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Natti Natasha quiere que te obsesiones “loca y profundamente” de ella en su nuevo vídeo

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Natti Natasha ha hecho como Becky G y se ha apuntado al trap en ‘Obsesión’, uno de los varios hits en potencia incluidos en su disco genialmente titulado, ‘IlumiNatti‘. Aunque Natasha, al contrario que Becky, sigue cantando en español en este tema para el que la co-intérprete de ‘No me acuerdo’ presenta ahora un videoclip dirigido por Nuno Gomes. El vídeo, explica la nota de prensa, “cuenta con un trabajo de producción impecable y una apuesta muy distinta” y es “un mini cortometraje que muestra la historia de una estrella de la música con la que 3 hombres se obsesionan loca y profundamente”.

Continúa el texto: “A lo largo del videoclip, la dominicana los envuelve en un juego mental [de] seducción, en el que los protagonistas no saben si es realmente Natti Natasha quien los cautiva personalmente o si definitivamente perdieron la cabeza y todo está en su imaginación”.

En este “mini cortometraje” de 3 minutos vemos a Natasha interpretando la canción entre plantas, metida en una bañera, desde donde seduce a un hombre en su despacho; cegada por los focos en una pasarela o tumbada entre rosas rojas en la visión de uno de sus pretendientes, en un posible guiño a la icónica escena de ‘American Beauty’.

Luis Miguel pega un “microfonazo” a su técnico durante un concierto en Panamá

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Luis Miguel es noticia este viernes tras aparentemente haber agredido a un técnico de sonido durante un concierto en Panamá. Decimos aparentemente porque la víctima de su furia no aparece en el vídeo del incidente que ha llegado a los medios, pues le tapa una pared, pero el gesto de Luis Miguel es inequívoco además de bastante agresivo.

Varios medios indican que Luis Miguel parecía irritado durante el mencionado concierto, celebrado en el Centro de Convenciones de Panamá, debido a varios problemas de sonido y con el sistema de calefacción que estaban teniendo lugar en el recinto. Como se puede ver en el vídeo, un tenso Luis Miguel parece advertir problemas de sonido durante una canción, por lo que decide interrumpir su actuación para dirigirse al lateral del escenario. Allí, el músico reprende a su ingeniero y entonces le lanza el micrófono.

El show en cuestión forma parte de la gira que está llevando a Luis Miguel este 2019 por América Latina y Estados Unidos. En 2018 se estrenó en Netflix su serie “autobiográfica”, en la que se narra su ascenso a la fama y que está protagonizada por el actor mexicano Diego Boneta. El año previo, cuando se anunció la llegada de la serie, el intérprete de ‘La Bikina’ se declaró en bancarrota y actualmente son varios sus problemas con la justicia.

Helena Goch emociona en Twitter con la historia sobre su madre, que abandonó el espectáculo para enseñar

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Helena Goch es autora de ‘Perhaps’, la canción que sonaba en el anuncio de 2015 de una conocida marca de ropa interior femenina protagonizado por Elsa Pataky, que suma cerca de 800.000 reproducciones en Spotify. ‘Perhaps’ era la canción que abría el debut de Goch, ‘Little Tiny Blue Man’, lanzado aquel año y desde entonces la cantante, compositora y actriz valenciana ha publicado dos álbumes más, ‘La rama dorada’ en 2017 y este mismo mes de marzo ‘Motor y al aire’, que comentábamos recientemente en nuestra sección Sesión de control.

Pero Helena Goch es noticia hoy otro motivo que tiene que ver de manera indirecta con su música. La artista ha compartido en Twitter la historia detrás de una de las canciones de su disco, ‘La reina del baile’, dedicada a su madre, Pilar Medina. En un hilo de tuits, Goch cuenta la historia de su progenitora, quien a finales de los 70 ganara varios concursos de belleza hasta lograr ser Miss International, pero que más tarde abandonara el mundo del espectáculo -llegó a ser azafata del ‘1, 2, 3’- para dedicarse a lo que siempre había deseado, la enseñanza, llegando a ser profesora en varios institutos y cárceles. Una historia de superación y lucha contra el machismo de la época que Goch afirma le ha inspirado a ser quien es hoy.

La preciosa historia se ha ido viralizando a lo largo del día en Twitter, consiguiendo 11.000 likes y casi 5.000 retuits a tiempo de redacción de esta noticia, y apareciendo en medios generalistas como El Periódico o The Huffington Post. Goch asegura que está “abrumada” por la recepción ante su historia: “Yo lo publiqué para los 5 seguidores que normalmente interactúan conmigo por aquí”, escribe. Aunque lo más importante es la moraleja que se extrae de su historia: “SIGUE TU PROPIO CAMINO, VE ADELANTE Y SIN MIEDO.” Os dejamos con ‘La reina del baile’ y con el hilo en cuestión.


Love of Lesbian ft. Iván Ferreiro, Miss Caffeina, Zahara o Chico y Chica, juntos en el nuevo disco tributo a Mecano

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El 26 de abril llega a las tiendas y plataformas un nuevo álbum tributo a ‘Descanso dominical’, uno de los discos más vendidos de Mecano y de la historia del pop español, que publicado en 1988, superaba por cerca de 100.000 ejemplares el millón de copias según El País. El álbum recopilará versiones de este disco de Love of Lesbian, Iván Ferreiro, Miss Caffeina, Elefantes, Shinova, Zahara, Nancys Rubias, Conchita, Chico y Chica o Vega. El primer avance es ‘La fuerza del destino’ por Love of Lesbian e Iván Ferreiro.

Explica la nota oficial de Warner que «Descanso dominical. Tributo a Mecano» es un encuentro entre generaciones amparado en la vigencia eterna de unas canciones que pasaron a formar parte de la cultura popular española, y que merced a estas versiones a cargo de artistas contemporáneos muestran una nueva y rejuvenecida cara”. “Es esa dualidad entre la popularidad del repertorio y el talento de cada artista participante para adoptar la canción como propia, la que aporta un valor diferencial a este proyecto”.

Continúa la nota: “Tal y como apunta en el libreto interior Javier Adrados (alma mater de este disco); «Descanso dominical» (que este año celebra su 30 aniversario) es el retrato de varias generaciones que han encontrado en sus canciones y su sonido una forma de entender la vida». Os dejamos el tracklist del disco. Recuerda nuestra reciente entrevista con Ana Torroja aquí.

1. Reyko. «El cine»
2. Veintiuno. «No hay marcha en Nueva York»
3. Elefantes. «Mujer contra mujer»
4. Nancys Rubias. «Los Amantes»
5. Love Of Lesbian e Iván Ferreiro. «La fuerza del destino»
6. Conchita. «Quédate en Madrid»
7. Vega. «Laika»
8. Aleks Syntek. «El blues del esclavo»
9. Mäbu.“Eungenio” Salvador Dalí»
10. Daniel Casares, Juan Sueiro y Miguel Lara. «Por la cara»
11. Zahara. «Un año más»
12. Miss Caffeína. «Héroes de la Antártida»
13. Shinova. «Hermano sol, hermana luna»
14. Chico y chica. «Fábula»

David Otero, marcado por El Último de la Fila, Radiohead, Silvio Rodríguez… ¡y Emilio Aragón!

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David Otero es noticia porque acabamos de verle participar en ‘La mejor canción jamás cantada’, por continuar con las presentaciones en directo de su último álbum, el apañado ‘1980’; y también porque ha publicado libro. Inspirado precisamente por una de las canciones contenidas en ese álbum, ‘Precipicio al mar’, ha lanzado un libro homónimo compuesto de relatos sobre la paternidad. Lo está presentando este mes y el mes venidero en diversas Fnacs, lo cual no impide que continúe con su gira musical, por supuesto. Hoy mismo, viernes 22 de marzo, protagoniza uno de los conciertos del ciclo Escenarios Mahou en Madrid. Será en la Sala Kaya (Guadarrama) y las entradas están a la venta en Ticketea.

¿Tienes canción favorita de todos los tiempos? En caso negativo, ¿una canción que te haya obsesionado últimamente?
Una canción que me ha obsesionado últimamente es un tema que he cantado en el programa ‘La mejor canción jamás cantada’. Me tiene loco. Es ‘Como un burro amarrado en la puerta del baile’ de El Último de la Fila. Siempre la he cantado, pero ahora la tengo taladradísima. Nunca me había obsesionado tanto porque la quería hacer muy bien en el programa.
¿Recuerdas qué canción fue la primera que versionaste?
‘More than Words’ de Extreme la he versionado desde que soy muy pequeño.
¿Alguna canción que asocies a un recuerdo infantil?
‘Cuidado con Paloma que me han dicho que es de goma’ de Emilio Aragón. El salón de casa era un polvorín cuando sonaba entre primos, hermanos… Era muy cachondo ese momento.
¿Qué canción desearías haber escrito?
‘Ojalá’ de Silvio Rodríguez. Tiene tanta alma que a cualquier cantautor, compositor o autor le hubiera gustado haberla escrito.

¿Qué canción odias con toda tu alma?
No odio ninguna canción, no hay nada que diga: «no lo puedo escuchar». Hay canciones que no me gustan, pero no te podría decir ninguna.
¿Sigues comprando discos? En caso afirmativo, ¿cuál fue el último y en qué formato?
Los compro en formato digital y el último que me he comprado es el de Rayden.
¿Cuál es tu plataforma favorita para escuchar música ahora mismo? Al margen de los Spotify/Apple Music, ¿escuchas discos enteros en Youtube?
No, en Youtube no, suelo escucharlos mucho en Apple Music o en Spotify, indistintamente, pero sí tenemos un tocadiscos en la oficina y ponemos discos antiguos o actuales de vez en cuando. El vinilo es una parte minoritaria de mi vida, pero que también está ahí.

«La realidad es que suenan distintas las cosas en vinilo, cassette y en formato digital. Tienen otro aura»

¿Qué opinas del supuesto revival del vinilo o peor aún, del cassette? ¿Es puro postureo o te interesa especialmente?
La realidad es que suenan distintas las cosas en vinilo, cassette y en formato digital. Tienen otro aura. En el estudio tengo vinilo y también un radiocassette antiguo. Mi disco lo estuve escuchando bastante en cassette porque hicimos un regalo a amigos que era un radiocassette con el cassette del disco y fue superchulo.

Actuación vocal que adores.
Hace poco vi el documental de Whitney Houston y me pareció una barbaridad cómo cantaba esa mujer.

¿Alguna canción que en algún momento te haya avergonzado que te guste o no existe tal cosa como el «guilty-pleasure”?
No me siento culpable porque me guste algo que pueda parecer extraño que me guste. Si algo me gusta, me gusta. Punto final.

¿Mejor secuencia de canciones en un disco que hayas oído?
‘OK Computer’ de Radiohead, es la mejor secuencia que he oído de canciones diferentes. Es una propuesta que me dejó loquísimo el año que salió.

¿Algún disco que te encante pero cuya secuencia te parezca un desastre y lo escuches siempre en modo «shuffle»?
No, tampoco me he parado a pensar en si una secuencia de canciones en un disco es un desastre. Nunca me lo había planteado.

¿Qué necesita una canción para ser perfecta?
No ser perfecta, para empezar y que te toque el corazón.

Un remix que te haya vuelto loco.
‘Four to the Floor’ de Starsailor fue el que más me pegó. Escuchas la original y el remix y el remix me encantó. No soy muy fan de los remixes pero ese me flipó.


Becky G muestra en ‘Green Light Go’ que su viraje hacia el trap va en serio y anuncia conciertos en España

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Becky G ha conquistado el mercado hispano con singles como ‘Mayores’ con Bad Bunny, ‘Sin pijama’ con Natti Natasha, ‘Cuando te besé’ con Paulo Londra o ‘Booty‘ con C. Tangana. Por eso puede ser fácil olvidar que la cantante mexicana empezó su carrera cantando en inglés, con canciones como ‘Shower’ o ‘Becky from The Block’ producidas por el entonces magnate y ahora paria del pop Dr. Luke.

