Lorde recupera el número 1 de JNSP con ‘What Was that’ por la mínima. En las Stories de Instagram ha obtenido el 29% de los votos frente al 28% del tema de Guitarricadelafuente. La entrada más fuerte corre a cargo de Belén Aguilera, mientras pablopablo y Saint Etienne llegan al top 10 de nuestra lista.
Otras entradas de la semana son Karol G, Renée Rapp y joseluis y MORA con C. Tangana, que aun siendo número 1 en España, llegan tan solo al top 40.
Arca se suma a las cancelaciones de la próxima edición de Sónar 2025. Aunque Arca no ha confirmado el motivo de su cancelación, esta llega en medio de la polémica por la relación societaria de Sónar con la financiera proisraelí KKR, conexión establecida a través de la figura de Superstruct Entertainment, empresa que controla varios festivales de música de España e internacionales (Sónar ha aclarado que su vínculo con Superstruct es meramente administrativo y que ningún beneficio de las entradas del festival llega a KKR). Arca actuaba en Sónar de Noche.
Junto a Arca, suprime su intervención en Sónar 2025 el grupo Rone x (LA) HORDE with Ballet National de Marseille. Por otro lado, Richie Hawtin presentará un DJ set creado para la ocasión, en lugar de actuar como Plastikman.
En respuesta a las cancelaciones, Sónar 2025 anuncia nuevas incorporaciones a su programación, las de Angel Molina, Modeselektor DJ set y Perel.
En total ya son 36 los artistas que han cancelado sus actuaciones en Sónar 2025, entre ellos Juliana Huxtable, patten o Sofia en la programación de Sónar de Día, y ERYA, oma tomem o Sega Bodega (por motivos de salud) en la de Sónar de Noche.
La edición número 32ª de Sónar se celebra del 12 al 14 de junio de 2025, incluyendo Sónar de Día en la Fira de Montjuïc y Sónar de Noche en la Fira Gran Via.
‘Por ahora para siempre‘ ha sido hasta hace poco nuestro Disco de la Semana. Estos últimos días en que sobrevivimos como podemos de festival en festival hemos podido hablar con joseluis por teléfono sobre los detalles de su creación. Estamos ante un disco excelente en el que, curiosamente, ‘Navajas de Albacete’, el tema con el que le conocimos, ya no tiene cabida. Hablamos con joseluis, de 28 años, sobre el porqué de esta decisión, de qué manera Sony no ha intervenido en un disco que en parte el sello se ha encontrado ya mezclado, o sobre el humor en mitad de unas composiciones altamente sensibles y a veces incluso un poquito atormentadas.
joseluis actúa el 20 de junio en la Sala El Sol en Madrid junto a Casero como parte de Sound Isidro, y también en otros eventos como Vida Festival o Ebrovisión. No dejéis de seguirle en Instagram.
¿Qué tal estás? ¿Cómo estás viviendo el lanzamiento del disco?
Muy contento, no me esperaba una acogida como la que está teniendo. Yo estaba un poco embajonado porque después de haber terminado el disco, viene estar oyendo mezclas, hacer vídeos… el resto de mil cosas que van aparte de la música. Estaba un poco embajonado. Y hay gente que te escribe diciéndote que le parece increíble, tu misma review, que me parece súper generosa y muy acertada en muchas cosas… Yo empecé con «Navajas», fueron saliendo los singles ‘Guapo’, «Miedo» y ‘Fortuna’ y a priori eran un poco inconexos. Sentía como que el disco no tiraba, no tiraba. Para mí el disco no tiene singles evidentes, sino que funciona como un todo. Y ahora sí veo que mucha gente que antes estaba reticente, ha escuchado el disco entero y ha entrado completamente. Y me han dicho: «tío, no me esperaba esto». Cada uno tenía en su cabeza otra cosa.
¿Qué quieres decir con que sentías que «el disco no tiraba»?
He hecho un disco que es como un experimento con gaseosa, con Sony, y pensé que ahí se iba a quedar, porque tampoco iba a haber nadie que pudiera entrar en él. O sea, tampoco nadie: siempre hay gente para todo. Pero como que no se le iba a dedicar mucho interés. Porque encima salía el mismo día que pablopablo, que lleva haciendo música mil años, y lo mío es un debut. Y era como «a ver quién cojones escucha un disco ahora», «esto ha sido una malísima idea». Yo no me veo artista de singles o de playlists. Los artistas que yo escucho no son de playlists. Y también me revienta cuando alguien saca un disco y ya ha salido casi todo como single, y conoces todas las canciones hasta la pista 5. Yo quería que la experiencia de primera escucha fuera una sorpresa, con muchos registros. ¿Qué artistas que «no son de playlists» sueles escuchar?
Cosas de cuando no había playlists (risas): Bill Callahan, Wilco siempre han sido mi banda favorita, Pedro The Lion, Alex G, Elliott Smith…
Has dicho que una de tus inquietudes era que no te encajaran unas canciones con otras. ¿Te refieres a que unas son muy lo-fi y otras van con cuerdas?
Yo lo decía porque salía ‘Guapo’ y luego ‘Miedo de un país’, y podía parecer que no había una conexión o que dábamos palos de ciego. Pero yo siempre le he visto la coherencia. El disco es mío y la coherencia se la desarrollo como yo quiero, incluso la coherencia puede ser que no haya ninguna canción como otra. Me refería a la percepción desde fuera, porque no es un disco de banda de un estilo concreto. Si yo tuviera que hacer un segundo disco, no sabría para dónde apunta este.
¿Cómo ha surgido el tema de las cuerdas en ‘La gravedad’ y ‘Todo lo malo’? ¿Es cosa de Alberto Saorín o es cosa tuya?
Es cosa mía. Sobre todo en ‘La Gravedad’ me apetecía tener unas cuerdas porque es una canción muy solemne. Para mí, es muy natural si escuchas a Sixto Rodríguez: tiene canciones con una guitarra, con cuerdas, unas congas… O Neil Young. ‘Harvest’, que es uno de los discos que más he escuchado en mi vida, es un disco como súper acústico, súper tranqui y de repente en mitad del álbum hay una canción que es directamente una orquesta sinfónica. Hay gente que dice que las canciones tienes que defenderlas en directo, hacer cosas a tu alcance, pero para mí no es eso. El estudio me lo quería tomar de otra forma: quería darle a cada canción lo que pide y lo que necesita. Es una oportunidad para hacer otra cosa. Y luego, el directo ya es otra.
Te preguntaba porque en otra entrevista le has dado mucho protagonismo a Alberto Saorín. No sabía qué podía haber aportado.
A Alberto lo conocí hace mucho tiempo, cuando salió «Navajas». Es mi amigo, estoy con él todos los días. También hizo diseño gráfico pero se ha orientado más a «sound design». Es un músico increíble. Y yo, por esa parte, voy más justo. Yo hago las letras y la música, pero muy grosso modo. Siempre, al final, todo pasa por él. «Mira, he hecho esta canción nueva. ¿Qué te parece? A ver qué se le puede hacer». Y me suele dar siempre un «ok», «está guapísimo» o «mira este acorde aquí, que esta segunda vuelta puede tener otro acorde para que sea un poco más tal». Las pongo a prueba con él. Las tocamos junto con dos guitarras y vemos cómo funcionan. Él terminó ‘Navajas de Albacete’ desinteresadamente, porque le apetecía, y en este disco ya le he dado un protagonismo más grande porque pasamos tiempo juntos, escuchamos lo mismo… Y es un poco un joseluis en la sombra.
Pero no sois un dúo, ¿no? Como esto que decía La Bien Querida al principio de que era el dúo de Ana y David…
No, no es un dúo. Cada uno sabe su rol. Alberto hace mucha música y yo le digo «cualquier cosa que tengas, dime». En ‘Miedo de un país’, por ejemplo, es suyo el riff. Y la estrofa esta última de «Tengo el miedo de un país entero»: eso es una demo que él tenía. Y yo le puse más letra, le puse las estrofas, el puente…
¿’Navajas de Albacete’ por qué quedó fuera del disco?
Pues porque ya está bien ¿no?
Bueno, tampoco la conoce tanta gente, ¿no?
Si ya está ahí y se escucha más que ninguna, ¿para qué voy a meterla en el disco también? Ya tiene su lugar. Y no la veía tampoco en el disco. La verdad es que ni me lo planteé en ningún momento. Además, yo no sé hacer canciones como esa, me ha salido sin querer. Para mí, mis canciones son las del disco. Lo otro siempre ha sido una excepción. Es una canción que no iba a salir, que al final salió, pero bueno, por hacer algo.
«Yo no sé hacer canciones como ‘Navajas de Albacete’. Me salió sin querer»
¿A qué te refieres con que no sabes hacer canciones así?
Pues que esta canción, realmente, fue una cosa un poco accidental. Cuando conocí a Alberto, le enseñé un par de canciones que tenía. Una era ‘Caballo de carreras’, otra era ‘La gravedad’, y otra era ‘Navajas de Albacete’. Y entonces le dije «vamos a hacer algo, grabamos las canciones y ya veremos qué hacemos». La de ‘Caballo de carreras’ nos daba mucho respeto, porque era mi favorita, la otra también, y al final dije: «Oye, mira, pues esta que da más igual, que no sé qué hacer con ella, porque tiene poca letra, no sé para dónde tirar con esto». Se la llevó un día a su casa y me la enseñó terminada prácticamente, con la segunda subida. Es una canción que hice sin querer. Tampoco he intentado volver a hacer otra igual. Igual me pongo y me sale, pero no sé. Es un caso muy raro.
¿Te refieres a ruedas de acordes o a qué?
No, al tipo de canción, el estribillazo. Acordes, siempre uso los mismos.
Es muy llamativo que hayáis escogido esta portada habiendo trabajado los dos en diseño, ¿no?
