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Lil Nas X y Dominic Fike se lo montan en un vídeo de BROCKHAMPTON

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Esta semana el colectivo BROCKHAMPTON, que tanto ha luchado contra la homofobia a lo largo de su carrera, ha publicado un nuevo disco llamado ‘ROADRUNNER: NEW LIGHT, NEW MACHINE’, un par de años después de ‘GINGER‘. En él puedes encontrar colaboraciones como Danny Brown en el single ‘BUZZCUT’, y A$AP Rocky y A$AP Ferg en el tema ‘BANKROLL’, además del nuevo single ‘COUNT ON ME’.

Kevin Abstract y Dan Streit dirigen el sorprendente vídeo de ‘COUNT ON ME’. Ni siquiera después del videoclip de ‘Montero (Call Me By Your Name)’, uno de los más gays de la historia, habríamos visto esto venir. El vídeo de ‘COUNT ON ME’ presenta a Lil Nas X como pareja de Dominic Fike, ambos de viaje al campo, alejados del mundanal ruido. En el trayecto, Lil Nas X tiene tiempo de bromear sobre «quién es Radiohead» cuando Dominic Fike intenta pincharlos. La deriva del vídeo es de corte psicodélico, como si ellos o sus directores, o todos, se hubieran fumado algo por el camino.

Dominic Fike fue autor el año pasado de un disco bastante divertido llamado ‘What Could Possibly Go Wrong‘, del que destacaba el single ‘Chicken Tenders’. Quedaba en números, eso sí, muy lejos de su viral ‘3 Nights’.

‘COUNT ON ME’ ya contaba con una participación improbable, la de Shawn Mendes, así como la de Ryan Beatty. Puedes oír a ambos en el estribillo diciendo que «no importa lo que digan de nosotros», que puedes «contar comigo». A$AP Rocky entona el primer verso. La outro de corte religioso, en castellano, que aparece en el videoclip, no aparece en la versión «álbum» de todo esto.

Greta Van Fleet, Ariana, Lizzo: la crítica musical no está para haceros la pelota

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Greta Van Fleet es una de las bandas más exitosas del momento que peor críticas recibe. La media de su disco de debut ‘Anthem of the Peaceful Army’ es de 53 sobre 100, a todas luces paupérrima para un grupo de su tamaño, y las reseñas que el largo recibió en su momento no escatimaron en malas palabras hacia la formación estadounidense. La crítica principal que los medios han enarbolado hacia Greta Van Fleet es el parecido nada disimulado de su sonido con el de bandas de hard-rock clásico de los 70 como Led Zeppelin o Cream, hasta el punto de parecer una copia sin gracia de estos. En el mejor de los casos se decía que Greta Van Fleet componen buenos temas que no suenan a ellos mismos, en el peor que sus fans deben haber entrado en «muerte cerebral» si son capaces de comprar sus discos y entradas de conciertos.

Hace unos años, con la llegada de Greta Van Fleet a España, comentábamos el extraño fenómeno de este grupo que ha sido tan capaz de arrasar en el plano comercial o de encandilar a las instituciones -han ganado un Grammy y han estado nominados a varios- como de ganarse el rechazo casi unánime de la crítica especializada, en plena fase «poptimista» si se ha atrevido a plantarle un 7,2 al disco de Bieber. Los llamábamos los «Chainsmokers» del rock sin dejar de recordar el 1,6 sobre 10 que le encasquetó Pitchfork -el medio musical más prestigioso ahora mismo, mal que pese a sus detractores- en la reseña de su disco, absolutamente humillante. Y ahora, como anticipándose a las malas reseñas que recibirá su nuevo trabajo, Greta Van Fleet han decidido posicionarse sobre el asunto, aunque solo para demostrar que hasta para opinar sobre crítica musical son poco originales.

El cuarteto de Michigan ha concedido una entrevista a The Guardian para hablar sobre su inminente segundo disco, ‘Battle at Garden’s Gate’, que el medio británico asegura «lleva más lejos incluso el compromiso de la banda con el sonido estruendoso los 70, hacia una nueva cumbre». En el artículo, The Guardian da a entender que ‘Battle at Garden’s Gate’ será otro disco que los fans de Greta Van Fleet amarán y los detractores vapulearán. Cuando el grupo es cuestionado sobre las malas críticas que ha solido recibir su música y también la voz de su cantante, Jake Kiszka, que ha sido comparada con la de una «hiena eyaculando», el músico responde que «algunas personas están escribiendo sus artículos en el sótano de su madre y están de mala hostia porque nosotros estamos haciendo algo (importante)».Y añade que «si tu carrera se basa en escribir cosas negativas sobre la gente, estoy seguro de que tienes otras cosas mejores que hacer».

La reflexión que Kiszka hace sobre la profesión de la crítica musical no es nueva. Viene a decir que los críticos musicales son músicos frustrados que no han prosperado en la vida ni lo harán a menos que dejen su trabajo y empiecen a hacer lo que verdaderamente les entusiasma, que ya os lo digo, no es escuchar los discos de Greta Van Fleet. El enfado de Kiszka con los medios musicales es comprensible desde la perspectiva de que el grupo de hecho es conocido por recibir malas críticas. Tampoco es justo pedir a cuatro muchachos que no llegan ni a los 25 años que sepan encajar todas las críticas negativas que recibe su trabajo, sobre todo si estas son mayoría, aunque tampoco está de más recordar que las reseñas positivas hacia su obra existen, y no son difíciles de encontrar. En serio, no me lo estoy inventando. Sin embargo, las palabras de Kiszka desprenden cierto tufo a condescendencia, clasismo y complejo de superioridad.

Cuando Kiszka da a entender que los críticos musicales nos dedicamos a esta profesión porque estamos enfadados con el mundo -y quién no- y queremos pagarlo con alguien, aunque ese alguien sea un grupo de éxito multimillonario al que ese crítico jamás va a conocer en persona, y tampoco es que sea necesario porque está valorando su trabajo, no si sus integrantes son buenas personas o no, sin darse cuenta denigra una profesión que es todo un arte en sí mismo si se hace bien, exactamente como la música. Sí, hay críticos que preferirían ser músicos y que sueñan con poseer ese talento, de igual manera que hay otras personas que trabajan de una cosa y preferirían dedicarse a otra. No todo el mundo tiene la suerte de convertirse en una estrella del rock o de ganar millones copiando el sonido de otros, algunos ni siquiera deseamos tal cosa. Bueno, los millones sí.

Por otro lado, cuando Kiszka menciona a esas personas que escriben en el «sótano» de sus madres, desconoce por completo sus circunstancias personales, y además hace una generalización nada fundamentada. Yo he entrevistado a cientos de artistas mientras vivía con mis padres porque el dinero no me daba para otra cosa en ese momento. He hablado por teléfono con Michael Kiwanuka desde mi minúscula habitación. He charlado con TLC sentado en una miserable mesa plegable. Leon Bridges me dio una entrevista tan sosa que por un momento pensé que la suerte la tenía yo. Y, de todas formas, ¿qué tiene de malo escribir en un «sótano» si no se tiene acceso a un espacio en condiciones? ¡Qué manera de mirar por encima del hombro! Y todavía no he mencionado los millones de estudiantes estadounidenses que se ahogan en deudas, a los cuales cualquier trabajo les vale para ganarse el pan. Ni siquiera me tengo que ir tan lejos: en España las cosas están fatal y dedicarse a la crítica musical ahora mismo es casi inviable para muchos. Pero, sorpresa, resulta que esta es la profesión de mucha gente (!), el deseo de otra (!!), y también es una pasión personal, sobre todo si de trata de escribir sobre buena música.

Cada vez que un artista opina en estos términos sobre la profesión de la crítica musical, dando a entender que solo vale si habla bien de ellos (lo cual es una paradoja, es imposible que la crítica sea solo positiva, en eso consiste criticar), me acuerdo de aquel salvaje artículo que publicó un medio de Phoenix (la ciudad, no el grupo) poniendo de vuelta y media a Ariana Grande y a Lizzo por expresar en Twitter opiniones muy parecidas, pero con peores palabras incluso. La autora de ‘positions‘, haciendo gala de esa condescendencia disfrazada de bondad que caracteriza a las personas que se creen superiores a los demás aunque no lo reconozcan, dijo que «la gente que trabaja en todos esos blogs está muy perdida» y que «un día se darán cuenta de lo insatisfechas que están con sus vidas, y con suerte se centrarán en otra cosa», con lo que concluyó, dándose una ducha de purpurina, magia e ilusión, que «cuando llegue ese día será hermoso, ¡me muero de ganas de que se sientan iluminados por dentro!» La autora de ‘Cuz I Love You‘, mucho más bruta, pero también más insensible, se limitó a escribir que «la gente que reseña álbumes sin saber hacer música debería estar desempleada».

El debate sobre el arte y sobre qué tipo de crítica artística es válida y cuál no es más antiguo que el hilo negro, pero sigue dando que pensar que ciertos artistas se crean con el derecho, solo por encontrarse en una posición de privilegio y poder, de mirar por encima del hombro a un grupo de personas que también se están ganando la vida haciendo algo que les gusta o con lo que se sienten conformes o cómodos, sin estar podridos de dinero porque Dios no les ha bendecido con el don del talento musical. Yo cada día me levanto, me miro en el espejo y me digo: ¿por qué no soy Mariah Carey? Y aunque no les guste, al menos se dedican a una profesión que les proporciona dinero y estabilidad, algo que nadie puede dar por sentado y menos ahora. Que Ariana y Lizzo borraran finalmente sus tuits puede significar o bien que les llovieron palos por sus palabras, que normal, o bien que terminaron en desacuerdo con ellas. Desconozco cuál es su posición actual al respecto y estaría bien que algún periodista se atreviera a retarles algún día con esta cuestión, sin que sus mánagers les confisquen las preguntas de antemano para proteger la imagen de sus clientes. Si han cambiado de parecer significará que por fin se han dado cuenta de su privilegio, algo que a Greta Van Fleet les falta por ahora. Cuando lo hagan seguro que el mundo se «iluminará» un poquito.

El astronauta gondolero de Doja Cat y SZA para ‘Kiss Me More’

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¡Un astronauta gondolero! Nadie podrá a acusar a Warren Fu de falta de imaginación. El director, conocido por sus trabajos para Daft Punk y The Strokes, ha rodado una fantasía de ciencia ficción más kitsch que ‘Barbarella’ y ‘Flash Gordon’ juntas.

Alex Landi, el doctor Nico Kim de ‘Anatomía de Grey’, estrella su nave en un planeta que parece una mezcla entre Marte y el antiguo Egipto. El astronauta se embarca en una góndola futurista y rema como un veneciano por un Nilo de otra galaxia. En sus riberas se encuentra a Doja Cat en plan faraona intergaláctica. Hasta aparecen un par de estatuas de gatos, subrayando así su filiación egipcia.

