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Demi Lovato anticipa el proyecto favorito de su carrera, ‘Holy Fvck’

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Demi Lovato continúa dando los detalles de su nuevo disco. Hasta ahora sabíamos que habría cambio de sonido hacia el pop-rock, que barajaba un single llamado ‘Skin of My Teeth’… y ahora tenemos más detalles al respecto.

El largo que sucede al malogradillo ‘Dancing With the Devil… The Art of Starting Over‘ (todavía estamos esperando el vídeo con Ariana Grande) saldrá el 19 de agosto bajo el nombre de ‘Holy Fvck’, casi como el grupo. Incluirá 16 pistas, aunque aún no se han revelado sus títulos. Hoy se revela la portada del disco y también un tráiler.

En cuanto al single del que se venía hablando, ‘Skin of My Teeth’, saldrá este mismo viernes 10 de junio, presentándose en el show de Jimmy Fallon en la noche de este jueves 9 de junio, a tiempo para llegar a medianoche a las plataformas. Produce Warren “Oak” Felder, quien ha trabajado en el pasado con Alessia Cara, Nicki Minaj, Alicia Keys o la misma Demi Lovato, por ejemplo en gran parte de su último disco.

Demi Lovato ha declarado que «el proceso de hacer este álbum ha sido el que más me ha llenado de momento, y estoy agradecida a mis fans y colaboradores por haber hecho este viaje conmigo. Nunca había estado más segura de mí misma ni de mi música, y este disco habla por sí mismo». Además, tiene unas palabras de agradecimiento extra para sus fans, los «Lovatics»: «este disco es para vosotros».

‘Drag Race España 2’: ¿cómo demonios vais a superar esto?

La segunda temporada de ‘Drag Race España’ terminó anoche con cierta polémica. No tanto por su ganadora, que se venía adivinando desde hace tiempo, como por las formas. Y es que alguien tuvo la feliz idea de que hubiera 4 finalistas en lugar de 3… solo para impedir en el último momento que una de las drags más singulares, Marina, una de la que mejores momentos nos ha dado, comenzando por su homenaje a La Ocaña, no realizara el lip-sync final porque estaba eliminada (?).

Sharonne se hizo con la victoria, más que por algún as en la manga que tuviera reservado, por su constancia, demostrando que la experiencia y la edad -esa palabra misteriosamente peyorativa- pueden ser gigantes virtudes. Pero aquí quien ha ganado ha sido el espectador. Pocas veces un programa nocturno dominical ha hecho tan feliz a su target. En un momento de la semana delicado, casi abiertamente deprimente para la población, ‘Drag Race España’ ha acudido a nuestro rescate arrancando más que una sonrisa, una carcajada detrás de otra.

Mientras Nadal ocupaba todos los titulares de la prensa por su nueva victoria en Roland Garros, que bien por él, yo no podía dejar de pensar en lo estupendamente que se nos ha dado esto del Drag en nuestro país. Desde luego, teníamos las maneras. Lo teníamos todo realmente. La base: la pasión, el dramaqueenismo, el humor, la pluma que nos ha dado la copla, el flamenco, nuestro folclore. Mucho se ha tardado en dedicar un programa a Almodóvar, que el director manchego agradecía mediante un vídeo. Era imposible que no hubiera correspondencia entre Drag Race y el creador de ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’, personajes como La Agrado o escenas tan icónicas como las de Miguel Bosé cantando por Luz Casal. Todo esto era historia del pop, también; como ahora sus réplicas en drag.

Nuestro compañero iFar nos comentaba en un podcast que el segundo episodio de esta segunda temporada de Drag Race España era uno de los mejor valorados de la saga en todo el mundo. Tiene un 9,8 sobre 10 en imdb y merece la pena rescatar algunos comentarios en inglés: «la española es la mejor franquicia de Drag Race porque todo ocurre de manera natural». «El mini challenge, el maxi challenge y el runway han sido literalmente un 10. El talent show ha sido sin duda el mejor talent show de toda la franquicia Drag Race: saca los colores a la edición americana. Incluso las drags que han quedado en el bottom habrían ganado fácilmente el All Stars 5. No podría ni elegir mi favorita. Y me encanta cómo las reinas de la temporada 1 estaban alucinando y dijeron ellas mismas que no podrían haber hecho nada de esto el año pasado».

Porque un día desconfiamos de lo bien que lo podía hacer Supremme Deluxe, porque la gente se quejaba de tener a Los Javis hasta en la sopa y porque alguien no quiso ver lo divertida, inteligente y guapísima que es Ana Locking merece la pena volver a ver aquel «talent show» del 2º episodio de la 2ª temporada, y sí… qué grande fue. Sethlas lanzándose al vacío abierta de piernas después de haber sido un Transformer, Marina bordando un tango, Estrella Xtravaganza tirando ketchup, mostaza, mayonesa o todo a la vez desde unas tetas tipo Lady Gaga, Onyx dando a luz sobre el escenario, Sharonne haciendo de ventrílocua, Venedita aupada como Virgen María, Juriji entregada al canto lírico… Y yo pensando que el programa iba a apoyarse demasiado en las maldades de Jota Carajota.

La cosa no se quedó ahí, y ha habido otros momentos delirantes, como un homenaje a Raffaella Carrá que ya hubiera querido Eurovisión Turín para sí. A destacar Juriji, que ha terminado ganándose a todo el mundo riéndose de sí misma y del hervor que según ella misma le falta, sacándose el mítico teléfono de la Carrá de su mismísimo coño. Recordando que la imaginación es inteligencia también. O la pinta de Onyx haciendo de cuadro en el musical ‘La llamadrag’. O el día en que Estrella Extravaganza se liberó de una faja y espetó: «¡liberad a Willy!». O aquel en que Marina trató de derribarla en el ring de sumo jugando a la guerra psicológica. O cómo Marina consiguió una buena valoración en el Drag de la Comedia, cuando nadie habría dado un duro por ella. O el día en que alguien emuló una penetración anal y salpicó un chorrazo de sangre.

Pero mi momento favorito de todo el desarrollo del concurso ha sido el spot ‘Vente a España’ en el capítulo 7. Fue un acierto invitar a una persona tan ajena a la cultura drag como Ruth Lorenzo para comprobar cómo el programa puede parecer igual de tronchante a una persona heterocis. Sus caras eran un poema. «¡No, no, no, no!» y «¡sois muy fuertas!», terminó chillando descojonada al tiempo que se preguntaba qué demonios sería un glory hole. Las reinas habían ofrecido 3 spots en patrocinio de España con cerdeo, tetas fuera, mierda de pájaro y otros momentos inenarrables, pasando del estupor absoluto al delirio.

Aquello fue un no parar. Juriji y Veneditta querían representar a «una pareja de mujeres maduras que no asumen su edad y van a sitios de jóvenes» en un «chiringuirigay». Ana Locking las interrumpió para levantar la mano y exclamar, entre carcajadas: «¿¡no seré yo!?». Otro de los números terminaba asegurando que «en España nieva popper». Ni el Ministerio de Turismo del «gobierno de radicales» de Pedro Sánchez habría aprobado semejante eslogan o el de «las 3 emes: mar, maricas y mamadas». En un primer momento, el guión preparado por las drags generaba vergüenza ajena, desconcierto y extrañeza en su surrealismo y su carácter amateur. Demasiado zafio: hasta Los Javis se tapaban la cara como para ni ver ni oír. Tres minutos después te estabas perdiendo detalle porque estabas ahogado en tu propia risa, incapaz de asumir estar viendo nada de esto en tu televisor. ¿No sería, más bien, un sueño tras una fumada?

‘Drag Race España’ no se emite en abierto. A veces me pregunto qué pasaría si la audiencia casual más conservadora topara por casualidad con un fragmento de este show de A3Media patrocinado por pollofres de chocolate «con lactosa». Tiene sus partes bestias, pero en general pone en primera plana que la cultura drag está entre nosotros para hacer del mundo un lugar mejor: durante un rato nos hace olvidar nuestros problemas al tiempo que representa un espacio seguro para todas aquellas personas que no lo han encontrado. Y ahí tan emocionante ha sido el capítulo dedicado a las personas LGTB+ en su jubilación, como el relato de Marina de que sus padres siempre la han aceptado como persona no binaria. Hay esperanza para el siglo XXI.

Esta segunda temporada no se ha despedido con su mejor cara: un especial un tanto aburrido la semana pasada, y una final demasiado larga para lo que poco que había que contar, en la que además se ha hecho un feo a una concursante sin venir a cuento. Pero sin duda pasará a la historia por lo bueno, porque es el mismo formato el que nos ha enseñado a olvidar lo malo. Ayer Javier Calvo, que ha estado sembradísimo con sus juegos de palabras como jurado, compartía esta galería de fotos y yo al menos no podía parar de hacer Zooms sobre las reinas para reírme. ¿Cómo demonios piensan los responsables del cásting superar esto?

Angel Olsen presenta ‘Big Time’ este mes en España

Angel Olsen es una de las artistas más prolíficas de los últimos tiempos: no sólo va a disco por año desde 2019, sino que para la presentación de este ‘Big Time’ también ha rodado una minipelícula homónima inspirada en una serie de sueños que tuvo (que se estrenó con un directo en Twitch con participación de la propia Olsen) y además ya tiene preparada la gira de presentación.

Tampoco sorprende el cambio de registro de Olsen, que nos ha acostumbrado a no saber si debemos esperar un álbum con un grandilocuente “wall of sound”, como hizo en ‘All Mirrors‘, un trabajo de indie como ‘MY WOMAN‘ o un irreverente disco de versiones, como ese ‘Aisles‘ con el que nos sorprendió el pasado verano. Porque si de algo no se puede acusar a Olsen es de causar indiferencia: en cada nuevo trabajo podemos acampanarla en la búsqueda del sonido que la defina en ese momento. Incluso podemos apreciar con qué registros se siente cómoda o su querencia por la sencillez en álbumes como ‘Whole New Mess‘ o este ‘Big Time’ que nos ocupa.

Este nuevo trabajo se ha grabado en un momento clave en la vida personal de la artista: cambió de pareja, salió del armario ante sus padres y poco después, ambos fallecían con tan solo dos meses de separación. Esa colisión de acontecimientos tan dispares son el material con el que ‘Big Time’ está tejido, desde la euforia del tema que da nombre al disco y en el que canta al amor y a la vida (“And I’m living, I’m loving, I’ve loved long before / And I’m loving you big time, I’m loving you more”) a la tristeza y búsqueda de interlocutores de ‘This Is How It Works’ donde busca un hombro en que apoyarse (“I know you can’t talk long / But I’m barely hanging on / I’m so tired of telling you /It’s a hard time again”).

“No puedes planear el dolor, organizarlo o agendarlo ni saber cómo te sentirás cuando llegue, simplemente sucede”, contaba Olsen al sello con motivo del lanzamiento del álbum, y es precisamente esa impresión la que da el disco, la de tratar de colocar y asimilar dos emociones simultáneas y a la vez tan antagónicas como son el amor y el duelo.

Una de las cosas que más llama la atención del álbum es su acercamiento al country. Aunque no faltan los arreglos que ya son marca de la artista (‘Go Home’ podría haber formado parte del cancionero de ‘Song of the Lark and Other Far Memories’ o de ‘All Mirrors’, sin ir más lejos), aquí se lanza de cabeza a melodías y estructuras propias del country y que podrían haber firmado Dolly Parton o Loretta Lynn: ‘All the Good Times’, ‘Right Now’ o ‘This Is How it Works’ podrían sonar tanto en un festival europeo como en una sala de Nashville. Son canciones en las que se intuye el dolor, pero en vez de optar por el desgarro o la pornografía emocional, Olsen lo muestra de forma contenida pero profunda en baladas atemporales. Especialmente emocionante es ‘All the Flowers’, en la que habla de la búsqueda de la identidad, de la soledad y de la fugacidad del amor y la vida.

Angel Olsen suele facturar trabajos honestos en los que habla de emociones a flor de piel, y ‘Big Time’ no es la excepción, pero aquí lo hace con una profundidad y una madurez que emocionan más precisamente por la sobriedad de la que hace gala. Es un álbum tremendamente introspectivo y con unas letras y melodías que a ratos pesan, en las que no resulta tan fácil entrar como en las de otros trabajos, pero en el que es fácil acomodarse si se le dedica un poco de tiempo.

