Rosalía firma la entrada más fuerte de la semana en la lista de singles española con ‘Yo x Ti, Tú x Mí’, su nuevo tema con Ozuna, que ambos acaban de presentar en los MTV Video Music Awards. El tema no repite el número 1 de los anteriores singles de Rosalía aunque a nadie se le escapa que ha sido un absoluto éxito en Youtube, donde está a punto de alcanzar los 50 millones de visualizaciones en menos de dos semanas. En su caso, ‘Yo x Ti, Tú x Mí’ entra directamente en el número 2, y repite por tanto el dato máximo de ‘Malamente‘, aunque mucho más difícil es que iguale la longevidad del sencillo principal de ‘El mal querer‘, que se resiste a abandonar la tabla casi un año y medio después de su lanzamiento (actualmente es top 80).
El top 2 de ‘Yo x Ti, Tu x Mi’ significa que Rosalía y Ozuna no han podido con ‘China’ de Anuel AA, Daddy Yankee, Karol G, J Balvin y el propio Ozuna, que sigue en el número 1 de la tabla una semana más. ‘China’ es la canción más escuchada actualmente en Spotify España seguida por ‘Yo x Ti, Tú x Mí’, y la tercera a nivel global.
Hay que bajar hasta el número 78 para encontrar la siguiente entrada de la semana en la lista de singles española, ‘Tutu’ de Camilo y Pedro Capó. A esta le sigue ‘Easy’ de Jhay Cortez en el 84 , ‘Canguro’ de Wos en el 95 y ‘Ransom’ de Lil Tecca en el 98.
El guitarrista, cantante y compositor estadounidense Neal Casal ha fallecido a los 50 años. Casal fue, durante varios años, miembro de la banda de Ryan Adams The Cardinals, con la que llegó a grabar varios álbumes de estudio, y precisamente Adams ha sido quien ha confirmado en Twitter la noticia de su fallecimiento, cuya causa se desconoce por el momento.
Adams ha escrito que su corazón está «roto», que ha sido «un honor» conocer a Casal y ha recordado uno de los momentos más especiales que ha vivido con él encima del escenario, relacionado con la enfermedad de Ménière que padece: «Cuando tenía convulsiones de migraña ocular en el escenario, solo Neal lo veía. Él se acercaba y me miraba con esa cara… «puedes hacerlo, Ryan». Mis dedos se cerraron durante una convulsión. Esa amabilidad y hermandad solo se ven una vez e la vida».
Nacido en 1968, Casal se dio a conocer en primer lugar como integrante de Blackfoot, grupo en el que tocó desde 1988 a 1993. Después, en 1995 inició una carrera en solitario que le llevó a publicar una docena de álbumes, el último de ellos 2011. El también fotógrafo fue además integrante de grupos como Chris Robinson Brotherhood, con el que publicaba un nuevo largo este mismo año; o Hazy Malaze y como guitarrista colaboró a su vez con cuantiosos artistas, entre ellos Lucinda Williams, Rufus Wainwright o Willie Nelson.
Oh man. My heart is broken What an honor to have known you, true believer. I love you. Go easy “I've seen things you people wouldn't believe. I watched C-beams glitter in the dark near the Tannhäuser Gate. All those moments will be lost in time, like tears in rain”#RIPNealCasalpic.twitter.com/4vlj3l2EoU
Se supone que los MTV VMA’s han de reconocer los mejores vídeos del último año, pero todos sabemos que a menudo son un instrumento para promocionar simplemente lo que ha salido en los últimos dos meses o lo que ha salido esa misma semana. Es lo que acaba de pasar con Megan Thee Stallion. Aunque lamentablemente solo apareció en la pre-gala de anoche y no en la gala en sí (y además no lució mucho sin featurings y pegada a otro hit anterior, ‘Cash Shit’), la organización sí ha podido apuntarse un tanto otorgando un premio a una canción que ha salido este mismo mes, hace tan solo un par de semanas, que de hecho no tiene aún videoclip, pero que sí puede ser un himno longevo.
¿El pasado 8 de agosto ‘Hot Girl Summer’ no existía y ahora es, concretamente, el «mayor himno de empoderamiento del año», como ha sido señalado en los premios MTV? Puede sonar exagerado, pero la canción tiene indudablemente pegada y es inmediata y por ello ha entrado directamente al puesto 11 de la competitiva lista del Billboard Hot 100. Se trata del nuevo single de Megan Thee Stallion, una rapera de 23 años que el año pasado destacaba con un EP llamado ‘Tina Show’, este año ha lanzado una mixtape llamada ‘Fever’ y ahora ha lanzado este tema suelto.
La canción contiene un sample de ‘Act Up’ de City Girls y es por supuesto fiel a los sonidos del urban en la actualidad, pero también tiene la pegada de las canciones más pop de The Weeknd, pues comparte con él cierto gusto estético por los beats un tanto synth-pop y los ritmos R&B. Todos los que disfrutarais de ‘Starboy’ o ‘I Feel It Coming’ seguramente encontraréis aquí algo a lo que agarraros al margen de su atractivo elenco.
Y es que en esta canción Megan Thee Stallion ha querido repartirse el protagonismo con el registro más aterciopelado de Ty Dolla Sign y una Nicki Minaj que dejó sorprendida a Megan por la rapidez con la que registró su parte. Encontramos frases no solo de empoderamiento o más bien de desafío («Who unfollowed me? Like who don’t follow me? /’Cause even in your new bitch, I can see a lot of me»), y un sinfín de referencias sexuales («Eat that dick up even when I’m going vegan»), pero lo más importante es esa recreación en la expresión «hot girl summer», que Megan ha patentado, ha incluido en canciones anteriores, y anticipado como eslogan en las redes sociales, y que se refiere a un verano en el que «seamos nosotros mismos y lo pasemos bien». Dice que además, el «girl» en este caso es neutro.
Lo mejor del mes: escucha las últimas «Canciones del Día»
Una nueva gala de los MTV Video Music Awards se ha celebrado esta noche en Nueva Jersey con Taylor Swift, Ariana Grande, Billie Eilish, Rosalía o por supuesto Missy Elliott, que recogía un premio honorífico; entre sus principales ganadores. Y entre los artistas que han actuado y dejado momentos para el recuerdo, las propias Rosalía y Missy Elliott además de Normani con su atlética performance, Miley Cyrus con su derroche de voz o Shawn Mendes y Camila Cabello, que han hecho gala de su química en la interpretación de su exitoso single conjunto, ‘Señorita’.
Más allá de actuaciones, durante la gala se han sucedido momentos divertidos que han sido obligatoriamente capturados en meme por los espectadores. Ha sido inolvidable, por ejemplo, el nuevo traspiés de John Travolta confundiendo a la drag queen Jade Jolie con Taylor Swift cuando había de entregarle un premio a la segunda, pero las escenas más divertidas de la noche han tenido lugar en las gradas. Un ejemplo: la propia Taylor Swift bebiendo vino «sutilmente» desde su sitio. Como si no la hubiéramos visto ya con alguna copa de más…
Los cuchicheos de Rosalía -que sí, ha montado su propia Feria de Abril en los VMA- y Camila Cabello contándose secretos indecibles, como este visto en nuestros foros, también han dado de sí en las redes, así como la misma existencia de Sophie Turner, que durante un punto de la noche se negaba a sentarse tras la actuación de Miley Cyrus. Por otro lado, su pareja Joe Jonas parecía distraído intentando descubrir si «Shawnmila» se besaban al final de su actuación. No hubo beso, como tampoco lo hubo para el pobre Nick Jonas en otro punto de la noche, acompañado de sus hermanos y sus cuñadas en plan aguantavelas. Gente flipando con Missy, Lil Nas X y su discurso en rollo o Normani también han generado algunos curiosos memes.
Joe Jonas trying to see if Shawn and Camila kissed, just the way we were waiting to see Shane and Mitchie kiss in camp rock #VMAspic.twitter.com/PiPaLncr00
El popurrí de Missy Elliott Justo después de la decepción de la edición de su regreso discográfico, el paupérrimo EP ‘Iconology’, Missy Elliott y MTV consiguieron su objetivo en la edición 2019. La primera, reivindicarse como leyenda incluso cuando lleva años sin sacar álbum; la cadena, homenajeada a su vez en el videoclip que acaba de publicar Missy, ‘Throw It Back’, dar un poco de notoriedad a su premio honorífico, el «Vanguard Award» que se ha estado décadas entregando por la puerta de atrás sin que la gente a duras penas se enterara de su existencia. Foto: MTV.com.
No sabría recitar a los ganadores de este premio en otros años, pero no se olvidará lo de Missy anoche. Pese a que no la vimos durante nada menos que su clásico ‘Work It’, Missy Elliott ofreció una actuación espectacular entre bailarines, efectos especiales, los diferentes sets dispuestos para cada canción de su medley, las cuidadas proyecciones y la fuerza de los beats de las distintas canciones. Se adivina un trabajo meticuloso con muchas horas de preparación previa no solo en cuanto a coreografías sino en cuanto a producción audiovisual.
