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Las 40 mejores canciones de Robyn

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Este mes de junio Robin Carlsson, más conocida como Robyn, cumple 40 años. De los cuales ha dedicado más de 25 a la música pop, atravesando distintas etapas hasta convertirse en lo que es a día de hoy: una estrella transversal que goza de tanto fervor (no podemos llamarlo éxito exactamente) del público como de la crítica, con un papel destacado en carteles como los del reciente Primavera Sound o el inminente Mad Cool 2019. Por eso, y porque es una de las artistas que más cariño guardamos en nuestra web y a la que con más atención hemos seguidos desde nuestro nacimiento, celebramos el «mes Robyn» en JENESAISPOP escogiendo en un ranking las 40 mejores canciones de su carrera, que iremos agrupando de 5 en 5 (a razón de dos entregas cada semana) hasta completar el listado y su correspondiente playlist. Además de sus primeros álbumes de mediados y finales de los 90, su posterior giro electro y modernización, su conversión a estrella del alt-pop y su posición actual como un icono del pop electrónico más refinado –con el fantástico ‘Honey‘ con el que regresaba el pasado año–, hemos considerado canciones de EPs –junto a Royksöpp o con La Bagatelle Music– y colaboraciones en las que se ha implicado en el plano compositivo, y no simples featurings. Comenzamos…

1
Dancing On My Own
2010

“Estoy en la esquina, mirándote besarla, oh / Estoy dando el máximo / pero no soy la chica que llevas a casa, oh / Sigo bailando sola”. ¿Quién diantres no ha vivido exactamente esa situación al menos una vez en su vida? ¿Cómo no empatizar con esa Robin semioculta en la pista de baile, dándolo todo para que la persona de sus sueños se gire hacia ella y se acerque? Quizá por eso ‘Dancing On My Own’, el single principal de ‘Body Talk’ y que ya se incluía en el primer EP de la saga, ha terminado por convertirse en el gran himno de la artista sueca, una canción de esas más-grandes-que-la-vida, que provoca cuando suena en sus conciertos que el público, como si fuera ya una suerte de ritual cómplice, cante el estribillo completo mientras Carlsson y su banda guardan silencio, erizando el vello y haciendo realidad esa expresión permanentemente ligada a Robyn de “bailar con lágrimas en los ojos”.

Un concepto que, evidentemente, no inventó ella, pero sí que era exactamente lo que perseguía cuando ella y Åhlund escribieron la canción con Patrik Berger: en una entrevista de la época citaba como referentes himnos “disco gay” de Sylvester, Donna Summer y, atención, ‘Dancing With Tears In My Eyes’ de Ultravox. Curiosamente, esta fue la primera y última colaboración de Robyn con Berger, que entonces venía de trabajar con Kylie Minogue (‘In Your Eyes’), Hillary Duff y una estrella británica del perfil de la primera Robyn, Billie Piper. ‘DOMO’ también cambió para siempre la carrera del productor y autor sueco, que desde entonces tuvo y tiene un estatus estelar, trabajando en éxitos de Lana del Rey, Charli XCX o Icona Pop, aunque manteniendo un perfil alternativo que le ha llevado a colaborar también con Santigold, Peter Bjorn and John, Those Dancing Days, Ariel Pink o Mura Masa. Y cabe destacar también su imperdible proyecto BC Unidos.

En un primer contacto, ‘DOMO’ pudo parecer una suerte de revisión de ‘With Every Heartbeat’, con la que no solo parece compartir alguna secuencia de acordes sino que coincide también en ser una estructura in crescendo a partir de un reconocible sintetizador. Pero lo cierto es que son dos temas muy distintos porque, allí donde el tema con Kleerup suena saturado de arreglos, en este tema, sin ser minimalista, sus elementos gozan de un mayor espacio, respiran más, dejando brillar pequeños detalles. Como los golpes de claves que suenan al inicio del segundo verso –justo después de que se haga un silencio y Robyn cante “I’m just gonna dance all night”– o ese tecladillo que suena de fondo en el momento previo al puente. Un puente que, como sucede en ‘Be Mine!’, es una cumbre particular dentro de la canción, al trasladar al lenguaje musical el momento en el que “las luces se encienden, la música muere” y ya no hay manera de esconder las lágrimas en la oscuridad y la mascarada de las luces estroboscópicas. Es entonces cuando, de nuevo, se hace el silencio y la parte vocal del estribillo regresa a capella para, con un redoble digital, hacer que irrumpa la instrumentación con toda su fuerza y emoción. Emoción –pura y genuina– es, de hecho, la palabra que va inevitablemente ligada a ‘Dancing On my Own’.

Esa emoción fue trasladada perfectamente a su también icónico vídeo, dirigido, cómo no, por Max Vitali. El realizador sueco y pareja de la artista pone en contraste dos tipos de plano: unos a cámara lenta en los que, entre claroscuros rojos, se dibuja la imagen de Robyn en un club, mientras todo el mundo baila a su alrededor; y otros, perfectamente iluminados, en los que, exultante, Robin Miriam baila desinhibida, mirando directamente a la cámara, llena de pasión y, por momentos, se diría que al borde del llanto. Todo esto propició un nuevo éxito para Robyn: no logró repetir el número 1 en Reino Unido de ‘With Every Heartbeat’ (se quedó a las puertas, en el 2) pero sí le valió alcanzar un nuevo número 1 en su país, Suecia. En nuestra web fue el número 4 en nuestra selección de Mejores Canciones 2010, y honra a nuestros lectores haberla elegido como canción del año. ’Dancing On My Own’ incluso sonó en la ceremonia de entrega de los Premios Nobel de 2010.

2
With Every Heartbeat
2007

Pocas cosas nuevas se pueden decir sobre este clásico, así que voy a empezar por una curiosidad que revelaron Mark Graham del NY Post y Bex Schwartz de VH1: poneos los primeros diez segundos de ‘Wildest Dreams’ de Taylor Swift, y ahora los diez primeros de ‘With Every Heartbeat’. Yo también flipé al darme cuenta, sí. Pero es de lo poco que no sepamos a estas alturas: el tema, segundo single de ‘Robyn’ y primero del debut de Kleerup, es uno de los más míticos de la sueca, y se convirtió en un hit bastante mayor que su predecesor ‘Konichiwa Bitches’, un hit que poca gente se esperaba, entre otras cosas por lo extraño de su estructura (no hay un estribillo clásico y el larguísimo outro es casi más estribillo que el supuesto estribillo).

‘With Every Heartbeat’ nos sitúa en ese punto en el que una relación no tiene ya salvación posible, por mucho que quieran los miembros de la pareja, por mucho que duela y por mucho que Robyn tarde en darse cuenta. La esperanza y la desesperanza están juntas en su voz durante toda la canción, pero librando una batalla que, cuando el tema comienza, parece que se inclina por el lado de esperanza. Ésta se resiste a perder (el primer «maybe we could make it alright» lo dice de hecho con un tono optimista), pero a cada paso se va debilitando, al igual que la voz de Robyn se va haciendo más amarga, y, finalmente, cambia también la letra: desde el «just a little bit better / good enough to waste some time / tell me, would it make you happy, baby?» se va abriendo camino la imposibilidad de arreglar la relación («we could keep trying but things will never change»). Robyn tiene que seguir su camino, aunque se muera «con cada paso que da». Lo acepta y no mira atrás… y entonces llega ese lastimero «and / it / hurts / with / eve-ry / heart-beat» entonado como verdaderos latidos de un corazón que ya no tiene fuerzas. Pablo Tocino.

3
Do It Again
2014

La producción de ‘Do It Again’ es quizás la mejor fusión conseguida entre los estilos de Robyn y Röyksopp -los tres parecen una única entidad distinta-: ninguno de los subidones suena barato y desganado sino al revés, tenemos el uso de la cadencia rota en el puente, el outro que es todo lo contrario, etc. Pero, más allá de eso, ‘Do It Again’ encierra además uno de los mejores ejemplos de las dotes interpretativas de Robyn a la hora de cantar. La canción narra el magnetismo entre dos personas que, aunque intentan alejarse porque saben que no es lo correcto/porque la relación es tóxica/porque uno de los dos (o los dos) tiene pareja/etc, vuelven a caer una y otra vez. Pueden intentar autoengañarse todo lo que quieran, pueden pensar que es posible jugar con fuego sin quemarse, que la línea es muy delgada pero no invisible… pero la realidad les sacude como nos sacuden los sintetizadores de esta canción.

Así, Carlsson llena su interpretación de pequeños detalles: empieza casi animal, entregada al placer sin ningún tipo de arrepentimiento tanto en la primera estrofa como en el doble estribillo y en el inicio de la segunda, con una petición («one-more-time / let´s do it again!») que luego se tornará súplica. Porque Robyn intenta dar marcha atrás, su voz va cambiando en un maravilloso puente cuyo final es igual de maravilloso: ese «if you’ll stay around, we’ll just…» empieza como una advertencia madura, pero el grito en «…do it AGAIN!» puede entenderse como un énfasis a dicha advertencia… y también como una rendición ante lo prohibido, un «mira, qué cojones, ven aquí». Es entonces cuando le toca al amante empezar a darse cuenta del peligro, y querer apartarse y «hacer lo correcto». Pero Robyn ya no quiere, y llega ese outro con los «again, again / again!» que oscila entre el llanto y la súplica por parte de la sueca, cuya voz se infantiliza pareciendo por momentos una niña pequeña a la que se le ha acabado el tiempo de juego. Todo funciona como un reloj en ‘Do it Again’, que hace que no puedas dejar de bailarla en ningún segundo de sus cinco minutazos. Ni tampoco de sentirla. Pablo Tocino.

4
Be Mine!
2005

Si ‘Call Your Girlfriend’, ubicada en este top un par de puestos por debajo de este texto, hablaba sobre “La Otra”, esta ‘Be Mine!’ que fue escogida como primer single de ‘Robyn’ –y fue, por tanto, su carta de presentación al mundo desde la perspectiva independiente y alternativa que tomó tras abandonar la industria multinacional– está entonada por parte de la engañada, la abandonada. Porque, aunque lo parezca por el énfasis que da el signo de admiración, su título no se lee en realidad como un imperativo “¡se mío! Su estribillo da el contexto correcto: “nunca fuiste y nunca serás mío”. “La lluvia es algo bueno porque oculta las lágrimas de tus ojos / Igual que las cosas buenas maquillan el dolor”, arranca Carlsson cantando mientras el rasgar de un violonchelo –constante en un tema que brilla en buena lid por sus emocionante cuerdas– esboza una pauta rítmica marcada por una caja asincopada.

Con apenas estos mimbres –a los que luego se suma un bajo y los violines, arreglados por el jazzman sueco Joakim Milder, que aportan un extraordinario dramatismo– Robyn y Åhlund construyen una de las cotas de su trabajo conjunto, un (otro; y van…) himno para bailar con lágrimas en los ojos, que alcanza su zenit cuando, en el puente, Robyn se dirige de forma directa a su amado (que hace tiempo que, con toda frialdad, no la escucha), hablando: “Te vi en la estación. Tenías los brazos alrededor de cómo-se-llame. Llevaba la bufanda que te regalé / y te agachaste para atarle los cordones / Parecías feliz, y eso es genial / Es sólo que te echo de menos, eso es todo” son, quizá, los versos de rendición más dolorosos que se hayan bailado jamás. De forma curiosa, ‘Be Mine!’ tuvo un primer vídeo más abstracto (pero también más emocionante) en el que parece querer transformarse desesperadamente en aquello que, se figura, su amante desea. Dos años después, habiéndose convertido ya en un nuevo éxito en los países nórdicos, su novio Max Vitali dirigió un nuevo clip menos metafórico, en el que Carlsson, con su ya característico pelo corto, vive un encuentro fortuito con su ex, de manera menos imaginativa.

5
Missing U
2018

Robyn empezó a escribir ‘Missing U’ en 2014. Le recordaba a Kate Bush y a la música “dulce y templada” que sus padres escuchaban en los 80, pero sobre todo le recordaba a cosas no tan dulces. “La canción me hacía sentir cada vez más deprimida: era sobre mierda bastante dura, y yo ni siquiera lo sabía por el momento”, cuenta, “intenté acabar esa letra durante dos años y no podía”. El bache que atravesaba entonces la sueca era doble, y bastante relacionado con la temática de la canción. Por entonces se había separado de su hasta-entonces-inseparable Max Vitali, y había tenido otra separación forzosa: la del productor Christian Falk, uno de sus mejores amigos, fallecido de cáncer. Carlsson dejó reposar la canción, y volvió a retomarla años después con la ayuda de Joseph Mount de Metronomy (quien introdujo unos arreglos de arpeggio que pretendían hacer la canción “emocionante aunque fuese dolorosa”), y con un concepto claro en mente: “cuando la gente desaparece es como si, paradójicamente, pudieses verles de forma más vívida y clara, porque les ves en todas partes”, comentaba, y esta frase está casi que tal cual en dos de los versos. “Can’t make sense of all the pieces of my own delusions” y “I keep thinking you’re still right beside me”.

En ‘Missing U’ Robyn se sirve de letras diarias y mundanas (para bien) en su misión de describir toda esa “heavy shit” que tenía en la cabeza: desde algunas más generales, como “all of the plans we made that never happened”, “there’s this empty space you left behind now you’re not here with me / I keep digging through our waste of time, but the picture is incomplete” o “this part of you, this clock that stopped / this residue, it’s all I’ve got” a otras tan concretas que duelen: “the space where you used to be / your head on my shoulder (…) now your scent on my pillow has faded” pasando por esa pausa en un final de estribillo tan sencillo como potente, ese “cause I’m missing you / …I miss you” que entona una Robyn más triste que nunca. ‘Missing U’ fue promocionada en directo en televisión, pero es el único lead-single de Robyn que no tiene videoclip como tal, sino un corto en el que una versión extendida de la canción se oye de fondo mientras ella y sus fans charlan y celebran su regreso. ¿Le resultaba demasiado duro hacer un videoclip con la historia real tras la canción? Yo diría que es bastante probable, y el peso de esa razón está en un verso en concreto que, conscientemente, no he mencionado aún, y que justifica por sí mismo el puesto de ‘Missing U’ en esta lista. ¿No es “all the love you gave me still defines me” uno de los homenajes más hermosos que habéis escuchado en una canción?

