Bertín Osborne es ahora mismo el nombre más comentado en Twitter en España, y la razón es una entrevista que el cantante y presentador ha concedido este fin de semana a El País, en la que ha repasado su vida y hablado sobre varios temas de actualidad.
Entre ellos está el feminismo, tema sobre el que Osborne ha realizado unas declaraciones polémicas que están siendo cuestionadas en la mencionada red social. No en el texto de El País sino en el vídeo adjunto a su artículo, Osborne asegura que «España no necesita un movimiento feminista» porque en el país ya «se han conquistado todos los derechos de la mujer que se debían conquistar, y si queda alguno será alguna excepción que yo no conozco». «No sé qué derechos les faltan a las mujeres que no hayan conseguido hoy en día», indica. El presentador entonces argumenta que el movimiento feminista debería trasladarse a territorios como «Kuwait o a Irán, donde lapidan a las mujeres todavía». «¿Por qué no se quejan de eso? ¿Por qué no se van a la embajada de Irán y se ponen a la puerta?»
Osborne insiste que «España no necesita un movimiento feminista», aunque aclara que «si hay alguna evidencia de que hay un trato discriminatorio, soy el primero que lo defendería». Y añade: «Pero más que eso, en España ahora mismo no tiene sentido». Eso sí, el autor de ‘Yo debí enamorarme de tu madre’ reconoce que en el país sigue habiendo «cosas que tienen que cambiar», como el problema de la violencia de genero: «hay que endurecer el código penal y sobre todo prevenirlo».
‘Old Town Road’ de Lil Nas X hacía historia recientemente al pasar 17 semanas en el número 1 de Estados Unidos, pero tras sumar incluso dos semanas más en el primer puesto del Billboard, 19 en total, finalmente este lunes el número 1 es para otra persona. En concreto, para la artista que más cerca ha estado de dicha posición en todos estos meses, Billie Eilish y su éxito ‘bad guy’, que ha resistido 9 semanas en el número 2 de la clasificación hasta por fin lograr el número uno.
Aunque ‘Old Town Road’ seguía superando las escuchas diarias de ‘bad guy’ en Spotify así como las compras de la canción en iTunes, lo hacía ya por poco. El éxito de ‘Old Town Road’ ha empezado a menguar -HITS Daily Double informa que Columbia se centra ya en el single siguiente, ‘Panini’- y Eilish ha decidido aprovechar esta coyuntura para jugar sus cartas, ninguna de las cuales era ya Justin Bieber, cuyo remix de ‘bad guy’ no ha conseguido ni de lejos la repercusión esperada. Sin duda, su estrategia ha funcionado.
En primer lugar, Eilish estrenaba el pasado 15 de agosto un «vertical video» de ‘bad guy’. Se trata de un vídeo hecho con escenas inéditas y descartadas del clip original que en 4 días ha superado las 3.640.000 visualizaciones. Pero Billie también ha apostado por el formato físico y, el día siguiente, publicaba en el mercado una cinta de casete de edición limitada de ‘bad guy’ a un módico precio de 4 dólares, las primeras 500 de las cuales venían firmadas. El artículo ya no está disponibles en la tienda online de Eilish, por lo que probablemente esté agotado.
Esta estrategia de pequeños pero cruciales movimientos ha dado a Eilish su primer número 1 de singles en Estados Unidos (el disco ya lo había sido). Eso sí, puede que le dure poco, peus ‘Señorita’ de Shawn Mendes y Camila Cabello, top 3 en el Billboard, es ahora mismo la canción más exitosa en todo el mundo. Mientras, Eilish sigue a lo suyo y acaba de rodar un videoclip para otro de los temas de su disco, ‘all the good girls go to hell’, y de estrenar un directo de ‘i love you’, que adjuntamos bajo estas líneas.
Billboard Hot 100: #1(+1) bad guy, @billieeilish [20 weeks]. *new peak*
Jenny Hval, autora de discos tan queridos por la crítica como ‘Apocalypse, girl’ o ‘Blood Bitch‘, publica un nuevo trabajo el próximo 13 de septiembre. De ‘The Practice of Love’ ya se conocían un par de adelantos, ‘Spells’ y ‘Ashes to Ashes’, y el tercero, en el que nos detenemos, llegaba el pasado viernes.
‘High Alice’ es un tema crucial en ‘The Practice of Love’, pues de hecho da nombre al personaje que narra todo el álbum, según la artista noruega. Aunque la letra evoca claramente la historia de ‘Alicia en el país de las maravillas’, pues en ella encontramos a una protagonista que se pierde en un «lugar desconocido», «esboza su propia madriguera del conejo» y es perseguida por animales salvajes (hay asimismo referencias a una «hermosa reina» y a «un hermoso reloj»), Hval asegura que está inspirada en ‘La hora de la estrella’. El libro de 1977 póstumo de la autora brasileña Clarice Lispector narra la historia de una mujer y su dura vida en Río de Janeiro, donde se enfrenta a la pobreza y al machismo aunque sin ser consciente de su situación.
Musicalmente, Hval apunta en ‘High Alice’ a otra referencia concreta, ‘Confide in Me‘ de Kylie Minogue. Es uno de los temas más esotéricos de la australiana, publicado en plena fiebre del trip-hop, estilo al que ‘High Alice’ recuerda muy abiertamente. En la canción, Hval conjuga ritmos de batería típicos del trip-hop con un hipnótico arpeggio de sintetizador y el humeante sonido de un saxófono, mientras su interpretación vocal alterna partes cantadas con otras susurradas, en su estilo. Así, la noruega ha vuelto a crear una canción que te arrastra con su magnetismo cual ola del mar: «el océano, donde escribí mi primer poema, con la mano en mi piel, con la mano entre mis piernas».
“Esta noche iré a bailar mambo / Al Royal Casino, bajo los paneles rococó / La noche me ayudará a olvidar / Tú me harás soñar, como las canciones del verano”. Pues sí, es verano, y resulta el momento perfecto para recuperar ‘El amor en la playa’, este macro-clásico de pop francés del dúo Niagara, en muchos sentidos la quintaesencia del pop de los ochenta, pero a la vez una canción que ha trascendido las décadas y las generaciones.
Muriel Moreno estudiaba arte en la universidad de Rennes a principios de los ochenta cuando conoció a Daniel Chenevez, del grupo L’ombre jaune. Pasado un tiempo Muriel pasa a formar parte de la banda, que transmuta finalmente en un dúo. A su participación en el concurso de talentos local Les Transmusicales se presentan ya, en 1984, como Niagara. No tardan en ser fichados por Polydor y en 1985 lanzan su primer single, ‘Tchiki Boum’, pieza de fresco pop muy comercial espolvoreado con unas gotas de sonido étnico, tan de moda en Francia por aquel entonces, recogiendo de hecho los frutos sembrados años antes por pioneras como Lizzy Mercier Descloux o Les Rita Mitsouko. Mientras explotan el éxito de ese primer sencillo preparan su primer álbum, cuyo adelanto sale en mayo de 1986, anticipando el verano, con el simple título de ‘L’amour à la plage’.
La canción resulta un hit instantáneo especialmente en Francia, donde llega al top 5, pero a esta le beneficia además el videoclip de corte retro que realizó el propio Chenevez, cuya estética Super 8 gustó mucho a MTV Europa, que los programó con regularidad, haciéndoles populares en muchos más países y ayudando a su triunfo también en Canadá. Pero es la canción en sí la que les otorgó el éxito: melodía simple pero imborrable, letra tan simple y tópica que resulta casi cómica (“es el amor en la playa / Y tus ojos mirando a mis ojos / Besos y conchas / Entre tú y el color azul”), y los suficientes elementos musicales con gancho: ritmo tropical, sección de vientos, marimbas digitales, la excelente voz de Muriel y sobre todo, la guinda: ese ‘Aou cha cha cha’ que corona cada verso del estribillo, en respuesta a la voz solista:
Parece una nadería, pero ‘L’amour à la plage’, fuera de su éxito de mediados de los 80, es de las canciones que más consistentemente se siguen radiando y pinchando en el mundo francófono a día de hoy, especialmente en el período estival. El tema ha ganado una relevancia cultural, y más allá de explotaciones estéticas calculadamente retro (el pasado desfile de Chanel de Primavera/Verano 2018-19, por ejemplo), se puede decir ‘L’amour à la plage’ está grabado en el subconsciente popular francés. No es ya que se oiga en la radio, es que no es difícil escuchar a turistas franceses tararearla mientras están en “modo vacaciones” (en una terraza, en la playa…) y muchas veces son tan jóvenes para no haber siquiera nacido cuando la canción se lanzó. Como pinchadiscos, es la canción que si pones prácticamente siempre vendrá un francés a agradecerla (de nuevo, suelen ser jóvenes). Hasta en festivales de rock garage undergound recientes (nada más lejos de los presupuestos estético-musicales ochenteros) se usa el gancho ‘Aou Cha Cha Cha’ como guiño a la diversión veraniega.