El gondonauta continúa su viaje y se encuentra a SZA cual sirenita, apostada en un islote que parece sacado de alguna isla de Okinawa, llena de cerezos en flor. Después de morder el fruto del “cerezo”, se despierta rodeado de las dos cantantes. El juego sensual termina con un giro argumental digno de un especial de Halloween de ‘Los Simpson’: el astronauta aparece atrapado en un tubo, como Bill Clinton y Bob Dole en el cuento ‘Ciudadano Kang’ del episodio ‘La casa-árbol del terror VII’, viendo cómo su sueño no era más que la evocación de un videojuego.

‘Fiel’ de Wisin y Jhay Cortez es el nuevo top 1 en España; Lil Nas X, subida más fuerte

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La lista de singles más populares de la semana en España no está tan tranquila como la de álbumes, pues depende casi exclusivamente del streaming y no de las ventas. Así que hay nuevo número 1 y un par de subidas muy destacadas. El nuevo número 1 en España es ‘Fiel’ de Los Legendarios, Wisin y Jhay Cortez, que lleva nueve semanas ascendiendo sin descanso y llega a la cima cuando ya es disco de platino. ‘911’ (la de SECH, no la de Lady Gaga) se mantiene en el puesto 2 sin haber llegado a la cumbre de la lista, mientras ‘Flamenco y bachata’ vuelve a batir nuevo máximo, ahora número 4.

La gran sorpresa la da ‘Montero (Call Me By Your Name)’ de Lil Nas X. El vídeo de la canción no ha podido dar más que hablar y la canción es número 1 en Estados Unidos y Reino Unido, pero no es habitual encontrar canciones de este género y en inglés tan arriba en España. “Montero” sube del puesto 40 al puesto 11 en nuestro país, quedando a las puertas del top 10.

Y justo en el top 10 al fin volvemos a encontrar un tema de Justin Bieber, cuando empezábamos a darle por acabado. ‘Peaches’, su nuevo éxito internacional, tras haber sido número 1 en Estados Unidos, sube del número 13 al número 8. También marca nuevo máximo ’44’ de Bad Gyal, pasando del número 20 al número 17 en su tercera semana.

La entrada más fuerte es ‘Wacha’ de Khea y Duki (52), seguida de ’Joven para siempre’ de Funzo & Baby Loud (58), ’Tiroteo’ de Marc Seguí y Pol Granch (59) y ‘Calle’ de Lola Indigo, Guaynaa y Cauty, que en este caso ha de conformarse con únicamente un número 72.

Funzo & Baby Loud, Demi Lovato, «Godspeed» y Lil Tjay, en el Top 100 de Discos España

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La nueva lista de Promusicae recoge las ventas y streamings de la Semana Santa (de Viernes Santo al Lunes de Pascua y los días tras ellos), lo cual implica que hay poco movimiento en el top 100. C. Tangana se mantiene en la cima con ‘El Madrileño’ por 6ª semana consecutiva, destacando la caída de ‘La pequeña semilla’ de Alba Reche del número 2 al puesto 32 en su segunda semana.

La entrada más fuerte es ‘Joven para siempre’, el EP del dúo alicantino Funzo & Baby Loud (entre el pop-rock y la «música urbana»), directo al top 4; mientras Karol G aprovecha la semana floja para marcar un nuevo máximo con ‘KG0516’, que sube del puesto 5 al puesto 3 en su segunda semana. También en el top 10, en concreto en el número 9, encontramos ‘Dancing with the Devil’ de Demi Lovato, lo cual supone un retroceso respecto al número 4 que lograba su anterior disco en nuestro país. El nuevo álbum de Demi Lovato ha sido top 2 en Reino Unido y también en Estados Unidos.

Celebramos topar con nuestro “Disco de la Semana” pasada, ‘G_d’s Pee at State’s End’ de Godspeed You! Black Emperor, en el puesto 75 de la lista española oficial (número 10 en vinilos). El álbum ha llegado al puesto 29 en Reino Unido suponiendo la mejor marca histórica para la banda canadiense. También ha sido número 11 en Alemania.

La última entrada de la semana en España es ‘Destined 2 Win’ de Lil Tjay en el puesto 93. El rapero americano es número 5 en Estados Unidos y número 7 en Reino Unido con este segundo álbum después de haber arrasado en las listas de singles con el tema ‘Calling My Phone (feat. 6LACK)’, que podéis encontrar bajo estas líneas.

Marta Movidas / Os castigaré

Marta Movidas es otro de esos proyectos de pop indisociables del siglo XXI, debido a la cantidad de influencias que contiene su música incluso dentro de una misma canción. El proyecto solista de Marta España, bajista de La Claridad, un grupo de soft-pop que no tiene demasiado hueco en su universo personal, es explosivo desde el primer segundo al último y excesivo incluso en la longitud de los títulos de sus canciones, pero también fresco y dinámico hasta el punto de que los 26 minutos de ‘Os castigaré’, su debut, se pasan en un suspiro. No se puede decir lo mismo de muchísimos discos de punk grabados en garajes que salen cada año y que, en pos de la autenticidad o de un planteamiento anti-capitalista, hacen gala de discursos musicales ultra raquíticos, conservadores y acomplejados. La música de Marta Movidas es pop sin rodeos ni medias tintas.

De primeras, es imposible no prestar atención a la música de Marta Movidas debido a lo llamativo de sus portadas, obra de la ilustradora Raisa Álava (pronto, «Tipo Test» con ella). De manera nada casual, el estilo colorido, psicodélico e hiperatareado de la obra de Raisa, por el que se cruzan diversos personajes, escenarios y líneas temporales, tiene mucho que ver con la música que ilustra: las composiciones de Marta Movidas también pueden describirse con estas palabras. La mala baba de ‘Mira lo que me has hecho hacer (a cualquier santo le rezo)’ se inspira en el j-pop o en las típicas intros eternas de los animes, pero probablemente también en los primeros de La Casa Azul; el disco incluye un corte titulado en japonés, ‘Nani mo iranai!! 何もいらない (no necesito nada)’, de corte más melódico y new wave, con un peso especial de los sintetizadores, y más adelante, Marta Movidas se atreve a versionar ‘Siboney‘ de Ernesto Lecuona, una habanera clásica de los años 50, para adaptarla a un diseño de sonido lo-fi, burbujeante, casi rococó y lleno de color.

El secreto de Marta Movidas es que en su música habita lo macarra y sofisticado al mismo tiempo, en un interesante punto medio que le permite componer canciones pop con instrumentaciones y producciones complejas pero que a la vez desprenden un espíritu eminentemente punk. Una de las canciones destacadas es ‘Por favor, no difundas las fotos íntimas que te mando solo a ti’, que por sonido apunta a la moda tropicalia new wave, por melodía a una canción popular de patio de colegio y a Mecano (ese estribillo), pero cuya letra difícilmente habría entonado Ana Torroja: «yo te mandaba snaps pa’ que te hicieras una paja, y a la vuelta de la esquina me clavaste la navaja». La inteligencia poética de ‘El alquimista de acero (fraternidad)’ es evidente en frases como «yo pensaba que esto era un intercambio equivalente, pero yo te estoy dando la vida y tú me estás dando la muerte», por mucho que musicalmente el tema nos lleve a la pista de baile de los 90, amparándose en los códigos del piano house.

‘No entiendo los vínculos sexo-afectivos de la postmodernidad’, el mejor título del disco, simplemente genial, profundiza en la mente de Marta España, no tanto en lo que observa socialmente a su alrededor, o en su cama. El tema habla sobre el complejo de inferioridad que una persona puede sentir dentro de un grupo de amistades. Cierra la discoteca, las amigas de Marta han ligado y ella no, de modo que vuelve a casa deprimida. «Siempre soy la amiga rara, la menos guapa, la que tiene pinta de no saber chuparla», canta melancólicamente acompañada por un fondo de emo-punk con piano. Irónicamente, el haber compuesto esta canción, el que esta canción exista, la hacen parecer la triunfadora a ella. Y seguramente lo sea.

En ‘Os castigaré’, que ha contado con producción de Pablo Espiga, Mané López y Miguel Nicolás y masterización de Carlos Javier Villa, Marta Movidas cumple con creces la amenaza propuesta en su título: no quiero ser la persona a la que va dedicada ‘Mira lo que me has hecho hacer (a cualquier santo le rezo)’, una canción-desahogo de esas que no se cortan un pelo. «Todo el día fumando porros, qué lastima de chaval, deja ya de escribir temas sobre chicas que tú dices que trataron fatal, y empieza a afrontar la realidad, que eres un terrorista emocional». Si su estribillo «si te vas, llévame contigo» parece romántico, casi naíf, en realidad esconde un mensaje más siniestro, vinculado a la brujería. Y decepcionada absolutamente con el amor, Marta Movidas tiene más cera que dar en ‘Nani mo iranai!! 何もいらない (no necesito nada)’, en la que entra en un terreno más filosófico, para cantar: «odio este lugar, el cielo y la gravedad, que me puedas tocar / quiero escapar del constructo material tangible y terrenal». Su tema más melódico y synth-pop, es también ultra representativo del discurso de Marta Movidas, definido por los contrastes, irreconciliables en todos los mundos menos en el suyo.

‘El Gobierno de China’ es otro estribillazo de Pantocrator

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Pantocrator han lanzado este viernes uno de los muchísimos singles que has podido escuchar en nuestra playlist de novedades. El cuarteto de Barcelona ha aprovechado el estreno de ‘El Gobierno de China’ para anunciar que su tercer EP ‘El Chungo Colectivo’ sale este miércoles 14 de abril. Las fechas de presentación confirmadas hasta ahora en el «Panto Tour» son el 23 de abril en el Bilborock de Bilbao, el 24 de abril en el Dabadaba de Donostia-San Sebastián, el 16 de mayo en una localización aún por confirmar, el 28 de mayo en Let’s Fest Barcelona y el 3 de junio en el Sound Isidro de Madrid.

Después de superarse con ‘No te puto pilles‘, una de las mejores canciones de 2020, ‘El Gobierno de China’ sigue su fórmula sin más misterio para ofrecer otro estribillazo marca de la casa, inmediato como una bala.

‘El Gobierno de China’ es otro corte de garage-punk enrabietado de Pantocrator marcado por el humor satírico que caracteriza a la banda. En este caso, el tema ofrece un retrato exageradísimo de los celos y del sentimiento de posesión que se sienten por esa persona de la que te has (puto) pillado, hasta el punto de ser comparables a un régimen comunista.

Así, «quiero que solo me pidas tabaco a mí» se traduce a «quiero ser el gobierno de China, colectivizar la nicotina» o «quiero que solo tengas ojos para mí» pasa a ser «quiero ser tu líder, tu heroína», mientras la persona celosa se entretiene «geolocalizando» a su pareja allá donde va o requisándole el teléfono móvil para espiarle el correo o controlar sus apps de ligar.

