Como se rumoreaba en enero tras una noticia aparecida en PageSix, Kanye West y Kim Kardashian, una de las parejas más mediáticas de Hollywood, dan por terminado su matrimonio. Así lo confirma ahora TMZ, que acredita que ha sido finalmente Kardashian quien ha dado el paso legal final. Según sus fuentes, el divorcio es todo lo amistoso que puede ser un divorcio.
Se rumoreaba que el músico y la empresaria, que comparten cuatro hijos, buscaban el divorcio por diversas razones: él ya «no soporta» a la familia Kardashian y su «vida de estrellas de reality show», mientras ella está estudiando para convertirse en abogada debido a su compromiso con el proyecto de reforma penitenciaria en el que lleva años enfrascada, y las «locuras» de su marido, que el año pasado entró en la carrera presidencial sin jamás haber votado, le distraen de su proyecto social. En un tuit publicado el mes de julio, Kanye escribió que lleva intentando divorciarse de Kim desde noviembre de 2018.
Por supuesto, Kim Kardashian ha formado parte de la obra de Kanye West prácticamente desde que se conocieron: la canción más popular de Kanye dedicada a su esposa es ‘Bound 2’, en cuyo icónico videoclip aparecían ambos acaramelados subidos a una moto. Por otro lado, la letra de ‘Lost in the World’, la canción que cierra ‘My Beautiful Dark Twisted Fantasy’, está extraída de un poema que Kanye escribió a Kim un mes antes de su lanzamiento por su 30 cumpleaños. Más recientemente, Kanye, Kim, sus hijos y Kris Jenner aparecían en el extraño vídeo de ‘Closed on Sunday’.
‘Glowing in the Dark’ de Django Django está siendo nuestro «Disco de la Semana» gracias a canciones como ‘Hold Fast’. A la retahíla de singles que encontramos destacados en la pegatina del CD como si estuviéramos todavía en los años 90 (‘Free from Gravity’, ‘Spirals’, y ahora ‘Waking Up’ con Charlotte Gainsbourg) hay que sumar joyas perdidas como este ‘Hold Fast’ que seleccionamos hoy como «Canción del Día».
Cuando está a punto de cerrarse el disco, ‘Hold Fast’ ofrece otra cara de Django Django: de alguna manera es una canción que encajaría en un concierto de Caribou por lo que tiene de evasivo y por cierto carácter de «canción-río». No hay estribillo, sino que la melodía va fluyendo poco a poco, provocando cierta sensación de levitar. Una guitarra tipo New Order emerge y el sonido orgánico del grupo está ahí, pero el grupo parece haber abierto a lo grande la puerta de la pista de baile, cosa que les sienta fenomenal.
Es más o menos también lo que nos cuenta una letra que nos habla de «esperar pacientemente», de cómo resistiremos llueva o «truene», concluyendo al término del primer párrafo: «pronto seremos libres». Una sensación de liberación con la que solo podemos comulgar, y que nos hace pensar en un futuro hipotético de Django Django, más encarrilado a este estilo musical.
‘Mujeres que corren con los lobos’ de la psicoanalista Clarissa Pinkola Estés, es uno de los grandes iconos de la literatura feminista, un longseller sobre la “feminidad salvaje” que se lleva reeditando de forma ininterrumpida desde los años noventa (la última edición en España es de este mismo mes, en Ediciones B). ‘Chemtrails Over The Country Club’ parece rodado bajo el influjo de ese libro.
El videoclip comienza como la típica fantasía pija-retro de la cantante neoyorquina: una señorona conduciendo un Mercedes descapotable y haciendo cosas de rica –ir a la compra como quien va a una boda, pintar oleos enjoyada y vestida de blanco, acariciar pavos reales, conducir sin manos-, situada en un ambiente de estética cuqui-vintage y enmarcada por un formato 4:3 que refuerza aún más su discurso nostálgico.
Pero algo parece agitar ese relato de texturas oníricas, como un ensueño filmado en Super 8. Son una serie de insertos visuales y sonoros, entre ellos un tornado que recuerda al de ‘El mago de Oz’, que anuncian la ruptura de la narración: el encuadre se abre a 16:9 (un recurso que empieza a estar un poco manoseado) y el relato se convierte en una alegoría mágico-feminista, en un aquelarre liberador, como una mujer-loba transformándose en una noche de luna llena. Más críticas «Estética de videoclip», aquí.
Django Django acaban de publicar el que a todas luces promete ser el disco mejor valorado de toda su carrera a la larga, un ‘Glowing in the Dark‘ que es el Disco de la Semana en estas páginas. Más valorado, decimos… incluso más que su debut nominado al Mercury. Las críticas ya lo sitúan por encima de aquel, sin que los otros dos discos de la banda de Londres se queden demasiado atrás. Es un momento estupendo, por tanto, para reunirse con Django Django y hablar sobre las nuevas canciones que han entregado al mundo post-pandemia. Nos atiende Dave vía Zoom para hablarnos de su pasado como DJ y también de su aversión a las redes sociales.
¿Qué significa este disco para ti?
Este disco es una continuación de ‘Marble Skies‘. Los sonidos que exploramos parten de los del anterior, ya que cuando terminamos aquel disco casi empezamos el siguiente. Algunas de estas canciones nuevas las llegamos a presentar hace tiempo en directos por Estados Unidos y México. ‘Glowing in the Dark’ es otro álbum de Django Django, pero mejor, porque creo que con el tiempo hemos mejorado, perfeccionado la fórmula, y aprendido a hacer mejores canciones. Es una progresión del disco anterior.
El disco tiene un sonido «de banda», no es un experimento de estudio. El confinamiento no os ha llevado por esa dirección…
«Glowing» efectivamente es más «de directo» que nuestros álbumes previos, no se basa tanto en los samples como los anteriores. Cuando yo empecé a componer música, hacía hip-hop y poseía un sampler muy bueno, por lo que esta filosofía la terminé aplicando a la música de Django Django. Este disco es mucho más «vivo», nace de tocar todos juntos en la misma sala.
¿Habéis tenido oportunidad de ensayarlo para futuros directos?
Realmente no, solo hemos hecho sesiones acústicas de las canciones, cada uno desde su casa, tocando cada uno en una ubicación diferente. ‘Spirals’ sí la hemos tocado propiamente en directo, ‘Waking Up’ también, pero todavía tenemos que averiguar exactamente cómo vamos a tocar este disco en vivo.
¿Cómo has lidiado con la cuarentena en su momento más duro?
Hay días en que he estado más creativo y motivado, y otros en que esto no ha sido así en absoluto. Ha sido difícil para todos porque las cosas que normalmente haces para mantenerte alegre y feliz, como ver a tu familia o a tus amigos, no las has podido hacer, así que ha tocado ir sobre la marcha y no ser demasiado duro con uno mismo. A veces solo hay que esperar a que llegue la inspiración.
¿’Spirals’ siempre iba a ser la primera pista del disco?
Creo que sí. La escribimos con la intención de tocarla en directo, y como empieza con esa melodía que se acelera cada vez más, para nosotros era obvio que tenía que abrir el álbum, porque iba a sonar rara en otro lugar. No nos rompimos mucho la cabeza para tomar esta decisión.
‘Got Me Worried‘ me recuerda un poco a ‘Walk Like an Egyptian’ de las Bangles, ¿nadie os lo ha dicho?
Me encanta esa canción pero nadie nos ha dicho que se parezca ni lo había pensado realmente. Quizá haya sido una influencia del subconsciente porque de pequeño la escuchaba mucho, era un gran éxito en la época en que yo iba al colegio.
¿De dónde salen los aplausos que suenan al final de la canción?
Es un sample sacado de un vídeo cualquiera que he encontrado en Youtube, de un público aplaudiendo. Existe una página web llamada Sounddogs en la que es posible encontrar samples por 3 dólares, de sonidos de lluvia, de público aplaudiendo, de una persona saludando… Es una web que uso bastante.
«Dave: Yo quería era ser un gran DJ como Laurent Garnier. Django Django supuso un giro extraño en mi vida»
¿Cómo ha surgido la colaboración con Charlotte Gainsbourg?
Cuando terminamos la maqueta de ‘Waking Up’ se me ocurrió que a la canción le faltaba algo, como una cantante distinta, así que pensamos en Charlotte porque formamos parte del mismo sello, Because Music, y porque ya le hicimos un remix hace unos años, de su tema ‘Trick Pony’. Con esta idea escribimos al sello para que la contactase y ella aceptó de manera inmediata, así que vino a París a grabar la canción con nosotros.
