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¿Quién fue el verdadero cabeza de cartel de Dcode 2019?

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Dcode ha celebrado este sábado 7 de septiembre su novena edición, convocando a 20.000 personas sin un cabeza de cartel tan claro como hace unos años The Killers, y mostrando que su estrategia de consolidarse como fiesta de fin de verano, modesta y por encima de los grandes nombres ha surtido su efecto. Casi demasiado a tenor de la saturación de los baños a última hora, único nubarrón en una organización excelente en la que destaca la amplia y digna oferta gastronómica. El público se ha habituado también a que abran en horario de mañana, al modo de los festivales europeos, y un par de miles de personas acudieron desde mediodía, muchas acompañadas de sus hijos para las actividades de Dcode Kids o para los mismos conciertos de Carolina Durante y La Casa Azul. Fotos Amaral y The Cardigans: Christian Bertrand. Foto La Casa Azul: Xavi Torrent.

The Cardigans, una rareza que… ¿volveremos a ver?

El nombre más excepcional que encontrábamos en el cartel era The Cardigans, que hacía hasta 13 años que no actuaban en España, en concreto desde que lo hicieron en el tan turbio como añorado Summercase. La banda visitaba Madrid con motivo del 20º aniversario de ‘Gran Turismo’, que interpretan al completo y en orden, y su presentación en vivo fue un reencuentro con la lucha interior, la autoafirmación y la autoparodia del sufrir adolescente que planteaban sus letras. Son muchas las canciones del álbum que hablan una y otra vez de volver a empezar cuando nos atascamos (‘Starter’), y del derecho y la necesidad de partir de cero (‘Erase/Rewind’), sin renunciar al sentido del humor que siempre han tenido las letras de Nina. «Estás perdiendo a una salvadora y a una santa», concluía desafiante ‘My Favourite Game’. «No voy a sentirme así para siempre», se autoanimaba por otro lado la triste ‘Higher’.

Entre las filas de Cardigans ya no está su carismático guitarrista Peter Svensson, muy liado escribiendo hits para Ariana Grande, Meghan Trainor o The Weeknd, pero el sonido logró ser más alto y sólido de lo esperado, al menos desde la torre de sonido hacia delante, lo suficiente como para que incluso escucháramos a Nina carraspear en ‘Starter’. ‘Gran Turismo’ llegó a ser disco de oro en España gracias a lo que sonaron sus dos singles principales, ‘My Favourite Game’ y ‘Erase/Rewind’, pero es un álbum en cierta medida intimista e introspectivo, más apto para una sala pequeña que para un festival enorme en momentos como ‘Explode’, ‘Higher’ o ‘Junk of the Hearts’. La banda persiste en interpretarlo al detalle, incluso recreándose en el instrumental experimental ‘Nils’ y eso produjo que el concierto no fuera el más celebrado de la masa festivalera. Sin embargo, Nina salvó los muebles como vocalista y frontwoman, sorprendiéndose de la enorme cantidad de gente que había allí congregada, y las primeras filas fueron pura devoción hacia la banda. Más cuando, como bis, sonaron canciones de sus últimos álbumes, en especial de su clásico perdido ‘Long Gone Before Daylight’. ‘For What It’s Worth’, ‘You’re the Storm’ y ‘Communication’ emocionaron a todos aquellos que alguna vez quisieron reparar en sus textos, ‘Lovefool’ se coló como fiesta disco popular («llevo una hora esperando para esto», decía una despistada a mi lado) y el concierto se cerró con la agresiva, genial, divertida, rabiosa ‘I Need Some Fine Wine And You, You Need to Be Nicer’. Una «Guerra de los Rose» de manual que cualquier grupo americano de medio pelo habría convertido en clásico. Yo sí que llevaba una hora ahí esperando para ello.

Amaral: hasta los camareros cantaron

A continuación era el turno de Amaral, que lograban la sensación de fiesta popular masiva en el primer cuarto de hora de su concierto con ‘El universo sobre mí’ y ‘Marta, Sebas, Guille y los demás’: todo Dios las coreó de pe a pa, lo que incluyó a los camareros desde las barras. Eso es lo que es ser un cabeza de cartel, señores programadores de festivales, y no lo que dictamine un medio extranjero. El dúo presentaba en exclusiva las canciones que habían publicado el día anterior en su nuevo disco ‘Salto al color’, y excepto ‘Juguetes rotos’, que con su vibración electropop es el previsible shock dentro de su repertorio, todas funcionaron mucho mejor de lo que lo hacen en estudio. Eva introduce ‘Bien alta la mirada’ como una deconstrucción de un dicho que «no les cuadra» nada, «quien bien te quiere te hará llorar»; ‘Lluvia’ es una canción ultra Amaral que parece haber estado siempre ahí; ‘Nuestro tiempo’ se integra a la perfección con la estupenda ‘Revolución’; y ‘Soledad’ pega totalmente en el set con su punto ligeramente flamenco más o menos a la altura de su clásico ‘Moriría por vos’. El álbum ha dejado algunas dudas sobre su dirección artística, pero durante los 2 años que posiblemente dure esta gira, muchas de las canciones continuarán creciendo. Eva además dejó un gran momento, reconociendo que estaba nerviosa por interpretar por primera vez algunas de las canciones nuevas, confesando: «No debería decir esto, pero hace un rato me estaba preguntando: «¿pero por qué me dedico a esto?»». Concluyó que al final el público era lo que le daba fuerzas, las mismas que ella nos aportó terminando con la que puede ser su mejor canción aunque casi nadie lo sepa, ‘Hacia lo salvaje’.

Las 12 del mediodía había sido la hora del accidentado show de Carolina Durante. “Te veía en todos los putos lados” es uno de los estribillos de la banda madrileña y es lo que podríamos aplicar a lo que ha pasado con ellos este verano en los festivales. Eso sí, nunca les habíamos visto en plan “buenos días”, lo que no fue problema para que los primeros minis de cerveza y calimocho rularan entre el público. “Yo no hubiese venido”, llegó a bromear Diego Ibáñez en un momento entre canción y canción. Carolina Durante ofrecieron su repertorio habitual, encabezado por ‘Las canciones de Juanita’, y con temas como ‘Necromantico’ o ‘Nuevas formas de hacer el ridículo’ despuntando hacia la mitad. La pena es que en los últimos segundos de ‘El himno titular’, el sonido se apagó, y aunque el público acompañó cantando el final de la canción, el grupo hubo de abandonar el escenario un par de minutos, pidiendo a su vuelta “perdón”. El problema persistió unos 20 minutos después y aunque la interpretación de “Perdona” fue impecable, la PA se volvió a apagar nada menos que al final de ‘Cayetano’. El público siguió cantando, el sonido volvió, pero se fue a ir durante el último tema. Miembros de la banda desistieron y tras una breve interpretación de la primera mitad de ‘La noche de los muertos vivientes’ medio “on” medio “off” a cargo de Diego y el público, el concierto se acabó con la mítica frase “ya va siendo hora de volver a casa”. Quizá lo fuera para quien viniera de empalmada. Mención aparte para la actitud de Ibáñez frente a la adversidad: persisten esos bailes con los que parece que se va a descoyuntar. Gracias a Dios estudiaba en el INEF justo antes de dedicarse a esto y suponemos que sabrá lo que se hace con su cuerpo.

A la una de la tarde Picture This ofrecieron un agradable concierto a medio camino entre Bruce Springsteen y The 1975. Desgraciadamente, nada que ver con el clásico homónimo de Blondie. No sé cuántas veces pudo decir su cantante que eran de Irlanda, y la probabilidad de que emerjan banderas irlandesas cuando un grupo irlandés actúa en España es de 1, pero la banda uniformada con monos negros y azul marino supo orquestar un repertorio efectista con temas como ‘If You Wanna Be Loved’ o el final ‘Take My Hand’ como «highlights».

La Casa Azul, gran reclamo de la mañana

La Casa Azul actuaban después en la misma carpa, en la cual ni remotamente cupieron los miles de fans congregados a las 3 de la tarde con 30 grados a la sombra. Pero se hizo lo que se pudo para disfrutar de su setlist de «greatest hits», en el cual los más recientes ‘El momento’, ‘Podría ser peor’ o ‘El final del amor eterno’ están perfectamente acomodados. Guille Milkyway explotó su vena sexy durante la sexualizada ‘Ataraxia’ arrimándose cuasi demasiado a uno de sus músicos, dedicó ‘Esta noche solo cantan para mí’ a Juan de Pablos y prescindió por completo de los sets de piano (y de su primer disco) para concentrarse en temas bailables como ‘Superguay’, ‘Todas tus amigas’, ‘La revolución sexual’ y, como cierre, ‘Nunca nadie pudo volar’. No sonó ‘El sol no brillará nunca más’, la canción más anhelada en ese momento por todos los que estábamos sudando como auténticos cerdos, pero la buena noticia de que La Casa Azul fuera en una carpa fue que al menos algo pudieron verse las proyecciones que decoran su show actual, más ideado para miles de personas que el austero set de los Cardigans, programados en un escenario más grande.

Viva Suecia vivieron el honor (o la tortura) de abrir ese escenario grande. Y digo la tortura porque el sol les dio bien de frente a las cuatro de la tarde. Aun así, fueron miles las personas que ya reunieron para disfrutar de éxitos de su carrera como ‘A dónde ir’ o ‘Los años’. Haciendo un sándwich entre ambos, escuchamos la primera interpretación en vivo de la historia de su nuevo single ‘Algunos tenemos fe’. Con la de brazos que se vieron al alza durante la misma, seguro que un futuro clásico de sus conciertos. El cantante Rafa Val tuvo a bien ofrecer el parte médico de la banda, que si él se había roto un dedo y no podía tocar la guitarra; que si otro estaba con fiebre tirado en un sofá hacía tan sólo una hora y media; pero nada impidió que llegaran al final de su concierto con ‘Hemos ganado tiempo’ con el susodicho vocalista mezclado entre el público; ‘Permiso o perdón’, ‘Bien por ti’ y, si la memoria no me falla, ‘Amar el conflicto’. «¡Qué heterosexual es todo en este grupo!», me dijo un amigo, y, como si le hubieran oído, volvieron a hacer sonar la canción más marica de Abba al término de su concierto. No fue casualidad, sino que es un ritual. Pues viva Suecia, claro que sí.

También por la tarde actuaron St Woods en formato quinteto sin contar el Autotune que domina la preciosa ‘On Me’, más influida por Bon Iver que por Damien Rice; Gabriela Richardson, que alternó lo bailable con lo acústico como hace en estudio, destacando una inesperada versión de ‘Mariners Apartment Complex’ de Lana del Rey; y Tom Odell, que hizo de todo para tratar de captar nuestra atención. Se subió al piano, se acercó al público, versionó ‘Imagine’, se entregó a los ritmos pop-rock dejando en ocasiones el protagonismo justo a su instrumento principal, y lo que es más, resistió con un traje verde que asfixiaba ver a esas horas (aunque más de uno se acordaría de él cuando empezó a correr el aire pasada la medianoche, como advertimos).

