Troye Sivan, quien recientemente ha triunfado en las plataformas de streaming con ‘i’m so tired’ junto a Lauv, vuelve con su primera canción original en varios años. Se trata de una balada llamada ‘Take Yourself Home’ que sorprende por su carácter desolado y extraño.
El australiano ha firmado baladas muy interesantes a lo largo de su carrera: ‘Talk Me Down‘, de su debut ‘Blue Neighborhood‘, era dramática y escalofriante, y ‘The Good Side‘, de ‘Bloom‘, enamoraba recordando a Sufjan Stevens. ‘Take Yourself Home’ no se parece a ninguna de ellas. Es una «balada dance triste», como el propio cantante ha explicado, y su atmósfera es fría y desolada: los coros «uuuh» que suenan al principio parecen emular el movimiento de un viento helado, y el estribillo de la canción es precioso pero a la vez, quizá por su componente medio acelerado, suena ligeramente descolocado, como fuera de lugar. De hecho, la canción, justo cuando parece necesitar un empujón, se reserva una sorpresa para el final.
Esta producción de Oscar Görres –productor único de ‘My My My!’ del propio Troye, también de la mencionada ‘i’m so tired’ y quien ha trabajado con artistas de lo más dispares, desde Maroon 5 a David Bisbal– evoca una atmósfera de tristeza serena ante un mundo hostil, el cual está perfectamente representado en su «lyric video», y por supuesto también en una letra en la que Troye canta sobre sentirse perdido en el mundo. «¿Quién estás intentando ser cuando miras tu cara en el espejo?», «¿vale la pena jugar a un juego que ya has perdido?», «tengo todo y nada en mi vida»… En un breve mensaje, Troye explica que ‘Take Yourself Home’ cuenta el momento en que decide «revaluar» su vida, «volver a casa» para estar con su familia, sus amigos y volver a crear música como lo hacía antaño, quizá sin las presiones de la industria. De la canción se desprende ese deseo de liberarse de los artificios de Hollywood y de reencontrarse con una pureza perdida.
Cuando este lunes publicábamos la reseña del nuevo y muy recomendable álbum de Dua Lipa, destacábamos ‘Future Nostalgia‘ como el Disco de la Semana. Eso significa que le dedicamos una serie de artículos especiales centrados en él y en la figura de la británica. Uno de los más evidentes era uno repasando discos que escuchar si te ha gustado ya que la originalidad –aunque sí la frescura– no se cuenta entre sus mayores virtudes. Estos son, por tanto, ocho álbumes que, pensamos, pueden gustarte si estás gozando con el segundo trabajo de la joven británica.
CHIC / It’s About Time (2018)
Una de las grandes sorpresas de ‘Future Nostalgia’ es, curiosamente, una ausencia: la de Nile Rodgers, cuya implicación en las sesiones de grabación del disco fue aireada tanto por él como por Dua. Sin embargo, aunque no haya participado directamente en la grabación de los temas (al menos, tal y como los escuchamos en la versión final), es evidente que su espíritu como genio catalizador de la cultura disco que sobrevuela en el disco de Dua, en canciones como ‘Levitating’ o la propia ‘Future Nostalgia‘. En ese sentido, en lugar de recurrir a uno de sus clásicos con CHIC como ‘Chic’ (1977), ‘C’est Chic’ (1978) o ‘Risqué’ (1979), le damos la vuelta al asunto y nos vamos a su último trabajo. Un reivindicable ‘It’s About Time’ que, entre participaciones estelares –Lady Gaga, Elton John, Craig David, Mura Masa, NAO, Danny L Harle (PC Music)… nada menos–, sirve sobre todo para poner de manifiesto la vigencia y atemporalidad del disco-funk de Rodgers y Bernard Edwards. Justo como hace, a su manera, ‘Future Nostalgia’.
Ladyhawke / Ladyhawke (2009)
Si bien el Hi-NRG de los 80 a la manera en la que lo entendieron Kim Wilde o Debbie Harry (con y sin Blondie, una de las inspiraciones manifiestas de ‘Future Nostalgia’ en palabras de Dua), hemos preferido acudir a la revitalización de ese sonido que se ha hecho por parte de numerosos artistas en las últimas décadas. Y concretamente hemos pensado en el proyecto de la neozelandesa Pip Brown, Ladyhawke. Especialmente en su fantástico debut que, con un punto de vista alternativo, insuflaba nueva vida al pop de aquella era y lo rescataba –aderezado con cortes más tecnopop o rockeros, según el caso– en canciones deslumbrantes como ‘Paris Is Burning’, ‘Back of the Van’, ‘Dusk Til Dawn’ o ‘My Delirium’ que, como decía un lector en la reseña de ‘Future Nostalgia’, suena a «precedente» (por decirlo así) de ‘Physical‘. Teniendo en cuenta que cuando se editó Dua Lipa tenía unos 15 años y que en su día tuvo bastante predicamento en Reino Unido, no parece nada descabellado pensar que lo escuchara unas cuantas veces. En cuanto a Brown, ni ‘Anxiety’ (2012) ni ‘Wild Things’ (2016) lograron superar aquel debut, que por cierto fue reeditado el pasado año por su décimo aniversario con algún tema inédito como ‘Colours in the Dark’.
Róisín Murphy / Overpowered (2007)
Otro de los referentes explícitamente nombrados por Dua Lipa, que al parecer la marcaron en su infancia, han sido Moloko. El combo británico, pese a su vocación alternativa, fue un auténtico superventas en los 00s sobre todo en Reino Unido. Sin embargo, su particular visión orgánica de la música dance poco tiene que ver con lo que encontramos en ‘Future Nostalgia’. En cambio, mucho más conectado con ese sonido parece ‘Overpowered‘, el segundo trabajo en solitario de Róisín Murphy. Un disco glorioso, repleto del pop irresistible de singles como ‘Let Me Know’, ‘Dear Miami’, ‘Overpowered’ o ‘Cry Baby’ –es alucinante lo poco que cuesta imaginárselos cantados por Lipa–, aderezado elegantemente con toques de música disco, funk y jazz que le dan una visión completamente atemporal: resulta alucinante lo fantasticamente bien que ha envejecido este álbum. Pese a que la deriva de la artista irlandesa haya sido mucho más arriesgada en los últimos años, Murphy puede estar muy orgullosa de este clásico.
Justin Timberlake / FutureSex/LoveSounds (2006)
Es manifiesto que el fantasma del Prince de ‘1999’ ha aportado algún que otro truco que escuchamos en ‘Future Nostalgia’ (canción y disco). Pero, siendo honestos, parece más lógico pensar que si Lipa tuvo un contacto con la música del genio de Minneapolis sería a través de su influencia en artistas de su época como OutKast, D’Angelo… o Justin Timberlake. Baby Dua tendría unos once añitos cuando el avezado ex-miembro de ‘NSYNC se reinventaba al lado de Timbaland con el deslumbrante ‘FutureSex/LoveSounds’, seguramente uno de los discos más influyentes de lo que llevamos de siglo. La aproximación minimalista al funk y al hip hop de temas como ‘Sexy Ladies’ o ‘LoveStoned’, además, encuentra cierto eco en cortes como ‘Pretty Please’ o incluso ‘Break My Heart‘.
Lily Allen / Alright, still (2006)
Más o menos a la vez que Timberlake triunfaba sobre todo en EEUU con su segundo disco, Lily Allen hacía lo propio en Reino Unido con su debut ‘Alright, Still‘. La influencia de cortes como ‘Smile’ o ‘Not Big’ en el soul-hip-pop juguetón de ‘Good In Bed’ –un tema que gana con las escuchas y que no es tan menor como podría parecer, aunque rebaje el alto ritmo de ‘Future Nostalgia’– es evidente. Pero una nueva escucha al primer disco de Allen nos recuerda que aquel era un trabajo tan variado y rico (del lounge-hop de ‘Everything’s Just Wonderful’ a la eurovisiva ‘Alfie’ pasando por la caribeña ‘LDN’) como el nuevo de Dua, y que como este apenas rebajaba puntualmente su alto nivel de contagiosa energía positiva.
Madonna / Confessions on the Dancefloor (2005)
La implicación de Stuart Price en ‘Future Nostalgia’ contribuye lo suyo a hacernos conectar este disco con la reinvención disco-funk que se aplicó a sí misma Madonna en ‘Confessions on a Dancefloor‘, 15 años atrás. Y aunque partan de situaciones artísticas y personales muy diferentes –una Madonna rebotada tras el político ‘American Life’ se centraba en el amor, la fama y la religión; Dua, tras el éxito a fuego lento de su debut, se centra en una ruptura amorosa–, ambos trabajos comparten, además de unas cuantas coincidencias estéticas (la sombra de Giorgio Moroder, sobre todo), una cohesión estructural muy sólida, con secuencias que nos van arrastrando por un camino de hedonismo y expiación de la amargura a través del baile. Y no es que lo digamos nosotros o unos cuantos tuiteros, es que la propia Dua habla de Madonna como inspiración.
Gwen Stefani / Love Angel Music Baby (2004)
Otro álbum de su infancia que parece haber dejado una fuerte impronta en Lipa es ‘Love Angel Music Baby’, el fantástico debut en solitario al margen de No Doubt de Gwen Stefani, del que hablaba mi compañero Jordi Bardají profusamente meses atrás, cuando se reeditaba coincidiendo con su decimoquinto aniversario. «Gwen Stefani se propuso hacer un disco “tontorrón” y “bailable” que actualizara el sonido de los 80», decía Jordi, «no tenía ningún interés en ser una artista seria ni en anticipar el sonido del futuro». Una definición que encaja bastante bien con lo que encontramos en ‘Future Nostalgia’: Dua Lipa se ha dejado de movimientos pretenciosos y trascendentales que le vinieran grandes y se ha esmerado por hacer el mejor disco pop que pudiera. Y eso es lo que encontramos. Un disco tan variado y rico en palos como el debut de Stefani: aunque en aquel pesaba más el hip hop, los sintetizadores ochenteros con voces robóticas y bajos funk de ‘Future Nostalgia’ o el ambiente de ‘Cool’ –de manera graciosa, también ‘Love Sexy Music Baby’ contenía una canción titulada así, en su caso un emotivo medio tiempo– parecen hijos de aquel disco.