Tras el enorme éxito de sus singles latinos, Becky G sorprendía hace unos días virando hacia el trap en un nuevo single llamado ‘LBD’. Con él, parecía que su mirada está puesta ahora en el Billboard de Estados Unidos, sospecha que se confirma en el nuevo tema de la artista que ha llegado este viernes a las plataformas de streaming. ‘Green Light Go’ emplea un ritmo trap y sus suaves sonoridades electro pueden remitirnos al disco más vendido en estos momentos en el mundo, pero a su vez incluye frases tan propias de Becky como “estoy lejos de Hollywood” o “yo hago esta mierda desde México” que imprimen en ella la marca de su intérprete.

Mientras parece que seguiremos sin disco de Becky G por ahora, la cantante -de tan solo 22 años- sí tendrá oportunidad de presentar todos estos nuevos y viejos singles en España, pues es una de las artistas confirmadas en el Yolo Music Fest que se celebra el 7 de julio en Madrid, donde compartirá cartel con Ozuna o Zion & Lennox, entre otros. La cantante está confirmada también en el Weekend Music Festival, que se celebra antes, del 3 al 6 de julio en Torre del Mar (Málaga).

Sons of an Illustrious Father, la banda «queer» del actor Ezra Miller, anuncia gira por España

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Conoces a Ezra Miller por su aparición en películas como ‘Flash’, ‘La liga de la justicia’, ‘Animales fantásticos y dónde encontrarlos’ o ‘Las ventajas de ser un marginado’, y seguramente también por los extravagantes “looks” que suele pasear por las alfombras rojas. Actor declarado “queer” y de género no binario, Miller es también integrante de una banda de rock con la que acaba de anunciar gira por España.

Sons of an Illustrious Father es la formación de Miller junto a Lilah Larson y Josh Aubin. Su primer EP se remonta a 2015 y contiene uno de sus temas más escuchados, ‘Loveletting’. Próximos al rock de The White Stripes, Eagles of Death Metal o los últimos Foals, Sons of an Illustrious Father publicaron su primer largo en 2016, ‘Kavol’, y este mismo año ha visto la luz un segundo álbum llamado ‘Deus Sex Machina: Or, Moving Slowly Beyond Nikola Tesla’ en el que se incluyen otros temas que están llamados a convertirse en clásicos de su repertorio (al menos según sus escuchas actuales en las plataformas), como ‘Extraordinary Rendition’, ‘U.S. Gay’ o ‘History’.

El álbum introduce sonidos de la música electrónica por primera vez en la carrera de Sons of an Illustrious Father y trata temas como el cambio climático o la situación sociopolítica, según la nota de prensa. “Como todo lo que hacen, en este álbum Sons of an Illustrious Father buscan ayudar a todas las personas que se sienten invisibles, perdidas, incómodas con el clima político actual o que están buscando una salvación”, indica ésta. En España tendremos la oportunidad de escucharlo en vivo el 15 de mayo en la Moby Dick de Madrid y el 16 de mayo en La Nau de Barcelona. Las entradas ya están disponibles.



La Casa Azul / La Gran Esfera

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Que Guille Milkyway llame su primer disco como La Casa Azul en casi 8 años un “disco de transición” no plantea el mejor escenario posible para el que ha de ser su gran regreso a la actualidad musical tras haber triunfado con sus singles para Fangoria y haber sido profesor de Operación Triunfo 2017. Demasiado tiempo ha pasado para que Milkyway reaparezca con una obra dispersa o mal enfocada. Él explica en las entrevistas que se refiere a que es un disco hecho a retazos de lo que han sido varias versiones de ‘La Gran Esfera’, y que pasado tanto tiempo -la primera versión del álbum data de 2013- ya no se identifica con gran parte del material contenido en él, por lo que lo considera el final de una etapa y el principio de otra. En este sentido – y solo en este sentido- puede entenderse ‘La Gran Esfera’ como un disco de “transición”, porque musicalmente estamos ante una obra definitiva y redondeada como lo han sido sus trabajos previos, aunque ahora parece que “definitiva” también en el sentido literal del término, al menos de momento.

Las nuevas canciones de Milkyway hablan del “fin del amor”, lo que en el universo de La Casa Azul equivale al fin del mundo. Así, la euforia y subidón de serotonina que siempre ha caracterizado al proyecto se contamina con unas letras llenas de angustia por el final de ese amor idealizado, propio del “Shangri-La”, que ahora da paso a la “rutina”, a “semanas y semanas de letargo feroz” y al descubrimiento de cierta “ineptitud” ante los problemas o de una tendencia a huir de ellos a través de la música o el trabajo. El caos vital descrito en ‘La Gran Esfera’ llega a una conclusión feliz por suerte, cuando en el tema titular Milkyway describe que por fin ha visto “la luz del alba”, dejando en esta por otro lado conmovedora canción cierto poso de tranquilidad que hace sonar menos irónica una de las primerísimas frases que escuchamos en el disco, cerrando así círculo: “qué bonita es la felicidad”.

La frase pertenece a ‘Podría ser peor’, el primer single del álbum que conocimos en 2016 (sí, en serio). El suficiente tiempo ha pasado para dejar a un lado su posible continuismo respecto a ‘La Polinesia Meridional’ y considerarlo, sin ninguna duda, uno de los singles más certeros y emocionantes publicados jamás por La Casa Azul, la prueba de que un estribillo aparentemente lineal puede ser también un chute de emoción como pocos. La canción es además reflejo de ese sonido “más reposado” y amable del que nos ha hablado Milkyway en nuestra entrevista con él publicada este jueves, sobre todo en comparación con canciones como ‘Los chicos hoy saltarán a la pista’. Si antes La Casa Azul sonaba ultra revolucionado, ahora lo hace sin el ultra. ‘Saturno (Todo Vuela)’, con su ritmo acelerado disco-punk, si bien aún revestido con el artificio J-pop habitual, puede ser la que más recuerda a La Casa Azul de antaño, resultando otro pequeño caramelo pop en su discografía.

Si ‘La Gran Esfera’ reduce carga sonora respecto a álbumes anteriores, no así sucede con la emotividad de las melodías de Guille Milkyway, en modo “on” absoluto incluso cuando el músico vira hacia el trap como en ‘A T A R A X I A’, una canción que ha producido reacciones radicales en nuestro site, pero que en mi opinión ha resultado ser todo un “grower” gracias también a su videoclip; o sobre todo cuando Guille busca en él un nuevo pelotazo pop como los que encuentra en ‘El final del amor eterno’, que suena tan libre e ideal como ese estribillo sobre dos amantes “rodando por las laderas”; y en el subidón de adrenalina de ‘El colapso gravitacional’. Quizá el marco sonoro más liberado que propone Guille en ‘La Gran Esfera’ dé pie a que otros estilos convivan en el álbum de manera natural, como sucede con el synth-pop de ‘El momento’ -probablemente la canción más desnuda del disco a nivel personal- o en ‘Ivy Mike’, el segundo buceo claro del disco en un sonido próximo al top 40, menos decidido en cualquier caso.

Canciones como la festiva ‘Hasta perder el control’ o la contundente ‘Nunca nadie pudo volar’ (¿ya toca reivindicar el dance-pop de 2011?) no terminan de conformar una segunda mitad de ‘La Gran Esfera’ tan buena como la primera, pues están tan lejos de la espectacularidad de ‘Podría ser peor’ como de la de los varios singles que Milkyway ha hecho con Fangoria, incluyendo ‘¿De qué me culpas?‘. En cualquier caso, el músico ha tomado una buena decisión acotando su disco a 10 pistas, pues no parecen necesarias muchas más para sumergirnos en su concepto lleno tanto de luz y oscuridad como de mil y una referencias científicas, lo cual no es nuevo, pero sí parece llevado a otro nivel con sus menciones al “EVO láser” y el “micro-TIG”, a la “ataraxia” o el mérito que supone encajar en una canción tan europop como ‘Nunca nadie pudo volar’ un concepto como el de “cámara anecoide esferoidal”. El álbum suena bien acabado pese a surgir de varios proyectos distintos y cierra esa trilogía de álbumes de la que ha hablado Milkyway en las entrevistas con firmeza. No es redondo como esa “esfera” representada en la portada del disco, pero se le acerca mucho.

Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Podría ser peor’, ‘El final del amor eterno’, ‘El colapso gravitacional’, ‘A T A R A X I A’, ‘El momento’
Te gustará si: crees que un disco de Fangoria producido enteramente por Guille Milkyway no sería un error
Escúchalo: Spotify

Tame Impala estrenan ‘Patience’, ¿un nuevo grower a lo ‘Let It Happen’?

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Tame Impala actúan este sábado 23 de marzo en el famoso Saturday Night Live, donde solo podían presentar nueva música. El próximo verano se cumplirán cuatro años de ‘Currents‘, su último álbum de estudio, y siendo público que estaba ultimando un nuevo trabajo, parecía un hecho que el grupo de Kevin Parker mostraría al menos un tema nuevo en los días previos a esta presentación. Y así ha sido. En la madrugada de este viernes ha llegado al fin a las plataformas ‘Patience’, su primer avance. [Fotografía exterior: Matt Sav.]

Por más que ‘Currents’ nos sorprendiera, ‘Patience’ vuelve a tener algo sorpresivo: es un medio tiempo con hechuras disco –onda ‘Random Access Memories’–, basada en un piano que invoca al house primigenio, y en la que, como es habitual, los bajos –reales y sintetizados– se convierten en un elemento fundamental, tomando el protagonismo de unas guitarras que, si están, no son perceptibles. Tan fundamentales como esas percusiones latinas que adornan la canción y la hacen sonar fresca, en un equilibrio de lo sintético y lo orgánico que, como es frecuente en este caso, pide buenos auriculares para su total disfrute.

La melodía entonada por Parker con su voz tenue evoca a un final de verano, potenciado porque su letra habla de estaciones que se marchan, llamando a aprovechar cada momento de la vida, si bien lo más impresionate de ‘Paatience’ es cómo, otra vez, Parker construye un monumento musical alrededor de lo que parece una idea sencilla, con sonidos que vienen y se van, envolviendo la canción hasta un final coral. Habrá quien se atreva a decir que no será un grower tamaño ‘The Less I Know The Better’ o ‘Let It Happen’ –canción del año 2015 para nuestra web–.

Los autores de ‘Currents’ tienen programados numerosos conciertos por Estados Unidos, Europa y América Latina a lo largo de 2019, entre ellos en el festival Primavera Sound de Barcelona, donde son cabeza de cartel. Recientemente han sido confirmados en Coachella.

En los últimos tiempos, Kevin Parker -que se acaba de casar- ha colaborado con Theophilus London -en un single notable llamado ‘Only You‘ que ha pasado por nuestra sección “La canción del día”- y Zhu, en este caso en la bailable ‘My Life‘.

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New track. 1 hour. Speakers/headphones ready people

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Escucha las Canciones del Día en la playlist «Las mejores canciones del mes»:

La Casa Azul asume ‘El final del amor eterno’ como una forma de renacer

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Son las 00:01h del viernes 22 de marzo y ha llegado el momento que los fans de La Casa Azul llevan (llevamos) años esperando: se publica ‘La gran esfera‘. Un disco cuya gestación ha estado llena de vicisitudes que el propio Guille Milkyway nos ha explicado en una entrevista pero que, por fin, es una realidad. Lo cierto es que, a pesar de lo dramático que me he puesto, Elefant ha ido adelantando las copias físicas y digitales a los compradores en preventa del disco esta mismas semana. Por no hablar de que, a estas alturas, ya conocíamos más de la mitad del álbum entre singles como ‘Podría ser peor’, ‘A T A R A X I A’, ‘El momento’ y ‘Nunca nadie pudo volar’, e interpretaciones en directo donde ya había deslizado ‘Gran esfera’ o ‘El colapso gravitacional’.

Una de las que no habíamos podido escuchar hasta la salida del disco era ‘El final del amor eterno’, la segunda canción del disco que, de todos los temas adelantados, es el que más coincide con esa rebaja de BPMs que él percibe claramente en el álbum, pudiendo definirlo como una suerte de medio tiempo. Medio tiempo que, además, muestra un poso italo-disco palpable pese a esos trucos de producción contemporánea que venía introduciendo, y que sobre todo brilla por su melodía ultratrabajada, marca de la casa, en la que puede verse (o yo lo veo, al menos) un deje a rumba similar al de ‘Yo también’.