Miss Caffeina, el primer baño de masas

El primer concierto realmente masivo del escenario grande del día fue el de Miss Caffeina, y aunque su juego de luces no pudo brillar tanto como lo hace de noche a las siete de la tarde, sí lo hizo su gran repertorio de canciones que incluye más o menos seguidas composiciones con la hondura de ‘Reina‘ y ‘Merlín’, y la sexualidad de ‘Prende’ o ‘Ácido’. Alberto Jiménez comenta que esperaba que ‘Oh sana’ hubiera perdido sentido en los 5 años que han pasado desde su composición, pero no (se refería a las listas de los que dan charlas LGTB+ en los institutos, contra el bullying, que ha pedido VOX); se agarra el paquete en ‘Gladiador’ sumando puntos a la faceta de sex symbol que gusta exhibir en el Instagram, y no se aburre de integrar hacia el final de su set adaptaciones de Gala y Madonna. «Mira cómo avanzo, valiente, dejándolo todo atrás» de ‘Mira cómo vuelo’ continúa siendo su estribillo más coreado, pero si te vas impregnando de su repertorio, hasta el gancho de «los mismos errores, los mismos errores, los mismos putos errores» de la desconocida ‘Bitácora’ produce una satisfacción similar.

Eels dieron el concierto a su puta bola que quiso dar Mark «E» Everett. El autor de ‘Cosas que los nietos deberían saber‘ tiene discos como para actuar una tarde entera, pero en lugar de eso prefiere encabezar su concierto con unas versiones de The Who y de Prince que nadie pidió, pero que quizá integren a un par de despistados. Eels ofrecieron un concierto en cierto sentido de puro rock’n roll, aunque incluso con eso el cantante se atrevió a bromear, pues justo cuando se puso a animar a la gente preguntando a gritos que si quería rock, va y se arranca con una canción tranquila, cuca más bien, como ‘That Look You Give That Guy’. ‘Souljacker, Part I’, ‘Mr. E’s Beautiful Blues’, ‘Novocaine For The Soul’ y hacia el final ‘Blinking Lights’ estuvieron entre los mejores momentos de un concierto totalmente sui generis tampoco demasiado apto para los escenarios enormes.

Two Door Cinema Club, el mejor montaje

Two Door Cinema Club eran el nombre más grande en el cartel oficial, si bien de manera llamativa, en algunas de sus promociones Dcode promueve su propia marca sin nombre de artista alguno. Aun así el grupo cumplió como reclamo colectivo, conquistando a las dos decenas de miles de personas congregadas con hits antiguos como ‘I Can Talk’ en el primer cuarto de hora de set, la melancólica ‘What You Know’ hacia la mitad y la bailable ‘Something Good Can Work’ en penúltimo lugar. El grupo logró hacer de aquellos punteos su seña de identidad, pero en los últimos tiempos se ha mostrado más escurridizo en una nueva faceta electrónica representada por singles como ‘Talk’ o ‘Satellite’. Esa otra vena casa perfectamente con un sencillo pero efectivo set de luces de neón y proyecciones de colores, tan vivos como sus últimas imágenes gráficas, y divertido como sus recientes videoclips.

Caravan Palace eran un grupo adecuado para actuar a la una de la madrugada dada su mezcla de ritmos electrónicos con clásicos como el swing y el jazz, y su cantante no dejó de usar su dominio absoluto del castellano para animar a la gente pese a que la banda es francesa; y como cierre antes de los dj’s fue el turno de Kaiser Chiefs, que casi, casi nada más salir se arriesgaban a soltar uno de sus grandes temas, ‘Everyday I Love You Less and Less’. Después sonaron cortes con algo menos de lustre como ‘Golden Oldies’ y ‘Wait’, y ahí, de madrugada, es cuando se echó de menos un concierto con algo más de electrónica (La Casa Azul, Miss Caffeina o un Joe Crepúsculo) que les hubiera servido de contrapunto.

María José Llergo desborda emociones con ‘Nana del Mediterráneo’, dedicada a los migrantes ahogados

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A principios de año señalábamos a la cordobesa María José Llergo como uno de los nombres que podría dar mucho que hablar en esta temporada musical, habida cuenta de la preciosa puesta de largo que supuso el año pasado ‘Niña de las dunas’. Una canción enraizada en el flamenco, música que ha alimentado su crecimiento artístico y personal y en el que se ha estado formando, pero abierta a otras sonoridades, contemporáneas o no. Así lo mostraba, por ejemplo, ‘Me miras pero no me ves‘, tema que presentó días antes de su actuación en Primavera Sound 2019 y que suponía el primer adelanto de su disco debut -largamente demorado– que parece publicará la multinacional Sony. Pero no solo esta: sus colaboraciones en los últimos largos del rapero Juancho Marqués o de Ricardo Vicente, además de en el álbum repleto de nombres conocidos del productor $kyhook, dan cuenta de su apertura de miras.

Esta semana Llergo ha vuelto a publicar una canción propia. Una ‘Nana del mediterráneo’ que seguro ha dejado una huella imborrable en todo aquel que la haya escuchado cantarla en directo, donde no solo es capaz de tocarte sino también de romperte con su voz y su mensaje. “Hace ya cuatro años que escribí ‘Nana del Mediterráneo’” explica la artista en la nota de prensa: “en aquel momento fue para mí una catarsis, un desahogo, ante la rabia que sentí al bañarme en sus aguas y ser consciente de que las mismas que a mí me mecían eran las que enterraban a tanta gente. De la impotencia que sentí y siento nace este canto, que pertenece a las personas que perecen cada día víctimas de una Europa injusta, y a todo el que hace lo que puede y lucha a medida de sus posibilidades para que esta pesadilla acabe”.

Este potente mensaje se redobla con su preciosa interpretación en esta nana que desborda emociones, tanto en su versión de estudio –que, como su anterior single, cuenta con producción del artista sevillano Lost Twin, habitual de círculos hip hop– como en la versión a capela que se ha presentado en un acertado vídeo: Llergo despliega su embrujo vocal subida en una pequeña barca de madera sin más acompañamiento que el sonido de las olas del mar, tan lleno de vida como verdugo, que da nombre a su cante. El vídeo sirve, además, como spot oficial del BAM 2019, el festival celebrado en Barcelona durante las fiestas de La Mercè, donde ella actúa el 22 de septiembre.

Marika Hackman / Any Human Friend

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Marika Hackman estaba viendo un documental sobre las actividades que niños pequeños hacían con pacientes de demencia en residencias de ancianos, y se le quedó grabada la frase que dijo una niña de cuatro años: le encantaba hacer “cualquier amigo humano”, fuese éste mayor o pequeño. Ese punto de pureza y de aceptación de los demás sin importar las diferencias le hizo querer hacer eso con ella misma, y de ahí salió este disco en el que se ha ido “zambullendo” dentro de su personalidad, y sacando poco a poco, como con las muñecas rusas, todo lo que hay dentro. Lo cierto es que ya comenzó a hacerlo en su trabajo anterior; así, en su reseña de ‘I’m Not Your Man‘, mi compañero Raúl celebraba que Marika fuese más queer que nunca, hablando abierta y orgullosamente sobre sus relaciones sentimentales y sexuales.

Eso de “lo personal es político” está bastante presente en este álbum, y no perjudica su calidad, sino todo lo contrario: Marika alcanza nuevas cotas en ‘Any Human Friend’, de forma más explícita, tanto a la hora de hablar sobre hacerse un dedo sin muchas metáforas (‘hand solo’), como a la hora de expresar lo difícil que le resulta conectar con otras personas a nivel íntimo (‘i’m not where you are‘), aunque esta confesión le lleve a comportarse de forma confusa y tóxica (‘send my love’).

“You didn’t speak, you just took my hand / and held it between your thighs / cause our mouths are just for eating / and our mouths are just for moaning / kissing and fucking / eating, moaning”, canta Marika en ‘all night‘. La inglesa quería “escribir una canción supersexual sobre una mujer desde la perspectiva de una mujer, porque no escuchas muchas así, y si la escuchas suele ser más desde una perspectiva masculina, como fetiche”. Del mismo modo, en ‘hand solo‘ quería hablar de que “como mujer queer, la idea de que el sexo significa penetración, de que no pierdes tu virginidad salvo que lo hagas con un chico… es como si la gente no se tomase mis experiencias sexuales en serio”. Y así lo expresa: “under patriarchal law, I’m gonna die a virgin”. El estupendo solo (#jeje) instrumental que cierra la canción pone la guinda a uno de sus mejores y más divertidos temas, en el que ella lo mismo te ofrece una posición poética para hablar de hacerse un dedo (“I dig for life in the eye of my thighs / I can’t believe, petite mort, I’m a slave at your door”) que te suelta sin más “it’s alright, I’m jerking”.

Marika llega a ese nivel de crudeza y visceralidad que en el pop hemos visto recientemente a Tove Lo, y no solo por el tema sexual: no tiene reparo alguno en flagelarse todo y más en ‘send my love’. Aquí decide tomar el rol de su ex novia, Amber de The Japanese House (cuya canción ‘Marika is Sleeping’ puede ser un antecedente), para echarse en cara todo lo que hizo mal, con sentencias tan poco complacientes como “you’re selfish and you’re sore, are you coming home to play the whore?”. Tampoco es muy amable ‘the one’, donde se enfrenta totalmente desnuda a sus sentimientos sobre la fama (“rub me til my ego is raw”) y sobre su propio talento (“I’m not the one you want, I fucked it up with the saddest songs”) o ‘hold on’, en la que aborda un episodio depresivo con texturas electrónicas donde ella misma reconoce como influencias a Radiohead y Massive Attack. Y es que ‘Any Human Friend’ es también su disco más heterogéneo: cabe todo lo que hemos dicho, pero es que lo mismo te mete la rockera ‘conventional ride’ (que comparte temática con ‘boyfriend’, single de su disco anterior), el punto funky de ‘come undone’ o la inicial ‘wanderlust’, todo un guiño al rollo más Laura Marling de sus anteriores trabajos.

Para ello se ha acompañado de todo un gigante en la producción, David Wrench, con un currículum que asusta: ha trabajado con FKA Twigs, Frank Ocean, Goldfrapp, Let’s Eat Grandma, The XX, Bloc Party, Caribou o Bat For Lashes. Y la más afortunada en ese aspecto es la muy Mitski ‘blow’, donde los guitarreos, los sintetizadores, las percusiones y las atmósferas electrónicas se combinan para acabar dando una de sus mejores canciones. Como curiosidad, el estribillo nos sonará al de ‘I Want Your Love’, pero a priori es por casualidad y no por guiño: ‘Amén’ de Flos Mariae se puede cantar encima del comienzo de ‘the one’ y creo que todos tenemos claro que no hay un guiño a Flos Mariae (ojalá). ‘the one‘ es, de hecho, otro de los temas donde brilla especialmente la producción y uno de los más inmediatos del álbum, con esa intención de ser a ratos un hijo perdido de los últimos Arcade Fire con Tegan & Sara. En definitiva, Marika Hackman consigue con este tercer disco su mejor trabajo: ‘Any Human Friend’ es estupendo y honesto donde su talento como compositora sigue creciendo y donde el pop se cuela cada vez más. Y es un álbum por el que mucha gente se está acercando (si aún no lo has hecho, go ahead) a su interesante figura.

