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Ariana Grande no puede parar de crear y lanza single este viernes, ‘Boyfriend’

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Ariana Grande, una verdadera adicta del estudio, publicaba el pasado mes de febrero su quinto álbum… seis meses después del anterior. La inmediatez ha jugado a favor de Grande especialmente, pues ‘thank u, next‘ ha arrasado gracias al éxito descomunal de sus singles ‘thank u, next’, ‘7 rings’ y ‘break up with your girlfriend, i’m bored’. Aunque a la manera de Drake o Post Malone, todo el disco ha funcionado de manera espectacular en streaming y de hecho no hemos vuelto a conocer un single del mismo desde el tercero, algo poco habitual para un disco de tamaña repercusión del que se esperarían al menos cuatro o cinco sencillos (sí ha habido vídeo para un cuarto tema producido por la revista Vogue, ‘in your head’, pero este no ha sido single oficial).

Pero sí, parece que Grande ya pasa página de ‘thank u, next’ y de hecho, por sorpresa, acaba de anunciar nuevo single en Instagram. Aunque ya había dado pistas sobre su título en esta misma red social («u ain’t my boyfriend»), parece que el nuevo tema de Grande se titulará simplemente ‘Boyfriend’ y lo seguro es que sale este viernes 2 de agosto. ‘Boyfriend’ será una colaboración con Social House, el dúo de pop de Pittsburgh compuesto por Michael «Mike» Foster y Charles «Scootie» Anderson, ambos co-autores del single ‘thank u, next’. Se desconoce si estamos ante un «Social House ft. Ariana» o al revés, pero Social House insinuaron hace unos meses que Ariana aparecería en su próximo álbum, así que parece más bien lo primero.

En el adelanto del videoclip de ‘Boyfriend’ aparecen Ariana y los integrantes de Social House, aunque el avance visual no da demasiadas pistas de cómo sonará esta canción. En cualquier caso, este será el segundo single de Ariana Grande al margen de ‘thank u, next’ desde el lanzamiento el pasado 1 de abril de ‘Monopoly‘, su colaboración con Victoria Monet.

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u ain’t my boyfriend @socialhouse

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Bill Callahan / Shepherd in a Sheepskin Vest

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¿Cuántas veces hay que escuchar un disco para decidir si “es bueno” (léase con un sordo “para ti” acompañando virtualmente a esas dos palabras)? Es muy difícil decirlo. Muy a menudo bastan con dos o tres escuchas, pero otras veces resultan del todo insuficientes para saberlo. Y, sin responder a esa cuestión, emerge otra: ¿hay que insistir? La verdad es que también es muy difícil de decir. No es tan sencillo como cuando se dice que lo mejor es abandonar un libro si no estás conectando con él. Pienso que los discos y las canciones están abiertas a más variantes, al mezclarse en ella varias artes que incluyen música y poesía –a veces también expresión visual–. Y la emoción que pueden llegar a transmitir puede depender mucho de nuestro propio estado de ánimo. O incluso de nuestro estatus social.

Todo esto viene a que el nuevo disco de Bill Callahan, el primero en seis años –triplicando el plazo de dos al que nos había habituado desde que dejó de ser Smog para publicar álbumes con su nombre propio–, es de los más adustos que le recordemos. Y a que, por tanto, no es fácil decidir si ‘Shepherd in a Sheepskin Vest’ es un disco a la notabilísima altura de su trayectoria. ¿Ha valido la pena esta larga espera (por la que agradece la paciencia a sus seguidores en los créditos del disco) desde ‘Dream River’? Lo cierto es que no lo pone nada fácil: 20 canciones, nada menos, que se desarrollan en algo más de una hora de duración y que suponen un regreso a su yo más espartano y lo-fi, predominando los sonidos acústicos con añejas estructuras de folk y blues con un punto alucinado, amén de un ocasional deje jamaicano (que ya enfatizó en la rareza ‘Have Fun With God’) y una especial racanería en lo melódico. Así, a pesar de que su clase y personalidad es innegable en todo el disco, hay que decir que algunos de sus fragmentos (la mayoría van de los dos a los tres minutos y pico) resultan hasta largos de más.

Apenas la primera cara del doble vinilo, sin ser una locura, puede presumir de cierta inmediatez: la sucesión ‘Black Dog on the Beach’, ‘Angela’, ‘The Ballad of the Hulk’, la preciosa ‘Writing’ y ‘Morning is My Godmother’ resulta prometedora y hasta permite el canturreo sin esfuerzo. Pero a partir de ahí ‘Shepherd in a Sheepskin Vest’ se vuelve hosco, quizá por culpa de ese ascetismo estético que aplica aquí el cantautor de Maryland: sus arreglos son tan diversos –baterías de Matt Kinsey y guitarras y bajos de Brian Beattie, habituales de su última etapa; armónica, caja de ritmos, sintes analógicos, banjo, kalimba… tocados por el propio Bill– como puntuales, a veces apenas pinceladas. Solo cortes como ‘747’, ’What Comes After Certainty’, ‘Circles’ o el archiconocido gospel ‘Lonesome Valley’ (por razones evidentes) adquieren entidad propia de canción de una manera rápida. En el resto del disco Callahan lo pone aun menos fácil, haciendo que su voz de barítono suene aparentemente impasible sobre rasgeos y punteos de su guitarra acústica que suenan mecánicos y pesados. Canciones como ‘Young Icarus’, ‘Call Me Anything’, ‘Son of the Sea’ o ‘When We Let Go’ están lejos de brillar en un cancionero con una colección de gemas que, a la vista está, es ya muy difícil de acercarse a igualar. Aún así, cortes como ‘Watch Me Get Married’, ’Released’, ‘Confederate Jasmine’ o ‘Circles’ van sorprendiendo poco a poco.

Sin embargo, ‘Shepherd in a Sheepskin Vest’ cobra más sentido (incluso más de lo que ya era habitual en obras como ‘Apocalypse’ y ‘Sometimes I Wish We Were An Eagle’) cuando uno toca el disco con sus manos, observa las alegóricas ilustraciones de Joanna Skumanich y, sobre todo, lee los versos escritos por Callahan. De hecho, podríamos comparar esta obra con los álbumes de Kate Tempest: sus sonidos adquieren entidad como contenedores de poesía, más que como canciones en sí. Así, “Shepherd” se torna en un trabajo fascinante cuya lectura se hace imprescindible e hilvana su sentido como obra completa ya que, además, sus textos están conectados entre sí (sin llegar a ser un álbum conceptual). Un disco metamusical que es consecuencia de lo que ha acaecido en la vida personal del artista y cómo eso ha influido en su creación: a medio camino de lo literal y lo onírico, y con lo cómico cobrando una importancia inusitada, Bill retrata su feliz relación con la fotógrafa y realizadora Hanly Banks, habla de su matrimonio y su primera paternidad. Y, sobre todo, de cómo esa felicidad personal coincidió, si es que no fue el origen, con el bloqueo de escritor que explica el largo receso en su regular frecuencia discográfica.

Por supuesto, no lo hace de manera literal ni directa. Haciendo gala de un sentido de la irrealidad casi psicodélico –en ‘Watch Me Get Married’, los “bebés brotan de su pecho”– y de gran comicidad –en ‘The Ballad of the Hulk’, tras introducir la canción y “cómo el disco cambiará después de ella”, se compara con Bruce Banner por su capacidad para romper trajes en sus giras; que no por enfadarse, precisamente–, Callahan hilvana figuras –el león como símbolo del cabeza de familia y padre; el pastor y sus ovejas como el autor y sus creaciones; el mar y los marineros como metáfora de (si entendemos bien) el padre que le abandonó en su infancia– que saltan de canción y en canción y van esbozando un retablo del círculo de la vida en el que la muerte es parte fundamental –‘Angela’, ‘Lonesome Valley’–, nutriendo al arte. En ‘Writing’, uno de los momentos más bellos de ‘Shepherd in a Sheepskin Vest’, habla de volver a escribir, de cómo la música es agua cristalina que emerge de su bolígrafo como si bajara de la montaña. “A veces tengo que preguntarme / Dónde se han ido las buenas canciones”, canta. Desde luego, se han vuelto más esquivas, pero no se han ido a ninguna parte. Siguen aquí.

Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Angela’, ‘Writing’, ‘What Comes After Certainty’, ‘747’, ‘Circles’, Confederate Jasmine’
Te gustará si te gusta: Cass McCombs, Joanna Newsom, Sun Kil Moon
Escúchalo: Spotify

Amaia lanza nuevo single este viernes y maravilla con Los Hermanos Cubero en Cartagena

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Amaia ha anunciado nuevo single, el tercero extraído de su debut oficial, ‘Pero no pasa nada’, del que ya se conocen todos los detalles relevantes a excepción de la fecha de lanzamiento definitiva (se sabe que sale en septiembre). El tercer single de ‘Pero no pasa nada’ será ‘Quedará en nuestra mente’, que Amaia ya ha cantado en directo y para el que la navarra presenta una bonita portada obra de Oriol Corsà, que podéis ver bajo estas líneas y en la que finalmente sí aparece ella, al contrario que en las portadas de ‘El relámpago’ y ‘Nadie podría hacerlo’.

Aún de gira por festivales, aunque el tour oficial de ‘Pero no pasa nada’ no arranca hasta octubre, Amaia de hecho acaba de interpretar ‘Quedará en nuestra mente’ en el festival Mar de Músicas de Cartagena, donde ha seguido desgranando el contenido de su debut.

Pero justo antes, la navarra se ha pasado por el concierto de Los Hermanos Cubero, como informan varios medios como La Vanguardia, para interpretar a conjunto la balada folk ‘Tenerte a mi lado’. Como puede verse en el vídeo de la actuación que Amaia ha subido a Instagram, la navarra ha interpretado la melodía principal de esta canción acompañada por los angelicales coros del grupo barcelonés, que sientan como un guante a su voz. Os dejamos con la entrevista que compartíamos con Amaia el pasado mes de junio.

Vetusta Morla honran a Fangoria, Cupido, Carolina Durante, Miss Caffeina… en el cierre de Low Festival

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Low Festival se cerró convocando a otras 25.000 personas en Benidorm, anunciando que será el próximo día 12 de agosto cuando se pongan las entradas de la edición 2020 a la venta. Comenzábamos la tarde de este domingo con el concierto de The Vaccines, que siguen molando tanto como el primer día. Sus singles más recientes suenan estupendos, como ‘Your Love Is My Favourite Band’ o ‘Teenage Icon’, y ‘Dream Lover’ o ‘Handsome’ funcionan igualmente en vivo, pero son las canciones de su debut las que te siguen levantando del suelo incluso en el tercer día de festival, como es el caso de ‘Post Break-Up Sex’ o ‘If You Wanna’. Sin ellas incluso cuesta pensar que los festivales se hubieran inventado. Y ‘Wetsuit’ sigue siendo una canción preciosa. También presentaron una composición nueva que Justin dijo que le daba “buena espina” (“I’ve got a good feeling about this song”) y que es 100% Vaccines. Se llama ‘Let’s Jump Off the Top’ y ya puede darles gusto, pues la han tocado 48 veces según Setlist.fm, todo ello sin editarla. Fotos: Javier Rosa.

La retahíla de buenos conciertos de grupos nacionales de días anteriores continuaba después con Fangoria, que se daban otro baño de masas en Benidorm, un honor para ellos pues hasta en dos ocasiones Alaska apeló a lo que adoran esta ciudad. Su concierto presenta algunos graves y algunos guitarrazos de Jesús Horror de más, pero el abuso de voces pregrabadas ha quedado atrás y eso se traduce en un derroche de energía transmitido al público desde que el grupo comienza con el voguing de ‘Espectacular’, ‘Fiesta en el infierno’ y el recuerdo a Sara Montiel de ‘Absolutamente’, hasta el final. Y es que tras algunos cambios de vestuario y un par de temas de su último disco de versiones, como ‘Estoy llorando por ti’, con proyecciones desérticas y desoladas; e ‘Historias de amor’ de OBK, a la que ahora se incorpora un fragmento de ‘Descongélate’; la traca final es estupenda. ‘No sé qué me das’ y ‘Retorciendo palabras’ suenan a gloria juntas, y aún quedan por sonar las versiones actualizadas de ‘Ni tú ni nadie’ y ‘A quién le importa’ de Dinarama. Acaba esta y la gente continúa cantando su estribillo sin que suene la música, pero Fangoria no iban a terminar bien arriba con una canción de Dinarama y finalmente se despiden con ‘Dramas y comedias’, uno de sus últimos himnos generacionales.

