Macy Gray prepara nuevo álbum para este año junto a su nueva banda The California Jet Club, y el primer single ‘Thinking of You’ es una de las novedades que has podido escuchar esta semana en la playlist «Ready for the Weekend«, que cuenta ya con 4850 suscriptores. El disco de Macy Gray iba a salir originalmente en San Valentín según declaraciones de la artista a un medio americano, pero finalmente no ha sido así y su fecha de lanzamiento se desconoce por el momento.
El primer avance de este nuevo disco es un medio tiempo de R&B de corte acústico, en estilo cantautor, que cautiva por los detalles. En la letra, la artista canta sobre un amor que no se puede sacar de la cabeza. «Me gusta todo de ti, me motivas y creas mariposas en el estómago, abres puertas para mí, me tratas bien». Cuando Macy canta «estoy bebiendo y estoy pensando en ti», su coro replica «estoy pensando en ti también», y un efecto de sintetizador cósmico entra para imitar esa misma euforia. En un momento dado, el nuevo amor de Macy representa todo lo que existe a su alrededor: «veo que el mundo cambia, que es extraño, pero lo único que importa es que nos tenemos el uno al otro».
Como decimos, ‘Thinking of You’ no admite realmente influencias del pop contemporáneo, como las había en el anterior disco de Macy Gray, ‘Ruby‘, o en otros de sus trabajos, tan inspirados por el hip-hop, sino que se conforma con ser una preciosa balada atemporal en el estilo de Al Green, Minnie Riperton o el primer Michael Kiwanuka, si bien la canción desprende una serenidad que recuerda a los primeros trabajos de Corinne Bailey Rae. Por supuesto, en ‘Thinking of You’ predominan instrumentos orgánicos como la batería, la guitarra o el piano, el último de los cuales vive su pequeño momento de gloria en el puente.
En una entevista, Macy habla sobre ‘Thinking of You’, pero no entra demasiado en detalles. «Para mí, ‘Thinking of You’ trata sobre cuidar a las personas que tienes cerca. Creo que la interpretación pertenece a los oyentes y a los fans. Cuando escuchas una canción y te gusta, esta pasa a tener un significado especial para TI. Pero puede significar una cosa diferente para otra persona. Esa es la belleza del arte».
El vídeo de ‘Thinking of You’ ha sido rodado en una sola toma y está inspirado en películas como ‘Birdman’. Macy dice que este tipo de películas son sus favoritas.
El productor argentino Bizarrap lo ha petado últimamente con su sesión con Nathy Peluso, la número 36, que en Youtube supera los 200 millones de visualizaciones. Después han llegado colaboraciones con los raperos YSY A y L-Gante, en las que entre influencias del trap o la música latina, ha seguido indagando en su gusto por las bases de hip-hop agresivas. Bizarrap también ha aparecido recientemente en el disco de Duki, ‘Desde el fin del mundo’, en el tema ‘Malbec’. Por cierto, Bizarrap tiene hilo propio en los foros, donde puedes comentar todas sus novedades.
La nueva sesión de Bizarrap se ha estrenado esta noche y ha contado con la colaboración de la rapera mexicana Snow Tha Product. La artista se dio a conocer hace una década con su debut ‘Unorthodox’, editado en 2011; ha publicado una decena de mixtapes antes y después del lanzamiento de aquel disco y últimamente sus singles ‘Dale Gas’ y ‘Waste of Time’ han amasado millones de reproducciones en las plataformas de streaming. Este año, Snow Tha Product publica su segundo disco, ‘VALEMADRE’, que ha presentado con singles como ‘Confleis (No Soy Santa) o ‘Bilingüe’, pero que sigue sin fecha de lanzamiento confirmada.
Claudia Alexandra Madriz Meza es conocida por su flow espídico, del que hace gala en esta sesión que ya es número 1 de tendencias en Youtube, con 4 de millones de reproducciones en 10 horas. La rapera alterna el inglés y el español para espetar versos de empoderamiento que son un verdadero desafío para cualquiera que se los quiera aprender de memoria. Rapea que «en inglés o en español» ella lo peta y lo cierto es que su empleo del «Spanglish» está muy bien traído. Son especialmente sonoros versos como «Pop back up, esto no se acaba / Vengo con cholos en un pinche Impala / Beat yo ass, make yo bitch a piñata / Shoulda known better, I’m a michoacana».
La base de ‘Snow Tha Product: Bzrp Music Sessions, Vol 39’ -estos son los no-títulos de las canciones de Bizarrap- es parecida a la de la sesión con Nathy Peluso: los bajos gordos y distorsionados vuelven a hacer acto de presencia en esta grabación que, no obstante, incluye sorpresa final con un cambio de ritmo inesperado, que lleva el tema a la discoteca e incluso a los años 80, al hacer uso de melodías de sintetizador tipo videojuego de máquina recreativa.
Juan Joya Borja, el humorista más conocido como El Risitas, ha fallecido a los 65 años por complicaciones de la diabetes que padecía. Joya Borja ya había sido ingresado en septiembre, en el hospital de la Caridad de Sevilla, pero este miércoles ha sufrido una recaída y ha tenido que ser ingresado de urgencia en en el Hospital Virgen del Rocío, donde ha fallecido.
El Risitas es uno de los personajes humorísticos más conocidos de España desde principios del siglo, cuando apareció junto al presentador Jesús Quintero en programas de televisión como ‘El Vagamundo’, ‘Los Ratones Coloraos’, ‘El Loco de la Colina’ o ‘El Gatopardo’. Popularizó la coletilla «cuñaoooo», imitada por todos los rincones del país, y contagiaba sus ataques de risa a la audiencia, provocados por sus propios chistes o por las historias que contaba sobre su vida. «Te voy a contar una cosa que me pasó en el paro» es una de sus introducciones míticas, así como su historia sobre las veinte paelleras que se tragó el mar. Por supuesto, El Risitas era conocido por aparecer en pantalla con un único diente en la boca.
El humorista hizo sus pinitos en el cine de la mano de Santiago Segura en ‘Torrente 3: El protector dirigido’. Este ha sido una de las primeras personas en recordarle: «Su buen humor y su risa se hicieron conocidas en toda España tras sus apariciones en el programa de Jesús Quintero. Era un tipo entrañable». Y más adelante, Joya gozó de cierta popularidad internacional: llegó a protagonizar un anuncio de pizza finlandés y gracias a los montajes que creaba el público basados en sus divertidas intervenciones televisivas, se convirtió en un meme también para la extrema derecha francesa. Apple utilizó el vídeo de la paellera para presentar el MacBook en 2015.
Pensábamos que no iba a haber peor año que 2020 pero, en lo musical, 2021 no está siendo el año de las emociones. Más bien al contrario. Estamos a 28 de abril y no ha habido ningún ‘Anti‘, ningún ‘Lemonade‘, ningún ‘Blonde‘, ningún ‘Everything Now‘, ningún ‘Scorpio‘, ningún ‘25‘, ningún ‘El mal querer‘ (con alguna excepción en la música española que veremos más adelante). Ahora que la industria de la música está más o menos ajustada a las necesidades de la situación actual, los artistas grandes parecen resignados a esperar a que todo esto pase para tener al público de su lado. La vacunación sigue su curso y hasta que todo el mundo no esté vacunado, la asistencia a las giras no está garantizada. Qué digo la asistencia, la compra de entradas. Y sin giras, en muchos casos, tampoco hay discos.
¿Alguien se acuerda de cuando Drake iba a sacar disco… en enero? Después anunció que lo aplazaba, sin aventurarse a dar una fecha, pero a día de hoy el proyecto parece haberse quedado en un limbo. Y eso que el canadiense acaba de sacar un single que ha arrasado. Otro disco que sigue sin salir es el de Adele: los rumores lo dan por terminadísimo, pero la cantante ha dejado pasar la Navidad de 2020 y sigue sin mover ficha a día de hoy: su aparición en Saturday Night Live no pudo ser más random. Se oye hablar desde hace tiempo de los discos de Rihanna (existe un rumor según el cual sale este viernes 30 de abril), Lorde y Kendrick Lamar, pero ninguno ha considerado el primer trimestre de 2021 como idóneo para publicar sus respectivos lanzamientos por ahora. Ed Sheeran ha sido visto rodando un videoclip nuevo disfrazado de vampiro, lo que significa que en las próximas semanas puede anunciar algo, pero este mes ya no va a ser.
En comparación con 2020, los macrolanzamientos de 2021 están siendo más bien escasos. El año pasado, a estas alturas, ya habían salido los discos de Dua Lipa, The Weeknd y Lady Gaga, en plena pandemia o casi, y antes era Selena Gomez quien se adelantaba a ellas publicando ‘Rare‘ un 10 de enero. El mismo día que Halsey sacaba el suyo, un 17 de enero, Eminem decidía joderle el día con un disco sorpresa. Justin Bieber publicaba su disco -el primero desde ‘Purpose‘ nada menos- el Día de San Valentín, como Tame Impala. El primero de los tres discos publicados por Bad Bunny salió a finales de febrero y, más adelante, The 1975 editaron el suyo por fin después de mil aplazamientos. Eran los tiempos en que no se sabía que la pandemia iba a cambiar nuestras vidas y los artistas sacaban discos programados desde hacía meses para cuadrarlos con sus giras. Pero Dua y Gaga corrieron el riesgo: sus giras aún no han empezado, pero por lo menos han dejado escuchar sus discos. Ahora, parece que los artistas se lo piensan un poco más antes de darles salida.
Esto no quiere decir que no hayan salido discos importantes este año, pero da la sensación de que su repercusión está siendo menos significativa que en otras ocasiones. Justin Bieber se ha esperado un año para sacar ‘Justice‘, es decir, no ha dado tiempo para generar «hype», pero el disco es malo, ha vuelto a no ser ‘Purpose’ y su portada grita «no me compres, gracias» por los cuatro costados. Exactamente lo mismo que el de Lana Del Rey, un trabajo que sí ha gustado a la crítica, pero que ha pasado muchísimo más desapercibido que el anterior. Casi parece un pie de página de aquel. El nuevo -porque sí, hay nuevo- tiene pinta de que va a ser incluso peor. Nick Cave también ha publicado disco este año aunque algunos ya lo hayan olvidado, ¿pero dónde están los aplausos que recibió ‘Ghosteen‘? Se podría decir que la ausencia de giras hace que estos álbumes se olviden rápido, sobre todo si representan lanzamientos menores en las discografías de un artista.
De hecho, no solo de macrolanzamientos va la cosa. Ni siquiera parece haber demasiados discazos que llevarse a la boca a nivel de calidad. En España, por suerte, esto no es así: C. Tangana ha publicado un disco histórico que ha sido el más vendido del país durante semanas y semanas y lo seguirá siendo durante meses, Maria Arnal i Marcel Bagès se han consolidado con una obra notable que ha sido top 3 de ventas, y Zahara -ya os adelantamos ahora- lo ha vuelto a hacer. Pero Rosalía sigue sin mover ficha y la sensación general que da esta situación es que los discos gordos que han salido hasta ahora no son buenos y que los discos buenos de verdad todavía no están saliendo. Por ejemplo, los «Best New Music» recientes de Pitchfork realmente no están descubriendo a gente tipo The National, The Knife, Arcade Fire o Sufjan Stevens, artistas medio alternativos capaces de merendarse a la crítica con una obra maravillosa, sino que son más bien trabajos de rock, jazz o música experimental bastante extraños, como el de Floating Points con Pharoah Sanders, que pueden estar bien pero no son tan transversales como los de los artistas mencionados. ¿Y en serio el mejor disco de R&B del año es el de Jazmine Sullivan? ¿Dónde están Frank Ocean o Janet Jackson para arreglar este desaguisado?
