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SanSan será este mes un «reencuentro» con los festivales de pie tras dos años «traumáticos»

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Aunque la pandemia está lejos de ser solo un recuerdo en nuestras vidas, por lo menos es posible hacer una vida más o menos «normal» (esa palabra maldita), lo cual afecta por supuesto a los festivales. Tras dos años de parón e insoportable «incertidumbre» que ha puesto a la cultura contra las cuerdas (en especial el sector musical), este mes de octubre el querido SanSan Festival vuelve a celebrarse en Benicàssim, del 29 al 31 de octubre. Su cartel incluye la presencia de cabezas de cartel como Vetusta Morla, Amaral, Leiva o Love of Lesbian y nombres en letra mediana o pequeña tan suculentos como los de Sen Senra, Ginebras, Cala Vento o Cariño… además de un artista sorpresa que será revelado in situ, tal y como comenta a JENESAISPOP Roberto Recuero, director del festival.

El SanSan Festival no ha vivido unos últimos años demasiado apacibles. Su edición de 2019 fue cancelada a escasas dos horas de arrancar debido al mal tiempo y la de 2020 tuvo que ser pospuesta una y otra vez por las razones que todos conocemos. Recuero opina que el festival ha «estado un poco en el olvido» porque «siempre hemos estado fuera de cualquier tipo de medida» y señala que estos dos últimos dos años de «incertidumbre, cambios de última hora, inconcreciones, cambios de opinión y diferencias entre comunidades» han sido «traumáticos», pero celebra por fin la vuelta a la normalidad.

El pasado 9 de octubre, la Comunidad Valenciana anunció el fin de la mayoría de las restricciones aplicadas frente a la COVID-19 en el territorio, incluida la apertura de festivales. Fue «la confirmación de lo que teníamos previsto», indica Recuero. Todo un alivio. «Lanzamos esta edición (originalmente) en julio de 2021 y, a diferencia de otros eventos, preferimos no poner fechas. Tuvimos que abrir más periodos de devoluciones pero, a su vez, la gente nos ha devuelto la confianza».

Recuero señala que no anunciar fecha ha permitido al festival atender con tranquilidad el avance de la pandemia, especialmente desde que en junio empezó la vacunación masiva, y mantener su formato de «festival de pie, con cuatro escenarios y un cartelón de vértigo». «Hicimos cálculos y estudios meteorológicos de la zona, confiamos en la vacuna y afortunadamente todo ha salido bien, la vacuna ha funcionado, la incidencia en el país es mínima y eso ha permitido que se puedan eliminar las restricciones y volver a lo más parecido a la normalidad».

No sorprende que el cartel de SanSan Festival de 2021 se haya planteado como «un reencuentro». Pone énfasis como siempre en los grupos nacionales obviamente porque los internacionales no pueden garantizar su asistencia en estos momentos, pero refuerza la presencia de artistas de música electrónica como Fonsi Nieto, dando más importancia a la carpa de DJs que en ediciones anteriores. Recuero señala que el cartel «da continuidad a SanSan con un plus de reencuentro» y avisa que «el año que viene igual nos desmarcamos con alguna propuesta internacional y le damos otro pequeño giro».

Parte de la calidad de SanSan la ofrece, claro, su enclave, «punto neurálgico» de la música en España tras el estreno del FIB. Recuero destaca que en Benicàssim se «respeta a los festivaleros» y se deshace en elogios para con el municipio. «En Benicàssim tienes pistas para correr o hacer deporte al aire libre, para montar en bici hay rutas espectaculares, hay sitios que visitar, una gastronomía impresionante a parte de los arroces, hace buen tiempo; el propio municipio tiene una zona de bares para hacer un vermut espectacular». Y ahora, el SanSan.

The Weeknd aplaza su gira mundial y anuncia single con Swedish House Mafia

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The Weeknd ha anunciado el aplazamiento de la gira mundial ‘After Hours‘ a través de sus redes sociales, debido a “las limitaciones de los arenas y a la demanda de más shows”. El artista explica que “desea hacer de sus espectáculos algo más grande y especial que requiere estadios”. Esta gira iba a pasar por Madrid y Barcelona los días 24 y 28 de octubre de 2021, respectivamente. Ahora Abel Tesfaye pretende unificar la ya mencionada gira con la siguiente, creando ‘After Hours till dawn’, un tour que recorrerá los cinco continentes a lo largo de 2022.

Sin embargo, no todo son malas noticias. The Weeknd acaba de publicar el teaser de su nuevo single ‘Moth to a Flame’, en que le acompaña el trío Swedish House Mafia. Los suecos reaparecen después de anunciar su vuelta este verano, cuando comunicaron además el lanzamiento de su sencillo ‘It Gets Better’ y de un nuevo álbum para finales de 2021.

Está previsto que el featuring se publique esta semana y que de cierta forma sirva para amenizar la espera a sus fans hasta que se conozcan las nuevas fechas del tan deseado tour.

Levi Díaz presenta ‘Reír’, la canción que representará a España en Eurovisión Junior 2021

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El ganador de la sexta edición de La Voz Kids, Levi Díaz, ha presentado el tema con el que representará a España en la XIX edición del festival de Eurovisión Junior, el próximo 19 de diciembre en París. ‘Reír’ es una canción de pop latino con la que el joven artista quiere que “toda Europa ría”, ya que es un tema alegre que aboga por la superación e ilusión.

España, tras la victoria de María Isabel y su archiconocido ‘Antes Muerta Que Sencilla’ en 2004 ha conseguido entrar en el top 3 estas dos últimas ediciones con ‘Marte’ de Melani García (2019) y con ‘Palante’ de Soleá (2020) después de su retirada del concurso durante 13 años.

En 2003 (año de su debut) y 2005, España quedó segunda. En 2006 acabó en un cuarto puesto con Dani Fernández, antes de ser miembro del grupo Auryn.

Sin duda, estos son unos resultados más que positivos que contrastan (y mucho) con los de la versión adulta del festival, donde solemos ocupar los últimos puestos. Pronto veremos si España continúa con sus buenas posiciones y consigue hacer «reír» a Europa con su propuesta.

FINNEAS / Optimist

La música en solitario de FINNEAS se ha diferenciado de la de su hermana Billie Eilish desde el principio por su sonido clasicista. Finneas O’Connell puede ser productor de locuras como ‘I Didn’t Change My Number‘ o de maravillas como ‘WHEN I WAS OLDER‘ pero cuando escuchas sus propias canciones parece un artista completamente distinto. En su debut, ‘Optimist’, se aparta definitivamente de la dirección musical de ‘Happier than Ever‘ y no para bien.

FINNEAS no necesita decorar sus composiciones con mil y un adornos para que funcionen. Ahí está su balada ‘Angel’ para demostrarlo (Finneas es además compositor único de ‘ocean eyes’ y ‘when the party’s over’, interpretadas por su hermana). El problema es que ‘Angel’ sigue siendo su mejor canción y ni en el EP ‘Blood Harmony‘ ni en este primer disco largo ha sido capaz de entregar composición igual. Se queda cerca con la bonita ‘What They’ll Say About Us’, otra de sus baladas al piano, pero esta canción salió en verano… de 2020. Las novedades reales de ‘Optimist’ no dejan tan buen sabor de boca.

En ‘Optimist’, FINNEAS se postula como una especie de intelectual pop, un autor que observa el mundo que le rodea y sus propios sentimientos desde la distancia. Unas veces acierta y otras no. La cuca balada al piano ‘A Concert Six Months From Now’ captura con ingenio el absurdo de comprar entradas para conciertos a dos años vista por culpa de la pandemia, pero también funciona como canción de amor. En la animadilla ‘Happy Now?’, que utiliza la melodía de ‘Billie Bossa Nova‘, FINNEAS se enfrenta a sus miedos (la muerte de sus padres) y a la transitoriedad de su propia fama («conduzco por la ciudad como la estrella que pretendo ser») y deja una reflexión madura sobre la felicidad.

