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Sen Senra explota su vena de artista sui generis «tumbado en el jardín viendo atardecer»

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Hace algo menos de un mes, Sen Senra dio hasta 3 conciertos en el Teatro Nueva Alcalá de Madrid con todo agotado. La expectación en los primeros segundos del set, y los pequeños efectos de luz y sonido para su salida a escena fueron propios de una estrella internacional, tamaño Billie Eilish. El delirio de las masas sentadas en sus butacas era tal frente al joven artista cada vez que tocaba un acorde random en la guitarra eléctrica o se quitaba tal complemento de la cabeza, que el efecto fue casi contraproducente para fans casuales: salí de allí con más dudas que certezas sobre la valía de Sen Senra y su disco ‘Sensaciones’, del que además no interpretó en vivo el hit ‘RRIINNGG’ por razones desconocidas. Lo único claro es que se estaba consolidando un ídolo de masas, como ya había apuntado la ágil venta de tickets.

La canción que se ha estrenado hoy pertenece a su nuevo EP ‘Corazón Cromado’ y viene para certificar que hay otra cosa segura. Si Sen Senra es realmente el Frank Ocean español como algunas voces aseguran no lo es por su querencia por el R&B sino por su desafío a no casarse con un solo estilo. ‘Tumbado en el jardín viendo atardecer’ empieza como una balada de italo disco y dream pop tipo Chromatics, pero cada supuesto «puente», cada supuesto «estribillo» (de «lo que fue queda para siempre» a «Hice lo que hice porque quise sin pensar en nada más») la van empujando hacia otro lugar.

Con un peldaño menos de carisma de lo que aparenta, como manifiestan versos recordables pero tampoco especialmente brillantes como «no me defienden mis espinas, me defiende mi fragancia», ‘Tumbado en el jardín viendo atardecer’ sí logra crecerse con el vídeo estrenado al mismo tiempo bajo la dirección de Pedro Artola. Que un tema se estrene a la vez que su vídeo no es circunstancial y aquí casi cada plano suma para enriquecer el discurso, como ese enterramiento de ropa o ese visionado de una familia en vertical que recuerda a los trucos escénicos de Canada. «Ni respeto ni dinero, no lo quiero» es otra de las máximas de este tema que no acierto a adivinar si en 10 días habremos olvidado por completo o sonará como lo mejor jamás grabado por el autor de ‘Nada y nadie‘.

Ariana Grande suma a Doja Cat y Megan Thee Stallion a ’34 + 35′

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‘Positions’ de Ariana Grande ha sobrepasado el millón de copias vendidas, y ya comentábamos en ese momento que intuíamos que la cantante no iba a dejar este disco morir a pesar de que el impacto respecto a las dos eras anteriores (‘Sweetener‘ y ‘thank u, next‘) estaba siendo menor. Cuando apostábamos por ‘pov’ como nuevo movimiento estrella, la cantante ha anunciado un remix del single anterior.

’34 + 35′ (o sea ’69’), es hoy reeditada en forma de remix con la participación de dos de las superestrellas más de moda en la actualidad: Doja Cat, conocida por el éxito de ‘Say So’, y Megan Thee Stallion, la rapera en boca de todos tras la edición de su disco ‘Good News‘.

La producción original de ’34 + 35’, firmada por Tommy Brown, entre otros, se ha dejado intacta en esta remezcla en la que Doja y Megan aportan sendos raps, cada una en su estilo. La primera se atreve a declarar que quiere hacer un «69 pero sin Tekashi» y la segunda se pone las botas mencionando marcas que conoces para señalar que ella hace las cosas a lo «DIY como Youtube».

Zahara habla de acoso, bulimia, ansiedad e industria musical en la descarnada ‘MERICHANE’

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Zahara había anunciado hoy en redes, tras una serie de teasers, un tema llamado ‘Merichane’ cuyo vídeo ha sido dirigido por su colaborador habitual, Guillermo Guerrero. Se trata de una canción descarnada, tremendamente confesional, en la que la cantante habla sin tapujos sobre acoso, bulimia, ansiedad y su traumático paso por una multinacional con el primer disco («yo estaba ahí en las oficinas de Universal, tragando sermones sobre mi potencial”, dice mientras lanza una peineta a cámara). La producción, amparada en los sintetizadores ochenteros, no deja tregua, resultando igual de angustiosa. Foto: Sharon López.

La palabra ‘Merichane’ podrá sonar a algún aficionado a la egiptología o a la figura de Cleopatra, ya que es uno de los apodos por los que supuestamente se conocía a la reina helenística por su habilidad en la práctica del sexo oral. El término significa «la boca de diez mil hombres» o «boquiabierta». Como explica la página de divulgación histórica Clíofilia, la «práctica de la felación fue habitual durante toda la historia del Egipto Antiguo», a las mujeres que la practicaban incluso profesionalmente se las llamaba «felatrices» y, según algunas fuentes, si bien Cleopatra no se dedicaba de manera profesional a esta labor, sí se la conocía por su «maestría» en dicho arte, hasta el punto de ser conocida con el apodo en cuestión. ¿Hay alguna relación con el tema de Zahara? Indirectamente sí.

Al final del vídeo se explica el porqué del nombre de ‘Merichane’: «Merichane era el nombre con el que se conocía a la puta del pueblo. Ese fue mi apodo en el colegio. Tenía 12 años». Además de ese punto reivindicativo y feminista, la nota de prensa hace hincapié en el exorcismo de viejos fantasmas que supone este tema. Explica Zahara: “Merichane soy yo y Merichane somos todas mis historias. He querido contar lo que viví tal y como fue para mí. Llegar a hacerlo no ha sido fácil. He tenido que aceptar y asumir que aquellas historias que viví sucedieron de verdad, pero que el mantenerlas escondidas no solo no me hacía sentir mejor sino que protegía a las personas que me habían hecho daño. Por eso ahora, en este momento en el que me he visto con fuerza para hacerlo, he decidido compartirlas.“

‘Merichane’ inaugura nueva etapa para Zahara, pues se ha confirmado que es el primer single del disco que sacará la próxima primavera, cuando faltan unos meses para que se cumplan tres años desde el lanzamiento de ‘Astronauta‘, su último álbum de estudio hasta la fecha. Eso sí, la cantante ha sido noticia por otras vías: su proyecto con Martí Perarnau IV, _juno, produciendo uno de los mejores discos del año pasado o las colaboraciones con Anaju, Anne Lukin y Chica Sobresalto.

El disco más sobrevalorado del año

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En los medios musicales, a diferencia de lo que ocurre en los cinematográficos, tiende a reseñar una obra el mayor fan del artista en cuestión. Quizá por una cuestión de documentación, porque no es apropiado que una persona que desconoce la trayectoria completa de un artista reseñe su última obra sin comprender, sin tener una visión global de todo lo que ha grabado hasta la fecha; terminamos siendo excesivamente «comprensivos» -o sea, benevolentes- con ciertos discos como no sucede en otras disciplinas. Es habitual que los medios cinematográficos despellejen una película, pero no tanto que los medios musicales despellejen un disco. Y que el motor de la música sea muy a menudo el fenómeno fan no es que ayude mucho: en cuanto criticas cierto disco, los seguidores del artista te acusarán automáticamente de buscar el clickbait.

Dejando para otro día el mal uso, la ligereza, con que se utiliza la palabra «clickbait» (hace poco para una persona cupieron en la misma frase las palabras «Bergman» y «clickbait», además en una red social que desde su muro no permite derivar «clics» hacia ninguna web, Instagram), cuestionamos en este artículo algunos de los «intocables» de 2020. Están en todas o casi todas las listas de lo mejor del año por cúmulo de votos y seguramente derecho propio, pero no es cierto que hayan gustado a todos los componentes de las redacciones por igual, como las listas de lo mejor del año dan a entender. Con el objetivo de escuchar otras opiniones, huir del pensamiento único, fomentar el debate, por diversión, preguntamos a varios redactores y colaboradores de JENESAISPOP cuál les parece el disco más sobrevalorado de 2020. Os recordamos que cada una de estas opiniones NO es representativa de este medio de comunicación. Lo que mejor representa a este medio, en general, es esto.

‘Felt the Bolt Cutters’ de Fiona Apple, por Jordi Bardají

El disco mejor valorado del año es el más sobrevalorado del año. Un sonado 10 sobre 10 en Pitchfork, el primero en 10 años, además de otras reseñas que lo han puesto en un altar, ha contribuido a que ‘Fetch the Bolt Cutters‘ obtenga la segunda nota más alta para un álbum de la historia de Metacritic (no del año, de la historia), sin que muchos hayamos alcanzado nunca a comprender el porqué de tremenda exaltación. Cuando el medio de Chicago escribía que ningún disco ha sonado jamás como ‘Fetch the Bolt Cutters’, muchos no entendíamos nada: ¡si es otro disco más de Fiona Apple! ¡Y tanto que recuerda a otras cosas! Puede que el diseño sonoro sea un poco crudo y DIY, puede que las letras suenen más relevantes que nunca en el mundo post-MeToo, pero las canciones de jazz-pop de Fiona siguen siendo las mismas. Los medios musicales pasamos el año buscando el próximo álbum que romperá barreras y se marcará a fuego en su tiempo, y resulta que el «mejor» álbum del año no puede ser menos revolucionario. La notaza global de ‘Fetch de Bolt Cutters’ es un premio a lo familiar, puede incluso que un premio honorífico a la trayectoria de la autora. Pero no hace falta puntuar de manera tan exagerada obras que no lo merecen: lo que es de 10 es la carrera de Fiona, no este disco en concreto. Y la portada es un horror».

