Parte de la redacción evalúa ‘Pretty Ugly’, el nuevo single de Zara Larsson:
«‘Pretty Ugly’ es la típica canción desquiciada que funciona o no. Es muy difícil superar ‘Anaconda‘, pero Zara Larsson aprueba intentando publicar su continuación. El machacón beat es muy parecido, aunque el estribillo de ‘Pretty Ugly’ apunta más a «brat» en espíritu, pues es el típico canto de animadora de instituto que resulta ser una ‘Mean Girl’ sin remedio. ‘Pretty Ugly’ funciona gracias al humor contenido en su composición, en detalles como las notas altas que cierran cada estribillo y también la segunda estrofa; y gracias a que MNEK, como compositor, sabe lo que hace. El gancho «I don’t need an alibi» es infalible. Puede que la idea de Zara Larsson de «comportarse mal» sea ser una chica «annoying» que grita borracha en un bar y, en ese sentido, ‘Pretty Ugly’ nunca podrá ser ‘Anaconda’. Pero el intento es de lo más divertido». Jordi Bardají
«Además de por el título, ‘Pretty Ugly’ me recuerda a ‘Pretty Girls‘, la infravalorada colaboración de Britney con Iggy Azalea. Puede ser por el título, claro, o por el coro, pero también porque, como esa canción, creo que se beneficiaría de atreverse a ir más allá y entregarse del todo. El estribillo y el puente con esos “I don’t need no alibi (pre-pretty ugly) / I can see you’re terrified (still wanna fuck me)” que se repiten son lo mejor de la canción, pero las estrofas, sobre todo la primera, están menos cuidadas, y ya el sobadísimo piano del pre-estribillo es un poco bajón. Es mejor cuanto más se suelta, pero, por lo general, no es tan “messy” como cree, y, aunque recuerda también a ‘I fink u freeky’ se queda lejos de la locura de aquella, acercándose más a unas Fifth Harmony». Pablo Tocino
Después de cinco discos, Javiera Mena sigue siendo una de las artistas más interesantes del pop en español. La cantautora y productora chilena ya ha presentado su sexto trabajo, ‘Inmersión’, con el lanzamiento de adelantos como ‘Volver a Llorar’ y ‘Entropía’. Muestra de la versatilidad de un álbum que pulula por la bossa o la balada 50’s y que es nuestro Disco de la Semana.
Tras el lanzamiento de ‘Nocturna’ en 2022, Javiera Mena está preparada para embarcarse en otra etapa artística y lo ha hecho con cortes muy diferentes, pero capaces de convivir en el mismo universo sonoro. ‘Volver a Llorar’ está construida alrededor de una guitarra acústica y un beat de dance que no tarda en entrar en el tema.
Por otro lado, ‘Entropía’, la Canción del Día, presenta una flotante producción electrónica marca de la chilena y repleta de detalles. Es otro logro en su excelente carrera, equilibrando una melodía difícil de quitarse de la cabeza con un importante mensaje: «Ven y siente la entropía / No es una fantasía», canta Javiera en este segundo avance.
La nota de prensa asegura que este single «nos trae de vuelta a los orígenes sonoros de Mena». La propia artista se refiere al concepto de la entropía como uno que «representa el caos y el desorden», sirviendo como «metáfora para abordar la incertidumbre, que a veces gobierna nuestra mente y nuestras vidas».
En cuestión de videoclips, ‘Volver a Llorar’ es la apuesta fuerte de la chilena. En él, Mena se convierte en una vampira del cine clásico, con su castillo tenebroso y su ataúd particular. La cantante usa el concepto del vampirismo para hablarnos de «atreverse a habitar las emociones»: «Por más que sean molestas, es lo que nos hace humanos», cuenta.
La banda de metal sueca Ghost ha comunicado en sus redes la cancelación de su próximo concierto en el Palacio Vistalegre de Madrid, el próximo 30 de abril. Habían agotado todas las entradas, pero se han encontrado con «complejos problemas de producción».
En un post de Instagram, el grupo explica que el montaje del espectáculo tiene unas dimensiones muy grandes para Vistalegre: «El recinto no puede albergar de forma segura el peso y tamaño de nuestro montaje», aclaran. También revelan que no consiguieron trasladar el evento al Movistar Arena, pese a que lo intentaron. El espacio ya estaba reservado por la liga de baloncesto.
A partir del mismo 30 de abril, el precio de las entradas podrá ser reembolsado a través de los puntos de venta oficiales. Esta se trataba de la única fecha del grupo en España para 2025, pero aseguran que harán todo «lo posible para devolver a Madrid el espectáculo que se merece».
No tener nada que hacer en el trabajo es casi tan malo como tener demasiado. Aunque para alguien que llega cada día a casa deslomado o estresado tras una interminable jornada laboral pueda parecer un privilegio, pasarte las horas muertas sentado en tu puesto de trabajo esperando a que llegue la hora de salir resulta agotador: una auténtica tortura psicológica. Si además eres joven, con todo lo que ello implica de vitalidad, ilusión y ganas de “comerte el mundo”, de aprender, relacionarte y sentirte útil, el tormento es aún mayor. Como dice un conocido aforismo: “El aburrimiento es un veneno sutil: no mata de golpe, pero consume el alma poco a poco”.
Eso es lo que le ocurre a la protagonista de ‘Oposición’ (Anagrama): se aburre como una presidiaria en una celda de aislamiento. La “celda” es una mesa colocada “en mitad de la nada, en un lugar de paso, sin ventanas”. La “prisión” es un edificio de la administración pública donde la protagonista, una joven aspirante a funcionaria, ha conseguido un puesto de interina para cubrir una vacante. Sara -o Sada, como creen sus compañeros que se llama, porque no pronuncia bien la “ede” (la novela está llena de humor irónico y absurdo)- se pasa los días esperando a que alguien le diga lo que tiene que hacer. Y, cuando se lo dicen, no tiene mucho que hacer.
Sara Mesa, convertida en una de las novelistas más celebradas de la actualidad gracias a la repercusión de ‘Un amor’ (2020) y el éxito de la adaptación cinematográfica realizada por Isabel Coixet (está en marcha otra, ‘Un incendio invisible’, una de sus primeras novelas), saca muchísimo partido a esta premisa argumental. La historia de ‘Oposición’ transcurre casi por completo en una oficina; un lugar donde el tiempo avanza con ritmo burocrático, pero que la autora narra con un tempo casi de thriller. Habla de la monotonía sin ser monótona. Logra transformar un escenario gris y rutinario en un campo de batalla interno.
Aunque en esta ocasión no aparece esa turbiedad e incomodidad tan características de sus novelas, como sí ocurría en su anterior ‘La familia’ (2022) (algo que se echa un poco de menos), sí son muy reconocibles los ambientes opresivos, la riqueza psicológica de los personajes (en este caso de la protagonista, ya que está escrito en primera persona) y una prosa tan ágil y precisa que es fácil leérselo de una sentada sin darte cuenta.
El título ‘Oposición’ se puede leer de dos maneras: como conjunto de pruebas para acceder a un cargo público y como acto de resistencia. Sara Mesa juega con esa polisemia para ofrecer un relato sobre la administración pública desde dentro, vista como un lugar con reglas propias, la mayoría de las veces absurdas y desconectadas de la realidad (la parte dedicada al lenguaje burocrático es sensacional: “realizar era mejor que hacer y recepcionar mejor que recibir”), donde la protagonista se enfrena a un dilema que puede marcar el resto de su existencia: ¿luchar para conseguir un trabajo de oficina tedioso, frustrante y la mayoría de las veces inútil, pero seguro y cómodo, “para toda vida”; o salir a un mercado laboral lleno de precariedad, explotación e inestabilidad, pero cargado de posibilidades, estímulos y abierto a la creatividad y la iniciativa? ¿Cuánto de vocación e ilusión hay en una aspirante a funcionaria, y cuánto de miedo y renuncia?
Kanye West estaría alojado en una de las clínicas de bienestar más lujosas de Mallorca, según indica el medio alemán Bild. El polémico artista estaría acompañado de Bianca Censori, con la que se habría reconciliado en la isla española. Ella también formaría parte de la estancia en el centro.
The Balance Rehab Clinic se trata de uno de los retiros más exclusivos de las Baleares, centrado en el tratamiento de adicciones mediante «terapias de vanguardia, como neurofeedback y estimulación cerebral, y tratamientos tradicionales con actividades en la naturaleza», según la propia web.
El tabloide alemán también señala que, durante su estancia, West se marchó unos días a Japón por sorpresa, dejando a Censori en el centro. Este requiere una permanencia mínima de 4 semanas en la villa, la cual podría ascender hasta los 600.000 euros. Es decir, 150.000 euros a la semana.
Kanye ha aprovechado su visita a nuestro país para seguir haciendo música. Según un directo retransmitido el pasado jueves, también le acompañan los productores Digital Nas y 88-Keys, que ya había trabajado con él previamente. La pareja también ocupó titulares el sábado, día que visitaron una de las tiendas eróticas más emblemáticas de Palma.
En uno de estos directos, West admite que «tendría que haber tenido hijos con Paris Hilton en vez de Kim Kardashian»: «Kim era la asistente de Paris Hilton. ¿Te imaginas todos los hoteles que tendría ahora mismo si hubiese tenido hijos con Paris Hilton?», soltó en el stream de Twitch del productor Digital Nas.
Entonces, el rapero empezó a comparar a su ex mujer con el difunto Virgil Abloh: «Paris tenía la visión, y eso es lo que pasó. Kim era la Virgil de Paris Hilton». Para seguir con las comparaciones, a continuación se puso en la piel de Arnold Schwarzenegger: «Si tienes un hijo con una niñera, el único poder de la niñera es llevarse a tus hijos. El único poder de Kim es llevarse a mis hijos. Tuve hijos con una puta asistente», concluye, antes de ser baneado de Twitch.
