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Hamilton Leithauser / The Loves of Your Life

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SPOILER: el nuevo disco de Hamilton Leithauser no habla exactamente de «los amores de tu vida» ni de la suya. El que fuera líder de The Walkmen tiene un gusto por la melodía clásica y una voz que le validan para hacer un álbum retrospectivo y melancólico, pero su pluma no puede conformarse con ser la más romanticona de Nueva York. Esto no es su adaptación de ‘Cuando Harry encontró a Sally’. Ni tampoco de ‘Manhattan’. ‘The Loves of Your Life’ es un compendio de historias reales y ficticias, sí, pero los personajes son tan variados como un cantante fracasado (‘Stars & Rats’) o un hombre avistado en un barco (‘Cross-Sound Ferry’).

Las tramas deambulan entre el homenaje, el retrato y la parodia, sin que a veces esté muy claro qué de los tres es lo correcto, como cuando ‘Isabella’ habla sobre una chica que ha dejado de estudiar y es mantenida por sus padres, o ‘Don’t Check the Score’ no es la balada que indican sus coros femeninos sino una canción sobre la adicción al juego online. En general, el humor y el costumbrismo apuntan más al retrato social perpetrado en Europa por The Divine Comedy o Saint Etienne en aquel disco que estos hicieron sobre un vecindario -‘Tales from Turnpike House‘-, que al álbum autobiográfico y sentimentaloide que te sugiere su nombre, por mucho que el amor se cuele por supuesto entre las historietas.

El estribillo de ‘Till Your Ship Comes In’ es «te quiero ahora, como te quise entonces, y te querré hasta que vuelva tu barco», pero su destinatario («sir») se difumina entre «collages de Photoshop», gapos y persecuciones policiales. A continuación, ‘The Stars of Tomorrow’ se dedica con cariño a una mujer polaca que tuvo unas bonitas palabras para las hijas de Hamilton: «solo soy un cantante, pero estás en mi corazón / te deseo la mejor de las suertes / te deseo un nuevo comienzo». Ese es el tipo de amor que hallamos en ‘The Loves of Your Life’. Y eso que la mujer y las hijas de Hamilton aparecen haciendo coros en el álbum, pero en canciones tan peculiares como ‘The Garbage Men’, cuyo estribillo canta a los «basureros» y los «playboys» de la ciudad, y ‘The Old King’, en la que Leithauser dice que «ojalá tuviera los cojones de enterrar el hacha de guerra y perdonar». Se puede decir «cojones» delante de la familia de Ham.

‘The Loves of Your Life’ tiene ciertas ínfulas de musical, a lo que contribuyen unos cuidados arreglos a cargo en general del propio Hamilton, que ha escrito y producido todo el álbum, así como algunos músicos ajenos: Stuart Bogie (MGMT, Broken Social Scene) al saxo, Mike Irwin a la trompeta, Jon Batiste al piano o Jonathan Gregg en la decisiva «steel guitar», que le asisten en canciones tan detallistas como ‘The Other Half’. ‘Isabella’ suena apegada al country como ‘The Garbage Men’ parece un villancico en una película de los años 40, solo que de la misma manera que las historias son retorcidas requiriendo una segunda lectura, lo mismo sucede con una producción poco ortodoxa.

El trabajo de Hamilton con Rostam de Vampire Weekend en el álbum anterior, el aclamado ‘I Had a Dream That You Were Mine‘, ha dejado una profunda huella en el artista, y muchas de estas canciones suenan precisamente como composiciones y producciones de la banda de Ezra Koenig, cuando no de tune-yards, como sucede con ‘Cross-Sound Ferry’. En ocasiones, palideciendo en comparación, pues donde Vampire Weekend ofrecen siempre algún tema cristalino, estos a veces requieren de algo más de contexto, de una puesta en escena que explique por qué Hamilton canta tan desgañitado rozando lo chillón, o una línea que te aclare en Genius -donde apenas hay anotaciones, de momento- que de hecho hay una mujer polaca en este disco, porque jamás lo habrías adivinado por tu cuenta. Teniendo en cuenta que Maggie Rogers sale en un teaser de ‘Isabella’ cortando el pelo a Hamilton y haciéndole llorar y Ethan Hawke pegándole en el de ‘Here They Come’, el gran anhelo de todo esto es que llegue la obra teatral que termine de revelar la tragicomedia oculta en este álbum.

Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Here They Come’, ‘Don’t Check the Score’, ‘Wack Jack’, ‘Isabella’
Te gustará si te gustan: Vampire Weekend, tune-yards, Baxter Dury
Youtube: lyric vídeo de ‘Here They Come’

Rosalía tiene a punto su tema con Billie Eilish y avanza otro con Travis Scott

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Rosalía continúa dando una serie de entrevistas confinada como las que hemos visto en España en ‘El Hormiguero’ y en ‘Lo de Évole’, esta última menos noticiable de lo que esperábamos. Si en el programa de Pablo Motos la autora de ‘El mal querer‘ revelaba que había cancelado el lanzamiento de una colaboración para las pistas de baile con una superestrella debido a la crisis del coronavirus, ahora sabemos que esa estrella es Travis Scott. Con el rapero ya había trabajado en una remezcla de ‘Highest in the Room‘, pero este sería un tema original que ha vuelto a ser definido como «superagresivo», como algo en lo que ha trabajado «mucho tiempo». Se avecina algo grande, suponemos.

Por otro lado, Rosalía ha tenido ocasión de hablar de aquella colaboración que llegó a realizar con Billie Eilish, pero que se consideraba tan sólo un boceto. Hasta el punto de que la habíamos dado por olvidada, casi haciéndonos dudar que este dúo fuera a tener lugar de no ser por el confinamiento. «Durante estas dos semanas, he estado intentando terminar la colaboración con Billie Eilish. Creo que se está acercando. Creo que ayer terminé los arreglos. Me da la sensación de que la producción, el diseño de sonido están casi acabados. Tan sólo necesito que Billie me mande las voces y las ideas que quieran añadir porque nosotros ya lo tenemos», ha indicado.

En cuanto a la disponibilidad de Billie Eilish para terminar este tema colaborativo, la cantante tiene por delante una gira -incluyendo una parada en Mad Cool-, si bien ya ha pospuesto algunas fechas debido a la crisis del coronavirus. Teniendo en cuenta las recomendaciones de los expertos, suponemos que más aplazamientos y cancelaciones de sus directos sucederán en breve.

Fidel, una mina de memes para Masterchef 8, es el cantante del grupo garajero Los Wilds

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Anoche dio comienzo la octava edición del talent-show de cocina ‘Masterchef‘, por el momento incombustible en lo que a audiencias se refiere: fue lo más visto del prime-time casi igualando en cuota el estreno de la anterior edición y superándolo en número de espectadores. La clave, como sabemos, no es tanto que se hayan rehecho mejor que bien tras la marcha de Eva González –su papel se lo reparten los tres chefs del jurado sin que echemos en falta a la ahora presentadora de ‘La Voz’– como el acierto en un casting que busca casi tanto (o más) el espectáculo televisivo como el culinario, obviamente.

Por mucho que nos parezca que lo hemos visto ya todo, esta octava edición se supera incluyendo entre sus perfiles a una comandante del Ejército del Aire, una profesora de yoga lenguaraz que promete no dejar títere con cabeza, un abogado madrileño que es fan (y casi un clon) del ama/odiado Nathan de Masterchef 5, un empresario y rockero que se precia de ser muy religioso, una entrañable bedel de 74 años de edad, una mujer gitana orgullosa de revelar que es transexual, una farmacéutica con movilidad reducida, una Paquita Salas economista que se presentó a la prueba del casting final con un columpio sexual para seducir a Pepe Rodríguez… Pues por suculento que parezca este menú (y que en verdad lo fue), el «plato estrella» de la primera noche de Masterchef 8 tenía espíritu garajero.

Hoy numerosos medios de comunicación se han referido al talent de RTVE destacando la presencia de Fidel, un músico residente en Barcelona de 36 años. Su incapacidad para parpadear (explicó que cuando está nervioso no parpadea; «me ha pasado al menos dos veces que han pensado que era invidente», aseguró) que le hacía parecer un auténtico psicópata, su total disposición a tatuarse el logo del programa si entraba en el concurso (cosa que, contra todo pronóstico, sucedió) y lo freak de su currículo (abrió un sex-shop con ambientación versallesca y una tienda exclusivamente dedicada exclusivamente a productos picantes) dejaron en su primera noche televisiva una buena retahíla de memes y hasta su propio club de fans en Twitter.

Dada su repercusión, nos ha dado por indagar en esa faceta musical y hemos topado con que Fidel es el front-man de un grupo de rock garajero –onda Los Parrots, Los Nastys, Go Cactus– llamado Los Wilds. Aunque él haya asegurado a algún redactor del ente público que son “malísimos de la hostia”, lo cierto es que llevan en activo al menos desde 2013, cuando publicaron su primer EP homónimo (más conocido como «Carretilla» por su portada-parodia de la marca de espárragos, entre otras hortalizas envasadas). Un disco que tuvo continuidad en 2017 con el single ‘No me toques mamá’ y, el año pasado, un ‘Muñequita de trapo’ que editó el prestigioso sello neoyorquino Burger Records, que les ha impulsado a hacer varias giras en los circuitos underground de Reino Unido y Estados Unidos. Los Wilds, que de manera nada decepcionante cuentan con un tema llamado ‘Cocaína‘, también participaban en la última edición del certamen sevillano Monkey Week, que cubríamos en la web.



Las Mejores Canciones del Momento: abril 2020

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The Weeknd / In Your Eyes: Aunque algo oscurecido por el alcance de ‘Blinding Lights’, aún número 1 mundial, ‘In Your Eyes’ es otro de los temazos del notable último disco de Abel Tesfaye.
Dua Lipa / Break My Heart: Aunque algo oscurecido por el alcance de ‘Don’t Start Now’, ‘Break My Heart’ es otro de los temazos del notable último disco de Dua Lipa, este con inesperado reconocimiento a INXS.
Chico Blanco / Caramelo House (Otro Lado): Otro de nuestros «Discos de la Semana» recientemente ha sido el de Chico Blanco, aquí entregado a los beneficios del deep house, como se indica en el propio título de la canción.
Chavales / Las plantas de la terraza: Gran himno synth-pop de este dúo revelación nacional, que va a encantar a los seguidores de The Tough Alliance.
Morrissey / Jim Jim Falls: Impactante «no single» de ‘I Am Not a Dog On a Chain’ de Morrissey, con una sorprendente base electrónica y algo de psicología inversa (suponemos) en su tratamiento del suicidio.
Triángulo de Amor Bizarro / Fukushima: TAB en cambio sí escogían como «buzz single» este extraño tema de ecos Kraftwerk que habla de cuando “en un mundo interconectado tú solo ves lo mejor de los demás mientras tú convives con tus horas más bajas”.
The Strokes / Brooklyn Bridge to Chorus: Posible homenaje a The Cars o The Human League en esta canción de lo nuevo de Strokes que representa su lado más inmediato.
Arista Fiera / No estás: También concesiones al synth-pop en el tema de esta banda malagueña en realidad más bien entregada al shoegaze.
Sorry / More: Decadente como el mejor momento de Yeah Yeah Yeahs o The Kills es este single del dúo revelación británico Sorry.
Becky and the Birds / Wondering: Embriagadora producción de R&B apta para fans de Mariah Carey y de Kanye West. Ella es la artista sueca Becky and the Birds.

