Vicco continúa en el top 10 oficial español con la inenarrable ‘Nochentera’. La canción que no logró representar a España en Eurovisión sí ha calado en el imaginario colectivo y está asentada ya como doble platino dado su escandaloso volumen de reproducciones.
La cantante catalana podría haberse echado a dormir durante un año, o como mínimo, todo el verano, interpretando ‘Nochentera’ en toda gala del Orgullo que se terciara. Por suerte, no está siendo el caso. Vicco está sacando más singles. La mala noticia es que parecen estar pasando un poco desapercibidos, devorados por ‘Nochentera’ y por no sonar exactamente al imperativo de Éxitos España. La buena es que molan, y están asentando la marca Vicco, como definitivamente deudora de los años 80.
Recapitulando, la cantante no siempre fue así. Ya nos hemos olvidado de su presentación en la gala O de Benidorm Fest. Pero seguimos encontrando entre sus canciones más escuchadas ‘Un trago de ti’, de ritmo jamaicano, y ‘Quédate’, una canción de guitarrita y playa, al estilo de aquellas canciones con ukelele que hace unos años llenaban los anuncios de cerveza. Nada que ver con el presente.
En ese sentido, es un acierto que Vicco esté haciendo de los años 80 su marca, porque no hay tantos artistas que hayan tirado por ahí renunciando a la moda reggaeton; y porque tales sonidos hacen posible que nos la imaginemos cantando en los mismos escenarios que Miss Caffeina y Varry Brava, no solo en el Orgullo.
Hace unas semanas, ‘Me muero x ti’, una composición que había escrito con Andrés Goiburu, y producían entre los dos, iba por ahí. En sintonía con ‘Nochentera’ rimaba «noche» con «coche» y hablaba de «copas de más». Era un pequeño tiro de electropop que compartía cierta melodía con ‘Nochentera’ en la segunda estrofa, y también con ‘Todo de ti’ de Rauw Alejandro.
Y ahora ha presentado ‘Todo me da igual’, nuestra «Canción del Día» hoy, algo más independiente de sus influencias, pero aún coherente con su estética. De alguna manera, genera ganas de escuchar un disco entero. Se trata de una composición de Victoria Riba, o sea, ella misma, junto a Joan Valls y Ruben Perez Perez, es decir, KICKBOMBO. Es el mismo equipo con el que construyó ‘Nochentera’. Y no solo pega en lo musical. Esa mención a un «ca (brón)» tiene las mismas posibilidades de pegarse que el ya mítico «y me pongo pibón».
Desde Sony añaden que «si en Me muero x ti veíamos la idealización de un amor que comienza, en Todo me da igual se nos muestra la otra cara de la moneda, la liberación». Parece haber cierta intención de incluso elaborar un pequeño discurso conceptual que ya tenemos ganas de saber cómo va a continuar, por mucho que las listas prefieran seguir entregadas a otros estilos (y a ‘Nochentera’).
The Hives presentarán en sala su primer disco en 10 años. Hace unos días daban las primeras pistas de ese trabajo manifestando expresamente un interés nulo por ofrecer un trabajo de «madurez» al tiempo que presentaban el contundente single rockero ‘Bogus Operandi’.
El disco, que se llama ‘The Death Of Randy Fitzsimmons’, saldrá el 11 de agosto. Por lo tanto, para cuando nos visiten ya habrás tenido la oportunidad de saberte sus canciones nuevas de memoria junto a clásicos como ‘Hate to Say I Told You So’. Porque aunque las entradas salen a la venta esta misma semana, los conciertos serán en octubre.
The Hives estarán el 4 de octubre en la sala Razzmatazz de Barcelona, el 5 de octubre en La Riviera de Madrid y la tercera fecha afortunada de nuestro país, la no tan habitual, será Santiago de Compostela: el 7 de octubre en la sala Capitol.
Las entradas saldrán a la venta el viernes 12 de mayo a las 10h en www.livenation.es y Ticketmaster.es. Los registrados en www.livenation.es tendrán acceso a una preventa el jueves 11 de mayo a las 10h en la web oficial.
El concepto del disco no tiene pierde, pues se refiere al «sexto Hive» que supuestamente ha sido fundamental en la composición del grupo, pero cuya existencia se supone ficticia:
«Como insinúa el macabro título del álbum, la prolongada ausencia de la banda del estudio no ha sido un paréntesis, sino más bien una historia de terror. The Hives admiten ahora que no han visto ni hablado con su fundador, mentor y compositor, el perpetuo Randy Fitzsimmons, desde el lanzamiento de Lex Hives en 2012. Tras el reciente descubrimiento de una esquela oculta y un poema críptico en el periódico local de la ciudad del norte de Vastmanland de donde son originarios, los miembros de la banda fueron conducidos a la lápida de Fitzsimmons. Al excavar en la tierra recién enterrada, la banda no encontró un cuerpo, sino varias cintas, trajes y un trozo de papel con las palabras «The Death Of Randy Fitzsimmons» escritas a máquina. Está por ver si se trata de un engaño o una estratagema de Fitzsimmons. Las cintas descubiertas incluían las maquetas que se convertirían en las doce nuevas canciones de The Death Of Randy Fitzsimmons». Algo que terminarás de comprender viendo su videoclip.
«Si Mecano son los 80, los 2000 son La Oreja de Van Gogh». Esta es una de las contundentes declaraciones que nos deja Esnorquel a su regreso a REVELACIÓN O TIMO, el PODCAST de JENESAISPOP. El co-presentador de ‘¿Puedo hablar?’, que ya nos visitara para opinar sobre «Buena Música de Mierda«, vuelve a nuestro podcast para hablar de la discografía de La Oreja de Van Gogh.
Este mes de mayo se cumplen 25 años de la publicación de ‘Dile al sol’. Recordamos los singles y el relleno de aquel álbum, lo que sucedió desde que salieron canciones como ‘El 28’ y ‘Pesadilla’; y nos detenemos especialmente en su segundo disco, el realmente más completo de su carrera, ‘El viaje de Copperpot’. Ahí es cuando las cifras y su evolución empezaron a consentir las comparaciones con Mecano, y también con Camela, otro grupo muy querido por el pueblo sin el respaldo de la crítica, de cuyo fenómeno también hablamos en un fragmento del podcast.
Esnorquel apela a una «generación cansada de una cultura que se daba demasiada importancia» como posible causa del éxito de LOVG, y habla de cierta recreación en la banalidad, tras la intensidad de la Movida -tras la dictadura- y el indie de los 90. «La Oreja de Van Gogh no hablaban de absolutamente nada. Pones una frase suya en el Messenger y podían hablar de lo que quisieras». Hablamos de cómo se tomó la prensa musical su trabajo y de la más que posible respuesta del grupo en letras como “No importa si es muy tonto, soy así” (‘Rosas’).
Además, Esnorquel recuerda reportajes icónicos que se hicieron sobre la banda, como el de El País Semanal, que parecía pronosticar su separación, o ‘La Oreja de Van Gogh al descubierto’ de Cuatro, de la época de ‘Guapa’. «Me relamo con estos documentos».
Tras los últimos discos con Amaia Montero como vocalista de La Oreja de Van Gogh, «la única cantante capaz de acentuar las consonantes», hablamos también de la etapa con Leire Martínez. ¿De qué manera ha resistido la banda y qué futuro les aguarda, con unos discos cada vez más espaciados en el tiempo?
También hoy por hoy hablar de La Oreja de Van Gogh es hablar de salud mental y del daño que pueden hacer los memes y la prensa rosa. No podemos terminar el podcast sino entonando un mea culpa por el modo en que medios y públicos tratamos algunos de los puntos de la vida personal de Amaia Montero o su uso de las redes sociales, cuando este campo era algo nuevo para las superestrellas.
Fernando Alfaro, Joaquín Pascual, Carlos Cuevas y José Manuel Mora: Surfin’ Bichos vuelven. Pero esta vez nada de giras de reunión, nada de celebrar el aniversario de algún disco mítico: ahora vuelven con todo. ‘Más allá’ (Sonido Muchacho), coproducido con Fino Oyonarte, es una sorpresa inesperada, treinta años después de ‘El amigo de las tormentas’, su último clásico. O quizás no tan inesperada. Al fin y al cabo, ya son varias las veces que han tocado juntos para poner en valor ante las nuevas generaciones un repertorio mítico, piedra angular del indie en España. Y tanto va el cántaro a la fuente…
Algo así es lo que me explica Fernando Alfaro. Lleva todo el día de promoción y esta es la última entrevista del día, así que quedamos cerca de donde se aloja. Buscando un sitio por el ruidoso Camp de l’Arpa barcelonés, acabamos en una tranquila terraza de una tranquila calle… aparentemente. Porque el estrépito de Barcelona no descansa jamás. Ni siquiera en las vías peatonales.
La última vez que te entrevisté, te pregunté sobre el pasado de Surfin’ Bichos. Presentabas la gira de 2017 tocando ‘Hermanos carnales’. Así que ahora te voy a preguntar por el presente y probablemente por el futuro de Surfin’ Bichos.
Fernando Alfaro: (risas) ¡Madre de Dios! ¡El futuro! ¡Qué difícil es el futuro!
Han pasado 30 años desde ‘El amigo de las tormentas’, vuestro último disco. La primera pregunta es de cajón: ¿por qué hay un nuevo disco?
A cuento de qué, ¿no? Primero, ya teníamos ese gusanillo, esa semillita de la posibilidad de un disco nuevo de Surfin’ Bichos, cosa que parecía como algo lejano o improbable. Fue gracias a Carlos [Cuevas], el batería, que, con toda su buena fe soltó, precisamente por 2017, «yo no digo que lo vayamos a hacer… Pero si nos diera por grabar un disco nuevo de Surfin’ Bichos, molaría que lo hiciéramos guardando el secreto absoluto, no diciéndoselo a nadie y sacarlo por sorpresa». Lo dejó ahí y la idea de grabar un nuevo disco se quedó pululando. ¿Pero por qué ahora? Influyó mucho el hecho de que me trasladé de residencia, después de vivir en Barcelona diez años. Volví a mi tierra natal, donde viven los otros tres Surfin’ Bichos y, aunque nos habíamos estado viendo mucho todos estos años, no es lo mismo que tener ya cercanía, con más continuidad, verte cada día. Entonces es más fácil que surja el deseo de trabajar juntos.
También el haber hecho la gira de ‘Hermanos carnales’. La idea era tocar el disco entero. Y claro, teníamos que tocar todas las canciones del disco, cosa que en su época no hacíamos: había que reinterpretar y recrear y, por lo tanto, crear [las canciones]. Era hacer algo nuevo con canciones ya de aquella época. El trabajo creativo de grupo era muy similar al de trabajar con material nuevo, en realidad. Entonces ya estábamos en la dinámica. Era un paso muy cercano, pero a la vez que cercano, era muy arriesgado, por lo típico de: «después de tanto tiempo, a ver qué van a hacer estos tíos». Era muy fácil traicionar las expectativas o incluso la memoria emocional de la gente que tenía esos discos en su juventud o casi en su niñez. Era fácil traicionar personalmente a la gente si no estás a la altura. Y como había ese riesgo, por eso lo hicimos también: porque el carácter del grupo era eso, un poco kamikaze.