Angel Olsen actúa el 29 de septiembre en Madrid y el 30 de septiembre en Barcelona presentando ‘Big Time’, por lo que este será nuestro nuevo Disco de la Semana. Entradas, aquí.

Primavera Sound 2022: imprescindibles y 10 rarezas (finde 2)

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Primavera a la Ciutat

Hoy lunes 6 de junio a partir de las 20.00 en Paral.lel 62 vuelven a coincidir en espacio Hidrogenesse y The Magnetic Fields con sendos conciertos y una pinchada posterior por parte de Austrohúngaro. En Razzmatazz 2 podrá verse a Beak>, King Gizzard, además de a Spelling, que os destacamos bajo estas líneas. En Sidecar, será el turno de Cassandra Jenkins y Sinead O’Brien. Sons of Kemet tocan en Apolo como parte de la noche London Healing, y lo harán antes de separarse.

El martes 7 de junio recomendamos el concierto de Marina Herlop en LAUT. Renaldo & Clara y L’impératrice estarán en Paral.lel 62. Slowdive y Derby Motoreta’s actuarán en Razzmatazz después de otro show de King Gizzard. Y Doble Pletina estarán en Apolo un par de horas antes de Jorja Smith, que actuará a eso de la medianoche.

El miércoles 8 de junio La Nau nos traerá a Dry Cleaning y Erika de Casier, mientras Jorja Smith repetirá en Paral.lel 62 acompañada de Mafalda. Ride, Phoenix, Khruangbin estarán en Poble Espanyol junto a Magdalena Bay, una de las grandes joyas perdidas de este año. Goldie estará en RED58, Él mató a un policía motorizado en Sidecar, e Interpol además de Chet Faker en la Sala Apolo. Razzmatazz acogerá a Megan Thee Stallion, La Zowi y Albany, mientras Razzmatazz 2 tendrá a PUTOCHINOMARICÓN y una fiesta PC Music por la que pasarán Dorian Electra, A.G. Cook…

Primavera Sound Weekend 2: Imprescindibles

Jueves 9 de junio:
La primera jornada de este «finde» en el Fórum bien podría empezar con Dry Cleaning (18.50), Squid (19.45) o Khruangbin (20.05) y Ride (20.45). Desde las 21.35 actúan Interpol y a las 22.00 actúan Slowdive, en coincidencia en parte con Big Thief. Metronomy y Gorillaz actuarán también casi a la misma hora. Dua Lipa actúa entre 0.50 y 2.05 de la madrugada del jueves al viernes. John Talabot actúa a las 0.30 seguido de Bad Gyal (1.50), Tyler the Creator (2.20), Bicep (3.05) y 2manydjs (4.40).

Viernes 10 de junio:
El viernes comenzaremos la jornada bien de mano de CMAT o de Triángulo de Amor Bizarro (18.00) mientras Clairo saldrá a las 19.00. Poco después de las 20.00 coincidirán Courtney Barnett y Brittany Howard.

Rigoberta Bandini actuará a las 21.30 en coincidencia plena con Lorde. Los Strokes saldrán a las 22.55 y desde las 23.20 actuarán The Jesus and Mary Chain. M.I.A. coincidirá con Yeule en torno a las 0.30 aprox. A las 0.40 actúa la nueva banda de varios miembros de Radiohead The Smile, mientras a la 1.50 será el turno de Remi Wolf y de Run the Jewels. Después de las 2 pincha Grimes y hay show de Bleachers.

Finalmente el sábado 11 de junio, la cosa empezará fuerte con Genesis Owusu, que os destacamos aparte, a partir de las 17.00 y Sky Ferreira a partir de las 18.50, en coincidencia esta última con The Weather Station, Antònia Font y La Zowi. La tarde continuará con Arooj Aftab (19.55), Rolling Blackouts Coastal Fever (20.50) y Romy (21.30). Mogwai salen a las 22.00, más o menos a la par que Yeah Yeah Yeahs y Confeti de Odio. Angèle actúa a las 23.20 casi a la vez que Tame Impala, Jessie Ware a las 0.35 y Sen Senra a la 1.45.

10 joyas a descubrir

Spellling
Entre los mejores discos de 2021 destacábamos el último del proyecto de Chrystia Cabral, que dejaba atrás lo experimental de sus primeras entregas en favor de un sonido más variado y ambicioso, lleno de sintetizadores. Actúa este lunes 6 de junio.

L’impératrice
El grupo francés y de nu-disco ha publicado dos discos llamados ‘Matahari’ (2018) y ‘Tako Tsubo’ (2021) conteniendo singles como ‘Vanille fraise‘, de vídeo completamente imperdible. Actúan este martes 7 de junio en Paral.Lel 62.

Los Bitchos
Mujeres es un grupo compuesto enteramente por hombres y Los Bitchos es un grupo compuesto enteramente por mujeres. Serra Petale, Agustina Ruiz, Josefine Jonsson y Nic Crawshaw han sido de las más grandes damnificadas por la pandemia, dado el tiempo que su debut ha tenido que aguardar metido en un cajón, pero su música instrumental influida por la cumbia y el blues las pone definitivamente en el mapa. Actúan el martes 7 de junio en La 2 de Apolo.

Noga Erez
El mismo sitio y el mismo día, este martes 7 en La 2 de Apolo, podrá verse el set de la israelí Noga Erez, que adivinamos bastante teatral a juzgar por el gran single extraído de su disco del año pasado, ‘Kids’. Sigue siendo muy grande ‘End of the Road’.

Magdalena Bay
Entre las citas imprescindibles de Primavera a la ciutat, el dúo Magdalena Bay, popularizado en Youtube gracias a su imposible amalgama de estilos. Grupo de pop en definitiva, en toda su complejidad, su disco ‘Mercurial World‘ es apto para seguidores de Grimes y Charli XCX, pero con un punto más clásico. Están el 8 de julio en el Poble Espanyol.

100gecs
La misma noche de miércoles pero en Razzmatazz, de madrugada, será el turno de 100 gecs, el loquísimo dúo también de vídeos inclasificables. Este año tienen nuevo disco, aunque seguro que además de interpretar temas nuevos como ‘Doritos & Fritos’, hay lugar para recuperar singles antiguos como ‘money machine’.

Cazzu
Uno de esos nombres con millones de streamings en las plataformas pero no tan conocidos en nuestro país es el de la argentina Cazzu. La hemos escuchado en éxitos con Bizarrap, con Rauw Alejandro, con Natti Natasha… o ahora mismo con María Becerra en ‘Maléfica’, pero el jueves 9 de junio será el momento de averiguar cómo se defiende en directo ella sola. Acaba de publicar disco, ‘Nena Trampa’.

Danny L Harle
Especial ilusión porque especialmente puede ser recordado dentro de unos años es el espacio que se dedica en este Primavera Sound al sonido PC Music. No podemos tener ya a SOPHIE pero sí su impronta. Cuenta con su propia noche entre semana, como ya hemos indicado, con conciertos y sesiones de dj’s y además hay una noche HARLECORE este martes en la ciudad. Por otro lado, finalmente, Danny L Harle cerrará la jornada del 10 de junio en el Fòrum. ‘HARLECORE‘ fue otro de los mejores discos de 2021. ‘On a Mountain’ es una canción que no ha faltado ni en una sola de nuestras sesiones.

Pinkpantheress
También entre lo mejor de 2021 destacábamos el proyecto de la revelación británica Pinkpantheress, cuyo disco ‘To Hell With It‘ venía a condensar las cosas que la caracterizan. Por un lado, su interés por los ritmos drum&bass de los 90; por otro, su adaptación a los códigos de TikTok. Actúa el viernes 10 de junio.

Genesis Owusu
Igualmente entre lo mejor de 2021 destacábamos el álbum de Genesis Owusu y teníamos la suerte de poder charlar con él. Es una rareza verle por aquí, pues es australiano, por lo que no perderíamos la oportunidad de hacerlo el sábado 11 de junio a las 17.00 en el Fórum. Será ocasión de comprobar cuánto recuerda o no a TV On the Radio en su mezcla de rap, indie, rock, electro, funky y beats africanos en homenaje a sus ancestros.

Sofia Amores no quiere ser «mejor que nadie» en uno de los hits potenciales de su debut

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La joven madrileña Sofía Amores ha publicado estos días su primer EP ‘por no llorar’. En él recopila algunas de las canciones que ha presentado durante los últimos meses, algunas de las cuales os hemos venido presentando en playlists como Ready for the Weekend (novedades) y Sesión de Control (pop nacional). También hay un par de inéditos.

Las 5 composiciones de ‘por no llorar’, que han conquistado a gente como Guille Milkyway (la sigue en Instagram) recurren a distintas texturas. Puede ser la balada más ambiental como ‘de menos’, en la estela de James Blake. Puede ser el italo disco y el bedroom pop del que es de momento su tema más popular ‘pero no sé’. O puede ser la balada con guitarra de beat finalmente bailable ‘que no’, que no es una adaptación de Deluxe aunque por momentos consienta la existencia de un mash-up. El EP se completa con la canción también llamada ‘por no llorar’ y con ‘mejor que yo’, que seleccionamos como «Canción del Día» hoy.

‘mejor que yo’ se abre con unos sintetizadores ochenteros que son puro brillo, mientras Sofía Amores nos habla de sus inseguridades, probablemente como forma de autoayuda. «Mírame bien, no soy mejor que nadie / voy por detrás, no sé cómo alcanzarte» es el gran estribillo de un tema resplandeciente y eufórico en melodía y producción pero con sus momentos de duda en el trasfondo, en sintonía con el resto de sus composiciones. Os dejamos con el videoclip, que lleva el «bedroom pop» hasta su mayor extremo.

El otro ‘All I Want for Christmas Is You’: Andy Stone denuncia

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De todos es sabido que ‘All I Want for Christmas Is You’ de Mariah Carey ha terminado siendo su mayor hit. Aunque le costara 25 años llegar al número 1, actualmente es el villancico preferido en todo el mundo. En cuanto llega el Día de Acción de Gracias y el Black Friday comienza sistemáticamente un ascenso imparable en las listas, que le lleva a terminar en el número 1 en torno al Día de Navidad.

Pero hubo otros ‘All I Want for Christmas Is You’ antes de esto, y hay quien quiere sacar crédito de ello. Se trata del autor Andy Stone, que co-escribió un tema así llamado 5 años antes del disco navideño de Mariah Carey. Lo hizo para la banda de country Vince Vance & the Valiants, que publicaron un ‘All I Want for Christmas Is You’ tan pronto como en 1989. Ahora Stone ha denunciado a Mariah Carey por la friolera de 20 millones de dólares por «los daños que le ha causado». Se la acusa de una infracción de copyright y por apropiación indebida.

En la denuncia formal, no solo aparece Mariah Carey sino su co-autor Walter Afanasieff y Sony Music Entertainment. El ‘All I Want for Christmas Is You’ de 1989 no tiene casi nada que ver con la canción de Mariah Carey, pues está más orientado a la balada 50’s, sonando más cercano realmente a una de las baladas de ‘Grease’, tipo ‘Hopelessly Devoted to You’ de Olivia Newton-John, o incluso el ‘Make You Feel My Love’ de Bob Dylan.

Lo que sí tiene en común, aparte del nombre de la canción, es el concepto. La letra de este otro tema dice cosas como «no necesito cosas caras, no me importan / Todo lo que quiero no se puede encontrar debajo de un árbol de Navidad» que podrían aparecer perfectamente en el tema de Mariah Carey. De hecho, en el de esta aparece una frase casi clavada. De «All that I want, it can’t be found underneath the Christmas tree» pasamos a «I don’t care about the presents underneath the Christmas tree».

El ‘All I Want for Christmas Is You’ de Vince Vance & the Valiants solo fue un éxito en las listas country y es curiosa su inspiración en los años 50 y 60, pues a su vez hubo otro tema llamado ‘All I Want for Christmas Is You’ en 1966. Lo interpretó entonces Carla Thomas y contenía la frase «Give the neighbours all the presents under the tree». Os dejamos con los 3, aunque en este caso son sus letras y conceptos los más comparables.