‘YHLQMDLG’ de Bad Bunny, por Pablo Tocino

‘YHLQMDLG’ es un buen disco, pero no me parece de los mejores del año, igual que tampoco me lo parecen ‘LAS QUE NO IBAN A SALIR’ o el infravalorado ‘EL ÚLTIMO TOUR DEL MUNDO’, los tres álbumes que Benito ha sacado en 2020. Los tres tienen auténticos temazos, pero a los tres les falta tijera, y la cercanía entre ellos tiene el riesgo de que la fórmula pueda llegar a cansar (como le pasa también a ‘evermore’ de Taylor Swift). ‘YHLQMDLG’ tiene hasta ¡20! canciones que por lo general son bastante similares en sonido y temática (‘EL ÚLTIMO TOUR DEL MUNDO’ cuida más este aspecto) y que, como es lógico, no funcionan por igual: las hay no tan buenas o hasta pelín mediocres. ‘Safaera’, ‘La Difícil’, ‘Yo Perreo Sola’ o ‘La Santa’ podrían estar perfectamente en el top de canciones del año, igual que compañeras de los otros dos álbumes. Pero los discos no le han salido tan redondos. Una combinación de los tres, en cambio…

‘folklore’ y ‘evermore’ de Taylor Swift, por Sergio del Amo

Se pueden decir muchas cosas sobre ella, pero de tonta no tiene ni un pelo. Después de ver frustrado en el pasado 2020 su gira por festivales para presentar ‘Lover’, una estrategia perfectamente orquestada para llegar a ese público no-fan que desconoce buena parte de su discografía, la estadounidense aprovechó el confinamiento para lanzar por sorpresa no uno, sino dos álbumes. Vaya por delante que ‘folklore’ lo he disfrutado muchísimo más que ‘evermore’, las cosas como son. Sin embargo, no acabo de entender cómo gran parte de la prensa especializada, la misma que hasta hace nada la tenía encorsetada como una diva del pop o el country azucarado global, ha aprobado por unanimidad y, del mismo modo, ha enaltecido esta metamorfosis como la última maravilla del folk. Que ahora se nos presente como una artista intimista que se codea con Bon Iver o The National no es una casualidad: ella quiere arrastrar al máximo de público posible, cueste lo que cueste. Y, de momento, lo está consiguiendo. Da igual que las canciones sean extremadamente parecidas entre ellas o que, escuchándolas del tirón, se puedan hacer algo soporíferas. Aquí se ha premiado básicamente su huida de lo puramente mainstream (obviamente, con los millones que tiene en el banco se lo puede permitir). Ante ello me surgen dos preguntas: ¿de no haber editado estos discos en esos meses tan raros para todos hubiese cosechado la misma atención? Y, lo que es más importante: ¿seguirá por esta senda en un futuro o retomará el camino fácil? Para entonces, no antes, tendremos ocasión de confirmar si todo esto no ha sido más que una pose.

‘græ’ de Moses Sumney, por Raúl Guillén

Como sus defensores más fervorosos han sido capaces de reconocer, el vasto y muy notable ‘græ‘ habría exigido de una buena «poda» para ser la obra maestra que muchos dicen ver en él. Es inapelable decir que Moses Sumney se consagra con este álbum tan ambicioso y arriesgado, coronado por una docena de canciones emocionantes y valientes. Por eso, precisamente, es difícil de asimilar que haya diluido esas perlas entre interludios y spoken words que, por muy simbólicos que quieran ser, no hacen sino distraer del tuétano del álbum y llevan a desconectar por momentos. Especialmente mediado el volumen 2, cuando tras 16 canciones tanto embeleso se llega a hacer cuesta arriba. De ahí que no coincida con las numerosas publicaciones que han colocado el segundo álbum del joven músico de Carolina del Norte en el podio de mejores álbumes del año pasado, siendo el 5º mejor valorado por la crítica de 2020 según Metacritic. Unos puestos que, en mi opinión, deberían reservarse para álbumes inapelables de principio a fin, que goces y recuerdes meses después, si no años, de cabo a rabo. Este año han habido unos cuantos de estos, pero ‘græ’ no encaja precisamente en esa categoría.

‘Punisher’ de Phoebe Bridgers, por Sebas E. Alonso

El disco de Phoebe Bridgers en boca de todos no es terrible, pero no dice nada bueno de 2020 que lo mejor que haya podido ofrecer sea este reciclaje de ideas de Sufjan Stevens y el bedroom pop de Billie Eilish… precisamente cuando Billie Eilish fue tan cuestionada y le costó tantos meses ser aceptada por los medios que tanto quieren a Bridgers. ¿Pero dónde está su ‘bad guy’, su ‘I Love You’, su ‘bury a friend’? ¿Y su ‘Chicago’? Entretenidillo en algunos momentos y bastante aburrido en otros, sobre todo en su tramo medio, ‘Punisher’ parece jugar deliberadamente con lo olvidable y lo intrascendente cuando su mayor hit va sobre algo tan ajeno para la mayoría de la humanidad como no atreverte a dar un concierto en Kioto. Definitivamente no es lo que necesitaba oír en mitad de una pandemia.

‘folklore’ y ‘Fetch the Bolt Cutters’, por Mireia Pería

‘folklore’ me gusta mucho… entre ‘mirroball’ y ‘mad woman’. El resto del álbum me resulta algo anodino. Pero si considero que a los críticos se nos ha ido un poquito la olla lanzando los sombreros al aire y vitoreando ‘folklore’ como «la obra maestra de Taylor Swift», es por un fenómeno muy simple llamado «artista pop crea disco serio». A los críticos en general no nos gusta el pop (o el country). Bueno, sí: nos gustan para bailar. Pero… ¡el arte ha de ser trascendente! ¡Sesudo! ¡Repleto de sentimientos complejos! Así que Taylor, la alumna más aventajada, harta de que sólo le pongamos notable, compone unas canciones melancólicas e introspectivas (otros dos términos que amamos los críticos), pone gesto ceñudo, se rodea de los amigos adecuados (¡de esos que hacen discos melancólicos e introspectivos!) y… ¡Voilà! ¡El mejor disco de Taylor Swift! ¡Su obra de madurez! Bromas aparte, esa es la sensación que me da la unanimidad que genera ‘folklore’. Quizás ‘1989’ sí es mejor… pero no generó tanto marasmo porque es un disco de pop. Y hay que añadir otro mea culpa sobre los críticos; siempre hay un punto misógino en este doble rasero, en no tomarnos en serio a las mujeres que hacen pop, exigirles algún sacrificio para que nos parezcan «creíbles»: visceralidad, confesionalidad, etc. Afortunadamente, el apabullante recibimiento del ‘Future Nostalgia’ de Dua Lipa o el estatus que tiene Robyn nos muestra que esto también está cambiando. Y Taylor es, era y esperemos que siga siéndolo, una compositora e intérprete estupenda de pop.

No existen las obras «sobrevaloradas» per se; sobrevalorado significa, realmente, «a mí esto no me gusta». Así que puedo exclamar sin problemas que ‘Fetch The Bolt Cutters’ es un disco sobrevalorado… para mí. Ojo, no dudo en ningún momento de su calidad, del excepcional talento de Fiona Apple y que, de veras, merezca ser el mejor disco del año para medio mundo. Es simple y llanamente que soy incapaz de meterme en él, de que me guste. ‘I Want You To Love Me’ me parece una barbaridad de buena, una de las mejores canciones del año, una introducción al álbum monumental. Pero a partir de aquí, todo se me antoja excesivo, histriónico: las canciones, ese aire que tienen las composiciones de estar gritando: «¡pero qué buena que soy!». Y, sobre todo, la manera de cantar de Fiona, su voz. Y si la voz de un artista ya te genera rechazo, ay, ya puede ser la mejor compositora del mundo, que a ti no te va a gustar. Espero que a Fiona no le importe; confieso que en ese limbo de discos «es-que-no-puedo-con-ellos» también tengo el ‘Grace’ de Jeff Buckley…

La Cebolla & Negro Jari / Caracas

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Está por ver qué artistas noveles consiguen sobrevivir a la tercera ola de la pandemia (o a la cuarta). Qué éxitos grandes y pequeños, virales de diverso tamaño y hits en el underground recordamos cuando todas las salas de conciertos puedan volver a abrir y vuelvan a celebrarse macrofestivales. Porque sucederá, ¿verdad? Desde Sevilla, La Cebolla y el Negro Jari dieron un pelotazo en Youtube con ‘Habibi’ y fueron entrevistados en medios generalistas. Desde que los conocemos, Die Antwoord ya no nos parecen ninguna extraña pareja.

Natalia Jiménez García, «La Cebolla», se ha criado en el barrio de las 3.000 Viviendas y Mamadou Seck Diouf, el «Negro Jari», que le dobla la edad, procede de la Barriada de los Bermejales. Su disco conjunto se llama ‘Caracas’ porque así es como se conoce a la familia musical de La Cebolla en Sevilla. De hecho, en el tema titulado como ellos, Los Caracas, La Cebolla rinde homenaje a su ascendencia gitana pues, como comienza diciendo: «la importancia del origen de dónde vengo, eso es algo que no olvido / siempre presente lo tengo / es ahí donde he crecido, rodeada de mis padres y mis primos / vengo de sangre gitana».

Sin embargo, por mucho que el disco se empeña en ser fiel a sí mismo y a los orígenes, como presume también ‘A lo mío’, la primera canción del álbum y una de las más relevantes, capaz de competir cara a cara con el mismísimo ‘Habibi’, su sonido se resiste a quedarse en el flamenco, una influencia capital en el álbum como muestran las voces de ‘El juego’, pero no la única base. En verdad lo que ofrece el álbum es una fusión de ritmos tropicales, hip hop, tecno-rumba y en definitiva pop. Los Chichos podrían ser una referencia, pero también Camela, muy perceptible en las líneas de teclado.

Como La Cebolla tiene 15 años, es quien se lleva los focos, pues ya pensábamos que solo conoceríamos artistas de dicha edad si es a través de un peregrino talent show televisivo, pero también es relevante el carisma mostrado por Negro Jari en canciones como ‘El juego’, en la que cuestiona la hipocresía de otros raperos: «se critican entre ellos y luego se comen el culo», apunta después de haber osado: «los veo en entrevistas vendiendo que tienen humildad / la gente fliparía si os conocieran de verdad». También en ‘Guerrera del amor’ dedicada a su madre. Y muy especialmente en ‘Le canto a la calle’, una mezcla de salsa, «early rap» y reggaetón que da una de las claves del álbum: «¿qué hace un negro con gitano metido en tendencias? / somos la nueva esencia / que pida clemencia la competencia».

Frente a ese apoteósico estribillo callejero «tengo a los golfos de mi parte, tengo a los barrios de mi parte, tengo a los gitanos de mi parte» y esa negativa a seguir los consejos de cantar solo «a los payos», ‘Caracas’ también presenta otros momentos menos lustrosos. En el lado menos recordable del disco encontramos ‘No te enamores’, algo arrogante; la baladita ‘Anhelo’, que más que nada los empuja a los territorios de Platón (hubo un grupo de éxito así llamado en los 90, lo juro); o cierta falta de química entre ambos en la conjunta ‘Aire’. Es ahí o en esa portada tan de carretera cuando toca recordar que ni lo de Camela ni lo de La Mala fue llegar y besar el santo.

Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘Habibi’, ‘A lo mío’, ‘Le canto a la calle’, ‘El juego’
Te gustará si te interesa: Camela, Mala Rodríguez, Residente
Escúchalo: Youtube.