El que no arriesga, no cruza el mar.
Exacto. De hecho, eso fue el motor del grupo de siempre… Nosotros tuvimos que trascender muchas barreras geográficas y mentales en su época. Como dice la canción de ‘El baile de más allá‘ de este disco, «ir cruzando fronteras». Nosotros ya tuvimos que empezar un pasito p’alante, otro para atrás, como dice la canción, cruzando fronteras, de lo que era un grupo de provincias absoluto. Porque Albacete, como muchas otras ciudades en la época, era una isla cultural. Había cosas, pero era muy difícil hacerlas llegar. Entonces ya había que ser bastante kamikaze. Y con este mismo carácter kamikaze hicimos este [disco].
¿Habíais colaborado entre vosotros en estudio antes de este disco?
No te lo sé decir seguro, porque para mí hubiera sido muy natural que ocurriera. Cuando grabamos el disco de IS [Isabel León, miembro del grupo durante una temporada y exmujer de Fernando], la batería en la mitad de los temas fue Javi de Chucho y la otra mitad Carlos. Y Joaquín y yo estuvimos hasta pergeñando un proyecto juntos en tiempos. Pero por la distancia física y la propia dinámica de cada uno, no lo llevamos a cabo. Me acuerdo que uno de los nombres que barajamos, casi definitivo, era Soga brillante (risas).
No hubo ningún tipo de extrañamiento ni nada, entonces.
No, por el hecho de haber estado tocando en directo juntos, encima reinterpretando y recreando. La cosa fue tan simple como lo fue en tiempos, con el mismo sistema. Hice once canciones en la época de la pandemia. Y de repente estamos juntos otra vez. Y tienes estas canciones y le das un pensamiento: «¿cómo sonarían con Surfin’ Bichos? ¿Nos tiramos a la piscina… sin agua o llena de agua… ¡o de lava!? ¡Nos tiramos! ¡Venga!». Entonces se las enseñé, les gustó la idea y grabamos las canciones, con guitarra acústica y voz en casa de Joaquín. Joaquín justo en ese momento estaba grabando su disco en solitario (que sale justo después del de Surfin’) y tenía una canción que no había grabado, y que completaba el concepto de este disco, que es la de ‘Conversación ultrafónica a las 4 a.m’, que es el tema once, que termina ya de redondear el rollo. Además, es la única que tiene un «fade out» final, para cerrar de alguna forma el disco. Y luego viene la de ‘La mujer invisible’, que conscientemente es una canción invisibilizada a propósito, para incidir en el concepto. En digital sí vendrá acreditada al final. Pero en el vinilo y en el cd no está en la lista de canciones.
Y el fichaje por Sonido Muchacho, ¿es una especie de reconocimiento como padres del indie, de lo alternativo?
Nosotros de hecho ya teníamos muy avanzada la grabación cuando contactamos con ellos. Yo intuía que podían estar interesados porque ya conocía a Luis [Fernández] de etapas anteriores. Pero tampoco las tenía todas conmigo. Y lo estuvo totalmente, por eso que dices, además lo reconoce: «estos tíos lo empezaron todo». Para nuestra desgracia, porque empezar todo significa que no había nada entonces, y eso lo sufrimos. Justo cuando estás empezando, cuando tienes toda la energía, lo primero que estás haciendo y de repente todo es una complicación. Claro que entonces no lo sabíamos, porque era lo que había. Pero ahora, visto con perspectiva, es que uno dice: «joder, ¡si hubiéramos brotado después, lo hubiéramos tenido más fácil!». Pero sí, ese reconocimiento, que muchas veces es nominal, en el caso de Sonido Muchacho ha sido un reconocimiento real y se agradece, desde luego.
“El carácter del grupo siempre ha sido un poco kamikaze»
No sé si en este disco ha habido algún tipo de concepto. Hay algunos temas que sí que se repiten, como por ejemplo el apocalipsis. Pero ya no el apocalipsis religioso, el de San Juan, sino el apocalipsis real.
El fin del mundo está revoloteando. Y el más allá, que es la otra cara de lo mismo. Al fin y al cabo, todos llevamos un apocalipsis personal, que es la propia muerte. Y eso es lo que da sentido y lo que te hace intentar vivir, amar, comer buena comida, tener buen sexo, divertirte: vivir. En ese momento de pandemia una de las cosas que aprendimos fue a parar, a mirar y darnos cuenta del cuento de hadas capitalista en el que se nos pretendía hacer vivir. Ese momento sirvió para que la gente se mirara en un espejo de verdad. Esto es un tópico, pero es cierto: fue un momento de recapacitar y de ver qué es importante y qué no. Es un disco hecho durante la pandemia, pero no habla directamente de la pandemia, sino de forma más bien tangencial. Por ejemplo, ‘Luz del Mediterráneo’ dice: «virus en el Mediterráneo»: habla de los mapas aquellos que había cuando estábamos en lo más oscuro de la pandemia. Parecían los del hombre del tiempo, con las zonas de más incidencia o menos. Terrible.
Fue esa situación distópica extraña que teníamos, con la que nos desayunábamos cada mañana, la que dio lugar a todas las canciones. Ese es el concepto. Esa disrupción en el vivir cotidiano que teníamos. En mi caso yo estaba solo en una casa enorme de mi familia. Mi familia es muy grande, pero yo estaba solo ahí y me pilló el confinamiento y estuve solo todo aquel tiempo. Y en ese diálogo, incluso conmigo mismo… El otro día me decía un amigo «¿por qué la canción de ‘Mortal’, si es un diálogo en el que tú hablas con otra persona, no canta las frases de esa otra persona, Isabel por ejemplo, ya que hace los coros?». Precisamente porque es un diálogo supuesto. Es un diálogo con uno mismo, en realidad, por la propia soledad. El disco habla de la soledad y de la necesidad de cercanía, de traspasar fronteras para poder tener cercanía física con las otras personas. O, en este caso, con otra persona, por cuestiones amorosas, sobre todo en la parte final que ya abiertamente dice: «los días se acaban y no te puedo abrazar». Que era lo que ocurría realmente. Es muy hijo de esa época, el disco. Lo que pasa es que los temas que trata son bastante más.. de siempre.
Hay muchas relaciones además entre las canciones de unas a otras. Hay personajes que aparecen en una y luego en otra… Por ejemplo, hay un personaje que aparece ahí retratado como un puto canalla de verdad en ‘Yo que te he visto’. Pero si te fijas, sale tanto en la situación de sospechoso habitual que aparece en la barra, como también desde la primera persona hablando de sí mismo de una forma mucho más amable. Pero en el fondo es la misma situación, el mismo personaje.
Esa es la canción más concreta de todo el disco, porque da la sensación de que estás retratando a alguien específico. Cuando le dices: «tienes un cargo en el partido bisagra» sí parece un personaje con nombre y apellido.
No, lo que pasa es que es más literario hacerlo así: cerrar una historia, pintar un personaje mucho más concretamente. Pero habla de un tipo de gente que incluso nosotros mismos podemos haber sido en algún momento: en el suelo a gatas y predicando absurdos. Esta canción es la más tangencial en cuanto a temática del disco. Está también compuesta en esa época y está inspirada en esa situación que había de hedonismo macarra y un poco terminal. Por eso retrata a ese tipo de personaje.
Cuando pintas el personaje al final sacas de varios personajes y lo concretas en uno. Y lo de partido bisagra… ¿habla de Ciudadanos?
No realmente. Partido bisagra para mí son todos. Soy anarquista. Sí que tengo filias y fobias, pero todos me parecen bisagra, me parecen trampolín. Me parecía que redondeaba el personaje, más que nada.
Iba a preguntar sobre lo de titular el disco ‘Más allá’, que me parecía muy irónico, en plan «hemos vuelto del más allá».
En cierto modo va por ahí también, como más allá del tiempo: “¡Los Surfin’ Bichos han vuelto del más allá! «¿Pero no se habían muerto estos»? (risas).
El arte de Joaquín Reyes también juega mucho con este concepto. En la portada parece que te estés encontrando a la niña de la curva…
¡En el fondo es su amor! Y es la mujer invisible también, que eso es como una especie de superheroína. O superhéroe, mejor dicho. La superheroína sería el fentanilo, más bien (risas) . Se dice que el fentanilo es no sé cuántas veces más potente que la heroína. ¡No lo he probado!
Y volviendo al arte. Joaquín, sin hablar mucho con él ninguno del grupo de lo que era el concepto del disco, lo pilló de una forma muy sorprendente. Eso me pasó cuando trabajaba en Chucho con Aramburu. Lo que hacía era siempre un shock, como una vuelta de tortilla creativa que te estaba diciendo más de lo que tú estabas diciendo incluso. Y esto me ha pasado con lo de Joaquín también. Guardando además esos guiños a los contenidos… Me parece muy guay. Y ese punto que tiene además de cómic, cuadra mucho, porque son pequeñas historias. Estamos muy contentos con el arte.
En cuanto al sonido, no sé hasta qué punto lo podemos comparar con los discos clásicos de Surfin’ Bichos, porque al fin y al cabo, hace ya 30 años de ‘El amigo de las tormentas’… Aunque vosotros siempre habéis tenido una vena pop, ahora se nota aún más pop, incluso muy de pop sofisticado en algunas canciones, sobre todo en ‘El caballo del mar’ o las trompetas de ‘El baile del más allá’.
A todos nuestros discos de les pasa eso. Tienes la noción de que es algo más visceral, porque es lo que te queda al final, porque hay una sensación punki por nuestra raíz, por la música que nos marcó. Antes hablábamos de que nuestros discos marcarían a gente en su infancia y juventud. A nosotros nos pasó con el punk, eso es lo que te conforma. Entonces, es lo que sale. O nuestro propio carácter es así, ese punto visceral siempre lo hay. Pero en el fondo, como tú dices, si lo escuchas es mucho más pop, está mucho más modulado. Hay canciones muy tranquilas en todos los discos. Por ejemplo, arreglos de metales también hay en casi todos los discos de Surfin’ Bichos. En ese sentido, guarda mucho una relación estética con los de la época, sin pretenderlo. Porque una cosa que decidimos, esto sí que fue consciente, fue: si grabamos otro disco juntos, va a ser un disco de Surfin’ Bichos. Ahora mismo, con lo que hemos aprendido en todos estos años, podríamos haberle dado una vuelta de tuerca, haber sonado a una cosa totalmente diferente, haber hecho trabajo previo en casa… Pero decidimos que fuera lo que era: yo grabo las canciones con la acústica, cada uno se las escucha, las asume, saca sus partes, sus movidas… Y luego vamos a juntarnos a hacer cinco o seis ensayos ya directamente en el estudio y grabamos inmediatamente. No queríamos darle vueltas. Luego te das cuenta de que es precisamente para preservar la frescura. Lo veíamos natural, lo que siempre habíamos hecho. Aun así, todo lo que hemos hecho en este tiempo, todos los discos que hemos grabado, cada uno por nuestra cuenta, nuestra experiencia como músicos hace que esa versatilidad te sea más fácil de alcanzar ahora.