6
Call Your Girlfriend
2010

Como en aquel capítulo de Los Simpsons donde la cara de Homer aparecía frente al término “estúpido” en el diccionario, si un manual recogiese “sad bangers” podría tener perfectamente la cara de Robyn al lado. ‘Dancing On My Wwn’ es la que todos tenemos en la cabeza, y de hecho es la que cité cuando, hablando de ‘Stranger’ en la reseña de ‘Blue Lips‘, quería describir eso de “bailar llorando” (algo que Tove Lo y Robyn manejan a la perfección). Pero, tanto en su mayor éxito como en ‘Be Mine!’, en las futuras ‘Because It’s In The Music’ o ‘Ever Again’ o incluso en ‘With Every heartbeat’, Carlsson tomaba el papel de la persona a la que dejan. En ‘With every hearbeat’ es algo más complejo, pero no llega a ser directamente el rol que toma aquí: La Otra. Más que nada porque no es un rol que suela tomarse mucho entre las cantantes; claro que hay grandes clásicos contados desde ese punto de vista, pero generalmente con una intención melodramática, donde La Otra llora porque con quien se queda a dormir él es con su mujer, o sufre porque está haciendo algo malo, o incluso lo cuenta de una forma tontorrona y humorística (“hey-hey-you-you, I don’t like your…”, ya sabéis). Incluso, por citar un ejemplo reciente y de sobra conocido, claro que muchas canciones de Lana del Rey han tenido esta temática, pero precisamente por eso había un trasvase al resto de su identidad, creando una figura bastante reconocible.

Robyn toma este rol sin adoptar una figura particular ni buscar una carga especialmente dramática o especialmente cómica: ofrece un personaje con un papel bastante más activo, que parece decir “esto ha pasado, no es algo agradable, pero ha pasado, somos adultos y esto es lo que deberíamos hacer para continuar haciendo el menor daño posible”. Una letra madura y honesta, donde la rubia aconseja a su pareja para causar el menor daño posible sabiendo exactamente dónde tiene que dar (“tell her not to get upset second-guessing everything you said and done”, “tell her the only way her heart will mend is when she learns to love again / and it won’t make snese right now but you’re still her friend”) y dónde no: demoledor -y real, quizás precisamente por eso- aquello de “don’t you tell her how I give you something that you never even knew you missed / don’t you even try and explain how it’s so different when we kiss”. Por si hiciesen falta más conexiones con el megahit ‘Dancing On My Own’, el videoclip de ‘Call your girlfriend’, que sucedió como single a dicha canción, muestra a Robyn dancing on her own en una maravillosa coreografía grabada en una sola toma (corregidme si es un falso plano secuencia, pero si es así, el engaño es perfecto), y donde el giro melódico que pasa del grito al caos electrónico está aún más potenciado gracias a las imágenes. Escrita junto a Klas Åhlund y Alexander Kronlund, con Billboard echando un cable en la producción, y nominada al Grammy 2012 como Mejor Grabación Dance, Robyn parece decirnos precisamente que no hace falta adoptar ninguna figura particular porque todos podemos ser, en algún momento, La Otra. Y que somos humanos y estas cosas pasan pero, una vez que pasan, hay que intentar dejar atrás el miedo a la confrontación (y un poquito también el individualismo liberal de nuestra sociedad) y cuidar un poco a la gente. Porque un día puedes ser la persona de ‘Call Your Girlfriend’ y otro día puedes ser la de ‘Dancing On My Own’. Pablo N. Tocino.

7
Honey
2018

Coproducida con Joseph Mount de Metronomy -además de con su amigo Klas Ahlund-, es probablemente la canción más sensual (y sexual) de Robyn. Ya sea más sutil («every breath that whispers your name is like emeralds on the pavement», «and the waves come in and they’re golden / but down in the deep the honey is sweeter») o menos («let it soak up into the flesh / never had this kind of nutrition», «at the heart of some kind of flower / stuck in glitter, strands of saliva / won’t you get me right where the hurt is?»), el caso es que su letra y su hipnótica producción te hacen sentir la persona más sexy del planeta durante cinco minutos. En general hemos asumido que ‘Honey’ habla del sexo oral y, en concreto, de que te coman el coño (o el culo, que esa interpretación parece más tabú), y ciertamente el tono erótico está confirmado por la propia Robyn, que de hecho llega a animar a su amante a que siga («can you open up to the treasure, suck it up inside like a treasure / let the brightest place be your passion»). Pero la canción habla también de otra relación íntima, y es la que Robyn tiene con la música: grabada entre Suecia, París y Los Ángeles (y las tomas vocales de TODAS las sesiones acabaron pasando el corte, ojo), ‘Honey’ le da título al álbum porque es una de las canciones más importantes para la sueca. Cuenta ella que el tema ha significado muchísimo en este hiato: “la letra habla sobre ir a un lugar sensual, del mismo modo en que hablo yo de hacer música: me hace sentirme bien, y, si lo hago de la forma adecuada, me cura”. Para la autora de ‘Body Talk’, ‘Honey’ describe «un estado mental, el poder disfrutar de nuevo de hacer música» después de la época tan difícil que pasó. No sé vosotros, pero yo ahora entiendo más que, frente a lo que se oyó en ‘Girls’, aquí haya apostado por el minimalismo, y por una versión más serena y, a la vez, directa. Robyn puede sentirse perdida a veces, pero sabe qué es lo que le hace encontrarse a sí misma y le pone de nuevo en funcionamiento. Come get your honey… y que «honey» sea lo que tenga que ser. Pablo N. Tocino.

8
The Girl and The Robot
2009

A finales de la pasada década, el dúo Röyksopp estaban en la cima del pop electrónico bailable, con su mezcla de house, tecno y synthpop reminiscente de los 80. El dúo noruego, crecido tra sla popularidad de sus dos primeros discos ‘Melody A.M.’ (2001) y ‘The Understanding’, se lanzaba a publicar un trabajo doble dividido en dos discos, ‘Junior’ y ‘Senior’ –un disco ambient, sin partes vocales–. En el primero de ellos destacaba la que fue el primer paso de una fructífera colaboración artística con Ribyn, ‘The Girl and The Robot’. Segundo single del lanzamiento tras ‘Happy Up Here’, se trata de una auténtica cumbre del pop de la pasada década, y también, por supuesto, en las respectivas carreras de sus autores e intérpretes: construida sobre un ácido bajo sintético y una mezcla de coros artificiales y reales, la base típicamente tecnopop cobra una dimensión más potente cuando, con la voz de Robyn, irrumpe el bombo house, haciéndola ya irresistiblemente bailable. Todo conduce hasta un estribillo con una monumental melodía de armonías crecientes, inolvidable. Además, la producción es todo un prodigio de detalles (ese post-coro, los drops sin que se pierda ritmo, la outro con la sección de cuerdas) y calidad sonora. Dance pop de alto octanaje. Además, el lanzamiento se coronó con un icónico vídeo (con intrigante prueba de embarazo final) que plasmaba esa compleja relación entre “la chica y el robot”, evidentemente una metáfora de un “workaholic” que pone el amor en segundo plano.

9
Hang With Me
2010

La versión de ‘Hang With Me’ que apareció en el tercer disco, el culminante, de ‘Body Talk’, no fue la única que existía. Y no, no me refiero a la toma a piano y voz que aparecía al final del primer EP de esa serie, sino a que Klas Åhlund ya había prestado esta canción a la artista sueca de origen chileno Paola, de apellido Bruna hasta que lo cambió por Åhlund. Efectivamente, fue esposa de Klas. El también miembro de Teddybears produjo y compuso gran parte de ‘Stockcity Girl’, su debut multinacional en 2002 –a día de hoy es su único álbum, aunque acaba de reaparecer con 2 singles–. Y entre las canciones de ecléctico pop rock alternativo que incluía estaba, además de la estupenda ‘Above the Candystore’ –tema principal de la BSO de ‘Spun’, peli independiente del hoy reputado director Jonas Åkerlund–, ‘Hang With Me’. Aunque, eso sí, en una versión muy diferente, más intimista (con un bajo muy ‘La chica de ayer’, curiosamente), e incompleta. Porque por entonces no contaba con ese pre-coro y estribillo que, como muestra una escucha contrastada del tema, es el gran hallazgo de la composición, ese subidón que nos da cuando Robyn canta “no caigas temeraria y locamente enamorado de mí / porque nos llevará al desamor, benditamente doloroso y loco / (Pero) si estás de acuerdo / Cuélgate de mí”. Una maravillosa declaración de amor a pesar de las terribles consecuencias que pueda traer que emociona y enardece a caballo de su ágil ritmo de electropop espacial, otro de esos “sad bangers” que tan bien domina nuestra heroína.

10
Show Me Love
1997

De manera más que curiosa, la canción más memorable de la primera etapa de Robyn no estaba en la versión original de su debut, ‘Robyn Is Here’, ni fue el single más exitoso del disco, aunque sí uno de ellos. De hecho es, al menos a fecha de hoy, su último top 10 en el Billboard Hot 100 yanqui. ‘Show Me Love’ fue una de las dos canciones del debut de la sueca que contaron con la colaboración de Max Martin (y Denniz Pop, no le olvidemos), pero esta no estaba en la primera edición lanzada en Suecia. Se incluyó en la edición norteamericana de 1997 en sustitución del insulsillo medio tiempo ‘Where Did Our Love Go’ –con inapreciables coros de un tal Joe Watts–, y desde luego la decisión no pudo ser más acertada. Como sucede con ‘Do You Know (What It Takes)’, Martin parecía estar perfeccionando la fórmula de hip hop + R&B + pop, esa que culminó un año después en ‘… Baby One More Time’ y que marcó drásticamente la ética y estética del final de siglo. La sinuosa línea de bajo, la guitarra funky con wah-wah, la caja de ritmos con chisporroteantes hi-hats, los coros herederos del doo-wop… todo estaba ya dispuesto para matar con ese estribillo memorable en el que una adolescente Carlsson pide que le enseñen el amor, la vida, “de qué va todo”… pero de una manera mucho menos perversa que lo hicieron Spears y Aguilera poco después, más blanca. Casi tan reconocible como su superpoblado videoclip fue su aparición en los títulos de crédito del éxito cinematográfico sueco de la época, ‘Fucking Åmål’, primer largometraje de Lukas Moodysson que llegó a las pantallas de todo el mundo. De hecho, en los países anglosajones se censuró el título y ¿adivináis cómo se conoció la película allí? Efectivamente, ‘Show Me Love’.

Paraíso Festival crece, y mucho, sin que se deba a un nombre concreto del cartel

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El madrileño Paraíso Festival ha llegado a su segunda edición, a falta de conocer las cifras de asistencia de público, con un visible aumento de público respecto a su debut. Este año la lluvia no ha hecho acto de presencia, y por fortuna hoy tampoco se la espera, si bien, como advertimos hace unos días, las temperaturas durante la madrugada son bastante fresquitas (mínimas de 12 grados anoche, que serán 13 esta noche). La organización, con José Morán de los primeros FIB al mando, reaccionó ante este aumento de gente, que ya estimaban en un 30 o 40% hace unos días, y tan sólo hubo alguna cola en los baños de cabina, pero nunca en las múltiples barras. A destacar la buena comida seleccionada por la chef Rebeca Hernández, lo que implicaba encontrarte con una concursante de Masterchef cocinándote en uno de los food tracks, en concreto Silene. Fotos: Nabscab, excepto Chvrches (Rodrigo Mena).

Paraíso Festival se caracteriza por la presencia de artistas de diversos países y también por la presencia de mujeres, y así, a primera hora de la tarde se pudo disfrutar de la bailonga sesión de Kampire, desde Uganda, en el escenario Manifiesto, llevándose una ovación a su desenlace; o de Mula, en el mismo lugar pero algo más tarde, y procedentes de República Dominicana. El trío formado por dos MC’s y otra integrante a las bases situada detrás desplegó una sabrosona amalgama de synth-pop, elegante perreo y algún guiño italo, a menudo con cambios de ritmo que incitan a la fiesta, también gracias al colorido fondo lumínico. La cumbre del concierto fue la estupenda ‘Nunca paran’.

Chvrches eran uno de los grandes reclamos del cartel, si bien la enorme cantidad de público que encontramos en el resto de escenarios y del recinto en general a su término, revelaba que Paraíso Festival está consiguiendo hacer marca al margen de los grandes nombres que pueda contratar. Mucha gente optaba a la misma hora por Moscoman o Nicola Cruz, cuando no por pulular de escenario en escenario. El grupo de Lauren Mayberry tampoco terminó de arrasar como hipotético cabeza (Paraíso opta por el orden alfabético en sus imágenes promocionales) debido a algún que otro problema de sonido. El micro de Mayberry no sonaba adecuadamente cuando el grupo comenzaba con ‘Get Out’ y, una vez resuelto el percance, daba la sensación de que Chvrches querían sonar más alto y más fuerte de lo que sabían, sin presentar por ello la nitidez y los matices adecuados. Solo cuando en última instancia sonaban sus mayores hits, como ‘Recover’, la desenfrenada ‘Clearest Blue’, ‘Leave a Trace’ y ‘The Mother We Share’, se dieron ese pequeño baño de masas. El set se cerraba con ‘Never Say Die’, de su último álbum, sin que nadie se preguntara por ‘Here With Me‘.

