Isobel Campbell, quien fuera cantante de Belle & Sebastian hasta 1999, es conocida por sus álbumes en solitario pero sobre todo por sus trabajos junto a Mark Lanegan, entre ellos el estupendo ‘Hawk‘, lanzado en 2010. Desde aquel trabajo apenas hemos tenido noticias de Campbell, cuyo último álbum verdaderamente en solitario, ‘Milkwhite Sheets’, es incluso anterior, de 2006.
14 años y una disputa de dos años con su anterior sello después, la cantante y compositora escocesa ha anunciado que su quinto disco en solitario, ‘There is No Other’, verá la luz el 31 de enero de 2020 a través de Cooking Vinyl. Se compone de 13 canciones «melódicas y llenas de ganchos que se mueven a través de un amplio espectro de arreglos y sensaciones sutiles y seductoras, tan intensas como misteriosas y libres», según la nota de prensa oficial. La propia Campbell asegura que ‘There is No Other’ es un trabajo «ensoñador» que parece «venido de otro mundo».
El primer avance de ‘There is No Other’ es ‘Ant Life’, un tema que explica por sí solo por qué la portada de ‘There is No Other’ parece emular las del pop hippie de los 60. Es un tema luminoso en el que la voz susurrada de Campbell se acompaña de guitarras acústicas y unos pequeños destellos electrónicos. Suena como unos Stereolab bucólicos, y no para mal.
‘There is No Other’:
1. City of Angels
2. Runnin’ Down a Dream
3. Vultures
4. Ant Life
5. Rainbow
6. The Heart of It All
7. Hey World
8. The National Bird of India
9. Just for Today
10. See Your Face Again
11. Boulevard
12. Counting Fireflies
13. Below Zero
Un pelo gris. Este es el origen de ‘Envejeciendo’, el segundo disco de la cantante y compositora ecuatoriana afincada en Brooklyn Maria Usbeck, quien se diera a conocer hace unos años con ‘Amparo’, un delicioso álbum de pop veraniego, multicultural y políglota producido por Caroline Polachek, en el que Usbeck divagaba relajadamente sobre las pequeñas cosas de la vida. En ‘Envejeciendo’, la artista aborda un tema más grande, el de la vejez, un tema en sus palabras “sensible” e “incómodo” pero en el que merece la pena detenerse, aunque sea por el poquísimo espacio que suele dársele en la música pop, mucho más obsesionada con la juventud y con mantras tipo “vive rápido, muere joven”.
Usbeck empezó a meditar sobre la vejez cuando un amigo suyo encontró una cana en su pelo. Ella se sintió “ofendida” al principio como ha declarado en una entrevista, pero después entendió que “todo estaba en su cabeza” por culpa de “todas esas extrañas normas sobre la belleza que la sociedad impone”. En la era del Facetune y del “ageism”, Usbeck ha querido mostrar en ‘Envejeciendo’ que hacerse mayor no es tan horrible como las redes sociales pueden hacer ver, y de hecho una de las canciones más alegres del álbum sitúa a la protagonista en una “residencia de ancianos” en la que es feliz jugando al bingo y viviendo cerca del mar. Su único problema es que no encuentra los dientes para comer. La primera pista, ‘Adiós a mi memoria’, dedicada a la demencia como su propio título indica, expresa: “no puedo recordar lo que hice ayer, cada día es un nuevo día”. Y no parece algo malo en absoluto.
En ‘Envejeciendo’, Usbeck ha decidido dejar a un lado las instrumentaciones andinas y tropicales de su anterior álbum y entregarse de pleno a un synth-pop nocturno y DIY que remite a artesanos del género como Nite Jewel o John Maus. El resultado es un álbum de canciones modestas pero compuestas con absoluto mimo durante dos años, en las que Usbeck explora la vejez desde varios ángulos y perspectivas, incluida la propia muerte. En la balada ‘Obscuro Obituario’, en la que sí tienen cabida unas sutiles percusiones tropicales, es una persona fallecida quien habla y nos conmueve al contarnos que hay un “libro escrito” en su piel y que su “sombra ya se fue sin volver”, pero que sigue presente entre nosotros: “recuerda que yo te puedo ver”. Y en la vaporosa ‘The Machine’, el protagonista es un anciano que intenta utilizar un aparato tecnológico actual sin demasiado éxito: “¿qué es lo que tengo que tocar para poder abrir?”
La propia Usbeck asegura que la composición de ‘Envejeciendo’ le ha servido para aceptar la realidad de la vejez y cabe agradecer que el álbum, aunque es melancólico, no caiga jamás en el derrotismo gratuito ni siquiera en una pista directamente llamada ‘Nostalgia’, que suena a medio camino entre los 80 de la new wave y los atareados ritmos de Aphex Twin. El álbum en realidad está lleno de alegría, la misma que expresa el pegadizo single ‘Amor anciano’, que además de contener el curioso adverbio «efectualmente», narra el feliz encuentro de dos ancianos que llevan décadas sin verse.
Pese a su título en gerundio como queriéndonos decir que en realidad envejecemos cada día, a cada segundo que pasa, el álbum aborda la realidad de la vejez con la naturalidad con la que cualquier persona vive su día a día. Y dentro de 40 años, cuando la propia Usbeck sea anciana, los mensajes del disco probablemente seguirán teniendo sentido.
Calificación: 7/10 Lo mejor: ‘Amor anciano’, ‘Un cabello gris’, ‘Obscuro Obituario’ Te gustará si te gusta: Nite Jewel, John Maus, Junior Boys Escúchalo:Spotify
‘I Rise’ de Madonna, que ni siquiera parecía un single propiamente dicho del notable ‘Madame X‘ sino uno de los «instant grats» con los que se promocionó el álbum, el dedicado a la comunidad LGTB+ en el 50º aniversario de Stonewall, es el nuevo número 1 de la tabla Billboard Dance Club Song. Lo logra gracias a la cantidad de remixes que se han lanzado al mercado y supone el 48º top 1 de la cantante en dicha lista, ampliando su récord de artistas con más números 1 en ella. La segunda es Rihanna, con 33 números 1.
La mala noticia es que esta lista dance no puede ser más irrelevante ni más ajena a la realidad, pues lanzada en 1976 se compone de la (dudosa) información suministrada por un par de docenas de DJ’s americanos, una gente indeterminada cuyos nombres se desconocen, pero que aseguran que la canción más pinchada esta semana había sido ‘Higher Love’ de Whitney Houston, que no ha alcanzado en América la relevancia que sí ha tenido en Reino Unido, y ahora lo han sido los remixes de ‘I Rise’. ¿Alguien puede creerse esto después de que el disco durase 2 semanas en el Billboard 200 y tan solo 8 semanas en el top 100 de ventas?
La buena noticia, la única «revelación» de todo esto, es que las remezclas de ‘I Rise’, sin dar a la canción posibilidades de éxito, resultan bastante más escuchables que las insufribles publicadas para ‘Ghosttown’ o ‘Bitch I’m Madonna’. Demuestran que, curiosamente, este tema reivindicativo funciona en clave funk lleno de guitarras setenteras (Kue Drops The Funk Remix), en clave de house noventero (Thomas Gold), en clave techno (Daybreakers Remix) y en menor medida con sonidos del último lustro (DJ Irene & The Alliance Remix) o en clave trance (Offer Nissim). Una curiosidad que no encontrábamos en los remixes de Madonna desde los tiempos de ‘Celebration’ y ‘Revolver’.
Missy Elliott va a recibir un homenaje en la gala de los MTV Video Music Awards del próximo lunes, el Video Vanguard Award que parece ser que aún recibe el nombre de Michael Jackson. Así que no es del todo una sorpresa lo que prácticamente sin aviso ha llegado al mercado este viernes: un EP de Missy Elliott completamente nuevo en el que caben 5 pistas, la última de las cuales es una versión a capella de la última pista, ‘Why I Still Love You’. Tanto Missy como Wili Hendrix y Timbaland aparecen en los créditos de producción.
La primera canción que encontramos en el EP es un medio tiempo llamado ‘Throw It Back’ en el que Missy se toma con calma esto de retomar su flow, si bien su vídeo contribuye a que la pista se acerque algo a la grandeza del título de este EP, que no es otro que ‘ICONOLOGY’.