A las 0.25 tenía que tomar la decisión de ver a La Zowi por segunda semana consecutiva o a Vetusta Morla por tercera semana consecutiva. Escogí lo primero solo para ver la cara de mis amigas viendo la performance actual de la autora de ‘Putas – Remix’. Exactamente igual que en el FIB La Zowi deja gran parte del protagonismo de su show a dos bailarinas haciendo twerking, a las que no para de echar botellas de agua en el culo; apaga las luces y pide al público que haga lo que quiera en la oscuridad; y grita cosas como «¿os gustan las putas? Somos putas». La intimidad del Escenario Jägermeister le sienta fenomenal a su performance y el público numeroso la acoge con cariño. Está haciéndole mucho bien su presentación por festivales a un Autotune pegada.

Vetusta Morla tocan durante más tiempo y tras La Zowi puedes asistir al final de su concierto, otro baño de masas más, en el que el técnico de sonido se recrea a cada segundo: el modo de ahogar lo justo la voz desgañitada de Pucho en el caos controlado de ‘Mapas’ es una chuchería. ‘Sálvese quien pueda’ y ‘Valiente’ con un extracto de Iggy Pop mantienen el nivel alto, y de nuevo las autoproyecciones de Pucho para ‘Te lo digo a ti’ parecen ensayadas al milímetro. El cantante habla de lo divertido que es el Low Festival, pero pide al público que sigamos acudiendo a las salas de conciertos en invierno, que no nos quedemos «en casita». El gran momento de la noche sucede cuando Vetusta Morla incorporan a una versión ultra extendida de ‘El hombre del saco’ fragmentos de temas de grupos españoles que han pasado por el Low. Pucho entona frases de los estribillos de ‘Dramas y comedias’ de Fangoria, ‘Hoy la bestia cena en casa’ de Zahara, ‘Cayetano’ de Carolina Durante, ‘Que no’ de Deluxe, ‘Mira cómo floto’ de Miss Caffeina o ‘Autoestima’ de Cupido. Mataría por ver la cara especialmente de Alaska y de Pimp Flaco durante este detallazo que seguro que nadie les devuelve. Vetusta Morla, que últimamente están haciendo especial hincapié en su faceta política -y las cosas no están para menos, atentos al Twitter de Guille Galván-, parecen subrayar con este popurrí que mientras hay algunos que no se sacan España de la boca sin aportar nada, hay otros que aman la cultura española, el pop español actual, que no puede ser más rico ni variado ahora mismo, cada uno de los días de su vida.

Tras este subidón, de ser Guille Milkyway, yo me habría encerrado en mi camerino ideando cómo poder superarlo. Pero el concierto de La Casa Azul en presentación de ‘La gran esfera’ en festivales ante miles de personas está más que ideado y son varios los momentos en que la puesta en escena es espectacular, especialmente ese final con ‘Nunca nadie pudo volar’ en el que vemos a Guille perfectamente integrado con los visuales a su espalda. Antes han hecho vibrar al público un sinfín de hits como ‘Superguay’ o ‘Esta noche solo cantan para mí’. No hay lugar para baladas ni temas al piano a las 3 de la madrugada -Guille agradece el aguante del público hasta entonces-, por lo que el ritmo es estupendo también gracias a la solidez de temas recientes como ‘El momento’ y ‘El final del amor eterno’, con los que se abre el set, o ‘Podría ser peor’. Guille habla de amor y sexo en ‘La revolución sexual’, lo cual tiene todo el sentido en una ciudad tan dada a ambas cosas como Benidorm, y parece mentira que las cosas hayan salido tan bien al autor de ‘Cerca de Shibuya’. Ya esta ni cabe en el set, y nadie se ha dado cuenta.

Inmediatamente antes de La Casa Azul, también pudimos disfrutar de un entretenidísimo concierto de , en el que la cantante no dejó de interactuar con el público, como para demostrar que ella no ha de depender de ‘Lean On’, la cual tampoco falta. Hubo un momento en que se lanzó al respetable, pero lo mejor fue que se atrevió a atravesar la mitad de la explanada del escenario para ofrecer un par de canciones subida en un altillo de la torre de sonido, entre ellas ‘Nights With You’. La noche acaba o bien en la piscina gigantesca de la zona VIP Pool o bien con las carpas de dj’s, de Chemical Brothers a Raffaella Carrá, y es ‘Emerge’ de Fischerspooner la última canción que se pincha en el Escenario Energy System, donde actúa Cori Matius. La fiesta continúa, como es habitual, en los afters de las inmediaciones, donde ya es de día y los últimos lowers desayunan cerveza y calimocho, mezclados con la ciudad que empieza la semana.

Ladytron intoxican con su bruma de synth-pop industrial en Barcelona… quizá demasiado

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Ladytron han vuelto después de ocho años, y por los aplausos que generan en el público en cuanto salen al escenario o entre canción y canción, se nota que se les ha echado de menos. Helen Marnie, Daniel Hunt, Mira Aroyo y Reuben Wu visitaron Barcelona el pasado sábado para presentar su nuevo álbum homónimo y aunque no llenaron la totalidad de la sala Razzmatazz sí ofrecieron un concierto sólido e hipnótico, si bien algo plano debido al mismo problema que ya vimos en su show anterior en Low Festival.

Sin un gran concepto detrás, al menos el show de Ladytron sí está bien pensado estéticamente incluso desde el momento en que sus integrantes van apareciendo uno a uno al escenario. Durante este breve instante suena ‘Ani Kuni‘ de Madeleine Chartrand, un hit perdido del pop psicodélico de los años 60 con el que Ladytron nos quieren decir que lo que vamos a ver no es un concierto de pop, sino un ritual o algo parecido. Con sus cuatro integrantes vestidos de negro, Ladytron buscan en sus show la estética de lo oculto y lo nigromántico, perfecta para sus canciones y para la frialdad con la que Helen y Mira las afrontan.

Los agresivos ritmos industriales de ‘Black Cat’ funcionan tan bien como apertura del concierto de Ladytron como lo hacían abriendo ‘Velocifero‘, y es de agradecer que los escoceses no hayan centrado el setlist demasiado en su último disco, del que apenas suenan cinco canciones de probablemente unas 14. ‘The Animals’ e ‘Into the Fire’ especialmente suenan muy bien integradas dentro del repertorio de clásicos de Ladytron, por lo que quizás habría sido mejor idea distribuirlas mejor a lo largo del setlist, que termina resultando algo plano a medida que avanza el concierto y solo remonta con la llegada de sus dos mayores hits.

Uno de los motivos de esto es por supuesto la ausencia en el setlist de varios temas icónicos o al menos especialmente recordados de Ladytron como ‘Playgirl’, ‘Evil’ o ‘Sugar’. Odio las quejas tipo «pues no han tocado esta canción», pero en este caso la ausencia de estos hits en el concierto dio lugar a un set demasiado homogéneo y por tiempo incluso demasiado corto. Por contra, ‘International Dateline’ resultó una grata sorpresa, ‘Discotraxx’ triunfó y ‘Destroy Everything You Touch’ fue un colofón inmejorable aunque esperado, aunque tengo dudas de que funcione como cierre de concierto. ¿No suena más a apertura?

También hay que elogiar el sonido de Ladytron: su fusión de synth-pop industrial y shoegaze sonó estupendamente y logró una atmósfera muy particular, al menos desde mi posición. Dicho esto, repito: el show de Ladytron en Barcelona habría agradecido una distribución más igualitaria en el setlist de sus nuevos y viejos temas, así como algún otro hit que parece habérseles olvidado o incluso alguna salida de tono tipo ‘Flicking Your Switch’ para cambiar un poco el sabor general. Al menos no fueron tan sosos como en las entrevistas

La Canción del Día: Víctor Coyote impone su incombustible carácter en la fronteriza ‘Cumbia de milagro’

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Víctor Aparicio Abundancia es uno de los artistas más carismáticos surgidos en nuestro país en los años 80 que, pese a no ser uno de los nombres más frecuentemente rememorados de aquella época, sí es de los que ha sobrevivido a las décadas con mayor dignidad artística. El de Tui formó Los Coyotes a finales de los 70, grupo con el que primero se alineó en la corriente de psico-punk-a-billy a lo Stray Cats para más tarde abrirse tanto al synthpop como al folclore latinoamericano, entre Mink DeVille y Adam Ant. Todo ello apoyándose en la marcada estética cañí-posmoderna y teatralidad de Aparicio, hasta el punto de pasar a llamarse Los Coyotes de Víctor Abundancia. [Foto exterior: Antonio Alay.]

A mediados de los 90 emprendió su carrera en solitario como Víctor Coyote, con discos que, de nuevo, hacían del eclecticismo más radical y posmoderno su bandera. Discos inclasificables como ‘Lo bueno dentro’ (1995) y el más electrónico ‘Lucha de migajas’ (1999) daban muestra de esa particular visión. Diversificando sus intereses en su obra gráfica, la literatura (el libro de relatos ‘Cruce de perras’) y el teatro, su siguiente disco no llegaría hasta más de una década después: ‘Dos años luz y cuarto‘ (2010) llegaba amparado por el ínclito Fernando Vacas tanto editorial como artísticamente, centrado en sonidos folk-rock más tradicionales. Sonidos aún más marcados en el álbum en el que se versiones de ‘De pueblo y de río‘, exquisitamente minimalista y apoyado en la producción del muy notable guitarrista Pablo Novoa (Golpes Bajos, Mastretta, Iván Ferreiro).

En esa línea reaparece, 5 años después, Víctor Coyote con ‘Cumbia de milagro’. Un single a la antigua usanza –es decir, con una cara A y dos canciones extra en la cara B– que acaba de publicar El Volcán Música (Joe Crepúsculo, Tomasito, Club Del Río) y que exige una reivindicación de su figura: de nuevo minimalista, esta vez apoyado en las percusiones de Ricardo Moreno y el eminente «thereminista» Javier Díez Ena (L’Exotighost), ‘Cumbia de milagro’ es una tonada maravillosa, que podría ser la envidia de los Calexico que se deleitaban con la mezcla cultural de la frontera de Arizona y México… aunque Coyote quiere destacar el tono «moruno» de su guitarra. Así, Aparicio, con un singular estilo narrativo, nos adentra en una «película» en la que el protagonista es asediado por la muerte a causa del desamor, dando de paso trazos de un retrato político-social de la corrupción. Su «vivo de milagro, vivo de milagro / soy de cumbia negra y aguardiente blanco / Tan solo la muerte tiene el camino fácil» tiene aspiraciones de convertirse en todo un himno tabernario para los anales. Su lyric-video muestra ese talento como artista gráfico que antes mencionaba, trazando manualmente con un extenso repertorio caligráfico la letra del tema.

El single, como decíamos, se completa con otros dos originales igualmente recomendables: ‘Costa Nova’, un deliciosamente tristón relato costumbrista; y una suerte de doo-wop noir que reflexiona sobre el paso del tiempo con tanta sorna como elegancia. Ojalá que no se quede en una anécdota y pronto tengamos más novedades así de parte de Víctor Coyote.