Calificación: 8,1/10
Lo mejor: ‘all night’, ‘blow’, ‘hand solo’, ‘i’m not where you are’, ‘the one’
Te gustará si te gustan: Sky Ferreira, Mitski, Tove Lo, Lucy Dacus, Jesca Hoop
Escúchalo: Spotify

«No veo a Greta Thunberg guardando ‘Violence’ en su playlist»: la redacción, dividida ante lo nuevo de Grimes

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Parte de la redacción evalúa ‘Violence‘, el primer single del nuevo trabajo de la artista canadiense Grimes, Claire Boucher (ahora simplemente «c»), ‘Miss Anthropocene’.

«Que se haya demorado de una manera pesadísima no quita que ‘Violence’ tenga todos los ingredientes que hubiera deseado a priori para el regreso de Grimes: un trasfondo musical cyber-tecno bastante chulo (buen descubrimiento el de este i_o), cierta sobriedad que remite a sus inicios pero sin caer en el lo-fi, una estética potente (aunque el clip sea bastante amateur para el aura estelar que ostenta c –recordemos que quiere que la llamemos así ahora– en este momento), un perfil perfectamente reconocible… Y sin embargo, hay algo que no termina de encajar. Como resultaba con algunas partes de ‘Visions’, ‘Violence’ parece a «medio cocinar», falta de algo de sazón. Su melodía es bonita, sí, pero tiene tantos giros que a veces pierde la contundencia que se puede exigir a un primer single. El gancho termina por ser ese «You wanna, make me bad, make me bad / And I like it like that, and I like it like that», quizá por insistencia, porque ni siquiera es el estribillo, pero parece en general no pega lo suficiente. En ese sentido, aunque ahora mole decir que no molaba, ‘We Appreciate Power‘ ganaba de largo». Raúl Guillén.

«Después de la industrial ‘We Appreciate Power’ no esperaba un single tan synth-pop y darkwave por parte de Grimes como ‘Violence’. Pero el cambio de registro sienta bien a Claire Boucher. En este caso, la canadiense ha dado con una canción hipnótica, intoxicante incluso, de gancho irresistible en esos «and I like it that, and I like it like that», que sobre todo suena llena de desasosiego e incertidumbre por el futuro del planeta en el que vivimos. No, esta letra a la que se podría extraer un sentido sexual («you make me bad, and I like it like that») no va dirigida a Elon Musk sino que está interpretada desde la perspectiva de la Tierra, que se dirige a los humanos para darnos un golpe de realidad: «os alimentáis a base de hacerme daño», canta Boucher. Como canción, ‘We Appreciate Power’ era superior, y aunque no veo a Greta Thunberg guardando ‘Violence’ en su lista de canciones favoritas de Spotify, este nuevo adelanto de ‘Miss Anthropocene’ muestra una buena evolución en el sonido de Grimes». Jordi Bardají

«Siempre me ha parecido un poco Annie Wilkes eso de que los fans vayan a decirle a una artista lo que tiene que hacer y lo equivocada que está con su propio trabajo, a decirle que lo que ella considera que es bueno realmente es horrible o viceversa. Pero, querida Claire, me lo pones muy difícil defendiendo la repetitiva ‘We Appreciate Power’ y soltando que el magnífico ‘Art Angels’ fue «un pedazo de mierda». Así que no he podido evitar identificarme con Annie Wilkes al escuchar ‘Violence’ y soltar un suspiro de alivio: parece que Grimes no tiene tan clara su intención de matar a Misery. ‘Violence’ se aproxima al sonido de su anterior disco, incluso al de ‘Visions’, mientras nos presenta por fin el personaje de Miss Anthropocene y su concepto (el próximo álbum va a ser una fumada importante, y por supuesto estaremos aquí para verlo). Y lo hace contando la historia de una relación abusiva que nos recuerda, por poner un ejemplo reciente, al ‘Crying On The Bathroom Floor’ de MUNA. Solo con esto ya nos parece otra gran canción de la canadiense, pero es que además Grimes pretende que esto sea una metáfora en la que la persona maltratada de esa relación es La Tierra, y la persona maltratadora, la raza humana, a la que el personaje de Grimes se encargará de extinguir durante el tracklist. Y lo peor es que funciona. Como pa’ no quererla». Pablo N. Tocino.

Muere Camilo Sesto a los 72 años

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Camilo Sesto ha muerto en la madrugada de este sábado. Así se ha informado a través de su cuenta de Twitter y ha confirmado al diario El País su representante Eduardo Guervos. El texto de la mencionada red social simplemente indica: «Lamentamos mucho comunicaros que nuestro gran y querido artista Camilo Sesto nos acaba de dejar. Descanse en paz». No se especifica la causa del fallecimiento.

El artista había nacido en Alcoy en 1946, mudándose a Madrid a los 18 años, y comenzando su carrera discográfica a principios de la década de los 70, ya con uno de los temas que serían insignia de su carrera, ‘Algo de mí’, escrito por él mismo y producido por Juan Pardo. Entre los grandes hitos de su discografía encontramos su trabajo como protagonista del arriesgadísimo musical ‘Jesucristo Superstar’ y la que ha sido una de las canciones más pinchadas y más cantadas en los karaokes en España de la historia, ‘Vivir así es morir de amor’, también de su propia autoría.

El resultado ha sido una carrera con más de 40 discos a la venta y 70 millones de copias vendidas, de los que se ha jactado en su cuenta de Twitter hasta los tiempos más recientes. Entre los muchísimos artistas con los que ha trabajado están Alaska, una de sus mayores defensoras, la ya desaparecida Rocío Dúrcal, Marta Sánchez, Mónica Naranjo, Pastora Soler o La Casa Azul, quien presentaba un maxi con una remezcla suya recientemente. Como se puede observar, se trata de artistas de lo más dispar entre sí. Su 70º cumpleaños se celebró por todo lo alto frente a la prensa, y su último trabajo ‘Camilo Sinfónico’, databa tan sólo del año pasado.


Por qué ‘Mindhunter’ sigue siendo la mejor serie de Netflix

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Hace un par de años expuse cinco razones por las que ‘Mindhunter’ me pareció una de las mejores series de 2017. La propuesta argumental (basada en el recomendable libro ‘Mindhunter: Cazador de mentes’), su tono sobrio y su narrativa a contracorriente (un thriller de oficina y cafés de máquina), los intérpretes (todos fabulosos), los extraordinarios diálogos (con especial atención a las entrevistas con los psicópatas)… La segunda temporada mantiene intactas las virtudes de la primera –incluyendo algunas que no comenté en su momento, como su excelente ambientación (por fin unos setenta que no parecen recreados por Los Manolos) y su sensacional diseño de sonido (enormemente inquietante y lleno de matices)–, además de añadir alguna más.

Lo primero que destaca en esta nueva temporada es un cambio de protagonista. Si la anterior estaba más enfocada en el personaje del agente Holden, en esta segunda cobra mayor protagonismo su compañero, Bill Tench. Los problemas con su hijo, que aportan un sugerente componente psicológico a la historia (¿un asesino en serie nace o se hace?), y sus dificultades para compaginar la vida laboral con la familiar, articulan la trama y le dan espesor dramático. También tiene más incidencia la figura de la doctora Wendy Carr, a quien vemos protagonizar una subtrama amorosa que añade un interesante matiz sentimental y social –por las características del romance– al relato principal.

La estructura narrativa de la serie sigue siendo tan heterodoxa y apasionante como siempre. Diferentes líneas argumentales que se desarrollan en paralelo, se cruzan o avanzan agazapadas como un asesino en serie. Por un lado está el crecimiento de la Unidad de Ciencias del Comportamiento, impulsado por un nuevo director. Esto tendrá dos consecuencias: más entrevistas a asesinos psicópatas, entre ellos a David Berkowitz, “El hijo de Sam”, y la estrella de la temporada, Charles Manson; y más obligaciones políticas, lo que le sirve a los creadores, David Fincher y Joe Penhall, para ahondar en el funcionamiento interno del FBI durante el inicio de la era Reagan.

Por otra parte está el caso de los asesinatos de niños de Atlanta, cuya incidencia en la trama aumenta conforme se acrecentó su interés mediático y humano en la vida real (el caso se alargó desde 1979 a 1981). Los últimos episodios, dirigidos quizás no por casualidad por el afroamericano Carl Franklin, profundizan de forma extraordinaria en la dimensión social del conflicto, plagado de tensiones políticas y raciales. Entre estas dos líneas narrativas serpentean las otras subtramas mencionadas, muy bien integradas, más una última, la del “misterioso” hombre de Whichita (por si queda alguien que aun no sabe quién es), que sigue poniendo los pelos de punta y alimentando las expectativas de una tercera temporada. Temporada que, por cierto, aun no está confirmada. ¿Le dejarán a Fincher completar las cinco que pretende o acabará ‘Mindhunter’ como ‘The OA’? 9.

‘Reina’, la balada anti-bullying de Miss Caffeina, es un himno para ajustar cuentas al pasado

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Lo mágico de la música pop es que, aunque no lo parezca, no todo está bajo un determinado control o es predecible por parte de los artistas, los sellos o la prensa. Sirva de ejemplo ‘Reina’ de Miss Caffeina: una balada que fue lanzada sin demasiada convicción, como buzz-single, entre los dos pelotazos del disco, ‘Merlí‘ y ‘Prende‘, resultó ser la mejor canción de ‘Oh Long Johnson‘, el álbum en el que se incluían todas ellas. Y no sólo eso, sino que a día de hoy es la segunda canción más escuchada del disco en Spotify y, más importante aún, todo un himno para todo aquel con un mínimo de sensibilidad a cuyos oídos alcanza.

Aunque no ha contado con un vídeo oficial de acuerdo con su estatus de no-single –sí hay, en todo caso, un clip de una gran toma de directo en estudio–, ‘Reina’ tiene hechuras de clásico casi de forma instantánea, con una melodía preciosa envuelta en una instrumentación de pop electrónico sutil y elegante, al estilo de las baladas cantadas por Martin L. Gore en Depeche Mode. Pero es que su estribillo redobla la apuesta con un giro prodigioso, con la irrupción de una batería épica y un bajo sintético que elevan aún más la canción y hacen que se clave más profunda.