Al menos en España conocimos a Javiera Mena a través de sus bops. La versión de ‘Yo no te pido la Luna’ de su debut, luego más referencias al mismo satélite en su segundo álbum, el del pelotazo ‘Luz de piedra de luna’. Y ya la tarde que salió ‘Espada’ con el inolvidable vídeo de Luis Cerveró, procedente de los tiempos dorados de la era Youtube, cuando aún merecía la pena gastarse el presupuesto en videoclips porque de hecho la gente los veía, la pasamos entera haciendo gif’s. Gif’s que se perdieron en el espacio digital pero que permanecerán siempre en nuestros corazones.
Después del disco que contenía ‘Espada’, ‘Otra era’, Javiera Mena probó casi de todo. Colaboró con Li Saumet de Bomba Estéreo, se acercó a los años 90, lo intentó en Benidorm Fest. Los resultados fueron notables en ‘Espejo‘ y en ‘Nocturna‘. Los dos discos tenían temas que se podían aprovechar, pero ‘Inmersión’ es el primer álbum de Javiera Mena en más de una década en la que no se la percibe agobiada por entregar un nuevo hit. El primero en el que aparece concentrada y recreada en la composición, y que por tanto nos devuelve a su debut.
Ojo, eso no quiere decir que no haya hits que se puedan bailar. Podemos bautizar ‘Reina de la selva’ como el nuevo ‘Luz de piedra de Luna’, porque además tiene un giro súper Moroder con la marca de la casa, pero no es uno de los singles, ni hace falta. Desde el primer punteo de guitarra de ‘Palacio de Hielo’ sabemos que esto va de otra cosa. ‘Inmersión’ busca un estado más espiritual, presentándose como «un viaje sensorial que irradia tranquilidad y luminosidad».
Algo que consigue a través de dos vías. De un lado los arreglos de cuerda, bellísimos, de temas como ‘Na Na Na’ o más orientados al trip hop como los de la creciente ‘Volver a llorar’; las flautas que aparecen en la bossa ‘Pez en el agua’, un tema lleno de sensualidad porque el encontrarse a una misma no tiene por qué estar reñido con el sexo. Y por otro, los textos, que pretenden crear explícitamente un mundo en el que refugiarnos del auge de la ultraderecha. Letras que nos hablan de «un sueño paralelo», de unas «piernas en las que relajarnos», de huir de una ciudad inhóspita que no nos acoge si no estamos cargadas de «billetes de 100», y que en este caso es Madrid.
El soul y la balada clásica han inspirado a Javiera Mena en esta nueva era (el single principal es un dúo chico/chica con Santiago Motorizado), pero de nuevo, sin esclavitudes conceptuales ni marcos que nos encierren, con libertad creativa. ‘Claro de luna’ es un medio tiempo acústico, en la onda de MGMT o Empire of the Sun, también tranquilo, incluso con un guiño mediterráneo, que por alguna razón encaja en todo esto. Y también el humor. ‘Absurda’ es una balada 50’s, el tema más retro de la artista, que narra una ruptura, un ataque de celos o ambas, mientras su gata la mira con cara de «absurda», porque «los gatos son unos humilladores» (titular del mes).
Javiera no ha podido evitar subir los bpm’s al final, como a ella le gusta, en ‘Entropía’, un tema que en verdad nos habla de «frenar solo un poquito toda esta velocidad». Esa es la clave: ponte unas gafas de sol, coloca la tumbona, agita bien la coctelera y olvídate de la mierda de década que estamos viviendo.
rusowsky y Ralphie Choo son uno de los dúos creativos más potentes de la escena española y han lanzado la que puede ser su mejor colaboración hasta la fecha. Después del fiestón de ‘Dolores’ y de la deconstrucción pop de ‘GATA’, ambos artistas encuentran su vena más tierna y melódica en ‘BBY ROMEO’, la Canción del Día de hoy.
‘BBY ROMEO’ se trata del último single de ‘DAISY’, el esperado álbum debut de rusowsky. Tras la salida de las prometedoras ‘SOPHIA’ y ‘ALTAGAMA’, al artista madrileño se le está quedando un rollout envidiable. Si el enfoque de estos dos estaba en un sonido totalmente sintetizado, ‘BBY ROMEO’ pone las guitarras a relucir.
El propio rusowsky describe la canción como un regreso a «la energía cruda y agresiva del reguetón de la vieja escuela», con «una vibra dosmilera». Sin embargo, ‘BBY ROMEO’ solo podría haber salido en estos tiempos. La percusión, totalmente en tu cara, sirve de contraste con el resto del tema, amable y romántico. Sin duda, esos falsettos recuerdan más a Sen Senra que a Daddy Yankee.
La letra, por otro lado, es una de las más bonitas de la carrera de rusowsky. «Ahora es horrible no pensar en ella / Se ha olvidado todo lo que éramos / Esperó a que algo mejor viniera / Y éramos lo que envidiábamos», canta con la melodía más memorable de la canción, que no va corta de esto. La influencia del reguetón es más evidente en el verso de Ralphie: «Baby, como tú ninguna, eso es real, yo te deseo / Cántame al oído, llámame Baby Romeo».
Justin Bieber vive un momento mediático movidito. Hace unos meses, salieron a la luz una serie de vídeos de Bieber que preocuparon a sus fans, con muchos teorizando un posible regreso a las drogas. Ahora, entre rumores de bancarrota, rupturas matrimoniales y adicciones, Justin ha desmentido todo en su cuenta de Instagram.
Hace unos días, el cantante aseguraba que se «odiaba» a sí mismo siempre que se percibía como «falso» o «poco auténtico». Por eso, esta vez ha decidido ser fiel a su persona mientras abordaba en Stories todos los rumores que han rodeado su vida pública durante los últimos días.
«El sentimiento de culpa puede ser aliviado», asegura Bieber. Este aclara que no se alcanza «yendo a la iglesia» o «leyendo la Biblia», sino recibiendo que «Dios perdona»: «Me tratan como una mierda, pero recuerdo que tengo defectos y Dios me perdona», declara.
«Me ayuda a sentirme mejor que esos que son mezquinos e hirientes porque cuando soy realmente honesto, yo también puedo ser hiriente. Mi instinto es pensar, ‘Joder, no voy a crear rumores ni difundir mentiras sobre alguien en Internet’, pero también hay otras mierdas que hago de las que no estoy orgulloso», escribe Bieber.
También ha desmentido los rumores de una ruptura en su relación con Hailey Bieber: «Honestamente, si fuese vosotros sería difícil no estar celoso si me viera a mí y a Hailey pasándolo tan bieeeen». Para terminar, ha dejado claro que no se va a ir de Los Ángeles y que su único deseo es «estar sumergido en la cultura, aprendiendo de cualquiera», además de «abogar por el amor y la igualdad».
Rufus T. Firefly, el grupo madrileño liderado por Victor Cabezuelo y Julia Martín-Maestro, llega a su sexto álbum convertido en un absoluto grupo de culto que ha influido a bandas actuales como Alcalá Norte, que les han reivindicado en redes. ‘Todas las cosas buenas’ puede ser el mejor disco de Rufus T. Firefly. Como mínimo, condensa todas sus virtudes en un único álbum de estudio, depurando sus influencias psicodélicas, soul y electrónicas en algunas de las mejores canciones de su carrera.
JENESAISPOP habla con Cabezuelo sobre ‘Todas las cosas buenas’ y sobre su curiosa presentación en conciertos «con auriculares», pero el músico se explaya sobre todo hablando de esas cosas de la industria musical que no le parecen tan buenas. En ‘Trueno azul’ declara «Lo hice todo por el indie, y el indie no hizo nada por mí». Y, ojo: el disco incluye un tema llamado ‘Premios de la Música Independiente’.
¿Cómo ha sido gestionar una gira con auriculares? Entiendo que estáis dando importancia a la ingeniería del disco, a la parte técnica.
La idea era intentar unir la producción del disco con la verdad del directo. En este tipo de conciertos, escuchas la música con cascos y, a la vez, ves al músico que toca ese arreglo que estás escuchando. Era un sueño que siempre habíamos tenido pero, a nivel de logística, no sabíamos muy bien cómo llevarlo a cabo. Después de investigar mucho encontramos una empresa llamada Silentsystem, que organizan escuchas silenciosas, como fiestas de tecno con cascos. Es una cosa un poco Black Mirror. En principio la idea me parecía un poco chunga y no sabía si iba a funcionar. Hemos intentado que los espacios fueran libres. En los conciertos que hemos hecho, la gente escuchaba la música tirada en el césped o se iba al baño.
Es llevar una experiencia íntima a un contexto público.
Las escuchas han sido muy íntimas. La gente entraba mucho dentro de sí misma. Estaba en su movida, mirando al suelo emocionada… Cada persona se lo tomaba a su manera. En conciertos normales me ha pasado de irme a otro lado mentalmente, y el concierto con auriculares ha sido llevar esa experiencia al extremo.
Quizá la idea funcione mejor en unos contextos que en otros. Cuando vas a un concierto de ambient y la gente habla, no se escucha nada…
La idea de los cascos no funciona para todo, pero, para lo que funciona, funciona muy bien. En un concierto de Carolina Durante sería un desastre total, pero para un concierto más ambiental o de escuchar detalles, como el nuestro, tiene más sentido. No creo que una cosa sustituya a la otra, a mí me mola porque es un camino nuevo, te permite romper el espacio y tocar en sitios inesperados, como un jardín de cactus de Lanzarote. Te sientes incómodo, no sabes dónde mirar, pero tiene algo emocionante y nuevo, como cuando descubres la música de nuevo. Se abre a muchas posibilidades, de repente puedes hacer una gira de bosques, por ejemplo. Sales del circuito de siempre.
