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‘Otra ronda’: Thomas Vinterberg ya puede ir brindando por el Oscar

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Pase lo que pase en los Oscar –es la favorita en la categoría de Mejor película internacional y Thomas Vinterberg está nominado como Mejor director- ‘Otra ronda’ es la película europea del año. Por premios (Cine Europeo, Cesar, San Sebastián), nominaciones (prácticamente solo se han olvidado de ella en los Goya) y repercusión internacional.

Es algo parecido a lo que ocurrió con la estupenda ‘La caza’, que estuvo nominada a todo (aunque ganó poco, lo más premiado fue la interpretación de Mads Mikkelsen), pero esta vez sin contrincantes de tanto peso como ‘La gran belleza’ o ‘Amor’. Lo que está claro es que Vinterberg y Mads Mikkelsen deberían juntarse más. Son como Penélope y Almodóvar: unidos funcionan de maravilla.

‘Otra ronda’ comienza casi como una comedia. La premisa argumental de la que parte podría ser la de un filme tipo ‘Resacón en Las Vegas’. Cuatro profes cuarentones en plena crisis de la mediana edad deciden poner en práctica un experimento “sociológico”, una de esas ideas que solo se te ocurren cuando estás rodeado de amigotes y medio beodo: pasar la jornada laboral manteniendo un nivel constante de intoxicación etílica. En concreto un 0,5%, el porcentaje de alcohol que, según el psiquiatra Finn Skarderud, le falta al cuerpo humano. O, lo que es lo mismo, buscarse una coartada intelectual para, en vez de ir al psicólogo, ir pedo todo el día.

Sin embargo, conforme las borracheras empiezan a ser menos divertidas, menos relajantes, menos estimulantes para la creatividad y menos facilitadoras de la sociabilidad, ‘Otra ronda’ empieza a hacer eses por la calle del drama. Afortunadamente, el director apenas cae en el dramón aleccionador. De hecho, cuanto más moralista es su discurso, peor es la película. Y cuanto más nihilista, más existencialista (las referencias a Kierkegaard son constantes), más interrogativo, mucho mejor: ¿Se puede mantener un nivel óptimo de embriaguez? ¿Se vive más feliz, más tranquilo, más lúcido, bebiendo? ¿Merece la pena la vida sin chuzarte…?

Mención aparte merece la interpretación de Mikkelsen. Un actor muy desaprovechado en Hollywood (su mejor actuación ha sido en televisión, en la serie ‘Hannibal’), que se ha convertido, gracias a sus trabajos en ‘Un asunto real’, la mencionada ‘La caza’ o las películas de Nicolas Winding Refn (‘Pusher’, ‘Valhalla Rising’, ‘Fuera de sí’), en uno de los grandes intérpretes europeos del momento.

Aquí está fantástico. De los cuatro amigos, su personajes es el mejor desarrollado. Lleva todo el peso de la película, consiguiendo transmitir de forma extraordinaria el camino que va de la angustia a la felicidad, y de la felicidad (etílica) a la aceptación de la derrota. Le echaremos de menos en los Oscar.

Fangoria reivindican el presente, pero usando el pasado, en ‘Momentismo absoluto’

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La reivindicación de la «comedia» por encima del «drama», del «hedonismo sicalíptico», ha construido la nueva marca Fangoria durante los últimos años, muy lejos de los tiempos de canciones más atormentadas como ‘En mi prisión’. ‘Momentismo absoluto’ reincide en esa vertiente junto a Guille Milkyway por mucho que este les haya pedido que volvieran al lado oscuro.

Este single de regreso es una llamada expresa al «carpe diem», de tan sólo 3 minutos de duración, de nuevo junto al productor de himnos como ‘Geometría polisentimental’ y el single de platino ‘Dramas y comedias’.

Continuista en esa vertiente vodevilesca de los últimos años, que en muchos momentos ha rozado deliberadamente lo grotesco, la canción es algo más sobria y noventera esta vez, aunque al final les puede la querencia por la melodía de Raphael por la vía de Manuel Alejandro. ‘Momentismo absoluto’, de letra «absolutamente» imposible de recordar marca de la casa, se crece con un vídeo paradójicamente anclado en el pasado.

Si la portada del single grita ‘Los Vengadores’, el videoclip nos lleva a los años 70 y los 80 por la vía de Kraftwerk, ‘Un mundo feliz’, ‘The Wall’ y sobre todo ‘Blade Runner’, película que ya homenajearon como Dinarama en la excelente ‘Lo siento’. Es extraño que el dúo hable tanto del presente pero recuerde en verdad al pasado, pues además ‘Momentismo absoluto’ es prima hermana tanto de ‘Espectacular’ como de ‘De qué me culpas’, y por tanto esta vez será más «la canción del día» que «la canción del año»; pero ya sabéis que la vida se nutre de contradicción. Por alguna razón, funciona. Al fin y al cabo, ¿qué se parece a Fangoria?

‘Momentismo absoluto’ es el regreso de Alaska y Nacho Canut tras el revés que supuso un extraño disco de versiones dividido en dos partes que no contentó demasiado a sus fans tras la excelente recepción y la enorme longevidad en las listas tanto de ‘Cuatricromía‘ en 2013 como de ‘Canciones para robots románticos‘ en 2016. Se rumorea que un EP más que un disco largo, se publicará esta primavera.

¿Qué te ha parecido 'Momentismo absoluto' de Fangoria?

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Lo mejor del mes:

Ella Baila Sola optan por un secretismo siniestro y pasado de moda en sus entrevistas promocionales

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Ella Baila Sola han acudido esta noche a El Hormiguero, como estaba anunciado a bombo y platillo, para hablar sobre su recién anunciado regreso. Lamentablemente no han podido acudir al plató porque Marilia ha dado positivo en covid-19 a última hora, pero el dúo ha podido entrar a través de Zoom, mostrando algo más de química y enjundia que en su sosísima entrevista en Cadena 100 de la mañana, la primera en verdad de esta reunión. No era muy difícil superar tal nivel de aburrimiento, por otro lado.

Como se ha sabido en los últimos días, Marta y Marilia vuelven para celebrar el 25 aniversario de su formación con una gira para la que se han confirmado ya algunas fechas, comenzando el 18 de junio en el Festival Starlite de Málaga. Después aguardan Madrid (2 de julio en el Wizink Center) y el Puerto de Santa María, entre otras. En la entrevista de El Hormiguero, de risas un tanto forzadas, con una Marta Botía especialmente impertérrita en gesticulación, no ha habido espacio para profundizar en las razones de su separación o de su vuelta, ni siquiera de mencionar a las otras componentes que han pasado por «Ella baila sola». Es como si nada de eso hubiera pasado. ¿Pero esto es una opción en la era de la sobreinformación? El diario El País nos da la respuesta.

En la entrevista realizada por Maite Morate para este periódico, la periodista nos informa de que Marta y Marilia no han querido entrar en cierto tipo de cuestiones. Reza el texto: «trascendió que tenían desencuentros tanto en lo personal como en lo artístico, que apenas coincidieron en el estudio para cantar juntas en su último disco y que la sesión de fotos de ese álbum la hicieron por separado. Incluso se llegó a decir que no se soportaban. Sobre esto ellas prefieren guardar silencio y, pese a que en alguna ocasión han reconocido que su relación en este tiempo ha sido nula, ahora aseguran que se han echado de menos. Si es cierto o un pacto de mercadotecnia queda entre ellas porque es un tema que no quieren abordar». Atención, pregunta: si no quieres hablar de tu carrera profesional, ¿para qué te metes en una ronda de entrevistas?

Dado que todo el mundo va a asumir que esta es una cuestión económica, como siempre que hay una reunión, bien sea de los Pixies o de Amistades Peligrosas; su opción de no hablar de ciertos temas es un error, pues resta credibilidad a su encuentro porque se «echaban de menos». Como asesoradas por un mánager de la vieja escuela o dejándose llevar por sus instintos, o acaso traumatizadas, Marta y Marilia han decidido no entrar en su época más turbia. No necesitábamos indagar en lo más doloroso en sus vidas o conocer paso a paso la opinión de cada una de las componentes que han pasado por Ella baila sola durante este tiempo, pero ni mencionar a ninguna de todas esas personas, hoy por hoy, es una opción surrealista. Cuando, después de 20 años separadas, era tan fácil como medio inventar excusas del tipo «la carretera es muy dura y acaba contigo», «cuando eres joven te piensas que te vas a comer el mundo», «triunfamos muy jóvenes y se nos subió a la cabeza», «nos vino bien una cura de humildad», «necesitábamos nuestro espacio después de tanto tiempo juntas» o «vueltas que da la vida, ¿nunca os habéis vuelto a enrollar con un ex que creías que aborrecías y has echado el polvo de tu vida? Pues esto es lo mismo». Humor, ¿alguien?

Hubo un momento en los años 90 en que se vendían tal cantidad de discos en España que la industria musical era una cosa truculenta y siniestra, con gente siniestra y oscurantista a los mandos. Las entrevistas que están ofreciendo Ella baila sola nos están llevando a aquella época, como sus canciones, solo que en este caso para mal.

La buena noticia es que al menos hay nueva música en camino. Ella baila sola han explicado a Pablo Motos cómo fue su primera conversación después de tantos años y cómo en la actualidad se encuentran componiendo nuevas canciones a través de Zoom, WhatsApp o Facetime. Una vez que alguien (se desconoce el sujeto) les propuso reunirse por su 25 aniversario y ambas accedieron, dicen haber retomado su relación en el punto en que lo habían dejado.

El dúo se sometía a una especie de juego «Su media naranja» sobre la otra componente, como habían hecho en Cadena 100 durante la mañana, pero en este caso sí acertaban todas las respuestas sobre sus respectivas familias y manías, a destacar que el padre de Marta Botía llegó a realizar portadas para los Rolling Stones y Miguel Ríos. Y hay que reconocer que Pablo Motos ha tenido su gracia cuando ha preguntado por qué Marta Botía convirtió «gusano» en una palabra esdrújula al componer ‘Lo echamos a suertes’. Botía ha reconocido ahora que por métrica habría sido mejor un plural («gusanos» en lugar de «un gúsano»), pero reconoce que no habría sido igual. Entre risas, tanto ella como Marilia han afirmado que hoy habrían hecho esa letra de otra manera. Al menos esa parte fue divertida. Más de eso en esta relevante reunión, por favor.

Zahara le da al tecno en el fin del mundo

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Zahara sigue estrenando avances de ‘PUTA‘, el disco que publica el próximo 30 de abril, muy esperado por la pasión que ha suscitado el primer single ‘MERICHANE‘, en el que la artista trata temas como el acoso o la bulimia; pero también por lo abrasivo del segundo sencillo ‘canción de muerte o salvación‘ o por la intensidad de un tercer adelanto inspirado en Taylor Swift. El cuarto es ‘berlin u5’, que debe su título a la línea de metro de Berlín que une los barrios de las afueras con el centro.

‘berlin u5’ habla sobre bailar incluso -o mejor dicho, especialmente- cuando el fin del mundo acecha. Por si su título no lo deja suficientemente claro, sí, ‘berlin u5’ es un corte de enorme inspiración tecno, pero pop ante todo, hasta el punto de que promete un subidón que nunca llega. De hecho, cuando parece que este por fin va a aparecer, Zahara y Martí abortan misión y se decantan por añadir un estribillo final, que más que retomar la tensión creada previamente, la diluye, pinchando el globo, ¿aposta? El trabajo de Ela Minus viene a la mente al escuchar esta producción.

Si, en el mencionado estribillo de ‘berlin u5’, Zahara pide a su amante que la lleve a bailar «como si el universo tuviera un plan», la cantante descubrirá más tarde que efectivamente el universo tenía un plan: la pandemia. El tema está inspirado en la Nochevieja de 2019, que Zahara pasa en una rave de Berlín, bailando al ritmo de Richie Hawtin, Sonja Moonear, Helena Hauff, Dandy Jack y Ricardo Villalobos. Explica: «Bailar sin pensar en absolutamente nada, sentir el grave golpeando mi pecho, toda la sala vibrando en mis músculos, me hizo creer que no estaba en ninguna parte, ni siquiera allí, rodeada de desconocidos con rostros felices».

