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Charli XCX solo se apea de su «Mercedes» vertical para prenderlo en llamas en su nuevo vídeo

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Charli XCX es fan de los automóviles. En el vídeo de ‘Break the Rules‘ salía cantando encima de un autobús, en el de ‘Gone‘ con Christine and the Queens bailando frente a un coche blanco y en el de ‘2099‘ con Troye Sivan en mandos de una moto de agua; pero además, a lo largo de su carrera la británica ha escrito canciones llamadas ‘Vroom Vroom’, ‘Taxi’ (que permanece inédita), ‘Backseat’ o ‘Porsche’ y su nuevo disco incluye también un tema llamado ‘White Mercedes’.

Quizá por su sonido de balada clásica, tan apto para la radiofórmula británica, Charli ha decidido que ‘White Mercedes’ sea el nuevo single de ‘Charli‘ y su vídeo acaba de estrenarse. Por supuesto, la cantante aparece en él dentro un «Mercedes blanco», pero este está colocado en vertical, produciendo un efecto bastante impresionante. El director francés Colin Solal Cardo, que ya se encargó del clip de ‘Gone’ y además ha trabajado habitualmente con Christine and the Queens, se ha puesto tras la cámara de este vídeo rodado en un campo de trigo, con la presencia de un caballo pero también de un tractor y de globos, blancos en los tres casos, y que de manera simple pero efectiva une lo bucólico con lo urbano.

Os recordamos que Charli se encuentra de gira por Europa y que su gira llega a España el mes que viene. La británica actúa el 20 de noviembre en La Riviera de Madrid y el 22 en la sala Razzmatazz de Barcelona. Las entradas siguen a la venta solo para el show de Madrid, pues las de Barcelona están completamente agotadas.

Lana Del Rey, Weyes Blood y Zella Day cantan juntas ‘For Free’ de Joni Mitchell

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Lana Del Rey ha compartido un vídeo en Instagram de ella junto a Weyes Blood y Zella Day cantando ‘For Free’ de Joni Mitchell (que Lana está cantando durante la gira). Las tres aparecen sentadas en el suelo, parece que en una sala de ensayo, y durante la canción se reparten los versos y las armonías, buscando que cada una de las tres voces tenga su protagonismo.

El vídeo es curioso pues no hace tanto que Lana ni siquiera conocía personalmente a Weyes cuando expresaba su admiración por ella en las redes. De hecho, tanto Lana como Weyes han publicado dos de los discos mejor valorados de 2019, ‘Norman Fucking Rockwell!‘ y ‘Titanic Rising‘, a los que les une su gusto por la balada melódica americana de los años 70 (y su aparición en la lista de los mejores discos de la década de Pitchfork).

Por su parte, Zella Day es una cantautora de Arizona de aterciopelada voz que encantará a fans de Lana y Weyes, si bien en su caso la artista no publica álbum desde 2015. Curiosamente, Zella es 10 años menor que Lana y su canción más escuchada en Spotify es una versión de ‘Seven Nation Army’ de The White Stripes, eso sí, seguida muy de cerca por su estupendo single, ‘Hypnotic’.

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@zelladay @weyesblood

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‘Parásitos’: la bomba que ha convertido a Joon-ho en «el BTS del cine» y que dejará sin Oscar a Almodóvar

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El hijo mayor de una familia pobre ve una oportunidad para mejorar su situación, y la del resto de su familia, cuando consigue trabajo como profesor de inglés para una familia rica. Esta frase, que es lo máximo que deberíais saber sobre ‘Parásitos’ antes de entrar a verla (se disfruta más sin saber nada), no hace justicia a la película en absoluto. Pero es que, ¿cómo describir ‘Parásitos’? ¿Es una comedia de enredos para toda la familia? A nadie en su sano juicio se le ocurriría decir eso tras verla, pero es cierto que, por momentos, podría decirse que lo es. ¿Es una comedia negra? Se acerca más, pero no. ¿Es un drama? ¿Es un thriller? ¿Es una radiografía social? ¿Es terror? ¿Es sátira política? ¡¿Es un slasher?! La respuesta a todas estas preguntas es “sí” y “no” a la vez. No es que ‘Parásitos’ sea “una mezcla de géneros”, es que juega con ellos como si fuese el muñeco de Flubber, pero presentando no un ser deforme y viscoso, sino un perfecto puzzle. Uno de esos que dan envidia de lo bien hechos que están. No es de extrañar, pues, que a pesar de que ninguna película coreana haya sido nominada al Oscar jamás, y a pesar de que ‘Dolor y Gloria‘ es estupenda, Bong Joon-ho esté en todas las quinielas para llevarse el Oscar a la mejor película extranjera, después de llevarse la Palma de Oro en Cannes (de nuevo, primer director coreano en conseguirlo). Se habla incluso de una posible nominación a Mejor Película – ya ganar no, porque es imposible que una película así gane el Oscar… ¿verdad?

En cualquier caso, resulta paradójico que, tras películas de gran presupuesto como ‘Okja’ o ‘Snowpiercer’ por donde se paseaban estrellas internacionales como Chris Evans, Tilda Swinton o Jake Gyllenhaal, el film que más alegrías a nivel mundial le de al también director de ‘Memories of Murder’ y ‘The Host’ sea uno rodado íntegramente en Corea, con reparto coreano, rodado en coreano y, por supuesto, de producción mucho más modesta. El estatus del director es tal que se ha creado toda una comunidad de fans-casi-stans a su alrededor (la “bonghive”, en homenaje a la “beyhive” de Beyoncé) y el recibimiento que tuvo en el aeropuerto al volver de Cannes fue comparado con los que tienen los miembros del grupo BTS (le han llegado a llamar “el BTS del cine”). Y lo cierto es que focalizar su talento en una película “más sencilla” le ha permitido a Joon-ho asegurarse de tenerlo todo medido al milímetro y poner sus cinco sentidos. Literalmente. Y es que, en una historia cuya base es la lucha de clases, resulta significativa la importancia que el director le da al “olor” de la clase. Ya en una entrevista explicó que, a pesar de desarrollarse en Corea, la trama es universal: “aunque cada país tiene sus propias estructuras, cuando excavas en el capitalismo y exploras su infinita oscuridad, encuentras un mecanismo similar, y todos estamos obsesionados con la clase. Cuando pasamos al lado de alguien, aunque sea unos segundos, vemos lo que llevan, el reloj que tienen, su móvil, el coche del que se bajan, etc”. Y, sí, también su olor.

Esto está entendido de forma literal pero también como metáfora de algo que se queda contigo aunque laves la ropa. De que las oportunidades no dependen tanto del “esfuerzo” en moverse, sino de donde uno se haya criado. Esto conecta con la conclusión que parece querer arrojar Joon-ho con un polémico epílogo que puede resultar anticlimático e innecesario, pero que adquiere sentido a medida que le vas dando vueltas a la película. Puede conectar además, como algunos han establecido, con el mensaje antisonrisa-¿antisistema? de ‘Joker’, ha recibido también comparaciones con Buñuel, y yo mismo diría que puede recordar en otros aspectos a ‘madre!‘ (aunque está gustando a los haters de ‘madre!’). Pero ‘Parásitos’ no solo destaca en un guión redondo y en una dirección que maneja los tiempos como nadie, haciendo que las más de dos horas se pasen en un suspiro (¡y haciendo divertida una historia que realmente es amarga!), sino que se esmera además en la construcción de todos sus personajes, haciéndolos a la vez universales y locales, despertando desde simpatías inesperadas a deseos de violencia de los que avergonzarse. Nos mueve de un lugar a otro, sin que sepamos exactamente de qué lado estamos, y jugando con nosotros de la misma forma que juega con sus personajes y con la historia.

Aunque todo el reparto está sensacional, la mención especial se la llevan precisamente los más jóvenes, Choi Woo-shik y Park So-dam, que interpretan al hijo e hija de la familia pobre respectivamente: cargan gran parte de la identificación del espectador, y lo hacen con maestría. La historia empieza con ellos y ese humor que no llega a dejar de estar presente nunca, sirviendo como compañero de viaje, va en la mayoría de ocasiones de la mano de ellos. Un humor cuyo uso Joon-ho defiende, argumentando en la citada entrevista que cuando nos reímos, al menos tenemos la sensación de superar el horror. ¿Y cuál es el horror de ‘Parásitos’? ¿El presente que vive la familia protagonista? ¿El que viven muchas familias coreanas, y muchas familias por la precariedad en todo el mundo? No. El futuro. “No se trata del horror del presente, sino de que solo va a ir a peor”, advierte. “Ese es mi mayor miedo, porque yo estaré muerto en treinta años, pero mi hijo tiene veintitrés. Y no sé si mejorará, no tengo muchas esperanzas”. Esta mezcla de humor, amargura, desesperación y miedo, que parece imposible, está también presente en ‘Parásitos’. Y es una de las culpables de que la película sea la obra maestra que es. 9,5.

CLUBZ despiden la era ‘Destellos’ con un último vídeo, pero antes presentarán el disco en España

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CLUBZ, el dúo de post-disco de México formado por Coco Santos y Olrando Fernández, publicaba en 2018 su debut oficial ‘Destellos’, del que se extraían temas como ‘Nagano’, ‘Popscuro’, ‘El rollo’ o ‘Áfrika’ que a la postre han logrado cifras millonarias en Spotify, y sin contar hits previos como ‘Épocas’. Su gusto por las producciones funk, disco y electro-pop de los 80 y por las melodías cantadas en falsete, sin duda, han conquistado al público.

Rozando ya 2020, CLUBZ busca despedirse de la etapa de ‘Destellos’ no sin antes publicar un último videoclip, en concreto para uno de los temas que a priori no ha sido de lo más escuchados del álbum (aunque sus casi 600.000 reproducciones en la plataforma sueca tampoco son desdeñables), pero que vuelve a resultar magnética gracias a su elegante ritmo disco y a su hipnótica melodía de fondo. Se trata de ‘Réplica’, para cuyo vídeo el dúo se ha trasladado a un conocido restaurante de Monterrey, en el que vemos a sus dos integrantes interpretar la canción y también a una pareja de bailaores marcándose unos pasos.

El dúo ha revelado además que nueva música se aproxima tras el estreno de este vídeo, pero antes encara una breve gira por España que le traerá este mismo sábado 12 de octubre a la Sala Razzmatazz de Barcelona, el 17 de octubre a la sala Toneladas de Valencia, el 18 a la Sala Sol de Independance Club, de Madrid; y el 22 a la Sala X de Sevilla.

Manel / Per la bona gent

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“¡Por fin me gustan Manel!”, me escribió una amiga vía whastsapp el día que se estrenó ‘Per la bona gent’ (el single). Yo aún andaba recuperándome del susto. “Pero… ¿qué diantres han hecho?”, me preguntaba. ¿Maria del Mar Bonet? ¿Techno oscuro y pop sofisticado a la vez? ¿Un pseudo rap? ¿Por qué Guillem está tan enfadado? Todo me sonaba rarísimo y forzado. Pero, tras las escuchas, las cosas se fueron colocando en un sitio, hasta convencerme de que ‘Per la bona gent’ es otro himno “manelero”. Lo que sirve para explicar qué sentí tras la escucha del primer adelanto del álbum, también sirve para explicar cómo se percibe el álbum homónimo. Porque es un disco que puede incomodar de entrada. Pero, pasado el estupor inicial, has de admitir que los Manel lo han vuelto a hacer.

