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Foals regresan con la «pesadilla milenial» de ‘Exits’, protagonizada por «Bran Stark» de ‘Juego de Tronos’

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Tras insinuar su regreso un par de semanas atrás, Foals confirmaban días después que este 2019 publicarán un álbum titulado ‘Everything Not Saved Will Be Lost’, que llegará hasta nosotros en dos partes diferenciadas. Según declaraciones a NME, hubieran considerado muy doloroso tener que renunciar a publicar todo el material que tenían. Cada una de esas partes, dicen, tiene su propia entidad en cuanto a sonido y temática, aunque están relacionadas entre sí. El primer volumen se publica el próximo 8 de marzo y el segundo llegará el próximo otoño. Hace unas horas, el grupo liderado por Yannis Philippakis ha ofrecido los detalles de la «Parte 1», incluidos su portada, su tracklist de 10 cortes y, además, han mostrado el primer retazo de nueva música desde que en 2015 publicaran ‘What Went Down‘.

Se trata de ‘Exits’, que consideran es la pieza central de esta primera parte de ‘ENSWBL’. Se trata de una canción bastante contenida en la que los protagonistas son sonidos sintetizados, por encima de las guitarras, y que destaca sobretodo por una estructura machacona hasta lo obsesivo. El propio Philippakis cita la obra de M.C. Escher como referente, lo cual tiene bastante sentido aunque no lo parezca, al hablar del futuro distópico que retrata su letra y que define como «pesadilla milenial».

Esa «pesadilla» y esa «distopía» son precisamente lo que el realizador catalán Albert Moya ha plasmado, con producción de CANADA, en el vídeo oficial para ‘Exits’. Un vídeo asfixiante en su abrumadora sucesión de planos, la mayoría de ellos icónicos, y que cuenta con un co-protagonista de excepción: Isaac Hempstead Wright, el actor que encarna a Bran Stark en la serie de HBO ‘Juego de Tronos‘. Aunque la auténtica protagonista es la actriz francesa Christa Théret, totalmente magnética.

Con los detalles del disco Foals han anunciado también las fechas de una gira mundial cuyas fechas en España ya conocíamos. Se trata de sendos festivales en el mes de julio: el Cruïlla de Barcelona y Low Festival, en Benidorm.

Tracklist de ‘Everything Not Saved Will Be Lost – Part 1’:
01 Moonlight
02 Exits
03 White Onions
04 In Degrees
05 Syrups
06 On the Luna
07 Cafe D’Athens
08 Surf Pt.1
09 Sunday
10 I’m Done With The World (& It’s Done With Me)

Zahara: «Soy supercalculadora, todo lo tengo pensado y medido, pero a la par soy un puñetero volcán de emociones»

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Zahara agotaba las entradas para la primera de las fechas de presentación de su nuevo disco ‘Astronauta’ en La Riviera de Madrid en tan solo 10 días. Eso le permitió añadir una segunda e idear un show más ambicioso que, sin equipararse según sus palabras a «los de Izal o Lori Meyers» en el WiZink Center o al de Vetusta Morla en La Caja Mágica, dista ya mucho de los shows de cantautora que se vieron en sus inicios en El Búho Real. La cantante recordó repetidas veces en su set de La Riviera aquellos tiempos en que iban a verla «12 o 15 personas», en claro contraste con las más de 1.800 personas que reunió tanto el pasado viernes 17 de enero como el sábado 18. Este público se encontró un set modesto pero lustroso, de 2 horas de duración, inspirado en la estética ‘Astronauta’ de la edición física de su disco, dividido en bloques, y sin más lugar para la improvisación que el paréntesis acústico en el que Zahara actúa en solitario. Una parte en la que el público pasa en pocos minutos de la risa al llanto: de las chanantes explicaciones que acompañan la canción ‘Adjunto foto del Café Verbena’, entre referencias a ‘Laura no está’ y Coyote Dax, a la recuperación del tema ‘Con las ganas’, que ha cobrado nueva vida tras su paso por Operación Triunfo, como ya nos contó ella misma. Asistimos al último ensayo del concierto el pasado miércoles, al propio show del pasado viernes y tenemos la oportunidad también de hablar largo y tendido con Zahara sobre cómo ha preparado este tour.

Es ella quien dice enseguida que el show es «muy pequeño» y de recursos limitados, pero explica que es un cambio importante en su carrera. «Hasta ahora cuando montaba un bolo me preocupaba sobre todo del repertorio, pero aquí todo va enlazado. Por ejemplo, es la primera vez que llevo un técnico de luces. Queda muy compacto todo: tocamos con claqueta, teníamos hasta una escaleta. No podemos parar, todo está medido, hasta las pausas donde puedo hablar o parar para beber agua. Vamos sincronizados con el vídeo, es como una obra de teatro y nunca lo habíamos hecho. Si quiero toser, no puedo. Va en contra de lo que yo suelo hacer, pero por eso quería hacerlo. Lo otro lo había hecho muchísimas veces». Zahara ha querido buscar un equilibrio entre lo que llama «el exceso de naturalidad» de sus viejos shows y el nuevo guión, abriendo definitivamente la puerta de las ambiciones escénicas, que empezaron a ser una inquietud a la altura de su segundo disco. «Antes no pensaba en el valor estético. Fue cuando acabé ‘La Pareja Tóxica’ y monté la gira del ‘Leñador y La mujer América’ en la que proyectaba la peli de 25 minutos, y tocaba con un traje de animadora lleno de sangre. Me di cuenta de lo que molaba tener algo pensado. Cuando hice la gira de ‘El Deshielo’, Moisés (Nieto) me diseñó 6 outfits. En Joy Eslava también llevé una «Z» de maderita desmontable y con luces que bajaba del techo. Había pedido un presupuesto para hacerla pero no podíamos pagarla, pero al final encontramos un taller de reciclaje, una señora con un colega que van cogiendo palés de los contenedores, y me lo hicieron. Así, la gente mira y se da cuenta de que pasan cosas», celebra, aunque advierte: «Tampoco debe suplir la parte estética a la musical. No puede ser todo explosión de luces. Hay que saber cuándo quitar la parafernalia y ser más austero».

De hecho, una de las sorpresas del show es cuando compruebas que varios bailarines aparecen en escena para bailar medio tema en el último bis, ‘Hoy la bestia cena en casa’. Para la artista no era una opción contar con ellos durante todo el set. Al contrario, ha querido usar cada recurso cuando toca, sin abusar de ninguno. «Los bailarines habrían quedado guay en ‘Caída libre’, pero la gente habría dicho cuando volvieran a salir: «ah, mira, los de antes». Ya no te sorprendería tanto. Hay que usar las cosas en su justa medida. De hecho, las pantallas no están en todas las canciones. El mapping no está todo el rato. En la primera canción del setlist no hay nada. Hemos tenido que ir guardando las poquitas cosas que tenemos para que el show sea más dinámico». Lo que no quiere decir que no se haya cuidado el detalle. En un momento del corte titular, los planetas que cuelgan del techo, que califica como «un trabajo de chinos de una semana, hecho con el mismo material que las señales de salida de emergencia», se giran y resulta que están iluminados… pero ya no se vuelven a usar.

«Verte un poco disfrazada te hace empoderarte y sentirte como una superestrella»

El montaje del show está inspirado en el diseño del álbum realizado por Emilio Lorente, teniendo en cuenta las obligadas «limitaciones» y adaptándose a las «necesidades técnicas y económicas». Ha seguido el concepto del álbum: la soledad de un «astronauta» que emprende un viaje hacia lo desconocido, que puede ser o no la maternidad. «Emilio ha creado un universo precioso, sencillo y exportable a todos los formatos. Estoy viendo mi disco ahí, está hasta en las camisetas. En el «merchan» me he preocupado mucho de si las camisetas son de algodón orgánico, he elegido que estén más cuidadas, no son de Fruit of the Loom como las que hice de Yola, son las mejores que he encontrado en cuanto a resistencia, calidad, donde mejor tratan a los trabajadores, he mirado de dónde sale el algodón… Me encantaría hacer camisetas que brillaran con el material del disco, pero costarían 50 euros». Y es que la artista tiene en su cabeza cosas cada vez más grandes. «Si me lo pudiera permitir, tocaría flotando en un arnés colgada encima de la gente (risas). Yo quería que en ‘Diluvio universal’ lloviera de verdad en el escenario. Teníamos una idea, una especie de lluvia, pero se nos iba de presupuesto. No voy a decir qué por si algún día tengo dinero para hacerlo. Si la gente supiera lo que cuestan las cosas…»

Y la misma línea estética sigue el vestuario a lo astronauta, que también llama cariñosamente de «fiesta de fin de curso», de nuevo a cargo de Moisés Nieto. «Moisés hizo el diseño para la gira «Santísima Trinidad», el look inspirado en ‘Astronauta’ para las fotos, y el del vídeo de la «Bestia»; y le dije que teníamos que salir a tocar disfrazados. Este disco me he dado cuenta de que es superdivertido estéticamente. Pregunté a la banda y estaban súper a favor, contentísimos de no tener que pensar qué ponerse porque en el rock no pasa esto (risas) Te tienes que ir al pop, incluso al de fuera de aquí. El vestuario iba a ser mucho más loco, iba a ser más fantasía, pero Moisés y su socia Lucía nos dijeron que teníamos que estar cómodos e ir acorde con nuestra personalidad. No te puedes ver demasiado disfrazada, tienes que sentir tú misma, así que bajamos la intensidad y fue un acierto. El vestuario ayuda mucho a la hora de concentrarse, como los actores en una obra de teatro. Cuando nos vestimos y nos veo en el espejo todos iguales, pienso: «va a pasar algo grande». Verte un poco disfrazada te hace empoderarte y sentirte como una superestrella».

Zahara bromea con la inspiración en Madonna, Beyoncé o Lady Gaga en directo durante su cambio de vestuario, pero en su set hay un componente de humor que impide que si algo falla técnicamente, la sensación sea de desastre, como cuando Beyoncé y Jay-Z no pueden bajar de una plataforma, o Katy Perry se queda accidentalmente colgando del techo. «Katy Perry tiene mucho humor, supongo que eso sería gracioso. Cuento con el error como mi aliado, pienso cómo me lo voy a tomar si algo sale mal. Si no me da tiempo a atarme la bota, salgo con la bota sin atar». La cantante recuerda cómo en cierta ocasión en el Planetario de Pamplona presentando ‘La pareja tóxica’, tras haber pensado una escenografía a oscuras salvo por el propio show del Planetario, en la que su mayor temor era «caerse porque no veía una mierda», se encontró su voz completamente distorsionada por un fallo en el cableado. «Si hay un fallo, que sea al principio. Tuve que pedir que encendieran las luces… Tardaron 20 minutos en arreglar la avería, pero me puse a hablar y me sentí más relajada: estaba encantada de haberme quitado la presión de que las cosas no funcionaban».

«Pedro Sánchez está muy bueno y todo eso, pero es replicante»

De momento, no obstante, no hubo más que un par de fallos en La Riviera, ambos durante ‘Hoy la bestia cena en casa’. El primero, cuando Zahara se quitó el pinganillo para tirarse al público y no oía la claqueta. «Nos recondujimos pronto. Yo entré en el camerino pidiendo perdón a todo el mundo y los músicos diciendo: «¡¿pero a quién le importa eso ahora?!»». Y otro de concepto en las proyecciones. Durante esta misma canción, sobre la que tanto se ha especulado si habla sobre Albert Rivera pero no, una serie de políticos aparecen proyectados como «replicantes». Apenas Errejón figura como «humano». Sin embargo, el primer día se proyectó a Pedro Sánchez como «humano» en lugar de como «replicante» por error. «En esta canción yo me bajo al público, pero mucha gente no me puede ver. Para unos es el mejor momento de su vida y para otros es «qué puta mierda», así que había que proyectar algo. La canción no va de una persona, va de muchas. Es un enfrentamiento a muchos pensamientos, no a uno concreto. Emilio Lorente dijo que había que llamar a los políticos «replicantes», aunque vaya en contra de lo molón, porque todo el mundo sabe que ser replicante es lo molón. Pero aquí ellos son «replicantes» porque no son «humanos». Rajoy, Pablo Casado, Bolsonaro, Trump… era importante que estuvieran (como replicantes). Errejón para mí es un aliado del pueblo, lo considero «humano». Carmena falta porque se me olvidó pero quería que apareciera como «diosa». Echenique es «androide» porque sé que tiene sentido del humor, y Andrea Levy sale como «buscando» porque no la reconoce (el sistema). Sánchez salió como «humano» el primer día, me lo dijeron, así que pedí que lo corrigieran para el segundo día. Está muy bueno y todo eso pero es «replicante»».

Pese a este número y pese a todo lo que ha hablado sobre su oposición a la maternidad subrogada, Zahara renuncia a dar sermones políticos. «Perdería un poco de fuerza, he hablado tanto sobre lo que va la canción y es tan obvia la letra… Sería una redundancia, y en un momento festivo. La reflexión ya está hecha antes o la haces después si te pones a buscar, pero allí no es el momento, porque parecería que estoy aleccionando y mi intención en un concierto es generar emociones. Salen políticos pero es con humor. Unos son mucho peores que otros, por supuesto, no se puede comparar a Cifuentes con Marine Le Pen». ¿Y no teme represalias de esta, que ya las tuvo contra Madonna por usar su imagen junto a una esvástica? «Mi padre me ha preguntado: «¿pero esto lo puedes hacer?». Si me meten en la cárcel te concederá a ti la entrevista», me promete entre risas.

«Quiero hacer un montón de vídeos, estoy trabajando en 4 o 5 ideas para ver cuál puedo hacer, pero mi idea es sacar un montón. He tomado una decisión: todo lo que entra tiene que salir. A veces he sido más conservadora con el dinero, pero ahora puedo invertir»

En cualquier caso, este es el número final del concierto e incluyó su momento «favorito de toda la gira». Al final sus bailarines le indicaron que «apretara el culo y las piernas» para elevarla por los aires «a lo Norma Duval», algo que va a echar mucho de menos en algunas salas, pues no va a poder llevar a los bailarines a todos los conciertos del país. «Los bailarines estaban en Madrid, no me puedo permitir meterlos en una furgo. Sí llevo el montaje y las luces. Y las pantallas donde haya medios, en ese caso depende de la sala». También avanza que en Barcelona tampoco saldrá Santi Balmes en ‘Guerra y paz’, aunque sí habrá otro invitado en otro momento. Ciertamente la rentabilidad del show es una duda que surge si sumas que en Madrid salieron además de su banda habitual con, entre otros, Martí Perarnau, Miguel de Maga y varios músicos venidos desde Gales, como el productor del disco Mathew Taites o Alan Grice, Lucy Parnell y Thomas White, estos dos últimos responsables de evitar que ‘Diluvio universal’ fuera una «ranchera» que la propia Zahara «odiaba» pese a haber escrito, «un vals horroroso» o un «funky horroroso». ¿De verdad ha rentado traer a toda esta gente? «Lo decidimos en la grabación, hubo tal química que mi mánager, Ernesto, y yo, estábamos abrazándonos en el porche de la residencia-estudio con el subidón de dos colegas borrachos y dijimos: «si va bien La Riviera, los traemos»». ¿Finalmente ha perdido, pues, dinero? «Hablé con Alfonso, con el que llevo las cuentas y le dije: «¿me va a quedar algo de La Riviera?» (risas) Hay que repartir los gastos de producción y del ensayo en los gastos de toda la gira, porque si los ponemos en el primer bolo, no gano nada». De hecho, en cierta medida, se ha planteado estos conciertos como una inversión, al igual que hacer vídeos. Cuando le pregunto si será single ‘Bandera blanca’ como quería en principio o se decantará por otros temas que han gustado más, revela: «Quiero hacer un montón de vídeos, estoy trabajando en 4 o 5 ideas para ver cuál puedo hacer, pero mi idea es sacar un montón. He tomado una decisión: todo lo que entra tiene que salir. Nos gastamos lo que ganemos. A veces he sido más conservadora con el dinero, pero ahora puedo invertir. Las discográficas no sacan más singles porque no quieren gastar más dinero, sino que quieren ganar más dinero. Pero mientras yo pueda gestionarlo bien, mientras me entre (dinero), voy a seguir gastando».