La noticia de la semana en cuanto a lanzamientos, claro, la ha dado Billie Eilish: ha anunciado su disco. Vamos bien. Pero sale ¡¡el 30 de julio!! ¡¡Dentro de más de 3 meses!! Obviamente no se iba a pisar con el álbum de Olivia Rodrigo, que sale a finales de mayo, ¿pero era necesario colocarlo tan tarde? ¿Qué va a salir en los 14 viernes anteriores a esa fecha? Desde luego, el lanzamiento tardío de Billie da espacio de sobra para que Adele, Drake, Rihanna, Lorde, Kendrick o Beyoncé muevan ficha de una vez por todas. No sabemos qué decisiones se están tomando entre bambalinas y la fecha de Billie puede estar indicando que es ahora cuando vienen los lanzamientos gordos que hemos estado esperando. No obstante, esta demora de la industria puede provocar un apelotonamiento de lanzamientos en el segundo semestre que, quizá, deje poco espacio para que artistas más nuevos como Rosalía o Lorde puedan lanzar sus respectivos trabajos sin miedo a que un huracán Adele, un huracán Beyoncé o un huracán Ed Sheeran las embista. Veremos qué pasa en los próximos meses.
‘Save Your Tears’ dará la semana que viene un nuevo número 1 en el Billboard a The Weeknd gracias al remix que se ha hecho de la canción con la participación de Ariana Grande. Con el top 1 de ‘Save Your Tears’ ya serán tres los producidos por el disco ‘After Hours‘ después de ‘Heartless’ y por supuesto ‘Blinding Lights’, que llegó más tarde pero llegó, y a lo grande. Sin embargo, solo Ariana -y no Rosalía o Doja Cat- ha conseguido despertar verdadero interés por un remix de ‘After Hours’, suponemos que gracias a su base de fans, que se cuenta por los cientos y los cientos de millones.
A nivel personal, ‘Save Your Tears’ está siendo mi canción del año al menos por ahora, y eso que salió el pasado. Como hemos comentado, el tercer single de ‘After Hours’ presenta un sonido totalmente retro que recuerda a ‘Occulte persuasioni’ de Patty Bravo, es decir, a ese híbrido de pop-rock y new wave que se practicaba en los años 80, pero con el punto elegante y nocturno de sus admirados Chromatics o de la noruega Annie. La melodía de ‘Save Your Tears’, tan italiana, es maravillosa. Básicamente, tengo la canción grabada a fuego en el cerebro y simplemente no puedo parar de escucharla. Me parece una obra maestra y cualquier número uno que consiga es totalmente merecido. En España, por alguna razón, no la estamos haciendo mucho caso y todavía no ha entrado en todo el top 100 español, cuando sí lo ha hecho en muchos otros países europeos. Alemania y Francia están con ella a tope, pero nosotros no, nosotros no nos enteramos.
Así que aguardaba el remix de ‘Save Your Years’ con interés, pues Ariana no suele cantar en este tipo de producciones de synth-pop tan años 80, tan cargada de luces de neón y melancolía. Prefiere un R&B-pop cuco y blandito que está bien pero no es demasiado atrevido. El caso es que, a pesar de que el remix de ‘Blinding Lights’ con Rosalía me ha terminado gustando porque la voz de la catalana consigue llevar el drama de la canción a otro lugar, a pesar de las frases en «spanglish»; y el de Doja Cat tampoco está mal, el de Ariana no me convence en absoluto. Y la culpa es de ella.
Ariana tiene una voz espectacular, pero como ha demostrado en su mediocre último disco, ‘positions‘, que solo ha visto la luz porque nadie en su equipo se ha atrevido a decirle que es un tostón, está un poco obsesionada con cantarlo todo igual, como aireado, como si grabara las voces tumbada en una nube. ‘Save Your Tears’ cuenta la típica historia de The Weeknd: el canadiense ha conocido a una chica, esta se ha enamorado de él y cuando se ha querido dar cuenta, este ha huido porque no puede soportar el compromiso. «Te hice pensar que me quedaría por siempre, dije algunas cosas que no debería haber dicho» es una de las frases de esta canción. «No sé por qué huyo» es la plegaria de The Weeknd, quien también tiene el corazón roto por la chica, porque ahora no le hace caso.
Como es obvio, ‘Save Your Tears’ es una composición perfecta para convertir en dueto chico-chica. Y Ariana ha sido la escogida para interpretar esa réplica: «te conocí bajo una luna de Piscis, mantuve la distancia porque sé que no te gusta verme con otras personas, no lo pude evitar, te hice pasar un infierno». Pero la actuación vocal de Ariana no pega nada en la grabación: el sonido de ‘Save Your Tears’, y la voz de Abel, emiten una frialdad medio apática que choca con la calidez de la voz de Ariana y, ella, que a veces le da por cantar como si imitara las sílabas arrastradas de Britney Spears (el «vocal fry»), suena más concentrada en gozar de sus propias cualidades vocales, que de aportar algo realmente interesante a la canción. Y aunque el top 1 será merecidísimo porque ‘Save Your Tears’ lo vale, el tema también merecía una cantante invitada más apta para lo que su historia cuenta.
Entre las promos más imaginativas (y desconocidas) de los tiempos de pandemia, el concierto en Bilbao con que se celebraba el 18º cumpleaños de Maren en 2020 para en principio para la prensa de todo el país, más bien ante la local al final debido a las restricciones. En cualquier caso, tal era la confianza de Hook Management, promotora de Izal, Miss Caffeina y Varry Brava, entre otros, en el talento de la joven cantante popularizada en La Voz Kids. ‘Margaritas y lavanda’ es ahora ya el debut de Maren, que no debe confundirse con otra artista que emergía hace unos años con un nombre similar, Marem Ladson.
Las canciones de ‘Margaritas y lavanda’ ganan puntos por su carácter abstracto y por su imaginación, evitando frecuentemente la típica historia de amor adolescente. En su lugar, tienden a hablar de la inseguridad, de bordear la popularidad y de no atreverse a dar «el paso a» sin excesivos dramatismos, de manera enriquecedora. Es el caso de ‘Cualquier cosa que diga yo’, una producción pop de poso 60’s que dice cosas como «vamos a darles motivos para que piensen que estoy mejor», en contraposición a otro sujeto («Y tú cada día estás mejor, qué suerte ser imparable»). Y también de ‘Debería ser normal’, un tema muy pizpireto en sus cuerdas sintetizadas, donde oímos consignas pesadillescas sobre la frustración, como «creo que me van a adelantar, pero es que mis piernas no pueden pedalear».
Carlos Dueñas y Reys, que no es otra cosa que el proyecto en solitario de Sergio Sastre de Miss Caffeina, que acaba de debutar con este sobrenombre, se encargan de producir este álbum que supuestamente se inspira en Jane Birkin y Françoise Hardy, pero que más bien nos lleva a territorios dream pop, indie pop e incluso al rock psicodélico por la vía de The Doors. ‘Fotosíntesis’, por ejemplo, es una de las producciones más complejas, con momentos bellos en contraste con guitarras en modo quintas y guiños tarantinescos. En ese sentido, estamos ante un álbum en cierto modo bastante impredecible, con solo un par de peros.
En la línea de evitar los clichés adolescentes, Maren se apunta un tanto comenzando su debut con un tema tan abierto a las interpretaciones como ‘Margarette, todos lloran por ti’, con vídeo de boda (o «no boda») ilustrativo. Sin embargo, es un tanto extraño que su declaración de intenciones justo no haya sido en solitario, sino en colaboración con Anni B Sweet, que no cuenta con un registro tan diferente al suyo, por lo que no resulta tan necesaria después de todo para abrir lo que es el primer disco de esta artista. Por otro, un exceso de gorgorito en perjuicio de la dicción que nubla un poco el mensaje detrás de ‘Un sitio que tenga sol’ y ‘Aeropuerto’, en un tramo medio que parece entregarse a territorios americanos por la vía de Hope Sandoval (o Lana del Rey, para los más jóvenes).
Curiosamente, se han reservado las dos mejores canciones de Maren para los dos últimos lugares: habrá quien quizá no llegue hasta ellas tras dicho tramo medio, la (bonita) balada ‘El día que bajé las escaleras’ (que se considera su canción más personal) y un tema que se ha incluido en vasco. Después de todo eso, como si esto fuera el debut de un/a autor/a que ya no se identifica del todo con sus momentos más pop, llegan las dos joyas de la corona casi a modo de bonus track: aquel viral que, de puro agresivo, se llamó ‘Te invito a mi piscina (para matarte)‘ (en la estela de ‘Babies’ de Pulp) y la genial ‘La estación espacial de Teruel’, en la que encontramos conexiones con La Casa Azul y el resto del catálogo Elefant, abandonada al final de la secuencia, quizá porque no es finalmente su tema más representativo… o quizá porque sigue siendo su momento más catárquico, y por tanto adecuado como colofón.
Anita Lane, una de las integrantes originales de The Birthday Party y, después, de los Bad Seeds junto a Nick Cave, ha muerto, confirman medios como The Line of Best Fit o Louder than War. Aunque no se conoce con exactitud el día de nacimiento de Anita, este se sitúa en torno al año 1959, por lo que la artista tenía 61 o 62 años en el momento de su fallecimiento.
Nacida en Melbourne, Anita conoció a Nick Cave en 1977 y, junto a los otros miembros de la banda, como su compañero de clase Rowland S. Howard, formaron The Birthday Party. La cantante y compositora australiana fue co-autora de ‘A Dead Song’ (de su primer disco ‘Prayers on Fire’, 1981), ‘Dead Joe’ y ‘Kiss Me Black’ (del segundo ‘Junkyards’, 1982) y más adelante co-escribió ‘From Here to Eternity’, el tema que titula el álbum debut de Nick Cave & the Bad Seeds.
Después de que Nick Cave & the Bad Seeds lanzaran su primer álbum de estudio, Anita dejó el grupo, pero colaboró con él de manera ocasional en los años siguientes: co-escribió ‘Stranger than Kindness’ del disco ‘Your Funeral… My Trial’ de 1986, y llegó a cantar con Kylie Minogue y con Shane MacGowan en la versión de Bob Dylan ‘Death Is not the End’ que cierra el histórico ‘Murder Ballads’ de 1996.
Una vez terminada su etapa con The Birthday Party y Nick Cave & the Bad Seeds, Anita colaboró sobre todo haciendo coros con artistas y grupos alemanes como Einstürzende Neubauten, Gudrun Gut o Die Haut y además publicó un par de álbumes en solitario: ‘Dirty Pearl’, de 1993 y ‘Sex O’ Clock’, de 2001, el cual se cerraba con una preciosa versión de ‘Bella Ciao’. Asimismo, la cantante y compositora participó en dos discos tributo a Serge Gainsbourg: ‘Intoxicated Man’, de 1995, y ‘Pink Elephants’, de 1997.
