Sin revelar si ‘everything i wanted‘ formará parte del segundo álbum de Eilish o no (seguramente aún es muy pronto para saberlo), Finneas ha afirmado que este presentará naturalmente una evolución del sonido de su hermana, pero no un cambio radical. Ha explicado: «Nos quedan muchas historias por contar en el segundo disco, y las queremos contar todas pero también ser un poco experimentales. Si no cambias un poco las cosas, no estás evolucionando. Así que estamos intentando coger todo aquello de lo que estamos orgullosos de nuestra música y también intentar cosas nuevas, experimentar y darle a la gente cosas con las que sentirse excitada».
El autor de ‘Blood Harmony‘ también ha revelado que Eilish y él están teniendo algún que otro desacuerdo en el estudio (NdE: su casa), pero que él lo ve como algo positivo y añade que cuando estos desacuerdos ocurren, quien gana la discusión entre los dos es quien defiende su idea de manera más fervorosa: «(Estar en desacuerdo) es probablemente la razón número uno por la que las colaboraciones son buenas».
¿A qué sonará el segundo disco de Billie Eilish, por tanto? ¿Recuperará la luz de ‘everything i wanted’ o transitará senderos incluso más oscuros que el primero? Desde luego no puede decirse que «WHEN WE ALL FALL ASLEEP», con todos sus sonidos ASMR, producciones retorcidas y coqueteos tanto con el jazz como con el sonido James Blake o la balada pop, no fuera «experimental» en el sentido original del término…
Hoy Mad Cool ha lanzado una nueva tanda de confirmaciones centradas en la música electrónica, lo que incluye a Diplo con y sin Major Lazer, es decir, hará dos tipos de shows diferentes. También estarán por el festival madrileño Modeselektor presentando las canciones de su reciente ‘Who Else‘; e igualmente están en la tanda de confirmados Tycho, Octo Octa y CCL.
La laboriosa tanda de confirmaciones de la semana pasada, que consistía en una pista y una confirmación, terminaba con nada menos que Haim. Después de revelar que gente como Tones and I, The Rapture, Khalid, London Grammar o Marika Hackman actuarían en Mad Cool, eran las tres hermanas de Los Ángeles quienes anunciaban su presencia. Una alegría por varios motivos. Por un lado, la buena pinta que tienen sus nuevas canciones: ‘Now I’m In It’, con su vídeo lleno de simbología; ‘Summer Girl’ y la reciente ‘Hallelujah’ están a la altura de lo mejor de su repertorio; y por otro, más anecdótico, hay que recordar que su amiga Taylor Swift es la controvertida cabeza de cartel de este evento. ¿Les tocará el mismo día?
Os recordamos que Mad Cool saca sus abonos a la venta este domingo 1 de diciembre y que ha confirmado a gente tan dispar como Billie Eilish y Pixies, como Natos & Waor y Paul Weller, como Hinds y Richard Hawley.
Kanye West estrenaba anoche en el Hollywood Bowl de Los Ángeles su ópera ‘Nebuchadnezzar’. El espectáculo no tuvo casi nada que ver con una presentación en vivo de ‘Jesus Is King’, aunque sí contuvo guiños a su discografía, en concreto a ‘Wolves’ y ‘Say You Will’.
Además, el corte religioso de ‘Jesus Is King’ estuvo obviamente muy presente en esta historia para la que se ha contado con un gigantesco coro góspel y una puesta en escena con referencias a la Biblia. En concreto, Nabucodonosor II aparecía en el Libro de Daniel, cuya lectura ha formado parte del espectáculo según la crónica de Pitchfork, que elogia la escenografía de Vanessa Beecroft, pero también apunta a un par de «traspiés», como uno en el que Sheck Wes tenía que «caerse de bruces» pero no quiso hacerlo, ante la risa del público o el propio Kanye. Bajo estas líneas podéis ver unos cuantos vídeos de la audiencia y TMZ.
Este es el repertorio según Kanye West ha compartido en las redes, compuesto de canciones nuevas en su mayoría, jamás oídas hasta ahora. Se desconoce si tendrá algo que ver o no con ‘Jesus Is Born’, la segunda parte de ‘Jesus Is King’, en principio planeada para Navidad.
1.-Our King (Miserere O Deo)
2.-Say You Will
3.-Eternal Rest (Lex Aeterna Requiem Dominate)
4.-Mo Bamba (versión)
5.-Wash Us In The Blood
6.-Sunshine
7.-12.000 Acres
8.-Infinity Song
9.-Sunshine (Orchestral Reprise)
10.-Sunshine (Choral Reprise)
11.-Fighting Fires
12.-Our King (Magis)
13.-Our King (Miserere O Deo Allegro)
14.-Our King (Mirerere O Deo Reprise)
15.-Total Praise (versión)
Coldplay decepcionaron con ‘Orphans’ pero ‘Arabesque’, pese a ser mucho menos comercial, avanzaba que su nuevo disco doble ‘Everyday Life’ podía ser interesante. Y así ha sido. Estamos ante un álbum intimista, que escucharemos mucho esta Navidad, mucho más cercano a su joya perdida ‘Ghost Stories‘ de lo que ‘Orphans’ nos hacía pensar. El grupo ha escogido explorar su vena más delicada en canciones como la bonita ‘Daddy’, que un hijo entona para un padre que nunca está (en este caso el propio Chris Martin); ‘When I Need a Friend’, cuyo coro tenor no puede ser más navideño; ‘Èkó’, que gustará a los seguidores de las baladas de Vampire Weekend; o la clásica ‘Cry Cry Cry’, a la que han pasado un gracioso filtro de voz de nuevo, muy Vampire Weekend.
Después de todas estas pequeñas piezas, aparentemente modestas, suena una canción hacia el final de la segunda y última parte del álbum que se beneficia especialmente de su lugar en la secuencia. ‘Champion of the World’, una de las pistas que estrenaban hace unos días junto a ‘Daddy’, contiene un estupendo riff que ejerce de leitmotiv clavándose en la memoria desde el primer instante… pese a que justo lo que parece el estribillo prescinde de él. Un viejo truco que nos lleva al culmen de la composición: una outro escalofriante por melodía, en la que Chris Martin y Will Champion logran hacernos «volar en bicicleta», entre referencias a ET, como sugiere exactamente el texto. Una preciosidad dedicada a Scott Hutchison de Frightened Rabbit, que se suicidó en mayo de 2018 tras ser derrotado por la depresión. De hecho, el tema se inspira abiertamente en una canción escrita por él, ‘Los Angeles, Be Kind’ de su otro proyecto Owl John. Como podéis comprobar bajo estas líneas, de ahí es de donde ha salido ese monstruoso riff.
Otra lectura que consiente «Champion», que contiene una referencia a ‘Parachutes’, el debut de Coldplay, es su lucha contra la masculinidad tóxica: «Hice mi mejor esfuerzo para ser como los otros chicos del colegio / hice mi mejor esfuerzo para hacer lo correcto, pero morí en cada duelo», comienza diciendo, mientras su desenlace y el propio título de la canción ofrecen un reverso de esperanza. Y una lectura más que consiente ‘Champion of the World’ es la social. Hutchison hablaba en ‘Los Angeles, Be Kind’ de alcoholismo, de una ciudad que nos es hostil y de tener «una piel de inmigrante que no encaja». Lo cual nos devuelve al disco ‘Everyday Life’, que trata de soslayo sobre la crisis de los refugiados.
¿Un disco pop divertidísimo en el que caben tanto referencias electro, j-pop y R&B como colaboraciones con New Order y Outkast? ¿Un homenaje a los 80 antes de que los 80 fueran la década que imitar por antonomasia? ¿Y que además de contar con una producción verdaderamente espectacular y de lujo llega a vender 7 millones de copias? Suena al disco de nuestros sueños, y existió.
Tras su marcha de No Doubt, Gwen Stefani se propuso hacer un primer disco «tontorrón» y «bailable» que actualizara el sonido de los 80. No tenía ningún interés en ser una artista seria ni en anticipar el sonido del futuro (de eso ya se estaba encargando su telonera M.I.A.), sino en sonar lo más pija posible. Y la idea funcionó a nivel artístico al margen de que el disco estuviera asociado a la alta costura desde su mismo título (sacado del nombre de la primera línea de moda de Gwen) hasta la estética usada en imágenes promocionales, videoclips y directos; porque por bobas que fueran algunas letras del disco o lo fatal que ha envejecido todo el concepto de las «harajuku girls» ahora que los discursos sobre racismo y apropiación cultural están más vivos que nunca, las canciones y sus fantásticas y explosivas producciones no eran ninguna broma.
La composición de ‘Love.Angel.Music.Baby’ fue dura al principio debido a un «bloqueo de compositor» provocado por la inseguridad de Gwen de iniciar una carrera en solitario y de eso hablaba su primer adelanto, ‘What You Waiting For?’. Compuesto junto a Linda Perry, no era ‘Beautiful’ precisamente aunque lo pareciera en sus primeros 10 segundos. Porque tras esa breve balada a piano en la que Stefani recordaba con nostalgia sus años en No Doubt para concluir que ahora está «ella sola», una contundente base electropop embestía al oyente de lleno para borrar de un plumazo cualquier idea preconcebida que tuviéramos sobre la vieja Gwen. Era un golpe en la mesa titánico, un verdadero delirio en el que no faltaba el humor entre sus gemidos, frases tipo «I’m still a super hot female» o «take a chance you stupid hoe», además de su videoclip inspirado en ‘Alicia en el País de las Maravillas’.