Kylie Minogue / Fever (2001)
Evidentemente, ni Madonna ni Róisín ni Dua fueron las primeras en recurrir a la reivindicación de la música funky y disco para insuflar efervescencia y frescura a su pop. Antes lo hizo Kylie, por ejemplo. Y aunque en ‘Light Years’ (2000) ya se atisbaba el movimiento, fue en ‘Fever’ en el que la Minogue sentó una auténtica base –asentada, por otra parte, en la influencia del éxito del french touch de Daft Punk, Stardust y Cassius– para el pop del siglo XXI. Como ‘Future Nostalgia’, el octavo disco de la australiana asentó su éxito en un monster-hit (‘Don’t Start Now‘/’Can’t Get You Out of My Head’), pero dentro contenía una colección de canciones de gran altura, que no daban respiro con otro puñado de cortes de éxito (‘Break My Heart’ y ‘Hallucinate’ son presumiblemente, los ‘In Your Eyes’ y ‘Come Into My World’ de ‘Future Nostalgia’) envueltos, además, en una cohesión sonora admirable.
Según reporta RTVE, ha fallecido en Madrid a los 76 años de edad el cantautor, pintor, escultor y cineasta Luis Eduardo Aute. No hay información concreta sobre las causas, aunque su estado de salud no era el mejor desde que sufriera un infarto en plena gira en agosto de 2016. Llegó a estar en coma, incluso, pero meses después se informaba de su asombrosa recuperación. Desde entonces, eso sí, no había vuelto a hacer más apariciones públicas y se le habían rendido numerosos homenajes tanto en forma de discos-tributo —’Giralunas’ reunía en 2015 a Natalia Lafourcade, Xoel López, Soleá Morente, Enric Montefusco, Miguel Poveda…– como en conciertos, como el que se celebró bajo el nombre de ‘Ánimo Animal’, que reunió en 2018 en el WiZink Center de Madrid a Silvio Rodríguez, Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Massiel, Víctor Manuel, Dani Martín, Jorge Drexler, Pedro Guerra, José Mercé y Rozalén, o, un año después en la misma plaza, otro en el que actuaron Paco Ibáñez, Maria del Mar Bonet, Marina Rossell, Sisa y Roger Mas con artistas contemporáneos y dispares como Estopa, Els Amics de les Arts, Quique González, Andrés Suárez y Depedro.
Aute nacía en 1943 en Manila, Filipinas, donde residía su familia materna y su padre, un barcelonés hijo de andaluces. Su biografía indica que a muy temprana edad mostró cualidades para el dibujo y la pintura, y se apasionó por el cine gracias a ‘La ley del silencio’ de Elia Kazan y ‘Niágara’ de Henry Hathaway (la que convertiría en un icono sexual a Marilyn Monroe). También que cantó por primera vez en público con tan solo ocho años, interpretando ‘Las hojas muertas’ de Jacques Prévert al frente de la orquesta de un hotel. Con esos antecedentes, a nadie le sorprendió que, mientras cursaba estudios de aparejador en la Politécnica de Madrid, formara grupos de rock como Los Sonor (germen de Los Bravos) o Los Tigres, escribiera y dirigiera sus primeros cortometrajes y expusiera sus trabajos pictóricos.
Curiosamente, fue en un viaje a Brasil a mediados de los 60 para una bienal de arte donde descubrió la música de Bob Dylan y Joan Baez. A su regreso a Madrid, su amiga Massiel le animó a componer sus primeras canciones, que él pensaba entregarle a ella porque prefería seguir centrado en la pintura. Se quedaría con ‘Rosas en el mar’ y ‘Aleluya Nº1’, que como sabemos se convertirían en éxitos descomunales dentro y fuera de España, con versiones en distintos idiomas, situando a Luis Eduardo como autor. Ante la insistencia de la compañía RCA, Aute accedería por fin a grabar algunos singles y, por fin en 1967, su álbum debut, ‘Diálogos de Rodrigo y Gimena’. Pero su primera aproximación al mundo de la música le desencantó y, tras el conceptual ’24 canciones breves’ (1968), la abandonaría para volver a centrarse en la pintura y el cine –arte al que años después dedicaría la memorable ‘Cine, cine’–. Pese a eso, estableció amistades con la bohemia musical de la época como Joan Manuel Serrat y Rosa León, a la que también entregaría canciones para su disco debut. Su éxito llevó a Caballero Bonald a convencerle para volver a grabar un disco, con el compromiso de no tener que dar entrevistas ni actuar en público. Y así regresaba a la canción, para no abandonarla hasta sus últimos años.
Aute se afianzó así como un cantautor poético comprometido sobre todo con el arte, con discos sobre sexo y muerte como ‘Espuma’ o ‘Sarcófago’. En 1978 publicaría el casi rockero –producido por Teddy Bautista– ‘Albanta’, que contenía uno de sus grandes himnos, la maravillosa ‘Al alba’, versionada y referenciada por artistas de toda condición, siendo una de sus adaptaciones más célebres la que hizo el cantaor José Mercé en 1998 en su exitoso disco ‘Aire’. A diferencia de otros coetáneos, los años 80, 90 y 00 sirvieron para acrecentar, disco a disco, gira a gira, la figura de Aute como un autor e intérprete distinto, capaz de atraer a distintas generaciones de aficionados a la música, con discos como ’20 canciones de amor y un poema desesperado’ (1986), ‘Segundos fuera’ (1989), ‘Slowly’ (1992), ‘Alevosía’ (1995) o la serie ‘Autorretratos’ –discos de autoversiones– de los años 2000, que además fueron éxitos comerciales importantes. Por ellos, por sus poemarios, pinturas, bandas sonoras y películas, Luis Eduardo Aute pasa a la historia como uno de los grandes iconos de la canción en español más singulares, elegantes e incontestables de nuestra historia moderna.
Durante estos días de confinamiento general, las plataformas de vídeo bajo demanda son una verdadera salvación para mantenernos entretenidos, y de paso, ponernos al día con muchas películas o series que teníamos pendientes pero que por una cosa u otra nunca nos poníamos a ello. Pero ante la gran cantidad de contenido que ofrecen las múltiples plataformas disponibles en España, a veces uno puede encontrarse algo perdido o incluso saturado. Desde aquí recomendamos diez propuestas muy personales y diferentes entre sí (la mayoría no se llegaron a estrenar en salas) que merecen la pena.
Netflix
Atlantique
El pasado festival de Cannes tuvimos ocasión de ver la opera prima de la senegalesa Mati Diop, que acabó llevándose el Gran Premio del Jurado. Las sensaciones que nos dejó entonces ya fueron positivas, pero volver a ella en un contexto mucho más calmado que el de un festival sin duda le ha favorecido. ‘Atlantique’ ya es interesante en su mero concepto: hablar sobre el drama de la inmigración desde dentro y a través de un –precioso- drama romántico adolescente. Los protagonistas no son los que se van, sino los que se quedan y tienen que sufrir la pérdida de aquellos que decidieron escapar en busca de una vida mejor. El tono poético, el maravilloso e inesperado uso del género fantástico y su enrevesada aunque poderosa narrativa evidencian que estamos ante la carta de presentación de una gran cineasta. Una película tan exigente como especial.
Vida privada
Fue una de las sensaciones indie de 2018, co-producida y distribuida por Netflix y estrenada mundialmente en Sundance. La tercera película de Tamara Jenkins (‘La familia Savages’) y su primera en once años, es un bonito drama sobre una pareja de unos cuarenta años –estupendos Kathryn Hann y Paul Giamatti– que no puede tener un hijo y, por edad, cada vez las posibilidades son menores. Tras muchos intentos con diversos métodos, la doctora les sugiere que la única opción viable para la fertilidad es la ayuda de otra mujer con el esperma de él. Esto supone una crisis matrimonial, retratada por Jenkins con verdad, sensibilidad y cariño. ‘Vida privada’ es una película rodeada por un halo de tristeza pero también de esperanza, humanidad y ternura en sus imágenes y diálogos.
El mundo es tuyo Romain Gavras, uno de los enfant terribles del cine francés y director del polémico vídeo de ‘Born Free‘ de M.I.A. y del documental ‘A Cross the Universe‘ para Justice estrenó en 2018 en el Festival de Cannes su segundo largometraje ‘El mundo es tuyo’. Su también controvertida opera prima ‘Nuestro día llegará’ le hizo ganar cierto culto ante un sector de la crítica pero también un buen puñado de detractores. En esta ocasión Gavras se muestra menos preocupado por la provocación y más centrado en pasárselo bien, aunque formalmente su estilo sea tan videoclipero como siempre. La película es una suerte de thriller criminal en clave cómica sobre un traficante de drogas parisino dispuesto a dejar atrás su vida de delincuente tras un último trabajo que debe realizar en Benidorm. Es entretenidísima, con una Isabelle Adjani memorable y con música de Jamie xx (con quien ya colaboró en el vídeo de ‘Gosh‘). Poco más se puede pedir.
¿Dónde está mi cuerpo?
La ganadora de la última Semana de la crítica en Cannes y nominada al Oscar a mejor película de animación es un desgarrado relato sobre la soledad y la incomprensión. Con pocos diálogos y un admirable dominio de los recursos cinematográficos, el debut de Jérémy Caplin nos lleva a lugares fascinantes a través del desamparo de su protagonista. La película comienza con una mano cortada que se escapa del laboratorio donde se encuentra y decide ir en busca de su cuerpo por las calles de París. Pese a este elemento fantástico (y metafórico), el tono es realista y melancólico, y se apoya además en la preciosa banda sonora de Dan Levy. Ideal para aquellos que disfruten con el cine de animación arriesgado y adulto, alejado de los grandes estudios.
Filmin
Grass
Aprovechando el prolífico momento artístico de Hong Sang-soo, Filmin ha puesto en suscripción algunas de sus últimas películas, entre ellas ‘Grass’, la cual no se llegó a estrenar en cines en España. Quizá no es la mejor película para empezar con su cine, pues aunque la brevedad de su metraje nos confunda (solo dura una hora), se trata de una obra menos ligera de lo que parece y que engloba muchos de los temas que ha tratado a lo largo de su filmografía. Pero sí es, sin duda, una cinta relevante en la carrera de uno de los cineastas más atípicos y personales de la actualidad. Su cine, cada vez más depurado en sus formas (con su ya mítico uso del zoom como marca de estilo) se basa en largas conversaciones y reflexiones sobre el amor o las relaciones sentimentales. ‘Grass’ escoge un punto de vista casi voyeur en el que su musa Kim Min-hee interpreta a una mujer que frecuenta una cafetería para escribir, donde se inspira en los diálogos que mantienen el resto de clientes e imagina situaciones en las que ella también interfiere.
