Hace unos años, cuando Grace Morales publicó aquel libro tan ácido sobre el primer disco de Mecano, me preguntaba qué «hater» del grupo se iba a gastar los dineros en comprarse un libro sobre el trío madrileño. Los libros sobre músicos se hacen para fans, son el único público objetivo que pueden tener. La respuesta es que la editorial Lengua de Trapo cerró: que Nacho Vegas se prestara a contar todo sobre su vida sexual y adicción a las drogas fue una excepción más que una regla en la colección Cara B planeada y el asunto no llegó muy lejos, derivando en una gran pérdida para el periodismo musical.
Seis años después, el mayor fan de Mecano sobre la faz, Javier Adrados, contraataca con otro libro sobre el grupo aprovechando la edición de un disco de homenaje a ‘Descanso dominical’, del que al menos podemos rescatar la excelente revisión de Reyko de ‘El cine’; y también el regreso de Nacho Cano a los escenarios como protagonista absoluto de Sonorama. Si Ana Torroja decidiera pasarse por allí, solo Dios sabe lo que podría pasar… aparte de que de nuevo su carrera en solitario pasaría a segundo plano, lo cual sería una pena porque aguardan temas con colaboraciones de Rosalía, Alizzz, El Guincho, Henry Saiz o Pional. ¿Dónde está el sucesor de ‘Llama’?
‘Mecano (el grupo español más importante de la historia)’ es un libro hecho por un fan y se nota demasiado, en cierta falta de rigor en algunas afirmaciones o en la cantidad de datos ensalzadores repetidos. Es bastante cuestionable, por ejemplo, que el primer disco en solitario de Ana Torroja (‘Puntos cardinales’, 1997) fuera el exitazo que se proclama en el libro de manera reiterada. Es verdad que el regreso de Mecano acabó con su promoción, pero no hay que ser un lince para darse cuenta de que el álbum no iba a tener la longevidad de un álbum de Mecano debido a la ausencia de cuartos, quintos, sextos singles a la altura. Hoy en día, cuando le preguntas a Ana Torroja por aquella preciosidad llamada ‘Te he querido tanto’ a duras penas la recuerda y no acierta a adivinar quién fue su verdadero autor. ¿Fui el único, por cierto, que escuchó cómo en Cadena 100 contaban que se habían distribuido muchas más copias de ‘Puntos cardinales’ de las que realmente se vendieron? Ana Torroja habla sin tapujos sobre el hecho de que su carrera en solitario ha tenido mucho menos éxito que la de Mecano, ¿así que por qué maquillarlo en un libro? ¿Acaso necesitan algún tipo de maquillaje los múltiples logros conseguidos por el grupo?
La falta de criterio quita un poco de «punch» a este trabajo, que por lo demás es tan fascinante como siempre lo ha sido la historia del grupo español capaz de vender más de 10 millones de copias en todo el mundo. Nadie, por otro lado, como un fan obsesionado para recopilar fotos, declaraciones, entrevistas… y el libro es una chuchería en ese sentido. El trabajo documental es excelente, laborioso, solo al alcance de alguien que ha vivido por y para Mecano durante años, y a través de las declaraciones logradas por Adrados de sus ídolos Ana, Jose y Nacho, es cuando se hace imprescindible.
José María Cano, por ejemplo, a menudo no se ha cortado un pelo hablando con la prensa y es de lo más entretenido escucharle sentenciar por ejemplo que «los gays no es un colectivo cualquiera» (¿cuál sí lo será?) o recordar sus complejos cuando en los inicios de la banda todos los singles eran de Nacho por increíble que pudiera parecer a día de hoy (las 3 canciones más escuchadas de Mecano en Spotify son claramente de Jose). Desde sus comienzos medio marginados en la Movida hasta su éxito absolutamente descomunal sobrepasando la frontera del millón de discos vendidos solo en España (qué tiempos aquellos…), con el epílogo de lo que han sido sus proyectos en solitario, ‘Mecano’ es capaz de ofrecer la visión de los tres protagonistas principales sobre todas estas etapas, dejando varias curiosidades desconocidas por el gran público. ¿De verdad se anunció su separación de manera tan cutre, y en directo por televisión? ¿De verdad Ana y Nacho fueron vecinos en Nueva York? ¿De verdad Mecano fueron un par de meses número 1 en Francia? ¿De verdad el padre de Ana no la reconocía prácticamente en el escenario? Cuéntamelo todo de nuevo porque es que no me lo creo… 7. Disponible aquí.
Dos bandas de rock muy queridas por el público regresan… o están a punto de hacerlo. Por un lado, Madee, la formación original de The New Raemon (Ramón Rodríguez) junto a Pep Masiques, Pablo Garrido, Salvador D’Horta y Marc Prats, ha anunciado en Twitter que publicará nuevo material en septiembre, de nuevo a través del sello BCore Disc, por lo que su regreso es 100% oficial. Sus palabras han sido: «En dos semanas volvemos a un estudio de grabación. En septiembre estrenaremos nuevas canciones y en octubre celebraremos otra cosa más antigua y muy importante para nosotros y nuestra historia juntos». El último largo de Madee fue ‘L’Antarctica’ en 2007, tras lo cual The New Raemon publicó su debut, un año después.
Y por otro lado, The Mars Volta, que de hecho llegaron a separarse en 2013, han insinuado también en sus redes que se encuentran preparando nuevo material en el estudio. En concreto, Cedric Bixler-Zavala ha contestado a un fan que le escribía en Twitter para compartir su deseo de que volvieran, declarando que «va a ocurrir». Recoge el tuit, ya borrado, Consequence of Sound, aunque otro sigue disponible en el que Bixler-Zavala asegura que ha «estado en el estudio con el Bernie Sanders puertorriqueño». Se refiere, claro, a su compañero de banda Omar Rodríguez-López.
En otro tuit también borrado reproducido por Pitchfork, Bixler-Zavala daba a entender que The Mars Volta al menos volverían para tocar pero no «discos antiguos» y afirmaba: «Cuando ORL [Omar Rodríguez-López] me enseñó parte de su nuevo material se me salieron las putas lágrimas. Como Claire Daines en ‘Romeo y Julieta’. Fue raro de cojones. [La música] está en su etapa inicial: no hay fechas límite, ni idas de olla, ni dramas, solo dos hombres adultos usando aceites esenciales y atrevidos nuevos perfumes, disparando ideas». En pocas palabras: The Mars Volta han vuelto al estudio, pero su regreso no es oficial. El último álbum de The Mars Volta, ‘Noctourniquiet’, vio la luz en 2012.
Man !!!! WTF ! I miss their bikini kill opening slot then I find out they played a wrestling event last night!?! To be fair I was in the studio working on music w the Puerto Rican Bernie Sanders. https://t.co/7pVE8vsLLw
— cedric bixler zavala (@cedricbixler_) May 4, 2019
En dos semanas volvemos a un estudio de grabación. En septiembre estrenaremos nuevas canciones y en octubre celebraremos otra cosa más antigua y muy importante para nosotros y nuestra historia juntos. 🔹La foto es de @noemieliasb 🔹@bcoredisc 🔹#Madeepic.twitter.com/BseKjXcjBA
Coincidiendo con el 20º aniversario de su primer EP, ‘Nada como el hogar’, Pauline en la Playa publican el que podemos considerar su 7º disco. Es su primer álbum en seis años, pues son los que han pasado desde ‘El mundo se va a acabar‘, si bien las hermanas Álvarez han contado en Disco Grande que no tienen la sensación de haber estado tanto tiempo fuera del mapa. La industria musical ha continuado cambiando, como lo ha hecho la visión del underground, pero Mar y Alicia continúan fieles a su sonido plácido y reconfortante, manteniendo en el punto de mira referentes como Vainica Doble, Le Mans o los textos de Gloria Fuertes.
‘Pin, Pan, Pun’ tiene un punteo que no puede ser más Donosti Sound, mientras la letra apunta al trabajo de Gloria Van Aerssen y Carmen Santonja, pues está dedicada a una seguidora del pan (“pan con Nocilla o pan con mantequilla, ¡siempre has sido tan de pan francés”), mientras al final hay guiño al amor cotidiano: las migas nos llevarán «donde estés». También muy Vainica son ‘Tricotar’, el típico tema medio irritante medio pegajoso que se te pegará si no haces nada por evitarlo; o el cierre con ‘Una gran ballena azul’. El dúo ya ha bromeado con una trilogía del ballenato (sic), apelando a ‘La ballena azul’ de Vainica Doble y a ‘Perezosa y tonta’ de Le Mans.
Este último es uno de los temas más bonitos del disco, pues en él todo está encajado con el exquisito gusto de Pauline en la Playa. La canción habla sobre el regreso de alguien que vuelve tras un tiempo para decirnos lo guapas que nos conservamos, pero a todas luces parece una fantasía al estar narrada en futuro. El coro masculino de David Guardado refuerza su carácter anhelante como interpretando a ese objeto de deseo y los arreglos -tanto el acordeón como las cuerdas- suman en la línea de su trabajo anterior, entre lo jazzy y la banda sonora.
Pero también es de agradecer que Pauline en la Playa hayan desarrollado nuevas ideas. El country pop de ‘Atardece por el Este’ es más anecdótico, pero el single ‘Un bosque’ es una de sus composiciones más ambiciosas. Desarrollando ideas anteriores de ‘Todas las flores’ y ‘Esos besos‘, han ideado una estructura más enrevesada, un desarrollo hipnotizante y un ambiente más onírico que las vincula con los viejos Low. Todo ello para hablar de las marañas de nuestro propio y terrorífico interior: «Hay dentro de mí un bosque / Con ciervos y con zorros / de rojos pelajes / que abren sus ojos / y dejan que el pecho / les lata furioso».
Por ese excelente resultado, porque no es tan fácil que en un séptimo disco sigan apareciendo las mejores canciones de tu carrera, se echa de menos que Pauline en la Playa hayan dado un paso más allá, un «salto» hacia adelante más decidido. ‘Auuu’, entre ‘Loba’ de Shakira y el cuento de los Tres Cerditos, y ‘La mujer barbuda’, una canción sobre una espera eterna, presentan letras excelentes como siempre, pero musicalmente su talento y elegancia daban para más, y de hecho, cuando se atreven a hacer «algo más» les sale algo tan chulo como ‘Catherine Destivelle’. Inspiradas por el documental sobre esta alpinista, ‘Más allá de las cimas’, han hecho una canción precisamente en ascenso, que acaba tan alto como las composiciones más espectacularmente arregladas de ‘Hallelujah’ de La Buena Vida. Con una temática bien original, es su ‘Trigo limpio’.
Calificación: 7,3/10 Lo mejor: ‘Un bosque’, ‘Una gran ballena azul’, ‘Catherine Destivelle’ Te gustará si te gusta: Low, Vainica Doble, ellas mismas por supuesto Escúchalo:Spotify
El episodio Moby / Natalie Portman llega a su fin (en principio). Resumimos: Moby ha publicado unas nuevas memorias en las que asegura que salió con la actriz cuando esta era una post-adolescente, Portman lo ha negado y ha aclarado que aunque ambos sí tuvieron algo, ella no lo habría llamado «salir» y que sobre todo recuerda a un «hombre más mayor dando un poco de grima», y Moby contestaba, confundido, que en realidad sí habían salido y que tiene pruebas fotográficas.
