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¿Hemos vapuleado injustamente ‘Solar Power’ de Lorde?

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En 2018, tras la gira de ‘Melodrama‘, Lorde se sentía bastante perdida aunque todos sus fans la viesen como una especie de mesías, alguien cuya autenticidad y genialidad ya no era siquiera “la música del futuro” como dijo Bowie, ya era directamente su salvadora, la persona que les llevaría de la mano a la siguiente etapa de sus vidas cuando sacase nuevo disco.

Precisamente entonces la neozelandesa adoptó un perro, y el amor incondicional de/hacia Pearl (que así se llamaba) le hizo ubicarse, centrarse y poder sentarse a escribir la continuación de ‘Melodrama’. Sentía a su perro como a su hijo, y a ella misma como su madre y como -con él sí- su salvadora. Por desgracia, a finales de 2019, Pearl falleció y, en palabras de la propia cantante, “la luz que me guiaba se había apagado”. Lorde comunicó en una carta que retrasaba su (inminente) disco, y posteriormente ha reconocido que aquello cambió para siempre la dirección de su tercer trabajo: “no sé cuánto de esto quiero hablar con una periodista, pero sí te puedo decir que nunca he experimentado así el duelo, te hace cuestionarte todo, derrumba todo lo que das por sentado… y el resultado es que ‘Solar Power’ va sobre lo valiosa que es realmente la vida”, comentaba hace unos meses.

A estas alturas todos tenemos claro que ‘Solar Power’ llegó, vio y no venció. Y tampoco convenció, ni comercialmente ni a la crítica: en ‘Liability’ cantaba “you’re gonna watch me disappear into the sun’, y para muchos eso es lo que ha pasado con este disco, en el que ven mucho sol pero no ven a Lorde. En mi opinión, Lorde no se ha ido a ninguna parte, aunque entiendo las reacciones. Podríamos considerar ‘Solar Power’ un “álbum menor” de Lorde, pero no me parece un álbum regulero, ni desde luego malo, sino uno de notable. El problema es que Ella (su nombre real) venía de dos sobresalientes, y ya se sabe qué pasa cuando una estudiante de matrícula saca de repente un 7. Un “álbum menor” parece “un mal álbum” cuando antes solo has tenido dos que además son excelentes, pero a la larga creo que veremos de forma distinta este trabajo.

El principal problema de ‘Solar Power’ es su producción, porque aunque a nivel compositivo no esté a la altura de los anteriores, se siguen encontrando grandes momentos en las letras de este disco. Como empezar una canción dedicada a tu perro (‘Big Star’) con “everyone knows that you’re too good for me, don’t they? / I’m a cheater, I lie and I’m shy / …but you like to say hello to total strangers”. Como el diálogo interior desde la sabiduría y tranquilidad de unos añitos encima que hay en ‘Secrets from a girl (who’s seen it all)’, en la que puedes llegar a adorar la intervención de Robyn una vez superas que no ha venido a hacer un remix de ‘Supercut’ (lo entiendo, a mí también me hubiese flipado). Como la sátira dosmilera (estoy en el barco de la sátira, sorry) de ‘Mood Ring’. Como la amargura sesentera de ‘Fallen Fruit’, interrumpida por unos beats que por unos segundos nos llevan a ‘Pure Heroine’. Como la respuesta a ‘Hard Feelings’ que acaba siendo ‘Hold No Grudge’. Y como ‘The Path’ enterita.

Me detengo en esta canción, encargada de abrir el disco, que para mí es la principal prueba de que Lorde sigue ahí. Con una estructura extraña que solo presenta dos estrofas antes de romper en el estribillo y dejarnos con él durante el resto del tema, ‘The Path’ empieza alternando pasado y presente, recordando lo poco preparada que estaba para la fama que le dio ‘Royals’ (asegura que cambió su forma de escribir canciones para no tener nunca más un megahit), y cómo se sentía un bicho raro durante todos los eventos a los que la fama le llevó a acudir. Entre ellos destaca esa imagen de la Gala MET en la que roba un tenedor bonito para su madre mientras tiene una escayola en el brazo y flipa con las Illuminati vibes de ver “a supermodelos bailando alrededor de una tumba faraónica” en ese ambiente de élites. Ella sabe cómo vemos a los famosos porque también los veía así, y por eso empieza de esta forma la canción: “sé cómo me ve la gente porque se nos enseña a ver a los famosos como dioses, y aquí quería desmantelar eso”.

La segunda parte de ‘The Path’ se encarga de recordarnos que, de diosa, poco. ‘The Path’ es una brillante declaración de intenciones sobre lo que va a venir a continuación, y especialmente sobre lo que no va a venir. “Si buscas una salvadora, no soy yo / si buscas quien te quite el dolor, no soy yo / porque todos estamos rotos y tristes”. A Lorde le parece una absurdidad de nuestro tiempo que tantos busquen respuestas en ella cuando está igual de perdida. Está, como nosotros, simplemente tratando de tirar palante; el “yo tampoco sé vivir, estoy improvisando” que decían Violadores del Verso, solo que a ella le ayuda la conexión con la naturaleza – “mejor buscar las respuestas en ella que en mí”, decía. Quizás también está ahí la razón de ese fade-out tan feíllo, que parece querer “estropear” a propósito el punto mesiánico que podría tener la canción. Paradójico que una canción en la que precisamente está la intención de no ser “la cantante que nos salve con su música”… sea, de nuevo, una canción terapéutica, y 100% Lorde. Lo de “¿dónde están los sueños que teníamos? / no puedo encontrar los sueños que teníamos / esperemos que el Sol nos enseñe el camino / yo espero que el Sol me enseñe el camino” recuerda mucho a la mezcla agridulce de incertidumbre y optimismo que había en ‘Perfect Places’.

La pandemia, la salud mental de la población por los suelos, el recrudecimiento de una crisis económica que para nuestra generación nunca ha dejado de estar, el auge de la ultraderecha y, claro está, la emergencia climática… quizás 2021 no era el año que iba a recibir un disco como éste con los brazos abiertos, y se han escrito estos meses muchos artículos sobre ello. Laura Snapes se preguntó en The Guardian por qué quería Ella huir del concepto de estrella pop, hablando también de Billie Eilish y Lizzo. En nuestro país, Elizabeth Duval fue más dura, describiendo a Lorde como alguien cuya autoconciencia ha desaparecido, un ser incapaz de darse cuenta de que si tiene ese retiro espiritual es porque puede permitírselo… pero, ¿en serio? ¡Si Lorde empieza este disco llamándose “adolescente millonaria”! ¡Si llegó a decir este año “sé que poder abstraerme del mundo es un privilegio socioeconómico absoluto”!

Yo diría que por supuesto que es consciente, lo que ocurre es que siempre ha cantado sobre su vida… y ésta es su vida ahora. Aunque suene extraño, Lorde está precisamente conservando esa autenticidad que nos encantaba al hacer un álbum como ‘Solar Power’ justo después de ‘Melodrama’. Y, también os digo, prefiero que su música desde el privilegio sea ésta, a que sea la enésima persona que canta sobre cómo es the baddest bitch in town y cómo se limpia el culo con billetes de cien. Eso sí que sería incoherente con su mensaje de ‘Royals’.

Disco de la Semana: Arca / KICK iii

Arca ha sorprendido estos días publicando cuatro discos de golpe, los que quedaban por escuchar de su pentalogía ‘KICK’ anunciada el año pasado y que, originalmente, se componía de cuatro discos en lugar de cinco. La productora venezolana ha buscado activamente el más es más en muchas de sus composiciones pero ‘KICK’ es, de lejos, el proyecto más ambicioso de su carrera, pues su estructura épica está inspirada en la de obras de la envergadura de ‘El anillo del nibelungo’ de Richard Wagner o el ciclo ‘Cremaster’ de Matthew Barney (ex-marido de Björk, cuyos últimos dos discos Arca ha co-producido).

Las primeras dos partes de la serie de discos de ‘KICK’ contenían bastante hit y otras muy buenas ideas desperdigadas en sendas secuencias irregulares. Por suerte, este problema queda completamente resuelto en las siguientes, en especial en la tercera, que está acaparando todas las buenas críticas y con razón. ‘KICK iii’ es el disco más cañero de todos y uno de los más redondos.

El universo de ‘KICK’ abarca todas o casi todas las facetas musicales y temáticas que interesan a Arca. El transhumanismo, el posgenerismo, la misma fluidez de género, la identidad «queer», las fronteras entre el ser humano y las máquinas y también el amor y el sexo tienen cabida en un ciclo de álbumes en los que Arca tritura, pulveriza, desintegra, destruye y reconstruye los sonidos que le vienen en gana, especialmente el reggaetón y la música latina con la que ha crecido en su Venezuela natal pasando por el formato de balada. En ‘KICK iii’ nos lleva directamente a los clubs de electrónica del underground global. Es un disco que suena a silicona y látex y a fiesta fetish. Ella lo llama «música mutante de club». Y es tan divertida como parece.