An Elephant Sitting Still
Una película marcada por la tragedia: su director Hu Bo con tan solo 29 años se quitó la vida poco después de terminar la película. En su carta de suicidio una de las razones fueron las discrepancias con el productor, quien intentó distribuir un montaje reduciendo la duración hasta casi la mitad, en contra del deseo del director de dejar el metraje en cuatro horas. Aunque, tras ver la película, parece evidente que ese no fue el único motivo. La visión del mundo de Hu Bo es descorazonadora. La película se sitúa en una ciudad industrial en el norte de China donde a lo largo de un día cuatro personajes intentarán escapar de sus vidas infelices y coger un autobús para llegar a Manzhouli, donde cuenta la leyenda, hay un elefante sentado impasible ante todo lo que le rodea que simboliza la esperanza. ‘An Elephant Sitting Still’ es una feroz crítica a China y a las duras condiciones de vida de sus ciudadanos, también un drama humano absolutamente devastador. La primera y última película de Hu es una experiencia cinematográfica que merece la pena vivir y que muestra una madurez insólita para un debutante, pero a la cual hay que ir preparado, sabiendo que durante cuatro horas no vamos a ver luz, solo oscuridad y sufrimiento.
Rester Vertical
La última película hasta la fecha de Alain Guiraudie, director de ‘El desconocido del lago’, es también su más excéntrica, sobre un cineasta que buscando a un lobo para su película por el sur de Francia, conoce y se enamora de Marie, con la que acaba teniendo un hijo. Aunque ella, debido a una depresión termina abandonándolos, por lo que él buscará inspiración para su próximo trabajo en encuentros con diferentes personajes. Con su estilo habitual, Guiraudie crea una atmósfera pesadillesca en esta especie de cuento enrevesado donde no pueden faltar sus frecuentes escenas sexuales grotescas y explícitas. Un film extraño y sugerente que atraerá a espectadores que busquen propuestas radicales.
Diamantino
Una película en la que un hipotético Cristiano Ronaldo pierde su toque especial para jugar al fútbol y se embarca en toda una serie de situaciones delirantes para encontrar su nuevo talento en las que se tratan temas como la crisis de los refugiados o la modificación genética, que se llevó el premio de la Semana de la crítica en Cannes en 2018.
Gabriel Abrantes y Daniel Schmidt dirigen esta bizarrada con bastante gracia, y aunque puede llegar a agotar un poco, es una película desbordante de ideas e imaginación. Nunca has visto nada parecido.
Yara
La segunda película de ficción del libanés Abbas Fahdel, autor del prestigioso documental ‘Homeland (Iraq Year Zero)’ –también en Filmin– es un contemplativo y sencillo relato sobre una adolescente huérfana que vive con su abuela en mitad de las montañas. Un día, la visita inesperada de un chico da lugar al primer amor de Yara, que estará marcado por la inminente partida de él a Australia. La película es un retrato íntimo y delicado sobre la inocencia del primer amor, a la par que explora con una vocación casi documental la vida rural de estas dos mujeres.
El ornitólogo
Una de las propuestas más interesantes de los últimos años y también la mejor película hasta la fecha de Joao Pedro Rodrigues. Un ornitólogo se adentra en el bosque de Tras-Os-Montes buscando cigüeñas negras, una especie en peligro de extinción, pero todo se complica cuando los rápidos del río hacen que su kayak vuelque. A partir de ahí comienza un viaje en el que la realidad y la fantasía se entremezclan. El estilo formal es bastante distinto a todo lo anterior del director, mucho más luminoso que sus anteriores obras, pero en el fondo su obsesión por el cuerpo y la sexualidad masculina que ha marcado toda su trayectoria están igual de presentes aquí. ‘El ornitólogo’ es una cinta que va mutando conforme avanza, que abarca diversos géneros, desde un documental de animales a lo National Geographic a la comedia más disparatada o a un brillante ejercicio de tensión. La iconografía religiosa de San Antonio de Padua (patrón de Lisboa) tiene especial presencia, tanto que Rodrigues a través del protagonista, recrea muy libremente y en versión blasfema (y muy queer) los episodios de la vida del santo. El resultado es una película indescriptible, libre y extraordinaria de un cineasta sorprendente.
Dua Lipa ha publicado uno de los discos más importantes de la cuarentena a nivel internacional, un ‘Future Nostalgia‘ que de momento no vamos a poder bailar en la discoteca pese a su marcado componente bailable, pero que la han erigido en la reina del pop del momento. ‘Future Nostalgia’ no es una obra de dance radical, de hecho suena más hecho a medida para la radio y las playlists que para la pista de baile, pero sí se entrega a una variedad de ritmos uptempo a lo largo de sus primeras 7 pistas al menos, las cuales no dan tregua.
Uno de ellos es ‘Levitating’, que será single tarde o temprano… si el coronavirus lo permite. De hecho ya es el tema de ‘Future Nostalgia’ más escuchado en Spotify al margen de los singles y no es de extrañar: como canción disco es bastante más sencilla y feliz que cualquiera de los sencillos del álbum publicados hasta la fecha. Al contrario que ‘Don’t Start Now’, cuya estructura la hace progresar «in crescendo» hasta hacerla explotar en un final apoteósico, ‘Levitating’ es un chute de euforia desde el principio hasta el final que incluso consigue ir más allá gracias a un post-estribillo embriagador cantado a coro. Probablemente lo que necesitaba esta canción que habla ni más ni menos que sobre ese momento en que «te enamoras y sientes que estás levitando»: una estructura más clásica, sin misterios, los que tampoco incluye una letra llena de simpáticas referencias al espacio, la galaxia, las estrellas… o de rimas tipo «moonlight» y «starlight» que no suenan a cliché sino perfectas para lo que nos cuenta la canción musicalmente.
Cuenta Dua que ‘Levitating’ fue la primera canción que escribió de ‘Future Nostalgia’ «cuando sentí que ya tenía a todo el mundo a bordo con el concepto del álbum» y que, en ella, ha querido explorar un tipo de canción «feliz» que animara a la gente a bailar sin más. ‘Levitating’ es totalmente edificante como canción pop, mientras su producción alberga ese punto sofisticado que prima en ‘Future Nostalgia’. Stephen Kozmeniuk, que ya había trabajado prominentemente en el debut de Dua Lipa, y el gran Stuart Price, mano amiga de Madonna en ‘Confessions on a Dancefloor‘ y de Kylie Minogue en ‘Aphrodite‘, se reparten la tarea en una producción disco robusta que remite al trabajo de Basement Jaxx circa 2005 o de los franceses Cassius, lo cual cobra todo el sentido del mundo cuando descubres que la misma Dua ha dicho que la canción «tiene un punto a Daft Punk». Aunque la influencia improbable aquí es Blondie y está presente en el «middle 8»: «es como mi versión británica del rapear de Blondie. Sentí que necesitaba mostrar mi lado británico en el disco, porque a veces la gente no sabe de dónde soy». Lo que está claro es que ‘Levitating’ merece llegar a todas partes.
Esta semana, entre otros artistas, nos ha dejado Rafael Berrio. Un desconocido (o semi, siendo generosos) para una gran parte de su público potencial –a saber: aquellos que en algún momento se hayan sentido conmovidos por la música y la lírica de Lou Reed, Jacques Brel, Leonard Cohen o Bob Dylan, indistintamente; es decir, enorme– que, eso sí, ha dejado una huella imborrable en los que nos hemos aproximado a él en algún momento de su dilatada y no demasiado prolífica carrera. En nuestro obituario dedicado a él, advertíamos por algunos comentarios la necesidad de abrir un pórtico a su particular mundo. Nosotros, con toda la modestia y sin esnobismos, proponemos uno de esos posibles accesos a través de una playlist de 20 canciones.
Una playlist algo incompleta, eso sí, ya que algunos de sus ocho álbumes –’Una canción de mala muerte‘ (1996), con Amor A Traición, y ‘Planes de fuga‘ (1999), como Deriva– y singles –’Arcadia en flor’, la canción que entregó a Jonás Trueba para su film ‘La reconquista’, con la que estuvo nominado al Goya a Mejor canción original hace tres años– no están disponibles en Spotify –a modo de curiosidad, sí lo está la adaptación de la zarzuela de Pío Baroja ‘Adiós a la bohemia’ que perpetró con su amigo y socio musical Joserra Senperena–. Pero los seis álbumes que sí encontramos en esa plataforma de streaming, dan de sobra para trazar una imagen bastante certera, creemos, de las etapas que atravesó y de su descomunal talento para escribir canciones.
Por supuesto, ponemos en valor su loureedesco proyecto Amor A Traición, grupo que formaría, entre otros, con sus amigos del primer Donosti Sound, José Puerto e Iñaki De Lucas. Es sintomático del sino que le persiguió en su carrera señalar que le llevaría más de diez años completar ese ‘Amor a traición’, desde que rindiera su intento de cuajar en la nueva ola ochentera con UHF. Además del glorioso himno ‘No pienso bajar más al centro’, no falta esa ‘La misma mujer distinta’ que ya querrían para su cancionero Burning o el propio Loquillo. Del segundo disco de Deriva, ‘Harresilanda’, tan alejado del coyuntural electrorock de su primer disco, rescatamos con toda justicia (pese a que él renegaba últimamente de esa etapa) los claroscuros de ‘Algo delicado y difícil’ y una ‘No solo de amor’ que conecta a su manera (con ese gran bajo) con el otro Donosti Sound, el de La Buena Vida, Le Mans y AMA.
Por supuesto, están muy representados los trabajos hermanos que publicó en los primeros años de la pasada década, ‘1971‘ y ‘Diarios‘. Discos de vocación orquestal arreglados por el ya citado Senperena (conocido por sus trabajos para Duncan Dhu, Fito y Fitipaldis o Quique González, pero también por los de ‘Hallelujah!’ y ‘Album’ de La Buena Vida), en los que Berrio rebuscaba en sus raíces francófonas y se significaba como un chansonnier al más puro estilo de Jacques Brel, Charles Aznavour o Cohen, que tanto le marcaron. No podían faltar ‘Cómo iba yo a saber’, ‘Simulacro’, ‘La desgana’, ‘La alegría de vivir’, ‘Las mujeres de este mundo’… Canciones de una profundidad lírica abisal, que reflexionan con exquisita poesía sobre la existencia, el amor y el hedonismo.
Pero, como explicábamos, Berrio nunca dejó de tener el alma electrificada y, tras ese glorioso lapso de su carrera en el que apostó por la tradición popular europea, volvía al rock. En ‘Paradoja’, además, lo hacía de manera más enrabietada y ruidosa que nunca antes, como atestigua el noise rock crepitante de ‘En lo mórbido’. Pero sin renunciar a su inherente elegancia, como mostraban ‘Cambios a mansalva y decadencia’ y el genial single ‘Mis ayeres muertos’ –emociona como el primer día ese lema, «todo lo he visto, de todo me acuerdo»–. Su último álbum conocido, el aún reciente ‘Niño futuro‘, partía de esa faceta rockera y la atemperaba con cierta sobriedad y reposo, entregándonos maravillas como ‘Dadme la vida que amo’, ‘Considerando’, ‘Las tornas cambian’ o ‘Mi álbum de nubes del cielo’. No podíamos cerrar con otra canción que no fuera la propia ‘Niño futuro’, esa hipnótica y fascinante letanía dedicada a recién nacido que «homenajea a María Moliner», como llegó a decir. Es en todo caso, como decía, solo una puerta de entrada al universo Berrio en el que, ojalá, alguno se anime a profundizar a partir de aquí.