Ernesto Castro no escuchará la ‘Oda a la alegría’ en su fonógrafo

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Ernesto Castro es doctor en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid y sus clases, que sube íntegramente a Youtube, acumulan decenas de miles de visitas. También es autor de los libros ‘Contra la postmodernidad’ (2011) y ‘Con el palo al agua’ (2016). En los últimos años, Castro se ha convertido en un improbable pero muy querido personaje de internet gracias a sus ideas sobre la cultura popular y a sus entrevistas a artistas como C. Tangana (también filósofo), Bad Gyal, Niño de Elche o Yung Beef. El «filósofo del trap» de hecho está a punto de publicar ‘El trap. Filosofía millennial para la crisis en España’, un nuevo libro en el que investiga el auge de este estilo musical en nuestro país, y de cara a su lanzamiento el próximo 9 de septiembre, responde a nuestro Tipo Test dejando interesantes respuestas sin vinculación alguna con el trap (al menos aparentemente), pero sí con la música clásica y otras vanguardias.

¿Tienes canción favorita de todos los tiempos?
El ‘Bolero’ de Maurice Ravel.

¿Una canción que te haya obsesionado últimamente?
‘Así habló Zaratustra’, de Richard Strauss.

¿Escuchas música para escribir o estudiar? Si sí, ¿cuál? ¿O eres más de trabajar en silencio?
Sí que escucho música mientras escribo. Me gusta ponerme el ‘Cuarteto de cuerda para helicóptero’ de Karlheinz Stockhausen. Me relaja muchísimo.

¿Alguna canción que asocies a un recuerdo infantil?
Las ‘Canciones a los niños muertos’ de Gustav Mahler.

¿Qué canción desearías haber escrito?
‘4’33’’, de John Cage.

¿Qué canción odias con toda tu alma?
La ‘Oda a la alegría’ de Ludwig van Beethoven.

¿Hablas de música con tus alumnos? ¿Qué gustos musicales percibes por tus clases?
Claro que hablo de música con mis alumnos. Yo hablo mucho con mis alumnos. A la mayoría le gusta el dodecafonismo. El dodecafonismo auténtico, quiero decir: Alban Berg y Anton Webern. Todo el mundo sabe que Arnold Schönberg no tiene calle. Luego hay una minoría de alumnos que están como locos con el espectralismo, el neotonalismo y el posminimalismo. Son los que peores notas sacan.

¿Sigues comprando discos? En caso afirmativo, ¿cuál fue el último y en qué formato?
Por supuesto que sigo comprando discos. Creo que hay que apoyar a los músicos y me parece muy mal el pirateo. El último disco que me compré —esta misma mañana— fue el ‘Espejo en el espejo’ de Arvo Pärt, en formato de cilindro para fonógrafo.

¿Cuál es tu plataforma favorita para escuchar música ahora mismo? Por ejemplo, al margen de los Spotify/Apple Music, ¿escuchas discos enteros en Youtube?
No, en YouTube solo escucho arias sueltas. A veces me pongo una sonata o un concierto para piano, pero al segundo movimiento me aburro o me salta la publicidad de una empresa de embutidos veganos.

¿Qué opinas del supuesto revival del vinilo o peor aún, del casete? ¿Es puro postureo o te interesa especialmente?
Me interesa especialmente; diría más: me encanta. Yo tengo la discografía completa de Richard Wagner en casete. Suena mejor así que en ningún otro formato.

Actuación vocal que adores.
La de Juan Diego Flórez en la Scala de Milán, el 7 de febrero de 2007, haciendo un bis de “Ah mes amis” en el estreno de ‘La hija del regimiento’ de Gaetano Donizetti.

¿Alguna canción que en algún momento te haya avergonzado que te guste o no existe tal cosa como el “guilty-pleasure”?
‘La pasión según San Mateo’, de Johann Sebastian Bach.

¿Mejor secuencia de canciones en un disco que hayas oído?
Las ‘Gymnopédies’, seguidas de las ‘Gnossiennes’. Una de las secuencias más irresistibles de Erik Satie. Ideal para la pista de baile.

¿Algún disco que te encante pero cuya secuencia te parezca un desastre y lo escuches siempre en modo “shuffle”?
‘El Mesías’, de Georg Friedrich Händel.

¿Qué necesita una canción para ser perfecta?
Un buen trío de viento-madera. Bien lubricado, por favor.

Un remix que te haya vuelto loco.
Cualquiera de Herbert von Karajan.

11 artistas que ver en la 10ª edición de Arenal Sound

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Del 30 de julio al 4 de agosto se celebra en la localidad castellonense de Burriana una nueva edición de Arenal Sound. Conocido por su línea editorial dirigida a un público mayormente joven, el festival ha puesto toda la carne en el asador en su edición número 10 con un cartel especialmente enfocado en el reggaetón o el trap, como demuestra la presencia destacada en su programación de Karol G o Farruko, pero en el que encontramos también a algunos de los nombres más importantes del momento en materia de electrónica y pop.

Estos son 11 de los grandes protagonistas de Arenal Sound este año:

Martin Garrix

Martin Garrix, el DJ más importante del mundo segun DJMag, vuelve al festival con un nuevo éxito bajo el brazo. ‘Summer Days’, su nueva colaboración con Macklemore y Patrick Stump de Fall Out Boy, se acerca a los 160 millones de reproducciones en Spotify, por lo que parece que en Arenal pasará de todo menos desapercibida sonando al lado de temas como ‘In the Name of Love’, ‘Scared to Be Lonely’ o ‘Like I Do’, por mencionar tres de los varios hits millonarios que ha firmado el joven productor.

Karol G

Arenal Sound siempre ha tenido un perfil más juvenil que otros festivales españoles y, después de contratar a Bad Bunny antes que otros, tenía carta abierta para seguir apostando por el reggaetón actual. Karol G es de hecho una de las artistas confirmadas, otra artista habituada a las listas de éxito de nuestro país que sigue triunfando ahora con ‘China’, la nueva macrocolaboración de reggaetón que también incluye a Anuel AA, Daddy Yankee, J Balvin y Ozuna. Entre los hits de la colombiana que no podrán faltar en su directo, ‘Mi cama’ o ‘Secreto’.

Thirty Seconds to Mars

Uno de los cabezas de cartel de Arenal Sound no tiene nada que ver ni con las tendencias urban del momento ni con la electrónica de otros de los artistas confirmados, sino que es uno de los más populares representantes del rock de estadios de la actualidad. Thirty Seconds to Mars, la famosa banda liderada por el aún más famoso Jared Leto, está de gira por Europa presentando su último disco, ‘AMERICA’. Con suerte para cuando Leto y compañía toquen ‘One Track Mind’, su artista invitado A$AP Rocky ya habrá abandonado Suecia.

C. Tangana

Puchito no publica single desde abril (una eternidad en su caso), pero si algo ha demostrado el cantante y rapero madrileño en los últimos tiempos es que no mete puntada sin hilo: comprobado está que sus temas nuevos tienen capacidad de perdurar y ‘Pa llamar tu atención’, ‘Ontas?’ y ‘París’ se encuentran entre sus más escuchados en Spotify muy por delante incluso de los que podríamos considerar sus hits más emblemáticos, ‘Mala mujer’ y ‘Llorando en la limo’. ¿Qué significa esto? Que nadie va a querer perderse su directo en Arenal Sound, lo cual tampoco era un misterio.

Anitta

La cantante brasileña, últimamente presente en uno de los temas más divertidos de ‘Madame X’, el nuevo disco de Madonna, también anda sobrada de hits: últimamente se ha marcado uno con Rita Ora, ‘R.I.P.’, antes encontrábamos varios temazos en su álbum ‘Kisses’ como ‘Banana’ con Becky G u ‘Onda diferente’ con Papatinho, todo esto sin contar ‘Machika’ o ‘Downtown’… Pocas artistas están llevando por el mundo los ritmos del pop brasileiro como Anitta, y está claro que su directo va a ser de los más bailables y divertidos de todo el festival.

Farruko

No hay duda que, este año, Arenal Sound ha apostado a lo grande por el reggaetón, y Farruko es uno de los cabezas de cartel de su próxima edición. El cantante puertorriqueño ha arrasado con ‘Calma’ con Pedro Capó y algunas de sus colaboraciones son tan conocidas como ‘Ponle’ con Rvssian y J Balvin, ‘Delincuente’ con Anuel AA y Kendo Kaponi, ‘La cartera’ con Bad Bunny o ‘Si se da’ con Amenazzy y Nicky Jam. El artista está presente también en el nuevo remix de ‘Rebota’ de Guaynaa con el propio Nicky Jam, Becky G y Sech.

Don Diablo

Otro de los DJ clave en el mundo para DJMag es Don Diablo, el alias del neerlandés Don Pepijn Schipper. Aunque lleva 20 años en la escena de la música electrónica, ha sido recientemente cuando sus vibrantes producciones de future house le han convertido en el nombre más importante del género junto al también neerlandés Oliver Heldens (también presente en el carel de Arenal Sound). Entre sus temas más conocidos se encuentran ‘Brave’, ‘Anthem (We Love House Music)’ o su remix para ‘Nothing Breaks Like a Heart’ de Mark Ronson y Miley Cyrus.

Morat

Ojo porque al mismo nivel que Vetusta Morla en su cartel, con letras bien grandes, Arenal Sound presenta a Morat. A nadie debería extrañarle, pues el grupo colombiano no ha dejado de cosechar éxitos en los últimos tiempos gracias a sus festivas canciones con un punto folki y memorables estribillazos cantados a coro, como los presentes en ‘Cómo te atreves’ o ‘Besos en guerra’ con Juanes. En España ‘Presiento’, su colaboración con Aitana, por su puesto ha sido un éxito, llegando al top 2 de la lista de singles.

Bad Gyal

La más pegá de España acaba de presentar en Sónar su nuevo espectáculo, Bad Gyal Soundystem, un entretenido show de dancehall lleno de coreografías y temazos que se suceden uno tras otro. Como hemos comprobado, ‘Jacaranda’, ‘Fiebre’, ‘Candela’ o ‘Internationally’ siguen causando furor entre el público de Alba Farelo. También están sonando en este directo temas nuevos, como los recién publicados ‘Santa María’ y ‘Hookah’ y otros que permanecen inéditos pero tienen muy buena pinta. Aconsejamos engrasar las caderas antes de ir: el perreo en el nuevo live de Bad Gyal está asegurado.

DELLAFUENTE

Está C. Tangana, está Bad Gyal… no podía faltar DELLAFUENTE. El cantante y rapero granadino, que precisamente ha colaborado con Pucho es dos de los mayores éxitos de ambos, ‘Guerrera’ y ‘París’, es otro de los mayores exponentes de la música urbana española de la actualidad, en su caso gracias a una personal fusión de sonidos como el flamenco y la rumba con los ritmos del reggaetón y el trap. Aunque no publica disco desde 2016, sus singles recientes, como ‘Ya no te veo’ con Novedades Carminha o ‘Tenamoras’ con Mala Rodríguez, han terminado por consolidarle como una estrella.

Cupido

En la línea pequeña del cartel, dentro de la programación playera de Arenal Sound, encontramos a un grupo que en realidad merecería formar parte de la programación principal debido a su popularidad. Como acabamos de comprobar en el FIB, Pimp Flaco y Solo Astra han triunfado con su directo en el festival castellonense gracias a las canciones de su estupendo debut, ‘Préstame un sentimiento’, así como a su orgánico directo. ‘Autoestima’, ya uno de sus mayores éxitos, es una de las mejores canciones de 2019 por el momento para JENESAISPOP.

Cut Copy no aprovechan del todo la bajona de New Order en Low Festival

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La gran baza internacional de Low Festival era el concierto de New Order programado en sábado, produciendo otro llenazo en la Ciudad Deportiva Guillermo del Amor, convocando a algo más de 25.000 personas. Quienes hemos ido viendo a los autores de ‘Technique‘ durante la última década sabemos que tienen noches malas y noches mejores. Uno pasa de la emoción de verlos por primera vez, de no poderse creer estar viendo en concierto canciones como ‘Blue Monday’ y ‘Bizarre Love Triangle’, que tanto han influido en tantísimos grupos y tan dispares; a la incredulidad de que no sepan corregir sus defectos en directo tras décadas de experiencia. El principal es la incapacidad de Bernard Sumner para ofrecer una actuación vocal medio decente. Ni efectos ni coristas aparecen para paliar sus paupérrimas tomas, siendo en ‘Tutti Frutti’ lo mejor el momento en el que surgen los pregrabados de La Roux. Fotos: Javier Rosa.