No está, pues, decidido si el siguiente single será ‘Bandera blanca’, otro tema o esa canción que la gente canta ya de pe a pa, ‘El fango‘. «‘El fango’ es un single natural. Cuando la compuse con ese estribillo gritón me di cuenta de que es la típica canción que si no fuera mía gritaría, porque tengo mucha gente a la que cantársela. Es un «vete a la puta mierda, no vas a volver a saber de mí». Todo el mundo odia a alguien y se siente identificado, pero no me esperaba que pasara el primer día. ¡Es que veo la vena de la peña moviéndose al cantarla!». También es ya muy coreada la que abre concierto y álbum. Ella misma se ha dado cuenta también: «De ‘David Duchovny’ mucha gente me dijo que no era de sus favoritas, pero sabía que iba a funcionar muy bien en concierto porque tiene la velocidad justa del salto de una persona normal. Y es lo que pasó. A mí me encanta porque es una canción que le hice a mi marido y a David Duchovny: no me puede gustar más. Es muy pop y yo sé que puede chocar con el resto del disco, pero cuando empezó el bolo, me dije: «qué buena canción para empezar»».

Aunque antes de ella suenan dos cosas, primero ‘Space Oddity’ de Bowie y luego la intro que solo aparece en el CD de ‘Astronauta’. Y ambas cosas tienen su anécdota, pues además otro tema de Bowie se usa para cerrar el set, ‘Starman’. «Bowie me flipa. En la gira anterior acababa con Trepàt (‘Torturas en los bares’). Es la mejor canción del mundo para que suene después de un bolo, pero me dije: «Zahara, madura». Diego y Maxi, del equipo de luces, me dijeron qué tenía que poner una canción antes de la intro para que la gente identificara que ya iba a empezar el concierto. Les pregunté a los de la banda y todo el mundo dijo gilipolleces: ‘The Final Countdown’, ‘La Macarena’… Sergio, el técnico de sonido, propuso ‘Space Oddity’ porque era como cuando yo me sentía sola en el espacio, la temática del disco. Además, es de bajona. Es un temazo pero no puedes poner algo cañero de intro porque hunde tu propio bolo: tenía cualidades perfectas para generar un ambiente y que nosotros nos liberáramos en el camerino. Y sobre acabar con ‘Starman’, era reacia a repetir Bowie, pero es tan bonita… No hay que ponerse tonta. Bowie es maravilloso, debería tocar Bowie todo el rato (risas)». En cuanto a la «intro», viene acompañada de las proyecciones del capítulo piloto de ‘Expediente X’, la primera escena en que Mulder y Scully se ven, aunque lo gracioso es que ese fragmento que ahora se ve en concierto, estuvo a punto de formar parte del CD. «Pedimos permisos a FOX, pero el dineral que me pedían, que me comunicaron un día antes de tener que mandar la mezcla, era más que toda la grabación. Más la autorización firmada de David Duchovny. Me dije: «no pasa nada (carcajadas) Ya lo usaremos en otro sitio»».

«Si todo sale mal cuando estás con lentejuelas es mucho más ridículo. Si un tío con bigote hace algo mal es «el gilipollas del bigote»»

Entre la proyección de ‘Expediente X’, la de los replicantes y las canciones por bloques, otra de las preguntas que surge es la del repertorio. La propia Zahara se refiere en un momento dado al show como «encorsetado», y la verdad es que el setlist está totalmente cerrado, sin posibilidad de improvisación en futuras fechas, con la salvedad del set acústico, donde no descarta cambiar ‘Tuyo’ o «Café Verbena» (que sería un gran pérdida, la verdad), por ‘Olor a mandarina’, por ejemplo. «Era importante tener mi momento Zahara sola, donde si ha habido fallos los cuento, suelto mis tonterías y me relajo un poco». El público ha asumido además que la artista es tanto una cantautora que «puede salir en vaqueros» como «una estrella del pop», y ambas facetas son compatibles sin que haya representado grandes contradicciones para ella ni tampoco una esclavitud. «Una vez en un concierto en Elche había preparado un vestido espectacular, pero era un concierto más bien de cantautores, tenía mucho frío, estaba helada, y al final toqué con lo que me ves (pantalones y jersey). En un entorno cantautor me sobra el show, es desproporcionado, es como ir a una cena familiar con lentejuelas, pero las canciones y la gilipollez no me sobran. Puedes hacer un discurso gracioso». No obstante, reconoce los inconvenientes de ir de estrella del pop: «si todo sale mal cuando estás con lentejuelas es mucho más ridículo. Si un tío con bigote hace algo mal es «el gilipollas del bigote». Ya no es que todo tenga que salir muy bien, sino que haces el imbécil si sale mal».

Entre las canciones que se han caído del repertorio está ‘Tú me llevas’, pero permanece ‘Inmaculada concepción’, que reivindicó el 80% de su público en una encuesta en la que contestaron 8000 personas, pese a que no había sido fija de su setlist hasta ahora. Zahara suele mirar cuáles son sus canciones más escuchadas, pero sin obsesionarse. Por ejemplo, ha metido ‘Crash’ porque «no hay mucho rock, no están ‘Funeral’ ni ‘Rey de reyes'» y porque le encajaba. «Fue un puzzle, preguntaba a mis músicos si metía una canción en la primera parte o la segunda y me mandaban a la mierda, no me contestaba ninguno (risas)». No hay, eso sí, temas del primero, solo ‘Con las ganas’. «Me daba mucha pereza y se me iba a notar, y para lo bueno y para lo malo, a mí se me nota todo». La interpretación de este tema, tras su paso por OT, produce un momento especialmente mágico en La Riviera, donde las más de 1.800 personas callan en un silencio sepulcral. Zahara lloró durante la primera de las dos noches al interpretarla. «Cerré los ojos, escuché cómo alguien hacía una foto, pero muy de lejos, y entonces me di cuenta de que estaba todo el mundo callado en la puta Riviera. Yo ya no pienso en la canción (al cantarla), pienso en la gente». ¿No hay algo de impostado en esa nueva forma de hacer la canción, a lágrima viva? «Nunca la he cantado de otra manera, si no, no le gustaría a la gente. La ensayo una vez cada 8 meses», indica, mientras en otro momento asegura que en 2 años quizá haya vuelto a dejar de cantarla, lo cual le da cierta tranquilidad. «Podemos vivir sin ‘Tú me llevas’, podemos vivir sin ‘Funeral’, sin ‘Merezco’, sin ‘Olor a mandarina’…» Pero no podemos vivir ahora mismo sin ‘Caída libre’ ni ‘El deshielo’, contraataco. «Ahora no. Aunque con ‘Caída libre’ me dije: «qué vieja la veo, qué naíf todo». Pero claro, tiene sentido dentro del repertorio, la canto, me la paso pipa, es un divertimento, y la proyección es un karaoke. Pero ahora mismo es de la que me siento más desapegada».

«Hubo un concierto en el que en la primera canción, que creo que era ‘En la habitación’, me puse a llorar. Dije: «esto no me puede pasar». Supongo que llevo 10 años trabajando eso yo sola, pero es difícil»

Si la cantante se emocionó en ‘Con las ganas’ durante la primera noche de La Riviera, en la segunda sucedió en ‘Big Bang’ junto a Miguel de Maga. Cuando llegó su parte, simplemente no pudo arrancar. Miguel le dio entonces un bonito abrazo hasta que pudo continuar. ¿No estaría preparado, insisto? «¡Que no, que no, que no! Miguel me dijo: «¿es una pausa dramática?». Y dije «no, no, no». Esta canción nunca la hemos cantado todos juntos. En Sevilla la hice con él, pero yo estaba mala de la voz y no la disfruté. A Miguel le admiro desde que empecé, tenía en la cabeza todo lo que ha acabado significando, Alan que había venido a tocarla… Llegó el estribillo y me había salido tanto del concierto que dije: «no sé dónde estoy, no sé qué pasa». No recordaba lo que tenía que cantar. No como algo malo, sino como que entré demasiado en la canción. Miguel se acercó, me dijo el inicio de la frase y me vino toda la llorera. Estaba súper emocionada de verdad de toda la tensión. Luego pensé «la he cagado». Me vi sobrepasada, en plan «me he dejado llevar demasiado». Y luego pensé: «no, ha sido muy bonito»».

Es llamativo que Zahara pueda ser tan pasional como para salirse de una canción y a la vez tan cerebral como para tener todo el concierto grabado a fuego en su cabeza. Por ejemplo, no lleva setlist en el suelo porque se lo sabe de memoria, ni truco tipo teleprompter con las letras. «Un set funciona si me pasa eso, si me va pidiendo lo que toca. Soy supercalculadora, todo lo tengo pensado y medido, pero a la par soy un puñetero volcán de emociones. Tengo el monstruo de las emociones encerrado y a veces abro y cierro la puerta para que se asome. El primer día no controlaba la voz de lo emocionada que estaba. El segundo salí como más contenida. En un momento perdí el control, me sentí desprotegida, vulnerable. Me viene la vergüenza, la emoción, pero suelo tenerlo todo atado. Por eso cuando me pasa, me pasa tan bestia. Recuerdo hace 10 años, presentando ‘La fabulosa historia’ en Sevilla, que no cabía la gente en la Fnac, y había 200 personas. En la primera canción, que creo que era ‘En la habitación’, me puse a llorar. Dije: «esto no me puede pasar». Supongo que llevo 10 años trabajando eso yo sola, pero es difícil. Trabajo las emociones porque me fascinan. Hago canciones por eso. Hay que saber cuándo abrir y cerrar esa puerta».

Finalmente, no me resisto a preguntarle por la relación con sus fans, tras haber presenciado cómo NO se quedó a hacerse fotos con los 30 seguidores que invitó al ensayo general de esta gira en una nave de Vallecas donde también se fraguaron los vídeos de ‘Caída libre’ y «la Bestia», y donde también han trabajado directos los chicos de Supersubmarina. «Aluciné de que mis fans quisieran venir a verme hasta Mordor. Era necesario hacer un ensayo y desde que hicimos la tarjeta de tripulante del CD una de las cosas que tenía claro era que una manera de premiar iba a ser regalar este tipo de cosas. Yo ya no tengo capacidad de salir y firmar después de un bolo. Físicamente me es imposible. Además, después del ensayo, tuve una charla con la banda, no podía desconcentrarme, hubo charla de «esto está mal, esto no puede ser así», para mí seguía el trabajo. Pero con el disco, para quien se registre en la web sorteo un meet and greet, se apuntan, están media hora conmigo, ven la prueba, yo creo que es un regalazo para 20, no puede ser para 200, pero mantengo ese trato a una escala más pequeña».

«Vi lo de Anni B Sweet y pensé: «qué suerte tener un primer disco que te apetezca tocar»».

Entre los planes de futuro, vídeos aparte, están hacer la «edición baratuna» de ‘Astronauta’ (pues la deluxe ya está a punto de agotarse y solo queda lo que está distribuido en tiendas) que será un digipack con las letras pero sin extras, y por supuesto, seguir con la gira, que acaba de empezar. «Parece que ha sido el fin de gira, tengo la sensación de fin de gira, ¡pero no! Yo ya estoy pensando lo que voy a traer para el fin de gira. Ernesto (el mánager) está como yo de loco, y anticipa tanto como yo. Le digo: «He pensado que para 2021…» Y me responde: «¡ya lo he pensado yo!»». Lo seguro es que no habrá celebración de los 10 años de su debut, que recientemente comentaba en Instagram. «No (resopla). Qué pena, ¿no? Por una parte digo: «me encantaría regrabarlo», por contrato no tenía derecho y por eso no aparece nada en ‘Bestiario’. Ahora ya puedo, pero es que hay canciones que digo que cómo me voy a meter ahora ahí. Vi lo de Anni B Sweet (acaba de hacer un concierto de su debut) y pensé: «qué suerte tener un primer disco que te apetezca tocar». Hay canciones que me encantan, pero no para hacerlo entero. Tengo más cosas que lamentar que celebrar. Pero que la gente no lo malinterprete. No odio el disco, sino lo que me pasó con el disco. Y a día de hoy que veo cómo gestiono mi carrera, que las cosas salen bien… Si me hubieran dejado hacer un disco de banda, entero con Ricky Falkner… Pero tuve que reiniciarme con el segundo disco en lugar de hacer una evolución normal de segundo disco. Perdí como 4 años de energía. Pero bueno, ya está. La gente es superrespetuosa y a veces me traen el primer disco para que se lo firme en plan «perdona». Y tampoco es eso. Si estoy aquí es gracias también a él».

Toro y Moi / Outer Peace

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Cuando parecía que la gente comenzaba a olvidarse y con razón de toda la tropa de aquello que se llamó chillwave e incluía a artistas como Toro y Moi, Washed Out o Neon Indian, Chaz Bear se ha sacado de la manga una de las mejores canciones de su carrera. El single ‘Freelance’ es un gran divertimento que aprovecha la ausencia de Daft Punk en el panorama pop para arrastrarnos a la pista de baile como el dúo francés lo hacía en sus primeros tiempos, cuando eran mucho más funk que disco. El artista está aquí hablando sobre cómo la tecnología puede conectar a los artistas y decidiendo con quién se quiere relacionar y con quién no, pero podría estar contando cualquier cosa y nos daría igual porque pocas veces ha dado con la tecla adecuada de manera tan clara.