¿Escucháis su música o simplemente os gusta su voz?
Me gusta su voz. Hace tiempo hizo un disco producido por Beck, ‘IRM‘, el que incluye ‘Trick Pony’, que es una canción que me encanta, y cuando escuchaba ‘Waking Up’ no podía dejar de pensar en esa canción.
¿Cuál es el tema de ‘Glowing in the Dark’ del que te sientes más orgulloso?
‘Asking for More’ es una de las mejores composiciones que ha hecho Jimmie, el bajista. Me gusta mucho ‘The Ark’ porque es un instrumental loquisimo, fue muy divertido de crear por lo libre que es, al no tener que preocuparme por estructuras y estribillos. También me gusta mucho ‘Kick the Devil Out’.
«Dave: La gente pasa demasiado tiempo en las redes sociales, pero me mola que los jóvenes descubran una canción de Fleetwood Mac por un viral»
‘The Ark’ presenta sonidos muy acid. ¿Os inspira esta época de la música?
Mucho. Yo empecé a pinchar en 1992 y en mis sesiones metía hardcore, rave, tecno, industrial… Cuando salió el jungle también me aficioné… Llevo comprando discos de este estilo desde 1991. Django Django supuso un giro extraño en mi vida porque antes lo que hacía era house y techno. Con Django Django empecé realmente a escribir y a producir canciones, pero antes lo que quería era ser un gran DJ como Laurent Garnier. La música electrónica forma parte de mi vida y siempre intento introducirla en la música de Django Django. A veces (mis compañeros) no me dejan pero intento colarla de vez en cuando.
¿Teníais los singles claros en vuestra cabeza? ‘Free from Gravity’ es muy pegadiza…
‘Free from Gravity’ no iba a ser single. Cuando entregamos el álbum al sello para ser mezclado fue cuando la gente empezó a comentar que debería ser un sencillo. Entonces se me ocurrió la idea del vídeo. Los singles son extraños, solo puedes escoger uno y esperar lo mejor.
Ahora son las plataformas de streaming los que dictan qué va a ser un single y qué no…
Es cierto que, a menudo, los singles no funcionan tan bien como un tema cualquiera de un disco que no ha sido sencillo. Especialmente en Estados Unidos los anuncios y los programas de television ayudan a que una canción sea popular, más que salir en la radio o hacer vídeos.
Supongo que no estás muy familiarizado con TikTok.
Soy demasiado viejo para estas cosas, si ya me cuesta usar Instagram… Las redes sociales son para la gente más joven. No quiero decir que yo sea súper mayor, pero a mí me gusta comprar álbumes, no me va el streaming. Me parece un incordio. La gente pasa demasiado tiempo en las redes sociales. Pero que los jóvenes descubran una canción de Fleetwood Mac por un viral sí me mola.
«Dave: Siempre he luchado por producir nuestra música con nuestro equipo de mierda y creo que con el tiempo hemos mejorado mucho en el arte de producir»
¿Escucháis música para inspiraros o preferís grabar con la mente más en blanco?
Yo cuando escucho algo que me gusta lo almaceno en mi mente. Tengo ideas almacenadas en mi cabeza desde los años 90, y no me preocupo demasiado por lo que hacen los demás. Me limito a comprar discos en Discogs o sonidos o ruidos que quiero samplear y dejo que ellos me dirijan hacia donde puede ir una canción u otra. No pienso demasiado en el sonido global de una canción en ese sentido.
El año que viene se cumplirán 10 años de vuestro debut. ¿Cómo lo veis a día de hoy?
De esa época recuerdo más que nada que estábamos continuamente de gira. Cuando salió el disco en 2012 estábamos en shock de poder viajar tanto, pero los últimos 10 años antes de que llegara la covid han sido parecidos, de tocar mucho. El disco como tal no lo he escuchado en 10 años. Recuerdo que en ese momento no sabíamos muy bien qué estábamos haciendo, y además disponíamos de un presupuesto paupérrimo. Ahora intento pensar en cómo suena y seguramente tendría muchos problemas con la grabación, con algunas decisiones tomadas, pero creo que a la gente le gusta tanto ese disco precisamente porque es crudo y espontáneo, no está sobreproducido como tantos otros.
A la gente le suele gustar la música que suena fresca, que no suena perfeccionista, como si se le hubiera dado demasiadas vueltas.
Por esta razón producimos todos nosotros mismos, en nuestro propio estudio. No soporto la música que está producida de más. Percibo este problema en la música de muchas bandas americanas y creo que es terrible. Yo siempre he luchado por producir nuestra música con nuestro equipo de mierda (ríe) y creo que con el tiempo hemos mejorado mucho en el arte de producir. Los discos pueden sonar mejor, más profesionales, pero nuestras herramientas no han cambiado en absoluto.
¿Escuchas música nueva?
Realmente no, lo que más escucho es música antigua de los 60, 70 y 80, y música house de los 90, como la de Chicago, o la de ciertos sellos. Solo ocasionalmente escucho música nueva, pero no estoy metido en el mundo de las playlists, solo escucho vinilos.
Maria Arnal y Marcel Bagès son el nuevo número 1 de JENESAISPOP, subiendo desde el puesto 3. Gracias a las nuevas normas del top, encontramos varias novedades a continuación: los últimos singles de Jessie Ware, Sufjan Stevens y Alizzz llegan al top 4. También entran Cardi B, SG Lewis y Foo Fighters. Recordad que podéis escuchar la playlist con las 40 canciones del top y las 10 candidatas a entrar de cada semana, así como por supuesto votar por vuestras canciones favoritas, aquí. Los votos son sometidos a una fórmula matemática que beneficia a las novedades y perjudica a las canciones de hace 10 semanas. Foto: Alex Rademakers.
Amaia es este finde la portada de la nueva edición de S Moda a raíz de una entrevista en la que la cantante avanza de manera tímida sus próximos pasos musicales. Lo más significativo que indica es que ‘El encuentro’, su tema con Alizzz, será un punto de partida en su carrera. Se trata de una producción más avanzada que la oída en su disco ‘Pero no pasa nada’, sin que la cantante sacrifique su esencia ni su espontaneidad, que aparece desde el primer «Uy».
Dice ahora: «Quiero que ‘El encuentro’ sea un nuevo punto de partida. Necesito que se note una evolución en mi carrera, también con la nueva música con la que estoy trabajando. Ya estoy trabajando sobre ella y la gente notará un cambio». Algo que ya dijo desde el principio cuando afirmaba que probaría estilos diferentes. Nos contaba hace casi 2 años exactamente lo mismo: «No me cierro a nada. Me gustan muchos estilos de música. Cuando me gusta una canción generalmente me gusta cantarla y disfruto haciéndola. Me lo paso bien. Estoy cómoda en varios estilos. Lo que estoy haciendo ahora y como es el disco no significa que yo sea así para siempre. Tengo 20 años y quiero probar más cosas».
Eso sí, no se ve como una reina del pop: «Uy, es que a mí no me interesa nada eso de la diva pop. Ni sé cómo es una ni sé quién lo es ahora ni me preocupa serlo, yo no voy por ahí para nada». Además, no parece temer al futuro: «puede que un día dé un concierto y solo vengan cinco personas, que también esto se puede acabar».
‘El encuentro’ no ha tenido un recorrido larguísimo en la lista española de hits, donde fue top 36, pero sí ha tenido una trayectoria más regular que los singles de ‘Pero no pasa nada’, superando los 7 millones de streamings (un disco de oro) y durando en el top 100 algo más de un mes, en contra de lo que ella acostumbra, siendo una artista más de álbumes. ‘El encuentro’ ha pasado 75 días en el top 200 de Spotify España (ahora mismo es re-entrada en el puesto 187), sin haber obtenido un gran apoyo de las radios, lo que se traduce en que no ha sido un pelotazo multiplatino, pero sí mantiene su pequeño recorrido como «grower».
Se jacta su hoja de promo de que Adiós Amores mantienen una «relajada carrera de singles». Lo cierto es que se han tomado con toda la calma que cabe en este mundo sacar más canciones tras el pequeño revuelo que supuso hace un año el lanzamiento de ‘Charlotte’, una de las mejores canciones de 2020. Con la de hoy son 4 en total las composiciones del dúo sevillano que aparecen en las plataformas de streaming. Portada: Ana de la Cuadra.