A Cardi B, que por cierto derrotó a un montón de tíos en la categoría hip-hop, le tocaba entregarle el premio, repasando su labor e influencia incluso en la moda, reconociendo que ella misma la había copiado, y recordando hitos medio olvidados, como las colaboraciones de Missy con Beyoncé o Ariana Grande. Missy Elliott reconoció estar emocionada durante su discurso, recordando que ha trabajado muy duro durante más de dos décadas. Ella sí llamó al Vanguard Award con el nombre que ha tenido durante años, “Michael Jackson”, cuando en varios momentos de la noche parecía estar ocultándose o silenciándose que el nombre del premio era o fue este. ¿Se ha puesto encima de la mesa este debate tras el impacto del documental ‘Leaving Neverland’? Missy tuvo palabras de agradecimiento para Janet Jackson, Busta Rhymes, Peter Gabriel y Madonna, entre muchos otros, pero dedicándose especialmente a Janet por ser tan «buena amiga». Sus palabras finales fueron para los bailarines.
‘A ningún hombre’ de Rosalía
Rosalía ha sido la primera artista española en recibir un VMA, en concreto al mejor vídeo latino con ‘Con altura’. Además, le dejaron cantar en español en la ceremonia, y si bien su presentación de ‘Yo x ti, tú por mí’ con Ozuna y un fragmentillo de ‘Aute cuture’ en solitario no fue superimpresionante para aquellos que ya llevamos meses observando el despliegue de su cuerpo coreográfico; el principio fue de cortar el hipo. Justo cuando muchos dábamos por hecho que no se iba a atrever con ninguna composición de ‘El mal querer‘ en la ceremonia por el carácter más experimental y menos latino de su repertorio, incorporó un fragmento a capella de ‘A ningún hombre’ y ahí fue de verdad donde nos dejó tan helados como en los Goya.
La actuación de Normani
No tengo muy claro cuánto hubo de pregrabado en los vocales de Normani durante su actuación, pero la cantante logró ofrecer la típica actuación enérgica en la que te da igual cuánta lata estés percibiendo. En su presentación de ‘Motivation’, sin duda una de las mejores canciones del momento, Normani apareció tocándose el coño encima de una canasta. A la postre se rodeó de un gran grupo coreográfico, le arrancaron la ropa, se puso a hacer piruetas y no dejó de ofrecer, por paradójico que parezca, una actuación muy viva.
Shawn Mendes, por partida doble
Shawn Mendes tuvo doble protagonismo en la ceremonia. Dejando de lado los galardones, que al fin y al cabo los vota el público y no tienen más misterio, pues gana quien tiene mayor número de fans; Mendes actuó dos veces. Y las dos veces convenció. En cuando al número 1 actual en Estados Unidos, ‘Señorita’ junto a Camila Cabello, puede que no sea la canción más compleja del mundo, pero su presentación intimista, romántica y sencilla y la química entre ambos cuando al final parece que se van a besar, no se puede poner en duda. El presentador Sebastian Maniscalco estuvo muy gracioso cuando parecía estar elogiando los labios de uno de los dos, y en realidad se refería a Shawn (“Camila también ha estado muy bien”). Mendes también resultó entretenido y natural con su interpretación en solitario de su tema ‘If I Can’t Have You’. Por el contrario, en contraste, el show de Lizzo delante de un culo gigante, resultó demasiado forzado. Como si hubiera intentado demasiado ser el gran «highlight» de la noche con su medley de ‘Truth Hurts’ y ‘Good as Hell’.
El buen nivel generalizado
Tan criticada en los últimos años por su pérdida de contacto con la realidad y la juventud, la gala de los premios MTV se ha sumado puntos tirando de lo latino (la presentación de J Balvin y Bad Bunny, una fantasía de emojis y figuritas patrocinada por SnapChat); apostando por canciones sin parafernalia (además de ‘Señorita’ estuvo muy bien vocalmente Miley Cyrus interpretando la balada ‘Slide Away’), manteniendo la actuación en exteriores que siempre da algo de dinamismo (lo de Jonas Brothers correteando entre sus fans histéricos fue un chorro de energía); y cerrando con el reconocimiento a la cultura hip-hop con un popurrí de Queen Latifah, Naughty by Nature, Redman, Fetty Wap y Wyclef Jean, que sobre todo en la primera canción y en la última, ‘O.P.P.’ y ‘Hip Hop Hooray’, lograron levantar al público.
La cara de Kevin Jonas viendo a H.E.R.
La actuación de H.E.R., quizá por no ser de las primeras de la noche, no dijo mucho, sobre todo después de la más que generosa presentación de sus méritos musicales, y este fue el careto que le pillaron a Kevin Jonas mientras ella hacía el solo de guitarra de ‘Anti’.
La ausencia de Ariana Grande y Billie Eilish
No se concibe unos Premios MTV 2019 en el que no figuren dos de las reinas del pop durante este año, a la que cada uno de sus pasos les ha salido mejor que bien. Ariana Grande ha arrasado con ‘thank u, next’ y ‘7 Rings’ y Billie Eilish está en boca hasta de Thom Yorke como la artista joven más interesante del panorama. Billie mandó un vídeo indicando que estaba de gira en Rusia y que lamentaba perderse la gala de los Premios MTV cuando era el sueño de su vida asistir, pero tanto sueño no sería, si no se había reservado un hueco en la agenda. Mira cómo Taylor Swift sí que no quiso perderse la fiesta.
El premio a Vídeo del Año para Taylor Swift
Taylor Swift ha podido hacer un vídeo simpático y bienintencionado con ‘You Need to Calm Down’, ¿pero de verdad es el vídeo del año? La cantante, que durante años ha guardado silencio políticamente, no tiene tanta credibilidad como otros artistas ahora enarbolándose la bandera de las libertades, de la Ley de Igualdad y su vídeo roza lo ñoño y lo rocambolesco, lo inverosímil, en su intento de plantearse como adalid de la paz abrazándose a Katy Perry, ambas disfrazadas de menú McDonald’s. ‘Lover’ vuelve a tener mayor número de buenas canciones de las esperadas, pero ‘You Need to Calm Down’ ni siquiera es una de ellas. La actuación de Taylor, mejor en la parte acústica de ‘Lover’ que en la pomposa de ‘You Need to Calm Down’, presentó sobre todo al principio un sonido algo deficiente que no se han molestado en tunear al subir a Youtube.
La actuación de Lil Nas X
Lil Nas X supo reírse de sí mismo con un vídeo introductorio en el que bromeaba con el remix número 3162 de ‘Old Town Road’. A pesar de ser presentado por Billy Ray Cyrus, que apeló indirectamente a su homosexualidad, dándole las gracias por inspirar a la gente a ser ellos mismos y por haber roto fronteras en el mundo de los géneros musicales, el artista dejó atrás su hit para presentar un nuevo single ‘Panini’. Una presentación futurista que recordaba a la de Katy Perry con ‘Dark Horse’ en la Superbowl, y que fue en riguroso playback. Una verdadera bajona que, al contrario de lo que sucedía con Normani, no era disimulada con un buen número.
Taylor Swift, que abría la ceremonia de los MTV Video Music Awards de 2019 con un medley de ‘You Need to Calm Down’ y ‘Lover’, ha sido una de las grandes ganadoras de los premios de este año, al hacerse con el galardón a Vídeo del Año por el vídeo de ‘You Need to Calm Down’, lleno de celebridades y con mensaje contra el odio. También recibió otro premio para la misma canción («video for good») y hubo un reconocimiento para ‘ME!’ en las categorías técnicas en concreto a los efectos visuales.
Aunque con menos protagonismo al no haber actuado, Ariana Grande y Billie Eilish se llevaron igualmente cada una tres premios. Entre quienes sí pudieron actuar en la ceremonia estuvieron Shawn Mendes con y sin Camila Cabello, Lizzo, Jonas Brothers, Missy Elliott con su popurrí de éxitos en relación con la recepción del premio honorífico por sus grandes vídeos pasados, Miley Cyrus, H.E.R., Normani, J Balvin con Nad Bunny y Rosalía con Ozuna. La autora de ‘El mal querer’ hizo un medley de ‘A ningún hombre’, ‘Yo x ti, tú por mí’ y ‘Aute Cuture’, y pudo llevarse a casa el premio a vídeo latino por ‘Con altura’. Rosalía recogió su premio indicando que «no se lo esperaba» y que era «un honor. Soy de Barcelona y estoy tan feliz de estar aquí para representar a mi país y a mi cultura». La cantante dio las gracias por que la dejaran cantar en español, mientras J Balvin, a su lado, se mostró orgulloso de ser latino y recordó el fuego en el Amazonas. Bajo estas líneas podéis ver el palmarés y los vídeos con las actuaciones.
