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Qué fue de Simply Red

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Simply Red llegan este jueves 9 de junio a Madrid para actuar como parte del ciclo Madrid Escena, por el que ya han pasado Love of Lesbian, hoy miércoles lo hace James Blunt, y próximamente lo hará Robe con las entradas agotadas, Diego El Cigala y Jason Derulo. Simply Red también actúan hoy en Barcelona (Jardines Pedralbes), en ese caso con las localidades agotadas.

A veces la prensa olvida documentar el éxito de ciertas bandas: diarios, semanarios y mensuales no han sido muy generosos con Simply Red, cuando son, en contra de lo que creen algunos, uno de los grupos más vendedores de la historia, muy especialmente en Reino Unido. Por allí fue 12 veces platino ‘Stars’ (1991), el disco que contenía la canción titular y otros éxitos como ‘For Your Babies’ y ‘Something Got Me Started’.

Y eso fue después de los 5 platinos de ‘Picture Book’ (1985), los 3 platinos de ‘Men and Women’ (1987) y los 7 platinos de ‘A New Flame’. Aquellos tres primeros discos de Simply Red dejaron hits como ’Money’s Too Tight (To Mention)’ y ‘Holding Back the Years’; ‘The Right Thing’ o la versión de ‘If You Don’t Know Me By Now’. Todo ello se traduce en una pasmosa colección de hits. El típico caso «conoces más canciones de Simply Red» de las que crees.

Porque a todo esto hay que sumar por ejemplo los singles de ‘Life’ (1995), que también fue 5 veces platino en UK. Allí estaban ‘Remembering the First Time’ (we made love!), ‘Fairground’ y un tema que suena a vida adulta y que recuerdo con gran cariño de adolescente, ‘Never Never Love’. “Ahora que hemos conseguido nuestra independencia, ¿qué vamos a hacer con ella?”, se preguntaba en la primera línea Mick Hucknall.

En España tenemos un especial apego hacia ‘Men and Women’, pues el disco fue top 3 por aquí (contenido por ‘The Joshua Tree’ de U2) y su primer disco de platino, de varios que lo lograrían inmediatamente después. ‘The Right Thing’ no pudo ser más explotada en Los 40 Principales, y por suerte es una canción que Simply Red no han dejado de interpretar en vivo.

Aunque el camino a veces ha sido tumultuoso. Para sorpresa de nadie, Mick Hucknall terminó siendo el único miembro de Simply Red ya a la altura de 1996. Tras las obligadas concesiones electrónicas de 1999 en ‘Love and the Russian Winter’, el grupo se quedó sin sello. En la autoedición primero, continuaron sobreviviendo en las listas aunque ya de peor manera. En 2010 Simply Red anunciaban su separación y una gira de despedida, que al final no fue tal. En aquellos tiempos Mick fue noticia por comentar que las críticas por apropiación cultural venían «de la ignorancia». Que el inventor del saxo era «blanco y belga». Que él estaba en la música para unir a la gente y no para dividirla.

Tan solo 5 años después de decir adiós, el grupo volvía con ‘Big Love’ (2015), dándole continuidad con otro disco llamado ‘Blue Eyed Soul’ (2019). No han de temer quienes no estén familiarizados con este, pues la gira actual de Simply Red viene a ser un «greatest hits» en el que únicamente suenan un par de canciones de ese último trabajo. De hecho, todos aquellos que encontraron confort en el soul blanco y amable de Mick Hucknall no es que vayan a sufrir mucho durante la interpretación de cosas como ‘Thinking of You’. Esta parece creada expresamente para el directo.



‘Top Gun: Maverick’ y Tom Cruise resucitan el blockbuster adulto

El poder cada vez mayor de los gigantes de streaming es una realidad. Por poner solo un par de ejemplos, Netflix lleva tiempo sin permitir carteles para las películas que produce: ni créditos del equipo ni incluso para el director, que muchas veces hay que intuir bajo el “una película de Netflix”. Solo algunas vacas sagradas podían permitirse ser las (costosas) excepciones, pero parece que ya ni eso, en un paso más de la compañía en la homogeneización de todos sus productos de ficción.

Este poder se ha disparado con la pandemia, y raro es que una superproducción se estrene solo en cines, mucho menos si es por la intuición/cabezonería de su protagonista. Claro que, si hay en la actualidad un actor al que se le pueda permitir el “capricho” de estrenar solo en cines y no en plataformas de streaming una película con un presupuesto de 200 millones de dólares, ese es Tom Cruise. Alguien que lleva más de cuarenta años siendo una estrella de cine, un valor (casi) seguro en taquilla, y respetado tanto por la crítica como por sus propios compañeros. Algo que, como apunta Nicole Sterling en una interesantísima pieza para el NY Times que os recomiendo casi como complemento a ‘Top Gun: Maverick’, es casi una especie en extinción – no en vano se lo dicen al propio Cruise en el momento más meta de la película.

Que Cruise represente esa estrella de cine que ya no se ve en este “mundo distinto” tiene un coste, y es que lleva la última década sin protagonizar un éxito de verdad… hasta ahora. Pocos apostaban por que ‘Top Gun: Maverick’ llegase siquiera a cubrir gastos: una secuela estrenada tres años después de su rodaje, y siendo además más recordada la original hoy día por su tema central, el tremendo ‘Take My Breath Away’ de Berlin, que por la película en sí.

Pues bien, ‘Maverick’ no solo es mucho mejor que la original de Tony Scott -tampoco era difícil- sino que ha superado en solo dos semanas los 500 millones de dólares, siendo el mejor estreno de la Historia en el Memorial Day, la cinta más taquillera en EEUU de toda la carrera de Cruise, y llevándose varios récords más, entre ellos el menor descenso en su segunda semana para una película que debuta con más de 100 millones de dólares, superando la marca de ‘Shrek 2’. Esto último es importante porque, como veis, no es una marca reciente: las pelis de Marvel y demás taquillazos de sagas actuales acostumbran a que la mayoría de su público acuda en masa en los primeros días. Es más una marca de esa época de la que habla Sterling en su artículo, una marca propia de los espectadores adultos de blockbuster. Esos que los cines creían haber perdido. Y es clave para entender por qué ‘Top Gun: Maverick’ funciona tan bien.

‘Maverick’ consigue que incluso el espectador cero atraído por los avatares testosterónico-patrióticos (si no existe eso, inventado queda) de unos pilotos de guerra acabe viviendo intensamente con ellos su misión, incluso emocionándose. Joseph Kosinski, su director, ya había demostrado su capacidad para blockbusters de gran calidad como ‘Tron Legacy’ o la estupenda e infravalorada ‘Oblivion’ (con banda sonora de M83), y en el guión echa un capote Christopher McQuarrie, ganador de un Oscar por el guión de ‘Sospechosos habituales’, y presente en las últimas entregas de ‘Misión Imposible’.

Ambos apuestan por eliminar varios elementos del pasado (de las cuestionables ausencias de Meg Ryan y Kelly McGillis a la presencia testimonial de Val Kilmer) e introducir novedades que a su vez conectan con él: Miles Teller como el hijo del mítico Goose, Jennifer Connelly como un interés amoroso de Maverick que le aprieta las tuercas como hacía Charlie, o un escuadrón de pilotos con perfiles parecidos a los originales (¡ahora con extra de diversidad!). Y ojo porque otra constante es la interpretación marica de esta historia: ya no hay frases y escenas homoeróticas tan parodiables, pero esta secuela da aún más motivo a quienes defienden esta teoría, y la forma en que se habla de Goose, los recuerdos del protagonista, todo ello se plantea en unos códigos que no son los usados en Hollywood para una amistad precisamente. Maverick parece un viudo.

La nostalgia sobrevuela (jé) esta película, pero lo hace de una forma que resuena tanto en quienes bailaron ‘Take My Breath Away‘ en las discotecas como en quienes en estos meses nos hemos puesto la original en Netflix/HBO Max. ‘Maverick’ cuida y respeta a sus personajes, les da personalidad sin confundirla con gags, y cree en la historia que te está contando de tal modo que, por muy penca que ésta pueda tornarse (puedes acordarte de aquel “el país de Abu Fayed” de ’24’ con las no-menciones a ese “peligroso estado”), te importa por las implicaciones que tiene en sus protagonistas.

Una vez tienen esta base de mínimos, se preocupan de que ‘Maverick’ sea un espectáculo visual para ver en el cine. Cuenta Kosinski que vio con Cruise vídeos de pilotos de la Marina que pusieron GoPros en sus cabinas y ambos estuvieron de acuerdo en que “si está en Internet de forma gratuita y nosotros no podemos superar esto, no tiene sentido hacer la película”… Os podéis hacer una idea del resultado. El periodista de cine Javier P. Martín dijo para bien que ‘Maverick’ es “el tipo de película en que Tom Cruise le da la mano a Jennifer Connelly mientras Gaga dice “hold my hand””, y la verdad es que resume un poco su espíritu. Por cierto que el tema de Gaga no es ‘Take My Breath Away’ (ni tampoco ‘Shallow’), sí, pero porque su cometido en la película no es el de representar un clímax, sino el de cerrarla.

Cuando, en aquel pollo que montó en pandemia, Tom Cruise decía de sí mismo y su equipo que eran “el espejo en que los demás se miraban”, no era un ejercicio de egocentrismo sino la verdad: Cruise defiende con uñas y dientes a Hollywood porque Cruise es Hollywood. Ese ideal que nunca fue real, pero que con la velocidad de consumo actual es, ahora más que nunca, poco más que (breve) fama y franquicias. Y una de las frases más repetidas de ‘Top Gun: Maverick’ puede entenderse también como una reivindicación del actor-estrella frente al personaje-franquicia: “no es el avión, es el piloto”.

Rigoberta Bandini hace funcionar la balada estival ‘A todos mis amantes’

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Rigoberta Bandini ha publicado su nuevo single, ‘A todos mis amantes’. Se trata de una canción acústica de cierto aroma portugués, una melodía de nuevo un tanto Mecano, y una producción aderezada con procesadores vocales que podrían haber realizado Hidrogenesse. La letra se dirige, como el nombre indica, a las personas a las que ha roto el corazón, y referencia ‘Perra‘.

Puede que no sea un tema llamado a suceder el pelotazo de ‘Ay mamá’, ni lo que esperabas para este verano, pero qué duda cabe de que sí asentará una base de fans que se cuenta ya por cientos de miles: la canción resulta preciosa en su equilibrio entre libertad y culpa, entre dramatismo y humor, muy presente en esa mención -y con esa forma- a los años 90.

‘A todos mis amantes’ es el primer tema de Rigoberta desde que ‘Ay mamá‘ alcanzara el número 1 de singles en España tras el fenómeno de Benidorm Fest. Desde que la catapultara a otra liga.

Previamente al anuncio de ‘A todos mis amantes’, un título más Julio Iglesias imposible, por parte de una artista que cuenta con un single llamado tal cual ‘Julio Iglesias’, Rigoberta había compartido un pequeño adelanto de la letra.