El vídeo, en el que aparece Teyana Taylor, parte de un museo lleno de cuadros de Missy Elliott en el que la gran pregunta sobre la mesa es “DÓNDE ESTÁ MISSY”. Es una referencia a la cantidad de años en que hemos estado sin lanzamientos largos de Missy Elliott (desde 2005, aunque luego hubo algún tema suelto), y cuya respuesta es un vídeo lleno de bailarinas, “booties” y colores pastel, con un simpático y descarado guiño a MTV.
Lana del Rey ha publicado dos nuevos adelantos de su inminente disco, ‘Norman Fucking Rockwell’, finalmente a la venta el viernes que viene. Tanto ‘Fuck It I Love You’ como ‘The Greatest’ son estupendas nuevas pistas de lo que podremos encontrar en ese álbum, pero curiosamente era la segunda canción que aparecía en el videoclip doble la que de manera inmediata llamaba la atención.
Se trata de una balada co-escrita y co-producida por el omnipresente Jack Antonoff (hoy es, definitivamente, su día) que sin renunciar al sonido 100% Lana del Rey presenta suculentas novedades. En cuanto a su idiosincrasia están Nueva York y Los Ángeles, la nostalgia («echo de menos el rock’n’roll») y la referencia a las drogas («Aquellas noches a tope / no podíamos estar más colocados»); como apuntan en Popjustice el uso de lenguaje coloquial extraído de diferentes épocas, tipo precisamente «a tope» («I had a ball» es algo así como «me lo pasaba bomba») y esa sensación continua de derrota y pérdida inherente a su discografía («estoy afrontando la mayor… la mayor pérdida de todas»).
Lana del Rey no ha ocultado nunca quiénes son sus referentes o cuánto debe a sus ídolos, mitos para ella. En esta canción no solo hay una referencia muy clara a Beach Boys («echo de menos el bar al que Beach Boys iban») sino también a su hit ochentoso ‘Kokomo’ y de manera significativa a su batería fallecido en 1983, ahogado en alcohol, Dennis Wilson. El mismo Dennis Wilson cuyo único disco en solitario acaba de ser reivindicado en el segundo álbum de Shura.
La mitomanía no se acaba ahí, pues hay más referencias explícitas. Si bien el estribillo sigue sin ser tan bueno, o al menos tan inmediato como los de ‘Born to Die’, Lana del Rey nos ofrece algo mejor: una outro preciosa en la que nos habla de Kanye West y David Bowie. Lo hace con amor y maldad, afirmando con rotundidad que «Kanye se ha teñido de rubio y le hemos perdido», en clara referencia a la simpatía de West por Trump, contra la que Lana ha protestado; y después pone los pelos como escarpias sentenciando que «‘Life on Mars’ no solo es una canción». La composición de Bowie hablaba de una chica que quiere ir al cine haciendo una reflexión sobre la función del arte en nuestras vidas y la percepción de la realidad que tenemos. Son cuestiones el cine y la duda de la realidad que no pueden representar mejor a Lana del Rey, y por algo la última frase de la canción va por ahí, pero adaptada a la actualidad: «Oh, the live stream’s almost on».
Tan importantes como las referencias explícitas de este tema son las implícitas: el tema se abre con unas guitarras y sobre todo un piano muy McCartney circa ‘Let It Be’. Y la melodía nos lleva en cambio un par de años atrás, quizá a aquel 1967 en que se editaba el clásico ‘A Whiter Shade of Pale’ producido por Denny Cordell. Cuando llegamos a esa bellísima outro ya mencionada, el piano es en cambio diferente y ahí es muy difícil no pensar en los clásicos pianos que utilizan en sus discos Bon Iver y The National, de manera nada casual ambos presentes en la «jukebox» imposible, imaginaria (de nuevo el juego de fantasía y realidad) que aparece en el videoclip. Finalmente, tras realizar una gira con Cat Power y haber cantado en el estudio con ella, me resisto a creer que Lana del Rey no haya realizado con este ‘The Greatest’ un homenaje a la que puede ser la mejor composición de Chan Marshall, llamada exactamente igual. Ya hizo antes suyo algo tan «grande» como ‘Lust for Life’…
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Famous, el último ganador de Operación Triunfo (no, no fue Natalia Lacunza), mueve ficha finalmente y lanza el que es oficialmente su primer single en solitario. Como mínimo, podemos dejar de preguntarnos dónde se había metido. Se trata de un single llamado ‘Bulla’ de claras reminicencias africanas que durante esta medianoche le ha convertido en «trending topic» en Twitter, entre comentarios que alababan el riesgo de su canción, y otros que consideran que pese a lo rotundo de las bases, no tiene la pegada de los singles de Lola Indigo, también algo tribales.
Y es que cuando muchos esperaban que Famous exprimiera su gusto por el soul o la música pop, ha decidido presentarse con un sencillo mucho más arriesgado que está haciendo «bulla» sí, pero se desconoce durante cuánto tiempo será o si eso será necesariamente para bien. ¿Tiene acaso el tema el «flow» del que presume la misma letra de la canción?
El tema, producido por el ingeniero de sonido Josh Tampico, viene presentado por un vídeo coreografiado en el que Famous trata de hacer honor a frases como «vivo a todo color», «te doy un fiestón», «voy camino a la cima», «sé que siempre tengo cuerpo pa’ los viernes» o «se mueve así». ¿Le ha quedado un poco Beyoncé o muy Chimo Bayo, más bien?
‘Lover’, una de las mejores canciones del momento, es también claramente el mejor de los singles que se han editado para presentar el disco también llamado ‘Lover’ que hoy publica Taylor Swift. Este mismo 23 de agosto es la fecha elegida para estrenar el vídeo de esta canción.
Y si la letra comienza diciendo que «podríamos dejar las luces de Navidad hasta enero / Esta es nuestra casa y nosotros elegimos las normas», el vídeo dirigido por la propia Taylor junto a Drew Kirsch se sitúa en el mismo día de Navidad. Una niña abre regalos, y un zoom un tanto ‘Big Love’ nos adentra en las intimidades de una pareja interpretada también por Taylor junto al bailarín Christian Owens. Hay luchas maritales de las que tanto gustan a la cantante (‘Blank Space’), pero también paz y cotidianidad en torno a un buen plato de espaguetis y cuadros de gatos.
Quizá la parte más llamativa sea esa en la que Taylor Swift aparece tocando varios instrumentos: la guitarra, la batería, el bajo, el violín… Por supuesto, la cantante siempre ha escrito la totalidad de su música, pero aquí parece estar realizando un guiño al trabajo que está realizando regrabando su discografía tras haber perdido los derechos de sus másters.
En cualquier caso, otro buen vídeo en su carrera en el que también parece caber un guiño al clip ‘Protection’ de Massive Attack, aunque aquí todas las habitaciones le pertenezcan. ‘Lover’, editado hoy con vistas a llevarse todas las ventas del último cuatrimestre del año, el navideño, contiene la colaboración de St Vincent como co-autora de ‘Cruel Summer’. Ambas ya tenían en común al co-productor Jack Antonoff, que acaba de sacar disco como Red Hearse.
Lana Del Rey sigue con su promoción libre de ‘Norman Fucking Rockwell‘, el álbum que publica el próximo 30 de agosto, y después de estrenar los singles ‘Mariner’s Apartment Complex’, ‘Venice Bitch’ y «hope is a dangerous thing», la cantante anunciaba a finales de julio la llegada de un videoclip doble para otros dos temas del disco que nos llegan hoy, ‘Fuck It I Love You’ y ‘The Greatest’. Se tratan de la pista 4 y la pista 11 de ‘Norman Fucking Rockwell’, respectivamente, y para el vídeo que acoge ambas canciones, Lana se ha vuelto a dejar dirigir por Rich Lee, quien ya se encargara de los clips de ‘Love’, ‘Lust for Life’ y ‘White Mustang’. El vídeo ha sido estrenado esta tarde tras haberse mostrado un avance en Instagram.
El primero que vemos es el de la balada ‘Fuck It I Love You’, en el que aparece surfeando acompañada de un maromo en shorts como en algunas de las imágenes promocionales del álbum, pintando o cantando en un bar. A continuación, ‘The Greatest’, con un piano beatliano y aspecto de convertirse en otro pequeño clásico, contiene más imágenes avanzadas en Instagram: Lana subida a un barco o poniendo copas en un bar donde hay una gramola con canciones de The National o Bon Iver.
A dos semanas de que llegue a las tiendas ‘Norman Fucking Rockwell’, las novedades musicales de Lana incluso al margen de este disco no han parado. De hecho, recientemente llegaban a las plataformas de streaming dos canciones nuevas de la artista que no formarán parte del disco, en primer lugar, ‘Looking for America‘, la balada que Lana improvisaba tras los tiroteos de El Paso y Dayton; y ‘Season of the Witch’, su versión de Donovan para la película ‘Historias de miedo para contar en la oscuridad’.