Es llamativo que una de las frases de la canción sea «no puedo decir si estoy de moda o me estoy haciendo viejo» porque es un tema que vuelve a salir en el disco. En el siguiente single ‘Ordinary Pleasure’ se pregunta con frustración si «el sexo sigue vendiendo». «Me da la sensación de que ya lo he visto todo / o igual es que me he hecho viejo / o que estoy aburrido». Y de hecho el autor de ‘Daft Punk Is Playing At My House’, James Murphy, por cierto otro gran preocupado por la creación musical, aparece en la letra de ‘Laws of the Universe’ y la referencia al mencionado tema es evidente: «James Murphy is spinning at my house, I met him at Coachella». Igualmente, la festiva y housera ‘Who Am I’ usa también un fondo musical en medio de la crisis de identidad: «¿A quién le importa la fiesta? / He venido a ver a la banda tocar», plantea.

‘Outer Peace’ podría haber sido un gran disco sobre electrónica retro sobre ese malestar que deja el pasar de los años y la sensación de haber perdido un tren muy importante. En ese sentido, el toque acid de ‘Fading’ es una intro perfecta y al fin y al cabo las texturas en ‘Ordinary Pleasure’ siguen siendo suaves y vacacionales como lo han sido en su carrera. Sin embargo, la paleta de Toro y Moi ha decidido abrirse en diferentes direcciones. ‘Miss Me’, con ABRA, podría haber sido una canción perdida de los inicios de Neneh Cherry o de Massive Attack, pero también suena próxima a la estética R&B y urban de hoy, idea que vuelve más adelante en la secuencia de este ‘Outer Peace’, jugando o quizá incluso bromeando sobre esa «crisis musical».

La siguiente pista ‘New House’ presenta precisamente un ritmo parecido, igualmente evocador, sobre la presión del mundo material («quiero una casa totalmente nueva, algo que no puedo comprar, algo que no me puedo permitir»), mientras lo que manda es un piano doliente y nostálgico, lleno de tristeza. Y también similar a ‘Miss Me’ es la final ’50-50′, tan apegada al Auto-tune como todo el trap de hoy al que Toro y Moi parece haberse querido acercar en compañía de Instupendo o de Wet en ‘Monte Carlo’. La melodía es llorica como la canción más desoladora de Drake, pero el productor no parece haber hecho más esfuerzo por integrar los dos estilos principales del disco que el de presentar las pistas muy seguidas, casi unidas sin descanso.

Por otro lado, aunque se agradece la brevedad del álbum, que dura media hora clavada conteniendo únicamente 10 pistas, algunas composiciones son demasiado cortas y habrían agradecido un mayor desarrollo para alcanzar el calado de sus referentes. Cada una parece contener cierta inspiración, pero algunas dejan la sensación de que podrían haber sido algo más redondas. Así, a ‘New House’ no le da tiempo a hacer tanta pupa como un ‘Protection’ en tan sólo dos minutos y medio. Con todo, un álbum bastante disfrutable y agradable que mantiene a Toro y Moi en el mapa a diferencia de lo que ha sucedido con muchos de sus compañeros de generación.

Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Freelance’, ‘Ordinary Pleasure’, ‘Who I Am’
Te gustará si te gustan: Róisín Murphy, Daft Punk, Massive Attack, Drake
Escúchalo: Spotify

¿Se avecina colaboración entre Fiona Apple y King Princess?

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Son tan pocas las noticias musicales que protagoniza Fiona Apple últimamente que cualquier novedad suya es noticia. No hay que olvidar, pese a su gran colaboración con Andrew Bird de 2016 ‘Left Handed Kisses’ o sus aún más recientes temas contra Trump o el presidente de los Grammys o para el proyecto ‘Hopes and Dreams’, que el último álbum de estudio de la artista, el gran (y no solo por su título) ‘The Idler Wheel Is Wiser than the Driver of the Screw and Whipping Cords Will Serve You More than Ropes Will Ever Do‘, salió en el lejanísimo 2012, hace ya 7 añazos.

Por suerte, y como está comprobado, Apple sigue haciendo cosas y parece que su próximo lanzamiento es una colaboración con una de las artistas jóvenes más prometedoras del pop anglosajón actual. Se trata de Mikaela Straus, conocida como King Princess y que en 2018 lograba un exitazo en las plataformas de streaming con su single de debut, ‘1950’. La cantante, que publica en el sello de Mark Ronson, Zelig Music, lanzaba aquel mismo año su EP, ‘Make My Bed’, además de una de las canciones más pegadizas del momento, ‘Pussy is God’, y una recomendable versión acústica de ‘Femme Fatale’ de Velvet Underground & Nico. Ambas canciones pasaban tarde o temprano por nuestra sección “La canción del día”. Además, recientemente King Princess era nominada al BBC Sound of 2019, quedando segunda por detrás de Octavian.

Aunque la colaboración entre Fiona Apple y King Princess no está confirmada por ninguna de las dos, PPL Repertoire lista ya en su registro un tema llamado ‘I Know’ firmado por ambas. Su duración es de 4 minutos y 26 segundos. Además, existe una imagen de ellas juntas tomada por Zelda Hallman y la propia Straus ha asegurado que esta misma semana “sale algo que he hecho con alguien a la que llevo muy dentro de mi corazón”. Cabe recordar que Apple ya incluyó un tema llamado ‘I Know’ en su disco de 1999, ‘When the Pawn…’, por lo que podríamos estar hablando de una versión.

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we made something special

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Fun times hanging with @kingprincess69 and #fionaapple #highfive

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Algo pasa con… Patrick Wolf

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Con la montaña de novedades musicales que ven la luz cada semana es fácil olvidar que ya hace casi siete años desde que el cantautor irlandés Patrick Wolf publicó su último álbum, ‘Sundark and Riverlight‘, lanzado en 2012 y que era, a su vez, un disco de autoversiones sinfónicas. Habría que remontarse a 2011 para encontrar su último disco de material inédito de verdad, ‘Lupercalia‘. Ocho años. ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está este músico que a tantos marcó a principios de la década pasada con su mezcla de pop barroco y electrónica y letras fantásticas, materializada en obras notables como ‘Wind in the Wires’ o en canciones enormes como ‘Teignmouth’, ‘The Magic Position’, ‘Bloodbeat’, ‘Tristan’ o ‘To the Lighthouse’?

El autor de ‘Vulture’ no ha desaparecido de las redes sociales, pues en los últimos tiempos las ha utilizado para anunciar conciertos en sitios como Australia, Ucrania o Turquía, además de en Londres; para desmentir la noticia sobre un supuesto nuevo disco que iba a publicar llamado ‘Wildawake’ o para explicar el retraso en el envío de su libro de poemas y escritos, ‘The Ghost Region’, anunciado en 2015 y que al parecer sus fans no han recibido todavía. El músico ha revelado también que se encuentra componiendo un nuevo álbum, pero el tiempo pasa, ya es 2019 y sigue sin saberse nada del sucesor de ‘Sundark and Riverlight’.

Las razones de la “desaparición” de Wolf en el mapa musical las explicó el propio artista tan recientemente como en abril de 2018 en una entrevista con The Guardian. No han sido especialmente buenos los últimos cuatro años de su vida ni en lo personal ni en lo profesional. En su charla con el medio británico, Wolf revela que sufrió un accidente de coche en Venecia en agosto de 2015, el mismo día que anunció su libro, y además habla de haber tenido que hacer frente, poco después del lanzamiento de su anterior álbum, a una “desastrosa situación económica y legal en relación a su management”, aunque no queda claro si se refiere a su equipo o a la gestión personal de su carrera (Wolf tiene su propio sello, Bloody Chamber Music). Además, quien haya estado atento a las redes de Wolf en los últimos tiempos sabrá que en 2016 su madre cayó enferma de un “tipo raro de cáncer”, aunque las noticias en torno a su salud parecen alentadoras.

En la citada entrevista, Wolf aseguraba que su próximo álbum, que entonces se encontraba en fase de mezcla, por lo que parece que ya podría estar terminado, hablará de todos estos temas, y que tiene suerte de poder decir que sigue aquí para contárnoslo. “No tiene sentido revisar todo ese dolor si no va a haber algo bonito y positivo que dar de vuelta al mundo en una obra de arte”, declaraba. Wolf ha grabado el álbum, en parte, en las Montañas Azules de Nueva Gales del Sur, en Australia, y asegura que su intención es publicarlo conjuntamente a su libro, que en realidad se encuentra terminando. ¿Será 2019 el año en que el mundo escuche, al fin, un nuevo álbum de Patrick Wolf?

Revelaciones 2019: artistas internacionales

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Como ya es costumbre, cada año apuntamos a artistas y bandas noveles o aún poco conocidos que a lo largo del nuevo curso podrían convertirse en nombres relevantes, bien sea desde el punto de vista comercial, artístico o, en casos extraordinarios, de ambas cosas. Este 2019, junto a nombres en los que hemos profundizado en los últimos meses en nuestra sección Revelación o Timo, como King Princess, slowthai, Nilüfer Yanya, G Flip, Raveena, Jade Bird, Tierra Wack, Sasha Sloan, Sorry o Ava Max, confiamos en estas 15 propuestas internacionales. [Imagen interior: Vendredi sur Mer; imagen de portada: Orville Peck]

Complementamos el artículo con una playlist de Spotify que recoge una selección de temas de estos artistas y grupos, y a la que sumaremos artistas nacionales cuando publiquemos el correspondiente especial.

Ari Lennox

Courtney Shanade Salter es una de esas cantantes de la vieja escuela de la música negra, con un color que remite a Minnie Ripperton, Anita Baker o Erykah Badu, perfecta para aquellas quiet storms setenteras de soul subido de tono. Quizá por eso enganchó a J. Cole, que la fichó para su sello Dreamville, y quizá por eso, tras su EP debut ‘PHO‘, ha terminado de encontrar su sitio al acudir a una estética más clásica –evocando al soul de Philadelphia– en los adelantos de su próximo disco largo. Además, también saca el partido a lo sugerente de estos sonidos con unas letras abiertamente sexuales o, como poco, con doble sentido: «40 sombras de ahogo» –»Sólo quiero tus manos alrededor de mi cuello», canta en ella–, «Crema batida» o «La chica de crema de karité» –’Shea Butter Baby‘ es su aportación junto a su «jefe» para la BSO de la nueva secuela de la saga ‘Rocky’– invitan a imaginar.

Au/Ra

Esta jovencísima cantante nacida en Ibiza pero educada en Antigua (de isla a isla, vaya) lleva también un par de temporadas dándose a conocer con el pop de base electrónica y ambientes oscuros de ‘Concrete Jungle’ y ‘Outsiders’ –que contiene una referencia a ‘The Wall’ de Pink Floyd–, acumulando millones de streamings sin excesiva promoción, gracias al boca-oreja. Y es que, como Billie Eilish o Melanie Martinez, Au/ra ofrece una imagen de «outsider» –en su caso, caracterizada por una larguísima melena de color verde, que emplea como imagen característica– que casa a la perfección con el aire neo-emo de sus canciones. En 2018, su estatus crecía al colaborar en un tema del último álbum de Alan Walker (‘Darkside’, que ya acumula más de 125 millones de escuchas en Spotify) o participar en uno de los populosos eventos de The Ibiza Classics dirigidos por Pete Tong, a la vez que lanzaba su primer EP, ‘X Games‘, con temas como ‘Panic Room‘ o ‘Emoji’. No nos extrañaría agotando entradas en salas de medio aforo en nuestro país (como mínimo) dentro de nada.

Blossom Caldarone

Es fácil dejarse llevar y ver en esta adolescente de Londres a una especie de Lily Allen de la Generación Z. Al menos si escuchamos singles como ‘Flickle Friend‘ o el reciente ‘Life Again’, pizpiretos ejercicios de pop electrónico con toques de doo-wop y una mezcla de candidez y descaro. Sin embargo, Caldarone tiene otra faceta que hace imaginar por qué sus padres escogieron el nombre de Blossom Dearie y toca el chelo desde los 3 años. Es la que muestra en delicada orfebrería orquestal como ‘Aldo‘ o los temas de su EP debut de 2017, preciosidades como ‘Fairytale Lullaby’ o ‘1964’ que la muestran más próxima a Rumer.

Cola Boyy

Por décadas que pasen, parece que la música disco nunca deja de inspirar nuevos enfoques que la hacen permanecer fresca. En este caso, Matthew Urango, un chico de Oxnard (como Anderson .Paak) de ascendencia latina (aunque también procede de nativos americanos) aporta esas raíces a un funk-soul-boogie con más calle que glamour que no extraña que haya logrado cautivar a los responsables del sello francés Record Makers, llevándole a compartir catálogo con Sébastien Tellier o Kavinsky. Su EP ‘Black Boogie Neon’ con temas tan vibrantes como ‘Penny Girl’ o ‘Beige 70’, son harto prometedores.

FUR

El encanto de lo retro es inagotable, especialmente si se le imprime frescura como hacen FUR, un cuarteto de Brighton por cuya estética podríamos deducir que son coetáneos de las primeras encarnaciones de The Kinks, The Beatles o The Zombies. Y no sólo me refiero a sus pintas de Purple Weekend sino también a sus canciones, que van incluso más allá, evocando a Buddy Holly o Roy Orbison, sólo que con el vigor de Real Estate o Arctic Monkeys. Además, pueden presumir de contar las visitas a sus cuidados vídeos oficiales por cientos de miles –la joya de su corona es el de ‘If You Know That I’m Lonely‘, que se acerca ya a 5 millones–, y sin contar con la maquinaria promocional de un sello detrás. El próximo 14 de febrero publican su primer EP, toda una reválida.

girl in red

El efecto Clairo, ese con el que una chica que lanza canciones al mundo a través de Youtube desde su dormitorio y se convierte en un pequeño fenómeno, ha vuelto a suceder. Esta vez con una joven danesa de 19 años, Marie Ullven, que ha logrado que las canciones que ha subido a Spotify cuenten sus escuchas por millones. Canciones sencillas de jangle pop con espíritu lo-fi, que remiten a los primeros The Drums, a The Pains of Being Pure at Heart e incluso a Papas Fritas, y por todo ello resultan encantadoras y adictivas. Canciones enérgicas y bailables como ‘I Wanna Be Your Girlfriend’ –su canción-bandera–, ‘Girls‘ o ‘We Fell In Love In October’ que, además, cuentan con un factor no tan común: para muchas, se han convertido en himnos personales al retratar sin complejos la pasión y la atracción entre mujeres.

half·alive

‘Still Feel’ ha sido uno de los fenómenos virales de 2018 en YouTube, sin más promoción que el propio plano-secuencia ejecutado por el grupo y dos bailarines, con un ingenioso movimiento de cámara y una estupenda coreografía, atrapa irremediablemente. Pero no cabe atribuir los 13 millones de visualizaciones sólo a eso, sino también a su atractiva canción, a medio camino de Maroon 5 y Hot Chip. ‘Still Feel’ ha catapultado a este trío de California, que ha pasado de la autoedición a ser fichado por RCA (han licenciado todas sus canciones, incluido el EP ‘3’). La multinacional ha publicado su nuevo single, ‘arrow‘, que prosigue por similares derroteros de funk pop elegante y sofisticado que apuntan maneras.

