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Halsey, Carly Rae Jepsen, Snoop Dogg, Doja Cat, Devo… en 10 fotos que no debiste perderte

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Vuelve nuestra sección 10 fotos que no debiste perderte, dedicada a mostrar fotos y vídeos de nuestros artistas favoritos en las redes sociales que te gustará ver (o recordar, si ya las has visto). Esta semana, recordamos cómo Carly Rae Jepsen predijo la pandemia, Devo contribuyen a proteger contra el contagio, Halsey mata el tiempo con aficiones insospechadas, The Streets tiene una cita virtual en una tienda de pollo frito…

Carly Rae Jepsen predijo la pandemia

¿Los Simpson? ¿’El Ministerio del Tiempo’? ¿Imanol Arias dando las campanadas? Hay diversas teorías absurdas sobre quién pudo predecir la pandemia de Covid-19, pero pocas vislumbraron la situación de las personas solteras en confinamiento como la canadiense Carly Rae Jepsen con su single de 2018 ‘Party for One‘, como ella misma señala. A punto de que todo dios se tire a las calles y esto solo sea un recuerdo (ojalá), brindemos por ese «making love to myself / back on my beat».

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“Party for One” is getting way too real.

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Devo te protegen de la Covid-19

Y cuando nos echemos a las calles… ¿cómo protegerse dejando claro que eres un buen freakazo de la música? La respuesta la tienen Devo, que han comercializado su célebre casco rojo añadiéndole una pantalla protectora transparente, al estilo de la que se utilizan muchos sanitarios. Y no, no es ninguna broma: en su tienda venden incluso pantallas de repuesto y, también, toda una línea de mascarillas convencionales con diferentes diseños inspirados por la imaginería de los autores de ‘Whip It’.

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DEVO make the COVID-19 merch you want. #devo

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Jessie Ware y la promo en tiempos de confinamiento

Si alguna@s artistas están decidiendo demorar el lanzamiento de sus discos en plena pandemia puede tener que ver con lo complicado que se puede hacer la promoción. Que se lo digan a Jessie Ware, que se ha encontrado con 1000 copias de su nuevo disco ‘What’s Your Pleasure?’ firmadas en el salón de su casa y ahora no sabe qué hacer con él. Así que, os ruega, compradlas para que pueda librarse de ellas.

Halsey, otaku y gamer

El confinamiento está haciéndonos descubrir facetas poco o menos conocidas de las estrellas del pop. Por ejemplo,, a falta de poder hacer su gira de presentación de ‘Manic‘, estos días estamos descubriendo que a Halsey le pirra el cosplay –es decir, disfrazarse como sus personajes favoritos de cine, animé, videojuegos–, y la hemos visto ataviada como personajes de ‘Sailor Moon‘ además de uno de los personajes más admirados del juego ‘Overwatch’, D.Va. No lo vimos venir.

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another day another play 💗💗💗💗

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«The Weeknd como nutrias, el hilo»

Cambiando de tercio, The Weeknd puede ser el actual rey del pop en el mundo (‘After Hours’ sigue funcionando bien, y ‘Bliding Lights’ batiendo récords), pero eso no le ha hecho perder el sentido del humor. Antes de ridiculizarse a sí mismo como personaje de la serie ‘American Dad’, había compartido un hilo de Twitter que comparaba imágenes suyas con las de nutrias en las posturas y actitudes más increíbles. El parecido es REAL.

The Streets y su cita fallida en la tienda de pollo

Chicken Shop Date‘ es uno de los shows más divertidos que se pueden ver ahora en Youtube. En él, la actriz cómica británica Amelia Dimoldenberg se cita (en plan ligar) en una tienda de pollo frito/kebab/similar con artistas –principalmente MCs de grime, pero también se han dejado caer por ahí Mahalia o la rapera Ms Banks–, dando lugar a situaciones muy surrealistas. Uno de los últimos (obviamente, con ayuda de la conexión remota y decorados) en probar suerte en la «Chicken Shop» de Amelia ha sido Mike Skinner, The Streets, que se ha llevado algún que otro zasca a cuenta de su edad y su alopecia.

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Is age just a number?

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Diplo se moja por Megan Thee Stallion

Megan Thee Stallion puja por el número 1 de singles en Estados Unidos gracias al remix de su single ‘Savage’ junto a Beyoncé. No cabe duda de que la autora de ‘Suga‘ es una estrella en ciernes, y Diplo, avezado como es, lo sabe. Así que está dispuesto a hacer lo que ella le pida por una colaboración. ¿Que le dice que se tire a un río? Sujétale el cubata…

La jugarreta de Doja Cat para llegar al #1

En disputa directa con Megan, Doja Cat, su ‘Say So‘ y su remix con Nicki Minaj son las grandes oponentes. La intérprete del viral ‘MOOO!’ ha jugado sus cartas para llegar al número 1: al parecer, Amala Zandile Dlamini (menos mal que ha escogido otro nombre de guerra, porque vaya trabalenguas) había prometido en Twitter enseñar sus pechos si la canción llegaba a lo más alto en el Hot 100. Fuera cual fuera la incidencia de esa promesa en su éxito, alguien se lo recordó en una conversación con los fans en su Stories y… que si quieres arroz, Catalina.

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🔁: @goofy.juice a story of hope and betrayal…

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Katy Perry, Mamá Dumbo

Aparte de publicar ‘Daisies‘, primer single de su nuevo disco, y comparecer en la final de ‘American Idol‘, Katy Perry se prestó a cantar en un especial de Disney Channel dedicado a las canciones de sus películas, para que las cantara toda la familia. Tan amiga como es de los disfraces, a nadie se le ocurrió mejor idea que vestirla de Mamá Dumbo –¿una metáfora sobre su estado de buena esperanza? Nah…– para que cantara ‘Baby Mine’ de la película de animación del elefantito volador. No adivinaríais quién hace de Dumbo…

Snoop Dogg, «congelado»

Y ya que estamos en el universo Disney… Sí, sí, habéis leído bien: Snoop Dogg y Disney. De manera milagrosa, alguien ha recogido (imaginamos que de algún Stories) este momento sublime de la historia del pop en el que el rapero californiano se graba a sí mismo sentado en su coche escuchando ‘Let It Go’, de la banda sonora de ‘Frozen’. Así, porque sí. Ma-ra-vi-lla.

Carolina Durante y Antonio Luque (Sr. Chinarro), a la gresca por el uso de la música en la #CayeBorroka

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Desde hace un par de días, están dando muchísimo que hablar las ¿manifestaciones? ¿espontáneas? de vecinos del Barrio de Salamanca de Madrid (uno de los de mayor renta per cápita y rancio abolengo de la capital) en contra del estado de alarma y el confinamiento. Algo que en Twitter se ha dado en llamar #CayeBorroka, en clara alusión al término «cayetanos» con el que muchos identifican a los pijos del país, especialmente desde que Carolina Durante popularizaran el concepto con su hit ‘Cayetano‘. Entre los numerosos y delirantes memes que se han podido ver estos días de lo acontecido en la calle Núñez de Balboa, hemos visto a esa chavalada enarbolando palos de golf coreando «¡llibertat, presos polìtics!», ‘Bella Ciao’ y «Gora ETA«, además de ‘Don’t Look Back In Anger’ de Oasis o el tema de los Carolina Durante. [Foto de Antonio Luque: Ana Becerra.]

Eso incitó a Antonio Luque a conectar a ambos grupos en un tuit tan breve como polémico, declarando sin más «Ni Oasis ni Carolina durante» (sic). Ni cortos ni perezosos, como recoge la web Dod Magazine, el cuarteto madrileño le devolvía la pelota al veterano artista sevillano llamándole «Señor Chinado». «Entiendo que entre el covid y el cierre de rdl lo esté pasando regu, pero tampoco hay que faltar solo porque nosotros sigamos interesándole a la gente», remachaban. «Sin faltar, niños. Cada cual tiene sus gustos, yo tengo los míos», respondía primero Luque, diciéndoles que deberían «estar contentos de haber entrado con Oasis en el pack. Pero os habéis «chinado», por algo será», y rematando luego que él sigue «interesando a la gente lo mismo desde hace más de 26 años. Nunca fue mucho, nunca fue poco. Para mí es suficiente. A ver para cuánto tiempo os da vuestro talento bragado y con tablas».

Tras aclarar luego que alguna de sus canciones «le gusta» –parece ser que ‘El himno titular’– hurgaba luego en la herida respondiendo a los comentarios que tildaban al cuarteto de «Los Nikis en soso», aunque aclarando que no les gustan «el 90% de los grupos españoles», y recordaba su vieja polémica con Los Javis a cuenta de Operación Triunfo. Aunque no parece que esto forme parte precisamente de ella, Luque está en plena promoción de su nuevo disco ‘El bando bueno’, del que ya ha avanzado ‘Sábanas santas‘ y ‘Una famiglia reale‘. Por su parte, Carolina Durante estarían ultimando un EP entre su primer y su segundo disco, del que han mostrado ya ‘La canción que creo que no te mereces‘, colaboración con J de Los Planetas… que ha colaborado también en varias ocasiones con Luque, por cierto.

C. Tangana opina sobre el confinamiento, Rosalía, su veto en Bilbao por sus letras, la «tasa Covid» que propone Podemos…

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El pasado viernes C. Tangana sorprendía publicando ‘Bien:(‘, su primer trabajo/mixtape/disco desde que publicara en 2018 ‘Avida Dollars’. Cuatro canciones que no alcanzan los nueve minutos de duración pero tienen un concepto sonoro más o menos cerrado en cuanto a influencias e intenciones, con el lema «música triste en español», entre las que se cuenta ‘Nunca estoy‘. Este tema con guiños a ‘Cómo quieres que te quiera’ y ‘Corazón partío’ –con co-autoría, por tanto, de Rosario y Alejandro Sanz– se ha convertido, impulsado por la singular tesitura de la industria musical, en su primer número 1 de singles en España, algo que no consiguió ni ‘Booty’ ni ‘Mala mujer’, por citar sus dos singles más conocidos hasta la fecha.

Ante esta «hazaña», la periodista de El País Luz Sánchez-Mellado en su sección «Gente con Luz» –dedicada a entrevistar a personajes populares de diversa índole– hace uno de sus retratos a Antón Álvarez, al que entrevista de forma telemática en su actual casa –Sánchez-Mellado recalca la notoria diferencia entre esta y la «humildísima» que habitaba cinco años atrás, en su primera entrevista con él–. Pucho convive allí con cuatro de sus colegas, después de que su novia, una fotógrafa chilena, no pudiera acompañarle en su regreso a España al estallar la pandemia por problemas de visado. En la conversación, la periodista destaca la madurez («Me parece una forma muy aburrida de decirlo», replica el cantante) que demuestra Álvarez en algunas de sus sentencias actuales, que «le han hecho caerse del Lamborghini».