Inmediatamente antes habían coincidido la británica IAMDDB, con una voz próxima al registro de SZA o incluso Amy Winehouse, pero con un DJ lanzando bases de R&B, urban y electrónicas modernas, cortantes y sugerentes (muy celebrado y coreado fue su hit ‘Shade’); y Bob Moses. El dúo canadiense triunfaba en el escenario grande con vibraciones próximas a los encantos de Apparat y el cuerpo de temas tan queridos por el público como el melancólico ‘All I Want’. Te gustará si te gustan Junior Boys y GusGus.

Pasada la medianoche era el momento de que llegara Cerrone, la leyenda. Su nombre en letras doradas era un signo del glamour que íbamos a escuchar en su sesión de música disco, en la que no faltaron ‘Je suis music’, ‘Supernature’ o el tema más pertinente que iba a sonar en todo el festival, ‘Cerrone’s Paradise’. Pese a algunos momentos más abstractos, las cuerdas fueron protagonistas de muchos de los hitos de este live en el que ocasionalmente apareció una cantante para hacer voces en directo.

Tras el dúo Polo & Pan, que alternaban los ritmos más delicados de la electrónica con la melancolía que desprenden canciones como la tropicalilla ‘Canopée’, que pincharon. La noche terminaba con la rave del búlgaro KiNK en el Escenario Club (resguardado en esta carpa se estaba mucho mejor), mientras El Cuerpo del Disco lograba convocar a un centenar de fieles fans en el Escenario Nido dedicado a artistas locales, a ritmo de música disco clásica o relativamente actual (no faltó ‘Hung Up’ de Madonna).

Drake publica dos temas nuevos para celebrar la victoria de los Toronto Raptors en la NBA

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Los Toronto Raptors se acaban de hacer con el título de la NBA tras anteponerse a los Golden State Warriors por 110-114. Es la primera vez en la historia que un equipo canadiense gana dicho título, y dado que hablamos del equipo favorito de Drake, el cantante y rapero debe estar absolutamente eufórico después de vivir unas jornadas deportivas bastante… tensas.

Drake había prometido que, si los Toronto Raptors ganaban la NBA, publicaría dos canciones nuevas, y así ha sido. Agrupadas bajo el título ‘The Best in the World Pack’ y presentadas con una cubierta presidida por el trofeo de la NBA, desde hoy están disponibles en las plataformas de streaming ‘Omertà’ y ‘Money in the Grave’ con Rick Ross. Ambos temas son puramente de rap y hip-hop, pero el primero remite al Kanye clásico y el segundo encajaría en la parte más oscura de ‘Scorpion‘.

Precisamente ‘Omertà’ y ‘Money in the Grave’ representan la primera tanda de material nuevo de Drake desde el lanzamiento de aquel disco el año pasado. Un álbum cuya campaña también arrancó con el lanzamiento de dos temas agrupados bajo un único título: ¿alguien se acuerda que ‘God’s Plan’ salió conjuntamente a un segundo tema -‘Diplomatic Immunity’- a través de un EP llamado ‘Scary Hours’?

10 razones para ver ‘Chernobyl’, el éxito más inesperado (y merecido) de HBO

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Que una ficción sobre un suceso histórico ocurrido en la antigua Unión Soviética, de narrativa austera, discurso grave y ritmo pausado, sin estrellas, sin guiños nostálgicos, sin referencias pop, y estrenada a la sombra de ‘Juego de tronos’, se haya convertido en la serie revelación de la temporada, en todo un fenómeno global, es tan sorprendente como que su éxito haya provocado un aumento del turismo en la zona de la catástrofe, con cientos de influencers haciéndose fotos y “dándose rayos” en Chernóbil. El hype empieza a ser un tanto molesto con tanto meme, teoría de la conspiración y noticia chorra, pero si sirve para que las plataformas sigan apostando por este tipo de series, que siga aumentando. Te damos 10 razones para no perderte ‘Chernobyl’:

El (sorprendente) guión de Craig Mazin

Si el éxito de ‘Chernobyl’ ha sido inesperado, que su guión haya salido de la mente de Craig Mazin es casi milagroso. Echar un vistazo a su filmografía es como acercarse al núcleo del reactor: ‘Experimento chiflado’, ‘Scary Movie 3’, ‘Scary Movie 4’, las dos secuelas reguleras de ‘Resacón en Las Vegas’, la olvidable precuela de ‘Blancanieves y la leyenda del cazador’ y la comedieta ‘Por la cara’. Con estos antecedentes, quién iba a pensar que podía escribir una maravilla como ‘Chernobyl’. Pues lo ha hecho. A través de la combinación de varios puntos de vista, Mazin consigue un equilibrio perfecto entre la descripción de la catástrofe nuclear y las labores de limpieza, la narración de las repercusiones políticas que desencadenó, y el relato del inmenso drama humano que provocó. Los guiones han gustado tanto que ha decidido hacerlos públicos.

La (excelente) dirección de Johan Renck

Tras su exitosa etapa como realizador de videos musicales (ha dirigido clips para Madonna, Kylie Minogue, Robbie Williams o los últimos de David Bowie), Renck comenzó su carrera en televisión dirigiendo episodios de ‘Breaking Bad’, ‘Vikingos’ o ‘The Walking Dead’. Con ‘Chernobyl’ le ha llegado su gran oportunidad. Ha dirigido los cinco episodios, demostrando su enorme talento. Renck utiliza una puesta en escena muy sobria y eficaz, sin caer nunca en la espectacularización, pero sabiendo mantener en todo momento la tensión del relato. Su caligrafía visual está compuesta por una combinación de planos cortos rodados con cámara en mano para acercarse a la intimidad de la tragedia o al interior de los despachos, junto a unos ceremoniosos planos generales que amplifican la magnitud de la catástrofe.

La (escalofriante) música de Hildur Guðnadóttir

La chelista islandesa, ex de múm y colaboradora del fallecido Jóhann Jóhansson, ha compuesto una potentísima banda sonora capaz de derretir una barra de uranio. La mezcla de música minimalista con sonidos grabados en una central nuclear de Lituania consigue crear un efecto enormemente inquietante y perturbador, multiplicando de forma extraordinaria la sensación de desasosiego y pesadumbre que transmiten las imágenes.

La (cenicienta) fotografía de Jakob Ihre

Uno de los aspectos más destacados de ‘Chernobyl’ es su opresiva y depresiva atmósfera. Ihre, conocido por su labor en las películas de Joachim Trier (‘Thelma’, ‘Oslo, 31 de agosto’), utiliza una paleta grisácea, muy apagada y espesa, como forma de enfatizar el dramatismo de la tragedia humana y ecológica del desastre, y transmitir toda la presión psicológica que el aparato del estado soviético ejercía sobre la población.

El (fabuloso) trío protagonista

Todos los actores de ‘Chernobyl’ están estupendos, pero el trabajo de los tres personajes principales es sensacional: Jared Harris, como el ingeniero atormentado; Stellan Skarsgard, como el político resolutivo pero resignado a la realidad del sistema (las secuencias entre los dos son una muestra excepcional de contención expresiva y progresión dramática); y Emily Watson, como la tenaz científica; un personaje creado como representación de todos los científicos que ayudaron a paliar las consecuencias del desastre.

Su (acertado) tono didáctico

¿Cómo explicar las causas del accidente de una central nuclear a una mayoría de espectadores que saben tanto sobre su funcionamiento como Homer Simpson? Este era un escollo que ‘Chernobyl’ tenía que pasar si no quería que el público huyera de la serie abrumado por tanto tecnicismo incomprensible. Y lo ha logrado de la mejor manera. Tanto las causas de la catástrofe como sus consecuencias están expuestas de manera muy clara y -lo más difícil de conseguir- muy orgánica. En ningún momento tenemos la sensación de que la acción se ha detenido para darnos una clase rápida sobre la energía nuclear.

Su (impresionante) plano secuencia

No se trata del típico ejercicio gimnástico que muchos directores mediocres realizan para exhibir músculo autoral, sino de una escena cuya filmación en continuidad está completamente justificada. Noventa angustiosos segundos en el techo de la central que te dejan clavado en el sofá.

Su (emocionante) homenaje a los trabajadores

Cada uno de los cuatro primeros capítulos está protagonizado por un grupo de trabajadores que ayudaron en las labores de contención y limpieza. Personas que pusieron en riesgo su salud y, en muchos casos, sacrificaron su vida (algunos engañados, otros no) para evitar una catástrofe mayor. Por orden: bomberos, empleados de la central, mineros (quienes protagonizan una de las grandes secuencias de la serie) y militares. Trabajadores que lucharon contra los efectos del desastre y contra el secretismo de su propio gobierno.

El (conmovedor) epílogo

Los sucesos de Chérnobil obviamente están basados en hechos reales. Una de las fuentes documentales más importantes es el libro ‘Voces de Chernóbil’, de la premio Nobel Svetlana Alexiévich. Al final, cuando aparecen imágenes de los verdaderos protagonistas, cuando vemos el verdadero rostro de Valeri Legásov, Boris Shcherbina y los cientos de trabajadores que ayudaron en las labores de limpieza, somos totalmente conscientes de la realidad y las dimensiones humanas de la catástrofe.

El (nostálgico) guiño cinéfilo

Esto es ya una apreciación personal pero, ¿no es emocionante ver otra vez juntos en la pantalla, más de veinte años después, a la pareja protagonista de una de las películas clave de la década de los noventa: ‘Rompiendo las olas’? 9.

La Canción Del Día: ‘Call Me Back’ es la preciosa melodía con la que DORA y Pional nos narran un amor de verano

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Dora Salvatore es conocida por ser hija de Bimba Bosé y Diego Postigo, pero con sus objetivos puestos en desarrollar una carrera en la música a sus 14 años, parece que pronto se consolidará como un nombre popular por sí mismo, en este caso respondiendo al nombre de DORA. De momento va por buen camino pues los singles que está presentando, producidos por un Pional que acaba de aparecer en varios temas del nuevo disco de Aitana, son de una gran calidad, a medio camino entre el pop alternativo y las playlists más comerciales de Spotify. El primero, ‘Saving Star‘, sería un estupendo single de Empress Of de haberlo interpretado la autora de ‘Us‘, y el segundo, ‘Call Me Back’, es igual de bueno o incluso mejor, aunque también totalmente distinto.

Desde el segundo cero en que escuchamos los acordes de una guitarra acústica, queda claro que ‘Call Me Back’ será precisamente eso, una canción acústica, con poca base rítmica más que la que ofrece la propia guitarra, y por tanto asociable a éxitos similares publicados en los últimos tiempos como ‘Anxiety’ de Julia Michaels con Selena Gomez o ‘Love Yourself’ de Justin Bieber. La forma acústica de ‘Call Me Back’ permite a DORA presumir de su bonito timbre de voz, y sobre todo desplegar con la mayor naturalidad del mundo una melodía preciosa y cautivadora, para escuchar en bucle, que en este caso DORA comparte, y de manera inaudita, junto al propio Pional, que no solo hace coros sino que en algunos casos incluso asume en solitario partes de la canción.

Una absoluta monada de canción que es también nostálgica en su retrato de un amor que ha terminado y en el que DORA -o Pional como segundo narrador- no puede dejar de pensar. El propio título de la canción clama «devuélveme la llamada» mientras la letra recuerda mañanas de café que ya no volverán y habla del recuerdo de esa persona que persigue a nuestros protagonistas en sus sueños. ‘Call Me Back’, cuenta la nota de prensa, «remite al anhelo de un amor de verano que llegado su final», que «tratamos de retener desde una melancolía adolescente», algo que también expresa su sencillo vídeo dirigido por el propio padre de DORA, Diego Postigo.

Jonas Brothers / Happiness Begins

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En la no-tan-caprichosa rueda de las modas, parece que se impone un revival de los 00, ahora que culmina la segunda década del siglo. Si hace poco Miley Cyrus coqueteaba con la idea de que regresara Hanna Montana, parecería razonable que lo hicieran también los Jonas Brothers. Pero no. No ha vuelto Hanna, sino una Miley que lo más parecido que tiene con la estrella infantil/adolescente que fue es el flequillo de su nuevo peinado y que, musicalmente, se aproxima a las tendencias que marcan en el pop Ariana Grande o Halsey. Ni vuelven los mismos Hermanos Jonas que también protagonizaban películas Disney mientras facturaban pop melifluo de guitarras, con cierta querencia malota a lo Blink-182 ocasionalmente.

Lo cual no es malo en absoluto. De hecho, diría que salimos ganando: ¿quién me iba a decir a mí que acabaría seducido por la boyband fraternal con un buen pepino pop como ‘Sucker’? Con ella los Jonas se sitúan en la posición que han abandonado Maroon 5: buen pop de guitarras, con base blues y funk, sexy y bailable. Y no, por más que quiera atribuirse el mérito Portugal. The Man, tampoco es que ellos sean un dechado de originalidad. Rodeados de manos expertas en pop de radiofórmula como Ryan Tedder, Greg Kurstin, Shellback, Frank Dukes o Joel Little, los Jonas se lanzan con decisión a por ese nicho.

Hay incluso temas bastante resultones y frescos, especialmente los que acuden, con buen tino, al rollo pseudo-jamaicano explotado por Joe en su grupo DNCE: ‘Only Human’, ‘Every Single Time’ y ‘Trust’. Lo equilibran bastante bien con un pop formulaico de hoy en día (ya sabéis, bien barnizado con efectos de hip hop y R&B) que, aunque podía cantar prácticamente cualquiera –desde los ya citados Maroon 5 hasta Taylor Swift pasando por Khalid o Shawn Mendes– tampoco se puede decir que resulte mediocre. ‘I Believe’ –dedicada por Joe a su mujer, la actriz Sophie Turner–, ‘Don’t Throw It Away’, ‘Love Her’, ‘Happy When I’m Sad’ o ‘Strangers’ se dejan escuchar bien, aunque no te vayan a salvar la vida. Nada molesta o irrita –bueno sí: el bochornoso saqueo a Avicii de ‘Rollescoaster’–. Es aséptico.