Esta canción es, de manera oficial, el 5º single de ‘La gran esfera’, elevado a esa categoría al ser objeto de un videoclip oficial de gran factura, obra de Juanma Carrillo, realizador habitual en los trabajos visuales de La Bien Querida y que ya colaboró con La Casa Azul en ‘A T A R A X I A‘.

En esta ocasión Carrillo nos presenta una pieza llena de simbolismo, con esa querencia hacia el cine de temática sobrenatural frecuente en su obra, si bien esta vez la aplica precisamente a narrar todo lo contrario, los efectos de la rutina y la cotidianidad en distintos tipos de amores que, asume Guille –que aparece en el vídeo, y por partida doble–, no son tan eternos como alguna vez parecieron. Sin embargo, con esa nueva perspectiva que dice haber adquirido, el clip culmina mostrando esos finales como nuevos principios. En las próximas horas publicaremos nuestra crítica de ‘La gran esfera’.

Las 5 razones por las que Almodóvar puede reconquistar público con ‘Dolor y gloria’

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La nueva película de Almodóvar llega este viernes a los cines envuelta en un considerable hype por varios motivos. Las críticas de ‘Dolor y gloria’ están siendo espectaculares, incluso a Carlos Boyero le han gustado «más de un par de cosas», y todo parece indicar que el director va a recuperarse del mal funcionamiento en taquilla de ‘Julieta’ o al menos de las malas críticas recibidas por ‘Los amantes pasajeros’ y ‘Los abrazos rotos’. En este artículo analizamos las 5 razones.

Es su mejor película de temática gay

No me atrevo a decir que ‘Dolor y Gloria’ es la película que Almodóvar debía al público gay, en primer lugar porque el director nos ha dado tanto a lo largo de los últimos 40 años que no nos debe nada. En todo caso, al contrario. Y en segundo, porque obviamente ha sido un pionero en el reflejo de la transexualidad, el travestismo o las relaciones de pareja homosexuales en innumerables ocasiones. Y sin embargo, el cine de Almodóvar sin duda ha pasado a la historia por ser un cine de mujeres en general heterosexuales, de «chicas Almodóvar», como se ve perfectamente en las que se consideran por unanimidad todas sus obras maestras: ‘Qué he hecho yo para merecer esto’, ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ o ‘Volver’. Con todo lo que me gustó ‘La ley del deseo’ o la primera parte de ‘La mala educación’, nunca el director me había emocionado tanto tratando el tema de la homosexualidad como en ‘Dolor y gloria’. O quizá debería decir bisexualidad, a favor de la que esta película rompe una lanza muy clara. Almodóvar vuelve al pueblo y a su infancia para enfrentarse a sus primeros deseos y al despertar sexual en la que puede ser la escena más homoerótica de toda su filmografía. Después, noquea al espectador cuando le hace consciente de un momento absolutamente terrible en la vida de cualquier adolescente, gay o no, pero sobre todo -sí- homosexual: ese en el que has de apartar a tus padres de tu camino para poder soportarte y ser tú mismo, probablemente por miedo a que rechacen lo que eres. Almodóvar sabe transmitir la universalidad de este sentimiento (si yo entendí ‘Leolo’, el mundo podrá comprender esto) a través de un reparto soberbio en el que Antonio Banderas está tan creíble que a veces ni siquiera te acuerdas de que es él. Eventualmente, que Almodóvar haya hecho esta película en este momento, hasta es una estrategia comercial excelente: lo primero es reconquistar a tu público de base, y de ahí poder pasar al resto.

El juego con la autoficción

Lo que más me gusta de las películas de Almodóvar no es que las disfrute estéticamente como un enano, que por supuesto (ojo a la gráfica y a la cabecera de Juan Gatti, un tanto Bowie circa ‘The Next Day’); ni tampoco la retahíla de frases para la historia que ha dejado su brutal personalidad como guionista. Es el modo de entrelazar historias estructuralmente, en los mejores casos uniendo generaciones incluso a modo de justicia poética como se ve muy especialmente en ‘Volver’. ‘Dolor y gloria’ es otra película que utiliza el paso del tiempo para contarnos varias historias, en este caso jugando con la filmografía y la biografía del propio director. Celoso de su vida privada, rara vez hemos intuido a Almodóvar en una cosa tan tonta como sufriendo por amor o llevando una espinita clavada en su corazoncito durante décadas. Aunque el relato esté ficcionado según las entrevistas que está ofreciendo, ‘Dolor y gloria’ sí se enfrenta a esa faceta de su vida, además incorporando píldoras sobre la historia del cine, el propio y el ajeno. La referencia a los 32 años exactos que han pasado en la cinta del estreno de «Sabor» no es baladí (echen cuentas), y el momento en el que ha resuelto visualmente la incorporación de la autoficción/metaficción, aun siendo muy sencillo, es espectacular. No en vano «no me gusta la autoficción» es una de las frases estrella de esta película.

El retrato de los actores y el nivel de detalle

‘Dolor y gloria’ es, como casi todas las películas de Almodóvar, un film que pide un segundo visionado. Hay guiños a su filmografía, la elección de cierta canción de Dinarama no es casual, hay una foto en un marco que resulta fundamental al final de la película y hasta un guiño al #MeToo a través de una pintada callejera. Lo más significativo parecen las referencias a sus actores. En este viaje a su propio pasado, Almodóvar no parece haber pasado por alto lo que se ha hablado de su dirección de actores en su carrera. Sobre todo de Carmen Maura y de Eusebio Poncela (de nuevo, los «32 años»). El retrato que se hace de los actores en general no puede ser más claro en su relación amor/odio. El personaje de Asier Etxeandia se mueve entre lo atractivo y lo grotesco, únicamente pensando en la heroína, en su ego, en su obra, y en hacer él, él y él su mejor monólogo. Eso sí, cuando llega el momento de subirse al escenario, sabe callar todas las bocas. ‘Dolor y gloria’ deja así un original retrato, bastante equilibrado, de la tortuosa relación entre director y actores, como pocos se han hecho a lo largo de la historia del cine.

La contención de Almodóvar en las entrevistas

A nadie se le escapa que la promoción de ‘Julieta’ estuvo absolutamente marcada por la aparición de Pedro en el listado de personajes públicos involucrados en el escándalo de los Papeles de Panamá. El director está siendo muy precavido en las entrevistas evitando dejar cualquier tipo de titular político para que la generación Twitter no se le tire encima. Esta ha sido su respuesta durante una entrevista sobre la situación política actual en El Español: «Durante el montón de entrevistas que hice para los Goya, hora y media, sólo me hicieron una pregunta de tipo político y salió en todos los medios. Y eso quiere decir algo. Yo claro que tengo ideas de todo lo que ocurre, de las elecciones, del procés, de la ultraderecha… hay muchos temas, pero estoy en mi propia campaña, que es hablar de la película. Y no me da miedo ni corte, pero este tema fagocitaría todas las preguntas que me habéis hecho, y sé que no depende de vosotros, como no dependen los titulares, pero trato de defender mi tiempo para hablar de mi película, porque no es que estemos de elecciones, es que ni sabemos hasta cuándo vamos a estar, porque parece que va para largo. Sólo digo que la gente vaya mayoritariamente a votar». ¿Un jefe de prensa ha hecho su trabajo? Pues lo habéis adivinado, el titular de la entrevista fue político, en concreto «Nunca imaginé que la libertad de expresión estaría más en peligro hoy que en los 80».

¿Y qué pasa con Rosalía?

Desde el principio se ha sabido que la aparición de Rosalía en la película de Almodóvar es fugaz, pero no pasa inadvertida. La cantante tiene 2,5 millones de oyentes mensuales en Spotify y ha vendido 50.000 copias de su disco ‘El mal querer’ en España. Que los seguidores que han gastado 20 euros en su disco se gasten 10 en ir a las salas para presenciar su escena no va a hacer ningún daño, teniendo en cuenta los paupérrimos resultados de ‘Julieta’ en España (no llegó a los 400.000 espectadores). De hecho algunas críticas están apuntando a su participación como un «reclamo publicitario», si bien la escena de las lavanderas es fundamental, pues resulta el primer contacto con las artes, en concreto con la música, del personaje principal, que no olvidemos termina siendo un director de cine hipersensible y enfermizo.

La Casa Azul: «Creo que para Fangoria hacer un disco entero conmigo sería un error»

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Este viernes 22 de marzo llega al fin ‘La Gran Esfera’, el nuevo disco de La Casa Azul. Gestado en los últimos 6 años, el cuarto álbum de estudio de Guille Milkyway es en sus palabras un “disco de transición” que retrata los últimos años de su vida a nivel personal y profesional. El músico catalán llegó a desechar un álbum entero antes de dar con la fórmula perfecta para presentar el trabajo que hoy tenemos entre manos, en tanto alternaba la composición de esta obra con su trabajo con Fangoria o en Operación Triunfo 2017. JENESAISPOP ha tenido la oportunidad de hablar con él en un hotel de Barcelona sobre ‘La Gran Esfera’ y también sobre su trabajo con Nacho y Alaska, sobre Operación Triunfo, sobre Eurovisión o sobre su futuro, en una charla apasionada y honesta.

Para romper el hielo voy a empezar preguntándote por el concierto a piano y voz que ibas a hacer en la fiesta por el 10º aniversario de JENESAISPOP y que hubiste de cancelar por un problema de salud. ¿Cuándo vas a hacerlo?
Cuando queráis. Ahora es mejor momento para el grupo, la estructura de la banda está más asentada. También te digo que el problema que tuve de los ojos [NdE: un desprendimiento de retina] lo voy a arrastrar toda mi vida, así que puede pasar que cancele otra vez [ríe]. Pero fue una lástima que se cancelara el concierto, me apetecía mucho hacerlo. Está pendiente.

‘La gran esfera’ sale 7 años después de ‘La Polinesia Meridional’, casi 8. Llegaste a desechar un disco entero.
Había un disco ya terminado a finales de 2013; luego por temas personales, y porque yo estaba metido en otras cosas, hubo un parón de un año. Cuando recuperé el disco no me sentía identificado con las canciones. Entonces me puse a grabar otro disco desde cero, intentando dar vueltas sobre la misma idea conceptual de ‘La gran esfera’. Volví a tener un parón provocado por el desprendimiento de retina que padecí, y entonces tomé la decisión de coger canciones de aquí y de allá e intentar volver a grabarlas. Eso fue desastroso. Por un tema técnico y estilístico sobre todo, juntar ambos discos fue como hacer un encaje de bolillos.

¿Tan diferentes eran ambos trabajos?
Eran diferentes a nivel técnico. Ahora me siento más seguro en el estudio. Y a nivel estilístico, en el momento de abordar el disco de nuevo, había cosas que en ese momento me interesaban que ya no estaban presentes en el otro. Así que, a partir del lanzamiento de ‘Podría ser peor’, tomé una última decisión, o bien hacer un disco nuevo -ya tenía muchas canciones y había estado grabando mucho- o bien hacer un resumen de lo que habían sido los últimos 8 años. Y esto último es lo que decidí hacer. Eso ha implicado guardar en un cajoncito durante unos meses 4 o 5 canciones que ya están grabadas, que podría haber metido en ‘La gran esfera’ pero entonces se habría hecho un disco largo; pero que iré sacando, porque representan el momento exacto del grupo.

«Actualmente La Casa Azul no tiene mucho que ver con algunas canciones que hay en el disco, aunque me siento igualmente orgulloso de él. Por eso lo llamo un “disco de transición”»

¿Qué canciones has rescatado para el álbum final?
Del disco de 2013 he recuperado las tres últimas: ‘Hasta perder el control’, ‘Saturno (Todo vuela)’ y ‘Gran esfera’. Luego ‘El colapso gravitacional’ es producto de esa remodelación fallida que he mencionado, y el resto son canciones de última generación, de los últimos 2 años.

Tú lo has llamado un disco de transición, que es un concepto que usamos mucho los periodistas cuando describimos un disco poco enfocado, que parece coger ideas de un trabajo anterior, pero a la vez abrir nuevas vías. Me sorprende que tú mismo lo llames así. ¿Tú cuando escuchas ‘La gran esfera’, escuchas un disco de transición, como destartalado?
Llamo ‘La gran esfera’ un disco de transición porque es un viaje. Ahora mismo sé lo que va a pasar con La Casa Azul en los próximos meses y actualmente el proyecto no tiene mucho que ver con algunas canciones que hay en el disco, aunque me siento igualmente orgulloso de él. Yo mismo he decidido que ‘La gran esfera’ no quede un disco puramente “La Casa Azul 2018-2019”, y dentro de 10 años me gustará ver que esto es un disco de transición.