La cantante continúa: «Allí, en mitad de una pista llena de gente sudorosa con la que me rozaba al moverme, parecía imposible pensar que una pandemia vendría a arrebatarnos ese momento. Tomamos Vodka en lugar de uvas entre las luces y el humo como si aquella noche fuera la última en la tierra, o como si semanas más tarde, al volver a casa, tuviéramos que quedarnos encerrados en ella, alejados de quienes amábamos, con quienes deseábamos volver a bailar, aunque fuera una sola vez más».

El videoclip de ‘berlin u5’, que se ha estrenado a la vez que el single, es obra de Guillermo Guerrero -co-autor del tema- y la propia Zahara y, si no tiene lugar en dicha ciudad, lo parece. Ambos dan con un momento especialmente escalofriante cuando la artista enciende la radio para descubrir a un locutor que anima a los oyentes a pasar sus últimos de días con sus seres queridos, acercando el fin del mundo terroríficamente a un presente demasiado posible.

Godspeed You! Black Emperor / God’s Pee AT STATE’S END

Ni en la era de la sobreinformación es posible acceder a un detalle sobre la grabación de un disco de Godspeed You! Black Emperor. Ni Tidal, la plataforma que más se ha preocupado por mimar los créditos de los artistas detallando a veces incluso quién pasó por el estudio para tocar un timbal, da más detalle de este ‘God’s Pee AT STATE’S END’ que «todo hecho por Godspeed You! Black Emperor». En su sello en España dicen no saber nada más, «como siempre». El colectivo canadiense logra mantener el misterio en un tiempo en que todo el mundo sabe todo sobre todo el mundo. Aquí lo único que ha cambiado es lo demás, el mundo que les rodea a ellos. Y la noticia es que 2020 y 2021 se parecen demasiado a lo que imaginabas en el año 2000 cuando escuchabas la música del grupo.

Asomarse a la ventana de ‘F♯ A♯ ∞’ a finales de los 90, de su disco más relevante en el año 2000 ‘Lift Your Skinny Fists Like Antennas to Heaven‘ y también de ‘Yanqui U.X.O.’ en 2002, su último álbum antes de 10 años de parón; era ver el principio del fin del mundo. Desde hace unos meses casi que no hace falta echarle imaginación. Lo dicen ellos mismos en su escueto pero poético texto promocional: «los jinetes del apocalipsis siguen ahí, sólo que gritando «EL FIN DE LOS TIEMPOS ES AHORA» cuando antes decían «llegará pronto»».

Sin resultar oportunistas, pues estas nuevas composiciones Godspeed You! Black Emperor comenzaron a escribirlas durante la gira anterior, la banda de Efrim Menuck hace hincapié en que ha grabado ‘God’s Pee AT STATE’S END’ bajo «máscaras» y con distancia de seguridad. La impotencia, la frustración y la rabia siempre habían estado en su música, ¿pero qué historia sugieren ahora? ¿Hacia dónde nos lleva?

Las radios de onda corta, su recuerdo y recuperación como forma de comunicación en momentos de crisis han inspirado a la banda en esta extraña era. Como siempre, no hay principio ni nudo ni desenlace, pero el espectador solo puede pensarlos cuando se enfrenta a títulos como «Alfabeto militar», en el que se pueden escuchar esas frecuencias de radio; «LLEGÓ EL GOBIERNO», así en mayúsculas en inequívoca señal de advertencia o terror, porque como dicen, «todos los modelos actuales de gobierno han fracasado»; o ‘Nuestro bando ha de ganar’, la canción que ejerce de final. Las canciones de Godspeed siempre han sido políticas, su mensaje claro contra el estado opresor y en este disco su cometido concreto es «vaciar las cárceles», «quitar el poder a la policía y dárselo a los vecinos a los que aterrorizan», «terminar con guerras interminables y demás tipos de imperialismo» y «poner impuestos a los ricos hasta que se empobrezcan».

Generalidades que dejan de serlo de nuevo gracias a unas grabaciones imponentes, en general de nuevo organizadas en forma de «suites», en la versión digital divididas a modo de antecedente o causa/efecto; y en vinilo formando grupo en las respectivas caras. La primera gran baza del disco es ‘Job’s Lament’, introducida por una cosquilleante guitarra que estalla hacia la mitad para terminar de enervarse en el minuto final, justo antes de la rocosa ‘First of the Last Glaciers’, que en cambio cuenta con un desenlace apacible, orquestado, como si contemplar el paisaje descongelado pudiera ser medio hermoso.

‘GOVERNMENT CAME’ es una letanía que aparece tras una canción, ‘Fire at Static Valley’, que contiene sirenas de bomberos. A veces simula arrastrar un paso, o simplemente un lamento de Semana Santa, como homenaje a la extraña fecha de edición del álbum, un Viernes Santo. En los 11 minutos y medio de ‘GOVERNMENT CAME’ vamos pasando de un inicio con más frecuencias a la intromisión de guitarras y cuerdas, como si esa «llegada del gobierno» tuviera el color del agua turbia. En la última parte de la pista, la tensión se va haciendo insoportable hasta encontrarse al borde del precipicio, lo que nos lleva a la siguiente pista, que comienza llamándose precisamente «Mirada al acantilado» y termina llamándose algo tan ambiguo como «Cenizas al mar o más cerca de ti». Muerte o salvación, en otras palabras.

Suenan campanas, dejando al oyente la decisión de si doblan o repican. Es oficial que el disco habla de «todos nosotros esperando el final», pero también en posible contradicción, sobre «nuestra espera por un nuevo comienzo». Aquí ese final es una canción de ambient que casi podría ser una accesible banda sonora, la de una película en la que no se sabe si nuestro bando gana, quizá porque ambos pierden. ¿Cuándo no han sonado las canciones de «Godspeed» como una batalla perdida? ¿Predecible todo a estas alturas? Puede, pero también lo es el ocaso y sigue dando cague todos los días.

Years & Years no «deslumbra» de primeras con su discotequero nuevo single

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Years & Years, que ha pasado de ser una banda al proyecto único de su líder, Olly Alexander, prepara para este año el lanzamiento de su tercer disco, especialmente esperado por su público pues llegará después del éxito de la serie de HBO ‘It’s a Sin‘ en la que Olly interpreta a su protagonista.

El nuevo disco de Years & Years será «bailable y eufórico» en palabras de este a NME, y de hecho no iba a ser así originalmente: Olly descartó un disco entero durante la pandemia porque ha explicado que, en ese momento, lo que le apeteció de verdad era componer «temazos» bailables. Y estos no sonarán a los 80 necesariamente, pero sí «capturarán su energía» pues, según Olly, ha buscado hacer canciones «trascendentes para la pista de baile».

El primer avance del próximo disco de Years & Years es ‘Starstruck’, que ya puede escucharse. Y no, no suena a los 80, sino más bien a Justice, mientras en lo melódico recurre al estilo ultra-popero de una Kylie Minogue. Un tema que se mueve entre el electro y el power-pop y que será un digna adición al repertorio más discotequero de Years & Years, sin realmente alcanzar la categoría de single histórico como un ‘Don’t Start Now’, al que se parece por estructura.

El tema no se debate entre sonar clásico o moderno, sino que directamente cae en lo genérico, pudiendo haber salido en 2005 o 2010. Y su letra incurre en lugares comunes típicos en estos temas de pop inspirados en el mundo astronómico: «toda la gente en esta sala no brilla como tú, si pudiera meterte en una botella, te sorbería como si fueras jugo cósmico». ‘Starstruck’ se pega gracias a su post-estribillo «giving you up-up-up», todo un acierto, pero esto significa que el gancho llega un poco tarde: lo que ocurre antes en la canción no está mal, pero tampoco es demasiado interesante.

Según Olly, ‘Starstruck’ “surgió una noche en un estudio a las afueras de Londres. No me acordaba de la última vez que había visto tantas estrellas juntas, porque no tienes la oportunidad cuando vives en la ciudad. Como todos tuvimos que parar, solo quería salir y bailar. Así que puse toda esa energía contenida en la música. ‘Starstruck’ es el subidón que sientes cuando estás con alguien que de verdad te gusta, es como agarrarte a esa sensación tan buena y no dejarla escapar. Como todos los demás, me he pasado el año entero metido en casa, y he querido crear algo muy positivo y divertido para la gente y para mí. No importa lo que hagamos o lo que seamos en esta vida, creo que todos nos merecemos tres minutos de éxtasis interestelar”.

El álbum de estudio inédito de Prince ‘Welcome 2 America’ verá la luz

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Desde la temprana muerte de Prince en abril de 2016 a la edad de 57 años, se han sucedido lanzamientos más o menos interesantes armados a partir de su obra, desde recopilaciones a cajas pasando por discos acústicos o incluso una colección de grabaciones de canciones que el genio púrpura cedió después a otros artistas. Además, su vastísima discografía ha llegado a las plataformas de streaming. Nunca un álbum de estudio inédito de Prince ha visto la luz de manera póstuma, hasta ahora.

El 30 de julio llegará al mercado ‘Welcome 2 America’, un álbum de material original que Prince grabó en 2010 pero que permanecía guardado en un cajón, en su famosa e inabarcable «recámara». La existencia de ‘Welcome 2 America’ se conoce más o menos desde entonces, y de hecho la gira de presentación de ’20Ten’, el disco que Prince sí publicó en ese año, se llamaba ‘Welcome 2 America’, pasando solo por Estados Unidos. En pocas palabras, un trabajo que difícilmente provocará interés más allá de sus seguidores, como no lo ha hecho prácticamente ninguno de los lanzamientos de Prince del siglo XXI.

Según nota de prensa, el disco «documenta las preocupaciones, esperanzas y visiones que Prince experimentaba dentro de una sociedad que estaba cambiando, presagiando de manera profética una era de división política, desinformación y de renovada lucha por la justicia racial». Se entiende que los herederos de Prince buscan introducir ‘Welcome 2 America’ en el contexto de Donald Trump, Black Lives Matter o la consolidación de las redes sociales, pero el primer single apunta a que se quedará en su año de grabación.

El primer tema de ‘Welcome 2 America’ que se ha dado a conocer es el titular, abre el largo y es una «jam» de jazz-soul típica de Prince en la que este plantea una crítica de la sociedad y la cultura estadounidenses. En la letra, Prince menciona el sistema educativo, la cultura de las celebridades o la verdad como «minoría» pero se supera soltando una frase marca de la casa: «yo prometo lealtad a la Tierra, de los Estados Unidos del Universo». Musicalmente, una composición conservadora, añeja, casposilla incluso, apta solo para muy, muy, muy fans.

Tracklist:
Welcome 2 America
Running Game (Son Of A Slave Master)
Born 2 Die
1000 Light Years From Here
Hot Summer
Stand Up And B Strong
Check The Record
Same Page, Different Book
When She Comes
1010 (Rin Tin Tin)
Yes
One Day We Will All B Free

Georgia Anne Muldrow te invita al opulento y enigmático «jardín de Mufaro»

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Georgia Anne Muldrow es una cantante, compositora y productora estadounidense de neo-soul, funk, hip-hop y R&B experimental que en los últimos años ha sido reconocida con una nominación en los Grammy por su álbum de 2018, ‘Overload’. También ha aparecido en unas de las pistas destacadas de ‘Negro Swan‘ de Blood Orange. Muldrow firma con otros alias como Ms. One o Jyoti, dependiendo de qué tipo de sonido presente en ese momento; y, por ejemplo, como Jyoti publicó el año pasado el disco de soul y jazz fusión ‘Mama, You Can Bet!‘.

Con su nombre de pila ha firmado varios proyectos, entre ellos una serie de «beat tapes» o álbumes compuestos por beats instrumentales que están muy bien considerados: el primero salió en 2010, el segundo en 2019 e incluye uno de sus mayores éxitos, ‘Brokenfolks’, y hace unos días se ha anunciado que saldrá el tercero. El título de esta serie de álbumes es ‘VWETO’, que significa «gravedad» en ki-kongo, la lengua bantú hablada por los pobladores de los bosques tropicales de la República Democrática del Congo; y si África ha sido una inspiración tremendamente enriquecedora para Muldrow a lo largo de su carrera, el primer avance de ‘VWETO III’ no se queda atrás.

