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Low no decepcionan en ‘Hey What’

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‘Hey What’, el nuevo largo de los autores de álbumes tan sublimes como ‘Things We Lost in the Fire‘ y ‘Double Negative‘, será nuestro Disco de la Semana, adelantado por la cautivadora ‘Days Like These‘, el track ‘Disappearing’, y ‘More’. Foto: Nathan Keay.

Si el vídeo de ‘More’ pretende «explorar de forma metafórica la tarea hercúlea de desmantelar la opresión estructural a través de los estereotipos de género», de manera muy sutil (ojo a la foto promocional en que vemos a Mimi con pantalones, camiseta y gorro, y a Alan sin camiseta), la canción sí va directa al grano.

‘More’, sencilla como su título, se extiende tan sólo 2 minutos de duración entre guitarras eléctricas distorsionadas al modo del rock experimental de los años 90, como siempre, sin descuidar la melodía. Es muy significativo que el estribillo se componga de un tarareo de Mimi Parker, que invita al público a aullar junto a ella después de las dos estrofas.

En cuanto a la letra, es una sencilla mirada retrospectiva de arrepentimiento (“di más de lo que debería haber perdido”), volando aparentemente independiente del vídeo, más universal, aunque siempre en posible relación («quiero todo lo que nunca tuve», «aprendí más de lo que me enseñaron»). Una excelente producción de BJ Burton que forma ya parte de lo más inmediato del extenso repertorio de Low.

Lo mejor del mes:

Priya Ragu / damnshestamil

Entre los proyectos internacionales que están devolviendo otros sonidos tradicionales a la palestra, la cantante tamil-suiza Priya Ragu ha sido apoyada por BBC Radio 1, aparece como artista invitada en el último disco de Jungle y acaba de editar su primera mixtape a través de Warner Records. ‘damnshestamil’ fusiona sonidos de R&B alternativo, dancehall o soul con instrumentos tradicionales tamiles dentro de una colección de 10 solventes canciones que pueden abrir a Priya muchas puertas.

Nacida en Suiza, donde sus padres, originarios de Sri Lanka, se trasladan en los 80 huyendo de una guerra civil que dura décadas, Priya desarrolla un amor por la música que no será aprobado por sus padres, que consideran «obscena» la música pop de occidente y los videoclips emitidos en la MTV… a pesar de que la cantante favorita de Priya, quien le inspira a cantar, no es otra que Ms. Lauryn Hill. A la autora de ‘The Miseducation of Lauryn Hill’ recuerda Priya en lo vocal -ambas comparten un registro meloso y aterciopelado- mientras sus composiciones buscan diversos caminos.

La voz de Priya es especialmente cautivadora en la pista de apertura, ‘Leaf High’, inspirada tanto en el R&B-hop de los 90 que hasta incorpora un rap (presumiblemente de su hermano y productor, Japhna Gold) y un solo de guitarra eléctrica que suenan rescatados de la época… o de 2005. El estribillo apela a volar sin miedo y es irresistible, pero la producción no es de lo mejor que esta mixtape tiene que ofrecer. Quizá por lo excepcional que sigue resultando escuchar instrumentos como la tabla dentro de canciones pop actuales, la música de ‘damnshestamil’ trae a la mente algunas ideas que ya escuchamos en los dos primeros discos de M.I.A., aunque su discurso es un poco más conservador.

‘Good Love 2.0’, la canción que ha puesto a Priya Ragu en el mapa, propone un disco-funk que parece más inspirado en ‘American Boy’ de Estelle que en ‘Say So’ de Doja Cat, pero decide cerrarse con una fiesta de tablas que, acompañadas por los coros R&B de Priya, es pura exuberancia. El mismo efecto tiene lugar en ‘Lighthouse’, en la que Priya apuesta por la vivacidad de los ritmos jamaicanos solo para concluir la grabación con una explosión de tablas que ni ‘Bamboo Banga’, y la potente ‘Chicken Lemon Race’ ya no divide ninguno de estos estilos, apostando por una fusión más completa. La música tradicional tamil tiene especial peso en la pista final, ‘Santhosam’, de final embriagador.

Si ‘damnshestamil’ se desarrolla con una visión estética sólida, nada moderna, hay que decir, pero que sí se diferencia de muchos proyectos contemporáneos, lo cual es un buen comienzo, a algunas de sus composiciones les falta contener melodías vocales más esculpidas y definidas. En la balada R&B-pop ‘Anything’ la producción se come definitivamente a la canción y lo mismo sucede en la jamaicana ‘Kamali’, en ‘Deli’ prevalece el estilo por encima de la canción y ‘Forgot About’ cierra la mixtape en forma de balada de desamor que transmite más indiferencia que otra cosa. No es lo que Priya Ragu puede tener en mente cuando acaba de aparecer en ‘Love in Stereo’, es portada de una playlist de Spotify y está en boca de muchos.

Criticar por criticar, con Mikel López Iturriaga

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Desde esta semana, y al menos durante lo que queda de 2021, el podcast de JENESAISPOP será semanal en lugar de quincenal. Afrontamos la nueva temporada con ilusión y agradeciendo a nuestros oyentes su fidelidad durante las primeras 14 entregas. En el primer episodio de esta nueva temporada contamos como invitado con Mikel López Iturriaga, en principio conocido como crítico musical por su labor en Tentaciones, últimamente por el pelotazo dado por El Comidista, el subportal de información gastronómica también de El País.

Sebas y Claudio charlan con Mikel sobre la supervivencia de la crítica musical en un mundo inundado de redes sociales, sobre la credibilidad de la crítica ligera y hecha con humor en contraposición a la más erudita o literaria, y sobre las diferencias entre la crítica musical y la crítica gastronómica. Esta última es «más carca y clasista» según el propio López Iturriaga.

Es también ocasión de hablar de tabúes como las presiones publicitarias y la supuesta corrupción periodística en la crítica de discos o restaurantes. “Si todas las veces que me han acusado desde 1993 de recibir dinero, lo hubiera recibido, estaría en una mansión en las Bahamas, y no estaría trabajando en esto. De todos los mitos de la profesión, es el más absurdo”, nos dice Mikel.

También hay tiempo para hablar sobre la autocensura, el colegueo con los artistas o la amabilidad en la crítica a medida que pasa el tiempo, frente a la ferocidad habitual en blogs hace unos años. Los contertulios recuerdan anécdotas concretas sobre La Unión, Bebe o Juan Camus.

Little Simz sorprende reivindicando a… ¡Robin Thicke!

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Little Simz, autora de nuestro Disco de la Semana, el excelente ‘Sometimes I Might Be Introvert’, ha acudido al mítico Live Lounge de la BBC, como es habitual, para interpretar uno de sus recientes singles, y una versión. El single elegido ha sido ‘I Love You, I Hate You’, la agridulce composición para su padre en la que profundizábamos hace unos días.

Pero la sorpresa ha sido la versión, pues ha escogido un tema de Robin Thicke. Este no es demasiado popular desde que las acusaciones de machismo fueron empañando el éxito de ‘Blurred Lines’, por no hablar de las denuncias por plagio de la familia de Marvin Gaye. Little Simz no ha escogido esta canción, en cambio, sino su segunda más popular: ‘Lost Without U’, extraída de un álbum anterior, ’The Evolution of Robin Thicke’ (2006). Fue escrita y producida por él mismo junto a Pro J. Este año Robin Thicke ha sacado un álbum, ‘On Earth, and in Heaven’, el primero en 7 años, que ni siquiera ha llegado al Billboard 200.

Little Simz ha logrado con este cuarto álbum su primer top 5 en Reino Unido, si bien lejos de los números 1 logrados en discos por algunos de sus compañeros de generación, como Dave o Stormzy.

‘Sin mí’ de Sebastián Cortés es una de esas irresistibles canciones de despecho

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Sebastián Cortés parece estar haciendo un pequeño borrón y cuenta nueva cuando dice que ‘Sin mí’ «marca el inicio de su nueva etapa musical». Con este tema que quizá has escuchado recientemente en alguna de nuestras playlists, pretende «acercarse a un sonido pop puro», abordando «una ruptura» desde un punto de vista «más maduro y menos adolescente». El resultado es una de esas canciones del verano alternativas que no han llegado tanto al gran público, pero que pueden obsesionar a quienes le dan la oportunidad. Es nuestra «Canción del Día» hoy.

Nacido en Bogotá pero criado desde su primer año de vida en Madrid, Sebastián Cortés es conocido sobre todo por un tema llamado ‘La Posada’, un dúo con Alba Reche que ha superado los 10 millones de streamings, acústico pero con su rítmica. Como símbolo de su independencia y autoproducción, este año ha lanzado un disco llamado ‘Canciones que hice en mi habitación’, apto para seguidores de toda la corriente Billie Eilish/Natalia Lacunza que aglutina bedroom pop y mainstream. Hay algún arrebato rockero en el disco, como ‘Quiéreme un poco’; un pequeño hit llamado ‘Borracho’, que parece incorporar un sample de Michael Jackson; y canciones que literalmente no «quieren ser intensas», pero sí lo son, como el otro pequeño hit, ‘Me da la vida’.

‘Sin mí’ pone remedio a eso. No es la canción madura que igual te esperas por su descripción, pero sí logra sonar resignada, divertida, casi autoparódica, a partir de una melodía y una producción luminosas por mucho que Sebastián Cortés esté cantando desde el despecho sobre estar hecho una pena. La letra no sabe qué hacer “para recuperar tu amor”, mientras en su videoclip, él recibe caricias y bofetadas. La producción tipo synth-pop es fácilmente vinculable a los últimos pasos de Marc Seguí, pero hay algo en su melodía que ambiciona algo tan transversal como los clásicos de Los Rodríguez, Los Ronaldos y Laura Pausini.

Sebastián Cortés actúa el 3 de octubre en Pops Marítims, Valencia, el mismo día que Paranoid 1966 y Anouck the Band. Entradas, aquí.

Arranca la 3ª temporada del JNSP Song Contest: descubre canciones que no han sido hits

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Estos días comienza la nueva temporada del JNSP Song Contest de nuestros foros, el concurso en el que les foreres presentan canciones del último año que no hayan sido un hit, siendo cada tema después votado por el resto de participantes, al modo del Festival de Eurovisión.