En lo musical, ‘El Gobierno de China’ vuelve a ser un single carismático de Pantocrator no solo por su letra compuesta por rimas bastante memorables (aunque ininteligible en partes) sino también por la actuación vocal de Marta Delmont, cuyo registro potente pero ahogado sigue sin dejar indiferente. Junto a Marina Correa, Xiri Romaní y Robert Busquets ha armado otro temazo guitarrero que triunfará en sus conciertos.

Danny Elfman anuncia su primer disco de pop en 37 años y sigue incomodando con ‘True’

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Danny Elfman sorprendió el pasado mes de octubre con el estreno de una canción de pop nueva, la primera en 37 años, pues desde la publicación del último disco de Oingo Boingo, la banda de new wave la que formaba parte, en el año 1984, el compositor británico ha hecho carrera sobre todo como compositor de bandas sonoras. De ‘Pesadilla antes de Navidad’ a ‘Dumbo’ pasando por ‘Batman’, ‘Eduardo Manostijeras’, ‘Men in Black, ‘Spider-Man’ o ‘Futurama’, el nombre de Elfman será siempre indisociable al mundo de las BSOs.

Lejos de quedarse en una anécdota, ‘Happy’ era el primero de varios sencillos que Elfman ha dado a conocer en las últimas semanas, entre los cuales hay que contar también ‘Sorry‘, ‘Kick Me‘ y el muy aptamente titulado ‘Love in the Time of Covid‘. Hoy se conoce que estos tres singles formarán parte de ‘Big Mess’, el nuevo álbum de Danny Elfman que sale el 11 de junio. ‘Big Mess’ se compone de 18 pistas que Elfman compuso -valga la redundancia- el año pasado durante el confinamiento.

El nuevo single de ‘Big Mess’ es ‘True’, un robusto corte de rock electrónico vinculable al trabajo de HEALTH, Cold Cave o Nine Inch Nails. Hay guitarras saturadas hasta lo imposible, baterías de sonido colosal y efectos electrónicos ácidos medio industriales y synth-pop, pero también una sección de cuerdas que infieren un componente siniestro a la producción. En ‘Big Mess’, Elfman cuenta que ha querido mezclar rock electrónico con cuerdas, y ‘True’ es exactamente producto de ese experimento sin mayor misterio.

El vídeo de ‘True’ es obra de la artista multimedia Sarah Sitkin. La pieza es, en sus palabras, una «exploración de la identidad fracturada». En él, Danny es «la figura central, pero solo aparece su imitación mediante prótesis, máscaras y partes de su cuerpo impresas en 3D2». La artista indica que su objetivo ha sido «hacer un vídeo que fuese sucio incómodo».

‘Big Mess’:
01 Sorry
02 True
03 In Time
04 Everybody Loves You
05 Dance With the Lemurs
06 Serious Ground
07 Choose Your Side
08 We Belong
09 Happy
10 Just a Human
11 Devil Take Away
12 Love in the Time of Covid
13 Native Intelligence
14 Better Times
15 Cruel Compensation
16 Kick Me
17 Get Over It
18 Insects

El homenaje de Kid Cudi a Kurt Cobain tiene más miga de lo que parece

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El rapero Kid Cudi ha actuado este fin de semana en el programa estadounidense Saturday Night Live para presentar su último disco, ‘Man on the Moon III: The Chosen’, publicado el pasado mes de diciembre. El álbum incluye el éxito ‘Show Out’ con Skepta y Pop Smoke, es la tercera parte de una serie que Cudi inició con su debut de 2007; ha sido top 2 en Estados Unidos y su secuencia contiene colaboraciones de lo más diversas, de Nosaj Thing a Phoebe Bridgers pasando por Finneas. Pero Kid Cudi ha pisado el escenario de Saturday Night Live completamente solo, si bien para homenajear a otra persona.

El autor de ‘Day ‘N’ Nite (Nightmare)’ ha querido, durante su actuación en el conocido late night americano, rendir tributo a su ídolo, Kurt Cobain. Cudi raramente pierde oportunidad de mostrar su adoración por el líder de Nirvana: en el disco de su proyecto con Kanye West, KIDS SEE GHOSTS, en concreto en un tema llamado ‘Reborn’ escrito por él, aparece un sample de ‘Burn the Rain’, un tema no demasiado conocido del repertorio de Nirvana que permanecía inédito hasta que en 2015 vio la luz dentro de la banda sonora de ‘Montage of Heck‘, el documental sobre Cobain: y el rapero ha ido tan lejos de tatuarse un busto de Cobain en la pierna, sacado de la famosa foto en la que aparece llevando una camiseta de ‘Hi, How Are You?’ de Daniel Johnston.

Este 5 de abril se han cumplido 27 años desde la muerte de Kurt Cobain, los mismos años que él tenía cuando se quitó la vida, y parece que Kid Cudi ha querido recordarle a su manera. En la actuación de ‘Tequila Shots’ ha llevado un cardigan verde parecido al que portó Cobain en el icónico MTV Unplugged de Nirvana de 1994, y en la de ‘Sad People’ se ha embutido en un vestidito floral muy similar al que solía llevar Cobain por aquí y por allá. Eso sí, el vestido no es de segunda mano como los que gustaba llevar a Cobain, sino un diseño de Virgil Abloh para su nueva colección. En Twitter, Kid Cudi ha confirmado que el vestido floral que ha llevado en Saturday Night Live es efectivamente un tributo al cantante de Nirvana.

Como cualquier fan de Nirvana sabrá, Kurt Cobain siempre expresó su feminidad sin complejos, dando la espalda a la imagen del «hombre americano tradicional». Como recuerda el libro de Sasha Geffen ‘Glitter Up the Dark‘, Cobain llevaba vestidos u otras prendas tradicionalmente femeninas para expresar su propia fluidez de género, pues no se identificaba con la masculinidad normativa, lo cual terminaba reflejado en el repertorio de Nirvana o en sus videoclips; de hecho, el músico decía tener un «lado gay» porque sus amigos del instituto solían ser chicas o chicos gays; recordaba que siempre había sido un muchacho «enclenque y femenino»; aseguraba que, de no haberse casado con Courtney Love, habría llevado un «estilo de vida bisexual», y la propia Courtney comentaba a los periodistas que para ella era normal encontrarse a Kurt en casa vistiendo ropa femenina, como «jerséis de mujer de los años 50».

Aunque parece un truco publicitario más, un «stunt» con el que promocionar un single y una prenda de ropa, el vestido de Kid Cudi es una nueva reivindicación de la feminidad masculina, por parte de un rapero que no es conocido por su machismo o su homofobia, sino por hablar abiertamente sobre salud mental o por reivindicar los derechos LGTB+. Un homenaje que, sobre todo, obliga a pensar en Kurt como un verdadero pionero feminista de su época: él no solo defendió a las mujeres violadas muchos años antes del #MeToo, sino que llevaba ropa femenina simplemente para expresarse a sí mismo. 27 años después de su muerte, su autenticidad sigue inspirando a la gente.

Anne Lukin / Al día siguiente

Anne Lukin es una de la docena y media de cantantes que pasaron por la última edición de Operación Triunfo, y no precisamente una de las que quedó en mejor lugar: fue 12ª, como en 2001 Juan Camus. Ha sido a través de lo claras que tiene las ideas que ha podido emprender una carrera musical ya con disco en el mercado y cierta diferenciación. Como anticipándose a las críticas que pueda recibir su música por naíf (que lo es, por ejemplo, «empezar» un álbum y una carrera con un tema sencillamente llamado ‘Empezar’), la cantante navarra no se cansa de decir en las entrevistas que es consciente de que le queda muchísimo por aprender: hasta ha llamado uno de sus singles de presentación ‘Lento’ como metáfora de que le gusta ir despacio. Que no despacito.

En ‘Al día siguiente’ no hay espacio para los Mauricios Rengifo ni los Andrés Torres, y dice mucho de Anne Lukin el nombre de las personas de que ha querido rodearse, que además no son precisamente 9 por canción. «No me entero de ninguna serie / Ni de los cotilleos de ayer», dice una de estas composiciones, situándose hasta cierto punto en los márgenes. Produce Ricky Falkner, conocido por su labor con Standstill, Love of Lesbian, Sidonie, Iván Ferreiro, Lori Meyers y varios artistas en la línea del semi-indie nacional; y colaboran co-escribiendo alguna canción gente como Zahara, la pareja de esta en _juno Martí Perarnau IV «Mucho», Alberto Jiménez de Miss Caffeina y Gorka Urbizu de la banda de rock vasco Berri Txarrak (hay que recordar que pese a ser navarra, Anne quiso irse a Bilbao para cursar Comunicación Audiovisual en dicho idioma). Y aun así, este tampoco es el disco típico en el que suelen trabajar los artistas mencionados, lo cual dice algo de la personalidad de Lukin.

‘Al día siguiente’ es sobre todo un disco influido por las sonoridades neo-country, cercano a lo adquirido por Virginia Labuat en Nashville, o a algunos temas de los últimos álbumes de La Buena Vida. Ese es el sonido preferido hasta de la canción en vasco, extrañamente soleada y dedicada a Lisboa. Sorprende que incluso las colaboraciones de Zahara (‘Lo típico’) y Alberto Jiménez (‘Extraterrestre’) sigan esa línea, porque no es precisamente el punto en el que se encuentran las respectivas carreras de estos excompañeros de piso. Tampoco son necesariamente las composiciones más vistosas del álbum, aunque ‘Extraterrestre’ busca y encuentra la compañía -la comprensión- que ansía su letra; y ‘Lo típico’ logra añadir una outro un tanto Lana en melodía; turbadora y fetichista en letra, de «Dicen que los olores son los que más recuerdos mueven» a «Tengo miedo de lo que su olor pueda hacerme».

Para lo que no hay mucho lugar es para las ambientaciones misteriosas que escuchamos en ‘Lento’. Quizá podríamos apuntar que se ha sacado partido de los estudios de La Casa Murada en los juegos vocales de la sencilla ‘Empezar’, más cercanos a ‘Medúlla’ de Björk que al pop vocal clásico. Lo que tampoco ha impedido que en algunos casos el disco vire hacia el pop con cierta impronta de los años 60, como en las palmas de ‘Mañana es viernes’; en la percusión de ‘Quién eres’; o en esa ‘V’ de cierto potencial que se ha dejado para el final, entre referencias a ‘Friends’ y sintetizadores ochenteros.

Es raro que se haya dejado para el final una de las mejores canciones, pero lo mismo puede decirse de lo que podemos considerar la cara A de la edición vinilo, limitada a 100 unidades. Es ‘Cariño’ la composición escogida para cerrar la primera parte del álbum y es de momento su composición más entregada. Probablemente dedicada a sus padres, recoge recuerdos de «country, Abba y Nino en el coche», de «ir al parque a comer regaliz». De «ser diferente» como sinónimo de valentía, de cuidar a las «amigas», también de desperezar y ponerse a «estudiar». Ha querido trabajarla de noche, a oscuras y grabarla en una sola toma, logrando captar toda la emoción buscada en el que es de momento su mayor «grower». Habrá quien, por esta y otras grabaciones, perciba a Anne Lukin como un producto algo inofensivo, pero es ella quien te ha contado antes lo que es en sus letras. «Quiero hacer música con un simple susurro», nos había advertido.