Cuenta la artista que el beat de ‘Mufaro’s Garden‘ está inspirado en una imagen incluida en el premiado libro ilustrado de John Steptoe ‘Las hermosas hijas de Mufaro’, el cual, publicado en 1987, es todo un clásico de la literatura infantil afroamericana. Explica: «Hay una imagen en ese libro que es increíble, en la que Mufaro observa desde la distancia su jardín, que se junta con el resto del terreno, y en el horizonte, es posible apreciar las vistas de la ciudad histórica de Gran Zimbabue. Recuerdo pasar horas de niña mirando esta imagen, y deseando poder ir ahí».

La música de ‘Mufaro’s Garden’ busca replicar en sonido el ambiente de esa ciudad ancestral: el calor es sofocante, pero las vistas son deslumbrantes en su riqueza natural. En ‘Mufaro’s Garden’, el beat de hip-hop proporciona el movimiento y los teclados y diversas melodías y efectos, las vistas, que son tan opulentas como enigmáticas. En un mundo en que se habla de pop tropical constantemente, y en el que el lo-fi hip-hop ambienta millones de casas a lo largo y ancho del globo, ‘Mufaro’s Garden’ ofrece hip-hop tropical en un sentido más visual y evocador.

En nota de prensa, Muldrow explica que ‘VWETO III’, que sale en mayo, es un disco «hecho para escuchar mientras se está en movimiento», en concreto cuando «vuelves al mundo exterior después de un largo periodo de introspección». Será un trabajo de paisajes sonoros «profundos y pesados» que está inspirado en parte en un álbum de Isaac Heyes en el que «incluso el reverb tiene grano y textura».

10 fotos: Rihanna sale a protestar, Lenny Kravitz enseña tableta, Mariah Carey se vacuna…

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Compartimos una nueva edición de nuestra sección «10 Fotos Que» con algunas de las fotos (o vídeos) que más nos han divertido o sorprendido en redes sociales.

La tableta de Lenny Kravitz

Hace tres años que Lenny Kravitz publicó su último álbum estudio hasta la fecha, ‘Raising Vibration’. Lo que ocupa a Lenny ahora mismo es el rodaje de una película en la República Dominicana junto a Jennifer Lopez, y desde ahí ha subido el cantante esta foto de él que ha dado que hablar por razones evidentes. Lo único que vamos a decir al respecto es que Lenny cumple 57 años el próximo mes de mayo.

Rihanna protesta a pie de calle

La autora de ‘Anti‘ ha salido a las calles de Nueva York a manifestarse en contra del racismo hacia la población asiática en Estados Unidos. Por supuesto, la cantante ha acudido a la protesta tapada hasta las cejas, pero eso no ha impedido a alguna persona reconocerla, como muestra este vídeo de TMZ. En un momento del vídeo, Rihanna comparte su perfil de Instagram a un chaval adolescente, y este no termina de creérselo.

Breve encuentro: Arca y Pedro Almodóvar

Finalmente, Arca no ha ganado el Grammy a Mejor álbum electrónico por ‘KiCk i‘, que ha ido a parar a KAYTRANADA, pero las buenas noticias siguen sucediéndosele a la productora y cantante venezolana: quedan tres volúmenes de este proyecto por salir y, recientemente, la artista ha conocido a Pedro Almodóvar, lo que significa que para muchos ya es oficialmente una «chica Almodóvar». He aquí la prueba.

Russian Red vuelve a Madrid

No se nos ha olvidado que Russian Red trabaja estos días en su próximo disco, pero mientras tanto, Lourdes Hernández es noticia por regresar a su ciudad natal, y esta vez su estancia no será de dos días. En Instagram, ha reflexionado: «La vida son dos horas y ahora quiere que me vaya a Madrid por un tiempo. Estoy nerviosa de volver a mi ciudad, es difícil reinventarse en casa, que a eso voy, a ver si la realidad se hace sueño».

Mariah Carey se vacuna

La autora de ‘Caution‘ ha tenido la suerte de recibir ya la vacuna contra la covid, y ha aprovechado para hacer de las suyas. ¿Recordáis aquel vídeo en el que destapaba una botella de agua de golpe gracias a su portentoso silbido? En este, la vacuna provoca que Mariah suelte una de esas notas agudas imposibles que solo ella sabe hacer, casi imperceptibles por el oído humano. Lo llama «efecto secundario» de la vacuna, y de paso se referencia a sí misma: tiene una canción llamada ‘Side Effect’.

Papa Topo, pioneros en apostar por Samantha Hudson

A Samantha Hudson también le llueven las buenas noticias. Acaba de estrenar su espectáculo ‘Eutanasia Deluxe’ con todo agotado en Madrid, antes la hemos visto acaparando la atención en los Premios Feroz de varias maneras, y la artista cuenta con su podcast de Netflix. Muchos años antes, Papa Topo contaban con ella para un bolo, sin saber hasta dónde llegaría. «Tenía 16 años, dio su primer concierto como telonera de Papa Topo en una salita minúscula de Palma de Mallorca y nos dejó a todos patidifusos». Adrià Arbona Orero, cantante de Papa Topo, es productor musical de ‘Eutanasia Deluxe’, cerrando el círculo.

Madonna, a tope contra el ageism

De vez en cuando se viraliza en la red el vídeo de aquella entrevista de Madonna en los 90 en la que critica el «ageism» que sufren ciertas mujeres que siguen expresando su sexualidad cuando llegan a «cierta» edad. «Se supone que te tienes que morir cuando cumples 40 años?» es su reflexión. La autora de ‘Madame X‘ ha seguido opinando sobre esta cuestión en años posteriores, pero a veces basta con que cuelgue una imagen de ella en Instagram para que vuelva a quedar clara su postura al respecto.

La emoción de Santi Balmes

El concierto de Love of Lesbian en Barcelona ha sido una de las noticias más importantes de las últimas semanas, y su líder Santi Balmes no ha dejado de comentarlo en sus redes con emoción. «Ayer pensaba en todo el cúmulo de sensaciones que había tenido durante toda la semana. La de veces que todos los implicados, tras cada prueba de antígenos realizada, esperaban mi resultado como si fuera un predictor. Jamás había sentido tanta presión en mi puñetera vida. Luego, una hora más tarde, al lado de mis compis, de los que allí estuvieron, nadé en un sueño y he de reconocer que sigo en apnea».

Los memes de Lil Nas X

Puede que la polémica del vídeo de ‘MONTERO (Call Me By Your Name)‘ haya quedado zanjada gracias a las palabras de apoyo de FKA twigs, pero Lil Nas X tenía otra batalla pendiente: que su nuevo single debutara en el número 1 del Billbaord. Así ha sido, y desde luego no gracias a este meme basado en Justin Bieber y en su intento desesperado por que ‘Yummy’ fuera número 1. Por suerte para Lil Nas, «Montero» ha gustado de verdad y también es número 1 en Reino Unido.

Lady Gaga, feliz

A la pobre Lady Gaga la vida le dio un buen susto hace unas semanas cuando dos de sus tres perros fueron secuestrados. Su amigo Ryan Fischer, que los paseaba en ese momento, recibió un disparo, hubo de ser hospitalizado y se encuentra recuperándose. Los perros fueron entregados finalmente a representantes de la artista, que en ese momento -y todavía- se encontraba en Roma rodando ‘House of Gucci’. Ahora las buenas noticias se le acumulan a Gaga, que acaba de cumplir 35 años y ha recibido esta corona de flores de su amigo. «Me muero de ganas de estar en casa contigo y los perros, eso es todo lo que necesito».

‘Shy Away’: ¿demasiado buena para Twenty One Pilots o demasiado floja para Twenty One Pilots?

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«Parecen Two Door Cinema Club», concluye sobre lo nuevo de Twenty One Pilots uno de nuestros comentaristas, bajo estas líneas. La pregunta es si eso es bueno o malo. El grupo formado por Tyler Joseph y Josh Dun ha vuelto con una urgente canción de synth-pop que no llega a los 3 minutos de duración y que recibe el nombre de ‘Shy Away’. De sonar como los a-ha más populares en sus primeros segundos pasa a parecer una grabación de los Phoenix más inmediatos: ni rastro de sus aproximaciones al hip hop o a Jamaica, como sucedía en ‘Ride’.

Es difícil no escuchar este ‘Shy Away’ sin el contexto del grupo que lo interpreta. Si lo hiciera una banda novel, diríamos que la canción es fresca e inmediata, que podría ser el nuevo éxito alternativo del verano. La banda sería «the next big thing» y hablaríamos de «hype». No todos los días sale una canción tan pegadiza y en su voluntad pop poco artificiosa, puede llegar a gente a la que no le gustaban Twenty One Pilots. Por otro lado, Twenty One Pilots son una banda demasiado famosa para jugar a ‘Lisztomania’ tantos años despúes de ‘Lisztomania’. ¿No había nada mejor que ofrecer que esta mímesis?

‘Shy Away’ ocupará el tercer lugar en el disco que el dúo trama para el 21 de mayo y que ya sabemos que se llama ‘Scaled And Icy’. Lo presentarán con un concierto en vivo online el mismo día 21, después de haberlo grabado en la distancia durante la pandemia. Según la nota de prensa lo han hecho dejándose llevar por las emociones que todos hemos sentido durante 2020: «ansiedad, soledad, aburrimiento y duda». Las composiciones quieren «avanzar a través de los reveses», centrándose en las «posibilidades que merece la pena recordar».

Este álbum será el sucesor de ‘Trench‘, que no lograba repetir el cuádruple platino en Estados Unidos de ‘Blurryface’ (que contenía su macrohit ‘Stressed Out’), pero que aun así sí llegaba al top 2 tanto en América como en Reino Unido y fue platino en su país.

01. Good Day
02. Choker
03. Shy Away
04. The Outside
05. Saturday
06. Never Take It
07. Mulberry Street
08. Formidable
09. Bounce Man
10. No Chances
11. Redecorate

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Marcelo Criminal: «Mi objetivo no es epatar sino gustar a la gente»

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Marcelo Criminal actúa este jueves 8 de abril en el Nuevo Teatro Alcalá como parte de la programación de Bravo Madrid, lógicamente respetando todas las medidas de seguridad habituales en la pandemia. Es el momento de que recuperemos una interesante charla sobre música, filosofía, religión y política que mantuvimos con el artista en los días en que publicaba ‘Momento de auténtica realidad‘, hace unos meses, cuando el PP aún gobernaba en el ayuntamiento de Murcia (todavía lo hace en la Comunidad tras el escándalo de la monción de censura y los tránsfugas de Ciudadanos).

En cualquier caso, un disco rico contenido y fiel a la filosofía DIY que tanto ha marcado al autor de ‘Perdona (ahora sí que sí)’, nada menos que el mayor éxito de Carolina Durante y uno de los mayores de Amaia. Me intriga averiguar cuánto de personaje y cuánto de Marcelo García Marín pero me encontraré en las oficinas de Sonido Muchacho, pero pese a una timidez que él mismo asegura estar trabajando gracias a la música, pese a cierto titubeo en el desarrollo de la conversación, me sorprende lo buen conversador que es. Lo claras que tiene las ideas, y también lo que se ríe.

El lo-fi no es una cosa de modas, siempre ha sobrevivido al margen de ellas. ¿Te sientes un representante de este movimiento?
Para mí el lo-fi ha sido un requisito técnico, por los medios de que dispongo. Me sentí inspirado por esta corriente al empezar a hacer música. Personalmente creo que ese lo-fi ha ido diluyéndose en lo que hago, pero sí lo considero una forma de entender la música o la vida, muy interesante a nivel ideológico. Me interesa deconstruir la idea del genio, el arte como algo totalmente elevado respecto a la materialidad de todos los seres humanos. Me gusta decir a la gente: «puedes hacer toda la música que quieras, no hacer lo que te viene dado».

¿A qué te refieres con «a nivel ideológico»?
La gente de la cultura crea como una especie de elitismo que imbuye de misterio el proceso creativo, y a mí me parece muy emancipador que no sea así. El artista que hace música no tiene por qué ser alguien influido por el cielo, por cosas metafísicas, sino por el clásico «hazte tú mismo». No tiene por qué haber diferenciación entre artista y público.