El concurso, que nos ha descubierto a talentos como Rigoberta Bandini, Axel Vindenes o Solå (que incluso llegó a mandar un saludo de agradecimiento), ha tenido una media aproximada de 25 participantes durante su segunda temporada, a través de 33 ediciones que nos animaron durante los aburridísimos meses de toque de queda. Algunas de las ediciones más memorables fueron la de Divas, la de Halloween o la retrospectiva currada por LaBecaria. Los ganadores de la 2ª temporada, narizsusia y bigchichi, han podido seleccionar un regalo de nuestra tienda a su elección. Puedes consultar los resultados en esta suerte de Wiki.

La tercera temporada comienza con una edición organizada por molinero, que nos presenta una temática Las Vegas en la que se prometen sorpresas, o sea, sustos. Podéis presentar vuestra canción participante hasta mañana lunes 13 de septiembre, mandando un mensaje privado en este caso a molinero. Durante este fin de semana se están presentando las primeras 20 canciones candidatas para ganar la primera ronda.

Para participar en el Contest tenéis que haber dejado previamente 100 mensajes en nuestro foro demostrando que no sois un bot. Si tenéis problemas con el registro, enviad un mail a jenesaispop@gmail.com.

¿Por qué tanta gente odia a Coldplay?

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Una de las primeras manifestaciones de odio registradas contra Coldplay es un mensaje publicado en el foro ILX por un usuario llamado Michael Taylor el 6 de agosto de 2001, poco más de un año después de su debut discográfico con ‘Parachutes‘. “Dios santo, es el grupo más carente de vida, personalidad, carisma o emoción que he visto jamás. Mi padre creyó que eran una banda local de instituto. Y no voy a entrar en la absoluta falta de contenido de su entrevista post-concierto”, escribió. 20 años después los motivos para detestar a Coldplay no han cambiado, pero sí se han reforzado con nuevos argumentos conforme la banda se convertía en la más famosa del siglo XXI.

Tienen tres álbumes entre los 40 más vendidos del siglo, ostentan el récord de 9 premios Brit, su gira de 2016 ‘A Head Full of Dreams’ es la 5ª más exitosa de la historia y son la única banda en haber encabezado el cartel de Glastonbury en cinco ocasiones. A día de hoy son el 19º artista más escuchado del planeta en Spotify y, junto a Queen y Eminem, el único del top 20 que lleva más de dos décadas en activo. Porque lo que Michael Taylor no contó en aquel mensaje en el foro (o quizá todavía no había descubierto) es que a su padre, por mucho que los confundiese con una banda local de instituto, probablemente le encantase Coldplay. Como a casi todos los padres. Como a casi todo el mundo. El estatus del grupo ha generado una paradoja similar a la del gato de Schrödinger: a todo el mundo le gusta Coldplay y, a la vez, todo el mundo odia Coldplay.

No siempre fue así. A principios de los 2000, el nu metal de Linkin Park y Limp Bizkit se postulaba como heredero del grunge en Estados Unidos, mientras que en Reino Unido Coldplay y Travis proponían una evolución melancólica del Britpop cuyo mensaje venía a ser “estoy sufriendo pero al menos se me permite sentir que estoy vivo”. ‘Parachutes’ y ‘A Rush of Blood to the Head’ recibieron críticas positivas (generalmente con adjetivos como “solvente”, “eficaz” o “emotivo”) y sus ventas millonarias empezaron a desmarcarlos del indie: Coldplay tenía una habilidad asombrosa para manufacturar singles perfectos para la radio (‘Yellow’, ‘Trouble’, ‘In My Place’, ‘The Scientist’, ‘Clocks’) y para conectar emocionalmente con la masa. En 2003 Chuck Klosterman, en su colección de ensayos ‘Sex, Drugs and Cocoa Puffs’, escribió que Coldplay “fabrica amor falso tan frenéticamente como la puta Ford fabrica Mustangs”. Durante aquellos primeros años, Coldplay ocupó un espacio en el mercado del rock que podría denominarse como “la banda indie que le gusta a la gente a la que no le gusta el indie” que después ocuparían Muse, Franz Ferdinand o The Killers.
Y entonces llegó Gwyneth.

Se podría señalar 2005 como el año 0 del odio contra Coldplay. En ‘Virgen a los 40’ Paul Rudd le decía a Seth Rogen “¿Sabes cómo sabes si eres gay o no? Si te gusta Coldplay”. Y para cuando se lanzó el tercer álbum de la banda, ‘X&Y’, Chris Martin se había casado con la actriz Gwyneth Paltrow y habían tenido una hija a la que bautizaron Apple. Entre ‘A Rush of Blood to the Head’ y ‘X&Y’ Chris Martin se convirtió en una celebrity. En un episodio de ‘Sexo en Nueva York’ de 1999, Stanford le dice a Carrie “Todo el mundo va al psicólogo hoy en día, hasta Gwyneth Paltrow” y ella responde “¿Y cuál es su problema, que se gusta demasiado a sí misma?”. Años antes de que Paltrow se reinventase como gurú del wellness, con su empresa de estilo de vida Goop, ya transmitía esas vibraciones de creerse mejor que los demás. Hasta la historia de amor con Martin era mejor que cualquiera de las tuyas: tras la muerte de su padre, el productor Bruce Paltrow, la actriz solo encontró consuelo en la música de Coldplay. Así que Chris Martin compuso ‘Fix You’ para ella.

El público admira la fama siempre y cuando parezca accidental. Y aquel tercer álbum, ‘X&Y’, demostró que ya no había nada accidental en Coldplay: sus emociones inmensas y sus melodías grandiosas estaban concebidas para ser consumidas en estadios. El primer corte del álbum evocaba las notas de ‘Así habló Zaratustra’ de Richard Strauss. La intimidad de los dos primeros discos dio paso a una grandilocuencia universal (las letras de Martin suelen plantear tristezas abstractas con las que cualquiera pueda sentirse identificado) o, dicho de otro modo, optaron por continuar el camino de ‘Clocks’ en vez de por el de ‘Politik’. El primer single, ‘Speed of Sound’, era virtualmente la misma canción que ‘Clocks’, mientras que ‘Fix You’ estaba destinada a acompañar momentos dramáticos en series americanas (tal y como hizo, por ejemplo, con la muerte de Caleb en The OC). ¿Qué exactamente hay que arreglar en ‘Fix You’? Martin no concreta, sino que prefiere detallar el sufrimiento.

‘X&Y’ marcó el comienzo de Martin cantando más en segunda persona que en primera: sus canciones renunciaban a sonar autobiográficas para sonar universales. En ‘Talk’, cantaba “¿Estás solo o incompleto? Te sientes como un puzzle que no encuentra la pieza que le falta (…) ¿Hay alguien ahí fuera que esté perdido y sufriendo también?”. Pitchfork llegó a describir su música como “Agresivamente banal”.

Hay artistas que reaccionan al éxito sorpresa recluyéndose en sonidos menos comerciales (Alanis Morissette, Lorde, M.I.A., Arcade Fire), pero Coldplay hizo exactamente lo contrario: vendieron millones de copias de sus dos primeros álbumes sin pretenderlo pero, a partir del tercero, se propusieron vender todavía más. A partir de entonces la mayoría de sus canciones han sonado como si estuvieran pensadas para un anuncio de televisión. Y han dado con una alquimia que parece reconfortar a gran parte de la humanidad, gracias a lo que Alexis Petridis definió en The Guardian como “la habilidad infalible de Martin para componer melodías que resultan extrañamente familiares desde la primera escucha”. En una ocasión Thom Yorke, el cantante de Radiohead, definió el sonido de Coldplay como “música de estilo de vida”.

Lo que más irritaba a los críticos y a los melómanos es que, al despojar al rock de su pátina de “autenticidad” y “rebeldía”, Coldplay había diluido la fórmula para quedarse solo con la parte del rock que daba dinero: las giras de estadios. Suenan en todas las emisoras de radio, en todos los hilos musicales y en el Spotify de todos tus familiares. “Han alcanzado una popularidad masiva con su potente mezcla de encanto adorable, composiciones serviciales e inocuidad” afirmaba la crítica que Joe Tangari publicó de ‘X&Y’ en Pitchfork, “su evidente deseo de ser todas las cosas para todas las personas no ayuda, están construidos para la escucha fácil. Quizá sea inútil odiarlos, pero se han convertido en la banda del planeta hacia la que sentir indiferencia es más fácil”.

Ante el lanzamiento de ‘X&Y’ el New York Times publicó un editorial titulado “El caso contra Coldplay”, en el que el crítico musical del periódico Jon Pareles la definía como “la banda más insufrible de la década”. De sus composiciones, decía que tenían “melodías tan imponentes como la arquitectura romana, sólida y simétrica”. Criticaba que Martin compusiese en tonos más altos que su rango natural para sonar más frágil, lo cual le obligaba a saltar de su voz de tenor al falsete con lo que describía como “el tic más irritante de Coldplay”: un sonido a medio camino entre el yodel y el hipo. “A diferencia de Radiohead” concluía Pareles, “Coldplay no tienen ningún interés en ser oblicuos o mordaces”.

La crítica a menudo ha responsabilizado a Coldplay de haber castrado el rock

Las comparaciones con la banda de Thom Yorke atormentaron a Coldplay durante años. El crítico musical Andy Gill, en su artículo para el Independent “Por qué odio a Coldplay”, describió que su música “suena a Radiohead pero con todos los aspectos punzantes, difíciles e interesantes cocidos y eliminados; el resultado tiene la consistencia de una espinaca marchita”. La crítica a menudo ha responsabilizado a Coldplay de haber castrado el rock. Gill lamentó que su actitud “desarraigada de comida sana y leche de soja está firmemente estrangulando la vida del rock & roll” y señalaba directamente al gobierno de Tony Blair: “El Blairismo eliminó todo componente ideológico del pop moderno vaciándolo de su ímpetu político en favor de iniciativas solidarias menos problemáticas para los famosos”. “No somos tan buenos musicalmente como Radiohead” se defendió Chris Martin en 2011, “Pero somos mucho más atractivos”.

Martin es tan poco cool que cuando Rolling Stone lo sacó en portada en 2008 el titular fue “The Jesus of Uncool”. El periodista musical Jon O’Brien considera que “Coldplay y, en menor medida, Travis abrieron las compuertas para aquellos músicos que no se identificaban con la mentalidad de la estrella del rock”.

