Hubo un momento en que la música disco dejó de ser guay. El movimiento «disco sux», entre tintes homófobos y racistas, rompió vinilos de este tipo de música en estadios de fútbol de Estados Unidos en 1979. Pero el disco sobrevivió a través de clubs underground como el neoyorquino Danceteria, donde aquellos sonidos fueron mutando. De la misma manera que Jimmy Somerville sobrevivió en solitario una vez pasado el enorme hype que tuvieron The Communards. De la misma manera que Hercules & Love Affair dos décadas después volvieron a poner la «disco music» de moda en el underground. Y luego Dua Lipa en el mainstream.
Algo parecido intenta ahora Jake Shears, el que fuera cantante en los 2000 de los exitosísimos Scissor Sisters, finalmente separados en una confusa ola de EDM y solistas pop. ‘Last Man Dancing’, su segundo trabajo en solitario, comienza tirando de un montón de arquetipos de la música disco. El modo en que la música te eleva (‘Too Much Music‘), la protesta (‘Do the Television’), la llamada a la acción y al amor (‘Voices’ con Kylie Minogue), el modo en que te puedes encontrar a ti mismo aunque rodeado de extraños (‘I Used to Be In Love’). Las letras utilizan palabras tan comunes en el género como «power» y «soul». Buscan la autoafirmación.
Con cierto permiso de ‘I Used to Be In Love’ y la austera colaboración con Kylie (uno esperaba un hitazo mayor de un featuring de esta envergadura), lo bueno de verdad de ‘Last Man Dancing’ viene en la segunda mitad del álbum. En concreto una vez termina esa canción titular que parece inspirada por ‘Ritmo de la Noche’.
Es entonces cuando Shears dice querer llevarte a «su after particular». Y lo consigue. Antes de que el álbum se cierre con un tema llamado ‘Diamonds Don’t Burn’, que cuenta con la colaboración de Iggy Pop pero suena más bien a Lenny Kravitz o Republica, la segunda parte de ‘Last Man Dancing’ representa una sesión de DJ bastante bien hilvanada.
‘8 Ball’ con Le Chev tiene aún resquicios de ‘Last Man Dancing’ y ‘Ritmo de la Noche’; a continuación Amber Martin exhibe su vozarrón en ‘Devil Came Down the Dance’, ‘Mess of Me’ nos introduce en un delirio de HI-NRG y falsetes, ‘Doses’ con Big Freedia pone los guiños acid, y ‘Radio Eyes’ cuenta con retazos cósmicos y espaciales sobre una base de grandes percusiones. Cuando crees que estás en el cielo, te das cuenta de que la locución la ha hecho Jane Fonda (es amiga suya) y ahí ya todo tiene sentido. «Nos alegramos de que hayas tomado la decisión de unirte a nosotros / Te sentirás reconstruido transformado», plantea esta Diosa. ¿PERO DÓNDE HAY QUE FIRMAR?
«Lo que más me preocupa ahora es que llueva torrencialmente. Si llueve poco, será molesto, pero mira cómo aguantan en Glastonbury. Pero si se desata una tormenta…». Almudena Heredero, la responsable de Primavera Sound Madrid que algunos recordaréis porque visitaba nuestro podcast hace un par de meses, no se atrevió a terminar esta frase en su reportaje de esta semana con El País. «Prefiere ver cómo se abre el cielo y reina el sol», aseguraba el texto del periodista Carlos Marcos.
Lamentablemente, no reina mucho el sol en Madrid y la jornada de jueves de Primavera Sound, en la que tenían que actuar Blur, Halsey y New Order, entre otras decenas que ahora mismo prefiero no chequear, ha tenido que ser suspendida.
Hay 2 razones de peso para llevarse por delante el trabajo de cientos de personas durante meses: el pronóstico meteorológico en la madrugada del jueves al viernes incluía fuertes tormentas en un recinto situado a 30 kilómetros de la capital, y la pre-producción del evento no iba al ritmo esperado, debido a las lluvias de los últimos días. No es fácil montar un festival entre charcos. En el Warm Up de Murcia lo saben bien porque también tuvieron que cancelar una jornada: parece que va a caer en mayo y junio todo el agua que no ha caído en todo el otoño, ni en el invierno.
Entre las alertas sobre la (no) unidad de la izquierda y la APP TIEMPO, lo de este miércoles fue una angustia, pero al menos ayer el Primavera Sound pudo celebrarse (casi) con normalidad.
Sharon LopezLa apertura del Cívitas Metropolitano se retrasó e impidió a La Paloma actuar en la jornada inaugural. Jake Bugg y Confidence Man tuvieron que hacerlo con un tiempo adverso, en un escenario situado en realidad fuera del Estadio, en una explanada con capacidad para varios miles de personas.
El dúo Confidence Man, que inspira su sonido en los beats techno y house de los años 90, parece hasta pensado para levantar a un público que acaba de recibir la peor noticia posible sobre un festival. No faltan las míticas coreografías en pareja de los australianos, Janet Planet actúa con tetas pico estilo Gaultier y Sugar Bones aguanta estoicamente sin camiseta. Para el cierre con ‘Holiday’, se ve a gente bailando entre paraguas, chubasqueros y ropa ligeramente empapada. Ayer llovió en Madrid, pero no se llegó a producir una tormenta desagradable. Hubo pocos abandonos. Miles de personas aguardaron al concierto de Pet Shop Boys.
Sharon Lopez
Programados entre 21.50 y 23.26 (sic), Pet Shop Boys no pudieron cumplir semejante precisión con la que estaba cayendo. Salieron a eso de las 22.09 pero lo bueno es que arrasaron. Resarciéndose por completo del debilucho hilillo de sonido que presentaron en el Teatro Eslava de la ciudad la noche anterior, esta vez sí nos dieron todo lo que esperábamos de ellos. Y no tanto por la producción del show -por ejemplo, unas farolas que ayer solo podían recordar a ‘Cantando bajo la lluvia’, sobre todo en ‘Where the Streets Have No Name’- sino porque su técnico de este tour le saca más partido a los espacios grandes que a los pequeños.
Así, podemos elogiar las proyecciones urbanas de ‘Domino Dancing’, los neones tipo DJ de ‘Heart’ o la incorporación de ‘Go West’ que tanto echamos de menos el día anterior. Pero lo que de verdad importó es que pudimos oír y disfrutar al volumen que queríamos de la delicadeza de ‘Rent’, de la fiesta que contienen ‘Alright’ o el trance de ‘Vocal’, que luce como su canción más adecuada del siglo XXI para un show de «greatest hits». Que pudimos saborear la última frase de ‘Being Boring’ como cierre para todo el set.
No había caído ni una gota de agua en todo el concierto. Neil Tennant había retado: «¿ha parado de llover? ¡porque vamos a seguir igualmente!». Se supone que el concierto en el Teatro Eslava tenía que ser el icónico, el de «yo estuve allí», el que contarás a tus nietos. Yo diría que fue más bien el de ayer.
Y ahí hay que elogiar el calor del público que aguantó una jornada difícil, en todos los sentidos. La organización, que está viendo cómo se tambalea la primera edición de Primavera Sound Madrid, pudo consolarse al menos de que este concierto en exteriores saliera adelante este miércoles. No las teníamos todos con nosotros. Y un acierto, además, la necesidad de registro para la asistencia a esta jornada gratuita. No es lo mismo un show con apertura a todo el mundo que la obligatoriedad de registrarse. Con este detalle (y un poquito con la lluvia también) se aseguró que el público estuviera mínimamente interesado en el concierto, y el ambiente fuera estupendo. Sebas E. Alonso.
Como sabéis, el abono Primavera Sound también garantiza el acceso a multitud de conciertos En La Ciudad y la sala La Paqui fue poco a poco llenándose a partir de la medianoche. No había demasiada gente en un principio, pero para cuando Yves Tumor salió a las 00:20, el espacio entre asistentes cada vez se hacía más y más pequeño. Con un aforo mucho más ajustado de lo que podría esperarse, el artista emergió en el escenario vestido de blanco con unas gafas de sol y comenzó su set con ‘God Is a Circle’. El sonido del inicio no fue demasiado nítido, aunque fue progresivamente encontrándose, y ya para la segunda canción, ‘Echolalia’, el cantante y su banda se mostraron plenamente convincentes en el escenario.
Repasaron principalmente los temas de ‘Praise a God Who Chews but Who Does Not Consume; Or Simply Hot Between Words‘, su último álbum. Entre ráfagas de luces epilépticas, arrebatadores pasajes de guitarra eléctrica y el innegable carisma de Yves Tumor sobre el escenario, el público se movía con energía. Cuando llegó ‘Lovely Sewer’, invitó a la cantante Kidä a unirse a él, y ambos se bajaron al foso, abriéndose un hueco entre los asistentes, que grababan perplejos con sus teléfonos móviles.
Además de sus canciones más recientes, también se acordó de ‘Jackie’ o ‘Gospel for a New Century’. Hacia el final de su actuación, Tumor y su banda abandonaron el escenario unos instantes antes de regresar para el bis. Un gran solo de batería ocupó buena parte de este. Cuando terminó, el cantante anunció que les quedaban dos canciones, pero tras ‘Ebony Eye’ las luces se encendieron y empezó a sonar una playlist de la sala. Se les había acabado el tiempo y se quedaron sin cantar uno de sus mejores y más queridos temas, ‘Kerosene’.