A menudo, las personas con tendencia a la depresión o a la eterna melancolía se buscan una excusa para sentirse mal. Durante un instante su pensamiento bien puede ser «¿por qué me tenía que sentir mal? ¿qué me pasó ayer?».
Doble Pletina tratan de huir de esa concepción negativa de la vida en una canción nueva que se llama de manera muy ilustrativa ‘Algo de lo que me pueda quejar’ y que en casi cada una de sus frases apela a ese estado: «lo que merezco es estar mal», «soy capaz de encontrar una razón de desconsuelo, un nuevo pretexto para llorar», y así.
Aunque parezca mentira, ‘Algo de lo que me pueda quejar’ presenta una comedia musical independiente protagonizada por ellos mismos, de lo que se desprende cierta intención autoparódica. La película se llama ‘Stop’, ha sido dirigida por Stanley Sunday, de sobra conocido por su vinculación con el mundo del pop, sobre todo dirigiendo videoclips de gente como Fangoria, y habla de crisis vital y de drama: «Doble Pletina encuentran el libro de autoayuda perfecto para salir de una situación que les condena a escribir canciones tristes».
‘Algo de lo que me pueda quejar’, nuestra «Canción del Día» para este miércoles, es un tema en el que los autores del notable ‘De lo concreto a lo general‘ huyen de la tristeza perenne para abrazar la estabilidad, o al menos intentarlo. Laura Antolín entona este medio tiempo con templanza, sabiduría -también con un poso melancólico-, sobre una sutil producción de sus amigos de Hidrogenesse, que en lugar de entregarse a los sintetizadores de una época concreta, consigue flotar en el tiempo.
Como su inolvidable ‘Música para cerrar las discotecas‘ (que se acerca al millón de streamings), el nuevo single es válido para generaciones pasadas (en este caso porque esa especie de flautas remiten a los primeros años 70) y venideras, que lamentablemente también entenderán esta canción a la primera. La película se estrena el 1 de mayo en el D’A Film Festival.
Britney Spears comparecerá ante un tribunal el próximo 23 de junio a las 13.30 horas (horario de la costa oeste estadounidense) para hablar del caso de su tutela, sobre la que tanto se ha oído hablar en los últimos tiempos a raíz del documental ‘Framing Britney Spears’. La defensa de Britney así lo había pedido, y así lo ha concedido la jueza Brenda Penny.
Corría el pasado mes de noviembre cuando un juez rechazó quitar la custodia de Britney a su padre, que se lleva encargando de las cuentas y la carrera de la artista desde 2008. Un año después de que la cantante ocupara la portada de todos los periódicos por raparse la cabeza en la era ‘Blackout’. El abogado Samuel D. Ingham III ha alegado en meses recientes que Britney tiene miedo de su padre y que no va a volver a actuar mientras este continúe al mando de su carrera, por lo que se había solicitado esta vista que ha sido concedida.
Britney ha declarado después de ver el documental sobre su carrera que “ha llorado durante 2 semanas”. Como recoge Reuters, es muy excepcional que la cantante hable en este tipo de vistas judiciales, por lo que se considera que podría ser un punto de inflexión. Uno de sus seguidores ha dicho a las puertas del tribunal que “es la primera vez en 13 años que vamos a oír algún tipo de palabra por parte de Britney sobre su custodia y eso es lo más importante para mí”.
Estábamos degustando casi que por primera vez su último álbum, llamado ‘Chemtrails Over the Country Club‘, cuando Lana del Rey indicaba que lanzaría otra cosa llamada ‘Rock Candy Sweet’ de cara al 1 de junio. Y cuando no hemos llegado a esa fecha todavía, la cantante ha anunciado otra cosa llamada ‘Blue Banisters’ de cara al 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos. Algo que ya había avanzado con otro «teaser» hace unos días. Polydor ha confirmado finalmente que se trata de un nuevo álbum de estudio de la artista.
Tanto en el caso de ‘Rock Candy Sweet’ como en el de ‘Blue Banisters’, la prensa internacional había interpretado que Lana del Rey estaba anunciando sendos nuevos álbumes, lo cual es bastante marciano, ya no sólo porque ‘Chemtrails Over the Country Club’ tenga tan sólo un mes de vida y Lana del Rey quizá debería estar promocionándolo, sino porque el 1 de junio es martes, el 4 de julio es domingo y los discos hoy en día se publican los viernes. Vale que Lana ya no sea esclava de las radios, playlists y listas de éxitos… ¿pero esto no es pasarse?
En estos momentos, el desconcierto es máximo entre los seguidores de la cantante, que no saben si estamos ante el mismo álbum cambiado de nombre, un single y un álbum, dos proyectos distintos o, en alguno de los casos, el disco de versiones de música country que ha venido preparando y que alguna vez ha comentado. Un forero de Popjustice cree que ‘Rock Candy Sweet’ puede ser un disco que grabó el pasado verano y ‘Blue Banisters’ el de country, lo cual tendría sentido pues sale el 4 de julio y es un disco de versiones. Sin embargo, cuando Lana anunciaba ‘Rock Candy Sweet’, lo hacía con una portada en la que usaba exactamente el mismo selfie que aparece en la portada de ‘Blue Banisters’, por lo que ambos discos podrían ser el mismo. Visita el foro de Lana del Rey para el debate.
Billie Eilish ha compartido en sus redes sociales un avance de un nuevo tema que saldrá esta semana bajo el nombre de ‘Happier than Ever’. Como informaba Variety, se ha confirmado que este sería también el título del segundo disco de la cantante, que saldrá el 30 de julio según avanzaban varios pósters que han aparecido por algunas ciudades como Londres, y se ha confirmado luego. El tracklist del mismo avanza que incluirá un par de los temas que hemos venido conociendo durante los últimos tiempos, ‘My Future’ y ‘Therefore I Am‘, aunque no ‘everything I wanted’ que queda quizá demasiado lejano.
1. Getting Older
2. I Didn’t Change My Number
3. Billie Bossa Nova
4. My Future
5. Oxytocin
6. GOLDWING
7. Lost Cause
8. Halley’s Comet
9. Not My Responsibility
10. OverHeated
11. Everybody Dies
12. Your Power
13. NDA
14. Therefore I Am
15. Happier Than Ever
16. Male Fantasy
En el avance del single que oiremos esta semana vemos a la cantante con su nuevo look de rubia, con el que batía récords de «me gusta» en Instagram hace unas semanas. ‘Happier than Ever’ será por tanto el corte tiular del esperado segundo álbum de la cantante tras el absoluto pelotazo dado por su debut, que ganaba el Grammy a Álbum del Año y vendía 5 millones de unidades.
Si nos guiamos por el sonido del «teaser», ‘Happier than Ever’ podría ser una de las canciones más clásicas de la artista, en algún lugar cercano a la excelente ‘my future’, la preciosa ‘i love you’ o la simpática ‘wish you were gay’; lejos de la oscuridad de un ‘bad guy’ y de la propia ‘Therefore I Am’. Pero esto es solo un teaser de momento y cualquier cosa podría cambiar cuando escuchemos la versión completa.
En estos días de entrevistas por Zoom, me alegra poder reunirme con Love of Lesbian en un estudio de Barcelona para hablar cara a cara sobre su recién publicado nuevo disco, ‘V.E.H.N. (Viaje épico hacia la nada)’. El grupo viene de tocar para casi 5.000 personas en el Palau Sant Jordi, en un concierto histórico realizado a modo de experimento social mientras continúa la pandemia y, sumándole a este concierto la salida de su disco, tiene bastante que contar. Santi Balmes, Julián Saldarriaga y Uri Bonet (faltan Jordi Roig y Ricky Falkner) me reciben después de haberme sometido a la PCR de rigor y la entrevista coge ritmo en cuanto Santi vuelve al estudio después de salir a la calle para fumarse un cigarro.
¿Qué os pasaba por la cabeza antes del concierto masivo?
Julián: «Cuando nos llegó la propuesta nos asustó un poco, conocíamos el experimento previo de la Sala Apolo y sabíamos que había salido bien, pero teníamos miedo de dar ese paso de 500 a 5.000. No queríamos ser conejillos de indias, le dimos muchas vueltas… El primer día de primeras fue un «no», porque íbamos a empezar la gira, estábamos a punto de sacar el disco e íbamos a dinamitar la estrategia que estábamos planeando, porque el disco iba a salir primero en marzo, después se aplazó a octubre y después a abril. Pero al final vimos que estaba todo muy bien atado en todos los aspectos, y entonces nos comprometimos a hacerlo lo mejor posible. Al final el disco habla de ser valiente y dar pasos y entendimos que, mejor que quedarse en casa a esperar que alguien solucione el problema, es ser parte de la solución. Estábamos siendo coherentes con la temática del disco: no quedarse estancado en el miedo y ser parte del cambio».
¿Cómo recordáis los minutos antes y después?
Uri: «Fueron días muy intensos. Llegamos dos días antes al Palau, hacía año y medio que no tocábamos y que no veíamos a los músicos, y lo que hubiéramos hecho normalmente en dos o tres semanas lo tuvimos que hacer en dos tardes en el Sant Jordi. Pasamos de 0 a 300 en muy poco tiempo».
Julián: «Nos sorprendió que el público llegó con mucho tiempo, de fondo sonaba ‘Revolver’ de los Beatles y la gente cantaba las canciones como si fuera un grupo telonero. Se notaba la electricidad que había. Se emitían unos vídeos de la comunidad científica y la gente los jaleaba como si fueran estrellas del rock. Al día después estábamos en las nubes».
Santi: «El disco es una crítica -y también una autocrítica- a una sociedad que está en un punto enfermizo»
(Santi vuelve de fumarse un cigarro) Santi, no sé si quieres añadir algo con respecto al concierto.
Santi: «Tengo que asimilarlo aún, el embudo está a medio vaciar. Yo no proceso las cosas al instante, necesito un tiempo. En muchos casos, hacer canciones es mi manera de hacer una sinopsis emocional de lo sucedido. El concierto trascendía a nosotros, era tanta la responsabilidad y era tanta la sensación de que era un momento histórico que realmente no estábamos preparados… Yo, sobre todo, estaba preocupado por que la gente no se quitara las mascarillas y eso no diera pie a una foto capciosa, que en tiempos de las redes sociales, eso te puede hundir. El público se comportó de manera excepcional».
Habéis dicho que ‘V.E.H.N.’ es vuestro disco «más de protesta», pero en realidad es bastante reflexivo y personal. ¿Contra qué protestáis exactamente?
Santi: «Contra el ruido de fondo que intoxica tu manera de pensar, o que refuerza ciertas ideas… A veces has creado unos criterios de búsqueda de según que temas o personas de los que ya no sales, y solo consigues reafirmarte en tus ideas, en tus odios y en tus «haterismos» y en extremar todo eso. El disco es una crítica -y también una autocrítica- a una sociedad que está en un punto enfermizo, que se engancha a series pero hace un tuit y ya se piensa que esta haciendo la revolución».