Troye Sivan / Take Yourself Home: El artista reevalúa su vida en esta canción de sonido paradisíaco que empieza en plan balearic para ir introduciendo cada vez más elementos.
Javiera Mena / Flashback: Nuevo acierto en la carrera de Javiera Mena, aquí entre el house noventero y los sintetizadores clásicos de Giorgio Moroder.
Reyko / Surrender: Gran producción en la estela de Flume para este dúo nacional residente en Londres.
The Avalanches, Rivers Cuomo, Pink Siifu / Running Red Lights: Sentido homenaje de Avalanches al artífice de Purple Mountains, que fallecía el año pasado, que el líder de Weezer y Pink Siifu han transformado también en una reflexión sobre Los Ángeles.
Vega Almohalla / En el aire: Salto a la fama de Vega Almohalla gracias a la aparición de esta canción en una playlist de ‘Élite’.
Bad Bunny / La difícil: Single oficial con el que se presentaba ‘YHLQMDLG’, el gran disco -le pese a quien le pese- que se ha marcado por tercera vez consecutiva Bad Bunny.
Charli XCX / forever: Avance del disco sorpresa que Charli XCX está haciendo en confinamiento de cara al próximo 15 de mayo.
Yves Tumor / Kerosene!: Conexiones con Prince y Beyoncé (a través de una co-autora de ‘Lemonade’, Diana Gordon) en este tema incluido en lo último de Yves Tumor.
Glass Animals / Your Love (Déjà Vu): Glass Animals cantan a la toxicidad de una obsesión en este -a su vez- adictivo single.
The Killers / Caution: Adelanto del álbum de los Killers en el que parece que se van a acercar al sonido de The War on Drugs, pues incluso colabora Adam Granduciel. En este single encontramos a Lindsey Buckingham.

Christine and the Queens / Je disparais dans tes bras: Single incluido en el excelente EP sorpresa de Christine and the Queens, que viene acompañado de un corto de 15 minutos con un vídeo para cada canción.
Monterrosa / Resistiré: Adaptación del himno oficioso del confinamiento en España, esta canción de Dúo Dinámico que no fue un hit a su edición en 1988.
Betacam / Todo el mundo sabe lo que tengo que hacer: Costumbrista canción en la que el miembro de Templeton habla sobre lo que la sociedad espera de nosotros.
Soleá Morente / Viniste a por mí: Soleá revive el espíritu de Bambino en esta canción extraída de ‘Lo que te falta‘.
Carolina Durante, J (Los Planetas) / La canción que creo que no te mereces: Colaboración entre líderes generacionales para este single suelto que quizá forme parte de un futuro EP de Carolina Durante.
Biznaga / Libertad obligada: Canción crítica y afilada incluida en el reciente disco de Biznaga que ha sido Álbum Recomendado.
Khruangbin, Leon Bridges / Texas Sun: Leon es la voz de lujo de este meditativo medio tiempo hecho por la banda normalmente entregada a la música instrumental.
Maya Hawke / By Myself: La talentosa hija de Ethan y Uma Thurman que hemos visto en ‘Stranger Things‘ nos enamora en esta balada folkie de 2 minutos.
U.S. Girls / 4 American Dollars: Ecos de música disco tranquila en el tema que abre el último álbum de U.S. Girls, ‘Heavy Light‘.
Diamante Negro / Vista desde la ventana en Le Gras: «Ahora está de moda Instagram» es (casi) todo lo que necesitan Diamante Negro para conquistarnos con este tema que dura un minuto y medio.
Anna Andreu / Torrent sanguini: Entre los estrenos de este mes de nuestro site estaba el vídeo de este dúo que situábamos a medio camino entre Maria del Mar Bonet y Kurt Vile.
Cosmen / Fontana: También acabamos de estrenar el vídeo de Cosmen, el proyecto que da continuidad a Cosmen Adelaida.

Laura Marling / Song For Our Daughter

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A veces no hay nada como una ruptura, una catarsis, para que todo vuelva a su cauce y recuperar la esencia. En el caso de Laura Marling no es tanto una ruptura personal como una profesional: poco antes de editar ‘Semper Femina’, rompía con el sello y el management que la habían guiado y llevado a ser una de las más rutilantes estrellas del folk pop en todo el mundo. A partir de entonces, volvió a vivir en Londres tras su aventura en Los Ángeles, se implicó en proyectos musicales nuevos como LUMP –un grupo experimental formado con Mike Lindsay de Tunng– o poner música a una obra de teatro –‘Mary Stuart’, de Robert Icke–.

Su principal objetivo era escapar de las convenciones que la llevaron a sentir que estaba escribiendo la misma canción una y otra vez, explica hoy. Curiosamente, ‘Song For Our Daughter’ es un disco en el que se reconoce y condensa la esencia de la artista que, siendo adolescente, debutaba con el exitoso ‘Alas I Cannot Swim’. Pero, a la vez y por encima de todo, refuerza su madurez como creadora –también como productora–, intérprete y escritora con una –otra: su currículo es intachable– notable colección de canciones.

Tras probar suerte con un productor diferente a Ethan Johns –el reputado guitarrista y productor Blake Mills– en ‘Semper Femina’, Marling se ha lanzado a plasmar sus propias ideas sonoras adheridas a sus canciones con la ayuda de aquel que le acompañó en su crecimiento artístico. El resultado es, de entrada, tan reconocible como sorprendente: ‘Song For Our Daughter’ arranca con una visión maximalista y de banda de su habitual sonido folk, con contundentes bases rítmicas y percusiones, arreglos puntuales de guitarra eléctrica, pedal-steel y coros femeninos que, sin alcanzar la exuberancia de un Michael Kiwanuka, se acercan un poco a ese perfil. Así enlaza números poderosos como ‘Alexandra’, el fantástico single ‘Held Down’ y una ‘Strange Girl’ que es lo más cercano a un single radiable que haya publicado Laura en años.

Pero es una impresión errónea: salvo toques puntuales, prácticamente todo el resto del álbum deriva hacia tesituras más sencillas y delicadas. También más tópicas y predecibles, sí, pero paradójicamente eso no implica que sean menos emocionantes. Más bien al contrario, si algo muestra el séptimo disco de Marling es que domina con maestría el medio tiempo y la balada sentimental. Palos en los que, pese a la imponente presencia de arreglos de cuerda del reconocido Rob Moose (Bon Iver, Alabama Shakes, largo etcétera), el factor acústico y, sobre todo, su maravillosa voz se erigen en protagonistas. Y es que, pese a redundar en esquemas reconocibles, su sutileza en el tratamiento de esos sonidos (‘Only The Strong’, con lo que podríamos llamar “crescendos contenidos”, o el giro percusivo final de ‘Hope We Meet Again’) regala verdaderas maravillas.

Es el caso de una espeluznante ‘The End of the Affair’, en la que su increíble interpretación se basta y sobra para ponerle a uno del revés –aunque los coros de la segunda mitad contribuyan lo suyo–. Una canción en la que, como ya hacía en la citada ‘Only The Strong’ (“El amor es una enfermedad / que cura el tiempo”, canta parafraseando a un personaje de la obra de Icke que musicó) o en ‘Held Down’ (en la que ella, una mujer que ha huido del compromiso en favor de su carrera, fantasea con ser abandonada), observa el amor con cierto cinismo y frialdad… a pesar de estar pasando uno de los mejores momentos de su vida sentimental con su nueva pareja (a quien dedica la final ‘For You’, con insólitos arreglos entre el doo-wop y lo celta).

Pero el principal avance de Laura en este disco es su punto de vista como escritora, narrando historias ajenas, más que las propias. Así, no es el amor romántico su inspiración primordial, sino esa sororidad y puesta en valor de las mujeres en un mundo dominado por hombres que ya venía exponiendo en su anterior álbum, en entrevistas e incluso en su antiguo podcast Reversal of the Muse. Porque la espeluznante carta dirigida a una hipotética hija futura –dirigida, obviamente, a cualquier niña y las situaciones que probable y desgraciadamente vivirá en algún momento– que da título al álbum es, además de una de las mejores letras que haya escrito jamás, solo una parte de esa llamada a la comunidad.

Porque aparte de esas mujeres del futuro también pone en valor a las del pasado: generaciones precedentes que, pese a soñar con dejar sus vidas convencionales junto a sus maridos, no lo hicieron (‘Fortune’) y, aun así, son un ejemplo de resiliencia. Además apela a las musas como entes superiores a sus creadores –en ‘Alexandra’ apela a ‘Alexandra Leaving’ de Leonard Cohen cantando “Si te amó como mujer, ¿te hizo sentir como un hombre?”–, e incluso parece aludir en ‘Strange Girl’ a esa veinteañera que dejó atrás el reconocimiento en su tierra natal para vivir en una ciudad extraña en la que nadie le tendió la mano y hubo de subsistir con trabajos precarios –aquel agrio autoretrato que esbozó en ‘Short Movie’–. ‘Song For Our Daughter’ es, pese a algún pasaje algo recurrente y algún desliz (el exceso de almíbar de ‘Blow by Blow’ parece más propio de Adele que de ella), una nueva prueba de la ya inapelable solidez de Laura Marling como una de las mejores compositoras e intérpretes británicas de su generación. Y, más importante aún, de su inagotable capacidad para conmover con mimbres tantas veces empleados.

Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘The End of the Affair’, ‘Strange Girl’, ‘Held Down’, ‘Song For Our Daughter’, ‘Alexandra’, ‘Only the Strong’
Te gustará si te gustan: Michael Kiwanuka, Joni Mitchell, Villagers.
Youtube: cortometraje de ‘Song For Our Daughter’

The Streets cede a Tame Impala el estribillo del single que presenta su primer largo en 9 años

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The Streets, el proyecto de rap del británico Mike Skinner, vuelve con nuevo disco. Él lo llama mixtape, se titula ‘None of Us Are Getting Out of This Life Alive’ y sale el 10 de julio. El primer adelanto es una simpática colaboración con Tame Impala, es decir, el australiano Kevin Parker, quien canta el estribillo.

‘Call My Phone Thinking I’m Doing Nothing Better’ habla de nuestra obsesión con los teléfonos móviles, en un punto de la canción de manera casi paródica: «el amor no es un acertijo, el amor no tiene que ser difícil, tú sabes que te daría mi riñón, pero nunca te lleves mi cargador», rapea Skinner en una de las estrofas. La canción también menciona un «desayuno de Brexit». Por su parte, Tame Impala es la persona que no llama: «te iba a devolver la llamada», canta con su voz aguda habitual, «en cuanto me apeteciera».

En el vídeo de este tema, The Streets recibe llamadas desde una pista de nieve, Kevin Parker desde su casa en Malibú. Se mantiene por tanto la distancia social, no así la modernidad: ¿cuánto tiempo hacía que no veíamos tantos teléfonos plegables como los de este vídeo? Os dejamos con el tracklist del sucesor de ‘Computers and Blues‘, publicado en 2011.

‘None of Us Are Getting Out of This Life Alive’:
01 Call My Phone Thinking I’m Doing Nothing Better [ft. Tame Impala]
02 None of Us Are Getting Out of This Life Alvie [ft. IDLES]
03 I Wish You Loved Me as Much as You Love Him [ft. Donae’O and Greentea Peng]
04 You Can’t Afford Me [ft. Ms Banks]
05 I Know Something You Did [ft. Jesse James Solomon]
06 Eskimo Ice [ft. Kasien]
07 Phone Is Always in My Hand [ft. Dapz on the Map]
08 The Poison I Take Hoping You Will Suffer [ft. Oscar #Worldpeace]
09 Same Direction [ft. Jimothy Lacoste]
10 Falling Down [ft. Hak Baker]
11 Conspiracy Theory Freestyle [ft. Rob Harvey]
12 Take Me as I Am (with Chris Lorenzo)

Cosmen, nuevo proyecto post-Cosmen Adelaida, debuta con el cautivador triángulo de ‘Fontana’

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Cosmen Adelaida se consolidaron en la pasada década como uno de los proyectos más reconocibles y personales del indie pop patrio que, pese a discos fantásticos como ‘La foto fantasma‘ o ‘Dos caballos‘, no contó con la suerte y el respaldo popular de otros compañeros de generación. Eso habría derivado en la puesta en suspenso del proyecto y el inicio de otros proyectos, como el que hoy presentamos: Javier Egea, uno de sus compositores principales, amén de guitarrista y cantante, se estrena en solitario bajo el nombre de Cosmen. Y lo hace con una canción, ‘Fontana’, en la que además se estrena como productor. [Foto exterior: fotograma del clip de La Lvz; foto interior: portada de ‘Fontana, por la ilustradora Ana Galvañ.]