Kate Bush, número 1 global casi 40 años después: ¿cómo es posible?

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Si ya hace unos días hablábamos de la re-entrada de ‘Running Up That Hill’ en las listas de éxitos a cuenta de su uso en la cuarta temporada de ‘Stranger Things‘, esto se está volviendo ya monstruoso: a la hora de escribir estas líneas, el tema no solo ha superado en reproducciones a la hasta ahora campeona entre las canciones de Kate Bush ‘Wuthering Heights’, sino que es #1 en el top global de iTunes, y también finalmente de Spotify, superando a las ochocientas canciones de Bad Bunny y a los recientes lanzamientos de Jack Harlow o Lizzo.

Ha sido este lunes 6 de junio cuando, en el global de Spotify, al final se ha producido el sorpasso: ‘Running Up That Hill’ sube al número 1 con 8.422.766 reproducciones. ‘As It Was’ de Harry Styles queda en el puesto 2 ya a la baja con 7.880.981.

La pregunta de este titular tiene una respuesta corta: porque ‘Running Up That Hill’ es un temazo, y Kate Bush una reina. Pero ambas cosas ya las sabemos y, por suerte o por desgracia, no son suficientes para conseguir esta hazaña. Son importantes factores, como desde luego lo es la alta popularidad de ‘Stranger Things’, pero es probable que el ingrediente secreto tenga que ver con cómo la serie usa esta canción.

‘Running Up That Hill’ suena ya en el primer episodio de la nueva temporada, y seguirá sonando -y siendo mencionada por los chicos- en otros más, pues es la canción favorita de Max, una de las protagonistas, que está viviendo una etapa difícil y acude a ella buscando paz. Y justo es eso, el efecto terapéutico que puede tener una canción y que tanto nos apasiona a los melómanos (y a cualquier persona, realmente), lo que los hermanos Duffer exploran con el tema de Bush, aderezándolo con fantasía y, ojo, terror.

Porque eso es una de las principales novedades de esta temporada. A diferencia de mis compañeros, no me entusiasmó ni siquiera la 3ª de ‘Stranger Things’, pero he caído rendido ante esta cuarta, en mi opinión superior incluso a la primera (que, más allá de una buena ejecución de nostalgia, no me parecía que aportase demasiado).

El giro al terror se nota incluso en las referencias o guiños tan propios de la serie: de ‘E.T.’ o ‘Los Goonies’ pasamos -exceptuando anacronismos como ‘The Ring’ o ‘El silencio de los corderos’- a clásicos del horror de la época como ‘Halloween’, ‘Terror en Amityville’, ‘Carrie’, ‘Hellraiser’ (!) y, sobre todo, ‘Pesadilla en Elm Street’, incluyendo hasta un cameo de Robert Englund. Precisamente es a una película de esta saga a lo que recuerda más el uso de ‘Running Up That Hill’ -y la temporada en general-: la excelente tercera entrega, ‘Los guerreros del sueño’, que además también lanzó a las listas de éxitos una canción, ‘Dream Warriors’ de los metaleros Dokken, escrita para la película.

Cuenta Variety que Kate Bush es muy selectiva a la hora de aceptar que se usen sus canciones, pero era fan de la serie. Ahora ha enviado un comunicado dando su bendición y asegurando que no puede aguardar al desenlace de estos capítulos, dentro de unas semanas. La encargada de la música de ‘Stranger Things’, Nora Felder, saltó de alegría al recibir el “ok”, porque era el tema que más le encajaba, tanto por contexto histórico como por las sensaciones que transmite la canción, su punto épico e incluso su letra.

Y es así hasta el punto de que ‘Running Up That Hill’ no solo “aparece” en la temporada, sino que es casi un personaje más, o al menos un acompañamiento perfecto en la cuidada evolución de Max, que nos lleva hasta una catarsis, e incluso sigue presente después de ella. De hecho, no sería extraño que volviese a aparecer en la segunda parte de la temporada o incluso en la quinta y última temporada, aunque su peak a priori haya sido en esta tanda de episodios. Por cierto que, casualidad o no, estos días ha salido un cover de Kim Petras en exclusiva para Amazon.

Muere Alec John Such, bajista original de Bon Jovi

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Bon Jovi informan de la muerte de su bajista original, Alec John Such, a los 70 años, sin especificar la causa del deceso.

La banda expresa en su comunicado: «Era genuino. Como miembro fundador de Bon Jovi fue fundamental en la formación de la banda. A decir verdad, nos encontramos a nosotros mismos a través de él. Fue amigo de la infancia de Tico Torres y trajo a Richie Sambora a vernos actuar. Alec fue siempre salvaje y estaba lleno de vida. Hoy aquellos recuerdos especiales nos traen una sonrisa a la cara y lágrimas a los ojos. Le echaremos de menos de verdad».

Alec John Such fue el bajista en la fundación de Bon Jovi, casi desde el principio. Entró en la banda a través del teclista David Bryan, al igual que su colega Tico Torres. Alec tocó en los 5 primeros discos de Bon Jovi, lo cual significa que tocó en muchos de sus mayores éxitos, pues al fin y al cabo estamos hablando de ‘Bon Jovi’ (1984); ‘7800º Fahrenheit’ (1985), el multiplatino ‘Slippery When Wet’ (1986), ‘New Jersey’ (1988) y ‘Keep the Faith’ (1992). Por eso fue inducido en el Rock N Roll Hall of Fame cuando le tocó a la banda en 2018, como podéis ver en el vídeo oficial de Youtube.

Alec John Such dejó Bon Jovi a principios de los 90, tras la grabación de ‘Keep the Faith’. Le sustituyó Hugh McDonald, que había tocado en el primigenio hit de la banda ‘Runaway’. Jon Bon Jovi dijo sobre su salida de la banda por aquel entonces: «por supuesto que duele. Pero he aprendido a aceptarlo y a respetarlo. El hecho de que yo sea adicto al trabajo, de que vaya del estudio al escenario y del escenario al estudio, y quiera lidiar con eso día y noche, no significa que todo el mundo tenga que ajustarse a eso. Alec ya quería irse del grupo desde hace un tiempo, así que no ha sido una completa sorpresa».

Hoy sus compañeros hablan de cómo le echarán de menos, como ha manifestado el mismo David Bryan en Twitter: «Fue un honor y un placer compartir el escenario y la vida contigo», ha indicado.




Asesinado a los 34 años el rapero Trouble

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Trouble ha sido asesinado al recibir un disparo en la mañana de este domingo 5 de junio en un complejo de apartamentos de Conyers, Georgia. Tenía 34 años. El sello Def Jam ha emitido un comunicado indicando que sus “pensamientos y oraciones están con sus hijos, seres queridos y fans”, destacándole “como una verdadera voz para Atlanta y una inspiración para la comunidad que representaba”.

El rapero, cuyo verdadero nombre era Mariel Semonte Orr, había publicado 2 discos y casi una decena de mixtapes, la primera de las cuales se llamó ‘December 17th’ y salió en 2011, siendo destacada como una de las mejores mixtapes de aquel año por medios como Complex. Incluyó su primer éxito ‘Bussin’’.

En 2015 apareció en ’Tetsuo & Youth’ de Lupe Fiasco y después colaboró con más grandes nombres. En 2017 fue fichado por el sello de Mike Will Made It y con Interscope, publicando el álbum ‘Edgewood’ en 2018 y ‘Thug Luv’ en 2020.

El primero, en la producción de Mike Will Made It, incluía colaboraciones con Drake, The Weeknd, Quavo y Fetty Wap y llegó a entrar en el número 130 del Billboard 200. ‘Brink It Back’ con Drake sería de hecho su mayor hit en las plataformas de streaming, con 31 millones de reproducciones en Spotify en el momento de su fallecimiento.

Podcast: El fenómeno Harry Styles

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Dedicamos el nuevo episodio de «Revelación o Timo, el podcast de JENESAISPOP» a hablar del fenómeno Harry Styles. ¿Alguien recuerda ya que el cantante fue o incluso es aún a día de hoy miembro de One Direction? Para muchos ‘Harry’s House‘ es el punto de inflexión definitivo de su carrera, pero analizamos también qué otros le trajeron aquí, como la cita a David Bowie y Pink Floyd en los tiempos de su debut, o ‘Watermelon Sugar’ en su segundo álbum, ‘Fine Line’.

Desgranamos cuáles son nuestras canciones favoritas de ‘Harry’s House’ al margen de una ‘As It Was’ que ya tiene un hueco reservado en nuestra lista de mejores canciones de 2022; comparamos el fenómeno Harry Styles con otros precedentes como Robbie Williams, y pasamos de puntillas también por su relación con Taylor Swift. ¿Nos podemos aproximar realmente a su vida y a sus pensamientos a través de sus letras?

En la última parte del episodio, hablamos de moda, cine y otras facetas del artista, sin pasar por alto su polémica respecto al «queer baiting», sobre la que diferimos.

Sharon van Etten / We’ve Been Going About This All Wrong

Los avatares biográficos de Sharon Van Etten han ido conformando su obra. Especialmente los intensos, como explica en esta entrevista a Rolling Stone. A principios de 2020 Sharon se las prometía muy felices: amor, maternidad, traslado de Nueva York a Los Ángeles con su pareja, futura boda… Pero la pandemia vino a chafarle la guitarra. Nada de conciertos, nada de salir y nada de boda. Encerrada en una casa con la que aún no se había familiarizado, lidiando con sus fantasmas, con un niño pequeño que exigía su atención y con una crisis de pareja espoleada por el confinamiento, Sharon se puso a componer.

El título ‘We’ve Been Going About This All Wrong’ (“hemos abordado esto de manera completamente equivocada”) suena a mea/nuestra culpa bastante sarcástico. Pero el sarcasmo está a años luz de este disco. A pesar de que Van Etten también tenga un ramalazo de humor negro, este disco desborda aflicción, añoranza y… baladas. Muchas baladas. No hay piezas de rock tan potentes como ‘Come Back Child’ o tan icónicas como ‘Seventeen’. A ratos, el disco hasta peca de ser un poco demasiado moroso. Pero a cambio hemos obtenido una compacta colección de canciones enormemente sentidas, en las que Sharon aumenta aún más su carga de sentimentalismo y dramatismo.

La domesticidad del disco queda patente no solo por la temática, sino por su elaboración. Van Etten se encarga de gran parte de los instrumentos y de la producción (junto a Daniel Knowles). Otra característica interesante es que Van Etten quería preservar la experiencia de “álbum”. No ha habido adelantos y no ha incluido canciones ya conocidas como ‘Porta’, ‘Used to It’ o la monumental ‘Like I Used to’. Es una pena que no esté; se echan de menos esas canciones imperiales que tan bien se le dan. Aquí Sharon parece más comedida a nivel compositivo, que no vocal: está especialmente interesada en la interpretación, en explorar y explotar las posibilidades de su magnífica voz, jugando con diferentes entonaciones, engolando, subiendo el tono o susurrando cuando la canción lo requiere.

El inicio ya avisa, con la tremendista ‘Darkness Fades’: solo hay que escuchar con qué gravedad entona su primer verso. Sharon hace un ejercicio de lucimiento bastante importante mientras se va desatando en un baladón muy a la Angel Olsen. A su hijo le dedica la súplica ‘Home to Me’. Entre sintetizadores, Sharon le canta: «You’re on my mind, do you not see?/I need my job, please don’t hold that against me” (“Estás en mi mente, ¿no lo ves?/Necesito mi trabajo, no me lo eches en cara”).

Hay que esperar hasta ‘Ill Try’ para encontrar rock recio, aunque tamizado por acordes de sintetizadores de dream pop. El tono desatado regresa en las fabulosas baladas ‘Anything’ y ‘Come Back’, tremendas ambas en su intensidad, en sus instrumentaciones ensoñadoras, sus crescendos y sus estribillos. O en ‘Born’, en que Sharon enrarece su voz, engolándola, pero donde también hay espacio para las explosiones instrumentales. El uso de la voz se hace particularmente destacable en ‘Darkish’, donde Sharon se queda sola con su guitarra: el largo aullido que suelta en el minuto 3:35 todavía no sé si me encanta u horroriza.

