Eminem ha arrasado este año con su último álbum, lanzado por sorpresa, ‘Music to Be Murdered By‘, y en especial con el single ‘Godzilla’ interpretado junto al fallecido Juice WRLD. Sin embargo, quiere más y este viernes ha editado un single conjunto con el también rapero Kid Cudi, ‘The Adventures Of Moon Man & Slim Shady’.
Este medio tiempo de sonidos post-apocalípticos producido por Dot Da Genius, J Gramm y el propio Marshall Matters alude a varios temas de rabiosa actualidad como son el coronavirus y la muerte de George Floyd y varios otros ciudadanos afroamericanos a manos de la policía. En el primer caso lo hace para atacar a esa parte de la población que se está negando a usar la mascarilla, incluso llegando a manifestarse para protestar su uso. «La mitad de nosotros caminando como un Apocalipsis zombie, la otra mitad está enfadada y no quiere usar una mascarilla», rapea Eminem. «Solo se burlan, y así es como terminas atrapando a los enfermos». Y en el segundo lo hace para dirigirse directamente al cuerpo de policía desde el punto de vista de Floyd: «Oraciones a George Floyd y Ahmaud Arbery, ¿cómo diablos es que tantos policías están sucios? «Detente, tío, agente, lo siento, pero no puedo respirar si te pones encima de mí, tu maldita rodilla está en mi arteria carótida».
Este es el primer single de Kid Cudi en solo unos meses, ya que este año ha triunfado con ‘THE SCOTTS‘, su single conjunto con Travis Scott. En 2018 editaba un álbum conjunto con Kanye West bajo el nombre de KIDS SEE GHOSTS, si bien su último álbum de estudio en solitario, ‘Passion, Pain, & Demon Slayin’, data de 2016.
El “ángel ebrio” de Rina Sawayama, el “hombre explosivo” creado por Algora, las desventuras de un hombre en camilla según Disclosure, el guiño al género quinqui de Menta y la performance «Mad Max» protagonizada por Megan Thee Stallion. Quitamos la mascarilla a los videoclips más destacados de las últimas semanas y dejamos al descubierto sus referentes estéticos y narrativos.
Bad Friend (Rina Sawayama)
Antes de poner a Japón en el mapa del cine mundial con ‘Rashomon’ (1950), Akira Kurosawa realizó dos películas que, si bien no traspasaron fronteras, tuvieron una gran importancia en su filmografía: ‘El ángel ebrio’ (1948), primera colaboración con su actor fetiche Toshiro Mifune, y ‘El perro rabioso’ (1949). En ‘Bad Friend’, la directora Ali Kurr recrea la estética de estos dos clásicos del cine negro nipón. El videoclip, rodado en blanco y negro y formato cuadrado emulando esas películas, comienza con una escena que es prácticamente calcada a una de ‘El ángel ebrio’: un plano medio desde detrás de la barra de una izakaya, la típica taberna japonesa (muy frecuentes también en el cine de ese gran bebedor de sake que fue Yasujiro Ozu), con dos hombres charlando y emborrachándose. Una escena costumbrista que, al estar iluminada como un noir expresionista, poco a poco se va transformando en una pesadilla etílica, en un delirium tremens cuyo clímax recuerda a la pirueta narrativa final de ‘El club de la lucha’ (1999).
Chicos transparentes (Algora)
Un nokia de los noventa subido a un pedestal. Esta metáfora visual, que aparece varias veces en ‘Chicos transparentes’, funciona como declaración de intenciones del director de este vídeo, Leo Merman. El clip se puede interpretar como un “conjuro tecnológico” (Merman dixit) a través del cual se invoca el espíritu de los ochenta y noventa en forma de diseño retro informático-telefónico, chándal yonqui y madelman sexualizado. Algora es un Arturo en bermudas fosforitas que extrae a Excálibur de la piedra-monitor y, como los adolescentes frankensteinianos de ‘La mujer explosiva’ (1984), crea su propia Kelly LeBrock a través de un ritual mágico-electrónico. Una fantasía lúbrico-científica que reinterpreta este clásico juvenil de John Hughes (‘Weird Science’ en su título original) en clave fetichista, nostálgica y pop.
My High (Disclosure)
La premisa argumental de ‘My High’ sigue la estela de comedias de humor absurdo como ‘Este muerto está muy vivo’ (1989) o las del francés Quentin Dupieux (‘Steak’, ‘Rubber’). Películas articuladas a través de una idea muy alocada estirada hasta límites disparatados. En este caso, el despiste de un celador fumeta pone en marcha un divertido relato, rodado con mucho dinamismo -cortes rápidos, barridos, zooms, planos subjetivos, diferentes angulaciones, texturas fotográficas…-, sobre las desventuras de un hombre en camilla. Una camilla que sirve para todo menos para su cometido original: carrito de la compra, obstáculo para hacer trucos de skate, carrito de bebé, cama… Lo curioso del vídeo es que, aunque está rodado antes de la cuarentena, visto desde la perspectiva actual sus imágenes parecen cobrar un nuevo sentido. ¿No se podría interpretar la peripecia de este hombre herido como una metáfora anticipatoria sobre las carencias de la sanidad en América y el colapso poscovid-19?
Me alegro de verte (Menta)
El barrio obrero de Valdezarza es como un plató de cine quinqui: todo sigue casi como en los años del desarrollismo. Al lado está la Ciudad de los Poetas, la mítica “Rojonia”, y también Cerro Belmonte, que proclamó su independencia en 1990 y pidió asilo a Fidel Castro. En este singular enclave de la periferia madrileña está situado ‘Me alegro de verte’. El videoclip narra una historia de adulterio y despertar homosexual entre “navajeros” y “colegas”, que podría haber firmado el mismísimo Eloy de la Iglesia. El director Jllamas homenajea este género autóctono a través de un uso juguetón de la ambientación retro (con pinceladas también de la estética quinqui-pija de ‘Historias del Kronen’ y de la almodovariana de ‘¿Qué he hecho yo para merecer esto?’), y la representación en clave irónica de algunos de sus elementos iconográficos más reconocibles: el robo a punta de navaja automática, el tirón de bolso en motillo, el descampado como área recreativa lumpen… Un tributo que se suma al actual revival del género cuyos signos distintivos se pueden rastrear tanto en los vídeos de Rosalía como en el trap.
‘Girls In The Hood & Savage’ (Megan Thee Stallion)
‘Mad Max 3. Más allá de la cúpula del trueno’ es la peor película de la saga ‘Mad Max’, pero también es la que tiene una imaginería más inspirada y petarda. Megan Thee Stallion parece haberse inspirado en la Tina Turner que cantaba ‘We Don’t Need Another Hero’ para interpretar esta variación feminizada y racializada de los personajes, vehículos y ambientes posapocalípticos creados por George Miller en el cine. Las imágenes de la performance, emitida en los BET Awards, están impregnadas de la iconografía que han generado los dos grandes sucesos que, por ahora, marcarán este 2020: la pandemia del coronavirus (las mascarillas que llevan las bailarinas) y el asesinato de George Floyd (el cartel del Black Lives Matter, el del puño que simboliza el Black Power).
Zara Larsson ha editado este viernes un nuevo single llamado ‘Love Me Land’ co-escrito por Jason Gill, el tándem formado por Julia Michaels y Justin Tranter y la propia Zara y producido por el primero. En los últimos tiempos, Gill ha estado presente en el éxito ‘Never Really Over’ de Katy Perry pero también en otros temas más desconocidos como ‘Let it Go’ de Alexandra Burke o, glups, ‘La noche es para mí‘, aquella canción con la que Soraya Arnelas nos dejó fatal en Eurovisión.
Musicalmente, ‘Love Me Land’ no tiene nada que ver con estas dos canciones y acabaríamos antes diciendo que suena como la hermana rara de ‘Don’t Start Now’ de Dua Lipa. El componente disco está ahí (el ritmo, las cuerdas), el electropop también, y además la canción de Zara alcanza un clímax parecido al del éxito de la cantante británica, con toda su magia convergiendo al mismo tiempo en un final explosivo. Sin embargo, ‘Love Me Land’ obliga a cierto reajuste mental tras una primera escucha, pues sus diferentes partes melódicas, lo que incluye una intro con alarma y melodías armonizadas que dura 20 segundos de los 2 minutos y 40 segundos que dura la totalidad de esta composición, suenan inconexas de primeras… hasta que todo va colocándose en su sitio. Es una canción, como manda la moda actual, diseñada al milímetro para que absolutamente todos sus elementos creen adicción, desde los «eh eh ah ah» del estribillo hasta los arranques de sintetizador que suenan donde menos esperas. Ningún segundo es malgastado en ella.
De destino desconocido, si bien se sabe que Zara trabaja desde hace tiempo en su tercer álbum de estudio, el sucesor de ‘So Good‘, que ha dicho sonará «como Abba en ácido», ‘Love Me Land’ habla sobre la euforia que produce un nuevo amor, y se presenta con un videoclip poco menos que espectacular en el que la única protagonista es la artista sueca y una coreografía que, como la canción, va a más a cada paso hasta terminar bien arriba.
En marzo de 2017 andábamos gozándolo con el recién publicado ‘Los ángeles’ de Rosalía –sin sospechar aún lo que vendría después–, con los (entonces) nuevos discos de Joe Crepúsculo, Los Punsetes y Biznaga, y las promesas de los que vendrían de Lana Del Rey (‘Lust for Life’), Lorde (‘Melodrama’, a posteriori nuestro disco del año), Los Planetas… y montones de novedades más en el mundo del pop. No es excusa, en todo caso, para haber pasado por alto ‘Pleasure’, el octavo disco de estudio de Sondre Lerche publicado por entonces. Por eso, y porque tiene todo el sentido considerando que conforma una especie de trilogía emocional con su notable predecesor, ‘Please’, y su sobresaliente continuación, ‘Patience‘, amerita ser recuperado aprovechando que este último es nuestro Disco de la Semana.
‘Please‘ mostraba al noruego en una transición personal profunda: el divorcio de su mujer durante ocho años, Mona Fastvold. Y se tradujo también en una transición creativa, reactivando una carrera que parecía algo adocenada a base de energía y experimentación con estructuras y sonidos. Siguiendo esa evolución, ‘Pleasure’ llevaba ese camino un paso más allá: abrazando la música electrónica y la influencia de artistas clásicos del synthpop y el postpunk como nunca había hecho antes. En buena medida, y de forma nada aleatoria, en su arranque, realmente espectacular con ‘Soft Feelings’. Un homenaje más que evidente a ‘Bizarre Love Triangle’ que, con el giro melódico de su estribillo, parece a la vez un homenaje a ‘First We Take Manhattan’, si bien la frescura de Lo-Fi Fnk también aparece por algún momento… hasta que al final regresan New Order como mágico referente. Igualmente canónica resulta ‘I Am Always Watching You’ en lo sonoro, donde apunta a la frescura de unos Dead or Alive… hasta que sugiere ecos del penúltimo David Bowie.
