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Lady Gaga hace un concierto sobre todo de versiones en el estreno de ‘Piano & Jazz’

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Lady Gaga ha estrenado este domingo ‘Piano & Jazz’, el segundo de los dos espectáculos que va a estar presentando en Las Vegas hasta noviembre. El primero, ‘Enigma‘, es pop y el segundo, como se deduce de su título, es jazz y de hecho su amigo Tony Bennett, con quien Gaga lanzó, en 2014, el disco ‘Cheek to Cheek‘, estuvo presente para acompañarla en algunas canciones, como en su conocido dueto ‘Lady is a Tramp’ o por supuesto el tema que titula aquel álbum.

Había curiosidad por conocer el setlist de ‘Piano & Jazz’ ya que Gaga ha solido reducir sus propios temas al piano en numerosas actuaciones en directo, pero sorprende descubrir en él pocos temas originales y sobre todo muchas versiones, en concreto de estándares como ‘Orange Colored Sky’ de Nat King Cole, ‘What a Difference a Day Makes’ de Dinah Washington o incluso ‘La vie en rose’ de Édith Piaf, que suena en la BSO de ‘A Star is Born’. Las pocas canciones propias que ha decidido hacer Gaga, como puede observarse en el setlist cortesía de Just Jared, son ‘Born this Way’, ‘Poker Face’, ‘Paparazzi’ y ‘Bad Romance’. No, ‘Shallow’ no está, al menos de momento.

También han llegado a internet algunos vídeos y Just Jared comparte en Instagram algunas imágenes oficiales de Gaga y sus varios atuendos a lo largo del espectáculo, que como ella son tan clásicos como extravagantes. Este es el setlist completo:
1. “Luck Be a Lady” (from the musical Guys & Dolls)
2. “Anything Goes” (from the musical Anything Goes)
3. “Call Me Irresponsible” (from the movie Papa’s Delicate Condition)
4. “Orange Colored Sky” (made famous by Nat King Cole)
5. “Poker Face”
6. “Lady is a Tramp” (with Tony Bennett for opening night)
7. “Cheek to Cheek” (with Tony Bennett for opening night)
8. “I Can’t Give You Anything But Love” (from the musical Blackbirds of 1928)
9. “Someone To Watch Over Me” (from the musical Oh, Kay!)
10. “Born This Way”
11. “Bang Bang” by Cher
12. “Little Coquette” (made famous by Guy Lombardo)
13. “What a Diff’Rence a Day Makes” (made famous by Dinah Washington)
14. “Paparazzi”
15. “La Vie En Rose”
16. “Just a Gigolo”/“I Ain’t Got Nobody” (made famous by Louis Prima)
17. “Lush Life” (made famous by Kay Davis and the Duke Ellington Orchestra, as well as Nat King Cole and Ella Fitzgerald)
18. “Bad Romance”
19. “Fly Me to the Moon” by Tony Bennett
20. ENCORE: “New York, New York” (from the film New York, New York)

Selena Gomez reaparecerá esta semana cantando a su «Ansiedad» junto a Julia Michaels

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En las últimas horas la exitosa compositora (últimamente ha escrito para Lady Gaga, Christina Aguilera o Rita Ora) y solista (tras ‘Issues‘, ha triunfado con Clean Bandit y Shawn Mendes) Julia Michaels ha anunciado la próxima edición de un nuevo trabajo tras el buen EP ‘Nervous System‘. Se titula ‘Inner Monologue’ y, habida cuenta de la coletilla «Part I», se entiende que será un álbum publicado en al menos dos partes. La primera llega este próximo viernes, 25 de enero, y, entre sus 6 canciones, encontramos sorpresas llamativas en forma de colaboración.

En el tracklist encontramos a Niall Horan, que en realidad no es tan sorprendente si tenemos en cuenta que el ex-One Direction invitó como telonera a Michaels en su gira –lo cual incluyó su visita a España–. Y, de manera aún más llamativa, a Selena Gomez. Gomez reaparecerá pues esta misma semana tras un 2018 de escasa actividad editorial –publicó ‘Back to You‘ para promocionar la serie de Netflix que co-produce, ‘Por 13 razones’; y triunfó a lo grande con ‘Taki Taki‘, el single de DJ Snake que la unió a Ozuna y Cardi B– en el que, sobre todo, se mantuvo apartada de la vida pública para tratar sus problemas de salud –el trasplante de riñón que sufrió en 2017 estuvo a punto de costarle la vida– y sus problemas mentales.

Precisamente a estos últimos parece ir dedicada la canción que canta en el nuevo disco de Julia Michaels, titulada ‘Anxiety’. Y es que, además de su título, se ha filtrado en Internet la letra de este tema y no puede ser más evidente que aborda esa cuestión tan personal: «Mis amigos quieren llevarme al cine / Yo digo que estoy lejos de hacer las paces con mi depresión / Pero cuando siento que la estoy superando / La ansiedad comienza a patear y nos da una lección», dice el primer verso de la canción. En pocos días podremos escuchar este regreso de Selena, de la mano de Julia.

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6 days ❤️

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La Canción del Día: Mabel es una femme fatale entre Dua Lipa y Bad Gyal en ‘Don’t Call Me Up’

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A sus 23 años, Mabel es ya una artista con una personalidad plenamente consolidada en el siempre difícil panorama del pop británico, gracias a singles tan pintones y considerablemente exitosos como ‘Ring Ring‘ –junto a Jax Jones y Rich The Kid–, ‘Finders Keepers‘ –con Kojo Funds–, ‘Fine Line’ –con Not3s– y, en menor medida, ‘Cigarette’ –con RAYE y Stefflon Don–. No está de más recordar otra vez que es malagueña –aunque en realidad creció en Estocolmo y ahora vive en Londres– y que es hija de Neneh Cherry y Cameron McVey, pero a estas alturas es evidente que no está donde está por sus apellidos.

Y es que la joven McVey tiene un innegable olfato para los ganchos, un buen gusto para involucrarse en producciones con aspiraciones comerciales pero no cutres ni facilonas y una estética muy particular, de chica de barrio con altas miras y mucha confianza en sí misma, un híbrido entre Dua Lipa y Bad Gyal –cuya combinación aclararé más tarde–. Después de un 2018 en el que ha recibido un fuerte espaldarazo profesional, al ser elegida para abrir los conciertos de Harry Styles en su gira británica –lo cual la ha expuesto a audiencias masivas, probablemente nunca soñadas por ella–, este nuevo año estará marcado por el lanzamiento de su álbum debut.

Porque sí, todo lo anterior le ha llegado a Mabel sin haber publicado siquiera un disco propiamente dicho. Tras varios singles y EPs, en 2017 lanzó una mixtape titulada ‘Ivy to Roses‘ con 9 canciones, mixtape que relanzó a finales del pasado año con una nueva portada, sumándole algunos de esos exitosos singles antes citados y, además dándole la pátina de un debut al recibir una edición física en doble vinilo. Sin embargo, ella asegura que el que será en realidad su primer disco es un lanzamiento que está cuidando al máximo y que llegará en los próximos meses. La prueba es que el pasado viernes llegó su single debut.

Se trata de ‘Don’t Call Me Up’, una composición de la propia Mabel junto a Camille Purcell (Kamille) y el afamado productor Steve Mac. Los dos últimos han estado muy implicados en el reciente ‘LM5’ de Little Mix, por ejemplo, pero eso no empequeñece en absoluto la figura de McVey en un perfecto artefacto de pop que equilibra sonidos jamaicanos y perfección melódica sueca, con exquisitos arreglos de cuerda al estilo Clean Bandit. Una muy buena canción que no veo por qué no podría ser el ‘New Rules’ de estos primeros compases de 2019. Quizá esa reminiscencia viene más de su vídeo oficial, en el que Mabel realiza también pensadas coreografías en un ámbito doméstico, aunque más humilde que el del clip de Lipa: su piscina es aquí un jacuzzi, y su ambiente, el extrarradio. También es esta una canción dedicada a olvidar algunos amores, aunque la de Málaga se muestra más como una femme fatale, rechazando hasta a tres parejas simultáneas para beber e irse al club con su séquito.

Lo mejor del mes: escucha las últimas «Canciones del Día»

Ariana Grande vuelve a ser número 1 global con ‘7 Rings’ con cifras estratosféricas

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Como sucediera con ‘thank u, next’, Ariana Grande ha sido número 1 global en Spotify con su nuevo single de manera directa y con cifras de streaming realmente estratosféricas. El tema ‘7 Rings’ sumaba más de 8 millones de reproducciones el pasado viernes, cuando se lanzaba. Pero es que el sábado, lejos de achantarse, la canción se creció, sumando 9.452.208 streamings en su segundo día, doblando a Post Malone, quien aparece en el número 2 del global. Las cifras son incluso más altas que las iniciales de ‘thank u, next’.

El funcionamiento del tema en Youtube es aún mejor, rozando ya los 50 millones de reproducciones que seguramente haya superado cuando estés leyendo esto. ‘7 Rings’ será obviamente número 1 directo en Reino Unido, pues es muy holgadamente el número 1 en Spotify de este país y también tendrá bastante fácil el asalto al Billboard Hot 100, donde sus reproducciones son muy superiores al actual número 1 de Post Malone, ‘Sunflower’, pero aún hay que esperar a su desarrollo en radio.

En otros países donde el inglés no es la lengua materna, tradicionalmente más duros para Ariana Grande, también está funcionando bien. ‘7 Rings’ ha sido top 7 directo en Spotify Francia, subiendo el segundo día al número 6; además de número 15 directo en Alemania, pasando el segundo día al número 10; o número 18 directo en España, pasando el segundo día al número 15. Nuevo hitazo global para la cantante, definitivamente en racha.

Monarchy / Mid:night

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Monarchy, que llevan años bitcheando sobre lo obsoleto del formato disco, sacan otro disco. Uno corto, eso sí, cuya motivación principal parece el reto de Ra de escribir canciones más optimistas, materializadas sobre todo en el single y tema de apertura ‘Back to the Start’. De todos es sabido que hacer arte a partir de una onda positiva es mucho más difícil que desde el desgarro y aquí el dúo británico medio asentado en Madrid y Australia logra un tema simpático, aunque exento del carisma de viejos himnos como ‘Living Without You’ o ‘The Phoenix Alive’.

Lo mismo puede decirse de sencillos anteriores recopilados en este ‘Mid:night’ como el corte titular, ‘Hula Hop 8000’ o ‘Deep Cut’, mucho más correctos que históricos, a medio camino entre el synth-pop y el R&B tal y como lo entendía George Michael, pero en los que se echa mucho de menos la imaginación que destilaba ‘You Don’t Want to Dance With Me’.

Sin embargo, hay mejores temas en este pequeño disco. No es que otras canciones hubieran tenido que ser clarísimamente las que presentaran ‘Mid:night’, pero sí es cierto que 3 de las 4 grabaciones que desconocíamos encierran sorpresas agradables. ‘Deadset Lust’ contiene voces orgasmizadas à la Gainsbourg; ‘Racie’s Cousin’, que huye de la temática amor-sexo para hablar más bien de alienación y autoestima («Racie’s cousin keeps you down / You’re not good enough for her / End up playing on your own»), sí cuenta con el típico leit motiv instrumental con la marca Monarchy que enseguida se adhiere a tu cabeza; y ‘Cumming Coma’ cierra el disco con un ritmo y ambientación sedosas, enriquecidas por esas voces tratadas que se confunden con teclados, como sucedía en éxitos de los 80 como ‘I’m Not In Love’.

Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘Deadset Lust’, ‘Racie’s Cousin’, ‘Midnight’
Te gustará si te gustan: los anteriores, Hurts, George Michael
Escúchalo: Spotify

Una pachanguera ‘La venda’ de Miki y La Pegatina triunfa en la gala de TVE e irá a Eurovisión

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Tal y como se preveía, La 1 de TVE ha ofrecido esta noche la gala destinada a elegir la canción que representará a España en Eurovisión 2019. Aunque la disposición era la de un programa-tipo de OT, con su Roberto Leal bien sonriente, su jurado de expertos –Manuel Martos era el único habitual, acompañado por Pastora Soler, Toni Aguilar y Doron Medalie, autor de la canción ‘I’m Not Your Toy’, la ganadora del certamen el pasado año– y su público superentregado, parecía que la mecánica de la selección era mucho más simple que en otras ocasiones: los participantes interpretarían sus 10 canciones, y se abrirían líneas para votar la favorita. Pim pam pum, sin más.

Y menos mal, porque de otro modo creo que hubiéramos fenecido ante la considerable cantidad de mediocridad, con contadas chispas, que presenciamos. Abrió Marilia, con ese ‘Todo bien’ de neo-latineo que no le iba nada bien –anduvo ahogada con las coreos, justita de voz, aunque con más desparpajo del que se le intuía– y que quedó embarrado por unos coros pregrabados muy molestos. Sabela, extrañamente, no estuvo fina de voz con ‘Hoy soñaré’, claro que ni siendo Céline Dion habría podido salvar ese petardo infumable de balada. Al menos Famous, de los pocos (¿el único?) que se había mostrado ilusionado por representar a España en Eurovisión, empleó con cierta corrección su chorro de voz en ‘No puedo más’. Lo bueno de esta canción es que al menos parece escrita por alguien que escuchaba radiofórmula en 2017 –obra de Leroy Sánchez, digamos que podría cantarla un Sam Smith, por ejemplo–. Lo malo, casi todo lo demás, con una puesta en escena tirando a nula –apenas un coro–, que contribuyó a realzar su randomness.

Aunque, para «lo malo», ‘La clave’: la canción de Merche y Ander Pérez (Andermay) es bastante émulo del hit de AitAnaWar, pero es superpegadiza –algo que es importante para optar a ganar Eurovisión– y Natalia hizo lo que mejor ha mostrado que sabe hacer: combinar buena interpretación vocal y coreografía. Así, se postuló como una seria competidora para llevarse el gato al agua. Le siguió un interludio musical de Julia que, entre un jardín de plástico que olía a petróleo desde casa, volvió a hacer lo mismo que durante los 3 meses de su paso por el concurso: una balada de India Martínez (literalmente, en el caso de ‘Qué quieres que haga’) imposible de diferenciar de una de Malú o de Vanesa Martín. Ante semejante muermazo, de repente la fiesta de Miki, La Pegatina y ‘La venda’, una charanga de manual tan sencillota como eficaz, pareció que tenía posibilidades reales.

Noelia se plantó en el escenario con mucha seriedad y dispuesta a mostrar su notable chorro de voz. Lástima que lo tuviera que hacer con otro baladón –con Álex Ubago como co-autor– tan genérico en todo (sobre todo en unos arreglos propios de película de princesa Disney) que, pese a su algo descontrolado arranque de genio final, no parecía muy apetecible. ¿Mejoraría la cosa uno de los compositores de Morat con el sosete Carlos Right? No, gracias, no necesitamos un segundo Álvaro Soler.

Y no hubo más que esperar a que Miki y Natalia subieran a cantar ‘Nadie se salva’ para que quedara aún más en evidencia el carisma de aquel. En el caso del único dúo de esta gala, podemos decir además que el resultado fue la suma de las partes: la calidad y versatilidad de Natalia más la energía y complicidad con el público de Miki, parece una buena candidata a la fase final de Eurovisión, como concedió Pastora Soler en su valoración. Y cerró la tanda de actuaciones María Villar y ‘Bien duro‘ ‘Yo ya no quiero ná‘ ‘Muérdeme’, la favorita del público desde los primeros avances. La madrileña, defendió el tema voluntariosa, con sus limitaciones vocales pero bastante actitud. Pero una coreografía enrevesadísima y una puesta en escena bastante confusa, con una incomprensible lluvia de billetes final (¿»tirando billetes de 100 en el culo de no sé de quién»?), no remaron a favor. Para contribuir a liarlo todo más, Toni Aguilar tuvo la ocurrencia de rememorar a Lady Gaga Madonna y llamarla «ambición rubia». Mira, no.

Tras este número, a las 23:43h, se abrieron las líneas y la app para que el público pudiera votar. También se abrió la veda para rellenar tiempo con vídeos intrascendentes, la visita de Alfred para decirnos lo provechosa que fue para él la experiencia de Eurovisión 2018 –le sirvió sobre todo, dijo, para aprender a hacer promo–. Al menos, en ese tiempo, también pudimos ver a Eleni Foureira demostrando lo que puede ser una buena actuación de este certamen internacional, con un espectacular medley de ‘Fuego’ y su nuevo single, ‘Tómame’. Tras una agónica retahíla de vídeos hasta alcanzar las 00:20h, Alfred hizo de secretario y llevó el sobre con los resultados: en unos últimos puestos previsibles, sorprendía encontrar el tema de Famous en 7º lugar. Finalmente, el tema conjunto de Natalia y Miki, ‘Nadie se salva’, quedó la tercera (Natalia se despedía con un «hastaluego, maricármenes»), María se libraba por los pelos (parecía una de las más felices, sin duda) y ‘La venda’ de Miki, sin duda el tema que más destacó en la gala, fue la elegida por el público. Veremos cómo funciona el 18 de mayo en Tel Aviv.

Hozier: «Para cierto público siempre ha sido fácil desacreditar el hip-hop, pero el hip-hop acredita la realidad»

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Hozier visitaba La Riviera de Madrid a finales de 2018 para presentar las canciones de su último EP ‘Nina Cried Power’. Aunque no era el plan inicial, su próximo disco, que acaba de anunciarse junto a un nuevo single, sí contendrá muchas de las canciones del EP, como la titular y dos que de hecho han calado más entre sus seguidores, ‘Shrike’ y ‘Movement’. Antes de que el músico tocara en esta sala pudimos hacerle unas cuantas preguntas sobre su reciente lanzamiento y ese inminente ‘Wasteland, Baby!’ que ahora sabemos que saldrá el 1 de marzo. Hozier, que tiene 28 años aunque aparenta menos, se muestra bastante tímido y hasta ligeramente nervioso, en contraste con el vozarrón que despliega como vocalista y la solidez de sus opiniones.

¿Cómo es para ti actuar en una sala como La Riviera? No sé calcular si es grande o pequeña en tu caso.
Depende de en qué parte del mundo esté. La última vez ya tocamos aquí, y creo que son como 1500 o 1600 personas. Para Europa para mí algo de este tamaño tiene todo el sentido. Me gusta. Tocar en salas o también en bares está muy bien.

¿Dónde tienes tu mayor audiencia?
Quizá en Estados Unidos. Siempre hay una energía y un ambiente diferentes. De todas formas, este tamaño de sala es mi favorito, porque estás cerca de la audiencia, no te sientes tan lejos de ella. Y es un sitio de estar de pie desde el principio, por lo que la gente no tiene que tomar la decisión de si se levanta o no.

¿Y te influye para el tipo de música que tocas?
Depende. En este tamaño puedes hacer canciones más tranquilas y es fácil conectar a un nivel personal, lo cual está guay.

Pienso que ‘Nina Cried Power’ puede ser tu mejor canción, pero no sé si es de la que estás más orgulloso.
Estoy muy orgulloso, de las que más, también por la presencia de Mavis Staples. Que ella quisiera estar y formar parte me ha dejado un muy buen recuerdo; y de Booker T. Jones, que toca el órgano.

‘Nina Cried Power’ era dependiente de la colaboración de Mavis Staples. Hubo conversaciones sobre qué habríamos hecho si ella no hubiera podido cantarla, pero por suerte no he tenido que pensar en ello. Menos mal. Lo habría pasado mal»

Ya hemos escrito sobre cómo os conocisteis después de coincidir en varios festivales, pero no sé si has pensado qué habría pasado con esta canción si ella no hubiera podido colaborar en ella.
No sé… Sí lo he pensado. La canción era dependiente de su colaboración. Hubo conversaciones sobre qué habríamos hecho, pero por suerte no he tenido que pensar en ello. Menos mal. Lo habría pasado mal. No habría salido si ella no hubiera podido.

Hay otros grandes cantantes mencionados (sobre todo muertos, pero no solo). ¿Ninguna otra gran estrella que pensaras que podía encajar?
Probablemente lo habría podido intentar, pero era muy importante para mí en lo personal que fuera Mavis quien cantara.

¿Ella te conocía?
Sí, me ha apoyado mucho. Una de las razones de que nos juntáramos es que ella solía cantar parte de ‘Take Me to Church’ en sus conciertos. Cuando dijo que le encantaba, intentamos conocernos y hubo conversaciones para que yo colaborara en su disco. Nunca pudimos porque los dos siempre estábamos de gira. Al final nuestros caminos se cruzaron, y para mí fue un gran honor, porque es una leyenda de tal tamaño… Tenía esta canción en mente y tenía que ser ella quien la cantara.

«La música de Mavis Staples no son solo canciones, son documentos que captan el espíritu de una época»

¿Has escuchado sus trabajos recientes con Jeff Tweedy o M Ward?
Escuché su nuevo disco cuando empecé a trabajar en esta canción porque ya sabes que las voces de los artistas van cambiando. Su trabajo con Jeff Tweedy me parece maravilloso, contiene ese espíritu de protesta contra la brutalidad policial y sobre el presente de la comunidad negra en América. Ella mantiene ese espíritu. Pero estaba más familiarizado con sus canciones antiguas, por supuesto. Eran canciones tan honestas sobre ser una persona de color en América… Contenían mucha motivación para que la gente se levantara y luchara por el cambio. Es algo que se consiguió y es muy inspirador. La canción es una honesta expresión de cómo es la vida. Su música antigua era muy inspiradora como documento. No son solo canciones, son documentos que captan el espíritu de una época.

¿Escuchas algo actual de hip-hop tratando este mismo tema o solo cosas antiguas? Me refiero a Kendrick Lamar y cosas así.
Sí, sí, está saliendo material increíble en el hip-hop ahora mismo. Siempre ha sido así, a decir verdad. Siempre ha sido fácil para alguien que no está metido en el hip-hop desacreditarlo por usar samples o no ser música, pero cuando escuchas hip-hop o vuelves a los 90 a cosas como 2-Pac, estaban expresando que afrontaban discriminación institucional. La honesta expresión de ese problema acredita su importancia porque acredita la realidad. Nada puede cambiar hasta que la realidad está acreditada. Además, hay un hueco muy grande entre la expresión de alguien y la comprensión de otros miembros de la comunidad, de la experiencia de que la discriminación existe, de que pasan cosas.

¿Has tenido algún tipo de «feedback» de alguien del hip-hop por ‘Nina Cried Power’?
No tanto, diría. Tiene un sentir diferente. No sé… Yo juego la carta del folk…

¿Esperabas mejor recepción para este tema? Incluso otras canciones del EP han calado más…
Es interesante, sí. La gente conecta con canciones como conecta. Me sorprendió que otras canciones del EP conectaran mejor con el público, como ‘Shrike’. Lo cual está muy bien. «Nina» llegó a la cima de las listas alternativas en América, pero sí, en streaming, ha sido otra cosa. La gente ha oído más a las otras canciones. Para mí, es alentador que hayan conectado con las canciones, en cualquier caso.

¿Qué es lo que se oye en esta canción, que no son palmas?
Es una canción de folk con una guitarra acústica. ‘Shrike’ es como un tipo de pájaro, que mata a otros más pequeños. Da un poco de miedo.

El sonido es como una escopeta.
Sí, es verdad (imita el ruido).