The 1975 han iniciado ya definitivamente la promoción de ‘Notes on a Conditional Form’, el álbum que iban a publicar este 2019 solo un año después del anterior, ‘A Brief Inquiry into Online Relationships‘, pues de hecho pertenece al mismo ciclo de álbumes llamado Music for Cars (el largo incluso llegó a estar fechado para mayo, cuando el disco anterior había salido en noviembre). Sin embargo, ‘Notes on a Conditional Form’ llegará finalmente el 21 de febrero de 2020 tal y como revela Apple Music, que además lista 22 canciones, por lo que este será el disco con más pistas de The 1975 hasta la fecha.
El primer avance de ‘Notes on a Conditional Form’ ha sido su pista 1, que, como ha solido ser el caso en todos los discos de The 1975 hasta el momento, es la intro y se titula con el nombre del grupo. Aunque en este caso es una intro bastante más interesante de lo habitual, pues como ya os contamos, se trata de una colaboración con la joven activista sueca Greta Thunberg, que en el tema lee un texto sobre la importancia de tomar acción ante el cambio climático.
Este no podía ser el primer single «de verdad» de ‘Notes on a Conditional Form’, que es ‘People’ y no obstante también te dejará con el culo torcío: se acaba de estrenar a través de las plataformas de streaming, de nuevo sorprendiendo con su sonido punki y conteniendo frases como «Well my generation wanna fuck Barack Obama living in a sauna with legal marijuana» o «Republic’s a banana». Una llamada a la acción que han coronado con unos cuantos «wake up!».
Actualizamos nuestra playlist semanal con las nuevas canciones de Missy Elliott (saca EP de 5 canciones), Lana del Rey, Taylor Swift o Famous. «Ready for the Weekend» (suscríbete aquí) trae algunas de las novedades que hemos conocido durante los últimos días y horas. Entre ellas hay acelerado nuevo single de Papa Topo (‘Sirenear’), nuevo tema con guiño a Abba de Ava Max y nuevo avance del próximo disco de Bat for Lashes (‘Jasmine’).
También hemos conocido singles de los próximos discos de Elbow, Kim Gordon, Lindstrøm, Vince Staples, DIIV, Kindness o Lower Dens. Entre las sorpresas, el esperado dúo de Yung Beef y La Zowi, que ha arrasado durante sus primeras horas de vida en Youtube; el sonido de Mura Masa y Clairo juntos; o una nueva colaboración de Thom Yorke con Flea que no habíamos visto venir tan poco tiempo después del último trabajo en solitario del líder de Radiohead. También cabe destacar ‘Ya fue’, el nuevo lanzamiento de Ana Torroja con la colaboración de Henry Saiz.
La lista de novedades la completamos por el momento con cortes nuevos de Charlie Puth (ese en el que simula ser ahogado), Tainy con Anuel AA y Ozuna, cuyo ‘Adicto’ ya es número 1 en Youtube España; Alessia Cara, Amen Dunes, Milky Chance, Stefflon Don, beabadoobee, Lil Uzi Vert, Melendi, J Balvin ft. Reik y Lalo Ebratt, BROCKHAMPTON, Patty Griffin (para el próximo álbum tributo a Tom Waits, que incluirá temas de Aimee Mann o Phoebe Rodgers); That Dog, que han vuelto tras 22 años; Blue Hawaii (ojo a su single a lo Moloko), los temas para ‘Por 13 razones’ de Charli XCX, 5 Seconds of Mars, Twin Shadow, HEALTH y Frightened Rabbit; o el homenaje a David Berman que han grabado First Aid Kit.
Hoy se cumplen 25 años de la edición de ‘Dummy’, el mejor disco de 1994, uno de los mejores de la década de los 90 y de la historia en general. El debut de Portishead puede presumir de haber sobrevivido al empeño del mercado publicitario de introducirnos sus ideas y melodías hasta en la sopa, y al de otros por convertirlo en música de fondo para oír en grupo y sin prestar atención entre una sospechosa nube de humo. No hay álbum de ventas millonarias que no haya tratado de ser vulgarizado o menospreciado, pero escuchar el largo a día de hoy es darse cuenta de que su hechizo permanece intacto.
Comulgabas con el mundo ‘Dummy’ desde que se abría con la tenue línea de guitarra de ‘Mysterons’, sus scratches, su Rhodes, su theremin cuando no sabíamos lo que era uno y su redoble de batería. Aparte de presentarnos la maravillosa voz de Beth Gibbons, que este año ha publicado un interesantísimo concierto con la Orquesta Sinfónica de la Radio Nacional polaca, dirigida por Krysztof Penderecki, también nos introducía a Adrian Utley, un músico ocho y quince años mayor que sus dos compañeros que después ha tocado en obras fundamentales de Goldfrapp, Sparklehorse, Bat for Lashes o Marianne Faithful; y por supuesto a Geoff Barrow, un personaje para dar de comer aparte, popular por sus viscerales críticas en las entrevistas primero, y en la red después, hacia todo aquello que odiaba. Conocidos han sido su alergia por la etiqueta trip-hop, su desprecio por chorradas del mundo del pop como aquel libro de fotos de viaje de Diplo, por el sonido Danger Mouse («prefiero cagar en el asado de los domingos de mi madre que dejar que produzca a Portishead») o por el de Haim. «Parecen Shania Twain, ¿cuándo ha sido eso algo bueno?», escribía en 2013, ciertamente, arrancándonos una sonrisa. Este mismo año se jactaba de no haber escuchado “nada de Boards of Canada, Black Flag, The Jesus & Mary Chain, Modest Mouse, Wilco ni The 1975”, nada menos.
Sin generar tantos titulares, también Geoff Barrow ha sido conocido por su meticulosidad y su sagacidad, y esta misma semana me inquietaba un post en Instagram en el que criticaba que los productores e ingenieros de sonido actuales comprimieran un sonido percusivo de una única forma. «Abrid vuestras mentes un poquito, por el jodido amor de Dios». Y no es ninguna sorpresa verle quejándose de que todo el mundo suene exactamente igual: Portishead pueden tener tan sólo tres discos, e incluso pueden sonar homogéneos a oídos poco atentos, pero nadie puede echarles en cara que hayan utilizando siempre el mismo grado de nitidez, reverb, sensación de directo o de lata o sonido grabado deliberadamente como desde el fondo de un pozo.
Todos los ingredientes, aplicados en el momento y grado justo para su perfecto cocinado, funcionaban en ‘Dummy’. Las bandas sonoras del cine negro de los 50 y de ‘James Bond’ en los 60 son una influencia en el álbum hasta el punto de que Lalo Schifrin aparece sampleado en ‘Sour Times’, en concreto uno de los temas de ‘Misión Imposible’ (1969). De hecho, el disco se presentó con un corto de 10 minutos llamado ‘To Kill A Dead Man’. Pero también el modus operandi del hip-hop o la cadencia del jazz aparecen de manera natural y poco pedante. ‘It Could Be Sweet’ tiene la esencia de los medios tiempos de R&B de mediados de los 90, pero con un acabado muy distinto tanto en cuanto a beats como al tipo de teclado elegido, de nuevo un Rhodes. Su dulzura (al menos posible, en el título) contrasta a continuación con el carácter decadente de ‘Wandering Star’ que, desesperada, se arrastra con la penosidad de un caracol en una inabarcable explanada. «Por favor, ¿podrías quedarte un momento para compartir mi dolor?», empieza preguntando Gibbons; mientras el estribillo, con una referencia a la Biblia, se pregunta «para quién estarán reservadas las estrellas errantes». Solo una ligerísima armónica sampleada del ‘Magic Mountain’ de Eric Burdon and War atenúa su «tristeza, oscuridad eternas».
‘Dummy’ es un álbum que sobre una base de sonido elegante y variada, y coherente al mismo tiempo, habla sobre la búsqueda de una identidad propia y un lugar en el mundo. ‘Strangers’ lucha por esa búsqueda de la realidad en la que poder situarnos, concluyendo finalmente: «¿No te has dado cuenta de que nadie puede ver dentro de ti? ¿No te has dado cuenta de que esa vista te pertenece solo a ti?». Es uno de los momentos más optimistas de un disco que tampoco prescinde de los estribillos claros, y ahí está el de ‘Sour Times’ para demostrarlo (aunque, ojo, hicieron autoversión rockera en contrapartida); pero en el que se evita a conciencia lo almibarado. Quizá por eso ‘It’s a Fire’ no aparece en la edición vinilo, pese a que sus teclados también empiezan tremebundos. ¿Demasiado optimista por melodía? ¿Incluso demasiado pegadiza por mucho que sostenga que «la vida es una farsa»? ¿Demasiado edificante y aliviadora en su estribillo de consuelo, «respira, hermana, respira»?).