Y es que ‘Reina’ se clava como un puñal y corta la respiración con su preciosa y personal letra: en ella Alberto Jiménez, con un increíble equilibrio de concreción y poesía, hace las paces con su pasado, sin olvidarlo pero renunciando al rencor y la rabia hacia aquellos que se esforzaban por destruirle física y/o emocionalmente cuando solo era un niño que soñaba con ser cantante. Incluso me aventuro a pensar que el título de la canción podría ser el supuesto insulto que tantas veces le dedicaron de chiquillo y que, como tantas veces ha hecho la comunidad LGTB+ a lo largo de la historia, lo ha revertido en un símbolo de orgullo. En ese sentido, reconforta ver que ahora él les mira de tú a tú, con suficiencia, y les perdona con un ademán magnánimo. Como apuntaba mi compañero Sebas E. Alonso en su crítica del álbum, desde ese punto de vista profundamente íntimo, Jiménez y Miss Caffeina han construido un himno anti-bullying con el que se identificará y que hará suyo todo aquel que sintió (o sentirá) ese dolor, ese miedo. Y, también, que quiera dejarlo atrás de una vez por todas.

Miss Caffeina son uno de los grandes atractivos del cartel de Dcode Festival 2019, que se celebra hoy en el Paraninfo de la Universidad Complutense de Madrid.

Rombo / Clara Montse Núria

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Rombo son uno de los grupos que conforman el maravilloso territorio pop de El Baix Llobregat. En 2015, el (entonces) cuarteto sacó un álbum homónimo bastante notable. Pero tras la repercusión suscitada, parecía que el proyecto no iba a ir a más… hasta el pasado mes de mayo, en que editaron este nuevo disco. Cuatro años podrían parecer mucho para una propuesta tan inmediata; además, perdieron a su batería, Anna Bosch. Pero en ‘Clara Montse Núria’ exhiben un entusiasmo adolescente. Que hayan decidido titular al disco con sus nombres es una muestra de reafirmación, un acto de orgullo y de reivindicación, cristalizado en una obra mínima en tiempo; 18 minutos y 8 temas, pero persistente en sabor.

Si el debut homónimo era más sosegado, con un aire más doméstico, este álbum tiene una pegada mucho más amateur, al menos en aspecto, y está más cerca del noise ochentero, con arrebatos punk. Y si ya habían enseñado un gran dominio de las melodías, aquí se superan producidas de nuevo por David Rodríguez, quien, además, se ha encargado de las percusiones, sustituyendo la batería “analógica” por ritmos midi. Esto se nota en el sonido, más lo-fi aunque, lejos de perder empaque, han ganado en aura. Las letras tienen menos peso, la voz de Clara Molins a veces está más pasada por filtros, lo que la vuelve más ininteligible. Y que sean menos explícitas las hace más sugestivas. Así, con tan poca infraestructura, construyen unas canciones aparentemente ligeras y naïves, pero con ese punto de malicia que las hace irresistibles.

El primer tema, ‘Aràcnids’, rezuma riffs sucios pero encantadores, y unos teclados juguetones para una historia de terror sobre arañas devorándote hasta los huesos. ‘Millor’, con su letra que es una fina ironía sobre esa dicotomía entre declararte “muy normal” y el creerte mejor que los demás, es otro tiro fresco a voces dobladas, y extrañamente melancólico, a pesar de su aceleración. ‘Joies’, con su pequeño crescendo emocionante, es otra melodía perfecta en la que la voz de David Rodríguez asoma, tímidamente. ‘Claror’ arranca a lo Jesus and Mary Chain, y las falsas baterías suenan a chatarra, pero eso le da un encanto especial, al jugar con las guitarras distorsionadas y los teclados (también oxidados). Los primeros Planetas asoman en el estribillo de ‘No hi és’. Y el disco tiene el cierre en la hipnótica y algo críptica ‘Torreblanca’, el tema más largo (¡y a penas supera los tres minutos!) y en el que casi se percibe la calima emanada por una tarde de verano especialmente calurosa y sosegada. Rombo siguen obstinadas en dejar huella a base de ser aparentemente livianas. Pero solo aparentemente.

Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Aràcnids’, ‘Millor’
Te gustará si te gustan: La Estrella de David, Les Sueques, Melenas
Escúchalo: Spotify, Bandcamp

Melanie Martinez crea en ‘K-12’ un mundo infantil tan ambicioso y siniestro como demasiado obvio

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Este jueves se ha estrenado en cines de toda España y de todo el mundo ‘K-12’, la nueva película de Melanie Martinez que pone imágenes a todas las canciones incluidas en su nuevo disco, igualmente titulado y que ha llegado al mercado este mismo viernes. ‘K-12’ es la continuación del álbum debut de Martinez, el conceptual ‘Cry Baby‘, en el que la niña «llorona» ha crecido y es ahora una adolescente. Ambiciosa como pocas artistas hoy en día, Melanie ha querido contar esta nueva historia nada menos que a través de una película de 1 hora y media en la que ha trabajado durante cuatro años, algo evidente en un primer visionado de la cinta pues en ella todo parece cuidado absolutamente al milímetro. Aunque esto no siempre sea para bien.

En el fondo, ‘K-12’ no deja de ser una «prom movie» clásica protagonizada por un grupo de adolescentes que viven las primeras experiencias de la juventud durante su etapa de instituto; y la película de hecho culmina con el baile de fin de curso de rigor. Aunque ‘K-12’ no es paran nada una «prom-movie» convencional, como Melanie Martínez tampoco es una estrella del pop convencional. Desde su debut, la neoyorquina ha creado un mundo propio estéticamente ligado al infantil, un mundo que la cantante sin embargo ha utilizado, a modo de metáfora, para contarnos historias más adultas, en ocasiones oscuras e incluso perturbadoras. Y el formato cinematográfico permite a Martínez desarrollar este mundo de golosinas y colores pastel visualmente de manera realmente ambiciosa y lograda. En ‘K-12’, los anacrónicos estilismos, propios de la época de Versalles, son poco menos que espectaculares; los escenarios siempre están muy trabajados y, a lo largo de la cinta, la artista no se corta un pelo en usar un sinfín de efectos especiales que en algunos casos son directamente absurdos. Es su manera de decirnos: no os toméis todo esto tan serio.

Como ya sucedía en ‘Cry Baby’, el mundo infantil creado por Martinez en ‘K-12’, rodada en Budapest, es inquietante desde el segundo cero, pero en este caso es incluso más surrealista dados algunos efectos especiales usados, ciertas escenas (el chaval que devora pegamento) o el hecho que las protagonistas poseen superpoderes. La principal, Crybaby, así como su mejor amiga y cómplice, Angelita, pueden literalmente manipular los elementos o ejercer una fuerza sobrehumana sobre sus enemigos. Y no dudan en usarlos por momentos de maneras bastante sádicas, pues Crybaby y Angelita son tan dulces y adorables en apariencia (y la apariencia es un tema central en la película) como capaces de cometer brutales asesinatos. Esta dicotomía entre lo infantil y lo sádico es el motor que mueve las canciones de Martinez y también toda la película, aunque visualmente siempre prima lo infantil. De hecho, la película es tan pastel incluso cuando una persona es descuartizada durante una de las escenas que, como espectador, llegas a dudar de si realmente eres el target. Y cuanto más se desarrolla la cinta y más va desenredando todos los temas que aborda (que no son pocos) más te das cuenta de que ‘K-12’ es una película dirigida sobre todo a un público adolescente.

No hay nada de malo en una película adolescente, pero la obsesión de Martinez con lo infantil probablemente no le ha permitido hacer una cinta más transversal. Y es que todos los temas están presentados con una brocha tan gorda que por momentos parecen sacados de un guion de Dora La Exploradora. Son temas importantes y Martinez no se deja nada en el tintero: tanto las escenas narradas como las musicales nos hablan de feminismo, de bullying, derechos LGBT o de masculinidad tóxica, mientras el guion se centra especialmente en los problemas que vive una mujer adolescente media durante su juventud, y ahí atendemos a temas como la menstruación, la transformación del cuerpo femenino y el interés que este, por tanto, suscita en los hombres; la bulimia, la aceptación de una misma o la normalización de la bisexualidad. Y como Martinez es la protagonista tampoco deja de hablar sobre la fama, en concreto sobre la transformación de los artistas en productos de consumo para las masas. Sin embargo, la sutileza se pierde por el camino en todas las escenas de la cinta y lo que queda en ella es un «greatest hits» de lecciones sobre la vida impartidas por Melanie que a veces resultan tan juveniles y blandas como la propia estética de la película.

En este sentido, sí, el guion de ‘K-12’, tanto como su componente visual, está mimadísimo y pensadísimo… pero tampoco deja nada a la imaginación. La película no busca hacer reflexionar al espectador sino directamente emitir juicios desde una posición de superioridad moral que, por razonables que estos juicios sean, no pueden evitar tratar a la persona sentada en el cine con cierta condescendencia. Por supuesto que hay que hablar sobre la importancia de que los hombres expresen sus sentimientos, por supuesto que los tampones deberían ser gratis, por supuesto que hay que visibilizar el acoso escolar y los problemas mentales y por supuesto que la marihuana debe ser reivindicada por sus poderes medicinales, pero Martinez plantea todas estas cuestiones como verdades absolutas que no consienten ningún matiz o interrogatorio por parte del espectador. ¿Y no es mejor una película cuando interactúa indirectamente u establece un diálogo con la persona que la está viendo? Sin embargo, insisto: ‘K-12’ es una obra entretenida, visualmente es una absoluta chuchería y esto tampoco puede pasarse por alto. En este sentido y sobre todo si eres el público ideal, ‘K-12’ es un visionado recomendado. De la música en concreto hablaremos en la crítica del disco que publicaremos próximamente. 7,5

Miley Cyrus imagina el final de la fiesta de ‘We Can’t Stop’ en el desolado vídeo de ‘Slide Away’

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Miley Cyrus ha publicado este año ‘SHE IS COMING‘, un EP de 6 canciones en el que se incluye el mini-hit ‘Mother’s Daughter’ y colaboraciones con RuPaul o Ghostface Killah. Se supone que es el primero de tres EPés que Cyrus piensa publicar antes de la salida de su nuevo álbum, pero sigue sin haber noticias del segundo EP.

Lo que ha sí ha sido noticia recientemente ha sido la separación de Miley de Liam Hemsworth y sobre esta dura etapa de su vida canta la artista en su canción más reciente, ‘Slide Away’, una emotiva balada cuyo arreglo de cuerdas ya os hemos contado parecen inspiradas en la de ‘Bittersweet Symphony’ de The Verve. Cyrus ha interpretado este tema recientemente en los MTV Video Music Awards y su promoción continúa ahora con el estreno en Youtube de su videoclip.

Mucho más modesto que el de ‘Mother’s Daughter’, el clip de ‘Slide Away’ se sitúa en una fiesta, pero esta es muy diferente a la vista en ‘We Can’t Stop’. Ya no hay diversión sino desolación absoluta en este vídeo en el que Cyrus, tan angustiada como refleja la letra de la canción, es completamente ajena a la juerga que ocurre a su alrededor o se sumerge en una triste piscina por la que absurdamente flotan sillas… o ella misma absorbida en sus propios pensamientos. Dirige el clip el cineasta francés Alexandre Moors (‘i’ de Kendrick Lamar, ‘Good Hit’ de J Lo).