A la 1:50, el productor y cantante LSDXOXO prometía toda una fiesta con su electrónica queer. Solo en el escenario con una mesa de mezclas, el artista dedicó la primera parte de su set a cantar sobre sus bases pregrabadas, y la segunda, ya detrás de su equipo, a ofrecer un potente set techno. Fue de menos a más, siendo la parte puramente electrónica la más disfrutable. No faltaron sus temas más importantes como ‘Sick Bitch’, con el que abrió su show, ni su más reciente single ‘Double Tap’. El artista en todo momento estuvo divertido, disfrutando de entregar su arte y animando a bailar al público. Fernando García.
Renovamos nuestra playlist dedicada al pop nacional o en castellano Sesión de Control comenzando con el nuevo single de la murciana Beatrix Weapons junto a la japonesa Dove. La artista de IDM melódico estrena ‘Cuddle’, segundo single de adelanto de su EP ‘Celestial Town’, que sale a través de Virgin Music Spain. Otros con nuevo tema, que hace justicia a sus explosivos directos, son Mainline Magic Orchestra.
Continuamos con uno de nuestros grupos favoritos de los últimos tiempos, LA ÉLITE, que se han sumado a Hofe x 4:40 de manera improbable en ‘Vampireando’… con el joven lehendakari.
Hoy se produce el regreso de Texxcoco. La banda liderada por Adriana Moscoso vuelve tras 3 años con nuevo single en Subterfuge. Por otro lado, el grupo de Aranjuez Bum Motion Club mezcla shoegaze, dream pop e indie rock en ‘Casi un buen día’, quizá en referencia al macrohit de Los Planetas.
Hay nuevos temas de habituales de la web como Las Petunias o Exnovios, y también os presentamos a artistas nuevos como la cantautora Erin Hyvin, desde Barcelona, que estrena ‘Betty Jane’. El suave pop electrónico de Gume, que nos conquistara con ‘La Raíz’, estrena el tema ‘Dos sin tres’. Y el asturiano Fernando Romero, alias from, que también ha pasado otras veces por Sesión de Control, presenta la que asegura que es su canción más sincera, ‘maría’.
Terminamos con el rock de Celia Becks (ex La La Love You) y Vaho. ‘La Herida’ es una canción de rabia en la que quieren gritar “basta ya” en favor de la libertad. Para seguidores de Miss Caffeina y Chica Sobresalto.
‘Put It On Da Floor Again’ es la colaboración de Latto y Cardi B. Dinero por el suelo, grillz de diamantes, bolsos Birkin y mucho perreo entre estas dos artistas. Es el tema perfecto para subir el ánimo, bailar y no pensar en cosas demasiado serias. Es nuestra Canción del Día.
Ni Cardi ni Latto soportan a los hombres pobres y lo repiten a lo largo de la canción de varias formas y en varias ocasiones: «cheap niggas make you pick / Rich niggas get you both». Pero no necesitan el dinero de estos hombres porque ellas mismas hacen el suyo. Ese diálogo entre el poder femenino, trabajar por tener lo suyo propio, y usar a los hombres para dinero, sexo y poco más. El rap tiene una base seca que deja que sean las letras las que brillen, sin buscar protagonismo.
El videoclip acompaña a la letra y la energía de estas dos raperas, tan descaradas y tan explícitas. No escatiman en insultos a ciertas mujeres que creen que son seguidoras más que haters. En redes sociales los fans apuntan a que muchas estrofas de Cardi van dirigidas para Nicki Minaj, con ese eterno beef que rodea a ambas. Pero no da mucho tiempo a las especulaciones porque con la barra de Britney enganchan a quien escucha este tema: «I’m sexy dancin’ in the house / I feel like Britney Spears».
Slipknot afronta el inicio de su gira europea -que comienza en Austria- con la confirmación de no una sino dos bajas dentro de sus filas. Craig Jones, al mando del teclado y de los samplers en Slipknot, ha abandonado la formación. Slipknot no ha dado más explicaciones y simplemente ha comunicado que Craig y la banda han decidido tomar caminos separados.
Conocido por el número 5 o por el alias numérico 133, Craig Jones no es uno de los miembros fundadores de Slipknot, pero sí es uno de los más longevos, pues entró al grupo en 1996, poco después de que Slipknot terminara de grabar la maqueta de su primer disco, ‘Mate. Feed. Kill. Repeat.’, sustituyendo al guitarrista Donnie Steele.
La segunda baja de Slipknot es menos dramática: el último miembro fundador del grupo que queda, el batería Shawn «Clown» Crahan, ha decidido abandonar la gira actual de Slipknot para cuidar de su mujer enferma. No obstante, Shawn promete que volverá a la carretera «lo antes posible».
Slipknot se encuentran enfrascados en la gira promocional de su último disco, ‘The End, So Far‘, que salió el pasado mes de septiembre y alcanzó el número 1 de álbumes en Reino Unido y el 2 en Estados Unidos. En España quedó en el 15º puesto.
En 2021, Joey Jordison, uno de los integrantes originales de Slipknot, falleció repentinamente a los 46 años. Jordison no era miembro de Slipknot desde 2013.
Romy ha anunciado -por fin- su disco de debut. ‘Mid Air’ sale el 8 de septiembre y su tracklist incluye los singles previamente lanzados, ‘Strong‘ y ‘Enjoy Your Life‘, así como ‘Weightless’, en realidad el primer tema del disco que se anunció, en abril de 2020, y que permanece inédito. ‘Lifetime‘, una de las mejores canciones de ese año, ha quedado fuera.
Como su título sugiere, ‘Mid Air’ será una «celebración de la pista de baile» como «santuario» y lugar «salvador», y la nota de prensa habla específicamente de las discotecas queer, en las que Romy se ha refugiado, como tantos de nosotros, en los últimos años.
El nuevo single, ‘Loveher’, es el corte inaugural, y vuelve a estar co-producido por Fred again. Romy vuelve en él a los sonidos del trance melódico de los 90 y construye un homenaje al amor, probablemente dedicado a su esposa, la fotógrafa Vic Lentaigne, pero también a sí misma: «Fred me preguntó para quién sería esto, y le contesté tentativamente, que, quizá, para mí».
Fred again no es el único artista invitado en ‘Mid Air’: en el corte titular aparece el compositor de ambient y new age Beverly Glenn-Copeland. Romy es una de las artistas confirmadas en el cartel de Sónar 2023.
01 Loveher
02 Weightless
03 The Sea
04 One Last Try
05 DMC
06 Strong [ft. Fred Again..]
07 Twice
08 Did I
09 Mid Air [ft. Beverly Glenn-Copeland]
10 Enjoy Your Life
11 She’s on My Mind
El festival Primavera Sound Madrid suspende su jornada del jueves por motivos de seguridad ante la adversa previsión meteorológica. Aquí os dejamos su comunicado:
«Debido a las persistentes inclemencias meteorológicas vividas en las últimas semanas que han afectado a la preproducción del festival y ante la adversa previsión que se espera para el jueves 8 de junio, con fuertes tormentas durante la tarde, en estrecha coordinación y de acuerdo con el Ayuntamiento y la Policía Local de Arganda del Rey y siguiendo las recomendaciones y consideraciones de los informes técnicos pertinentes, la jornada del jueves 8 de junio de Primavera Sound Madrid en la Ciudad del Rock de Arganda del Rey queda suspendida por motivos de seguridad, así como la actividad en el Cívitas Metropolitano prevista para este jueves. La programación del Auditorio Primavera (The Music Station) para la jornada se mantiene.
Primavera Sound Madrid sigue adelante y abrirá sus puertas en la Ciudad del Rock en Arganda del Rey para las jornadas de viernes 9 y sábado 10 de junio. La jornada inaugural de esta misma tarde en el Cívitas Metropolitano también sigue su curso aunque, debido a la lluvia, la apertura de puertas se ha retrasado y La Paloma no ha podido actuar finalmente; el resto de actuaciones siguen en sus horarios previstos.
Seguiremos informando sobre cualquier novedad a través de los canales de comunicación oficiales del festival en web y redes sociales. Lamentamos los inconvenientes que esta situación pueda causar y os agradecemos vuestro apoyo.
Operativa de entradas:
Las entradas de día para la jornada del jueves 8 de junio serán válidas para las jornadas del viernes o del sábado sin necesidad de realizar gestiones adicionales. En caso de no utilizarse en ninguna de las dos jornadas restantes, una vez finalizado el festival y a la mayor brevedad posible, se recibirá la devolución del importe de la entrada de día de forma automática».
Aun así el festival sigue adelante con las jornadas de viernes y sábado en la Ciudad del Rock, así como con la jornada inaugural de esta misma tarde en el Cívitas Metropolitano
Lola Indigo, Nathy Peluso, Petazeta, Natalia Lacunza y Judeline son las artistas confirmadas para el EQUAL FEST. Un concierto en el que únicamente habrá artistas, en femenino. Lo organiza Spotify y será en el WiZink Center el viernes 22 de septiembre. Las entradas están disponibles aquí.