Pues la portada la ha hecho un diseñador todavía más gordo…
A mí me encanta la portada, pero no deja de ser una cosa como de… ¿Tinder?
La verdad que el otro día, justo me metí en vuestra web y vi esta portada y la de Guitarrica que salía al lado… Y era como… (risas) Es del Studio Albert Romagosa, que ha hecho la de Maestro Espada, la de ‘Clamor’ de María Arnal, la de ‘Calambre’ de Nathy Peluso… La idea era una foto de portada que no parece una foto de portada: que parece una prueba de una foto. Que también ese espíritu está mucho en las canciones: esa espontaneidad y esa urgencia. Es verse un poco al desnudo literal, y el concepto «casa», que está mucho en el disco. Está mucho ese sonido de casa y de ambiente. Pero sí, a mí también me sorprende haberme quedado con ella. La única premisa que le di a Albert era que quería que fuera un retrato. Porque sentía que eso estaba bien para una persona, con un nombre propio, algo que nos puede acercar al mundo cantautor. Pero bueno. Sí que ha quedado un poco foto del Grindr (risas)
Sí, cuando has dicho lo de Guitarrica… De alguna manera, te posicionas un poco como sex symbol en las fotos promocionales. No son las fotos que se harían Eliott Smith o Wilco. Imagínate, Bill Callahan nunca tendría una portada así, ¿no?
(risas) Totalmente. Totalmente.
¿En qué momento decides dar ese paso y decir «Me voy a poner aquí posando guay»?
Macho, pues es que no lo sé. No sé a qué fotos te refieres, por ejemplo, ¿las fotos de la cama?
Claro, el tema de los pies desnudos, las axilas, los primeros planos…
Eso es porque lo ves tú así… pero me hace pensar.
Igual es cosa mía.
Lo entiendo… Siempre me gustaban los comentarios que hay en vuestra revista y sí había uno: «el disco mira que me ha gustado, pero la portada me está poniendo palote». Los comentarios en JENESAISPOP siempre son fuertes.
Juanjo Marbai
«La portada tenía que ser un retrato: ya que tengo una cara así como medio particular, que se vea un poco»
Ya, ya lo sé. ¿Qué me vas a contar?
A mí me gusta verlo. En el otro artículo que me hicieron… estuve mucho tiempo con mucha coña con eso. Es verdad que yo en la portada sabía que tenía que salir la cara, ya que tengo una cara así como medio particular, que se vea un poco. Es verdad que yo luego no soy nada así. Si te parece que soy sex symbol… en persona, no soy nada así. Quizá un poco más galán. Pero nada más.
La pregunta real aquí es si tú ves como un súper cantautor y ya está, o en un momento dado te verías como una estrella del pop.
Yo creo que es una línea muy fina. A mí me encantaría ser el tío raro del mainstream. Pero bueno, no se puede estar en misa y repicando. Mainstream y underground a la vez es complicado, pero cada vez está todo más difuso. Hace poco me preguntaron si prefería ser una persona súper respetada en lo tuyo, o que te vaya muy bien. Y no sabría qué elegir, la verdad.
Hablando de ‘Guapo’, hay un momento en que se te va la voz en la grabación y decidisteis dejarlo así, ¿por qué?
Es la grabación justo al terminar de componerla, fue en casa de Alberto. Yo tenía la canción hecha y tenía una duda con una parte. Pero me dijo: «Venga, vamos a grabarla, para que no se nos olvide, que yo creo que esta está muy guapa». La grabamos y se quedó ahí. En las demos que mandamos a Sony iba ‘Guapo’, que me pareció una inconsciencia, pero dije «Mira, si esto les entra, va a ser perfecto». Y luego ya, cuando nos pusimos a preproducir el disco, la de ‘Guapo’ yo tenía una idea de cómo iba a ser. Probamos a grabarla una vez, la probamos dos veces, la probamos tres veces… y se estaba quedando más descafeinada que la hostia. No caminaba ni para atrás. Y entonces me dijeron: «Oye, es que a lo mejor lo que tienes que hacer es poner la demo. De todo el mundo que la ha escuchado, nadie te ha dicho que esto va a estar muy guapo, sino que esto está ya muy guapo. A lo mejor la gracia es esa, equivocarse». Ya te digo, se me va la voz y me equivoco de acorde porque la canción está recién escrita. Estaba yo aprendiéndome mi propia canción. Hay una pregunta que me hacen mucho: «¿En la multinacional han cambiado algo de ti?». Y yo es como: «¿Has escuchado ‘Guapo’? Porque es un anti-single».
Después de haber tenido Los Planetas yo creo que saben corregir errores y respetar. ¿Qué esperas de estar en Sony? Maestro Espada, no sé si se han hecho mucho más grandes al pasar de La Castanya a Sony.
Pues yo lo que estaba haciendo hasta ahora. Conmigo han sido súper generosos, hemos conseguido un súper buen contrato en muchos niveles y han confiado en mí. Conocían la mitad de las canciones, la otra mitad la han conocido con las canciones ya mezcladas. Estar en una multinacional no te garantiza más popularidad. Evidentemente, te garantiza más medios, más recursos, más equipo humano, tener muchas cosas más accesibles, pero no la popularidad. Cuánta gente que no está en Sony le va mejor que a mí… Hay que relativizar un poco. Maestro Espada son superamigos míos. A lo mejor su proyecto es más de músicos que de artistas, por así decirlo. Hacen muchas cosas, son muy buenos músicos, han estado con Guitarrica trabajando en la gira, les he visto en la Sala del Wizink, que se llenó, en un teatro en Murcia que también fue «sold out»… No sé si se valora más la popularidad que la música como tal. Están en otras muchas cosas y también creo que están descansando un poco.
¿A Klaus y Kinski los conoces?
Sí, claro. Marina no me dio clase en la escuela, pero sí coincidíamos con ella allí.
¿Qué tal por Murcia? ¿Hay una escena?
La vida es estupenda. Lo de la escena… siempre me preguntan por eso. Y yo no puedo tener menos idea. Hay muchas escenas a la vez dentro de lo que se llama «escena murciana». Hay muchas cosas y es muy variado, que es lo más loco. Yo, personalmente, con la escena contacto más bien poco. No me considero parte de ninguna escena si entiendes como escena una cosa cohesionada. Más allá de Maestro Espada y tres más, no conozco a nadie.
Bueno, pero ¿te parece poco?
Ya, bueno, pero es que hay muchos tipos de gente: la gente más indie de otra generación. Grupos más de guitarreo. Los heavies.
Tampoco te hacía amigo de Viva Suecia. Pero es que es muy llamativo que haya tantísimos grupos.
En Murcia se hacen concursos de música todos los años, el CreaMurcia. Y toda la gente ha pasado por ahí. Second salió de ahí. Creo que Arde Bogotá participaron también. Yo lo gané, Alberto ganó uno también en su época, Pablo Serrano… Todo el mundo, por lo menos, ha tenido un escenario para subirse, le han dado un dinero para grabar cuatro maquetas gratis y se hacen cosas. Y yo creo que en parte es por eso: casi todos los grupos que yo conozco de aquí pasan por ahí.
¿O sea que las instituciones apoyan la cultura en Murcia?
Sí, mucho, mucho. Habrá gente que diga que no, habrá gente que se pondrá más underground y tal, pero yo considero que mucho.
«Ahora estoy intentando hacer estribillos, que no hay ni uno en el disco»
No te he preguntado por las letras del disco: hay imágenes muy bonitas, pero te quería preguntar si eres una persona atormentada que sufre mucho por amor, o te pones en un papel un poco «drama queen» al escribir. ¿Eres muy sensible?
Sí, sí, sí… Drama Queen no, pero sensible sí. La gente que me conoce ha cortocircuitado, porque aunque no te esté dando la impresión porque en esta entrevista estoy más serio, yo soy muy de la risa, de todo eso. Entonces, como que hay muchas veces un cortocircuitaje ahí. De… «¿Pero es el mismo tío que me está diciendo esto, que el que ha escrito esto?» A veces conecto más con esa parte. Y sí es verdad que me pongo a hacer el papel de derrotista absoluto o de romántico absoluto. Luego se me pasa, pero bueno. Siempre queda algo.
¿El disco te parece atormentado?
No.
¿Te parece divertido?
Me parece… de estar vivo. Es verdad que hay cosas atormentadas, pero la música va en otro tono y no hay nada como lúgubre ni nada así. Es todo bastante «vamos para arriba» en la mayoría de los casos. Ahí está un poco la gracia de ‘Accidente’, ‘Fortuna’… Tú mencionabas como favorita ‘La Gravedad’, ¿no? Esa la escribí en un parking del Carrefour, en el coche esperando para sacarme una foto para el carnet de la moto. Mira, le he quitado todo el glamour (risas) Siempre escribo de esa manera. Ahora me estoy poniendo a escribir bien. Voy a hacer las cosas guay. Siempre ha sido un poco cuando he podido, cuando me ha venido. No soy de sentarme a decir «Voy a ser gracioso». Ahora estoy escribiendo bien, creo, y estoy intentando hacer estribillos, que no hay ni uno en el disco.
Pero a lo mejor se pierde la gracia.
A ver, no voy a ser Viva Suecia. Pero hay cosas que me apetece apretar un poco más. Pero bueno, ya te digo que aunque yo quiera hacer una cosa, no va a ser lo que yo quiera, va a ser lo que yo pueda.
Al hablar de portadas has mencionado a María Arnal y Nathy Peluso, pero todos los demás artistas que hemos mencionado son hombres. ¿Hay alguna mujer que admires en el plano musical?
Hay mil, evidentemente: Adrianne Lenker, evidentemente. Lucinda Williams, también la escuché un montón, Angel Olsen, Sharon Van Etten…
¿Me cuentas algo de cómo serán los directos?
