Enfrentarse a un documental como ‘Leaving Neverland’ es duro para cualquiera que haya crecido escuchando la música de Michael Jackson. El testimonio de Wade Robson y James Safechuck, el primero ganador de un concurso de imitadores del artista y el segundo salido del conocido anuncio de Pepsi con el propio Jackson, supone la destrucción última de nuestra propia inocencia, la renuncia a una parte importante de nuestra infancia y la asunción de que el que fuera uno de los mayores iconos del siglo XX era un ogro. Igual que yo recuerdo cómo se me cayó la baba viendo el vídeo de ‘Bad’ por primera vez tras el escaparate de una tienda con decenas de televisores sintonizados con TVE, otros recordarán cómo tenían que taparse los ojos cada vez que se emitía el vídeo de ‘Thriller’ o cómo entonaban sus primeros pasos de baile al ritmo de ‘Billie Jean’. Por eso está siendo tan habitual estos días leer comentarios despectivos hacia los dos narradores, que en su momento negaron que tales abusos existieran incluso delante de un tribunal, o hasta leer cómo algunos fans niegan los hechos como si hubieran estado escondidos dentro del propio Neverland. Nadie quiere creer que esto pudiera pasar, pues que Michael pudiera cometer las violaciones relatadas -recordemos que James Rhodes pidió no quitarles hierro llamándolas «abusos»- en ‘Leaving Neverland’ es demasiado doloroso, ¿pero quién puede saber a ciencia cierta quién dice la verdad?
Michael Jackson fue a los tribunales en dos ocasiones acusado de abusos por dos menores, Jordy Chandler, a principios de los 90, y Gavin Arvizo a principios de los 2000. En el primer caso llegó a un acuerdo económico extrajudicial con la familia; y en el segundo, fue absuelto por falta de pruebas. El director de ‘Leaving Neverland’ no ha conseguido dar con ninguno de los dos, pues el primero se emancipó jurídicamente de sus padres y cambió de identidad, y el segundo ha querido permanecer en el anonimato. Este documental, dividido en 2 capítulos de 120 minutos cada uno, se compone fundamentalmente de entrevistas con Robson y Safechuck, que han cambiado su testimonio, y con sus familiares más allegados, lo que se acompaña de algunas imágenes documentales de Michael Jackson entre la gira de ‘Bad’ y su muerte en 2009.
James Safechuck y Wade Robson, cuya denuncia ante un tribunal fue desestimada por haberse hecho más de 1 año después de la muerte de Michael, realizan un relato muy parecido de su relación con Jackson y de su entorno, un mundo de parque de atracciones y tiendas de campaña que en una ocasión se describe como de «porno y chuches». Michael, «un niño de 9 años» según una de sus asistentes en la época en que rondaba ya los 30, es dibujado como un tipo rodeado de todos los lujos imaginables, pero solitario y excéntrico, sin un solo amigo de su edad con el que relacionarse. Acompañado entonces de niños de diverso origen, incluso durmiendo en la misma cama, parece presentar el perfil tipo de depredador sexual, solo que en su caso con el poder suficiente como para mantener a los padres apaciguados en el dormitorio de al lado. Está siendo muy cuestionada la decisión de Dan Reed de no dar voz en su documental a ningún heredero de Michael Jackson para poder dar otra versión de los hechos (o en su defecto incluir un rótulo indicando que no han querido hablar con él), pues si el documental de ‘Whitney’, que trataba otro tipo de abusos, pudo llegar a Bobby Brown, ¿por qué Reed no? Pero es que más extraña todavía la falta de contextualización de ‘Leaving Neverland’.
Dice Reed que ha querido centrarse en lo que los abusos han podido representar para estas dos víctimas y sus familias, pero se da la circunstancia de que el verdugo elegido no es anónimo, sino una figura pública y alabada por millones de personas. Por eso es tan raro que apenas se mencione un par de veces de pasada que «Michael no tuvo infancia» sin que se ahonde ni se pase por encima de su propia historia, no como atenuante sino como fondo básico para lo que debería ser un «documental». En un mundo en el que la gente se pregunta si quien ha muerto es Prince Royce cuando muere Prince, el contexto presentado por Reed ante la audiencia generalista es tan vago que un visionado de ‘Leaving Neverland’ puede resultar bastante extraño dentro de un par de décadas, cuando cada vez menos personas sepan quién fue Michael Jackson: vemos al artista en pósters y estadios, pero no hay mención alguna a los Jackson 5, o hasta en qué grado su propia infancia le fue arrebatada como estrella infantil explotada, terminando por llevarle a una muerte prematura. Tampoco es relevante para Reed, por ejemplo, aquel polémico documental en que Michael reconocía dormir con niños, aunque de manera inofensiva; o el modo en que tuvo hijos.
‘Leaving Neverland’ recuerda unos hechos sucedidos a finales de los 80 y principios de los 90, con un protagonista que falleció hace 10 años y los pone sobre la mesa en pleno debate #MeToo. En ese sentido, como documental no parece muy bien enfocado. Hay un largo camino por recorrer para concienciar al público sobre la realidad de los abusos infantiles, una realidad que siempre ha estado ahí por mucho que la gente haya querido mirar hacia otro lado. Recientemente se ha sabido que en dos colegios de Madrid los abusos sexuales se prolongaron durante 3 décadas entre los años 60 y los años 90. ¿Cómo puede haberse consentido esto? ¿Cómo es posible que ni instituciones, empresas, amigos, familiares, sospecharan nada en cualquiera de estos dos casos tan lejanos? ‘Leaving Neverland’, ni extendiéndose hasta los 240 minutos de duración, quiere ir de lo concreto a lo general para tratar de ahondar en esta problemática de la sociedad, pero tampoco profundiza en el caso particular de Jackson para tratar de averiguar de verdad qué pasó y por qué dentro de aquellas habitaciones. Ni mucho menos ha planteado cuáles son los intereses empresariales comunes de Robson y Safechuck, si es que estos existen o son un delirio de la familia del artista que también tienen sus intereses económicos a su vez como herederos. En cualquier caso el documental se acerca, al prescindir de una de las dos partes, a otros formatos o géneros periodísticos como la entrevista o el reportaje, siempre limitándose únicamente al caso de estas dos familias.
De las cenizas de Indómitos, trío vigués que desarrolló su actividad en la pasada década, surgió a finales de 2014 Selvática, proyecto que iniciaron Manu G. Sanz y Paula Vilas mientras vivían en Río de Janeiro y que se materializó en su debut ‘Un mundo extraño‘ (2015), grabado en Galicia con músicos amigos. Un disco repleto de guitarras abrasivas a medio camino del post-punk y el rock garajero, pero con la melodía como eje primordial, acentuando el peso de estas en ‘Canciones cariocas‘ (2016) y empleando cada vez más los metales (Saxos, concretamente) como complemento a las guitarras en ‘Seres abisales‘ (2017).
Ahora el quinteto (lo completan Luismi G. Almuíña, guitarra, Brais Otero, bajo y saxo, y Daniel Nicolás –tercer miembro de Indómitos, por cierto, que ha vuelto al redil–, a la batería) tiene preparado para publicar su cuarto largo, ‘Macumba’, que será co-editado por Orphan Records y Discos de Kirlian (que han auspiciado su carrera desde su anterior proyecto) el próximo 18 de marzo. Prometen que vuelve a estar repleto de «sus ya clásicas guitarras surferas, letras oníricas y saxos desquiciados», aplicados a nuevas canciones más «directas y dinámicas».
Hoy en JENESAISPOP estrenamos la primera muestra de ello con el clip oficial de ‘Quién es la sombra’, que efectivamente encaja en esa descripción, aunque está repleta de subidas y bajadas de energía desplegada por guitarrazos bien fieros que estallan en su estribillo, conducidos por la voz de Manu y que entona una letra inspirada por el trabajo del padre de la psicología analítica, Carl Jung. El clip, que combina imágenes en alto contraste de los miembros del quinteto con lo que parecen instantáneas de viejas máscaras de carnaval o ritos religiosos, disparadas a toda velocidad junto a guiños gráficos nuevaoleros, contrastando colorismo con un toque siniestro.
El 29 de marzo llega a los cines de Estados Unidos ‘Dumbo’, el re-make de la famosa película animada de Disney por Tim Burton, cuyo tráiler se desvelaba hace unos meses. Esta vez, la película será en 3D, pero la canción principal seguirá siendo ‘Baby Mine’.
Compuesta en 1941 por Frank Churchill y Ned Washington, que hicieron música y letra, respectivamente, e interpretada por Betty Noyes, la preciosa balada de ‘Dumbo’ fue nominada a un Oscar a Mejor canción en 1941, si bien perdió contra ‘The Last Time I Saw Paris’, de la película ‘Lady Be Good’. El tema volverá a sonar en 2019 gracias a la nueva versión de ‘Dumbo’ y lo hará en voz de una de las bandas más importantes del momento, Arcade Fire. Su versión ya está disponible y es fiel a la preciosa composición original.
Arcade Fire publicaron su último disco en 2017, un ‘Everything Now’ que produjo reacciones encontradas en crítica y público, pese a la calidad de singles como ‘Signs of Life’ o la propia ‘Everything Now’. Eso sí, la gira fue como siempre espectacular. Los siguientes pasos de Arcade Fire son hoy un misterio, pero de momento su versión de ‘Baby Mine’ los mantendrá en el candelero: ¿alguien duda que ‘Dumbo’ será una de las películas más taquilleras de 2019?
Amaia Romero confirmaba hace unos días que se encuentra grabando en Argentina, en concreto en Buenos Aires, donde además tenía tiempo de pasarse por el concierto de sus admirados 107 Fauna. A la navarra le quedan máximo dos meses de estancia en la capital argentina (si es que se queda este tiempo), pues a principios de mayo inicia una gira de festivales que la llevará por varios puntos de España hasta agosto. El mes siguiente, en septiembre, “como muy tarde”, su primer disco debería ver la luz, según declaraciones del presidente de Universal, Narcís Rebollo, que recogía el mes pasado El País, añadiendo: «Estoy muy contento, el otro día estuve escuchando con ella nueve temas y me gustaron mucho, os va a sorprender».
Visto que Amaia parece tener su álbum bastante avanzado, pues empezó a trabajar en él hace meses con Refree en Nueva York, y ahora en Argentina (se rumorea que con Eduardo Bergallo, productor de Él Mató a un Policía Motorizado, y que sigue a Amaia en Instagram, aunque ella a él no), es de esperar que alguna de sus nuevas canciones suene en los conciertos que tiene programados para este año. De hecho, es oficial: cuando WARM UP la confirmó, la nota de prensa decía claramente que «las nuevas composiciones de Amaia se escucharán en #WARMUP2019 antes que en ningún otro sitio». La pregunta del millón es si habrá al menos un single antes o el público habrá de presentarse «de vacío», esperando ‘Un nuevo lugar’ y su ristra de versiones habituales.
Parece mentira pero, en septiembre se cumplirán dos años desde que Romero entró en Operación Triunfo y, aunque Rebollo ha asegurado que Amaia prepara al menos 10 canciones para su disco, también ha apuntado que su proceso de trabajo es lento ya que se está implicando en todos los aspectos de su composición. Cabe preguntarse si, para entonces, ‘Un nuevo lugar’ seguirá teniendo un hueco en el álbum, o ya no. Lo cierto es que como pista final tiene todo el sentido del mundo, pero quién sabe si el disco que supuestamente llega en septiembre se parece un poco a lo que es ahora.