Muriel Moreno, autora de la canción, resultaría la integrante del dúo con más proyección creativa: tras una carrera que duró hasta 1993 (siempre bajo la sombra, cada vez más incómoda para ellos, de esos primeros éxitos algo intrascendentes), sacó interesantes discos en solitario, se reconvirtió a la electrónica minimalista y se hizo DJ, para retirarse hace aproximadamente una década. Es de esperar que -salvo que Polydor le hiciese una jugarreta con el publishing de la canción- su retiro esté más que holgadamente asegurado por la pervivencia tan sorprendente de su canción más famosa.
‘L’amour à la plage’ sonó en la entrega nº 245 de Popcasting, el podcast de Jaime Cristóbal, disponible en este enlace.
Omar Banos ha ido ganando un hueco en la música durante el último año, coincidiendo también con la subida de popularidad de su colega y amiga Clairo, con la que, de hecho, ha colaborado. Pero, aunque ambos empezaron de forma bastante similar, con un bedroom pop que fue ganando más y más adeptos, sus carreras han tomado rumbos diferentes. Desde su debut en 2016 con el EP ‘wannabewithyou’, Cuco ha publicado distintos EPs (‘Songs 4U’ y ‘Chiquito’) y temas sueltos, consiguiendo un público fiel al que ahora quiere mantener, mientras busca nuevo alcance, con su primer largo, este ‘Para Mí’ donde se mantiene encargándose minuciosamente de la producción, con alguna ayuda puntual como la de Jonathan Rado (mitad de Foxygen, y habitual colaborador de Father John Misty). Como resultado tenemos un álbum que, aunque no tenga momentos de especial excelencia, sí presenta una regularidad en cuanto a calidad, y consigue dar una idea de las capacidades de Cuco ante ese nuevo público que podría descubrirle aquí.
Cuando decíamos que su estilo y el de Clairo han tomado rumbos distintos, no lo decimos solo porque lo que hace Clairo actualmente se haya distanciado de sus inicios, sino porque, aún comparándolo con los primeros temas de la autora de ‘Flaming Hot Cheetos’, Cuco va más allá del bedroom pop, manteniendo la esencia lo-fi pero añadiendo toques distintivos. Está clara su pasión por los elementos psicodélicos, y a la vez por la cultura hip-hop, y su mezcla de todo esto con el bedroom pop es lo que diferencia a su producto. Un buen ejemplo de esto es ‘Hydrocodone’, aunque también tenemos cortes donde predomina más su lado hip-hop (‘Bossa No Sé’), el lado psicodélico (‘Far Away From Home’, con un solo de guitarra bastante agradecido) o incluso arreglos más clásicos (‘Feelings’).
Su habilidad para la creación de atmósferas usando estos elementos es su gran arma, pero si ese es su “pro”, los “contras” tienen que ver con las letras, por lo general menos inspiradas, como podemos ver en la genérica ‘Lovestripper’ (“another day, another life / I need someone / hold my hand baby, don’t let go / for the ocean will give us what we know”), o en ‘Ego Death in Thailand’. Y en ambas, sin embargo, es innegable que consigue dar con una atmósfera particular. Quizás por eso funciona tan bien ‘Do Better’, el corte final, que en su sencillez es tremendamente eficaz, y recuerda a lo que hace por nuestro país gente como Vera Fauna. En definitiva, ‘Para Mí’ no será el disco del año, pero sí es un más que digno trabajo que expone el talento de Cuco y que, con toda probabilidad, le conseguirá nuevo público y hará que veamos cada vez más su nombre.
Calificación: 6,8/10 Lo mejor: ‘Feelings’, ‘No Better’, ‘Far Away From Home’ Te gustará si te gustan: Clairo, Biig Piig, Joji, Mac DeMarco, Kali Uchis, Boy Pablo Escúchalo:Spotify
Pitchfork ha sorprendido a sus lectores este lunes reseñando la discografía completa de Taylor Swift a excepción de ‘reputation‘, que ya fue analizado en su momento, y por supuesto ‘Lover’, el próximo álbum de Swift, que no sale hasta este viernes 23 de agosto.
No es la primera vez que Pitchfork dedica un día a la discografía de un artista en concreto (ya lo hizo con Madonna en 2017, por ejemplo), pero en este caso la decisión del medio de Chicago de valorar la discografía de Swift es interesante por varios motivos. Desde que Pitchfork fue adquirido por la editorial Condé Nast (que también posee Vogue, revista de la que Swift acaba de ser portada) en 2015, el medio amplió su línea editorial y empezó a reseñar discos de artistas ultra populares que hasta entonces había ignorado, como Katy Perry, Ed Sheeran o la propia Swift. El caso de la tercera es más curioso, pues Pitchfork llegó a incluir ‘1989’ en su lista de los mejores discos de 2014 pese a que el disco ni siquiera fue reseñado en su momento. Sí llegó a portada del site la versión del álbum del cantautor caído en desgracia Ryan Adams, aunque con suspenso (un 4 sobre 10) y un texto que sobre todo alababa el trabajo de Swift.
Y ojo, porque Pitchfork no ha reseñado la obra de Swift para dejarla mal en absoluto. El mejor disco de Swift para Pitchfork es ‘Red‘, que califica con un 9 sobre 10, un «Best New Music» de calle. La reseña habla de un álbum «espectacular» e influyente que «transformó el country y el pop a su alrededor» e incluye comparaciones con Joni Mitchell. Y ni siquiera el elemento «teen» de los primeros álbumes de Swift disgusta a Pitchfork, pues reconoce que, ya con 16 años, la artista demuestra ser una buena letrista y compositora de canciones. ‘Speak Now’, de 2010, recibe una nota de 8,2; ‘Fearless’, un 8,1, y el debut de Swift un 6,7, dos décimas más que ‘reputation’. ‘1989’ recibe un 7,7. Claramente ha llegado el momento en que Pitchfork considera a Swift una artista seria merecedora de su atención. No es que la necesitara a estas alturas pero seguro que a los fans de la artista no les disgustará ver su discografía reseñada en uno de los medios musicales más prestigiosos.
En una entrevista con nuestro medio hace unos años, preguntábamos a Robert Alfons si creía que estar de gira afectaba el modo en que enfocaba la composición y producción de sus canciones. Nos decía que, aunque la energía de los directos alimentaba su modo de componer, su mayor pasión seguía siendo el proceso de estudio. Por tanto, no es de extrañar que, después de su debut en 2012 y de ‘Joyland’ en 2014, solo dos años después, esta vez la cabeza tras el proyecto TR/ST haya decidido esperar cinco años entre disco y disco. Este primer volumen de ‘The Destroyer’ nos llegó hace unos meses (y a finales de 2019 llegará su segunda y última parte). El canadiense asegura que la razón de esta división está en su intención de guardar los temas más tenebrosos para la segunda entrega, y dejar en esta primera un carácter uptempo y «más promiscuidad en su sonido». La oscuridad sigue inundando esta primera colección de temas, como no podía ser de otra manera, pero es cierto que hay lugares más alegres (dentro de lo que cabe) y, en general, mucha más heterogeneidad.
Así, ‘Gone’ es de los temas más accesibles que ha parido Alfons, recordando incluso a The Sound of Arrows, y ‘Grouch’, que también tiene un carácter mucho más jovial (aunque no se salva de pasajes oscuros marca de la casa), podría ser de Hot Chip. Si a esto le sumamos los toques bakala de ‘Unbleached’, o la sophiesca ‘Poorly Coward’ (no hay nadie de PC Music involucrado en los créditos aunque lo parezca), definitivamente tenemos un álbum variado y que puede hacer de entrada al universo de TR/ST para incautos, mucho más que los dos anteriores. Pero quienes sois amantes de su sonido oscuro no os alarméis: nunca llegamos a salir del todo de ese club decadente de Berlín a las cinco de la mañana, y nos lo deja claro abriendo y cerrando con dos temas como la vampiresca ‘Colossal’ y una ‘Wake With’ que podría continuarse con ‘You Need the Drugs’ de Westbam perfectamente.
Ya sin Maya de Austra (aunque sigue interviniendo en algunas composiciones), todo el peso de la producción cae en Robert Alfons, con pequeñas colaboraciones de Damian Taylor (The Killers) y Lars Stalfors (Foster The People, The Neighbourhood). Y en este tercer trabajo (con portadón, dicho sea de paso), Alfons demuestra que él se basta y se sobra, además de dejarnos con los dientes largos de cara a esa segunda entrega, de la que de momento solo hemos podido escuchar ‘Iris’ (de paradójico título, pues es mucho más sombría que estas canciones). Porque, aunque en momentos como ‘Gone’ el canadiense no flojea ni muchísimo menos, es cierto que Alfons se maneja mejor en la oscuridad. Así que si este volumen, que resulta probablemente su mejor disco, tiene que ser «el luminoso» y ahora viene «el oscuro», no podemos esperar a que llegue ‘The Destroyer – 2’.