Porque luego está lo de ‘Roads’, una composición que muestra a Beth Gibbons librando una batalla «paralizada», «sin nadie a su alrededor» y «sin nada que decir». La canción tiene su estribillo, pero es la repetición de la primera estrofa con el añadido de una sección de cuerda la que anuncia que se viene encima el dolor de una guerra de años perdida. Después, el solo de cuerdas es directamente un mar de lágrimas recién salido de una tragedia griega. O italiana: Ennio Morricone había sido una inspiración para el disco y en ‘Roads’ cabe menos esperanza para su narradora que para el personaje de Accattone en la cinta de Pier Paolo Pasolini. Al final, Beth Gibbons vuelve a atacar con la primera estrofa, empezando la canción como acababa, aprovechando la fuerza dramática de la estructura circular. Lo siento, Thom Yorke, pero esta puede ser la grabación más hermosa de todos los años 90.
En una breve entrevista que pude hacer a Geoff Barrow antes de su concierto en el FIB de 2011, charla que nos dejaba el ilustrativo titular «no queremos sacar un mal disco solo por sacar algo»; preguntábamos a Barrow por el apego del público hacia ‘Roads’ pese a no haber sido nunca uno de los sencillos del disco. Jamás ha faltado en su repertorio, en general en penúltimo lugar. «Me encanta esa canción, pero no tengo una canción favorita. Entiendo por qué la gente tiene una conexión especial con ‘Roads’, simplemente les llega», decía. Por el contrario, el grupo afirmaba haber perdido contacto con el single ‘Numb’, que ciertamente desaparecía del setlist de Portishead en 2011 para no volver en las giras de 2012, 2013, 2014 ni en la última de 2015. «No me gusta tocar ‘Numb’. No podemos tocarla ahora mismo, la hemos sacado del setlist (…) Simplemente no queda bien».
Tras ‘Pedestal’ y ‘Biscuit’, mínimamente menores, aunque el modo de ralentizar la voz de Johnnie Ray de la última es cautivador (contiene un sample de su tema de 1959 ‘I’ll Never Fall in Love Again’); el disco se cierra con ‘Glory Box’, con el célebre sample en «fade in» y «fade out» de Isaac Heyes, obviamente reconocido como co-autor del tema. Beth Gibbons muestra en ella sus múltiples personalidades como vocalista, como interpretando personajes, desde el más frágil y necesitado como una gata en celo y que le valía comparaciones con Billie Holiday («estoy harta de jugar con arcos y flechas»), hasta el que irrumpe mucho más autoafirmativo en el estribillo («dame una razón para quererte, para ser una mujer, solo quiero ser una mujer») y termina sentenciando en el momento más turbio de la composición «es hora de pasar página»… si bien parece que el «hombre» es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y, de manera misteriosa, la canción vuelve a optar por una estructura circular.
Ganador del cuarto Mercury Prize de la historia y por tanto contribuyendo al prestigio del galardón británico, y elegido como disco del año por la revista de avant-garde The Wire; ‘Dummy’ por supuesto puso el listón muy alto para la carrera de Portishead. El grupo reaccionó rápido entregando un segundo disco notable, homónimo, que estaba perfectamente a la altura tres años más tarde; pero el tercero se les atragantó, llevándoles 11 años culminarlo… y hace 11 años de aquello. ‘Third’ presentaba novedades en el sonido, llevándoles a cierta radicalidad industrial (‘Machine Gun’), a la sencillez lo-fi (‘Deep Water’) y decididamente al kraut (‘We Carry On’). Sobresalientes y fundamentales en los anuarios de 1997 y 2008, las continuaciones de ‘Dummy’ han sido también magistrales, pero si ‘Dummy’ continúa siendo una losa para Portishead es porque el público nunca ha llegado a apreciar como merecían sus siguientes álbumes. De las 10 canciones más escuchadas del grupo en Spotify, 8 son de ‘Dummy’, y el disco, con 4 millones de unidades vendidas en modo «sleeper», permanece como su álbum más popular por más diferencia de la debida. De ser con ‘Dummy’ triple platino en Reino Unido (ha sido certificado este mismo 2019 porque se sigue vendiendo y escuchando) y platino en Estados Unidos, Portishead pasaron a ser «sólo» platino en Reino Unido y oro en Estados Unidos con el segundo disco, y ya solamente oro en Reino Unido con el tercero, dividiendo injustamente sus ventas entre 10 o casi.
Con todo, Portishead jamás dejaron de ser un grupo respetado e influyente, siendo reconocido como inspiración por decenas de artistas, más aquellos que no se atrevieran a mencionarlos por miedo a ser ridiculizados. Para muestra, cómo acabó la cosa cuando The Weeknd trató de samplear ‘Machine Gun’, Portishead se negaron y él los adaptó de todas formas en ‘Belong to the World’. Hay que tener valor para llamar a su puerta: desde luego el grupo ha sabido alimentar un mito, tan grande como su logo.
Taylor Swift publica hoy viernes su nuevo disco, ‘Lover’. La artista ha actuado en un programa de la televisión estadounidense para presentar los singles del álbum y algún hit viejo y para conceder una pequeña entrevista, en la que ha confirmado que planea regrabar sus cinco primeros álbumes al completo (‘reputation’ queda excluido por alguna razón) a partir de noviembre de 2020. Dice que está «muy emocionada» por la idea.
Mientras, los créditos del álbum ya están en manos de los fans de Swift, e incluyen alguna que otra sorpresa. La mayor es que St. Vincent es una de las autoras de la pista 2, ‘Cruel Summer’, junto a Swift y a Jack Antonoff, que ha participado en varios temas. Antonoff es productor de ‘MASSEDUCTION‘ de St. Vincent y de ‘reputation‘ de Swift y además Taylor y Annie Clark han llegado a actuar juntas, por lo que la colaboración no es tan descabellada como puede parecer.
Entre los partícipes en ‘Lover’ encontramos también a Louis Bell, responsable de varios éxitos recientes de Halsey (‘Without Me’) o Post Malone (‘Wow.’), una colaboración con Dixie Chicks llamada ‘Soon You’ll Get Better’ y otra con la joven promesa del R&B Cautious Clay, uno de los autores de ‘London Boy’. También Mark Spears, más conocido como Sounwave y uno de los integrantes de Red Hearse, está metido en el ajo, así como Frank Dukes (Adam Feeny), mano derecha de Bell (y presente en la nueva de Rosalía y Ozuna) y Joel Little (Marina, Lorde).
💿 | Official Lover writing credits from iTunes
🎵 3 solely written songs — Lover, Cornelia Street and Daylight
🤝 Frequent collaborator Jack Antonoff is on 8 tracks, other co-writers include Joel Little, Adam Feeney, Louis Bell, Frank Dukes, St. Vincent & Mark Anthony Spears! pic.twitter.com/0GgPWmzxwS
El joven productor británico Mura Masa se hizo un hombre en el pop hace un par de temporadas gracias a su fresquísimo y sofisticado sonido electrónico y a singles que alcanzaban reproducciones millonarias en las plataformas de streaming como ‘Love$ick’ con A$AP Rocky, ‘Firefly’ o ‘What If I Go?’ con Benzo. Su debut fue uno de los grandes discos del verano de 2017 así como uno de los mejores discos del año en general.
¿Qué hay de nuevo en el mundo de Mura Masa? Bastante. El chico tras el proyecto, Alex Crossan, ha anunciado «nueva dirección» y parece que esta tendrá poco que ver incluso con el par de singles que publicó el artista hace tan poco como en 2018, ‘Move Me’ con Octavian y el estupendo ‘Complicated’ con Nao. «Este es el comienzo de la presentación de una nueva dirección para Mura Masa más centrada en el formato de banda y en la música de guitarras», ha explicado Crossan en nota de prensa. «Crecí escuchando punk y new wave así que para mí es un regreso emocionante [a estos sonidos]».