«‘Nothing Fucks With My Baby’ no tiene género, no creo que haya nada de género en ella. No hay ninguna mujer en la canción»

¿Puede haber algo de feminismo en ‘Nothing Fucks With My Baby’? El carácter protector que tiene (irónico o no).
No diría que haya proyectado feminismo en ella, pero si tú lo haces, está bien. Es una canción de amor sobre alguien que es muy, muy fuerte. Y no creo que tenga género, no creo que haya nada de género en ella. No hay ninguna mujer en la canción. Es sobre un amor muy fuerte, y se inspira en ‘Second Coming’ de W. B Yeats, es sobre su sentido final del mundo, y ahí empieza la canción. Imagina que el Anticristo llega de hecho a la Tierra y pone a esta persona con la que hay que lidiar.

Creo que tus fans en Genius han hecho el trabajo de explicar lo de Yeats y hay teorías, sí, aunque no las has verificado.
Lo miraré. Creo que las del EP sí han sido verificadas por el sello.

Las letras, pero no las teorías.
Sí, solo las letras.

¿Has tenido una recepción especial de la comunidad gay por el vídeo de ‘Take Me To Church’? En general, y quiero recalcar que lo digo en general, no parece haber mucho gusto por el folk en la comunidad gay.
Puedo hablarte sobre eso, sí. A la gente le gusta la música que le gusta. La sexualidad no dirige el gusto musical. Pero claro que recibí aprecio y gestos de solidaridad. En ese momento estaban pasando cosas que me enfadaron mucho, sobre todo contra la comunidad gay en Rusia, y creo que en esta era no hay fronteras. Vivimos en una comunidad global, y sí recibí aprecio. Yo solo era un actor más en medio de la solidaridad.

Hablando de este tema, que tocaste en los Grammys con Annie Lennox, ¿es verdad que solo puedes actuar allí mediante dueto?
Normalmente es un dueto, pero estoy seguro de que hay excepciones.

Si no eres Adele, quiero decir.
Sí, de hecho ella iba sola. Y Beyoncé. Que recuerde, incluso Pharrell Williams hizo un dúo. Es lo normal.

Bon Iver dijo que no salía si tenía que ser un dúo y no salió.
Bueno, ya sabes, está bien. De hecho, cuando se lo propusieron a Annie Lennox dijo como «huy, no» (risas).

¿Y cuánto tardó en cambiar de opinión?
No sé, por suerte no mucho. Cuando llegó a mis oídos ya estaba solucionado (risas).

¿A ti te gustaba ella?
Sí, Annie Lennox es de donde yo vengo.

Ahora que has mencionado a Beyoncé, también sueles hacer en directo esta versión de ‘Say My Name’…
Cuando vas a la radio te piden una versión, así que llevas una serie de canciones en el bolsillo con diferentes arreglos y a veces sorprendes a la audiencia.

«Ahora aprecio la música pop por lo que es: melodía, ritmo, los elementos de la canción, el juego con esos elementos. Es más como un ejercicio de ver lo que tiene la canción»

¿Te gusta la música pop?
La aprecio… (NdE: con cautela). ‘Say My Name’ la oía a los 11 o 12 años, en ese momento ya oía blues y soul, y no me interesaba, no quería escuchar música pop. Pero 10 años después aprecias la música pop por lo que es: melodía, ritmo, los elementos de la canción, el juego con esos elementos. Es más como un ejercicio de ver lo que tiene la canción.

No sé si conoces a Villagers.
Sí, claro, Conor O’Brien.

Le entrevisté y me dijo algo interesante sobre la religión, que se ha hecho más espiritual a medida que se acercaba a los 30. Y tu EP habla también de religión…
Gracias por recordarme que estoy cerca de los 30 (risas) Conor es un gran autor de canciones. Cormac Curran, que toca el órgano con nosotros esta noche, ha estado en su último disco. En su disco hay muchos elementos de espiritualidad y es verdad que también en algunas de mis canciones. Algunas tienen referencias bíblicas, la imaginería de la Biblia, de las revelaciones, el fin del mundo… Pero en mi caso es más sobre experiencias de la vida diaria, sea sobre amor, esperanza, alegría o lo que sea. Sobre encontrar espiritualidad ahí, en cosas muy personales y privadas.

¿Y ese va a ser un tema del disco al completo?
En cierta manera, el disco es menos concienciado. El disco anterior era sobre liberarte de los cambios de ideología, del dogma. Sobre ser capaz de exponer tu vida personal a tu manera, tu identidad espiritual. Cómo la escoges o la llamas. Y en este disco puede salir de vez en cuando algo así, pero es más sobre el sentido del fin del mundo. Sobre encontrar unas pocas palabras de confort en medio del fin del mundo.

¿Te preocupa que el próximo disco tenga éxito?
No soy una persona de números. El sello, sí. Para mí todo esto es más que el trabajo se haga de una manera honesta, como con el primero. Es más sentir que lo que hago es honesto y que la gente lo disfrute.

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Hablando con @hozier en La Riviera, donde actúa esta noche

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Una representante de RTVE afirma que ningún aspirante a Eurovisión ha renunciado a ir a Israel

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Esta noche de domingo, 20 de enero, La 1 de Televisión Española emite esta noche la gala en la que una selección de concursantes de Operación Triunfo 2018 pugnarán por ser el artista representante de España en Eurovisión 2019, que el próximo mes de mayo se celebrará en Tel Aviv. Como sabréis, había sido noticia que este año algunos de los participantes de Operación Triunfo, como Natalia o María –cuya canción ‘Muérdeme’ es, paradójicamente, una de las favoritas de las encuestas–, ponían peros a su posible participación en el certamen de la canción por motivos artísticos y, también, por cuestiones políticas. Sin embargo, en las últimas horas una representante de RTVE, responsable de Eurovisión en el ente público, ha hecho unas declaraciones que pueden cambiar esas impresiones.

La cuenta de Twitter del medio especializado español Eurovisión Spain reproducía un supuesto mensaje privado remitido hacia ellos de Ana Bordas, jefa de delegación de TVE en Eurovisión, que, en contra de lo que se venía afirmando, dejaría claro que todos los participantes en la gala de esta noche han tenido oportunidad de rechazar su candidatura y ninguno lo ha hecho: «Para vuestra información. Los artistas finalistas de Eurovision han firmado, como condicion imprescindible para ir a la Gala, un acuerdo con TVE de aceptacion de normas y acuerdos para ir a Eurovisión. El que no hubiera querido habria renunciado antes de la Gala» (todo sic). Refrendando la veracidad del mensaje, la cuenta en Twitter de RTVE para Eurovisión, reproducía más tarde el mismo texto.

Esto, sin duda, cambia la percepción de que los participantes no se sentían identificados con sus canciones y no querían o no les interesaba acudir, con la manifiesta excepción del ganador, Famous, y de algún otro concursante como Miki. Así, el «Eurodrama 2019» que vaticinábamos hace unas horas podría no ser tal, sabiendo todos los eurofans que, voten la canción que voten, el intérprete está implicado en representar a España en Eurovisión. En las últimas horas se han podido ver también vídeos del ensayo general de cada una de las canciones que participan en el programa de esta noche, incluida una versión coral de ‘I’m Not Your Toy’, la canción de Netta ganadora de Eurovisión 2018.

Najwa Nimri fue la estrella de los Premios Feroz, pero no por ganar premios sino por su irreverencia

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Anoche se celebraba en Bilbao la gala de los Premios Feroz 2019, galardones del cine y la televisión que entrega la Asociación de Informadores Cinematográficos. Una gala que fue emitida en directo en Youtube y que en los últimos años se ha destacado por su irreverencia y por los discursos encendidos y sin complejos, y que en esta ocasión ha seguido un camino similar. Si el año pasado Julián López arrasaba con su ácido discurso inicial, la actriz Ingrid García-Jonsson redundaba en esa línea: en su caso, atizó a Leticia Dolera (por la polémica con una actriz descartada de un papel al estar embarazada –»Leti, tengo ahí atrás el predictor por si quieres hacerme un casting», dijo–) y a ‘Quién te cantará’ de Carlos Vermut («es casi más lenta que un tren a Extremadura»).

Y también hubo algún discurso emocionado, como el del año pasado de Los Javis (que no pudieron acudir por enfermedad). El más destacado fue sin duda el de José Luis Cuerda al recibir el Premio de Honor. Aunque para «emocionado» el de Paco León al recoger el premio a Mejor Comedia por ‘Arde Madrid‘. Si bien en su caso las dosis de emoción venían directamente del vino que, servido a espuertas por el patrocinador de la gala, hizo estragos. La comedia inspirada en la estancia de Ava Gardner en el Madrid de los 50 fue una de las grandes triunfadoras de la noche, al ver también cómo dos de sus actrices, Inma Cuesta –mejor actriz principal de serie– y Anna Castillo –mejor actriz de reparto de serie, y que hizo doblete al ganar también el de actriz de reparto por la película ‘Viaje al cuarto de una madre’–, se llevaban el gato al agua. En el apartado de series dramáticas, la gran destacada fue ‘Fariña‘, con tres premios.

En cuanto a películas, ‘El reino‘ fue la mayor triunfadora: hasta 5 premios Feroz –mejor serie dramática, mejor dirección (Rodrigo Sorogoyen), mejor guión, mejor actor de reparto (Luis Zahera) y mejor actor principal (Antonio de la Torre)– fueron para ella. Como comedia, ganó ‘Campeones‘ de Javier Fesser. ‘Quién te cantará‘, de Carlos Vermut, obtuvo cuatro máscaras de zorro, con dos premios menores (mejor tráiler y mejor cartel) y dos más relevantes (para Eva Llorach, mejor actriz; y Alberto Iglesias, mejor música original). Najwa Nimri, co-protagonista de esta película e intérprete en ella de una impresionante versión de ‘Procuro olvidarte’, se fue de vacío en cuanto a premios (sólo estaba nominada como mejor actriz de serie dramática por ‘Vis a vis’). Sin embargo, si hoy se habla de uno de los asistentes a esa gala es de ella, erigiéndose en gran estrella por su irreverencia: no sólo en su entrada, haciéndose fotos con los fans bajo la lluvia (y haciendo a alguien que la llamó «najua» un gesto de «te corto el cuello», a lo Zulema), sino también porque no dudó en posar en la alfombra roja peloti de whisky en mano, o porque la pillaron fumando durante la gala. Genia y figura.

Los mejores libros de 2018

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1.- El orden del día (Éric Vuillard)

Y premio Goncourt de 2017 es mi novela preferida de 2018. El relato de la implicación de los grandes industriales alemanes en la subida de Hitler al poder resuena en el presente con el acenso de la ultraderecha en Europa. El título del libro se refiere a la reunión que se celebró a principios de 1933 entre el canciller alemán y veinticuatro empresarios. Los que hacen “nuestros coches, nuestras lavadoras, nuestros artículos de limpieza, nuestras radios despertadores, el seguro de nuestra casa…”. Bayer, Agfa, Opel, Siemens, Allianz, Telefunken… aceptarán encantados financiar al partido nazi y, más adelante, utilizar mano de obra esclava. Vuillard narra esta reunión en la cumbre y sus posteriores repercusiones oscilando constantemente entre lo irónico (“es que en Alemania estaban muy apretados”, comenta acerca de la doctrina del espacio vital) y lo poético (compara a los industriales con “veinticuatro calculadoras en las puertas del Infierno”); entre la Historia con mayúsculas, y las pequeñas historias -vulgares, patéticas y hasta cómicas- que se ocultan bajo las alfombras de los grandes despachos. Una reveladora obra maestra. Disponible en Amazon.