«Y tú qué miras, toas’ estas putas son mis hijas» o «qué grima ser tan envidiosa» son dos de las perlas que se escuchan al principio del álbum. Pertenecen a ‘Bruja’, una de las pistas más locatis de ‘KICK iii’, pero desde luego no la única. ‘Señorita’ es la respuesta de Arca a un fan que le pedía música para hacer voguing e incluye escupitajos, sonidos de sierra, voces ultraprocesadas y un beat que invita a partirse la cadera bailando; la «chamánica» ‘Incendio‘ te «escoñeta toa'» entre ritmos tribales que suenan atrapados en el caos y ‘Electra Rex’ es una batucada industrial en la que Alejandra Ghersi fusiona los mitos de de Edipo y Electra en una única «narrativa psicosexual no binaria» en la que la criatura «mata al padre y a la madre» y «practica sexo consigo misma».

‘KICK iii’ viaja por la vía del hedonismo y el descaro más absoluto a través de diversos estilos musicales que Arca lleva a su terreno. El disco es una auténtica batidora de sonidos a cada cual más bruto. La productora ruega «morbo, morbo, papi, dame un sorbo, ten cuidado que me corro» en una producción de bass music alienígena que parece latirle desde debajo de su propia piel; en la IDM de ‘Intimate Flesh’ se siente «tan sexy» que «no sé qué hacer», en el delirio de ‘Rubberneck’ pide que se lo «metan bien, suave y duro» y tanto en el pepinazo ultraplástico de ‘Ripples’ como en el homenaje a Aphex Twin de ‘Skullqueen’ el tema central parece ser el amor que siente hacia su propio cuerpo.

En varios sentidos, ‘KICK iii’ es el disco más completo de Arca. No reúne todas sus facetas en una única obra, pues eso lo hace la pentalogía completa a lo largo de cinco obras totales (alguna mejor cerrada que otra), pero sí es un trabajo que equilibra experimentación sónica, pepinazos y curiosidades tipo ‘Fiera’ (que suena como un «lanzallamas» según un comentario de Youtube) o el salpique de ‘My 2’ de manera especialmente lograda, sin dejar cabos sueltos y sin que ninguna de sus pistas sobre. Ese personaje de «diva experimental» que ha creado toma las riendas de ‘KICK iii’ desde la desvergonzada ‘Bruja’ hasta la emotiva ‘Joya’ que cierra el álbum con uno de sus sonidos favoritos contra todo pronóstico, el clavecín. Es el único momento verdaderamente vulnerable de ‘KICK iii’ pero el álbum parecería incompleto sin él.

Sin que haya que subestimar las partes 4 y 5, más emotivas y ambientales, ‘KICK iii’ es el nuevo disco de Arca que mejor recepción está teniendo porque funciona sobre todo desde el cuerpo y la visceralidad. Los siguientes miran más adentro, pero es en ‘KICK iii’ donde música y personaje parecen ir a la par por fin.

Delafé y las Flores Azules anuncian su regreso tras siete años separados

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Desde hace un par de semanas el perfil de Instagram de Delafé (Óscar d’Aniello) ha ido recordando frases de sus canciones con las Flores Azules (Helena Miquel) como ‘Espíritu Santo’ o ‘El Indio’. Muchos fans especulaban sobre el regreso del grupo, y así ha sido: Delafé y las Flores Azules se reunirán en 2022 por la celebración de su 20º aniversario.

Han anunciado que tienen prevista una gira de conciertos “muy especiales” en los que interpretarán sus clásicos y cuya primera fecha anunciarán mañana martes. Contarán con la presencia de Dani Acedo, el músico y compositor con el que han trabajado desde 2009.

El trío Facto Delafé y Las Flores Azules iniciaba su carrera en 2002 y con su tema ‘Mar el poder del mar’ consiguieron ser virales en YouTube. En 2010 pasaron a ser un dueto y publicaron su disco ‘vs. Las Trompetas de la muerte’, en el que incluía hits como ‘Espíritu Santo’, ‘Río por no llorar’ o ‘La primavera’. Su último álbum, ‘De ti sin mí – De mí sin ti’ lo lanzaron en 2013 y celebraba los 10 años de la banda. Finalmente, en 2015 anunciaban su separación, y tras años de proyectos en solitario, Delafé y Las Flores Azules vuelven a los escenarios.



Low, Grimes, Wet Leg, PinkPantheress… entre las nuevas incorporaciones al Primavera Sound 2022

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La organización del Primavera Sound ha desvelado las nuevas incorporaciones al cartel de su próxima edición de Barcelona – Sant Adrià, que tendrá lugar entre los días 2 y 12 de junio de 2022.

Estas confirmaciones son las siguientes: Low, Grimes, Jhay Cortez, PinkPantheress, Bleachers,  Tokischa, Amyl and the Sniffers, Boy Pablo, Remi Wolf, Magdalena Bay, Wet Leg, Pom Pom Squad, El Petit de Cal Eril, Hyd, Meet Me @ The Altar, Gustaf, Chill Mafia y CRYSTALLMESS. Son, en total, 18 nuevas confirmaciones que se repartirán entre las jornadas centrales que se celebrarán en el Parc del Fòrum y la programación de Primavera a la Ciutat.

Por otro lado, el festival ha comunicado que Napalm Death, beabadoobee, La Mafia del Amor, Kano y Fatima Yamaha no actuarán finalmente en la próxima edición. Estas bajas se unen a la de C. Tangana debido a «incompatibilidades de agenda», según explicaba el festival a través de Twitter el mes pasado.

Todos estos nuevos nombres se unen a un cartel que cuenta con más de 500 actuaciones entre las que destacan las de artistas como The Strokes, Tame Impala, Dua Lipa, Lorde, Megan Thee Stallion, Interpol Nick Cave and the Bad Seeds, Gorillaz, Pavement, Massive Attack, Jorja Smith, Tyler, The Creator, The National, Beck, Bikini Kill, Amaia, Jamie xx, Bad Gyal, girl in red, Paloma Mami… entre otros.

Recordamos que las entradas para el Primavera Sound 2022 están agotadas pero puedes apuntarte a su lista de espera aquí.

GAYLE, primera artista post-Olivia Rodrigo, lo peta con ‘abcdefu’

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Cuando aún no ha pasado un año desde que el nombre «Olivia Rodrigo» se instaló en la imaginería popular llega una artista que sigue su camino. GAYLE es una muchacha de 17 años de Nashville que está arrasando con su último single, ‘abcdefu’, que lleva meses rondando la primera posición en el top global de Spotify y actualmente ocupa el segundo puesto solo por detrás del villancico de Mariah Carey.

‘abdcefu’ es un tema de pseudo-grunge-pop que lleva a pensar inmediatamente en los temas más «rockeros» de ‘SOUR‘. De hecho, existe una versión del tema más guitarrera que adjunta a su título la palabra «angrier» (o «con más rabia») entre paréntesis. En el estribillo de ‘abcdefu’, escrito para ser coreado en los conciertos, GAYLE manda «a la mierda» a su ex y a la hermana y la madre de este, «a todo el mundo menos a tu perro».

La rabia adolescente de ‘abdcefu’ podrá marcar el camino de los futuros singles de GAYLE, pero sus primeros temas -la artista publicó varios singles a lo largo de 2020- miraban hacia otra dirección. ‘happy for you’ y ‘dumbass’ se basaban en la guitarra acústica y ‘z’ tiraba hacia el hip-hop lo-fi con matices jazzy de moda. De manera nada casual, ‘abdcefu’ es el primer lanzamiento de GAYLE en la multinacional Atlantic Records, a la que ha llegado literalmente gracias a la suerte.

Cuenta GAYLE que fue descubierta a los 14 años por la compositora, productora, editora musical y jueza de ‘American Idol’ Kara DioGuardi, quien ha trabajado para Britney Spears, Hilary Duff o Jason Derulo. Entonces GAYLE estaba empezando a componer y no esperaba nada de su carrera, pero participó en un pop-up dedicado a descubrir nuevos talentos que seleccionaba «performers» al azar. Los participantes metían su nombre dentro de un gorro y el que salía actuaba. El de GAYLE salió y el resto es historia.

Pero GAYLE no se lo debe todo a la suerte: ella tiene visión. Explica que ha deseado trabajar en Atlantic Records «desde que tengo 12 años» y menciona a Olivia Rodrigo entre sus mayores influencias solo para destacar, en realidad, el trabajo de su productor Daniel Nigro o, mejor dicho, la química musical entre ambos. Su mayor inspiración es Aretha Franklin a pesar de que todavía no ha cumplido 20 años y asegura que su objetivo es «ser la artista alternativa en las sesiones pop y la artista pop en las sesiones alternativas». Y en esto del pop, lo principal es saber lo que quieres. Lo demás viene rodado.

Revelación o Timo:

Lady Gaga, Beyoncé, Billie Eilish, Alana Haim… entre los nominados a los Globos de Oro 2022

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Las nominaciones a los Globos de Oro 2022, que tendrán lugar el próximo 9 de enero, han sido anunciadas. Lady Gaga ha sido nominada a Mejor Actriz de Drama por su papel de Patrizia Reggiani en ‘La Casa Gucci’, Alana Haim opta al premio a Mejor Actriz de Musical o Comedia por su debut en el mundo del cine con ‘Licorice Pizza’, donde interpreta a Alana Kane. Cynthia Erivo ha sido nominada a Mejor Actriz de Serie Limitada o tvmovie por ‘Genius: Aretha Franklin’.