Ahora, no sabemos si aconsejado por su equipo o porque no ha dejado de leer comentarios de la gente en sus redes sociales contra él, Moby ha decidido disculparse con Portman. Su carta empieza: «Con la perspectiva que da el tiempo me he dado cuenta de que muchas de las críticas que he recibido en cuanto a la inclusión de Natalie Portman en mi libro son válidas. Reconozco plenamente que ha sido poco considerado por mi parte no informarle de antemano que iba a salir en el libro, de la misma manera que ha sido poco considerado por mi parte no respetar del todo su reacción».
El autor de ‘Play’ añade: «tengo una gran admiración por Natalie, por su inteligencia, su creatividad y por su activismo por los derechos de los animales, y odio poder haber causado angustia a ella y a su familia. He intentado tratar a todo aquel incluido en mi libro con dignidad y respeto, pero en cualquier caso ha sido desconsiderado por mi parte no informar a Natalie de esto antes de publicar el libro. Así que me disculpo con Natalie y con el resto de personas sobre las que he escrito en mi libro sin comentárselo antes. También acepto que, debido a nuestros 14 años de diferencia, debí actuar más responsablemente y con más respeto con Natalie cuando la conocí hace casi 20 años».
Quizá desconocías que entre los negocios de Katy Perry, además de ser polémica zapatera, está un sello discográfico llamado Unsub Records. Por el momento sólo tiene dos fichajes: Ferras, del que ya hablamos tiempo atrás, y CYN, a la que hoy dedicamos este Revelación o Timo y que está en plena ascensión. Comencemos por las presentaciones: Cynthia Nabozny nació hace 25 años en Detroit, en el seno de una familia trabajadora, y su madre la educó en el clásico Cancionero Americano (Frank Sinatra, Dean Martin, Doris Day, Carole King, etc). Tras participar en concursos de talentos, subir versiones a Youtube y todo eso que se hace ahora para tener una oportunidad, estaba resignada a tener una vida convencional y cursó estudios universitarios de algo con tanta pinta de aburrimiento como Gestión de Sistemas de Información. Hasta que Katy se cruzó en su vida.
CYN explicaba a Billboard en 2017 que, tras acudir a un concierto de la gira ‘California Dreams’, logró contactar con el DJ que amenizaba los conciertos de ese tour de Perry. A él le gustó la voz y el estilo que mostraba en singles como ‘Something’ y mantuvieron el contacto, invitándola por fin a visitarle en Los Ángeles, donde por fin conoció a Katy y tocó el piano y cantó para ella en su casa. Quedó prendada enseguida de ella e inmediatamente la propuso formar parte de Unsub, que en 2017 publicó ‘Together‘ y ‘Only With You’, dos piezas de pop contemporáneo en las que ya destacaba el peculiar vibrato en la voz de Nabozny.
Pero su consolidación llegó en 2018, cuando, además de su papel como telonera de Years & Years, BØRNS, Sigrid o la propia Katy Perry, publicó un tríptico de singles bastante más enfocados: ‘Alright‘, producida por Sam de Jong (Thirty Seconds To Mars, Muse, Little Mix), la brillante ‘Believer’ y sobre todo ‘I’ll Still Have Me’, una honesta balada de confianza en sí misma que obtuvo loas de personajes tan populares como Lena Dunham y, en consecuencia, fue un exitillo en Youtube con su emotivo vídeo protagonizado por abuelitos. CYN parece haber hecho buenas migas con Matias Mora, productor de aquella, puesto que este año participa en los dos singles que ha publicado. Semanas atrás mostraba una ‘Terrible Ideas’ que, sobre una seductora base minimalista, juguetea con el pop noventero que coqueteaba con las guitarras distorsionadas.
Y, esta misma semana, llegaba ‘Holy Roller’ y que, con un patrón similar a su predecesora, parece concretar la personalidad artística de CYN. De nuevo ese minimalismo puesto en contraste con estribillos explosivos a base de guitarras afiladas y percusiones poderosas, pero siempre con un buen gancho melódico por delante. En este caso, el single ha sido presentado con un lyric-video en el que, bordada en la parte trasera de las chaquetas de unas jugadoras de bolos, podemos leer su letra sobre cómo alguien le hace sentir como una devota, enganchada a él/ella como una fanática religiosa que forma parte de «algún tipo de secta». Una dualidad estética –la de los bolos y la religiosa– que van de la mano en su vídeo oficial. Con canciones como estas, Cynthia Nabozny parece ir encontrando su voz propia en el pop, así que no dejaremos de seguirla en adelante.
El grito de rabia de Halsey, los relámpagos que iluminan a Amaia, la transformación botánica de Björk, el anime de Flying Lotus y la pesadilla lechosa de Mac DeMarco. Nos sumergimos en las imágenes de los videoclips más destacados de las últimas semanas y sacamos a flote sus referentes estéticos y narrativos.
Nightmare (Halsey)
Halsey lo ha dejado claro en Twitter: ‘Nightmare’ está dedicada a las mujeres que se encuentran en sus conciertos “con el maquillaje corrido por las lágrimas, con luz en sus ojos, alzando los puños, gritando hasta que las venas de sus cuellos aparecen en su cálida piel”. ¿Cómo traducir esa voluntad apologética en imágenes? Hannah Lux Davis, directora habitual de los vídeos de Ariana Grande, lo ha hecho de tres maneras. Primero, a través de una caligrafía visual muy agresiva en sintonía con el furioso discurso de la canción. Segundo, combinando una gran cantidad de formatos y texturas fotográficas: del más estrecho al más amplio, de la más sucia a la más estilizada. Y, tercero, componiendo un mosaico de escenas en las que la cantante encarna a varios tipos de mujer “gritando con el puño en alto”: una modelo de loop erótico sesentero en 8mm que se rebela contra su condición, una cantante punk en plena catarsis colectiva, una diva del pop que reivindica su derecho a hipersexualizar su imagen, una mujer desnuda atrapada en una simbólica tela de araña, una colegiala con ganas de ser libre, una pandillera en su propio “club de la lucha”, una dominatrix sacando la lengua a las convenciones de género, y una chica de barrio que, por un lado, celebra su ambigüedad sexual junto a Cara Delevingne y Suki Waterhouse, y, por otro, lidera una protesta en la que aparece, como una correa de transmisión intergeneracional, un referente como Debbie Harry.
El relámpago (Amaia)
“Te miro las fotos”, y aparece Amaia mirando la pantalla de un móvil. “Escribo tu nombre en mi mano”, y vemos sus manos. “Entrando en el bosque”, y la cámara entra en un bosque. “Te miro a los ojos”, y plano del ojo del caballo. “Debajo del relámpago”, y la cantante canta “debajo del relámpago”. Esta continua querencia por la literalidad desluce un poco el trabajo de la directora Bárbara Farré, quien parece moverse mejor en un registro naturalista (su premiado cortometraje ‘La última virgen’) que en uno más simbólico o imaginativo. Agua, tierra, fuego, aire. La realizadora combina los cuatro elementos de la naturaleza para ilustrar la formación de una tormenta emocional. El vídeo comienza con Amaia viendo unas fotos en un bucólico entorno florido que recuerda a la pintura prerrafaelita y al bosque que aparece en ‘De aquí no sales’, de Rosalía. A partir de esa imagen, se desata la borrasca sentimental: sopla el viento, se incendia el bosque, cae la lluvia y se suceden los relámpagos. La única opción para romper ese encierro, expresado a través del uso del formato 4:3, que estrecha el encuadre en torno a la cantante, es huir al galope como un caballo blanco en una playa. Al final, de las cenizas, surgen las luces que iluminan “un nuevo lugar”.
Tabula Rasa (Björk)
‘La aventura de las plantas’ fue una serie documental francesa que se emitió con gran éxito en la década de los ochenta. Gracias a la envolvente banda sonora de Joël Fajerman (el tema de la cabecera se hizo enormemente popular) y un uso muy novedoso de la cámara rápida, que hacía que el crecimiento de las plantas se pudiera visualizar en segundos, los espectadores de la época contemplaron el mundo vegetal como si fuera una magnética danza de formas y colores. Este mismo concepto de movimiento vegetal parece animar la escritura visual de Tobias Gremmler, el artista alemán que ha realizado el nuevo videoclip de Björk. En ‘Tabula Rasa’ vemos a la cantante flotando en el espacio mientras su figura va transformándose en una sucesión de pétalos, filamentos y pistilos. El efecto, bello pero también perturbador, adquiere una singular fuerza expresiva cuando lo que se transforma es el rostro de Björk. El resultado, que parece una mezcla entre las máscaras diseñadas por James Ferry y las composiciones botánicas de los cuadros de Giuseppe Arcimboldo, puede ser interpretado como una metáfora sobre la constante inquietud y evolución artística de la cantante.
More (Flying Lotus)
Y seguimos con transformaciones. El director de anime Shinichiro Watanabe (‘Cowboy Bebop’, ‘Samurai Champloo’), que está actualmente rodando la prometedora serie ‘Blade Runner: Black Lotus’, presenta una historia protagonizada por un viajero espacial (Flying Lotus) que estrella su nave en un planeta desértico. En este entorno despojado y minimalista, que recuerda a la pintura metafísica italiana de principios del siglo XX, el piloto se encuentra con un misterioso androide (Anderson .Paak) que comienza a bailar tras pinchar la canción en el plato que lleva incorporado. La aparición de un gran pájaro negro -¿de mal agüero?- hace que el robot dispare contra el astronauta y éste empiece a transformarse como en la célebre secuencia de la mutación de Tetsuo en ‘Akira’. El director combina las imágenes del piloto con las del vuelo del pájaro, vinculando de esta manera la transformación con su aparición. Cuando el pájaro se posa en la cabeza del androide vemos el resultado de la metamorfosis: un paisaje surrealista e infernal compuesto por árboles “cárnicos” formados por las mutaciones humanas.
On the Square (Mac DeMarco)
No es la primera vez que Mac DeMarco se pone kilos de látex en la cabeza. Hace un par de meses apareció maquillado de hombre-lagarto en el vídeo ‘Nobody’. En ‘On the Square’ lo vuelve a hacer interpretando a cuatro personajes. El primero es un hombre con una máscara blanca que parece un híbrido con esmoquin entre el asesino del giallo ‘Torso: Violencia carnal’ y la Vera con máscara quirúrgica de ‘La piel que habito’. El hombre sumerge la cabeza en una pila llena de leche en una secuencia que remite a la pieza de videoarte ‘White Space’, de Jym Davis. Al otro lado, en un espacio en blanco, aparecen tres personajes que se pueden interpretar como las distintas versiones monstruosas del hombre que les está mirando, los rostros más siniestros que aparecen cuando uno se quita la máscara social: una figura con cabeza de cerdo y otra de felino que recuerdan a muchos títulos del cine de terror (‘Berkshire County’, ‘Tú eres el siguiente’, ‘The Butcher’), y otro con apariencia de criatura marina salida de la mitología Cthulhu de Lovecraft. Toda la escena está construida en forma de pesadilla, como un sueño terrible escenificado en un teatro cuyo único espectador (interpretado por el músico Tommy Midnight) parece sacado directamente de una película de Lynch.