‘Per la bona gent’ es un disco difícil; difícil para de ser de Manel, se entiende. Del folk hay que olvidarse. Hace mucho que el cuarteto se adentró en territorios cada vez más vastos. Este nuevo álbum es la continuación de ‘Jo Competeixo’, no en vano, han vuelto a contar con Jake Aron en la producción y han avanzando en la misma dirección, pero retorciendo áun más las canciones. En su búsqueda de la expresión son capaces de de sacrificar la voz y las letras de Guillem Gisbert, sus mayores señas de identidad. La voz es distorsionada (¡Manel usando el autotune!), incluso machacada, lo que hace que, muchas veces lo que canta Gisbert resulte ininteligible. Unas letras que abandonan el costumbrismo y se amplían a través de un imaginario mucho más impreciso, a veces terrorífico, otras casi demente. Y, aunque hacen gala de un cancionero cada vez más esquinado, no les duelen prendas en dejar muy patentes sus influencias, ya sea todos aquellos que aparecen vía sample (la Bonet, Els Pets, etc), colaboración (Sisa) u homenaje (Serrat), o el pop refinado y sintético de los 80 o el hortera de Stock, Aitken & Waterman. Hasta hay atisbos de Vampire Weekend. Pero da igual que todo esté bien visible, porque, una vez más, todo suena a Manel. Y, en cada nueva escucha, descubres algún detalle o caes en algún pequeño homenaje.

El inicio, por eso, no depara demasiadas sorpresas. ‘Canvi de paradigma’ no resulta muy idem. Melódicamente es muy Manel, y su letra de aire costumbrista está en la pura tradición del grupo. Ya hay varias pistas, sin embargo, que señalan el camino; efectos, predominio de sonidos sintéticos, abrupta descarga épica… Incluso recuerdos a ‘La tieta’ de Serrat (“ i fan bonic les flors amb negres draps penjant” ). El viraje llega, brusco, en precisamente, ‘La Bona gent’, con la irrupción de la voz de Maria del Mar Bonet, cuyos versos de ‘Alenar’ suenan furibundos en este contexto. El sample (y todos los samples de este disco, en general) queda algo raro, demasiado evidente. Pero, a la vez, eso le otorga un encanto especial. La canción no es fácil de abarcar en toda su enormidad. Sus cargas de profundidad pueden pasar desapercibidas: “Encara no he dit si la joia/dels altres em porta només alegria/o em fa brollar dins un verí, una metzina, una forma subtil de dolor”, brama Guillem. Todo un andamiaje para armar una reflexión sobre la pretensión de bondad y su fracaso.

A continuación, llega el tour de force del disco, ‘Formigues’, tercer corte y el tema que puede resultar más irritante. La voz deformadísima de Guillem recitando unos versos de Mossèn Cinto Verdaguer abren la tonada. Tras esos segundos de desazón, su ruptura casi industrial es muy gozosa, hasta acabar convirtiéndose en otro oasis de pop sintético ochentero que relata una epopeya de venganza animalista realmente inquietante. Aunque sospecho que sin tanto alarde molaría aun más. Resulta curioso que, en comparación, las canciones más convencionales puedan parecer que se van diluyendo un poco, como le sucede a la ligera y optimista (al menos en lo melódico), ‘Aquí tens el meu braç’. Pero esta percepción corre a desmentirla ‘L’Adela i el marge’, la gran tapada del disco, una pieza breve y hermosísima, próxima a Paul Simon, que se agiganta a cada escucha con su delicadeza.

La tercera cima del disco es ‘Amb un ram de clamídies’, Un título feo para un tema irresistible que bascula entre el Battiato de ‘La voce del padrone’, el italo disco romantico y la sabia recuperación de ‘Ràdio Capvespre’, olvidada delicatessen de Maria Cinta; un rescate que aparece lo justo para elevar la emoción de technopop desatado de su estribillo. Y, como bien me ha señalado otro amigo, incluye ¡su primer solo de guiatrara’. Tras ‘Amb un ram de clamídies’, encontrarse con ‘Les restes’ y ‘Tubs de ventilació’ supone una pequeña bajona, ya que son bastante menos arriesgadas, aunque la segunda es muy animada con ese tan chunda chunda y su humor de fiesta mayor. Pero no es tan divertida, fresca y molona como la pieza más pegadiza de todo el disco, que es ‘Boy Band’. Probablemente, la composición más “cheesy” jamás perpetrada por los Manel. Y en que Guillem se sale cantando en modo achulado, y en que se permiten repescar esos “Boy!” con que comenzaba ‘Boys’ de Sabrina. Estupendísima.

El cierre es un tanto extraño y hace evidente el mayor lastre del disco, una secuenciación un tanto extraña y deslavazada (no puedes evitar pensar que los temas no están ordenados de la manera más óptima). Porque tras ‘Boy Band’ salta ‘Les estrelles’, sentidísima versión de la balada de Janis Ian/Nina Simone. Al fin y al cabo, todos sabemos que Nina Simone no hacía versiones, sino que se apropiaba de las canciones, como bien nos recuerda Gisbert: “La Janis Ian ho va explicar molt bé/La Nina Simone ho va fer millor encara”. Y de aquí se salta a la charanga capitaneada por Sisa, a quien otorgan el honor de cerrar el disco con la rumba ‘El vell music’, que encierra un homenaje a Gato Pérez y que tocará la fibra a los fans del genio del Poble Sec.

‘Per la bona gent’ es un disco extraño. No es que sea un monumento a la inaccesbilidad, pero puede resultar complicado de entrada. “No te gusta porque eres fan de Manel” me espetó la amiga ex detractora de la banda que comentaba al principio. Sí que me ha gustado, aunque fácil no nos lo han puesto. Manel han parido un disco exigente. Porque pueden.

Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Per la bona gent’, ‘Amb un ram de clamídies’, ‘L’Adela i el marge’, ‘Boy Band’
Te gustará si te gusta: El Franco Battiato de los 80, Vampire Weekend, Sisa, Antònia Font.
Escúchalo: Spotify

Diana Ross, primera confirmada en Glastonbury 2020

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Glastonbury se ha adelantado bastante este año confirmando a la primera artista que actuará en su edición de 2020, cuando normalmente no es hasta la primavera previa a la celebración del festival -que tiene lugar en el mes de julio- cuando da conocerse el cartel completo, en el que este año han actuado gigantes como Janet Jackson, The Killers o Kylie Minogue.

Ha sido la organizadora de Glastonbury, Emily Eavis, quien esta mañana ha desvelado en Twitter que Diana Ross es el primer nombre confirmado en la próxima edición del macrofestival britànico. La propia Ross ha anunciado en sus redes: «A todos mis fans alrededor del mundo, este es mi homenaje a vosotros. Cada concierto es como una fiesta privada, puedo ver vuestros ojos y sentir vuestros corazones. Voy a Glastonbury, con amor». La ex Supreme actuará en el escenario de las «leyendas», donde Kylie ha tocado este año, produciendo la actuación más vista de la historia de Glastonbury en la BBC.

La intérprete de ‘I’m Coming Out’, a sus 75 años una absoluta institución de la música popular americana tanto por su trabajo en las Supremes como por su carrera en solitario, anunciaba este mismo año unas pocas fechas en Estados Unidos, y desde 2013 a 2017 realizó una breve gira de conciertos llamada ‘In the Name of Love’, seguida de una residencia en Las Vegas. Este mismo año, la cantante ha actuado en los Grammy.

La Canción del Día: girl in red no sabe qué hacer con «la chica muerta en la piscina» después de un fiestón

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Si estás totalmente enamorado/a de Clairo, esta es tu noticia… aunque haya un considerable salto estilístico. Vayamos por partes. A principios de año ya hablábamos en nuestro especial de nombres prometedores para 2019 de girl in red, proyecto de bedroom pop de la noruega Marie Ullven. Como la autora de ‘Immunity’ aparecía ya como una referencia para ella, habida cuenta de que ambas son jovencísimas –20 años, en el caso que hoy nos ocupa–, que comenzaron a despuntar subiendo a Youtube sus propios temas, haciéndose virales, y que ambas hacen bandera de su condición queer. En realidad ahí acaban las semejanzas entre ambas, porque musicalmente girl in red se muestra en sus canciones más próxima al indiepop británico, entre The Cure y el tweepop de finales de los 80. [Foto exterior: Jonathan Vivaas Kise.]

Desde que debutara en 2018 con el single ‘I Wanna Be Your Girlfriend‘ –que no tiene nada que ver con Ramones y sí con The Drums–, la popularidad de Ullven no ha parado de expandirse a través de las redes sociales por el boca-oreja con temas como ‘We Fell in Love in October‘ y ‘Summer Depression‘, ya que girl in red nunca ha tenido un sello y ha autoeditado todos sus trabajos publicados. También sus EPs, ‘Chapter 1‘, publicado el año pasado, y ‘Chapter 2‘, que ha visto luz este verano.

Aunque ‘Bad Idea!‘ (portadón) y ‘I’ll Die Anyway‘ destacan también en este lanzamiento y demuestran que su ingenio musical tiene una particular frescura, aunque se mueva en códigos musicales oídos muchas veces. Pero sin duda nos quedamos con ‘Dead Girl in The Pool’, diríamos que la canción más brillante e inmediata de su repertorio. El tema arranca con un espíritu acústico, aunque ya adivinándose su ritmo saltarín, que explota del todo cuando alcanzamos su irresistible estribillo, en el que irrumpe toda la instrumentación, mientras Marie repite obsesivamente que «hay una chica muerta en la piscina y no sabe qué hacer».

Su letra es tan divertida como la propia canción, puesto que, como su encantador vídeo retrata, habla desde la perspectiva de una resaca durísima. En esa mañana después, la mente de girl in red es «un desastre», pero hay algo que capta su atención fuera. Efectivamente, se trata de un cuerpo flotando en la piscina de la casa. Aunque lo mejor llega con un giro inesperado que retrata lo chungo del pedo que cogió la noche anterior: ¡esa chica muerta no es otra que ELLA MISMA! Un auténtico pelotazo de indie pop irresistible que, sumada a la colección de buenas canciones que ya posee, ya le daría para armar un álbum debut notable en algún avezado sello. Ella, sin embargo, no parece preocupada por el tema y, pese a su autogestión, ya hace giras por Estados Unidos, Australia y Reino Unido. Esperemos que se deje caer pronto por España.

Los madrileños Rata Negra llaman la atención de la influyente web Stereogum con ‘¿Qué tendrá?’

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Rata Negra son un trío madrileño que surgió tras la suspensión –no exactamente una separación como tal– del combo Juanita y Los Feos, a los que Carolina Durante hacían un guiño en uno de los mayores hits de su debut homónimo, ‘Las canciones de Juanita‘. Conformado por Violeta, voz de su anterior banda y que además compagina con el bajo, Fa, a las guitarras, y Pablo, batería también de La U.R.S.S., Rata Negra debutaban en 2017 con ‘Oído absoluto‘, con un carácter aún más punk y menos pop –aunque sin descuidar la melodía–, y, sin pausa, lanzaban su segundo disco al año siguiente, ‘Justicia cósmica‘.

Este año no habrá nuevo álbum, pero sí un nuevo single: un 7″ titulado ‘La hija del sepulturero‘ que contiene dos canciones que pretenden acentuar un espíritu de «pop oscuro». Y nada mejor para ello que recurrir a un texto original del poeta de finales del siglo XIX José María Gabriel y Galán, del que también toman el nombre del disco. Lo trasladan a ‘¿Qué tendrá?’, con un sonido efectivamente más limpio y pulido –citan a Golpes Bajos como influencia–, para contar la historia de esa lúgubre chica que misteriosamente estrena traje nuevo cada poco tiempo («¿Te has preguntado de dónde han salido?»). La canción ha llamado, inesperadamente, la atención de un medio especializado como Stereogum, que ha dedicado un artículo completo al grupo, rindiéndose al gancho de la canción y comparándoles con los yanquis Flasher. El single se completa con una curiosa versión: ‘Problemas no’ de Diseño, efímero grupo de tecnopop de los 80.