Escuchar a Bernard con atención es un sufrimiento, pero verle moverse por el escenario no suma precisamente: si Robert Smith clava su intervención al micro o Iggy Pop resuelve sus carencias con actitud, Sumner ni lo uno ni lo otro. En un momento da las gracias al público de Benidorm en francés por razones desconocidas («merci beaucoup»), en otro pregunta si se lo está pasando bien, sin que nadie responda; y en ‘Blue Monday’ tiene el valor de ir a tocarle los teclados a Gillian en lo que parece una muestra de mansplaining. Aun así, hay gente que sale contenta del concierto de New Order. Al fin y al cabo las bases suenan contundentes, el repertorio es una pasada aunque hayan decidido prescindir de ‘Crystal’ por alguna razón, y escuchar canciones como ‘Temptation’, ‘True Faith’ o ‘Singularity’ siempre es una gozada en vivo. De peor gusto es el final con ‘Love Will Tear Us Apart’ o la interpretación hacia el principio de ‘Transmission’. Pretenden ser un homenaje a Ian Curtis. Se le proyecta, y la gente hace fotos y Stories, pero las versiones no terminan de hacer justicia a las originales, como tampoco las de Peter Hook en sus giras. New Order no han decaído y su último disco es excelente, pero han de aprender todavía cómo ser un cabeza de cartel para decenas de miles de personas.

A continuación -tras una hora de cambio- en el mismo escenario salían Cut Copy, que no dudaron en agradecer pisar el mismo suelo que New Order, pues la influencia de estos es más que evidente. En ‘Hearts on Fire’ daba la sensación de estar escuchando una versión suya. La banda australiana salió a tope, generando una comunión perfecta con el público, ya no tan numeroso como cuando actuaban los británicos, con su hitazo ‘Need You Know’. Sin embargo, fueron víctimas de un pequeño problema técnico y hubieron de parar justo antes de interpretar su tema ‘Future’. En ese momento entró por error una pista que no debía de sonar, dejando al descubierto qué cantidad de lata llevan pregrabada, lo cual fue una bajona. Por lo demás, el grupo cumplió con nota su función de hacer bailar entre 2 y 3 de la madrugada, siendo su cantante Dan Whitford un dechado de actitud. Su voz, tratada o acompañada de coros, llena la explanada como ya hubiera querido Bernard, y sabe cómo mover las piernas él mismo y a su vez hacer bailar. Las canciones que suenan unidas como en una sesión DJ son un acierto y el final con ‘Lights and Music’ es tan celestial como se proponen.

El mejor grupo técnicamente anoche fue Viva Suecia, que tocaron con un volumen realmente fuerte, del nivel de requerir tapones. Pero no por el “noise” generado como sería el caso de algunos de los grupos que les han influido. De hecho, aunque las guitarras iban también a tope, su show se caracteriza por una dicción perfecta y el protagonismo absoluto de la voz y las letras sobre los quebraderos de cabeza del amor. “Sois un montón, se os tiene que oír”, indicó su cantante Rafa Val antes de ‘Adónde ir’. Su voz triste y sexy al mismo tiempo es personal y es una gozada ver ‘Los años’ cantada por miles de personas. Como ellos dicen “todo lo que ha pasado es un milagro”, apelando también eso sí a «los años» de trabajo. Que han empleado aprendiendo trucos como el parón de ‘Hemos ganado tiempo’, ahorrando para comprar cañonazos de fuego o sabiendo que han de guardar ‘Permiso o perdón’, ‘Amar el conflicto’ o ‘Bien por ti’ para el último tramo. “Miento cuando digo que me hace falta espacio” es un pedazo de estribillo que el público adora en los penúltimos minutos de set. Parecían como influidos por Los Planetas pero con todas las llamadas al “sing along”, claramente quieren ser Vetusta Morla. No sé qué opinarán ambos de Viva Suecia pero el grupo murciano terminó pinchando y bailando Abba.

En el resto de la noche, Xoel López no prescindió de ‘Que no’, con la que se reconciliaba hace unos años; Second ofrecían un concierto chillón y subyugante sin parar de tratar de levantar a las masas; Varry Brava jugaron con los 80 casi tanto como los mismísimos New Order; y Cupido no terminaron de relucir en el Escenario Jägermeister. Mientras The Limboos habían sonado absolutamente brillantes con su saxo y su multitud de músicos en el mismo sitio, a los miembros de Solo Astra se les atascó algo, produciendo chasquiditos algo desagradables y de manera reiterativa en la primera parte del concierto. A pesar de todo, su repertorio es todo lo espectacular que puede ser el de un solo disco, dejando de nuevo ver cuán sólidas son canciones como ‘U Know’, ‘Telepatía’, ‘Milhouse’, ‘Autoestima’ y ‘No sabes mentir’.

Nos llevó al amanecer la sesión de Rock Nights, con Amatria, Tiga, La Casa Azul y ya de día y finalmente Raphael, además de ese momento karaoke en el que alguien se arrancó a cantar una canción de New Order por encima y, vaya… qué fidelidad a lo que había sido el concierto.

En ‘Slide Around’ de Chance the Rapper, Nicki Minaj vuelve a ser lo mejor de un tema ajeno

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Chance the Rapper ha publicado este viernes su debut oficial, aunque ya era uno de los artistas de hip-hop más respetados por sus exitosas «mixtapes». ‘The Big Day’ es un álbum extenso y lleno de colaboraciones, algunas más sorprendentes que otras, pero entre las que vuelve a destacar la presencia de una Nicki Minaj que siempre sabe cómo dar lo mejor de sí en un «featuring». La rapera aparece en dos pistas de ‘The Big Day’, ‘Zaines and Fools’ y esta ‘Slide Around’ en la que nos detenemos hoy.

‘Slide Around’ presenta una de las bases más relajadas de todo el disco, evocando incluso una sensación de holgazana tarde veraniega. En esta co-producción de Pi’erre Bourne, Fox y el propio Chance, una hipnótica melodía de teremín sintetizado flota de fondo mientras se impone el sonido de un motivo electrónico más robusto, dando lugar a un gancho totalmente «chill». La producción incluye también el sonido de unos cristales rotos que aparece esporádicamente, enriqueciendo el conjunto.

Tres raperos se reparten el pastel en ‘Slide Around: Chance the Rapper abre la veda rapeando sobre los aviones en los que viaja o sobre Gucci, dejando claro que esto va de presumir. El MC de Chicago rapea: «tengo un Grammy, no te miento», y en el verso siguiente, Nicki Minaj responde: «yo no tengo un Grammy, pero sigo siendo la mejor de todos los tiempos». La rapera de Trinidad y Tobago hace uso de un «flow» despreocupado para jactarse de su influencia («he convertido mi ‘Pinkprint’ en rutina), logrando el verso más adictivo de la canción con diferencia. Lil Durk también menciona el gramófono («no tengo un Grammy, pero pronto vendrá uno») pero se centra en sus posesiones materiales, dejando alguna mención a Saint Laurent o a la marihuana.

Las claves visuales de los vídeos de Thom Yorke, Madonna, Miley Cyrus, Caroline Polachek y Ed Sheeran & Travis Scott

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El cortometraje de Paul Thomas Anderson y Thom Yorke para Netflix, el alegato contra la posesión de armas de Madonna, el empoderamiento femenino y LGTB+ según Miley Cyrus, un paseo onírico de la mano de Caroline Polachek y el juego cinéfilo de Ed Sheeran y Travis Scott. Seleccionamos cinco de los videoclips más destacados de las últimas semanas y escurrimos sus referencias narrativas y estéticas como una toalla de playa.

Anima (Thom Yorke)

La larga relación artística que mantiene el director Paul Thomas Anderson con los miembros de Radiohead (se remonta a 2007, cuando Jonny Greenwood compuso la banda sonora de ‘Pozos de ambición’), ha generado una nueva obra. ‘Anima’ es un brillante cortometraje musical que narra una historia de amor ambientada en un mundo distópico con reminiscencias orwellianas. La pieza comienza en el metro; en un vagón decorado con fotos de personas con ciclopía, donde los pasajeros, vestidos con significativa uniformidad, dormitan en sus asientos. La única que destaca por su vestimenta es la mujer que pone en marcha la acción del relato: la actriz Dajana Roncione, pareja de Thom Yorke en la vida real. A partir del contacto visual que se establece entre ambos y el olvido del maletín como excusa dramática, comienza una odisea -¿por eso lo de los cíclopes?- que se desarrollará por varios escenarios: los alienantes pasillos del suburbano, unas ciclópeas y laberínticas ruinas llenas de inquietantes sombras (la fotografía es de Darius Khondji, habitual colaborador de David Fincher, James Gray o Woody Allen), una gran rampa por la que se deslizan muchos significados (y donde el coreógrafo Damien Jalet exhibe todo su talento), y un emotivo final por las neblinosas calles de Praga donde se consuma el encuentro tras superar Yorke los obstáculos que las fuerzas políticas y sociales habían puesto en su camino. ¿O ha sido todo un bonito sueño que se desvanece con los primeros rayos del sol?

God Control (Madonna)

Se ha escrito un crimen. Madonna, ataviada como una glamurosa periodista neoyorquina de los años ¿setenta?, escribe a máquina en una habitación decorada con fotografías de artistas e intelectuales femeninas como Frida Kahlo, Simone de Beauvoir, Patti Smith, la coreógrafa Martha Graham y la “pantera negra” Angela Davis, a quien se cita al final del vídeo. Madame X parece buscar las palabras adecuadas para describir el horror de matanzas como la de la discoteca Pulse de Orlando o la de la escuela de Tucson (Arizona), y para denunciar las leyes que las propician. Los mensajes se suceden: la tecla “power return”, el cartel “Straight White Men Rule Everything Around Me” o la frase “We Need To Wake Up” que aparece en la marquesina del club donde ocurre la masacre. En paralelo, y narrado en orden cronológico inverso como en ‘Irreversible’ (2002), vemos imágenes de una discoteca inspirada en Studio 54. Un paraíso de diversión y tolerancia donde la cantante -¿un alter ego de ficción? ¿una proyección?- sufrirá las consecuencias del tiroteo. Al mismo tiempo, las imágenes de ficción son también “tiroteadas” por la realidad, por la inclusión de las imágenes televisivas de las noticias de las matanzas.

Mother’s Daughter (Miley Cyrus)

Una mujer, de raza negra, mascando uno de los alimentos prohibidos si llevas brackets: el chicle. En esta primera imagen del nuevo videoclip de Miley Cyrus está sintetizado gran parte de su contenido semántico: feminismo, multiculturalismo, libertad sexual y visibilización de las corporalidades heterogéneas. Solo faltaría el discurso queer, que se hará explícito según avance el vídeo. Cyrus aparece en ‘Mother’s Daughter’ con una imagen a medio camino entre la Britney Spears de ‘Oops!…I Did It Again’ y la sexualidad pegajosa de Marilyn Manson. Su actitud retadora y movimientos provocativos sirven para unir los diferentes planos del vídeo como las grapas quirúrgicas de una cesárea. Imágenes “apresadas” en un formato cuadrado y dispuestas con desafiante frontalidad, que están compuestas por mensajes de empoderamiento femenino (inspirados en las cuentas de Instagram de FEMEN), metáforas sexuales y feministas (desde el “free the nipple” a la “vagina dentata”) y la aparición de varias personalidades relacionadas con el activismo feminista y LGTB+: la actriz Angelina Duplisea, que aparece retratada como una odalisca de una pintura del siglo XIX; la activista Melanie Sierra, ataviada como una virgen de la leche laica; o la modelo afroamericana, transexual y con parálisis cerebral Aaron Philip, como icono del desafío máximo a la normatividad.