Vídeo del Año: ‘You Need to Calm Down’, Taylor Swift
Artista del Año: Ariana Grande
Canción del Año: ‘Old Town Road (remix) de Lil Nas X, ft Billy Ray Cyrus
Mejor Nuevo Artista: Billie Eilish
Mejor Colaboración: ‘Señorita’ de Shawn Mendes con Camila Cabello
Mejor Artista Emergente este Año: Billie Eilish
Mejor Vídeo Latino: ‘Con altura’ de Rosalía, J Balvin, El Guincho
Mejor Vídeo de Pop: ‘Sucker’ de Jonas Brothers
Mejor Vídeo Hip Hop: ‘Money’ de Cardi B
Mejor Vídeo de R&B: ‘Waves’ de Normani, ft 6lack
Mejor Vídeo de K-Pop: ‘Boy With Luv’ de BTS, ft Halsey
Mejor Vídeo Dance: ‘Call You Mine’, de Chainsmokers con Bebe Rexha
Mejor Vídeo Rock: ‘High Hopes’ de Panic! at the Disco
Mejor Vídeo for Good: You Need to Calm Down’, Taylor Swift
Mejor Grupo: BTS
Mejor Himno de empoderamiento: ‘Hot Summer Girl’ de Megan Thee Stallion, con Nicki Minaj y Ty Dolla Sign
Canción del verano: ‘Boyfriend’ de Ariana Grande y Social House
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Video Vanguard: Missy Elliott
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Mejor Dirección: ‘Old Town Road (remix) de Lil Nas X, Billy Ray Cyrus
Mejores Efectos Visuales: ‘ME!’ de Taylor Swift
Mejor Dirección: ‘bad guy’ de Billie Eilish
Mejor Dirección de Arte: ‘7 Rings’ de Ariana Grande
Mejor Coreografía: ‘Con altura’ de Rosalía, J Balvin
Mejor Fotografía: ‘Señorita’ de Shawn Mendes, Camila Cabello
‘Señorita’ de Shawn Mendes y Camila Cabello es el mayor éxito del momento. El tema ha sido número 1 en incontables países como recopila la Wikipedia anglosajona, entre ellos Reino Unido, Australia, Noruega, Portugal, Islandia, Alemania o Singapur (en España ha sido top 3, actualmente es top 5) . Se le resistía, de manera importante, Estados Unidos… hasta ahora.
Como informa Billboard, ‘Señorita’ al fin ha logrado escalar a la primera posición del Hot 100 dos semanas después que ‘Old Town Road’ de Lil Nas X y Billie Ray Cyrus perdiera su reinado en la tabla tras 19 semanas de bloqueo. Así, esta semana ‘bad guy’ de Billie Eilish da paso en el top 1 estadounidense a ‘Señorita’. Este supone el primer número 1 en Estados Unidos para Shawn Mendes y el segundo para Camila Cabello, pues la cantante cubano-americana ya lo había sido gracias a ‘Havana’ con Young Thug, uno de los mayores éxitos de 2018 a nivel global.
El texto de Billboard no deja de recordar que el número 1 de ‘Señorita’ pertenece también a sus otros 6 autores, pues el tema suma 8 en total pese a su buscada simplicidad. En el grupo de autores de ‘Señorita’ se encuentra, de manera fascinante, Charlotte Aitchison, más conocido por todo el mundo como Charli XCX. No sabemos exactamente qué palabra ha contribuido la británica en la canción, pero enhorabuena a ella también.
Harry Styles es portada del nuevo número de Rolling Stone y, por tanto, protagoniza un extenso perfil en la revista firmado por el escritor y periodista especializado en pop Rob Sheffield, en el que habla sobre varios temas que han afectado a su carrera y a su vida como One Direction (no descarta volver con el grupo «cuando sea el momento»), la inclusividad (habla sobre la presencia de banderas LGBTQ o de Black Lives Matter en sus conciertos, para él muy importante) o una de sus nuevas aficiones, la meditación, que, asegura, le ha hecho preocuparse menos por el futuro.
En el texto, Styles habla también sobre su esperado segundo disco, al que está «poniendo los últimos retoques». Según Sheffield, el sucesor de su debut de 2017 se compondrá de las canciones «más duras y sentidas» que Styles ha escrito. Y el músico británico detalla que estas hablarán «sobre practicar sexo y estar triste» en relación a sus últimas experiencias personales, lo que incluye su uso de algunas drogas psicodélicas que tomaba en el estudio mientras escuchaba ‘RAM’ de Paul y Linda McCartney. Afirma que sus letras serán especialmente honestas, e indica: «Esto no significa que me pondré a cantar sobre lo que como cada día o lo que hago antes de irme a dormir. Pero sí te diré que puedo ser realmente patético cuando me pongo celoso, o que me siento más feliz o más triste que nunca, o que estoy enfadado o resentido conmigo mismo».
En cuanto al sonido del álbum, Styles detalla algunas de las influencias que le han inspirado esta vez, entre ellas ‘Cosmic Dancer’ de T. Rex en relación a unas cuerdas que sonarán en una de las canciones del disco. También asegura que ‘Blue’ de Joni Mitchell ha sido una obsesión durante la composición del largo, en concreto su uso del dulcimer, hasta el punto que Styles ha conseguido que la persona que construyó este instrumento para Mitchell en los 60 le construya uno para él, que tocará en el disco. Junto a ‘Blue’, Styles asegura que su otro disco favorito, «por las melodías», es ‘Astral Week’ de Van Morrison, por lo que cabe esperar que la influencia de estos dos genios del folk americano haya empapado en menor o mayor medida el segundo álbum de Styles.
Post Malone ha anunciado que su nuevo disco, ‘Hollywood’s Bleeding’, sale el 6 de septiembre, dentro de dos semanas. Lacónico, el rapero simplemente ha tuiteado hoy lunes la fecha del álbum y su título, que ha sido confirmado después en Instagram por su mánager, como informa Billboard.
La noticia de la llegada de ‘Hollywood’s Blessing’ es especialmente importante, pues Malone es uno de los artistas más exitosos del momento. El rapero de Siracusa firmó el tercer disco más vendido de 2018 y el noveno más vendido de 2017 y varios de sus singles, como ‘Psycho’ con Ty Dolla $ign, ‘rockstar’ con 21 Savage y ‘Better Now’, se encuentran entre los más exitosos de los últimos tiempos al haber sido capaces de alcanzar cifras en streaming realmente estratosféricas. Recientemente ‘Sunflower’, su tema para la última película de ‘Spider-Man’, ha superado los mil millones de reproducciones en Spotify. En pocas palabras, acaba de anunciarse uno de los álbumes que más van a vender en 2019: que se preparen Ed Sheeran, Adele, Taylor Swift o Drake.
Aunque no hay tracklist confirmado de ‘Hollywood’s Bleeding’ por el momento, Malone sí ha lanzado varios singles en los últimos meses que presumiblemente formarán parte de él. Y que por supuesto también ha sido grandes éxitos. ‘Wow.’, lanzado durante la pasada Navidad, alcanzaba el número 2 en el Billboard (actualmente es top 26), mientras ‘Goodbyes’, su single más reciente, llegaba a ser número 3 (actualmente es top 9).
Missy Elliott ha vuelto… más o menos. La rapera anunciaba el jueves la llegada, esa misma noche, de su nueva «colección de canciones» ‘ICONOLOGY’. Algún medio corría veloz a titular que Elliott estaba a punto de sacar un nuevo álbum y en los foros la sensación era de «hype» total ante la posible llegada del sucesor de ‘The Cookbook’, publicado en el lejano 2005. Sin embargo, esta colección ha resultado ser un EP de 5 canciones, la última de las cuales es una versión a capella de la pista anterior.
El sencillo principal de ‘ICONOLOGY’ es ‘Throw it Back’. En él caben referencias a los mismos VMA’s y al «watch me flip it and reverse it» de ‘Work It’, además de la gran frase «I did records for Tweet before y’all could even tweet», muy representativa de lo que parece buscar Elliott en esta etapa de su carrera: instalarse en el presente al tiempo que homenajea su propio legado. En los últimos años, hemos visto a Elliott robarle el foco a Katy Perry en la Super Bowl, colaborar con gente como Little Mix o Lizzo y publicar singles sueltos como ‘WTF (Where They From)’ o ‘I’m Better’ que la han mantenido en el mapa pese a que las noticias sobre su nuevo disco, que llegó a existir e incluso a ser reseñado en algún momento aunque sin llegar nunca a las tiendas, han seguido siendo escasas, por no decir inexistentes.