“Era fácil traicionar las expectativas»
La carrera post Surfin’ Bichos abarca muchísimo más tiempo que la del grupo. Además son carreras muy sólidas. La tuya, con Chucho y en solitario, Joaquín, Carlos y José Manuel montaron Mercromina, y luego uno por solitario, los otros con Burrito Panza.
El hecho de que nos hayamos mantenido en activo, activamente en activo, valga la redundancia, ahora es muy importante, se nota mucho en el disco. Yo creo que si nos hubiéramos dedicado a otras cosas, aunque hubiéramos seguido haciendo música en casa e incluso grabando, no habría funcionado igual. Pero el hecho de estar activamente tocando en directo y haciendo entrevistas… ¡estar en activo en la música, en el diálogo con la gente! Te mantiene un pulso que es el que ha permitido, por ejemplo, que este disco respire como respira. En cierto modo es como si no nos hubiéramos ido. Y hace 30 años ya.
La primera canción que sacasteis es ‘Máquina que no para’, que es un poco una declaración de principios.
Lo que te decía antes: de lo particular a lo general. Es una canción de amor, en realidad. Todo lo que dice es cierto. Todo lo que narran las estrofas es cierto. Luego en los estribillos se suelta y llega incluso a lo existencial (risas), a «el más allá no existe, pero me da igual. Voy a quedarme a mirar. Voy a mirar la vida, pero no ver la vida pasar, sino ver la vida ocurrir”. Es una canción de amor que parte de una situación real, pero tiene la doble lectura de máquina, que no para de funcionar, de hacer canciones, tanto Surfin’ Bichos, como yo, como Joaquín, como Carlos y José Manuel. Te voy a decir una cosa muy, muy rockera, en el buen sentido: que Carlos y José hayan seguido tocando juntos, bajista y batería…
La base rítmica es importante.
Exacto. Eso es lo rockero que iba a decir (risas).
Me he adelantado, lo siento.
O sea, eran la sección rítmica de Surfin’ Bichos. Lo fueron de Mercromina después, continuaron siendo la base rítmica en Burrito Panza, en las giras de reunión de Surfin’ Bichos también… Y ahora voy a decir ya la cosa rockera del todo: es el motor del grupo. Se notan estas cosas, hay una especie de empaque ahí. Contar con esta gente es un lujo.
Y la frase que has dicho que es de que está basada en hechos reales, que me hace mucha gracia: «no quiero que te gusten mis canciones, quiero gustarte yo».
Totalmente cierto. En todas las canciones, una gran parte de lo que se dice es verdad, es realidad. Y esta es una. Es una canción de amor de algo que me ocurrió completamente así.
Hay una canción, que a lo mejor me vas a decir que me equivoco completamente, que es ‘Tu propia Navidad’, que me recuerda mucho a El niño gusano.
No es que te equivoques, ¡para mí eso es un piropo que me acabas de soltar!
La letra, la melodía y todo me parecía un homenaje al grupo.
No lo era, al menos conscientemente, pero es un halago. Esa canción también parte de un hecho como el que se relata. Yo me acuerdo que tuve un concierto a finales del año 2020 en L’Hospitalet, antes de Navidad, en la Sala Void, lo que era el Depo. Un concierto yo en acústico y tal, con mi salvoconducto, porque había que ir con salvoconducto para poder ir a los sitios. Y aquello que ya volvía a mi casa del pueblo, y me llama Eloy Bernal [Gúdar, Hibernales, Neleonard]: «Fernando, la camarera del Void ha dado positivo y tendrías que hacerte la prueba». Y fui y di positivo, que no tuve síntoma ninguno, pero me confinaron todas las Navidades. Y todo fue exactamente así: mis chuletitas y mi botella de vino. Un amigo me envió a la casa del pueblo una caja de vinos poco antes, sin saber que me iban a confinar.
Mi propia Navidad, Nochebuena y mi propia Nochevieja ocurrieron así. Lo de las velitas no, es una forma de vestir la movida. Pero claro, como decía, de lo particular se pasa a lo general. ¿Y si el cambio climático resulta que estamos confundidos y en realidad, finalmente, por un giro de los acontecimientos, resulta que es para bien y nos mejora todo? Entonces Dios se estaría riendo de nosotros, porque nosotros sufriendo y sufriendo… Y esa es un poco la idea. Es una canción en la que la anécdota está llevada al extremo. Por cierto, lo de las chuletitas, si de postre pueden ser chuletas, también es una anécdota que ocurrió a un sobrino mío que es de comer bien. Fuimos a comer chuletas a un sitio donde las hacen de puta madre en Ayna, el pueblo donde se rodó ‘Amanece, que no es poco’, que está a 15 kilómetros de mi pueblo, donde yo estaba encerrado… Fuimos ahí a comer. Y entonces a él le gusta mucho la comida-comida. Nos tocaban X chuletas de cordero a cada uno. Él se come las suyas y viene el camarero: «¿y de postre qué van a desear?» «¿De postre puede ser chuletas también?». Y me dije «¡esto lo tengo que meter!». ¡Porque me emociona!
¡Es como lo de «y para beber, albóndigas» de los Simpson!
Entonces era “voy a extremar la anécdota, sacar una lectura”. Porque entonces era el retrato de la soledad absoluta.
No sé si por el hecho de haber estado en tu casa así, casi aislado, está ‘Lotus Europa’, que habla de Baroja, de Valle-Inclán y parece que estés narrando un viaje. Pero en un mundo que ha muerto. ¿Va sobre la España vaciada? Es un tema que curiosamente también tratan Cala Vento en su último disco.
Es la idea de un mundo ya muerto. Hablo de Baroja y Valle-Inclán, en plan puros ejemplos de lo que es una cultura que ya tenemos enterrada. La cultura de nuestros ancestros inmediatos, que era otra y era diferente. «La sangre roja ya no se puede encontrar». Era otro tipo de cultura, que, al igual que muchas cosas, las hemos perdido para bien: el trato a nuestros semejantes o en cómo la sociedad trata a los más desprotegidos, hemos mejorado en eso. Es una cultura que hemos perdido, que es el mundo muerto ya, del que yo quería hablar, que lo puedes encontrar cuando abres un libro, vuelves a leer y recuperas lo que era. Y la reflexión es: la gente que hacemos cosas creativas, en el fondo tenemos una motivación, aunque sea oculta, de dejar huella. Huella para el futuro. Pero plantea un futuro en el que no hay nadie que recoja esa huella. Lo dice de hecho literalmente la canción: «Y nadie se va a encontrar esto que estoy escribiendo, porque va a ser un mundo muerto». Un mundo que es un pueblo fantasma. Y ahí volvemos a la anécdota.
Yo estaba ahí, en el pueblo, en pleno confinamiento. En las zonas rurales, en esos momentos, de repente lo que hubo fue la imposición de un silencio. Eterno. No pasaba un coche por las carreteras. Te asomabas y veías la nada absoluta. A lo mejor algún helicóptero de la Guardia Civil, cosa que era más alarmante todavía. Pero muy rara vez. Lo normal era el silencio absoluto. La gente estaba encerrada en su casa y de repente, unas campanadas como de muertos. Y yo: «¿quien está llamando a muertos?. ¿Quién está llamando a la gente a misa si todo el mundo está encerrado?». Era un choque. Y me di cuenta de que era, como dice la canción, el reloj del ayuntamiento, que tiene sonido de campanas y que estaba desactivado hasta entonces y alguien lo activó de nuevo. Y por eso dice textualmente: «es el reloj del ayuntamiento, que sigue todavía despierto». Para dibujar el cuadro de lo que está contando la canción, que el diálogo entre lo que se supone que es la cultura, que es un diálogo con los coetáneos, un diálogo hacia el futuro también, un futuro que… En el fondo, es una reflexión: ¿va a haber un futuro? ¿Queremos que lo haya? ¿Queremos dejar algo?
«La gente que hacemos cosas creativas, en el fondo tenemos una motivación, aunque sea oculta, de dejar huella»
Y hablando de futuro… ¿Os habéis planteado un futuro de Surfin’ Bichos de nuevo? ¿O de momento se queda en esto y ya veremos?
No te lo voy a decir porque lo quiera ocultar, sino porque realmente no lo sé. No lo sé ni lo sabemos, porque hemos decidido no hacer ese planteamiento. Hemos decidido hacer ese disco, vamos a ver qué pasa. Si funciona bien en el sentido personal, que es la motivación principal. Si no nos acompañan los astros, no seguiremos. Lo hemos dejado abierto nosotros mismos. Final abierto.
¿Y conciertos y giras? No me ha parecido leer nada, pero supongo que algo habrá.
Cerrado solo tenemos el de La Paqui en Madrid el 18 de mayo. Por cierto, sobre este concierto: cuando nos juntamos los cuatro nos dijimos «hay varias canciones que molarían que tuvieran coros», y pensamos en Isabel [León]. Se lo dije y contestó: «Vale. Envíame las canciones. Si me gustan las haré. Si no, no. Pero no pienso actuar en directo». Y las grabó. A ella nunca le gustó tocar en directo. Ni siquiera entonces. Y ahora me dijo que ni de coña. Pero como en directo no vendrá, los coros en el concierto de la Paqui los hará Lea Leone, que es nuestra hija común (tenemos a Lidia y a Natalia. Natalia es Lea Leone). Va a sacar un disco en Subterfuge ahora. Ella dijo: «¡Hago yo los coros!». Tiene un arrojo que yo nunca tuve. El que le lleva a salir ella sola con la guitarra acústica a cantar su repertorio. Yo eso tardé… pues empecé en el 88 con Surfin’, el primer acústico solo lo hice en 2004. Tardé 16 años en atreverme a salir solo. En cambio ella…
¿Y habéis vendido muchas entradas ya?
Te confieso que no tengo ni idea de lo que se ha vendido. Cuando nuestro manáger nos envía información le digo «¡que no me envíes, que no quiero saber cuántas entradas se han vendido! Pero es que me ha pasado toda la vida. Que no me digas lo que he vendido. Que me da igual.
Y en principio este año estaba previsto festivales o eventos varios y luego hacer una gira por salas. Al final lo haremos al revés. Primero gira por salas y ya el año que viene, si tienen a bien festivales con buen gusto llevarnos, encantados, pero que en principio el objetivo es hacer una gira por salas. Nuestro público natural es más de ir a una sala a vernos, que a un festival con 400.000 grupos o así. Ya te digo, lo retomaremos ya a partir de septiembre.
O sea, ahora descanso. ¿O descanso relativo?
¡Mi alma nunca descansa! (risas) No, yo sigo con conciertos y movidas. No puedo parar. Supongo que como todos. Hay que multiplicarse mucho más que antes.