En cualquier caso, las sevillanas Ana Villadares (voz, guitarra, sintes) e Iman Amar (voz, guitarra) mantienen el listón con ‘Doce navajas’, una composición siniestra y sangrienta que no tiene nada que ver con el clásico de Mecano. Esta en cambio se nutre del folk psicodélico de finales de los 60, llevándonos a los sonidos de gente como United States of America o, recientemente, Cat’s Eyes y Broadcast. La melodía, eso sí, no renuncia a la canción española de los 70, y podría haber sido escrita por Cecilia o Mari Trini, mientras la producción incorpora elementos más de americana.
«Doce navajas tengo en mi cajón, cada una de ellas de distinto color, para combinarlas con mis vestidos y así poder llevar una conmigo» es el intrigante arranque de este corte que mantiene la tensión gracias a su abstracción y misterio, y también a una dicción ininteligible común al género (al indie español de los 90 y al shoegaze británico algo anterior). Te gustará si te gusta el catálogo de Elefant y Prin La La. El tema se edita en un 7″ junto a la ya conocida y agitada ‘La Fuente’.
Hoy viernes 19 de febrero salen los nuevos discos de SG Lewis, Mogwai, Ferran Palau o The Hold Steady, además de las reediciones de los últimos lanzamientos de Ariana Grande, con cuatro temas antes inéditos y el remix de ’34+35′ con Megan Thee Stallion y Doja Cat, y de Haim, con remixes de ‘Gasoline’ con Taylor Swift y ‘3am’ con Thundercat. También ven la luz la banda sonora de ‘CRESTONE’ por Animal Collective y nuevos epés de Nicola Cruz y Kelly Rowland.
La cosecha de singles nuevos deja propuestas destacadas como la de Samantha Hudson, que aparca monentáneamente su podcast con Jordi Cruz para visitar la pista de baile de la mano de Putochinomaricón (ojo al mural que han dedicado a la artista en Madrid), que sigue demostrando su afición a la PC Music; o Alba Reche, que lanza un extraño tema semi bailable. Atención también al primer adelanto del álbum de remixes de Triángulo de Amor Bizarro, al posible éxito de Alan Walker con salem ilese o al nuevo avance de ‘Sueños de Dalí’, el disco que Paloma Mami publica el 18 de marzo.
En los últimos días u horas ha sido posible escuchar el sorprendente nuevo single de Zahara, el inesperado regreso de José González en español, los retornos de Iceage, Manchester Orchestra (de actualidad por su trabajo con Paris Jackson) o Crowded House, el enésimo adelanto de ‘Corazón cromado’ de Sen Senra, el nuevo corte de shoegaze-pop satírico de Los Planetas, el homenaje de Dawn Richard al dance de los 90 o un tema previamente inédito del notable ‘forevher’ de Shura, que también ha sido reeditado.
Ya en nuestra playlist de novedades actualizada puedes escuchar también lo nuevo de Conan Gray, Faithless con Mala Rodríguez (sí, en serio), Tom Odell, Purple Disco Machine, Hens, Isaac Dunbar, Luis Fonsi con Rauw Alejandro, Sondre Lerche o Tórtel.
Se abre cierta esperanza para la celebración de eventos este año pese a la lentitud con que avanza el proceso de vacunación contra la covid-19 en la Europa continental. Según informa Newtral, Francia volverá a permitir que haya festivales y conciertos de música este verano, con un aforo limitado a 5.000 personas y siempre que estas permanezcan sentadas y alejadas entre sí. La noticia es muy llamativa porque Francia tiene unas restricciones mucho más severas que España pese a que su incidencia de contagios es mucho menor: su toque de queda es de 18.00 a 6.00 y los bares, gimnasios, cines y museos están cerrados desde finales de octubre.
La noticia está en sintonía con lo que nos adelantaban Dorian en un reportaje sobre músicos y pandemias que publicábamos hace unas semanas: «2021 será un año puente. Por un lado todo el mundo en la industria da por hecho que no se celebrarán eventos masivos ni grandes giras. Sin embargo, todo apunta a que se organizarán conciertos que multiplicarán por dos o incluso por tres los aforos permitidos el año pasado. En estos momentos tenemos muchas ofertas sobre la mesa que van en esa línea, y estamos escogiendo qué ruta haremos. Lo que peor veo es el clubbing. No sé cuándo podremos volver a bailar y a pinchar libremente en una pista de baile». Parece, pues, que hay cierta esperanza en 2021 para los eventos al aire libre, aunque no como los recordábamos de la prehistoria, 2019.
Es de esperar que si el ministerio de Cultura de Francia está planeando ya cómo va a ser su verano, pronto sigan los homólogos en el resto de Europa, Rodríguez Uribes incluido. La fuente de esta noticia es una reunión de la ministra de Cultura francesa Roselyne Bachelot con organizadores de festivales y representantes del sector. Además, Bachelot ha anunciado la puesta en marcha de un fondo económico de 30 millones de euros para ayudar a los festivales, reservado a los que se vean obligados a modificar o a anular sus programas. Próximamente habrá más ayudas para el sector galo. En España en estos momentos se ha inmunizado al 2,4% de la población. El gobierno tenía previsto llegar al 70% este verano, pero ya han retrasado unos meses dicha previsión.
Miles Seaton ha fallecido a los 41 años según ha informado su sello Dead Oceans. Se desconoce la causa de la muerte del que fuera uno de los co-fundadores de Akron/Family, uno de los nombres fundamentales del rock experimental de principios de siglo.
Como otros miembros del grupo, su papel fue el de multiinstrumentista en la carrera de la banda, que fue muy prolífica entre los años 2005 y 2013. Primero publicaron una serie de discos en el sello de Michael Gira de Swans (sacaron por ejemplo un split con la banda de este Angels of Light) y después fueron fichados por Dead Oceans. Desde aquel 2013, Miles Cooper publicó varios trabajos en solitario.
El mayor momento de popularidad de Akron/Family se produjo alrededor de 2007, cuando publicaban el disco ‘Love Is Simple’, que contendría la loca ‘Ed Is a Portal’, extendida hasta los 7 minutos de duración, o la acústica y tabernera ‘Don’t Be Afraid, You’re Already Dead’, donde repetían hasta la saciedad el bonito título del álbum. En 2011 tuvimos ocasión de verles en Madrid, comentando precisamente que Miles interactuó con una seguidora que pedía una canción: «¡Suena mejor en el disco!», fue la simpática manera en que el artista le respondía que «no». Os dejamos con el vídeo de ‘Until the Morning’, protagonizado por él mismo.
Los medios televisivos informan de que, tras su revuelo en Estados Unidos, Reino Unido y la red, se estrena en la televisión española el documental que sobre Britney Spears ha realizado The New York Times. Será en el canal Odisea, disponible en Movistar+, Vodafone TV, Orange TV, Grupo Euskaltel y Cable Local, el próximo lunes 22 de febrero a las 22.00 horas. Os dejamos con nuestra reseña del mismo.
En uno de los mejores pasajes de ‘Britney: Inside the Dream‘, la biografía sobre Britney Spears publicada en 2009, el autor Steve Dennis nos sitúa en los momentos previos a la actuación de Britney en los MTV Video Music Awards de 2007, la de apertura. La cantante se ha pasado la noche anterior de juerga y ha dormido hasta el mediodía, por lo que inquieta a todo su equipo. Queda poco más de una hora para que salga al escenario y, visiblemente nerviosa, se bebe el primero de varios chupitos de tequila cuando aparece Justin Timberlake por la puerta del camerino para desearle buena suerte. Mala decisión. Encerrada en el camerino con su asistente y una amiga, y cada vez más desquiciada, Britney pide que nadie la toque, y cuando su peluquero llega con las extensiones doradas que va a llevar esa noche, toma la decisión impulsiva de despedirle en ese mismo momento. El estilista, indignado, se retira a su habitación de hotel y decide no hacer caso al teléfono. En medio de la histeria colectiva generada por el comportamiento de Britney aparece la peluquera de Nelly Furtado (???) con unas extensiones baratas y resuelve más o menos la situación. Britney se ha tomado un último chupito, ha salido del camerino con un atuendo diferente al acordado, dejando a los presentes en estado de shock, y ya está lista para la acción. O no.