¿Piensas en el futuro de la música?
La inteligencia artificial ahora es un poco cutre, pero dentro de poco será capaz de hacer canciones que molen.
¿Elvis Presley puede ser número 1 otra vez con una canción original?
No lo veo tanto con un artista muerto, sino con una persona nueva que haga una canción escribiendo unas cuantas órdenes en un teclado o describiendo la canción que quiere escuchar. Pero hay una cosa que no puede hacer la inteligencia artificial, que es lo que conlleva el proceso de creación a nivel personal. Y que la inteligencia artificial no puede tocar por ti: la guitarra tienes que aprenderla a tocar tú con tus manos. El camino va a llevar hacia lo artesanal. Tocar instrumentos quedará como una cosa romántica. Siempre pasa lo mismo con las tecnologías nuevas, que parece que auguran el fin del mundo, pero veremos qué pasa. A mí me preocupan más algunos fantasmas del pasado que vuelven, como el fascismo.
El disco me suena a toda vuestra discografía en uno.
La broma que teníamos con nuestro productor (Manuel Cabezalí) es que esta era un disco de grandes éxitos de Rufus con canciones nuevas. Hemos juntado todo lo que sabemos hacer pero usando ideas nuevas. Es una mirada hacia atrás pero con todo lo aprendido. Hay canciones que tocan el rock psicodélico de ‘Magnolia‘, otras que van a la cosa oscura de ‘Nueve’, otras que se van al groove de ‘El largo mañana‘, pero todas están tocadas tal y como lo sentimos ahora.
¿Es vuestro disco más virtuoso? Me parece que sonáis mejor que nunca.
No creo que seamos súper virtuosos pero, dentro de nuestra discografía, es el disco tocado y cantado con más seguridad. Por primera vez, escucho que canto muy seguro de sí mismo. Creo que con este disco he encontrado mi sitio.
¿Cuál ha sido la canción mejor recibida por el público en la gira con auriculares?
‘Canta por mí’, una versión de El último de la fila, que está incluida en la edición física, pero no en streaming, ha molado mucho al público. ‘El principio de todo’ y ‘Todas las cosas buenas’ están gustando mucho en directo también.
¿Cuál es tu canción favorita del disco y por qué?
‘Lumbre’ es una de mis favoritas, me encanta tocarla, es muy difícil, y la letra expresa perfectamente lo que queríamos decir en el disco. Y tiene elementos de Sufjan Stevens, parte más rockeras, un momento electrónico… resume muy bien todo.
¿’Todas las cosas buenas’ es el reverso optimista de ‘El largo mañana’?
No es tanto una respuesta al disco anterior sino al contexto actual. ‘El largo mañana’ supuso una etapa muy bonita, pero sentimos que nos habíamos desviado de lo que éramos. Nos parece un disco muy guay, pero en los directos parecíamos una banda de soul. Es lo que nos propusimos, pero nos dimos cuenta de que Rufus tiene otra esencia y no queríamos perder eso. ‘Todas las cosas buenas’ nos lo tomamos de manera diferente, ha sido una especie de supervivencia personal. Para mí llegó un momento en que estaba muy deprimido viendo el panorama actual, toda la violencia, el extremismo… yo me hundía, empezaba a pensar que no había esperanza ni futuro, cosas como no tener casa… No sabía qué hacer con mi vida. Me di cuenta de que hacer un disco me ayudaba a enterrar esa negatividad, porque componer me daba ilusión. Y esa ilusión -como grabar un piano, pensar una melodía- hacía que mi vida fuera mejor, porque ya no estaba tan amargado, llegaba a casa más feliz, la convivencia con mi pareja era mejor, cuando iba a ver a mis padres estaba más contento. Y, si estaba contento, eso se contagiaba a las personas de mi alrededor. Es un ciclo…
Últimamente se ha sucedido una tragedia después de otra, pero hay gente que no se entera de todas las noticias, la gente sigue con su vida y naturalmente no presta atención a todo lo que ocurre. La adicción a las redes sociales provoca un seguimiento constante e inmediato de las noticias. Y no es sano. No es sano enterarse de una tragedia día sí, día también.
Por supuesto no hablo de vivir aislado de la realidad, la realidad hay que entenderla y afrontarla. Pero hay que coger fuerzas de las cosas buenas de la vida para poder contraatacar y seguir adelante. Este es el sentido del disco. Y era lo que quería transmitir en las letras. Algunas tienen un contexto triste, como la de ‘Premios de la Música Independiente’, que dice «toda la gente que quiero está perdiendo la cabeza». Pero todas las letras giran hacia la esperanza. Creo que, aunque cueste encontrar una ilusión en la vida, vale la pena buscarla.
«Si, con 20 años, una multi me hubiera propuesto pagarme los siguientes cuatro discos, habría dejado de ser indie de golpe»
El disco tiene varias frases lapidarias. En ‘La plaza‘ cantas «todos tenemos un alma que vender, pero sé que ella no lo hará».
En esta canción hablo de una persona muy querida que lo ha pasado mal en su vida porque es muy íntegra. Es una persona que, por mal que le vaya y por malas decisiones que tome, nunca venderá su alma. Es algo que admiro de esa persona.
En ‘Trueno azul’ sueltas una buena: «Hice todo por el indie, y el indie no hizo nada por mí». ¿A qué te refieres?
Yo veía algo muy romántico en el hecho de hacer música independiente. Me parecía bonito que, si había una industria que no te quería abrir las puertas, pudieras desarrollar una carrera al margen de eso. Para mí, el indie surgió así. Pero el indie ya no se sabe ni lo que es, ha cambiado demasiado y ya es un concepto abstracto que no significa nada. Perdí esa versión romántica del indie. Al final da igual cómo hagas música, da igual la gestión, lo importante es que haya artistas que digan la verdad. Yo soy independiente porque no tengo otro remedio, nadie me ha ofrecido un contrato millonario por mis discos. Si con 20 años me hubieran propuesto pagarme los siguientes cuatro discos, habría dejado de ser indie de golpe. Lo importantes es seguir haciendo música en la que crees. Si te ayuda alguien, aprovecha. Y si no, no te frustres y sigue caminando.
Al final, el mercado se come esa visión romántica.
En 2017, Rufus tuvimos un auge con ‘Magnolia’, en aquellos años había mucho hype por la banda, estábamos siendo los Alcalá Norte de 2017. Veníamos de la nada absoluta y de repente todos los festivales nos invitaban a sus conciertos y todo el mundo quería venir a vernos. Entonces, aceptamos todo, aunque un festival nos pagara 800 euros o tuviéramos que ir de Galicia a Cádiz. Todo era un regalo. Pero, cuando pasó el tiempo, nos dimos cuenta de que habíamos hecho favores a muchos festivales. Por ejemplo, hemos tocado en Mad Cool por 1.000 euros, en una carpa de 6.000 personas, mientras tocaban Queens of the Stone Age a la vez. Fuimos un reclamo y nos pagaron lo que facturan en 5 minutos de barra. Y no hemos vuelto a tener noticias de Mad Cool. No hemos vuelto a tocar en el festival. Esto no es contra el Mad Cool, es un ejemplo de algo que nos ha pasado en muchos festivales. Un día eres increíble y el otro te dejan de llamar. Y ahí no hay romanticismo posible, hay mercancía. Todo este resume la frase «Hice todo por el indie, y el indie no hizo nada por mí».
«Ahora mismo hay carteles que parecen hechos a propósito para que no haya mujeres. Tienes que esforzarte mucho para que en tu cartel no aparezca ni una sola mujer»
Vega dice que ella no toca en ningún festival donde no le paguen el caché que exige. ¿Falta un poco esa cosa de creérselo uno mismo?
Nosotros, como Vega, no vamos a un festival que no nos pagué nuestro caché. Hacemos una excepción con festivales pequeños que programen con mucho amor. Pero no con festivales grandes subvencionados con dinero público y patrocinados por grandes marcas. A ellos les da igual, si no va un grupo, va otro. El problema es que, en la música, estamos todos desesperados y nos agarramos a un clavo ardiendo. Y ese es el problema: yo echo de menos en la música en general que nos apoyemos más los unos a los otros. Siempre hacemos la guerra por nuestra cuenta. Sentimos que todo lo que tenemos es porque lo hemos peleado, porque nos lo hemos ganado, y nunca se no ocurre pensar que quizá estamos donde estamos porque otros palmaron antes. Eso es muy egocéntrico y hace que no nos unamos unos con otros. A mí me encantaría que, si un festival va a pagar 300 euros a un grupo sin darle de alta en la seguridad social, el resto de grupos confirmados nos plantemos y decidamos no tocar. Me da igual que me guste tu música o no, yo quiero que trabajes en condiciones dignas.
¿Cómo poner de acuerdo a tantas personas? ¿No es más fácil que el propio festival como entidad os asegure de que emite facturas?
Nadie quiere abrir ese melón. Si te encaras con promotores o festivales, los festivales pueden decidir llevar a otro artista. Y hay miles de grupos encantados de tocar. Yo he dicho cosas de forma sutil o medio de broma en Twitter, y me he cerrado puertas. A mí y a toda la banda y al equipo. No se admite la mínima crítica. Los promotores pueden llamar a los artistas que quieran, por supuesto, no están obligados a nada, pero ahora mismo tienen tanto poder que no aceptan críticas. Y a los artistas se nos olvida que ese poder se lo hemos otorgado nosotros mismos. Tenemos que reaccionar y exigir unas garantías laborales mínimas. Entiendo que no todos vamos a cobrar lo mismo, pero al menos debería haber un mínimo de garantías para poder volar, un mínimo de paridad en los carteles. Porque ahora mismo hay carteles que parecen hechos a propósito para que no haya mujeres. Tienes que esforzarte mucho para que en tu cartel no aparezca ni una sola mujer.