2.- Lo que más me gusta son los monstruos (Emil Ferris)

Es la primera vez que incluimos una novela gráfica en la lista. Pero no es para menos. El debut de Emil Ferris es uno de los mejores libros publicados este año; una historia de sustrato autobiográfico que, por medio de una eficaz trama criminal (un macguffin como la misma autora señala en el cómic), se va expandiendo hacia territorios visuales y narrativos insospechados: del convulso Chicago de finales de los sesenta, marcado por la eclosión de los movimientos civiles, al tumultuoso Berlín de los años treinta, con el ascenso de los nazis; de los cuadros del Instituto de Arte de Chicago, reinterpretados brillantemente por Ferris, a las portadas pulp de las revistas de terror; del acoso escolar, a los abusos infantiles; del magnicidio, el asesinato de Martin Luther King, al Holocausto judío. ‘Lo que más me gusta son los monstruos’ es un emotivo relato de iniciación y superación. Un diario poblado de monstruos reales e imaginarios, ilustrado con una potencia expresiva, una riqueza estilística y una fuerza lírica apabullantes. Disponible en Amazon.

3.- Vernon Subutex (Virginie Despentes)

Con la trilogía ‘Vernon Subutex’, la “Despentes” (como la conocen en Barcelona, donde vive por temporadas con su novia maña), ha escrito su obra más ambiciosa. Un retrato demoledor, a lo Houellebecq, de la sociedad francesa contemporánea. Protagonizada por un antiguo vendedor de discos y DJ que a sus cincuenta años se encuentra en una situación que nunca hubiera esperado, sin trabajo, sin dinero y sin un techo, ‘Vernon Subutex’ comienza con la crisis de la industria del disco (“el tsunami Napster que hundió el barco de golpe”) y termina con los atentados de Bataclan y la muerte de David Bowie. Dos sucesos que sirven como metáfora del fin de un mundo y el comienzo de otro. “¿Te imaginas que matan a Madonna?”, dice uno de los personajes antes de ir al concierto que ofreció la cantante tras los atentados en Bercy. Estrellas de rock muertas, tiendas de discos desaparecidas, raves terapéuticas, “chamanes de los platos” y un sin fin de referencias musicales. Como dice al principio del segundo libro: “Se trata de bailar hasta el amanecer. Nada más”. Disponible en Amazon.

4.- Los asquerosos (Santiago Lorenzo)

La mejor novela de Santiago Lorenzo desde su deslumbrante debut con ‘Los millones’. La premisa argumental es igual de irresistible. Si en la primera, a uno del GRAPO le tocaba la primitiva pero no podía cobrarla porque no tenía DNI, en esta, un joven teleoperador huye a la “España vacía” después de tener que defenderse de un antidisturbios cuando salía de su casa para comprar una “churrera clásica”. A partir de este suceso tan “lorenzoniano”, ‘Los asquerosos’ se transforma en una gozosa mezcla de sátira política, thriller de supervivencia, manifiesto okupa, esquinada nature writing, tierno relato de amor fraternal (la novela está narrada por el tío del protagonista) y furioso libelo cómico contra los domingueros. La historia de un ermitaño que no sabía que lo era, y su ingeniosa lucha por salvaguardar su Walden particular (mucho más prosaico y divertido que el de Thoreau) del ataque de “los asquerosos”, de aquellos que comparten con todo el mundo fotos campestres tituladas “desconectando del mundo”. Novelón. Disponible en Amazon.

5.- La mujer singular y la ciudad (Vivian Gornick)

El año pasado Vivian Gornick encabezó nuestra lista de lo mejor del año con ‘Apegos feroces’. Y este también lo podría haber hecho. Su continuación, ‘La mujer singular y la ciudad’, es tan bueno como el anterior. A lo largo de sus paseos por Manhattan, esta vez acompañada de su amigo Leonard (el libro está situado en el Nueva York actual, treinta años después que en ‘Apegos feroces’), Gornick conversa y reflexiona sobre sus relaciones sentimentales con los hombres (The Odd Woman también se puede traducir como “mujer sin pareja”), el feminismo (Gornick surfeó por la “segunda ola feminista” desde las páginas de The Village Voice), el trabajo intelectual, la literatura, Nueva York (Vivian es más neoyorquina que Woody Allen) y, en especial, la amistad, sobre la que nos regala un buen puñado de reflexiones de esas de subrayar con boli rojo. Gracias a su privilegiada capacidad narrativa y su admirable lucidez, Gornick consigue que el lector se sienta precisamente como un amigo, como si caminara junto a ella conversando y escuchando los pensamientos de esta sabia e inigualable “mujer singular”. Disponible en Amazon.

6.- Días sin final (Sebastian Barry)

Con la premiada novela ‘Días sin final’ (ganadora del Costa Book en 2016) se ha producido un hecho curioso en España: ha encabezado listas de lo mejor de 2018 tanto en el género de ficción histórica como en libros de temática LGTB. Y es que, aparte de su calidad literaria, no es nada habitual que un relato ambientado en Estados Unidos durante las guerras indias y la Guerra de Secesión, con mucha acción, aventuras y épica de western, esté protagonizado por una pareja gay e incluya apuntes sobre travestismo, transexualidad, matrimonio homosexual y adopción homoparental. Barry mezcla la belleza y la crudeza de las ficciones de Cormac McCarthy, con la lírica y el sentido de la camaradería y lealtad de los personajes de los western de John Ford. El resultado es una novela que te atrapa con la fuerza de un indio agarrando una cabellera blanca, te salpica (sangre) como un neo-western cinematográfico, te abre los ojos como el más lúcido ensayo histórico o estudio de género, y te hace temblar de emoción “como la última hoja marchita de una rama en invierno”. Disponible en Amazon.

7.- El dolor de los demás (Miguel Ángel Hernández)

En la Nochebuena de 1995, el mejor amigo de la infancia del escritor Miguel Ángel Hernández asesinó a su hermana y se suicidó saltando por un barranco. Veinte años después, el novelista murciano, quien debutó con la estupenda ‘Intento de escapada’, se pone el traje de detective (y las gafas de Truman Capote) e intenta averiguar qué ocurrió aquella fatídica noche en el pueblo donde creció. El resultado de esta dolorosa indagación, auspiciada por Sergio del Molino (quien convenció al autor de que en esa vivencia adolescente había un libro), es una apasionante mezcla entre investigación criminal, exploración autobiográfica, retrato costumbrista de la huerta murciana, reflexión sobre la violencia de género (en una época en que lo llamaban “crimen pasional”), y meditación acerca del proceso de escritura y la ética de la literatura. Subido a la espalda de Emmanuel Carrère, el autor viaja al pasado para verse a sí mismo e interrogarse: “¿Podemos recordar con cariño a quién ha cometido el peor de los crímenes?” “¿Es posible llevar flores a la tumba de un asesino?”. Disponible en Amazon.

8.- Cuando sale la reclusa (Fred Vargas)

La última novela negra de Fred Vargas es una de las mejores de su autora, un título perfecto para iniciarse en la saga del comisario Adamsberg. En un género donde todos los meses se publica “el mejor thriller de la década”, Vargas es una excepción. Sus libros son un chaleco salvavidas contra la novela negra piscinera. ‘Cuando sale la reclusa’ no intenta engancharte con un cliffhanger cada dos páginas como si tuviéramos un trastorno por déficit de atención. Al contrario, hasta la doscientos, no sabemos ni siquiera cuál es el caso principal. Como una araña reclusa, la autora te va atrapando en su tela a través de una trama compleja y burbujeante (que se remonta hasta la Edad Media y las reclusas, las mujeres que se emparedaban en vida), un desarrollo muy verosímil de la investigación (lleno de pistas falsas e intuiciones que no van a ningún sitio), unos diálogos llenos de ingenio e ironía, y una fabulosa caracterización de personajes que permite al lector no iniciado familiarizarse con ellos como si hubieras leído todos los libros de la saga. Disponible en Amazon.

9.- El asesino tímido (Clara Usón)

La enigmática muerte de Sandra Mozarowsky es la base argumental de ‘El asesino tímido’. La trágica biografía de la actriz le sirve a Clara Usón para narrar en paralelo su propia vida, también llena de episodios dramáticos, junto a la de otro inesperado personaje: el filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein. Estas tres biografías, a las que se suman retazos de otras tres -la de los escritores Albert Camus y Cesare Pavese, y la del propio monarca español-, se entrelazan de forma extraordinaria en la novela. El resultado de esta combinación de semblanzas es una absorbente mezcla de autoficción, investigación criminal, retrato generacional (la Transición y los ochenta, “una década de fiestas y de entierros”), reflexión sobre el suicidio (ese “homicidio tímido”, que decía Pavese), discurso antimonárquico, confesión catártica (una bajada a los infiernos personales) y homenaje póstumo (a la madre de la escritora). Disponible en Amazon.

10.- Las ocho montañas (Paolo Cognetti)

Paolo Cognetti escribió ‘Las ocho montañas’ como Thoreau, desde su cabaña. Y desde allí, en los Alpes italianos, donde vive seis meses al año y pasó sus veranos, parte esta sencilla historia de amistad, relaciones paternofiliales y montañismo. El autor juega muy hábilmente con los opuestos: arriba, la montaña, donde te dejan en paz, y abajo, la ciudad, donde no te dejan; el padre severo que ataca la montaña para conquistarla, y el hijo a quien no le importa abrazarla, recorrerla sin llegar a la cima; el joven de ciudad que tiene la montaña como refugio, y el montañés, que nunca saldrá de ella. A través de estas contraposiciones, el escritor nos guía como un sherpa por unos parajes llenos de enorme belleza pero despojados de todo trascendentalismo, una montaña hecha de emociones donde no se habla de esa abstracción llamada naturaleza, sino, como dice el chico montañés, de bosques, prados, torrentes, rocas, “cosas que uno puede señalar con el dedo”. Disponible en Amazon.

Muere Lolo Rico, creadora y directora de ‘La Bola de Cristal’, el espacio televisivo de una generación

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Según informa RTVE, la pasada madrugada ha muerto María Dolores Rico Oliver, más conocida como Lolo Rico. Tenía 83 años y, según la misma fuente, ha sufrido un paro cardíaco en la ciudad en la que residía, San Sebastián. Tenía 84 años. Aunque desarrolló su faceta como escritora y directora de distintos relatos y programas infantiles en radio y televisión durante las décadas de los 70 y 80, Rico será siempre recordada como creadora y directora de uno de los espacios de televisión dirigidos al público infantil y juvenil que más ha marcado a una generación, ‘La bola de cristal’. [Fotografía: Fernando Villar para RTVE]

Lolo Rico nació en Madrid en 1935 y comenzó su trayectoria profesional en Radio Nacional de España, escribiendo y dirigiendo el espacio ‘Dola, Dola, tira la bola’, que la llevó a ganar un Premio Ondas en 1977. De ahí saltó a la televisión estatal, donde ejerció de guionista de programas como ‘La casa del reloj’, el popularísimo ‘Un globo, dos globos, tres globos’, que surgió como una colaboración entre ella y Gloria Fuertes, y ‘La cometa blanca’ –su primera experiencia en la dirección–.

Su gran oportunidad llegó cuando el ente público le propuso cubrir la franja matinal de los sábados con un programa que debía abarcar el interés de niños y hasta adolescentes, con una duración de una hora y media a tres. Así, al frente de un equipo de colaboradores –algo que ella siempre destacó–, nació ‘La Bola de Cristal’, un programa de televisión que –quizá espoleados por ser una de las franjas de más baja audiencia– se distinguió por su valentía y transgresión a la hora de confrontar a ese público. Con cinco temporadas emitidas entre los años 1984 y 1988, ‘La Bola de Cristal‘ se convirtió en todo un éxito de público y crítica –ganó dos Premios TP al mejor programa infantil– que introducía a los niños y adolescentes a cuestiones como la filosofía, la historia y la literatura desde una perspectiva desacralizadora y provocativa.