Seguro que no es fácil para un grupo camino de sus 25 años de existencia conseguir mantener viva la excitación y la chispa para seguir haciendo cosas juntos, para inspirarse y motivarse. El movimiento dado por Niños Mutantes en ‘Ventanas’ es el opuesto al que dieron en ‘Diez‘: si entonces apostaban por un sonido ruidoso y rocoso de mano de Abraham Boba y César Verdú de León Benavente, en este 12º álbum de su carrera se entregan hasta a cinco visiones («ventanas», dicen ellos) distintas, en cinco estudios diferentes de Madrid, Granada y Sevilla, e instrumentación y técnicas igualmente dispares. Una suerte bastante habitual en la música pop mainstream, pero totalmente atípica en el rock en general y el indie en particular (principalmente, por una cuestión de economía, imagino). El resultado es bastante interesante en tanto que desvirtúa la imagen preconcebida del grupo y les transfigura en otro/s, logrando que no todo sea tan predecible como pudiera aparentar.
Por ejemplo, el reputado Raúl Pérez –siempre refugiado en su famoso estudio sevillano La Mina, donde ha grabado desde a Pony Bravo a The New Raemon– lleva al grupo granadino a una juguetona aproximación a Sidonie en ‘Un tiro en el pie‘. En cambio Ángel Luján (experimentado productor para Xoel López, Tulsa o Anni B Sweet) lleva a los Mutantes a sonar en ‘Palabras para Julio’ (un estupendo juego lírico, que da una vuelta de género al poderoso y célebre poema de Goytisolo) a medio camino de Spoon y Lori Meyers. Y Noni y Doria de estos últimos, precisamente, se alejan un tanto de sí mismos en un numerazo kraut como es ‘Una noche‘, despistando tanto como Anxo y Carlangas de Novedades Carminha cuando dotan de un sugerente minimalismo el medio tiempo ‘El examen‘.
Es uno de los momentos más audaces e interesantes de ‘Ventanas’, aunque ninguno supera a la poderosa ‘La ausente‘, en la que Christina Rosenvinge se estrena como productora para otros de manera fascinante: juntos (porque además canta coros y el puente), nos venden la moto de que estamos escuchando una versión de un tema perdido de las mismísimas Mercedes Sosa o Violeta Parra.
Pero no: como cada corte de ‘Ventanas’, es un original de Juan Alberto Martínez (con aportaciones puntuales de la propia Christina o su compañero de grupo Nani Castañeda). Pero esa variedad es a veces un arma de doble filo en ‘Ventanas’, haciendo que resulte tan deslavazado que por momentos desconcierta. La ligereza de ‘Todo tiene un precio’ (en manos de Carlangas y Anxo), por ejemplo, se da un poco de bruces con la mirada a ese Xoel López que se arrimaba al folclore latinoamericano (‘Camino perdido’, creada con Pérez) o la épica pop cercana precisamente a Lori Meyers en ‘Húndete’ (con Luján, en este caso). En ese sentido, de todos los que más partido han sacado a Niños Mutantes y sus canciones han resultado ser los propios Lori, que les hacen sonar frescos en la sintética ‘Oxígeno’, y Rosenvinge, que de nuevo muestra buena mano en la sencilla y cruda ‘No una más’ (aunque termine resultado algo pesada en su minimalismo).
En lo lírico los altibajos pesan más: el potente (más allá del juego con el poema que musicó y popularizó Paco Ibáñez) discurso directo de ‘Palabras para julio’ («Estos días lentos de verano / te abren en dos como un cirujano»), los preciosos versos con sabor clásico de ‘La ausente’ («Las vueltas que da la vida / esas nadie las espera / Ni el fuego ni el agua pueden / gobernar a quien gobierna») o la simpática arenga anti-traidores, un poco León Benavente, de ‘Un tiro en el pie’ («No nos escribas más / Te vamos a bloquear / Vamos a hacerte un boicot, / que se sepa la verdad») contrasta con los más estéticos que profundos versos de ‘Todo tiene un precio’ («Todo tiene un precio / la cuestión es si tú quieres ponerlo») o ‘El examen’ («Has vuelto a suspender / el examen de conciencia / y eso que conocías el temario de memoria»). Todo, en general, dentro de ese «centrismo musical» al que aludían recientemente Triángulo de Amor Bizarro (como algo de lo que huir, sí). Así y todo, ‘Ventanas’ es un experimento positivo en general, que revitaliza al veterano grupo de Granada y les aporta una frescura quizá inesperada.
Calificación: 6,8/10 Lo mejor: ‘La ausente’, ‘Palabras para Julio’, ‘Una noche’, ‘El examen’, ‘Un tiro en el pie’ Te gustará si te gustan: Lori Meyers, Xoel López, Sidonie Youtube:vídeo de ‘Palabras para Julio’
Incluso con las tiendas físicas cerradas, la batalla por el número 1 de álbumes en Reino Unido ha estado muy interesante esta semana. El nuevo disco de 5 Seconds of Summer arrollaba el pasado finde en ventas al nuevo de Dua Lipa, venciéndola por siete mil unidades de diferencia. Exactamente 19.200 copias de ellos por 12.200 de ella. Sin embargo, la cantante recortaba posiciones durante toda la semana gracias a su streaming y a una promoción de su web que incluía la venta de cassettes firmados.
5 Seconds of Summer veían cómo cada día la distancia entre ambos disminuía. De lunes a martes ellos vendían solo 600 unidades más, y Dua Lipa 4.700. La victoria parecía pan comido para ella teniendo a su favor el streaming. De hecho, según las «midweeks» del jueves, ‘Future Nostalgia‘ había vendido casi 27.000 unidades y ‘CALM’ 22.500, por lo que ya era número 1. Pero al final ha habido vuelco.
5 Seconds of Summer habían decidido contraatacar y rebajaban los precios de su disco en iTunes hasta las 3,99 libras, promocionando también a través de redes la venta del álbum y otros items a través de su web. Sus fans se han movilizado y al final el grupo australiano ha vendido 34.941 unidades, por 34.390 de Dua Lipa. Ellos han vendido 12.000 cassettes (!) y ella 3.000 vinilos (!). Dua Lipa tiene muchos más puntos de streaming, lo que obviamente le dará más aguante a la larga; pero en cuanto a la primera semana, las ventas a través de la web de 5 Seconds of Summer ha sido decisiva.
Cancelar el lanzamiento de tu disco DEBIDO-AL-CORONAVIRUS o tirar para adelante. Posponerlo porque no parece lo correcto publicar un álbum de música pop con la cantidad de miles de personas que están muriendo en el mundo a diario… o de hecho hacerlo porque media humanidad está confinada y muy necesitada de cualquier forma de entretenimiento. Retrasarlo porque las tiendas físicas están cerradas y te enfrentas a vender cero o idear un plan para combatir eso.
Los estudios dicen que está subiendo el consumo de internet en casa, como es obvio, y el consumo de televisión en particular. Pero nada parece indicar, por contra, que haya subido el consumo de música en streaming: si en la semana del 26 de febrero, una canción requería 4,8 millones de reproducciones a nivel global para llegar al top 200 semanal de Spotify, en la semana del 27 de marzo, el listón bajó a 4,4 millones de reproducciones, un 8% menos. Mucha gente escucha música en el trayecto al trabajo o a clase en metro o en coche, al salir a correr o en el gimnasio y esas actividades, como tantas otras, han desaparecido de nuestras vidas. Escuchar música puede ser una actividad social o familiar, pero no tan habitual como sentarse a ver una serie o una película, y con ese escenario muchos artistas han decidido posponer sus discos inminentes, como ha sido el caso de Lady Gaga, Haim o Hinds.
Muchos artistas que pensaran sacar sus álbumes por sorpresa o de manera programada esta primavera no lo harán -sí lo ha hecho por ejemplo Childish Gambino-, pero el verdadero dilema era qué hacer con una campaña que ya estaba empezada, como eran los casos de The Weeknd, Dua Lipa, The Strokes o J Balvin. Cuando los singles principales están en el mercado, en la radio, en las playlists de moda, es una difícil decisión si seguir adelante con lo planificado o abortar misión. J Balvin no tenía problema casi porque no depende del formato físico en absoluto, todo lo bueno o lo malo que le pase depende enteramente de Youtube, Spotify y plataformas similares, pero para otros artistas encontrarse con las tiendas vacías puede ser un problema grave, pues van a perder oportunidad, en concreto la de vender decenas de miles de copias. En muchos casos, se vende un porcentaje muy alto del total esperable solo durante la primera semana, o incluso durante el primer día. Para cuando las tiendas vuelvan a abrir, se corre el riesgo de que el hype sobre tu disco se haya esfumado en un 50% o más. Por eso, Bunbury ha pospuesto su álbum sine die.
Dua Lipa no se ha visto en la peor de las disyuntivas. Su público es joven, no compra demasiado en físico, y sus streamings son muy altos. Por supuesto, la promoción de ‘Future Nostalgia‘ se ve profundamente afectada (entrevistas, televisiones, etc), hasta el extremo radical de que toda su gira se ha pasado al año que viene, pero con el álbum filtrado no tenía opción: tenía que lanzar el disco ya sí o sí. Para Lady Gaga ha debido de ser más complicado: su público es algo mayor, aún compra bastante en físico y ‘Stupid Love’, sin ser un macrohit, ha funcionado bien en los países anglosajones, siendo exactamente la canción más radiada en este momento en Reino Unido. Es un contratiempo por tanto que el disco no salga finalmente el 10 de abril. Para paliar daños, el rumoreado single junto a Ariana Grande que iba a salir el día 27 de marzo -nunca se confirmó ni una cosa ni la otra- no se ha editado, ni seguramente lo haga hasta que el grueso de la crisis pase.
Que puede ser dentro de mucho. Estados Unidos es obviamente el mercado más importante para los artistas internacionales, pero también el que parece que va a ser más sacudido por el COVID-19. Ya con más de 200.000 contagiados, lejos del pico de la curva de contagios, y con pronósticos de hasta 240.000 muertos por el coronavirus, nadie está pensando en cuándo abrirán las tiendas de música estadounidenses por razones evidentes.