Este evento llega de la mano de unos datos aterradores acerca de la industria musical y la presencia femenina. Aparentemente, las mujeres han alcanzado todos los lugares antes reservados para los hombres, pero que los hayan alcanzado no significa que esta representación sea, ni mucho menos, igualitaria. Solo el 13% de las reproducciones en España corresponde a canciones de cantantes femeninas que sean artistas principales. Las artistas colaboradoras femeninas solo reciben un 11% de las escuchas en España; un 6% las compositoras; un 8% las letristas y un 3% de las productoras.
No estamos peor que nunca, las reproducciones de las artistas femeninas españolas han aumentado un 60% en los últimos dos años. Ahora las artistas femeninas están hasta un 70% más presentes en las playlist de Spotify, por ejemplo. Pero este avance no es suficiente. A nivel global solo 1 de cada 5 artistas en las listas de éxitos son mujeres. Rosalía, Aitana, Lola Indigo, Bad Gyal o Rocío Durcal (sorpresa) son las mujeres españolas más escuchadas a nivel mundial. Queda claro que el problema nunca ha sido la falta de artistas femeninas, el problema está en otro lado.
Una jueza federal de Estados Unidos ha dado a Dua Lipa una victoria temporal por el supuesto plagio del que se le acusa por su canción ‘Levitating’. Y no, el denunciante no era Miguel Bosé. La querella era por parte del grupo de reggae Artikal Sound System. La banda acusaba a la cantante de ‘Pretty Please’ de copiar su canción de 2017, ‘Live Your Life’.
Dua Lipa ha ganado a estas acusaciones porque las pruebas que aportó el grupo californiano eran insuficientes, según detalla Billboard. Artikal Sound System explicó en un primer momento (y de forma nada concreta) que Dua Lipa había podido tener acceso a la canción porque la habían tocado en conciertos y vendido copias físicas.
Las explicaciones que dieron una vez empezado el proceso judicial fueron de lo más enrevesadas y complejas. Según se explica en el informe que ha detallado Billboard: uno de los co-escritores con los que Lipa había trabajado para ‘Levitating’ había trabajado con una mujer. Esa mujer, explicó la banda, había aprendido a tocar la guitarra con el cuñado de un miembro de Artikal Sound System. Y ahí está la conexión. Esto no fue suficiente para la jueza del caso. Aseguró que no veía claro que nadie que trabajase para la canción de Dua Lipa pudiese haber tenido acceso a ‘Live Your Life’ antes. Esto es uno de los requerimientos clave en este tipo de juicios.
A pesar de estos argumentos tan «débiles, genéricos e insustanciales», en palabras de la jueza, la victoria judicial de Dua Lipa no es del todo definitiva. Artikal Sound System puede volver a aportar nuevas pruebas (más concretas a poder ser) hasta el 16 de junio.
Christine and the Queens publica este viernes ‘Paranoïa, Angels, True Love‘, el disco más ambicioso de su carrera y el Disco de la Semana en estas páginas. Un trabajo profundamente personal y autobiográfico, atravesado por temas como la muerte, la fe, el amor o la transición de su autor, e inspirado en ‘Angels in America’, la obra de teatro de Tony Kushner, que sirve de desarrollo a la introducción al proyecto que fue ‘Redcar les adorables étoiles‘ (2022). Mike Dean, mano derecha de The Weeknd o Kanye West, echa un cable a Red en la producción de este enorme disco en concepto y envergadura en el que hasta Madonna protagoniza un papel recurrente, y en el que el artista francés se abre en canal y entrega todo de sí.
JENESAISPOP tiene el honor de hablar con el artista francés pocos días antes de que actúe en el Primavera Sound de Barcelona y ofrezca uno de los conciertos destacados de la jornada. Chris es un entrevistado igual de generoso que en su música, su forma de expresarse es sabia, tranquila y filosófica, pero cuando quiere también derrapa hacia la pura dramaturgia y la interpretación. Pero ni conociendo al sujeto estoy preparado para la entrevista tan profunda y vulnerable que se avecina…
¿Cómo defines tu fe y qué lugar ocupan los ángeles en ella?
No sé si puedo definir mi fe, para mí es una práctica. Es como una estructura de meditación, como geometría. En esta estructura vuelco mi corazón para que me proteja. Empecé a pensar en los ángeles porque perdí a alguien y necesitaba expresar lo que sentía, que era un cambio de energía, no tanto una desaparición. Esa persona se fue pero a otro lugar. Sigue habiendo conversaciones pero ahora están destiladas a través de muchos signos. Para mí incluso la duda dentro de la fe es maravillosa. Yo he empezado a creer y no creo que vaya a parar.
¿Qué impacto tiene ‘Angels in America’ en tu vida?
Lo descubrí de joven leyendo a Tony Kushner, porque yo vengo del teatro. Mi sueño, antes que ser cantante, era ser director de escena. Me impresionó el texto, me recordaba a Jean Genet, me parecía muy “shakespeariano”, muy camp. Pero lo que me llevó a hacer un disco inspirado en ‘Angels in America’ fue la adaptación a la tele de Mike Nichols. En la serie, el concepto del ángel es brillante, está muy bien pensado. Empecé a pensar en el tipo de música que emularía la serie… Quería golpear los grandes tambores del existencialismo porque estaba sufriendo y la película me abrió una puerta. Los ángeles hacen exactamente eso, son un puente hacia la fe, son la primera puerta, no son tan amenazantes como Dios, son mensajeros. Dios es un concepto demasiado vasto y puede tirar para atrás y dar mucho miedo. Los ángeles tienen encanto. También en la obra de teatro de Kushner son personajes amables e imperfectos.
Además, se supone que los puedes ver…
Bueno, también puedes oírlos, sospecho yo. De hecho, cuando te abres a conversar con ellos, puedes incluso sentirlos, porque ya estás cerca de ellos, ya has abierto el camino…
¿Qué pensó Mike Dean del concepto del disco y de qué manera te ha ayudado a realizarlo?
Si no lo hubiera entendido, el disco no existiría… La verdad es que Mike comprendió muy fácilmente lo que quería hacer. Los dos somos Géminis así que tenía muchas ganas de trabajar con él. De hecho, fue él quien se ofreció a trabajar conmigo. Yo, claro, le dije que sí… Le conté que quería hacer una ópera rock inspirada en ‘Angels in America’ pero también que estaba escuchando a Portishead muchísimo. Él también. A los dos nos unió nuestra obsesión por el sonido y rápidamente sentí que había conocido un amigo. La primera canción que escuchó fue ‘I feel like an ángel’ y le encantó. Nos entendimos. Eso me permitió ya volverme loco… La mayoría de canciones las escribí rápidamente en las primeras horas de la mañana, y después las acabábamos entre los dos por la noche.
Aprendí mucho de trabajar con Mike Dean. Me volví a encontrar con todo lo que amo de la música. Me reencontré con cosas que estaban en mí y había olvidado… Me inspira el minimalismo, la labor de mezcla en la producción musical, me inspira la inteligencia emocional… Mike me ha permitido crear mi obra más personal y él ha protegido eso, me ha ofrecido su protección.
¿Con qué cosas te has reencontrado?
He vuelto a confiar… A veces la música simplemente fluye a través de ti y tienes que dejar que estalle y proteger eso. Siento que gran parte de mi labor como artista ahora mismo también es la de proteger.
Las canciones son largas, ¿te has permitido fluir en ellas y ver dónde te llevan?
Exactamente, señor. Es algo que en mi arte siempre ha estado, pero antes me encontraba en un lugar más pop, más seguro. Antes creía más en el pop porque creía que podía ser un caballo de Troya. Ya no se protege tanto el flow, se busca la eficiencia. Por eso me cobijé en el rock ’n roll, estaba redescubriendo a Led Zeppelin, su historia eterna de luz y amor, de caballero medieval… Como músico quiero eso para mí mismo, porque me hace levantarme por las mañanas y sentirme más valiente. Ya no puedo volver a atrás y hacer lo que hacía antes, que, a veces, era poner en duda esa tendencia que mi música siempre ha tenido. Las mejores canciones que he escrito son narrativamente las más libres: ‘iT’, ‘Doesn’t matter’, ‘Saint Claude’… Son las canciones sagradas, canciones que te bendicen con algo más sabio que tú y que después quieres estudiar. Lo que amo de la música es la belleza de ese río de conciencia… no SU “stream”, sino El “stream”…
No te quería preguntar tan pronto sobre las discográficas pero, ya que estamos, ¿crees que los ellos subestiman al público y su capacidad para entender el arte?
Sí lo creo porque las discográficas tienen una manera ultracapitalista de hacer las cosas. Subestiman el rol del público como alquimista del arte. Trabajan con miedo, para el miedo… y el artista siempre es ese loco que protege el cuadro. Pero esto no es nada nuevo, pienso en los impresionistas, por ejemplo… Todo gesto artístico tiene un punto incómodo, disruptivo, y ahí es cuando entra esa persona que desee entender y protegerlo… El arte, como método de expresión propia y personal, es revolucionario por definición y al capitalismo eso no le gusta. Al capitalismo le gusta lo predecible, te hace fantasear con un viral, es la falsa promesa de una lotería. A la gente eso le está atrapando, es una disociación… Estaba leyendo a William Blake, que dice que “cuando el dinero entra en juego, los artistas están en peligro”. Se convierte en una lucha de kung-fu de los unos contra los otros. Pero no es tan trágica la cosa: hay gente que entiende, que protege… No pasa nada por tener que explicar alguna cosa. Por otro lado, creo que los artistas deberíamos estar más sindicalizados, trabajar juntos. Debería ser todo mucho más sano. Y sobre todo debemos confiar más en el arte, y aquellos que lo practicamos deberíamos tener más voz que probablemente aquellos que lo venden.