«Si solo fuera ese tipo del Lamborghini no me daría la cabeza para esa reflexión. Hay que asumir la impresión que se tiene de ti. Uno es lo que cree que es, lo que es verdaderamente y lo que los otros piensan. Y si no tienes en cuenta todo no vas a poder explicar lo que eres de verdad», dice Pucho, asegurando que es parte de su evolución y que ahora está mostrando esa «capa». No reniega de la vida de ostentación y el bling bling, pero no cree que sea para tanto: «Si me comparas con cualquier otro artista de mi nivel y superiores en el resto del mundo, no creo que nadie pensase que soy excesivamente derrochador ni exhibicionista». En todo caso, es consciente de formar parte de un sistema que, en una declaración política, asegura que también está siendo protegido por la actual cuarentena: «la cuarentena sigue teniendo el espíritu del dominio capitalista. La mayoría de la gente no puede confinarse del todo y dedicarse a la alta cultura, a cuidar de la familia y a hacer yoga. (…) Este confinamiento es una idea para que no se colapsen los sistemas de los ricos».

En ese sentido, dice que le molestaría pagar la «tasa Covid» que ha puesto sobre la mesa Unidas Podemos porque «la gente que está gestionando ese dinero son unos ineptos y egoístas que solo quieren mantenerse en el poder. Su intención no es el bien público. Son ególatras, que es lo que es todo político. Entonces, no pago nada con gusto al Estado. Ahora, me parece una buena opción dada esta situación». De hecho, cabe destacar que, casi a la vez que se publicaba esta entrevista, acudía a Twitter para aludir directamente al Ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, reclamando protección para los técnicos y otros autónomos implicados en la industria cultural. Respecto a las escenas de gente del Barrio de Salamanca saliendo a las calles en grupo a protestar por el confinamiento, dice que le parece «un capítulo de ‘Black Mirror'»: «Me cabrea y me da miedo por lo que puede venir. A mis amigos no les dejan juntarse en un parque y a estos les han dejado sin más. Es injusto y es peligroso porque a nadie le gusta que le traten distinto y ahí ha habido diferencia».

Asegura, además, que le afectó el veto del Ayuntamiento de Bilbao por sus letras el pasado verano («Trato de hacer pensar, hurgo en mis heridas, hago cosas controvertidas. Acepto el escarnio público a cambio de no tener que decir más que lo que digo en mis temas. Soy un artista, no tengo la misma responsabilidad que un político»). Pero no se muestra molesto porque le pregunten por su ex-pareja Rosalía: «Me encanta. Estoy muy orgulloso de la cultura española, y de Rosalía muy especialmente».

Charli XCX / how i’m feeling now

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Lo de Charli XCX empieza a ser casi un insulto. Mientras otros artistas no saben qué hacer con su maravilloso CD perpetrado durante varios años, ella aprovecha la crisis del coronavirus y el confinamiento para sacarse de la manga otro disco, cuando apenas han pasado 9 meses desde el que parecía su largo definitivo, el que por algo decidió llamar ‘Charli‘ a secas.

O debería decir discazo. ‘how i’m feeling now’ no ofrece grandes novedades respecto a sus últimos pasos. Estaría bueno, en unas pocas semanas. Lo que escuchamos aquí sigue siendo fiel al sonido PC Music, y de hecho A. G. Cook es el productor de más o menos la mitad del álbum, sumando las clásicas melodías de Charli XCX, más propias del synth-pop, el R&B o las girl-bands. Los estribillos son dulces y color chicle, pues además gran parte de las letras están dedicadas a su novio Huck Kwong, con el que está conviviendo como se ha visto en el vídeo de ‘claws’, pero los graves siguen siendo deliberadamente molestos, haciendo ruido.

Charli XCX ha detallado estas 11 canciones en un «track by track» realizado para Apple Music, convenientemente recopilado en Genius. Gracias a eso sabemos que ‘how I’m feeling now’ se nutre de alguna canción vieja que incluso había sido estrenada en vivo, como es el caso de ‘party 4 u’; que ‘c2.0’ es la segunda parte de ‘Click’ y que la relación con su novio no estaba en el mejor momento posible justo antes de la cuarentena, de lo que habla en ‘i finally understand’. Ahora sí se ha visto reforzada y por eso le dedica el infeccioso estribillo de ‘claws’ («me gusta todo sobre ti») y, entre otras cosas, la promesa de amor de ‘forever’. Hay que poner en valor que una declaración de este tipo no resulte cursi con una producción como esta: el momento luminoso surge tan sólo con ese final medio trance, emergiendo entre un montón de barullo, probablemente como metáfora de los baches experimentados en lo que antes era una relación a distancia.

Deliberadamente ha querido abrir el álbum con una canción de sonido «agresivo» y «demoníaco» que dividiera a sus seguidores como es ‘pink diamond’, inspirada por un chat con Jennifer Lopez que ha podido tener lugar gracias a Dua Lipa durante el confinamiento; y lo termina con la «rave» de ‘visions’. No solo esta canción es un triunfo por su deriva techno final; también el último minuto de ‘detonate’ es el resultado de los deberes bien hechos. O bien Charli XCX ha trabajado la composición en la dirección adecuada o bien mantiene tantos años después un gran olfato para improvisar ideas chulas que funcionan.

BJ Burton, que ha colaborado en los últimos álbumes de Bon Iver, con Banks o incluso con Low, es otro de los co-productores de ‘how i’m feeling now’, destacando en el animado R&B de ‘enemy’, otra canción de amor en contra de lo que parece, con un contagioso riff de teclado; mientras Palmistry es quien se encarga de la base de uno de los temas más diferentes, ‘i finally understand’, más cercano al drum&bass. Un álbum breve y adictivo como lo fue ‘Pop 2.0’ en el que a los 4 singles adelantados podrían sumarse ‘detonate’ o ‘anthems’. Este es, ni más ni menos, que el himno costumbrista definitivo sobre la cuarentena: un grito «quiero salir» para todos aquellos que echan de menos el clubbing. Solo ella podía hacer sonar frases como «estoy tan aburrida», «me he levantado tarde, como cereales», «intento lo mejor que puedo estar en forma», «me pierdo en un programa de la tele» y «mis amigos son invisibles, los echo de menos todo el rato» como una verdadera fiesta.

Calificación: 8,2/10
Lo mejor: ‘claws’, ‘forever’, ‘detonate’, ‘visions’, ‘anthems’
Te gustará si te gusta: el anterior, PC Music
Youtube: vídeo de ‘claws’

Perfume Genius construye su propio ‘True Blue’ en torno a la idea tóxica y egoísta de un enamoramiento

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Perfume Genius publicaba el pasado viernes ‘Set My Heart On Fire Immediately’, el quinto álbum de una carrera en permanente ascensión y transformación –desde su tímido pero emotivo debut ‘Learning‘ (2010) hasta el melodramático ‘No Shape‘ (2017)– y que hemos escogido como Disco de la Semana. En los próximos días publicaremos su correspondiente reseña y una entrevista que mantuvimos con el propio Mike Hadreas días atrás, pero abrimos boca destacando como Canción del Día uno de los singles más incontestables de su trayectoria, ‘On the Floor’. [Foto: Camille Vivier.]

Se trata de una canción abiertamente pop en lo musical, quizá una de las más luminosas de toda su carrera. La manera de interpretar los toques de guitarras y rítmica jamaicanas y coros doo-wop la emparentan claramente con los 80, concretamente con hits de la época como ‘Girls Just Wanna Have Fun’ de Cyndi Lauper o ‘True Blue’ de Madonna. Quizá la clave esté en el uso de la guitarra-sintetizador tan recurrente en aquella época, y que aquí interpreta un virtuoso de la música contemporánea como Blake Mills –el guitarrista, que ha trabajado desde con Ed Sheeran hasta con The Killers pasando por Fiona Apple, Andrew Bird o Weyes Blood, acaba de editar precisamente su alabado tercer disco en solitario ‘Mutable Set’–. Y no es el único música de prestigio que se suma a esta suerte de homenaje al pop de los 80: el bajo de Pino Palladino (D’Angelo, Adele, St. Vincent, Ed Sheeran), la batería de Matt Chamberlain (Elton John, Pearl Jam, Frank Ocean) y los coros de Phoebe Bridgers y su colaborador Ethan Gruska enriquecen esta ligera composición de Hadreas y su colaborador habitual Alan Wyffels. Acentuando ese perfil pop, hace unos días se lanzaba un oportuno remix de la canción a cargo del remixer especializado en dar una pátina ochentera a sus creaciones, Initial Talk.

Pero, fiel a la idiosincrasia artística de Perfume Genius, esa atractiva luz de la parte musical sirve de fondo para una turbia narrativa. En este caso, Hadreas se cuestiona qué emociones humanas menos amables que el amor se manifiestan en un crush, un enamoramiento desaforado e instantáneo. «(‘On the Floor’) es esencialmente sobre un crush que se convierte en una obsesión realmente impersonal», explicaba Hadreas a Pitchfork hace un par de días. «Un enamoramiento es algo que tú creas que parece muy egoísta en muchos sentidos, porque tú no piensas en el otr@ como una persona. Es más la idea de lo que él/la puede hacer por ti, lo que tú puedes hacer por él/la. No ha ocurrido aún, no es correspondido, así que es como una cosa palpitante. Pero sigue siendo amor, sigue siendo atención. Puede ser muy confuso», asevera.

Pero también tiene una proyección especial –como tantas de sus canciones– hacia la homosexualidad: «Cuando la escribía, pensaba en cuando eres joven y no has salido del armario, y te enamoras de alguien que parece realmente cercano y excitante, combinado con que se supone que no debes amar a esa persona. Cuando eres queer, te enseñan que lo más vergonzoso de ti es con quién deseas tener sexo, y eso sin ni siquiera haberlo hecho aún. Es una combinación extraña: esto parece amor, parece lo que quiero y lo que siento como natural, pero con una mezcla de vergüenza y miedo. No creo que me haya liberado del todo (aún) de ese combo», concluye. «La lucha me rasga por dentro», canta en el primer verso, antes de entonar en su estribillo «¿Cuánto pasará hasta que eso se borre? / ¿Cuánto, hasta que mi cuerpo esté a salvo? / ¿Cuánto, hasta que camine hacia la luz? / ¿Cuánto, hasta que este corazón no sea mío?» para concluir al final con un lamento que se clava «Sólo quiero tenerle entre mis brazos».

Para perfeccionar la poética de ‘On the Floor’, se lanzaba con un precioso vídeo en el que Mike escenifica esa lucha danzando en un ambiente rudo y rural, entre clichés de masculinidad, puros y ropas sucias, retorciéndose por el suelo… hasta que otro bailarín ataviado exactamente como él –recalcando ese egoísmo que citaba– ejerce de espejo.

Lo mejor del mes:

Carlos Sadness detalla su nuevo álbum, ‘Tropical Jesus’

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«¿Quién es Tropical Jesus?», se preguntaban artistas tan dispares como Li Saumet de Bomba Estéreo, Sebastian Pringle de Crystal Fighters, Caloncho o Samantha de la última edición de OT, entre otros, en un vídeo que subía hace unos días Carlos Sadness a su perfil de Instagram. Ese concepto apuntaba a ser, como luego se ha confirmado, el ya-no-tan-misterioso título del nuevo álbum del músico barcelonés tras el exitoso ‘Diferentes tipos de luz‘, y que juguetea con su imagen, su estilo musical y… ¿’Personal Jesus’ de Depeche Mode?