Sin embargo, FINNEAS no es el comentarista social y político más ocurrente. ‘The Kids Are All Dying’, que es un poco Elton John, ironiza sobre el privilegio («soy más blanco que el mármol») y las falsas equivalencias («¿cómo puedes cantar sobre drogas cuando los políticos están mintiendo?») pero su crítica social es tan blanda como la canción. ‘Medieval’ se conforma con comparar la cultura de la cancelación con los linchamientos públicos de la época medieval y musicalmente es insípida como el pan de molde. Y lo peor de ‘The 90s’ no es su sobredosis de autotune mal entendido sino su nostalgia por una época previa a internet. FINNEAS dice ser consciente de su privilegio, pero en esta canción peca precisamente de no serlo.

Hay algún momento interesante en ‘Optimist’ en el que FINNEAS busca capturar la experimentación de su hermana, como ‘Hurt Locker’, pero es una excepción. En el disco ni las baladas son especialmente emocionantes (‘Love is Pain’ es somnolienta) ni las incursiones en otros sonidos como la música disco (‘How it Ends’) o el funk a lo Prince (‘Around My Neck’) suenan inspiradas. Y el mayor problema -sorpresa- no son las producciones, sino unas composiciones melódicas realmente débiles que, firmadas por otros artistas, pasarían sin pena ni gloria. Claro queda que el tándem de Billie Eilish y FINNEAS es infalible porque, en solitario, el artista pierde en todos los sentidos.

Mikel Erentxun, James Blake, LOVG y Madonna en la lista española, aún dominada por Fito y Fitipaldis

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Fito y Fitipaldis continúa por tercera semana consecutiva en lo más alto de la lista española de álbumes con ‘Cada vez cadáver’. Aunque aún no hay certificado de disco de oro para este lanzamiento, el álbum impide que Mikel Erentxun llegue al número 1 de discos en España, quedando en el puesto 2, exactamente el mismo destino la semana pasada de Quique González con ‘Sur en el valle’.

Mikel Erentxun es aun así la entrada más fuerte con ‘Amigos de guardia’, un disco de 20 pistas en el que aparecen colaboradores como Bunbury, Coque Malla, Zahara con Leiva, Calamaro, Amaia, Santi Balmes, Anni B Sweet, Maika Makovski, Miren Iza, Xoel López y Eva Amaral y Juan Aguirre (por separado), entre muchos otros. Veremos si un proyecto tan atractivo para estas Navidades logra mantenerse durante las próximas semanas. De momento llega al número 2, como decíamos, y sí es número 1 en la lista de vinilos más vendidos.

Hombres G han de conformarse con el número 4 con ‘La esquina de Rowland’, un álbum del que el single principal es el ska ‘Se me sale el corazón’ junto a Carlos Rivera.

Blake llega al puesto 14 con ‘Daboia Russlii’ desde el sello especializado en rap Satelite K. No confundir con James Blake, que sitúa en el puesto 54 su irregular nuevo disco, ‘Friends that Break Your Heart’. Es puesto 13 en la lista nacional de vinilos. Son resultados agridulces los de James Blake, pues este es su mejor resultado histórico en España y también en Reino Unido, donde por primera vez ha llegado al top 4. La mala noticia es que ha desaparecido de todo el top 100 en las midweeks de la segunda semana, por lo que es imposible que logre el disco de plata que sí consiguió con sus dos primeros álbumes en las islas por la distribución de 60.000 copias, tras convertirlos en sendos sleepers. En Estados Unidos, lo nuevo de James Blake ha quedado en el número 75, su segunda peor marca histórica, la peor desde su debut.


El resto de entradas son ‘Rocksport Espacial 2’ de Kidd Keo en el número 60, ‘De inmensidades’ de Sharif en el número 68, ‘Guapa’ de La Oreja de Van Gogh en el número 72 (es top 3 en vinilos), ‘In the Court of the Dragon’ de los metaleros Trivium en el top 73 y ‘Life of a Don’ de Don Toliver (top 77). Este último ha sido número 2 en Estados Unidos y número 26 en Reino Unido.

Las novedades se cierran en el número 82 con Madonna y la edición digital del directo de la gira de ‘Madame X’. España es uno de los pocos países en que el disco ha logrado llegar a listas, pues de momento no hay edición física y Madonna no es precisamente la reina del streaming. En países como Italia o Suiza, el disco ha computado como una extensión del disco de estudio ‘Madame X’.



Todd Haynes pela la banana de la Velvet Underground en un documental

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Hacía diez años, desde la fabulosa miniserie ‘Mildred Pierce’ (2011), que Todd Haynes no firmaba un guión. Un hecho muy significativo que quizá explique los derroteros que ha tomado su filmografía durante la última década, con títulos de temáticas muy dispares –‘Carol’ (2015), ‘Wonderstruck’ (2017), ‘Aguas oscuras’ (2019)- y mucho menos personales (sobre todo los dos últimos) de lo que nos tenía acostumbrados.

Con ‘The Velvet Underground’ (Apple TV) vuelve a dirigir un guión propio. Aunque su peso en un documental no es el mismo que en una ficción, sí se aprecia una voluntad de estilo que la emparenta con sus dos películas anteriores sobre el rock: ‘Velvet Goldmine’ (1998) y ‘I’m Not There’ (2007). De la primera, Haynes recoge su interés por reflejar el espíritu de una época, por capturar esa energía creativa que se materializa en movimientos artísticos que transforman la historia del arte para siempre.

En ese sentido, ‘The Velvet Underground’ está contextualizada de forma brillante. El documental explica de forma extraordinaria, con notable afán didáctico, cuál fue el magma creativo –las experimentaciones sonoras de John Cage y La Monte Young, la poesía beatnik, el cine de Jonas Mekas, la Factory de Andy Warhol-, social –los bajos fondos neoyorquinos, la homosexualidad clandestina, la experimentación con las drogas-, y personal –las complicadas infancias de John Cale y, sobre todo, de Lou Reed- del que surgió, erupcionó, The Velvet Underground.

También analiza, desde una perspectiva crítica (esto no es una hagiografía), cómo fue aquel movimiento, sobre todo con respecto a la Factory. A destacar dos momentos: la denuncia que hace la periodista Amy Taubin del machismo que imperaba en el “progresista” estudio de Warhol, lleno de chicas-florero ador(n)ando a los “genios”, y el divertido choque cultural que se produjo cuando los oscuros y nihilistas miembros de la neoyorquina Velvet viajaron a la soleada y hippy California de los sesenta.

En relación con ‘I’m Not There’, el (anti)biopic de Bob Dylan, Haynes utiliza una estructura formal polifónica, un puzzle visual y sonoro, que recuerda al que usó en esa película. Aunque narrativamente ‘The Velvet Underground’ sigue una línea cronológica convencional, formalmente es un fascinante collage de imágenes, sonidos y voces que cumple una triple función: sirve como homenaje al cine experimental americano de los 60, de apoyo para la contextualización histórica del filme, y como metáfora sobre la propia banda, capaces de unir lo popular con lo experimental. No se puede decir que Haynes haya reinventado el subgénero de los rockumentaries, pero sí que ha hecho uno de los mejores de los últimos años.

‘Ateo’ de C. Tangana y Nathy Peluso, número 1 de singles en España

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Como se venía viendo en los números del top 50 de Spotify España, a los que se ha sumado la polémica por su videoclip supuestamente blasfemo, ‘Ateo‘ de C. Tangana y Nathy Peluso es el nuevo número 1 de singles en el país. Es el quinto número 1 para Antón Álvarez en España tras los conseguidos por ‘Nunca estoy’, ‘Demasiadas mujeres’, ‘Tú me dejaste de querer’ con La Húngara y Niño de Elche e ‘Ingobernable’ y el primero para Nathy Peluso. El anterior número 1 de la lista, el remix de ‘Mon Amour’ de zzoilo con Aitana, pasa al puesto 2.