Esa inusual vertiente tecnopop reaparece una y otra vez en el disco (como en ‘Bleeding Out into the Blue’ o ‘Reminisce’, con un aroma a standard de jazz o swing en su melodía), pero cada vez de una forma más mestiza, entrelazándose con pop, psicodelia, funk y rock. Así sucede en otro de los singles, un ‘Serenading in the Trenches’ en el que cada instrumento (también los pianos, bajos y guitarras) se emplea con intención percusiva, rendidos a la rítmica sincopada de la canción, en un efecto emocionante de incluso cierta violencia. En cambio ‘I Know Something That’s Gonna Break Your Heart’, sobre todo, y ‘Siamese Twin’ se devanean por la estética setentera a la que tan buen partido ha sacado Kevin Parker en sus discos como Tame Impala. Y ‘Hello Stranger’, tras un engañoso inicio con ecos de los grandes autores brasileños de los 60 y 70 (una de sus grandes influencias), deglute todo lo expuesto antes entre el arrebato de un piano de house primitivo y, de nuevo, una melodía que alude a John Paul Young o que incluso podríamos imaginar interpretada por Marc Almond. Y ni siquiera así sospechamos la tormenta de noise rock que se desata en la solo aparentemente amable ‘Violent Game’, que culmina siendo un atinado contrapunto de crudeza y energía que revela que estamos ante algo mucho más complejo que «el disco electropop de Sondre Lerche».
Además, como sucede en los otros tres vértices de este pináculo creativo en la carrera reciente de Lerche, el trasfondo lírico de las canciones es bastante más profundo de lo que parece. Como su título indica, ‘Pleasure’ sí habla de, tras el trauma de la ruptura de su matrimonio, abrazar el hedonismo y dejarse llevar como nunca lo había hecho antes el noruego, tal y como confesaba a Billboard. Por ahí van los tiros de ‘Hello Stranger’ («Un buscador de placer donde el corazón se vuelve más débil»). Sin embargo, esa etapa de soltería también llevó a Sondre a la reflexión, al autoconocimiento y a entender que, aunque lo pretendiera, él no podía ser un fucker, que le importaban los sentimientos y que la masculinidad no debía ser entendida únicamente de una manera.
Un aspecto que plasmaba en sus letras y, sobre todo, que exploraba en unos vídeos muy trabajados y valientes: especialmente llamativo es el de ‘Serenading in the Trenches’, en el que exterioriza un grado de intimidad con su amigo y batería de confianza, David Heilman, que le afeita con intenciones dudosas, caminando por el filo entre ir lanzarse a hacerle el amor en plan bud-sex o cortarle el cuello. En el clip de ‘Siamese Twin’ Sondre plasma, en cambio, su parte femenina, que aseguraba siempre había sido mucho más acentuada que la masculina, al criarse en un hogar monoparental con su madre y dos hermanas mayores. Pero ‘I’m Always Watching You’, además de jugar con la idea de observarse a sí mismo desde un punto de vista externo, revela su incapacidad para superar el desamor, proyectando a su ex en el sexo esporádico con otras.
También cabe destacar que, como anticipo de lo que ha legado tres años después con ‘Patience’ y un paso más allá de lo expuesto en ‘Please’, ‘Pleasure’ presentaba un notable avance en materia de producción por parte del tándem formado por Kato Ådland y Matias Tellez. Con ellos, Lerche ha diseñado un sonido único, imponente, imaginativo y desacomplejado (algo que ya dejan muy claro esas versiones de singles de Selena Gomez o Britney Spears con las que se descuelga de vez en cuando), repleto de detalles y sorpresas, pese a partir de canciones que, como mostraba un año después reduciendo al esqueleto de una guitarra y voz en el disco ‘Solo Pleasure‘, funciona a la perfección desnudas y desarmadas de parafernalia. Que es, al fin y al cabo, otra muestra de su madurez como compositor.
Calificación: 7,9/10 Lo mejor: ‘Soft Feelings’, ‘Serenading in the Trenches’, ‘I Am Always Watching You’, ‘Hello Stranger’, ‘Violent Game’ Te gustará si te gustan: Bleachers, Lo-Fi Fnk, Marc Almond, Tame Impala. Sí, todo eso. Escúchalo:Bandcamp
Takashi Miike (‘Ichi the Killer’, ‘Audition’), con más de cien películas a sus espaldas, sorprendía en la Quincena de realizadores del pasado Festival de Cannes con ‘First Love’, una obra que aunque su título pueda sugerirnos otra cosa, no se aleja del habitual estilo ultraviolento de su autor. Nos sitúa en Tokio, donde Leo, un boxeador que está pasando una mala racha personal se enamora de Monica, una joven prostituta que se ve inmersa en una trama de tráfico de drogas. Esto llevará al protagonista a vivir todo tipo de situaciones delirantes.
Parece casi imposible que una película tan alocada como ‘First Love’ pueda existir sin ser un desastre, pero Miike, dentro de su maravilloso caos construye un relato –con la ayuda, por supuesto, del gran guion de Masa Nakamura- como si fuese una suerte de Tetris en el que, misteriosamente, cada pieza encaja. Pero la clave de su éxito no solo está en su férrea estructura interna sino también en el ejemplar dominio cinematográfico del director japonés, que demuestra sus habilidades tanto para diseñar complejas escenas de acción como para dotar a cada escena de un frenético e inspiradísimo tempo cómico. La película entera es una experiencia adrenalínica, excesiva y, sobre todo, divertidísima.
Miike no tiene ningún miedo a empezarla por todo lo alto: no hay ningún momento de calma dentro del desenfreno. Es prácticamente un milagro no solo que no decaiga según avanza, sino que incluso cada vez vaya a más sin resultar agotadora. Hay espacio para todo en un filme en el que vemos yakuzas, mafia china, persecuciones en coche, drogas, boxeo, violencia grotesca y romance juvenil, entre otras muchas cosas. Y todo este entretenidísimo cóctel funciona con un estilo y una gracia admirables, combatiendo sus limitaciones de presupuesto con ideas tan kamikazes como brillantes -en particular una escena en un coche hacia el final de película-, con las que, por geniales, no queda otro remedio que aplaudir (como ya sucedió varias veces durante su primera proyección en Cannes).
Entre tanto blockbuster lleno de pirotecnia visual y sin ningún tipo de sustancia, es una alegría encontrarse con películas decididamente dispuestas al entretenimiento tan valientes y originales como esta. ‘First Love’ es una auténtica fiesta apta para todos los públicos: enfocada tanto a los que busquen ver algo accesible, como a los espectadores más exigentes. Es una celebración del cine de cualquier tipo absolutamente desprejuiciada y autoconsciente, llena de imaginación desbordante, ideas inacabables y muchísimo talento en la que es difícil no pasárselo bien. Ojalá Takashi Miike nunca deje de hacer locuras como esta. 8.
Massive Attack firman una de las novedades del viernes con ‘Eutopia’, un nuevo EP de tres canciones que no es exactamente el sucesor de ‘Ritual Spirit‘ en cuanto a su contenido musical, aunque sí podría anticipar la temática de un hipotético futuro álbum del dúo británico formado por Robert Del Naja y Euan Dickinson.
Las tres composiciones que conforman ‘Eutopia’ han contado con la participación de Young Fathers, Algiers y Saul Williams, pero también con de tres eminencias del cambio climático y la economía como son Christiana Figueres, autora del Acuerdo de París; el teórico de la renta básica universal Guy Standing, y el profesor y y economista Gabriel Zucman, especializado en «riqueza global, desigualdades y paraísos fiscales». Los tema centrales de ‘Eutopia’, por tanto, son el cambio climático, el fraude fiscal y la necesidad de un salario universal.
Este trío de temas ha contado también con la «producción adicional» de Joe Goddard de Hot Chip, y básicamente se compone de unas bases musicales producidas por Massive Attack y sus colegas invitados encima de los cuales los mencionados especialistas realizan sus respectivos discursos. El EP está inspirado en el libro del siglo XVI ‘Utopia’ de Thomas More y el grupo ha dicho que, con él, ha buscado subrayar la necesidad de una revocación total del sistema actual tras el coronavirus: «el espíritu de este EP no tiene nada que ver con nociones ingenuas de un mundo ideal y perfecto, sino con la necesidad urgente y práctica de construir algo mejor, por lo que ‘Eutopia’ es todo lo contrario a un error ortográfico».
Estos días se ha resuelto uno de los misterios que envuelven la estrategia comercial de ‘Future Nostalgia‘ de Dua Lipa de cara a los próximos meses. Se sabía que la cantante planeaba lanzar nuevos singles de este disco y alguna que otra colaboración, pero también persistían rumores de que este nuevo single sería ‘Levitating’ -el más exitoso en las plataformas de streaming al margen de los singles ya publicados- y que podría contar con la colaboración de una «leyenda». El nombre de Madonna sonaba fuerte sin que ninguna de las dos partes confirmara o desmintiera esta información que no era tan «fan fiction» como parecía.
Como para llevar la contraria a todos estos rumores, Dua Lipa anunciaba que el nuevo single de ‘Future Nostalgia’ sería ‘Hallucinate’ y compartía su portada oficial, que no desvelaba colaboración de ningún tipo, como se confirma hoy en su estreno como single. Su videoclip es animado como mandan las circunstancias, y hace uso de un estilo de animación que recuerda al de las películas y cortos de Disney de los años 30 y 40, aunque desde un punto de vista especialmente psicodélico, llevando a la Dua animada por viajes entre la luz y la oscuridad. Por otor lado, la cantante no se cortaba en contestar a los quejicas que lamentaban que el vídeo fuera a ser animado sin haberlo visto siquiera: «¿habéis olvidado que llevamos tres meses en medio de una pandemia?», ha dicho. Quedaba por descubrir si la grabación de ‘Hallucinate’ ha sido modificada de alguna manera para su lanzamiento individual -es decir, si ha sido remezclada- o si saldrá tal cual ya la ha oído la gente, y lo cierto es que la versión «nueva» no difiere demasiado de la original.