Y esta transición te llevará en el futuro a publicar singles sueltos en lugar de álbumes.
Es el movimiento natural que me apetece hacer. Es más inmediato. Quiero evitar esos vacíos que no aportan nada. Mi inclinación artística es dar salida, porque [pasar años trabajando en un proyecto] no es sostenible. Me apetece lanzar singles que uno tras otro ilustren muy bien el momento exacto del grupo, cosa que con ‘La gran esfera’ es un poco mas difícil.

Muchas canciones del disco hablan sobre el “fin del amor”, te muestran aterrado ante la “rutina”… En JNSP, hace unos años fuiste tajante: el amor se acaba. ¿Sigues pensando lo mismo? ¿Qué pasa con el amor a un amigo, por ejemplo, o a un hijo? ¿O te refieres únicamente al amor romántico? ¿No crees que el amor [romántico], más bien, se transforma?
Me voy a desdecir de esas palabras porque, contra todo pronóstico, después de esta caída cantada y absoluta, y después de haber dilatado tanto la llegada del disco, me he dado cuenta de que sigo con la misma persona. Sin embargo, yo creo que la historia de la humanidad prueba que el amor romántico se acaba; te diría incluso que debe haber literatura científica alrededor de esto. Pero hay una parte dentro del amor romántico que hay que tener en cuenta, y es la decisión de ser sincero contigo mismo y ver lo que quieres y lo que necesitas como persona [en ese momento]. E igual que yo ahora necesito unos “beats” más bajos en mis canciones, menos BPM, también me doy cuenta que, en lo personal, me pasa lo mismo. Quizá el problema es que nos aferramos a una idea…

Las letras del disco hablan un poco de eso, la idea idealizada del amor. Pero en ‘El colapso gravitacional’ hablas de sentir el peso de la realidad, de empezar a reconocer las cosas tal y como son.
Estos son los dos elementos clave del disco. En ‘La gran esfera’ hay una visión de la vida naif e infantil que siempre ha estado presente en la historia del grupo. Esta incapacidad de gestionar la realidad me produce una desazón que me interesa describir [en mis canciones]. Por otro lado, ha sido en este último año y medio cuando he empezado a ver bastante luz alrededor de todo. Yo toda la vida he sentido el peso del mundo encima y ahora he aprendido a quitar trascendencia a las cosas.

«Estar en un sello pequeño conlleva cierta comodidad, trabajar con Fangoria me ha quitado límites creativamente»

Dices que ahora necesitas canciones más lentas, pero yo oigo un disco bastante enérgico y revolucionado.
Me sorprende porque la sensación que yo tengo es que es un disco más reposado, y creo que esto se debe no tanto a la rapidez de los beats sino a que sigue habiendo en él una incontinencia sonora, a nivel de composición, producción, incluso conceptualmente… Ese lenguaje natural de La Casa Azul sigue estando ahí, pero siento que todo eso lo he rebajado. Cuando empezamos a ensayar con el grupo nuevo hace 1 año o 2, de golpe me di cuenta que tengo que bajar mucho los BPM para poder tocar las canciones. Tiene que ver con mi momento vital. Yo ya soy un señor, una persona mayor [ríe]. Cuando veo que se percibe que el disco es enérgico, me doy cuenta que quizá sigo siendo capaz de mantener ese pulso y esa energía un poco infantil de siempre, pero no solo a través de la aceleración, sino también de la incontinencia, el desprejuicio, el hecho de mezclar en un disco cosas diferentes, de seguir haciendo estribillos, canciones que explotan, con subidones.

¿Cómo ha influido en La Casa Azul trabajar con Fangoria? ¿Te han terminado exprimiendo mucho las sesiones con el grupo de cara a tu propio proyecto?
A nivel de tiempo he hecho muchas cosas que no me han dejado espacio para dedicarme al grupo, sobre todo teniendo en cuenta que yo trabajo solo en el estudio y que suelo perder el tiempo en otras cosas. Pero a nivel puramente práctico para La Casa Azul, trabajar con Fangoria ha tenido una aportación clara. Y es que estar en un sello pequeño [como Elefant] conlleva cierta comodidad, te aposentas, porque por ejemplo no tienes que hacer una canción que haya de sonar en la radiofórmula o que tenga que competir con otra cosa.

Te aburres.
Te aburres y no solo eso, te limitas artísticamente. A veces quieres sonar de ciertas maneras, y si no te obligas a intentarlo, puede que acabes frustrado como artista. Con Fangoria, sobre todo a partir del segundo disco, se me exige dar respuesta a ciertas cosas, como que Fangoria tengan que ir a Los 40 a defender un single. Con ellos, de golpe me encontré trabajando mucho durante un año para crecer a nivel técnico, y eso ha sido un alivio. La seguridad que me ha aportado en el estudio saber muchas más cosas me ha quitado límites a nivel creativo.

Muchos artistas indie se quejan precisamente de lo contrario, que cuando se encuentran en una multi descubren que tienen menos libertad.
A mí probablemente me habría pasado igual, la diferencia es que yo no soy Fangoria, por lo tanto lo que hago lo hago desde fuera. Yo sigo estando donde estaba y no tengo ningún tipo de presión, pero ahora soy mucho más “pro” en el estudio, como productor y técnico. Esta es la respuesta que buscaba hace años, cuando me preguntaba si me convenía trabajar en un estudio grande en lugar de en el mío propio, pero a la vez me preocupaba perder mis cosas. La respuesta es estar dos años apretándote un poco, aprendiendo cosas. Ahora estoy mucho más feliz.

«Creo que para Fangoria hacer un disco entero conmigo sería un error; a ellos les favorece que sus discos no tengan un solo productor»

¿Las canciones que has hecho con Fangoria, parten de una maqueta tuya, es algo más en común…?
Es un trabajo muy individual. El trabajo de producción que hago con ellos es parecido al que yo hago para mí solo, es en solitario. Con ellos sobre todo hay trabajo previo de hablar “acerca de”. Hay una negociación. A Nacho por ejemplo no le gusta un efecto en concreto, o Alaska quiere que los beats vayan más rápido de lo que yo quiero.

Entonces tú aportas tu maqueta y ellos la retocan.
Hay conversaciones entre nosotros pero cada vez menos, porque yo les conozco más y ellos confían en mí. Hay una cosa buena en no haber hecho un disco entero con ellos…

Sobre esto te quería preguntar. Ellos han dicho en una entrevista que les gustaría hacer un disco entero contigo, ¿para ti esto no es una opción?
Creo que para ellos hacer un disco entero conmigo sería un error. No lo he hablado con ellos, pero encargarme de solo una parte de su disco me deja más espacio para trabajar de la manera en que yo quiero trabajar, con poco input externo. Así, ellos no tienen tanta necesidad de negociar y se sienten libres porque tienen otras vías [en el disco] para poner cosas que son de su parte pura y dura.

¿Crees que un disco entero de Fangoria sonaría demasiado a La Casa Azul?
Yo no comparto esa idea de que Fangoria suenan a La Casa Azul desde que trabajo con ellos. Sé que hay un sello mío en las canciones que he hecho con ellos, pero yo cuando escribo estas canciones me pongo su mono y pienso a través de su decisión artística. Siempre he pensado que a ellos les favorece que sus discos no tengan un solo productor. El universo Fangoria, quizá yo no lo puedo plasmar en su totalidad. Hay ciertas ideas… ‘¿Quién te has creído que soy?’ a ellos les costaba, no la veían muy Fangoria, porque yo tenía interés en que Alaska fraseara de una forma que no es habitual en ella. Teniendo otras cosas el disco permite que el conjunto siga siendo muy Fangoria. La canción que he hecho con ellos que más puede acercarse a lo que yo puedo entender dentro de un disco de La Casa Azul es ‘Espectacular’. Pero en general yo pienso en Fangoria de manera súper clara a la hora de componer.

«Como productor puedo ver cosas claras para Fangoria que pueden estar lejos de lo que ellos están buscando, pero si sé que estas ideas van a generar mucha incomodidad, yo mismo me autocensuro»

¿Se han quedado muchos temas inacabados de los que has hecho con Nacho y Alaska?
No muchos, hemos ido al grano. Con ellos hay mucha conversación previa, que es algo que no se suele hacer con los productores, sobre todo cuando no existen lugares comunes entre productor y artista que faciliten esa conversación. Pero nosotros sí los tenemos. Con ellos es muy fácil hablar sobre lo que quieren y lo que buscan. No hay equivocación. Sí hay canciones que hemos hecho juntos que están un poco perdidas, pero yo también he sido un poco conservador a la hora de proponer canciones, de decirme a mí mismo “cuando les vaya a presentar cosas, quiero poco jaleo…” y eso artísticamente me ha delimitado un poco.

¿A qué te refieres?
Como productor puedo ver cosas claras para ellos, que pueden estar lejos de lo que ellos están buscando, pero si sé que estas ideas van a generar mucha incomodidad, yo mismo me autocensuro. ‘¿Quién te has creído que soy?’ es la vez que más incomodidad he notado con ellos respecto a lo que yo he presentado.

Pero ellos, si algo les parece bien o mal, te lo dicen sinceramente.
Nacho y Olvido son muy directos y no hay problema con eso, y mira que yo soy hipersensible, cuando alguien habla de mí, todavía me afecta, pero con ellos no hay nada personal, todo responde a lo que ellos buscan.

«Creo que Fangoria tienen que encontrar la manera de volver a tomar la oscuridad como parte de su discurso, pero desde una perspectiva distinta a como la utilizaban hace años, con otro lenguaje más contemporáneo»

Ellos protegen la marca Fangoria.
O como mínimo… lo que que ellos creen que son como grupo, con lo que se sienten cómodos. Yo como productor sí veo que deberían explotar otras cosas.

Crees que son conservadores con su sonido.
A lo mejor soy yo que me autocensuro, porque esto no lo he hablado abiertamente con ellos. Las veces que he hablado aparentemente están a favor. También te digo que yo he fracasado muchas veces como productor por mi poca capacidad de gestionar la negativa. Cuando yo tengo una idea y el artista me dice “no”, eso me frustra tanto que soy incapaz de recuperarme.

Te lo tomas como un ataque a tu ego como músico.
Puede ser. Me decepciona tanto que esa idea no pueda seguir adelante que me frustro.

¿Qué ideas tienes para Fangoria?
Hay varias vías que creo que tendrían que explorar, y sé que estarán de acuerdo. Creo que tienen que encontrar la manera de volver a tomar la oscuridad como parte de su discurso desde una perspectiva distinta a como la utilizaban hace años, con otro lenguaje probablemente más contemporáneo.

Estas canciones últimas son un poco mas oscuras, ¿no?
Por eso te digo que ellos estarían de acuerdo. ¿Cómo hacerlo? Yo tengo ciertas ideas de cómo creo que se debería hacer, pero también me puedo equivocar. Hay otro elemento en Fangoria, que es esta ambivalencia entre lo atemporal suyo y el hecho que consiguen, contra todo pronóstico, mantenerse apegados a la contemporaneidad. Eso no tienen que dejarlo perder. Pero ellos se siguen mostrando inquietos respecto a la cultura pop en el sentido amplio del concepto, a la contemporaneidad, a la efervescencia cultural y musical. Por eso te digo que quizás es una autocensura mía.

Hay cosas de la post-modernidad que son desgracias de nuestra época, pero pontificar que [crear a través de referencias] es un mal de nuestros días es un error»

“Autocensura” suena un poco a eso, a conservar el estilo…
Hay gente que compara canciones y dice que suenan igual la una de la otra, pero cuando las escuchas te das cuenta de que esa apreciación no es real. Hay elementos sutiles en la parte sónica que las diferencia, aunque el enfoque entre ambas sea parecido. El matiz cambia mucho, y eso para mí tiene mucha importancia. Calvin Harris, su single con Dua Lipa, es una cosa muy clásica de house noventero, sin embargo, hay algo ahí que suena estrictamente contemporáneo. Es el matiz. La canción es retro pero esa canción no podría haber sonado así en 1996.