‘Buen viaje’, el single de regreso de Anni B Sweet, que nos tiene totalmente fascinados, es el nuevo número 1 de JENESAISPOP, desplazando a Pet Shop Boys. Entre las novedades de la semana, hay que hablar de las entradas de ‘Prende’ de Miss Caffeina, ‘Now That I Found You’ de Carly Rae Jepsen, ‘Supermán’ de Delaporte y ‘Almeda’ de Solange, esta última colándose por poco en el mismísimo número 40. Esta semana nos despedimos del single metalero de Grimes, ya con más de 10 semanas en lista y en la parte baja de la tabla. Ya podéis escuchar nuestra última lista de novedades.
Shura confirmó las altas expectativas artísticas despertadas en su año de eclosión, 2015, con ‘Nothing’s Real‘, uno de los mejores trabajos musicales de 2016 para muchos, incluida nuestra web. No está tan claro que la respuesta comercial a aquel álbum haya sido tan positiva puesto que parece que su relación contractual con Universal ha llegado a su fin, y Aleksandra Lilah Denton inicia ahora una nueva etapa en el mundo independiente.
Lo hace en el sello norteamericano Secretly Canadian –que cuenta en sus filas con nombres como ANOHNI, Jens Lekman, Stella Donnelly, serpentwithfeet y un largo etcétera–, que acaba de anunciar su fichaje publicando el primer single de su nuevo proyecto. La canción se titula ‘BKLYNLDN’ (es decir, «Brooklyn London») y es un medio tiempo de inspiración neo-R&B creado junto a su colaborador habitual Joel Pott (ex-Athlete, también productor de George Ezra y co-autor de ‘Skyfall‘ de Adele) y que se caracteriza por una instrumentación minimalista que reserva una sorpresa para su minuto final. Su vídeo oficial presenta imágenes de dos mujeres en una situación íntima, inspiradas por la escultura ‘El beso’ de Rodin según la descripción del clip. Su idea es “desafiar al espectador a contemplar la verdadera esencia del amor romántico entre dos personas, sin importar su género”.
Aunque parecía haber desaparecido desde que en 2017 visitara nuestro país gracias a varios festivales, el año pasado la británica reaparecía de manera discreta, colaborando en el último disco de Tracey Thorn y en el disco que celebraba 10 años de ‘The Con’ de Tegan & Sara, además de firmar remixes para AURORA, Gordi, NIMMO y los prometedores Barrie. Ya en 2019, volvía a emplearse como remixer para TS Graye, además de participar en ‘Love Theme‘, una de las canciones del segundo disco de Tourist.
Vampire Weekend han vuelto tras 6 años de ausencia descolocando al personal, como Solange. ‘Father of the Bride’, que sale el 3 de mayo, es claramente uno de los discos más esperados de 2019, pero los avances de él publicados hasta el momento están empezando a preocupar, a reajustar unas expectativas que antes se presumían por las nubes. En nuestra noticia sobre sus dos últimos singles, ‘Sunflower’ con Steve Lacy y ‘Big Blue’, un comentarista aseguraba que el disco no sabe si le “va a encantar” o “va a ser una decepción”, ya que “es un disco muy largo pero tres de los adelantos suman 5 minutos nada más”, mientras otro sentenciaba: “Me encantan Vampire Weekend pero todo alrededor de este disco tiene muy muy mala pinta. Ojalá me equivoque”.
Después de firmar el excelente ‘Modern Vampires of the City‘, ¿alguien esperaba estas reacciones? Está claro que ‘Harmony Hall’ es una buena canción, aunque en redacción ha dividido… pero el resto no tanto. ‘2021’, ‘Sunflower’ y ‘Big Blue’ son tres canciones breves, que a duras penas pueden considerarse canciones, pues aunque tienen sus buenos momentos (la melodía de ‘Big Blue’, por ejemplo), son claramente experimentales. Esto no puede ser lo mejor de ‘Father of the Bride’, ¿verdad? Ezra Koenig ha de tener mejores cosas guardadas bajo la manga en el primer disco del grupo tras la marcha de Rostam Batmanglij.
De momento se está notando su ausencia… ¿o es que la moda de la “mediacanción” está empezando a llegar demasiado lejos? Y si va a ser así todo, ¿no habría sido mejor idea lanzar todo el álbum a la vez como el año pasado hicieron Arctic Monkeys con ‘Tranquility Base Hotel & Casino‘? Porque quizá todos estos adelantos mensuales planteados mejoren y mucho dentro del conjunto, ¿pero quedará alguien escuchando para cuando llegue el mes de mayo?
Tampoco ha puesto las cosas fáciles la portada de ‘Father of the Bride’. Su cutre diseño tipo años 90 es claramente intencionado, pero muchas ganas de ir a comprar el disco no da. Vampire Weekend ha solido hacer portadas bastante decentes, pero esta rompe totalmente con esa tendencia. “Es la portada más fea que he visto en años”, ha escrito un lector en los comentarios. En nuestros foros los usuarios opinan prácticamente lo mismo. Claro que es solo una portada, lo preocupante es la música: este disco de 18 canciones y 59 minutos ha de tener al menos un segundo ‘Harmony Hall’, porque como el resto de pistas sea como las demás, el bajón puede ser mayúsculo.
Madonna sigue utilizando las redes soc… bueno, básicamente su desatada cuenta de Instagram, para ir desvelando los avances de su próximo disco. Por ejemplo, así hemos conocido que en él ha trabajado (y, quizá aún sigue haciéndolo, visto el ritmo) con Mirwais, Mike Dean o Maluma, así como varios artistas de múltiples disciplinas y menos populares, que ha conocido durante el tiempo que ha estado viviendo en Lisboa.
Y así, seguimos conociendo otras novedades relacionadas con el álbum, como que está trabajando en un videoclip del mismo con una realizadora y fotógrafa española: en un vídeo de su perfil de Instagram, en el que vemos a dos jinetes montando sendos corceles por una playa (referenciando además la letra de ‘Like A Prayer’), etiqueta a Diana Kunst. Directora nacida en Madrid cuyo nombre habíamos citado como autora de piezas para Elastic Band o Russian Red & Miranda Makaroff, su nombre alcanzaba más altas cotas de reconocimiento más recientemente, gracias a trabajos como ‘Caballo ganador‘ de C. Tangana, ‘Fukk Sleep‘ de A$AP Rocky ft FKA Twigs, y ‘De aquí no sales – Capítulo 4. Disputa‘, el último vídeo que se ha extraído de ‘El mal querer’ de Rosalía.
Por otro lado, Madonna ha elaborado una playlist de Spotify para el Día de la Mujer y en ella aparecen dos canciones de Rosalía, ‘De aquí no sales’ y ‘Di mi nombre’. La lista incluye también temas de Patti Smith, Siouxsie and the Banshees, Björk, Nina Simone, Christine and the Queens o Lana Del Rey.
En cualquier caso, no parece que el mencionado clip esté relacionado con el que hace unos días se supo que estaba filmando en Los Ángeles, y que contaría con la participación de varias drag queens y cuyo contenido se antoja «político». Imaginamos que en unas semanas –los rumores dicen que el primer single de este disco podría publicarse a finales de abril o primeros de mayo– saldremos de dudas.
Si Novedades Carminha están triunfando trasladando la «verbena», entre otros géneros, a los festivales indies del país, Crystal Fighters llevan una década haciendo alarde de su versión «world music» en los mismos. ‘Gaia & Friends’, su cuarto disco según su promotora, y una mixtape según su discográfica, pretende ser «una fotografía de un tiempo y un capítulo de [su] música creada a través de varios continentes, con un equipo de colaboradores y un claro mensaje en su corazón». Un mensaje que solo puede ser de paz y amor porque su música representa «la unión de la gente y de sus espíritus en un lugar concreto» y es «una celebración de la vida» en «este gran concierto que es la vida».
La banda de Sebastian Pringle podría vivir únicamente de entonar canciones como ideadas para los anuncios de cerveza, como la coral ‘Wild Ones’, llenas de la-la-las, y la silbada ‘The Get Down’, que apela a «amigos colocados que bailan las canciones que conocemos de la radio». Pero también quieren sumergirse en la música de otros mundos, como ‘Another Level’, entre el afropop y Jamaica; o ‘Hope’ con Miller Blue y coros africanistas; algo que también se refleja en los múltiples interludios del disco, como la tribal ‘Lift Up’ o la psicodélica ‘One String’. No hay más que ver la portada de ‘Gaia & Friends’.
Eso sí, no han terminado de renunciar a la música moderna, y ahí están los bocinazos a lo Diplo de la muy Mad Decent ‘Costa Rica’ con NAHLI, los ritmos de música urbana y teclados de ‘Runnin’ que abren el disco/mixtape con un título muy Beyoncé, o esa ‘All My Love’ con Feed Me que de manera totalmente desvergonzada mezcla a Justice y Justin Bieber con un estribillo que recuerda un poquito a ‘Sweet Harmony’. La sensación generalizada es la de pastiche, pero son muchas las pistas que les funcionan, como al final el contraste entre el macarreo guitarrero y noventero de ‘Goin’ Harder‘ con Bomba Estéreo dando paso a la edificante ‘Reborn’.
Calificación: 6,1/10 Te gustará si te gusta: Imagine Dragons, Rudimental, los anteriores Lo mejor: ‘The Get Down’, ‘Runnin’, ‘Reborn’ Escúchalo:Spotify
Coincidiendo con el paso de Billie Eilish por Barcelona de gira, Rosalía ha publicado en sus redes una instantánea en la que ambas aparecen juntas, probablemente de cuando compartieron tiempo en el estudio hace un par de meses. En el texto asegura haber asistido a su concierto en la ciudad, pero revela que el dúo que han grabado las dos aún no está terminado, por lo que queda así aclarado que no estará incluido en el disco de Billie Eilish que sale este mismo mes. Su texto dice: «No puedo esperar a que acabemos nuestra canción. compartir contigo en el estudio o verte ayer actuar me inspira sooo much, love you». JENESAISPOP, junto a otros medios, tuvo la suerte de charlar con Billie Eilish a su paso por Barcelona y publicará el resultado de esta charla a finales de mes.
La noticia de la colaboración entre Billie Eilish y Rosalía se conocía el pasado 26 de febrero a través del programa de la prestigiosa Annie Mac. Billie acudía para hablar de su gira y de su próximo disco. En medio de la conversación confirmaba que había grabado con Rosalía. En una conversación en la que estaba hablando sobre la creación y la inspiración sobre su próximo disco, en un momento Annie Mac le preguntaba a Billie si su voz había seguido evolucionando y entonces decía que sí, que hacía un mes grababa algo con Rosalía y que ahí su voz hizo armonías que no había logrado antes. Annie Mac afirmó que la voz de Rosalía no le parecía humana sino un «ángel» y a continuación pinchó ‘Malamente’.
Precisamente cuando hablábamos con Billie Eilish el verano pasado, cuando aún faltaban meses para que se publicara ‘El mal querer’, aunque ‘Malamente’ sí estaba en la calle, la cantante contaba a nuestro colaborador Pablo Tocino que le encantaba Rosalía: «Encontré ‘Malamente’ porque un chico que trabajó conmigo en Apple me envió el enlace del videoclip diciendo que era increíble. Pero es que no es solo el vídeo, o sea, ¡esa voz! El vídeo, la voz, la música, la melodía… me dejó flipando. Y luego encontré ‘Brillo’, que es tan bonita, tan bonita… no sé, estoy realmente obsesionada con ella. Y me envió un DM dándome las gracias, diciendo que esperaba que nos pudiésemos conocer, me envió un vídeo agradeciéndomelo, y fue como súper adorable… es maravillosa». Para Rosalía será una nueva colaboración internacional tras las escuchas millonarias acumuladas por ‘Brillo’ con J. Balvin y el tema grabado en Spanglish junto a James Blake. El programa de Annie Mac con la referenciada entrevista puede ser escuchado aquí.