Martin tuvo una infancia feliz. Su padre era contable, su madre profesora de música. No bebe, no fuma, no se droga y perdió la virginidad a los 19 años. Su primera relación sentimental fue con Gwyneth Paltrow. El propio Martin reconoció en 2008 “No somos guays y nunca lo seremos”. En un artículo del New Yorker titulado ‘Por qué no me gusta Coldplay’, Sasha Frere-Jones enumeraba los motivos de su aversión. Uno de ellos era “El mismo por el cual no usas Facebook desde que tu madre se abrió una cuenta”.

En aquella entrevista de Rolling Stone, el cantante defendió que rebelarse ya no es tomar cocaína y llevar ropa de cuero. “El espíritu del rock & roll es la libertad. Es seguir tus creencias y que no te importe lo que dicen los demás. No importa que no moles tanto como los Ramones. Nunca vas a molar tanto como los Ramones. Sé que nos van a ridiculizar o que pareceremos estúpidos, pero mientras creamos en lo que hacemos no vamos a disculparnos por ello”. Chris Martin parece atrapado en la tensión entre empeñarse en presentarse al mundo como un muchacho humilde, normal y corriente y ser amigo de Jay-Z y Beyoncé.

La imagen pública de Chris Martin sufre de lo que la ensayista Anne Helen Petersen bautizó como “El síndrome Anne Hathaway”: “Cuando lo haces todo bien y la sociedad te odia por ello”. “Con todo su talento, Chris Martin es un funcionario comiéndose su sándwich de queso en su cubículo” escribía Ryan Bassil, “Es el tío que conociste en una fiesta al que deberías borrar ya de Facebook pero no lo has hecho. Es tu profesor de teatro saludando con las dos manos. Hay algo tan común en él, tan prosaico, que si una persona genérica escribiera una canción y te la mandase por DM en un link de Soundcloud esa canción sonaría parecida a ‘Yellow’. Al elegir no disfrutar con la música de Chris Martin, estamos eligiendo aspirar a algo más alto, más duro y más alejado que la media”.

Resulta curioso que Martin lleve 20 años respondiendo a preguntas sobre el odio que despierta en una minoría en vez de sobre la popularidad que ostenta entre la mayoría. En 2011 él mismo comparó la música de Coldplay con “un buen sándwich”: sus respuestas suelen sonar tan repelentes que solo avivan las llamas de sus detractores. “Quizá tiene que ver con mi pelo. Quizá somos demasiado femeninos para el público masculino y demasiado masculinos para el público femenino. Pero nos sentimos bendecidos porque somos los mejores amigos y lo atravesamos todo juntos. Absorbemos la energía de la gente que nos odia y la convertimos en algo positivo. Es como en ‘Regreso al futuro’, cuando convierten la basura en una máquina del tiempo”. Esa es otra costumbre de Martin: utilizar la referencia más mainstream posible para cualquier metáfora. Para anunciar que ‘A Head Full of Dreams‘ sería el último álbum de la banda, lo comparó con ‘Harry Potter y las reliquias de la muerte’.

Martin es la versión musical, famosa y millonaria del captador de la ONG que se te acerca y te dice “¡Perdona! Se te ha caído… una sonrisa”. Cuando actúa, recorre el escenario dando saltitos con entusiasmo. Cuando Coldplay ganó el Grammy a la Mejor grabación del año por ‘Viva la Vida’ en 2009, lo recogieron vestidos como los Beatles en la portada de «Sgt. Pepper’s». La noche que murió Tom Petty, cantó en su concierto ‘Free Fallin’ a dúo con James Corden. A mitad de la canción, Martin miró al cielo y dijo “Gracias, Tom”.

“Coldplay son una pandilla de mariquitas masturbadores” sentenció el cantante de Sex Pistols Johnny Rotten, “Compadezco a los pobres desgraciados que tienen que verlos”. Liam Gallagher dijo que no parecían estrellas del rock sino profesores de geografía. Y más educado fue David Bowie, quien cuando la banda le envió una canción para colaborar respondió: “No es un tema muy bueno, ¿no?”.

Cuando se anunció el retraso del lanzamiento de ‘X&Y’, las acciones de su discográfica bajaron un 17%. Chris Martin siempre se ha manifestado contra el sistema corporativista y ha abogado por el comercio justo (a menudo actúa con un símbolo = pintado en la mano y pide a los asistentes a sus conciertos, en varias ocasiones, que donen dinero a la Cruz Roja), pero a la vez hay pocos artistas que operen tan dentro del sistema como él. En 2008 Coldplay firmó un contrato exclusivo con Apple para promocionar ‘Viva la Vida’. Y surtió efecto: es el disco más vendido de la década en formato digital.

Aquella canción inscribiría a Coldplay en piedra como la banda más grande del siglo XXI. Por un lado, porque vivimos en un mundo en el que percepción es realidad y ‘Viva la Vida or Death and All His Friends’ suena a título de gran disco. Por otro, la canción trascendió inmediatamente como un himno no solo del rock, sino como un himno a secas. Se corea en bodas, en verbenas y, sobre todo (gracias a la parte que se presta a cantar “Loroloro”), en partidos de fútbol. ‘Viva la Vida’ trascendió en la civilización tan rápido que alcanzó la categoría de ‘We Are The Champions’ en cuestión de semanas. La épica de sus cuerdas y de su letra, con referencias a campanas de Jerusalén y a la caballería romana, resultaba irresistible para los seres humanos en general y para los que se saben de memoria el discurso de Gladiator (“Mi nombre es Máximo Décimo Meridio, etc”) en particular.

“Las letras de ‘Viva la Vida’ suenan como si un profesor de inglés le hubiera pedido a un niño que escribiese un poema sobre las Olimpiadas”, criticó Jacob Shelton. El verdadero talento de Coldplay es localizar el mínimo común denominador y elevarlo a la máxima potencia musical. “Hace falta una comprensión especial de lo que mueve al espíritu humano para acumular dos horas de canciones capaces de levantar un estadio entero. Coldplay tiene esa clase de repertorio”, admiraba Chris Deville. O como preguntaba John Harris en un editorial de The Guardian de 2015, “¿Cómo puede algo tan banal ser tan poderoso?”.

“Abordan problemas y situaciones sin definir”, analizaba Ryan Bassil en su artículo para Vice de 2016 ‘¿Por qué odiamos a Coldplay?’, “Destacan sentimientos, en vez de ideas, dejando que el oyente coloque su propio contexto en las canciones. Son un ejemplo de que la música no siempre tiene que hacer preguntas o desafiar al oyente. A veces basta con que le afecte”.

Durante los 2000 solo parecía haber dos tipos de música en la radio: R&B y Coldplay

Los hits que despachó ‘Mylo Xyloto’ (‘Every Teardrop is a Waterfall’, ‘Paradise’ y ‘Princess of China’), un disco que fue número 1 en 34 países, confirmaron el salto de Coldplay al pop. Para cuando se atrevieron con el EDM ya estaban por encima de los géneros. Su influencia en la música comercial es inabarcable y durante los 2000 solo parecía haber dos tipos de música en la radio: R&B y Coldplay. Coldplay caminó, corrió y voló para que grupos como Snow Patrol, Keane, The Fray, One Republic (cuyo líder, Ryan Tedder, está además detrás de hits de Beyoncé, Adele, Taylor Swift o Ariana Grande) o Maroon 5 (con su falsete y su sensibilidad, la única ambición de Adam Levine parece ser la versión pornográfica de Chris Martin) pudieran, cuanto menos, aletear. Drake, Frank Ocean y David Guetta han sampleado a Coldplay. El éxito de solistas como James Blunt o Ed Sheeran parece una consecuencia directa del cataclismo comercial que supuso Coldplay. Muse, ese fenómeno atípico que llena estadios sin tener hits en el mainstream, consiguió su mayor éxito con la muy Coldplay ‘Starlight’. La mitad de las canciones ganadoras de Eurovisión (‘Heroes’, ‘Arcade’) evocan la ampulosidad sentimental de Coldplay. Incluso U2, la banda que en teoría más influyó a Coldplay, ha acabado sonando como Coldplay. Si da la sensación de que Coldplay satura y está en todas partes es porque, incluso cuando ellos no están, su sonido sigue sonando en todas partes.

En 2015 se anunció que Coldplay protagonizaría el show del intermedio de la Super Bowl y el clamor de protestas en redes sociales llevó a la NFL a añadir a Beyoncé y Bruno Mars. En el show, Martin trató de compensar sus limitaciones vocales con su energía de niño que ha bebido demasiada Fanta, pero la irrupción de Mars y Beyoncé electrificaron el escenario con semejante voltaje que cuando al final Martin reaparecía el público casi se había olvidado de él. Las estrellas invitadas sirvieron para que Chris Martin, quizá el hombre más blanco del planeta, pareciese aún más blanco. Al final de la actuación, en uno de los momentos más Coldplay de toda la trayectoria de Coldplay, Martin dijo “Quien quiera que seas, estés donde estés, estamos juntos en esto” mientras la grada formaba el mensaje “Cree en el amor”. ¿Suena bien? Suena estupendamente. ¿Significa algo? En absoluto. Muchos detractores opinan lo mismo sobre su música.

¿Lo que más odias de Coldplay es que en realidad te gustan?

“El show del intermedio de la Super Bowl marcó la designación oficial de Coldplay como el saco de boxeo de la cultura pop”, exageraba Nylon. No ayuda a rebatir esa percepción que los detractores de Coldplay se manifiesten con vehemencia mientras que sus partidarios (que son la inmensa mayoría de la población) no es que se partan la cara por defenderlos. La universalidad genérica de sus canciones y de su carácter hace que a casi todo el mundo le guste Coldplay, pero también hace que a casi nadie le apasione Coldplay. De ser “esa banda indie que le gusta a la gente a la que no le gusta el indie” han pasado a ser, en cierto modo, “la banda favorita de la gente a la que no le gusta la música”. O como concluía el periodista Nico Lang en su análisis de la Super Bowl, “Cuando tú y tu abuela mováis la cabeza a la vez escuchando ‘Yellow’, tendrás que admitir que lo que más odias de Coldplay es que en realidad te gustan”.