Door (Caroline Polachek)

El año pasado se pudo ver en el Reina Sofía (y luego en la Tate de Londres) una exposición sobre la artista surrealista Dorothea Tanning. El título de la retrospectiva parece un anticipo del videoclip de Caroline Polachek: ‘Detrás de la puerta, invisible, otra puerta’. Las puertas fue un tema recurrente en la obra de la artista estadounidense, una invitación para entrar en el mundo de los sueños (y de las pesadillas). El vídeo ‘Door’, inspirado en la obra de Tanning, nos sugiere, desde el propio título, un camino parecido: una llamamiento para traspasar el umbral de la cotidianeidad y viajar durante cinco minutos por diversos paisajes mentales y oníricos. La cantante, con un gran llavero en la cintura, nos abre las rejas de su mundo fantástico poblado por motivos visuales muy habituales en la pintura surrealista, en la obra de otros autores como Magritte, Kay Sage o Max Ernst (el que fue marido de Tanning): espejos con reflejos infinitos, ventanas a mundos desconocidos, paisajes de ensueño y espacios dispuestos con la lógica de un cuento de hadas.

Antisocial (Ed Sheeran & Travis Scott)

El video que ilustra ‘Antisocial’, dirigido por el siempre imaginativo Dave Meyers, se puede ver casi como un pasatiempo cinéfilo, un “busca las referencias a películas en estas escenas”. Pues vamos allá. La primera está clara: a estas alturas, nadie que se ponga un traje amarillo con rayas negras, ya sea un mono o una simple chaquetilla de chándal, puede esperar que no recuerde a la Beatrix Kiddo de ‘Kill Bill’ (lo sentimos Bruce Lee). La segunda también es fácil: una mezcla entre ‘Coco’ y ‘La máscara’. La tercera es complicada: ¿Amy Adams y sus rizos en ‘La gran estafa americana’? La de la avispa, ni idea: ¿alguien lo sabe? La de la oficina parece un guiño al ambiente que se vivía en la comedia de culto ‘Trabajo basura’. La del ataque de los pájaros es un explícito homenaje al clásico de Hitchcock. La del faro, más que a una película en concreto, como podrían ser las recientes ‘Keepers. El misterio del faro’ o ‘The Lighthouse’, parece hacer referencia al arquetipo del farero. Después, tras una divertida “pausa para la publicidad”, hay una clara referencia a ‘Marte’, otra a una mezcla entre ‘Eduardo Manostijeras’ y el dentista sádico de ‘La tienda de los horrores’, y una última a ‘Snatch: Cerdos y diamantes’. El videoclip termina con una breve escena que parece una parodia de un videojuego de lucha, y una conversación en un dinner que parece sacada de ‘Pulp Fiction’.

Muere el actor Eduardo Gómez

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Eduardo Gómez, actor que interpretó a Mariano en ‘Aquí no hay quien viva’ y más tarde a Maxi en ‘La que se avecina’, ha fallecido a los 68 años. Gómez fue especialmente conocido por su papel en ‘Aquí no hay quien viva’, donde dio vida al padre del portero Emilio, dejando frases míticas de la serie como «ignorante de la vida».

Nacido en Madrid en 1951, Gómez empezó en el mundo de la interpretación haciendo pequeños papeles de figurante, compaginándolo con otros trabajos de camarero o dependiente. Su primer papel con peso llegó en ‘¡Ay, señor, señor!’ y el actor apareció también en ‘Los Serrano’, ‘Periodistas’ o ‘La casa de los líos’. Sin embargo, fue ya alcanzados los 50 años cuando Gómez consiguió el papel más importante de su carrera en ‘Aquí no hay quien viva’, interpretando a un embaucador que hace la vida imposible a su hijo, el portero Emilio. La serie se emitió en Antena 3 desde 2003 a 2006 y por este rol, Gómez ganó el Premio de la Unión de Actores en 2005 a Mejor Actor Secundario de Televisión. Posteriormente, Gómez dio vida a Maxi en ‘La que se avecina’, serie que se sigue emitiendo en Telecinco.

Aunque Gómez fue conocido sobre todo por sus papeles en televisión, el actor también trabajó en la gran pantalla, apareciendo en ‘La gran aventura de Mortadelo y Filemón’, ‘Spanish Movie’ o ‘Anacleto: Agente secreto’. Alberto Caballero, co-director junto a su hermana Laura de ‘Aquí no hay quien viva’ y ‘La que se avecina’, ha recordado así a Gómez en Twitter: «Se nos ha ido este ser maravilloso, metrosexual, pensador y mente fría. Buen viaje, Edu, y gracias por tantos años de risas y de buen rollo. Eres historia de la comedia. Adiós, león». También Fernando Tejero, Cristina Castaño, Lidia san José o Rozalén han lamentado el fallecimiento del actor en las redes sociales.

Skepta / Ignorance Is Bliss

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13 canciones, pero sólo 41 minutos. Un vistazo a ‘Ignorance Is Bliss’ revela con precisión de qué va la continuación de ‘Konnichiwa‘, el clásico algo tardío de grime que se llevó a casa el Mercury Prize hace un par de temporadas. El artista le dedicó el galardón a Amy Winehouse y a David Bowie, después se fue a casa y se pasó cinco horas mirando por la ventana. ¿Qué pensó después? Lo mismo en dedicar un single suelto a «haters», que en echar un cable a Mick Jagger, que en marcarse un pequeño éxito en Estados Unidos junto a A$AP Rocky, del que presume en una de las letras de su nuevo disco: «pasé 9 semanas en el Billboard», dice en ‘Redrum’ refiriéndose a ‘Praise the Lord’.

En su nuevo disco, ‘Ignorance Is Bliss’ a Skepta no le ha podido la ambición, pero aquel «hook» martilleante de las flautas de ‘Praise the Lord’ es algo que se le da estupendamente bien al rapero de Tottenham, y que aquí muestra en una serie de temas que van directos a la yugular. Tres minutos y al siguiente. Los sonidos sintéticos del single ‘Bullet from a Gun’ atrapan; el leit motiv de ‘Greaze Mode’ es igualmente circular; y una flauta, aunque diferente, vuelve a reinar pizpireta en ‘Same Old Story’.

Este último corte es más importante de lo que parece, y no solo porque pueda gustar tanto a un seguidor del R&B noventero como luego ‘You Wish’, tan apto para seguidores de Destiny’s Child como de Mis-Teeq. Sino también porque como canción de amor evita ser ñoña, cursi e intensa de más. En otras palabras, evita ser Eminem. Skepta suele hablar de cuestiones sociales, y por ejemplo explora sus orígenes nigerianos en la exótica ‘Pure Water’, y a menudo reflexiona sobre marginalidad. En la mencionada ‘Bullet from a Gun’ aúna inseguridad con desamor pasando de «no estamos seguros, ni siquiera en un mundo lleno de policía» a «quema como la bala de una pistola / cuando te das cuenta de que ella nunca fue tu chica».

Pero entre el ego de rapero de ‘Greazy Mode’ («si no soy el cabeza de cartel, tengo que ser el invitado especial, iré y robaré el show»), y un nuevo himno para evitar el odio entre raperos («solo voy a lo mío, no miro a nadie más / si me quieres odiar, no sirve de nada, la verdad es que te odiarás a ti mismo», dice en ‘No Sleep’); termina emergiendo la ternura y las debilidades personales. Skepta ha roto con Naomi Campbell, ha tenido una hija con otra persona, y no se corta a la hora de abrir su corazón. Como sucede en ‘Animal Instinct’, en la que vuelve a hablar de un «corazón roto»; o ‘Love Me Not’, donde se queja de recibir mensajes de su chica «solo cuando se aburre los fines de semana». Un tema que samplea ‘I’m Only Human’ de John Maus y acaba con ‘Murder on the Dancefloor’ de Sophie Ellis-Bextor, añadiendo un poco de sonido 90’s o años 2000 a un disco que ya era variado pero coherente en su conjugación de grime y trap.

Son, por tanto, muchas las canciones con garbo de este álbum, si bien no lo son todas, pese al esfuerzo realizado en cuanto a concisión. Quizá ‘Ignorance Is Bliss’ no está siquiera nominado al Mercury Prize esta vez porque ‘Going Through’ aporta poco más que el título del álbum, o porque ‘Gangsta’ no se termina de convertir en el hit old school que promete en sus primeros segundos. Pero en general contenta y amalgama muy bien el añadido de los múltiples colaboradores. Skepta ha ejercido de productor del disco, pero J Hus, Cheb Rabi y Lay-Z son los que se encargan de los estribillos en la estupenda ‘What Do You Mean?’, ‘Love Me Not’ y ‘Glow in the Dark’, respectivamente.

Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘What Do You Mean?’, ‘Bullet from a Gun’, ‘Same Old Story’
Te gustará si te gusta: el grime que se abre a coqueteos con otros estilos
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‘Sofia’ se refiere a Vergara, Coppola… y con ella, Clairo celebra su amor por las mujeres

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Clairo publica su debut oficial, ‘Immunity’, el 2 de agosto. La joven compositora de Massachusetts se ha dado a conocer con sus monas canciones de lo-fi pop, pero parece que en su álbum ha querido llevar su sonido más allá con la ayuda de colaboradores como Rostam Batmanglij, que ha producido el single ‘Bags’ (del que ya hablamos) y también el siguiente, que acaba de salir y se titula con nombre propio, ‘Sofia’.

‘Sofia’ es memorable al instante pues su melodía no puede ser más familiar (no alcanzo a dar con la canción exacta a la que me recuerda), pero como toda canción de Clairo, su conjunto de elementos da lugar a una composición muy personal. En ‘Sofia’ conviven las guitarras eléctricas típicas del guitar pop con unas diáfanas baterías que marcan un ritmo ligeramente disco, mientras la presencia de teclados proporciona al tema un punto synth-pop. Pero ‘Sofia’ toma un giro inesperado hacia la mitad, cuando la voz de Clairo se hunde en un grave imposible y da paso a unas guitarras distorsionadas. Un «brain melter» absoluto del que tema se recompone como si nada.

Con todo, la producción de ‘Sofia’ es una exquisitez y por tanto no puede sentarle mejor a la cálida voz de Clairo, que tanto arropa en versos como «Sofia, que sepas que tú y yo no deberíamos sentirnos como un crimen». ¿Y quién es Sofia? Clairo ha explicado que la canción habla sobre esas primeras mujeres de las que se enamoró platónicamente al verlas en los medios, famosas como Sofia Vergara o Sofia Coppola. «Es mi manera de hacer una canción que celebre este descubrimiento», cuenta la artista, «y a la vez mantenga la típica letra cursi que normalmente encuentras en una canción en la que profesas tu amor».

‘The Virtues’ tiene uno de los finales más potentes de la televisión reciente (y una impresionante música de PJ Harvey)

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Shane Meadows es uno de los cineastas más singulares del cine británico. De origen obrero (su padre era camionero y su madre dependienta de un fish and chip) y sin apenas estudios (no terminó la secundaria), el director se inició en el cine de forma autodidacta, haciendo cortometrajes con sus amigos en las calles de Uttoxeter, un pueblo industrial del centro de Inglaterra. Uno de ellos fue el actor Paddy Considine (‘24 Hour Party People’, ‘Macbeth’), con quien formaría el grupo musical She Talks to Angels (en el que también estaba Nick Hemming) y empezaría a hacer sus primeras películas. Con títulos como ‘A Room for Romeo Brass’ (1999), ‘Érase una vez en los Midlands’ (2002) o ‘Dead Man’s Shoes’ (2004), Meadows se convirtió en la respuesta proletaria, hooligan y poética al realismo social más de aula universitaria practicado por Ken Loach o Mike Leigh.

Meadows se dio a conocer internacionalmente con ‘This Is England’ (2006), un fabuloso drama de iniciación sobre una pandilla de skinheads en la Inglaterra tatcherista de los ochenta. Su éxito y prestigio (se llevó el Bafta y el British Independent) generó tres secuelas en forma de miniserie, una suerte de anti-‘Cuéntame’ formado por una primera temporada ambientada en el 86, otra en el 88, y una última, que arrasó nuevamente en los Bafta, en 1990. Entre medias, el cineasta dirigió ‘The Stone Roses: Made of Stone’ (2013), un documental sobre la mítica banda de Manchester a propósito de su regreso en 2012.