C. Tangana está celebrando el 5º aniversario de ‘Avida Dollars‘ con una reedición. El vinilo original de color blanco terminó valiendo un ojo de la cara -hay quien ha llegado a pagar 200 euros por él en Discogs-, por lo que ahora vuelve a ver la luz en 12″.
La reedición de la mixtape que incluía el single multiplatino ‘Llorando en la limo’ se ha animado con un tema inédito llamado ‘Estrecho/Alvarado’ que pretende echar un vistazo a estos 5 años. En él, El Madrileño vuelve a hacerse acompañar de su amigo pablopablo, algo así como el James Blake español en cuanto a producción, y también hijo de Jorge Drexler. Le reconoceréis por sus típicas sonoridades, exhibidas en su disco del año pasado, homónimo.
La colaboración mantiene el espíritu de ‘Avida Dollars’ porque en él colaboraron productores como Steve Lean, Lost Twin, Danni Ble o Enry-K, junto a referentes internacionales como los colombianos Sky y The Rudeboyz.
El nuevo tema ‘Estrecho/Alvarado’ entraba el pasado viernes al top 10 de Spotify España y un par de días después lo encontramos en el número 30. Se trata más que nada de una anécdota en la carrera de C. Tangana, pero es una anécdota con alma y personalidad.
De carácter cálido y melódico, ‘Estrecho/Alvarado’ recibe su nombre del barrio en que C. Tangana vivió cuando grabó sus primeras canciones. Aunque hay medios que están publicando que es ficción que Puchito vivió allí, JENESAISPOP ha podido comprobar a través de su mánager que C. Tangana sí vivió «entre Estrecho y Alvarado».
La letra enfrenta los años de Grammys y reconocimiento con el momento en que tenía que vivir en un piso de 30 metros cuadrados. Curiosamente, Estrecho y Alvarado parece una de las zonas de Madrid que podría revalorizarse en los próximos años, sobre todo desde que casi nadie puede permitirse ya vivir en el centro. Muchos bajos y casas bajas se están alquilando y vendiendo en plan loft. Es decir, no suena como el peor lugar de la ciudad para vivir ahora mismo.
Tampoco podemos dejar de recordar que otro grupo le había dedicado al mismo barrio (Estrecho) su gran himno. Hablo de La Paloma y su «en una terraza de Bravo Murillo espero la muerte».
“AVIDA DOLLARS”
Still Rapping (feat. Steve Lean)
Baile de la Lluvia (feat. Take a Daytrip)
Cuando Me Miras (feat. Enry-K)
Na de Na (feat. Danni Ble & Royce Rolo)
Huele a Nuevo (feat. Sticky M.A., Danni Ble & Royce Rolo)
Sangre (feat. Steve Lean & Saox)
Llorando en la Limo (feat. Alizzz)
Cabernet Sauvignon (feat. Lost Twin)
Pussy Call (feat. The Rudeboyz)
Siempre Quise Todo (feat. Sky)
Estrecho/ Alvarado (feat. pablopablo)
Francia está protagonizando una de las sorpresas este año en Eurovisión. Es el país que más ha subido en las últimas semanas en las casas de apuestas. De estar fuera del top 10 ha pasado a ocupar el top 3, por delante de Ucrania, y solo por detrás de Loreen por Suecia y Käärijä de Finlandia con el «Cha Cha Cha».
La representante de Francia es La Zarra, una cantante de Montreal que obtiene su nombre artístico de su nombre real, Fatima Zahra Hafdi. ‘Évidemment’ es un tema que comienza como una espectacular balada de orquesta y arreglos de viento y piano, que luego deviene en un tema bailable. Para el estribillo, la producción es más bien hija de Daft Punk y Chromeo.
La puesta en escena ha gustado y desde los ensayos, Francia está un tanto disparada en las apuestas. Un pedestal y un espectacular vestido serán protagonistas, por lo que se ha podido ver en Youtube y redes sociales.
Sin embargo, en nuestro foro de Eurovisión, creen que esta subida en las casas de apuestas se debe a la novedad, a que su puesta en escena no se había visto antes, en una final nacional, a diferencia de la española. Indica, por ejemplo TuoneUdaina: “A mí lo de Francia en las apuestas me parece un poco Malta 2021, la verdad… Con lo mal que han caído históricamente los franceses en el continente, no veo a Europa votando en masa una actuación que, con el banderón francés de fondo y ella haciendo de Torre Eiffel, se intuye a todas luces un ejercicio de onanismo chovinista y oda a la grandeur de la France”.
Por otro lado, hay que reconocer que, tras una racha muy mala, Francia no debería tener tanto problema para conquistar a jurado y televoto, pues hace poco, el año en que Måneskin ganaron, quedaron en el 2º lugar con Barbara Pravi.
No sin pocos esfuerzos ni dudas por el camino, Saiko logra su primer número 1 en España con la viral ‘Supernova’. No es tan habitual que un tema de ritmos drum&bass alcance la cima en nuestro país (también incluye un beat reggaeton), pero sin duda el granadino es el nuevo chico de moda. Por si alguien tenía alguna duda, el tema es una autoedición: ni Sony, ni Warner, ni Universal, su sello se llama como él, Saiko.
Otros temas de Saiko que aparecen en el top 100 son ‘Polaris’ con Came Beats (nº33, platino) y el remix colaborativo con Aissa y otros artistas ‘Las Bratz’ (nº42, oro).
Jhayco triunfa ahora con Quevedo
La entrada más fuerte de la semana es ‘Mami chula’ de Jhayco con Quevedo. Va directa al puesto 5. Con esta son 13 las canciones que Quevedo sitúa en el top 100, mientras que en estos momentos es la única para el portorriqueño Jhayco, conocido sobre todo por sus colaboraciones con Bad Bunny (‘DÁKITI’, ‘Tarot’).
RVFV se anota otro hit
La subida más fuerte es la de ‘Que te vaya bien’ de RVFV, pasando del número 28 al número 19. El tema se convierte en un tema abiertamente dance en su estribillo. Además, RVFV mantiene ‘Antes’ con Edu García en el puesto 26 (oro) y ‘Mi luz’ con Rels B en el nº77 (triple platino).
‘Clavaíto’ entra más alto de lo esperado… y subirá
Chanel y Abraham Mateo entran en la lista española más alto de lo esperado: en el puesto 24, como para recordar que no solo cuenta Spotify, sino que de hecho las plataformas que son 100% de pago cuentan más aunque sean menos. En los próximos días, ‘Clavaíto’ ascenderá pues ya es top 10 en Spotify España y ya tiene garantizado que será una de las canciones del verano, pues en Éxitos España al fin han dicho “sí”.
Dellafuente entra en singles por los pelos
Otras entradas son la sexual ‘Rápido’ de Mora (nº38), el medio tiempo ‘Flow violento (remix)’ de Yosoyplex y Ruven (nº78); y ‘Pacto’ de Jay Wheeler, Dei V, Hades66 y Luar La L (nº80). Como os hemos contado en el repaso a la lista de álbumes, donde Dellafuente ocupa el top 5 con su nuevo disco, uno de sus temas ‘No te lo niego, ma dolío’ es la única entrada del álbum, justo en el número 100.
Quevedo continúa dominando la lista española de álbumes con ‘Donde quiero estar’, que mantiene el número 1 certificado como doble platino. Dellafuente logra la entrada más fuerte con el notable ‘Lágrimas pa otro día’, llegando directo al top 5, pese a que el álbum tan sólo contiene 8 canciones y ninguna ha logrado un éxito significativo a la altura de ‘Guerrera’. Solo un tema del disco se asoma por el top 100: ‘No te lo niego, ma dolío’ es exactamente el número 100 esta semana. Sin embargo, está claro que su público es fiel y también ha estado ahí para apoyar este lanzamiento pese a la ausencia de formato físico.
Con este dato, Dellafuente iguala el top 5 logrado por su disco ‘Descanso en poder’ en 2020 en la lista de streaming (en plena pandemia no había soporte físico). Y mejora mucho el puesto 26 obtenido por ‘Milagro’ en la Navidad de 2021, y el de ‘Tanteo’, que con 5 temas solo llegó al número 44.
Niña Pastori no logra el número 1
La segunda entrada más fuerte es la de Niña Pastori, que alcanza el puesto 6 con ‘Camino’. Niña Pastori fue número 1 en España en 2018 durante 2 semanas con ‘Bajo tus alas’, el que era su último disco hasta ahora. En aquellos tiempos, no contaba el streaming. Este nuevo álbum se ha presentado con singles como ‘Osú, qué niña’, ‘Pon que dale’ y ‘Bon dia’.
The National repiten top 15
The National llegan al puesto 15 en España con su nuevo disco ‘First Two Pages of Frankenstein’. Todos los álbumes de la banda de Matt Berninger posteriores a ‘High Violet’ han sido top 15 en España, destacando el número 8 conseguido por ‘Sleep Well Beast‘. El grupo puede presumir de ser número 1 en la lista de vinilos con «Frankenstein», incluso por delante de las reediciones de Britney Spears. El nuevo álbum de The National ha sido top 4 en Reino Unido y, ojo, ha conseguido ser número 1 en Bélgica, Holanda e Irlanda. Por el contrario, en Italia el dato es mucho peor: puesto 34. En Estados Unidos se espera un top 14.
Jessie Ware, top 100 por primera vez
Otra entrada que no podemos evitar destacar es la de Jessie Ware en el número 86 (top 28 en la lista de vinilos). ‘That! Feels Good!’ fue nuestro “Disco de la Semana” en los días de su lanzamiento. Ha sido top 3 en Reino unido por delante de The National. En España es la primera vez que la encontramos en el top 100.
Britney vende vinilos
Como decíamos se han reeditado 3 vinilos de Britney Spears y ocupan las posiciones 2, 3 y 4 entre los vinilos más vendidos en España. Son, respectivamente, ‘Blackout’, ‘Circus’ e ‘In the Zone’. En el top 100 oficial español que incluye LP’s, CD’s y streaming los encontramos en los puestos 44, 56 y 63.
Anaju, tímido top 75
Otras entradas en la lista española son ‘Seventeen 10th Mini Album FML’ de Seventeen, en el puesto 20; ‘Yo estoy vivo’ de Ñu en el número 43; y ‘Rayo’ de Anaju en el número 68. Sobre este último disco escribiremos próximamente.
En la época de los vídeos de TikTok, el “scrolling” eterno, las montañas de novedades musicales inabarcables que afrontar cada semana, las versiones “sped up” de canciones diseñadas para acelerar el chute de dopamina en el cerebro y que llevan el lema de Roxette “no seas un muermo, llega ya al estribillo” a su expresión literal, Sílvia Pérez Cruz es una de esas artistas que buscan recordarnos la importancia de parar, reflexionar, respirar. De personarnos en el presente.