En la categoría de Mejor Canción Original, el galardón se lo disputan Beyoncé con ‘Be Alive’ (‘King Richard’), Billie Eilish y Finneas con ‘No time to die’ (‘Sin tiempo para morir’), Van Morrison con ‘Down to Joy’ (‘Belfast’); Jamie Alexander Hartman, Jennifer Hudson y Carole King con su tema ‘Here I Am’ (‘Respect’) y Lin-Manuel Miranda con ‘Dos Oruguitas’ (‘Encanto’).

Jonny Greenwood de Radiohead ha sido nominado al premio a Mejor Banda Sonora por ‘El poder del perro’, al que optan también Alberto Iglesias por ‘Madres Paralelas’, Alexandre Desplat por ‘The French Dispatch’, Germaine Franco por ‘Encanto’ y Hans Zimmer por ‘Dune’.

En la categoría de Mejor Película Musical o Comedia entre los nominados se encuentran ‘Cyrano’, ‘Don’t Look Up’, ‘Licorice Pizza’, ‘Tick, Tick … Boom!‘ y ‘West Side Story’.

Puedes consultar la lista completa de nominados aquí.

Verónica Forqué muere a los 66 años

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Verónica Forqué ha sido hallada muerta en su casa de Madrid. La actriz se ha suicidado, ha confirmado El País. Forqué, que había padecido depresión en al menos dos ocasiones, contaba 66 años y acababa de participar en ‘Masterchef Celebrity‘, programa que decidió abandonar recientemente por razones de salud mental.

La actriz se dio a conocer en el cine primero a través de las películas de su padre y después de la mano de Pedro Almodóvar en ‘¿Qué he hecho para merecer esto?’ y de la de Fernando Colomo en ‘Bajarse al moro’, y ganó su primer Goya en 1986 gracias a su papel en ‘El año de las luces’ de Fernando Trueba.

Hija del director y productor José María Forqué y de la escritora Carmen Vázquez-Vigo, Forqué era asimismo madre de María Forqué, conocida artísticamente como Virgen María. Cuando esta actuó en el Sónar en 2019, su madre se encontraba entre el público.

Conocida por su entrañable personalidad, Forqué ganó su segundo Goya en 1987 gracias a su actuación en ‘La vida alegre’ de Fernando Colomo, el tercero ese mismo año por su papel en ‘Moros y cristianos’ (ambos en la misma gala) y el cuarto en 1993 por ‘Kika’ de Almodóvar. Curiosamente y, como recuerda El País, Forqué nunca llegó a recoger ninguno de los Goya que ganó porque las ceremonias siempre le coincidieron con pases de teatro.

Precisamente, en teatro destacó por su papel en ‘¡Ay, Carmela!’ de José Sanchis Sinisterra y, en televisión, participó en series como ‘Ramón y Cajal’ (1982), ‘El jardín de Venus’ (1983), ‘Platos rotos’ (1988), ‘Eva y Adán, agencia matrimonial’ (1990-1991) o ‘Pepa y Pepe’ (1995). En los últimos tiempos había aparecido en la octava temporada de ‘La que se avecina’.

‘Lo que no me das’ es la victoria triunfal de el momento incómodo

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el momento incómodo es una de las artistas que te hemos presentado últimamente en las playlists ‘Sesión de control‘ y ‘Flores en el estiércol‘. El proyecto de Malena Fernández es uno de los confirmados en el cartel de RELEVO, nuevo festival que reunirá a 20 artistas emergentes en 5 salas de Madrid a lo largo de un único día, este sábado 18 de diciembre, y del que JENESAISPOP es medio colaborador. Hoy se anuncian sus horarios.

La artista empezó su andadura en la industria de la música como componente de dos bandas pertenecientes al underground madrileño, Paracusia y después Blue Boredom. En el momento incómodo se acompaña de Rodrigo Aldudo al bajo, Carlos Navarro a las baquetas y Cristina Díaz a la guitarra. El nombre el momento incómodo se debe, explica Fernández, a que ella considera una persona socialmente «torpe» pero que es capaz de hallar humor en esa misma torpeza.

La música de el momento incómodo es posible ubicarla en la de una nueva generación que está recuperando los sonidos guitarreros y confesionales de los 90, representada por artistas como beadaboobee, Nilüfer Yanya, Snail Mail o Soccer Mommy. No en vano, Fernández cita entre sus mayores influencias a Alanis Morissette, pero también a Belinda o Juanes o a «artistas que le prestan mucha atención a las melodías, como Lianne La Havas, Mitski o Rex Orange County».

Composiciones eléctricas como ‘Mejor ahora’ o la atmosférica ‘Fuiste porque estabas tú’ justifican el interés por el momento incómodo, y ‘Lo que no me das’ es su canción más escuchada hasta la fecha porque encapsula todas sus virtudes en un temazo guitarrero de casi cuatro minutos. Un tema dinámico, lleno de momentos de tensión y relajación, de guitarrazos explosivos que van y vienen y forman un huracán emocional que refleja la historia que nos cuenta la letra. Es nuestra «Canción del Día» hoy.

En ‘Lo que no me das’, la artista plantea un escenario de auténtica desolación ante una relación tóxica marcada por el paternalismo («no todo va a ser como tú creías, vas a tener que cambiar algún día»), el gas-lighting («me dirás que lo he entendido mal») o por actitudes pasivo-agresivas («sueltas bombas que no explotan y aún así me siento rota»), pero sale heroica del hoyo cuando declara que «no sabes de lo que soy capaz». La canción consigue sonar igual de triunfal.

Billie Eilish, presentada por sus padres en Saturday Night Live

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Para alimentar las ventas navideñas y consolidar ‘Happier than Ever’ en las listas de lo mejor del año, Billie Eilish ha presentado Saturday Night Live y ha actuado en el programa.

Las canciones escogidas para el show han sido la propia ‘Happier than Ever’, el sencillo homónimo y a la postre más popular de su disco (’Therefore I Am’ tiene más escuchas, pero ya desapareció de su top 10 en Spotify); y ‘Male Fantasy’. Justo la cantante había estrenado en días recientes un vídeo dirigido por ella misma para esta canción acústica que cerraba el álbum.

En SNL, Billie interpretó ‘Male Fantasy’ sentada en el suelo de un set hogareño, con su hermano FINNEAS acompañando a la guitarra, y ‘Happier than Ever’, como era de esperar pasando de un inicio también tranquilo en un sofá, a una segunda parte más rockera en la que lo da todo. Las personas que veis en uno de los vídeos presentando a Billie Eilish son sus padres. En cuanto a los sketches del programa, incluyeron bromas sobre la Navidad y TikTok.

Elton John sigue su momento dulce sumando otro número 1

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La gira de despedida de Elton John fue interrumpida por la covid-19, pero el cantante tiene algo mejor: el reconocimiento del público que le está realzando como uno de los artistas más populares de todos los tiempos. A sus 74 años es el 11º artista más escuchado de Spotify, donde compite con artistas de pop y reggaetoneros. Hasta 56 millones de oyentes mensuales tiene entre los «greatest hits» revitalizados por el éxito de su biopic, el pelotazo de ‘Cold Heart’ junto a Dua Lipa y el villancico ‘Step Into Christmas’.

Su último tanto es ‘Merry Christmas’. Mucho nos reíamos de su villancico con Ed Sheeran tipo “TEO conoce la Navidad”, pero ellos han reído los últimos y el tema es el nuevo número 1 en las listas británicas. Han vendido 77.000 unidades en 7 días de este tema benéfico, desplazando a ‘Easy on Me’ de Adele al top 2 después de 7 semanas de reinado.

Para Elton John es el 9º número 1 de su carrera y para Ed Sheeran es el 12º, de manera que ambos suben un peldaño en el listado de los artistas con más números 1 en el Reino Unido, que queda como sigue:

Elvis Presley 21
The Beatles 17
Westlife, Cliff Richard 14
Madonna 13
Ed Sheeran, Take That 12
Calvin Harris, Eminem 10
ABBA, Rihanna, Spice Girls, Elton John 9
Oasis, The Rolling Stones 8

Muere Vicente Fernández, rey de las rancheras

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Vicente Fernández ha fallecido a los 81 años tras haber estado hospitalizado en la ciudad mexicana de Guadalajara. El cantante había superado un cáncer de próstata en 2004 y en 2013 había sufrido una trombosis pulmonar. En julio de este año fue hospitalizado por una posible infección y su estado de salud ha sido desde entonces delicado, hasta su fallecimiento.

El artista fue conocido como el rey de las rancheras tras una carrera que se ha extendido más de 55 años, vendiendo 75 millones de copias en todo el mundo. Su éxito llegó hasta nuestros días y en el momento de su muerte tiene 5,6 millones de oyentes en Spotify, con sus interpretaciones de ‘Mujeres divinas’ y ‘Hermoso cariño’ cerca de los 100 millones de reproducciones en la plataforma. ‘Un millón de primaveras’ y ‘Aca entre nos’ también estaban entre sus mayores hits.