Esta semana, ‘Ay mamá’ ocupa el puesto 67 de la lista de singles española. Es el único tema de Paula Ribó en la tabla a día de hoy, después que el éxito de ‘Ay mamá’ provoca un efecto dominó en su repertorio con las entradas de ‘Perra’, ‘Too Many Drugs’, ‘In Spain We Call it Soledad’ y ‘A ver qué pasa’. Recientemente, Rigoberta estrenaba la versión primigenia de ‘Ay mamá’, que está formando parte de sus conciertos, y también el videoclip de la versión final, que trajo polémica.

Por otro lado, recientemente también reseñamos el libro ‘Vértigo‘ de Rigoberta. Joric valora que «funciona perfectamente como retrato generacional». Un texto en el que Paula «refleja muy bien la angustia, desorientación e incertidumbre vital de una veinteañera en plena ruptura sentimental y a punto de llegar a la treintena».

Estos días, Rigoberta sigue de gira con su «Rigotour», y entre los meses de junio y julio realizará una gira por festivales que le llevará a Primavera Sound, Bilbao BBK Live, Mallorca Live, o L’Scala Itaca Festival de Girona, Sónica de Cantabria o Cruïlla de Barcelona, entre otros. La gira seguirá en agosto por Castellón, Almería o Logroño y concluirá en Granada en septiembre.

¿Qué te parece 'A todos mis amantes' de Rigoberta Bandini?

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FernandoCosta, top 5 en España; entran Liam, Cupido, Márquez…

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‘Un verano sin ti’ de Bad Bunny vuelve a ser el disco más popular en España y pasa una nueva semana en el número 1, pasado el paréntesis ‘Harry’s House’, que cae al 2. Rosalía y C. Tangana se mantienen en el #3 y en el #4 con ‘Motomami’ y ‘El Madrileño’ respectivamente, mientras la sorpresa la da en el número 5 FernandoCosta.

‘Tirititando’, el nuevo disco de FernandoCosta, es la entrada más fuerte en la lista de éxitos. El artista ibicenco da la sorpresa con su segundo álbum de estudio, y el primero desde ‘Yipiyou’ en 2018. Este incluyó éxitos como ‘Narcolepsia’ o ‘Pa que lo gocen’ y superó los 100 millones de escuchas en Spotify sumando todas sus pistas.

Con singles como ‘Hasta Cuando’ o ‘Fumando Serio’, y colaboraciones con artistas como Delaossa o Ayax y Prok, ‘Tirititando’ supone el regreso de uno de los raperos de referencia de la escena actual española.

Aunque en posición más modesta, también llega a la lista el nuevo álbum de Liam Gallagher, ‘C’mon You Know’. Eso sí, su puesto 21 sabe a poco en comparación con sus cifracas en Reino Unido (un número 1 por encima de las 70.000 unidades). El directo de Liam Gallagher ‘Down by the River Thames’ también aparece en el puesto 73 en nuestro país.

Dos entradas muy destacables en el pop nacional son la de Cupido en el #31 con ‘Sobredosis de amor’; y la de Rocío Márquez y Bronquio en el #77 con ‘Tercer cielo’. Son nuestros dos últimos «Discos de la Semana». Cupido no tienen soporte físico aún y el vinilo de ‘Tercer cielo’ no llegará hasta septiembre.

También entran Def Leppard con su nuevo disco, ’Diamond Star Halos’, en el puesto 16; Marta Soto en el 22 con ‘Todo lo que tengo’; Tate McRae en el 43 con ‘I Used to Think I Could Fly’; Michael Schenker Group en el 50 con ‘Universal’; la banda sonora de ‘Top Gun: Maverick’ en el 57; Kany Garcia en el 74 con ‘El amor que merecemos’; y Emilia en el 75 con ‘Tú crees en mí?’.



Cardi B recibe críticas por incluir ‘WAP’ y ‘Up’ en su próximo álbum

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Cardi B ha sido acusada en redes sociales de intentar impulsar las ventas de su segundo álbum tras confirmar que los singles ‘WAP’ y ‘Up’, de 2020 y 2021 respectivamente, formarán parte del disco. El proyecto, aún sin nombre ni fecha de lanzamiento, será el primero de Cardi B desde ‘Invasion of Privacy‘ en 2018.

La chispa de la polémica fue una entrevista de la artista con Centerfold en la que confirmaba la presencia de ambos singles en el álbum. Tras llegar la noticia a Twitter, un usuario escribió que la culpa de esto la tenía «la era del streaming» y que «los artistas solo hacen esto para recibir certificaciones por su disco».

Antes de borrarse el tweet, Cardi B respondió recriminando al usuario: «¿Por qué no has dicho nada sobre otros artistas que han puesto recientemente canciones previas a la pandemia en sus discos, o sobre gente que ponen canciones de otros en lo suyo…? Imagina mi canción más grande no estando en ningún álbum».

El usuario aclaró más tarde que el mensaje «no era un tweet de odio para Cardi», sino «una crítica a la industria musical y cómo esta afecta a la creación de un tracklist».

Finalmente, no todo fueron críticas, ya que algunos fans defendieron la decisión de Cardi B. Un usuario en concreto apuntaba que «el segundo disco siempre se suponía que iba a ser el hogar de WAP y Up», matizando que Cardi «se quedó embarazada y entonces las cosas se retrasaron».

«Tigini» y ‘La prendo’ de Bad Gyal, nuevos hits en España

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’Tití me preguntó’ de Bad Bunny continúa en el número 1 de la lista española de singles, con la novedad de que ahora mismo Bad Bunny ocupa el top 3 al completo. ‘Me porto bonito’ con Chencho Corleone sube al puesto 2 y ‘Ojitos lindos’ con Bomba Estéreo cae al puesto 3. Además, el álbum de Bad Bunny vuelve al número 1 de discos.

Pasando a algo que no sea Bad Bunny, la subida más fuerte de la semana es ‘Tigini’ de Rvfv y Kikimoteleba, que pasa del número 6 al puesto 4 con el mayor aumento de streamings. Y la entrada más fuerte de estos días es ‘La prendo’ de Bad Gyal, que llega directamente hasta el puesto 28. Actualmente este tema es puesto 39 en Spotify España, por lo que parece que tendrá cierta estabilidad en su segunda semana.

El resto de entradas oficiales al top 100 español son ‘Qué nos pasó’ de Anuel AA (#61), ‘Noche de teteo’ de Sech (#89), ‘Llueve’ de Wisin & Yandel, Sech y Jhay Cortez (#92) y ‘Meneito’ de Nil Moliner y Yera (#96). De todas ellas, la que mejor sobrevive en Spotify España y por tanto la que parece que tendrá algo más de recorrido es ‘Qué nos pasó’, la única ya en el top 100.

Otros movimientos interesantes de la semana son ‘Te felicito’ de Shakira y Rauw Alejandro, que sube al top 10 como previmos; y ‘Coronamos’ de JC Reyes, que asciende al número 22, consiguiendo un nuevo máximo.

Disco de la Semana: Cupido / Sobredosis de amor

El amor duele. Ya se nos había olvidado. Cupido -gran nombre de banda- se valen de esa máxima y otra igual de improbable en 2022 para diferenciarse. En un mundo en el que todo artista joven tiene que hablar de las maldades del amor tóxico, de que es mejor no regodearse en el sufrimiento en pos de cuidar la salud mental y la autoestima; Cupido cantan al desamor sin descanso ni miedo a resultar ñoños.

La otra diferencia es que lo hacen con una banda de pop-rock con bajo, batería, guitarra y teclados. La fórmula que les dio el éxito con su debut ‘Préstame un sentimiento‘, esto es, la suma de la voz procesada de Pimp Flaco con el grupo Solo Astra, sigue vigente un par de años después en ‘Sobredosis de amor’, el segundo disco que hoy celebramos.

Cupido tuvieron dos grandes éxitos en sus inicios: ‘No sabes mentir‘ y ‘Autoestima‘, el cual complementaron con la ayuda de Alizzz y Lola Indigo. Los singles que han venido presentando desde entonces no tienen aparentemente tanta pegada. A cambio, ofrecen un mayor nivel de introspección que encanta a sus seguidores, y sirva ‘La pared‘ como ejemplo, pues ha igualado los números de sus mayores hits.

Ya había un clásico de nada menos que Bambino con este nombre. ‘La pared’ de Cupido sirve como refugio a todos aquellos que sufren por amor, para que se desgañiten como Pimp Flaco lo hace cantando que:
«Voy a hacer una pareeeeeeeed
Entre tu vida y la míaaaaaa
Para no volverte a veeeeeer
Por lo menos cada díaaaaaa
Pero si quieres veniiiiir
También le pondré una puertaaaaaa
Y por si quiero moriiiir
Una ventanita abiertaaaaa»

Además de este momento «sing along», la música se para casi por completo para que la letra concluya que «la vida es una mierda», lo cual está rimado con que «voy a ahogarme con una cuerda». Hacía tiempo que un grupo -y encima underground-, no apostaba por estos niveles de recreación en el fango. Algunos lo llamarán «romántico», otros lo llamarán «emo», pero lo mejor de todo es que Cupido no es un proyecto cortavenas. Lo evitan sin aburridos manuales de «consejos vendo para mí no tengo», sino de otras dos maneras.

La primera es el humor, presente en muchas frases del disco, con demasiados puntos divertidos como para resultar deprimente. Comenzando con el juego de «loser» de Pimp Flaco como frontman, que ha de ser una broma, al menos en parte. En ‘Santa‘, se postula como «un creador como Tyler, jejé», además de proclamar derrotas y victorias con la rima «Caí en la trampa, tu sonrisa me encanta / Y la carita que pones cuando te atragantas». ‘Wallapop’ contiene un bobísimo juego de palabras entre «sentir» y «sentar» que contra todo pronóstico funciona. Ya el título se las trae, y viene de que Cupido van a vender todas sus sillas en esta APP: «Voy a tirar todas las sillas que tengo por el balcón / Porque total, a ti ya te da igual cómo me siento yo».

La segunda es que toda esta poesía carpetera y sencilla, tan asociable a los tiempos del instituto, se crece entre unas guitarras ahijadas del indie-rock que pueden recordar a los Smiths (‘Sobredosis de amor’, ‘Un cabrón con suerte’), The Cure (‘Dios no existe’) o el pop-rock de pega de Aitana (‘Wallapop’). A veces rugen y se distorsionan, pero nunca llegan a ensuciar demasiado el primer plano, manteniendo un punto de accesibilidad que explica perfectamente el éxito de Cupido. Y no, no son deprimentes. Es el trabajo de Al García, Toni D, Dannel y Luichi Boy levantarlas con sus instrumentos como logran con la misma ‘Dios no existe’, que resulta revitalizante pese a su título.

Son muchas las grandes canciones que encontramos en ‘Sobredosis de amor’ y cuando estas se les van acabando, la banda muy hábilmente va precipitando el final del álbum. La antepenúltima canción dura 3 minutos, la penúltima 2, y la última 1 en su parte cantada. Temen Cupido, todo el tiempo, que otro cabrón se meta dentro de la habitación de su chica. Ellos, más listos que el hambre, se meten mientras tanto en la de todos.

Alizzz, 2manydj’s, Mujeres… entre las confirmaciones del Low

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Low Festival, que se celebra entre los días 29 y 31 de julio y ya había anunciado la presencia de nombres tan destacados como Nathy Peluso, Fangoria, Primal Scream, Izal, !!!, Metronomy, Amaia, Carolina Durante, León Benavente y Dorian, entre muchos otros, tiene nuevas confirmaciones.