‘End of the Road’ es el divertido autobombo de Noga Erez

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Noga Erez publica su segundo disco, ‘KIDS’, el próximo 26 de marzo. Un trabajo «valiente», según la nota de prensa oficial disponible en Bandcamp, en el que la cantante y rapera israelí se vuelve a valer de las producciones de su compañero y pareja Ori Rousso para volcar sobre bases agresivas letras «tan personales como políticas» que hablan de «la mortalidad y la pérdida, la guerra y la paz, la inseguridad y la ambición». Es el segundo trabajo largo de Erez, que en 2017 editó su recomendable debut, ‘Off the Radar‘.

El enésimo avance de ‘KIDS’, que llega después de los sencillos ‘No News on TV’, ‘VIEWS’ y ‘YOU SO DONE’, no debería decepcionar a los seguidores de canciones como ‘Dance While You Shoot’. La base es menos bruta, pero no por ello menos contundente. Viene a la mente la Gwen Stefani de ‘The Great Escape’ al escuchar el flow de Noga Erez en ‘End of the Road’ así su producción hip-pop dinámica y nítida, ornamentada con detalles no demasiado obvios o prominentes, y que suena inspirada en el trabajo de los Neptunes en ese disco.

La divertida base de ‘End of the Road’ le viene a Noga que ni pintada para ponerse las botas rapeando sobre sí misma con todo el orgullo del mundo. Algunas rimas no son tan obvias: «I’m no bunny / I’m no slobby boy, I never beg for no money» es la primera que escuchamos, más adelante atrapa una bobada como «right hand, chop it / like a pickpocket / You had the mic, now you can’t drop it» o esa rima de «dumb dumb dummy» con «once nobody». En uno de los versos, Noga comunica que ha comprado «un coche y una casa de campo» para después sacarse de la manga una referencia (aparente) a ‘Suzanne’ de Leonard Cohen. El estribillo alude a un «viaje loco» que aún no ha terminado, el de su vida, y el videoclip presenta cierto componente surrealista, con Noga presentando la canción posada en una plataforma que es a su vez una cinta de correr. Un público extrañado, pero embobado, la observa.

Ariel Pink apoya a Trump: el pirómano mediático sigue con ganas de liarla

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Ariel Pink ha dicho que apoya a Donald Trump. Sus fans han reaccionado con sorpresa y decepción, incluso enfado; el que era su sello actual, Mexican Summer, que ha publicado su último disco y una serie de reediciones, le ha echado. Es un misterio qué le deparará a Ariel en el futuro, qué sello querrá asociarse ahora a su nombre. Puede que la tormenta pase o puede que no. De momento, el autor de ‘Round and Round’ no ha querido explicar su postura política, aunque los medios le han preguntado; no se sabe si para no seguir cavando su tumba, o porque simplemente no tiene nada que decir.

Más misterioso que todo esto es lo rápido que se nos olvidan las cosas con el paso del tiempo. Quizá es un favor que nos hacemos a nosotros mismos. Ariel Pink es uno de los artistas más queridos por la prensa musical especializada por discazos como ‘Before Today‘ o ‘pom pom‘, pero también es conocido por no cortarse ni un pelo a la hora de realizar declaraciones provocadoras e incómodas a la prensa, todas las cuales están perfectamente documentadas en la Wikipedia anglosajona para quien quiera echarles un ojo. A nadie puede sorprender que Ariel Rosenberg -este es su verdadero apellido- vaya a contracorriente de lo que se considera el pensamiento «general», ni siquiera cuando parece hacerlo para llamar la atención de los medios y el público.

No es ninguna novedad que los artistas que crean el arte que consumes a veces no son personas con las que te irías a tomar un café. A veces incluso parecen malas personas. Hace tiempo que dejé de seguir a Lana Del Rey en Instagram porque sus declaraciones sobre feminismo me daban ganas de arrancarme los pelos. A Azealia Banks tampoco la sigo porque tengo miedo de lo que me pueda terminar diciendo y mi salud mental es lo primero. Ya no me apetece escuchar la discografía de Kanye West ni mucho menos la de Michael Jackson. Ya ni me acuerdo de quién es Russian Red. No me quiero ni imaginar qué sintieron los fans jamaicanos de Eric Clapton cuando este les echó de su concierto porque no los quería en «su país». La historia de la música pop está llena de artistas que han creado arte maravilloso pero que luego demostraron no tener nada que ver contigo.

El historial de declaraciones corrosivas de Ariel Pink va más allá de sus afirmaciones sobre la edad de Madonna, que le valieron críticas de «misoginia» por parte de Grimes, a la que luego atacó llamando «estúpida y retrasada» por no creerse su versión de los hechos. Antes de que Mexican Summer, sello que también edita a Cate le Bon o Weyes Blood, fichara a Ariel, este ya había dicho que el «racismo no es ilegal», que «ama a los pedófilos y a los necrófilos» igual que los ama Jesucristo, que la idea del matrimonio gay le «pone de mala leche» y que ama la iglesia Westboro Baptist, conocida por su discurso de odio hacia gays, musulmanes y judíos, porque esta «aboga por la libertad de expresión». Tan pronto como en 2010, Ariel afirmó: «soy reacio a ser religioso, pero tampoco me identifico del todo con la gente científica», a pesar de que su padre, Mario Rosenberg, es un reputado doctor gracias al que Ariel heredará millones cuando muera.

Si sirve de consuelo, un repaso a las declaraciones que Ariel ha hecho a lo largo de los años demuestra que el artista nunca ha tenido demasiadas luces políticamente hablando. Cuando, hace unas semanas, el artista declaró que, en su opinión, las elecciones americanas habían sido amañadas por los demócratas «con la colaboración de China», lo que provoca leer estas palabras son ganas de echarnos la culpa a nosotros por no haberlo visto venir. Rosenberg, que ha discutido la naturaleza de la covid con su propio padre, como si Miguel Bosé intentara convencer a Fernando Simón de que el coronavirus es un bulo, no se identifica con ningún partido político y apoya «a quien esté en el cargo». No hace mucho llegó a señalar que «muchas de las afirmaciones de la comunidad científica sobre el cambio climático probablemente son una patraña y están influenciadas por la política». Probablemente. No sabe, pero contesta.

El caso de Ariel Pink es interesante, pero no único en el mundo del pop. Él es un artista «independiente», muy querido por la prensa musical llamada «moderna», se entiende que asociada a cierto pensamiento progresista, por lo que sus declaraciones chocan necesariamente a sus seguidores. ¡A estas alturas! ¡Después de todo lo que ha dicho! La diferencia es que Ariel ahora sí se ha posicionado políticamente hacia la derecha. Vale la pena preguntarse, por tanto, por qué se asume que este tipo de artistas son de izquierdas. Quizá porque la mayoría de músicos de pop a los que escuchamos y que son relevantes hoy en día lo son abiertamente, de Thom Yorke a Katy Perry; quizá porque nos puede parecer impensable que una persona como Ariel, que ha hablado sobre sus problemas de identidad de género, y ha llegado a escribir una canción llamada ‘Menopause Man’ o a visibilizar a las personas trans en sus videoclips, pueda suscribirse a según qué ideas.

¿Qué hacer con Ariel Pink? Desde luego, si no le hemos cancelado antes, no lo haremos ahora. Su maravillosa música, por suerte, es mucho más elocuente que él. Por otro lado, su apoyo a Trump sirve para hacer un diagnóstico del personaje tan complicado como la persona que se esconde detrás de él. En el mejor de los casos, Ariel es una persona que no tiene miedo de decir lo que piensa, aunque se vaya a ganar las críticas de todo el mundo. En el peor, es un pirómano mediático que parece haber asumido el rol de enemigo del pueblo simplemente por aburrimiento, por tener algo que hacer, aunque con sus palabras ofenda a cientos de miles de personas porque es incapaz de reconocer su propio privilegio. Probablemente mi frase favorita de Ariel es «me encanta ser un pervertido». Para bien y para mal, le define totalmente.

The KLF / Solid State Logik 1

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A la espera de las sorpresas que nos aguarden, de momento The KLF han producido la noticia musical más excitante del mes de enero de 2021 al aparecer por primera vez (legalmente) en las plataformas de streaming. El dúo compuesto por Bill Drummond y Jimmy Cauty no es sólo un grupo esquivo que se haya negado a sumarse al catálogo de Spotify, Tidal y compañía por una cuestión económica, editorial o judicial. Lo suyo siempre fue un caso especial, como explica John Higgs en el imprescindible libro sobre la banda llamado ‘Caos y magia’.

Y es que ni siquiera quemaron un millón de libras por razones anticapitalistas o a modo de protesta contra la industria musical. En un entorno marcado por la influencia de la ‘Trilogía Illuminatus!’ de Robert Anton Wilson y Robert Shea (1975), lo más seguro que acierta a decir el autor de dicho ensayo es que el dúo no tiene ni idea de por qué llegó a quemar un millón de libras, enfrentándose a las críticas del público por no donarlo a la caridad, por ejemplo.

Lo que sí explica este disco ‘Solid State Logik 1’ es cómo Drummond y Cauty llegaron a ganar tal cantidad de dinero en el cambio de década de los 80 a los 90. La primera de las 6 compilaciones que The KLF van a publicar en algún momento no es otra cosa que un «greatest hits» de media hora clavada de duración, para el que no se han comido demasiado la cabeza sobre lo que incluir. Aquí están ni más ni menos que sus 7 tops 10 en Reino Unido, aunque algunos no fueran firmados exactamente como The KLF.

Fue el caso de ‘Doctorin’ the Tardis’, aquella canción publicada en 1988 bajo el sobrenombre de The Timelords, pues Time Boy y Lord Rock eran sus alias, y que mezclaba la banda sonora de la longeva serie ‘Doctor Who’, que había triunfado en Reino Unido desde los años 60, con un tema de Gary Glitter (‘Rock and Roll (Part Two)‘) y pasajes de ‘Blockbuster!’ de Sweet. Un coche ocupaba la portada de tal sencillo, en concreto un «Ford Timelord» y este mismo llegó a encargarse de la promoción de tal single, llegando a conceder entrevistas, tras haber proclamado a los cuatro vientos en la cubierta «Hola, soy un coche y he hecho un disco».

El single hecho a modo de broma (lo que en inglés se llama «novelty record») sería número 1, terminaría inspirando el icónico libro del grupo ‘The Manual’ sobre cómo conseguir un hit seguro, fórmula que funcionaría a veces sí y a veces no, pero que ha sido seguida a rajatabla por gente como Klaxons; y sentaría precedente en cuanto a la cultura del mash-up. Y es que, a falta de que otras piezas del puzzle nos hablen de la influencia de ‘Chill Out’ (1990) en el ambient o el género así llamado, uno de los grandes divertimentos que plantea este primer ‘Solid State Logik’ es que comprobemos lo actual que suena.