Julián: «Cuando eres pequeño tienes la idea de que la gente mayor es la que tiene la capacidad de liderar el mundo, pero luego te das cuenta de que eso no es verdad. Hay muchos incompetentes en posiciones de poder. También da rabia cuando piensas diferente, vistes diferente… y eso se critica o se señala con muy mala baba, desde el anonimato de las redes. «V.E.H.N.» no es un disco protesta pero sí habla sobre sacudirte las malas pulgas que te genera un ambiente como el de ahora, tanto aquí como afuera».
Santi: «A veces se busca más el golpe de efecto que (una buena) gestión, sobre todo la derecha más vociferante que le da al populismo, y que solo busca contentar a los suyos con movidas muy extrañas que solo enrarecen el ambiente y que a la práctica no nos llevan a atajar los problemas. Es todo ruido. Nosotros podemos hablar de lo que nos indigna, pero nuestro territorio es el emocional, y ahí es donde nos sentimos fuertes, y eso es transversal y trasciende cualquier ideología».
Julián: «Nuestra generación de bandas y las que han venido después intenta no meterse en fregados para caer bien a todo el mundo»
En ‘Eterna revolución’ mencionáis «Barbaria», el «blanqueamiento del racismo», etc. Este tema es muy importante dentro de vuestro discurso.
Santi: «‘Eterna revolución’ pretende llamar la atención a lo fácil que cala el discurso de señalar a los enemigos. Da la sensación de que hay parte de la sociedad que necesita odiar algo y que necesita odiar algo en concreto, no les puedes decir que la situación es más compleja de lo que creen…»
¿Visteis ‘Lo de Bosé‘?
Santi: «Es complicado… Yo acepto lo que dice y ya está pero no le doy ninguna importancia. El problema está en sobredimensionar la cosa. Que Miguel Bosé sea mediático no significa que sea experto en todo. A veces intentas ver nexos en común pero es todo vacuo… ¡24 horas hablando de Bosé! Y al día siguiente estamos con otro trending topic. Es todo un absurdo que sirve para rellenar vacíos estúpidos».
Julián: «Tampoco es nuevo, a Soziedad Alkoholika les han vetado en varios sitios, Loquillo también se ha quejado… Es difícil en la actualidad tener una opinión contraria y no salir indemne. Yo procuro no ser equidistante pero, por otro lado, parece que ese perfil «bienqueda», tan odioso, es al final el que te permite desarrollar su trabajo libremente. Cuando te dicen, como músico, que no te metas en política yo pienso: ¿cómo seria decirle eso a Bob Marley o a Bob Dylan? Nuestra generación de bandas y las que han venido después intenta no meterse en fregados para caer bien a todo el mundo».
Santi: «No digo que haya que coartarse, nosotros haríamos las cosas de la misma manera (en cualquier otra circunstancia) porque no nos gusta el mal gusto, pero a veces te censuras cuando te salen las mejores metáforas para burlar eso. Algo que seguramente el trovador también hacía en la edad media… La autocensura es lo peor que le puede pasar al mundo de la creación. Tampoco hace falta estar opinando continuamente sobre todo. Hay gente que da la sensación que hace menos novelas de las que debería estar haciendo porque pasa demasiado tiempo en Twitter. Y debería ser lo contrario, permanecer aislado el mayor tiempo posible de las redes porque lo único que hacen es enfermarte».
En ‘Crisálida’ decís que la especie humana se debería extinguir. Os iba a preguntar si sois pesimistas con respecto al futuro de la humanidad, pero me parece que no mucho.
Julián: «Los seres humanos nos tenemos en demasiado buen concepto y el mundo no va a desaparecer cuando nosotros muramos. Somos una especie más, por mucho que temamos el fin del mundo por el cambio climático, si desaparecemos la vida a seguir».
¿Habéis visto ‘Cosmos’?
Julián: «Sí, esa serie lo deja todo muy claro».
Decís que habéis entrado a grabar mas limpios mentalmente, que habéis madurado. ¿En qué sentido?
Julián: «La madurez no es un tanto que nos podamos apuntar nosotros, pero con el tiempo hemos aprendido a pulir errores. Por ejemplo, antes pensábamos que, cuanto más pistas metíamos en una canción, mejor iba a ser, pero luego te das cuenta de que no es así. Con este disco hemos intentado no suplir esas carencias con mas música, mas detalles, y eso nos ha permitido ir más a la síntesis, que es un ejercicio más complicado, de desaprender».
Santi: «Es un ejercicio de discriminación muy sano. Es como escribir, te pasas días editando, escribes una página que te encanta y la tienes que eliminar porque no encaja con el resto del libro… A veces te conviertes en una especie de exterminador de ti mismo».
Santi: «Los seres humanos nos coartamos porque vivimos como autómatas, mucho más de lo que pensamos»
¿De dónde viene la necesidad de ser mas «contundentes» en este disco? ¿Os habéis cansado de hacer disco conceptuales?
Santi: Bueno… no creo que sean conceptuales, creo que son discos que tienen una temática, unas palabras y unos conceptos obsesivos que se corresponden con las preocupaciones que hemos tenido en los últimos años. Eso se termina englobando en lo conceptual. Que tampoco pasaría nada si lo fueran, que a veces parece que los discos conceptuales están un poco denostados porque parecen muy ampulosos…»
Uri: «Lo que sí es cierto es que hacemos obras completas. Quizá no son conceptuales pero sí tienen sentido como unidad».
¿’Viento de oeste’ y ‘El paso’ están relacionadas? La primera parece hablar de una crisis de inspiración, y la segunda de un reencuentro con esta.
Santi: «‘Viento de oeste’ es un recordatorio de lo que tiene que ser esto de la creación, que es un proceso espontáneo y que, en una vida marcada por la rutina, puede ser poco creativo. A menudo tienes que buscar diferentes maneras de afrontar el proceso compositivo, no ir siempre por los mismos caminos. «Tocar» en inglés es «play», en francés es «jouer»: tiene un significado más lúdico. A partir de esta información hay que buscar nuevos caminos. (En cuanto a la frase «algo en ti grita cambia de vida») ¿Qué pasaría si empezara a hablar con este anciano que está solo para que este me explicara una historia? Los seres humanos nos coartamos porque vivimos como autómatas, mucho más de lo que pensamos. A veces pienso: cómo molaría dejarte llevar durante un año entero, como una especie de animal… Te cambiaría la vida. ¿A cuánta gente conocerías? Y ‘El paso’ es un ejercicio de «auto-tranquilidad», un recordatorio de que vamos bien, de que después de toda la matraca emocional que nos hemos pegado, hemos llegado a nuestro destino».
El disco vuelve a hacer uso del humor. Siendo tan personal, ¿era especialmente importante para vosotros matizar las letras con ese humor?
Santi: «Es como esa ama que, en una noche de bondage, puede darte con el tacón y luego jugar con una pluma contigo… Todo está permitido. Al final, ese humor pasa por dominar cientos aspectos del lenguaje para manejar varias sensaciones a la vez y no estar cagando mármol todo el rato, que es odioso. Lo mismo que estar todo el rato en un circo permanente. Creo que hemos encontrado un equilibrio bastante divertido».
¿Qué ha inspirado ‘El mundo‘? Es muy tradicional.
Santi: «Es una reivindicación de la realidad 4D, 5D o 6D, o como quieras llamarlo, que nos envuelve, y en la cual pasamos cada vez menos tiempo. Nos pasamos el día mirando Netflix en un mundo ficticio. ‘El mundo’ se me ocurrió mirando un árbol en mi casa, iba más fumado que una rata y pensé: ¿y si son los árboles los que crean el viento? Hoy escuchaba en la radio a alguien que decía que la gente joven ya no mira ni un partido de fútbol entero. Les llega todo como por osmosis y a nosotros también nos está pasando».
Julián: «Tengo compasión por los niños que han nacido con los móviles. Nosotros como generación bisagra aún sabemos lo que es no usarlos».
Santi: «Mi cosa conspiranoica miguelboseniana es que creo que va a haber denuncias por ceguera dentro de 20 años».
Santi: «No entiendo que se dé tanto bombo a la opinión de una persona que no tiene nada que ver con su profesión»
Bunbury ha sido noticia por dar coba a las teorías conspiranoicas sobre la covid. Vosotros habéis sido críticos con las «fake news». ¿Ha habido algún tipo de conflicto a la hora de incluir la colaboración en el disco?
Santi: «No. Nosotros somos especialistas en filtrar las informaciones que nos llegan para centrarnos en las razones por las que admiramos a esa persona».
Julián: «También sucede que la gente tiene graves problemas de comprensión lectora, porque Enrique lo que denuncia es la falta de libertad en el hecho de ponerte una mascarilla. Él no niega que el virus exista, sino que no soporta tener que llevar la mascarilla. Si lo piensas es un incordio, es una coacción a la libertad porque no respiras bien ni se te entiende bien cuando hablas».
Santi: «Lo que no entiendo es que se dé tanto bombo a la opinión de una persona que no tiene nada que ver con su profesión. Yo si quiero saber sobre casas le preguntaré a un arquitecto y si quiero saber de cine le preguntaré a (Paolo) Sorrentino».
Me extraña que os sorprenda porque al final Bunbury no deja de ser un referente, y por tanto representa la opinión de mucha gente.
Julián: «Él no se ha erigido como representante de nada».
Uri: (Enrique) es responsable de sus opiniones».
Julián: «Es como cuando a Dylan le auparon como icono de lucha contra Vietnam o por el pacifismo y él se apartó, o cuando cogió la guitarra eléctrica y la gente se enfadé porque él supuestamente era representante de lo folk».
¿Cómo surge la colaboración con El Columpio Asesino?
Santi: «Por coleguismo de encontrarnos por festis durante mucho tiempo. Cris es puro candor y empatía pero a la vez tiene esa cosa de macarra que es maravillosa».
Julián: «Nos encanta la sinceridad de la banda, su poco miedo a aparentar algo que no son, sus letras no esconden nada. Veíamos que ‘Catalunya Bondage’ necesitaba un extra de lo que tienen ellos, esa cosa «cool» dejada, que parece que no quieren hacer las cosas».
Santi: «Álvaro solo canta lo de «gente muy fea me rodea en semicirculos». Cuando salió este cacho pensamos que esto lo tenía que hacer «El Columpio».
Hace unos días en Al Rojo Vivo, cuando tocaba analizar lo que había dado de sí el que será el único debate sobre las elecciones del 4-M en la Comunidad de Madrid, la tertuliana Lucía Méndez, conocida por su trabajo en el diario El Mundo, indicó que Isabel Díaz Ayuso se había convertido en un “icono pop”. Nadie de los presentes rechistó, entre quienes debieron de concordar y entre quienes no se habían preguntado hasta ahora quién podía ser la verdadera sucesora de Marilyn de la era Twitter.