Can’t wait to finish our song 🖤 compartir contigo en el estudio o verte ayer actuar me inspira sooo much, love you B pic.twitter.com/TxV3J7D1QQ
Parte de la redacción evalúa una de las canciones contenidas en ‘When I Get Home‘.
«Solange ha vuelto con uno de esos discos que no pueden ser evaluados a la ligera. ¿Tiene razón el prestigioso Alexis Petridis puntuándolo a la baja (3 estrellas) para The Guardian? ¿El NME con un 10? ¿Quizá la verdad esté de nuevo en un punto intermedio? En cualquier caso, en este álbum tan particular, ‘Stay Flo’ para mí sí es ese algo con lo que poder tirar del hilo. Dominada por apenas un par de notas de teclado que se repiten de manera magnética, la composición de Solange bajo el paraguas de Metro Boomin es la perfecta canción de R&B que puede sonar en bucle durante una hora sin que te hartes, y por tanto la verdadera puerta para adentrarse en esa misteriosa «casa» a la que apela el nombre del álbum». Sebas E. Alonso.
“Solange ha huido de los singles en su nuevo disco, o al menos de los singles obvios. ‘Stay Flo’ es una de las canciones más inmediatas de ‘When I Get Home’, pero en el contexto de un disco lleno de medias canciones que parecen interludios y melodías y letras repetitivas, en el que la cantante ha reconocido haberse enfocado sobre todo en la producción, los ambientes y texturas, es inevitable que una canción así destaque. Sin embargo, aunque valoro el sentimiento despreocupado de ‘Stay Flo’, no puedo evitar pensar que, en el contexto de ‘A Seat at the Table‘, la canción habría pasado totalmente desapercibida. La producción es rica y aporta un tono metálico y terrenal a un disco ensoñador -está involucrado Metro Boomin-, las armonías de Solange son agradables, pero en todo caso ahí se terminan sus virtudes. ‘When I Get Home’ tiene muchos temas magnéticos, pero este no es uno de ellos”. Jordi Bardají
«Cuando la pasada semana la hermanísima se hizo un Knowles (mejor que definirlo como “hacerse un Beyoncé”, ya que la cosa viene de familia al parecer) no dudé en ponerme ‘When I Get Home’. Debo confesar que acabé pillando cariño a aquel ‘A Seat at the Table’, sobre todo, después del más que notable concierto que se marcó en el Primavera Sound, por lo que estaba intrigado por escuchar con qué salía esta vez. Conclusión: ni me gustó ni me disgustó, me causó indiferencia, que es mucho peor. Quien se enfrente al nuevo disco de Solange debe armarse de valor porque es uno de los trabajos más monótonos que he escuchado en los últimos meses. Y ciertamente se me escapa por qué está cosechando estas buenas críticas cuando para mí es un álbum intrascendente que no aporta nada nuevo ni realmente sorprendente. Igual de sorprendente es que ‘Almeda’ y ‘Stay Flo’ en estos momentos estén en la cima de sus temas más escuchados en Spotify, al margen de su inclusión en playlists multitudinarias. ‘Stay Flo’ me parece algo más interesante, pero hasta ahora supera a ‘Dreams’ en casi un millón de escuchas, la que para quien esto escribe es en realidad una de las piezas más notables del lote». Sergio del Amo.
Por muy obvio que sea ahora mismo, nunca está de más recalcarlo para despistados: Ariana Grande es la estrella del pop más importante del momento y cualquier artista que saque disco este año, sea Rihanna o sea Bruno Mars, va a tener complicado superar sus méritos. Su álbum ‘thank u, next‘, publicado tan solo medio año después del anterior, ha sido número 1 a nivel global, sobre todo porque sus streamings son absolutamente descomunales, y Mediatraffic estima que ha superado lo equivalente al millón de copias en tan solo 3 semanas, pero habrá más.
La buenísima aceptación de ‘thank u, next’ primero y de ‘7 Rings’ después ha propiciado que Ariana Grande haya ido batiendo numerosos récords en las listas internacionales, llegando a ocupar incluso las posiciones 1, 2 y 3 de las listas de singles en América gracias también a la buena aceptación de ‘break up with your girlfriend’. ‘needy’, ‘bloodline’ o ‘bad idea’ podrían ser en el futuro más o menos hits… siempre que ella misma no prefiera apostar por otros singles inéditos, colaboraciones con otras superestrellas o por concentrarse en los directos. De seguir así y si a ella le apetece seguir promocionándolo, ‘thank u, next’ puede ser muy fácilmente su álbum más vendido más allá de los 3 millones de ejemplares a nivel global, lo que superaría los 2,4 millones que lleva ‘Dangerous Woman’ o los 2 millones recientemente rebasados por ‘Sweetener’, cuya promoción se vio interrumpida por la llegada de este mismo disco.
Flops
Avril Lavigne, de otra generación y otro estilo musical, no podía ni por asomo competir con estas cifras internacionales, pero dejando a Ariana totalmente al margen, la verdad es que esperábamos datos un poquito mejores para ‘Head Above Water‘, el regreso de Lavigne tras 6 años de ausencia del panorama musical. 6 años que parecen haber terminado siendo decisivos.
Aunque solo sea porque la campaña no ha estado nada mal orquestada: el tema titular editado en septiembre suma 70 millones de reproducciones en Spotify y otros 70 en Youtube. Suena OK. Después se publicaba la resultona balada ‘Tell Me It’s Over’ con motivo de la Navidad, y finalmente como tercer single una colaboración nada menos que con Nicki Minaj, lo que siempre te garantiza cierta repercusión mediática.
Nada de esto ha funcionado, el disco no está muy allá, y así, ha caído del puesto 13 al 113 en su segunda semana en el Billboard 200, y ya no está, ni se le espera de vuelta, en el top 100 británico, donde ha durado tan solo 2 semanas. Mediatraffic estima que ha vendido 120.000 unidades, pero el camino hacia las 250.000 en todo el mundo va a ser un pequeño calvario.
Este fin de semana se han revelado al fin las canciones de dos países que son favoritos siempre en Eurovisión porque siempre quedan bien, Suecia y Rusia. Y sin embargo, ¿quién se acaba de alzar como favorito en las apuestas de pago? El holandés Duncan Laurence, salido de La Voz 5, que también estos días ha revelado la canción con la que representará a Holanda en la edición 2019: la balada al piano ‘Arcade’ que ha co-escrito él mismo.
El tema de Duncan Laurence está en sintonía con las baladas de proyectos tipo Hozier, el piano es muy Adele en ‘Someone Like You’, la producción cuenta con arreglos también tipo Sam Smith, y su voz podría estar cerca de la de un Chris Martin. De alguna manera, ‘Arcade’ podría haber sido incluida en un disco de Coldplay, en concreto ‘Ghost Stories’, y a su vez, la repetición de los “Loving you is a losing game” no puede sino recordarnos a Amy Winehouse.
Alguien se ha gastado el dinero para que ’Arcade’ cuente con un elegante vídeo subacuático lleno de claroscuros, aunque lo que se está viralizando es una presentación en vivo de la canción en la que Duncan brilla como intérprete. Parece además que la realización apostará por los primeros planos con todo el subrayado en Duncan, en vivo quizá más cerca de un James Vincent McMorrow de lo que decía la grabación de estudio. Me cuesta creer que Holanda pueda concentrar con esta balada el voto de público y jurado, pero al menos sabemos que el país puede currarse una sencilla pero vistosísima puesta en escena. Gracias a ello, The Common Linnets quedaron segundos hace 5 años para este mismo país.
Calificación: 6,5/10 En los foros de Eurovisión se dice: «Me gusta, es (hasta ahora) LA balada de este año». @adnmolo. En las casas de apuestas: número 1
Leo las críticas de ‘Black Album’ de algunas publicaciones del mundillo alternativo tanto españolas como foráneas y, como de lejos, me parece escuchar las risotadas que se está pegando a su/nuestra costa el simpar Rivers Cuomo. El disco negro de la serie de colores en la que vienen trabajando intermitentemente desde su eclosión allá por los 90, para el que incluso el cuarteto se ha embadurnado de arriba a abajo en una especie de denso alquitrán, es su disco más forzadamente pop, en el que las guitarras son una mera anécdota. ¿De verdad nadie ve el bromazo que Weezer nos están gastando a todos?
Dejando al margen el meramente anecdótico ‘The Teal Album‘, no será porque no avisaran con ‘Pacific Daydream’, un disco claramente popero (cuando no directamente hip-pop a lo Macklemore –‘Feels Like Summer’–) que nació en paralelo a este nuevo trabajo y que, sin embargo, no dejaba de lado las guitarras tanto como hace este disco. Pero además en esta ocasión han dado con un aliado perfecto para su propósito, David Sitek (TV On The Radio, Yeah Yeah Yeahs, Solange, Blondie, Kali Uchis, Miguel), que domina tanto el lenguaje del rock, como el del pop y el hip hop.
Todo ello confluye en este trabajo de Weezer que, eso sí, en las primeras escuchas obliga a arquear las cejas. Y no sólo por lo melifluo que se antoja el resultado sonoro, una suerte de mix ultragenérico de Smash Mouth, Macklemore, Coldplay y Maroon 5, sino porque el intento trae a la mente una y otra vez el famoso meme del Sr. Burns intentando hacerse el jovenzuelo. En los peores momentos, las escuchas no lo mejoran: el psico-rock blandito de ‘Too Many Thoughts In My Head’ o los “doo-doo-doo-doo”s de la glam ‘The Prince Who Wanted Everything’ no tienen mucho donde rascar, poco remedio.
Sin embargo, las escuchas van restando importancia a lo atávico de sus arreglos, y lo que va calando en el oyente son unas melodías realmente irresistibles, fantásticas, como las de la funky ‘Can’t Knock The Hustle’, la reggae-bombástica ‘Zombie Bastards’, la trap-popera (incluso parece mofarse del estilo con esos “woo”s) ‘California Snow’, y, sobre todo, el trío del núcleo central del álbum, ‘Living in L.A.’, la preciosa ‘Piece of Cake’, con ecos de Brian Wilson, y la tan ortodoxa como redonda ‘I’m Just Being Honest’ (que, por cierto, ya mostró en 2017 dentro de su proyecto cantado en japonés, Scott & Rivers). Canciones que nos hacen pensar que ojalá el pop mainstream de hoy día contara con trabajos melódicos tan redondos y ricos como estos. ¿Para cuándo un disco de Taylor Swift co-escrito con Rivers? El mundo sería así un poco mejor.
Pero lo que me ha terminado de convencer del tono de sorna, cachondeo y mala baba de este ‘Black Album’ han sido sus letras, a veces con dobles lecturas, a veces sobradas con una, que van más allá de quedarse con la tontuna del “hastaluegoadios”. Hay mucha mala leche y mucha acidez en las referencias a las sombras de la creación artística, entre referencias bíblicas (algo que deleita a Rivers) y citas a AC/DC, Queen o Prince –a él va dedicada la canción que incluye su nombre, compadeciéndose de su muerte prematura como si de una fábula se tratara–. Es inevitable ver relación con la crítica musical en ese “hazme una review de 5 estrellas y yo te haré una a ti” de ‘Can’t Knock The Hustle’, un guiño al tráfico de valoraciones con los chóferes de VTCs (el que protagoniza su vídeo oficial es el mismísimo Pete Wentz de Fall Out Boy). Igual que ‘Zombie Bastards’ puede interpretarse como una broma sobre el público como una tiranía que les amenaza en giros estilísticos como el de este álbum. Aunque quizá lo más chocante es que, entre broma y broma, hay veladas conexiones con la adicción a la cocaína (‘California Snow’) o a cualquier otra droga como salvación del suicidio y la depresión (‘High As a Kite’ juega, obviamente, con el doble sentido de “high”, alto/colocado) a la que muchos se ven empujados por la soledad (que es de lo que va, al menos en parte, ‘Living in L.A.’).