Por la evolución de los requisitos técnicos que decías, los discos de artistas de lo-fi tienden a sonar menos lo-fi cada vez, con todas las posibilidades que se ve ahora en el bedroom pop. Aunque te veo más en Moldy Peaches que en el bedroom pop…
Vengo más de eso que del bedroom pop de Clairo, aunque hay cosas que me interesan más y menos, pero yo estoy más donde los clásicos. Con medios caseros se pueden conseguir resultados profesionales, que ya no son lo-fi. Igual yo estoy un poco viciado y para mí no es algo lo-fi lo que para otra gente sí, pero mi amigo Álex (López García) y yo, que somos los que hacemos las canciones en su casa, hemos evolucionado un poco y creo que lo último suena un poco mejor que cosas que hemos hecho antes.

¿Hasta qué punto consideras todo esto parte de tu gracia y de tu sonido? Es parte de tu personalidad, pero en un momento dejarás de tener limitaciones técnicas. Y además estás en Sonido Muchacho, que es un sello bastante grande ahora mismo.
De momento no tengo ninguna intención, no me interesa ir a un estudio profesional. Me interesa estar más encima de la creación, de la producción… la dinámica que tengo con Álex, el productor. Podría ir a un estudio con un productor de renombre, que no tiene nada de malo ni digo que no lo vaya a hacer nunca, pero ahora mismo no me interesa. Sonido Muchacho nunca me ha dicho: «esto suena como la mierda». (risas) Siempre he tenido su apoyo y yo lo agradezco.

«Me interesa deconstruir la idea del genio»

Entiendo que es imposible saber qué harás en el futuro. ¿Pero qué opinas de la evolución de la carrera de gente que has seguido? Adam Green hizo discos orquestados como ‘Friends of Mine’, ha seguido a su bola, pero su sonido se profesionalizó. Kimya Dawson, no. En otro estilo, Beach House sonaban rudimentarios en sus primeros discos, pero han evolucionado. ¿Cuáles son tus referentes?
No solo escucho lo-fi, pero en este tipo de sonido Adam Green no me ha convencido tanto, y no porque tenga arreglos, aunque tampoco soy un estudioso de lo que ha hecho. Me gusta más Kimya. El primer acercamiento a este tipo de sonidos fueron White Stripes cuando era adolescente. Su deriva tampoco me interesaba demasiado. El primero de La Estrella de David es muy distinto al último, y no me desagrada. Hay artistas que van desarrollándose con una carrera más profesionalizada, más para todos los publicos, y no soy un purista, ni creo que el artista se venda. Pese a las implicaciones ideológicas, el lo-fi es la muestra de una precariedad de unos artistas que luego puede ir hacia diferentes sitios. Teenage Suicide ahora son American Pleasure Club y son otra cosa, pero siguen pareciéndome interesantes. Y eran un lo-fi extremísimo.

En Sonido Muchacho de repente encontramos cosas como la colaboración entre Natalia Lacunza y Cariño. ¿Tú te ves haciendo featurings así?
No me atrae el tema de los featurings, pero no es por purismo. Por mi forma de trabajar no me apetece que entre un agente externo. No sé cómo surgen colaboraciones como estas. No me parece ni bien ni mal, pero en mi caso deberían salir de manera orgánica, con algún amigo mío, y a partir de ahí construir algo. No es como: «te paso una base». No es algo que me atraiga mucho. Hago las cosas poco a poco por mi cuenta. Me incomodaría otra cosa. Quizá sean complejos míos. Muchas cosas del lo-fi pueden ser una máscara. Cada uno tiene sus vergüenzas y pudores y cada uno los enmascara como puede. Puede que algún día supere esa incomodidad y haga otra cosa, pero ahora me incomodaría un poco.

«Muchas cosas del lo-fi pueden ser una máscara. Cada uno tiene sus vergüenzas y pudores y cada uno los enmascara como puede»

¿Y escribir para otros?
Escribir para otros no me supone ningún problema porque es otra cosa. Soy dueño del concepto Marcelo Criminal, y tomo decisiones en base a eso. Pero escribir para otros es divertido porque me hace salirme de mí y hacer una canción que yo nunca publicaría porque esta frase o este sonido no es exactamente lo mío. Es una forma de experimentar en los márgenes que yo mismo me he construido.

¿A nivel económico ha sido importante para ti que Amaia y Carolina Durante versionaran ‘Perdona, ahora sí que sí’?
He ganado más dinero con eso que con muchas cosas (risas). No puedo retirarme, pero ha sido lo que más dinero me ha dado en la música.

¿Más que un concierto?
Más que un concierto. Como los ingresos de SGAE llegan cada cierto tiempo, no tengo claro cuánto dinero le he sacado esta gente (risas). Pero tampoco te diría, me da mucho pudor…

¿Mantienes contacto con Amaia?
Nos seguimos en Instagram, pero no somos amigos, tenemos un contacto relativo.

«Uno se crea a sí mismo una especie de cárcel. Soy consciente de lo que la gente ve en mí»

Ese vídeo era superguay… ¿tienes miedo de convertirte en un personaje y ser absorbido por el mismo? Si un día decides evolucionar a otra cosa, que no tiene mucha pinta, pero imagínate… tendrías un personaje que quitarte de encima.
Esto me pasa. Uno se crea a sí mismo una especie de cárcel. Que no soy un mártir. Pero a cuanto más público llegas, más te agobia decepcionar a algunas personas. Soy consciente de lo que la gente ve en mí. Lo sé porque doy conciertos, hablo con la gente que viene y veo ideas proyectadas en mí que no sé de dónde han salido.

¿Tipo?
Me toman por una persona mucho más tímida de lo que soy. Soy menos tímido que cuando empecé. La música me ha ayudado a abrirme. Al principio era muy introvertido. Obligarme a conocer gente o a viajar para tocar, me ha ayudado. Se creen que escucho una música que no me interesa especialmente. Una tía me echó la bronca porque no tenía un conocimiento enciclopédico de los Beatles. O grupos que no conozco de lo-fi de otra generación que no son mis referentes.

¿Qué edad tienes?
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Te hacía mayor: hace tantos años que escuchamos hablar de ti…
Empecé moderadamente joven.

Si una canción de este disco petara como «Perdona», ¿cuál crees que sería?
Hay una canción que hemos dejado esquelética para que cualquier persona cree lo que quiera crear por encima, ‘Demasiado lento’, es mi voz y el piano. Es un óleo en blanco que cedemos a la gente para quien quiera hacer una versión (…) Nunca se sabe, si supiera qué canción va a pegar el golpe…

«Mi objetivo no es epatar a la gente sino gustar a la gente»

No parece que sea tu objetivo…
No es el juego en el que estoy, pero mi objetivo no es epatar a la gente sino gustar a la gente. Por mis referencias y background, las canciones que más me gustan no son grandes éxitos, pero sí me gusta que las canciones gusten a la gente, o que «Perdona» fuera un éxito. No estoy en contra de eso. Pero bueno, también me gusta pasármelo bien yo.

La versión de «Perdona» ha sido lo que más dinero me ha dado en la música

Antes has hablado de White Stripes…
Fue mi puerta de entrada a ese mundo, cuando los descubrí con 13 años.

Pero yo vi en ellos muy clara cierta ambición.
Es un grupo muy ambicioso. Yo soy una persona vergonzosa. No me gusta hacer estribillos que se repitan. Tengo mis pudores, que chocan con los estándares de la música pop y lo que necesita un hit. Cuando me hacen una versión, que me han hecho 4 o 5, lo normal es que repitan la canción entera, el doble de tiempo (risas). A veces funciona mejor o peor, pero no me gusta hacerlo yo.

‘Dentro y en contra’ es como tu introducción al sistema, hablas de sonar en Radio 3 y enseguida Carmona puso un tuit de que ibas a sonar en su programa…
La canción no es primera persona, no es Marcelo García queriendo sonar en Radio 3. No soy yo subiendo temas al Bandcamp. Yo ya no puedo decir que esto sea una broma, si en 3 años fracaso y nadie me quiere ver en concierto, nadie me atrae a Madrid a dar entrevistas… No es una broma. Sí, esto es el sistema.

Hay algo de filosofía y religión en el disco en dos canciones seguidas, la de ‘Spinoza’ y ‘Cantares’.
‘Cantares’ es la canción religiosa. El catolicismo me interesa mucho, al principio como algo meramente estético. No soy creyente, pero sí ha marcado cómo pensamos y recurro a ello. Me interesa el tema del perdón, de la culpa, la visión que ofrece el catolicismo al respecto. ‘Cantares’ fue inspirada por un corto experimental que trataba el enamoramiento entre dos sacerdotes. El director me pidió una canción y la hice sobre ese tema.

¿Qué te interesa tanto del perdón?
La idea puramente cristiana del perdón por encima de todo: perdonar a tus enemigos, poner la otra mejilla… Es algo muy radical. Choca contra lo intuitivo. Me interesa esa perspectiva, no digo que esté a favor, pero es una manera de ver la culpa muy interesante.

Nick Cave escribió un texto preguntándose dónde está la misericordia en la cultura de la cancelación, sobre perdonar de verdad a una persona.
Es un tema complicado el de la cultura de la cancelación, sobre el que no tengo una idea clara. No creo en el punitivismo, me desagradan las cárceles, esa clase de cosas. Pero hay muchos niveles de cancelación y muchos tipos de motivos para ello.

¿Y el tema de Spinoza?
Ahí la filosofía es un adorno, puro esteticismo. Me interesa la filosofía pero no soy ningún experto. Un amigo me recomendó su ‘Ética’, muy interesante. Tardé bastante tiempo en leérmela, es un poco densa (risas), pero me gustó. Spinoza es materialista, o lo parece, depende de a quién preguntes, porque hay dudas, pero yo lo interpreto así. Es una frase que ponía un editor a un comentario: «Spinoza niega explícitamente aquí la posibilidad del milagro». Me interesaba la idea del milagro no solo en un sentido metafísico, sino la fascinación que pueda producir algo. En la canción son las maravillas físicas de los coches de ‘Fast and Furious’, son otra forma de milagro (risas). El milagro de escuchar una canción y que te cambie la vida. No es un milagro metafísico pero sí. Me gustó la frase.

«Mi idea de un mundo mejor no pasa por el PSOE en el gobierno»

¿Y lo mencionar al PP en una canción, en ‘JL, frente a su ordenador’?
Es puramente ideológico. Soy de Murcia, donde gobierna el Partido Popular desde hace unos cuantos años. Vivo ahí…

Pero en la canción hablas de las Generales…
Recuerdo que en esa época, no votaba, creo.

Y ahora sí.
¡Ahora tengo edad para votar! Hablaba del gobierno central, pero ahora tampoco es que estén las cosas para tirar cohetes respecto a mis expectativas… El sistema es el que es, el país es el que es, las instituciones son las que son. Hay un cambio efectivo, no soy analista político, pero mi idea de un mundo mejor no pasa por el PSOE en el gobierno.

¿Entonces eres defensor de Bicimur, en la que cantas «por una vez el Gobierno acertó»?
Con sus más y sus menos es el servicio que uso, pero no es lo que más utilizo. El servicio empeoró muchísimo desde que hice la canción (risas), pero es verdad que lo uso mucho y en general me ayuda.

Taylor Swift le dice «sashay away» a un bienqueda que puede ser Joe Jonas o no

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Taylor Swift ha escogido hoy miércoles para lanzar otro de los temas de regalo que incluirá su versión regrabada de ‘Fearless‘. Después de ‘Love Story’ y de ‘You’re All Over Me’ con Maren Morris es el momento de escuchar ‘Mr. Perfectly Fine’. El tema tiene más chicha de lo que parece porque su letra es un despecho continuo contra un hombre que ha roto a Taylor el corazón, y que los seguidores de la artista están especulando no puede ser otro que Joe Jonas, con quien Taylor salió de julio a octubre de 2008 (‘Fearless’ salió en noviembre).

Musicalmente, ‘Mr. Perfectly Fine’ es exactamente como ‘Love Story’ pero más acelerado, aunque comparte con este hit primigenio de Taylor ciertos elementos melódicos y también un último estribillo con subida de tono final, bastante pegado con calzador. Es el típico corte de country-pop que practicaba Taylor en la época, compuesto para las masas, aunque llega beneficiado por la madurez de la voz de Taylor, y también su madurez en general: es imposible escuchar la letra y pensar que Taylor la está cantando totalmente en serio, lo cual la hace más encantadora.