Calificación: 7,.5/10 Lo mejor: ‘Colossal’, ‘Wake With’, ‘Gone’, ‘Poorly Coward’, ‘Bicep’ Te gustará si te gustan: IAMX, Zola Jesus, Westbam, ionnalee, Hot Chip, Crystal Castles Escúchalo:Spotify
Una de las grandes sorpresas de la más reciente edición de Paraíso Festival fue Channel Tres, con un concierto de elegante house retro aderezado con rap y una puesta en escena que implicaba a dos bailarines que realizaban espectaculares coreografías de las que no podía despegarse la vista. Al frente está Sheldon Young, un artista emergido del barrio de Compton, un suburbio de Los Ángeles tan legendario por la extrema violencia que durante años la inundó como por haber sido el hogar de nombres tan cruciales en el rap como NWA, Dr. Dre o Kendrick Lamar.
Pero Channel Tres no es otro rapero. O no sólo eso. Como mostraban sus primeros singles publicados el pasado año, ‘Controller‘, ‘Topdown‘ o ‘Jet Black‘ –contenidos luego en su EP debut homónimo–, Young representa a una nueva generación de artistas de este afamado distrito abiertos a otras vertientes de la música negra. En su caso, al techno y el house de Detroit en su modo más genuino, lo cual le alinea con artistas como Yaeji –con la que de hecho comparte sello, Godmode– o Peggy Gou. Además, en las canciones de Young resulta muy característico su sensual tono vocal, en el que no solo rapea sino que también canta con un timbre grave que muchos comparan con los de Isaac Hayes o Barry White.
Etse viernes, 16 de agosto, se ha publicado su segundo EP, un ‘Black Moses‘ que de nuevo cuenta con producción de Nick Sylvester (al que recientemente encontrábamos en los créditos del debut de Jarina De Marco, entre otros) y que a todas luces es otro decisivo paso adelante. Canciones como la titular –con el también imperdible JPEGMAFIA–, ‘Brilliant Nigga‘ y ‘Sexy Black Timberlake’ prometen ampliar su parroquia de forma mundial.
Hoy nos centramos precisamente en esta última, un número tan magnético como divertido en su autocosificación sexual: «Como un hombre negro, he sido vilipendiado o objetivado dependiendo de cómo vistiera o lo que estuviera haciendo. En ‘Sexy Black Timberlake’ me cosifico como objeto sexual por mi color de piel», decía Young cuando se estrenaba la canción. «Las tías se vuelven locas, intentando tener un bebé mío, colarse en mi casa», comienza cantando ante un ritmo irresistible al que luego se suma un inconfundible teclado G-funk, mientras Sheldon continúa vacilando sobre su tirón con mujeres de todas las edades, su miembro viril y su pericia sexual. Como muestra su divertido vídeo, hay algo de sorna e ironía en todo ello: al contrario de cualquier vídeo actual, todos los bailarines del vídeo, él incluido, son hombres, mientras que las mujeres tienen un papel contemplativo e incluso dominador. Lo cual contribuye a disfrutar aún más de este temazo.
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Björk ha anunciado una caja especial de ‘Utopia‘ que va a pasar a la historia como una de sus ofertas más bizarras, casi tanto como aquella edición especial de ‘Biophilia’ que contenía diapasones de colores. Se trata de un set de flautas para llamar a los pájaros -un total de 14, a flauta por canción- que la islandesa ha querido lanzar al mercado para cerrar definitivamente etapa, a dos años del lanzamiento del disco.
Las flautas han sido «personalmente seleccionadas» por Björk, que explica: «‘Utopia’ es un disco centrado en el canto de los pájaros y, en cuanto a su sonido, en la mutación entre sintetizador y pájaro, pájaro y flauta, flauta y sintetizador… En este sentido, el aire ha sido un tema central en el álbum. Así que me hizo mucha ilusión encontrar estas flautas de madera hechas a mano que imitan exactamente el canto de estos pájaros en particular… y supongo que quería que tuvierais la oportunidad de compartir esto conmigo».
La caja especial de ‘Utopia’ estará disponible el 1 de noviembre al módico precio de 500 libras (unos 547 euros). Un absoluto «regalo» para fans que además incluye un USB con bastante material interesante aparte de disco, entre lo que cabe mencionar una serie de «vídeos tutoriales para llamar a los pájaros», un archivo con 360 fotos inéditas de Björk y lo que es más interesante, un bonus track inédito llamado ‘arpegggio’ y un par de remixes nuevos de ‘features creatures’ hechos por Fever Ray y The Knife. Más info, aquí. Os dejamos con el «unboxing» de las flautas.
Hace tres semanas que conocimos, tras casi un año de espera, los detalles fundamentales del nuevo álbum de Lana Del Rey, ‘Norman Fucking Rockwell’: se publica el día 30 de agosto –esto es, en menos de dos semanas– e incluye todas las canciones presentadas a lo largo de los últimos meses de forma oficial: ‘Mariner’s Appartment Complex‘, ‘Venice Bitch‘ y el catártico ‘hope is a dangerous thing for a woman like me to have – but I have it‘. De manera sorprendente, también contiene ‘Doin’ Time’, la versión del grupo de ska Sublime que hizo para un documental sobre el grupo. Salvo sorpresón de última hora, la recién escrita y grabada ‘Looking For America’ no forma parte de la secuencia, aunque solo sea por una sencilla cuestión de tiempo.
Pero si algo ha dado que hablar de esa noticia ha sido la portada del álbum, en la que vemos a Lana sobre un velero y, agarrándose al torso de un mancebo, extendiendo la mano hacia la cámara y, por tanto, hacia el observador de la foto. Una portada que no solo no ha gustado demasiado –muchos prefieren la que venderá en exclusiva cadena Urban Outfitters– sino que además ha dado lugar a una hilarante cadena de memes. Los suficientes y, mejor aún, tan divertidos, que merece la pena que les dediquemos este artículo.
Quizá el primero y el más clásico es el que traslada a Lana en esa postura a la cabina de entrega a automóviles de una cadena de restaurantes de comida rápida. “Ella sirve”, sentencia el texto que acompaña la imagen. A partir de ahí, vemos a Lana en distintas situaciones que no revelaremos. Aunque, sin duda, el mejor es el que combina una imagen de Charli XCX ofreciendo y a la norteamericana aceptando a mano abierta. Viva la era de Internet, manque pierda.
Normani ha publicado al fin su nuevo single en solitario tras triunfar como artista invitada en ‘Dancing with a Stranger’ de Sam Smith y ‘Love Lies’ de Khalid (antes había lanzado ‘Checklist‘ con Calvin Harris, entre otros). Todo el mundo sabía que Normani era el gran talento de Fifth Harmony que quedaba por petarlo al margen de Camila Cabello y ‘Motivation’ puede ser su momento.
‘Motivation’ es un «banger» que recuerda al R&B/hip-hop de mediados de la pasada década. Hay en ella ecos a Destiny’s Child, la propia Beyoncé, Ashanti, Ciara, Usher, la Mariah Carey post-‘Emancipation of Mimi’… y por tanto parece hecha a medida para una Normani que además de cantante es una experta bailarina. Co-escrita no obstante por Max Martin y su pandilla (Savan Kotecha, Ilya… y producida por este último), la canción de hecho incluye a una co-autora especial, Ariana Grande, y puede que eso te lleve a pensar que podría haberla cantado la autora de ‘thank u, next‘. En parte sí, pero el elemento ultra rítmico de ‘Motivation’, sumado a los ritmos de marcha y vientos metales de la canción, están mucho más cerca de ‘Lose My Breath’ que de cualquier tema de Grande.
El vídeo de ‘Motivation’ es, como no podía ser de otra manera, un homenaje a las artistas que han inspirado a Normani e incluye referencias explícitas a ‘Crazy in Love’ de Beyoncé, ‘…Baby One More Time’ de Britney Spears y ‘I’m Real’ de Jennifer Lopez, además de otras más o menos sutiles a Ciara, Janet Jackson o Aaliyah. Las coreografías de Normani, que fue gimnasta, dejan absolutamente con la boca abierta, casi tanto como su innegable carisma. A menudo te quedas pensando si no habrá llegado la nueva Beyoncé, otras si no era esto lo que necesitaba Tinashe para triunfar… En cualquier caso, buena carta jugada por Normani, que como puede verse al principio del vídeo, ya se ve a sí misma como un icono a la altura de sus ídolos. Razones no le faltan.
El indie, el auténtico indie, está en recesión. Básicamente porque muchos entienden que en ese saco caben todos, desde los nuevos raperos autogestionados –cuyas finanzas ya hubieran gustado catar a muchos grandes nombres de la independencia patria de otra era– hasta grupos capaces de arrastrar a 40.000 personas a un recinto (por ponernos en el caso más extremo). Por eso parece que ese mundillo del indiepop, el de hacer las cosas con el máximo cariño, sin esperar nada de lo que se entiende por éxito a cambio (ni siquiera unos cuantos miles de escuchas en una plataforma de streaming) y con una fidelidad a una ética artística, está casi desaparecido. Pero no lo está, y mientras existan proyectos como Estrella Fugaz, seguirá mereciendo la pena estar al tanto de lo que en ese submundo ocurre.