En el número 5 entra ‘Lo Siento BB’, ese tema que parece haber unido a la fuerza a Bad Bunny y Tainy con Julieta Venegas. Por supuesto, Bad Bunny está acostumbrado a ocupar las posiciones altas de las listas de éxitos, pero Julieta Venegas lleva años apartada de su faceta más comercial. ‘Lo Siento BB’ le da su mayor éxito en España desde que ‘El presente’, el single principal de su ‘MTV Unplugged’, alcanzara el número 9 de la lista de singles española allá por el año 2008. Eso sí, sin igualar el top 2 conseguido por ‘Limón y sal’ ni el top 1 conseguido por ‘Me voy’ unos años antes.

Unos puestos por debajo, en el número 11, aparece la fantástica colaboración de Bizarrap y Ptazeta, actual top 9 en Spotify Spain, por lo que podría subir posiciones la semana que viene. La «sesión, vol. 45» de Bizarrap da al productor argentino uno de sus mayores éxitos en la lista de singles española: su colaboración con Nathy Peluso también alcanzó el número 11, mientras la de Nicky Jam llegó a ser número 3.

Finalmente, ‘No, no vuelve’, el nuevo single de Dani Martín sobre el no-regreso de El Canto del Loco, entra en el 74 y ‘Feel Me??’ de Trueno lo hace en el 82.



The Noises, entre Two Door Cinema Club y Morat, avanzan nuevo EP sobre la pandemia

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The Noises es un grupo de indie-rock de Madrid que lleva 15 años en activo. En 2011 llegó su debut ‘Bellavista’ y en 2014, su segundo disco ‘Pacífico’ dejó un tema, el titular, que hoy acumula más de 1 millón de reproducciones en Spotify; además de una colaboración con Alberto Jiménez de Miss Caffeina. El ahora dúo compuesto por Fran y Jess prepara estos días el lanzamiento de un nuevo EP, ‘Los Malditos’, que saldrá respaldado por la comunidad musical Acqustic, y cuyo primer adelanto ya se puede escuchar.

Desde sus inicios, el sonido de The Noises ha apuntado sin ningún tipo de disimulo al indie-rock bailable y festivalero de grupos como Two Door Cinema Club, The Wombats o los primeros Arctic Monkeys. A su vez, sus estribillos estaban cantados a coro a la manera de unos Morat, solo que The Noises llegaron un poco antes. ‘Canadá (Cap. 1: Encuentro)’, el primer single de ‘Los Malditos’, sigue explorando el sonido típico de The Noises pero introduce ligeros cambios.

Voz, guitarra acústica y una interesante melodía de teclado Wurlitzer son los primeros elementos que se escuchan en ‘Canadá (Cap. 1: Encuentro)’. Justo cuando parece que The Noises se han hecho un Radiohead (a los que recuerdan en su single ‘Días que no volverán’), los madrileños introducen otro de sus grandes estribillos cantados a coro totalmente taberneros, pero la composición presenta a su vez recovecos, entre varios cambios de ritmo y la introducción de una sección jazzy.

‘Canadá (Cap. 1: Encuentro)’ es el primer capítulo de un EP que contará una historia sobre la pandemia. «Los cuatro (capítulos) darán forma a un mini relato que podríamos traducir como un mensaje de esperanza. Un mensaje que cuenta como esta pandemia, al igual que a muchos de vosotros, nos ha dejado anímicamente tocados. (¿por qué no contar también las cosas negativas en las redes?). Eso sí, y no nos queda otra, que luchar y resurgir. De eso estamos seguros. Además, siempre se vuelve con más fuerza y habiendo aprendido por el camino».

Kanye West se cambia el nombre legalmente a ye

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Kanye West se ha cambiado el nombre legalmente a ye. Un tribunal de Los Ángeles ha aprobado la solicitud del rapero, cuyo nombre completo era Kanye Omari West, de cambiarse el nombre a este monosílabo que lleva años utilizando y con el que llegó a titular uno de sus discos. TMZ ha obtenido los documentos legales que confirman la noticia.

En 2018, el mismo año en que salió ‘ye’, Kanye explicó el significado de la palabra y el motivo por el que había decidido llamarse asÍ. «Creo que «ye» es la palabra más usada en la Biblia. En la Biblia significa «tú». Así que yo soy tú. Y yo soy nosotros. (La palabra) ha pasado de ser Kanye, que significa «el único», a ser Ye. Es un reflejo de todo lo bueno y lo malo que somos, de toda la confusión que nos rodea. Es un reflejo de quienes somos como seres humanos». Kim Kardashian West continuará usando el antiguo apellido del rapero pese a que ambos continúan adelante con sus planes de divorcio.

Poco después de que trascendiera la noticia del cambio de nombre de ye, el rapero compartía en redes una imagen de él en la que se puede apreciar su nuca y un extraño corte de pelo. Acompañaba la foto con una leyenda en la que puede leerse el signo ¥. El artista parece dar a entender que este símbolo que representa las monedas china (yuan) y japonesa (yen) es además su nuevo logo, a la manera de Prince. El artista continúa triunfando, especialmente en Estados Unidos, con su último álbum, ‘Donda‘.

Podcast sobre ‘DONDA’ de Kanye West

‘La jota del poliamor’ es el gran himno «loser» de Alavedra

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Este mes ha visto la luz el disco de debut de Alavedra, con el suculento nombre de ‘Uf, venga’. Se trata del proyecto de cuatro amigos asentados en Barcelona llamados Genís, Dani (conocido también por su proyecto Bearoid), Ret y Xiri. En los últimos meses han abanderado lo que tildan de «sonido Carmel» junto a sus colegas de Pantocrator -con los que han colaborado y tienen algún miembro en vivo en común- y Diamante Negro. Foto: Miguel Robres.

En el álbum de Alavedra se incluyen 8 temas de garage-rock entre gracietas como ‘Agua con coco’ y cortes con títulos tan llamativos como ‘Soy una mierda’. En este contexto ganan enteros los que han sido sus grandes singles de adelanto, como ’T-odio’, que abre el álbum, y ‘La jota del poliamor’, que es hoy finalmente nuestra Canción del Día.

Muy beneficiada por haber aparecido en el Radar Indie de Spotify -en nuestra web la presentó nuestro compañero Raúl Guillén en Flores en el Estiércol este verano-, ‘La jota del poliamor’ suma ya casi 50.000 streamings en Spoti. Mantiene el humor de singles compartidos en 2019 como ‘La de Instagram’, en el que mencionaban a Manel, Radio 3, Spotify y el trap para concluir «no me escucha ni mi gato», sólo que ahora hablando de lo que ellos consideran que es «lo que lo más preocupa a la población mundial en 2021». ¿El cambio climático?, bromean. No, el poliamor.

‘La jota del poliamor’ es la típica canción derrotista «loser» que siempre ha canturreado el indie pop desde los tiempos de los Smiths, sobre un muchacho más solo que Morrissey en ‘How Soon Is Now’. «Todos mis amigos tienen novia menos yo, ¿por qué se me ha ocurrido ahora hacerme del poliamor?», se lamenta una letra que también habla sobre ir a terapia, no tener por ello dinero para salir a cenar, y termina explotando en un ataque de celos dirigiéndose a una antigua ex: «sales comunicando, estarás follando» es el estribillo.

‘La jota del poliamor’ se sirve de un ligero ritmo de canción tradicional para diferenciar estas de otras canciones de su repertorio, si bien son los arrebatos de guitarra planetera y el crescendo de la interpretación lo que terminan de elevarla. O eso o su toque de humor con dardo envenenado a Izal («he buscado en Tinder alguien que me dé calor / pero todos son tías con Izal como canción»). Lo seguro es que el tema tiene todas las armas para lanzar una carrera, como ya ha empezado a suceder.