La miniserie de ‘The Virtues’ (disponible en Filmin) es su primer trabajo de ficción tras cinco años dedicado a ‘This Is England’. Y el resultado no ha podido ser mejor. Meadows ha depurado su estilo –largas secuencias de improvisación actoral, mezcla de texturas fotográficas, ambientes proletarios, sutil denuncia social, importancia de la música, un uso muy inteligente de la administración de la información- hasta dejarlo limpio de los subrayados que en ocasiones (véase el final de ‘This Is England’) ensuciaban un poco el conjunto. La consecuencia de este rapado estilístico es una historia de depresión y redención narrada con una potencia visual y una contundencia dramática descomunales.

Protagonizada por un inmenso Stephen Graham, el inolvidable Combo de ‘This Is England’ (atención a la secuencia en el pub del primer episodio), y con una descarnada banda sonora a cargo de PJ Harvey, cuyos guitarrazos golpean el ánimo del espectador como los latigazos en un vía crucis, la historia de ‘The Virtues’ avanza con la lógica de un shock postraumático. El personaje que interpreta Graham es un hombre roto, un obrero divorciado hundido en el alcohol y la desesperación que decide “recomponerse” volviendo al lugar de donde huyó cuando era un niño.

A partir de ese doloroso regreso, la historia, agujereada por unos inquietantes flashbacks rodados en VHS, se bifurcará en dos líneas dramáticas; dos relatos marcados por las heridas del pasado y las ausencias del presente (atención también al trabajo de la irlandesa Niamh Algar), que terminarán en un impresionante final compuesto por un arriesgadísimo doble clímax capaz de cortar la respiración al espectador más curtido. Un ejemplo más, tras las recientes ‘Years and Years’, ‘Killing Eve’ o ‘Fleabag’, de la enorme calidad de las series británicas. 9

Las Ligas Menores / Fuego artificial

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Resulta realmente estimulante (aunque no sorprendente) que haya toda una generación de chicos post-adolescentes que gocen con lo que es, claramente, una herencia del noise rock en español de los 90. Me refiero a grupos como Apartamentos Acapulco en nuestro país o Bestia Bebé y Las Ligas Menores en Argentina, donde es palpable que Él Mató A Un Policía Motorizado han marcado a una generación de músicos. En el caso de Las Ligas Menores, además, no es baladí que esté compuesto en su mayoría por mujeres (Pablo Kemper, voz y coros, está en marcada minoría entre sus cuatro compañeras): en un subgénero en el que las chicas a menudo se veían relegadas a un papel poco menos que de contrapunto femenino, resulta muy estimulante que tengan los mandos. Porque eso, sin duda, se refleja en las canciones de sus discos, tanto de su debut homónimo de 2014 como de un ‘Fuego artificial’ editado hace más de un año y que, gracias a su publicación por parte del sello madrileño Sonido Muchacho, está aglutinando un nutrido grupo de fans en España. De hecho, tras un par de giras con Carolina Durante y los mentados Apartamentos Acapulco, este verano están haciendo festivales veraniegos como unos más del circuito: este domingo, 28 de julio, forman parte del cartel de Low Festival 2019.

Al factor femenino, decía, parecen achacables la especial sensibilidad que muestran Anabella Cartolano (voz y guitarra, además de responsable de los preciosos portada y diseño gráfico) y María Zamtlejfer (voz y bajo) –compositoras del 90% del disco; Kemper es responsable de ‘Los días’, algo fácil y predecible, y del bonito punto final que es ‘Fin de año’– en letras y melodías. Una tesitura particular que, a su manera y quizá inconscientemente, conecta el punto engañosamente naif de unos La Buena Vida colisionando con el noise-pop de Los Planetas de ‘Super 8’ (los granadinos, cerrando un círculo, han versionado su ‘Renault Fuego’). O justo con la parte del repertorio de Klaus & Kinski o los chilenos Dënver que, de hecho, evocaba a esos mismos referentes. Por eso, pienso yo, puede ser que los que crecimos y vimos crecer en tiempo presente aquellas propuestas (que a su vez no eran genuinas, sino herederas de The Cure, Talulah Gosh, Television Personalities, Yo La Tengo, The Wedding Present y otro puñado de nombres) las canciones de Las Ligas Menores no sean tan arrebatadoras.

Pero hay que reconocer que ‘Fuego artificial’ está repleto de melodías candorosas y frases de amor y tristeza –sino ambas– honestas y directas, que resultan inapelables. Destaca sobremanera el arranque del disco, enlazando tres gemas como ‘Peces en el mar‘, ‘Contando lunas’ (en la que destacan las ricas percusiones de Micaela García) y los latigazos eléctricos contrastados con el punto infantil de ‘En invierno’. Luego, esa inspiración se vuelve más intermitente, con cortes más anodinos (la citada ‘Los días’, además de ‘Mejor así’ y ‘La paciencia‘) mezclados con nuevos arrebatos de lucidez (como ‘El galpón’ y ‘Segunda parte’ –quizá demasiado deudoras del Robert Smith más pop– o la arrebatadora ‘Ni una canción’). En esa línea de altibajos, resultan agradecidas las buenas incursiones en medios tiempos como las ambientales y melancólicas ‘Casas desiertas’ y ‘Luces y carteles’, en las que destacan los sobrios pero bonitos teclados de Nina Carrara. Quizá la mayor certeza que deja ‘Fuego artificial’ es, sobre todo, el grandísimo futuro que espera a Las Ligas Menores si, ahora que han llamado la atención de mucho más público y han ganado en confianza, un sello sólido les apoya y sirve de plataforma.

Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Peces en el mar’, ‘Contando lunas’, ‘Ni una canción’, ‘En invierno’, ‘Casas desiertas’
Te gustará si te gustan: El Mató A Un Policía Motorizado, Apartamentos Acapulco, Klaus & Kinski, Dënver
Escúchalo: Spotify, Bandcamp

Zahara, Dorian y Miss Caffeina desafían el liderazgo de los artistas internacionales en Low Festival

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Low Festival celebró su primera jornada de viernes con 25.000 espectadores y los abonos agotados: ya solo quedan algunas entradas sueltas de sábado y domingo. La clave del éxito del festival que se celebra en la a veces rocambolesca ciudad de Benidorm es la buena organización, lo atractivo de sus zonas VIP (la más cara con piscina olímpica) y un equilibrio entre el pop nacional e internacional, de lo más sobado-pero-efectivo de cara al público generalista, y el underground, que en esta jornada por ejemplo incluyó nombres como Camellos a primera hora, Airbag, Texxcoco y Mourn en el Escenario Jägermeister. Es curioso a lo que esto da lugar: un público fiel y heterogéneo en edad y gustos como pocos, que debería ser más habitual en otros eventos. Fotos: Javier Rosa.

Actuaban grupos internacionales tan consolidados como Foals, tan populistas como Bastille y tan echados de menos como Ladytron, pero como suele ser habitual en el Low, los nacionales no tuvieron nada que envidiarles ni en cuanto a público ni en cuanto a calidad. Entre los destacados a eso de las 21.30 horas, Dorian. Siempre me ha encantado que los artistas comiencen setlist con su single actual: mucha gente se empolla qué es lo último que ha sacado un grupo antes de ir a ver un concierto suyo y por tanto es un subidón que ahora mismo lo primero que suene en su set sea ‘La Isla’, que además resulta, por ritmo, un gran «opener». El grupo sonó tan preciso en vivo como últimamente, tildando el Low de uno de los «festivales más divertidos e interesantes», recordando cuando la organización les contrataban para actuar por salas pequeñitas, y cuánto ha crecido la escena independiente a lo largo de este tiempo. En su concierto continúan siendo ‘Los amigos que perdí’, ‘Cualquier otra parte’ y ‘La tormenta de arena’, estas dos últimas con medidos lanzamientos de confeti, los temas que mejor controla el público de memoria; pero ‘Duele’ y ‘Vicios y defectos’ seguidos pueden certificar que ‘Justicia universal’ es su mejor disco. Se evita tocar el tema titular y únicamente el breve recitado de ‘Arrecife’ te saca algo del set. Como Madonna recitando un poema que acaba de escribir en un documental de autobombo, sin música simplemente no funciona.

A continuación, Zahara actuaba en el Escenario Benidorm con la gira ‘Astronauta’ de la que nos contaba en exclusiva todos los entresijos. El piano y el detalle son máximos en los primeros minutos de concierto con ‘El fango’ y ‘Agosto’, pero la voz de Zahara no está lo suficientemente en primer plano. Sumergir su bonita voz ha sido una decisión estética consciente en el último álbum, pero para una enorme explanada como esta o un pequeño palacio de los deportes (sin duda su próximo paso tras llenar dos Rivieras), quizá debería salir más a la superficie. En su set habitual, despunta la versión de ‘Guerra y paz’ con Martí Perarnau IV, que había actuado por la tarde, y en la que no se echa nada de menos a Santi Balmes. En las dos últimas pistas llegan dos bailarines, «Olga y Dani», y Daniel es responsable de dar una voltereta cuasi mortal en el aire a la autora de ‘Caída libre’: me imaginé el corazón de todo el Low Festival en el Samur («esto no va a acabar nada bien», que suele cantar ella), pero esto va para arriba y sin parada. El final del concierto es, como viene siendo habitual, con ‘Hoy la Bestia cena en casa’, en la que muchos más bailarines se unen a Olga y Dani en un final que no puede ser más metafórico. La letra en directo ya cita abiertamente a Pablo Casado y a Ciudadanos, se siguen proyectando con humor imágenes de Santiago Abascal, Esperanza Aguirre o Rajoy como “replicantes” y no «humanos» (también de Pedro Sánchez); mientras con Andrea Levy el buscador colapsa. Sátira de la derecha y elogio de Errejón aparte, ese baile final presenta a mujeres y maricones (u hombres que huyen de los parámetros estéticos heteronormativos) posicionados firmes frente a la derecha como en el videoclip. No es que no me canse de ver esto, es que me imagino los conciertos futuros de Zahara acabando de otra forma y me muero de la pena, así que disfrutadlo mientras podáis.

Hablando de Perarnau, Mucho habían actuado por la tarde entregándose a los largos desarrollos de guitarras en temas como ‘Las ventanas se encienden’, pero sin descuidar en absoluto su faceta sintética. Grandes músicos a los que Martí presentó como “Dioses dorados”, entre ellos Ricky Falkner al bajo portando una de las muchísimas camisetas de The Cure que se pudieron ver durante el día de ayer en la ciudad que el grupo contribuyó a rebautizar como «Beniyork». Terminaron con la bailable ‘Putochinomaricón’, que dedicaron a los que “vienen a contarnos historias de hace 50 o 70 años”, hablando de fascismo. “Los de izquierdas nunca pactarán”, dijo Martín Perarnau IV, añadiendo algo así como “pero nosotros no somos como ellos”.

Miss Caffeina fueron el grupo que mejor sonó en el Escenario Benidorm, pese a actuar entre 3 y 4 de la madrugada. Cada riff de teclado era una gozada de seguir en vivo en lo que fue un repaso a su última vertiente electrónica con un sonido tan eficiente que ese par de veces en que a Alberto Jiménez se le fue una letra (‘Calambre’ y ‘Ácido’, si no me equivoco) queda mucho más en primer plano que de otra manera. Nada que no se solucione con su creciente carisma (ese momento en que se quita el mono obrero entre ‘Reinas’ y ‘Merlí’) ni un repertorio en el que casi ya solo caben singles o singles en potencia, siendo tan disfrutables la vieja y sexualizada ‘Venimos’ como la nueva y sexualizada ‘Prende’. También hubo momento político y ‘Oh sana’ fue dedicada a los que «hacen listas con nosotros» (en referencia a VOX y su lucha contra la comunidad LGTB+). El show acabó con la «rave» en la que se cruza a Gala con ‘Cola de pez’.