La primera muestra de la reinvención de Mura Masa es un single efectivamente bastante diferente a sus ritmos de tropical house habituales, hecho en colaboración con la prometedora Clairo, que acaba de publicar su debut. ‘I Don’t Think I Can Do This Again’ empieza conjugando guitarras acústicas con un sutil motivo de sintetizador, pero al llegar el estribillo el tema se sumerge en una distorsión más propia del post-punk o del electro-rock de principios de siglo. Un cambio para Mura Masa y también para Clairo, que será bienvenido por unos, quizá no tanto por otros.
Cass McCombs ha publicado este año un recomendable disco llamado ‘Tip of the Sphere‘. El cantautor californiano es conocido por sus serenas y delicadas composiciones, entre las que ha terminado despuntando ‘Bum Bum Bum’, publicada en su álbum anterior, ‘Mangy Love‘. Es su mayor éxito en streaming.
En cualquier caso, McCombs volverá a España en unos meses (ya estuvo en el festival madrileño Tomavistas el pasado mes de mayo) para presentar ‘Tip of the Sphere’. En concreto, el artista actuará el 5 de noviembre en el Teatro Lara de Madrid, el 6 en el Edificio Constitución 1812 de Cádiz y el 11 en La Nau de Barcelona. Las entradas para asistir a estos tres conciertos se ponen a la venta mañana viernes 23 de agosto a las 11 horas.
De ‘Tip of the Sphere’ destacábamos en nuestra valoración del disco temas como ‘Absentee’, ‘Estrella’ o la curiosamente titulada ‘Sidewalk Bop After Suicide’. Especialmente vale la pena detenerse en una ‘Estrella’ que encantará a fans del Kurt Vile más melancólico, y que logra conmover gracias a su poética letra llena de preciosas imágenes: «construí un lazo hecho de musgo azul, y te lo di en tu cumpleaños, te reíste como si el viento no fuera nada, y tu risa aún retumba en mí cada día». Una bonita declaración de amor a una mujer «celestial» que concluye, como no podía ser de otra manera, con unas palabras en español.
Taylor Swift ha anunciado que planea regrabar su material previo a su fichaje por Universal tras la compra de Big Machine, el sello a través del cual Swift publicó sus seis primeros discos, por el representante Scooter Braun, que ha pasado así a poseer los derechos de las grabaciones originales de Swift o «másters» realizadas para este sello. La cantante ha anunciado la noticia en una entrevista con CBS aunque ha sido parca en palabras. Básicamente ha confirmado que planea realizar estas grabaciones nuevas, pero sin indicar cuándo piensa hacerlo ni si regrabará todos sus álbumes o solo los temas más conocidos. Su nuevo trabajo, ‘Lover’, su primera entrega para Universal, sale este viernes 23 de agosto.
Los pocos artistas que controlan su obra
Si algo ha demostrado la reciente noticia del incendio de Universal, acontecido en 2008 pero cuya verdadera envergadura solo hemos conocido este año, es la importancia de la preservación de las copias maestras. Una copia maestra es la grabación original que realiza un artista de una canción o un disco para un sello o de manera independiente, la grabación a partir de la cual después se realizan todas las reproducciones que llegan a las tiendas o a las plataformas de streaming y que los consumidores compramos o escuchamos. Cuando un artista ficha por una discográfica, básicamente y como explica Billboard, acuerda ceder los derechos de sus copias maestras al sello en cuestión a cambio de que este financie la grabación y la estrategia publicitaria de sus próximos proyectos. El sello entonces posee el control de los másters para usarlos como desee, lo cual suele reducirse básicamente a una cuestión de licencias para que una canción o una serie de canciones aparezcan en películas, series o anuncios. La mayoría de artistas fichados a una discográfica, sea esta una multinacional como Atlantic Records o un sello independiente como 4AD, no poseen sus másters. Aunque algunos sí: entre los afortunados encontramos a Pet Shop Boys, Rihanna o Jay-Z. Y en el pasado George Michael, David Bowie o Prince adquirieron sus copias maestras, en el caso del segundo tras problemas interminables con Warner Bros., a los que llegó a acusar de «esclavitud» en sus famosas declaraciones de 1993. Y todos nos acordamos del «símbolo»…
En la carta publicada por Swift hace unos meses, en la que aseguraba que la compra de su catálogo por Scooter Braun había hecho realidad «el peor de los escenarios», pues esta acusaba a Braun de haberla hecho «bullying» durante su pelea con Kanye West y Kim Kardashian, la cantante confirmaba haber recibido una oferta de Big Machine para adquirir sus copias maestras que había decidido rechazar. A través de esta oferta, Swift recibiría los másters de un álbum viejo por cada nuevo que publicara. Un contrato-hipoteca por el que Swift decidió no pasar. «Afortunadamente, he dejado mi pasado en manos de Scooter Braun, no mi futuro», indicaba la artista en su misiva.
Pocos antecedentes
Como hemos dicho, Swift no ha detallado si planea regrabar absolutamente todos sus discos publicados entre 2006 y 2017 o solo algunas canciones. De hacer lo primero, la cantante emprendería una ardua tarea de la que existen pocos precedentes. Tras una disputa eterna con su sello, en 2018 la cantante JoJo, conocida por sus éxitos ‘Leave (Get Out)’ y ‘Too Little Too Late’, publicó sus dos primeros álbumes regrabados para adquirir los másters de todas las canciones incluidas en ellos (su antiguo sello continúa controlando las copias maestras viejas y de hecho los dos primeros discos originales de JoJo no están disponibles en streaming). ¿Convierte esto a JoJo en pionera? Sin embargo, Swift lo puede tener más complicado, pues como explica Variety, existen cláusulas en ciertos contratos discográficos que prohíben a los artistas, al cambiar de sello, realizar reproducciones exactas de sus canciones e incluso utilizar los mismos títulos o las mismas portadas para sus álbumes. Se desconoce la naturaleza del contrato de Swift, pero su hipotética nueva versión de ‘1989’ podría parecerse más a la hecha por Ryan Adams que a la original.
Sin embargo, regrabar canciones sueltas es una práctica más común en la industria musical de lo que parece y esta puede responder tanto a razones artísticas (aquel disco de autoversiones de Kate Bush) como contractuales (las famosas «falsificaciones» de Def Leppard), aunque en algunos casos ambas razones pueden estar conectadas. Son muchos los artistas que han decidido hacer versiones nuevas de éxitos viejos tras cambiar de sello para poder beneficiarse de ellos a un nivel mayor. Como recuerda Slate en un extenso artículo al respecto, lo hizo en los 60 Frank Sinatra tras marcharse de Capitol Records y fundar su propio sello, Reprise; lo hizo Chuck Berry tras pasar de Chess Records a Mercury aunque engañando al personal (sacó un recopilatorio de grandes éxitos, pero no informó de que estos habían sido regrabados). Años atrás Fangoria regrabaron con éxito algunos hits de Alaska y Dinarama, en 2014 Blondie publicaron versiones nuevas de sus mayores éxitos aunque nadie se enterara, y un año después Texas hicieron lo mismo. En la mayoría de los casos, estas re-grabaciones responden a una única razón: dado que la copia maestra de un éxito pertenece al sello que ha publicado su reproducción, la única manera en que el artista puede beneficiarse completamente de su creación es volviéndola a grabar y adquirir la copia maestra de esta grabación. Aunque la tarea puede ser poco rentable: después de reservar horas de estudio carísimas, de contratar a músicos a los que luego has de pagar, y de gastar energía re-grabando discos que, en el caso de Swift, ya han vendido millones y millones de copias, lo más seguro es que la gente siga escuchando las canciones viejas.
Lo que puede hacer Taylor
Qué hará Taylor Swift es un misterio por tanto, pero dada su popularidad, el plan de re-grabar canciones o discos viejos puede funcionar bien o mal. La artista tiene la opción de grabar versiones nuevas de sus temas a toda prisa y hacerlo de la forma más barata posible, o la opción de mimar estas nuevas versiones y asegurarse de que sus fans, de los pocos dados hoy en día a pasar por caja (‘Lover’ ha vendido ya casi un millón de copias en todo el mundo y no sale hasta el viernes, gracias a los pre-orders y a diversos acuerdos con centros comerciales tipo Target), las compren y escuchen en streaming en masa. Seguramente a nadie le interese una versión nueva de ‘reputation‘ tan pronto, pero una del antiguo ‘Speak Now’ podría tener interés, sobre todo si a su lanzamiento le acompaña una buena promoción. Aunque es más probable que Swift simplemente lance un recopilatorio con versiones nuevas de ‘Love Story’, ‘You Belong with Me’, ‘Shake it Off’ o la queridísima por los fans ‘All Too Well’, no conoceremos sus planes concretos hasta que ella misma los revele. En cualquier caso, un extraño episodio en la carrera de Taylor Swift que puede considerarse una pequeña humillación para la artista… aunque a nadie le cabía la menor duda de que ella iba a hacer todo lo que estuviera en sus manos para tener la última palabra.