‘Love.Angel.Music.Baby’ ha sido reeditado y remasterizado este viernes por su 15 aniversario, y 2019 parece un buen año para redescubrirlo. Ahora que el pop más decadente y hedonista solo prospera en voces de estrellas del pop de culto como Charli XCX o Kim Petras, al mismo tiempo que carreras enteras se sustentan en base a imitar décadas pasadas (Bruno Mars, Carly Rae Jepsen), ‘Love.Angel.Music.Baby’ parece hoy un artefacto especialmente único dentro del contexto en que salió. Como producto pop asociado tanto a los 80 como a la alta costura, casi nos avisaba de Lady Gaga y del ‘Overpowered’ de Róisín Murphy. Y aunque no faltaban en él concesiones al hip-hop de turno (‘Hollaback Girl’ se convertiría en el mayor éxito de la carrera de Gwen en solitario, ‘Rich Girl’ con Eve es otro de sus singles más recordados), el disco atravesaba géneros con tan buen gusto como sentido del humor. ‘What You Waiting For?’ alternaba su potente base con sintetizadores muy ‘Strict Machine’; ‘Luxurious’ sonaba tan «lujosa» como sugería su título (¿dónde iba a aparecer Gwen en la psicodélica portada del disco sino en un trono?), donde ‘Danger Zone’ parecía beber del electro-rock de The Sounds, ‘Crash’ lo hacía del electroclash; y la bizarra ‘Bubble Pop Electric’ con André 3000 disfrazado de «Johnny Vulture» parece una premonición de la PC Music.
La variedad de ‘Love.Angel.Music.Baby’ no sorprendía a ningún fan de No Doubt, que ya había navegado por diversos géneros musicales a lo largo de su carrera, pero el disco era tan excesivo sobre todo a nivel de producción (no puede sonar más cara), que podía llegar a abrumar. Porque aunque la idea de Gwen era hacer un disco «ligero», lo que le quedó fue un trabajo con el peso sonoro de unos cuantos lingotes de oro. Los momentos de vulnerabilidad que incluía eran por tanto un soplo de aire fresco. ‘Cool’ contiene una de las melodías más bonitas compuestas por Gwen y una letra capaz de poner los pelos de punta («y después de todos los obstáculos, me alegra ver que estás bien con otra persona, y es tal milagro que tú y yo sigamos siendo amigos, después de por todo lo que hemos pasado»), la melodía de ‘The Real Thing’, que cuenta entre sus músicos colaboradores a Bernard Sumner y Peter Hook de New Order nada menos, era tan bonita que la canción volvía a aparecer al final del disco reconvertida en balada; y aunque la futurista ‘Long Way to Go’ tenía el mal gusto de samplear a Martin Luther King para, en su primer verso, afirmar que el racismo va más allá de él («it’s beyond Martin Luther, upgrade computer»), el fondo de la canción -una producción exquisita de André 3000- era bueno.
Ante el banquete de estilos de ‘Love.Angel.Music.Baby’ solo unificado por lo lustroso de la producción y la distintiva voz de una Gwen que esta vez no podía sonar más cómoda en el papel de estrella del pop, es una pena que el disfrute del largo haya quedado para siempre lastrado por la sombra de la apropiación cultural incluso a pesar de esa última canción, porque ‘Harajuku Girls’ es una canción muy divertida. Sin embargo, no se puede hablar del debut de Gwen sin mencionar el asunto de las «chicas Harajuku». Hoy en día, la decisión de usar a un grupo de adolescentes japonesas a modo de atrezzo sin ningún tipo de identidad propia no pasaría el filtro de la moralidad en la era de las redes sociales. Y qué alivio, porque eso significa que algo ha avanzado la sociedad y por tanto su cultura. Esto no significa que vayamos a dejar de disfrutar del disco por el repaso tan exuberante a la historia del pop de los 80 que ofrece, pero como expresa un dicho popular muy pertinente para cualquier análisis de este disco, no es oro todo lo que reluce.
Shakira ha sido la protagonista musical de la final de la Copa Davis en Madrid, interpretando un popurrí de 3 temas. La actuación ha recibido críticas encontradas con algunos medios como OK Diario incluso titulando con «pitos y sospechas de playback». En nuestra sección de comentarios, los usuarios se dividen entre quienes lo gozaron y quienes consideran que, si esto se va a parecer a lo que va a ofrecer en la Superbowl junto a Jennifer Lopez, «mejor se quede en su casa». Foto: Instagram de Shakira.
El show no estuvo tan mal. En la estela de su colega Beyoncé, con la que Shakira compartió ‘Beautiful Liar’, incluyó un cuerpo de baile preocupado por la composición y el montaje; algún featuring, en este caso Camilo y Pedro Capó en el remix de ‘Tutu’, su single actual; y un hit para comenzar y otro para terminar. Más acertado ‘She Wolf’ que ‘La La La’, que no es tan buena como el ‘Waka Waka’ ni mucho menos ‘Hips Don’t Lie’. Quien hubiera roto La Caja Mágica en Madrid habría sido Maluma con ‘Chantaje’ o Carlos Vives con ‘La bicicleta’, pero al menos se agradece que el popurrí de 7 minutos dejara respirar las 3 composiciones en lugar de forzar 6 aceleradas a lo Beyoncé.
Por otro lado, si bien es cierto que hay pregrabados, se aprecia que Shakira está entrando en directo en varios momentos, una combinación totalmente aceptada hoy en día; y la puesta en escena no es un descalabro. Es verdad que es tan austera que en algunos planos parece un ensayo: cuando entra el público para botar en ‘La La La’ ahí hay tan pocos fans que el sabor que queda es un poco triste. Sin embargo, es innegable que Shakira está en buen estado como «performer», mantiene intacto su carisma y que su elección para este evento es acertada. Seguramente esto es lo que podía dar de sí el presupuesto que hubiera.
España ha vuelto a conseguir una posición excelente en Eurovisión Junior, en el que supone su regreso por primera vez desde 2006. Melani ha logrado situarse en tercer lugar, tras conseguir una buena aceptación tanto del jurado (3ª) como del televoto (2ª), para el que en este caso, se podía votar desde el propio país durante los últimos días.
Al margen del televoto, ‘Marte’, una balada ecologista tipo Disney que contiene un par de momentos de exhibición vocal muy loca, en la estela de Mónica Naranjo y Mariah Carey, ha logrado un apoyo muy regular de casi todos los jurados. Incluso ha recibido algún 12, como ha sido el caso del jurado italiano. En verdad, Eurovisión Junior es un concurso en el que España siempre ha quedado bien posicionada, a diferencia de lo que siempre pasa en el festival madre. María Isabel fue capaz de darnos una victoria con ‘Antes muerta que sencilla’, una suerte de precedente de Rosalía; pero además hemos quedado dos veces en 2º lugar y una vez en 4º. De momento, ese 4º lugar sigue siendo nuestra peor posición en esta fantasía de festival que sirve como apertura de la Navidad.
El país ganador ha sido Polonia, anfitrión, con el dualipesco ‘Superhero’ de Viki Gabor. Partía entre los favoritos de hecho, pero Kazajistán le ha dado un buen susto al haber sido el favorito del jurado durante toda la media hora de votación. Realmente, este país no parecía tener tantas opciones entre el televoto, como así ha sido. Os dejamos con los vídeos de las mejor posicionadas y con la popera canción de Francia.
¿Qué música definió el inicio de milenio? ¿El futurismo de ‘Music’? ¿El funk minimalista de The Neptunes? ¿La sofisticación de ‘Fever’? ¿Los laberintos sonoros de Destiny’s Child? Toda esta música es esencial para entender el pop de la época, pero hubo otras cosas: la explosión del rave y el eurodance, el pop caricaturesco de Aqua, el teen-pop de Britney y Backstreet Boys, en España los discos casposos de Vale Music… Fue una época para la música que unos ven dura y otros reivindicable. LIZ forma parte del segundo grupo.
La intérprete de ‘When I Rule the World‘ no se ha hecho tan famosa como merecía esta perfecta canción en la que el bubbblegum bass de SOPHIE y el teen pop dosmilero de LIZ se cruzaban en el hit más accesible jamás perpetrado por cualquier productor asociado a PC Music. Pero gracias a una base de fans cultivada en internet y que ha permanecido atenta a sus pasos, Elizabeth Abrams ha seguido publicando single tras single -incluso una mixtape en 2016- y trabajando una estética visual profundamente arraigada en el futurismo optimista de principios de siglo. Cosas como Space Channel 5, Toy-Box, los primeros Sims, ‘Matrix’ o algunos videoclips de Cher o TLC vienen a la mente al ver sus portadas y vídeos y en varios puntos ‘Planet Y2K’ parece un homenaje a aquellos discos no exentos de temazos pero ya perdidos de la conciencia popular que en algún momento llegaron a publicar Eiffel 65, los Vengaboys o Victoria Beckham. ‘Planet Y2K’ ofrece un recorrido temporal por la música pop de la época sin prejuicios que quepan, aunque tan irregular como muchos de esos CD’s que compraste en 2002 y que no han dejado de acumular polvo en tu estantería durante todo este tiempo.
Como en toda época de la música pop, en los 2000s hubo buena y mala música, y eso es lo que puede encontrarse en ‘Planet Y2K’. En vídeos e imágenes promocionales, LIZ se presenta en su debut oficial como una «cyberbabe» cuyo objetivo es vampirizar todos los sonidos con los que creció, y por ejemplo el adictivo single ‘Intuition‘, añadido al álbum al último momento porque LIZ creía que faltaba en él un sabor diferente, suena tanto a Britney Spears circa 2000 que cuesta creer fuera en realidad un descarte de Kylie… ¡de 1994!