Somos tres, power trío. Guitarra, bajo y batería. Y bueno, somos Pablo, Alberto y yo, que somos como un grupo de tres impostores absolutos, porque Alberto no es batería, pero ha podido tocar la batería para esto. Yo soy un guitarrista justo y Pablo es la típica persona que toca de todo: el piano, la guitarra… donde lo pongas. Queremos ser cuatro para alguna ocasión especial, para poder hacerle más justicia al disco, a los arreglos y a toda la movida que tiene. Y nada, estoy viendo que estoy recibiendo a un público muy entregado. Quiero que los conciertos sean de cantar. A mí no hace falta que me escuchen tanto, quiero que sean de estar con la lágrima y el brazo así por encima del hombro con el amigo, y a cantar.
En la semana en que actúa por primera vez en España, donde encabeza el cartel de Primavera Sound junto a Charli xcx (y Troye Sivan) y Chappell Roan, Sabrina Carpenter prepara el lanzamiento de un nuevo single. ¿Lo tocará este viernes 6 de junio? Su show, recordamos, empieza a las 00.00.
En un anuncio subido a sus redes, Carpenter hace autostop en una carretera perdida de Estados Unidos, pero nadie la recoge. Vestida con una blusa blanca, shorts tejanos y tacones, y cargada con una maleta, parece la mismísima Dolly Parton en algún momento de los años 70.
Las vallas publicitarias que ya están apareciendo por Estados Unidos y que anuncian el nuevo single de Carpenter, detallan que el tema se titula ‘Manchild’. La estética vintage de los carteles apunta a que el tema podría traer influencias del country. Otras vallas revelan frases de la letra, como «juro que ellos me escogen a mí, yo no les escojo a ellos», o la rima «hey men» y «amen». ‘Short N’ Sweet‘, el último álbum de Carpenter, incluía varias pistas influenciadas por el country, como ‘Slim Pickins’, y parece que esa será la apuesta de ‘Manchild’ en la nueva era Trump. Con Morgan Wallen en la cima de las listas estadounidenses, nadie puede culpar a Carpenter de entregar su propio ‘The Giver‘.
Vanesa Martín es esta semana la entrada más fuerte en la lista de Discos española gracias a ‘Casa Mía’, que debuta en el número 3. La artista malagueña así supera a los lanzamientos de rusowsky, que entra en el número 7 con ‘DAISY’, y Morat, en el número 8 con ‘Ya Es Mañana’.
María Peláe consigue posicionar ‘El Evangelio’ en el puesto 15, mientras que Alejandro Sanz se coloca en el número 19 con ‘¿Y Ahora Qué’, su último EP. Este incluye su más reciente colaboración con Shakira, ‘Bésame’.
En el resto de la lista encontramos a Trueno, que entra en el número 40 con la versión deluxe de ‘EL ÚLTIMO BAILE’, y a Mike Oldfield, que se coloca en el puesto 43 con ‘Tubular Bells 2003’. Por otro lado, Beéle consigue la mayor subida en lista de la semana con su álbum debut, ‘BORONDO’, que pasa del quinto al cuarto puesto.
Tras trabajar juntos en múltiples ocasiones, FINNEAS y Ashe han decidido lanzarse a formar un nuevo grupo. Este se llama The Favors y ya han anunciado su primer disco, titulado ‘The Dream’ y programado para su lanzamiento el próximo 19 de septiembre. Este viernes llega su single inaugural, ‘The Little Mess You Made’.
«Nos ha encantado profundamente hacer esta música juntos en secreto y no podemos esperar para que os llegue finalmente», ha escrito FINNEAS en su página de Instagram. Aunque es conocido sobre todo por ser el productor y principal colaborador de Billie Eilish, su hermana, para el artista de 27 años tampoco es nuevo lo de trabajar con Ashe.
El reputado productor empezó a trabajar con la artista estadounidense en las dos partes de ‘Moral of the Story’, en 2019. De hecho, la canción titular hoy cuenta con casi mil millones de reproducciones en Spotify y se trata de una de las primeras canciones que le ayudaron a alcanzar la fama mundial.
No es hasta el single ‘Till Forever Falls Apart’ cuando FINNEAS no actúa solo como productor, sino también como intérprete. Hasta ahora, es la única canción en la que ambos artistas figuran como un dueto y la única aproximación al sonido que podría tener The Favors.
La última vez que C. Tangana alcanzaba el número 1 en la lista de singles española fue en octubre de 2021 con ‘Ateo’, junto a Nathy Peluso. En aquel momento, la canción debutó en el primer puesto directamente, manteniéndose durante cinco semanas consecutivas. Ahora, vuelve al mismo lugar con ‘DROGA’ gracias a otra colaboración, Mora. La semana pasada, la canción entraba en el número 4 de la lista.
La entrada más fuerte esta semana llega de la mano de Karol G y su último lanzamiento, ‘Latina Foreva’. La colombiana se posiciona en el número 13 de la lista, justo un puesto por delante de ‘Si Antes Te Hubiera Conocido’, que lleva ya 49 semanas en la tabla.
En esta primera mitad, Young Cister y Kreamly también entran en el puesto 50 con ‘QLOO*’. Beéle consigue posicionar dos canciones esta semana: ‘Quédate’ en el número 50 y ‘Top Diesel’ en el 68. Por otro lado, Alejandro Sanz y Shakira se plantan en el puesto 66 con ‘Bésame’, su última colaboración.
Mariah Carey acaba de publicar la reedición de ‘The Emancipation of Mimi‘ (2005), pero ya se pone manos a la obra para promocionar su próximo trabajo discográfico. Han pasado ya siete años desde ‘Caution‘ (2018), su decimoquinto y hasta ahora último álbum.
Desde esta tarde, Carey abre la veda de «MC16». La artista ha lanzado un adelanto de ‘What’s Your Type?’, el primer single de su próximo disco, cuyo lanzamiento debe ser inminente. El sonido remite -lo has adivinado- a ‘The Emancipation of Mimi’. De hecho, el anuncio de ‘What’s Your Type?’ así lo muestra: en el vídeo, Carey, que escucha la radio del coche, cambia ‘It’s Like That’ por su nueva canción.
Que ‘What’s Your Type?’ inaugura la nueva era de Mariah Carey lo confirma la matrícula del mencionado coche, que deletrea las siglas «MC16».
Dice Miley Cyrus que hay dos tipos de artistas, los que hacen música «normal» y los que hacen música «rara», y que ella -incurriendo en una de sus típicas contradicciones- posee las dos facetas. Señala que ‘Flowers‘ es de sus canciones «normales» porque es comprensible por todo el mundo, y de su repertorio de canciones raras destaca ‘Prelude’ y ‘Something Beautiful’, las dos primeras pistas de su nuevo álbum.
‘Something Beautiful’ es un disco raro, aunque quizá no en el sentido que Cyrus plantea. La producción ni es tan psicodélica como prometió, ni el disco fluye exactamente como una ópera o un álbum visual. La variedad de estilos no parece siempre hilada de la mejor manera, ni las pistas instrumentales parecen completamente integradas dentro de la experiencia conjunta. ¿No es extraño que ‘Interlude 1’ e ‘Interlude 2’ estén separadas por una única canción?
Aunque Cyrus asegura que ella no es una persona de «términos medios», ‘Something Beautiful’ es un disco de término medio. Irónicamente, el noveno trabajo de la ex estrella Disney funciona mejor cuando no se pone un traje que le queda demasiado grande. El embiste distorsionado de la segunda parte de ‘Something Beautiful’ (canción) no es lo mejor de esta preciosa canción de soul-rock, ni la poderosa ‘Walk of Fame’ con Brittany Howard sale airosa de durar seis minutos, ni las pistas instrumentales, por mezclar estilos de forma supuestamente experimental, hacen el disco mejor.
‘Something Beautiful’ es un buen disco cuando encuentra un equilibrio entre lo efectivo de sus melodías y la riqueza de la producción e instrumentación. Aunque el largo podría estar mejor mezclado (algunas voces e instrumentos suenan estridentes), las composiciones construyen un trabajo maduro y libre. ‘More to Lose’ es un gran ejemplo de canción de pop clásica escrita desde el punto de vista de hoy (me encanta la frase «My tears are streamin’ like our favoritе show tonight»); ‘Easy Lover’ es un estupendo homenaje a Stevie Wonder -y un poco también a Michael Kiwanuka- que Cyrus escribió en la época de ‘Plastic Hearts‘ (2020) y después ofreció a Beyoncé, con la que posteriormente colaboró en la ganadora de un Grammy ‘II Most Wanted‘, y ‘Give Me Love’ cierra el disco con una emocionante dosis de folk-pop bucólico y referencias al amor y la espiritualidad.
Porque ‘Something Beautiful’ es una obra espiritual, como expone el arreglo orquestal que viaja a la épica electrónica de ‘Prelude’, como muchas pistas del álbum, diseñada junto a Jonathan Rado, líder de la banda de rock psicodélico Foxygen; como señala el divertido homenaje al dance de lo 90 ‘Reborn’, que precisamente habla de transformarse en alguien nuevo gracias al amor; o como indica el poderío de ‘End of the World‘, denostada por parecerse a Coldplay… cuando su exuberancia, carácter llenaestadios y destellos de ‘Mamma Mia’ de ABBA lo convierten en uno de los grandes singles perdidos de la carrera de Cyrus. La buena noticia es que dos integrantes de Alvvays forman parte de su composición y seguro que el cheque que les ha llegado de Sony es considerable.
Pero el panel de músicos involucrados en ‘Something Beautiful’ plantea la cuestión de por qué el disco no es mejor. Es una locura ver a miembros de Haim, Model/Actriz, Alvvays o The War on Drugs metidos en el mismo disco, pero la obra de estos artistas por separado es más innovadora y excitante que ‘Something Beautiful’. Ciertas pistas proponen interesantes ideas sonoras pero no logran sostenerse por culpa de melodías endebles. Por ejemplo, ‘Every Girl You’ve Ever Loved’ samplea el remix de Soulwax de ‘Work It’ (2018) de Marie Davidson, pero la canción nunca es tan excitante como la referencia. Y ‘Pretend You’re God’ es un intrigante acercamiento trip-hop que recuerda a los viajes lisérgicos de Yves Tumor, pero la composición vuelve a defraudarlo.