Y es que el problema está en que no hay un atisbo de personalidad detrás, y poco importa quién o qué esté cantando. Son canciones bien arregladas, monas, pegadizas y predecibles, perfectamente diseñadas para ejercer de fondo mientras compras en el supermercado o deambulas por el aeropuerto. Pop impersonal que difícilmente transmite algo, más allá de ocasionales invitaciones a mover el pie levemente siguiendo el ritmo. Por pulcro y aseado que sea, a cosas como esta es a las que se refería Antonio Luque cuando decía que “es música para gente a la que no le gusta la música”. Jonas Brothers acúan en España en 2020: será el 16 de febrero en el Wizink Center de Madrid y el 17 de febrero en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Entradas aquí.

Calificación: 5/10
Lo mejor: ‘Sucker’, ‘Only Human’, ‘Every Single Time’, ‘Love Her’, ‘Strangers’
Te gustará si te gustan: Shawn Mendes, Maroon 5, DNCE, Taylor Swift.
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Nicki Minaj publicará ‘Megatron’ la semana que viene

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Han pasado dos meses desde que Nicki Minaj protagonizara una novedad musical, lo que en sus ritmos equivale más o menos a un millón de años. Hablamos de ‘Wobble Up’, su saltarina colaboración con Chris Brown y G-Eazy.

La rapera no va a permitir que pase más tiempo sin novedades suyas y ha anunciado un nuevo single para el viernes que viene, aparentemente en solitario. Se llama, ojito, ‘Megatron’, como el personaje de Transformers, y con este título no esperamos menos que un temazo de la autora de ‘Anaconda’. Minaj ya se había llamado a sí misma «megatron» en una canción de Future en la que era artista invitada, precisamente llamada ‘Transformer’.

Habrá que esperar al 21 de junio para averiguar qué propone Minaj con ‘Megatron’, pero después de que ‘Queen‘ no lograra el éxito esperado, la carrera de Minaj parece estar necesitada de un pequeño empujón. En cualquier caso, la campaña de ‘Queen’ parece ya más que finiquitada pese a que su gira de presentación terminó el pasado mes de marzo. En febrero se estrenaba el videoclip del último single, ‘Hard White’.

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Amaral comparten los detalles de ‘Salto al color’ y estrenan el single ‘Nuestro tiempo’

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Amaral han desvelado todos los detalles de su nuevo disco, ‘Salto el color’. El octavo álbum de Eva Amaral y Juan Aguirre verá la luz el 6 de septiembre con una portada del ilustrador griego Charis Tsevis y un tracklist de 13 canciones que incluye el primer sencillo, ‘Mares igual que tú‘, y un segundo que ha llegado hoy viernes a las plataformas de streaming.

Si ‘Mares igual que tú’ era abiertamente electropop, ‘Nuestro tiempo’ presenta a unos Amaral tan familiares como renovados. En este caso, ‘Nuestro tiempo’ contiene una sección de cuerdas que no puede ser más propia del pop melódico español y también del propio repertorio de Amaral -pienso en ‘Días de verano’- pero también un ritmo que se va acelerando hasta remitir más bien al indie-pop anglosajón más festivalero. Eso sí, la letra sigue expresando una nostalgia marca de la casa, en frases como «todo aquello en lo que confié tiene los días contados» o «hay un tiempo para olvidar todo lo que pudo ser y nunca será».

El tracklist de ‘Salto al color’ incluye estos títulos:
1.- Ondas do mar de Vigo
2.- Mares igual que tú
3.- Señales
4.- Nuestro tiempo
5.- Bien alta la mirada
6.- Peces de colores
7.- Tambores de la rebelión
8.- Soledad
9.- Juguetes rotos
10.- Ruido
11.- Lluvia
12.- Entre la multitud
13.- Halconera

King Crimson anuncian 2 fechas en Barcelona tras la cancelación de Doctor Music

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King Crimson era uno de los nombres confirmados en la edición de 20 aniversario del festival Doctor Music, que se celebraba del 12 al 14 de julio y lamentablemente ha sido cancelada. Sin embargo, la mítica banda de rock progresivo de Londres no dejará de visitar España precisamente en las fechas en que actuaba en Montmeló y ha anunciado un par de conciertos en Barcelona para los días 12 y 13 de julio, para los que las entradas ya están a la venta. Ambos tendrán lugar en el Teatro Coliseum.

La banda comandada por Robert Fripp, único miembro estable en una formación que ha sufrido numerosos cambios en sus 50 años de historia, y que ahora incluye también a Jakko Jakszyk, Tony Levin, Mel Collins, Pat Mastelotto, Gavin Harrison, Jeremy Stacey y Bill Rieflin, es una de las más influyentes de toda la historia del rock, sobre todo gracias a los álbumes que publicaron en su primera y segunda etapa, especialmente su debut de 1969 ‘In the Court of Crimson King’ pero también ‘Larks’ Tongues in Aspic’ (1973),’ Starless and Bible Black’ (1974), ‘Red’ (1974), ‘Discipline’ (1981), ‘Beat’ (1982) y ‘Three of a Perfect Pair’ (1984).

Los directos de King Crimson se caracterizan por su componente absolutamente épico, algo que el grupo ha acostumbrado a documentar en varios álbumes en directo, y más recientemente en su caja recopilatoria de 2016 ‘Radical Action to Unseat the Hold of Monkey Mind’. Actualmente, el grupo está publicando una serie de canciones raras de su repertorio para celebrar sus 50 años de historia. Hoy mismo llega ‘Peace’.

Kate Tempest / The Book of Traps and Lessons

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Kate Tempest ni rapea ni canta. No lo decimos nosotros, sino ella misma en una charla que mantuvo con JENESAISPOP y que publicaremos durante los próximos días. Sin embargo, está asumido que es una de las artistas más interesantes del momento, especialmente desde que publicara el conceptual ‘Let Them Eat Chaos‘, en el que imaginaba la vida de varios personajes a la misma hora en un desolado Londres, y desarrollara su excelente trabajo como escritora y letrista con varios libros, como han sido ‘Cuando la vida te da un martillo’ o ‘Mantente firme’.

‘The Book of Traps and Lessons’, el nuevo disco que publica hoy, nos habla de cómo 7.000 millones de personas en el mundo caemos una y otra vez en los mismos errores, así como del racismo y otros males de la sociedad actual, la cual afirma que no es que haya «progresado» demasiado en los «últimos 500 años». La monarquía parlamentaria de Reino Unido está en el punto de mira en la portada del disco, pero podría ser cualquier sitio. ¿Acaso hemos evolucionado algo si un hombre ha de correr (huir) sin haber hecho nada como sucede en ‘Brown Eyed Man’? ¿Si se sigue «matando por dinero» y encima se hace «tras una bandera en la que aparece la palabra «LIBERTAD»?

Las producciones de Kate Tempest son austeras y la labor de acercarse a su música puede ser a veces demasiado ardua. Cuenta que quería que los 45 minutos de ‘The Book of Traps and Lessons’ formaran una sola pista. Tal CD promocional se ha creado para la prensa y puedo asegurar que su primera escucha, acompañado de un documento Word con las letras desplegadas a lo largo de 20 páginas, puede abrumar. Sin embargo, como artista de «spoken word» que «no rapea ni canta», sí es lo suficientemente expresiva para impactar al oyente con su voz. El modo en como pronuncia lo sumamente «desesperados por ternura» que estamos en el tema inicial ‘Thristy’ mientras, en la misma canción, frases con tanta fuerza dramática como «me ofreció una paz que mi guerra no quiso» o ese desenlace en «anduvimos hacia casa y no nos besamos» no pueden dejar indiferente.

La bruma propia de una de las canciones más sutiles de los Streets de ese ‘Thirsty’, la exquisita ambientación entre el trip-hop y el jazz de ‘Keep Moving Don’t Move’ y las cuerdas y el piano de una ‘Three Sided Coin’ que podrían haber firmado Björk o Radiohead, van sumiendo al oyente en un mundo fascinante. En él, curiosamente, entre ese corte totalmente a capella llamado ‘All Humans Too Late’, emergen también canciones hipnotizantes, brillantes, casi accesibles. ‘Firesmoke’ es ese anti-single que se parece a un single que ha sido capaz de sonar en la boda de una amiga de Kate Tempest haciendo llorar a la artista, pero es que ‘I Trap You’ es una canción completamente embriagadora a través de ese teclado como de feria, tan circense. A cualquier autor o intérprete de canción melódica de los 60, de Serge Gainsbourg a Hildegard Knef, le habría encantado.

Hay un marcado carácter político y social en estas pistas. ‘Hold Your Own’, otra canción minimalista, con un teclado casi eclesiástico, contiene el dardo envenenado «nos toman por idiotas cuando nos comportamos como idiotas», después de recordar que «no necesitamos comprar nuevo maquillaje, ni nuevos utensilios de cocina para cocinar nuevas recetas excitantes». Ni, ojo, tampoco necesitamos «nueva gente excitante para hacerte sentir que eres la persona nueva excitante que se supone que tienes que ser». En sus referencias a la obsesión por las redes sociales de ‘I Trap You’, en la que afirma «mirar el móvil 17 veces por minuto», Kate Tempest se está incluyendo a sí misma como culpable, y ahí es cuando, como sucedía con las tiernas letras de Mike Skinner -a quien reconoce admirar- es imposible no empatizar con ella.

La mencionada ‘All Humans Too Late’ no puede definir mejor a la sociedad antisocial de la era de las redes «sociales» cuando afirma «nuestros compañeros no nos conocen / nuestros familiares son extraños / nuestros amigos nos ponen nerviosos». ‘Three Sided Coin’ no puede generar más pena cuando afirma una tontería como «suelo ver a un amigo del cole, pero nos ignoramos mutuamente». Es con estos baños de triste realidad, tanto en nuestro penoso día a día como en una guerra al otro lado del mundo, que Kate Tempest nos muestra hasta dónde llega el patetismo de nuestro sonrojante presente.

El álbum se permite terminar con una canción tan optimista como ‘People’s Faces’ («hay tanta paz por encontrar en los rostros de la gente»), lo cual se agradece. Pero es en la belleza (o fealdad) de sus reflexiones donde está la grandeza de ‘The Book of Traps and Lessons’. A la que ha contribuido la producción de Dan Carey (acertadísima en el arpegio de teclado en ‘Lessons’ o en la asfixiante y casi bailable ‘Holy Elixir’, por poner un par de ejemplos) y la producción ejecutiva de su mentor Rick Rubin, que simplemente les ha animado a dar vueltas a estas 11 canciones, algunas de las cuales han conocido media decena de formas. Víctima de una selección entre 100 composiciones o ideas, el álbum nuevo de Kate Tempest no cuenta la totalidad de la historia. Hay muchas ideas que han quedado fuera o elípticas, impidiendo comprender hasta la última línea de este álbum. Sin embargo, ¿no es esa la magia de muchos libros?

Calificación: 8,5/10
Lo mejor: ‘Firesmoke’, ‘I Trap You’, ‘Hold Your Own’, ‘Holy Elixir’, ‘Lessons’
Te gustará si te gusta: The Streets, Neneh Cherry, Portishead, leer
Escúchalo: Spotify

¿La Canción del Día o del verano? DJ Snake, J Balvin y Tyga van a por todas con ‘Loco contigo’

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El J Balvin más hipnotizante de ‘Mi gente’ vuelve a la carga con un vaivén repetitivo en su nuevo single ‘Loco contigo’. Se trata de un tema de DJ Snake en el que también aparece Tyga, con vídeo de alto presupuesto muy presto para los memes, que por supuesto ya figura entre los más vistos de Youtube. El videoclip ha sido dirigido por Colin Tilley, quien ha trabajado antes con gente del nivel de Kendrick Lamar, Rihanna y Nicki Minaj.

La producción ha corrido a cargo de DJ Snake, y el hombre detrás de ‘Lean On’, ‘Let Me Love You’ o ‘Turn Down for What’ parece aquí concentrado en lograr algo parecido a ‘Mi gente’ y a su ‘Taki Taki’. Ese macrohit que compartió con Ozuna, Cardi B y Selena Gomez es de hecho referenciado en ‘Loco contigo’, pues en un momento dado se habla de Selena: «Dale mueve la cadera como lo hacía Selena / Tú no tienes ataduras, vamos, rompe la cadera».

La amplísima gira de DJ Snake pasará por todo el mundo este verano, desde Las Vegas a Seúl. Podrás verlo en nuestro país el próximo 13 de julio, exactamente en el Barcelona Beach Festival, donde comparte cartel con DJ Guetta o Alesso.

Sleater-Kinney y St Vincent se mimetizan en ‘The Future Is Here’

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A estas alturas ya sabrás que el próximo disco de Sleater-Kinney ha sido producido por St Vincent. De ese ‘The Center Won’t Hold’ que sale a la venta el próximo 16 de agosto, ya hemos conocido el single ‘Hurry on Home’, que pasaba recientemente por nuestra sección «Canción del Día» y hoy es el turno de conocer el segundo adelanto.

‘The Future Is Here’ es, más incluso que ‘Hurry on Home’, una mímesis del sonido Sleater-Kinney con el sonido del proyecto de Annie Clark. Las primeras ejercen de autoras y St Vincent de productora en solitario, pero el trabajo parece tan bien amalgamado que es como si lo hubieran hecho todo entre todas. Entre ese curioso guiño al sonido New Order, emerge el estribillo «I need you than I ever have / Because the future’s here and we can’t go back» seguido de un tarareo que representa uno de los momentos más pop de la carrera de Sleater-Kinney.

