La influencia de ‘El mal querer‘ de Rosalía ha traspasado nuestras fronteras para llegar a otros lugares. No solo C. Tangana se re-apropia de símbolos asociados a la derecha como el pasodoble o la misma bandera de España para eliminar su connotación fascista, sino que de repente también un single de Camila Cabello incluye palmas flamencas, otro de James Blake ídem, Dua Lipa y Katy Perry colaboran con CANADA…
Desde Bélgica, la cantante y rapera Lous and the Yakuza acaba de publicar su primer disco, un ‘Gore’ producido por El Guincho en su totalidad. La artista le contactó después de escuchar ‘Malamente’ y la colaboración ha resultado en un largo que tiene poco de folclor y mucho del trap-pop de moda, si bien la visión de Marie-Pierra Kakoma y Pablo Díaz-Reixa nunca suena demasiado desesperada por intentar sonar en toda playlist posible. Las canciones de ‘Gore’ suenan elegantes, cálidas y envolventes -se nota la mano de Pablo en la delicadeza de capas melódicas y percusiones- y la duración del disco -apenas 29 minutos- ayuda a que su sonido lineal -en el que apenas hay un par de concesiones al Caribe o a la balada acústica- no se termine haciendo bola.
Como hemos contado, la biografía que se conoce de Marie-Pierra Kakoma es de verdadera superación. Sus padres, dos médicos africanos, él de Congo y ella de Rwanda, la desheredaron a los 18 años al descubrir que quería dedicarse a la música, y la artista pasó entonces a vivir en la calle hasta que encontró un estudio en el que se asentó para pernoctar. De ahí empezó a hacer contactos con productores… y el resto es historia. De su paso de la miseria al éxito habla una de las mejores canciones del disco, la evocadora ‘Dans la hess‘, en la que defiende que todo lo que ha conseguido le ha costado sudor y sangre, pero el disco incluye retratos de la calle más duros. En ‘Courant d’air’, la cantante imagina la vida de una madre que ha de prostituirse para sobrevivir porque ella misma llegó a plantearse la prostitución como modo de vida en un momento; y ‘Quatre heurs du matin’ relata una violación desde los dos puntos de vista, víctima y depredador.
En ‘Gore’, sin embargo, prima un sentimiento de resistencia, como en ese ‘Amigo’ en el que Lous «lucha contra la enfermedad mientras el mundo colapsa» a su alrededor. La artista se enfrenta a los obstáculos de la vida, pero también a las personas que quieren derribar su espíritu, y manda más de un mensaje anti-racista. En el adictivo single ‘Dilemme’, Lous canta que el arte le «atraviesa» el alma y sentencia que su piel «no es negra, sino de ébano», mientras en el repetitivo ‘Tous est gore’ aboga por «vivir el momento» y a «toda velocidad» al tiempo que clama que las personas negras «llevan haciéndose twerk desde el albor de los tiempos» y, en otra frase, se dirige a un interlocutor para pedirle que no la llame «cariño» porque ella es capaz de «demoler su confianza solo con palabras». Donde la música de ‘Gore’ es amable e hipnótica, las letras son viscerales o relatan historias como las descritas en el párrafo anterior.
Entre los cortes de ‘Gore’ que se salen de su línea de trap general destaca el dancehall translúcido de ‘Telephone sonne’, sobre la incapacidad de Lous para conciliar el sueño cuando se siente tan cerca de conseguir eso mismo, sus sueños, y la final ‘Solo’, que ofrece una agradable clausura centrada en los instrumentos orgánicos, como guitarras o percusiones. En ella, la artista pide a Dios que le «saque del camino de la venganza», pero con toda su vida canalizada en este proyecto, parece que Lous and the Yakuza ya transita un nuevo camino.
Calificación: 7/10 Lo mejor: ‘Dilemme’, ‘Telephone sonne’, ‘Dans la hess’ Te gustará si te gusta: el trap-pop a lo Post Malone o Drake, pero también el pop en francés Youtube:vídeo de ‘Dilemme’
Maria Rodés lo ha vuelto a hacer. Aunque ‘Lilith’ no era un disco al uso sino simplemente un proyecto para el directo antes de la pandemia, vuelve a ser un punto fundamental en una carrera de lanzamientos exquisitos como ‘Sueño triangular‘ o ‘Maria canta copla‘. En esta ocasión el folclore nacional y latinoamericano es el fondo idóneo para musicar los aquelarres que ha habido a lo largo de la historia: mujeres que se reunían sin que ello tuviera connotaciones negativas. La cantante residente en Madrid nos responde cuestiones sobre ‘Lilith‘ y nos habla sobre su lugar en la música española, vía telefónica. Foto: Erika Prüfert.
Me ha llamado la atención el uso que estás haciendo de la palabra ‘Bruja’ durante la promoción de este disco. Nunca se dice «es un brujo» de un chico, es una palabra despreciativa hacia las mujeres e interpreto que le has dado una vuelta.
Se ha utilizado la palabra «bruja» para estigmatizar a la mujer: a mujeres sanadoras, sabias, astrónomas… Mujeres distintas. La idea es recuperar esa palabra y dar el sentido positivo que en realidad tiene. El proyecto va de reivindicar la figura de la bruja como mujer libre, mujer creativa, mujer inspirada. Que no es algo malo sino todo lo contrario.
¿Hay una labor de documentación en este disco?
Hay mucha historia escrita sobre la Inquisición. A lo largo de la historia, a las mujeres que podían predecir eclipses se las tachaba de brujas, cuando lo que hacían era realizar estudios por su cuenta. Como los demás no lo entendían, las señalaban de brujas. También a curanderas…
Taylor Swift tiene ese estigma de mala, manipuladora, calculadora… y ha jugado con la imagen de la «serpiente». No sé si en un entorno underground, folk, cantautor, artesanal… como el tuyo, sufres un estigma parecido.
No conozco el caso de Taylor Swift, no sé por qué la llaman bruja… Cuando decidí hacer este disco, tenía 33 años, no tenía una casa fija, no tenía pareja, no tenía hijos, tenía una vida errante. Me preguntaba cómo habría sido vista en el siglo XV, añadiendo fantasía, evidentemente. Quería hacer como una exploración de mis antepasadas, entre comillas.
En el plano musical, ¿cómo has querido retratar esta temática?. Hay bastante folclore, ¿cómo has hecho la producción?
En la Península Ibérica hay mucha leyenda sobre aquelarres, y me intenté imaginar cómo sonarían esas fiestas paganas donde se hacía música, y se decía que las mujeres se liaban con los diablos. Me imaginaba un sonido muy folclórico y, dependiendo del lugar, los aquelarres de Aragón sonarían a jotas, los de Galicia a música gallega…. Quería que el disco tuviera ese espíritu folclórico, que es lo que me viene a la mente con ese imaginario.
‘Seguramente fui yo’ es una jota, ¿verdad? También sale la palabra «seguidilla»…
Mi intención es que fuera una jota, pero tampoco soy una entendida. Los géneros los hago como me da la gana (risas) Seguro que no es una jota estrictamente, pero por ahí va la cosa.
¿Y la parte del folclore latinoamericano?
Tiene mucho que ver con haber estado en México un par de veces. Es un país muy mágico, incluso a nivel artístico. El mundo de las brujas me lleva a esas tierras, también a la música andina. Descubrí una curandera en internet, María Sabina, a la que acudieron los Beatles, Jodorowsky… y ella hacía viajes alucinógenos con ritmos chamánicos. ‘La extraña’ coge esos ritos y la idea es que tuviera ese tinte latinoamericano, aunque en este caso es una cumbia colombiana. Otro tema, ‘Con los pies desnudos’, se inspira en ‘Risas’ de Alfonsina Storni porque es una de mis poetas favoritas, de mis brujas favoritas, como yo digo. Tiene un ritmo de chacarera porque ella era argentina.
No sé si he entendido muy bien el juego de la «triple Diosa» de ‘La extraña’: la anciana, la hija y demás, ¿qué me puedes contar?
Se dice que en los rituales de brujas hay un ritual llamado «Bajando la luna», se invoca a la Luna y hablan a través de ella. Se la invoca como «triple Diosa» porque sus diversas caras -creciente, nueva…-, representan una faceta de la mujer. Son los tres momentos vitales: anciana, mujer adulta y la niña. Es recurrente en la imaginería de brujas. En el disco hablo de leyendas, pero estos rituales todavía sobreviven, por ejemplo las «wicca» hacen rituales de este tipo.
Entiendo que la lucha del disco es que «bruja» y «aquelarre» dejen de tener una connotación negativa…
Para mí no tienen connotación negativa, es fruto de una cultura machista. Se asocia «bruja» a mujer vieja, fea, solitaria… es una visión machista de la mujeres por ser solteras o por generar tentaciones en hombres casados. La idea del disco es desestigmatizar la palabra y darle un lado luminoso.
¿Y «aquelarre»?
Para mí es una fiesta donde estas mujeres se reúnen. La gente decía que tenían relaciones con el diablo, pero yo me imagino a mujeres reunidas celebrando, divirtiéndose, no haciendo pactos con el diablo (risas).
El diablo tiene una función particular en el disco. Hay un montón de detalles, como «pelo rojo» cuando se asociaba a los pelirrojos y las pelirrojas a algo malísimo… Pero esta canción dice: «hay que ser muy tonta para creer que el diablo te amará». Hay un poso de desamor, decepción, mentira… hay una segunda lectura por ahí, ¿o se me ha ido la olla?