Tres de los mayores éxitos de The KLF fueron revisiones lanzadas en 1991 de canciones que habían ido publicando uno o dos años antes. ‘3AM Eternal‘, ‘Last Train to Trancentral’ y ‘What Time Is Love?’, que forman otra «trilogía», en este caso de «Stadium House», exhiben una amalgama de estilos que es fácil imaginar embaucando a artistas contemporáneos como Azealia Banks o Disclosure. Estas canciones tienen trazos de hip hop, techno, trance, reggae, samples y épica que no es de extrañar que convencieran a las masas, cada vez más despreocupadas por el rock clásico, y en plena transición hacia el culto al DJ. The KLF, a menudo confundidos con un «acto» «dance» más de la era «rave», a lo sumo «autoparódico», eran en realidad unos artistas totalmente sui generis como prueba especialmente ‘Last Train to Trancentral’, que comienza como un piano house, contiene un pasaje a los teclados que no sabes si corresponde a la moda en aquellos tiempos de Enya, e incluye unas voces robotizadas a lo Kraftwerk.

‘It’s Grim Up North’, atribuida a su alias The Justified Ancients of Mu Mu y con su recitado de ciudades del norte de Inglaterra, presenta un momento épico como propio de sus colegas de Pet Shop Boys, a quienes remezclaron, que hoy va a encantar a los seguidores de ‘Juego de Tronos’. Y de nuevo muy hábilmente, como para celebrar (o reírse de) el apogeo del metal aplicado a la cultura pop que tímidamente se ha asomado en las discografías de Grimes o Rina Sawayama, esta recopilación se cierra con la versión metal, cargada de metralletas -y no en sentido figurado-, que The KLF quisieron hacer de ‘3AM Eternal’ en los Premios Brits, abriendo la ceremonia junto al grupo de grindcore Extreme Noise Terror, y que representa de alguna manera el final del dúo.

‘Solid State Logik 1’ presenta una revisión de ‘What Time Is Love?’ llamada ‘America: What Time Is Love?’ que incluye un sample de Motörhead, aunque si con algo me ha gustado reencontrarme en las plataformas de streaming es con la improbable colaboración de The KLF con la reina del country Tammy Wynette, que fallecería unos pocos años después, en 1998, tras una vida tortuosa de enfermedades, operaciones, maltrato y un posible secuestro. Por alguna razón la co-autora de ‘Stand By Your Man’ accedió a decirles que sí tras gustarle lo que le presentaron al otro lado de la línea telefónica, y así la encontramos en ‘Justified and Ancient’ totalmente entregada a la imaginería paranoide de The KLF: la tierra imaginada de Mumu, los «ladrillos» de su pirámide (primero un logo como veis en la portada de este álbum, ahora una construcción con cenizas de gente muerta), los JAMS (otro de sus sobrenombres) y las frases sin sentido. Es increíble que una grabación así 1) pudiera llegar a existir y 2) fuera un hit mundial, pero desde luego viene a certificar que este recopilatorio y no ‘Chill Out’, ni siquiera ‘The White Room’ -que ya contenía algunos de estos temas acreditando sonidos en directo robados de un célebre concierto de U2-, es la mejor forma que ha existido de acercarse nunca a The KLF.

La gran pregunta es por qué ahora, qué ha llevado al grupo finalmente a compartir su música en streaming. Quienes no sepan demasiado sobre el grupo dirán que el dinero, pero lo cierto es que demasiado se ha hablado del millón de libras que quemó el dúo… y demasiado poco de los 5 millones de libras que no ganaron, es decir, que perdieron, al retirar su música del mercado. Algunos creerán que buscan el reconocimiento, pero el documental reciente ‘Welcome to the Dark Ages’ se mofa de manera bastante evidente del interés que la prensa especializada deposita en ellos. Quizá es demasiado poco «iluminado». Otros apuntarán que los sonidos de los temas recopilados son totalmente pertinentes en 2021 por los artistas citados en este artículo, pero lo más probable es que el dúo trame algo tan grande como su pirámide mortuoria y todo esto tenga algún tipo de truco. Entre todas, mi tesis favorita es que The KLF han decidido finalmente volver a compartir su música de nuevo con las masas, por primera vez en 30 años, como acto de generosidad, porque entre pandemias, cambio climático, fake news y democracias en peligro, las personas que habitamos este mundo damos cada día un poquito más de pena.

Calificación: 10/10
Lo mejor: ‘3AM Eternal’, ‘Last Train to Trancentral’, ‘Justified & Ancient’
Te gustará si: no crees en las fronteras de géneros
Youtube: ‘Last Train to Trancentral’

Shakira vende los derechos de sus 145 canciones

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Shakira ha decidido seguir los pasos de Bob Dylan y vender los derechos de todas sus canciones a Hipgnosis Songs Fund Limited. La empresa británica ha adquirido el 100% de los derechos de publicación musical de la cantante colombiana, incluida la participación en los ingresos tanto de edición como de autor. La cifra de compra no se ha hecho pública y la adquisición no incluye futuros lanzamientos de la artista.

El catálogo de Shakira, una de las artistas más exitosas de todos los tiempos, latina o no, pues se estima la venta de sus discos en 80 millones de copias vendidas según Music Business Worldwide, abarca un total de 145 canciones publicadas a lo largo de 30 años, entre las cuales se encuentran éxitos como ‘Ciega, sordomuda’, ‘Suerte (Whenever, Wherever)’, ‘Te Dejo, Madrid’, ‘Hips Don’t Lie’, ‘La Tortura’, ‘Loba’, ‘Waka Waka (This Time For Africa)’, ‘Loca’, ‘Chantaje’, ‘Me Enamoré’ o ‘La Bicicleta’. La cantante, que ha lanzado un total de 11 álbumes de estudio, y ha escrito al menos 100 frases dignas de aparecer en los libros de historia, permanece imputada por 6 delitos fiscales tras haber defraudado 14,5 millones de euros a Hacienda.

Con sede en Londres, Hipgnosis Songs Fund es una empresa dedicada a la inversión musical que, recientemente, ha adquirido derechos de los catálogos de Neil Young, Lindsey Buckingham de Fleetwood Mac, RZA o Red One, productor de los primeros álbumes de Lady Gaga. Su fundador es Merck Mercuriadis, un conocido ejecutivo muy conocido en la industria de la música por haber manejado a artistas como Beyoncé, Mary J. Blige, Elton John o Iron Maiden. Mercuriadis considera los «royalties» de canciones una «clase de activo» similar al oro, el petróleo o la plata pero más «estable» y, desde esa perspectiva, busca cambiar las reglas de la industria para hacerla más justa y equitativa. Uno de los co-fundadores de Hipgnosis es Nile Rodgers.

London Grammar capean el temporal en ‘Lose Your Head’

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A London Grammar les encanta sacar canciones para celebrar el Año Nuevo. En 2017 sorprendieron con la publicación de ‘Rooting for You’ el mismísimo 1 de enero, y este 2021 han esperado un poco más -pero poco más- para sacar otro sencillo. En este caso se trata de ‘Lose Your Head’, otro de los cortes que podremos encontrar en su nuevo álbum, que se llama ‘Californian Soil’ y sale el 9 de abril (ya no el 12 de febrero, se ha retrasado). Es el tercer avance del largo tras ‘Baby It’s You’ y la propia ‘Californian Soil’.

En los últimos tiempos nos estábamos acostumbrando a unos London Grammar que disfrutan de embadurnarse de una electrónica melancólica. ’Lose Your Head’, hoy nuestra “Canción del Día”, comienza como una canción clásica de la primera época del grupo, pero es curioso cómo, a medida que avanza, se va entregando a los sintetizadores de corte casi trance. Incluso parece influida por The Knife, aunque solo sea por los paisajes gélidos que podemos ver en su videoclip. Produce su colega George FitzGerald.

La cantante de la banda Hannah Reid ha dicho que esta canción “es sobre el poder y el control en las relaciones personales”, añadiendo que “la letra es bastante oscura, pero quería mostrar la canción con un tempo alto”. Aunque no parece el caso de este tema que habla de amor y desamor, el álbum de London Grammar hablará sobre la misoginia en la industria musical, lo cual quizá tenga algo que ver con lo que vemos en el vídeo: una lucha de Hannah sola contra una fuerte tormenta en el mar, en la que las olas están hechas de tela.

Lo mejor del mes:

Sesión de Control: de lo nuevo de Love of Lesbian y El Último Vecino a Sebastián Cortés

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Renovamos nuestra playlist dedicada al pop nacional y en castellano Sesión de Control con algunas de las novedades más suculentas editadas durante las últimas semanas. Para empezar, lo nuevo de El Último Vecino y ‘Barba esconde papada’, otro de los himnos hardcore repletos de mala leche y humor de Parqvesur. También briosas, lo que no se contradice con la sofisticación y la evanescencia pop, se muestran Zahara y Chica Sobresalto en ‘Adrenalina’.

Dos de cal y otra de arena. Hay alegría y melancolía tropical con Rels B reivindicando su patria chica (y a Serrat, de paso) en ‘Yo tengo un ángel’, neopsicodelia y pop luminoso de los 60 en ‘Rayos de sol’ de Unidad y armonía. Pero la peruana Dafne Castañeda sobrecoge con su relato sobre la depresión ‘Si alguien pregunta’. Para recuperar la sonrisa, los inigualables Chico y Chica regresan con ‘Panorama’, efectiva diatriba despechada. Las argentinas María Becerra y Cazzu se unen para reivindicar a la figura femenina fuerte y sensual, con un poco de tópico, en el trap lento de ‘Animal’.

El dream pop de baja fidelidad llega con Espineli y ‘Nébula’, bien regado de sonido urbano y de fantasía y ‘Desde la luna’ de Xenia. La melancolía de dormitorio desborda en ‘Si a ti te apetece’ de Stephen Please. En el ensoñamiento nos mantienen RVT y Maka con ‘Lejos de mí’, una balada flamenca clásica y sentida. También clásica suena la electrocumbia de Sebastián Cortés, ‘Solo me quieres cuando estás triste’. ‘Quítame’ de Brisa Fenoy se deja llevar por la sensualidad y el romanticismo de aire casi espacial. Sobre una base de guitarra española Babi desliza su añiñado ‘Amén’. Pero, para baladón, el ‘Carbón’ de Anaju, co-escrito por Zahara.

La luz da paso al desasosiego postpunk de Somos la herencia y ‘Un nuevo idioma’. Con otros mimbres, Iseo & Dodosound también relatan la desazón de la era pandémica en ‘Atrapada’. Otro tipo de desaliento, esta vez romántico y mordaz, se desliza por ‘En la frente’ de Comando Suzie.