Así, aunque su melodía ostenta la misma pegada (no inmediata, sino que medio plazo se incrusta en nuestra memoria) que muchas de las canciones más memorables del grupo en el que se inició, su enfoque estético tiene más que ver con un perfil electrónico que le emparenta –como él mismo reconoce en nota de prensa– con proyectos como The Drums, Wild Nothing o incluso Clairo, a la que Javier escuchaba con profusión en los días en los que escribió la canción. Una canción melancólica que, como otras canciones suyas, apela a la “añoranza de un tiempo no vivido”. Porque, explica Egea, ‘Fontana’ “surge paseando al atardecer, de vuelta del trabajo, en un día en el que tenía los sentimientos a flor de piel. Cuando estás así sientes muchos pelos de punta, te escondes del frío y a veces algo de viento te hace sobrecoger. Otras veces la misma brisa es como una caricia. La ciudad es enorme y tú eres uno más. Las luces y la gente hacen que te sientas más pequeño. Poco a poco vas construyendo el camino hacia delante con el ritmo de tus pasos y ves una pequeña luz adelante sumido en la melancolía”.

Esa idea, precisamente, recordó al director K. Von Richardsson al concepto de wanderlust –que ha inspirado desde series de TV hasta un álbum de Sophie Ellis-Bextor pasando por canciones de Björk y Wild Beasts–, «que viene del romanticismo alemán, de cómo la gente vagaba (viajaba) en soledad por los bosques y naturaleza, intentando encontrarse a sí mismos en lo desconocido». «Esa idea», prosigue el director, «pronto me llevó al estereotipo de las parejas durante el romanticismo, a las tragedias asociadas a ellas y sobre cómo idealizamos el propio duelo. Lo que más me interesaba era expresar que los recuerdos en realidad no son buenos o malos, simplemente son parte de nosotros, un mapa de cómo llegamos a convertirnos en la persona que somos». Así se enfoca exactamente el clip de ‘Fontana’ que estrenamos hoy en JENESAISPOP.

Creado por el equipo de La Lvz –al que conocemos por su trabajo con Carolina Durante en ‘La noche de los muertos vivientes‘–, desarrolla la historia de un triángulo sentimental protagonizado por Paula Susavila, María Espada y el propio Javi Cosmen, que desempeña un personaje de “ángel de la guarda” inspirado en ‘El cielo sobre Berlín’ de Wim Wenders. Una poética y preciosa traslación a imágenes de este prometedor debut de Cosmen que deja resonando en nuestra mente ese gancho –»No voy a salir más hasta que vengan a buscarme / No pienso volver a hablar si no tienen qué preguntar»– que parece aludir a la época de aislamiento social que vivimos estos días.

Lo mejor del mes:

Arcade Fire dicen que su nuevo disco, 2 años en marcha, ha predicho la situación actual

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Arcade Fire han dado las primerísimas informaciones sobre su próximo disco aprovechando que Win Butler, uno de sus integrantes, acaba de cumplir 40 años en pleno confinamiento. Ocasión que él mismo ha recordado en uno de los tres posts de Instagram publicados por el grupo en las últimas horas, y en el que recuerda que cuando cumplió 30 años durante la grabación de ‘The Suburbs‘ se sentía igual de inspirado.

En cuanto al sucesor de ‘Everything Now‘, Arcade Fire han explicado que no está ni remotamente cerca de estar terminado, han pedido «paciencia» por esta razón a sus fans… pero también han perfilado vagamente su contenido, el cual parece haberse adelantado a los acontecimientos actuales. Dice Win que Regine y él llevan «2 años escribiendo», que la banda llevaba «2 meses grabando» cuando surgió el brote de coronavirus, y que en sus nuevas canciones han estado «explorando temas líricos y musicales que guardan una relación misteriosa con lo que está ocurriendo actualmente». De hecho, confirman que una de sus composiciones nuevas se llama ‘Age of Anxiety’ y que esta fue escrita «hace un año». Por este motivo, Win señala que el trabajo del grupo se ha «intensificado» y que está «fluyendo».

Por otro lado, en otro de los posts, Win ha reflexionado sobre el futuro de la música ante la pandemia. Ha dicho que «aunque esta crisis cambiará o destruirá muchos aspectos de la industria de la música, creo que esta solo fortalecerá la música como forma de arte, (pues) esta nunca ha parecido tan esencial, espiritual e irremplazable». El futuro nuevo disco de Arcade Fire será el sucesor del polémico ‘Everything Now’, que dividió a crítica y público pero dejó dos hits como ‘Everything Now’ y ‘Put Your Money on Me’, además de directos igual de espectaculares que siempre como los vividos en nuestro país.

La Oreja de Van Gogh elevan el drama en ‘Abrázame’, primer adelanto de su próximo disco

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La Oreja de Van Gogh han publicado el primer single de su nuevo disco. Y en sus palabras este «apenas cumple ningún requisito de un «buen single» en términos comerciales». La canción se llama ‘Abrázame’ y es una composición de Xabi San Martín, Pablo Benegas, Haritz Garde y Álvaro Fuentes interpretada por Leire Martínez y producida por Paco Salazar.

¿»Otra canción de La Oreja», por tanto? No exactamente. Se trata de una dramática y tenebrosa canción pop-rock que enfatiza las guitarras eléctricas y cuenta con la presencia de unas cuerdas, por lo que llega a recordar al trabajo de grupos como Evanescence también en su desarrollo hacia una cumbre épica próxima a lo cinematográfico (o dicho de otra manera, la canción suena a banda sonora). Curiosamente, la melodía, con su punto naíf, puede llegar a recordar a Amaia… solo porque su trabajo ya remitía a la primera etapa de La Oreja.

Eso sí, la letra de ‘Abrázame’, que habla sobre la necesidad de amar intensamente, vuelve a ser totalmente marca de la casa, pues entre menciones al sol y a la luna, nos deja una metáfora sobre el amor, las costumbres y el paso del tiempo que habría que estudiar detenidamente: «La rutina me enseñó entre tus dedos un mechón de lo que fue querernos». ‘Abrázame’ ha llegado a Youtube con un videoclip animado igualmente dramático.

El nuevo álbum de La Oreja de Van Gogh sigue sin título ni fecha de edición. Será el sucesor de ‘El planeta imaginario‘, publicado en 2016.

Las 50 mejores canciones de Kate Bush

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En 2018, con motivo del 60 cumpleaños de Kate Bush, JENESAISPOP preparaba una recopilación de las mejores canciones de la artista, pero las circunstancias de la vida demoraban su compleción sine die. Dos años más tarde, la pandemia global que ha sumido a todo el mundo en el confinamiento parece -desgraciadamente- una buena ocasión para publicarla al fin. Bush, probablemente la artista femenina más importante que ha producido el pop británico, y una de las artistas más importantes de la historia del pop en general, cumple 62 años el próximo mes de julio, pero nosotros hemos acotado la selección a exactamente 50 temas pertenecientes a todas las etapas de su carrera. Todos ellos ofrecen una visión panorámica de la obra de esta artista que ha hecho historia como mujer productora e influido a cientos de músicos posteriores gracias a su cruce de clasicismo y valiente experimentación, y que además ha firmado algunas de las historias narrativamente más creativas e inauditas jamás escuchadas en la música pop.

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Running Up that Hill (A Deal with God)
1985

Kate Bush escribió su mejor canción en una tarde de 1983, y de hecho fue la primera composición de ‘Hounds of Love’ que grabó, seguramente porque sabía que se encontraba ante algo especial. Aquella tarde, Bush debió efectivamente hacer un “pacto con Dios”, porque sin saberlo dio con la gran canción que necesitaba para darle un empujón a su carrera tras el fracaso de ‘The Dreaming’. Pero ‘Running Up that Hill’ supuso más que un simple empujón: no solo devolvió a Bush a lo más alto de las listas de éxitos (su cima en UK fue un número 3, pero el tema incluso alcanzó el número 30 en USA), sino que se convirtió en su canción más icónica desde ‘Wuthering Heights’. Los motivos son evidentes desde la primera escucha: su trotona percusión, que parece venir a por ti; la misteriosa melodía de sintetizador que guía toda la canción, la balalaika rusa que suena de fondo y el magnetismo de frases como “it doesn’t hurt me, Do you want to feel how it feels?” o ese estribillo “if I only could make a deal with God”, todo al servicio de una melodía portentosa, contribuyeron a armar una canción impactante desde todos los puntos de vista, y eventualmente histórica. Terminó de elevarla su también icónico videoclip, un homenaje al baile interpretado por Bush y el bailarín Michael Hervieu que, a través de un dramático número de danza interpretativa, nos cuenta la historia de la canción, protagonizada por dos amantes que, temerosos de que su relación fracase, desean intercambiar sus cuerpos para entenderse el uno al otro. Con ’Running Up that Hill (A Deal with God)’, que, por cierto, iba a titularse simplemente con la frase entre paréntesis, pero el sello de Bush le pidió que lo cambiara al preocuparle la presencia de la palabra “Dios” en el título, Bush compuso con toda seguridad una de las 10 mejores canciones de los años 80, y seguramente de todos los tiempos, como demuestra la cantidad de veces que ha sido versionada o destrozada. Yo mismo escuché la canción por primera vez a través de la versión de Within Temptation, aunque el tema también ha sonado en boca de Tori Amos, Placebo, Chromatics, Little Boots, First Aid Kit o, más recientemente, Meg Myers. La propia Bush regrabó el tema en 2012, pero ninguna superará jamás la versión original.

2
Wuthering Heights
1978

La primera canción compuesta e interpretada por una artista femenina que alcanzó el número 1 en Reino Unido iba a ser, desde el principio, la carta de presentación de Kate Bush al mundo. Cuando el jefe de EMI, Bob Mercer, escogió ‘James and the Cold Gun’ en su lugar, Bush ya los tenía bien puestos a sus 17 años para contradecirle con que ‘Wuthering Heights’ iba a ser el primer single de su disco y ninguno más. La decisión no pudo ser mejor. Inspirada, como es obvio, en ‘Cumbres borrascosas’ de Emily Brönte, uno de los grandes clásicos de la literatura inglesa, que Bush no había leído antes de componer la canción pero luego descubrió que compartía con él varios pasajes, ‘Wuthering Heights’ traslada a un contexto romántico varias citas de Catherine Earnshaw («Let me in! I’m so cold!») que suceden con ella ya convertida en fantasma, y sus acordes de piano iniciales no pueden ser más icónicos. Bush la compuso una medianoche en su apartamento, mirando a la luna llena en busca de ideas, y cedía su producción a un Andrew Powell que elogiaba la actuación vocal de la artista, realizada de seguido y en una sola toma, algo no tan habitual hoy en día. La aguda interpretación vocal de Bush en ‘Wuthering Heights’ es la razón por la que tantas artistas son comparadas con ella en la actualidad (Joanna Newsom es un ejemplo) y también emblemática del estilo totalmente teatral e ido de olla por el que la cantante ha pasado, en parte, a la historia. La apasionada melodía de la canción, que incluye el sonido de una celesta, tiene un fondo medieval, incluso gótico, que con razón ha cautivado a la ingente cantidad de artistas que la han versionado, desde The Divine Comedy a Chuck White pasando por Gabrielle Angelique, Pat Benatar o Röyksopp, y su también icónico videoclip ha sido objeto de parodias en tiempos recientes. Es imposible imaginar que la instrumentación barroca de ‘Wuthering Heights’ pudiera tener éxito hoy en día, pero escuchada 40 años después no ha perdido un ápice de su enigmática energía. Un clásico como la copa de un pino.

3
Babooshka
1980

‘Babooshka’ es la sexta canción de Kate Bush más escuchada en Spotify y en definitiva uno de sus mayores éxitos, logrando el top 5 en Reino Unido, Francia, Italia e Irlanda, además del número 2 en Australia. La razón de este éxito sin duda fue su tontorrón estribillo “ay, ay, babooshka, babooshka, babooshka, ya ya”, pero también su simpática historia sobre una mujer paranoica que se propone pillar a su marido liándose con una mujer más joven que ella. Como la propia Bush anticipa al principio de la canción (“no podría haber tenido una idea peor”), a nuestra protagonista le sale muy mal la jugada. Curiosamente, Bush declaró en su momento que no se había dado cuenta de que “babushka” significa “abuela” en ruso hasta que lo leyó en alguna parte, pues ella simplemente utilizó la palabra porque la recordaba de un cuento que había leído de pequeña y le encajaba en la canción. En las entrevistas, Bush contaba que después de escribir ‘Babooshka’ topó con varias obras tituladas igual, por lo que asumió que debía existir alguien con ese nombre, y que incluso descubrió que una amiga suya tenia un gato llamado Babooshka, pero insistía que su elección de esta palabra fue totalmente arbitaria. La canción favorita de Natalia Ferviú, como la presentadora nos contaba en una entrevista hace unos meses, ‘Babooshka’ es recordada también por su vídeo, en el que Kate baila acompañada de un contrabajo y vestida de militar rusa.