‘Headspace’ es una de las excepciones en que Van Etten escapa de la balada. Es muy Pixies en el puente y muy Garbage en su estupendo estribillo. Otra es ‘Mistakes’, zumbona, pegadiza y un single total. Es puro rock clásico de los 90: de hecho, podría ser fácilmente uno de esos hits noventeros que suenan sin descanso en los 40 Classic. Y no, no es algo peyorativo.

Quizás la falta de canciones señeras a primera escucha, la ausencia de un ‘Used to Be’ o un ‘Seventeen’ puede empañar la escucha del disco, que este resulte demasiado compacto o lánguido en algún momento. Pero es un álbum realmente hermoso: cuanto más se escucha, más apetece volver a él. Y como la misma Sharon Van Etten dice, no es un disco triste: «It’s not dark, it’s only darkish».

20 años sin Carlos Berlanga, «el auténtico rey del pop español»

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En 1990, Carlos Berlanga acudió a un programa muy popular en aquel momento en RTVE llamado 3×4 para presentar su carrera en solitario. La entrevista realizada por Isabel Gemio no contiene una sola pregunta relacionada con el estilo de su primer disco o sobre creación musical. Sin embargo, son 10 minutos en los que da tiempo a conocer al genio creador, en toda su contradicción.

Isabel Gemio no puede ser más incisiva preguntando y repreguntando, por ejemplo sobre la separación de Alaska y Dinarama, aquel grupo de Olvido, Nacho y él mismo posterior a los Pegamoides, que había conseguido publicar el disco más vendido de toda España durante 1985 (salió a finales de 1984), ‘Deseo carnal’. «Me tuve que ir por una serie de razones. Diferencias musicales, personales. Me encantaría seguir con ella. La quiero mucho, a Nacho también, pero la vida es así. No había más remedio que irse», explica.

Carlos Berlanga tiene tiempo en esos 10 minutos de hablar de lo que admira a su padre, el cineasta Luis García Berlanga; de si es un pijo al que le han dado todo hecho o no; de que no soporta vivir solo porque se deprime; de si es un autor de éxito o más bien todo lo contrario. No puede resumir mejor al artista esta charla: por un lado se come la cámara con unos ojos azules preciosos, sus gafas de pasta, cierto aire a Morrissey. Por otro lado se refiere a su «famosa timidez» con una sonrisa nerviosa, visiblemente sudado.

«No me gusta nada verme en la tele, ni oírme ni verme en fotos. Nunca me he gustado. Le pasa a mucha gente, no solo a mí. Casi nadie está contento consigo mismo», dice en un momento de la entrevista, como anticipándose a la llamada generación de cristal, mucho antes de que palabras como «autoestima» pasaran a la primera plana. Gemio está muy hábil también buscándole las cosquillas sobre su estatus. Le pregunta si es un «moderno o un posmoderno». Él responde: «Yo soy un clásico, ni posmoderno ni moderno ni nada»; Isabel se lanza a preguntar si lo que quiere es seguir sonando «dentro de 25 años».

Han pasado realmente 32, 20 desde que falleció el 5 de junio de 2002 a consecuencia de una enfermedad hepática. Y puede que no sea el nombre más citado entre las influencias del pop español a día de hoy, pero sus canciones permanecen en el imaginario colectivo, sumando decenas -en algunos casos casi cientos- de millones de streamings. No hay más que echar un vistazo a la popularidad actual aun a día de hoy de ‘Ni tú ni nadie’ o ‘A quién le importa’. Hace poco Pedro Almodóvar, que le encargó el cartel de ‘Matador’, por ejemplo, le llamó «el verdadero rey del pop español».

Alaska y Dinarama se separaron por «diferencias artísticas y personales». Los muchos libros que se han escrito sobre su carrera -de Rafa Cervera a Mario Vaquerizo- nos cuentan que él y Nacho Canut llegaron a las manos por mucho que nos cueste imaginarlo. En lo artístico, la divergencia está muy clara. El primer disco de Fangoria continúa la senda del sample y la electrónica de ‘Fan Fatal’, que Olvido y Nacho siempre consideraron de alguna forma el debut de Fangoria. El primer disco de Carlos Berlanga incluye una canción latina, una bossa y un dúo con Miguel Bosé porque era amiguísimo suyo. La primera frase del álbum es «harto de seguir las modas, harto ya de todas, todas».

Por desgracia, la carrera en solitario de Carlos será errática: diferentes discográficas, una pésima distribución y promoción, álbumes demasiado espaciados, apenas directo alguno como ese en que un jovencísimo Spunky, súper guapo y súper serio, aparece en los vídeos grabados en la Sala Morocco, concentradísimo en frases como “lo vi anunciado en televisión, detergente mágico, poderoso blanqueador”… y donde Carlos luce despistadísimo, en un error constante, pareciendo una cómica mezcla entre Jarvis Cocker y María Barranco.

Siempre esquivo con los directos e incluso en las sesiones de estudio, como se había visto en Dinarama, era ante todo un autor de canciones. Diría Almodóvar de él: «tengo la sensación de que su obra, musical o pictórica, se le caía de las manos en un parto espontáneo y sin dolor. Estaba dotado, y tal vez esa increíble facilidad impidió que creciera en él la idea de disciplina que todo artista necesita para arañar sus límites».

Sus álbumes solo, en cambio, rozarían la perfección, sobre todo en los casos de ‘Indicios’ (1994) e ‘Impermeable’ (2001). Primero, ‘El ángel exterminador’ (1990) no fue la mejor canción para presentarle solo. ‘En el volcán’ es la que esconde el mayor potencial en su debut, una canción vengativa que todo el mundo asume dedicada a Alaska por mucho que él, en la época, asegurara que «la quiere muchísimo». «No habrá más cartas este verano» de ‘El verano más triste’ se convertirá en la canción más coreada en el verano de 2002. ‘A tus pies’ tendrá una de sus melodías deliciosas. ‘Septiembre’ será otro de sus números más poéticos.

Pero será después ‘Indicios’ donde se apreciará de verdad el alcance de su talento. ‘Indicios de arrepentimiento’ será su gran himno en solitario, ‘Si no es por ti’ tiene talante para haber sido multiplatino. ‘¿Qué sería de mí sin ti?’ se permite ser una segunda parte para ‘Cómo pudiste hacerme esto a mí’, que en los 90 reinventa en una televisión con una actuación insólita, ¿medio erótica?, junto a Massiel, con unos contraplanos del público dando palmas completamente delirantes. Vainica Doble se pasan para reivindicar ‘La funcionaria’. Ana Belén borda su interpretación de ‘Aguas de Março’. Mientras el mundo indie descubría a gente como Los Planetas y Le Mans, Berlanga entregaba una obra atemporal en la que afloraban influencias clásicas y latinas, dispuestas a atravesar cualquier barrera en el tiempo. Él no era ningún indie. Lo suyo era gustar a la jet set, pero bromeando sobre la misma.

‘Vía Satélite alrededor de Carlos Berlanga’ (1997) supuso su reconciliación con Alaska y Nacho, pese a que estos tenían cierta reticencia a volver con él en lo profesional. Se las había hecho pasar canutas grabando ‘No es pecado’, por ejemplo. E ‘Impermeable’, editado en Elefant, sería su gran obra maestra final, al margen de la excelente ‘Vacaciones’ y aquella ‘Lady Dilema’ que el gobierno escogió para una campaña de Hacienda. Cuenta su productor Ibon Errazkin que a él le habría encantado. Están entre lo mejor de su repertorio pequeñas grandes maravillas como ‘Cul de sac’ o ‘Manga por hombro’. Canciones que parecen enanas y seguimos tarareando de memoria con el paso del tiempo.

Carlos Berlanga falleció a los 42 años, después de una histórica carta a Rolling Stone en la que, en respuesta a una crónica en la que alguien contaba que estaba preocupantemente delgado, aseguraba que estaba muy orgulloso de haber vivido la vida, de haber viajado, y haber conocido mundo. Nos quedamos sin averiguar cómo habría madurado como artista, si bien su hermano Jorge ofrece una pista en la excelente caja recopilatoria que se publicó hace poco con todos los CD’s, rarezas, vinilos, un DVD e ilustraciones. «A Carlos desde niño siempre le persiguió una existencia estética que habitualmente chocaba con las prosaicas normas de la vida cotidiana. De ahí la defensa de una frivolidad ilustrada, el desprecio a la política y a la intelectualidad trascendente a favor de un enciclopedismo trivial, el gusto por los géneros fantásticos y la afición morbosa por los seriales televisivos y la cultura basura». En el mismo libro varias personas relatan lo enganchado que estaba a Melody. Es decir, por mucho que nos guste intelectualizar sus melodías, sus exquisitos arreglos de cuerdas y metales, lo excitante de su madurez artística es que no habría sido la típica. Habría sido seguramente mucho más divertido que eso.

Sería deseable que su nombre apareciera más a menudo como influencia en otros artistas de hoy. Quiero pensar que su estilo es así de inimitable. Apenas se le intuye en artistas underground, algo que quizá él habría odiado, como Sagrado Corazón de Jesús, Monterrosa, Marcelo Criminal, Joe Crepúsculo o Hidrogenesse, que pudieron reeditar ‘Indicios’ en Austrohúngaro cuando no había donde encontrarlo, y después de que Astrud le ejercieran de teloneros en la citada sala madrileña en 1997. Echo de menos que gente como Cariño, Punsetes o incluso Carolina Durante recomienden más a los Pegamoides, porque no se habla lo suficiente de Carlos Berlanga. Pero bueno. Al menos toda su música en solitario está ahí, en las plataformas, disponible para todo el mundo, aguardando a ser descubierta por el OT de turno. No podemos decir lo mismo de sus colegas La Buena Vida.

La cárcel de Bronquio y 41V1L es la «calle de la tristeza»

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Esta semana estamos celebrando ‘Tercer cielo’ de Rocío Márquez y Bronquio como «Disco de la Semana». El único «featuring» del álbum es el de 41V1L (Livia), que aparece en el single ‘De mí’, la rumba. Pero hoy vamos a recomendar un tema que no está en este disco sino en el de Bronquio, también destacable.

Aparte de temas como ‘Granada’, que ya os presentamos, y ‘Fraudulento’, la canción estrella del álbum ‘Sea lo que sea’ es ‘Fui a comprar el cárcel’, que es precisamente una colabo entre Bronquio y también 41V1L. Es nuestra «Canción del Día» hoy. Más identificable como «Vivo en la calle de la tristeza» o «La Calle de la Tristeza» para los amigos. Y su descripción es así de intrigante: «si nunca has ido a comprar a la cárcel, no sabes lo que te pierdes».

‘Fui a comprar a la cárcel’ está influida por Los Chichos y Los Chunguitos, aunque al final no está tan lejos de un reggaetón. Nos cuenta 41V1L cómo surgió a través de un WhatsApp de voz: «Surgió como una rumbita, con una candencia de fandango rara comercialoide. Y le dimos un groove sabrosito. Como las demás canciones, surgió de letras y cadencias que yo tenía, se las presento a Santi, y Santi las convierte en lo que son».

El tema habla de «los peligros de anillarse un visigodo y otros riesgos como los amores platónicos», aunque la letra sugiere que habla de una prisión interior, a lo contribuye su atmósfera profundamente opresiva. «Habla de cómo el ser humano vive en determinados hemisferios de su cerebro y todo es susceptible de ser alterado. Se me alteró debido a una punción de lo que yo considero que era una persona que era un visigodo. Pero a lo mejor era un chaneke, vete tú a saber. Habla de una prisión interior pero a causa de una alteración en mi exterior».

En cuanto a por qué el nombre de ‘Fui a comprar a la cárcel’, concluye 41V1L también misteriosa: «No es sencillo, ni siquiera yo lo entiendo. He escrito a todas las Facultades de Psicología de España y me han dicho que nomenclaturas no me faltan, pero que sus investigaciones no van en esa línea. Un cisma en la existencia humana».