Esta historia representa la gran diferencia que ha podido darse entre lo que los medios han contado sobre Britney Spears, lo que el público ha querido creer y lo que ha pasado de verdad. La audiencia ha visto una actuación errante, confusa, pero ignora todo lo que ha pasado antes; ha visto a una cantante perdida aparentemente saboteando su propia carrera a ojos de todo el mundo, pero no ha querido meterse en su cabeza para saber por qué ha llegado a ese punto. «Britney se ha vuelto loca» es el sentir general de una sociedad nada acostumbrada, en este momento, a los discursos sobre salud mental y misoginia que tan normalizados están hoy en día, y es en este momento también cuando los medios presentan su propia visión sensacionalista de las celebridades, despojándolas de su humanidad. Es la época en que Britney es considerada una simple marioneta, a duras penas se piensa que pueda emitir una frase coherente por su cuenta ni mucho menos escribir una canción; las revistas y los programas de televisión la ridiculizan sin cesar incluso bromeando sobre su propia muerte y, poco a poco, la intérprete de ‘Oops!…I Did It Again‘ va convirtiéndose efectivamente en una marioneta mediática, manejada por unos tabloides que ofrecen carnaza diaria a un público grotescamente sediento de cotilleos.
El motivo del éxito de este ‘Framing Britney Spears’ dirigido por Samantha Stark y Liz Day con la compañía de un equipo exclusivamente compuesto por mujeres -una decisión simbólicamente muy importante- es que pone sobre la mesa la vision de Britney, nos pone en su lugar, en su cabeza, sin siquiera haber contado con la participación de la propia artista, que se encuentra rodando su propio documental con una conocida cineasta según PageSix; ni con la de su propia familia, que se ha negado a aparecer en el reportaje por razones desconocidas. Sin juzgarla ni meter en el dedo en la llaga de su pasado, dejando que las imágenes de archivo de Britney halladas en internet hablen por sí solas, ‘Framing Britney Spears’ destapa a ojos de un público que había decidido mirar a otro lado la profunda misoginia a la que se ha enfrentado Britney desde que era una niña y un presentador le preguntaba si tenía novio, proponiéndose para el puesto ante la negativa de ella; hasta la actualidad, cuando su vida y finanzas están a cargo de su padre, Jamie Spears, un emprendedor fracasado que ha convertido a Britney en el proyecto comercial de su vida, y que se niega a apartarse de la tutela incluso cuando su propia hija ha declarado expresamente no quererle en dicha posición. Es lo que los fans saben desde hace años, pero llevado al mainstream.
Dado que la vida de Britney ha sido ampliamente documentada desde que era una niña, ‘Framing Britney Spears’ se vale de dichas imágenes de archivo, además de la participación de su entrañable asistenta Felicia Culotta (foto) o de otras personas enfrascadas en su caso legal, para poner de relieve ciertas declaraciones hechas por la artista que siempre han estado ahí, pero a las que nunca se ha prestado la atención adecuada por culpa de la mentalidad misógina con la que ha solido ser analizada. Por ejemplo, cuando Britney insinúa a la periodista Diane Sawyer en una entrevista emitida en el año 2003 que ella tenía sus propios motivos para engañar a Justin con otro hombre, lo que queda en el imaginario colectivo es que Britney ha tomado una decision reprobable y debe ser castigada por ello. En este momento, Justin ya ha estrenado el videoclip de ‘Cry Me a River’, en el que acosa a una doble de Britney, se cuela en su casa, introduce en la ranura de VHS de su televisor un vídeo de él practicando sexo con otra chica, y se encierra en un armario para no ser descubierto a la vez que la espía mientras se ducha. Puro «revenge porn». Más adelante, el cantante se burla de ella en entrevistas y conciertos. A nadie parece importarle la perspectiva de Britney, ni el hecho que ella nunca critique a otro compañero de profesión en los medios ni mucho menos lo humille, y las veces que Britney declara estar al control de su carrera y de su imagen pasan completamente desapercibidas para el público.
Como documental no autorizado, si bien hay que elogiar su profundo y riguroso proceso de documentación, aunque es lo que se esperaba de The New York Times, ‘Framing Britney Spears’ sortea la dificultad de no contar con la propia artista para investigar su figura, a lo que tampoco ayuda el laberinto de conjeturas, sospechas y teorías de la conspiración que la envuelven desde hace rato, sobre todo desde que ha descubierto Instagram, el único espacio de su vida que parece controlar de verdad. En lugar de obsesionarse con la «tragedia» de Britney o con las teorías que existen acerca de su extraño uso de Instagram, el reportaje empatiza con la cantante en sus momentos más duros, desde el rapado a su cuestionamiento como madre de dos niños, poniendo en evidencia a una cultura de las celebridades en aquel momento absolutamente podrida incapaz de tomarse un problema mental en serio, aunque eso ya lo supiéramos, pues han pasado 13 años desde todo aquello. Al final, ‘Framing Britney Spears’ no deja de ser un resumen de todo lo que el movimiento #FreeBritney ha descubierto, lo cual a su vez deja un sinfín de incógnitas por resolver. ¿Padece de verdad Britney una enfermedad mental, como se lleva años rumoreando, que justifique su situación legal actual o se basa esta puramente en el dinero? De acuerdo, Britney siempre ha querido ser madre, tener hijos, vivir una vida normal… ¿qué falla ahora entonces?
En la biografía antes citada, la fuente que narra a Steve Dennis lo sucedido en el «backstage «de los MTV VMAs comparte la siguiente reflexión: «Britney es una persona que quiere ser querida, que no quiere que se la use ni que se la trate como a un robot, que no está aquí para que todo el mundo gane pasta a su costa, que no quiere estar trabajando todo el rato. Ella nunca ha sabido lo que es tomar sus propias decisiones y no sabe lo que significa tomar una decisión inteligente. Que llegara a un punto de mandar a la mierda a todo el mundo era inevitable. Lo que es triste es que llegara a este punto en la antela de ese gran momento… pero la gente debe entender que este no fue resultado de un solo momento, sino de la suma de muchos acontecimientos previos». Esta es exactamente la labor que realiza exitosamente ‘Framing Britney Spears’, poner todos esos «momentos» que habían sido pasados por alto en el centro, en perspectiva. Nos obliga a repensar la figura de Britney sin convertirla en una mártir, mostrando en realidad su enorme resistencia a la presión. Lo único que le falta irónicamente es lo más importante: la protagonista. «Cada persona tiene su historia y su interpretación de las historias de los demás», ha señalado Britney, cómo no, en su perfil de Instagram. «Recuerda, no importa lo que pensemos de la vida de una persona, eso no se puede comparar con lo que la propia persona ve en sus propias carnes».
Los Planetas han estrenado un nuevo single llamado ‘El rey de España’, dedicado a quien os podéis imaginar. La portada es de Javier Aramburu. Sin medias tintas ni metáforas, el tema comienza apelando a la histórica frase del rey emérito cuando volvió de caza: «lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir». «Demasiadas mujeres reclamaban mi afecto, y no he cumplido con todas, pero prometo que no volverá a ocurrir», es la adaptación de la banda de J.
‘El rey de España’, que menciona conceptos tan familiares estos días como los de «restricciones» y «toque de queda» (“La culpa es de los que están de fiesta que se saltan las restricción, incumpliendo el toque de queda, e ignorando que aquí el que manda soy yo”), es el segundo single que Los Planetas publican en 2021 después de inaugurar el año con ‘El negacionista‘. Antes llegó ‘La nueva normalidad‘. Esta es la canción menos pop de las tres mencionadas, y hay que recalcar que de hecho suena más natural en su parte más psicodélica, flautas apelando a finales de los 60 incluidas, que cuando intenta arrimarse al pop en su estribillo. Ahí suena algo más forzada, casi como la música de Satán a que apela la letra irónicamente: «la culpa fue del rock’n’roll salvaje, esa música hecha por Satán que te lleva a relaciones sexuales».
El tema es completado con una nota de prensa que reproducimos a continuación, y en la que apelan a Dinarama y a los reyes del mambo: «Del Alto Patrón, mando supremo con derecho de gracia, tan gracioso. Del que convoca y disuelve, arbitra y modera. Del que propone y nombra, expide y confiere. Del que acredita y concede. Del que sanciona y promulga. Del que corresponde. Del que releva, separa y pone fin. Del que declara la guerra y hace la paz. Y el amor. Del que guarda y hace guardar. De ese de bastos, espadas y, sobre todo, de oros y copas. De ese, precisamente de ese, vienen a hablarnos Los Planetas en su nuevo single, “El rey de España”
Por sucesión hereditaria, claro está, “El rey de España” recibe la totalidad del caudal de desapego, ira y sorna de sus ascendientes, “La nueva normalidad” y “El negacionista», y lo dedica a la más alta representación del Estado, tal como ellas lo dedicaron al libre mercado, la propiedad privada o la propaganda.