Björk vuelve al baile… por un rato: escucha sus remixes «intercambiados» con The Knife y Fever Ray

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Björk es una de las artistas de pop más aficionadas a remezclar sus canciones, hasta el punto de haber creado una discografía solo de remixes realmente fascinante; y ‘Utopia‘, su último trabajo hasta la fecha, no iba a quedarse atrás. Como se anunció hace unas semanas, la caja especial del álbum que sale el 1 de noviembre y que incluye un set de flautas para reclamar a las aves, incluía asimismo un USB con la presencia de varios bonus tracks, entre ellos un par de remixes de ‘Features Creatures’ por The Knife y Fever Ray.

Ambos han llegado esta noche a las plataformas de streaming junto a un remix de Fever Ray firmado por la mismísima Björk, en el que puede ser su primer remix oficial como autora. La islandesa ha convertido ‘This Country’, incluida en ‘Plunge‘, en un pepinazo hardcore tan industrial y caótico que incluso recuerda a ‘Pluto’… y ha cambiado su título a uno mejor: ‘This Country Makes it Hard to Fuck’. La autora de ‘Stonemilker’ también canta en la canción. Bueno, más bien chilla.

Por su parte, The Knife y la propia Fever Ray en solitario han transformado ‘Features Creatures’ radicalmente. Los primeros la han hecho bailable, y el elemento tribal que le han añadido puede recordar a ‘Earth Intruders’ de la propia Björk. Por su parte, Fever Ray ha dado a la pista 6 de ‘Utopia’ un toque más expansivo, siniestro e industrial. Buenos remixes, en cualquier caso que interesarán -o no- a los que echaban de menos a la Björk bailable… aunque esta durara tres discos.


¿Darán Die Katapult un pelotazo al colar ‘Bäckerei Digital’ en la BSO de la 2ª temporada de ‘Élite’ en Netflix?

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Hace ahora cuatro años que Die Katapult, singular dúo formado por Elena Comas (bajo y voz, también parte de Neleonard) y Anna Fredriksson (teclados, programaciones y voz) –que militó en una de las formaciones más recordadas de los ahora desaparecidos Ganglios–, publicaban su mini-album debut ‘Kristall Reinheit’ en el sello Elefant Records. Poco –a excepción de un remix de ‘Ni una gota de luz’ para Tronco, que se incluía en su primer disco– habíamos sabido de este combo radicado en Barcelona y crecido al calor del colectivo Hi-Jauh USB?. Hasta ahora, que llegan con noticias suculentas: ya tienen listo su álbum-debut, titulado ‘DKXD’ y producido por el histórico Ian Catt (Saint Etienne, The Field Mice, Shampoo…). [Foto de Guille Mendía.]

Y lo anuncian con su primer adelanto, una magnética ‘Bäckerei Digital’ con claras reminiscencias de italo disco y electrónica primigenia. Esta irresistible «panadería digital», cantada en alemán (la lengua en la que cantan habitualmente) vía traductor de Google –y no solo eso, sino que también hay versiones en japonés e italiano– viene presentada por un descacharrante videoclip repleto de colores ácidos, MS-Dos, máscaras y viejas computadoras, dirigido por Xoxé Tétano, compañero de Anna en Los Ganglios al que recientemente veíamos participar en la dirección creativa de ‘F*cking Money Man’ de Rosalía.

Curiosamente, este tema se presenta hoy coincidiendo con el estreno de la 2ª temporada de la exitosa serie española de intrigas juveniles de Netflix, ‘Élite’. Y esto es porque está incluida en la selección musical que sonará en sus nuevos episodios. Sabiendo la repercusión internacional que tiene esta producción, ¿pasarán Die Katapult de su modesto local de ensayos en el Baix Llobregat a ser conocidas en todo el mundo?

Tove Lo sigue melancólica, ahora con Kylie Minogue, en su nuevo single ‘Really don’t like u’

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Tove Lo publica su nuevo disco, ‘Sunshine Kitty’, dentro de dos semanas, el día 20 de septiembre. No es el disco más esperado del año a nivel comercial, pues ninguno de sus singles, ‘Glad He’s Gone‘ y ‘Bad as the Boys’ con ALMA, ha logrado gran repercusión; sin embargo, gracias a la calidad de estos, el sucesor de ‘BLUE LIPS (lady wood phase II)‘ sí se está perfilando como uno de los álbumes de pop más entretenidos e interesantes del año.

A estos temas se suma hoy viernes un tercero que además era probablemente el más esperado de todos tras revelarse el tracklist del disco, pues se trata de una colaboración con la mismísima Kylie Minogue, quien en los últimos años no ha protagonizado demasiadas «kylieboraciones» (le hemos escuchado con múm, Fernando Garibay o Giorgio Moroder). La colaboración se ha producido después que Kylie mencionara a Tove Lo entre sus artistas favoritas durante una entrevista de 2018, en la que también citaba a Dua Lipa y a Sia. Decía: «creo que tienen un sonido moderno y bien producido».

Y exactamente eso, moderno (entiéndase como contemporáneo) y bien producido, es ‘Really don’t like you’, el tema que Tove Lo y Kylie interpretan juntas en ‘Sunshine Kitty’. Se trata de un melancólico medio tiempo marcado por el ritmo de un insistente teclado y que es tan apto para el final del verano como ‘Bad of the Boys’. Su letra, en la que Tove Lo se topa en una fiesta con el chico al que menos querría ver en ese momento, también tiene cierta angustia. Y ya van 3 singles de 3 de temática parecida… ¿no está el «gatito del sol» un poco triste?

Nicola Cruz: «Me gusta mucho cómo esta tradición andina se defiende, más cuando vivimos en tiempos tan egoístas»

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El ecuatoriano (aunque nació en Francia, su familia y residencia están en el país sudamericano) Nicola Cruz se ha convertido en un nombre cada vez más frecuente en festivales de música electrónica de todo el mundo aunque, curiosamente, su música es inusitadamente orgánica y folclórica para los cánones habituales de ese perfil de artistas. En eso se basa, de hecho, su esencia artística: traducir la tradición musical andina a unos códigos contemporáneos, consiguiendo acercar a ambos mundos y mostrar que son más coherentes de lo que nunca creímos. Tras sorprender con su debut ‘Prender el alma’ y desarrollar nuevos caminos en un par de EPs, este año ha lanzado ‘Siku‘, un nuevo álbum en el que lleva más lejos su aventura musical. A Asia, concretamente, incorporando sonoridades de Medio Oriente, la India o China a sus canciones. De esto (y de otros temas más genéricos, como la devastación de la Amazonia) hemos hablado vía mail con Cruz, previamente a su presencia este sábado, 7 de septiembre, en la Sala Razzmatazz de Barcelona, en una sesión extensiva en la que le acompañará el músico y productor local beGun.

A principios de año publicabas ‘Siku’, tu segundo largo de estudio. ¿Qué ha supuesto este álbum para ti, tras tu irrupción internacional con ‘Prender el alma’?
‘Siku’ es una extensión/continuación de lo que he venido haciendo explorando la música electrónica. En este caso creo que el panorama se amplía hacia otros territorios y armonías. Por supuesto también entran en juego otras intenciones que van de la mano con el crecimiento personal. Siento que ‘Siku’ es un poco más fuego, mientras ‘Prender el alma’ tiende hacia el aire. Me sirve usar este tipo de analogías para determinar el carácter de una pieza, sobre todo en el caso de este proyecto donde mucho es inspirado por ambientes naturales.

Es un disco en el que es palpable la apertura a otros folclores distintos a los latinoamericanos: cortes como ‘Obsidiana’ u ‘Okami’ tienen una clara influencia asiática, mientras que ‘Criançada’ es un encuentro con la samba. ¿Siempre tuviste claro que abrirías tu música a esos caminos o fue una sorpresa incluso para ti?
Creo que eso estuvo claro siempre, no me gusta quedarme estático ni repetirme. Si bien, son otros colores y sonoridades los que se presentan en ‘Siku’, sigue siendo la misma persona quien los ata. En algún momento imagino revisitar el horizonte de la música andina.

En ‘Siku’ hay artistas de muy distinta procedencia y estilo. ¿En qué manera afrontas la creación con un artista que, a priori, se expresa en códigos tan distintos a los tuyos? ¿Tiene mucho de improvisación, de sensaciones?
Pienso al contrario, son músicos que son bastante afines a mí, y por ello hemos conectado al punto de componer juntos. Con todos los participantes, se dio esta especie de simbiosis, en donde sentimos un buen complemento para trabajar y crear, eso es algo muy especial y no sucede con muchos músicos al momento del estudio.

«La verdad, he regresado bastante a los orígenes del techno»

Según creo, esa variedad sonora es consecuencia directa de tus viajes por el mundo presentando tu música. ¿Qué otros sonidos étnicos te han fascinado en estos años y crees que quizá puedan tener cabida en el futuro en tus canciones?
La verdad, he regresado bastante a los orígenes del techno, que fue donde empecé a crear música electrónica. Por mucho tiempo lo dejé de lado y ahora busco una manera de reinventarlo dentro de mi música, volviendo a la síntesis más extensa de sonidos y estructuras un poco más tecnológicas si se quiere. Creo que esa ha sido un fascinación últimamente.

Leo que el siku es un instrumento de viento tradicional andino. ¿Por qué escogiste usar su nombre para titular el disco?
Es un instrumento de viento tradicional andino, a la par que es un símbolo de compartir, de tocar inclusivamente, de participar y ser parte de un todo. Me gusta mucho cómo esta tradición andina se mantiene y se defiende, más aun cuando vivimos en tiempos tan egoístas.

«Siku hace alusión al tambor y al fuego. No sé si necesariamente a un territorio»

Hace un par de años mi compañero Jordi hablaba contigo cuando acababas de publicar ‘Cantos de visión’, y le decías que aquel era un disco de selva, más que de montaña. ¿A qué dirías que suena ‘Siku’, entonces?
Siku hace alusión al tambor y al fuego. No sé si necesariamente a un territorio. Creo que la influencia de Asia, como tú mencionas, está bien presente… a mi manera por supuesto.

No sé si me equivoco, pero diría que en ‘Siku’ hay un contraste más fuerte entre la parte orgánica y la electrónica de tu música, como si ambas facetas estuvieran más divididas que en ‘Prende el alma’. ¿Estás de acuerdo? ¿Es algo que te planteaste antes de afrontar el disco?
Puede ser, pienso que hay piezas bastante expresivas desde ambos mundos. Por ejemple en el caso de ‘El diablo me va a llevar’, creo que estos dos mundos se enlazan de una manera muy fuerte. A su vez, se pegan como goma; disfruto mucho de hacer ese trabajo de contrastar y unificar finalmente.