‘Easy On Me’ de Adele bate récords de streaming diarios… pero no gracias a España

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‘Easy On Me’ de Adele ha arrasado y será número 1 directo en varios territorios, comenzando por Reino Unido, donde ha movido el equivalente a 100.000 unidades vendidas en tan sólo 3 días gracias a sus descargas y a su monstruoso streaming. En Estados Unidos, la canción debuta ya en el puesto 68 del Billboard Hot 100 gracias a sus primeras 5 horas de vida el pasado jueves: cuando ‘Easy On Me’ se lanzó en la medianoche del pasado viernes en Reino Unido, aún era jueves en Estados Unidos.

Varias plataformas han notificado que ‘Easy On Me’ ha batido el récord histórico de streamings diarios, entre ellas Amazon Music o la propia Spotify. Los datos de esta son públicos y relevantes, pues son los más abultados. ‘Easy On Me’ alcanzó los 24 millones de reproducciones en sus primeras 24 horas en Spotify a nivel global, batiendo el récord de streamings diarios que hasta entonces ostentaba ‘Butter’ de BTS. Desde entonces, la canción no se ha desinflado, sino que llega ya a los 52 millones de reproducciones, manteniendo muy holgadamente el número 1 del global de Spotify y el de numerosos países como Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Canadá, Francia, Alemania, Holanda, Suecia…

Curiosamente, España no está aportando gran cosa a todo este furor y parece que, a menos que sus descargas sean monumentales, ‘Easy On Me’ no será número 1 en nuestro país como sí lo logró ‘Hello’. El nuevo single de Adele entraba al puesto 15 de Spotify España el pasado viernes, bajando a continuación al número 28. Ahora mismo, el tema recupera posiciones y sube al número 25, dejando ver que la canción podría ser top 20 o top 10 en España dependiendo de sus resultados en otras plataformas. Es habitual que artistas internacionales del tamaño de Dua Lipa, Ed Sheeran, Justin Bieber o The Weeknd logren resultados más modestos en nuestro país, siempre entregado al reggaetón en particular y a las canciones en español en general.

Para encontrar mercados grandes en que ‘Easy On Me’ esté funcionando peor que en España hay que irse a otros lugares de lengua de origen latino como Brasil o Argentina, y a territorios tan remotos como India o Japón. Incluso en Italia, tan reticente como nosotros a las canciones en inglés, la canción es top 10.

Por otro lado, se ha anunciado que antes de la salida de ’30’ el próximo 19 de noviembre, se emitirá en la CBS americana un especial Adele en el que sonarán varios de sus clásicos y algunas canciones nuevas. Lo presentará Oprah Winfrey. Se emitirá el domingo antes del lanzamiento, el día 14 de noviembre.

Christina Aguilera anuncia ‘Pa Mis Muchachas’ con Nathy Peluso, Becky G y Nicki Nicole

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Christina Aguilera dijo en abril que se encontraba a «meses» de anunciar dos nuevos discos. Llegado octubre parece que, como mínimo, arranca la promoción de uno de ellos.

La cantante ha anunciado que su nuevo single ‘Pa Mis Muchachas’ sale este viernes con la colaboración de Nathy Peluso, Becky G y Nicki Nicole. Tres de las artistas más relevantes en el pop latino actual acompañarán a Christina en el inicio de su nueva era latina. Desde ‘Mi Reflejo’, editado en el año 2000, Christina no publicaba un disco centrado en su origen latinoamericano ni cantado enteramente en español.

En una entrevista reciente, Christina Aguilera confirmaba que su nuevo disco en español saldría pronto y que ya había rodado los «dos vídeos para el primer single». No está claro si ha preparado dos vídeos para un único single o si el primer single contará en realidad con una cara b, pues estos días se han filtrado a la red de hecho dos canciones nuevas de la artista interpretadas en español, ‘Santo Santo’ y la mencionada ‘Pa’ Mis Muchachas’, que incluirá tan interesantes colaboraciones en su versión final.

‘El Juego del Calamar’: ¿es para tanto el bombazo de Netflix?

A estas alturas poca presentación necesita ‘El Juego del Calamar’. Pero si hace un año nos dicen que una serie coreana iba a ser la número 1 en el mundo, que iba a reventar los datos históricos de Netflix y que iba a crear polémica a la hora del recreo en los colegios de esta España nuestra, quizás habríamos preguntado por un poco de contexto. Y si se lo hubiesen dicho a Hwang Dong-hyuk, su creador, seguramente no se lo habría creído… pero aquí estamos. ¿Cuáles son los ingredientes con los que se ha conseguido esta hazaña en la que todo tu círculo ha ido cayendo poco a poco? Y, si aún no la has visto, seguramente tengas una segunda pregunta: ¿es para tanto? La respuesta corta, si la comparamos no ya con series más sesudas, sino con otras que enganchan que da gusto, sería “no”. Pero eso no significa que ‘El Juego del Calamar’ sea mala, y ni mucho menos significa que su punto de partida no sea interesante. De hecho, es lo más interesante.

Situémonos para quienes lo necesiten: Seong Gi-hun es un pobre diablo adicto a los juegos de azar y que no va a ganar el premio a Padre del Año, aunque por su situación tampoco es que tenga muy fácil conseguirlo. Amenazado por unos cobradores de deudas, y por el hecho de que su ex se va a llevar a su hija a Estados Unidos, acaba aceptando entrar en un misterioso juego que parece televisado, y en el que participan muchos otros que, como él, necesitan dinero desesperadamente. Lo que ni él ni el resto se imagina es que esto es una mezcla de ‘Battle Royale’ y ‘Los Juegos del Hambre’, y que sus vidas no valen absolutamente nada. Miento, sí que valen: por cada persona que muere, el dinero del premio aumenta, quedando claro que el botín se lo llevará el único que sobreviva a una serie de macabras pruebas que imitan juegos infantiles de Corea del Sur.

La serie no entra demasiado en la denuncia social y en la crítica al capitalismo que hay detrás de todo esto (aunque hay quienes dicen que la serie más bien hace apología de la “mentalidad de tiburón” (¿?), y lo apuesta todo al enganche, el shock value con las muertes y las pruebas, y a una explosión de colores en fotografía y vestuario que, desde luego, lo convierten en un producto tremendamente pop. Pero, como decimos, no esperéis un ‘Parásitos‘ a pesar de la temática y la localización: ‘El juego del calamar’ engancha y es visualmente muy atractiva, pero ni inventa nada ni tiene los mismos objetivos. Hay dos momentos especialmente donde la serie podría haberse atrevido a ir más allá, pero no: uno está en el final, y otro en el capítulo de los VIPs (que acaba pareciendo un remix cutre y reaccionario de ‘Eyes Wide Shut’). Por el contrario, acaba tirando de elementos que no aportan mucho más allá del morbo hiperviolento, como la trama del tráfico de órganos, o más formulaicas que finalmente no llevan a ningún sitio, como la del hermano del policía.

El reparto ha vivido en sus carnes el tremendo bombazo, como le pasó a los de ‘La Casa de Papel‘: HoYeon Jung (que interpreta a Kang Sae-byeok) ha pasado de tener unos cien mil seguidores en redes sociales a casi 30 millones en solo las semanas que lleva la serie en emisión. La actriz es una de las más destacables de la ficción, junto a Park Hae-soo, Lee Yoo-mi, Gong Yoo, Kim Joo-ryoung o Wi Ha-joonn (bastante por encima de sus compañeros Lee Jung-jae, Heo Sung-tae o Anupam Tripathi). La buena disposición y cocción a fuego lento de los dos primeros episodios, y los cuidados cliffhangers en el final de cada capítulo han ayudado también a que la serie, sin ser nada del otro mundo ni tampoco enganchar como otras, se haya convertido en este fenómeno, impulsando también a la superior ‘Alice in Borderland’ y consiguiendo llamar la atención en España sobre el escándalo del subtitulado en Netflix. Hwang Dong-hyuk se negaba a una segunda temporada, pero el gigante del streaming le ha convertido en un personaje de su propia serie, y con el suficiente número de ceros, el creador ha empezado a vislumbrar una nueva trama. Si se pulen ciertos aspectos, ‘El Juego del Calamar’ podría ser no solo un fenómeno, sino una serie notable. Los elementos los tiene.