La letra de ‘Mr. Perfectly Fine’ incluye una referencia a RuPaul’s Drag Race. Sí, en serio: ‘Queen‘ de Perfume Genius ya no es el único tema de pop que incorpora la palabra «sashay» en su letra: «sashay away to your seat» es una de las frases que la Taylor de 19 años dirige a ese chico que tan mal le ha tratado. Pero lo mejor de ‘Mr. Perfectly Fine’ es la mala baba que contiene su texto en general.

Al chico le caen mil adjetivos, ninguno bueno: «Mister «cambio de opinión», mister «me deja mas sola que la una», mister «estoy siempre en el lugar adecuado, en el momento adecuado», mister «cruel pero por casualidad», mister «todo gira a tu alrededor», mister «disculpa insincera para no parecer el malo de la película». Adolescente al 200%, pero analizado desde la perspectiva actual, desde la distancia que proporciona el tiempo, la ingenuidad de ‘Mr. Perfectly Fine’ hace gracia por lo que tiene de medio irónico.

Albany / Se trata de mí

«No entiendo el trap» es una declaración de Albany, una de las mayores representantes del trap español en la actualidad. La cantante no se refiere a la música, sino a la cultura: ella habla en contra de las drogas porque las ha vivido de cerca, dentro de su propia familia; se posiciona en contra de la violencia porque ha vivido el bullying en sus carnes «por ser gitana, por ser morena de piel, por ser pobre», y decide no restregar en la cara de nadie su dinero porque «es mejor que nadie sepa el dinero que tienes». La humildad de Alba Casas Hernández es refrescante en una escena plagada de traperos que interpretan un papel, una idea de lo que les gustaría llegar a ser. Una decisión, ojo, perfectamente legítima: como decía Marlon Brando, todos estamos actuando en esta vida, aunque no queramos. Pero el «trap triste» de Albany se diferencia de todo lo demás por lo personal, por lo visceral, por lo dramático.

‘Se trata de mí’ es el título de la primera mixtape de Albany. Sin grandilocuencias ni palabras impronunciables, ni tampoco promesas de un segundo o tercer volumen de música, Alba plantea concisamente su primer trabajo largo como un viaje hacia su mente. Después de editar singles tan potentes como ‘Mi crush’, ‘Cyberluv’ o ‘Loyalty’ o de triunfar en las plataformas de streaming con ‘Sugar Mami’ con La Zowi, que va para los 6 millones de reproducciones en Spotify, es decir, sus streamings ya equivalen a un Disco de Oro en España; apetecía que la cantante sentara cátedra con algún proyecto mayor, y ‘Se trata de mí’ resume su discurso de varias maneras: es «sad trap» pero también otras cosas. Y la noticia a destacar de ‘Se trata de mí’ no es que Albany haya conseguido juntar en un mismo disco a los enemistados (al menos mediáticamente) C. Tangana y Yung Beef, sino lo carismáticos que suenan los demás temas.

El mayor éxito de ‘Se trata de mí’ está siendo ‘Bebé’ porque aparte de titularse con una de las palabras insignia de las generaciones millennial y Z, incluye la colaboración de C. Tangana. Un tema de reggaetón modesto, hipnótico, pegadizo, pero en el que lo más interesante que ocurre es que la frase de Antón «cuando pasas da la sensación, de que me via’ ver en un follón, que ni yo sé dónde me he metío», da la «sensación» de ser una referencia involuntaria a aquel chalado del vídeo de ‘APM’. Producido por LOWLIGHT, ‘Bebé’ está bien pero no es ‘Antes de morirme’ ni tiene la mitad del potencial generacional que aquel, de la misma manera que el trap narcotizado de ‘Chica fantasma’ con Yung Beef tampoco es de lo mejor del disco, a pesar de que su letra sí vuelve a representar muy bien la filosofía de Albany: en ella la cantante se compra un coche caro, pero solo para regalárselo a su madre.

Lo mejor de ‘Se trata de mí’ es lo que Albany ofrece por su cuenta. Es un decir: en el disco, la artista se rodea de varios beatmakers como 190, BK Beats, EJ Marais, Lucid Eyez u Only One Hook, pero lo seguro es que no necesita compartir el micrófono con nadie, por mucho que una de esas personas firme actualmente el disco más vendido del país. El discurso tristón de Albany plaga las letras en un nivel casi preocupante, pero esa es su firma, y si solo ella podía convertir un tema como ‘No estoy bien’ en un himno, su texto no puede ser más calamitoso: «no sé qué hecho con mi vida, tengo el alma vacía» es el gran «hook» de este corte con el que comienza la mixtape. El tema siguiente es igual de dramático, pero mientras la base de ‘Ya no’ difumina con acierto la frontera entre el trap y el dancehall, su texto alterna la pena («estoy ahogada en dolor») con el empoderamiento («por que me siento mierda, si en verdad soy oro?»).

No son textos con grandes matices los de Albany: si frases tipo «cuando pienso en ti, mi corazón se ilusiona» parecen sacadas del cancionero de Camela o Niña Pastori, una rima como «y por qué no estamos juntos, todos los días me pregunto» parece más de las extintas Flos Mariae. A veces, Alba sucede una frase con otra para dejar con bastante mal cuerpo, como cuando en ‘Calvin’ canta «quiero tirarme en paracaídas de la mano contigo, mi vida» para después sentenciar «la muerte me va a llegar en cualquier momento». Escalofríos. Pero Albany a veces cautiva con poco: «quiero quitarte los Calvin» es otra de sus frases estrella, y si las letras pecan de simplonas, las producciones lo compensan en parte: la base cortante y R&B de ‘Final Fantasy Love’ merece una masterización como Dios manda, ‘No creo en el amor’ deriva de ‘Te boté’ para sonar más a Drake o Kali Uchis, es decir, muy bien, y ‘Te engañas’ suena improbablemente a un ‘Pon de Replay’ deprimido, alcanzando lo enigmático.

P!nk y su hija de 9 años sí triunfan en Australia y Europa con ‘Cover Me in Sunshine’

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P!nk lanzó el pasado mes de febrero un nuevo single junto a su hija de 9 años, Willow Sage Hart, que ha pasado desapercibido tanto en Estados Unidos como en Reino Unido, los dos mercados principales de la artista. También en España, donde Alicia no ha dado con un gran hit recordado por todos desde los tiempos de ‘Just Give Me a Reason‘ allá por el año 2013 (‘What About Us’ se quedó en un tímido puesto 55. Sin embargo, y contra todo pronóstico, ‘Cover Me in Sunshine’ sí está consiguiendo ser un pequeño hit en otros lugares del mundo, especialmente en Australia y en parte de la Europa continental. Prueba de que a veces el mundo anglosajón no lo es todo.

‘Cover Me in Sunshine’ está siendo un éxito especialmente en Austria, donde es número 6 en el chart de Spotify, mientras en la tabla de la plataforma sueca es número 13 en dos mercado tan importantes como los de Alemania y Australia, así como en Países Bajos. Otros territorios que están apoyando el single actualmente son República Checa (número 25), Eslovaquia (número 26) o Bélgica (número 28). No son números para tirar cohetes ni mucho menos, pero reflejan que ‘Cover Me in Sunshine’ sí está gustando y encontrando su público incluso más de un mes después de su modesto lanzamiento.

Los datos de las listas oficiales revelan que ‘Cover Me in Sunshine’ ha sido definitivamente un éxito en Austria, Países Bajos, Australia y Alemania. Su cumbre en estos países ha sido un top 5 en los dos primeros casos, un top 6 en el tercero, y un top 13 en el cuarto. Mientras en Reino Unido no ha pasado de un top 60 y en Estados Unidos de un top 4… en el «Bubbling Under», es decir, no ha alcanzado el top 100 oficial, ‘Cover Me in Sunshine’ también ha llegado al top 4 de Nueva Zelanda, al top 13 de Suiza, al top 15 de Suecia o al top 28 de Bélgica. En pocas palabras, no ha sido un macrohit ni muchísimo menos, pero tampoco un fracaso estrepitoso, pues en algunos de estos países, el tema permanece a día de hoy entre los más escuchados.

‘Cover Me in Sunshine’ es todo lo buenrollista que puede sonar un tema con la palabra «luz del sol» en su título y que incorpora a una niña en el rol de artista invitada. Para quienes odien este tipo de ideas será el horror esperado, para el resto de la humanidad será un tema inofensivo más. En general, estamos ante el típico capricho de artista pop que busca dar una imagen cercana y maternal, lo cual en este caso no pasa por buscar un sonido medio interesante, ya ni siquiera rompedor, sino lo más insípido y conservador posible. ¿Os imagináis un tema que incluya la participación de un niño y mole? ¿Llegará alguna vez ese día?

Musicalmente, mandan las guitarras acústicas y el sabor pseudo-folki en este corte que suena hasta algo improvisado a tenor de su producción, quizá porque así ha sido, y que se pierde en imágenes bucólicas de «gente riendo» y «flores silvestres» para realmente no aportar absolutamente nada a la carrera de P!nk, más que un regalo para sus fans, y sobre todo para su hija. Los próximos pasos artísticos de P!nk dan para más debate: nuevo single con Rag’N’Bone Man este viernes, el estreno del documental ‘All I Know So Far’ a finales de mayo, y posible residencia en Las Vegas.

serpentwithfeet hace la cucharita en la celestial ‘Hyacinth’

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Puede que serpentwithfeet haya dejado atrás la visceralidad de su primer álbum, con lo cual ha quedado sin resolver el misterio de qué tipo de segundo disco habría presentado de haber desarrollado el sonido de aquel. Sin embargo, en ‘DEACON‘ el músico de R&B y góspel experimental de Baltimore ha encontrado una suavidad que le sienta como un guante a su preciosa y trémula voz, y a la vez ha evolucionado hacia un lugar más accesible, como su talento merece. ‘DEACON’ es el trabajo de un hombre felizmente enamorado que no tiene miedo a sonar lo más tierno que es capaz.

‘DEACON’ se ha presentado con singles tan enriquecedores como de costumbre, especialmente ‘Fellowship‘ pero también ‘Same Sized Shoe’. Pero Josiah Wise se reservaba la joya de la corona para el día de lanzamiento del disco. ‘Hyacinth’ abre la secuencia para invitarnos a un mundo de ensueño, celestial, en el que solo caben la paz y el amor. La canción recibe su título del jacinto, un tipo de flor conocido por representar la constancia, y de constancia habla esta composición en la que Josiah celebra haber encontrado el amor después de haber pasado tiempo durmiendo con una «flor en la cama».

En ‘Hyacinth’, Josiah canta que «empecé a creer que la magia de la naturaleza estaba reservada para las abejas, no para los hombres que conozco», pero que «aquellos que duermen con una flor al lado de su cabeza, despiertan con un amante en su cama». Entre lo poético, lo filosófico y lo abiertamente cursi, ‘Hyacinth’ va más allá para sumergirnos en la intimidad de estos dos amantes con dos frases para enmarcar: «nunca ha jugado a fútbol, pero mira cómo me agarra» y «nunca ha necesitado vajilla porque yo soy su cucharita y toda la sopa de su boca se la doy yo».

‘Hyacinth’ sorprende por iniciarse con la melodía de una guitarra eléctrica que nos lleva a la época de los cantautores de los años 90, y que sonará a lo largo de su minutaje, pero pronto las atmósferas vaporosas de serpentwithfeet van tomando protagonismo, mediante sus típicos autocoros o el tenue sonido de un bajo programado que parece emular el latido de un corazón. Las estrofas son dramáticas, pero el estribillo contrasta con ellas, al arrancar con unos suspiros que buscan elevarlo del suelo para llegar al cielo. Ahí arriba, entre nubes, parecen relajarse Josiah y su amante, haciendo la cucharita.

En una entrevista, Josiah ha animado a la gente a que huela jacintos si tiene la oportunidad: «son bonitas, huelen estupendamente y la historia detrás de su nombre es bastante graciosa». El músico se refiere a la «historia gay de la mitología griega», en concreto la de Jacinto, un príncipe espartano con barba del que Apolo cae completamente enamorado. Cuando Jacinto muere trágicamente, Apolo decide inmortalizarlo mediante la creación de una perfumada flor que lleva su nombre y que florece en primavera.

¿Es la gira del holograma de Whitney Houston un espectáculo válido?