«No me gusta que se use el término «Premios de la Música Independiente» para premiar a los artistas independientes más grandes»
Alcalá Norte os han reivindicado. En ‘Premios de la Música Independiente’ cantas «toda la gente que quiero está perdiendo la carrera». ¿Sientes una falta de apoyo de artistas e instituciones? ¿Es una crítica a las galas de premios?
Yo me he sentido muy querido por mis compañeros. Y, aunque les parezca una mierda lo que hacemos, me parecería bien, forma parte del juego. Tampoco he sentido nunca que merezcamos más de lo que tenemos. Pero los premios me dan pereza porque parece que se premia el éxito, y eso es redundante porque el éxito ya es un premio. Tampoco me gusta que se use el término «Premios de la Música Independiente» para premiar a los artistas independientes más grandes. Por supuesto, me parece guay que se hagan, pero Rufus nunca va a estar ahí nominado, no queremos entrar en el juego de pedir votos, que solo sirve para dar promoción a los premios y no a las propias bandas, y que juega con la ilusión de muchas bandas a las que nunca van a dar premios. Pasa lo mismo en el cine, hace poco me dio rabia ver a Almodóvar recogiendo el premio a Mejor guion en los Goya. ¿En serio? Yo amo a Almodóvar, pero ya sabemos que es muy bueno. A las puertas de ganar se quedaron cuatro guiones que seguro que eran mejores. Es más importante la ceremonia que el premio.
Algunas canciones como ‘El principio de todo’ o ‘Lumbre’ mutan bastante, ¿habéis salido de vuestra zona de confort trabajando diferentes estructuras?
Nunca hemos tenido zona de confort, siempre nos hemos sentido perdidos, nos hemos acostumbrado a naufragar en la música, a ir de un sitio a otro. En todos nuestros discos hay momentos así, por ejemplo, ‘Druyan & Sagan’, que empieza de una manera y acaba de otra. Siempre nos ha gustado romper las canciones, que no sigan normas y que se partan de repente, como ocurre en ‘Lumbre’.
¿Qué significa la referencia a Magritte de ‘Ceci n’est pas un pipe’?
Julia es una gran amante del arte y siempre lo tiene muy presente. En la canción, habla de un momento oscuro de su vida. Significa, como el cuadro de Magritte, que las cosas no son lo que parecen.
Lana del Rey ha presentado una nueva canción de su próximo disco, anteriormente llamado tanto ‘Lasso’ como ‘The Right Person Will Stay’, en el festival Stagecoach de California. Siguiendo la línea de country y americana de los singles, ‘Henry, Come On’ y ‘Bluebird’, ‘57.5’ se postula como la canción más autorreferencial de Lana del Rey.
La artista reflexiona sobre la fama («Todavía vuelo en comercial / ¿Necesitas un autógrafo? Joder, no pasa nada»), Spotify e incluso su percepción pública, admitiendo que aunque odia «a todo el mundo», últimamente «se siente como si todos me amasen»: «Se siente parecido al azúcar / Espolvoreado sobre la misma herida que cortaron profundamente», declara Del Rey.
El estribillo está dedicado a sus 57.5 millones de oyentes mensuales (ahora mismo tiene casi 62 millones): «No tengo un hombre pero quizás uno de ellos es un fan de los míos / En esos 57.5 millones de oyentes en Spotify», canta Lana.
La parte que más ha llamado la atención del tema, sin embargo, es esa en la que admite haber «besado a Morgan Wallen»: «Creo que besarme se le subió a la cabeza / Si quieres mi secreto del éxito / Te sugiero no ir de quads con él cuando estés en el oeste». Eso sí, también aclara que es «la última vez» que canta estas líneas.
Lana Del Rey debuts new song, “57.5,” at Stagecoach:
“This is the last time I’m ever going to say this line…I kissed Morgan Wallen. I guess kissing me kind of went to his head. If you want my secret to success, I suggest don’t go ATV’ing with him when you’re out West!” https://t.co/p3dLKoRvLJ
Taylor Swift y su ‘The Tortured Poets Department’ vuelven a ocupar el primer puesto de las listas británicas siguiendo el lanzamiento de una nueva edición física que celebra el primer aniversario del disco. Ya son 11 semanas en el número 1, superando a cualquier álbum en esta década.
El lanzamiento de una edición física que conmemora el primer cumpleaños del disco, la cual consiste en un CD firmado por Swift, ha hecho que ‘The Tortured Poets Department’ ascienda 23 puestos en la lista, directo al número 1. El resto del top 5 es ocupado por Sabrina Carpenter, Ed Sheeran, el greatest hits de Fleetwood Mac y el disco recopilatorio de The Weeknd.
‘The Tortured Poets Department’ ha roto récords desde su lanzamiento original, con el que Swift consiguió la mejor semana inicial de la historia de las listas británicas, superando al ’30’ de Adele y al ‘Divide’ de Ed Sheeran. A principios de este año, la estadounidense también superó a Madonna para convertirse en la solista femenina con más discos número 1 en la historia de Reino Unido.
Nacho Cano fue imputado el año pasado a raíz de una supuesta contratación ilegal de inmigrantes mexicanos para el musical ‘Malinche’. Este se enfrentaba a dos delitos, contra los derechos de los trabajadores y a favor de la inmigración ilegal. Hoy, la investigación ha quedado archivada por la Audiencia Provincial de Madrid.
El organismo ha concluido que Cano no introdujo de forma clandestina a sus becarios para trabajar en el musical, como se podía creer en un principio. El tribunal aclara que ordenar a los becarios que entren en España como turistas y no como estudiantes o trabajadores está dentro de la normalidad: «Es un procedimiento no poco común asumido por la normativa de la Unión Europea».
Por lo tanto, estaría permitido «entrar como turista sin necesidad de visado» y «solicitar el visado para estudiantes» una vez dentro del país. El auto determina que los responsables del musical «abrieron un sistema de becas de forma conjunta con la Casa de México». De esta forma, el programa de becas estaría subvencionado con dinero privado tanto por la Casa de México como por la productora del musical.
Al enterarse de la decisión del tribunal, que le libera de todo delito, Nacho Cano ha grabado un vídeo desde México en el que da sus primeras impresiones de lo ocurrido, a la vez que celebra la decisión de la Audiencia Provincial. Este agradece el «trabajo impecable» de los funcionarios envueltos en el caso.
Por supuesto, asegura no olvidarse de «este año de injusticia»:»No me voy a olvidar de esta jueza, que le voy a meter una querella espectacular por lo que ha hecho, que sabe que está mal», ha jurado. Tampoco se va a olvidar de los que han hecho el «mal» por «una cuestión política», de los policías «que desmerecen al Cuerpo de Policía» y de «los que todavía quedan en España con el sentido de lo que es la verdadera justicia».
Ha dedicado sus últimas palabras a «estos desgraciados que están mandando en España y que nos tienen a todos asfixiados con su corruptela»: «Ellos sí que son unos sinvergüenzas, que tenían que ir a la cárcel uno detrás de otros», concluye.
Nacho Cano se querellará contra la jueza del caso 'Malinche': "Han intentado desprestigiarme. No me voy a olvidar de la jueza, le voy a meter una querella espectacular. Estos desgraciados que mandan en España querían hundirme. Nos roban todos los días" https://t.co/x2Vql5bGYxpic.twitter.com/2RSkTIztn9
Cada año es una nueva oportunidad de que los artistas pongan títulos extraños o curiosos a sus discos. Se podría contar desde el 0 hasta el infinito recordando títulos de discos numéricos de la historia, lo cual implica necesariamente a Adele, pero últimamente también a Nelly Furtado, Julieta o Katy Perry. Combinando letras y números vienen a la mente los títulos de los debuts de FKA twigs y Liam Payne: ambos se llamaban ‘LP1’, aunque Payne ganaba porque esas letras eran además las siglas de su nombre.
Mención aparte merecen esos títulos que acechan y que no pueden ser más creepy, como ‘I Like It When You Sleep, for You Are So Beautiful yet So Unaware of It’ (2016) de The 1975 o su análogo español, ‘Lo que te conté mientras te hacías la dormida’ (2003) de La Oreja de Van Gogh. Escalofríos.
Pero los mejores son los que juegan a la psicología inversa. Recientemente ha trascendido que el nuevo álbum de Ava Max llevará el nombre de ‘Don’t Click Play’. Con este nombre, Ava Max parece estar respondiendo a los haters que la acusan de sacar música poco original, descafeinada y basada en samples. Un «si no te gusta, no lo escuches» de manual. Irónicamente, ese imperativo negativo produce el efecto contrario: ganas de darle a play. La orden de Ed Sheeran es opuesta: su disco se llama ‘Play’. ¿Gracias por el aviso? Además, Moby ya lo hizo antes. A veces, simplemente dar órdenes no funciona: George Michael lo supo cuando nos animó a escuchar su disco «sin prejuicios». Y cuando Lasso dijo ‘No escuches esta canción’, el público hizo caso.
Cuando Haim llaman a su álbum ‘I Quit‘, es decir, «lo dejo», se refieren a una serie de comportamientos tóxicos que buscan dejar atrás. Solo esperamos que no sea un título premonitorio como lo fue el de aquel disco de Zayn llamado ‘Nobody is Listening‘ que, efectivamente, nadie escuchó. Dolores O’Riordan fue más prudente preguntando ‘Are You Listening?‘ (2007) en su no muy exitoso debut en solitario.