Lo que no quita que algunos estén recurriendo a imaginativas técnicas para de hecho vender sus discos y tener entretenidos a los fans. Hay una campaña para seguir comprando CD’s y vinilos online, sobre todo en tiendas pequeñas, para que la industria se hunda un poco menos de lo que se va a hundir, y apoyar al pequeño comercio. Suponemos que esta campaña dejará cifras anecdóticas, pero lo que sí está funcionando con cifras más que saludables es la venta a través de las propias webs de los artistas, con pedidos especiales.
The Weeknd ha conseguido que cuele en el Billboard 200 el sistema de ventas de su web, que incluye una copia digital de ‘After Hours‘ junto a decenas de «items» entre los que se incluyen sudaderas, posters firmados, camisetas y llaveros. Por haber, hay hasta ceniceros, relojes de pared, barajas de cartas y chupa chups, todo ello con los mp3 de las canciones. Son los «bundles» tan habituales del mercado americano. Así -y sumando su monstruoso streaming- ha «vendido» 440.000 copias en una semana solo en EE UU. Es como si la pandemia no existiera. Dua, por su parte, que veía cómo 5 Seconds of Summer iban a quitarle el número 1 en Reino Unido, se ponía a firmar cassettes de colores de neón ochentero como una loca y a venderlos a través de su web. ¿Qué mejor tenía que hacer, encerrada en casa, que sentarse con una montaña de cintas y un rotulador? Ya os lo digo yo: nada. Como resultado, ha vendido miles de cassettes, hasta agotarlos, según se ha reportado en las «midweeks», y ‘Future Nostalgia’ presenta una cifra semanal apañada (34.000 unidades en las islas, top 2, eso sí), inferior a la que habría obtenido con las tiendas abiertas, pero muy digna -más, desde luego que las españolas-. No salvará al mundo, pero la función de la música también es entretener, divertir y servir de evasión para tiempos difíciles, y tanto Abel como Lipa lo han cumplido desde diversos ángulos.
The Associated Press informa hoy de la muerte, a los 81 años, de Bill Withers, debido a complicaciones cardiovasculares. Uno de los artistas de soul y R&B más queridos e influyentes, Withers firmó clásicos inmortales de este género como ‘Ain’t No Sunshine’, ‘Lovely Day’ o ‘Lean on Me’ que siguen siendo escuchados masivamente hoy en día. Precisamente ‘Lean on Me’ ha adquirido una nueva revelancia en Estados Unidos durante la pandemia al ser versionada por personal sanitario y artistas.
«Estamos devastados por la pérdida de nuestro querido marido y padre», ha expresado la familia de Withers en un comunicado. «Un hombre solitario con un corazón que buscaba conectar con el mundo, y que con su poesía y su música, habló honestamente con la gente y nos conectó los unos a los otros. Por muy privadamente que viviera su vida junto a su familia y allegados, su música pertenece al mundo».
De la mano de Sussex Records, Withers publicó su primer disco en 1971, un ‘Just As I Am’ que incluía la mencionada ‘Ain’t No Sunshine’, el mayor éxito del álbum a pesar de que originalmente fue editada en la cara B del single ‘Harlem’n. Con su segundo álbum, ‘Still Bill’, editado al año siguiente, Withers volvió a triunfar gracias al éxito de ‘Lean on Me’, ‘Who is He (and What Is He to You)’ y ‘Use Me’ y, más tarde, el artista compondría la mítica ‘Lovely Day’. Entonces, Sussex Records entraría en quiebra y Withers ficharía con Columbia Records, multinacional con la que terminaría desencantado por el control que ejercía sobre su trabajo.
Por esta razón, Withers solo seguiría publicando álbumes hasta mediados de los años 80, pero su música continuaría siendo escuchada en décadas posteriores. Esta ha sido utilizada en multitud de películas (incluso inspiró una, ‘Lean on Me’), versionada por artistas como Barbra Streisand, Michael Jackson, Aretha Franklin, Tom Jones, Linda Ronstadt, Paul McCartney o Sting y sampleada por otros como Blackstreet (‘No Diggity’)’, Black Eyed Peas (‘Bridging the Gap’) o Kendrick Lamar (la desconocida ‘I Do This’). La influencia de Withers es perceptible hoy en día en el sonido de artistas de soul contemporáneo como Michael Kiwanuka, Alicia Keys, Macy Gray, Jamie Woon o Gabriel Garzón-Montano. Os dejamos con sus tres grandes clásicos.
‘Élite’ es una de las series de Netflix del momento en todo el mundo, y aunque su tercera temporada ha decepcionado, también ha vuelto a sorprender con su selección musical, la cual ha contado con nombres como Chvrches, Mala Rodríguez o Putochinomaricón.
Pronto, Omar Ayuso nos descubrirá su música favorita en una nueva entrega de «tipo test», pero antes hay que hablar de la incursión musical de otro de los protagonistas de la serie, Aron Piper (Ander). Piper ya había hecho sus pinitos en la música, pero este es su primer single en condiciones. Se trata de una canción de trap melódico llamada ‘Sigo’, muy melancólica, para la que Aron ha contado con las colaboraciones del rapero Moonkey y del productor MYGAL, y que ya está disponible en las plataformas.
‘Sigo’ retrata la desesperación de Aron ante un amor no recíproco, en frases como «sigo llamándola, sigo buscando las maneras de tenerte, sigo muriéndome porque no sé qué hacer»; pero tampoco deja de lado el «braggadocio» propio de este estilo en líneas como «sigo matando el beat, voy a hacerme otro hit, voy a comerme tu ego, todo por la nariz, hasta ver el cielo». ‘Sigo’ no es mucho peor que muchas canciones parecidas que salen diariamente, de hecho muestra una reinvención muy convincente por parte de Aron Piper, de actor de moda a cantante de trap.
Lindsay Lohan publicó dos álbumes entre 2004 y 2006, llamados ‘Speak’ y ‘A Little More Personal’, en los que se entregaba a los sonidos pop-rock del momento. La vorágine mediática a la que sucumbía su vida después de estos lanzamientos la han mantenido apartada de la música durante años, y al margen de algún tema suelto como ‘Bossy’ ya ausente de las plataformas de streaming, su producción musical ha sido casi inexistente: el mayor hit que ha protagonizado la actriz en los últimos tiempos es el famoso meme de su baile en Mykonos.
La protagonista de ‘Mean Girls’ había anunciado su regreso a la música con el lanzamiento de un single sobre la depresión llamado ‘Xanax’ que permanece inédito. Lo que presenta hoy es un tema diferente, un ‘Back to Me’ de sonido electro-pop para el que ha contado con la colaboración de la cantante y compositora finesa ALMA, conocida por éxitos como ‘Chasing Highs’.
Explica Lohan que ‘Back to Me’ habla sobre «redescubrirte y aceptarte a ti misma» y sobre «cerrarle la puerta al ruido exterior, caminar hacia adelante y dejar ir el pasado, sobre vivir en el momento». La canción no tiene pinta de ser el gran «comeback» que buscaba, pero al menos quedará como regalo para sus cientos de miles de fans.
Rock in Rio Lisboa se celebraba este año en el mes de junio con un cartel en el que JENESAISPOP era medio colaborador, y que contaba con la presencia de artistas de pop y rock de primera línea como Camila Cabello, Foo Fighters, The National, Post Malone, Liam Gallagher o Anitta, además de con leyendas de los 80 como Duran Duran y a-ha y con grupos ibéricos como los portugueses Xutos & Pontapés o los españoles El Columpio Asesino.
El festival se aplaza, como es lógico, debido a la emergencia sanitaria, y explica que tras estudiar todas las opciones, y al ver inviable la celebración del festival en mayo, este tendrá lugar ahora durante dos fines de semana el próximo verano, en concreto del 19 al 20 de junio y del 26 al 27 de junio de 2021. Las entradas ya compradas seguirán siendo válidas para las nuevas fechas, dando la opción de elegir el día cuando se confirme el cartel.
Por otro lado, La Casa Azul también aplaza fechas, en concreto las que le traían a Madrid este mes de abril para seguir presentando el excelente ‘La Gran Esfera‘. Las fechas originales eran el 23 y el 24 de abril, las cuales pasan al 17 y al 18 de septiembre. Se mantiene el recinto, La Riviera.
Por más que parezca que todo está paralizado, también en la música, nada más lejos de la realidad: pese a que haya artistas que demoren los lanzamientos de sus nuevos álbumes (Rufus Wainwright o Chucho entre los últimos), hay otros que persisten en sus planes y publican los discos anunciados que recogemos en nuestra playlist de novedades Ready for the Weekend. Por ejemplo hoy llegan los nuevos trabajos de Purity Ring, Thundercat, M. Ward, Empress Of, Yaeji, TOPS, Anna Burch, Mystery Jets, Steve Aoki, Diana Gordon (primer trabajo de la artista R&B que comenzó su carrera escribiendo para Beyoncé), Everything Is Recorded (proyecto de Richard Russell, capo de XL Recordings), Kiana Ledé, los barceloneses Thee Operators (pasándose al castellano en su nuevo disco de power pop), Virgen María (transgresor proyecto musical de María Forqué, que vuelve con colaboraciones de Tomasa del Real o MC Buzzz), Black Atlass y Miriam Rodríguez (segundo largo de la finalista de OT 2017). Además, también se editan hoy EPs de Love Generator (nuevo proyecto de Calvin Harris), Kakkmaddafakka, Headie One (la promesa del grime se acompaña de nada menos que FKA twigs o Jamie xx), Bambikina, Spector, Mediapunta y la promesa pop británica Zuzu.
Junto a esa larga lista de discos, también podemos disfrutar de numerosos nuevos singles interesantes, como los que nos han venido presentando en las últimas horas/días Carolina Durante, Frank Ocean, Drake, Guitarricadelafuente, Rels B & Nathy Peluso, The Magnetic Fields, Karol G & Anuel AA, Diamante Negro, Orville Peck o María Escarmiento. Los regresos de Nueva Vulcano y Renaldo & Clara (muy sorprendente su nueva perspectiva sonora) en el plano estatal se contraponen a los de Lindsay Lohan (!), Troye Sivan o Future en el internacional, mientras que The 1975, Hayley Williams, Rolling Blackout Coastal Fevers, Belako, The New Raemon, Jess Williamson, Damien Jurado, Rina Sawayama, EOB (Ed O’Brien de Radiohead), Gepe, Kllo, Técnicas y Procedimientos (feat. Tulsa), Boy Azooga, Lido Pimienta, Mi Capitán, Eve Owen (protegida de Aaron Dessner de The National), Martin Frawley (ex-Twerps), No Age, Malena Zavala o Iceage siguen desgranando (o comienzan a hacerlo) sus próximos trabajos. Con ellos, encontramos novedades de Biig Piig, Recycled J, Madison Beer, Apartamentos Acapulco, Cosmen (bajo ese nombre debuta en solitario Javier Egea de Cosmen Adelaida), Os Peregrinos, DaBaby, Kygo & Sasha Sloan, Mr. Oizo & Roméo Elvis, BIA, ARON (inesperado debut musical del actor de ‘Élite’ Arón Piper), Leiva, Bejo, Bazzi o los prometedores Vlossom y Clara Mae.