En 2014 Martin y Paltrow se separaron, pero se aseguraron de que sintieras que también se separaban mejor que tú al llamarlo “desparejamiento sensato”. Aunque a muchos les sorprendió el matrimonio entre Martin y Paltrow, con el tiempo las canciones de Coldplay se han ido acercando a la autoayuda de realismo mágico neoliberal de Goop que responsabiliza al individuo, y no al sistema, de todos sus éxitos y fracasos (“Solo tienes que creer en ti misma y lo conseguirás”): ‘A Sky Full of Stars’, ‘Adventure of a Lifetime’, ‘A Head Full of Dreams’ o ‘Hymn for the Weekend’, la canción favorita de la gente que dice “juernes”. De colaborar con Brian Eno, legendario productor que supervisó el sonido de ‘Viva la Vida or Death and All His Friends’ y ‘Mylo Xyloto’, pasaron a colaborar con Aviici o los Chainsmokers. De regodearse en su tristeza han pasado a regodearse en su felicidad, con un mensaje positivista que, una vez más, conquista a la masa pero irrita a los más cínicos. Porque Coldplay es en muchos sentidos el mejor test de Rorschach del pop: tu opinión sobre ellos dice más sobre ti que sobre su música. Coldplay es la forma más inmediata de expresar tu posición respecto a la cultura: ¿Deseas diferenciarte de la masa o prefieres integrarte en ella?

Coldplay es en muchos sentidos el mejor test de Rorschach del pop

“Sus himnos están diseñados aerodinámicamente para elevarse y reverberar a través de los estadios de todo el mundo” celebraba Paul de Revere en Pitchfork, “Para que los canten al unísono tanto angloparlantes nativos como personas que tienen el inglés como segunda lengua. En una era en la que la monocultura está muriendo, ¿qué podría ser más preciado?”. Coldplay han puesto banda sonora al planeta durante las primeras dos décadas del siglo XXI: lo acompañaron en su transición de lo analógico a lo digital, del rock al pop, de la melancolía emo de principios de los 2000 a la positividad eufórica de Instagram. Representaron la globalización al incorporar sonidos de Afropop, música japonesa y r&b. Como dijo John Mayer, “En cuanto a su identidad, Coldplay ha encontrado la forma de ser de todas partes”.

Pero por encima de todo, el implacable triunfo de Coldplay simboliza el triunfo del sistema, al demostrar hasta qué punto las emociones pueden empaquetarse y manufactuarse para venderse como un producto de consumo. “Coldplay son amados, despreciados, ubicuos y tolerados. Igual que el estatus quo para el que hacen música” escribía Sonia Saraiya en AvClub, “Llegaron en el molde de Radiohead, R.E.M. y U2, pero sin sus aristas artísticas, su lírica o sus inclinaciones políticas. Han ganado una fortuna gracias a la no-intención. Coldplay, especialmente después de ‘X&Y’, son más un sonido que una banda. Un adjetivo, más que un nombre. Coldplay es un grupo de hombres cuyo negocio es hacer que Coldplay siga sonando como Coldplay. Su talento es saber exactamente cuánto debe durar un pasaje instrumental para alcanzar el máximo efecto emocional. Su sentido del ritmo no tiene precedentes: gran parte del éxito de Coldplay es atribuible a su habilidad para decidir cuándo tiene que entrar la batería”.

Para desgracia de sus detractores, desde que anunciaron que ‘A Head Full of Dreams’ sería su último disco han hecho dos más. ‘Everyday Life’, una vuelta al rock que pasó casi desapercibida, y ahora vuelven con ‘Music of the Spheres’. Y por lo visto ser la banda más famosa del planeta se les queda pequeño, porque estrenaron su primer single, ‘Higher Power’, en la Estación Espacial Internacional. En una conversación por vídeo con su inquilino, el astronauta francés Thomas Pesquet, Martin le dijo “Como ahora no podemos tocar para nadie en la Tierra, hemos pensado que tocaremos solo para ti”. En ‘Higher Power’ han colaborado por primera vez con el mayor fabricante de hits del siglo XXI, Max Martin (Britney, Backstreet Boys, Katy Perry). Porque los chicos de Coldplay nunca tendrán suficiente éxito, ni suficiente fama, ni suficiente dinero. Se estima que la fortuna del bajista, Guy Berryman, es 100 millones de euros. Y ni siquiera se plantean que eso resulte irritante. Quizá eso sea lo más irritante de todo.

Juan Sanguino es autor de dos libros, ‘Cómo hemos cambiado‘ y ‘Generación Titanic‘, a la venta en la tienda de JENESAISPOP. Gastos de envío gratis a partir de 30 euros con el código YOAPOYOALAPRENSAMUSICAL

Muere María Mendiola de Baccara, uno de los grupos españoles más internacionales

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María Mendiola, mitad de la formación más icónica de Baccara, ha fallecido hoy 11 de septiembre a los 69 años, rodeada de sus familiares.

Baccara lograron una gran repercusión internacional en los años 70 con su primer single ‘Yes Sir, I Can Boogie’, no limitándose a España, sino llegando a otros países europeos. Ambas captaron la atención de un directivo de RCA Alemania durante una actuación en Fuerteventura y así lograron la confianza de la división internacional. ‘Yes Sir, I Can Boogie’ llegó a ser número 1 en Reino Unido, Holanda, Finlandia y la Alemania Occidental, entre muchos otros, en España quedando en el número 2. Luego, ‘Sorry I’m a Lady’ llegó también al top 10 en Reino Unido y al número 1 en Alemania y Holanda. En España quedó en el top 5. Su álbum ‘Baccara’ también llegó al puesto 26 en Reino Unido, como puedes comprobar en la web Official Charts.

En 1978 acudieron a Eurovisión por Luxemburgo, quedando en 7º lugar con ‘Parlez-vous français?’. Los 3 temas habían sido escritos por el alemán Frank Dostal, fallecido en 2017, junto a Rolf Soja.

En 1981 el dúo se disolvió a causa de varios problemas legales, y tanto María como su compañera Mayte Mateos continuaron utilizando el nombre de Baccara. En el caso de María, como New Baccara, llegaron a tener cierto éxito con el tema ‘Call Me Up’ (top 23 en 1987). Después, pasaron también a llamarse Baccara, nombre que Mayte había continuado utilizando junto a decenas de compañeras diferentes desde 1983. La última compañera de María, Cristina Sevilla, es quien la despide hoy en Instagram.




Planningtorock celebra su matrimonio en ‘Gay Dreams Do Come True’

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Entre las canciones que nos descubría nuestro compañero Raúl Guillén en su playlist «Flores en el estiércol», destaca ‘Gay Dreams Do Come True’, posiblemente la canción más deliberadamente petarda -para bien- que hemos escuchado este verano.

Planningtorock, a quien recordarás por discos tan importantes para el colectivo LGTB+ como ‘All Love’s Legal‘, donde se contenía su himno ‘Let’s Talk About Gender Baby’, es ahora mismo noticia por formar parte de ‘Dawn of Chromatica‘, el interesantísimo álbum de remezclas sobre el último disco de Lady Gaga. Suya es una de las mejores remezclas por mucho que su revisión de ‘1000 Doves’ sea exactamente la pista menos escuchada del disco. Nos da igual, mientras siga manteniéndose en sus trece, como hace en este ‘Gay Dreams Do Come True’ que es nuestra «Canción del Día» hoy.

‘Gay Dreams Do Come True’ tiene mayor nivel de color y descaro que Culture Club y Dead or Alive juntos. En una de sus líneas dice que su «corazón salta» y su «culo arde». Las estrofas tienen cierta cadencia ’Smalltown Boy’ de Bronski Beat, porque si Ed Sheeran puede, ¿por qué no el resto?, mientras el estribillo opta por unas cuerdas disco más explosivas. Aunque para explosión, la subida de medio tono final, del tipo Eurovisión.

Según informaba Paper, que estrenaba este vídeo hace unas semanas, el tema celebra el matrimonio de Planningtorock con su mujer Riinu en la embajada británica porque el matrimonio homosexual no es legal en su país de residencia, Estonia. «De verdad quería celebrar y compartir la felicidad que siento ahora mismo con mi pequeña y mujer Riinu», decía.

Planningtorock indica que hacer este vídeo ha sido «una absoluta risa de principio a fin», inspirándose en clásicos como ‘Pump Up the Jam’ y ‘Groove Is In the Heart’. Al agradecer a sus marcas colaboradoras, ha dicho que se siente como un «príncipe no binario». Planningtorock ha publicado otro tema nuevo esta semana bajo el nombre de ‘Girl You’ve Got My Heart‘, parte del EP que sacará el 29 de octubre.

Lo mejor del mes:

Liars / The Apple Drop

Ya hace cinco años que Angus Andrew se ha quedado definitivamente solo al frente de Liars. Esta soledad fue especialmente palpable en sus dos anteriores referencias, ‘TFCF’ (2018) y ‘Titles With the Word Fountain’, en las que Andrew se vistió de novia abandonada y nos brindó todo un arsenal de electrónica esquinada y experimental. Dos discos difíciles que parecían dejarle al borde del abismo. Ahora en ‘The Apple Drop’ Angus Andrew emerge cual espeleólogo barbudo que busca la salida a la caverna en la que se ha metido. La oscuridad no le ha abandonado, por eso. Pero se ha hecho, de alguna manera, más soportable.

‘The Apple Drop’ es el disco de Liars más accesible en bastante tiempo. Junto al ajuar, Andrew ha abandonado la espiral de aislamiento y ha pasado a una música más convencional. A eso le ha ayudado construir el disco con la colaboración de los músicos Laurence Pike (batería de jazz de vanguardia), Cameron Deyell y la letrista Mary Pearson Andrew. Aunque no sean oficialmente miembros de la banda, han actuado como el puntal desde el que Angus ha perpetrado su nuevo viraje de sonido. Ahora Andrew se ha situado entre el post-rock, el math rock y la música cinematográfica; sonoridades mucho más clásicas que se traducen en canciones de recia factura, tan pegadizas como densas, con el justo toque de incomodidad marca de la casa.

En ‘The Apple Drop’ el sonido es diáfano y aun así suena sucio, gracias a una batería muy física, muy en primer plano, unas guitarras post rockeras y la voz retadora de Andrew. Ya ‘The Start’ es densa pero melódica, lo suficientemente sexy, lo suficientemente oscura. Navegando entre coros apocalípticos y baterías estruendosas, Andrew resulta amenazante bajo su aparente desidia. Se muestra mucho más Nick Cave en ‘Slow and Turn Inward’, donde las cuerdas tormentosas y los coros pavorosos saturan una pieza de rock blues narcótico y lynchiano. Regresa a la electrónica terrorífica en ‘Sekwar’, en la que los vientos, debidamente deformados, marcan el ritmo de manera obsesionante con el recitado de Angus; un terror que vira en desesperación en el giro final del tema. En ‘Big Appetite’ los riffs, los “for you!” que grita Angus y las subidas y bajadas de intensidad no pueden ser más manidas dentro del subgénero… Ni más efectivas.