El término medio de ‘Something Beautiful’ es evidente en lo extraño de la secuencia, pero también en el potencial de ciertas pistas que no termina de explotar. Es muy difícil mantener el interés de una canción durante seis minutos, y ‘Walk of Fame’ -que durante un rato es una de las mejores canciones del disco- demuestra que no siempre funciona. ‘Every Girl You’ve Ever Loved’, por su lado, presenta una explosiva producción, pero la melodía sabe a poco, la letra no iguala la sofisticación del auténtico ballroom («Match my bag to my new dress / I’m still looking like a ten / While my hair is a mess» es una frase muy naíf) y el recitado de Naomi Campbell se podría haber quedado en borradores, porque ni Campbell le pone ganas, ni suena convincente en el papel.
Donde ‘Something Beautiful’ brilla -insistimos- es en sus piezas clásicas: ‘More to Lose’, ‘Something Beautiful’, ‘Easy Lover’ y la muy Fleetwood Mac ‘Gold Burning Sun’ son buenas baladas o medio tiempos de Miley Cyrus que muestran a una artista que ha encontrado un filón en el éxito de ‘Flowers’ y que vuelven a dejar interpretaciones vocales prodigiosas por parte de esta gran intérprete. El papel bailable sienta bien a Cyrus en ‘Reborn’, pero la faceta clásica de ‘Something Beautiful’ convence por encima de la electrónica simplemente porque las composiciones presentan melodías mejor escritas o integradas.
‘Something Beautiful’ es un disco de Miley Cyrus que busca ser a la vez bello, divertido e inspirador, pero su dispersa secuencia impide que el álbum cuaje como a su autora le habría gustado. Tampoco han ayudado las expectativas volcadas sobre el disco y alimentadas por la propia artista, pues ‘Something Beautiful’ ni es tan psicodélico, ni su película se parece a ‘The Wall’ de Pink Floyd, ni Cyrus juega todavía en la misma liga de David Bowie o Björk, con los que se ha comparado. Pero el intento de Cyrus por equipararse a estos artistas deja otro buen disco de pop que, quizá, deba entenderse como «solo» eso: un disco de pop. Aunque sepamos -como Miley Cyrus- que el pop puede ser mucho más.
Linkin Park ha anunciado concierto único en España. La cita es dentro de un año, el 23 de junio de 2026. El Auditorio Miguel Ríos de Rivas-Vaciamadrid de Madrid acogerá la primera visita de Linkin Park a España en nueve años.
Una preventa especial para miembros de LP Underground se activará el martes 3 de junio a las 9.00 (hora local) para los miembros Legacy de LPU, y a las 11.00 (hora local) para los miembros de LPU Passport Plus.
La venta general para España comenzará el 6 de junio a las 9.00 (hora local) y las entradas costarán desde los 84 euros gastos de gestión incluidos. Todas las entradas son para público de pie.
Linkin Park presenta su último disco, ‘From Zero‘, (2024) el primero publicado con su nueva formación, que incluye a la vocalista Emily Armstrong. El disco acaba de ser reeditado con tres cortes nuevos, entre ellos el single ‘Up From The Bottom’.
Linkin Park ha actuado este fin de semana en la final de la UEFA Champions League, celebrada en el estadio Allianz Arena de Múnich.
Los Electric Prunes, la influyente banda de rock psicodélico, ha perdido a su vocalista original y uno de sus miembros fundadores, James Lowe, que falleció el pasado jueves 29 de mayo a los 82 años. Su familia ha comunicado la noticia: “Papá deja un legado de sonido, amor y creatividad sin límites».
Nacido en San Luis Obispo, California, aunque criado en Los Ángeles, Lowe formó los Electric Prunes en 1965 junto a Mark Tulin (bajista), Ken Williams (guitarrista) y Michael Weakley (batería) en 1965, a partir de una banda de garaje anterior, los Sanctions. Los Electric Prunes fueron conocidos por su sonido innovador, que fusionaba psicodelia y experimentación sonora y se considera pionero del rock electrónico. Aunque los Electric Prunes solo obtuvieron dos éxitos en el Billboard Hot 100, ‘I Had Too Much to Dream (Last Night)’ y ‘Get Me to the World on Time’, su influencia es ampliamente reconocida en el underground estadounidense. Su tema ‘Kyrie Eleison’ se usó en la banda sonora de la película de 1969 ‘Easy Rider’.
Los Electric Prunes, desalentados por los obstáculos en la industria musical, se disolvieron en 1968 después de publicar dos discos, ‘I Had Too Much to Dream (Last Night)’ (1967) y ‘Underground’ (1967). Sin embargo, su agente Dave Hassinger, que poseía los derechos del nombre del grupo, reformó los Electric Prunes con nuevos integrantes. De esa reconfiguración se editaron dos innovadores álbumes, ‘Mass in F Minor’ (1968) y ‘Release of an Oath’ (1968).
Tras dejar la formación de los Electric Prunes, Lowe se convirtió en ingeniero de sonido y trabajó con artistas como Todd Rundgren o Sparks. En 1999, la formación original de los Electric Prunes se reunió para tocar y registrar nuevos discos. Actualmente, el grupo continuaba en activo. Mark Tulin falleció en 2011.
GRACEY es otro de esos secretos de la industria musical. Nacida en Brighton, Grace Barker ha sido un nombre presente en los estudios de composición de Reino Unido desde antes de la pandemia. Curtida en el equipo de Xenomania, con los que empezó a trabajar a los 16 años, sus créditos incluyen un single top 9 en Reino Unido, ‘Don’t Need Love’ con 220 KID, y un top 15 certificado con un Disco de Platino, ‘By Your Side’ de Jonas Blue con RAYE. Durante su carrera, GRACEY ha colaborado con artistas como Meghan Trainor (‘Make You Dance’), Anne-Marie (‘Better Off’) o Rina Sawayama (‘Catch Me in the Air’).
Como solista, GRACEY -que tiene 27 años- ha buscado su hueco en la exploración de sonidos electropop, ochenteros y baladescos -sin olvidar algún matiz urbano o puramente pop- como los explorados en ‘99%’, ‘Like That’ o ‘Empty Love’, tres temas incluidos en su EP de 2020, ‘The Art of Closure’.
Pero lo mejor de GRACEY se avecina. En 2025, la ahora artista independiente está demostrando por qué cuenta a Sia, Lorde o Robyn entre sus principales influencias. Sus recientes sencillos ‘What a Waste’, ‘Rhetorical Questions’ y ‘Back to Then’ han apuntado en esa dirección. Se acaba de sumar a ellos ‘Gimmicks’, el mejor single de todos y la Canción Del Día de hoy.
Armado con un sonido de electropop sueco que recuerda a la primera Robyn, una frescura que remite a la obra de Tove Styrke, y una pedazo de melodía pop que parece firmada por Charli xcx, ‘Gimmicks’ es una gran oda al amor como red de seguridad. En la letra, GRACEY canta que no necesita que su persona amada la conquiste con ningún «truco» manido, porque el trabajo ya está hecho: GRACEY ya puede ser ella misma en esta relación y se siente segura para intentar superar los demonios del pasado.
La composición de ‘Gimmicks’ es inteligente, y la producción de Lindgren, alias de Michel Schulz -que no es sueco, sino alemán- opta por un sonido 100& sintético que sigue la estela de SOPHIE, sobre todo en la textura metálica de las percusiones.
Julieta es una de las revelaciones recientes del pop catalán. Sus singles ‘Tu juru ju’, ‘T’enxules’ o ‘Cari’, situados en la confluencia de pop anglo y música urbana, amasan millones de streamings, y es el caso también de sus colaboraciones con Oques Grasses, Mushkaa o The Tyets. Sus conciertos cuelgan carteles de «todo agotado» y la barcelonesa se ha ganado el apodo de «catalan dream». ’23’ es el tercer disco de Julieta Gracián y su debut en una multinacional (Sony Music).
’23’ es difícilmente un álbum con todas las letras. Apenas contiene 8 pistas y la última es una extraña adaptación de ‘Amigos para siempre’ de Los Manolos desprovista de toda su alegría original, pero insuflada de melancolía. Como carta de presentación, ‘5AM‘ (2023) era más satisfactorio y completo.
En búsqueda constante de su identidad sonora, Julieta entrega un repertorio tímido y correcto cantando en catalán (‘Els contes’), castellano (‘Tornado’) o en una mezcla de ambos idiomas (‘Taxi’). Vocalmente, elige un susurro gimoteado similar al de Britney Spears o Lana Del Rey. Y, con estas premisas, mezcla dembow suntuoso y cuerdas en ‘Loba’ (la mejor canción del disco), bachata y sintes brumosos en ‘L’amor de la meva vida’, o trap y reggaeton en ‘Taxi’, que tampoco olvida el componente atmosférico del proyecto.
Pero lo que ’23’ tiene de corto, lo compensa con su paleta sonora, que elige la fusión constante de estilos con la producción de Phoac, alias del también barcelonés Pau Vehí. Es llamativa la influencia del pop norteamericano: ‘M’oblido d’oblidar-te’ recrea el sonido de las baladas de Ryan Tedder sumando autotune y sonidos de pájaros. ‘Tornado’, con matices country, evoca a la antigua Halsey. Y ‘Bruna’, dedicada a una amiga, pasa de la guitarra acústica a una suerte de house íntimo.