Disco de la Semana: Rocío Márquez y Bronquio / Tercer cielo

Sobre el papel, lo de mezclar folclore con vanguardia corre el peligro de repetirse tanto que deje de ser vanguardia. ‘Tercer cielo’, el disco conjunto de la cantaora Rocío Márquez con el productor de electrónica Bronquio (Santiago Gonzalo), viene para defender que las posibilidades al respecto son infinitas. Más que cerrar puertas por una cuestión de saturación en el mercado, las abre en muy diferentes direcciones.

A raíz de una remezcla de Bronquio para un tema de su disco anterior ‘Visto en El Jueves‘, Rocío Márquez y Santiago Gonzalo continuaron quedando para componer y producir, sin prisas ni plazos. Durante periodos largos de tiempo. Parten de la base de que «la comunión, el trance y la fiesta» son exactamente lo mismo en «los verdiales y en Berghain», y la idea no puede ser más excitante. Todo aquel que haya tenido una aproximación mínima a un tablao flamenco y al club alemán -o similar- sabrá que lo que prima en ambos escenarios, o al menos lo que se busca, es la evasión total. El olvido de tu vida diaria. La libertad.

No en vano, la libertad es el tema principal de ‘Tercer cielo’, como es muy perceptible en el estribillo de uno de los sencillos, ‘Un ala rota‘, o en el texto de Antonio Mairena que se recita al final del álbum: «el que se va, va diciendo en silencio qué grande es la libertad». Esto es exactamente lo mismo que se experimenta en Berghain, esa discoteca en la que lo mismo puedes sumergirte en un cuarto oscuro, que comprarte un helado, que en verano, tomar el sol. Y eso es lo que sugieren cortes tan inmersos en el techno como ‘El corte más limpio’.

Musicalmente, Bronquio no oculta sus referentes. Le inspiran Niño de Elche, le inspira Jamie xx, algo muy perceptible en las bulerías: tanto ‘Mmmm’ como ‘Exprimelimones’ son primas hermanas de ‘Gosh‘. Sin embargo, ninguno de los dos han llegado a sonar tan extáticos como el mencionado ‘El corte más limpio’, donde podemos hablar también de nombres tan trascendentales y espirituales de la escena electrónica como The Field.

El título de ‘Tercer cielo’ se refiere a la aceptación de que la libertad es algo cuya consecución depende no solo de las limitaciones de los demás, sino de las que te pones tú mismo (o algo así). Estructuralmente se sirve de 3 seguiriyas similares tituladas ‘La Piel 1, 2 y 3’, que toman un texto de Luis García Montero, aunque como decíamos al principio, las maneras de interpretar este disco son infinitas.

También podemos intuir que son los textos de Unamuno y Lorca que abren y cierran el álbum los que le dan forma acompañados de las adaptaciones de Rocío Márquez y gente como Carmen Camacho. Seguramente el espectáculo teatral que preparan termine de dar sentido a ‘Mercancía’, que es el momento psicodélico de Bronquio que se usará para dejar espacio a que Márquez se cambie de vestuario; a locuras cercanas al spoken-word como ‘Grande’ o al aguinaldo de ‘Droga Cara’.

Y otra manera de estructurar el álbum es a través de sus canciones más atractivas de manera independiente, que ocupan estratégicamente las posiciones 3, 4, 6, 12, 13 y 16. Es decir, tenemos un par de temas con cierto potencial hacia el principio, un par más o menos en la parte central y otro hacia el final.

Los verdiales de ‘Niña de sangre’ son locos como un colorido collage de Dan Deacon, uno de los productores que menos límites se ha puesto a la hora de amalgamar estilos: representan perfectamente el espíritu del disco. ‘De mí’ es, por selección del sello Universal, el tema más accesible del disco, una rumbita con 41V1L que recuerda mucho al trabajo en solitario de Bronquio. ‘Un ala rota’ es la canción donde mejor entendemos el espíritu del álbum por lo gráfico de su letra, aparte de contar con una guitarra eléctrica tipo twang que no esperábamos que se dejara caer por aquí.

‘Prefiero la muerte’ es una especie de post-trip hop inclasificable que haría recuperar tan odiada etiqueta hasta al escéptico Geoff Barrow. Y ‘El corte más limpio’ es el desenfreno que ha buscado todo el álbum, antes de la despedida de bajona, de amanecer, de volver a casa, de ‘La marca’. En ella Rocío Márquez nos habla de las cicatrices que nos quedan y que tratamos de ocultar. De nuevo, los posibles significados líricos son numerosos, como abstractas son las letras, a veces también un collage. Al final solo tenemos la certeza de que por el camino, Márquez y Bronquio derribaron parte del muro que delimitaba la frontera.

Primavera Sound mejora su logística entre estelares conciertos de Amaia, Low, Caribou…

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Dani Canto

La asistencia al Primavera Sound en la jornada del viernes estaba marcada por la expectativa de atestiguar mejoras en su organización, que había sido deficiente en la jornada inaugural debido al descontrol del aforo y las colas. El festival se puso las pilas y este viernes quedó confirmado que el abultado aforo no tiene por qué ser un problema si se regula en condiciones.

El viernes, desfilar el Parc del Fòrum de punta a punta para ir de un concierto a otro ya no era una misión hercúlea que diera ganas de encerrarse en un baño portátil y no salir hasta el día después. Al contrario, se desviaban flujos de gente con inteligencia para que no se crearan colapsos innecesarios. Y se repartían latas de agua gratis.

El buen ambiente se notaba ya en la llegada al recinto. No acompañaba el cielo gris, pero el nuevo disco de Bad Bunny ponía banda sonora a la llegada desde el teléfono de uno de los asistentes. Tan relajada estaba la gente (al parecer) que, cuando Beach Bunny expresaron su sorpresa por la cantidad de gente que había venido a verles, el público expresó una risa cómplice, como quitando hierro a la complicada experiencia del día anterior. Jordi Bardají

Que la jornada del viernes empieza mucho mejor que la del jueves fue evidente en la ordenada cola para ver a Low en el Auditori. Claro que el hecho de haber llegado una hora y cuarto antes puede haber influido. Marina Herlop desarrolla su música experimental y preciosista ante un público atento, hipnotizado por su propuesta, aunque estén aquí por Low en su mayoría.

Alan Sparwahk y Mimi Parker, acompañados en directo por la bajista Liz Draper, nos vuelven a demostrar que su reino no es de este mundo. Alan empieza imitando con su guitarra el sonido de un dial buscando emisoras de radio, así inician un ceremonial en el que desgranaran ‘Hey What’ casi al completo.

Y no es solo que consigan reproducir el sonido del álbum: es que lo llevan todavía más lejos. Fusionan ‘White Horses’ y ‘I Can Wait’. Los golpes de Mimi retumban y se clavan en el alma, adquiere velocidad de latido. Hay un increíble despliegue de luces que ayuda a llevar ‘All Night’ a la estratosfera, los juegos de voces sobrenaturales de ‘Hey’ nos dejan colgados en el espacio. ‘Days Like This’ la arrancan suavecita, suavecita, para luego arrearnos con furia, y ‘Don’t Walk Away’ consigue ser aún más el himno espiritual. Hay un pequeño conato de pánico cuando Alan dice que van a tocar la última canción (¡no!). Del nuevo disco, aclara, que es ‘The Price You Pay (It Must Be Wearing Off)’. Sólo hay dos canciones antiguas, como cierre: ‘No Comprende’ y ‘Sunflower’. Nos quedamos todos flotando, sabiendo que, otra vez, hemos visto algo que nos supera y nos lleva más allá. Mireia Pería

A decir verdad, que este año está asistiendo mucha más gente al Primavera que en años anteriores (al menos en apariencia) se nota por las importantes congregaciones de público que se forman en algunos de los conciertos más tempranos, como el de Weyes Blood. Era prácticamente imposible meterse en las primeras filas para verla de cerca y solo eran las 7 de la tarde. La pista frente al escenario y la explanada de césped de atrás estaban completamente tomadas por el público. Pareció que media Barcelona se enteró de que su nuevo disco «está en camino», en palabras de su autora. Mientras llega, canciones como ‘A Lot’s Gonna Change’ o ‘Picture Me Better’ siguieron sonando tan atemporales como las recordábamos.

A la misma hora, la actuación de Autechre es una improvisación sobre nuevo material llamada “Barcelona twentytwentytwo”. Completamente a oscuras, el dúo desplegó una música que asemejaba a alguien jugando a un videojuego de guerra en tu cabeza, pero sin resultar particularmente agresivos. Las luces de los móviles del público que buscaba el camino a su butaca o al exterior, ayudaron a darle el adecuado tono onírico; se veían sombras enormes que se proyectaban de repente en el escenario o destellos de luz que coincidían con algún patrón rítmico. Interesantísimo, pero la hora, la oscuridad y el arrullo electrónico hizo que alguno cayera en garras del sopor. Mireia Pería

La curiosidad por averiguar qué sonido ofrecía un grupo que recibe el nombre de Tropical Fuck Storm (hacen un rock experimental que a veces bordea el metal progresivo) me hizo perderme el inicio del concierto de Helado Negro. Es decir, me hizo perderme su mejor canción, ‘Gemini and Leo’. Sin embargo, su reconfortante dream-folk continuó suavizando el ambiente mientras un risueño Roberto Carlos Lange presentaba las canciones de su último disco. Jordi Bardají

A eso de las 8 de la tarde fue el turno de subirse al escenario de Amaia. Había ganas de escuchar en directo su disco ‘Cuándo no sé quién soy‘, y no decepcionó. La artista, nerviosa porque nunca tanta gente que conoce la había venido a ver en un concierto, abrió con ‘Bienvenidos al show’ como no podía ser de otra manera y, entre canciones de sus dos discos, presentó un setlist perfecto en selección y orden. ‘Yamaguchi’ sonó cuando más apetecía, la navarra cantó el número justo de baladas al piano (entre ellas su versión de ‘Fiebre’ de Bad Gyal) y, si había dudas en torno a si su debut superaría el paso del tiempo, hay que decir que canciones como ‘Quedará en nuestra mente’ ya suenan a clásicos.

Aunque debo hacer un apunte: el setlist no fue exactamente perfecto… porque a Amaia le obligaron a cortarlo antes de lo esperado. La artista no dudó en expresar su frustración de varias maneras por este imprevisto («a ver si ahora me van a quitar canciones») pero, si el setlist se abrevió, no se notó nada: probablemente se desprendió de ‘Un nuevo lugar’ o ‘Nadie podría hacerlo’, que sí tocó, por ejemplo, en Sevilla… pero desde luego no de ‘Quiero pero no’, ‘El encuentro’ ni mucho menos de ‘La canción que no quiero cantarte’, que cerró el show por todo lo alto a gritos de «cómeme el higo». Invitada al escenario, María Escarmiento hizo el papel de Aitana, ganándose los vitoreos del público. Jordi Bardají

La gran cantidad de asistentes de esta edición me empujó a cambiar de ruta. Una de mis prioridades era Little Simz, pero el recuerdo del gentío atiborrando el escenario Cupra para Dinosaur Jr me hizo desistir de la idea. De hecho, me llegaron bastantes avisos de que intentar ver a la británica era imposible. Así que me quedé en el escenario Ouigo (antiguo Adidas) y, por un rato, volví al Primavera de antes: se podía pedir en las barras rápidamente, se podía estar tranquilo. Y aun así, se veía bastante gente esperando a Za! & La TransMEgaCobla. Mucho público autóctono, antiguos parroquianos del Hi Jauh Usb?, unas cuantas camisetas de Mujeres (el grupo) y algún guiri despistado flipando. “Crazy! That’s crazy, man!”, nos gritó uno que acabó bailando frenéticamente detrás de nosotros. No fue para menos: el concierto más loco y divertido del festival. Edi Pou y Pau Rodríguez están acompañados un cuarteto de viento (la cobla) y dos vocalistas portentosas, que lo mismo te cantan que te pegan unos alaridos que te dejan seco. Arrancan con sonidos de sardanas, pero aquello torna en un huracán de ruido, vientos, juego y toneladas de diversión. ¿Que hacen una canción “en fenicio”? Nosotros la cantamos como si nos fuera la vida. Y encima cierran fusionando ‘Smack My Bitch Up’ de Prodigy y ‘Block Rockin’ Beats’ de Chemical Brothers. Festa Major. Mireia Pería