Su nuevo disco, ‘Toda una vida, un día’, repasa las etapas de la vida, desde el nacimiento al “renacimiento” pasando por la juventud, la madurez y la vejez. Sílvia reivindica la juventud vivida sin prisa, en las entrevistas recuerda que a los 26 años a nadie se le pasa el arroz, como algunos amigos suyos creen, quizá porque la sociedad nos ha convencido de que la vida se vive siguiendo unas reglas determinadas, como si eso fuera posible; y también pone en valor la vejez por lo que es, una etapa definida por el “peso” de la sabiduría. Cuenta que desearía que más artistas maduros o de “60 o 70” años disfrutaran de la visibilidad y el reconocimiento que merecen.
Ella da espacio en su disco por ejemplo a la argentina Liliana Herrero, que canta con Sílvia la solemne pista titular, y se rodea de amigos en la sección dedicada a la madurez para recordarnos la importancia de cuidar a quienes nos quieren. Con Natalia Lafourcade canta ‘Mi última canción triste’ y a Salvador Sobral le pone a hacer coros en catalán, aunque la mejor colaboración de ‘Toda la vida, un día’ es la del coro celestial que emerge en muchas de las canciones, en calidad de sentimiento colectivo. Es mágica su primera aparición en ‘Els dracs busquen l’abril’, por ejemplo.
Musicalmente, las canciones buscan su lugar en diferentes raíces y su visión es global. El disco mantiene en casi todo momento un tono solemne y sobrio, sabio también, pero a la vez captura esa belleza del folk que atraviesa el tiempo. Los sentimientos también varían: en el movimiento dedicado a la juventud, una composición como ‘Aterrados’ incorpora gritos y cuerdas desafinadas, buscando capturar una sensación de perturbación y de desorientación ante la “inmensidad” de la vida. En el renacimiento la alegría de ’21 de primavera’ recupera la inocencia de la infancia, y en ‘Nombrar es imposible’ las influencias de la bossa perfilan una composición sublime que busca liberarse de las restricciones del lenguaje, volar libre.
Precisamente la bossa de ‘Ell que no vol que el món s’acabi’ abre el disco y es preciosa en su arreglo a guitarra y violines, y las influencias van más allá: ’Planetes i orenetes’ incorpora percusiones de reminiscencias afrocubanas y muchas de las composiciones cuentan con ese regusto atemporal del folk que no conoce fronteras. El flamenco de ‘Salir distinto’, en sus épicos ocho minutos de duración, conforman el momento álgido del disco, pero el jazz también tiene cabida. Si desconocías que Sílvia toca el saxofón, te lo demuestra en ‘Sin’, en la que las melodías de este instrumento se mueven a un compás reposado, oceánico, que remite al ‘Anchor Song’ de Björk.
La sección más arriesgada de ‘Toda la vida, un día’ es la que narra la juventud, según la propia Sílvia. Por eso se atreve a meter autotune en ‘El poeta es un fingidor’, de melodía vocal inspirada en la copla. Es un instante curioso en el disco, pero también una simple anécdota, una gota en el océano de sonidos, instrumentos y colaboraciones que vamos descubriendo a largo de esta hora de duración. El mensaje que cala de ‘Toda la vida, un día’ es precisamente el de la importancia de aprender a apreciar la lentitud de las cosas: el disco se desarrolla pausado, sin prisa, nos invita a descubrir aquello que se esconde en los silencios y de paso sirve de documento de los últimos tres años de la vida de Sílvia, ejerciendo de diario «universal» que nos puede unir a todos, a través de todas las generaciones.
Compartimos una nueva edición de nuestra sección «10 Fotos Que» con algunas de las fotos que más nos han divertido o sorprendido en redes sociales.
Big Thief con El petit de Cal Eril
Empezamos con el gran «breve encuentro» que ha dejado la música estos días, el de Big Thief y El Petit de Cal Eril, que se han juntado en el estudio. Big Thief acaban de actuar en Barcelona -además de en Madrid– y han aprovechado para visitar -según la ubicación de Instagram- el Teatre de Ca’l Eril, en Guisona. Los catalanes se han mostrado emocionados.
Eva Amaral defiende las montañas aragonesas
Las manifestaciones reclamando la protección oficial de las montañas aragonesas se han sucedido estos días en los Pirineos aragoneses y en la ciudad de Zaragoza. Entre las personas que se han sumado a las protestas se ha encontrado Eva Amaral, que ha pedido fin a la especulación. El proyecto es construir una telecabina con fondos europeos.
Katy Perry y amigas
Antes de viajar a Londres para acudir a la coronación de Carlos III y actuar en el concierto del día siguiente, Katy Perry ha dado los últimos conciertos de su residencia en Las Vegas y ha recibido la visita de sus amigas Sia, Kim Kardashian y Paris Hilton.
Katy Perry with Kim Kardashian, Sia and Paris Hilton at her PLAY Residency in Las Vegas. pic.twitter.com/I2auZ9S3Ma
Los Javis con Rosalía
O Rosalía con Los Javis. El caso es que los tres se han reunido recientemente para cenar en un conocido restaurante de Barcelona. En un comentario, Carlos Cuevas ha desvelado que se trata del Lluritu, un restaurante especializado en mariscadas situado en pleno barrio de Gràcia.
Róisín y las alpacas
En plena promoción de ‘CooCool‘, el primer single de su próximo disco, Róisín Murphy nos ha deleitado con esta imagen de ella rodeada de un grupo de alpacas. Si estás interesado en visitarlas, Róisín no ha dejado de promocionar el nombre del lugar en su Instagram, Es Currals Alpacas, en Ibiza.
Carly Rae Jepsen es tan inusual
Carly sigue de gira y, en su parada en Suecia, ha posado delante de un grafiti que representa a Cyndi Lauper bailando en la portada de ‘She’s So Unusual‘, su disco de debut. En 2015, Carly fue la persona que presentó la entrada de Cyndi en el Songwriter’s Hall of Fame, y versionó ‘Time After Time’.
Los Subterráneos 2023
Este año, Christina Rosenvinge está celebrando el 30 aniversario de ‘Que me parta un rayo’, el disco de Christina y Los Subterráneos, y está realizando conciertos especiales en España y también en América Latina. Así han posado los «nuevos» Subterráneos en Chile.
El cartel de Frank Ocean
El concierto de Frank Ocean en Coachella ha sido una de las noticias del último mes. También una de las grandes decepciones, según testigos. Ni merchandinsing a la venta hubo, lo cual motivó a algunos fans a intentar comprar el aviso de la falta de merch.
El nuevo look de Zayn Zayn sigue sin prodigarse demasiado en redes, pero no ha querido perder la oportunidad de exhibir su cambio de look en una foto publicada en Instagram, en la que muestra sus nuevas trenzas. Zayn está ocupado preparando su cuarto disco, según su bio de Spotify.
Charli y Olivia
Y terminamos con otro «breve encuentro», el de Charli XCX y Olivia Rodrigo, que han posado juntas en este selfie (detrás está el cómico Berni Skinner, amigo de Charli). Los fans han pedido rápidamente que Olivia y Charli colaboren, lo cual podría suceder. Hace un par de años, Olivia declaró que está «obsesionada» con Charli y que le parece una «compositora increíble». Charli respondió: «llámame cuando quieras».
Olivia Rodrigo and Charli XCX in new photo together:
The Weeknd es hoy portada de W Magazine junto a Lily Rose-Depp, actriz protagonista de ‘The Idol‘, la serie que Abel Tesfaye ha dirigido y producido junto a Sam Levinson. En la entrevista, Tesfaye realiza unas declaraciones que pueden traer cola: está pensando en «matar a The Weeknd».
Sus palabras son: «Estoy pasando por una fase de catarsis… y llegando a un punto en que estoy muy cerca de cerrar el capítulo de The Weeknd. Seguiré haciendo música, quizá con el nombre de Abel, quizá con el de The Weeknd… pero aún quiero matar a The Weeknd. Y lo haré, en un futuro. Sin duda estoy intentando mudar de piel y renacer».
Tesfaye añade que «el disco en el que estoy trabajando ahora seguramente será el último que saque como The Weeknd. Esto es algo que debo hacer. Como The Weeknd, ya he dicho todo lo que tenía que decir».
La decisión de Tesfaye se produce a raíz de un concierto que ofrece en Inglewood, Los Ángeles el pasado mes de septiembre. En aquel show, Lily Rose-Depp apareció caracterizada de Jocelyn (su personaje en ‘The Idol’) para presentar a Tedros, el «hombre que ha salvado mi vida». Se refería naturalmente al personaje de Tesfaye. El autor de ‘DAWN fm‘ vive una pequeña crisis de identidad y el personaje de The Weeknd le empieza a pesar. Al final de ese concierto, pierde su voz.
En la entrevista, Tesfaye cuenta que perder su voz ha sido la experiencia profesional más «aterradora» que ha vivido: «Nunca me había pasado. Mi teoría es que perdí mi voz por interpretar a Tedros, un personaje que no sabe cantar».
En cuanto al polémico rodaje de ‘The Idol’, Tesfaye se muestra muy contento con el resultado y cuenta «aunque sea horrible, sé que habré dado lo mejor de mí». Sobre todo celebra haber «recuperado mi voz». La serie se estrena el 4 de junio en HBO.
Desde hoy pueden verse en la cuenta de Instagram de Movistar Plus+ las primeras imágenes oficiales de ‘La Mesías’, la esperada nueva serie de Javier Ambrossi y Javier Calvo aka Los Javis. Entre ellas se encuentra la de una escena de Amaia, confirmada en el reparto desde hace meses.
FormulaTV confirma que tanto Amaia como Albert Pla, que tienen sendos papeles en ‘La Mesías’, compondrán canciones para la serie. De las canciones originales se están encargando Hidrogenesse, y de la banda sonora Raül Refree. De alguna manera, Amaia y Refree se vuelven a encontrar años después de trabajar juntos en ‘Un nuevo lugar‘, el primer single de la navarra.
El rodaje de ‘La Mesías’, que empezó en agosto de 2022, ya ha terminado y la serie se encuentra en fase de postproducción. Es uno de los proyectos más ambiciosas de Los Javis, pues la historia transcurre entre los 80 y 2013 y cuenta con hasta 170 personajes. Su estreno se espera, ya de manera oficial, para otoño de 2023: no pasará al año que viene.
‘La Mesías’ volverá a ahondar en la fe, ahora desde una perspectiva más «oscura y dolorosa», según sus autores. La sinopsis oficial aludía indirectamente a una inspiración en la historia de Flos Mariae: “El vídeo viral de un grupo de música pop cristiana compuesto por cinco hermanas impacta en la vida de Enric, un hombre atormentado por una infancia marcada por el fanatismo religioso y el yugo de una madre con delirios mesiánicos. La Mesías es un thriller familiar que habla de la superación del trauma, de la fe como herramienta para llenar el vacío y del arte como única vía de escape del terror».
Por otro lado, Amaia acaba de ser noticia por lanzar oficialmente su versión de ‘Fiebre‘ de Bad Gyal, versión que ha estado cantando en los conciertos de la gira de su disco actual, ‘Cuando no sé quién soy‘.
En los últimos tiempos, Fred again.. se ha convertido en uno de los nombres fundamentales de la electrónica internacional. Por algo es uno de los artistas que no nos vamos a perder en el Primavera Sound que se celebra en breve tanto en Madrid como en Barcelona.