2manydjs (live), Alizzz, los franceses La Femme, Mujeres, VVV [Trippin’ You], Jimena Amarillo, Shego, Paco Moreno y Veintiuno son los nueve artistas que cierran hoy el cartel. JENESAISPOP vuelve a ser medio colaborador del evento, como podéis observar en la cartelería.

A falta de un anunciar una última sorpresa -muy esperada por los lowers- en el recinto y una última tanda de djs, con estos nueve nombres nuevos el cartel de Low Festival 2022 supera ya los 50 artistas confirmados. Los abonos de tres días y las entradas de día están a la venta desde solo 38€ hasta el domingo a medianoche, cuando subirá el precio en lowfestival.es. Como informamos en un podcast reciente, seguimos recomendando encarecidamente la experiencia del abono VIP POOL, con acceso a una piscina olímpica.

Podcast: A qué festival ir este verano

Vi de Born se inspira en Kanye, Calderón, Violeta Parra… ¿y Parade?

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Vi de Born, definido como un «poeta digital», es un artista originario de Chile actualmente asentado en Barcelona. Le inspiran el arte callejero, la música urbana y la poesía popular; lo que se traduce en unas letras que referencian la política y la literatura, como sucede en la canción que acaba de subir a las plataformas de streaming, ‘Por si alguna vez soñamos’.

Inspirada en ‘La vida es sueño’ de Calderón de la Barca, nos habla de inmigración a través de un mantero africano, mientras la producción musical se mueve entre proyectos como Gepe, Espaldamaceta y Parade. En su lista de influencias están indistintamente «la poesía de Violeta Parra y la imaginación de Kanye West», como indica su web en la comunidad de artistas Acqustic.

Vi de Born se formó cantando en los autobuses de Santiago de Chile, dejándose empapar después por el folclore y los estilos de varios territorios (pasó por Francia o Italia), como la música urbana y la electrónica de Barcelona.

Así se justifica que canciones como ‘Pequeña + Rubia’ comiencen como una acústica costumbrista y lofi tipo Tronco, que luego se deja decorar con varios tipos de arreglos electrónicos o incluso palmas flamencas. Palmas que también aparecen en la que es su canción más popular de momento, ‘La frontera’, de momento sin adivinar si serán indicativas de lo que está por venir.

Demi Lovato anticipa el proyecto favorito de su carrera, ‘Holy Fvck’

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Demi Lovato continúa dando los detalles de su nuevo disco. Hasta ahora sabíamos que habría cambio de sonido hacia el pop-rock, que barajaba un single llamado ‘Skin of My Teeth’… y ahora tenemos más detalles al respecto.

El largo que sucede al malogradillo ‘Dancing With the Devil… The Art of Starting Over‘ (todavía estamos esperando el vídeo con Ariana Grande) saldrá el 19 de agosto bajo el nombre de ‘Holy Fvck’, casi como el grupo. Incluirá 16 pistas, aunque aún no se han revelado sus títulos. Hoy se revela la portada del disco y también un tráiler.

En cuanto al single del que se venía hablando, ‘Skin of My Teeth’, saldrá este mismo viernes 10 de junio, presentándose en el show de Jimmy Fallon en la noche de este jueves 9 de junio, a tiempo para llegar a medianoche a las plataformas. Produce Warren “Oak” Felder, quien ha trabajado en el pasado con Alessia Cara, Nicki Minaj, Alicia Keys o la misma Demi Lovato, por ejemplo en gran parte de su último disco.

Demi Lovato ha declarado que «el proceso de hacer este álbum ha sido el que más me ha llenado de momento, y estoy agradecida a mis fans y colaboradores por haber hecho este viaje conmigo. Nunca había estado más segura de mí misma ni de mi música, y este disco habla por sí mismo». Además, tiene unas palabras de agradecimiento extra para sus fans, los «Lovatics»: «este disco es para vosotros».

‘Drag Race España 2’: ¿cómo demonios vais a superar esto?

La segunda temporada de ‘Drag Race España’ terminó anoche con cierta polémica. No tanto por su ganadora, que se venía adivinando desde hace tiempo, como por las formas. Y es que alguien tuvo la feliz idea de que hubiera 4 finalistas en lugar de 3… solo para impedir en el último momento que una de las drags más singulares, Marina, una de la que mejores momentos nos ha dado, comenzando por su homenaje a La Ocaña, no realizara el lip-sync final porque estaba eliminada (?).

Sharonne se hizo con la victoria, más que por algún as en la manga que tuviera reservado, por su constancia, demostrando que la experiencia y la edad -esa palabra misteriosamente peyorativa- pueden ser gigantes virtudes. Pero aquí quien ha ganado ha sido el espectador. Pocas veces un programa nocturno dominical ha hecho tan feliz a su target. En un momento de la semana delicado, casi abiertamente deprimente para la población, ‘Drag Race España’ ha acudido a nuestro rescate arrancando más que una sonrisa, una carcajada detrás de otra.

Mientras Nadal ocupaba todos los titulares de la prensa por su nueva victoria en Roland Garros, que bien por él, yo no podía dejar de pensar en lo estupendamente que se nos ha dado esto del Drag en nuestro país. Desde luego, teníamos las maneras. Lo teníamos todo realmente. La base: la pasión, el dramaqueenismo, el humor, la pluma que nos ha dado la copla, el flamenco, nuestro folclore. Mucho se ha tardado en dedicar un programa a Almodóvar, que el director manchego agradecía mediante un vídeo. Era imposible que no hubiera correspondencia entre Drag Race y el creador de ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’, personajes como La Agrado o escenas tan icónicas como las de Miguel Bosé cantando por Luz Casal. Todo esto era historia del pop, también; como ahora sus réplicas en drag.

Nuestro compañero iFar nos comentaba en un podcast que el segundo episodio de esta segunda temporada de Drag Race España era uno de los mejor valorados de la saga en todo el mundo. Tiene un 9,8 sobre 10 en imdb y merece la pena rescatar algunos comentarios en inglés: «la española es la mejor franquicia de Drag Race porque todo ocurre de manera natural». «El mini challenge, el maxi challenge y el runway han sido literalmente un 10. El talent show ha sido sin duda el mejor talent show de toda la franquicia Drag Race: saca los colores a la edición americana. Incluso las drags que han quedado en el bottom habrían ganado fácilmente el All Stars 5. No podría ni elegir mi favorita. Y me encanta cómo las reinas de la temporada 1 estaban alucinando y dijeron ellas mismas que no podrían haber hecho nada de esto el año pasado».

Porque un día desconfiamos de lo bien que lo podía hacer Supremme Deluxe, porque la gente se quejaba de tener a Los Javis hasta en la sopa y porque alguien no quiso ver lo divertida, inteligente y guapísima que es Ana Locking merece la pena volver a ver aquel «talent show» del 2º episodio de la 2ª temporada, y sí… qué grande fue. Sethlas lanzándose al vacío abierta de piernas después de haber sido un Transformer, Marina bordando un tango, Estrella Xtravaganza tirando ketchup, mostaza, mayonesa o todo a la vez desde unas tetas tipo Lady Gaga, Onyx dando a luz sobre el escenario, Sharonne haciendo de ventrílocua, Venedita aupada como Virgen María, Juriji entregada al canto lírico… Y yo pensando que el programa iba a apoyarse demasiado en las maldades de Jota Carajota.

La cosa no se quedó ahí, y ha habido otros momentos delirantes, como un homenaje a Raffaella Carrá que ya hubiera querido Eurovisión Turín para sí. A destacar Juriji, que ha terminado ganándose a todo el mundo riéndose de sí misma y del hervor que según ella misma le falta, sacándose el mítico teléfono de la Carrá de su mismísimo coño. Recordando que la imaginación es inteligencia también. O la pinta de Onyx haciendo de cuadro en el musical ‘La llamadrag’. O el día en que Estrella Extravaganza se liberó de una faja y espetó: «¡liberad a Willy!». O aquel en que Marina trató de derribarla en el ring de sumo jugando a la guerra psicológica. O cómo Marina consiguió una buena valoración en el Drag de la Comedia, cuando nadie habría dado un duro por ella. O el día en que alguien emuló una penetración anal y salpicó un chorrazo de sangre.

Pero mi momento favorito de todo el desarrollo del concurso ha sido el spot ‘Vente a España’ en el capítulo 7. Fue un acierto invitar a una persona tan ajena a la cultura drag como Ruth Lorenzo para comprobar cómo el programa puede parecer igual de tronchante a una persona heterocis. Sus caras eran un poema. «¡No, no, no, no!» y «¡sois muy fuertas!», terminó chillando descojonada al tiempo que se preguntaba qué demonios sería un glory hole. Las reinas habían ofrecido 3 spots en patrocinio de España con cerdeo, tetas fuera, mierda de pájaro y otros momentos inenarrables, pasando del estupor absoluto al delirio.

Aquello fue un no parar. Juriji y Veneditta querían representar a «una pareja de mujeres maduras que no asumen su edad y van a sitios de jóvenes» en un «chiringuirigay». Ana Locking las interrumpió para levantar la mano y exclamar, entre carcajadas: «¿¡no seré yo!?». Otro de los números terminaba asegurando que «en España nieva popper». Ni el Ministerio de Turismo del «gobierno de radicales» de Pedro Sánchez habría aprobado semejante eslogan o el de «las 3 emes: mar, maricas y mamadas». En un primer momento, el guión preparado por las drags generaba vergüenza ajena, desconcierto y extrañeza en su surrealismo y su carácter amateur. Demasiado zafio: hasta Los Javis se tapaban la cara como para ni ver ni oír. Tres minutos después te estabas perdiendo detalle porque estabas ahogado en tu propia risa, incapaz de asumir estar viendo nada de esto en tu televisor. ¿No sería, más bien, un sueño tras una fumada?

‘Drag Race España’ no se emite en abierto. A veces me pregunto qué pasaría si la audiencia casual más conservadora topara por casualidad con un fragmento de este show de A3Media patrocinado por pollofres de chocolate «con lactosa». Tiene sus partes bestias, pero en general pone en primera plana que la cultura drag está entre nosotros para hacer del mundo un lugar mejor: durante un rato nos hace olvidar nuestros problemas al tiempo que representa un espacio seguro para todas aquellas personas que no lo han encontrado. Y ahí tan emocionante ha sido el capítulo dedicado a las personas LGTB+ en su jubilación, como el relato de Marina de que sus padres siempre la han aceptado como persona no binaria. Hay esperanza para el siglo XXI.

Esta segunda temporada no se ha despedido con su mejor cara: un especial un tanto aburrido la semana pasada, y una final demasiado larga para lo que poco que había que contar, en la que además se ha hecho un feo a una concursante sin venir a cuento. Pero sin duda pasará a la historia por lo bueno, porque es el mismo formato el que nos ha enseñado a olvidar lo malo. Ayer Javier Calvo, que ha estado sembradísimo con sus juegos de palabras como jurado, compartía esta galería de fotos y yo al menos no podía parar de hacer Zooms sobre las reinas para reírme. ¿Cómo demonios piensan los responsables del cásting superar esto?