El pop actual se basa en eso, ¿no? En rehacer cosas del pasado. ‘Retromanía’ hablaba de eso, de cómo parece que ahora todos los estilos pasados se reciclan y ya no surge nada nuevo.
En mi opinión eso es un discurso imposible de realizar de manera correcta porque parte de la contemporaneidad. Es muy difícil ser consciente contemporáneamente de que lo que está pasando ahora va a tener una trascendencia en la historia de la música, y esto siempre ha sido así, por ejemplo cuando se pensaba que Elvis era una moda pasajera o que los negros de los años 10 eran un grupo de gente aporreando tambores. Y ha pasado con el hip-hop y pasará con el trap…

Pero tú hablas de trascendencia…
El discurso es rockista, porque hay gente hoy en día que está creando de la nada muchas cosas, aunque esto tampoco es tan cierto, porque ellos siguen teniendo referentes aunque no sean conscientes. Es la criptomnesia como motor creativo. En los años 70 había millones de ejercicios de retro, y en los 60 también. Los Beatles querían imitar a sus grandes héroes del rock n roll y el rhyrhm & blues y les salió mal. Pontificar que [crear a través de referencias] es un mal de nuestros días es un error. Hay cosas de la post-modernidad que son desgracias de nuestra época, pero el discurso sigue sin ser del todo real. Cuando hablemos de la moda del EDM que hubo hace 10 años, estaremos hablando de un sonido que es puramente de nuestra época. El single de Calvin Harris es otro ejemplo.

Seguro que hablaste de todo esto con tus alumnos de Operación Triunfo 2017. Ha sido bastante fuerte lo que pasó con esta edición. Todo un fenómeno. ¿Cómo lo has vivido desde dentro?
Yo vi nacer OT a principios de siglo y siempre he dicho que la selección musical en las galas era muy chula. Me parecía una lástima que esa gente que canta tan bien no aprovechara esa selección para que le aportase algo en su “background”. Y repente me llama Tinet Rubira…

“La falta de referentes no está reñida ni con el talento ni con la capacidad de criterio»

No te lo pensaste.
Le dije que me incomodaba que hubiera cierto foco mediático, pero me dijo que habría cero. Me dijo “es una academia, darás una clase, habla de lo que quieras, lo único que quiero es que no haya ortodoxia, que sea un discurso como el tuyo, desde el no prejuicio, el no dogma”. Y eso es brillante por parte de Gestmusic, porque saben que la juventud actual no va a entender que yo venga a hacer una clase de religión [musical], a hablar de los cuatro pilares de siempre. A mí me interesa igual el reggaetón, con el mismo interés musical e histórico, que el blues o la música disco o el punk.

Y tu viste en OT una oportunidad para enseñar eso.
Siempre hay un poso religioso en ciertas formas de enseñar música que en mi opinión es erróneo. Y para mí OT era una oportunidad con la que poder despertar una curiosidad real en la música. Otra cosa guay fue poder probar, semana tras semana, que el hecho de que algunos de los alumnos no tuvieran referentes no está reñido ni con su talento ni con su capacidad de criterio. La historia de la música está llena de artistas sin referentes que han terminado siendo referentes. No pasa nada si no sabes quién es Freddy Mercury, sigues cantando igual de bien, es más, no saber quién es puede liberarte de ciertos prejuicios.

“Aitana está llevando su carrera como quiere llevarla y tiene personalidad y control artístico sobre las cosas que está haciendo»

¿A cuál de tus alumnos crees que le hizo más ilusión que fueras profe?
Yo percibí ilusión instantánea en Amaia y Alfred. Ella ya me generaba mucha ilusión en los cástings, cuando en los formularios ponía entre sus referentes a Marisol, sabiendo que eso se iba a explotar mediáticamente y que podía jugar en su contra. Amaia emana talento a todos los niveles. Y Aitana, que aparentemente es la contraposición a lo que representa Amaia, creo que está llevando su carrera como quiere llevarla y que tiene personalidad y control artístico sobre las cosas que está haciendo. Para mí es muy gratificante haber participado en ese momento.

¿Cuál de todos ellos crees que tiene más futuro?
Eso depende no solo de ellos, sino también de quién esté a su alrededor. Todos ellos van a tener carreras muy variopintas. Aitana tiene recorrido, y Amaia también, pero a niveles distintos.

Aitana ha sorprendido trabajando con El Guincho, C. Tangana, Pional… Escuchando su primer EP, de repente estos colaboradores pueden desencajar un poco.
Sobre el EP de Aitana hay que tener en cuenta ciertas cosas. Primero la edad: es muy difícil, cuando eres joven, que en tu primer trabajo esté plasmada ya la gran idea de tu propuesta artística. Por otro lado, hay una cosa que pasa bastante en España, más que en el mercado anglosajón, y es que se quiere que un artista del nivel de Aitana esté delimitado. Ella hace “esto”. Pero tú escuchas a Ariana Grande, por ejemplo, y su discografía es variopinta.

Hoy en día los jóvenes entienden el eclecticismo, antes Bisbal hacía Bisbal y Chenoa hacía Chenoa.
Eso mismo, y creo que eso es muy español.

“Juntar a unos cuantos compositores de moda y pensar que de ahí va a salir algo necesariamente mejor es absurdo. Eso es un tema más bien de gestión empresarial, un tema de eficacia y de cómo monetizar el talento que a mí no me interesa»

¿Te han llamado desde Gestmusic o Universal para trabajar en los discos de estos alumnos?
No.

¿Te hubiera gustado?
Depende de quién y de cómo se planteara el proyecto. Ni me lo he planteado, porque yo he sobrevivido haciendo cosas variopintas, pero por separado. Para mí ha sido un éxito que los conciertos de la gira de Operación Triunfo 2017 acabaran con ‘La revolución sexual’. Yo en OT hacía de profesor y casualmente ahí hay una canción mía, pero la mayoría de gente que va a los conciertos no sabe que esa canción es mía y quizá hasta esté viendo mis clases. Relacionar cosas forzosamente te lleva a unas sinergias que no me interesan para nada. Quiero que la gente que va a ver a La Casa Azul le interese por lo que es.

Por otro lado, muchos de ellos juegan a un nivel en la industria en que mucha gente opina sobre lo que se va a hacer, y ahí hay una intromisión artística que a mí me incomoda mucho. Seguro que hay productores que no permiten esa intromisión y son mas herméticos. Entonces es más complicado trabajar…

Tú también trabajas un poco así, en solitario.
El trabajo en equipo está muy guay si es un trabajo en equipo real, pero esto de juntar unos cuantos compositores de moda, y pensar que de ahí va a salir algo necesariamente mejor, eso es absurdo. Eso es un tema más bien de gestión empresarial, un tema de eficacia y de cómo monetizar el talento que a mí no me interesa. Yo no soy capaz de subsistir en ese entorno.

Hablabas antes de ‘La revolución sexual’ y te quería preguntar por Eurovisión. En 2017 dijiste que aún creías en la “parte romántica” de Eurovisión, en el arte de la canción redonda. Vega decía que solo iría a Eurovisión si España se lo toma en serio. ¿Crees que falta eso, seriedad respecto a las canciones que presentamos?
Ese es un problema general de Eurovisión. La evolución del festival ha ido hacia ese camino. Aunque no quita que sea disfrutable como entretenimiento, el festival ha pasado a ser una fábrica de sucedáneos del establishment sonoro del momento. Antes era un lugar donde pasaban cosas y, a lo largo de ese año, había sucedáneos de las cosas que pasaban en Eurovisión. Ahora es al revés. Eso le quita interés musical, y da lugar a un entretenimiento curioso que ha tenido lugar en los últimos años, que es el de intentar adivinar de qué mezcla de canciones conocidas ha salido la canción de Eurovisión. Por otro lado, ahora es más fácil meter algo potente y destacar.

¿No tenemos que cambiar el chip entonces? Las canciones que se han presentado este año eran sucedáneos de muchas cosas, de ‘Lo malo’, Pastora Soler…
También te digo que la gente está muy preparada con el arco para soltar el dedo en cualquier momento.

Ya no es que la canción te recuerde o no a algo en concreto, es que la escuchas y no sientes que sea una buena canción.
¿No tienes la sensación de que en Suecia eso pasa menos? Allí hay como 7 galas antes de Eurovisión con decenas de canciones. Eso forma parte de su poso cultural.

“Yo he decidido no ser partícipe de las grandes estructuras que suponen estar en algo así. Me aportaría hacer algo para Eurovisión si yo tuviera muchas ganas de hacerlo, pero ahora mismo me siento mejor tranquilo»

Bueno, aquí tenemos la cultura de la canción española, de la que eres experto. ¿A ti no te han llamado de Eurovisión para componer?
El año de Operación Triunfo, desde Gestmusic se me animó a presentar una canción. Desde TVE nunca me lo han propuesto. Alguna vez a lo mejor pasará, porque me sigue encantando Eurovisión. Lo que no puede ser es que alguien haga algo para Eurovisión sin sentirse apelado a la idea, porque entonces raro es que lo haga bien.

Ahora parece que hay autores que utilizan Eurovisión para ganar notoriedad.
Eso es un mal terrorífico. Cuando yo traté el tema de Eurovisión en OT, intenté transmitir que es una plataforma para hacer lo que quieras. No hay una “canción eurovisiva”. Eurovisión es lo que tú decidas que ha de ser.

Entonces no consideraste hacer una canción para Eurovisión.
No. Yo me he movido de forma muy naíf por el mundo, haciendo las cosas que me gustan, pero a veces estas cosas se vuelven en tu contra. Yo he decidido no ser partícipe de las grandes estructuras que suponen estar en algo así. Me aportaría hacer algo para Eurovisión si yo tuviera muchas ganas de hacerlo, pero ahora mismo me siento mejor tranquilo. Muchas oportunidades que me han surgido últimamente, las he declinado con un no rotundo para centrarme en La Casa Azul, que ahora es lo que me apetece hacer. Estoy productivo en el estudio y quiero volcarme en el proyecto. Si me pongo a hacer canciones para no se quién, estaría bien pero La Casa Azul volvería a estar arrinconado y no quiero que eso pase otra vez.

Rosalía y Penélope Cruz, juntas en la paella de Pedro Almodóvar para Vogue España

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Vogue España publica en su número de abril un extenso reportaje dedicado a ‘Dolor y gloria‘, la nueva película de Pedro Almodóvar, que puede ser un éxito por varias razones que hemos analizado. Penélope Cruz, que interpreta a la joven Jacinta en la película (Julieta Serrano interpreta el mismo personaje en su etapa madura), es editora invitada de este reportaje que documenta una paella en casa de Almodóvar y a la que están invitadas, entre otras, la propia Penélope y Rosalía, que posan juntas en este bonito retrato realizado por el fotógrafo Nico Bustos.

Antonio Banderas, protagonista de ‘Dolor y gloria’, también está invitado a la paella y el reportaje documenta que el actor “lanza un gesto de reverencia” a la autora de ‘El mal querer‘ por la que en ese momento ha sido su reciente actuación en los Premios Goya, donde versiona ‘Me quedo contigo’ de Los Chunguitos en una celebrada actuación junto al Coro de L’Orfeó Català. Penélope Cruz replica entonces que “ella no es de este mundo” y que “hay que cuidarla”, emitiendo según el texto un “halo protector que parece ofrecer guía por el arduo sendero de la fama que tan bien domina”. En su escena conjunta interpretan una versión a capella de ‘A tu vera’ de Lola Flores.

Entre los invitados a la paella se encuentran también la veterana actriz Julieta Serrano y Osama Chami, co-organizador de las fiestas Total en Madrid, asistente personal de Pedro, que ya realizaba un cameo en ‘Julieta’. Como es sabido, Rosalía realiza un breve cameo en ‘Dolor y gloria’. Más imágenes de la paella de Almodóvar, en la edición de papel de Vogue España, ya en tiendas.

Russian Red confirma que está trabajando en un nuevo álbum

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Russian Red ha confirmado en Instagram que se encuentra trabajando en un nuevo álbum. La noticia parecía bastante lejana hace unos meses, cuando la cantautora madrileña declaraba que se encontraba escribiendo a “a un ritmo distinto” o hace unas semanas, cuando aseguraba que seguiría “cantando y actuando” con la frecuencia que le apeteciese, sin compromisos.