‘Hallucinate’ es una de las composiciones de ‘Future Nostalgia’ en las que se barajaba podría participar Madonna, pues, como ‘Levitating’, es una producción principalmente de Stuart Price. Sin embargo, ¿no apetecía un sonido diferente después del éxito de ‘Don’t Start Now’, ‘Physical‘ y ‘Break My Heart‘, como el que ofrecen el medio tiempo ‘Cool’ o el sofisticado disco-pop de ‘Pretty Please‘? Claro que no tantos se han atrevido ya a reivindicar el dance-pop circa 2005 como ha hecho Dua en ‘Hallucinate’…
Did you guys forget that we’ve been in the middle of a pandemic for the past 3 months??? 😂😂 https://t.co/KbIE1BL3GU
Rolling Stones han decidido reeditar su clásico álbum de 1973 ‘Goats Head Soup’ después del éxito obtenido por su single ‘Living In a Ghost Town’ (ajeno a este disco) durante la cuarentena y de haber aparecido en el especial de ‘One World: Together at Home’ de Global Citizen interpretando el tema ‘You Can’t Always Get What You Want’.
La reedición, que sale el 4 de septiembre, llegará al mercado en varios formatos, incluyendo una caja con 4 CD’s y una caja de 4 vinilos. La caja, el CD deluxe y los vinilos de ‘Goats Head Soup’ incluyen 10 temas extra con versiones alternativas, descartes y tres temas inéditos, el primero de los cuales ya puede escucharse. Se trata de un bluesero ‘Criss Cross’ cuyo videoclip ha sido dirigido por la madrileña Diana Kunst (Rosalía, C. Tangana, ‘Medellín’ de Madonna y Maluma). Los otros dos temas inéditos son ‘Scarlet’ y ‘All the Rage’, mientras la caja contiene también el querido directo de 1973 ‘Brussels Affair’, grabado en Bélgica y que hasta ahora solo ha estado disponible en las series de grabaciones “pirata” oficiales de 2012.
Además, el CD y las cajas ofrecen los 10 temas del álbum original remasterizados así como los vídeos de ‘Dancing With Mr. D’, ‘Silver Train’ y ‘Angie’, un libreto exclusivo de 100 páginas con material fotográfico, ensayos de los escritores Ian McCann, Nick Kent y Daryl Easlea; y «fieles reproducciones» de tres posters de la gira de 1973. Reedición suculenta cuanto menos para los seguidores de una de las más importantes bandas de rock ‘n roll de todos los tiempos.
Becky G estrena hoy un tema llamado a conquistar las listas de éxito, pues se queda contigo desde la primera escucha. La canción se llama ‘My Man’, ha sido escrita por ella misma junto a habituales de hits de reggaetón como Edgar Barrera (’11PM’, ‘HP’, largo etcétera), y alterna ritmos jamaicanos a la moda con tradición.
Lo primero viene de mano de la producción del jamaicano Di Genius, quien ha trabajado con Drake, Shakira y John Legend; y lo segundo, de estar inspirada por ‘La gran señora’ de Jenni Rivera, fallecida en accidente de avión, de donde viene su reminiscencia ranchera. Así lo explica la artista elogiando este tema en una nota de prensa que habla de «empoderamiento femenino»: «Siempre me ha gustado el enfoque desde el que Jenni Rivera canta en su hit “La Gran Señora” y me parece que era algo muy transgresor en su tiempo. Es una perspectiva única que no suele ser compartida en las canciones, así que me pareció que sería realmente genial traer ese beat y esa vision al 2020 con my propio estilo Spanglish».
El vídeo ha sido grabado en casa de Becky G y se ha inspirado en la convivencia durante un “período infinito” junto a tu pareja a causa del confinamiento. Como informa la propia Sony, Becky retoza en él junto a su novio, el jugador de fútbol de los L.A. Galaxy Sebastian Lletget, de cierto parecido a Maluma en algunos planos. El director Pedro Paulo Araujo les somete a flexiones y juegos de pelota con una estética de videojuego. Indica la artista: «El vídeo es un momento verdadero que ha quedado grabado para siempre. Esta pandemia es algo que Sebastian & yo no olvidaremos. Compartir esos momentos tan privados y nuestro lado tan loco y competitivo que la gente normalmente no puede ver ha sido algo muy divertido. Nunca sentimos que estuviésemos grabando un videoclip. Simplemente nos limitamos a ser nosotros mismos”.
Muy animada en cuanto a novedades viene esta jornada de lanzamientos del viernes 10 de julio: casi no hemos dado abasto para completar «Ready for the Weekend», la playlist con la que pretendemos dar una visión lo más amplia posible de lo acaecido en el mundo de la industria cada semana. Hoy se publican discos tan importante como el que marca el regreso al pop de Rufus Wainwright tras casi una década publicando óperas; ‘No One Is Getting Out of this Life Alive’, primer largo (mixtape, lo llama Mike Skinner) con temas originales de The Streets desde que en 2011 publicara ‘Computers and Blues‘, y que incluye colaboraciones tan variopintas como las de Tame Impala, IDLES o Ms Banks; y ‘The Waterfall II’, segunda parte del álbum de mismo título que My Morning Jacket publicaron en 2015.
Además, álbumes de Soko, The Jayhawks, los neozelandeses The Beths, el barcelonés Micka Luna (con varias aportaciones de nada menos que Adrian Utley, de Portishead), Margo Price, Donna Missal, Diploide (el dúo vallisoletano de rap sui generis y carga político-social en sus letras reaparecía hace unos días tras años de silencio), Mike Shinoda (Linkin Park), Juice WRLD (disco póstumo del rapero asesinado el pasado diciembre, con colaboraciones de Halsey y Marshmello), Julianna Barwick, G-Eazy, RHODES y Dinner Party (proyecto paralelo que une a nombres del nuevo jazz como Terrace Martin y Kamasi Washington) engrosan la lista de lanzamientos. También destaca el debut en el sello Counter Records (Tiga, ODESZA, Pional) de The Midnight, interesante dúo de synthpop de Los Ángeles, los primeros álbumes de TAURO (proyecto de neo-R&B al que conocimos gracias a Bala Perduda), NZCA/LINES (artista británico entre Roxy Music y Dorian Electra) y el mismísimo Dalai Lama (lo que leéis, el mismo que viste y cal… que viste túnica), y EPs con temas inéditos de Dominique A, Nick Mulvey y CHAII.
Tras los temas presentados a lo largo de la semana por parte de James Blake, Future Islands, !!! y, ya en las primeras horas de este día, Katy Perry, hoy sumamos a ellos una avalancha de singles de lo más variopinto: desde los nuevos fulgurantes bops de nombres del pop mainstream como RAYE, Karol G, James Bay, Becky G o H.E.R., hasta joyas indies como Sufjan Stevens (con ‘My Rajneesh’, cara B de ‘America‘ de otros 10 minutazos), The Lemon Twigs, Jessy Lanza, Cabiria, Bill Callahan, Rebe (que anuncia su primer miniálbum para Elefant Records), Bully, Miqui Brightside, Salfumán o Chavales, pasando por canciones de The Rolling Stones, Elvis Costello, Bon Jovi, Alanis Morissette, The Flaming Lips, Carla Bruni, Kid Cudi & Eminem, Travis, Doves, Throwing Muses, Foster The People, Zoé, Belako, Second, Fon Román & Zahara, Mahmood, Joan As Police Woman, M. Ward & Alia Farah, Arista Fiera, Gianluca, LP Giobbi & Little Boots, El Meister, Dominic Fike, Wye Oak, la sensación flamenca Israel Fernández y muchos más.
Además, no son pocos los remixes interesantes que incluimos hoy, destacando el que hacen Khruangbin de ‘No Distraction’ de Beck, el de Le Parody para ‘Puerta de la cânne‘, de Califato 3/4 y el de Bonobo a partir de ‘Final Days’ de Michael Kiwanuka. Aunque la palma se la lleva el dúo revelación 100 gecs, que en ‘1000 gecs and The Tree of Clues’ ven cómo artistas como Charli XCX, A.G. Cook, Fall Out Boy, Dorian Electra o Danny L Harle rehacen los temas de su debut de finales del año pasado. Tampoco faltan las versiones, tan recurrentes siempre: esta vez, destaca la adaptación cancamusera que ha hecho Sam Smith de ‘Fix You’ de Coldplay.
Alejandro Sanz y el ayuntamiento de Madrid sorprendían este domingo por la tarde con la inauguración del «Puente del Corazón Partío» en Moratalaz, el barrio en el que se crió el artista. Para el evento, Alejandro ofrecía un concierto sorpresa en dicho puente, que era compartido en redes por medios como Los 40 Principales y también por la concejala de cultura de dicho ayuntamiento Andrea Levy, que por otro lado quizá no tuviera tanto al autor de ‘Más’ entre sus artistas de cabecera, teniendo en cuenta el tipo de conciertos por el que se la solía ver antes de la pandemia (Fuerza nueva, Nacho Vegas, etcétera).
Hoy el concierto de 3 canciones vuelve a ser noticia porque El País revela que el breve set costó casi 40.000 euros al ayuntamiento de Madrid, pese a que Alejandro Sanz renunció a su caché. Según recoge este medio y explica un portavoz del ayuntamiento, «el importe del contrato se corresponde a los costes de producción de la actuación musical de Alejandro Sanz. En los mismos se incluyen los honorarios de los músicos que acompañan a Alejandro Sanz, así como los logísticos, de alquiler de equipos, etcétera». El documento es público y el ayuntamiento considera la inversión amortizada dado el impacto de la noticia como promoción de Madrid «a nivel nacional e internacional».
Los tres temas que el artista ofrecía en este escenario eran ‘Viviendo deprisa’, ‘Looking for Paradise’ y por supuesto ‘Corazón partío’. Como recogía El Mundo citando como fuente a Europa Press, Alejandro Sanz ha dicho: «Es el puente de los sueños donde nos parábamos Carlos (Rufo) y yo a soñar que íbamos a ser grandes estrellas de la música y entonces nos parecía imposible pero después con el tiempo hemos descubierto que lo imposible solo tarda un poco más».
El alcalde Almeida compartía en Twitter: «Hace poco (Alejandro Sanz) me contó que todo empezó en este puente de la M30, tocando con su guitarra soñando con llenar el Palacio de los Deportes. “¿Y si lo haces otra vez?”». La noticia era recibida con entusiasmo por sus seguidores, pues ‘Corazón partío’ es obviamente un clásico del pop español; pero también con cierto recelo.
Uno de los mensajes más retuiteados dice así: «Alejandro Sanz sólo utiliza Moratalaz para venderse como un tío que lo ha pasado muy mal por criarse en un barrio conflictivo, y salió echando hostias de aquí en cuanto pudo. Ni se le ve ni se le espera hasta que le ponen una plaquita (que por cierto, reclamó él mismo)». Otros usuarios están pidiendo a Alejandro Sanz que «pague sus impuestos» en relación a la denuncia de la SGAE realizada por evasión de impuestos tanto contra él como contra Sabina hace un par de temporadas. Esta denuncia fue archivada por la Fiscalía el año pasado.