Angel Olsen presenta ‘Big Time’ este mes en España

Angel Olsen es una de las artistas más prolíficas de los últimos tiempos: no sólo va a disco por año desde 2019, sino que para la presentación de este ‘Big Time’ también ha rodado una minipelícula homónima inspirada en una serie de sueños que tuvo (que se estrenó con un directo en Twitch con participación de la propia Olsen) y además ya tiene preparada la gira de presentación.

Tampoco sorprende el cambio de registro de Olsen, que nos ha acostumbrado a no saber si debemos esperar un álbum con un grandilocuente “wall of sound”, como hizo en ‘All Mirrors‘, un trabajo de indie como ‘MY WOMAN‘ o un irreverente disco de versiones, como ese ‘Aisles‘ con el que nos sorprendió el pasado verano. Porque si de algo no se puede acusar a Olsen es de causar indiferencia: en cada nuevo trabajo podemos acampanarla en la búsqueda del sonido que la defina en ese momento. Incluso podemos apreciar con qué registros se siente cómoda o su querencia por la sencillez en álbumes como ‘Whole New Mess‘ o este ‘Big Time’ que nos ocupa.

Este nuevo trabajo se ha grabado en un momento clave en la vida personal de la artista: cambió de pareja, salió del armario ante sus padres y poco después, ambos fallecían con tan solo dos meses de separación. Esa colisión de acontecimientos tan dispares son el material con el que ‘Big Time’ está tejido, desde la euforia del tema que da nombre al disco y en el que canta al amor y a la vida (“And I’m living, I’m loving, I’ve loved long before / And I’m loving you big time, I’m loving you more”) a la tristeza y búsqueda de interlocutores de ‘This Is How It Works’ donde busca un hombro en que apoyarse (“I know you can’t talk long / But I’m barely hanging on / I’m so tired of telling you /It’s a hard time again”).

“No puedes planear el dolor, organizarlo o agendarlo ni saber cómo te sentirás cuando llegue, simplemente sucede”, contaba Olsen al sello con motivo del lanzamiento del álbum, y es precisamente esa impresión la que da el disco, la de tratar de colocar y asimilar dos emociones simultáneas y a la vez tan antagónicas como son el amor y el duelo.

Una de las cosas que más llama la atención del álbum es su acercamiento al country. Aunque no faltan los arreglos que ya son marca de la artista (‘Go Home’ podría haber formado parte del cancionero de ‘Song of the Lark and Other Far Memories’ o de ‘All Mirrors’, sin ir más lejos), aquí se lanza de cabeza a melodías y estructuras propias del country y que podrían haber firmado Dolly Parton o Loretta Lynn: ‘All the Good Times’, ‘Right Now’ o ‘This Is How it Works’ podrían sonar tanto en un festival europeo como en una sala de Nashville. Son canciones en las que se intuye el dolor, pero en vez de optar por el desgarro o la pornografía emocional, Olsen lo muestra de forma contenida pero profunda en baladas atemporales. Especialmente emocionante es ‘All the Flowers’, en la que habla de la búsqueda de la identidad, de la soledad y de la fugacidad del amor y la vida.

Angel Olsen suele facturar trabajos honestos en los que habla de emociones a flor de piel, y ‘Big Time’ no es la excepción, pero aquí lo hace con una profundidad y una madurez que emocionan más precisamente por la sobriedad de la que hace gala. Es un álbum tremendamente introspectivo y con unas letras y melodías que a ratos pesan, en las que no resulta tan fácil entrar como en las de otros trabajos, pero en el que es fácil acomodarse si se le dedica un poco de tiempo.

Angel Olsen actúa el 29 de septiembre en Madrid y el 30 de septiembre en Barcelona presentando ‘Big Time’, por lo que este será nuestro nuevo Disco de la Semana. Entradas, aquí.

Primavera Sound 2022: imprescindibles y 10 rarezas (finde 2)

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Primavera a la Ciutat

Hoy lunes 6 de junio a partir de las 20.00 en Paral.lel 62 vuelven a coincidir en espacio Hidrogenesse y The Magnetic Fields con sendos conciertos y una pinchada posterior por parte de Austrohúngaro. En Razzmatazz 2 podrá verse a Beak>, King Gizzard, además de a Spelling, que os destacamos bajo estas líneas. En Sidecar, será el turno de Cassandra Jenkins y Sinead O’Brien. Sons of Kemet tocan en Apolo como parte de la noche London Healing, y lo harán antes de separarse.

El martes 7 de junio recomendamos el concierto de Marina Herlop en LAUT. Renaldo & Clara y L’impératrice estarán en Paral.lel 62. Slowdive y Derby Motoreta’s actuarán en Razzmatazz después de otro show de King Gizzard. Y Doble Pletina estarán en Apolo un par de horas antes de Jorja Smith, que actuará a eso de la medianoche.

El miércoles 8 de junio La Nau nos traerá a Dry Cleaning y Erika de Casier, mientras Jorja Smith repetirá en Paral.lel 62 acompañada de Mafalda. Ride, Phoenix, Khruangbin estarán en Poble Espanyol junto a Magdalena Bay, una de las grandes joyas perdidas de este año. Goldie estará en RED58, Él mató a un policía motorizado en Sidecar, e Interpol además de Chet Faker en la Sala Apolo. Razzmatazz acogerá a Megan Thee Stallion, La Zowi y Albany, mientras Razzmatazz 2 tendrá a PUTOCHINOMARICÓN y una fiesta PC Music por la que pasarán Dorian Electra, A.G. Cook…

Primavera Sound Weekend 2: Imprescindibles

Jueves 9 de junio:
La primera jornada de este «finde» en el Fórum bien podría empezar con Dry Cleaning (18.50), Squid (19.45) o Khruangbin (20.05) y Ride (20.45). Desde las 21.35 actúan Interpol y a las 22.00 actúan Slowdive, en coincidencia en parte con Big Thief. Metronomy y Gorillaz actuarán también casi a la misma hora. Dua Lipa actúa entre 0.50 y 2.05 de la madrugada del jueves al viernes. John Talabot actúa a las 0.30 seguido de Bad Gyal (1.50), Tyler the Creator (2.20), Bicep (3.05) y 2manydjs (4.40).

Viernes 10 de junio:
El viernes comenzaremos la jornada bien de mano de CMAT o de Triángulo de Amor Bizarro (18.00) mientras Clairo saldrá a las 19.00. Poco después de las 20.00 coincidirán Courtney Barnett y Brittany Howard.

Rigoberta Bandini actuará a las 21.30 en coincidencia plena con Lorde. Los Strokes saldrán a las 22.55 y desde las 23.20 actuarán The Jesus and Mary Chain. M.I.A. coincidirá con Yeule en torno a las 0.30 aprox. A las 0.40 actúa la nueva banda de varios miembros de Radiohead The Smile, mientras a la 1.50 será el turno de Remi Wolf y de Run the Jewels. Después de las 2 pincha Grimes y hay show de Bleachers.

Finalmente el sábado 11 de junio, la cosa empezará fuerte con Genesis Owusu, que os destacamos aparte, a partir de las 17.00 y Sky Ferreira a partir de las 18.50, en coincidencia esta última con The Weather Station, Antònia Font y La Zowi. La tarde continuará con Arooj Aftab (19.55), Rolling Blackouts Coastal Fever (20.50) y Romy (21.30). Mogwai salen a las 22.00, más o menos a la par que Yeah Yeah Yeahs y Confeti de Odio. Angèle actúa a las 23.20 casi a la vez que Tame Impala, Jessie Ware a las 0.35 y Sen Senra a la 1.45.

10 joyas a descubrir

Spellling
Entre los mejores discos de 2021 destacábamos el último del proyecto de Chrystia Cabral, que dejaba atrás lo experimental de sus primeras entregas en favor de un sonido más variado y ambicioso, lleno de sintetizadores. Actúa este lunes 6 de junio.

L’impératrice
El grupo francés y de nu-disco ha publicado dos discos llamados ‘Matahari’ (2018) y ‘Tako Tsubo’ (2021) conteniendo singles como ‘Vanille fraise‘, de vídeo completamente imperdible. Actúan este martes 7 de junio en Paral.Lel 62.

Los Bitchos
Mujeres es un grupo compuesto enteramente por hombres y Los Bitchos es un grupo compuesto enteramente por mujeres. Serra Petale, Agustina Ruiz, Josefine Jonsson y Nic Crawshaw han sido de las más grandes damnificadas por la pandemia, dado el tiempo que su debut ha tenido que aguardar metido en un cajón, pero su música instrumental influida por la cumbia y el blues las pone definitivamente en el mapa. Actúan el martes 7 de junio en La 2 de Apolo.

Noga Erez
El mismo sitio y el mismo día, este martes 7 en La 2 de Apolo, podrá verse el set de la israelí Noga Erez, que adivinamos bastante teatral a juzgar por el gran single extraído de su disco del año pasado, ‘Kids’. Sigue siendo muy grande ‘End of the Road’.

Magdalena Bay
Entre las citas imprescindibles de Primavera a la ciutat, el dúo Magdalena Bay, popularizado en Youtube gracias a su imposible amalgama de estilos. Grupo de pop en definitiva, en toda su complejidad, su disco ‘Mercurial World‘ es apto para seguidores de Grimes y Charli XCX, pero con un punto más clásico. Están el 8 de julio en el Poble Espanyol.

100gecs
La misma noche de miércoles pero en Razzmatazz, de madrugada, será el turno de 100 gecs, el loquísimo dúo también de vídeos inclasificables. Este año tienen nuevo disco, aunque seguro que además de interpretar temas nuevos como ‘Doritos & Fritos’, hay lugar para recuperar singles antiguos como ‘money machine’.

Cazzu
Uno de esos nombres con millones de streamings en las plataformas pero no tan conocidos en nuestro país es el de la argentina Cazzu. La hemos escuchado en éxitos con Bizarrap, con Rauw Alejandro, con Natti Natasha… o ahora mismo con María Becerra en ‘Maléfica’, pero el jueves 9 de junio será el momento de averiguar cómo se defiende en directo ella sola. Acaba de publicar disco, ‘Nena Trampa’.

Danny L Harle
Especial ilusión porque especialmente puede ser recordado dentro de unos años es el espacio que se dedica en este Primavera Sound al sonido PC Music. No podemos tener ya a SOPHIE pero sí su impronta. Cuenta con su propia noche entre semana, como ya hemos indicado, con conciertos y sesiones de dj’s y además hay una noche HARLECORE este martes en la ciudad. Por otro lado, finalmente, Danny L Harle cerrará la jornada del 10 de junio en el Fòrum. ‘HARLECORE‘ fue otro de los mejores discos de 2021. ‘On a Mountain’ es una canción que no ha faltado ni en una sola de nuestras sesiones.

Pinkpantheress
También entre lo mejor de 2021 destacábamos el proyecto de la revelación británica Pinkpantheress, cuyo disco ‘To Hell With It‘ venía a condensar las cosas que la caracterizan. Por un lado, su interés por los ritmos drum&bass de los 90; por otro, su adaptación a los códigos de TikTok. Actúa el viernes 10 de junio.