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Arthur C. Clarke, el autor de ‘2001, una odisea en el espacio’, decía que cuando la tecnología avanzase demasiado resultaría imposible distinguirla de la magia. El “concierto” del holograma de Whitney Houston es un ejemplo de que esta profecía está empezando a cumplirse: ver a Whitney resucitada digitalmente significa experimentar un milagro, una alucinación y una sesión de espiritismo. Pocas veces el ser humano ha jugado a ser Dios de un modo tan literal.

Yo estuve a punto de ver a Houston en directo en 2010. Durante la que sería su última gira, ‘Nothing But Love Tour’, se anunció una fecha en Santa Cruz de Tenerife. Un grupo de amigos y yo reservamos entradas, vuelos y hotel para ir al concierto, a pesar de que las críticas de la gira estaban siendo atroces (“Tengo una amiga que se llama soprano y esta noche no ha querido venir”, aclaraba Whitney cada vez que la voz le fallaba y tenía que sacar adelante a duras penas un repertorio vocalmente inabarcable) y a pesar de que según Google Maps el lugar donde se iba a celebrar era un aparcamiento.

Unas semanas antes de la fecha el concierto se canceló, oficialmente, porque la erupción de aquel volcán en Islandia impedía transportar el equipo de la gira. Pero el día que debía actuar en Tenerife Whitney dio un concierto privado para un sultán en París, lo cual nos dejó la sensación de que ella jamás había tenido intención de cantar en la isla. Años después el promotor del concierto en Tenerife fue condenado por estafar más de medio millón de euros por un concierto de Ricky Martin falsificando la firma del alcalde, el concejal de festejos y el interventor.

Desde que llegó internet tengo la sensación permanente de que estoy viviendo en el futuro. Mi motivo para ir a ver el holograma, por tanto, era mitad analógico (es mi única oportunidad de experimentar un concierto de Whitney) mitad digital (sentía genuina curiosidad por ver cómo estaba hecho) y, sinceramente, pagué 100 euros por un concierto de Beyoncé en el Estadio Olímpico de Barcelona en el que estaba tan lejos que solo vi una peluca moviéndose cuatro veces. Conozco gente que ha pagado 300 dólares por ver a Britney en Las Vegas cantando en playback con una energía tan robótica que podría ser Britney, un holograma o Gisela de OT. En Japón una cantante de dibujos animados (Miquu Hatsune) llena estadios y en Corea del Sur las academias del k-pop son en realidad fábricas que deshumanizan a sus integrantes hasta transformarlos en autómatas del pop. Es decir, si el pop es artificial por definición y la experiencia de vivir en este mundo cada vez está más mediatizada por la tecnología, ¿por qué un holograma de Whitney no podría ser un espectáculo válido en sí mismo?

Dedico los minutos previos al concierto a satisfacer una de mis principales curiosidades: descubrir qué clase de personas asisten a algo así. Hay parejas de entre 30 y 70 años, hay grupos de señoras y hay familias con niños que ni siquiera habían nacido cuando Whitney murió. Uno de ellos, que tendría en torno a 10 años, llevaba los ojos vendados con un fular de leopardo porque sus padres querían darle una sorpresa. (Sospecho que lo que más ilusión le hará a ese niño es el fular). Hay un hombre haciéndose fotos junto al escenario vacío.

Entonces una voz anuncia que faltan cinco minutos para el concierto (lo bueno de los hologramas es que, aparte de no tener problemas con las drogas, son puntuales) y que mientras tanto el público se dé un aplauso a sí mismo. (Lo hace). La voz también pide que nadie haga fotos con flash porque “podría interrumpir la magia de nuestro show”. Se me ocurre que quizá el holograma de Whitney sea como los robots de Rascapiquilandia y se vuelva una máquina homicida cuando le hacen fotos con flash pero luego recuerdo que la trama del capítulo de Los Simpson no era exactamente así.

La primera canción es ‘Higher Love‘. Y con ella la distopía alcanza inmediatamente varias capas de profundidad: Whitney grabó una versión de Steve Winwood como bonus track de la edición japonesa de su tercer disco, ‘I’m Your Baby Tonight’, en 1990. Hace un par de años, Kygo la remezcló y tuvo bastante éxito: llegó al número 2 en Reino Unido, el mejor dato de Houston desde ‘My Love Is Your Love’ en 1999. Y aquí está ahora Whitney, peinada como en su gira de 1994, con un vestido similar al que llevaba en el concierto de regreso de los soldados del Golfo en 1991 y con la figura que tenía antes de operarse los pechos a mediados de los 90, cantando un remix de 2019. Al público no le importa nada de esto, claro, pero tampoco nadie parece conocer ‘Higher Love’.

La música es en directo y los bailarines evocan las auténticas coreografías de las giras de Whitney en los 90 (que, para entendernos, parecen diseñadas por Poty), pero ella solo se mueve como si estuviese en un videojuego de los 90: de izquierda a derecha. Esto, unido a que Whitney nunca tuvo demasiada energía sobre el escenario (no es cuestión de que el holograma la convierta de repente en Janet Jackson), hace que una vez superado el asombro inicial el show resulte un tanto monótono. No sabía qué esperar, pero supongo que imaginé que el holograma sería tridimensional y se pasearía por el escenario para alcanzar un realismo máximo. Sin embargo, se limita a dar pasitos confinado a una pantalla mientras los bailarines tratan de compensar dándolo todo, pero toda esa euforia solo sirve para subrayar que Whitney está muerta.
El holograma está hecho artificialmente, inspirándose en las expresiones faciales de Whitney pero creándolas desde cero y con el molde corporal de una doble. El efecto es, esencialmente, que hay una mujer parecida a Whitney (aunque con el cuello extrañamente largo) haciendo playback de sus canciones. Porque las pistas vocales, con excepción de ‘I Have Nothing’ y la primera estrofa de ‘I Will Always Love You’, son todas del disco. ¿No sería mejor poner un concierto de Whitney en un cine? ¿O directamente una imitadora? Es probable, claro, que el público de esta noche no tuviera interés en ver eso.

De repente Whitney empieza a hablar. Nuevo nivel de distopía. Nos da las gracias por venir y espera que disfrutemos del show porque “habéis pagado un buen dinero”. (35 euros, Whitney). Ahora lleva un pelo distinto, se ha cambiado de vestido y tiene un pañuelo en la mano. Whitney solía cantar con un pañuelo agarrado, como Pavarotti, porque sudaba mucho en los conciertos debido entre otras cosas a su consumo de drogas. Este holograma ni suda ni se droga, pero canta varias veces con un pañuelo en la mano porque por lo visto ese detalle es importante.

Hay algo celestial en escuchar hablar a Whitney Houston desde el Más Allá. Ella siempre tuvo algo de místico, a Javier Ambrossi se le ocurrió la idea de ‘La llamada‘ (que Dios baje del cielo y se comunique mediante canciones de Whitney) viendo aquel videoclip de ‘Run To You’ en el que ella corría por las nubes. Pero esta noche el monólogo de Whitney me parece la sesión de ouija más cara de la historia. Nos desea que dios nos bendiga y nos pide que recemos por la paz. Eso de “rezar por la paz” siempre me ha parecido una frase 0,60, un cliché genérico y abstracto que siempre funciona porque siempre hay guerras, pero es que esta Whitney ni siquiera sabe por qué paz nos está pidiendo que recemos. ¿Sería Whitney negacionista en caso de seguir viva? ¿La habrían cancelado por alguna declaración desafortunada, como cuando culpó a las “zorras” de las infidelidades de su marido en 1993?

El momento cumbre del concierto es, claro, ‘I Have Nothing’. Básicamente porque es la única cuya pista vocal que no es de estudio. Y de repente, sin darme cuenta, durante unos segundos olvido que todo es mentira. Me sorprendo a mí mismo emocionándome, admirando el prodigioso talento de Whitney Houston y aplaudiendo obediente cada vez que ella hace una pausa para que la aplaudan. (Whitney hacía mucho esto durante las baladas). El profesor de robótica Masahiro Mori acuñó la teoría del Valle Inquietante en 1970, según la cual el ser humano atraviesa tres estados cuando observa una criatura artificial con aspecto antropomórfico: primero siente afecto instintivo, después repulsión, grima e incomodidad y finalmente aceptará la criatura racionalmente por lo que es. El profesor Mori (o su holograma) me indicaría que ahora mismo me queda la mitad del repertorio para recorrer dos fases completas.

‘I Wanna Dance With Somebody’ es la canción que, postmortem, ha reemplazado a ‘I Will Always Love You’ como la más popular de Whitney Houston. Con ella empiezan los visuales, que en este caso son de llamas, pero teniendo en cuenta que la propia cantante es un visual en sí mismo resulta imposible considerar esas llamas como fondo: parece que la están rodeando, de manera que Whitney está cantando desde el infierno (que también podría ser). Para ‘It’s Not Right But It’s Okay’ le ponen un mono naranja espantoso que nadie debería haber permitido. Sí, hubo una época (1989-1991) en la que a Whitney le encantaba llevar monos de licra pero eso no justifica que se lo pongan ahora a un holograma. Además, ‘It’s Not Right But It’s Okay’ es de 1998, cuando ella ya no llevaba esos looks, así que resulta anacrónico pero por otra parte con quién estoy hablando. ¿A quién le va a importar esto ahora?

Visualmente es la Whitney que el gran público recuerda: joven, sana y recatada. Inofensiva. Una mujer, a efectos prácticos, blanca. Una Whitney que nunca existió y que ella odiaba tener que aparentar que era. Empiezo a echar de menos aquella gira catastrófica a la que nunca pude asistir, con aquella Whitney Houston cansada, hinchada y sin voz. Pero al menos era un ser humano. Ella se pasó la promoción de su último álbum, ‘I Look To You’, insistiendo en que lo había grabado por obligaciones contractuales pero lo único que quería hacer con su vida era coger a su hija Bobbi Kristina y poner un puesto de fresas en el Caribe. Lo que no tenía en aquella última gira eran ganas.

Entonces empieza ‘My Love Is Your Love’ y recuerdo que en la gira de 1999 sacaba a su hija para que le hiciese los coros en esta canción. Me pregunto si acaso aquí también saldrá Bobbi Kristina (puestos a profanar tumbas), ya que esta gira existe gracias al consentimiento de los herederos de Houston (una empresa presidida por su cuñada, Pat) y supongo que con la misma firma pueden autorizar dos hologramas. Pero Bobbi no sale.

Y así, 75 minutos después de haber aparecido por arte de magia, Whitney va descendiendo y cuando le queda la mitad del cuerpo sobre el escenario desaparece definitivamente. Según las reacciones del público, el momento álgido del show ha sido cuando el holograma da una vuelta y cambia de vestido. Y entonces entiendo qué clase de gente viene a ver esto: personas que pasan el sábado por la tarde viendo un holograma de Whitney Houston como podrían estar en una escape room, en un monólogo de comedia de ‘La chocita del loro’ o en un espectáculo de magia de El mago Pop. No han venido a asombrarse con la voz de Whitney, han venido a asombrarse con un espectáculo tecnológico.

Mientras espero a que le toque el turno de salir a mi fila, miro al escenario y veo que donde antes estaba Whitney ahora hay una pantalla negra con su firma. (Esa rúbrica es el logo de la gira). Me acuerdo de la primera vez que vi esa firma, en el libreto de mi cinta de cassette de ‘El guardaespaldas’. Debajo del “Whitney” había una B y una carita sonriente. Recuerdo que cuando desenrollé el papel, sentado en mi cama mientras escuchaba la cara B por primera y última vez en mi vida, vi esa firma y pensé “espero que no le dé por cambiarse el nombre artístico a Whitney Brown porque no suena bien”. Al final esa B solo fue un residuo de un momento en la vida de Whitney. La cara sonriente tampoco duró demasiado. Creo que habría preferido pagar por ver al holograma de Whitney regentando un puesto de fresas en el Caribe.

El nuevo single de Garbage: ¿un poderoso artefacto pop o algo intrascendente?