No, no, muy bien visto (risas). Hay mucho de desamor y un poco de venganza. «Venganza» no, no me gusta la palabra. Pero sí de sensación de estafa a nivel emocional con una serie de individuos. Es una exageración llamarlos «diablos» pero es una referencia a un tipo de personalidades narcisistas: las que te encandilan y cuando te conquistan, pierdes el valor. Es una estafa porque es una seducción que tiene más que ver con ellos mismos. O con ellas, que también pueden ser mujeres. Es sobre ese perfil. Y también es sobre nuestra relación con el lado más oscuro de nosotros mismos, con nuestro diablo interno. Todos somos buenos y malos.
¿De ahí la frase «ahora soy yo la que conspira»? No sé si es que te transformas en el mal…
Bueno, no sé… A través de una relación de este tipo te encuentras con tus propias oscuridades.
«Por mucho que se acalle a las brujas, todavía estamos aquí»
¿Hay un desenlace en esta historia?
No. A nivel musical hay apertura y cierre, del ritual iniciático «ahora entramos allí» al final, que es del mismo tinte a nivel sonoro, acabando con «Las brujas vuelven», que es una referencia a un libro del siglo XV de Jaume Roig. Se llama ‘Espill’ o ‘Llibre de les dones’, es un libro muy conocido, misógino, y la parte que yo uso es un texto en el que él describe cómo las brujas se reunían en la Cueva de Biterna, donde pactaban con el diablo. Juego con esa parte de texto en catalán antiguo pero lo manipulo bastante. Lo que quiero decir es que por mucho que se acalle a las brujas, todavía estamos aquí. Entendiendo «bruja» por mujer liberada que se atreve a ser ella misma, mujer independiente…
‘Oscuro canto’, la penúltima canción del disco, no sé si habla de lo mismo que el resto del disco. No sé si es una metáfora sobre que no se escucha lo suficiente tu voz, cuando dices lo de «se pierde mi voz… desangelada». Estás cantando sobre mujeres fuertes, pero no sé si te estás quejando de tu lugar en la industria musical.
Conscientemente no. Es más un sentimiento de ese momento, de cuando la compuse. No pensaba en eso.
«Recuerdo que en 2014 lo que hacía era una marcianada. A mí me parecía muy interesante reivindicar el folclore de aquí porque todo el mundo miraba Estados Unidos. Había mucho prejuicio hacia el folclore propio»
Te lo pregunto porque C Tangana es número 1 en Spotify con una canción que bebe del folclore, y no sé si te sientes una pionera en ese sentido, porque antes quien retomaba el folclore era un friqui.
No sé si soy pionera o no, pero recuerdo que en 2014 lo que hacía era una marcianada. A mí me parecía muy interesante reivindicar el folclore de aquí porque todo el mundo miraba a Estados Unidos. Había mucho prejuicio hacia el folclore propio. Nació de ahí, no sé si ahora nace del mismo punto, y no sé si soy la persona para denominarme pionera, no sé qué había antes. Quizá había gente menos conocida haciéndolo. Quizá era una tendencia que tenía que pasar y ya está.
Hay partes de tu disco que me recuerdan al dream pop, a la banda sonora en la canción final… pero te veo tan a tu rollo que me pregunto qué escuchas realmente en tu casa y qué opinas de la evolución de la música española en los últimos años.
Cada vez me interesa más la música sin producir. Cuanto más virgen sea, más me atrae. Por eso el folclore me atrae tanto, esa ausencia de producción lo hace más puro, más vivo. Al final solo acabo escuchando producciones e ideas de estudio. Y personalmente me atrae más lo otro. No soy una fanática del trap, no te voy a engañar (risas) Tampoco hago un gran esfuerzo para que me guste. Está bien, hay cosas que me gustan, pero no es lo mío.
Dime una cosa que te haya gustado en los últimos años.
(piensa) Me gusta mucho Sílvia Pérez-Cruz, por una cuestión muy emocional. Cuando canta me agarra, tiene mucho duende, me emociona mucho su manera de cantar. Por decirte alguien.
Pero tu disco sí está producido, están los coros doblados de ‘La extraña’, el efecto fantasmagórico… que viene muy bien en un disco que habla de cosas místicas.
Si yo no digo que no haga producción (risas) Decía lo que me gusta escuchar. Últimamente me atrae más la ausencia de producción, pero yo hago mucha producción. En casa del herrero, cuchillo de palo.
Menos ‘Recuerdos de Ypacaraí’ que casi sí que no tiene producción.
Esta canción la grabé en casa, es la única. Se la pasé a Joel (Condal), el productor, que la hizo sonar «grande», como él dice, aunque es una guitarra y dos voces. La canción me gusta mucho, habla de la música como embrujo, de una historia de amor: «el embrujo de tus canciones me enamoró». Es la capacidad de embrujar de la propia música. Cuando voy a conciertos o escucho a alguien cantar, hay algo de hechizo cuando algo te conecta realmente.
¿La conociste en voz de Julio Iglesias?
De Caetano, hace mucho tiempo.
«Agobia un poco no saber a qué te vas a dedicar los próximos meses»
Finalmente, aunque sea tópico, estoy preguntando a los músicos cómo están: estás sacando un disco importante, muy chulo y pensado, y estamos en mitad de una pandemia…
Justamente, como es un disco que antes de ser disco era un proyecto en directo, se estrenó en marzo de 2019. Hicimos bastantes conciertos y por eso me he atrevido a sacarlo. Si no nos dejan tocar, tendré un recorrido hecho en directo con estas canciones. Sacar un disco nuevo sin un recorrido en directo sí me daría apuro, por si no se puede tocar. Con este disco tocaremos lo que podamos, y ya hemos hecho un par de conciertos, pero el tener un recorrido previo me deja más tranquila.
Entonces estás bien…
De momento tiro con dinero ahorrado, pero como siga (la pandemia) mucho tiempo, no sé qué vamos a hacer. Agobia un poco no saber a qué te vas a dedicar los próximos meses.
Pero el disco estaba hecho…
Pues… no (Risas)
«Grabar un disco es una gran inversión de energía, tiempo y dinero. Te puede venir mejor o peor y en ese momento no lo tenía planteado»
Pero ‘La extraña’, por ejemplo, salió en febrero, antes del confinamiento…
Primero salió ‘Carta al Diablo’ en 2019. Hicimos un concierto y nos pidieron que grabáramos algo, algún single, no recuerdo muy bien. Yo lo grabé como single. Para ampliar también grabo ‘La extraña’, era un single de 2 canciones. Luego iba a hacer EP, se aplazó todo por el confinamiento, y al final el EP se convirtió en el disco.
¿Entonces para ti es un disco con entidad, o ha salido por accidente?
Es importante, pero al ser concebido para el directo, lo veía así. La gente desde fuera me tuvo que decir «¡graba estas canciones!». En el camino me he animado y ha sido un poco una concepción extraña para momentos extraños.
¿El proyecto siempre se llamó ‘Lilith’?
Sí. El concepto estaba claro desde el principio. Grabar un disco es una gran inversión de energía, tiempo y dinero. Te puede venir mejor o peor y en ese momento no lo tenía planteado. Tiene retintín que un disco de brujas salga en una pandemia porque se decía que las brujas producían pandemias.
Borneo es un dúo argentino de folk-pop compuesto por Ana Schon y Mateo Monk, dos jóvenes de 18 y 17 años, respectivamente, que residen en Argentina pero cuentan con España como el país que más escucha su música -de hecho, de los cinco lugares que más les siguen, tres son Madrid, Barcelona y Valencia, el resto son Ciudad de México y Buenos Aires-. La canción de 2019 de Borneo, ‘Rayito’, incluida en su EP de debut, pasó tres semanas en la lista de temas más virales de Spotify España, de hecho alcanzó el top 18, y a día de hoy supera el millón de reproducciones en la plataforma sueca.
El nuevo single de Borneo, ‘Limoneros’, es hoy nuestra «Canción Del Día». Publicado el 8 de octubre, el tema celebra la llegada de la primavera en Argentina, que va del 21 de septiembre al 20 de diciembre, y emociona con poco más que la bonita voz de Ana, la guitarra con ecos de bossa de Mateo, que recuerda al trabajo más intimista de José González o Kings of Convenience; y una percusión ligera y pausada, a la que también acompaña la irrupción de unos sutiles coros.
En ‘Limoneros’, Borneo pasean por la calle, observando el cielo y recordando lo que deja la estación anterior: «la espera fue breve, la canción floreció, el invierno fue leve, pero nos congeló», canta Ana, a la vez que va «por l calle cantando» y observa que el «cielo está pintado» de un color «que me guardo para no olvidar jamás». Con una mezcla de alegría por la estación que llega y de melancolía por la que se marcha, ‘Limoneros’ captura un instante de magia iluminada por el sol: «y otra vez recorrer y perdernos andar flotando entre los limoneros, no percibir que esto se esta muriendo, un paseíto tan azul como el cielo».
Otros temas similares firmados por Borneo son ‘Gris’, ‘Esperando’ e ‘Insomnio’, mientras ‘Cuidar el jardín’ vio la luz durante la pandemia. Ellos dicen que “en una época en la que la música más escuchada busca sonar lo más fuerte posible, nosotros creemos en el poder de la canción en su expresión más despojada”, y ‘Limoneros’ es una carta de presentación estupenda para su cometido.
Adele ha sido la encargada este sábado de presentar una nueva edición de Saturday Night Live. En su monólogo inicial, la cantante ha confirmado que su disco «no está terminado» pero sin dar más detalles.
Las palabras de Adele no invitan a dejar de especular en absoluto sobre el sucesor de ’25’: su disco puede aún salir este año, puede que se encuentre ultimando la mezcla, o puede que le queden temas por grabar. Por qué aparecería Adele, después de pasar años alejada del ojo público, en uno de los programas más vistos de Estados Unidos para después volver a su cueva es un misterio, pero si alguien puede hacer lo que le da la gana hoy en día es ella.