Gabi Ruiz ha concedido una entrevista a El Periódico donde ha respondido a una serie de cuestiones interesantes en torno al festival, entre ellas su nueva línea editorial más próxima a lo urbano. El concepto de Primavera Sound de este año es «The New Normal» porque su cartel ha buscado la «paridad» programando a casi tantos artistas hombres como mujeres pero también abrirse definitivamente a las nuevas tendencias de la música urbana, causando tanta atracción como rechazo entre los seguidores del festival e incluso llegando a preocupar por las ventas de las entradas de cara a los festivaleros más puristas.
El co-director de Primavera Sound ha aclarado que las ventas del Primavera cuando queda una semana para su edición van «bien» y que él ha «pasado mucho más miedo por el ‘brexit’ que por la ‘normalización’ del cartel», pero asegura que «al final también el público británico se ha animado».
Pero sobre todo, Ruiz ha hablado de la nueva línea editorial del festival como algo que está aquí para quedarse. Es decir, el urban no se va a ir a ninguna parte. «Es una apuesta decidida», ha dicho. «La música urbana me parece el nuevo punk, es muy parecido a lo que pasó a finales de los años 70 y principios de los 80. Y de los 50 mejores discos del año pues igual 30 son de mujeres, o sea que… tenía que ser así. No podía ser de otra manera».
Cabe recordar que uno de «headliners» del festival este año es J Balvin, que también lo iba a ser Cardi B de no haber cancelado (sustituyéndola nada menos que Miley Cyrus) y que la presencia del reggaetón en el cartel es notable. De hecho, esto decía la nota de prensa del Primavera tras la publicación de su cartel: «Hasta aquí con la dictadura de lo correcto. El mundo está poniendo sus ojos en los ritmos latinos y es el momento de apostar por un festival sin dogmas, más libre, más diverso”. Toda una renovación que en su momento ya repasamos.
A lo largo de la entrevista, Ruiz habla también sobre la compra del 29% de Primavera Sound por un fondo de inversiones estadounidense, que ha dado al festival una seguridad económica que le ha permitido apostar por la paridad; de la relación (a veces problemática) entre capitalismo y festivales independientes o del Primavera 2020: el año que viene se cumplen 20 años del festival y la organización esta «preparando unas cuantas cosas».
A veces escuchas una canción tan buena que deseas que fuera más larga. ‘Want You in My Room’ de Carly Rae Jepsen es una de ellas. El problema es que literalmente es una canción corta. Dura 2 minutos y 46 segundos. Y todo el mundo está de acuerdo en una cosa: debería durar más. Un buen puñado de comentarios en Youtube, puede que la mayoría, opinan lo mismo: «el hecho de que esta canción se empiece a terminar en el minuto 2:15 es una tortura cruel», «Carly, esta canción tiene que ser un single; también ha de durar 30 minutos más», «que esta canción dure 2 minutos y 47 segundos es un crimen contra la humanidad», «¿puede hacer alguien una versión de este tema que dure 12 horas para tener que darle al play solo una vez al día?»
‘Want You in My Room’ es la canción de ‘Dedicated‘ que más está gustando a la gente al margen de los singles, y también es la única producción en el álbum de Jack Antonoff. Carly y el líder de Bleachers ya habían colaborado en el pasado, primero en ‘Sweetie’, un bonus track incluido en el segundo álbum de Jepsen, ‘Kiss’ (el que contenía ‘Call Me Maybe’) y después en ‘Wildflowers’, que ha terminado interpretando la actriz Elle Fanning en la película ‘Teen Spirit’. Ambos han compuesto muchas canciones más para ‘Dedicated’ como afirmaba Jack hace unos días en sus stories, agradeciendo a Carly que fuera la primera persona en confiar con él al margen de fun.; pero aunque ‘Want You in My Room’ podría ser la mejor de todas, Antonoff no descarta que todas esas composiciones que ha hecho con Carly y que se han quedado en el tintero vean la luz algún día.
Sería tontería dejarlas en un cajón, pues ‘Want You in My Room’ es claramente el punto álgido de ‘Dedicated’ y sí, una de las razones es su duración. La canción es ultra Bleachers, tiene un punto disco pero también rockero que nos retrotrae a las comedias americanas de los 80, pero también un sonido contemporáneo que lo integra sólidamente en el contexto de ‘Dedicated’, y unos vocoders muy Daft Punk. Pero es su minutaje en lo que se está deteniendo todo el mundo y, por lo tanto, en su composición. ‘Want You in My Room’ se compone básicamente de una primera parte con estrofa, puente y estribillo, una segunda parte con estrofa, puente y estribillo y finalmente del «outro», en el que termina por explotar toda la euforia de la canción. No hay «middle 8» ni estribillo final: donde debería venir este, la canción emprende el dichoso «fade out» añadiendo un solo de guitarra, dejándote en plan «¿y ya está?»
El efecto es adictivo y no, la sensación no es que ‘Want You in My Room’ esté inacabada, sino que deja demasiadas ganas de más. Uno no puede dejar de preguntarse hacia dónde habría ido la canción de haberse compuesto de un puente y un estribillo final o dos en condiciones, o de haber alargado un poco más ese «outro» hasta convertirlo en un desahogo de adrenalina electropop en el estilo de ‘Let Me Know’ de Róisín Murphy (por ejemplo). La canción encierra demasiadas posibilidades como para que la versión publicada sea la definitiva, y si Carly y Jack están atentos a lo que se está diciendo sobre ella, no serán tontos y jugarán todas sus cartas para convertirla en el éxito de Carly que merece ser.
Tomavistas se ha convertido en una de las citas imprescindibles de Madrid: se celebra relativamente cerca del centro de la ciudad, el espacio del Parque Tierno Galván es agradable, la calidad de la comida es considerable y el cartel es exquisito. En concreto el de 2019 es el mejor de su historia, con la presencia de grandes nombres internacionales como Beach House o Cigarettes After Sex junto a algunos de los nombres más apetecibles del pop nacional. Es llamativa la ausencia de música urbana o latina en el cartel, como sucede en Dcode, pero algunos asistentes incluso parecían aliviados: un colega nos indicó que no volverá a Primavera Sound tras su giro editorial, otro me dijo que en JNSP sacábamos «demasiada bachata» (sic) y otra se nos quejó de lo horrible que era ‘Con altura’. Así, Tomavistas se convirtió en cita imprescindible para supervivientes del indie y los abonos fueron volando, apuntando al récord de asistencia para bien y para mal. Fotos: Javier Rosa (Facebook Tomavistas).
Para bien porque hay que celebrar todos los éxitos de la industria musical; para mal porque las barras se colapsaron viéndose claramente superadas, con esas colas de hasta 3 filas de personas intentando beber algo, al modo patentado por Mad Cool, y que suponemos que este año subsanará el otro festival madrileño con su anunciada reducción de aforo y mejoras en el servicio. Aunque la mayor adversidad de la primera jornada de Tomavistas fue el frío. Llevábamos un par de semanas metiendo y sacando el pantalón corto del armario en Madrid, los termómetros no iban a bajar de los 13º, pero cada vez que se levantaba un poco de ventisca en la colina del parque el mundo tiritaba, y algunos conciertos de la madrugada se convirtieron en una congregación contra el frío. Apeguémonos para soportarlo. Fue el caso del concierto de Playback Maracas, que actuaban en torno a la medianoche en el Escenario Jägermeister, un pequeño set sin techo -menos mal que no llovió- en un rincón del escenario principal, en el que los autores del fantástico ‘Playback Maracas & The Electronic Moon Orchestra‘ presentaron un fascinante setlist entre la banda sonora electrónica, el sonido Giorgio Moroder y algo de French Touch. En uno de los temas pudieron acompañarse de un saxofonista y definitivamente este espacio se convirtió en una pequeña pista de baile y un lugar para el recogimiento.
Aún mejor, a continuación Beach House ofrecieron el mejor concierto de la noche. Victoria Legran y Alex Scally, acompañados de un baterista que tuvo todo el protagonismo en la canción final, actuaron en penumbra como es habitual, dejando que mandara la magia de sus bellísimas canciones. Hubo momentos realmente embriagadores, como fue la interpretación de temas tan hermosos como ‘Lazuli’, ‘A Walk in the Park’ (qué adecuado en este marco), ‘Wishes’ o ‘Myth’, pero realmente su show no dio tregua y no hubo ningún momento ni remotamente parecido a lo tedioso. Beach House han creado escuela con su interpretación del dream pop y con discos tan seminales como ‘Teen Dream’ y ‘Bloom’. Victoria dijo que nunca olvidaría esta noche y nosotros tampoco. Volvería a verlos ahora mismo y mañana encantado.
No decepcionaron aunque tampoco impresionaron demasiado Cigarettes After Sex, con un setlist cuyos cortes conocidos son por supuesto directamente proporcionales a su discografía, breve por el momento y resultando por tanto monótono a veces. Sin embargo, su concierto sí logró ser embriagador en su ecualización excelente, sus bonitas proyecciones en blanco y negro y su cadencia suave, como incitando al beso largo y húmedo, algo casi incompatible con el nombre del grupo. Un concierto muy agradable para ver sentado desde el graderío del anfiteatro que seguro que resultó hipnotizante desde las primeras filas, sobre todo en temas como ‘Crush’ o ‘Apocalypse’.
La tarde había comenzado con los conciertos de Las Odio y Los Estanques. Mientras estos llenaban el Escenario Jäger de público y distorsión en ese extendidísimo final, Las Odio actuaban en el segundo escenario más grande, convocando a más gente de lo que lograban hace unos años. Paula JJ parecía agobiada por algún tipo de problema de sonido («¿qué hago? ¿seguimos?»), pero lo cierto es que salvo algún acople entre tema y tema, el sonido fue bastante bueno, con la voz sonando alta y clara marcando siempre lo más importante de Las Odio: esas letras que hablan sobre la cotidianidad, la tontería de la modernidad, la ansiedad o el feminismo.
A continuación, Triángulo de Amor Bizarro actuaban en el escenario grande, presentando su colección habitual de éxitos (‘Amigos del género humano’, ‘El fantasma de la transición’, la reciente ‘Les llevaré mi cruz’…) junto a un par de temas nuevos, pareciendo en este caso más interesante el liderado por Rodrigo («Tengo un sueño: solo puede quedar uno», lo llamaremos) que el liderado por Isa, pese a que esta cada vez es claramente más líder en el grupo. «Hace tiempo que no salimos de la cueva. La Tierra sigue siendo redonda. España no es un país de fascistas y las mujeres cortan el bacalao» fue una de las sentencias en un concierto esta vez algo turbio en sonido para lo que nos tienen acostumbrados, y que se enderezó sobre todo al final con ‘Barca quemada’ y ‘De la monarquía a la criptocracia’, como siempre. También confesaron tener muchas ganas de ver a Beach House.
El segundo mejor concierto de los presenciados anoche fue el de Cala Vento. El dúo es un torbellino sobre el escenario, abarrotaron la pequeña explanada de su escenario, y vibramos con hits pasados como ‘Isla desierta’ o ‘Historias de bufanda’. Aunque el público canta a saco cosas pasadas como «a pesar de ti me levanto» (‘Isabella Cantó’) o «no soporto verte más allá del charco» (‘Abril’), temas nuevos como ‘Un buen año’ o ‘Gente como tú’ son oro en directo, destacando el single ‘Todo’, en el que el rap cae a cargo del batería.