Pero, eh, que aunque suene muy grave todo está repleto sobre todo de ese humor bobalicón (la letra de ‘I’m Just Being Honest’ es un chiste en sí misma sobre lo inoportuno de ser sincero con los demás) que me lleva a la certeza de que Rivers ha intentado gastar un gigantesco bromazo a la ortodoxia rockera con este disco. No me extrañaría que a alguno le haya dado un patatús con el lounge-pop estilo Beach Boys decadentes de ‘Byzantine’, vaya. Lo que queda de ‘Black Album’, al margen de las buenas melodías que (otra vez) vuelven a caracterizar el trabajo de Weezer, es que Cuomo y sus secuaces no dejarán de hacer siempre lo que les resulte más divertido sin importarles demasiado lo que piensen los demás. Y eso es, intrínsecamente, bueno.
Calificación: 6,6/10 Te gustará si te gusta: el último de Beck, los primeros Maroon 5, Macklemore… ¿y Taylor Swift? Lo mejor: ‘Living in L.A.’, ‘I’m Just Being Honest’,‘Zombie Bastards’, ‘Piece of Cake’, ‘California Snow’ Escúchalo:Spotify
Fangoria están celebrando este año el 30º aniversario de su formación con un disco de versiones. Alaska y Dinarama se separaron durante el verano de 1989, y poco tiempo después Olvido Gara y Nacho Canut ya estaban en marcha como dúo primero actuando en directo, editando ‘En mi prisión’ a finales de 1990 y ‘Salto mortal’ a principios de 1991. Fue un disco no sé si revolucionario pero sí desde luego desafiante y renovador en un panorama que empezaba a mostrarse deprimente para los grupos de la Movida, con muchas de aquellas bandas en decadencia, retiradas o a punto de hacerlo. Fangoria, como mínimo, le echaron imaginación.
‘Salto mortal’ no ha envejecido demasiado bien en algunos aspectos, aferrado a una electrónica a veces más parca que minimalista, y hay algunas canciones algo carentes de melodía, si bien esto último parece algo deliberado. Así hablaba la cantante sobre el productor principal, Danny Hyde, en el libro ‘Alaska’, una entrevista que le realizaba su marido Mario Vaquerizo en 2001: «La palabra que mejor define a Danny trabajando es deconstrucción. Primero me hacía cantar y luego me decía que hiciese lo mismo pero gritando, luego susurrando, me decía que me olvidase de la melodía, que quitase la mitad de la letra porque había demasiada, demasiada melodía».
A esa Alaska que susurra la encontramos en el single ‘En mi prisión’, que el dúo solía presentar con Alaska dando vueltas subida en una plataforma circular, hablando sobre un pasado que dejar atrás, y cierta lucha contra la obsesión de uno mismo. Es aún una de sus producciones más finas y atinadas, entre los scratches de Maxi Judd, las cuerdas sintetizadas, el piano y ese cortapega de voces tratadas («causa perdida») absolutamente moderno. Lo habían co-escrito con Luis Miguélez (McNamara, Dinarama), justo antes de que este saliera de manera airada del grupo, pues las guitarras no iban a tener en el disco ningún protagonismo. «En la cabeza de otros estaba la idea de convertirse en el nuevo Carlos Berlanga, y de eso nada, entre otras cosas porque Carlos Berlanga es Carlos», decía Olvido un año antes de la muerte de este. «Como ‘En mi prisión’ nos gustaba mucho, le dimos (a Miguélez) lo que pedía y adiós». Seleccionada como canción del año por la revista Rockdelux, lamentablemente esta joya no tuvo ningún tipo de impacto comercial. En el libreto de la reedición de ‘Salto mortal’ en Subterfuge, Fangoria firmaban un texto en el que entre otras cosas decían: «Cuando la discográfica presentó el single ‘En mi prisión’ a las radios, se lo devolvieron con comentarios despectivos, «esto es una maqueta», «Alaska no canta, habla». Madonna todavía no había susurrado ‘Justify My Love’ (NdE: en realidad son coetáneas). Los conciertos tampoco contribuyeron a nuestra popularidad. No llevábamos músicos ni instrumentos convencionales».
El segundo single ‘Hagamos algo superficial y vulgar’, con vídeo divertidísimo con las Diabéticas Aceleradas y guiño a ‘La matanza de Texas’, es más recordado y fue mucho más recuperado en sus conciertos a posteriori, pero tampoco logró que ‘Salto mortal’ apareciera por el top 50 de ventas en España. Algo insólito para el grupo que había sido número 1 repetidas veces y multiplatino con ‘Deseo carnal’ (1984). Sin embargo, ‘No es pecado’ (1986) había visto mermada su popularidad pese a la inclusión de ‘A quién le importa’ (la portada erótica del disco no ayudó mucho, un single llamado ‘La funcionaria asesina’ supongo que tampoco) y ‘Fan fatal’ (1989), considerado de facto el último disco de Dinarama pero el primero de Fangoria en espíritu, no había pasado del puesto 14 en la lista de ventas. ‘Salto mortal’ fue la sentencia de muerte de Alaska y Nacho en Hispavox y pese a la inclusión de temas icónicos en los «Vulcanos» durante los 90, no terminarían de levantar cabeza hasta el fichaje de Subterfuge y la edición de ‘Una temporada en el infierno’ (1999).
Una pena, porque ‘Salto mortal’ no era tan experimental después de todo. El grupo contrató a Robert Gordon para un par de canciones debido a su vinculación con Warp, pero ninguna de las dos renuncia a su esencia pop. ‘Entre dos mundos’ habla pizpireta sobre morir cruzando la Gran Vía; mientras la simpática ‘Nunca tiro a dar’ contiene una de sus letras más divertidas (“sé que soy violenta”, “nadie quiere creer que yo de matar soy incapaz”). Pero es que la melodía de ‘Me comeré tu piel, me beberé tu sangre’ no puede ser más clásica en el sentido años 50 de la palabra. Su producción parece deliberadamente lo-fi, casi destartalada, con una caja de ritmos en primer plano y la voz de Alaska en segundo, y aun así contiene uno de los mejores pre-estribillos de Fangoria: “el matrimonio ya no quiere decir nada / el sexo es algo pasajero e informal / yo quiero algo que nos una en cuerpo y alma / algo que sea para siempre y de verdad”. Su outro llena de «papapapá» y «ooooohs» echa por tierra la tesis del disco experimental.
La mejor y más curiosa dentro de los «no singles» es ‘Soy tu dueña’, una canción sadomaso que -esta vez sí- se adelantaba a ‘Erotica’, con una producción tipo oriental que también se adelantaba a ‘Ray of Light’, muy inusual en Fangoria. La co-escribió un taxista llamado Big Toxic que terminaría co-produciendo el disco, al que conocerían mediante Luis Miguélez. Dice Alaska en el citado libro: «Creo que ha sido la única canción que (Big Toxic) ha compuesto en su vida, siempre hace instrumentales. Nos gustó e inmediatamente empezó a colaborar. Danny le dijo que trajera todo el equipo que tuviera, que era un equipo muy casero, y le puso en una esquinita del estudio para que se pusiera a hacer arreglos al tema ‘En mi prisión'».
Fangoria hicieron discos mucho mejores que ‘Salto mortal’ después y su gran mérito sin duda ha sido conquistar a las nuevas generaciones con los sencillos editados en la década de los 2010. Pero aquí caben, junto a guiños al pasado (no solo en los samples a ‘Fan fatal’, hay una mención a ‘El hospital’ de Pegamoides en ‘Contra viento y marea’), precedentes de lo que vino luego. El gusto por el drama de ‘La razón de vivir’, por la superficialidad (la acid «Hagamos algo») luego reproducido en ‘Más es más’ o ‘Dramas y comedias’, por el bolero en ‘Llorar’, por el saxo y el clarinete de ‘La razón de vivir’ mucho antes de que colaboraran con Mastretta… Incluso canciones que tienen todo el carácter consciente de cara y serie B, como ‘Extraña forma de vivir’, tienen algo interesante que decir, en este caso hablando de una lucha interior.
En todo caso y en este caso con razón, no es un disco favorito de la banda, que tan solo de manera muy puntual ha recuperado sus temas en vivo. Decía Alaska en el libro de su esposo: «Nos volvió a pasar lo mismo que en el proceso de grabación de ‘Fan fatal’, es decir, que teníamos limitaciones en cuanto a conseguir lo que teníamos en la cabeza. Lo que nos salía era algo mucho más simple de lo que en realidad podíamos estar buscando. El disco lo produjo Danny Hyde y es verdad que tampoco llevó la producción hacia un sitio concreto, no tenía un estilo definido sino que huía de todo lo que pudiera ser concreción. Entonces lo llevó hacia otro lado al que nosotros hubiéramos tendido». La cantante afirma a continuación que el trabajo después con el mismo productor en ‘Un día cualquiera en Vulcano 1.0’ y ‘Un día cualquiera en Vulcano 2.0’ ya fue mucho más «concreto», refiriéndose seguramente a temas como ‘En la Disneylandia del amor’ o ‘Sálvame’.
One Path, el proyecto de Javier Bilbao que ha venido publicando temas sueltos, mixtapes y colaboraciones desde hace unos cuantos años, está decidido a sacar lo que se considera su «álbum debut». ‘Sin plomo’ llegará al mercado el próximo 22 de marzo y el primer adelanto se publicaba hace un par de semanas. Era un tema instantáneo llamado ‘Rompe’ que se definía así: «es un tema de reggaeton pop sobre la tensión y el vínculo que se genera entre dos personas en una fiesta mientras bailan una canción y, aunque efímeros, esos minutos significan un mundo».
Estos 3 minutos de música pop también significan un mundo pues conforman un hit potencial de ritmo reggaeton, beats más propios del urban estadounidense o Mad Decent e incluso con un piano salsero; en el que destacan frases sensuales como «quiero sentirte hasta el hueso». Aunque si algo destaca es, claro, ese estribillo en el que Bilbao repite insaciable «rompe, rompe, rómpeme» antes de que la canción termine de manera abrupta solo para pedir más. ¿Es ‘Rompe’ su ‘Muérdeme’ particular?
El tema está producido por el trío Kickbombo mientras que el vídeo -un tanto Parchís, sólo falta el verde- está dirigido por la productora Voleurs De Pain. El disco ‘Sin plomo’ pretende ser una actualización del reggaetón primigenio, pues One Path, nacido en 1992, creció escuchando títulos como ‘La Gasolina’: «El título nos deja claro que La Gasolina es el eje que vertebra el álbum, por un lado rindiendo tributo al hit generacional del padre Yankee y por otro lado simbolizando movimiento, combustión, energía, fuerza y rabia: el renacer de un nuevo y revitalizado One Path». Os recordamos que en cierta ocasión One Path nos respondió una entrevista hablando exclusivamente de Daddy Yankee para nuestra sección «Meister of the Week».
Lo mejor del mes: escucha las últimas «Canciones del Día»
Tanto la BBC como Channel 4, principalmente, bordan el formato miniserie. Una o dos temporadas, cinco o seis capítulos, y a otra cosa. Nada de exprimirla como la última de ‘True Detective’. Calidad en vez de cantidad. Todas tienen un nivel enorme: escoge una al azar y casi seguro que aciertas. Aun así, para los más dubitativos, aquí va una nueva tanda de recomendaciones que completan las que ya hicimos anteriormente.