En su monólogo, Adele ha explicado también que ha decidido presentar el programa pero no actuar porque le da «miedo hacer las dos cosas» y ha bromeado sobre su pérdida de peso: «sé que tengo un aspecto muy diferente a la última vez que me visteis, y esto es porque, debido a las restricciones de movimiento por la covid, debía viajar ligera y traer solo una de mis mitades, y esta es la mitad que he elegido».
Como es habitual, la presentadora de Saturday Night Live ha participado en varios gags, y en uno de ellos, Adele ha interpretado a una concursante de The Bachelor, un reality estadounidense sobre citas. La artista ha arrancado a cantar de la nada ‘Someone Like You’, ‘When We Were Young’, ‘Hello’ y ‘Rolling In the Deep’, hartando a sus compañeros. En un gag vacacional, la artista a duras penas ha conseguido aguantar la risa, y en otro -ambientado en el año pasado- ha visitado a una vidente para averiguar qué le deparará su vida en 2020.
Matt Berninger bromeaba sobre el hecho de que ‘Serpentine Prison’ se pudiera considerar un álbum en solitario, ya que en él hay como veinte colaboradores, de Gail Ann Dorsey a Andrew Bird, pasando por Matt Barrick (The Walkmen). Pero todos están aquí, disciplinados, al servicio de las letras de Matt. Aunque sí hay una presencia que sobresale en el conjunto, aún más que la de Berninger, esa es la de Booker T. Jones, legendario líder de Booker T. & the M.G.’s, la banda de Stax Records que creó el sonido de singles y álbumes de nada menos que Wilson Pickett, Otis Redding, Bill Withers, Sam & Dave… Booker es el productor de ‘Serpentine Prison’ y el único músico que toca en todas las canciones; su órgano Hammond siempre está ahí. La figura de Jones y la pasión que siente Berninger por él instilan el álbum. De hecho, el peso de Booker es tan abrumador que, en buena lid, el disco debería haberse editado bajo el nombre Matt Berninger & Booker T. Jones.
El resultado de la aventura no es sólo audible; es casi palpable. ‘Serpentine Prison’ tiene una muy hermosa cualidad orgánica, táctil, de sonido en directo (que se pierde algo, por eso, en el streaming). Ahí se nota el mimo con que se ha grabado todo, la calidad de los instrumentos, incluso la atmósfera de complicidad que ha reinado durante la grabación. A la voz de Berninger, recia, grave, quizás le falte un pelín de flow para acabar de hacerse con unas canciones orientadas hacia el soul. Pero, paradójicamente, son sus tonos tan bajos y algo monocordes lo que le da a su vez el toque; un cantante con una garganta más dúctil pasaría, paradójicamente, más desapercibido.
‘Serpentine Prison’ está alejado del indie, de la épica que tan bien manejan The National. Sin embargo, la voz de Matt es tan indisociable de la banda que es imposible no comparar ambas aventuras. Por ejemplo ‘Distant Axis’ es un puente entre The National y este proyecto. El piano y el rasgueo de guitarra acústica, las letras y las inflexiones vocales de Matt le otorgan esa textura épica marca de la banda. El resto del disco se esfuerza en alejarse de la órbita del grupo. El órgano y el piano de Hammond de Booker reinan y deliran en una casi-jam muy de soul de los setenta en ‘One More Second’. ‘Silver Springs’, dueto con la gran Gail Ann Dorsey, brilla, a mi parecer, más que el de ‘You Had Your Soul with You’, aun siendo una canción más tópica, de jazz blues. Pero esta vez ambos se compenetran realmente y fluyen con naturalidad. En ‘Oh Dearie’ Matt se pone en la piel de Leonard Cohen; es una bonita balada con piano, guitarra y coros en crescendo. El piano de ‘Take Me Out Of Town’ suena tan familiar que has de leer bien los créditos para cerciorarte que es un tema original y no una versión. En ‘Collar of Your Shirt’ es donde la voz de Berninger se aleja más de su tono habitual y se acerca a uno más canónico de soul-americana, subiendo octavas hasta obtener lo más parecido a un falsete. ‘All for Nothing’ acaba con una hermosa subida de intensidad, arropada por violines y la emoción ascendente.
Quizás el resultado esté un poquito por debajo de las expectativas ante lo que prometía tal cantidad de genios. Pero muy poquito. ‘Serpentine Prison’ son 41 minutos de soul hermoso y cálido. Un disco elegante, emocionante y (odio la palabra, pero aquí se ajusta) adulto. Y es hermoso notar como Matt muchas veces se se deja llevar en mucho de los temas. Música para arroparse durante este feo otoño.
Calificación: 7,3/10 Lo mejor: ‘Distant Axis’, ‘One More Second’, ‘Silver Springs’, ‘Oh Dearie’, ‘All for Nothing’. Te gustará si te gusta: Andrew Bird, Hamilton Leithauser, las producciones de Booker T. Jones Youtube:vídeo de ‘One More Second’
Julia Michaels es una de las compositoras de pop más influyentes del último lustro por su trabajo para Selena Gomez o Justin Bieber, que la ha llevado a trabajar con multitud de artistas; y este año ha metido mano en la mejor canción de ‘Future Nostalgia‘ de Dua Lipa, el álbum pop que ha marcado el principio de década, y en el single político de Demi Lovato. Tanto tiempo se lleva hablando de Michaels que parece mentira la artista todavía no haya publicado un álbum largo como tal. En los últimos años ha editado tres epés, ha arrasado con singles como ‘Issues’, aparecido en multitud de temas de más o menos éxito como artista invitada, y hasta a tenido tiempo de demostrar que su estilo puede ser mucho más interesante de lo que parece, con temas como el glam ‘Uh Huh’ o el bizarro ‘Pink’.
El debut largo de Julia Michaels existe, no tiene fecha de edición, pero existe, y la artista ha declarado que será un trabajo centrado en el amor y en «estar enamorado» en lugar de sumergido en una relación tóxica. Julia sale con el cantante JP Saxe a partir de que ella escribe su éxito ‘If the World was Ending’, y el primer adelanto del álbum está inspirado en esta relación. Producida por unos The Monsters & Strangerz que recientemente has escuchado en ‘Liar’ de Camila Cabello, varios temas del disco de Lauv (ex de Julia) o ‘Break My Heart‘ de Dua Lipa, ‘Lie Like This’ acerca a la cantante y compositora a la pista de baile para hablarnos de una sensación típica en el amor, la de sentir que no puedes despegarte de persona que te llena aunque estés «emocionalmente jodida».
Y no, la pista de baile que busca Julia en ‘Lie Like This’ no es la misma que este año han visitado Dua, Kylie o Jessie Ware, y ni siquiera puede hablarse de una aproximación a la discoteca como tal. La influencia del piano-house es perceptible en el arreglo musical de la canción, pero donde este año ‘Chromatica‘ y ‘Róisín Machine‘ nos han sumergido en esos mundos de manera profunda, ‘Lie Like This’ no deja de ser una grabación pop ante todo, confeccionada para la radiofórmula, pulida al máximo e inofensiva desde el punto de vista de la producción. Sin embargo, la voz rota de Julia aporta una personalidad inconfundible mientras la melodía de la canción atrapa tanto como esa relación irresistible que relata su letra, especialmente la de un estribillo que engancha dentro de que busca cierta linealidad.
Parte de la redacción evalúa ‘positions‘, el nuevo single de Ariana Grande. El álbum ‘positions’ sale el 30 de octubre y la imagen que veis es su portada.
«Quizás el mayor problema que tiene Ariana Grande ahora mismo es que esperamos mucho de ella. El nivel de exigencia es alto: queremos más y mejores hits. Las expectativas pueden afectar a ‘positions’; temo que pueda parecer poca cosa de entrada. Nada más lejos de la realidad. Es una canción muy bonita, deliciosa en su aparente sencillez. No es un tema que busque la espectacularidad, no contiene ganchos evidentes. Pero, déjenme caer en el tópico, es que el gancho es toda ella. ‘positions’ es elegantísima, recuerda al R’n’B sedoso de principios de los 90, destila mucha melancolía, ella canta precioso y el arreglo de cuerdas es casi perfecto. Y es tan corta que le das al repeat inmediatamente; un puente y un estribillo extra, por esta vez, no habría sobrado. La única pega que le pongo es el videoclip: Ariana, ¿eres la presidenta de EE.UU. y estás triste porque él no está? ¡Anda y que le den!» Mireia Pería
«En ‘positions’, Ariana Grande ofrece un aburrido doble sentido que puede ser interpretado desde un punto de vista feminista o desde un punto de vista sexual. Las «posiciones» de las que habla se dan en la cama… pero también en la cocina, y no es ella la que está ocupada amasando harina: en el vídeo es la mismísima presidenta de Estados Unidos, de la misma manera que, en la vida real, es una jefa de la industria del pop. A estas alturas este tipo de «inversiones» no quedan muy imaginativas: ¡hasta Meghan Trainor lo hizo con más gracia hace cinco años! Pero lo peor de ‘positions’ es que muestra a una Ariana con muy poco interés por llevar su sonido hacia adelante o hacia nuevos lugares, hasta el punto de que ‘positions’ suena prácticamente indistinguible de cortes de ‘Dangerous Woman‘ como ‘Sometimes’… o de cualquier tema perdido de Craig David. ¿Dónde está el «groove» de ‘Boyfriend? Para ser Ari la mayor abanderada del R&B-pop actual, ‘positions’ jamás da una idea de lo interesante e innovador que este género puede llegar a ser. Más bien al contrario». Jordi Bardají
En los últimos 15 días hemos asistido a una moción de censura de VOX, y a un estado de alarma decretado por el gobierno central (PSOE y Unidas Podemos), en la Comunidad de Madrid (PP y Ciudadanos), que provocó una manifestación en Ferraz. En definitiva, a nuevas evidencias de que vivimos en un país profundamente dividido incluso en mitad de una pandemia y una crisis económica históricas, lo cual parece advertirnos que así permanecerá para siempre. Mientras en Twitter asistimos atónitos a una sucesión de mensajes más bobos en su maniqueísmo que enriquecedores sobre cualquier conflicto, en los últimos días también se ha estrenado una serie española llamada a hacer historia en tan sólo 6 episodios de 50 minutos, ‘Antidisturbios’. Rodada en Madrid, en escenarios tan reconocibles y llenos de significado como la Plaza de Nelson Mandela en Lavapiés o las inmediaciones del Santiago Bernabéu en Cuzco, la serie dirigida por Rodrigo Sorogoyen se está viralizando, pues partiendo de un desahucio, está disgustando a todas las partes implicadas casi por igual.