“Siempre he pensado que Jesús fue el revolucionario del perdón, y era un asunto sobre el que hablaba en las primeras líneas que escribí del disco”, aclaraba luego en nota de prensa, que asegura que «será también un disco rodeado de cierto misticismo, de cierta conexión con lo mágico y la superstición, con lo trascendental y el perdón», precisamente. Esta revelación (je) viene acompañada de «la canción con la que empieza la historia del nuevo disco», ‘Ciclo lunar’, estrenada hace unas horas. Se trata de un medio tiempo marca de la casa (produce él mismo con Jordi Bastida, Dan Hammond y Steffano Maccarrone –Mendetz–) que establece «un diálogo con las estrellas sobre respuestas y supersticiones», que en realidad alberga una historia sentimental con una chica que vive a distancia.

‘Ciclo lunar’ es el tema que abre el disco, pero no es el primero que conocemos del mismo, en tanto que incluye también ‘Aloha‘, single con Bomba Estéreo y ‘Ahorita‘, editada el pasado verano. La publicación del tracklist confirma la participación del miembro de Crystal Fighters –bajo el alias Dr. Witchdoctor– en el tema ‘El simpático’ y la del artista pop colombiano Manuel Medrano en ‘Todo estaba bien’. ‘Tropical Jesus’ se publica el día 19 de junio en cuidadas ediciones física –ya en pre-venta– que entre el artwork creado por el propio Sadness incluyen 13 cartas de un «tarot tropical».

‘Diferentes tipos de luz’ supuso un hito comercial de Carlos Sadness al entrar directamente al número 2 en la lista de ventas española, solo por detrás del disco oficial de OT 2017, la edición de Amaia, Aitana y Alfred, nada menos. Su popularidad también se trasladó a Latinoamérica, donde es una estrella casi mayor que aquí, aunque ya ha alcanzado el estatus que le permite acometer sin miedo aforos como los del Wizink Center de Madrid y el Palau Sant Jordi de Barcelona. En los últimos meses, además, se ha estrenado como productor para otros: se ha encargado de ‘Ventura’, segundo disco de la cantautora pop Suu, y también del single debut de la citada Samantha de Operación Triunfo, ‘Sin más‘.

Tracklist de ‘Tropical Jesus’:
1. Ciclo Lunar
2. Me Desamaste
3. Chocolate y Nata
4. Todo Estaba Bien
5. Muerte Súbita de un Caimán
6. Clorofila
7. Isla Morenita
8. Ahorita
9. El Simpático
10. El Gringo
11. Adiós a los Dinosaurios
12. Aloha
13. Número Oculto

Las mejores canciones del momento: mayo de 2020

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Hoy renovamos nuestra playlist mensual de las mejores canciones del momento, que cuenta con cerca de 4.000 suscriptores. La nueva playlist comienza con ‘Save a Kiss’, el tema que definitivamente nos ha puesto los dientes largos sobre el nuevo álbum de Jessie Ware. En representación de nuestros recientes Discos Recomendados incluimos ‘I Want You To Love Me’ de Fiona Apple, ‘NTE’ de Buscabulla, ‘Someone’s Gonna Break Your Heart’ de A Girl Called Eddy, ‘The Day the Politicians Died’ de Magnetic Fields, ‘Pretty Please’ de Dua Lipa y ‘Still Learning’ de Halsey. Por «Revelación o Timo» ha pasado gente como Westerman (seleccionamos ‘Confirmation’) y Ela Minus (‘they told us it was hard, but they were wrong’).

Entre los grandes éxitos de las listas en las últimas semanas hay que hablar de ‘THE SCOTTS‘, lo nuevo de Travis Scott con Kid Cudi, y de C. Tangana, número 1 directo en España -es la primera vez que lo logra- con la fantástica ‘Nunca estoy’. También ha tenido una entrada tímida en el top 100 oficial de nuestro país ‘Goteo’ de Paloma Mami, que tiene créditos de Rosalía.

Si el espíritu indie pop continúa vivo a través de canciones como ‘Discoteca en ruinas’ de Joe Crepúsculo y ‘Second Best’ de J’aime, viejos conocidos como Sondre Lerche, Benjamin Biolay y Cass McCombs nos han vuelto a deslumbrar con sus nuevas entregas, ‘You Are Not Who I Thought I Was’, ‘Comment est ta peine?’ y ‘The Wine of Lebanon’. Por su parte, la electrónica nos ha dejado temas tan variados como ‘Night’ de Kelly Lee Owens, ‘ONLY’ de ZHU y Tinashe, ‘Aries’ de Gorillaz con Peter Hook y Georgia, ‘Every Color’ Louis the Child con Foster the People y ‘Murphy’s Law’ de Róisín Murphy, sobre la que hablamos con su co-productor.

Entre las canciones que han pasado por nuestra sección «Veredicto», escogemos ‘Saved My Life’ de Sia y ‘Good Bad Times’ de Hinds. Completamos la playlist de las mejores canciones del momento con ‘Tu foto’ de Cupido, sobre la que hablábamos con ellos; ‘Nada y nadie’ de Sen Senra, ‘Cri Cri’ de Karmento, ‘Yo no nací así’ de Tulsa, ‘Connemara’ de Núria Graham, ‘Patience’ de Porches, ‘Una famiglia reale’ de Sr Chinarro y dos temas de diverso R&B: Kelly Rowland ha sacado la dignísima ‘COFFEE’ y Tkay Maidza ‘Shook’, que parece un viejo hit de Kelis circa ‘Milkshake’.

Dellafuente anuncia nuevo álbum de lúgubre título, ‘D.E.P.’, adelantado por la oscura ‘La recomellía’

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Dellafuente es, con todo merecimiento, uno de los grandes nombres de la escena urban española, aquella englobada erróneamente como «trap». Trabajando incansablemente, ya haya sido en la nómina de Sony Music o desde la independencia, Pablo Enoc se ha convertido en un referente gracias tanto a sus singles con C. Tangana, Mala Rodríguez, Novedades Carminha, Rels B, Morad o Ana Mena, como en proyectos tan audaces como ‘Salomon Sessions‘ o Taifa Yallah. Todo eso sin necesidad de dar continuidad al estupendo ‘Ansia viva’, del que nos separan ya cuatro años. Por eso es toda una sorpresa que El Chino anuncie hoy la inminente publicación de un nuevo álbum.

Se titula ‘Descanso en poder’, cuyo acrónimo, como se encarga de destacar el teaser del álbum –en el que vemos una estatuilla de unas ratas que gira al son de un martillo, al estilo de los martinetes flamencos–, coincide con el lúgubre «Descanse en paz» originario del latín y tan recurrente en los sepelios. El disco, que cuenta con su propia página web, se publica de forma inminente, el día 5 de junio. Y, si atendemos a las distintas cuentas atrás que figuran en ese site, entendemos que los viernes precedentes, 22 de mayo y 29 de mayo, habrá nuevos adelantos del disco.

Este mismo viernes hemos conocido el primero: se trata de la oscura ‘La recomellía’, canción co-escrita y co-producida con Choclock (autor de la base de ‘Contando lunares‘, entre otros trabajos, y que este viernes también ha estrenado ‘Moisés‘) en la que recupera su faceta más reconocible como MC, entre ecos acústicos y andalusíes, tan propios de él. En su letra alude a su carácter reservado, esquivo con la vida pública y la prensa (según él, aunque con nosotros ha sido siempre amabilísimo), a la vez que, como la araña que protagoniza su portada y su vídeo animado, trabaja incansablemente y en silencio. ‘Descanse en poder’ es su tercer disco oficial de estudio, tras el citado ‘Ansia viva‘ y ‘Azulejos de corales’ (2015), y el primero para Sony Music.


Residente busca otro golpe de efecto sumando más de 100 besos confinados, con Messi, Ana de Armas, Ricky Martin…

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René Pérez, Residente, está tratando de sacar partido al pelotazo que dio días antes de que se declarara la pandemia de Covid-19 con sus fantásticos tema y vídeo ‘René‘. Aquel single se convirtió en un éxito viral por la emotividad de su letra y su ingenioso clip en plano secuencia, convirtiéndose en una de las canciones más populares del ex-Calle 13 en solitario, acumulando más de 105 millones de visualizaciones en Youtube. También daba un perfil sensible y personal que se distanciaba un tanto del hip hop más bien combativo y con trasfondo político-social habitual en él. El confinamiento quizá ha frustrado sus planes, pero no ha dejado de entregar novedades desde entonces: además de versiones en directo confinado de la misma ‘René’ y el hit de Calle 13 ‘Latinoamérica‘, ahora presenta otra nueva canción creada encerrada en su caso.

Se trata de ‘Antes que el mundo se acabe’, una balada construida sobre piano y arreglos de cuerda cuya letra está igualmente cargada de emotividad. En este caso, proyecta el miedo y la incertidumbre generadas por la actual crisis sanitaria y económica mundial, pero superponiendo la esperanza y la fe en la Humanidad, su solidaridad y su amor, tras el lema «No volvamos a la normalidad, comencemos de nuevo». Para lanzarla, ha buscado con su vídeo dar un golpe de efecto similar al de ‘René’, dentro de las limitaciones que la cuarentena implica. Y su idea ha sido la de proponer a más de 100 parejas alrededor de todo el mundo que se besen apasionadamente ante una cámara.

Comenzando por él mismo, el clip (que cuenta con una versión extendida de la canción con arreglos de distintos folclores del mundo) reúne a personas de variadas orientaciones sexuales, orígenes y razas, aunque obviamente son varias personalidades del cine, la música y el deporte las que más llaman la atención: el futbolista Leo Messi con su mujer Antonella Roccuzzo; la actriz hispano-cubana Ana de Armas con su nueva pareja, el también actor Ben Affleck; Ricky Martin con su marido Jwan Yosef; o Leonor Watling y Jorge Drexler son algunos de los nombres más populares a los que vemos morrearse apasionadamente (bueno, hay de todo) ante la cámara. El vídeo, con casi 9 millones de visualizaciones en unas horas, en uno de los clips musicales más vistos del mundo en este momento. Por el momento se desconoce si estas nuevas canciones formarán parte de la continuación de ‘Residente’, su primer y único álbum en solitario, publicado en 2017.

The Magnetic Fields convierten una banda de moteros en una fantasía cómica y homoerótica

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Culminando la semana dedicada a The Magnetic Fields por la publicación de su notable nuevo álbum ‘Quickies‘, en la que además de publicar una entrevista con Stephin Merritt, hemos repasado todos sus discos –incluidos los de su primera etapa y su obra maestra ‘69 Love Songs‘–, volvemos a poner el foco en otra de las estupendas canciones de este trabajo compuesto por 28 canciones de no más de dos minutos y medio. Y es el turno de ‘(I Want to Join A) Biker Gang’, otro de los adelantos que, como ‘The Day the Politicians Died‘, han servido de single al disco.

«Biker Gang» es quizá la canción más maximalista y convencional, en cuanto a instrumentación y duración, de ‘Quickies’. En un disco que no es un disco de grupo en absoluto, como nos reconocía Merritt en nuestra charla, en «Biker Gang» se percibe la participación de los habituales Sam Davol, John Woo, Claudia Gonson y Shirley Simms, más Chris Ewen (mellotron) y Benny Grotto (percusiones), con arreglos –muchos de ellos interpretados con instrumentos construidos por ellos mismos con cajas de puros y vino– que llenan el tema, en contraste con el minimalismo de buena parte del quíntuple disco. Es además una canción redonda en su economía, con versos y pre-coros que hacen las veces de ganchos, irresistibles.