Tras años abrazando la cultura anglosajona y despreciando lo local, ahora hay toda una escena de artistas latinoamericanos que han encontrado en el folclore una fuente de inspiración para renovarlo y acercarlo a nuevas generaciones. Pienso en Chancha Via Circuito, Mateo Kingman, Dengue Dengue Dengue, El Búho, Montoya, Rita Indiana, Fémina… Resulta muy llamativo y no parece casual. ¿Tú mismo te sientes como parte de una escena?
La verdad… no. Me gusta mantenerme más independiente y sin genero. Si bien me siento 100% latino en mi inspiración y creación (todos mis ritmos y cadencias parten de ahí con orgullo), no me identifico con alguna escena en particular porque pienso que encierra un cierto estereotipo de alguna manera, y no me gusta caer en esas clasificaciones. Eso me mantiene libre.

«(Sobre la destrucción de la Amazonia) Es inevitable no sentirse responsable por esta situación, cuando el presidente del país en donde vives ha vendido a petroleras y constructoras hectáreas de bosque virgen»

Este año tu país, Ecuador, está siendo noticia por los numerosos incendios que asolan la Amazonia y que devastan su riqueza natural, asfixiando a las comunidades indígenas, además. Para alguien como tú que investiga tanto sobre el folclore y la cultura amazónica y andina, ¿cómo estás viviendo la situación?
El problema en el Amazonas es algo que nos afecta a todos, Ecuador como país amazónico creo que siente este impacto directamente. Hablando en general de Sudamérica, la batalla que peleamos acá es por la protección y conservación de nuestros espacios naturales, cosa que no han sabido manejar los lideres de estos países. Es inevitable no sentirse responsable por esta situación, cuando el presidente del país en donde vives ha vendido a petroleras y constructoras hectáreas de bosque virgen para satisfacer el deseo capitalista. Creo que la pregunta «¿qué puedo hacer al respecto?» no me abandona estos días. Hay varios proyectos que tenemos en mente.

Después de haber actuado hace unas semanas en Madrid, en Paraíso Festival 2019, ¿qué podemos esperar de tu directo de este sábado en Barcelona? ¿Cómo se integra la propuesta de ‘Siku’ en él?
La verdad, no me gustan las expectativas entonces pienso que ir con un corazón y oídos abiertos es lo mejor que uno puede hacer al ir a un show. Cuando uno espera su canción favorita y no la tocan, es desgarrante, ¿no? Como cuando esa relación con esa novia no resulto como «la imaginabas». ‘Siku’ creo que se integra manera de el pensamiento con el cual hice el disco, con mucho experimento y y abriéndolo al público con sinceridad. No necesariamente temas del disco, para eso creo que está la experiencia de escuchar el disco mismo. Debido a que toqué recientemente en Sónar Barcelona, intentaré presentar algo diferente de los nuevos experimentos que tengo.

Escucha lo nuevo de Bat For Lashes, Amaral, Post Malone, Iggy Pop, Swans, Charli XCX & Clairo, Viva Suecia…

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Este primer viernes de septiembre viene, como corresponde al fin de las vacaciones de la mayoría, cargado de novedades interesantísimas que recogemos en la playlist Ready for the Weekend. Los álbumes de Bat For Lashes, Amaral, Post Malone, Iggy Pop, Melanie Martinez, Adam Green, Medalla, MUNA, Tinariwen (el grupo tuareg invita a nombres como Warren Ellis –The Bad Seeds– o Cass McCombs), Lower Dens, Kindness, Chrissie Hynde, Jax Jones, Novio Caballo, Blas Cantó o Frankie Cosmos pasan a engrosar nuestra lista de tareas para los próximos días/semanas. Además, hay nuevos EPs de Death Cab For Cutie, blink-182, girl in red y Die Katapult –el dúo femenino de pop electrónico afincado en Barcelona cuela su tema ‘Bäckerei Digital’ en la BSO de la 2ª temporada de ‘Élite’, que estrena hoy Netflix–.

También destacan nuevos singles de Charli XCX (esta vez avanza su álbum ‘Charli’ con un doble featuring de Clairo y Yaeji), Swans, Viva Suecia, Foals, Lagartija Nick, María José Llergo, Metronomy, Tove Lo & Kylie Minogue, Delafé & Carlos Sadness, Tulsa, Danny Brown, Mon Laferte, Stormzy, Loquillo, Virginia Maestro, Editors, Foster The People, Ex Hex, M83, Tainy ft Jessie Reyez & Tory Lanez, King Princess, Rayden, Juanes & Sebastián Yatra, Tamino, OneRepublic, Devendra Banhart, Linda Guilala, Pedropiedra, Miles Kane, Korn, Alessia Cara y muchos más. Por supuesto, no olvidamos los temas que La Bien Querida (con Diego de Carolina Durante y con Cineplexx, por separado), Grimes, Camila Cabello, Louis Tomlinson, Francis and The Lights ft Kanye West & Bon Iver o Manel presentados en los últimos días/horas. Además, recuperamos dos importantes canciones que quedaron fuera de nuestra recopilación la pasada semana: el primer adelanto del nuevo disco de Neil Young con Crazy Horse y el tercero de lo nuevo de Trentemøller, con jennylee de Warpaint en tareas vocales.

Además hoy encontramos también interesantísimos remixes, como el que Fever Ray ha realizado para ‘Features Creatures’ del más reciente trabajo de Björk (que a su vez devuelve el favor creando un nuevo tema a partir del ‘This Country’ –apostillado «Makes It Hard to Fuck»– de la sueca), o el que Yaeji (que dobla su presencia en la playlist) para ‘Beach2k20’ de Robyn (otra que suena por partida doble, vía su colaboración con Kindness). También contamos con otra de las composiciones inéditas que Belle & Sebastian prestan a la BSO de la película ‘Days of the bagnold summer’, que se estrena (permitiéndonos escucharla al completo) la próxima semana.

Nicki Minaj anuncia su retirada para formar una familia

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Nicki Minaj ha utilizado el Twitter para anunciar su retirada del mundo musical para dedicarse a formar una familia. El escueto comunicado contiene varias pullas para fans y haters (de «sé que os alegráis» a «os querré de por vida»), y sus fans se preguntan ya en diferentes redes sociales si hay que tomar este anuncio de Nicki Minaj completamente en serio. ¿La mayor adicta a los featurings de los últimos tiempos, la que ha llegado a lanzar un single, un vídeo o una colaboración cada 15 días durante meses está dispuesta a retirarse de golpe y porrazo?

Tras anunciarse que Nicki Minaj estaba prometida con su pareja Kenneth «Zoo» Petty, hay quien piensa que ambos de hecho ya se han casado en secreto. Como recoge la revista People, Kenneth tiene un grueso pasado delictivo que le ha llevado a pasar 7 años en prisión por homicidio y también está registrado como abusador sexual en Nueva York. A los 16 años, en 1995, protagonizó un intento de violación. Nicki Minaj, claramente, ha creído en su reinserción, pues el homicidio, del que se declaró culpable, se produjo hace casi 20 años, en 2002.

Tras los resultados agridulces de ‘QUEEN’ el año pasado, un álbum que no funcionó mal pero tampoco fue el gran éxito de su carrera, Nicki Minaj ha publicado un single que ha ido bastante OK en las listas. ‘Megatron’ ha sido número 20 en Estados Unidos y número 34 en Reino Unido. También la hemos visto últimamente en varios singles de otras personas, en concreto de Avril Lavigne, Chris Brown o Megan Thee Stallion, este último encaminado hacia el éxito desde su salida. ¿Será su última entrega durante una larga temporada? Os dejamos con el tuit histórico y otro que ha puesto después en el que se disculpa por el abrupto anuncio. «Sé que estaréis bien», ha sentenciado.

Manel alternan sintetizadores, rap y a Maria del Mar Bonet en ‘Per la bona gent’

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Se lo han pensado porque ya han pasado tres años desde su último disco ‘Jo competeixo‘, pero al fin están de vuelta Manel. La banda catalana presenta hoy el primer single de su nuevo álbum. Ambos se llamarán igual, ‘Per la bona gent’. El sencillo que conocemos al mismo tiempo que su vídeo, marca de la casa, está caracterizado por un sample de ‘Alenar’, un tema de Maria del Mar Bonet de 1977.

Según la nota de prensa, con esta canción Manel han querido hacer una «reflexión sobre la porosidad de las fronteras entre el bien y el mal». Oficialmente alternarán «electrónica, rap y tradición» en este quinto disco que ha producido Jake Aron y sacan en su sello Ceràmiques Guzmán, y eso es algo que puede intuirse en este extraño single en el que sí, escuchamos esa tradición, pero también por ejemplo emergen unos fuertes sintetizadores de fondo y golpes de teclado bastante setenteros en el pre-estribillo. El gancho «aportado» por Maria del Mar Bonet es «Tres portes tinc a ca meva / obertes a tots els vents: la que està oberta per tu, l’altra per la bona gent, la que està oberta per tu / l’altra per la bona gent», mientras el gancho de Manel es «afina les preguntes, afina les preguntes» antes de ese estribillo de sintes con las frases casi rapeadas.

El vídeo ha sido dirigido por Lluís Sellarès, en él aparecen Manel como actores como a ellos les gusta, mostrando a una familia de vacaciones, el paraíso de un buffet, una boda, una depilación o un totum revolutum final, entre otras cosas. Os dejamos con las primeras fechas que se conocen de la gira.

09/11/19 – VALÈNCIA (Deleste Festival – Jardins del Palau )
16/11/19 – BARCELONA (Cruïlla de Tardor – Poble Espanyol)
23/11/19 – TARRAGONA (Tarraco Plaça Arena)
29/11/19 – GIRONA (Temporada Alta – La Mirona)
28/12/19 – LLEIDA (Teatre de la Llotja)
09/01/20 – MADRID (Inverfest – La Riviera)

Amaral / Salto al color

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El ‘Salto al color’ de Amaral implica la apertura de Eva Amaral y Juan Aguirre a nuevas tonalidades. El dúo ya había experimentado con sintetizadores, pero en este octavo álbum encontramos una mayor variedad de ritmos que les llevan a jugar con lo tropical o las músicas del mundo, sin dejar en absoluto de lado su sonido más tradicional… ni tampoco la tradición española. Uno de los adelantos recientes, ‘Soledad’, cuenta con la guitarra flamenca de Víctor Iniesta y el disco se abre, entre punteos casi post-rock, con las flautas de Carlos Núñez mientras escuchamos el ruido de las olas llegando a la costa gallega. Este ‘Ondas do Mar de Vigo’ no termina de avanzar el sonido del álbum, algo indefinido a fin de cuentas, pero sí nos indica que este será aventurero.

Así pues, Sony no ha fichado a Amaral con este largo precisamente porque el dúo haya vuelto a la accesibilidad de ‘Pájaros en la cabeza’. De hecho, los singles suenan paradójicamente más esquivos que los de los notables ‘Hacia lo salvaje‘ y ‘Nocturnal‘. Y digo paradójicamente porque hay quien verá en ‘Mares igual que tú’ un poso tropical digno de remezclar por Major Lazer, y la canción cuenta con sus ganchos estratégicamente situados, pero el tema no está tan bien redondeado como ‘Hacia lo salvaje’ -la canción- o ‘Llévame muy lejos‘. Por mucho que la mano mágica de Sony haya logrado introducirlo en radios y playlists, de lo cual nos alegramos mucho, el tema suena forzado y un poco -bastante- kitsch. Más cerca de la etapa espiritual y dominguera de Nacho Cano que de la naturalidad con que Madonna ha adaptado la world music en la parte central de ‘Madame X‘.