Los protagonistas son 6 policías antidisturbios que acuden a un destartalado edificio donde han de desalojar a unos inquilinos que no pueden pagar, siguiendo una orden del juez, y pese a que por la falta de dos furgones, la operación está desaconsejada. Allí topan con una plataforma anti-desahucios y un grupo de inmigrantes senegaleses dispuestos a hacer lo que sea para que la policía no se salga con la suya. A partir de ahí, se desencadena una trama que roza lo claustrofóbico, sobre todo en las segundas partes de los capítulos 1 y 5, y en la que la gran baza es lo difuminada que está la barrera entre «buenos» y «malos», salvo un par de excepciones.
Medio en broma, medio en serio, Él Mató a Un Policía Motorizado dejaron hace poco el titular en El Español: «Hasta donde yo he podido ver y sé, la policía es mala en todas partes». Sea conocimiento popular o leyenda urbana, lo cierto es que la policía lleva tiempo tratando de luchar contra esa imagen, algo que les va a costar algo más que contratar a un community manager enrollado para gestionar el Twitter. ‘Antidisturbios’ no duda en mostrar la peor cara de la policía, con personajes en ocasiones iletrados, pasionales, maltratadores, acosadores (atención a esa camiseta de Los Suaves), adictos y desconocedores de cualquier atisbo de autocontrol. La serie ha cabreado tanto a los sindicatos de la policía que han condenado el guión en redes sociales, llegando a tildarlo de «basura».
Pero ‘Antidisturbios’ no se queda en contentar al público objetivo de un Nacho Vegas. Rodrigo Sorogoyen, que trató el tema de la corrupción en España en una película tan sobresaliente como ‘El reino’ (antes llegó ‘Que Dios nos perdone‘), cuestiona aquí también el buen hacer del sistema judicial, la lucha de intereses, y de nuevo la corrupción en nuestras instituciones. Sin cortarse un pelo, Sorogoyen, la co-creadora Isabel Peña y el co-guionista Eduardo Villanueva, se acercan a algunos de los antidisturbios para mostrar su lado más humano (y sexy, qué valor) sobre todo a través de los personajes de Raúl Arévalo, Álex García y Roberto Álamo. Cuando a uno de ellos le tiembla la voz -y el alma- para pedir ayuda psicológica, la cual necesita realmente a vida o muerte, el espectador se da cuenta de hasta qué punto ha sido víctima a su vez de los roles de la masculinidad tóxica de la sociedad.
¿Quién es tratado con benevolencia en esto? Aquellos que piensen que el grupo de inmigrantes o los desahuciados, que repasen el primer capítulo y cuenten el número de veces que la policía, a tenor de su experiencia, trata de evitar que se desencadene la tragedia. Y rizando el rizo encontramos el personaje de la actriz principal, Vicky Luengo, que interpreta el papel de Laia, una agente de Asuntos Internos a la que se encarga la investigación de las irregularidades del desahucio. Suya es la primera escena de la serie, una partida de Trivial en la que ya nos queda claro lo importantísimo que es para ella tener razón, por encima incluso de la justicia. ¿Cuánto le importa de verdad esta si tiene que repasar el nombre del inmigrante cuyo caso investiga de manera obsesiva? En las diversas caras que vemos de este personaje, y en el peligro de que el espectador se vea reflejado en él, es donde el director de ‘Madre‘ termina de lucirse en una serie breve, con trasfondo, emocionante en los primeros planos y vibrante en las escenas de acción corales. No triunfará fuera como ‘La casa de papel’ por presentar una trama menos universal, más «nuestra», pero es parte desde ya de la historia de la ficción nacional. 9.
Corría el año 2015 la primera vez que hablamos de este disco. Eran los días en que ‘Lean On’ arrasaba, se publicaba ‘Peace Is the Mission‘ y la noticia entonces era que Major Lazer sacarían al cabo de muy pocos meses un álbum llamado ‘Music Is The Weapon’. Al fin en nuestras manos, no estamos exactamente ante el mismo disco, para el que se anunciaron colaboraciones como Gwen Stefani, The Weekend, Sia, Justin Bieber, Travis Scott… Podemos adivinar dónde terminaron algunas de ellas, y otras no; pero la intención permanece.
Como se afirma en la serie por capítulos «Lazerism» que repasa su historia y objetivos, Major Lazer están aquí para promover la «unidad y la paz», «alejar la negatividad en el mundo» y promocionar el amor de «los unos sobre los otros»: todas aquellas cosas que tenían lugar en sus multitudinarios conciertos. Y justo cuando no pueden hacerlos han decidido sacar este disco que llegó a tener otro nombre por el camino -precisamente ‘Lazerism’-, y es pertinente porque, ahora más que nunca, «la música» ha de ser «el arma» para que sobrevivamos a este otoño.
La fórmula para motivar a su público es la de un disco de media hora en la que caben medio docena de singles y otra media que podría serlo en cualquier momento, todos en torno a los 2 o 3 minutos de duración, terminando antes de que te puedas aburrir de los literales «Bam Bams» de sus ritmos locos. En ‘Music Is the Weapon’ está ‘Qué calor’, el tema que J Balvin llevó a la mismísima Super Bowl; ‘Trigger’ con la sedosa voz de Khalid; ‘Rave de Favela’ con Anitta, MC Lan y BEAM; y ‘Oh My Gawd’, con Nicki Minaj, Mr Eazi y K4Mo; entre otros.
Diplo, Walshy Fire y ahora también Ape Drums -Jillionaire ya no forma parte de la banda- siguen entregadísimos a los ritmos africanos («África siempre ha sido el futuro», proclaman) y jamaicanos, como es el caso de ‘Hell and High Water’ con Alessia Cara, contando también con numerosos colaboradores de este país, como Shenseea con todo su flow en ‘Tiny’ o ‘Busy Signal’ en ‘Sun Comes Up’. Sin embargo, hay que decir que después de haber inspirado el 100% de la discografía de Lola Indigo, el álbum es mejor en su tramo final, cuando se desmelena en su acercamiento a los ritmos latinos e indios, sin que esto tenga nada que ver ni con el reggaetón ni con los trucos de ‘Lean On’.
Siento una especial debilidad por algo tan tonto como ‘Lay Your Head On Me‘, sobre todo dentro de esta secuencia, pues la dulce voz de Marcus Mumford rodeada de EDM y acústica habría hecho soltar alguna lagrimilla a Avicii; pero las verdaderas sorpresas del álbum no pueden ir por ahí ni por donde Skip Marley, uno de los nietísimos, en ‘Can’t Take It From Me’. Si ‘Rave de Favela’ es perfecta para una sesión de «voguing», ‘Jadi Buti’ incorpora a dos artistas indios como son Nucleya y Rashmeet Kaur entre una atractiva caída de cuerdas, trompetas y flautas. Y ‘QueLoQue‘, con Paloma Mami, añade un punto de merengue a una melodía que atrapaba desde el principio cual hit de Kali Uchis. Podría ser una producción del ex Calle 13 Trending Tropics, aunque Paloma Mami en realidad sea chileno-estadounidense y nacida en Manhattan. La cuestión es que da igual «de dónde», como proclama Busy Signal en ‘Sun Comes Up’: «hoy me siento libre / no importa dónde quiera estar / podría ser en cualquier lugar del mundo / pero esta noche estás aquí conmigo». Obviamente sin baladas ni un tema sin potencial, Major Lazer siguen conociendo los beats con los que derribar males y fronteras.
Calificación: 6,8/10 Lo mejor: ‘QueLoQue’, ‘Qué calor’, ‘Rave de Favela’, ‘Lay Your Head On Me’ Te gustará si te gustan: Diplo en general, Calle 13, Avicii, Lola Indigo Escúchalo: ‘QueLoQue‘
Alizzz ha publicado este jueves noche su nuevo single junto a Amaia… cuando el primero permanece en el número 1 de Spotify España gracias a su nueva producción para C. Tangana, ‘Demasiadas mujeres‘.
El productor barcelonés había compartido una playlist de canciones que han inspirado ‘El encuentro’ o a las que, como mínimo, recuerdan por sonido, y esta playlist incluía música bastante funky y bailable de Jungle, Her’s, Phoenix, Empire of the Sun o hasta Chimo Bayo, pero también cosas como ‘Heaven or Las Vegas’ de Cocteau Twins, ‘Love Will Tear Us Apart’ de Joy Division o ‘Desaparecer’ de Los Planetas. De ‘Good Life’ de Inner City a ‘This Charming Man’ de los Smiths, quedaba claro que ‘El encuentro’ aunaría elementos funky y guitarreros, quizás tan inspirados en el post-punk como ese ‘Todo me sabe a poco’ con el que Alizzz sorprendía hace unas semanas.