Esta semana, además, The Weeknd ampliaba la edición deluxe de ‘After Hours’ con tres inéditos y Monterrosa sorprendían actualizando el hit que planta cara al COVID-19, ‘Resistiré’ de Dúo Dinámico. Como ellos, también han lanzado versiones de temas ajenos The Levitants (por Britney Spears) o Amber Mark (por Nirvana), mientras que otros, como Mavis Staples & Jeff Tweedy (Wilco) o José Ignacio Martorell (FKA Jonston, en este caso dentro del proyecto solidario Music For Gloves) han matado la tusa del confinamiento con composiciones nuevas. También hay quienes rehacen temas de sus respectivos últimos discos, como Sharon Van Etten (con Norah Jones) o Local Natives (con Jonathan Wilson), o quienes, como Alessia Cara, presta un inédito a una BSO. Chromatics, por su parte, lanzan una especie de apéndice a ‘Closer to Grey’, con nuevas versiones de algunos de sus temas aderezado con nuevos temas. En la parte más emotiva, Psychic Ills despide a su fallecido guitarrista Tres Warren con un single que incluye versiones inéditas de Beach Boys y Charles Manson.
Rodrigo Cuevas sigue presentando ‘Manual de cortejo‘, su gran trabajo hecho mano a mano con Raül Fernández «Refree» en el que actualiza el cancionero asturiano y sobre el que teníamos oportunidad de hablar hace unas semanas con su autor. El artista presenta hoy su anunciado videoclip para ‘Muerte en Motilleja’, que está dirigido en blanco y negro por su colaborador habitual Ricardo Villoria y ha sido rodado en la localidad madrileña de Chinchón como informa El Comercio.
El vídeo de ‘Muerte en Motilleja’ presenta a Rodrigo Cuevas en una serie de escenarios rurales tales como el interior de una casa de campo (tanto en su salón como en una de sus habitaciones o a la entrada, ante la que Rodrigo baila una jota matando la cámara con la mirada) o dentro de la histórica bodega de Chinchón, y es una sucesión de fotogramas memorable unos después de otro en la que el vino resulta tener un protagonismo fundamental.
La canción, adaptada de una composición antigua, habla por supuesto sobre la muerte y el legado que dejamos una vez hemos desaparecido. «Cuando la muerte acecha, cuando se puede sentir el frío aliento del fín en la nuca; el ser humano es capaz de llegar analizar lo esencial, desechar lo banal, encontrar la pureza, despreciar el odio y abrazar las cosas de nuevo, como si uno volviese a nacer», explica Cuevas en el texto promocional. «En el mundo antiguo, el de nuestros abuelos, y en el de los abuelos de éstos; la muerte era algo presente, de lo que se hablaba claramente, cara a cara. Porque es verdad, porque es necesaria y porque es tremenda, y sabían que la única forma de que la muerte no fuese olvido era hablando, contando». El artista concluye: «Contémonos lo que nos asusta, lo que nos queremos, juntémonos y contémonos cosas, porque ni las cosas ni las personas se acaban con su muerte: nada más se acaba lo que no se cuenta».
Guitarricadelafuente, conocido por canciones de pop acústico bastante intensas como ‘Guantanamera’, ‘ABC’ o ‘Agua y mezcal’ a pesar de que el propio músico nos ha contado que «ser intenso es algo que quiere evitar», vuelve con la primera muestra de su trabajo hecho en colaboración con Raül Fernández «Refree», uno de los hombres del momento después de haber trabajado de manera clave en proyectos más o menos recientes de Rosalía, Sílvia Pérez Cruz, Rodrigo Cuevas, Niño de Elche o Amaia.
El primer single del disco que Guitarricadelafuente prepara para este año y que el cantante valenciano ha empezado a producir junto a Refree es ‘Desde las alturas’. El tema, que ya había sido estrenado en directo, presenta el sonido aflamencado que asociamos de un tiempo a esta parte al autor de ‘Nones’ y que ya asociábamos al co-autor de ‘nana triste’ de Natalia Lacunza, en este caso gracias a la presencia protagonista de una guitarra española que se cruza con el sonido de un órgano y con el de un atmosférico teclado. Todo esto da lugar a una de las producciones más interesantes y maduras presentadas jamás por Álvaro Lafuente.
Acorde al componente clásico y folclórico de ‘Desde las alturas’, la letra de la canción aúna lo religioso con lo bucólico y lo sensual. Así, versos como «cuál es tu pena, el tiempo lo cura, tengo la piel de la aceituna» se suceden con otros dirigidos a una «santa» que vela al intérprete desde el cielo, a la que este clama: «dame más de tu parsimonia al caminar, dame más de los secretos de tu boca que no se pueden pronunciar». El videoclip de ‘Desde las alturas’, dirigido por Pedro Artola, refuerza el elemento bucólico de la canción acompañándolo con imágenes nostálgicas de la niñez que funcionan al modo de los recuerdos.
Frank Ocean ha publicado sus dos temas nuevos a las plataformas de streaming. Algunos fans ya habían podido escuchar las versiones originales de ‘Cayendo’ y ‘Dear April’ en exclusiva, al recibir los vinilos que habían pedido a través de la tienda web del artista, pero las canciones ya están disponibles para que todo el mundo las escuche.
Se trata de dos melancólicas baladas en las que mandan la presencia de la voz de Frank Ocean y el sonido de una guitarra eléctrica, pero en las que también encontramos sutiles arreglos electrónicos. ‘Cayendo’ es una bonita canción de amor interpretada mayormente en español, lo cual ha sido inédito en la carrera de Frank hasta la fecha. Poéticamente, Frank canta: «Lo que él quiere de ti yo no se lo negaría / Si esto no me ha partío’, ya no me partiré nunca / Si puedo soportar lo que siento, ¿por qué me ‘toy cayendo?»
Por otro lado, ‘Dear April’ sí está cantada totalmente en inglés y retrata con nostalgia la relación fugaz entr dos amantes. «Querido abril, estábamos seguros durante un tiempo, estábamos seguros mientras pasaban los años, si pudiéras llevar a dos extraños hacia cierto tiempo y lugar, como llevaste a estos dos extraños y nos hicistes nuevos», canta Frank en esta composición marcada también por el sonido de un teclado ambiental. Previamente, ‘Cayendo’ y ‘Dear April’ habían sido remezcladas por Justice y Sango. Suceden al lanzamiento ‘In My Room‘ de hace unos meses.
Drake ha publicado nuevo single, ‘Toosie Slide’. El tema, que rima «satisfaction» con «Michael Jackson» cuando la imagen del autor de ‘Thriller’ no puede estar más cuestionada a día de hoy y Janet estaba literalmente ahí, lleva filtrado varios días y se ha viralizado en TikTok, por lo que el canadiense ha decidido precipitar su lanzamiento. Lo cual es curioso porque el estribillo «desliza tu pie izquierdo, desliza tu pie derecho» no puede sonar más pensado para arrasar en la mencionada red social. ¡Qué suerte tienes, Drake!
El autor de ‘Scorpion‘ sabe perfectamente lo que es que una canción suya se viralice a lo grande: su single ‘In My Feelings’ fue uno de los mayores fenómenos de 2018 tras inspirar un «dancing challenge» en internet y terminó liderando la lista del Billboard Hot 100 durante 10 semanas. De momento, lo que recibe ‘Toosie Slide’ además de un viral en TikTok es un vídeo dirigido por Theo Skudra y rodado en la mansión del músico.
En las últimas semanas, Drake ya había sido noticia gracias a varias novedades musicales. En primer lugar escuchábamos ‘When to Say When’ y ‘Chicago Freestyle’ pocos meses después de que el canadiense editara el single ‘War’ en el que parecía lanzar pullas a The Weeknd; y en segundo, el autor de ‘Scorpion’ aparecía por sorpresa en una versión nueva de ‘Oprah’s Bank Account’ de Lil Yachty, actualmente una de las canciones más virales del mundo en Spotify.
Recientemente, el autor de ‘Hotline Bling’ ha copado titulares también por mostrarse por primera vez en las redes junto a su hijo, Adonis.
Abanderados de un tipo de producción sintética y oscura que ha influido a superestrellas como Lorde, Purity Ring estuvieron a punto de dar un salto a la primera línea del pop cuando aparecieron en los créditos de tres canciones de ‘Witness’ de Katy Perry. Pero ni esas canciones fueron extraídas como sencillos, ni ese disco funcionó nada bien, ni el dúo quedó conforme con la experiencia. Su problema no es con la cantante, sino con la industria en general y los campos de composición en particular. Dice ahora la líder del dúo Megan James en una entrevista: «Es duro porque siento que tengo que ser amable con la música pop, pero hay muchas cosas de Los Ángeles que he descubierto que no me gustan nada».
Por tanto, no parece que vayan a volver a repetir la experiencia en absoluto: «Preferimos dedicar nuestro tiempo a escribir nuestras propias canciones porque es la razón por la que hacemos música. Me parece que no deberíamos dar eso por hecho. Cuanta más gente metes en una habitación o en una canción, menos tuya es. Me di cuenta enseguida. Cuanta más gente, más duro es pelear por tu parte. Y casi siempre con hombres». No hay en el tercer álbum de Purity Ring por tanto concesión alguna a la industria, ni tampoco a su opuesto -por ejemplo, un disco más oscuro con el que huir abiertamente de ella-. ‘WOMB’ es un álbum con el que simplemente han querido reafirmarse a sí mismos. Volver a hacer lo que más les gusta.
El grupo formado por la vocalista Megan James y el multiinstrumentista Corin Roddick hizo olvidar aquella cosa llamada witch-house con un buen debut llamado ‘Shrines‘ (2012) y se consolidó con un buen segundo disco un poco más orientado al pop llamado ‘Another Eternity‘ (2015). ‘WOMB’ no mueve ficha en ninguna dirección aunque a veces lo parezca. El muy buen single ‘stardew’ incorpora, además de un piano y el sonido de una caja de música, unos sintetizadores un tanto trance que lo acercan a lo que un día fue el sonido de Radio 1 (pienso en Faithless, mucho después Niki & The Dove o el momento más oscuro de Ellie Goulding, el cual juro que existió).