Dividido en distintas secciones, destacó siempre por su estética insólita en la encorsetada televisión postfranquista: desde la estética oscura y punk de Los Electroduendes –unas marionetas perversas y cómicas, con La Bruja Avería como uno de los iconos de los 80– y una joven Alaska que ejercía de maestra de ceremonias (y que dio un paso decisivo para ser una de las figuras más importantes de la cultura española), a la emisión de capítulos de viejas series norteamericanas en blanco y negro que el franquismo había impedido ver aquí, como ‘La Familia Monster’ o ‘La pequeña pandilla’, pasando por los gags protagonizados por cómicos prometedores y rompedores como Pablo Carbonell, Pedro Reyes, Anabel Alonso o Javier Gurruchaga.

Pero, sobre todo, destacó por canalizar la efervescencia de la escena musical underground hacia los niños. Así, además de emitirse videoclips de Franco Battiato, Radio Futura, Mecano, Los Nikis, Eskorbuto, Javier Gurruchaga, La Unión, Los Toreros Muertos, Golpes Bajos o Glutamato Ye-ye, artistas como Kiko Veneno, Santiago Auserón, Loquillo o la propia Alaska (con canciones originales de Nacho Canut y Carlos Berlanga, por supuesto) participaban directamente en el programa con actuaciones musicales grabadas ex-profeso. Todo ello conformaba una amalgama que, sin duda, marcó a toda una generación de niños y pre-adolescentes que se sintieron comprendidos y respetados, que aprendieron a apreciar la cultura pop como alto arte.

Alessia Cara / The Pains of Growing

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La canadiense Alessia Caracciolo (ese es su verdadero apellido; así que no, de manera decepcionante no es pariente de Irene Cara –que, por otro lado, se apellida Escalera, real–) se convirtió en la gran esperanza del pop pese (o gracias a, no está claro) a su halo de chica corriente que no encajaba en los arquetipos adolescentes más “guays” –en eso, grosso modo, se basaban sus primeros hits, ‘Here’ y ‘Scars to Your Beautiful’–. Ese valor, el de una estrella del pop sin la fantasía inherente, se tradujo en un debut, ‘Know-It-All’ que no respondía a las expectativas por resultar, paradójicamente, demasiado genérico y convencional: sus canciones carecían de un carisma que la representara especialmente, y podrían ser cantadas por prácticamente cualquier artista pop medio.

En su segundo largo, ‘The Pains of Growing’, Alessia Cara da muestras de haberse esforzado por sonar más personal y auténtica, como una salida a la tristeza en la que se vio inmersa pese a haber cumplido su sueño de dedicarse a la música y ser reconocida por ello. El éxito no la satisfizo, explica, puesto que hacía las cosas de una manera mecánica, como si estuviera fuera de su propio cuerpo. Esa alienación la producía una aflicción que ella compara en el single ‘Growing Pains’ con los “dolores de crecimiento” propios de la adolescencia, retorciendo ese nombre en su título hasta convertirse en ese “dolor de la madurez” –el traje masculino tres tallas más grandes en la imagen de portada es otra evidente metáfora de lo que ha inspirado el álbum–, que “la mantiene despierta toda la noche”. Junto con males de amores varios, la expresión de esa tristeza y sus inseguridades son un tema recurrente en el todo el álbum, inspirando algunas letras bien escritas y maduras, destacando como uno de sus mayores talentos.

“– Estás sola, chica.” “– Sí que lo estás.” Eso dicen, entre la advertencia y la mofa, dos voces que suenan cuando comienza esa primera canción del disco, una buena pieza de pop que, producida por el tándem Pop & Oak –Demi Lovato, Britney Spears–, es de las pocas canciones que recuerdan que Alessia es la misma que interpretaba aquel tema basado en un sample de Portishead. Porque, salvo alguna excepción más (‘Nintendo Game’) o menos (‘7 Days’, ’All We Know’) olvidable, ‘The Pains of Growing’ parece rebuscar en el pasado para encontrarse con lo que realmente inspiró a Caracciolo a hacer música: como una especie de Meghan Trainor que pinta en colores beige donde aquella ve rosa chicle y turquesa o se viste de calle donde aquella se enfunda un brillo, Alessia Cara apuesta por melodías de R&B y soul clásicas, actualizadas con una producción contemporánea, que no moderna. La bonita ‘Not Today’, una ‘Trust My Lonely’ que evoca el dancehall más clásico o una ‘Comfortable’ que es un eco dulzón de la alianza Amy Winehouse/Mark Ronson, redundan en esa línea.

Así, es innegable que todo el álbum está impregnado de una pátina de elegancia, con Alessia afianzando su bonita –pero no especialmente reconocible– voz a lo largo del mismo remitiendo a clásicos de la Motown de Stevie Wonder o el Michael Jackson adolescente. Sin embargo, eso no evita que, globalmente, ‘The Pains of Growing’ sufra del mismo mal que ‘Know-It-All’: sus canciones podrían estar cantadas por cualquiera.

Y, lo que es peor, no nos quitaría el sueño –porque es, justamente, lo que producen estos 45 minutos que se hacen eternos– no haber escuchado nunca naderías como ‘Out Of Love’, ‘Girl Next Door’ o ‘Wherever I Live’ –realmente, ‘I Don’t Want To’ es el único de los numerosos cortes acústicos/baladescos que se salvan de la quema–. Tanto técnica como artísticamente, este segundo largo de Alessia Cara es mejor y más pulido que su debut, pero no por ello es menos aburrido y predecible.

Calificación: 5,8/10
Lo mejor: ‘Growing Pains’, ‘All We Know’, ‘Not Today’, ‘Trust My Lonely’
Te gustará si te gustan: Meghan Trainor, Ed Sheeran, Halsey
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Mike Skinner (The Streets) se disloca un hombro al saltar al público en un concierto

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Uno de los acontecimientos más especiales de 2018 fue el inesperado regreso de Mike Skinner a su proyecto The Streets, con el que provocó una explosión para el rap británico en la primera década de los 2000, gracias a discos soberbios como ‘Original Pirate Material’ y ‘A Grand Don’t Come for Free‘. Tras dar por cerrado ese alias y emplearse en otro, The D.O.T., con mucha menos repercusión, el pasado otoño anunciaba una gira de regreso por Reino Unido, cuyas entradas volaron.

En uno de esos conciertos, el celebrado anoche en la ciudad ingles de Birmingham, ha sufrido un doloroso percance: según vemos en un vídeo subido a su propio perfil de Instagram, al abalanzarse sobre la muchedumbre mientras interpretaba ‘Fit But You Know It’, alguien le agarra de un brazo y cae mal, haciendo que el hombro se le salga de su sitio, algo en principio no muy grave pero sí terriblemente doloroso. En la misma serie de vídeos, Skinner muestra cómo es atendido en el Hospital de Birmingham (dando las gracias a su personal por la atención) y cómo los médicos le devuelven el hombro a su lugar correcto. Por el momento no ha cancelado el concierto que ha de ofrecer esta misma noche en el mismo recinto de Birmingham.

En este regreso, The Streets no se han limitado a actuar sino que también han lanzado nueva música. Tras el anuncio de la gira, a finales de 2017 lanzaban dos temas inéditos, pero no se detuvieron ahí: a lo largo del último año han lanzado hasta 5 canciones nuevas más, varias de ellas con algunos de los artistas más relevantes del grime y la música urbana británica, como Chip (‘Call Me In The Morning’) o Not3s (‘Love The Game’). Hace un par de semanas, además, lanzaban un disco en directo en Nottingham, registrando el repertorio de este tour.

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MY SHOULDER CAME OUT!

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C. Tangana intentará el asalto al vasto mercado brasileño con ‘Pa llamar tu atención’

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Uno de los mercados musicales más vastos y jugosos de Sudamérica es, sin duda, el brasileño –aunque sólo sea por su población, cercana a los 210 millones de personas–. Y, aunque no sea fácil llegar a él, parece que C. Tangana se va a lanzar a su conquista, dentro de sus posibilidades. Eso deducimos del nuevo single que acaba de anunciar en redes sociales mostrando su portada y dando una fecha: el próximo jueves 24 de enero lanza ‘Pa llamar tu atención’, una canción producida por Alizzz –junto al que acaba de dar un nuevo pelotazo con ‘Booty‘– y en la que destaca la presencia de uno de los raperos más populares de São Paulo, MC Bin Laden.

Pero ¿quién es MC Bin Laden? Jefferson Cristian do Santos es, junto a MC Fioti (el de ‘Bum bum tam tam‘), uno de los intérpretes del llamado «funk no brasil» o «funk de favela», estilo que se sitúa a medio camino del rap, el reggaeton y la samba –destaca sobre todo por su minimalismo– y que mueve masas en su país, también polémico por sus letras sexistas y violentas. Cantante desde los 14 años (ahora tiene 24), MC Bin Laden dio un importante pelotazo en 2016 con el tema ‘Tá tranquilo, tá favoravel’, uno de esos virales –su vídeo oficial acumula más de 100 millones de visitas– gracias a un bailecito que, para más inri, se popularizó aún más cuando el futbolista Neymar Jr. lo imitó tras marcar un gol con el FC Barcelona.

Desde entonces MC Bin Laden se ha convertido en una estrella en su país, y C. Tangana, que días atrás ha subido una foto con él en las calles de Lisboa, no ha perdido la oportunidad de captar la atención de la suculenta industria musical del Brasil a la que también se ha acercado J Balvin. Pronto sabremos lo que da de sí este intento, pero de momento os dejamos con algunos de los últimos temas del brasileño, para imaginar por dónde podrían ir los tiros.

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Ta tranquilo ta favoravel @mcbinladenoficial1 🤟

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Princess Nokia acusa a Ariana Grande de haberla copiado en su nuevo single, ‘7 Rings’

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Ayer Ariana Grande publicaba ‘7 Rings‘, mostrando un perfil suyo diferente al que suele atribuírsele, el de buena chica empoderada, etcétera. En esta nueva canción, Grande jugueteaba con la melodía de ‘My Favorite Things’ de ‘Sonrisas y lágrimas’, pervirtiéndola en un número trap en el que cantaba a consolarse de sus penas gastando dinero a espuertas. Todo bien, salvo que, según Princess Nokia, no es del todo genuino.

Según la polifacética artista Destiny Frasqueri –nombre real de Princess Nokia–, Ariana copia una idea suya de la canción ‘Mine’, una de las más destacadas de su mixtape –luego lanzada como álbum– ‘1992‘. En esa canción, Nokia comienza aludiendo al supuesto intento de una chica blanca de tocar el pelo a una mujer de distinta etnia; Grande hace algo similar, diciendo “¿Te gusta mi pelo? Pues gracias, acabo de comprarlo”. Para más inri, Frasqueri repite varias veces, en un puente de ‘Mine’, «es mío, lo compré», entonándolo de una manera muy similar al estribillo de este tema de Grande que repite “lo quiero, lo tengo”.

En tono burlón, Nokia lo compara cómicamente («¿os suena familiar?» dice reproduciendo ambas canciones, «porque a mí sí me suena familiar») en un clip subido a Twitter que, aunque ella ya ha borrado, hay quien lo ha recuperado en Youtube. Más tarde, según Pitchfork, Nokia retuiteó –aunque, de nuevo, luego deshizo el retuit– el mensaje de un fan que acusaba de manera directa a Ariana de «plagiar» a su ídolo. Ariana no se ha manifestado al respecto, pero sí su legión de fans, que se han propuesto chinchar a Princess Nokia llenando sus hilos de en Twitter con mensajes que dicen «#7Rings ya disponible» o «compra y escucha #7Rings».

Pese a debutar en 2014 con un heterogéneo ‘Metallic Butterfly’ –reeditado a finales del pasado año–, Princess Nokia comenzó a hacerse popular en el plano alternativo un par de años después con singles como ‘Tomboy‘, más claramente orientados al rap. Recientemente aparecía como invitada en un remix para un single de Fall Out Boy, claramente un sueño cumplido para ella ya que, como mostró en el miniálbum ‘A Girl Cried Red‘, tiene una faceta emo muy potente.