A Very English Scandal
En 1976, el líder del Partido Liberal británico, Jeremy Thorpe (un respetado hombre casado con serias probabilidades de ocupar el 10 de Downing Street), fue acusado de haber ordenado el asesinato de su supuesto amante, el joven modelo y cuidador de caballos Norman Scott. El “juicio del siglo”, como fue bautizado por la prensa de la época, tuvo una enorme repercusión en Gran Bretaña, precipitando la caída del político. El veterano Stephen Frears (‘La reina’, ‘Philomena’) regresa a la televisión recreando este famoso caso. Y lo hace cogiendo distancia, aplicando esa sutil y afilada mirada irónica que caracteriza a sus mejores películas. A pesar de tocar un tema trágico y profundamente triste, una historia real con una fuerte carga social y dramática –intento de asesinato, corrupción política, abuso de poder, represión y persecución homosexual- ‘A Very English Scandal’ está narrada con exquisita flema británica, como si cada capítulo estuviera contado (el guionista es de Russell T. Davies, famoso por ‘Queer as Folk’) a través de la sonrisa sardónica del político que interpreta Hugh Grant. Una comedia negra y elegante, como si a un guión de ‘Fargo’ le haces un nudo Windsor.
Disponible: Amazon
Derry Girls
La premisa argumental de ‘Derry Girls’ es irresistible: una comedia adolescente ambientada en un lugar tan poco asociado al humor como la convulsa Derry de los noventa, la ciudad de Irlanda del Norte donde se produjo la matanza del Bloody Sunday. Su creadora, Lisa McGee, fue una “chica de Derry”. Creció en esa ciudad fronteriza entre las dos Irlandas, donde la explosión de una bomba podía salvarte de un examen pero también fastidiarte una cita importante. “Esta bomba me viene fatal”, dice uno de los personajes tras un atentado. McGee mezcla de forma extraordinaria, con mucho humor irreverente y una muy eficaz construcción de personajes (tanto de las chicas como de las familias), la terrible realidad sociopolítica de la época con los problemas de un grupo de colegialas proletarias y malhabladas que estudian en un colegio de monjas (ojo al personaje de la directora). Diálogos punzantes, gags tronchantes (en el colegio de chicas aceptan a un chico porque tiene acento inglés) y una banda sonora que te sabes entera: ‘Insane In The Brain’ (Cypress Hill), ‘Push It’ (Salt-N-Pepa), ‘No Limit’ (2 Unlimited), ‘Girls And Boys’ (Blur)… y, por supuesto, ‘Dreams’ (The Cranberries).
Disponible: Netflix
Bodyguard
La serie que ha reventado los índices de audiencia en Gran Bretaña. Jed Mercurio, creador de ‘Line of Duty’, ha cogido el típico thriller protagonizado por un guardaespaldas (Richard Madden, el Robb Stark de ‘Juegos de tronos’) y le ha colocado un chaleco bomba. El resultado es una adictiva trama policial sobre terrorismo y corrupción política, desarrollada en un escenario cargado de tensión dramática y sexual. Los tres primeros episodios son una muestra del talentazo narrativo de Mercurio. A través de una sabia dosificación de la información y de un uso muy inteligente del suspense y del carácter ambiguo de los personajes, el guionista demuestra su enorme habilidad para jugar con las expectativas del telespectador y llevarle por caminos y desvíos inesperados. Paradójicamente, uno de esos “desvíos” es la causa de que los tres últimos capítulos sean algo más convencionales. La historia se resiente de una decisión de guión, perdiendo elementos de seducción. Aun así, consigue que el espectador siga clavado en el sofá como si le estuvieran apuntando con una pistola.
Disponible: Netflix
La chica del tambor
Tras su estupendo debut en Hollywood con la estilosa ‘Stoker’ (2013) y su regreso a Corea con la aplaudida ‘La doncella’ (2016), el director Park Chan-wook ha vuelto a la industria anglosajona con esta miniserie que adapta una de las novelas más famosas de John Le Carré. ‘La chica del tambor’ es la segunda producción de Simon y Stephen Cornwell, los hijos del veterano novelista (Le Carré es el seudónimo de David Cornwell), tras el éxito y lluvia de premios de ‘El infiltrado’. Esta nueva versión de la novela (se adaptó por primera vez en 1984 con Diane Keaton como protagonista) destaca sobre todo por cuatro aspectos: 1) el nivel de su producción, que se ve reflejado en la cuidada ambientación y los múltiples escenarios donde se ha rodado la serie (atención a la secuencia nocturna en la Acrópolis); 2) su estilizada puesta en escena, que mezcla de manera muy sugerente la caligrafía visual del thriller setentero con la estética de los melodramas de Fassbinder; 3) su protagonista, Florence Pugh, que ya demostró su potencial en ‘Lady Macbeth’ y que aquí empequeñece al gigante (solo de altura) Alexander Skarsgard; y 4) su pericia narrativa, capaz de exponer de forma muy efectiva una compleja trama sobre el conflicto palestino-israelí, y trazar estimulantes paralelismos con el presente.
Disponible: Movistar+
Las Ruinas son una banda divertida y fresca, que practica un punk-rock/pop vitaminado y con desparpajo. Llevan ya diez años alegrando el panorama del directo de Cataluña. El limeño Edu Chirinos montó el proyecto en 2007, que se consolidó como trío en 2009, con Toni López a la batería y Jordi Espinach primero y Jaime Bertrán después al bajo. Las Ruinas han sido una banda muy ligada a Barcelona y al sello El Genio Equivocado, que ha publicado prácticamente todas sus referencias; que son muchas, porque el grupo ha ido a lanzamiento por año desde 2009. Un día anunciaron que sacarían diez discos y se separarían. Lo que empezó siendo una broma se ha convertido en algo muy serio. El año pasado llegaron a su álbum número nueve, ‘Alucinaje’, y Las Ruinas desaparecen. Pero antes se van a despedir con una serie de conciertos; el 9 de marzo en Madrid (sala El Sol), el 15 y 16 de marzo (sala Vol) y el 12 de abril en Valencia (sala Loco Club). Por supuesto, su décimo disco será un directo que se grabará en breve. Así que quedo con Edu, Toni y Jaime en la tienda de El Genio Equivocado en el barrio de Gràcia para realizar una entrevista retrospectiva.
Empezasteis en 2007, 2008…
Edu: Sí, pero fueron maquetas que hacía en casa. Lo que fue grupo-grupo empezó en 2009. ¡Que incluso teníamos más integrantes! Después nos reformamos y fuimos ya un trío. Pero digamos que fue a partir de 2009-2010. Antes yo había empezado a hacer maquetas y canciones y luego ya salieron como Las Ruinas.
¿Y por qué diez años, diez discos y después la separación? ¿Estaba planeado desde el principio?
E: No, [la idea] apareció –creo- que en ‘Groarrr!’, el tercer disco. Ya habíamos hecho un par y, entonces, salió esa idea. Creo que la dije yo (risas). Y después quedamos atrapados, porque todo el mundo preguntaba por la idea de los diez discos.
¿¿Os habéis visto obligados, entonces??
T: ¡Fue de broma en una entrevista! Dijimos: “haremos diez discos en diez años” y ya en cada entrevista nos lo preguntaban y te reafirmabas.
E: Era el plan maestro. Se veía superlejano y se ha pasado superrápido.
El décimo disco será un directo, ¿verdad? ¿Dónde lo grabaréis?
En la [sala] Vol, en Barcelona. La primera fecha [15 de marzo].
Fecha que ya está agotada. Aparte de en Madrid, Barcelona y Valencia, ¿tenéis alguna fecha más?
E: No.
J: Tocamos en los sitios donde nos ha ido mejor.
El hecho de haber doblado fecha en Barcelona, ¿os ha sorprendido? ¿Os esperabais esta respuesta tan entusiasta, a pesar de ser un grupo que ha tocado casi cada semana? ¿O es que la idea de “el último concierto” anima más la asistencia?
E: Es que en Barcelona es donde tenemos más amigos, donde nos ha visto más gente… Creo que sí que esperábamos que se agotara. ¡Lo que no esperaba es que fuera bien la segunda fecha! (risas)
T: ¿Va bien?
E: Sí, han dicho que se van vendiendo anticipadas a buen ritmo…
¿Qué sorpresas podemos esperar en estos últimos conciertos (si se pueden anunciar, claro)? ¿Invitados? ¿Repertorios especiales?
E: (se lo piensa) Ehh… No (risas).
T: Yo lo pensaba en los ensayos: “ostras, podríamos invitar a gente”. Que ponga alguien algún tecladito, o que Hans [Laguna] toque la guitarra en algún tema. Lo pensé el otro día, pero como íbamos tan a piñón se me olvidó.
Jaime: Nos centramos en hacer un repertorio que más o menos abarcara todo. Y ya. ¡Con eso tenemos bastante!
E: Serán los conciertos más largos que jamás hayamos hecho. Siempre tocamos cincuenta minutos, ahora será una hora y media.
J: ¡Como mucho!
E: Lo cubrimos todo.
Repertorio hay…
E: Y se quedan fuera un montón.
¿Cómo se consigue ser tan prolífico?
T: Edu, que es un productor bastante…
E: Sí, siempre voy haciendo en casa.
T: Iba haciendo, nos iba enviando ideas. Mi email está lleno de correos con canciones. Nos iba enviando temas y luego los íbamos probando en el ensayo. A veces había emails con diez temas o bocetos por email.
E: Cada año salían unas cuantas canciones que funcionaban. Siempre había material.
Entonces habrá cosas que habrán quedado fuera…
J: Bastante. [Edu] tiene un bandcamp con las canciones que se quedaban fuera.
E: Con las grabaciones de una forma casera. Lo-fi.
¿Con el nombre de Las Ruinas?
E: No, a nombre de Edu Ruinas. Ahí hay pruebas que hacía en casa, como más subterráneo. Las que me han gustado más las he ido colgando.
¿Las Ruinas han sido un trabajo a tiempo completo?
E: Bueno… Sí.
T: A tiempo completo sí. ¡No hemos parado!
J: Había muchas cosas que hacer. Cuando teníamos local o cuando íbamos –o vamos, que aún vamos-, hacíamos muchas cosas que alguien tenía que hacer. Eso sí, nos repartíamos. Toni se zafaba un poco, pero luego hacía los diseños, que eso sí llevaba su tiempo.
E: Tenía su mes trágico de sufrimiento (risas).
T: Las dos últimas semanas antes de presentar. Siempre en el último momento.
Sí, las portadas son muy llamativas y representativas [todo el arte de los álbumes de Las Ruinas son obra de Toni]. ¿Tenías pensada siempre una imagen de grupo muy determinada, con ese tipo de ilustraciones tan coloridas y naïves?
T: No, en cada disco, lo que me ha salido. Supongo que el color es la forma que tengo de trabajar mi arte (como quieras llamarlo). A veces es lo que me salía, no me ponía a pensar. Bueno, en alguno sí que tenía una idea, ilustraba el disco o temas del disco, pero era “freestyle”, directamente. También he variado técnicas entre discos. En alguna dibujo, en otras imitaba un graffiti…
¿Y cuál es tu preferida?
T: Yo tengo mucho cariño a ‘Mutantes’ [‘Disco de Autoayuda para Mutantes’], que fue la segunda. Todas tienen una pequeña historia. La de ‘Butano!’ es muy sencilla. Y ahora la veo y… ‘Toni Bravo’ fue la que más triunfó porque era la más figurativa, con dibujitos que la gente podía entender. Luego las más abstractas a lo mejor pasan más desapercibidas, pero también les coges cariño, porque cada una es una etapa de Las Ruinas.
«Guided by Voices o Hüsker Dü sacaban incluso en un año dos discos. Iban a su ritmo, no al ritmo de la industria»
¿Creéis que ser tan prolíficos ha sido un lastre a la hora que los críticos valoráramos vuestro trabajo?