El bloque de artistas ya consagrados lo abre Ramon Rodríguez, un habitual de esta playlist. Esta vez, con el regreso de los míticos Madee con ‘Hunting Party’. Otros clásicos, Love of Lesbian, guiñan el ojo a Héroes del Silencio en ‘Viaje épico hacia la nada’. Shinova siguen mostrando su indie recio en ‘Solo ruido’. Los Planetas recuperan su aliento más noventas en la sarcástica ‘El negacionista’. Y Dorian con Pimp Flaco crean un himno queer en ‘Dual’.

La lista se completa con temas nuevos de Eladio Carrión, el viral viaje alucinado (y espiritual) de ‘Too many drugs’ de Rigoberta Bandini, ‘En el chino de la esquina’ de Anne Lukin y el dúo de Aitana con Natalia Lancuza, ‘Cuando te fuiste’, uno de los temas más destacables de ’11 razones’.

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Lana del Rey cree que el «narcisismo» y no el «capitalismo» acabará con el mundo

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Lana del Rey presentó su nuevo single ‘Chemtrails Over the Country Club’, que titula su nuevo álbum, en el prestigioso programa de Annie Mac en la BBC. Sus declaraciones sobre Trump han resultado polémicas no sabemos si porque lo eran o porque el mundo tenía ganas de otra más tras su controvertida visión sobre el feminismo o sus comentarios sobre cantantes negras.

En este caso, sobre lo sucedido en el Capitolio cuando tenía que ratificarse la victoria de Joe Biden, pero miles de seguidores de Trump irrumpieron en el edificio en unas protestas que terminaron con 4 muertos, Lana del Rey ha declarado que Trump sufre «delirios de grandeza» y que cree que «no se encuentra bien». La cantante considera que el aún presidente es un «reflejo del gran problema de nuestro mundo, que no es el cambio climático, sino la sociopatía y el narcisismo». Añadía: «el narcisismo, no el capitalismo, va a matar el mundo».

Angustiada por que algunos medios sacasen de contexto sus palabras, Lana del Rey ha acudido a Twitter para invitar a la gente a escuchar la entrevista completa y ha añadido: “Me tomaré un momento para decir que lo que estaba diciendo en la BBC es que Trump está tan significativamente incapacitado que puede no saber lo que estaba haciendo gracias a su significativa ausencia de empatía y al problema a gran escala que tenemos con la sociopatía y el narcisismo en América”.

Continúa: “Voy a decir de nuevo que no me gusta que medios grandes saquen de contexto mis comentarios bien intencionados que, lo creáis o no, son liberales. Es de hecho sobre lo que canto muy a menudo. Es por lo que soy condenada. Escuchad la entrevista entera”. Podéis hacerlo en la web de la BBC.

Emilio Doménech considera ‘Melodrama’ de Lorde el disco perfecto

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Emilio Doménech ya era una persona conocida por muchos gracias a sus vídeos de Youtube publicados primero de manera independiente y después en el canal de de El País, en los que analiza noticias relacionadas con la cultura pop o la política o disemina su vida en Estados Unidos, donde reside desde hace varios años: ha vivido en Boston, donde estudió un máster, y actualmente reside en Nueva York. Sin embargo, el periodista ha terminado por convertirse en uno de los nombres más comentados de las últimas semanas gracias a su cobertura dinámica y fresca de las elecciones de Estados Unidos tanto desde su cuenta de Twitter como desde la web Newtral, sus retransmisiones en Twitch o mediante sus apariciones en el programa Al Rojo Vivo de LaSexta. Nanisimo nos descubre la música de su vida.

¿Tienes canción favorita de todos los tiempos o alguna que nunca jamás te haya dejado de acompañar?
Te diría alguna de The Beatles porque tengo muchas favoritas, pero me quedo con ‘Where Do The Children Play?’ de Cat Stevens.

¿Una canción que te haya obsesionado últimamente?
He escuchado mucho »tis the damn season’ de Taylor Swift. Me flipan las letras y melodías que ha encontrado Swift en esta nueva versión suya que estrenó con ‘folklore‘.

¿Alguna canción que asocies a un recuerdo infantil?
‘Top of The World’ de Carpenters. Mi padre nos ponía mucha música de los 60 y 70 cuando íbamos en coche a Benidorm. Ese trayecto era todo Carpenters, Beatles, Cat Stevens, Simon & Garfunkel y demás.

«En la adolescencia le daba mucho al rock británico de bandas como Radiohead»

¿Qué canción odias con toda tu alma?
He aprendido a odiar todo lo que sea Arctic Monkeys. No puedo. Me sacan de quicio.

¿Qué disco es el que más has escuchado últimamente?
EL ÚLTIMO TOUR DEL MUNDO‘ de Bad Bunny. Me encanta el reggeaton del último año. El ‘ENOC‘ de Ozuna también lo he escuchado mucho.

¿Qué disco marcó tu adolescencia?
Pues te diría algo de Radiohead o Muse, pero eso creo que fue más bien ya casi con la universidad. Con 14 o 15 escuché mucho pop-punk a lo Yellowcard. ¿Quizá ‘Ocean Avenue’ de ellos fue uno que escuché mucho?

¿Sigues comprando discos? En caso afirmativo, ¿cuál fue el último y en qué formato?
Los compro en iTunes. Si me gusta mucho uno después de haberlo escuchado por encima en Spotify, lo compro por iTunes porque la calidad de sonido es mejor y tengo buenos auriculares para disfrutar el salto desde el streaming.

¿Cuál es tu plataforma favorita para escuchar música ahora mismo? Por ejemplo, al margen de Spotify/Apple Music, ¿escuchas discos enteros en Youtube?
Nunca he usado YouTube para la música, pero admito que ahora para trabajar sí escucho mucho lo-fi a través de Discord. En mi comunidad (de Twitch) tenemos un bot llamado Groovy que nos va poniendo lo-fi beats mientras nos vemos los unos a los otros trabajar. Es como estar en una biblioteca virtual, jaja.

Iniciaste tu carrera de periodismo en Madrid. ¿Recuerdas alguna canción o disco que marcara esa época?
Yo en realidad empecé Aeronáutica. Y no me digas por qué pero en aquella época estaba OBSESIONADO con ‘Ultrasónica’ de Los Piratas, que en mi opinión es el mejor disco en español que jamás he escuchado. En aquella época también le daba mucho al rock alternativo, sobre todo a los británicos: Radiohead, Starsailor, Muse, Cajun Dance Party o Los Campesinos son algunos de ellos.

«El lo-fi se ha convertido en un habitual de mi vida, pese a que musicalmente tenga poco que decir»

Después te mudaste a Boston. ¿Qué música te acompañó en tus primeros días en esta ciudad?
Recuerdo como si fuera ayer el día en el que salió ‘Views‘ de Drake. Qué cancionazas tenía ese disco. ‘One Dance’, ‘Child’s Play’ y ‘Keep the Family Close’, así que recuerde.

Muchos te hemos visto comentando las elecciones en Twitch, con hip-hop lo-fi puesto de fondo. ¿Sueles escuchar esta música mientras trabajas, o más bien otra?
Sí, me ayuda muchísimo. Solía hacerlo al ritmo de bandas sonoras, pero al final me sacaban de lo que estaba haciendo. El lo-fi se ha convertido en un habitual de mi vida, pese a que musicalmente tenga poco que decir.

¿Qué opinas del supuesto revival del vinilo o peor aún, del cassette? ¿Es puro postureo o te interesa especialmente?
No tengo un tocadiscos, pero sí entiendo la pasión por el sonido tan específico que puedes encontrar de esos formatos. No creo que sea postureo, la verdad, pero tampoco me interesa.

¿Alguna actuación vocal que te guste en particular?
Mira, justo estaba pensando antes que alucino con Karen Carpenter cantando ‘Top of the World’. Qué cosa más salvaje lo suyo y qué historia tan trágica. Y por decir otra, soy un loco de Billie Holiday gracias al videojuego ‘Fallout’. Espectacular en hits como ‘Crazy He Calls Me’.

¿Tienes videoclip favorito o uno que te guste mucho?
‘Like I Love You’ de Justin Timberlake. Recuerdo estar loco con querer bailar y ser tan guay como Timberlake en ese videoclip (y poder así ligarme a la chica, jaja). ‘Cry Me A River’ también me encanta. Veía mucha MTV en mi adolescencia, así que te podría sacar muchos otros ejemplos.

¿Algún concierto que recuerdes con especial cariño?
Tampoco es que haya ido a muchos, pero recuerdo que mi hermana me llevó a ver Mägo de Oz cuando era un crío y me dio por escucharlos sin cesar. La pobre tuvo que aguantar aquello por mí pese a que no le gustaba nada. No debía de tener yo muchos amigos por entonces, jajaja.

«Estoy muy orgulloso de que año a año una de mis canciones más escuchadas es ‘Azul’ de Cristian Castro»

¿Alguna canción que, en algún momento, te haya avergonzado que te guste o no existe tal cosa como el “guilty-pleasure”?
En mi opinión, no debería existir el guilty-pleasure, pero dentro de ese concepto diré que estoy muy orgulloso de que año a año una de mis canciones más escuchadas es ‘Azul’ de Cristian Castro. Imprescindible ponerla en cualquier ocasión festiva en la que haga falta animar al personal. Conozco a pocas personas que no se sepan esa canción.

Eres fan del cine. ¿Alguna banda sonora que recomiendes?
Así recientes que considere que son de otro nivel, la de Trent Reznor y Atticus Ross para ‘La red social’. Y una para escuchar mucho y emocionarse, la de Hans Zimmer para Interstellar. Pero la mejor de todos los tiempos es ‘El señor de los anillos’. Ninguna que conozca ha construido mundos melódicos tan impresionantes como esa de Howard Shore. Ídolo absoluto.

¿Qué necesita una canción para ser perfecta?
¿Existe la canción perfecta? A mí me gusta que me transporten. Si una canción lo consigue al máximo nivel, estará más cerca de ser perfecta. Así recientes, te diría que ‘the last great american dynasty’ de Taylor Swift. Qué bien te lleva a esa casa y ese tiempo. Y luego está el álbum perfecto, que sé seguro que existe porque lo he escuchado miles de veces y no tiene ni un fallo: ‘Melodrama’ de Lorde.

Un remix que te haya vuelto loco.
Creo que esto no vale como remix, pero me he acordado y lo voy a decir: la versión de ‘Wish You Were Here’ de Pink Floyd que hicieron Sparklehorse y Thom Yorke. Parece que estén pegando pinceladas con los añadidos electrónicos.

‘Anyone’ de Justin Bieber: madura, elegante, emotiva… ¿o más bien sobada e insulsa?