Si la historia de España es, en buena medida, la historia de sus reyes, entre el del glam y el del huevo frito, uno de los del mambo y un par de decenas más, de diferentes linajes, Los Planetas dejan para la historia “El rey de España”, rock and roll con culpa y víctimas, inviolable y no sujeto a responsabilidad, de cuyos actos serán responsables las personas que los refrenden. O sea, tú».
Zahara, que sorprendiera abriendo su pecho en canal en la espectacular ‘MERICHANE‘, estrena el segundo single de su nuevo disco. ‘canción de muerte y salvación’ es otro corte de letra honesta pero sorprende por su abrasiva producción, que por momentos parece querer engullir brutalmente a la artista.
«El confinamiento me llevó a un viaje personal tan profundo que desembocó en todo lo que hay en mi próximo disco»; explica la artista. ‘MERICHANE’ podría ser el tráiler y ‘canción de muerte y salvación’ el primer acto, la primera piedra de todo lo que vendrá después.
Mi primera canción la compuse con 12 años.
No es casualidad que fuese a esa edad.
Ya desde muy pequeña entendí que la música era un refugio en el que podía esconderme y donde, paradójicamente, podía mostrarme tal y como era.
Hay cosas que no deberían pasarle a nadie.
Pero las cosas que no deberían pasarle a nadie y suceden en la infancia o adolescencia dejan marcas que no se pueden quitar después, con las que tienes que aprender a vivir y que si no cuidas bien pueden arrastrarte y sumergirte hasta asfixiarte.
Yo tenía una mancha en el pecho.
Una mancha negra que me fue invadiendo y que pensaba que tenía que destruir.
Odiaba todo lo que estaba roto en mí porque no entendía que eso que consideraba oscuridad estaba tan arraigada en mí como la luz, y que lo que me hacía ser quien era consistía en un delicado equilibrio entre mis dos lados.
Buscando ese lugar encontré aquellas canciones llenas de muerte que acabaron siendo mi salvavidas».
El vídeo es obra de Abel Molina, quien lo explica de la siguiente manera: «Le envié la canción recién compuesta sin decirle nada más y recibí una llamada en la que me contó la vida de la que yo nunca le había hablado. Me habló de la belleza de esa mancha negra, de cómo la oscuridad en realidad me había salvado y había renacido en ella. Le pedí que creara libremente y me entregó este relato donde ‘canción de muerte y salvación’ es la banda sonora. Una lucha épica entre realidades e identidades donde, en realidad, no gana nadie».
slowthai dedica su segundo disco a «todos aquellos que batallan consigo mismos a diario». Las letras de ‘TYRON’ hablan de cogerse ciegos de marihuana para evadir la realidad, de tendencias suicidas, de la cultura de la cancelación, de la tergiversación que los medios (supuestamente) hacen de las declaraciones de un artista o de los vaivenes de la fama, pero sobre todo de la necesidad de cometer errores para crecer. Por si no ha quedado claro, ‘TYRON’ -así se llama el rapero de Northampton- es un disco personal, introvertido, que bucea en la mente de su autor, y en el que la preocupación por el estado sociopolítico de Reino Unido plasmada en su exitoso debut queda en un segundo plano, apenas reflejado en un tema como ‘nhs’ que debe su título al National Health Service y cuyo video referencia la crisis de la covid.
‘TYRON’, que será esta tarde el nuevo número 1 de ventas de Reino Unido, tras vencer a Pale Waves, decide dividirse en dos discos, exactamente como lo hacía el anterior. El artista explica que la primera parte del álbum representa la «máscara» que se pone ante los demás, cómo el público le percibe, y que la segunda indaga en su verdadero yo, el chaval «adorable y divertido» que solo su familia, novia y amigos ven. La separación entre ambas no solo alberga un sentido conceptual sino también musical y lírico: la primera se compone sobre todo de temas de trap y drill desafiante y la segunda de cortes más bonitos e introspectivos. En ambas hay singles destacados como ‘CANCELLED’ con Skepta, en el que slowthai reflexiona sobre la polémica que protagonizó en la pasada edición de los NME Awards para cederle al autor de ‘Ignorance is Bliss‘ un «hook» infalible; o ‘feel away’, la tierna colaboración del artista con James Blake y Mount Kimbie que utiliza la melodía de ‘Dreamlover’ de Mariah Carey; con otros que pasan más desapercibidos por lo repetitivo (‘WOT’) o lo derivativo (‘i tried’ recuerda demasiado a la primera etapa de Kanye West sin dejar demasiada huella).
A destacar de ‘TYRON’ no solo el flow de slowthai, siempre dinámico, y algunas de sus sonoras rimas («Waved off rum, got skunk in my zoot / In the rave, drop a eccy with your mum»), sino también la delicadamente elaborada producción sonora de Kwes, la cual suena diseñada a conciencia para contrastar con la voz nasal y juvenil del rapero inglés: el productor le envuelve en un sofocante diseño sonoro en ’45 SMOKE’ pero también en delicadas texturas en ‘adhd’, alternando chillidos de desesperación con llamadas telefónicas a modo de bonito collage. A rasgos generales, es en el segundo CD de ‘TYRON’ donde es posible hallar las canciones más atractivas del largo a pesar de que el primero incluye otro mini hit como ‘MAZZA’ con A$AP Rocky: ‘focus’, en la que slowthai busca «concentrarse» en ser mejor persona, muestra lo lejos que sigue llegando la influencia de ‘Overgrown‘; y el tierno «loop» vocal de ‘nhs’, que evoca el momento en el que uno empieza a ver la claridad después de un periodo oscuro, es reconfortante y adictivo. Por otro lado, el drama contenido de ‘terms’ sienta bien a Dominic Fike y Denzel Curry y las guitarras acústicas de ‘push’ son muy bienvenidas en un disco que peca de repetitivo sobre todo en su primera mitad.
Hay algo que encandila en esos collages con todos los «looks» históricos de Madonna cien veces recopilados en medios audiovisuales, mil veces analizados en las páginas de sociedad. Madonna cargada de colgantes y crucifijos hasta la ingle, Madonna tomando una idea o dos de Marilyn Monroe, Madonna con las tetas-cono de Gaultier, Madonna como disco-diva tirada por la pista de baile, Madonna haciendo «voguing»… Suelen ser la viva imagen de la reinvención de la artista, imágenes icónicas que parece que van a estar ahí para siempre, pero que después son hasta olvidadas, sólo por la llegada de un nuevo look de la cantante. Incluso en esta última etapa de su carrera, tan poco querida por el público, ¿olvidaremos el parche en el ojo que llevó -para bien o para mal- a Eurovisión o incluso el pelo rosa que ha paseado por Instagram, aparentemente sin proyecto artístico asociado?
El recorrido por los diferentes looks de Madonna es el gran atractivo de este libro ‘Madonna. Una biografía’ que publica este viernes Plan B (Penguin). Las ilustraciones han corrido a cargo de la artista vasca Isa Muguruza, conocida por su trabajo para Vogue, El País, Netflix o Glamour y por un primer libro llamado ‘Venuscentrismo’ (2020). En ocasiones su estilo echa de menos algo de la «psicodelia» y «metafísica» de la que presume su biografía en este mismo volumen, pues es ante todo realista y esquivo con toda caricatura o figuración; pero Muguruza ha captado bastante bien la esencia de Madonna en eras tan dispares como ‘Like a Virgin’, ‘MDNA’ o ‘Evita’, aquel momento en que la cantante renunció a su propia cara para tratar de transformarse en la Perón.
Las ilustraciones vienen acompañadas de la «biografía» anunciada en la portada, escrita por Los Prieto Flores, el matrimonio de Borja Prieto y Natalia Flores, responsable de varios hitos en la historia del pop de nuestro país, como la promoción de algunos de los lanzamientos clave de Javiera Mena y El Último Vecino; y, en el caso de él, haber formado parte de Meteosat con Diana Aller (!) e Ignacio Escolar (!!!!!). Últimamente habían abierto los Prieto Flores un canal de Youtube, lanzado al mercado unos muñecos de Rosalía y C. Tangana inenarrables (Rosalisa y B Tangana), y también un libro sobre la paternidad.