Otros experimentos fallidos son ‘Bien alta la mirada’, donde más que el guiño dancehall lo que queda es que la canción se termina pegando por una cuestión de pesadez (¿será ese el verdadero guiño a los ritmos de moda, lo machacona que es?); y muy especialmente ‘Juguetes rotos’. Esta es una curiosa composición sobre la sociedad («ahora somos dos números que no han cuadrado, somos dos juguetes rotos») de vocación crítica, pues habla de «psicópatas enfermos de poder, criminales (que) comandan ejércitos, presiden gobiernos (y) heredan el reino de los cielos». Y sin embargo, su inicio en plan coral a cargo del Diversity Youth Choir descoloca y su producción electropop nos remite a los Fangoria de la década pasada (‘La mano en el fuego’, ‘El cementerio de mis sueños’). El sentido de la experimentación de este corte es tan vago que el tema acaba con un sonido de interferencias móvil. No todos los cambios son buenos, y este tema, más que de Amaral, parece el de un grupo paralelo de Eva y Juan.

Luego están los temas clásicos, que el dúo se merienda sin dificultad, como sucede con el estribillo de la muy U2 ‘Señales’, una canción de desamor. O ‘Nuestro tiempo’, el más Amaral de los singles publicados hasta ahora, repleto de nostalgia por lo que se nos va («Las canciones que escuché / y los labios que he besado / todo aquello en lo que confié / tiene los días contados») y con unas cuerdas integradas con impecable gusto. Como las de la en principio excesiva, a la postre preciosa ‘Peces de colores’. Estrofas como «Si tú sintieras el poder de mi interior, si comprendieras el lenguaje de mi cuerpo / no marcarían más mis horas tu reloj, ni detendrías lo que no tiene remedio» o «Qué me importa lo que digas, si me miras y no ves / Esto es lo que hay, quien soy / ni confusa, ni partida en dos / ni difícil de entender ni tan indescifrable / vivo dentro de mi piel / más allá de las fronteras de mi carne» la postulan como himno de autoafirmación. Lo cual cuadra con el carácter de himno para las mujeres de distintas generaciones que es ‘Soledad’ o la justicia que demanda ‘Lluvia’, mucho más sutil que ‘Tambores de la rebelión’, que deja muchas ganas de recuperar ‘Revolución’, un tema de Amaral que no ha dejado de crecer desde 2005.

Y también están los temas que en su intento experimental les han quedado bien. Aparte del bellísimo fondo del inicio de ‘Soledad’, son los dos últimos. ‘Entre la multitud’ incorpora los trucos del electro con mucha más naturalidad que ‘Juguetes rotos’, resultando una aproximación al sonido New Order no tan distante de lo que suele practicar La Bien Querida. Y finalmente ‘Halconera’ comienza como un tema new age de Enya como aquel que samplearon Fugees, para luego desarrollar una bonita fábula de fondo musical interesante: la podrían haber escrito Solletico y producido Jon Hopkins. En esta pista encontramos a unos Amaral renovados y elegantes que se echan de menos en otros momentos de ‘Salto al color’, donde parece haberles podido el ansia de ofrecer algo nuevo, cuando en su caso, no siempre era tan necesario.

Calificación: 6/10
Temas destacados: ‘Halconera’, ‘Nuestro tiempo’, ‘Peces de colores’, ‘Entre la multitud’
Te gustará si te gustan: las melodías de Amaral sobre cualquier tipo de fondo, las distintas etapas de U2, las distintas etapas de Keane
Escúchalo: en Spotify

Amaia cuenta cómo hizo cola para entrar en su propio concierto de Festival de les Arts

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Amaia ha sido la invitada de esta noche en El Hormiguero de Pablo Motos. Siguiendo con la tónica habitual del programa, la cantante ha empezado contando, a raíz de su single ‘El relámpago’, cómo recibió una ramificación de un rayo durante una tormenta y, aunque la canción que ha sonado de fondo de manera recurrente en el programa ha sido ‘Quedará en nuestra mente‘; finalmente la que ha interpretado a piano en solitario ha sido ‘Nadie podría hacerlo’. Quizá porque era la que menos logística y tiempo conllevaba (en realidad no es un single sino la cara B de ‘El relámpago’).

La cantante ha anunciado que el día 20 de septiembre, cuando se edita su disco de debut ‘Pero no pasa nada’, también saldrá un nuevo single y un nuevo vídeo que le gusta mucho, ‘Quiero que vengas’. También se han recalcado las fechas de su gira, añadiéndose un nuevo concierto en el Circo Price de Madrid tras haber agotado las localidades. Será el 16 de enero.

La anécdota más «Hormiguero» ha sido el relato de unas psicofonías de una trompeta que Amaia oía en el aula de al lado cuando estaba estudiando música, el bautizado como «El Fantasma de la Trompeta». Pero la que más gustará a sus seguidores ha sido la de aquel día en que la cantante hizo cola para entrar en un festival en el que tenía que actuar, sin pulsera, rodeada de seguidores que le decían: «hey, Amaia, que voy a tu concierto». «Yo también», era su respuesta. Sucedió cuando después de tener que cambiar los instrumentos de furgoneta llegaron a la ciudad de este evento, el Festival de les Arts, con el tiempo justo y Amaia decidió ir andando al recinto en lugar de con su «runner», tras encender el Google Maps y comprobar que estaba a 10 minutos a pie. Matamos por ver en ese momento la cara del responsable de la producción de dicho festival al recibir como respuesta «voy andando, con el Google Maps» en lugar de con el «runner» que le hubieran asignado. El vídeo de la actuación de Amaia puede verse en la web de Antena 3 o bajo estas líneas. Os dejamos con las fechas de su gira.

05/10 Baluarte (Pamplona)
06/10 Baluarte (Pamplona)
18/10 La Laboral (Gijón)
19/10 Palacio de la Ópera (A Coruña)
31/10 Temporada Alta – Auditori (Girona)
01/11 BIME (Bilbao)
08/11 Centro de Congresos (Granada)
23/11 Palau de les Arts (València)
20/12 El Liceu – Festival Mil·leni (Barcelona)
16/01 Circo Price (Madrid)
17/01 Circo Price (Madrid)
01/02 CC Miguel Delibes (Valladolid)
21/02 Auditorium (Palma de Mallorca)
14/03 Auditorio (Zaragoza)
21/03 Víctor Villegas (Murcia)
18/04 Cartuja Center (Sevilla)

Muere Íñigo Muguruza, hito del punk vasco e inseparable escudero de su hermano Fermín en Kortatu y Negu Gorriak

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Esta tarde lamentamos el fallecimiento a los 54 años de Íñigo Muguruza, un icono de la escena del punk y el rock vascos. La ha confirmado el diario Naiz. Íñigo padecía esclerosis múltiple, que le fue diagnosticada hace 4 años, y ha muerto a causa de esta enfermedad. Su hermano Fermín, con el que compartió muchos años sobre los escenarios y estudios de grabación, ha lamentado en Twitter su pérdida con una bonita foto de un abrazo entre ambos. «Adiós, Íñigo. Te quise muchoTe quería tanto… Hasta pronto hermano, amigo. ¡Viva la vida!», dice su texto.

Íñigo Muguruza comenzó su andadura musical en su Irún natal con tan solo 14 años en la banda Desband, que luego se reconvirtió en Beti Mugan. Pocos años después fundó Kortatu, a los que se unía Fermín y que supuso un auténtico pelotazo en el rock estatal de los 80. Su posición estaba entre lo masivo y el underground, al combinar el espíritu festivo de su ska-punk con letras combativas que, en euskera y castellano, no escondían su posicionamiento de izquierdas.

Ya en los 90 formó parte de Delirium Tremens como guitarrista de un perfil más prototípicamente rockero y, al desaparecer la banda, fundó Negu Gorriak de nuevo con su hermano y con Kaki Arkarazo, incorporando el hip hop a su lenguaje, de manera pionera y revolucionaria. Tras cerrarse esa etapa, creó Joxe Ripiau con su hermano Jabier y con Sergio Ordóñez, volviendo al ska. Sagarroi, durante la primera década del siglo XXI, y Lurra, ya en esta, son otros de los proyectos en los que Íñigo se implicó, sin abandonar la guitarra pero también cantando o tocando el bajo. El año pasado presentaba Hiru Leike, un dúo de guitarra y voz junto a Ane Odriozola, más orientado al rock pero con un desafío rítmico: emplear un ritmo 3×4 en lugar del tópico 4×4. Desgraciadamente, no hemos podido ver cuánto llegaba a dar de sí. Sin duda, la pérdida de Íñigo Muguruza deja un gran vacío en la cultura de Euskadi.







Louis Tomlinson se inspira en «Oasis, The Killers, The Smiths, The La’s»… en su nuevo single, ‘Kill My Mind’

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Louis Tomlinson, uno de los dos ex integrantes de One Direction que aún no han publicado disco (el otro es Liam Payne), está de vuelta con un nuevo single llamado ‘Kill My Mind’ que encantará y horrorizará en igual medida a los fans del indie-pop británico de los 90. En concreto parece una canción de Oasis incluso en la interpretación vocal, muy Liam Gallagher.

Tanto bebe ‘Kill My Mind’ del brit-pop noventero que Tomlinson ha compartido una playlist de Spotify con las canciones que han inspirado su nuevo single, y en la que encontramos hits de Oasis, The Killers, Arctic Monkeys, The Rolling Stones, The Smiths o The La’s. Incluso caben reivindincaciones para James, The Courteeners y Catfish and the Bottlemen.

Un cambio de sonido para Tomlinson el que muestra ‘Kill My Mind’, que ni siquiera se había visto venir del todo en su anterior sencillo, ‘Two of Us’, una balada rockera que podría haber formado del repertorio de One Direction. ‘Kill My Mind’ es mucho más enérgica y explosiva y, francamente, como canción no está nada mal. Desde luego es mejor que esa atroz ‘Back to You’ cantada a dueto con Bebe Rexha (que encima canta primero) y que ha logrado la friolera de 400 millones de reproducciones en Spotify…

‘Quedará en nuestra mente’ es 100% Amaia: ventajas e inconvenientes

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Amaia publicará su primer disco el 20 de septiembre, en un par de semanas. De él conocemos el primer single, ‘El relámpago’; su cara B en el 7″ ‘Nadie podría hacerlo’ y finalmente ‘Quedará en nuestra mente’, el segundo single oficial del álbum que ha salido este verano y que lleva semanas siendo lo más votado de JENESAISPOP. En él ha confirmado que su carrera estará al margen de la moda de lo que suena en radio y de la esclavitud de las playlists de hits de Spotify. «Ni sé lo que es streaming», declaraba la penúltima ganadora de Operación Triunfo en cierta ocasión, y no hace falta que lo jure después de haber entregado esta composición preciosa, pero desde luego no ideada para el adolescente medio de 2019.