4
Cloudbusting
1985

Mucho antes que ‘Call Me Maybe’ y que ‘Viva la Vida’, Kate Bush compuso una canción pop perfecta protagonizada por el sonido de unos robustos cellos sintetizados. ‘Cloudbusting’ fue el segundo single de ‘Hounds of Love’ y aunque no igualó el éxito de ‘Running Up that Hill (A Deal with God)’, es uno de los sencillos más queridos y emblemáticos de Bush por su componente nostálgico. Una canción apasionante en la que la artista británica interpreta al mencionado Peter Reich, hijo del controvertido psicoanalista austriaco-estadounidense William Reich, y que está basada en sus memorias. William Reich era conocido por sus ideas sobre la sexología y también sobre su concepto de la “energía de Orgón”, un tipo de energía cósmica que según él se encontraba presente en la atmósfera. La canción, como el libro en el que se basa, cuenta los recuerdos del pequeño Peter junto a su padre en Orgonón, su granja/laboratorio en Maine, y en concreto versa sobre el tiempo que pasaban juntos “destruyendo las nubes” con la máquina (el «cloudbuster») que Reich había construido para hacer llover. Reich finalmente fue arrestado y murió en prisión, lo cual dejó en un enorme vacío en Peter. El vídeo de ‘Cloudbusting’, una obra maestra absoluta, cuenta toda esta historia de manera muy emotiva. Lo dirigió Julian Doyle en base a un concepto de Terry Gilliam y Bush, y una de las personas que construyó la máquina ha dejado un curioso comentario en Youtube en el que recuerda aquellos tiempos.

5
The Sensual World
1989

Si ‘Wuthering Heights’ se basaba en la novela del mismo nombre de Emily Brönte (a la que Kate Bush volvió a rendir homenaje hace poco) y ‘Cloudbusting’ en las memorias de Peter Reich, ‘The Sensual World’ lo intentaba hacer en ‘Ulysses’ de James Joyce incluso adaptando un pasaje del libro sobre el despertar sexual de Molly Bloom, del que Bush intentó conseguir los derechos sin éxito. Bush ya había compuesto la canción cuando descubrió que los derechos de ‘Ulysses’ no eran dominio público y pasó cerca de un año intentando contactar con los herederos de Joyce para conseguir el permiso. “La canción dice sí, sí pero ellos dijeron no, no”, bromeaba Bush en una entrevista. La artista tuvo entonces que re-componer partes de la canción y de la letra para al menos mantener el ritmo de la canción original, y escribió ella misma una versión del pasaje en la que Bloom “sale de las páginas y llega al mundo sensual”, cambiando así ligeramente su sentido… aunque el resultado iba a ser el mismo: una de sus canciones más sexys. Y quizá no fuera del todo intencionado. Los “mmm yes” no pueden sonar más eróticos, pero ‘The Sensual World’ no es una canción preocupada por la sensualidad carnal sino por la sensualidad del propio mundo, de la naturaleza, del hecho de que “podamos tocar cosas”. No obstante, ‘The Sensual World’ tiene un sonido místico, casi dream-pop, y no tan lejano a lo que The Cure hacen ese mismo año en ‘Disintegration’. No puede ser más Bush su estribillo de gaitas irlandesas, que reproducen la melodía de una canción popular macedonia. Incluso el vídeo de ‘The Sensual World’ es un poco gótico: Bush, ataviada con un vestido de novia color vino (¿o color sangre?), casi parece un fantasma danzando en el bosque, entre árboles o bajo la lluvia. La canción es por tanto más “sensual” que erótica, pero a Bush no le importa que la gente piense que la canción es sexy, de hecho reconoce que le agrada pues “la canción original tambo en lo era”. Bush finalmente consiguió los derechos de ‘Ulysses’ hace unos años, e incorporó la frase que quería desde el principio en la versión actualizada de la canción presente en ‘Director’s Cut’, su álbum de autoversiones de 2011.

6
Hounds of Love
1985

Ya el título de ‘Hounds of Love’ presenta un contraste entre la violencia de unos “perros” de caza y el concepto de “amor”. Bush, que es una poeta, nos habla en el tercer single de su quinto álbum sobre el miedo al amor, comparándolo con unos perros que nos persiguen. La canción es pura pasión controlada, como a punto de explotar, y por tanto 200% Kate Bush, también en esos coros cantados por ella misma que parecen imitar a unos canes. La letra es también especialmente bonita: “encontré un zorro cazado por los perros, dejó que le cogiera, su pequeño corazón latía tan rápido, y me avergüenzo por haber huido de algo que no es real”. Sobre ‘Hounds of Love’, Bush explicaba que “va sobre alguien que tiene miedo de que los perros que le están persiguiendo le atrapen”. Y añadía: “Me pregunto si la gente vive dominada por el miedo, y si por eso teme involucrarse en relaciones. Estas pueden provocar dolor y confusión y conllevar responsabilidades, y creo que a mucha gente le asustan las responsabilidades. Pero quizás comprometerse en una relación no es tan horrible como lo hace ver tu imaginación… quizás esos perros son en realidad muy amigables”. El vídeo, dirigido por nuestra amiga Catherine, está basado en ’39 escalones’ de Alfred Hitchcock, y entre los artistas que han versionado la canción se encuentran The Divine Comedy, Futureheads y Ra Ra Riot.

7
This Woman’s Work
1989

Kate Bush escribe ‘This Woman’s Work’ para la película de 1988 ‘La loca aventura del matrimonio’, específicamente para su escena más crítica, en la que el padre (Kevin Bacon) descubre que la vida de su mujer (Elizabeth McGovern), en parto, y la de su bebé no nacido corren peligro. La letra está interpretada desde el punto de vista del padre, que trágicamente empieza a ver ante sí un mundo sin sus seres queridos y piensa en “todas las cosas que debía haber dicho” y en “todas las cosas que debía haber hecho”. No es nada habitual que una canción pop hable de las complicaciones del parto desde el punto de vista del padre y de sus emociones aunque siga reconociendo que dar a luz es “un mundo de mujeres”, pero Bush es experta en interpretar diversos personajes en sus canciones y el sobrecogedor dramatismo de ‘This Woman’s Work’ da lugar probablemente a su mejor balada. Tal aceptación ha logrado ‘This Woman’s Work’ entre el público que a día de hoy es la cuarta canción de Bush más escuchada en Spotify por detrás de ‘Wuthering Heights’, ‘Running Up that Hill (A Deal with God)’ y ‘Cloudbusting’ pese a que ocupó una posición bastante discreta en ‘The Sensual World’, el álbum que Bush publicaría en 1989, un año después de la mencionada película de John Hugues. Aunque seguro que a la popularidad de ‘This Woman’s Work’ ha contribuido su presencia en dicha cinta y más recientemente en ‘El cuento de la criada’: la canción suena en el primer capítulo de la segunda temporada.

8
The Big Sky
1985

En los 80, como hoy en día, se hicieron discos bien producidos y otros mal producidos. Hay discos de los 80 que es muy difícil escuchar hoy en día debido a su mala producción, y otros que gracias a su producción magistral, te llevan a la época y a la vez te hacen flipar como si no hubiera pasado el tiempo. ‘Hounds of Love’ es uno de esos discos y un ejemplo de su producción de 10 sobre 10 es su cuarto y último single, ‘The Big Sky’. Un tema grandilocuente, un poco “rock ’n roll” como la propia Bush declaraba en una entrevista, pero también vivaz y alegre, sobre las simples aficiones que de niños ocupan nuestro tiempo, como mirar las nubes. En ‘The Big Sky’, Bush buscó hacer una canción que fuera “hirviendo” poco a poco y aunque reconoce que le costó dar con la versión definitiva, ‘The Big Sky’ es una producción espectacular donde los instrumentos -incluidas unas palmas que aparecen justo en el momento adecuado- crean gradualmente un muro de sonido en el que cada uno de sus elementos suena nítido y claro como el día. Un temazo cuyo videoclip semi espacial dirigió la propia Bush acompañada de 100 fans que recabó a través de una revista.

9
Love and Anger
1989

‘Love and Anger’ es el único número 1 jamás logrado por Kate Bush en Estados Unidos… en una clasificación menor, el Modern Rock Tracks (hoy la lista de canciones alternativas). Es uno de sus singles más abiertamente comerciales pese a contener la presencia de la valiha, el instrumento nacional de Madagascar, aunque la propia Bush reconocía en las entrevistas que le costó sudor y sangre terminarlo y que ni ella misma sabe muy bien de qué va: “Realmente no tiene una historia, soy yo intentando escribir una canción. Las imágenes que obtienes de pequeño son muy potentes, y esta canción habla sobre las personas en las que puedes o no puedes confiar cuando hay algo de lo que no puedes hablar”. ‘Love and Anger’ es una canción feliz y eufórica, muy guitarrera, que curiosamente incluye un solo de guitarra de David Gilmour de Pink Floyd, una de las bandas que más han inspirado a Kate. El final del vídeo lamentablemente ha traumatizado al pobre Sufjan Stevens.

10
The Man with the Child in His Eyes
1978

El debut de Kate Bush es todo un precedente para artistas precoces como Lorde o Billie Eilish. La británica compuso ‘The Man with the Child in His Eyes’ a lo 13 años y la grabó a los 16, pero la melodía es tan hermosa que hasta Dusty Springfield la versionó. Compuesta desde la perspectiva de una mujer joven y dedicada a ese niño que todo hombre lleva dentro (Bush pensaba que esto era una cualidad del género masculino, ya que consideraba que las mujeres “asumían demasiadas responsabilidades” y no eran capaces de mantener a su niña interior como hacían los hombres), esta emotiva balada a piano y orquesta que fue top 6 en Reino Unido es una de las grandes obras maestras de la Kate Bush más temprana. Hoy en día puede que su mensaje no haya envejecido muy bien, pero al menos su melodía permanece intocable.

Un experto indica que no habrá conciertos hasta «otoño de 2021 como pronto»

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The New York Times Magazine ha organizado una mesa redonda sobre el coronavirus con varios expertos invitados, que ha sido transcrita al completo, tras ser ligeramente editada en pos de la claridad. Una parte está dando la vuelta al mundo, tras aparecer en agencias, llegando a medios como El País o el NME. Se trata de la opinión del experto Ezekiel Emanuel, «Zeke» para los amigos, director del Instituto de Transformación Sanitaria de la Universidad de Pensilvania, sobre cuándo volverán a celebrarse conciertos y eventos deportivos.

En un momento indica que «como muy pronto, será en otoño de 2021», y se muestra crítico con aquellos reprogramando actividades para este mismo otoño (es el caso de Coachella, aunque no se refiere a ningún evento musical en concreto). «Cuando la gente dice que va a reprogramar una conferencia o una graduación para octubre de 2020, no tengo ni idea de cómo pueden pensar que es una posibilidad plausible. Creo que las reuniones más grandes (conciertos, conferencias, eventos deportivos) van a ser los últimos en volver. Lo más realista es que pensemos en el otoño de 2021 como pronto».

Las declaraciones de «Zeke» Emanuel hay que cogerla con pinzas, pues se trata sólo de la opinión de un experto, el virus es nuevo y por tanto existen diferentes visiones sobre cómo será el escalonado regreso a la normalidad. Por ejemplo, existen distintas opiniones en la comunidad científica sobre si hoy era adecuado reabrir una parte de la actividad económica en España o no; y por otro lado, la conferencia está centrada en Estados Unidos, donde no se ha llegado al pico de la pandemia y no se ha llegado a practicar un confinamiento total.