Curiosamente, este lanzamiento coincide en el tiempo con una reunión de Juanita y los Feos, aunque ya han dejado claro que se trata de algo puntual y por una causa especial: son el gran atractivo del cartel del X aniversario del festival Autoplacer, que se celebra el 19 de octubre, como siempre de manera gratuita en el Centro de Arte 2 de Mayo de Móstoles, Madrid. Les acompañan Lorena Álvarez, Caliza, Sierra, John Grvy y Salfumán, entre otros.

Ray Davies confirma que está escribiendo un nuevo disco de The Kinks con su hermano Dave

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El próximo 25 de octubre se publica una nueva reedición de The Kinks. Concretamente del álbum ‘Arthur (Or the Decline and Fall of the British Empire)’, que tras el 50º cumpleaños del genial ‘The kinks Are The Village Green Preservation Society’ es el siguiente en alcanzar esa misma edad. Se publica una caja de lujo con maquetas, tomas alternativas, canciones inéditas y nuevas mezclas de canciones como ‘Victoria’, ‘Shangri-La’, ‘Australia’ o ‘The Future’ (en una versión doo-wop, por ejemplo), que se han ido desvelando en las últimas semanas.

Aunque lo más interesante de esto es saber que, pese a que el asunto parecía haber quedado en un limbo con la publicación de los dos últimos discos en solitarios de Ray, la tan esperada reunión de The Kinks vuelve a la palestra. Y es que, si en 2014 Ray aseguraba que estaba hablando con su hermano Dave Davies para una posible gira de reunión –hace más de 20 años que no actúan juntos–, la noticia ahora sería la grabación de un nuevo álbum del grupo británico, nada menos. El último trabajo de estudio de The Kinks, ‘Phobia’, data de 1993, hace 26 años.

Así lo ha afirmado el artista a El País, en conversación con el periodista Fernando Navarro. “Empezamos a escribir canciones. Ya estamos en marcha buscando ideas de canciones y estructuras. Todavía no sabemos dónde vamos a grabarlas, pero ya está en nuestras cartas hacerlo”, recoge la noticia. Y no es sólo una idea, esta vez, sino que ya ha comenzado a gestarse físicamente: “Tocamos y ensayamos juntos hace unas semanas. Dave tiene preparadas algunas canciones. Estamos pensando en las letras. Al menos me gustaría intentar hacer otro disco con él. Va a ser una especie de disco coescrito por los dos”. También explica que le gustaría, como planearon un lustro atrás, volver también juntos a los escenarios, y es algo que «están discutiendo». Ojalá no quede en agua de borrajas.

Sesión de Control: Manel, Camellos, Maria Rodés, Quique González, Los Chikos del Maíz, Madee, Tórtel, Buscabulla, Gianluca…

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Nueva edición de nuestra Sesión de Control, sección dedicada a repasar las novedades más destacadas del panorama alternativo de nuestro país y Latinoamérica. Al final del artículo encontrarás la playlist de Spotify dedicada a esta sección que se renueva quincenalmente, conservando las canciones incluidas en la anterior entrega. Podéis encontrarla al final del artículo. [Foto exterior: Maria Rodés, por Noemí Elias; foto interior: Camellos]

Como es habitual, repasamos primero los álbumes que se han publicado en las últimas semanas, desde que publicamos la última edición de esta sección: además de trabajos que hemos reseñado ya, como los de La Bien Querida, Delafé, Los Punsetes, Viva Suecia, Mourn o Marcelo Criminal, estos días han visto la luz ‘Los cielos cabizbajos’ de Lagartija Nick –no incluimos ninguna canción en la playlist, puesto que en Spotify está el álbum completo en una única pista–, Manel –‘Per la bona gent’, con varias sorpresas sonoras que han venido adelantando–, Virginia Maestro –con varios meses de demora, llega ‘Del sur’, su álbum grabado en Nashville con músicos norteamericanos de country– y Los Chikos del Maíz –un ambicioso álbum que marca el regreso del dúo de rap valenciano, tan comprometido políticamente como siempre–.

Algo menos populares, pero no por ello menos importantes, también han editado disco los gallegos Bifannah –un paso adelante para su psico-retro-pop-rock en portugués titulado ‘Danças Líquidas’–, Serpiente –el combo femenino de post-punk debuta en largo en el siempre inquieto sello Humo–, Gianluca –esperado debut del rapero-cantante chileno, con colaboraciones tan variopintas como las de Javiera Mena, Gepe, Pedrito LaDroga o Pablo Chill-E–, Últim Cavall –‘Alaska’ es segundo trabajo del grupo barcelonés de dream pop en el sello Discos de Kirlian– y Moon Vision –debut del dúo de pop electrónico, con diversas voces femeninas invitadas–.

Estas semanas también hemos podido escuchar avances de próximos álbumes que verán la luz en las próximas semanas o meses. Por ejemplo, Maria Rodés ha avanzado con ‘Carta al diablo’ un proyecto titulado ‘Lilith’, «inspirado en el mundo de las brujas»; el cantautor rock Quique González ha presentado otro nuevo single de la continuación del celebrado ‘Me mata si me necesitas’; los cada vez más célebres Camellos, que en noviembre publican su segundo largo, ‘Calle para siempre’; Madee, el grupo de post-emo-rock en el que dio sus primeros pasos The New Raemon, ha regresado tras 12 años de letargo; Buscabulla, dúo puertorriqueño que ha vuelto a su país tras años en Nueva York, desde donde publicarán su álbum debut en el sello Domino; y Reyko, el dúo español afincado en Londres, presentaba un ‘Hierba mala’ cantado en spanglish de su inminente álbum debut.

La playlist de Spotify en la que reunimos estas novedades se completa con nuevos temas de la ex-Dënver Mariana Montenegro, Bravo Fisher! –con múltiples referencias a las actuales estrellas del rap/trap español–, Tórtel –tras el estupendo ‘Las tres tormentas’, sigue espandiendo su propuesta con nuevos sonidos, esta vez con Clara Vinyals de Renaldo & Clara–, Alizzz apoyándose en los brasileños MC Buzzz y MC Bin Laden (con el que trabajó en el single de C. Tangana ‘Pa´ llamar tu atención‘), Sticky M.A., el siempre sugerente dúo valenciano Salfumán, la electrónica noir de Nightcrawler, el rapero “sui generis” One Path, el vacile cumbiero de ORTIGA (ex-Esteban & Manuel), los murcianos GLAS (con un ex-Varry Brava) y Kaydy Cain, en una producción de Lowlight, que hace poco trabajaban con Alba Reche de OT 2018.







20 películas de miedo y cine fantástico vistas en Sitges 2019 (1 de 2)

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Entre el 3 y el 13 de octubre (aún quedan varios días de exhibición) se está celebrando la 52ª edición del Festival de Cine Fantástico de Sitges. Su público entrañable, el sábado en parte disfrazado de zombi para la tradicional marcha por el pueblo, ha acudido fiel un año más a este desfile de cintas que tanto provocan terror como carcajadas, aplausos e incluso vítores en los pases en sus momentos más gore. A lo largo de 2 especiales repasaremos algunas de las películas vistas estos días, algunas muy anheladas y otras más random como consecuencia de la suerte: conseguir pases para algunas películas, como por ejemplo ‘The Lighthouse’ (que un compañero del site pudo reseñar desde Cannes), tanto como público como prensa fue misión imposible.

‘The Lodge’: guerra de locura en la cabaña perdida

Desde Austria, Veronika Franz y Severin Fiala (‘Goodnight Mommy’), vuelven con esta cinta de terror psicológico con ecos de ‘Hereditary’, ‘El resplandor’ y, en un par de planos y escenas, ‘Los Otros’. Un padre intenta acercar a sus dos hijos a su nueva novia reuniéndolos en una cabaña durante un fin de semana. Una vez allí, el guión se las apaña para manipular hábilmente al espectador jugando con el pasado en una maléfica secta de la madrastra (Riley Keough) y su turbadora adicción a las pastillas, y unos niños cerrados en banda hasta lo enfermizo, en su negativa a darle a esta mujer una oportunidad (Jaeden Martell de ‘It’ está especialmente estupendo). Franz y Fiala saben conectar al espectador con los personajes a través de un inicio de película muy emotivo, en el que destaca una escena impresionante de Alicia Silverstone. Entre referencias religiosas y escenas propias de thriller, ‘The Lodge’ se beneficia de un par de inesperados giros de guión, si bien un tijeretazo de 10 minutos sobre el metraje no le habría hecho ningún daño. 7,5.

‘4×4’: claustrofobia en el coche robado

Un ladronzuelo se cuela en un coche para robar, pero cuando se dispone a salir se da cuenta de que no puede escapar. Este es el arranque del que parte el argentino Mariano Cohn en esta cinta que comparte el punto claustrofóbico con ‘Buried’, pero aquí con un trasfondo más social, poniendo sobre la mesa un interesante debate. De un lado, un vecindario hasta el kiwi de que les roben. De otro, el salvajismo de tomarte la justicia por tu mano. Con un guión de este tipo, una de las principales cuestiones es cómo sobrevive la película durante tantos minutos con un único protagonista, y en ese sentido los recursos del sueño y el bichito que escapa por el agujerito son un poco manidos, de la misma manera que Dady Brieva funciona mejor como voz en off que como personaje en sí. Pero sí es cierto que Peter Lanzani está sobresaliente como protagonista y su último plano no puede estar más cargado de simbología. Te gustará ‘4×4’ si te gusta… la letra de ‘In the Ghetto’. 7,5.

‘La jauría’: ¿quién es el lobo?

Curiosamente otra película exhibida en el festival parte de una premisa muy parecida: cuatro hombres encerrados en un coche, en este caso a punto de morir por inhalación de monóxido de carbono. La de C. Martín Ferrera, inspirada en parte en el juego de Lobos y Aldeanos, es más modesta en cuanto a guión y dirección de actores, con varios momentos un tanto repetitivos, como es la presentación de los propios personajes. Sin embargo, pese a ese final demasiado precipitado, ‘La jauría’ se apunta el tanto de terminar tratando una temática de plena actualidad, poco manoseada en el cine por el momento, y manteniendo al espectador en vilo durante sus 75 minutos. ¿Qué ha llevado a estos 4 hombres a verse encerrados en este coche? ¿Qué tienen en común? ¿Cómo lograrán salir de ahí? 6.

‘Koko-di Koko-da’: ¿es posible huir de la muerte?

Ver una película sueca a las 8 de la mañana después de una maratón nocturna de 3 películas y un corto croata sobre un ojete con un alienígena asesino dentro, se antojaba una labor titánica, pero la cinta de Johannes Nyholm atrapa desde el principio logrando la empatía del público objetivo de Sitges. Los protagonistas son una pareja que se enfrenta, entre otras cosas, a una alergia letal, sobre la que el marido llega a bromear: «mi mujer ha entrado en el baño y ha salido otra persona. ¡Es Freddy Krueger!». Con esa minúscula nota de humor negro, el espectador se ve atrapado junto a ellos en una pesadilla vacacional que, por diferentes razones, puede gustar mucho a seguidores de ‘Las colinas tienen ojos’, ‘El día de la Marmota’, ‘Destino final’ o ‘El ángel exterminador’. Eso sí, todo ello pasado por el prisma del cine independiente, con un par de incursiones oníricas y lynchianas (esa familia de conejos), llenas de dobles sentidos e interpretaciones. El paseo mágico lo podrían haber musicado los primeros Goldfrapp. 8.