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Parte de la redacción evalúa ‘Anyone’, el nuevo single de Justin Bieber:

«Justin Bieber sigue persiguiendo con ahínco la senda de la madurez. La cosa le salió regular en ‘Changes‘, así que prueba de nuevo con ‘Anyone’, esta vez con mejor fortuna. Con un ojo puesto en el ‘folklore’ de Taylor Swift y otro en el sonido ochentas tan en boga, Bieber nos entrega un pastiche… pero en el buen sentido. ‘Anyone’ arranca a lo Bon Iver, continúa por la senda del pop sofisticado, va bien cargada de épica, hay una explosión culminada por el redoble de ‘In the Air Tonight’, hace un guiño a la canción pop adulta de los setenta y su letra… Su letra no podría ser más manida y repleta de lugares comunes amorosos. ‘Anyone’ contiene todos los ingredientes para conseguir un single que podría ser anodino pero que, por extraño que parezca, funciona a la perfección. Los crescendos están donde tocan, los «You!» marcan a fuego la canción, el final culminante y emocionante… Incluso su propia desfachatez en coger y picotear por ahí sin ninguna vergüenza y mostrando las costuras es un punto a favor. Pero también es elegante y emotiva; todo hace de ‘Anyone’ un single de lo más disfrutable y que contiene mucha más chicha que los temas de ‘Changes’. No creo que Justin vuelva a pegar tanto como lo hizo con ‘Sorry’ y ‘Purpose’, pero parece que está encarrilando -ahora sí- bien su tránsito a la madurez. Y si abandonara el rollito «Héroe de la clase trabajadora», pues la jugada ya sería perfecta (y creíble)». Mireia Pería

«La nueva etapa discográfica de Justin Bieber ha empezado muy bien comercialmente, pero en lo artístico no puede resultar menos arriesgada. ¿De verdad un lavado de imagen tiene que sonar tan insulso? ¿Para esto está Scooter Braun, además de para no desaconsejar a Bieber que mendigue números 1 a través de sus redes sociales o se queje de sus nominaciones -inmerecidas- a los premios Grammy? El pop maximalista de ‘Anyone’ incorpora sonidos típicos del pop-rock de radiofórmula de los años 80, pero hasta ahí todo lo interesante que puede decirse sobre ella: en cuanto a melodía, composición e incluso interpretación es una de esas canciones que no nos cansamos de aborrecer cuando las publican OneRepublic, Maroon 5, Camila Cabello o P!nk, y a la producción le falta claramente algo de garra para convencernos de que es madura». Jordi Bardají

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‘Vete pal carajo’ desluce la entrada de ‘Anyone’ de Justin Bieber en España

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Como era de esperar en unas fechas tan tontas como son los primeros días de enero, ni una sola novedad aparece en todo el top 10 de las canciones más populares en España. El número 1 continúa siendo ‘Dakiti’ de Bad Bunny, el número 2 sigue siendo ‘Tú me dejaste de querer’ de C. Tangana y el número 3 sigue siendo ‘La noche de anoche’ de Bad Bunny y Rosalía, una canción que creías que estaba pasando desapercibida pero que en realidad ya es platino y parece que va a superar en popularidad a ’TKN’ con Travis Scott.

La entrada más fuerte es ‘Vete pal carajo’, un tema despechado de portada nada sutil que apareció hace más de un mes en el Youtube de DJ Nelson con Yan Block y Jay Wheeler, y que entra al puesto 39. Algo por debajo queda el remix de ’No te enamores’ con Milly, Farruko, Nio García, de nuevo Jay Wheeler y otros amigos. Es puesto 45 en España.

La lista de entradas se completa con ‘Anyone’ de Justin Bieber, que en nuestro país tiene que conformarse con el puesto 68 pese a la falta de competencia que supone salir al mercado un 1 de enero. La canción ha sido número 4 en Reino Unido y número 6 en Estados Unidos, y se mantiene fuerte días después en el global de Spotify (top 6), por lo que puede considerarse un éxito… pero fuera de nuestras fronteras.

‘Ritchie Sacramento’ y no ‘Ryuchi Sakamoto’ es lo nuevo de Mogwai

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Mogwai sacan un nuevo álbum el próximo 19 de febrero. Se llama ‘As the Love Continues’ y de él ya puedes escuchar un par de temas: el primer adelanto era el instrumental épico ‘Dry Fantasy’ y el nuevo es uno de esos temas con letra que aunque no lo parezca sí tienen los escoceses.

‘Ritchie Sacramento’ es su nombre y viene presentado junto a un vídeo que, como el resto de la discografía de los autores de ‘Come On Die Young’, juega con la idea de la ingravidez.

En una nota de prensa, el grupo explica que el nombre de este tema viene de la confusión de un/a amigo/a de la banda que tenía ciertas dificultades para pronunciar el nombre del artista de culto y compositor de bandas sonoras Ryuichi Sakamoto. La letra está inspirada en una historia de Silver Jews: de ahí viene la primera frase del tema, «rise crystal spear», de un día que David Berman lanzó una pala contra un coche deportivo cuando era estudiante. La canción de Mogwai está dedicada a todos los músicos amigos que nos han dejado a lo largo de los años. David Berman, últimamente conocido por su papel en Purple Mountains, fallecía a mediados de 2019. Ryuichi Sakamoto está vivo y tiene 68 años.

01 To the Bin My Friend, Tonight We Vacate Earth
02 Here We, Here We, Here We Go Forever
03 Dry Fantasy
04 Ritchie Sacramento
05 Drive the Nail
06 Fuck Off Money
07 Ceiling Granny
08 Midnight Flit
09 Pat Stains
10 Supposedly, We Were Nightmares
11 It’s What I Want to Do, Mum

Olivia Rodrigo deja atrás la factoría Disney y arrasa con ‘drivers license’

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La protagonista de hoy en nuestra sección «Revelación o timo» es una de esas artistas ya curtidas en la industria de la música a pesar de su insultante juventud. Olivia Rodrigo, que nació en 2003 y, por lo tanto, tiene 17 años, ya era una actriz conocida por su papel de Nini en la ficción ‘High School Musical: The Musical, The Series’ estrenada por los creadores de la famosa serie de películas de Disney Channel. Ella es por tanto un producto de Disney, o era, porque el single con el que ha inaugurado su carrera musical va por otros derroteros.

Y es que, si la intención de Olivia Rodrigo con ‘drivers license’ (¿los títulos escritos en minúscula pasarán de moda algún día? ¿Por favor?) era desligarse completamente de su imagen pre-adolescente para iniciar una etapa más adulta y comprensible por todo tipo de generaciones, desde luego está consiguiendo su propósito con este tema que se ha instalado directamente en el número 1 de los más escuchados en Spotify Global tras su lanzamiento el pasado 8 de enero, y cuyo videoclip ocupa actualmente el puesto 34 entre los más vistos de Youtube España. A la manera de Ariana Grande, que empezó en Nickedoleon para después pasar a la música pop, Olivia ya cuenta con una base de fans sólida entre el público joven gracias a sus pasos televisivos, la cual ha propiciado que su debut sea un éxito inmediato.

‘drivers license’ es una balada pop dramática que le debe mucho a Lorde en lo melódico e instrumental (el puente parece sacado de ‘Perfect Places‘) a pesar de que ella, de quien se reconoce fan, es de Taylor Swift: en su biografía de Spotify explica que es una «pedazo de swiftie». En lo vocal cabe pensar primero en el registro tímido de Julia Michaels, pero luego Olivia adopta el drama que hemos podido escuchar en canciones recientes de Camila Cabello o Lewis Capaldi para recordarnos de dónde viene. El co-productor de ‘Mercy’, Dan Nigro, quien ha participado, también como co-autor, en temas de gente tan dispar como Caroline Polachek (‘So Hot You’re Hurting My Feelings’), Empress Of (‘When I’m with Him’), Conan Gray (‘Maniac’) o Carly Rae Jepsen (‘When I Needed You’), es co-autor y productor principal de ‘drivers license’. Puede haber encontrado su gallina de los huevos de oro.

Si la madurez de Olivia llega acompañada de un carné de conducir, también lo hace con el corazón roto. La canción versa sobre un chico que ha dejado a la cantante por una «chica rubia» que le recuerda «todas las cosas por las que me siento insegura». «Me saqué el carné de conducir la semana pasada, como siempre habíamos hablado, para poder conducir hacia tu casa, pero hoy me he pasado por los suburbios, llorando porque tú no estabas» es el escenario con el que empieza este drama post-adolescente que precisamente podría haber salido de la pluma de la vieja Taylor Swift por su componente narrativo y visual.

Rels B / La Isla LP

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Entre los discos-sorpresa que nos ha dejado la Navidad, no solo hay que hablar de Taylor Swift o de Four Tet. Hagámoslo también de artistas nacionales como Rels B, realmente uno de los cantantes de pop –sorry, not sorry– más exitosos de nuestro país con 6,5 millones de oyentes en Spotify. Casi los mismos que Aitana, el doble que Rozalén y el triple que Pablo López, por compararle con algunos de los artistas que encontramos en el top 10 de ventas de esta Navidad.

‘La Isla’ no ha llegado a dicho top 10 por la ausencia de soporte físico, crucial en el período navideño, irrelevante en semanas venideras, pero sí al top 20, poniendo en relieve la relevancia del mallorquín, que hace un par de años decía que no le importaría retirarse, que solo se veía «un par de añitos más» en esto. Como a C. Tangana en su momento, parece que la proximidad de los 30 se le hace demasiado cuesta arriba.

Rels B no se ha retirado, pero los textos de ‘La Isla’ evidencian el hartazgo de la fama, la aversión al dinero, la búsqueda de la autenticidad… las cosas más importantes para él, Daniel Heredia, a día de hoy. El disco recibe su nombre del aislamiento que produce la popularidad y de cómo no puedes escapar de ella, aunque quieras: el primer tema se llama ‘La prisión’ por un motivo tan claro como la portada del álbum. «Tanta gente detrás de mí / Y yo me siento tan solo / Llevo un tiempo pensando en que / Lo mejor es dejar todo», dice la letra de manera explícita, después de haber revelado que «Esta fama ya ha cambiado a unos cuantos, pero no puede cambiarme a mí». A continuación ‘Yo tengo un ángel’, en la que se afronta el «qué dirán», plantea: «Ya te lo dije una vez, no tengo amigos, tengo hermanos / Y qué me importa el dinero si los tengo aquí a mi lado».