Lo seguro es que la broma se nos ha colado en el imaginario, como el Jamiroquai “wannabe” en el Capitolio. Existió aquella portada de Ayuso en Vanity Fair, en la que la dirigente del PP posaba con un cruce de piernas que ni Sharon Stone, la indumentaria de ‘Lady In Red’ y el gesto más bien de Diana de ‘V’. Con mayor carácter angelical, Ayuso realizó también unas fotos para el mismo diario El Mundo, en las que posaba con las manos cruzadas como Nuestra Señora de los Dolores… justo cuando dimitía Yolanda Fuentes, directora general de Salud Pública en Madrid, al negarse a firmar la documentación pertinente para que la Comunidad pasara a la fase 1, en aquel momento de la pandemia que ya nadie quiere recordar.
Errores de gestión aparte, la ridiculización que se ha hecho o intentado hacer desde los medios de la carrera política de Ayuso, desde los tiempos en que era la community manager de Pecas, el perro de Esperanza Aguirre (no es una leyenda urbana, lo fue), parece haberle beneficiado tanto como en 2016 su aparición lozana en los medios de comunicación diciendo bobadas a Donald Trump. En esa vía, El Intermedio ha jugado un papel fundamental de manera involuntaria, y nuestro medio también tiene un pequeño «mea culpa» que entonar.
Mucho antes de que Ayuso declarase en el programa de Ana Rosa Quintana, algo así como la presidenta de su club de fans, que si la «llamaban fascista es que algo estaba haciendo bien»; la dirigente madrileña parecía inofensiva, si no irrisoria: su cita más célebre era algo de que a los madrileños nos encantan los atascos. Corría el mes de mayo de 2019 cuando le dedicamos un artículo a su (relativo) buen gusto musical. En las entrevistas hablaba de Peter Murphy, Pet Shop Boys, Suede, Texas e INXS como grupos favoritos, desvelando que llevaba un tatuaje de Depeche Mode, en concreto de la era ‘Violator’, en el que nunca ha hecho demasiado hincapié, por razones evidentes, pero muy localizable en Google.
En aquel momento, en plena polémica por los juicios de corrupción del PP, y tras el turbio episodio del máster de Cristina Cifuentes y su indisimulado robo de unas cremas para la cara en el Eroski de Puente de Vallecas, Ayuso era una candidata de corte “loser”. De hecho, perdió y por mucho las elecciones a las que se presentaba: 30 diputados de los 132 totales frente a los 37 de Gabilondo (PSOE). Nunca jamás, ni siquiera bajo las siglas de Alianza Popular en los años 80, el partido sito en Génova había obtenido un resultado tan malo en Madrid, pues había oscilado cómodamente entre los 48 y 72 escaños, a menudo con mayoría absoluta. Aun así, y lejos de los tiempos en que eran el adalid de que gobernase siempre la lista más votada, en el PP decidieron “coger el dinero y correr”, que diría aquel, y gobernar con Ciudadanos y el apoyo no tan indirecto del partido de extrema derecha, VOX.
El programa de El Gran Wyoming, el mejor en lo suyo, y con una audiencia fiel diaria entre 2 y 3 millones de espectadores, depende de la crispación del día, continuó poniendo todo el foco en Ayuso, jamás en su oposición, pese a que de hecho especialmente Mónica García de Más Madrid comenzaba a liderarla, provocando que esta haya llegado a la campaña como una completa desconocida que sólo ahora sube vertiginosamente en las encuestas… pero no lo suficiente para detener el huracán Ayuso, quien ante la más que probable desaparición de Ciudadanos, el penúltimo partido de Toni Cantó -de momento-, gobernaría con el apoyo de VOX.
En el camino hacia la glorificación de la dirigente como improbable “icono pop”, siempre me llamó mucho la atención la elección del tema que El Intermedio escogía para acompañar cualquier vídeo nimio suyo. Se trata de un corte llamado ‘Lollipop’, una maravilla de 1958 popularizada por el girl group The Chordettes (también conocidas por su número 1 ‘Mr Sandman’), pegajosa como un chicle, y top 3 en las listas de pop y R&B estadounidenses a finales de aquella década. Casi cada vez que Ayuso aparece en El Intermedio, la producción del programa calza este temazo. De marcado carácter naíf y zonzo, el tema parece reflejar el aparente carácter inocente e ingenuo, casi diría tonto, de la dirigente política. “¿Ayuso es así o se lo hace?”, preguntaba hace poco Jorge Javier Vázquez, que está haciendo campaña por Gabilondo, el bonachón profesor de Metafísica, abuelo perfecto y mordaz, que en casa llamamos “Gusiluz” dado lo reconfortante de su inacción. Pero ahora sabemos que Ayuso no tiene nada de tonta, ni tampoco del sabor a chupachús de cereza que sugiere la letra de esta canción.
A estas alturas, y después de que hasta Pablo Casado se sitúe más al centro de todo esto, y Casado no es que sea precisamente Feijoo, hay que preguntarse si bromas como la del “Lollipop”, el apodo acrónimo de ‘I.D.A.’ y este tipo de memes constantes que hemos visto durante los dos últimos años, no han llevado a dulcificar, a blanquear a Ayuso, a la postre la candidata favorita del votante de ultraderecha, por encima de Rocío Monasterio, y para indignación de Cayetana, que ha de estar repitiendo “OS LO DIJE” en una esquina, con una camisa de fuerza y los ojos en blanco, en un delirio que ni el último Morrissey. Hasta en nuestros foros hubo un Contest “Ayuso Edition”, únicamente ilustrado con memes y gif’s de Isabel: solo un grano de arena más de la glorificación que ha recibido en el mundo del pop.
Una glorificación que recuerda mucho a cuando Aguirre también se convirtió en un icono que nos comimos con papas en la actualidad política durante 20 o 25 años. La que ahora resulta insólita como Ministra de Cultura -lo juro, lo fue, y su sucesor fue Rajoy- terminó siendo un símbolo para muchos dada su autoridad, su conocida residencia en pleno Malasaña, su hilarante cualidad de fitipaldi “fast and furious”. La estrategia de comunicación es muy parecida porque viene del mismo lugar y la realiza casi el mismo equipo de personas: ambas están cómodas con el voto ultra y robando el foco aunque sea para mal.
Curiosamente, una parte de la popularidad de Aguirre se asoció a la obsesión que tenía con ella otro programa genial de aparente sesgo a la izquierda, ‘Caiga Quien Caiga’. El Confidencial publicaba en 2016 un análisis sobre este fenómeno presentado por el sumario «De pija tonta a dama de hierro. Cómo Aguirre pasó de objeto de chufla a lideresa dominante tras librar una espectacular batalla televisiva», y en él se incluía un fragmento de la ‘Autobiografía’ de Aguirre, donde Esperanza reconocía cómo le benefició el programa de humor: «‘CQC’ me proporcionaba una popularidad enorme y la posibilidad de darme a conocer, algo que hubiera costado muchísimos millones lograr», decía. De Espe a IDA, la historia siempre se repite.
Sin noticias del milagro económico en ningún lado visible de Madrid, pues los datos de paro son de pena y, gráfica manipulada arriba, gráfica manipulada abajo, no distan mucho de los de otras comunidades autónomas, la hipotética victoria de Ayuso solo se puede explicar de una forma. Por el grado de sufrimiento de la ciudadanía después de un año de pandemia, completamente inmunizada (insensibilizada) ante la cifra de muertos diarios, no dispuesta sino desesperada por agarrarse a un clavo ardiendo, bien sea este una terraza a 10 grados y bajo la lluvia, un ciclo de conciertos circunstancial y aislado, un cine abierto, un mercado con bares y sin ventilación en el que no se respetan las restricciones ni la distancia de seguridad sin que nadie se pregunte por qué desde hace demasiado tiempo, una reunión ilegal en una casa para echar un triste Trivial, o una borrachera junto a un montón de franceses bellísimos en la calle Espoz y Mina, sin mascarilla, escenificando ‘La Libertad Guiando al Pueblo’.
«O comunismo o libertad» es el eslogan estrella de esta era, sin que “o democracia o fascismo” -usado por PSOE y Unidas Podemos- luzca mucho menos insólito ni más real. En el mundo real, es incomprensible que el fondo de la campaña parezca si la oposición cerrará la hostelería si gobierna, cuando parece evidente que el fin de la pandemia es cuestión ya de muy pocas semanas, de muy poca paciencia más, de un último empujón, dado el buen ritmo de vacunación de los últimos días en todo el país. No habrá estado de alarma más allá del 9 de mayo. Veremos si para entonces, lo que nos encontramos no es a VOX en una consejería de educación o cultura en la Comunidad de Madrid. Un timo de icono pop que ni Milli Vanilli.
Hace 5 años que oímos por primera vez hablar de Ganges. Hubo una vez en que aparecían 4 personas en sus fotos de promo, que después fueron 3, y hoy por hoy el grupo parece el proyecto en solitario de la cántabra Teresa Gutiérrez. Por hacer honor al nombre de este tercer disco y decir «algo bonito», Ganges fue un proyecto de pop electrónico interesante que deambulaba entre el dream pop y la indietrónica y eso permanece intacto tanto tiempo después pese a los cambios de formación o a los compañeros que se han quedado por el camino.
La música creada por la artista podemos emparentarla con el fenómeno del bedroom pop por lo que tiene de casero y preciosista, pero los elementos que aparecen en sus producciones son bastante ricos. Puede haber cierta influencia del neo-soul de voces tratadas a lo James Blake, o incluso del trip hop, pero los conceptos no son nada ortodoxos y huyen de la imitación, remitiendo a nombres inesperados. Seguramente alguien se lleve las manos a la cabeza cuando diga que ‘Ya no te quiero’ lo mismo me lleva a una melodía de Moby circa ‘Play’ que a otra de Isao Tomita; y hay algo muy retro en ‘Okinawa’ que hasta me ha sugerido el improbable nombre de Antón García Abril.
En cualquier caso, lo mejor de Ganges es que al margen de su romanticismo de dormitorio y unas cuantas referencias al universo otaku, escribe temas muy divertidos. Es loable que cuando la artista nos indique que hay más de ella misma en este trabajo que en la música que había hecho hasta ahora, no se refiera necesariamente a que se ha abierto en canal, sino a que ha dejado salir su cinismo y a su vez un lado deliberadamente infantil. Como resultado, aunque nos habían conquistado en el pasado títulos como aquel ‘Classic Lover Covers’ que incluía su disco de debut de 2018, nunca Ganges había terminado un tema tan bien como ‘6º’, una canción de despecho autoparódica que entre libros de autoayuda y demás tragedias, construye una sinalefa de la generación X bastante sonora: la tontería de «reventarte-a-odio-en Instagram» se pega como una lapa.
También mucha sorna tiene ‘Ya no te quiero’, que aparte de contar con una de las producciones más embriagadoras, se mofa de los estereotipos del amor, sin llegar siquiera a los 2 minutos de duración: «Has estudiado tantos años para parecer inteligente / Te has esforzado en ser tan guapo porque crees que así voy a quererte / Y ahora, que eres perfecto, ya no te quiero», indica sin atisbo de culpa ni drama. Autoproducido, ‘Dime algo (bonito)’ contiene 8 temas que oscilan entre la anécdota, como el titular o el dúo final junto a Casero que alude a un ‘Domingo imaginario’; y la belleza de la cotidianidad de ‘Las cosas que me quedan por hacer’. Es este último un retrato costumbrista del dolor que se sitúa entre Postal Service y la primera Dido; territorios que, por razones desconocidas, casi nadie quiso pisar.