’23’ es un trabajo melancólico, dedicado al paso del tiempo -tanto que se titula con la edad de Julieta al grabarlo- y a lo efímero de la vida. Acorde a este concepto, ’23’ encuentra un camino en la confluencia de ritmos de pop, club y profundidad emocional, transmitida mejor en las pistas de club tristón que en las baladas y su excesivo uso del reverb. Aunque ‘Jean Blau‘ merecía ser la novena pista. Quizá detrás de toda esta bruma se encuentre la verdadera Julieta.
«Jueves para la chavalada, viernes y sábado para los puretas». Así describía Javi Ferrara de Parquesvr la dinámica de la mayoría de festivales en nuestro país. También servía para describir esta misma edición de Tomavistas, que vivió ayer su jornada más alternativa. Sin contar alguna excepción, como La Élite o Depresión Sonora, el festival madrileño despidió su novena edición con una programación dedicada sobre todo a los amantes de la electrónica y las sensaciones.
También ha sido una entrega con menos asistentes de los esperados, lo cual por otro lado ha sido una bendición para aquellos que sí hemos ido. Sin colas, sin sofocos por aglomeración, sin bailar apretujados… ¿Sabéis lo que es dejar a tus amigos para ir a rellenar el vaso y volver a encontrarlos sin problema? La organización no opinará lo mismo, pero nosotros no hemos echado en falta más gente.
Yard Act llegaron desde Leeds para ir directos al meollo con su post punk gamberro y juguetón, preparados para hacer bailar al escenario principal aprovechando que el sol estaba dando un descanso. Aun así no empezaron con la artillería pesada y optaron por un show que se iba asalvajando a medida que avanzaba. Esto se reflejaba directamente en la figura del vocalista James Smith, que consiguió contagiar su caótica energía al público.
Con el aura de un carismático traficante de armas, con gafas rosas y todo, este no tuvo problemas en tirar el soporte del micro como si fuera un trapo o en cantar tirado boca abajo en el suelo. ‘When The Laughter Stops’ y ‘We Make Hits’, un temazo que funciona igual de bien en directo, fueron las más disfrutadas en un set construido totalmente para festivales. ‘100% Endurance’ marcó el tono de los próximos conciertos con su naturaleza más contemplativa y amable.
Adrian YR
El aperitivo perfecto antes del viaje que fue Mogwai. Yo no conocía a los escoceses, pero desde el principio tenía la sensación de estar delante de una banda de culto sin saberlo. Que tantas personas se congreguen para escuchar este tipo de música tan atentamente no es lo normal en un festival, pero sí fue la norma ayer en Tomavistas. El concierto fluyó como una sesión de electrónica, pero sustituyendo todos los elementos por instrumentos de rock. No entré de lleno en el show hasta que llegó la tercera canción, ‘I’m Jim Morrison, I’m Dead’. Desde ese momento me limité a dejarme llevar.
Había tanto respeto por el grupo que una persona no dudó en girarse para pedir silencio a uno de mis acompañantes: «Por favor, baja el tonito». Nunca me había pasado esto en un festival. Pocos minutos después, otro grupo empezó a reírse en alto de sus movidas y la misma persona les miró con una cara de asesino total. Él solo quería estar inmerso en el mundo de Mogwai sin nada más en sus oídos. En parte, lo entiendo. La música es un muro de sonido lleno de capas y texturas, distorsión y emoción. Es casi absurdo hacer diferencias entre canciones, ya que se disfrutó como una experiencia unificada.
Como si de repente estuviese dentro de ‘El mago de Oz’, otro personaje entró en la historia. Este era un hombre que representaba lo contrario del gruñón que tenía delante: «¿A ti no te gusta esto no? A mí tampoco», me suelta. Me cuenta que Mogwai están «pasadísimos», aunque también me recomienda sus mejores discos. «Son muy buenos, pero tienes que haber nacido en los 80», me dice sin cortarse. La media de edad estaba definitivamente alrededor de esas fechas, por lo que no iba tan mal encaminado. Sin embargo, yo, que he nacido 20 años más tarde, sí disfruté del concierto.
En el último tercio, los músicos son envueltos en coloridas luces a la vez que aumentan la revoluciones de forma épica. La última canción es una delicadísima pieza que alterna momentos de calma total, casi ambient, con un eufórico final lleno de ruido y fuerza. Pues bueno, no miento si digo que los «shhhh» del público se oían más que la música, intentando callar cualquier mínimo comentario que surgiese entre los asistentes. ¿Qué es esto? ¿El ataque de los puretas? En puro colofón musical, uno de estos soltó un grito gutural como si le hubiesen atropellado el pie, pero creo que solo era la euforia liberada.
Daniel Vazquez
En este plan pasamos a Kiasmos, que ofrecieron la fiesta más pacífica en la que haya estado. El set no daba tanto lugar a la atención como en Mogwai, sino que promovía la conversación. Si digo que es música para tener de fondo, seguramente se malinterprete, pero no es necesariamente algo negativo. La música es elegante, encantadora y de ensueño, y con ella las conversaciones cobran otra cara. En los instantes más animados, es una rave amable. Lo contrario de hardcore. Estás bailando y no eres capaz de recordar cuándo has empezado a hacerlo.
Esta atmósfera de paz se rompió por completo con el concierto de La Élite en el escenario contiguo. Aquí había dos opciones: despertar del trance con el punk sintetizado del dúo de Tàrrega o seguir surfeando la ola electrónica con Kelly Lee Owens en el tercer escenario, que sí ofrecía una experiencia más club. Si elegías la segunda opción, había que ser rápido. Owens consiguió algo que no había ocurrido ningún día, y es que su recinto llegó a estar tan lleno que había que hacer cola para poder entrar. Al ser un escenario cubierto, había límite de aforo. Pude ver la mitad de la última canción y fue como colarme en un fiestón que bien podría haber estado en funcionamiento durante décadas. La artista, en solitario, con un teclado a cada lado al modo de Nacho Cano, deslumbraba al público con sus beats y sin parar de agitar su melena.
Los valientes que se quedaron a ver a La Élite no formaban parte de su típica audiencia. Algunos veinteañeros salieron de debajo de las piedras, pero principalmente el público estaba formado por gente de mayor edad. Esto se vio claro en la sucesión de las primeras canciones, con ‘Historia Triste’, ‘Aléjate de Mi’ y ‘Sangre Azul’. Aquello no tenía nada que ver con el concierto que dieron en el mismo festival hace dos años, en un escenario mucho más pequeño y con gente que sabía a lo que iba. En este, con la excepción de algunas personas en primera fila, estaba todo el mundo tieso.
Diosito y Nil hicieron lo que pudieron para animar a la peña. Tirarles cervezas, por ejemplo. Aun así, ni un pogo. En un concierto de La Élite, esto es muy grave. En un momento dado, el vocalista se hartó y ordenó a al gente abrir el círculo más grande que pudiesen. Mereció totalmente la pena. Cuando se rompió y todas las personas colisionaron en el centro, entre empujones y saltos, ya sentía que estaba en un concierto de La Élite.
Adrian YR
Romy, con la difícil tarea de dar cierre a todo un festival, consiguió congregar a todos los diferentes públicos de la jornada para la fiesta definitiva. La paz y unión de Kiasmos combinadas a la perfección con el espíritu fiestero de Kelly Lee Owens. Desde el comienzo del set con ‘Lifetime’, la sensación es de pura dicha. Para los visuales, un cielo sin horizonte, un mar sin orilla… Música perfecta para cerrar el telón con mucho amor. El mismo que le transmite el público a Romy en todo momento, incluso cuando debe parar el espectáculo un momento para arreglar un «problema técnico». Es entonces cuando la gente corea su nombre, animándola a continuar. El problema es realmente breve y la fiesta sigue su curso natural.
En el tramo final, la integrante de The xx se centra en poner a todo el mundo a bailar, empezando por ‘She’s On My Mind’ y ese grandísimo remix del ‘Into You’ de Ariana Grande. Así, las tres últimas canciones representaron el mayor baile colectivo que yo he vivido en un festival. ‘Enjoy Your Life’ abrió la veda con ese mensaje titular tan simple pero necesario, y Romy recibió una merecida ovación por ello. ‘Loud Places’ dio lugar a un momento precioso, con un foco apuntando a Romy mientras cantaba, como si de una escena de un musical se tratase. La preciosísima transición a ‘Strong’ fue la guinda del pastel para un perfecto final de festival.
Esta semana se ha «liberado» -como se dice en inglés- la canción de ‘Lento ternura‘ que cuenta con la colaboración de Ximena Sariñana. Disponible desde el principio en las versiones CD y LP, al fin ocupa el lugar correspondiente de la versión digital. ‘˂3CDMX’, nuestra Canción del Día hoy, es uno de los grandes «growers» del disco, muy pegadizo tanto en el mantra que repite Sariñana, como en el conteo «un, dos, tres» o en las percusiones trotonas que van conduciendo hacia el estribillo de la grabación.
En la canción, una persona baila bajo la lluvia mientras otra la observa desde el interior de la casa. Zahara nos explicaba en una entrevista a la salida del álbum cómo se gestó este tema:
«La compuse cuando estuve en México, llamé a Ximena para ir a su casa a hacer una cosa que no suelo hacer, que es: «¿Podemos quedar, tomamos algo e intentamos hacer una canción?». Tenía mucha curiosidad con ella, me cayó muy bien cuando tocamos juntas en Madrid. Es una persona increíble, y tiene un talento brutal. Le conté que estaba empezando un disco intentando hablar de la belleza, no de la belleza obvia, sino de lo bello de lo diferente. Y dije: «pues como México, ¿no?» Si piensas en belleza, a lo mejor no piensas en Ciudad de México, porque es el caos y hay muchísimo tráfico, es una ciudad enorme… Sin embargo, veo que hay árboles por todas partes, que pasan cosas, que giras una esquina y está toda llena de farolillos y hay gente majísima, feliz… Y me gusta eso. Ella cogió el piano, se puso a tocar y entonces hizo esta frase de «como una cara al revés, que solo tú la puedes ver», como en plan «belleza oculta». Y Martí se puso a escribir un texto, a mí no me salió nada. Yo dije la idea, les puse a trabajar y con el texto de Martí, que era chulísimo, empecé a darle ya mis vueltas y mis giros, y es una canción compuesta por los tres allí mismo, en esa mañana en su casa. Luego la terminé de producir en mi casa».