Hay algún resbalón. ‘Star Search’ a pesar de sus aires iniciales de ambient chungo, patina cuando se convierte en una farsa a lo music hall, coro de borrachos incluidos. Pero Andrew recupera el pulso en, precisamente, ‘My Pulse to Ponder’, una descarga de psychobilly con bien de trombones distorsionados y redobles maníacos, que le otorgan un embriagador ambiente de BSO. O ‘Leisure War’, un pedazo de synth pop que se erige en la pieza más ligera (y bailable) del disco. El tramo final lastra un poco un conjunto al ofrecer cortes de post rock un tanto genéricos. Pero el resto de ‘The Apple Drop’ confirma que Angus Andrew sigue aireando sus demonios para construir su particular banda sonora del Apocalipsis.

ABBA logran su 20º top 10 en UK, pero no con el single que esperaban

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ABBA, y no Drake, producen la gran sorpresa de las listas británicas esta semana. El grupo ha logrado, con una media de 74 años y sin featurings, un top 10 en Reino Unido. Es el 20º para su cuenta y el primero desde que la sobresaliente ‘One of Us’ alcanzara el número 3 en diciembre de 1981, es decir, en casi 40 años, los que llevan retirados. Prueba de que el regreso de ABBA nos ha emocionado.

La noticia es que no lo han logrado con ‘I Still Have Faith In You‘, la primera de las canciones que estrenaron en directo el pasado jueves y la que ha sido sugerida para todas las playlists de novedades de los viernes. Pese a que esta canción ha llegado a tener una audiencia potencial mucho mayor al aparecer en más playlists y mejor posicionada (41 millones de oyentes potenciales frente a 31 millones, según SpotOnTrack), está siendo ‘Don’t Shut Me Down’, más animada, la que está conquistando a la audiencia. Así, ‘Don’t Shut Me Down’ es número 9 en Reino Unido tras el equivalente a 26.111 copias durante la primera semana, y ‘I Still Have Faith In You’ queda en el puesto 14 con 23.325 unidades, un éxito también.

La británica Official Charts Company recalca que «ni que decir tiene que ningún otro grupo o artista había vuelto al top 10 después de casi 40 años». Además, ambas canciones han llegado al top 5 en Alemania, y al número 1 y número 2 en Suecia. En su país de origen, ‘Don’t Shut Me Down’ es el primer número 1 de ABBA desde 1978.

En España, por el contrario, no se espera ninguna entrada de ABBA en el top 100, al haber sido un puesto 167 lo mejor que se ha visto en Spotify España, y para ‘I Still Have Faith In You’. Por aquí, seguimos entregadísimos al reggaetón, sin demasiada presencia de pop anglosajón en listas.

Charli XCX logra su 6º top 1 en JNSP; entran ABBA, CHVRCHES, Kanye West, Tokischa con Rosalía…

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Charli XCX es el nuevo número 1 de JENESAISPOP con su single ‘Good Ones’, ese que nos dejaba con ganas de más (¿igual esa es su gracia?). En cualquier caso, es el 6º top 1 para la artista en la cima de nuestra humilde lista tras ‘Boom Clap’, ‘Break the Rules’, ‘Boys’, ‘Breaking Up’ y ‘SuperLove’.

La segunda entrada más fuerte es la de ABBA, seguida también en el top 10 por CHVRCHES, Kim Petras y Tokischa con Rosalía. Al top 20 entran Sigrid, Kanye West y Yola.

Recordad que podéis escuchar la playlist con las 40 canciones del top y las 10 candidatas a entrar de cada semana, así como por supuesto votar por vuestras canciones favoritas, aquí. Los votos son sometidos a una fórmula matemática que beneficia a las novedades y perjudica a las canciones a medida que pasan las semanas.

Top Ant. Peak Sem. Canción Artista
1 1 1 Good Ones Charli XCX Vota
2 2 2 2 Hot N Heavy Jessie Ware Vota
3 5 3 2 I am not a woman, I’m a god Halsey Vota
4 4 1 I Still Have Faith In You ABBA Vota
5 7 5 2 justified Kacey Musgraves Vota
6 6 1 Good Girls CHVRCHES Vota
7 7 1 Future Starts Now Kim Petras Vota
8 8 8 2 brutal Olivia Rodrigo Vota
9 9 1 Linda Tokischa, Rosalía Vota
10 1 1 3 Mood Ring Lorde Vota
11 6 1 5 Take My Breath The Weeknd Vota
12 3 2 4 Happier than Ever Billie Eilish Vota
13 13 1 Burning Bridges Sigrid Vota
14 4 4 3 Runaway Horses The Killers, Phoebe Bridgers Vota
15 10 10 2 You Can Do It Caribou Vota
16 16 1 Jail Kanye West Vota
17 17 1 Dancing Away in Tears Yola Vota
18 9 4 7 Say What You Will James Blake Vota
19 11 1 7 Don’t Go Yet Camila Cabello Vota
20 12 5 4 Bouncin Tinashe Vota
21 26 2 17 Please Jessie Ware Vota
22 22 22 2 In My Arms Disclosure Vota
23 13 2 7 INDUSTRY BABY Lil Nas X, Jack Harlow Vota
24 20 2 14 How Not to Drown CHVRCHES, Robert Smith Vota
25 17 14 7 Living Proof The War on Drugs Vota
26 21 1 9 NDA Billie Eilish Vota
27 27 15 5 Sex on the Beach Iggy Azalea, Sophia Scott Vota
28 30 28 2 Little Deer Spellling Vota
29 37 29 2 Quiet On Set Remi Wolf Vota
30 18 18 3 More Low Vota
31 28 2 14 Love Again Dua Lipa Vota
32 25 20 4 Little Things Big Thief Vota
33 31 1 49 Levitating Dua Lipa Vota
34 33 7 4 Yate C. Tangana Vota
35 14 14 2 The First Day Villagers Vota
36 16 2 8 Don’t Wait Up Shakira Vota
37 29 1 19 berlin U5 Zahara Vota
38 23 8 6 Pond House Saint Etienne Vota
39 15 1 13 Solar Power Lorde Vota
40 19 4 8 Cure for Me AURORA Vota
Candidatos Canción Artista
I Love You, I Hate You Little Simz Vota
Arcadia Lana del Rey Vota
Angel Baby Troye Sivan Vota
Via Torino Cabiria Vota
Silk Chiffon MUNA, Phoebe Bridgers Vota
Boomerang Yebba Vota
A veces ORTIGA Vota
Passion PinkPantheress Vota
Renegade Big Red Machine, Taylor Swift Vota
Way 2 Sexy Drake, Future, Young Thug Vota

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Drake deja a Iron Maiden sin top 1 de álbumes en UK, pero no puede con Ed Sheeran en singles

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‘Certified Lover Boy’, lo nuevo de Drake, va a conseguir el número 1 en algunos territorios clave como Estados Unidos, donde va a rondar las 600.000 unidades vendidas en una sola semana. Esta tarde también se ha anunciado que el álbum es top 1 en Australia y Holanda. En otros territorios, sin embargo, se le ha escapado: en Suecia se ha quedado con el top 2, y en Alemania llega al número 3 (su mejor dato allí, eso sí).

La noticia en cambio viene de Reino Unido: parecía muy claro que ‘Senjutsu’, lo nuevo de Iron Maiden, sería el nuevo número 1 en las islas tras vender 29.000 copias el fin de semana, por 21.000 de Drake. El top 1 para Iron Maiden parecía pan comido cuando en las «midweeks» del miércoles figuraban ya con 37.000 unidades solo dentro de las islas, pero no.

El streaming ha hecho su trabajo para Drake durante miércoles y jueves, y finalmente ‘Certified Lover Boy’ es el nuevo número 1 en Reino Unido. La victoria tipo «photo-finish» es para Drake, con 45.651 copias, por 44.473 de Iron Maiden.

En singles, en cambio, Drake no ha podido con el dominio absoluto desde hace casi 3 meses de ‘Bad Habits’ de Ed Sheeran. ‘Girls Want Girls’ queda en el puesto 2 con 65.000 unidades, por 69.500 de ‘Bad Habits’, y Drake sitúa 2 canciones más (las máximas que permiten las normas británicas) en el top 100: ‘Fair Trade’ en el número 3, y ‘Champagne Poetry’ en el puesto 5.

Kacey Musgraves no ha hecho el típico disco post-divorcio

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Kacey Musgraves publica hoy su esperado nuevo disco, ‘star-crossed’, el primero desde que ‘Golden Hour’ se hiciera con el Grammy a Álbum del año en la edición de 2019. ‘Golden Hour‘ y ‘star-crossed’ representan dos caras de la misma moneda: si el primero narraba la felicidad del matrimonio entre Kacey y Ruston Kelly, el segundo trata su divorcio. En el primer tema, Kacey se pregunta si los dos «no habrán volado demasiado cerca del sol solo para terminar quemados», una referencia directa a esa «puesta de sol» llena de calidez y serenidad que planteaba el disco anterior.

La hermandad entre ambos álbumes se nota en varios sentidos, y no solo porque la frase «golden hour» aparezca literalmente mencionada en una de las pistas. Melódicamente, ‘star-crossed’ vuelve a ser un disco agridulce pero sereno y relajado, sin grandes pasiones ni dramas de por medio en el que la música country más tradicional (el pilar de los dos primeros discos de Kacey, ‘Same Trailer Different Park’ y ‘Pageant Material’) tiene poco peso. En su lugar encontramos una colección de canciones de pop-folk que admiten una mayor presencia de los sintetizadores en determinadas pistas.

‘star-crossed’ es un disco más oscuro que ‘Golden Hour’, pero no es el típico disco oscuro post-divorcio motivado por la amargura y el llanto. Más bien se desarrolla desde la aceptación, lo cual a su vez permite a Kacey explorar diferentes sonidos con los que transmitir este mensaje. Hay ecos latinos en ‘star-crossed’ y el disco se cierra con una versión experimental de ‘Gracias a la vida’ de Violeta Parra; otros más bien trip-hop en ‘if it was a movie…’, destellos de Dido en ‘easier said’, de Natalie Imbruglia en ‘what doesn’t kill me’… mientras la producción aún parece estar en una nube. La concesión disco llega de la mano de ‘there is a light’, mucho más clásica y 70s que la de ‘High Horse’.