En ella, Merritt fantasea sobre unirse a una de esas bandas de moteros tan carpetovetónicas como peligrosas (a menudo relacionadas con la delincuencia) que ruedan por Estados Unidos, y que películas de los 70 como ‘Easy Rider’ y ‘El precio del fracaso’ glamurizaban. De hecho, el vídeo que ha creado Robert Edridge-Waks se basa en filmaciones de serie B (aunque por ahí asoma Michael Caine, nada menos) o incluso de aficionados de esa época. Lo mejor, como siempre, está en su irónica letra, que marca la diferencia.

«Quiero unirme a una banda de moteros / quiero participar en un gang bang / Me gusta mi vida vacía pero… «tachán» / Quiero unirme a una banda de moteros», dice el primer verso/coro de la canción, que luego ahonda en su fantasía homoerótica con besos a su compañero de moto «sordo y tonto» y con todo ese vello facial, dejando colgados a su mujer e hijos y re-bautizándose como «Colmillo» (fang). «Creo que cuando pase la pandemia va a haber muchos que se unan a una banda de moteros», le decía servidor a Stephin al hilo de esta canción en nuestra conversación. «¡Sí! Cuando escribí la canción no quería unirme a una, pero después de ver el vídeo, definitivamente quiero estar en una banda de moteros. Parece muy divertido», respondía. Pues sea.

Lo mejor del mes:

Jamás te lo perdonaré, Eurovisión 2020

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Anoche se emitía el especial que sustituía a Eurovisión 2020, pues ayer era cuando había de emitirse la gran final del certamen, para desconocimiento del mundo. Sólo por escuchar la sintonía oficial a las nueve en punto había que darle una oportunidad. El programa se dio en llamar ‘Europe Shine a Light’ y la cosa mejoró solo un poquito desde lo visto en las semifinales, un popurrí de videoclips y bailes caseros tipo TikTok que nadie con Netflix o Filmin aguantó más de un par de minutos.

El especial alternaba saludos de los países participantes con alguna que otra actuación. Vimos a los rusos «lamentando esta situación de la pandemia» pero asegurando que «nos unirá», al representante de Georgia pidiendo unos segundos de silencio por las víctimas del coronavirus que solo pudo ser un segundo de silencio porque no había tiempo, etcétera. Por parte de España vimos momentáneamente a Blas Cantó, sin noticia que comentar, y lo más reseñable sobre nuestro país es que RTVE envió una imagen del madrileño Teatro Real mal iluminada muy cuestionada en redes: en realidad fue el recinto donde se celebró Eurovisión en 1969 tras la victoria de Massiel. Ha sido la única vez en la historia que el certamen se ha celebrado en España, y tampoco es que se le espere de vuelta, lo cual es una justificación después de todo.

El culmen del show era la grabación conjunta de ‘Love Shine a Light’, el tema con que ganó Katrina and the Waves para Reino Unido en 1997, en la que Bélgica, que no gana Eurovisión desde 1986 y este año competía con la balada de Hooverphonic, fue el único país que no quiso participar. Nadie los echó de menos, principalmente porque fue duro aguardar a que llegara tal momento, a sabiendas de que no iba a haber votaciones. El festival parecía condenado desde que Madonna llenara el año pasado su escenario de bailarines muertos con máscaras en lo que ahora mismo parece una puesta en escena de la covid-19, y lo único interesante entre tanto saludo y lugares comunes fueron una serie de actuaciones pregrabadas: ‘Heroes’ con Måns Zelmerlöw dedicada a los sanitarios, la ganadora reciente por parte de Israel Netta jugando al «bedroom pop» con una caja de música entre las piernas, un número de la ganadora serbia de 2007 en el que la gente se quitaba las mascarillas simbolizando la lucha o el fin de la pandemia…

La sensación que dejaban dichas grabaciones es que se había perdido la oportunidad de hacer un festival alternativo con cada país enviando una sencilla grabación similar con su canción de 2020. El festival no quería organizar una competición, entre otras cosas, porque no podía garantizar la igualdad de condiciones en este tipo de grabaciones, pero igual el público, que ya ha lidiado en el pasado con la compra de televoto por parte de Azerbaiyán, hubiera preferido soportar las malas artes puntuales de algún país que el show visto anoche, bastante triste. Se supone que Eurovisión es una celebración de la música y la vida, que ha de evadirte de los males en el mundo, y reconciliarte con este mismo, y anoche no se cumplió este objetivo.

Nos quedamos, pues, sin saber si Islandia podía ganar y en qué puesto habría quedado la canción de Lituania. Hasta un mes después de que se celebrara One World Together at Home, un concierto online con decenas de artistas de primera fila interpretando sus temas como buenamente podían, la imaginación de los creativos de la UER quedaba en evidencia. En nuestro foro de Eurovisión marcecar10 sugería que cada país enviara un vídeo como el impresionante rodado por Italia con Diodato solo frente a un gigantesco anfiteatro de Verona vacío. ¿Era tan complicado montar algo así? En este piso de estudiantes merecen más ciertos sueldos…



The Magnetic Fields / 69 Love Songs

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Cuando una canción, un disco o un artista genera opiniones apasionadas, a veces se dice que «el mundo se divide entre gente a la que le gusta ese algo» y «gente a la que no». La devoción que ha generado ’69 Love Songs’ de Magnetic Fields durante los últimos 20 años -sin grandes voces en contra- es tal que más bien el mundo se ha dividido entre gente que tenía canción favorita de ’69 Love Songs’ y gente que no. Y el álbum es tan variado que es curioso cómo cada elección definía el gusto y hasta la personalidad, la manera de ser, de una persona. No recuerdo si fue Marina Gómez Carruthers de Klaus&Kinski quien en cierta ocasión planteó un debate en su muro de Facebook sobre cuál era la mejor canción de este mastodóntico álbum triple -séxtuple en la edición vinilo-, y aquello fue un torrente de diversidad que cualquier artista habría envidiado. Es pésimo tener demasiado claro cuál es la mejor composición de un artista o de un grupo.

El álbum nació despreocupadamente en un «piano bar» gay de Manhattan –lo cual ahora sabemos que es mucho menos glamouroso de lo que nos sonaba en un principio–, cuando Stephin Merritt se dio cuenta de sus cualidades para el musical. Había hecho ya buenos álbumes y composiciones al frente de Magnetic Fields pero quería hacer algo más teatral inspirado por el formato de «revista», y sobre todo que «le definiera», como nos contaba en una entrevista reciente. «Nunca creí que me definiría una declaración tan positiva, y realmente no estaba pensando en que lo hiciera cuando salió», indica antes de describir el álbum con palabras que ciertamente no tienen nada que ver con su fama de cascarrabias, como «dulce, repipi, mono». Se planteó hacer 100 canciones pero le parecieron demasiadas, por lo que el proyecto quedó en 69. Si a los neófitos les suena a boutade, lo mismo pasó cuando muchos en nuestra adolescencia o post-adolescencia descubríamos el disco, en España encumbrado como mejor álbum del año –un año tarde, debido a su edición europea de 2000– por la recientemente desaparecida revista Rockdelux. ¿Acaso un artista podía mantener el nivel durante 69 composiciones en el mismo álbum? ¿Pero cuántos artistas sobre la faz de la tierra tienen realmente 69 canciones buenas?

Que en ’69 Love Songs’ hay canciones mejores y peores no lo duda ni siquiera Stephin Merritt, que incluyó en el álbum gracietas de unos pocos segundos como ‘Punk Love’ y ‘How Fucking Romantic’. Y sin embargo, el álbum no sería el mismo sin estas. Excelentemente armado, sobre todo en el CD 1, es significativo cómo la canción que hace un sándwich entre estas dos, ‘The One You Really Love’, se ve realzada por su posición en el álbum (y por sus maravillosos coros). Por cada canción de la que puedas tener dudas emerge otra que más que un 10 sobre un 10, es un 20. Incluso tantos años después de su publicación, el reencuentro con los primeros acordes de ‘All My Little Words’ o ‘Come Back from San Francisco’ te noquea. Ni por todo el té de China cambiarías lo que sientes cuando en el CD 2 aparece el punteo inicial de ‘Papa Was a Rodeo’, con la melodía más triste de la historia, después del alud de emociones que ya es el tarareo de ‘Kiss Me Like You Mean It’.

Merritt se siente cercano a grupos del underground de finales de siglo como Felt, pero se inspira en el jazz (‘My Only Friend’ está dedicada a Billie Holiday), en el cancionero americano de George Gershwin, Cole Porter o Irving Berlin. Y, explícitamente en este álbum, en las ‘114 Songs’ que Charles Ives recopilaba en 1922, compuestas entre 1887 y 1921. Así, encontramos en ’69 Love Songs’ canciones de pop de estructura más o menos tradicional como la sublime ‘I Don’t Believe in the Sun’, pero el álbum se caracteriza por una cautivadora libertad que convierte la secuencia en una aventura impredecible en la que nunca sabes si aguarda un divertimento o una tragedia. Quizá el álbum gusta tanto por lo que se parece a la vida misma.

Está la destartalada improvisación de ‘Love Is Like Jazz’, el musical de Broadway que es ‘Very Funny’, el tropicalismo de ‘World Love’, la canción cheerleader ‘Washington, D.C.’, la experimentación de ‘I Shatter’, el homenaje a Gainsbourg que parece ‘Underwear’ (también por su irreverente estribillo en francés), el homenaje a Jamaica de ‘It’s a Crime’, el rock distorsionado de ‘I’m Sorry I Love You’, el western de ‘Blue You’, el country de ‘I Think I Need a New Heart’, la electrónica de ‘You’re My Only Home’, el ambient de ‘Love in the Shadows’, el folclore de ‘Wi’ Nae Wee Bairn Ye’ll Me Beget’, la canción de palacio que es ‘For We Are the King of the Boudoir’, el amor con adversativas de ‘(Crazy for You But) Not That Crazy’, al que solo le faltan las palmas para ser una canción girl-group, y así hasta 69 peripecias. ¿No es ‘I Can’t Touch You Anymore’ como poner a Leonard Cohen a cantar encima de una canción de Kraftwerk? ¿No habrá ejercido ‘No One Will Ever Love You’ una influencia incluso para alguien tan remoto como Chromatics, como mínimo melódicamente?

Misteriosamente el álbum suena cohesivo en su variedad, incluso a pesar del uso de varios vocalistas. En un mar de instrumentos que incluye una larguísima lista de sintetizadores en el libreto, cuerdas, vientos y todo tipo de accesorios impensados, predomina un gusto por el sonido casero -que no amateur- y cercano, un hilo que a veces logra que ni te des cuenta de que una canción la está cantando Stephin, Claudia Gonson, Shirley Simms o LD Beghtol, quien por cierto a la postre escribiría un libro sobre este álbum. Nadie se entera de que es Dudley Klute quien se queda el momento vocal más agradecido del álbum, esa nota extendida hasta el ahogamiento en ‘The Luckiest Guy on the Lower East Side’, una canción sobre un perdedor, feo, en el que nadie se fija, pero con la esperanza de mejorar su suerte gracias a que tiene coche. La música es tan tonta, tan peregrina y tan edificante a la vez como su propia ocurrencia.