Tirzah / Devotion

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Tirzah ha sido uno de los nombres más comentados en el indie anglosajón en 2018 gracias a su debut, ‘Devotion’, publicado el pasado 10 de agosto. La londinense había conseguido años atrás éxito underground y buenas críticas con sus singles de dance-pop raruno y lo-fi ‘I’m Not Dancing’, ‘No Romance’ y ‘Make it Up’, producidos por una Mica Levi que volvía a encargarse de la música de este proyecto, cambiando la pista de baile por un sonido más romántico e hipnótico e influido por el R&B que ha escuchado Tirzah toda su vida pese a haber estudiado música clásica, aunque también por el hecho que la cantante no es precisamente una niña, sino que tiene 31 años, está casada (con Kwake, colaborador de Sampha) y es madre. La madurez de Tirzah se percibe en unas letras que hablan de un amor maduro y entregado a los “tesoros de la vida” y en unas canciones intimistas (en especial la bonita ‘Affection’) que sin duda evocan los placeres de la vida doméstica más que los de la noche londinense. En ‘Devotion’, solo ‘Holding On’ puede parecer bailable… y sería en el sentido de Arthur Russell.

La música de ‘Devotion’ está creada con sumo mimo e hipnotiza en ‘Fine Again’, con sus notas de clavecín que parecen flotar en agua; la mencionada ‘Affection’ o ‘Reach Hi’, tan delicada como una miniatura de glitch-pop de Tujiko Noriko. Con sus ambientaciones deformes, sonoridad orgánicas y loops fragmentados, también están bien ‘Do You Know’ y ‘Gladly’, recordando en el primer caso a James Blake y en el segundo a Oneohtrix Point Never. Se echa en falta en cualquier caso que las composiciones de ‘Devotion’ funcionen tanto como su imaginativa producción, pues en ningún caso están a la altura y de hecho algunos temas como ‘Basic Need’, ‘Go Now’ o ‘Say When’ no se sostienen del todo por sí solos.

Tirzah dice que no tiene planes de fondo en la música y de hecho ella trabaja felizmente en el mundo del diseño, por lo que puede considerarse ‘Devotion’ una labor de amor más que de recorrido: que nadie se sorprenda si Tirzah no vuelve a sacar disco. Sin embargo, ¿merecían estas modestas canciones tanto “hype”? ¿Tan atractiva resulta a la gente la voz desganada y congestionada de Tirzah? En ‘Devotion’ ella canta “solo quiero tu atención, solo quiero que escuches”, y aunque algunos momentos su intimidad es acogedora e incluso fascinante, en otros se hace bastante cuesta arriba. Un trabajo interesante.

Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Fine Again’, ‘Affection’, ‘Gladly’, ‘Reach Hi’
Te gustará si te gusta: Micachu & the Shapes, Perfume Genius, Tujiko Noriko, James Blake
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¿De verdad va a publicar disco Rihanna con lo bien que le va como empresaria?

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Esta semana Rihanna confirmaba a un fan en redes sociales que “su disco” –¿se refería a aquel de sonidos jamaicanos o a un disco pop?– saldrá en 2019 y que será “grande, maravilloso, increíble”. Se refiere a él como “R9”, es decir, su noveno álbum, por lo que lo seguro es que no lo considera una anécdota sino un paso más en su discografía. Sin duda, y como ya ocurriera con ‘ANTI’, no se puede decir que no se esté tomando su tiempo: los 4 años transcurridos desde ‘Unapologetic’ hasta aquel notable regreso estaban del todo fuera de lo habitual para la que en un momento se apodó en Internet como La Churrera por la facilidad y rapidez con la que lanzaba discos.

Pero eso es cosa del pasado, y ahora Rihanna no parece tener ningún tipo de prisa por lanzar nueva música. Si nos atenemos a su último trabajo de estudio, podríamos suponer que esto sucede porque mima mucho más la dirección artística, la cohesión y calidad del proyecto o porque sus colaboradores tienen una agenda tan apretada que no ha querido forzar los tiempos para tenerles/as en su obra. Pero son sólo suposiciones y, en realidad, esta demora podría estar forzada porque la de Barbados es hoy, por encima de todo, una lucrativa mujer de negocios.

En las últimas horas, The New York Times aseguraba que Rihanna ha firmado un acuerdo para lanzar una firma de moda con LVMH, el conglomerado de marcas de lujo más poderoso del mundo, del que forman parte Luis Vuitton, Dior, Givenchy, Celine y Fendi. Según esta información, que no ha sido confirmada por ninguna de las partes (aunque no estamos ante un tabloide, precisamente), el acuerdo consistiría en que la cantante desarrollaría como diseñadora o directora creativa una línea de prendas de vestir de lujo, presumiblemente bajo la etiqueta Fenty, propiedad de la artista. The New York Times habla de un «acuerdo histórico», suponemos que por el volumen económico que plantea, pero también porque, dice, será la primera mujer de color con un papel creativo tan importante en el grupo empresarial de moda.

Fenty, de hecho, ya forma parte de un acuerdo de Rihanna (Fenty es su apellido, en realidad) con LMVH, en concreto con la marca Kendo. Inicialmente nació como una línea de cosméticos y belleza llamada Fenty Beauty que, como han hecho otras celebrities, aprovechan su imagen pública para promocionarse –su última visita a Madrid no fue por un concierto precisamente–. Sin embargo, esa línea fundada en 2017 creció exponencialmente gracias a un marketing que huía de los arquetipos de belleza y destacaba como la primera en ser inclusiva con etnias no-caucásicas, con coloridos especiales para mujeres negras, asiáticas, latinas, etc., erigiéndose, a su manera, como un icono de mujer liberada.

La estrategia funcionó magníficamente, y pronto se lanzó a por su propia marca de lencería, Savage X Fenty, en el que seguían idénticos patrones: aunque el principal imán de sus campañas como modelo era la propia Rihanna, estas también incluían una amplia variedad de morfotipos femeninos, incluyendo tallas grandes. Otro tanto a favor que se tradujo en ventas millonarias: a mediados del pasado año, Forbes valoraba la marca “Rihanna” con todas sus extensiones en nada menos que 210 millones de dólares. Y, como buena empresaria, no está dispuesta a que le meta la mano en el bolsillo ni su padre, literalmente.

¿En qué se traduce esto? En que, en un 2018 en el que no ha publicado ni un sólo segundo de música nueva –su última aparición en un single como colaboradora fue ‘Lemon’, el single principal del último álbum de N*E*R*D–, no la hemos perdido de vista ni un segundo, básicamente debido a sus constantes campañas publicitarias –tras la navideña, ya está a tope con la de San Valentín– y su ocasional trabajo como actriz –tras su participación en ‘Ocean’s 8’, está pendiente de estreno la película que filmó en Cuba junto a Donald Glover–. Es decir, tiene muchas otras cosas en la cabeza distintas al pop. Y, de confirmarse este nuevo acuerdo comercial, tendrá muchas más.

Así las cosas, ¿de verdad le compensa ponerse a promocionar un álbum y hacer una gira, con el riesgo de flop del que no escapan ni compañeras en apariencia invencibles como Taylor Swift, Beyoncé o Katy Perry? Estaría, literalmente, perdiendo dinero. Aunque confieso que escribo este artículo con los dedos (de los pies) cruzados, confiando en que, como una Ley de Murphy, sirva para que me lleve un zasca y Rihanna nos sorprenda con un nuevo single más pronto que tarde.

Ignatius Farray, de los Emmy Internacionales a músico, ¿y de músico a jardinero?

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Carolina Durante, Kokoshca, La Plata o grupos consolidados como Airbag y Los Nikis no han sido el único acierto que ha tenido el sello madrileño Sonido Muchacho. También han tenido la ocurrencia de editar un 7″ de Petróleo, el grupo que Ignatius Farray ha querido montar con los músicos de Tigres Leones (también en sus filas) influido «por Pere Ubu, PIL o Derribos Arias». Este sábado 19 de enero se presentan en directo en la sala grande de Razzmatazz en horario de club. Foto: Antonio Alay.

Curtido en la escuela de La Hora Chanante y Muchachada Nuí, Ignatius Farray se ha hecho un nombre en el humor español en La Vida Moderna, La Resistencia y muy especialmente ‘El Fin de la Comedia’, la serie de Movistar+ que recientemente veíamos situarse hasta nominada a los Emmys Internacionales. Es verdad que la serie no ganó al final y que de hecho a la organización se le olvidó ponerles una mesa a sus creadores durante la gala, pero al menos esto último quedó en anécdota.

Petróleo de momento solo han editado un par de canciones oficialmente, aunque en La Resistencia se han dejado caer un par más, ‘Universo en carne y hueso’, con una interpolación de ‘Lady Marmalade’, y una adaptación de ‘Monkey Man’ que ni Amy Winehouse llamada ‘Todos somos susios simios de sirco’. ‘Miedo a la música’ es el típico medio tiempo rock, como a medio camino entre León Benavente y Los Toreros Muertos, costumbrista e histriónico como Farray, que entona las frases como si de un guión se tratara: «Anoche me dio por buscar en Google la palabra «Pentecostés» / Y hoy le he dicho a mi novia que ella para mí ya no es la única», dice en un momento. «Se sienta delante de mí y le da para atrás al respaldo de su asiento / Me agarra por las solapas y me dice «Mira, te comento»», indica en otro de puro costumbrismo ante el que solo cabe la desgracia. Y luego está ‘Hagas lo que hagas’ («te arrepentirás de todo»), un tema desvelado esta semana con una cadencia de blues andaluz a lo Guadalupe Plata, una letra que da nombre a la banda («levántate pronto y encuentra petróleo») y una referencia a la libertad.

Sobre libertad hablaba con Farray y los creadores de la serie en abril de 2017, cuando se estrenaba la segunda y última temporada de ‘El fin de la comedia’, nuestra colaboradora Elena Rosillo en una entrevista que recuperamos hoy. Decía Ignatius: «Es muy serio que gente que intenta hacer comedia por Twitter tenga que acabar yendo a la cárcel. Pero que eso se convierta en algo que la gente ya no proteste contra ello o en algo normalizado, me parece… de locos. Que llegue a consolidarse esa línea de pensamiento. Igual yo me siento respaldado por eso, y por eso no tengo miedo. Es más, yo creo que un cómico vive un poco de estos momentos. Un cómico siempre está buscando la oportunidad de que pase algo fuera de lo normal para luego poder contarlo. Entonces, que a mí ahora mismo me puedan llevar a la cárcel sería perfecto para la tercera temporada. No sé si debería forzarlo un poco más para tener buen material ahí para continuar con la serie».

Aunque la tercera temporada no se materializará, también hablaba sobre la libertad que le daba Comedy Central en cuanto al guión, más que a bromas macabras: «Nosotros siempre hemos dicho que Comedy Central nos ha dado la libertad para hacer lo que nos diera la gana, y una cosa que nos apetecía era contar historias que no se cerrarán. En una narración convencional, si empiezas una historia, tienes que saber cómo se desarrolla y cómo termina, y a nosotros nos hacía gracia que hubiera historias que se abren en un episodio, pero que quedan ahí sin un desenlace. Y nos parecía una sensación de libertad poder colar algo que se te ocurre sobre la marcha en un episodio sin tener que llegar a desarrollarse del todo… una libertad guay. Sí que, en ese sentido, es una serie rebelde, no por los temas en sí que trata la serie, que no son realmente transgresores, pero la manera de hacer la serie sí que pienso que es una manera poco común de hacer series, sobre todo aquí en España».