Por producción, la sensual ‘Mickey’ y la vitaminada ‘Bubblegum’ con Namasenda, ambas entre lo mejor del disco, suenan algo más avanzadas o al menos más acordes a lo que están haciendo actualmente Charli XCX (Dylan Brady de 100 gecs, presente en ‘Charli‘, produce varios temas en este) o Kim Petras o lo que ya hizo en su momento Gwen Stefani, mientras, por contraste, ‘Electricity’ suena a un descarte de Holly Valance y ‘Everybody’ saquea sin bastante gracia el hit homónimo de DJ Bobo. Al menos la versión eurotrance de ‘Cloudbusting’ de Kate Bush que abre el álbum es algo mejor, por terrorífica que suene la idea en papel.
En ‘Planet Y2K’, LIZ suena mejor cuando más se deja consumir por la maquinaria futurista que ella y sus productores manejan, pues tampoco tiene una voz super istintiva (a veces cuesta distinguir si quien está cantando es ella o una colaboradora). El componente cyborg de ‘BTR 2GHTR’ con Kim Petras y ‘Mood Ring’ con Ravenna Golden es adictivo, ‘Diamond in the Dark‘ con Slayyyter es el pepinazo oficial del disco y la vaporosa atmósfera robo-pop de ‘Hearts Don’t Break’, con un punto al ‘One’ de Sky Ferreira, invita a repetidas escuchas. Pero el homenaje a Ace of Base de ‘Lost U 2 the Boys’ no es nada apetecible, la sensualidad choni marca Pussycat Dolls de ‘Lottery’ tampoco, el dance-pop de ‘Laguna Nights’ no justifica lo ultrapasadísimo de su producción con una melodía decente, y la muy Gwen ‘Cool wit It’ no dice nada que algunos temas de ‘Charli’ hayan dicho ya mejor. ¿Terminará ‘Planet Y2K’ abocado al más absoluto de los olvidos como todos esos discos salidos en los 2000 que reunían algunos temas buenos y bastante relleno? Solo el tiempo lo dirá, pero el disco parece haber querido seguir esa dirección hasta sus últimas consecuencias.
Calificación: 7/10 Lo mejor: ‘Intuition’, ‘BTR 2GTHR’, ‘Diamond in the Dark’, ‘Mickey’, ‘Mood Ring’ Te gustará si: amas el pop de los 2000 en toda su extensión Escúchalo:Spotify
El año pasado Teyana Taylor reaparecía con el fantástico ‘K.T.S.E.‘, producido por nada menos que Kanye West. Esta cantante de R&B y bailarina –Kanye, de nuevo, la rescató en esas lides para el inolvidable vídeo de ‘Fade‘– había debutado en 2014 con cierta repercusión, para luego desvanecerse, en apariencia. Pero tras volver con fuerza a la palestra mediática, ella no piensa dejar enfriar la atención y se dispone a publicar, en un futuro más o menos inmediato, un trabajo llamado ‘THE ALBUM’.
No hay muchos más detalles al respecto de ese ¿álbum? que su título, pero sí se conoce que incluirá los dos singles que ha presentado Teyana –pareado al canto– en las últimas semanas: primero llegó el pasado agosto ‘How You Want It?‘, un dueto con King Combs –sí, el hijo de Diddy–; y hace unos días lanzaba otro dueto, esta vez con Kehlani, que parece haber venido a derretir las primeras nieves de este invierno anticipado que ha llegado al hemisferio norte.
Se titula ‘Morning’ y es un medio tiempo de R&B oscuro y sofocante, pero de gancho inmediato en ese estribillo en el que ambas cantantes entonan a coro frases como «no estoy aquí para jugar, voy a dártelo / justo como lo quieres» y «mis piernas y manos arriba, me pones en posición y me enciendes». Lamentablemente, una mente educada en la heteronormatividad tenderá a pensar que ambas cantan eso pensando en un hombre, pero lo explícito de sus versos, donde cantan sobre «jugar con ese clítoris» y «poner las tetas en la boca» de la otra no dejan duda: narran un encuentro sexual entre ambas.
Para terminar de despejar las dudas –diría que pocas, si no ninguna otra cantante de R&B contemporáneo ha sido tan explícita respecto a un encuentro homosexual–, el tórrido vídeo dirigido para la canción por la propia Taylor está repleto de escenas llenas de tensión sexual. Sin embargo, con todo lo explícita que es su letra, sus bonitas imágenes juegan a seducir, sin pornografía gratuita.
Recientemente Fischerspooner han anunciado su fin, tan solo unos meses después de que viéramos a Casey Spooner defender solo el proyecto junto a un bailarín en el Low Festival. Ahora, el autor de ‘Emerge’ es noticia porque ha denunciado en su Instagram que Madonna no le ha acreditado apropiadamente en ‘God Control’, uno de los singles de ‘Madame X‘, realmente uno de los menos exitosos (‘Medellín’, ‘Faz gostoso’, e incluso ‘Future’, ‘Crave’ y ‘I Rise’ tienen más escuchas), pero también claramente uno de los favoritos de sus seguidores y la prensa. Es de lo más ajeno al concepto «world music» del álbum, pero a la propia Madonna le gusta tanto que le ha dedicado un ambicioso vídeo sobre el control de armas y abre sus giras con esta producción de música disco.
Casey Spooner, que no está acreditado como co-autor de ‘God Control’, que se presumía solo de Madonna y Mirwais sin más co-autorías, indica que ha cerrado un acuerdo económico con la cantante: «He tenido suficiente. Madonna me ha jodido. He co-escrito ‘God Control’ y no he recibido ni créditos ni compensación. He estado lidiando con esto durante 5 meses y no puedo más. He sido amable y muy paciente pero el tiempo se ha acabado. Y honestamente los términos son una mierda. Me dan 25.000 (dólares) como avance de los derechos de publicación, que después de la disputa legal y los impuestos se quedarán en 10.000».
Al artista no le satisface el aparente acuerdo al que se ha llegado por su participación en el tema, y quiere una parte de lo que se obtenga por su interpretación en vivo, que es donde obviamente está el dinero de Madonna desde que firmó con Live Nation en 2007: «Ha sido una pesadilla infinita de abogados y de espera y de más mails. ¿Para qué, 10.000 dólares? Debería pagárseme un porcentaje de la actuación de los conciertos. No hay dinero en las ventas de discos. Y punto. Ni siquiera para Madonna. He visto los números. Madonna, he cambiado de idea. Creo que el 1% de los beneficios de la gira cubrirán mi contribución y daños. O sea, es el número que abre los conciertos».
Además, finalmente revela que está arruinado en Berlín y tiene a su madre enferma en Estados Unidos: «mientras tú te diviertes en el escenario, estoy completamente arruinado en Berlín. No puedo pagar el alquiler. No puedo hacer la compra. No puedo comprarme un vuelo para ver a mi familia por Acción de Gracias. No puedo hacerme cargo de mi madre, que está mal de salud y suplicándome que le mande dinero. Estoy muy decepcionado de una artista que una vez admiré. Espero que esta noche te abucheen en tu número de apertura en Los Ángeles». Además, ha colgado una parte de su demo en Instagram mostrando que ambas versiones comienzan casi igual. Se desconoce si el resto de partes del tema definitivo, bien distintas, también estaban en esa demo de Mirwais.
En los Stories, Casey Spooner ha dado más detalles sobre el problema, revelando a lo largo de varias páginas la historia de la canción. Según él, ‘God Control’ comenzó siendo un tema del disco en solitario de Mirwais, en diciembre de 2017. Como este es francés y dice que el lenguaje era un poco «burdo», Casey le ayudó con el inglés: «lo limpié un poco, americanicé un poco el lenguaje y cambié la melodía de las últimas líneas». A continuación dice que ambos se ocuparon de otros asuntos y que supo que el disco de Mirwais, en el que Casey iba a cantar junto a otros artistas, se retrasaba porque estaba trabajando en el de Madonna. Casey se ofreció a trabajar en el disco de Madonna también, pero Mirwais no respondió.
Pasaron los meses y un día después de la salida de ‘Madame X’, Casey Spooner decidió ponerse el disco, específicamente ‘God Control’ porque es un tema que había visto recomendado online. Spooner lo reconoció como la demo en la que había trabajado con Mirwais, y escribió a este amablemente preguntándole por ella. El productor no habría respondido ni a ese mail ni a otro al cabo de una semana, y 6 semanas después fue una persona del equipo de Madonna quien habría contactado con Casey Spooner, indicándole que todo era «un problema de Mirwais que se había transformado en un problema de Madonna» y que «Madonna respetaba el trabajo de Casey Spooner, pero desconocía que había participado en la demo» original, a la que luego ella añadió otra parte. Se ha estimado la participación de Spooner en un 15%, pero el artista se queja de que la suma que se le ofrece es poca y de que ha notado que no quieren que este tema vea la luz.
La productora responsable de ‘Bohemian Rhapsody’, uno de los éxitos de taquilla más importantes de los últimos tiempos, está desarrollando un biopic sobre la vida de Michael Jackson. GK Films cuenta con el apoyo de la familia de Michael para este proyecto cuyo guión está elaborando John Logan, quien a su vez ha trabajado en ‘El aviador’ y ‘Skyfall’.
El apoyo de la familia es imprescindible para que la música de Michael Jackson pueda aparecer en la película, pues es quien tiene los derechos de la misma. Sin embargo, si existe la aprobación de la familia para que dicha música sea utilizada en la cinta es que su guión no va a dañar su imagen como lo ha hecho el documental de 4 horas realizado recientemente sobre sus supuestos -recordemos que el artista no fue condenado en los juzgados- abusos sexuales. Nos referimos lógicamente a ‘Leaving Neverland‘, que se ha estrenado este mismo año.