E: Bueno, también es verdad que, como iban saliendo muchos discos y muchos grupos…
J: No os daba tiempo…
E: … A asimilar el anterior y ya salía otro. ¡Una saturación de Las Ruinas! (risas). Yo siempre he sentido que la gente lo va descubriendo con retraso. Incluso si lo sacaras cada dos años, también lo descubrirían con retraso. Yo estaba inspirado en los americanos como Guided by Voices o Hüsker Dü, que sacaban incluso en un año dos [discos]. Iban a su ritmo, no al ritmo de la industria.
J: Yo creo que eso cansa más al fan que al crítico. El crítico igual hasta lo valora, le da un punto más a que seas tan prolífico. Mientras que el público sí que ves que se queda un poquito atrás, llegan al disco ya con retraso.
E: Supongo que ahora harán una revisión de todo (risas). ¡Todos de golpe! [Justo antes de la entrevista Edu me había comentado que iban a entrevistarlos también de RDL y de Mondosonoro. Después de mí, además, esperaba uno de los colaboradores de ‘Els Experts’, un programa de Catalunya Ràdio].
Estáis muy ligados a El Genio equivocado. De hecho, después de vuestras dos primeras referencias (‘Butano!’ y ‘Disco de Autoayuda para Mutantes’ ), el resto lo han editado ellos. ¿Cuán importante ha sido el apoyo del sello?
J: ¡Cierra la puerta! (risas)
J: No hubiésemos podido hacer un disco por año sin ellos. Bueno, no sé. Probablemente. ¡No lo hemos podido comprobar! Pero eso nos ha facilitado las cosas para que pudiéramos hacer un disco por año.
E: Nos pusieron en el mapa, porque cuando empezamos no nos conocía nadie. Fue nuestra primera experiencia con un sello, nunca habíamos tenido uno.
T: Otra cosa buena es que nunca nos han dicho nada. Hemos sacado lo que hemos querido.
J: Les preguntas, “¿te gustó el disco?” y es… [silencio] (risas)
E: A veces notabas que con alguno había menos entusiasmo que con otros.
J: Pero eso pasa con todo.
T: Nos han llevado a festivales, en una furgo ahí apretados, por su pueblo… Cosas así.
¿Habéis tenido también apoyo dentro del circuito de Barcelona? ¿Os habéis sentido arropados desde el principio?
E: Al principio, Xavi Pons de Mondosonoro. Fue la primera entrevista que [nos] hicieron, nos puso en las listas… Luego DJ Monamí, que trabaja en Discos Revólver, fue una apasionado desde el principio y nos hacía mucha promoción.
T: Ponía los discos de Las Ruinas en la tienda con comentarios en pegatinas: “¡Llévate el disco!”.
E: Hi Jauh [Usb?], la gente del Depo [Depósito Legal, mitiquísimo bar de L’Hospitalet de Llobregat], del Heliogàbal…
T: Ultralocal [Records] también.
«Quedamos atrapados, porque todo el mundo preguntaba por la idea de los diez discos»
¿Cuántos conciertos habéis dado durante estos años? Porque ya he perdido la noción de las veces que os he visto anunciados.
J: Yo antes llevaba un excel con todos los conciertos.
E: Yo tengo fotos de todos los conciertos, pero no los he contado. Tengo carpetas de cada bolo.
J: Hemos hecho bastantes. Si lo comparas con otras bandas, hemos tocado muchas veces. Bueno, igual a ti te parece que tocamos mucho… pero a veces nos parece poco. Hay grupos que salen todos los fines de semana a tocar.
E: Tal vez se juntaba el lanzamiento del disco con los conciertos y parecía que estábamos ahí a tope.
T: Pero es que los grupos profesionales hacen muchísimos más conciertos y giras enormes.
J (a Toni): ¡Pero nosotros somos un grupo profesional, no me jodas! ¿O no somos profesionales? (risas)
T: Pero meterte en furgo y giras por veinte países y…
J: ¡Pero eso depende de cómo te lo montes!
Pero esas macrogiras duran unos meses y después las bandas descansan durante un año o más. Y vosotros descansar no me parece que hayáis descansado mucho…
J: Sacando un disco por año no puedes descansar. No puedes desconectar ni un mes. No pasamos ni un mes sin ensayar.
E: A lo mejor en agosto, en vacaciones.
¿Cuáles son vuestros planes futuros tras el último concierto?
E: Pues descanso, supongo, primero. Imagino que sí, que cada uno tendrá planes de música. Yo sigo haciendo canciones igualmente, no paro.
J: Vamos a ser activistas del autocultivo (risas).
E: ¡Nos haremos críticos! (risas)
T: Yo hacía ilustraciones porque estaba en Las Ruinas, pero ahora yo que sé, voy a tener que buscarme otros grupos para pintar.
J: (a Toni) Yo ya te lo dije; hacer portadas es lo más fácil que puedes hacer. Hay millones de grupos y habrá muchos que necesitarán que les hagas la portada… Gratis, como nos las hacías a nosotros (risas). (De vuelta a la pregunta) Seguir haciendo música.
E: Ya no será con Las Ruinas pero…
A ver, que esto no vaya a ser una táctica a lo LCD Soundsystem…
T: Hombre, si nos viene una discográfica superpotente y nos dice: “mira, os juntáis para hacer una gira y os pagamos tanto”, pues no sé…
J: (a Toni) “Una discográfica”. Pero… ¿qué estás diciendo?? (risas).
E: ¿¿Quién va a venir?? ¿¿Sony??
J: Será una promotora, ¿no? Porque si nos viene Sony, los que se frotarían las manos son Joan y Rafa [responsables de El Genio Equivocado].
E: Teloneros de Rosalía (risas).
T: Bueno, a lo mejor haremos una gira en el Primavera Sound de aquí veinte años.
J: ¿Una gira en el Primavera Sound?
T: Ay, un concierto…
J: (pausa). No, no lo veo. Pero uno nunca tiene que decir que no.
Entonces, ¿no cerráis la puerta a volver?
(silencio)
E: Bueno… Supongo que ya se verá. Si te apetece hacer algo especial de aquí unos años, pues se habla.
J: Yo te diría que no, pero mi esposa me prohíbe ser tan rotundo (risas).
T: A lo mejor hay una celebración y alguien se casa. Tiene que ser algo muy especial. Por ejemplo yo me caso y salimos a hacer unos temas.
J: ¿Tú te vas a casar?
E: Sí, pero te cobramos (risas).
¿No se os va a hacer raro pensar que no vais a estar más como Las Ruinas en la escena barcelonesa? Sois unos de sus máximos agitadores.
J: ¿Si nos da pena pensar eso?
Sí…
J: No.
E: Porque hay una avalancha de grupos que…
T: Sí, yo estoy viendo grupetes que empiezan a salir.
J: Hay muchos. Siempre han ido saliendo.
T: Gente de 20-21 [años] interesante.
E: Nuevas generaciones…
J: Con nosotros en la Vol tocan Diamante Negro que tendrán… ¿cuánto?
E: Sí, son muy jóvenes.
J: Y en Madrid No Fucks, que son unos chavales también. Estamos viejos ya…
E: … Para el rock.
«Carolina Durante dicen que su primer concierto fue con nosotros y eso siempre es mentira. ¡Siempre hay uno antes!»
¿Hay algún grupo de la escena con los que tengáis especial afinidad?
E: Hay unos cuantos que son colegas.
J: Hemos hecho amigos…
E: Contemporáneos sí, un montón. Que hayamos coincidido en conciertos, bastantes.
T: Sí. Los Ganglios, los Punsetes…
(Los tres): Cosmen Adelaida…
J: Tigres Leones también… Tampoco nos vamos a extender.
E: Cómo vivir en el campo.
J: Con los del sello, casi todos.
E: Aquí en Barcelona, bastantes.
T: Carolina Durante, en su primer concierto, tocaron con nosotros.
J: Eso dicen ellos.
E: Creo que fue el segundo.
J: Sí, porque dicen “el primero” y eso siempre es mentira. ¡Siempre hay uno antes!
Luego está vuestro estilo, me hace gracia porque en vuestro bandcamp ponga que hacéis Heavy Metal…
(los tres): ¡¡No!! ¡¡Heavy pop!!
Ostras, pues sí que he leído yo bien. Se me ha fastidiado la pregunta, porque iba a comentar que vosotros practicáis punk, pop, rockabilly, rock alternativo y a preguntar si eso del Heavy era un vacile… ¿Hay algún género en el que os sintáis más cómodos?
T y E: Eso viene del Myspace.
T: Cuando podías escoger “música religiosa cristiana” en “¿qué es lo que haces?”. Entonces te dejaba escoger varios géneros.
E: Y juntamos Heavy y Pop.
T: Cada uno va de muchos palos y de ahí sale el mejunje.
E: Al principio, cuando empezamos, nos pusimos de acuerdo en ir del rollo Pixies, Sonic Youth, Dinosaur Jr, etc. Luego ya fueron entrando las influencias de cada uno y fue más variado.
También están las letras. Edu es el autor de la mayoría de canciones. Casi todas están enraizadas en Barcelona, pero también hay crítica social, relaciones sentimentales… ¿Hay alguna temática que te guste más, que creas que se te da mejor? ¿O esto va surgiendo de manera espontánea?
E: Depende del año tenía interés en diferentes temas. Tal vez sentía preocupación por la situación y escribía sobre cosas sociales. Luego ya saqué un disco que era como más personal… Sobre Barcelona, sí que es cierto que al principio me gustaba meter muchas cosas de Barcelona. Poco a poco fue desapareciendo y siendo cosas más generales. Pero dependía del año y de mi estado vital.
T: Un poco biográfico.
En este último destacan las letras de ‘Piensa por ti mismo’ o ‘Lo que siento por ti’, en que cantáis: “Han matado a Berta Cáceres (…) / tú sólo quieres escuchar lo que siento por ti”.
E: Esa es de Jaime.
J: Esa es mía, sí.
¿Creéis que la situación que hemos vivido en Catalunya durante este último año y os ha contaminado un poco en el momento de elaborar las canciones?
E: Sí, seguro. Lo que pasa es que tampoco nos gusta que sea muy literal. Lo mejor es mezclar cosas porque al final todo se te mezcla en la cabeza y sale algo que es un poco reflejo. Me gusta que no sea tan definido, sino que sea un poco más abierto.
J: ¿Pero la situación en Catalunya cómo? ¿Dices la política?
Sí. El tema del Procés, el referéndum del 1-O, toda la tensión… Que no os haya afectado a la hora de componer de una manera u otra…
E: Sí, no se puede escapar.
J: Pero no creo que haya afectado tanto en la parte de las letras, ¿no? Hubo una época en que sí que hubo muchas protestas, y salieron algunas letras como ‘Este espíritu’ [de su álbum de 2013 ‘Acidez house’].
E: A mí sí que se me van metiendo ideas y cosas, entra un poco ahí en la mezcla y… sale. Porque son cosas que vives aquí y es imposible escapar.
Y tú Jaime, ¿crees que la situación actual de tu país –Venezuela- sí que te ha podido influir de alguna manera en las letras o en la música a la hora de componer?
J: Es lo que dice Edu: no es tan claro. Es como viéndolo todo como más… alejado. Este tema, ‘Lo que siento por ti’, es sobre eso. Fue como que todo se va a la mierda alrededor pero… no nos importa. Simplemente estamos pensando en nosotros y en nada más. Creo que pasa un poco lo mismo con la situación política de Venezuela, aunque lo que sucede es bastante distinto. La gente se enfoca en lo que quiere, y no piensa en las consecuencias ni en todo lo que pierdes en realidad. Por ejemplo, ahora todo el mundo quiere que saquen a Maduro, pero no les preocupa que haya una intervención. Y sí, estos tíos se tienen que ir porque lo están haciendo muy mal. Pero una intervención, ¿quién en su sano juicio la quiere? A la gente no le importa. Solamente quieren que cambie, bajo cualquier precio. A mí sí que me afecta, pero es más desde ese punto del egoísmo de cada uno, el no pensar en el bien común. Los que quieren esto, hay que conseguirlo y los demás que se jodan. Y es de esa manera que lo puedo llegar a reflejar en una letra.