Lucas Bolaño, músico radicado en Madrid, formaba parte del proyecto ELM (Experimental Little Monkey), que como indica su nombre era más… experimental. Y más “seriote”, reconoce, por lo que le apetecía hacer algo diferente, menos pesado lírica y musicalmente. El resultado es ‘Un sendero fluorescente’, un disco publicado por el aún incipiente sello Caballito Records y que sintoniza a su manera con ese universo de nombres en torno a Hi-Jauh USB?: no en vano algunos de sus emblemas son citados (Gúdar), colaboran (Tirana y La Estrella de David –además, Lucas es ahora guitarrista en directo del grupo de David Rodríguez–) o resuenan (Hibernales, con esos juegos de overdubs a lo Animal Collective) en sus canciones.
Pero no pensemos en ese pop de forma esquiva y algo destartalada, pero certero y emocionante en muchas ocasiones, de ese sector del underground nacional para encasillar a Estrella Fugaz. O no solo en ellos. Porque este nuevo proyecto unipersonal –grabó el disco gracias a una residencia artística que facilita el Matadero de Madrid– es, a su manera, un ente mucho más ambicioso y expansivo en lo musical: synthpop, dub, psicodelia, folclore (no solo folk), kraut rock, experimentación (y hasta cierto espíritu bailable) conviven y se mezclan en estas canciones que destacan por ser, sencillamente, irresistibles. Una escucha basta para que ‘Alegría’, ‘Wow!’, ‘Max y Ellen’, ‘Fin de año’ o ‘El verano español’ –que en su día destacamos como Canción del Día– se nos hagan irresistibles, y un par más para que ninguna de ellas resulte mínimamente prescindible. Ni siquiera la juguetona y aparentemente boba (pero solo aparentemente) ’Estrella fugaz’, inspirada por ‘Estrella polar’, una canción de la serie de animación para niños Peppa Pig. Solo alguien como las inconmensurables Vainica Doble serían capaces de dar humanidad a un objeto celeste. Y para colmo, con ese sitar de Daniel Fernández (Melange) que remite a las producciones de Pepe Nieto. No es el único colaborador estelar: Elisa Pérez (Caliza) y nada menos que Soleá Morente prestan su voz (la segunda de manera muy llamativa, redimensionando con apenas pinceladas) en varios cortes.
Y donde ‘Un sendero fluorescente’ termina de golpear –y no es un verbo aleatorio, porque realmente da donde duele– es en sus textos. Unas letras que, con aparente ligereza y un tono casi constante de humor y autoparodia (en ‘Alegría’ canta “la caliza es –me juego una caña a que era una coña dirigida o inspirada por Elisa Pérez– un montón de sedimentos” se adelanta a “tú ballena, y yo plancton / comiste y me diste “plánton””, infantil y desarmante), desnudan la vida adulta, al estilo Hazte Lapón, y nos hacen pensar mucho. Por ejemplo, nos hacen preguntarnos por qué y para qué nos vemos inmersos en un capitalismo que nos deshumaniza (‘La revolución será de pago’), expone cómo la corrupción está normalizada de una manera terrible (‘De las mafias, fundaciones’ o la maravillosa/terrible ‘El verano español’), o pone en cuestión un sistema laboral que se limpia el culo con la conciliación (‘La parte oscura de la crianza’).
Todos esos elementos, aunque unas veces emerjan más que otras, se entrelazan y mezclan formando un tejido de honestidad brutal en el que Bolaño observa y reflexiona (y de paso, como debe ser, nos fuerza a hacerlo a nosotros mismos) sobre su propia vida como padre joven que lucha por seguir haciendo música pese a la evidente ignominia y precariedad (‘Fin de año’ es una cuchillada cuando dice “publicar otro disco y después presentarlo / que lo escuchéis en casa y os remueva algo dentro / no lo hacemos por dinero, no”). Sus textos equilibran ternura y una sinceridad cruel tanto cuando habla de (o a) su hija (‘Mineros’, ‘Luminosa’, maravillosas), su pasado (es increíble cómo ‘Max y Ellen’ condensa en seis versos y con un lenguaje cercano el aplastante paso de la juventud a la adultez) o su presente (divertidísima, por creíble, ‘Tu toc’). Y, como sacándonos de la pista para que permanezcamos alerta, esas canciones sobre ‘La ciencia ficción’ u observación astronómica (‘Wow!’), que también guardan recadito íntimo. Yo sé que a muchos les dará pereza, ante el tono bombástico y de espectacular hacia arriba que está tomando el pop español, enfrentarse a un disco modesto y personal. Pero estoy convencido de que les merecerá la pena abrirse a ‘Un sendero fluorescente’ y Estrella Fugaz. Al fin y al cabo, tampoco lo hacemos por dinero, sino por amor.
Calificación: 8,4/10 Lo mejor: ‘Max y Ellen’, ‘Fin de año’, ‘El verano español’, ‘Luminosa’, ‘Alegría’, ‘Wow!’ Te gustará si te gustan: La Estrella de David, Hibernales, Hazte Lapón. Escúchalo:Spotify
Parte de la redacción evalúa ‘Yo x ti, tú x mí‘, el single que Rosalía ha publicado junto al puertorriqueño Ozuna.
«Muchas canciones ganan con su videoclip, pero no suele ser buena señal que lo mejor de una canción sea su videoclip, y es el caso de ‘Yo x ti, tú x mí’. Tras el acierto de sus colaboraciones con J Balvin, y cuando pensábamos que lo siguiente sería su colaboración con Bad Bunny, Rosalía ha sorprendido sacando este tema con el polémico Ozuna (quizás es algo desafortunado eso de «bang bang si con nosotro te entromete» teniendo en cuenta el tema de Kevin Fret). La colaboración, eso sí, prometía ser otro pepinazo a lo ‘Con Altura’… y no. Lineal y no muy inspirada líricamente, la canción parece durar bastante más de lo que dura, haciendo pensar que quizás un medio tiempo no era la mejor opción para este dúo. O quizás sí, pero con un tema de mayor calidad… ‘Yo x ti, tú x mí’ apunta más a un tropiezo que, en mi caso, lo mejor que ha conseguido es recordarme el pegadizo «tú conmigo, yo contigo» de La Bien Querida y Vitalic». Pablo N. Tocino.
«Hay varias decisiones discutibles por parte del equipo de Rosalía en este ‘Yo x ti, tú x mí’, y ambas denotan una decepcionante falta de riesgo. Una es una producción que suena algo resobada, con ese punto tropical entre Drake y The xx que tendría sentido si siguiéramos en 2016. Otra es la de recurrir a alguien como Ozuna para el featuring: más allá de que el puertorriqueño sea un artista que puede echar para atrás a buena parte de su audiencia, ¿de verdad esta canción necesitaba ser un dueto? En mi opinión, hubiera sido incluso mucho mejor. Porque lo cierto es que su magnetismo es incontestable, con ese equilibrio eficacia/sencillez al que tan buen rendimiento saca el tándem Rosalía + El Guincho. Parece bastante seguro que será un éxito pero, ¿le merecerá la pena a Vila perder algo de crédito a cambio de unos millones de streams y de dólares? Quizá no». Raúl Guillén.
«Desde un punto de vista comercial, Rosalía está haciendo las cosas bien. Podrá cantar «Dios nos libre del dinero», pero ‘Con altura’ con J Balvin será uno de los mayores éxitos globales de 2019 gracias a sus monstruosos streamings. ¿A alguien le extraña entonces la presencia de Ozuna en ‘Yo x ti, tú x mí’?. El portorriqueño, autor de varios éxitos como ‘Vaina loca’ y presente en el remix de ‘Te boté’, tiene aquí el papel de ampliar la proyección comercial de Rosalía en el mercado latino, y la canción es una digna apuesta para conseguirlo. En comparación con ‘Con altura’, es más melódica, más relajada e instrumentalmente más vibrante (esas percusiones melódicas del fondo), y aunque quizá no vaya a igualar la repercusión de aquella, en mi opinión sí es una canción mucho mejor. El estribillo «somos dos cantantes como los de antes» es infalible. Y el videoclip se presta a las repetidas visualizaciones, aunque… ¿qué hacen las bailarinas de Rosalía vestidas de «vieja del visillo»? Jordi Bardají
El actor Peter Fonda, icono de la contracultura estadounidense de los 60 por sus recordadas apariciones en películas como ‘Easy Rider’ o ‘The Trip’, ha fallecido a los 79 años, tal y como ha confirmado su familia a la revista People en un comunicado, en el que se indica que la muerte se producía en realidad el pasado viernes. La causa ha sido un fallo respiratorio derivado de un cáncer de pulmón.
Miembro de un linaje de actores y actrices, Peter Fonda era hijo de Henry Fonda, hermano pequeño de Jane Fonda y padre de los también actores Bridget Fonda y Justin Fonda. Fue además ganador de varios Globos de Oro, el primero por su papel protagonista en ‘El oro de Ulises’ (1997) y el segundo por su papel secundario en ‘La pasión de Ayn Rand’ (1999), si bien los roles por los que Fonda será siempre recordado serán los que realizó en los 60 como parte de la contracultura estadounidense. Especialmente ‘Easy Rider’, película que no solo protagonizó junto a Jack Nicholson y su director Dennis Hopper, sino que también produjo y co-escribió, y por la que llegó a ser nominado a un Oscar a la categoría de Mejor guion original.