Jack White no suena inspiradísimo en su primer single en 4 años

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Jack White ha estrenado su primer single en cuatro años. ‘Taking Me Back’ era la canción que sonaba en el tráiler, estrenado en los últimos días, de ‘Call of Duty: Vanguard’, el nuevo título de la famosa franquicia de videojuegos que llega al mercado el 5 de noviembre, y desde hoy puede escucharse en su totalidad junto con una versión acústica.

Lógicamente, Jack White no ha cedido una canción digna de ser un primer single de su nuevo disco a ‘Call of Duty’. Quizá la franquicia tampoco habría aceptado utilizar una canción tan buena que pudiera eclipsar el lanzamiento de su videojuego. Así, ‘Taking Me Back’ cumple ni más ni menos que como canción de anuncio, en su caso sin que su sonido rock ‘n’roll nos diga demasiado sobre la evolución musical de Jack White. Quizá, de nuevo, tampoco era la intención.

‘Taking Me Back’ es la típica grabación de rock’n’ roll mega-eléctrica de Jack White, una canción de rock enajenada que lo apuesta todo a la potencia de las guitarras eléctricas y a un in crescendo simple pero efectivo. Poco más se puede destacar de esta composición que cae definitivamente más cerca de la decepción de ‘Boarding House Reach‘ (2018) que de las superventas de ‘Lazaretto‘ (2014).

En una nueva muestra de la nostalgia patológica que sufre Jack White, lo mejor que se puede decir de esta canción que vuelve a los viejos tiempos (como su propio título indica) es que menciona a los Mystics, la banda de doo-wop de los 50 y 60 que popularizó la maravillosa ‘Hushabye’. Nunca es tarde para descubrir esta maravilla de pop clásico lanzada en 1959 que llegó a ser versionada por los Beach Boys unos años más tarde.


PinkPantheress crea magia sampleando ‘Gypsy Woman’ en ‘I Must Apologise’

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to hell with it‘ de PinkPantheress será el Disco de la Semana. El debut «largo» de PinkPantheress, que no dura ni 19 minutos, llega al mercado bajo la designación de «mixtape» en lugar de «álbum» y a pesar de contener tres de los mayores éxitos de la británica hasta la fecha, estos son ‘Passion‘, ‘Just for me’ y ‘Break it off‘, el último de los cuales ha sido inexplicablemente relegado al estatus de «bonus track», cuando de hecho es el más popular de todos, y el tema que ha catapultado a PinkPantheress al estrellato.

Entre los temas que han avanzado el lanzamiento de ‘to hell with it’ se encuentra ‘I Must Apologise’, hoy la Canción Del Día. Los temas de PinkPantheress, una artista que se ha popularizado primero en TikTok, suelen obedecer tres mandamientos: por un lado deben sustentarse en un beat de UK garage o similares (drum ‘n bass, jungle, 2tep); por el otro deben samplear un hit viejo con el que sorprender a nostálgicos y, finalmente, deben ser más cortos que un pesteñeo. ‘I Must Apologise’ hace «tick» en las tres casillas y en una cuarta: es una pequeña maravilla. También, como sus mejores canciones, es enormemente adictiva.

‘I Must Apologise’ samplea ‘Gypsy Woman’ de Crystal Waters, uno de los mayores éxitos dance de los años 90. En concreto, PinkPantheress y su productor Oscar Scheller (Rina Sawayama, Ashnikko) se valen de su elegante acorde de teclados para armar una producción igual de sofisticada, pero mucho más breve, en la que PinkPantheress termina como engullida por la vorágine de sonido de su estribillo. La atmósfera de la canción es nocturna, lluviosa y urbana, muy jungle por tanto, mientras la letra asume una disculpa: PinkPantheress miente a su novio y, durante una fiesta, medita cómo pedirle perdón. Te invitamos a comentar ‘to hell with it’ en nuestros foros.

Coldplay / Music of the Spheres

Hay que entender a Coldplay: de un tiempo a esta parte, cuando hacen buenos discos, el mundo simplemente no escucha. Les pasó con ‘Ghost Stories‘ y les pasó con ‘Everyday Life‘, un enorme fracaso comercial pese a haber sido editado en Navidad. ‘Music of the Spheres’ es como si se hubieran dicho a sí mismos que para salir en la lista de lo mejor del año de la Rolling, ser nominados al Grammy a Álbum del Año junto a otra decena de discos y poco más, mejor no comerse demasiado la cabeza. Por eso ha de ser que ahora vuelven con un disco producido por Max Martin, responsable de los primeros éxitos de Britney y Katy Perry, y de alguno de los últimos de The Weeknd.

El noveno largo de Coldplay tiene su concepto, pero parece improvisado en 5 minutos. Es como si Chris Martin hubiera dado una idea a través de un Zoom, Jonny, Guy y Will hubieran respondido «qué guay» y todo el mundo hubiera vuelto inmediatamente a ponerse alguna fantasía en Netflix. El concepto es un «sistema solar» alternativo con sus planetas, satélites, su estrella, su nebulosa, etcétera. Existe un relato vago -muy vago- sobre un planeta en el que la música está prohibida, y un protagonista llamado DJ L’Afrique que desafía tal ley en la pomposa ‘Humankind’, versando todo en realidad sobre la importancia del amor, no importa la galaxia. Janelle Monáe habría sido capaz de montar con pocos elementos el nuevo ‘Blade Runner’. Lo de Coldplay es más bien el guión de una función escolar a la que le ha tocado la lotería en el reparto de los presupuestos.

Chris Martin explica que le gusta hacer discos «como un todo, con interludios y secciones musicales entre las canciones». Uno de los problemas principales de ‘Music of the Spheres’ es que se han pasado de frenada en ese sentido, dando tanto protagonismo a esas secciones musicales vacuamente tituladas a modo de emoji, que a fin de cuentas las composiciones presentadas son escasas ya en número al margen de su calidad. Como para resarcirse, cierran el álbum con un tema de 10 minutos llamado ‘Coloratura’ que de hecho avanzaron a modo de «buzz single», y hasta esa jugada deja un agridulce sabor de boca en el conjunto. ‘Coloratura’ es una interesante composición con sus pasajes orquestales, su arpa, la irresistible toma vocal de Chris Martin derritiendo con su pronunciación de la frase «in this crazy world, I do», recordando que siempre ha sido un gran cantante… ¿pero dónde están esa ambición y esas texturas en el resto del disco? ¿Seguros de que esto no es un improvisado EP de media hora con un bonus track procedente de otro universo paralelo?

Lo único que no parece improvisado por aquí son las colaboraciones. Chris Martin, anticipándose a las críticas que siempre les han perseguido y que les crucificaron con razón cuando lograron el mayor éxito de toda su carrera acompañándose de Chainsmokers porque no había nadie mejor, ha justificado la presencia de BTS y Selena Gomez hablando de madurez, nada menos. Dice que de jóvenes, Coldplay se «encerraban en una habitación para componer, empeñados en demostrarse a sí mismos lo que valían». «Esos tiempos han pasado y es más importante para nosotros colaborar con otros artistas de diferentes géneros porque añade color y carácter a la música». BTS en ‘My Universe’ han añadido más streamings que carácter, pues lo mejor que puede decirse de su intervención es que uno de sus miembros, Jung Kook, suena en un momento igual que Justin Bieber; hablando de lo cual a la pobre Selena Gomez ya podían haberla llamado para una balada con más lustre que ‘Let Somebody Go’. Su letra sobre el amor que se acaba no puede ser más genérica y lo único que se salva de ella son los teclados tipo 80’s.