La psicología inversa puede dar resultados. Uno de los álbumes más exitosos de Daughters anticipa en su título que, en él, «no encontrarás lo que buscas». Pues mucha gente encontró, efectivamente, lo que buscaba en ‘You Won’t Get What You Want’ (2018). P!nk salió airosa de la que parecía una era flop con ‘I’m Not Dead‘ (2006) anunciando que «no estaba muerta». ¿Diría eso alguien que no está muerta? Pero el público se lo creyó y revivió su carrera hasta darle vida eterna.
Algunos títulos parecen defensivos antes de descubrir el contenido de sus letras: es el caso de ‘NO THANK YOU‘ de Little Simz (decir «no» es muy importante, lo sabe Meghan Trainor). Lola Young, picada, sabía lo que hacía titulando su segundo álbum ‘This Wasn’t Meant for You Anyway‘. Justo que el que ha terminado cobijando su mayor hit. En cualquier caso, todos ellos invitan a mirar más allá de lo que ofrecen a simple vista y, sobre todo, a entender que la literalidad no lo es todo. Que, detrás de un simple título, hay mucho más.
María Becerra ha sido operada de urgencia por dolores abdominales y se encuentra ingresada en un hospital de Buenos Aires. La cantante ha sufrido «abdomen agudo con shock hipovolémico», informa El Periódico. Se trata de una condición médica grave que requiere atención inmediata debido a la pérdida masiva de sangre. Tras ser operada, Becerra se encuentra «fuera de peligro» y «su evolución es favorable».
El percance de Becerra se debe a una complicación derivada de su reciente embarazo ectópico, una crisis médica que reveló recientemente en sus redes. Este cuadro ocurre «cuando el óvulo fecundado se implanta fuera del útero, generalmente en las trompas de Falopio».
«Fue un momento inesperado, sentí dolores muy fuertes en el abdomen luego de terminar el ensayo de ayer y fuimos a la guardia donde los dos nos enteramos de que el embarazo era ectópico y con hemorragia», contó la artista. «Fue muy duro emocionalmente todo lo que vivimos ya que nosotros deseábamos ser padres y tener un bebé (lo cual sigue estando en nuestros planes a futuro ya que nos sobra amor y todo una vida por delante). Afortunadamente el equipo médico increíble y el apoyo de nuestra familia y amigos más cercanos nos ayudó a sentirnos fuertes y en buenas manos».
El nuevo álbum de Dirty Projectors es un ciclo de canciones sobre el cambio climático. ‘Song of the Earth’ no es un disco de pop, sino una obra de estilo clásico pensada para ser tocada en concierto. La orquesta afincada en Berlín s t a r g a z e acompaña a Dirty Projectors en esta travesía de 24 piezas que se mimetizan con la naturaleza. Longstreth dice que la propuesta de ‘Song of the Earth’ es ofrecer una «música de paisaje, música que parece el mundo natural».
En el paisaje de ‘Song of the Earth’ conviven las voces de Dave y las de sus compañeras en Dirty Projectors, Maria Friedman, Felicia Douglass y Kirstin Slipp, siempre tan cristalinas; con un corpus orquestal que incluye cuerdas, flautas, vientos, metales y percusiones de todo tipo. Música y letras a veces pintan un mundo idílico y, otras, amenazante a causa del calentamiento global. Aunque en el álbum reina la paz, a veces demasiado.
En ‘Song of the Earth’, Longstreth pasa de bañarse en la «luz de verano», a despertar en la oscuridad. El músico de Brooklyn empezó a escribir el disco en 2020, durante los incendios de California, después de levantarse una mañana y observar el cielo cubierto de humo. Dave y su mujer, Teresa Eggers, entonces embarazada de tres meses, decidieron huir -en un avión vacío, era pandemia- a Juneau, Alaska, donde el paisaje era muy distinto: pura naturaleza viva. Pájaros y árboles por doquier.
A pesar de la urgencia del asunto, ‘Song of the Earth’ es un trabajo esquivo, pues las letras a veces eligen formas vagas y fragmentadas, y las composiciones pueden tomar formas breves y efímeras. Su intención no es la de «despertar» una conciencia sobre el cambio climático -Longstreth nunca haría algo tan obvio- sino conectar a la audiencia con la belleza de la naturaleza sin despistarla de las amenazas que acechan. Las canciones se funden unas con otras de manera deliberada y reposan tranquilamente en la vibrante instrumentación sin destacar unas por encima de otras. Dirty Projectors es un elemento más dentro de la orquesta. No obstante, el enfoque puede pasarse de academicista y, aunque (casi) cada pieza por separado tiene algo que ofrecer, en conjunto la escucha puede resultar tediosa y agotadora, como pasar demasiado rato observando el campo.
La influencia principal de ‘Song of the Earth’ es ‘Das Lied Von Der Erde‘, una obra de Gustav Mahler de 1908 de la que toma directamente su título, pero los arreglos también emiten ecos del trabajo de Igor Stravinsky o de ‘Quatuor pour la fin du temps‘ (1931) de Olivier Messiaen, pues Longstreth ha declarado que este es su «disco» favorito. Esta base académica convierte ‘Song of the Earth’ en un trabajo elegante, fino e intrigante en su complejidad, pero también emocionalmente frío y distante. Estoico. El ánimo de todo el concierto es contemplativo, pero esa contemplación se convierte en monotonía pasado un rato.
Hay algo irónico en escribir un disco sobre el cambio climático y que el enfoque sea prácticamente inaccesible. Algunas canciones, como la preciosamente arreglada ‘Circled in Purple’, que habla de cielos grises y naranjas, funcionan gracias al dramatismo del acompañamiento orquestal. Otras, como ‘Opposable Thumb’, logran animar el pulso con sus saltarinas percusiones y dinámico acompañamiento. A lo largo del álbum, el juego entre voces e instrumentos es constante y ninguna canción es la misma observada de cerca. La riqueza armónica, instrumental y de texturas de ‘Song of the Earth’ es su mejor faceta.
Aunque un «ciclo de canciones» debe analizarse en conjunto, algunas pistas de ‘Song of the Earth’ orientan mejor el trabajo que otras. ‘Gimme Bread’ es la composición más conseguida, pasando del barroco al rock psicodélico, aunque su letra «necesito pan para hacerme un bocadillo» no tiene mucha miga, irónicamente; y llegar a ‘Bank On’ muchas pistas después significa reencontrarse con esa primera canción, como llegar al hogar. Algunas composiciones son bonitas pero breves, como ‘Our Green Darden’ o esa pieza revestida de flautas que es ‘Armfuls of Flowers’, y otras recuerdan a los Dirty Projectors del pasado: la primera parte de ‘Bank On’ pide la voz de Solange Knowles, y ‘Blue of Dreaming’ es una preciosa nana que Longstreth escribió para su hijo antes incluso de saber si iba a ser padre.
Pero ‘Song of the Earth’, como decimos, es largo, y no todo el material contenido en este trabajo es igualmente acogedor. El primer adelanto, ‘Uninhabitable Earth, Paragraph One’, expone la temática de ‘Song of the Earth’ literalmente adaptando a música el primer párrafo de ‘El planeta inhóspito’, pero no sé en qué contexto le puede apetecer a alguien escuchar esta canción. La unión de texto y música suena forzada y no funciona. Otras composiciones parecen esbozadas: ‘Same River Twice’ ofrece poco más que una letra que repite la misma frase una y otra vez y es difícil no imaginar a Longstreth aburrido de sí mismo grabando ‘Spiderweb at Water’s Edge’, donde sobre una línea de teclado tararea perezosamente una melodía. Las pistas instrumentales de ‘Song of the Earth’ no son las más logradas, pero tampoco las colaboraciones de Mount Eerie y Steve Lacy aportan, sino que se pierden en el vasto paisaje de la música.
‘Song of the Earth’ es un esfuerzo encomiable y ambicioso de Dirty Projectors, pero seguro que en directo brilla más que grabado. Sin embargo, con sus luces y sus sombras, ‘Song of the Earth’ tiene el inmenso valor -tan importante en la era actual- de ser una obra tremendamente original porque es Dave Longstreth quien la escribe. Longstreth sigue siendo un compositor con una sensibilidad especial para escribir melodías -tanto vocales como corales- y, aunque la música de ‘Song of the Earth’ se funde con el «paisaje» en más de una ocasión -y parece la intención-, la naturaleza que se ve a través de su ventana es imposible de confundir con otra. Aunque el cielo azul se cubra de humo, sigue siendo el cielo de Dirty Projectors.
Entre los lanzamientos internacionales de la jornada incluidos en la playlist Ready foe the Weekend destaca el nuevo single de PinkPantheress, ‘Stateside’, que adelanta el próximo mixtape de la cantante y productora británica. ‘Fancy That’ sale el 9 de mayo.
El primer avance, ‘Tonight‘, era una expresión de lujuria. ‘Stateside’ va mucho más allá convirtiendo este deseo en una obsesión incontrolable. Como una pantera sibilina, PinkPantheress «stalkea» al «americano guapo» que le gusta persiguiéndole incluso de un país a otro, rastreando su avión para plantarse directamente en su hotel, «a su lado, en su cama».
‘Stateside’ es puro PinkPantheress combinando humor con un fondo siniestro: «nunca he estado en el extranjero», canta la artista. «Pero ahora llamo a tu puerta». Su lado oscuro emerge también: «¿Dices que nunca has conocido a una chica británica? Nadie me trata de esta manera».