Sin embargo, también es cierto que lo que suceda en Estados Unidos afectará al resto de la industria musical de manera directa (en cuanto a giras, lanzamientos y facturación internacionales) y también indirecta. Icon, que ha elaborado un artículo explicando que los festivales están aplazando en lugar de cancelando para evitar la quiebra, muestra una visión también pesimista. Citando al responsable de una discográfica española, lanza la pregunta del millón al final: si la música en directo no vuelve hasta 2021, ¿quedarán promotores musicales para entonces?

Troye Sivan y Carolina Durante entran en el top 40 de JNSP

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Dua Lipa vuelve a ser lo más votado de JENESAISPOP, aunque ahora con ‘Break My Heart’ en lugar de con ‘Physical’. Es el único cambio que encontramos en todo el top 5, si bien en el top 10 hay que destacar la subida de ‘Flashback’ de Javiera Mena. Dos entradas llegan al top 40, en concreto lo último de Troye Sivan y el tema colaborativo entre Carolina Durante y Jota. Esta semana nos despedimos de los singles de La Casa Azul y Pet Shop Boys, ya con 10 semanas en lista y en la mitad baja de la tabla. Podéis escuchar nuestra última lista de novedades y votar por vuestras canciones favoritas, aquí.

Top Ant. Peak Sem. Canción Artista
1 2 1 2 Break My Heart Dua Lipa Vota
2 1 1 10 Physical Dua Lipa Vota
3 3 1 23 Don’t Start Now Dua Lipa Vota
4 4 4 19 Blinding Lights The Weeknd Vota
5 5 1 5 Desciende a mí Pshycotic Beats, Pati Amor Vota
6 7 1 6 Stupid Love Lady Gaga Vota
7 6 1 33 The Greatest Lana del Rey Vota
8 8 8 3 In Your Eyes The Weeknd Vota
9 21 9 2 Flashback Javiera Mena Vota
10 11 8 6 Say So Doja Cat Vota
11 16 9 9 Are U Gonna Tell Her Tove Lo Vota
12 9 1 54 bad guy Billie Eilish Vota
13 20 9 12 Bikini Porn Tove Lo Vota
14 12 6 21 Everything I Wanted Billie Eilish Vota
15 14 10 8 Delete Forever Grimes Vota
16 15 6 23 sad day FKA twigs Vota
17 17 1 Take Yourself Home Troye Sivan Vota
18 10 1 41 God Control Madonna Vota
19 17 12 10 Lost in Yesterday Tame Impala Vota
20 13 2 30 Really don’t like u Tove Lo, Kylie Minogue Vota
21 31 21 6 Spotlight Jessie Ware Vota
22 37 22 5 Steps Haim Vota
23 22 15 6 People I’ve Been Sad Christine & the Queens Vota
24 27 24 2 Je disparais dans tes bras Christine and the Queens Vota
25 19 9 4 Viniste a por mí Soleá Morente Vota
26 26 26 6 La difícil Bad Bunny Vota
27 18 18 4 Vigilantes del espejo Triángulo de Amor Bizarro Vota
28 24 17 6 The Man Taylor Swift Vota
29 28 12 5 Murphy’s Law Róisín Murphy Vota
30 30 27 4 Caution The Killers Vota
31 33 29 6 Describe Perfume Genius Vota
32 23 19 10 El colapso gravitacional La Casa Azul Vota
33 29 21 5 Never Come Back Caribou Vota
34 35 29 8 Bad Decisions The Strokes Vota
35 25 10 10 Monkey Business Pet Shop Boys Vota
36 32 32 4 Comme des garçons (like the boys) Rina Sawayama Vota
37 34 34 4 Mami Mala Rodríguez Vota
38 38 1 La canción que creo que no te mereces Carolina Durante, Jota Vota
39 38 38 2 4 American Dollars US Girls Vota
40 40 26 5 All of the Feelings Kiesza Vota
Candidatos Canción Artista
Give Me Another Chance Empress Of Vota
Fire Waxahatchee Vota
WHAT WE DREW 우리가 그려왔던 yaeji Vota
Brooklyn Bridge to Chorus The Strokes Vota
More Sorry Vota
Kill Your Local Indie Softboy Izzy Camina Vota
Kerosene! Yves Tumor Vota
Me llamo Abba Sidonie Vota
Kyoto Phoebe Bridgers Vota
No estás Arista Fiera Vota
Forever Charli XCX Vota
Boyfriend Selena Gomez Vota
Escape Desire Vota

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María Laín / B-Side

5

Madrileña de ascendencia sueca, María Laín ha llegado a su tercer trabajo ‘B-Side’ haciendo acopio de una amplia gama de influencias. Su voz rasgada apunta al mundo cantautor y las guitarras eléctricas hacia el grunge y el rock americanos, pero las producciones tienden a emprender caminos menos transitados y a menudo bastante locos. ‘Whatsapp Audio’ comienza como un decadente himno noventero, pero su estribillo colinda con las bandas hacedoras de hits electro de nuestro siglo (The Ting Tings y The Sounds), y de hecho su voz termina siendo robotizada, como sucede al final de ’21 Rights’, un tema que después de varios minutos baladescos opta por arrimarse a Kraftwerk (!).

Y la banda alemana no es que fuera lo que se nos había venido a la mente en las primeras pistas del disco. María Laín parece en sintonía con Christina y los Subterráneos, PJ Harvey y muy especialmente Courtney Love en temas como ‘Marcian’ y ‘B-Side’, pero es que este se convierte de repente en un bombazo electro. En general, tienden a emerger una serie de teclados y sintetizadores que empujan las canciones hacia Gainsbourg y sus pupilos de Stereo Total, cuando no a terrenos directamente inclasificables. Laín dice ser muy seguidora de Eels y se nota, pues aunque sus influencias sean tan evidentes como Portishead en ‘Corazón Destroyer’, su pop termina estando en sintonía con gente que ha huido tanto de los géneros musicales concretos como el proyecto de Mark Everett; o que ha presentado un pop tan a su puta bola como Hefner o Laika.

La cantante, que ha publicado un par de trabajos, el primero producido por Alicia Alemán y Gonzalo Lasheras, el segundo por Suso Saiz, cuenta ahora con la colaboración de David Baldo y asegura que lo que aquí encontramos es una mezcla de la labor de los dos. Pero sobre todo lo que hallamos es una mezcla de muchas más cosas, que impiden que ‘Focus’ sea una baladita al piano más y ‘A Horse In a Shoe Box’ el típico tema acústico de una Patti Smith. Sabe muy bien cómo hacer un estribillo, como es el caso del que emerge como antes de tiempo en ‘No News Are Bad News’, y tan sólo cabría desear que se anime más con el castellano: ‘Corazón Destroyer’ es su composición más divertida y punzante, y al mismo tiempo con la que es más fácil conectar.

Calificación: 6,7/10
Lo mejor: ‘Corazón Destroyer’, ‘B-Side’, ‘No News Are Bad News’, ‘WhatsApp Audio’
Te gustará si te gustan: Eels, Hole, Portishead, Tulsa y The Ting Tings, todo a la vez
Youtube: vídeo de ‘Corazón Destroyer’

‘Jim Jim Falls’ debió ser el single de lo nuevo de Morrissey (o mejor no en absoluto)

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Morrissey ha publicado este año un disco que está pasando algo desapercibido pese a haber sido promocionado por él mismo como “demasiado bueno para ser verdad”. Parte de la culpa la tiene la bocachancla con la que se ha coronado en los últimos tiempos (más incluso de lo habitual) y parte una pésima elección de los sencillos. Podemos debatir durante horas, días o semanas si ‘Bobby, Don’t You Think They Know?’ es o no la mejor canción del disco, pero lo seguro es que ‘Knockabout World’ no lo es.

El público ha sido rápido en darle la espalda a los 3 sencillos oficiales (los dos temas mencionados y también a ‘Love Is On Its Way Out’) y las canciones más escuchadas del álbum ‘I Am Not A Dog On a Chain’ en Spoti son el corte titular y el corte que lo abre. Este último, ‘Jim Jim Falls’, contiene una producción embriagadora y rara, atípicamente electrónica incluso para el Morrissey que ya ha jugado con las cajas de ritmo. Despierta mucha curiosidad por el sonido que encontraremos en el resto del largo, cuenta con un cambio de acordes en las estrofas bastante inesperado, un estribillo muy inmediato, un juego de palabras con el verbo «fall» bastante sonoro y simpático, y un desarrollo que consiente la incorporación de instrumentos como las guitarras eléctricas más rugientes y la sección de cuerdas. En resumen, es un señor temazo.

¿Por qué no ha sido entonces el primer single del disco o al menos el tercero? La razón bien podría ser su letra. El título del tema, ‘Jim Jim Falls’, nos lleva a unas cataratas en Australia, pero esta no es una de las canciones viajeras de Morrissey, que recientemente ha lanzado sus brazos llenos de amor a París, a Roma, y a Estambul. Morrissey nos lleva a Jim Jim Falls para que nos tiremos. Refiriéndose a uno de sus polémicos titulares en años recientes, que el suicidio es «admirable», el estribillo dice «si vas a saltar, salta, no te lo pienses» y, por si a alguien le cabe alguna duda, la última frase del tema es «si te vas a matar a ti mismo, por el amor de Dios, simplemente hazlo».

Otras frases del álbum apuntan a la teoría de que en realidad Morrissey nos está intentando llevar por el camino del bien, incitándonos en verdad a hacer las cosas buenas que siempre decimos que vamos a hacer pero nunca hacemos («Si vas a cantar, entonces canta / No te limites a hablar de ello»), pero aunque todo el tema fuera un ejemplo de psicología inversa, es fácil adivinar por dónde habrían ido los titulares si el álbum se hubiera presentado con esto. Por no hablar de que el tema, con esta letra, no tiene ninguna opción de sonar en Radio 2, como ahora mismo sí lo están haciendo ‘I Don’t Wanna’ de Pet Shop Boys y lo nuevo de The Pretenders. Muchos seguidores de Morrissey estamos un poco hartos de polémicas, así que mejor que esto quede en «fan favorite», sí…

Lo mejor del mes:

Las claves visuales de los vídeos de The Weeknd, Dua Lipa, Bad Bunny, Dora y Guitarricadelafuente

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El maniaco The Weeknd perdiendo la cabeza (‘After Hours‘ será nuestro «disco de la semana»), Dua Lipa en una fantasía lúdica a lo Gondry, Bad Bunny perreando sola, la prometedora Dora dirigida por Paco León y la nostalgia sesentera de Guitarricadelafuente. Analizamos cinco de los videoclips más destacados de las últimas semanas y extraemos sus referentes estéticos y narrativos.

In Your Eyes (The Weeknd)

En 1980 se estrenó ‘Maniac’, un slasher sórdido y pringoso, rodado con actrices porno, cuyo cartel –la imagen de un hombre con un cuchillo ensangrentado en una mano, una melenaza rubia setentera en la otra, y una enorme erección en medio- se convirtió en un icono para los aficionados al cine gore con psicópatas. Esa imagen (convenientemente estilizada en su recomendable remake de 2012), junto a otras como el duelo entre Michael Myers (con cuchillo) y Laurie Strode (con hacha) en ‘Halloween: H20’ (1998), los ambientes oníricos de la saga ‘Pesadilla en Elm Street’, el manierismo visual del neo-giallo (‘Suspiria’, ‘The Neon Demon’, ‘El extraño color de las lágrimas de tu cuerpo’), e incluso el ‘Thriller’ de Michael Jackson, parpadean en ‘In Your Eyes’ como las luces del club After Hours. El vídeo, que continúa el anterior, ‘After Hours’, termina como la mencionada ‘Halloween: H20’, y con un epílogo que funciona como parodia del arquetipo de la “final girl”.