Así quedará la secuencia de ‘The Center Won’t Hold’:
01 The Center Won’t Hold
02 Hurry on Home
03 Reach Out
04 Can I Go On
05 Restless
06 Ruins
07 LOVE
08 Bad Dance
09 The Future Is Here
10 The Dog/The Body
11 Broken

Joan As Police Woman: «La libertad total es mi mayor logro como compositora»

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Desde que dejara de ser la violinista en proyectos como the Dambuilders, Black Beetle o, más notoriamente, Antony & The Johnsons, la carrera de Joan Wasser como protagonista de su propio proyecto se ha debatido entre el rock alternativo y una fuente de sonidos jazz, soul, R&B y experimentales que la han convertido en una voz única y de gran entidad en el panorama actual. Discos como ‘Real Life’, ‘The Deep Field‘, ‘The Classic‘ o el aún reciente ‘Damned Devotion’ la han alineado con artistas ajenos a etiquetas y de personalidad rotunda como Rufus Wainwright, la propia ANOHNI o David Sylvian, con los que ha colaborado. Ahora lanza ‘Joanthology‘, un disco que resume en orden cronológico su trayectoria en solitario, con dos novedades inéditas –una sorprendente versión de ‘Kiss’ de Prince y una nueva grabación de una vieja canción nunca editada oficialmente, ‘What a World’–. Este fin de semana lo presenta en nuestro país –sábado 15, en Ram Club de Valencia; domingo 16, en la Sala Razzmatazz de Barcelona– y por eso hemos tenido ocasión de enviarle unas preguntas vía mail que ha atendido de manera muy amable. Nos habla del por qué de este recopilatorio, la metodología que ha seguido para llevarlo y, en fin, hacer balance de sus casi 15 años como Joan As Police Woman.

Quizá sea una pregunta algo obvia, pero ¿por qué pensaste en publicar ‘Joanthology’ exactamente ahora?
No es una pregunta obvia, aún estoy trabajando en la mejor manera de responderla. Noto que mis fans tienden a gravitar alrededor de un solo disco, que les haya tocado en un momento determinado, en una situación personal determinada. Esta colección supone un repaso a todos mis lanzamientos, además de nuevas grabaciones y caras Bs, además de un apreciable repaso a las grabaciones en vivo en la BBC que he hecho a lo largo de los años. Estoy desarrollando un tour de 6 meses en solitario, presentando un espectáculo que abarca todo lo que he publicado, y quería presentarlo también en forma de disco.

Lo que yo quería decir es que tu carrera musical comienza bastante antes de tu primer EP como Joan As Police Woman. Eso sucedió hace 13 años, que es un aniversario algo extraño de celebrar, ¿no? La nota de prensa menciona, en todo caso, «15 años». ¿Qué sucedió exactamente en 2004 que quieras conmemorar?
Bueno, en realidad publiqué el EP por mi cuenta en 2004. Empecé a actuar con Rufus Wainwright en febrero de 2004 y abría sus conciertos en solitario como Joan As Police Woman. Era la primera vez que grandes audiencias escuchaban mi música. Mi segundo show fue en el teatro Beacon (Nde: en Nueva York), donde había podido ver a Nina Simone y Leonard Cohen. Fue un gran reto para mí estar sobre ese escenario tocando yo sola mis canciones.

«(Sobre la elección de canciones de ‘Joanthology’) He intentado hacerlo de la manera más rápida y menos dolorosa»

‘Joanthology’ es un vasto resumen de ti como artista y es, si no me equivoco, una cronología. ¿Cuánto tiempo te ha llevado decidir su tracklist y completarlo?
He intentado hacerlo de la manera más rápida y menos dolorosa… pero lo cierto es que ha sido un proceso muy largo.

Una de las cosas que más me asombra al escuchar el álbum es lo coherente que es, comenzando por ‘My Gurl’, tu primer single, hasta la nueva grabación de ‘What a World’ y ‘Kiss’. Sin conocer tu carrera, sería difícil saber qué canciones son antiguas y cuáles son más nuevas. ¿Crees que es tu mayor logro como intérprete y compositora?
Eso es muy amable, gracias. Mi mayor logro como compositora es ¡que he podido continuar escribiendo y tocando mis canciones! No tengo un modelo de cómo una canción «debe» ser escrita. Cada vez que compongo, es como si fuera la primera vez que lo hago. Es algo natural y es como entiendo también la vida. Me he permitido mantenerme desapegada, permanecer libre. La libertad total es mi mayor logro.

Supongo que habrás tenido que reescuchar todos tus trabajos para decidir qué estaría dentro y qué fuera. ¿Cómo ha sido esa experiencia? ¿Sueles escuchar tus discos una vez los has publicado?
Raramente escucho nada de lo que he hecho. Cuando acabo, sigo adelante, así que esto no ha sido natural. Pedí ayuda. ¡Afortunadamente he sobrevivido!

«Raramente leo reseñas porque no tengo la capacidad de digerir las cosas que dice la gente, soy demasiado sensible»

¿Esa «investigación» te ha llevado a darte cuenta de que alguno de esos discos ha sido algo incomprendido por la crítica o el público?
Raramente leo reseñas porque no tengo la capacidad de digerir las cosas que dice la gente, soy demasiado sensible. La gente parece feliz después de los conciertos, así es como lo mido.

Y supongo que habrás tenido cierta lucha por decidir las canciones que están dentro –aunque 31 ya son bastantes. ¿Qué canciones te ha dolido más que no hayan estado en la selección final?
‘I Was Everyone’, ‘Holiday’… ¡En realidad todas!

Por supuesto, hay algunas sorpresas en él. ¿Por qué elegiste incluir ‘Whatever You Like’ (Nde: versión del rapero T.I.)? ¿Fue porque es la canción más escuchada de ‘Cover‘, tu disco de versiones?
Incluí esa canción porque pensé que la colección necesitaba una canción más ligera en medio de otras muy intensas. ¡No sabía que era la más escuchada!

También me ha sorprendido encontrar la versión de ‘myhrrman’ que creaste para un álbum tributo a Talk Talk. ¿Decidiste incluirla tras la muerte de Mark Hollis, como un homenaje? ¿O ya estabas especialmente orgullosa de esta adaptación antes de que ocurriera?
El listado de canciones estaba completado antes de la muerte de Mark. Me encanta la música de Talk Talk y Mark Hollis. (De hecho) comencé la grabación de otras canciones suyas hace algunos años que verán la luz no dentro de mucho. Simplemente me gustaba la grabación de ‘myhrrman’.

«No me interesa versionar una canción sino encuentro mi propio camino en ella, (…) ya hay bastantes cantantes para bodas»

Como ya he citado, incluye una versión en estudio del ‘Kiss’ de Prince, que sueles hacer en vivo. ¿Por qué decidiste grabarla? Para algunos esa canción puede resultar una elección algo obvia, aunque al escucharla la llevas a un «lugar» musical totalmente infrecuente…
La grabé hace algunos años, en realidad, y la he empezado a tocar en directo más recientemente. No me interesa versionar una canción sino encuentro mi propio camino en ella, mi propio prisma a través del cual mirarla, escucharla. De otro modo, sería una cantante para bodas. Y ya hay bastantes cantantes para bodas.

Llama la atención que, además, se incluya un disco con todas tus grabaciones en la BBC. ¿Por qué es importante para ti publicarlas de manera oficial?
Tocar en directo es una parte muy importante de dedicarse a la música. Es tan vital como hacer grabaciones en estudio. Me esfuerzo por presentar el más bello y atractivo show en vivo, con los mejores músicos. Esas sesiones lo muestran.

«Tuve la suerte de tocar con un grupo de Mali integrado al completo por mujeres. Fue de esas cosas que te cambian la vida»

También se incluyen colaboraciones de ANOHNI, Rufus Wainwright, David Sylvian… Has trabajado con muchísimos artistas enormes a lo largo de tu carrera. ¿Hacer este repaso te ha hecho rememorar esos momentos? ¿Cuáles son esos momentos compartidos con otros artistas que recuerdad especialmente o de los que estás más orgullosa?
Uno de los más grandes placeres de mi vida son las colaboraciones. Recientemente me involucré en un espectáculo de Africa Express en Londres. Es la organización creada por Damon Albarn e Ian Birrell para establecer puentes entre músicos de África y el resto del mundo. Tuve la suerte de tocar con un grupo de Mali integrado al completo por mujeres. Fue muy excitante, de esas cosas que te cambian la vida.

Como decías, estás ahora en una gira en la que tocas todas estas canciones en solitario. ¿Cómo has orientado estas reinterpretaciones? ¿Has tenido que volver a arreglar algunas? ¿Cómo decides si tocarlas con guitarra o piano?
Es un proceso intuitivo. Si me suena bien tocar la canción en el instrumento en el que la escribí, lo habitual es que lo deje así. Si algo en mí dice que la canción podría ser expandida o mejorada, lo intento con el otro instrumento, escribo un nuevo arreglo o un modo rítmico diferente.

Natalia Lacunza puede arrasar con su ‘nana triste’

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Natalia Lacunza puede ser una de las voces más exitosas de la última edición hasta ahora de Operación Triunfo pese a haber quedado tercera por detrás de Famous y Alba Reche. La cantante navarra, que se declaraba influida por gente como James Bay, Amy Winehouse, The xx, Billie Eilish y Rosalía, debuta oficialmente discográficamente con una canción que va a cortar el hipo de sus seguidores, tan apta para la adolescencia que la sigue como para los oyentes adultos de Cadena Dial.

Esta ‘nana triste’ ha sido escrita por ella misma junto a Álvaro La Fuente AKA Guitarricadelafuente, que también aparece a las voces, y oficialmente «habla en tono amargo y nostálgico de agrios arrepentimientos cuando los recuerdos, que crees enterrados, regresan sin esperarlos».

El tema estará incluido en su EP ‘Otras alas’, que sale a la venta el próximo 21 de junio. Serán 7 temas entre los que figura Marem Ladson, con la que hablábamos el año pasado sobre su disco homónimo. Estas son las palabras de Lacunza: «‘Otras alas’ ha sido un trabajo en equipo precioso. Las canciones que hay dentro han sido mis primeros pasos a nivel profesional y he tenido la suerte de poder contar con gente maravillosa que las ha producido con mucho mimo. Todos han entendido a la perfección lo que quería conseguir, tanto los productores musicales como los de vídeo, además de toda la gente que ha participado en el proyecto de una manera u otra. Lo que más me llena del proyecto es que siento que lo he hecho rodeada de amigos, me he sentido muy apoyada en todo momento. Ha sido una experiencia preciosa, y estoy muy orgullosa y muy feliz con el resultado». El tema ya está en el puesto 2 de la lista trending de Youtube.

Escucha lo nuevo de Madonna, Bruce Springsteen, Amaral, Taylor Swift, Noel Gallagher, Burial, Viva Suecia…

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Nueva edición de nuestra playlist semanal Escucha y suscríbete a Ready for the Weekend aquí

«>Ready for the Weekend, que no es una semana cualquiera en tanto que se publica oficialmente uno de los álbumes más esperados del año lustro, ‘Madame X’ de Madonna. Pero no es el único lanzamiento que cabe destacar, ni mucho menos: junto a este, se publican hoy los nuevos trabajos de Bruce Springsteen, Kate Tempest, Bill Callahan, Bastille, CARLA (proyecto de pop electrónico de Carla Serrat, hermana de Joana, la cantautora country de Vic), Iron & Wine + Calexico, los prometedores Crumb, GoldLink (productor de hip hop y R&B que cuenta con colaboradores de la talla de Tyler, the Creator o Khalid), North State (debut del dúo de future bass catalán), Baroness, Lukas Nelson and Promise of the Real (el hijo de Willie Nelson que co-escribió las canciones del ‘A Star Is Born’ de Lady Gaga) y Chris Robinson Brotherhood (proyecto del vocalista de The Black Crowes). Además, Noel Gallagher’s High Flying Birds y la interesantísima artista islandesa Glowie publican EPs. En teoría llegaba también el ya retrasado disco de Two Door Cinema Club, pero a esta hora no aparece en plataformas de streaming –al menos en Spotify–.

En cuanto a singles, ya en las últimas horas y días hemos comenzado a disfrutar (o sufrir, según el caso) de los nuevos de Taylor Swift, Ana Torroja, Shura, BANKS, Kindness, Bat For Lashes, Viva Suecia, Flume, Efterklang, Sen Senra y Chris Brown & Drake. Esta mañana se suman Amaral, Sleater-Kinney, Burial (single doble, el primero en mucho tiempo), DJ Snake ft. J Balvin & Tyga, Little Mix, Mini Mansions, Natalia Lacunza (sorprendente primer tema de la concursante de OT 2018), el ganador del BBC Sound of 2019, Octavian, Julien Baker, La Trinidad (nuevo fichaje de Sonido Muchacho), Kaiser Chiefs, Francis and the Lights, Marika Hackman, Underworld, Yung Beef, Vic Mirallas, Eilen Jewell, Anna Of The North, Kaskade & Meghan Trainor, Alesso & TINI, Maria Usbeck, Miles Kane, Kidd Keo, Steve Lean, Matoma & MNEK, SFDK, The Raconteurs, Shinova & Dorian, los hispano-escoceses Indigo Drone, Manu Chao y Presuntos Implicados, entre otros.

Entre las novedades más curiosas, están también dos nuevas versiones: una, más hip hop, de ‘Sex Money Feelings Die’ de Lykke Li y, más sorprendentemente aun (o no), un re-work de ‘Espaldas mojadas’ de Tam Tam Go! de estos junto a ¡Izal!