‘Fiel’ de Los Legendarios con Wisin y Jhay Cortez continúa una semana más en el número 1 de la lista de singles española. No hay ningún cambio en todo el top 5: ‘Flamenco y Bachata’ de Davilés de Novelda, ‘911’ de Sech, ‘Ella no es tuya (remix)’ de Rochy RD, Myke Towers y Nicki Nicole y ‘Montero (Call Me By Your Name)‘ de Lil Nas X permanecen en los mismos puestos que hace 7 días. La semana que viene conoceremos los datos producidos por el disco de Myke Towers.
Precisamente, el intérprete y co-autor de ‘Bandido’ aparece en la entrada más fuerte de la semana en la lista de singles española con ‘Pareja del año’, su nuevo single con Sebastián Yatra, que entra en el número 8. La subida más fuerte es para ‘Sudores fríos’ de Natos y Waor con Recycled J, del 66 al 28. Su disco acaba de entrar en la lista de álbumes, pero el grupo solo coloca otro tema más en la lista de singles: ‘Dime que sí’ entra por debajo, en el número 76.
El resto de entradas en lista no pueden ser más modestas. ‘Porfa no te vayas’ de Beret y Morat entra en el 46, ‘La Historia’ de El Taiger y DJ Conds (sí, esto es un nombre) en el 82 y ‘Sal y perrea’ de Sech en el 63, en este último caso quizá porque la actividad a la que alude su título no es muy factible en estos momentos. Finalmente, ‘Vuelve, vuelve’ de David Bisbal con Danna Paola entra en el 88.
Ni Justin Bieber, ni Lana Del Rey, ni Karol G, ni Camilo, ni Taylor Swift, ni Natos y Waor con Recycled J, ni esta semana David Bustamante: finalmente son Love of Lesbian quienes arrebatan a ‘El Madrileño‘ de C. Tangana el número 1 de la lista de álbumes española. Hoy mismo los entrevistamos en portada y nos hablan de la creación de este ‘V.E.H.N. (Viaje épico hacia la nada)’ con el que consiguen el tercer número 1 consecutivo en álbumes de su carrera, después de los obtenidos por ‘El Poeta Halley‘ (2016) y ‘La noche eterna. Los días no vividos‘ (2012). Los resultados del concierto-piloto que dio el grupo el pasado mes de marzo acaban de darse a conocer y son muy esperanzadores.
Dentro del top 10, ‘El Madrileño’ solo baja del puesto 1 al 2 y ‘Veinte años y un destino’ de David Bustamante entra en el número 3. Casi inamovibles permanecen Camilo (4), Karol G (6) y Dua Lipa (7), Natos y Waor con Recycled J de hecho se quedan exactamente igual (5). Quien baja varios puestos es Taylor Swift con la versión nueva de ‘Fearless’, que la semana pasada entraba directa al número 3, pero esta ha bajado hasta el número 12.
En el número 13 es posible encontrar la siguiente entrada de la semana, ‘Let the Bad Times Roll’ de The Offspring. Es el primer disco de la banda de punk-rock en 9 años, el décimo de su carrera, y mejora el dato del anterior, ‘Days Go By’, que se quedó en el 22, pero sobre todo el del anterior a este, ‘Rise and Fall, Rage and Grace’, que entró en el 43. En España se puede decir que The Offspring venden más que Greta Van Fleet, cuyo ‘The Battle at Garden’s Gate’ entra en el 19, unos puestos por debajo de su debut (15). Eso sí, ‘The Battle at Garden’s Gate’ es top 3 en la lista de vinilos, por delante de Love of Lesbian y C. Tangana.
Más entradas de rock en la lista de álbumes: ‘LTE3’ de los metaleros Liquid Tension Experiment debuta en el número 25, y es la última entrada en todo el top 20. La reedición de ‘A’ de Jethro Tull por su 40 aniversario entra en el 56 y ‘The Devil Can’t Do You No Harm’, el álbum conjunto de Guadalupe Plata con el conocido escritor, músico y artista de spoken-word Mike Edison, lo hace en el 86. Sí, por fin un disco de Guadalupe Plata no se titula «Guadalupe Plata».
El resto de entradas en la lista de álbumes son ‘El Plugg 2’ de Yung Beef (52), ‘Hammu Nation’ de Space Hammu (67) y ‘Slime Language 2’ de Young Stoner Life, Young Thug y Gunna (88). Y en cuanto a vinilos, hay entradas de Joji (14), Manel (19), Zara Larsson (25), The Pretty Reckless (31), Cannibal Corpse (63) o La Bien Querida, tras el paso de esta por El Hormiguero.
Hoy 27 de marzo se cumple un mes desde que Love of Lesbian ofrecieran un concierto-piloto masivo sin distancia de seguridad en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Unas 5.000 personas acudieron a la prueba, de las cuales aproximadamente 4.994 pudieron acceder al recinto: las otras 6 dieron positivo y quedaron fuera. Quedaba por confirmar si el hecho de reunir a 4.994 personas de pie y con mascarillas dentro de un recinto cerrado provocaba una transmisión masiva de covid o todo lo contrario.
Los resultados finales del estudio concluyen que «no hubo ningún impacto en la transmisión de la Covid-19 durante el concierto», después de que los asistentes portaran mascarilla durante todo el recital habiéndose sometido previamente a un test de antígenos. 6 asistentes sí dieron positivo en covid en los 14 días posteriores a la celebración del evento, pero en cuatro de estos casos «se tiene constancia de que el contagio tuvo lugar fuera del concierto». Se desconoce el momento de transmisión de los otros dos casos.
Los responsables del estudio, llevado a cabo por la Fundació Lluita contra la Sida i les Malalties Infeccioses i l’Hospital Universitari Germans Trias i Pujol, añaden que los resultados de la prueba permiten saber que «se puede cribar a 5.000 personas en una mañana» y, Josep Maria Llibre, médico del mencionado hospital, ha dado un mensaje de esperanza al asegurar que, al no haberse detectado «ninguna señal que sugiera que se produjo una transmisión dentro del evento», los autores de la prueba «ven luz al final del túnel» y no ven descabellado que se puedan celebrar «acontecimientos musicales» este verano.
En las redes, Love of Lesbian han comentado los resultados con alegría: «Esperamos que, a partir de ahora, después de estos excelentes resultados, el mundo de la cultura sea escuchado como merece, porque somos fuente de riqueza en muchos sentidos. Por enésima vez se ha demostrado que la cultura es segura. Obremos, pues, con prudencia, pero también en consecuencia. Obremos, pues, con prudencia, pero también en consecuencia. Se puede ser valiente cuando hay garantías, porque esto es lo que diferencia la valentía de la inconsciencia. Los datos han dado la razón».
Hoy, JENESAISPOP entrevista a Love of Lesbian en portada. El guitarrista Julián Saldarriaga vincula la decisión de hacer el concierto con la temática de su nuevo disco: «Al principio dijimos que no, pero luego vimos que estaba todo muy bien atado en todos los aspectos, y entonces nos comprometimos a hacerlo lo mejor posible. Al final el disco habla de ser valiente y dar pasos y entendimos que, mejor que quedarse en casa a esperar que alguien solucione el problema, es ser parte de la solución. Estábamos siendo coherentes con la temática del disco: no quedarse estancado en el miedo y ser parte del cambio».
Si no escuchabas a Navajita Plateá desde 1999, es posible que hoy te hayas acordado de esta circunstancia porque el dúo jerezano intérprete de ‘Noches de bohemia’ es uno de los temas más comentados de la mañana gracias a (o por culpa de) Federico Jiménez Losantos, esa persona.
Este lunes, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha recibido un sobre dirigido a la ministra Reyes Maroto, dentro del cual se ha hallado una navaja aparentemente ensangrentada (se estudia que sea pintura). Con las balas enviadas al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; al exvicepresidente Pablo Iglesias; y a la directora de la Guardia Civil, María Gámez, ya son tres las amenazas de este tipo que recibe el Gobierno en muy pocos días. Mientras, Rocío Monasterio de VOX ha caldeado el ambiente afirmando no creerse la carta con amenazas de Pablo Iglesias delante del segundo: este regresó este lunes a la CadenaSER para hablar sobre su fuga de la semana anterior.
Antes de que se identificara al remitente de la carta, Maroto atribuyó durante una intervención la amenaza al «discurso de odio» de la extrema derecha, que «está calando». Y Losantos ha comentado la noticia en la radio: ha calificado de «numerito» la reacción de Maroto, a la que ha llamado «Navajita Plateá» para después reproducir un fragmento de ‘Noches de bohemia’. El locutor ha dicho: «Sale Navajita Plateá con una fotocopia ampliada, que parecía el folleto de El Corte Inglés y dice que ha llamado al colegio de su hijo. ¿Para qué? ¿Para preocupar al niño? Ya sabían que era un loco con su nombre y apellidos y dirección».
El sobre dirigido a Reyes Maroto ha sido finalmente atribuido a una persona que padece esquizofrenia, y algún que otro titular ha patinado en dar a entender que esta enfermedad es violenta de por sí, cuando es todo lo contrario. En cualquier caso, Público informa hoy de que el remitente de la carta es «un varón apellidado Escudero Arias-Dávila, de 65 años, que vive en una urbanización de San Lorenzo de El Escorial y está emparentado con Iván Espinosa de los Monteros, diputado de Vox y marido de Rocío Monasterio». Espinosa de los Monteros ha negado la información.
El dúo Navajita Plateá, conocido por otros éxitos como ‘La vida de lujo’ o ‘Frío sin ti’, se formó en 1992 por sus dos integrantes Ildefonso de los Reyes y Francisco Carrasco Soto. En sus casi 30 años de historia, Navajita Plateá han publicado 7 álbumes de estudio, entre ellos el Disco de Oro ‘Contratiempos’, y permanecen en activo. Puedes comentar la noticia en los foros de política.
Depresión Sonora ha anunciado estos días que su nuevo EP ‘Historias tristes para dormir bien’ verá la luz el 28 de mayo a través de Sonido Muchacho. El proyecto de after-punk de Marcos Crespo, que en los últimos tiempos ha ganado miles de adeptos gracias a canciones como ‘Ya no hay verano’ o ‘Hasta que llegue la muerte’, ha firmado una de las novedades musicales del viernes pasado con el estreno de ‘Apocalipsis virtual’, el primer avance de este segundo EP, que hoy es la «Canción Del Día».
‘Apocalipsis virtual’ no abandona la fórmula de Depresión Sonora, similar a la de bandas contemporáneas como Molchat Doma: una percusión acelerada de baterías programadas marca el ritmo mientras guitarras y bajos nos llevan a los primeros años de The Cure. Como ha solido ser el caso con las composiciones de Marcos Crespo, son las guitarras de ‘Apocalipsis virtual’ las que realmente marcan la melodía de la canción, pues él a duras penas se puede decir que cante la letra, acercándose más a un recital, eso sí, un recital sombrío, desesperado, pero a la vez frío y desapegado, apático, como manda esta composición que habla sobre la adicción a la red. «Metadatos por tus venas / Videos de gatos mientras cenas» es una de sus rimas.