— Club El Tren de Sanz (@eltrendesanz) July 5, 2020
He crecido viviendo deprisa edificando sueños cumplidos que nacieron en este puente…Sueños compartidos empujados por cada persona que ha hecho posible que el #PuenteDelCorazónPartío ,sin improvisaciones, sea una verdad, una guía y una vida. #Madrid siempre, gracias. @MADRIDpic.twitter.com/oQkWd1VALa
RAYE es el proyecto de la londinense Rachel Agatha Keen que, con solo 22 años, ha conquistado las listas de éxitos con algunos de los muchísimos singles que ha venido publicando durante los últimos tiempos. Su colaboración con Jax Jones ‘You Don’t Know Me’ era top 3 en 2016 en Reino Unido y se acerca a los 500 millones de reproducciones en Spotify, mientras otras como ‘Secrets’ han podido alcanzar el top 20 de su país. Algunos la recordaréis también por aparecer en ‘After the Afterparty’ como una de las amiguis de Charli XCX.
La canción que estrena hoy es un temazo que se llama ‘Natalie Don’t’ y es un encantador medio tiempo con guiños a la música disco que, melódicamente, en un momento dado parece emparentarse con el clásico ‘I Will Survive’, e incluso un poquito con la chanson, sobre todo en ese principio. La letra habla de «Natalie» desde el punto de vista de los celos de una manera algo retrógrada (“¿por qué le miras, cuando sabes que él me pertenece a mí (…) ahí va ella, para quitarme a mi hombre”), lo cual tiene algo más de gracia con un vídeo de estética retro y cierto sentido del humor.
Dicho vídeo es una chuchería pop como hacía tiempo que no veíamos. Pese a ser el típico rodaje en una habitación ahijado del confinamiento, en él aparece la artista entre guiños estéticos a los años 50 y al Pop-art (muy claro también en la portada del single), entre helados, compras, palomitas y osos de peluche. Los subtítulos terminan de “construir” un gran videoclip, con una serie de advertencias que recuerdan a las ‘New Rules’ de Dua Lipa, como “no bebas y cojas el teléfono”… pero en su propio estilo. RAYE ha escrito en Twitter que estamos ante su canción favorita de las que ha sacado, y es fácil entender por qué.
La artista revelación dani debuta con un disco de 8 temas y 28 minutos que es poca broma. Decidido en estilo e intenciones, ‘veinte’ reúne unas influencias variadas y muy bien asimiladas que van desde Lio a Vanessa Paradis, pasando por nombres más recientes como Billie Eilish y Frank Ocean.
Y digo bien asimiladas porque en lugar de caer en la mímesis de sus referentes más actuales y comerciales, sus composiciones vuelan por territorios donde algunos de los mencionados nunca lo harían. Los sonidos psicodélicos, el tipo de composición sesentera, algunos giros melódicos y el modo en que asoman los tímidos arreglos orquestales nos hacen pensar más bien en nombres clásicos como Augusto Algueró, y en seguidores suyos de los últimos -o penúltimos- tiempos como Linda Mirada y Francisco Nixon. Así sucede en la estupenda ‘Fui yo’, que al menos de momento no ha sido uno de los singles promocionados del álbum.
La suave voz de dani ha marcado su destino, primero, llevándola al fracaso en un entorno televisivo como fue el de ‘Factor X’, pero finalmente agrupándola con un tipo de artista que permanece felizmente al margen de sus criterios estéticos. Sarah Cracknell, Nina Persson, Karolina Komstedt, Ruth Radelet… tampoco es que hubieran llegado demasiado lejos valoradas por Risto Mejide. Por una cuestión de potencia y volumen, Daniela Dicostas puede tener problemas para comerse el escenario de un gran estadio, pero a cambio tiene la capacidad de convertir la escucha de ‘veinte’ en una experiencia dulce, intimista, reconfortante…
Los textos, como casi todos los que escribe cualquier persona que acaba de sobrepasar la «veintena» (el título del álbum remite a ’19’ y ’21’ de Adele, parece que inconscientemente), hablan del amor con sencillez. «A mí no me importa si hace frío o calor / siempre y cuando estés tú para sentirme mejor» es una de las frases de ‘Si te vas‘, uno de los singles que más se ha promocionado; mientras ‘Lágrimas’ plantea: «Dicen que el tiempo lo cura todo / Pero yo tengo que ver cómo». En otras ocasiones dani cuestiona el ostracismo («Mira cuántas energías / Desperdiciadas en vano / Por culpa del sofá», en ‘Mira’) o analiza el paso del tiempo y la madurez, como en la final ‘Como solía creer’, que concluye que «hay un paso entre la felicidad y la agonía». A veces, logra arrancarnos una sonrisa, como cuando en la mencionada ‘Fui yo’ espeta: «te importa más beber, que verme llorar».
Hija de miembros de Aerolíneas Federales, familiar también de algún Siniestro Total y asociada por tanto, sobre todo en la prensa local, con la Movida de Vigo, dani ha tomado definitivamente otro camino fichando por El Volcán Música y trabajando en la producción con Aaron Rux, conocido sobre todo por sus colaboraciones con Joe Crepúsculo (es el autor de su exitosa balada ‘Rosas en el mar’). Aunque la personalidad de dani está inequívocamente en su voz y en el tipo de composición directa y naíf -sin que esto tenga que ser algo malo-, los teclados synth-pop de ‘Ojalá’ y sus guitarras post-disco, la producción melancólica a lo Hot Chip de la balada ‘Dónde estás’ y sus efectos vocales o el modo en que se levanta ‘Como solía creer’ contribuyen a armar esta cautivadora opera prima.
Madonna está volcada en el movimiento Black Lives Matter, hasta el punto de que nadie sabe en qué estado se encuentra físicamente respecto a las dos lesiones que le llevaron a suspender algunos conciertos de la gira ‘Madame X’. De vez en cuando se la ha visto realizando algún tipo de tratamiento o en un hospital, pero casi todo lo que sube a su red social favorita, Instagram, tanto al muro como a sus Stories, tiene que ver con este movimiento. Hay que recordar que tiene cuatro hijos adoptados negros, todos ellos menores de edad, y que fue novia de 2Pac.
La cantante, que en algún caso ha sido censurada por Instagram por postear alguna «fake news» contra Trump, ha incluido en su última Stories un llamamiento para no votar a Kanye West, que se presenta a las elecciones un poco de aquella manera: fuera de plazo en algunos estados y realizando declaraciones erráticas como que aún no se ha mirado bien qué hacer con los impuestos, dejándolo en manos divinas o religiosas. Madonna ha puesto un enlace a Chnge en el que se dan una serie de razones para «no votar a Kanye West».
Entre las razones que se dan en Chnge para no votar a Kanye West está su visión de Trump (“es el presidente más cercano que hemos tenido en años a dejar que Dios siga siendo parte de la conversación”), la tecnología (“la gente quiere ponernos chips para que no podamos cruzar las puertas del cielo”), la vacuna contra el coronavirus (será “la marca de la bestia”), el aborto o el hecho de no haber votado jamás. Estas declaraciones proceden de su entrevista promocional en Forbes, pero también se recurre a alguna declaración pasada, como su afirmación de que “la esclavitud fue una elección”.
Madonna y Kanye West mantuvieron una buena relación al menos en la temporada 2014 y 2015. Fue entonces cuando él produjo algunas de las canciones más avanzadas de ‘Rebel Heart‘: ‘Holy Water’, ‘Inside Out’ e ‘Illuminati’, esta última favorita personal de West por razones evidentes. E incluso apareció realizando uno de los pocos cameos masculinos en el vídeo de ‘Bitch, I’m Madonna’, en general dominado por artistas femeninas como Miley Cyrus, Katy Perry y Beyoncé. Madonna parecía también mantener una buena relación con Kim Kardashian, algo que, tras este post, parece difícil que pueda continuar siendo así.
Después de haber mostrado su llamativa portada, en la que aparece ataviada como clásica clown, payasa triste, este viernes Katy Perry ha mostrado la canción que da título a su nuevo álbum, ‘Smile’. Y, en contra del mohín melancólico que luce en dicha imagen, detrás de ella hay un tema bailable y optimista, cuya letra no engaña ni un ápice: «sí, me siento agradecida / Chúpate esa, cariño, me siento agraciada / Debo decir que ha pasado cierto tiempo /pero ahora tengo mi sonrisa de vuelta».
Como ya ha explicado, tras la publicación de ‘Witness’, coincidiendo con su ruptura con Orlando Bloom (con el que ahora se ha reconciliado y espera una hija de manera inminente), sufrió una depresión por las reacciones al disco y el odio que recibió en las redes sociales. Pero al fin, dice, ha superado todo eso: «soy 2.0, remodelada», canta más tarde, antes de hacer guiños a su colega en ‘American Idol’, Lione Ritchie, Bee Gees y la Mona Lisa. Musicalmente, ‘Smile’ tiene una evidente inspiración en la música disco más clásica, con esos metales sintetizados que acompañan su voz en el coro, con más pátina old-school (esos scratches) que contemporánea. Tiene sentido, puesto que esta vez no ha apostado precisamente por neófitos para su producción: corre a cargo del tándem formado por Oligee y Josh Abraham, que gozaron de especial relevancia en los primeros 00 con trabajos para Linkin Park, P!nk, Limp Bizkit, Thirty Seconds to Mars, Chromeo o Foster The People. Su último trabajo relevante fueron un par de temas en ‘Purpose‘ de Justin Bieber (2015).
‘Smile’ se publica el próximo 14 de agosto. No seguirá la tendencia del mercado y los singles del año pasado ‘Never Really Over‘ (abriendo el disco, nada menos) y ‘Harleys in Hawaii‘ (corte número 10 de 12) no serán «bonus tracks» sino «album tracks» junto con ‘Daisies‘. Su tracklist completo, en todo caso, sigue pendiente de confirmación oficial tras repetidas especulaciones –varias de ellas infundadas, como la de Aitana–, pero se trata de un disco cortito, de 37 minutos.
En otro orden de cosas, Katy ha compartido su parecer sobre el anuncio de la candidatura a la presidencia de Estados Unidos de Kanye West durante una entrevista radiofónica. La cantante, que lograra uno de sus múltiples singles número 1 en el país gracias al remix con Kanye de ‘E.T.’, ha sido más diplomática que Madonna y se ha limitado a decir que «a la presidencia debería llegar alguien con experiencia» y que sea un «hacha en su campo», de lo contrario «las cosas pueden salirse de madre como hemos visto» (la cantante se refiere probablemente a Donald Trump, aunque no lo menciona). La artista sí elogia el talento de Kanye como músico y agitador de conciencias.