Kelsey Lu

Es bastante probable que el nombre de esta mujer de Carolina del Norte te resulte familiar: o bien porque recuerdas que publicó un primer EP en 2016 bajo el paraguas del influyente sello indie True Panther; o bien porque la habrás encontrado tocando el violonchelo y/o cantando en trabajos de Florence + The Machine (‘High As Hope’), Solange (‘ A Seat at the Table’), Blood Orange (‘Negro Swan’ y ‘Freetown Sound’), Father John Misty (‘Pure Comedy’) y hasta Lady Gaga (‘Joanne’). El caso es que por fin parece que le ha llegado el turno de confirmar su talento también en solitario y, bajo el auspicio de Columbia, lleva mese proyectándose hacia un prometedor debut del que ya ha estrenado ‘Shades of Blue’ y ‘Due West’, dos estupendas canciones en las que el R&B y el soul conviven con el dream pop. Y su mentalidad es tan abierta que es capaz de apoderarse, con todo el sentido, de aquella maravilla de 10CC, ‘I’m Not In Love‘.

Millie Turner

Si es cierto lo que cuenta, esta chica de Londres de tan sólo 18 años es un verdadero prodigio del pop: con una escueta formación de piano, cuenta que la primera canción que compuso junto a un amigo productor fue ‘Underwater’, un single magnífico que inevitablemente nos lleva a pensar en Lorde o, más próximas a ella geográficamente, Let’s Eat Grandma. Pero es que eso sólo fue la chispa que prendió la mecha y, desde esa canción lanzada en 2017, no ha hecho más que lanzar singles a cual más impresionante: ‘Eyes On You’, ‘The Shadow’ –todo un pepinazo clubber–, ‘She Was a Dancer’ o ‘Night Running’ se mean en cualquier campamento de composición pop, tan en boga en los últimos tiempos. Parece sólo una cuestión de tiempo que Turner y su equipo maduren su concepto y ella se convierta en la estrella del pop del futuro.

Orville Peck

¿Alguna vez te habías imaginado a Perfume Genius haciendo versiones de Elvis Presley o Johnny Cash en plan crooner? Pues deja de imaginar, porque eso es lo que, más o menos, encontrarás en este misterioso cowboy enmascarado llamado Orville Peck. Y no es un decir: este canadiense basa toda su estética en esa imagen, con unos flecos dejando apenas entrever su rostro, aunque un punto de sordidez algo lynchiano y de ambiguedad sexual aportan sazón al estereotipo. En cuanto a su música, podemos añadir a lo ya dicho que su impetuosa voz, a medio camino de Chris Isaak y Martin L. Gore, brilla en canciones de apariencia clásica (‘Big Sky‘ y ‘Dead of Night’) pero con cierto punto de ensoñación. El 22 de marzo Sub Pop publica en todo el mundo ‘Pony’, su debut, y ya estamos intrigadísimos escucharlo.

Paloma Mami

Chile ya no sólo es cuna de fantásticos artistas de electropop, neofolclore o post-noisepop, sino también de una nueva generación empapada de hip hop y R&B. Y su más destacada representante es Paloma Mami: con un nombre inspirado por el alias de Drake en Instagram («Champagne Papi») esta joven de 19 años está suponiendo toda una revolución no sólo en su país, sino en toda Latinoamérica. Impulsada en parte por la difusión que J Balvin, Maluma o C. Tangana dieron a su primer single ‘Not Steady‘, su vídeo se aproxima a 25 millones de reproducciones. Y su continuación, ‘No te enamores’, le sigue de cerca. Su estilo, que podríamos asemejar con el de Kehlani, SZA o Tinashe, se devanea con soltura entre el rap y el soul, contando además con la ventaja del bilingüsimo (en realidad, nació en Nueva York de padres chilenos, y no ha sido hasta hace pocos años que se ha trasladado a Santiago) que la puede llevar a triunfar en el mercado gringo e hispanohablante por igual.

SASAMI

La nota de prensa del sello Domino, que el próximo 8 de marzo publica su álbum debut ‘SASAMI’, habla de Sasami Ashworth como una músico superdotada que se ha empleado durante los últimos 10 años grabando como instrumentista para el grupo Cherry Glazerr o escribiendo arreglos de cuerda en discos de Curtis Harding, Wild Nothing o Hand Habits. Ahora SASAMI desata todo su talento en su proyecto personal, que si nos atenemos a ‘Not the Time’ nos lleva a un mundo de shoegazepop, mientras que el reciente ‘Jealousy’ –con imperdible vídeo inspirado en unos lúgubres personajes de ‘Matilda’ de Roald Dahl– es algo más tenebroso, con ambientes a lo Ariel Pink. ¿Estamos ante la Mitski de 2019? En unas semanas saldremos de dudas.

Sons of Raphael

Estos dos tipos con apariencia de freaks no engañan: lo son. Al menos, para lo que acostumbramos a ver en el mundo del rock, que ya es. Ronnel y Loral Raphael (efectivamente, el nombre de su grupo no es nada metafórico) son dos chicos que no tienen el más mínimo reparo en decir que creen en Dios y en plasmar esa fuerte espiritualidad en unas canciones que, dicen, son tan filosóficas como teológicas. Así, el vídeo de su primer single ‘Eating People’ –inspirada por un pasaje de la Biblia– muestra una actuación suya en una iglesia… aunque desde luego una pareja empujándose y aproximándose al sonido de The Jesus and Mary Chain no es lo que uno espera escuchar en ese entorno (y no hay más que ver las caras de su forzoso público). Esa canción (y su cara B, ‘Rio‘) les bastaron para que nada menos que Charlotte Gainsbourg les invitara como teloneros en algunos conciertos europeos. Sin embargo, en la reciente ‘A Nation of Bloodsuckers’ ofrecen otro perfil distinto y casi más interesante, con The Flaming Lips o Spiritualized en el retrovisor.

whenyoung

A menudo parece que las conexiones entre artistas que establecemos desde la prensa son caprichosas, pero en el caso de este trío de Limerick, Irlanda, es imposible no citar a sus paisanos The Cranberries para hablar de ellos. No sólo porqueel trío se forjó entre pintasen el mismo pub que lo hizo el grupo de Dolores O’Riordan o porque hayan versionado de manera oficial ‘Dreams‘, sino porque la voz de su cantante y bajista, Aoife Power, recuerda poderosamente al de la artista fallecida hace un año –no hay más que atender al arranque de su nuevo single, ‘Never Let Go’–. Voz que emplea en canciones como ‘Pretty Pure‘ o ‘Given Up‘, de un rock vibrante y heterogéneo, reminiscente de los 80 y 90 pero a la vez fresco y vivo, a la manera de unos Wolf Alice.

Vendredi sur Mer

La suiza Charline Mignot mostró desde pequeña un gran talento e interés por la fotografía, que a su vez la encaminó al mundo de la moda. Escribió su primera canción para que hiciera de banda sonora de una sesión de fotos, y así nació Vendredi sur Mer, una especie de proyecto en el que lo visual y lo musical –con producciones de electrónica heredera de los trabajos de los 70 y 80 de Gainsbourg, Etienne Daho o Moroder– van de la mano. Tras el EP debut de 2017 ‘Marée basse‘, que incluía sus primeros éxitos ‘La femme á la peau bleue‘ y ‘Les filles desir‘ (siempre con preciosos vídeos en los que el sexo es el eje principal), el próximo 22 de marzo llegará ‘Premiers émois’, el primer álbum de VSM. Y su primer adelanto, ‘Écoute Chérie’, no podía ser más prometedor.

Autumn Comets se separan “de manera indefinida”

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Autumn Comets ha anunciado su separación. La banda madrileña de slowcore, que en 2017 publicó el álbum ‘Realejo’, ha revelado en un comunicado publicado en las redes sociales que es momento para ella de cerrar etapa con Autumn Comets “de manera indefinida”. En el texto, el grupo agradece también el apoyo a sus fans durante sus 10 años de existencia, indica que su próximo concierto en Valencia el 25 de enero sigue en pie y revela que está a punto de anunciar un show de despedida en Madrid.

“Es un momento difícil y triste pero los seis estamos seguros de que es la mejor decisión posible”, escribe el grupo. “Podríamos hacer este discurso eterno, pero simplemente recordaremos que la vida de cada uno de nosotros no sería la misma de no haber existido AC, así que gracias infinitas a todas las personas que en estos 11 años (con sus 5 discos, 1 EP y tantos, tantos, tantos conciertos) han estado a nuestro lado escuchando, apoyando y empujándonos a hacer lo que más nos gustaba. Lo que ha ocurrido todo este tiempo estará con nosotros siempre”.

Deudor del sonido de Low, Explosions in the Sky o Red House Painters, el sexteto compuesto por Julián Palomo, Emilio Lorente, Gonzalo Bautista, Mario Pérez, Pablo Palomo y Manuel Moreno despuntó a finales de la década pasada con discos como su debut ‘Parades‘ o más adelante con ‘Moriréis en Camboya‘, aunque curiosamente es su disco de 2015, ‘We Are Here / You Are Not’, el que contiene su canción más popular al menos en Spotify, ‘Todos están esperando’, que se acerca al millón y medio de streamings.

‘La venda’ de Miki: veredicto, posibilidades en Eurovisión y precedentes «ska» en el festival

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Parte de la redacción evalúa la canción ganadora de la gala organizada por TVE para designar al representante de España en el próximo festival de Eurovisión. De momento, España es 20ª en las casas de apuestas, lo cual no parece muy bueno si tenemos en cuenta que aún no se conoce casi ninguno de sus rivales. En cualquier caso, es demasiado pronto para conclusiones.

“Por primera vez en mucho tiempo da la sensación de que España no manda a Eurovisión un tema que intenta sonar “eurovisivo” o se apropia de las modas del momento para dárselas de actual. ‘La venda’ no es una composición espectacular, pero de entre las apuestas de Operación Triunfo para Tel Aviv era una de las destacadas desde que se lanzó su adelanto de 1 minuto y lo mejor es que no puede ser más tradicional y española, una charanga compuesta por La Pegatina (en serio, estamos llevando a La Pegatina a Eurovisión, ¿hola?) buenrollera y eufórica que, además, suena auténtica pese al sermoneo de su letra. Miki el Predicador quiere montar con ella una fiesta en el escenario de Eurovisión y lo tiene fácil porque la canción ya es una fiesta. La verdad, estoy contento con la elección… y mejor nos quedamos ‘Muérdeme’ para el verano, ¿verdad?» Jordi Bardají

«¿Otro catalán representando a España en Eurovisión? No descartemos que la presencia de Miki y ‘La venda’ en el certamen de la canción sea otra concesión de Pedro Sánchez a los políticos separatistas supuestamente golpistas y presuntamente perroflautistas de los que es rehén… Bromas aparte, la composición de Adriá Salas supone una domesticación apta para todos los públicos del ska-pop que factura con su grupo, La Pegatina. Es un estilo que a mí me resulta particularmente irritante, máxime si viene acompañado de una letra con poco sentido (el vergüenzajenómetro se dispara con el puente de «lo que ereh-ereh-hé») y, sobre todo, de un simpleza melódica supina, como es el caso —la de los versos es casi insultante–. Pero es sabido que a veces lo más sencillo es lo más eficaz, y ese podría ser el caso de nuestra candidatura a Tel Aviv: la vocación popular de la canción parece perfecta para un festival de estas características, y la fiesta, precisamente, que pueda organizar Miki quizá funcione. La impresión es que el de Terrassa ni siquiera necesitará grandes alardes vocales (que no son lo suyo) para hacer un buen papel». Raúl Guillén.

«Vista la desgana de María sobre la posibilidad de ir a Eurovisión y la sonrojante puesta en escena de ‘Muérdeme’, más en la fiesta de fin de curso de un modesto instituto que en la primera línea del pop urbano; ‘La venda’ era una de las mejores opciones de la selección española para el certamen. Aunque no se parece exactamente a Álvaro Soler, pues esta es una propuesta más perroflauta, sí transmite esa «alegría» que el cantante asentado en Berlín ha repartido por las listas europeas, conquistando Polonia, Italia, Austria o Alemania con varios de sus singles, de ‘Sofía’ a ‘La cintura’. A pesar de que el valor artístico de ‘La venda’ equivale a cero, Miki es muy mono (sorry, todo cuenta) y quizá pueda darnos una buena posición. Como curiosidad, ya han ido antes canciones empapadas de festividad ska a Eurovisión: Turquía quedó 4ª en 2004 con ‘For Real’; Grecia en 2013 fue 6ª con ‘Alcohol Is Free’, mientras Moldavia ha mandado en un par de ocasiones a la banda Zdob și Zdub, consiguiendo el 6º puesto en 2005 y en el 12º en 2011. En 2010, Lituania no logró llegar a la final con ‘East European Funk'». Sebas E. Alonso.

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Lady Gaga hace un concierto sobre todo de versiones en el estreno de ‘Piano & Jazz’

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Lady Gaga ha estrenado este domingo ‘Piano & Jazz’, el segundo de los dos espectáculos que va a estar presentando en Las Vegas hasta noviembre. El primero, ‘Enigma‘, es pop y el segundo, como se deduce de su título, es jazz y de hecho su amigo Tony Bennett, con quien Gaga lanzó, en 2014, el disco ‘Cheek to Cheek‘, estuvo presente para acompañarla en algunas canciones, como en su conocido dueto ‘Lady is a Tramp’ o por supuesto el tema que titula aquel álbum.

Había curiosidad por conocer el setlist de ‘Piano & Jazz’ ya que Gaga ha solido reducir sus propios temas al piano en numerosas actuaciones en directo, pero sorprende descubrir en él pocos temas originales y sobre todo muchas versiones, en concreto de estándares como ‘Orange Colored Sky’ de Nat King Cole, ‘What a Difference a Day Makes’ de Dinah Washington o incluso ‘La vie en rose’ de Édith Piaf, que suena en la BSO de ‘A Star is Born’. Las pocas canciones propias que ha decidido hacer Gaga, como puede observarse en el setlist cortesía de Just Jared, son ‘Born this Way’, ‘Poker Face’, ‘Paparazzi’ y ‘Bad Romance’. No, ‘Shallow’ no está, al menos de momento.