Break My Heart (Dua Lipa)

El director Henry Scholfield, conocido por sus clips para Dua Lipa (‘New Rules’, ‘IDGAF’), Billie Eilish (‘Hostage’) o Rosalía (‘Di mi nombre’), suele citar tres fuentes de inspiración para su trabajo: ‘El odio’ (1995), Michel Gondry y su madre, que era bailarina. Del primero recoge el gusto por las transiciones fluidas, con un montaje sin apenas interrupciones. Del segundo, la inventiva visual y el sentido lúdico y surrealista de la narración. Y de la tercera, su pasión por las coreografías. Estas referencias se pueden ver ‘Break My Heart’: ingeniosas traslaciones de un escenario a otro sin apenas alterar la continuidad, una narración juguetona con mucho truco escénico y de cámara (la secuencia de las camas y la bañera no puede ser más Gondry), y una puesta en escena donde prima el movimiento coreográfico de la cámara y los intérpretes. Todo ello aderezado con un par de bailes de inspiración britneyspearsiana, y varios guiños para buscadores de “huevos de pascua”: la moqueta del avión que imita a la del Hotel Overlook de ‘El resplandor’ (1980), y el icónico Chanel rosa de Jackie Kennedy que luego luciría Marge Simpson en el fabuloso capítulo ‘Lucha de clases’ (1996).

Yo perreo sola (Bad Bunny)

Tras un prólogo en forma de fantasía noventera anacrónica, que parece un guiño a su yo adolescente (el gorro con orejas), vemos a Bad Bunny travestido y “perreando sola”. ¿Feminismo? ¿Oportunismo? ¿Cuñadismo carnavalero? Parece que un poco de todo, incluso de lo primero (una teórica del feminismo como Clara Serra ha alabado la canción). ¿Qué tiene más trascendencia y potencia simbólica, mil pancartas reivindicativas en el 8M o un pequeño gesto feminista en un contexto reguetonero? ‘Yo perreo sola’ es un vídeo humorístico con discurso(ito) empoderador, que desde un punto de vista conceptual recuerda al ‘I Want To Break Free’ de Queen, pero que narrativamente parece más una parodia cross-dressing de la retórica visual del reguetón: ambientes y objetos “feminizados” (uso del color rosa, descapotable de líneas “femeninas”, campos de flores…), rótulos con mensajes feministas (“Ni una menos”, “Las mujeres mandan”), y mujeres de todas las edades (no solo modelos culonas) “perreando solas”.

Ojos de serpiente (Dora)

En su primera incursión en el videoclip, Paco León vuelve a recrear esos ambientes costumbristas y algo decadentes que tanto le gustan (no cuesta imaginar a Carmina Barrios sentada en uno de esos bancos que aparecen en el vídeo). ‘Ojos de serpiente’ escenifica un baile de un centro cívico que recuerda el de ‘Dance to This’, de Troye Sivan. Sin embargo, en sintonía con el estilo de la canción -un bolero con toques electrónicos-, la narración está salpicada de detalles formales (el efecto 3D del baño) y simbólicos (las gelatinas florales que traen las niñas) que trastocan su severa caligrafía naturalista y la acercan a los ambientes surrealistas de ‘Twin Peaks’ o al cine de Aki Kaurismaki. El vídeo comienza y termina con un plano detalle de la boca de Dora. Entre medias, aprisionada por ese opresivo formato cuadrado en el que está rodada, se narra una historia de desamor protagonizada por la cantante y su amante con “ojos de serpiente”, encarnado por el también cantante Luca Ching.

Desde las alturas (Guitarricadelafuente)

‘Desde las alturas’ comienza con una referencia muy explícita: ‘Gummo’ (1997), el impactante debut en la dirección de Harmony Korine. El director Pedro Artola homenajea la célebre escena de la bañera trasladándola a la España de finales de los sesenta: tortilla de patatas en vez de espaguetis, y música de jota sonando por la radio. Tras ese prólogo comienza la canción. A través de un montaje en paralelo, el director pone en relación a Guitarricadelafuente y al niño protagonista, quien ensaya en un sillón al lado de un revistero donde se puede ver el número de abril de 1968 de la mítica revista Ondas, con Massiel en la portada tocando también la guitarra. Luego, como si fuera la materialización de una evocación generada por la música, aparecen escenas veraniegas protagonizadas por varios niños. Entre ellas, un guiño a una conocida foto de los años 40 donde aparece un niño colgado de un tendedero. Unos recuerdos impregnados de nostalgia que acabaran ardiendo como un bosque en verano.

Izzy Camina quería ser una «zorra rica», pero ha preferido dedicarse al pop

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Izzy Camina es una muchacha de 24 años de Nueva Jersey que ha dejado de estudiar negocios para dedicarse a la música. Explica que su plan original era convertirse en una «zorra rica», pero que ha priorizado ser una «estrella del pop». Hace poco llegaba a las plataformas su primer EP, ‘Nihilist in the Club’, en el que queda reflejado su interés tanto por el tecno como por el dream-pop.

En el primer caso hay que destacar ‘UP N DOWN’, un rompepistas de tecno-pop oscuro interpretado con voz desganada que puede remitir ligeramente a la época de gloria del electroclash. Y en el segundo es necesario hablar de la que puede ser la mejor canción firmada por Alana Isadora Zsa Zsa Camina (este es su nombre real) hasta la fecha: una bonita balada dream-pop llamada ‘Kill Your Local Indie Softboy’ que critica la misoginia de los chicos productores que asumen que una mujer no produce su propia música. El estribillo habla sobre un chico que «crea arte en su Mac» y que «jura que no es un cabrón» pero «es algo peor, un chico indie delicado que hace arte», y más adelante, Izzy se supera metiéndose con esos chicos a los que les gusta «patinar» o hablar sobre su pasión por el «minimal tecno» aunque a ti te «importe una mierda» sin que se le mueva una sola pestaña.

Cuenta Izzy que la misoginia que ha vivido por ser productora le ha hecho admirar (más que antes) a Grimes, a quien recuerda en la balada electrónica ‘Wrapped in Gold’ y también en la ensoñadora ‘Rubies’, cuya melodía medio infantil Claire Boucher habría pervertido más si cabe. Sin embargo, la autora de ‘Miss Anthropocene‘ no ha solido hacer canciones de tecno tan contundente -y con un título tan propio del estilo- como ‘Nihilist in the Club’, en la que Alana aboga por no «estancarnos en nuestros errores» porque «nuestra vida no es infinita» y «un día todos vamos a morir». La influencia de Grimes en la música de Izzy Camina se percibe más en espíritu, porque la estadounidense afincada en Londres parece ir totalmente por su propio camino.




Escucha la playlist «Revelación o Timo»:

Empress Of / I’m Your Empress Of

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¿Qué haces cuando te han roto el corazón durante una gira y el único momento en que puedas procesarlo son tus vacaciones? Loreley Rodriguez se puso a trabajar como una loca («me volví majara» han sido sus palabras) y el resultado es un disco que ella considera el más personal de su carrera, y también el mejor.

La música de ‘I’m Your Empress Of’ mantiene el tacto artesanal de todos los trabajos de Empress Of, pero este suena más enfocado en la pista de baile, como ya declaró la artista hace unos años en una entrevista para este medio: «Ahora mismo me inspira la idea de la música de baile y su poder curador, terapéutico… Muchas de mis nuevas canciones son bailables, estoy escribiendo canciones bailables con las que también puedes llorar». En el primer single del álbum, ‘Give Me Another Chance’, Loreley se entrega al sonido de unos robustos teclados mientras ruega a su amante otra oportunidad, y su estilo de house noventero DIY es explorado también en el pepino ‘Love is a Drug’. Por su parte, la brumosa ‘U Give It Up’ recuerda a la Robyn sofisticada de ‘Honey‘ e incorpora dos temas que la artista toca tangencialmente en el largo: el origen (ella es hondureña) y el feminismo. Es la madre de Loreley quien recita un verso en «Spanglish» en la canción introductoria del disco sobre las dificultades que los inmigrantes pueden vivir, y también quien en otro de los temas, ‘Void’, declara: «quieres convertirte en la mujer a la que nadie va a maltratar». Empress Of canta una frase parecida en ‘U Give It Up’: «ser mujer no es fácil, pero te conviertes en la mujer que quieres ser».

A pesar de estos instantes más sociales, ‘I’m Your Empress Of’ es principalmente un trabajo personal y autobiográfico, y las canciones pueden ser tan claras y directas en su mensaje como ese sol que ilumina a la artista en la portada. Es espacial y soleado también el sonido de estas composiciones llenas de matices rítmicos y melódicos que se nutren de otros estilos bailables de manera más o menos sutil y también de manera más (la visceral ‘Awful’ utiliza elementos propios del trance sin nunca explotar) o menos (la balada ‘What’s the Point’) memorable. ‘Void’, un tema lleno de resentimiento («cada disculpa empeoraba, una antología de palabras vacías, nunca me escuchabas cuando te decía que me dolía») bebe del balearic house para tramar un exquisito diálogo de melodía y percusión en su precioso estribillo, y las miradas furtivas de las que habla ‘Bit of Rain’ nos llegan a través de un ritmo electropop radiante. Algunas de estas canciones, de ser producidas en grandes estudios, serían verdaderos rompepistas, pero Empress Of solo necesita su visión para cautivarnos con producciones tan bonitas y arquitectónicas como la hipnótica ‘Not the One’ o esa balada synth-pop llena de arrepentimiento (nunca debí dejar que te acercaras a mí») que es ‘Should’ve’. Para haber nacido de un lugar tan oscuro, ‘I’m Your Empress Of’ no puede sonar más lleno de luz.

Calificación: 7,3/10
Lo mejor: ‘Give Me Another Chance’, ‘Bit of Rain’, ‘Love is a Drug’, ‘Void’
Te gustará si te gusta: Robyn, Jessy Lanza, Blood Orange, Tei Shi
Youtube: vídeo de ‘Give Me Another Chance’

7 discos que escuchar si te ha gustado ‘Lo que te falta’ de Soleá Morente

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En nuestra charla con Soleá Morente de hace unos días hablando del gran ‘Lo que te falta‘, disco que recomendábamos el día de su publicación y que es nuestro Disco de la Semana, la artista nos dejó claro que no tenía el más mínimo reparo en detallar qué artistas, discos y canciones la habían influido a la hora de crear su tercer disco en solitario. Nos puso en bandeja, por tanto, este especial de siete discos que de alguna manera han alimentado e inspirado su inventiva a la hora de escribir este disco.

La Estrella de David / Consagración

Como nos contaba días atrás, Soleá buscó intencionadamente a su amigo David Rodríguez, que ya había participado en su debut ‘Tendrá que haber un camino‘, para producir este disco, con la idea de hacer un disco noise rock. Al final la cosa derivó hacia una lectura flamenca del ruido, pero lo cierto es que el carácter insólito del de Sant Feliu de Llobregat está ahí, en sus arreglos e ideas locas que, contra todo pronóstico, funcionan. De entre sus discos post-Beef, sin duda cabe señalar ‘Consagración‘, su álbum de 2018, como un imperdible referente de ‘Lo que te falta’. Y no solo porque se abra con una eufórica aproximación rumbera a ‘Cariño‘, uno de sus singles más célebres. Porque por ejemplo hay unas palmas (y un espíritu) sandunguero en ‘Aceite’, mientras que ‘La canción protesta’ tomaba un cariz próximo a Las Grecas, que ya trabajara Morente en ‘Ole Lorelei’.

Alex Chilton / Like Flies On Sherbert

En nuestra charla, Morente nos explicaba que su manera de imaginar el espíritu de tablao, de fiesta flamenca sin demasiados filtros, que pretendía plasmar Rodríguez en ‘Lo que te falta’, ella pensó en un disco bastante poco predecible. Hablaba muy concretamente de ‘Like Flies On Sherbert‘, disco que Alex Chilton publicó en 1979, en mitad de uno de los lapsos que Big Star se tomaron en su inestable pero gloriosa carrera. «La producción es como superloca, tocan los músicos todos a la vez según lo van sintiendo, se hablan, se equivocan… Me pareció un concepto superguay, muy interesante», decía Soleá sobre este disco de versiones de The Carter Family o KC and the Sunshine Band aderezadas con temas propios que, efectivamente, no podía ser más deslavazado e impreciso. Pero, precisamente ahí, en su imprevisibilidad mezclada con inspiración reside su encanto y, en fin, resume bastante bien la esencia del genio de Memphis.