Por un momento pareció que el estreno de ‘Leaving Neverland’ iba a provocar la verdadera «cancelación» de Michael Jackson 10 años después de muerto: su eliminación de las radios y de playlists de Spotify, etcétera. Sin embargo, ese fenómeno no ha sucedido. De hecho, algún disco suyo reentró en las listas musicales con motivo de la promoción del documental (?), y Michael Jackson está prácticamente en la misma posición del global de Spotify que ocupaba antes de esta polémica: en torno a las posiciones 72 y 74. Ningún editor de playlists masivas en la plataforma sueca ha considerado inadecuado que su música fuera incluida en las playlists más populares de los 80, los 90 o Halloween. La única afrenta que he percibido personalmente es que Michael Jackson se ha convertido en una persona que no se puede mencionar en algunos pequeños ámbitos, como es el caso de Popjustice, uno de los foros más concurridos en cuanto a música pop. «La mayoría de la gente no quiere escuchar la música de un pedófilo, si a ti te importa una mierda, es tu elección, pero no será muy difícil comprender que a otros les importe» indicaba en mayo un usuario en su última página. Nadie ha vuelto a comentar nada en meses pese al enorme tráfico de estos foros.
Pero el público generalista parece haber olvidado el documental, continúa escuchando la música del artista de manera masiva, y suponemos por tanto que la película puede ser un éxito. De un lado, parece que la gente no ha dado credibilidad al documental, o simplemente ha mirado hacia otro lado, o no ha querido juzgar lo que no han juzgado los tribunales, o no se ha enterado de la existencia del mismo, o ha separado música y persona. Por otro, se desconoce qué interés puede tener un biopic en el que ciertas cuestiones van a ser obviadas o censuradas o manipuladas, como de hecho ya pasó en ‘Bohemian Rhapsody’, en cierta medida una cinta blanqueada y dramatizada. Y por el contrario, es cierto que ‘Leaving Neverland’ solo mostraba una faz de Michael Jackson y nadie hablaba en su favor, contando solo una visión de los hechos. Parece que en cualquier caso este documental será su contrapunto.
Como solemos hacer llegados a estas alturas del año, recuperamos algunos álbumes que han cosechado críticas en general muy positivas y que por hache –agenda y limitación de medios– o por b –densidad de contenido– hemos ido dejando aparcados durante meses. El segundo es el caso de ‘LEGACY! LEGACY!’, segundo álbum de estudio de la joven poeta, profesora, activista, compositora y cantante de Chicago, Jamila Woods. En 2016 autoeditó (el año siguiente lo reeditaría el sello indie JagJaguwar) su debut en solitario ‘HEAVN’ –antes había formado parte de un dúo de soul acústico llamado M&O–. Se trataba de un disco de R&B contemporáneo que contaba con la colaboración de insignes artistas de su ciudad como Chance The Rapper o Noname y que, tras su apariencia ligera, escondía duros mensajes contra la brutalidad policial hacia la comunidad negra. En ‘LEGACY! LEGACY!’ Woods no se olvida de la calle y el barrio, al contrario. Pero se esmera en ofrecer un refuerzo emocional y filosófico para esa lucha racial y de clases.
Cada corte de este trabajo lleva el nombre de una figura más o menos popular y más o menos erudita, según el caso. Héroes literarios –James Baldwin, Zora Neale Hurston, Nikki Giovanni–, musicales –Eartha Kitt, Miles Davis, Muddy Waters, Sun Ra, Betty Davis– o artísticos –Basquiat, Frida Kahlo– que no solo son referentes para Jamila por sus obras sino por sus respectivos ideales o actitudes ante la vida, como desgrana en esta entrevista imprescindible para ahondar en el disco. A través de esos nombres Woods construye un tejido de textos dedicados a empoderar sobre todo a las mujeres negras, que no solo han de vencer el racismo sino además el machismo imperante en todas las esferas sociales. Por eso ha elegido sobre todo a mujeres fuertes que vivieron contra las convenciones sociales y políticas –un linaje, palabra que emplea reiteradamente, del que se siente continuadora–. Y ha traducido sus posturas a un lenguaje contemporáneo –en buena medida, su trabajo como profesora en una escuela sin ánimo de lucro de Chicago para jóvenes autores se traslada a muchas de estas piezas–.
Acompañando a este poderoso componente lírico –aunque quizá demasiado erudito en determinados momentos, pues requiere una lectura muy profunda–, ‘LEGACY! LEGACY!’ también se eleva en lo sonoro: asistida en la mayor parte de él por el hasta ahora poco conocido productor Slot-A, Woods construye una obra que, también en lo musical, busca conectar con ese linaje a través de la pureza del soul-jazz clásico, conectándola con el presente a través de pasajes de electrónica audaz y hip hop. Crecidísima como intérprete, Jamila muestra una calidad asombrosa en números como la bárbara ‘BETTY’, ‘EARTHA’, ‘GIOVANNI’, ‘ZORA’…
Sucede que el empuje inicial mengua con números más ortodoxos o ya menos sorprendentes, como ‘FRIDA’ o ‘MILES’, aunque sin perder, en ningún momento, una elegancia digna de destacar. Pero, tras el potente interludio rockero que suponen ‘MUDDY’ y su “Motherfuckers won’t shut up”, ‘LEGACY! LEGACY!’ remonta hacia el cielo con dos maravillas incontestables: ‘BASQUIAT’ –pelotazo de free-jazz-soul con referencias a Kendrick Lamar y con un verso demoledor de Saba– y ‘SUN RA’ –R&B inclasificable y hermoso–, con los que Jamila Woods transita por la gloria de la música negra contemporánea, erizando el vello y fascinando.
Desde esas cotas, el aterrizaje del álbum es un dulce y ligero descenso con ‘OCTAVIA’, ‘BALDWIN’ –con la poderosa trompeta de Nico Segal, antes conocido como Donnie Trumpet– y la nada prescindible transformación de ‘BETTY’ el numerazo house con el que se cierra el disco. No cabe duda de que con ‘LEGACY! LEGACY!’ Jamila Woods ha ascendido varios peldaños de golpe en el escalafón del nuevo soul. No nos extrañaría lo más mínimo verla codearse con los más grandes en los próximos años.
Calificación: 8,2/10 Lo mejor: ‘BASQUIAT’, ‘SUN RA’, ‘BETTY’, ‘EARTHA’, ‘GIOVANNI’, ‘ZORA’ Te gustará si te gustan: Solange, Janelle Monáe, Anderson .Paak. Escúchalo:Spotify
Asunción Balaguer ha muerto a los 94 años en un hospital de la Comunidad de Madrid tras haber sido ingresada hace unos días como consecuencia de un ictus. La actriz había comenzado a trabajar durante la Guerra Civil española, debutando en un escenario a los 13 años, exactamente en 1938. Recientemente ha sido reconocida con varios premios, como el de la Unión de Actores o el Premio Max.
Balaguer apareció en películas como ‘Lulú de noche’, ‘El pájaro de la felicidad’, ‘La niña de tus ojos’, ‘Boca a boca’, ‘Cómo ser mujer y no morir en el intento’ o ‘Barcelona, noche de invierno’, mientras en televisión la hemos visto en series como ‘La que se avecina’, ‘Gran hotel’ o ‘Los misterios de Laura’. Hace poco ha aparecido también en ‘Merlí’, una serie de TV3 que se ha viralizado con su subida a plataformas y ha conquistado a músicos tan dispares como Miss Caffeina y Mala Rodríguez. Este y ‘Chiringuito de Pepe’ han sido sus últimos trabajos.
Asunción también fue conocida por su matrimonio con Paco Rabal, el cual duró 50 años. Sus hijos Benito y Teresa Rabal también siguieron sus pasos artísticos (Teresa Rabal fue una conocidísima cantante infantil durante los años 80) y su nieto Liberto Rabal también se ha dedicado a la actuación, apareciendo en ‘Carne trémula’ y ‘Centro médico’. La 2 emitirá este domingo un homenaje a Asunción Balaguer.
En algún momento de los últimos meses ‘Elite’ ha llegado a ser la serie más vista del mundo. ¿Qué hace esta producción española de Netflix, una suerte de ‘Física o química’ meets ‘Sensación de vivir’ meets ‘Pretty Little Liars’ ocupando tal posición por encima de producciones internacionales del prestigio de ‘Better Call Saul’ o ‘American Horror Story’? Tratamos de explicar este «no sé qué me das, que me hace volar» a través de 10 de sus momentazos. Eso sí, ninguno como el mítico “le he pegado la gonorrea a un alumno, el premio a profesora del año no me lo van a dar” oído a Blanca Romero en ‘FoQ’.
*También podéis optar por esta sinopsis que el usuario Oscar ha dejado en nuestro foro de ‘Élite’: «¿Pero por favor qué mierda es esta? Me meo. Llevo capítulo y medio como 60 minutos en los que hay todo mezclado: lucha de clases, racismo, homofobia, xenofobia, corrupción, vandalismo, voyeurismo, el problema de la reinserción, drogas, sexo en público, el estigma del VIH, alcoholismo, un asesinato… y muchas más que se me olvidan. Todas con una cuota de share media de un minuto. Me meo. ¿Hay algo que no vayan a meter? ¿Alienígenas? Eso sí, todo bien susurrado y nada vocalizado. Gracias subtítulos. Es una mierda como un piano».
«Nunca ames a alguien que te haga sentir ordinario»
Esta frase atribuida a Oscar Wilde que aparece 2 veces en el mismo capítulo viene a resumir el espíritu de ‘Élite’. La serie es un «whodunit», pues parte de un asesinato, pero al final por supuesto el «quién» es lo de menos. No deja de ser todo un «jo, tía, han matado a mi amiga» como el de las 300 temporadas de ‘Pretty Little Liars‘. Lo de más es el sexo y el dinero. La acción se centra en un instituto pijísimo al que llegan 3 becados a los que solo salva de lo harapiento el imperativo uniforme del colegio. En ‘Élite’ no hay lugar para Pacos o Pepes, y los personajes se llaman cosas como Polo y Guzmán. Incluso para los secundarios más wannabe los guionistas han escogido nombres como Cayetana.