La pista de esta playlist que llevaba directamente al sonido de ‘El encuentro’, hoy nuestra «Canción Del Día», no estaba precisamente en Chimo Bayo a pesar de los vídeos de la ruta del bakalao que Alizzz ha compartido estos días en sus redes. Más bien estamos ante un tema pop bailable con influencias del post-disco y el «boogie» de los 80, próximo al trabajo de los mexicanos CLUBZ. El vídeo de ‘El encuentro’ ya puede verse y sí hace referencia a la ruta, pues ha sido rodado en Valencia: esto va de «un encuentro» que termina en after, con Amaia marcándose un «pos’ miradme tol’ coño» en un punto del vídeo, Alizzz orinando en campo abierto, ambos bailando bajo la luz del sol… y más cosas.
Sobre su colaboración con Amaia, Alizzz ha explicado: “Con Amaia decidimos hacer una canción sobre un momento, sin explicar demasiado nada y dejando abiertas las posibilidades”, explica Alizzz sobre cómo surgió la colaboración. “Los dos habíamos vivido algo similar, un encuentro fortuito con alguien con el que has tenido algo importante, pero que no ves desde hace mucho. Es una situación sugerente donde todo está en el aire y nadie sabe qué puede pasar. En el tema la voz de Amaia suena susurrante pero a la vez poderosa”.
En cuanto a Amaia, ella celebra la nueva dirección musical que ha tomado en este nuevo single: “Desde que Alizzz me enseñó la primera idea de esta canción me emocioné y quise colaborar con él. Me encanta cómo suena la mezcla entre lo orgánico y lo electrónico, y sobre todo que pueda bailarse, porque hasta ahora no había hecho nada en esa dirección”.
Casero es el proyecto de pop electrónico de Gabriela Casero, cantante y compositora madrileña a la que probablemente conozcas por su trabajo al frente de MOW. Las canciones de Casero apuntan en realidad a un pop pausado, intimista, «hecho en casa»… apto por tanto para fans de la última Natalia Lacunza o de Rebe.
Después de haber conseguido que temas como ‘Islas desiertas’ o ‘Cuánto más’ sumen, entre las dos, cerca de 800.000 escuchas en Spotify, la artista presenta nuevo single de la mano de Russian Red. La autora de ‘I Love Your Glasses’ no saca disco de material original desde 2014, pero en 2017 volvió con un extraño álbum de versiones y en 2016 lanzó un EP colaborativo con Glowbug (un músico de Los Ángeles, donde reside la artista) en el que ya se envolvía de sonidos electrónicos, como sucede en este ‘Cállate’ en el que Lourdes Hernández asume el protagonismo sobre todo a partir de la segunda estrofa.
En ‘Cállate’, Casero y Russian Red lamentan una relación fallida, arrepentidas. «Ahora me ha dado por sentir que todo lo que vivimos ha sido solo un castigo para mí», canta la primera, mientras la irrupción de la segunda es inequívoca en cuanto empieza a sonar su reconocible vibrato. La artista lamenta: «Ahora que lo pienso estaba claro, con lo que yo te quería y las ganas que tenía de tenerte siempre al lado, no puedo dormir de lo sola que me siento, no puedo parar de pensar que me arrepiento, de haber perdido tanto tiempo contigo».
Con la taquilla en cifras para llorar, la gran idea de los grandes estudios ha sido posponer los estrenos más esperados hasta no se sabe cuándo. ¿Quizá hasta que no quede ni un cine abierto? Almodóvar no da crédito. Asegura que ahora es cuando hay que trabajar más que nunca y su propuesta ha sido conducirnos a los cines, entre semana y bajo la lluvia, para ver su primera obra en inglés, de 30 minutos, rodada después del confinamiento. Merece la pena tragarse los 15 minutos de anuncios previos para ver esta obra de media hora, aunque solo sea para reflexionar durante un par de ellos sobre cosas como «¿alguien ha oído algo parecido a «me contagié viendo una película en el cine»?».
‘La voz humana’ (1930) de Jean Cocteau, una obra fetiche en la filmografía de Almodóvar desde los 80, no es ajena a la historia del cine ni al mundo del pop. La idea era que la interpretara Édith Piaf aunque no llegó a hacerlo, Roberto Rossellini hizo una adaptación en 1948, Ingrid Bergman protagonizó otra en los años 60 y Alaska y Dinarama sacaron en 1986 una canción así llamada que parecía inspirada en este texto. Si la letra de aquella «Voz humana» decía «Júrame que llamarás, aunque no existas, aunque no sea verdad», esta nueva versión de Almodóvar es una vuelta sobre aquella Marisa Paredes que en ‘La flor de mi secreto’ se preguntaba: «¿Hay una posibilidad, por pequeña que sea, de salvar lo nuestro?».
El monólogo de una mujer a punto de volverse loca por una ruptura es el pilar de este cortometraje para el lucimiento de Tilda Swinton. La actriz tuvo que «pellizcarse dos veces» cuando recibió el mail de Almodóvar, pues ambos habían coincidido pero ella tendía a comportarse en esos encuentros como «un animal extraño y tímido» mientras el director estaba «rodeado de admiradoras»; y ahora es el espectador el que tiene que «pellizcarse dos veces» para sobrevivir a esa mezcla de «locura y melancolía» de la que su mismo personaje presume y que de manera tan fehaciente define a la protagonista de ‘Tenemos que hablar de Kevin‘.
Almodóvar, como es lógico, no le deja todo el protagonismo. ‘La voz humana’ era referenciada en ‘La ley del deseo’ (1987) e inspiró el personaje principal de ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ (1988), donde la imagen de Carmen Maura al aparato es una de las más recordadas. Entre muebles utilizados en otras de sus películas, esa terraza con alguien que si se tira, que si no se tira, y ese libro de Alice Munro sobre una mesa, los «Eastern Eggs» a su carrera son continuos. El espectador se termina de sentir como en casa con la reconocible música de Alberto Iglesias.
Esa sensación de confortabilidad termina jugando también algo en contra de ‘La voz humana’, un corto cuyos máximos pros son la actuación de Swinton, reforzada porque esta adaptación presenta una versión más moderna del personaje femenino; y la dirección artística, un absoluto espectáculo con una inesperada referencia escenográfica al Lars Von Trier más teatral, el de ‘Dogville’, ‘Manderlay’ y ‘Wasington’.
El gran contra es que ambos mundos -el de Swinton y el almodovariano- no terminan de integrarse para crear un nuevo universo frente a un espectador impaciente por que se saque partido a ese hacha, a la referencia a ‘Kill Bill’, a toda la violencia que se insinúa durante esta media hora. Dejando el humor relegado a un cameo, Almodóvar es fiel a su visión de la mujer en general, y de la mujer doliente en particular, pero en ‘La voz humana’ ha trabajado sobre todo el lado formal y estético -del teléfono rojo a rozar el spot de Airpods-, sin turbulencias tarantinescas, ni afectaciones dramáticas, al menos que al espectador afecten. El director manchego continúa en ‘La voz humana’ la senda que tan buen resultado le dio en ‘Dolor y gloria‘ de jugar con el contexto cinematográfico (la película dentro de la película), interpretando la salida del escenario como una forma de liberación. Swinton y Almodóvar brillan por separado, sin atreverse a dar un paso histórico en unas carreras de vértigo. 7.
Este viernes pueden escucharse al fin el nuevo single Ariana Grande y el tema conjunto de Amaia y Alizzz, que salía el jueves. A lo largo de la semana han llegado a las plataformas también temas sueltos de Kanye West (‘Nah Nah Nah‘), Delafé y Suu (‘MUCHO MUCHO MUCHO’), FINNEAS (‘Can’t Wait to Be Dead’) o un ‘Slime’ de Shygirl producido por SOPHIE. Foto: Dave Meyers
Hoy viernes sale también un tercer adelanto de ‘DISCO’ de Kylie Minogue así como un nuevo pepinazo de Novio Caballo llamado ‘Celebritis’ que no es otra cosa que una versión de Fabio & Glitter Klinik. También presenta nuevo tema electrónico Russian Red, si bien este pertenece en realidad a Casero y Lourdes ejerce de vocalista invitada. Por otro lado, Miley Cyrus, que al fin ha anunciado su disco, ha subido su versión de ‘Zombie’ a las plataformas de streaming a la vez que Adrianne Lenker lanza un tema llamado ‘zombie girl’, perteneciente a su nuevo disco en solitario.
Entre los artistas que se han animado a adelantar us próximos proyectos se encuentran Ela Minus (su disco sale el viernes que viene, próximamente entrevista con ella), Arlo Parks con ‘Green Eyes’ (su debut sale en enero), Julien Baker con ‘Faith Healer’ (su disco sale en febrero), un Eguala cuyo nuevo single y vídeo hemos estrenado en estas páginas; Ty Dolla $ign con ‘Spicy’ acompañado de Post Malone, Nilüfer Yanya con ‘Crash’ (presenta EP) o Amatria, que publica «un disco» este viernes. Además, C. Tangana y yaeji se han puesto de acuerdo para añadir sendos «bonus tracks» a sus últimos lanzamientos, y el primero de ellos involucra a Chico Blanco.
Este viernes sí salen a la luz los nuevos trabajos discográficos de Bruce Springsteen, Gorillaz y su experimento ‘Song Machine’, Major Lazer, Actress, Jeff Tweedy, The Mountain Goats, Faithless, Laura Veirs, Songhoy Blues, John Frusciante, Boy Pablo, Bea Miller, Nothing but Thieves, clipping. o JunglePussy.
El disco que contendrá su éxito ‘Midnight Sky’, que hoy viernes podría ascender por primera vez al top 5 en Reino Unido como apuntan las «midweeks», se llama ‘Plastic Hearts’ y estará en el mercado en poco más de un mes, el 27 de noviembre, es decir, el mismísimo Black Friday. Su portada no puede ser un homenaje más explícito a Debbie Harry. El álbum incluirá la versión de ‘Heart of Glass’ que ha logrado situar en el top 40 británico, pero también la de ‘Zombie’, que se viralizaba el pasado fin de semana. «Dolores estaría muy impresionada», escribían los chicos de Cranberries en Instagram.