Tigres Leones ya eran parte de ‘El fin de la comedia’ si bien en aquel momento se desconocía que formarían un grupo junto a Farray. Raúl Navarro explicaba cómo habían llegado a hacer la música de la serie: «Luismi, uno de los miembros de Tigres Leones, es el que compone toda la música de la serie. Los riffs de guitarra, los momentos así más bonitos musicales… él hace toda la banda sonora. Y nos gusta mucho tanto Tigres Leones como Anntona», indicaba, mientras Farray, preguntado sobre si escuchaba trap como el que aparece en la serie, respondía: «Yo no controlaba mucho de trap, pero por ejemplo Bejo me parece que hace un trap increíble».

«Si sacas la cuenta matemática de quince años que llevo dedicándome a esto, uno me ha ido bien. O sea, matemáticamente sigo siendo un puto loser»

Qué pasará con Petróleo en la industria musical, no lo sabemos, pero sí qué piensa Farray al respecto del mainstream: «Mis fans de siempre reniegan de mí porque me he pasado al mainstream y en el mainstream me tratan como a un puto payaso. Eso es guay en el sentido de que acabas en una soledad absoluta. Hombre, es verdad que salir en programas como Late Motiv o el éxito que tiene La Vida Moderna en La Ser son cosas muy guays y las estamos disfrutando. Y se nota que la cosa ha crecido bastante. Pero no tengo remordimientos porque, si sacas la cuenta matemática de quince años que llevo dedicándome a esto, uno me ha ido bien. O sea, matemáticamente sigo siendo un puto loser. Nunca me había esforzado tanto, en el sentido de que, de repente, sale mucho trabajo, y este año ha sido muy a tope. Pero la verdad es que lo estamos haciendo muy contentos, porque la serie, el programa de radio… todo eso son cosas muy guays. Entonces ha salido todo de golpe, a la vez».

Si no se le da bien, siempre puede ser jardinero, como ha dicho alguna vez: «Pues sí. Sí que lo del tema de la jardinería me gusta. No sé, yo creo que me vino porque una vez vi ‘El último emperador’, y al final, el protagonista acaba dedicándose, de una manera muy modesta, a cuidar de un jardín. Y yo empecé a fantasear con eso, y siempre he pensado que, si yo algún día no me puedo dedicar a esto, me dedicaría a la jardinería. Hay otra película que me gusta mucho que es ‘Bienvenido Mr. Chance’, de Peter Sellers, y que también él es jardinero. Y es verdad que siempre lo consideré un tema guay».

O quizá no, porque como le dice Navarro, no es tan fácil: «Una cosa es que quiera ser jardinero y otra cosa que vaya a ser buen jardinero». Así lo reconoce Ignatius: «Es verdad que no tengo buenos precedentes. Tenía un conflicto con mi planta yuca. Claro, yo fantaseo con eso, pero luego se me morirían todas las plantas».


Eurodrama 2019: ni estas canciones, ni estos intérpretes ni este modo de selección

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Este domingo 20 de enero se conocerá finalmente qué canción representará a España en Eurovisión, que se celebra en Tel Aviv el 18 de mayo. ¡Qué ilusión!… ¿O no? Como el año pasado, la canción en cuestión saldrá de las filas de Operación Triunfo, siendo 10 las candidatas que podrán escucharse en la gala de selección, interpretadas tanto por finalistas de la edición como por otros de sus concursantes. Esto ha sido un error por varios motivos.

En primer lugar, el desinterés general de algunos concursantes de Operación Triunfo hacia Eurovisión no es solo palpable, es demostrable con declaraciones que ellos mismos han realizado en los medios o desde la propia Academia. María, intérprete de ‘Muérdeme’, la canción que más probabilidades tiene de ir a Eurovisión, pues fue la más votada por el público en la pre-selección con bastante margen, ha reconocido abiertamente su desacuerdo con que el festival se celebre en Israel… pero no solo eso: en una entrevista ha declarado que “si hay que ir, se va” pero que ella no se considera la candidata más óptima. Natalia, intérprete de la tercera canción más votada en la pre-selección con ‘La clave’, tampoco está cómoda con la sede y ha dicho que, si va a Eurovisión, prefiere hacerlo con Miki para “dividir la responsabilidad”. Además, también ha expresado poquitas ganas por ir: “A mí me parece una oportunidad supergrande y me parece una experiencia brutal. Vivirlo sería muy chulo como experiencia en general y estaría superguay, pero sí es verdad que hay gente a la que le hace más ilusión. Entonces, si me toca ir, yo lo aceptaré e intentaré hacerlo lo mejor posible y si no, pues a seguir trabajando”. O lo que es lo mismo: si hay que ir, se va.

Cabe mencionar que Alba Reche, segunda finalista de Operación Triunfo por detrás de Famous, ha realizado declaraciones parecidas sobre Israel en la Academia, pero ella finalmente no se encuentra entre los candidatos para ir a Eurovisión… ¡siendo casi la ganadora de OT2018! ¿Ha abandonado Alba el barco? ¿Ha hecho OT la vista gorda con ella? No se sabe (¿quizá ha dicho algo en algún stories?), pero lo seguro es que no se va a tener que comer todo este marrón, así que mejor para ella pero peor para nosotros. ¿Al final no va a terminar dando igual en qué posición quede España en el festival si el “hype” es tan bajo que ni los propios artistas están a gusto con su canción? ¿Cuánta gente va a dejar de ver Eurovisión por culpa de esta situación absurda?

Por supuesto, esto no significa que a todos los concursantes de OT2018 pasen de Eurovisión: Miki ha mostrado interés por ir y ha dicho que, si su canción en solitario, ‘La venda’, sale vencedora, montará una fiesta en el escenario de Tel Aviv. El problema surge cuando los artistas que más posibilidades tienen de acudir al festival realmente no quieren hacerlo, algo que ha pasado con María y Natalia. Esto mata claramente la ilusión eurofán: ¿a quién debemos votar ahora? ¿A María, que tiene la mejor canción pero no quiere ir a Israel, o a Famous, que no tiene la mejor canción pero sí quiere ir? Es una decisión desmoralizante para el eurofán, y es culpa del sistema de RTVE, pero también los triunfitos tienen algo de responsabilidad: si en la pasada edición de OT, los concursantes aspiraron a ir Eurovisión, los de la siguiente no intuyeron que esto podía volver a suceder?

Tampoco está funcionando el sistema de RTVE de componer las canciones por un lado y escoger a sus intérpretes por el otro. Desde luego esto no pasa en la mayoría de países que participan en Eurovisión. Lo normal es que sea el artista el que decida ir al festival y que lo haga con su propia canción, y luego la democracia hace el resto. A ningún eurofán le gustó ver el desinterés con el que Ana Guerra y Aitana se enfrentaron a ‘Lo malo’, aunque luego fuera un exitazo. Lo mismo pasó con Amaia y Alfred y ahora con María y Natalia. Los alumnos se ven en la tesitura de cantar canciones que otros componen y escogen por ellos y que no les han de gustar necesariamente. En la entrevista citada, Natalia vuelve a mostrar incomodidad por la sede y afirma que “al ser una exposición tan grande, en mi caso, me gustaría poder hacerlo con algo que fuese mío”. Podemos echar en cara a Natalia que podía imaginarse dónde se metía cuando se presentó a OT, pero su reacción y la de otros concursantes a la posibilidad de ir al festival es sintomática de que el sistema de RTVE está fallando. No tiene sentido proponer a un artista -o a un triunfito en este caso- ir a Eurovisión con una canción que no ha escogido y que puede no gustarle nada, ni mucho menos dejar en manos del público votar por un intérprete que no es fan de Eurovisión ni tiene por qué serlo. ¿Con qué cara puede Natalia presentar ‘La clave’ en Tel Aviv si ella misma dice que no es el estilo que le gustaría hacer?

Evidentemente, el problema principal de todo esto vuelven a ser las canciones, ninguna de las cuales parece ni un poquito digna de representar nada en ningún sitio. Cuando RTVE solicita canciones a autores deprisa y corriendo para después asignárselas a los concursantes de OT, ¿qué música de calidad puede salir de ahí? ¿A quién le interesa más ir a Eurovisión, a María o a Álex Ubago? Solo puedo acordarme de aquellas declaraciones de Vega en las que decía que hasta que España no se tome en serio Eurovisión, como cuando mandábamos a Raphael, ella no irá al festival. Y para tomarse en serio Eurovisión hay que tomarse en serio el arte de hacer canciones aunque sea un poco… algo que la mayoría de estos temas candidatos no reflejan, ni mucho menos algunos de sus intérpretes.

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La canción del día: The Japanese House busca una respuesta en ‘Maybe You’re the Reason’

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En los últimos tiempos, The Japanese House se ha ido haciendo un nombre en el pop alternativo anglosajón con canciones como ‘Saw You in a Dream‘, ‘Leon’, ‘Face Like Thunder’, ‘Lilo’ o ‘Cool Blue’, que en la mayoría de casos aunaban la sensibilidad pop apegada al vocoder de Imogen Heap con las sonoridades del synth-pop guitarrero de los 80, dejando melodías bonitas y unas letras llenas de la angustia existencial que suele acarrear tener 23 años.

Este 1 de marzo verá finalmente la luz el álbum debut de The Japanese House, ‘Good at Falling’, y tras publicarse el avance synth-popero ‘Follow My Girl’, Main ha lanzado en los últimos días probablemente su canción más inmediata y pop hasta la fecha. ‘Maybe You’re the Reason’ es tan “radio-friendly” que sus estrofas recuerdan vagamente al ‘Somethin’ Stupid’ de Robbie Williams y Nicole Kidman, pero el poder de la canción reside en lo anhelante de su estribillo “sigo buscando algo, aunque sea que ahí fuera no hay nada”, al que responden las voces apitufadas que repiten el título de la canción, tan tímidas que parecen proceder de la propia cabeza de Main en un momento de inseguridad.

De hecho, por eufórica que suene ‘Maybe You’re the Reason’ de primeras, por pegadizos que sean sus punteos de guitarra, la canción es bastante clara en su reflexión sobre la depresión, dejando en sus estrofas frases como “creo que estoy muriendo, porque esto no es vivir, ¿debería estar buscando algún tipo de significado?”, con lo que Main concluye que la “apatía es un sentimiento divertido”. En ella, The Japanese House retrata sus días de insomnio, en los que mira a “la gente pasar” buscando una respuesta. “Siempre que intento resolverlo, es en ti en quien pienso”, declara, como si la respuesta estuviera efectivamente en la punta de sus dedos.

Pau Donés denuncia la “corrupción” de la SGAE, que niega haber demandado a varios de sus socios por fraude

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El Mundo ha publicado este viernes una información según la cual la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) habría denunciado a varios artistas socios de la entidad, entre ellos Alejandro Sanz, Joaquín Sabina y Pau Donés de Jarabe de Palo, por presunta infracción fiscal. El periódico afirma haber tenido acceso a un documento según el cual “los músicos habrían utilizado sociedades pantalla para, en connivencia con varias multinacionales discográficas, eludir el pago de impuestos en sus cobros de derechos de autor”. El supuesto fraude sumaría 70 millones de euros.

La propia SGAE ha negado la información de El Mundo en un comunicado, en el que asegura que “en ningún caso, SGAE ha denunciado a sus socios Alejandro Sanz, Joaquín Sabina y Pau Donés, ni al resto de los autores que figuran en la información” y que “la denuncia remitida esta semana a las autoridades se refiere a personas jurídicas socias de la entidad”.

Antes de la refutación de SGAE, Pau Donés había expresado su sorpresa ante las supuestas acusaciones de la sociedad publicadas por El Mundo, atacando la “corrupción” de la entidad y afirmando que el “sistema de gestión y cobro de derechos” supuestamente denunciado por SGAE había sido “instrumentado y consensuado” por ella misma y que en ningún caso este es ilegal. Donés anunciaba su propósito de “resolver la patraña que [el director de SGAE, José Ángel Hevia] y secuaces inventan para desviar la atención de otros asuntos internos de SGAE con consecuencias para la entidad mucho más graves”.