Terminamos la noche antes de la despedida con Digitalism, con el show en formato cuarteto de Toro y Moi, de sonido más disfrutable y nítido en la lejanía que los de Las Odio y Cala Vento en el mismo escenario. La banda de Chaz Bear ofreció un buen set bailable y divertido en el que resultaron especialmente disfrutables joyas de su repertorio como las discos ‘Freelance’ (a falta de Daft Punk…) o ‘New Beat’. Exquisitas.
Mac DeMarco anuncia la llegada de un cowboy en el título de su nuevo disco y esa llegada se escenifica en su primera pista homónima, que repite su título durante 3 minutos exactos. El canadiense va a lomos de un caballo lento como una tortuga, probablemente un burro, y con esa parsimonia se desarrolla todo su disco.
No es ninguna sorpresa: la propuesta de DeMarco siempre ha sido la de un pop de cantautor tranquilo, relajado y despreocupado (aunque en las letras no ha sido tan así), pero por alguna razón ‘Here Comes the Cowboy’ es un poco más que nunca todos estos adjetivos. DeMarco, que lleva una vida tranquila con su novia Kiera en Nueva York tras mudarse desde Los Ángeles, y que dice no salir nunca de su casa, desea seguir en ese estado toda su vida literalmente: «solo quiero hacer música, esconderme en mi pequeño garaje y un día ya me moriré».
En ‘Here Comes the Cowboy’, DeMarco da al menos con una de las canciones más memorables de su carrera pese a que el artista se propuso al principio hacer un disco imperfecto, una ‘Nobody’ pegajosa en el sentido literal del término (esos arreglos como plásticos) que se ha revelado como todo un «grower». La canción parece hablar del lado oscuro de la fama, aunque de manera tan vaga como acostumbra el artista, mientras su melodía e instrumentación medio mareadas resultan un acierto y el mejor ejemplo de un compositor que ha madurado desde los tiempos de ‘2‘.
Hay más buenos momentos en este trabajo grabado en las dos primeras semanas de enero: ‘Finally Alone’ es el más inmediato y pop, además de «cheesy», un relato soft-rock en el que el artista nos cuenta que se cansa de la ciudad, decide viajar al campo y allí, empieza a añorar la ciudad y coge un «avión hacia España» (la rima «plane / Spain» era casi obligada); la cálida balada ‘Heart to Heart’, dedicada al difunto Mac Miller, colega de DeMarco; o la cautivadora balada 70s ‘On the Square’, cuyos hipnóticos teclados te harán olvidar su inquietante videoclip. Especialmente tierna es la balada acústica, ‘K’, que DeMarco dedica a su novia. «Una dulce balada a lo Paul McCartney» en sus palabras: buena descripción.
No son composiciones espectaculares que cambiarán la vida de nadie, pero sí dignas aunque esa puede ser una pega en la carrera de DeMarco: nadie sabe qué buenas canciones le saldrían al autor de ‘My Kind of Woman’ si decidiera estresarse un poco más de lo normal. Porque sí sabemos que le pueden salir cosas bastante anodinas, como esa ‘Preoccupation’ que suena escrita en el porche de su casa mirando los pájaros y también las musarañas; o esa tontería llamada ‘Choo Choo’ que no cuela ni como canción infantil ni mucho menos resulta divertida. Más bien parece el experimento de un compositor cansado. Y esa es la sensación que da buena parte de ‘Here Comes the Cowboy’ salvo unas pocas excepciones.
Calificación: 5,9/10 Lo mejor ‘Nobody’, ‘On the Square’, ‘Heart to Heart’ Te gustará si te gusta: mucho Mac, el rollo de indie-pop tranquilo a lo Real Estate, King Krule, Connan Mockasin… Escúchalo:Spotify
Como él mismo dice, ya nadie pregunta qué es trap. Buena parte de la culpa la tienen movimientos abiertamente pop que artistas de la escena urban como Recycled J han llevado a cabo en los últimos tiempos. El madrileño ha publicado ‘City Pop‘, un disco estupendo en el que, sin renunciar al rap, abre el abanico estilístico, le da una coyuntura estética (una suerte de reinterpretación del city pop japonés de los 80) y se proyecta como un artista más allá del ámbito marginal que rodeaba a su generación hasta hace un par de años o tres.
Por eso aprovechábamos la ocasión para charlar con él en Madrid, al salir de un estudio de grabación donde prepara algo nuevo. Tras varios cambios de ubicación, terminamos en su casa en el centro de la ciudad acompañados por Cruz Cafuné, reciente número 1 en España con Don Patricio y ‘Contando lunares’, con el que trabaja. Jorge Escorial parece un chico sencillo y cercano pero confiado, que habla por los codos, a veces lanzando la conversación en muchas direcciones diferentes. En medio de una extensa gira por salas españolas (el viernes 31 de mayo en Murcia y el sábado 1 de junio en Toledo son las próximas), hablamos con él sobre ‘City Pop’, el punto al que ha llegado la nueva escena urbana y el panorama del pop nacional, entre otras cosas. Como su colaboración (de momento inédita) con Ana Torroja, por ejemplo.
Aunque el disco se ha publicado hace unas semanas, mi impresión es que ‘City Pop’ es un episodio en tu carrera que se viene avanzando tiempo atrás. No me refiero tanto a la composición y producción sino a que algunos singles previos e incluso algún tema de ‘Oro rosa’ ya apuntaban una dirección similar. ¿Cuál es el germen real de este disco?
Supongo que hablas de singles como ‘Bacon y queso‘ y ‘Baby Lucifer‘. Claro, aunque salieron antes que ‘Oro rosa’, en realidad se habían grabado después. ‘Oro rosa’ era como un punto de partida de una carrera seria, y aunque yo ya había hecho cosas más cantaditas, en plan R&B, en general no tenía estructuras comerciales. Pero ‘Valga la pena’ me hizo ver que quizá tenía que seguir por ese perfil más pop, no tan oscuro, más en plan The Weeknd. Así que, si ‘Oro rosa’ sale en septiembre de 2017, desde ese momento y hasta principios de 2018 escribimos y grabamos ‘Aunque digan que yo’, ‘Kids’ y ‘Tiempo’, además de primeras versiones de ‘Muñeco de cera’. Yo a esos temas les veo un punto Mecano, y curiosamente en aquella época Warner Editorial me propuso escribir un tema para Ana Torroja…
“(Sobre su colaboración con Ana Torroja) Vino a casa e hicimos dos o tres sesiones. Salió un tema y estábamos todos contentos con él”
¿Ah, sí? No sé si me lo puedes contar, pero ¿forma parte del mismo trabajo que ‘Llama‘, el single con Pional, El Guincho y Rosalía que ha sacado ahora?
Sí, pertenece a ese proyecto, pero no sabemos ni siquiera si se va a editar. Cuando surgió, vino a casa e hicimos dos o tres sesiones. Salió un tema y estábamos todos contentos con él. Pero faltaban un par de detalles y al final parece que se quedó un poco parado. Así que no sé. Yo mantengo cierta relación con ella, así que supongo que me dirá algo.
Ok. Volviendo a ‘City Pop’, ¿cómo fue de clave el hecho de conocer a Selecta? Porque al final es un poco un trabajo entre los dos, ¿no?
Sí, es así. Él ha llevado el peso de lo musical y yo… pues de todo lo demás. Cuando él entra en mi vida se nota mucho, porque se generó una gran complicidad. Te pongo un ejemplo: esta mañana he ido a grabar en un estudio que técnicamente se folla al nuestro, sonaba de la hostia y tal. Pero es muy importante la complicidad que se crea con la persona que está al otro lado, porque sabe hasta dónde puedes dar y te presiona para ser mejor. Así que, cuando le conocí, aprendí a conocerme más a mí mismo en el estudio. Yo ahora escucho canciones mías antiguas y pienso «¿cómo pudimos grabar esto tan mal?» Me hizo evolucionar en toda la parte vocal y de sonido. En ese momento que te decía antes, cuando hicimos ‘Aunque digan que yo’, ‘Kids’ y ‘Tiempo’, estábamos abriendo ciertas ventanas dentro del estilo urbano y se nos ocurrió tomar la esencia del city pop japonés (Nde: una amalgama de pop, funk, soul, R&B y jazz surgida en Japón a finales de los 70 y primera mitad de los 80, que marcó estéticamente el J-pop como lo conocemos hoy) y trasladarla a la estética de hoy en día.
El disco tiene una parte más pop, que pesa más, y una parte más dura, más puramente rap. ¿Ha sido complejo dar con ese equilibrio o ha surgido naturalmente?
Ha sido natural. Cuando empezamos, ni siquiera teníamos en mente el concepto ‘City Pop’, sino que grabábamos los temas como recortes de un todo. Nos iban llevando las canciones. Por ejemplo, cuando surgía alguna balada o más UK Garage, dijimos, «necesitamos un tema rap». Y surgió ‘Ángeles caídos’. Lo que sí queríamos es que cada estilo que nos molaba estuviera representado, pero sólo una vez: hay un tema funky, ‘Otro como yo’; otro old school happy, ‘Patito feo’. Fue así.
Llega un momento en que ‘Aunque digan que yo’ supera a ‘Valga la pena’, que era tu tema más escuchado hasta ese momento. ¿Qué pensaste en ese momento? Porque no recuerdo si ya estaba anunciado el disco o no…
No, todavía no. Nos sorprendió mucho. Porque cuando ocurrió con ‘Valga la pena’ sí lo vimos venir: era el punto de partida del lanzamiento (de ‘Oro rosa’), hubo una campaña y estuvo varias semanas como número 1 en listas de tendencias. Pero con ‘Aunque digan que yo’, para nada. Era una canción que nos gustaba mucho, hicimos el vídeo en México, pero ya está. No lo esperábamos. Yo creo que fue un poco el momento (en que salió). Fue el primer tema nuevo que salió desde ‘Oro rosa’, y fue un poco por sorpresa. Anunciamos «la semana que viene, vídeo», y había como expectación. Es verdad que la habíamos probado en directo y la respuesta fue muy guay, pero… Quizá el guiño a Don Omar y Tego Calderón le moló a la gente de nuestra generación, y eso también funcionó en Latinoamérica, donde yo entonces no tenía demasiado público y ahora ya más. Creo que también gusta que es un tema duro, pero su letra es sensible, desgarrada. Diría que fueron varios factores.
“Al público hay que educarle en lo que uno hace”
Y bueno, si Spotify es una referencia de algo en cuanto a cifras, ‘City Pop’ ha superado de largo los resultados de ‘Oro rosa’. Pero, a la vez, ¿dirías que ha supuesto una opinión negativa para la gente que te seguía de antes, de cuando los EPs con Natos y Waor y tus orígenes más raperos? ¿O también te les has ganado?
Yo creo que como hay ese balance de cosas que decíamos antes, pienso que en vez de quejarse de que no hay rap han ido a centrarse en los temas que les molan. Hay gente que pide vídeo para ‘Ángeles caídos’, por ejemplo. Pero yo no he notado un cambio muy loco. Quizá si hubiera pasado de un extremo a otro, podría ser un choque. Pero como decías tú mismo antes, hemos hecho una transición en la imagen, en el sonido, en las entrevistas… Lo hemos ido labrando. Yo creo que al público hay que educarle en lo que uno hace. Ellos querrían tener ya lo que he grabado esta mañana, pero sería una mierda: hay que cuidar el sonido, las letras, la estética y enseñarles que, detrás de eso, hay un trabajo, una evolución.