Miley se ha dirigido a sus fans a través de una carta publicada en Instagram en la que indica que comenzó este disco «hace 2 años» y que pensó que «lo tenía todo bien atado y resuelto, incluso su propia vida», pero se equivocó, refiriéndose al incendio en su casa de 2018: «Nadie pone a prueba tu ego como la vida misma. Justo cuando pensé que el cuerpo de trabajo había terminado, todo se borró, incluyendo la mayoría de la relevancia de la música porque todo había cambiado». De momento, se desconoce la secuencia del álbum: simplemente se sabe que ‘Midnight Sky’ será la pista 7, ‘Heart of Glass’ la 14 y ‘Zombie’ la 15.
Ariana Grande ha publicado su nuevo single ‘positions’, que vuelve a ser una producción de su habitual Tommy Brown junto a LondonOnDaTrack y Mr. Franks. En el estilo trap-pop de ‘thank u, next‘ o ‘Boyfriend’, el tema cede su gancho a un extraño instrumento de cuerda pulsada y presenta suculentas armonías vocales en el estilo de Brandy.
El vídeo de ‘positions’ vuelve a estar dirigido por Dave Meyers pero no es surrealista como los de ‘no tears left to cry‘ o ‘God is a woman‘. En este caso, Ariana ocupa la Casa Blanca para convertirse en presidenta de Estados Unidos a la vez que asume tareas del hogar típicas como cocinar, sacar a los perros o meter la cabeza dentro del horno. El vídeo vuelve a ser una superproducción, si bien parece pensado para el lucimiento de ella en todo momento y nada más.
La cantante había anunciado, por sorpresa, que su nuevo trabajo discográfico vería la luz «este mes» de octubre, lo que significa que el lanzamiento ya solo podrá darse en una fecha, el viernes día 30 de octubre, a menos que haya algún cambio de última hora, como que decida publicarlo en jueves o el huracán Adele mueva ficha de alguna manera. El día 30 es la fecha a la que apunta la cuenta atrás en su página web.
La «Semana Virtual de la Música Latina» de Billboard se está celebrando esta semana y, entre los artistas que han ofrecido entrevistas de manera conjunta, se encuentran Rosalía y Pharrell Williams -el integrante de The Neptunes participó en las sesiones de grabación de ‘El mal querer‘ pero sus producciones permanecen inéditas-. En la entrevista, Rosalía y Pharrell confirman que han trabajado juntos en «varias canciones» nuevas pero sin dar detalles, y destacan de cada uno su compromiso y dedicación en el estudio.
Otro de los temas abordados en la entrevista es el techo de cristal. Rosalía argumenta que las mujeres encuentran más dificultades que los hombres a la hora de ocupar posiciones de poder en la industria de la música tanto como artista como detrás de los focos: «es una bola: como mujer, a ti no se te da una posición de igualdad, y eso hace que no (obtengas) los (mismos) beneficios (que los hombres) y que nunca estés en la misma posición (que ellos). El crecimiento se hace mas difícil».
Cuando Pharrell introduce en la conversación el tema de las plataformas de streaming y los algoritmos, la autora de ‘Dolerme’ le coge el testigo para poner el ejemplo de un caso en el que opina que esta dificultad se ha dado, y que no necesita nombrar explícitamente para que quede claro que es ‘Relación Remix’, la remezcla del éxito de Sech en la que ha participado junto a Daddy Yankee, J Balvin y Farruko, y que sigue entre las canciones más escuchadas en Spotify a nivel global (16).
La cantante lanza su «hipótesis» y explica: «pongamos una canción en la que hay varios hombres y una mujer, y esa canción es un «remix»; en ese «remix», se le promete a la mujer que va a ser «main artist» y (de hecho) la mujer tiene más tiempo en la canción que el resto de hombres (que participan), pero luego hay artistas grandes que tienen muchos números y que, por el algoritmo, interesa que estén como «main artist» y ella como «featuring», eso va a hacer que ellos tengan todo el beneficio mecánico y ella no lo tenga, (por lo que) la mujer va a tener mucha mas dificultad de acabar teniendo los mismos números que esos hombres».
Como puede comprobarse en Spotify, ‘Relación Remix’ aparece acreditada a tres artistas principales, ninguno de los cuales es Rosalía: Sech, Daddy Yankee y J Balvin figuran como «main artist» y Rosalía y Farruko aparecen ya a la derecha del título de la canción como artistas invitados.
Lous and the Yakuza es una de las sensaciones pop del momento en el mundo francófono después del lanzamiento de su primer single, ‘Dilemme’, en septiembre de 2019. Su álbum debut, ‘Gore’, ha salido esta semana y en España es un trabajo que provocará interés como mínimo por quien se encuentra detrás de la producción: El Guincho. El músico y productor canario diversifica su plantilla de colaboradores y mientras ultima el próximo álbum de Rosalía, se ha aliado con Lous and the Yakuza y también ha participado en la producción del nuevo disco de FKA twigs.
¿Pero quién es Lous and the Yakuza? La mujer frente al proyecto se llama Marie-Pierra Kakoma y es belga. La palabra «Lous» viene de invertir el término inglés «soul» y «Yakuza» es el nombre con el que se conoce a los sindicatos del crimen organizado de Japón, si bien Kakoma lo utiliza para describir a su equipo de músicos y colaboradores. ‘Gore’ es su primer disco y, entre los sencillos que han avanzado su lanzamiento en los últimos meses, se encuentran ‘Dilemme’, ‘Amigo’ o ‘Solo’. Todos estupendos temas pero la artista se había reservado uno igual de fantástico para cuando saliera el álbum, ‘Dans la hess’, el que más está funcionando de manera espontánea en Spotify y que hoy es nuestra «Canción Del Día».
‘Dans la hess’ es una producción de El Guincho compartida con otros dos productores, Mems y Ponko. Como la totalidad de ‘Gore’, el tema ofrece un sonido de trap-pop elegante y de tonos cálidos similares a los de la portada del álbum, pero también destaca por sus capas de sonido hipnóticas y por su bonita melodía, que aguantaría una revisión más clásica sin duda. Para no haber sido single por el momento, puede ser el tema más inmediato y emotivo de todo el largo.
En jerga francesa, el término «hess» se usa para referirse a un estado de «miseria», y en ‘Dans la hess’, Kakoma nos viene a contar que todo lo que ha conseguido no ha caído del cielo, que se lo ha currado como la que más para llegar donde está. Y desde luego así ha sido si atendemos a su biografía: la cantante es hija de un ginecólogo congoleño y de una madre pediatra, esta llegó a ser encarcelada durante la Segunda Guerra del Congo cuando Kakoma apenas contaba 2 años, y cuando Kakoma cumplió 18 años, sus padres la desheredaron por querer dedicarse a la música en lugar de a la medicina y la echaron de casa. La artista vivió durante meses en la calle hasta que encontró un estudio de grabación en el que dormir, rehaciendo su vida.
En ‘Dans la hess’, Kakoma asegura haber «gritado, llorado y pedido ayuda» pero también haber salido de su «vida de mierda». Y entre recuerdos a sus «hermanos y hermanas» de la calle y a aquellos tiempos en que se veía forzada a «ganar algo de dinero para ir tirando» hasta que su vida mejorase, se crece desafiante ya en la primera estrofa, en la que canta que «no tiene tiempo para ir perdiendo oportunidades» y que su paciencia «tiene un límite». Así, ‘Dans la hess’ se convierte en un pequeño himno de superación y sobre todo de emprendimiento, de cómo coger el toro por los cuernos: «tienes que hacerte paso, nada de tarjetas de crédito, paga en especias, si has venido a jugar, hazlo a toda velocidad».
Hay algo mágico en la escucha de ‘Lilith’, el nuevo disco de Maria Rodés, que incluso trasciende su concepto. La autora presentaba este proyecto en 2019, en principio ideado tan sólo para el directo, como una manera de desestigmatizar la palabra «bruja», para reivindicar a las mismas como algo positivo: mujeres simplemente libres que quieren ser ellas mismas en una sociedad patriarcal que las juzga por razones por las que un hombre nunca sería juzgado. Tomando el nombre del folclore judío, la primera mujer de Adán que abandona el paraíso porque no quiere someterse a él, ‘Lilith’ acoge canciones salpicadas de referencias mitológicas y lo hace con un fondo musical a veces teatral o cinético, pero siempre embriagador. Uno de esos discos disfrutables en cualquier momento, pero que a altas horas de la noche se crece, adquiriendo otra dimensión.
‘Lilith’ presenta unos cuidados textos con campos semánticos muy determinados, y un fondo musical igualmente muy concreto. Maria Rodés se ha documentado sobre aquelarres -para ella, simplemente reuniones de mujeres- celebrados históricamente en el mundo para retratarlos en lo sonoro en el marco de su lugar de origen. Así, ‘Seguramente fui yo’, inspirada en un aquelarre de Aragón («hoy he escondido la escoba / en un rincón de la alcoba / para que bailes conmigo / y que se nos quite el frío»), presenta un festivo ritmo de jota. Llevando el mismo tema a sus viajes y su atracción por Latinoamérica, ‘Con los pies desnudos’ se inspira en la poeta argentina Alfonsina Storni, por lo que incorpora un ritmo de chacarera. Y ‘La extraña‘, dado su interés por la curandera mexicana María Sabina, que llegó a asesorar con sus ritmos chamánicos a los Beatles, se deja empapar de ritmos latinos, si bien en este caso derivando en una cumbia colombiana.