Por supuesto, todo esto es una fantasía, pero es una fantasía muy bien planteada a ritmo de breakbeat -The Dare es productor- y que tiene su metatexto, pues PinkPantheress incorpora en la melodía de ‘Stateside’ una interpolación de ‘Freak Like Me’ de Sugababes. Porque para freak, ella.
‘Stateside’ se añade a la tradición de canciones pop sobre acosar a una persona. Aunque, al contrario que con ‘Every Breath You Take’ de The Police, con ‘Stateside’ no puede haber confusión alguna: es el ‘Baby Reindeer‘ de PinkPantheress.
Tras recorrer en años anteriores ciudades como Valladolid, Madrid, León, Gijón, Vigo o Valencia, el festival Vibra Mahou Fest confirma su primera parada del año en Valladolid. Las entradas para el evento, que se celebra este sábado 26 de abril, ya están a la venta.
La primera parada del año contará con un cartel encabezado por Zahara, que presentará su recomendable último disco, ‘Lento Ternura‘, y la banda vallisoletana Siloé. Barry B, Ani Queen y Caliza completan el cartel de esta edición de Vibra Mahou en Valladolid.
Las jornadas de Vibra Mahou Fest se caracterizan por fomentar una experiencia de directo íntima con un cartel de cinco artistas. Además, se complementan con DJs, gastronomía local y experiencias relacionadas con la cultura cervecera.
Hoy 25 de abril salen nuevos discos de Javiera Mena (‘Inmersión‘ está siendo el Disco de la Semana), Tennis, Rufus T. Firefly, Natalia Lafourcade, Ghost, Papa Topo, d4vd, Sexy Zebras, GRISO, Bunbury, Juicy BAE o Viagra Boys. Además, llega la versión completa del álbum doble de Recycled J.
Muchos de nuestros artistas favoritos lanzan o han lanzado single esta semana: es el caso de Lorde, Sophie Ellis-Bextor, HAIM (que han anunciado oficialmente su disco), PinkPantheress o Kali Uchis.
Entre los lanzamientos internacionales de la jornada de hoy, nueva música de Benson Boone, Clean Bandit, Zara Larsson o Megan Thee Stallion. Entre los nacionales, nuevas propuestas de joseluis, rusowsky con Ralphie Choo, Naiara, Rocio Saiz o Espinelli.
El día es generoso en lanzamientos, tanto que muchos pueden pasar desapercibidos aunque no lo merezcan: Arcade Fire, umru con underscores, Ghouljaboy, Sunflower Bean, Nemo, Mother Mother, GOMZ, Beach Bunny o MARLENA lanzan single hoy.
La playlist «Ready for the Weekend», seguida por más de 6.780 suscritos, cobija también nueva música de Los Estanques, Samia, Sebastian Ingrosso, Billy Idol con Avril Lavigne, Raissa o el regreso de Jessie J.
Durante su último concierto en Los Ángeles, Haim han anunciado la llegada de su esperado disco. Este se titula ‘I quit’ y estará disponible el próximo 20 de junio. En el mismo evento también debutaron dos nuevas canciones e invitaron a Addison Rae al escenario.
El comienzo de la actuación fue un vídeo en el que se podía leer el título del disco, seguido de distintas variaciones, como «Abandono lo que no me sirve», «Abandono el pensar demasiado», «Abandono la vergüenza», «Abandono las pollas» y «Abandono que me importe lo que piensas». Acto seguido, revelaron la fecha de lanzamiento del álbum.
Haim empezaron tocando su último single, ‘Everybody’s trying to figure me out’, y siguieron con el primer adelanto de esta nueva etapa, ‘Relationships’. Entre medias, debutaron ‘Down To Be Wrong’, el nuevo single, ya disponible, y ‘Blood On The Street’, que contó con la aparición de Addison Rae. Esta se limitó a bailar y deambular por el escenario.
La portada del álbum, revelada esta misma tarde, ha sido fotografiada por Paul Thomas Anderson, amigo de la familia Haim y frecuente colaborador de la banda. Este ya dirigió los vídeos de ‘Man From The Magazine’ y ‘Summer Girl’, además de fichar a Alana Haim para las películas ‘Licorice Pizza’ y la próxima ‘One Battle After Another’.
Desde que Melody presentó ‘Esa Diva’ en el Benidorm Fest, la cual volverá a presentar en Basilea el próximo 17 de mayo, la canción ha sido una habitual en los shows de drag alrededor del país. Desde la revista Shangay han aprovechado su cita con Melody en Lisboa para hacérselo saber y la cantante andaluza no ha dudado en revindicar el trabajo de todas las travestis.
Al sacar el tema, Melody ya estaba enterada de todo, asegurando que ya había visto «por redes que ‘Esa Diva’ ha viajado un poquito…». A continuación, reivindicó el trabajo de todas las que le imitan: «Me encanta que me imiten, es un orgullo, porque son artistas que se merecen todo mi respeto. Las admiro un montón porque su trabajo es muy sacrificado, y es un sector que no está todo lo valorado que se merece», declara.
Melody sabe perfectamente las duras condiciones a las que se enfrentan muchas artistas drag, mencionando «la de horas que pasan haciéndose el vestuario» o «peinándose las pelucas». También destaca el «mérito» que tiene que salgan al escenario «como si estuviesen en un estadio ante 50.000 personas».
La cantante también se muestra fascinada con aquellas travestis que la imitan al dedillo: «Ya, cuando alguna va vestida como yo o habla como yo, porque las hay que saben hasta lo que digo, ni te cuento. Es que imitan hasta las patadas que doy, el helicóptero, la manera de mover las manos… Qué arte», asegura. Y aprovecha para reírse un poco de todo: «Hijaputa, cuando no me acuerde de lo que hago, te llamo a ti y ya está».
‘Inmersión’ es el sexto disco de Javiera Mena. O séptimo, si incluimos la recopilación ‘Primeras Composiciones 2000-2003’. Un disco melancólico y baladista, más próximo a ‘Esquemas juveniles’ (2006) que al ‘Nocturna’ de 2022. La artista chilena tiene una carrera de más de veinte años, que se toma con calma y reflexión entre paso y paso. Vía Meets charlamos sobre esta nueva era, menos orientada a la pista de baile y más a cierta introspección espiritual.
¿Estás en Madrid ahora?
En Santiago de Chile. Aquí es otoño. Estaré en Madrid en breve.
‘Inmersión’ ha salido este 23 de abril, que es el día de Sant Jordi aquí en Cataluña, el Día del Libro y de la Rosa, pero también es miércoles. Ahora todos los lanzamientos se hacen el viernes. ¿Fue premeditado sacarlo en miércoles 23 de abril o es una simple casualidad?
Me lo dijo mi amiga. Es una hermosa casualidad, porque me encanta Sant Jordi, es como mi fiesta favorita.
Leo en la hoja promocional que ‘Inmersión’ marca otra era en tu obra. Pero siempre has hablado de cada uno de tus discos como eras. Con ese también. ¿No es así?
Sí, me gusta que cada disco sea algo diferente al anterior. Me preocupo de eso. Que rompa con el anterior, se me da así. Me quise salir un poco de la pista de baile con este disco. En este disco se nota aún más, yo creo, el cambio de era. Pero igual al final soy yo cantando.
¿Por eso hay tanta distancia entre disco y disco? Porque transcurren unos cuatro años de media. De hecho, este es sorprendente porque creo que solo han pasado tres. ¿Es una cuestión de método? Leí hace poco en las memorias de Jarvis Cocker de Pulp, que decía que él tardaba mucho en hacer las cosas porque era muy lento, que necesitaba mucho tiempo para hacer todo. ¿Te identificas con esto o es otro por otros motivos que te toma tanto tiempo?
Me identifico, soy muy lenta. Para componer, sobre todo. Igual uno tiene que también adaptarse un poco, no sé, como que transar. Los que trabajaban conmigo me dijeron: «ya vos, ¡sacate un disco antes!”. Igual van dos años y medio, creo. Y para mí es como… “¡uff! ¡Fui a la velocidad de la luz con este disco!”. Pero sí: me tomo mi tiempo, soy muy lenta para componer. De hecho, cuando hago sesiones de composición, yo soy la que va más atrás. Pero creo que las ideas buenas también toman tiempo en madurar y me gusta hacer los discos, escucharlos… le doy muchas vueltas. Es a lo que más le doy vueltas. Como decimos aquí en Chile: caldo de cabeza (risas).
¿Cuál es la naturaleza de la era de ‘Inmersión’? Porque ‘Nocturna’, aparte de nocturno (claro) era muy carnal, con bastante erotismo. En ‘Inmersión’ también hay deseo y se mantiene la nocturnidad, pero es todo más sutil, menos explícito. Hay un anhelo más bien espiritual. ¿Pasamos del deseo carnal al deseo… no sé si llamarlo espiritual?
Sí, sí… Es más vulnerable. También es como un deseo más de hablar, de soltar las cosas. También es un poco más de ruptura. Es más espiritual, en el sentido de no enfocarse en la parte erótica. Como decís tú, tiene esta cosa más profunda. Y las melodías incluso yo creo que conectan con una cosa más espiritual. Sí, tienes razón. Por eso se llama ‘Inmersión’, también. La inmersión habla del agua un poco y el agua en simbología, en misticismo, también son las emociones profundas, las que te hacen profundizar y llegar a cosas que te cambian, que te transforman. ‘Nocturna’ es un disco mucho más de deseo, como dices tú, de erotismo. Y también tiene toda esta cosa de pista de baile, de salir de fiesta. Y este disco no. Este disco está fuera de la pista de baile.
«‘Inmersión’ es más profundo, emocional y emotivo»
En tu música hay siempre un elemento, no sé si definirlo como esotérico, muy de despegarte de lo terrenal. ¿En este disco lo notas más que en otros discos anteriores?