Bambino / Canciones de amor prohibido

Pero «más que por Alex Chilton terminamos por Bambino. (Risas) Que no está mal, tienen su conexión también. Porque la música de Bambino es muy de directo, muy pasional, muy del primer impulso… Y eso es lo que queríamos transmitir en ‘Lo que te falta’». Tal cual lo contaba nuestra protagonista en la citada entrevista, y así es. Más allá de que este trabajo de Soleá se detenga con profusión en la rumba, la bulería y otros palos luminosos asociadas a un festejo, efectivamente emerge su aura en las grabaciones de Miguel Vargas Jiménez, Bambino. Especialmente en las que apostaban por capturar la pasión y la visceralidad de sus interpretaciones (y las de su cuadro) en directo, más que revestirlas de elegantes y cuidados arreglos, como sucedía en el popular ‘Soy lo prohibido‘ de 1985, bajo la dirección del crucial Gonzalo García Pachecho. Por eso optamos por esta generosa compilación publicada poco antes de la muerte del de Utrera, que recoge en un doble CD muchas de esas grabaciones de los 60 y 70, ya muy difíciles de encontrar, en las que emergía toda la abrumadora pureza de su cante, siempre a tumba abierta.

María Jiménez / Donde más duele

Y sin salir de Sevilla, nos vamos a otro referente evidente de ‘Lo que te falta’. La gran María Jiménez, felizmente rehabilitada tras diversos y graves problemas de salud que nos hicieron esperar lo peor meses atrás, contribuyó como pocas a popularizar la rumba y la canción flamenca en los años 70 y 80, explotando su sensualidad de forma explícita y verbalizando la figura de una mujer inusitadamente fuerte en una España que se desperezaba de años de letargo ultraconservador. Musicalmente, sería interesante reivindicar los primeros trabajos de Jiménez, aquellos ‘Se acabó‘ (1978), ‘Resurrección de la alegría‘ (1979) o ‘Seguir viviendo‘ (1986), permanentemente asistida por las guitarras flamencas de eminencias como Paco Cepero y Enrique de Melchor. Sin embargo nos inclinamos por su gloriosa resurrección artística del siglo XX, con este ‘Donde más duele‘. Porque, más allá de su acertado secuestro (esto no son simples versiones) de versiones de Sabina y de sus desgarradas interpretaciones, el tratamiento que dan los hermanos García Pacheco –volvía así a trabajar con Gonzalo, artífice de sus primeros discos– a los arreglos rockeros y la vivacidad de los jaleos también tienen mucho que ver con ‘Lo que te falta’. El tocado que luce Soleá en su foto de portada, no puede ser sino un guiño a la imagen de vedette que lucía María en aquella portada, además.

Los Planetas / Zona temporalmente autónoma

Ya desde aquel proyecto-homenaje a Enrique Morente llamado Los Evangelistas con el que Soleá se estrenaba de forma oficial como intérprete, J de Los Planetas ha estado muy presente en su carrera como co-autor de varias de las canciones de ‘Tendrá que haber un camino’ y también de ‘Lo que te falta’. Concretamente colaboró con ella en la composición de ‘Ducati‘, un divertido tema en el que las Cariño entonan unos versos de un tema de Somadamantina y Yung Beef, y el oscuro ‘Condiciones de luna’ que cierra el álbum. Un tema surgido de un curioso método de escritura, basado en mezclar un lenguaje contemporáneo con versos extraídos de un cancionero del siglo XVIII que usaba a menudo Morente padre. Aunque también se inspira en un tema de La Zowi, y quizá por eso su manera de cantar los versos nos recordaba a la de J en ‘Islamabad‘, el tema que abría el último disco de Los Planetas, ‘Zona temporalmente autónoma‘, basado en aquel caso en la melodía de ‘Ready pa morir’ de, otra vez, Yung Beef. Un álbum aquel en el que el grupo granadino alcanzaba un nuevo nivel de perfeccionamiento en su peculiar fusión de flamenco e indie rock, con el que tanto sintoniza la filosofía artística de Soleá. No en vano, hay que recordar que prestaba su voz en ‘Una cruz a cuestas’, el segundo tema de aquel álbum.

La Bien Querida / Fuego

Y, cerrando un triángulo de influencias y paralelismos que van y vienen, otra de las autoras presentes en ‘Lo que te falta’ ha venido contando profusamente en sus discos con J de Los Planetas como invitado estrella y David Rodríguez como productor, también. Hablamos lógicamente de Ana Fernández-Villaverde, La Bien Querida, amiga de una Soleá que la venera como artista y le pide canciones «de sobra» para sus trabajos. A ella le debe algunos de sus primeros éxitos, como ‘Todavía’, ‘Nochecita sanjuanera’ o ‘Vampiro’, y en este último disco vuelve a prestarle alguno de sus momentos culminantes, como la propia ‘Lo que te falta’, ‘Cosas buenas‘ u ‘Olvidarme de ti‘. Es por eso que la reconocible esencia compositiva de Labienque está muy presente en el tercer disco de Soleá y se impone, quizá, como su referente más próximo en la escena independiente española. Pero es que además, hasta el gran ‘Brujería’, David había sido también el productor de todos los discos de Ana, dejando su particular impronta en arreglos insólitos e imaginativos. Sirva de ejemplo el último disco que, hasta hoy, habían hecho juntos: ‘Fuego‘ es, en muchos sentidos, la culminación de muchos años de trabajo juntos que han hecho de La Bien Querida una artista imprescindible en el indie nacional. Y, para colmo, contiene una ‘Recompensarte’ que parece un prototipo de las rumbas en las que aquí se explayan Soleá y David. Y que para colmo cuenta con la voz de J y las percusiones de Muchachito Bombo Infierno, también presente en la grabación del disco de Soleá.

Enrique Morente / Sacromonte

Y en este listado no podía faltar la influencia artística y personal más importante para Soleá Morente: su padre Enrique. Como reconoce, la sombra de su padre la persigue y perseguirá en cada una de sus obras y, aunque sea una responsabilidad enorme ser medida por su exigente vara, es también una felicidad y un privilegio para ella ser parte de la escuela morentiana en lo artístico. En la amplia obra de su padre, escogemos el que quizá sea su disco más luminoso y heterodoxo en su aproximación musical al rock (aunque nada que ver con ‘Omega’, ojo): me refiero a ‘Sacromonte’, el disco que el Maestro publicara en 1982. Un trabajo copado de palos eminentemente alegres como tangos, bulerías, rumbas, colombianas y fandangos, que además se aproximan a un sonido casi pop (no sé de qué otra forma se podría calificar ‘Sembré una esperanza’, con letra de Manuel Machado y quizá un precedente de El Último de la Fila) al acompañar las guitarras de Tomatito e Isidro Sanlúcar del bajo de Manolo Aguilar, baterías de Carlos Carli y percusiones de Rubem Dantas. Su atractivo e inmediatez es evidente, y en su día supondría la eclosión a nivel comercial de Enrique, por lo que supone una inmejorable puerta de entrada a su discografía para un público no especialmente aficionado al flamenco. Su peso en la carrera de Morente es grande, y canciones que canciones como ‘Tienes la cara’, ‘Mi pena’ o ‘Tiro tiré’ formaron parte de su repertorio incluso en su última etapa.

En ‘Kerosene!’, Yves Tumor y Diana Gordon controlan su tensión sexual a duras penas

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Yves Tumor acaba de publicar ‘Heaven to a Tortured Mind‘, un excitante disco de rock psicodélico que mantiene el componente experimental de su obra sin renunciar a la accesibilidad que ya mostraba su anterior trabajo, ‘Safe in the Hands of Love‘, y que aúna momentos de ruido y distorsión con otros de gran sensualidad y belleza.

Todos estos nominativos pueden aplicarse al single ‘Kerosene!’, un tema que Yves Tumor (cuyo nombre real puede ser o no Sean Bowie, él sigue sin confirmarlo) interpreta mano a mano junto a Diana Gordon. La cantante neoyorquina, co-autora de varios temas de ‘Lemonade‘ de Beyoncé, entre ellos el pepinazo ‘Sorry’, se dio a conocer hace unos años con el nombre Wynter Gordon, bajo el cual editó el single electropop ‘Dirty Talk’, pero actualmente factura un pop más oscuro y experimental que firma con su nombre real.

‘Kerosene!’ se parece mucho más a lo que suele hacer Yves Tumor y es una balada soul llena de tensión sexual, tanta que parece que la canción va a estallar en cualquier momento. Por supuesto, Yves Tumor solo ha hecho una canción de este estilo para pervertirla como solo él sabe y si el motivo de teclado principal de ‘Kerosene!’ suena extraño e incluso fantasmagórico, la canción mantiene el elemento sucio, oscuro y amenazante que caracteriza el sonido de su nuevo álbum. Ni siquiera la apoteosis guitarrera a lo Prince a la que llega ‘Kerosene!’ después parece suficiente para controlar la atmósfera fibrilante que Yves Tumor y Diana Gordon logran crear con su diálogo de mensajes de deseo («¿quieres ser mi fantasía, eres justo lo que necesito») y todos esos alaridos que sueltan a lo largo de la canción.

Por otro lado, si la explosiva sensualidad de ‘Kerosene!’ recuerda a Prince, la canción adquiere una capa más noventas gracias a la impresionante actuación vocal de Diana Gordon, capaz de recordar en sus pasajes más intensos a Alanis Morissette o incluso a la mismísima Sinéad O’Connor. Si la canción ya era notable, es ella quien la eleva a otra categoría.

Lo mejor del mes:

Waxahatchee / Saint Cloud

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Tras afianzarse con discos como ‘Cerulean Salt‘, ‘Ivy Tripp‘ y ‘Out in the Storm’ como una renovadora del indie rock noventero con marcado carácter femenino y ruidoso –en la escuela de Liz Phair, Kristin Hersh, Madder Rose…–, Katie Crutchfield tuvo claro que tenía que dar un giro en su vida y su carrera. Y ese giro comenzaba por superar su adicción al alcohol, que logró de manera completamente autónoma, a base de compromiso, fuerza de voluntad y dejarse ayudar por sus seres queridos (también por su pareja, que no es otro que Kevin Morby). Curiosamente, su autoimpuesta rehabilitación comenzó durante su presencia en Barcelona para actuar en el Primavera Sound 2018, como ha explicado. De hecho ‘Oxbow’, el tema que abre su nuevo disco bajo su alias Waxahatchee, ‘Saint Cloud’, habla de forma explícita de ese momento. «Barna in white / Married the night», comienza diciendo en el tema más oscuro y sinuoso en cuanto a producción de este trabajo.

Dejar atrás sus adicciones, explica, la ha devuelto a ser la persona que era cuando la bebida empezó a controlar su vida (de manera espeluznante, sitúa ese momento en los 17 años; ahora tiene 30). Y, en buena medida, eso ha hecho emerger también influencias musicales primigenias, como la música country que se escuchaba en su hogar familiar –de hecho, Saint Cloud es como se llama el pueblo en el que nació su padre, en Florida–. Todo eso cuaja en un disco que realmente la presenta como una artista reconocible y a la vez renovada: su bonita voz y su particular sentido melódico no solo persisten, sino que con una producción más pulcra, espaciosa y delicada –obra de Brad Cook, colaborador frecuente de Justin Vernon en Bon Iver y Big Red Machine– salen reforzados de este disco. Es fácilmente su álbum más completo y redondo, con once canciones preciosas, sin relleno, que brillan por sí mismas en su sencillez y concreción. Si la atractiva ‘Fire’, con cierta sofisticación en sus arreglos, pudo dar por un momento la impresión de que Katie buscaba cierta conexión de Waxahatchee con el crossover country-pop de Kacey Musgraves, lo cierto es que en realidad se ha mirado en el espejo de poderosas damas del country como Lucinda Williams, Linda Rondstadt o Emmylou Harris, según sus propias referencias.