Merche se pregunta por qué «perdió el tiempo» componiendo para Eurovisión y habla de «boicot» de los triunfitos

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Merche ha arrojado un poco de luz ante el despropósito de selección eurovisiva en España, con todos esos concursantes de Operación Triunfo que tienen muchísimas mejores cosas que hacer que ir al Festival de Eurovisión. Pese a la buena voluntad de Miki o Famous, estas dos últimas ediciones hemos oído varias voces desinteresadas, y la cantante, que co-escribió el tema de Natalia ‘La clave’ ha sido muy crítica al respecto.

En una entrevista con El Confidencial, se ha despachado a gusto: «Me lo pasé súper bien componiendo, pero cuando llegamos allí nos dimos cuenta de que ninguno de los chavales quería ir a Eurovisión. Hicieron una especie de boicot a todas las canciones. Lo que empezó siendo ilusionante, acabó siendo un plof para todos. Ninguno de los artistas tenía la más mínima intención de ir al festival. El único, el que fue. Pensé: ¿para qué he perdido el tiempo? No entiendo nada. Nos hacía ilusión que un tema nuestro fuera a Eurovisión, pero a nuestra cantante no… Nos dijo que ella iba a cantar la canción, pero que no quería ir al festival, que lo sentía, y pidió a sus fans que votaran a otro. Cuando llegué, me llevé una sorpresa. Si llego a saber que no tenían intención de ir, me hubiera ahorrado todo eso».

Merche, que está promocionando su nuevo single ‘Lo que me dé la gana’, habla también sobre el machismo en la asunción de créditos en la industria musical: «Llevo 17 años explicando que mis canciones las compongo yo. ¿Cómo explicas que arreglo, compongo, produzco, dirijo…? ¿Alguien se planteaba si Alejandro Sanz compone sus canciones? ¿O Pablo Alborán, que lleva menos tiempo que yo? No. Pero conmigo sí. Y me pongo rubia, una minifalda y las uñas largas. Es absurdo que sigamos así». El vídeo de la canción nueva estará protagonizado por su pareja, Arturo Requejo de Gran Hermano.

Madonna: «Somos esclavos de nuestras adicciones, de la aprobación de la sociedad, de nuestros egos…»

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En la antesala de la antesala del lugar donde entrevistaremos a Madonna hay una sensación de excitación controlada. La prensa de Japón, Estados Unidos, Italia, Australia, Alemania u Holanda, entre otros lugares, es convocada por turnos y países en una especie de club social privado y céntrico de Londres. Entre el no parar de entrar y salir gente con cámaras, servicio de cátering, labor indeterminada, prima un silencio casi bibliotecario, que denota una agenda y organización medidas al milímetro. Mientras los tres periodistas españoles que compartiremos esta entrevista aguardamos, en el escaso tiempo que hemos de esperar a Madonna respecto a la hora programada -se me ocurre una larga lista de entrevistas que se han retrasado más que esta-, me intriga averiguar a quién veremos aparecer por la puerta. ¿Será la persona vulnerable que canta sobre sus temores e inseguridades más íntimos en ‘Joan of Arc’, o la reina del pop que tiene el récord de singles en el top 10 en Estados Unidos y más de 20 números 1 en España?

Madonna aparece con el parche de brillantes que está caracterizando visualmente la era ‘Madame X’, evidentemente todo el mundo se levanta con premura y nervios, al menos hasta que dedica unos segundos para darnos la mano uno a uno mientras repite nuestros nombres cuando nos presentan, tan educada como las maneras del país en el que nos hallamos. La mesa donde nos sentamos es lo suficientemente menuda para dejarnos apreciar que ambas Madonnas son compatibles. La artista hace contacto visual con todos nosotros, en contra de lo que se narraba en una entrevista reciente, si bien es cierto que en ocasiones se aprecia perfectamente su humanidad: prefiere mirar al suelo ante una pregunta para la que quiere encontrar las palabras adecuadas o incluso alguna vez parece estremecerse.

La mayoría de ocasiones, en cambio, es ella quien gana y noquea. Responde preguntas de manera ágil y ordenada, normalmente con frases cortas, lo cual es un alivio por el enorme número de cuestiones que se alzan, estúpidas, desde tu libreta y, al final, los tres nos llevamos nuestro simpático azote, en forma de «eso son 3 preguntas, empieza por la primera», «ya sabes la respuesta a esa pregunta» o «sí, eso es todo». Las risitas se van sucediendo: una entrevista de Madonna no sería igual sin su lado canalla: nothing like a good spanky.

«Toda canción (en ‘Madame X’) tiene un hilo que la conecta de algún modo con la siguiente»

Una semana antes del lanzamiento de ‘Madame X’, tengo la ocasión de escuchar el álbum en las oficinas de Universal en España. Ni todas las reseñas leídas en los mensuales británicos me privan de la sorpresa que supone escuchar por primera vez la amalgama de estilos, detalles y elementos que se avecina, como en ‘God Control’, en la que Madonna y Mirwais destruyen deliberadamente el “disco banger” que el mundo esperaba por su parte; o en ’Killers Who Are Partying’, un tema inspirado en el fado.
 Pero lo que más me sorprende es lo bien hilvanado que queda el conjunto, resultando naturales por razones intrigantes las transiciones entre el anti-disco de ‘God Control’ y el reggae de ‘Future’, el reggae de ‘Future’ y los ritmos caboverdianos de ‘Batuka’; o el paso de “Killers” al single ‘Crave’.

Al sonar ‘Come Alive’ después de ‘Crazy’ sin que ambas tengan nada que ver, las vibraciones de estar ante algo parecido a ’Ray of Light’ emergen como una posibilidad en el horizonte. ‘Madame X’ parece la continuación de ‘American Life’, al ser otro álbum político y suponer el regreso a la co-producción de Mirwais, pero en realidad me resulta más parecido al disco que contenía material tan diverso como ‘Shanti/Ashganti’, ‘Sky Fits Heaven’, ‘Mer Girl’ y ‘Candy Perfume Girl’. Donde ‘Ray of Light’ mezclaba techno, trip-hop, trance, música india, ambiental y guitarras post-punk sin que a nadie le resultara estridente, este hace lo propio con estilos irreconciliables como el fado, el disco, la balada folky, la morna, el reggae, el reggaetón o el urban, además con cierta aproximación espiritual a lo ‘Frozen’. “Vine del medio oeste y luego fui al lejano este, intentando descubrir mi propia identidad», canta en uno de los temas.

La artista suspira aliviada -o hace «como si», provocando cierta complicidad- cuando le indico que el álbum suena cohesivo. ¿Ha sido gracias a la secuencia, al tipo de beats, instrumentos? «Son también los temas de las canciones. Intenté que hubiera una conexión en todo. Por eso tienes que ver la pieza que Nuno ha hecho y que muestra que cada canción está conectada con la siguiente de una manera o de otra. A veces es un instrumento, una letra, un beat, una historia, el idioma… pero toda canción tiene un hilo que la conecta de algún modo con la siguiente», indica al tiempo que me enseña a pronunciar apropiadamente la palabra «cohesive». Madame X is a teacher.

La estancia de Madonna en Lisboa y la capital lusa «como crisol de culturas, de Angola a España, de Brasil a Francia», se presenta oficialmente como el epicentro de un disco que ha tardado un año y medio en completar (lejos de aquel ‘Like a Prayer’ que fue escrito prácticamente a razón de una canción por día), y que ha cambiado el curso artístico de su carrera. Le sigue interesando colaborar con artistas americanos como Diplo, Swae Lee o Quavo, como antes Nicky Minaj o Justin Timberlake, pero ‘Madame X’ subraya ese interés por la música étnica que había aparecido durante toda su carrera en temas puntuales y sobre todo en algún número de sus giras. «He aprendido cuántos músicos brillantes y con talento hay en Portugal. He aprendido mucho sobre la historia de Portugal, sobre la historia de Europa, la colonización, África, la música de Cabo Verde, el fado, el significado del fado, la música de sitios como Angola o Guinea-Bisáu… He recibido muchas lecciones de historia mientras escribía este disco».

«Jamás olvidaré aquella noche con Miguel Bosé y el grupo flamenco. Fue una noche increíble, hermosa, mágica. Es lo mismo que Lisboa, una revolución constante de música, poesía, voces, instrumentos»

De hecho, compara ese espíritu de creatividad con aquella famosa noche en que, de visita a España, terminó disfrutando del flamenco en compañía de Miguel Bosé. Se le ilumina la cara por completo cuando una compañera se lo menciona: «¡Oh Dios mío! Fue una noche increíble, jamás olvidaré esa noche. Fue una noche increíble, hermosa, mágica. De hecho, lo que sentí esa noche con Miguel Bosé y el grupo de flamenco, con la gente apareciendo en la sala, la gente sentándose, y la música sonando y sonando de manera orgánica, es lo mismo que me ha pasado en Lisboa. La gente tenía una conversación, tocaba la guitarra, aparecían nuevos músicos, bebíamos vino. De repente alguien cantaba, había danza callejera, alguien más aparecía… y había mucha música. Era una revolución constante de música, poesía, voces, instrumentos… Ha sido muy parecido. Y Cuba también es así». Cuando le preguntan si sigue tocando la guitarra, responde que por supuesto y se dirige a su equipo: «Esto me recuerda… Recordadme que le pida a Sara la guitarra de 12 cuerdas que alquilé. La necesito».

A la cantante le encanta hablar de España y se emociona especialmente cuando toca hablar de Rosalía, a la que incluía recientemente en una playlist con su música favorita de mujeres, y con quien comparte directora de un videoclip, Diana Kunst (de ‘De aquí no sales’ a ‘Medellín’). «Me encanta [Rosalía]. Es increíble. Porque es única. En primer lugar, es una cantante de flamenco fantástica. La descubrí hace más de un año, e intenté por todos mis medios que viniera a Marruecos por mi cumpleaños y actuara para mí. En ese momento, nadie sabía quién era [NdE: agosto de 2018, faltan unos meses para la edición de ‘El mal querer’]. Pensé: «he descubierto a alguien que nadie conoce, es una cantante de flamenco, es increíble, y actúa sola con un guitarrista. Empezamos a hablar ella y yo y entonces parecía una transacción fácil. Luego, la cosa se fue complicando. Cuando hablé con ella, necesitaba solo un guitarrista y palmeros que iban a compartir habitaciones, porque nos quedábamos en un hotel muy pequeño. Pero de repente entró en juego un mánager, y entró en juego un agente, 5 personas se involucraron, y pidieron una extraordinaria cantidad de dinero… Eran como 36 personas… Así que no pasó. Estuve un tiempo sin oír hablar de ella y de repente se convirtió en una estrella. Y yo pensé: «yo tenía razón». Es única y la admiro porque en un momento en el que las estrellas del pop suenan igual y parecen todas iguales, ella es única y fiel a sí misma. Me encanta. Es algo especial».

«Rosalía es única y la admiro porque en un momento en el que las estrellas del pop suenan igual y parecen todas iguales, es fiel a sí misma»

Sobre su primera conexión con el español, Madonna recuerda: «Cuando era pequeña, mi madre tenía estudiantes de intercambio en casa todo el tiempo, estudiantes que visitaban Michigan. Uno de los primeros era mexicano, hablaba español en casa y es la primera vez que lo escuché. Se quedó conmigo. Cuando mi madre murió [cuando Madonna tenía 5 años], muchas de las niñeras y mujeres que cuidaban de la casa o de nosotros eran hispanas y siempre me sentí cercana al idioma. Aunque nunca lo hablé con fluidez, por desgracia». Su gusto por lo latino es visible cuando su equipo nos adelanta que a Madonna le encanta tratar con la prensa latina, y tras cambiarse de vestido en un abrir y cerrar de ojos, accede a hacerse una foto, cuando no las teníamos precisamente nada con nosotros. A una compañera le pide que la abrace sin timidez, a mí me anima a acercarme cantando «sooner or later you gotta be mine». Desde luego sabe cómo desafiarte, y después cómo meterte en el bolsillo.

Al hilo de aquella vez en que aseguró en Los 40 que sentía haber tenido «una vida previa en España» en concreto durante la Santa Inquisición, porque soñaba que «salvaba la vida a los judíos», quiero preguntarle sobre religión. La artista que cantó ‘Like a Prayer’ y después hizo de «I’m not religious» uno de sus estribillos más hermosos en ‘Nothing Fails’, ahora vuelve a hablar con Dios en el nuevo tema ‘Looking for Mercy’, y al fin y al cabo, continúa sin ofrecer un solo concierto en jornada de viernes, pese a lo que pueda implicar a nivel económico y logístico, por razones espirituales.

Madonna acepta la conexión entre ‘American Life’ y ‘Madame X’ y responde: «No diría que sea tan religiosa como espiritual porque la religión para mí tiene una connotación de dogma, pertenecer a un grupo, a un líder y yo no suscribo eso. Tengo una profunda fe en Dios. Tengo mis propios rituales, pero se basan en la sabiduría, en la ciencia, en la historia. Estudio la cábala, que es la interpretación mística del Antiguo Testamento, pero no soy miembro de ninguna organización religiosa». ¿Entonces no actúa los viernes por motivos religiosos? «No, porque es Sabbat». ¿Y eso es todo? «Eso es».

Minutos después un compañero cita la letra de ‘Killers Who Are Partying’ -que incluye referencias a Israel, al Islam, o a los gays-, en concreto la frase «I know what I am, and I know what I am not», y se explaya algo más: «Soy un ser humano buscando la verdad, buscando respuestas con curiosidad, buscando mi lugar en el mundo. Y lo que no soy es una persona que tenga todas las respuestas, una persona que sea perfecta, que tome todas las decisiones correctas, una persona que sepa todo. No soy eso». ¿Es Madonna optimista? «Por supuesto que soy optimista, estoy hablando contigo», responde con guasa.