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A favor del single de Garbage

«Los críticos tenemos tendencia a demandar que las canciones políticas sean «sutiles» y que no caigan en la proclama y bla bla bla… pero, qué leches, bien que todos necesitamos una pedrada bien echada de vez en cuando. ‘The Man Who Rule the World’ es la pedrada de Shirley Manson contra el heteropatriarcado blanco, occidental, cishetero y capitalista. Esos hombres que dominan el mundo y nos están llevando a la ruina a todos (ellos incluidos, aunque no quieran darse por aludidos). El tema, más allá de ser un alegato agita conciencias, es un poderoso artefacto pop, con guiños a la música de Talking Heads, Prince y Depeche Mode, en que Shirley recita furibunda mientras el tema va subiendo de temperatura y que contiene no uno, sino ¡dos! estribillos rotundos y pegadizos («Stuck inside my head» / «The violator, hate the violator!) Furia y efectividad, lucha y baile… y Garbage demostrando que están en plena forma». Mireia Pería.

En contra del single de Garbage

«Hay varias cosas «interesantes» en el single de Garbage, como por ejemplo su situación exacta a finales de los años 70. Nos habían dado como pista que Roxy Music era una referencia en esta nueva era, pero no de la manera que esperábamos. Coetáneas parecen las guitarras del tema y también esas maquinitas que nos llevan a la era más experimental de Bowie: la de la trilogía berlinesa y en concreto ‘Low’ (1978), su mejor disco. Sin embargo, parece que el esfuerzo por ofrecer algo «interesante» les ha llevado a ahogar su gran single de regreso. ‘The Man Who Rule the World’ es una canción en la que el mensaje se come todo lo demás, y como aquel disco de The Knife con el que casi nadie supo qué hacer, suena tan extraño y forzado que peligra con cruzar la línea de la intrascendencia, que era lo opuesto de su cometido. ‘Androgyny’ tuvo también un mensaje potente -y avanzado a su época-, pero con mejor base». Sebas E. Alonso.

¿Qué te ha parecido 'The Men Who Rule the World' de Garbage?

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Daviles de Novelda encuentra en ‘Flamenco y bachata’ su éxito definitivo

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‘Ella no es tuya (remix)’ continúa siendo la canción más popular del país y por tanto mantiene el número 1 de la lista oficial de Promusicae, defendida por Rochy RD, Myke Towers y Nicki Nicole. Tres canciones suben luchando ya por el título de canción del verano: ‘Fiel’ de Los Legendarios, Wisin y Jhay Cortez, que sube al top 3 (y ya es top 1 en Spotify España, por lo que puede haber sorpresa la semana que viene); ‘Machu Picchu’ de Camilo, por primera vez en el top 10; y la subida más fuerte de la semana.

Esta última corresponde a ‘Flamenco y bachata’, la grabación de Daviles de Novelda, pasando del puesto 22 al 7, y sin vistas a que este sea su máximo, pues en los últimos días también ha subido en Spotify. Se trata de una producción que hace honor a su nombre, sobre todo a lo segundo, recordando los tiempos en que Juan Luis Guerra era multiplatino en nuestro país. El joven alicantino (sí, de Novelda) se ha ido haciendo un nombre con temas más cercanos al rap y al reggaetón, desde que hace unos años se empezara a hablar de «flamenco urban»: ha colaborado con Omar Montes y Rvfv en el macrohit ‘Prendío’, pero este nuevo puede ser su éxito definitivo en solitario.

Mientras ‘Peaches’ de Justin Bieber sube del puesto 24 al 13 dispuesta a convertirse en un éxito también en España; la entrada más fuerte es ‘No te decides’ de Dudi, como ya adivinamos hace unos días. Finalmente, cae en el número 21.

A continuación, varias canciones de Karol G, extraídas de su divertido nuevo disco, ‘KG0516’: a ‘Location’, que baja al puesto 22, y ’Bichota’, que sube al puesto 26 después de medio año, se suman ‘El makinon’, que entra al número 25, ‘El Barco’ en el puesto 51, y además ‘Tusa’ sube al puesto 83, certificada como 9 veces platino (!).

El nuevo número 1 en Estados Unidos, ‘Montero’ de Lil Nas X llega en España al puesto 40: nada mal teniendo en cuenta que en nuestra lista no cuenta Youtube y que por aquí ‘Old Town Road’ no fue tan famosa como en los países anglosajones.

El resto de entradas son ‘No toque mi naik’ de Nicki Nicole y Lunay (52), ‘Whoopty’ de CJ (60), ‘Más alcohol’ de Natos y Waor y Recycled J (62), ‘Como si nah’ de Justin Quiles, Arcángel, Dalex y Kevvo (82) y ‘Poderosa’ de Lyanno y Rauw Alejandro (84), ‘AM’ de Nio Garcia y Flow la Movie (98) y ‘Trakatá’ de Ptazeta, Farina y Juacko (100).



Alba Reche, top 2 en España; Karol G queda en el top 5

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Mientras C. Tangana continúa en el número 1 de los discos más populares en España por 5ª semana consecutiva con ‘El Madrileño’, la entrada más fuerte no es internacional como sucedía la semana pasada, sino que es de una artista de nuestro país.

Alba Reche llega al número 2 de lo más vendido/escuchado con ‘La pequeña semilla’, un disco que venía presentado por singles como ‘que bailen’, ‘la culpa’, y ‘pido tregua’, y en el que colaboran Fuel Fandango en un tema. El anterior ‘quimera’ fue número 3 en su momento, por lo que se mejora al menos ese dato.

Quedan lejos del número 1, pues de hecho aparecen por debajo de ‘Mis manos’ de Camilo, otras dos entradas: ‘Homónimo’ del exitoso Rayden (número 4) y ‘KG0516’ de Karol G (número 5), este último suponemos que perjudicado por la ausencia de ventas, pero animado por su alto streaming. Varios temas del álbum de la colombiana entran en el top 100 de singles.

La última entrada al top 10 por ahora es ‘Llepolies’ de los valencianos Zoo, aunque quizá la noticia sea la grave caída de Lana del Rey, que pasa del número 4 al número 23 en tan sólo una semana pese a la calidad de ‘Chemtrails Over the Country Club’. La ausencia de singles de éxito parece la responsable esta vez.

Otras entradas interesantes son ‘The Bitter Truth’ de Evanescence en el puesto 16 (por debajo del top 4 de Reino Unido y el top 11 de Estados Unidos), y Sen Senra en el número 31 con ‘Corazón cromado’, este último mejorando la entrada que tuvo ‘Sensaciones’ en el puesto 42 de streaming, aunque no el puesto 6 que luego consiguió en ventas.

Izal ocupa 4 puestos en el top 10 de vinilos más vendidos en España esta semana con reediciones, y así esos discos se cuelan también en la clasificación general en diferentes puestos: ‘Copacabana’ (27), ’Magia y efectos especiales’ (33), ‘Autoterapia’ (34), ‘Agujeros de gusano’ (53). Promusicae comete el error de considerar todos estos discos entradas en lugar de re-entradas.

Las entradas en el top 100 oficial español se completan esta semana con el disco homónimo de Smith/Kotzen (18), ‘David Simón’ de Los Chikos del Maíz (41), ‘Mujeres de música vol. 2’ de Sole Giménez (46), la reedición 15º aniversario de ’Surfistes en càmera lenta’ de Joan Miquel Oliver (47), ‘Young Shakespeare’ de Neil Young (59), ‘Assembly’ de Joe Strummer (62), ‘Salvaje’ de Currice (68), ‘La costa de los mosquitos’ de Travis Birds (95) y ‘Wednesdays’ de Ryan Adams (98).

Demi Lovato / Dancing with the Devil… The Art of Starting Over

Demi Lovato estuvo a punto de morir hace 3 años como consecuencia de una sobredosis. Su vida cambió y el imaginario colectivo tardará mucho en olvidarse de aquello, aunque por suerte lo hará, como se olvidan tantas cosas que nos producen dolor. Lo que quedará siempre será su documental para Youtube, este disco de sanación y la imposibilidad de que volvamos a confundir a Demi Lovato con ningún otro artista de la factoría Disney.

Este disco extraña porque tiene una «intro» que es la pista 4, lo que queda explicado por el título del álbum: estamos ante un disco que tiene 2 partes, sólo que la primera es muy breve y se compone sólo de 3 canciones. Quizá porque esa parte es demasiado dolorosa para Demi o para nuestros oídos. ‘Dancing with the Devil’ incluye el tema homónimo, el single ‘Anyone’ y ‘ICU (Madison’s Lullaby)’, es decir, son composiciones en que Lovato se desgañita para hablar de su tiempo en el infierno, hablando sin tabúes sobre su adicción. Son baladas como peticiones de auxilio, escritas a piano, si bien muy esclavas del impersonal campamento de composición en el que, abiertamente, se crearon. Lo bueno viene cuando pasamos a ‘The Art of Starting Over’.

Como su propio nombre indica, y comenzando con la pista 5, en ese momento comienza otro disco que no tiene nada que ver, un buen álbum de pop que suena más que nada atemporal. Un álbum en el que Demi Lovato deja ver múltiples facetas de su vida, que no se corresponden necesariamente con el arquetipo que esperas de una persona con su pasado, y al que solo se le pueden poner dos peros: el excesivo minutaje y la excesiva deuda estilística con otros artistas que deja «el estilo Demi Lovato» un poco en tierra de nadie. Es lo que sucede cuando ‘Carefully’ te recuerda a Lana del Rey, ‘Easy’ a Sia, ‘The Way You Look at Me’ a Taylor Swift, y así sucesivamente.

No necesitábamos una balada como ‘California Sober’ hacia el final del disco para acordarnos de una de las peores canciones de Rihanna, ni que el disco desembocara en un «Buen lugar» para dejarnos con buen sabor de boca y una visión optimista, porque ese cometido ya lo habían conseguido otras producciones con anterioridad, bastante sorprendentes teniendo en cuenta la flojera de singles con que se ha promocionado este álbum. ‘The Art of Starting Over’ es un agradable canción de neo-soul, con sus palmas, sobre confiar en la persona inadecuada. Está alcanzando ya un moderado éxito el dúo con Ariana Grande, ‘Met Him Last Night’, en el que sobre una base Eurythmics se reta a alguien a no abusar de nuestra inocencia. También funcionan ‘Melon Cake’, sobre el horror de «pasteles» que le hacían comer a Demi para no engordar (la bulimia es otro de los temas del álbum), y ‘Butterfly’, dedicada a su padre pero nada ñoña. Pero lo mejor viene cuando Demi nos habla de sexo.

En un par de canciones, Demi Lovato afronta su pansexualidad, pues la artista ha pasado de considerarse bisexual al género fluido. ‘The Kind of Lover I Am’, aparte de sonar fresquísima, incluye frases como «no me importa que seas mujer u hombre» y «puede que no crea en la monogamia», mientras ‘My Girlfriends Are My Boyfriend’ es la gran joya perdida, versando sobre cómo sus «amigas son su novio» en lugar de un chico, sumando una producción juguetona que llena la pista de ambigüedad y dobles sentidos, casi de una voluntad orgiástica.

Siendo ‘Easy’ con Noah Cyrus realmente la gran balada de esta era, con permiso de lo bien que sienta a Demi Lovato, contra todo pronóstico, susurrar aquella maravilla llamada ‘Mad World’ de Tears for Fears; lo cierto es que ‘Dancing with the Devil… The Art of Starting Over’ termina siendo un disco muy completo, quizá demasiado (demasiado largo), incluso sin entrar a valorar esas ediciones deluxe que ya meten cosas como aquel dueto con Sam Smith para unas Olimpiadas fantasma que debió quedar donde estas mismas. Por suerte, lo que trasciende en ‘Dancing with the Devil… The Art of Starting Over’ es que es hermoso dejar atrás el pasado (las primeras pistas), para celebrar la vida (la segunda parte del álbum).

Foxes baila para olvidar que «amor y dolor» le vuelven loca

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Cuenta Foxes en las redes sociales que el confinamiento ha sido tan fructífero para ella que ha decidido publicar dos cosas en vez de una. Su tercer disco, del que se presentó la arrolladora ‘Love Not Loving You’ como primer sencillo el año pasado, sigue previsto para 2021, pero esta semana ha decidido sacarse de la manga un EP en el que ha incluido tanto esta canción como otras que hemos ido conociendo en los últimos tiempos, como es el caso de ‘Kathleen’, cercana a los territorios de Adele o Emeli Sandé.

A falta de conocer exactamente qué traerá el nuevo álbum de la autora de ‘Glorious’ y ‘All I Need’, lo cierto es que el EP que os hemos presentado esta semana en “Ready for the Weekend” trae canciones inéditas que merece la pena conocer por su propia cuenta. Es el caso de ‘Dance’, nuestra “Canción del Día” de hoy.