‘CALLE’ de Lola Indigo se inspira en el primer reggaetón, sin ser tan divertido

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La ristra de singles publicados por Lola Indigo en los últimos meses no dan una idea demasiado clara de qué dirección tomará su segundo disco, si la del reggaetón lustroso de ‘Santería‘ con Danna Paola y Denise Rosenthal (para mí su mejor canción desde ‘Mujer bruja‘ a pesar de, y no gracias a, las dos artistas invitadas), la del híbrido latino-rock de ‘La tirita’ con Belén Aguilera o la de la baladita a la guitarra acústica de ‘cómo te va?’ con Beret. ¿Quizá el sucesor de ‘Akelarre‘ estará lleno de ‘4 besos‘, que no por nada se ha convertido en el mayor éxito de Lola Indigo solo por detrás de ‘Ya no quiero ná’?

‘CALLE’, el nuevo single de Lola Indigo, tampoco parece encajar demasiado en todo esto. Como mínimo, a nivel de mezcla y masterización, ¿alguien la imagina en un mismo disco que ‘Santeria’? Más bien, la producción de ‘CALLE’, a cargo de Calleb Calloway, parece emular la suciedad de las primeras grabaciones de reggaetón, las que se gestaban en el underground de Puerto Rico en los años 90. El bombo de ‘CALLE’ es de reggaetón duro, como el de muchísimos hits primigenios del género, y de hecho los dos artistas invitados en la canción, Guaynaa; conocido por su éxito ‘Rebota’; y Cauty, conocido por su éxito ‘Lloras’, son portorriqueños. En cuanto a la composición, ‘CALLE’ deja de un lado la melodía de ‘Santería’ para optar por lo machacón y lo martilleante, sobre todo en un estribillo diseñado para clavarse en el cerebro desde el segundo cero, en el estilo de un Lírico en la Casa más comedido, con menos ganas de rallar.

Sigue sorprendiendo que se necesiten a hasta 9 personas, 9 cabezas pensantes, para escribir cosas como «la noche está pa’ un party aventurero, gastar todo el dinero», «ponte el cinturón, ‘tamos ahí, modo avión» o «tú tiene’ hierba, yo tengo el fire, con la ganga como la de Bryant Myers», pero las letras de pop no tienen que ser sonetos de Shakespeare. De hecho, la de ‘CALLE’ es perfecta para lo que la canción ofrece, que es diversión en la pista de baile. El problema es que a nadie dentro de esta tropa de autores se le haya ocurrido llevar ‘CALLE’ hacia lugares más interesantes o atrevidos en lo musical. Hablando de ‘Rebota’, sus percusiones medio industriales y distorsionadas, como las de ‘Monterrey’, habrían quedado de lujo en ‘CALLE’. Tal y como ha salido a la, ejem, ejem, la canción es mucho menos divertida de lo que pretende.

20 años de ‘Fallin’ de Alicia Keys, la gran canción de blues del siglo XXI

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Este 2 de abril se han cumplido 20 años del lanzamiento de ‘Fallin’, el primer single de Alicia Keys. La cantante, compositora y pianista estadounidense superaría su éxito comercial unos pocos años más tarde con ‘No One’, en mi opinión uno de los hits de pop más insufribles de lo que llevamos de siglo, pero ‘Fallin’ no es solo uno de sus temas insignia, es el mejor de todos. Ya en su momento recibió aplausos por doquier: el tema no solo fue uno de los mayores éxitos de 2001 (el segundo en Estados Unidos, por detrás de ‘Hanging by a Moment‘ de Lifehouse) sino que recibió hasta tres premios Grammy, los de Canción del año, Mejor canción de R&B y Mejor actuación vocal femenina de R&B. Y optaba a cuatro: el de Grabación del año se le escapó, quizá porque no se consideró que su producción fuera mejor que la de ‘Don’t Know Why‘ de Norah Jones, lo cual es obvio hoy en día: la base de hip-hop de ‘Fallin’ no es la que mejor ha envejecido de todas las que salieron ese año.

Uno de los motivos principales del éxito de ‘Fallin’ es que tiene una de las intros vocales más memorables de la historia. Su «I keep on fallin», con ese primer pronombre alargado hasta lo imposible en alguna actuación en directo, como manteniendo la tensión antes de relajarla, se clava en el cerebro desde el segundo cero. La intro de ‘Fallin’ es tan icónica como las de «ooooh, sometimes» (‘Something’s Gotta Hold On Me‘ de Etta James)’, «darling, you send me» (‘You Send Me‘ de Sam Cooke), «shut to the heart and you’re to blame» (‘You Give Love a Bad Name‘ de Bon Jovi), «wop bop a loo bop a lop bom bom» (‘Tutti Frutti‘ de Little Richard), «is this the real life? or is this the fantasy?» (‘Bohemian Rhapsody‘ de Queen) o, mi favorita, aunque más desconocida, «so you ran into my former fiancé» (‘How Did He Look‘ de Julie London). ‘Fallin’ atrapa, literalmente, desde el primer segundo en que Alicia abre la boca para cantar su primera estrofa.

En la grabación original de ‘Fallin’, es la segunda frase de la primera estrofa, «in and out of love», la que Alicia decide alargar vocalmente, en concreto la palabra «in», en busca de un efecto de drama y angustia que precede inmediatamente la entrada de las primeras notas de piano. Es en la tercera frase, «sometimes I love ya», cuando escuchamos por primera vez el coro góspel que acompañará a Alicia en la canción, y es partir de aquí cuando entran las primeras percusiones. A partir de la segunda estrofa, un beat de hip-hop a medio tiempo entra en escena para confirmar lo que va a ser ‘Fallin’: una canción que empleará la atemporalidad de las melodías del soul y el blues así como de la música clásica (Alicia es pianista académica desde los 12 años) para adaptarla a los códigos comerciales del siglo XXI, en este caso los del hip-hop y el neo-soul. El disco, compuesto y producido por ella misma, vendería 12 millones de copias a nivel global, en buena parte gracias a esta canción.

‘Fallin’ no puede ser una canción más blues desde su mismo título, que alude a la expresión «to fall in love» («enamorarse»), pero también a la idea de «caer» en picado hacia algún lugar doloroso, a la idea de arriesgarse y hacerse daño en el intento. Alicia está enamorada de un hombre que le da tanto «placer como «dolor», y como plantea en la segunda estrofa, «a veces te quiero y otras me pones triste» (usa la palabra «blue»). La letra es eminentemente blues en su claridad casi infantil («sometimes I feel good, sometimes I feel used, lovin’ you darlin, makes me so confused»). La misma melodía busca imitar ese efecto de caída en ciertos puntos: cuando Alicia canta «i lovin’ you darling» o «just when I think«, la melodía suena levemente desarmonizada, como si cayera en picado, infiriendo a la composición un elemento de extrañeza y confusión.

Ante todo, ‘Fallin’ es una grandísima canción de amor, con un final góspel a la altura, y ha sobrevivido el paso del tiempo más que dignamente hasta acumular cientos y cientos de millones de reproducciones en las plataformas de streaming. Por eso sorprende la ausencia de revisiones que se ha hecho de ella en años posteriores: la persona más famosa que la ha versionado es Jordin Sparks. Quizá su coqueteo con el hip-hop suena algo añejo en 2021, quizá los violines de la israelí Miri Ben-Ari que aparecen al final de la canción no son los más apetecibles del mundo; o quizá es demasiado obvio que ‘Fallin’ es una especie de actualización de ‘It’s a Man’s, Man’s, Man’s World‘ de James Brown, con la que comparte acordes de piano y base rítmica de blues clásico. ¿Otra cosa en la que se parecen? Ambas son canciones de 10 sobre 10.

Mon Laferte escribe su propio ‘Un año de amor’

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Mon Laferte ha publicado esta semana un nuevo álbum llamado ‘SEIS’, que sucede a obras como ‘La trenza’ o ‘Norma’. El disco era presentado a finales del año pasado con el sencillo ‘Que se sepa nuestro amor’, en enero llegaba ‘Se me va a quemar el corazón’ y en estos días de lanzamiento se ha promocionado un divertido vídeo para ‘La mujer’, la canción que ha grabado junto a la leyenda Gloria Trevi. ’SEIS’ será estos días nuestro “Disco de la Semana”.

Y lo será porque más allá de los singles contiene composiciones tan recomendables como ‘Canción feliz’, políticas como ‘La democracia’ o sangrantes como ‘Aunque te mueras por volver’. Esta última es hoy nuestra “Canción del Día”.

La cantante chilena se centra en ‘SEIS’ en el sonido de la tradición, sobre todo la mexicana, inspirándose en nombres como Chavela Vargas o incluyendo la participación de sendas bandas de música en las últimas pistas. ‘Aunque te mueras por volver’ es una de esas canciones histriónicas de caerse de culo que tan bien se le dan a la voz de Mon Laferte, conectando en intensidad tanto con las bandas sonoras de James Bond como con boleros conocidos por todos como ‘Puro teatro’ de La Lupe o en España ‘Un año de amor’, que co-escribió Pedro Almodóvar.

Mon Laferte ha concedido una entrevista a Mitu en la que habla precisamente de lo primero respecto a este tema. «Esta canción se inspiró en el cine de James Bond y todo eso. También tiene el espíritu de la música de los tiempos de Frank Sinatra, Raphael en España y José José en México. Esa era orquestal de hermosas voces. La letra es la historia de mi vida. «Aunque te mueras por volver, ya has perdido tu oportunidad»».

Fiel al género, ‘Aunque te mueras por volver’ es una canción de despecho sobre una relación a la que no se va a volver (como lo era ‘Un año de amor’), pese a lo que se ha sufrido por ello. «Entenderás que ya no hay vuelta atrás / No has podido olvidarme, pero ya te solté» es la frase más visible de su estribillo, pues está casi chillada; mientras los arreglos orquestales ciertamente remiten tanto a John Barry como a ‘Digan lo que digan’.

La deriva de los Oscar: ¿cómo podrían recuperar terreno?

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En el cuarto episodio de nuestro podcast «Revelación o Timo», invitamos a nuestro colaborador Juan Sanguino, crítico de cultura pop y autor de los libros ‘Generación Titanic‘ y ‘Cómo hemos cambiado‘ para hablar de la historia de los Oscar y su cambio editorial durante los últimos años. Además, podéis comprar sus 2 libros en la tienda online de JENESAISPOP. Os recordamos que los gastos de envío son gratis desde el lunes 19 al domingo 25 de abril usando el código DIADELLIBRO.