De origen humilde, Vicente Fernández fue granjero, limpiabotas, albañil, pintor y cuidador de caballos, llegando al negocio de la música después de haber tocado la guitarra desde los 8 años. En 1967 editaba su primer álbum, ‘La voz que usted esperaba’, alcanzando un gran éxito en 1972 con ‘Volver, volver’. Durante nuestro siglo pudo hacerse con 2 Grammy (mejor disco ranchero y mejor disco regional mexicano) y 8 Grammy latinos. Además, tiene una estrella en Hollywood por sus casi 30 películas.

En 2012 anunció gira de despedida y en 2016 su retirada. En 2019 tuvo una reaparición para un concierto homenaje que fue gratuito, y en 2020 publicó un álbum llamado ‘A mis 80’s’, con temas como ‘Ya no insistas, corazón’ o ‘A mi nieto’. También era padre del cantante Alejandro Fernández.

Muere Anne Rice, autora de ‘Entrevista con el vampiro’

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Este sábado ha fallecido Anne Rice, como ha informado su hijo Christopher a través de las redes sociales de la escritora. “Me rompe el corazón daros esta triste noticia. Esta noche Anne falleció debido a complicaciones sufridas por un derrame cerebral. Nos dejó casi 19 años después del día en que mi padre murió. La inmensidad del dolor de nuestra familia no se puede describir con palabras. Como madre, su apoyo fue incondicional, me enseñó a aferrarme a mis sueños, a rechazar la conformidad y a desafiar las voces oscuras del miedo y la duda. Como escritora, me enseñó a desafiar los límites del género y a rendirme a mis pasiones”.

La autora de la saga de ‘Crónicas vampíricas’, lo que incluye ‘Entrevista con el vampiro’, cuyo nombre real era Howard Allen O’Brien, tenía 80 años. El año que viene se celebrará su vida en un evento en Nueva Orleans, donde había nacido en 1941.

Los libros en que se inspiró la célebre ‘Entrevista con el vampiro’, que arrasaba en 1994 de la mano de Tom Cruise y Brad Pitt, se han publicado desde mediados de los años 70 hasta el mismísimo 2018, cuando llegaba ‘La comunidad de la sangre’. Los libros se consideran un precedente de fenómenos como ‘Crepúsculo’ y ‘True Blood’. También escribió obras sobre brujería, como ‘Las brujas de Mayfair’, llegando a vender 150 millones de libros y siendo por tanto una de las escritoras más exitosas de todos los tiempos. Entre sus influencias solía citar a Charles Dickens, Virginia Woolf, Stephen King y Hemingway.

(Re)descubriendo a los Beatles gracias al documental ‘Get Back’

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En el nuevo episodio de REVELACIÓN O TIMO, EL PODCAST DE JENESAISPOP, hablamos de nuestra admiración por los Beatles tras el documental ‘Get Back’, y repasamos toda su discografía de estudio. Debatimos qué Beatle nos ha caído mejor en el docu y si esta era la mejor forma de acercar el catálogo de la banda de Liverpool a unas nuevas generaciones que parecen desconocerlos: sugerimos escuchar completa una discografía que dura menos que la serie, que ronda las 8 horas.

Sebas y Ana «Patata» recuerdan cuando descubrieron a los Beatles de pequeños o adolescentes, y Claudio revela cómo se ha hecho fan gracias a Peter Jackson, con el que tuvo un encuentro en Madrid, como antes este acercó al mundo a los libros de ‘El señor de los anillos’.

Contamos también con voces invitadas de la redacción: Raúl Guillén, Jaime Cristóbal y Mireia Pería revelan sus discos favoritos del grupo, que son, respectivamente «Sgt Pepper’s», ‘White Album’ y ‘A Hard Day’s Night’. Escuchamos fragmentos clave de su discografía, como esa fantasía que fue la grabación de la seminal ‘Tomorrow Never Knows’, que tanto inspiró a The Chemical Brothers y Noel Gallagher en ‘Setting Sun’. Nuestros «Discos de la Semana» han sido ‘Let it Be‘ y ‘Abbey Road‘.

Leiva / Cuando te muerdes el labio

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“Yo al fin y al cabo no soy un buen cantante. Ni al fin ni al cabo: yo no soy un buen cantante. Yo soy un buen cantante de mis canciones, pero no tengo voz ni dotes de cantante. Mis canciones nunca han estado aderezadas por una voz bella. Y ahora ha entrado un instrumento nuevo en mi música, voces alucinantes que están transformando mis textos”. Así presentaba hace poco Leiva, en una entrevista de Arancha Moreno en EfeEme, su nuevo disco, grabado en Ciudad de México y con la producción de Adán Jodorowsky y Carlos Raya (más la colaboración de otros habituales de Leiva como César Pop, que de hecho es el autor inicial de ‘Con el pañuelo en los ojos’, o Pablo Cantú, batería de Reyno).

Está claro que lo principal a comentar aquí es su carácter colaborativo: catorce canciones que son catorce duetos, todos con cantantes femeninas tanto de España como de Latinoamérica. Es curioso que destaquemos esto tanto (¡como si no hubiera discos de colaboraciones en los que son todo tíos!), y quizás por eso mismo él dice no haber buscado hacerlo así, sino que surgió. “No es nada estratégico, ha salido de una manera muy orgánica. No he querido contar con las tops, sino con la gente que me ha movido. A algunas les escribí un mail diciendo “hola, soy Miguel, soy un músico español””, contaba, y choca que estas declaraciones y las que inician la reseña sean de la misma persona, porque la honestidad que se desprende de la primera cuesta encontrarla en la segunda, que parece más ensayada. Muy correcta, pero no muy auténtica, ¿no? Pues esto es un poco lo que me ocurre con este disco.

‘Cuando te muerdes el labio’ viene en una de sus ediciones confeccionado en porcelana (diseño de Boa Mistura), de forma que solo se puede reproducir rompiéndolo con un martillo, “pero así tendrás una portada única”, aseguraba Leiva, y esto va en la línea de ese lado más pedante y menos interesante del álbum, como lo de meter a Natalia Lacunza recitando en francés un poema de Neruda (?) en mitad de ‘Premio de consolación’, las referencias culturales pelín forzadas (‘Black Mirror’, ‘La vida de Adéle’, ‘Stranger Things’) o el intento funky de ‘Flecha’, junto a Elsa y Elmar (sí que funciona mejor la producción de ‘A medio centímetro’, con Ely Guerra). ‘Blancos Fáciles’, la colaboración con Nina de Juan, es la más distinta por temática, pero a la vez tan blanca (no pun intended) y con una producción -y progresión- que no sabes muy bien qué pinta ahí, que no llega a decirte nada sobre el asunto que está tratando. Otro ejemplo es ‘Diazepam’, la colaboración con Natalia Lafourcade que ha sido single recientemente, Es una canción mona y accesible, con un estribillo eficaz, y que seguramente funcione bien (como todo el disco: su concierto en el Wizink agotó entradas en menos de diez horas, anunciando segunda fecha enseguida). Pero a la vez es una canción de la que probablemente no te vas a acordar mucho cuando pase un tiempo.

El autor de ‘Nuclear’ comentaba en Los 40 que le gustaba mucho más cómo sonaba su voz junto a la de una chica, y probablemente tenga razón, pero el problema es que al final todo esto parece ir a favor de su voz, que se acaba comiendo a las otras, hasta el punto de que las colaboraciones se confunden con coros, haciendo incluso que ¡Tulsa! pase desapercibida en ‘Inertes’. De hecho, la cosa mejora enormemente cuando el carácter de colaboración sale más a flote, como es el caso de ‘Peligrosamente darks’, donde empieza cantando Silvana Estrada sola y deja desde el principio su personalidad patente en la canción. Algo similar pasa con Zahara en ‘Stranger Things’; la autora de ‘PUTA’ ha declarado en más de una ocasión lo mismo que Leiva pero al revés (que le gusta cómo queda su voz junto a la de chicos). Y, aunque la letra no es precisamente la de ‘Guerra y Paz’ y ‘Hotel California’ esté diciendo “hola” gran parte de la canción, es un tema que funciona y que, como ‘Peligrosamente darks’, si que te apetece volver a ponerte. O como ‘Con el pañuelo en los ojos’, la joya del disco.

La colaboración con Gaby Moreno es también el tema más largo del disco, y seguramente esto le ayude, puesto que tiene más tiempo para desarrollarse, además de un estupendo outro (tanto el lírico como el posterior que se mueve entre lo instrumental y el canturreo). O el dueto con Catalina García ‘Llegará’, una de las que se sienten más honestas, y que desde luego lo es a nivel técnico: el cantante contó que se trata de la demo en sí, solo que con un cuarteto de cuerda añadido. La cosa es que en ‘Cuando te muerdes el labio’ pasa mucha gente. Demasiada. Porque realmente ninguna molesta… pero a la vez es difícil conectar quizás porque, en muchas ocasiones, no parece que se deje un espacio para ello.