Sobre la rareza de la composición, que no es el «featuring» más comercial que nos puede venir a la mente, concordaba: «Es rarísima: es la Zahara empresaria autoboicoteándose. Yo podía salir con Ximena que es una superartista en México, «voy a intentar hacer una canción súper comercial, la voy a sacar de adelanto». Y no, pero sinceramente creo que la canción dentro del disco es muy guay porque yo canto mucho en este disco… Es una de las cosas que he descubierto al autoproducirme. Casi siempre estoy cantando y dejo muy poco espacio para lo instrumental. Me resultó muy gracioso cuando terminé el disco y dije: «No calla, la tía, esta señora. Nadie la manda callar, no se calla…».Y entonces me parece muy amable para el oído escuchar la voz de Ximena con ese piano, que el piano es el que grabó en su casa con un móvil y que tenga esa verdad de ese momento. Se oyen los pájaros que se colaban por su casa. Y me parece muy guay, pero claramente es tan antihit que el bombo de la parte donde entro yo a cantar, va a la contra. Va como al revés de donde te esperas, todo el rato. Más que experimental es ya «el juego sobre el juego». Pero luego creo que dentro del disco funciona bien».
Zahara actúa el 6 de junio en Festival de les Arts, Valencia, el 7 de junio en Palencia Sonora, el 14 de junio en Magnífic Fest de Lleiga, el 15 de junio en Madrid, después en Jaén, Navarra, Barcelona, Ponferrada, Pontevedra, Málaga, Low Festival, Sonorama, Cádiz, Almería, Zaragoza, Granada, Canarias… Detalles, en su web.
Lady Gaga ha aparecido en el Tudum de Netflix, lo que se ha traducido en otra icónica actuación de la era ‘Mayhem’ que sucede al enorme éxito de Coachella y del show en Copacabana, este último frente a 2 millones de personas.
Acompañada de bailarines y rosas negras, Lady Gaga ha rendido especialmente un homenaje a ‘Miércoles’, de alguna manera el punto en que nació esta era cuando la serie viralizó, involuntariamente, un viejo tema de ‘Born this Way’ que no había sido single, ‘Bloody Mary’. La estética darks, mágica y mortuoria ha ilustrado toda la era ‘Mayhem’, ‘Die with a Smile’ aparte.
De hecho ‘Bloody Mary’ y el baile de Miércoles han aparecido en la actuación, además de la mismísima Jenna Ortega, antes de que el medley culminara con ‘Abracadabra’, de vuelta al ataúd.
Al mismo tiempo, se han estrenado los primeros 6 minutos de la segunda temporada de ‘Miércoles’, aunque la primera parte de la temporada no se podrá ver hasta el 6 de agosto y la segunda, hasta el 3 de septiembre. Lady Gaga también aparecerá este año en la serie.
Lorde ha lanzado esta semana un single llamado ‘Man of the Year‘ en el que reflexiona sobre la identidad de género. A muchos ha recordado a la transición de Christine & the Queens, actualmente conocido como Rahim Redcar. En los conciertos de Primavera Sound, por ejemplo, en un momento se descubría el pecho y actuaba sin camiseta, cubriendo sus pezones con una cinta, más o menos como Lorde en este nuevo videoclip.
De manera que Rahim Redcar habría acudido a redes sociales a acusar a Lorde de haberle copiado. El mensaje ha aparecido en una cuenta de Instagram que no está verificada pero a la que sus seguidores dan veracidad porque «Christine and the Queens» la sigue.
El mensaje decía: «para Lorde, de nada. LOL. Es raro ver constantes elementos de mi trabajo digeridos ahí fuera sin ser acreditados como inspiración (…) ¿Qué se supone que tengo que hacer, mentir? Me pregunto si algún día tendré el crédito que merezco, y lo digo sin amargura, solo con curiosidad de verdad. Seamos honestos, estoy hecho para disfrutar de enormes conciertos, ¿así que por qué no pueden honrar la llama primigenia? Pero bueno, vuelvo a hacer música increíble, ¿estoy en lo cierto?».
Ronald Fenty, el padre de Rihanna, ha fallecido a los 70 años. Según un medio local de Barbados y recoge Billboard, ha sido víctima de una corta enfermedad. Se desconoce la fecha exacta de su muerte, pero se sabe que ha podido estar rodeado de su familia.
La relación de Rihanna con su padre ha sido complicada a lo largo de los años. A la cantante le disgustó que su progenitor opinara sobre los maltratos de Chris Brown en la prensa, sin su consentimiento. En 2012 Rihanna dijo en una entrevista con Oprah que se había reconciliado con él, pero en 2019 le denunció por registrar una empresa llamada Fenty Entertainment para beneficiarse del nombre de su hija. En 2021 retiró la demanda antes de que fuera a juicio.
Rihanna espera en estos momentos su tercer bebé junto a A$AP Rocky. Sobre el sucesor de ‘Anti’ 9 años después, ha indicado que a pesar de su embarazo puede seguir grabando porque «puede cantar» aunque sí ha indicado que no rodará videoclips. La artista ha dicho que su álbum no será comercial. Tampoco lo ha sido precisamente su canción para Los Pitufos.
“Cómo no os voy a querer si estáis al borde de la lipotimia”, soltó Carlangas durante su actuación sin faltarle razón. La música del artista gallego está hecha para escucharse bajo el sol, pero siempre hay un límite. Respecto a las elevadas temperaturas, la segunda jornada de Tomavistas fue parecida a la primera. Por otro lado, esta también se caracterizó por las reivindicaciones políticas, el paso progresivo del guitarreo a la electrónica y la menor afluencia de asistentes.
El concierto de Love of Lesbian fue el mejor ejemplo de ello. Al principio de la tarde pensaba que la gente se iba a esperar a la caída de la noche para ir al festival, pero parece que simplemente no había tanto interés en esta segunda programación. El concierto de los de Santi Balmes fue claramente el más multitudinario del día, sin estar abarrotado. Esa sensación de calor añadido al estar en el centro de una marabunta de fans ni existía ni se echaba de menos. Daba igual. Suficientes personas para escuchar el importante mensaje de Balmes, que antes de lanzarse a cantar ‘Allí donde solíamos gritar’ se sacó un papel del bolsillo para asegurarse de pronunciar cada palabra:
“El fascismo ha tenido muchas caras a lo largo de la historia. Netanyahu, una de esas caras es la tuya. Nada más. Sé que cada uno tiene su manera de pensar, pero no podemos quedar equidistantes en este sentido. Esta es mi opinión. Supongo que también es la nuestra, pero ya está. No hay que tener miedo”, declaró en un concierto lleno de mensajes de unión.
Comenzaron sin perder el tiempo con ‘Ejército de Salvación’ siendo una de las pocas bandas que se habían currado algo parecido a un decorado, colorido y atrayente. ‘Noches Reversibles’ significó la «primera prueba de volumen» del set, con los presentes superándola con sobresaliente. Por otro lado, las canciones del último disco del grupo catalán destacaban por justamente lo contrario. Para estas, llevaron a la pantalla a Rigoberta Bandini y Amaral para acompañar en la interpretación de ‘Contradicción’ y ‘¿Qué vas a saber?’, respectivamente. Aunque los asistentes estaban menos familiarizados con estas canciones, la experiencia de Santi en escenarios relució, consiguiendo que se animasen a cantar lo poco que sabían en ‘La Champions y El Mundial’ y ‘La Hermandad’.
Daniel Vazquez
Todo lo contrario en Carlos Ares, que dio a la vez el show más familiar y el más apto para dejarse el pulmón de toda la tarde. Cantar temas como ‘Rocíos’, ‘Peregrino’ o ‘Aquí Todavía’ se siente liberador. Más todavía si es en compañía de una banda tan sólida. Estos forman un único organismo en el que son capaces de tocar virtuosamente mientras danzan por el escenario como si no supusiese ningún tipo de esfuerzo. Los instrumentos también casan con esta imagen. Ahí estaba el piano, de aparencia cochambrosa y desgastada, o la batería frankenstein, formada por diferentes tipos de percusión que se alejaban de lo convencional.
El folk-rock del artista gallego crece en el directo, con temas como ‘Autóctono’ o ‘Velocidad’ cobrando unas dimensiones que no alcanzan en plataformas. La joya en este sentido es sin duda ‘Páramo’, que despide el show de manera apropiada. Es también uno de esos casos en el que la vena cañera de Ares brilla sobre todo lo demás. Un fascinante canto a la vida que despierta una ovación a la altura.
No tan apasionante fue el primer concierto de Doves en Madrid, que también era el primero en España después de 20 años. Aquí hubo una separación generacional del público: aquellos de mediana edad o cerca de ella eligieron quedarse con la banda inglesa, mientras que los más jóvenes optaron por ver a Karavana. Los de Mánchester tocaron un rock disfrutón que no llegaba a mucho más ni tampoco pretendía hacerlo. Así se lo estaban tomando los asistentes, más pendientes de hablar con sus colegas con cerveza en mano y música de fondo que de los sutiles toques de experimentación que ofrecía la banda de vez en cuando.
El panorama con Karavana en el escenario cubierto es muy diferente. El recinto, pese a no ser muy grande, está casi lleno, con todos los presentes enchufados en el show. Con intensidad y actitud, el grupo formado en Madrid seguro que te gustará si te gusta la música de Carolina Durante y las temáticas a lo Ginebras. Ahí entran temas como ‘Madrid’ o la viral ‘Strokes’, con la que aquellos que son fans tanto del grupo titular como de C. Tangana mantienen una relación de amor-odio.