Musicalmente, la producción fiel a sus colegas Itchy & Buco juega con el dembow y los ritmos africanos como si nada hubiera pasado en los últimos 5 años, en concreto desde que arrasara ‘One Dance’ de Drake. ‘La Isla’ es mucho más interesante cuanto más se sumerge en los ritmos latinos tradicionales, cuando una canción se titula ‘Cumbia triste’, cuando el color de una guitarra eléctrica nos lleva a las manos de Santana, cuando la guitarra de Harto Rodríguez, que co-produce alguna canción, construye lo que se llama ‘La última canción’. En otros momentos, sobre todo en la segunda mitad del álbum, se cae demasiado a menudo en el modo «piloto automático», lo que incluye las colaboraciones de Morad y Kaydy Cain.

Pero tampoco hay que buscar ambición donde no había mayores intenciones. Hace poco Rels B compartía un texto en Instagram -su única publicación de la última semana- sobre el éxito de ‘La Isla’, indicando que son unas canciones que grabó «borracho», solo para él y sus amigos. En ese sentido, el disco sí cumple su cometido de hablarnos sobre su manera humilde de ver el mundo. Una en la que no se corta en citar a sus referentes, de J Balvin a Daddy Yankee, como hace ‘Lágrimas de cocodrilo’.

Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘La prisión’, ‘Yo tengo un ángel’, ‘Una cumbia triste’, ‘La última canción’
Te gustará si te gusta: Drake, el C. Tangana de ‘Ídolo’, los anteriores
Youtube: audio de ‘La prisión’

Los Reyes de la Navidad 2020 en las listas españolas… si es que los hubo

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Promusicae publica hoy la lista de los discos más vendidos en Reyes, obviamente una de las más importantes del año, pues Navidad es la época de mayor consumo. La institución española no revela ventas en ningún caso, a diferencia de sus homólogas anglosajonas, por lo que desconocemos datos, pero si la tendencia es similar a la vista en Reino Unido y Estados Unidos, hay que hablar de cifras realmente decepcionantes incluso en los primeros puestos de las listas.

Paul McCartney fue top 1 en Reino Unido con ‘McCartney III‘ en la semana de Santa Claus con poco más de 30.000 unidades vendidas. Y lo mismo podemos decir de la misma semana en Estados Unidos, donde Taylor Swift era número 1 con su último disco ‘evermore’ gracias a tan solo 159.000 copias. ¿Qué fue de aquella Taylor que vendía 1 millón en una semana? ¿Hace 5 años o 20 que Adele arrasó y batió récords con ’25’? Parece que entre lo habituados que estamos al streaming, y la covid-19, que deja muy pocas ganas de acercarse a una aglomerada tienda de discos -a las pocas que quedan-, lo de regalar discos por Navidad, que hasta hace poco aún dejaba números masivos aunque algunos no lo crean, puede haber pasado a la historia.

En todo caso, el top 10 español durante la Navidad nos deja una serie de nombres, todos ellos certificados como oro (y platino en los casos de Alborán y El Barrio, este último con un disco que salió hace un año), si bien las certificaciones en España aún se corresponden a distribución y no a venta real, por lo que nos quedamos casi igual de lo que estábamos.

Pablo Alborán ha sido el más vendedor de la Navidad con ‘Vértigo’, certificado como platino por la distribución de 40.000 copias en estas 4 semanas de vida. En el puesto 2 destacamos a Aitana con ’11 razones’, aunque solo sea por su juventud en un top 10 en el que aparecen nombres como Raphael; y en el número 3 hay que destacar a Antonio Orozco, pues es la subida más importante de la semana en número de copias con ‘Aviónica’.

En este festín de nombres españoles, hay que destacar la resistencia de dos nombres extranjeros, masculinos, veteranos y dedicados al mundo del rock: triunfa en España ‘Power Up’ de AC/DC, resistiendo en el puesto 8; y también ‘Letter to You’ de Bruce Springsteen, que sube al número 10. Quedan fuera del top 10 pero al menos están cerca ‘Fine Line’ de Harry Styles, subiendo al puesto 12; Taylor Swift con ‘evermore’ bajando al 15 y Dua Lipa con ‘Future Nostalgia’ manteniéndose en el puesto 17. La única entrada de la semana es la edición deluxe de ‘Brothers’ de Black Keys, en un tímido puesto 88. Así quedó el top 10 entre los días 1 y 7 de enero de 2021:

1.-Pablo Alborán / Vértigo
2.-Aitana / 11 razones
3.-Antonio Orozco / Aviónica
4.-Raphael / 6.0
5.-Vanesa Martín / Siete veces sí
6.-Pablo López / Unikornio – Once millones de versos después de ti
7.-Rozalén / El árbol y el bosque
8.-AC/DC / Power Up
9.-El Barrio / El danzar de las mariposas
10.-Bruce Springsteen / Letter to You

‘Un país para escucharlo’ retrató el «totum revolutum» que es Madrid

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Todos los que -con mucha razón- os estáis quejando de centralismo con motivo de la borrasca Filomena estáis de enhorabuena: ‘Un país para escucharlo‘ decidió volver anoche a La2 con un especial «Comunidad de Madrid», porque ya sabéis, Madrid es de todos. Madrid es España dentro de España. ¿Qué es Madrid si no es España? Obviamente grabado hace semanas o quizá meses, el programa conducido por Ariel Rot presentaba su tercera temporada proponiéndose no dejar un estilo por recorrer (esa cosa llamada electrónica, si acaso), con un guión que fue de menos a más.

Me explico: el programa comenzó con lo menos ajeno al prime time, esto es, una actuación y una entrevista a Dani Martín, según Ariel Rot aún por alcanzar la cumbre de su carrera (???), y terminó con algo tan raro que ni nosotros lo habríamos demandado: una colaboración entre Ana Curra (de Pegamoides y Parálisis Permanente, para despistados, despistadísimos) y Antifan, una de las nuevas voces del post-punk, realizando una versión conjunta de ‘Quiero ser santa’. Siempre interesante escuchar a Curra hablar de cómo tener formación académica era una rareza en el mundillo, o explicar por qué Bach y Mozart le parecen los verdaderos punks.

El tono poético del programa, temerario en su horario de emisión, que bordea la medianoche aunque sin sobrepasarla, sirvió también para que Rayden hablara de cómo rap y poesía estaban destinados a ser hermanos. El rapero de Alcalá de Henares, el único que presentarías a tu abuela -en cuanto se pase la covid-, cantó y mostró su habilidad para un roto y un descosido, co-liderando las entrevistas, impertérrito frente a los diversos invitados. Algunos más próximos a su discurso, como Frank T y Shainny desde Torrejón de Ardoz, esta última asegurando que no es que vea los géneros de otra manera por ser más joven, sino porque ha nacido después. Y otros más ajenos, como Molly de Hamlet, Leo Jiménez y Mero Mero. En un programa casi exento de humor en su búsqueda de la música más trascendente de cada lugar, ver cómo estos agitaban sus melenas (el que tenía) en un momento de la presentación de ‘El dilema’, fue de lo más entretenido. Además, los jevis dieron como siempre uno de los discursos más enriquecedores, reflexionando sobre por qué en España el rock se asocia a la izquierda a diferencia de lo que ocurre en otros países.

También estuvieron curiosas las actuaciones de Hinds haciendo una especie de mash-up de The Clash y Dover delante de Amparo Llanos, pero decantándose en este último caso por su hit más millennial, ‘Let Me Out’, y no por su era post-grunge; y Morgan, que como se encontraron rodando en Aranjuez siendo ellos de Las Rozas, decidieron versionar a sus colegas Rufus T. Firefly.

Siempre podremos argüir que «El Madrileño» faltó en el programa, como también PUTOCHINOMARICÓN, Carolina Durante, DORA o Pional, algunos de los cuales han aparecido en otros espacios de La2 incluso durante la misma noche, o en la edición que ‘Un país para escucharlo’ ya había dedicado a Madrid hace un par de años. Esta nueva sirvió más bien para retratar Madrid como un totum revolutum en el que lo mismo el rap es lo más que el indie ocupa portadas de las páginas de tendencias o el metal aguanta en el underground, caiga la nevada que caiga. En este revoltijo de estilos inconexos al otro lado de tu barrio, yo a quien de verdad eché de menos fue a Taburete.

El «casete de chistes» de Cachitos repasó la música pop hecha para reír

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Después de arrasar un año más con su especial Nochevieja, ‘Cachitos de hierro y cromo’ ha estrenado temporada en La2 con un programa dedicado a las «confluencias entre el humor y la música» o, en otras palabras, a esas canciones que han sido creadas con la intención de provocar unas cuantas risas.

Una lección que deja ‘Pop y risas’ es que el rock es el género musical más predispuesto a hacer humor. De la prehistórica ‘Carolina querida’ de Moncho Alpuente y Los Kwai a la existencia de una canción de Putochinomaricón llamada literalmente ‘Ojalá (te murieras)’, el programa atraviesa décadas y décadas de historia de la música pop hecha con el humor como prioridad. Dentro de esa historia caben tanto El Koala, icono del «humor de la España vaciada», como por supuesto Mojinos Eskozíos, un grupo que triunfó con su mezcla de «rock ‘n roll contundente, irreverancia, toneladas de carisma y unos estilismos que ha diseñado su peor enemigo». Por lo menos, reencontrarse con los raps «escuela Antonio Resines» de John Cobra sirve pare admitir que el «Chiki Chiki» de Rodolfo Chikilicuatre no estaba tan mal después de todo.

El enésimo repaso de «Cachitos» al Fondo Documental de TVE recuerda curiosidades como el delirio de Los Toreros Muertos y su ‘Billie Jean’ particular; aquella vez en que Pedro Almodóvar y Fabio McNamara parecieron el «verdadero Dúo Dinámico» cantando una canción llamada ‘Satana S.A.’; el canto atragantado de Emilio el Moro que sonaba en la época en que nadie cogía el coche para veranear «sin un casete de chistes en la guantera» (no hace tanto tiempo que esto dejó de hacerse), o la existencia de ese grupo de eurodance llamado Cartoons que parecía salido de una pesadilla vista en ‘La Máscara’.

Como demuestra ‘Pop y risas’, la música ha convertido a algunas cantantes en humoristas, y a algunos humoristas en cantantes. En el primer grupo entra la «vanguardia posmoderna» de gente como Ladilla Rusa o los ganadores olímpicos del subnopop, Ojete Calor; en el segundo, las peripecias televisivas de Lina Morgan o Las Hermanas Hurtado. El «electro-disgusting» es mencionado de pasada sin que el programa emita ningún vídeo de Las Bistecs de manera inexplicable, para acordarse más bien de grupos que llegaron antes que ellas como Los Directivos, los «Daft Punk del escorial»; o Las Diabéticas Aceleradas, el grupo del que salió La Terremoto de Alcorcón.