Estamos a 9 de julio y… ¿alguien tiene claro cuál es la «canción del verano»? Donde en otro siglo era el momento de reencontrarse con Georgie Dann, donde otros años habíamos topado ya con una clara «Bomba» dominando las listas, este nos estamos encontrando con una diversidad que no deja una vencedora clara. Juguemos a adivinar por qué.
¿Verano…? ¿Pero hay verano?
Ni que decir tiene que el verano de 2020 todavía está peleando por existir, pues apenas están asomando las primeras actividades que lo atestiguan. Primeros conciertos en recintos adaptados a la nueva normalidad, primeras discotecas abiertas -pocas- con mesas y asientos reservados, terrazas abiertas sin música… Con las pistas de baile cerradas a cal y canto, no se están dando las condiciones necesarias para que cierto tipo de canciones desarrollen su recorrido. Nos quedamos en ‘Physical’ de Dua Lipa, porque salió antes del confinamiento. Hoy por hoy no tenemos ni idea de qué funcionará mejor en una pista de baile, si ‘Stupid Love’, que es lo que radia Los 40 Principales, o ‘Rain On Me’, que es lo que ha ganado por goleada en streaming.
No ha habido primavera
Dudamos de la existencia del verano, pero no de la ausencia de primavera. Nuestro país se confinó a mediados de marzo y el estado de alarma ha durado más de 3 meses. Eso se traduce en que los clubs han estado cerrados todo este tiempo. La canción del verano, tradicionalmente, no es una cosa que sale un 1 de julio y lo peta, sino normalmente un tema que se va creciendo poco a poco hasta alcanzar su cima de popularidad por estas fechas. Ahí van unos datos: ‘Despacito’ salió un mes de enero; ‘Bailando’ de Enrique Iglesias, un mes de febrero; ‘Lean On’, un mes de marzo. La ausencia de clubs y también nuestro estado de ánimo parece haber impedido que una canción haya podido tener un recorrido similar.
Aplazamientos conocidos y por conocer
Muchos lanzamientos decidían posponerse o suspenderse a causa de la covid-19. ‘TKN’ de Rosalía y Travis Scott era uno de los más gordos, pero la lista interesante es la de todo aquello que nunca sabremos que iba a salir y no salió, porque no se encontró un momento adecuado para 1) promocionarlo 2) rodar su correspondiente videoclip 3) encajarlo en un plan de márketing que pueda adaptarse a la convulsa situación política y epidemiológica que viven lugares tan determinantes como Estados Unidos. De hecho Jessie Ware decidió posponer su álbum una semana para que no coincidiera con el «Freedom Day» (19 de junio). Tras el éxito de ‘Tusa’ de Karol G y Nicki Minaj desde el pasado mes de noviembre, es imaginable que en algún gran sello se haya decidido guardar en un cajón alguna que otra bomba. ¿Merece la pena soltarla tal y como está el mundo del ocio?
El divorcio entre radio y streaming
Decir que lo que la gente oye en la radio en España y lo que la gente oye en Spotify, Tidal o Apple Music en España es muy diferente es quedarse corto. Hablamos directamente de mundos paralelos. Anuel AA y Ozuna dominan las listas de streaming con temas como ‘Caramelo’ y ‘El manual’. Pero la radio se niega a pincharlas. Lo más radiado en España ahora mismo es ‘Blinding Lights’ de The Weeknd, una canción estupenda, una de las mejores de 2019, pero que mal que nos pese, jamás ha llegado a ser top 15 oficialmente en nuestro país. La gente en verdad prefiere ponerse a Nio García, Prince Royce, Feid, Justin Quiles, Don Patricio, Sech y Ñengo Flow… (todos ellos en el top 10 oficial ahora mismo) por mucho que en la radio no paren de dar las canciones de Nea, Doja Cat, Pablo López y David Bisbal con Aitana. Esta diversidad impide que una canción esté dominando claramente el mercado. Se da la circunstancia de que a los habituados a una forma de escuchar música no le suena ni de oídas lo que oye la otra mitad.
El dinamismo de TikTok
Como consecuencia de todo lo anterior, en las últimas semanas, ninguna canción ha dominado claramente la lista española de singles como en otras ocasiones ‘Despacito’, que fue top 1 durante meses; o ‘Tusa’, que también. Al contrario, hemos pasado de ‘Nunca estoy’ de C. Tangana a ‘TKN’ de Rosalía’, varias pistas de Bad Bunny, otras de Anuel AA… Con no uno sino dos discos de Bad Bunny recientes, uno con más de 20 pistas de Anuel y las colaboraciones extras de cada cual, es difícil adivinar qué canción pitará y cuál durará tan sólo 15 segundos de moda. En ese sentido hay que hablar de TikTok, una red capaz de aupar canciones que ni siquiera han sido single, como ha sido el caso de ‘Safaera’ de Bad Bunny. Sin vídeo ha logrado superar en streamings a la promocionadísima ‘Yo perreo sola‘, como muestra de una red abierta a aupar canciones viejas (Lizzo) o de artistas desconocidos por los que nadie apostó (Tones and I). ¿Merece la pena dilucidar cuál está siendo la canción del verano cuando TikTok está a punto de decantarse por otra?
Parte de la redacción evalúa ‘America’, el nuevo single de Sufjan Stevens:
«Doce pueden parecer demasiados minutos para un single, sea de Sufjan Stevens o del Dalai Lama –no, en serio, el Dalai Lama–. Y de hecho lo son en el caso de ‘America’, a la que está claro que no favorece nada la coda ambient –¿quizá para recordarnos lo de ‘Aporia‘?– de casi cinco minutos con la que se cierra. ¿A nadie en Asthmattic Kitty se le pasó por la mente lo buena idea que habría sido lanzarla con una versión editada? En todo caso, es imprescindible encajarla en un contexto. Es la última canción de su nuevo álbum ‘The Ascension’, y era importante que fuera su primer single porque, como ha explicado Stevens, contiene su germen lírico: la idea de la deriva autodestructiva de la sociedad estadounidense –y, por extensión, de buena parte de occidente, que la ha tenido (y aún la tiene) como modelo y referente durante décadas–. Una sociedad que se ha vendido como idílica y cuyas grietas ya son de un tamaño tan desproporcionado que poco se puede hacer para que no se desborde. Para ello Sufjan habla de pérdida de fe, pero ¿está hablando de su fe en Dios… o de su fe en su propio país, en sus compatriotas? Stevens juega con esa ambivalencia: ¿quién le ha hecho «eso» a América? ¿Dios o los propios americanos? Y en lo musical, ‘America’ deja entrever la posibilidad de que ‘The Ascension’ prosiga la senda de pop experimental de ‘The Age of ADZ‘, que fue un trabajo que se mostró algo arisco al principio y acabó ganándonos. En este caso, vuelve a extraer petróleo de un patrón melódico sencillo, erigiendo un monumento instrumental a partir de él, jugando con la emoción de su gancho y sus autocoros. Ganas de ‘The Ascension'». Raúl Guillén.
«Sufjan Stevens ha decidido presentar su primer disco de verdad en un lustro no con una canción que pueda ser escuchada por todo el mundo como ‘Mystery of Love’, sino con una composición épica de 12 minutos y medio llamada ‘America’, que escribió hace 7 años pero ha visto más oportuno publicar ahora. La mayor revelación de ‘America’ llega al principio de la canción, cuando Sufjan parece confesar (nunca mejor dicho) que ha perdido la fe en Dios, cuando esta misma fe ha marcado profundamente toda su carrera. Musicalmente, ‘America’ parece una de esas canciones que ganan dentro del contexto del disco que las aloja, pues a pesar de su duración, no es una canción especialmente emocionante por ningún motivo, y si la melodía no es de las más inspiradas de la carrera de Stevens, peor aún es que esa coda ambiental no añada nada a lo que ha venido antes. No parece que la canción se la haya ganado. Y cuando termina, da la sensación de que tampoco esta ha aportado demasiado a esos 12 minutos y medio invertidos en ella». Jordi Bardají.
«»No me hagas a mí lo que le has hecho a América» es la súplica que Sufjan Stevens repite hasta la saciedad en el primer single de su nuevo disco. Y funciona por lo que tiene de directa: todos sabemos quién ha hecho daño a «América» durante los últimos años y qué cosas han pasado para que el artista haya perdido su fe. ¿A alguien le sorprende encontrarle dolido y decepcionado -como estamos todos- reconociendo que le «avergüenza admitir que ya no cree»? Las frases en ‘America’ son fáciles de entender, como ha de ser en la canción socio-política, pues si el mensaje no se comprende, no sirve para nada; y mi única duda es esa dependencia de este nuevo tema del sonido de ‘The Age of Adz’ que, la verdad, no es el álbum de su discografía sobre el que más vuelvo, quizá porque jamás llegó a salir un DVD con aquella gira que apasionó a todo el mundo, pero que de manera dramática, cada vez es un recuerdo más lejano. Por lo demás, yo sí tengo 12 minutos para dedicar a un single de Sufjan Stevens. ¿Acaso alguien tiene algo mejor que hacer este verano?». Sebas E. Alonso.
¿Tenías la idea de que a J Balvin le iba mucho peor con ‘Colores‘ que con ‘Vibras’? Bien, pues lo cierto es que meses después de su lanzamiento continúa en el top 10 en la lista española de álbumes, que ahora al fin aúna ventas y streaming.
No contento con eso, hoy estrena un nuevo tema con su mano derecha, Tainy, como parte de la banda sonora de la nueva película de ‘Bob Esponja’. La producción no es la típica canción infantiloide que aparece en este tipo de discos, gusta mucho a unas personas y no llega ni a sonar a otras: de esta es imposible escaparse. Se llama ‘Agua’, y no, no es una versión de Jarabe de Palo.
‘Agua’ comienza con un par de frases ininteligibles para después desarrollarse en castellano, pero da igual: lo único que vas a escuchar en ella es una suerte de flauta haciendo unas pocas notas que te van a taladrar el cerebro durante los próximos meses, con una capacidad de seducción/irritación que ya hubiera querido para sí Gwen Stefani cuando sacó aquel single tirolés. ¿Será J Balvin capaz de convertirlo en un éxito omnipresente o esto ya es demasiado?
Hace unas semanas os hablábamos de una iniciativa festivalera llamada «Natural Live» en las inmediaciones de Hellín (Albacete). Un pequeño festival para 400 personas respetando la llamada «nueva normalidad», y que desde hoy se amplía.