SZA puede ser número 1 en USA con su último lanzamiento improvisado

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La absurda carrera discográfica de SZA, que no saca disco desde 2017 pese a que no deja de acumular macrohits, suma un nuevo capítulo de los de no dar crédito. Este año, la cantante de Nueva Jersey ha obtenido un enorme éxito no solo gracias a colaboraciones como la de ‘Kiss Me More’ con Doja Cat o ‘No Love’ con Summer Walker sino también a sus singles propios. La bucólica ‘Good Days‘ alcanzaba el top 5 en Reino Unido, el top 9 en Estados Unidos y suma a día de hoy 430 millones de streamings en Spotify. Y ahora su nuevo lanzamiento improvisado le puede dar un número 1 en Estados Unidos.

‘I Hate U’ es una canción que SZA publicó en SoundCloud el pasado 23 de agosto pero que ahora ha decidido compartir en el resto de plataformas de streaming. Y está siendo un éxito formidable en sus primeros días de lanzamiento: ‘I Hate U’ lleva 5 días consecutivos en el número 1 de Spotify USA y acumula ya 14 millones de reproducciones en streaming. En pocas palabras, es posible que la canción entre directamente en el número 1 de Estados Unidos el martes que viene.

Y lo cierto es que lo merece, pues ‘I Hate U’ no es ningún descarte. Tampoco es una producción ambiciosa sino minimalista, austera incluso, que recuerda al R&B de los 80 y roza la estética «demo» pero desde un acabado elegante y pleno. Por su parte, SZA se encarga de entregar un estribillo que se clava a fuego desde el primer momento en que canta: «te has estado preguntando por qué te odio, es asqueroso que me hagas sentir así, qué habré hecho yo para que me hagas sentir así».

El éxito de ‘I Hate U’ invita a pensar en el de ‘thank u, next’ de Ariana Grande hace unos años, otra canción que simplemente parecía mona pero que resultó ser colosal en su empoderado retrato del amor propio. ‘I Hate U’ sería la versión negativa de esa canción, pues su letra está llena de resentimiento a los hombres en general por sus «contradicciones», sus maneras de hacer sentir mal a SZA y de desaparecer sin dejar rastro… o su obsesión con el «misionero».

En el texto, Solana captura un estado psicológico verdaderamente trastocado por la mala conducta de sus parejas. Canta que «solía ser sólida hasta que hiciste la mente papilla», «solía apoyarte pero me has tratado de mala manera» y «no era violenta hasta que me tendiste una emboscada». La manera directa y honesta de SZA de transmitir emociones sigue calando entre el público estadounidense, y el sonido de R&B «easy-listening» de ‘I Hate U’ no puede sentarle mejor a su mensaje.

‘Abbey Road’: los Beatles echan el resto en su gran baile final

La historia de ‘Abbey Road’ comienza de manera asombrosa: tan solo 22 días después de la última sesión de ‘Let it Be’ los Beatles empiezan ya a grabar su siguiente disco. ‘I Want You (She’s So Heavy)’ se registró en los estudios Trident el 22 de febrero de 1969. Difícil de creer ese ritmo de trabajo incansable incluso en una banda tan sobrehumanamente fértil. Aún más sabiendo que entre esas dos fechas tuvo lugar la fatídica reunión en la que todos menos Paul solicitaron al infausto Allen Klein que se hiciera cargo de sus cuentas, creando la verdadera primera grieta mortal entre ellos, y que acabaría con el grupo un año después.

Queda por tanto para la historia el esfuerzo optimista que hicieron durante los meses siguientes (en sesiones intermitentes hasta el 5 de agosto) para pensar que las cosas todavía se podrían arreglar entre ellos, y poner toda la energía para grabar el mejor disco posible. Para reagruparse después de los baches de ‘Let it Be’ en pos del último destello de gloria.

‘Come Together’ abre por todo lo alto: una canción fascinante, diferente, y que a la vez suena totalmente a ellos. McCartney sugirió en los ensayos que ralentizaran lo que era otra pieza de rock’n’roll lennoniano, y vaya si la sugerencia fue acertada: convertida en ese reptante medio tiempo, contiene uno de los grooves más logrados de la historia de la banda: con lo que quizá sea el patrón de batería más original y fascinante de Ringo, irrepetible en su juego de chaston y timbales, sutil y a la vez impactante, con esa producción amortiguada y ultracomprimida a la que el bajo elástico de Paul se adhiere como un imán. De McCartney es también ese piano eléctrico que sirve como nueva prueba de sus superpoderes musicales, al mimetizar sin aparente esfuerzo el tipo de arreglos con los que Billy Preston embelleció las canciones de ‘Let it Be’ pocos meses antes. Y sobre todo destaca esa gozosa sensación de que los Beatles estaban haciendo algo nuevo, abriendo una nueva senda. Al igual que -por ejemplo- las exploraciones acústicas del ‘White Album’ nacían del folk pero en realidad estaban fundando una suerte de nuevo pop acústico, el punto de partida ‘Come Together’ es Chuck Berry (los primeros versos están directamente copiados de ‘You Can’t Catch Me’) pero el resultado no suena a rock’n’roll 50s, sino que es algo seminal que mira al futuro del rock en los 70. En el galimatías berryesco de la letra queda también espacio para un mensaje de unidad a las fuerzas progresistas y sociales, y que de hecho Lennon compuso como canción para la breve campaña a gobernador del gurú del LSD Timothy Leary.

Le sigue otro monumento: ‘Something’. Si en ‘Get Back‘ las aportaciones de George eran correctas pero no subían la media, aquí ocurre lo contrario: en ese mágico espíritu que envuelve ‘Abbey Road’, el de echar el resto para el gran baile final, George aportó dos piezas absolutamente clave. Sin ‘Something’ y ‘Here Comes The Sun’ no habría ‘Abbey Road’ como lo conocemos, sería mucho más pobre, y desde luego no el broche de oro de la carrera del grupo. ¿Qué decir de ‘Something’ que no se haya dicho antes? En palabras de Frank Sinatra, “la mejor canción de amor de Lennon y McCartney” (y no era un despiste del crooner, sino un pullazo a los “jefes” de la banda con algo de verdad). El romanticismo sincero de esta pieza (¡ese delicado “And all I have to do is think of her”!) cobra forma maravillosamente: un riff de guitarra 100% George, bellísimo, excelente batería, unas cuerdas de George Martin exquisitas (de regreso al papel de productor de la manera «clásica» de la banda), y unas líneas de bajo de Paul súper inventivas, riquísimas armónicamente.

Tras esos dos misiles, ‘Maxwell’s Silver Hammer’ podría parecer ese casi descarte de las sesiones de ‘Let it Be’ que baja el tono, pero no es así para nada: tiene una cualidad como de capricho surrealista tipo «Sgt. Pepper» que sirve de perfecta transición tonal tras esos dos temas, con sonido de organillo de feria y el retrato tragicómico de un tipo que se dedicaba a matar a martillazos a quien le importunaba (un interesante giro lennoniano en las letras de McCartney). La canción incorpora asimismo la precursora primera aparición en el disco (habrá más) de uno de los primeros Moogs que hubo en Inglaterra (comprado por Harrison meses antes), con esos arreglos futuristas que adornan la canción (y ese solo hecho por McCartney en el panel táctil que el sintetizador traía -Alan Parsons comenta que era dificilísimo afinar las notas pero que Paul le pilló el tranquillo al instante-). Ah, y no olvidemos el yunque y martillo tocados por Mal Evans, ese secundario adorable de ‘Get Back’.

Le sigue ‘Oh Darling’ -también de Paul- un ejercicio retro brillantísimo, con los cuatro Beatles trabajando de nuevo mano a mano: las armonías de George y John son perfectas, igual que el piano 50s tocado por Lennon, y los brillantes arpegios de Harrison en los estribillos. Todos estos elementos (y la calidad de la composición) elevan la canción de posible pastiche a clásico instantáneo. Sin olvidar la interpretación vocal impresionante de Paul, que probó a grabar en una sucesión de sesiones en las que llegaba temprano por la mañana a los estudios Abbey Road, con la voz fresca, para hacer explosionar sus cuerdas vocales en la interpretación más Little Richard de toda su discografía.

‘Octopus’s Garden’ es mi favorita de entre las canciones de los Beatles cantadas por Ringo, y un disco sin su aportación vocal parecería totalmente incompleto. Compuesta además por él y originada en las sesiones de ‘Let it Be’, tal como se ve en ‘Get Back’, su forma final es totalmente encantadora, y se ve elevada por un simple hecho: Ringo tiene la mejor banda de acompañamiento del mundo.

La ligereza jovial de Ringo da paso a otra pieza totémica. ‘I Want You (She’s So Heavy)’ encuentra a los Beatles en la cumbre de su poder: a veces pienso que es en realidad la mejor canción de su carrera. La más larga sí que es (porque ‘Revolution 9’ no es exactamente una canción), pero esa longitud se antoja imprescindible para el impacto que encierra, aunque podría sorprender dado que la letra suma tan solo 14 palabras, encerradas en densísima música de estructura circular, en espiral, con dos partes y alternancias de tempo. La interacción entre ellos es casi telepática y todos brillan, con mención especial a la guitarra con efecto Leslie de George (otro efecto recurrente y que define mucho el sonido de ‘Abbey Road) y el bajo de Paul, una vez más. Longitud y estructura resultan completamente triunfales porque es la forma perfecta para su temática: la expresión de un amor intensamente obsesivo, conducido por una excelente toma vocal de Lennon, apropiadamente excesiva y expresiva.