Es muy mala noticia, por tanto, descubrir que ‘Throw it Back’ ni siquiera iguala el nivel de aquellos singles que Elliott publicó en 2012 con Timbaland y que supuestamente iban a formar parte del perdido ‘Block Party’. Su videoclip es entretenido, pero no logra mejorar la canción, que parece de la última Iggy Azalea. Lo peor de ‘Throw it Back’, producida por Wili Hendrix, ni siquiera es su mala producción vocal, con esa voz bañada en reverb y doblada de mala manera que la hace sonar a maqueta, sino que la canción no tiene ningún gancho al margen de algunas de sus mejores frases, como la inevitable «I raised all these babies, call me Katherine Jackson» que puede estar cariñosamente dirigida a Nicki Minaj, Azealia Banks, CupcakKe… o no. Lo mejor que puede decirse de ella es que es mediocre, y en ‘ICONOLOGY’ las cosas no van demasiado a mejor.
En ‘ICONOLOGY’, Elliott, que en la noche de hoy lunes 26 de agosto actúa en los VMA, donde recogerá el premio Michael Jackson Video Vanguard por sus inigualables contribuciones al arte del videoclip, presenta todas las pistas con el anuncio «esto es una exclusiva de Missy Elliott», un guiño a su excelente álbum de 2002 ‘Under Construction’ que termina pasándole factura, pues a veces las comparaciones son odiosas, como dice el dicho. Hendrix vuelve a firmar la pista 2 ‘Cool Off’, pero la canción no es demasiado memorable ni siquiera con sus repetitivos «get it get it get it» y «do it do it do it». Su base de hip-hop de la vieja escuela, ligeramente rallante, está bien, pero la canción desprende una energía vacía, lacia, y el reverb en la voz de Elliott vuelve a afear el conjunto. Otro buen flow desaprovechado.
Las dos siguientes canciones de ‘ICONOLOGY’ están producidas por la mano derecha de Elliott Timbaland, pero esto no es necesariamente algo bueno. ‘DripDemeanor’, una colaboración con la cantante Sum1, explora el sonido de R&B contemporáneo del último Bruno Mars, pero la canción es una nadería que habría pasado desapercibida incluso en ‘The Cookbook’. Timbo, que acaba de producir una canción estupenda para Mariah Carey, lo sabe hacer mucho mejor. Y la doo-wop ‘Why I Still Love You’ es aún peor pese a que los rubustos beats de Timbaland puedan recordar a la mejor etapa de Elliott junto al productor. En este caso, la producción vocal, autotune mediante, directamente es terrible y lo peor es que la pista final es una innecesaria versión «a capella» de esta canción con el autotune aún presente. ¿A quién demonios le puede interesar? Aunque aquí la pregunta final claramente es otra: ¿de verdad esto es lo mejor que podía ofrecer Missy Elliott después de tanto tiempo?
Calificación: 3/10 Lo mejor: ‘Throw it Back’ Te gustará si: echabas muchísimo de menos a Missy Elliott Escúchalo:Spotify
Shura no ha podido igualar con su segundo disco el buen dato que conseguía en Reino Unido con el primero, que llegó a ser top 13. Ya fuera de Polydor y fichada por el humilde Secretly Canadian, ‘forevher’ acaba de protagonizar una casi anecdótica entrada en el puesto 61 de Reino Unido. Por suerte, las críticas están siendo excelentes, incluso mejor que con su debut, y una de las canciones responsables es uno de los adelantos ‘religion (u can lay your hands on me)’.
«religion» no ha dejado de ganar enteros desde que se presentara al público a principios de verano. Su sección de cuerdas es absolutamente exquisita, y una de las mejores muestras de esa inspiración en el sonido de los años 70 que ha inundado este nuevo álbum de la cantante. Es además la canción que mejor recoge las inquietudes religiosas de Shura, como está indicando estos días en las entrevistas promocionales, donde está explicando cómo ha querido hacer una analogía entre la devoción religiosa y el amor, el que siente por su chica, a la que ha conocido a través de la red y por la que ha decidido mudarse a Estados Unidos, como narra en las letras de todo el álbum.
Lo que tenía menos planeado es que el vídeo producido por Canada haya estado a punto de llevarse su carrera por delante, sobre todo en Estados Unidos. Como ha explicado en The Independent, hay quien ha interpretado que su vídeo está relacionado con la teoría de la conspiración QAnon según la cual algunos actores y políticos estarían involucrados en una red de pederastia. Según esa teoría se estaría sacrificando a niños en piscinas, y por ello el plano del vídeo con monjas bailando en la piscina ha cabreado a mucha gente. “Hay gente que piensa que en el vídeo me estoy burlando de esto. He tenido que borrar muchos comentarios. Decían que yo era transgénero, lo cual me pareció realmente transfóbico. Ha sido realmente desagradable. Esperaba enfadar a algunos católicos pero no esto”.
La cosa ha llegado hasta el punto de que Shura se ha replanteado su carrera: “el “backlash” me ha hecho preocuparme por mi gira en Estados Unidos. Yo no actúo en grandes estadios, sino en pequeños clubs. Y me pregunté: ¿vamos a vender las entradas, pero porque un montón de gente de QAnon va a venir a intentar matarme?”. Aunque probablemente las cosas se hayan relajado en las últimas semanas, Shura indica: “es una época rara para escribir sobre enamorarte en América”.
Lo mejor del mes: escucha las últimas «Canciones del Día»
Peter Murphy, cantante de la mítica banda de rock gótico Bauhaus, que se encuentra de gira por su 40 aniversario, sufrió un infarto a mediados del mes de agosto cuando la banda visitaba Nueva York para realizar una serie de conciertos.
Afortunadamente, Murphy se encuentra bien y ha anunciado en Instagram que su recuperación es «completa». Ha escrito: «Después de mi infarto en Nueva York y tras ser ingresado en el Lenox Hill Hospital, donde me vi sometido a rigurosos cuidados intensivos, me alegra anunciar que mi recuperación es completa. Gracias al soberbio equipo de doctores, especialistas, enfermeras y a todo el personal de atención médica. Me alegra decir que ya me encuentro en plena forma».
A continuación, Murphy agradece a su tour manager Brian Lowe y a su asistente Chantal Thomas por «salvarle la vida». Y añade: «también quiero dar las gracias a cada uno de mis amigos y a cada uno de los fans que me han apoyado durante esta dura experiencia. Estoy especialmente agradecido a mis compañeros de banda en Bauhaus». El artista concluye su carta con una petición para donar a la The American Heart Association. Las fechas neoyorquinas de Bauhaus permanecen suspendidas hasta nuevo aviso.
Parte de la redacción evalúa ‘People’, el nuevo single de The 1975:
«¿Es Marilyn Manson? ¿Es Brian Molko? ¿Es Ozzy Osbourne? No, es Matty Healy en el videoclip de ‘People’, el nuevo single de The 1975. La escucha de ‘People’ deja la misma sensación de confusión: parece una canción punk, incluso puede recordar al Manson de ‘Antichrist Superstar’ por momentos, pero en realidad es una canción de The 1975. Y, en este sentido, lo es para mal. ¿Hay algo peor que una canción punk que suena forzada? Probablemente sí, pero en este sentido, ‘People’ puede ser una de las peores cosas que ha firmado The 1975, una llamada a la acción, a salir de nuestros cuartos, a luchar contra las injusticias, que se dirige a los adolescentes con el mismo discurso con lo que lo haría un profesor de instituto de poca monta: «sé que parece que no va a servir de nada, y que no tenéis dinero, pero vamos a hacerlo lo puto mejor que podamos» ya apunta maneras, pero no es peor que esa rima «my generation wanna fuck Barack Obama / living in a sauna with legal marijuana» que parece sacada del peor repertorio de Halsey. Ni siquiera la canción, con toda la energía que desprende, evita sonar algo sobada, desde luego nada fresca como debería sonar. Claramente The 1975 han buscado con el lanzamiento de ‘People’ un «shock single» más que una carta de presentación convencional para ‘Notes on a Conditional Form’, pero malas noticias: ‘People’ «choca» muy, muy poco». Jordi Bardají
«Después del adelanto-no-adelanto que supuso esa intro con la polémica Greta Thunberg, llega ahora el verdadero lead single de lo nuevo de The 1975. Y, desde luego, lo que no se puede decir es que son continuistas o que no han querido arriesgar, porque ‘People’ resulta ser un número punk bastante distinto del sonido de su anterior disco, el aclamado ‘A Brief Inquiry Into Online Relationships’. Ahora bien, ¿es un buen tema? A falta de saber si comercialmente les sale bien la jugada, mi opinión es que probablemente Matt Healy y compañía sean capaces de hacer un tema punk estupendo… pero no es el caso. La letra pretende ser un grito de rebelión y agitar conciencias pero se queda en algo sonrojante, Healy no termina de funcionar en este rol por mucho que altere su imagen como vemos en el videoclip (aunque admito que me ha convencido algo más de lo que pensaba) y lo que más destaca, la parte previa al estribillo, parece casi duplicada del ‘Boys Wanna Be Her’ de Peaches. No es horrible, claro, pero está lejos de ser ese dardo político generacional que pretende». Pablo N. Tocino.