Sí, sí, muchísimo, porque siento que, de hecho, hay canciones sin batería y la música fluye con la armonía, hay cuerdas de repente, y creo que eso conecta con lo básico, con lo primigenio de la música. Y eso lo hace más profundo, más… cómo decirlo, más emocional, más emotivo. Creo que eso es lo que andaba buscando. Lo que se me dio como lo sencillo, lo simple, al final es lo más espiritual también. Lo básico, no sé cómo decirlo, sin tanto disfraz de los beats. Que me encantan, que también pueden ser un ritual mágico, un beat. Pero en este caso yo me fui por la voz, por la letra y por el tipo de melodía y armonía que creo que conectan con algo muy de la génesis, muy humana. No sé cómo decirlo (risas).
En la anterior entrevista que hiciste con Sebas, hablabas de que los 80 eran tu zona de confort y veo que aquí tampoco has abandonado los 80. Pero ahora son unos 80 menos opacos, que tú decías, menos sintéticos, más escorados a un sonido tipo como el de Sade, más sedoso. No sé si la palabra sería “smooth”. ¿Esa era la idea que buscabas? ¿Tenías algún referente en la cabeza?
Sade es muy referente para mí siempre. ‘Love Is Stronger than Pride’ es de mis canciones favoritas de la vida. También es una canción sin batería, sin beat, que habla de lo profundo. ‘Ordinary Love’ también. Hay algo que me quedó dando vuelta en la cabeza de lo que dijiste, que también tiene Sade, esta cosa como… «lo divino del amor». O sea, el amor es conectarte también con lo más profundo de lo divino, por eso Sade es tan, yo creo, profunda y tan entregada. Y que hoy día la gente mira mal ser intenso, por ejemplo. No sé si pasa ahí en España, pero creo que sí.
Sí.
Como…»¡»Qué intensa, cachai»! Al final es ser intenso, ser emocional, no más. Amar también es algo como muy espiritual. La canción viene también de lo devocional, de lo devoto. Y creo que en este disco hay algo que toca Sade también, que es la devoción al amor. Que no tiene nada de malo por parte de nosotros, pero que se ha ido, en la era de hoy, bloqueando. Estamos bloqueados con las emociones profundas, porque es como: «no, ¡qué intensa! ¡Sal de aquí!».
«Siempre están ahí: la ultraderecha, el fascismo. Lo que pasa es que estaban como callados»
Aquí además lo utilizamos con cierto retintín, porque decimos intensito/intensita. ‘Entropía’, que es la canción final, es de las pocas que suben los BPM. ¿Es este desorden o caos una manera de encontrarse, de volver a empezar de nuevo?
Sí, me gustó ponerla como canción final. Creo que deja la pregunta abierta, como: ¿qué viene después? Quizás viene más electrónica de nuevo, no lo sabemos, porque yo miro el disco como un libro, un relato. Y sí, habla del caos. Me gustó mucho el concepto de entropía, que también está presente en la física y en la psicología. Y es loco, porque es que los sistemas tienden al caos: que un hielo se derrite que, bueno, nosotros no estamos más. Y este caos está presente en la cabeza de las personas y al final en nuestros propios caos terminamos organizándonos. Esto va hacia la expansión, va hacia la destrucción, es como decir: “bueno, eso somos nosotros también”. Y es también anhelando esa paz, esa calma, que es lo que nos hace ponerle la respuesta a la entropía.
Noto un cierto regreso a ‘Esquemas juveniles’, tu primer disco. ¿Es así o es una sensación nuestra, simplemente por haber rebajado esta parte más de beats, más de baile quizás?
Es que más joven yo me explayé mucho como baladista al piano: era yo anhelando a los Carpenters, a Carole King. Y en este disco volví a decir: yo amo estas canciones y las quiero hacer de nuevo. Estas son mis melodías, van a estar aquí presentes y las voy a volver a mostrar. Y no lo hacía desde ‘Esquemas juveniles’. Entonces claro que se emparenta con ‘Cámara lenta’, con ese tipo de canciones. También me muestro como la baladista que soy, que me encanta. Creo que quizás en un tiempo fui como: «yo hago beats, yo hago electro pop y listo. Estoy aquí y vamos a bailar». Pero ahora es como: «No. Quiero descansar un poquito de eso y volver a lo que hice en ‘Esquemas juveniles».
«Quería descansar un poquito de bailar y volver a lo que hice en ‘Esquemas juveniles»
Y después están las letras. Tendremos que hacer referencia a la realidad, me temo, pero un poco más adelante. Hay frases que a mí me han helado un poco la sangre. Por ejemplo, hay una frase que es poética en ‘Palacio de Hielo’, la primera canción, que dice: “Acuérdate, amor, el mundo está perdido”. ¿Cuánta verdad pones en esto? ¿Es simplemente un recurso literario o lo escribiste con sensación derrotista? A ver, el disco no suena derrotista, pero a mí este verso me ha golpeado un poco, quizás porque estoy un poco sensible también.
Sí, yo lo hice como desde una verdad. O sea, todos sabemos que el mundo está perdido totalmente y me da mucha pena, porque yo era muy optimista hace dos años. Creo que desde estos dos últimos años le pregunto a gente más joven o más mayor: «¿tú sentías esto antes o no?». Y es como: “No. Ahora lo estoy sintiendo más fuerte que antes”. No, no es algo cíclico. Como que lo que está pasando, las constantes, que ya la Tierra nos lo está diciendo, que está perdido como el clima, ¿cachai? Entonces ya es algo más heavy, ¿cachai? Es como una sensación, que lo está diciendo el planeta. Entonces: sí. Era algo como “protejámonos un poco del momento que se está viviendo”. Que no sé a dónde va a ir, pero lo veo bastante como el comienzo del fin. No sé si tú lo ves así.
Lo veo bastante así, sí. Ya te preguntamos en la entrevista anterior sobre el auge de la extrema derecha. Han pasado tres años y parece que aún estamos peor, porque ahora lo vemos sobre todo con el gobierno de Trump, esta regresión de los derechos, sobre todo los derechos LGTBIQ+ en Estados Unidos, especialmente en el colectivo trans. ¿Has pensado en cómo plantar cara a esto?
Creo que como lo he hecho siempre. Yo nací en dictadura, ¿cachai? En Chile. Hasta el año 90 estaba Pinochet aquí. Yo he vivido el fascismo en mí y soy, no sé si llamarlo hija, pero nací en un fascismo, y decir que soy lesbiana en una época que también estaba gobernando la derecha. Siempre están ahí: la ultraderecha, el fascismo. Lo que pasa es que estaban como callados. Pero sí, yo creo que tengo que seguir siendo igual. Mostrando un arte que habla del lesbianismo, del amor entre mujeres sin miedo, no más. Y seguir con la honestidad y la visibilidad, pero es lo único que puedo hacer. Porque (hay que) buscar nuevas maneras, estrategias de enfrentarse también a estas personas que son tan violentas, y no sé cómo. La estoy pensando, porque digo que el camino que ya hemos tomado como comunidad, a veces como que quizás genera más anticuerpos. Entonces como que se empieza a pensar «¿qué podemos hacer?». También para que estas personas que son tan odiosas, que tienen tanto odio, se den cuenta. Pero no se me ocurre qué. Estoy como pensándolo.
«Este disco es “protejámonos un poco del momento que se está viviendo”»
¿Y redes sociales sigues usando? Yo he dejado Twitter, pero estuve mirando y me parece que tampoco usas Twitter.
Me robaron el Twitter, me lo hackearon y me quedé sin Twitter. No sé si habrá sido a propósito, pero no pude recuperarlo. No me dejaron. Igual Twitter es una red social que no me gusta nada, como que hay mucho hate ahí, así que tampoco he puesto mucho énfasis en recuperarla.
Volviendo a las canciones, te leí en algún sitio, que a ti te gustaban antes las canciones de tres minutos y medio y ahora te gustan más las de dos minutos y medio. Y de hecho las canciones del disco en general son cortas, un estándar de tres minutos. La más larga es ‘Mar de coral’, que son tres minutos y 55 segundos. El resto son tres minutos. ¿Es tres minutos la medida perfecta para la canción pop para ti?
Sí. Ahora estoy escuchando mucha música de los 60 y los 50. En ese tiempo no había tanto sinte ni nada. Quería jugármela por que la canción hablase y se va, dice y se va. Esa es la canción que se hizo en los años 60, como de Diana Ross, de Julie London, de Brenda Lee. Esa es la canción perfecta. Después evolucionó, pero es como más progresiva. Pero la canción, así como canción, forma, estructura, para mí sí. De tres minutos.
‘Absurda’ es súper de los años 50. Tengo una pequeña duda, porque cuando cantas que la gata te mira con cara de “absurda”… ¿la gata pone cara absurda o piensa que la absurda eres tú?
La gata te mira como un poco… Es mi gata, la tengo aquí y ella siempre te mira como «pobre». Pobre de ti. Esa cara de gato, que te miran como «pobre ser humano». Un poco humillación también, pero graciosa. Una humillación graciosa, que los gatos son muy humilladores. Te hacen sentir humillada porque te dan la espalda, no te contestan, ¿cachai?
«Los gatos son muy humilladores»
‘Absurda’ va del dolor por el amor, de que da igual la edad que tengas. Eso es una constante siempre. Te vi hablando con otra mujer y ostras, ya me han roto el corazón otra vez. ¿No?