A ese ambiente místico que sabe generar ‘Lilith’ contribuye una sencilla estructura con «intro» y «outro», desde la breve ‘A la luna venidera’ a la conclusión ‘Les bruixes tornen’, que empuja este disco a lo conceptual: las «brujas», las «mujeres libres» volverán por mucho que se las queme en la hoguera. Y eso que tan sólo es un disco por accidente, debido a la pandemia, como nos ha contado Rodés en una entrevista que publicaremos próximamente. Armado con canciones como ‘Pelo rojo’ -de nuevo, más estigmas- o la versión acústica de ‘Recuerdos de Ypacaraí’, un tema que interpretaron desde Caetano Veloso hasta Julio Iglesias, logra formar un todo magnífico pese a que no fuera la intención inicial grabar estas canciones en el estudio.
Uno de esos discos conceptuales, eso sí, en el que son muchas las canciones que funcionan de manera independiente al margen de su contexto. Al fin y al cabo, al margen del rico discurso que esconden algunas letras sobre mitología y la historia de nuestra sociedad, hay oculto un poso de decepción, universal como el pop, en el retrato de un tipo de persona tóxica, que más que el amor busca alimentar su ego, de manera narcisista. De ahí ‘Carta al Diablo’ («sí, ya lo sé / no debí fiarme de mí / ya lo sé / pero es que la piel me decía que sí») y ‘Pelo rojo’ («hay que ser muy tonta para creer que un día el diablo te amará / ¿no ves que no puede ser? / si ni te ve, no tiene alma ni piedad»), si bien en algunos puntos del álbum la víctima parece convertirse en verdugo, enfrentando a la persona narradora con sus puntos más oscuros. El juego entre «bruja» y «diablo» es otro más de los entretenimientos que caben en estos 28 minutos.
A estas alturas y después de discazos como ‘Una forma de hablar‘ (2010), ‘Sueño triangular‘ (2012), ‘Maria canta copla‘ (2014) y ‘Eclíptica‘ (2018), debería ser redundante decir que Maria Rodés tiene un gusto espectacular para incorporar instrumentos orgánicos tradicionales, y también contados toques de electrónica (algunos coros y efectos apuntan a Julia Holter). ‘Con los pies desnudos’ no solo es un desafiante himno feminista en homenaje a la poeta que se suicidó en el mar («con los pies desnudos / por el agua voy / me río de todo, del diablo y de Dios»), sino que la solemne producción a lo Leonard Cohen le da una fuerza especial.
Hay un tema en este disco en el que me gusta pensar, aunque no es el caso, que Maria Rodés está reivindicando su lugar en la industria musical. ‘Oscuro canto’ comienza diciendo algo así como «no sube esta noche mi canto hacia el cielo (…) se pierde en la sombra mi voz desangelada». Rodés, con un lugar en la escena española pequeño pero muy fiel y constante, demostrado en cientos de conciertos, lleva ya demasiados discos enormes como para permanecer en un plano semi underground un segundo más. En un mundo en el que Sílvia Pérez-Cruz es superventas, ‘Me quedo contigo’ paraliza un país (ella la cantó antes) y el folclore nacional es top 2 en singles, urge que suba a otro nivel aunque esa, tampoco, sea su intención.
Calificación: 8,5/10 Lo mejor: ‘Seguramente fui yo’, ‘Carta al diablo’, ‘Pelo rojo’, ‘Con los pies desnudos’, ‘La extraña’ Te gustará si te gusta: Christina Rosenvinge, Jorge Drexler, Julia Holter Youtube:‘Seguramente fui yo’
C. Tangana y Chico Blanco han dado una sorpresa a sus seguidores al presentar un tema conjunto llamado ‘Ojalá’. La canción ha sido sumada al último EP de C. Tangana, ‘Bien:(‘, el que incluía la deslumbrante y diferente ‘Nunca estoy’, por lo que dicho EP pasa a tener 5 pistas en lugar de 4.
Era un EP introspectivo y por ahí va esta canción en su primera mitad, incluso claustrofóbica y próxima a los trucos del witch-house, si bien después se eleva, más funky. El tema, que se llama ‘Ojalá’, aunque parezca llamarse ‘Contigo encerrao’, es una curiosidad y una manera de presentar a quien no lo conozca aún a Chico Blanco, que este año nos conquistaba con la edición del estupendo ‘Gominola’.
Por su parte, C. Tangana es top 2 en España con un tema nuevo, la sobresaliente ‘Demasiadas mujeres’, peleando por desbancar a Maluma del número 1 oficial, cosa que ha conseguido hace unos días en Spotify España.
Hoy, 22 de octubre, se cumplen 30 años de la publicación del álbum ‘Behaviour’ de Pet Shop Boys. Pero ese no es el aniversario que vamos a celebrar en este artículo. Al menos, no estrictamente. Porque, junto con el álbum, también cumple 30 años ‘Being Boring’, su canción más emblemática. Fue lo primero con lo que toparon los oyentes del disco. ‘So Hard’, el single adelanto que se publicó en septiembre, era una falsa alarma: ‘Behaviour’ iba a ir por derroteros bastante desconocidos para Pet Shop Boys… o no tanto, pues ‘Later Tonight’, ‘King’s Cross’ o ‘Results’, el disco que le compusieron a Liza Minnelli, ya habían advertido previamente de la tendencia a la melancolía del dúo.
Pero expliquemos su trasfondo. Para ello, hay que tirar unos años atrás. 1981: se reportan los primeros casos en EEUU de un raro cáncer que parece afectar sólo a hombres homosexuales. Christopher Dowell, el mejor amigo de Neil Tennant, le comenta: “esto nunca podría pasar aquí”. 1987: aparece ‘Actually’, Pet Shop Boys son uno de los grupos más populares del momento y Christopher agoniza a causa de circunstancias relacionadas con el sida en el Hospital St Mary de Londres. A él va dedicado ‘It Couldn’t Happen Here’, el tema que abre la cara B de ‘Actually’. Neil Tennant pasa muchas de las tardes de su etapa imperial en el hospital visitando a su amigo. Christopher fallece en 1989. Su funeral es el argumento de la hermosa ‘Your Funny Uncle’, la cara B de ‘It’s Alright’. Pero no es sólo Christopher. Son más, muchos más, amigos, conocidos, los que se desvanecen a causa de la pandemia del sida. “Tenía un grupo de amigos muy sólido de adolescente”, explicaba Neil Tennant en una entrevista a The Guardian en 2018. “Fue una época muy intensa de mi vida y, de alguna manera, acabó con la crisis del sida, con muchos amigos que murieron, así que nunca me recobré de eso. No lo digo de una manera traumatizada, sólo que eso siempre está en mi historia. Es parte de lo que soy”.
En ‘One Hundred Lyrics and a Poem’, Tennant explica cómo estas pérdidas llenaron muchas de sus letras de la época de rabia y nostalgia. La canción es autobiográfica y está estructurada en tres partes: en la primera se narra una fiesta de 1974 en Newcastle, cuya invitación recoge una cita de Zelda Fitzgerald: “ella nunca se aburría, principalmente porque nunca fue aburrida”. En la segunda, Neil narra su llegada a Londres en 1972 sobre zapatos de plataforma, el inicio de una nueva vida. En la tercera parte, ya es famoso, ya ha conseguido ser “la criatura que quería ser” en sus sueños de juventud. Pero su amigo ya no está. “Pero pensé que, a pesar de todos estos sueños, tú estarías sentado por aquí conmigo”, canta Neil emocionado en la última estrofa.
Pet Shop Boys le birlaron el título a un diario japonés, que los definió así en la crítica de uno de sus conciertos de 1989. Sí, la canción es melancólica pero, aun así, también brilla su ironía. Y un algo de autodefensa: “Nunca fuimos aburridos porque nunca nos aburrimos”. El videoclip rodado por Bruce Weber fue el colofón a todo este maravilloso derroche de sensibilidad y melancolía. Celebérrimo fotógrafo de moda, autor del documental de culto ‘Let’s Get Lost’ sobre Chet Baker, Weber agarró a Neil, Chris y unos cuantos amigos y amigas modelos, los metió en una mansión de Long Island y rodó en fastuoso blanco y negro el videoclip perfecto. Pocas veces en la historia del audiovisual pop se han conjugado de manera tan insuperable la música y las imágenes. Una fiesta, gente hermosa, carpe diem, la sensación de ser un hermoso sueño del que, lamentablemente, despertaremos.
Musicalmente, algo también había cambiado. Neil y Chris decidieron grabar ‘Behaviour’ en Munich, con Harold Faltermeyer, autor de diversas bandas sonoras y afamado productor y arreglista (Donna Summer, Giorgio Moroder). Faltermeyer tenía en su estudio una colección de sintetizadores analógicos, que era lo que Pet Shop Boys necesitaban para dotar a su nuevo álbum de esa atmósfera más orgánica y cálida. El tema lo abre la guitarra de JJ Belle (¡Un susto! ¿¿Una guitarra eléctrica abriendo una canción de Pet Shop Boys??). Como bien recoge F.J. Barbero en ‘Plural’, la enciclopédica biografía del grupo que publicó en 2016, “El ritmo, inspirado en ‘The Funky Drummer’ de James Brown da un toque retro (…) La voz está doblada en distintas octavas en el último verso de cada estrofa y el estribillo. Este efecto provoca un efecto más expansivo, como si cada pista de voz representara el pasado y el presente. La estructura del tema es una progresión de cuatro acordes (La sostenido, Si sostenido, Sol menor séptima y Do menor) que crea un efecto (…) melancólico y agridulce. Sin embargo, el hecho de acabar el tema en Sol sostenido le confiere un tono que transmite cierta esperanza y optimismo”. Como el propio Neil afirma, han usado un truco de Stock, Aitken y Waterman. El puente triste muestra la pena por el tiempo perdido, el estribillo parece buscar confortación en la alegría de los viejos y felices tiempos.