Little Boots, La Roux, Years and Years, Hurts, The Sound of Arrows… ninguno de los artistas dedicados al synth-pop durante los últimos años está haciendo la carrera precisamente de Depeche Mode. Como si se oliera la tostada de lo que le puede deparar su futuro si insiste en continuar con el sonido de ‘What’s It Gonna Be’ o ‘Nothing’s Real’, la canción que daba título a su debut, Shura pasa página. La artista detrás de este proyecto, Alexandra Lilah Denton, ha perdido la alergia que tenía al piano y se ha sumergido más en la década de los 70 que en la de los 80 en su segundo álbum, ‘forevher’.
Las líneas de R&B que encontrábamos antes por ejemplo en su mayor hit, ‘Touch’, se mantienen en estos temas, y de hecho el mismo single principal de ‘forevher’, ‘BKLYNLDN’, o el corte más o menos titular (‘forever’) son recordatorios explícitos de que Shura es muy fan de Janet Jackson. Pero ahora son cantantes de los 70 como Joni Mitchell o Minnie Riperton las que aparecen oficialmente en su hoja de ruta; hasta podemos imaginarla casi tan interesada por el Brill Building como a Natalie Prass; y la artista se manifiesta fascinada por el descubrimiento del único disco que llegó a editar Dennis Wilson en 1977. La influencia, totalmente improbable pero reconocida, de ‘Pacific Ocean Blue’ en ‘the stage’, se corresponde más con ‘You and I’ que con la coral y más popular ‘River Song’, pero ahí está.
Aparte de un paso adelante en lo musical, ‘forevher’ es un decidido disco sobre amor basado en hechos reales, en el que Shura no se ha cortado un pelo al dar todo detalle a través de su cuenta de Twitter, como recopila Genius. Shura se ha enamorado de una chica a la que ha conocido a través de internet, separándolas en principio la distancia. Cuando ambas deciden conocerse, quedan en un concierto de MUNA, y después la cantante da el paso de mudarse de Reino Unido a Estados Unidos para darle una oportunidad a esa relación. Dejando al margen lo concreto, ‘forevher’ es una apuesta clarísima por estar enamorado/a, con frases como «pasemos la tarde besándonos» (‘the stage’) o simplemente «sé mía» (la final ‘skyline, be mine’, un tanto Chris Isaak), que también recoge el temor a la muerte. Así, ‘tommy’ comienza con la historia de un hombre que Shura conoció en Texas y que le contó cómo enviudó y volvió a encontrar el amor animado por el recuerdo de las palabras de su primera mujer.
En ese sentido, es necesario mencionar, por marciano que parezca, la importancia que tienen los aviones en el desarrollo de este disco, inundando gran parte de las letras. Shura tiene que volar porque es una cantante internacional, pero además ha tenido que hacerlo para mantener su relación a distancia, y eso ha sido determinante en la creación de ‘forevher’. ‘Princess Leia’ está dedicada a su admirada Carrie Fisher y en ella imagina que muere en un avión como -más o menos- la actriz; a continuación ‘flyin’ continúa hablando de su miedo a volar («tengo miedo a volar, pero volaré por ti / tengo miedo de morir, pero me muero por verte»), que su madre ha intentado que supere imaginando que pilota el avión una chica que le gusta (?). Y poco después ‘control’ vuelve a insistir con el mismo campo semántico: «cinturones de seguridad» y «turbulencias» aparecen en su letra, como si las desventuras del amor pudieran resumirse con un «aterriza como puedas».
Esa concreción en su vida personal, tan obvia como ‘Los amantes pasajeros’, puede sacarte del disco, más que meterte, si no vuelas frecuentemente y si no todas las canciones de la segunda parte del disco te resultan tan llamativas como ‘forever’. Sin embargo, lo celestial de los arreglos de la autotuneada ‘side effects’, la naturalidad de la maravillosa ‘religion (u can lay your hands on me)‘ y el giro al final de ‘BKLYNLDN’ abren un nuevo mundo para Shura, ante el que nos preguntamos, ansiosos: ¿será este su sonido definitivo o continuará mutando?
Calificación: 7,7/10 Lo mejor: ‘religion (u can lay your hands on me)’, ‘side effects’, ‘the stage’, ‘forever’, la segunda parte de ‘BKLYNLDN’ Te gustará si te gusta: la Feist de ‘The Reminder’, Jessie Ware, Natalie Prass, Carole King Escúchalo:Spotify
Charlie Puth acaba de ser noticia por co-escribir y producir ‘Small Talk‘, el nuevo single de Katy Perry. Ahora el protagonista es él. Como había anunciado, el autor de ‘Voicenotes‘ ha estrenado en Youtube el videoclip de su nuevo single, ‘I Warned Myself’.
‘I Warned Myself’ es un tema extraño, que parece buscar una simbiosis entre las suculentas armonías de grupos vocales de los años 90 tipo Boyz II Men (con quienes Puth ha colaborado) y la producción tétrica del disco de Billie Eilish. El resultado convencería si no fuera por la segunda estrofa, en la que Puth canta sobre un episodio en el que su ex pareja le amenaza con ahogarle si «cuenta» un secreto… tras lo cual Puth literalmente hace como que se ahoga al cantar «garganta»… ¿Puaj?
Tras este momento por supuesto también retratado en el videoclip de manera gráfica, ‘I Warned Myself’ prácticamente llega a su final, pues a duras penas dura 2 minutos y medio. Por si no ha quedado claro, el tema vuelve a expresar un mensaje de despecho de Puth hacia una mujer que le ha hecho daño, exactamente como ‘Attention’, su mayor éxito. Queda por ver si igualará su repercusión pero, de momento, y sobre todo tras el momento «ahogo», más que nada da ganas de ponerse ‘Small Talk’… o, mejor incluso, ‘Easier‘.
Angels & Airwaves, el grupo paralelo de Tom DeLonge de Blink 182, volvía el pasado 30 de abril con un nuevo single llamado ‘Rebel Girl’. Presumiblemente se trata del primer avance de su próximo disco, que a alturas de junio se encontraba «medio acabado».
Por alguna razón, Angels & Airwaves han esperado meses a hacer un vídeo para ‘Rebel Girl’. Este se acaba de estrenar… y tiene miga. El vídeo narra la historia de un joven que hace los deberes en casa de su mejor amiga, de la que está enamorado. Él se ofrece a hacerle los deberes para impresionarla, pero ella tiene otros planes, en concreto, ha quedado con un guaperas para una cita. Cuando ella se marcha, el joven decide violar su intimidad y leer su diario personal, en el que descubre que ella solo le ve como amigo y que jamás se enamorará de él. El joven, dolido, reacciona violentamente a esta información y procede a autolesionarse brutalmente y a destrozar la habitación de su amiga, dejándola llena de sangre y hecha un completo desastre.
El medio Exclaim ha visto en el vídeo de ‘Rebel Girl’ un «argumento muy trillado sobre la zona de la amistad», pero otros han ido más allá. El medio feminista Jezebel ha llamado el vídeo una «fantasía de los incel» y argumenta que este pueda estar haciendo apología de esta peligrosa comunidad de internet que en los últimos tiempos ha generado noticias realmente atroces. Los incel (abreviatura de «involuntary celibate», celibato involuntario) son una subcomunidad de internet formada mayormente por hombres heterosexuales que buscan vengar su frustración sexual a través de la violencia, y que se caracterizan por su odio a las mujeres y a los hombres sexualmente activos y por su discurso misógino.
¿Hace el nuevo vídeo de Angels & Airwaves apología de los incel? De momento no son demasiadas las personas que se han alzado contra el mensaje del vídeo, y la sección de comentarios de Youtube está llena de mensajes de alabanza hacia él y a su «sorprendente» argumento más que de mensajes críticos. En cualquier caso, el vídeo posee un fondo siniestro y su visionado deja mal cuerpo. Haya sido intencionado o no, el vídeo de ‘Rebel Girl’ parece situar al joven dañado por el rechazo de su amiga como el verdadero héroe de la historia, y aunque todo esto puede ser perfectamente una fantasía en su cabeza, quizá no ande muy lejos de lo que ocurre en la mente de los propios incel.