Tras el éxito de la primera convocatoria, que está a punto de colgar el sold-out y se celebrará del 24 al 26 de julio con Miss Caffeina y Viva Suecia, entre otros, se ha anunciando la segunda tanda de eventos, que se anticipa que no será la última. Será entre los días 31 de julio y 2 de agosto, en este caso incluyendo las actuaciones de Novedades Carminha en su formato «Orquesta» especial para este verano, Ladilla Rusa, Ginebras, Algora, Monterrosa o Putilatex. En cuanto a los dj’s, serán Elyella, Aníbal Gómez, Don Flúor, Jes Set, Lady Ma Belle, LasDJS, Yahaira, René Reptile, JotaPop, Espada, Ace y Jungleo. Se anuncian otras actividades como vermouth con Karaoke, tardeo, sesiones golfas, etcétera. Las entradas están a la venta desde hoy.
La nota de prensa recuerda que Talamansi es una «reserva natural de dos mil hectáreas, que se encuentra entre dos ríos -Mundo y Segura- sin poblaciones cercanas a menos de treinta kilómetros. Hay 7 casas rurales con una capacidad para 120 personas, una zona de glamping, tres piscinas, un lago, barbacoas, un gran escenario de obra, etcétera». Más detalles, en la página web oficial.
Entre las medidas de seguridad, se matendrá «un control estricto de acceso y aforo respetando las distancias determinadas, desinfección de vehículos a la llegada, toma de temperatura a todos los asistentes y trabajadores, y limpieza y desinfección de todas las zonas comunes con especial atención a las piscinas y los aseos públicos después de cada uso, etc».
Este fin de semana se tendría que haber celebrado Bilbao BBK Live, pero como todo el mundo sabe a estas alturas, no podrá ser debido a la pandemia de covid. Eso sí, «la magia de Kobetamendi» podrá seguirse desde casa en un ciclo que se ha bautizado como Bilbao BBK Live UDA. De jueves a sábado y a partir de las 21.00 podrán verse las actuaciones de gente como El Columpio Asesino, Dora, Amorante y Yawners, así como los DJ sets de John Talabot y Katza. Todo ello se podrá seguir a través de www.bilbaobbklive.com o YouTube Live.
Los chicos de Pantomima Full han realizado además un divertido vídeo en el que comentan el aplazamiento de esta edición, asegurando que quien más pena les da perderse es Bad Bunny. Quizá irónicamente, quizá no, ya sabéis que los límites del humor moderno son inescrutables. Pese a que Pantomima Full están en verdad colaborando con el festi, lo cierto es que el gag tipo «branded content» les ha quedado brillante y se está viralizando (150.000 reproducciones en 7 horas), entre ese momento de beberse el cubata en casa viendo el festi online, y el ligoteo. «¿Me pongo en una pestaña el BBK y en la otra, el Tinder?”, se pregunta antes de concluir: “Mira, por lo menos no hay que subir la puta cuesta”.
El festival ha puesto a la venta las entradas para la edición 2021 de Bilbao BBK Live, que contará con The Killers, Pet Shop Boys, Bad Bunny, Bicep Live, Bomba Estéreo, Caribou, FKA twigs, Fontains D.C., Meute, Supergrass, El Columpio Asesino y León Benavente, entre otros artistas que se anunciarán próximamente.
Haim han publicado este año el que es posiblemente su mejor disco, un ‘Women in Music Pt. III‘ que se desmarca de los anteriores por su carácter experimental y enturbiado, sin abandonar la sensibilidad melódica que siempre ha caracterizado a las hermanas. Un disco que aborda diversos sonidos desde su personal prisma y que, irónicamente, se cierra con tres «bonus tracks» que son tres de las mejores canciones de su carrera.
Aunque ‘Women in Music Pt. III’ es un álbum que gana escuchado entero, pues su secuencia no puede ser mejor a pesar de quienes dicen que lo ideal es escucharlo al revés, sí vale la pena detenerse en uno de sus cortes más inspirados. ‘3am’ es, gracias a su posición en dicha secuencia, para mí la cumbre del álbum, pero también por otros motivos. Su sonido de R&B-pop y funk típico de los años 2000 remite a artistas como Janet Jackson, Monica o Brandy y su «groove» guarda parecido con el de ‘Redbone’ de Childish Gambino, pero su estribillo cantado a coro pero a lo lejos, lo cual le otorga cierta sensación de soledad entre la muchedumbre, a lo que me recuerda es al ‘As’ de George Michael y Mary J. Blige, si bien la producción de ‘3am’ por parte de Ariel Rechtshaid, Rostam y Danielle Haim es mucho más extraña.
Aunque el R&B de los años 2000 estaba plagado de mujeres despechadas por culpa de un hombre infiel, y un par de brillantes ejemplos son ‘Knock Knock’ de Monica y ‘Heard it All Before’ de Sunshine Anderson, ‘3am’ cuenta una historia diferente, la de una chica enamorada y pegada a su teléfono a espera de que su chico la llame. Llegadas las 3 de la mañana, las cosas se calientan rápido: «tú y yo no tenemos que quedar, pero está bien pensar que podríamos / frente a la pantalla y con mis tejanos puestos, hazme sentir bien», canta Danielle. Con su cabeza «dándole vueltas» y preguntándose si habrá «perdido la cordura», la cantante intenta mantener eso mismo mientras se deja llevar por una atracción fatal.
No se puede decir que ‘Patience‘ haya sido una sorpresa, pues ‘Please‘ y ‘Pleasure’, sus dos discos previos, ya eran unos trabajos musicales de mucha enjundia. Pero sí que con este nuevo álbum Sondre Lerche ha alcanzado un nivel de madurez en su propuesta que, a decir verdad, no esperábamos. Es una colección de canciones fascinantes, que despliega un misterioso embrujo en el oyente, que atrapa y que se instala en nosotros de una manera muy especial. Por eso es nuestro Disco de la Semana, y por eso teníamos muchísimas ganas de poder hablar con el noruego sobre este disco y sobre el momento que atraviesa su carrera. Sucedía un par de semanas atrás, cuando España ponía fin al estado de alarma por la Covid-19, por lo que la pandemia seguía siendo un tema candente. Máxime cuando él mismo, pese a residir en Estados Unidos desde hace muchos años, decidió escapar a su Noruega natal poco antes de estallar allí la crisis sanitaria, obligándole a replantearse la vida de nuevo. Especialmente ahora, dada la deriva política que está alcanzando aquel país. Foto: Jen Steele.
Hola, Sondre, es un placer. ¿Estás en Noruega, verdad?
Sí, en estos momentos estoy en Bergen, en mi ciudad natal.
Leí que estabas ahí. ¿Por qué te fuiste? ¿Te sientes más seguro allí?
Sí. Vivo en Los Ángeles y cuando toda la pandemia se empezó a mover pensé que estaría más seguro en Noruega y que la situación sería manejada mejor aquí que en América. Y tenía razón. ¿Cómo estáis vosotros? Leí que la situación fue muy dura en marzo y abril, ¿verdad?
Sí, fue horrible. Afortunadamente ahora la cosa ha mejorado mucho y el país está comenzando a reabrirse poco a poco.
Bien. Me alegro de oír eso.
En Noruega ha estado muy controlado la mayor parte del tiempo, ¿no?
Sí, Noruega cerró muy al principio. Somos un país pequeño, de cinco millones de personas, y el gobierno creo que tomó decisiones muy radicales pero inteligentes. Impidió los viajes antes de que llegara a estar fuera de control. Y luego se ha ido abriendo gradualmente en los últimos dos meses, pero incluso ahora… Voy a hacer un pequeño tour en solitario, y los recintos solo podrán tener un máximo de 200 personas de aforo en algunos locales. Hay que seguir unas reglas, pero aún así podré hacer conciertos, y eso me hace feliz, y sería imposible en América ahora mismo.
«Donald Trump va a crear un caos con las elecciones de noviembre, las gane o las pierda. Es lo que suele hacer»
¿Y qué vas a hacer después? ¿Piensas volver en un tiempo a Los Ángeles?
No estoy seguro. He vivido en América durante 15 años, así que es mi hogar. Tengo un bungalow en Los Ángeles, que me lo están cuidando unos vecinos, regándome las plantas y tal. Espero volver, por supuesto. Pero hay una situación muy turbulenta allí, las elecciones son en noviembre y… Espero regresar en otoño, pero la verdad es que estoy re-evaluando todo, creo. Ha sido muy agradable volver a Noruega, reconectar con la gente, el álbum está funcionando muy bien… Está siendo alentador. Así que creo que voy a ir decidiendo qué hacer de mes en mes. De momento voy a estar yendo y viniendo entre Bergen y Oslo, mantener la paciencia y seguir trabajando, porque aquí puedo hacer muchas cosas que no podría hacer en ningún otro tiempo. Es un momento emocionante en medio de todo lo que está pasando.
Supongo que, aparte de la pandemia, el dolor de los afroamericanos y latinos por las situaciones racistas te estará afectando también. Debe ser duro, ya que al fin y al cabo has estado formando parte de esa comunidad desde hace tantos años…
Es terrible, y a la vez esperanzador, que quizá, solo quizá, podamos ver un cambio real en el sistema americano. Es trágico que tengan que ocurrir cosas tan horribles para que pueda haber un cambio, pero es que (Estados Unidos) es un país muy problemático en muchos sentidos, y obviamente más con su actual presidente. Me temo que la segunda parte de este año va a ser incluso peor, con las elecciones de noviembre, porque, las gane o las pierda, (Donald Trump) va a crear un caos, es lo que suele hacer. Está intentando suprimir votantes, muchas cosas para hacer a la gente dudar de si sus voces deben siquiera ser escuchadas. Son tiempos duros en Estados Unidos y, como noruego viviendo allí, me siento afortunado de poder escapar aquí. Me siento mal porque mis amigos afroamericanos en Nueva York y Los Ángeles no tengan una vía de escape como yo, y es duro verlo desde lejos. Sientes que en realidad deberías estar allí y ayudar con lo que está pasando… Son tiempos extraños.
Bueno, mejor hablemos de ‘Patience’, tu nuevo disco. Es un disco precioso, y cuando tuve que escribir sobre él me resultó difícil expresar la cantidad de emociones que transmite.
Oh, pues muchas gracias.
«De alguna manera, este tiempo tan incierto ha sido el momento adecuado para publicar ‘Patience'»
¿Qué es lo que te hace sentir más orgulloso de este disco?