Gracias a todos estos elementos ese final para el que la palabra “climax” casi se queda corta resulta tan perfecto. Mientras el perturbante arpegio sigue y sigue girando en una danza sin fin, se empieza a colar por la canción un sonido furioso, como un viento, que crece y crece hasta el corte final: lo grabaron John y George con el gigantesco Moog y es el primer ejemplo en la historia del uso de ruido blanco (“white noise”) como parte esencial de una canción de pop. Otra innovación más para la lista. El mítico ingeniero de sonido de Abbey Road Geoff Emerick comentaba que los Beatles tenían ese final que se prolongaba de forma irresoluta y no sabían cómo resolverlo, así que al grabarla siguieron tocando y tocando. Durante la mezcla a Lennon se le ocurrió ese final abrupto. Cuenta Emerick que escuchó y escuchó esos minutos finales y de repente dijo: “¡aquí!”. El ingeniero marcó el punto exacto en la cinta y le dieron un corte con la tijera.

‘I Want You (She’s So Heavy’) es sin duda una de las canciones de los Beatles que mejor se proyectan hacia el futuro. No sólo porque parezca anticipar la parte más refinada del prog rock (‘Shine On You Crazy Diamond’ de Pink Floyd bebe mucho de este estilo), sino porque suena especialmente contemporánea, quizá una de las mejores candidatas para convencer a oyentes nuevos de la grandeza de este grupo.

Después de tanta intensidad, la cara B empieza de la mejor manera posible: ‘Here Comes The Sun’ presenta a George en su faceta más Lennon/McCartney, claramente en este momento estaba listo para superarles. Incluso adopta los compases quebrados de Lennon en los bellísimos post-estribillos arpegiados. Y la combinación de cuerdas y sintetizador Moog es puro sol del verano inglés (se grabó entre julio y agosto de 1969). Escuchando con un poco de atención esos sintes se puede oír el futuro; quizá no todavía el synth pop de los 80, pero sí mucho de lo que sería la música electrónica en los 70 y a partir de los 90 (¡esos sonidos de diente de sierra en los puentes!). Merece mucho la pena escuchar las pistas aisladas de orquesta (George Martin) y Moog (George Harrison) que aparecían en la reedición de 2019. Lo mágica y diferente que suena la canción en ese formato es testimonio también de lo elaboradas y bien construidas que estaban las capas de sonido en los Beatles (y más aquí, su primer LP con grabadora de ocho pistas). En cualquier caso, tecnicismos aparte, estamos ante la más perfecta canción de pop del disco.

La cara B avanza con ‘Because’, que presenta las tres voces de los Beatles en máxima unión. Se trata de una pieza sofisticada, sinfónica (John se basó en los acordes de la Sonata de Claro de Luna de Beethoven pero tocados al revés) y emocionante. La imagen que Lennon quiso proyectar durante los 70 (en los que despotricó contra sus excompañeros pero también contra su propio legado Beatle) no se acaba de sostener escuchando la belleza de esta pieza: alguien tan cínico no habría construido esta maravilla ni la habría arreglado tan cuidadosamente para cantarla los tres (y lo hicieron juntos alrededor del micro, como en los viejos tiempos).

La delicadeza casi espiritual que ‘Because’ proyecta es un apropiado remanso de calma antes de la traca final, el legendario “medley” que concluye ‘Abbey Road’: nació de la idea de combinar fragmentos de canciones que nunca llegaron a terminar, yuxtaponiéndolos en una especie de espectacular cierre, y se inicia con ‘You Never Give Me Your Money’, un comienzo desarmante, que no esconde sus alusiones meta a la situación del grupo y sus incómodas reuniones, abocándoles al fin, dejando a todo el mundo con la sensación de que los otros le debían algo (“You never give me your money / You only give me your funny paper / And in the middle of negotiations / You break down”). Es una pieza de melancolía sublime, que deriva en una deliciosa parte central de estilo music hall quizá para quitar hierro. Como escribió Ian McDonald en ‘Revolution in the Head’, es un “rápido caleidoscopio de la peculiar mezcla que hacían los Beatles de tristeza, risa subversiva y resuelto optimismo”.

A partir de ahí, las piezas se van enlazando en fragmentos de uno o dos minutos, en los que cada segundo es esencial: primero tres piezas de Lennon: ‘Sun King’, fascinante amalgama de ‘Albatross’ de Fleetwood Mac, congas de sonido Exotica y -extrañamente- música romántica italiana, todo ello sin dejar de sonar Lennon y Beatles. Después, ‘Mean Mr Mustard’ (que suena a Beatles clásicos, era ‘Revolver’) y ‘Polythene Pam’, ambos retratos sardónicos de personajes excéntricos al más puro estilo de su autor. En un enlace brillantemente imperceptible, una quinta pieza -de McCartney- se añade a la cadena: es ‘She Came In Through the Bathroom Window’, ese relato (cierto) de la fan que se coló en su casa de St John’s Wood.

Llega entonces, tras una intencionada pausa, ese momento que en las últimas escuchas de estos días me llena los ojos de lágrimas: ‘Golden Slumbers’. La melodía es devastadora, triste y hermosísima. Las letras, conmovedoras en su significado: ese “hace tiempo existió la manera / de conseguir volver a casa” parece aludir a muchas más cosas que antes eran posibles para el grupo y ya no volverán a serlo (“sleep you little darling, don’t you cry”). Su hibridación con ‘Carry That Weight’ es particularmente apropiada, porque también es una canción de despedida, pero coreable, más positiva, a pesar de que ese peso que van a llevar (“for a long time”) es el peso mismo de su legado, que ninguno conseguiría sacudirse: los cuatro cantaron ese estribillo al unísono el 15 de agosto en Abbey Road. Más adelante la pieza retoma instrumentalmente la melodía de ‘You Never Give Me Your Money’ para dar más sentido todavía al medley. En la letra, la melancolía por el sueño que se acaba: “Soon we’ll be away from here / Step on the gas and wipe that tear away.”

‘The End’, preludiado por varias secciones instrumentales (Ringo CASI hace un solo de batería, luego George, Paul y John intercambian solos de guitarra), concluye con esos gloriosos 35 segundos de cierre de una era (los Beatles, los años 60) y de mensaje positivo: “Y al final el amor que recibes es igual al amor que das”. Es también difícil de escuchar sin echar una lágrima por lo que representa (yo siempre paraba el disco aquí, para no oír el guiño final de ‘Her Majesty’, pero es cierto que aporta una divertida distensión).

Que musicalmente ‘Abbey Road’ culmine de manera tan gloriosa es prueba de que nadie participó a regañadientes en el disco, por más que luego quisieran quizá embarrar el recuerdo de ese final por inquina mutua. Eso no significa que no hubiera tensiones (McCartney abandonó el estudio en una ocasión y Lennon fue a su casa a aporrear la puerta y gritarle. George montó en colera porque Yoko cogió su última Digestive de chocolate…) pero ya sabemos que nadie es perfecto, y menos un grupo con la extraordinaria trayectoria y complicadas relaciones de este. Que fueran capaces de hacer un disco de 10 como último acto de su carrera (aunque ‘Let it Be’ se publicara después), y es algo totalmente asombroso.

Khalid / Scenic Drive (The Tape)

Khalid es uno de los artistas de R&B más exitosos de Estados Unidos desde que emergiera en 2017 con su single ‘Location’. Los números en Spotify obtenidos por sus mayores hits, tanto los propios (‘Young, Dumb & Broke’, ‘Better’) como los compartidos (‘lovely’ con Billie Eilish, ‘Eastside’ con benny blanco y Halsey, ‘Beautiful People’ con Ed Sheeran) marean. Y aunque Khalid publicó su último álbum, ‘Free Spirit’, antes de la pandemia, el artista de Texas ha mantenido su nombre en la actualidad gracias a sus apariciones en los últimos discos de artistas tan dispares como Justin Bieber, J Balvin o Alicia Keys.

El tercer álbum de Khalid, ‘Everything is Changing’, saldrá en algún momento del año que viene y, antes de que esto suceda, el artista ha querido allanar el terreno con el lanzamiento de un proyecto medio improvisado que iba a ser un EP pero finalmente presenta más bien forma de «mixtape». El acabado de la producción de ‘Scenic Drive’ lleva a esa apreciación, así como el nivel de unas canciones solventes que podrían ocupar dignamente el tramo medio o final de cualquiera de sus álbumes, y en las que Khalid se acaramela con una persona de diversas maneras, siempre con el romanticismo por bandera y la luz de la luna llena iluminando el paisaje.