Genesis Owusu
Igualmente entre lo mejor de 2021 destacábamos el álbum de Genesis Owusu y teníamos la suerte de poder charlar con él. Es una rareza verle por aquí, pues es australiano, por lo que no perderíamos la oportunidad de hacerlo el sábado 11 de junio a las 17.00 en el Fórum. Será ocasión de comprobar cuánto recuerda o no a TV On the Radio en su mezcla de rap, indie, rock, electro, funky y beats africanos en homenaje a sus ancestros.

Sofia Amores no quiere ser «mejor que nadie» en uno de los hits potenciales de su debut

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La joven madrileña Sofía Amores ha publicado estos días su primer EP ‘por no llorar’. En él recopila algunas de las canciones que ha presentado durante los últimos meses, algunas de las cuales os hemos venido presentando en playlists como Ready for the Weekend (novedades) y Sesión de Control (pop nacional). También hay un par de inéditos.

Las 5 composiciones de ‘por no llorar’, que han conquistado a gente como Guille Milkyway (la sigue en Instagram) recurren a distintas texturas. Puede ser la balada más ambiental como ‘de menos’, en la estela de James Blake. Puede ser el italo disco y el bedroom pop del que es de momento su tema más popular ‘pero no sé’. O puede ser la balada con guitarra de beat finalmente bailable ‘que no’, que no es una adaptación de Deluxe aunque por momentos consienta la existencia de un mash-up. El EP se completa con la canción también llamada ‘por no llorar’ y con ‘mejor que yo’, que seleccionamos como «Canción del Día» hoy.

‘mejor que yo’ se abre con unos sintetizadores ochenteros que son puro brillo, mientras Sofía Amores nos habla de sus inseguridades, probablemente como forma de autoayuda. «Mírame bien, no soy mejor que nadie / voy por detrás, no sé cómo alcanzarte» es el gran estribillo de un tema resplandeciente y eufórico en melodía y producción pero con sus momentos de duda en el trasfondo, en sintonía con el resto de sus composiciones. Os dejamos con el videoclip, que lleva el «bedroom pop» hasta su mayor extremo.

El otro ‘All I Want for Christmas Is You’: Andy Stone denuncia

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De todos es sabido que ‘All I Want for Christmas Is You’ de Mariah Carey ha terminado siendo su mayor hit. Aunque le costara 25 años llegar al número 1, actualmente es el villancico preferido en todo el mundo. En cuanto llega el Día de Acción de Gracias y el Black Friday comienza sistemáticamente un ascenso imparable en las listas, que le lleva a terminar en el número 1 en torno al Día de Navidad.

Pero hubo otros ‘All I Want for Christmas Is You’ antes de esto, y hay quien quiere sacar crédito de ello. Se trata del autor Andy Stone, que co-escribió un tema así llamado 5 años antes del disco navideño de Mariah Carey. Lo hizo para la banda de country Vince Vance & the Valiants, que publicaron un ‘All I Want for Christmas Is You’ tan pronto como en 1989. Ahora Stone ha denunciado a Mariah Carey por la friolera de 20 millones de dólares por «los daños que le ha causado». Se la acusa de una infracción de copyright y por apropiación indebida.

En la denuncia formal, no solo aparece Mariah Carey sino su co-autor Walter Afanasieff y Sony Music Entertainment. El ‘All I Want for Christmas Is You’ de 1989 no tiene casi nada que ver con la canción de Mariah Carey, pues está más orientado a la balada 50’s, sonando más cercano realmente a una de las baladas de ‘Grease’, tipo ‘Hopelessly Devoted to You’ de Olivia Newton-John, o incluso el ‘Make You Feel My Love’ de Bob Dylan.

Lo que sí tiene en común, aparte del nombre de la canción, es el concepto. La letra de este otro tema dice cosas como «no necesito cosas caras, no me importan / Todo lo que quiero no se puede encontrar debajo de un árbol de Navidad» que podrían aparecer perfectamente en el tema de Mariah Carey. De hecho, en el de esta aparece una frase casi clavada. De «All that I want, it can’t be found underneath the Christmas tree» pasamos a «I don’t care about the presents underneath the Christmas tree».

El ‘All I Want for Christmas Is You’ de Vince Vance & the Valiants solo fue un éxito en las listas country y es curiosa su inspiración en los años 50 y 60, pues a su vez hubo otro tema llamado ‘All I Want for Christmas Is You’ en 1966. Lo interpretó entonces Carla Thomas y contenía la frase «Give the neighbours all the presents under the tree». Os dejamos con los 3, aunque en este caso son sus letras y conceptos los más comparables.


Kate Bush, número 1 global casi 40 años después: ¿cómo es posible?

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Si ya hace unos días hablábamos de la re-entrada de ‘Running Up That Hill’ en las listas de éxitos a cuenta de su uso en la cuarta temporada de ‘Stranger Things‘, esto se está volviendo ya monstruoso: a la hora de escribir estas líneas, el tema no solo ha superado en reproducciones a la hasta ahora campeona entre las canciones de Kate Bush ‘Wuthering Heights’, sino que es #1 en el top global de iTunes, y también finalmente de Spotify, superando a las ochocientas canciones de Bad Bunny y a los recientes lanzamientos de Jack Harlow o Lizzo.

Ha sido este lunes 6 de junio cuando, en el global de Spotify, al final se ha producido el sorpasso: ‘Running Up That Hill’ sube al número 1 con 8.422.766 reproducciones. ‘As It Was’ de Harry Styles queda en el puesto 2 ya a la baja con 7.880.981.

La pregunta de este titular tiene una respuesta corta: porque ‘Running Up That Hill’ es un temazo, y Kate Bush una reina. Pero ambas cosas ya las sabemos y, por suerte o por desgracia, no son suficientes para conseguir esta hazaña. Son importantes factores, como desde luego lo es la alta popularidad de ‘Stranger Things’, pero es probable que el ingrediente secreto tenga que ver con cómo la serie usa esta canción.

‘Running Up That Hill’ suena ya en el primer episodio de la nueva temporada, y seguirá sonando -y siendo mencionada por los chicos- en otros más, pues es la canción favorita de Max, una de las protagonistas, que está viviendo una etapa difícil y acude a ella buscando paz. Y justo es eso, el efecto terapéutico que puede tener una canción y que tanto nos apasiona a los melómanos (y a cualquier persona, realmente), lo que los hermanos Duffer exploran con el tema de Bush, aderezándolo con fantasía y, ojo, terror.

Porque eso es una de las principales novedades de esta temporada. A diferencia de mis compañeros, no me entusiasmó ni siquiera la 3ª de ‘Stranger Things’, pero he caído rendido ante esta cuarta, en mi opinión superior incluso a la primera (que, más allá de una buena ejecución de nostalgia, no me parecía que aportase demasiado).

El giro al terror se nota incluso en las referencias o guiños tan propios de la serie: de ‘E.T.’ o ‘Los Goonies’ pasamos -exceptuando anacronismos como ‘The Ring’ o ‘El silencio de los corderos’- a clásicos del horror de la época como ‘Halloween’, ‘Terror en Amityville’, ‘Carrie’, ‘Hellraiser’ (!) y, sobre todo, ‘Pesadilla en Elm Street’, incluyendo hasta un cameo de Robert Englund. Precisamente es a una película de esta saga a lo que recuerda más el uso de ‘Running Up That Hill’ -y la temporada en general-: la excelente tercera entrega, ‘Los guerreros del sueño’, que además también lanzó a las listas de éxitos una canción, ‘Dream Warriors’ de los metaleros Dokken, escrita para la película.

Cuenta Variety que Kate Bush es muy selectiva a la hora de aceptar que se usen sus canciones, pero era fan de la serie. Ahora ha enviado un comunicado dando su bendición y asegurando que no puede aguardar al desenlace de estos capítulos, dentro de unas semanas. La encargada de la música de ‘Stranger Things’, Nora Felder, saltó de alegría al recibir el “ok”, porque era el tema que más le encajaba, tanto por contexto histórico como por las sensaciones que transmite la canción, su punto épico e incluso su letra.

Y es así hasta el punto de que ‘Running Up That Hill’ no solo “aparece” en la temporada, sino que es casi un personaje más, o al menos un acompañamiento perfecto en la cuidada evolución de Max, que nos lleva hasta una catarsis, e incluso sigue presente después de ella. De hecho, no sería extraño que volviese a aparecer en la segunda parte de la temporada o incluso en la quinta y última temporada, aunque su peak a priori haya sido en esta tanda de episodios. Por cierto que, casualidad o no, estos días ha salido un cover de Kim Petras en exclusiva para Amazon.

Muere Alec John Such, bajista original de Bon Jovi

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Bon Jovi informan de la muerte de su bajista original, Alec John Such, a los 70 años, sin especificar la causa del deceso.

La banda expresa en su comunicado: «Era genuino. Como miembro fundador de Bon Jovi fue fundamental en la formación de la banda. A decir verdad, nos encontramos a nosotros mismos a través de él. Fue amigo de la infancia de Tico Torres y trajo a Richie Sambora a vernos actuar. Alec fue siempre salvaje y estaba lleno de vida. Hoy aquellos recuerdos especiales nos traen una sonrisa a la cara y lágrimas a los ojos. Le echaremos de menos de verdad».

Alec John Such fue el bajista en la fundación de Bon Jovi, casi desde el principio. Entró en la banda a través del teclista David Bryan, al igual que su colega Tico Torres. Alec tocó en los 5 primeros discos de Bon Jovi, lo cual significa que tocó en muchos de sus mayores éxitos, pues al fin y al cabo estamos hablando de ‘Bon Jovi’ (1984); ‘7800º Fahrenheit’ (1985), el multiplatino ‘Slippery When Wet’ (1986), ‘New Jersey’ (1988) y ‘Keep the Faith’ (1992). Por eso fue inducido en el Rock N Roll Hall of Fame cuando le tocó a la banda en 2018, como podéis ver en el vídeo oficial de Youtube.

Alec John Such dejó Bon Jovi a principios de los 90, tras la grabación de ‘Keep the Faith’. Le sustituyó Hugh McDonald, que había tocado en el primigenio hit de la banda ‘Runaway’. Jon Bon Jovi dijo sobre su salida de la banda por aquel entonces: «por supuesto que duele. Pero he aprendido a aceptarlo y a respetarlo. El hecho de que yo sea adicto al trabajo, de que vaya del estudio al escenario y del escenario al estudio, y quiera lidiar con eso día y noche, no significa que todo el mundo tenga que ajustarse a eso. Alec ya quería irse del grupo desde hace un tiempo, así que no ha sido una completa sorpresa».

Hoy sus compañeros hablan de cómo le echarán de menos, como ha manifestado el mismo David Bryan en Twitter: «Fue un honor y un placer compartir el escenario y la vida contigo», ha indicado.




Asesinado a los 34 años el rapero Trouble

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Trouble ha sido asesinado al recibir un disparo en la mañana de este domingo 5 de junio en un complejo de apartamentos de Conyers, Georgia. Tenía 34 años. El sello Def Jam ha emitido un comunicado indicando que sus “pensamientos y oraciones están con sus hijos, seres queridos y fans”, destacándole “como una verdadera voz para Atlanta y una inspiración para la comunidad que representaba”.