Es la década a la que también remite el single ‘Higher Power’, en conexión con las canciones de karaoke de Survivor y Journey. Un tema que busca «el astronauta en nuestro interior, alguien capaz de hacer cosas increíbles» sin encontrarlo. Otra ocasión perdida es la de la voz con el «pitch» tuneado efecto «alien» de ‘Biutyful’ (sic), al menos pegadiza. Todo lo que Frank Ocean consiguió en ‘Nikes’ -la melancolía, la sugerencia, lo tortuoso-, tirado por la borda en favor de lo simplemente ñoño. ¿Es que ni siquiera escucharon o recuerdan cómo Flaming Lips sacaron partido de lo robótico en la era ‘Yoshimi’?

Cuando crees que el disco no puede ir a peor, Coldplay deciden dedicar uno de los interludios a sus fans latinoamericanos, para lo cual lo mejor que se les ha ocurrido es reunir un montón de «oé, oé, oés» como sampleados de uno de esos estadios de fútbol y tratarlos en el estudio. Así han desperdiciado al enorme Jon Hopkins en ‘∞’. Entre las dudas que deja el glam rock pasado por el filtro de Muse de ‘People of the Pride’, sobre un hombre que se cree Dios, una de las pocas canciones recuperables la próxima Navidad es la del emoji con forma de corazón: «Human Heart» para los viejos amigos. Habla sobre la falta de comunicación entre los seres humanos, sobre «chicos que no lloran y chicas que fingen», y parece producida por el primer Bon Iver, para bien.

Tras todo este experimento post-pandemia, también justificado con la idea de que Chris Martin necesitaba ofrecer algo alegre a sus seguidores en tan adversas condiciones para la humanidad, Coldplay pueden mirar su cuenta y comprobar satisfechos cómo aumentan al fin los ceros. Debe de ser frustrante hacer buenos discos de pop-rock que la gente simplemente no oye por dejadez, y si no, que se lo pregunten a los Killers. Los únicos que perdemos en esta jugada somos aquellos que defendemos con ahínco la mitad buena de su discografía: se nos está quedando cada vez más cara de pringados.

ABBA lanzarán el single ‘Just a Notion’ este viernes

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ABBA lanzarán el tercer single de ‘Voyage’ este viernes 22 de octubre. El grupo, cuyo regreso es obviamente una de las noticias musicales más importantes del año, ha compartido un adelanto de ‘Just a Notion’ en Youtube, si bien la canción le será familiar a los fans más acérrimos de la banda, pues tiene ya 40 años.

En 1979, ABBA publicaron su sexto álbum de estudio, ‘Voulez-Vous’, el que contenía ‘Chiquitita’ y el éxito titular. Una de las maquetas registradas durante las sesiones de grabación de ‘Voulez-Vous’ fue ‘Just a Notion’, que se quedó en el tintero porque ABBA no dieron con la mezcla adecuada. Ahora, el cuarteto sueco ha decidido rescatarla del baúl de los recuerdos para incluirla en su nuevo disco.

Quizá conscientes de que la canción valía la pena, ABBA incluyeron un fragmento de ‘Just a Notion’ en el box set de 1994 ‘Thank Your for the Music’, el cual puede escucharse en Youtube. Unos años después, en 1999, la versión completa de la canción llegó de la mano de Arrival, la banda tributo a ABBA en la que tocaba el bajista de ABBA Rutger Gunnarsson, y que incluyó ‘Just a Notion’ en su debut.

Como puede escucharse en la versión de Arrival pero también en el par de adelantos compartidos por ABBA, ‘Just a Notion’ presenta un animadillo sonido country-rock. Sin embargo, la versión nueva de ABBA podría ser diferente, aunque, a tenor del mencionado adelanto colgado en el canal de ABBA en Youtube, parece que se ha respetado el sonido original… hasta el punto de que las voces ni siquiera parecen las actuales.

‘Voyage’, el nuevo álbum de ABBA, sale el 5 de noviembre respaldado especialmente por el éxito de la disco ‘Don’t Shut Me Down’, que continúa en la tabla de singles británica, en la parte baja (número 97), mientras la balada ‘I Still Have Faith in You’ ya ha abandonado la lista.


Davilés, ‘Ateo’ y el inminente single de Rosalía: la bachata está de moda

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«Y mientras cuentan cuentos, tú y yo solos, bachatas y una botella». ¿Qué bachatas bailan Nathy Peluso y C. Tangana en ‘Ateo‘? Probablemente alguna de las que han triunfado recientemente. Porque que la bachata está de moda ya es innegable.

‘Ateo’ es una bachata clásica, de 4 minutos de duración, una eternidad para las playlists de hoy, que este martes entrará en el número 1 de la lista de singles española. No es la primera vez que C. Tangana arrasa con un sonido parecido: su éxito ‘Tú me dejaste de querer‘ era una «rumbachata» en sus propias palabras al combinar elementos de la rumba y la bachata. Pero ‘Ateo’ ya es una bachata pura y dura… y no es la única que ha triunfado solo este mismo año.

Después de dejarse caer durante meses por las listas españolas, esta primavera el cantante y rapero valenciano Davilés de Novelda ha consolidado su éxito comercial gracias a la repercusión de ‘Flamenco y bachata‘ y a la fusión de géneros que anuncia su título. Este verano, Bad Bunny, siempre dispuesto a colaborar con sus héroes, ha triunfado con ‘Volví‘, una canción que fusiona reggaetón y bachata, interpretada junto a Aventura, los reyes del género.

Originario de la República Dominicana, la bachata es un género de la música popular latina que fusiona bolero rítmico, son cubano o merengue y que también da nombre a un baile popular. Con más o menos impacto, la bachata siempre ha estado presente en las listas de éxitos: en los 90 Juan Luis Guerra, que volvía hace unos años sin traicionarse a sí mismo, triunfó con un álbum llamado ‘Bachata Rosa’ recientemente reivindicado por Baiuca y que, por cierto, se abría con un tema llamado ‘Rosalía’; y en 2004 ‘Obsesión’ de Aventura fue uno de los mayores macrohits del año. En 2013, su cantante principal, Romeo Santos, lo petaba con la bachata de ‘Propuesta indecente’. El éxito de la bachata en la actualidad hacen parecer pionera a Shakira, que en 2017 sacaba una con Prince Royce llamada ‘Deja vu‘ cuando el género gozaba de menos popularidad.

La mención a Rosalía no es en vano: la catalana acaba de avanzar un single nuevo en TikTok y es una bachata (vídeo bajo estas líneas). Parece que ella también se sube al carro del éxito de este sonido que, recientemente, ha llevado también a Rusherking y María Becerra a unir fuerzas en la bachata ‘Antes de ti’ o, en el underground, a Bea Pelea a editar la bachata ‘Infieles’ con Los Del Control. El nuevo disco de Natti Natasha se casi-cierra con una bachata (la pista final es un remix). En España, el gallego ORTIGA ha explorado este sonido a su manera, pero es ‘Ateo’ el tema que parece estar suponiendo un punto de inflexión. ¿Está la mejor bachata moderna aún por salir?







Bad Gyal entrega otro reggaetón facilón pero efectivo en ‘Flow 2000’

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Bad Gyal ha vuelto este viernes con un nuevo single que has podido escuchar en la playlist de novedades actualizada. El título de ‘Flow 2000’ tira otro anzuelo nostálgico a las playlists de moda y el sonido del tema apunta al del reggaetón de la época, ese que con más o menos atino también ha reivindicado Rosalía en ‘Con altura’.

Sin artistas invitados acreditados esta vez, ‘Flow 2000’ es otra producción de El Guincho, mano derecha de Bad Gyal, quien vuelve a apostar por un sonido cercano al del reggaetón primigenio, el de las primeras «mixtapes» que circulaban por Panamá y Puerto Rico, más que por la sofisticación de un J Balvin. El canario firma la producción junto con Alecto y rawsanches.

‘Flow 2000’ pone todo el énfasis en el carisma de Bad Gyal y puede ser una de sus canciones melódicamente más dinámicas. Desde que empieza con el primer estribillo («me dice que me veo cara») se nota que no es la típica melodía de Bad Gyal pero, a la vez, que está hecha para que clavarse en el cerebro. Lo consigue, por ejemplo, cuando Alba se proclama la mejor «en el género urbano» para sentenciar en la frase siguiente: «una verdad como un piano».