También han llegado a internet algunos vídeos y Just Jared comparte en Instagram algunas imágenes oficiales de Gaga y sus varios atuendos a lo largo del espectáculo, que como ella son tan clásicos como extravagantes. Este es el setlist completo:
1. “Luck Be a Lady” (from the musical Guys & Dolls)
2. “Anything Goes” (from the musical Anything Goes)
3. “Call Me Irresponsible” (from the movie Papa’s Delicate Condition)
4. “Orange Colored Sky” (made famous by Nat King Cole)
5. “Poker Face”
6. “Lady is a Tramp” (with Tony Bennett for opening night)
7. “Cheek to Cheek” (with Tony Bennett for opening night)
8. “I Can’t Give You Anything But Love” (from the musical Blackbirds of 1928)
9. “Someone To Watch Over Me” (from the musical Oh, Kay!)
10. “Born This Way”
11. “Bang Bang” by Cher
12. “Little Coquette” (made famous by Guy Lombardo)
13. “What a Diff’Rence a Day Makes” (made famous by Dinah Washington)
14. “Paparazzi”
15. “La Vie En Rose”
16. “Just a Gigolo”/“I Ain’t Got Nobody” (made famous by Louis Prima)
17. “Lush Life” (made famous by Kay Davis and the Duke Ellington Orchestra, as well as Nat King Cole and Ella Fitzgerald)
18. “Bad Romance”
19. “Fly Me to the Moon” by Tony Bennett
20. ENCORE: “New York, New York” (from the film New York, New York)

Selena Gomez reaparecerá esta semana cantando a su «Ansiedad» junto a Julia Michaels

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En las últimas horas la exitosa compositora (últimamente ha escrito para Lady Gaga, Christina Aguilera o Rita Ora) y solista (tras ‘Issues‘, ha triunfado con Clean Bandit y Shawn Mendes) Julia Michaels ha anunciado la próxima edición de un nuevo trabajo tras el buen EP ‘Nervous System‘. Se titula ‘Inner Monologue’ y, habida cuenta de la coletilla «Part I», se entiende que será un álbum publicado en al menos dos partes. La primera llega este próximo viernes, 25 de enero, y, entre sus 6 canciones, encontramos sorpresas llamativas en forma de colaboración.

En el tracklist encontramos a Niall Horan, que en realidad no es tan sorprendente si tenemos en cuenta que el ex-One Direction invitó como telonera a Michaels en su gira –lo cual incluyó su visita a España–. Y, de manera aún más llamativa, a Selena Gomez. Gomez reaparecerá pues esta misma semana tras un 2018 de escasa actividad editorial –publicó ‘Back to You‘ para promocionar la serie de Netflix que co-produce, ‘Por 13 razones’; y triunfó a lo grande con ‘Taki Taki‘, el single de DJ Snake que la unió a Ozuna y Cardi B– en el que, sobre todo, se mantuvo apartada de la vida pública para tratar sus problemas de salud –el trasplante de riñón que sufrió en 2017 estuvo a punto de costarle la vida– y sus problemas mentales.

Precisamente a estos últimos parece ir dedicada la canción que canta en el nuevo disco de Julia Michaels, titulada ‘Anxiety’. Y es que, además de su título, se ha filtrado en Internet la letra de este tema y no puede ser más evidente que aborda esa cuestión tan personal: «Mis amigos quieren llevarme al cine / Yo digo que estoy lejos de hacer las paces con mi depresión / Pero cuando siento que la estoy superando / La ansiedad comienza a patear y nos da una lección», dice el primer verso de la canción. En pocos días podremos escuchar este regreso de Selena, de la mano de Julia.

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6 days ❤️

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La Canción del Día: Mabel es una femme fatale entre Dua Lipa y Bad Gyal en ‘Don’t Call Me Up’

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A sus 23 años, Mabel es ya una artista con una personalidad plenamente consolidada en el siempre difícil panorama del pop británico, gracias a singles tan pintones y considerablemente exitosos como ‘Ring Ring‘ –junto a Jax Jones y Rich The Kid–, ‘Finders Keepers‘ –con Kojo Funds–, ‘Fine Line’ –con Not3s– y, en menor medida, ‘Cigarette’ –con RAYE y Stefflon Don–. No está de más recordar otra vez que es malagueña –aunque en realidad creció en Estocolmo y ahora vive en Londres– y que es hija de Neneh Cherry y Cameron McVey, pero a estas alturas es evidente que no está donde está por sus apellidos.

Y es que la joven McVey tiene un innegable olfato para los ganchos, un buen gusto para involucrarse en producciones con aspiraciones comerciales pero no cutres ni facilonas y una estética muy particular, de chica de barrio con altas miras y mucha confianza en sí misma, un híbrido entre Dua Lipa y Bad Gyal –cuya combinación aclararé más tarde–. Después de un 2018 en el que ha recibido un fuerte espaldarazo profesional, al ser elegida para abrir los conciertos de Harry Styles en su gira británica –lo cual la ha expuesto a audiencias masivas, probablemente nunca soñadas por ella–, este nuevo año estará marcado por el lanzamiento de su álbum debut.

Porque sí, todo lo anterior le ha llegado a Mabel sin haber publicado siquiera un disco propiamente dicho. Tras varios singles y EPs, en 2017 lanzó una mixtape titulada ‘Ivy to Roses‘ con 9 canciones, mixtape que relanzó a finales del pasado año con una nueva portada, sumándole algunos de esos exitosos singles antes citados y, además dándole la pátina de un debut al recibir una edición física en doble vinilo. Sin embargo, ella asegura que el que será en realidad su primer disco es un lanzamiento que está cuidando al máximo y que llegará en los próximos meses. La prueba es que el pasado viernes llegó su single debut.

Se trata de ‘Don’t Call Me Up’, una composición de la propia Mabel junto a Camille Purcell (Kamille) y el afamado productor Steve Mac. Los dos últimos han estado muy implicados en el reciente ‘LM5’ de Little Mix, por ejemplo, pero eso no empequeñece en absoluto la figura de McVey en un perfecto artefacto de pop que equilibra sonidos jamaicanos y perfección melódica sueca, con exquisitos arreglos de cuerda al estilo Clean Bandit. Una muy buena canción que no veo por qué no podría ser el ‘New Rules’ de estos primeros compases de 2019. Quizá esa reminiscencia viene más de su vídeo oficial, en el que Mabel realiza también pensadas coreografías en un ámbito doméstico, aunque más humilde que el del clip de Lipa: su piscina es aquí un jacuzzi, y su ambiente, el extrarradio. También es esta una canción dedicada a olvidar algunos amores, aunque la de Málaga se muestra más como una femme fatale, rechazando hasta a tres parejas simultáneas para beber e irse al club con su séquito.

Lo mejor del mes: escucha las últimas «Canciones del Día»

Ariana Grande vuelve a ser número 1 global con ‘7 Rings’ con cifras estratosféricas

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Como sucediera con ‘thank u, next’, Ariana Grande ha sido número 1 global en Spotify con su nuevo single de manera directa y con cifras de streaming realmente estratosféricas. El tema ‘7 Rings’ sumaba más de 8 millones de reproducciones el pasado viernes, cuando se lanzaba. Pero es que el sábado, lejos de achantarse, la canción se creció, sumando 9.452.208 streamings en su segundo día, doblando a Post Malone, quien aparece en el número 2 del global. Las cifras son incluso más altas que las iniciales de ‘thank u, next’.

El funcionamiento del tema en Youtube es aún mejor, rozando ya los 50 millones de reproducciones que seguramente haya superado cuando estés leyendo esto. ‘7 Rings’ será obviamente número 1 directo en Reino Unido, pues es muy holgadamente el número 1 en Spotify de este país y también tendrá bastante fácil el asalto al Billboard Hot 100, donde sus reproducciones son muy superiores al actual número 1 de Post Malone, ‘Sunflower’, pero aún hay que esperar a su desarrollo en radio.

En otros países donde el inglés no es la lengua materna, tradicionalmente más duros para Ariana Grande, también está funcionando bien. ‘7 Rings’ ha sido top 7 directo en Spotify Francia, subiendo el segundo día al número 6; además de número 15 directo en Alemania, pasando el segundo día al número 10; o número 18 directo en España, pasando el segundo día al número 15. Nuevo hitazo global para la cantante, definitivamente en racha.

Monarchy / Mid:night

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Monarchy, que llevan años bitcheando sobre lo obsoleto del formato disco, sacan otro disco. Uno corto, eso sí, cuya motivación principal parece el reto de Ra de escribir canciones más optimistas, materializadas sobre todo en el single y tema de apertura ‘Back to the Start’. De todos es sabido que hacer arte a partir de una onda positiva es mucho más difícil que desde el desgarro y aquí el dúo británico medio asentado en Madrid y Australia logra un tema simpático, aunque exento del carisma de viejos himnos como ‘Living Without You’ o ‘The Phoenix Alive’.

Lo mismo puede decirse de sencillos anteriores recopilados en este ‘Mid:night’ como el corte titular, ‘Hula Hop 8000’ o ‘Deep Cut’, mucho más correctos que históricos, a medio camino entre el synth-pop y el R&B tal y como lo entendía George Michael, pero en los que se echa mucho de menos la imaginación que destilaba ‘You Don’t Want to Dance With Me’.

Sin embargo, hay mejores temas en este pequeño disco. No es que otras canciones hubieran tenido que ser clarísimamente las que presentaran ‘Mid:night’, pero sí es cierto que 3 de las 4 grabaciones que desconocíamos encierran sorpresas agradables. ‘Deadset Lust’ contiene voces orgasmizadas à la Gainsbourg; ‘Racie’s Cousin’, que huye de la temática amor-sexo para hablar más bien de alienación y autoestima («Racie’s cousin keeps you down / You’re not good enough for her / End up playing on your own»), sí cuenta con el típico leit motiv instrumental con la marca Monarchy que enseguida se adhiere a tu cabeza; y ‘Cumming Coma’ cierra el disco con un ritmo y ambientación sedosas, enriquecidas por esas voces tratadas que se confunden con teclados, como sucedía en éxitos de los 80 como ‘I’m Not In Love’.

Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘Deadset Lust’, ‘Racie’s Cousin’, ‘Midnight’
Te gustará si te gustan: los anteriores, Hurts, George Michael
Escúchalo: Spotify

Una pachanguera ‘La venda’ de Miki y La Pegatina triunfa en la gala de TVE e irá a Eurovisión

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Tal y como se preveía, La 1 de TVE ha ofrecido esta noche la gala destinada a elegir la canción que representará a España en Eurovisión 2019. Aunque la disposición era la de un programa-tipo de OT, con su Roberto Leal bien sonriente, su jurado de expertos –Manuel Martos era el único habitual, acompañado por Pastora Soler, Toni Aguilar y Doron Medalie, autor de la canción ‘I’m Not Your Toy’, la ganadora del certamen el pasado año– y su público superentregado, parecía que la mecánica de la selección era mucho más simple que en otras ocasiones: los participantes interpretarían sus 10 canciones, y se abrirían líneas para votar la favorita. Pim pam pum, sin más.

Y menos mal, porque de otro modo creo que hubiéramos fenecido ante la considerable cantidad de mediocridad, con contadas chispas, que presenciamos. Abrió Marilia, con ese ‘Todo bien’ de neo-latineo que no le iba nada bien –anduvo ahogada con las coreos, justita de voz, aunque con más desparpajo del que se le intuía– y que quedó embarrado por unos coros pregrabados muy molestos. Sabela, extrañamente, no estuvo fina de voz con ‘Hoy soñaré’, claro que ni siendo Céline Dion habría podido salvar ese petardo infumable de balada. Al menos Famous, de los pocos (¿el único?) que se había mostrado ilusionado por representar a España en Eurovisión, empleó con cierta corrección su chorro de voz en ‘No puedo más’. Lo bueno de esta canción es que al menos parece escrita por alguien que escuchaba radiofórmula en 2017 –obra de Leroy Sánchez, digamos que podría cantarla un Sam Smith, por ejemplo–. Lo malo, casi todo lo demás, con una puesta en escena tirando a nula –apenas un coro–, que contribuyó a realzar su randomness.

Aunque, para «lo malo», ‘La clave’: la canción de Merche y Ander Pérez (Andermay) es bastante émulo del hit de AitAnaWar, pero es superpegadiza –algo que es importante para optar a ganar Eurovisión– y Natalia hizo lo que mejor ha mostrado que sabe hacer: combinar buena interpretación vocal y coreografía. Así, se postuló como una seria competidora para llevarse el gato al agua. Le siguió un interludio musical de Julia que, entre un jardín de plástico que olía a petróleo desde casa, volvió a hacer lo mismo que durante los 3 meses de su paso por el concurso: una balada de India Martínez (literalmente, en el caso de ‘Qué quieres que haga’) imposible de diferenciar de una de Malú o de Vanesa Martín. Ante semejante muermazo, de repente la fiesta de Miki, La Pegatina y ‘La venda’, una charanga de manual tan sencillota como eficaz, pareció que tenía posibilidades reales.

Noelia se plantó en el escenario con mucha seriedad y dispuesta a mostrar su notable chorro de voz. Lástima que lo tuviera que hacer con otro baladón –con Álex Ubago como co-autor– tan genérico en todo (sobre todo en unos arreglos propios de película de princesa Disney) que, pese a su algo descontrolado arranque de genio final, no parecía muy apetecible. ¿Mejoraría la cosa uno de los compositores de Morat con el sosete Carlos Right? No, gracias, no necesitamos un segundo Álvaro Soler.

Y no hubo más que esperar a que Miki y Natalia subieran a cantar ‘Nadie se salva’ para que quedara aún más en evidencia el carisma de aquel. En el caso del único dúo de esta gala, podemos decir además que el resultado fue la suma de las partes: la calidad y versatilidad de Natalia más la energía y complicidad con el público de Miki, parece una buena candidata a la fase final de Eurovisión, como concedió Pastora Soler en su valoración. Y cerró la tanda de actuaciones María Villar y ‘Bien duro‘ ‘Yo ya no quiero ná‘ ‘Muérdeme’, la favorita del público desde los primeros avances. La madrileña, defendió el tema voluntariosa, con sus limitaciones vocales pero bastante actitud. Pero una coreografía enrevesadísima y una puesta en escena bastante confusa, con una incomprensible lluvia de billetes final (¿»tirando billetes de 100 en el culo de no sé de quién»?), no remaron a favor. Para contribuir a liarlo todo más, Toni Aguilar tuvo la ocurrencia de rememorar a Lady Gaga Madonna y llamarla «ambición rubia». Mira, no.

Tras este número, a las 23:43h, se abrieron las líneas y la app para que el público pudiera votar. También se abrió la veda para rellenar tiempo con vídeos intrascendentes, la visita de Alfred para decirnos lo provechosa que fue para él la experiencia de Eurovisión 2018 –le sirvió sobre todo, dijo, para aprender a hacer promo–. Al menos, en ese tiempo, también pudimos ver a Eleni Foureira demostrando lo que puede ser una buena actuación de este certamen internacional, con un espectacular medley de ‘Fuego’ y su nuevo single, ‘Tómame’. Tras una agónica retahíla de vídeos hasta alcanzar las 00:20h, Alfred hizo de secretario y llevó el sobre con los resultados: en unos últimos puestos previsibles, sorprendía encontrar el tema de Famous en 7º lugar. Finalmente, el tema conjunto de Natalia y Miki, ‘Nadie se salva’, quedó la tercera (Natalia se despedía con un «hastaluego, maricármenes»), María se libraba por los pelos (parecía una de las más felices, sin duda) y ‘La venda’ de Miki, sin duda el tema que más destacó en la gala, fue la elegida por el público. Veremos cómo funciona el 18 de mayo en Tel Aviv.