¿Cómo está recibiendo el público el nuevo disco de Kacey Musgraves? La sensación general es que ‘Golden Hour’ era mejor, pero que ‘star-crossed’ es un digno sucesor. En nuestros foros, WilhemScream opina: «He escuchado el disco entero una sola vez por ahora.. evidentemente no tiene el tono de Golden Hour, para empezar canta en un tono más bajo, apagado en algunos momentos, a tono con la temática del disco.. El disco no es largo, pero se me ha hecho algo largo. Tendré que darle más tiempo». No obstante, AdriEv añade: «Hay un par que igual no eran del todo necesarias pero ya sólo por lo precioso que suena todo merece la pena.Y there is a life es locurón».

En los foros anglosajones el álbum está despertando mucho más entusiasmo. Se destaca el carácter «reflexivo» del disco y su espíritu relajado, así como el «montón de nuevas ideas» que añade la producción a unas canciones que parten de lo presentado en ‘Golden Hour’ para presentar algo, a su vez, distinto. Para algunos es un trabajo «maravilloso» que irá directo a las listas de lo mejor del año pero, para otros, se pasa de «ligero» hasta el punto de no contener picos claros como los contenía el disco anterior. Pronto, crítica en el site.

De Queen a Pete Tong: Malta enfoca su turismo este otoño hacia la cultura musical

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Malta, uno de los pocos países del mundo con más población totalmente vacunada que España, por encima del 80%, basará gran parte de su campaña turística de este otoño en la música pop. El que es uno de nuestros países favoritos en Europa por su mezcla de culturas latina, árabe y británica, también deja notar su proximidad con Italia en su excelente gastronomía.

Como en otras ocasiones, el país de Chiara enfocará gran parte de su estrategia publicitaria de turismo en la cultura en general y la música en particular a través de varios conciertos agendados en Malta que tendrán lugar durante los próximos meses, entre ellos un concierto que aúna pop y música clásica, y otro más relacionado con la electrónica.

El 24 de septiembre se celebra un concierto de la BBC Concert Orchestra bajo el nombre de ‘It’s a Kind of Magic – The Queen Story’. En él, una orquesta de 60 músicos interpretará éxitos de Aretha Franklin, John Lennon y Led Zepellin y muchos otros, con la presentación de Tony Hadley de Spandau Ballet, y la voz de Tony Vincent del musical de Queen ‘We Will Rock You’. Se interpretarán de hecho ‘Somebody To Love’, ‘Don’t Stop Me Now’, ‘We Are the Champions’, ‘Bohemian Rhapsody’ y más temas de la que fue la banda de Freddie Mercury. Las entradas para este evento están disponibles aquí.

Por otro lado, el 28 de septiembre, Pete Tong realizará también un concierto con la Heritage Orchestra (HER_O) dirigida por Jules Buckley, en el que reimaginará parte de su repertorio en ‘Classic House’, ‘Ibiza Classics’ y ‘Chilled Classics’. Las entradas para el show de Pete Tong también están a la venta.

Aunque más conciertos se anunciarán en breve de cara a los próximos meses, ya hay otros anunciados y, antes de todo esto, este mismo 17 de septiembre, será el turno de Mala Rocks Concert, un show al aire libre en el que actuarán artistas como Destiny, este año representante del Festival de Eurovisión, junto a varios artistas locales. Todos los shows se adaptarán a las medidas anti-covid.

Afrika Bambaataa, acusado de traficar sexualmente con un menor de 1991 a 1995

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Afrika Bambaataa, el influyente productor de hip-hop que marcó un antes y un después en el género gracias a las seminales producciones salpicadas de electro que publicó durante los años 80, como ‘Planet Rock’, ha sido acusado de abuso y tráfico de menores por un individuo anónimo que asegura que Lance Taylor (el verdadero nombre de Afrika Bambaataa) abusó sexualmente de él y traficó sexualmente con él entre los años 1991 a 1995, cuando el hombre tenía 12 años y Taylor 33 ó 34.

Según la denuncia, Taylor «abusó sexualmente» de «John Doe» (con este nombre genérico firma el denunciante la demanda) en el apartamento del músico en el Bronx, llegando a «tocar sus partes privadas de manera inapropiada» y a «animarle a ver vídeos pornográficos» con él que «progresaron a prácticas de masturbación mutua y sodomía». Más adelante, «John Doe» explica que acabó «siendo víctima de tráfico sexual cuando Bambaataa empezó a llevarle a otros lugares donde ofrecía a otros hombres adultos tener sexo con él».

El denunciante asegura que las acciones de Taylor le provocaron «lesiones físicas, angustia emocional severa y permanente, depresión y vergüenza», consecuencias por las cuales le ha sido imposible «mantener un solo trabajo». Demanda al músico por asalto, agresiones y negligencia emocional.

Esta no es la primera acusación similar a la que se enfrenta Afrika Bambaataa. En 2016, el activista y político del Bronx Ronald Savage declaró que había sido abusado sexualmente por Taylor en los 80, cuando tenía 15 años. El músico negó las acusaciones.

Vengaboys vuelven a ‘1999’ gracias a Charli XCX… y con un montón de portadas vivientes

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Vengaboys, el grupo de eurodance holandés que lo petara a finales de los 90 y principios de los 2000 gracias a sus hits ‘We Like to Party’, ‘Boom, Boom, Boom, Boom!!’, ‘We’re Going to Ibiza’ o ‘Up & Down’, los cuales les llevaron a vender cerca de 25 millones de discos, están de vuelta con un nuevo single que apela directamente a la nostalgia, pues es una versión de ‘1999‘ de Charli XCX y Troye Sivan.

El cuarteto compuesto por Robin Pors, Kim Sasabone, Donny Latupeirissa y Denise Post-Van Rijswijk había declarado el «fracaso del nuevo milenio» en un primer vídeo introductorio previo al lanzamiento de este nuevo single, un «comunicado» dirigido a las «Naciones Unidas» en el que sentenciaba que el mundo debe «dejar atrás el mundo actual, donde no se puede bailar, pasarlo bien y donde un pequeño error te hace viral para que todo el mundo te juzgue», y regresar a 1999 para poder salir de fiesta por fin, en concreto por Ibiza.

En manos de Vengaboys, ‘1999’ parece una canción hecha a medida para ellos: la versión respeta la melodía original -así como la letra- pero, a su vez, añade a la producción la tralla eurodance típica del grupo, la cual parece sacada de dicha época. La escuchas y vuelves al Chiquipark con tus amigos del colegio: casi puedes escuchar ‘Barbie Girl’ de Aqua y’ Everybody’ de Backstreet Boys sonando inmediatamente después.

Pero lo que había ganas de ver es el vídeo que han preparado Vengaboys para la ocasión. Si el original ya era un desfile de referencias a videoclips o películas de los 90, Vengaboys apuestan por un «quién es quién» compuesto por un montón de portadas vivientes que van de lo obvio (Madonna, Britney, Eminem, TLC) a lo no tan obvio (Aphex Twin, Björk). Y si el vídeo ya te parece «creepy» espera a llegar a los «mugshots» de Michael Jackson o Justin Bieber. ¿Seguro que este vídeo no lo han hecho Los Ganglios?

Leiva se codea con Zahara, Natalia Lacunza, Tulsa, Ximena Sariñana… en su nuevo disco

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Vuelve Leiva. Su nuevo disco se titula ‘Cuando te muerdes el labio’ y viene cargado de interesantes colaboraciones, todas las cuales son femeninas. En el disco participan, entre otras, Zahara, Natalia Lafourcade, Natalia Lacunza, Tulsa, Ximena Sariñana o Silvana Estrada.

Por ahora se desconoce la fecha de edición de ‘Cuando te muerdes el labio’, que llega dos años después de ‘Nuclear‘, pero sí se sabe que ha sido grabado en Ciudad de México con la producción de Adán Jodorowsky. También puede escucharse, desde hoy viernes, el primer adelanto, ‘Histéricas’ con Ximena Sariñana, una balada folk-rock muy en el estilo de los artistas involucrados, que se presenta con un vídeo que recuerda a Bob Dylan. Ambos ya habían colaborado en ‘Godzilla’, de ‘Nuclear’.

Según la nota de prensa, ‘Histéricos’ es «un medio tiempo que ronea sobre el arriesgado instante en que una relación se enfrenta a la suerte suprema: cuando la tensión emocional alcanza el grado de histerismo solo cabe pedir una estocada a volapié o trocar en lágrimas la lluvia de perseidas». Y si Zahara canta en un tema llamado ‘Stranger Things‘, en ‘Histéricos’ la serie mencionada es otra: ‘Black Mirror‘.

1.- Iceberg (feat. Fer Casillas)
2.- Flecha (feat. Elsa y Elmar)
3.- Infinitos (feat. Zoe Gotusso)
4.- Premio De Consolación (feat. Natalia Lacunza)
5.- Stranger Things (feat. Zahara)
6.- Histéricos (feat. Ximena Sariñana)
7.-Con El Pañuelo En Los Ojos (feat. Gaby Moreno)
8.- Diazepam (feat. Natalia Lafourcade)
9.-A Medio Centímetro (feat. Ely Guerra)
10.- Peligrosamente Dark (feat. Silvana Estrada)
11.- Cuando Te Muerdes El Labio (feat. Daniela Spalla)
12.- Blancos Fáciles (feat. Nina de Juan)
13.- Inertes (feat. Tulsa)
14.- Llegará (feat. Catalina García)

Troye Sivan suma y sigue con el baladón «enamorado, gay y mega pop» de ‘Angel Baby’

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Troye Sivan está en racha y, después de publicar ‘In a Dream‘, tan bueno que lo incluimos en nuestra lista de los mejores discos de 2020 a pesar de que era un EP, y de triunfar de forma un tanto inesperada con su single dance ‘You‘ junto a Regard y Tate McRae, el cantante australiano publica un nuevo single que, de manera inmediata, se cuela en el top 10 de sus mejores canciones.