Sanguino analiza cuál ha sido el criterio de los Oscar durante los últimos años, rememorando su origen, hablando del cambio de criterio durante los últimos años, la desaparición de las superestrellas o la pérdida de importancia de «los mejores looks». Nos deja, entre otros titulares, el siguiente: «Las redes sociales nos están abocando al fin de la civilización».

Os recordamos que los Oscar 2021 se celebrarán este año más tarde de lo habitual debido a la pandemia, en concreto el día 25 de abril. ‘Nomadland‘ parte en principio como favorita tras su victoria en los Globos de Oro.

‘Your Honor’: «Heisenberg» cambia el narcotráfico por la toga

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A Bryan Cranston es imposible disociarlo de Walter White, su personaje en la serie ‘Breaking Bad’ entre los años 2008 y 2013; de su álter ego Heisenberg como icono capaz de lidiar tanto con los mafiosos que distribuyen su famosa metanfetamina azul como con la justicia norteamericana. Mucho tiempo (y muchas ganas) después, su papel ahora como Michael Desiato, un reputado juez de los tribunales de Nueva Orleans, nos deja sin aliento. Literalmente desde el primer hasta el décimo capítulo de esta serie que se inspira en ‘Kvodo’, otra serie de origen israelí.

La elección por este actor después de tanto tiempo no puede ser más acertada, pues la dicotomía entre el bueno de Walter y el malo de Heisenberg la volvemos a encontrar en el personaje de Desiato. Tampoco deja indiferente a los que desconozcan ‘Breaking Bad’, pues el guión sabe conectar inmediatamente con el espectador gracias a esa escena en la que el hijo del famoso juez sufre un accidente de tráfico brutal, digamos que lo suficientemente sanguinaria para dejarnos ahogados, valiéndose del discurso emocional y del espíritu de supervivencia, hasta el final del relato.

Los adeptos a ‘Your Honor’ lo serán también por el enredo de mentiras que padre e hijo aceptan a destajo reproducir por cometer un lamentable error; un error en una familia ejemplar, modélica e incluso tan impoluta y aparentemente feliz que rozaba lo empalagoso. O también por ese otro clan familiar de la misma ciudad, despiadado, mafioso, sin escrúpulos ni límites, con poco lugar para el almíbar y mucho para la venganza por ser víctimas de un atropello.

Es cierto que las virtudes de ‘Your Honor’, disponible en Movistar+, no están tanto en un esquema que ya hemos visto decenas de veces, el de la violencia crónica que lo invade todo, el arrastrar de los personajes más débiles que hayan cometido o no un desliz al infierno -bien por estar en el lugar equivocado o simplemente por mantener la compañía menos apropiada-; como en un guión trepidante y unas interpretaciones apabullantes, en su inmensa mayoría por parte de actrices secundarias. Hubo nominación a los Globos de Oro a su intérprete principal, pero atentos a la serenidad y quietud de Margo Martindale (‘Mrs. America‘) o al reencuentro en televisión desde su papel en ‘Transparent’ de Amy Landecker, ahora como detective de policía.

Es una bendición que los directores, entre ellos además de Bryan Cranston, Edwar Berger –imposible no mencionar su trabajo en ‘Patrick Melrose’- y Clark Johnson, se centren en la ambigüedad moral de los actos de los personajes, celebrando la delgada línea que separa quién es víctima y quién el verdugo. Y lo logran haciendo que sea imposible que no nos pongamos en su piel. Una tarea que parecía complicada para un thriller judicial, en estos tiempos digitales en los que nada parece importarnos.

Miguel Bosé habla de su adicción a las drogas y la pérdida de su voz

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Esta noche se ha emitido en parte la esperada entrevista de Jordi Évole a Miguel Bosé, la primera que concedía a una televisión española en «5 o 6 años». La parte más intensa de la entrevista ha estado dedicada a hablar de la relación con sus padres. Miguel Bosé ha recordado que su padre “le quería muchísimo”, ha revelado que compartía con él “la torería” y ha hablado de cuánto chocaron.

A la pregunta de Évole sobre qué día chocaron más, ha revelado que fue cuando le obligó a ir de caza, teniendo que disparar a una cierva, que además resultó estar embarazada. Cuando le han puesto una actuación en que su padre aparece viéndole interpretar ‘Mi libertad’, quizá algo incómodo, Bosé ha revelado que su padre solía decir que “tenía más huevos que él” porque hay ciertas cosas que él no se habría atrevido a hacer.

Más controvertido ha sido el recuerdo a su madre, fallecida en marzo de 2020, como tantos de nuestros ancianos. Bosé ha negado que su madre muriera de coronavirus y ha catalogado los protocolos de la OMS como “absurdos”. “Mi madre no tenía coronavirus, no se murió de covid. Eso tiene que parar. Es otra historia que no quiero hablar aquí, porque sería interminable, sacaría cosas peligrosas para la gente que cuidó de mi madre”. Bosé cree que su madre está “en un lugar mejor, no con esta sarta de cretinos, asesinos, criminales” y añade que si Lucía estuviera aquí, “estaría plantando cara a esta farsa”.

En la primera parte de esta entrevista Bosé ha contado también que “no hace vida social”, ha revelado que su voz «viene y va», sobre todo tras un mazazo emocional (una ruptura), si bien cree que estará listo para actuar «a finales del año que viene»; y no se ha cortado al hablar de su adición a las drogas, especialmente desde que comenzó en ellas “por un desamor”, a “finales de los 80”. «Tomaba casi 2 gramos al día», ha dicho. Actualmente hace 7 años que está limpio. Respecto a su vida amorosa, lo más significativo es que ha sido generoso en regalos (“casas, coches…”), con sus amores, “sobre todo con señoras”.

La entrevista está dividida en dos partes y será la semana que viene, por el teaser, cuando veamos a Miguel Bosé más enfadado hablando de la covid-19, cargando contra “políticos y médicos” que van a caer, a su juicio, después de esto. “Soy negacionista, una postura que llevo con la cabeza bien alta. Yo no me vacuno”. Será entonces cuando le veremos canturrear ‘El negacionista’ de Los Planetas, la canción de la banda de Jota que se burlaba del negacionismo del artista respecto a la pandemia de covid-19, como se vilumbra en los teasers.

Evripidis and His Tragedies / Neos Kosmos

Evripidis Sabatis lleva ya bastantes años cultivando un pop elegante y atemporal en Barcelona, inasequible al desaliento. Sus discos siempre parecen atesorar una nostalgia por tiempos pasados, a la vez que exploran las partes más sombrías del amor; sus canciones, orquestadas y basadas en el piano, están apegadas a un clasicismo muy sesentas. Pero en este ‘Neos Kosmos’, editado por Snap! Clap! Club, lo encontramos en una tesitura diferente. En su anterior disco, ‘Mia Triti Stin Cantina’ ya se abrían tímidas ventanas al synth-pop, pero ahora ha saltado decididamente a 1986, al uso intensivo de los sintetizadores, a las atmósferas electrónicas, basculando entre los a-Ha más introspectivos y las caras B de los primeros Pet Shop Boys.

El resultado destila una gran melancolía sintética y nocturna. Y, lo más importante: quizás Evripidis haya conseguido algunas de sus mejores canciones. El trío inicial de temas es un ejemplo inmejorable. ‘Girlfriend’, es una canción pizpireta y encantadora, que evoca discotecas de verano. ‘The Reason’ es arrebatadora, con una nostalgia insondable que camina sobre una línea de teclado que no puede ser más tópica, pero, a su vez, más evocadora. Y el dúo con Rachel Kenedy en ‘Your Dreams’ parece un homenaje a ‘The NeverEnding Story’ repleto de mensajes positivos.

No sólo de nostalgias vive el disco; también hay alegrías veraniegas, como ‘Wild Reeds’, que recuerda a los añorados Extraperlo, no en vano Borja Rosal ha sido durante bastantes años una presencia constante en el universo de Evripidis. O ‘Bitter’ una simpática macarrada que apetece bailar con traje de lino blanco, en que Evripidis reclama que no quiere convertirse en alguien amargo o cínico, aunque a veces le cueste.

Pero, decididamente, a Sabatis le sienta mejor la aflicción. Y, como muestra, la cima del disco, ‘Nos volvimos a encontrar’, una balada sintética y triste sobre reencuentros amorosos, añoranzas y anhelos que no se cumplen, de deseos de escape nocturno y un estribillo que potencia el factor onírico, gracias a los coros de Francina Ribes. Una rima tan fácil como «anoche, en la parte de atrás de un coche» se convierte en un verso muy emotivo en boca de Evripidis, un pequeño paraíso que no volverá. Quizás para compensar tanta desazón, el disco se cierra con un creciente optimismo, que se remata en ‘The Back of His Neck’, en que Evripidis canta sobre la parte favorita del cuerpo del amado, un tema que abre sosegado, en clave girl-group de los sesenta, pero que va subiendo en intensidad, en desarmante deseo.

‘Neos Kosmos’ tiene una cualidad soñadora, de fantasía ochentista creada para escapar de confinamientos y pandemias. Evripidis Sabatis recrea un presente alternativo, en que brillan los neones y las noches no se acaban nunca, sin renunciar a su característica melancolía; como si San Junípero se hubiera hecho disco.

¿A qué espera Demi Lovato para promocionar su buen disco?

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Tibios -muy tibios- resultados de momento para ‘Dancing with the Devil… the Art of Starting Over’, el que tenía que ser el gran regreso de Demi Lovato. El disco se ha quedado sin número 1 en Reino Unido por unas pocas copias, no tenía opción de conseguirlo en Estados Unidos, tan sólo ha arañado un número 8 en Australia, un top 12 en Alemania, un número 36 en Italia… Poca cosa.

Promocionado con una serie de baladas demodé que no cuentan precisamente con la universalidad de un ‘Hello’, cabe preguntarse a qué esperan Demi Lovato y su equipo para dar a conocer al mundo el buen disco de pop que se esconde en la parte ‘The Art of Starting Over’: ‘Met Him Last Night’ con Ariana Grande, ‘The Kind of Lover I Am’, ‘My Girlfriends Are My Boyfriend’… canciones que sí pueden acercar a Demi Lovato a un nuevo público: el de Miley Cyrus, Taylor Swift, etcétera. El dúo con Ariana Grande se va a enviar a las radios americanas el día 13 de abril y Demi Lovato acaba de asegurar que habrá vídeo para ese ‘Met Him Last Night’. La pregunta es si no será demasiado tarde; por qué no se ha retrasado el disco hasta que este importante vídeo estuviera preparado. ¿Qué posición ocupará exactamente el álbum en las listas cuando el vídeo esté listo?

A falta de que ‘Met Him Last Night’ salve este álbum como merece, escogemos ‘My Girlfriends Are My Boyfriend’ como “Canción del Día”, pues pese a su modesto lugar en la secuencia (pista 15), está siendo una de las favoritas del público. Se trata de una buena producción de Pop & Oak, conocidos por su trabajo para Kehlani, Miguel, Alessia Cara o en menor medida Ariana Grande y Azealia Banks, que da a la composición el toque “travieso” que necesita. Podría haberla cantado la Britney Spears de ‘Blackout’.