«Cuando estás empezando, cualquier sala pequeña te cobra de 150 euros para arriba por tocar»
En los últimos meses, parece que hay una voluntad por parte del Ayuntamiento de proteger a las salas pequeñas. Vosotros que lleváis ya diez años tocando, ¿creéis que ha habido –o habrá- mejoras en el circuito de directos o es un brindis al sol que no se está materializando?
E: Espero que se materialice. Ojalá. Porque son las salas pequeñas el espacio en que la gente que empieza puede conseguir tocar su música, su arte. Y sin ese tipo de espacios es muy difícil hacer música. Entonces ojalá que haya una ley que las proteja y haya un circuito.
T: Está muy bien eso de que puedas tocar así, porque siempre te encuentras el problema de que, cuando estás empezando, cualquier sala pequeña te cobra de 150 [euros] para arriba.
J: Cuando estás empezando y cuando no también.
T: Y que haya espacios para que los chavales jóvenes que tienen sus maquetillas para darse a conocer es muy guay.
J: La asociación de salas, que es precisamente la que organiza el concierto de Barcelona [los conciertos de las Ruinas en Barcelona están integrados en el festival Curtcircuït, organizado por la ASACC] hace un poco eso. Lo intenta, al menos por lo que sé. Darle la oportunidad a grupos pequeños de que toquen en los ciclos que montan y ellos se encargan del gasto de las salas. Pero bueno, este tema del Ayuntamiento está guay, pero hay que tener en cuenta a los vecinos. Que hay también mucha gente que se flipa. Pero se puede llegar siempre a un equilibrio.
E: Por ejemplo, el Ji Jauh.
T: Lo hacen superbién. Conciertos a partir de las seis. Y a las diez todo ha acabado.
E: Que es lo que sucede en otros países, que los conciertos son pronto. Y luego en las salas, hace más ruido el tum-tum-tum de la discoteca que otra cosa. Un concierto se puede celebrar pronto, como a las 20h, y luego ya no se molesta. Hay soluciones.
¿Creéis que ahora los chavales lo tienen más fácil que vosotros cuando comenzasteis?
E: Siempre van cerrando algunas [salas] y van abriendo otras… Por ejemplo, cuando empezamos nosotros no existía el Hi Jauh, que hubiera sido magnífico. Hemos tocado desde salas más normales, en Rocksound, por ejemplo, el Ceferino… íbamos buscando los sitios pequeños donde podíamos meternos.
T: En Centros Cívicos…
E: Luego la idea era juntarse con más grupos para ir a una sala más grande.
T: Y que vayan más colegas. “¡Venga, que hay que llenarla!”. Y recuperar por ejemplo la taquilla.
J: También lo vemos con nuestro reflejo, el de una banda de rock, por decirlo de alguna manera. Pero los chavales hoy en día lo tienen mucho más fácil para hacer música sin tener que pagar una sala, ensayar… Lo hacen en casa, lo suben y, si le gusta a alguien, ya le llamarán para hacer bolos.
E: Recuerdo que hubo una época en que hicimos muchos acústicos para poder tocar en bibliotecas, en bares pequeñitos, en FNACs, porque El Genio [equivocado] nos metió en muchos FNACs a tocar… y nos adaptábamos para poder tocar porque, si no, no tocábamos.
«Los chavales hoy en día lo tienen mucho más fácil para hacer música sin tener que pagar una sala, ensayar… Lo hacen en casa, lo suben y, si le gusta a alguien, ya le llamarán»
Se me hace rarísimo pensar en vosotros tocando de esa manera.
E: Pues piensa que íbamos a una biblioteca y tocábamos ‘Insecto’ con la acústica. Y Toni con una caja de ritmos.
Y la última pregunta, sobre los discos que habéis publicado, ¿cuáles son vuestros favoritos?
T: Yo creo que ‘Groarrr!’, porque nos empujó un poco para arriba. A ‘Mutantes’ [‘Disco de autoayuda para mutantes’], también.
J: Yo le tengo cariño a ‘Butano!’, que no lo hice yo. Es el disco que yo tengo como de fan de Las Ruinas. Y después terminé tocando las canciones. Y ‘Autoayuda’, que fue el primero que grabé con ellos.
E: Yo también, los dos primeros, porque era en los que teníamos toda la ilusión, el “¡Vamos a hacer!”. Los dos del inicio y luego ‘Toni Bravo’ y ‘Siesta Mayor’, que son los momentos en que hemos estado más inspirados.
T: A ‘Acidez House’ también le tengo cariño. Es como un disco secundario, no lo sacamos en vinilo y tiene también su qué. Y temas que están ahí y que nunca hemos tocado en concierto, caras B que tienen su rollo.
El detalle de que Jaime comenzara siendo fan de Las Ruinas lo desconocía.
J: Ellos empezaron con Jordi, que era el bajo y dejó el grupo. Yo había leído la reseña que había hecho Xavi Pons en la Mondosonoro de alguna maqueta que hizo Edu, y los seguía por Myspace. Entonces sacaron ‘Butano!’, yo tenía otra banda y les escribí para que hiciéramos un bolo juntos. Y ahí me dijeron “no tenemos bajista”, y dije: “Pues mira. A mí me mola mucho el disco y…”
E: ¡Él es guitarrista! Y yo soy bajista. Pero cuando empecé este proyecto me pasé a la guitarra para poder hacer canciones.
J: Y ya, fui un día a ensayar y, cuando volví, en el myspace ya ponía mi nombre en el bajo. Y yo me dije, “Vale. Pues ya toco el bajo con ellos”. Y ahí a los cinco meses ya entramos a grabar el disco.
T: El diez de abril fue cuando hicimos el primer concierto contigo.
E: Cuando vino a la prueba, no tenía barba. Venía todo peinadito y limpio.
J: ¡Siempre voy limpio y peinadito, eh! (risas)
El segundo vídeo más visto en Youtube España hoy es un clip en el que varias mujeres como Anna Castillo, Itziar Castro o Lluvia Rojo hacen un playback de una veintena de canciones muy populares que incluyen letras que demonizan a la mujer, la hacen de menos o la convierten en un mero objeto. Abundan los “eres mía”, de Bad Bunny a Julio Iglesias; pasando por canciones tan cuestionadas como ‘Mala mujer’ de C. Tangana o aquel ‘Corazón de tiza’ de Radio Futura que en los 80 hasta nos sonaba inofensivo. Hay temas que han sido muy debatidos, como el de Loquillo; otros muy defendidos por sus autores, como el del Dúo Dinámico; y otros muy recientes.
El vídeo ha sido realizado por dos youtubers llamadas Devermut y ha contado con la colaboración de mujeres implicadas en el mundo del arte y la comunicación. El listado completo de personalidades, según los propios créditos, es Anna Bertrán, Anna Castillo, Anna Verdú, Ariadna Tapia, Alejandra Victoria, Alexandra Gibert, Carla di Pinto, Carolina Ferrer, Inma Sust, Itziar Castro, Laura Baena, Laura Pedro, Lluvia Rojo, Luz Valdenebro, Lula Gómez, Marita Alonso, Marina Jade, Marta Cillán, Marta Riumbau, Maria Molins, Natalia Flores, Noelia López, Penélope Parra, Ramia Chaoui, Sandra Escacena, Sara Giménez, Teresa Lozano, Verónica Sánchez, Yaiza Sanz, Zaira Pérez y Zúa Méndez. Al final del vídeo se recuerda que el año pasado 98 mujeres murieron asesinadas a manos de hombres en España y que en 2016 hubo 140.000 denuncias por malos tratos. De ahí el nombre del vídeo, ‘Ni malas ni vuestras’.
Os dejamos con el vídeo y el listado completado de temas incluidos y cuestionados. Nuestra colaboradora Mireia Pería, en un análisis de los temas más exitosos en España en febrero de 2017 detectó frases abiertamente sexistas en un 32% de los casos, apuntando que otro 24% le parecía «ambiguo».
Eddy Lover / Rueda, rueda
Cacho Castaña / Si te agarro con otro te mato
Elilluminari / Perra
Platero y tú / La maté porque era mía
Bad Bunny y Drake / MIA
Anuel AA / Ella quiere beber
Romeo Santos / Eres mía
Julio Iglesias / Lo mejor de tu vida
J Balvin, Zion y Lennox / No es justo
Pimpinela / Como la tele
Dasoul / Si me porto mal
Dúo Dinámico / 15 años tiene mi amor
M-Clan / Carolina
Radio Futura / Corazón de tiza
Ozuna / Devuélveme
Hombres G / No te escaparás
6ix9ine, Anuel AA / Mala
Los Ronaldos / Sí, sí
Loquillo y Los Trogloditas / La mataré
C. Tangana / Mala mujer
Brytiago / Asesina (remix)
Brytiago / Asesina
La Casa Azul protagoniza la nueva portada de Rockdelux en promoción del nuevo disco del proyecto de Guille Milkyway, que se edita al fin en un par de semanas, el viernes 22 de marzo, 8 años después del último álbum del grupo. En una charla con la periodista Marta Salicrú, el artista habla sobre el retraso del disco, que llegó a desechar.
La historia se remonta a 2014. Entonces tenía un disco que «no acababa de estar pulido». Después, sufrió un desprendimiento de retina (el que le llevó a cancelar su actuación en el 10º aniversario de JNSP), se vio obligado a estar un año y medio «sin hacer nada» y cuando volvió al álbum no pudo acabarlo porque «ya no [le] representaba». Sin embargo después volvió a tener un «sentimiento de lástima» por esos temas y recuperó pistas, regrabó cosas pero «tampoco funcionó». «Al final muestro un trocito de cada uno de estos 8 años», indica y añade: «queda un álbum de transición para después empezar a editar singles cada poco. Que las cosas vayan saliendo tal cual las haga». Por eso, en cierto modo habla de este disco en pasado. «‘La gran esfera’ para mí ya está presentado, ya ha tenido su recorrido». Según Salicrú, hay 4 temas procedentes de la versión 2014 del álbum.
En otros puntos de la entrevista Guille Milkyway habla sobre su crisis de pareja con Silvia Sanz, de manera muy interesante sobre los estereotipos del rock al estar ahora en una banda con otros hombres («en algunas revistas no interesa que hable de preparar la merienda a mis hijos y para mí es parte esencial de mi vida, también artística») y bromea sobre terminar «explotando como una bomba nuclear» incluso en una clase de yoga. «Creo que (la fantasía de) entrar con una ametralladora en el centro de yoga es lo que mejor define el espíritu del disco», le indica en un WhatsApp a la periodista a las 5 de la mañana tras haberle pedido que no incluyera esa frase en la entrevista.
Os recordamos que ya conocemos 4 singles de adelanto de este ‘La gran esfera’ y que sus fechas de presentación están disponibles en la web de Elefant. La primera fecha es el 28 de marzo en OchoyMedio, Madrid.
Esta semana se ha sabido que Ana Torroja es la intérprete de la nueva versión de la sintonía de ‘Cuéntame cómo pasó’ en la que será nada menos que su vigésima temporada. La cantante ha ofrecido su interpretación más aniñada, al tiempo que ha declarado que esta es «la serie más importante que ha existido en este país»: «Es un regalo y me siento realmente honrada de formar parte del elenco de grandes artistas que han cantado esta sintonía. Y de formar parte de, creo, la serie más importante que ha existido en este país (…) Mi toque más personal es la voz, el color de mi voz, reconocible al cien por cien. Y luego mi forma de expresar es siempre con emoción. Yo no sé cantar sin emocionarme yo ni emocionar a los demás». Podéis oír su versión bajo estas líneas.