«¿Quieres macarrones?»
Quizá de forma involuntaria, quizá a través de una de esas sutiles e ingeniosas campañas comerciales que emprende a menudo Netflix, esta frase que aparece en una escena inofensiva e incluso puede pasar desapercibida, se ha viralizado, llegando a las mismísimas aplicaciones de ligoteo. En la serie, un personaje, el intensito Samu, la utiliza para evitar sexo casual. En la vida real se está utilizando para buscarlo, al modo de «Ontás? Te pongo un Uber».
«Tú y yo vestidos sí que no vamos a ninguna parte»
Aunque no se ha viralizado tanto, esta otra frase extraída exactamente de la misma escena que la anterior, solo que unos segundos después, en realidad contiene muchísimo más «punch». La pronuncia Carla, en este caso da igual dirigiéndose a quién, pues resume de todas formas lo único que importa en ‘Elite’. Carla y Polo cubren la cuota del poliamor, tan de moda, aunque en otras series se silencie, si bien tienden a hablar con tal intensidad y gravedad, como con tanto hartazgo de sí mismos y de rutina, que más que jóvenes parecen cuarentones atrapados en cuerpos teenager. ¿Esto es ‘Elite’ o un intento caserillo de ‘Eyes Wide Shut’? Suponemos que la edad de los guionistas (Carlos Montero ya trabajó en ‘FOQ’) tendrá algo que ver.
«¿Qué parte? ¿La de camello o la de maricón?»
Hablemos de «Omander»: este es el nombre con el que se ha bautizado popularmente -aunque en la serie no aparece- a la pareja formada por Ander, uno de los pijos enrollados del instituto, y Omar, hermano de una de las becadas. Omar, además de camello, es musulmán, y además de musulmán, es «maricón», como ya habréis adivinado. No hemos evolucionado nada y por mucho que queramos evitarlo la relación entre un pobre y un rico, sean los que sean sus géneros u orientaciones sexuales, despierta en la ficción el mismo morbo ahora que hace cientos de años. «19 no es mi edad» no es su mejor frase, pero con pequeñas escenas de homofobia, represión religiosa en el hogar y bullying, ‘Élite’ maneja la trama homosexual con habilidad: atentos a la reacción del odioso Guzmán cuando descubre que tiene un amigo gay. Alguien sabía cuál era el público potencial de todo esto, mejor que el mismísimo Ryan Murphy.
Cuando uno está fuera de casa, siempre se tiene más frío
La represión por motivos religiosos no solo salpica a Omar, sino también por supuesto a su hermana Nadia, que no es gay pero sí mujer palestina. La actriz que la interpreta, Mina El Hammani, nació en Madrid de padres marroquíes y por si hacía falta que lo explicara en las entrevistas, es vista como una extranjera tanto en Madrid como en Marruecos. Aunque ‘Élite’ no está muy bien hecha, pues entre otras cosas a menudo presenta un montaje de lo más extraño en el que se salta de una cosa a otra sin ton ni son, la serie sí arriesga al presentar una realidad desconocida para muchos. En su lucha por huir de los estigmas y ciertos maniqueísmos, el guión da al padre de Omar y Nadia, el ogro del hogar, la que para mí es una de las frases más tiernas de toda esta telenovela, mientras abraza un jersey para uno de sus hijos, en ese momento en paradero desconocido.
«Dilo, mamá. Di que tienes una hija seropositiva»
Hablando de estigmas, solo podemos levantarnos para aplaudir y agradecer a ‘Élite’ el tratamiento dado a la trama de uno de los personajes, que es seropositivo. La serie no es ‘Verano 1993‘, pero sí ha tenido el poder de llegar a millones y millones de personas. Millones y millones de personas que como se vio con Conchita Wurst, están en muchas ocasiones totalmente desinformadas sobre la diferencia entre VIH y Sida, o sobre lo que significa e implica ser indetectable. El rechazo que sufre este personaje por parte de sus propios padres, además con todo el poder económico posible para estar bien informados, es descorazonador.
«Pero si mañana tenemos examen de mates». «Ni que fueras a aprobar»
Atención, SPOILER: en este instituto no estudia nadie. Hay un poco de paripé por ver quién es la alumna más competente, pero apenas ocupa unos minutos de la trama. La frase de este punto es un diálogo entre Christian y Polo que resume muy bien todo esto. Porque por si lo de Omander no te diera para paja, también tenemos a Polo, que por momentos parece recién escapado del cásting de ‘Looking’. Tiene un par de escenas que no pueden ser más homoeróticas, una de las cuales comienza en un cásting que solo existe en la imaginación de su tiempo libre, y que contiene esta genialidad de las matemáticas.
«En el infierno nos hacemos el láser»
La serie plantea dos personajes que se hacen más antipáticos que el resto desde el principio. Son los malos, los hostiles con los alumnos becados. Sin embargo, los dos acaban siendo de los favoritos por razones evidentes. Mientras Guzmán, el supuesto fan de James Blake, deambula entre una descontrolada violencia y una cursilería que le lleva a hablar en pretérito perfecto simple (en serio, ¿quién en Madrid dice cosas tipo «te amé»?), su novia Lu es la mala de las telenovelas, de hecho es de origen mexicano (la actriz Danna Paola es una cantante megafamosa). Se pasa los 16 episodios de un humor de perros y, si bien no llega a rozar la intención autoparódica de ‘La casa de las flores‘, ha dejado bastantes momentos gloriosos, como ese en el que acude a una fiesta disfrazada de Frida, pero alguien le echa en cara que se ha olvidado el entrecejo. «En el infierno nos hacemos el láser, querida», es su salida.
«De lo que se suele manchar alguien en una fiesta: pota, alcohol o lefa»
«Oye, tú, Narco Barbie» es otra de las grandes frases de Lu… que un personaje que aparece en la segunda temporada responde con un meritorio «por cierto, Barbie Latina…». El momento está cerca de la pelea de gatas de ‘Dinastía’, pero es solo la punta del iceberg del gran personaje femenino macarra, “choni” (sic), porque lo del ex presidiario «Nano» está más visto que el tebeo. Mucho mejor Rebe, rica pero con petaca en la discoteca («a mí no me clavan 12 euros por una copa»), y en ella al grito de «A ver qué se cuece… ¡putivuelta!». Rebeka con «k» de «Vicky Pollard» tiene el vídeo de «mejores frases» más divertido del canal oficial: no os lo perdáis.
«Todo el mundo merece una segunda oportunidad»
Es la clave del último episodio hasta la fecha y la que permite la apertura de una tercera temporada. Una vez resuelta la trama principal de la serie, ¿de qué manera puede subsistir ‘Élite’? No lo averiguaremos hasta 2020, aunque sí sabemos que el rodaje de la nueva tanda ya ha terminado y que Leïti Sène y Sergio Momo darán vida a dos nuevos alumnos llamados Yeray y Malick. ¿Merecerá la pena o terminarán provocando tanto “eye rolling” como ‘Pretty Little Liars’?
La música no es una de las razones por las que ‘Élite’ ha tenido tanto éxito, pero sus creadores se han regodeado de lo lindo con ella, situándola en primer plano. Los productores de la serie han evitado Estopas, Aitanas y Bisbales y se han decantado por un modelo que incluye la música urbana de Rosalía, Bad Gyal y C. Tangana, la alternativa de La Casa Azul y La Bien Querida y el tropical house de YALL, así como de otros artistas desconocidos más o menos similares. En general, han mostrado bastante buen gusto, incluso hasta la inverosimilitud: Guzmán aparece en un momento escuchando a James Blake y no es que pegue mucho con su personaje de villano en ese momento. ¿Quizá es una forma de avanzar su futuro?
Hay que tener en cuenta que ‘Élite’ ha tenido 20 millones de espectadores en todo el mundo, por lo que se ha transformado en todo un altavoz para todo artista que ha sonado en ella. Aunque algunos de sus momentos más representativos incluyen ‘Antes de morirme’ de C. Tangana y Rosalía, ‘Los amigos que perdí’ de Dorian, ‘7 días juntos’ de La Bien Querida o ‘El momento’ de La Casa Azul, en este artículo nos centramos en otros artistas para los que salir en la serie ha podido ser más decisivo. Más que nada porque existe una playlist oficial en Spotify con la música de ‘Élite’ que siguen más de 100.000 personas, y las estadísticas son públicas. Por cierto, de manera chanante, han dejado la música clásica para el final.
The School
‘Élite’ ha incluido canciones de The National y ha recuperado a The Primitives, pero quienes parecen haberse beneficiado más de su paso por la serie han sido los deliciosos The School (recordad nuestro especial «The School en 10 canciones«). ‘I Don’t Believe In Love’ siempre fue un tema icónico de su discografía, pero es que ya supera el millón de reproducciones, muy por encima del resto de sus canciones (sin que haya una correspondencia con una diferencia de calidad o estilo). Las estadísticas públicas de Spotify muestran que miles de personas han escuchado por primera vez a esta banda británica de sello madrileño gracias a la serie. Como ya se vio cuando sonaron The Yearning en el taquillazo ‘Perfectos desconocidos’, una parte de Elefant se dedica a intentar colocar temas en series y películas. De hecho, también suenan en ‘Élite’ Fitness Forever, Knickers y Rush Week, aparte de La Casa Azul.