Sin embargo, ‘WOMB’ deja esta pista para el final y es un glorioso cierre, eso es cierto, pero el desarrollo del disco echa de menos precisamente eso, un desarrollo hacia algún lado, especialmente en una segunda mitad en la que el acercamiento a la new-age con gaitas de ‘vehemence’ es vago, la melodía de ‘silkspun’ es algo aparatosa y ‘almanac’ parece un tema de transición. Por suerte, la primera mitad sí contiene producciones más centradas y que van a contentar a quienes echasen en falta el sonido de Purity Ring: el reptante inicio con ‘rubyinsides’, las voces distorsionadas que abren ‘pink lightning’ y el estribillo luminoso de ‘peacefall’ estarán en las correspondientes playlists con lo mejor de su trayectoria.
Líricamente, persiste el imaginario de Megan James que nos habla de «tormentas que no mueren» y por las que no podemos «parar de llorar» (‘pink lightning’), muerte y vejez (‘rubyinsides’), contrastes entre «noche» y «luz» (‘peacefall’, ‘sinew’), «montañas que se abren» (‘vehemence’), el «fondo del océano» (‘silkspun’) y el «universo que nos traga» (‘almanac’). Entre todas, destaca la función de ‘femia’, que con más referencias naturales Megan ha dedicado a una tía suya que ha fallecido y en la que habla de heteropatriarcado, pues según sus propias palabras gran parte de las metáforas del álbum van encaminadas a expresar cómo «la mujer y las personas de género no binario han de luchar por su parcela de poder». Purity Ring, cuando menos, logran asentar frente a las modas una voz propia.
Calificación: 7/10 Lo mejor: ‘stardew’, ‘peacefall’, ‘rubyinsides’, ‘i like the devil’ Te gustará si te gusta: un cruce entre Crystal Castles y Chvrches, Niki and the Dove, los anteriores Youtube:vídeo de ‘stardew’
Los duetos mixtos en el pop triunfan. Que se lo digan a Rihanna y Drake, o a Karol G y Anuel AA, o a Shakira y Maluma, o a C. Tangana y Rosalía, o a Lola Indigo y Don Patricio. El último dúo hombre-mujer en probar suerte en nuestro país lleva los nombres de Nathy Peluso y Rels B. Su propuesta es ‘No se perdona’.
¿Y qué proponen Nathy y Skinny Flakk en ‘No se perdona’? La canción es una producción de dancehall melancólico con base firmada, entre otros, por Alizzz e Itchy & Buco Sounds, mientras el vídeo es una superproducción dirigida por Miguel Angulo y producida por Agosto que alterna ambientes oscuros y urbanos con otros más bien medievales aunque parezca mentira. Las uñas de Nathy merecerían un «featuring» aparte, pero eso ya lo esperábamos.
La pandemia generada por la propagación mundial del COVID-19 está dejando cifras dramáticas de contagios y fallecimientos, principalmente, además de un panorama económico totalmente incierto y preocupante que habrá que analizar a medida que el coronavirus vaya remitiendo. En el mundo de las artes, está dejando pérdidas personales muy dolorosas, pero también muestras de solidaridad y ánimo. Y también alguna curiosidad como la que hoy contamos, que tiene un poco de lo último además: en las últimas semanas el exitoso grupo OneRepublic, comandado por el reputado compositor y productor Ryan Tedder (Adele, Beyoncé, Taylor Swift), se ha visto obligado a quedarse encerrados en un estudio de grabación tras saber que un miembro del equipo había estado en contacto con una persona infectada.
“Estábamos en la última semana antes de la entrega de nuestro quinto álbum de estudio cuando la OMS declaró la pandemia”, explica Tedder. “Algunos de nosotros, sin saberlo, estuvimos en contacto en Londres con alguien contagiado y nos vimos obligados a permanecer en cuarentena en mi estudio de L.A. durante dos semanas. Solo nos quedaban dos temas para terminar, uno de ellos acabó siendo ‘Better Days’”, añade, que como no podía ser de otra forma habla de “experiencias personales y eventos que nos han ocurrido”. “Eso es lo que sucede cuando escribes una canción durante una crisis”. Dado ese trasfondo, OneRepublic han decidido donar parte de los beneficios de esta canción, estrenada hace unos días, al fondo dedicado a los damnificados por el COVID-19 que ha creado la fundación MusiCares®, para ayudar a la comunidad musical afectada por la pandemia. Además, han invitado a sus fans a grabarse con una app de video para generar el clip oficial de la canción en base a esas imágenes.
Esas dos canciones terminadas en esa situación forman parte de ‘Human’, el nuevo disco del grupo cuya publicación se prevé para el día 8 de mayo y que lucirá el llamativo portadón sobre estas líneas. Además de ‘Better Days’ y ‘Didn’t I’ –tema que lanzaron justo cuando el estado de alarma llegaba a España–, ‘Human’ incluirá los singles presentados en los últimos meses de 2019, ‘Wanted‘, ‘Somebody To Love‘ y ‘Rescue Me‘. La expansión del COVID-19, precisamente, obligó al sexteto a cancelar repentinamente su gira europea, pero ya planean volver para presentar ese quinto disco de estudio. De hecho, ya se ha confirmado una actuación el próximo día 2 de noviembre en el Palacio Vista Alegre de Madrid.
¿Aburridos de estar todo el puto día en casa? Como ella, ella, ella y todas. Pero hay una diferencia: mientras unos intentamos no quedarnos incrustados al sofá o vegetar más de lo mentalmente saludable, otros se proponen dominar el mundo. Sí, sí, sin moverse de su casa. Hablo de la pareja sentimental y artística que forman Karol G y Anuel AA, que se acaban de sacar de la manga un single que, o mucho nos equivocamos, o estaremos escuchando hasta en la sopa (es decir, el balcón de casa cuando salgas a aplaudir cada tarde) en las próximas semanas.
Se trata de ‘Follow’, un single conjunto en el que han puesto los mimbres para que sea un nuevo éxito comercial. Para empezar, supone un nuevo tema de la colombiana y el puertorriqueño tras dos precedentes de monster-hit como ‘Secreto‘ y ‘China‘ –en este caso, con aun más invitados a su pary–. Y para seguir, lo perpetran con una base de Ovy On The Drums, artífice de la base del éxito de Karol este año, una ‘Tusa‘ junto a Nicki Minaj que aún colea. La relación de originalidad y gancho es inversamente proporcional en ‘Follow’: no es nada que no hayamos escuchado ya en el último par de años –en todo caso, se agradece el ocasional guiño dancehall–, pero su estribillo es irresistible.
Mención aparte para una letra que, ahondando en un flirteo en Instagram, rima con poco tino «caro» con «descaro» y «Calle 13» con «se humedece». En su plan de dominación mundial, sin embargo, el dúo no ha podido esta vez irse a un club lleno de bailarinas o apoyarse en coches de lujo en escenarios futuristas para su videoclip. Ante la crisis sanitaria, se han tenido que conformar con filmarse mutuamente en su domicilio, metidos en la bañera o mirando por la terraza. Claro que no estamos hablando precisamente de un apartamentillo modesto: si se enfurruñan, tienen sitio de sobra para no tener que mirarse a la cara durante un rato, al contrario que la mayoría de los mortales.
En pocas horas Carolina Durante publican un nuevo single. Es ‘La canción que creo que no te mereces‘, la tercera canción nueva que la banda madrileña publica desde que el año pasado editara su primero esperado y luego exitoso álbum debut ‘Carolina Durante‘, y esta vez nos sorprenden de veras. No tanto por la presencia en ella de Jota de Los Planetas, que en realidad se limita a hacer interesantes contrapuntos y armonías vocales bajo la voz más llevada al límite de Diego Ibáñez, sino porque se trata de algo similar a una balada. Una balada vengativa en la que Ibáñez ajusta cuentas con una ya ex y un tercer implicado, y cierto aire de «nana galáctica» que, efectivamente, conecta con el universo planetero. Pese a ese insólito enfoque musical en ellos –no inédito, pero sí menos frecuente que su lado impetuoso–, ‘La canción…’ vuelve a estar presidida por un derroche de energía y, sobre todo, un gancho (“¡No estoy aquí pa’ sufrir!”) que no cabe duda será coreada a voz en cuello en sus próximos conciertos… sean cuando sean.
Hace unas horas hemos tenido la oportunidad de charlar precisamente con Diego sobre este lanzamiento, nuestra Canción del Día de este viernes 3 de marzo, que forma parte de un single o EP que verá la luz próximamente, grabado con suerte apenas unos días antes del estado de alarma en el estudio de Paco Loco en El Puerto de Santa María. Sobre esa grabación, la colaboración con Jota, sus planes y las cancelaciones de conciertos y festivales próximos a causa del COVID-19, hablamos con él por vía telefónica.
He podido escuchar la canción y, bueno, os felicito, está muy guay.
¿Sí? ¿Te gusta?
Sorprende, porque no esperaba un medio tiempo, pero al final engancha, la verdad.
Joder, me alegro, gracias. Sí, cuando yo se la pasaba a amigos cuyo gusto aprecio, me decían eso, que no esperaban en absoluto esto, una canción que es una especie de balada. Muy planetera, pero balada.
¿Cómo nace esta canción?
Es una letra que tenía escrita hace tiempo. La hicimos entre Mario y yo. No recuerdo si tenía también la melodía y él la línea de guitarra, ese punteo del principio. Fui un día a su casa y salió fácil. Va junto a otras dos que grabamos hace unas semanas, justo antes de que ocurriese todo esto. Tuvimos la ocurrencia de ir a grabarlas a Cádiz, al estudio de Paco Loco. Y hemos tenido suerte de hacerlo entonces, porque si lo hubiéramos planeado para estas semanas, imagínate… La única putada ha sido el videoclip, que hemos tenido que cambiar el plan y contar con una ilustradora y un animador para hacerlo. Pero como es algo que no habíamos hecho nunca, ha sido curioso.
Lo ha hecho la ilustradora Silvia Bezos, ¿no? Es muy guay…
Sí, y mogollón de peña involucrada, que ya diremos cuando se lance, hay que darles las gracias.
«Al principio la hicimos en un ritmo 4×4 y decidimos pasarla a un compás de 6×8. Y al hacerlo ya fue como… «esto es superPlanetas»»
¿Enseguida le visteis el punto planetero, como dices?