Hozier: «Para cierto público siempre ha sido fácil desacreditar el hip-hop, pero el hip-hop acredita la realidad»

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Hozier visitaba La Riviera de Madrid a finales de 2018 para presentar las canciones de su último EP ‘Nina Cried Power’. Aunque no era el plan inicial, su próximo disco, que acaba de anunciarse junto a un nuevo single, sí contendrá muchas de las canciones del EP, como la titular y dos que de hecho han calado más entre sus seguidores, ‘Shrike’ y ‘Movement’. Antes de que el músico tocara en esta sala pudimos hacerle unas cuantas preguntas sobre su reciente lanzamiento y ese inminente ‘Wasteland, Baby!’ que ahora sabemos que saldrá el 1 de marzo. Hozier, que tiene 28 años aunque aparenta menos, se muestra bastante tímido y hasta ligeramente nervioso, en contraste con el vozarrón que despliega como vocalista y la solidez de sus opiniones.

¿Cómo es para ti actuar en una sala como La Riviera? No sé calcular si es grande o pequeña en tu caso.
Depende de en qué parte del mundo esté. La última vez ya tocamos aquí, y creo que son como 1500 o 1600 personas. Para Europa para mí algo de este tamaño tiene todo el sentido. Me gusta. Tocar en salas o también en bares está muy bien.

¿Dónde tienes tu mayor audiencia?
Quizá en Estados Unidos. Siempre hay una energía y un ambiente diferentes. De todas formas, este tamaño de sala es mi favorito, porque estás cerca de la audiencia, no te sientes tan lejos de ella. Y es un sitio de estar de pie desde el principio, por lo que la gente no tiene que tomar la decisión de si se levanta o no.

¿Y te influye para el tipo de música que tocas?
Depende. En este tamaño puedes hacer canciones más tranquilas y es fácil conectar a un nivel personal, lo cual está guay.

Pienso que ‘Nina Cried Power’ puede ser tu mejor canción, pero no sé si es de la que estás más orgulloso.
Estoy muy orgulloso, de las que más, también por la presencia de Mavis Staples. Que ella quisiera estar y formar parte me ha dejado un muy buen recuerdo; y de Booker T. Jones, que toca el órgano.

‘Nina Cried Power’ era dependiente de la colaboración de Mavis Staples. Hubo conversaciones sobre qué habríamos hecho si ella no hubiera podido cantarla, pero por suerte no he tenido que pensar en ello. Menos mal. Lo habría pasado mal»

Ya hemos escrito sobre cómo os conocisteis después de coincidir en varios festivales, pero no sé si has pensado qué habría pasado con esta canción si ella no hubiera podido colaborar en ella.
No sé… Sí lo he pensado. La canción era dependiente de su colaboración. Hubo conversaciones sobre qué habríamos hecho, pero por suerte no he tenido que pensar en ello. Menos mal. Lo habría pasado mal. No habría salido si ella no hubiera podido.

Hay otros grandes cantantes mencionados (sobre todo muertos, pero no solo). ¿Ninguna otra gran estrella que pensaras que podía encajar?
Probablemente lo habría podido intentar, pero era muy importante para mí en lo personal que fuera Mavis quien cantara.

¿Ella te conocía?
Sí, me ha apoyado mucho. Una de las razones de que nos juntáramos es que ella solía cantar parte de ‘Take Me to Church’ en sus conciertos. Cuando dijo que le encantaba, intentamos conocernos y hubo conversaciones para que yo colaborara en su disco. Nunca pudimos porque los dos siempre estábamos de gira. Al final nuestros caminos se cruzaron, y para mí fue un gran honor, porque es una leyenda de tal tamaño… Tenía esta canción en mente y tenía que ser ella quien la cantara.

«La música de Mavis Staples no son solo canciones, son documentos que captan el espíritu de una época»

¿Has escuchado sus trabajos recientes con Jeff Tweedy o M Ward?
Escuché su nuevo disco cuando empecé a trabajar en esta canción porque ya sabes que las voces de los artistas van cambiando. Su trabajo con Jeff Tweedy me parece maravilloso, contiene ese espíritu de protesta contra la brutalidad policial y sobre el presente de la comunidad negra en América. Ella mantiene ese espíritu. Pero estaba más familiarizado con sus canciones antiguas, por supuesto. Eran canciones tan honestas sobre ser una persona de color en América… Contenían mucha motivación para que la gente se levantara y luchara por el cambio. Es algo que se consiguió y es muy inspirador. La canción es una honesta expresión de cómo es la vida. Su música antigua era muy inspiradora como documento. No son solo canciones, son documentos que captan el espíritu de una época.

¿Escuchas algo actual de hip-hop tratando este mismo tema o solo cosas antiguas? Me refiero a Kendrick Lamar y cosas así.
Sí, sí, está saliendo material increíble en el hip-hop ahora mismo. Siempre ha sido así, a decir verdad. Siempre ha sido fácil para alguien que no está metido en el hip-hop desacreditarlo por usar samples o no ser música, pero cuando escuchas hip-hop o vuelves a los 90 a cosas como 2-Pac, estaban expresando que afrontaban discriminación institucional. La honesta expresión de ese problema acredita su importancia porque acredita la realidad. Nada puede cambiar hasta que la realidad está acreditada. Además, hay un hueco muy grande entre la expresión de alguien y la comprensión de otros miembros de la comunidad, de la experiencia de que la discriminación existe, de que pasan cosas.

¿Has tenido algún tipo de «feedback» de alguien del hip-hop por ‘Nina Cried Power’?
No tanto, diría. Tiene un sentir diferente. No sé… Yo juego la carta del folk…

¿Esperabas mejor recepción para este tema? Incluso otras canciones del EP han calado más…
Es interesante, sí. La gente conecta con canciones como conecta. Me sorprendió que otras canciones del EP conectaran mejor con el público, como ‘Shrike’. Lo cual está muy bien. «Nina» llegó a la cima de las listas alternativas en América, pero sí, en streaming, ha sido otra cosa. La gente ha oído más a las otras canciones. Para mí, es alentador que hayan conectado con las canciones, en cualquier caso.

¿Qué es lo que se oye en esta canción, que no son palmas?
Es una canción de folk con una guitarra acústica. ‘Shrike’ es como un tipo de pájaro, que mata a otros más pequeños. Da un poco de miedo.

El sonido es como una escopeta.
Sí, es verdad (imita el ruido).

«‘Nothing Fucks With My Baby’ no tiene género, no creo que haya nada de género en ella. No hay ninguna mujer en la canción»

¿Puede haber algo de feminismo en ‘Nothing Fucks With My Baby’? El carácter protector que tiene (irónico o no).
No diría que haya proyectado feminismo en ella, pero si tú lo haces, está bien. Es una canción de amor sobre alguien que es muy, muy fuerte. Y no creo que tenga género, no creo que haya nada de género en ella. No hay ninguna mujer en la canción. Es sobre un amor muy fuerte, y se inspira en ‘Second Coming’ de W. B Yeats, es sobre su sentido final del mundo, y ahí empieza la canción. Imagina que el Anticristo llega de hecho a la Tierra y pone a esta persona con la que hay que lidiar.

Creo que tus fans en Genius han hecho el trabajo de explicar lo de Yeats y hay teorías, sí, aunque no las has verificado.
Lo miraré. Creo que las del EP sí han sido verificadas por el sello.

Las letras, pero no las teorías.
Sí, solo las letras.

¿Has tenido una recepción especial de la comunidad gay por el vídeo de ‘Take Me To Church’? En general, y quiero recalcar que lo digo en general, no parece haber mucho gusto por el folk en la comunidad gay.
Puedo hablarte sobre eso, sí. A la gente le gusta la música que le gusta. La sexualidad no dirige el gusto musical. Pero claro que recibí aprecio y gestos de solidaridad. En ese momento estaban pasando cosas que me enfadaron mucho, sobre todo contra la comunidad gay en Rusia, y creo que en esta era no hay fronteras. Vivimos en una comunidad global, y sí recibí aprecio. Yo solo era un actor más en medio de la solidaridad.

Hablando de este tema, que tocaste en los Grammys con Annie Lennox, ¿es verdad que solo puedes actuar allí mediante dueto?
Normalmente es un dueto, pero estoy seguro de que hay excepciones.

Si no eres Adele, quiero decir.
Sí, de hecho ella iba sola. Y Beyoncé. Que recuerde, incluso Pharrell Williams hizo un dúo. Es lo normal.

Bon Iver dijo que no salía si tenía que ser un dúo y no salió.
Bueno, ya sabes, está bien. De hecho, cuando se lo propusieron a Annie Lennox dijo como «huy, no» (risas).

¿Y cuánto tardó en cambiar de opinión?
No sé, por suerte no mucho. Cuando llegó a mis oídos ya estaba solucionado (risas).

¿A ti te gustaba ella?
Sí, Annie Lennox es de donde yo vengo.

Ahora que has mencionado a Beyoncé, también sueles hacer en directo esta versión de ‘Say My Name’…
Cuando vas a la radio te piden una versión, así que llevas una serie de canciones en el bolsillo con diferentes arreglos y a veces sorprendes a la audiencia.

«Ahora aprecio la música pop por lo que es: melodía, ritmo, los elementos de la canción, el juego con esos elementos. Es más como un ejercicio de ver lo que tiene la canción»

¿Te gusta la música pop?
La aprecio… (NdE: con cautela). ‘Say My Name’ la oía a los 11 o 12 años, en ese momento ya oía blues y soul, y no me interesaba, no quería escuchar música pop. Pero 10 años después aprecias la música pop por lo que es: melodía, ritmo, los elementos de la canción, el juego con esos elementos. Es más como un ejercicio de ver lo que tiene la canción.

No sé si conoces a Villagers.
Sí, claro, Conor O’Brien.

Le entrevisté y me dijo algo interesante sobre la religión, que se ha hecho más espiritual a medida que se acercaba a los 30. Y tu EP habla también de religión…
Gracias por recordarme que estoy cerca de los 30 (risas) Conor es un gran autor de canciones. Cormac Curran, que toca el órgano con nosotros esta noche, ha estado en su último disco. En su disco hay muchos elementos de espiritualidad y es verdad que también en algunas de mis canciones. Algunas tienen referencias bíblicas, la imaginería de la Biblia, de las revelaciones, el fin del mundo… Pero en mi caso es más sobre experiencias de la vida diaria, sea sobre amor, esperanza, alegría o lo que sea. Sobre encontrar espiritualidad ahí, en cosas muy personales y privadas.

¿Y ese va a ser un tema del disco al completo?
En cierta manera, el disco es menos concienciado. El disco anterior era sobre liberarte de los cambios de ideología, del dogma. Sobre ser capaz de exponer tu vida personal a tu manera, tu identidad espiritual. Cómo la escoges o la llamas. Y en este disco puede salir de vez en cuando algo así, pero es más sobre el sentido del fin del mundo. Sobre encontrar unas pocas palabras de confort en medio del fin del mundo.

¿Te preocupa que el próximo disco tenga éxito?
No soy una persona de números. El sello, sí. Para mí todo esto es más que el trabajo se haga de una manera honesta, como con el primero. Es más sentir que lo que hago es honesto y que la gente lo disfrute.

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Hablando con @hozier en La Riviera, donde actúa esta noche

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Una representante de RTVE afirma que ningún aspirante a Eurovisión ha renunciado a ir a Israel

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Esta noche de domingo, 20 de enero, La 1 de Televisión Española emite esta noche la gala en la que una selección de concursantes de Operación Triunfo 2018 pugnarán por ser el artista representante de España en Eurovisión 2019, que el próximo mes de mayo se celebrará en Tel Aviv. Como sabréis, había sido noticia que este año algunos de los participantes de Operación Triunfo, como Natalia o María –cuya canción ‘Muérdeme’ es, paradójicamente, una de las favoritas de las encuestas–, ponían peros a su posible participación en el certamen de la canción por motivos artísticos y, también, por cuestiones políticas. Sin embargo, en las últimas horas una representante de RTVE, responsable de Eurovisión en el ente público, ha hecho unas declaraciones que pueden cambiar esas impresiones.

La cuenta de Twitter del medio especializado español Eurovisión Spain reproducía un supuesto mensaje privado remitido hacia ellos de Ana Bordas, jefa de delegación de TVE en Eurovisión, que, en contra de lo que se venía afirmando, dejaría claro que todos los participantes en la gala de esta noche han tenido oportunidad de rechazar su candidatura y ninguno lo ha hecho: «Para vuestra información. Los artistas finalistas de Eurovision han firmado, como condicion imprescindible para ir a la Gala, un acuerdo con TVE de aceptacion de normas y acuerdos para ir a Eurovisión. El que no hubiera querido habria renunciado antes de la Gala» (todo sic). Refrendando la veracidad del mensaje, la cuenta en Twitter de RTVE para Eurovisión, reproducía más tarde el mismo texto.

Esto, sin duda, cambia la percepción de que los participantes no se sentían identificados con sus canciones y no querían o no les interesaba acudir, con la manifiesta excepción del ganador, Famous, y de algún otro concursante como Miki. Así, el «Eurodrama 2019» que vaticinábamos hace unas horas podría no ser tal, sabiendo todos los eurofans que, voten la canción que voten, el intérprete está implicado en representar a España en Eurovisión. En las últimas horas se han podido ver también vídeos del ensayo general de cada una de las canciones que participan en el programa de esta noche, incluida una versión coral de ‘I’m Not Your Toy’, la canción de Netta ganadora de Eurovisión 2018.

Najwa Nimri fue la estrella de los Premios Feroz, pero no por ganar premios sino por su irreverencia

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Anoche se celebraba en Bilbao la gala de los Premios Feroz 2019, galardones del cine y la televisión que entrega la Asociación de Informadores Cinematográficos. Una gala que fue emitida en directo en Youtube y que en los últimos años se ha destacado por su irreverencia y por los discursos encendidos y sin complejos, y que en esta ocasión ha seguido un camino similar. Si el año pasado Julián López arrasaba con su ácido discurso inicial, la actriz Ingrid García-Jonsson redundaba en esa línea: en su caso, atizó a Leticia Dolera (por la polémica con una actriz descartada de un papel al estar embarazada –»Leti, tengo ahí atrás el predictor por si quieres hacerme un casting», dijo–) y a ‘Quién te cantará’ de Carlos Vermut («es casi más lenta que un tren a Extremadura»).

