sean muy pocos más. ’18 Volcanoes’, en su vertiente más shoegaze, podría contener la idea que nos sirve para aunar cuáles eran esta vez las inspiraciones de Barry y de Stuart: «la esperanza ha llegado otro día más, abrázame fuerte de todas las formas posibles».