Este ha sido el comunicado completo de Donés:

“Leo la prensa esta mañana y me quedo estupefacto.

La junta directiva de SGAE vuelve a meter la pata, y esta vez atacando a sus propios socios.

En los últimos años los socios de SGAE no hemos tenido suerte. Dos juntas corruptas en manos de las televisiones privadas expoliando la Sociedad a merced de los intereses de dichas televisiones (La Rueda).

Recuerdo que la actual junta directiva fue elegida tan sólo por el 0’7% de los socios, lo que significa que la inmensa mayoría no fueron a votar por no estar de acuerdo con el sistema de votación, a todas luces irregular, impuesto por la anterior junta, que por aquel entonces dirigía otro títere de las televisiones privadas llamado José Miguel Fernández Sastrón.

Respecto a la denuncia de la actual junta, dirigida por José Ángel Hevia, junta que vuelvo a recordar fue elegida por el 0’7% de los socios de SGAE, acusa a un gran número de sus propios socios de defraudar a Hacienda con lo que se ha dado en llamar “el asunto de las cesionarias o sociedades pantalla”. Pues bien, este es un sistema de gestión y cobro de derechos de autor instrumentado y consensuado por la propia SGAE, editoriales y artistas, en total conformidad con los reglamentos que regían y rigen la entidad y en ningún caso fuera de la más absoluta legalidad fiscal. Y cuando hablo de artistas hablo de la gran mayoría y no sólo de los que aparecerán estos días en los titulares de los medios de comunicación como reclamo, entre otros yo mismo.

En todo caso, ya que la junta presidida por Jose Ángel Hevia ha decidido denunciarnos por las supuestas prácticas defraudatorias en los cobros de derechos de autor que la propia SGAE sugirió, aprobó, consensuó y practica desde hace más de 20 años, yo como compositor, artista y contribuyente me pongo a disposición de la ley para aclarar y resolver esta patraña que el Sr. Hevia y secuaces inventan para desviar la atención de otros asuntos internos de SGAE con consecuencias para la entidad mucho más graves.

Veremos ahora, con la intervención del Gobierno sobre SGAE, quiénes son los que realmente están defraudando a quién”.

No te pierdas: Kanye West vuelve a la música en la semana que anuncia que será padre por cuarta vez

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Con su profusa actividad del pasado año aún reciente, sabemos bien que Kanye West no puede parar de crear. Pero ahora parece que tampoco puede parar de (y perdón por el mal chiste) procrear. Y es que esta semana él y su mujer, la celebrity Kim Kardashian, han confirmado que “muy pronto” van a ser padres de una cuarta criatura. De nuevo, como ocurriera justo hace un año con su hija Chicago, nacerá por gestación subrogada y será un chico –algo que KimKar asegura que ya circulaba por ahí porque, dice, se emborrachó en Navidad y se lo contó a norecuerdaquién–.

De manera casual –o quizá no, porque a más churumbeles, más facturas que pagar–, un par de días después West retoma la frenética actividad musical que desarrolló a lo largo de todo 2018, que no sólo abarcó aquellos 5 álbumes cortos que produjo e interpretó, sino también en numerosas colaboraciones para XXXTentacion, 6ix9ine o Lil Pump. Hoy, nos le encontramos en ‘We All Shine’, el álbum que el rapero de Florida YNW Melly ha lanzado al mercado. Concretamente en un tema bastante atractivo –tiene hechuras de hit, al menos para USA– titulado ‘Mixed Personalities’, que es lanzado como single con un vídeo co-protagonizado por el autor de ‘Yeezus’, junto a una serie de robots humanoides y el propio Melly.

Por otra parte, tras meses de demora y sin una explicación clara de ese retraso, seguimos sin noticias de ‘Yandhi’, el álbum en solitario que Kanye llegó a anunciarse hasta en dos fechas distintas. Y nada. Lo único seguro es que, se publique antes o no, el festival Coachella NO será una de las plazas donde lo presente.

Ezra Koenig de Vampire Weekend da detalles de su nuevo disco y anuncia inminente single doble

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Ocupadisimo siendo padre, escribiendo y produciendo su serie de anime ‘Neo Yokio‘ (disponible en Netflix) y, sobre todo, ultimando lo nuevo de su grupo Vampire Weekend, Ezra Koenig ha acudido a su red social favorita, Instagram, para detallar por fin el esperadísimo álbum que dará continuidad a ‘Modern Vampires of the City‘, publicado en un ya lejano 2013.

Bajo una imagen de la carpeta de su sistema operativo que contiene todo lo relativo a este nuevo trabajo –que no llevará finalmente por título ‘Mitsubishi Macchiatto‘, como dijo tiempo atrás, sino algo bajo las siglas ‘FOTB’–Koenig ha escrito un largo texto explicando que, para él, este plazo de 5-6 años entre su tercer y cuarto álbum ha sido necesario, y que los 3-4 años entre ‘Contra‘ y ‘MVOTC’ se hicieron para él mucho más largos que este periodo previo. Confirma que tendrá 18 canciones y, aunque será doble en su edición de vinilo, dura 59 minutos, por lo que no lo será necesariamente en su edición CD. Asegura que, para él, no sobra ni uno de esos 18 cortes, y que, de hecho, en algún momento ‘FOTB’ fue un doble álbum con 23 canciones cada volumen (!).

Tras anunciar su acuerdo con Sony el pasado verano, asegurando que habría nueva música pronto, parece que ahora sí es cierto que el primer avance de este disco es inminente: Koenig asegura que la próxima semana lanzarán un doble adelanto, y que habrá otros dos adelantos dobles –uno por mes– antes de la salida del álbum. Lo cual nos lleva al mes de abril. Por tanto, para cuando actúen en la próxima edición de Mad Cool –junto a The Cure, The 1975, Smashing Pumpkins…–, ‘FOTB’ habrá sonado sobradamente en nuestros reproductores. Confiamos en saber más, dentro de apenas unos días.

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To the fans:⁣ I know that 5-6 years is considered a long time between records. Personally, I think it’s a dignified pace befitting a band that’s already placed three albums in stores but everyone has their own sense of time. (I swear the time between 3 & 4 felt shorter to me than 2 & 3. I may be in the minority on this one.) ⁣ ⁣ This album didn’t really take any longer to write/record than MVOTC. We just took more time on the front end to chill. I’ll admit I may have stretched out the mixing/mastering process (aka THE END) a little bit cuz spending half the day with my family & half the day at Ariel’s is my ideal life-rhythm & it’s painful to say goodbye to that rhythm.⁣ ⁣ Many of you have been hungry for information and we’ve given you very little. I don’t like talking abt a project while in the middle of making it. I usually regret everything I say cuz it turns out to be wrong (so disregard anything I may have said in the past 5 years.) I thought abt making a recording diary to tide over the people leaving intense comments but…to me, the album IS the recording diary…man.⁣ ⁣ It’s called “FOTB” (well those are the initials – that’s a VW tradition) and it’s 18 songs. Picked the name a few years ago. At some point early on, the album drifted from the Mitsubishi Macchiato aesthetic. It was a helpful guiding principle tho. Working titles are important too.⁣ ⁣ It’s a lot of songs but they all belong there. (If you disagree, you can always say it was 6 songs too long & make a lil 12-song playlist version of it.) At first, I wanted to make two 23-song albums on some human chromosome shit but then 23&me started doing Spotify playlists and I don’t know…felt we’d been scooped.⁣ ⁣ Is it a double album? The vinyl will be double so…yes? It’s about 59 minutes long. We can talk more abt that later – if u care. To me, it’s just FOTB.⁣ ⁣ Anyway, we’re gonna start releasing music next week. After all that waiting, you should have the general schedule:⁣ ⁣ -There will be three 2-song drops every month until the record is out. 1. hh/2021 2. s/bb 3. tl/uw. (plans can change that’s the plan)⁣ ⁣ Thank you for ur patience,⁣ Ezra

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Ariana Grande pervierte y se folla ‘My Favorite Things’ en ‘7 Rings’

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Desde que en 1959 se estrenará en Broadway el musical ‘The Sound of Music’, escrito por Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II, ‘My Favorite Things’ se ha convertido en un clásico de la música. La versión de Julie Andrews en la adaptación fílmica del musical, que aquí conocemos como ‘Sonrisas y lágrimas’, la hizo universal, pero también las versiones del tema que han hecho a lo largo de las décadas eminencias como John Coltrane, David Brubeck, Barbara Streisand o Tony Bennett, además de The Supremes, Rod Stewart, Laibach o Kelly Clarkson. Y ahora se les ha unido Ariana Grande… más o menos.

El anunciado nuevo single de la estrella del pop, ‘7 Rings‘, está profundamente inspirado en aquella canción que este 2019 cumplirá 60 años, nada menos. Y su grandeza está, precisamente, en lo absolutamente irresistible que continúa resultando como gancho. Así, Grande no se anda con rodeos y se apropia de la melodía principal de la canción de Rodgers y Hammerstein II –por supuesto, están acreditados como autores– a la primera de cambio… pero sólo de ese gancho. Porque la letra de ‘7 Rings’, aunque mantiene la esencia de la original –olvidar las penas pensando en las pequeñas cosas que a una le gustan–, es mucho más perversa que aquellas «gotas en las rosas y los bigotes de los gatos». Ariana ideó esta canción tras un día en Nueva York. Para quitarle las penas, sus amigas la llevaron a Tiffany’s, la popular joyería de la 5ª Avenida, y ella decidió comprar un anillo para cada una de ellas, siete en total, para luego correrse una farra. Enseguida decidió que eso debía ser una canción, y… ¡bingo!

Así, ‘7 Rings’ desgrana las cosas favoritas de la cantante, que incluyen joyas, coches, casas, champán carísimo y toda una cohorte de fruslerías con las que dejar atrás la mala racha personal que se le ha ido acumulando. Curiosamente, las amigas de los 7 anillos –en realidad, no todas, sólo 4 de ellas más Ariana– aportaron su granito de arena a los versos y aparecen acreditadas como autoras: Victoria Monét, Tayla Parx, Njomza y Kaydence Krysiuk –las otras dos son Courtney Chipolone y Alexa Luria–. Esos créditos sí que son un auténtico regalo, si esto se convierte en un hit, como podría ocurrir.

Y es que, producida por TBHits y Social House –el mismo tándem que hizo ‘thank u, next‘, el mayor éxito de su carrrera–, ‘7 Rings’ resulta ser toda una chuchería irresistible, por boba que parezca la idea. Con una base de trap apesadumbrado –pero no sucio–, Grande acaba por pervertir la melancólica melodía original y, con mucho sentido del humor, follársela con su adicción a las compras y mucho sentido del humor. Como el que le lleva a bromear con las extensiones de pelo de su famosa cola de caballo: «¿Te gusta mi pelo? Pues gracias, acabo de comprarlo», canta en su cortante estribillo antes de esa sucesión de «lo quiero, lo tengo» con la que es imposible no bailar.

Por supuesto, todo esto se reviste de aún más humor y perversión ultracapitalista en un magnético vídeo, no tan delirante como el de ‘God Is a Woman‘, pero casi. Dirigido por Hanna Lux Davis (autora del clip de ‘thank u, next’ que batió records), Ariana se envuelve en colores rosa chicle, acabados metalizados, diamantes y humo en una mansión (aunque el exterior aparenta ser humilde) en la que monta un pari con sus amigas. De todos sus planos, sin duda el de la autora de ‘Sweetener’ rompiendo los muros de papel de una reproducción a pequeña escala de la mansión, con su cara apareciendo detrás, es el más icónico.