Aunque Bad Gyal se cubre de joyas en ‘Flow 2000’ y también en su videoclip, dirigido por ella misma, la producción no suena especialmente lujosa, más bien busca sonar tan universal como un hit de Daddy Yankee. No resulta igual de histórica que ‘Gasolina’ pero la letra, entre frases que riman «Emilio Pucci» con «pussy exclusive» o aluden a la «Britney en los tiempos de antes», desde luego tiene gracia. No es ‘44‘ pero funciona.

Morreo / Fiesta nacional

Morreo, el dúo formado por Germán y Joseca, debuta al fin en largo reuniendo algunos de los singles que les han hecho ser contratados por algunos de los festivales y ciclos que se han podido realizar durante la pandemia (hace poco había cola para verles en el Festival Brillante), junto a otros temas nuevos. Fue ‘Pesadilla pop’ la primera que nos enamoró hace un año, destacando después también ‘Hola, corazón’, ‘Quemados por el sol’ y ‘Soy un rayo’.

La tradición de Elefant Records, en concreto Papá Topo y sobre todo Corazón, parece haber impregnado su estética en todos los sentidos, con dos diferencias: en Morreo la base rítmica y los teclados se nutren más bien de psicodelia sesentera, y también aparece en sus composiciones cierto rastro de la tradición andaluza, comunidad de la que proceden originalmente.

De esta manera, Temples y Sons of Raphael están entre sus influencias, solo que compartiendo palestra con el sonido que caracterizó a Los Brincos, Los Ángeles, Los Módulos y quizá también a Carlos Berlanga, este último aunque solo sea a modo de dilema. “¿Prefieres aceite o mermelada?”, se pregunta la canción inicial llamada ‘Desayuno’.

Así, las canciones de ‘Fiesta nacional’ nos remiten a nuestros pueblos, a la sal del mar y las toallas de playa como sucede en ‘Quemados por el sol’. Nos hablan del verano que se fue llevándose el amor por delante, como sucede en ‘Tiempos verbales’, del amor y la cotidianidad de comidas familiares que terminan fatal, como ‘Nadia’; o de soledad como sucede en ‘Fiesta!’, que parece interpolar ‘Flamenco’ de Los Brincos.

En un momento en el que el folclore patrio se ha revitalizado, Morreo han conseguido dotarle de cierta personalidad, ampliando al doop-wop de la mencionada ‘Nadia’, que acude al rescate de una «cara B» que empezaba a sonar algo monocorde. Y es que no es tan habitual que un nombre con su background consienta lo mismo un directo para la serie Press Play at Home de la Academia de los Grammy que un ligero recuerdo al sonido de Smash, la banda de rock psicodélico de Manuel Molina de Lole y Manuel.

‘All My Life’ no debería ser una joya perdida de Michael Kiwanuka

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Michael Kiwanuka ganó el Mercury Prize en 2020 por el sobresaliente ‘KIWANUKA‘. El británico empezó el año con la gira de presentación del disco, que hubo de acortarse antes de tiempo por las razones que todos conocemos. Hasta la fecha, Kiwanuka no ha podido presentar ‘KIWANUKA’ en directo como Dios manda, pero ya tiene enfilada una gira mundial que arrancará en Reino Unido en mayo de 2022 y le traerá a España en septiembre: las fechas confirmadas son un total de 5.

El 16 de septiembre, Kiwanuka actuará en la Sala Razzmatazz de Barcelona, que acaba de abrir sus puertas; el 17 en la Sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza, el 19 y 20 de septiembre en La Riviera de Madrid y el 22 de septiembre en el Auditorio del Mar de Vigo.

Mientras Kiwanuka continúa trabajando en su nuevo álbum, según nota de prensa oficial de Universal/Polydor, el artista ha estrenado estos días dos canciones nuevas, las primeras tras ganar el preciado premio. Son ‘Beautiful Life’ y ‘All My Life’.

La primera aparecerá en los créditos de ‘Convergence’, el nuevo documental de Netflix sobre la covid, dirigido por el ganador de un Oscar Orlando von Einsiedel. “En esta canción he querido centrarme en el sentimiento de la verdadera fuerza del ser humano cuando busca la belleza, incluso en situaciones de dificultad», explica Kiwanuka. «Por supuesto en algunas ocasiones se hace mucho más complicado. Pero he querido reflexionar sobre eso y cuestionarme cómo sería la vida si así fuera. Al fin de cuentas, sea cual sea el sentimiento que produzca la canción en la gente, me parecerá bien. Lo que he intentado transmitir con la música es una sensación de desafío. La fuerza a través de la adversidad”.

Ninguna de las dos nuevas composiciones se aleja demasiado del sonido de ‘KIWANUKA’. Aún producidas por St Francis Hotel la suciedad de Inflo sigue muy presente en la producción. El soul-rock de ‘Beautiful Life’ recurre al dramatismo de cuerdas y coros celestiales, y ‘All My Life’ se diferencia por presentar un sonido más alegre y bucólico y una base de batería un tanto Beach House, sin renunciar ni a los coros angelicales ni a las guitarras, resultando otra canción enormemente emotiva del autor de ‘Cold Little Heart’.

‘All My Life’ especialmente merece ser más que una joya perdida en el repertorio de Michael Kiwanuka. Y lo de «joya perdida» va en serio: relegada a la posición de cara b, la nota de prensa de Universal no la menciona en ningún momento, tampoco Michael Kiwanuka se ha pronunciado sobre ella en ningún lado y, en ‘Convergence’, la canción no suena ni en los créditos iniciales ni en los del final. Pero ‘All My Life’ es una composición preciosa de soul celestial con matices dream-pop y de rock alternativo, en el que los edificantes «la la las» vuelven a esconder un mensaje más angustiado aparentemente sobre el racismo. «Toda mi vida me has observado desde lejos, toda la vida me has roto el corazón», canta Kiwanuka antes de situarse en un escenario en el que es «asfixiado» con algo similar a una «cuerda» que le es colocado en el cuello. Su plegaria última es que «necesito que alguien me ayude a respirar».

Lo mejor del mes:

10 años de ‘Born This Way’: ¿piedra angular o bache para Lady Gaga?

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Con motivo del 10º aniversario de ‘Born this Way’ de Lady Gaga, que se ha celebrado este año con una serie de versiones realizadas por artistas de primera fila, como Kylie Minogue y Orville Peck, dedicamos el nuevo episodio de Revelación o Timo, el podcast de JENESAISPOP, a este álbum que tanta controversia dejó a su paso. Claudio lo defiende como «un disco incomprendido al que le ha sentado muy bien el paso del tiempo», mientras Sebas continúa pensando que es un disco «completamente horroroso».

A lo largo de 1 hora de programa recordamos los singles del disco, con sus aciertos y sus desaciertos, hablamos de otros temas que no fueron single como ‘Scheiße’ y ‘Government Hooker’, y de la polémica entre Madonna y Lady Gaga por el parecido entre ‘Express Yourself’ y ‘Born this Way’.

Claudio defiende el mensaje del álbum trascendiendo los derechos de los gays, llegando a la comunidad trans o a la inmigración y habla de ‘Born this Way’ como una «ópera rock», llena de «delirios de grandeza musical», en la que la consecución del todo por el todo puede resultar algo excesiva, pero nunca deja indiferente. En la última parte, hablamos de los vídeos del disco, comentamos uno de los temas del álbum con los micrófonos abiertos y hablamos de los últimos álbumes de Lady Gaga hasta la llegada de ‘Chromatica’.

Porches / All Day Gentle Hold !