Kostrok
La serie tiene incluso el poder de revivir proyectos que estaban moribundos. Kostrok es uno de los grupos que suenan en una de las fiestas, en concreto con su tema ‘Right Now’ cantado por Bearoid, y como resultado 3 de las 5 playlists que más escuchas aportan al dúo están relacionadas con ‘Élite’. En este vídeo de El País, Adrián Lurbe explica que ya no trabaja con José Martí, recordando que el tema data en realidad de 2013.
Zazo & Gxurmet
También 3 de las 5 playlists que más aportan a las arcas de Zazo & Gxurmet proceden de esta serie. ‘Te miro’ y ‘París’, la cual escribieron en un momentito en un McDonald’s, están entre las canciones que les han llevado a aparecer entre los virales de México y varios países latinoamericanos, pero también en otros de Europa como Francia o Grecia. Se nota que cada vez hay menos fronteras para el castellano. Además, Zazo & Gxurmet están en Mushroom Pillow, en su momento sello que supo mover la carrera de Delorean y Phoenix Polock por ciertos circuitos internacionales.
Christina y los Subterráneos
Enésima resurrección para el clásico de Christina y los Subterráneos ‘Tú por mí’, que aparece nada menos que en el episodio 1 de la temporada 1 de ‘Élite’. El éxito de Christina Rosenvinge en los últimos 10 años ha hecho que muchos repasen su discografía anterior y este es uno de los pasos fundamentales. La playlist de esta serie es la 3ª más importante en estos momentos para Christina y los Subterráneos y también parece haber resurgido la versión de ‘Tú por mí’ que aparece en directo en ‘Flores raras’, disco ya firmado como Christina Rosenvinge.
Kimberley Tell
Otra que lleva sangre danesa en las venas (también inglesa) es la actriz nacida en Lanzarote Kimberley Tell, a la que se conoce por series como ‘Algo que celebrar’ y ‘Buscando el norte’. También ha participado en ‘Hierro’ y en un capítulo de ‘Velvet’, pero atención al pelotazo musical: su único tema, el medio tiempo electrónico ‘Lo que no me dices’, en la línea de Brisa Fenoy o la primera Najwa, ha aparecido en la serie y suma casi 2 millones de reproducciones en Spotify. ¿De verdad va a quedarse ahí su carrera como cantante?
Conchita Velasco
No hay «ageism» en ‘Élite’ y Conchita Velasco también suena en un episodio de la segunda temporada. Gracias a esto ‘La chica ye-yé’ ya no es el tema más popular del momento de la artista en Spotify (al menos en su perfil como «Conchita», hay otro con «Concha»). Lo es ‘Con nada se puede ser feliz’, en este caso dedicado al personaje de Cayetana, que finge ser rica aunque es pobre, y que procede de la popular película ‘Pero, ¿en qué país vivimos?’ con Manolo Escobar. Era una versión de un temazo perdidísimo, ‘Il suffit d’un rien pour être heureux‘ de Alice Dona.
Motorama
‘Élite’ también ha sido importante para bandas que no proceden de Latinoamérica, España o Estados Unidos. Para muestra tenemos a la banda rusa Motorama. Hay formas (infraestructuras, medios, otras redes sociales) que permiten que el post-punk siga vivo en un ámbito internacional, y Motorama ya tenían sus seguidores en la década en que se han curtido, pero de nuevo, es ‘Élite’ lo que mejores números les ha reportado, en concreto a su canción ‘No More Time’, que aparece en el segundo episodio de la segunda temporada.
aAron
También ha dado la serie un “push” a los franceses AaRON, que editaron tres discos entre 2007 y 2015, llegando a recibir discos de oro en su país y a girar por España. París continúa siendo la capital para ellos, pero ‘Blouson Noir’ y ‘We Cut the Night’, dos temas muy GusGus, les han permitido sonar también en Estambul o en México D.F.
John Maus
¿Dorian? Claro. ¿Christina Rosenvinge? ¡Anda! Pero lo de John Maus sí que no lo esperábamos. Un comentario en Youtube viene a resumirlo muy bien: «cuando salió esa canción pensé que había reproducido la canción desde mi celular, y yo buscando ni loco. No pensé escuchar a John Maus en esta serie». ‘Hey Moon’ sale en el primer episodio de la segunda temporada, después de una fiesta, pues suena claramente a resaca. Por marciano que parezca, ‘Élite’ es lo que más escuchas ha aportado a John Maus y ‘Hey Moon’ suma 13 millones de reproducciones en Spotify.
Danna Paola
Obvio para unos pero desconocido para otros, la actriz que interpreta a Lu es una famosa cantante mexicana. Tanto que a ella salir en la dichosa playlist de Spotify no le ha movido un solo pelo: lo suyo es estar en el top 50 de México (ahora mismo con ‘Oye Pablo’), en las listas «Latin VIP Pop», etcétera. Pero no se puede negar que a nadie le amarga un dulce, y que aparecer en una serie con tantísimo público le da opciones en territorios donde no se había presentado. De hecho, si bien no es su mayor éxito, su tema ‘Final feliz’ incluye imágenes de la serie.
‘Cinnamon Girl’ no era una de las canciones que destacaba mi compañero Jordi Bardají en su reseña de ‘Norman Fucking Rockwell!’, argumentando que tanto ésta como ‘California’ estaban «escritas con piloto automático». Para mí, en cambio, es uno de los grandes momentos del disco, pero entiendo por dónde iba Jordi, y en cierto modo lo comparto: ‘Cinnamon Girl’ es muy classic Lana, es una canción que suena a ella por todos lados… la cosa es que yo eso aquí lo veo como un acierto. Y no porque sea una cuota de fanservice, sino porque creo que en esta canción es intencionado: asistimos a un recorrido por todas las etapas de Lana del Rey.
Para el público general, la autora de ‘Black Beauty’ sigue con el sambenito de sus temas iniciales, especialmente en ese momentazo en su carrera que fue el videoclip de ‘Ride’ y aquel monólogo en el que cabía la generación beat, los daddy issues, la libertad de la carretera y las relaciones tóxicas, y que remataba con «I’m fucking crazy, but I’m free». Por tanto, podría pensarse que, de hacer una retrospectiva sobre sus canciones, sería prácticamente un «las historias de Lana con sus hombres». Y sí, es verdad que muchas de las canciones de la estadounidense van sobre relaciones, pero realmente esto ha sido siempre un vehículo. Porque, a lo largo de su discografía, hemos ido descubriendo cómo las relaciones que la cantante nos describía realmente nos estaban contando más cosas de ella que de los tíos en cuestión. Es la personalidad de Lana de lo que ella nos ha ido hablando a lo largo de sus discos, junto a la evolución que ésta ha tenido, tanto sus caídas en el pozo como sus intentos por alejarse de ese lado depresivo, de ese «black narcissist». Y eso es ‘Cinnamon Girl’.
En ‘Radio’ ya decía Lana que ella era «sweet like cinnamon», y ya sabemos que la «dulzura» de la canela es algo ambivalente. Así que, además de por hacerle un guiño a la canción homónima de Neil Young (al que ya referenció en ‘Get Free’ con eso de «out of the black / into the blue»), es lógico que una canción en la que quiere hacer una retrospectiva de sí misma, se denomine «chica canela». Tras el corte está la producción de Jack Antonoff, mano derecha de Lana en este disco, pero realmente los sonidos son un conjunto de todo lo que le hemos visto a la estadounidense, un homenaje a cada etapa: desde los beats más pegadizos de ‘Born to Die’ (al que hace otro guiño al final: fijaos que se puede cantar eso de «die / on me» sobre la base instrumental) al punto entre cuerdas y psicodelia que empezó a vislumbrarse en ‘Honeymoon’ con temas como ‘Terrence Loves You’ y que ha tenido su cumbre en ‘NFR!’ (‘Venice Bitch‘), y con una letra en la que se mezclan su disco más oscuro, ‘Ultraviolence’, y el más luminoso, ‘Lust for Life’, compartiendo también la presencia en ese álbum del piano (el inicio recuerda al de ‘Beautiful People Beautiful Problems’, de hecho).
Y es que, por muy naif que pueda sonar ese «aceptamos el amor que creemos merecer» de ‘Las ventajas de ser un marginado‘, no deja de ser algo cierto. Si te has empeñado en ayudar a una colección de sadbois que desprendían ese aura de «soy tóxico, nadie puede salvarme, estoy roto, etc» pero al final al que han roto es a ti, si tus relaciones no han sido igualitarias y no te has sentido respetado sino humillado, si te has acostumbrado a que tus parejas te traten mal… cuando llega una persona que no lo hace, pues te cuesta creértelo. Te cuesta creer que de verdad te vayan a tratar bien, y te cuesta creer que de hecho MEREZCAS que te traten bien. Por eso Lana nos introduce flashbacks de ese tipo de relaciones pasadas en las estrofas, a la vez que en su estribillo nos cuenta cómo ha encontrado, por fin, una relación sana, y cómo le cuesta muchísimo creérselo y confiar: «but if you hold me without hurting me / you’ll be the first who ever did». Pero, en esta época post-‘Lust for life’, ella decide atreverse, decide creérselo (o intentarlo) y confiar: «hold me, love me, touch me, honey / be the first who ever did».
Y mientras nos habla en su letra de ese cambio en su forma de afrontar las relaciones, y en su propia personalidad (en la que luego ahondará en ‘hope is…’), también nos regala un recorrido por su discografía. ‘Cinnammon Girl’ no es tan simple como parece. Y, de hecho, ya es una fan-favourite: con más de 20 millones de escuchas, es la única de los no-singles de ‘NFR!’ que está en su top 5 de Spotify.