En este nuevo han dejado a un lado su mordacidad habitual para adoptar un tono neutro y wikipédico: la cita más divertida, autoparódica en su fanatismo delirante o no, es un préstamo de Juan Sanguino. Y por otro lado también les percibimos en una posición de fan «Madonna, Reina, Guapa» tipo «cuento de hadas» que resulta un tanto impostada. Los textos están escritos en modo fan hasta el punto de faltar a la verdad (no, ‘Madame X’ no fue un éxito; no, ‘Ray of Light’ no vendió 25 millones de copias), pero a su vez es un tanto extraño que ese fanatismo no haya llevado a ninguno de los dos a contrastar que ‘I’m Breathless’ fue un disco y no un single; o que eso que han encontrado en Youtube, no, no es el vídeo de ‘Promise to Try’ porque tal cosa no existe.
Hace un par de temporadas se publicaba en nuestro país un ensayo sobre Madonna llamado ‘Bitch She’s Madonna’ que, aunque no aportaba demasiado en el análisis musical, sí sumaba capítulos interesantes centrados en el feminismo, la sexualidad, la importancia de lo visual, la aportación al mundo LGTBI, etcétera. Aquel libro era quizá demasiado analítico para el fan casual, que no está demasiado preocupado por el alcance sociológico de su diva favorita; y este otro libro se queda algo corto en dicho cometido. Es obvio que siempre aprenderás algo sobre Madonna que desconocías porque su trayectoria es inabarcable (personalmente acabo de enterarme de la existencia de esta maravilla), pero aquí la curiosidad es más la excepción que la regla. Desde que salió ‘Future Nostalgia’, ‘Hung Up’ es la canción más escuchada de Madonna porque algunos fans de Dua Lipa parecen haberla descubierto gracias a ella, y ese es el público objetivo al que parece dirigirse este libro. Ideal para regalar a tus sobrinos. 6. Disponible en Amazon.
No son tiempos fáciles para una banda como Clap Your Hands Say Yeah. El proyecto ya en solitario de Alec Ounsworth llega a su sexto disco en mitad de una pandemia, sin la posibilidad de realizar giras con las que sustentarse y con el hype de sus inicios diluido: una cantidad ingente de los 30 medios de comunicación musicales que encumbraron su debut ya ni siquiera existe.
La crisis de identidad que pudiera implicar todo esto se ha visto agravada por la situación política de Estados Unidos. Obviamente ‘New Fragility’, que debe su título a David Foster Wallace, fue escrito antes de la elección de Joe Biden, y es abiertamente el álbum más social jamás realizado por Clap Your Hands Say Yeah, como se aprecia en pistas que se llaman cosas como ‘Hesitating Nation’, esta a su vez dando paso con sus coros sintetizados a ‘Thousand Oaks’, una composición sobre «una masacre americana en el sur de California» de la cual la gente se ha olvidado.
En este punto de la carrera de Clap Your Hands Say Yeah la gran pregunta es cuántas de las canciones que incluye un álbum suyo podremos recuperar dentro de 10 años. En ‘New Fragility’ destacan sobre todo 3, comenzando con la mencionada ‘Thousand Oaks’, que presenta una decidida base rítmica sobre una melodía que podían haber escrito The Killers pensando en Bruce Springsteen. «¿Y si consigo escalar esa montaña, qué me encontraré arriba?», se pregunta Alec desesperado frente a un futuro incierto, justo después de un punteo un tanto New Order.
‘Mirror Song’ es una canción también mágica a piano, a medio camino entre los Beatles y una melodía pop de Taylor Swift, enriquecida por los juegos de percusión. Y la gran sorpresa de esta era nos la da ‘CYHSY, 2005’, una canción retrospectiva sobre las penurias de realizar giras prácticamente con lo puesto, aderezada por un atractivo juego de cuerdas quizá consecuencia de lo que Alec ha estado escuchando a Tindersticks. Algo que se aprecia sobre todo en ‘Innocent Weight’, en la que el artista se pregunta una y otra vez qué ha hecho mal.
Ounsworth ha producido este disco junto a Will Johnson (Monsters of Folk), y bromea sobre su sonido sureño, quizá por la armónica de ‘Where They Perform Miracles’. Los Clap Your Hands Say Yeah que nos enamoraron con estructuras sorprendentes logran hacerte levantar de la silla al término de ‘Went Looking for Trouble’, si bien detrás de esta el álbum debería haberse dado por terminado en lugar de ofrecer una canción a piano grabada de mala manera como es ‘If I Were More Like Jesus’, una forma tonta de mostrar tu falta de calado ocasional como compositor. Sigue sin decaer el grupo, en cualquier caso: recordemos que el anterior ‘The Tourist’ en 2017 también sirvió como este para engrosar su considerable lista de «greatest hits».
El adiós a Françoise Cactus de Stereo Total, además de habernos sumido en una honda tristeza, parece además el adiós definitivo a una manera de entender el pop irrepetible: caótica, brillante, inconsciente, sexy, humorística, romántica, desprejuiciada y multilingüe. ¿Habrá algo que se llegue a parecer a esta pareja de maravillosos excéntricos a partir de ahora? Difícil, cuando de hecho eran únicos, y la ya desaparecida Françoise era el alma del grupo.
Su mezcla de estilos estaba basada en el yeyé y el punk pero con ramificaciones inesperadas y maravillosas, sin prejuicios, a todo tipo de referencias culturales, musicales y estéticas. Françoise y Brezel formaban una especie de comando de ataque pop envuelto en cultura anticuada, de serie B. Mucho antes de la edad de oro de la retromanía, en plenos años 90, ejercieron de enciclopedias de la historia del pop, rebuscando a partes iguales entre lo exitoso y lo oscuro, agarrando desde lo más lacrimógeno a lo más salvaje, y mezclándolo en una batidora que lo absorbía casi todo. Pero todo esto ya lo la resumió brillantemente ayer Sebas, así que celebremos la memoria eterna de Françoise con dos canciones particularmente favoritas, y definitorias de dos de las muchas facetas de Stereo Total.
La primera es una original, ‘Holiday Inn’, que abría su tercer disco, ‘Jukebox Alarm’, de 1998: representa una de sus más alucinantes ejercicios de pop de baile lo-fi: sobre una batería casi breakbeat, Françoise canta displicentemente acerca de un Holiday Inn, que nos invita a visitar “and I’ll show you something”. Un “algo” misterioso que “después te reirás cuando lo recuerdes, lo enterrarás en tu mente por toda la eternidad… no quiero decirte exactamente lo que es, es una pena que no he podido evitar mencionarlo…”. Conforme la letra evoluciona ya no sabes si la protagonista quiere llevarte al hotel para ligar o descuartizarte, y la canción se ensombrece brillantemente: es parte de la ambigüedad y surrealismo de muchas de las letras de Stereo Total.
Pero el riff de la canción es su verdadera arma secreta. Tocado por Bretzel en un rudimentario mini-sinte, representa la sublimación seguramente definitiva del concepto “riff” condensándolo en algo próximo al átomo: dos notas que son realmente una (separada por una octava), alternadas con simplicidad extrema, y sin embargo infalible. Algo que podría ser -en otro universo con teclados más caros- casi el riff de una canción de tecno duro. En manos de nuestros queridos berlineses, sin embargo, es una delicia directa a la yugular que -hablo por experiencia- siempre arrasa cuando se pincha en una fiesta, además de atraer a curiosos muy a menudo.
Curiosamente tan pegadizo riff se limita a abrir la canción y cerrarla, en vez de ser explotar hasta la saciedad, otro testimonio más del enfoque instintivo del grupo al arreglar y componer canciones, donde cuenta más lo que les viene en gana que hacer algo comercialmente viable (aunque el sello Bungalow sí sacó un single con remezclas para tratar de explorar, en otras manos, las posibilidades de la canción).
En la cara B de este Hit de Ayer especial traemos la versión de Stereo Total del ‘Ex fan des sixties’ que Serge Gainsbourg escribió para Jane Birkin en 1978. Difícil decidirse por un “cover” en este grupo que hizo tantos y tan brillantes: su primer single y álbum ya contenía otro Gainsbourg, su versión maravillosa del ‘Je suis venu te dire que je m’en vais’ (¡con Alex Chilton a la batería, por cierto!), por no mencionar maravillas posteriores como el ‘Moi je joue’ de Brigitte Bardot, el ‘Push It’ de Salt’n’Pepa, el ‘Get Down Tonight’ de KC & The Sunshine Band, el ‘Joe le taxi’ de Vanessa Paradis, sus sonadas versiones de pop español… y mil más.