Daniel Vazquez
Igual de lleno estaba el escenario pequeño con el huracán de Parquesvr, con los que ya nos empezamos a adentrar en la electrónica. Bajo un paraguas en el que también vale el stoner rock o el punk, claro. Este fue mi primer contacto con el grupo a casi todos los niveles. El típico que conoces de nombre, pero nada más. Mi escepticismo se mantuvo fuerte durante las dos primeras canciones, pero se derrumbó totalmente con ‘Alfredo’s’ y su adictivo riff. Por no hablar de frases tan atemporales como «que siempre viva Murcia, pero nunca Suecia». El grupo de Leganés está especializado en la irreverencia y la sátira social, visible en temas como ‘Que arda Madrid’ o ‘¡Que te pares!’ y en los propios comentarios del vocalista Javier Ferrara: «Yo no voy a decir lo que ha dicho Karavana. Drogaos si queréis». Sin embargo, también son muy capaces de construir algunas canciones sorprendentemente cortantes. Así, ‘Tu nombre es una puerta por cerrar’ fue una de las más celebradas.
Me llamaba mucho la atención la falta de pogos en un concierto que se presta totalmente a eso. Hay quien necesita muchísimo menos para pegarse con los demás. Esto es justo de lo que se quejaba Ferrara a mitad de show: «Hostia, lo que me acaba de decir Santi… Lo voy a decir. Me ha dicho que estáis más sosos que en Palencia». Esto fue motivación suficiente para que los pogos no parasen desde ese momento. Parquesvr no podían dejar el escenario sin un momento de reivindicación y así se lo dedicaron a la «maravillosa» Isabel Díaz Ayuso: «Te echamos en falta. Nos gustaría que estuvieses aquí con nosotros y que nos dijeses por qué no tenemos derecho a vivir en nuestras casas y barrios. Que nos dijeses que el estado de Israel es un estado legítimo, pero no estás», declaró Ferrara para presentar ‘Todos menos tú’.
Adrian YR
Los hipnóticos visuales y las cegadores luces dan la bienvenida al show de Caribou, una absoluta maravilla de la mejor electrónica. La banda de Dan Snaith está formada por teclado, bajo, guitarra y percusión, tanto electrónica como analógica, pero en todo momento en directo. Los intrincados ritmos que van y vienen durante el concierto son todo un trabajo artesanal. El propio Snaith transmite un aura de calma y paz difícil de encontrar, como cuando se levanta a aplaudir al público antes de cantar ‘Odessa’. Su biografía de Spotify lo corrobora, escrita de su propia mano y recomendada para cualquiera que desee sufrir un ataque de ternura.
En lo musical, el show es un portento. Los temas están llenos de detalles que van y vienen y de otros que nunca vuelven, premiando la escucha activa. Los momentos de calma y melodías pop se alternan con instantes de pura maestría con la percusión más cercanos a una rave del más alto nivel. Quien piense que la electrónica es aburrida no tiene excusa con Caribou. Los momentos de transición son breves y certeros, dejándote poco o nada de tiempo para respirar. Prueba de ello fue la caótica jam de percusión que tuvo lugar a mitad de concierto.
A la vez, los ‘drops’ son totalmente impredecibles. Grabarlos es casi una tarea imposible. Con un show tan dinámico, lo increíble es que todo suene tan parecido a la versión de estudio. Tanto, que Shazam no tiene problemas para reconocer que está sonando ‘Never Come Back’, lo cual hasta ahora pensaba que no era posible. Después del último tercio, compuesto principalmente por una sesión de tecno alienígena y ‘Can’t Do Without You’, por supuesto, queda claro que el de Caribou es un show para someterse a la música. No para intentar seguirle el ritmo.
El mundo es cada vez más pequeño y lo seguirá siendo. Mientras Israel continúa arrasando Gaza, la música popular árabe suma reproducciones millonarias en TikTok. Artistas como el jordano-palestino Issam Alnajjar o la palestina-chilena Elyanna son estrellas globales. Medios como Pitchfork analizan este fenómeno apuntando a un inminente «breakthrough» de la música árabe a escala global.
En España, donde la influencia árabe es omnipresente, artistas como Morad o Beny Jr se convierten en iconos de la música urbana. En una escala underground, Restinga -el proyecto de la marroquí afincada en Sevilla Herminia Loh Moreno- presenta una propuesta muy diferenciada, vinculable tanto a la música tradicional marroquí como a las innovaciones de Rusia-IDK (rusowsky y Restinga comparten ingeniero de mezclas, Pablo Martín, que también ha trabajado con Amaia).
Restinga, que se dio a conocer en 2023 con el EP ‘انا و ياك’ («tú y yo»), presentado con una de las portadas más adorables que estos ojos han visto recientemente, ha dado un paso adelante en 2025 con el estreno de ‘Salina’, un pegadizo cruce de reggaeton club, gnawa marroquí y voces alienígenas, interpretado en darija y castellano, que se inspira en el «imaginario de Papá Levante», pero sin reproducir el sonido de las nunca suficientemente reivindicadas intérpretes de ‘Me pongo colorada’.
La fusión de folclore y vanguardia pop marca el camino de ‘Free Baby’, el álbum debut de Restinga, editado por Raso Estudio. La inventiva sonora de ‘Free Baby’ es evidente en las producciones, rítmicas y exuberantes, no tanto en unas melodías que, pese a su evidente potencial, arriesgan menos y resultan algo planas. La mezcla de estilos puede ir tan lejos como en ‘CashCash’, que hace honor a su título desplegando una fantasía de ritmos brasileños, sintes hyperpop y cuerdas Bollywood. En contraste, ‘Desvelhada’ opta por un sonido más puramente pop tirando de «la la las» y ritmos próximos al club británico.
La abundancia de ideas sonoras en ‘Free Baby’ es clara en ‘Aisha 9Andisha’ la producción más electrónica y amenazante, o en la divertida pista titular, que adapta la canción popular infantil ‘Baba Fein’ fusionando los ritmos de la darbuka -un tipo de tambor de mano- con más tempos de favela funk. Y ‘Ana W Yak’ es lo que pasa cuando una artista de bedroom-pop recrea los ritmos del raï marroquí, con la ocurrencia de incluir el sonido de una ghaita típica del país.
Compositora y productora completamente independiente, Restinga tiene un enorme potencial para convertirse en una voz líder del pop español en un mundo cada vez más globalizado, donde las hegemonías culturales ya no tienen sentido ni interesan. Capaz de evocar máxima nostalgia en ‘3OMRI’, o de desnudarse en la intimista ‘No Sé??’, Herminia entrega un debut que no suena a nada que hayas escuchado.
Próximos conciertos de Restinga: 5 de junio: Móstoles. Picnic Sessions / 7 de junio: Barcelona. Primavera Sound
Alrededor de 70.000 personas se juntaron ayer en el Estadio Metropolitano de Madrid durante la primera de las dos fechas que hace Ed Sheeran en la capital. El artista, que iniciaba la gira europea del Mathematics Tour, se presentaba en un escenario 360, bordeado con una suerte de cinta de correr -a baja velocidad, evidentemente- en constante movimiento. Más alejados, en las esquinas y en cuatro escenarios distintos, se encontraban los músicos.
El concierto comenzó sobre las 21:10h, tras una cuenta atrás en la que el público se animaba cada vez más. Ed Sheeran apareció con su habitual estilo casual y sin grandes pretensiones, llevando una camiseta de Madrid y unos pantalones negros. ‘Castle On the Hill’ inauguró el set, donde ya aparecieron los primeros fuegos artificiales, humo de colores y llamaradas para acompañar la euforia melódica de la canción. Siguiendo esa línea festiva, llegó la rockera ‘Blow’ antes de acercarse por primera vez a su territorio más natural y donde más cómodo parece sentirse: las baladas.
‘The A Team’ de su disco ‘+’, una de sus mejores canciones, iluminaba la grada con las linternas de los asistentes mientras la interpretaba con gran sentimiento. A nivel vocal, Sheeran estuvo perfecto toda la noche, demostrando que es un cantante más capaz de lo que las grabaciones de estudio nos permiten percibir, y es precisamente en eso momentos íntimos cuando más brilló. En cambio, en las composiciones con instrumentaciones más recargadas el sonido en la grada perdía algo de nitidez (probablemente por la magnitud del estadio).
Algo no tan común en los macroconciertos de este calibre y que es digno de admiración es que Sheeran renuncia, en cierta medida, a la espectacularidad. Y sí, hay pirotecnia y luces de colores, pero más allá de esos adornos, no hay bailarines, ni coreografías, ni cambios de vestuario o de escenografía. Él está solo en el escenario con su guitarra, prácticamente todo el tiempo, lo cual dice mucho de la confianza que tiene en sus canciones y en su saber hacer como intérprete. Pese a la falta de todo lo mencionado, en ningún momento daba la sensación de desgana o de que el espectáculo estuviese descuidado. De hecho, los fans parecían enormemente satisfechos con cada movimiento o frase que enunciaba su ídolo. El público, no se desconectó del show ni un segundo.
Hubo tan solo dos canciones donde Sheeran estuvo acompañado en su escenario. En la primera, invitó a Tori Kelly para cantar ‘I Was Made for Loving You’, una colaboración de 2015 que es la primera vez que cantan juntos en directo. La preciosa voz de la cantante se compenetraba de manera perfecta con la de Ed Sheeran, ofreciendo un baladón romántico muy bien integrado en el set. En la segunda ocasión, apareció la violinista Alicia Enstrom para acompañarlo en el folk-pop de ‘Galway Girl’.