«Lo peor de que The 1975 vuelvan con esta idiotez de guitarras supuestamente desbocadas y besitos a cámara es su supuesto carácter reivindicativo. ¿’People’ va o no va en serio cuando lo que parece pretender es cambiar el mundo? Tras el discazo ‘A Brief Inquiry Into Online Relationships’, se va entiendo por qué su continuación se ha retrasado tantas veces. En su sello no deben de querer saber nada de esto…» Sebas E. Alonso.
La portada de lo nuevo de Blanck Mass es fea, sea sangre que sale de nuestros dientes o restos de una manzana podrida, o ambas, porque feo es el mundo en el que vivimos. Nadie necesita que le expliquen por qué. El hombre detrás de este proyecto, Benjamin John Power de los influyentes Fuck Buttons, afirma hablar en este disco sobre «la serpiente de consumismo que se enrosca sobre nosotros» o sobre cómo «traicionamos los mejores instintos de nuestra naturaleza y el futuro de nuestro propio mundo». En un álbum de pocos textos e ininteligibles, cada cual lo puede interpretar como quiera: yo veo a un líder mundial tan consumista que se niega a viajar a Dinamarca si no es para comprarse Groenlandia o a una izquierda que se traiciona tanto a sí misma que es incapaz de ponerse de acuerdo para gobernar, mientras la ultraderecha se asienta cómodamente en las instituciones, por ejemplo, negando el cambio climático.
A esto suena un ‘Animated Violence Mild’, según Benjamin John Power el resultado de un «diario personal lleno de dolor» pero con correspondencia «con el mundo global» en el que «hemos permitido voluntariamente que nuestro instinto de supervivencia se vea envuelto por la serpiente que engendramos». Esa serpiente muestra su veneno, acechante, en estas producciones abrasadoras. Blanck Mass ya había trabajado con sonidos tan claustrofóbicos tanto en sus otros dos álbumes en solitario como por supuesto en Fuck Buttons, pero la diferencia con respecto a su disco anterior, el notable ‘World Eater’ (2017), es que ha apostado más decididamente por sonidos industriales. Atrás queda el ligerísimo punto a banda sonora de Tim Burton de ‘John Doe’s Carnival of Error’ o ‘Please’, que era como un cruce entre Moby, James Blake y Burial. Ahora el mundo se ha puesto negro en serio y el disco empieza con una intro en la que una voz nos habla de «miles de decibelios de ruido» y de una mujer que repite una canción de 3 minutos durante 3 horas hasta hacernos desear la muerte. ¿Será Rocío Monasterio?
Influidas por el fallecimiento del padre del artista mientras estaba en la fase final de la creación de este disco, canciones como ‘Love Is a Parasite’ son pura rabia. Un tema con un concepto de la percusión y los redobles como ametralladoras que hasta podríamos emparentar con los Metallica de los años 80. Igualmente, ‘Death Drop’, el corte inicial después de la intro, presenta una melodía y agitación algo toreras, entre las que emergen voces también provenientes del metal.
Sin embargo, Death Drop’ también cuenta con un giro instrumental más pop, casi cercano a los sonidos sintéticos de los 70 de Jean Michel Jarre. Y es que aunque son las producciones industriales las que mandan en este álbum, una influencia palpable en discos accesibles como ‘Black Celebration’ de Depeche Mode, Blanck Mass continúan también sin renunciar a cierta sensibilidad pop. Por marciano que parezca entre tanta inquietud, hay unos sintetizadores de ‘Hush Money’ que hubieran sido un gran estribillo para A-ha. Algo que ya se percibía en ‘House vs House’, que pasaba por nuestra sección «Canción del Día» perfectamente apta para seguidores de HEALTH y Crystal Castles.
Benjamin John Power también es el hombre que formó parte de la presentación musical de las Olimpiadas de 2012 en Londres y aquel hito en su vida sirve para seguir dándonos momentos realmente eufóricos por mucho que 2019 sople en contra. Algo de eso había en ‘House vs House’ y algo de eso encontramos también en la final ‘Wings of Hate’ tras el breve remanso que suponen ‘Creature/West Fuqua’ y en menor medida el segundo single ‘No Dice’. Concebido como un todo en el que las pistas aparecen unidas (si hay un parón entre ‘Hush Money’ y ‘Love Is A Parasite’, ha de ser por un ajuste para la edición vinilo), ‘Animated Violence Mild’ es una experiencia no puedo decir que gratificante, pero sí que al menos nos hace sentirnos vivos en medio de toda una lluvia de mierda. Blanck Mass actúa el 7 de noviembre en Madrid y el 9 de noviembre en Barcelona, dentro de la suculenta programación de MIRA Festival.
Calificación: 8/10 Lo mejor: ‘House vs House’, ‘Hush Money’, ‘Love Is a Parasite’ Te gustará si te gustan: Crystal Castles, HEALTH, Fuck Buttons, ‘Juego de tronos’ Escúchalo:Spotify
Es posible que te suene el nombre de Dorian Electra. Y no, no solo porque sea un doble homenaje a Oscar Wilde y a la mitología electra, sino por su colaboración en ‘Pop 2‘ de Charli XCX, una ‘Femmebot‘ en la que compartían protagonismo con la británica y Mykki Blanco. ¿Pero quiénes son Dorian Electra? No, no se me ha ido la olla: ellxs prefieren se mencionan a sí mismxs y prefieren que se hable de ellxs en plural. Es evidente, como muestran sus impactantes imágenes promocionales, que el concepto de género fluido o, como mínimo, la androginia es fundamental en la filosofía de este proyecto y empapa también sus letras.
Pero no siempre fue así, o al menos no lo fue de manera tan evidente: según alguna biografía, Dorian Electra (¡es su nombre real!) Fridkin Gomberg nació en Houston, Texas en 1992 y su primer acercamiento público al mundo de la música fue una canción de amor al economista austríaco Friedrich Hayek. Se mire por donde se mire, son unxs freaks de tomo y lomo, y están orgullosxs de ello. Su debut como se produjo en 2016 bajo la innegable apariencia y voz de una mujer, con singles ‘Clitopia’ –sí, una oda al clítoris–, a la que siguieron temas de similar estética sexual como ‘Mind Body Problem‘ o ‘Vibrator’, todos temas de electropop ladygaguesco no excesivamente brillantes, a los que en 2017 seguirían ‘Control’ y ‘Jackpot‘, este último algo más entonado y primer antecedente de lo que hoy son Dorian Electra.
Esa idea fraguó del todo en 2018, cuando, después de ejercer de telonerxs para Pussy Riot en EEUU, lanzó ‘Career Boy‘, un auténtico hit de retro-future-pop al más puro estilo bubblegum bass (SOPHIE, Kim Petras o la propia Charli XCX son referentes evidentes), bajo atuendos (y actitudes) típicamente masculinos, con un pequeño bigote y el pelo corto. ‘VIP‘ y ‘Man to Man‘ –vídeos absolutamente imperdibles– prosiguieron en esa vía, que confluía hace un par de semanas en ‘Flamboyant‘ su álbum debut (sorprende que sea autoeditado, dada la enorme calidad de producción audiovisual). Un auténtico delirio de future pop que se mezcla y fluye con asombrosa naturalidad con toques teatrales, operísticos y hasta de heavy metal, y en el que el corte titular es, quizá, el mejor ejemplo.
Aunque no está exente de magnetismo, puede que no sea la canción más pop del disco. Pero ‘Flamboyant’ sí que ejemplifica perfectamente el canon estético de un disco capaz de mantenerte con la boca abierta de principio a fin: tras esa intro de piano a lo Richard Clayderman, la producción del neoyorquino ABSRDST (Robokid y Dylan Brady son otros de los implicados) irrumpe en forma de fascinante medio tiempo que de tanto en cuando explota con un torrente de arreglos barrocos. Su traslación a imágenes es igualmente alucinante, con evidentes referencia a una versión 70s de ‘El fantasma de la ópera’. Una maravilla que esperamos sirva a muchos para descubrir a estxsartistxs.
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Macy Gray publicaba a finales del año pasado ‘Ruby‘, un disco que, si bien no ha logrado la repercusión de obras previas, al menos sí contiene una canción que puede rivalizar entre las mejores que ha publicado en la etapa más reciente de su carrera. Se trata de la pista que abre el disco, ‘Buddha’.
‘Buddha’ es una colaboración de Gray con el guitarrista Gary Clark Jr., en la que sobre un fondo de inspiración góspel, la autora de ‘I Try’ canta sobre su deseo de vivir en el presente y dejar su pasado atrás. El resultado es una de las canciones más dramáticas a la par que luminosas que Gray ha publicado, en la que las incertidumbres que pueblan su día a día («rezo cada noche por que mis sueños se hagan realidad, ¿finalmente seré feliz si lo hacen?») dan paso a un deseo irrefrenable por parte de la artista de «mirar hacia adelante», pues los «días están contados».