Sí, sí, a tope. Hemos escuchado mucho a Los Planetas… Bueno, no todo el grupo, pero yo soy muy muy muy fan, y Mario es muy fan. No sé si él más que yo (Risas). Pero enseguida dijimos «es muy Los Planetas». De hecho, al principio la hicimos en un ritmo 4×4, y a sugerencia de Luis (del sello Sonido Muchacho) por cómo era la canción, decidimos pasarla a un compás de 6×8. Y al hacerlo ya fue como… «esto es superPlanetas». Sobre todo recuerda a los últimos, cuando empezaron a adaptar palos flamencos.
¿Y cómo surge la opción de contar con Jota? ¿Le conocíais ya?
Sí, sí. Le conocí hace un par de años, creo que fue en un Primavera Sound y me lo presentó Luis. Nosotros habíamos empezado hacía nada, creo que fue nuestra primera temporada tocando, y que me dijera «me gusta tu música» fue como… ¡Dios! ¡Increíble! Que alguien a quien has escuchado tanto, porque yo empecé a hacerlo con 16 años y marcó una etapa en mi vida muy fuerte, te diga algo así… No vimos claro que quisiera, porque salvo con La Bien Querida, no hace muchas cosas así. Aparte no sé si se entiende que recurramos a Jota. Gente a la que se lo habíamos comentado nos dijo «¿¿Con Jota?? ¿¿Y por qué con Jota??» Se les hace raro ver una colaboración de un grupo joven con peña mayor. (Ríe)
«A algunos se les hace raro ver una colaboración de un grupo joven con peña mayor»
El puntillo de Los Planetas también está en la letra, ¿no? Es como la típica canción vengativa que tanto ha trabajado Jota…
No sé si lo veo tanto en la letra. Desde luego es recurrente en Los Planetas, pero también en nosotros. Evidentemente, ellos llevan tropecientosmil años más. Pero bueno, la colaboración la queríamos hacer (con él) sí o sí. Si lo primero que se nos vino a la cabeza fue que era muy Planetas, que además son una referencia para nosotros, a él le gustábamos y queríamos incluir una colaboración en estas canciones… Nos dijimos «tenemos que tocarle». Lo que no teníamos nada claro era que iba a decir que sí.
¿Y dijo que sí muy rápido?
Sí, sí, sí. Le llamé, me dijo enseguida que le pasara la canción, le flipó… Y nada. Lo único, hay amigos que me dicen que en la canción podría destacar más Jota. ¿Tú qué piensas?
Bueno, claro, porque hace coros en lugar de tomar un papel protagonista, ¿no?
Sí, total.
Pero creo que tiene gracia como contrapunto, porque vuestras voces son muy diferentes y mola cómo empastan. Diría que en la mezcla él suena un poco bajo, pero tampoco quiero decirlo muy alto porque la he escuchado con un mp3, en unos auriculares normalillos…
(Ríe) Sí, es algo que hemos pensado mucho cómo hacer. Porque nosotros grabamos la canción y luego surgió lo de Jota. Fue justo cuando llegó el estado de alarma y tal. Y claro, él me preguntó qué quería y le dije que hiciera lo que quisiera y ya veríamos. La verdad es que yo había pensado que él cantaría un verso y yo otro. Y claro, él nos pasó esto y me dio como rabia. No rabia… Bueno sí, rabia. (Risas) De repente tienes a Jota en una canción y me hace armonías. Que me parecen muy guay, porque son increíbles, pero pienso «¿por qué no te has hecho una parte?» (Risas) ¡Me Jode! Él me decía que la veía demasiado personal, y que perdería gracia. Y la verdad es que yo tampoco tenía claro si eso sería raro.
«De repente tienes a Jota en una canción y me hace armonías. Que me parecen muy guay, porque son increíbles, pero pienso «¿por qué no te has hecho una parte?»»
Yo lo veo guay, tú cantas alto y él grave. Lo único, que él suena bajo.
Sí, él suena bajo. Y encima mi voz es más chillona.
Me llaman la atención los teclados, que no sé si lo pedía el rollo Planetas también. ¿Fueron cosa de Paco (Loco)?
¡No son teclados!
¿Ah, no?
No, no. Son las guitarras de Mario, solo que le quitaron todo el ataque, y cuando toca no suenan las cuerdas, sino como una onda. Es algo que también probamos en ‘Nuevos vicios’, la cara B de ‘No tan jóvenes‘. Es ese mismo rollo de guitarras.
Supongo que eso facilitará entonces las cosas en los directos, no os tenéis que meter con sintes y demás.
Sí, total, total.
«Soy una persona que me aburro fácilmente de mí mismo»
Al principio de la canción cantas «Tratando de escribir algo que no sea una mierda, cada vez cuesta más distinguir…» ¿Después del exitazo de ‘Carolina Durante’ habéis llegado a sentir el típico bloqueo del escritor?
A mí personalmente… No es tanto la presión como que soy más exigente. Cuando me puse a escribir canciones para el grupo hace dos años y pico, cualquier cosa que escribía, me gustaba. O no cualquier cosa, pero había más facilidad de que me gustaran. Claro, iba sobre un folio en blanco, no había escrito nunca, era todo nuevo para mí. Y ahora… (Ríe) Que manda cojones, sólo hemos hecho 20 canciones, pero ahora hay cosas que ya he dicho. Y para colmo yo soy una persona que me aburro fácilmente de mí mismo. Creo que también es algo que tiene que ver con la época que vivimos, que nos cansamos antes de todo. Igual hace 20 o 30 años no me pasaría. Pienso en ‘Psychocandy’ de los Jesus (and Mary Chain). Joder, es un disco increíble, pero muchas canciones se parecen entre sí y vienen a decir lo mismo. Y es una maravilla. Pero yo no me veo capaz de hacer eso. Es algo que juega totalmente en mi contra, claro. (Risas)
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Bueno, al final tu persona influye en tu arte, digo yo.
Absolutamente. Luego digo esto, pensaré que hago cosas diferentes entre sí… y todo será lo mismo, también te lo digo. (Risas)
¿Estas canciones que habéis grabado con Paco Loco son entonces parte de un segundo disco o es otra cosa?
No… Bueno, a ver cómo lo hacemos, porque con esto (del coronavirus)… No tenemos mucha idea de cómo se va a poder hacer. Grabamos tres canciones, esta es la primera y no tengo idea de cuándo se podrán sacar, pero la idea es que sea un EP.
«Si me pongo a escribir, me sale escribir sobre la atmósfera que (el confinamiento) genera. Y paso de escribir canciones así»
¿Antes del disco?
Sí. Como hicimos antes de sacar el disco (se refiere a su debut), que sacamos dos EPs. Sería la misma pauta: hemos sacado ‘No tan jóvenes’, que sería algo así como ‘Necromántico‘ en su día, y sacaremos este segundo que sería lo correspondiente a… ¡No me acuerdo ni cómo se llamaba el EP! ¡El de ‘Cayetano‘!
¿Pero esto es casual o lo habéis planificado así?
Sí, lo teníamos pensado. La cosa es que ocurre si vamos teniendo canciones. Somos más o menos constantes a la hora de ir componiendo, pero tampoco nos metemos la prisa. De momento nos podemos permitir ser fieles a esos pasos de lanzamiento que tenemos en nuestra cabeza. Si por ejemplo vemos que para el segundo disco nos atascamos y tardamos un poco más… pues tardamos un poco más. Vamos pensando en lo que viene siguiente, a corto-medio plazo.
Entiendo que todo este tema del estado de alarma y el confinamiento, habrá trastocado un poco esos planes.
Bueno, sí. El otro día hice un directo en Instagram y la gente me decía que, con esto del confinamiento, estaríamos componiendo a cascoporro y, joder, tampoco estamos escribiendo mucho. Al no ocurrirte cosas… Y si me pongo a escribir, me sale escribir, no sobre esto directamente, pero sí sobre la atmósfera que genera. Y paso de escribir canciones así. ¡Aparte que está escribiendo sobre esto todo el mundo! Que si lo pienso, sobre amor y desamor todo está escrito, y es lo que sigo haciendo, o sea que… (Risas)
Igual se crea un subgénero, «canciones sobre confinamiento».
Claro, «canciones sobre coronavirus». (Risas)
«No soy optimista, evidentemente va a haber un montón de festivales que chapen»
Con esto se os ha fastidiado el final de la gira invernal, además.
Ha hecho bastante daño. Y bueno, festivales… Da mucha rabia, porque era el año que teníamos una posición de puta madre en carteles. En algunos medianos-pequeños éramos incluso cabezas de cartel. Teníamos el buen escenario, los buenos horarios, evidentemente el tema de la pasta, que para nosotros es una sablada de cojones… Da mucha rabia. Y no soy optimista, evidentemente va a haber un montón de festis que chapen. Para empezar, porque no se van a poder aplazar todos los festivales. Septiembre y octubre no dan para tanto. Y dentro de eso, te puede caer una lluvia del copón.
Después de todo, igual sí que os va a dar tiempo a trabajar más en el disco.
Eso sí.
Igual llegáis al 28 de diciembre al WiZink Center y nos dais una sorpresa.
Tocamos todo el segundo disco entero aunque no haya salido. (Risas)
La cantante estadounidense de new wave Cristina, que publicó varios singles y álbumes durante los años 80, ha fallecido a los 61 años debido al COVID-19. Ha desvelado la noticia Michael Esteban, co-fundador del sello ZE Records (Suicide, John Cale, Lio), en Facebook.
La carrera musical de Cristina fue breve. Hija de un psicoanalista francés y de una escritora e ilustradora, la cantante publicó su primer single, el pastiche ‘Disco Clone’, en ZE Records poco después de abandonar sus estudios en Harvard, y el éxito de culto logrado por la canción, producida por John Cale de Velvet Underground, resultó en la grabación de su álbum debut, ‘Doll in the Box’, publicado en 1980. En esta época además lanzó versiones de ‘Is That All There Is?’ de Peggy Lee y ‘Drive My Car’ de los Beatles. En 1984 publicó su segundo largo, ‘Sleep it Off’, el cual contiene su canción más escuchada en las plataformas de streaming, ‘Things Fall Apart’, editada unos años antes. La portada de ‘Sleep it Off’ fue obra de Jean-Paul Goude, que el año siguiente se encargaría de la cubierta de ‘Slave to the Rhythm’ de Grace Jones, estéticamente muy similar. El fracaso de este disco motivó a Cristina a retirarse de la música.
La música de Cristina se caracterizaba por su sonido de synth-pop sofisticado y por sus letras satíricas e inteligentes, y de hecho se habla de ella dentro de los términos de la no wave, un movimiento vanguardista surgido de la new wave que reaccionaba contra la comercialidad de este género. Os dejamos con tres de las canciones más importantes de su repertorio.