Marilyn Manson ha vuelto a la actualidad un poco sin previo aviso, pero además lo ha hecho con una serie de singles cuyo objetivo parece ser el de allanar el terreno para su próximo disco, sin que estos tengan que ver aparentemente con él. Si los títulos de ‘God’s Gonna Cut You Down’ y ‘The End’ te suenan es porque son canciones que ya has escuchado: sí, el regreso de Manson se ha producido a través de un par de versiones, de Johnny Cash y The Doors, respectivamente. ¿Pero qué se sabe de ese disco que iba a salir antes de que terminase 2019 pero cuyo lanzamiento parece ya estar destinado al año que viene?
Cabe aclarar que el lanzamiento de estas dos versiones no responde a ninguna estrategia «random»: la primera pertenece a la banda sonora de la película ’24 Hours to Live’ y se grabó en 2017, si bien por alguna razón es ahora cuando ha llegado a las plataformas de streaming, y la segunda, publicada hoy mismo, ha sido grabada para otra banda sonora, la de la serie ‘The Stand’, en la que el propio Brian Warner aparece. Sin duda, el anuncio del sucesor de ‘Heaven Upside Down‘ debe estar cerca.
La noticia más sorprendente en relación al nuevo álbum de Marilyn Manson es que posiblemente será homónimo. Sí, a estas alturas de la película. En una entrevista concedida a Revolver este verano, Warner explicaba que la decisión se debe a que el álbum contendrá elementos de todos sus discos anteriores: «Lo he intentado pintar con palabras y mi productor Shooter (Jennings) con sonidos, para que puedas ver todo el anhelo, la pasión y la angustia. Es una explicación muy dramática, pero el disco está lleno de drama. No lo compararía con ninguno de nuestros álbumes anteriores, pero en él escuchas un poco de todo. He conseguido concentrar todo en un sitio esta vez, al fin». El artista añade que, si uno de sus discos tenía que ser homónimo, es este.
El autor de ‘Antichrist Superstar’ indicaba que, con su próximo largo, ha querido «contar historias» y que este tendrá por tanto un componente de horror y apocalíptico: «Es como un museo de cera de mis pensamientos, un estudio de la cámara de los horrores que existe en mi cabeza. Todo el romance y la esperanza que puedes tener en el mundo, volcados aquí, en este Fin del Mundo que para cualquier persona que escuche el disco representará un tipo diferente de Apocalipsis». Warner, que prepara una gira conjunta con Ozzy Osbourne, planea también editar un libro con sus pinturas antes del lanzamiento del disco, acompañado de «unas pocas exposiciones».
U2 han sorprendido este viernes publicando su primera canción original en 2 años. ‘Ahimsa’ es una colaboración con el compositor indio AR Rahman, conocido por su premiada banda sonora para ‘Slumdog Millionaire’, y su título significa «no violencia» en sánscrito. U2 afrontan con ella el primer concierto de su carrera en India, que tendrá lugar en Bombay el próximo 15 de febrero.
‘Ahimsa’ es una canción luminosa, como sugiere su título, pero a Bono y compañía se les percibe algo exhaustos últimamente en cuanto a la calidad de sus composiciones, y esta no es una excepción. Suena especialmente forzado el drama de ‘Ahimsa’, lo que termina diluyendo su mensaje. Bono ha explicado: «hemos venido como estudiantes a la fuente de inspiración… Eso es ahimsa, la no violencia. India nos ha dado esto a nosotros, el mayor regalo al mundo. Es más poderoso que la energía nuclear, los ejércitos, las naves, el Imperio Británico. Es el poder mismo, y nunca ha sido más importante».
La canción incluye unos versos en tamil interpretados por las hijas de Rahman, Khatija y Raheema, pero aunque el compositor asegura que la no violencia requiere «coraje y esfuerzo, una cualidad impermeable a las armas o el poder», cabe preguntarse dónde han guardo U2 y Rahman toda esta fuerza dialéctica en la composición de esta canción tan sosilla. Desde luego, nada que no nos preguntáramos ya con ‘Songs of Experience‘ y ‘Songs of Innocence‘…
Grimes ha concedido una entrevista al astrofísico Sean Carroll en la que ha compartido sus ideas sobre el futuro del arte. La canadiense ha dicho que cree que el mundo se aproxima «al final del arte humano» y que en cuanto la Inteligencia Artificial se consolide en la sociedad, creará arte mejor que cualquier ser humano. Además, ha afirmado que específicamente la música en directo saldrá perjudicada: «Creo que la música en directo estará pronto obsoleta. A los DJs ya se les paga más que a los músicos de verdad. Es como Instagram. La gente se siente cada vez más atraída por un mundo limpio, falso, un mundo terminado. Todo el mundo quiere estar en una simulación».
Las palabras de la autora de ‘Art Angels‘, pareja del magnate de la tecnología Elon Musk, no han sentado nada bien a algunos de sus colegas de profesión. En concreto, Zola Jesus ha sido muy clara en Twitter al dar su opinión sobre las declaraciones de Grimes, y al compartir el titular de la canadiense sobre la música en directo, ha respondido: «dice la voz del privilegio fascista de Silicon Valley». Algunos de los artistas que han apoyado sus palabras son Devon Welsh o Telefon Tel Aviv.
La autora de ‘Okovi‘ ha aclarado que no existe un «beef» entre ella y Grimes y ha aclarado sus palabras: «no culpo a nadie por estar desconectado de la realidad, pero hablar del futuro de la música y del arte con tanto cinismo solo lo puede hacer una persona que no tiene nada que perder». Zola defiende ante todo la necesidad del ser humano para crear arte, que en sus palabras jamás sería replicada por la inteligencia artificial, y critica que «gente ajena a las luchas de las clases trabajadoras ataque un sistema del que no depende para sobrevivir mientras otros sí lo hacen».
El asunto se ha vuelto un pelín más siniestro cuando ha tenido lugar la presentación en Los Ángeles del «Tesla Cyberstruck», el nuevo coche eléctrico de Elon Musk. Durante el evento, un holograma de Grimes ha introducido a Elon Musk como «su creador», y Zola ha querido expresar una reflexión al respecto: «me sentía mal por publicar esa mierda ayer hasta que he visto un vídeo de Grimes en el escenario haciéndose pasar por Inteligencia Artificial y presentando a Elon como su «creador» y… creo que mis juicios son razonables».
Por otro lado, Grimes ha matizado sus palabras sobre el arte, argumentando que lo que se aproxima en su opinión es el final de un mundo en el que «solo exista el arte hecho por el ser humano». La artista, que ahora se hace llamar c, el símbolo de la velocidad de la luz, y más entregada que nunca a su papel de avatar/cyborg como se desprende de algunas de sus extrañas declaraciones recientes, publica ‘Miss Anthropocene’, su nuevo disco, el próximo 21 de febrero.
Dani Martín presenta hoy viernes un nuevo single llamado ‘La mentira’, que explica así: «Desde que nacemos vamos poniéndonos atrezzo para gustar, para ser admitidos, para formar parte de un grupo social… En LA MENTIRA ironizo sobre esto y lo hago porque me sucede a mí también. La canción está cantada en primera persona, pero habla de todos nosotros. Musicalmente está inspirada en la música que siempre me ha gustado, en trajes que hasta ahora no me había atrevido a probar. Me gusta definirla como una cumbia balcánica apocalítpica».
El buenrollismo de ‘La mentira’ recuerda a gente como Manu Chao, Amparanoia… si bien los artistas referenciados en el estribillo son otros. En él, Martín canta que su vida es una mentira, que él no conoce ni «a Shakira ni a Luis Miguel» y que jamás conoció a Joaquín Sabina «en aquel after de la calle Pez». Curiosamente, Martín sí debió haber conocido a Shakira en algún momento de su vida, pues fue telonero del concierto que la colombiana ofreció en Barcelona en mayo de 2011, y del que existen vídeos. ¿Será que nunca se la llegó a cruzar en los camerinos? ¿O es la canción también una «mentira»?
En ‘La mentira’, Martín canta sobre esa «chulería que he adoptao pa’ camuflar mi inseguridad» o sobre sentirse inseguro con su cuerpo -el artista ha hablado honestamente en las redes sociales sobre la enfermedad cutánea que padece-, y la idea que ha tenido para representar esa máscara que todos todos nos ponemos ante los demás por inseguridad es pintarse la cara de Jóker, una película de rabiosa actualidad. ¿Se acerca el sucesor de ‘La montaña rusa‘?
Si algo hay que elogiar de las últimas ediciones de Operación Triunfo es que hayan abierto sus puertas a sonidos algo más alternativos de lo habitual, que al fin y al cabo son los que escucha el público joven en 2019. Y no solo por que Amaia ganara la edición de 2017, sino porque ciertas tendencias internacionales o salidas del underground han terminado colándose en los trabajos de Natalia Lacunza, Alba Reche o María Escarmiento, mientras otros concursantes como Aitana, Miki Núñez o Julia Medina han seguido satisfaciendo un perfil más propio de la radiofórmula.
El enésimo concursante de Operación Triunfo 2018 en publicar single es Damion Frost, el muchacho de Tenerife nacido en Alemania que además tiene ascendencia inglesa e italiana. Está claro al escuchar ‘Push it On Me’ que el cantante -que ahora se hace llamar Damien a secas- maneja el inglés muchísimo mejor que cualquiera de sus compañeros de edición (con perdón, pero no hay color), porque si te descuidas podrías pensar que estás escuchando una canción de Justin Bieber o de Ed Sheeran, a los que se parece muchísimo por timbre.
