La mayor injusticia hasta el momento en la carrera de Billie Eilish es que ‘WHEN I WAS OLDER’, su deslumbrante contribución al recopilatorio de canciones inspiradas en ‘Roma’, haya pasado desapercibida, al menos para los estándares de esta jovencísima cantante de Los Ángeles que, solo con su debut, se aproxima a igualar las cifras logradas por Ariana Grande en el mejor momento de su carrera, cinco discos después. Pero ‘WHEN I WAS OLDER’, que no está incluida en ‘WHEN WE ALL FALL ASLEEP, WHERE DO WE GO?’, no tiene sentido en el disco, pues es mucho más luminosa que cualquiera de las canciones contenidas en él, aunque al ser un single suelto lanzado entre el EP de 2017 ‘dont smile at me‘ y este nuevo álbum, y pese a haber salido después de dos temas que sí aparecen aquí, resulta un puente inmejorable para entender el modo en que Eilish se ha sumergido, casi de la noche a la mañana, en una oscuridad que antes era obvia solo en sus letras.
El fenómeno Eilish puede recordar al de Lorde hace unos años. La neozelandesa debutó a los 16 años (Eilish tiene 17) también con una propuesta bastante siniestra que recordaba a Lana Del Rey, aunque ella citaba entre sus influencias a Purity Ring o Burial. Las diferencias entre ambas cantantes son varias en cualquier caso, pues las canciones de Eilish están muy evidentemente salpicadas de melodías y arreglos propios del vocal jazz americano, como demuestran el single ‘bury a friend’, cuyo ritmo trotón recuerda al de ‘The Beautiful People’ de Marilyn Manson; la balada ‘xanny’, que suena totalmente intoxicada pese a rechazar las drogas en su letra; o los punteos de contrabajo presentes en ‘wish you were gay’. ‘bad guy’, que promete convertirse en el mayor hit de Eilish, tiene sorprendentemente cierto sabor electro-swing ; y ‘all the good girls go to hell’, con su pianito doo-wop, podría ser de la primera Lily Allen si no fuera por su tenebroso envoltorio.
Y es que lo que hace destacar a estas canciones, en su mayor parte, es su producción. Junto a su hermano y productor Finneas O’Connell, Eilish ha construido un álbum en el que la ternura de las melodías y de su voz, que en ocasiones suena tan cerca del micrófono que le puedes oler el aliento (‘xanny’), o como a punto de dormirse, convive con una producción absolutamente enturbiada compuesta de distorsión extrema, a veces próxima a la música industrial (‘you should see me in a crown’), silencios inquietantes, voces entrecortadas, bajos que remueven estómagos, risas enlatadas y efectos fantasmales varios, de una manera que puede recordar no tanto a la música gótica como a James Blake (‘when the party’s over’) o al Kanye de ‘Yeezus’ y por tanto a Death Grips (‘bury a friend’), entre otras cosas que hemos escuchado en la última década (la manipulación vocal de ‘8’ sigue una tendencia reciente en el pop). De hecho, ‘bury a friend’ samplea el sonido estridente de un perforador dental grabado por Eilish un día que acudió al dentista, pero si la producción del álbum mola no es por los sonidos que integra (la sirena de una ambulancia en ‘listen before i go’, por ejemplo) sino por los sonidos que imita.
Dice Eilish que su disco está inspirado en las pesadillas, en la parálisis del sueño y en los sueños lúcidos, en ese mundo de nuestro subconsciente que existe entre el sueño y la vigilia, y si algo consigue la producción del álbum es evocar una sensación de ansiedad y desorientación absolutas que podríamos asociar a esos estados, en particular por el modo en que las canciones emplean la distorsión como parte de su tejido sonoro (‘all the good girls go to hell’), para transgredir expectativas (en ‘listen before i go’ el efecto es realmente extraño, intrusivo, pues suena como si no debiera estar ahí) o manipulan la voz de Eilish de manera que la hace sonar como una especie de espectro digital (‘xanny’). La producción, haciendo uso de estas ideas, es absolutamente exquisita en todas las canciones, aunque lo es especialmente en una ‘ilomilo’ en la que Eilish habla sobre esos “amigos a los que he tenido enterrar” que la mantienen “despierta por la noche”, y que no puede sonar más llena de desasosiego, como si fuera a estallar en lágrimas en cualquier momento.
La visión sonora llevada a cabo por Eilish y Finneas en ‘WHEN WE ALL FALL ASLEEP, WHERE DO WE GO?’ es tan particular que por momentos cabe preguntarse si algunas canciones se sostendrían sin ella, o si por lo menos resultarían igual de sorprendentes. La clásica ‘wish you were gay’, con su carismática frase “no digas que no soy tu tipo, simplemente di que no soy de tu orientación sexual preferida”, resistiría una reducción acústica sin ninguna duda, pero está claro que sale ganando gracias a su extraña base rítmica adornada por efectos tétricos varios. No así sucede con ‘my strange addiction’, el tema más flojo del conjunto sin contar el reprise del final, cuyo mayor acierto es haber sampleado ‘The Office’, o ‘all the good girls go to hell’, que llega a sonar demasiado familiar. Por otro lado, algunas letras pueden resultar un verdadero talón de Aquiles para Eilish, pues por ejemplo la oscuridad de ‘all the good girls go to hell’ y ‘bury a friend’ parece forzada, adolescente pero no para demasiado bien, mientras rimas tipo “badly, sadly, gladly” pueden llegar a incomodar.
Aunque por otro lado, dos de los temas más potentes del álbum, ‘bad guy’ y ‘you should see me in a crown’, no podrían depender más de su envoltorio en el mejor de los sentidos, mientras ‘when the party’s over’ y ‘i love you’ son dos baladas sobrecogedoras, que sin demasiados adornos demuestran la madurez de Eilish como compositora pese a contar solo 17 años, también en cuanto a sus textos. Dos temas delicados que remiten necesariamente a ‘lovely’, el single de Eilish con Khalid para ’13 Reasons Why’, que podemos considerar su mayor éxito pues es su tema más escuchado en streaming, que es a su vez su principal bastión. Esto puede significar que Eilish promete sobre todo como baladista, pero nada más lejos de la realidad. ‘WHEN WE ALL FALL ASLEEP, WHERE DO WE GO?’ es reflejo de una compositora completa, capaz tanto de volarte los sesos como de encogerte el corazón, y que por suerte tiene margen de sobra para seguir refinándose. Su debut no puede ser un mejor inicio para ello.
Calificación: 8,1 /10
Lo mejor: ‘bad guy’, ‘bury a friend’, ‘you should me in a crown’, ‘when the party’s over’, ‘ilomilo’
Te gustará si te gusta: Lorde, James Blake, Lana Del Rey, BANKS, el Kanye de ‘Yeezus’
Escúchalo: Spotify



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