«No diría que sea tan religiosa como espiritual. Tengo mis propios rituales, pero se basan en la sabiduría, en la ciencia, en la historia».

La misma que me encuentro cuando le pregunto si ‘Crazy’, una canción aparentemente más inofensiva pero que se me ha quedado grabada en el cerebro con tan solo una escucha, es la gran canción de amor de este álbum, embellecida por un acordeón. Le sugiero que es muy «mona». «Cute? Ugh! ¡No la denomines así!», ordena en lo que podríamos considerar el episodio final de la trilogía “odio las hortensias” y “Cherish era «corny»”. Indica sobre ‘Crazy’: «Es una canción sobre un amor que te está volviendo loca. Es como ‘Crave’, que va sobre añorar o anhelar algo que sabes que no es bueno para ti. En ‘Crazy’ digo, en el «middle break»: “te quiero pero no voy a dejar que me destruyas”. O «no voy a dejar que tu amor me destruya». Así que tampoco es exactamente una “canción de amor””.

Muchas de las canciones más bonitas (y desconocidas) de Madonna tampoco lo eran. Muchas encierran un mensaje de libertad que las hace sonar como «declaraciones» («statements» es una de las palabras más asociadas a la artista). Era el caso de ‘Rebel Heart’, como tengo ocasión de sugerirle, para mí su ‘Non, je ne regrette rien’. Presumía: «he dejado atrás mi pasado y he mudado mi piel / Lo dejaré ir y empezaré de nuevo / nunca miro atrás, es una pérdida de tiempo / Sí, esta sí soy yo, y estoy exactamente donde quiero estar”. Ahora que va a hacer una gira por pequeños teatros en lugar de arenas, ¿es una opción recuperar canciones como esta, más personales? «Definitivamente, por eso quiero hacer ese tipo de conciertos específicamente para este disco». Madonna acepta que ‘Rebel Heart’ era un disco personal, pero recalca que ‘Madame X’, pese a su inspiración política y social, «también lo es». Cuando le preguntan qué le diría a aquella Madonna de 19 años que era bautizada como «Madame X», responde tras pensar durante un largo rato: «Abróchate el cinturón, va a ser un camino lleno de baches».

Y los baches han sido una constante durante su carrera. Madonna lleva cuatro décadas resistiendo como uno de los mayores iconos culturales del último siglo, por supuesto, pero ha tenido momentos especialmente impopulares, como la edición del libro ‘Sex’, el político y crítico con la guerra de Irak ‘American Life’ o recientemente Eurovisión. Mi sensación es que, mientras gran parte de su público espera el nuevo ‘Hung Up’, a ella no parece preocuparle tanto lograrlo. No me cabe en la cabeza que alguien con aspiraciones comerciales en la era streaming haga un reggaetón de 5 minutos con Maluma en el que el gran gancho tarda 3 minutos en aparecer, el disco continúe con una pista experimental como ‘Dark Ballet’ y continúe con un tema de 6 minutos con tantos elementos poco radiables como ‘God Control’; y así se lo hago saber, si bien, por su cara, es claro que no comparte mi opinión y que sí le interesa el éxito.

Primero me interrumpe para preguntar qué quiero decir con «experimental». Cuando respondo que «ausencia de estribillos obvios o uso de diferentes ritmos dentro de un mismo tema», contesta: «No. Sí que me preocupa el éxito, me gustaría que mi disco llegara a mucha gente. Sin embargo, sí es cierto que no quería hacer un disco de canciones de pop formulaicas, no me interesa. El mundo ya tiene bastante de eso. Solo quería hacer música que me inspirara». En la misma línea se expresaba en la presentación oficial del disco: «Cuando empecé mi carrera como artista era naïve. Y lo bueno de ser naïve es que no piensas en ser juzgado o en lo que la gente va a decir sobre lo que estás haciendo. Eres libre y puro en tu expresión. Quería volver a ese momento de mi vida en el que la música me salía sin escuchar el ruido de las recomendaciones o las sugerencias de otros. Ahí es cuando me dieron el nombre de Madame X».

Al mencionar los extraños elementos ajenos al reggaetón de ‘Medellín’, responde sonriente: «son los elementos añadidos por Madame X y Mirwais». En la nota de prensa ya indicaba que habían trabajado así. Ella le mandaba algo de música y le decía: «sé que esto suena un poco loco, pero dime si te inspira algo. Cortemos en pedacitos los sonidos de guitarra y sincronicémoslos con sonidos de batería más modernos», que es lo que han hecho en temas como ‘Batuka’ o ‘Come Alive’, que no renuncian a una producción más electrónica.

«Antes había más voces de mujeres apoyando a otras mujeres para hablar más alto. No hay suficiente feminismo»

Cuando Madonna se muestra más entusiasta en esta tanda de entrevistas es cuando salen a colación palabras como «libertad», «rebelión» o «feminismo». Cuando se muestra más emocionada y diría que también esperanzada, cerrando los ojos como rezando por un futuro mejor, es cuando es preguntada sobre la evolución del feminismo en los últimos años. No es, en cambio, optimista. «El feminismo no es lo suficientemente fuerte. Antes era algo más grande. Antes había más voces de mujeres apoyando a otras mujeres para hablar más alto, para ser más políticas, para pasar más a la acción. Hay que apoyar a otras mujeres. No hay suficiente feminismo».

En la misma línea, según su visión, hay mucho que mejorar en cuanto a libertades. «Está la libertad personal y la colectiva, y las dos están en peligro. Como comunidad, como grupo, como gente, como sociedad, nuestras libertades están en peligro en todos los sentidos. No debemos dar nada por sentado por lo que hemos conseguido y las libertades que tenemos. El hecho de poder expresarme sin preocuparme de que los secuaces de un dictador me lleven a la cárcel por hablar contra un gobierno o decir algo contra una iglesia… Nunca puedo dar por garantizada esa libertad porque hay gente que no la tiene».

«Está la libertad personal y la colectiva, y las dos están en peligro. Pienso, en un sentido personal, que como seres humanos, somos esclavos de muchas cosas»

Prosigue: «Pero por otro lado, también creo que estas libertades nos están siendo arrebatadas de manera más sutil, poco a poco y delante de nuestras narices. Da mucho miedo. Y pienso, en un sentido personal, que como seres humanos, somos esclavos de muchas cosas. Somos esclavos de nuestros deseos, de nuestras adicciones, de la aprobación de la sociedad, del tabaco, del alcohol, del trabajo, de hacer ejercicio… También somos esclavos de nuestros egos. En ese sentido, nuestra libertad está siendo amenazada y por eso tenemos que mantenernos despiertos, para no convertirnos en esclavos. ¿Te está paseando el perro a ti o lo estás paseando tú?».

Quizá por eso muchos de los ritmos del álbum han estado vinculados de una manera o de otra con las demandas sociales, como la música disco a finales de los 70 y el racismo del «disco sucks», el reggae en Jamaica o el ritmo africano de la propia ‘Batuka’. «La batuka era considerada un acto de rebeldía por los portugueses, por la iglesia, les quitaban los instrumentos de percusión a las mujeres porque consideraban que lo que hacían era un acto de rebeldía», recuerda.

‘Madame X’ se edita este viernes 14 de junio. La gira de presentación comienza en septiembre en Nueva York, sin fecha de parada en España.

Ana Torroja lanza ‘Antes’, producida por Henry Saiz y Pional

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Ana Torroja sigue sin anunciar su nuevo disco, si bien es cierto que en la entrevista que nos compartía hace unos meses, este estaba aún en desarrollo -Torroja hablaba de él como un proyecto «vivo», entonces sin cerrar-; pero cuando han pasado cuatro meses desde el lanzamiento del single ‘Llama‘, la cantante madrileña finalmente decide darle continuación con un nuevo tema que ya había adelantado en sus redes sociales.

Si ‘Llama’, el primer single del nuevo disco de Torroja, estaba producido por El Guincho, Alizzz y Livinglargeinvenus (en este último caso debido a un sample) y compuesto por los propios Alizzz y El Guincho, el nuevo single de Torroja ‘Antes’ supone el primer encuentro de su público con su trabajo junto a Henry Saiz y Pional.

Ambos son de los mayores valores de la música electrónica de los últimos tiempos en España, el primero autor de álbumes tan recomendables como ‘Human‘ y el segundo de una serie de singles exquisitos que han recibido una difusión considerable en la prensa internacional, como ‘In Another Room’. Además, Pional ha trabajado con Empress Of y más recientemente con Aitana y DORA. En los créditos de producción de la canción en Spotify aparece también el nombre de Luis Deltell.

Con ‘Antes’ nos encontramos ante una balada naturalmente con mucho peso de la electrónica, de sintetizadores espaciales y atmosféricos y con cierta presencia del vocoder en la voz de Torroja. Un tema en el que la densidad sonora convive con una melodía tan misteriosa y a la vez inmediata como probablemente es de esperar de quien fue vocalista de Mecano.

Taylor Swift anuncia su disco ‘Lover’ y estrena la africanista ‘You Need to Calm Down’

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Taylor Swift había anunciado que a las 17.00 hora este americana (las 23.00 en España) revelaría en Instagram novedades jugosas relacionadas con su nuevo proyecto, del que de momento se conocían algunas conjeturas interesantes extraídas por los fans, de supuestas pistas que Swift habría dejado por ejemplo en el vídeo de ‘ME!’ o en entrevistas. La gran noticia es la llegada del nuevo disco de Swift, ‘Lover’, el 23 de agosto. El álbum contiene 18 pistas y su colorida cubierta es obra de la artista colombiana Valheria Rocha.

Por otro lado, y haciendo gala de su gusto por los títulazos-sentencia, la autora de ‘We Are Never Ever Getting Back Together’, ‘Look What You Made Me Do’y ‘This is Why We Can’t Have Nice Things’ ha estrenado el lyric vídeo de su nuevo single, el africanista y electrónico ‘You Need to Calm Down’, en el que vuelve a referenciar a las «serpientes» de la era ‘reputation’, aunque en negativo («Snakes and stones never broke my bones»). No sabemos si tendrá algo que ver con su reciente reconciliación con Katy Perry, pero Swift ya había revelado este título en su último vídeo (en la primera escena de ‘ME!’, Brendan Urie expresa exactamente la frase «necesitas calmarte», aunque en francés).

El título de ‘You Need to Calm Down’ había corrido como la pólvora en Twitter, así como el título rumoreado para el sucesor de ‘reputation’, que efectivamente era ‘»lover». El vídeo para ‘You Need to Calm Down’ sale el día 17 de junio.

Charli XCX publicará al fin en septiembre su nuevo álbum lleno de colaboraciones, ‘Charli’, que presentará en España

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Al fin se conocen los detalles del tercer álbum de Charli XCX, el verdadero sucesor de ‘Sucker‘ tras el lanzamiento en 2017 de sus dos «mixtapes», ‘Number 1 Angel‘ y ‘Pop 2‘, y por tanto esperado como agua de mayo por los fans de la cantante británica, pues ha sido retrasado una y otra vez.

‘Charli’ llega el 13 de septiembre y contiene 15 pistas, entre las que se encuentra el éxito ‘1999’ junto a Troye Sivan y el reciente ‘Blame it On Your Love’ junto a Lizzo, además del aún inédito ‘Gone’ junto a Christine and the Queens, que ambas cantaron juntas por primera vez en Primavera Sound. Además, Charli lo presentará en directo en una gira que pasará por España en noviembre: el día 20 en La Riviera de Madrid y el 22 en la sala Razzmatazz de Barcelona.

El álbum contiene también colaboraciones con Haim, Sky Ferreira, Kim Petras, Big Freedia o Clairo como revela el «tracklist» publicado por Warner, además de la supuesta continuación de ‘1999’ llamada casualmente ‘2099’ que Charli y Troye Sivan han presentado recientemente en directo.

1. Next Level Charli
2. Gone (feat. Christine and the Queens)
3. Cross You Out (feat. Sky Ferreira)
4. 1999 (feat. Troye Sivan)
5. Click (feat. Kim Petras & Tommy Cash)
6. Warm (feat. HAIM)
7. Thoughts
8. Blame It On Your Love (feat. Lizzo)
9. White Mercedes
10. Silver Cross
11. I Don’t Wanna Know
12. Official
13. Shake It Up (feat. Big Freedia, Brooke Candy, CupcaKKe, & Pabllo Vittar)
14. February 2017 (feat. Clairo & Yaeji)
15. 2099 (feat. Troye Sivan)


Liam Gallagher detalla la fecha de lanzamiento de su disco y comparte vídeo de ‘Shockwave’

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Liam Gallagher ha desvelado al fin que su nuevo disco, ‘Why Me? Why Not?’, sale el 20 de septiembre. Además ha sido bastante claro en cuanto a que este álbum será continuista respecto al anterior, el exitoso ‘As You Were‘, si bien «mejor». El álbum está producido por Andrew Wyatt de Miike Snow y por Greg Kurstin.

Sus palabras han sido: «En mi último disco escribí algunas canciones yo solo, pero en este son todas canciones escritas junto a otras personas. La razón es que quería que el disco fuera incluso mejor que ‘As You Were’. Conozco mis talentos y mis limitaciones. Soy un compositor decente, pero soy un gran cantante y un gran frontman. Quiero que mi segundo disco esté un peldaño por arriba porque lo más difícil de hacer es que hacer más de lo mismo, pero mejor. Y eso es lo que hemos hecho».

A la vez de esta noticia se ha publicado el vídeo del single principal del álbum lanzado el pasado viernes, ‘Shockwave’, que muestra a Liam interpretando el tema en el interior de un camión o en medio de una manifestación, y también alguna que otra escena entre bucólica y desoladora.