El sonido tropi-pop cálido y reposado de ‘Push it On Me’ es deudor de los sonidos que triunfan en el Billboard, en la lista de éxitos británica o de las playlists «chill» de Spotify, por lo que tampoco desencajaría sonando entre hits de Zayn, Jorja Smith o el propio Bieber. Su vídeo, con Damien estilizado cual Bazzi, anda en el estilo medio alternativo/VHS esperado y es obra de Pablo Amores, que, como es sabido, además de director de clips para gente como The Parrots es pareja de la intérprete de ‘Amargo amor’.
Volviendo de la comunión de su hija, Juan y Triana se ven envueltos en un accidente de coche que resulta en la muerte de la pequeña. Destrozados, y sedientos de una mezcla entre justicia y venganza, la pareja dará con Eli, una inspectora de la que al principio no se fían, pero que está dispuesta a ayudarles a encontrar al culpable… aunque el caso acabe siendo mucho más complicado y peligroso de lo que parecía a simple vista. En la rueda de prensa de ‘Adiós’ del Festival de San Sebastián, Paco Cabezas contaba, vía Skype desde Estados Unidos, lo especial que había sido para él, que se crió en Rochelambert, rodar en Los Pajaritos y en Las 3000 Viviendas. Rodar allí no solo con la aprobación, sino con la complicidad de sus habitantes. Crear un ambiente de familia en el set no solo con el equipo, sino con los propios vecinos. Esto del ambiente de familia es especialmente destacable porque quizás sea una de las bases sobre las que se apoya ‘Adiós’: la familia, presente, de una u otra forma, en la toma de decisiones de todos los personajes. La familia y la tierra como elementos benditos pero también malditos, como algo a lo que amar pero también a lo que odiar. Algo que te da raíces pero que también -o quizás precisamente por eso- te limita. En todos los sentidos.
Esa ambivalencia entre las raíces y las limitaciones está presente en el propio barrio de Las 3000: el arte y el espíritu luchador de sus vecinos se cruzan con los mil y un obstáculos que tienen, con las consecuencias que tiene ser un barrio «olvidado», en palabras del propio Paco. Un barrio al que se da por perdido desde la política y desde gran parte de la sociedad sevillana, separado por poco más que una carretera de un lugar tremendamente distinto como es el Club Pineda. En nuestro cine, las historias de estos vecinos han estado, o bien ausentes, o bien estigmatizadas, pero pocas veces como en ‘Adiós’: contadas con dignidad. Sin caer en mundos de Yupi pero tampoco en el burdo estereotipo. Solamente por eso esta película ya es importante… pero no es importante solo por eso, si me permitís el juego de palabras. Y es que Cabezas consigue muchas cosas con un film que es, probablemente, su mejor trabajo hasta la fecha.
Viviendo en Estados Unidos desde hace años, donde ha rodado más de veinte capítulos en series como ‘American Gods’, ‘Fear the Walking Dead’ o ‘Penny Dreadful’ o (y prepara ahora el spin-off de ésta, ‘City of Angels’), Paco comentaba recientemente lo poco que se estila allí algo tan simple -y tan complicado- como es hablar con los actores: «muchos saben mover una cámara pero no saben hablar con ellos». Cuando un director pone como prioridad ese amor por su reparto antes que lo estrictamente técnico se nota. Por tanto, en ‘Adiós’ se nota. Los haters de Mario Casas tendrán poco que objetar ante lo que es la mejor interpretación de su carrera, y la Triana de Natalia de Molina es el corazón de la película, demostrando de nuevo la linarense su talento para concentrar fragilidad e intimidación en una sola mirada. Por otro lado, y aunque la subtrama de su personaje pida más tiempo (da la sensación de que faltan algunas escenas), Ruth Díaz representa con maestría la templanza necesaria para una película donde las emociones están tan a flor de piel. Y Mona Martínez… Mona logra con su María Santos un personaje que sencillamente fliparía a Quentin Tarantino.
A destacar también la dirección de fotografía de Pau Esteve, la naturalidad de los diálogos o las secuencias de acción (especialmente esa gran escena de revuelta en el barrio, que compensa con creces el montaje algo errático de la última), además de una banda sonora de lujo para la que se ha contado, entre otros, con María José Llergo, Rosalía y, atención, una preciosa versión de ‘Me quedo contigo’ a cargo de Rocío Márquez. En definitiva, ‘Adiós’ es a la vez una mirada necesaria a los vecinos de Las 3000 y un entretenidísimo thriller cuyo reparto está en estado de gracia, mimado por un director como Cabezas que sabe lo importante que es ponerle corazón a una historia para que lo que a priori es «una película de accion» funcione como tal, sí… pero sea mucho más que únicamente eso. 7,5.
Una sorpresa que nadie vio venir entre las nominaciones de los Grammy 2020 ha sido el reconocimiento en la categoría de rock a ‘In the End‘, el notable disco de Cranberries hecho a base de maquetas que Dolores dejó poco antes de morir. Y nadie lo vio venir porque el grupo nunca había sido nominado y porque en los Grammy de 2018 no hubo una triste mención a la muerte de Dolores, que se había producido tan sólo un par de semanas antes de aquella ceremonia. Y eso que U2 estuvieron por allí.
El grupo ha escrito un comunicado de agradecimiento indicando que Dolores estaría «encantada», mientras su madre Eileen ha dicho: «Dolores estaría tan contenta… puso tanto amor y alma en sus canciones y música… Para nosotros como familia es agridulce, pero estamos orgullosos, si bien tristes, de que no esté aquí para verlo y disfrutarlo, aunque siento que está en espíritu». Noel Hogan, guitarrista y co-autor de algunos temas del grupo, ha concedido una entrevista radiofónica para profundizar en el tema.
En ella, el locutor se muestra muy sorprendido de que esta sea la primera nominación a Cranberries: “pensábamos que tendríais algo por ‘Zombie’ o por ‘Linger’”. Noel Hogan se ríe y dice que Dolores estaría “tocando el cielo”. “Es un shock para nosotros 3, no lo esperábamos, esto ha venido como de la nada, es algo de lo que ni hemos hablado a lo largo de los años, porque como nunca te nominan, ya ni lo mencionas, y hasta te olvidas de ello la mayoría de las veces. Dolores estaría totalmente encantada. Es agridulce que sea ahora al final de la historia y cuando Dolores no está aquí para verlo”.
Cranberries fueron el grupo más vendedor de Island en 1994 y 1995 gracias a sus dos primeros discos, por lo que es raro que su sello no presionara por ellos. ¿A quiénes fueron a parar, por ejemplo, los Grammy a mejores actuaciones de rock en los años en que The Cranberries pudieron optar a ellos? Dolores al no ser solista no habría podido competir en la categoría de actuación vocal de rock femenino con Alanis, Melissa Etheridge o Bonnie Raitt. El grupo habría tenido que competir como disco de rock contra Aerosmith, Counting Crows, Green Day, Nirvana o Pearl Jam. ‘No Need to Argue’ no pegaba mucho ahí. ¿Quizá por tanto Island les presentó más bien en la categoría alternativa? En ese caso no fueron escogidos porque sí lo estuvieron U2 y Green Day, que ganaron en 1994 y 1995, dejando sin premio a grandes nominados como R.E.M., Nirvana o Smashing Pumpkins, pero también a otros menores como Belly o Crash Test Dummies.
En cuanto a las posibilidades de este año, Pitchfork ha hecho un artículo en el que carga contra lo obtuso de la categoría de rock. Al final dan por hecho que Cranberries ganarán «inevitablemente» (“será alentador pero extraño”, indica este medio que nunca ha reseñado un disco de este grupo), si bien ‘In the End’ ha de vencer a discos con tan buenas críticas como ‘Amo’ de Bring Me the Horizon y ‘Feral Roots’ de Rival Sons, además de a Cage the Elephant y I Prevail.
Kaydy Cain es uno de los nombres que conocimos gracias a PXXR GVNG (luego Los Santos) y a La Mafia del Amor. En solitario se cuentan por millones los streamings conseguidos con ‘Algo como tú’ y ‘Lo siento’, y en los últimos tiempos ha despuntado con un tema llamado ‘Perreología’. Y sin embargo, el artista, que es la gran estrella esta noche de viernes en la Sala 1 de Razzmatazz (Barcelona), dentro del ciclo urban denominado Fuego, no puede parar de crear.
Ha sido este mes cuando Kaydy Cain ha lanzado una mixtape de 10 temas y 29 minutos llamada ‘NBA’. Es compartida junto al también miembro de Takers Marko Italia, y está llena de temas totalmente disfrutones y hedonistas, próximos al perreo no matter what de gente como Tomasa del Real. «Me gustan los culos con forma de corazón» es una frase en ‘Sube y baja’. «Yo te dejo el toto roto, colecciono bragas como Chicho Terremoto» es otra del single ‘NBA’. ‘Ina’, un homenaje a Ms Nina, rima «vecina» con «cochina». El penúltimo se llama ‘Un porno’, mientras otros como ‘Callosa’ sí tienen un ambiente más melódico y social, en la línea de Mala Rodríguez.
Y luego está lo de ‘Tra Tra’. No es seguramente la mejor canción del disco ni la que más streamings lleva, pero el tema, que menciona a Rosalía, es otro de los más sexualizados. Su estribillo repite nada menos que «si me la saco, te la pongo en la boca, pero no hablo de la pistola», entre guiños a ‘Papi chulo’, a ‘Malamente’ («como Rosalía, tra, tra») y al bellakeo. Rosalía, ni corta ni perezosa, ha recomendado el concierto de esta noche de Kaydy Cain en su Stories, como veis en la imagen, lo cual podríamos interpretar como… una ¿aprobación? de este ¿homenaje?
Por otro lado, Kaydy Cain ha anunciado un nuevo tema para este lunes 25 de noviembre. En este caso se tratará de una colaboración con Dice Ailes y su viejo amigo Steve Lean, que recibirá el nombre de ‘Hasta el piso’.