«‘Redcar’ es un disco maravilloso e incomprendido, 2026 será su año»
¿Idealizas un pasado sin industria? ¿Tienes alguna idea que pueda mejorar la situación actual?
No, no idealizo un pasado sin industria porque nací en los ochenta. No recuerdo un momento en que la música fuera realmente libre. La música actual quizá sí, pero cuando nací la música ya estaba dentro de un sistema. Un sistema en el que estamos todos, por cierto. No tengo ninguna solución pero como artista me da pena que se des-politicen las conversaciones. Como artistas no nos podemos defender bien a nosotros mismos porque ni siquiera como artistas estamos convencidos de que somos ciudadanos de una sociedad. La propia industria nos impide pensar en nosotros de esa manera imponiéndonos barreras para aislarnos y competir entre nosotros. Creo que la comunidad podría ser una respuesta, una comunidad de artistas que busquen juntos mejorar la situación, que hablen con las discográficas e intenten hacer que este mundo sea más sano. El mismo hecho de entablar estas conversaciones es un acto político que también es un acto humano. Siento que podríamos hacer más…
Muchos artistas han hablado recientemente sobre sus problemas con las discográficas…
A eso me refiero cuando hablo de comunidad, creo que tenemos que juntarnos, compartir conocimientos y experiencias. Creo que como artistas con cada problema que tenemos estamos muy solos. Es algo que no pasa en otros trabajos. En el arte siento que la búsqueda la hacemos demasiado a solas… Aunque yo tengo a los ángeles conmigo… (ríe)
En el disco hablas profundamente de muchos temas, pero no termino de percibir esa “paranoia” que aparece en el título. La paranoia, por definición, es un sentimiento de profundo miedo y desconfianza. ¿Dónde la ubicas?
Es la paranoia de Redcar. El disco de “Redcar” lo escribí después de este que va a salir ahora. Es una evolución de la “paranoia” previa… Para mí la paranoia es un tipo de disociación, una imposibilidad de conectar con otros, un deseo de refugiarte del mundo, incluso la anticipación de esa imposibilidad… Es una paranoia solitaria, una paranoia que, a la vez, es muchas voces en una, tantas que no puedes escuchar la tuya propia. “Redcar” era eso, era una obra de arte maravillosa que no se ha entendido. Creo que 2026 es su año. Era muy “campy” y directo (ríe). Por cierto, las pocas actuaciones que hubo son icónicas: cuando me rompí la pierna… Era todo icónico y nadie lo documentó. Eso también es paranoia, sentirte perdido en el éter. Solamente la gente que trabajó en el show sabe la puta locura que fue todo: todas las fases del trabajo, bailarines, no bailarines, acróbatas, la pierna… Muy loco. Pero yo sigo confiando. Confío en la música más incluso que en los humanos.
Dices que ‘Redcar’ no se entendió.
Era el objetivo. Es la paranoia…
Y que 2026 es su año.
Así es. ¿Qué es el tiempo, de todas formas? Creo que necesitamos el tiempo para procesar nuestras emociones. Las emociones son la llave hacia el conocimiento que tenemos en este mundo. Creo que las emociones se superponen al tiempo. Hay una canción de Nina Simone que dura 10 minutos, ‘Feelings’, que te hace sentir esto a la perfección y te hace hasta llorar… Quizá si no tuviéramos emociones, el maldito tiempo no existiría.
«‘Erotica’ aún incomoda a los conservadores y mantiene su dimensión revolucionaria»
Hablemos de Madonna, que aparece tres veces en el disco recitando textos. En ‘Madame X’ ya hacía un poco de spoken word. ¿Te ha inspirado esta faceta de ella?
Ya lo hizo en ‘Justify My Love’… Es una idea que se decidió en una noche. Estábamos Mike Dean y yo escuchando un poema recitado por una voz computerizada que imitaba la de Madonna, porque su voz es icónica, y se me ocurrió que ella era la persona perfecta para interpretar a Big Eye. Como director de escena me pareció que le estaba ofreciendo una rosa, porque quería expresarle mi admiración, y además quería que ella también sintiera que podía explorar algo diferente, porque es una actriz y una intérprete maravillosa. Y creo que eso le gustó porque aceptó la idea por impulso. Y lo que ha hecho en el disco ha quedado perfecto.
¿Piensa Madonna que has creído en ella como no tantos han hecho?
Eso lo tendrías que preguntar a ella. Me preguntan mucho, digamos, por su lado de la historia… Madonna y yo nos hemos conocido en persona, pero es un misterio por qué ha decidido hacer esto, nunca me lo ha dicho. Ella sabe que la respeto y admiro, pero solo ella sabe por qué ha decidido hacerlo.
¿Qué trabajo de Madonna ha tenido un impacto en ti? Ella te ha apoyado en el pasado…
Madonna es una inspiración para mí en toda su amplitud, como artista. Su verdad, su individualidad, su hambre artística, su pensamiento… todo lo que hizo fue revolucionario en el mundo del pop, sobre todo como persona que ha nacido mujer. Su disco que más me inspira incluso a día de hoy es ‘Erotica’. Toda la era, la música, el libro, los poemas… Es una obra de gran profundidad. No sé de ningún otro artista que fuera tan fiel a sí misma a un nivel tan elevado e incandescente de su fama. Todo el disco es real y auténtico, no hay filtros. ‘Erotica’ creo aún incomoda a la gente conservadora y mantiene una dimensión revolucionaria, por su exploración de la carne. ¡Gracias por él, M!
«Hoy en día la palabra “queer” está jodida porque se usa para todo, hasta para vender putos calcetines»
No tantos artistas trans reivindican su derecho a simplemente existir dentro de su propio cuerpo, renunciando a someterse a una operación, como tú has hecho. Creo que es algo revolucionario dentro de lo queer.
Mira, yo soy tu hermano en lo queer, ya lo sabes. Siempre lo he demostrado y no quiero hablar más de ello… Soy tu hermano en el interrogante de lo queer. En cuanto a las palabras y lo que los otros hacen con ellas, y digo los otros apuntándoles con el dedo… Hace años, cuando era más joven, usaba muchas palabras y conceptos. Estaba muy metido en el discurso. Después, con 30 años, me di cuenta de que aún teniendo ese discurso elaborado, a la vez, me sentía totalmente desconectado de mi verdad absoluta, descubrí mi disforia, la cual nacía del uso de un pronombre, que en ese momento era el femenino. Descubrí que quizá el camino era entregarme a mi faceta de poeta, porque como poeta amas y odias las palabras a partes iguales. Las palabras son limitadas. Hoy en día hasta la palabra “queer” está jodida por dentro porque se usa para todo, hasta para vender putos calcetines. Y, por cierto, esta lucha es la lucha de todos, simplemente la emprendemos esos que nos salimos un poco de un molde que nadie sabe quién se ha inventado. Cuando entendí mi verdad me costó procesarlo porque me gusta que se me conozca por mi precisión. ¿Sabes lo duro que fue descubrir cuán desconectado estaba de mí mismo? Fue muy duro, pero también me dio humildad, gracias a Dios.
Con tus palabras has abierto un camino.
He hablado con gente sobre lo que significa ser trans, el passing… Hay un intento de redefinir lo trans. Yo quiero contar mi punto de vista, compartirlo con mi comunidad. Quiero ser honesto, por la pureza de mi trabajo, también. Si te conoces a ti mismo, abres un camino. Y tu camino lo sigue otro, porque todos nos necesitamos los unos a los otros. Cuando tenga 50 años mi espíritu será tan fuerte -a través de mi carne- que probablemente la gente me llamará “señor” por la calle. Esa es mi ingenuidad. Soy un poeta ingenuo, pero creo que el espíritu gana al final, es lo que me hace levantarme por las mañanas. Todos heredamos la carne, nacemos pero antes alguien ha venido antes que nosotros. Todos tenemos un diseño de vida que perfeccionar. Debemos escuchar nuestra intuición. Yo nací en un cuerpo de mujer pero siempre he sabido que no era una mujer, y doy las gracias de ser poeta y poder trabajar esa contradicción. La sociedad ofrece una vía maravillosa para comunicarnos los unos con los otros pero debemos moldearla, debe evolucionar porque no deja de ser una expresión de cómo nos sentimos los unos con los otros. Solo busco poder dar mi punto de vista y poder vivir mi verdad. Soy tu hermano y siempre lo he sido. La segunda canción que escribí es ‘iT’, más claro no he podido ser.
El disco es profundamente personal, hablas de echar de menos a tu madre, de tu relación con tu padre, de tu niñez…
El disco me tiene jodido porque toda mi verdad está en él. Ojalá no tuviera que revivir ciertas cosas… Esa canción la hice yo solo prácticamente, Mike Dean no quería trabajar en ella por estar en el disco de Kanye West. Le dije que tenía que escucharla. Comprendió su significado una semana después. La gente no tiene ni idea de lo valiente que tengo que ser todo el rato. Todo el rato tengo que estar con los puños en alto. Espero un día mi música se reciba por lo que es y tener menos por lo que luchar. Lo demás está todo dicho.