Y gente de la escena, compañeros… ¿Percibes que les ha molado este disco?
Lo que me ha llegado es bueno. Y quien no me lo dice es que le pica, en verdad. (risas) Los colegas que tengo más raperos, que no se curran tanto el espectro 360 de las cosas y son más de «como surja», les flipa el equipo con el que trabajo y han acabado currando con ellos. A mí eso me enorgullece. Hay gente que me ha dicho «el disco no me llega, pero la imagen está increíble». Me importa que se valore el trabajo. A mí me vale más que Dano, al que respeto muchísimo y con cuya música yo he crecido, me diga «respeto» que perder a 1000, 2000, 3000 chavales que sólo me suben en Instagram por las fotos bonitas que subo o por las frases de Twitter.
En lo lírico, el disco es una suerte de homenaje a ti mismo cuando eras un chaval que soñaba con hacer esto y que era el «rarito», el «patito feo». ¿Por qué te apetece hacer esto?
Es algo que ya quise hacer en ‘Oro rosa’, pero no me salió del todo bien. Decía «esto es lo que soy», pero era más visceral, las letras eran más enrevesadas… No era para todo el mundo. Y creo que, cuando quieres exponerte así, hay que sentar unas bases que se entiendan. Aunque las canciones son piezas independientes de una globalidad, que creamos en distintos momentos, están ordenadas con un sentido lógico y que eso tuviera importancia. Por eso ‘Patito feo’ está al principio.
“Dentro de que sabemos la dificultad que tiene entrar en las radios, quería tener un lenguaje cuidado para que lo pueda escuchar todo el mundo”
En ese sentido narrativo, también habéis cuidado muchísimo la estética. ¿Es algo que faltaba en ‘Oro rosa’ y que aquí has elaborado con más atención?
Es distinto. La portada de ‘Oro rosa’ era una foto mía de pequeño vestido de niña, con una coleta, el marco rosa… ese lado «llorica», digamos, que ‘Valga la pena’ había anticipado. Pero es verdad que la planificación fue a matacaballo. Era en plan: «hemos hecho un vídeo, lo sacamos». Y aunque ‘City Pop’ ha sido también autogestionado, se ha cuidado más la campaña. El disco se terminó en octubre (de 2018), y pasamos 5 meses mimando todo lo demás. El formato físico, que el de ‘Oro rosa’ era un CD-R en plan noventero, lo hemos hecho en plan obra magna, con un libreto de 36 páginas, como si fuera un vinilo, algo de peso. Y los vídeos también han sido así, con mejor presupuesto y muchas ganas.
También se percibe mucho cuidado en las letras, como que están muy medidas, con una conciencia de lo que dices, cuidando no herir determinadas sensibilidades. Personalmente percibo que es algo que se está generalizando en el rap, y no sé si es algo que tú mismo, como individuo que se informa y lee sobre cuestiones sociales y va cambiando el chip, o tiene un punto de autocensura.
Es una mezcla de factores. Por ejemplo, yo antes veía una obra de arquitectura o una pintura y pensaba, «qué bien, es minimalista». Y, en cambio, en la música criticaba la simplicidad, y cuando escuchaba un tema muy básica de pop, o de reggaeton, lo consideraba pobre, burdo. Pero me he dado cuenta de que no, que precisamente es lo más difícil. Cuando empecé con 16 años, mis letras eran (canturrea) «parabarabarabarabarabarabarabá». Y ahora son (canturrea, de nuevo) «para. Parabará. Parabá», ¿me entiendes? Eso, es mucho más difícil. Entonces, por un lado, he tratado de crear un contenido minimalista en las letras. Y, por otro, dentro de que nos autogestionamos y sabemos la dificultad que tiene entrar en las radios, quería tener un lenguaje cuidado para que lo pueda escuchar todo el mundo. ‘Oro rosa’ es más rap, más sectario, y ‘City Pop’ es para que lo escuche y se lo baile mi abuela o un niño de 5 años. Es eso. Aparte, yo soy muy autocrítico con las letras.
¿Cuál dirías que es el tema más importante del disco para ti, el que tiene más peso artístico?
Ufff… (Duda) Si me preguntas por mi favorito, diría que es ‘Sorry’. Tiene una letra con un lenguaje popular, actual, con el toque garage, que nunca había hecho, el drop de electrónica que hace Pablo (Nde: Selecta, el productor)… Es muy compleja. Y la que más me costó, en cambio, fue ‘Muñeco de cera’, porque nunca había hecho una balada así en plan Justin Timberlake. Pero el tema que mejor resume la movida, el que mejor refleja la obra, es ‘Bambino‘, en cuanto a que es la reinterpretación del city pop al lenguaje del pop español actual, aunque no pierde el rollo rap.
“Si yo hubiera publicado esto mismo pero con la multinacional, el comentario habría sido: «se lo han hecho»”
En una de las letras mencionas que has tenido ofertas de multinacionales y que las has rechazado. No pongo en duda que haya sido así, es evidente, ni eres el primero que canta de esto. Pero me pregunto, ¿qué te lleva a rechazar una oferta así? ¿Son las condiciones económicas, que no son tan bonitas como se supone? ¿O es más una posible pérdida de control artístico?
En mi caso, por libertad creativa no ha sido. Fue más por el momento… Es decir, si yo, después del camino que me he labrado durante años, hubiera publicado esto mismo (Nde: ‘City Pop’) pero con la multinacional, el comentario habría sido: «se lo han hecho». Quizá es algo inocente, pero me puse en la mente de un oyente, de un chaval que me escucha. Y creí que pensarían eso, que perdería credibilidad. Sé que las canciones hubieran tenido 15 millones (de reproducciones) en lugar de 3, pero pensé que no tendríamos el mismo reconocimiento.
Por otra parte, las multis tienen una parte muy… ¿Cómo decirlo? Te amarran. Firmas este disco, y otro más y otro más, con opción a otro. Yo les entiendo: no pueden invertir 100.000 euros en este disco y que luego yo diga, «chinpún», pero… Yo empecé con esto como un hobby cuando tenía 16 años, ahora tengo 25. Si yo acepto una de estas ofertas, que las sigo teniendo en la mesa, sé que es para el resto de mi carrera. Porque ponte que publico tres discos, un disco por año. Cuando eso pase, o lo he petado haciendo lo que yo quiero o soy una marioneta en manos de la multinacional. Aparte, a mí me gusta trabajar con mi equipo de siempre, y si me quieren es por lo que yo he hecho con esa gente. Pero sé que eso es muy difícil ahora mismo, porque las propias multis han creado sus propios equipos de trabajo por una cuestión de economía. Para mí eso es muy importante, porque también perdería credibilidad con mi gente. Aunque hay que decir que se han puesto mucho las pilas, y están más abiertos.
“Si hemos vendido 2.000 copias, sé que las hemos vendido nosotros (…) Pero, ojo, no seamos gilipollas: te la pone muchísimo más gorda verte en el cartelón y en vez de 2 vender 10.000”
Entonces, estos dos discos los has autoproducido y autoeditado. ¿Dirías que es satisfactorio haberlo hecho?
Por supuesto. A mí me gusta porque es real, tanto en lo bueno como en lo malo. Esto es un trabajo de un año completo, de inversión, inversión, inversión… pero ahora estamos metiendo mucha gente en los shows, vendiendo merchan, recuperando pasta. Esa parte, la de empresario, te reconforta personal y artísticamente. Si hemos vendido 2.000 copias, sé que las hemos vendido nosotros. No ha sido con cartelería, con promos de Instagram… Te la pone gorda, en el sentido que dices «esto lo he conseguido YO». Pero, ojo, no seamos gilipollas: te la pone muchísimo más gorda verte en el cartelón y en vez de 2 vender 10.000. Hay que ser humilde, tener los pies en la tierra y estar orgullosos de lo que hemos hecho, no arrepentirnos de lo que no hemos hecho. Pero también te digo: las miras que yo tengo, donde quiero llegar, sólo y con la mentalidad española, es difícil. Entonces, bueno… caminaremos.
También quería preguntarte porque ‘City Pop’ tiene una entidad de álbum, y parece que es algo que se está extendiendo en la escena. Ya no se habla tanto de mixtapes. ¿Por qué crees que es esto, que antes nadie se planteaba, simplemente sacar canciones a saco?
Es curioso, porque cuando Goya hizo las pinturas negras no creo que dijera «voy a hacer las pinturas negras», sino que es algo que después se analizó y se englobó así. Es algo inherente a la Historia del Arte. Yo creo que como todo va tan rápido y todo es tan de mentira, nosotros mismos tenemos la necesidad de decir: «esta es mi obra, y quiero que todo el mundo lo entienda y hago un stories de Instagram contando cómo he hecho el álbum». Quieres que se entienda. Yo el primero, que podía haber sacado todo esto en canciones separadas, pero preferí hacerlo así, estar un año sin sacar nada y que luego fuera como un impacto. Pero hay mucha gente que prefiere seguir sacando temas sueltos, depende de la mentalidad de cada uno.
¿Puede ser también que la escena haya alcanzado cierta madurez? ¿Que se busca trascender?
Sí, eso es cierto. También buscas que se entienda, concentrar tu trabajo, mostrarte de una manera más completa como artista, reflejar tu propia madurez. Yo antes era incapaz de hacer más de tres canciones que tuvieran un sentido juntas, y cuando las sacaba ya ni siquiera me gustaban, ya estaba en la siguiente tanda de otro rollo.
“Si mi objetivo fuera hacerme rico, no haría las canciones que hago”
Rels B nos decía en una entrevista que no se veía haciendo música más allá de 2 años. Y antes Carlos (Nde: Cruz Cafuné) me decía que la crisis que se vislumbra en 2020 va a cambiar mucho las cosas. ¿Cómo vislumbras tú el futuro? Como artista, quiero decir…
Yo creo que como artista, ‘Oro rosa’ fue la última piedra de una etapa, y ‘City Pop’ es la primera de otra. A partir de aquí, no sé lo que pasará, pero lo que tengo muy claro es que tendré un sitio en la industria de la música. No sé haciendo qué, pero lo tengo muy claro. Y más después de estar dentro y sabiendo cómo funciona todo. Y si mi objetivo fuera hacerme rico, no haría las canciones que hago. Sé lo que quieren los chavales y cómo funciona este país: sacaría un tema cada semana, daría que hablar… Funciona así. Pero sería faltar el respeto a mi persona y a lo que hago.
Respecto a una crisis, diría que la hay, y sobre todo de valores. Quizá llegue un punto en que lo que esté mal visto es no incluir insultos y malas palabras en las letras. Vamos hacia una sociedad en la que todo es denigrar, peyorativo, todo está lleno de violencia y se premia. Se premia la estupidez, el mal gusto, en muchos ámbitos. Mira, cuando terminé el instituto, sacaba muy buenas notas, y no sabía qué hacer. A mí me gusta el arte, y pensé estudiar Bellas Artes. Pero al final estudié Educación Infantil, y no porque me gustasen los niños o quisiera ser padre joven ni nada de eso (risas). Sino porque veía a mis chavales de Carabanchel, mi barrio, y sentía que podía hacer algo por ellos, que necesitaban que alguien les guiara por otro camino, ¿sabes lo que te digo? Y, no he llegado a ejercer, en cierto modo siento que eso es lo que hago con mis canciones. No canto «ey, soy Recycled, no tires mierda al suelo» (risas) Pero lo digo de otra manera. En ese sentido, sé que encontraré lo qué hacer… salvo que estalle una puta guerra loca y me tenga que poner a hacer vete a saber qué. (risas) Incluso así, pelearía por lo que pienso.