Sheeran, que lanza su nuevo disco ‘Play’ en septiembre, aprovechó para adelantar ‘Sapphire’, un single que sale la semana que viene y que era la primera vez que cantaba en directo. Se trata de una canción pop animada, con ciertos tintes Imagine Dragons. Del mismo proyecto, también presentó los dos primeros sencillos: ‘Azizam’ y ‘Old Phone’. Esta última, uno de los mejores temas que ha lanzado en bastante tiempo, trata sobre el descubrimiento de su teléfono de hacía diez años, en el que vio conversaciones antiguas que le provocaron emociones intensas.
Muy dado a dar contexto sobre sus canciones a lo largo del concierto y a interactuar con el público, Ed Sheeran comentó que ‘Eyes Closed’ iba dedicada a un amigo suyo que murió repentinamente. El artista hizo una breve reflexión sobre cómo a menudo las pérdidas llegan sin avisar, motivando al público a vivir y disfrutar el momento.
Hacia la mitad del show, Sheeran anunció que a partir de ahí los asistentes tendrían que cantar con él. Venían todos sus hits, la artillería pesada. El estadio rugía con el sentimentalismo de ‘Thinking Out Loud’ y ‘Perfect’. También con la versión de ‘Love Yourself’ de Justin Bieber, todo un himno de amor adolescente que, de nuevo, hizo que el público encendiera la linterna de sus teléfonos. Por supuesto, en esta recta final, no faltaron algunas de sus canciones pop más emblemáticas y animadas como ‘Bad Habits’, con la que cerró, o ‘Shape of You’.
Terminaba así una velada protagonizada por grandes historias de amor, baladas intensas y furor adolescente. Ed Sheeran demostró que no necesita grandes alardes para conquistar a 70.000 personas. Para los no-fans, las más de dos horas que duró a veces podían hacerse un poco arduas, pero es justo reconocer que el cantante inglés ofreció un buen espectáculo, y especialmente, a nivel vocal, estuvo muy acertado. De vez en cuando, uno puede permitirse pasarse con el azúcar.
‘Por ahora para siempre‘ del debutante joseluis es nuestro Disco de la Semana. Ya fueron Canción del Día los singles principales del álbum, ‘Guapo‘ y ‘Fortuna‘, y es momento de rescatar uno de los tracks que han aupado y mucho el conjunto. Se trata de ‘La gravedad’.
Han sido muchas las grabaciones a lo largo de la historia del pop que han utilizado instrumentos de cuerda para retratar una «caída», máxime cuando «fall» en inglés es el verbo utilizado para «enamorarse». Esta podría ser una de ellas, aunque no es la más explícita del álbum en cuanto a quien se dirige. De hecho, es una de las más ambiguas y por tanto una de las más bonitas. «Si lo hago, no es por ti, es por mí», dice la letra. ¿Y qué hace joseluis en este tema? Decidirse a saltar, a desafiar «la gravedad»… o todo lo contrario.
Además de las espectaculares cuerdas que aparecen en un par de momentos de la grabación, llaman la atención dos detalles que parecen más inocuos: el banjo que avanza torpemente como su intención, y los velados autocoros, a gritos, que también habían marcado ‘Fortuna’.
Si en ‘Fortuna’ esos chillidos en segundo plano ocultaban muy sutilmente el título del largo, ‘Por ahora para siempre’, aquí sirven para destacar la estrofa clave del tema: «quiero probar el suelo, a ver si es verdad / no duele la caída, duele la gravedad». joseluis se pregunta por qué caen aviones como «el Concorde», pero él no; habla de ser un «ángel en el cielo»; parece estar situado en el borde de una cornisa o de un precipicio… pero siempre sin atreverse a dar el paso. ¿Dolerá la caída? ¿Conseguirá flotar? «Por ahora creo que voy a saltar», concluye sin quitarse la duda de encima, antes de que esa bofetada de cuerdas vuelva a brillar.
joseluis ha anunciado las siguientes fechas de presentación del disco a través de Instagram:
PALMERA FEST – 6 de Junio – Los Alcázares
SALA SOL – 20 de Junio – Madrid
VIDA FESTIVAL – 5 de Julio – Vilanova i la Geltrú
EBROVISION – 5 de Sept – Miranda del Ebro
A lo largo de los años, la postura de Radiohead sobre Israel ha sido controvertida. El grupo ha continuado tocando en este país cuando algunos artistas y fans les pedían que no lo hicieran y el genocidio en Gaza no ha hecho sino agravar la mala sensación. Además, Jonny Greenwood está casado con una israelí, trabaja con músicos israelíes y es habitual que actúe en Tel Aviv.
Jonny Greenwood trataba de explicar el año pasado que trabajaba con artistas árabes también, y ahora ha sido Thom Yorke quien ha decidido acudir a Instagram para explicar su postura, para evitar que otros expliquen su opinión por él, «rellenando huecos en blanco».
Thom Yorke comienza recordando un incidente que ocurrió el año pasado: «alguien gritándome desde la oscuridad cuando iba a cantar la última canción, completamente en solitario, delante de 9.000 personas en Melbourne, no me pareció el mejor momento para discutir la catástrofe humanitaria actual de Gaza».
Yorke asegura que le ha costado tiempo encontrar una manera de responder adecuadamente, y que muchos han asociado su «silencio» a «complicidad», lo que le ha derivado «problemas de salud mental».
En primer lugar, dice que su música con su banda o en solitario habla por sí sola sobre su opinión: «espero que alguien que haya escuchado una nota de la música de mi banda o cualquier cosa de las que he creado a lo largo de los años, se haya mirado los diseños o haya leído las letras, se dé cuenta de que es evidente que no podría de ninguna manera apoyar ninguna forma de extremismo o deshumanización de otras personas (…) He intentado hacer un trabajo que profundice en lo que significa ser controlado, coaccionado, amenazado, intimidado o hecho sufrir».
Para los que no conozcan su música, procede a explicar: «Creo que Netanyahu y su equipo de extremistas están totalmente fuera de control y es necesario pararlos. La comunidad internacional debería poner toda la presión que pueda en que paren. Su excusa de defensa propia hace tiempo que es demasiado fina y ha sido sustituida por un deseo transparente de tomar el control de Gaza y Cisjordania».
Yorke carga contra su administración «ultranacionalista» por haber «usado el terror y el dolor de la población para acallar cualquier tipo de crítica». También recuerda que «miles de almas humanas inocentes están siendo aún expulsadas de la Tierra».
Sin embargo, también cree que el lema «Palestina libre», que le parece «fuera de toda duda», «no responde la simple cuestión de por qué aún no se ha liberado a los rehenes». «¿Por qué razón podría ser?», se pregunta irónicamente y añade: «¿Por qué Hamas escogió cometer esos actos horribles el 7 de octubre? La respuesta parece obvia y creo que Hamas escoge esconderse detrás de la gente, en una postura igualmente cínica para sus propios intereses».
Thom Yorke dedica a continuación un largo texto a explicar por qué las redes sociales no le parecen el lugar adecuado para tener este tipo de conversaciones. Considera que debería haber debates «cara a cara» por parte de quienes «de verdad deseen que acaben los asesinatos y haya un entendimiento». El artista carga contra la mentalidad «nosotros contra ellos» y contra la polarización, porque «destruye la esperanza».
Yorke cree que «si el mundo huye de estos tiempos oscuros y encuentra la paz, será solo cuando redescubramos lo que tenemos en común y los extremistas vuelvan a la oscuridad». Finalmente indica que las alternativas no son fáciles pero que debemos «volver atrás» lejos de «la toxicidad actual». Entiende que este comunicado no va a satisfacer a todo el mundo, pero se une a los «millones de personas que rezan por que este sufrimiento pare».
La pesadilla de Taylor Swift por recuperar los derechos de su propia música ha llegado a su fin. Eso sí, después de haberse visto obligada a regrabar varios de sus primeros álbumes, a destacar ‘Red’ o ‘1989’.
La cantante ha escrito una carta en la que anuncia que ha podido finalmente hacerse con los derechos de toda su «música, los vídeos, los directos, el arte, las canciones inéditas…» Los másters de las grabaciones los ha adquirido de manos de Shamrock Capital, 6 años después de que Scooter Braun se los comprara a Scott Borchetta y dieran una serie de vueltas por la industria musical.
Swift ha escrito: «Decir que este es mi mayor sueño hecho realidad es, en realidad, quedarse corta. Todo lo que siempre deseé es la oportunidad de trabajar lo suficiente para algún día poder comprar mi música directamente, sin ataduras, sin socios, de manera totalmente autónoma».
Bromea sobre la gentileza de Shamrock Capital: «Estaré eternamente agradecida a todo el equipo de Shamrock Capital por ser los primeros en ofrecérmelo. Mi primer tatuaje podría ser un enorme trébol en medio de mi frente», al tiempo que agradece «el respeto, la honestidad y la justicia» con que la han tratado durante la transacción.
En cuanto al estado de los 2 discos que le quedaban por regrabar, Taylor dice que ha regrabado el primero, su debut, pero aún «sólo ha regrabado una cuarta parte de ‘Reputation'». Swift explica en la carta que esta última regrabación le está costando mucho esfuerzo porque se corresponde con un periodo muy concreto de su vida y siente «que no puede mejorarlo al rehacerlo: ni la música, ni las fotos, ni los vídeos».
Taylor indica que estos dos discos regrabados saldrán a la luz «cuando llegue el momento correcto, si lo deseáis. Pero si ocurre, no será desde la tristeza o el anhelo que habría sido antes. Ahora será una celebración».
Luego se ha comunicado a través de Variety: «al contrario de lo que se está diciendo en algunos artículos, ningún agente externo ha animado esta venta. Todo el crédito de esta oportunidad es para Shamrock Capital y el equipo de management de Taylor en Nashville. Ahora Taylor es dueña de su propia música, a pesar de Scooter Braun, no gracias a él».