‘My Girlfriends Are My Boyfriend’ comienza con una Demi Lovato diciendo que no tiene “amor de su vida” sino varios “amores de su vida” y que estos son sus amigas. Sin embargo, el tono de la canción es un coqueteo constante con la bisexualidad (con ella se identificó en 2017) y con su pansexualidad (que ha reconocido este mes de marzo). Cuando Lovato indica que compra “flores para sus chicas” y “las baña en perlas”, la música parece encerrar cierta vocación orgiástica o cuando menos, un juguetón doble sentido. El que tiene «girlfriend» en inglés.

Y a ello contribuye sin duda la intervención de Saweetie, recalcando que nunca te interpongas en el camino de sus mejores amigas, reivindicando su equipo de «reinas, malas, reales y ricas», a destacar una frase que excluye a los mirones, como queriendo decir que esto no es una fiesta «lesbian chic». «Never two chicks over dicks» es su grito de guerra.

Lo mejor del mes:

El exmánager de Ella baila sola cuenta por qué se separaron

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Dado que Ella baila sola se han negado a hablar en las entrevistas promocionales de su regreso sobre el porqué de su separación o de las componentes alternativas que han pasado por el dúo, a todas luces un error, su exmánager ha decidido hacerlo. Gonzalo Benavides, también productor del dúo, por ejemplo de su notable disco de debut, ha concedido una entrevista a nuestro compañero Juan Sanguino para Vanity Fair.

En ella se explaya sobre los motivos de la separación, que no van a sorprender a nadie: el dúo no tenía relación alguna en último término y simplemente grabó el tercer disco porque así lo exigía su contrato con EMI. Siempre según el relato de Benavides, las disputas entre ambas por ver quién componía más singles, sonaba más alto o robaba más planos fueron las que provocaron los roces desde tiempos muy tempranos.

Benavides, también conocido por su carrera musical y como actor sobre todo por su paso por ‘Verano azul’, culpa más bien a Marilia de la separación, revelando que tanto él como Marta han intentado convencerla de unirse al dúo ya en el pasado. «La que mejor imagen dio siempre fue Marilia, pero en la vida real es completamente diferente”, indica, contando que los problemas comenzaron cuando Marilia demostró tener una mayor presencia escénica e intentó animar a Marta a moverse por el escenario.

Cuenta que dijo: «»Marta, tú eres el 50% de Ella Baila Sola y tienes que salir al escenario a sudar la camiseta, a que se te oiga y a que se te vea. No puedes salir ahí como una seta a tocar la guitarra sin que se te vea. Venga tía, que llevamos 40.000 discos vendidos y vienen las Navidades». De repente Marilia se puso a gritarme: «¿Y tú por qué le tienes que decir a ella nada? ¿Si yo sudo la camiseta por qué ella tiene que ser igual?'» Pero el caso es que Marta se dio cuenta y empezó a creérselo más. Empezó a trabajar y a salir con actitud de artista, sin miedo y sin vergüenza. Pues aquello fue el principio de los problemas con Marilia. Aquello. Nada más».

Gonzalo considera a Botía una autora mejor, pese a que a Marilia corresponden temas como ‘Mejor sin ti’, ‘Mujer florero’ y «Sapos», pero él relata que Marta aportaba más y mejores canciones: «Yo siempre les dije que Marta componía mejor y Marilia cantaba mejor. Es un tema de ego y de pasta, la SGAE te da más dinero si has sido la autora de los singles». Y reconoce que es más amigo de Marta. «Marilia pensará que no le di el lugar que debía darle, que me enfrenté a ella, pero mi trabajo consistía en apagar fuegos constantemente. Marilia siempre pensó que yo estaba de parte de Marta, cuando yo solo intentaba que a Marta no se la comieran». Benavides también considera injusto que se le haya excluido de esta reunión, pues el nombre de Ella baila sola lo registraron los 3. Puedes leer la entrevista completa aquí.

Escuchando el primer disco de… Godspeed You Black Emperor!

Godspeed You! Black Emperor no reciben suficiente crédito por la atemporalidad de su música. Cuando elogiamos la perdurabilidad de las canciones, cosa que en esta casa hacemos mucho, casi en exceso, pensamos en baladistas como Adele, en crooners como Johnny Cash, canciones que se llaman cosas como ‘Is This the Way to Amarillo’, la firma de Manuel Alejandro, la producción de Phil Spector. ¿Pero qué hay del post-rock? Enfrentarse al primer disco de la banda canadiense, a mediados de los 90 surgida con la exclamación en otro sitio (Godspeed You Black Emperor!), es situarse en cualquier momento de la historia, como mínimo de lo que llevamos de siglo XXI. Parece la banda sonora de un asalto al Capitolio, capitaneado por un sujeto portando una cabeza de búfalo, en el que eventualmente 4 personas pierden la vida; a veces la de la caída de las Torres Gemelas, en la que fallecen 3.000. «La línea del horizonte era hermosa, ardiendo» es una de las muchas frases tremendas que podemos escuchar en este álbum.

Pero estamos en 1997 y nada de eso ha sucedido aún. Mientras el nihilismo grunge certifica su defunción, el Brit Pop decae y empieza a experimentarse un auge del pop artificioso que durará decenios, en Canadá se va formando un colectivo esquivo e inquietante, compuesto de manera estable por unas 10 personas. Efrim Menuck, nacido en Montreal pero criado en Toronto, vuelve a su ciudad natal y hace migas con el bajista Mauro Pezzente. Este habita junto a su pareja Kiva Stimac en un loft de Montreal llamado Hotel2Tango que servirá de estudio de grabación durante años, si bien en 2007 terminaría cambiando de emplazamiento, a dos manzanas del original. A la postre, gente tan dispar como Vic Chesnutt, Arcade Fire, Thalia Zedek o Basia Bulat pasará por allí. Pero el lugar siempre representará la independencia de «Godspeed».

‘F♯ A♯ ∞’ no es, realmente, el primer disco de Godspeed You Black Emperor!, que reciben su nombre de un documental japonés sobre motoristas de 1976. En diciembre de 1994, se supone que se editó una cassette llamada ‘All Lights Fucked on the Hairy Amp Drooling’, que se cerraba con una pista llamada «Cadáveres rosados perfumados de los labios de la Señora Céline Dion» (patriotismo, ante todo). Buena suerte buscando esto en Discogs: oficialmente se publicaron 33 copias, misteriosamente 54 usuarios dicen poseerlo, pero jamás ha habido una transacción al respecto en la citada web. Lo único interesante que ha tenido lugar allí es un debate sobre su existencia, con comentarios que van de «¿por qué Discogs consiente esta página si nadie puede confirmar la veracidad del disco?» a «sí existe, Efrim me lo dijo a la salida de un concierto».

La escasez de entrevistas concedidas por la banda, y a The Guardian, nada menos, que por la triste vía del e-mail, nunca ayudó. A deshacer misterio alguno, decía. Sí a construir un mito. En ‘F♯ A♯ ∞’, a pronunciar «F-sharp, A-sharp, Infinity» y de espectacular edición física, ya encontramos casi todos los elementos que hacen de Godspeed You Black Emperor! unos maestros retratando el apocalipsis: las pistas que van pasando del desasosiego y la desazón a la furia, como sucede con la aparición de baterías en ‘Dead Metheny…’ dentro de ‘Providence’; el añadido de intensidad que suponen en este género las cuerdas, no necesariamente un ornamento embellecedor, sino desolador, como en la reptante ‘The Sad Mafioso’, que terminaría -editada- en ’28 días después’, después de que Danny Boyle escribiera la película literalmente pensando en «Godspeed»; las bonitas percusiones de ‘The Dead Flag Blues Outro’ a lo Yann Tiersen; el famoso tono de Shephard que aparece en ‘Slow Moving Trains’ dentro también de la primera pista recreando el sonido de sirenas; o lo que nos cuentan unas voces random. Este disco en concreto se abre con una de esas locuciones, una extraída de un guión sin terminar del propio Efrim Menuck: «el coche está ardiendo y no hay conductor al volante». «El gobierno es corrupto y tomamos demasiadas drogas», oímos después. Y también: «Dije: «bésame, eres hermoso/a, y estos son de verdad los últimos días». De nuevo, las trompetas del juicio final.

Una entrevista sobre si se acerca el fin del mundo desencadena ‘Providence’, una pista con una referencia al tema de Hank Williams Jr ‘A Country Boy Can Survive‘ (considerado por algunos un himno racista), antes de que se sampleen fragmentos de películas como ‘Godspell’ (el «Where Are You Going» que se repite unas 15 veces) y ‘Matewan‘. Que hoy hayamos asumido que la deriva de un disco del grupo es impredecible hasta decir basta no quita valor a este debut; obviamente, todo lo contrario.

De hecho, ‘F♯ A♯ ∞’ contiene algunos de los momentos más accesibles de la carrera de la banda, hoy incluso insólitos para ellos. Si las palabras cuestionan el amor de Dios hacia Estados Unidos o nos llevan a barrios de Vancouver (‘East Hastings’), la música es reconfortante, más que tremebunda, en ocasiones. ‘The Dead Flag Blues’ contiene una sección que se debate entre el dream pop, el country y la americana, pues de hecho se titula ‘The Cowboy…’. ‘Slow Moving Trains’ es anterior al juego con las vías del tren de Björk y Lars Von Trier en ‘Dancer in the Dark’, si bien décadas posterior a los experimentos al respecto de Johnny Cash, que utilizó el tren como vehículo narrativo en ‘Ride This Train’ (1960). Sorprende también cierta inspiración en Ennio Morricone en ‘String Loop Manufactured During Downpour…’, lo que marcaría el gusto por la banda sonora de la banda. Una banda que cuando hubo de fichar por un sello internacional para poder moverse fuera de Canadá escogió Kranky, el hogar de Stars of the Lid y muy especialmente Labradford.

Diferente pero igual en espíritu en su edición CD, de algo más de una hora de duración, y vinilo, reducido a 38 minutos con una disposición alternativa de las pequeñas pistas que forman los 3 movimientos, ‘F♯ A♯ ∞’ es una presentación espectacular de quiénes son Godspeed You Black Emperor! En la citada entrevista con The Guardian, la respondida vía mail, la periodista Maddy Costa pregunta no sé si inocentemente quiénes son en aquel momento, 2012, Godspeed You Black Emperor! La respuesta entonada en primera persona del plural, de forma colectiva, ocupa literalmente DIEZ PÁRRAFOS. Recuerda los tiempos en que hacían música cuando eran «jóvenes y estaban arruinados», cuando nadie quería hablar de punk-rock, la influencia del heavy metal y de una sensación de «diversión» de la que -insisten- se habla poco cuando se habla de «Godspeed». Cuestionan qué «gatekeeper» decidió que internet sería bueno para nosotros, o cuán político es el mensaje de la banda en verdad. Palabras interesantes sobre las que volver de vez en cuando para terminar de entender el grupo, aunque no necesarias. Las verdaderas respuestas estaban ya en este disco, en escuchar esta música, en enfrentarse a la experiencia. Ojalá el mundo hubiera cambiado y este disco se hubiera quedado obsoleto. Estamos a años luz de que sea el caso.