El rapero, cuyo verdadero nombre era Mariel Semonte Orr, había publicado 2 discos y casi una decena de mixtapes, la primera de las cuales se llamó ‘December 17th’ y salió en 2011, siendo destacada como una de las mejores mixtapes de aquel año por medios como Complex. Incluyó su primer éxito ‘Bussin’’.

En 2015 apareció en ’Tetsuo & Youth’ de Lupe Fiasco y después colaboró con más grandes nombres. En 2017 fue fichado por el sello de Mike Will Made It y con Interscope, publicando el álbum ‘Edgewood’ en 2018 y ‘Thug Luv’ en 2020.

El primero, en la producción de Mike Will Made It, incluía colaboraciones con Drake, The Weeknd, Quavo y Fetty Wap y llegó a entrar en el número 130 del Billboard 200. ‘Brink It Back’ con Drake sería de hecho su mayor hit en las plataformas de streaming, con 31 millones de reproducciones en Spotify en el momento de su fallecimiento.

Podcast: El fenómeno Harry Styles

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Dedicamos el nuevo episodio de «Revelación o Timo, el podcast de JENESAISPOP» a hablar del fenómeno Harry Styles. ¿Alguien recuerda ya que el cantante fue o incluso es aún a día de hoy miembro de One Direction? Para muchos ‘Harry’s House‘ es el punto de inflexión definitivo de su carrera, pero analizamos también qué otros le trajeron aquí, como la cita a David Bowie y Pink Floyd en los tiempos de su debut, o ‘Watermelon Sugar’ en su segundo álbum, ‘Fine Line’.

Desgranamos cuáles son nuestras canciones favoritas de ‘Harry’s House’ al margen de una ‘As It Was’ que ya tiene un hueco reservado en nuestra lista de mejores canciones de 2022; comparamos el fenómeno Harry Styles con otros precedentes como Robbie Williams, y pasamos de puntillas también por su relación con Taylor Swift. ¿Nos podemos aproximar realmente a su vida y a sus pensamientos a través de sus letras?

En la última parte del episodio, hablamos de moda, cine y otras facetas del artista, sin pasar por alto su polémica respecto al «queer baiting», sobre la que diferimos.

Sharon van Etten / We’ve Been Going About This All Wrong

Los avatares biográficos de Sharon Van Etten han ido conformando su obra. Especialmente los intensos, como explica en esta entrevista a Rolling Stone. A principios de 2020 Sharon se las prometía muy felices: amor, maternidad, traslado de Nueva York a Los Ángeles con su pareja, futura boda… Pero la pandemia vino a chafarle la guitarra. Nada de conciertos, nada de salir y nada de boda. Encerrada en una casa con la que aún no se había familiarizado, lidiando con sus fantasmas, con un niño pequeño que exigía su atención y con una crisis de pareja espoleada por el confinamiento, Sharon se puso a componer.

El título ‘We’ve Been Going About This All Wrong’ (“hemos abordado esto de manera completamente equivocada”) suena a mea/nuestra culpa bastante sarcástico. Pero el sarcasmo está a años luz de este disco. A pesar de que Van Etten también tenga un ramalazo de humor negro, este disco desborda aflicción, añoranza y… baladas. Muchas baladas. No hay piezas de rock tan potentes como ‘Come Back Child’ o tan icónicas como ‘Seventeen’. A ratos, el disco hasta peca de ser un poco demasiado moroso. Pero a cambio hemos obtenido una compacta colección de canciones enormemente sentidas, en las que Sharon aumenta aún más su carga de sentimentalismo y dramatismo.

La domesticidad del disco queda patente no solo por la temática, sino por su elaboración. Van Etten se encarga de gran parte de los instrumentos y de la producción (junto a Daniel Knowles). Otra característica interesante es que Van Etten quería preservar la experiencia de “álbum”. No ha habido adelantos y no ha incluido canciones ya conocidas como ‘Porta’, ‘Used to It’ o la monumental ‘Like I Used to’. Es una pena que no esté; se echan de menos esas canciones imperiales que tan bien se le dan. Aquí Sharon parece más comedida a nivel compositivo, que no vocal: está especialmente interesada en la interpretación, en explorar y explotar las posibilidades de su magnífica voz, jugando con diferentes entonaciones, engolando, subiendo el tono o susurrando cuando la canción lo requiere.

El inicio ya avisa, con la tremendista ‘Darkness Fades’: solo hay que escuchar con qué gravedad entona su primer verso. Sharon hace un ejercicio de lucimiento bastante importante mientras se va desatando en un baladón muy a la Angel Olsen. A su hijo le dedica la súplica ‘Home to Me’. Entre sintetizadores, Sharon le canta: «You’re on my mind, do you not see?/I need my job, please don’t hold that against me” (“Estás en mi mente, ¿no lo ves?/Necesito mi trabajo, no me lo eches en cara”).

Hay que esperar hasta ‘Ill Try’ para encontrar rock recio, aunque tamizado por acordes de sintetizadores de dream pop. El tono desatado regresa en las fabulosas baladas ‘Anything’ y ‘Come Back’, tremendas ambas en su intensidad, en sus instrumentaciones ensoñadoras, sus crescendos y sus estribillos. O en ‘Born’, en que Sharon enrarece su voz, engolándola, pero donde también hay espacio para las explosiones instrumentales. El uso de la voz se hace particularmente destacable en ‘Darkish’, donde Sharon se queda sola con su guitarra: el largo aullido que suelta en el minuto 3:35 todavía no sé si me encanta u horroriza.

‘Headspace’ es una de las excepciones en que Van Etten escapa de la balada. Es muy Pixies en el puente y muy Garbage en su estupendo estribillo. Otra es ‘Mistakes’, zumbona, pegadiza y un single total. Es puro rock clásico de los 90: de hecho, podría ser fácilmente uno de esos hits noventeros que suenan sin descanso en los 40 Classic. Y no, no es algo peyorativo.

Quizás la falta de canciones señeras a primera escucha, la ausencia de un ‘Used to Be’ o un ‘Seventeen’ puede empañar la escucha del disco, que este resulte demasiado compacto o lánguido en algún momento. Pero es un álbum realmente hermoso: cuanto más se escucha, más apetece volver a él. Y como la misma Sharon Van Etten dice, no es un disco triste: «It’s not dark, it’s only darkish».

20 años sin Carlos Berlanga, «el auténtico rey del pop español»

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En 1990, Carlos Berlanga acudió a un programa muy popular en aquel momento en RTVE llamado 3×4 para presentar su carrera en solitario. La entrevista realizada por Isabel Gemio no contiene una sola pregunta relacionada con el estilo de su primer disco o sobre creación musical. Sin embargo, son 10 minutos en los que da tiempo a conocer al genio creador, en toda su contradicción.

Isabel Gemio no puede ser más incisiva preguntando y repreguntando, por ejemplo sobre la separación de Alaska y Dinarama, aquel grupo de Olvido, Nacho y él mismo posterior a los Pegamoides, que había conseguido publicar el disco más vendido de toda España durante 1985 (salió a finales de 1984), ‘Deseo carnal’. «Me tuve que ir por una serie de razones. Diferencias musicales, personales. Me encantaría seguir con ella. La quiero mucho, a Nacho también, pero la vida es así. No había más remedio que irse», explica.

Carlos Berlanga tiene tiempo en esos 10 minutos de hablar de lo que admira a su padre, el cineasta Luis García Berlanga; de si es un pijo al que le han dado todo hecho o no; de que no soporta vivir solo porque se deprime; de si es un autor de éxito o más bien todo lo contrario. No puede resumir mejor al artista esta charla: por un lado se come la cámara con unos ojos azules preciosos, sus gafas de pasta, cierto aire a Morrissey. Por otro lado se refiere a su «famosa timidez» con una sonrisa nerviosa, visiblemente sudado.

«No me gusta nada verme en la tele, ni oírme ni verme en fotos. Nunca me he gustado. Le pasa a mucha gente, no solo a mí. Casi nadie está contento consigo mismo», dice en un momento de la entrevista, como anticipándose a la llamada generación de cristal, mucho antes de que palabras como «autoestima» pasaran a la primera plana. Gemio está muy hábil también buscándole las cosquillas sobre su estatus. Le pregunta si es un «moderno o un posmoderno». Él responde: «Yo soy un clásico, ni posmoderno ni moderno ni nada»; Isabel se lanza a preguntar si lo que quiere es seguir sonando «dentro de 25 años».

Han pasado realmente 32, 20 desde que falleció el 5 de junio de 2002 a consecuencia de una enfermedad hepática. Y puede que no sea el nombre más citado entre las influencias del pop español a día de hoy, pero sus canciones permanecen en el imaginario colectivo, sumando decenas -en algunos casos casi cientos- de millones de streamings. No hay más que echar un vistazo a la popularidad actual aun a día de hoy de ‘Ni tú ni nadie’ o ‘A quién le importa’. Hace poco Pedro Almodóvar, que le encargó el cartel de ‘Matador’, por ejemplo, le llamó «el verdadero rey del pop español».

Alaska y Dinarama se separaron por «diferencias artísticas y personales». Los muchos libros que se han escrito sobre su carrera -de Rafa Cervera a Mario Vaquerizo- nos cuentan que él y Nacho Canut llegaron a las manos por mucho que nos cueste imaginarlo. En lo artístico, la divergencia está muy clara. El primer disco de Fangoria continúa la senda del sample y la electrónica de ‘Fan Fatal’, que Olvido y Nacho siempre consideraron de alguna forma el debut de Fangoria. El primer disco de Carlos Berlanga incluye una canción latina, una bossa y un dúo con Miguel Bosé porque era amiguísimo suyo. La primera frase del álbum es «harto de seguir las modas, harto ya de todas, todas».

Por desgracia, la carrera en solitario de Carlos será errática: diferentes discográficas, una pésima distribución y promoción, álbumes demasiado espaciados, apenas directo alguno como ese en que un jovencísimo Spunky, súper guapo y súper serio, aparece en los vídeos grabados en la Sala Morocco, concentradísimo en frases como “lo vi anunciado en televisión, detergente mágico, poderoso blanqueador”… y donde Carlos luce despistadísimo, en un error constante, pareciendo una cómica mezcla entre Jarvis Cocker y María Barranco.

Siempre esquivo con los directos e incluso en las sesiones de estudio, como se había visto en Dinarama, era ante todo un autor de canciones. Diría Almodóvar de él: «tengo la sensación de que su obra, musical o pictórica, se le caía de las manos en un parto espontáneo y sin dolor. Estaba dotado, y tal vez esa increíble facilidad impidió que creciera en él la idea de disciplina que todo artista necesita para arañar sus límites».

Sus álbumes solo, en cambio, rozarían la perfección, sobre todo en los casos de ‘Indicios’ (1994) e ‘Impermeable’ (2001). Primero, ‘El ángel exterminador’ (1990) no fue la mejor canción para presentarle solo. ‘En el volcán’ es la que esconde el mayor potencial en su debut, una canción vengativa que todo el mundo asume dedicada a Alaska por mucho que él, en la época, asegurara que «la quiere muchísimo». «No habrá más cartas este verano» de ‘El verano más triste’ se convertirá en la canción más coreada en el verano de 2002. ‘A tus pies’ tendrá una de sus melodías deliciosas. ‘Septiembre’ será otro de sus números más poéticos.