Tu verdad siempre ha estado ahí.
Siempre he sido una artista de verdad, y no es que presuma de ello, es que es mi verdad, en mis discos está. Es la única manera que tengo de seros de servicio.
La muerte es un terreno fértil que explorar creativamente y muchos artistas le han dedicado sus mejores discos: pienso en ‘The Soft Bulletin’ de los Flaming Lips, ‘A Crow Looked at Me’ de Mount Eerie (con uno de los mejores títulos de la historia) o ‘Carrie & Lowell’ de Sufjan Stevens, el mejor disco de 2015 para esta redacción. ‘But Here We Are’ de Foo Fighters está evidentemente dedicado a Taylor Hawkins, batería original de Foo Fighters, que murió el año pasado a los 50 años durante la gira del grupo en Colombia; pero también a la madre de Dave Grohl, Virginia, que fallecía a los 84 años poco después.
La pérdida de dos seres queridos en un solo año ha hecho mella en Dave Grohl a nivel psicológico, como lo haría en cualquier persona. En las letras de ‘But Here We Are’, Grohl pide que alguien le “rescate” de la miseria (‘Rescued’), se muestra “incapaz de superarlo” (‘Under You’), espera que “el sol vuelva” sin garantías de que vaya a hacerlo (‘Show Me How’), se sumerge en un mar de nostalgia mirando fotos viejas (‘Under You’), echa de menos el “hogar” que un día conoció (‘The Glass’) y se muestra incrédulo por que alguien como Hawkins haya podido morir tan joven (‘Beyond Me’).
Cuando en ‘The Glass’ Grohl espera que la “tormenta pase”, cuando en ‘The Teacher’ habla de “pasar página” o de “aprender lecciones», cuando en ‘Rest’ recuerda que “la vida es solo un juego de azar»… da la sensación de que son tópicos que ya has escuchado antes, quizá por su universalidad. No hay fondo en los textos, pero sí son inmediatos. Y esa inmediatez también se traduce en la música.
Porque no, ‘But Here We Are’ no es un trabajo que por dedicarse a la muerte suene pesado o plúmbeo, que se arrastre en el lodo. Las canciones suenan catárticas, liberadas, elevadas, quizá por el mismo motivo. Y dejan la sensación de que, grabarlas, para Grohl ha sido sanador. Escucharlas también lo es.
El rock duro de antaño se vuelve a suavizar en ‘But Here We Are’, y la producción de Greg Kurstin, presente también en ‘Medicine at Midnight‘ (2021) y ‘Concrete & Gold‘ (2017), favorece unas canciones que pueden ser melódicas y poderosas. El single ‘Rescued’ sobresale en la secuencia, pero el tema titular es especialmente emotivo y pone los pelos de punta. La amabilidad del sonido contrasta con el griterío screamo de Grohl y con algunos arreglos: ‘Hearing Voices’ contiene punteos a lo The Cure y ‘Show Me How’, otro de los singles, se acerca al shoegaze: en otro de los momentos emocionantes del álbum, la hija de Grohl, Violet, canta en la canción: “yo me encargaré de todo ahora, ¿quién me enseñará cómo hacerlo?” De repente la mirada de la muerte se postra sobre Grohl: él es el padre que un día Violet perderá.
En ocasiones, Foo Fighters crean magia con sencillez, como cuando en ‘Rest’ Grohl canta: “descansa, ahora puedes descansar, ahora estás en un lugar seguro”. Las canciones de ‘But Here We Are’ también ocupan una cómoda zona de confort musical, pero el poder de las melodías puede sobrecoger, como en ‘Under You’. No siempre los experimentos funcionan, ahí está el punk-rock de ‘Nothing at All’;, pero hay que aplaudir que Foo Fighters se atrevan a incluir una canción de 10 minutos como es ‘The Teacher’. Hasta ‘Rest’ trae ecos slowcore… Hay una evolución en el sonido de Foo Fighters que en ‘But Here We Are solo se intuye, pero al menos ellos no olvidan entregar buenas canciones.
Independance Club albergó una de las ideas de programación más simpáticas de Primavera en la Ciudad, reuniendo a tres Julias diferentes: Colom, Jacklin y Holter, justo antes de que comience a lo grande el Primavera Sound propiamente dicho.
Comenzó a las 8 la mallorquina Júlia Colom presentando su primer disco ‘Miramar’. La cantante inauguró su set ofreciendo una contundente interpretación a capella, mostrando su talento vocal en un registro que recuerda a Maria Arnal. Sin embargo, Colom se atreve a mezclar estilos distintos con su clara tendencia folk durante todo el concierto, y cierra el set con un tema bailable, casi urbano. ‘El i ella’, una canción sobre enamorarse de dos personas a la vez, y ‘Olivera’ brillaron con especial intensidad.
En torno a las 9, la sala fue llenándose para ver a Julia Jacklin, la artista que más gente atrajo de la jornada. Había mucha expectación por ver a la australiana presentar las canciones de ‘Pre Pleasure’, su último trabajo. Con una trenza a cada lado y un vestido rojo estilo retro, saludó tímidamente al público y nos dio la bienvenida al “Julia Festival”.
La cantante abrió con ‘Be Careful with Yourself’ y ‘Love, Try Not to Let Go’. Antes de repasar la fantástica ‘Lydia Wears a Cross’, retrocedió en el tiempo a la bonita ‘Pool Party’ de su álbum debut. Aunque las canciones que más levantaban al público fueron las de ‘Crushing’, uno de los álbumes indie-rock más queridos de los últimos años. La imponente coda guitarrera del baladón de ‘Don’t Know How to Keep Loving You’ es motivo más que suficiente para justificar un concierto entero, pero lo mejor llega con las dos últimas canciones: ‘Head Alone’ y ‘Pressure to Party’, dos himnos que fueron coreados con energía y entusiasmo. Un broche de oro perfecto para rematar un gran espectáculo rock en plena euforia. Daniel Vázquez
Con algo menos de gente, a las 10 de la noche Julia Holter (en la imagen) aparecía en el escenario e iniciaba su set con ‘Sea Calls Me Home’, uno de los cortes más especiales de ‘Have You In My Wilderness’. Automáticamente, la atmósfera mágica con la que la artista canta y toca invade toda la sala. La indudable belleza de sus producciones se vuelve aún más resplandeciente en directo. El espléndido uso de los sintetizadores, las virguerías vocales de la cantante o el sonido de la gaita te mueve y te transporta a un lugar muy lejano (y mejor).
Lo único que rompe el hechizo es el constante ruido de las barras del bar que se sitúan a ambos lados de la sala. Constantemente se escucha el choque de los vasos, cristales rompiéndose, el chirrido de la salida de la puerta de emergencia… Es bastante difícil ignorar todo esto mientras uno asiste a un concierto tan íntimo y mágico como este, pero la capacidad hipnótica de la música de Julia Holter es tan potente que logra que por momentos seas capaz de obviar el ruido externo y adentrarte en su mundo. La cantante es lo suficientemente profesional y educada de no perder los estribos cuando ponen un lavaplatos (¡!) en mitad de su set y en todo momento se muestra agradecida de estar ahí. A veces incluso se dirige al público en un español más que decente: “voy a cantar canciones viejas y nuevas”.
La preciosa ‘Betsy on the roof’, con pasajes en los que la tensión sonora que crea se puede cortar con un cuchillo y con otros tan dulces como el algodón de azúcar, es uno de los puntos más álgidos de la noche. Así como ‘I Shall Love 2’, el corazón de ‘Aviary’, que cerró un concierto magnífico pese a que Independance no era el lugar más adecuado para celebrarlo. Fernando García. Daniel Vázquez
El concierto de Pet Shop Boys lucía como la joya de la corona de Primavera en la Ciudad. Una ocasión casi única de ver a un grupo histórico en un recinto para tan sólo 1.500 personas como es el céntrico Teatro Eslava (hace unos años estuvieron en el Teatro Real), y más tras las excitantes crónicas leídas sobre lo visto hace unos días en la barcelonesa Sala Apolo, más pequeña aún.
La selección de hits “Pop” & “Art” que despliegan Neil Tennant y Chris Lowe desde las 21.00 hasta las 22.30, a lo largo de 90 minutos, es inabarcable. Desde el principio con ‘Suburbia’ hasta el bis con ‘West End Girls’ y ‘Being Boring’, recordando ambas -sobre todo la primera- a aquellos tiempos en que el dúo británico era capaz de conquitar las listas estadounidenses con su aproximación tan particular del R&B. Algo que resulta bastante increíble hoy, y para muestra, lo de Jessie Ware.
Pero es que en medio llegan a sonar delicadezas como ‘Rent’, ’So Hard’, ‘Jealousy’, ‘Heart’… y temas tan bailables en su apego por los 80’s y los 90’s como ‘Domino Dancing’, ‘Left to My Own Devices’, la más reciente ‘Vocal’ o ‘It’s a Sin’ como colofón antes de los bises. Todavía a día no me puedo creer que exista tal cosa como el medley de ‘Where the Streets Have No Name’ con ‘I Can’t Take My Eyes Off You’. Menuda fantasía.