Sin embargo, Lourdes concreta ahora que sí, se encuentra escribiendo un nuevo disco, del que además adelanta el que será parte de su concepto. Estas han sido sus palabras: “Cuando empezó el año tuve la oportunidad de colaborar con un grupo increíble de gente con la intención de componer la música para su performance de baile, y esto me llevó a conectar de nuevo con la idea de escribir canciones por primera vez en cinco años. Me siento bien al estar trabajando en un nuevo álbum. Mi intención es que capture la nostalgia infinita de la que he sido incapaz de escapar desde que nací. El año pasado entendí que, si no me dedicaba a la trágica romántica que hay en mí, lo estaría fingiendo toda la vida. ¡Pronto tendréis novedades sobre esto!”

La autora de ‘Cigarettes’ lanzó un álbum en 2017, si bien de versiones, mientras su último trabajo original de estudio, ‘Agent Cooper‘, se remonta a 2014. Desde entonces, Russian Red se ha mudado a Los Ángeles y las noticias sobre nueva música por su parte han sido escasas. Este verano actúa en el festival Noches del Botánico de Madrid, por lo que cabe preguntarse si alguna de sus canciones nuevas caerá en el repertorio. En cualquier caso, empieza la cuenta atrás para uno de los discos más esperados en el pop nacional.

Coque Malla acompaña a Virginia Maestro en el lamento sureño de ‘On and On’

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Virginia Maestro publicó un EP en 2018 llamado ‘Roots’ -mostrando de nuevo su amor por Nashville y por la canción americana- que contenía dos canciones originales -una de ellas en colaboración con la guatemalteca Gaby Moreno- y tres versiones. Sin embargo, hay que remontarse a 2015 para encontrarnos con su último larga duración, ‘Blue Bird‘.

En nuestra crítica del disco destacábamos la balada ‘On and On’ entre los “growers” contenidos en él y precisamente esta canción ha decidido recuperar ahora Maestro en compañía de Coque Malla. Ambos se mantienen fieles a la versión original de esta composición puramente inspirada en la balada country más clásica, en un dueto que llega acompañado de un vídeo grabado por Bernardo Calvo en StudioB. El breve texto informativo publicado junto al vídeo indica que colabora en el tema Amable Rodríguez tocando la guitarra eléctrica. Sobre la versión, Maestro explica: “Escribí ‘On and On’ una noche en un impulso incontrolable. La grabé para Blue Bird. ¿Te imaginas grabarla con Coque Malla? pensé. Y pasó. Y aquí la tenéis. Gracias a todos los que formáis parte”.

Maestro trabaja actualmente en su quinto álbum, que saldrá “pronto” según indica en Twitter y ha sido grabado en Nashville. Por otro lado, Coque Malla vive un dulce momento profesional tras ganar el Goya a Mejor canción original por ‘Este es el momento’, su canción para ‘Campeones’ de Javier Fesser.

Amaia habla de las influencias que habrá en su disco, de Sufjan Stevens a Kanye West

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Amaia ultima ya su esperado debut tras trabajar en su segunda parte en Buenos Aires y ha concedido una breve entrevista a Harper’s Baazar donde revela algunos de los artistas que le han inspirado en este trabajo, del que se conocerá mínimo un adelanto “dentro de bastante poco”.

En la entrevista, la navarra menciona a Sufjan Stevens -al que ya sonaba ‘Un nuevo lugar’, si bien su riff principal aludía más bien a Portishead, en concreto a su tema ‘The Rip’- y a Vampire Weekend. Aunque de manera más interesante, la cantante cita una canción en concreto, ‘Only You’ de Kanye West con Paul McCartney, por lo que cabe preguntarse si algún tema de su disco contendrá un arreglo de teclado parecido o su tipo de voces manipuladas, o si por el contrario la inspiración será más bien temática (en la meta-canción, Kanye se dirige a su hija North desde la perspectiva de su madre, fallecida en 2007).

Amaia, que acaba de ser confirmada en el BIME, sumando una nueva fecha a su gira de festivales en verano, deja también una pequeña actuación a capela en su charla con Harper’s Baazar. Desde un estudio, Romero versiona ‘Zamba de mi esperanza’, una de las canciones más conocidas del grupo folclórico argentino Los Chalchaleros.

Sam Smith es objeto de mofas tras declararse de género «no binario»

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Jameela Jamil además de ser una cotizada actriz y la pareja de James Blake, promueve un movimiento llamado «I Weigh» que pretende ayudar a las personas que sienten que su físico es una losa emocional para ellos. Para ello, entre otras cosas, ha iniciado un ciclo de entrevistas con personas populares que cuentan cómo han tenido que luchar contra prejuicios por su peso y físico. Y el primero de ellos ha sido Sam Smith, que explicó cómo con apenas 12 años se sometió a una liposucción para, infructuosamente, evitar el acoso que sufría por su sobrepeso, que sólo superó con terapia que le ayudó a aceptarse. La entrevista completa puede verse en Instagram.

Sin embargo, lo que más ha dado que hablar de esa charla fue cuando se orientó hacia la sexualidad. Smith, que ya había hablado sobre ello antes, contó que nunca ha sabido si era hombre o mujer, porque a pesar de su físico tenía un lado femenino muy marcado. “No soy hombre o mujer. Creo que floto en algún punto intermedio», dijo. Contó que dejó de llevar ropa masculina cuando tenía 16 años, y vestía con mallas y tacones, «inspirado por Lady Gaga». Así que cuando comenzó a oír hablar de género «no binario» comprendió que ese era su sitio: «»¡Joder!», pensé. «¡Ese soy yo!», dijo a Jamil. La entrevista ha tenido reacciones muy positivas, pero también ha dado rienda suelta a muchos que han decidido cumplir el estereotipo bully y homófobo y mofarse del intérprete de ‘Dancing With a Stranger‘ en las redes sociales.

Entre muchos anónimos, destaca el presentador de televisión Piers Morgan, cuyo amplio historial de polémicas abarca desde Lady Gaga a Lily Allen pasando por Madonna o Ariana Grande. Desde su programa diario Good Morning Britain dijo no entender el sufrimiento de Sam y se burló diciendo que él mismo se identificaba ahora como Sam Smith, así que que le pagaran sus royalties, mientras un colaborador del Daily Mirror aseguraba que Smith lo hace por publicidad, para ganar atención de los medios. Pero no quedó ahí: la propia Jameela contestó a Morgan en Twitter, llamándole «la mayor mancha de mierda de Inglaterra» y «payaso», recordando las ideas tóxicas sobre masculinidad que difunde (se refiere a cuando dudó de la «hombría» de Daniel Craig por llevar a su bebé en un portabebés), para después rematarle llamándole «gigantesco montón de semen». Además de todas sus aptitudes, Jamil tiene buena cabeza para los insultos, no hay duda.

La ideaza de unir a Asian Dub Foundation y ‘La Haine’ fue un coitus interruptus en Madrid

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Anoche en la Cineteca del Matadero de Madrid tenía lugar una propuesta muy singular al simbólico coste de 4 euros. La idea no podía resultar más atractiva: Asian Dub Foundation acudían de cuerpo presente para interpretar en vivo su revisión de la banda sonora de la película de culto ‘La Haine’ (‘El odio’), una revolución que triunfó en los Premios César de 1996 gracias a su vertiginoso montaje y a la crudeza con que retrataba la brutalidad policial y la violencia vivida en los suburbios de París en aquellos años.

Impresionados por la película de Mathieu Kassovitz, que aparece haciendo un cameo como skinhead, Asian Dub Foundation primero incluyeron una canción llamada ‘La Haine‘ en su disco ‘Enemy of the Enemy’ (2003) y en aquella década reinventaron la banda sonora para un espectáculo que luego fue recuperado en el Barbican Art Center de Londres o en el David Bowie’s London Meltdown Festival, y últimamente han vuelto a sacar de gira. La pertinencia de la película da verdadero miedo, hasta el punto de que por un momento confundes la mención a Le Pen, padre, con una a Le Pen, hija, en los tiempos en que el auge de la ultraderecha en Europa es noticia todos los días incluso en el plano musical y literario.

Si bien la banda sonora original corrió a cargo del colectivo de rap hardcore Assassin, la adaptación de Asian Dub Foundation es totalmente adecuada. La banda especializada en dub y reggae ha creado una música de ritmos violentos, apresurados y étnicos muy bien sincronizada e idónea para los 3 protagonistas inmigrantes que sufren la violencia callejera y las consecuencias de la marginalidad. Especialmente bajos y percusión (y en algunos momentos la guitarra eléctrica) marcan este espectáculo que evidentemente no se sostiene por 4 euros ni con todas las localidades agotadas con antelación, cosa que sucedió.

Sin embargo, no quisieron los astros que el montaje saliera bien y desde el principio el sonido de la película falló, provocando que Asian Dub Foundation tuvieran que interrumpir el show al cabo de menos de 5 minutos. La banda se excusó y también lo hizo un responsable de la sala. Pero tras resolverse el problema, la cinta se volvió a atascar dejando el mismo problema al cabo de pocos segundos: cada vez que había diálogos en la película y había de sonar música en vivo a la vez, el caos se desataba.

Tras una segunda interrupción parecía que la cosa echaba a andar; pero el sonido patinó durante todo el metraje con una pésima ecualización que rozaba lo peligroso para nuestros oídos en los momentos de mayor estruendo en vivo; y presentaba severos problemas para seguir el diálogo de los actores al margen de los subtítulos. No ayudó tampoco mucho la falta de asientos. A alguien se le ocurrió que era buena idea ver una película de pie, la totalidad del público (Pucho de Vetusta Morla incluido, siempre tan interesado por la vida cultural de la ciudad) optó por sentarse en el suelo, y ahí es cuando las hernias y protusiones del respetable treintañero y cuarentón empezaron a hacer mella, convirtiendo la Cineteca en un desfile de movimiento con gente levantándose, sentándose, pisando manos y finalmente desertando que ni el camarote de los hermanos Marx. Una verdadera pena, pues era una de las actividades más apetecibles y por menos, de los tiempos recientes. Os dejamos con un pase normal a modo de resarcimiento. Otra vez será.

La Canción del Día: ‘OPEN SEA’ es el himno que consolida a ionnalee como una suerte de Robyn alienígena

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Para regocijo de los seguidores del pop en general y de sus fans en particular, ionnalee anunciaba hace unas semanas el próximo lanzamiento de ‘REMEMBER THE FUTURE’, un nuevo trabajo poco más de un año después –llega al mercado el próximo 31 de mayo– de su primer disco, ‘EVERYONE AFRAID TO BE FORGOTTEN’. La también integrante de iamamiwhoami (junto a Claes Bjorklünd, que colabora también como productor en este proyecto de la cantante, aunque bajo el alias de Barbelle) se une así a la tendencia reciente de publicar dos largos complementarios –o consecuencia uno del otro, según el caso–, que artistas como The 1975, Ariana Grande o Foals están empleando.

El primer adelanto de este nuevo disco ha sido ‘OPEN SEA’, una canción que, si bien en un primer momento no llamaba la atención tanto como uno esperaba, poco a poco ha ido ganándose nuestro favor, revelándose como un himno que consolida a la sueca como una suerte de icono del pop bailable a lo Robyn… si esta fuera un alienígena que hubiera aterrizado en un mundo fantástico de hadas, magia y seres oscuros. Algo parecido retrata el clip oficial de la canción que, en realidad, parece reproducir figuradamente el contenido de su letra: habla sobre un ser que deliberadamente se embarca en un viaje cargado con todas sus posesiones y riquezas que, en su travesía, ponen en riesgo la estabilidad de su nave y, al final, su vida y la de los suyos.

Dándole un contexto real y humano, podría leerse como una metáfora de la Humanidad y su postura destructiva hacia el medio ambiente –simbolizada por esa planta que languidece en el interior de su cápsula–, lo cual la hace espeluznante (especialmente con esa frase «el despreocupado nudo que sabía que no nos sujetaría»). Sin embargo Jonna Lee reveló a Billboard que para ella tiene una implicación más íntima: “la canción habla sobre perderlo todo y estar aturdido antes de reaccionar. Bastante parecido a mis sentimientos hacia el estado del mundo en estos momentos. Lo escríbí tratando de curarme tras un duro trance», explica.