Las historias son variadas: no son personales de amor, pues el disco personal de Stephin será ‘50 Song Memoir‘ (2017). Aun así, Merritt, que puede ser tan mordaz como Morrissey, muchísimas veces apela a un sufrimiento muy puro, como en pistas de cometido tan directo como ‘Kiss Me Like You Mean It’. Muchas se amparan en tristezas como «Tú y yo no creemos en finales felices» (‘My Only Friend’) o «estoy alcanzando mi tope de lágrimas del año» (‘Reno Dakota’). A veces las palabras duelen hasta provocar la lágrima, pero Merritt no se deja llevar por la vehemencia frente al micrófono. En el libro de Kiko Amat en el que se traducen al castellano canciones de Magnetic Fields, el autor recuerda una entrevista con el artista en la que hace un símil con los directores que les piden a los actores que se limiten a decir su frase: «yo también quise decir la frase, sin emoción. Quise que mi voz no fuera dramática, pero sí la frase que pronunciaba».

Lo que importa son las palabras e igualmente hay que poner el foco en el humor del álbum, que aparece a través de referencias cinematográficas (‘Promises of Eternity’ alterna ‘8 y medio’ con ’10, la mujer perfecta’), musicales (la cita a Steve Earl y a la banda de heavy metal GWAR de ‘Acoustic Guitar’ es tronchante) y la vida cotidiana. En ‘Long-Forgotten Fairytale’ eres «la princesa» de verdad «decorada como un árbol de Navidad» en un «viejo castillo encantado», mientras que ‘Love Is Like a Bottle of Gin’ realiza un paralelismo entre el amor y la ginebra tal que así: «Te pone ciego, te deja arruinado / te hace creer que eres un tipo duro / te hace propenso al delito y al pecado / te hace decir cosas sin pensarlas mucho».

Antes de tener internet o posibles para viajar, una generación aprende el inglés que no te enseñan en las escuelas gracias a ’69 Love Songs’. Con el karaoke etílico que implica gran parte del álbum, en algún momento próximo al cambio de siglo aprendimos lo que significaba «one night stand», que «I don’t wanna get over you» no era «no quiero «superarte»» sino más bien «no quiero olvidarme de ti»; que no querer dar a alguien una «second glance» era muchísimo más humillante que no querer dar a alguien una «second chance»; e incorporamos «cucú» como sinónimo de «loco» a nuestro vocabulario en castellano solo porque ‘Absolutely Cuckoo’ tenía la melodía más «cutie» («dulce, repipi, mona») del álbum. En casi todos sus discos después de este, Stephin Merritt se ha apoyado demasiado en los textos, cuando ’69 Love Songs’ presenta un equilibrio perfecto entre música y letras, pero no por ello despreciéis lo que vino más tarde. Dedicarle su tiempo, indagar, sentarte con él, en su caso tiene siempre recompensa.

Calificación: 9,5/10
Lo mejor: ‘The Luckiest Guy on the Lower East Side’, ‘Papa Was a Rodeo’, ‘The Book of Love’, ‘All My Little Words’, ‘Absolutely Cuckoo’
Te gustará si te gustan: The Smiths, Felt, Carole King.
Escúchalo, por favor.

Kehlani / It Was Good Until It Wasn’t

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Kehlani ha estado muy presente en el radar de los amantes de la música pop y del hip-hop gracias a sus diversas colaboraciones con artistas como Justin Bieber, Cardi B, Zayn, Post Malone, Charlie Puth, Zedd o Megan Thee Stallion. Sin embargo, la cantante de Oakland a quien ha crecido escuchando es a Lauryn Hill, Mariah Carey, Jill Scott o Erykah Badu y su carrera, que ya cuenta con varias nominaciones a los premios Grammy, ha estado siempre orientada hacia el R&B, aunque su anterior trabajo, explica la artista, contuviera «un montón de canciones pop».

En respuesta a aquel ‘SweetSexySavage’ –con la playlist ‘While We Wait‘ de por medio– que en 2018 obtenía la certificación de Disco de Oro en Estados Unidos, en ‘It Was Good Until It Wasn’t’, el nuevo trabajo de Kehlani, la cantante ha buscado hacer un álbum que estuviera exento de canciones «uptempo» y existiera en «un único mundo». Y el mundo de ‘It Was Good Until It Wasn’t’ navega a través de un tipo de R&B ralentizado y melancólico que sirve a la artista para regodearse vocalmente en sus historias autobiográficas sobre el desamor, la fama o el deseo… y también en su afición por las armonías marca Brandy, quien a menudo parece la mayor influencia de Kehlani en el plano vocal: ambas son también dadas al melisma sin frenos, a veces demasiado.

La gran curiosidad de ‘It Was Good Until It Wasn’t’ es la colaboración de James Blake en ‘Grieving’. La producción es en realidad de Boi-1da, entre otros, pero el fondo de piano y las texturas electrónicas de la canción recuerdan al trabajo del cantante y productor británico, hasta el punto que esta no desentonaría tantísimo en ‘Assume Form‘. Sin embargo, esta no es una de las mejores canciones del nuevo álbum de Kehlani.

El espíritu de ‘It Was Good Until It Wasn’t’ es de introspección, pero también de exoneración. ‘Toxic’ habla de una relación tóxica, de una «polla que siempre ha sido problemática», pero su nebulosa base no inspira tensión sino alivio. En ‘Hate the Club’ con Mesego, que incorpora unos preciosos pianos de tonos jazzy, Kehlani cuenta la historia (real) de una noche que se presentó a una discoteca aunque las odia, solo para encontrarse con una chica que sabía que iba a estar allí. Y ‘Everybody Business’, una co-autoría de Pharrell Williams, se sirve de las bonitas melodías de una guitarra acústica para ahuyentar los comentarios de los «haters».

En estos temas, Kehlani está tan en su salsa como en los más sensuales, entre los que hay que destacar su re-interpretación de una canción no tan conocida de Aaliyah en ‘Can I’ con Tory Lanez, una «slow jam» de las buenas. La «seducción astrológica» de la burbujeante ‘Water’ y las armonías de la final ‘Open (Passionate)’ también brillan dentro de un conjunto que, si bien no tiene pinta que vaya a salir de su propio círculo como sí lograba el debut de SZA hace unos años, equilibra elegancia y honestidad con una buena dosis de personalidad.

Calificación: 7,1/10
Lo mejor: ‘Toxic’, ‘Can I’, ‘Everybody Business’, ‘Hate the Club’
Te gustará si te gusta: SZA, Brandy, Sabrina Claudio
Youtube: vídeo de ‘Everybody Business’

‘Volcano Man’, el hilarante adelanto de la película sobre Eurovisión de Will Ferrell y Rachel McAdams

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Netflix anunciaba hace un par de años la producción de una película centrada en Eurovisión, con Will Ferrell como co-guionista y protagonista. Poco a poco se iría conociendo la jugosa implicación en el proyecto de Rachel McAdams, Pierce Brosnan y Demi Lovato, entre otros, con el objetivo de estrenarse esta primavera de 2020, justo al mismo tiempo en que había de celebrarse la edición número 65 del certamen. Pero, como sabemos, ni el festival se ha celebrado esta semana en Rotterdam, ni la película ha podido ser terminada a tiempo, todo a causa de la pandemia de Covid-19.

Así, esta noche a las 21:00h en TVE, justo cuando se habría celebrado la final de Eurovisión 2020, ejercerá de sucedáneo el especial ‘Europe Shine a Light’, en el que actuarán sin público ni votaciones varios de los países participantes, entre ellos España con Blas Cantó y su ‘Universo’. Así mismo, Netflix ha querido hacer un guiño a este no-evento liberando una de las canciones que se interpretan en ‘Festival de la Canción de Eurovisión: La historia de Fire Saga‘. Y es una pena que no estreno y festival no hayan sucedido, porque la cosa pinta realmente bien.

Se trata de ‘Volcano Man’, canción interpretada por Ferrell y McAdams, que son los dos integrantes de Fire Saga. Ese es el nombre del dúo protagonista de la película-parodia, y que representa a Islandia. Escrita y producida por el tándem escandinavo Gustaf Holter y Christian Persson, reproduce bastante bien los clichés de una canción eurovisiva, con la insólita pareja cantando en broken-english sobre «el hombre de los volcanes», protector de su país. Aunque si la canción es graciosa, el clip que se ha filtrado/liberado hace unas horas es totalmente tronchante, con Will ataviado como un vikingo y Rachel como una gélida ninfa, cantando en parajes inhóspitos que, si no son de la propia Islandia, lo parecen. Habrá que esperar a Eurovisión 2021, quizá, para ver completa esta historia de Fire Saga.


Aitana es una diosa que salva la música en ‘Enemigos’, posible nuevo hit con Reik

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Aitana se ha convertido en la intérprete pop española del momento, como ya prometía en su paso por Operación Triunfo. Si bien podría haberse atribuido al empuje del talent-show el enorme éxito de su debut ‘Spoiler‘, singles como ‘Presiento‘ –con Morat– y ‘+‘ –con Cali y El Dandee– han vuelto a ser hits de forma meritoria –’Si tú la quieres’, con Bisbal, ya tal–, demostrando que es muy consciente de qué dirección tomar para afianzarse. Ahora vuelve a dar muestras de ese buen tino para lo comercial con ‘Enemigos’. [Ilustración: Laia López.]

Se trata de un single en el que comparte protagonismo con Reik, el trío mexicano que, como ella, acumula discos de oro y platino con temas de reggaeton romántico como ‘Me niego’ o ‘Amigos con derechos’. El tema que les une a la catalana es una atractiva pieza de pop mainstream contemporáneo con bastante pegada –producen los recurrentes Mango y Nabález–, con ese estribillo que alude a una relación de amor que acaba terriblemente mal. Su vídeo oficial supera los 2,2 millones de visualizaciones en las últimas 24 horas, siendo así el clip musical más visto del momento en España… aunque parte del mérito puede recaer en la propia pieza audiovisual.

Dirigido por el equipo de Antiestático y con la creación de personajes a cargo de la conocida autora de literatura juvenil Laia López, ‘Enemigos’ plantea una historia que poco nada tiene que ver con el rollo sentimental de la letra: en un mundo en el que los instrumentos y equipos de producción han sido embrujados por el malvado Silencio, Aitana es una suerte de diosa que, invocada por Reik, llega a la Tierra para devolvernos la música. Es un poco ñoño, claro que sí, pero también es una fórmula bastante ingeniosa de dar un buen soporte promocional al single en tiempos de aislamiento, en línea a lo que han hecho últimamente C. Tangana o Carolina Durante, por citar un par de ejemplos.

Canción del Día: ZHU y Tinashe se proyectan en las relaciones post-Covid-19 con la fascinante ‘Only’

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Desde que su primer single oficial ‘Faded’ fuera nominado a un Grammy en 2014, Steven Zhu –conocido como ZHU– se convirtió en uno de los productores más interesantes de su generación, logrando en discos como ‘GENERATIONWHY’ y ‘RINGOS DESERT’ mantener el equilibrio entre éxito comercial y un riesgo que le hace mantener lazos con el circuito underground de la electrónica. En sus discos y singles, además, puede presumir de haber logrado congregar a una pléyade de artistas de renombre que han colaborado con él: Tame Impala, AlunaGeorge, Skrillex, TOKiMONSTA o Majid Jordan, se han contado entre ellos. Y, desde hace unas horas, se les ha sumado Tinashe.