El sonido, por desgracia, no acompañó demasiado: bajo, discreto y apagadillo, al menos para los que no pudimos ocupar las primeras filas o los palcos, donde en las salas de este tipo suele llegar mejor definición. Están las canciones de Pet Shop Boys hechas para abrumar, para avasallar, cuando no es a través de su grandiosidad (aunque faltaron ‘Go West’ o ‘Se a Vida e’), a través de sus inteligentísimos y ocurrentes textos. Algo que no terminó de pasar, salvo en contados momentos. Básicamente aquellos en que nos sabíamos hasta la última coma de los estribillos. Hoy, en la Jornada de Inauguración, con concierto gratuito, aguardo una enorme y apoteósica reconciliación. Sebas E. Alonso.
Compartimos una nueva edición de nuestra sección «10 Fotos Que» con algunas de las fotos que más nos han divertido o sorprendido en redes sociales.
Jared Leto escala
Empezamos con una de las imágenes de la semana, la de Jared Leto escalando la pared de un hotel de Berlín sin protección. A simple vista, el vídeo impresiona… pero, si los ojos no nos engañan, Jared no está tan alto y el riesgo es menos del que parece. Aún así, no lo hagan en casa.
Damiano se desnuda
La gira de Måneskin continúa y el grupo, antes de viajar a España para tocar en el Primavera Sound, se tomó un breve descanso. Y Damiano celebró este descanso a su manera, «fumando porros en bolas todo el día». Exactamente así se ha dejado ver el italiano.
La operación de Arca
Arca se ha sometido a una cirugía de feminización facial y está compartiendo su proceso de recuperación en Instagram. Su perfil ahora mismo no es apto para personas sensibles: espera encontrarte con inflamaciones, morados, pieles grapadas… Ella se muestra feliz por haber recibido este «cuidado que me afirma en mi género».
Lana y su «nepo daddy»
Lana Del Rey y su padre, Rob Grant, han sido entrevistados en la revista GQ con motivo del lanzamiento de ‘Lost at Sea’, el primer disco de Rob, que sale el 9 de junio. Así de sonrientes posan ambos en un barco. El padre de Lana cuenta que le encanta ser un «nepo daddy».
Shakira surfea la ola
Shakira, que estos días triunfa con la balada ‘Acróstico’, se ha dejado ver surfeando las olas del mar de -presumiblemente- Miami, ciudad en la que vive desde hace unos meses junto a sus hijos. Parece que las olas no son artificiales, como las que surfeó Shakira hace unos años en Wavegarden, un centro de I+D situado en el municipio de Aizarnazabal, en Gipúzcoa.
Róisín Murphy, de ‘MOTOMAMI’ a Moloko
Róisín Murphy, que acaba de anunciar los detalles de su nuevo disco, ‘Hit Parade‘, no ha podido resistirse a otorgarse el título de «Motomami» después de subirse a una moto. Pero la foto a comentar es otra: Róisín ha vuelto a ponerse el mono que llevó en 1998 en ‘The Flipside’, uno de los primeros singles de Moloko. Le queda como si no hubiera pasado el tiempo.
El crossover Kurt Vile x Charli XCX
En otro cruce de dos mundos que no esperábamos, Kurt Vile ha grabado una versión de Charli XCX acompañado de sus dos hijas. Y la canción elegida no es la típica: no es ‘Boom Clap’, ni ‘Fancy’, ni siquiera ‘1999’, sino ‘Constant Repeat’, uno de los cortes incluidos en ‘Crash‘. Kurt lleva el tema a su estilo y lo deja irreconocible.
El vinilo con espermatozoides de ‘WAP’
Mientras Cardi B se decide a sacar un disco, ha llegado al mercado un vinilo de ‘WAP’ con un diseño muy interesante, pues el disco está relleno de un líquido que contiene espermatozoides falsos. Una genialidad del capitalismo.
¿Qué escucha Ed Sheeran?
Ya sabéis que los vídeos de youtubers que preguntan a la gente de la calle por la música que está escuchando son bastante populares. Razwan, uno de esos youtubers, ha conseguido que Ed Sheeran salga en uno de sus vídeos. Lo que escucha (no) te sorprenderá.
Alaska y Loquillo
En el «breve encuentro» de hoy, Alaska y Loquillo han coincidido en la gala que se ha celebrado por el 40 aniversario del sello discográfico DRO. Alaska ha presentado la gala junto a Inés Hernand y con Loquillo ha cantado ‘Rey del glam’.
Tulsa tiene un nuevo disco preparado. Se llama ‘Amadora’ y será nuestro Disco de la Semana. Es un disco conceptual sobre un personaje así llamado «que habita en todas las canciones del nuevo disco». Se explica: «Amadora es una y son muchas. En la portada, la actriz Socorro Anadón aparece encarnando a Amadora mirando a cámara y a pecho descubierto. Sobre una base sonora clásica y sencilla suena la voz de Miren transmutándose también en Amadora, como una caricia que acaba en zarpazo».
El primer single ‘No quiero hacer historia’ nos da una pista muy ilustrativa sobre lo que nos vamos a encontrar en el largo. Escuchamos a una mujer que no quiere «hacer historia», que no quiere «el aplauso de la multitud», que ha cuidado de los padres y de los hijos de su pareja, pero que tiene que escuchar «que sus tetas y su culo ya no están ahí». Que es abandonada por alguien más «turgente».
El tema apela a un Joaquín en los últimos momentos de la letra que todos podemos imaginar quién ha de ser en esta historia nada amable. La melodía y los arreglos sí lo son, en una de las canciones más dulces y menos oscuras de Tulsa en lo sonoro. Aceptaría el adjetivo de «bonita» en la disposición de los elementos, pero es en efecto «una caricia que acaba en zarpazo».
Parece ‘No quiero hacer historia’ un homenaje a todas las mujeres, a todas las «Amadoras» que han ocupado un lugar secundario de la historia e incluso han aceptado ese papel. Pero hay que matizar dos cosas: esas mujeres también han hecho historia y poco a poco las vamos descubriendo, se va reconociendo. Y por otro lado, qué decir de Tulsa. Después de componer ‘Autorretrato’, la que puede ser su gran obra maestra, para su disco anterior ‘Ese éxtasis’, aún le queda inspiración para continuar explorando nuevos ángulos.
Tulsa actúa hoy 7 de junio en la Sala Galileo de Madrid, el 8 de junio en Las Armas de Zaragoza, el 9 en la Sala Totem de Pamplona y el 10 de junio en Jimmy Jazz Gasteiz de Vitoria-Gasteiz. Este tour forma parte del acuerdo entre AIE en RUTA con la LIPA, la escuela de estudiantes de artes performativas de Liverpool, creada por Paul McCartney. Hablamos con su co-fundador hace unos años. Tulsa toca con algunos estudiantes de la escuela de Liverpool tras haber pasado unos días con ellos allí. Las entradas están disponibles aquí.
Mientras ‘Los Ángeles‘ continúa posicionado entre los singles más populares en España, algo no tan habitual para un tema inspirado en el house, Aitana da su siguiente paso. ‘Las Babys‘ es su nuevo single, el segundo de la era ‘alpha’, y se basa en la melodía de ‘Saturday Night’ de Whigfield, como ya se sabía por los adelantos que Aitana había estado dejando en redes.
La presencia de ‘Saturday Night’, que sigue siendo uno de los hits de eurodance más populares (en Spotify supera los 122 millones de streamings), en ‘Las Babys’ es tan prominente que roza la versión, en lugar de la simple adaptación. En el estribillo, el tarareo y el acorde de piano house originales de ‘Saturday Night’ se usan directamente.
En ‘Las Babys’, Aitana se sumerge en los ritmos del eurodance y del house para contarnos que ha madurado, que ya no es la chiquilla de antes. Ella es la «niña buena que se vuelve mala», canta, en una posible referencia al ‘Good Girl Gone Bad‘ de Rihanna; a los viernes llega «high» y a su ex le dice «fuck you baby». En el momento de ‘Las Babys’ que más comentarios está generando, Aitana se vuelve loca «perreando toda la noché» y, de paso, se concede una licencia poética.
El vídeo de ‘Las Babys’ sitúa a nuestra protagonista en el meollo de una fiesta privada, en una mansión con piscina, donde las drag queens, los señoros con puro y los club kids se mezclan, champán en mano, mientras Aitana baila algo parecido a La Macarena o pincha. Un producto pensado para las radios, las discotecas gay, TikTok… y también para la evolución de la propia Aitana, que prepara a todas luces su disco más entregado a las pistas de baile.
Tina Turner nos dejaba hace un par de semanas a los 83 años, tras sufrir severos problemas de salud. Hace 15 años había realizado una última gira de despedida, y se había retirado de la vida pública. JENESAISPOP le dedica el nuevo episodio del podcast REVELACIÓN O TIMO tras haberle dedicado un emocionado obituario hace unos días.
Es momento de repasar qué significó Tina Turner para la historia del rock’n’roll. Cómo llegó al estrellato junto a Ike Turner. El espectacular comeback que protagonizó con ‘Private Dancer’ y lo que supuso para otras mujeres después de la cuarentena. Su primer número 1 a los 45 años con ‘What’s Love Got to Do With It’.