En definitiva, ‘OPEN SEA’ se ha ido revelando como un gran grower, una construcción monumental a base de sintetizadores cimentada en una melodía de corte clásico –a veces evoca a Kate Bush, otras a Fleetwood Mac–, logrando un nuevo himno de Lee. Himno que, además, presentará este fin de semana en un único concierto en Barcelona, en la Sala Razzmatazz –con el interesante Tungorna como telonero–. Es parte de un tour que ionnalee ha conseguido producir gracias a un proyecto de crowdfunding, de manera bastante singular. Como todo lo que envuelve a esta artista.

Escucha las Canciones del Día en la playlist «Las mejores canciones del mes»:

Kraftwerk 3D, Amaia, Carolina Durante y Mark Lanegan Band, entre los primeros confirmados de BIME

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BIME LIVE, la cita festivalera hace rato imprescindible durante el otoño, volverá puntual este año los días 1 y 2 de noviembre al BEC! de Bilbao, donde celebrará su 7ª edición tras la tradicional celebración de conferencias durante la semana.

Hoy se avanzan los primeros artistas de su cartel, y vuelve a tratarse de un cartel de verdadero lujo encabezado por los influyentes Kraftwerk, que volverán a llevar a Bilbao su espectacular montaje en 3D después de triunfar en una gira por los principales museos de arte contemporáneo del mundo, entre los que estuvo precisamente el Guggenheim.

En cuanto al resto de confirmaciones encontramos a Amaia y a Carolina Durante, que suponemos que para entonces ya habrán arrasado con sus sendos debuts en largo; a Mark Lanegan Band, al compositor y programador Aitor Etxebarría, que no suele prodigarse mucho en vivo y finalmente -de momento- Banpiro
Maitaleak, la unión de Mursego y Amorante. El bono de 2 días cuesta 65 euros más gastos, mientras que el bono que incluye las actividades BIME PRO, con conferencias y eventos realizados desde el día 30 de octubre hasta el 1 de noviembre vale 95 euros más gastos incluyendo el pase a todos los conciertos de BIME Live. Os dejamos con el cartel en sí.

Penny Necklace busca ideas puras para «no ser tan idiotas» en la audaz ‘Piedra’

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En algún momento, allá por 2016 cuando se presentaba al concurso de talentos de Low Festival con su segundo álbum ‘Este es el disco de Penny Necklace’ –el primero cantado en castellano– bajo el brazo, Penny Necklace se presentaba como una banda integrada por cuatro mujeres. Sin embargo, la realidad es que quien siempre estuvo detrás fue la artista franco-española Odette Suárez y, ya cuando publicó en 2017 ‘La luz‘, mostró que el proyecto en realidad gira en torno a ella, con artistas como Julia Hermida (que fue batería fija durante un tiempo) y Víctor Cabezuelo (ambos de Rufus T. Firefly), Brian Hunt y Manuel Cabezalí (Havalina) como colaboradores ocasionales. [Fotografía de Juanjo Marbai.]

Tras aquel ambicioso álbum conceptual que versaba en los colores como metáforas de estados de ánimo, Penny Necklace vuelve este año con una nueva formación –Odette se rodea ahora de tres hombres: Charlie Moreno (Iseo, Alice Wonder), José Sámano y Marco Lipparelli– y un nuevo paso adelante musical en forma de EP. Se titula ‘Sólidos’, se publica el 5 de abril próximo, ha sido producido de nuevo por Víctor Cabezuelo y, como se puede intuir por su título, vuelve a ser un trabajo conceptual en el que «evoluciona desde colores a los materiales y las texturas sonoras (…) en la búsqueda de un lenguaje propio que deleite todos los sentidos».

Por sesuda que suene esa descripción, lo cierto es que Penny Necklace suena en ‘Piedra’, el primer avance de este nuevo trabajo, más pop que nunca. Y, a la vez, más audaz: con ecos de referentes como alt-J, Tame Impala, Jungle o James Blake (expresamente citados en su nota de prensa), Odette da un paso adelante cantando –con su voz anegada por un efecto tipo AutoTune– una melodía infecciosa y elaborada, casi con más pegada en sus versos que en su estribillo… aunque el bucle en el que se convierte su final –atención al minuto 3:12– resulta verdaderamente catártica. Y la poderosa base que perpetran sus músicos resulta un contrapunto perfecto.

Hoy estrenamos en exclusiva en JENESAISPOP el vídeo oficial de ‘Piedra’, un clip dirigido por la propia Suárez que, aunque pueda parecer el clásico vídeo del grupo ejecutando la canción, contiene también mucho simbolismo relacionado con la letra de la canción, con esa piedra que arrastra Odette y sobre la que luego gira para cantar líneas que parecen versar sobre una relación que nace, pero que también puede aplicarse a la creación artística o cualquier otro proyecto que emprendamos. «Esta #Piedra simboliza la voluntad desde el subconsciente. Un espacio minimalista, neutro y blanco, con ideas claras y sinceras que aportan fuerza para crear cosas bonitas y contrarrestar el miedo», dice Odette. En definitiva, se trata de vencer ese peso emocional que evita que seamos valientes y nos hace ser «idiotas».

Rusos Blancos garantizan que en Madrid Popfest «no sonarán Izal» en el himno 2019 del festival

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Este fin de semana se celebra una nueva edición del Madrid Popfest en la Sala Galileo Galilei y los últimos abonos y entradas de día están disponibles en la web del festival. Como sabéis, el pequeño festival autogestionado evita los grandes nombres para rescatar nombres especializados en pop independiente internacional y nacional, con gran protagonismo también de las artistas femeninas. Entre los confirmados están el grupo LGTB+ The Ballet, de quienes quizá recuerdes ‘I Blame Society‘, los franceses The Pirouettes y varios nombres tan indie pop propiamente dicho como Pale Lights, Young Scum o los más punk Martha.

Entre los talentos nacionales despuntan Rusos Blancos, que han compuesto el himno oficial de Madrid Popfest 2019, como el año pasado hicieran Cosmen Adelaida. Se trata de una sintonía sin ningún tipo de desperdicio que, sumergida en el synth-pop de su teclista, Betacam, contiene una delirante pulla a Izal y a Radio 3: «No hay ni un festival al que puedes irte a divertir / en la radio estatal vuelve a sonar Izal / necesitas un lugar feliz / Por eso llega el Popfest». La melodía cuando suena el gancho «Vente arriba, ponte melodías, imposible no pasarlo bien» es un claro homenaje a ‘Happy Hour’ de Housemartins, como los Smiths, uno de los grupos de referencia para casi todas estas bandas. Os dejamos con el calendario y la playlist realizada por una usuaria sobre esta edición.

Viernes (Sala Galileo Galilei)
The Ballet
Luces Negras
Pale Lights
The Pirouettes
Rusos Blancos

Sábado (Nave de Terneras)
Amparito
Belenciana
Guay!

Sábado (Sala Galileo Galilei)
Martha
Neurotic Fiction
Pablo Prisma y las Pirámides
Paracaidistas
Peaness
Young Scum

Recycled J / City Pop

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Recycled J, Jorge Escorial, es de los pocos MCs surgidos del nuevo rap/trap español que está demostrando abiertamente una voluntad de alcanzar a un público más amplio que el limitado a la escena hip hop, ajeno a las peroratas sobre autenticidad y realness. Siendo un rarito criado en el barrio de Carabanchel, con 10 años de intentos por sacar la cabeza en la música a sus espaldas (comenzó siendo aún adolescente en el grupo Cool-N-Groove y luego en la crew La Trupe Chingona), posiblemente suponen un máster en realness. Así que, si ya en su debut largo en solitario ‘Oro rosa’ quería mostrarse como algo más que un rapero, cantando de manera más que solvente con poso soul y R&B –y sin precisar de demasiado autotune–, ‘City Pop’ es un trabajo aún más ambicioso.

También es particularmente unipersonal, ya que, pese a estar firmado al 50% con su productor, Selecta, no hay una sola colaboración de ningún otro artista amigo (como son Natos y Waor, Rels B, los BNMP, Maka o Kaixo, con los que ha colaborado en el pasado). Quizá esté motivado por el hecho de que sus letras son, más allá de los discursos que buscan ostentar sobre los logros personales (que los hay, claro: ahí están ‘Kids’ o ‘Guiness’), más honestas e íntimas de lo que estamos acostumbrados a escuchar en el endogámico mundillo del nuevo pop urbano.

Lo parecen las canciones de amor que dirige a su pareja, la modelo Ana Sotillo, repasa hechos concretos sobre su carrera (‘Bambino’ es la más explícita, con referencias a la estratagema de la ruptura que perpetraron para promocionar ‘Oro Rosa’, pero también abunda por ahí ‘Sorry’). Y, sobre todo, las que dedica a contar sus inicios en el popular barrio madrileño, evitando fabricarse un personaje de delincuente juvenil sino que reconoce haber sido el pardillo objeto de acoso en el colegio por su interés por los cómics y la música –bien retratado en el skit ‘Patito feo’, musicalmente anecdótico con su guiño a ‘El Príncipe de Bel Air’.

Resulta inevitable identificarse con aquel chico de gafas grandes y vestimenta esforzadamente personal (él mismo juega a presentarse así en algunas fotos promocionales del disco y en el clip de ‘Bambino’), que ha sido menospreciado por propios y extraños y, pese a eso, ha logrado convertirse en un artista con una personalidad clara y reconocible, un tesoro estos días. Si hay una táctica inteligente en la “guerra”, esa es convertir tus supuestas debilidades en una ventaja. Por ahí abundan temas como ‘Por la pasta’ Y por ahí iba ya la poderosa ‘Aunque digan que yo’, primer avance de este disco que nos hizo levantar las orejas como lobos hacia este ‘City Pop’ por su visión heterogénea del rap y el pop. Esta, precisamente, es la gran característica que marca este nuevo trabajo de Recycled J: se sitúa en un poco frecuentado pero atractivo punto intermedio entre lo uno y lo otro (aunque no faltan versos ágiles y rocosos, como los de la magnética ‘Guiness’), en un posicionamiento ambicioso que recuerda un poco a la idea que planteó C. Tangana con ‘Ídolo’… sólo que con un presupuesto mucho más modesto, claro.

En ese sentido, casi tiene más mérito lo logrado por Escorial y su Alizzz particular, Selecta, porque la proporción entre inversión y réditos artísticos es notable, consiguiendo un disco fresco, atractivo y moderno que, paradójicamente, se alimenta de electrónica, funk y sonidos latinos clásicos, que les sitúa no sólo junto a artistas de su cuerda como One Path o Cruz Cafuné sino también cerquita de propuestas más eclécticas como Delaporte. Porque Pablo Jiménez –nombre real del joven productor madrileño– da fantástica réplica musical al instinto pop que Recycled demuestra para los ganchos, creando una alianza a la que es difícil resistirse tanto si te interesa el trap/rap/loquesea como si no.

Ya lo demostraban en ‘Tiempo’ y ‘Bambino’, y siguen haciéndolo en auténticos pelotazos que rayan a esa misma altura, como la seductora ‘Sorry’ –a la que sólo cabe afear cierta falta de vocalización, que hace la letra casi incomprensible si no se lee–, el deslumbrante future funk de ‘Otro como yo’ y ‘Muñeco de cera’ (en cuyos arreglos se intuyen guiños al Sonido Caño Roto) o la caliente ’12’. El conjunto de ‘City Pop’ peca de cierta falta de concreción: la emorapera ‘Ángeles caídos’ parece algo fuera del tono del disco, mientras que la semiacústica ‘Cadena’ está por debajo del resto melódicamente, mientras que ‘Intro’, ’Patito feo’ y ‘Ricky Martin’ son simples anécdotas. Pero cuando Recycled J y Selecta se ponen al lío, a lo que mejor saben hacer, vuelan muy, muy alto. Recycled J & Selecta están presentando en directo ‘City Pop’ por todo el país. Este viernes, 22 de marzo, actúan en la Sala La Riviera de Madrid con todo agotado; el sábado lo harán en la Sala Apolo de Barcelona (entradas aún disponibles).

Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Bambino’, ‘Aunque digan que yo’, ‘Sorry’, ‘Tiempo’, ‘Guiness’
Te gustará si te gusta: C. Tangana, One Path, Rels B, Delaporte
Escúchalo: Spotify

‘Like a Prayer’ de Madonna cumple 30 años: el disco en 10 claves

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Este jueves 21 de marzo se cumplen 30 años de la publicación de ‘Like a Prayer’, el que a la larga ha sido considerado uno de los discos más relevantes de Madonna y de los 80 en general. Una influencia declarada en artistas como Taylor Swift, quien titulaba ‘1989’ no solo en base a su año de nacimiento, sino a la influencia de la música editada aquel año por gente «como Madonna y Annie Lennox»; y un precedente de los discos de madurez de otros artistas de pop masculinos y femeninos tiempo después. Al frente por supuesto, el tema titular, una de sus grandes obras maestras y sobre el que queda poco que decir aparte de lo que dijimos aquí. En este artículo recordamos otras curiosidades sobre la grabación de este álbum.

Madonna recurre a la autoficción al cumplir 30 años

‘Like a Prayer’ se grabó en otoño de 1988, lo cual quiere decir que Madonna acababa de cumplir 30 años. De la misma manera que ‘Ray of Light’ significó un periodo de madurez y su mayor obra maestra de momento cuando estaba a punto de cumplir los 40, ‘Like a Prayer’ se considera un punto de inflexión en su vida. Ya había dado pasos hacia la madurez con la balada ‘Live to Tell’ o en algunos sentidos en ‘True Blue’, pero aquí Madonna se decidía a hablar de temas personales que hasta entonces le habían dado cierto rubor, por mucho que cueste asociar esta palabra a la cantante. 30 años era la misma edad que tenía su madre cuando falleció como víctima de un cáncer de pecho en 1963 y Madonna le dedica el disco «por enseñarle a rezar», al tiempo que recuerda cómo la perdió a los 5 años (en la balada ‘Promise to Try’), cómo se enfrentó a la religión o al autoritarismo de su padre (‘Oh Father’), o más recientemente cómo había vivido su divorcio de Sean Penn a través de un incidente violento (‘Till Death Do Us Part’). Algunos detalles no son exactamente biográficos, sino que están exagerados en lo que ahora se conoce de manera mucho más masiva como «autoficción», pero sin duda hay un deseo por contar algo más profundo y personal que en álbumes anteriores.

El sacrificio de la comercialidad en favor de lo artístico

Cuesta recordarlo debido a lo monstruoso que fue el éxito de single y disco a nivel mundial: número 1 durante varias semanas en Estados Unidos, Reino Unido o España, multiplatino a nivel global, un icono estético y sonoro de la época, miles de funciones de colegio reproduciendo el vídeo… Pero lo cierto es que ‘Like a Prayer’ vendió la mitad que ‘True Blue’. ¿La razón? Mientras este había contado con 5 hits consecutivos, terminando con el que al final ha sido el más reivindicado y reproducido en el siglo XXI, ‘La Isla Bonita’, ‘Like a Prayer’ no contó con tantos sencillos de éxito. ‘Oh Father’, por ejemplo, interrumpió su racha de 16 hits seguidos en el top 5 de Estados Unidos. Y sin embargo no decepcionó a nadie, pues tanto esta como ‘Dear Jessie’ parecían extraerse como sencillo para dar al álbum un sentido de conjunto, autobiográfico, más que para arrasar por separado. De hecho, ‘Act of Contrition’ y ‘Lovesong’ directamente pueden considerarse sus primeras canciones experimentales.

Un disco casi hecho en 10 días, por solo 2 personas

En contraste al último álbum hasta la fecha realizado por la cantante y al que va a ser el siguiente, gestados cada uno durante un año o incluso algo más de tiempo, ‘Like a Prayer’ fue un álbum en general escrito por tan solo dos personas y en apenas dos semanas. Esas dos personas fueron obviamente Madonna y por otro lado Patrick Leonard, con quien ya había hecho ‘Live to Tell’ y ‘La Isla Bonita’, y a la postre autor de confianza del último Leonard Cohen, con quien por cierto terminó compartiendo después algún coro góspel à la ‘Like a Prayer’. Patrick Leonard declaró tiempo después que escribieron el grueso del álbum en tan solo dos semanas, a razón de una canción al día, y que ‘Like a Prayer’ fue la primera y la base sobre la que se sustentó lo demás. Muchas de las tomas vocales se dejaron tal y como salieron a la primera.

Stephen Bray, la excepción tras ‘Express Yourself’

En un momento dado Madonna dudó entre trabajar mano a mano con Patrick Leonard o con Stephan Bray, con quien también había hecho algún tema del anterior ‘True Blue’, en concreto la propia ‘True Blue’ y la producción de ‘Papa Don’t Preach’. Se decantó por Leonard muy claramente, pero hubo un par de excepciones que de hecho terminaron siendo sencillos del disco. ‘Express Yourself’ es la icónica canción sobre empoderamiento femenino que fue extraída como segundo single, y ‘Keep It Together’ fue el anecdótico sexto sencillo, también con una vena más funky y setentera que no tiene todo el álbum y que se considera más influida por gente como Sly and the Family Stone.

Prince, el capricho precedente de ‘Hung Up’

Una tercera excepción sería Prince, que aportó algunas guitarras no acreditadas fruto de una sesión de improvisación y colabora en un tema llamado ‘Lovesong’ que no fue extraído como sencillo por su desestructura, pero que terminó inspirando 15 años después la letra de ‘Hung Up’, el gran single de «comeback» de Madonna tras su álbum político ‘American Life’. ‘Lovesong’ fue un divertimento para los que fueran dos de los reyes del pop durante los años 80, si bien terminaron el tema por separado porque Madonna tuvo que irse a Los Ángeles y de todas formas no soportaba grabar bajo el frío de Minneapolis. «Me sentía muy miserable y no podía grabar ni trabajar bajo esas circunstancias, a 20 grados bajo cero», indicó en una entrevista con motivo del 25º aniversario de ‘Like a Prayer’.

La apuesta por lo orgánico en el cambio de década

Pese a que Madonna metió sintetizadores en este y otros temas del álbum, llama la atención el sonido orgánico por el que en general se apostó en ‘Like a Prayer’, dejando a los temas con Stephan Bray como los únicos realmente «bailables». Corte titular y ‘Express Yourself’ fueron enseguida remezclados para el recopilatorio ‘The Immaculate Collection’ un año después, porque aquí lo que se primó fue o bien la espontaneidad de la grabación o bien el sentimiento. ‘Promise to Try’ no deja de ser una solemne canción a piano, ‘Oh Father’ cuenta con arreglos de cuerda, la sección de metales es abundante en ‘Express Yourself’ e incluso ‘Till Death Do Us Part’, que puede parecer el tema más electrónico por los teclados, cuenta con una batería completamente vivaz (aparte del sonido de un cristal rompiéndose aludiendo a la escena violenta ya relatada). Mención especial merece la curiosa instrumentación de ‘Like a Prayer’, también con una batería acaparando el estribillo tras las estrofas prácticamente a capella.

La magia de la secuencia

Aunque ‘Like a Prayer’ no está tan bien cohesionado como ‘Erotica’ o ‘Ray of Light’, pues presenta estilos de música muy diversos, sí se logró crear una secuencia mágica y adictiva, incluso a pesar de osar colocar sus 2 mejores canciones en cabeza. Era una estructura completamente distinta a la vista en ‘True Blue’ pero con varios trucos: ‘Promise to Try’ como balada era el cierre perfecto de la cara A, la retro y ahora descrita por la propia Madonna como «cursi» ‘Cherish’ era perfecta para abrir la cara B, y la situación de ‘Oh Father’ detrás de ‘Dear Jessie’ no podía ser más efectiva. De alguna manera resume el disco y por algo suenan totalmente seguidas sin segundo de silencio. ‘Dear Jessie’, inspirada en la hija de Patrick, representa el mundo infantil, y ‘Oh Father’, la irrupción de la vida adulta con la decepción que conllevan la culpa, el maltrato o la pérdida de la inocencia. Restando intensidad, cuando el disco parece cerrarse con otra balada sentida, ‘Spanish Eyes’, aparece un algo llamado ‘Act of Contrition’. Se trata de Madonna reivindicando tontamente su reserva en un restaurante u hotel, una muestra de humor que ha sido constante incluso en sus discos post-‘Ray of Light’, como ‘Music’, ‘MDNA’ o ‘Rebel Heart’, y que personalmente es lo que más he agradecido en toda su discografía: su capacidad para hacerme reír cuando menos me lo esperaba.

Videoclips y gira, pensados en grande

Parte de la falta de aceptación del disco siempre en comparación con ‘True Blue’, su álbum de estudio más vendido, pudo tener que ver con ese paso más allá dado por Madonna en cuanto a su relación con la religión. El álbum estaba influido por su educación católica, el vídeo de ‘Like a Prayer’ y su juego con la imaginería religiosa, un santo negro y hasta una felación según las mentes más perversas (todas), produjo la cancelación de su macrocampaña con Pepsi, una marca gafada a lo grande si recordamos el papel que desempeñó en la carrera de Michael Jackson. A pesar de todo, el vídeo de ‘Like a Prayer’ es uno de sus más recordados, el de ‘Express Yourself’ inspirado en ‘Metropolis’ y dirigido por David Fincher en su momento fue el más caro de la historia, Fincher también se encargó del realizado para ‘Oh Father’, y las presentaciones en vivo en los Premios MTV y en la gira Blonde Ambition Tour están entre las más logradas de toda su historia.

El pelo moreno

No me resisto a comentar, después de la revolución en su Instagram cuando hace poco la vimos portando su primera peluca negra en años, que Madonna presentó ‘Like a Prayer’ de morena. Y que la «Ambición Rubia» ha sido morena en varios momentos fundamentales de su carrera: ‘Like a Prayer’, ‘Frozen’ de ‘Ray of Light’, ‘Rain’ de ‘Erotica’ o ‘American Life’. Unos han sido más exitosos que otros, pero todos han significado un momento favorito para sus fans por diversas razones. De hecho, hay unas declaraciones al respecto de la época en las que llegó a decir: «me encanta el pelo rubio, pero realmente te hace parecer diferente. Tengo la cabeza más asentada cuando llevo el pelo oscuro. Es inexplicable. También me siento más italiana con el pelo moreno».

¿Ni Grammys ni listas del año, en serio?

Es difícil encontrar una mala crítica de ‘Like a Prayer’ online, pues a la larga se ha reconocido como uno de los mejores discos de los 80 e incluso de todos los tiempos. Sin embargo, hay que recordar que las listas del año no fueron en absoluto generosas con él. En los 80 los prejuicios contra el pop y en especial contra el pop femenino eran evidentes y ‘Like a Prayer’ no apareció en la lista de 50 mejores álbumes del año para el NME, ni en la de los 30 mejores discos del año para el ya desaparecido pero entonces carismático Melody Maker, ni en la de álbumes del año para Rolling Stone. Únicamente la revista Q sí lo incluyó en su listado anual, alfabético; pero por ejemplo la revista Spin publicó una agridulce reseña firmada por tres hombres distintos, en la que elogiaban algunos aspectos del álbum o a Madonna como icono, pero denostaban muchos otros. Entre las frases más curiosas de aquella crítica, “el disco es demasiado autobiográfico”, “en el pasado cuando sus canciones trataban problemas al menos se podían bailar”, “no queda nada de la Madonna que creció con Regina, Debbie Gibson y Taylor Dayne” o “Madonna no tiene vida privada, por lo que no puede hacer un disco confesional”. Al margen de esta crítica tan chanante, disco y singles fueron totalmente ninguneados en los Grammys de 1990, pese a que son lo que hoy por hoy podemos entender como totalmente «Grammy material». La única nominación fue para el ingeniero de sonido del álbum, Bill Bottrell, conocido por su trabajo para The Jacksons, Michael Jackson o Electric Light Orchestra, pero que además perdió. Eran otros tiempos para la Academia y aquel año se decantaron por Bonnie Raitt en Disco del Año y Bette Midler en Mejor Canción y Grabación.