Valió la pena perderse a The National (por mal que suene) para ver el concierto de Pabllo Vitar. Entre tanto guitarreo, la brasileña ofrece algo diferente: ritmos de funk brasileiro que invitan a mover las caderas sin parar. Verla sobre el escenario bailar sus alegres y vibrantes canciones junto a sus bailarinas, todas vestidas de rosa como si fuera un concierto de Lola Indigo, fue refrescante. No faltó el remix de ‘Fun Tonight’ de Lady Gaga, aunque lo que brilló por encima de todo fue su operística voz de diva. Vitar fue una de las joyas «perdidas» del festival. Perdida en Mordor, en concreto. Jordi Bardají

Como cabeza de cartel, Beck no decepcionó. El cantante, ataviado con su habitual traje blanco y su sombrero insignia, no solo se entregó a su papel de «showman» para un público que iba mucho más lejos de lo que su vista era capaz de alcanzar, sino que presentó un concierto de sonido inmejorable, en el que especialmente las baterías y percusiones sonaban crespas y cristalinas como el día. Buen rock el que trajo Beck en canciones como ‘Everybody’s Gotta Learn Sometimes’ o por supuesto ‘Loser’. Jordi Bardají

Warpaint en el escenario Binance (antiguo Primavera) sonaron casi perfectas. Un concierto ideal para degustar en el césped, sin prisas. Reprodujeron de manera fidedigna la cuidada atmósfera de sus discos, con una gran parte centrada en su reciente ‘Radiate Like This’, abriendo con ‘Champion’ y llevando a la categoría de clásico ‘Hard to Tell You’. Pero también hubo algún momento de recuerdo a su pasado, como la magnífica ‘Love Is to Die’. Mireia Pería

Inauguró la medianoche el concierto de Rigoberta Bandini. Pensaba que la pista estaría a reventar de gente, pero supongo que los guiris estaban a otra cosa. Mejor, porque tampoco iban a corear los estribillos de ‘Perra’ o ‘Julio Iglesias’ como la artista se merece. Con el eufórico estribillo final de ‘Ay mamá‘ me pareció que mi cuerpo iba a entrar en combustión espontánea.

El directo de Rigoberta tiene sus pros y sus contras. El humor de Esteban Navarro, teclista e integrante de Venga Monjas (además de padre de su hijo), es un plus (en un punto del concierto le dio por cantar una «opereta» improvisada). El de Rigoberta también. Sin embargo, y como mencionó mi compañero David Moya en su crónica de Tomavistas, su repertorio aún no se sostiene del todo: la esquizofrénica ‘Cuando tú nazcas’ y ‘Que Cristo baje’ tienen pinta que desaparecerán de su repertorio en el futuro, y la versión electro de ‘La la la’ de Massiel… también.

No obstante, el final discotequero de ‘Too Many Drugs’ puso patas arriba a la asistencia, confirmando que si algo sabe Rigoberta es montar una pedazo de fiesta en la que ella siempre es quien se lo pasa mejor que nadie. Y su energía es contagiosa. Jordi Bardají

El colofón final de la jornada del viernes en Primavera Sound llegó con dos sesiones colosales. Por un lado, Caribou nos hizo ver el cielo con el trance feliz de ‘Our Love’, ‘Odessa’ y, sobre todo, la trifecta final formada por ‘You Can Do It‘, ‘Never Come Back’ y el himno oficial del Primavera ‘Can’t Do Without You’. Colocado en uno de los escenarios principales, en sustitución de The Strokes, está claro que Caribou se merece ser cabeza de cartel de cualquier festival. Además, se le vio entusiasmado por la reacción del público. Dijo que era «increíble».

Igual de enorme fue el show de Jamie xx. Abrió su nuevo single ‘LET’S DO IT AGAIN‘, que rompió la pista, y le siguieron clásicos de su repertorio como ‘Sleep Sound’ o la celebrada ‘Gosh’. Entre ritmos más tribales y otros próximos al hip-hop, Jamie xx ofreció una sesión de electrónica que gustó a todo el mundo. Jordi Bardají

No más «me encanta esa barbita»: Shakira y Piqué se separan

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Son tiempos agridulces para Shakira. Por un lado, el nuevo exitazo de ‘Te felicito’ con Rauw Alejandro: la semana que viene subirá al top 10 de nuestro país (de momento sube al 11). Por otro, sus interminables problemas con Hacienda y ahora la separación de su esposo, el defensa del Barça y de la Selección Española Gerard Piqué.

Tras varios días de rumores y trending topics, la pareja, que tiene 2 hijos, ha decidido enviar este texto a EFE: «lamentamos confirmar que nos estamos separando. Por el bienestar de nuestros niños, que son nuestra máxima prioridad, pedimos respeto a la privacidad. Gracias por su comprensión».

Barcelona podría, por tanto, dejar de estar tan ligada a la carrera de Shakira. Se trata de la ciudad donde ha rodeado muchos de sus videoclips, e incluso hay que recordar que Shakira tiene un número 1 oficial en España cantando en catalán, en concreto la adaptación de ‘Boig per tu’. Aquel tema fue también un homenaje a sus ancestros en dicha comunidad y se benefició, más que de un pelotazo comercial, de lo que en aquel momento contaban unas pocas copias de iTunes.

Sí fue, en cambio, un éxito, el tema dedicado a Piqué ‘Me enamoré’, que incluía frases como «un mojito, dos mojitos, mira qué ojitos bonitos», «contigo yo tendría 10 hijos, empecemos por un par, solamente te lo digo por si quieres practicar» o «me encanta esa barbita». Gerard incluso aparecía al final del videoclip.

«Abre la boca y dime AAA»: Luna Ki se corre, se mea… y prueba su talento

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Seguro que todos conocéis un/a cantante que, sin tener especial talento, ha ido creciendo y ganando fama a base de protagonizar polémicas, priorizar a lo bestia la imagen sobre el fondo, etc. Muchos piensan que éste es el caso de Luna Ki: los comentarios dejados en nuestra entrevista son un ejemplo, en Twitter podemos encontrar muchos más, y yo mismo he tenido que vencer la pereza que me daba todo el personaje construido a su alrededor para escuchar canciones suyas que no fueran ‘Septiembre’ y ‘Voy a morir’.

Y la verdad es que ‘CL34N‘, su debut largo, me ha cerrado bastante la boca. A su vez, la demostración de talento que hay en muchos momentos del disco hace que me pregunte, precisamente por la primera frase de este texto, si de verdad es necesario todo lo otro.

Luna le decía a mi compañero Jordi que todo aquello del autotune y el Benidorm Fest no tuvo nada de márketing, pero desde luego la impresión que se lleva el público general es esa, como cuando insinúa que fue utilizade para llevar público LGBT al Benidorm Fest, o con la tan desafortunada frase sobre el Síndrome de Down.

Y es una pena que se cuelen esas cosas porque en el resto de la entrevista (y en otras) se ve a alguien interesante y alejado de ese “fake” del que habla en una de sus canciones, y a un artista cuya intuición para los ganchos poco tiene que envidiar a la de una Bad Gyal. Una de las mayores bazas de Luna es su capacidad para combinar una vulnerabilidad que se siente auténtica con una faceta mucho más disfrutona, gamberra y guarra (para bien), y la mayor cristalización de todo esto es ‘Febrero’, su mejor canción para quien esto escribe, y posiblemente una de las mejores canciones de lo que llevamos de 2022.

Y parece como si la propia Luna supiese lo career-defining a largo plazo que es este tema, porque incluye guiños a sus trabajos anteriores: el propio título sirve como secuela de su mayor hit disfrutón, ‘Septiembre’, y ese “una chulada es lo que eres tú” nos recuerda al “un descaro es lo que eres tú” de su mayor hit de bajón, la excelente ‘Disney’ junto a Babi.

En ‘Febrero’, Luna vuelve a tener cero filtros y mucho arte: la persona que escribió como estribillo “me siento un putón, en tu cara mejor / quién quiere una moto, que me pongo como una” (‘Putón’) presenta una intro bastante tranquilita (que recuerda al comienzo de ‘Super Bass’ de Nicki), pero rápidamente sube la apuesta: “eres fantasía y animales / vamos a la feria para que me dispares”. Aunque el plato fuerte es el estribillo, con ese “abre la boca y dime AAA” que se repite y que en su segunda aparición se mezclará con “me voy a correr, me voy a mear (abre la boca y dime aaa)”. Luna Ki at their finest.

Y el alto replay value que tiene esta canción no viene solo por frases como ésa o “quiero darte por atrás / erótica, erótica”: en menos de tres minutos, Luna lo mismo rapea que se pone más melódico, lo mismo se acerca en la producción al rollo PC Music que a la Kesha de 2010, y lo que transmite en todo momento es que se lo está pasando bomba con lo que hace. Si nos ponemos, incluso nos podemos imaginar perfectamente una versión en acústico de ‘Febrero’ (Amaia, ponte a ello), lo que muchas veces es indicativo de hasta qué punto un temazo es verdaderamente temazo, cuando tiene esa capacidad para fluir entre géneros.

Dua Lipa, de fiesta con Arón Piper… que se morrea con FKA twigs

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En la zona de invitados del WiZink Center de Madrid para ver el esperado concierto de Dua Lipa había más influencers, actores y famosos que periodistas, suponemos que porque Dua Lipa actuó antes en Barcelona, por lo que los periódicos y las televisiones escogieron cubrirlo allí. Entre ellos, por ejemplo, Valentina Zenere de ‘Élite’ o Aless Gibaja.

Pero la noticia que hoy ha llegado a la prensa generalista es que Dua Lipa terminó de fiesta en un club de Madrid, bailando trap y canciones como ‘Zorra’ de Bad Gyal, nada menos que en compañía de Arón Piper, con quien se le vio abandonar ya el WiZink Center.

El también actor de ‘Élite‘ y también cantante aparece muy acaramelado con Dua Lipa en varios vídeos que circulan por la red, mientras la prensa rosa especula con una relación formal entre ambos, fingiendo que no saben lo que es bailar en un club un rato, charlar con un conocido o enrollarse con alguien 1 noche o 5 minutos, y después cada uno a su casa.

Casi al mismo tiempo, un vídeo de FKA twigs y Arón Piper morreándose ha aparecido en TikTok. Mientras algunos también especulan con una relación entre ambos, otros ven claro que se trata de uno de los muchos videoclips que twigs está sacando este año, la mayoría para apoyar su mixtape ‘Caprisongs’.

Por otro lado Jedet, conocida en el mundo entero -al menos en los sectores LGTB+ que tanto defiende Dua Lipa- por su papel en la excelente ‘Veneno’, presume también de haber podido conocer a la autora de ‘Future Nostalgia’ en las redes sociales.

La playlist del top 40 de JNSP supera los 1000 suscritos

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Esta semana os agracedemos la suscripción a la playlist del top 40 de JENESAISPOP, que supera ya los 1.000 suscritos. No es «Ready for the Weekend» (novedades semanales, con casi 6000), pero cada vez más gente escucha también esta otra playlist que supera dos cribas: primero la selección de la redacción, después el voto del público. Al final del top 40, 10 nuevos candidatos. El resultado habitual es una colección de hits potenciales o en acto que pueden incluir desde favoritos del site como Amaia, Rosalía y Florence + the Machine, a clásicos del indie como Belle & Sebastian (que esta semana suben por segunda semana consecutiva), el underground nacional de Biznaga y Adiós Amores, o rarezas internacionales como Orville Peck. Cada sábado por la mañana, nueva lista.

Esta semana Amaia y Aitana se mantienen en la cima con ‘La canción que no quiero cantarte’, mientras la entrada más fuerte es ‘La prendo’ de Bad Gyal. ‘Potion’ de Calvin Harris y Dua Lipa llega al puesto 5 y en otros puntos de la tabla entran Sky Ferreira y Oliver Sim, y también aparecen Nation of Language y Hayley Kiyoko.