Pero será después ‘Indicios’ donde se apreciará de verdad el alcance de su talento. ‘Indicios de arrepentimiento’ será su gran himno en solitario, ‘Si no es por ti’ tiene talante para haber sido multiplatino. ‘¿Qué sería de mí sin ti?’ se permite ser una segunda parte para ‘Cómo pudiste hacerme esto a mí’, que en los 90 reinventa en una televisión con una actuación insólita, ¿medio erótica?, junto a Massiel, con unos contraplanos del público dando palmas completamente delirantes. Vainica Doble se pasan para reivindicar ‘La funcionaria’. Ana Belén borda su interpretación de ‘Aguas de Março’. Mientras el mundo indie descubría a gente como Los Planetas y Le Mans, Berlanga entregaba una obra atemporal en la que afloraban influencias clásicas y latinas, dispuestas a atravesar cualquier barrera en el tiempo. Él no era ningún indie. Lo suyo era gustar a la jet set, pero bromeando sobre la misma.

‘Vía Satélite alrededor de Carlos Berlanga’ (1997) supuso su reconciliación con Alaska y Nacho, pese a que estos tenían cierta reticencia a volver con él en lo profesional. Se las había hecho pasar canutas grabando ‘No es pecado’, por ejemplo. E ‘Impermeable’, editado en Elefant, sería su gran obra maestra final, al margen de la excelente ‘Vacaciones’ y aquella ‘Lady Dilema’ que el gobierno escogió para una campaña de Hacienda. Cuenta su productor Ibon Errazkin que a él le habría encantado. Están entre lo mejor de su repertorio pequeñas grandes maravillas como ‘Cul de sac’ o ‘Manga por hombro’. Canciones que parecen enanas y seguimos tarareando de memoria con el paso del tiempo.

Carlos Berlanga falleció a los 42 años, después de una histórica carta a Rolling Stone en la que, en respuesta a una crónica en la que alguien contaba que estaba preocupantemente delgado, aseguraba que estaba muy orgulloso de haber vivido la vida, de haber viajado, y haber conocido mundo. Nos quedamos sin averiguar cómo habría madurado como artista, si bien su hermano Jorge ofrece una pista en la excelente caja recopilatoria que se publicó hace poco con todos los CD’s, rarezas, vinilos, un DVD e ilustraciones. «A Carlos desde niño siempre le persiguió una existencia estética que habitualmente chocaba con las prosaicas normas de la vida cotidiana. De ahí la defensa de una frivolidad ilustrada, el desprecio a la política y a la intelectualidad trascendente a favor de un enciclopedismo trivial, el gusto por los géneros fantásticos y la afición morbosa por los seriales televisivos y la cultura basura». En el mismo libro varias personas relatan lo enganchado que estaba a Melody. Es decir, por mucho que nos guste intelectualizar sus melodías, sus exquisitos arreglos de cuerdas y metales, lo excitante de su madurez artística es que no habría sido la típica. Habría sido seguramente mucho más divertido que eso.

Sería deseable que su nombre apareciera más a menudo como influencia en otros artistas de hoy. Quiero pensar que su estilo es así de inimitable. Apenas se le intuye en artistas underground, algo que quizá él habría odiado, como Sagrado Corazón de Jesús, Monterrosa, Marcelo Criminal, Joe Crepúsculo o Hidrogenesse, que pudieron reeditar ‘Indicios’ en Austrohúngaro cuando no había donde encontrarlo, y después de que Astrud le ejercieran de teloneros en la citada sala madrileña en 1997. Echo de menos que gente como Cariño, Punsetes o incluso Carolina Durante recomienden más a los Pegamoides, porque no se habla lo suficiente de Carlos Berlanga. Pero bueno. Al menos toda su música en solitario está ahí, en las plataformas, disponible para todo el mundo, aguardando a ser descubierta por el OT de turno. No podemos decir lo mismo de sus colegas La Buena Vida.

La cárcel de Bronquio y 41V1L es la «calle de la tristeza»

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Esta semana estamos celebrando ‘Tercer cielo’ de Rocío Márquez y Bronquio como «Disco de la Semana». El único «featuring» del álbum es el de 41V1L (Livia), que aparece en el single ‘De mí’, la rumba. Pero hoy vamos a recomendar un tema que no está en este disco sino en el de Bronquio, también destacable.

Aparte de temas como ‘Granada’, que ya os presentamos, y ‘Fraudulento’, la canción estrella del álbum ‘Sea lo que sea’ es ‘Fui a comprar el cárcel’, que es precisamente una colabo entre Bronquio y también 41V1L. Es nuestra «Canción del Día» hoy. Más identificable como «Vivo en la calle de la tristeza» o «La Calle de la Tristeza» para los amigos. Y su descripción es así de intrigante: «si nunca has ido a comprar a la cárcel, no sabes lo que te pierdes».

‘Fui a comprar a la cárcel’ está influida por Los Chichos y Los Chunguitos, aunque al final no está tan lejos de un reggaetón. Nos cuenta 41V1L cómo surgió a través de un WhatsApp de voz: «Surgió como una rumbita, con una candencia de fandango rara comercialoide. Y le dimos un groove sabrosito. Como las demás canciones, surgió de letras y cadencias que yo tenía, se las presento a Santi, y Santi las convierte en lo que son».

El tema habla de «los peligros de anillarse un visigodo y otros riesgos como los amores platónicos», aunque la letra sugiere que habla de una prisión interior, a lo contribuye su atmósfera profundamente opresiva. «Habla de cómo el ser humano vive en determinados hemisferios de su cerebro y todo es susceptible de ser alterado. Se me alteró debido a una punción de lo que yo considero que era una persona que era un visigodo. Pero a lo mejor era un chaneke, vete tú a saber. Habla de una prisión interior pero a causa de una alteración en mi exterior».

En cuanto a por qué el nombre de ‘Fui a comprar a la cárcel’, concluye 41V1L también misteriosa: «No es sencillo, ni siquiera yo lo entiendo. He escrito a todas las Facultades de Psicología de España y me han dicho que nomenclaturas no me faltan, pero que sus investigaciones no van en esa línea. Un cisma en la existencia humana».

Disco de la Semana: Rocío Márquez y Bronquio / Tercer cielo

Sobre el papel, lo de mezclar folclore con vanguardia corre el peligro de repetirse tanto que deje de ser vanguardia. ‘Tercer cielo’, el disco conjunto de la cantaora Rocío Márquez con el productor de electrónica Bronquio (Santiago Gonzalo), viene para defender que las posibilidades al respecto son infinitas. Más que cerrar puertas por una cuestión de saturación en el mercado, las abre en muy diferentes direcciones.

A raíz de una remezcla de Bronquio para un tema de su disco anterior ‘Visto en El Jueves‘, Rocío Márquez y Santiago Gonzalo continuaron quedando para componer y producir, sin prisas ni plazos. Durante periodos largos de tiempo. Parten de la base de que «la comunión, el trance y la fiesta» son exactamente lo mismo en «los verdiales y en Berghain», y la idea no puede ser más excitante. Todo aquel que haya tenido una aproximación mínima a un tablao flamenco y al club alemán -o similar- sabrá que lo que prima en ambos escenarios, o al menos lo que se busca, es la evasión total. El olvido de tu vida diaria. La libertad.

No en vano, la libertad es el tema principal de ‘Tercer cielo’, como es muy perceptible en el estribillo de uno de los sencillos, ‘Un ala rota‘, o en el texto de Antonio Mairena que se recita al final del álbum: «el que se va, va diciendo en silencio qué grande es la libertad». Esto es exactamente lo mismo que se experimenta en Berghain, esa discoteca en la que lo mismo puedes sumergirte en un cuarto oscuro, que comprarte un helado, que en verano, tomar el sol. Y eso es lo que sugieren cortes tan inmersos en el techno como ‘El corte más limpio’.

Musicalmente, Bronquio no oculta sus referentes. Le inspiran Niño de Elche, le inspira Jamie xx, algo muy perceptible en las bulerías: tanto ‘Mmmm’ como ‘Exprimelimones’ son primas hermanas de ‘Gosh‘. Sin embargo, ninguno de los dos han llegado a sonar tan extáticos como el mencionado ‘El corte más limpio’, donde podemos hablar también de nombres tan trascendentales y espirituales de la escena electrónica como The Field.

El título de ‘Tercer cielo’ se refiere a la aceptación de que la libertad es algo cuya consecución depende no solo de las limitaciones de los demás, sino de las que te pones tú mismo (o algo así). Estructuralmente se sirve de 3 seguiriyas similares tituladas ‘La Piel 1, 2 y 3’, que toman un texto de Luis García Montero, aunque como decíamos al principio, las maneras de interpretar este disco son infinitas.

También podemos intuir que son los textos de Unamuno y Lorca que abren y cierran el álbum los que le dan forma acompañados de las adaptaciones de Rocío Márquez y gente como Carmen Camacho. Seguramente el espectáculo teatral que preparan termine de dar sentido a ‘Mercancía’, que es el momento psicodélico de Bronquio que se usará para dejar espacio a que Márquez se cambie de vestuario; a locuras cercanas al spoken-word como ‘Grande’ o al aguinaldo de ‘Droga Cara’.

Y otra manera de estructurar el álbum es a través de sus canciones más atractivas de manera independiente, que ocupan estratégicamente las posiciones 3, 4, 6, 12, 13 y 16. Es decir, tenemos un par de temas con cierto potencial hacia el principio, un par más o menos en la parte central y otro hacia el final.

Los verdiales de ‘Niña de sangre’ son locos como un colorido collage de Dan Deacon, uno de los productores que menos límites se ha puesto a la hora de amalgamar estilos: representan perfectamente el espíritu del disco. ‘De mí’ es, por selección del sello Universal, el tema más accesible del disco, una rumbita con 41V1L que recuerda mucho al trabajo en solitario de Bronquio. ‘Un ala rota’ es la canción donde mejor entendemos el espíritu del álbum por lo gráfico de su letra, aparte de contar con una guitarra eléctrica tipo twang que no esperábamos que se dejara caer por aquí.

‘Prefiero la muerte’ es una especie de post-trip hop inclasificable que haría recuperar tan odiada etiqueta hasta al escéptico Geoff Barrow. Y ‘El corte más limpio’ es el desenfreno que ha buscado todo el álbum, antes de la despedida de bajona, de amanecer, de volver a casa, de ‘La marca’. En ella Rocío Márquez nos habla de las cicatrices que nos quedan y que tratamos de ocultar. De nuevo, los posibles significados líricos son numerosos, como abstractas son las letras, a veces también un collage. Al final solo tenemos la certeza de que por el camino, Márquez y Bronquio derribaron parte del muro que delimitaba la frontera.

Primavera Sound mejora su logística entre estelares conciertos de Amaia, Low, Caribou…

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Dani Canto

La asistencia al Primavera Sound en la jornada del viernes estaba marcada por la expectativa de atestiguar mejoras en su organización, que había sido deficiente en la jornada inaugural debido al descontrol del aforo y las colas. El festival se puso las pilas y este viernes quedó confirmado que el abultado aforo no tiene por qué ser un problema si se regula en condiciones.