Si en ‘Love Not Loving You’, Foxes sonaba como una mezcla entre Haim y La Roux, lo cual solo puede ser dicho para bien; y últimamente suponíamos a la artista más cómoda en territorio baladesco, en ‘Dance’ exprime de nuevo su faceta bailable. ‘Dance’, una canción refugio en la que el “baile” sirve para hacernos olvidar (“¿cuál es la diferencia entre el amor y el dolor? Es una locura que las dos cosas te vuelvan loca”), cuya producción es cercana al italo disco. No es tan lejana al entorno Chromatics, si bien la melodía es más clásica en el sentido Stevie Nicks de la palabra. Está en la estela de esa gente que vive de recuperar a Fleetwood Mac, como Lissie, lo que es lo mismo que decir que llenaría estadios en manos de los Killers.

Lo mejor del mes:

Flores en el estiércol III: Lea Leone, Josef Salvat, Nueve desconocidos…

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Un mes más, os convocamos a una cita con canciones fabulosas, unas más nuevas que otras pero todas de actualidad, que pueden haber pasado por alto en el marasmo de novedades de la música pop y debacles varias. Para eso, principalmente, nació Flores en el estiércol. En la nueva selección musical que sumamos a nuestra playlist, por cierto, tiene cabida el single debut de una de las hijas de Fernando Alfaro, quien acuñó la canción que inspira el título de esta sección.

Hablo de Lea Leone, proyecto musical de Natalia Alfaro, y una ‘Oxígeno’ que, a ritmo de vals, posee cierto eco melódico que no podemos evitar ligar al estilo de su progenitor. Ella no es la única novel de nuestra playlist, ni mucho menos. Ahí están Nueve Desconocidos, cautivador proyecto de Ares Negrete –si te lo preguntas, sí: su linaje proviene del mítico artista mexicano Jorge Negrete- y su deslumbrante ‘Todos mis cristales’; y Lewis OfMan, músico y productor francés que acaba de estrenar un ‘Dancy Party’ muy conectado con nuestra lengua y cultura: al margen del seductor ‘Las bañistas’ que incluimos aquí, en su primer EP destaca un tema con Alicia te quiero, más conocida como bajista y cantante de Cariño y El Buen Hijo.

No es esta la única conexión internacional de nuestra escena que tiene cabida en la revisión de marzo de “Flores”: el dúo nipón Still Dreams, editado por Elefant Records, se sitúa con modestia entre New Order y Stock, Aitken & Waterman en la magnética ‘Last True Love’. Y otra gran promesa que ocupa un lugar protagonista es Duchess, una artista londinense que, al margen de referencias a Jill Scott y Minnie Ripperton, a quien recuerda en la vibrante ‘Ever Ever’ es a Ms. Lauryn Hill.

No debutan exactamente Painted Shrines, pese a que ‘Heaven and Holy’ es el primer disco de este trío, ya que lo integran Jeremy Earl de Woods y Glenn Donaldson de The Reds, Pinks & Purples. Junto a este, hay muchos otros discos interesantes publicados en las últimas semanas que encuentran cobijo en la playlist: nuevos EPs de artistas tan dispares Josef Salvat –demostrando una vez más su puntería pop con dianas como ‘Peaches’- y Real Estate –‘Half a Human’ es un prístino epílogo a ‘The Main Thing’, su álbum del pasado año- conviven con largos que acaban de editar la inclasificable Valerie June, Ben Howard –producido por un últimamente omnipresente Aaron Dessner, de The National-, el francés de adopción británica François And The Atlas Mountains y, sobre todo, el regreso por todo lo alto de Arab Strap.

Algo menos conocidos pero igualmente cautivadores son los nuevos trabajos de los franceses L’Impèratrice, la interesante cantautora Alice Phoebe Lou, el combo indie (en el sentido clásico del concepto) The Death of Pop. Y, ya en nuestro país, han destacado los lanzamientos de Muerdo –Lido Pimienta y Niño de Elche destacan en el nuevo álbum del murciano Paskual Kantero- y Evripidis And His Tragedies: el griego afincado en Barcelona cuenta en ‘Neos Kosmos’ con invitados destacados como Francina de Doble Pletina, The Ballet o los británicos Flowers.

Obviamente, la tercera renovación de Flores en el estiércol incluye no pocos adelantos de álbumes de inminente o recientísima publicación. Tal es el caso de los fantásticos temas de los galos La Femme –‘Paradigmes’, su tercer álbum, acaba de publicarse este viernes 2 de abril- Lord Huron –los californianos publican su cuarto largo ‘Long Lost’ el 21 de mayo-, los suecos Iceage –inusitadamente poseídos por el espíritu de Primal Scream en ‘Vendetta-, Mother Mother, el rocker/soulman de deliciosas maneras clásicas Nick Waterhouse, el maño Calaveracolaboraciones con Amaral al margen, su segundo disco pinta muy bien gracias a temas como ‘Secretos’ y este ‘Sayonara’- y los ya tan veteranos como infalibles The Coral.

Para terminar de poner coto a este nuevo ramillete de “Flores”, señalamos las oportunas reapariciones de artistas femeninas tan distintas como Jorja Smith –‘Addicted’ es ya su tercer single post-‘Lost & Found’, sin terminar de estar claro que pertenezcan a un nuevo álbum- y Lucy Dacus: va tocando dar continuidad a ‘Historian’ y si ‘Thumbs’ es una muestra de lo que viene, pinta de maravilla. Y, sin disco a la vista (el plan sigue siendo editar canciones sueltas), La Habitación Roja lanzaban hace unas semanas la candorosa ‘1986’, que incluye un emotivo guiño a The Smiths como epítome de quiénes y cómo eran hace 35 años. Junto a estas, destaco también tres temas de grupos que, pese a lanzar álbum hace pocos meses, demuestran que lo mejor de ellos puede estar por llegar: Los Telepáticos, Mariallüisa y los británicos Franc Moody.

Danny L Harle / Harlecore

En 2021 el sonido PC Music continúa vigente aunque ya sea fuera de PC Music para el que fue uno de sus artífices, Danny L Harle. El artista ha decidido fichar por Mad Decent, el sello de Diplo, y allí desarrollar el que se considera su disco de debut una década después de haberse dejado ver por la industria musical. Colaboraciones con Carly Rae Jepsen, con Caroline Polachek, Hannah Diamond o Tkay Maidza aparecen en su portfolio, así como sus sesiones en innumerables lugares, como el Paraíso Festival de Madrid, donde centenares de fans de sus características producciones lo dimos todo cuando se pudo.

Danny L había publicado EP’s y se había involucrado en diversos lanzamientos, pero parece que para el disco largo ha querido esperar a tener algo que decir. ‘Harlecore’ es un disco conceptual inspirado en un espacio digital llamado Club Harlecore en el que los usuarios pueden experimentar la euforia de diferentes maneras. Para ello, cada género musical es representado por «un DJ residente fantástico»: «DJ Danny» nos trae el hardcore edificante, «MC Boing» el rap (se trata de Danny L Harle con Lil Data), «DJ Ocean» el ambient (se trata de Danny L Harle con Caroline Polachek) y «DJ Mayhem» (Danny L Harle con Hudson Mohawke) «lidera un rastro de destrucción con la banda sonora de un charlatán en confrontación».

Toda esta sensación de «euforia» supuestamente integrada, no dividida en «salas» o «dj’s residentes», no es en verdad tan ajena a lo que esperamos de Danny L Harle. En muchos de los casos lo que escuchamos son beats noventeros pasados por los habituales filtros de PC Music: ritmos aceleradísimos, voces agudísimas, beats machacones, tremenda sensación de desenfreno. Los beats pueden ser tan próximos al drum&bass o al jungle que parece que va a aparecer por la puerta del club en cualquier momento un grupo revival tipo Rudimental, por ejemplo en ‘Where Are You Now’. Pero al final los parámetros estéticos que ya hemos asumido por parte de Danny L Harle se imponen.

Como DJ Danny nos entrega los temas con mayor potencial del disco, como el mencionado ‘Where Are You Now’, que abre la secuencia o el single principal, ‘On a Mountain’, un tema de piano cristalino, beats borricos y sintes trance que nunca deja de sonar celestial, místico. La joven Georgia Twinn, que entona dicho tema, repite en una canción de vocación parecida, la espídica ‘Do You Remember’; y tanto ‘Take My Heart Away’ como la final ‘Ti amo’ deben su inmediatez a su asociación con «DJ Danny». Otra cosa es lo accesible que pueda ser una canción en italiano en la que se repite «te amo, heroína» unas 30 veces, y nada más.

Luego, el disco ofrece otras caras: la parte de «confrontación» no lo es tanto pues ya estamos acostumbrados a cosas como ‘Interlocked’, y ‘Shining Stars’ directamente parece una remezcla de Vengaboys (para bien). Lo que podemos llamar «MC Boing» es sobre todo una nota de humor de vocación rapera, como se aprecia en las bobas ‘Car Song’ y ‘Piano Song’, que parece una producción de Fatboy Slim o de piano house pasada de anfetaminas; mientras la euforia a través de la espiritualidad pertenece a los balbuceos aportados por la citada ex cantante de Chairlift. ‘Ocean’s Theme’ es un «océano» en el que parecen convivir los pianos y los pajarillos de Enya con los efectos vocales de Caroline Polachek, que ha venido a colaborar en este álbum tan sólo para estos pequeños cánticos y luego los de ‘For So Long’, más de lo mismo.

Al final el Club Harlecore no es tanto una discoteca de euforia muy bien diseñada, pues cada pequeña sala va un poco demasiado a lo suyo, como sí un paradigma de la diversidad que cabe en el corazón de todos los que compusieron PC Music.

Ella Baila Sola, Marta y Marilia, confirman gira de reunión por su 25º aniversario

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El Hormiguero anunciaba hace unos días en Twitter que Ella Baila Sola serían las invitadas al programa el próximo jueves 8 de abril. Y no se refiere a la formación de Marta Botía y Virginia Mos con la que se editaba un nuevo álbum de Ella Baila Sola en el año 2019 llamado ‘Imanes en la nevera’, ni por supuesto tampoco a la formación previa de Marta Botía y Rocío Pavón que estuvo en activo desde el año 2009 al 2013 (las fechas lo dicen todo). La formación de Ella Baila Sola que se reunirá en el plató de El Hormiguero este jueves es la original, la de Marilia A. Casares y Botía.

Ahora se confirma que Ella Baila Sola se reunirán de nuevo sobre un mismo escenario para reencontrarse con su público y celebrar su 25 aniversario, pues efectivamente su debut salía en 1996. El primer festival en confirmarlas es el Starlite Catalana Occidente, el viernes 18 de junio, y las entradas salen a la venta este mismo martes 6 de abril. Este año en Starlite también actuarán Lionel Richie, Tom Jones, Nile Rodgers & CHIC, Simple Minds, La Oreja de Van Gogh, Miguel Bosé, Nathy Peluso, Bonnie Tyler, Taburete, Estopa, Ozuna, José Luis Perales, Rosario, Alan Parsons Live Project, Raphael y Omar Montes, entre muchos otros.

En los últimos años, las dos integrantes originales de Ella Baila Sola han continuado desarrollando sus propias carreras en solitario: Marilia, con la que tuvimos ocasión de hablar hace unos años, editó en 2017 el álbum de versiones ‘Infinito’ y a finales de 2020 lanzó un único single llamado ‘Hay un ángel en mi habitación’ compuesto durante el confinamiento. Por su parte, Marta sacó en 2015 el disco ‘Martamente’ y también en 2020 editó el single ‘De lejos’. Además, es integrante de la banda Blank Canvas.

Como cualquier aficionado al pop que haya crecido durante los 90 sabrá, Ella Baila Sola fueron uno de los grupos más exitosos de la época en España gracias sobre todo a la repercusión de sus dos primeros discos y al de singles como ‘Lo echamos a suertes’, ‘Amores de barra’ o ‘Cuando lo sapos bailen flamenco’. La formación original de Ella Baila Sola editó tres álbumes de estudio entre 1996 y 2001 antes de disolverse oficialmente por sonadísimas diferencias artísticas.