Recordad que podéis escuchar la playlist con las 40 canciones del top y las 10 candidatas a entrar de cada semana, así como por supuesto votar por vuestras canciones favoritas, aquí. Los votos son sometidos a una fórmula matemática que beneficia a las novedades y perjudica a las canciones a medida que pasan las semanas.

Top Ant. Peak Sem. Canción Artista
1 1 1 3 La canción que no quiero cantarte Amaia, Aitana Vota
2 2 2 3 SloMo Chanel Vota
3 3 1 La prendo Bad Gyal Vota
4 3 1 4 No One Dies from Love Tove Lo Vota
5 5 1 Potion Calvin Harris, Dua Lipa Vota
6 7 1 32 Yo invito Amaia Vota
7 6 5 2 Late Night Talking Harry Styles Vota
8 8 3 9 As It Was Harry Styles Vota
9 4 2 6 Used to Know Me Charli XCX Vota
10 10 1 Don’t Forget Sky Ferreira Vota
11 5 1 6 Free Florence + the Machine Vota
12 12 1 Hideous Oliver Sim, Jimmy Somerville Vota
13 16 10 3 Bailé con mi ex Becky G Vota
14 17 3 7 About Damn Time Lizzo Vota
15 19 1 17 SAOKO Rosalía Vota
16 23 1 23 Ay Mama Rigoberta Bandini Vota
17 9 9 3 N95 Kendrick Lamar Vota
18 29 18 3 Talk to Me, Talk to Me Belle & Sebastian Vota
19 10 1 11 Candy Rosalía Vota
20 21 18 9 Hold Me Closer Cornelia Jakobs Vota
21 37 5 8 No hay futuro La Casa Azul Vota
22 20 1 Across that Fine Line Nation of Language Vota
23 32 7 6 llorando en la acera Cariño Vota
24 11 4 5 I Love You Fontaines D.C. Vota
25 18 5 5 Daytona Sand Orville Peck Vota
26 30 6 4 Breathe Röyksopp, Astrid S Vota
27 14 8 8 psychofreak Camilo Cabello, WILLOW Vota
28 31 8 4 Noche iluminada Adiós Amores Vota
29 25 1 11 My Love Florence + the Machine Vota
30 34 3 11 The Lightning II Arcade Fire Vota
31 25 25 2 Roman Candles Death Cab for Cutie Vota
32 39 32 2 Things Will Be Fine Metronomy Vota
33 35 9 10 Muchas cosas Natalia Lacunza Vota
34 40 3 17 Beg for You Charli XCX, Rina Sawayama Vota
35 26 6 8 Carreteras de pasión Joe Crepúsculo, Aaron Rux Vota
36 22 7 7 Let’s Do It Again Jamie xx Vota
37 27 4 8 Out of Time The Weeknd Vota
38 28 1 14 King Florence + the Machine Vota
39 39 1 for the girls Hayley Kiyoko Vota
40 12 6 4 Domingo especialmente triste Biznaga, Triángulo de Amor Bizarro Vota
Candidatos Canción Artista
Un ala rota (garrotín) Rocío Márquez, Bronquio Vota
Caballitos de mar Los Estanques, Anni B Sweet Vota
I Like You (A Happier Song) Post Malone, Doja Cat Vota
Want Want Maggie Rogers Vota
Spitting off the Edge of the World Yeah Yeah Yeahs, Perfume Genius Vota
Te felicito Shakira, Rauw Alejandro Vota
What’s Wrong with Changing? Wallis Bird Vota
Febrero Luna Ki Vota
Sirens Flume, Caroline Polachek Vota
A veces sueño Travis Birds Vota

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Dua Lipa devuelve el rosa al mundo con la gira de ‘Future Nostalgia’

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David Moya

Más de 2 años después de la edición del segundo disco de Dua Lipa, después de varios aplazamientos por-la-pandemia, no tengo muy claro qué queda de «Future» y qué es ya más bien «Nostalgia» en canciones tan quemadas a estas alturas como ‘Physical’ y ‘Don’t Start Now’. Dua, que entretanto ha triunfado con colaboraciones como las realizadas junto a Bad Bunny y Elton John, y con las propias reediciones del álbum -hasta 2, ha hecho- sigue utilizando las dos canciones señeras de ‘Future Nostalgia‘ para abrir y cerrar este show. Todo es tan encantador y tan rosa como lo imaginabas… hace más de 2 años.

Como si se le hubiera puesto entre ceja y ceja presentar al público el disco absolutamente al completo, para que todas sus partes pasen a la historia en su majestuosidad y por mucho tiempo que haya pasado, las canciones de ‘Future Nostalgia’ son el hilo conductor de la gira de regreso de Dua Lipa, que al fin y al cabo tiene el empeño de seguir llamándose de tal manera.

Incluso en ese empeño la artista llega a sacrificar hits del primer álbum que se escuchan más, como ‘IDGAF’, que solo aparece a modo interludio, o ‘Hotter than Hell’, que no aparece en absoluto. No sabía que ‘Boys Will Be Boys’ era una cosa con la que se podían encender mecheros y linternas, ni que la propia ‘Future Nostalgia’ se pudiera plantear como bis tras hora y media de show. Hace tiempo que más que escuchando ‘Future Nostalgia’, debido también a un aluvión constante de novedades pop que incluye discos del tamaño de Bad Bunny, Kendrick Lamar, Harry Styles o Post Malone casi todas las semanas, lo que estamos haciendo en realidad es preguntarnos cómo demonios Dua Lipa piensa dar continuidad a una era tan perfecta y sublime.

Ella lo está pensando también, pues hace meses que maneja opciones en las entrevistas, y esto es algo que no te quitas de la cabeza durante el show de ‘Future Nostalgia’. Un show medido pero bastante austero, carente de espectacularidad, en el que las pantallas son las que pone el recinto, el Wizink Center en este caso, y las proyecciones de fondo aportadas apenas son destacables. Todo allí iba sobre Dua.

Unos paraguas en ‘New Rules’, un par de patinadores no tan pro en ‘Cool’ y un bogavante gigante de corte camp, que no hace nada y habría pegado más a Katy Perry en la medio fallida ‘We’re Good’ son algunas de las ideas básicas escenográficas de este show que lleva 2 años en ciernes. Justo es decir que al público le da exactamente igual que este sea uno de los shows de diva más sencillos que se recuerdan, y el delirio es colectivo cada vez que Dua Lipa mueve una cadera, la lanzan y patina por el suelo en ‘Break My Heart’ o mueve el culo de espaldas al ritmo del cencerro de ‘Pretty Please’. Muchos os indignasteis cuando apostamos por ella como nueva «Reina del Pop». No creo que nadie a estas alturas pueda negar que Dua se ha ganado el trono a pulso.

En aquellos tiempos se criticaba la supuesta falta de carisma de la cantante, algo que se fue quitando con lo exhibido en videoclips tan jugosos como ‘IDGAF’ o ‘New Rules’. También se corrió la voz de que su directo era flojo tras lo paseado por FIB o Mad Cool. Era mentira. Lo que sucedía es que la cantante lo apostaba casi todo a su banda en directo, en lo que resultó ser una propuesta arriesgada y diferente en un mundo escénico saturado de trucos y parafernalia. Como asumiendo que hay cierto tipo de cosas que ya no se pueden superar, como aquella Super Bowl en la que Katy Perry salió subida a un tigre, viralizó un tiburón, sacó a Missy Elliott, rockeó con Lenny Kravitz, además voló y encima a algún cascarrabias dejó insatisfecho, Dua apuesta casi todo a las canciones, manteniendo la importancia de su banda en vivo. Algo muy loable.

Acompañada de hasta 4 coristas de timbre muy parecido al suyo -una de las muchas cosas que ha aprendido de su admirada Madonna-, como es muy visible en el final de ‘Be the One’, cuando las 4 vocalistas terminan la canción mientras ella se cambia de ropa; Dua tan sólo tiene que pasearse por el escenario y aprenderse 4 pasos para dejar al público con la boca abierta. ‘Cold Heart’ la interpreta tranquila, confiada y sentada, de chill, mientras Elton John aparece en una pantalla. En ‘Electricity’ el culmen de todo es la realización de un corro de la patata de espaldas junto a sus bailarinas.

Y aun así el público vitorea en todo momento, deslumbrado por un «hit after hit» que no decae del todo ni con la colaboración de Angèle, que no ha sido tan exitosa fuera de Francia y Bélgica, ni con los diferentes cambios de vestuario. Todo es un constante karaoke colectivo. Es lo que pasa cuando se traen los deberes hechos de casa.

Especialmente vibrantes son los momentos en que suenan hits que se han pinchado un pelín menos en los clubs como ‘Love Again’, ‘Hallucinate’ y sobre todo ‘Levitating’ en su versión disco, que interpreta subida en una grúa que la acerca a los laterales del Palacio. Pero es el momento «discoteca» mi favorito personal, cuando se recuperan colaboraciones con Calvin Harris y Diplo como ‘One Kiss’ y la mencionada ‘Electricity’, a la par que se pinchan durante unos instantes ‘Hollaback Girl’ de Gwen Stefani y el featuring de Missy Elliott en ‘Levitating’. Decorado con tantas banderas de arco iris que parecíamos estar ya en el Orgullo, el WiZink Center no quería saber nada del tal DaBaby. Solo de Dua.

Sería exagerado decir que ‘Future Nostalgia’ nos salvó la vida durante la pandemia, pero sí contribuyó a lo grande a que todos fuéramos felices durante momentos concretos en que era muy difícil serlo. A que durante unos minutos nos olvidáramos de todo lo malo que estaba pasando. Habría sido catárquico poder ver este show entonces o a finales de aquel año impronunciable. Tengo la esperanza de que la memoria me la juegue y asuma que vi este concierto, que viví esta catarsis, cuando más lo necesitaba y no podía parar de escuchar este disco. Que Dua Lipa, vestida de rosa, irrumpió sobre el escenario para hacerme olvidar un mundo que solo ofrecía muerte, miedo, enfermedad, aislamiento, y a la postre odio y caceroladas. 8,4.

David Moya

¿Por qué los Rolling no habían tocado ‘Out of Time’ en 56 años?

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Mucho antes de que ‘Out of Time’ fuera un single de The Weekend, antes de que fuera un disco superventas de R.E.M., fue una canción de los Rolling Stones. En concreto una canción que grabaron pero no habían tocado en su vida… hasta su concierto en Madrid de este miércoles 1 de junio, el primero de su gira ‘Sixty Tour’, que recorre 14 ciudades europeas durante los meses de junio y julio. «Tocamos esta canción por primera vez», advirtió el mismo Mick Jagger en español.

El concierto de Rolling Stones en Madrid, donde se pudo ver a Sidonie de teloneros, no iba a ser un show de rarezas frente a 45.000 personas. No faltó ninguna de sus 5 canciones más escuchadas en Spotify ahora mismo: ‘Start Me Up’, ‘Paint It Black’, ‘Sympathy for the Devil’, ‘Gimme Shelter’ y “Satisfaction” fueron exactamente las últimas 5 canciones del setlist, junto a ‘Jumpin’ Jack Flash’. ¿Qué les llevó entonces a recuperar una rareza de hace 56 años?

La primera teoría que viene a la mente es que la canción no les pertenece del todo. Escrita por Mick Jaggers y Keith Richards, pero sobre todo atribuida al primero, ‘Out of Time’ apareció en el disco de los Rolling de 1966, ‘Aftermath’. Sin embargo, si llegó al número 1 de las islas británicas aquel mismo año fue en boca de su colega Chris Farlowe.

El aún vivo Chris Farlowe, que había liderado los Thunderbirds a finales de los años 50, había venido publicando sin demasiado éxito algunos singles en solitario, como ‘The Fool’, una canción de rockabilly que había co-escrito Lee Hazlewood. Alrededor de 1962, un año antes del primer single de los Rolling Stones, se hizo amigo de Mick Jagger. «Fue antes de que se hicieran grandes, simplemente somos amigos», solía explicar. Y también solía contar que Mick Jagger escribió ‘Out of Time’ para él. Algo que no era tan raro porque también Jagger y Richards habían escrito para él unos meses antes ‘Think’, otro tema que también terminaría en ‘Aftermath’ grabado por los Rolling. Aunque hay cierta divergencia en los datos.