Las nuevas canciones de Khalid exploran la vía del R&B contemporáneo de los primeros años 2000. Las guitarras acústicas gozan de tanta presencia (‘All I Feel is Rain’) como las armonías suculentas a lo Janet Jackson que bañan todas las pistas. No hay hit tamaño ‘Location’ pero ‘Present’ es un apañado single de presentación, ‘Backseat’ ofrece un buen equilibro entre producción atmosférica lo-fi y melodía y ‘Brand New’ descubre la química entre las voces de Khalid y la cantante Quin.

En ‘Scenic Drive’, la sensación de nostalgia es tal que ‘Open’ con Majid Jordan, otra de las pistas destacadas, suena como un homenaje clarísimo a los primeros discos de Craig David. Y, hablando de nostalgia, la misma Alicia Keys hace coros en la intro, una composición de cuerdas preciosa que Khalid haría a bien de rescatar en su próximo largo.

Algunas canciones de ‘Scenic Drive’, como ‘Retrograde’ o ‘Voicemail’, definitivamente pasarían desapercibidas dentro de un trabajo más ambicioso. Sin embargo, quizá el mayor problema de la «mixtape» es que es muy difícil distinguir su sonido del de compañeras como SZA o Kehlani. A la primera suenan muy especialmente ‘Present’ y la pista titular, lo cual no es malo per se pero… ¿no le sentaba genial a Khalid el sonido de Disclosure? ¿Por qué no tirar por ahí?

Halsey canta a lo dulce de un beso y lo repugnante de un adiós en ‘Honey’

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Buenas y malas noticias para Halsey que quizá ella misma adivinó cuando se puso a grabar su último disco con Nine Inch Nails. ‘If I Can’t Have Love, I Want Power‘ ha sido un fracaso comercial para sus estándares, pero por otro lado ha sido un gran éxito crítico y el disco está apareciendo entre lo mejor de 2021 para publicaciones tan relevantes como Rolling Stone y el NME. Evidentemente estará en nuestras listas, que se publicarán en días venideros: cuando terminemos de valorar trabajos como los de Arca, ODDLIQUOR o Alicia Keys.

Una de las cosas que podemos echarle en cara a Halsey es que la promoción del álbum no ha sido la mejor en cuanto a vídeos, actuaciones televisivas, etcétera, y al menos la cantante esta semana nos lanza unas migajas: un vídeo para la que era una de las mejores canciones del disco y de las más rockeras, ‘honey’. Es, por tanto, nuestra «Canción del Día».

Halsey explicó en sus redes sociales que ‘honey’ versaba sobre «una chica salvaje» y aquí es explícita por tanto sobre su bisexualidad, si bien una segunda lectura de la canción podría apuntar a que está cantando sobre sí misma. Lo seguro es que el tema juega con una idea sencilla: lo dulce «como la miel» de un beso, en contraposición con lo «amargo» del adiós tras esa muestra de pasión tan fogosa como fugaz. En sintonía con este disco más oscuro, más Trent Reznor, pero también con parte de una carrera en la que ha tratado cuestiones como la depresión, la artista especifica que el sabor que se le ha quedado en boca es el de la «sangre», y la melodía de la canción es inequívocamente más amarga que su nombre.

El vídeo de la canción es una actuación en directo de hace unos meses, si bien muy particular. Halsey se embadurna de miel, como metáfora de lo disfrutable del sexo fugaz y la pegajosa desazón que puede dejar en ocasiones. Nadie sabe muy bien dónde empieza lo sexy y dónde lo repugnante.

Lo mejor del mes:

«Lejos del bien y del mal» se encuentra ‘Culpa’, el tema de Javiera Mena para Eurovisión

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Javiera Mena nos ha dado una grata sorpresa presentándose a Eurovisión. La chilena residente en España -aunque tampoco había de serlo, si no, que se lo pregunten a la canadiense Céline Dion ganando por Suiza- había publicado hacía unas semanas una canción llamada ‘Culpa’ que ha resultado ser su tema seleccionado para las semifinales del Benidorm Fest.

Mena encaja por completo en Eurovisión porque lo suyo es el europop, el italo disco, el HI-NRG británico, etcétera. ‘Culpa’ es una canción de base dance 90’s que nos habla de libertad en un certamen que no puede ser más LGTB+. Invita a dejar atrás eso, la culpa, y a darlo todo en la pista de baile.

Es además el primer adelanto de un disco que estará dividido en 3 partes y se dará a conocer el año que viene, como ella explica: «A pesar de que lo estamos entregando en diferentes partes, todo forma parte de un solo concepto. Es un disco que cuenta con tres lados, el lado más baladista, el lado de los mid-tempos – en los cuales incluimos instrumentos orgánicos como saxo, flautas traversa, arpa – y el lado más disco que cuenta con canciones como ‘Culpa’ o ‘Flashback’».

Sin embargo, de un tiempo a esta parte, las canciones de Javiera parecen más enfocadas en la producción (ahora junto a Pablo Stipicic) que en la melodía, y ‘Culpa’ no es una excepción. Sin necesidad de irnos a ‘Espada’, es menos inmediata que ’Sufrir’ o ‘Luz de piedra de luna’, y cabe también que nos preguntemos cómo será su representación en vivo: el directo de Javiera es más tipo «quiero morir en una discoteca llena de maricas» que de lucimiento vocal diva-eurovisiva, como fue también el caso de La Casa Azul, que quedó 3º en una semifinal nacional. Con ‘La revolución sexual’, nada menos.

En el lado opuesto, ‘Culpa’ tiene sus bazas: la deriva de canción está salpicada de trucos que pueden dar mucho juego en cuanto a puesta en escena. Está el drop antes del segundo verso; está la incursión del órgano tremebundo tipo Justice en el puente, carne de cañón para que el cuerpo de baile que suele acompañar a Javiera se luzca; y está el subidón final vocal. En lugar de repetir de manera holgazana todo el estribillo, se repite solamente parte de él.

Literalmente «lejos del bien y lejos del mal», ‘Culpa’ encierra un mundo de posibilidades escénicas: quizá Javiera no va a Benidorm con todos los deberes hechos, pero sí con varios ases en la manga. ¿Ahora empieza el trabajo de verdad?

¿Qué te ha parecido Culpa de Javiera Mena?

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Alizzz, Adele, Dorian, Sen Senra, Arca y Caliza llegan al top 40 de JNSP

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Amaia y Rojuu se mantienen en el número 1 de lo más votado de JENESAISPOP con ‘Quiero pero no’, producida por Alizzz… mientras lo nuevo de Alizzz con Rigoberta Bandini llega al puesto 2 directamente. Alizzz acaba de agotar en poco más de una hora las entradas para su concierto de presentación en Madrid el 14 de enero, añadiendo un segundo pase vespertino, cuyas entradas podéis comprar aquí. También hay show el 22 de enero en Barna.

También entra en el top 10 el que entendemos como segundo single de ’30’ de Adele, ‘Oh My God’. Dorian y Sen Senra llegan al top 20, mientras en la parte baja de la tabla logran colarse dos propuestas tan particulares como las de Arca y Caliza.

Recordad que podéis escuchar la playlist con las 40 canciones del top y las 10 candidatas a entrar de cada semana, así como por supuesto votar por vuestras canciones favoritas, aquí. Los votos son sometidos a una fórmula matemática que beneficia a las novedades y perjudica a las canciones a medida que pasan las semanas.

Top Ant. Peak Sem. Canción Artista
1 1 1 2 Quiero pero no Amaia, Rojuu Vota
2 2 1 Amanecer Alizzz, Rigoberta Bandini Vota
3 4 2 10 Yo invito Amaia Vota
4 3 1 3 La fama Rosalía, The Weeknd Vota
5 22 5 2 Bipolar Vega Vota
6 6 1 Oh My God Adele Vota
7 2 2 2 Ayer Soleá Morente Vota
8 6 6 2 Narciso Delaporte Vota
9 7 3 3 All Too Well (Taylor’s Version) Taylor Swift Vota
10 9 2 4 Superstar Beach House Vota
11 8 1 6 Julio Iglesias Rigoberta Bandini Vota
12 12 1 Dos vidas Dorian Vota
13 12 3 9 Ateo C. Tangana, Nathy Peluso Vota
14 10 7 4 The Only Heartbreaker Mitski Vota
15 40 14 4 Smoking Out the Window Silk Sonic Vota
16 13 13 3 I Don’t Live Here Anymore The War on Drugs, Lucius Vota
17 19 4 4 New Shapes Charli XCX, Christine and the Queens, Caroline Polachek Vota
18 26 3 8 Por España Samantha Hudson, Papa Topo Vota
19 19 1 Te va a ser mejor Sen Senra Vota
20 11 2 8 Easy on Me Adele Vota
21 20 4 12 Ya no vales Alizzz, C. Tangana Vota
22 27 1 14 Good Ones Charli XCX Vota
23 18 18 3 Valentine Snail Mail Vota
24 14 1 11 Don’t Shut Me Down ABBA Vota
25 15 3 5 Bruxelles je t’aime Angèle Vota
26 16 2 8 Cold Heart Elton John, Dua Lipa, PNAU Vota
27 23 23 2 Una rosa Lorena Álvarez Vota
28 36 28 2 Too Good Arlo Parks Vota
29 32 2 13 Arcadia Lana del Rey Vota
30 21 2 6 Speaking With Trees Tori Amos Vota
31 29 13 3 Change Big Thief Vota
32 33 2 27 Love Again Dua Lipa Vota
33 5 4 4 24 Hours Agnes Vota
34 28 14 8 Ptazeta: Bzr Music Sessions 45 Bizarrap, Ptazeta Vota
35 35 1 Señorita Arca Vota
36 30 5 7 Moth to a Flame Swedish House Mafia, The Weeknd Vota
37 34 2 30 Please Jessie Ware Vota
38 38 1 Otra torre más Caliza Vota
39 17 17 2 El don de la ternura Nacho Vegas Vota
40 25 9 5 Algo es mejor Mon Laferte Vota
Candidatos Canción Artista
Todo lamento Natalia Lacunza Vota
Runaway Beach House Vota
Bravo Murillo La Paloma Vota
Chaise Longue Wet Leg Vota
mememe 100 gecs Vota
Eterno balanseo Paco Moreno Vota
On the Wrong Side Lindsey Buckingham Vota
Material World Hayden Thorpe Vota
Woman Doja Cat Vota
360 Marc Seguí Vota