Como un Hikikomori que de repente ha visto la luz (mental), ‘Apocalipsis virtual’ arranca con una frase que, por sencilla, cala hondo: «Anoche tuve una revelación / Tengo que salir de esta habitación». Esta línea representa realmente el final de ‘Apocalipsis virtual’, porque lo que describe la canción después es la realidad que Crespo vive dentro de ese «agujero» de soledad. Siente «despersonalización», se siente «muerto por dentro», no «siente sus manos», se le cae el pelo, se pregunta «¿quién soy yo?», «relega» su «existencia física» a la realidad simulada… Es un «yonki de la red» que quiere «vivir pero no existir».
Este viernes es el día de lanzamiento de ‘PUTA’, el 5º disco en solitario de Zahara, que va a ser nuestro «Disco de la Semana» tras la enorme expectación que ha generado durante las últimas semanas, sobre todo desde el lanzamiento del himno feminista y de empoderamiento ‘MERICHANE’. Pero también desde la edición de su álbum en pareja como _juno, que parece haber cambiado el curso de la artista.
En una entrevista en la que hablaba en compañía de Martí Perarnau IV «Mucho», decía que la electrónica le había dejado de parecer un coñazo, pasando a escuchar «mucha música de James Holden, Caribou, Floating Points»: «Cuando no conoces la electrónica te parece repetitiva, machacona, cuadriculada… y la verdad es que los patrones se mueven todo el rato, donde sientes que estaba el bombo ya se ha ido desplazando y hay otra cosa… Es fascinante, no te das cuenta y no paran de pasar cosas. Yo pensaba que la electrónica era un coñazo», indicaba bromeando.
Todo eso era muy evidente en _juno y es muy evidente en ‘PUTA’, donde de lo que se lleva publicado, la canción más representativa bien podría ser… ‘canción de muerte y salvación’. ‘berlin U5’ es el refugio pop del álbum junto a ‘MERICHANE’, resultando por un lado el tema más bailable y accesible del disco -gracias a ese estribillo pop «Llévame a bailar»- pero además también muy representativo de ese nuevo interés por la electrónica. Es hoy nuestra «Canción del Día».
Zahara ha hablado en Instagram sobre la creación de esta canción: «La Nochevieja de 2019 la pasé de rave en el Funkhaus de Berlín viendo a Richie Hawtin, Sonja Moonear, Helena Hauff, Dandy Jack y a Ricardo Villalobos. Bailar sin pensar en absolutamente nada, sentir el grave golpeando mi pecho, toda la sala vibrando en mis músculos, me hizo creer que no estaba en ninguna parte, ni siquiera allí, rodeada de desconocidos con rostros felices. Allí, en mitad de una pista llena de gente sudorosa con la que me rozaba al moverme, parecía imposible pensar que una pandemia vendría a arrebatarnos ese momento. Tomamos vodka en lugar de uvas entre las luces y el humo como si aquella noche fuera la última en la tierra, o como si semanas más tarde, al volver a casa, tuviéramos que quedarnos encerrados en ella, alejados de quienes amábamos, con quienes deseábamos volver a bailar, aunque fuera una sola vez más».
Inmediatamente después llegó la pandemia y ‘berlin U5’ sobrevivirá como apocalíptico recuerdo de ella, pues su vídeo dirigido por Guillermo Guerrero (en este caso co-autor también del tema) nos habla de un romance cuando el mundo está a punto de acabar. La letra en verdad recuerda un amor que ha perdido la llama («¿Recuerdas cómo era este amor salvaje? Dormía en las alfombras, bebía de tu boca / Nunca pudimos ponerle un bozal y pasear»). El estribillo muestra un deseo de recuperar el deseo original, todo ello sobre un bombo tecno que pelea por resultar realmente explosivo en las diferentes etapas de la composición.
Por otro lado, Zahara ha estrenado esta tarde el corte que cierra el álbum, ‘Dolores’, una copla influida por clásicos como ‘Ay pena penita pena’, ‘La falsa moneda’ y ‘Te he de querer mientras viva’, en cuyo vídeo podemos ver a su abuela y a otras mujeres, lo que deriva claramente en otro alegato feminista y de sororidad: «Con la mano en la Biblia te lo digo yo / Tú eras más libre que todos los hombres, insufribles y arrogantes, capaces de sepultar tu alegría», dice el texto, mientras la producción es empujada de nuevo hacia la experimentación. El tema será interpretado hoy en vivo en Late Motiv.
Este año, los Oscar, como el resto de premios, celebraban su edición más atípica, pero a diferencia de los Globos de oro, que fueron completamente telemáticos, se ha hecho el esfuerzo porque la gala fuese presencial. Sin embargo, debido a la situación del covid, no todos los nominados han podido viajar a Los Ángeles, así que para ellos sí había opción de conectarse de manera telemática desde diferentes países.
Todo empezó con Regina King presentando la gala en un discurso en el que recordaba la importancia del movimiento Black Lives Matter ante un teatro muy diferente a lo que estamos acostumbrados, esta vez solo con espacio para los nominados y sus acompañantes. Con una breve presentación de cada uno de los candidatos, el primer premio de la noche se lo llevó Emerald Fennell por el guion original de ‘Una joven prometedora’, arrebatándole el galardón a Aaron Sorkin, que en un principio era el favorito por ‘El juicio de los 7 de Chicago’. Florian Zeller recogió el de guion adaptado por ‘El padre’ desde París. El premio a mejor película internacional lo entregó Laura Dern a ‘Otra ronda’, de Thomas Vinterberg.
Mejor actor secundario se lo llevó Daniel Kaluuya por ‘Judas y el mesías negro’, el gran favorito. Como diferencia respecto a otros años, en esta ocasión no hubo clips para presentar las interpretaciones de los nominados sino que el presentador de cada premio hablaba sobre ellas. Una decisión bastante cuestionable ya que resulta mucho menos dinámico y bastante más cansado de ver que con un estímulo visual.
Hubo victoria española con el maquillaje y peluquería de ‘La madre del blues’, donde se reconoció el trabajo de Sergio López-Rivera.
Bong Joon-ho, el gran ganador del año pasado por ‘Parásitos’, presentó el premio a mejor director desde Seúl. Sorprendentemente fue el séptimo premio de la noche en lugar de ser de los últimos, como normalmente siempre se hace. Una estrategia un tanto extraña que no se termina de comprender, pues no logró añadir nada de emoción a una gala sosa y aburrida, en la que los discursos de los galardonados fueron, en general, más largos que nunca. En cualquier caso, fue uno de los premios más indiscutibles de la noche: Chloé Zhao por ‘Nomadland’ se convirtió en la segunda mujer en la historia de los Oscar en conseguir el galardón tras Kathryn Bigelow en 2009.
Justo después Riz Ahmed presentó el premio a mejor sonido, haciendo referencia a su papel de un batería que se queda sordo en ‘Sound of Metal’. Precisamente, fue el equipo de la película quien ganó. El actor también entregó el premio a mejor cortometraje a ‘Two Distant Strangers’, cuyos directores dieron un discurso en el que recordaron y denunciaron la gravedad de la violencia policial.
El momento más bonito de la noche y realmente el único entrañable fue el Oscar de Youn Yuh-jung por ‘Minari’. La veterana actriz lleva dando los discursos más divertidos y encantadores de toda la temporada de premios y aquí no decepcionó cuando Brad Pitt leyó su nombre como mejor actriz secundaria. Su humildad y espontaneidad hicieron que fuese lo más memorable de toda la gala.
La película de Fincher parecía destinada a irse solamente con el premio a mejor dirección artística, pero finalmente y de forma inesperada, logró conseguir también mejor fotografía, dejando a la favorita ‘Nomadland’ sin el premio. Algo que hacía pensar que igual peligraba su victoria en la categoría reina. Sobre todo porque ‘Sound of Metal’ ganó mejor montaje, arrebatándole así otro de los premios más importantes.
Zendaya dio los premios musicales, primero el de mejor música a ‘Soul’ y más tarde mejor canción, que fue para H.E.R, D’Mile y Tiara Thomas por ‘Fight For You’ de ‘Judas y el mesías negro’. Este año, las actuaciones de las canciones se omitieron de la ceremonia y fueron emitidas durante la alfombra roja en un intento –fallido- de aligerar la gala. Pero se echó de menos la magia del directo, porque aunque todas las actuaciones sonaron potentes, al estar ya grabadas y sacadas del contexto de la ceremonia, no tenían demasiado que aportar.
Otro intento por añadir algo de entretenimiento a una ceremonia que ya a esas alturas rozaba lo insufrible fue con una especie de concurso musical en el que tras ponerles una canción a cada uno, se le preguntó a Andra Day, Daniel Kaluuya y Glenn Close si sabían si había sido nominada al Oscar o no o si lo había ganado. El “juego” no funcionó en absoluto pero al menos Close trató de alegrar un poco el ambiente levantándose a perrear. Dice mucho de una gala que de lo poco que resultó simpático fuesen los cinco segundos en los que la actriz se puso a mover el culo.
Para rematar el desastre, mejor película no fue el último premio en darse de la noche. Una decisión tan estridente como la de dar mejor director en la primera mitad de la ceremonia y que no tiene ni pies ni cabeza se mire por donde se mire. ¿Cómo es posible que el premio más importante de la noche no sirva para culminar la gala? Si era una estrategia para hacer algo original y diferente, desde luego que no les ha funcionado. La ganadora fue, como estaba previsto, ‘Nomadland’. Frances McDormand, co-productora de la película pedía en su discurso que se viese en la pantalla más grande posible. Y tan solo unos minutos después volvía a subir al escenario para recoger su premio a mejor actriz en la que era la categoría más abierta de la noche. La actriz conseguía así su tercer Oscar, un hito al alcance de muy pocos intérpretes.
Como broche final, Joaquin Phoenix dio el último premio de la ceremonia a Anthony Hopkins por su papel en ‘El padre’, que ni siquiera estaba presente. Así pues, concluía de la manera más anticlimática y abrupta posible la peor gala de los Oscar de la que se tiene recuerdo. Un espectáculo aburrido, frío e impersonal que parecía no acabar nunca. Al menos la mayoría de los premios sí estuvieron bien dados.