Su hit ‘Marea (we’ve lost dancing)’ suma 200 millones de streamings, triunfan también sus temas con Swedish House Mafia y Future, y también el realizado junto a Skrillex. Tenemos debilidad personal por su corte con sample de 070 shake o por joyas perdidas de la primera parte de su proyecto ‘Actual Life’, ‘Yasminah’, tan evocadora. Además, se ha involucrado en la carrera en solitario de Romy de The xx. Pero ahora acaba de pasar a otro nivel con un disco colaborativo, totalmente inesperado, junto a Brian Eno.
‘Secret Life’ es el álbum que esta semana ambos se han sacado de la manga sin avisar. Una obra de ambient más cercana a los clásicos del género de Brian Eno que a la EDM elegantota de Fred again.. Un disco en el que sumergirse de noche, en soledad, con buenos cascos, y en el que destacan piezas como ‘Enough’, que seleccionamos como Canción del Día hoy.
Con un ligero riff de guitarra grabado como en la distancia, entre ensoñaciones propias de David Lynch, ‘Enough’ presenta una letra entre la desesperación y el consuelo. “No pienses en rendirte / Ni menciones que ya has tenido suficiente” es casi todo lo que encontramos por letra. Y ahí puede venir el M83 más contemplativo a la mente, aunque de alguna manera la bellísima existencia de ‘Enough’ suena a consuelo tras la pérdida del gran genio Angelo Badalamenti.
Hace poco comentábamos que ‘Clavaíto‘ de Chanel y Abraham Mateo había iniciado de manera algo titubeante su recorrido en Spotify España: la canción no dejaba de entrar y salir del top 50, sin alejarse demasiado de esa posición.
‘Clavaíto’ no había contado en un primer momento con el apoyo de las dos playlists españolas más seguidas, Spotify España y Pop con Ñ. Después la canción sí ha sido incluida en sendas playlists y ‘Clavaíto’ aparece en el puesto 17 de la primera, y abre la segunda.
Esto está provocando que los números de ‘Clavaíto’ en Spotify España estén aumentando exponencialmente. De hecho, ‘Clavaíto’ ya es top 10 en Spotify España. Es decir, cuando entre hoy en la lista de singles española, lo hará por el medio -adivinamos que en torno al top 40- pero la semana que viene subirá al top 10 con bastante probabilidad, confirmando el hit.
El hito sería, claro, igualar el top 1 de ‘SloMo’ en España, aupada por Eurovisión, y todavía la canción insignia de Chanel. ‘Clavaíto’, con su ritmo de bachata, su esmerada producción y su pegadiza melodía, es -de momento- la mejor canción de su carrera.
Por otro lado, Chanel ha sido noticia estos días por pronunciarse sobre su ausencia en la gala de Eurovisión 2023. Dice que ni ella ni su equipo han recibido invitación alguna, al contrario que sus compañeros en el top 5 del año pasado, Kalush Orchesta (Ucrania), Sam Ryder (Reino Unido), Cornelia Jakobs (Suecia) y Mahmood (Italia). «Me hubiera encantado ir a Eurovisión, pero ni mi equipo ni yo hemos recibido la invitación» han sido sus declaraciones. En Instagram ha dicho: «si fuera por mí estaría repartiendo jugo de mængo».
La BBC, que organiza el evento en Liverpool, ha dado una explicación. Chanel «no encajaba en la escaleta del espectáculo que tenían planeado para el festival por razones creativas». Según la cadena británica, la ausencia de Chanel en Liverpool «no es personal» sino que responde a «criterios televisivos».
Os recordamos que esta semana es la SEMANA EUROVISIÓN. Desde JENESAISPOP estaremos cubriendo las semifinales del 9 y el 11 de mayo y la final del día 13.
Katy Perry ha sido una de las celebridades invitadas este sábado a la coronación del Rey Carlos III de Inglaterra y de la Reina Camila. Katy ha acudido al evento en calidad de embajadora del British Asian Trust, y ha sido una de las protagonistas sin quererlo.
Es probable que este fin de semana hayas visto circulando por la red el ya famoso vídeo de Katy Perry buscando su asiento en la ceremonia, algo perdida. Como si de la MET Gala se tratara, la coronación ha dejado este vídeo viral que se ha convertido en meme. La propia Katy ha tranquilizado a sus fans en cuanto ha tenido ocasión: «no os preocupéis, he encontrado mi asiento».
El día después de la Coronación, Katy ha ofrecido una actuación en las inmediaciones del Windsor Castle. No ha sido la única artista que ha actuado, también lo han hecho Take That y Lionel Richie (Nick Cave, en cambio, solo ha acudido a la ceremonia, quizá por estilo no pegaba mucho).
El set de Katy se ha compuesto de apenas dos canciones, ‘Roar’ y ‘Firework’, interpretadas en versiones orquestales. Durante la actuación de ‘Roar’, un drone ha dibujado el rostro de un león en el cielo. Curiosamente, hablando del concierto en Instagram, Katy ha aludido a su trabajo en American Idol: «mi set en Idol es un poco diferente hoy».
Katy Perry performing “Roar” orchestral version at the #CoronationConcert .
Nada es casualidad: los reyes de Inglaterra se han prestado a salir en American Idol para agradecer su visita a Katy y Lionel, dos de los jueces del programa, que evidentemente esta semana no han podido sentarse en sus respectivas sillas. Les han sustituido Alanis Morissette y Ed Sheeran. Menos amable ha sido The Guardian incluyendo a Katy entre las «artistas de segunda» que han actuado en el concierto, a la altura de Olly Murs y Nicole Scherzinger. ¿Si lo sé no vengo?
Tras ‘Hereditary’ y ‘Midsommar’, Ari Aster se ha consagrado como una de las voces más mediáticas e importantes del terror contemporáneo. Aquellas películas eran exploraciones psicológicas de los traumas derivados de la opresión de los entornos cerrados. En la primera era la familia; en la segunda, una suerte de secta pagana. En su tercer largometraje, el director encierra a su protagonista en su propia mente -un no-lugar abstracto y claustrofóbico- y lo arrastra hacia el precipicio de la locura. En ‘Beau tiene miedo’, Aster cambia el tono para acercarse a la comedia negra, aunque sin renunciar a sus habituales atmósferas siniestras.
Beau (un comprometido Joaquin Phoenix) es un hombre cuarentón lleno de traumas que vive soltero en un piso cochambroso situado en un barrio lleno de caos y delincuencia. Tras una visita al psicólogo en la víspera de un viaje para ver a su madre, sus planes se tuercen y desembocan en una épica odisea psicológica.
La propuesta de Aster es un despliegue apabullante de ideas y tonos que el cineasta arroja a la pantalla con descaro y con una voluntad férrea por desencajar las expectativas del espectador. Un salto al vacío sin red donde hay espacio para grandes hallazgos y también para grandes tropiezos. En ‘Beau tiene miedo’ conviven lo mejor y lo peor del cine de Ari Aster, un director con personalidad y mundo propio. A veces sus ideas deberían haberse quedado en borradores en lugar de haber llegado a la versión final del guion, en cambio, otras son sorprendentemente lúcidas. A esa brillantez intermitente termina interponiéndose cierto desgaste narrativo en su tercer acto. Las tres horas que componen el filme son una montaña rusa en términos de calidad narrativa, pero Aster asume el riesgo con total consciencia de su osadía. Arranca con un ritmo frenético, tanto que parece que estemos asistiendo al clímax de la historia en sus primeros minutos, y avanza intentando mantenerse siempre ahí arriba.
Bajo el disfraz de la comedia -extrañísima, por supuesto- o del no-terror, en realidad, el director vuelve a recurrir a uno de sus temas preferidos: las relaciones maternofiliales autoritarias, problemáticas. Y tampoco se aleja tanto del terror, aunque su incursión en el género sea menos evidente que en sus anteriores obras. ‘Beau tiene miedo’ es una película de género híbrida, cuya mejor baza es su desbordante originalidad. De lo que el cineasta sigue sin poder escapar en su ya tercera película es de un final que no cumple con las expectativas que su intrigante atmósfera había ido cultivando. Lo hemos visto en todos sus trabajos: Aster es mucho mejor creando enigmas que resolviéndolos. Cuando la película quiere justificar su sentido, es cuando todo se desmorona e invade la sensación de que lo visto hasta el momento, en realidad, no es más que, simple y llanamente, una tontería.
‘Beau tiene miedo’ sufre mucho por culpa de esto pese a lo fascinante de varios de sus tramos, pese a su absoluta y admirable irreverencia. Podría haber sido una película mucho mejor con un foco más preciso, con un propósito más claro y si no dejase que el caos más absoluto siempre reinase por encima de todo. Aun así, es un ejercicio de cine tan temerario y valiente que bien merece ser experimentado.
Kesha ha lanzado estos días los primeros dos adelantos de ‘Gag Order‘, el disco que publica el 19 de mayo, cuyo título («orden de mordaza») alude evidentemente a su caso contra Dr. Luke. En ‘Fine Line’ e ‘Eat the Acid’, la artista a la que tanto recordamos por ‘Tik Tok’ o ‘Die Young’ suena cambiada. Y mucho.
‘Praying‘, la gran balada de Kesha, tampoco ha servido de influencia en estos dos nuevos cortes. ‘Fine Line’ se parece más a una balada, pues toda la composición se sostiene en una melodía de piano, solo que la producción de Rick Rubin engulle este instrumento en un extraño efecto embarrado y arrastrado. Ese barro podría ser la batalla legal de Kesha contra Dr. Luke, que dura ya una década.
Como buscando penosamente salir de ese pantano, Kesha canta que está «harta de luchar», pero no renuncia a su verdad por mucho que ciertos «doctores y abogados» le hayan «cortado la lengua». Entre referencias a su propia fama, a la decadencia de la misma o a la «explotación de su dolor», ‘Fine Line’ es probablemente la canción más confesional y cruda que Kesha ha firmado jamás.
Pero ‘Gag Order’ también será el disco de Kesha que narre su «despertar espiritual» y de eso habla ‘Eat the Acid’, nuestra «Canción del Día» hoy. Curiosamente, Kesha cuenta que no ha tomado ácido jamás porque su madre lo hizo y «vio cosas, demasiadas». La advertencia de su madre, «no quieres que te cambie como me cambió a mí», se repite en ‘Eat the Acid’ a modo de mantra. Mantra que admite una segunda lectura cuando se interpreta dentro del contexto de la batalla legal antes citada.
‘Eat the Acid’ cuenta sobre todo el momento en que Kesha «vio a Dios» una noche durante el confinamiento. Musicalmente también se acerca al formato balada, pues, como ‘Fine Line’, renuncia a cualquier tipo de beat, y se apoya en una melodía de órgano distorsionado que remite a la de ‘At Your Door’, la infravalorada canción de los Strokes que solo Billie Eilish entendió. Solo al final emerge en ‘Eat the Acid’ un pulso industrial que se asemeja a un beat, pero está claro que la canción busca otra cosa: arriesgar.