‘Bliss’ es un cuadro

Un rótulo nos advierte antes de la exhibición de ‘Bliss’ de que lo que vamos a ver no es apto para epilépticos. Efectivamente ya los créditos de la cinta de Joe Begos son más duros de roer que las primeras páginas webs de M.I.A. Lo que no se nos advierte es que estamos ante una idea de guión que debería haber sido un cortometraje de 8 minutos en lugar de una película de 80. Protagonizada por una pintora incapaz de terminar un cuadro, ‘Bliss’ pretende ser una metáfora sobre la creación y una reflexión sobre la relación de las drogas con la creación artística. Una película sobre cómo la culminación de una obra puede llevarte por delante. Suena interesante hasta que todo se convierte en un chorreo de sangre, drogas, heavy metal y otros lugares comunes, como ideado por un estudiante de 1º de Bellas Artes o Comunicación Audiovisual. Que alguien le regale a Joe una suscripción para ver en algún lado ‘Arrebato’. O ‘Blow Up’. 4.

‘Verotika’: Glenn Danzig nos ofrece sangre y tetas con ojos

Que tiemble Rob Zombie, que llega Glenn Danzig. El fundador de Misfits debuta en la dirección a los 64 años referenciando, según él, el giallo de gente como los míticos Dario Argento y Mario Bava. Algo hay en común sobre todo en la manera de retratar la sangre, pero lo de Danzig apunta más bien a la estética tetuda de Russ Meyer, al cómic pajillero y a la serie B de Bruce LaBruce, pero en hetero y sin intencionalidad política. ‘Verotika’ se compone de tres historias, cada una deliberadamente más ridícula que la anterior. En la primera la protagonista es una mujer con unos ojos en las tetas que pintan menos como recurso narrativo que una braga-faja en una película porno; la segunda reafirma la divertida parodia de la policía -y del género policíaco- a la que apunta la primera. Para cuando llega la tercera, el delirio es ya total. Vemos unos planos interminables de una condesa de la Edad Media mirándose al espejo tras alimentarse de la sangre de unas doncellas vírgenes, mientras el público grita cosas como «¡selfieeee!» o «¡no os vayáis!» a aquellos que deciden desertar. Para entonces te das cuenta de que ‘Verotika’, más que una película, es una experiencia en la que la complicidad del público con el director, presente en la sala, es máxima. Glenn Danzig ya planea otra película, un «spaghetti western» con vampiros, y yo no me la pierdo. Pero con amigos. 6.

‘L’Angle Mort’: el sufrimiento de los invisibles

En contraste brutal con ‘Verotika’, el ambicioso existencialismo de ‘L’angle mort’, y no porque en este caso sea un chico, Jean-Christophe Folly, y no una chica, quien se pasa desnudo media película. Los directores franceses Patrick-Mario Bernard y Pierre Trividic comienzan esta cinta a golpe de jazz, pero desgraciadamente renuncian a ese ritmo para apostar en su lugar por un guión pausado, baladesco, centrado en el drama y sin sobresaltos, dedicado a los invisibles de nuestra sociedad. Porque el protagonista, Dominick, puede desaparecer cuando quiere, pero eso no termina de darle la felicidad ni siquiera cuando parece tener bastante suerte en el amor. Pese a que no termina de exprimir la excelente idea de partida, ni desde el punto de vista dramático, ni como thriller, ni desde ese punto de vista erótico con el que llega a coquetear, la película cuenta con interesantes segundas lecturas en referencia a la inmigración y a los marginados en general. ¿Será un invidente la pareja perfecta para alguien que no quiere o puede ser visto? Una pena que ‘L’Angle Mort’ en sí no sea más «visible» para el público generalista: ¿será una metáfora?. 6.

‘Ready or Not’: la golosina de Sitges 2019

Tan asumible por todos los públicos que llega a los cines españoles este mismo viernes 11 de octubre (en breve publicaremos una reseña más completa), ‘Ready or Not’ (‘Noche de bodas’) es una buena película que en el contexto de Sitges se transforma en peliculón. Siguiendo una tradición familiar de empresarios de juegos de mesa, en la noche de bodas de la pareja protagonista toda la familia ha de enfrentarse a un juego macabro. Una versión tétrica del Escondite en la que la derrota se paga con la muerte. Divertidísima, sangrienta y no siempre tan predecible, la película de Tyler Gillett y Matt Bettinelli-Olpin no oculta ni su intencionalidad feminista ni su burla de la alta clase social. Yo fui a Sitges exactamente para ver mucho de esto. 8.

‘The Shed’: la venganza de los «losers» del instituto

Frank Sabatella dirige este entretenidillo film protagonizado por dos “losers”, Stan y Dommer, que parecen sendos personajes recién escapados del Festival de Sundance. El uno sufre el maltrato psicológico de su abuelo, su único pariente; el otro, el bullying escolar. ‘The Shed’ es un cúmulo de tópicos de instituto, entre el acosador malvado, la guapa inalcanzable y los chicos alternativos que conectan con el espectador que se preocupa de ver una historia como esta. Sin embargo, el recurso de que sea una figura monstruosa que aparece en el cobertizo de la casa de Stan, la que puede ejercer de «salvadora» para ambos protagonistas, tiene su gracia. ¿Son los monstruos de las películas tan terroríficos o lo es nuestra propia vida? Aunque se agradecería que ‘The Shed’ fuera más abiertamente hacia la comedia, más abiertamente hacia el gore, o más abiertamente hacia algún sitio, logra arrancar en Sitges casi todas las carcajadas que busca. 6.

‘Dark Encounter’: ¿quién da más miedo?

La cinta de Carl Strathie comienza con la desaparición de una niña de 8 años en un pequeño pueblo de Estados Unidos. La estética y la narración de ‘Dark Encounter’ sugiere desde el primer momento que la niña haya sido abducida, ante la ceguera de una familia y la policía, que parece no querer darse cuenta de lo «evidente». ‘Dark Encounter’, que a la postre termina resultando un gran título, muestra su propia ceguera al espectador a través de un giro en la trama. Aunque el momento ‘Interstellar‘ le queda muy grande a este drama familiar un tanto telefilmesco, como subraya su propia música, la última media hora revela una nueva visión sobre esos hombrecillos verdes que tanto han aterrorizado al espectador desde el espacio a lo largo de la historia del cine. 6.

Te invitamos a todos los conciertos y sesiones de aniversario de Razzmatazz este otoño

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Este jueves comienza el ciclo de actividades con las que se celebrará el 19º aniversario de la barcelonesa Sala Razzmatazz. Los conciertos y sesiones tienen lugar durante todo el otoño, entre octubre y diciembre, como es habitual, arrancando este jueves 10 de octubre con el show de Sebadoh. Como cada año, JENESAISPOP regala una entrada doble para TODOS los conciertos y sesiones del aniversario.

El aniversario de Razzmatazz NO incluye todos los eventos que se celebrarán estos 3 meses en la sala, pero sí todas las sesiones y shows de RazzClubs y muchos conciertos extra que puedes ver listados aquí. La entrada doble que regalamos incluye el pase a los conciertos de Vampire Weekend, Hot Chip, Primal Scream, 808 State, Kiasmos Dj Set, Charli XCX, Bad Gyal, Cariño o La Casa Azul. Entre las últimas confirmaciones han estado The Waterboys, Of Monsters and Men, Boys Noize o Ben Klock. El aniversario se cierra el próximo 14 de diciembre con las actuaciones de Max Cooper, Ojete Calor y Elyella.

Para ganar esta entrada doble tan solo tienes que escribir antes de este jueves 10 a las 12.00 a jenesaispop@gmail.com indicando por qué crees que mereces entrar gratis a todos estos eventos durante los próximos 3 meses. La persona más concisa y divertida ganará y estará apuntada en lista de puerta de todos estos eventos.

Rihanna habla de sus 2 próximos discos y explica por qué rechazó la Super Bowl

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Rihanna es la nueva portada de la versión internacional de la revista Vogue gracias a una entrevista concedida a esta publicación. En ella habla de su próximo disco, que Vogue entiende que está «casi terminado» pero del que no se da fecha de publicación. Cuando le preguntan por ella, Rihanna de hecho pone cara de terror.

Lo que sí ha aclarado es que ese álbum, la continuación de ‘ANTI’ 3 o 4 años después, será el disco reggae sobre el que se lleva hablando un año y medio, aquel para el que había aportado beats «medio Jamaica». Dice Rihanna: «Me gusta entenderlo como un disco inspirado en el reggae o con ecos de reggae. No va a ser el típico disco de lo que conoces como reggae. Pero sí notarás que hay elementos propios en todas las canciones. El reggae siempre me ha gustado. No importa lo lejos o apartada que esté de esa cultura, es el entorno en el que crecí y nunca se ha ido. Incluso aunque he explorado otros géneros musicales, era el momento de volver a algo en lo que no me había asentado en un disco entero».

Sin embargo, en otro momento de la entrevista reconoce que, como se rumoreaba, a la vez ha trabajado en otro proyecto que sería su 10º álbum. En ese sentido está en «etapa de descubrimiento». «En esta ocasión hemos estado en todo momento trabajando en dos piezas de arte diferentes. Una inspirada en la música con la que crecí, y otra que es la evolución de donde voy a ir después con la música».

En otro momento de la entrevista, Rihanna confirma que rechazó aparecer en la Super Bowl, en solidaridad con Colin Kaepernick. «Por supuesto. No me habría atrevido a ir. ¿Para qué? ¿Quién se habría beneficiado? No mi gente. No podía venderme. Hay cosas en esa organización con las que no estoy de acuerdo, y no iba a ir allí a servirlos de ninguna manera».

No te pierdas el tocadiscos en llamas con el que POLIÇA presentan su nuevo disco

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POLIÇA, el grupo de pop electrónico aficionado al autotune y con dos baterías de Channy Leaneagh, ha anunciado nuevo disco propio tras su colaboración de 2018 con el colectivo s t ar g a z e, ‘Music for the Long Emergency’. El verdadero sucesor de ‘United Crushers‘ sale el 31 de enero y se da la circunstancia de que es el primer disco del grupo desde que Leaneagh sufriera un accidente al caer de un balcón en 2017, rompiéndose una vértebra.

Afortunadamente, Leaneagh se ha recuperado de su accidente y aunque ‘When We Stay Alive’, el nuevo álbum de POLIÇA, no se centrará exclusivamente en este suceso, el primer single del álbum, ‘Driving’, sí nos habla de él como explica la artista en una nota: «tumbada en la cama mientras me recuperaba de una caída desde tres metros de altura debido a una despreocupación por mi vida, soñaba que corría por campos verdes y las lágrimas caían por mis ojos. Este es un sentimiento al que agarrarse, que la vida vale la pena vivirla aunque todas las torres se derrumben y esto va más allá de mi pequeño accidente. El hecho de seguir a la bruja a través del barco que se hunde y tener la oportunidad de volver sin dejar huella. Sigue conduciendo… Una segunda oportunidad que jamás olvidaré».

Y tras esta dramática historia se esconde un tema bastante electrónico y robusto, con toda la pinta de colarse pronto entre los favoritos de sus seguidores. Y el visionado de su vídeo también vale la pena, pues con poco más que un tocadiscos en llamas y la intermitente aparición en escena de una persona que parece estar en serios problemas, arrastrándose por la hierba; el grupo logra construir una historia realmente inquietante, con planos un poco Tarkovsky y también un poco Kubrick. Ojo también a la cara b de ‘Driving’, ‘trash in bed’, pues es incluso más accesible que la primera.

El Columpio Asesino estrenan ‘Huir’, su primer single en un lustro

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El Columpio Asesino están de vuelta con su primer single en cinco años. Este es el tiempo que ha pasado entre su último disco de estudio, ‘Ballenas muertas en San Sebastián‘ y la actualidad, hasta el punto que en algún momento pareció que se habían separado, información que nos habríamos creído si no fuera por que los navarros han seguido tocando por aquí y por allá (además, Cristina participó en el disco de Cabezafuego), y que su propio Mushroom Pillow nos desmentía hace relativamente poco, explicando entonces que se encontraban preparando nuevo material pero a un ritmo «lento».