En verano de 2019, los únicos Whitney que esperaba ver de actualidad eran estos, la banda de Chicago que en 2016 debutaba con ‘Light Upon the Lake‘ y este mes de agosto vuelve con nuevo álbum, ‘Forever Turned Around’. Pero parece que el grupo formado tres años después de la muerte de la Whitney de ‘El guardaespaldas’ tendrá que seguir esperando su momento de verdadera gloria: contra todo pronóstico ‘Higher Love’ ha sido una de las canciones del verano.
La historia es la siguiente: Whitney Houston graba en 1990 una versión de ‘Higher Love’ de Steve Winwood como bonus track de su tercer álbum, ‘I’m Your Baby Tonight’. Lo hace como verdadero divertimento porque le gusta la original, tan solo cuatro años después de que esta fuera número 1 en EE UU en 1986, y porque al oír los coros femeninos de Chaka Khan, cree que puede aportar algo. Con la versión de Houston no pasó nada porque no dejaba de ser una curiosidad para el mercado japonés que, no obstante, sí llegó a interpretar en vivo, pero hay quien ha visto un filón en ella, y así ha sido. Retomando la toma vocal de la artista, el productor Kygo era escogido -gracias, glups, a su remix de ‘Sexual Healing’ de Marvin Gaye– para transformarla en un hit actual. El estilo seleccionado era un tardío tropical house y el tema lleva todo el verano escalando las listas británicas: primero fue top 36, luego top 26, luego top 17, un par de semanas después top 10 y un par de semanas después ha ascendido hasta el top 5, donde está ahora mismo, amenazando con ascender al top 3 según las últimas «midweeks». ¡Whitney ha conseguido un meritorio «sleeper» siete años después de morir!
Aunque este entusiasmo no se ha transportado a Estados Unidos, donde la canción solo ha sido top 63 y ya ha desaparecido de las listas; ni a España, donde ni hemos olido nada de esto; otros mercados capitales como Alemania u Holanda sí han reaccionado positivamente, y se desconoce hasta dónde puede llevar esta campaña en el futuro. ‘Higher Love’ ya lleva 88 millones de reproducciones en Spotify y puede terminar convertido en el mayor hit de Houston de la era streaming, haciendo olvidar a las nuevas generaciones la existencia de las mismísimas ‘I Wanna Dance With Somebody’ y ‘I Will Always Love You’.
Exactamente un mes antes de que se lanzara esta producción en junio, los herederos de la responsable de ‘My Love Is Your Love’ anunciaban que daban el luto por concluido. Era el momento de pasar a la «estrategia«, decía textualmente la cuñada Pat Houston en New York Times. La portavoz de la madre y los dos hermanos de Whitney hablaba de disco póstumo, gira con holograma, musical de Broadway y acuerdos con marcas para tratar de hacer olvidar la «negatividad» que había «en torno a su nombre» justo antes de su muerte. Sin mencionar la adicción a las drogas que se la llevó por delante, indicaba: «La gente había olvidado lo grande que fue (Whitney Houston). Dejaron que las cosas personales de su vida pesaran más que las razones por las que se enamoraron de ella en primer lugar”.
En aquella nota decíamos que tal vez ninguno de esos proyectos viera la luz en 2019, pero las cosas ya estaban más que cocinadas en realidad. Apenas un mes después encontrábamos a la misma Pat Houston en la nota de prensa de Sony Music explicando el origen de ‘Higher Love’, donde se revelaba que «al escuchar la pista de Whitney, Kygo corrió al estudio, emocionado de tener la oportunidad de hacer música con una de las mejores vocalistas femeninas de todos los tiempos». En palabras de Pat: «Los herederos de Whitney E. Houston y nuestro nuevo socio Primary Wave están encantados con la colaboración entre KYGO y WHITNEY. Sabíamos que KYGO sería el productor adecuado para potenciar la poderosa interpretación vocal de Whitney en ‘Higher Love’, respetando el alto nivel y expectativas a los que los fans han estado habituados durante más de tres décadas. La reaparición de esta hermosa interpretación de archivo hará que el legado musical de Whitney llegue a una nueva generación durante los próximos años». Kygo añadía: «Me sentí muy orgulloso cuando los herederos de Whitney Houston se acercaron y me ofrecieron la oportunidad de trabajar con una de las mejores vocalistas femeninas de todos los tiempos. ¡Reelaboré la canción desde cero y estoy muy contento con el resultado!».
Tras alcanzar el top 1 de las listas dance americanas, Billboard publicaba un macrorreportaje sobre ‘Higher Love’ en el que no quedaba nadie por opinar. Pat aseguraba que siempre actúa pensando en lo que le habría gustado a su cuñada y jura que ha dicho que no a muchas cosas; Clive Davis de Sony dice que han esperado a tener algo «especial, contemporáneo y relevante» y que si no, no lo habrían sacado; el productor de la ‘Higher Love’ de 1990 Narada Michael Walden ha dado todo detalle sobre cómo grabaron la versión original como una jam-session de 6 minutos; y Kygo cuenta que se lo ha pasado como un enano jugando con los ad-libs de Whitney, a los que ha dado un tratamiento muy de esta década (aunque quizá un poco más 2014 que 2019).
La reacción a la canción en foros tipo Popjustice ha sido muy positiva desde el primer día, elogiando la buena toma vocal, el respeto de Kygo por ella e incluso las decisiones de Pat Houston pese a las reticencias iniciales. ‘Higher Love’, aunque inofensiva, no deja de ser una canción celestial que, como el disco póstumo de Avicii, ha conquistado al público por su mensaje de esperanza pese a salir después de una tragedia. Nadie, eso sí, esperaba un hit de este tamaño, y ahora la pregunta del millón es qué será lo siguiente. Narada dice que estaría encantado de trabajar en más pistas vocales antiguas de Whitney porque su voz siempre le suena «moderna», pero no se han dado más detalles sobre los próximos pasos. Se cree que si se ha apostado por un bonus track japonés de 1990 para liderar una campaña, no se debe de estar muy boyante en cuanto a grabaciones inéditas (los últimos años de la artista no fueron precisamente prolíficos), y sus seguidores creen que más bien habrá nuevos remixes de canciones antiguas y perdidas o se rescatarán más caras B. Si hay un disco de dúos en ciernes como el que se hizo de Michael Jackson de manera póstuma con regrabaciones del álbum ‘Thriller’ junto a Will.i.am o Fergie o aquella colaboración también póstuma de Michael con Justin Timberlake, se lleva en el más sumo secreto.
Thom Yorke ha publicado este año un nuevo álbum en solitario llamado ‘ANIMA‘. Unos meses antes, el líder de Radiohead sorprendió con su trabajo para la banda sonora del «remake» de ‘Suspiria‘. Para muchos es su mejor disco al margen de la banda que le hizo popular.
En la banda sonora de ‘Suspiria’ firmada por Yorke se encontraba la preciosa balada a piano ‘Suspirium’, y en esta tesitura volvemos a encontrar al artista en su nuevo single, ‘Daily Battles’, que también pertenece a una película. En este caso se trata de ‘Motherless Brooklyn’, la nueva cinta del actor y director estadounidense Edward Norton que narra la historia de Lionel Essrog, un detective que padece el síndrome de Tourette y que emprende la misión de encontrar al asesino de su mentor y mejor amigo Frank Minna. El propio Norton protagoniza la película junto a Willem Dafoe, Bruce Willis y Alec Baldwin, entre otros.
‘Daily Battles’ es la bonita canción a piano que Yorke ha compuesto para ‘Motherless Brooklyn’ a petición de su colega Norton, quien describía así la colaboración hace unos meses: «Quería que Thom escribiera una balada melancólica como del viejo mundo… y que su voz capturara las propiedades de la voz de Lionel. La canción te rompe el corazón al instante y es evocadora de todos los temas que trata la película, sin dedicarse en específico a ninguno de ellos». El director añade: «En mi generación, nade ha capturado el anhelo en el corazón y el terror en la cabeza como Thom». ‘Daily Battles’ es además una colaboración con Flea, compañero de Yorke en Atoms for Peace, y de ella se ha realizado una versión jazz, firmada por Wynton Marsalis.