‘Seaspiracy’ muestra el sufrimiento bajo el mar, pero peca de cierto sensacionalismo

«Salvemos los calamares» no es una frase que esperara escuchar en una canción de Garbage ahora ni nunca, pero el mensaje animalista -no solo enfocado en los animales terrestres, sino también en los marinos- de ‘The Men Who Rule the World‘ llega en un momento más oportuno de lo que parece. Estos días, Netflix ha estrenado ‘Seaspiracy’, un interesante docurreportaje sobre la crisis de la pesca comercial que promete remover conciencias. De hecho, ya lo está haciendo. «Ya no podré comer pescado nunca más» es una de las dramáticas frases que más se están leyendo estos días en las redes por parte de personas que han visto el documental y han quedado impactadas por su contenido.

Como su título da a entender, ‘Seaspiracy’ es la versión marina de ‘Cowspiracy’ (de hecho ha sido creado por las mismas personas), el premiado docurreportaje de 2014 que investigaba el impacto de la ganadería industrial en el medio ambiente, en los seres humanos y en el «bienestar» de los animales. Aun con sus detractores, ‘Cowspiracy’ ha conseguido como pocos documentales concienciar a toda una generación sobre la problemática de las granjas industriales desde un punto de vista climático pero también ético, como previamente lograba el cruel visionado de ‘Earthlings’, estrenado en 2005. De modo que, posiblemente, el documental ha sido muy influyente de cara a la adopción por muchísimas personas de un estilo de vida vegano o lo más vegano posible, una tendencia que sigue en crecimiento.

La información que ‘Seaspiracy’ «destapa» al público generalista es verdaderamente alarmante: gran parte del plástico que contamina los océanos procede de redes de pesca, no las dichosas pajitas; el problema de la «pesca accesoria» es especialmente grave pues afecta a peces de gran tamaño como tiburones, ballenas o delfines que ejercen un papel fundamental en el sustento de la cadena alimentaria; de hecho, Francia mata «10.000 veces más delfines» que Japón debido al «bycatch» pese a ser un país no consumidor de este cetáceo; las organizaciones anti-plástico no se atreven a recomendar la reducción o eliminación del consumo de pescado en la dieta en sus páginas oficiales porque supuestamente dependen de empresas vinculadas a dicho sector; la pesca comercial es, parece, directamente responsable del aumento de la piratería en Somalia o de los rebrotes de ébola en el Oeste de África. Más desconocido es el problema del trabajo esclavo en Tailandia, que involucraría gravísimos maltratos o incluso muertes que quedan sin resolver. El dato más impactante es que, de seguir en este ritmo de consumo, los mares quedarían vacíos de peces en 2048.

Quizá debido a la urgencia de la crisis expuesta en ‘Seaspiracy’, el docurreportaje opta por emplear una narrativa sensacionalista inquietante desde el segundo cero. Es al director, el joven periodista británico-iraní Ali Tabrizi, a quien el espectador sigue durante todo el metraje mientras viaja por el mundo para investigar lo que sucede no solo en los mares sino también en las piscifactorías (es cuestionada la calidad de los salmones que llegan al mercado), pero podría ser Gloria Serra en un reportaje de LaSexta. Tabrizi consigue sacar de quicio a algunos de sus entrevistados con preguntas incisivas, lo cual no está mal: su visión de este problema es necesariamente radical y algunos de sus participantes ya le han acusado de sacar sus palabras de contexto, como Mark Palmer, quien, en el documental, reconoce abiertamente que su empresa dedicada a garantizar la seguridad de los delfines en la pesca marítima no puede de hecho garantizar tal cosa. ¿Su excusa? «El mundo es un lugar complicado a veces».

El sensacionalismo de ‘Seaspiracy’ surge más de ciertos datos que maneja, que están manipulados en busca de impresionar al espectador. Por ejemplo, se habla del Great Pacific Garbage Patch como si representara todos los océanos del mundo cuando, a escala global, solo un 20% del plástico que flota en los océanos «procede (exclusivamente) de fuentes marinas», lo cual incluye las kilométricas redes que se emplean para pescar y en las que caben más de una decena de aviones. Según Our World in Data, es verdad que «más de la mitad» de los residuos de plástico depositados en el Great Pacific Garbage Patch llega desde alta mar, pero hablando en términos generales, la mayor parte de la contaminación por plástico presente en los mares de todo el mundo procede de países en desarrollo que, en los últimos tiempos, han experimentado grandes avances industriales, como India, pero que siguen manejando deficientes sistemas de gestión de los residuos. Lo cual empeora cuando además se ven obligados a gestionar la basura de otros países como Estados Unidos, que no solo es el país que más plástico produce, sino que además lo exporta a territorios como Malasia, provocando que su población se pudra entre montañas de plástico.

‘Seaspiracy’ apela así a la responsabilidad individual, lo cual es legítimo y necesario, y lo hace con información veraz pero algún detalle tergiversado. Sí, todo paso ayuda, se puede empezar por dejar de consumir pajitas de plástico, las cuales representan un porcentaje ínfimo del plástico que termina flotando por los mares; pero el documental ha perdido una buena oportunidad de comunicar un mensaje más político, que apele menos a las emociones individuales y más a la responsabilidad institucional, en el que se deje claro que existe un problema político, representado, por un lado, por países en desarrollo con pobres mecanismos de gestión de residuos; y por el otro, por países desarrollados que producen toneladas de plástico las cuales luego exportan. Es una pena que, en otro documental vegano que busca abrir los ojos a la gente, tenga que sobrevolar otra vez la sombra de la desinformación. Claro que, si la intención es concienciar sobre un problema tan grave como este que amenaza la vida en el planeta, ¿qué mejor que apelar a los sentimientos en lugar de a la razón? No, no se me ha olvidado que ‘Seaspiracy’ es, al fin y al cabo, un documental de Netflix: entretenimiento consciente.

Menos tiempo dedica ‘Seaspiracy’ a hablar sobre la inteligencia de los peces, lo cual no habría estado mal dado el desconocimiento que existe en torno a este fascinante asunto. Quizá no había tiempo y es cierto que ciertas imágenes incluidas en el documental ya son muy duras de presenciar, pero ‘Seaspiracy’ no será ese documental que consiga que el público empatice por fin con los atunes de igual manera que lo hace con los delfines, a pesar de que también son seres complejos que poseen su propio tipo de inteligencia y capacidad para el sufrimiento, como sabrá cualquiera que los haya estudiado. ¿Es hora de desempolvar a Konrad Lorenz? En cualquier caso, el documental no deja de cumplir su propósito, sacar a flote todo este sufrimiento que el mundo no ve porque sucede debajo del mar (y también sobre él), ya ni siquiera dentro de las cuatro paredes de un matadero; y concienciar sobre un problema gravísimo que hay que empezar a tener muy presente. Al final, que un dato o dos sean erróneos es lo de menos, pero también es verdad que estos se podrían haber evitado, ya que restan credibilidad al mensaje.

Cassandra Jenkins necesita un abrazo tanto como tú

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«Todo lo que quiero es derrumbarme en los brazos de alguien completamente extraño para mí. En tus ojos veo la amplia variedad de la gente dentro de mí». Aunque folk, ‘Crosshairs’ es una de esas canciones que deciden abrirse con su estribillo, ese tan bonito con que se encabeza este artículo. Se trata del tercer single oficial del disco ‘An Overview on Phenomenal Nature’, un álbum escueto de 7 composiciones de la neoyorquina Cassandra Jenkins, considerada una de las voces artísticas más importantes del barrio más cool, Brooklyn, donde nació.

Cuenta Cassandra que escribió ‘Crosshairs’ «en los tiempos de antes», cuando no pensaba específicamente en el aislamiento. Sin embargo, ella misma reconoce que es imposible no reinterpretarla hoy, pues ahora es más literal. «Nunca he añorado tanto la interacción humana como durante el pasado año», ha afirmado, haciendo la canción aún más irresistible, por si no era suficiente con su actuación vocal, la cadencia de las guitarras acústicas y eléctricas, el piano y las cuerdas, que ponen los pelos de punta con toda la calma del mundo, como el mejor Bob Dylan.

El vídeo realizado para ‘Crosshairs’ se sitúa en un paisaje nevado de su adorado Nueva York (por cierto también ha trabajado en el prestigioso The New Yorker), y justo cuando Cassandra se pone sus prismáticos, la cámara realiza un zoom out, la pierde de vista y nos lleva de paseo por la ciudad, antes de volver al origen. Una idea sencilla si bien llena de poesía visual, que representa todo un punto álgido en el mencionado segundo álbum de Jenkins. ‘Crosshairs’ es nuestra «Canción del Día» para este sábado tras ser la ganadora de la última edición hasta ahora del JNSP Song Contest de nuestros foros, presentada por el usuario Xtian23.

Por qué ‘Ella baila sola’ sigue siendo un disco vigente

No hubo adolescente español a mediados de los 90 que pudiera escapar ni queriendo de la historia de Marta y Marilia tocando en el Retiro. ¿Cuántas veces se pudo oír en la radio aquello de lo bien que «empastaban sus voces»? El fenómeno Ella baila sola no era, en cambio, tan propio de Fan Club, en aquel 1996 muy ocupado con Take That y Spice Girls, como apto para las edades avanzadas y la mediana edad. Pegaban en 40 Principales pero su sitio realmente era Cadena 100. Igual ahora que somos mayores terminamos de comprender lo que sus canciones significaron, pues sorprenden lo avanzadas que son algunas de sus letras.

1996 es el año de ‘Omega’, Los Planetas cuelan en radiofórmula ‘David y Claudia’, y Ska-P su disco más famoso, ‘El vals del obrero’, en la imaginería popular. Mientras Alanis Morissette se da un baño de masas en el plano internacional, España compra también discos de mujeres a espuertas. El debut de Ella baila sola no llega a ser número 1 a su lanzamiento en 1996 (queda en el puesto 3), entre otras cosas porque Rosana monopoliza la cima durante 14 semanas con ‘Lunas rotas’. Después irrumpe el fenómeno Spice Girls y en 1997, aunque ‘Ella baila sola’ sigue vendiéndose como rosquillas, el disco de Marta y Marilia ha de conformarse definitivamente con el puesto 2: ‘Spice’ es top 1 durante 16 semanas.