Es una buena pregunta. Me llevó mucho tiempo terminarlo, y viví una especie de transición cuando, en mitad del proceso, no tenía ni idea de cómo se conectaría todo aquello, cómo funcionaría. Y luego, hacia el final, empecé a ver la fotografía completa, y empecé a sentir que es mi mejor disco, el más gratificante. En parte es porque es un disco en el que quería ser muy explícito y directo emocionalmente. Es algo que describo como «sinceridad radical», quería que las canciones tuvieran una sinceridad casi agresiva, combinada por supuesto con el tipo de arreglos musicales y el tono que yo empleo. Nunca sabes cómo va a responder la gente ante eso, y creo que de lo que estoy más orgulloso es cómo está conectando con el público. Está mostrando una respuesta muy emocional al disco. Intenté que cada canción contuviera una emoción lo más pura posible, y es muy agradable ver que eso se abre paso. Es de lo que estoy más orgulloso, de que es mi disco más completo y meticuloso sobre lo que siento, hago y me encanta en la música y la vida. Ha sido un disco muy especial de compartir, especialmente en estos momentos. De alguna manera, este tiempo tan incierto ha sido el momento adecuado para hacerlo.
En cuanto a las letras, tal y como has comentado… Hay gente que puede entender esa «sinceridad radical» como algo demasiado inocente o naif. No sé si dar ese paso, ser más explícito, ha sido muy difícil para ti.
Obviamente siempre ha habido un cierto nivel de sinceridad en mi trabajo, hay muy pocos momentos en que no lo haya sido. Pero esto es un nivel diferente. Por supuesto, es fácil decir que es muy naif, pero si miras el álbum habla de amor profundo, de dudas profundas, de muerte… Habla incluso de política, que es algo que típicamente no había afrontado. Y no creo que sean sujetos muy inocentes. Creo que he intentado enfocar las cosas desde perspectivas distintas, y que en cada canción del disco, hacia el final, intento separarme del tema principal y darle otra dimensión. Que no fuera simplemente MI duda, MI corazón roto o MI amor. Quería con todas mis fuerzas que el horizonte fuera lo más grande posible, es algo sobre lo que he pensado mucho. Y no lo veo en absoluto naif, decidir ver las cosas desde otras perspectiva, o incluso observarte a ti mismo desde fuera o reírte de ti mismo, de tus propios problemas. Vivimos en un mundo en el que ya no puedes ser ignorante, sabemos lo que sucede en cada parte del mundo y por supuesto en nuestra comunidad. En el pasado esa información parecía lejana, pero ahora los sabemos. Yo sé que soy un hombre con privilegios en muchos sentidos, y he tratado de tomar eso en consideración en el disco. Creo que es algo con lo que la gente se puede identificar, quería que el disco fuera un espacio seguro para sentimientos muy agradables y otros muy incómodos.
«Cada título de canción es una declaración emocional. Eso es precisamente lo que me parece radical en estos tiempos»
Coincido en eso. Lo que quería decir es que puede que para algunos oyentes pueda ser demasiado honesto, porque las cosas que son muy auténticas pueden dar algo de miedo, especialmente en estos tiempos de apariencias. No sé si lo ves así también.
Estoy totalmente de acuerdo y, en ese sentido, cada título de canción es una declaración emocional en sí misma, o un cuestionamiento. Y eso es precisamente lo que me parece radical en estos tiempos, llamar a una canción «te quiero porque es verdad» o «¿por qué te dejaría marchar?» Son como titulares, en cierto modo, y que en este contexto que vivimos me parece que tienen un sentimiento amablemente radical.
Hay un palpable gran esfuerzo en cuanto a los arreglos. ¿Buscabas dar un paso adelante en esa parcela también?
Sí, quería… Es difícil de explicar, porque quería hacer algo que sonara muy grande pero que a la vez fuera minimalista. Constantemente busqué un equilibrio para que tuvieran un impacto emocional y, a la vez, que contuviera la pureza que encuentro en mucha música minimalista y ambient: (en ellas) el horizonte es muy grande. Estaba muy interesado en dar con un sentido espacial de la música, no llenarla de ideas, sino que fueran pocas, muy claras, y que siguiera siendo… poderosa, en cierto sentido.
«Pasaba mucho tiempo corriendo a la vez que escuchaba música ambient (…). Fue liberador escuchar música que no estaba basada en el típico estrofa-estribillo-estrofa»
A pesar de las diferencias palpables entre todos ellos, ‘Patience’ es consecuencia en muchos sentidos de tus dos anteriores álbumes, ‘Please’ y ‘Pleasure’. ¿Cuándo comenzaste a darte cuenta de que tenías entre manos una trilogía?
Creo que fue cuando estaba grabando las últimas canciones de ‘Pleasure’, en 2016. Me quedaban dos canciones por grabar de ese disco y al mismo tiempo escribí ‘Why Would I Let You Go?’ Fue una experiencia muy intensa, quizá la más intensa de mi vida en términos de composición. Fue muy urgente y muy especial, pero claramente no era para ese disco, ni siquiera consideré incluirla en ‘Pleasure’ porque no me sentía preparado para grabarla. Y ahí empecé a pensar que las cosas apuntaban hacia un tercer disco y que además (esa canción) encajaría con otras canciones que ya había grabado entre las sesiones de ‘Please’ y ‘Pleasure’. Surgió además en un nuevo contexto para mí, en el que yo pasaba mucho tiempo corriendo a la vez que escuchaba música ambient, explorando música más abstracta que no se basa en canciones. Fue liberador escuchar música que no estaba basada en el típico estrofa-estribillo-estrofa. Lo encontré muy calmante y empecé a llamarlo «música paciente», de ahí salió el título del disco.
En términos creativos, ¿cuál ha sido el desafío más grande al que te has enfrentado con este disco?
Bueno, al haberme llevado tanto tiempo hacerlo, me he centrado en cada canción de forma individual. No consideraba el contexto, porque en realidad cuando estás grabando no piensas en el concepto del álbum, simplemente sigues tu instinto. Así que si vas canción a canción durante siete años, dedicando mucho tiempo a cada una de ellas, el auténtico desafío fue unirlas, mezclarlo y secuenciarlo, creo que pasé tres o cuatro meses intentando encontrar el orden adecuado de las canciones. Y por un momento creí que me volvería loco. Normalmente tengo buen instinto para saber cuándo dejarlo, cuándo está acabado, y esta ha sido la primera vez en la que he tenido muchas dudas. Incluso ahora mismo no sabría decirte si el disco está terminado o no. (Risas) Le di muchas vueltas a la cabeza. Me preocupaba cómo fluirían las transiciones entre las canciones, e incluso en un momento planteé que fuera un disco doble, con un interludio instrumental tras cada canción, llegué a hacerlos. Pero no funcionaba, parecía desenfocado, y empecé a recortarlo hasta 15, luego 14, luego 13… y al final las 12 que han quedado. Fue muy intenso ensamblar esa partes, incluso hubo algunas canciones que estaban siendo mezcladas a la vez que otras masterizadas, y a la vez decidiendo la secuencia… así que hubo un momento en que tuve que decir «¡vale, basta ya! ¡Déjalo así!» (Risas) Estaba perdiendo la cabeza y tuve que dar un paso atrás y dejarlo, porque estaba terminado.
«Pasé tres o cuatro meses intentando encontrar el orden adecuado de las canciones. Y por un momento creí que me volvería loco»
De hecho, la secuencia es algo extraña, pero lo cierto es que, mágicamente, funciona.
¡Sí, así es!
Como decía antes, el disco tiene algo extraño, un magnetismo extraño para el oyente. No sé si tú mismo sentiste eso, quizá en esa parte de la mezcla, que era un disco muy especial.
Sí, sentí algo así, sentí que todo en torno a él era muy intenso respecto a otros discos. Siempre soy muy apasionado con lo que hago, y soy la única persona que está implicada en el proceso creativo de cada uno de mis discos desde el principio hasta el final, así que nadie puede sentirse más próximo a ellos que yo. Pero todo se veía amplificado de una manera diferente con este disco, y me preguntaba «¿seré el único que lo perciba?» Siempre hay una posibilidad de que, aunque tú lo sientas así y sea especial para ti, no sea igual para los demás. A cada disco te preguntas si estarás fuera de sintonía con el mundo, con las necesidades de la gente, si un tema estará por delante o por detrás de su tiempo… Son preguntas que nunca jamás me hago cuando estoy haciendo el disco, ahí solo pienso en mis propias necesidades, pero cuando lo terminas, empiezas a pensar en esas cosas, cosas que no puedes controlar y que no puedes hacer nada respecto a ellas. Cuando escribía canciones como ‘Why Would I Let You Go?’ o ‘I Love You Because It’s True’ el sentimiento era tan intenso que me preguntaba «¿cómo puedo transmitir la intensidad de este sentimiento al público cuando lo escuchen? ¿Cómo puedo proteger ese sentimiento y compartirlo? ¿Es siquiera posible?» Por supuesto es imposible, pero estoy encantado de ver cómo mucha gente está invirtiendo en el disco y que sienten algunos de esos mismos sentimientos que yo llevaba conmigo cuando hacía el disco.
«No siento que el mundo me deba nada, estoy feliz de que la gente aún descubra mi trabajo»
En mi opinión, diría que con estos tres discos has alcanzado un nuevo nivel de calidad en tu carrera. Por desgracia, o esa es la impresión que yo tengo desde España, eso no se corresponde con que tengas un lugar destacado en la prensa musical, ocupar portadas o que haya un mínimo de hype en torno a ti. ¿Es frustrante que eso ocurra?
Mmmm… La verdad es que no. Yo siempre quiero hacer mejor mi trabajo, y también que mi trabajo funcione mejor. Quiero que todo el mundo escuche este disco, y especialmente con estos tres discos siento que es claramente lo mejor que haya hecho nunca. Y sí, creo que estoy en un nivel diferente en lo artístico. Se convierte en algo automáticamente peripatético cuando empiezas a pensar «¿y si estuviera en un sello más grande? ¿Y si tuviera más recursos para promoción? ¿Y si fuera un artista debutante?» (Risas) Por supuesto, todo sería diferente, pero quizá eso haría que el disco no fuera como es. Y no podría haber hecho estos discos en otro punto de mi carrera. Yo creo en esto como un camino de largo recorrido, creo que el trabajo se va revelando a sí mismo con el tiempo y que lo que estoy haciendo es muy significativo para mí. Ojalá lo fuera también para mucha gente en todo el mundo, que tocara en escenarios más grandes, y claro, que ganara más dinero… (Risas) Ojalá. Pero llevo haciendo esto desde hace 20 años y me siento muy privilegiado y feliz de poder hacerlo. Si tuviera que hacerlo de otra manera… A lo mejor llegaría a más gente, a lo mejor estaría en las portadas, pero el trabajo sería diferente. Ni idea, es difícil juzgar estas cosas. Pero creo que el tiempo aclarará todo, soy un optimista. (Ríe) No siento que el mundo me deba nada, estoy feliz de que la gente aún descubra mi trabajo, y por supuesto más aún de que me hayan seguido durante toda mi carrera y crezca conmigo. Es muy excitante para mí que la gente me escuche por primera vez y crean que ‘Patience’ es mi primer disco. Me gustaría saber qué sienten. No puedo quejarme, la verdad, porque es un enorme placer poder publicar estos discos. Estaría encantado de aparecer en portadas, o en listas de éxitos, pero no hago esto por eso. Por encima de todo estoy feliz de poder hacerlo.