En 2019 se han cumplido 20 años desde el estreno de ‘Matrix’, la influyente película de ciencia ficción escrita y dirigida por las hermanas Lana y Lilly Wachowski y protagonizada por Keanu Reeves, Carrie-Anne Moss, Laurence Fishburne y Hugo Weaving, que se convertía en una de las cintas de ciencia ficción más icónicas de todos los tiempos. Tras su enorme éxito en taquilla, la película producía dos secuelas, ‘The Matrix Reloaded’ (2002) y ‘The Matrix Revolutions’ (2003), completando una trilogía.
Muy poco después de que ‘Matrix’ haya sido homenajeada en el videoclip de ‘1999’ de Charli XCX y Troye Sivan (así como en la portada del single), se confirma que esta dejará de ser una trilogía con la llegada de una cuarta parte. Lana Wachowski -sin Lilly- dirigirá la producción, como confirma Variety, y escribirá el guion junto a los escritores de ciencia ficción Aleksander Hemon y David Mitchell. Y sí, tanto Keanu Reeves como su compañera Carrie-Ann Moss volverán a asumir sus papeles de Neo y Trinity, respectivamente.
Sobre la llegada de ‘Matrix 4’, Wachowski ha dicho: «muchas las ideas que Lilly y yo exploramos hace 20 años sobre la realidad que nos rodea son incluso más relevantes ahora. Estoy muy contenta de tener a estos personajes de vuelta en mi vida y muy agradecida de volver a tener la oportunidad de trabajar con mis brillantes amigos». En la era de las redes sociales, la inteligencia artificial, la realidad virtual, los drones, la edición de genes y de todo lo visto en ‘Black Mirror‘, sin duda ‘Matrix’ aún puede tener muchas cosas que decir dos décadas después de su estreno. Se espera que la producción de la cuarta parte arranque en 2020.
Jack Antonoff, uno de los productores más cotizados del momento, ha sacado tiempo de entre sus sesiones de grabación con estrellas tamaño Taylor Swift o Lana Del Rey y de su trabajo en Bleachers para grabar un disco con sus colegas Sounwave -involucrado en varios álbumes de Kendrick Lamar- y Sam Dew (ha trabajado con Rihanna, P!nk o Zayn). El resultado de esta unión es un grupo llamado Red Hearse y un álbum de pop inclasificable y experimental que contiene la inequívoca impronta de Antonoff en la producción.
En algunos casos, ‘Red Hearse’ parece buscar una deconstrucción de estilos tan familiares como el soul, el funk, el rock alternativo o la música disco enmarcándolos en una producción densa, retorcida e industrial que, sin embargo, nunca abruma ni suena cocinada de más. ‘Half Love’, el primer tema, empieza con unas cuerdas muy Motown… a las que entonces les suceden unos ritmos semi industriales y unos vocoders que remiten a ‘MASSEDUCTION‘. Los ritmos ásperos y arreglos retorcidos de este tema se repiten a lo largo del álbum, destacando las crujientes percusiones de ‘Violence’, que dan ganas de morder (no en vano la letra dice «quiero juntar el dolor con el placer»), o el robusto ritmo disco de ‘You Make it Easy’, que suena extrañamente orgánico para bien. Mientras tanto, la voz de Sam Dew busca en todas las canciones de ‘Red Hearse’ melodías pegadizas a través de su falsete. A veces lo consigue, como en la anhelante ‘Honey’, que nos deja una cursilada tan clásica del pop como «no necesito razones para el futuro porque mi futuro eres tú»; pero en otras el intento le queda un poco desesperado, como en la olvidable balada ‘Everybody Wants You’ o en el intento de himno de ‘Born to Bleed’ (aunque es curiosa la letra «puedes cortarme, no pasa nada, mejor incluso, pues he nacido para sangrar»).
En cualquier caso, lo que termina brillando en el debut de Red Hearse es la producción. A veces recuerda al mencionado álbum de St. Vincent, otras a ‘reputation‘… pero por alguna razón el álbum suena completamente nuevo al mismo tiempo. Esto puede deberse a la buscada simplicidad del proyecto: Antonoff asegura que el largo suena exactamente al trabajo de las tres personas que lo han producido, ni más ni menos, en contraste con la enorme cantidad de autores que pueblan los créditos en el pop de hoy, y esto se nota en unas canciones que presentan cierto aire a maqueta sobre todo en relación a la claridad absoluta de la instrumentación y a la producción vocal. En ‘Violence’, la voz de Sam Dew no termina de integrarse del todo con la música, lo cual produce un efecto desconcertante, no necesariamente para mal. Pero si algo une a estas canciones es su búsqueda de la riqueza sonora a través de mil texturas, como las presentes en ‘Honey’, que entre lo orgánico y lo artificial, llenan los oídos de exquisitez sonora. Aunque las canciones no siempre resultan tan memorables como probablemente el grupo cree, desde luego no se puede decir que los 26 minutos de ‘Red Hearse’ no estén aprovechados.
Calificación: 7/10 Lo mejor: ‘Half Love’, ‘Violence’, ‘Honey’ Te gustará si te gusta: la producción de Jack Antonoff para St. Vincent, Taylor Swift; Broken Bells, Gabriel Garzón-Montano Escúchalo:Spotify
Lindstrøm publica un nuevo álbum el 11 de octubre y, como siempre, trae titulazo: del autor de ‘Where You Go I Go Too‘ e ‘It’s Alright Between Us As It Is‘ llega ‘On A Clear Day I Can See You Forever’, que sí, se inspira en el título de aquella película de 1970 protagonizada por Barbra Streisand llamada ‘On A Clear Day You Can See Forever’.
Se trata de un álbum de 4 pistas desarrollado a partir de unas primeras composiciones que Lindstrøm produjo, en el otoño de 2018, como encargo para el Henie Onstad Kuntsenter, un importante centro cultural de Noruega. El autor de ‘Boney M Down’ asegura que la obra de Robert Wyatt así como el debut de su proyecto paralelo Matching Mole han sido una inspiración para este álbum en el que ha trabajado por primera vez con equipo analógico, motivado por su trabajo en el mencionado centro de arte, en el que utilizó hasta 30 sintetizadores y cajas de ritmos. Dice el noruego que se ha sentido «totalmente libre haciendo este disco» y de hecho todas sus pistas están compuestas de «grabaciones largas y hechas en una sola toma».
El descubrimiento de Lindstrøm de la maquinaria analógica le ha permitido elaborar un álbum de composiciones libres e improvisadas. Explica: «La alegría de hacer música a través de objetos ye instrumentos reales tiene, para mí, todo el sentido ahora. Después de trabajar en un ordenador durante 15 años, creo que no volveré atrás». El primer avance de ‘On A Clear Day I Can See You Forever’, ‘Really Deep Snow’, demuestra que este cambio ha sentado bien al noruego. Se trata de una intrigante composición de 9 minutos en la que los habituales ritmos cósmicos de Lindstrøm dejan paso a una tranquila pero misteriosa travesía sonora, en la que cada efecto o ambientación nuevas mantienen el interés, añaden suspense y resultan fundamentales. Nada sobra en esta canción-viaje de la que cabe lamentar que nunca sabremos adónde más nos habría llevado de haber durado más.
Como se había anunciado, hoy miércoles a las 11:30h se han dado a conocer las tres cintas españolas preseleccionadas para representar a España en los Oscar. Los elegidos para anunciar las candidatas han sido los actores Jesús Vidal y Greta Fernández. Las seleccionadas han sido finalmente ‘Buñuel en el laberinto de las tortugas’, ‘Dolor y gloria’ y ‘Mientras dure la guerra’. Se daba por segura la nominación de ‘Dolor y gloria’ de Pedro Almodóvar, tras su buena acogida en Cannes y también en taquilla, donde con casi 6 millones de euros recaudados en España, ha dejado atrás el mal sabor de boca de ‘Los amantes pasajeros’ y ‘Julieta’; pero no estaba tan claro qué otras dos cintas serían las representantes.
Sonaban como favoritos films como el excelente ‘El reino’ o ‘Mientras dure la guerra’ de Amenábar, que se estrena a finales de septiembre, entre otros títulos como ‘O que arde’ y ‘La noche de 12 años’, ambas preseleccionadas para los Premios del Cine Europeo.
Finalmente tanto estas dos últimas quedan fuera de la selección, como la cinta de Sorogoyen sobre la corrupción en España, en favor de la cinta de animación ‘Buñuel en el laberinto de las tortugas’, inspirada en este cómic de Fermín Solís. Como es habitual, se elegirá a una de estas 3 representantes, que a posteriori puede ser nominada al Oscar a la mejor película extranjera… o no.