La cantante ha estado también esta semana de promo, acudiendo a ‘El Hormiguero’ para dar un nuevo «push» a su reciente single ‘Llama’, co-escrito entre otros por Rosalía, y producido por El Guincho y Alizzz. El vídeo del corte suma casi 3 millones de visualizaciones en Youtube, algo en contraste con las 400.000 escuchas del tema en Spotify, donde se refleja muy claramente que el mercado principal de la artista continúa siendo Latinoamérica.
Las ciudades que más escuchan a Ana Torroja son, en este orden, México DF, Santiago de Chile, Puebla City, Guadalajara (México, lógicamente) y Zapopan. Como veis, ni rastro de Madrid ni Barcelona. ¿Seguirá creciendo ‘Llama’ en semanas inminentes e irán sumando los sucesivos singles aportados por otros productores del underground como Henry Saiz y Pional?
Como pudimos hablar con ella misma, lo seguro es que de momento no hay disco a la vista. «Es un proyecto que está muy vivo, es divertido y emocionante. Seguramente saldrá un disco, pero antes del disco hay que hacer que la gente lo vaya descubriendo poco a poco y tenga ganas de escuchar más (…) Hay 8 canciones. Podría hacerse un disco de 8 porque hoy en día no hay cifras para hacer un disco. Pero de pronto aparece gente nueva, cosas y dices: “oops, me gustaría hacer algo con él y añadirlo”. Es un proyecto que está muy vivo, pero hay 2 o 3 singles claros que irán saliendo antes de que salga el disco».
“La canción trata sobre lo que es tener a una persona y quedarte congelado mirándola, quedarte suspendida en una tranquilidad aunque a ti te rodee el caos, va sobre encontrar tranquilidad y paz en ello. Y eso es algo maravilloso, porque la vida es dura. Es dolorosa. Creo que, durante mucho tiempo, yo no entendía lo que era el amor, he tenido un despertar tardío en eso. Estoy empezando a entenderlo ahora, y esta canción es una oda a eso”. Así se expresaba Allie X sobre ‘Focus’, uno de los temas más honestos y bellos que ha escrito, en una entrevista con Billboard, donde hablaba también de lo que ha escrito con Mitski o del concepto de ‘Super Sunset’, su siguiente álbum tras ‘CollXtion II’, y en el que abarca dos temáticas principales y más unidas de lo que parece. Por un lado, sus sentimientos hacia su pareja y el haber conseguido una relación pura e íntima en la “ciudad sin alma” que es Los Ángeles y, por otro, precisamente esa deshumanización a lo “late stage capitalism”.
Allie X tiene un discurso muy interesante sobre la industria actual de entretenimiento, al que no se le está haciendo mucho caso, como a su música en general. Lleva tres trabajos estupendos y ni eso, ni el apoyo de Katy Perry en su momento, ni haber coescrito la mitad de ‘Bloom’ o haber sido telonera en la gira de Hayley Kiyoko le ha servido para dar ese salto de fama o recibir la confianza de uno de esos ejecutivos a los que podría estar dirigida ‘Girl of The Year’. Cuando se le pregunta, la canadiense dice sin dudarlo que intentar ser un artista en la industria del entretenimiento te deshumaniza, que conoce a mucha gente pero no siente conexión especial con casi ninguno de ellos: “no quiero sonar a “pobrecita, vive en Hollywood y puede hacer música todos los días”, pero me he vuelto mucho más insensible y hastiada”.
La edad, y especialmente en una mujer, tampoco ayuda, como dijimos al reseñar su anterior disco, y como ella misma, además de mencionar explícitamente (“somebody gonna take my place, you gotta keep your system going”, “you start to get old when you turn 25”), ha tratado de reflejar en los álter-ego creados para el disco; una monja que representa la inocencia y autenticidad de un artista al llegar a LA, una aspirante a estrella cuyos delirios le hacen creerse más exitosa de lo que es, y una “chica sci-fi” que sería la más cercana a la propia Allie. Pero, realmente, las tres son Allie.
Cuando canta ‘Girl of The Year’ en directo, la aspirante a estrella sale a la luz, y Allie inicia un juego que por momentos siente de verdad: “canto desde esa parte de mí desesperada por estar en el foco y tener ese enorme público frente a ella, desde esa parte que delira y cuyos sueños son aún grandes… y es triste porque no estoy cantándola en un estadio, sino en un club”. Sin duda uno de los mejores cortes del álbum -tanto en su versión normal como en la que forma parte de la extensión “analógica” del disco, como decía mi compañero Jordi-, ‘Girl of The Year’ brilla con una melodía y una producción de esas que tan bien sabe hacer Allie, pero a la vez con un toque distinto, como ocurre en la lanadelreyesca ‘Not so Bad in LA’. Y es que aquí, además de volver a contar con Jordan Palmer, la autora de ‘Lifted’ suma en la producción a Captain Cuts (Marina and the Diamonds, Halsey, Broods, Carly Rae Jepsen), Kyle Shearer (Tove Lo, Carly, Melanie Martínez, RAYE), Pascal Reinhardt (ALMA), XSDTRK (Dua Lipa) o Donnie Sloane (Empire of the Sun). Hay temas cuyo sonido nos recuerda más a los ‘CollXtion’, como ‘Can’t Stop Now’ o la más ochentera ‘Science’, pero aun así guardan novedades y, sobre todo, una unidad en torno a las reflexiones de la canadiense sobre su propia experiencia. Unas reflexiones que comparten muchas más artistas, pero que (les) cuesta mucho verbalizar de forma tan clara.
Allie X no solo lo ha verbalizado, sino que ha sabido transmitir el mensaje en un notable compendio de canciones pop al que, por mucho que el gran público o la industria dé la espalda, es imposible no reconocerle su calidad y su valor. Puede que toda la falsedad y el bienquedismo que rodea a la industria, y que hace que en el espejo veas cada vez menos a un artista y más a un comercial de inmobiliaria, acabe desanimando del todo a Allie hasta el punto de que decida dedicarse a otra cosa… pero, de momento, no ha sido el caso. Y menos mal, porque, como cronista de este desengaño, no tiene precio. O sí.
Calificación: 7,8/10 Lo mejor: ‘Focus’, ‘Girl of the Year’, ‘Not so Bad in LA’, ‘Science’ Te gustará si te gusta: Sky Ferreira, Billie Eilish, Lana del Rey, Marina (sin Diamantes), Carly Rae Jepsen, la primera Ellie Goulding Escúchalo: Spotify
El Mundo, a través de su suplemento La Otra Crónica, destaca hoy en su portada un artículo sobre la relación entre Nacho Vegas, que publicaba otra vez en 2018 uno de los discos del año, el excelente ‘Violética’; y Andrea Levy, vicesecretaria de Estudios y Programas del Partido Popular, conocida aficionada a la buena música pop. Levy siempre ha tenido a Nacho Vegas entre sus artistas favoritos y ambos han sido vistos públicamente en alguna ocasión, como en un concierto de Pimp Flaco y Kinder Malo.
Desde hace un par de temporadas se ha rumoreado que están juntos, y El Mundo ha tratado ahora de hacer una cronología de la relación, llegando a hablar con un amigo de Vegas, cuya identidad por supuesto no se revela. El medio recuerda que ella «era fan del compositor asturiano, se tomaron unas cervezas y comenzó una relación que sorprendió a muchos y que es igual de indie que el artista».
La Otra Crónica afirma que vio a la pareja en un concierto de León Benavente en 2016, asegura pese al citado testimonio que «en 2017 la pareja consolidó su noviazgo de recital en recital» y cuenta que ese verano fueron vistos besándose en el backstage de Sonorama, como hace un par de semanas, al parecer, en la calle Goya. La citada fuente del periódico indica que «siguen juntos, pero no es que sean novios al uso, van y vienen y así se entienden», «ella estuvo varias veces en Asturias en vacaciones» y que «han encontrado el equilibrio con una relación que no responde a un noviazgo tradicional, pero se entienden bastante bien y se respetan».
El Mundo contrasta este tipo de relación con el modelo de familia de Pablo Casado o con la educación del Opus catalán en que se formó Andrea. El artículo obvia la bisexualidad de Nacho Vegas, sobre la que habló muy abiertamente en el libro sobre ‘Cajas de música difíciles de parar’; y el modo en que anteriormente ha bromeado sobre sus apariciones en la prensa rosa a raíz de su relación pasada con Christina Rosenvinge.
Inequívocamente Cranberries era la voz de Dolores O’Riordan y sin ella, la banda simplemente no tiene sentido. Pero el primer single del que será su último disco pone sobre la mesa lo que a la banda le gustaba una buena intro instrumental, larga de más, algo incasable con los tiempos de las playlists de Spotify, en que en poquísimos segundos tiene que entrar la voz principal. ‘Zombie’ tenía una intro instrumental de casi 50 segundos y una outro instrumental de 90 segundos (la mitad del tema era totalmente instrumental aunque por la potencia de la voz de Dolores parezca mentira), ‘Empty’ tenía igualmente 50 segundos de intro, y la letra de ‘Linger’ tardaba también 50 segundos en arrancar, si bien en este caso escuchábamos a Dolores tararear en medio de la música. Lo mismo puede decirse de otros temas al contrario: ‘Animal Instinct’ se cerraba con una outro sin voz en la que dominaba un punteo. La voz de Dolores no era tan omnipresente como parecía.
‘All Over Now’ se recrea en esa vertiente del grupo, pues se abre y se cierra con un riff con el sello de Noel Hogan, y esto es así porque era un sello de la banda, no porque O’Riordan no estuviera allí para añadir algo. De hecho, lo primero que oímos sí es su voz diciendo algo ininteligible. Después, 45 segundos instrumentales (en la versión del álbum, la intro está doblada). Hogan ha reconocido muchas dificultades para terminar demos como ‘Illusion’ tras la muerte de Dolores, y se han usado voces de Joanna, la corista en los directos de la banda; pero asegura que ‘All Over Now’ es de las que han quedado igual que la maqueta. De esta manera, Hogan y O’Riordan se equilibran como autores: ella tenía un buen pre-estribillo y un estribillo bastante contagiosos, mientras la guitarra ejecuta un punteo que se clava en el cerebro de manera instantánea, en este caso representando para mí lo mejor de la canción. La letra, pese a su mención a un «hotel de Londres», tan común a la vida y muerte de Dolores, habla sobre violencia doméstica, como confirma Billboard, que acaba de estrenar el videoclip. De ahí frases como «una cicatriz en su rostro» o «dijo que se había caído / tenía miedo de que se supiera la verdad».
Una mezcla de luminosidad y oscuridad presenta ese videoclip de ‘All Over Now’. La bonita animación de Daniel Britt representa “la luz de la esperanza en medio de circunstancias deprimentes”, y representa a una chica que vuelve a casa tras una aventura turbulenta en la montaña que parece simbolizar el dolor del pasado que se quiere dejar atrás. «Todo se ha acabado al fin», dice la unión del título de single y álbum.
Sobre el álbum, JENESAISPOP tenía ocasión de charlar recientemente con Noel Hogan, guitarrista del grupo, que explicaba así sus claroscuros: [Dolores] solía decir que era fácil escribir cuando estaba triste y en un lugar oscuro. Siempre hemos encontrado muy difícil escribir algo emocional cuando estás de buen humor. Sobre todo en cuanto a letras. Este nuevo disco fue escrito durante el último año, sobre todo a finales de aquel año (2017), y refleja esas emociones. Hay altibajos, pero en verdad como en cualquier disco de Cranberries. La gente espera un disco muy oscuro, pero hay que recordar que cuando lo escribimos no sabíamos lo qué iba a pasar, simplemente estábamos escribiendo otro disco de Cranberries, y por eso tiene esos altibajos”. Sebas E. Alonso, Jordi Bardají.