Aunque lleva grabado meses, el vídeo de ‘Buddha’ acaba de estrenarse y curiosamente lo ha dirigido la cantante y bailarina Teyana Taylor, autora de la gran ‘Gonna Love Me’ y de uno de los mejores álbumes de R&B del año pasado, el producido por Kanye West ‘K.T.S.E.‘. El vídeo alterna imágenes de la Macy actual con otras de su pasado, por lo que no deja de recordarnos los tiempos en que la artista, en pleno auge de su carrera, cantaba para cientos de miles de personas, era perseguida por los paparazzis y protagonizaba preocupantes titulares en la prensa por su errático comportamiento. Incluso hay plano de Gray con su único Grammy, el que ganó en 2000 por ‘I Try’.
Así explica Gray ‘Buddha’: «Detrás del solo de Gary Clark, la increíble producción de Johan Carlsson y el vídeo dirigido por Teyana Taylor se encuentra una pequeña historia sobre mis batallas con la salud mental. Aunque me ha dado muchos altibajos, he sido capaz de escribir esta canción porque le estoy ganando la batalla. Y puedo celebrar mi presente y mirar hacia mi futuro gracias a ello. A todos los que estéis pasando por algo duro: todo estará bien, solo no dejéis que pueda con vosotros. Buddha dice «concentra tu mente en el presente», y ahí es donde debe estar en todo momento».
Adiós a la serpiente, a todo aquel enredijo de la nueva Taylor Swift informando de que la vieja Taylor no se podía poner al teléfono porque había «muerto». Tan «nueva» nunca fue si lo que utilizaba para comunicarse era un teléfono fijo y tan «muerta» no estaría si la vieja está de regreso tan sólo dos veranos después. Claramente influida por el hecho de que la agradable ‘Delicate’ haya sido la gran superviviente de la era ‘reputation’, Taylor ha hecho un disco sobre el amor. En la primera página del libreto del CD de ‘Lover’ se incluye una misiva de la artista en la que nos habla del reencuentro con los diarios de su infancia y adolescencia, de cómo se centran en el romance y el amor y de cómo ha decidido que el amor guíe su vida. La autora de ‘Bad Blood’ dice ahora que «sobre todas las cosas, de verdad, de verdad (sic) deseamos que nuestras vidas se llenen de amor»; que quiere que la definan «las cosas que ama, no las que cosas que odia». Una cita, la de esta carta, que llega a cerrar el disco al final de la pista ‘Daylight’.
«Qué valor», pensaréis. Con lo que significó ‘Look What You Made Me Do’ el histórico día de su salida, con sus entretenidos dardos envenenados a Kanye West y Katy Perry. Al final ha resultado que ‘Look What You Made Me Do’ no solo fue una canción espantosa, sino además una pérdida de tiempo. Si hubiéramos sabido que tan sólo un disco después íbamos a ver en un videoclip a Katy Perry y Taylor Swift abrazadas disfrazadas de hamburguesa y patatas fritas, igual nos hubiéramos ahorrado un jamacuco. Ahora Taylor nos dice que hay coronas para todas, que basta de odio y que relajemos la raja. Nosotros («why are you mad? / when you could be GLAAD?»). Por suerte, ni esta ‘You Need to Calm Down’ que rima «shade» con «gay», totalmente insignificante comparada con ‘God Is A Woman’ de Ariana Grande; ni el single ‘ME!’ con Brendon Urie, a estas alturas solo apto para fans de Hannah Montana y Violetta y personas que crean que es muy justo que la banda sonora de ‘The Greatest Showman’ fuera el disco más vendido de todo el año 2018; están entre lo mejor que puede ofrecer ‘Lover’.
Como ya sucedía en ‘reputation’, las canciones más interesantes del séptimo disco de Taylor Swift no son los singles. Y aquí tampoco las que aspiran a ser correctos cuartos, quintos o sextos sencillos, como la electrónica ‘Cruel Summer’ escrita junto a St. Vincent, que cuenta con unos graciosos coros un tanto Daft Punk; ‘The Man’, sobre lo que implica en la industria ser mujer, con curiosos coros apitufados; o la divertida ‘London Boy’, en la que se contraponen clichés americanos con británicos a raíz de haberse echado Taylor un novio inglés, el actor Joe Alwyn. Sólo ha faltado una rima de «cut» con «uncut» para que la canción sea tan chanante como aquel insólito pseudohit de The Teenagers.
Lo bueno en serio viene cuando Taylor se relaja, deja de pensar en las listas, y muestra su versatilidad como artista. La sensación generalizada es que Swift ha seguido la senda abierta por la parte synth-pop de ‘1989’, que era lo mejor de aquel disco (‘Style’) y también por la parte más amable de ‘reputation’ (la infravalorada ‘Getaway Car’, ‘This Is Why We Can’t Have Nice Things’). Pero ‘Lover’ abre muchas otras vías. ‘Paper Rings’ y su defensa de lo sencillo recuerdan a Katrina and the Waves solo porque estos se inspiraban en los girl groups de los 60, y así la referencia a la Motown de la mencionada ‘London Boy’ logra tener sentido. ‘Miss Americana and the Heartbreak Prince’ podría ser un tema de Melanie Martinez, a la postre como remezclado por The Go! Team. ‘Death by a Thousand Cuts’ es una canción tan cuca como ‘The Last Laugh of the Laughter’ lo era en ‘The Man Who’ de Travis o ‘Heart of the House’ en el segundo álbum internacional de Alanis Morissette. ‘False God’ alterna saxo y cadencias actuales para hablarnos de su pareja sin la ñoñería de otras canciones del disco. Y casi al final ‘It’s Nice to Have a Friend’ es una canción muy apañada entre arreglos playero-tropicales, guitarrita y esa bonita trompeta que emerge, inesperada. Una pena que como pista 17 (!) parezca ya simplemente un bonus track, pero estamos en la era streaming y hay que sacar «equivalent sales» de donde sea aunque el relleno desplegado anteriormente termine por lastrar la calidad media de tu disco, por mucho que seas el puto amo o la puta ama. Saludos a Drake –este Drake-, que es citado en ‘I Forgot That You Existed’, un «filler» que osa ser nada menos que canción de apertura. Al menos, hace honor a su título.
Ante la ausencia de un buen primer single tamaño ‘We Are Never Ever Getting Back Together’, es en la zona media donde Taylor Swift se muestra como una compositora solvente y dominante que, la verdad, nos da igual que se rodee de Jack Antonoff, Joel Little, St. Vincent o quien sea. No necesitamos leer los créditos para comprobar que algunas canciones las ha escrito ella sola porque todo esto va de Taylor Swift, Taylor Swift y Taylor Swift. Así lo fue siempre, y por eso derriten el banjo de la colaboración con Dixie Chicks a los coros que Taylor ha dedicado al cáncer que sufre su madre, ‘Soon You’ll Get Better’; o la sencilla ‘Lover’, que hace pensar en la mejor Tracy Chapman y la mejor Suzanne Vega, y por alguna razón me ha hecho recuperar de manera obsesiva ‘We’re Not Supposed to Be Lovers’ de Adam Green. Es positivo, por supuesto, que la cantante haya evolucionado. Pero en estas dos composiciones queda claro que a veces, en el intento por llegar al gran público, suele pasarse de frenada.
Calificación: 6,5/10 Lo mejor: ‘Lover’, ‘London Boy’, ‘The Man’, ‘Paper Rings’, ‘Soon You’ll Get Better’ Te gustará si: pasaste de todo aquel chocho de la vieja/nueva Taylor y confías en la artista como artífice de melodías pop. Escúchalo:Spotify
Por primera vez desde que un concierto suyo en Bilbao fuera cancelado por sus «letras machistas», C. Tangana ha hablado. Y lo ha hecho para anunciar dos conciertos gratuitos en Bilbao que tendrán lugar este mismo sábado 24 de agosto «contra la censura institucional». Ambos shows tendrán lugar en la Sala Santana 27, el primero a las 22.00 y el segundo a las 2.00, y las entradas gratuitas ya están agotadas en notikumi.com. Esto ha escrito en Instagram: «Censurar y prohibir no es la forma de educar. En mi música hay muchas mujeres, tanto en mis letras como en mis vídeos. No proyecto una imagen de la mujer proyecto muchas». En Twitter acompañaba esta afirmación del vídeo de ‘Guerrera’, un tema sobre el empoderamiento de la mujer que entonó con Dellafuente.
Continúa en el mensaje escrito para Instagram: «Las mujeres que me escuchan no son menos feministas que nadie. Son mujeres que eligen por sí mismas en qué roles de películas, canciones o novelas quieren identificarse. Hablo mucha mierda en mi música. Yo no hago discursos para educar a nadie. Piensa por ti mismo. Nos vemos el sábado en Bilbao».