‘Angel Baby’ es uno de esos baladones aptos para cantar en un karaoke a pleno pulmón, o para llorarlos a moco tendido en la soledad de tu cuarto. Producido por Jason Evigan, que ha trabajado en ‘Girls Like You’ de Maroon 5, ‘Heart Attack’ de Demi Lovato o ‘Ghosttown’ de Madonna, ‘Angel Baby’ es una «power ballad» que rezuma influencias de los años 80 por todos los costados, hasta el punto de que podrían haberlo entonado Roxette o George Michael en algún momento de sus carreras.

En un breve comunicado, Troye ha explicado que ‘Angel Baby’ es su apuesta por presentar una «power ballad enamorada, gay y mega pop llena de adoración y cariño». La melodía es tan dramática como prometen sus palabras y, también, una letra en la que Troye nos cuenta que ha pasado mucho tiempo solo, que ha estado «a punto de morir» y que ha llegado a pensar que ya no le quedaba un resquicio de sentimiento en su interior, hasta que esta persona «apareció de la nada» y le «devolvió a la vida».

Lo de que ‘Angel Baby’ es puro 80s va en serio, pues su melodía presenta un punto abiertamente «cheesy» que Troye no puede defender mejor. El estribillo lo deja claro: «quiero vivir en este momento para siempre porque tengo miedo de que la vida no pueda ir a mejor, empecé a tirar la toalla con el mundo hasta que tú abandonaste el cielo para que pudiéramos estar juntos». Troye está en las nubes y lo proclama a los cuatro vientos como mejor sabe, con un tema pop de los que no se olvidan.

RFTW: Low, Saint Etienne, Yebba, J Balvin, Sleigh Bells…

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Hoy 10 de septiembre salen los nuevos discos de Kacey Musgraves, Low, Saint Etienne, J Balvin, The Vaccines, la revelación Yebba, Sleigh Bells, Bomba Estéreo, 박혜진 Park Hye Jin (foto), Matthew E. White, Common, Amyl and the Sniffers, Masked Wolf, Elvis Costello, Mago de Öz o baby keem, la nueva promesa del rap que colabora por segunda vez con el mismísimo Kendrick Lamar en una de las pistas de su nuevo trabajo.

También ven la luz el ¿esperado? ¿temido? ‘The Metallica Blacklist’ y por fin llega a las plataformas de streaming el álbum homónimo de Aaliyah. Antes, Lorde ha sorprendido con la publicación de un EP compuesto por canciones de ‘Solar Power’ cantadas en maorí.

Shivers‘ de Ed Sheeran es el single destacado de la semana en el plano comercial, pero desde luego no el único en lo que a lanzamientos importantes se refiere. Lana Del Rey ha adelantado su segundo disco de 2021 con un cuarto single de final inesperado, Radiohead han anunciado una suculenta reedición conjunta de ‘Kid A’ y ‘Amnesiac’ que traerá canciones inéditas como la que han dado a conocer esta semana, Troye Sivan abre la playlist con la que es una de sus mejores canciones de manera inmediata y Eddie Vedder -conocido por ser el cantante de Pearl Jam- ha estrenado el primer single de su tercer disco en solitario.

Estos días hemos escuchado temas nuevos como el que ha juntado a MUNA y Phoebe Bridgers (para muy bien) o el del actor Jaime Lorente (para no tan bien). También ha salido un nuevo tema de Big Thief, un nuevo rompepistas de Planningtorock (que ha firmado una de las mejores remezclas en el disco de Lady Gaga) o el enésimo adelanto del disco que Tirzah publica a principios de octubre.

A ellos se suman nuevos lanzamientos de Josef Salvat, Rufus T. Firefly, Remi Wolf, María José Llergo, LISA (integrante de BLACKPINK), Morgan, Sabrina Carpenter, Chloë (la integrante de Chloe x Halle se aventura en solitario), Holly Humberstone, ghouljaboy con Depresión Sonora, Hayden Thorpe, Kero Kero Bonito o RAY BLK. Entre las curiosidades del día, Gepe versiona ‘Bagdad’ de Rosalía y Vengaboys hacen lo propio con ‘1999’ de Charli XCX y Troye Sivan, llevándosela totalmente a su terreno.

El regreso de ABBA trasciende la calidad de ‘Voyage’

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Una semana después del regreso de ABBA, todavía no sé si hemos asumido lo que representa. Los rumores apuntaban a una gira de hologramas, a algún tema suelto que seguramente sería un descarte de tiempos pasados, quizá a algún nuevo recopilatorio, rara vez a un álbum al completo, que es lo que nos encontraremos el próximo 5 de noviembre, respondiendo al suculento nombre de ‘Voyage’.

Las dos canciones de adelanto han sido recibidas con ilusión por cientos de miles de fans. Exactamente 230.000 personas se conectaron en directo a Youtube un jueves a media tarde solamente para comprobar qué diablos iban a comunicar. El vídeo de presentación abría las puertas de la esperanza y todo su contrario, en sintonía con la banda que nos dejaba algunas de las melodías más memorables de la historia del pop, y también algunos de los momentos más kitsch. Por un lado, aparecía una gente random bebiendo champagne dentro de una piscina; por otro, gente llorando por todas las esquinas grabando con sus móviles las imágenes de tan esperado regreso, mientras otras cámaras les grababan a ellos a su vez. En los rótulos, alguien había decidido que el país Iceland se llamaba directamente Island (casi como en islandés). En esa conexión con varios países para demostrar la universalidad y la trascendencia de ABBA, alguien parecía haber determinado que Islandia es La Isla, como ABBA es El POP. Ambos palíndromos, no por casualidad.

No siempre ABBA fueron un grupo tan gigante. Por supuesto, siempre tuvieron éxito, al menos desde que ganaron el Festival de Eurovisión en 1974. En Reino Unido, todos sus álbumes desde ‘Arrival’ (1976) hasta el último hasta ahora, ‘The Visitors’ (1981), fueron número 1; consiguieron varios top 20 en Estados Unidos; hicieron de ‘Dancing Queen’ un top 1 global, incluido Estados Unidos (en España quedó en el top 12); y en resumen vendieron millones de copias. Unos 150 millones de discos, se estiman.

Pero no fue hasta que pasó el tiempo cuando el público pareció darse cuenta de la magnitud de su legado. El recopilatorio que todo el mundo de cierta generación tuvo por casa en cualquier tipo de formato, el llamado ‘Gold’, data en verdad de 1992, cuando ya era evidente que el grupo se había separado aunque tal cosa jamás se había anunciado de manera oficial. De hecho, ABBA llegaron a hacer una pequeña actuación acústica en 1986, luego coincidieron en el 50º cumpleaños de Görel Hanser (de su sello en Suecia) en 1999, acudieron al estreno de ‘Mamma Mia’ en 2008 e inauguraron un restaurante en 2016. Pero aunque ellos pasaran años y años sin verse, sus canciones seguían sonando a través de películas como ‘Priscilla: Reina del Desierto’ o ‘La boda de Muriel’, siendo versionadas y adaptadas por gente tan dispar como Sinéad O’Connor, Madonna y la Comisión Europea. Se han vendido 30 millones de copias de tal «greatest hits», aunque antes y después han editado muchos otros; ‘Gold’ ha sido siempre un fijo de las listas anglosajonas, y exactamente lleva ahora mismo 1.009 semanas en el top 100 británico y 185 semanas en el Billboard 200, siempre más complicado para un grupo sueco.

Así, los dos temas nuevos han sido devorados por el paciente público, alcanzando el top 50 del Global de Spotify. Para venir de Björn Ulvaeus y Benny Andersson, dos autores que componían con la máxima de grabar solo lo que podían tararear y memorizar sin escribirlo, para asegurar que la música fuera buena y perdurara en el tiempo, los dos nuevos temas no están a la altura. Ni ‘I Still Have Faith in You’ ni ‘Don’t Shut Me Down’ estarán entre sus 20 mejores canciones, si bien hay que apuntar que la segunda, sin ser el single principal, está funcionando mejor de manera orgánica; y que ambas cuentan con el encanto de mantener su sonido, las voces de Agnetha Fältskog y Anni-Frid Lyngstad completamente en su sitio, y también esa euforia navideña que tanto les caracterizó.

No es casualidad que ellos, como Enya cuando le toca, vuelvan por Navidad, pues desde 1976 hasta 1981, los 5 discos que sacaron salieron en otoño, con la excepción de ‘Voulez-Vous’. De alguna manera se había intentado que ‘Voulez-vous’ fuera un himno de disco veraniego en julio de 1979, como así se consiguió, si bien en el álbum después había de todo, y lo mismo te aparecía la balada ‘Chiquitita’ que una canción de rock medio electrónica como la electrizante ‘Does Your Mother Know’ o la espiritual ‘I Have a Dream’, que podía haber cantado Nana Mouskouri. Y una curiosidad, por cierto: pese a lo que veis en Spotify, el hitazo ‘Gimme Gimme Gimme (A Man After Midnight)’ en verdad no perteneció a este disco: procedente de otro de sus muchos «greatest hits» como inédito, se añadió a la edición CD de ‘Voulez-vous’ ya en los años 90.

Y es que aunque ABBA siempre hayan sido recordados como «dancing queens» por el enorme impacto de dicho tema contenido en ‘Arrival’ (1976), sus discos eran bastante viajeros y variados. Cada vez más influidos por la deriva del rock de los años 70, como los Fleetwood Mac que tras ‘Rumours’ (1977) no hicieron ‘Rumours 2’ sino ‘Tusk’ (1979), también hicieron cosas diferentes. ‘The Album’ en 1977 fue el disco con el que acompañaron una película musical, dejando números tan teatrales como ‘I’m a Marionette’. Y en 1981, justo después de ‘Super Trouper’, se despidieron con un álbum llamado ‘The Visitors’ en el que merece la pena detenerse, no solo porque fuera el último hasta ahora. El doble matrimonio entre los miembros se había disuelto ya, aun así los chicos hicieron a Agnetha cantar una letra según la cual la equivocada era ella (‘One of Us’), y se entregaron a cierta experimentalidad y psicodelia desde la misma ‘The Visitors’ hasta la madurez y meticulosidad que rezuma la producción electrónica de la final ‘Like an Angel Passing Through My Room’ (de nuevo me refiero al vinilo de la época, no a la reedición CD con bonus).