También la música encontró en Peter Fonda una fuente de inspiración. Cuando Fonda contó a los Beatles que estuvo a punto de morir a los 11 años tras dispararse accidentalmente en el abdomen, expresó que sabía «lo que es estar muerto. Esta frase terminaría apareciendo en la letra de ‘She Said She Said’, uno de los temas incluidos en el álbum de los Beatles de 1966 ‘Revolver’. Además, el «elogio» del personaje de Fonda en la película de 1966 ‘The Wild Angels’ sería sampleado en ‘Loaded’ de Primal Scream y en ‘Jack the TAB’ de Psychic TV, entre otros. Fonda llegó incluso a grabar una canción escrita por Gram Parsons, ‘November Night’, y co-protagonizó ‘The Last Movie’ junto a Michelle Phillips, cantante de The Mamas and the Papas.
El cantante, actor y director de cine Rob Zombie es en estos momentos objeto de polémica. TMZ publicaba un vídeo de un concierto suyo en Londres (el de Canadá), en el que se ve al líder de White Zombie caminando entre el público, en una zona acotada por vallas de seguridad. De repente aparece una fan que ha superado esas barreras y se acerca a él algo eufórica, agarrándole de la camiseta, aunque no parece emplear demasiada fuerza. Zombie detiene su camino y la aparta con vehemencia, para después acercarse a la chica y agarrarla por el pelo, quizá tampoco con excesiva fuerza, antes de ser apartada por el personal de seguridad.
¿Se trata de una agresión del cantante a la fan? ¿O es una respuesta proporcionada a un entusiasmo desmedido? En las últimas horas en Internet se ha generado un debate al respecto, entre los que consideran que a Rob se le ha ido la olla porque la chica no hace nada; y quiénes creen que Zombie solo ha respondido al sentirse atacado. Entre los que sostienen esta hipótesis están varios artistas, como recoge la web Loudwire. Zach Myers, guitarrista del grupo Shinedown, publicaba un tuit en el que dice «Si fuera una artista femenina vosotros, putos monos imbéciles, estaríais ofreciendo un titular diferente», dirigiéndose a TMZ, que titulan su noticia «Rob Zombie tira a una fan del pelo y la empuja». «Estos gilipollas son exactamente lo que está mal en los medios (de comunicación). Aquí va un titular «Rob Zombie es atacado por una fan… responde».
En un sentido parecido tuiteaba Phil Labonte, del grupo All That Remains: «He sido literalmente manoseado por «fans sobreexcitadas» más de una vez en conciertos. Es puto grosero y no está «bien» porque soy un tío. TMZ destacando esto es basura», dice antes de recordar una vez en la que una chica hubiera tenido su miembro en la boca de no haber llevado pantalones, asegura. Corey Taylor de Slipknot, ha retuiteado esta respuesta de Labonte. Pero, realmente, ¿es defendible la respuesta de Zombie?
Da bastante miedo ver cómo se le ha ido la olla, la chica no le había hecho nada. https://t.co/030wjfv66e
I’ve been literally groped by “over zealous fans” more than once at shows. It’s fucking gross and it’s not “ok” cause I’m a guy. TMZs framing of this is crap. https://t.co/SKAMPZb3cR
There was one time in particular, had I not been wearing pants, a certain part of my anatomy would have been in her mouth. I told her if she touched me again I would kick her.
Pese a que España parece medio paralizada por el puente de la virgen de agosto, esta semana Ready for the Weekend viene cargadita de novedades muy pero que muy interesantes. Para empezar, los álbumes de Sleater-Kinney, Shura, Friendly Fires, Ride, King Gizzard & The Lizard Wizard, The Hold Steady, Eilen Jewell, Thee Oh Sees, Maria Usbeck, A$AP Ferg, Oso Oso, Snoop Dogg y Young Thug que se esperaban. Además, EPs de promesas como Channel Tres y Fletcher ven la luz hoy también.
Luego, el viernes llega animadísimo en cuanto a singles, con los nuevos temas de Taylor Swift, Miley Cyrus, Charli XCX & Sky Ferreira, Normani, Liam Gallagher, Swae Lee & Drake, Jorja Smith & Burna Boy, Vivian Girls, Kinder Malo, Reyko, MUNA, Mika, Anna Of The North, Lotus & Kendrick Lamar, Jenny Hval, JPEGMAFIA (solo y con Tkay Maizda), Redd Kross (¡versionando a Sparks!), Brockhampton, Alex Cameron, Sofia Coll, Juancho Marqués & Don Patricio & InnerCut, slayyyter, PVRIS, Cruz Cafuné, Stereophonics, Nils Frahm, Girl Band, Disciples, River Tiber y muchos más. Además, nuestra playlist también incluye las canciones que a lo largo de la semana han presentado Locoplaya, Michael Kiwanuka, Whitney, Big Thief y Rosalía & Ozuna (que también colabora, de forma llamativa, en el álbum de Snoop Dogg antes mencionado).
Como siempre, la playlist se completa con curiosidades como un EP de remixes de Homeshake, nuevas versiones, también en forma de remezclas, de temas recientes de Hot Chip, Pop Smoke (¡con Nicki Minaj!) o IDLES (¡a cargo de Tricky!), o una versión acústica del último single de Sam Smith.
En las últimas semanas, Miley Cyrus ha sido noticia en muchos medios, y no por motivos musicales precisamente: a estas alturas, todo el mundo conoce ya de la separación de su marido, el actor Liam Hemsworth, apenas meses después de haber contraído matrimonio (aunque su relación de pareja, con algunas rupturas temporales, era de años). Para mayor atracción de los medios del corazón al asunto, Cyrus ha sido vista de vacaciones en el Lago Como junto a la influencer Kaitlynn Carter, especulándose sobre una relación sentimental entre ellas.
Pero Miley también ha estado trabajando –de hecho, se dice que han sido precisamente las carreras profesionales de ambos los que han hecho fracasar su matrimonio– estos días, como descubrimos hoy. Esta mañana Cyrus lanza ‘Slide Away’, una canción completamente nueva que, por el contenido de su letra, parece querer sentar un punto y aparte en su vida tras esta ruptura: «Érase una vez, era el paraíso / érase una vez, estaba paralizada / Creo que voy a echar de menos esas luces del puerto / Pero es hora de dejarlo ir / Érase una vez, estaba hecho para nosotros / Me levanté un día, y se había convertido en polvo / Cariño, nos encontramos, pero ahora estamos perdidos / Así que es hora de dejarlo ir», dice su primer verso, antes de encarar un pre-coro que, de forma más controvertida, habla de querer una casa en las colines (como epítome de felicidad) pero rechazar «el whisky y las pastillas», como tópico de la vida del ama de casa de una familia acomodada, dejando entrever que era lo que Liam quería para ella. Es, en suma, el lado opuesto a ‘Malibu‘.
Musicalmente, ‘Slide Away’ no se aparta de la línea marcada por el último EP de Miley, ‘SHE IS COMING‘: producido al alimón por Andrew Wyatt (que también xo-escribe) y el reputado productor de hip hop Mike WiLL Made-It, es un medio tiempo de fondo clásico (marcado por unas cuerdas que rememoran las de ‘Bittersweet Symphony’) pero con una pátina contemporánea. Por el momento no se ha detallado si esta canción forma parte de otro de los EPs que dijo publicaría en este año o si se trata de una composición más reciente. Recientemente Miley también protagonizaba un episodio de l más reciente temporada de ‘Black Mirror‘, donde daba vida a una artificiosa estrella del pop. Un papel que no le debió resultar nada extraño.
Desde su retorno en 2015, Sleater-Kinney parecen habérselo tomado con calma. Vimos a Carrie Brownstein hacer un breve papel en ‘Carol’, a Corin Tucker tocar con Filthy Friends y a Janet Weiss… Bueno, Janet Weiss ha dejado la banda. El trío, pues, vuelve a ser un dúo. Corin y Carrie. Pero este disco está aún pensado y grabado como trío. Ahora podemos especular sobre si su aire crepuscular, sus referencias a relaciones dañadas y sus momentos de desánimo son algún tipo de aviso. Sería mucho especular, sí. Pero el pesimismo y la oscuridad se han cernido sobre Sleater-Kinney.
‘The Center Won’t Hold’ es un disco muy diferente dentro de su discografía en general y a ‘No Cities to Love’ en particular. Si el anterior álbum era un tratado de rock enérgico, rabioso y contestón y sonaba como un tiro, ‘The Center won’t Hold’ es disperso y melancólico. Cuesta adivinar hasta qué punto ellas querían cambiar de sonido y han usado los servicios de St Vincent para conseguirlo, hasta qué punto Annie Clark llegó con la idea de modernizar. Sí que recuerda un poco a ‘Masseducation’ y sí que la banda se ha abierto al pop. Hay sintetizadores pero… No, lejos de las primeras sospechas, no es su disco “electrónico”. Aunque haya quiebros sorprendentes. Y no siempre acertados del todo.