Palmarés
Mejor guion original: Emerald Fennell por ‘Una joven prometedora’
Mejor guion adaptado: Florian Zeller y Christopher Hampton por ‘El padre’
Mejor película internacional: ‘Otra ronda’ (Dinamarca), de Thomas Vinterberg
Mejor actor secundario: Daniel Kaluuya por ‘Judas y el mesías negro’
Mejor maquillaje y peluquería: Sergio López Rivera, Mia Neal y Jamika Wilson por ‘La madre del blues’
Mejor vestuario: Ann Roth por ‘La madre del blues’
Mejor dirección: Chloé Zhao por ‘Nomadland
Mejor sonido: Nicolas Becker, Jaime Baksht, Michelle Couttolenc, Carlos Cortés, Phillip Bladh ‘Sound of Metal’
Mejor cortometraje: ‘Two Distant Strangers’ de Travon Free y Martin Desmond Roe
Mejor cortometraje de animación: ‘If Anything Happens I Love You’ de Will McCormack y Michael Govier
Mejor película de animación: ‘Soul’ de Pete Docter y Kemp Powers
Mejor cortometraje documental: Colette, de Anthony Giacchino
Mejor documental: ‘Lo que el pulpo me enseñó’, de Pippa Ehrlich y James Reed
Mejores efectos visuales: Andrew Jackson, David Lee, Andrew Lockley y Scott Fisher por ‘Tenet’
Mejor actriz secundaria: Youn Yuh-Jung por ‘Minari’
Mejor dirección artística: Donald Graham Burt y Jan Pascale por ‘Mank’
Mejor fotografía: Erik Messerschmidt por ‘Mank’
Mejor montaje: Mikkel E. G. Nielsen por ‘Sound of Metal’
Mejor música: Trent Reznor, Atticus Ross y Jonathan Batiste por ‘Soul’
Mejor canción: Fight For You de H.E.R., D’Mile y Tiara Thomas
Mejor película: ‘Nomadland’
Mejor actriz: Frances McDormand por ‘Nomadland’
Mejor actor: Anthony Hopkins por ‘El padre’
Villagers, el proyecto de Conor O’Brien, publica su quinto disco el próximo 20 de agosto. El sucesor de ‘The Art of Pretending to Swim‘ se llama ‘Fever Dreams’ y se define como un disco «escapista», un «modo de transporte» capaz de trasladarte a otro lugar. El artista describe el disco de la siguiente manera: «Tenía ganas de escribir algo que fuera tan generoso para el oyente como para mí. A veces, los estados más delirantes pueden producir los sueños más extáticos, eufóricos y escapistas”. Foto: Rich Gilligan.
El primer single se llama ‘The First Day’, es una de las novedades que os hemos recopilado esta semana en «Ready for the Weekend» y se inspira exactamente en un viaje al festival Another Love Story en el condado de Meath, que «comenzó como un garabato electrónico arrebatado y se transformó en una evocación cinematográfica exuberante de pantalla ancha de la alegría en la conexión humana».
Se trata de un medio tiempo hermoso y de letra optimista, que casa con la revelación de que el álbum fue creado antes de la pandemia, influido por «la natación nocturna en una isla holandesa», entre otras cosas. Sin las aspiraciones comerciales de la millonaria ‘Nothing Arrived’, ni el factor sorpresa de ‘A Trick of the Light’, una de las mejores canciones de 2018 para esta casa; ‘The First Day’ sí nos lleva a un paisaje así de evocador, en sintonía con la Europa continental más que con las islas británicas e Irlanda. Nombres como Vincent Delerm y Jens Lekman vienen a la mente a través de la bonita instrumentación, que nos hace suspirar por el día en que la pesadilla 2020/2021 termine.
El concepto del vídeo del director Daniel Brereton es cómo se ve y se siente «el primer día del resto de tu vida». Curiosamente, a algunos recordará a uno de los videoclips más icónicos de Björk en los planos iniciales (‘Big Time Sensuality’). Así queda la secuencia del disco:
1.-Something Bigger
2.-The First Day
3.-Song In Seven
4.-So Simpatico
5.-Momentarily
6.-Circles In The Firing Line
7.-Restless Endeavour
8.-Full Faith In Providence
9.-Fever Dreams
10.-Deep In My Heart
Porter Robinson tocó el cielo con los dedos hace unos años al erigirse como uno de las nuevas promesas del EDM junto a nombres como Zedd, Madeon o Skrillex. Su disco ‘Worlds‘ no era el típico proyecto insulso hecho para mover a las masas con drops de «todo a 100» sino que se caracterizaba por su componente melódico y emocional y el largo, con sus más y sus menos, gustó al público. Pero ni el éxito del disco (top 18 en el Billboard) ni el hecho de encontrarse entre los DJs más solicitados del mundo año tras año sirvió a Robinson para creérselo un poco más. Pronto, el compositor y productor entró en una espiral de dudas, crisis de inspiración y depresión, a lo que no ayudó que su hermano pequeño enfermara de cáncer (del cual ya se ha recuperado). En el peor momento de su vida pensó que ya no iba a poder hacer música nunca más, que su momento había pasado.
Obviamente, esto no ha sido así y Robinson ha vuelto 7 años después de ‘Worlds’ con su segundo disco. El músico estadounidense no ha estado parado todos estos años y en 2019 era nada menos que nominado a un Grammy por su single ‘Ghost Vision’, publicado a través del alias Virtual Self, pero ‘Nurture’ pretende ser un reflejo más auténtico de los malos pensamientos e inseguridades que han plagado su mente en los últimos tiempos, lo que no significa que sea un trabajo oscuro y depresivo. En este caso, la portada de ‘Nurture’ no puede ser más descriptiva de lo que el disco ofrece: Robinson, deprimido, es incapaz de ver la belleza que hay a su alrededor. Pero logra levantarse y salir adelante.
Pero esto tampoco quiere decir que Robinson haya vuelto abrumado por la inspiración. Al menos, no lo parece. ‘Nurture’ es un buen disco de EDM-pop, un género que no está tan de moda en 2021, gracias a Dios, pero en su sonido luminoso, radiante y lleno de vitalidad y esperanza caben muy pocos matices para la oscuridad, las influencias de las que se «nutre» no ofrecen nada demasiado revolucionario a estas alturas y las producciones, por melódicas que sean, por mucho que eviten el «drop» de turno, suenan genéricas. Por supuesto, hay que encomiar a Robinson por haber sido capaz de salir del bache y componer este trabajo con el que además busca inspirar a otras personas que estén pasando por lo mismo, pero ‘Nurture’ no es el disco que le consolidará en la industria.
‘Nurture’ ha venido presentado con una serie de singles que están bien. ‘Look at the Sky‘ es un buen corte de EDM-pop en el que Robinson encuentra la tranquilidad al reconocer que, si no continúa haciendo su música, seguirá siendo feliz, y ‘Get Your Wish’ es el primer tema que logró completar después de su periodo de inactividad gracias a la inspiración que encontró en la situación de su hermano, pero también en los sonidos de ‘22, A Million‘ de Bon Iver. Este disco parece haber influido el gusto de Robinson por las voces apitufadas, que en ‘Nurture’ representan la voz de su subconsciente donde su voz no manipulada simplemente expresa los pensamientos, buenos y malos, que han pasado por su cabeza en estos años. ‘Musician’, otro de los singles, habla de su pérdida de inspiración y curiosamente es el más pop de todos, hasta el punto de que Robinson lo considera su «momento Justin Bieber», y ‘Something Comforting’ es un tema más confuso que no se decide entre la balada acústica o la zapatilla, sin terminar de encajar en ningún lado.
Las letras de ‘Nurture’ no solo hablan de inspiración, sino que también exploran el amor en sus diversas formas. Robinson dedica la balada acústica ‘Blossom’ a su novia, y en la explosiva ‘Sweet Time’ plantea su deseo de vivir «dos vidas» para poder seguir cuidándola en la siguiente. ‘Mother’ está por supuesto dedicada a su madre, y también a ese sentimiento de descubrir que «tus padres no son infalibles», signo amargo de la madurez. Ninguna de estas canciones igualan la calidad de los singles, que tampoco son para tirar cohetes, y aunque sí desprenden una autenticidad no demasiado habitual en las producciones de EDM (aunque ‘Blossom’ parece una balada de Audrey Hepburn), la complejidad de los sentimientos plasmados en las letras no termina de trasladarse a producciones igual de enigmáticas.
Hay alguna que otra sorpresa ‘Nurture’, como su indagación del sonido glitch en ‘Wind Tempos’, una composición inspirada en el trabajo del pianista japonés Masakatsu Takagi, uno de los mayores ídolos de Robinson; o en la instrumental ‘dullscythe’. Ambas son producciones hechas con mimo, pero esclavas de sus influencias. El pop vitaminado japonés es otra inspiración para Robinson en cortes como ‘Get Your Wish’, el cual de hecho samplea una colaboración inédita de él con Kero Kero Bonito. Pero el sentido aventurero de ‘Nurture’ no es su mayor problema en absoluto: el disco decepciona porque, 7 años después y con tantas cosas que decir en realidad, Robinson no parece haber evolucionado demasiado respecto a su debut, y tampoco desarrolla el sonido EDM hacia ninguna parte. Es más bien un trabajo bonito, personal, que Robinson necesitaba sacarse del pecho, pero poco más.
Esta noche se ha celebrado la gala de los Oscar, que ha proclamado ‘Nomadland’ la mejor película del año, pero que como ceremonia de premios ha sido soporífera. Puedes leer el palmarés completo en este enlace. En cuanto a la música, H.E.R. ha ganado el Oscar a Mejor canción por ‘Fight for You’ y el galardón a Mejor banda sonora ha ido a manos de Trent Reznor, Atticus Ross y Jonathan Batiste por la música de ‘Soul’.
Autora de la escalofriante ‘I Can’t Breathe’, H.E.R. no termina de dar el salto internacional con su música, pero es una superestrella en Estados Unidos. De ahí que su Oscar por la canción de ‘Judas and the Black Messiah’ no sorprenda demasiado a pesar de que esta no es la mejor de las canciones nominadas en esta edición. ¿O sí? ¿Confiamos en los Oscar o más bien en el público? ‘Fight for You’, que ha dado Oscars también al compositor Dernst Emile II y a la letrista Tiara Thomas, es un estupendo tema de funk retro, de necesario mensaje empoderador, pero su repercusión ha sido muy modesta.
Me atrevo a decir que la canción que merecía el Oscar es ‘Hear My Voice’ de Celeste, que tampoco es histórica, ni mucho menos, pero, en mi opinión, es la que más va a perdurar y la cantante ha estado sobresaliente presentándola encima de un escenario. Esperemos que el éxito tan abrumador que está viviendo Celeste tan temprano -hasta hace dos días era una completa desconocida, y su disco es solo el primero de su carrera– no pueda con ella, porque tiene promesa de sobra.
También estuvo estupenda Molly Sanden interpretando ‘Husavik’, la única canción de todas las nominadas que de hecho suena en la película (en la de Eurovisión) y no solo en los créditos. Acompañada por un coro infantil y una orquesta de cuerdas, Sanden cantó tras un paisaje urbano islandés esta balada dramática que es como el ‘Let it Go’ de este año, desde luego solo a nivel musical.
Quien llegó con tablas de sobra a los Oscar, y además haciendo historia, es Laura Pausini, la primera cantante italiana en ser nominada a estos premios, y llevando 30 años en esto. Junto a la compositora Diane Warren, que ya ha llevado alguna canción que otra a los Oscar, Pausini cantó ‘Io Si (Seen)’, de ‘La vita davanti a sé’, con toda la fuerza vocal por la que es conocida, pero, siento decir, la emotividad inflada de esta canción no merecía ganar ningún premio.
Nada que ver con Laura Pausini, ‘Speak Now’ de Leslie Odom, Jr. y Sam Ashworth, la canción principal de ‘Una noche en Miami’, era la segunda mejor de las nominadas en mi opinión, y habría sido un soplo de aire fresco ver ganar un premio a esta canción tan intimista. Pero a Odom se le vio un poco perdido en el escenario: este le quedaba un pelín grande a la canción.