“(Sobre la evolución del rap español) Había como un complejo, ese rollo de «soy pobre» y «fuck drogas». Los chavales de mi generación no nos creíamos eso, y aquellos chavales somos hoy los nuevos raperos”
¿Y cómo valoras la posición que ha alcanzado la nueva escena del pop urbano español tanto socialmente como en la industria? Quiero decir, se ha llegado a un punto en que, por ejemplo, Don Patricio y Cruz Cafuné, aquí presente, han llegado a ser número 1 de singles con ‘Contando lunares’ desde la completa autogestión, al margen de la industria.
Por una parte, te sorprende, porque nunca te imaginas lo que va a pasar. Ni ellos esperaban llegar tan lejos con ‘Contando lunares’ ni yo lo que te decía antes de ‘Aunque digan que yo‘. Pero me alegra mucho que el rap avance. Siempre hemos jugado con muchísima desventaja, principalmente comparándonos con Francia e Italia, que son los mercados grandes que tenemos más próximos. Así que no era muy difícil avanzar. Te pongo un ejemplo: cuando yo era pequeño, MCs como Zatu o Violadores nunca cantaban de dinero porque estaba mal visto. Había como un complejo, ese rollo de «soy pobre» y «fuck drogas». ¡Pues no, tío! ¡Eres rico y te estás poniendo hasta el ojete! Los chavales de mi generación no nos creíamos eso, y aquellos chavales somos hoy los nuevos raperos.
Y algo parecido ha pasado en el pop español, ojo. Cuando yo era pequeño, aunque me pilló en sus últimos años, el pop era Mecano. Y yo entiendo que eso es un pop de la hostia, pop de llenar estadios. Pero luego llegó el pop de Bisbal, de Chenoa y demás, y eso no era pop: eran medios de comunicación masivos con mucha pasta dando soporte a una remezcla de flamenco, un Nino Bravo joven y… Malú no era pop; Estopa no era pop. Aquí no ha habido Britney Spears, un Justin Timberlake, una cultura pop. Pero ahora tenemos a Bad Gyal siendo Britney Spears. Es decir, hemos llegado unos chavales que hemos mamado eso y lo reinterpretamos a la movida de ahora. Creo que es muy guay. Yo creo que en los próximos años el concepto pop en España va a dar un giro. Porque del mismo modo que ahora ningún rapero dice que haga rap sino música urbana, acabarán diciendo que hacen pop. Al final todos lo hacemos para ganar más dinero y ser más conocidos, todos queremos trascender y que vaya a más.
“El trap no era otra cosa que el rap evolucionado. Era Pikachu evolucionando en Raichu”
O sea, que el trap no era el nuevo punk sino el nuevo pop.
Es que todo el mundo preguntaba «¿y qué es el trap?» El trap, el trap… El trap no era otra cosa que el rap evolucionado. Era Pikachu evolucionando en Raichu. (risas) Pero yo ya me he quitado esa etiqueta, ya nadie lo pregunta. Y mira en ‘City Pop’: ‘Ricky Martin’ es trap, ‘Por la pasta’ es trap, ‘Aunque digan que yo’ es trap, ‘Guinness’ es trap. Y nadie ha preguntado por eso. Ha colado la etiqueta de «pop». Y que dure.
Antes decías que estabas ya trabajando en el estudio. ¿Son temas tuyos nuevos?
Hoy he estado con una colabo, pero sí, estoy haciendo cosas, trabajando en varios proyectos a la vez. Uno es con Selecta, y otro es en solitario. Si antes te decía que hace años me costaba juntar 3 y 3, ahora me cuesta juntar 10 y 10 (risas). En esa pelea estamos, pero está todo en camino.
No cabe duda de que Lewis Capaldi es uno de los nombres clave del pop británico este año. La balada ‘Someone You Loved’ ha arrasado, siendo número 1 en la lista de singles de este país, y en consecuencia el disco que la contiene, su debut ‘Devilishly Uninspired To A Hellish Extent’ es número 1 directo también en la lista de álbumes. Lo logra con una cifras completamente espectaculares: 89.506 copias durante los primeros 7 días, 31.000 de las cuales son puntos de streaming, y 7.000 vinilos.
Desgraciadamente la llegada de Capaldi ha impedido el que habría sido el segundo número 1 de The National en las islas británicas tras ‘Sleep Well Beast’. Como informa la Official Chart Company, ‘I Am Easy To Find‘ es top 2 con 12.752 copias. Este número de unidades le habría valido el número 1 la semana pasada pero no esta. En todo caso, The National obtienen su segundo mejor «top» en las islas, mientras se informa de que de momento su mayor éxito real allí ha sido ‘High Violet’, que aunque «solo» fue top 5, se las apañó para despachar 136.962 copias, lo que equivale a un disco de oro.
Otros que se quedan sin número 1 son Rammstein, que pueden presumir eso sí de ser top 10 por primera vez en Reino Unido en toda su carrera con su séptimo álbum. Han alcanzado el top 3 con 12.130 copias, muy cerquita de The National. Su anterior álbum, hace casi una década, había llegado al número 16 en las islas, aunque en su caso su mayor éxito fue el sleeper ‘Mutter’, con 203.610 unidades vendidas desde 2001, y pese a que nunca pasó del puesto 86.
Otras entradas interesantes son las de Tyler the Creator al número 4 y DJ Khaled al puesto 6.
El Granada se juega este fin de semana su ascenso a Primera División. En concreto, si gana al Cádiz este domingo, tiene el pase asegurado. Si no lo logra, puede haber carambola como informa el Marca. Si empata puede subir a Primera si ni Albacete ni Mallorca ganan. Incluso si el Granada pierde, también subiría a Primera si tanto Albacete como Mallorca pierden igualmente. En cualquier caso, habrá más oportunidades para el Granada, pues esta no es la última jornada aún y ya supera a estos dos rivales por 6 y 7 puntos (Osasuna ya cantó su alirón, como podéis deducir de la clasificación en estos momentos).
Los Planetas, autores de temas futboleros como ‘La Copa de Europa’, están tan encantados como otros artistas de Granada con esta victoria bastante clara y cantada, y por tanto se han embarcado en la creación de un himno junto a otros artistas de la ciudad y algunos amigos. La canción se llama ‘Eterna lucha’ y está acreditada a Los Planetas con la colaboración de Lori Meyers, Apartamentos Acapulco, Niño de Elche y Grupo de Expertos Solynieve.
Próximamente se subirá a las plataformas de streaming, desconocemos si a tiempo de la posible victoria del domingo, pero por si acaso ya se han compartido 30 segundos claves del himno. En ellos, sobre el denso fondo asociable al sonido Planetas, se oyen una serie de voces entonando con toda la intensidad del mundo, como si no hubiera mañana: «¡¡¡Granada, Granada, Granada!!!». Ojalá venga acompañado del correspondiente lyric video, como apunta.
Linn da Quebrada es una de las artistas confirmadas en la programación de Sound Isidro 2019, que se celebra este fin de semana en Madrid (ella actúa este sábado 25 de mayo). Autora de un único álbum audiovisual y de genial portada, ‘Pajubá’, en la que vemos a una persona (probablemente a ella misma) planchando una peluca, Quebrada es una cantante y performer transexual de Brasil que define su estilo musical como «afro-funk-vogue», aunque lo mejor es como define ella su propia propuesta o más bien a sí misma: «rara, trans, negra y periférica; ni actor, ni actriz: atroz, performer y terrorista de género».
Los ritmos de funk brasileño de ‘Pajubá’ le sirven a Linn da Quebrada para poner sobre la mesa los temas que más le preocupan, como el heteropatriarcado o la identidad LGBTQ. Nacida en un barrio pobre en las afueras de Sao Paulo, la artista brasileña ha sufrido en sus carnes el racismo, la homofobia y la transfobia (además de un cáncer que afortunadamente superó en 2017) de un país cuyo nuevo presidente refleja todas esas actitudes; y sus canciones, con títulos como ‘Bixa travesty’ o ‘Submissa do 7º Dia’ y entre las que también destacan ‘Bixa preta’, ‘Necomancia’, ‘mEnorme’, su debut ‘Enviadescer’ o ‘Dedo Nucué’, buscan denunciarlas sin abandonar la diversión y el sentido del humor.
Quebrada también es actriz y ha aparecido en dos documentales, el autobiográfico ‘Bixa travesty’, ganador de un premio Teddy en la Berlinale; y ‘Meu corpo é político’, en el que habla efectivamente sobre su cuerpo y el de todos nosotros como objeto político: «“Todos somos cuerpos políticos, independientemente de dónde estemos y cómo nos posicionemos. Mi cuerpo es político y también lo es el tuyo. Lo son los cuerpos de los que nos leen, el de cada uno de nosotros. Nuestros cuerpos producen referencias todo el tiempo», aseguraba a El Salto.
Con este currículum y esta historia lo de menos es que el trabajo de Linn da Quebrada haya llamado la atención de la escritora y filósofa Angela Davis y de la cantante Kelela, que contó con ella para el remix de ‘Better’ incluido en su álbum de remezclas. O no, pues que dos personas como Davis y Kelela, tan comprometidas políticamente con causas como el racismo o la comunidad LGBT, valoren tu trabajo, solo puede significar que estás haciendo las cosas bien. Y eso da fuerzas para seguir luchando… en este caso a ritmo de funk.
Kaiser Chiefs son uno de los nombres confirmados en Santander Music, que se celebra los días 1, 2 y 3 de agosto en Península de la Magdalena, y aunque se sabía que los británicos llegarían al festival con nuevo disco bajo el brazo, todavía no se conocían los detalles de este, que se han revelado este mismo viernes junto con un nuevo single.
El nuevo trabajo de Kaiser Chiefs sale el 26 de julio y lleva por título ‘Duck’, esto es, «pato», y un pato de plástico es lo que vemos recoger a uno de sus integrantes en el vídeo de presentación del disco que los autores de ‘I Predict a Riot’ han subido a Twitter. En él, aparecen construyendo la portada del álbum en el suelo de un almacén a base de cartones, telas, tubos de madera o guisantes. Esto te aclarará un poco por qué al inicio del vídeo parece que estén en Art Attack.
El single de ‘Duck’ es bastante bailable, un poco ochentero… y tiene un nombre raro: ‘Record Collection’. Pero en él Ricky Wilson y compañía no te hablan de su «colección de discos»… sino que literalmente son una. La letra está escrita desde la perspectiva de una «colección de discos» que se considera una «sección dedicada, un recuerdo de todo lo que has visto y todo lo que has hecho» y te aconseja «relajarte y perderte en el mundo que hemos construido para ti». Aunque la frase más creepy ha de ser: «soy la melodía escondida en una canción que suena en bucle en el interior de tu cabeza».
Cupido tienen novedades. Estrenan web y además publican el videoclip de ‘Milhouse’, una de las canciones destacadas de su debut ‘Préstame un sentimiento‘, que continúa en el top 50 de los discos más reproducidos en España (45) mientras Pimp Flaco y los integrantes de Solo Astra lo siguen presentando por España, tras su periplo mexicano.