El cambio no se ciñe al sonido. El continente acompaña al contenido. Si ‘No Cities to Love’ era un disco imbuido en lo social, ‘The Center Won’t Hold es introspectivo y fuertemente personal. Lo político no es que no esté; es que se enmaraña con el estado de ánimo, con el cansancio que parecen destilar. Mientras, circulan temas como el desgaste del cuerpo y de las relaciones, la falta de autoestima, el deseo de ser amado y la certeza de no merecerlo. Ese “centro” que no va a aguantar puede leerse en clave política en estos tiempos convulsos, pero tiene aún más de deriva personal. Este cambio depara altibajos. El primero, cierta sensación de que la estructura está deslavazada y que la secuencia de canciones no parece la más acertada. La segunda, es que no todos los temas son tan brillantes como cabría esperar.
Primera aviso, la canción titular: ‘The Center Won’t Hold’ arranca a ritmo de letanía tensa, para encontrarnos a Carrie aullando sobre cómo necesita cosas feas mientras los coros replican de manera siniestra “el centro no va a aguantar”. Este amenazador arranque trueca en un pildorazo de hardcore marca de la casa, aunque esta vez el hardcore y el rock alternativo, en general, no van a ser lo más representativo del álbum. A continuación, ‘Hurry On Home’ es una ráfaga de pop cabalgando sobre guitarras pesadísimas (en el buen sentido). Un hit inmediato, pero con una letra amarguísima: “Sabes que soy infollable, inamable, inescuchable, inmirable. He hecho de tu estado de ánimo el mío”.
Aunque la primera sorpresa arranca con ‘Reach Out’, con una línea de bajo que casi recuerda a… ¡Years and Years! Y un estribillo de lo más AOR. Sin embargo, estos elementos, en sus manos, quedan mejor de lo que pueda parecer. La letra también es una llamada de socorro, con Corin poderosa, a pesar de todo: “alcánzame, la oscuridad está venciendo de nuevo”. O la saltarina ‘Can I Go On’, un estribillo completamente nuevaolero y una de las escasas muestras de optimismo, mientras gritan: “my desire is contagious”.
También hay sonoridades muy familiares; la guitarra tan college rock de ‘A Restless Life’, precioso, breve y sencillo medio tiempo teñido de tristeza, que se eleva como una de las piezas más emotivas a medida que va creciendo. Otro ejemplo del giro es ‘Ruins’, oscura, casi gótica, pero fallida. Resulta excesivamente larga, un delirio que no aporta demasiado al conjunto. ‘Love’, claro, con su brillo flúor, de alegre nueva ola ochentera se recibe como agua fresca. El tema es una declaración de amor musical de Corin Y Carrie a cada una, glosando su carrera, prometiéndose que siempre estarán juntas y con uno de los versos más demoledores (y significativos) del disco: “No hay nada que asuste más y que sea más obsceno que un cuerpo bien-gastado exigiendo ser visto”.
Pero el final resbala hacia el lado oscuro. ‘The Future Is Here’, quizás donde yo vea más la mano de St Vincent, con un sorprendente toque New Order. O ‘The Dog the Body’, el estribillo algo “kumbayá” parece empastado en un puente bastante solemne y no pega mucho, demasiado AOR (otra vez) y borra la emoción que busca. La mayor sorpresa es al final, la balada a piano ‘Broken’, inspirada por el ‘Stay’ de Rihanna, tal como ellas mismas han confesado. Un canto al #MeToo. Un homenaje, pero doliente, rozando la desesperanza. “I’m breaking in two”, corta el aliento Corin, en una constatación de todo el dolor del que las mujeres hemos vivido, y que seguimos sufriendo. En el punto más bajo del desánimo que marca el final del álbum, nos queda la sensación que ‘The Center Won’t Hold’ es un disco que no es lo rotundo que esperábamos. Pero Sleater-Kinney siguen siendo uno de los mejores grupos de rock del mundo.
Calificación: 7/10 Lo mejor: ‘Hurry On Home’, ‘Can I Go On’, ‘A Restless Life’, ‘Love’ Te gustará si te gusta: St Vincent, el rock alternativo de los 90. Escúchalo:Spotify
El divertido hashtag #DrunkTaylor nos sirvió, además de para ver a Taylor Swift haciendo el payaso mientras sonaban sus canciones en una fiesta, para saber que este viernes lanzaría un nuevo adelanto de su inminente próximo álbum, ‘Lover‘. Precisamente, el que le da nombre. Esta mañana por fin, mediante un lyric-video que presenta la letra de la canción mezclada con imágenes suyas proyectadas sobre una sábana blanca –como un cine doméstico de bajo presupuesto–, hemos podido escucharla. Y vale mucho la pena.
Swift reveló detalles en particular sobre esta canción en el artículo de portada de la revista Vogue de septiembre, publicado hace días. Según la redactora Abby Aguirre, que tuvo la oportunidad de escucharla para esa entrevista, ‘Lover’ es un «vals romántico y hechizante, una joyita de composición». La verdad es que esa es una buena descripción: efectivamente, Taylor y Antonoff envuelven la canción con un ritmo de vals con una instrumentación mínima, apenas guitarra, bajo, batería y un piano que se incorpora después, con una buena reverb que le da un aire cautivador. Una producción clásica, pero que no deja de sonar fresca y palpitante. Y que le sienta como un guante a una melodía realmente bonita.
El romanticismo también está, sobre todo en una letra que exalta la relación de «tres veranos» con el actor británico Joe Alwyn, ese «amante» al que Taylor se rinde completamente, revelando con llamativos detalles íntimos lo perfecto que es para ella esta persona, con la que, dice, desea pasar el resto de su vida. ¿Suenan campanas de boda? La verdad es que sí, pero porque esto tiene una pinta terrible de convertirse en la nueva canción que suene para los novios en docenas de enlaces matrimoniales de todo el mundo, sucediendo a canciones de su amigo Ed Sheeran como ‘Perfect’ o ‘Thinking Out Loud’, a las que rememora claramente en su clasicismo. Pero, sobre todo, ‘Lover’ nos hace pensar, especialmente después de singles poco más que resultones como ‘ME!‘ o ‘You Need To Calm Down‘, «Taylor, ¿qué tal si nos regalas un disco completo de canciones así de bonitas y atemporales?»
‘Lover’ se publica el próximo viernes, 23 de agosto. Tres días después, el lunes 26, Taylor Swift actúa en los MTV Video Music Awards 2019, junto con Rosalía, Camila Cabello, J Balvin, Missy Elliott y más artistas. Ella opta a 10 premios por los dos singles antes mencionados.
Madrid en agosto puede verse desde dos perspectivas: como un lugar difícil de soportar debido al calor que hace o como una manera distinta de disfrutar de la ciudad, sin tantas aglomeraciones de gente y a un ritmo menos acelerado que el de costumbre. La mirada de Jonás Trueba sin duda recae en la segunda opción. La película (Mención Especial del Jurado en Karlovy Vary y ganadora del premio FIPRESCI) narra la vida de una treintañera madrileña buscándose a sí misma durante la primera quincena de este mes. La acompañamos durante todo el metraje mediante episodios en los que se reencontrará con antiguos amigos y amores frustrados, y también conocerá a nuevos que marcarán su verano.
La reflexión que hace Trueba sobre las relaciones -en especial las de amistad- y el paso del tiempo es uno de los puntos más interesantes de un filme repleto de conversaciones filosóficas y profundas con las que resulta muy fácil empatizar, pues en el algún momento todos nos hemos visto en situaciones que nos han hecho plantearnos nuestras decisiones o nuestros actos de la forma en la que lo hacen sus personajes.
Lo que hace que ‘La virgen de agosto’ sea infinitamente superior a su anterior obra ‘La reconquista‘ (a la que se hace algún pequeño guiño) es que aquí la protagonista está construida desde lo terrenal. Hay humanidad y hay verdad, y Trueba no está tan preocupado en detalles absurdos como que sus personajes sean tan cool y alternativos como para pedir fernet en un chino, sino de que su viaje personal sea importante. Y, aquí, lo es.
La luminosa presencia de la actriz Itsaso Arana –también co-guionista de la película– y la interesante visión de Jonás Trueba dejan momentos realmente hermosos, como la aparición de Soleá Morente actuando en la Verbena de la Paloma, las conversaciones nocturnas en el Viaducto de Segovia o la excursión al río. Es cierto que el uso de una voz en off hacia la mitad de la película es un recurso algo extraño que no termina de encajar bien en la propuesta, o que al final el guion se toma una licencia un tanto cuestionable. Pero en su mayor parte, la película es un paseo por la capital española más que agradable y relevante en el que se habla sobre la necesidad de tomarse un tiempo para pensar sobre cómo seguir adelante cuando no tienes ni idea de qué hacer. La protagonista decide abrir su mente y vivir aventuras en su ciudad natal como si fuese una turista, empezar una nueva etapa de su vida a partir de este momento.