Aunque ya en enero de 2018, el festival WAM confirmó que El Columpio Asesino trabajaban en un nuevo disco, las noticias en torno a este trabajo han sido escasas, pero desde hoy mismo ya puede escucharse en la web del programa Siglo 21 de Radio 3 (min. 29.15) ‘Huir’, el tema con el que El Columpio Asesino presumiblemente inician la nueva etapa de su carrera. Y por sonido también lo parece, pues aunque ‘Huir’ contiene los sintes kraut de siempre y su estribillo se compone de la macarra frase «¿cómo es que llamas esta noche?, ¿quién te ha fallado hoy?», en este caso la canción es bastante funky.

Con ‘Huir’ ya online, no es descabellado pensar que el nuevo largo de El Columpio Asesino vaya a ver la luz en 2020. Será el primero desde que ‘Toro’ se consolidara como un verdadero clásico del rock alternativo español, pues roza ya los 9 millones de streamings en Spotify. De hecho, esta misma semana se ha conocido que ‘Toro’ será una de las canciones que Fangoria cantarán en su nuevo disco de versiones. Con su leyenda más viva que nunca, ya había ganas de que los autores de ‘Diamantes‘ sentaran cátedra en el pop nacional con un nuevo álbum.

Revelación o timo: Kylie Minogue y Jenifer recuperan los míticos «la la la» de la primera en ‘On oublie le reste’

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Kylie Minogue acaba de colaborar con Tove Lo en la excelente ‘Really don’t like u’, y cuando solo ha pasado un mes desde que conociéramos esta canción, la australiana tiene novedades que ofrecer.

Se trata de ‘On oublie le reste’, el nuevo single electropop de la cantante francesa Jenifer, en la que Minogue participa como artista invitada. Pero el protagonismo de Kylie en la canción no acaba ahí, pues el estribillo de ‘On oublie le reste’ se atreve a emplear los míticos «la la la» de ‘Can’t Get You Out of My Head’, el mayor éxito de Minogue. No es un sample directo como el de Girl Talk (también lo usó a su manera Baauer), pero el uso de esta melodía en la canción claramente busca el elemento nostálgico, aunque… ¿no suena la producción de ‘On oublie le reste’ un poco desfasada? Según Charts in France, ‘On oublie le reste’ es el primer avance de la reedición de ‘Nouvelle page’, el hasta ahora último álbum de estudio de Jenifer, publicado en 2018.

Aunque en España no nos suene demasiado su nombre, Jenifer es una cantante muy popular en Francia desde que en 2002 ganara un concurso de talentos parecido a Operación Triunfo. Podría decirse que es su propia Malú, más o menos. Algunos de sus éxitos son ‘J’attends l’amour’, ‘Au soleil’, ‘Des mots qui résonnent!’, ‘Ma Révolution’ o la reciente ‘Les choses simples’. Kylie ya había cantado en francés no en ‘Je ne sais pas pourquoi’, sino en una versión alternativa de ‘Confide in Me’.

The Cure planean publicar tres discos, el primero de ellos quizás antes de Navidad

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The Cure planean para más pronto que tarde el lanzamiento de su nuevo disco, como es sabido, el primero en 11 años. Sin embargo, Robert Smith ha sorprendido en unas declaraciones al medio mexicano Zócalo recogidas por Stereogum, y en las que ha revelado que los británicos se encuentran trabajando actualmente no en uno sino en hasta tres álbumes. Y ha descrito cada uno de ellos. El primero, que podría salir antes de Navidad, «lleva el estilo de The Cure, pero mucho más oscuro y emocional, incluso creo que hoy en día aún me cuesta interpretar algunas de las nuevas canciones porque salieron muy de las entrañas, me solté en ellas, saqué todo lo que traía y me inspiré en transiciones, pérdidas, en la ausencia física de mi madre, de mi padre, de mi hermano…»

En cuanto al segundo, ha dicho que ya lo tienen bastante avanzado y que «se refiere a piezas mucho más libres y con una sonoridad más pronunciada, más fuerte, y que para grabarlas tiene que ser en vivo, sí, con esa experiencia de armar un concepto sustentado en la interpretación del momento». Por su parte, el tercero parece que será incluso más experimental: «el tercero es un disco de ruido, con aspectos y ambientes diversos, todo ello basado en las experiencias sobre un escenario o en mis trayectos, en situaciones donde el ruido está presente y al que estamos tan acostumbrados que ya no le ponemos atención».

Parece que la moda de publicar música sin parar que tanto manda en la era del streaming, y que quizá asociamos más a la cultura del hip-hop y de las «mixtapes», también interesa a los autores de ‘Disintegration‘. O quizá es que 11 años han dado para producir muchísimo material. Habrá que esperar a que termine de materializarse el sucesor de ‘4:13 Dream’, que lleva el título provisional de ‘Live from the Moon’ aunque Smith asegura que le cambiará de nombre con bastante seguridad, y sobre todo a comprobar si estos tres discos terminan de llegar.

Girl Band / The Talkies

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Girl Band publicaron su impactante debut en 2015 y después desaparecieron. Pasó 2016, pasó 2017, pasó 2018 y ha pasado medio 2019 hasta que los autores de uno de los mejores discos de noise rock de los últimos años han confirmado su regreso con ‘The Talkies’, un segundo trabajo que parte del anterior para seguir engrandeciendo la leyenda de los irlandeses con nuevas ideas.

Durante su largo descanso, Girl Band han cuidado su salud mental (esta es la razón que dieron cuando cancelaron su gira en 2015), pero ‘The Talkies’ suena igual de neurótico y perturbador que siempre. Es público que las paranoias y delirios del vocalista Dara Kiely inspiraron las letras de su debut, y aunque nos alegra que Kiely esté mejor, las canciones de ‘The Talkies’ vuelven a ser brutales en su capacidad para capturar un estado próximo a la locura. Aunque hay diferencias en ‘The Talkies’ respecto a ‘Holding Hands with Jamie’, y la principal es que, en este segundo trabajo, Girl Band han buscado crear una narrativa dentro del disco más que una simple colección de canciones, y para ello han hecho uso de interludios e incluso de varias melodías o patrones rítmicos que se repiten a lo largo de su minutaje para darle unidad. Incluso la extraña casa Ballintubbert donde ‘The Talkies’ ha sido grabado, que data del siglo XVI, forma parte del álbum a nivel sónico: el tema ‘Prefab Castle’ es una «representación sonora» de la finca y de ella los irlandeses han extraído grabaciones de campo (de fuentes, puertas o una nevera) para ambientar sus nuevas composiciones.

Ya con el inicio de la intro ‘Prolix’, en la que Kiely respira nervioso sobre un sonido que parece replicar el zumbido eléctrico de una bombilla desgastada, ‘The Talkies’ nos sitúan en un estado de estrés total, que los integrantes del grupo van liberando de varias maneras a lo largo del disco. Es especialmente brutal el sencillo ‘Shoulderblades’, una monstruosidad de seis minutos llena de guitarras amenazantes y ritmos violentos, que escuchada a máximo volumen promete hacer añicos tu altavoz. Las repetidas menciones al mito de Ed Mordake en la canción sirven para darle un elemento muy incómodo y siniestro, pero también cómico, y si algo no falta dentro de esta casa de locos es un poco de humor. Ahí está por ejemplo ‘Aibophobia’, que tras una maraña de distorsión simplemente ofrece una extraña lista de palíndromos (como su mismo título), o sobre todo ‘Couch Combover’, que está funcionando espontáneamente en Spotify. La razón seguro que es su accesible melodía próxima al blues cantada por Kiely como llorando, no tanto su letra sobre masturbarse en una sauna (o algo así). Aunque lo que termina de hacer esta canción cómica es la interpretación vocal del propio Kiery, quien más que nunca suena como el típico hombre loco que busca a toda costa mantener la compostura y la elegancia, por supuesto sin conseguirlo. Las frases absurdas tipo «llamé mamá a mi profesora, dio luz a una máquina de fax» siguen sucediéndose en este punto evocando a los mejores Xiu Xiu, mientras los muros de ruido y distorsión de la canción suenan como si el grupo intentara destrozarla antes incluso de haberla compuesto del todo.

Podría parecer con estas palabras que Girl Band buscan la destrucción… y sería cierto, pero también lo es que los irlandeses crean caos con la única intención de manejarlo como a ellos les apetezca. Esto es obvio en el arrollador single ‘Going Norway’, cuyas percusiones buscan volarte los sesos mientras Kiery va anunciando cosas absurdas tipo «mental zoo boy»; o en la mencionada ‘Prefab Castle. En esta canción, los irlandeses conjugan ese mismo caos con una segunda parte experimental en la que la distorsión de sus guitarras y las cacofonías de sus ambientaciones dan paso a un extraño ritmo bailable que suena como el payaso infiltrado en la casa de los horrores. Y en el mismo sentido, el momento de ‘Couch Combover’ en el que, una vez Kiery ha dejado de balbucear, el ruido de detrás de su voz se disipa para dar paso al mismo zumbido de la pista 1, es escalofriante. Es destacable también el modo en que Alan Duggan (guitarra), Daniel Fox (bajo) y Adam Faulkner (batería) manipulan la tensión y la distorsión en la épica ‘Salmon of Knowledge’ o la forma en que, después de construir una tensión tremenda, ‘Laggard’ explota solo al final y únicamente por unos segundos.

Y una vez llegados a la final ‘Ereignis’, que ata el álbum con un outro de menos de dos minutos que suena como una ebria reverencia, hay que elogiar al grupo por haber sido capaz de hacer que todas sus canciones suenen orgánicas cuando podrían resultar más bien efectistas. Sin embargo, está claro que Girl Band no buscan sonar atractivos para el gran público ni mucho menos cómodos. ‘The Talkies’ es un trabajo apestoso y terrorífico hecho por mentes retorcidas y por ello es igualmente fascinante.

Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Going Norway’, ‘Shoulderblade’, ‘Couch Combover’
Te gustará si te gusta: The Fall, Xiu Xiu, The Birthday Party
Escúchalo: Spotify

La Canción del Día: Kiko Veneno retrata el aislamiento social actual en la tragicómica ‘Vidas paralelas’

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Mediado el verano, Kiko Veneno se dispone por fin a presentar oficialmente –esto es, con una banda renovada que, como vimos en ‘La hora musa’, aporta en directo los numerosos matices sonoros del disco– el fantástico ‘Sombrero roto‘. Un disco que se caracteriza por una mayor apertura a sonidos electrónicos y contemporáneos, sin perder de vista su ya conocida peculiar visión del folclore y el pop. Pero, sobre todo, se caracteriza por mostrar a un autor irredento y en plenas facultades, alegre y animoso, persiguiendo nuevos himnos que sumar a su cancionero tradicional.

Uno de los temas más destacados del álbum es una acertadísima, en varios planos, ‘Vidas paralelas’. Una auténtica tragicomedia en forma de canción, protagonizada por Andrea y Eloy, dos personas que viven una vida aparentemente plácida (con toda la comicidad que tienen esos cameos de grandes superficies comerciales que les congregan) y que podrían ser perfectas la una para la otra. Pero, y ahí viene lo triste, a pesar de todo nunca se van a encontrar la una a la otra, seguramente por el estado de ensimismamiento o el recelo, tan comunes en esta era de relaciones a través de redes mal llamadas sociales, realmente antisociales.

En la entrevista que mantuvimos con el propio Kiko meses atrás, él hacía un interesante análisis de esta situación: “es algo que alude directamente a la precariedad. Cuando tienes miedo, estás solo, y no tienes porvenir, te refugias en la sobreinformación. No es que la gente tenga una gran curiosidad intelectual y quiera desentrañar en qué mierda consiste la especie humana ni qué coño hacer con este planeta, que lo estamos destrozando. No es eso”. De manera curiosa, ‘Vidas paralelas’ tiene una especie de continuación en otra canción, ‘Ojalá‘, aún más desconsolada que aquella: «Ojalá no te cojan nunca, ojalá / en el centro comercial, solo / con tus palomitas / Ojalá no te veas en ningún lugar / sin nadie con quién hablar, solo», arranca.