El nuevo disco de Renaldo & Clara es continuista del anterior, algo que la propia Clara Vinyals ha reconocido y que, dice, se refleja en las portadas de ambos largos: una la retrata a ella boca abajo, la otra boca arriba. De fondo, el mismo cielo despejado de verano. Cuenta Vinyals que la buena aceptación que obtuvo ‘L’amor fa calor’ en 2020 le ha motivado a seguir explorando la senda del pop hecho con ordenadores de aquel trabajo, y ‘La boca aigua’ es un disco que complementa al anterior pero que, a su vez, aporta novedades.
En primer lugar, los nombres involucrados, porque Vinyals ha invitado por primera vez a productores externos a su mundo. Y en los créditos encontramos lo mismo a InnerCut, que co-produce la mayoría de cortes, como el single ‘Globus’, después de haber trabajado con media industria musical española; que a Hidrogenesse, a los que encontramos jugando al j-pop en ‘Encaix’, llena de sonidos de videojuego que harían la “boca agua” a Kate NV, por ejemplo.
También Sr. Chen aparece en ‘Globus’, un single redondo como un “globo” que define la dirección sonora de ‘La boca aigua’ con su mezcla de ritmos ligeros de hip-hop, silbidos y ganchos melódicos o vocales (hablados o cantados) que se cruzan y mezclan hasta explotar en una joya pop. Todas las canciones de ‘La boca aigua’ son pequeñas cápsulas de 2 minutos (o menos) en las que pasan muchas cosas.
Entre las cosas que pasan hay que hablar de las diferentes influencias que abarcan las pistas de ‘La boca aigua’, porque aquí hay de todo. Cuando Vinyals se enfada y sale a la calle para que se le pase, la sale una pieza de favela funk tan apañada y personal como es ‘S’està millor al carrer’, de versos recitados. Cuando le canta al desamor, en ‘El Riu’, ese “río” nace en el indie-pop y desemboca en los beats arrugados de Flume. Cuando mira al hip-hop clásico puede que Prince asoma de repente en los disparos funk de ‘Retrovisor’.
En ningún momento a Vinyals se le olvida escribir las canciones pop más encantadoras posibles. Entregadas al amor y al desamor por igual, ‘Trobo a faltar’ es como ‘Globus’ pero agrega simpáticos efectos de vidoejuego, ‘Per tu el que faci falta’ se entrega al amor por la vía de un beat de reggaetón que casi no lo es, de lo acariciado que está, ‘Fins que em quedi clar’ es otro de sus paseítos caleidoscópicos, y ‘La palma’ no renuncia a las vibras UK garage de moda. Desde el prisma artesano, colorido, ligero y liviano de Renaldo & Clara, toda canción de ‘La boca aigua’ suena a un género propio.
ALMA se busca a sí misma en su segundo álbum. La artista finesa que se diera a conocer en un talent show local y después diera el salto internacional gracias al viral ‘Chasing Highs’ y a sus colaboraciones con gente como Tove Lo o Charli XCX, dedica ‘Time Machine’ a tratar de encontrar su sitio en el mundo.
Sus textos son nítidos: en cuanto los atiendes, sabes de qué tratan de principio a fin. Pongamos un par de ejemplos: ‘One In a Million’ se pregunta si «hay un lugar para todos nosotros, en el que todos nosotros podamos encajar». ‘Hey Mom Hey Dad’ retrata a su padre «sentado en su sofá, viendo televisión, mirando lo que su vida pudo haber sido» y a su madre «navegando por internet queriendo ser otra persona». A partir de ahí, se plantea recomponer una familia descompuesta «desde 1996», su fecha de nacimiento.
El paso a la vida adulta (‘Everything Beautiful’), sus éxitos y fracasos profesionales (‘Tell Mama’), el desamor (‘The Cure’) y la imaginación sobre una vida mejor (‘Dreaming’) son algunos de los temas de este ‘Time Machine’, cuyo tema central quiere volver a «diciembre de 2017» para recuperar algo perdido entonces.
Musicalmente, asistido por autores y productores como Elvira Anderfjärd y Decco, ‘Time Machine’ no suena como un disco tan introspectivo ni explícito, con canciones que pasan de un inicio más acústico a levantarse un poquito, como si tuvieran que competir en el Festival de Eurovisión (‘The Cure’, ‘Stupid People’, ‘One In a Million’). La primera parte es espectacular, con el sonido «girl group» de ‘Everything Beautiful‘ y su adecuada continuación soul pop con la ensoñadora ‘Tell Mama’. Destaca el uso de los teclados: el mismísimo Jean Michel Jarre podría estar detrás de la estupenda ‘Summer Really Hurt Us’, mientras los órganos y sintetizadores nos llevan más bien a ABBA en ‘Time Machine’ y ‘Natalia’.
La segunda parte es más anodina, desde que ‘I Forgive Me‘, pese a su interesante letra terapéutica, sobre la necesidad de perdonarnos a nosotros mismos antes incluso que a los demás, suena como una copia demasiado descarada de Dua Lipa. A partir de ese momento, ya no tenemos tan claro quién quiere ser ALMA, si Ed Sheeran, Taylor Swift, LISSIE… encontrando ciertas dificultades para diferenciarse de ellos. Con todo, deja mucha esperanza sobre el futuro del mundo que autores jóvenes como ALMA estén llenando sus discos de pop de mensajes positivos y constructivos en cuanto a salud mental, sonando más divertidos que plañideros.
En el verano de 1975, los gemelos Marcus, prestigiosos ginecólogos de Nueva York, aparecieron muertos en su lujoso apartamento de Manhattan víctimas de su adicción a los barbitúricos y las anfetaminas. “El lugar era una pocilga. No había un centímetro del suelo donde no hubiera basura y frascos de píldoras vacíos”, explica Linda Wolfe en ‘El profesor y la prostituta’ (Anagrama, 2006), el libro en el que se narra el suceso.
El caso fue novelado por la escritora de terror Bari Wood en ‘Los gemelos’ (Grijalbo, 1980) y adaptado al cine por David Cronenberg en ‘Inseparables’ (1988). La película marcó un punto de inflexión en la filmografía del director canadiense. Cronenberg abandonó el cine fantástico que había cultivado durante más de una década y, salvo excepciones (‘eXistenZ’), se centró más en el thriller y los dramas psicológicos con elementos de horror corporal.
Lo curioso de este nuevo ‘Inseparables’ (Prime Video) es que hace justo lo contrario que Cronenberg. La creadora, Alice Birch -conocida por sus guiones para ‘Lady Macbeth’ o ‘Normal People’ y que ha contado en esta ocasión con directores tan interesantes como Sean Durkin (‘Martha Marcy May Marlene’, ‘The Nest’) o Karyn Kusama (‘Jennifer’s Body’, ‘La invitación’)- inyecta un componente fantástico, de ciencia ficción a lo Frankenstein (la clínica incluso tiene un diseño futurista), a lo que era un drama terrorífico sobre la dependencia emocional, la adicción a las drogas y la locura.
Este es uno de los aspectos más sugerentes del remake. Otros son la decisión de cambiar el género a los protagonistas (aportando un interesante punto de vista femenino, feminista y lésbico a la historia), ampliar sus disciplinas profesionales (además de ginecólogas son brillantes obstetras) y acentuar sus diferencias también en el ámbito laboral: siendo una de las gemelas más científica (más doctora Frankenstein) cínica y amoral, y la otra más médica altruista y con más responsabilidad ética.
A través del notable trabajo interpretativo de Rachel Weisz, un diseño de producción muy atractivo (se mantienen los célebres uniformes rojos de los médicos) y una narración juguetona y dinámica, Birch ha elaborado una relectura del clásico de Cronenberg que destaca por su provocadora truculencia a lo Julia Ducournau (desafiando la visión dulcificada imperante sobre los procesos fisiológicos y psicológicos asociados a la gestación humana), sus diálogos afilados (a destacar todo lo relacionado con la despiadada corporación que financia la exclusiva clínica de las gemelas) y su punzante humor negro.
Pero no todo en la serie funciona igual de bien. ‘Inseparables’, de seis episodios, está demasiado estirada. Hay una subtrama, la de la asistenta del hogar, que no se sostiene por ningún lado. Y algunas acciones de las protagonistas resultan demasiado repetitivas. En vez de caracterizar, subrayan. Por último, hay que sumar el que quizás sea el principal defecto: un final muy poco creíble. Aun así, es una propuesta muy interesante. Una estimulante reinterpretación que actualiza temáticamente el filme de Cronenberg (disponible en Prime Video y Filmin) y lo estiliza como en una operación de cirugía estética.
El fin de ‘Sálvame’ ha sorprendido al mundo un viernes por la tarde, sin que el programa hiciera siquiera mención al mismo. El formato a una eterna polémica unido se despedirá a mediados de junio después de 14 años inundando la programación de Telecinco al completo, y definiendo su línea editorial.
En los últimos años, la cadena ha perdido fuelle de manera muy clara: Antena 3 es líder desde hace un año y medio. Parece que su fórmula se ha agotado. Sin embargo, ‘Sálvame’ aún «salvaba» los muebles. Es verdad que había pasado del 18% de share de 2011 al 13% de 2022, pero aún era líder de la tarde y estaba por encima de la media de Telecinco (12%). Desde El País creen que el cambio responde a la salida de Paolo Vasile el pasado 1 de enero. Borja Prado y su consejero delegado Alessandro Salem estarían apostando por un nuevo código ético en el que por ejemplo no cabe la opinión política en un programa de entretenimiento, y tampoco las referencias a ciertos personajes recurrentes. Jorge Javier era noticia por saltarse dicho código.
Mediaset ya estableció en 2004 hasta 21 medidas para atajar la telebasura, sobre todo para evitar contenidos perjudiciales para los menores. Zapatero alentó un código de regulación. En enero de 2012 entró en vigor un código ético que en 2019 se actualizó. Lo que buscaría ahora la nueva cúpula directiva sería hacer una «actualización natural». La nueva cúpula lo llama «televisión familiar, respetuosa y alegre». Y así, el actor Jesús Castro ha comentado en el Instagram de El País que «ya era hora» de que el programa dijera adiós. Otros comentaristas se burlaban con ironía del carácter «científico» y «divulgativo» de ‘Sálvame’. Pero también hay quien ha visto este movimiento como uno estrictamente político.
Muchos periodistas, columnistas, políticos y usuarios de las redes sociales no ven en este movimiento nada de «natural» ni casual, a unos 6 meses de unas elecciones generales. Jorge Javier Vázquez ha apoyado de diferentes formas y en diferentes puntos a los partidos de Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Yolanda Díaz. Gabriel Rufián de ERC ha sido tajante en Twitter: «He criticado mucho a Sálvame pero voy a decir dos cosas: «Que ha hecho mucho más Jorge Javier Vázquez diciendo que el fascismo, el racismo y la homofobia son bazofia, que mil campañas políticas; y que para telebasura algunas tertulias y telediarios de insignes periodistas».