Jonás Trueba es fiel a su estilo y continúa haciendo un cine intrínsecamente madrileño, con diálogos tan intelectuales como elevados, pero esta vez deja la grata sensación de que detrás de todo esto hay un cineasta valioso al que tener en cuenta. 7.
Of Monsters and Men siguen con su carrera al margen de su macrohit de 2012 ‘Little Talks’, y para su nuevo disco, los islandeses han querido renovar su sonido, aunque echando mano del mismo productor que se encargó de su disco anterior, Rich Costey (Muse, Fiona Apple, Rage Against the Machine). En ‘FEVER DREAM’, Of Monsters and Men ya no suenan tan folkis sino más bien rockeros… aunque en realidad no tanto. Solo el estupendo single ‘Alligator’ encajaría 100% en esta etiqueta, pues con su puntito de distorsión puede incluso recordar a grupos como The Kills o The White Stripes, pero la propia cantante del grupo, Nanna Bryndís Hilmarsdóttir, reconoce que es la «oveja negra del disco» y que no es necesariamente representativa de lo que vamos a encontrar en él.
En realidad, lo que propone ‘FEVER DREAM’ es un pop-rock apañadito -con alguna concesión brit-pop como en ‘Róróró’- que sirve a Ragnar Þórhallsson y a la mencionada Nanna para expresar sus sentimientos ante una relación que inevitablemente ha llegado a su fin. En este sentido, puede llegar a conmover la balada ‘Ahay’, que habla exactamente de esto, pero si algo deja claro la escucha del disco al completo es que las baladas no son su mejor baza. ‘Stuck in Gravity’ y ‘Sleepwalker’ son anodinas, y aunque la atmosférica ‘Under a Dome’ destaca entre el resto de temas al favorecer las texturas electrónicas, tampoco es una de las cumbres del disco.
Donde ‘FEVER DREAM’ acierta es en los temas más animados. Sin ser un gran hallazgo, ‘Vulture, Vulture’, que menciona un episodio de tristeza y oscuridad que llevan a su narrador o narradora a intentar levantarse, parece un homenaje al pop-rock de radiofórmula de los 80, hasta el punto que su estribillo «still got that feeling» no habría resultado extraño en un disco de Haim. Y ‘Wild Roses’ es un buen tema de country-pop eufórico. Dice Nanna que a muchos de sus fans originales probablemente no les va a gustar ‘FEVER DREAM’ por su cambio de sonido, pero que su trabajo como músicos es evolucionar. A decir verdad, ‘FEVER DREAM’ no merece el ostracismo, pero sin singles a la altura siquiera de ‘Crystals’, aunque ‘Alligator’ se quedaría cerca, tampoco parece que Of Monsters and Men vayan a ganar con él demasiados fans.
Calificación: 6/10 Lo mejor: ‘Alligator’, ‘Vulture, Vulture’, ‘Wild Roses’ Te gustará si te gusta: Cold War Kids, Young the Giant, el pop-rock en general Escúchalo:Spotify
Una buena melodía clásica siempre será invencible. Es lo que mostraban Whitney en el precioso ‘Light Upon The Lake‘, un debut repleto de efluvios de los años 70 que tuvo hueco en muchas listas (también lasnuestras) de lo mejor de 2016. Ahora el dúo surgido de la escisión de Smith Westerns, formado por Julien Ehrlich y Max Kakacek, prevé la inminente publicación de su continuación en unos días: el 30 de agosto verá la luz ‘Forever Turned Around’, 10 nuevas canciones producidas otra vez por Jonathan Rado (Foxygen), aunque en esta ocasión también ha participado activamente Brad Cook (Bon Iver). [Foto: Olivia Bee.]
Tres años después de aquel exquisito compendio de pop rock, poco parecen haber variado sus planteamientos musicales: los anticipos ‘Giving Up‘ y ‘Valleys (My Love)‘ siguen apostando –o más si cabe– por un planteamiento eminentemente clásico en fondo y forma, con ecos de la gran canción norteamericana –Randy Newman, Carole King, James Taylor–. El adelanto que han mostrado esta semana se mueve en términos similares, si bien cuenta con un «algo» especial.
‘Used To Be Lonely’ comienza con una guitarra clásica en arpegio y la voz de Ehrlich doblada (con un tenue teclado de fondo), que hacen pensar en ellos (también por sus pintas de nerdazos) como una suerte de Simon & Garfunkel de nuestros días. A esa base mínima se van incorporando piano, bajo y batería, aportando músculo a una pieza que termina de deslumbrar cuando llega el coro principal –maravilloso ese breve silencio que se hace justo cuando Julien lo entona–, y que se queda ya con nosotros para la eternidad. Más aún cuando, tras el estribillo, un arreglo de metales aporta lustre y emoción y abre paso a un final más explosivo. Una maravilla que, dicen, «ataja la jubilosa confusión que viene cuando ves la forma en que las cosas cambian inesperadamente con el paso del tiempo». No seré yo quien lo discuta.
Tracklist de ‘Forever Turned Around’:
‘Giving Up’
‘Used To Be Lonely’
‘Before I Know It’
‘Song For Ty’
‘Valleys (My Love)’
‘Rhododendron’
‘My Life Alone’
‘Day & Night’
‘Friend Of Mine’
‘Forever Turned Around’
Sleater-Kinney publican su nuevo disco, ‘The Center Won’t Hold’, este viernes 16 de agosto, cuatro años después de ‘No Cities to Love’. Varias cosas han sucedido. La primera y fundamental, la abrupta marcha de Janet Weiss, batería desde 1996, lo que ha dejado a la banda en el núcleo esencial que forman Corin Tucker y Carrie Brownstein, cantantes, compositoras y guitarras. Pero antes, han contado con Annie Clark, St Vincent, como sorprendente productora y, antes aún, Donald Trump ganó las elecciones, un hecho funesto que se refleja el nuevo disco, pero no de manera obvia. Así que tengo al teléfono a Carrie y Corin en una suerte de multillamada un tanto desconcertante, al menos al principio. Después de momentos de incertidumbre (lapsos, un cierto retraso a la hora de llegarme la voz), y que a “¡Estamos las dos aquí!”, dice Carrie, en un tono jovial. Su voz llega diáfana mientra que a Corin, quien lleva ligeramente el peso de la conversación, no se la escucha demasiado bien. [Foto: Nikko LaMere.]
Mi primera pregunta es, ¿por qué Annie Clark (St Vincent) como productora del álbum? ¿Se ofreció ella o fue idea vuestra?
Corin: Annie es alguien a quien conocemos desde hace mucho tiempo. Es alguien a quien admiramos, su música y su talento. Estuvimos hablando con ella mientras escribíamos el álbum y se ofreció a producir algunas de las canciones para nosotras. Lo hicimos no sabiendo cómo iba a ir, algo así como una prueba. Y la primera sesión que hicimos fue realmente bien. Grabamos un montón de canciones en pocos días. A medida que transcurrían los días iba sonando a un estilo diferente del de la banda, pero queríamos ir más allá, alcanzar sonidos industriales. Y ella resultó una excelente ayuda en conseguir ese objetivo.
¿Se convirtió en otro miembro de la banda o se ciñó más al rol clásico de productora?
Carrie: Ella estaba muy imbuida en el rol clásico de productora, alguien que piensa en instrumentaciones, arreglos, cosas así. Dándonos indicaciones sobre las canciones y letras, empujándonos para conseguir el mejor sonido para cada canción… Estaba mucho por el proceso de grabación, abrazó completamente el rol de productora. Pero no [se convirtió en] un miembro de la banda.
«Annie Clark abrazó completamente el rol de productora. Pero no se convirtió en un miembro de la banda»
Y fue la primera vez que produjo a alguien fuera de su propio proyecto, ¿verdad?
Corin: Sí. Era la primera vez que producía música de otros artistas. Vino con un montón de ideas, diferentes, trabajando con teclados, cosas que realmente buscábamos para este disco.
‘The Center Won’t Hold’ suena muy diferente a ‘No Cities to Love’. ¿Qué ha ocurrido durante estos cuatro años para que sea tan diferente?
Carrie: El proceso de escribir las canciones, con Corin y yo viviendo en diferentes ciudades –yo estaba viviendo en Los Angeles, Corin en Portland–, enviándonos ideas de ida y vuelta a través del ordenador, escribiendo un poco más por separado que juntas… Ha sido todo así, mezclado. Y también nosotras queríamos que sonara diferente. Lo preferimos antes de sacar un álbum que recuerde a tu anterior disco. Nadie quiere un disco en que muchas de las canciones suenen al anterior disco, porque eso implica que no se ha corrido ningún riesgo. Sabiendo eso, queríamos un disco que fuera un reflejo de los tiempos que estamos viviendo. Estamos viviendo tiempos muy inciertos. Las estructuras donde nos apoyábamos han sido casi destruidas. También hemos sacado el disco para que retar a la gente a reconsiderar a la banda y reconsiderar los tiempos en que vivimos. Para nosotras es un objetivo que nuestros discos no recuerden a los anteriores. En eso… no es diferente a los demás (risas).