Y finalmente su retirada junto a su marido en Suiza. ¿Se jubiló la reina del rock’n’roll demasiado pronto respecto a sus colegas masculinos? ¿Por qué grabó su último álbum con 60 años y dio su último tour con 68, cuando otros artistas continúan en activo a los 80 e incluso 85 años?
Debatimos sobre su contribución a la banda sonora de ‘James Bond’, que en principio no quiso grabar; desgranamos el documental que se había realizado sobre su vida en los últimos años; o recordamos lo que supuso su denuncia de malos tratos tan pronto como a principios de los años 80.
Celebramos su valor como performer, como animal escénico, sola o acompañada de otros, de Cher a David Bowie pasando por Beyoncé, subrayando hasta qué punto ha podido ser una referencia sobre todo para esta última.
Hayley Williams echó a dos fans de la pista durante el concierto de Paramore en el Madison Square Garden en su ‘This is Why’ tour. El grupo hizo dos sold-out, pero el incidente que provocó que Williams tuviese que echar a dos personas del público por una pelea ha manchado ese recuerdo para la banda.
Paramore se toma muy en serio el diálogo entre banda y público en todos sus shows. No es raro que un incidente así (pelea o simplemente discrepancia) fuese rechazado por la banda, e incluso castigado. Obviamente, todo esto fue grabado por el resto de asistentes, y posteriormente se hizo viral en TikTok. Aunque los fans se lo agradecían, la cantante se arrepintió.
Según Rolling Stone, Willams escribía después del concierto esto en redes sociales: «No puedo dejar de pensar que abusé de mi responsabilidad y de la plataforma que tenía en ese momento. De que herí a esas dos personas de una forma que perdurará más allá de la incomodidad del momento. Cuando vi sus caras en el vídeo, no vi las sonrisas engreídas que algunos comentarios decían. Vi vergüenza, lloré por ellos. No he dejado de pensar en ellos. Si sois esas dos personas… siento la vergüenza o el bochorno. No digo que estuviese bien la forma de actuar que tuvisteis pero siento haber manejado la situación como un árbitro del mismo tipo de cultura de cancelación que no enseña ni lidera».
Durante la actuación sucedió en un momento, mientras la banda tocaba ‘Figure 8’, pero parece que para la cantante fue algo más que eso. Para ella ha sido un recordatorio de cómo abordar el conflicto de mejor manera.
Bad Gyal es la protagonista del anuncio veraniego de Estrella Damm. Esta campaña, además, lleva una canción suya, ‘El sol me da’. En una entrevista (de las más personales que ha hecho Bad Gyal) para La Vanguardia, la cantante de ‘Chulo’ reconocía que deseaba que a la gente se le pegase esta canción, que es lo que de verdad le gusta.
La ansiedad de la fama, dice, hace que muchas veces no disfrute de lo que está viviendo, aunque asume que es «lo que hay». La artista es agradecida pero no se quita mérito: «Yo sé que aparte del trabajo duro yo tengo algo dentro, mío, que me hace estar donde estoy. Sé que soy buena en diferentes disciplinas artísticas. Esto es a lo que he venido al mundo, a veces me lo tengo que recordar».
En la entrevista habla de sus hermanos y su familia, que bebe del mundo artístico y de la que dice sentirse muy orgullosa. Habla de temas tan delicados como el baile y letras sexuales (y sexualizadas) que son parte de su trabajo y de sus inspiraciones en el dancehall. Y en los últimos segundos de la entrevista, casi sin esperarlo, deja la puerta abierta ante una sesión con Bizzarrap. Se encoge de hombros y se ríe, «Ah… sorpresa».
Rels B ha anunciado dos conciertos en España tras su gira por Latinoamérica. Serán el 10 de noviembre en el Palau Sant Jordi de Barcelona y el 12 de noviembre en el WiZink Center de Madrid. Las entadas saldrán a la venta mañana, 7 de junio a las 17h en www.livenation.es y Ticketmaster.es (puedes pinchar aquí). Además, en estos conciertos presentará su próximo álbum ‘Afrolova’.
Esta gira del cantante de ‘como dormiste?’ llega después de convertirse en el artista español más joven en lograr agotar el Foro Sol de México vendiendo 65.000 entradas. Esto es algo que solo habían logrado hasta ahora Alejandro Sanz, Miguel Bosé y Héroes del Silencio.
Su nuevo álbum aún no tiene fecha de salida pero su última canción ‘Sin Gato (MIAU!) es el adelanto de lo que se puede esperar de ese nuevo trabajo. Mientras tanto, Rels no ha dejado de trabajar. Hace algo más de un mes estrenaba colaboración con Nicki Nicole en ‘qué le pasa conmigo?’. Además, este nuevo disco se anuncia cuando se hace un año del último ‘SMILE BIX :)’, en el que tiene colaboraciones con artistas como KHEA, Eladio Carrión o Polimá Westcoast.
Una vez acabados Oasis, Noel Gallagher emprendió una carrera en solitario con lo que él llama sus High Flying Birds. Unos pajarillos que volaron del todo en su experimental tercer disco, ‘Who Built the Moon‘, bajo la producción de David Holmes. El cuarto ha tardado hasta 6 años en salir y supone una vuelta al clasicismo, casi exenta de experimentaciones. Al menos, radicales.
En este tiempo, hemos vivido una pandemia y el artista se ha divorciado, si bien lo primero ha nutrido más sus composiciones que lo segundo. El mayor de los Gallagher considera ‘Council Skies’ un disco «reflexivo y melancólico», y es quizá por eso que su primera parte está compuesta principalmente por baladas y grabaciones de corte onírico y psicodélico. Incluso un góspel aparece por la edificante ‘I’m Not Giving Up Tonight’, que postula: «Solo quería decir que no me voy a rendir esta noche».
El cine negro es la inspiración de ‘Dead to the World’; la canción titular resistiría idénticas comparaciones con los últimos Arctic Monkeys; y, hablando de recursos clásicos, orquestas y campanas aparecen por una pista llamada ‘Open the Door, See What You Find’. Él mismo la compara con ‘Whatever’, uno de los himnos inolvidables que nos entregaron Oasis, y la verdad es que suena casi igual de optimista.
Tan atrás se ha ido Noel Gallagher en el tiempo, dejando de lado los 90, que ‘Love Is a Rich Man’ es una de sus canciones más Motown, o quizá más Love. Es algo que habríamos esperado antes de Belle & Sebastian que del compositor principal de Oasis. Y si en algún punto de ‘Council Skies’ piensas en Pink Floyd, has de saber que estás en lo cierto. Noel intentó por todos los medios que David Gilmour tocara uno de sus típicos solos en ‘Easy Now‘, no lo consiguió, y lo que hizo entonces fue pedirle a su co-productor Paul ‘Strangeboy’ Stacey que le imitara, que se inspirara en él.
Noel parece estar más orgulloso de esa parte del álbum, más introspectiva, que de la alegre. Cuenta medio avergonzado que escribió ‘Love Is a Rich Man’ hace mucho mientras montaba en bicicleta. ‘We’re Gonna Get There In The End’ lo considera un bonus track, pues no es más que la grabación profesional de un tema que improvisadamente subió a Youtube como maqueta durante la pandemia para animar a la gente. Entre medias ha situado como al azar la que considera la canción más personal del álbum, ’Think of a Number’, que habla de un héroe (o heroína) que nos ha decepcionado, y sobre beber por el futuro, sin definir demasiado a qué se refiere.
No está muy claro cuál es la mejor versión de Noel Gallagher a día de hoy. Casi siempre su versión festiva y casual parece más inspirada que la intensa, y para muestra ’Trying to Find a World That’s Been and Gone pt 1’. Qué tiempos aquellos en que titulaba sus clásicos con una sola palabra: ‘Supersonic’, ‘Whatever’, ‘Wonderwall’, ‘Hello’. Da la impresión de que aquí hay más referencias y anécdotas -muchas de ellas muy aprovechables, eso sí- que un gran relato. Ya casi ni nos acordábamos de que el álbum venía presentado, por alguna razón, por un himno a la androginia llamado ‘Pretty Boy’, en el que toca Johnny Marr. Por si su letra no es lo suficientemente sugerente, atención a ese vídeo de temática drag.
Entre toda la oferta musical que ofrece la capital madrileña esta semana con motivo de su primer Primavera Sound, la sala La Paqui (previamente Sala But) prometía una gran velada rockera con cuatro nombres jugosos, aunque la mayoría de los asistentes estaban allí por dos: Black Country, New Road y Black Midi.
A las 8 de la tarde inauguraban la jornada la banda londinense Goat Girl. Su interesante mezcla de noise-rock y psicodelia sonó en todo momento envolvente y oscura. Su bajista, Holly Hole, entre canción y canción, intentaba animar un poco al público, saludando en español o preguntando qué era lo que más nos apetecía ver del festival, pero la respuesta de la gente fue bastante tímida. Algo injusto teniendo en cuenta lo bien que defendieron sus canciones, tanto las de aquel primer álbum homónimo, como las de su más reciente trabajo, ‘On All Fours’. Comenzaron con la post-punk ‘The Man’ y culminaron con su mayor éxito hasta la fecha, ‘Sad Cowboy’. Entre medias, hubo espacio para convencernos del valor de temas como ‘Badibada’ o ’Viper Fish’. Algunas canciones las cantaba la guitarrista y vocalista principal, otras, distintos miembros de la banda, incluida la batería. En apenas 40 minutos, Goat Girl supieron crear una atmósfera siniestra, peligrosa y seductora.