Las críticas a C. Tangana venían de Podemos, produciendo un interesante debate y artículos tan enriquecedores como este publicado en El Diario con las opiniones diversas de varias feministas. Titulado «¿Es el veto a artistas con letras machistas la mejor estrategia feminista?» presentaba diferentes visiones. La activista feminista Eva Muñoz opinaba que la cancelación de C. Tangana «no beneficia al feminismo» porque «es una manera de desviar el foco». Decía: «El feminismo tiene razones de sobra para poder convencer y construir en clave positiva otras formas de representar a la mujer en la cultura. Tiene la legitimidad de poder hacerlo sin tener que recurrir a esto». Muñoz prefiere «convencer a la gente de que es importante tener una mirada crítica sobre los contenidos machistas más que fomentar este tipo de medidas». Sin embargo, la bilbaína Asociación Gafas Moradas no estaba de acuerdo: «Siempre hablamos de la educación de los jóvenes y de cómo sigue habiendo mucho machismo en los colegios, en las casas y en la sociedad en general. Si no hacemos nada para cambiar ese mensaje que recibe gente joven no podemos esperar cambios».
Taylor Swift es la gran protagonista de este viernes tras el lanzamiento de ‘Lover’, su nuevo disco, al que ha acompañado el estreno de un buen videoclip para el tema titular, además de otras noticias de interés en la carrera de la artista. En promoción de ‘Lover’, Swift ha sido entrevistada por The Guardian y aunque la charla completa se publica el sábado, el periódico británico ha querido adelantar esta tarde algunos de los titulares.
La cantante se moja sobre Donald Trump y afirma que el presidente de Estados Unidos está «haciendo luz de gas a la gente de América para que piense que si odias al presidente, odias a América». La autora de ‘You Need to Calm Down’, declaradamente demócrata, va más lejos y critica su gobierno: «estamos, al menos, supuestamente, en una democracia en la que se puede discutir, disentir, debatir. Pero realmente pienso que Trump cree que esto es una autocracia».
Swift habla también sobre el largo silencio político que asumió durante años hasta el pasado otoño; y confirma que, en las elecciones de 2016, habría votado a Hilary Clinton y que es pro-aborto. De hecho, la cantante explica por qué durante aquellas elecciones no apoyó públicamente a ningún candidato, y la razón es que buscaba proteger su salud mental en una época en la que tenía varios frentes abiertos, en concreto su polémica con Kanye West y Kim Kardashian, que le valió numerosas críticas, y la recaída de su madre en el cáncer. «[Intentaba] no leer demasiadas noticias [y simplemente] ir a votar, decirle a la gente que votase», añade. «Sabía lo que podía soportar y lo que no. Literalmente estuve a punto de romperme».
J Balvin y Bad Bunny siguen firmando el disco más escuchado en streaming en España, un ‘OASIS‘ que por supuesto también está dando bastante de sí en la lista de singles: ‘LA CANCIÓN’ es número 6 en la clasificación y se está confirmando como el mayor éxito de esta era, mientras ‘QUÉ PRETENDES’ resiste en el número 11 y ‘MOJAÍTA’ saluda desde unos puestos por debajo, en el número 56.
Pero en ‘OASIS’ aún quedan cartuchos por gastar. La última idea de J Balvin y Bad Bunny para promocionarlo ha sido hacer un videoclip para ‘CUIDAO POR AHÍ’, curiosamente la canción menos escuchada del disco en Spotify (16 millones de reproducciones) y en Youtube (3,6 millones de visualizaciones). Colin Tilley, que ya dirigió el vídeo de ‘Yo LE LLEGO’, se ha vuelto a encargar de este nuevo clip, que claramente busca adelantarse a Halloween aunque esté rodado en plenísima luz del día y además en Mykonos, paraíso estival donde los haya.
Los estilismos en color negro priman en el vídeo, en el que cuando J Balvin no sale levitando del revés como si estuviera en un vídeo de Missy Elliott, aparece con la cara pintada en plan zombi cantando frente a una casa llena de «sangre». Por su parte, Bad Bunny porta un gorrito tipo «conejo» o canta con medio cuerpo introducido en una piscina/pecera. Aunque quizá la mejor escena del vídeo es la que presenta a Bad Bunny acompañado de un hombre conejo, que ha de ser J Balvin, pero… ¿nadie más ha pensado en aquella escena de ‘El resplandor’?
Miley Cyrus ha respondido a la polémica de su divorcio de Liam Hemsworth -surgida tras desvelarse unas imágenes en las que aparece besándose con la modelo Kaitlynn Jenner en Italia- en un hilo de Twitter que no tiene ningún desperdicio. En la carta, Cyrus niega haber sido infiel a Hemsworth y a continuación presenta una lista de varias polémicas que ha protagonizado para concluir que puede ser muchas cosas, pero no mentirosa: «No solo he fumado, sino que he apoyado el uso recreativo de marihuana, he experimentado con las drogas y mi canción más famosa hasta la fecha habla sobre bailar puesta de MDMA y sobre esnifar rayas en el baño», empieza, refiriéndose por supuesto a ‘We Can’t Stop‘.
La cantante, sin contarse un pelo, añade: «Perdí un acuerdo enorme con Walmart a los 17 años por fumar una pipa de agua. Fui despedida de ‘Hotel Transylvania’ por comprar a Liam un pene de pastel y lamerlo. Me he columpiado desnuda en una bola de demolición. Probablemente haya más fotos de mí desnuda en internet que de cualquier mujer en toda la historia. Puedo reconocer todas estas cosas pero me niego a reconocer que mi matrimonio ha acabado por culpa de un engaño: Liam y yo hemos estado juntos una década, le quiero y siempre lo haré, pero en este momento he tenido que tomar la sana decisión de dejar mi vida previa atrás». La cantante concluye a lo grande: «podéis decir que soy una cateta malhablada que hace twerking y fuma porros como una cosaca, pero no que soy una mentirosa».
Antes de este hilo de tuits, Cyrus ya había expresado sus sentimientos en relación a su separación de Hemsworth en su último single, ‘Slide Away’, en el que canta sobre no ser «la de antes» y sobre haber «madurado». Por cierto, si la melodía de la canción te recordaba un poco a la de ‘Bittersweet Symphony’ de The Verve, alguien ha tenido la idea de hacer un mash-up entre las dos y efectivamente encajan a la perfección. Casi podría decirse que las cuerdecillas de ‘Bittersweet Symphony’ (que tienen su historia) «completan» ‘Slide Away’.
La ciencia ficción no es un género por el que opten demasiados autores de novela gráfica en la actualidad, en general más dados a darse a conocer como maestros de la costura autobiográfica. Se echa de menos el tono futurista del que hacía alarde la compañía finlandesa Nokia hace ya unos cuantos años con el eslogan “Connecting People”, que hacía presagiar un porvenir fascinante. El belga Schrauwen, con una capacidad de trabajo abrumadora -hace semanas hablamos de otra obra suya-, responde con soltura al reto de generar una realidad diferente.
‘Vidas paralelas’ es una colección de historias delirantes, de conexiones entre el pasado y el futuro, de sexo en módulos de laboratorio y abducciones desconcertantes, en las antípodas de la actualidad. Un juego que Schrauwen, «conectando personas», convierte en adictivo por unos personajes que no sabes si están en clave de humor, mintiendo, o directamente burlándose del lector. 8. Disponible en Amazon.
Ventiladores Clyde (Seth)
El historietista canadiense Seth vuelve al presente muy a su pesar: él prefiere un pasado que aunque sea artificial, le inspira más que un futuro que presiente aterrador. 20 años le ha costado publicar esta obra ambiciosa de cerca de quinientas páginas, en la que los hermanos Abraham y Simon, mal avenidos y con temperamentos opuestos, nos dan a conocer los mejores y peores años de un negocio de ventiladores.
Seth, seudónimo de Gregory Gallant, pese a vestir como recién salido de los años 50, desarrolla historias en la segunda mitad del siglo XX, pero retiene un estilo que conecta con las primeras ediciones del New Yorker, recurriendo a la nostalgia solo para reflexionar sobre los viejos errores. Los aspectos crónicos de toda su obra aparecen también en ‘Ventiladores Clyde’, un relato apasionante que surge al descubrir su autor -paseando por Toronto- un escaparate polvoriento de unas oficinas abandonadas con el mismo nombre. Esa visión romántica a través del cristal del paso del tiempo -los retratos de dos hombres en la pared en blanco y negro, un despacho con muebles antiguos y viejos teléfonos ya en desuso- desembocan en una construcción que tiene tanto de ficción como de verosímil. 9. Disponible en Amazon.