Sin embargo ‘Ex fan des sixties’ tiene un resplandor único: apareció primero en la edición japonesa de su debut, ‘Oh Ah’, y luego en ediciones posteriores. Elefant la incluyó en su recopilatorio ‘Casablanca’. Para mí escuchar cómo Stereo Total cogían esa bagatela 70s que a Gainsbourg le debió costar escribir 20 minutos y la envolvían en un delicado arreglo de synth-pop 80s de baja fidelidad, con ese irresistible motivo de órgano Farfisa de juguete, me llegó al corazón. Eso, y la forma en la que Françoise cantaba la canción, con tanta emoción y melancolía. Ahí es donde me di cuenta de que Stereo Total significaba mucho más, llegaba mucho más allá. La nostalgia por los grupos desaparecidos de los 60 en Gainsbourg sonaba desapegada, algo irónica, ese “Ex fan de los 60, pequeña muñequita (…) ¿dónde están tus años locos? ¿Qué fue de tus ídolos?”, incluso cantado por Birkin, puede sonar casi burlón. En la voz de Françoise y en los dedos de Bretzel, sin embargo, suena a pura declaración de amor por todos los ídolos de una era que añoraban honestamente, y que intentaron revivir, a su excéntrica manera, durante 25 años.
Stereo Total sonaron en la entrega nº 274 de Popcasting, el podcast de Jaime Cristóbal, disponible en este enlace.
Demi Lovato ha confesado que tras su sobredosis sufrió un infarto y tres derrames cerebrales. La artista realiza estas declaraciones en ‘Demi Lovato: Bailando con el diablo’, el documental sobre ella que se estrena en YouTube el 23 de marzo, y el cual ahondará en los últimos años de su vida, marcado por sus problemas con el consumo de drogas.
Sus palabras exactas son: «Tuve tres derrames. Me dio un infarto. Mis doctores decían que me quedaban cinco o 10 minutos. Tengo tanto que decir de los últimos dos años. Para vuestra información, lo voy a contar y si después no queremos usarlo todo, podemos quitarlo». El tráiler de ‘Demi Lovato: Bailando con el diablo’ adelanta la participación de su familia y de colegas de profesión como Elton John o Christina Aguilera.
La sinopsis oficial explica: «Demi Lovato: Bailando con el diablo es una poderosa serie documental en cuatro partes que explora todos los aspectos que llevaron a la sobredosis casi fatal de Lovato en 2018, así como sus consecuencias. Los espectadores podrán seguir el viaje personal y musical de la estrella durante el momento más difícil de su vida mientras desvela sus traumas pasados y descubre la importancia de su salud física y mental».
Entre las novedades que os presentamos el pasado viernes en la playlist semanal «Ready for the Weekend», hay que destacar un nuevo adelanto del inminente tercer disco de Roosevelt, su regreso tras ‘Young Romance‘. ‘Lovers’, una canción que no en vano se publicaba a tiempo para el Día de San Valentín, es otra de esas composiciones ultra sencillas del productor, que se pegan como una lapa por mucho que se le vean las costuras por todos los lados.
‘Lovers’ podrían haberla escrito los primeros Depeche Mode o podría ser un single de cualquier tiempo de Erasure, pero como siempre no es que haya demasiada gente en 2021 tratando de captar aquel sonido con tanta precisión y gracia. Colorido como ese «no-vídeo» con el que podemos disfrutar de la canción o impoluto como esa portada del single en la que aparece un teclado resplandeciente donde nadie ha puesto una pegatina, ni una copa de vino ni un café, ‘Lovers’ cumple su cometido de llevarte a los 80 como tantísimos artistas de música pop de hoy pasan siquiera de intentar. Roosevelt te promete que te llevará a lo más alto porque «somos amantes esta noche» y de hecho lo consigue.
Precedido por singles como ‘Sign’, ‘Echoes’, ‘Feels Right’ y ‘Strangers’, el largo ‘Polydans’ se publica el próximo 26 de febrero. Con la tontería, conocemos ya la mitad del álbum, pero eso no impedirá que los fieles al género disfruten de la propuesta y de los conciertos que aguardan el próximo otoño en Razzmatazz y Ochoymedio:
5 de octubre: Razz 2, Barcelona, ES
6 de octubre: Madrid, BUT Ochoymedio Club, ES
Crecen las protestas por la detención en Lleida del rapero Pablo Hasél. Si el martes por la noche varias concentraciones se producían en varios puntos de la Comunidad Valenciana y Cataluña, y una joven perdía un ojo debido al impacto de una pelota de goma; las manifestaciones se extendían este miércoles por la noche a Madrid, a Toledo o a Sevilla, donde se manifestaron 300 personas. Ilustración: Cinta Vidal.
Varios helicópteros sobrevolaban alrededor de las 21.00 horas la Puerta del Sol, donde se había convocado una manifestación «antifascista» a favor de la libertad y en contra de la detención del rapero por la tarde.
Los disturbios no se hicieron esperar, hubo quema de barricadas y al menos 5 cargas policiales contra centenares de personas. Como resultado, 55 personas fueron heridas de carácter leve -de ellas, 32 son policías-, teniendo 3 de ellas que ser trasladadas al hospital. La policía cercó la Puerta del Sol, teniendo que cerrar 6 de los 8 accesos a la misma, como informa el diario El País.
También en Barcelona se volvieron a producir por segundo día consecutivo concentraciones, barricadas y cargas. En la Plaza Urquinaona sonaron gritos como «libertad Pablo Hasel», «los borbones son unos ladrones», «puta España, puta policía» y «muerte al estado fascista», como pronunció el rapero en el momento de ser detenido, como informa El Diario. Los detenidos han llegado a 29 en la ciudad condal y a 19 en la ciudad de Madrid.
Como nos informa Imperial Recordings a través de un mailing en inglés, José González vuelve en castellano. El que es su primer trabajo en 5 años, que son los que han pasado desde ‘Vestiges & Claws‘, se presenta con un single llamado ‘El invento’ que resulta ser el primer tema en español del artista, que es sueco, si bien de origen argentino. Explica en dicha nota de prensa que este lanzamiento está profundamente inspirado por su hija:
«De vez en cuando intento escribir letras en español, y esta vez lo he conseguido. Supongo que hablar con Laura todos los días ha ayudado. Empecé a escribir ‘El invento’ alrededor de 2017 cuando nació. La canción es sobre preguntas: ¿quiénes somos? ¿adónde vamos y por qué? ¿a quién tenemos que agradecer por nuestra existencia? Históricamente, la mayoría de tradiciones han inventado respuestas para estas preguntas. De ahí viene el nombre del tema: ‘El invento (dios)’. La palabra que utiliza la nota de prensa en inglés es «invention», algo ambigua.
Menos ambiguo es ese vídeo en el que se ha decidido incluir la letra de lo que canta José González tanto en castellano como en inglés, para que nadie se pierda. La canción acústica y crepuscular está en la estela del folk de finales de los 60 de Nick Drake, por supuesto de su propio trabajo y Devendra Banhart ahora que se ha pasado al castellano. «Dime de dónde somos, por dónde vas, por qué será, en dónde estamos y dime por qué» son algunas de las preguntas lanzadas en este tema con el que se pretende entender cuáles son «los enigmas del universo». De momento, no hay fecha para el álbum.
Françoise Cactus, líder del grupo Stereo Total, ha fallecido a los 57 años, como informa a través de redes sociales el que ha sido en algunos lanzamientos su sello en España, Elefant. Según el medio belga Shoot Me Again ha fallecido a causa de «una larga enfermedad», que después se ha revelado que era un cáncer de pecho. También la despide en Francia el medio Section 26, para el que Stereo Total hicieron una mixtape el año pasado.
El grupo fue uno de los más significativos del electropop y el DIT durante el cambio de siglo, si bien en su caso solían bromear con una amalgama de influencias que comprendía punk, chanson francesa y new-wave, entre otros estilos. De hecho, considerarlos simplemente parte de aquella moda de grupos electroclash era quedarse muy, muy corto, pues era seguramente la única banda capaz de versionarte durante un concierto lo mismo a Gainsbourg que a Nina Hagen que a la Velvet. Sus shows no es que fueran una aventura en la que no supieras qué canción iba a sonar, sino que ni siquiera podías adivinar el idioma en el que iba a hacerlo, pues alternaban indistintamente el francés con el alemán, el inglés, el español o el turco, incluso para las mismas composiciones.