Y también hubo algún discurso emocionado, como el del año pasado de Los Javis (que no pudieron acudir por enfermedad). El más destacado fue sin duda el de José Luis Cuerda al recibir el Premio de Honor. Aunque para «emocionado» el de Paco León al recoger el premio a Mejor Comedia por ‘Arde Madrid‘. Si bien en su caso las dosis de emoción venían directamente del vino que, servido a espuertas por el patrocinador de la gala, hizo estragos. La comedia inspirada en la estancia de Ava Gardner en el Madrid de los 50 fue una de las grandes triunfadoras de la noche, al ver también cómo dos de sus actrices, Inma Cuesta –mejor actriz principal de serie– y Anna Castillo –mejor actriz de reparto de serie, y que hizo doblete al ganar también el de actriz de reparto por la película ‘Viaje al cuarto de una madre’–, se llevaban el gato al agua. En el apartado de series dramáticas, la gran destacada fue ‘Fariña‘, con tres premios.

En cuanto a películas, ‘El reino‘ fue la mayor triunfadora: hasta 5 premios Feroz –mejor serie dramática, mejor dirección (Rodrigo Sorogoyen), mejor guión, mejor actor de reparto (Luis Zahera) y mejor actor principal (Antonio de la Torre)– fueron para ella. Como comedia, ganó ‘Campeones‘ de Javier Fesser. ‘Quién te cantará‘, de Carlos Vermut, obtuvo cuatro máscaras de zorro, con dos premios menores (mejor tráiler y mejor cartel) y dos más relevantes (para Eva Llorach, mejor actriz; y Alberto Iglesias, mejor música original). Najwa Nimri, co-protagonista de esta película e intérprete en ella de una impresionante versión de ‘Procuro olvidarte’, se fue de vacío en cuanto a premios (sólo estaba nominada como mejor actriz de serie dramática por ‘Vis a vis’). Sin embargo, si hoy se habla de uno de los asistentes a esa gala es de ella, erigiéndose en gran estrella por su irreverencia: no sólo en su entrada, haciéndose fotos con los fans bajo la lluvia (y haciendo a alguien que la llamó «najua» un gesto de «te corto el cuello», a lo Zulema), sino también porque no dudó en posar en la alfombra roja peloti de whisky en mano, o porque la pillaron fumando durante la gala. Genia y figura.

Los mejores libros de 2018

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1.- El orden del día (Éric Vuillard)

Y premio Goncourt de 2017 es mi novela preferida de 2018. El relato de la implicación de los grandes industriales alemanes en la subida de Hitler al poder resuena en el presente con el acenso de la ultraderecha en Europa. El título del libro se refiere a la reunión que se celebró a principios de 1933 entre el canciller alemán y veinticuatro empresarios. Los que hacen “nuestros coches, nuestras lavadoras, nuestros artículos de limpieza, nuestras radios despertadores, el seguro de nuestra casa…”. Bayer, Agfa, Opel, Siemens, Allianz, Telefunken… aceptarán encantados financiar al partido nazi y, más adelante, utilizar mano de obra esclava. Vuillard narra esta reunión en la cumbre y sus posteriores repercusiones oscilando constantemente entre lo irónico (“es que en Alemania estaban muy apretados”, comenta acerca de la doctrina del espacio vital) y lo poético (compara a los industriales con “veinticuatro calculadoras en las puertas del Infierno”); entre la Historia con mayúsculas, y las pequeñas historias -vulgares, patéticas y hasta cómicas- que se ocultan bajo las alfombras de los grandes despachos. Una reveladora obra maestra. Disponible en Amazon.

2.- Lo que más me gusta son los monstruos (Emil Ferris)

Es la primera vez que incluimos una novela gráfica en la lista. Pero no es para menos. El debut de Emil Ferris es uno de los mejores libros publicados este año; una historia de sustrato autobiográfico que, por medio de una eficaz trama criminal (un macguffin como la misma autora señala en el cómic), se va expandiendo hacia territorios visuales y narrativos insospechados: del convulso Chicago de finales de los sesenta, marcado por la eclosión de los movimientos civiles, al tumultuoso Berlín de los años treinta, con el ascenso de los nazis; de los cuadros del Instituto de Arte de Chicago, reinterpretados brillantemente por Ferris, a las portadas pulp de las revistas de terror; del acoso escolar, a los abusos infantiles; del magnicidio, el asesinato de Martin Luther King, al Holocausto judío. ‘Lo que más me gusta son los monstruos’ es un emotivo relato de iniciación y superación. Un diario poblado de monstruos reales e imaginarios, ilustrado con una potencia expresiva, una riqueza estilística y una fuerza lírica apabullantes. Disponible en Amazon.

3.- Vernon Subutex (Virginie Despentes)

Con la trilogía ‘Vernon Subutex’, la “Despentes” (como la conocen en Barcelona, donde vive por temporadas con su novia maña), ha escrito su obra más ambiciosa. Un retrato demoledor, a lo Houellebecq, de la sociedad francesa contemporánea. Protagonizada por un antiguo vendedor de discos y DJ que a sus cincuenta años se encuentra en una situación que nunca hubiera esperado, sin trabajo, sin dinero y sin un techo, ‘Vernon Subutex’ comienza con la crisis de la industria del disco (“el tsunami Napster que hundió el barco de golpe”) y termina con los atentados de Bataclan y la muerte de David Bowie. Dos sucesos que sirven como metáfora del fin de un mundo y el comienzo de otro. “¿Te imaginas que matan a Madonna?”, dice uno de los personajes antes de ir al concierto que ofreció la cantante tras los atentados en Bercy. Estrellas de rock muertas, tiendas de discos desaparecidas, raves terapéuticas, “chamanes de los platos” y un sin fin de referencias musicales. Como dice al principio del segundo libro: “Se trata de bailar hasta el amanecer. Nada más”. Disponible en Amazon.

4.- Los asquerosos (Santiago Lorenzo)

La mejor novela de Santiago Lorenzo desde su deslumbrante debut con ‘Los millones’. La premisa argumental es igual de irresistible. Si en la primera, a uno del GRAPO le tocaba la primitiva pero no podía cobrarla porque no tenía DNI, en esta, un joven teleoperador huye a la “España vacía” después de tener que defenderse de un antidisturbios cuando salía de su casa para comprar una “churrera clásica”. A partir de este suceso tan “lorenzoniano”, ‘Los asquerosos’ se transforma en una gozosa mezcla de sátira política, thriller de supervivencia, manifiesto okupa, esquinada nature writing, tierno relato de amor fraternal (la novela está narrada por el tío del protagonista) y furioso libelo cómico contra los domingueros. La historia de un ermitaño que no sabía que lo era, y su ingeniosa lucha por salvaguardar su Walden particular (mucho más prosaico y divertido que el de Thoreau) del ataque de “los asquerosos”, de aquellos que comparten con todo el mundo fotos campestres tituladas “desconectando del mundo”. Novelón. Disponible en Amazon.

5.- La mujer singular y la ciudad (Vivian Gornick)

El año pasado Vivian Gornick encabezó nuestra lista de lo mejor del año con ‘Apegos feroces’. Y este también lo podría haber hecho. Su continuación, ‘La mujer singular y la ciudad’, es tan bueno como el anterior. A lo largo de sus paseos por Manhattan, esta vez acompañada de su amigo Leonard (el libro está situado en el Nueva York actual, treinta años después que en ‘Apegos feroces’), Gornick conversa y reflexiona sobre sus relaciones sentimentales con los hombres (The Odd Woman también se puede traducir como “mujer sin pareja”), el feminismo (Gornick surfeó por la “segunda ola feminista” desde las páginas de The Village Voice), el trabajo intelectual, la literatura, Nueva York (Vivian es más neoyorquina que Woody Allen) y, en especial, la amistad, sobre la que nos regala un buen puñado de reflexiones de esas de subrayar con boli rojo. Gracias a su privilegiada capacidad narrativa y su admirable lucidez, Gornick consigue que el lector se sienta precisamente como un amigo, como si caminara junto a ella conversando y escuchando los pensamientos de esta sabia e inigualable “mujer singular”. Disponible en Amazon.

6.- Días sin final (Sebastian Barry)

Con la premiada novela ‘Días sin final’ (ganadora del Costa Book en 2016) se ha producido un hecho curioso en España: ha encabezado listas de lo mejor de 2018 tanto en el género de ficción histórica como en libros de temática LGTB. Y es que, aparte de su calidad literaria, no es nada habitual que un relato ambientado en Estados Unidos durante las guerras indias y la Guerra de Secesión, con mucha acción, aventuras y épica de western, esté protagonizado por una pareja gay e incluya apuntes sobre travestismo, transexualidad, matrimonio homosexual y adopción homoparental. Barry mezcla la belleza y la crudeza de las ficciones de Cormac McCarthy, con la lírica y el sentido de la camaradería y lealtad de los personajes de los western de John Ford. El resultado es una novela que te atrapa con la fuerza de un indio agarrando una cabellera blanca, te salpica (sangre) como un neo-western cinematográfico, te abre los ojos como el más lúcido ensayo histórico o estudio de género, y te hace temblar de emoción “como la última hoja marchita de una rama en invierno”. Disponible en Amazon.

7.- El dolor de los demás (Miguel Ángel Hernández)

En la Nochebuena de 1995, el mejor amigo de la infancia del escritor Miguel Ángel Hernández asesinó a su hermana y se suicidó saltando por un barranco. Veinte años después, el novelista murciano, quien debutó con la estupenda ‘Intento de escapada’, se pone el traje de detective (y las gafas de Truman Capote) e intenta averiguar qué ocurrió aquella fatídica noche en el pueblo donde creció. El resultado de esta dolorosa indagación, auspiciada por Sergio del Molino (quien convenció al autor de que en esa vivencia adolescente había un libro), es una apasionante mezcla entre investigación criminal, exploración autobiográfica, retrato costumbrista de la huerta murciana, reflexión sobre la violencia de género (en una época en que lo llamaban “crimen pasional”), y meditación acerca del proceso de escritura y la ética de la literatura. Subido a la espalda de Emmanuel Carrère, el autor viaja al pasado para verse a sí mismo e interrogarse: “¿Podemos recordar con cariño a quién ha cometido el peor de los crímenes?” “¿Es posible llevar flores a la tumba de un asesino?”. Disponible en Amazon.

8.- Cuando sale la reclusa (Fred Vargas)

La última novela negra de Fred Vargas es una de las mejores de su autora, un título perfecto para iniciarse en la saga del comisario Adamsberg. En un género donde todos los meses se publica “el mejor thriller de la década”, Vargas es una excepción. Sus libros son un chaleco salvavidas contra la novela negra piscinera. ‘Cuando sale la reclusa’ no intenta engancharte con un cliffhanger cada dos páginas como si tuviéramos un trastorno por déficit de atención. Al contrario, hasta la doscientos, no sabemos ni siquiera cuál es el caso principal. Como una araña reclusa, la autora te va atrapando en su tela a través de una trama compleja y burbujeante (que se remonta hasta la Edad Media y las reclusas, las mujeres que se emparedaban en vida), un desarrollo muy verosímil de la investigación (lleno de pistas falsas e intuiciones que no van a ningún sitio), unos diálogos llenos de ingenio e ironía, y una fabulosa caracterización de personajes que permite al lector no iniciado familiarizarse con ellos como si hubieras leído todos los libros de la saga. Disponible en Amazon.

9.- El asesino tímido (Clara Usón)

La enigmática muerte de Sandra Mozarowsky es la base argumental de ‘El asesino tímido’. La trágica biografía de la actriz le sirve a Clara Usón para narrar en paralelo su propia vida, también llena de episodios dramáticos, junto a la de otro inesperado personaje: el filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein. Estas tres biografías, a las que se suman retazos de otras tres -la de los escritores Albert Camus y Cesare Pavese, y la del propio monarca español-, se entrelazan de forma extraordinaria en la novela. El resultado de esta combinación de semblanzas es una absorbente mezcla de autoficción, investigación criminal, retrato generacional (la Transición y los ochenta, “una década de fiestas y de entierros”), reflexión sobre el suicidio (ese “homicidio tímido”, que decía Pavese), discurso antimonárquico, confesión catártica (una bajada a los infiernos personales) y homenaje póstumo (a la madre de la escritora). Disponible en Amazon.

10.- Las ocho montañas (Paolo Cognetti)

Paolo Cognetti escribió ‘Las ocho montañas’ como Thoreau, desde su cabaña. Y desde allí, en los Alpes italianos, donde vive seis meses al año y pasó sus veranos, parte esta sencilla historia de amistad, relaciones paternofiliales y montañismo. El autor juega muy hábilmente con los opuestos: arriba, la montaña, donde te dejan en paz, y abajo, la ciudad, donde no te dejan; el padre severo que ataca la montaña para conquistarla, y el hijo a quien no le importa abrazarla, recorrerla sin llegar a la cima; el joven de ciudad que tiene la montaña como refugio, y el montañés, que nunca saldrá de ella. A través de estas contraposiciones, el escritor nos guía como un sherpa por unos parajes llenos de enorme belleza pero despojados de todo trascendentalismo, una montaña hecha de emociones donde no se habla de esa abstracción llamada naturaleza, sino, como dice el chico montañés, de bosques, prados, torrentes, rocas, “cosas que uno puede señalar con el dedo”. Disponible en Amazon.

Muere Lolo Rico, creadora y directora de ‘La Bola de Cristal’, el espacio televisivo de una generación

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Según informa RTVE, la pasada madrugada ha muerto María Dolores Rico Oliver, más conocida como Lolo Rico. Tenía 83 años y, según la misma fuente, ha sufrido un paro cardíaco en la ciudad en la que residía, San Sebastián. Tenía 84 años. Aunque desarrolló su faceta como escritora y directora de distintos relatos y programas infantiles en radio y televisión durante las décadas de los 70 y 80, Rico será siempre recordada como creadora y directora de uno de los espacios de televisión dirigidos al público infantil y juvenil que más ha marcado a una generación, ‘La bola de cristal’. [Fotografía: Fernando Villar para RTVE]

Lolo Rico nació en Madrid en 1935 y comenzó su trayectoria profesional en Radio Nacional de España, escribiendo y dirigiendo el espacio ‘Dola, Dola, tira la bola’, que la llevó a ganar un Premio Ondas en 1977. De ahí saltó a la televisión estatal, donde ejerció de guionista de programas como ‘La casa del reloj’, el popularísimo ‘Un globo, dos globos, tres globos’, que surgió como una colaboración entre ella y Gloria Fuertes, y ‘La cometa blanca’ –su primera experiencia en la dirección–.

Su gran oportunidad llegó cuando el ente público le propuso cubrir la franja matinal de los sábados con un programa que debía abarcar el interés de niños y hasta adolescentes, con una duración de una hora y media a tres. Así, al frente de un equipo de colaboradores –algo que ella siempre destacó–, nació ‘La Bola de Cristal’, un programa de televisión que –quizá espoleados por ser una de las franjas de más baja audiencia– se distinguió por su valentía y transgresión a la hora de confrontar a ese público. Con cinco temporadas emitidas entre los años 1984 y 1988, ‘La Bola de Cristal‘ se convirtió en todo un éxito de público y crítica –ganó dos Premios TP al mejor programa infantil– que introducía a los niños y adolescentes a cuestiones como la filosofía, la historia y la literatura desde una perspectiva desacralizadora y provocativa.