Quizá esa deriva comercial tenga que ver con el riesgo que tomaste al abandonar tu éxito en Europa y empezar prácticamente de 0 en Estados Unidos. Pero, en todo caso, ¿qué ha aportado vivir en Estados Unidos al desarrollo de tu carrera?
No lo sé, es una buena pregunta. Siempre es difícil decir cómo estas decisiones vitales influyen en tu trabajo. Nunca me planteé vivir mucho tiempo en América, simplemente pasó. Me lo pasaba muy bien en las giras, tenía proyectos divertidos allí, hacer música para películas al margen de mis próximos discos, cosas así. Me gusta la aventura. Soy de una ciudad pequeña en Noruega, así que mudarme a Nueva York a los veintipocos años parecía aventura divertida. Y al final acabas quedándote, luego me mudé a Los Ángeles, que fue otra aventura fantástica, hice muchos amigos… Ojalá pudiera estar en muchos sitios al mismo tiempo, pasar tiempo en España, o Francia, o Japón… Por supuesto en algún momento volveré a hacer giras y sucederá, pero es un poco duro hacerlo como me gustaría en según qué sitios, porque siempre tendrás la duda de si irá la gente a verte o no, si llevas banda, con lo que eso supone económicamente. Es un desafío. Y al final he acabado haciendo más giras en América que en Europa, e incluso que en Noruega. Por eso ha sido tan bonito reconectar con Noruega, donde aún soy un poco mainstream e incluso a veces soy ese chico de portada que decías. (Risas) Disfruto teniendo un diferente perfil profesional en distintas partes del mundo: soy el mismo y es la misma música, pero lo vives de formas muy diferentes, es como si tuviera distintas vidas, de algún modo.
«Disfruto teniendo un diferente perfil profesional en distintas partes del mundo: (…) es como si tuviera distintas vidas»
Has mencionado que harás un tour en solitario en Noruega, pero trasladar al directo un sonido como el de este disco debe ser difícil, ¿no? Sé que es un momento difícil para proyectar nada, pero ¿has pensado cómo podrías presentarlo en directo?
Inicialmente íbamos a tocar en algunos festivales, que obviamente ya no van a ser este año, pero pudimos filmar una especie de «‘Patience’ en directo» hace un par de semanas, en una especie de castillo del siglo XIV cerca de aquí. Hicimos un concierto completo con muchas canciones del disco y algunas antiguas. Es algo más desnudo que en el álbum, con vibráfono, piano, saxofón, un coro… Pero creo que pudimos capturar el sentimiento del álbum a unos nuevos arreglos y ha sido divertido compartirlo para que lo pueda ver gente de todo el mundo que sabe que no podrá vernos interpretarlo durante un tiempo. Y es bastante parecido a cómo imaginábamos que sería el directo. No hubo cuerdas y para la batería usamos pregrabados del baterista habitual, que está en América. Tuvimos que improvisar algunas soluciones, pero surgió muy… Estoy muy contento de cómo ha quedado y hemos conseguido un gran sonido, precioso y muy relacionado con el disco. Os animo a darle un vistazo.
¿Y ahora qué? Ahora que has estado varios meses en Bergen, imagino que has tenido tiempo para pensar. ¿Cuáles serán tus próximos pasos?
Creo que como tanta actividad se ha trasladado al año que viene, voy a intentar mantener vivo ‘Patience’ hasta 2021, hasta que podamos hacer más conciertos. No quiero que desaparezca sin más, estamos preparando unos cuantos vídeos y un par de cosas más que estoy planeando. He grabado un montón de música para un potencial próximo disco, pero no sé qué va a ser, quizá incluso dos discos distintos. No he podido terminar muchas canciones, pero sí tengo un montón de miniaturas, canciones pequeñas. (Ríe) Estoy intentando asegurarme de saber qué quiero hacer. También hay otros proyectos: publiqué una colección de ensayos el pasado enero en Noruega (‘Alle sanger handler om deg‘, traducido al inglés como ‘Every Song Is About You’, «Cada canción es sobre ti») que espero que sea traducido y publicado muy pronto, al menos en inglés, además de un par de proyectos de música para películas en los que he estado trabajando. Intento mantenerme ocupado, mientras vemos si podremos hacer conciertos para este disco. Y puede que el año que viene haya sorpresas, incluso que podamos hacer algunos shows en España. Sería muy excitante para mí.
Visualízate a ti mism@ probando a ponerte sin atisbo de ironía, por auténtico gusto, una playlist –asumo que no tienes a mano las cassettes, un reproductor de cintas magnéticas o ambas– con las «mejores» canciones de La Trinca, Pepe Da Rosa o Fernando Esteso (con permiso de la excelsa ‘Soy un vividor‘, ojo). Al margen de que las encontrarás (divertida o terroríficamente, según te venga) incorrectas políticamente, probablemente no las verás la supuesta gracia al escucharlas fuera de tiempo y contexto. Pues algo así, exagerando mucho (mucho mucho), es lo que sucede al enfrentarse al EP debut oficial, publicado por la multinacional Sony Music, de Stay Homas, el trío creado por tres músicos barceloneses que compartían piso durante el duro confinamiento por la pandemia de Covid-19 (que, por si no lo habíais notado, no se ha ido, sigue ahí) y que mostraron un enorme ingenio, tanto musical como lírico, para darle la vuelta a la situación y poner un poco de comedia al asunto en sus composiciones. Hasta ahí, bien, pero lo cierto es que, semanas después, ha perdido su punto.
Klaus, Guillem y Rai pasaron así de ganarse el pan tocando con Búhos, Doctor Prats o Nil Moliner, grupos especialmente populares en Cataluña, a ser casi minicelebridades por sí mismos sin salir de la azotea de su casa en Barcelona, primero atrayendo a colaborar con ellos a lo más granado del panorama estatal –desde desconocidos como Ahyvin Bruno hasta el popularísimo Pablo Alborán, pasando por Manu Chao, Sílvia Pérez Cruz o El Kanka, ganándose elogios del mismísimo Rubén Blades, colgando diversos carteles de «no hay entradas» y viendo cómo Michael Bublé hacía una versión de su tema ‘Gotta Be Patient‘. El original, junto a Judit Neddermann, no falta en la selección de cinco que sus fans han hecho con sus votos entre la casi treintena de temas escritos y presentados en los últimos cuatro meses. Su ukelele pop colisionando con doo wop es uno de los momentos más amables y conseguidos de ‘Disconfination’.
No sucede así tanto con la funky ‘Estamos mal‘, junto a El Kanka, porque, si alguna vez tuvo gracejo aludir a la adicción digital, al auge (y posterior caída) del yoga o una extraña querencia por la falta de higiene (en serio: no) durante el Estado de Alarma, dejó de tenerla en cuanto pudimos salir por la puerta de casa. En el caso de la tropical-pop ‘The Bright Side‘ con Oques Grasses, lo que suena algo pasado es el estilo, si bien los trucos de producción de Arnau destacan en ella como una de las grandes bazas de Stay Homas. Así se hace palpable en la –esta vez sí– muy divertida ‘In the End’, un insólito encuentro de The Mamas and The Papas y el ska-pop, con guiños bien divertidos como ese giro trap que incluye una guasona referencia a Gwen Stefani o las frases en español cantadas con acento guiri (dejemos pasar lo del inglés, que los hemos escuchado mejores… pero también mucho peores). Pero cuando todo termina siendo tan manso y convencional como ‘Volveré a empezar‘ –al menos en este caso la letra tiene una lectura más atemporal, cantada con su colega Nil Moliner–, la cosa se torna aburrida. Aparte tampoco se entiende que ‘Stay Homas’, el single, tampoco haya encajado aquí. Ojalá que sepan encauzar su innegable talento por su propia cuenta y más allá de la parafernalia del coronavirus, porque estas canciones no creo que aguanten el tipo mucho más allá. Ni siquiera en el hipotético nuevo confinamiento masivo que se augura para el otoño. Crucemos los dedos.
Calificación: 5,8/10 Lo mejor: ‘In the End’, ‘Gotta Be Patient’ Te gustará si te gustan: Nil Moliner, Oques Grasses, Doctor Prats. Youtube:vídeo de ‘In the End’
Lady A, la banda anteriormente conocida como Lady Antebellum, ha demandado a Lady A, la cantante de blues cuyo nombre real es Anitta White, por el uso de su nombre compartido. La banda había llegado a un acuerdo con la cantante para compartir el nombre amigablemente, pero tras recibir una primera demanda de la intérprete de ‘That Man’ que solicitaba a la banda 10 millones de dólares por el uso de este nombre, ha decidido contraatacar con una segunda demanda para defender que dicho apelativo también le pertenece al haberlo registrado como marca hace más de 10 años. Como informa Billboard, Lady A no quiere que Lady A deje de usar su nombre, sino compartirlo.
Lady A y Lady A habían hecho las paces después de que la primera anunciara cambio de nombre para aliarse con el movimiento Black Lives Matter, reconociendo sus connotaciones racistas. Grupo y cantante compartían recientemente la captura de una videollamada conjunta en la que aparecían felices y sonrientes, desvelando que ambas partes habían mantenido «conversaciones transparentes, honestas y auténticas» con el propósito de «hallar soluciones positivas y puntos en común» para resolver su disputa. Según la demanda, los autores de ‘Need You Now’ habían negociado promocionar la carrera de White como posible solución, y también escribir y grabar un tema conjunto, pero finalmente estas charlas no han llegado a buen puerto.
Algunos dirán que la banda Lady A tiene las de ganar: es más poderosa que la cantante, legalmente parece que se curó en salud cuando debía, y además White ha ofrecido una cifra a todas luces desorbitada para compartir este apelativo que ni siquiera es tan original. Otros, sin embargo, argumentarán que la banda está quedando un poco mal públicamente con su actitud ante esta modesta cantante afroamericana y que nada de esto habría pasado si hubiera comprobado que el nombre ya estaba en uso o sobre todo tenido el buen gusto de cambiar el suyo radicalmente, porque el de «Lady A» es horroroso. Además, como ha señalado la propia Lady original en una entrevista con Vulture, la supuesta vocación antiracista de su gesto genera, como poco, dudas: “Si queríais ser defensores o aliados, estáis ayudando a los opresores. Eso podría requerir que renunciéis a algunas cosas porque yo no voy a ser borrada».