La autora de ‘2 On‘ co-protagoniza el nuevo single del productor californiano, ‘Only’, en el que vuelve a demostrar su gran capacidad para fascinar con elementos a priori no demasiado novedosos. En este caso, además, juega a enlazar y superponer distintos elementos que convierten la canción en una montaña rusa de emociones. Cantando él mismo, ‘Only’ comienza evocando el R&B oscuro de The Weeknd… hasta que irrumpe una suave base bailable, que poco a poco va retorciéndose y haciéndose más intensa a medida que ZHU emplea su falsete. Después de que Tinashe intervenga con un gancho en el que declara estar «buscando a alguien a quien amar», se incorpora un bajo ácido próximo al trance y, sin abandonar la delicadeza, ‘Only’ se convierte en un banger.

Ese diálogo de cierta ansiedad por amar y ser amados es trasladado a imágenes por el realizador Jack Murgatroyd, que hace una oportuna interpretación de la letra en tiempos de Covid-19: «El vídeo señala el momento actual, ese ubicuo sentimiento de incertidumbre y desasosiego», ha declarado a The Fader. «Esta es nuestra aproximación creativa a esas emociones, nuestra manera abstracta de abrir nuestros sentimientos de aislamiento y redundancia». Se refiere al intercambio entre ZHU y Tinashe que, enfundados en sus pertinentes máscaras protectoras, se observan de edificio a edificio anhelando unirse, mientras unos desconocidos bailan con trajes de aislamiento.

No está claro si ‘Only’ forma parte de un hipotético tercer álbum de ZHU, ni si se unirían a él los temas que ha venido lanzando el año pasado con artistas como Sofi Tukker, NGHTMRE o The Bloody Beetroots. En cuanto a Tinashe, se trata del primer material que publica la artista de R&B tras el recomendable ‘Songs for You‘. Prolífica y activa como pocas compañeras de su ámbito (además de liberada de un contrato que la limite), podría sorprender con nueva música en cualquier momento.

Lo mejor del mes:

Lola Flores recibe el homenaje de María José Llergo, que versiona ‘Pena, penita, pena’

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Este sábado 16 de mayo de 2020 se cumplen exactamente 25 años del fallecimiento de Lola Flores, una de las artistas más exitosas, carismáticas e influyentes de la música popular española. Su repercusión e influjo en la cultura de nuestro país es tal que, solo en los últimos dos años, encontramos referencias a ella en nuestra web por parte de artistas jóvenes tan diversos como Niño de Elche, Rosalía (que además cantaba ‘A tu vera’ en ‘Dolor y gloria’ de Pedro Almodóvar), Los Planetas, Omar Ayuso, Soleá Morente, Amaia o Lorena Álvarez… a los que ahora se suma María José Llergo.

La artista cordobesa que hace unos meses nos cautivaba con su debut ‘Sanación‘, presentaba precisamente este viernes una muy personal versión de ‘Pena, penita, pena’, copla de los históricos Quintero, León y Quiroga que La Faraona convirtió en emblema. Producida por ella misma y Lucky Juan, su adaptación apuesta por cierto minimalismo (prescindiendo de aquellos pomposos arreglos orquestales de su versión más célebre), con algunos coros fantasmales muy atinados.

«Me pareció muy emocionante poder cantarle a Lola», explica Llergo. «Ella me ha cantado a mí en boca de mi abuelo desde que era una niña. Con todo mi amor y respeto, accedí a homenajear su figura, como referente incuestionable de lo que es el poder femenino y andaluz. Es una mujer que se comió el mundo siendo ella misma, con su fuerza de tierra y sangre, esa fuerza que a mí me sirve de ejemplo incansable de lucha, inspiración, valentía y orgullo. Yo siento que Lola vive. Y ahora se abre paso por nuestras voces».

Esta versión de ‘Pena, penita, pena’ se lanza como cara B de un 7″ cuyo anverso contiene la citada interpretación de Lola Flores, que se obtiene con la reserva de ‘Lola Flores por siempre’, un doble disco homenaje que recopila versiones que artistas como Julio Iglesias, Rocio Jurado, Celia Cruz o José Luis Rodriguez “El Puma”, entre otros, rindieron hace años en Miami. La versión de Llergo se incluye como bonus-track en el disco, que se publica el 5 de junio.

Lady Gaga avanza la publicación de ‘Rain On Me’, nuevo single con Ariana Grande

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Por increíble que parezca, ‘Chromaticais coming pero ya de verdad de la buena. Tras haber demorado su publicación por la crisis de la Covid-19, el quinto disco de estudio en solitario de Lady Gaga llegará a nosotros en menos de dos semanas. Concretamente, el viernes 29 de mayo. Parecía extraño, por tanto, que a tan pocos días de su salida y habiéndose anunciado tanto tiempo atrás, apenas conociéramos su single principal ‘Stupid Love‘. Eso se solucionará la próxima semana: el viernes día 22 se presentará ‘Rain On Me’, colaboración con Ariana Grande que se venía rumoreando como segundo single de esta era.

Así lo confirmaban hace unas horas tanto Gaga como Ari en sus respectivas redes sociales, subiendo la portada del single en la que vemos a Germanotta con el pelo fucsia (y no muy aseado) recostada sobre el suelo mientras Grande observa con pose de sobrada a través de un agujero en la pared. La estética tiene un aire de cine de serie B que encaja a la perfección de confirmarse que el realizador del clip de la canción no sería otro que Robert Rodriguez, el director que precisamente hizo debutar a Lady Gaga en el cine, concretamente en la cinta ‘Machete Kills’. Cabe recordar que Rodriguez ya fue el encargado de poner imágenes a ‘Aura’, single de ‘Artpop’. Según algunas informaciones, ‘Rain On Me’ también tendría co-autoría de BloodPop© y Max Martin en materias de composición y producción, como ‘Stupid Love’.

Es una obviedad decir que ‘Chromatica’ es uno de los lanzamientos más esperados de 2020, más todavía dadas las circunstancias que vive el mundo por la pandemia. A este respecto, hay que destacar que, al menos de momento, Lady Gaga mantiene intactas las fechas de la gira The Chromatica Ball en Europa, que dan comienzo el 24 de julio en París.

‘Better Call Saul’ se hizo mayor: cómo el spin-off de ‘Breaking Bad’ dejó de necesitar a papá

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“It wasn’t me, it was Ignacio! ¡Siempre soy amigo! ¡Amigo del cartel!” gritaba Saul en su primera aparición en ‘Breaking Bad’. Cuando un atónito Jesse le pidió que hablase en inglés, Saul nombró a otro conocido: “Lalo didn’t send you?”. ‘Better Call Saul’ inició su andadura con “Ignacio” entre sus personajes, e incorporando a “Lalo” en la cuarta temporada, pero, más allá de eso, no teníamos ninguna pista en la serie original sobre los caminos que se tomarían en este spin-off. Por supuesto, dado su carácter de precuela, sabíamos que Jimmy McGill iba a ir perdiendo más y más ética hasta acabar convertido en Saul Goodman, abogado metido hasta las cejas en el mundo del narcotráfico y que no se escandaliza al hablar de asesinatos. ¿Cómo? Ésa era la pregunta a resolver en ‘Better Call Saul’, y lo que debería satisfacer a los fans de Walter White y compañía… pero era también parte de su debilidad. Tenía su gracia ver interactuar a Saul y Mike en un contexto tan distinto, pero tenía su gracia una vez, dos, tres… si veías «BCS» solo por ese tipo de cosas, te iba a aburrir pronto. Y a muchos les aburrió pronto. Estoy de acuerdo con ellos en que, para enganchar y conseguir un producto de calidad de seis temporadas, no es suficiente con esas “gracias”, y hace falta bastante más que anécdotas de ese tipo. Pero, si se bajaron del carro en los primeros episodios de la serie pensando que eso iba a ser todo, les aconsejo que vuelvan: a solo una temporada de su final, ‘Better Call Saul’ ya ha dado bastantes pruebas de que su entidad va mucho más allá de esas anécdotas. Algunos, incluso, la sitúan por encima de la serie original.

Considero que ‘Breaking Bad‘ y ‘Better Call Saul’ son series que quieren contar historias distintas y, sobre todo, con un tono muy distinto, así que intentaré hablar más de paralelismos que de comparaciones. Pero hay una excepción: Kim. Uno de los personajes totalmente inéditos (ni aparecía en ‘Breaking Bad’ ni fue mencionada) se ha convertido en el favorito de la crítica, y también de los propios seguidores de la serie… Sí, ese mismo fandom que no soportaba a Skyler. El machismo que había tras las críticas al personaje de Anna Gunn puede explicar también el amor hacia el de Rhea Seehorn: Kim es absolutamente fiel a Jimmy/Saul, es su apoyo incondicional… y, evidentemente, Skyler no lo era con Walt. Pero creo que Gilligan sabe que, en parte, fue su culpa: Skyler, como personaje, estuvo casi siempre en función de Walter. Mientras podíamos ver otras facetas de Mike, Hank, Gus (y, por supuesto, Jesse), Skyler “era”, existía, en función de Walter. No poder conocer bien a Skyler hacía difícil empatizar con ella a un público que ya de por sí iba a mirarla con prejuicios. Y con Kim pasa todo lo contrario; por supuesto que su relación con Saul ha sido y es importante, pero la hemos visto en distintos ámbitos, hemos visto cómo es, hemos visto qué piensa, qué quiere, etc. Y, ojo, el mérito es de Reehorn: la idea original era que Kim fuese un interés amoroso de Jimmy que iría perdiendo importancia, pero la actriz tenía una propuesta muy clara sobre su personaje y, a medida que iban viendo cómo la interpretaba, se dieron cuenta de su error. Y no es el único mea culpa que han entonado: Tony Dalton (Lalo) cuenta que quiso cambiar el estereotipo del “narcotraficante mexicano moreno que no habla inglés y está todo el rato enojado” dándoles a Gilligan y Gould una visión distinta de la que le pidieron, pero que es la que ha conseguido que la audiencia termine enamorada -y acojonada- de Lalo.

La labor interpretativa en ‘Better Call Saul’ es excelente, sí, pero es obvio que en la visión general de la serie ayudan unos cuidadísimos guiones que hacen que muchos capítulos (de esta temporada, casi todos) puedan estudiarse a modo de lección de cómo elaborar un guión sin fisuras. Un ejemplo es el 5×09, con ese “estallido constante” en una escena que dura cinco minutos pero parece una hora si lo medimos en cómo nos hemos comido las uñas. Pero también el 5×08, ese regreso al desierto como escenario catártico, donde Jimmy se pregunta por qué hace lo que hace. Pero el ganador quizás sea el 5×03, una auténtica delicia de principio a fin, tanto en el uso de los símbolos (ese helado), como en la tensión que se palpa en las dos tramas (Jimmy vs Lalo, Kim vs Mr. Acker), como en la intimidad de una escena (“para mí tiene más intimidad que las de sexo”, cuenta Seehorn) donde los personajes pasan por varias emociones sin un solo diálogo. Una escena que nos hace odiar más a la serie por ver esa relación (¿amorosa? ¿amistosa? ¿ambas?), una de las mejor construidas en las series de los últimos años, y saber que no va a acabar bien. Por ‘Breaking Bad’ sabemos que esa relación con tanta química (jé) va a acabar muy mal, y muchos temían por la vida de Kim en esta temporada. Porque siempre –y especialmente en esta tanda de episodios– hemos dado por hecho que Kim iba a morir, pero tras ese cierre pienso que estábamos mirando al objetivo equivocado. Estábamos demasiado ocupados pensando cómo Jimmy se “volvía malo”. ¿Y Kim?