El legado de ABBA dejaba material suficiente para la revisión más allá de unos cuantos singles de éxito. Y eso incluye el factor kitsch que conllevó el éxito mastodóntico ‘Mamma Mia’ o, de manera más anecdótica, aquel disco en español llamado ‘Gracias por la música’ que se hizo especialmente para Latinoamérica, y porque ‘Chiquitita’ siempre fue el mayor hit de ABBA en España (top 3). Imprescindible ver aquellos vídeos con las chicas cantando en castellano, sin poder apartar la mirada más que unos pocos segundos del teleprompter de la época para leer la letra, sólo Dios sabe transcrita cómo.

Respecto a su atuendo, no hace tanto que aparecieron en los medios diciendo que se disfrazaban «de tarados» con el único propósito de la desgravación fiscal. Que también parece un cometido en 2021 al comprobar de qué guisa han vuelto, con unos trajes prestos para la realidad virtual tipo parchís, de bolas colgantes, sólo que con el color de Björn sin encajar en la partida -su cabeza, tampoco-, pareciendo más su propio avatar que él mismo.

Poco habituales en las listas más elitistas de lo mejor de los 70 y los 80 o del siglo XXI, la imaginería popular fue convirtiendo a ABBA en leyendas año tras año, viendo cómo las canciones habían sobrevivido al mismísimo amor de sus miembros entre sí. Aunque fue Agnetha Fältskog quien en 2013 aseguró que había «que aceptar que ABBA jamás volverían porque somos demasiado viejos y han pasado demasiados años desde que lo dejamos», Anni-Frid siempre pareció la más distante. También había sacado, como Agnetha, sus discos en solitario, sobre todo para el mercado sueco, pero dio en casarse con un conde/príncipe, recibiendo sendos títulos, cogiendo sus cosas y yéndose a vivir a un castillo de Suiza, manteniendo buena relación incluso con la Reina Silvia de Suecia. Por si ABBA ya parecían poco alcanzables de por sí. Tras la muerte de su esposo Prince Ruzzo Reuss en 1999, Anni-Frid continúa viviendo en el mismo país junto a su nueva pareja, y aun así, ella también ha podido grabar sus voces para este ‘Voyage’, aunque lo de subirse a un escenario lo vaya a dejar para los avatars, como sus colegas.

En unos meses sabremos qué lugar ocupa ‘Voyage’ en la discografía de ABBA. Si el espectáculo de los avatars va a ser realmente revolucionario e innovador o una costra como tantas giras de hologramas. Pero ni aunque nos espere un desastre y se asiente aquello de «tenían que haber dejado el mito en paz», podemos dejar de dar las gracias© por un regreso que se ha dilatado 40 años. Que se aparten My Bloody Valentine, Slowdive y hasta Vashti Bunyan: ‘VOYAGE’ va directo al podio de los discos que más tardaron en salir en todos los tiempos. ¿No es maravilloso, simplemente, que los 4 hayan sido capaces de mantenerse vivos?

Arlo Parks se hace con el Mercury Prize 2021; Laura Mvula comparte su cabreo

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Arlo Parks se ha hecho esta noche con el Mercury Prize por su disco ‘Collapsed In Sunbeams‘, del que ha interpretado esta noche en vivo el tema ‘Too Good’, como podéis ver sobre estas líneas. Un total de 12 artistas han competido esta noche con sus respectivos discos para ganar el Mercury Prize y sus 25.000 libras, algunos nominados por primera vez, como la propia Arlo Parks y Celeste, y otros repitiendo por tercera vez, como Wolf Alice y Laura Mvula.

Precisamente la noticia ha sentado como un jarro de agua fría a Laura Mvula, autora de ese gran disco llamado ‘Pink Noise’. Inmediatamente acudía a Twitter para protestar: “Me roban. Mucho (…) El Mercury Prize puede borrar mi número”. Cuando alguien le sugería que se alegre por Arlo Parks, su respuesta era: «no me estás entendiendo».

13 horas después, y tras recibir algunas críticas, ha añadido: “no espero ser entendida por el público británico. Sabía que me llamarían cosas después de compartir mi dolor un poco (pretendía ser irónica)”. Mvula había interpretado en la ceremonia el tema ‘Church Girl’.

Otras actuaciones de la noche fueron Wolf Alice tocando ‘Smile’, Celeste con ‘Strange’ y Mogwai con ‘Ritchie Sacramento’, entre otros. Ni que decir tiene que SAULT, adscritos al misterio perpetuo, no actuaron.




Lauren Laverne fue de nuevo la anfitriona de la ceremonia que se celebraba en el Eventim Apollo de Londres. Entre algunos de los miembros del jurado se encontraban Michael Kiwanuka, ganador del año pasado con ‘KIWANUKA‘, Anna Calvi, Annie Mac y Jamie Cullum.

Medios como ‘The Guardian‘ o ‘BBC‘ coincidían en la nominación de Alrlo Parks como una de las favoritas. Además, el NME revelaba las posibilidades de las casas de apuestas en cuanto al ganador de esta edición unas horas antes del inicio de la ceremonia. Las apuestas colocaban en sus favoritos a Arlo Parks y a SAULT. Esta era la lista de nominaciones actualizada según las previsiones iniciales de William Hill, una casa de apuestas online del Reino Unido. Como veis, se han cumplido:

  1. 2/1 Arlo Parks – ‘Collapsed In Sunbeams
  2. 25/1 Berwyn – ‘Demotape/Vega’
  3. 6/1 Black Country, New Road – ‘For The First Time
  4. 16/1 Celeste – ‘Not Your Muse
  5. 12/1 Floating Points – ‘Promises
  6. 12/1 Ghetts – ‘Conflict of Interest’
  7. 33/1 Hannah Peel – ‘Fir Wave’
  8. 9/4 Laura Mvula – ‘Pink Noise
  9. 16/1 Mogwai – ‘As The Love Continues
  10. 20/1 Nubya Garcia – ‘SOURCE’
  11. 11/4 SAULT – ‘Rise
  12. 16/1 Wolf Alice – ‘Blue Weekend

Camila Cabello latinea el tema de Olivia Rodrigo, ‘Good 4 U’

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Camila Cabello ha aprovechado su actuación en el ‘Live Lounge’ de BBC Radio 1 para interpretar una versión propia del éxito de Olivia Rodrigo, ‘Good 4 U’. Una cover, para simplificar.

«Lo mezclé un poquito en el salón en vivo de @bbcradio1», escribió Camila en su perfil de Instagram hace un par de días, y añadió: «Por la reina», refiriéndose a Olivia Rodrigo y evidenciando el respeto que le tiene. Lo de la mezcla es cierto, aunque ha respetado la esencial original de la canción, la artista ha hecho suyo el tema, vistiéndolo del estilo y ritmo latino que la caracterizan.

Cabello se rodeó además de trompeta, trombón, guitarra y percusión, entre otros instrumentos, para interpretar la canción. Sorprende que no se haya colado ninguna españolada al estilo ‘Señorita’. Y aunque muchos medios de comunicación le están dando muy buen acogida, es cierto que la gracia de una cover es llevar el tema original a un terreno radicalmente diferente, y en este caso no llega a notarse del todo esa magia.

Sin embargo, como aperitivo a la espera del lanzamiento de su próximo álbum, ‘Familia’, no está nada mal. Además, ya podemos verla en por Amazon Prime Video poniéndose en la piel de la princesa Cenicienta en una versión que parece que va a romper bastante con la historia original, sobre todo por la actitud «soñadora», como la ha descrito Camila, del personaje de la princesa.

Cabiria / Ciudad de las dos lunas

Hay una magia en el tipo de melodías y el tipo de sintetizadores del italo disco que no entiende de tiempo ni de espacio, y está pasando de generación en generación. Más de 10 años después del revival experimentado en ‘Drive‘, de considerable calado social, continúan emergiendo proyectos en una línea similar, aunque sea un poco por accidente. Es el caso de Cabiria, el proyecto de Eva Valero, que, encerrada con sus propios sintes y plugins, desconocía el trabajo de gente como Chromatics y Linda Mirada, y sólo empezó a descubrirlos cuando le llovieron las comparaciones con ellos al publicar su disco de debut. Un álbum de título tan divertido y poliédrico como ‘C’est Lindy On’.

Aún a cargo de toda la composición y toda la producción de este álbum, Cabiria muestra una evolución clara en ‘Ciudad de las dos lunas’ por la vía de la sofisticación y la profesionalización. La mejora en ese sentido se percibe en la nitidez con que suenan ahora los teclados, dejando momentos realmente resplandecientes por ejemplo en el puente instrumental de la canción titular, tan eufórico; y también en la calidez que cada vez se percibe más en su voz.

A toda la fantasía de sintetizadores oníricos, bajos electrizantes y paisajes de neón se suma el lirismo que pueden apuntar al género también las guitarras eléctricas, presentes e importantes en ‘Abrigo de sol’ y ‘Después de medianoche’; y de manera muy especial el juego de saxos en pistas como ‘El desencanto’ o ‘Fantasma’. Esta última con un videoclip pasado por el programa de Toni Rovira bastante pizpireto.

Son varios los singles con potencial en ‘Ciudad de las dos lunas’: ‘Via Torino’ es una de las pistas más bailables y nostálgicas al mismo tiempo («todas las canciones que planeamos hacer se quedaron flotando aquél andén»). Un pasaje de ‘DISCO-CAFÉ’ busca la fuerza y la atemporalidad de un himno de Mina (recuerda un poquito a ‘Se telefonando’). ‘Si pudieran hablar’, en verdad el tema más popular del álbum de momento, te encantará si te has criado con la inestimable compañía del sello Elefant, y además te repele la masculinidad tóxica, si es que ambas cosas no están íntimamente relacionadas. «Ay, si estas copas pudieran hablar / cansas más que las pelis de Godard», es una de sus frases estrella, junto a «No me daba algo tan igual desde la coronación en la Casa Real».

No son aptos para todo el mundo unos textos que nos hablan de «lentejas pasadas» (‘Fantasmas’) o de la búsqueda de algo que «le guste a su gato» (‘Algo de valor’). A veces suenan algo inconclusos. Otras en cambio están a la altura de lo que promete la música. ‘El desencanto’ es una canción más dream pop, un poco más Beach House y más ‘Twin Peaks’, que comienza con una imagen tan potente como la de «la ausencia de valor literario entre tú y yo». Entre lo doméstico y lo épico, más cerca de la deliberada modestia de Sally Shapiro que del mayor apogeo de M83, Cabiria tiene las armas para hacerse con una audiencia quizá no masiva pero sí muy fiel.