El viernes, desfilar el Parc del Fòrum de punta a punta para ir de un concierto a otro ya no era una misión hercúlea que diera ganas de encerrarse en un baño portátil y no salir hasta el día después. Al contrario, se desviaban flujos de gente con inteligencia para que no se crearan colapsos innecesarios. Y se repartían latas de agua gratis.

El buen ambiente se notaba ya en la llegada al recinto. No acompañaba el cielo gris, pero el nuevo disco de Bad Bunny ponía banda sonora a la llegada desde el teléfono de uno de los asistentes. Tan relajada estaba la gente (al parecer) que, cuando Beach Bunny expresaron su sorpresa por la cantidad de gente que había venido a verles, el público expresó una risa cómplice, como quitando hierro a la complicada experiencia del día anterior. Jordi Bardají

Que la jornada del viernes empieza mucho mejor que la del jueves fue evidente en la ordenada cola para ver a Low en el Auditori. Claro que el hecho de haber llegado una hora y cuarto antes puede haber influido. Marina Herlop desarrolla su música experimental y preciosista ante un público atento, hipnotizado por su propuesta, aunque estén aquí por Low en su mayoría.

Alan Sparwahk y Mimi Parker, acompañados en directo por la bajista Liz Draper, nos vuelven a demostrar que su reino no es de este mundo. Alan empieza imitando con su guitarra el sonido de un dial buscando emisoras de radio, así inician un ceremonial en el que desgranaran ‘Hey What’ casi al completo.

Y no es solo que consigan reproducir el sonido del álbum: es que lo llevan todavía más lejos. Fusionan ‘White Horses’ y ‘I Can Wait’. Los golpes de Mimi retumban y se clavan en el alma, adquiere velocidad de latido. Hay un increíble despliegue de luces que ayuda a llevar ‘All Night’ a la estratosfera, los juegos de voces sobrenaturales de ‘Hey’ nos dejan colgados en el espacio. ‘Days Like This’ la arrancan suavecita, suavecita, para luego arrearnos con furia, y ‘Don’t Walk Away’ consigue ser aún más el himno espiritual. Hay un pequeño conato de pánico cuando Alan dice que van a tocar la última canción (¡no!). Del nuevo disco, aclara, que es ‘The Price You Pay (It Must Be Wearing Off)’. Sólo hay dos canciones antiguas, como cierre: ‘No Comprende’ y ‘Sunflower’. Nos quedamos todos flotando, sabiendo que, otra vez, hemos visto algo que nos supera y nos lleva más allá. Mireia Pería

A decir verdad, que este año está asistiendo mucha más gente al Primavera que en años anteriores (al menos en apariencia) se nota por las importantes congregaciones de público que se forman en algunos de los conciertos más tempranos, como el de Weyes Blood. Era prácticamente imposible meterse en las primeras filas para verla de cerca y solo eran las 7 de la tarde. La pista frente al escenario y la explanada de césped de atrás estaban completamente tomadas por el público. Pareció que media Barcelona se enteró de que su nuevo disco «está en camino», en palabras de su autora. Mientras llega, canciones como ‘A Lot’s Gonna Change’ o ‘Picture Me Better’ siguieron sonando tan atemporales como las recordábamos.

A la misma hora, la actuación de Autechre es una improvisación sobre nuevo material llamada “Barcelona twentytwentytwo”. Completamente a oscuras, el dúo desplegó una música que asemejaba a alguien jugando a un videojuego de guerra en tu cabeza, pero sin resultar particularmente agresivos. Las luces de los móviles del público que buscaba el camino a su butaca o al exterior, ayudaron a darle el adecuado tono onírico; se veían sombras enormes que se proyectaban de repente en el escenario o destellos de luz que coincidían con algún patrón rítmico. Interesantísimo, pero la hora, la oscuridad y el arrullo electrónico hizo que alguno cayera en garras del sopor. Mireia Pería

La curiosidad por averiguar qué sonido ofrecía un grupo que recibe el nombre de Tropical Fuck Storm (hacen un rock experimental que a veces bordea el metal progresivo) me hizo perderme el inicio del concierto de Helado Negro. Es decir, me hizo perderme su mejor canción, ‘Gemini and Leo’. Sin embargo, su reconfortante dream-folk continuó suavizando el ambiente mientras un risueño Roberto Carlos Lange presentaba las canciones de su último disco. Jordi Bardají

A eso de las 8 de la tarde fue el turno de subirse al escenario de Amaia. Había ganas de escuchar en directo su disco ‘Cuándo no sé quién soy‘, y no decepcionó. La artista, nerviosa porque nunca tanta gente que conoce la había venido a ver en un concierto, abrió con ‘Bienvenidos al show’ como no podía ser de otra manera y, entre canciones de sus dos discos, presentó un setlist perfecto en selección y orden. ‘Yamaguchi’ sonó cuando más apetecía, la navarra cantó el número justo de baladas al piano (entre ellas su versión de ‘Fiebre’ de Bad Gyal) y, si había dudas en torno a si su debut superaría el paso del tiempo, hay que decir que canciones como ‘Quedará en nuestra mente’ ya suenan a clásicos.

Aunque debo hacer un apunte: el setlist no fue exactamente perfecto… porque a Amaia le obligaron a cortarlo antes de lo esperado. La artista no dudó en expresar su frustración de varias maneras por este imprevisto («a ver si ahora me van a quitar canciones») pero, si el setlist se abrevió, no se notó nada: probablemente se desprendió de ‘Un nuevo lugar’ o ‘Nadie podría hacerlo’, que sí tocó, por ejemplo, en Sevilla… pero desde luego no de ‘Quiero pero no’, ‘El encuentro’ ni mucho menos de ‘La canción que no quiero cantarte’, que cerró el show por todo lo alto a gritos de «cómeme el higo». Invitada al escenario, María Escarmiento hizo el papel de Aitana, ganándose los vitoreos del público. Jordi Bardají

La gran cantidad de asistentes de esta edición me empujó a cambiar de ruta. Una de mis prioridades era Little Simz, pero el recuerdo del gentío atiborrando el escenario Cupra para Dinosaur Jr me hizo desistir de la idea. De hecho, me llegaron bastantes avisos de que intentar ver a la británica era imposible. Así que me quedé en el escenario Ouigo (antiguo Adidas) y, por un rato, volví al Primavera de antes: se podía pedir en las barras rápidamente, se podía estar tranquilo. Y aun así, se veía bastante gente esperando a Za! & La TransMEgaCobla. Mucho público autóctono, antiguos parroquianos del Hi Jauh Usb?, unas cuantas camisetas de Mujeres (el grupo) y algún guiri despistado flipando. “Crazy! That’s crazy, man!”, nos gritó uno que acabó bailando frenéticamente detrás de nosotros. No fue para menos: el concierto más loco y divertido del festival. Edi Pou y Pau Rodríguez están acompañados un cuarteto de viento (la cobla) y dos vocalistas portentosas, que lo mismo te cantan que te pegan unos alaridos que te dejan seco. Arrancan con sonidos de sardanas, pero aquello torna en un huracán de ruido, vientos, juego y toneladas de diversión. ¿Que hacen una canción “en fenicio”? Nosotros la cantamos como si nos fuera la vida. Y encima cierran fusionando ‘Smack My Bitch Up’ de Prodigy y ‘Block Rockin’ Beats’ de Chemical Brothers. Festa Major. Mireia Pería

Valió la pena perderse a The National (por mal que suene) para ver el concierto de Pabllo Vitar. Entre tanto guitarreo, la brasileña ofrece algo diferente: ritmos de funk brasileiro que invitan a mover las caderas sin parar. Verla sobre el escenario bailar sus alegres y vibrantes canciones junto a sus bailarinas, todas vestidas de rosa como si fuera un concierto de Lola Indigo, fue refrescante. No faltó el remix de ‘Fun Tonight’ de Lady Gaga, aunque lo que brilló por encima de todo fue su operística voz de diva. Vitar fue una de las joyas «perdidas» del festival. Perdida en Mordor, en concreto. Jordi Bardají

Como cabeza de cartel, Beck no decepcionó. El cantante, ataviado con su habitual traje blanco y su sombrero insignia, no solo se entregó a su papel de «showman» para un público que iba mucho más lejos de lo que su vista era capaz de alcanzar, sino que presentó un concierto de sonido inmejorable, en el que especialmente las baterías y percusiones sonaban crespas y cristalinas como el día. Buen rock el que trajo Beck en canciones como ‘Everybody’s Gotta Learn Sometimes’ o por supuesto ‘Loser’. Jordi Bardají

Warpaint en el escenario Binance (antiguo Primavera) sonaron casi perfectas. Un concierto ideal para degustar en el césped, sin prisas. Reprodujeron de manera fidedigna la cuidada atmósfera de sus discos, con una gran parte centrada en su reciente ‘Radiate Like This’, abriendo con ‘Champion’ y llevando a la categoría de clásico ‘Hard to Tell You’. Pero también hubo algún momento de recuerdo a su pasado, como la magnífica ‘Love Is to Die’. Mireia Pería

Inauguró la medianoche el concierto de Rigoberta Bandini. Pensaba que la pista estaría a reventar de gente, pero supongo que los guiris estaban a otra cosa. Mejor, porque tampoco iban a corear los estribillos de ‘Perra’ o ‘Julio Iglesias’ como la artista se merece. Con el eufórico estribillo final de ‘Ay mamá‘ me pareció que mi cuerpo iba a entrar en combustión espontánea.

El directo de Rigoberta tiene sus pros y sus contras. El humor de Esteban Navarro, teclista e integrante de Venga Monjas (además de padre de su hijo), es un plus (en un punto del concierto le dio por cantar una «opereta» improvisada). El de Rigoberta también. Sin embargo, y como mencionó mi compañero David Moya en su crónica de Tomavistas, su repertorio aún no se sostiene del todo: la esquizofrénica ‘Cuando tú nazcas’ y ‘Que Cristo baje’ tienen pinta que desaparecerán de su repertorio en el futuro, y la versión electro de ‘La la la’ de Massiel… también.

No obstante, el final discotequero de ‘Too Many Drugs’ puso patas arriba a la asistencia, confirmando que si algo sabe Rigoberta es montar una pedazo de fiesta en la que ella siempre es quien se lo pasa mejor que nadie. Y su energía es contagiosa. Jordi Bardají

El colofón final de la jornada del viernes en Primavera Sound llegó con dos sesiones colosales. Por un lado, Caribou nos hizo ver el cielo con el trance feliz de ‘Our Love’, ‘Odessa’ y, sobre todo, la trifecta final formada por ‘You Can Do It‘, ‘Never Come Back’ y el himno oficial del Primavera ‘Can’t Do Without You’. Colocado en uno de los escenarios principales, en sustitución de The Strokes, está claro que Caribou se merece ser cabeza de cartel de cualquier festival. Además, se le vio entusiasmado por la reacción del público. Dijo que era «increíble».

Igual de enorme fue el show de Jamie xx. Abrió su nuevo single ‘LET’S DO IT AGAIN‘, que rompió la pista, y le siguieron clásicos de su repertorio como ‘Sleep Sound’ o la celebrada ‘Gosh’. Entre ritmos más tribales y otros próximos al hip-hop, Jamie xx ofreció una sesión de electrónica que gustó a todo el mundo. Jordi Bardají