No puede estarlo cuando su inspiración es tan retro que es remota. En ‘Quedará en nuestra mente’ Amaia remite al pop español de los años 60 y 70, también al indie de los 90, pero siempre desde una perspectiva bastante sui generis. No, Amaia no está haciendo música experimental. No, Amaia no está revolucionando la industria con un género nuevo. Pero sí, lo que está haciendo es lo suficientemente personal como para que, al oírlo, no puedas sino exclamar: «¡Esto es TAN Amaia…!» La primera referencia está clara y tuvimos ocasión de hablar sobre ello con ella. Esto decía cuando le preguntábamos por la influencia de Marisol en el álbum, que en esta canción se percibe sobre todo en la «outro» final: «Influencias de Marisol y de canciones de los 70 seguro que hay porque yo canto por Marisol. Inconscientemente creo que eso se nota porque estuve muchos años imitándola. Música de los 60 y de los 70 mis padres siempre han escuchado y yo he crecido con ese tipo de música, y entonces se notará. Pero no era nada planeado. Yo componía y era lo que me salía».

Tras un arranque tranquilo, la canción se levanta incorporando el ritmo de batería y en ese momento se transforma en un tema de pop-rock que quizá ya no habría cantado Marisol. La referencia más clara parecen Fleetwood Mac, en concreto ‘Rumours’, y en concreto ‘Dreams’; pero ahí se suma también un punteo más bien indie pop. Habrá quien piense en el jangle pop británico, pero por proximidad puede recordar también al Donosti Sound, dada la inocencia de la letra, más La Buena Vida que Le Mans. El grupo de Irantzu Valencia nunca se habría cortado en cantar algo tan directo como «hace tres meses todo iba bien / Pero al final yo me enamoré». Pero además, ‘Quedará en nuestra mente’ también recuerda a La Buena Vida por la libertad que estos se tomaban para huir del estribillo y de las estructuras convencionales.

En esta canción, encontramos sus estrofas y sus estribillos, pero son particulares y, de manera significativa, ninguno de los dos se repite después de la aparición de un puente adicional y una outro independiente que sirve como clímax. Amaia ha reconocido que ha tenido problemas para estructurar canciones, y es algo relativamente palpable en ‘Quedará en nuestra mente’. Esto nos decía sobre la composición del álbum en general: «He tenido ayuda porque es la primera vez que compongo. Antes había hecho alguna cosa, pero nunca me había puesto a componer canciones enteras en general. Al principio me resultaba más difícil que ahora, cada vez tengo más facilidad porque también es práctica. Me costaba estructurar las canciones. Tenía muchas partes, pero no sabía cómo hacer estrofa, estribillo, puente… como que no. Raúl (Refree) también me ayudó. Santi (Motorizado) también (…) La canción tiene que tener estructura sí o sí. A veces le enseñaba canciones a mi hermano y me decía: “está guay, pero como que no queda una canción redonda. Falta algo para que tenga un principio, un fin”. Y eso era problema de la estructura. Sobre todo al principio necesité ayuda para estructurar las canciones. Al final con la práctica te vas haciendo».

Sin embargo, ese «problema» para estructurar termina siendo una ventaja, pues termina de dotar a su composición de personalidad en su pequeña huida de lo convencional, al tiempo que desprovee a la canción de esa «desesperación» por triunfar que se huele a la legua en la mayoría de sus compañeros de generación, procedentes o no de OT. Hay quien hace superproducciones para sus vídeos y luego está Amaia, que aparece en este dando de comer a unas cabras o jugando en un parque de bolas como grabada por una cámara Súper 8. Más claro, el agua.

Lo mejor de la canción es, definitivamente, su final. Tras unos teclados de synth pop como tomados prestados de La Oreja de Van Gogh (los más divertidos, los de ‘Pop’), Amaia estalla citando al grupo de su productor Santi de Él Mató a un Policía Motorizado («Los Motorizados», los rebautiza) y, ahí, cuando parece que la referencia es demasiado familiar, una broma interna, se consigue que de lo particular lleguemos a lo general, añadiendo una nota de humor 100% Amaia, para evitar que esta canción de amor quede demasiado «stalker»: «No te asustes, por favor, porque sé que al final todo pasa y morirá, quedará en nuestra mente y ya está».

Todo es tan hermoso… ¿cuál es el inconveniente de todo esto? Evidentemente que el público no ha terminado de entenderlo y el single no ha pasado del top 65 en las listas españolas, aguantando en la tabla de Promusicae tan sólo una semana. Es el comportamiento clásico de los singles de los grupos indies, de Izal a Vetusta Morla, pasando por Carolina Durante. Las radios no van a pinchar un tema con referencias a Marisol y La Buena Vida, y solo falta comprobar cuál será el funcionamiento del álbum, en qué tipo de recintos va a actuar Amaia y si el circuito de festivales seguirá abierto para ella en 2020. ¿Apostamos a que ese será su espacio?

Lo mejor del mes: escucha las últimas «Canciones del Día»

En ‘Hey’ Cineplexx sabe aprovechar ese perfil tan Jeanette de La Bien Querida

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Alfredo Arias Photo

Cineplexx, el proyecto del cantautor y productor argentino afincado en Madrid Sebastián Litmanovich, autor de álbumes tan queridos como ‘Espejos‘ o ‘Florianopolis’, en el que se incluía su gran single ‘Te quiero’; y de un par de curiosos remixes oficiales para Enrique Iglesias, vuelve con nuevo álbum. ‘Solo Olas’ sale el 20 de septiembre y su primer adelanto oficial es ni más ni menos que una colaboración con la nueva bruja del indie español, La Bien Querida, que también está a punto de sacar disco. Fotos de interior y exterior: Alfredo Arias

‘Hey’ se estrena oficialmente este viernes 6 de septiembre, pero desde la tarde del jueves puedes escucharlo de manera exclusiva en JENESAISPOP, donde tenemos la suerte de estrenar su videoclip, dirigido por Doctor Cerebrus. El tema, compuesto y producido por Cineplexx y masterizado por Guille Mostaza, es un elegante y pegadizo número de synth-pop en el que la mejor melodía de la canción popular hispana convive con los sugerentes ritmos funk. En ese sentido, ‘Hey’ es una suerte de actualización de aquellas sugerentes producciones y arreglos lounge que en los 60 y 70 servían nombres como Alfonso Santisteban o Juan Carlos Calderón para programas de televisión, cine o intérpretes de canción melódica. En este dueto entre Sebastián y Ana, el primero sabe sacar partido a ese perfil Jeanette que La Bien Querida ya ha desplegado en varias ocasiones a lo largo de su carrera –y quizá el mejor ejemplo sea otro dueto, aquel con Vitalic–. Otro hito más en la carrera de la artista bilbaína y un nuevo punto de partida para el proyecto Cineplexx.

En cuanto al encantador fondo lírico de la canción, que narra una relación que atormenta a sus protagonistas al no haberla podido cerrar, Litmanovich explica: «Me gusta escribir letras donde haya emoción, romance, pero también contradicción, confusión, una imagen de lo que es el amor realmente». No hay, pues, un argumento claro en ‘Hey’, pero sí confirma que «es la historia de dos individuos que se enamoran pero que de alguna forma están separados por la distancia».

Cineplexx comparte palabras también sobre ‘Solo Olas’, nada menos que su 10º álbum –se dice pronto–, que contará también con la participación de Soleá Morente en ‘Orilla’, de Linda Mirada en ‘Espectacular’, de Kela en ‘Perdido’ y de Victoria Lucía de Indigo Days en ‘Entre un amor y otro’ y en ‘Me acuerdo de ti’. El argentino explica que ha grabado ‘Solo Olas’ «a lo largo de los últimos dos años» y que, con él, demuestra que su música «está evolucionando hacia algo más pop y electrónico que mis álbumes anteriores». ‘Hey’ prueba que el camino tomado por Cineplexx en esta nueva etapa de su carrera es el bueno.

Lil Nas X no será un «one-hit-wonder»: llega el vídeo futurista de ‘Panini’, que ya era un éxito

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Puede que el descomunal éxito de ‘Old Town Road’ haga parecer a su autor, el joven rapero Lil Nas X, un «one-hit-wonder» de libro. Al fin y al cabo, el tema, en su versión con Billy Ray Cyrus, rompió récords al pasar 19 semanas en el número 1 de Estados Unidos y Montero Lamar Hill jamás volverá a repetirlo a menos que ocurra un milagro.

Sin embargo, había algún que otro buen tema más en ‘7‘ y uno de ellos era el segundo single, ‘Panini’, en el que Lil Nas X ya se centra de manera exclusiva una vez terminado el reinado en listas de su single de debut. Y aunque no igualará ni de lejos la repercusión de ‘Old Town Road’, ‘Panini’ ya es un pequeño éxito para Lil Nas X, pues está a punto de alcanzar los 200 millones de streamings en Spotify y es una de las 50 canciones más escuchadas a nivel global en la plataforma, en concreto, la número 37… tras haber alcanzado el top 16 del Billboard, donde actualmente ocupa el número 40. Es decir, no es ‘Old Town Road’ ni lo será, pero ya no podemos hablar de «one-hit-wonder». Si acaso de «two-hit-wonder» a espera de que pase algo con ‘Rodeo’, la colaboración de Lil Nas X con Cardi B incluida en ‘7’, que tiene toda la pinta de ser el próximo single.

La promoción de ‘Panini’ empezaba oficialmente con su presentación en los MTV Video Music Awards y continúa con su recién estrenado videoclip, igualmente futurista. Y vamos a ser sinceros: Lil Nas X es adorable, pero tiene el carisma de una ameba y el clip de ‘Panini’ no es el de ‘Freeek!’ de George Michael precisamente. Dirigido por Mike Diva, está ambientado en un futuro como el de ‘Blade Runner’ en el que mires por donde mires hay un anuncio holográfico, cuando no un holograma del mismo Lil Nas X persiguiéndote allá por donde vas. Pero más que sexy, es bastante Disney.

Y a quien persigue Lil Nas X en el vídeo de esta pegadiza canción de trap que utiliza parte de la melodía de ‘In Bloom’ de Nirvana (y no es en vano, ‘7’ ha resultado ser un debut bastante rockero) es a la joven actriz Skai Jackson, conocida precisamente por su papel de Zuri Ross en la serie de Disney Channel ‘Jessie’. Aunque al resto de los mortales su cara les sonará por aquel divertido meme en el que la chica aparecía esperando a alguien sentada más tiesa que un palo y con cara de pocos amigos. Una maniobra totalmente esperada por parte de Lil Nas X, cuyo ‘Old Town Road’ precisamente se hacía viral en parte gracias a un meme… creado por él mismo.