Pero además de por su historia, ‘Vidas paralelas’ brilla por ser uno de los temas que más y mejor consiguen encajar esa aproximación a la electrónica que, con la ayuda de Bronquio, destaca en este álbum. Que no consiste únicamente en lanzar una caja de ritmos, sin más, sino que lo orgánico y lo digital se mezclan y confunden, con numerosas pinceladas de sintetizadores y teclados que enriquecen la canción. Una canción que, además, López Sanfeliú ha sabido hacer funcionar perfectamente en sus directos en solitario, implicando en ello al público: con los coros separados por género, primero, y unidos, después, Veneno no sólo da una fuerza inusitada al tema, sino que además marca ese carácter social al que alude la letra.

Como decía al principio, este sábado 12 de octubre tendrá lugar en la sala Ochoymedio de Madrid una de las primeras presentaciones formales de ‘Sombrero roto’, con su banda completa. Lo hará, además, contando con los interesantísimos Sweet Barrio abriendo para él.

Fuerza nueva: «Para Los Planetas, ‘Fuerza nueva’ es posiblemente el disco más experimental que hemos hecho»

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Aunque en realidad estará disponible un día antes, el viernes, sigue teniendo mucha coña que el lanzamiento de ‘Fuerza nueva’ coincida con el 12 de octubre, día de la hispanidad. Prosigue así la costumbre de Fuerza nueva –un proyecto en el que la costumbre, en todos sus sentidos, es un leit motiv importante– de lanzar sus canciones coincidiendo con fechas señaladas, enviando mensajes al respecto en los textos de Pedro G. Romero que forman parte de este disco. Un disco que, bajo esa bandera –la retórica, dadas las circunstancias, no podía ser otra–, reúne a Niño de Elche y Los Planetas, que llevan trabajando dese hace más de año y medio en él. Y que no solo hace confluir la heterodoxa visión del flamenco de ambos –con el rock y la psicodelia como base– sino que también gira en torno a la idea de la evolución de canciones consideradas como himnos en el imaginario popular. Y cómo estas pueden exaltar o resultar una provocación para según quién y cómo la escuche, a tenor del contexto personal y social de cada uno. [Fotos: Davit Ruiz.]

Sobre esas teorías hemos charlado por vía telefónica con Paco Contreras, Jota y Florent. Una conversación a cuatro bandas por momentos confusa –todos querían decir muchas cosas, y el manos libres para eso es traicionero– pero sobre todo amena, sin gravedad, afrontando con alegría las posibles implicaciones socio-políticas que pueda darse a temas como su versión del himno de la legión española o ‘Els segadors‘, y destacando sobre todo el carácter artístico y experimental del proyecto. Fuerza nueva firmarán copias del disco el martes 15 de octubre en la Fnac de Callao, un día antes de la (por el momento) única presentación en directo del álbum, en la Sala Joy Eslava de Madrid. Las entradas están obviamente agotadas hace tiempo.

En el encarte del disco, Pedro G. Romero habla de una sobremesa en la que presumimos que estabais los implicados, donde sitúa el germen del disco. ¿Recordáis bien ese momento? ¿Ya entonces pensabais en una grabación juntos o surgió a raíz de ahí?
Niño de Elche: Todo comenzó antes como una propuesta de Juan Vázquez, y a partir de ahí nos reunimos básicamente Jota, Florent y yo un par de veces para charlar, en principio con la intención de publicar un single. Después invitamos a Pedro G., expusimos nuestras ideas y nos pusimos a tocar, y vimos que podía ser más que un single. Pero sí, sobremesa hubo. (Risas) En realidad nos juntamos por la mañana y hablamos sobre las cosas que queríamos hacer, el flamenco, las músicas populares que nos gustaban… Todo eso.

Ya que lo mencionas tú mismo… Mi primera impresión es que ‘Fuerza nueva’ es un disco de música popular más que de flamenco, que igual es la primera idea que uno podía tener dados vuestros antecedentes…
Jota: Yo creo que tampoco es un disco de música popular, que me suena a una cosa arty, como de museo.
N: Es una performance de principio a fin.
J: Está basado en canciones populares, en himnos populares. Pero tampoco creo que sea música popular en el sentido de alcanzar a mucho público.

Digamos que no tiene vocación popular.
N: En el sentido de pop, no. En el sentido de pueblo, pues sí. Son canciones basadas en himnos, letras, letrillas…
Florent: Tiene música religiosa, también.
N: En ese sentido sí es popular, en el de que lo puede comprender mucha gente.
J: En el sentido de que se pueda entender como pop, no es tanto. Es más experimental.

O sea, ¿que lo entendéis así, como un disco experimental?
J: Para Los Planetas, sí. Posiblemente sea el disco más experimental que hemos hecho. Hay sonidos más radicales, a los que hay que pillar el sentido. Hacemos cosas más fuertes, creo yo.

Jota, sobre Fuerza nueva: «A mí lo que me interesaba más era poner a Paco a cantar flamenco, es lo que más me gusta»

¿Cuál era el planteamiento de ‘Fuerza nueva’? ¿Queríais hacer un disco de himnos, con todas las connotaciones que eso tiene?
N: Tiene mucho material de himnos, sí, y tratamos los temas que estos plantean. No todos lo son, pero sí, el concepto de himno atraviesa bastante el disco.
J: Esto es idea de Pedro G. A nosotros, o a mí personalmente, lo que me interesaba más era poner a Paco a cantar flamenco, que es lo que más me gusta. (Risas) Esa parte es la que prefiero del disco, la que más me gusta. La mariana, ‘Los campanilleros’, las cantiñas… La parte que busca la emoción, más que la parte conceptual. Aún así, las partes flamencas también son himnos.

Antes, precisamente, se ha dado un cruce de conceptos de la idea de «lo popular». Es curioso cómo el término popular tiene una connotación generalmente positiva, mientras que populismo –palabra usada hasta la náusea últimamente– ha adquirido un peso negativo. Mi impresión, no sé si me equivoco, es que en cierto modo el disco gira en torno a esa dualidad, ¿no?
J: Para mí es importante marcar la diferencia entre música popular y música comercial. La música comercial es la que está dirigida por el poder y las corporaciones, buscando su beneficio económico. Y la popular es la que sale del pueblo para el pueblo, hay una diferencia que me gustaría remarcar. Yo aplicaría el término «populista» a la música comercial, ¿no?
N: Sí… Entendida como un entretenimiento. Y después estaría la música del populacho. (Risas)
F: El extrarradio del pueblo. (Risas)

Pero ahí no habéis querido entrar, ¿o sí?
N: Sí, sí, algo de eso hay. El populacho se relaciona con la música populista, con la música popular y con la alta cultura.

«La mayoría de himnos tienen una retórica muy parecida, tanto los fascistas como los comunistas»

En los textos se alude al paganismo de muchos himnos luego religiosos, e incluso se destaca el erotismo de la Virgen María –creo que en ‘Santo Domingo’– o se pone de relieve en ‘Mariana’, donde se habla de una virgen de Cartagena como una mujer apaleada, o sea, maltratada… Es como si un himno casi lleva implícito el hecho de que se pase por alto el sentido real de su letra, ¿verdad?
N: Sí, claro. Como un himno tiene muchísimas lecturas dependiendo del contexto, la letra, por muy concreta que sea, puede tener diferentes lecturas. Por ejemplo ‘El novio de la muerte’, que antes Jota lo apuntaba: nadie piensa ya que sea una canción de amor, de amor fanático. La relacionamos con algo muy casposo, pero cuando leemos la letra en un sentido superliteral, te das cuenta de que la connotación ideológica está más en el contexto que en el texto en sí. Pasa con la mayoría de himnos, porque todos tienen una retórica muy parecida, tanto los himnos fascistas como los comunistas.
J: Es muy interesante lo que mencionabas de los himnos paganos, porque tanto ‘Los campanilleros’, que es un villancico, o la saeta (Nde: se refiere a ‘La cruz’), han sido adoptados por la cultura católica pero son ritos paganos, la primera luna de la primavera, el solsticio de invierno…
N: Sí, sí, cuando coges los textos, dices «¡joder!» Por ejemplo en la saeta, que en la Semana Santa se ha tomado como La Gran Marcha, con la música de Serrat, lees los textos de Machado y… bueno, ya lo dice explícitamente, no es un canto a Dios, precisamente, no quiere cantar a ese Jesús del madero.
J: Claro, canta al humano.
N: O el de la SEAT (Nde: su propia versión de ‘Els segadors’). Es paradójico.

Sí, a eso me refería. Es como si al sacarlas del contexto habitual, adquiriesen otro significado.
F: Sí.
N: Adquiere otro significado… porque hay gente que le había dado otro. Nosotros la ponemos en otro territorio y las miradas cambian.

«De ‘El novio de la muerte’ es curioso observar cómo es una estructura de pop superclásica»

Quizá por los textos de Pedro, la impresión es que buscáis ofrecer significados distintos a estas canciones, sacándolas de su contexto habitual. ¿Cuál de las que habéis grabado es la que, al investigar en sus orígenes y desarrollos, más os ha sorprendido a vosotros mismos?
N: Para mí la de ‘El novio de la muerte’ es muy significativa. Tiene tantas lecturas y tan diferenciadas… Me ha gustado leer sobre ello. Y ‘Els segadors’ también.
J: De ‘El novio de la muerte’ es curioso observar cómo es una estructura de pop superclásica: estrofa-puente-estribillo, con una letra que cuenta una historia, un estribillo arriba… Es superclásica. De hecho, nosotros la hemos sintetizado más todavía, tiene tres acordes y le hemos quitado uno. Y con esos dos acordes está perfectamente identificada la canción pop (que hay detrás). Es perfectamente actual, como muchas que suenan hoy en la radiofórmula.

Es curioso, porque Pedro menciona la versión que hizo hace años Javier Álvarez de ‘El novio de la muerte’. Él me contó en una entrevista que esta canción es para él toda una catarsis y que le ha dado unos momentos en directo que no olvidará nunca. Que fuera de su contexto político y social es una canción fantástica…
J: Sí, esa es la idea.
N: Tampoco se puede obviar al 100% su contexto, no es posible. Pero sí adaptarlo, llevarlo con nosotros.
J: También surgió como referencia una versión que hacían Glutamato Ye-yé, con la misma melodía pero una letra sobre el Atlético de Madrid. Ya Iñaki usaba ideas que estamos usando nosotros, con su bigotillo de Hitler, y letras de humor negro muy chungo, como aquella de «todos los negritos tienen hambre y frío». (Risas) Al tocarla me acordé de aquella canción y pensé «hay que meter una referencia a esto»…

Ah, claro, ¡lo de «la foto de Luis Aragonés»! Me quedé de piedra cuando lo escuché…
J: Eso, eso… (Risas)

A estas alturas, o eso creo yo, pocos se rasgarán las vestiduras al escuchar una mariana o una cantiña en un formato space rock. Pero, ¿creéis que vuestro público habitual entenderá que hayáis adaptado el himno de la Legión o ‘Els segadors’?
J: Bueno, el público de Paco está acostumbrado a casi todo. (Risas)
N: Si tampoco tengo público, cada semana va cambiando… (Risas)
J: Bueno, pero están acostumbrados a…
N: … a que los traicione. (Risas)
J: El de Los Planetas no está tan acostumbrado. Vamos a sufrir más, sí… (Risas)

¿Lo asumís?
J: Sí, sí… Pero merece la pena, yo creo, vamos a ver. A ver, el público de Los Planetas también está acostumbrado a cosas… Cuando cambiamos al flamenco todo el mundo se llevaba las manos a la cabeza, o cuando hicimos el acercamiento a Yung Beef y demás, la gente decía «¡qué barbaridad!» Y luego lo escuchaban y era ya «¡cómo mola!» Hemos hecho cambios bastante fuertes. Poco a poco van entrando en la idea.