Un poco más tarde de las 9 salieron Los Bitchos, que instantáneamente rompieron el hechizo sombrío de Goat Girl con una energía positiva contagiosa. La guitarrista Serra Petale irrumpió en el escenario gritando alocadamente algo parecido a “Buenas noches, Madrid” y sin mucha más dilación, comenzó a tocar su instrumento. El resto de los miembros de la banda hicieron lo propio. Todos sonreían, se miraban entre ellos y se reían con fuerza. El ambiente en el escenario derrochaba buen rollo, y ese buen rollo se transmitía con efectividad a todos los que estábamos viéndolos. El público se lo pasaba en grande porque ellos se lo pasaban en grande. El grupo presentaba en Madrid su primer disco, ‘Let the Festivities Begin!’, producido por Alex Kapranos, con sonido psicodélico setentero formado por guitarras eléctricas, bajo, batería, teclados, bongos y hasta cencerros. Entre canciones de su álbum tan divertidas como ‘The Link Is About to Die’, metieron una versión de ‘Trapdoor’ de King Gizzard and the Lizard Wizard (grupo con el que guardan muchas similitudes) y cerraron con ‘Tequila’ de The Champs. Todo ello lo convierten en una fiesta absoluta en la que perderse y sentir el lado más lúdico de la música.
Lo de Black Country, New Road tiene mucho mérito. Tras el abandono de su vocalista Isaac Wood unos días antes de lanzar su segundo y extraordinario álbum ‘Ants From Up There’, la banda sabía que no le quedaba otra que buscar otros caminos, renovarse y arriesgarse. El dramatismo de las sentidas interpretaciones de Wood es irremplazable, por ello había que intentar cosas nuevas, pero sin perderse a sí mismos por el camino. El show de Black Country, New Road está formado íntegramente por las canciones de su más reciente disco en directo ‘Live at Bush Hall’. No hay ni rastro de ninguno de sus otros trabajos, y lo más sorprendente de todo es que no se echa de menos.
La banda tardó algo más de lo esperado en actuar debido a varios problemas técnicos que no lograban solucionar. Cuando finalmente se escucharon las primeras notas de saxofón de ‘Up Song’, el público enloqueció. Lo que sucede en el estribillo es especialmente bonito: una sala con cientos de personas celebrando a una banda que ha pasado por un momento difícil justo cuando estaba despegando y coreando al unísono “Look at what we did together”. Aquí estamos, hemos llegado hasta aquí y ¡de qué manera!
El concierto prosigue con ‘The Boy’, no sin problemas de sonido, muchas veces imperceptibles, pero la banda no parece plenamente satisfecha con los ajustes de volumen de los diferentes instrumentos. Este descontento -llevado con admirable sosiego- se alarga durante todo el set, pero en determinado momento los británicos dejan de preocuparse por ello y se permiten disfrutar de un público entregadísimo ofreciendo un espectáculo post-rock como solo ellos son capaces de hacer. Acordeón, violín, saxofón, flauta travesera, batería, voces embriagadoras… no les falta de nada, y el resultado es simplemente mágico.
Las dificultades técnicas se arrastran al siguiente concierto, el más esperado de la noche para la gran mayoría de los asistentes. La expectación era máxima pero la impaciencia iba haciendo estragos entre un público cansado con tres conciertos a sus espaldas. Llegaba la hora de Black Midi y no salían, los técnicos seguían en el escenario, probando infinitas veces que todo sonase bien, pero el resultado esperado no llegaba. Más de 20 minutos tarde comienza por fin el inclasificable grupo británico, con una energía atronadora. El momento que todo el mundo esperaba había llegado al fin. Comenzaron convincentes con ‘Speedway’ y ‘953’ de su aclamado ‘Schlagenheim‘ antes de pasar a canciones de su trabajo más reciente ‘Hellfire’. Desgraciadamente, por culpa del retraso, tuve que abandonar la sala antes de que acabara, pero los pogos, los gritos enloquecidos de los fans y la deslumbrante fuerza que exhibió la banda me dejan con un ferviente deseo: que vuelvan pronto, por favor.
Central Cee y Dave se unen ‘Sprinter’, el single que lleva el peso en su EP colaborativo ‘Split Decision’. Ambos raperos, ambos británicos y con influencia en el mundo en el que trabajan. El acento tan marcado, las barras y la energía de ‘Sprinter’ es algo que no es común en nuestro país. Es nuestra Canción del Día.
«We ain’t got generational wealth / It’s only a year that I’ve had these millions». Ninguno de los dos raperos ha nacido en familias acomodadas, ninguno ha tenido un futuro asegurado o dinero para alcanzarlo. Central Cee lo hace evidente en todos sus temas pero en este incide: «I never went uni, I been on the campus sellin’ cocaine to students».
Salir adelante y mostrar lo que han conseguido. Tema recurrente en el mundo del rap o del trap. Lo cierto es que este dúo lo hace con barras con las que, sinceramente, tienes que sonreírte, al menos. «One hundred meters, huh / I just put nine gyal in a Sprinter».
El videoclip, grabado entre Londres y Mónaco, coloca a Dave y Central Cee en un escenario que grita old money, pijo y clásico. Parece que no pertenecen a ese mundo, pero se hacen su hueco. Dave se posiciona en contra de la violencia contra las mujeres («Fire for a wife beater, can’t rock with that, I ain’t wearin’ a vest»), algo que ya ha hecho en otros temas.
Luego, lo combina con alguna que otra estrofa un poco más guarra: «Man have to send her therapy / She got the E-cup bra, a lot on her chest». Central Cee lo remata con algo de gracia: «Now this gyal wan’ me in her uterus, fuck it, I’m rich, let’s do it».
Astrud Gilberto ha fallecido, ha confirmado su nieta Sofia en Instagram. La revista Quem informa ya de la noticia. Astrud tenía 83 años.
Conocida por su aterciopelada voz, Astrud fue uno de los mayores iconos de la historia de la música brasileña. Especialmente su debut ‘The Astrud Gilberto Album’, de 1963, se suele contar entre los mejores de todos los tiempos e incluye uno de sus temas más populares, ‘Água de beber’.
Pero es ‘The Girl from Ipanema’ la canción por la que Astrud Gilberto será principalmente recordada. Originalmente grabada por Pery Ribeiro, e interpretada en portugués, la versión adaptada al inglés de Astrud se convirtió en un hit internacional a mediados de los 60 y ganó el Grammy a Canción del año. Era una versión recortada de un dueto con João Gilberto, en la que ella cantaba en inglés y él en portugués. Desde entonces, ‘The Girl from Ipanema’ se considera probablemente el principal estándar de la bossa nova, ha sonado en incontables películas y sido versionada hasta el infinito.
Astrud cantó otros estándares, como ‘Fly Me to the Moon’ o ‘Desafinado’, la segunda, en compañía de George Michael, y otros de sus éxitos son ‘Corcovado’, ‘Manha de Carnaval’, ‘The Shadow of Your Smile’ o ‘Berimbau’.
Gilberto, cuyo nombre de pila inspiró el de la banda barcelonesa Astrud, formada por Manolo Martínez y Genís Segarra; nombre que aparecía también en el homenaje al pop de ‘Esta noche solo cantan para mí’ de La Casa Azul, publicó una decena de discos, el último, en 2002.
Nicki Minaj ha anunciado la fecha de lanzamiento de su nuevo disco: el viernes 20 de octubre. En un escueto tuit, Nicki simplemente comparte que esa será la fecha de salida de «el álbum».
La fecha del 20 de octubre es tan lejana que Metacritic apenas lista lanzamientos confirmados ese día: solo uno de la banda de indie-pop Pip Blom, al que ahora se suma Nicki.
En el mensaje, Nicki alude a la salida de ‘The Album’ pero no confirma que este sea el título del disco. De serlo, el quinto disco de Nicki sería otro titulado ‘The Album’ o parecido, en un alarde de imaginación que han tenido desde ABBA a Alejandro Sanz pasando por Teyana Taylor o, recientemente, BLACKPINK o Jonas Brothers.
Hace unas semanas, Minaj manifestó que su nuevo disco sería «el mejor de 2023», insinuó que cambiaría el rumbo del hip-hop y anticipó que sería tildado de «genialidad». Es de esperar que el tracklist no renuncie ni a ‘Super Freaky Girl‘ ni a ‘Red Ruby da Sleaze’, los dos singles recientes de Nicki en solitario.
En los últimos tiempos, Nicki ha seguido colaborando, por ejemplo, en un remix de ‘Pound Town’ de Sexyy Red o en ‘Alone‘ de Kim Petras. Su colaboración más exitosa del momento es ‘Princess Diana’ con Ice Spice. Además, Nicki es una de las artistas confirmadas en la banda sonora de ‘Barbie’. ‘Queen‘, su último álbum, vio la luz en 2018.