‘Milhouse’ efectivamente se llama como el mejor amigo de Bart Simpson y precisamente la de Bart es la voz que escuchamos en el anuncio de un supuesto juego de mesa de Cupido llamado «Línea Cupido» publicado hace unos días, que en realidad nos llevaba hacia el estreno del videoclip en cuestión. Este sigue jugando con la idea de Cupido como «boy band» rapero ahora está ambientado en los 90, con el cameo destacado de unos teléfonos gigantescos y el eMule o referencias a Jurassic Park.
El vídeo retrata a un grupo de amigos que, entre pósters de Madonna, Backstreet Boys, Alejandro Sanz… y Cupido, buscan quedar con su componente de Cupido favorito. Es, como explica la nota de prensa, «una oda a las citas de los noventas/dosmiles, un viaje en el tiempo a la época en la que los cyber cafés y las salas de juegos recreativos eran las tiendas de Apple del s.XX, y en la que te peleabas con tus hermanxs para que te dejasen libre el inalámbrico».
Cristina Ortiz, más conocida como La Veneno, fue un personaje emblemático de la cultura popular española, ayudando a visibilizar la transexualidad a través de sus mediáticas apariciones en televisión en un momento en que esta no era tan comprendida como hoy. Falleció en 2016 en circunstancias no del todo claras, justo cuando acababa de publicarse una biografía sobre su vida firmada por Valeria Vegas, ‘¡Digo! Ni puta ni santa‘.
Tres años después de la muerte de La Veneno se anuncia que Javier Calvo y Javier Ambrossi, el dúo de directores más conocido como Los Javis, llevarán su vida a una serie en el que será su primer proyecto en su propia productora Suma Latina, con la colaboración de Atresmedia Studios (con la que cerraban un acuerdo de exclusividad el pasado mes de febrero) y la productora Apache Films.
La serie se llamará ‘Veneno. Vida y muerte de un icono’ y contará con capítulos de 50 minutos según El País Semanal. Javier Calvo ha anunciado en Twitter el proyecto con estas palabras: «Juro solemnemente, ante la responsabilidad que conlleva hacia Cristina y el colectivo, que lo haremos desde el respeto y, sobretodo, desde el corazón. La Veneno es, y siempre será, nuestra heroína. Y su historia merece ser contada. Llevamos mucho tiempo intentando que saliera adelante este proyecto, que nos emociona y que nos parece un homenaje muy importante y necesario. Lo haremos junto con su biógrafa oficial Valeria Vegas, que sabe todo de ella y que estuvo a su lado en los momentos más difíciles».
En una nota de prensa, Atresmedia explica que la serie «narra, a través de una heroína implacable, la historia de la realidad LGTBI en España desde los años 60 hasta la actualidad, una asombrosa historia cuyos valores universales, con los que se identifican personas de todo el mundo, la convierten en una serie de interés global». Continúa: «Adorada por su carisma y su forma de expresarse libre, deslenguada y divertida, La Veneno alcanzó la popularidad gracias a sus apariciones televisivas en los 90. Sin embargo, su vida y sobre todo su muerte siguen siendo un enigma».
A su vez, Los Javis declaran: “Como en cualquier vida, pero sobre todo en una tan intensa como la de La Veneno, los géneros se entremezclarán, variando en cada etapa de su vida. Veneno necesitará de todo tipo de géneros para ser contada. Porque ella fue un género en sí misma. La vida de La Veneno es una tragedia, es un thriller, roza casi el terror. Pero ella nunca la miró así. Siempre se la tomó con humor, valentía e imaginación. Por eso, La Veneno es nuestra heroína. Porque aunque Veneno es la historia de una mujer transexual en una época donde las personas transexuales estaban consideradas el último escalón social, ella nunca se sintió una víctima. Ella siempre fue una luchadora. Veneno está más cerca de Rocky que de La chica danesa. Será un homenaje a todas y todos los relegados a la última fila y a los que luchan a golpes por llegar a la primera.”
‘Bittersweet Symphony’ de The Verve es una de las canciones más emblemáticas de la historia del brit pop, sin duda una de las más populares que produjo la década de los 90 en general y para la redacción de JENESAISPOP en concreto, la mejor canción de 1997. Pero la canción se vio envuelta en una extraña polémica poco tiempo después de su edición.
El gancho principal de ‘Bittersweet Symphony’ era el sample de un arreglo orquestal de 1965 de ‘The Last Time’ de The Rolling Stones, un sample que obligó a Ashcroft a ceder absolutamente todos los derechos de la canción a Mick Jagger y Keith Richards pese a que el mencionado arreglo orquestal tampoco era de su autoría, sino de la Andrew Oldham Orchestra (en concreto de David Whitaker). Esto se debió a que el manager de The Rolling Stones, Allen Klein, denunció a Ashcroft por supuestamente usar una porción más larga de la versión orquestal de ‘The Last Time’ de la que habían acordado, logrando que el británico renunciara a los derechos de la canción y se colocara en última posición como co-autor en los créditos, después de Jagger y Richards.
Ashcroft no ha visto un duro por los derechos de esta canción en 22 años, pero esto acaba de cambiar tal y como ha informado BBC. Durante su discurso en los Ivor Novello Awards, donde Ashcroft ha recogido un premio por toda su carrera, el músico ha revelado que los integrantes de The Rolling Stones finalmente le han devuelto los derechos de la canción. «El mes pasado, Mick Jagger y Keith Richards cedieron todos los derechos de ‘Bittersweet Sympphony’, lo cual ha sido un gesto verdaderamente amable y magnánimo por su parte». Richard aclaraba entonces que había sido el manager de Rolling Stones el responsable de la situación y no The Rolling Stones, a la que no ha dejado de considerar la «mayor banda de rock en el mundo».
«Felicidad en casa», arranca diciendo la nota de prensa del sello La Castanya que anuncia que editarán el nuevo disco de Lidia Damunt. ‘Nacer en Marte’ –ese es su título– se publica después del verano, ha sido producido y mezclado por Sergio Pérez (Svper, Joe Crepúsculo) y lo definen como «el trabajo más variado de su carrera». El texto del sello barcelonés ahonda también en la temática de sus nuevas canciones: «Inspirándose en la ciencia ficción, la literatura gótica y la de terror, la artista plantea distintas reflexiones en forma de canciones pop, en las que desarrolla cuestiones relacionadas con cómo en ocasiones nuestras emociones nos juegan malas pasadas y cómo la percepción del tiempo nos hace esclavos de ilusiones que casi siempre desembocan en insatisfacción. También defiende a aquellos outsiders que no encajan en la norma, que rechazan tanto las relaciones normativas como los condicionantes sociales (‘Bella y Bestia’ y ‘Sucesos’ —uno de los hits en potencia del álbum— lo muestran a la perfección)».
Y como muestra, un botón: como sabrás si has escuchado ya nuestra playlist semanal de novedades Ready for the Weekend, Damunt ha estrenado hoy el primer avance de ‘Nacer en Marte’. Se trata de ‘Tu presencia’, una canción que habla «sobre la sociedad, en la que estamos cada vez más ausentes y en la que cuando la persona deseada no está junto a ti, todo te da igual, no nos fijamos en nadie, no nos queremos a nosotros mismos». Y nos lo explica en un medio tiempo que, tras unos pausados versos semiacústicos, avanza con un ritmo marcial en el estribillo marcado por el bombo y sumándose una preciosa guitarra voladora de fondo y coros que cantan un emocionante «tu presencia hace que todo sea diferente / eso no me pasa con el resto de la gente». Y así progresa ya hasta su final, sumando nuevas guitarras distorsionadas que erigen un auténtico muro.
‘Nacer en Marte’ es el sexto trabajo de la artista de origen murciano –integrante en sus inicios del sin par trío Hello Cuca–, el primero desde que en 2016 publicara ‘Telepatía‘. Aunque el año pasado amenizó la espera de este nuevo disco con el alocado ‘El túnel‘, junto a sus amigos de Hidrogenesse, que precisamente hoy publican álbum. Lidia Damunt presentará algunas de estas nuevas canciones por primera vez en directo el proximo 31 de mayo en Primavera Sound, donde actuará en el escenario Adidas con una formación muy especial.
Cepeda, ex concursante de Operación Triunfo 2017 y uno de los que más popularidad ha logrado tras su paso por el concurso, publica la reedición de su debut ‘Principios’ el 14 de junio. El cantautor gallego lo presentará en una gira compartida con Ana Guerra, su compañera de talent show, a partir del próximo mes de septiembre y hasta enero de 2020, para la que las entradas siguen disponibles.
‘Nuestros principios’ será un álbum doble compuesto por el disco original, que ya fuera número 1 de ventas en España gracias al éxito de singles como ‘Esta vez’ o ‘Por ti estaré’, y otro de canciones inéditas, una de las cuales es ‘Mi reino’, que acaba de estrenarse en las plataformas de streaming y ya es número 1 en Youtube mediante un videoclip rodado debajo de un puente y también a las vías de un tren abandonado.
‘Mi reino’ es la canción de pop-rock dramática habitual que ha solido publicar Cepeda, en este caso con un punto especialmente enérgico en el estribillo, aunque sin descuidar en su letra frases marca de la casa como «contigo siempre es el momento de hacer colores las miradas» o «quiero recordarte como ayer / desnuda entre mi ropa del revés».
En el ecuador del festival de Cannes –los pasados tres últimos días- pudimos ver algunas de las películas más esperadas de un certamen que, si bien no está destacando por tener un gran número de revelaciones, sí que está manteniendo un nivel medio ejemplar.
Debutó por primera vez en la sección oficial de Cannes el cineasta norteamericano Ira Sachs con ‘Frankie’, una película rodada en Sintra donde la protagonista, interpretada por Isabelle Huppert, convoca unas vacaciones familiares para dar la noticia de que le queda poco tiempo de vida. Sachs evita centrarse en este conflicto, utilizando esta premisa como recurso para indagar en los problemas personales de todos los miembros de la familia. Es una cinta que cuenta con diálogos inteligentes y buenas actuaciones (destacando especialmente la siempre magnética presencia de Marisa Tomei). Probablemente se trate de uno de sus trabajos más satisfactorios.
Los veteranos Jean Pierre y Luc Dardenne, en su enésima participación en competición, presentaron un trabajo cien por cien fiel a su estilo, que aunque quede muy lejos de ser de sus mayores logros, cuenta con interés la historia de un chico musulmán de trece años radicalizado por culpa de su imán. El filme no ofrece nada que no hayamos visto antes en su cine, pero tiene esa cualidad para atraparte gracias a su pulso narrativo. Su mayor problema reside en un final que no remata y que da la sensación de que los cineastas han querido dejar ahí su historia por no meterse en problemas ideológicos. En cambio, quien sí dejó una muestra de lo mejor de su cine es Bong Joon-ho con una imprevisible y muy entretenida historia sobre la brutal diferencia entre clases sociales. Su punto fuerte es cuando la comedia se apodera del relato, aunque sería injusto no reconocer que los giros hacia el thriller son igualmente brillantes. Consta de tres actos muy diferenciados, dos de ellos excelentes, por lo que es una pena que en el tercero se descontrole tanto. Pero, con todo, es tremendamente disfrutable.