Parece claro que Jagger y Richards escribieron ‘Out of Time’ para Farlowe, pero no tanto que la versión de Chris saliera primero. Cuando en una entrevista un periodista preguntaba a Chris Farlowe por qué su versión de ‘Out of Time’ había llegado al número 1 y no la versión de los Rolling, Farlowe respondía que él grabó la canción primero. El periodista, muy avispado, repregunta: «¿tu versión llegó al mercado primero también?». Y Farlowe responde: «absolutamente. Ellos la grabaron un año después. Usaron mi pista como soporte y cantaron encima. La original es la mía. La hicieron para mí».

Sin embargo, ‘Aftermath’ es un disco fechado el 15 de abril de 1966, mientras la versión de Farlowe está fechada el 17 de junio del mismo año, y no fue hasta el 28 de julio cuando alcanzaba el número 1. Acaso la podía estar confundiendo con ‘Think’, que sí había salido en enero, llegando al top 40 de las listas, mientras que la versión de los Rolling no salía hasta abril. O acaso sí es cierto que la grabación de Farlowe es anterior… pero salió después, lo que podría haber traicionado la memoria de Chris.

Lo que sí se puede asegurar es que los Rolling Stones nunca han tenido mucha estima a ‘Out of Time’. En los conciertos de presentación del disco en 1966 tocaban los singles de ‘Aftermath’ ‘Lady Jane’ y ‘Mother’s Little Helper’, pero poco más de aquel trabajo, decantándose por temas anteriores como «Satisfaction». De hecho, en la versión americana del álbum, ‘Out of Time’ estuvo entre las canciones fulminadas en favor de ‘Paint It Black’, un single que salió semanas después de ‘Aftermath’, alcanzó el número 1 y se comió de alguna manera el resto de canciones de la primera versión del álbum, pues continúa siendo una de las canciones más populares de los Rolling.

Pero hay más. Un periodista de Los Angeles Times tenía la ocasión de entrevistar a los Rolling en 1989. Su idea fue ponerles 10 canciones favoritas para escuchar qué decían de ellas pasados los años o las décadas. El gozo del crítico musical cayó en un pozo cuando puso ‘Out of Time’ a Mick Jagger. Este frunció el ceño y contestó secamente «no es muy buena». El periodista explica en el artículo: «la reacción de Jagger ha sido tan drástica, que cambié la selección por otra canción más rápida del mismo periodo cuando fui con la misma lista a entrevistar a Keith Richards». Por tanto, nos quedamos sin escuchar la opinión de este debido al careto con que Mick había hablado de ‘Out of Time’.

En cierta ocasión, Keith Richards se enfrentó a otra entrevista de NPR en la que ‘Out of Time’ estaba en una lista negra de canciones «anti-chicas» del grupo. Richards contestaba de manera educada que sus canciones no eran necesariamente sobre hombres y mujeres o guerra de sexos. En otra entrevista Jagger decía que sus temas sobre chicas iban sobre «chicas diferentes y hablaban por sí mismos. Son canciones nada pensadas. Las escribo y no las vuelvo a mirar otra vez».

Desde luego, fue el caso de ‘Out of Time’, un tema de tono amargo pese a su aire festivo y coros surferos. Y es que detrás de este tema 100% 60’s, que podría haber firmado Phil Spector, se escondía una letra llena de desprecio que también imaginamos tararear a Phil Spector. El tema se dirige a una chica “fuera de su tiempo” no para bien, sino más bien «fuera de onda», con frases como “pensaste que eras una chica lista” o “no puedes volver, ponte a la cola”. En España se vendió con el subtítulo en castellano «has pasado a la historia».

Interesantísima también es la posición del promotor y magnate Tony Calder, ya fallecido, que aparece en un vídeo visiblemente indignado -de broma, pero desde luego molesto- por el modo en que Jagger trató ‘Out of Time’. Cuenta en dicho vídeo que Chris Farlowe clavó la toma vocal de ‘Out of Time’, pero que ni por esas Mick Jagger vio en ella un hit. Jagger quería que fuera la cara B del single de Farlowe, y Tony le contestó que «vale», pero que iba a ser la cara A. Como así fue. Después, escuchó a Mick Jagger decir en una entrevista: «sí, hemos trabajado muy duro en ‘Out of Time’ porque sabíamos que iba a ser número 1″. Tony Calder no dio crédito y jamás se lo perdonó. Bromea: “toda relación que pudiera tener con Mick murió ahí. ¡Da crédito a quien te lo dijo!».

En su defensa hay que decir que ni a Chris Farlowe le gustó ‘Out of Time’ cuando se la presentaron la primera vez, reafirmando su cualidad de «canción maldita»: “Me la tocó con guitarra acústica y pensé: “suena como una canción pop, no estoy seguro de qué hacer con esto”. Pero luego me dijo que sería diferente al ir al estudio y tocarla con una orquesta. Entonces pensé: “esto sí que es un buen disco”. A caballo regalado no le mires el diente». Curiosamente, tras vender el tema de la orquesta a Farlowe, la versión de los Rolling sería más austera.

En cualquier caso, parece que los Rolling han pensado en recuperar rarezas de hace casi 60 años para una gira que se llama ‘Sixty Tour’. Ya solo queda especular qué podrá ser lo siguiente: ¿que toquen ‘Think’?

Liam Gallagher sigue vendiendo CD’s como en los 90 (en UK)

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Liam Gallagher ha publicado esta semana su tercer disco, ‘C’mon You Know’. Como en el anterior, se ha rodeado principalmente de Andrew Wyatt (Miike Snow, la Gaga de ‘Shallow’) para continuar con su línea estilística. Y los fans en Reino Unido han respondido de manera masiva. Casi como si fuera Harry Styles.

Es de sobra conocido por todos que Oasis marcaron a una generación a nivel mundial, pero sobre todo en Reino Unido los hermanos Gallagher adquirieron un estatus casi divino y no encontrarás cuarentón inglés de ningún signo que no se sepa todos sus éxitos de memoria. Tanto Noel como Liam tienen un público fiel y eso se refleja en el número de copias que ha vendido el pequeño de los Gallagher durante su primera semana.

‘C’mon You Know’ ha sido acogido con los brazos abiertos por el público británico y vuelve a ser número 1 como todos los demás discos firmados como Liam Gallagher. Con su otra banda Beady Eye, quedaba en los puestos 2 y 3.

El primer álbum de Liam fue platino, el segundo disco de oro y este tiene casi garantizada ya también semejante placa equivalente a 100.000 copias, pues ‘C’mon You Know’ ha vendido más de 70.000 en una semana. No son los millones de copias que vendían Oasis en los 90, que tienen el 5º disco más vendido de la historia de Reino Unido, en concreto “Morning Glory” con 5 millones de unidades; pero para ser 2022 (y el álbum que es), es una verdadera salvajada. ‘Harry’s House’ de Harry Styles, presentado por un single que lleva 9 semanas en el número 1, vendía poco más en su primera semana: 113.000 (aunque es cierto que se mantendrá mucho mejor a la larga).

Como siempre, la reacción para este tercer álbum es más fría a medida que te alejas de Manchester, Londres, etc: un top 2 en Irlanda, un top 10 en Alemania, un top 15 en Italia y un top 18 en Japón.

‘C’mon You Know’ es un álbum que sorprende con su inicio con coro infantil (‘More Power’) para después entregarse de nuevo al sonido Beatles (‘Diamond in the Dark’) y la balada (‘Too Good for Giving Up’). En la segunda mitad hay experimentos (‘World’s In Need’, ‘Moscow Rules’), sin dejar de hacer guiños al pasado adorado por el público: de ‘She’s Electric’ a ‘Everything’s Electric’, del trabajo de Noel Gallagher con Chemical Brothers a ‘Better Days’.

Lola Indigo estrena era con la noventera ‘AN1MAL’

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Lola Indigo siempre está inmersa en algún tipo de lanzamiento. Cuando no es una colaboración con Luna Ki, es un single propio como ‘Toy Story’. Todo ello cuando todavía no hace ni un año de ‘La Niña‘. Pero lo de hoy es diferente: Universal anuncia que lo que se acaba de presentar es el primer sencillo extraído del próximo disco de Lola Indigo.

Se trata de ‘AN1MAL’, una canción de contenido sexual y sabor a delicioso antro en ese videoclip que alterna oscuridad con lasers. Un espacio que hace muchos años habríamos denominado “sórdido” pero que ahora solo se entiende como parte de la libertad y el juego que requiera cada cual.

Lola Indigo repite que le pones «animal», que no puede «con la curiosidad» de que la toques con «la luz apagá», dejando nuevos ganchos martilleantes como tantos otros durante su breve carrera.

Musicalmente, la canción es deudora de las producciones dance de los años 90. Si hace poco bromeábamos porque hasta 3 producciones diferentes habían sampleado ‘Show Me Love’ (Daddy Yankee, Charli XCX, Craig David), prácticamente en el mismo mes, ‘AN1MAL’ se queda a las puertas. En un momento hasta parece que el sample estaba ahí pero lo han quitado por exceso de oferta.

‘AN1MAL’ es una producción de los populares hacedores de hits Mauricio Rengifo y Andrés Torres (‘Despacito‘), que definitivamente se han enterado de que el reggaetón puro hace rato que empezó a ser una cosa muy sobada. Si no han empezado a serlo también ya los 90, poco debe de quedar…

¿Qué te parece AN1MAL de Lola Indigo?

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A24 supera a Marvel: el auténtico «multiverso de la locura» está en ‘Todo a la vez en todas partes’

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Ha sido uno de los éxitos sorpresa en EEUU, un inesperado fenómeno que ha situado a ‘Todo a la vez en todas partes’ como el título más taquillero de la historia de A24 en aquel país (y seguramente en todo el mundo cuando se estrene). La película supone la confirmación del talento de los Daniels (Daniel Kwan y Daniel Scheinert). Fogueados en el mundo del videoclip (han rodado para The Shins, Foster the People o Passion Pit), la pareja de directores se dieron a conocer con la singularísima ‘Swiss Army Man’ (2016), que arrasó en Sitges y obtuvo el premio a la mejor dirección en Sundance.

Los Daniels son también los realizadores del hilarante ‘Turn Down for What’, de DJ Snake. Este videoclip se puede ver como la antesala de ‘Todo a la vez en todas partes’, un destilado de muchas de las soluciones visuales y narrativas que aparecen en la película: humor gamberro (la secuencia de los plugs anales podría estar perfectamente en ese vídeo), sorprendentes efectos digitales, montaje hiperbólico, personajes racializados y una concepción elástica de la realidad física heredada de ‘Matrix’.

‘Todo a la vez en todas partes’ es la historia de una mujer que intenta hacer la declaración de la renta y se le acaba complicando. Como dice el título, aquí cabe todo a la vez y al mismo tiempo. De la comedia multiverso más alocada, llena de universos paralelos, identidades múltiples y agujeros negros en forma de bagel, al melodrama familiar con discurso LGTBI y apuntes sobre las minorías étnicas.

Del cine de artes marciales o Pixar, al de Terry Gilliam o Wong Kar-wai. Del ruido y la velocidad desenfrenada, al silencio y la quietud de un universo mineral. Del duelo cómico entre dos grandes señoras de la pantalla (fabulosas Michelle Yeoh y Jamie Lee Curtis), a la aparición, 37 años después (y con riñonera), de Jonathan Ke Quan, el entrañable Tapón de ‘Indiana Jones y el templo maldito’ y Data de ‘Los Goonies’.

Como la lavandería de la familia protagonista, los Daniels ponen en marcha una lavadora de imágenes, estilos, formatos, referentes… y consiguen que no destiñan. Todo sale con su color y tonalidad. Aunque eligen el programa largo (dura dos horas y veinte), y eso acaba notándose (la catarsis familiar final se hace un poco pesada), la película es una centrifugadora de ideas, una arrolladora sucesión de gags, coreografías de acción y pinceladas de emoción, a cada cual más ingeniosa y sorprendente. Sin duda, uno de los títulos imprescindibles del año.