Dejando aparte al chiste de Virginia Díaz sobre el «órgano» reproductor de Johann Sebastian Bach, ‘Pop y risas’ demuestra a lo largo de una hora de vídeos y rótulos que, para hacer reír con el humor más bobo, y para reírse con él también, a menudo hace falta mucha inteligencia.

‘Chemtrails Over the Country Club’ es otra joya de Lana Del Rey

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Como se venía comentando durante los últimos días en nuestro foro de Lana del Rey, este lunes era el día elegido por la cantante para dar a conocer más detalles sobre su nuevo álbum, que recibe el nombre de ‘Chemtrails Over the Country Club’. La que veis bajo estas líneas es la portada oficial y también se ha compartido la contraportada dejando ver los títulos de las canciones nuevas. Existe una portada alternativa que está resultando menos polémica.

En el tracklist está ‘Let Me Love You Like a Woman‘, el single que salía el pasado mes de octubre quedando en el puesto 87 en las listas británicas, también un tema del que se había compartido un teaser titulado ‘Tulsa Jesus Freak’, y el corte titular del largo, que ha aparecido este mismo lunes en las plataformas de streaming y ya tiene videoclip marca de la casa. Pitchfork cree que ‘For Free’ puede ser una versión de Joni Mitchell que ya se había compartido. El álbum ha sido confirmado para el 19 de marzo.

‘Chemtrails Over the Country Club’ es otra canción en la que Lana Del Rey sigue mimando su fórmula para presentar lo que a todas luces es una tímida evolución de lo ofrecido en el disco anterior. Vienen a la mente temas como ‘the greatest’ o ‘Venice Bitch’ hasta el punto de que ‘Chemtrails Over the Country Club’ suena, por momentos, como lo habría hecho el segundo si hubiera tomado el camino más corto. La dulce melodía de ‘Chemtrails Over the Country Club’, producto de esa artesanía por la que Lana es conocida, se balancea a lo largo de la canción como si estuviera posada en una mecedora, la misma desde la que Lana observa los «estelas de los aviones que sobrevuelan el club de campo» en el que pasa un día cualquiera junto a su hermana.

Serena como un tranquilo día de verano, la canción celebra los pequeños momentos de la vida antes de concluir con una coda instrumental de ecos jazzy: «me encuentro contigo para tomar un café, nos reímos de cualquier cosa mientras el día de verano se enfría, es hermoso, LSD, la normalidad se posa sobre mí», canta Lana antes de sentenciar: «no estoy aburrida ni soy infeliz, sigo siendo una persona extraña y salvaje». Una canción típicamente Lana en todos los sentidos, pero en la que la artista halla otra joya que sumar a su repertorio.

Como recoge el NME con un pantallazo, Lana del Rey ha explicado en un comentario de Instagram que la gente que aparece en la portada son sus mejores amigas, como Valerie de México, Alex, Dakota Rain o Tatiana. En previsión de polémicas como las que ha tenido en el pasado, ha dicho que también hay gente «de color» en estas fotos, porque durante «los 11 años que lleva trabajando siempre ha sido inclusiva, sus mejores amigos son raperos y sus novios han sido raperos». Así queda el tracklist de ‘Chemtrails Over the Country Club’:

01 White Dress
02 Chemtrails Over the Country Club
03 Tulsa Jesus Freak
04 Let Me Love You Like a Woman
05 Wild at Heart
06 Dark But Just a Game
07 Not All Who Wander Are Lost
08 Yosemite
09 Breaking Up Slowly
10 Dance Till We Die
11 For Free

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Chico y Chica estrenan ‘Panorama’ y ‘Te acuerdas o no’

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Chico y Chica vuelven con nueva música hoy 12 de enero, tal y como habían prometido, con un par de temas nuevos llamados ‘Panorama’ y ‘Te acuerdas o no’ que ya están disponibles en las plataformas, y que el grupo agrupa bajo el título de «Música para coser». También puedes comentarlos en nuestros foros.

‘Panorama’ es el single principal que Chico y Chica publican hoy, y ‘Te acuerdas o no’ es su cara b. El primero se inclina hacia el baile pero desde la contención, adoptando un patrón rítmico de ecos tropicales que muy tímidamente recuerda al del reggaetón, para adornarlo de los típicos sonidos electro y 80s que caracteriza la obra de sus autores. El tema habla de «amoríos» y de tener un sitio en el mercado, en el «panorama», debatiéndose entre quedarse en casa «cosiendo» o «trasnochar». Alicia San Juan deja una toma vocal sensual, mientras José Luis Rebollo aparece en el puente para dejar grabado algo parecido a un rap.

En cuanto a ‘Te acuerdas o no’, se trata de un tema mucho más modesto y tranquilo, envolvente, en el que Chico y Chica hablan por encima de una base cercana al R&B futurista de una Jessy Lanza. La letra incluye desafíos como «te repites mucho para lo poco que te veo», «te voy a echar del futuro esta tarde» o «una cosa es la genética y otra las caras que pones por tu cuenta», mientras la instrumentación alcanza un punto de verdadero sofoco hacia el final, que hace pensar en las «slow jams» de R&B de los 80.

Los dos nuevos singles de Chico y Chica, editados como siempre a través de Austrohúngaro, llegan solo unos meses después de que el dúo bilbaíno estrenase ‘Mosquita muerta‘, su primer single desde que en 2017 lanzasen ‘Un, dos, tres, orgasmo’. Su últimos trabajos largos, ‘Notario‘ y ‘Los estudiosos‘, datan de 2016 y 2012, respectivamente. Su banda paralela 4 en Alicante también publicaba música a finales de 2019.

Playboi Carti / Whole Lotta Red

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Playboi Carti, además de uno de los jóvenes raperos más exitosos de Estados Unidos, es padre del hijo de Iggy Azalea. Ambos ya no son pareja porque ella le acusa a él de haberle sido infiel con otra mujer durante su embarazo y de perderse el nacimiento de su hijo por quedarse jugando a videojuegos con Lil Uzi Vert. También le recrimina no haber pasado el día de Navidad con su criatura al estar ocupado celebrando el lanzamiento de su nuevo disco, el cual veía la luz el mismo 25 de diciembre.

Si, por las declaraciones de Iggy Iggy Iggz, da la sensación de que Jordan Terrell Carter puede tener unos cuantos pájaros instalados en su cabeza, la escucha de ‘Whole Lotta Mood’ no ofrece una impresión demasiado diferente. El rapero es un icono del «mumble rap» o rap murmurado y sus versos parecen optar por la improvisación y la frescura más que por la artesanía de un texto pensado, mimado, lo cual no es ni mejor ni peor. Por otro lado, los beats sobre los que Jordan suele volcar sus raps suelen ser bastante duros e interesantes en cuanto a los sonidos y texturas que contienen. Por esta razón, el primer disco del artista, ‘Die Lit‘, publicado en 2018, recibió críticas excelentes. Sin embargo, en ‘Whola Lotta Red’, Playboi Carti eleva su propuesta a un nivel de rallada mental que está llamada a polarizar a sus seguidores.

A pesar de alcanzar la hora de duración y de contener una plantilla de productores y beatmakers diversa, ‘Whole Lotta Red’ es un trabajo consistente en su propuesta de raps repetitivos volcados sobre beats ultra-comprimidos y distorsionados que, cuando no parecen imitar el sonido de una motosierra (‘Rockstar Made’, ‘M3tamorphosis’), toman las típicas melodías de videojuego 8-bit de los 80 (‘No Sl33p’). Y lo de raps «repetitivos» no es un decir: Playboi es aficionado a rapear una única frase ad nauseam y a lo largo del disco lo demuestra con creces en temas como ‘No Sl33p’, en el que la frase «cuando me voy a dormir, pienso en el asesinato» busca instalarse en tu cerebro a golpe de martillo. El efecto de las frases multiplicadas puede ser hipnótico, como en ‘On That Time’, pero también poner muy nervioso, como en ‘New Tank’.

Las bases de ‘Whole Lotta Red’ alcanzan un nivel de suciedad e incomodidad que no suele escucharse tanto en el rap mainstream, y que contrastan con el extraño registro, bastante agudo e infantilizado, de Jordan. Estas pueden ser tan ásperas como la de ‘Rockstar Made’, que incorpora el sonido de unas cadenas a modo de percusión; o como la de ‘Slay3r’, un homenaje a la banda de trash metal del mismo nombre; pero también pueden abrirle una puerta a la melodía, como buscan los teclados electro de ‘Control’. La variedad sonora de ‘Whole Lotta Red’ hay que buscarla en los pequeños detalles, por ejemplo, en las melodías tenebrosas, muy Halloween, de ‘Vamp Anthem’; en los efluvios raveros de ‘New N3eon’ o en la colaboración de Justin Vernon de Bon Iver en la melódica pista final, de ecos soul.

Las mejores canciones de ‘Whole Lotta Red’ encuentran un buen equilibrio entre la agresividad de los beats y la idiosincrasia de Playboi Carti como rapero alérgico a las estructuras convencionales. En ‘Stop Breathing’, Jordan gruñe encima de sus propios «adlibs» y deja una referencia a MF Doom previa a su muerte, pero también convierte en adictivo gancho una frase tan siniestra como «desde que mi hermano murió, no he dejado de pensar en cometer un homicidio». En la dura ‘M3tamorphosis’, Jordan se ríe de aquellos que no le entienden cuando rapea y afirman que habla «cartinés»: «no me entienden, hablo en jeroglífico». Otro tema destacado es ‘Go2DaMoon’, pero no por la participación de Kanye West, sino por las melodías de violín que incorpora la producción.

En el peor de los casos, ‘Whole Lotta Red’ parece un disco de maquetas que a Playboi Carti se le ha olvidado terminar. La base de distorsión extrema de ‘Punk Monk’ está hecha para volar pestañas, pero sus versos parecen los típicos que los artistas graban antes de haber escrito la letra de una canción para que no les olvide la melodía. En muchos casos las bases de ‘Whole Lotta Red’ y las partes vocales de Playboi parecen ir completamente por separado: el flow que deja Jordan en ‘Rockstar Made’ no puede ser más arrítmico. Por esta razón, la repetición de frases a veces no parece una decisión artística, sino producto de cierta falta de imaginación, puesto que las letras, fijadas en la riqueza material, el sexo o la posesión de armas, no es que sean las más imaginativas del lugar. ¿Y no está el beat de ‘Not PLaying’ mal grabado hacia el final, con esos cortes que no vienen a cuento? Desde luego, el disco busca triturar cerebros de muchas maneras, no siempre para bien.

Calificación: 6,7/10
Lo mejor: ‘Stop Breathing’, ‘M3tamorphosis’, ‘Go2DaMoon’, ‘Control’, ‘Vamp Anthem’
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Youtube: audio de ‘Stop Breathing’