Y, por fin, tras interminables colas y quedarme fuera de dos pases, pude ver la esperadísima ‘Once Upon a Time in Hollywood’, de Quentin Tarantino. Su narrativa es totalmente libre y desestructurada, pero lejos de ser esto un defecto, el cineasta realiza la que es la mejor de sus últimas películas. Una auténtica carta de amor al cine, llena de nostalgia y de cariño a sus personajes. Leonardo DiCaprio y Brad Pitt están extraordinarios, y tienen una gran química en pantalla. Margot Robbie, en un papel muy pequeño, está también cautivadora como Sharon Tate (atención a ese trabajo vocal). Tarantino enamora gracias a un guion plagado de secuencias escritas con una inteligencia notable. Y, si durante dos horas te mantiene atado a la butaca, los últimos cuarenta minutos son para levantarse y aplaudir. Debería tener un hueco en el palmarés. Así como Xavier Dolan, en su vuelta a Cannes tras la fallida ‘Solo el fin del mundo’ con ‘Matthias & Maxime’. El canadiense narra la confusión del autodescubrimiento de dos personajes; dos mejores amigos que ruedan un corto para la hermana de uno de ellos en el que tienen que besarse. Ese hecho supondrá un caos interno para ambos, además de que Maxime está a punto de irse a Australia a vivir durante dos años. La película más que querer ser una historia de amor –que también-, retrata un estado vital.
Dolan pone en pantalla sentimientos complejos con sutileza -esto es nuevo-, aunque hay momentos musicales (pocos) y alguna conversación histérica tan propias de su cine. Pero aquí está mucho más contenido que nunca. Se trata de su obra más madura, puede que también la más triste y la más sincera. Por supuesto, no va a gustar a todo el mundo, pero desde aquí la reivindicamos como uno de sus mejores trabajos.
Arnaud Desplechin presentó un intento de thriller de investigación fallidísimo. ‘Roubaix, une lumière’ es la película más floja de la selección. Dos largas horas en las que el cineasta francés parece perdido, tanteando lo que quiere contar. Cuando finalmente lo decide, es demasiado tarde, y la manera de hacerlo es monótona y poco efectiva. Su forma de añadir tensión es haciendo que la música no deje de sonar en ningún momento. Y agota.
En Una cierta mirada, ‘Adam’, la opera prima de la marroquí Maryan Touzani empieza con una mujer embarazada, nueva en la ciudad, buscando un sitio donde poder dormir. Finalmente, tras muchas negativas, es acogida por Abla, una mujer de muy mal carácter que lleva una pastelería y tiene una hija de diez años. Cinematográficamente no ofrece nada que no hayamos visto muchas veces. Es cine reivindicativo hecho con molde y con pocas ideas más allá de su obvio mensaje. Aunque seguramente a Nadine Labaki (presidenta del jurado de esta sección) le gustará. Otra manera muy diferente de hacer cine de denuncia es la de Midi Z con ‘Nina Wu’, una suerte de ‘Perfect Blue’ de acción real que expone el machismo en la industria del cine y el trato que reciben las actrices para poder conseguir un papel. La película es una metaficción con ecos lejanos al cine de Lynch y Winding Refn. Tiene un guion sorprendente, está filmada con mucha solvencia y cuenta con algo excepcional: una interpretación de Wu Ke-Xi -también guionista- arrebatadora. Como anécdota, estaba Tarantino viéndola en la sala.
El cine español también vivió su momento en esta sección. Por un lado, ‘Liberté’ de Albert Serra, destinada a levantar amores y odios desde el mismo momento en el que el cineasta pensó en hacerla, se ambienta en el siglo XVIII antes de la Revolución Francesa. Sin embargo, nada tiene de drama histórico o de época. La idea es representar la decadencia de las clases altas mediante un grupo de libertinos que están en contra del gobierno conservador de Luis XVI. Toda la cinta (135 minutos) sucede en un bosque de noche, en el que se dan todo tipo de prácticas sexuales, a cada cual más grotesca. Da la impresión de que Serra solo busca provocar y desesperar al espectador, ya que su filme podría durar diez minutos y sería exactamente lo mismo. Cine radical, amado por algunos, incomprendido por la mayoría (en la que me incluyo).
Por otro, Oliver Laxe regresaba a Cannes por tercera vez con su tercer largometraje ‘O que arde’, que cuenta la historia de un hombre que acaba de salir de la cárcel tras dos años de condena por haber quemado un bosque. Regresa a casa de su madre en una aldea en los montes de Galicia y la vida sucede con calma, hasta que un día vuelve a pasar un nuevo incidente. Laxe cautiva con su cine contemplativo, lleno de detalles poderosos y de sensibilidad infinita. Una película que va creciendo poco a poco en el espectador mientras te atrapa hasta que, finalmente, arde.
En Quincena de realizadores, se vio ‘Wounds’, la fallida pero interesante película de Babak Anvari, protagonizada por Armie Hammer interpretando a un camarero de un bar que al coger el móvil que se dejó uno de sus clientes empieza a experimentar sucesos extraños. Tiene una atmósfera conseguida, el problema es que el guion está repleto de trucos muy visibles para dar sentido a la trama. Al final, acaba perdida en una idea muy buena que no sabe cómo resolver. La estrenará Netflix.
Un viernes más traemos la playlist Ready for the Weekend para descubrir las mejores y más destacadas novedades discográficas de la semana. Esta semana, además del nuevo álbum de Hidrogenesse, ‘Joterías bobas‘, destacan los nuevos trabajos de Morrissey (ya sabéis, su disco de versiones ya denostado por su posicionamiento político), Niño de Elche, Cate Le Bon, Flying Lotus, Sebadoh, Faye Webster, The Waterboys, los mexicanos Little Jesus, Paulo Londra, Hayden Thrope (Wild Beasts), Steve Lacy (The Internet), Señalada, The Amazons o YG. También se han lanzado estos días EPs de los gallegos Dois y la barcelonesa NOIA, fichada por el sello neoyorquino Cascine, además de la promesa del R&B Dounia. Además, Bill Callahan ha presentado la primera de las cuatro partes en las que se divide su nuevo trabajo, ‘Shepherd in a Sheepskin Vest’.
A lo largo de la semana se han presentado nuevas canciones de Delafé (con La Bien Querida), La M.O.D.A. (con Refree), Ezra Furman, 5 Seconds of Summer y Vic Mirallas (que estrenábamos en excluiva). A esas se le han sumado hoy nuevos singles de Lidia Damunt (adelanto de su próximo álbum), Medalla (ídem), Rickie Lee Jones, Trentemøller, Two Door Cinema Club, Underworld, Kaiser Chiefs, Sílvia Pérez Cruz, Ed Sheeran & Chance The Rapper, ionnalee, Digitalism, Jess Glynne & Jax Jones, Instituto Mexicano de Sonido & Joe Crepúsculo, Bananarama, Jesca Hoop, la promesa VVAVES (no confundir con Wavves) junto a Iggy Azalea, Lighthouse Family, I Am Dive, Ty Dolla $ign, Yung Beef, Purple Mountains (nuevo proyecto post-Silver Jews de David Berman), Cassius, Cecilio G. & Lucifero 666, Clairo, Astrid S, Grande Days, Cuco, BFlecha, Rels B o Alien Tango.
En el apartado de curiosidades, destacamos sendos remixes de Fangoria (¡a cargo de GusGus!) y Zahara (por ELYELLA), un álbum de rarezas de Joan As Police Woman, el recopilatorio de singles de Primal Scream, un disco de autoversiones de Sting, una buena cara B de Apartamentos Acapulco, un remix de Mow, el tema para una serie de televisión compuesto e interpretado por PJ Harvey o una nueva versión de ‘Friend Like Me’ de la BSO de ‘Aladdin’ –la versión en carne y hueso del clásico Disney– a cargo de Will Smith y DJ Khaled.
Pornhub, esa web que no necesita presentación, ha puesto a la venta un bañador anti-erecciones. No es una broma, está a la venta a un precio de 69,99 dólares. La prenda es diseño de una agencia española con sede en Madrid que además ha tenido la idea de crear un anuncio para presentarla, involucrando a una conocida banda indie española como es Airbag.
La banda malagueña, autora de ‘Cementerio indie‘, pone música al anuncio de Pornhub aunque el intérprete de ‘Beach Boner Blues’ es el cantante estadounidense Kurt Baker. El anuncio se ha rodado en Cádiz y como explica Diario Sur, ha sido idea del productor de Officer & Gentleman, la agencia creativa de Pornhub en Madrid, que es malagueño. Todo queda en casa aunque evidentemente la idea del anuncio es representar un verano californiano, pues además la canción parece de Beach Boys. O «Dick Boys».
Esto dice Pornhub sobre su nuevo bañador, que con el logo de la web impreso en un lateral, es el perfecto regalo para tu mejor amigo: «Pornhub ha lanzado hoy el Bonerless Bathing Suit, la respuesta a un viejo problema: las erecciones playeras inintencionadas. Confeccionada utilizando la “Bonerless Technology” patentada por la marca, su nueva prenda de baño está diseñada para salvar a los hombres de una de las situaciones más comunes y embarazosas de la época estival. Todos los hombres han sufrido en algún momento erecciones inconvenientes o no deseadas. En una situación rutinaria, la ropa interior ajustada o un libro estratégicamente colocado evita levantar sospechas hasta que tu levantamiento haya pasado. Pero cuando comienza la temporada de playa, y estás en la arena con nada más que un bañador holgado, simplemente no hay nada que puedas hacer… hasta ahora».
¿Poner banda sonora al nuevo anuncio de @Pornhub? Yes. Ya podéis ver el acojonante spot hecho por Office & Gentleman para Pornhub, con la música hecha por @mondoairbag ft. Kurt Baker.https://t.co/gTZ5kWHA0T
Taylor Swift ha compartido una playlist de Apple Music con sus canciones favoritas del momento y esta incluye varias sorpresas. La primera es Beach House, que aparecen en la lista no con una canción famosa precisamente, sino con la que cerraba su disco de 2015 ‘Thank Your Lucky Stars‘, una ‘Somewhere Tonight’ muy Twin Peaks / Julee Cruise que cabe preguntarse si experimentará algún tipo de resurgimiento en las plataformas de streaming gracias a Swift.
La playlist incluye también temas de The National, en concreto dos pertenecientes a su nuevo disco, ‘Light Years’ y ‘Rylan’; James Blake (‘Can’t Believe the Way We Flow’), The Japanese House ‘(Follow My Girl)’, Lana Del Rey (‘Venice Bitch’), Lykke Li (‘utopia’) o Twin Shadow ft. HAIM (‘Saturdays’), además de canciones de Lizzo (‘Juice’), Ciara (‘Thinking Bout You’), Carly Rae Jepsen (‘Want You In My Room’), Bastille (‘Joy’), Julia Michaels (‘What a Time’ ft. Niall Horan) o Panic! at the Disco (‘Hey Look Ma, I Made It’).
No es la primera vez que Swift sorprende con una playlist. Ya en 2017 compartió una parecida en la que descubrimos temas de los mismos The National, Bon Iver, The Japanese House, The xx o Dum Dum Girls. Por cierto, la lista de reproducción de Swift se abre con su reciente éxito ‘ME!’ junto a Brendon Urie de los mencionados Panic! at the Disco.