En el mismo escenario pero inmediatamente antes, habíamos podido celebrar el reencuentro después de años con Ladytron, que además este finde actúan en Razzmatazz y Madrid. Lejos de aquel horripilante concierto que en su momento ofrecieron en Joy Eslava, el grupo sonó compacto, aunque algo incapaz de conquistar a las masas. La batería en vivo contribuía muchísimo a que te metieras en el concierto, pero el setlist hubiera agradecido otra disposición: no sonaron ‘Evil’ ni ‘Playgirl’ y ‘Seventeen’ y ‘Destroy Everything You Touch’ llegaron demasiado al final. Alguno de sus principales hits se habría agradecido en la primera mitad, pues si bien es cierto que las primeras filas lo dimos todo con ‘Ghosts’ o el reencuentro con ‘International Dateline’, en las últimas las impresiones fueron bastante distintas. Eso sí, Helen Marnie y Mira Aroyo al final se desmelenaron y bailaron: en principio parecían un cruce entre la rigidez deliberada de Ariadna Punsetes y la elegancia estática de Abba.

Foals cumplieron como cabeza de cartel y no sufrieron bajas entre el público, pero tampoco emocionaron. Como desde hace siglos ‘My Number’ continúa siendo el momento más pop de su concierto, siempre durante el primer cuarto de hora; el escupitajo final de la tensísima ‘What Went Down’ es tremendo; y no hay manera de que les salga un concierto decadente como alguno que en el pasado vimos de Strokes. Por alguna razón los juguetones punteos de aquella cosa llamada math-rock siguen tan vigentes como las camisas estampadas que portaban miembros del grupo. Pero como Muse a 400 kilómetros de distancia, y a los que recordaron en contados momentos, a veces resultaron paradójicamente monótonos. No les vendría mal un nuevo hit: ¿de verdad están nominados al Mercury con su último disco?

El último de Bastille tampoco es su mejor entrega, si bien es interesante que narre la vida a lo largo de una noche de fiesta, con cada canción representando una hora concreta de esa noche. El grupo utiliza este recurso narrativo en las proyecciones de su gira actual y así, atendemos a actos indicando qué representa cada cosa, por ejemplo, «la mañana no nos alcanzará», incluso incorporando el hilo no solo a singles actuales como ‘Joy’ sino a hits anteriores como ‘Of the Night’. Dan Smith se lanzó al público y se dio un baño de masas especialmente durante esta última pista, ‘Million Pieces’ con la forzada participación popular y los «eo eo eo eo» de ‘Pompeii’, que cerraron su set.

Tras Miss Caffeina, a las 4 de la madrugada, era el turno de reencontrarse con Fischerspooner, y sí, era todo un viaje en el tiempo ver a Ladytron y a Casey Spooner actuar en la misma noche. El cantante, muy bien de voz, la verdad, optó por lo performativo acompañado de un bailarín que le cubría, le arropaba o le evitaba, y con el que llegó a morrearse. Hubo un punto de provocación en ese momento en que sonó ‘Emerge’ y pidió que la quitaran porque no le apetecía tocarla, cambiándola por ‘Never Win’, y hubo un tema que llegó a interpretar tirado en el suelo. Entre la halterofilia, los clubs de sexo a los que ha referenciado en su repertorio reciente, y las coreografías de ‘Flashdance’, el espectáculo estuvo entretenido, al menos hasta que se cerró fuera de tiempo con una pista inédita «que acababa de terminar el mismo día», llamada ‘So High’, y sí, se notaba recién hecha. Casi cruda: no promete mucho pese a lo repetitivo.

Las 6 largas de la mañana llegaron con la variada sesión de Ley DJ, donde cada tema sonaba ligeramente adulterado y durante minuto y medio, y donde lo mismo daba Abba/Madonna (¿o era quizá Cher?) que Izal. Pura filosofía lower.

Chance the Rapper publica al fin su nuevo disco: CocoRosie, Nicki Minaj, Justin Vernon, Shawn Mendes… entre sus créditos

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Chance the Rapper ha esperado hasta entrada la mañana en Estados Unidos para publicar su esperado nuevo álbum, ‘The Big Day’. Es su debut oficial después de triunfar con sus «mixtapes» gratuitas ‘Acid Rap’ y especialmente ‘Coloring Book‘ y promete ser uno de los grandes éxitos comerciales de los próximos meses. Un repaso a sus créditos revela además varias sorpresas:

CocoRosie

La colaboración más alucinante por improbable en el nuevo disco de Chance the Rapper la protagonizan CocoRosie. Las hermanas Bianca y Sierra Casady, conocidas por su pop barroco, preciosista y excéntrico y por canciones como ‘Lemonade’, ‘Werewolf’ o ‘By Your Side’, cantan en la pista 8, ‘Roo’. Esta es una incursión totalmente inaudita de CocoRosie en el mainstream. Aunque teniendo en cuenta que Chance ha llegado a mencionar ‘Ys’ de Joanna Newsom entre sus discos favoritos, lo más seguro es que Chance sea fan de las hermanas y las haya contactado para colaborar.

Nicki Minaj

La autora de ‘Queen’ aparece un par de veces en la segunda mitad de ‘The Big Day’. En primer lugar lo hace en ‘Slide Around’ y más tarde en la pista final, ‘Zaines and Fools’, que incluye otros créditos interesantes. Nicki ha dicho que ha traído de vuelta a «Roman» en estas dos colaboraciones.

Rodgers y Hammerstein

El famoso dúo de autores de canciones para musicales protagoniza su segunda gran incursión en el pop de 2019 tras aparecer en ‘7 rings’ de Ariana Grande (y llevarse casi todos los «royalties»). A falta de dar con el sample o interpolación exactos de una composición de Oscar Hammerstein II y Richard Rodgers usada en ‘Zaines and Fools’, de momento sabemos que ambos compositores están acreditados en esta canción junto a otros artistas como Nicki Minaj.

Justin Vernon

El líder de Bon Iver, que también publica disco próximamente, aparece en ‘Do You Remember’, ‘The Big Day’ y ‘Town on the Hill’. Vernon ya había colaborado con Chance en ‘Summer Friends’, uno de los temas incluidos en ‘Coloring Book’. En este tema aparecía también Francis and the Lights, quien también está acreditado en varios temas de ‘The Big Day’.

En Vogue

‘I Got You (Always and Forever)’ suena como una canción perdida de En Vogue en la que Chance rapea unos versos. Claro, las mismas En Vogue están acreditadas en la canción y cantan la mayor parte de esta. Aunque ‘I Got You (Always and Forever)’ suena ultra retro, parece que es una composición original, pues una búsqueda en Google de su letra no da ningún resultado relacionado con En Vogue. Otro conocido girl group vocal de los 90, SWV, parece que está presente en la pista 19, ‘Found a Good One (Single No More)’.

Timbaland

‘Big Fish’ es una de las pocas canciones de ‘The Big Day’ con solo unos pocos implicados. Entre ellos se encuentra Timbaland, su productor principal. ¿Necesita el productor de Justin Timberlake, Nelly Furtado, Aaliyah, etc. algún tipo de presentación?

Ben Gibbard

El cantante de Death Cab for Cutie hace una aparición estelar en la pista 2 de ‘The Big Day’, ‘Do You Remember’. Y como recoge NME, la colaboración ha emocionado a bastante gente. Un tuit dice: «este es probablemente mi disco menos esperado del año. De haber sabido sobre la colaboración, me habría pedido el día libre».

Shawn Mendes

El cantante canadiense, uno de los mayores ídolo adolescentes del momento, presta sus servicios a Chance en el disco-funk de ‘Ballin Flossin’.

Randy Newman

A menos que sea otra persona casualmente llamada Randy Newman, parece que el veterano cantautor y compositor de bandas sonoras ha puesto su grano de arena en la pista 15 de ‘The Big Day’, ‘5 Year Plan’. El tema incluye un prominente arreglo de cuerdas que es fácil vincular con Newman, quien además canta hacia el final de la canción. Confirmado: este Randy Newman es el Randy Newman que todos conocemos.

Santander Music revela sus horarios, con Zahara, Carolina Durante, Bad Gyal…

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Santander Music comienza la cuenta atrás para su puesta en marcha en la capital cántabra los próximos 1, 2 y 3 de agosto de 2019. Una nueva edición en la que también vuelven las sesiones vermú al centro de la capital durante las jornadas del viernes 2 y sábado 3 de agosto.

El festival ha presentado además sus horarios oficiales, en los que encontraréis a qué hora exacta tocan artistas como Kaiser Chiefs, Bad Gyal, Carolina Durante, Tote King, Morgan o Zahara. Debajo de estas líneas encontraréis el programa con artistas y tiempos.

Por su parte, las sesiones Vermú este año vuelven al pasadizo Zorrilla e inauguran un espacio nuevo, el auditorio junto al centro Botín. Kokoshca y Ganges serán los directos del viernes 2 de agosto, junto las sesiones de Bitches djs. El sábado las Vermú sessions ofrecerán a Confeti de Odio y Sierra, junto a las sesiones de Tropical Brothers y Nulxx.

JUEVES 1 DE AGOSTO
20.30 La Plata
21.45 Derby Motoreta’s Burrito Kachimba
23.00 Bad Gyal
00.30 Carolina Durante
02.00 Amatria
03.00 CIERRE

VIERNES 2 DE AGOSTO
20.30 Morgan
22.00 Second
23.40 Mastodonte
01.10 Kaiser Chiefs
02.55 Cupido
3.55 CIERRE

Sesiones VERMÚ:
13.30-15.45: Kokoshca + Bitches Deejays
16.00-18.00: Ganges + Bitches Deejays

SÁBADO 3 DE AGOSTO
20.30 Tote King
22.10 Zahara
23.50 Carlos Sadness
01.30 Fuel Fandango
03.00 Elyella
4.10 CIERRE

Sesiones VERMÚ:
13.30-15.45: Confeti de Odio + Tropical Brothers
16.00-18.00: Sierra + Nulxx

Cecilio G podría enfrentarse a una multa de hasta 20.000 euros por usar animales en Sónar

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Cecilio G actuó en el Sónar el pasado fin de semana, acaparando todas las miradas literalmente desde su llegada. El rapero entró al recinto de Montjuïc a lomos de un caballo, que paseó entre el público desde la puerta hasta el escenario, y después durante el concierto, sacó una lechuza (viva, por si hace falta aclararlo).

Tras las críticas por crueldad animal dirigidas a Cecilio G desde las redes sociales y una denuncia de la organización FAADA, el Ayuntamiento de Barcelona ha abierto un expediente informativo al Sónar y a Fira de Barcelona para recabar información sobre los hechos, informan medios como La Vanguardia, pues estos podrían constituir una vulneración de la ordenanza de protección de animales. El rapero se enfrentaría a una multa de mínimo 400 euros, pero que puede llegar a los 20.000, de demostrarse que ha incumplido la ley.

La ordenanza municipal de protección de animales prohíbe el uso de animales en espectáculos así como su exposición a condiciones de ruido y luz que pueda perjudicarles, y el asunto se complica con el uso del rapero de una lechuza, una especie nocturna (su concierto tuvo lugar por la tarde). No, no hace falta decir que un festival de música, abarrotado de gente y celebrado en pleno verano, no parece el contexto más adecuado para que haya presencia de animales…

Ari Aster sigue revolucionando el género de terror con ‘Midsommar’

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Tan solo un año después de que ‘Hereditary’, la opera prima de Ari Aster, viese la luz -resultando ser una de las películas de terror más celebradas por la crítica de los últimos años- llega ‘Midsommar’ con el mismo ímpetu de plantear nuevas formas a un género con el que cada vez parece más difícil innovar. El director vuelve a recurrir a traumas familiares para retratar el dolor y lo lleva en esta ocasión a las relaciones de pareja. La película brevemente presenta a sus personajes en Estados Unidos antes de que el grupo de amigos se dirija hacia su destino de vacaciones: Suecia, donde se realiza un festival de verano de tradición milenaria en una pequeña aldea en las montañas. Lo idílico que pudiese parecer el viaje para desconectar de los problemas de su protagonista, pronto se convertirá en algo cercano a una pesadilla. Aparentemente, suena como la típica sinopsis de película de terror que hemos visto mil veces, pero aquí se acaban todos los tópicos. ‘Midsommar’ no se parece a nada. Ni siquiera a ‘El hombre de mimbre’ con la que tanto se le ha querido asociar en cuanto salieron las primeras imágenes promocionales o el tráiler. Desde el principio se empeña en ser algo diferente. Y lo consigue.