Porque hemos hablado antes de ‘Bagman’ y de “por qué Jimmy hace lo que hace”, pero, ¿por qué Kim hace lo que hace? Eso es algo que ella misma parece haberse preguntado, y a su vez está relacionado con otra frase que el propio Lalo le dice a Jimmy: “¿qué hace una mujer así con un tío como tú?”. Seehorn cuenta en la mencionada entrevista que, por muchos defectos que tenga Jimmy, hay algo en él que despierta respeto -y casi que admiración- en Kim: no lo ha tenido fácil, y nunca se ha rendido. Aunque su ética haya sido discutible, siempre se le ocurría algo. “Es una cucaracha, born survivor” le decía Lalo, y estaba en lo cierto. Y eso impresiona bastante a una persona que no venía de un contexto fácil, que desde muy pequeña ha tenido muchas dificultades, que ha tenido que trabajar no el doble sino el cuádruple para todo, y que está hasta el coño -su evolución al respecto ha sido maravillosa- de toda esa gente que no ha tenido que esforzarse y que, aún así, está un escalón social por encima de ella. Porque igual que ‘Breaking Bad’ no hablaba solo de “un buen hombre que se vuelve malo”, sino del horrible contexto que le obliga a ir corrompiéndose (aunque luego se descontrole), ‘Better Call Saul’ no quiere contarnos simplemente cómo Jimmy pasa a ser Saul. Ni siquiera cómo Kim se desajusta la coleta. Quiere enseñarnos el por qué, las injusticias estructurales de un sistema que se ensaña con el más débil, y que parece imposible de cambiar si no te ensucias las manos. Jimmy se ensucia las manos. Y eso a Kim le encanta. Y a nosotros nos encanta, y a la vez nos horroriza, ver cómo termina ese camino de autodestrucción en el que, ahora sí, ambos están metidos. Coronavirus mediante, podremos ver el final de estos personajes el año que viene (¿o el siguiente?), tanto su choque con la línea temporal de ‘Breaking Bad’ como ese futuro en el que Jimmy es Gene, y Kim está… ¿muerta/viva/en la cárcel? Hagan sus apuestas. 9.

The Magnetic Fields y Stephin Merritt, más allá de ’69 Love Songs’

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Nuestra web nació en febrero de 2006, dos años después de que The Magnetic Fields publicaran ‘i‘. En nuestra web rescatamos aquel álbum en nuestro listado de los 100 mejores discos de los 10s, y hemos atendido con la devoción que merece la carrera de Stephin Merritt los discos que ha venido publicando desde entonces, desde ‘Distortion‘ (2008) a ‘Quickies‘, publicado este viernes y que es nuestro Disco de la Semana. Pero teníamos una laguna con toda la etapa ’69 Love Songs’ –que no hace falta decir que es uno de los mejores discos de los 90 para nosotros– y la pretérita a esa obra que pretendemos llenar ahora con sendos especiales. Comenzamos repasando la era previa a ese superlativo álbum triple, trazando los primeros años de The Magnetic Fields y resumiéndolos en una playlist para Spotify

Da cierto vértigo pensar que The Magnetic Fields cumplirán 30 años en 2021: fue en 1991 cuando el combo se presentó por primera vez como teloneros de los británicos Magnétophone en una sala de Cambridge, Massachusetts. Por esa época, Merritt vivía en Boston e iba al instituto, donde se hizo amigo de Claudia Gonson –aún a día de hoy su amiga, colaboradora y manager–, formando su primer grupo, The Zinnias. The Magnetic Fields –nombre inspirado por la novela surrealista de André Breton y Philippe Soupault, al parecer– eran la traslación al escenario de Buffalo Rome, proyecto que Stephin había comenzado en solitario experimentando con viejos sintetizadores y cajas de ritmo (de hecho, ‘Plant White Roses‘ se acreditaba en ‘Obscurities‘ como una adaptación de aquella etapa). Y de esa experimentación nacería ese mismo año ‘Distant Plastic Trees’, que contenía el germen de esta primera era del proyecto.

‘Distant Plastic Trees’ es un disco «intencionadamente pequeño» y fuertemente inspirado por Young Marble Giants, en palabras textuales del propio Stephin. Un trabajo de electropop efectivamente bastante minimalista en cuanto a recursos –teclados y voz femeninas con mucho delay–, pero no tanto en lo que a sonido se refiere, expansivo y plúmbeo cuando no se trataba de pianos, pero con la melodía predominando sobre todo en canciones como ‘Railroad Boy’, ‘Your Love to Fail’ y sobre todo ‘100.000 Fireflies’, una suerte de himno del primer indiepop yanqui, completamente ajeno al grunge que ya comenzaba a tañer en la costa opuesta de EEUU. Con su carácter completamente amateur, una simplona caja de ritmos por momentos desacompasada soporta una pianola tan imperfecta como mágica, sobre la que sobresale la voz pseudo-operística de Susan Anway –por increíble que parezca, provenía de un grupo post-punk de Boston llamado V– contraponiendo el humor de versos como «Tengo una mandolina / la toco toda la noche / me da ganas de matarme a mí misma» con el romanticismo cursi de «salí al bosque y cogí 100.000 luciérnagas / Al revolotear por la habitación, me recuerdan a tus ojos estrellados».

Apenas un año después, ‘The Wayward Bus’ daba una idea más precisa de la personalidad de The Magnetic Fields. Unos años después, Merritt lo definiría muy someramente como «un estudio sobre Phil Spector», sobre todo en su primera mitad. Y efectivamente, desde su perspectiva electropop lo-fi, ‘When You Were My Baby’ lo deja muy claro: podría ser una canción de The Ronettes. También ‘The Saddest Story Ever Told’ o ‘Candy’, esta vez con más profusión de cuerdas (también guitarras) envueltos en bruma (sentando las bases de sus siguientes pasos). Pero el segundo disco de los Magnetic no iba por ahí del todo, como deja claro la excéntrica y divertida ‘Tokyo Á Go-Go’, que evoca a Les Rita Mitsuoko, más bien. «La segunda parte contiene cualquier cosa que me rondara», decía Merritt a The Onion. «Mucha gente escuchaba la primera parte y asumía que era así, un tributo a Phil Spector o algo así, pero no lo era». No, no lo era. Si bien ‘Summer Lies’ y la bonita ‘Dancing in Your Eyes’ podrían servir como estándares de la siguiente etapa de The Magnetic Fields, ‘Old Orchard Beach’ se caracteriza por croares de rana sobre la voz de Susan y ‘Jeremy’ suena como si a Spacemen 3 les hubiera dado por hacer una canción con instrumentos de juguete. Es un disco encantador, que asienta el primer sonido de Merritt, pero no es un disco magnífico, aún.

La gran consolidación del sonido que caracterizó estos primeros años de The Magnetic Fields llegaría casi por accidente, cuando Susan decidió marcharse a vivir a Arizona, forzando a Stephin a probarse como vocalista. Su primera intentona fue el EP ‘The House of Tomorrow’, tan importante en su carrera que su página web se llama justo así. Publicado por un pequeño sello, sus cuatro canciones no eran brillantes, pero establecían una suerte de estándar que Merritt desarrollaría más y mejor en sus siguientes trabajos previos a ’69 Love Songs’: tecnopop de baja fidelidad creado en realidad con instrumentos tradicionales (batería, guitarra, bajo… y cello, siendo el primer disco en el participaba Sam Davol), creando una argamasa de pop sobre la que Merritt desarrollaba melodías bonitas y románticas, con su voz de semi-barítono aspirante a crooner.

Es curioso que esa simiente sonora se erigiera en instrumentos tradiciones, teniendo en cuenta lo similar que suena a ‘Holiday’, interpretado en su mayoría (salvo por el cello de Davol y una tuba ocasional) con sintetizadores no programados, «sin MIDI». Buscando sin complejos «un sonido euro-pop» –OMD o The Human League podrían ser referencias, solo que con una perspectiva doméstica y modesta, con un inquietante punto de rareza–, es el primer gran disco de Merritt, trufado de bonitas canciones que no se esconden. Aunque ‘Strange Powers’ (impulsada por su aparición en la comedia de culto de HBO ‘Bored to Death‘, además de por una versión de The Shins) y la enorme ‘Take Ecstasy With Me’ (convertida en sudoroso himno clubber por !!! una década después) son los temas que han gozado de mayor gloria, la colección de gemas es especialmente importante, sobre todo en su primera mitad: ‘The Flowers She Sent And the Flowers She Said she Sent’ (maravilloso título, adelantando ese toquer sardónico tan suyo), ‘Desert Island’, ‘Deep Sea Diving Suit’, ‘Torn Green Velvet Eyes’, ‘Swinging London’… se conservan maravillosamente bien. Como curiosidad, Merge recuperó años después en un recopilatorio una versión alternativa de «Take Ecstasy» con la voz de Anway, en la que probablemente fuera su última grabación para el proyecto.

Curiosamente, pese a haber sido grabado antes, la lentitud del modesto sello Feel Good All Over propició que ‘Holidays’ se publicara unos meses más tarde (aunque en el mismo año, 1994) que su sucesor. ‘The Charm of the Highway Strip’ era además la primera referencia de The Magnetic Fields en Merge Records, el sello de Mac McCaughan y Laura Ballance de Superchunk. Eso hizo que fuera el primer trabajo de Stephin que tuviera una difusión a la altura de las circunstancias. No en vano algunos lo descubrimos gracias a eso: difícilmente olvidaré mi primera vez, cuando Luis Calvo y Joako Ezpeleta pinchaban con frecuencia ‘Lonely Highway’ y ‘Born On a Train’ en su programa de indie en Los40, ‘Viaje a los sueños polares’. A tenor de aquellos temas, daba la impresión de que The Magnetic Fields era un extraño proyecto de versiones synthpop de Johnny Cash y Glen Campbell, y lo cierto es que se acercaba: «Es un álbum de canciones de viaje, canciones de carretera, lo que implica necesariamente que es un álbum de música country, alternando entre la electrónica y el estilo Phil Spector, con docenas de instrumentos sonando uno sobre otro». Así definía Merritt el disco en la ya citada entrevista con The Onion, y no podría enmarcarse mejor. Pero sí es importante señalar que es su primera gran obra maestra, que a muchos nos marcaría ya para siempre. Transmitiendo una inexplicablemente cálida sensación de nostalgia de lo ajeno, ‘The Charm of the Highway Strip’ es un disco sin canción mala, maravilloso de cabo a rabo.