Irmina (Barbara Yelin)
Barbara Yelin tenía una relación idílica con su abuela Irmina, hasta que esta falleció. Es a raíz del hallazgo de una caja con sus pertenencias personales, unas fotos, cartas y diarios, que se desentierra un pasado familiar desconocido, descubriendo cómo una mujer sobrevive en la Alemania hitleriana, la misma que arrasó a toda una generación hoy próxima a desaparecer. Y la misma que deja un vacío en la memoria histórica germana, fundamentalmente por un comportamiento de silencio durante y después del holocausto judío.
Yelin revive esa atmósfera opresiva sobre la población: cómo se aceptó un comportamiento deplorable en un entorno hostil bajo la promesa y la oportunidad de progreso, con un tacto compasivo que no quiere atender a demasiados reproches. Sólo los silencios compartidos o compensados de esta mujer resistente en sus decisiones vitales, con las respuestas que el Dr. Alexander Korb ofrece en un epílogo imprescindible, ayudan a comprender. 8,5. Disponible en Amazon.
La guerra de Alan (Emmanuel Guibert)
En el lado opuesto a Irmina nos encontramos la verborrea de Alan Ingram Cope, un soldado norteamericano ilustrado, aficionado a la literatura y a la música que, a modo de memorias tras un encuentro casi por casualidad con Emmmanuel Guibert, detalla su periplo durante la Segunda Guerra Mundial. Las conversaciones entre ambos componen su serie dedicada a Alan Ingram, con ‘La infancia de Alan’, ‘Martha y Alan’ y esta reedición de ‘La guerra de Alan’.
La oratoria pausada del francés Guibert para relatar los episodios vitalistas de Cope, contados de forma cronológica, rezuman una humanidad fuera de la común. Las conversaciones grabadas en magnetofón entre ambos son como oro puro a tenor del resultado, gracias a la cesión de protagonismo a Alan. Con la excepción de cuánto Guibert transmite con las ilustraciones, los sombreados faciales en blanco y negro, los contraluces, o cómo se sitúa a los personajes en entornos sobrios: todo es tan preciso que el lector es aún más partícipe. Una visión de la guerra en la que no contemplamos tiroteos, muertos o explosiones, sino la inteligencia emocional de un hombre sencillo con un destino caprichoso. 9. Disponible en Amazon.
En la pelea por las series de este año, HBO le está dando (por ahora) una buena tunda a Netflix. Parece como si el final de ‘Juegos de tronos’ hubiera espoleado al canal neoyorquino para producir y comprar series que llenen su vacío (por lo menos hasta el estreno de la esperada ‘Watchmen’) y eviten la pérdida de suscriptores. ‘Chernobyl’, ‘Years and Years’, ‘Killing Eve’, las nuevas temporadas de ‘Big Little Lies’, ‘Pose’, ‘Barry’, ‘El cuento de la criada’… La última en llegar ha sido ‘Euphoria’. Y, como ocurrió con ‘Chernobyl’, ha sido todo un sorpresón. Aunque eso sí, para quien haya visto ‘Nación salvaje’, el anterior trabajo del director Sam Levinson, la sorpresa no ha sido tanta. En esa película se encontraban ya muchas de las claves estéticas y narrativas que tanto están dando que hablar en esta serie.
Lo mejor de ‘Euphoria’
Su (inagotable) inventiva estilística
Desde, quizás, ‘Trainspotting’, no se había visto una escena que reflejara de forma visualmente tan expresiva un colocón como el que protagoniza Zendaya subiéndose por las paredes en el primer episodio de ‘Euphoria’. Pero no es el único momento brillante de puesta en escena: los hipnóticos paseos en bici, el flirteo por Messenger entre Jules y Nates narrado en polivisión, la clase de educación sobre penes, el plano cenital sobre la casa “sin tejado” (episodio 3), el movimiento circular en la cama con Jules y Rue (episodio 4), la entrada bocabajo a la discoteca (capítulo 7), la coreografía musical… Muchos de estos recursos estaban ya en ‘Nación salvaje’, aunque aquí aparecen mucho más pulidos y definidos.
Su (fabulosa) estructura narrativa
El mejor ejemplo es el capítulo cuarto, la cima expresiva y dramática de la serie. La manera que tiene el director de relacionar a todos los personajes durante la feria es extraordinaria. Levinson compone un virtuoso relato polifónico por medio, primero, de un largo plano secuencia con afán totalizador, y luego a través de un montaje visual y sonoro, cada vez más crispado, que recuerda al de ‘Magnolia’. También es un acierto que cada capítulo comience con un perfil biográfico de un personaje y que la narradora (salvo en el último capítulo) sea alguien tan poco fiable como una toxicómana adolescente.
Su (crudo) discurso social
Cada capítulo de ‘Euphoria’ termina con un mensaje: “if you or someone you love needs help text EUPHORIA to 741741”. ¿Estamos ante una ficción moralista y aleccionadora? Nada de eso. El franco y descarnado discurso de la serie es como para que el Foro de la Familia salga mañana a manifestarse en Colón (la conservadora Parents Television Council ya ha pedido su cancelación). Las drogas son maravillosas, nos dice Levinson (que lo sabe por experiencia). Bajo sus efectos solo puedes exclamar lo que dice Rue en el primer capítulo: “Me siento taaaan feliz”. Otra cosa son las catastróficas consecuencias de su abuso. Y la serie tampoco las esconde. Como tampoco otras cuestiones de la realidad adolescente como el sexo, la pornografía, el bullying, el aborto, la depresión, las relaciones de pareja, las paternofiliales…
Su (espectacular) banda sonora
Además de la estupenda música original compuesta por Labrinth, suenan canciones de Drake (uno de los productores de la serie), Beyoncé, Billie Eilish, Solange, BTS, CocoRosie, Arcade Fire, el ‘Malamente’ de Rosalía, y un larguísimo etcétera (en cada capítulo suenan entre diez y quince canciones), que no funcionan como simple playlist para masajear los oídos de los fans, sino que sirven para elaborar la narcótica atmósfera de la serie (a veces con varias canciones editadas de forma superpuesta), modular los sentimientos de los personajes, crear tensión y confusión (atención al mencionado capítulo de la feria), lanzar guiños reivindicativos (el ‘Why?’ de Bronski Beat) y construir metáforas, como el número musical final.
Lo peor de ‘Euphoria’
Su (algo) irregular guión
Aunque el relato principal de la serie –una historia de amor, drogas y angustia adolescente inspirada en la ficción israelí ‘Euphoria’ (2012) y con los filmes de Larry Clark como referente- funciona muy bien, hay subtramas que no hay por dónde cogerlas. La peor, y más importante por su incidencia en la trama principal, es la protagonizada por Tyler y su “difícil” relación con Nate. El personaje, sin apenas desarrollo dramático y con un comportamiento muy poco verosímil, resulta una mera excusa de guión para hacer avanzar la acción. Tampoco está muy lograda la también “difícil” relación entre Jules y Nate, cuya forma de actuar tampoco se entiende. Además, la serie acusa una prolongada sensación de resaca a partir del “eufórico” cuarto capítulo. La segunda temporada está confirmada. ¿Será la confirmación también del talento de Levinson? Y, lo más importante, ¿estará mejor escrita? Veremos. 8.
Isobel Campbell, quien fuera cantante de Belle & Sebastian hasta 1999, es conocida por sus álbumes en solitario pero sobre todo por sus trabajos junto a Mark Lanegan, entre ellos el estupendo ‘Hawk‘, lanzado en 2010. Desde aquel trabajo apenas hemos tenido noticias de Campbell, cuyo último álbum verdaderamente en solitario, ‘Milkwhite Sheets’, es incluso anterior, de 2006.
14 años y una disputa de dos años con su anterior sello después, la cantante y compositora escocesa ha anunciado que su quinto disco en solitario, ‘There is No Other’, verá la luz el 31 de enero de 2020 a través de Cooking Vinyl. Se compone de 13 canciones «melódicas y llenas de ganchos que se mueven a través de un amplio espectro de arreglos y sensaciones sutiles y seductoras, tan intensas como misteriosas y libres», según la nota de prensa oficial. La propia Campbell asegura que ‘There is No Other’ es un trabajo «ensoñador» que parece «venido de otro mundo».
El primer avance de ‘There is No Other’ es ‘Ant Life’, un tema que explica por sí solo por qué la portada de ‘There is No Other’ parece emular las del pop hippie de los 60. Es un tema luminoso en el que la voz susurrada de Campbell se acompaña de guitarras acústicas y unos pequeños destellos electrónicos. Suena como unos Stereolab bucólicos, y no para mal.
‘There is No Other’:
1. City of Angels
2. Runnin’ Down a Dream
3. Vultures
4. Ant Life
5. Rainbow
6. The Heart of It All
7. Hey World
8. The National Bird of India
9. Just for Today
10. See Your Face Again
11. Boulevard
12. Counting Fireflies
13. Below Zero