Dividido en distintas secciones, destacó siempre por su estética insólita en la encorsetada televisión postfranquista: desde la estética oscura y punk de Los Electroduendes –unas marionetas perversas y cómicas, con La Bruja Avería como uno de los iconos de los 80– y una joven Alaska que ejercía de maestra de ceremonias (y que dio un paso decisivo para ser una de las figuras más importantes de la cultura española), a la emisión de capítulos de viejas series norteamericanas en blanco y negro que el franquismo había impedido ver aquí, como ‘La Familia Monster’ o ‘La pequeña pandilla’, pasando por los gags protagonizados por cómicos prometedores y rompedores como Pablo Carbonell, Pedro Reyes, Anabel Alonso o Javier Gurruchaga.

Pero, sobre todo, destacó por canalizar la efervescencia de la escena musical underground hacia los niños. Así, además de emitirse videoclips de Franco Battiato, Radio Futura, Mecano, Los Nikis, Eskorbuto, Javier Gurruchaga, La Unión, Los Toreros Muertos, Golpes Bajos o Glutamato Ye-ye, artistas como Kiko Veneno, Santiago Auserón, Loquillo o la propia Alaska (con canciones originales de Nacho Canut y Carlos Berlanga, por supuesto) participaban directamente en el programa con actuaciones musicales grabadas ex-profeso. Todo ello conformaba una amalgama que, sin duda, marcó a toda una generación de niños y pre-adolescentes que se sintieron comprendidos y respetados, que aprendieron a apreciar la cultura pop como alto arte.

Alessia Cara / The Pains of Growing

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La canadiense Alessia Caracciolo (ese es su verdadero apellido; así que no, de manera decepcionante no es pariente de Irene Cara –que, por otro lado, se apellida Escalera, real–) se convirtió en la gran esperanza del pop pese (o gracias a, no está claro) a su halo de chica corriente que no encajaba en los arquetipos adolescentes más “guays” –en eso, grosso modo, se basaban sus primeros hits, ‘Here’ y ‘Scars to Your Beautiful’–. Ese valor, el de una estrella del pop sin la fantasía inherente, se tradujo en un debut, ‘Know-It-All’ que no respondía a las expectativas por resultar, paradójicamente, demasiado genérico y convencional: sus canciones carecían de un carisma que la representara especialmente, y podrían ser cantadas por prácticamente cualquier artista pop medio.

En su segundo largo, ‘The Pains of Growing’, Alessia Cara da muestras de haberse esforzado por sonar más personal y auténtica, como una salida a la tristeza en la que se vio inmersa pese a haber cumplido su sueño de dedicarse a la música y ser reconocida por ello. El éxito no la satisfizo, explica, puesto que hacía las cosas de una manera mecánica, como si estuviera fuera de su propio cuerpo. Esa alienación la producía una aflicción que ella compara en el single ‘Growing Pains’ con los “dolores de crecimiento” propios de la adolescencia, retorciendo ese nombre en su título hasta convertirse en ese “dolor de la madurez” –el traje masculino tres tallas más grandes en la imagen de portada es otra evidente metáfora de lo que ha inspirado el álbum–, que “la mantiene despierta toda la noche”. Junto con males de amores varios, la expresión de esa tristeza y sus inseguridades son un tema recurrente en el todo el álbum, inspirando algunas letras bien escritas y maduras, destacando como uno de sus mayores talentos.

“– Estás sola, chica.” “– Sí que lo estás.” Eso dicen, entre la advertencia y la mofa, dos voces que suenan cuando comienza esa primera canción del disco, una buena pieza de pop que, producida por el tándem Pop & Oak –Demi Lovato, Britney Spears–, es de las pocas canciones que recuerdan que Alessia es la misma que interpretaba aquel tema basado en un sample de Portishead. Porque, salvo alguna excepción más (‘Nintendo Game’) o menos (‘7 Days’, ’All We Know’) olvidable, ‘The Pains of Growing’ parece rebuscar en el pasado para encontrarse con lo que realmente inspiró a Caracciolo a hacer música: como una especie de Meghan Trainor que pinta en colores beige donde aquella ve rosa chicle y turquesa o se viste de calle donde aquella se enfunda un brillo, Alessia Cara apuesta por melodías de R&B y soul clásicas, actualizadas con una producción contemporánea, que no moderna. La bonita ‘Not Today’, una ‘Trust My Lonely’ que evoca el dancehall más clásico o una ‘Comfortable’ que es un eco dulzón de la alianza Amy Winehouse/Mark Ronson, redundan en esa línea.

Así, es innegable que todo el álbum está impregnado de una pátina de elegancia, con Alessia afianzando su bonita –pero no especialmente reconocible– voz a lo largo del mismo remitiendo a clásicos de la Motown de Stevie Wonder o el Michael Jackson adolescente. Sin embargo, eso no evita que, globalmente, ‘The Pains of Growing’ sufra del mismo mal que ‘Know-It-All’: sus canciones podrían estar cantadas por cualquiera.

Y, lo que es peor, no nos quitaría el sueño –porque es, justamente, lo que producen estos 45 minutos que se hacen eternos– no haber escuchado nunca naderías como ‘Out Of Love’, ‘Girl Next Door’ o ‘Wherever I Live’ –realmente, ‘I Don’t Want To’ es el único de los numerosos cortes acústicos/baladescos que se salvan de la quema–. Tanto técnica como artísticamente, este segundo largo de Alessia Cara es mejor y más pulido que su debut, pero no por ello es menos aburrido y predecible.

Calificación: 5,8/10
Lo mejor: ‘Growing Pains’, ‘All We Know’, ‘Not Today’, ‘Trust My Lonely’
Te gustará si te gustan: Meghan Trainor, Ed Sheeran, Halsey
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Mike Skinner (The Streets) se disloca un hombro al saltar al público en un concierto

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Uno de los acontecimientos más especiales de 2018 fue el inesperado regreso de Mike Skinner a su proyecto The Streets, con el que provocó una explosión para el rap británico en la primera década de los 2000, gracias a discos soberbios como ‘Original Pirate Material’ y ‘A Grand Don’t Come for Free‘. Tras dar por cerrado ese alias y emplearse en otro, The D.O.T., con mucha menos repercusión, el pasado otoño anunciaba una gira de regreso por Reino Unido, cuyas entradas volaron.

En uno de esos conciertos, el celebrado anoche en la ciudad ingles de Birmingham, ha sufrido un doloroso percance: según vemos en un vídeo subido a su propio perfil de Instagram, al abalanzarse sobre la muchedumbre mientras interpretaba ‘Fit But You Know It’, alguien le agarra de un brazo y cae mal, haciendo que el hombro se le salga de su sitio, algo en principio no muy grave pero sí terriblemente doloroso. En la misma serie de vídeos, Skinner muestra cómo es atendido en el Hospital de Birmingham (dando las gracias a su personal por la atención) y cómo los médicos le devuelven el hombro a su lugar correcto. Por el momento no ha cancelado el concierto que ha de ofrecer esta misma noche en el mismo recinto de Birmingham.

En este regreso, The Streets no se han limitado a actuar sino que también han lanzado nueva música. Tras el anuncio de la gira, a finales de 2017 lanzaban dos temas inéditos, pero no se detuvieron ahí: a lo largo del último año han lanzado hasta 5 canciones nuevas más, varias de ellas con algunos de los artistas más relevantes del grime y la música urbana británica, como Chip (‘Call Me In The Morning’) o Not3s (‘Love The Game’). Hace un par de semanas, además, lanzaban un disco en directo en Nottingham, registrando el repertorio de este tour.

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MY SHOULDER CAME OUT!

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C. Tangana intentará el asalto al vasto mercado brasileño con ‘Pa llamar tu atención’

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Uno de los mercados musicales más vastos y jugosos de Sudamérica es, sin duda, el brasileño –aunque sólo sea por su población, cercana a los 210 millones de personas–. Y, aunque no sea fácil llegar a él, parece que C. Tangana se va a lanzar a su conquista, dentro de sus posibilidades. Eso deducimos del nuevo single que acaba de anunciar en redes sociales mostrando su portada y dando una fecha: el próximo jueves 24 de enero lanza ‘Pa llamar tu atención’, una canción producida por Alizzz –junto al que acaba de dar un nuevo pelotazo con ‘Booty‘– y en la que destaca la presencia de uno de los raperos más populares de São Paulo, MC Bin Laden.

Pero ¿quién es MC Bin Laden? Jefferson Cristian do Santos es, junto a MC Fioti (el de ‘Bum bum tam tam‘), uno de los intérpretes del llamado «funk no brasil» o «funk de favela», estilo que se sitúa a medio camino del rap, el reggaeton y la samba –destaca sobre todo por su minimalismo– y que mueve masas en su país, también polémico por sus letras sexistas y violentas. Cantante desde los 14 años (ahora tiene 24), MC Bin Laden dio un importante pelotazo en 2016 con el tema ‘Tá tranquilo, tá favoravel’, uno de esos virales –su vídeo oficial acumula más de 100 millones de visitas– gracias a un bailecito que, para más inri, se popularizó aún más cuando el futbolista Neymar Jr. lo imitó tras marcar un gol con el FC Barcelona.

Desde entonces MC Bin Laden se ha convertido en una estrella en su país, y C. Tangana, que días atrás ha subido una foto con él en las calles de Lisboa, no ha perdido la oportunidad de captar la atención de la suculenta industria musical del Brasil a la que también se ha acercado J Balvin. Pronto sabremos lo que da de sí este intento, pero de momento os dejamos con algunos de los últimos temas del brasileño, para imaginar por dónde podrían ir los tiros.

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Ta tranquilo ta favoravel @mcbinladenoficial1 🤟

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Princess Nokia acusa a Ariana Grande de haberla copiado en su nuevo single, ‘7 Rings’

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Ayer Ariana Grande publicaba ‘7 Rings‘, mostrando un perfil suyo diferente al que suele atribuírsele, el de buena chica empoderada, etcétera. En esta nueva canción, Grande jugueteaba con la melodía de ‘My Favorite Things’ de ‘Sonrisas y lágrimas’, pervirtiéndola en un número trap en el que cantaba a consolarse de sus penas gastando dinero a espuertas. Todo bien, salvo que, según Princess Nokia, no es del todo genuino.

Según la polifacética artista Destiny Frasqueri –nombre real de Princess Nokia–, Ariana copia una idea suya de la canción ‘Mine’, una de las más destacadas de su mixtape –luego lanzada como álbum– ‘1992‘. En esa canción, Nokia comienza aludiendo al supuesto intento de una chica blanca de tocar el pelo a una mujer de distinta etnia; Grande hace algo similar, diciendo “¿Te gusta mi pelo? Pues gracias, acabo de comprarlo”. Para más inri, Frasqueri repite varias veces, en un puente de ‘Mine’, «es mío, lo compré», entonándolo de una manera muy similar al estribillo de este tema de Grande que repite “lo quiero, lo tengo”.

En tono burlón, Nokia lo compara cómicamente («¿os suena familiar?» dice reproduciendo ambas canciones, «porque a mí sí me suena familiar») en un clip subido a Twitter que, aunque ella ya ha borrado, hay quien lo ha recuperado en Youtube. Más tarde, según Pitchfork, Nokia retuiteó –aunque, de nuevo, luego deshizo el retuit– el mensaje de un fan que acusaba de manera directa a Ariana de «plagiar» a su ídolo. Ariana no se ha manifestado al respecto, pero sí su legión de fans, que se han propuesto chinchar a Princess Nokia llenando sus hilos de en Twitter con mensajes que dicen «#7Rings ya disponible» o «compra y escucha #7Rings».

Pese a debutar en 2014 con un heterogéneo ‘Metallic Butterfly’ –reeditado a finales del pasado año–, Princess Nokia comenzó a hacerse popular en el plano alternativo un par de años después con singles como ‘Tomboy‘, más claramente orientados al rap. Recientemente aparecía como invitada en un remix para un single de Fall Out Boy, claramente un sueño cumplido para ella ya que, como mostró en el miniálbum ‘A Girl Cried Red‘, tiene una faceta emo muy potente.


Tirzah / Devotion

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Tirzah ha sido uno de los nombres más comentados en el indie anglosajón en 2018 gracias a su debut, ‘Devotion’, publicado el pasado 10 de agosto. La londinense había conseguido años atrás éxito underground y buenas críticas con sus singles de dance-pop raruno y lo-fi ‘I’m Not Dancing’, ‘No Romance’ y ‘Make it Up’, producidos por una Mica Levi que volvía a encargarse de la música de este proyecto, cambiando la pista de baile por un sonido más romántico e hipnótico e influido por el R&B que ha escuchado Tirzah toda su vida pese a haber estudiado música clásica, aunque también por el hecho que la cantante no es precisamente una niña, sino que tiene 31 años, está casada (con Kwake, colaborador de Sampha) y es madre. La madurez de Tirzah se percibe en unas letras que hablan de un amor maduro y entregado a los “tesoros de la vida” y en unas canciones intimistas (en especial la bonita ‘Affection’) que sin duda evocan los placeres de la vida doméstica más que los de la noche londinense. En ‘Devotion’, solo ‘Holding On’ puede parecer bailable… y sería en el sentido de Arthur Russell.

La música de ‘Devotion’ está creada con sumo mimo e hipnotiza en ‘Fine Again’, con sus notas de clavecín que parecen flotar en agua; la mencionada ‘Affection’ o ‘Reach Hi’, tan delicada como una miniatura de glitch-pop de Tujiko Noriko. Con sus ambientaciones deformes, sonoridad orgánicas y loops fragmentados, también están bien ‘Do You Know’ y ‘Gladly’, recordando en el primer caso a James Blake y en el segundo a Oneohtrix Point Never. Se echa en falta en cualquier caso que las composiciones de ‘Devotion’ funcionen tanto como su imaginativa producción, pues en ningún caso están a la altura y de hecho algunos temas como ‘Basic Need’, ‘Go Now’ o ‘Say When’ no se sostienen del todo por sí solos.

Tirzah dice que no tiene planes de fondo en la música y de hecho ella trabaja felizmente en el mundo del diseño, por lo que puede considerarse ‘Devotion’ una labor de amor más que de recorrido: que nadie se sorprenda si Tirzah no vuelve a sacar disco. Sin embargo, ¿merecían estas modestas canciones tanto “hype”? ¿Tan atractiva resulta a la gente la voz desganada y congestionada de Tirzah? En ‘Devotion’ ella canta “solo quiero tu atención, solo quiero que escuches”, y aunque algunos momentos su intimidad es acogedora e incluso fascinante, en otros se hace bastante cuesta arriba. Un trabajo interesante.

Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Fine Again’, ‘Affection’, ‘Gladly’, ‘Reach Hi’
Te gustará si te gusta: Micachu & the Shapes, Perfume Genius, Tujiko Noriko, James Blake
Escúchalo: Spotify