Lo que para algunos artistas podría haber sido una cumbre, era solo el principio para Merritt, un compositor incansable que, un año después, volvería a publicar dos trabajos con pocos meses de diferencia. Porque antes de ‘Get Lost’, siguiente disco de los Magnetic, llegaría el debut de The 6ths. Convertido ya en un pequeño gran héroe del underground, su nombre iba de boca en boca y no le resultaría muy complicado lograr que algunos de sus héroes y artistas afines accedieran a poner voz a sus letras y canciones en este singular proyecto: Amelia Fletcher (Talulah Gosh, Heavenly), Dean Wareham (Galaxie 500, Luna), Georgia Hubley (Yo La Tengo), Lou Barlow (Dinosaur Jr.), Barbara Manning, Mary Timony (por entonces en Helium, ahora en Ex-Hex), Mitch Easter (primer productor de R.E.M.), Robert Scott (The Bats) o Stuart Moxham (Young Marble Giants) se congregaron en esta pequeña gran joya que causó tanto furor en la época que cinco años después tendría una secuela, ‘Hyacinths and Whistles’ (con Marc Almond, Neil Hannon, Odetta, Bob Mould…). De aquel disco surgiría una de las sentencias que mejor definen a Merritt: “Hay una canción que hacemos (Nde: podría referirse a ‘Winter In July‘, cantada por la nipona Ayako Akashiba, o a ‘Here In My Heart’, con Anna Domino) que la gente del indie-rock odia porque dicen que suena como un tema de ABBA. Para mí, es el mayor cumplido que podían hacerme». A mediados de los 90, casi nadie se atrevía a afirmar tal cosa.

Y a finales de 1995 llegaba ‘Get Lost’, el disco de la gran consagración de The Magnetic Fields como grupo. En él, además del ya habitual Sam Davol, contaba con la participación activa de John Woo a la guitarra y Claudia Gonson traspasando la línea de ser «solo manager» y lanzándose a cantar y tocar varios instrumentos, conformando el germen de lo que siguen siendo a día de hoy (sumándose después Shirley Simms, Daniel Handler –el hombre tras el famoso alias literario Lemony Snicket– y Pinky Weiszman). Su sonido, con lo orgánico robando peso a lo electrónico, quedaba dotado de una mayor rotundidad y confianza desde el primer instante, equilibrando la arrebatadora energía de ‘Famous’, ‘The Desperate Things You Made Me Do’, ‘You And Me And the Moon’ o ‘Save a Secret for the Moon’ con la melancolía maravillosa de ‘Smoke and Mirrors’, ‘With Whom to Dance?’, ‘Why I Cry’ o ‘Don’t Look Away’, que casi podría entenderse como la primera canción de The Gothic Archies, mientras que las majestuosas ‘All the Umbrellas In London’ y ‘Love Is Lighter Than Air’ fueron casi, casi hits. Como curiosidad, este debe ser uno de los discos favoritos de Neil Hannon, porque hasta tres de sus canciones (‘Love Is Lighter Than Air’, ‘Famous‘ y ‘With Whom to Dance?‘) han sido versionadas por The Divine Comedy e incluidas como caras B de singles entre 1996 y 1999.

No podíamos dejar pasar en este repaso a los primeros años de Stephin Merritt la mención de Future Bible Heroes, su otro proyecto paralelo. Nació fruto de la vieja amistad de Stephin, fraguada en clubs nocturnos de Boston, con Chris Ewen, multiinstrumentista que tuvo su momento de gloria en los últimos 80 como miembro del grupo Figures On A Beach, que cosecharon cierto éxito con su versión tecnopop de ‘You Ain’t Seen Nothing Yet’ de Bachman-Turner Overdrive y el single ‘Accidentally 4th Street (Gloria)’. ¿Qué podía unirle a Merritt? Su freakez, obviamente: compartía con él su fascinación por Yma Sumac y John Cage, y admiraba su colección de instrumentos tradicionales Tiki. Algunos de esos suenan en ‘Memories of Love’ (1997), el extraño disco que publicaron en 1997, con Claudia como tercera en discordia (repartiéndose labores vocales con Stephin). Pretende ser un disco en la «tradición de electro-pop con dos cantantes», aunque se cuela alguna extravagancia jazzy (‘She-Devils of the Deep’). No pasa de curiosidad para completistas, pero sin perder la perspectiva y el buen gusto, como demuestra la preciosa ‘Lonely Days’. Por entonces, ya se estaba fraguando el disco-enseña de The Magnetic Fields y, como se suele decir, el resto es historia.

Neil Young publicará 45 años después su disco ‘Homegrown’, el verdadero sucesor de ‘Harvest’

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Neil Young publicará el mes que viene un nuevo disco que en realidad no es nuevo, pues se trata de ‘Homegrown’, un álbum perdido que grabó a mediados de los 70 pero jamás ha visto la luz. El artista iba a publicar ‘Homegrown’ dos años después de ‘Harvest’, su obra maestra, pero, al considerarlo demasiado «deprimente», decidió guardarlo en un cajón y lanzar el álbum ‘On the Beach’ en su lugar.

En un mensaje, Young ha explicado el motivo de la demora del álbum: «Me disculpo. Este álbum tenía que haber salido dos años después de ‘Harvest’. Narra el lado triste de una aventura amorosa. El daño ya hecho. La angustia del corazón. Simplemente no podía escucharlo. Quería pasar página, así que me lo quedé para mí mismo, y lo guardé en la recámara, lo arrinconé en una estantería… pero debería haberlo compartido. Realmente es hermoso. Esta es la razón por la que lo escribí. A veces la vida duele. Ya sabéis a lo que me refiero. Este es el pez que se escapó».

Al menos cinco canciones de ‘Homegrown’ ya aparecen en trabajos previos de Neil Young, en concreto ‘Love is a Rose’, ‘Homegrown’, ‘White Line’, ‘Little Wing’ y ‘Star of Bethlehem’. El primer adelanto oficial, ‘Try’, va a aparecer en un disco de Young por primera vez, si bien el artista ya la había interpretado en vivo.

The Neverly Boys, la nueva banda de Dave Sitek de TV On the Radio, cautiva con ‘Never Come Down’

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Dave Sitek de TV On the Radio está de vuelta con un nuevo proyecto, en concreto, con un nuevo grupo que ha formado junto al compositor Daniel Ledinsky. El grupo en cuestión se lama The Neverly Boys y para su primer disco no habrá que esperar ni una semana: ‘Darkside of Everything’ ya está disponible en las plataformas de streaming.

En redes, Sitek ha dicho que «no puede estar más contento de publicar este disco» y ha agradecido a todos su amigos por haber participado en él. El artista, por cierto, acaba de producir el último álbum de Weezer y anteriormente había trabajado con Pussy Riot, Scarlett Johansson o Karen O. El último álbum de estudio de TV On the Radio, ‘Seeds’, data de 2014.

Aunque el disco de The Neverly Boys está disponible entero, del mismo se ha extraído también el single ‘Never Come Down’, que cuenta con videoclip oficial. El tema, en el que destaca la potencia de los coros y de una guitarra acústica, es un caramelo para los fans del rock sureño/psicodélico tipo Broken Bells o Portugal .The Man.

‘Darkside of Everything’:
01 Burn Hollywood Burn
02 Never Come Down
03 Red Flag
04 Without You
05 Let Love In
06 Misery
07 Mighty Pine
08 Wheel of Fortune
09 Mushroom Cloud
10 Director’s Cut
11 Your Life Is Blooming

No te pierdas las perspectivas extrañas de slowthai en el vídeo de ‘BB (BODYBAG)’

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slowthai está que lo tira y en los últimos días ha publicado hasta dos temas nuevos, ‘MAGIC’ y ‘ENEMY’, el segundo de los cuales samplea la voz de Matt Healy de 1975 durante una intervención del cantante en la última edición de los NME Awards, la misma en la que el rapero de Northampton protagonizó un bochornoso altercado con una de las presentadoras, incidente por el que después se disculpó.

Hoy viernes llega un tercer single de slowthai que además cuenta con la peculiaridad de haber sido producido por Dam Maker, mitad del dúo de post-dubstep Mount Kimbie. Esto puede explicar que la producción de ‘BB (BABYBAG)’ sea menos agresiva que la de los singles anteriores, y sea ligeramente más atmosférica y espeluznante, aunque sí contenga el sonido de unos disparos. ‘BB (BABYBAG)’ es otra oda al orgullo propio de slowthai y su letra menciona a Pablo Escobar y a los Dire Straits.

Como de costumbre, slowthai viene dispuesto a impactar con sus videoclips, y el de ‘BB (BABYGAG)’ vuelve a ser obra de sus colaboradores THE REST. La presencia de las pistolas sugiere ya un vídeo agresivo, pero después manda sobre todo el surrealismo de ciertas perspectivas: vemos al autor de ‘Nothing Great About Britain‘ a través de una boca abierta o de un inodoro.

Charli XCX publica ‘how i’m feeling now’, ¿un disco que será referencia?

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Charli XCX publica hoy viernes ‘how i’m feeling now’, su nuevo disco hecho en confinamiento. La cantante ha vuelto a echar mano de las bases instrumentales de sus colaboradores habituales, entre ellos A.G. Cook de PC Music y Dylan Brady de 100 gecs, para crear un álbum de pop futurista y bruto que sigue la línea estética de sus proyectos anteriores, ‘Charli‘ y las «mixtapes» ‘Number 1 Angel‘ y ‘Pop 2‘.

A pesar de ser un proyecto «DIY», Charli considera ‘how i’m feeling now’ un álbum de estudio, y así está siendo recibido por sus seguidores, que celebran la coherencia del sonido y la fluidez de la secuencia. En nuestros foros, diekirc augura que será «un disco de referencia» debido a las circunstancias en que ha sido gestado y publicado, ya que «plasma muy bien cómo nos sentidos todos estos meses». Entre las canciones del disco que hablan sobre la cuarentena se encuentra ‘c2.0’, que incorpora una porción de ‘Click’ y después una estrofa nueva en la que la británica canta sobre «echar de menos» a sus seres queridos. Por otro lado, llamarsernesto considera que «lo mejor del disco no estaba en los singles», que con ‘how i’m feeling now’ Charli «ha encontrado una nueva cumbre» y apunta que, a pesar de no decir nada especialmente nuevo, «en la expansión de su sonido es capaz de presentar tres trallazos seguidos como party 4 u, anthems y visions que está entre lo mejor que ha hecho jamás».

En Popjustice las reacciones están siendo muy similares. Hay quien se halla «cansado» de este sonido de pop híper-futurista que Charli lleva varios proyectos explorando, pero los comentarios son sobre todo positivos. Algunos lo consideran ya su mejor disco, subrayan el «anhelo» subyacente en todas las pistas pese a sus agresivas producciones, destacan atrevimientos estilísticos como el garage de ‘i finally understand’ o la ravera ‘visions’, y también que el disco suena por fin liberado de la carga comercial que tanto ha preocupado a Charli en obras anteriores. «Que haya sido capaz de ser una cantante y autora tan transparente dentro de este estilo de producción, con tanta autenticidad… (El disco) suena como el pop del futuro que siempre ha prometido», escribe un usuario de este foro.