Porches se ha hecho un nombre en el mundo de la música alternativa gracias a su pop «outsider». Sintetizadores desafinados, tempos descompasados, melodías extrañas, voces ásperas… Las canciones de Porches no pueden ir más por libre, ajenas a lo que socialmente se considera de buen gusto. Existen en los márgenes de la corrección pop y optan por investigar una imperfección desafiante. Esta filosofía ha dado lugar a joyas como ‘Mood’, ‘Goodbye’ o ‘Patience’ y cada vez que el artista publica disco, su repertorio suma nuevas maravillas que solo podrían haber salido de su mente.

Teniendo en cuenta que dos de las mejores canciones de su carrera, ‘Do U Wanna’ (esas cazuelas) y ‘Patience’, se encuentran en su último disco, el siguiente paso de Porches pintaba bien. Y no decepciona en varios sentidos. De nuevo es posible sumar más buenas canciones a un hipotético anti-greatest-hits de Porches que se prestaría a escuchar en bucle durante horas; pero en este caso se nota que Aaron Maine también ha querido hacer un disco lo más redondo posible, algo que rara vez ha conseguido.

‘All Day Gentle Hold !’ es un trabajo en el que predominan las guitarras y baterías muy por delante de los sintetizadores que mandaban en discos como ‘Ricky Music‘, ‘The House‘ o ‘Pool‘. Casi es una vuelta a los inicios de ‘Slow Dance in the Cosmos’ pero menos lo-fi, hasta el punto de que ‘All Day Gentle Hold !’ puede considerarse un disco de rock alternativo. Una de las canciones destacadas del disco, ‘Swimming Pool’, presenta un fascinante diálogo de sintetizadores disonantes y guitarras eléctricas por el que asoma una extraña voz femenina que aparece sin acreditar en las plataformas, pero además la letra incorpora una frase de ‘Bull in the Heather’ de Sonic Youth.

Hay momentos decididamente guitarreros en ‘All Day Gentle Hold !’, como la balada final, ‘Comedown Song (Gunk)’, que suena tan mugrosa como anuncia su título, y la producción del álbum sigue esa línea para admitir otras influencias como el jungle-pop (‘Okay’), el indie-pop (‘Back3school’) o el grunge (‘Watergetsinside’). Y si la producción busca cierta incomodidad en el uso de distorsiones o disonancias también lo hacen unas letras que hablan de odiarse a uno mismo (en ‘Lately’ canta «si huyeras de mí no te lo reprocharía, yo haría lo mismo»), consumo de drogas (‘Swarovski’) o cunnilingus menstruales («hay sangre por todos lados y me encanta como huele», canta en ‘Okay’).

Como de costumbre, las canciones de Porches se crecen en su luminosidad y también en su carácter repetitivo. Los estribillos de ‘Lately’, ‘I Miss That’ y ‘Okay’ repiten sus títulos ad nauseam, pero Aaron Maine hace que el efecto funcione y las canciones se diferencian las unas de las otras. No sucede lo mismo con ‘In the Fashion’ o ‘Grab the Phone’, pero ‘All Day Gentle Hold !’ sí es un trabajo mejor acabado que el anterior, en el sentido de que tiene más forma de «álbum» completo. Quizá le quite gracia al asunto pero Porches sigue sonando solo a sí mismo y eso solo es algo bueno.

Las producciones «transelectrónicas» de Wendy Carlos merecen ser reivindicadas

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A finales de los años 60, la música generada por sintetizadores no era en absoluto una novedad. Décadas atrás compositores como Karlheinz Stockhausen o Pierre Henry (y si nos apuráis también Clara Rockmore y su teremín) habían presentado obras creadas a partir de este instrumento. Sin embargo, su presencia en el mainstream era prácticamente inexistente. Hasta que llegó Wendy Carlos. La compositora estadounidense había estudiado física, música y composición entre Rhode Island (donde nació) y Nueva York antes de prestar sus servicios al desarrollo del sintetizador Moog, que en aquel momento era popular en los circuitos de la música experimental. Cuando ‘Switched-On Bach’, su primer larga duración, llegó al mercado, todo cambió.

Hoy puede sonar rudimentario pero, en 1968, año en que salió el disco, ‘Switched-On Bach’ fue una revolución. El disco adaptó composiciones de Johann Sebastian Bach al Moog varios años antes de que Isao Tomita sintetizara a Debussy. El repertorio seleccionado conformaba algunas de las composiciones más populares de Bach, como ‘El clave bien temperado’ o los ‘Conciertos de Brademburgo’, y los hacía sonar, de repente, venidos del futuro. Creado a dos manos junto a su mano derecha Rachel Elkind, el disco fue un gran éxito comercial para sorpresa de ambos, un éxito que hoy sorprende recordar: vendió más de 1 millón de copias y recibió 3 premios Grammy. Fue el disco de música clásica más vendido de la historia por entonces y a pesar de no contener un solo instrumento «real». La idea, claro, es que el sintetizador podía ser un instrumento tan respetable como cualquier otro. 30 años antes de que viera la luz ‘Homogenic‘ de Björk, Wendy Carlos ya concebía el sintetizador como un instrumento que puede sonar humano, tener alma.

Aunque en octubre se cumplen 53 años del lanzamiento de ‘Switched-On Bach’, cualquier momento es bueno para recordar la figura de esta influyente compositora que además se declaró mujer trans en una época en la que esta circunstancia te podía costar la carrera. Wendy (nacido Walter) llamó su sello discográfico Trans-Electronic Productions como para avisar de lo que sucedía entre bambalinas: no solo la música se estaba transformando en ese disco. Wendy reveló su identidad de género 10 años después del lanzamiento de ‘Switched-On Bach’ en una entrevista con Playboy, todavía en los años 70, y llegó a ser presa del miedo al rechazo hasta el punto de realizar escasas apariciones públicas incluso durante el auge de su carrera. Y cuando las hacía se disfrazaba de hombre para disimular. Como recuerda Sasha Geffen en su libro ‘Glitter Up the Dark‘, se llegó a pensar que Wendy, que ya tenía un aspecto andrógino, era una mujer cis disfrazada de hombre para ganarse el respeto de la industria.

En efecto el éxito de ‘Switched-On Bach’ complicó las cosas para Wendy Carlos a nivel profesional. Al no sentirse preparada para compartir su identidad con sus compañeros de profesión, se recluyó en casa. Su compañera Elkind le cerró la puerta de su casa a Keith Emerson (que compró el Moog tras escuchar ‘Switched-On Bach’) y a George Harrison de los Beatles y cuando sí permitió que Stevie Wonder trasteara con sus sintetizadores, con Wendy obviamente de cuerpo presente, esta apenas emitió palabra ante la presencia de Wonder para que no sospechara que era una mujer. Wendy Carlos llegó a declarar que había perdido «10 años de su vida» mientras se recluía de sus colegas porque «era incapaz de comunicarme con otros artistas, no había ningún feedback». Este aislamiento afectó negativamente a su desarrollo como artista. Aunque la carrera de Carlos no se quedó desde luego en su disco superventas.

Que a duras penas existan presentaciones en vivo de Wendy Carlos es una perdida para la música si se tiene en cuenta que ella es una de las compositoras vivas más importantes de las últimas décadas. Como probablemente el más cinéfilo sabrá, el éxito de ‘Switched-On Bach’ llevó a Wendy a trabajar con Stanley Kubrick, quien le encargó componer las bandas sonoras de dos de sus películas más emblemáticas, ‘La naranja mecánica’ y ‘El resplandor’. Más adelante, cuando ya vivía su vida como mujer trans, Carlos compuso la banda sonora de ‘Tron’, en la que música clásica y electrónica volvían a converger mucho antes que en ‘Homogenic’. Cuando se recuerda que Brian Eno es el «inventor» de la música ambient hay que recordar también que la música ambient ya existía antes de que él la nombrara de esta manera, por ejemplo en el disco de Wendy Carlos ‘Sonic Seasonings’, pero también en el trabajo de otras mujeres pioneras de la electrónica. Hoy es necesario reivindicar su figura, especialmente mientras sigue entre nosotros.