Playback Maracas, Quentin Gas & Los Zíngaros, Deva y Hickeys, en Jägermusic Tour

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Un año más vuelve Jägermusic Tour, la mini gira de conciertos por España organizada por Jägermeister en colaboración con Cooncert. Sevilla, Madrid, Valencia y Barcelona serán las cuatro ciudades en las que podrán verse, en este caso, los conciertos de Playback Maracas, Deva, Quentin Gas & Los Zíngaros y Hickeys entre finales de septiembre e inicios de octubre.

Los días 27 y 28 de septiembre la gira pasará por Sevilla y Madrid, mientras los días 4 y 5 de octubre lo hará por Valencia y Barcelona. Las entradas están a la venta desde hoy 12 de junio en Cooncert.com a un precio especial de lanzamiento de 5 euros (gastos incluidos) para las primeras 30 de cada ciudad.

Hay que puntualizar que, en Sevilla, Quentin Gas & Los Zíngaros serán sustituidos por las madrileñas Hickeys, que a su vez actuarán únicamente en la capital andaluza. Debajo de estas líneas encontraréis la agenda de conciertos con las salas correspondientes.

27 de Septiembre – SEVILLA – Sala X
PLAYBACK MARACAS + DEVA + HICKEYS

28 de Septiembre – MADRID – Sala El Sol
PLAYBACK MARACAS + DEVA + QUENTIN GAS & LOS ZÍNGAROS

4 de Octubre – VALENCIA – Sala 16 Toneladas
PLAYBACK MARACAS + DEVA + QUENTIN GAS & LOS ZÍNGAROS

5 de Octubre – BARCELONA – Sala Sidecar
PLAYBACK MARACAS + DEVA + QUENTIN GAS & LOS ZÍNGAROS




The Divine Comedy / Office Politics

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El tiempo y los discos lo confirman: qué suerte tenemos de haber vivido en el mismo espacio temporal de un artista como Neil Hannon. Aunque por un momento (allá por el inicio de este siglo, cuando hizo un desigual intento de contemporaneizarse en ‘Regeneration’) parecía que podíamos perderle, él y su creación The Divine Comedy han sobrevivido a base de seguir precisamente a la suya, del todo ajeno a las convenciones musicales y artísticas de cada etapa de estos últimos 25 años. Si una vez estuvo de moda, fue un mero accidente.

Por eso en esta década no podemos contarle grandes “éxitos” como lo fueran en los 90 ‘Becoming More Like Alfie’, ‘National Express’ o ‘Something for the Weekend’. O incluso –aunque de menor repercusión– en los 00 con ‘Absent Friends’ y ‘A Lady of a Certain Age’. Pero ¿a quién le importa cuando sus trabajos no bajan nunca del notable? Lo fueron ‘Bang Goes The Knighthood’ y ‘Foreverland’ y lo es, también, este ‘Office Politics’. Un disco nuevamente magnífico aunque tampoco cuenta con grandes himnos, para quien los espere: el juguetón single ‘Queuejumper’ –entre ‘Kokomo’ de The Beach Boys, ‘You Can Call Me Al’ de Paul Simon y ‘Road to Nowhere’ de Talking Heads– es pegadizo, sí, pero es demasiado obvio y forzadamente cómico. Es, además, una anomalía dentro del disco que, eso sí, sirve de introducción tanto para el disco como para uno de sus personajes. Uno que antepone su propia ambición a absolutamente todo.

La fortaleza de ‘Office Politics’ va más allá de sus singles, puesto que su valor está en el conjunto. De hecho, es tan diverso en estilos y sonidos que, si observamos sus canciones aisladas, pierden sentido y fuerza. Pero unidas y en el cuidado orden que se presentan, son mucho. Sobre todo porque se acerca a ser, más que un álbum conceptual, la banda sonora de un musical que no se ha escrito aún. Un musical repleto de humor (un factor fundamental y que se acentúa no solo en los textos sino también en los sonidos) ambientado en el mundo laboral de una oficina un tanto carpetovetónica que seguro os suena: al estilo de ‘The Office’, prueba que la caspa en el ámbito del trabajo no es patrimonio único de nuestra querida España. Hurra. Como siempre, esto sirve a Neil para hablar de decadencia y fracaso, de sueños rotos y del amor como salvavidas. Pero, en este caso, esos conceptos adquieren una proyección social: entre jijís y jajás, el artista irlandés nos presenta su inquietud –que debería ser la nuestra– por la deriva socio-laboral en el mundo contemporáneo, donde la tecnología está eliminando el factor humano, truncando profesionales (y profesiones) de manera drástica y prematura. Y, lo que es peor, generando una precariedad que nos conduce a un abismo insondable.

Como explicaba Hannon en su nota de prensa mecanografiada –los detalles están cuidados al máximo, y no sólo en lo musical y lírico–, en ‘Office Politics’ nos encontramos con una cohorte de personajes dolorosa y cómicamente familiares: Knox, el trepa insaciable hasta extremos temibles (‘“Opportunity” Knox’); el Sr. Hillary, jefe chapado a la antigua que añora los tiempos en los que podías abusar física y moralmente de tus lacayos sin peajes que pagar (‘Office Politics’); los buenazos (y aburridamente estándar) ‘Norman and Norma‘, pareja en coma emocional que encuentra en las recreaciones medievales la chispa adecuada para reavivar su pasión; el romance entre dos empleados con el que ella se ilusiona para descubrir que se trata sólo de “otra muesca en el revolver” (‘A Feather In Your Cap’); el insoportable patetismo del “alma de la fiesta navideña (‘The Life and Soul of the Party’). Hasta Billy Bird, un personaje que los fans de The Divine Comedy bien recordarán, hace un “cameo” entre los caracteres retratados y que pululan de una canción a otra.

Pero, como si de una verdadera pieza teatral (ya sabemos que sus directos tienen mucho de eso) se tratara, esos momentos de comicidad cómplice se entreveran tanto con autoreferencias –el autorretrato honesto, entre bromas, de ‘Psychological Evaluation’– y freakadas relacionadas –la divertida retahíla de un comercial a la desesperada en ‘The Synthesiser Service Centre Super Summer Sale’; la curiosidad de que Philip Glass y Steve Reich ciertamente se autoemplearon en una empresa de mudanzas antes de convertirse en maestros de la clásica contemporánea– como con el auténtico tuétano de todo esto: la pérdida de humanidad en el trabajo en favor de estas “máquinas infernales” –descrito con ironía en la garynumanesca ‘Infernal Machines’– nos lleva a una situación inédita para la Humanidad, en la que no tendrá nada de provecho que hacer en el futuro.

Así, ‘Absolutely Obsolete’ –que escenifica un despido con asombrosa fidelidad para alguien que no ha trabajado nunca (o eso presumimos) en una oficina– y ‘You’ll Never Work In This Town Again’ –título que no debe leerse como una amenaza figurada sino literalmente– nos conducen a un mundo oscuro que Hannon acierta a dibujar en el tenebroso vals entonado por un desahuciado mendigo en ‘I’m a Stranger Here’ y la solemne y circense ‘Dark Days Are Here Again’. En ese sentido, ‘Office Politics’ termina por ser una oda al derecho al trabajo y a la dignidad de la clase proletaria invisible en la trastienda del teórico éxito empresarial –“el carro de asnos” que siempre va tras el “desfile del Honorable Alcalde”, como dice en ‘After the Lord Mayor’s Show’–. Así lo inspira ese currito en la emocionante ‘When The Working Day Is Done’ al que, entre caras grisáceas que se empujan en un tren (retrasado, claro) de vuelta a casa, oteando el periódico del vecino por encima del hombro, se le enciende una chispa que le lleva a alzar la voz y gritar “¡Nosotros damos y no obtenemos nada a cambio!” Por supuesto, uno imagina que, tras la confusión inicial ante esa salida por la tangente, el resto de tropa acaba agachando de nuevo la cabeza y siguiendo a lo suyo.

Todo esto se acompasa, como decía, en uno de los discos más ricos y variados que nunca haya publicado Neil Hannon, en el que la inspiración clásica se alterna con la electrónica. Pero no, que nadie tema estar ante un nuevo ‘Regeneration’ –el momento, como nos confesó sin titubeos, más bajo de su carrera–. Esta vez hablamos de una electrónica eminentemente retro que evoca a referentes citados explícitamente en ‘Psychological Evaluation’: “Human League, OMD, Kraftwerk, Soft Cell, Japan, Eurythmics, Depeche Mode, Gary Numan, Heaven 17, Pet Shop Boys, Buggles, Ultravox, Yazoo, Art Of Noise…”

Esa conjunción de teclados apolillados y viejas cajas de ritmos empleados aquí y allá cuajan sorprendentemente bien con ecos de chanson y música de entreguerras, reminiscencias de ‘El violinista sobre el tejado’, momentos disco (‘The Life and Soul of the Party’), electrofunk primitivo (‘Office Politics’), ritmos latinos pasados por el «filtro Bond» (‘You’ll Never Work In This Town Again’), coros gospel y soul, bucles prodigiosos como sintonía de una sitcom imposible (‘Philip and Steve’s Furniture Removal Company’) y, por supuesto, la Divina Comedia de gran pop orquestal que conocemos y amamos (‘Norman and Norma’, ‘Absolutely Obsolete’, la preciosa y triste ‘A Feather In Your Cap’, ‘“Opportunity” Knox’). Un conjunto maravilloso y exquisito tanto en lo musical como en lo lírico (más que nunca, sus letras merecen un vistazo atento para desentrañar sus múltiples bromas y guiños a la cultura popular y la propia carrera de Neil) que, sin canciones destacables (aunque cada cual dará con sus favoritas), brilla precisamente por su unidad y ese (sólo aparente) caos que es una oficina que bulle de actividad humana (aunque sea la de procrastinar) en cada esquina. Ojalá nunca se extingan, como The Divine Comedy.

The Divine Comedy es uno de los principales nombres confirmados en la edición 2019 de BIME Live, en Bilbao. Pero además estará presentando ‘Office Politics’ en otras ciudades del país: el 3 de noviembre de 2019 en Valencia, La Rambleta; el 5 de noviembre de 2019 en Barcelona, Sala Apolo; y el 6 de noviembre de 2019 en Madrid, La Riviera.

Calificación: 8,1/10
Lo mejor: ‘Norman and Norma’, ‘Office Politics’, ‘You’ll Never Work In This Town Again’, ‘A Feather In Your Cap’, ‘»Opportunity» Knox’, ‘When The Working Day Is Gone’
Te gustará si te gustan: Sparks, The Auteurs, Benjamin Biolay.
Escúchalo: Spotify

‘Sauvage’ aborda la prostitución masculina con tanta dureza como ternura

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‘Sauvage’ fue una de las revelaciones del año pasado en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes (de hecho, este año el poster de esta sección era una fotografía de su protagonista) y, quizá, uno de los debuts franceses más interesantes de los últimos años. La ópera prima de Camille Vidal-Naquet se adentra en el mundo de la prostitución masculina a través de la piel de Léo, un chico de veintidós años que se gana la vida vendiendo su cuerpo en las calles. La cámara se mueve nerviosa en las escenas en exteriores, como en un intento de arrojar al espectador a la extrema realidad de su antihéroe, del que no se despega ni un segundo. Hay una sensación de inmediatez en la manera en la que está rodada que favorece a ofrecer esa crónica descarnada de la prostitución callejera que quiere ser, y que recuerda al arrebato con el que filmaba el primer Gus Van Sant (‘Mala noche’, ‘Drugstore Cowboy’ y ‘Mi Idaho privado’).

El director no se ahorra demasiados detalles en los encuentros sexuales en los que, a menudo, se muestra sexo explícito. Ni tampoco en la violencia que continuamente rodea a su protagonista. Pero es que todo en ‘Sauvage’ es, eso: tremendamente salvaje. Aunque lo que hace que destaque por encima de otras historias similares es el componente humanista que su director y guionista otorga a Léo. Y también la magnética presencia de un excelente Félix Maritaud -convertido en todo un icono del cine queer tras este y sus pequeños papeles en ‘120 pulsaciones por minuto’ y ‘Un couteau dans le coeur’- que aborda su personaje desde una expresividad y entrega (emocional y física) al alcance de pocos. Hay momentos, que a pesar de la crudeza del material, son pura ternura, y no nacen de manera impostada, sino de una profunda implicación y cariño de su creador hacia sus personajes. Para Vidal-Naquet no es solo importante la representación visceral del día a día de un prostituto, también lo son sus sentimientos y su dimensión psicológica. Una parte fundamental en la trama reside en que Léo está profundamente enamorado de uno de sus compañeros de profesión. Un chico que se preocupa por él y que le protege, pero que no quiere una relación romántica ni sexual con él. El amor juega un papel crucial en la película y en su protagonista, hasta el punto de llevarle a tomar decisiones que si bien desconciertan, son pura lógica en la mente de alguien en su situación y con su naturaleza.

La falta de juicios con la que estos trabajadores sexuales son representados es uno de los mayores logros de un filme que siempre sacude al espectador aunque no todos los pasajes funcionen de igual manera. El pulso narrativo se mantiene firme desde su impactante y enrarecido prólogo hasta su arriesgado –y ligeramente precipitado- final. Vidal-Naquet emplea de manera potente los recursos visuales que dispone, y es capaz de describir situaciones complejas en un solo plano, gracias a un pequeño gesto de su actor principal o -por ejemplo- a un objeto que, de repente, irrumpe en el cuadro (un avión volando por encima de Léo, en un plano que apenas dura unos segundos pero de gran fuerza narrativa). Todos estos detalles hacen que ‘Sauvage’ sea una experiencia gratificante; un brutal y tierno retrato de personajes a la deriva. 7,5.