«Cuando una canción es susceptible de ser modificada e interpretada es porque es muy buena canción»

Otra reflexión que deja el disco es hasta qué punto las transformaciones históricas, políticas y sociales pueden cambiar el sentido primero de una canción. ¿Os habéis parado a pensar cómo podría eso llegar a transformar vuestra propia obra? Quiero decir, ¿en qué os gustaría –o no os gustaría– ver convertida en el futuro una de vuestras canciones o discos?
N: Yo creo que cuando una canción es susceptible de ser modificada e interpretada es porque es muy buena canción. Cuando no da esa posibilidad es que es demasiado hermética, demasiado contextualizada…
F: Cuando una canción da un giro diferente es interesante, conocer esa nueva visión de otro artista. La música es abierta.
N: Para mí sería el mejor homenaje, que alguien cogiera una canción (mía) y la llevara al sentido que quiera, incluso malinterpretarla.
F: Nosotros en ese plano nos divertimos muchísimo, haciendo ese tipo de cosas. Viendo cómo conjuga una cosa con la otra, si funciona y nos gusta, pues palante. Si no, si ves que es una chaladura, a otra cosa.

Bueno, normalmente las versiones desde un punto de vista creativo están como desprestigiadas, ¿no? Sin embargo vuestro enfoque es otro, porque entendéis que estáis dando una importancia enorme a esa canción…
J: Bueno… Por ejemplo, en el flamenco lo que está mal visto es hacer cosas nuevas, ¿sabes? (Risas)
F: Ahí hay que coger el cancionero: «Tomo 1», «Tomo 2″… (Risas)
N: A mí que la gente haga versiones no me molesta, me interesa cómo se hace la versión, cómo te acercas al archivo. Si te acercas desde un prisma diferente, puede ser interesante.
F: Si intentas hacerlo igual, fracaso absoluto. Para eso está el original.
J: Hay un sector purista del flamenco que opina que debes interpretarlo con absoluta fidelidad. Si haces algo como Rosalía, ya no es flamenco.
N: Pero también la gente de la música clásica, o del folclore es así… Quieren que sea exactamente igual.
J: Depende de cada círculo cultural. Y en el rock ‘n roll sin embargo está desprestigiado hacer siempre la misma canción, y es lo que es. Sólo hay «un palo». Alguno llega diciendo «esto me lo he inventado yo». ¿Pero cómo que te lo has inventado tú? Si ya lo hacían Chuck Berry y Buddy Holly exactamente igual…

«(Sobre Fuerza nueva) Nos enseña el poder que tiene una maldita melodía de dos notas, el poder que tiene para soliviantar los sentimientos»

Supongo que sois conscientes de que en varios momentos estas canciones se entenderán como una provocación. No sé si os han llegado ya sentimientos de exaltación de algún ofendido u ofendida por ‘El novio de la muerte’, ‘Canción para los obreros de SEAT’…
F: Estamos expuestos a todo. A lo bueno y a lo malo. Ante eso no podemos hacer nada. A mí no me intoxica tanto ese tipo de feedback, me interesa más la creación, el propio arte en sí. No buscamos la provocación sencillamente por provocar. Pero es un poco como cuando Billy Bragg salía a tocar con una guitarra donde ponía «esta guitarra mata fascistas». Al final esto nos puede llevar a los 360º absolutos: caemos mal en todos lados.
J: Sí buscamos cierta provocación en el sentido de que la gente reaccione antes de escuchar, desenmascarar esas actitudes conservadoras, que las hay en todos los ámbitos, incluidos a nosotros mismos.
N: También nos enseña el poder que tiene una maldita melodía de dos notas, el poder que tiene para soliviantar los sentimientos. O una palabra, que puede hacer entrar en delirio a un colectivo, es apasionante. Habla, para muy bien, del poder de la música. Pero como dice Jota, hace aflorar pensamientos conservadores, que están en todos lados. No solo en lo político, también en lo musical.

¿Entiendo que ‘Una, glande y libre’ no está en el disco porque es una composición propia y, por tanto, no es un himno, aún?
J: Por muchas razones. Está hecha un poco a posteriori, como resumen de lo que estamos…
F: Y para cerrar el proyecto, ¿no?
N: Sí. Y bueno, que no caben todas, teníamos que elegir y pensábamos que funcionaba mejor como single.
J: También se aparta un poco de la línea del disco, de todo esto de los himnos. Tiene una línea más irónica o hiriente, un poco más chirigotera. El disco es más serio, tiene más peso, y desvirtuaba el ambiente. Así que mejor sacarlo aparte.

Pero, ¿por qué ha desaparecido el vídeo de Youtube y no está en plataformas de streaming?
N: No sabemos por qué es.
J: Está en single de vinilo. (Nde: pregunta a una persona de su equipo) ¿Se pueden comprar aún los singles de vinilo? (Nde: «algo queda», oigo que le responden)
N: Tú ponlo Raúl, ahí en Jenesaispop, «se puede COMPRAR», «comprar» ponlo en mayúscula… (Risas) Quién quiera escucharla, por favor…
F: Y tiene una portada de Aramburu increíble.
J: Dicen por ahí que lo han censurado en Alemania porque no les gustaba mucho la última estrofa. (Risas)
N: No les ha gustado porque claro, Jota ha escrito que Franco era más listo que Hitler. Eso les ha jodido mucho… (Risas)

«Todo el arco parlamentario es socialdemócrata»

En su letra parece que os mojáis, o Jota se ha mojado, contra del llamado trifachito que gobierna en Andalucía…
N: Pero un matiz… Tú dices que va en contra del trifachito, pero si la leemos literalmente no es para nada así, haciendo el ejercicio que decíamos antes. Si atendemos a la letra, está diciendo que el trifachito no son fachas.
F: Va más allá. «Eso ni es derecha, ni es ná».
J: Mira, eso es una idea de Paco, que dice que ahora todos somos socialdemócratas. (Risas) ¡Y es verdad! Yo antes era anarquista, y desde que conozco a Paco soy socialdemócrata. (Risas) La idea de la canción es esa, todo el arco parlamentario es socialdemócrata.
N: Lo que está diciendo es que realmente la actual derecha o ultraderecha tiene que relajarse, porque realmente la ultraderecha es Blas Piñar, ellos son una mierda. Y eso en un sentido de ciencia política es real.
J: Blas Piñar llevaba pistoleros por ahí matando gente.
N: Hace poco lo decía Escohotado en una entrevista, no es irónico. Abascal y demás tienen una parte conservadora, pero no son ultraderechista. Entonces, no sé si es una canción contra la ultraderecha, les estamos diciendo a ellos, y también a la izquierda, que se relajen, que nadie va a coger las armas.
J: En realidad se dirige a la socialdemocracia.
N: Después de la II Guerra Mundial es la lógica política que impera. Ni unos piden que se ilegalice el Partido Comunista ni otros que se ilegalice la banca privada, que son sus respectivas luchas clásicas. Aquí nadie pide nada.

Pues será quizá que yo la he querido leer un poco así, claro…
N: Bueno, yo lo que digo que hay que hacer ese ejercicio, que en la letra está puesto así. Viene un poco de lo que veníamos comentando antes.
J: Eso sí, habla de algunas ideas que defienden estos partidos, como cerrar las fronteras, que son un poco estúpidas, no tienen sentido.

En todo caso, insisto en mi pregunta política: ¿creéis que estas elecciones, incluso formándose Gobierno, servirán de algo?
J: Mira, si nos dejan presentarnos a nosotros, servirán para algo. Pero aquí los mánagers no nos dejan. (Risas)
N: Queremos presentarnos. Raúl ¿tú nos votarías?

Yo sí, claro.
F: Tenemos que hacer un partido.
N: ¿Sí? ¿Te gustaría ser un día rojo, otro fascista, un día nacionalista español, otro catalán…? (Risas)

Bueno, la verdad es que ya me pasa un poco eso, sí. Así que no habría problema.
N: Sí, ¿no? Como Jesús Gil. (Risas)

Jota: «La acción política de los grupos de nuestra generación es la propia música, claramente»

A los grupos de la generación de Los Planetas, del ámbito independiente, se les había acusado en muchas ocasiones de no mojarse políticamente. Esto ha cambiado en los últimos tiempos, y no sé cuál ha sido la respuesta que habéis percibido del público sobre eso…
J: Pues alguna gente sí se ha quejado, pero… (Nde: Piensa un rato) Yo creo que siempre ha sido suficientemente explícito, que esa lectura siempre ha estado ahí en la música de Los Planetas. Es más explícito a partir de que ya no tenemos la necesidad de ceder a ciertos medios que nos hubieran censurado si hubiésemos sido más claros. Ahora estamos libres de eso, tenemos nuestra propia estructura, nuestro propio público. Cuando empezamos había una censura muy fuerte con respecto a ciertas cuestiones y había que meterla un poco por debajo de la música. La acción política de los grupos de nuestra generación es la propia música, claramente. Se refleja en la forma de tocar, en nuevas técnicas de interpretación, todo eso. En general todo el mundo, al menos los que yo he conocido, tenía una intención bastante política y social: crear una industria alternativa a la establecida. De hecho se ha creado, y Jenesaispop es parte de esa estructura. Medios, festivales, sellos… forman parte de esa estructura que se buscaba en ese momento. Fue una acción social.
N: Yo creo que realmente ese fue uno de los movimientos políticos más importantes (Nde: en la historia de nuestra música, se entiende). Porque, por ejemplo, si atendemos a los cantautores, todos se pusieron a hacer baladas de amor en la época socialista. Y a esos no se les critica. Y sin embargo al movimiento indie, de independiente, sí. Tenía un sentido mucho más político que los flamencos o la gente de la clásica, o esos cantautores. Que en los 70 estaban muy bien, pero en los 90 hacían sevillanas, rumbas y boleros.
J: La prueba es que persiste esa estructura, en la que participamos todos, y que ha crecido mogollón: Primavera Sound, Festival de Benicássim, hay una serie de eventos internacionales potentísimos… Es eso, una industria alternativa, aparte de la que había.

Antes decías, Jota, que a ti lo que te gusta es escuchar a Paco cantar flamenco, pero él ahora dice que no le interesa mucho ese circuito…
J: El circuito no le interesa mucho, pero el flamenco ya te digo yo que le interesa mogollón. Eso no se le olvida.
N: El circuito no me interesa, pero porque no hay dinero. (Risas) Desde que Susana Díaz no está en la Junta, no está pagao. (Risas) Desde que Felipe González, como sevillano, ya no es presidente… Entro Zapatero y claro, ¿a quién le dan los premios? A Ramoneda y todos estos… (Risas) No, pero… como buen flamenco, hay que saber dónde hay que ir.
J: Ese es el verdadero espíritu del flamenco. (Risas)
N: Exacto. Pero el flamenco como música, claro que me interesa. ¿Cómo no me va a interesar?

Lo que quería preguntar es que me parece curioso que, o esa es mi impresión, a Los Planetas no les han llegado tantos palos desde el sector flamenco pese a que también han transgredido sus normas, a su manera.
N: Desde el sector flamenco quizá no, pero desde el sector indie… (Risas)
J: Y los flamencos, porque les pillamos desprevenidos, no se imaginaban lo que venía después. (Risas)
F: No sabían que venía la gran ola.
J: Cuando han visto lo que se les venía encima, se han dado cuenta.
F: Al Niño de Elche, Rosalía…
J: Ya ves, la que han liado.
N: Pero claro, como los flamencos no escuchan, ni flamenco ni otras cosas, no se dan cuenta de lo que les puede venir. Pero a Los Planetas sí que recuerdo al principio muchas críticas. ‘La leyenda del espacio’ o ‘Una ópera egipcia’ no son discos precisamente cómodos para según qué sectores del público de Los Planetas ni de la prensa. Antes de que me pusieran a mí verde con titulares según qué periodistas, esos mismos ya habían hecho sus pinitos con ellos.