Con apenas dos películas (y unos cuantos cortometrajes como el curioso ‘The Strange Thing About The Johnsons’) Aster ha logrado crear un estilo claramente identificable, tratando temas que parecen obsesionarle como lo son la familia como entidad vulnerable y la pérdida de seres queridos desde una perspectiva cruda y siniestra. Esta nueva obra se distancia en muchos aspectos de la oscura ‘Hereditary’, aquí todo es luz y colores vivos pero sin embargo comparten ese componente macabro que lentamente se va gestando a lo largo de ambas cintas. A primera vista, lo que más llama la atención en ‘Midsommar’ es que todo sucede a plena luz del día, debido a que en la localización en la que se encuentran los personajes durante el solsticio de verano apenas hay un par de horas de oscuridad al día. Pero el corazón de la película no puede ser más lúgubre. Aster ha confesado que fue una ruptura amorosa lo que le llevó a escribir este guion, y es que en el fondo el filme nos habla de la horrible sensación que deja un desengaño amoroso; de cómo pensamos que no va a haber nada más después y nunca podremos superarlo. Parte del peso dramático de la película lo sostiene una Florence Pugh espléndida, que sufre, llora y grita tan bien como lo hacía Toni Collette en ‘Hereditary’.

El filme destaca también por su cuidadísimo apartado visual gracias a la fotografía de Pawel Pogorzelski y a la inteligencia con la que Aster planifica su puesta en escena. Las decisiones de dirección que toma, como el uso de los lentos movimientos de cámara consiguen atraparte en el callejón sin salida donde se encuentran sus personajes. La duración supera las dos horas pero la intriga está tan bien construida que no existe opción al aburrimiento; siempre inquieta y, por momentos, fascina. Algo de “culpa” tiene la hipnótica música de Bobby Krlic, que tiene una importante presencia durante todo el metraje. Si bien hay algo que tanto su anterior obra como ‘Midsommar’ tienen como punto débil –o menos fuerte, mejor dicho- son sus finales. El director es un maestro a la hora de elaborar atmósferas enfermizas de las que no puedes apartar los ojos, y son tales las expectativas que crea que resulta muy difícil encontrar finales a la altura. En este caso, la sensación inmediata que deja, lejos de ser negativa, es que podría haber un desenlace más idóneo para todo esto. En cualquier caso, es para celebrar que se hagan películas tan ambiciosas, valientes y sobre todo, dispuestas a revolucionar –aunque solo sea un poco- el género de terror. 7,5

La Canción del Día: LIZ permanece en su burbuja de future pop con la magnética ‘Diamond in the Dark’

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Hace casi exactamente cuatro años, LIZ (que dio sus primeros pasos junto a Diplo en Mad Decent) publicaba una de las mejores canciones de 2015: una maravilla de future pop y bubble bass llamada ‘When I Rule The World‘ que, producida por SOPHIE, llevaba a pensar que esta joven podía, efectivamente, «dirigir el mundo»… del pop. Pero no. Elizabeth Abrams –que así se llama–, no terminó de despegar a pesar del relumbrón de aquella canción, y apenas supimos de ella hasta principios del pasado año. Entonces publicaba un single doble, ‘Queen of Me’ más ‘Could U Love Me’, que, entre efluvios de neo-R&B, apuntaban a su regreso definitivo.

Este no ha terminado de concretarse, pero al menos no ha vuelto a desaparecer. A lo largo del año pasado siguió publicando otros singles: ‘Super Duper Nova‘, ‘Pandemonium‘ y ‘Last Call‘ –para la que acaba de estrenar vídeo un poco Björk–, pese a no haber tenido gran repercusión, profundizaban en esa suerte de pop bubblegum futurista en el que LIZ se encuentra muy cómoda, y que a buen seguro será del agrado de los fans de la última Charli XCX, la Kim Petras que colaboró con SOPHIE o incluso Carly Rae Jepsen. Ahora publica ‘Diamond in the Dark’, su primer tema de este 2019, y, aunque no parece probable, quizá llegue a un público más amplio. Porque es deslumbrante.

Se trata de un dueto con Slayyyter –otra nueva diva del future pop alternativo, de la que hablaremos pronto– que ha escrito la canción junto a Jarina De Marco y el excéntrico Dylan Brady, que se encarga de una producción con cierta querencia al trance de los 90s. Pero sobre todo «Diamond» brilla por su precioso desarrollo melódico, una auténtica maravilla repleta de ganchos que, especialmente cuando cantan el título del tema en el estribillo, nos recuerda a la primera Lady Gaga. Además, su letra tiene un inspirador trasfondo emocional: «‘Diamond In The Dark’ va de celebrar el valor de tu propia vulnerabilidad, y continuar amando al máximo incluso cuando en el pasado ha habido gente no te ha valorado los suficiente. No me arrepiento lo más mínimo de ser yo misma y pienso que a veces a la gente le lleva tiempo desenvolver todas mis capas. A menudo me siento invisible o incomprendida en varios sentidos. Creo que todo el mundo puede sentirse identificado con eso. Sigue siendo TÚ, que luego es solo cuestión de los demás que reconozcan tu rareza o tu «especialidad». Si no, desaparecerás como una estrella fugaz». Ojalá que, efectivamente, LIZ no sea una estrella fugaz y vuelva a presentar más canciones así muy pronto.

No te pierdas… Javiera Mena hace oficial su versión de ‘Mujer contra mujer’ de Mecano

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Cuando hacíamos la crítica de aquel disco-homenaje a ‘Descanso dominical’ por parte de artistas de lo más variopinto nos preguntábamos cómo era posible que no se hubiera contado con Javiera Mena, que siempre ha declarado que la música de Mecano la marcó profundamente. Y, de hecho, en directo es habitual escuchar su propia versión de ‘Mujer contra mujer’ (que en el citado álbum corría a cargo de Elefantes). Ahora, dándonos la razón, lanza como single la versión en estudio de esa interpretación de este himno lésbico, una de las canciones más celebradas del trío madrileño. La artista chilena la lleva a su terreno por medio de su ya conocida pericia con los sonidos sintéticos, pero por lo demás es bastante fiel al original. Para ella, como homosexual, es una canción muy importante, como explica en nota de prensa:

“Empecé a tocar los acordes de ‘Mujer contra Mujer’ en el piano, primero como un hermoso juego para cantar con mis amigas y después ya con más seguridad pasé a ofrecerla en los conciertos. Todo ha fluido de manera natural para tener mi versión, porque cuando la toco siento cada palabra como si fuera mía y de todas a la vez, me conecta con el pasado y el presente, y quiero honrar hoy con ella a todas las lesbianas que amaron en secreto. ‘Mujer contra mujer’ fue editada en el año 1988, mientras que en países como Chile, recién en el año 1999 la homosexualidad dejó de ser un delito y aún es un tema social que sigue causando mucho dolor. Siempre me he sentido afortunada de ser lesbiana y me gustaría transmitir ese sentimiento desde una perspectiva positiva, con beats de luz y un videoclip simple y luminoso que grabamos en Madrid bajo la dirección de Blanca Ramos. Mecano es y será una banda que siempre ha significado mucho para mí, y traer al hoy, a mis beats y sintetizadores ‘Mujer contra Mujer’, es algo que me llena mucho”. Efectivamente, el tema se lanza con un video de factura exquisita que plasma el amor de dos parejas lesbianas.

Seguro este tema estará, junto con sus clásicos y los temas de ‘Espejo‘, en el repertorio de las próximas fechas de Javiera en nuestro país, que comienzan este mismo domingo, 28 de julio, en el festival benéfico Future Beats, en el Poble Espanyol de Barcelona. Allí compartirá escenario con Amaia, Hinds, Cupido o DJ Coco, en un evento en el que la recaudación íntegra (los tickets tienen un precio de 8 euros) va destinada a ACNUR. Más tarde Mena estará en la Festa do Albariño de Cambados (1 de agosto), en Festival Aspesuena de Aspe (3 de agosto) y Sonorama Ribera (9 de agosto). Donde, por cierto, coincidirá con Nacho Cano.

Escucha lo nuevo de The 1975, Lykke Li, Charli XCX & Pabllo Vittar, Bat For Lashes, DJ Snake, Najwa, Kiko Veneno & La Casa Azul…

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En este último viernes de julio de 2019 el gran lanzamiento del día es el nuevo álbum de Chance The Rapper… que en este momento aún no está disponible en streaming (suponemos que debido al desfase horario con EEUU). Pero desde luego no es el único: hoy también se publican los nuevos álbumes de DJ Snake (repleto de estrellas, as usual), Cuco, Kaiser Chiefs, Violent Femmes, Lloyd Cole, la mixtape conjunta de Sticky M.A. (Agorazein) y Steve Lean (Pxxr Gvng), Mini Mansions, Of Monsters and Men, Burna Boy (que ha participado en el reciente nuevo disco de Beyoncé), Mateo Kingman, LEISURE y YBN Cordae. Además, Lykke Li lanza un EP con descartes y nuevas mezclas de temas de su disco del año pasado, ‘so sad so sexy’. Se llama ‘still sad still sexy’, claro. También hay un nuevo EP de blink-182 y se lanza el EP debut del interesante combo barcelonés Egosex.

Además, junto a los temas que a lo largo de la semana han presentado Taylor Swift, DJ Shadow, DIIV, Alessia Cara o Tegan and Sara, hoy contamos con singles de Bat For Lashes, Mabel, Twenty One Pilots, Icona Pop (producidas por Hudson Mohawke, atención), Liam Gallagher, Clairo, Metronomy, Chrissie Hynde, Víctor Coyote, Caroline Polachek (por partida doble), Rick Ross ft Drake, LIZ, David Guetta, Paula Cendejas & Alizzz, Perapertú, The Chainsmokers, Gabriela Richardson, Biig Piig, Juanes & Trapical Minds, Big Sean, Black Marble, Bishop Briggs, Majid Jordan ft Khalid, H.E.R., DJ Seinfeld, Ross from Friends, Ty Segall, Juancho Marqués & InnerCut, Blas Cantó y Los Secretos.

Curiosamente, la semana es profusa en remixes y rarezas. Entre los primeros, destacamos los de los últimos singles de Katy Perry y Shura, una pieza de Lindstrøm & Prins Thomas a partir de un tema de Bob Moses, otro de un aviejo tema de Beastie Boys y el enésimo de ‘Old Town Road’ (esta vez Lil Nas X con RM de BTS, retitulado ‘Seoul Town Road’: el recopetín). Aunque sin duda el que más nos ha fascinado es el que La Casa Azul ha hecho de ‘Miss You’, uno de los temas del estupendo nuevo disco de Kiko Veneno. Entre las rarezas, llaman la atención sendas versiones: Javiera Mena llevándose a su terreno ‘Mujer contra mujer’ de Mecano (de los que es declarada fan) y Najwa cantando ‘Bella ciao’, a propósito de su participación en la T3 de ‘La casa de papel’. También hay sendas canciones para películas animadas por parte de Kesha y Meghan Trainor, además de otro tema protesta de Residente & Bad Bunny contra el ya ex-gobernador de Puerto Rico y un nuevo «original» de Prince. Por último cabe destacar ‘Everything Hits at Once’, el grandes éxitos de Spoon que incluye el inédito ‘No Bullets Spent’.