Pablo Iglesias ha anunciado el mismo día que Jorge Javier le acompañará en Canal Red en ‘Rojos y maricones’ y ha pedido ayuda tipo crowdfunding para poder pagar su caché.
Parece muy simbólica tanto esa foto, como que según la exclusiva inicial de El Mundo, Ana Rosa Quintana vaya a producir y quizá presentar, desde septiembre (tras un sustituto de verano con Sandra Barneda), el definitivo sustituto de ‘Sálvame’ las tardes de Telecinco. Hace rato que el sesgo político hacia la derecha más extremista y crispada de Ayuso por parte de Ana Rosa copa titulares día sí, día también. Y el periodista Pablo Maza (El País, ABC) lo tiene claro: «Que a unos pocos meses de las elecciones generales, Telecinco quite Sálvame para colocar en su lugar una tertulia política de la cloaquera Ana Rosa Quintana, no es un cambio de parrilla, es un movimiento político».
De manera significativa, otro periodista, Julio César Ortega, recuerda que este mismo año Mediaset anunció el fichaje de Sandra Fernández, directora de medios de Isabel Díaz Ayuso, como nueva directora de comunicación.
En la línea de que las casualidades no existen hay muchas opiniones virales como esta: «Sé que suena a coña, pero esto es devastador. Sálvame, con todo el prejuicio que queramos tener, era uno de los reductos donde personas mayores y con no tanta cultura podían acceder a cierto discurso de izquierdas. Ahora lo sustituyen por neofascismo con Ana Rosa».
Tampoco ha faltado quien ponga en duda la tesis conspiranoica. De hecho, Jorge Javier Vázquez tiene contrato hasta 2025 con Mediaset y se desconoce si conducirá otro formato además de Supervivientes. Y hay quien apela a la hipocresía de la izquierda. Indica un tuitero: «Vosotros no os acordáis pero en mi época estos intelectuales de izquierdas decían que Sálvame había que prohibirlo y que la telebasura estaba destruyendo España. Luego Jorge Javier se sacó el carnet del PSOE y todo cambió».
Otros usuarios simplemente lamentan la pérdida de un formato revolucionario y divertido. En 2015 Eva Güimil en Vanity Fair elogiaba el formato por su inteligencia, su posthumor, su reivindicación del arte y su manera de «romper las reglas del juego». En los foros de JENESAISPOP siempre hubo un hilo dedicado a Sálvame en el que ahora los usuarios están despidiendo el programa: «se acabó ver la tele tradicional porque era literalmente lo único que veía», indica Kilgore. Delapuert comenta: «Yo he ido y venido con el programa, pero en muchos momentos ha sido la única cosa irreverente de la tv. Hablando de todo. Esos homenajes a cualquier artista sin ápice de vergüenza. Si lo quitan lo voy a echar de menos». SinApellidos duda del éxito de su sustituto: «No entiendo ese empeño en convertirse en la Antena 3 de los dos miles».
Apelando a la labor de entretenimiento que ha de tener la prensa además de informar y formar, alguien en Twitter dejaba un comentario lapidario: «Cuando llaméis telebasura a SÁLVAME pensad en las ancianas solas en su casa, en los señores que se ríen con una tontería de Jorge Javier mientras sus hijos ni les llaman, en toda la gente en un momento complicado que encendía la tele por la tarde y podía desconectar».
Sálvame no era telebasura. Era un show barato que todo el mundo entendía como show. Poner a Ana Rosa Quintana para que te diga que su show ultraderechista es información sí es telebasura.https://t.co/HnBpahHNI4
He criticado mucho a Sálvame pero voy a decir dos cosas:
Que ha hecho mucho más Jorge Javier Vázquez diciendo que el fascismo, el racismo y la homofobia son bazofia que mil campañas políticas y que para telebasura algunas tertulias y telediarios de insignes periodistas.
Cuando llaméis telebasura a 'Sálvame', pensad en las ancianas solas en su casa, en los señores que se ríen con una tontería de Jorge Javier mientras sus hijos ni les llaman, en toda la gente en un momento complicado que encendía la tele por la tarde y podía desconectar.
Sé que suena a coña, pero esto es devastador. Sálvame, con todo el prejuicio que queramos tener, era uno de los reductos donde personas mayores y con no tanta cultura podían acceder a cierto discurso de izquierdas.
Si cancelan Sálvame, borro Telecinco. Esta es la televisión que me gusta: la pregunta del pantallón, María Patiño chillando qué ha pasao qué ha pasao, Lydia anda si es la húngara, todas bailando y el meme del año en pocos segundos #SálvameNoSeTocapic.twitter.com/J7dVarhFTx
— xiscopolitan #SálvameNoSeToca (@sanxisco) May 5, 2023
Que a unos pocos meses de las elecciones generales, Telecinco quite Sálvame para colocar en su lugar una tertulia política de la cloaquera Ana Rosa Quintana, no es un cambio de parrilla, es un movimiento político.
Seguro que esta noticia del mes de febrero no tiene nada que ver con la cancelación de ‘Sálvame’ y la amistad personal que Ana Rosa tiene con Ayuso…https://t.co/c1w1sO2Rlt
El problema no es tanto el fin de Sálvame sino el silenciar a una de las únicas voces en la televisión generalista crítica con la derecha y darle todo el poder (mañana y tarde de una cadena) a una reina de la desinformación y el bulo pic.twitter.com/Sw3or9l46R
Vosotros no os acordáis pero en mi época estos "intelectuales" de izquierdas decían que Sálvame había que prohibirlo y que la telebasura estaba destruyendo España, luego Jorge Javier se sacó el carnet del PSOE y todo cambió. https://t.co/Fng4zcvVJy
Jessie Ware mantiene el número 1 de JENESAISPOP con ‘Begin Again‘, solo que ahora de manera más contundente. Tras ser lo más votado en nuestra propia web, se ha llevado hasta el 64,3% de los votos en el «Desempate del Twitter«. La entrada más fuerte la protagoniza PJ Harvey con el adelanto de su nuevo disco conceptual, quedando en 3ª posición.
También llegan al top 40 de la lista los temas disfrutones de Chanel y Abraham Mateo y Lola Indigo sin Quevedo. Al final de la tabla encontramos a Carlangas, La Plazuela y Caraballo.
Como curiosidad, nos abandonan los últimos grandes hits de Beyoncé y Miley Cyrus. ‘Break my Soul’ ha aguantado en la lista hasta 40 semanas, pero ‘Flowers’, tan sólo 15.
La gira de Taylor Swift ha llegado a Nashville y lo ha hecho con sorpresas. Por un lado, entre el público se ha visto a Matt Healy, lo que más o menos confirmaría su noviazgo con el líder de The 1975. Por otro lado, ha sido allí donde ha anunciado su próximo disco. O mejor dicho, su próximo disco revisitado.
Como sabéis, Swift está regrabando todos sus viejos álbumes al haber perdido los derechos de los mismos, y lo está haciendo de dos maneras muy sabias: 1) respetando el espíritu de las grabaciones originales por un lado y 2) añadiéndole valor con bonus tracks y versiones extendidas por otro. El mejor ejemplo sería la excelente revisión de ‘All Too Well’ alargada hasta los 10 minutos, con corto y todo.
Ya hemos escuchado las versiones nuevas de ‘Fearless’ y ‘Red‘ y ahora será el turno de retomar su tercer álbum, ‘Speak Now‘. Era el que incluía temas como ‘Mean’ y ‘The Story of Us’ y quizá el primero abiertamente pop.
La nueva versión de este disco de 2010 saldrá el 7 de julio, San Fermín. El disco tendrá 6 grabaciones nuevas. Esto es lo que ella misma ha escrito en Instagram:
«En primer lugar hice ‘Speak Now’ completamente sola, entre los 18 y los 20 años. Las canciones que me salieron en aquel momento de mi vida tenían una honestidad brutal, eran confesiones de diario sin filtro, con una melancolía salvaje. Me encanta este álbum porque cuenta una historia de crecer, agitarse, volar y estrellarse, y sobrevivir para hablar de ello».
Tras esta edición anunciada para el verano de 2023, cuando su álbum ‘Midnights’ continuará vendiendo millones, ya solo quedarán 3 discos de Taylor Swift de la era Big Machine, por revisitar. Son el primero y los 2 últimos: el debut ‘Taylor Swift’, su mayor éxito ‘1989’ y el interesante ‘Reputation’.
Por otro lado, dicho concierto en Nashville ha dejado una colaboración curiosa: la de Taylor Swift con Phoebe Bridgers entonando ‘Nothing New’, un tema de ‘Red (Taylor’s Version)’.
Este fin de semana se celebran en la Comunidad de Madrid los últimos conciertos de Sesión Vermú. El ciclo apoya los shows de artistas emergentes por todo tipo de localidades grandes y pequeñas. Es totalmente gratis y de mañaneo. Hoy 6 de mayo podrá verse por ejemplo a Vicente Navarro y Vermú en Navalcarnero. A Las Petunias y Valverdina en Loeches. O a Marta Movidas y Morreo en Pelayos de la Presa.
Y mañana 7 de mayo Marta Movidas y Morreo volverán a actuar juntos en Torrelaguna. Vicente Navarro y Vermú lo harán en Buitrago del Lozoya. Etcétera. Más detalles, en la web oficial.
Vosotras Veréis actuarán con Valmara hoy sábado por la mañana en San Sebastián de los Reyes y mañana 7 de mayo en Aranjuez y protagonizan nuestra Canción del Día de hoy. Su tema más visible se llama ‘Bragas mojadas’ y no puede venir más a cuento con estas temperaturas y en estos escenarios actuando a mediodía, cuando más pega el sol. «Tengo las bragas mojadas, cada vez que me muevo, me suda la cara», dice la letra. «Me he quedado sin novio por culpa del calor, qué agobio».
Tras este desvergonzado clickbait, es ‘Que te vaya mal’, publicada a finales del año pasado la que seleccionamos como «Canción del Día», por estar mejor resuelta melódicamente. Es más pegadiza. El grupo indica en redes que les inspira el power pop y el punk del 77 y es ahí donde encontramos influencias de la proto-Movida, como Kaka de Luxe, o por supuesto el grupo que imitaban estos, los Ramones. «Quiero que te vaya mal, que te parta un rayo» debería ser también una referencia a Christina Rosenvinge en la era de Los Subterráneos.
La banda Vosotras Veréis se formó en Carabanchel en 2018. Se presentan como «Ángela (una publicista cantante), Mari (una enfermera bajista), Sara (una arquitecta guitarrista) y Dani (un músico de verdad)», y tienen un EP llamado ‘Preámbulo’ en el que recopilaban sus primeras 4 canciones. Con él llamaron la atención de El Sótano de Radio 3, el podcast de Julio Ruiz o el concurso cazatalentos de Mad Cool. Ahora, ‘Que te vaya mal’, ‘Algo de ti’ y también ‘Bragas mojadas’ formará parte de un EP que verá la luz próximamente. El grupo tiene más conciertos en camino, no dejéis de mirar su Instagram.