Pero el disco vende 700.000 copias ajeno al entorno independiente, donde no les perdonan quizá ese «empaste» de voces algo chirriante, casi desabrido; o quizá su pinta de pijas madrileñas, pues se habían conocido estudiando una cosa tan burguesa como COU en un colegio de Cuzco, y no en la Malasaña de ‘Historias del Kronen’. Y sin embargo, su música definitivamente hizo más por el progreso que aquella película y libro falocentristas.

Lejos también de los números del gran Javier Álvarez, que les había sugerido en el Retiro, con no tanto acierto, que trabajaran con el productor Gonzalo Benavides, Ella baila sola conquistaron a media España con una colección de singles con la que a buen seguro Hispavox se frotó las manos en el segundo cero. Imaginad un mundo en el que la gente compra CD’s todo el rato, y poned a su alcance un disco que contiene todo esto: Marta Botía escribió el gran hit del grupo, ‘Lo echamos a suertes’. Marilia, la más hermosa, ‘Cuando los sapos bailen flamenco’. Juntas firmarían su gran «sleeper», ‘Amores de barra’, hoy por hoy favorita del público. Y el disco estaría plagado de canciones con más sustancia de la que creías recordar, hasta el punto de que duele comprobar lo poco que ha evolucionado España en estos 25 años.

Incluso hablando de amor, las canciones de Ella baila sola eran peculiares. Su single de «breakthrough» era un retrato de la decadencia. ‘Lo echamos a suertes’ retrata el final de una relación con igual dolor que indiferencia. En los albores de una crisis existencialista, su gran lamento es sentirse «especial», huir de hacer «todo igual que el resto de la gente» y de la rutina. Marta y Marilia parecen más preocupadas por hacer virguerías vocales y coros a tiempo y a destiempo indistintamente, que por volver al pasado. ‘Cuando los sapos bailen flamenco’ sí parece la clásica canción de amor «te vas y te pierdo», si bien sus campos semánticos resultan tan extraños en su mismo título como su sintaxis. ‘Por ti’, de repente, como cierre, es un tema tan excepcional en el disco que casi parece apelar al amor maternal (o paternal), pues es lo más puro que hemos encontrado en esta trayectoria de 13 canciones.

El gran éxito ‘Amores de barra’ celebra los rollos de una noche con Marta y Marilia en una posición de absoluto control y dominio, celebrando su sexualidad («son las 12, hasta las 5 te utilizaré») y tratando a los hombres, literalmente, como «ganado». Y media España descubría qué es la ironía gracias a la letra de ‘Mujer florero’, no al hit coetáneo de Morissette. «De mayor quiero ser mujer florero», una canción de Marilia, hubo de ser un himno mayor del que ya fue, en su feminismo visible, pero ojo al resto: ‘No lo vuelvas a hacer’ era una amarga orden contra un maltrato o un amor tóxico, pero una orden al fin y al cabo, anterior a ‘Malo’ de Bebe y ‘Te doy mis ojos’ de Icíar Bollaín. El disco se abría con una canción de liberación y libertad llamada ‘Mejor sin ti’, con «más de todo y nada de ti». La misteriosa ‘Disimulando’, ambiental como la coetánea ‘Lo eres todo’ de Luz Casal (escrita por Vainica Doble), parecía una canción de desamor en 1996. Probablemente no lo fuera en absoluto.

No serían las revolucionarias de la ciudad, y España estaba bien entrenada, hasta inmunizada, de himnos pop anti-racismo teniendo en cuenta lo que había calado ‘Africanos en Madrid’ de sus amigos de Amistades Peligrosas, pero hay algo poético en 2021 en escuchar ‘Que se te escapa el negro’ mientras en la tele no paran de salir imágenes de Santiago Abascal, provocando disturbios en el obrero barrio de Vallecas.

El mayor pero del disco son esos arreglos de producción mainstream noventera; parecen haber cortado y pegado las guitarras eléctricas de un álbum reseñado en la Metal Hammer. O al menos uno de Héroes del Silencio. Ellas estaban encantadas con los arreglos de Alfonso Samus, y seguramente si otra persona se hubiera encargado de producir esto, el disco hubiera vendido lo mismo que el primero de Nosoträsh. Pero el álbum ha envejecido mucho mejor en sus momentos acústicos, como el neo-country de ‘Besos de hielo’ y la mencionada ‘Por ti’, que en grabaciones como la rockera ‘Victoria’ y ‘Entra’, que parecen ideadas para los directos sin más. En otras palabras, lo peor de ‘Ella baila sola’ son los hombres en él: bateristas, guitarristas (especialmente ese solo que está a punto de echar a perder ‘Lo echamos a suertes’, pues una vez lo das por acabado, vuelve para aburrir con lo mismo), violinistas en modo celta y gaiteros.

Ella baila sola se conocieron unos 6 años antes de publicar este disco. Marta acababa de cumplir 22 años cuando este debut llegaba al mercado a mediados de septiembre de 1996, dispuesto a comérselo todo en el Q4. Marilia, que en una entrevista reconocería que continuaría viviendo con sus padres incluso después de vender 500.000 discos y promocionar su disco en Latinoamérica, tenía sólo 21, pues cumple unos meses después, en diciembre. Juntas habían reunido y descartado un gran número de canciones que habían ido acumulando juntas y por separado a lo largo de años, y ese pequeño detalle que se pasó por alto parece clave de cara a que no pudieran repetir tal éxito descomunal. Quedaba algo de encanto en ‘E.B.S.’ (1998), pero ya era premonitorio que la mejor canción de ese segundo disco se llamara ‘Despídete’. Poco quedaba del dúo como tal cuando planteaba «cómo repartir los amigos» al introducirnos a su tercer álbum, con una unión tan artificial de ambas que sus figuras hasta parecen photosopheadas en la cubierta de ‘Marta y Marilia’ (2001). Habían pasado sólo 5 años, pero parecía que hacía 10 desde que las cosas parecían salirles «solas».

Lana del Rey logra su 14º número 1 en JENESAISPOP con ‘White Dress’

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Lana del Rey sube al número 1 del top 40 de JENESAISPOP con su último single ‘White Dress’. Es la 14ª canción de Lana que logra ser top 1 en nuestra lista, que modestamente llega puntual a su cita cada semana desde hace 15 años. Los anteriores 13 números 1 de Lana del Rey en nuestro top fueron: ‘Born to Die’, ‘Blue Jeans’, ‘National Anthem’, ‘West Coast’, ‘Shades of Cool’, ‘Ultraviolence’, ‘High by the Beach’, ‘Music to Watch Boys to’, ‘Love’, ‘Lust for Life’, ‘Mariners Apartment Complex’, ’The Greatest’ y ‘Chemtrails Over the Country Club’. Si te preguntas por qué ‘Video Game’ no fue número 1 en nuestra lista, en su momento perdió contra ‘The Sun, The Trees’ de Russian Red y también quedó por detrás en votación de un tema de Bill Callahan.

Lana del Rey es la persona con más números 1 de la historia de JENESAISPOP y la que más semanas ha pasado en la cima, un total de 35. Le sigue La Casa Azul con 10 temas que han sido número 1 y 27 semanas en la cima. Gracias al forero Axwell por la ayuda en la compilación.

Esta semana entran pisando fuerte Lil Nas X y Garbage, así como ‘Bichota’ de Karol G, esta ya fuera del top 10. En la mitad baja de la tabla encontramos Calavera, serpentwithfeet, Bree Runway y black midi. Hay que destacar las subidas de Sen Senra, Japanese Breakfast y Nick Jonas, mientras despedimos ‘Blinding Lights’ de The Weeknd, que nos ha dejado tras 72 semanas, sin batir el récord de permanencia en lista de ‘On Hold’ de The XX. Recordad que podéis escuchar la playlist con las 40 canciones del top y las 10 candidatas a entrar de cada semana, así como por supuesto votar por vuestras canciones favoritas, aquí. Los votos son sometidos a una fórmula matemática que beneficia a las novedades y perjudica a las canciones a medida que pasan las semanas.

Top Ant. Peak Sem. Canción Artista
1 3 1 2 White Dress Lana del Rey Vota
2 2 2 4 Himno de España Kokoshca Vota
3 3 1 MONTERO (Call Me By Your Name) Lil Nas X Vota
4 1 1 2 Fotos con las autoridades Espanto Vota
5 13 5 4 telepatía Kali Uchis Vota
6 39 6 2 Sublime Sen Senra Vota
7 16 7 2 Streets Doja Cat Vota
8 8 1 The Men Who Rule the World Garbage Vota
9 10 6 3 Cara de idiota Axolotes Mexicanos Vota
10 6 2 4 Entra en mi vida La Casa Azul Vota
11 23 1 13 Chemtrails Over the Country Club Lana del Rey Vota
12 9 1 6 Punto muerto Miss Caffeina, Ana Torroja Vota
13 13 1 Bichota Karol G Vota
14 5 1 4 Las montañas Delaporte, Amaral Vota
15 8 3 4 Taylor Zahara Vota
16 25 14 6 Fiesta sorpresa Espanto Vota
17 20 17 3 This Is Heaven Nick Jonas Vota
18 29 18 3 Be Sweet Japanese Breakfast Vota
19 12 6 4 Ventura Maria Arnal i Marcel Bagès Vota
20 19 19 3 44 Bad Gyal Vota
21 4 4 6 Lo único que tengo Betacam Vota
22 7 2 6 Ingobernable C. Tangana Vota
23 11 5 5 Leave the Door Open Bruno Mars, Anderson .Paak, Silk Sonic Vota
24 24 1 Ámbar Calavera, Amaral Vota
25 28 25 3 Cenizas en el piso Los Pilotos, Pedrina Vota
26 32 21 4 Volveré Tronco Vota
27 14 9 5 Pay Your Way In Pain St Vincent Vota
28 38 4 5 Look What You’ve Done Zara Larsson Vota
29 29 1 Fellowship serpentwithfeet Vota
30 15 3 8 Ya no siento nada Alizzz Vota
31 18 1 8 Remember Where You Are Jessie Ware Vota
32 26 1 27 Levitating Dua Lipa Vota
33 31 20 6 Así llegué a Granada Los Hermanos Cubero, Grupo de Expertos Solynieve Vota
34 37 1 12 MERICHANE Zahara Vota
35 17 2 11 Perra Rigoberta Bandini Vota
36 34 1 34 Midnight Sky Miley Cyrus Vota
37 36 1 24 El encuentro Alizzz, Amaia Vota
38 38 1 HOT HOT Bree Runway Vota
39 39 1 John L black midi Vota
40 22 8 7 Lovers Roosevelt Vota
Candidatos Canción Artista
Momentismo absoluto Fangoria Vota
Dance Foxes Vota
Dual Lives The Lodger Vota
Met Him Last Night Demi Lovato, Ariana Grande Vota
Shy Away Twenty One Pilots Vota
Monstruoso Nuevos Hobbies Vota
Crosshairs Cassandra Jenkins Vota
No estoy bien Albany Vota
Job’s Lament Godspeed You! Black Emperor Vota
Mufaro’s Garden Georgia Anne Buldrow Vota

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