«Nadie quiere un disco en que muchas de las canciones suenen al anterior disco, porque eso implica que no se ha corrido ningún riesgo»
A primera escucha, ‘The Center Won’t Hold’ me ha parecido que tenía menos contenido social que ‘No Cities to Love’. Pero por lo que comentas, sí que lo tiene. ‘The Center Won’t Hold’ (“El centro no aguantará”). ¿Tiene entonces, una lectura de tipo personal, política o ambas?
Corin: Sí, estoy de acuerdo en que tiene ambas lecturas. El disco es sobre el impacto de la política y la cultura en la gente. Los personajes del álbum están luchando con el mundo que les rodea, lidiando con él. Pero va más sobre el impacto personal: sobre las estructuras y la sociedad alrededor de los personajes. Ese impacto se ha hecho más obvio en el proceso de escribir canciones.
Pero no es un disco obvio. Imagino que todos los periodistas hemos acabado preguntando por qué no es un disco completamente (o, al menos, explícitamente) anti-Trump.
Carrie: Cualquier disco que vayamos a hacer va a ser un disco contra Trump. Todo por lo que nos posicionamos es anti-Trump; nos posicionamos a favor de la igualdad, a favor de romper las estructuras que oprimen a la gente, contra el sexismo, contra la homofobia… Todas estas son las posturas que apoyamos. Así que cualquier álbum que saquemos va a ser anti-Trump. Tenemos canciones como ‘Ruins’ o ‘Bad Dance’ que hablan sobre la oscuridad, la corrupción… Pero también es una declaración política. Tenemos tres mujeres, de mediana edad, haciendo un disco juntas, junto a una cuarta mujer. Eso es una declaración, en nuestra cultura. Dirigimos toda esta “neura” personal hacia una sociedad que continúa infravalorando a las mujeres.
Choca, a pesar de algunas melodías alegres, la cantidad de sentimientos negativos que expresa el disco: autoodio, depresión… ¿Creéis que es vuestro álbum más amargo? ¿O, más bien, el más vulnerable?
Corin: La palabra “vulnerable” tiene sentido para mí. Realmente queremos enseñar las emociones bajo la superficie, lo que está ocurriendo. En vez de escribir un disco agresivo, o que busque respuestas rápidas, sobre el mundo que nos rodea, mostramos el impacto de todo esto, la manera emocional, en que los personajes viven todo esto por debajo de la superficie. Es tu tarea real, como compositora, es lo que creamos. Como compositora debo expresarme sin estar ligada a nada.
«Hay mucho sobre el cuerpo femenino, sí: el cuerpo de la mujer como el lugar que habitamos; cuánto soporta tu cuerpo: traumas, agresiones…»
También otro tema es nuestro cuerpo. El cuerpo de las mujeres, especialmente el de las mujeres de mediana edad, como refleja el vídeo de ‘Hurry On Home’.
Carrie: Hay mucho sobre el cuerpo femenino, sí: el cuerpo de la mujer como el lugar que habitamos; cuánto soporta tu cuerpo: traumas, agresiones… Nuestros cuerpos se van desgastando. Es donde tiene lugar todos nuestros toda la lucha. Muchas de las canciones son una exploración sin miedo sobre cuánto podemos soportar sin derrumbarnos. Creo que también es sobre los cuerpos, los conjuntos de cuerpos, en términos de amistad, de colaboración, y los cuerpos como focos de resistencia, dándote la fuerza para tirar hacia delante. Muchas de las canciones articulan el cuerpo como una especie de zona de guerra.
Una pregunta cotilla pero… el cuerpo desnudo de espaldas en la portada de ‘Hurry On Home’, ¿es el tuyo de verdad o es el de un maniquí?
Carrie: Yo tampoco estoy segura (risas). No, es broma. Sí, ese es mi cuerpo. Obviamente, he necesitado algo de photoshop en la parte de atrás (risas). [La imagen] es para anunciar algo que iba a ser desafiante. Este disco iba a ser algo caótico, desconcertante. ‘Hurry On Home’ es una canción sobre traición; la traición por parte de los políticos, de tu país, del ser amado. Por eso queríamos algo que fuera un poco… extraño. La canción misma tiene esa cualidad, por eso usamos esa imagen. ¡Necesitábamos hacer sentir a la gente incómoda!
«Ha sido triste e inesperado. Nosotras amamos el disco, nuestra banda y seguimos adelante»
Mmmm… ¡no incómoda! Pero sí desconcertante. Y ahora debo preguntaros sobre Janet Weiss. ¿Por qué ha dejado la banda? Aparte de lo que comentó en su comunicado, ¿hay algún motivo más?
Corin: Creo que su declaración es sobre de dónde venía, de su trabajo… Sí, ha sido triste e inesperado. Nosotras amamos el disco, nuestra banda y seguimos adelante.
¿Y quién la va a sustituir? Al menos, en la gira.
Carrie: Obviamente, nadie puede reemplazar a Janet, es una batería fantástica. Pero tenemos que mirar hacia el siguiente capítulo, y anunciaremos cuál será el próximo capítulo antes de arrancar la gira.
Y sobre la gira, la rama europea del tour llegará en febrero de 2020 y veo que no hay programadas fechas en España. ¿Cuándo vais a venir a España? ¿Va a ser dentro de algún festival de verano?
Corin: Sí… Esperamos poder ir a España y esperamos que sea para los festivales de verano. Sí, iremos. Nos encanta España. ¡Es uno de los mejores países!
¿Podéis adelantarnos algo? ¿Algún festival? ¿El Primavera Sound, por ejemplo?
Corin: Aún no lo sabemos. Pero, definitivamente, lo intentaremos.
Volviendo a los temas sobre los que gira ‘The Center Won’t Hold’, en ‘Broken’, la canción que lo cierra, habláis del #MeToo, homenajeando a Christine Blasey Ford [la profesora que denunció a Brett Kavanaugh, magistrado del Tribunal Supremo, por agresión sexual]. Pero la canción suena más bien a lamento. ¿Por qué escogisteis cantar al #MeToo en este tono, más de elegía que de protesta? [Justo en este momento se escucha un pitido y una voz masculina irrumpe para anunciar que la entrevista llega a su fin. Protesto educadamente, porque me habían informado de que dispondría 25 minutos y apenas han transcurrido 22. Carrie suelta un “yeah” y prosigo con mis tres minutos restantes.]
Corin: Creo que esta canción es sobre correr el riesgo, por encima de otras las cosas. Ser capaz de ver tu país reflejado en ello, cuando ves los valores que crees que realmente importan son son rechazados todo el rato. Es pararse y decir: “esta mujer fue agredida”. Es sobre correr el riesgo de mirar al sospechoso y apuntarle con tu dedo [de repente, sus perros se vuelven locos y empiezan a ladrar furiosamente]. Oops, ¡lo siento!
‘Can I Go On’ y ‘The Future is Here’ contienen una fuerte crítica al uso de las tecnologías de la comunicación y las redes sociales como elemento de aislamiento. ¿Tan pesimistas os sentís realmente sobre ellas?
Carrie: ‘Can I Go On’ no va realmente sobre las nuevas tecnologías, es sobre alguien al borde de la tristeza interna. Pero ‘The Future Is Here’ sí que va sobre estar solo a pesar de estar hipercomunicado.
Corin: Sí, trata de esos sentimientos de aislamiento. El personaje lucha con la tecnología, cómo se supone que te conecta, pero no consigues ver el lado humano de ello. La interacción social realmente no funciona, así que se siente muy vacío.
Rosalía avanzaba casi a la vez de conocerse que actuaría en los MTV Video Music Awards 2019 -que se celebran el próximo 26 de agosto-, que lanzaría un nuevo single conjunto con Ozuna, uno de los artistas puertorriqueños más exitosos de los últimos tiempos. La cantante catalana compartía en sus redes sociales un teaser de esa canción y confirmaba que se titula ‘Yo x ti, tú x mí’.
Finalmente en la tarde del 15 de agosto se estrena esta canción, de nuevo una producción de la propia Rosalía Vila junto con El Guincho que, además, cuenta con la colaboración del canadiense Frank Dukes. De hecho, cabe pensar que ese sonido de marimba habitual del tropical-house puede tener su sello, semejante al de sus producciones para Drake, Camila Cabello, Post Malone o Travis Scott.
Es el gancho más llamativo de una base próxima al reggaeton, el habitat perfecto para la interacción entre ambos cantantes, que en su letra se dicen «como los de antes». El single se acompaña de un clip dirigido por Cliqua, quizá algo menos espectacular que sus vídeos recientes pero con algunos trucos impactantes, como los bailarines «anónimos,» cubiertos por telas floreadas.
‘Yo x ti, tú x mí’ será ya el cuarto single que publique Rosalía este año, después de haber publicado y triunfado con ‘El mal querer’ en 2018. Desde entonces, ‘Con altura‘, ‘Aute Cuture‘ y ‘Milionària‘ se han ido sucediendo casi a razón de uno al mes. En este tiempo, ha compaginado estos lanzamientos con una gira mundial que la ha llevado por Latinoamérica y Europa, en muchos casos en festivales como Mad Cool o Bilbao BBK Live en nuestro país.