¿Y las consecuencias? Agridulces, como la canción. ‘Being Boring’ apareció como segundo single de ‘Behaviour’ el 14 de noviembre de 1990, en una versión algo más corta que la del disco. Sólo alcanzó el puesto 20 en las listas británicas. Pet Shop Boys, niños mimados de los charts desde 1986, vivieron como una amarga derrota que su canción más brillante vendiera tan poco (para sus estándares). De alguna manera, asumieron como un fracaso que ‘Behaviour’ en general y ‘Being Boring’ en particular no alcanzaran el éxito masivo al que estaban acostumbrados. En su gira ‘Performance’ de 1991, no incluyeron ‘Being Boring’.
En ‘Pet Shop Boys vs America’, el estupendísimo diario de la rama estadounidense del tour que escribió Chris Heath (a ver cuándo lo traducen), se recoge un lamento de desesperación (y cierto retintín sarcástico) de Chris Lowe: “Creo que deberíamos despachar ‘Behaviour’. Ese fracaso de disco. Deberíamos escribir otro buen disco de música dance, declarar ‘Behaviour’ siniestro total. Somos un grupo de singles. No somos un grupo de álbumes. No deberíamos hacer buenos discos. Deberíamos hacer unos pocos singles y después sacarlos entre un montón de basura”. Pero el disco y el tema ya habían iniciado su propio camino al éxito… pero por otros derroteros. En el libro hay una aparición estelar de Axl Rose. Contra cualquier pronóstico, es fan total y confeso de ‘Behaviour’. “Un espectáculo maravilloso. Pero, ¿por qué no hicisteis ‘Being Boring’”, espeta al dúo después del concierto de Los Ángeles. Y como él, muchos más. ‘Being Boring’ enseguida obtuvo un estatus de culto. Fue el 22 de octubre de 1990 cuando muchos que les negaban el pan y la sal, descubrieron que Pet Shop Boys eran muy grandes. Ya lo eran antes. Pero, igual que un actor de comedia maravilloso debe lucirse en un papel dramático para ser tenido en cuenta, ‘Behaviour’ fue el disco circunspecto que sacudió a oyentes recelosos o prejuiciosos. Y ‘Being Boring’ fue la puerta a este nuevo mundo. Preciosa, majestuosa y sentida. Eterna.
Dolly Parton se ha pasado esta semana por el programa de Stephen Colbert para hablar de su libro. Sí, como Francisco Umbral. El 17 de noviembre, la artista publica ‘Songteller’, un libro en el que repasa su vida a través de sus letras. Ya os habíamos contado que la autora de ‘Coat of Many Colors’ se ha adelantado lo más grande publicando un nuevo álbum de villancicos a principios de octubre.
El paso de Dolly por el programa de Colbert es noticia después de que la artista haya hecho llorar al presentador tras arrancarse a cantar una canción de la nada. Lógico si se tiene en cuenta que la canción en cuestión es una verdadera tragedia romántica: ‘Bury Me Beneath the Willow‘ está narrada desde el punto de vista de una mujer que desea morir y ser enterrada «debajo de un sauce» después de descubrir que su prometido la ha engañado con otra, de manera que este llore su pérdida. La letra dice: «mañana era el día de su boda, ¿dónde puede estar él? Él se ha ido a casarse con otra, y ya no siente nada por mí».
El vídeo bajo estas líneas muestra que Stephen Colbert, que dice sentirse especialmente sensible debido a la difícil situación actual, empieza a llorar y a ponérsele la piel de gallina en cuanto Dolly empieza a cantar la canción. Al final ella descubre el dramita que ha provocado y le espeta al presentador: «mejor me piro antes de que te mueras de pena y no puedas terminar el programa».
‘Bury Me Beneath the Willow’ es una canción de «bluegrass» tradicional que fue registrada por primera vez en el año 1906, si bien su autor se desconoce. La canción alcanzó gran popularidad en los años 30 gracias a la versión de The Carter Family.
En esta locura de semanas en que Ariana Grande anuncia disco por sorpresa y Adele vuelve de la nada probablemente para anunciar también el suyo, parece que empiezan a amontonarse los macrolanzamientos que la gente comprará masivamente de cara a la Navidad.
Decimos esto porque ahora otro gigante de la música, Paul McCartney, ha anunciado nuevo álbum de estudio. De acuerdo, no venderá tanto como Adele, pero no deja de ser quien es. ‘McCartney III’ sale el 11 de diciembre. Es la tercera parte de aquella trilogía que el ex Beatle inició en 1970 con el lanzamiento de su primer disco en solitario, titulado ‘McCartney’, al que le siguió ‘McCartney II’ en 1980, 10 años después. Este llega solo 40 años después, pero mejor tarde que nunca. Además, el músico británico no ha estado precisamente parado en los últimos tiempos, pues su último disco, ‘Egypt Station‘, salió en 2018.
En una nota, Paul ha explicado que ‘McCartney III’ ha surgido sin que él lo esperara o planeara. «Tenía que hacer la música para una película, y cuando terminé me pregunté qué hacer después. Entonces fui grabando cosas que tenía medio acabadas. Hacía música para mí en lugar de por trabajo. No tenía ni idea de que estas grabaciones me llevarían a hacer un álbum».
Ty Dolla $ign, uno de los raperos favoritos de las estrellas del pop, y de también de muchos raperos, lo cual viene a ser lo mismo en realidad, ha anunciado que su nuevo disco ‘Featuring Ty Dolla $ign’ sale este viernes 23 de octubre. El título tiene gracia porque el largo se compone de 25 pistas, la mayoría de las cuales son colaboraciones con otros artistas. Está incluida aquella locura de canción que reunía a Kanye West, FKA twigs y Skrillex en un único lugar; serpentwithfeet y Burna Boy protagonizan sus propios interludios, y también asoman por el tracklist Nicki Minaj, Thundercat, Kehlani, Future… o Post Malone.
El autor del exitosísimo ‘Hollywood’s Bleeding’ aparece como artista invitado en el enésimo adelanto del álbum que se ha dado a conocer hoy (ya se conocían ‘Expensive’ con Nicki o la referenciada ‘Ego Death’). ‘Spicy’ es la pista 5 nada menos, por lo que difícilmente pasará desapercibida en un disco tan largo, pero además tiene toda la pinta de dar a ambos artistas un nuevo éxito en las listas.
La fórmula de ‘Spicy’, en este caso, aúna un agradable ritmo trap-pop con la melodía de una guitarra española… mientras Post Malone no deja de aportar su reconocible vibrato estreñido. Posty y Ty Dolla ya habían aparecido juntos en ‘Psycho’, uno de los mayores éxitos del primero… aunque fuera un horror para algunos. De hecho, Posty menciona ‘Psycho’ en su estrofa, dedicada en su mayor parte a una mujer que no puede aguantarse las ganas de «bajarle los pantalones» sin importarle que él esté ocupado. Os dejamos con el tracklist de ‘Featuring Ty Dolla $ign’:
1. Intro
2. Status
3. Temptations feat. Kid Cudi
4. Serpentwithfeet Interlude
5. Spicy feat. Post Malone
6. Track 6 feat. Kanye West, Anderson .Paak, and Thundercat
7. Freak feat. Quavo
8. Double R feat. Lil Durk
9. Expensive feat. Nicki Minaj
10. Burna Boy Interlude
11. Tyrone 2021 feat. Big Sean
12. It’s Still Free TC
13. Real Life feat. Roddy Ricch and Mustard
14. Nothing Like Your Eyes
15, By Yourself feat. Jhené Aiko and Mustard
16. Universe feat. Kehlani
17. Lift Me Up feat. Future and Young Thug
18. Time Will Tell
19. Dr. Sebi
20. Powder Blue feat. Gunna
21. Everywhere
22. Slow It Down
23. Your Turn feat. Musiq Soulchild, Tish Hyman, and 6LACK
24. Return
25. Ego Death feat. Kanye West, FKA Twigs, and Skrillex
Chet «JR» White, miembro fundador de la banda Girls junto al carismático vocalista Christopher Owens, ha muerto a los 40 años en su casa de Santa Cruz, California, debido a un paro cardiaco, informa Stereogum citando palabras de Dean Bein, fundador del sello -True Panthers- que publicó los dos discos del grupo. Su «corazón dejó de latir durante la noche».
El músico, que nació en Santa Cruz pero vivió buena parte de su juventud en San Francisco, fundó Girls junto a Owens en el año 2007. Además de integrante de Girls, él fue productor de los dos únicos álbumes publicados por la banda entre los años 2009 y 2011, unos ‘Album‘ y ‘Father, Son, Holy Ghost‘ que recibieron excelentes críticas por parte de la prensa especializada. ‘Album’ fue el 9º mejor disco de 2009 para la redacción de JENESAISPOP y «Holy», nada menos que el cuarto mejor disco de 2011 para esta publicación. Enormes fueron singles como ‘Lust for Life’, ‘Honey Bunny’, ‘Oh So Protective One’ o ‘Laura’. White produjo a su vez el EP de Girls de 2010, el estupendo ‘Broken Dreams Club‘.
Cuando Owens abandonó Girls en 2012, el dúo naturalmente se disolvió, y White pasó a ejercer de productor para otros artistas. Su trabajo más destacado es ‘Goon‘ de Tobias Jesso Jr, artista que terminaría haciéndose de oro gracias a su trabajo con Adele. ‘It’s Glitz’ de Glitz, ‘Sob Story’ de Spectrals y ‘Big Wheel and Others‘ de Cass McCombs son otros títulos producidos por el músico.
En Twitter, Owens ha recordado a su compañero: «Espero que no sientas otra cosa que paz ahora, hermano. Te quiero, te doy las gracias por haber creído en mí, y por todo lo que has aportado (a nuestro trabajo juntos). Siempre estaré orgulloso de ti y siempre recordaré cómo nos protegías a Liza, Patrick, Beta y a mí de los imbéciles».