Vota por todas las canciones que te gusten

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Muere Michael Nesmith de los Monkees, un mes después de acabar su gira de despedida

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Michael Nesmith, integrante del grupo The Monkees, ha fallecido a los 78 años de edad en su casa por causas naturales, según ha comunicado su familia y ha informado Rolling Stone.

Nesmith nació en Houston en 1942, en 1965 se unió a la banda The Monkees creada por los productores de televisión Bob Rafelson y Bert Schneider con la idea de hacer una serie de televisión sobre las aventuras de un grupo pop. Nesmith fue contratado junto a Dolenz, Davy Jones y Peter Tork con la intención de que actuaran en la serie y pusieran voz en las canciones. Sin embargo, Nesmith compartió algunos temas que había escrito con los productores.

The Monkees se estrenaron en la NBC en 1966 y ese año conseguían el número 1 con su hit ‘I’m a Believer’ (tema que volvió a ser popular gracias a su aparición en Shrek en 2001, esta vez interpretado por Smash Mouth) y ‘Last Train to Clarksville’. Fueron criticados por no ser «una banda real», por lo que exigieron tocar ellos mismos sus instrumentos y escribir sus propias canciones.

Nesmith también fue pionero en el ámbito de los vídeos musicales. Creó ‘PopClips’, el primer programa televisado de videoclips en 1980. Además, fue el productor ejecutivo de varias películas como ‘Repo Man’.

Apenas hace un mes completaba la gira de despedida del grupo sólo junto a su compañero Micky Dolenz, ya que eran los dos únicos integrantes que seguían vivos. Las fechas habían tenido lugar entre los meses de septiembre, octubre y noviembre, terminando el día 14 de este último mes.

Bon Iver le pone banda sonora al fin del mundo en la película ‘Don’t Look Up’

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Bon Iver ha compartido su nueva canción ‘Second Nature’, que aparece en la banda sonora de la película ‘Don’t Look Up’ (‘No mires arriba’ en español) ya en cines desde hoy 10 de diciembre y disponible a partir del día 24 en Netflix y que hemos incluido en nuestra lista RFTW.

La comedia ‘Don’t Look Up’, dirigida por Adam McKay (‘La gran apuesta’, ‘El presidente’, ‘Más allá del poder’…), cuenta en su reparto con grandes nombres como Jennifer Lawrence, Leonardo DiCaprio, Meryl Streep, Jonah Hill, Timothée Chalamet, Cate Blanchett, Tyler Perry… El film trata de dos astronautas encargados de informar al mundo de que el planeta Tierra se ve amenazada por un meteorito que lo destruirá todo.

‘Second Nature’ es un tema muy acorde a la trama de la película, ya que plasma las preguntas que te harías si llegara algún día el fin del mundo como “¿Es esto nuestra culpa? / ¿Es esto en tiempo real?”, dando paso a una reflexión “Hay otro destino, un camino para que no sea demasiado tarde”. El single cuenta con la colaboración de CJ Camerie en los vientos, Rob Moose en las cuerdas y de Jenny Wasner (Wye Oak) en las voces.

Además de este tema, la banda sonora incluye la canción ‘Just Look Up’, una colaboración entre Ariana Grande y Kid Cudi, quienes hacen un cameo en la cinta.

Bon Iver tiene previsto actuar en el Palau Sant Jordi de Barcelona y en el WiZink Center de Madrid los días 7 y 9 de noviembre del año que viene. Puedes conseguir tus entradas aquí.

NME incluye a Lorde, Clairo, Chvrches, Halsey… en sus listas del año

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El final de 2021 se acerca y poco a poco los medios van revelando sus listas de mejores discos y canciones del año. Hoy NME ha desvelado los 50 elegidos en estos rankings según la revista británica.

El mejor disco del 2021 para NME ha sido ‘Seventeen Going Under’ del inglés Sam Fender del que no hemos oído hablar mucho por España. A él le siguen Little Simz con ‘Sometimes I Might Be Introvert’, que definen como “una narración épica de un talento imparable”. En tercer lugar se encuentra Wolf Alice con su ‘Blue Weekend’. A continuación aparece Self Esteem con ‘Prioritise Pleasure’, que consiguió una puntuación notable en nuestra web. El top 5 lo cierra ‘Call Me If You Get Lost’ de Tyler, the Creator, del que destacan “la actuación más impresionante de su carrera”.

NME no se ha querido olvidar de Hasley y ha incluido ‘If I Can’t Have Love, I Want Power’ en la octava posición. Olivia Rodrigo aparece con ‘SOUR’ en la décima, Clairo con ‘Sling’ en el puesto 14, seguida por Billie Eilish y su ‘Happier Than Ever’. Sólo un poco más abajo aparecen Lana del Rey en el lugar 17 con ‘Blue Banisters’ y Lorde en el 19 y su ‘Solar Power’. Otro de los grandes álbumes del año ha sido ‘MONTERO’ de Lil Nas X que consigue el puesto 20 en la lista.

En cuanto a las mejores canciones, Olivia Rodrigo se lleva el número 1 con ‘good 4 u’, seguida de ‘I Do This All The Time’ de Self Esteem, ‘Chaise Longue’ de Wet Leg, ‘Seventeen Going Under’ de Sam Fender, ‘MONTERO (Call Me By Your Name)’ de Lil Nas X, ‘Solar Power’ de Lorde, la colaboración de Robert Smith con Chvrches ‘How Not To Drown’, ‘Happier Than Ever’ de Billie Eilish, ‘Introvert’ de Little Simz y finalmente ‘Butter’ de los coreanos BTS.

Doja Cat, que aparece última posición en los mejores álbumes, logra un puesto 16 en las mejores canciones. Clairo consigue con ‘Amoeba’ la posición 21 y Adele se queda con la posición 26 con ‘Easy On Me’. Måneskin aparece en el puesto 37 con su hit ‘I Wanna Be Your Slave’, seguidos de ‘Mirror’ de Sigrid.

Natalia Lacunza suma y sigue con el indie pop de ‘Todo lamento’

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Natalia Lacunza continúa avanzando el disco que publica el año que viene y que editará Sonido Muchacho en asociación con Universal.

La artista de Pamplona sigue sin compartir los detalles de su debut largo oficial (antes llegaron los epés ‘Otras alas‘ y ‘ep2‘, los cuales suman 14 pistas en total) pero sí ha confirmado que Pau Riutort -integrante de Extraperlo, Beach Beach o Capitán– ha producido todo el álbum, lo cual descartaría ‘Nuestro nombre’ de su secuencia, pues estaba producida por Anxo Ferreira de Novedades Carminha.

Tanto ‘Nuestro nombre’ como ‘Cuestión de suerte‘ presentaban un sonido 100% ochentero aunque desde diferentes perspectivas, entre el synth-wave, el synth-pop y el electro-pop, y ‘Todo lamento’ se mantiene en la misma década para entregarse a un estilo esta vez más indie-pop y bedroom-pop en el que las guitarras gozan de mayor protagonismo que los teclados. Todo al servicio de otro estribillo excelente y sutil que pide ser escuchado en bucle.

En ‘Todo lamento’, hoy la Canción Del Día, Lacunza sale airosa de una ruptura. Al principio se muestra confundida, vaga por una ciudad que no es la suya, evita visitar ciertos lugares e intenta «rebobinar lo que ha pasado pa’ olvidar», pero a continuación canta que «ya casi no me dan ganas de llorar por ti» y en el estribillo se encuentra con las fuerzas suficientes para clamar que «te cargaste todo lo que di» y despedirse de la persona a la que le dirige la canción con un simple «ya te puedes ir».

El nuevo lanzamiento de Natalia Lacunza llega además con un videoclip que es un auténtico caramelo pop. La artista se muestra «camaleónica» en un vídeo repleto de posibles referencias estéticas a Sara Montiel, el voguing, el neorrealismo italiano, el cine de Bertolucci (‘Soñadores’) o el cine quinqui.