Tras unos inicios como banda numerosa, el grupo se fue reduciendo poco a poco a dúo, quedando en manos de Françoise Cactus y su compañero Brezel Göring, a cual más loco de los dos. Apegados a sus instrumentos lo-fi o haciendo sonar las pistas a modo de playback, sus conciertos se convertían en pequeñas performances en las que cualquier cosa podía pasar. En Madrid, cuando telonearon a los Strokes en la era ‘Is This It’, Stereo Total aparecieron con unas divertidísimas bolsas de la compra de plástico, desprovistas de todo glamour, y un bolso con la hoz y el martillo. También vinieron por su cuenta en multitud de ocasiones, para tocar en el Nasti o junto a sus amigos de L-kan en el Ochoymedio, que les prestaban tanta devoción que les incluyeron en el estribillo de una de sus letras más atemporales, ‘Todo lo que no’.
Stereo Total publicaron a finales de los 90 discos tan destacados como ‘Juke-Box Alarm’ y ‘My Melody’, pero su mejor álbum llegaba en 2001, un ‘Musique Automatique’ de estilos variados y temazos como ‘L’amour à trois’, ‘Wir tanzen in 4-eck’, ‘Für immer 16’, ‘Nationale 7’ y un sinfín de canciones tan breves como divertidas. En España se publicaba con el tema ‘Ich weiss nicht mehr genau’ traducido al castellano, comenzando, de manera chanante, con la frase “mi memoria tiene hoyos” (en lugar de lagunas), a consecuencia de alguna mala traducción pre-Google.
Continuaron su idilio con el castellano con el álbum ‘No controles’, en el que versionaban canciones como el clásico de Olé Olé o ‘Voy a ser mamá’. Era completamente hilarante que tras el estribillo «no controles mi forma de vestir porque es total», ellos chillaran «¡Stereo Total!». Por esta razón en 2010 Brezel nos dejaba como titular que estas dos canciones habían sido escritas para ser versionadas por ellos. Como parte de su idilio con Elefant, llegaron a cantar ‘La revolución sexual’ de La Casa Azul en alemán. En los últimos años continuaron publicando discos, algunos de los cuales aparecían de manera destartalada en Bandcamp, sin promoción alguna, fiel al espíritu punk del grupo, también palpable en sus vídeos, en los que aparecían chaperos y gente de la calle, a medio camino entre Andy Warhol y el estilo de Bruce LaBruce.
Era habitual que Stereo Total vendieran su propio merchandising después de los conciertos, por lo que estoy seguro de que muchos de nuestros lectores tendrán una anécdota tan simpática que recordar de Françoise como nosotros, cuando nos vendió una camiseta dos tallas más pequeña asegurando que íbamos a ir «muy guapos». Aquellos de los muchos españoles que hayáis vivido en Berlín, también recordaréis los conciertos espontáneos que el grupo podía dar por sorpresa en horario de clubbing, como el que dieron en una fiesta de aniversario de la noche Berlin Hilton, que celebraba el pop underground cada miércoles. Al menos alrededor de 2008 era habitual ver a Françoise Cactus tomando algo en la barra del histórico Möbel Olfe, en Kreuzberg, como una más. Hoy dicen en Twitter que se ha ido una gran anti-diva, pero para muchos de los que la veíamos por allí cada semana, era la más.
Pocos habrían adivinado esto cuando Glass Animals debutaban con un disco llamado ‘ZABA’ que les situaba en un entorno cercano a Wild Beasts y alt-J, solo que con una intencionalidad un poco más comercial a lo Hot Chip. Pero son la banda de moda más improbable de todo TikTok con todo lo que les ha venido pasando en los últimos meses.
Corría el pasado verano cuando llegaban a su tercer disco, el digno ‘Dreamland’. Y puedo imaginármelos fantaseando con el hipotético éxito de un tema llamado ‘Tokyo Drifting’ en el que contaron con el rapero Denzel Curry. Pero eso no es lo que ha pasado exactamente. La canción que se ha llevado el gato al agua fue el cuarto single ‘Heat Waves’ y lo ha conseguido sin grandes sacrificios comerciales, sin perder su identidad.
‘Heat Waves’ lograba ascender al top 40 británico hace unas semanas, desde entonces no ha dejado de seguir subiendo poco a poco, y ahora mismo la encontramos en el puesto 24. Y su trayectoria también es ascendente en el mismísimo Estados Unidos, donde suben al puesto 69 del Billboard Hot 100, algo insólito para una canción británica sin featurings, ni guiños latinos, ni remix desesperado. Glass Animals se han venido sumando a un bombardeo en su promoción, participando de retos en las redes, añadiendo remezclas de gente como Diplo u Oliver Heldens (no os perdáis su revisión electro, bajo estas líneas), y asegurando que se iban a tatuar Australia en el culo si conseguían ser número 1 en una emisora del país, algo que han logrado después, siendo top 2 en la lista general de singles. En resumen, 140 millones de reproducciones en Spotify y subiendo.
Hay algo en ‘Heat Waves’ que puede conectar generaciones más allá de TikTok; algo en su melodía que recuerda bastante a ‘Smalltown Boy’, el gran hit de Bronski Beat a principios de los años 80. Pero ante todo, ‘Heat Waves’ se ha convertido en un enorme himno de resistencia al confinamiento desde su mismo vídeo, sobre el aislamiento social. El grupo se suele mostrar en las entrevistas desesperado por no poder ofrecer este hitazo en directo y oficialmente Dave Bayley, su autor único, ha considerado el tema «una carta de amor a la música en directo y a la cultura y a la unidad que lo rodea».
Este mes Glass Animals han concedido una entrevista a un medio australiano, en el que explican algunas curiosidades de la canción, como por ejemplo que Johnny Deep estaba rondando casualmente su estudio de grabación cuando la escribieron, tocando un piano. O cuánto les sorprende ver a la gente bailándola en Instagram. Cuenta Joe Seaward: «No creo que haya entendido todo esto bien. Creo que si pudiera ver a la gente hablar de ella, sería más real. Pero es una locura que esto esté pasando y no poder hacer nada al respecto ahora mismo. Es muy surrealista».
La influencia de Avril Lavigne es alargada y llega hasta la mismísima Billie Eilish, pero quizá nunca ha sido tan obvia y descarada como en ‘Who Am I?’, el segundo álbum de Pale Waves. Si la portada es a todas luces un homenaje a la de ‘Let Go‘, las canciones suenan exactamente como lo hacían en los primeros discos de la canadiense. De haber salido en 2002 o poco tiempo después, a Pale Waves le habrían llovido acusaciones de plagio por doquier y su carrera estaría acabada, pero como ahora la nostalgia alimenta la música pop más que nunca, el disco es hasta bienvenido. El grupo de Manchester, que sufrió un accidente de autobús en 2019 que pudo haber sido fatal, vuelve con un disco entregado a las pasiones adolescentes, las cuales siempre encontrarán un público, tomen la forma que tomen.
Dado que las canciones siempre estarán por encima de cualquier cosa, incluso de la imitación, puede decirse que ‘Who Am I?’ es un buen disco, esclavo de sus influencias, pero un buen disco al fin y al cabo. Heather Baron-Gracie, la cantante del grupo, que ha salido del armario como lesbiana inspirada en su compañere de banda, Ciara Doran, que se identifica como no-binarie; vuelca en melodías y letras de ‘Who Am I?’ toda su frustración para con el mundo, y si en ‘She’s My Religion’ decide usar pronombres femeninos por primera vez para referirse a su pareja, a la que dedica una balada preciosa que podría haber sonado en las radios de pop-rock alternativo de los años 90; en ‘You Don’t Own Me’ se planta contra el patriarcado y le sale un pedazo de himno que habría sido un hit en la época de MTV.
En ocasiones, la nostalgia de ‘Who Am I?’ alcanza lo inverosímil, como cuando en la pop-punk ‘Tomorrow’ Grace menciona que las «revistas» venden un ideal físico imposible… ¿pero los adolescentes siguen leyendo revistas? ¿De papel? ¿Tipo ‘Loka’? Sin embargo, la honestidad de Grace parece verdadera tanto cuando suena visceral, como en la guitarrera ‘Change’, una oda a los amores tóxicos; como cuando suena vulnerable, como en la tierna ‘Odds One Out’, otra balada tipo «nosotras contra el mundo»; y aunque el disco flojea en su segunda mitad, tampoco se hunde del todo. La réplica del sonido emo-pop-rock de los 2000 es tan concienzuda en ‘Who Am I?’ que si te despistas puedes creer estar escuchando una reliquia del pasado, pero pocos peros se le pueden poner a singles como ‘Fall to Pieces’ o ‘Easy’, la única concesión synth-pop del álbum y por tanto al disco anterior. La pregunta es si Pale Waves encontrarán algún tipo de sonido propio en el futuro, o se quedarán en el sucedáneo.