Porque siempre dicen «ahora que estás mayor no sufres por amor». ¡Mentira! Uno siempre sigue igual. Lo que te da la madurez es que te das cuenta de que eso va a pasar, pero no significa que no lo sientes. Y que es aburrido no sentirlo también. Y eso es lo que está pasando también un poco, que la gente se está retirando de ahí y pasan cosas como: «No, no. ¡Qué intensa! No, ¡yo no me enamoro!». Pero yo creo que eso es parte de la vida. Yo soy del team intenso, sí.
‘Esta ciudad’, “la ciudad que no tiene mar”. ¿Qué ciudad es? ¿Te refieres a Madrid?
Sí, me refiero totalmente. Es mi canción de Madrid.
¿Es una crítica a la deriva que está viviendo Madrid? Que últimamente es verdad que es una ciudad que parece cada vez más dura, que está más llena de turistas y en que todo cuesta más. Para mí Madrid siempre había sido una ciudad muy acogedora y, de un tiempo a esta parte tengo la sensación, no sé si a ti también te pasa, de que es más hostil, como que parece que te echa fuera. ¿Es esa la sensación que intentas transmitir con esta canción?
Sí, sí, es esta cosa de buscar continuidad, porque la gente está muy preocupada también del trabajo, de rendir y es como «bueno, a ver si nos continuamos viendo». Ahí va otra cosa de buscar vínculos, algo que pasa en las grandes ciudades. Como que Madrid de repente se transformó en un Nueva York en ese sentido, como muy caro, de todos desesperados buscando los espacios. Yo creo que habla de eso, de buscar un espacio, buscar profundidad dentro de una gran ciudad como Madrid. Sí, habla de sentirte desolado también dentro.
«Madrid de repente se transformó en Nueva York: muy caro y todos desesperados buscando los espacios»
¿Santiago Motorizado en ‘Mar de coral’ es la única colaboración que hay? Normalmente en tus discos colabora bastante gente, aparte de los de los productores.
Solo ha participado él, no hay nadie más, como que tenía planeado otra y no pasó. El disco quedó como que quizás hubiese agradecido otra más.
Sobre el paso del tiempo: ‘Esquemas Juveniles’ está a punto de cumplir 20 años. Tú empezaste antes, claro, pero ‘Esquemas Juveniles’ es tu primer álbum como como tal. ¿Te da vértigo o veinte años no es nada, como dice la canción?
Igual 20 años no es nada, cómo pasa de rápido, pero también obviamente es como ¡wow! Pero también me siento orgullosa de mí, de mi trayectoria. Y eso es bonito: he sido fiel a mí misma, siempre he hecho los discos que he querido y eso es muy lindo. Pero también me da vértigo, como “¡chucha!». Es un montón de tiempo, como dicen los argentinos. Es una mezcla de «me siento bien de haber hecho esta trayectoria», pero también vértigo y también «20 años no es nada.».. Es una mezcla de cosas, igual, una confusión.
Sobre la imagen del disco, hay dos cosas que me han llamado mucha atención, la primera quizás ya te habrá preguntado más gente, es la portada. Es muy bonita, me recuerda un poco (y a lo mejor el espíritu del disco también) al ‘Vespertine’ de Björk, ¿puede ser?
Me habían dicho, sí. Bueno, con Alejandro [Ros, el diseñador de la portada, ndr] somos fanáticos de Björk y esta cosa de las medusas también, que representan como la inmersión bajo el agua. Y sí, yo me parezco. Me han dicho que me parezco (risas). Pero creo que sí, somos fanáticos y obviamente ella es una referente.
La segunda es los videoclips. ¿Te lo pasaste bien rodándolos? El de ‘Volver a llorar’ es bonito. De vampiros clásicos, muy a la Hammer.
Sí, era como esas películas antiguas. Como ‘Nosferatu’, también. Mi sueño era ser vampira. O sea, yo soy muy fanática de Drácula, de lo que significa, de la simbología detrás. Y sí, me metí un montón. ‘Entropía’ la hice con David Domingo, que es un chico de ahí de Cataluña. Y también está el último [‘Mar de coral’] que fue debajo del agua. Fue muy desafiante, porque tuve que estar debajo del agua prácticamente sin respirar, con un buzo que me daba la bombona para respirar. Después seguíamos en la escena. Fue como poner todas mis herramientas espirituales de meditación como abajo, porque en cualquier momento subía y estropeaba todo. Estuvo de las experiencias más difíciles que me han tocado. Fue angustiante. Pero después me empecé a soltar y lo empecé a disfrutar mucho.
Precisamente te quería preguntar sobre la conexión de la mujer con la naturaleza, que tiene que ver con la pregunta que te había hecho al principio, porque es otro de tus temas recurrentes, como se ve en ‘Reina de la selva’.
Sí, está muy presente siempre en mi música. O sea, yo creo que las mujeres tenemos una superior conexión porque menstruamos, estamos conectadas con la Luna. Más allá de si crees o no, es una realidad, una verdad. Esta conexión está siempre presente en mi música y me gusta mostrarlo, como evidencia. Es muy bonito y me siento bendecida de haber nacido mujer también y de poder hacer música en un mundo tan masculino como el del arte. Así que también eso es parte del orgullo que siento de tener siete discos, de representar a una mujer como directora, como productora y también tener ese lado como del misticismo que tenemos las mujeres, de estar conectadas con la luz, con el ciclo lunar también, que no es menor.
Pere Ubu ha comunicado el fallecimiento de su vocalista y líder, David Thomas, a los 71 años a consecuencia de una «larga enfermedad». The Guardian confirma que Thomas sufría una enfermedad renal. El músico ha muerto este miércoles 23 de abril acompañado de su mujer y de una de sus hijastras.
Thomas fue el único miembro fijo de Pere Ubu, banda formada en Cleveland, Ohio en 1975 que cambió de formación de manera recurrente durante toda su historia. Además, fue integrante del grupo Rocket from the Tombs. Pere Ubu llegó a separarse en 1982 pero volvió poco después.
El comunicado indica que Thomas se encontraba grabando nuevo álbum junto a Pere Ubu, que «sabía iba a ser el último», y escribiendo su autobiografía antes de su muerte. Su familia y equipo se encargarán de completar ambos proyectos.
Pere Ubu son recordados por su disco de debut de 1978, ‘The Modern Dance‘, casilla de salida de una influyente carrera que se desmarcó de la norma mezclando post-punk con vanguardias, como la música concreta, el noise o la performance. También las locas actuaciones de David Thomas y sus absurdas letras predijeron el post-punk del futuro.
‘The Modern Dance’ es considerado uno de los mejores discos de los 70 y de la historia, y con otros trabajos como ‘Dub Housing’ (1978), Pere Ubu asentaron su leyenda e influyeron a bandas posteriores como Joy Division o Pixies. Su vanguardista estilo de punk deconstruido, que absorbía también elementos de krautrock, música industrial o rock psicodélico, ha marcado el camino del post-punk durante generaciones, influyendo a bandas actuales como Shame, Gilla Band o los extintos Black Midi.
MIRA Festival ha publicado el primer avance de su edición de 2025, que se celebra los días 7 y 8 de noviembre en Fira Montjuïc (Barcelona).
Entre los nombres confirmados se encuentra Oneohtrix Point Never -que canceló su concierto en la edición anterior-, Ali Sethi + Nicolas Jaar, John Maus, Erika de Casier o Marie Davidson, atora del recomendable ‘City of Clowns‘.
Además, MIRA anuncia a Floating Points + Hamill Industries, Kaitlyn Aurelia Smith, aya + MFO, Franck Vigroux + Kurt D’haeseleer, Maya Shenfeld + Pedro Maia, 1V4N + MASSO y Pauk + Martina Ampuero. En total, 19 artistas «que reflejan la contundencia y la innovación en la intersección de la música contemporánea y el arte digital».
El festival presenta también «Under Pressure», el universo estético de esta edición, con el que explora la belleza inherente en el caos. La diseñadora gráfica barcelonesa Patricia Peix crea un «imaginario industrial crudo y sintético» expresado a través de «tipografías fracturadas, texturas que simulan el crujido y la interferencia, y mensajes codificados, invitando a contemplar la intrínseca belleza que palpita en la metamorfosis impuesta por la presión».
Desde hoy, los abonos y entradas de día para MIRA 2025 pueden adquirirse al precio de 85 euros y 45 euros (+ gastos) en la web del festival.
Estopa han sido los invitados musicales de esta noche en La Revuelta. El dúo de los hermanos David y José Muñoz ha asistido al programa de David Broncano para promocionar su gira de 2025, que marca sus 25 años de carrera, y ha protagonizado un simpático momento al interactuar en el programa con Río Babel: dos representantes del festival madrileño -que se celebra los días 4 y 5 de julio, Estopa actúan el segundo día- están presentes en el público.
Estopa sugieren que pedirán entradas a Río Babel para el público de La Revuelta, y Chema García, director de Río Babel, y Rocío García, responsable de comunicación, intervienen en la entrevista por sorpresa para aceptar la propuesta. Desde el palco del Teatro Príncipe Gran Vía, Chema promete que el festival regalará 300 entradas a la audiencia. Pueden certificar que vienen del festival porque llevan pulseras del mismo con cuatro meses de antelación.
A continuación, David Muñoz revela que Estopa ha intentado adelantar la fecha de su concierto en Río Babel, programado el sábado 5 de julio, porque Robbie Williams les ha invitado a participar en su concierto de Cornellà, que se celebra el mismo día. Chema cuenta que «no les ha dejado» -lógicamente, Estopa es el gran reclamo del sábado- y el dúo no podrá coincidir en el escenario con el autor de ‘Angels’. Sin embargo, Muñoz asegura que Estopa visitará al artista el día antes, probablemente en privado, ya que Williams no tiene ningún concierto programado el 4 de julio. Su show previo al de Cornellà es el 2 de julio en París.