«‘La leyenda del espacio’ es el disco que menos ha vendido de Los Planetas»

Pues fíjate que yo no tengo esa impresión, yo creo que son discos bastante bien considerados por la crítica…
J: Sí, la prensa y un público más especializado sí aprecian ese salto, ese riesgo que tomas. Pero por ejemplo, ‘La leyenda del espacio’ es el disco que menos ha vendido de Los Planetas. Y a nivel crítico sí tuvo aceptación enorme, pero a nivel de repercusión popular se resintió un poco.
F: Pero es normal. Cuando das un giro en tu carrera hacia otra visión de la música, corres el riesgo de que todo el mundo no comulgue con esa idea.
J: A los que les gustaba cómo era antes, no les gusta que sea de otra manera.
F: Aquello fue una cosa vital: teniendo aquí a Enrique Morente, esos conocimientos que tenía del flamenco, queríamos beber de esa fuente. Nos pareció interesantísimo abrir esa puerta y que entrara esa magia. Fue fantástico. Quedaron cadáveres en el camino, está claro. O no, también hay gente que vuelve a Los Planetas. La música es muy cíclica. Hoy escuchas un disco de punk del 77 y parece un disco de rock and roll. El paso del tiempo hace que la gente asimile los conceptos. Es cierto que a Paco, por ser un cantaor flamenco, le llueven más palos, porque es una escena más tradicional. Normal que quiera salir de ahí, quiere hacer su visión personal, de lo que le apetece hacer, con los artistas que quiere, y avanzar con esa nueva idea del flamenco, entre comillas. Me parece interesantísimo.
J: Antes de ‘La leyenda del espacio’, la música tradicional estaba muy mal vista en el indie. Había que fijarse en los grupos anglosajones y creo que abrió un poco a la cultura de nuestra tierra, que es muy potente y muy importante.
F: Ahora hay artistas que no son flamencos pero reivindican el folk, la música de su tierra, como Los Hermanos Cubero, gente que tiene una visión nueva del folk español.

Es cierto que puede que vuestros discos, más que abrir una puerta al flamenco, la han abierto al folclore.
N: De hecho, creo que las propuestas de folclore más interesantes actualmente están en el mundo del indie y del rock.
J: Lorena Álvarez…
N: Nacho Vegas, Pablo Und Destruktion, Maria Arnal… Ahí está el folclore.

¿Contempláis ‘Fuerza nueva’ como un trabajo único? Es decir, si os plantearais hacer algo juntos de nuevo, ¿sería un proyecto distinto?
J: Hombre, habrá que verlo.
F: De momento tenemos esto.
J: Partido a partido. (Risas)
N: Elección a elección. (Risas) Como el año que viene habrá otras, ya veremos.
J: Presentarnos a las elecciones es el siguiente proyecto, lo veo ahora.
N: Queremos jubilarnos ya.

Rosalía, C. Tangana, Yung Beef, La Zowi… hablarán de la escena urbana española en ‘MIXTAPE’

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Este jueves 10 de octubre se estrena en la plataforma digital Playz de RTVE un nuevo programa que ahondará en la «revolución» de la nueva escena urbana española, y que contará con muchos de sus mayores representantes. ‘MIXTAPE’ contará con 24 invitados repartidos en 7 capítulos, y entre ellos se encontrarán Rosalía, C. Tangana, Yung Beef, la Zowi y El Coleta, Alizzz, Ms. Nina, Trapani, Alba Rupérez, La Tiguerita, Somadamantina, Goa, $kyhook o María José Llergo.

En nota de prensa se explica que, en cada programa, «cada uno de los 24 protagonistas de Mixtape compartirán sus orígenes, vivencias, dificultades, alianzas y contexto», y que todos ellos hablarán sobre temas como «la relación con el rap, el feminismo, el rol de los productores, el lujo, los memes, Youtube, las redes sociales, la trampa del clickbait, la propia definición del éxito o la identidad».

‘MIXTAPE’ puede ser una buena oportunidad para que estos artistas aclaren a todo el mundo de una vez por todas qué es exactamente el trap y expliquen por qué creen que se ha extendido el uso de este término para referirse a toda una escena, confundiéndola a menudo con el dancehall que practica Bad Gyal o el flamenco contemporáneo que ha abanderado Rosalía. El programa también puede ser un buen momento para aclarar qué significa el término «urban» y qué distintos estilos integra o para explicar qué significa para ellos el formato de «mixtape» y por qué es el preferido de la escena en contraposición con el álbum tradicional. Algunas de las respuestas a estas preguntas ya las conocemos, pero quizá no en boca de todos estos artistas.

Becky G anuncia su primer disco, ‘Mala Santa’: ¿cómo reconciliará en él todas sus facetas?

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Esta primavera ahondábamos en la reciente tendencia de los artistas de reggaetón que han triunfado con multitud de singles sueltos a lanzar un álbum, justo en un momento de la industria en el que no parece tan necesario en su caso. Pero hemos conocido álbumes muy cohesionados de J Balvin, Bad Bunny, Natti Natasha, Karol G, Maluma… y la que faltaba -la protagonista de nuestro artículo- ha anunciado ahora el suyo.

Hablamos de Becky G. La cantante mexicana ha arrasado en los últimos años en Latinoamérica y España con ‘Mayores’ con Bad Bunny, ‘Sin pijama’ con Natti Natasha, ‘Cuando te besé’ con Paulo Londra, ‘Booty’ con C. Tangana o ‘Bubalu’ con Prince Royce, DJ Luian, Mambo Kingz y Anuel AA. También han sonado sus colaboraciones con Maluma (‘Mi respuesta’) o Myke Towers (‘DOLLARS’) y en medio de todo esto, la artista ha hecho incursiones en el trap-pop tipo Ariana Grande (‘Secrets’) o más recientemente en el k-pop vía sample de Webstar (‘Chicken Noodle Soup’).

Ya muy lejos de aquel popero ‘Shower’ producido por Dr. Luke, solo Becky sabe cómo logrará reconciliar todas estas diferentes facetas de su carrera en su álbum debut, pero el mismo título de este trabajo ya presenta una clásica dicotomía: ‘Mala Santa’. ¿O sorprenderá la artista a su público sacando un álbum de material completamente inédito? Conoceremos el tracklist de ‘Mala Santa’ próximamente pero de momento ya hay fecha de lanzamiento oficial y es inminente: el 17 de octubre.

No te pierdas: Aldous Harding es un poco Pierrot Lunaire, un poco Marilyn Manson, en el bizarro vídeo de ‘Zoo Eyes’

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Aldous Harding está a punto de empezar su gira por Estados Unidos, que después le llevará a Europa y más tarde a Reino Unido, y coincidiendo con esta ristra de fechas, la cantautora neozelandesa publica videoclip para uno de las canciones destacadas de su último disco, ‘Designer‘. Se trata de ‘Zoo Eyes’, la que mostraba a Harding confundida preguntándose «¿qué hago en Dubai?»

Desde el vídeo de ‘Blend‘ estrenado en 2017, Harding ha asumido el rol de artista extravagante y surrealista, y después de los aún más bizarros e inquietantes videoclips para ‘The Barrel‘ y ‘Fixture Picture’, Harding puede haberse superado con el de ‘Zoo Eyes’. Co-dirigido por Martin Sagadin junto a la artista y rodado en un monte de Ōtautahi (Christchurch en inglés), en Nueva Zelanda, el vídeo muestra a Harding enfundada en un gigantesco traje de payaso tipo Pierrot Lunaire y acompañada por un fantasma de color lila y un altísimo monstruo negro que le persiguen, aunque es ella la que termina dando más mal rollito.

El vídeo alterna esa escena con unos primeros planos de Harding en los que la autora de ‘Party’ aparece con los ojos y boca maquillados grotescamente de negro, y que puedes haber visto en tus peores pesadillas. No se sabe muy bien si está intentando imitar a Capitán Howdy de ‘El exorcista’ o a Marilyn Manson circa 2003, pero el resultado es igualmente inquietante.

Amaia, protagonista en una ‘Hora musa’ en la que brillan veteranos como The Waterboys y Pixies

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Pese a ser poco más que una debutante, Amaia fue situada en el montaje del segundo episodio de esta temporada de ‘La hora musa’ como la absoluta protagonista del programa musical presentado por Maika Makovski. Normal, por otra parte, considerando la atención pública y mediática en torno a ella y que acaba de lanzar su esperadísimo álbum debut, ‘Pero no pasa nada‘. Obviamente presentó varias canciones de este, comenzando por una ‘Nadie podría hacerlo’ que, con su banda de directo –en la que cuenta con Núria Graham a la guitarra y coros, nada menos–, extiende con un final coral.

Luego pudimos ver una poderosa versión de ‘Quiero que vengas‘ –recordando la autora que es de sus favoritas del disco– antes de una charla con Maika en la que pareció estar algo más contenida que otras veces en esa naturalidad tan suya. Tras aclarar que tiene buen oído –no oído absoluto, como sugirió la presentadora y músico–, Amaia abundó sobre la portada y el título, pero más interesante fue cuando explicó lo mucho que le ha costado llegar a publicar su primer disco sin someterse a lo que la industria pretendía marcarle. También explicó que el disco ha terminado siendo muy distinto a como ella lo ideaba en principio, que se ha ido dejando llevar un poco por lo que surgía. Para terminar, dejó el piano y tomó la guitarra para cerrar con el single ‘Quedará en nuestra mente‘.

Fue una buena –algo sobria– intervención la de Romero, pero lo cierto es que el programa había comenzado muy arriba con The Waterboys. Mike Scott demostró, tanto con su grupo como sentado en el sofá del set con Makovski, por qué se mantiene, camino de sus 40 años de carrera, que su resurgir en el siglo XXI (y sobre todo en esta década) está plenamente justificado. La poderosa apertura con ‘Ladbroke Grove Symphony’, de su álbum de este año ‘Where the Action Is’, lo dijo todo. Antes de cerrar con dos clásicos del grupo como ‘A Girl Called Johnny’ y ‘The Whole of the Moon’, Scott ofreció una interesante conversación en la que, por si su sonido no lo hubiera dejado claro, nunca debieron ser clasificados como un grupo folk.

El programa se completó con una entrevista de Ramiroquai a Black Francis de Pixies, que tras unos inicios tímidos se fue soltando para explicar detalles sobre su nuevo álbum ‘Beneath The Eyrie‘, como que durante la grabación tuvo un accidente de coche al tratar de esquivar a un enorme ciervo o que perdió su primera muela y pidió a un luthier que la colocara en una guitarra de cuatro cuerdas que encargó. Incluso concedió quitarse las gafas de sol –explicó por qué las lleva puestas durante muchos conciertos– para soltar que puede ser que un día graben un álbum completo en español, quizá con Miley Cyrus, la única artista con la que Joey Santiago –hasta ese momento era un convidado de piedra en la conversación– querría colaborar. El programa se completó con las actuaciones en el escenario La Fábrica de los raperos madrileños Natos y Waor, que como curiosidad invitaron a Miguel Campello (elbicho) a poner un acento flamenco con su single conjunto ‘Gato de callejón’.

Como una de las pocas novedades este año, aunque importante, no solo podemos ver el programa completo en Youtube sino que además cuenta con un montaje distinto al visto en televisión y, mejor aún, temas no emitidos en él de Natos y Waor (‘Cicatrices’), The Waterboys (‘Out Of All This Blue’) y por supuesto Amaia (‘Todos Estos Años’).