Y efectivamente Crutchfield (no confundirla con su hermana gemela Allison, con la que compartió el grupo P.S. Eliot, ahora al frente de Swearin’) se sitúa más cerca de aquellas en canciones genuinas, luminosas y pulcras como ‘Can’t Do Much‘, ‘Lilacs‘ –curiosamente, la última que escribió para el disco, en un arrebato de inspiración–, ‘Arkadelphia’ o el precioso y delicado cierre de ‘St. Cloud’. Sin embargo, y pese al predominio de sonidos acústicos y limpios en la producción, la enérgica ejecución de canciones como ‘The Eye’ –en la que retrata cómo es para un artista rock tener como pareja a otro artista rock–, ‘Hell’, ‘Witches’ o ‘War’ denotan el perfil nada dócil ni especialmente comercial que sigue gobernando el proyecto de Crutchfield, con letras que con imágenes sencillas pero inspiradas hablan sobre amarse a uno mismo por encima de todas las cosas. ‘Saint Cloud’ es nada más y nada menos que un disco atemporal y bonito, con un trasfondo emotivo y una completa y rica colección canciones que llevan a Waxahatchee a situarse al frente entre los artistas de su generación y escena.

Calificación: 8,1/10
Lo mejor: ‘Fire’, ‘Lilacs’, ‘Can’t Do Much’, ‘Hell’, ‘Witches’, ‘The Eye’
Te gustará si te gustan: Bright Eyes, Phoebe Bridgers, Snail Mail
Mira y escucha: ‘Fire’ en Youtube.

5 razones para ver ‘Babylon Berlin’, la gran serie alemana sobre el Berlín cabaretero y prenazi

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El auge de las series alemanas comenzó hace seis años con el éxito internacional de ‘Hijos del Tercer Reich’ y, sobre todo, ‘Deutschland 83’, ganadora de un Emmy. Luego llegaron ‘Dark’, ‘Bad Banks’, ‘Das Boot: El submarino’, ‘Charité’, ‘Unorthodox’… Pero la mayor apuesta de la ficción alemana ha sido ‘Babylon Berlin’, una superproducción que unió a la televisión pública (ARD), la plataforma Sky, la productora X Film Creative Pool (financiadora de las películas de Michael Haneke) y las distribuidoras Beta Film (para el mercado europeo) y Netflix (para el anglosajón). El resultado de esta alianza es un estupendo thriller histórico que ya va por la tercera temporada (disponible en Movistar+).
Te damos cinco razones para sumergirte en el fascinante mundo de ‘Babylon Berlin’:

El (deslumbrante) diseño de producción
Solo por ver la exquisita recreación del Berlín de entreguerras merece la pena esta serie. Los legendarios cabarets, los cafés donde se discute sobre la república de Weimar, los clubes de junkers donde se conspira contra ella, las empedradas calles donde se manifiestan los obreros comunistas, los estudios de cine donde se ruedan películas expresionistas, las célebres plazas, patios, tranvías, carteles… Un excelente diseño visual a cargo de Daniel Chour (‘El atlas de las nubes’, ‘La cura del bienestar’), capaz de evocar el Berlín de 1929 con un gusto y una potencia estética apabullantes.

La (fabulosa) canción principal
La aparición de la misteriosa aristócrata rusa Sorokina (Severija Janusauskaite) interpretando el tema ‘Zu Asche, Zu Staub’ es uno de los grandes momentos de ‘Babylon Berlin’. La actuación, que incluye referencias a la mítica bailarina Josephine Baker (las faldas con plátanos) y al travestismo cabaretero, se ha convertido en la seña de identidad de la serie y en un exitazo en Alemania. También hay que destacar la aparición de Bryan Ferry cantando ‘Reason of Rhyme’, y los inquietantes títulos de crédito obra del compositor Johnny Klimek.

La (eficaz) unión entre thriller y drama histórico
Aunque narrativamente no esté a la altura de su impresionante apartado visual, la historia que cuenta ‘Babylon Berlin’ es bastante entretenida. Una sugestiva trama criminal que funciona muy bien como soporte argumental para elaborar el retrato de una ciudad en plena ebullición cultural y política. Sus tres creadores, Henk Handloegten (‘Good bye, Lenin!’), Achim von Borries (‘Cartas de Berlín’) y Tom Tykwer (‘Corre Lola, corre’, ‘El atlas de las nubes’), trasladan con acierto (y mucha libertad) el universo literario en el que se basa la serie: la saga de novelas de Volker Kutscher sobre el detective Gereon Rath (publicadas en Ediciones B), ‘Sombras sobre Berlín’ (la primera y segunda temporada) y ‘Muerte en Berlín’ (la tercera, y más floja).

La (atractiva) pareja protagonista
Los dos personajes principales de ‘Babylon Berlin’ -el atormentado, perspicaz y bailongo detective Gereon Rath, recién llegado a Berlín desde la católica Colonia, y la encantadora y sagaz flapper Charlotte Ritter, mecanógrafa, prostituta ocasional y aspirante a policía- son lo suficientemente interesantes como para sostener una serie que, dado que hay siete novelas publicadas de la saga Gereon Rath, podría alargarse varias temporadas. A ello también contribuye el acierto del casting: Volker Bruch, conocido por ‘Hijos del Tercer Reich’, y Liv Lisa Fries, muy popular en Alemania por películas como ‘Romeos’, ‘Zurich’ o ‘Lou Andreas-Salomé’, y que algunos la recordarán como la novia de la asesina de la serie ‘Counterpart’.

La (enigmática) presencia del doctor Schmidt
Por debajo de la trama principal se desliza una subtrama protagonizada por un misterioso psiquiatra de rostro deformado y métodos poco ortodoxos. Es una intriga poco explicada, esquinada, pero muy sugestiva, donde se mezclan la drogadicción, el mesmerismo y las ciencias ocultas. La magnética presencia del doctor Schmidt, con una voz hipnótica que te atrapa como si fuera el doctor Caligari, impregna gran parte de la serie, añadiéndole una capa de irrealidad y generando giros argumentales inesperados. ‘Babylon Berlin’ ya tiene confirmada la cuarta temporada, que estará basada en el tercer libro de la saga: ‘Un gánster en Berlín’. 8.

‘Brooklyn Bridge to Chorus’ de los Strokes hace honor a su nombre

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El nuevo disco de los Strokes, ‘The New Abnormal‘, está obteniendo las mejores críticas para la banda desde su debut. En concreto en Metacritic lo encontramos exactamente empatado con su segundo álbum con 77 puntos sobre 100. Como nosotros mismos, Consequence of Sound y Allmusic destacan el nuevo single ‘Brooklyn Bridge to Chorus’ como una de las mejores canciones, mientras Rolling Stone la ha considerado «un homenaje a la Human League».

La verdad es que la mismísima letra de la canción referencia primero en un post-estribillo «cierta canción de los años 80» y luego se pregunta en otro pre-estribillo «dónde fueron aquellas bandas de los años 80», por lo que los medios están especulando que la canción se refiera bien a los autores de ‘Dare’ o a The Cars, pues precisamente vemos unos «coches» en la portada del single y recientemente fallecía Ric Ocasek.

Lo seguro es que Julian Casablancas busca un estribillo («Can we switch into the chorus right now?») y lo ofrece a continuación cuando se pregunta amargamente dónde están sus amigos («I want new friends, but they don’t want me / They have some fun, but then they just leave»). The Strokes culminan así una canción inmediata que por melodía podría haber pertenecido a su debut entre lo tarareable («on and on and on and on and on»), la referencia a la adicción al alcohol («one shot is never enough») y las ganas de más que deja la ausencia de un último estribillo. Es también una de las canciones más cortas de ‘The New Abnormal’, recordándonos que ni una sola pista de ‘Is This It?‘ necesitó exceder de los 4 minutos.

Lo mejor del mes:

Cultura y Hacienda se reunirán con actores y músicos tras las polémicas declaraciones de Uribes y el «Apagón Cultural»

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El mundo de la cultura ha programado este fin de semana, en concreto los días 10 y 11 de abril, un «apagón cultural» en protesta por la falta de medidas del gobierno para que este sector concreto combata la crisis del coronavirus. La Unión de Actores y Actrices y varias asociaciones musicales están entre las más de 40 agrupaciones que han firmado una carta en la que mostraban su malestar por la comparecencia del ministro de cultura de este martes en la que decía que «la salud era lo primero y luego vendría el cine». Juan Echanove estaba entre los muchos que protestaban. Dice el comunicado: «Con estas declaraciones solo consigue, lamentablemente, crispar los ánimos de las más de 700.000 personas que viven (de momento) de las industrias culturales. Por otro lado, nos muestra ante la opinión pública como un sector insolidario por proponer medidas unilaterales para nosotros con independencia de la suerte que corran el resto de ciudadanos españoles. Y eso, además de profundamente injusto, no es cierto».

Pedro Sánchez, cuyo viaje al Festival de Benicàssim en avión oficial fue muy cuestionado en su momento, ha agradecido en varias de sus comparecencias al mundo de la cultura por seguir entreteniendo desde sus casas, mencionando específicamente a los artistas que están realizando conciertos desde sus hogares, pero se desconoce cómo podrá sobrevivir el sector esta primavera o incluso este año. Dice dicho comunicado: «Mientras nuestro Presidente del Gobierno levanta la bandera de la Unión Europea para buscar soluciones conjuntas para todos sus miembros, reclama ayudas solidarias urgentes y se convierte a la vez en el líder europeo que lucha por todos, el ministro de Cultura de España se queda callado sin liderar las necesidades de la Cultura en nuestro país. Sus homónimos de Francia, Portugal, Alemania, Austria e Italia están luchando por la Cultura en sus países y en Europa. Hemos podido leer las siguientes declaraciones del ministro francés: «Tenemos que poner todo en marcha para asegurar la supervivencia de los agentes culturales, pues es el porvenir de nuestro modelo cultural lo que está en juego» (…) El Ministerio de Cultura puede y debe liderar el apoyo a la Cultura en España, convirtiéndose en el modelo a seguir por todas las Comunidades Autónomas. Juntos, unidos Ministerio de Cultura y sector, saldremos adelante de esta enorme crisis sanitaria, política y económica que estamos padeciendo».

Tras las protestas, la ministra de Hacienda María Jesús Montero y el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, se reunirán «en breve» con representantes del sector, después de haberlo hecho con la ministra de Economía Nadia Calviño. Como recoge El País, Montero ha reconocido que «la industria cultural está sufriendo una parte muy aguda de la bajada de la actividad económica por la incapacidad para celebrar actuaciones en las que el conjunto del público se pueda reunir» subrayando la importancia de la cultura para «la libertad» y «la consolidación de la democracia». El secretario general de la Unión de Actores y Actrices ha indicado, como recoge La Vanguardia que «esperan que la palabras de la ministra de Hacienda se hagan realidad» y el «Apagón Cultural» se ha dado por finalizado, como informa 20 Minutos.

Dua Lipa ríe mejor: ‘Future Nostalgia’ sube al top 1 en UK y 5 Seconds of Summer se desploman

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La semana pasada ‘Future Nostalgia‘ no podía alcanzar el número 1 de las listas británicas debido a la reñida batalla con 5 Seconds of Summer, que incluía cassettes firmados en confinamiento, descuentos a través de sus respectivas páginas web y otras armas. Sin embargo, Dua Lipa va a demostrar que quien ríe la última, ríe mejor.

‘Future Nostalgia’ sube del puesto 2 al puesto 1 en Reino Unido en su segunda semana, animado por la solidez de su streaming y la falta de competencia. Si la semana pasada vendía lo equivalente a más de 34.000 copias pese a que las tiendas de discos están cerradas, esta semana ‘Future Nostalgia’ ha despachado otras 16.000 ascendiendo al primer puesto. Se quita además una considerable espinita, pues su debut tampoco llegaba a la cima, quedando en el top 3 pese a que terminó siendo doble platino. El disco de oro en Reino Unido está garantizado para este segundo largo (100.000 unidades) y seguramente también el de platino, pues hasta 3 singles del mismo continúan apareciendo en el top 10 británico: ‘Physical’ en el número 4, ‘Don’t Start Now’ en el número 5 y ‘Break My Heart’ en el número 7. Ninguna ha sido top 1, pero las tres disfrutan o disfrutarán de una gran longevidad.

El reverso de la moneda es para ‘CALM’ de 5 Seconds of Summer. El grupo pudo ser el número 1 de la semana pasada en Reino Unido, pero esta se desploma pasando del puesto 1 al puesto 17 en tan sólo siete días. Sus ventas se han reducido un 92% quedando en 2.926 copias en la segunda semana.